En el templo Budista Wat Pha Luang en Tailandia,los tigres huérfanos son recogidos y cuidados por los
monjes.
Y los terribles comedores de hombres se transforman en grandes gatos, ávidos de caricias y cariño.
Mimados tanto por los monjes…
… como por los innumerables turistas que se presentan para interactuar con estos felinos.
Magnífico, ¿no?
Kevin Richardson, el amigo de los felinos…
Y de otros animales salvajes…
Sus fotos han dado la vuelta al mundo…
Bello, ¿no?
Pero lo improbable también puede acontecer con los
protagonistas menos pensados…
¡Un leopardo y un ratón!
Perros encadenados en el Gran Norte, que fácilmente hubieran podido servir
de comida a un oso polar…
… pero que se transformaron en compañeros de juego.
Y un bebé hipopótamo que sobrevivió a un tsunami en Kenia y qué, solo y desamparado,
escogió a una tortuga de 100 años como madre sustituta…
¡Ambos se volvieron inseparables!
Esta mamá tigresa que perdió a sus crías, y volcó su afecto en estos curritos…
¿Increíble, no?
Este joven, en Canadá, criará a un oso grizzli.
Que crecerá un poquito…
¿La moraleja?
Todos necesitamos amor
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