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XII Jornadas Nacionales de Investigadores en Comunicación.
“Nuevos escenarios y lenguajes convergentes” Escuela de Comunicación Social – Facultad de Ciencia Política y RRII - Rosario 2008.
Apellido y nombre: Prof. Hechen, María Elena.
E-mail: [email protected]
Institución a la que pertenece: ISET 18 - Universidad de Concepción del Uruguay.
Área de interés: La educación desde la comunicación.
Palabras Clave: Subjetividades pedagógicas - Nuevas tecnologías - Desasosiegos
contemporáneos.
Título: “LA ENSEÑANZA EN LA ERA DE LA INMEDIATEZ, LA
INSTANTANEIDAD Y LA SIMULTANEIDAD. LAS SUBJETIVIDADES
PEDAGÓGICAS Y LOS DESASOSIEGOS CONTEMPORÁNEOS”.
ABSTRACT
El presente trabajo se refiere a la relación entre la dimensión temporal y las prácticas
pedagógicas, específicamente a los actuales modos de concepción y percepción del
tiempo y su influencia en las prácticas pedagógicas contemporáneas.
La aparición de Internet, las nuevas formas de relacionarse en espacios virtuales y la
necesidad de estar informados todo el tiempo de lo que ocurre en cada lugar del Planeta;
así como la velocidad con que ocurren los cambios tecnológicos nos enfrentan a la
obligación de repensar ciertas cuestiones tales como la cultura oral–libresca de la era
gutemberg y el espacio del aula con cuatro paredes y bancos alineados, así como la
manera secuencial, lineal y asincrónica de organización de los contenidos.
En definitiva, se trata de una reflexión teórica sobre las posibilidades existentes en las
subjetividades pedagógicas actuales, de generar modos relacionales tendientes a lograr
producciones de sentido que permitan reinventar los modos de concebir el tiempo, de
buscar nuevas formas de intervención, de crear dispositivos que permitan lograr formas
de pensamiento reflexivas, a pesar de la velocidad imperante en la sociedad.
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“LA ENSEÑANZA EN LA ERA DE LA INMEDIATEZ, LA INSTANTANEIDAD
Y LA SIMULTANEIDAD. LAS SUBJETIVIDADES PEDAGÓGICAS Y LOS
DESASOSIEGOS CONTEMPORÁNEOS”.
“Los fenómenos asociados de inmediatez e instantaneidad son en nuestros días uno
de los problemas más apremiantes…
La supremacía del tiempo real, la inmediatez, sobre espacio y
superficie es un hecho consumado y tiene un valor inaugural.”
Paul Virilio.
La época en que vivimos, denominada por algunos autores hipermodernidad, se
caracteriza sobre todo por el exceso. Está signada por un presente constante,
consensuada alrededor de los derechos humanos, sin embargo también está regida por la
lógica del mercado que reproduce y agudiza las desigualdades. El contexto actual se
caracteriza por el desencanto provocado por el aumento de la inseguridad, la
precarización laboral, la dificultad de conciliar la vida privada con la profesional, la
contracción de enfermedades, el cambio climático, etc. A pesar de que Lipovetsky
(2000) comparte con otros pensadores la tendencia actual a vivir el tiempo social en la
inmediatez, la urgencia y la sacralidad del presente, considera que "la contemporaneidad
se caracteriza por las tensiones paradójicas entre el culto al placer en el presente y la
preocupación por el futuro, incluso en el mismo presente".
Actualmente estamos viviendo la transición del régimen industrial a un nuevo tipo de
capitalismo globalizado y postindustrial, caracterizado basicamente por la
inmaterialidad, la instantaneidad, y la deslocalización. Estamos transitando el pasaje de
una cultura del tener a una cultura del acceder, y en el camino asistimos a la
obsolescencia de verbos como tener, guardar y acumular. Paralelamente se da el ascenso
del marketing y del consumo, la mercadotecnia aplicada a todo, y estamos pasando de
las sociedades disciplinarias a las sociedades de control (Deleuze, 1980).
En el camino pasamos de un productor-disciplinado a un consumidor controlado. Los
medios masivos de comunicación son constructores de subjetividades, hoy todo es
efímero. Nuestro presente tiene la rapidez del “zapping” y de lo virtual. En este orden
de cosas es que se ha diluido la promesa del futuro y de la transmisión generacional. El
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siglo XXI presenta la característica de priorizar la cuestión temporal por sobre la
espacial.
Paul Virilio (2004) plantea que de las tres barreras físicas establecidas: el sonido, el
calor y la luz, han sido superadas las dos primeras por el super e hipersónico avión (la
primera), y por el cohete que saca a seres humanos fuera de la órbita de la Tierra para
aterrizar en la Luna. Pero, la de la luz, no es posible traspasarla: te estrellas contra ella.
Es precisamente esta barrera del tiempo la que confronta la historia en el día de hoy.
Haber alcanzado la barrera de la luz, la velocidad de la luz, es un hecho histórico que
nos afecta profundamente.
La amenaza para el siglo XXI en conexión con esta velocidad absoluta es la invención
de una perspectiva de tiempo real, que suplantará a la perspectiva del espacio real que
fue inventada por los artistas italianos del Quattrocento. El ciberespacio es una nueva
forma de perspectiva. Ver y oír a distancia era la esencia de la antigua perspectiva
audiovisual, pero tocar o sentir a distancia tiene que ver con un cambio de perspectiva
hacia el dominio del contacto a distancia que todavía no se abarca. Se está haciendo
una duplicación de realidad sensible en realidad y virtualidad. Existir es existir - in situ-,
aquí y ahora. Esto es precisamente lo que se está viendo amenazado por el ciberespacio
y lo instantáneo, la información globalizada fluye, lo que hay delante es una distorsión
de la realidad; es un shock que trae aparejado la pérdida de la orientación en lo que se
refiere a la alteridad; es decir una perturbación en la relación con el otro y con el
mundo.
Esto lleva a replantear la noción de globalización, que en este caso es virtualización, lo
que está siendo efectivamente globalizado es el tiempo. Ahora, todo sucede dentro de la
perspectiva del tiempo real, por primera vez la historia va a revelarse dentro de un
sistema de tiempo único: el tiempo global. Ultimamente la globalización y la
virtualización están inaugurando un tiempo universal que constituye una nueva forma
de tiranía. De este modo vemos por un lado, que el tiempo real sustituye al espacio real,
y por otro lado tenemos el tiempo global, perteneciente al multimedia, al ciberespacio,
dominando la estructura del tiempo local de nuestras ciudades.
Resulta interesante pensar como en el siglo XIV surgió la máquina más emblemática del
capitalismo industrial, el reloj, que trajo aparejadas virtudes como la puntualidad y
aberraciones como la pérdida de tiempo; y como en el siglo XVI el reloj doméstico
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realmente modificó nuestro ser en el mundo. Y en la actualidad las nuevas tecnologías
de la información han permitido la desincronización de las actividades, lo que permite
organizar la vida de una forma más individual, aunque al mismo tiempo exista la
sensación de falta de horas todo lleva a una construcción del tiempo más personal.
EL TIEMPO, EL ESPACIO Y SU PERCEPCIÓN
Ortega y Gasset afirmaba que quienes vivimos en un determinado momento histórico,
más que contemporáneos, somos coetáneos, lo que significa que vivimos al mismo
tiempo pero no en el mismo tiempo. Otros autores, cuando mencionan la adquisición de
aprendizajes hablan de igualdad de tiempo y de diferente tempo, haciendo referencia al
ritmo que hay en los tiempos. A la complejidad que presenta el tema hay que agregar lo
que significa enfrentarse a las TIC, que imponen sus propios tiempos de modo
arbitrario. Hubo una época en que la medición del tiempo se realizaba por medio de los
fenómenos naturales, posteriormente cuando se vinculó a dispositivos técnicos,
comenzó la historia de los relojes y fue posible considerar períodos cada vez más cortos.
A pesar de percibirlos, sin embargo, su medición estaba condicionada no sólo al
dispositivo con que se medía, sino también al lugar, al momento, la temperatura, etc. Se
ha avanzado considerablemente desde la época en que el ferrocarril y el telégrafo
cambiaron los ritmos. El tiempo necesario para transmitir la información en aquel
entonces eran minutos, hoy son nanosegundos. En otras palabras, en lo que respecta a la
transmisión de información, el espacio y el tiempo han dejado de existir.
CONSIDERACIONES GENERALES SOBRE LA DIMENSION TEMPORAL Y
EL SUJETO
En un primer momento resulta necesario diferenciar lo que significa el aspecto objetivo
del mismo, lo que podríamos llamar el tiempo del mundo, y la dimensión subjetiva,
como vivencia personal, que es en realidad lo que a nosotros más nos interesa.
Desde el psicoanálisis la categoría temporal –así como la espacial- no es algo
apriorístico en el sujeto, sino que se construye, es justamente en este sentido que
Bleichmar (1995) plantea la idea de estallido. Es a partir de la primera experiencia de
satisfacción que el sujeto comienza a medir aquello que lo separa de la madre y lo que
media en ese encuentro con el otro. Esto explicaría la diferenciación en los modos de
percibir el tiempo por distintos sujetos. Este “patrón” de medida tan singular y propio
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de cada uno es lo que se pone en juego, podríamos decir vuelve a estallar en cada
situación en que el sujeto debe procesar nuevas cuestiones.
LA DIMENSION TEMPORAL Y LOS DESASOSIEGOS CONTEMPORANEOS
Esta época que nos ha tocado vivir denominada sobremodernidad (2003) se caracteriza
por una lógica del exceso de información, de imágenes y también de individualismo.
Paul Virilio (2004) predijo que con el incremento de la velocidad por la revolución de
los transportes y las telecomunicaciones, el hombre terminaría por perder el sentido del
espacio. Si bien ésto puede sonar apocalíptico, podríamos acordar que por la aparición
del ciberespacio existe un predominio del tiempo sobre el espacio y que estamos
asistiendo a una era de la inmediatez y de lo instantáneo que trae como corolario,
además del dominio del tiempo, nuevas concepciones del espacio que se van
superponiendo y modifican la relación del hombre con el mundo y sus modos de
percepción. Recordamos los planteos de Foucault (1975) en “Vigilar y Castigar” sobre
cómo una forma específica de diseño del espacio –panóptico- producía un tipo
particular de materialización del cuerpo que lo hacía siempre visible para el carcelero.
En la actualidad se podría extrapolar esta manera de concebir el diseño del espacio
como formador de configuraciones de subjetividad, a los fines de reflexionar sobre este
espacio construido en la confluencia de flujos de información y no de altos muros, que
se ha dado en llamar ciberespacio.
Borges en su obra el aleph (1982) postulaba la existencia de un objeto que encerraba en
sí todos los lugares del planeta vistos desde todos los ángulos «El espacio cósmico
estaba ahí». Dicho cuento puede ser entendido como una metáfora de las posibilidades
que el hombre tiene de construir un sistema que de cuenta de todo lo que es el Universo
entero. Para ello es que Borges nos proporciona en ese "punto del espacio que contiene
todos los puntos" la visión que tendría una persona de toda la realidad. De este modo
dicha experiencia lo que produciría en nosotros no sería una mirada omniabarcadora y
comprensiva del todo sino una fragmentación infinita de elementos que no llegaríamos
a procesar o a comprender de forma acabada. Teniendo en cuenta estos elementos, el
Aleph nos da la pauta para comprender que pretender una representación absoluta del
Universo es algo imposible para el hombre. Hoy podría ser comparado con Internet y la
abrumante cantidad de datos que allí circulan, como una versión actual del artificio
borgeano. Hoy por hoy, todos conocemos las implicancias de la telefonía celular, el
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ritmo que impone el zapping a la televisión, la libertad de decir de los blogs y de
mostrar de los videos de You Tube, la enciclopedia colectiva wikipedia, donde la idea
de autoría se desdibuja, las nuevas formas de relacionarse en espacios virtuales como el
chat y la mensajería instantánea. Existe una necesidad de estar informados todo el
tiempo de lo que ocurre en cada rincón del Planeta, aunque no todos puedan conectarse
tan fácilmente a la red de redes. Es evidente que estamos transitando por la Sociedad de
la Información, un momento tan teorizado como temido. Desde lo social el capitalismo
industrial desarrolló técnicas para modelar eficientemente cuerpos útiles y
subjetividades dóciles. En esta actual sociedad de información, la teleinformática y la
biotecnología pretenden lograr mutaciones aun más radicales tales como suprimir las
distancias, las enfermedades, el envejecimiento e incluso la muerte. Desde esta
perspectiva, el cuerpo humano se ha visto reducido a un sistema de procesamiento de
datos y banco de información genética y se estaría volviendo obsoleto (Sibila, 2005).
LA DIMENSION TEMPORAL EN LAS INSTITUCIONES EDUCATIVAS.
En el sistema educativo, la influencia de las variables espacio–tiempo recién comienza a
resultar fundamental a partir de la velocidad del cambio tecnológico y del ingreso no
deseado o no buscado de las TIC. El hecho de convertir la formación transmisiva y
memorística en otra comprensiva y formadora de competencias implica realizar cambios
profundos, dado que la primera se encuentra fuertemente asentada sobre modelos
conceptuales que privilegian el tiempo de la cultura oral–libresca gutembergiana y el
espacio que legitiman es el aula con cuatro paredes y bancos alineados. Habría que
modificar la manera en que los contenidos se organizan, puesto que si antes lo hacían de
manera secuencial, lineal y asincrónica, ahora habría que lograr que se admita la
posibilidad que una actividad distribuida, sincrónica y no lineal también pueda generar
aprendizaje. La discusión generalmente recae sobre la validez del instrumento con el
cual se codifica, ya sea un libro, imagen o computadora, pero se olvida que el
conocimiento y la forma de adquirirlo, implica información interiorizada y
cognitivamente estructurada por la persona, lo que no presenta similitudes con el objeto
que la difunde. Se puede discutir si los nuevos instrumentos serán para todos o para
pocos, si el acceso será irrestricto o condicionado, pero evidentemente lo que no se
puede discutir es que su avance es irreversible. No obstante, resultará evidente que la
información en un mundo de comunicaciones instantáneas, es lo que configura lo que se
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ha dado en llamar la sociedad del conocimiento por algunos y más adecuadamente la
sociedad del aprendizaje, por otros. De modo que los tiempos y los espacios
superpuestos y continuos se ven modificados por los contextos de interacción social y
generan aprendizajes singularmente originales y diferentes en tanto se interactúa con
nuevos dispositivos portadores de información que son, simultáneamente, contenidos de
aprendizaje.
LA DIMENSION TEMPORAL Y EL CURRICULUM
La obsolescencia de los contenidos
El hecho de pensar que el currículum es una conversación animada de límites
imprecisos (Bruner, 2002) es reconocer que nuestras modestas explicaciones y
ejemplos no se pueden agotar en el espacio que construimos en las clases y en cada
período escolar. Es evidente que las aulas de clase pueden enriquecerse culturalmente
mediante las referencias al cine, la literatura, la pintura o la música. El hecho de debatir
sobre cuestiones contemporáneas sociales o científicas provoca que las clases se
expandan, se enriquezcan, se atiendan diferentes intereses y se despierten vocaciones.
No se trata de brindar nueva información sino de diseñar estrategias que posibiliten
estas expansiones y elegir los formatos que hagan que lo que se añade y desarrolle
encuentre un soporte atractivo para ello. Los cuadernos de clase o las carpetas de
actividades no pueden ser los únicos soportes así como tampoco lo son los trabajos
individuales de los estudiantes con papel y lápiz. Desde esta perspectiva curricular esos
límites imprecisos del currículum son los que abren y se expanden desde las tradiciones
curriculares hacia un espacio nuevo que contiene la posibilidad de dotarlo de nuevos
significados, más reales, más polémicos, atractivos y de profundo contenido
humanístico. Pero para lograrlo se requiere compartir búsquedas, acordar respecto del
interés y valor de lo que se elige, y encontrar un formato para que se lo presente y
comparta.
LA DIMENSION TEMPORAL Y EL DISPOSITIVO AULICO
El territorio abismal de la hora de clase
El modo de concebir a la dimensión temporal de la sociedad actual en general, el tiempo
del mundo como lo hemos llamado, es introyectado por un sujeto que como ya dijimos
ha construido un patrón singular con el cual mide sus interrelaciones con el mundo, y
que debe poner en práctica en el aquí y ahora de la situación áulica. El tiempo que
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circula en las instituciones educativas no se ha modificado y continúa siendo algo
independiente, prefijado y condicionante de las actividades de enseñanza-aprendizaje, al
que los alumnos y profesores deben adaptarse. De manera que el dispositivo áulico,
constituye un verdadero desafío al tiempo biológico y humano, que como sabemos
resulta imposible de detener.
En una especie de ontología de la dimensión temporal de la situación áulica nos
planteamos la idea de la existencia de tiempo encerrado y codificado, según quien lo
experimente a partir de duraciones largas o de instantes. La pregunta sería cómo
estructurar distintas lecturas de ese tiempo, a partir de sentir las connotaciones
emocionales. Cómo hacer para no caer en el modelo relacional que se propugna en
algunos medios de comunicación y que implica una forma de recepción pasiva en la que
se exponen cotidianamente los individuos a una realidad vivida como espectáculo, o
desde una navegación solitaria en la cual se abstrae la relación con el otro, sustituyendo
con el sonido o la imagen, el cuerpo a cuerpo y el cara a cara; en fin, una forma de
ilusión en la medida que deja al criterio de cada uno el elaborar puntos de vista,
opiniones en general bastante inducidas, pero percibidas como personales. El dilema del
dispositivo tiene que ver con no contribuir a convertirse en un obstáculo a la libre
construcción de nuestras identidades individuales y colectivas. En síntesis las preguntas
serían ¿cómo habitar el tiempo de la clase? Y ¿cómo pensar los modos de producción de
subjetividad en las prácticas pedagógicas contemporáneas, a diferencia de las prácticas
cotidianas? ¿Es posible la producción de sentido en el tiempo de la clase?
Los avances tecnológicos nos ponen frente a una posible cuarta herida, anunciada por la
ciencia ficción, la de la posibilidad de una continuidad entre la máquina y el hombre
(Piscitelli, 1995). Las modificaciones que se producen por el tipo y el modo de
comunicación, a partir de las nuevas tecnologías, Internet, la telefonía celular móvil,
hace que se generen nuevos modos de apropiación de la realidad, que de hecho los
sujetos vienen vivenciando por fuera de las instituciones escolares. La inmediatez en la
percepción modifica el modo de acercamiento del sujeto a la información, y la escuela
debería tenerlo muy en cuenta, por supuesto diferenciando entre ésta última y
conocimiento. El experimentar la realidad virtual, el chat y los modos de vivir la
individualidad en esta época, son facticamente diferentes, hay modificaciones en la
subjetividad que deben pensarse, que si se quiere ya han sido planteados por Freud. Se
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trataría de aggiornarse, con las sutiles pero contundentes diferencias producidas por los
gigantescos avances en la comunicación. Tomemos como ejemplo el hecho de que los
atentados de las Torres Gemelas, Londres y Atocha se hayan conocido por usuarios de
teléfonos celulares que viviendo la tragedia lo fotografiaron y pudieron enviar en el
momento y el mundo haya podido ver las imágenes desde sus computadoras en el
mismo momento en que estaban ocurriendo. Es necesario reflexionar sobre todo ello y
no dejarlo por fuera del aula, usar las tecnologías como herramientas didácticas y a la
vez incluír sus efectos en los malestares contemporáneos, porque evidentemente dejan
su marca en la subjetividad. Sería importante que se pudiera pensar en la necesidad de
incorporar como herramientas habituales del docente a las nuevas tecnologías, y además
utilizar el espacio y el tiempo de la clase para reflexionar sobre las modificaciones que
su uso genera en la subjetividad.
EL SENTIDO DE LOS MATERIALES DIDÁCTICOS Y SU RELACION CON
LA TEMPORALIDAD
La obsolescencia de los libros de texto
En la actualidad, el libro de texto aparece como un artilugio extemporáneo, como un
elemento de retraso cultural, que limita de manera extraordinaria la posibilidad de
manejar información sobre cualquier tema. Si pensamos en las enormes posibilidades
que nos brinda Internet para buscar información y al momento encontrar una cantidad
de material con un grado de actualización importante, concluiremos que proponer sólo
material de estudio impreso resulta verdaderamente empobrecedor para el alumno. La
propuesta es romper con los límites de los libros y la utilización de formas adecuadas de
representar la información que superen las formas lineales con el propósito de favorecer
la circulación de modos más respetuosos de la complejidad y de la naturaleza
multimedia de la mente. Internet es un gran laberinto que hay que saber recorrer y en el
que existe todo tipo de material que requiere de sentido crítico para evaluarse. En este
punto nos replanteamos el lugar y la función del docente, que debería reforzar las
capacidades tendientes a aprender a buscar información en la web, y ser capaz de
analizarla críticamente, lo que sería el verdadero desafío.
Las instituciones escolares muestran aún hoy un modelo de regulación de los tiempos y
espacios del siglo XVIII que resulta prácticamente imposible de sostener hoy. Controlar
el tiempo y el espacio de la movilidad de la comunicación hoy es un problema
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verdaderamente complejo. Tomemos como ejemplo el uso de celulares en la escuela y
las actuales prohibiciones que muestran un trasfondo de control y poder. Habría que
intentar generar nuevas propuestas en relación con el uso de los celulares en la escuela.
Pensar clases interesantes, si es posible con Internet, como para que los alumnos no se
distraigan con el celular, y no ver como única alternativa la disciplina. Es ésta una época
que se caracteriza por que los jóvenes tienen más capacidad de manejarse con la
información que sus padres y profesores y que tienen una saturación de imágenes, que
hace que haya pocas cosas que realmente llamen su atención.
Quizás una de las posibles salidas para estas problemáticas tenga que ver con el aspecto
creativo de la enseñanza, es decir, la preparación de materiales. De modo que resulta
fundamental considerar prioritario para el docente la selección y construcción de
materiales didácticos tendientes a organizar los contenidos de una manera amena, actual
e interesante. Consideraremos como materiales didácticos a los recursos -preparados o
no con intención didáctica-, se trate de un diario, libro, revista, una consigna de
actividad, un juego didáctico, un portal de internet, una película, o una guía didáctica. El
docente se convierte en un sujeto autónomo, reflexivo y crítico, que pasa de ser un
simple ejecutor a un autor que construye sus propias propuestas de intervención, en
función de las múltiples y cambiantes situaciones.
Un material tiene ciertas características y un valor en sí mismo, pero su sentido está
dado por su inserción en el marco de una propuesta. Tanto la situación en la que se
inserta el material como la elección del mismo suponen una cierta concepción
pedagógica. Las prácticas de la enseñanza y los materiales didácticos que se utilizan en
ellas expresan alguna posición respecto a quienes están dirigidos, qué es enseñar y qué
es aprender, qué lugar tienen los materiales en el aprendizaje; cuál es el rol del docente
y cuál el del alumno. Resulta necesario entonces, construir criterios valiosos para
producir o evaluar materiales, que no se limiten a las características físicas o al soporte
en el que están producidos, sino que considere que su verdadero sentido se adquiere en
interacción con los propósitos de la enseñanza, las estrategias utilizadas y la coherencia
entre el material y el proyecto. Esto implica un cambio en la concepción sobre el
alumno, que ya no es visto como un receptor pasivo de una experiencia sensorial sino
alguien que puede aprender si se le proporcionan prácticas, alguien que utiliza
activamente estrategias cognitivas y conocimientos previos para enfrentar sus
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limitaciones cognitivas. Es fundamental que los docentes sean conscientes de las
funciones de las habilidades que están enseñando y de los vínculos entre esas funciones
y los contenidos que hay que procesar.
LA RELACION SUJETO-NUEVAS TECNOLOGIAS
Los Blogs o El espectáculo del yo
Christian Ferrer (2008) plantea que esta época se caracteriza por la premura en convertir
a todos en "emisores", y por la hiperexpresividad de los individuos que hablan de sí
mismos; señala que nunca hubo tanta necesidad de ponerse en escena. Nos propone
reflexionar a partir de una comparación entre Internet y la invención del automóvil,
porque en ambos casos se produce una modificación del soporte y la prontitud en la
circulación pero sin cambiar por ello el lugar de destino ni el motivo. Lo importante era
y es la circulación en sí misma y la novedad, y por debajo, como siempre todo un
entramado de intereses económicos y políticos. Así vemos como la tecnología responde
a las necesidades de una época y por otro lado es inevitable que cada época se ilusione
con sus juguetes nuevos.
Ferrer plantea que los sitios informáticos de ideas son tan útiles y significativos como lo
eran las revistas y las bibliotecas, pero no significa que constituyan una revolución. En
este contexto el blog "de ideas" aparece como una institución de la cultura, con una
potencialidad técnica superior a los libros. La experiencia inmediata del mundo se ha
vuelto tan fugaz como una primera plana de periódico. La modificación que se ha
producido en relación con la tecnología es importante, ya no damos "órdenes" a la
máquina, sino que dialogamos, navegamos con ella, surcando mundos simulados y
creando realidades virtuales. El poder psicológico que posee la computadora ya no se
limita a la interacción máquina-persona, sino que se ha ampliado a un gran número de
redes a través de las cuales podemos interactuar, hablar, intercambiar ideas y
sentimientos e incluso asumir personalidades de nuestra propia creación. Por lo tanto,
podemos hablar acerca del sujeto y de la reevaluación necesaria de su identidad en la
era de Internet, sobre la implicación informática en nuevas formas de pensar acerca de
la evolución, las relaciones, la política, el sexo y el yo. En definitiva, lo que acaba
emergiendo (Turkle, 1997) es un nuevo sentido de la identidad humana, descentrado
y múltiple que a su vez sirve para descubrir las últimas tendencias en cuanto al diseño
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informático, la inteligencia artificial y las experiencias de la gente en ciertos entornos
virtuales.
Los SMS (Short Messages Service)
Los mensajes enviados a través del celular constituyen una nueva forma de
comunicación no verbal, discreta, económica, rápida y sintética ya que sólo posee 160
caracteres. Un SMS llega en más o menos seis segundos, lo que crea la ilusión de
sincronía entre quien lo manda y quien lo recibe, aunque ésto pocas veces suceda
efectivamente. Parece eliminar las distancias físicas y recuerda a la comunicación cara a
cara, como si fuera posible escuchar las palabras de la persona que escribe. Es un
lenguaje basado en acrónimos prestados del chat de Internet, se trata de un lenguaje
fugaz creado por los usuarios, sometido a cambios rápidos y constantes, y destinado a
una vida breve. Lo más significativo es la ausencia de muchos tiempos verbales, en los
mensajes todo es en presente, rápido e inmediato; no se usan tiempos pretéritos ni
futuros. Para algunos se trata de un tipo de escritura bastante discutible desde el punto
de vista de la gramática, que ha victimizado a la ortografía, pero al mismo tiempo se le
reconoce la importancia de haber hecho que los jóvenes se hayan reencontrado con el
placer de escribir (Paolo Fabbri, 2000). De esta forma vemos como la lengua, así como
también la subjetividad experimenta la opresión de la pequeña pantalla del celular o
display, y por eso sufre las abreviaturas, la simplificación de la sintaxis y la presencia de
contenidos implícitos, considerados obvios para el interlocutor y propios de la lengua
oral. No creemos que la escritura corra el riesgo de morir, sino que lo que ocurre es que
se establece una relación más fuerte con el habla. Lo importante es haber
"redescubierto" la escritura, con la rapidez característica del presente.
Wikipedia
La enciclopedia más conocida y usada de Internet, se autodefine como un esfuerzo
colaborativo por crear una enciclopedia gratis, libre y accesible para todos. Permite
revisar, escribir y solicitar artículos. En realidad, no constituye un problema nuevo
porque las informaciones sin fiabilidad ya se han venido difundiendo a través de libros
y medios de comunicación. La diferencia es que ahora la interactividad es inmediata y
la información se puede rectificar más fácilmente.
Internet
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Podemos decir que Internet es una producción cultural, un espacio cultural de
comunicación y de expresión complejo, que ha modificado y favorecido el surgimiento
de nuevas actividades; así como también ha modificado los modos de leer, los criterios
de validación de nuestras elecciones, ha generado nuevas formas de escribir. También
ha producido indefiniciones desde el momento que al navegar no hay referencias al
tiempo, ni al espacio ni a la identidad, que en realidad son redefiniciones que pueden ser
leídas al modo de Escher. El artista holandés en su obra Relatividad (1953), pone de
manifiesto la arbitrariedad del sistema de referencia, propone un lugar en el que
aparecen puertas que en realidad son ventanas y en el que varios individuos, con forma
de muñeco articulado para dibujo, comparten el mismo espacio pero distintos ejes de
gravedad. García Canclini plantea que Internet se encuentra en una fase incipiente, que
requiere de un ordenamiento del conocimiento desde un punto de vista crítico, de la
misma forma que ocurre en bibliotecas y museos.
Los cambios producidos en la cultura contemporánea han exigido que los sujetos se
enfrenten a nuevas maneras de vincularse. Esto ha producido a nivel subjetivo
transformaciones, sobretodo en la manera de establecer lazos sociales, creando así
nuevos agrupamientos sociales en donde prima el individualismo. Internet en principio
fue creada bajo el supuesto de relacionar a los individuos en una aldea global, sin
barreras geográficas o físicas, permitiendo acercarnos a cualquier persona en este
mundo que pudiera acceder a la red, incluso hasta el punto de poder establecer
relaciones de todo tipo sin necesidad de tener contacto físico, lo cual nos lleva a pensar
en lo que significa la paulatina desaparición de lo corporal para hacer aparecer lo
virtual. De modo que la subjetividad se encuentra transitando hoy por transformaciones
influenciadas por cambios sociales, que hacen que nos encontremos asistiendo a nuevos
padeceres, que nos gusta más denominar desasosiegos – a la manera de los mal-estares
ya definidos por Freud (1930) oportunamente en el siglo XX.
LA ENSEÑANZA EN TIEMPOS DEL HIPERTEXTO
Silvia Bleichmar (1995) plantea que lo que se percibe hasta ahora en los niños y
adolescentes atravesados por la informática es que capturan de un modo distinto e
inmediato las posibilidades de una imagen que no sigue la narrativa clásica.
Actualmente, la salud aparece significada por la posibilidad y capacidad de
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"adaptación" a los cambios, contemplada en términos de fluidez, más que de
estabilidad.
En la era de los procesadores de texto la escritura se ha transformado en cortar y pegar,
mover fragmentos, hacer varias versiones del texto y eliminar todo indicio de haber sido
compuesto en distintos momentos. Del mismo modo, la lectura ya no es lineal ni
ininterrumpida, se omiten partes, se vuelven a leer otras. Hay un gran cambio en
relación con el volumen de información textual a la que se puede acceder, la velocidad
de acceso y la cantidad de enlaces posibles entre componentes textuales separados.
“La lectura es una nueva forma de aventura mental que hoy se completa con nuevas
facetas. Me parece que Internet exige más formación y no sustituye a la educación
formal ni a los educadores, al contrario, los maestros tienen que educar pensando que
los alumnos van a tener acceso a internet, que es muy útil para las personas con
intereses culturales. Pero, sin ello, no es más que un instrumento publicitario, el 90 % de
lo que circula por Internet es publicidad, como nunca antes la formación es muy
importante para responder a este reto”. (Fernando Savater, 2005)
Todas estas modificaciones impulsan un cambio cualitativo en los procesos de lectura y
construcción del conocimiento. El crecimiento del fenómeno del hipertexto exige una
reflexión crítica sobre los supuestos implícitos en relación con el conocimiento y el
aprendizaje. Pone en tela de juicio las distinciones absolutas entre acceder al
conocimiento y generarlo. El lector no se limita a consumir el texto, sino que contribuye
a él de modo activo. El hipertexto es un modo de composición o diseño y un proceso de
escritura que puede incluir una narración o debate que permite la lectura secuencial
aunque también ofrece oportunidades de desviarse del texto primario para analizar otros
materiales. A veces se confunde hipertexto con notas electrónicas al pie, pero se ignora
la transformación del vínculo entre el texto primario o principal y los materiales
subsidiarios o auxiliares con elementos textuales múltiples a los que se ha asignado el
mismo nivel de importancia sin que uno prevalezca sobre el otro.
Para analizar los dos modelos de texto posibles hay dos metáforas tomadas de la
biología: la del rizoma en contraposición con la del árbol. El hipertexto es rizomático,
ésto fue trabajado por Deleuze y Guattari, en “Mil mesetas-capitalismo y esquizofrenia”
(1980) en la que recurren al uso metafórico de un término de la botánica para explicar el
tipo de lazos entre contenidos cognoscitivos contrapuestos al tipo de articulación más
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usual -en ramificación progresiva desde un concepto inicial como tronco del que van
surgiendo ramas que a su vez se dividen en ramas menores etc. La metáfora del rizoma
ayuda a romper con el paradigma epistemológico clásico, por un lado niega la necesidad
de que los contenidos deban configurarse según ese modelo de jerarquía desde un
tronco inicial común, en su lugar postula una forma mucho más libre de articulación de
tales contenidos que se entrelazan.
Una planta rizomática depende de un sistema descentrado de raíces independientes que
se esparcen en todas direcciones, por ejemplo la menta. Todo punto de un rizoma puede
y debe estar conectado con algún otro. El pasaje instantáneo de un texto a otro es
posible unicamente con una conexión on line, en este caso la frontera que separa los
materiales primarios de los complementarios pierde intensidad hasta desaparecer. El
hipertexto proporciona al usuario la libertad de elegir el curso de navegación a través
del material en función de su propio interés, en lugar de seguir un camino
predeterminado por el autor. Se basa en la idea de que nunca existe una única manera de
leer, que el lector a medida que lee crea una versión, que todo escrito tiene siempre una
relación con muchos otros a los que se refiere, y que en definitiva leer es siempre un
proceso que funciona con cierto grado de hipertextualidad en relación con otros.
Internet brinda información pero no filtros para seleccionarla, y ahí es donde cobra
importancia la tarea docente, ayudar a construir criterios de búsqueda y selección,
recuperar su sentido. El hipertexto ofrece la libertad de elegir el eje de las
investigaciones en función de intereses y experiencias propios, presenta una gran
flexibilidad, capacidad de ajustarse a estilos de aprendizaje individual o culturalmente
diversos.
En síntesis, los hiperlectores son personas capaces de desplazarse dentro del hipertexto
y de generar un nuevo conocimiento. El objetivo para la educación podría definirse
como alcanzar el nivel de usuario crítico, lo que requiere por parte de los maestros
nuevas destrezas. Pero también puede traer aparejado la carencia de reflexión sobre las
elecciones realizadas o que llegue a convertirse en una nueva forma de desigualdad
educativa.
LA VELOCIDAD Y EL APRENDIZAJE
La necesidad de repensar las formas de transmisión…
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El exceso informativo propio de esta época se ve compensado por la capacidad de
olvidar, necesaria sin duda para nuestra salud y para evitar los efectos de saturación. No
sabemos muy bien por donde vamos, pero vamos y cada vez más rápido plantea (Marc
Augé, 2003). La velocidad de los medios de transporte y el desarrollo de las tecnologías
de la comunicación nos dan la sensación de un empequeñecimiento del planeta. El
cyberespacio marca la prioridad del tiempo sobre el espacio. Estamos en la edad de la
inmediatez y de lo instantáneo. La comunicación se produce a la velocidad de la luz, y
el dominio del tiempo reduce nuestro espacio.
Hoy existe un pensamiento basado en la percepción, conectivo, que permite operar en
la velocidad, y no reflexivo porque demoraría la reacción. “Podríamos decir que la
eficacia de ese aprendizaje está más ligada con la velocidad que con la conciencia”
(Corea, 2004). Es en este sentido que la relación de los alumnos de hoy es con la
información y no con la transmisión, y en este contexto la posibilidad de transferir se
dificulta. La relación pedagógica entre adultos y jóvenes funciona sobre la existencia de
la transferencia. En más de un sentido, educar es transferirle algo a otro. Y a su vez, eso
que se transfiere debe tener la cualidad de ser transferible a otras situaciones. Pero la
transferencia en cualquiera de sus modalidades –transferencia de sentido, de recursos,
de saber- se torna inviable cuando se trata de un usuario que opera en un entorno
informacional. En los aprendizajes de tipo conectivo no es posible transferir. Este saber
que es básicamente perceptivo, conectivo y que no requiere de la conciencia, es un saber
que no se transfiere, o al menos no se transfiere al modo tradicional, lo que vuelve
imperiosa la necesidad de pensar nuevos modos de transferencia en las subjetividades
pedagógicas actuales.
CONCLUSIONES
En el marco social contemporáneo que hemos descripto, resulta muy dificultoso forjar
vínculos porque los lugares donde la palabra podía ser escuchada, y donde se permitía el
surgimiento del sujeto, han ido desapareciendo por las políticas económicas que han
impuesto nuevos modos de relación mediados por las leyes del mercado, en los que los
sujetos sólo son vistos como individuos que consumen.
Se trataría de lograr en las instituciones educativas el establecimiento de un lugar
verdadero en el sentido en que Marc Augé lo plantea, en el que los vínculos puedan
fortalecerse y en el que se ofrezcan las herramientas necesarias para vivir en comunidad.
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Donde el sujeto pueda verdaderamente tener cabida, en el que se consoliden los lazos
sociales, y que se constituya como resguardo frente a tanta superficialidad presentada
por los ideales contemporáneos tales como consumir, lucir bello, joven, sano y exitoso;
que logre convertirse en una salida a la caótica realidad que transforma a la subjetividad
en un tributo a la individualidad.
Cuando hablamos de educar nos referimos a una tarea que se halla centrada en el futuro,
y si sostenemos que las personas deben ser preparadas para ese futuro, constituido por
un tiempo de períodos infinitesimales y simultáneos; las relaciones espacio-tiempo que
la escuela maneja en la actualidad no son compatibles ni relevantes para actuar allí;
porque además se siguen utilizando modelos sustentados sobre percepciones que
corresponden a otra época. Evidentemente en el futuro se requerirá de personas que
puedan manifestar competencias –entendidas éstas como habilidades complejas que se
manifiestan en la acción– que actualmente la escuela no está en capacidad de brindar
más que en forma mínima, dado que la utilización de los recursos tecnológicos no son
más que herramientas didácticas al servicio de un modelo antiguo.
Hoy por hoy, la educación tiene como misión introducir a los jóvenes en procesos que
generen interrogantes y construyan estrategias de respuestas. Antes pensábamos que su
función consistía en suministrar el caudal de la información, pero hoy creemos que debe
formar un sujeto que pueda preguntarse. Esto nos conduce a plantear la diferencia
existente entre dato y conocimiento, y lo que nos muestra el lugar que la tecnología
ocupa al ser capaz de ofrecer una gran cantidad de datos interesantes pero que
evidentemente no puede proponer la pregunta que nos haga transformar el dato en
conocimiento.
Las formas de producción de subjetividad no son universales ni atemporales sino que se
inscriben en condiciones sociales y culturales específicas (Duschasky, 2002). La única
manera posible de compartir significados en la vida cotidiana y en el aula tiene que ver
con poder ubicarse en el lugar del otro e interpretar sus fondos de conocimientos, sus
procesos sociales y los recursos culturales que le permiten la obtención de
conocimientos. Creemos que los estudiantes poseen un saber acerca de la tecnología,
pero que es superficial, también nos planteamos qué es lo que los profesores deben
saber. En general, la tecnología no les resulta transparente a los profesores (Burbules y
Callister, 2001) y si no lo es, es muy difícil que puedan apropiarse de ella y darle este
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sentido. Los estudiantes saben más de tecnología, aunque sea en términos de
videojuegos, chats, etc. La pregunta es cuál es el saber sobre la tecnología que
requerirían los estudiantes para favorecer procesos de pensamiento más complejos, que
los convierta en lectores eficaces, y críticos del flujo informativo. El problema es
conocer críticamente el origen de la información como para poder evaluarla, contribuir
a tornar al estudiante simplemente en lector crítico y consumidor de tecnología.
Evidentemente las tecnologías producen un impacto considerable en el conocimiento
fundamentalmente porque ponen a disposición la posibilidad de acceder a la
actualización.
Resulta imprescindible para el docente contar con las tecnologías, y este proceso debe
iniciarse en la formación docente. El hecho de trabajar con conocimiento actualizado
resulta un desafío a lograr a partir de formadores de docentes que enseñan a contar con
información actualizada en las mismas clases. “Las tecnologías se incorporarán
efectivamente en las aulas cuando en realidad se hayan incorporado en las aulas de la
formación docente” (Litwin, 2004). El hecho de haberlas incorporado durante el
proceso de formación docente hará más factible que su utilización sea más “natural” y
genuina. Significa además la posibilidad de promover nuevas propuestas
comunicacionales, proyectos de trabajos grupales, intercambios con otros contextos.
Podríamos pensarlo también como la oportunidad de modificación de la dimensión de
algunos conceptos como cercano y lejano. Se potencian las relaciones entre docentes y
estudiantes, se ofrece la posibilidad de corrección de los trabajos de los estudiantes, la
orientación a través del uso de correo electrónico, etc. Obviamente nada de esto nace
con las nuevas tecnologías, pero sí gracias a ellas se han encontrado nuevos espacios y
nuevas posibilidades.
Cabe aquí señalar que estos nuevos espacios surgidos también necesitan de otros
tiempos, distintos de los habituales hasta el momento, diferentes de los tiempos se que
acostumbraban a utilizar en el espacio del aula. Por lo tanto se trata de una verdadera
reconstrucción de los espacios y de los tiempos, lo cual supone pensar nuevas
propuestas, y poder correrse del maniqueismo que plantea tecnofobias y tecnofilias. No
estamos hablando solamente de una herramienta nueva, sino de un entorno y por sobre
todas las cosas de nuevas formas comunicacionales, no sólo informacionales.
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En principio, se trata de reconocer la obsolescencia de las propuestas tradicionales que
ya no interesan ni motivan a los estudiantes, y poder reconstruir el vínculo de las
instituciones educativas con el mundo real, con los otros lejanos y con toda la
información existente que se logró mediante el acceso a la Web. Esto nos conduce a
plantear la necesidad de trabajar en un currículum vinculado a problemas reales, que
considere los intereses de los estudiantes, lo que supone una concepción flexible del
currículum, que no suponga encorsetamientos ni autolimitaciones disciplinarias, y que
utilice estrategias creativas. No se trata de pensar hacia el futuro, sino de comprender
que ya el presente tiene demandas que hoy no es posible satisfacer desde los
currículums actuales.
Resulta verdaderamente difícil propiciar el clima necesario en el dispositivo áulico para
generar formas de encuentro entre docente y alumnos que no sean absorbidas por el
vértigo comunicativo actual que todo lo vacía de sentido. Desde el lugar del docente, la
pregunta es qué decir que resulte verdaderamente significativo que no puedan los
alumnos investigar por su propia cuenta, y qué mostrar que no puedan ellos encontrar
por sí mismos fuera de las aulas y además hacerlo en el tiempo verdaderamente breve
de atención con que contamos; que no es el tiempo objetivo de duración de la clase,
sino el de la disponibilidad psíquica contemporánea, que se encuentra verdaderamente
influido por los ritmos de los flujos de la comunicación exteriores a los muros de las
instituciones educativas. En definitiva, partimos de la concepción de dispositivo áulico
como resultado de un encuentro de subjetividades que viven temporalidades por fuera
del aula y que al ingresar en ella abandonan para sumergirse en otra dimensión, con
características diferentes y relaciona a dos sujetos que se hayan sometidos por igual a la
velocidad contemporánea pero que se diferencian por contar con distintas herramientas
para su comprensión.
Creemos que los contenidos a enseñar necesitan ser revisados en función de aprovechar
los dispositivos áulicos de los distintos espacios curriculares, ya no como lugares de
difusión de información que los alumnos encuentran fácilmente a su alcance, sino de
lograr el establecimiento o en el mejor de los casos fortalecimiento de vínculos que
propicien relaciones que contribuyan a realizar movimientos en el sujeto que aprende,
tendientes a reforzar cuestiones identitarias.
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Al sostener que la clase es una construcción colectiva, la comprensión de la dimensión
temporal, como así también la espacial, requiere de una reflexión sobre el dispositivo
por parte del docente que permita generar modos relacionales cualitativamente
distintos en las prácticas cotidianas tendientes a lograr una producción de sentido en el
tiempo de la clase; a la vez que reinventar los modos de concebir el tiempo como algo
móvil, cambiante y variable que nos permita abandonar aquella concepción del tiempo
como simple variable que sólo podemos modificar cuantitativamente. En este sentido
creemos que se trata de buscar nuevas formas de intervenir, de crear dispositivos
pedagógicos para que los estudiantes de hoy no queden fuera de una forma de
pensamiento que relacione, que analice, que reflexione.
Existen hoy nuevas formas de vinculación con el conocimiento por poder disponer de
mucha información actualizada y en forma inmediata, lo que nos pone en contacto con
numerosas áreas de ignorancia. Nos permite también pensar en una sociedad de
conocimiento en donde, se produce un desplazamiento de las acciones escolarizadas –en
las que antes proveía el acervo de la información a los distintos ámbitos en los que se
accede a las tecnologías.
Se trata de generar propuestas estimuladoras a un pensamiento cada vez más complejo,
en estos momentos que los estudiantes saben más de tecnología que los docentes, en
términos de videojuegos, chats, etc. la pregunta es cuál es la tecnología que requerirían
manejar para favorecer procesos de pensamiento cada vez más complejos. Si el
problema es conocer críticamente el origen de la información como para poder pensar,
si esa información le ofrece buena respuesta a su pregunta, o si el estudiante
simplemente como lector crítico y consumidor de tecnología basta por sí solo para
poder resolver la problemática del acceso a la información y la comunicación.
Habrá que ver el modo en que los docentes implementan las tecnologías, según sus
propios estilos de enseñanza, los estilos de aprendizaje de sus alumnos y los contextos
particulares en que ejercen su profesión. Se trata de buscar nuevas respuestas al desafío
permanente de dictar clases motivadoras y creativas que también enseñen a los
alumnos a pensar y decidir. Por supuesto que no se trata de transformar la institución
educativa en un espectáculo de entretenimiento sino de lograr que los jóvenes
encuentren en ella un lugar de desafíos cognitivos y de experiencias formativas.
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