3
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
Somos una organización política com-
puesta por un conjunto de organizacio-
nes, movimientos, agrupaciones y mili-
tantes que nos constituimos en junio de
2010, luego de intercambios y trabajos
bilaterales y multilaterales que en mu-
chos casos veníamos desarrollando des-
de hace por lo menos veinte años atrás.
Provenimos de distintas experien-
cias generacionales, tradiciones y ex-
periencias políticas y organizativas.
En nuestro movimiento confluimos
compañeros/as que provenimos de la
resistencia a la fusiladora, de la expe-
riencia del peronismo revolucionario,
del cristianismo de liberación y de dis-
tintas tradiciones del marxismo.
En el MULCS nos agrupamos com-
pañeros/as de las generaciones de los
50/60 y 70 que fueron quienes abraza-
mos la lucha revolucionaria en esas
décadas, así como de quienes hicimos
nuestras primeras experiencias en
medio de la dictadura militar, o quie-
nes estuvimos en las peleas de los
trabajadores y el pueblo en los 90,
resistiendo en primera fila la aplica-
ción de las políticas neoliberales, junto
con quienes fuimos parte de la rebelión
popular del 2001, a la que nos incorpo-
ramos también los hijos de esas jorna-
das, y nuevas camadas de jóvenes lu-
chadores/as que militamos en los cen-
tros de trabajo, en las escuelas y uni-
versidades, en las barriadas populares,
en la ciudad y en el campo.
Quienes somosQuiénes somos
3
Una izquierda enconstrucción
5
Integrar las luchaspara enfrentar al
sistema
11
Encuentro Nacionalde Mujeres
15
El arbol decrepito delcapitalismo
17
Elecciones enHonduras
22
Elecciones enVenezuela
23
Campaña Argentinaal ALBA
24
Movimientos deTrabajadoresDesocupados
26
Los DDHH en ladécada kirchnerista
30
DDHH y Trabajadores
34
Impreso en
Génesis -Talleres Gráficos
San Lorenzo 4917- Olivos
Tel: 5197-1190
Donde estamosNuestros/as compañeros/as se encuen-
tran militando en diferentes ámbitos geo-
gráficos tales como el NOA, Córdoba,
Rosario y el Gran Rosario, Bahía Blanca,
La Plata, Luján y otras zonas del norte
de nuestro conurbano, en Capital Fede-
ral y el Gran Buenos Aires.
Participamos, principalmente, de la
lucha político-sindical junto a otros/as
compañeros/as en la Corriente Político
Sindical Rompiendo Cadenas, del movi-
miento territorial, del movimiento de
trabajadores/as desocupados y cooperati-
vistas en el seno de la AGTCAP, en la
lucha estudiantil y en las ambientales
tales como contra la megaminería y los
agronegocios en las UAC y otros espa-
cios, en ámbitos de la cultura popular y
los medios alternativos comunitarios y
populares, en la lucha por la vigencia de
los derechos humanos de ayer y de hoy,
por la defensa de los derechos de la mujer
y toda la problemática de géneros, y
formamos parte, junto a otras organiza-
ciones de nuestro país de la Articulación
Continental de los Movimientos Sociales
hacia el ALBA y de la Campaña Argenti-
na al ALBA.
Nuestros objetivosSomos antimperialistas, anticapitalistas,
antipatriarcales, y nos definimos por la
revolución y el socialismo.
Aspiramos a ser parte del conjunto de
los/as trabajadores/as y el pueblo para
Sumario
4
Quiénes Somos
avanzar en el proceso revolucionario y hacer realidad esa
hermosa consigna: "La emancipación de los/as trabaja-
dores/as será obra de los trabajadores/as mismos".
Como parte de los explotados/as y oprimidos/as
aspiramos a tener la capacidad de dominar todas las
formas de lucha tendientes a derrocar el poder burgués
y construir sobre sus cenizas un poder de nuevo tipo,
obrero y popular.
Entendemos que la revolución la hacen las masas
para resolver sus aspiraciones de mejores condiciones
de vida y de trabajo, y que en esta lucha deberemos ir
construyendo un conjunto de instrumentos organizati-
vos y políticos para tal fin.
El proceso revolucionario al que aspiramos lo debe-
remos llevar adelante en el marco de nuestro continen-
te, y es desde esta perspectiva que nos identificamos
plenamente con la Revolución Cubana, con las
banderas,entre otros de Tupac Amaru, Tupaj Katari,
San Martín, Bolívar, Sandino, Martí y el Che Gueva-
ra, con la lucha de los trabajadores y los pueblos de
nuestramerica morena, indolatinoamericana y
caribeña, destacando entre otras a la lucha de
la insurgencia y el movimiento popular co-
lombiano, y consideramos que el ALBA signi-
fica avanzar en una perspectiva antiimpe-
rialista y anticapitalista continental, y en la
complementación solidaria.
La organización política y social de los/as
trabajadores/as y el pueblo -que anhelamos-
deberá contener en su seno a protagonistas de
la organización y la pelea de los trabajadores/
as, las comunidades originarias, campesinos/
as, de las barriadas populares, de la igualdad de
géneros, ambientales, estudiantiles, intelectua-
les, de la cultura popular. Y es por eso que
bregamos incansablemente por la búsqueda de la
unidad con otras organizaciones y compañeros/as en la
perspectiva de la construcción de una fuerza política
revolucionaria de nuevo tipo
Fuerza política que deberá tener la capacidad de
dialogar e incorporar a mujeres y hombres, que indig-
nados por la opresión del sistema, no se sienten repre-
sentados por las organizaciones políticas existentes.
En ese camino ratificamos la necesidad y voluntad de
aportar a esa herramienta; avanzando en la construc-
ción de un instrumento político con carácter antiimpe-
rialista, anticapitalista y latinoamericanista.
Es por todo esto y mucho más que llamamos a otras
organizaciones y movimientos políticos y sociales, y a
cientos de activistas del movimiento obrero y popular
a incorporarse al Movimiento por la Unidad Latinoa-
mericana y el Cambio Social para contribuir a hacer
realidad estos objetivos.
5
www.mulcs.org.ar
Una izquierda enconstrucción
Las perspectivas de la izquierdapopular, revolucionaria,latinoamericanista y de clase ennuestro país
Nos proponemos avanzar en el debate de cuáles debe-
rían ser la estrategia, las tácticas de construcción y el
rol a cumplir, según nuestra opinión, de una izquierda
internacionalista y latinoamericanista, clasista y re-
volucionaria en nuestro país. Con ese objetivo, que
entendemos es un debate actual y necesario para
numerosas organizaciones políticas y sociales en la
Argentina, trazaremos un breve cuadro de las fuerzas
políticas existentes, a la luz de la situación a fines de
2013 después de las recientes elecciones legislativas, y
de la situación general de los procesos de cambio y de
disputa en nuestro continente, en Nuestra América.
No pretendemos agotar el tema, sino contribuir al
debate de las distintas instancias políticas y de las
distintas herramientas político-organizativas necesa-
rias, que se viene dando en la mayoría de las fuerzas
políticas y sociales de la llamada «nueva izquierda».
Aspiramos a que este debate nos sirva para ir
clarificando cuáles son las tareas necesarias para el
conjunto de las organizaciones populares de esta iz-
quierda en construcción, en el camino de aportar a una
poderosa herramienta política de masas, que permita
capitalizar y centralizar para los intereses populares
las luchas sectoriales, las inmensas energías que
encontramos en crecientes sectores de nuestro pueblo,
en el camino de una sociedad sin explotadores ni
explotados, en una perspectiva socialista.
La disputa entre tres proyectospolíticos en nuestro continentePara analizar brevemente la situación y las perspec-
tivas políticas en América Latina y el Caribe, creemos
que es preciso considerar la historia política y social de
las últimas décadas en nuestra región.
Después de la derrota de la mayor parte de los
proyectos revolucionarios en nuestro continente entre
las décadas del 70 y del 80 (en un lapso de tiempo más
amplio, que podemos ubicar entre el Golpe de Estado
en el Brasil de 1964 hasta la derrota electoral, en el
marco de la guerra contrainsurgente, del FSLN en la
Nicaragua de 1990), el traspaso de las dictaduras
militares a las «democracias formales» se realizó en
un profundo predominio ideológico, político, económico
y militar del imperialismo norteamericano sobre la
región, combinado con el predominio del gran capital
financiero desde mediados de los 70 y su ideología
«orgánica», el neoliberalismo.
Los documentos de Santa Fe I y II, que enmarcaron
teóricamente el control imperial de EEUU durante el
Gobierno de Reagan, diferenciaban claramente entre el
poder temporal (los distintos gobiernos de turno, que
eran elegidos por medios formalmente democráticos) y
el poder permanente (el poder político norteamericano,
las grandes empresas transnacionales, el capital finan-
ciero), que definía y mandaba a aplicar sus planes de
dominación en toda la región (el llamado «Consenso de
Washington»). A mediados de la década de 1990, este
esquema estaba plenamente vigente en toda América
Latina y el Caribe, con la única excepción de Cuba (que
luchaba contra sus propias dificultades económicas en
Las perspectivas de la izquierda popular, revolucionaria, latinoamericanista yde clase en nuestro país
6
Política Nacionalel «período especial» abierto después del fin de la URSS).
En nuestro continente predominaban las políticas
de privatización de la salud y la educación, de la
seguridad social y las jubilaciones (con el ejemplo de
Chile y las AFP, las Administradoras de Fondos de
Pensiones), de las empresas básicas de la economía
(petróleo, transporte, telefonía, gas, electricidad, side-
rurgia), y la destrucción de los derechos sociales y
sindicales de los trabajadores a medida de los intereses
del gran capital financiero transnacional. Este predo-
minio se daba con distinta fuerza en cada país, según
el avance de los procesos de resistencia (por ejemplo, la
lucha en Uruguay, que consiguió conservar la
propiedad estatal de las empresas de energía y servi-
cios básicos, y el derecho al agua potable como princi-
pio constitucional).
Ese marco político comienza a modificarse a partir
del avance del proceso bolivariano en Venezuela, que en
etapas sucesivas (desde el Caracazo de 1989, la subleva-
ción encabezada por Chávez en 1992, de Chávez en 1998,
la victoria electoral de Chávez en 1998, la derrota del
Golpe de Estado y del paro petrolero entre 2002 y 2003)
fue consolidando un nuevo discurso que comenzó a
penetrar en los pueblos de Nuestra América, reinstalan-
do el antiimperialismo y promoviendo la discusión sobre
el socialismo a nivel de las grandes masas populares.
La unidad política entre el proceso bolivariano en
Venezuela y la Revolución Cubana, junto a una década
de lucha contra el proyecto norteamericano imperia-
lista del ALCA (Área de Libre Comercio de las Améri-
cas), permitió desde 2004 la formación del ALBA –
TCP (Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra
América – Tratado de Comercio de los Pueblos), hoy
conformada además por Bolivia, Ecuador y Nicara-
gua, y varios pequeños países caribeños (Dominica,
San Vicente y las Granadinas, Antigua y Barbuda,
Santa Lucía). Con contradicciones y debates, con
avances y retrocesos, este bloque viene impulsando un
proceso de cambio social en sus países, y promoviendo
las perspectivas antiimperialistas y socialistas en
todo el continente.
Un bloque de países, encuadrados desde 2011 en la
Alianza del Pacífico, actúan abiertamente como expre-
sión de los intereses imperialistas y neoliberales en la
región. Integrado actualmente por México, Colombia,
Perú y Chile, y con varios países de Mesoamérica como
miembros observadores (Panamá, Costa Rica, Guate-
mala), a través de este bloque EEUU puede llevar
adelante los TLC (Tratados de Libre Comercio), y au-
mentar la presencia de bases militares que amenazan y
condicionan al resto de América Latina y el Caribe.
Al mismo tiempo, consideramos que se desarrolla
un bloque intermedio, liderado por Brasil (con sus
propias pretensiones de potencia sub-imperialista), y
que integran, entre otros países, Argentina y Uruguay,
que lleva adelante reformas sociales y políticas limita-
das, y al mismo tiempo negocia condiciones de desarro-
llo con el gran capital monopólico y sus aliados regiona-
les. Usando la célebre imagen del péndulo de Perón (ese
péndulo entre medidas a izquierda y derecha, que
tradicionalmente terminaban en la derecha), este blo-
que trata de limitar el contenido genuinamente socia-
lista y transformador del ALBA, mostrándose ante el
imperialismo como garantía de su contención política
en los marcos de lo permitido, y al mismo tiempo
protege, «ampara», a los países del ALBA, en particular
a Venezuela y Bolivia, de los ataques más directos del
imperialismo norteamericano y sus aliados.
Por supuesto, no hay que olvidar que este es un
marco esquemático, y que la vida real, la lucha política
permanente, es más cambiante y contradictoria que
cualquier esquema, y que distintos niveles de alianzas
y debates atraviesan (y atravesarán) transversalmente
el cuadro de situación en nuestro continente.
Las fuerzas políticas principalesen la Argentina
Cuando analizamos las fuerzas políticas que predo-
minan en nuestro país, es evidente que en la última
década la hegemonía ha estado en el bloque de fuerzas
del kirchnerismo, que ha organizado en el FPV a lo
central del PJ y a numerosos sectores de centro-
izquierda tanto de identidad peronista como de otras
identidades históricas.
7
Hemos analizado, en ocasiones anteriores, el papel
cumplido por el kirchnerismo en la Argentina, como
un sector político que supo comprender la necesidad de
cambiar discursos y prácticas políticas después de la
crisis política de 2001 y 2002, y de ser el árbitro entre
los distintos intereses burgueses en nuestro país, y al
mismo tiempo extender una política de concesiones y
derechos a los trabajadores y el pueblo.
Aún en el marco de su mayor debilidad relativa
después de las elecciones del pasado 27 de octubre,
donde fue derrotado en las principales provincias por
fuerzas de derecha más tradicionales, la fuerza políti-
ca del Gobierno ha dado muestras de su voluntad de
conservar la hegemonía política, y de promover inicia-
tivas de distinto signo político, que le permitan sobre-
llevar sus retrocesos.
Las principales fuerzas de la oposición se ubican, en
general, a la derecha de las iniciativas del FPV: el
«peronismo opositor» (fortalecido por el triunfo del
Frente Renovador de Massa en la provincia de Buenos
Aires), el PRO de Macri, las fuerzas «republicanistas»
del acuerdo inestable entre la UCR, el FAP (Partido
Socialista, GEN, Libres del Sur, y otras fuerzas) y la
Coalición Cívica de Carrió. Con matices y contradiccio-
nes secundarias, estas fuerzas suelen promover un
discurso basado en la ética pública, la necesidad de
promover las inversiones del gran capital, de dar
seguridad jurídica a esos capitales, y en general de
moverse internacionalmente en un eje permanente con
EEUU y la Unión Europea, con mayor o menor acerca-
miento con Brasil y el MERCOSUR. Esta oposición
carece, todavía, de liderazgos claros, pero se encuentra
en un proceso de disputa interna por ver quién o quiénes
consiguen la hegemonía política e ideológica.
Desde el punto de vista de su alineamiento interna-
cional, la mayoría de estas fuerzas promueve, directa
o indirectamente, mejorar el vínculo con la Alianza del
Pacífico, y al mismo tiempo mejorar los vínculos
económicos con Brasil, como potencia regional hege-
mónica, y con el MERCOSUR.
Dentro del amplio campo del kirchnerismo y del
FAP, existen sectores, ubicados en sus márgenes iz-
quierdos, que simpatizan con el proceso bolivariano y en
general con los proyectos del ALBA, y al mismo tiempo
aceptan direcciones políticas ajenas a esos procesos de
cambio. Sería preciso construir un cambio profundo en
la correlación de fuerzas, para que estos sectores modi-
fiquen su perspectiva política y jueguen a favor de los
proyectos de transformación social y nacional en nues-
tro país, y en la política latinoamericana.
Las propuestas existentes en elcampo popular, y la construcciónde una propuesta superadoracon aspiraciones revolucionariasEn la Argentina actual hay tres bloques de fuerzas que,
con mayor o menor nivel de consolidación, actúan sobre
el amplio campo de las fuerzas populares, y que influyen
política e ideológicamente sobre las orientaciones de la
llamada «nueva izquierda»: el FIT (Frente de Izquierda
y de los Trabajadores), que orienta a la mayoría de las
corrientes de tradición troskista; la corriente liderada
políticamente por la CTA opositora, con el liderazgo de De
Gennaro, y sus aliados políticos (PCR, MST); y el
«progresismo kirchnerista», que agrupa a diversas fuer-
zas del kirchnerismo no «pejotista».
El FIT ha conseguido una elección legislativa muy
importante, superando el 5% de los votos en muchas
provincias, y obteniendo 3 diputados nacionales. Al
mismo tiempo, viene consolidando su influencia en
sectores importantes de la clase trabajadora, en el
movimiento estudiantil, y es visto por esa vanguardia
social que se desarrolla en las luchas como una
alternativa política diferenciada de las propuestas
políticas tradicionales.
Pero en el FIT predominan enfoques sectarios. En la
política nacional, al no establecer matices entre los
distintos proyectos burgueses, en muchas ocasiones
sus posturas han coincidido con las propuestas de los
sectores ubicados en la derecha política (por ejemplo, en
la Ley de Medios, donde la postura principista encubre
un pacto mediático con el Grupo Clarín, o en la reesta-
tización parcial de YPF), y anteriormente en el apoyo
del PO a movilizaciones con orientaciones reacciona-
8
Política Nacionallos países más avanzados en la transformación popu-
lar (como Venezuela y Bolivia) con respecto a otros
procesos como en Brasil y Uruguay.
Finalmente, el amplio abanico de fuerzas del «pro-
gresismo kirchnerista» incluye a las distintas fuerzas
peronistas no encuadradas totalmente en el PJ, como a
fuerzas no peronistas como el PC, y se desarrolla en un
marco de acuerdos y disputas con los sectores dominan-
tes del PJ. En algunas ocasiones incursiona en sus
propias listas electorales, por cierto con aval del Gobier-
no (como fue el caso de Milagro Sala en Jujuy, o la
colectora de Alternativa Popular en la ciudad de Buenos
Aires), y se subordina generalmente a las directivas y
perspectivas de lo permitido por el Gobierno nacional.
Estas fuerzas tienen una mirada latinoamericanista
similar a la que podríamos suscribir, pero también en
este sentido se mantienen dentro de los límites que le
impone el kirchnerismo. Muchas de estas fuerzas
adscriben a diversas variantes de la «real politik», y
consideran que las tareas nacionales inconclusas, an-
tiimperialistas, deberían ser llevadas adelante necesa-
riamente por la burguesía no imperialista.
Seguramente, con muchas de estas corrientes
desarrollaremos distintos niveles de unidad y de dis-
puta en distintos campos: en las luchas sindicales y
sociales, las fuerzas de nuestra izquierda en construc-
ción coincidimos con las organizaciones y compañeros
del FIT; en el terreno de la unidad latinoamericana,
tendremos más coincidencias con compañeros enmar-
cados en las corrientes de la CTA opositora o en fuerzas
vinculadas al kirchnerismo; y en muchas luchas
sociales, deberemos coincidir (y disputar al mismo
tiempo) con sectores de los distintos bloques.
Consideramos que la estrategia general de estos
tres bloques se enmarca atrás de las distintas propues-
tas burguesas en disputa (como ocurre tanto con la
corriente «degennarista» como con el «progresismo
rias (como ocurrió con las propuestas represivas de
Blumberg). En el terreno internacional, condenan a los
Gobiernos y a los procesos de cambio en los países del
ALBA como expresiones del «nacionalismo burgués»,
que desvía a las masas de sus verdaderos objetivos, y se
ubican dentro del campo «democrático radical» frente a
las agresiones imperialistas, como ocurrió con los
ataques de EEU y la OTAN a Libia y Siria, donde se
proclamaron como una tercera opción (invocando la
alianza en abstracto de los obreros, los estudiantes y las
masas árabes) frente a las dos supuestas formas de
injerencia extranjera: la intervención militar directa
promovida por la OTAN, y el apoyo del bloque del ALBA
a los regímenes «autocráticos».
Al mismo tiempo, las fuerzas del FIT son profun-
damente hegemonistas (es decir, prefieren criticar o
destruir a todas las formas de organización política
popular que no pueda controlar), y antidemocráticas
en sus métodos de construcción y de relacionamiento
con el resto de las organizaciones del campo popular.
La corriente política que dirige la CTA opositora,
dirigida por la Unidad Popular conducida por De
Gennaro, con aliados como el MST y el PCR, viene de
una derrota en las últimas elecciones legislativas,
pero es una fuerza con peso dentro del movimiento
sindical (con predominio entre estatales y docentes),
con aceitados vínculos internacionales (en particular,
en el movimiento obrero y en los países del ALBA), y
que tiene un peso superestructural en el terreno
político cultural. En general, esta corriente tiene
métodos burocráticos de construcción, se ha ubicado al
lado de la derecha política en los momentos más
agudos de la disputa interburguesa (como en el conflic-
to entre las patronales agropecuarias y el Gobierno en
2008), y tiene vínculos históricos con sectores domi-
nantes dentro de la Iglesia Católica. En el terreno
internacional, el «degennarismo» no diferencia entre
9
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
kirchnerista»), o en una perspectiva sin visión de
poder (como ocurre con las corrientes del FIT). En ese
sentido, no tenemos expectativas de que esas direccio-
nes políticas puedan construir una alternativa am-
plia, unitaria, basada en los intereses de los trabaja-
dores y las mayorías populares, que luche en la
perspectiva de los cambios profundos y revoluciona-
rios necesarios en nuestro país.
Es importante resaltar que cuando mencionamos
la política de los distintos bloques que actúan sobre el
campo de la izquierda, hablamos de sus núcleos de
dirección, y que es preciso desarrollar la mayor unidad
de acción que nos sea posible con compañeros y
compañeras de estos espacios políticos en todos los
terrenos concretos de lucha y organización.
Al mismo tiempo, existen numerosas fuerzas y
organizaciones políticas y sociales, que podemos ubi-
car dentro del campo de la llamada «nueva izquierda»,
que en general nos reconocemos como parte del desa-
rrollo posterior a las rebeliones populares de 2001 y
2002. Estas corrientes no nos ubicamos directamente
en los tres bloques mencionados, pero la falta de
cohesión y de construcción de una identidad y de un
proyecto político común nos lleva a movernos bajo su
influencia ideológica y política. En este sentido, dotar
(dotarnos) de un proyecto político común y superador,
de una identidad común y colectiva, es una tarea
central en esta etapa.
Construir una izquierda concontenidos y principiosrevolucionarios, con amplitud yflexibilidad en los movimientosde masasDebatir colectivamente cuáles serán los contenidos de
ese proyecto político es un debate actual que atraviesa
a la gran mayoría de las organizaciones y colectivos de
la llamada «izquierda independiente». En buena me-
dida, muchas organizaciones compañeras comenza-
ron dando el debate de que las organizaciones sectoria-
les, que responden a reclamos y necesidades muy
sentidas de las masas populares (por ejemplo, los
movimientos de trabajadores desocupados), son y se-
rán necesarias, pero que son insuficientes para dar
respuestas políticas colectivas e integrales. En ese
camino, la identidad de nuestras corrientes en la
«izquierda independiente» se fue construyendo en
relación a la izquierda que no queríamos ser, la
llamada «izquierda tradicional». Pero, necesariamen-
te, el desarrollo de una propuesta política más acabada
requiere de afinar cuáles son nuestros contenidos y
acuerdos, con mayor profundidad.
Creemos que hay que construir una izquierda
profundamente popular, latinoamericanista e inter-
nacionalista desde su origen, clasista, que sea amplia
y flexible en su ida y vuelta con las masas populares
y con sus movimientos de lucha, y firme en los
principios revolucionarios y de clase. En definitiva,
avanzar en la conformación de una nueva izquierda
revolucionaria, que sepa recoger los aspectos más
valiosos de las experiencias históricas de nuestro
pueblo y de nuestra clase, que pueda reconocer los
avances y las dificultades de los intentos de construc-
ción del socialismo en el siglo XX, que proyecte las
construcciones del pasado en el futuro, en la cons-
trucción de un socialismo profundamente nuestro-
americano y popular, con el protagonismo y la parti-
cipación de las mayorías populares, en particular de
nuestra clase trabajadora.
Potencialmente, las organizaciones de esta izquier-
da popular, latinoamericanista y clasista formamos
parte de un nuevo bloque dentro del amplio campo
popular y de la izquierda en nuestro país. Para que
deje de ser sólo una posibilidad, será preciso construir
debates y prácticas comunes, entendiendo que la
teoría y la práctica se vinculan íntimamente y se
enriquecen entre sí.
En los últimos tiempos, varias agrupaciones origina-
das en el movimiento estudiantil, en los movimientos de
trabajadores desocupados, en el trabajo cultural y barrial,
han comenzado a conformarse como corrientes políticas,
y por lo tanto se plantean analizar y actuar sobre nuestra
realidad política, en la Argentina, y también en el mundo,
de un modo más completo e integral.
10
Política NacionalCuando proyectamos, cuando pensamos, en esta
izquierda en construcción, la concebimos en términos
de un amplio colectivo político – cultural, que dispute
en el terreno de las ideas y los contenidos con los
distintos bloques políticos que actúan en el movimien-
to popular, en particular con las concepciones más
sectarias agrupadas en torno al FIT, que vienen
hegemonizando el concepto de «izquierda» para la
gran mayoría de la población argentina. Por cierto,
también será preciso ir construyendo un Frente polí-
tico más estable, más «orgánico», cuyo objetivo no será
nunca centrarse en sí mismo, sino abarcar al conjunto
de las fuerzas de esta nueva izquierda popular y
revolucionaria, y vincularse estrechamente con los
movimientos de masas que surgen y se desarrollan
cada día entre nuestro pueblo.
Finalmente, consideramos que las organizaciones
de la izquierda revolucionaria tenemos que saber
combinar todas las formas de lucha que sean necesa-
rias, sabiendo entender las necesidades y reclamos
populares en cada etapa. En las condiciones actuales,
es necesario, como parte de la disputa política hacia
las mayorías populares, participar desde este espacio
en el terreno electoral.
Sabiendo que se trata de un terreno minado por las
instituciones y por los medios ideológico-culturales del
imperialismo y de los grupos monopólicos dominantes,
cuando nuestro pueblo entiende que ahí se debaten sus
problemas y reivindicaciones más sentidas, es preciso
participar, para que nuestros esfuerzos y nuestro
desarrollo en los distintos movimientos de masas no
sean capitalizados por propuestas políticas sectarias,
o peor aún por corrientes políticas contrarias a los
trabajadores que sepan tomar esos reclamos con obje-
tivos y reclamos absolutamente contradictorios.
Sabemos que la disputa central no se da en ese
terreno, sino en construir una política amplia y de
clase en el seno de las masas. Pero tenemos la convic-
ción de que hoy en día es necesario utilizar ese terreno,
para llegar con propuestas de cambio social profundo
a nuestro pueblo y nuestra clase.
El rol del MULCS en la próximaetapaPara aportar al proceso político más general, necesita-
mos avanzar en la construcción del MULCS (Movi-
miento por la Unidad Latinoamericana y el
Cambio Social) en todos los planos: en nuestro
crecimiento orgánico, en la prensa y propaganda que
difunda nuestras ideas y nuestras prácticas, en la
inserción y el compromiso entre los trabajadores, en el
movimiento estudiantil, en los barrios populares, en el
movimiento juvenil, en el compromiso con las luchas
de nuestro continente y en todo el mundo, entre los
intelectuales revolucionarios, en el movimiento femi-
nista y antipatriarcal, en los movimientos ambienta-
les. Será preciso que seamos más firmes, más constan-
tes, más audaces, en todas las tareas que acordemos
como prioritarias. Nuestro Movimiento será profun-
damente internacionalista, latinoamericanista, sóli-
damente basado en las concepciones marxistas, en las
tradiciones revolucionarias de nuestros pueblos.
Por supuesto, la construcción del MULCS no es un
fin en sí mismo, como no debe serlo ninguna instancia
política organizativa: estará al servicio de la confor-
mación de la izquierda revolucionaria a la que aspira-
mos, y esta izquierda, a su vez, no es más que un
vehículo para la construcción política de masas, que
involucre conscientemente a millones de trabajadores
y trabajadoras, hombres y mujeres de nuestro pueblo,
en la lucha por el poder del pueblo, desde las construc-
ciones reales por abajo, desde la más amplia unidad,
por la construcción del Poder popular y socialista en
nuestro país y en Nuestra América.
Pero, en un ida y vuelta constante, el máximo nivel
de organización política que podamos construir desde
nuestro Movimiento servirá para afianzar estas pro-
puestas ante las masas populares en lucha. En ese
marco, construir al MULCS como organización colec-
tiva, en todos los frentes de lucha donde participamos
y luchamos, y en aquellos que deberemos participar en
el futuro, será nuestro aporte al avance del proceso
revolucionario en nuestro país y en nuestro continen-
te, junto a promover la unidad política y de acción en
los distintos planos de las luchas populares.
11
www.mulcs.org.ar
La necesidad de una política quecontemple todas las necesidadespopulares
El sistema capitalista nos impone constantemente
desafíos en nuestra lucha por derrotarlo. Si bien en el
seno de la lucha de clases, el sujeto revolucionario
continúa y continuará siendo siempre la clase trabaja-
dora, los problemas a enfrentar se diversifican, y por
ende, debemos complejizar la mirada sobre estos te-
mas. Es el mismo sistema en su accionar el que genera
un sinnúmero de problemas para nuestra clase, en el
camino de de llegar tener cierta calidad de vida, más
allá de los bienes materiales.
La «explotación del hombre por el hombre» y de éste
hacia las demás especies no puede ser atribuida a la
sociedad toda. De ser así, estaríamos olvidándonos de
la lucha de clases, y desde acá es que nos paramos para
avanzar en estas líneas.
Diversidad de las problemáticas,integralidad de las luchasPor más que cueste visibilizarlo, la diversidad de
problemáticas tanto ambientales como sociales están
atravesadas por el mismo eje. Es el mismo sistema
quien las motoriza y las reproduce. A su vez, este
genera los mecanismos necesarios para dividir a aque-
llos que luchan por modificar esta realidad, los divide
en sectores (trabajadores, trabajadores desocupados,
estudiantes, ambientalistas, etcétera) y, del mismo
modo, opera en pos de seguir fragmentándolo.
A esto le podemos sumar las tareas de cooptación
y ruptura de las organizaciones populares que llevan
adelante los distintos Gobiernos, como ha hecho el
kirchnerismo, y las divisiones propias del campo
popular.
Nos sectorizan y luego nos dividen (y nosotros
también nos dividimos).
Proviene de allí la necesidad de integrar todas las
luchas, de reorganizarnos desde una mirada distinta.
Debemos hacer un esfuerzo analítico para ello, superar
las falsas dicotomías y avanzar en el debate y resolución
de las diferencias en pos de enfrentar al enemigo
principal, el capitalismo. He aquí el punto más incómo-
do en los que queremos el cambio: llegar a la unidad de
los que luchan. Y la unidad no puede ser meramente
táctica, sino que debe avanzar en lo estratégico. Decimos
que en términos de unidad, lo incómodo no es solamente
discutir la táctica electoral desde los movimientos polí-
tico- sociales con aspiraciones revolucionarias, sino
avanzar en la unidad de lo diverso que se oponga al
capital, sumando lo mejor de cada espacio político y de
cada compañera y compañero independiente que se
sienta convocado para la lucha, y hacia eso vamos.
Integrar las luchaspara enfrentar al
sistema
12
Política Nacional
Unidad latinoamericana paraenfrentar al imperialismoNo nos cansamos de repetir que necesitamos la unidad
latinoamericana para enfrentar al imperialismo, como
primer bastión de la lucha internacionalista a nivel
mundial.
El impacto del capitalismo y el imperialismo, como
fase superior del mismo, en todo Nuestra América, no
dista mucho de un país a otro. Aunque vale remarcar
que en los países con procesos revolucionarios o de
fuerte resistencia al capital (países del ALBA) la situa-
ción no es idéntica a la de otros, en los cuales las bases
del neoliberalismo continúan fuertes. Hablamos de
procesos jóvenes y que sufren el yugo del imperialismo
cotidianamente, pero que con el protagonismo popular
lo enfrentan y desandan la alternativa del ALBA.
Sabemos que la mano del imperialismo no podrá
evitarse en Latinoamérica con la lucha fragmentada
de país por país. El ejemplo del saqueo imperialista
orquestado desde el IIRSA-COSIPLAN (Iniciativa para
la Integración de la Infraestructura de la Región
Suramericana – Consejo Suramericano de Infraes-
tructura y Planeamiento de UNASUR) en Sudaméri-
ca o del Plan Mesoamericano en Centroamérica, no
puede ser minimizado, por quienes destacamos y
reivindicamos los procesos populares dados en la
mayoría de los países del ALBA y las numerosas
demostraciones de fuerte disputa con el imperialismo
de los Gobiernos de estos países. La integración (por
supuesto, distinta) de las organizaciones anticapita-
listas de todo el continente deberá avanzar en tomar
estos temas y organizarse internacionalmente. Pode-
mos ir mucho más allá de actos declamativos en apoyo
a una u otra causa justa llevada adelante en cualquie-
ra de nuestros países y avanzar en la integración de
las luchas. Es una de las tareas centrales.
Analizando la situación en nuestra país, conside-
ramos que las organizaciones políticas y sociales
surgidas en los últimos años debemos definirnos como
antiimperialistas y socialistas. En las alianzas tácti-
cas y necesarias con organizaciones que sólo se definen
como antiimperialistas, o que se ubican dentro del
campo del «capitalismo serio», es preciso dar el debate
político y a la vez sostener el espacio unitario antiim-
perialista. Entendemos que el antiimperialismo con-
secuente lleva necesariamente a definiciones socialis-
tas, y debemos tener, al mismo tiempo, la flexibilidad
táctica de actuar con personas y organizaciones que no
compartan estas definiciones.
Rearmando los rompecabezas dela lucha¿Acaso dudamos que las mujeres trabajadoras sufran
una doble explotación por su carácter de trabajadoras
y por las tareas domésticas que realizan cotidiana-
mente en sus hogares?
El trabajo más precarizado y no reconocido en el
capitalismo es el doméstico, en el cual se reproduce la
fuerza de trabajo. Así como no se puede separar
capitalismo de imperialismo, no se puede separar
capitalismo de patriarcalismo. Es necesario integrar
las problemáticas de géneros en las luchas anticapita-
listas, y esto no es tarea sólo de las mujeres, sino
también de los hombres.
¿Ponemos en cuestión que las universidades y la
educación toda deben estar abiertas a la clase trabaja-
dora?
Entendemos que no, y por eso también debemos
levantar las luchas del movimiento estudiantil por
una universidad de los trabajadores, donde podamos
ingresar sin pre-requisitos, desandar el curso de cual-
quier carrera universitaria y egresar; y a su vez hacer
el ejercicio de permitirnos ver a los estudiantes como
parte de las luchas anti-sistema.
¿Es posible que no todos estemos de acuerdo con que
es la clase trabajadora la primera perjudicada de la
contaminación de la industria en general?
En línea de lo que venimos diciendo, tampoco
podemos separar capitalismo de contaminación. Claro
está que la clase trabajadora es la explotada y oprimi-
da del sistema capitalista, la que genera el plusvalor
y reproduce el capital, pero no está tan claro aún para
la clase trabajadora y para el sindicalismo de izquier-
da que sea también la máxima perjudicada por la
13
contaminación. El trabajo precarizado usualmente
potencia las posibilidades de explotación y contamina-
ción de los trabajadores. El ámbito laboral es el primer
espacio contaminado: en la industria petrolera, en las
curtiembres, en la agroindustria, etcétera, somos los
laburantes los primeros perjudicados de la contami-
nación. De ahí la necesidad de que dentro de las luchas
sindicales se incorporen estas reivindicaciones en sus
programas, que nos protejan, tanto en lo referente a la
utilización del equipo de trabajo apropiado en los
lugares de trabajo, como en los necesarios cambios de
la matriz productiva, causal de lo marcado. Debemos
ser los trabajadores quienes sumemos estos temas a la
agenda de debate sindical. El ejemplo de los docentes
que se organizan junto a la comunidad escolar y los
grupos ambientalistas con el objetivo de parar las
fumigaciones con agrotóxicos en los campos pegados a
sus escuelas, nos puede marcar un camino.
Sabemos de la dificultad de organizarse en este
sentido, ya que una de las primeras y más fuertes
estrategias del mercado es intentar separar ambienta-
listas de trabajadores de empresas contaminantes,
aunque ambos sean perjudicados por los efectos tóxicos
de aquellas. Argumentos tales como que no hay otra
forma de producir que no sea la contaminante y que los
ambientalistas no son más que obstáculos para darles
de comer a sus familias se repiten en boca de los
capitalistas en cada conflicto, y que se lamentablemen-
te se repiten desde los trabajadores y hasta a veces desde
las estrategias de lucha de las mismas organizaciones
sociales. Por el otro lado, desde espacios ambientalistas,
también se pueden escuchar voces que sindiquen a los
trabajadores como parte responsable de la contamina-
ción y no tiendan canales de diálogo para intentar
avanzar en la resolución de las problemáticas.
Cada vez le cuesta más al capital lograr esta
separación, debido al avance en la integralidad de los
análisis de las problemáticas y de las luchas, pero aún
queda mucho por hacer para avanzar hacia la unidad
en la lucha entre trabajadores y ambientalistas.
Desde el MULCS definimos que ambas luchas sólo
podrán avanzar unificadas: los trabajadores de cual-
quier empresa tienen el derecho a gozar de un ambien-
te sano, tanto en el ambiente laboral como en sus
ciudades y pueblos de residencia, y los ambientalistas
son trabajadores.
No aceptamos el doble discurso de personajes como
por ejemplo el empresario De Ángeli, que luchaba
contra las pasteras en Gualeguaychú y mientras tanto
mataba al pueblo entrerriano con sus campos de soja
transgénica, ni nos fiamos de las supuestas ONG
(organizaciones no gubernamentales) que aprovechan
las luchas y conflictos ambientales para acomodarse
dentro del sistema utilizando fondos económicos de
difusa procedencia. Pero además necesitamos hacer
una reflexión crítica de nuestras propias luchas desde
la izquierda, que en algunos casos están signadas por
la misma noción de «progreso» que tiene el capital, tema
que deberemos desarrollar con mayor profundidad.
Por otro lado, también denunciamos y alertamos
que los luchadores ambientales son perseguidos labo-
ralmente, con el fin de amedrentarlos en su lucha
contra el sistema como otra de las formas de amedren-
tamiento que sufren. Aprietes, represiones, secues-
tros, intimidaciones de todo tipo… y también despidos
y persecuciones laborales, es lo que sufrimos los que
luchamos por vivir bien. Entendemos y promovemos
que los sindicatos en lucha también deben contemplar
estas situaciones y debemos tomar como tarea cons-
tante denunciar a la burocracia sindical, que no toma
estas luchas ya que son parte del problema, y por lo
tanto no podrán ser parte de la solución. Desde acá
también podemos ver la necesidad de construir sindi-
catos democráticos que luchen por la mejora de las
condiciones de trabajo y de vida de toda la clase.
Necesidad de integrar las luchasy unir a los luchadoresLo dicho hasta ahora no es más que un intento por
profundizar sobre un tema que podría sintetizarse en
la «necesidad de integrar las luchas y unir a los
luchadores».
El movimiento obrero, estudiantil, territorial,
ambientalista y las luchas por la igualdad de géneros
14
Política Nacionaly los derechos humanos deben confluir en una sola
lucha, rompiendo los compartimentos que alguna vez
sirvieron para visibilizar las luchas, y avanzando hacia
una integralidad de los análisis y de las acciones. De no
hacerlo, las identidades construidas tan necesarias en
cierta etapa, pueden convertirse en cercos mentales que
no permitan ir por el camino planteado.
Diversos vicios políticos como la ponderación de
algunos frentes de lucha por sobre otros se han
transformado en un impedimento en la lucha contra
el capital. Si bien el componente de clase del pueblo
organizado puede distar entre un frente y otro, mos-
trando diversas formas de organizarse y hasta de
expresarse, vale tomar la iniciativa de intentar rom-
per con los análisis sectarios que no llevan más que al
auto-regodeo de considerar que las formas de organi-
zación de cada uno son las únicas valederas, que cierta
lucha es prioritaria. Ir por todas, todos juntos.
De la mano a estas iniciales reflexiones, en el
intento de romper con los parcelamientos impuestos
por el sistema capitalista, va también la necesidad de
problematizar los conceptos de territorialidad. Si en-
tendemos que los problemas son de todos, y que por
ende las luchas también, sería ilógico que aceptemos
las divisiones políticas expresadas en cualquier mapa
utilizado de escuelas secundarias para definir quién
puede luchar en cada lugar.
Por eso no aceptamos el tradicional axioma am-
bientalista de «pensar globalmente y actuar localmen-
te». Estamos convencidos que el internacionalismo
sólo se logrará en la acción conjunta, y que éste es el
camino hacia la revolución comunista.
Podemos decir que este axioma parte de dos su-
puestos errados. En primer término, la idea de que
«pensar y hacer» van por separado. Entendemos sin
dudas que la práctica revolucionaria contiene la tota-
lidad mente-acción. El segundo supuesto errado es la
separación entre lo global y lo local, y esto le responde-
mos con un ejemplo de coyuntura: si mediante la lucha
se logra que Monsanto no se instale en Malvinas
Argentinas (Córdoba) no se acaba el Agronegocio, por
más que sería un impacto positivo a todas las luchas.
Desde la vereda de enfrente, y adentrándonos en la
mirada de los conflictos ambientales y sociales en gene-
ral en Argentina, se dan discursos que además de la
xenofobia ya conocida hacia nuestros hermanos latinoa-
mericanos pueden llegar al extremo de llamar «foráneos»
a habitantes de otros lugares del país que se mueven en
el mismo para acompañar distintas luchas. Debemos
estar atentos para que estos discursos fascistas no se
incorporen en las filas de los luchadores anti-sistema, ya
que las miserias y desconfianzas que existen (y existirán
hasta tanto podamos realizar una revolución cultural y
se generen esos hombres y mujeres nuevos tan necesa-
rios) pueden anular procesos de construcción auténticos,
que hoy son tal vez los que más impactan directamente
contra el funcionamiento del capital. Ya hablamos de los
cercos mentales (creando identidades cerradas que repe-
len al «diferente») que debemos superar, y acá le suma-
mos los cercos geográficos, que ponen un límite a la
entrada de lo diferente y por lo tanto «desconocido».
El territorio es el espacio en disputa, y allí la única
división será entre los que luchamos por una vida
digna y los que quieren seguir enriqueciéndose, explo-
tándonos y enfermándonos.
¿Para dónde vamos?Entendemos que será necesario profundizar en las
concepciones del ecosocialismo, junto a numerosas orga-
nizaciones de todo el continente, en el marco de la lucha
teórica necesaria. Desde estas posturas, consideramos
que el desarrollo de las fuerzas productivas no es en sí
mismo un avance para nuestros pueblos, y que debere-
mos profundizar en el debate sobre un nuevo modelo
productivo, con un modelo de consumo que refleje las
necesidades populares y no los intereses del mercado, que
respete las necesidades humanas y la naturaleza.
El devenir histórico nos dirá si este era el camino a
desandar, y tal vez también nos dirá que estábamos
hablando del Socialismo del siglo XXI. Deberán ser los
países del ALBA quienes lleven estas banderas bien en
alto, y es responsabilidad de las organizaciones políticas
populares, con aspiraciones revolucionarias, impulsar
estas posiciones.
15
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
XXVIII Encuentro Nacional de Mujeres, noviembre 2013 - San Juan,Argentina
La soberanía denuestros pueblos,
inicia por la soberaníade nuestros cuerpos
Como Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el
Cambio Social el 23, 24 y 25 de noviembre hemos formado
parte del XXVIII Encuentro Nacional de Mujeres, en San
Juan. Consideramos que participar de espacios como
éste es formarnos políticamente y levantar las banderas
de nuestras reivindicaciones como movimiento de muje-
res. Se trata de ámbitos que son expresión de las luchas
que venimos desarrollando desde nuestros distintos
lugares: los barrios, el campo, la ciudad, la casa, la
fábrica, la cama, las plazas, las escuelas, etc.
Desde 1986 las mujeres argentinas nos encontra-
mos, una vez al año, en distintos puntos del país, para
celebrar estos encuentros. Esta vez fuimos más de 23
mil compañeras llegadas desde todos los puntos del país
dispuestas a debatir, deconstruir y construir; recupe-
rando nuestra voz en más de 50 talleres, donde entre
otras temáticas abordamos también: despenalización y
legalización de aborto; salud; educación; derechos sexua-
les y reproductivos; redes de trata; mujeres y lesbianis-
mo; mujeres, trabajo y desocupación; violencia, violen-
cia sexual y abuso infantil; mujer y política; adicciones
y lucha contra las drogas; cárceles y sistema peniten-
ciario; mujer y ambiente; mujeres trans, etc.
Mujer, agua y energía no sonmercancía
La elección de la provincia de San Juan para
realizar el encuentro se debió a que actualmente se
están desarrollando proyectos de megaminería a cielo
abierto, como el de la Barrick Gold. No podemos
pensar el territorio separado de las múltiples violen-
cias que padecemos las mujeres en nuestras vidas
cotidianas, tales como la trata y la prostitución, la
explotación sexual de mujeres y niñas en rutas como
la del petróleo, la de la soja y de la megaminería, que
son las rutas de la trata y la prostitución. Rutas
sostenidas por el Estado proxeneta, destruyendo nues-
tros territorios y nuestros cuerpos.
En el marco de este 28º ENM, se realizó una marcha
por toda la capital sanjuanina donde miles de mujeres
denunciamos y escrachamos las oficinas de la Barrick
Gold, al gobierno de Gioja y la Legislatura Provincial.
16
Alerta, alerta quecaminan mujeresfeministas por lascalles sanjuaninasComo dijimos anteriormente,
en los Encuentros Nacionales
de Mujeres se desarrollan ta-
lleres, actividades culturales y la característica mar-
cha para visibilizar las violencias y opresiones que
padecemos las mujeres. En ésta denunciamos y escra-
chamos la complicidad del Estado y la Iglesia Católica
a la hora de planificar y ejecutar las políticas públicas
dirigidas hacia las mujeres, impidiendo el acceso a
Derechos fundamentales para la libertad de decidir
sobre nuestros cuerpos. Reclamamos y exigimos en
esta oportunidad la erradicación de la violencia hacia
las mujeres, el desmantelamiento de las redes de trata
y la despenalización y legalización del aborto, ya que
la clandestinidad de esta práctica expone a las mujeres
pobres a una situación insalubre y de riesgo de vida.
En esta marcha visibilizamos nuestras luchas y resis-
tencias, exigimos nuestros Derechos, tomamos la voz,
nos encontramos, nos movilizamos y manifestamos
como movimiento de mujeres.
Si la violencia circula, nuestraresistencia también
Durante la madrugada y mañana del lunes 25 de
noviembre, Día Internacional de la No Violencia hacia
las Mujeres, se dieron hechos completamente repudia-
bles: un grupo de personas apedrearon tanto las
escuelas donde dormíamos las compañeras como los
micros en los que nos trasladábamos, dejando como
saldo una compañera con heridas leves en el hospital
y otras tantas con el miedo de no saber si podíamos
retirarnos de las escuelas o
con nuestros micros.
La lectura política que ha-
cemos de este hecho, es que en
este encuentro siendo miles
de mujeres haciendo público
lo que mencionamos a lo largo
de esta nota, es evidente que
se han visto tocados los intere-
ses del Gobierno de Gioja, los
de las empresas megamine-
ras y de la Iglesia. Estos he-
chos fueron fuertemente re-
pudiados mediante un comu-
nicado de prensa que salió a nivel nacional y al que
adhirieron más de 20 organizaciones que participaron
del Encuentro.
No queremos dejar de señalar que el 25 de Noviem-
bre es para nosotras un día de resistencia, día de
denuncia y visibilización de las violencias de géneros.
Recientemente un informe de la Asociación Civil La
Casa del Encuentro, reveló que cada 35 horas muere
una mujer por Violencia de Género. Entre el 1 de enero
y el 30 de septiembre de este año se registraron 209
femicidios de mujeres y niñas poniendo en evidencia
que el 64% de los mismos fueron cometidos por parejas
o ex parejas, y el 70,5% tenían entre 19 y 50 años. El
14% de estas mujeres asesinadas tenían registradas
denuncias previas y/o medidas judiciales de exclusión
del agresor, lo que señala que los tiempos y prácticas
que se toma la Justicia no responde a la urgencia de la
situación, y que, por lo tanto el Estado es cómplice de
estas violencias, por que la violencia ejercida queda
enmarcada en la total impunidad. Un dato que resalta
la Asociación es que el 5,3% de los agresores pertenecía
o perteneció a las fuerzas de seguridad. Las 5 provin-
cias con mayor cantidad de casos de femicidios son
Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, Salta y Entre
Ríos.Tomando esta realidad desde el MULCS venimos
propiciando espacios de información, autoformación
y debate en estos temas entre todos y todas.
Por todo lo expuesto, es que consideramos preciso
sumarse a la Campaña Nacional Contra Las Violencias
Hacia Las Mujeres, abonando
a espacios de construcción co-
lectiva en favor de la lucha del
movimiento de mujeres, la lu-
cha antipatriarcal y en contra
de las opresiones todxs.
Encuentro Nacional de Mujeres
17
www.mulcs.org.ar
En el contexto de una crisis estructural del capitalismo,
signada por la decadencia integral del occidente- Euro-
pa, EE.UU. y sus aliados periféricos- el mundo se
estremece. La ferocidad imperialista no tiene límites, la
succión de riquezas por parte de las multinacionales y
la necesaria ampliación del factor violencia para neu-
tralizar la descendente tasa de ganancia mundial, se
expresa en un mapa geopolítico mundial que no sólo
contiene a la lucha de clases sino también el fin de la
continuidad de la vida del planeta, enmarcado en el
creciente belicismo a por venir que fundamentalmente
EE.UU. y sus primos cada vez mas agresivos y pobres
se aprestan a derrapar sobre la Tierra , y a la par la
contaminación ambiental y la depredación del medio
ambiente inherente a la competencia intercapitalista
en su lucha por obtener mayores ganancias.
El hasta ayer gendarme económico-financiero y
militar mundial, que ha impregnado de la cultura del
capitalismo más decadente a todo el orbe, los EE.UU.,
hoy sufre los embates de su propia crisis estructural u
orgánica, cuyos ciclos expansivos y retroactivos se
acortan y no tienen vuelta atrás. Con una deuda
externa actual de 167 billones de dólares, de los cuales
16.7 billones corresponden a la deuda pública y el resto
a la empresaria y particular en general; acumulando
un déficit fiscal de 680.300 millones de dólares en este
año, que suman el 4% del PBI y un déficit en la balanza
comercial elevado, que en este último año disminuyó un
tanto por el aumento de las exportaciones, aunque este
espejismo se contrastó con la realidad de una mayor
incapacidad por importar; con un papel verde fetichiza-
do cuyo precio real no se ajusta en lo más mínimo a los
valores de uso/valores que pretende representar, expor-
tando al mundo una inflación sin solución de continui-
dad que varios países intentan paliar recurriendo a
otras monedas como signo internacional monetario, el
imperialismo norteamericano sigue ejerciendo su po-
der a través del sofisticado «complejo militar indus-
trial» que, no sujeto a las leyes del mercado- por cuanto
ante la crisis un mercado cautivo, el Estado, los adquie-
re- le permite acrecentar la reproducción ampliada del
capital y conservar altos niveles de empleo en el sector,
evitando de ese modo una crisis terminal del sistema.
A través de este «Complejo…» los EE.UU. siguen
ejerciendo el papel de gendarmes mundiales en lo
militar, cuyos gastos se elevaron este año a más de
700.000 millones de dólares, uno de los más altos de toda
la historia de los EE.UU.
Sin embargo, del mundo «unipolar» que surgió
como un espejismo luego de la autodisolución del
campo socialista, con la URSS a la cabeza, se ha
pasado a uno «multipolar», donde el «gran juego» se
reparte fundamentalmente entre China y Rusia, por
un lado, y EE.UU. y sus aliados de la OTAN por el
otro. Así las cosas, los conflictos mundiales toman
características especiales que es necesario analizar:
El arbol decrepitodel capitalismo
Jorge Luis Pampa Ubertalli
18
Política Internacional
El mundo y susalrededores
1) Europa padece una crisis econó-
mico-financiera provocada, según
algunos autores, por los mismos
EE.UU., que han podido hacer fluir
hacia sus maltrechas arcas los
capitales fugados del Banco Cen-
tral Europeo en el marco de la
crisis que ya lleva algunos años sin
solución de continuidad. «Colonia»
de EE.UU., Europa se debate en-
tre conservar la UE y ser al mismo
tiempo la aliada incondicional en
las aventuras militares de EE.UU.
via OTAN, y conservar cierta in-
dependencia en su relación con
algunos países y bloques del Ter-
cer Mundo, entre ellos el MERCO-
SUR. La crisis en Europa ha pre-
cipitado un aumento en el descon-
tento popular que, aunque no ha
podido ser canalizado hasta ahora
en una alternativa revolucionaria,
crece en cuanto a una siempre
mayor indignación e inconfor-
mismo de las masas. Por otra
parte, un fascismo de nuevo
cuño ha remontado vuelo,
como lo ha hecho siempre, en
estas crisis que golpean no
solo a los sectores obreros sino
a las clases medias, y el movi-
miento popular y revoluciona-
rio europeo deberá lidiar con
esta emergencia reaccionaria
y xenófoba que se ha manifes-
tado en Grecia, Francia, Ho-
landa y Alemania, por citar
algunos países donde los fas-
cistas vienen sumando pun-
tos. Gran Bretaña, aliada incondi-
cional de los yanquis en toda aven-
tura emprendida por estos a lo
largo de su historia, y Alemania,
niña mimada por los yanquis des-
de el Plan Marshall de la posgue-
rra implementado por la CIA , son
las puntas de lanza del imperialis-
mo yanqui en la región, a pesar de
las controversias sobre espionaje
surgidas a partir del «caso
Snowden».
2) Signado por su situación
geopolítica estratégica en cuanto a
ser reservorio energético, paso obli-
gado de gasoductos y oleoductos
existentes o por construirse y con-
tener en su geografía los pasos de
Suez y Ormuz, indispensables para
el tránsito del fluido del Golfo Pér-
sico a Europa y EE.UU. via Medi-
terráneo y a Asia vía Océano Indi-
co, el Oriente Medio se debate en-
tre las aventuras militares de los
EE.UU. y sus aliados, los tiras y
afloja en relación con negocios ener-
géticos, armamentísticos y la pro-
pia existencia del pueblo Palestino
a existir como tal. Si bien Afganis-
tán, Irak y Libia (norte de Africa y
area del Comando Africa (Africom)
del Pentágono) fueron bocados di-
geribles por las fauces imperialis-
tas en virtud de obtener recursos
energéticos, reservas de agua y
divisas- en el caso Libio- la agre-
sión militar a Siria con el argu-
mento de la utilización de armas
químicas no ha podido consumar-
se debido a la presencia fundamen-
tal en el conflicto de la Rusia ac-
tual, que conserva desde la era
soviética una base militar medite-
rránea en este país. El papel de
Rusia y China en las Naciones
Unidas y fundamentalmente el de
Rusia en cuanto al acercamiento
entre el país agredido, Siria, y el
agresor, EE.UU., que cuenta con
sus socios europeos, saudíes, kata-
ríes, turcos ( egipcios, hasta la
remoción de Murzi,) y en alguna
medida israelíes, todos ellos, me-
dioorientales, armados hasta los
dientes por EE.UU., ha dado pres-
tigio al ex país de los Soviets. El
otro componente confrontativo
mayor en el área, EE.UU-OTAN-
Israel/Irán, parece haberse diluído
en el presente a partir de la nueva
administración iraní y, concreta-
mente, luego del Acuerdo firmado
entre los Cinco + 1(China, EE.UU.,
Francia, Reino Unido, Rusia y Ale-
mania) con Irán, la distensión pa-
rece haberse impuesto. Según lo
pactado (http//sp.ria.ru, 30/11/
2013) Irán deberá eliminar el ura-
19
nio enriquecido al 20%, utilizando
la mitad en forma de óxido, en la
producción de combustible para el
reactor nuclear de Teherán, «…em-
pobreciendo el resto al 5%. Además
no podrá enriquecer uranio por
encima del 5%». Si el Pacto se
cumple, occidente relajaría las pre-
siones sobre el país persa, que siem-
pre ha sostenido que no pretende
utilizar la energía nuclear con fi-
nes bélicos. Aunque la actual ad-
ministración ultraderechista de
Israel se opuso al pacto, juega des-
de hace tiempo sus cartas. Estas
son, según analistas, no lanzarse a
una aventura bélica contra Irán,
lo que traería aparejado un au-
mento descomunal del precio del
crudo debido, entre otras situacio-
nes, al cierre del estrecho de Or-
muz, a fin de que, como contrapar-
tida, «occidente» no se entrometa
en la liquidación del pueblo Pales-
tino antes de que su Estado, ya
reconocido en la ONU , se establez-
ca en los hechos. (Ver, del autor,
«Argentina en el medio…oriente», I
y II. http// alainet.org/, 26 /10/2012
y 24/11/2012). Los contínuos asen-
tamientos de colonos judíos en te-
rritorio palestino y las razzias, bom-
bardeos y provocaciones que se rea-
lizan a diario parecerían conformar
esta tendencia. Según analistas,
Zbigniew Brezinski, ex consejero
de Seguridad Nacional de EE.UU.,
«cerebro geopolítico « de la adminis-
tración Obama, parece haber im-
puesto su criterio en relación con el
area. «Este estratega siempre fue
partidario a la solución pacífica al
conflicto con Irán». Brzezinski afir-
mó (…) en una entrevista, en 2009,
que ‘una colisión estadounidense-
iraní tendría efectos desastrosos para
EE.UU.(…) mientras Rusia emer-
gería como el gran triunfador, pues
el previsible cierre del estrecho de
Ormuz (…) donde atraviesa el trans-
porte de petróleo destinado a China,
Japón, Corea del Sur y EE.UU.,
elevaría el precio del petróleo a nive-
les estratosféricos y tendría severas
repercusiones para la economía glo-
bal, pasando a ser Europa total-
mente crudo-dependiente de Rusia’»
( w w w . r e b e l i o n . o r g /
noticia.php?id=177514, noviembre
2013)
3) El Lejano Oriente pasó a ser
el territorio principal a tener en
cuenta por el imperialismo yanqui
en relación con la caída en picada
de su hegemonía en el Pacífico. La
Estrategia de Defensa presentada
al Pentágono por Barack Obama el
16 de enero del pasado año contem-
plaba una reducción de tropas en
Europa y un recorte del presupues-
to militar…pero…como contrapar-
tida planteó un «mayor compromi-
so militar en Asia», que incluyó
una nueva base de Marines en
Australia, una presencia naval
en gran escala en los océanos
Pacífico e Indico, y nuevas ven-
tas de armamento a Taiwán,
Corea del Sur, Japón y otros
aliados suyos en la región, a fin
de contener el «poderío bélico» de
China. Esta política incluye, se-
gún analistas, rodear a la gran
nación asiática con un sistema
«defensivo» de misiles que anula-
ría la capacidad de China de res-
ponder a un ataque misilístico nor-
teamericano. La «contención» de
China por EE.UU y sus aliados
ayuda a comprender las provoca-
ciones hacia Corea del Norte o
RPDC, por parte del imperialismo
y su marioneta militarista, Corea
del Sur, la violación del espacio
aéreo chino situado en islas dispu-
tadas por Japón por B52 yanquis
que se produjo en los últimos días
de noviembre, la entrada en la
provocación de Japón y Corea del
Sur, que violaron también el espa-
cio aéreo y obligaron a China a
enviar aviones y buques de guerra
a la zona, las controversias con
Filipinas y otros hechos destaca-
bles. La relación-contradicción de
EE.UU. con China toma mayor
volumen, que los militaristas del
Tea Party y otros elementos del
jurásico, partidarios de reducir
cualquier gasto fiscal social en
EE.UU. pero ninguno que involu-
cre al aparato de destrucción masi-
va, pretenden llevar, como en otros
lugares del mundo, al ámbito mili-
tar. Si sumamos a esta «conten-
20
Política Internacionalción» de China la otra «contención»
de Rusia, consistente en instalar
bases de misiles antimisiles en Li-
tuania, Polonia u otros países que,
aunque digan lo contrario, apun-
tan hacia Rusia, podemos tomar
conciencia de cómo el imperialismo
occidental capitalista, con EE.UU.
a la cabeza, va por más, y ante cada
criris económica-financiera que se
le presenta se vuelve más y más
agresivo. Países como China, India
y Rusia, ubicadas en esta región y
zona de influencia, sumadas a Bra-
sil y Sudáfrica, han creado el
BRICS, que plantea una moneda
común y otras medidas económico-
financieras que hagan frente a la
debacle mundial de EE.UU. y sus
aliados.
Nuestra América en elmundoSemejando al sistema solar, la in-
tegración de Nuestra América in-
dolatinoamericana y morena tiene
su centro de articulación, alrede-
dor del cual giran distintos elemen-
tos que, si bien en sí mismo consti-
tuyen un todo, sólo pueden consoli-
darse y desarrollarse en el marco
de su polo de atracción mayor. Este,
a mi entender, es la Alternativa
Bolivariana para los Pueblos de
Nuestra América(ALBA)- Tratado
de Comercio de los Pueblos (TCP),
que conforman Cuba y Venezuela,
fundadores de la misma en diciem-
bre del 2003, y a la que se suman
Bolivia, Nicaragua, Ecuador, Anti-
gua y Barbuda y San Vicente y las
Granadinas. Polo ideológico, cultu-
ral, militar, económico-financiero
y político antiimperialista, el ALBA
es el pivote central de la articula-
ción antiyanqui de Nuestra Amèri-
ca, que a su vez auspicia y forma
parte de la unidad de Nuestra
América a través de instancias como
el MERCOSUR, la Unasur , el
SICA centroamericano, la Comuni-
dad Andina de Naciones y otras
similares. Todos los países de In-
doamericalatina y caribeña, a la
vez, conforman la CELAC , Comu-
nidad de Estados Latinoamerica-
nos y Caribeños, de la cual EE.UU.
y Canadá se hallan excluídos, cuya
presidencia pro témpore hoy ejerce
Cuba, a través del Comandante
Raúl Castro Ruz. A fin de neutrali-
zar la influencia del ALBA en la
unidad latinoamericana y fragmen-
tar la Celac y la Unasur , el impe-
rialismo yanqui ha auspiciado y
creado en el 2011 la Alianza Pacífi-
co , integrada por Chile,
Perú, Colombia y Méxi-
co, a la cual pretenden
plegar a países centro-
americanos y aún del At-
lántico. Esta organización
, remedo del ALCA, muer-
ta en Mar del Plata en el
2005, pretende volver al
esquema neoclásico (neoliberal) de
la economía, puesto en práctica en
los años 90 a través del «Consenso de
Washington», auspiciado por el eco-
nomista John Williamson en un
documento de 1989 que se tituló «Lo
que Washington quiere decir por
Políticas de Reformas».
Así las cosas en el subcontinen-
te, el imperialismo norteamericano
pretende «recolonizarlo» tal cual «pa-
tio trasero», aplicando en él la Doc-
trina Monroe , aunque el Secretario
de Estado, John Kerry, diga hoy lo
contrario. El cuadro de situación
imperial norteamericano en Nues-
tra América se halla signado, tal
cual lo manifiesta en parte el Docu-
mento de Santa Fé IV
(www.oocities.org/proyectoemanci-
pacion/documentossantafe/docu-
mentos) por los siguientes ítems:
• Saqueo energético, acuífero y
mineralógico.
• Apropiación de importantes
espacios territoriales que contienen
reservas de alimentos y tierras cul-
tivables.
• Control de pasos interoceáni-
cos actuales o por concretarse, por
medio de enclaves geopolíticos y
presencia militar directa (tal el caso
de la base de Malvinas, OTAN, por
medio de la cual se controla el paso
interoceánico del Cabo de Hornos) y
control de población levantisca o
movimientos populares por medio
de bases militares erigidas en el
subcontinente con la excusa de com-
batir al «crimen organizado» el «nar-
cotráfico» o desarrollar «misiones
humanitarias» (sólo en Colombia
21
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
hay siete y en Honduras ocho, que
se suman a las existentes en Pana-
má, Costa Rica, El Salvador, Perú,
Chile, Paraguay, Puerto Rico, An-
tillas, Cuba (Guantánamo), Repú-
blica Dominicana (Isla Saona), Gua-
temala y México(
próximamente),entre otras. Todas
ellas se hallan bajo la égida del
Comando Sur (SouthCom) de
EE.UU., del cual depende la IV
Flota , reactivada en el 2008, que
incluye portaaviones nucleares tipo
Nimitz.
Para la concreción de estos obje-
tivos y otros no menores, los
EE.UU. están aplicando en el sub-
continente una estrategia tendien-
te a :
• Impedir elecciones democrá-
ticas donde triunfen candidatos
contrarios a los intereses de
EE.UU. (caso Honduras en noviem-
bre), organizar golpes de Estado
«institucionales» como el de Para-
guay, o condicionar por medio de la
«inseguridad», la estampida de dó-
lares, etc. a gobiernos como el ar-
gentino, observado de reojo por el
imperialismo no por sus errores
sino por sus aciertos, sobre todo en
política internacional.
• Subsumir los Ministerios de
Defensa y Seguridad en un Super-
ministerio que, de hecho, ponga
nuevamente a los militares de los
distintos países a desarrollar fun-
ciones represivas internas, ponien-
do a su servicio a la policia y otras
fuerzas de seguridad, esta vez con
la excusa de combatir «la delin-
cuencia organizada» y «el narco-
tráfico». Tal el caso de Hon-
duras y Guatemala, entre
otros.
• Continuar la invasión
cultural, promovida desde las
multinacionales de la infor-
mación y el entretenimien-
to, y a través de ONgs como
la New Endowmen Democracy
(NED) u organismos como la US-
AID , el Instituto lingüístico de
Verano y otras, que a la vez de
servir a los intereses de los EE.UU.
hagan inteligencia en los países
donde actúan.
• Propiciar una nueva guerra
antipopular, esta vez a través del
narcotráfico y la organización que
lo promueve en toda la región, la
Drug Endowment Agency (DEA), a
fin de extorsionar gobiernos, des-
alentar los éxodos de latinoameri-
canos hacia EE.UU. y lograr conce-
siones de aquellos países en donde
el narcotráfico-DEA, (caso de los
Zetas y otros en México) conjunta-
mente con otros organismos de in-
teligencia de los EE.UU., impiden
la «gobernabilidad». (ver «Movidas
de Piso», y «Otra Siria en Nuestra
América», del autor, alainet.org/ y
rebelión.org, 31/11/2011 y 22/9/
2013).
• Dividir a los países de la
región, incentivando hipótesis de
conflicto entre ellos o exacerbando
las diferencias. Tal es el caso de la
actual situación entre Colombia,
Costa Rica y Panamá contra Nica-
ragua Sandinista, a la que se acusa
de «expansionista» por insistir a
que se cumpla lo establecido el año
pasado por el Tribunal de La Haya
, que entregó a Colombia las islas
de San Andrés, Providencia y San-
ta Catalina, y a Nicaragua 90 mil
kilómetros de mar, hasta ahora
controlado por los yanquis a través
de su base militar «humanitaria»
de Puerto Limón, Costa Rica, abun-
dante en hidrocarburos.
La lucha contra el imperialis-
mo contra sus lacayos locales y
regionales, por la liberación nacio-
nal y el socialismo, debería pasar
hoy por:
• Luchar por la inclusión de
Argentina en la Alternativa Boli-
variana para los Pueblos de Nues-
tra América (ALBA)-TCP.
• Impulsar la solidaridad in-
ternacional con todos los pueblos
del mundo que luchan contra el
imperialismo, el colonialismo y el
capitalismo.
• Conformar el organismo
unitario que logre aglutinar a los
trabajadores, indígenas, campesi-
nos y pueblo en general de Nuestra
América en una organización in-
ternacional, de clase, que luche
unitariamente contra el enemigo
principal, y supere sus diferencias
en la práctica antiimperialista y
revolucionaria en el marco de una
transición al socialismo
22
NuestraAmérica
El 1 de diciembre, los magistrados electorales habían
anunciado el resultado final del escrutinio preliminar,
proclamando ganador al candidato oficialista Juan
Orlando Hernández con el 36.80% de los votos, ocho
puntos arriba de Xiomara Castro.
El anuncio se dio justo unas pocas horas antes de
que el partido Libre y el Frente Nacional de Resistencia
Popular (FNRP) se movilizaran por las calles de Tegu-
cigalpa, denunciando un sinnúmero de irregularidades
en los comicios, y exigiendo el recuento de las más de 16
mil actas de las Mesas Electorales Receptoras (MER).
Dos semanas después del voto en Honduras, el
partido Libertad y Refundación (Libre), interpuso ante
el Tribunal Supremo Electoral (TSE) una acción de
nulidad de los comicios del 24 de noviembre.
De acuerdo con el contenido de las copias de las actas
en manos de Libre, que hasta el momento ha logrado
ganar casi un tercio de los escaños en el Congreso
Nacional, su candidata presidencial habría triunfado
con entre un 1.5 y un 2 por ciento arriba de Hernández.
El Partido Nacional de Juan Orlando Hernández,
con la complicidad de los partidos menores que no
alcanzaron siquiera el 1 por ciento de los votos, llevaron
a cabo una compraventa de credenciales para tomar el
control absoluto de 3,604 urnas, abultando los resulta-
dos a favor del partido de gobierno. El partido Libre
señaló también otra gran cantidad de irregularidades,
como por ejemplo actas escaneadas en horas de la
mañana del día 24 de noviembre, cuando ni siquiera
había comenzado el proceso de votación, actas falsas
que fueron escaneadas e ingresadas al Sistema de
cómputo del TSE, así como alteraciones y falsificacio-
nes de los resultados contenidos en varias actas.
Antes esta situación, Libre pidió al TSE declarar la
nulidad de las elecciones del pasado 24 de noviembre y
del resultado del escrutinio «por fraude, alteración o
falsificación de los votos, actas y certificaciones electo-
rales en el nivel presidencial». «Hemos descubierto un
fraude con transparencia, que se hizo comprando cre-
denciales a partidos pequeños para controlar las mesas
e inflar la votación a favor de Hernández», dijo Zelaya.
En caso de rechazar la solicitud de Libre, el ex-presiden-
te Zelaya dijo que recurrirán a la Corte Suprema de
Justicia y hasta ante instancias internacionales.
El fraude en Honduras, sostenido por el imperialis-
mo norteamericano y los grandes medios de comunica-
ción en todo el mundo, sólo podrá ser detenido por la
resistencia hondureña, y por un amplio movimiento de
solidaridad en Nuestra América, en especial en los
países del ALBA.
El 24 de noviembre se llevó adelante un fraude anunciado en laselecciones presidenciales de Honduras. En esta elección, sepresentó por primera vez el partido LIBRE, surgido de la resis-tencia popular hondureña contra el Golpe de Estado de 2009. Elfraude, como el anuncio de los resultados electorales «oficia-les», fue promovido directamente por la Embajada de EEUU.
Fraude electoral en nombredel imperialismo yanqui
Honduras
23
www.mulcs.org.ar
«Contra todo pronóstico[...]la de-
recha recibió una paliza tan inespe-
rada como dolorosa. Una suma bien
combinada de razones explica una
victoria sorprendente para el mismo
gobierno. Las causas no nacieron
con las medidas radicales del mes de
noviembre contra la especulación,
aunque estas fueron como el catali-
zador de un estado de conciencia
electoral dentro y fuera del chavis-
mo. Mucha gente común, chavista y
de la otra, siente que en los últimos
9 meses se conformado un nuevo
gobierno… que supo dar continui-
dad a las reformas sociales progresi-
vas que caracterizan al chavismo.
La cara inversa de la victoria
chavista es la derrota de Capriles
Radonski, la figura central de la
derecha electoral venezolana desde
febrero de 2012 y el conductor asu-
mido de la campaña de la MUD
para el 8 de diciembre. Bajo el
liderazgo de Capriles la oposición
ha sufrido 4 derrotas seguidas en
apenas 15 meses de reinado.
La gobernabilidad de Nicolás
Maduro ha logrado superarse a sí
misma con una victoria política
que deja atrás por los menos dos
sombras amenazantes[...] Una, que
sin Chávez el chavismo desparecía
[...]Apostaron al caos como estrate-
gia, en el mismo sentido al que
inició el desbaratamiento del go-
bierno de Salvador Allende. La
suma de una alta inflación con
devaluación, desabastecimiento
provocado, además de apagones y
el asesinato de 21 jóvenes militan-
tes bolivarianos entre abril y octu-
bre, sería suficiente para crear
miedo, y congelar cientos de miles
de votos chavistas. Resultó lo opues-
to. La acción gubernamental con-
tuvo y doblegó la asonada violenta
de abril, asumió la ansiada batalla
contra la corrupción, y en noviem-
bre adoptó medidas radicales con-
tra los especuladores comerciales y
estafadores dolarizados.
El Gran Polo Patriótico, nom-
bre de la alianza del PSUV con
otros movimientos bolivarianos,
logró el 76 % de las alcaldías: 255 de
las 335 disputadas. El PSUV se
bastó a si mismo para obtener medio
millón de votos mas que toda la
MUD…El chavismo ganó en el 63%
de las capitales estatales y en 30
ciudades, o sea, el 75 % entre las 40
más pobladas del país.
El chavismo ganó con un millón
de votos de diferencia sobre la MUD,
sumando el medio millón (5,5%) apor-
tado por el PCV y varios movimientos
regionales críticos, pero aliados al
PSUV en el Gran Polo Patriótico…
Definitivamente las mayorías popu-
lares venezolanas se politizaron.
En marzo de este año comenzó a
aplicarse la nueva Ley orgánica del
Trabajo que rebajó a 40 horas sema-
nales la jornada laboral. En los últi-
mos 2 años, más de 500 mil nuevos
pensionados no cotizantes, comen-
zaron a recibir sus pensiones men-
suales, con un salario equivalente al
mínimo nacional. El salario mínimo
fue incrementado por Ley en más de
30%. En ese mismo lapso, iniciaron
su funcionamiento los primeros nú-
cleos farmacéuticos que proveen dis-
tribución gratuita de medicamentos
de alto precio para tratamiento de
enfermedades complejas.
El 8 de diciembre el movimiento bolivariano logró una victoriaelectoral importante en las elecciones municipales venezolanas.,que el imperialismo y la derecha local habían planteado que se-rían un plebiscito contra el Gobierno de Maduro. Para analizarbrevemente ese triunfo, extractamos parte del artículo «Clavesdel triunfo chavista», de Modesto Emilio Guerrero.
Triunfo electoral de laRevolución Bolivariana
24
Campaña Argentina al ALBA
El documento que leído en el acto y firmado por las
agrupaciones convocantes y personas en forma indivi-
dual (http://argentinaalalba.org.ar/campana-argenti-
na-al-alba/) comienza expresando: “Al cumplirse 8
años de la victoria popular que implicó enterrar al
ALCA en la Ciudad de Mar del Plata, numerosas
organizaciones y movimientos populares de Argenti-
na nos convocamos para lanzar la Campaña Argenti-
na al ALBA y caminar junto con los pueblos de
Nuestra América y el Caribe que construyen una
alternativa a la integración de los mercados tan
indispensable en los tiempos que corren.”[...]
Todos y todas los que participan en esta iniciativa
reconocen las dificultades actuales en el campo popular
de Nuestra América dado que existe una contraofen-
siva del imperialismo yanqui sobre nuestros pueblos. El
documento afirma: “Hoy un nuevo bloque regional,
conformado por Chile, Colombia, Perú y México la
Alianza del Pacifico, es punta de lanza para generar
una restauración conservadora en la región buscando
abrir paso a una integración a favor de Estados
Unidos y las grandes Corporaciones Económicas.
La Alianza del Pacífico es presentada por sus
miembros como la panacea de la integración econó-
mica, que busca atraer inversiones a nivel mundial.
Lo cierto es que los pueblos de estos países vienen
sufriendo la criminalización de las luchas y son
víctimas de las terribles consecuencias de las políti-
cas conservadoras de los gobiernos parte.[...]
A pesar de presentarse meramente como integra-
ción económica, lo cierto es que uno de sus objetivos
centrales en el plano político es contrarrestar proyec-
tos soberanos y alternativos en la región, como el del
ALBA, el de Unasur o Celac. [...].
Este intento se da en un contexto donde se han
acrecentado las bases militares en la región, se
dieron los golpes de estado en Honduras y Paraguay
y se buscó desestabilizar a los gobiernos de Venezuela
y Bolivia, entre otros.”
El ALBA, fue la respuesta que Fidel y Chávez
construyeron para contrarrestar al ALCA. Y en la
actualidad está compuesta por ”[...]8 países de la región:
Venezuela, Bolivia, Cuba, Ecuador, Nicaragua, Domi-
nica, San Vicente y las Granadinas y Antigua y Barbu-
da. Honduras se adhirió en agosto del 2008, pero fue
separada luego del golpe de Estado del 2009.
A 8 años del NO al ALCA,los movimientos populares
decimos ARGENTINA al ALBA
Relanzamiento de la Campaña Argentina al ALBA
El 29 de noviembre, se relanzó la Campaña Argentina al ALBA.Organizaciones políticas y sociales que forman parte de la Articu-lación de los Movimientos Sociales hacia el ALBA, junto con otroscolectivos hermanos pusieron se dieron cita en la Facultad de Cien-cias Sociales de la UBA, para reimpulsar la iniciativa que habíasido lanzada en 2011.
25
La ALBA es la integración latinoamericana desde
los pueblos desde abajo, partiendo de los movimientos
populares, e inspirados en las batallas anticoloniales,
anticapitalistas, anti patriarcales y antiimperialistas,
que desde más de 500 años vienen librándose en estas
tierras y tiene como principios fundamentales solida-
ridad permanente La defensa irrestricta de la sobera-
nía en todos los órdenes: política, económica, social,
cultural, territorial, alimentaria, energética.
En una de las declaraciones de las cumbres del
ALBA, se planteó con claridad. Hoy lo reafirmamos:
«Hay una crisis económica global, la del cambio
climático, la alimentaria, y la energética son produc-
to de la decadencia del capitalismo que amenaza con
acabar con la propia existencia de la vida y el planeta.
Para evitar este desenlace es necesario desarrollar un
modelo alternativo al sistema capitalista». Este mo-
delo alternativo tiene como principio la solidaridad y
la complementariedad y no la competencia, propone
la armonía con nuestra madre tierra y no de saqueo
de nuestros bienes comunes, incentiva un sistema de
paz basado en la justicia social y propone recuperar la
condición humana de nuestras sociedades y pueblos.
El derecho y respeto a la autodeterminación de los
pueblos, el comercio justo entre las naciones, la lucha
contra la pobreza, el derecho a la preservación de la
identidad cultural de cada pueblo, la integración
energética, la defensa de la cultura de los pueblos
latinoamericanos y caribeños así como de los pueblos
nativos e indígenas son parte de los principios de este
modelo de integración al que abonamos.”[...]
El desafío para los movimientos populares de nues-
tro país es considerable. No se trata sólo de levantar una
bandera de lucha, que por otra parte puede parecer
abstracta a amplios sectores de nuestro pueblo. Funda-
mentalmente es necesario “[...]abrir una discusión
sobre el modelo de producción de nuestro continente.
Qué, cómo y para qué o para quiénes se produce en
nuestros territorios es un problema del conjunto del
pueblo. No se trata sólo de la distribución o socializa-
ción de las riquezas sino del debate más profundo
sobre el modelo productivo que puede ser enriquecido
en base al protagonismo y debate popular [...]”.
Mientras Argentina vuelve al CIADI, acuerda
pagar a Repsol, firma un convenio con Chevron para
la extracción de petróleo mediante fracking en Vaca
Muerta; los países del ALBA tienen una política
opuesta. Han renunciado al CIADI, se apartaron del
TIAR, conforman su propia escuela militar en Santa
Cruz de la Sierra (Bolivia), han renunciado y denun-
ciado a la Comisión Interamericana de DDHH.
Estas razones y muchas otras más son las que
sostienen la decisión de relanzar la Campaña Argentina
al ALBA, y con eso los movimientos políticos sociales
están buscando que “[...] nuestro país sea parte del único
bloque progresivo e independiente de integración lati-
noamericana, que representa en la actualidad la única
propuesta clara y palpable de que existe una alternativa
al capitalismo, tal como ha sido expresado en diversos
documentos de las cumbres de presidentes. [...]
Con esta iniciativa las organizaciones populares
nos convocamos para expresar nuestra solidaridad
con los pueblos de América Latina y el Caribe que
luchan por una transformación, manifestamos nues-
tro apoyo por el modelo de integración popular que
expresa el ALBA, poniendo la solidaridad y las nece-
sidades de las grandes mayorías Del pueblo como ejes
rectores de la articulación latinoamericana.
Frente al proyecto de mercado, de muerte, de
guerra y de individualismo que impone el Imperio
reafirmamos el proyecto de los pueblos, de la vida, de
la paz y de lo colectivo con el horizonte en el socialismo
del siglo XXI.
Porque la Patria es América y el futuro de nuestro
país está atado al destino de la Patria Grande Lati-
noamericana. Porque no queremos un gran mercado,
sino una nación suramericana.
Con un profundo convencimiento de las tareas a
realizar para avanzar en el camino de la Liberación
Nacional, el Cambio Social y la Unidad de la Patria
Grande Latinoamericana alzamos nuestra voz para
reclamar que nuestro país se sume a este modelo de
integración digno y solidario, que tiene como horizonte
el socialismo”.
26
Movimientos de Trabajadores Desocupados
¿Cómo se originaron los movimientos de tra-bajadores/as desocupados/as?
En la Argentina de los años 90 se llegó al pico más alto
de la destrucción de medios y fuerzas productivas, todo
un acontecimiento en la economía argentina, en donde
los niveles de desocupación exceden cualquier anteceden-
te histórico, incluso si se los traslada al plano internacio-
nal también exceden cualquier calculo histórico.
En aquellos años, la desocupación en la Argentina
superó el 30% de la población económicamente activa,
y los niveles de pobreza superaron el 50% de la
población. Es decir, el país se encuentra con que el
hambre y la miseria existente, la exclusión y la
expulsión de mano de obra del mercado del trabajo,
estallan y comienza la lucha por la supervivencia.
Esta lucha fue surgiendo centralmente de dos puntos
industriales, como son Cutral Co y Mosconi, en ambos
lugares después del despido de miles de trabajadores
de YPF en poblaciones donde justamente los únicos
recursos y la única razón económica era la empresa
estatal de petróleo. Los despidos en ambas ciudades
En este reportaje a un compañero con amplia trayectoria en el movimientode trabajadores desocupados, que hoy integra la AGTCAP (AsociaciónGremial de Trabajador@s Cooperativ@s, Autogestiond@s yPrecarizad@s), abordamos la historia reciente de este movimiento ennuestro país. En el próximo número de América Nuestra, desarrollaremosla situación actual de este importante sector de nuestra clase trabajadora.
Orígenes y perspectivas
Los Movimientosde Trabajadores Desocupados
dan surgimiento a lo que originalmente se denomina-
ron «Fogoneros», precisamente porque prendían fogo-
nes en la protesta, y que con el tiempo van adquiriendo
el nombre de «Piqueteros» porque adoptan una vieja
metodología de lucha de los trabajadores que es orga-
nizar el piquete contra los rompe huelgas.
Este fue el surgimiento inicial de los fogoneros y
luego piqueteros, que reclaman los puestos de trabajo
perdidos, el poder subsistir, los alimentos, la escuela,
es decir los problemas que afrontaban inmensas capas
de la población trabajadora que habían quedado fuera
de toda posibilidad de subsistencia.
A partir de ahí se produce una generalización de
una región a otra, poniendo a la luz lo que está
sucediendo en el resto del país. El conurbano bonae-
rense, otrora área industrializada, tiene enorme can-
tidad de despidos y una enorme cantidad de población
que no tiene recursos de ningún tipo, y comienzan a
imitar este acontecimiento y empiezan a organizarse
en los llamamos movimientos de trabajadores desocu-
pados, cuya impronta fundamental y su acción de
27
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
lucha principal es el corte de ruta, allí se desarrolla la
famosa consigna «lucha de clases, lucha de calles»…
se expresa esta lucha en la calle, y en la forma concreta
de visibilizar un conflicto, y de ser escuchados para
aquellos que no podían expresarse, ni en una huelga
fabril ya que no podían paralizar ninguna industria,
cuya arma fundamental era poner su cuerpo en la ruta
e impedir el transporte de mercadería en las arterias
principales del país y de esa manera visibilizar el
conflicto que se estaba planteando.
Este desarrollo se generaliza y se extiende por los
distintos lugares del país, principalmente en todas las
grandes zonas que antes eran industriales y que ahora
se encontraban entre el 30% o 40% de su mano de obra
destruida o despedida sin trabajo.
Claro que, como todo movimiento de carácter social
y político, evidentemente el movimiento de trabajado-
res desocupados empieza a ocupar un lugar central en
la lucha social y política del país, se expresa en
términos políticos, aunque no sea un proyecto clara-
mente definido, interviene en el conflicto de la época,
y lo que logra es convertirse en un actor principal en
los momentos más graves de la crisis que vivió el país,
que va a terminar desembocando en la famosa Rebe-
lión Popular del 2001, que si bien su epicentro central
es la capital federal tiene una ramificación general en
todo el país.
¿Previo al 2001 hubo un acampe grande en LaMatanza, no?
Hay todo un proceso de acumulación que desembo-
ca en el 2001, hay un mes de corte en la ruta 3, en la
Matanza a la altura de Isidro Casanova, que durante
un mes completo corta la ruta reclamando comida,
puestos de trabajo, y es muy importante tener en
cuenta que precisamente en esa época no existían ni
planes sociales, ni ayuda alimentaria, ni nada por el
estilo, es decir que esta ocupación de la ruta 3 se hace
a pan y agua, con las ollas prendidas y con la comida
que se obtenía de la solidaridad.
No se puede hablar que hay una lucha de los MTD
precisamente porque hubo planes sociales o no, porque
estos no existían como tal. Está claro que antes incluso
de la propia rebelión del 2001, ya el Estado con el nivel
de crisis Institucional que se manifestaba en esa
época, implementa con el Banco Mundial (BM) lo que
se llaman los planes sociales o los primeros intentos de
ayudas económicas, que después se generalizan a
partir del 2001 en adelante.
Con DuhaldeClaro, a partir del Gobierno de Duhalde que surge
después de la crisis del 2001, en aquella época donde
cinco presidentes pasan en una semana y definitiva-
mente un sector de la burguesía organiza y disciplina
a las distintas fracciones burguesas para poder recom-
poner la institucionalidad y la economía burguesa,
que en ese momento se encontraba dañada. Se produ-
cen las primeras reuniones con el Banco Mundial,
quien va ser un aporte de dinero para los llamados
«Planes Jefas y Jefes de Hogar», un subsidio bastante
miserable para la época, pero un subsidio que de
alguna manera venía a poner alguna respuesta y
paños tibios a una situación de hambruna. Tal es el
nivel de desconfianza, incluso de los organismos inter-
nacionales del capitalismo con el Gobierno argentino
que las primeras reuniones del Banco Mundial se
producen directamente con los movimientos piquete-
ros, donde el BM expresa claramente en esas reunio-
nes que va desembolsar cierta cantidad de dinero pero
no confía en el Gobierno de turno, si va a cumplir o no
con hacer llegar ese dinero a quienes lo necesitan.
Al final se termina implementando el Plan Jefes y
Jefas de Hogar, y por supuesto el Estado adopta una
postura que después iba a tener y la tiene en la
actualidad cierto nivel de consecuencia en las organi-
zaciones sociales que fue trasladar la responsabilidad
de la prestación, el control, la renovación y continui-
dad del plan social en manos de las propias organiza-
ciones piqueteras; es decir traslada la administración
y la decisión de quien percibe y quien no percibe el plan
social a las organizaciones piqueteras. En lo que
podríamos llamar de alguna manera una especie de
administración del Estado en manos de los MTD, una
28
Movimientos de Trabajadores Desocupadosespecie de tercerizacion de la responsabilidad de la
aplicación del plan en las organizaciones, que por
supuesto éstas no tienen ninguna alternativa para
poder modificar esta situación, hubo planteos clara-
mente en esa época dirigidos al Estado, en los cuales
se dijo que el problema era del Estado y que por lo tanto
era el quien tenía que administrar, pero por supuesto
esto eran simplemente palabras porque no había
ninguna posibilidad de imponer esta situación y el
Estado resuelve de hecho que las organizaciones son
las que administren los planes.
Como de esperar lamentablemente por la cultura y
por la experiencia histórica argentina, esas organiza-
ciones piqueteras están atravesadas por la cultura
política reinante en el país, incluso por las distintas
organizaciones que impulsaron este desarrollo y crea-
ción de los planes sociales. El sectarismo político
impregna al conjunto de las organizaciones, y éstas se
empieza a dividir en distintas corrientes políticas; lo
que en un inicio era un movimiento general - por
supuesto con todas las corrientes existentes en su
seno-, empieza a dividir la posibilidad de síntesis, en
un movimiento liderado fraccionadamente en distin-
tas corrientes, lo cual obviamente facilita mucho más
la labor del Estado de trasladar la responsabilidad a
las organizaciones y de alguna manera también con-
tribuye a que la experiencia del 2001 no tenga una
trascendencia política desde el punto de vista popular
que pueda transformar efectivamente la realidad del
país en favor de los trabajadores/as y el pueblo.
También están algunos partidos de la izquier-da que hacen la traslación de su sigla partida-ria, a partidos piqueteros como el PO y el MST.
Ahí se expresa el fraccionalismo, el sectarismo, se
traslada automáticamente a las organizaciones socia-
les y muchas de estas comienzan a ponerle su propio
sello político a la propia organización que intenta
organizar desde el punto de vista de los MTD y se
convierte en el fraccionalismo existente en los amplios
sectores populares y se expresa también lamentable-
mente en los MTD.
A partir de ahí se comienza o sigue todo un proceso
político social dentro de las organizaciones donde se
dan distintas instancias de unidad de acción, unidad
programática, como la Central Nacional de Trabaja-
dores, que surge justamente después de la segunda
asamblea general de la Matanza, donde en ese momen-
to se nucleaba a todo el movimiento piquetero y otros
sectores como D Elia, Alderete, y el propio Moyano
pretendieron encausar bajo sus consignas políticas,
las cuales no triunfaron, y eso genera la ruptura de la
segunda asamblea, y queda planteada a una tercera
convocatoria la cual no se produjo.
Ahí surge lo que se llama la Asamblea Nacional de
Trabajadores (ANT), cuya primera se realiza en Ave-
llaneda, y a partir de ahí, se generaron seis más, luego
de esta el movimiento no logra prosperar y fructificar
en un proyecto general de fuerza política y social, que
encause la lucha que se venía dando.
Ya con el gobierno de Kirchner, la burguesía
comienza a reestructurarse, surge una recomposición
económica y social, donde el movimiento piquetero
avanza con sus conflictos en distintos reclamos, pero
ya con un alto nivel de división y sectarismo, que
solamente desde el punto de vista de lucha en la calle
se logra revertir a partir del «Programa Argentina
Trabaja», ya enunciado en el año 2009, con las dos
famosas movilizaciones al Ministerio de Desarrollo
Social en 2011, y en la segunda se logra tener un nivel
de unidad y participación de trabajadores desocupa-
dos, que no se registraba desde 2002. Lamentablemen-
te eso se frustra en gran parte por la acción del
Gobierno, que ofrece distintas alternativas, que algu-
nas de las fuerzas políticas entendían como válidas
para su propio interés y se quiebra la medida de lucha
en el acampe, que no era ni más ni menos que la
incorporación masiva al programa y su desarrollo en
todo el país, si bien ya se venían realizando muchas de
ellas, no eran reconocidas por el programa.
Alguna reflexión sobre las asambleas popula-res y el movimiento piquetero, en la CapitalFederal y el Gran Buenos Aires
29
www.mulcs.org.ar
Con la experiencia de la Olla popular, teniendo un pico importantísimo
en la rebelión del 2001, y un desarrollo elevado en 2002, las llamadas
«asambleas populares», se generaba una nueva forma de organización y
de lucha popular, que de alguna manera iba a jugar un rol importante en
el campo social en la Argentina, teniendo trascendencia en el futuro.
Acerca de eso uno tiene que considerar que efectivamente ahí surge
una forma nueva de expresar y llevar adelante la pelea con un profundo
desarrollo en la capital Federal y en los Barrios del Conurbano Bonaeren-
se, donde las masas convocadas en las calles se organizan barrialmente,
incluso esquina por esquina de forma asamblearia, y discutían que cosas
iban a seguir adelante, claro todo ese proceso también estaba intrincado
en un proceso político por lo tanto muchas de las discusiones no lograban
ser resueltas; incluso la consigna «que se vayan todos» no tenía hacia
dónde ir, reflejaba la indignación y el repudio al sistema político de esa
época, y creo que sólo así se podía entender la consigna.
Acá es donde la burguesía que estaba sumamente preocupada por la
situación de revuelta, y sobre todo por la crisis de la institucionalidad,
comienza a recomponer la confianza en la economía burguesa.
En el momento más alto del movimiento piquetero y de las asambleas
populares, siendo la expresión mas elevada de la lucha del pueblo
organizado, se impone entonces y trasciende la famosa consigna «Piquete
y Cacerola, la lucha es una sola», que estaba sintetizando lo que estaba
sucediendo en la lucha callejera.
Ponía la urgencia y la necesidad de encontrar un camino de unidad que
represente un proyecto concreto para que pudiera trascender de la
consigna, pero comienzan a declinar ambos sectores en su incidencia de
la lucha, cuando se logra volver a instalar los procesos electorales, no era
que habían dejado de existir, sino que se expresaba en ellos el rechazo con
altísimos niveles de voto en blanco y nulo, cuando por ejemplo en aquella
elecciones de diputados en octubre de 2001, dos meses antes de que se
desencadenara la rebelión popular.
Todo el movimiento comienza a retroceder y la recomposición institu-
cional burguesa continua con Cristina Fernández en el gobierno, por
supuesto esa recomposición era posible de darse con la cantidad de
medidas políticas que conectan con los intereses populares y las políticas
económicas, mas allá de que no resolviera ni siquiera una en su totalidad,
de la mano de una campaña propagandística que hizo mella en la historia
del movimiento argentino, en la historia del peronismo, con sus reivindi-
caciones y necesidades concretas del momento.
Entendemos que hoy la tarea es desterrar el fraccionalismo, y pasar a
construir las herramientas necesarias para el futuro.
30
DDHH
Una sucesión de hechos repre-
sivos recorría el país, desde
Neuquén a Formosa, entre
diciembre de 2012 y enero de
2013, al tiempo que el Ministro
Alak despedía el año con un
«asadito» en la ESMA, feste-
jando quizás la renovada Ley
Antiterrorista y el Proyecto X.
Se iniciaba así este 2013 don-
de las triunfales referencias gu-
bernamentales a la «década ga-
nada» dieron lugar al recorda-
torio unánime de la trascen-
dencia de cumplir «30 años de
democracia», sin que en el coro
mediático en el que coinciden
oficialismo y su oposición radi-
cal o «renovadora» aparezca
siquiera mencionada la profun-
dización de las políticas repre-
sivas contra pobres, jóvenes y
luchadores/as populares.
Al mismo tiempo que Hebe
de Bonafini se sacaba el pañuelo
blanco para abrazar a Milani.
A 10 años de gobierno kirchneris-ta y 30 de democracia, ¿qué sen-
AMÉRICANUESTRA entrevistó al «Sueco» CarlosLordkipanise, miembro de la ASOC. DE EX DE-TENIDOS DESAPARECIDOS (AEDD) y sobrevivientey querellante en la mega-causa ESMA.
tido toma toda la etapa en que elgobierno planteó el tema de Dere-chos Humanos, los juicios?
Diferenciamos los períodos de
Néstor y Cristina Kirchner, con
una clara derechización en todas
las políticas y particularmente en
lo que hace a la lucha contra la
impunidad y los derechos huma-
nos. Kirchner, habiendo asumido
con el 23 % de los votos, toma la
bandera como salvavidas necesa-
rio para una situación insostenible
de ingobernabilidad.
En ese primer período la lucha
contra del genocidio ocurrido en la
Argentina a partir de la dictadura
tiene su correlato con lo que ocurrió
en gobiernos posteriores, como la
masacre de Avellaneda, o el 19 y 20
de diciembre de 2001. Desde el
Gobierno se da cabida al reclamo de
esos sectores en una forma muy
amplia, rescatando lo más simbóli-
co, con los organismos de laga data,
pero también son convocados a la
Casa de Gobierno los familiares y
víctimas del 19 y 20, el papá de
Darío. Pero las respuestas concre-
tas están orientadas al reclamo de
Madres y Abuelas.
Hubo una política previa en este
tema, que intentó Rodríguez Saa,
convocando a Abuelas, Madres, etc.,
en distintas mesas, por separado, y
se visualizaba la misma política:
darle cabida al reclamo de ese sector
como sostén de un gobierno absolu-
tamente debilitado.
Todo un período en el que se inicia
la cooptación a organismos de dere-
chos humanos, para garantizar apo-
yo irrestricto a las políticas de go-
bierno, incluso a las represivas.
Estela Carlotto en el 30ª aniversa-
rio del golpe del 76 en la Plaza de Mayo
diciendo «Las Heras queda lejos» de-
muestra que no solamente no está
dispuesta a ponerse al frente de las
luchas sino que encima las ningunea,
como diciendo «eso pasa en otro país».
Néstor Kirchner necesitaba
mantener las formas mínimamen-
te para contener a estos sectores. A
partir del gobierno de Cristina, el
alejamiento es cada vez mayor, y
ahí sale por ejemplo la profundiza-
ción de la Ley Antiterrorista, (ya
Los DDHH en ladécada kirchnerista
31
sancionada en 2007). Se refleja tam-
bién en una serie de hechos simbó-
licos, como es la banalización de la
ESMA, el nombramiento de Milani
como Comandante en jefe del Ejér-
cito, el de Marambio al frente del
Serv. Penitenciario Federal, el nom-
bramiento de Granados al frente
del Ministerio de Seguridad de la
provincia de Buenos Aires, y más
recientemente el de Capitanich
como Jefe de Gabinete.
Pero ya en esos años previos algobierno de Cristina habían sidoHtal. Francés, Casino, las He-ras y Caleta, y una semana an-tes del fallecimiento de Kirch-ner, Mariano Ferreyra, asesina-do por la patota de Pedraza,donde ya en todos esos hechosaparecían grupos de civiles.
Es la tercerización de la repre-
sión: en Malvinas Argentina, en
Córdoba, a los que estaban en el
bloqueo a Monsanto y sobre todo en
el sur del país, a manos de la
UOCRA, que siempre es la fuerza
de choque. No hay que olvidar que
hasta fue utilizada para pararlo a
Moyano cuando Camioneros era
fuerte. Su máximo dirigente Ge-
rardo Martinez, (que ingresó a la
UOCRA desde el Batallón de Inte-
ligencia 601 durante la dictadura)
durante el gobierno de Kirchner
era una figura ahí que fluctuaba,
iba y venía, pero si bien ya existía
no se sentaba a la diestra en la
reunión de gabinete,
¿A que atribuís esta diferenciaentre ambos períodos?
Una vez afianzadas las coopta-
ciones el Gobierno tuvo «zona libe-
rada» para revertir lo que tuvo que
conceder en un primer momento,
profundizando todas las políticas
antipopulares y represivas (como la
duplicación de penas en Ley antite-
rrorista). Por supuesto que todo esto
enmarcada internacionalmente en
las políticas dictadas por el imperio
respecto de América del Sur.
En relación a los juicios por la
represión en la dictadura militar, se
monta una operación con la apari-
ción pública de los referentes de los
organismos de derechos humanos
históricos y funcionarios el día que
empiezan los juicios y el de las sen-
tencias Las sentencias son algo
muy provisorio, después sigue todo
un proceso, que pasa desapercibido:
hay casos donde un tribunal conde-
na y la Cámara y la Corte Suprema
absuelven y dejan libres. Así hoy, te
hablan de 500 juicios, pero con con-
dena firme, apelado y no se modifi-
ca, son menos de 50 personas. Más
allá de que la cantidad de juicios, de
imputados hasta ahora, a lo largo y
ancho del país, no supera a 2 repre-
sores por centro clandestino de de-
tención, y eso además con una can-
tidad de prisiones domiciliarias, de
fugas. Los juicios no se ven, las
audiencias se hacen en horarios
privativos para la mayoría, y no
tienen difusión. Entiendo que se
debe a un acuerdo con las Fuerzas
Armadas en el sentido de que haya
la menor de condenados posibles.
Este acuerdo con las cúpulas
de las Fuerzas Armadas, ¿tieneque ver con volver a ponerlas enla calle que vemos últimamen-te, con reinstalarlas como unactor válido en la sociedad?
Por supuesto, la necesidad de las
fuerzas Armadas para cualquier
gobierno «democrático» es de carác-
ter represivo; nosotros no tenemos
hipótesis de conflicto con otros paí-
ses. El mantenimiento de una fuer-
za armada obedece a la exclusiva
razón de la represión interna. Si a
eso le agregás que el Comandante
en Jefe del Ejercito es el Jefe del
Servicio de Inteligencia del Ejerci-
to, no tenés donde perderte. Milani
antes de ser comandante en jefe del
Ejército, era su Jefe de Inteligencia.
Sin hablar de su pasado represor,
del joven teniente fusilador de pri-
sioneros políticos en Tucumán y La
Rioja, desaparecedor de conscrip-
tos, sin hablar de eso, ese es su rol.
Se trata de un Ejército que siguióhaciendo investigación a civilesy organizaciones populares
Esto no sólo está absolutamente
comprobado sino que hubo una cau-
sa judicial. En Trelew, en la Base
Almirante Zar, estaba el Centro de
Inteligencia Nacional que espiaba
no sólo a los movimientos popula-
res sino a los integrantes del go-
bierno nacional, incluída la presi-
denta y la ex ministra Garré. Y el
responsable era el almirante Go-
doy, que fue comandante en Jefe de
la Marina durante todo el gobierno
kirchnerista hasta que renunció
en el gobierno de Cristina. Su pasa-
do lo pone al frente de la Base Naval
32
DDHHde Mar del Plata durante la dicta-
dura, donde funcionaba el CCD La
Cueva. Todos estos personajes que
provienen de la dictadura y sobre-
viven a las investigaciones, los ar-
chivos no develados, cuando apare-
cen en los mandos de conducción
son siempre necesariamente de-
nunciados por las víctimas, como
el caso de la mamá del soldado Ledo
que es la que denuncia a Milani, el
actual comandante en Jefe.
Parece que la historia cambiópara algunos organismos hoydía, con esta reinstalación delas Fuerzas Armadas
Es peor: lo que estos organismos
plantean hoy por hoy es la reconci-
liación. Vas a ver en la tapa de la
revista de las Madres, una nota
que se va a llamar «la Madre y el
General», donde la tapa es una foto
a todo color de Milani.
¿Cómo aparece en los juicios elpapel de las grandes empresasmultinacionales, especialmentenorteamericanas, como partíci-pes en el genocidio?
Con el antecedente de los «Jui-
cios por la Verdad», a partir de la
caída de las leyes de Obediencia
Debida y Punto Final- logro de 20
años de lucha, no de este gobierno-
, empiezan a abrirse los juicios, en
los que todo el rol de querellantes lo
desarrollan particulares y organis-
mos de derechos humanos con vo-
cación de justicia. De parte del
Estado no se han abierto los archi-
vos, se han puesto marcados obstá-
culos al desarrollo de los juicios, el
accionar de las fiscalías y de las
Secretaría de Derechos Humanos
es retrógrado, funciona como freno
de mano en los juicios, y ni hablar
del Poder Judicial, que es un quiste
desde la época de la dictadura. Que
hoy se esté presentando un juicio
contra los directivos de Ford, donde
funcionó un Centro Clandestino de
Detención, es exclusivamente por
obra de los querellantes particula-
res, de los damnificados directos de
la represión en la fábrica Ford,
aquí no es El estado el que está
haciendo este juicio, sino que son
los querellantes particulares.
Otro dato es la utilización de los
archivos que sí existen en función
del beneficio propio de políticas
gubernamentales, como es que,
después de 35 años, hayan apareci-
do archivos de Papel Prensa en el
sótano del edificio Cóndor de la
Fuerza Aérea, mágicamente cuan-
do el Gobierno los necesita.
Así se conforma el «capitalismoserio».
Hoy es abrumador ver como no
solamente se pagaron U$S 170 mil
millones de deuda externa, sino
que a Repsol que se llevó hasta la
última gota de petróleo que había
en el país, le dicen:»Minga, te voy a
pagar «y termina pagando 8 mil
millones por la pretendida nacio-
nalización del 51% de las acciones.
Eso es el capitalismo serio.
Y el gobierno sigue reivindican-
do que esto es maravilloso, esta
cuestión de las re-re, la resignifica-
ción, el re-financiamiento de la deu-
da, que en concreto, implicó que de
la ilegítima y fraudulenta deuda
externa, se saldara al extranjero
por la suma de 170 mil millones de
dólares, que hubieran sido más que
suficientes para reactivar la indus-
tria siderúrgica, restablecer nues-
tra propia flota mercante, rehabili-
tar todos nuestros ferrocarriles. Toda
esta alharaca lo que produjo fue esa
inmensa fuga de capitales, que se
pagó cash, al contado, con mas en-
deudamiento en simultaneo que lle-
va hoy nuestra deuda pública a 220
mil millones de dólares.
Vemos el aumento de las políti-cas represivas, que crece la pre-sencia de fuerzas de seguridad,sobre todo en los barrios máshumildes, del gatillo fácil, la cri-minalización de la juventud conla baja de la edad de la imputabi-lidad, y por otro lado, la represiónselectiva de los conflictos socia-les, con más de 6.500 procesa-dos, como en el caso del delega-do de la Línea 60 condenado sólopor entrar a un local gremial.
Y también, por el simple recla-
mo de los planes Trabajar en un
corte de ruta en la Panamericana,
Berni metió a 68 presos en Campo
de Mayo, incluyendo a niños. El
arco es muy amplio en el aspecto
represivo, que es amedrentador,
atemorizante, es complicado asu-
mir y encabezar un conflicto por-
que se sabe que la consecuencia es
el procesamiento con la complici-
dad del aparato judicial, que el
Gobierno le dice corrupto pero es su
herramienta principal para man-
33
Movimiento por la Unidad Latinoamericana y el Cambio Social
tener disciplinada a la población.
Le responde muchísimo mejor, cien
veces más rápido, que en cuanto a
las condenas a los miembros del
aparato represivo. Comparando la
gravedad de los delitos, son siem-
pre mucho más duras para el pue-
blo que para los milicos genocidas.
La Asociación de Ex DetenidosDesaparecidos se sostiene, nosólo desde los juicios y la de-nuncia de las historias de unoscuantos personajes que ahí apa-recen, sino también denuncian-do los hechos represivos actua-les. ¿Cómo ven la posibilidad derespuesta popular a esta políti-ca represiva?
La respuesta es necesariamen-
te organizativa, no hay posibilidad
de responder desde el renombre del
prestigio adquirido, porque eso es
una lucha en soledad. Por eso pro-
movemos la formación del Encuen-
tro Memoria, Verdad y Justicia
para desde allí enfrentar los con-
flictos sociales cotidianos de orden
represivo con el Estado y demás.
¿Cómo ves la cuestión represi-va, en relación al panorama lati-noamericano, a los golpes e in-tentos golpistas?
Está directamente relacionada
con la obtención de las materias
primas que necesita el imperio.
Este Gobierno le garantiza eso,
desde el extractivismo, la minería
a cielo abierto, los minerales pre-
ciosos y después como fuente ali-
mentaria. En la medida que eso lo
tienen garantizado, impide que en
nuestro país se produzca un golpe
militar en este momento. El caso
de Bolivia, con Evo Morales, ahí el
negocio es el gas: como ese negocio
no está compartido en los términos
en que acá se comparte Vaca Muer-
ta con Chevron, por ej. En esos
casos, la respuesta es golpista, en
cambio acá, cerraron un acuerdo
secreto para todos los argentinos,
donde le garantiza que Chevron
invierte U$S 300 millones hoy, y le
garantiza de por vida el 50% de lo
que se extraiga de esos pozos, le
garantiza que el Estado no le hace
ninguna clase de litigio si se retira
del negocio porque no es rentable.
Con negocios así, ¿qué necesidad de
Golpe de estado hay, si es una
bajada de pantalón absoluto?
Todo esto hacia nuestro cotidia-
no se traduce en cuestiones de suma
importancia como es por ejemplo la
atomización del movimiento sindi-
cal, en cinco centrales de trabaja-
dores, la banalización de la memo-
ria, en la destrucción de la juven-
tud, a partir del consumo de dro-
gas, y un elemento que para mí es
central, que venimos pagando des-
de la reapertura de la democracia,
lo que yo llamo la desilusión mili-
tante: inmensas capas juveniles
que se inscriben en alternativas
«oficiales» que necesariamente caen
en la desilusión. Todos estos secto-
res que se han incorporado a la vida
política fueron convocados desde
un discurso liberador de, en el me-
jor de los casos algo parecido a
Cuba, el asunto es que te tenés que
tragar sapos todos los días, porque
hacia ese objetivo no hay pasos
concretos, sino que muy por el con-
trario son todos retrocesos. Paga-
mos 5.000 millones de dólares a
REPSOL, tenemos una dependen-
cia cada vez mayor, represión por
todos lados, que les resulta injusti-
ficable incluso desde la perspectiva
militante
El desarrollo de conciencia de la
clase se da en el laburo, con los
compañeros de trabajo, ahí no hizo
pie ni la burocracia sindical, ni la
Cámpora, ni el Evita. A pesar de
ser los «generadores de los puestos
de trabajo», para ellos es irresolu-
ble la situación. En ese sector está
puesta la esperanza, aunque es
contradictorio el miedo a perder el
laburo, una espada de Damocles,
pero una vez que sentaste cabeza,
te juntás con tus compañeros, ves
los problemas de trabajo, ahí lo que
más creció fue la izquierda. Porque
el gobierno se tiene que apoyar en
Caló, en Yasky, esos son los baluar-
tes del gobierno, incluso el hijo de
Moyano se le fue, porque la base
exige mejoras. Está relacionado con
la juventud, no son los viejos des-
ocupados, sino sus hijos.