Área temática:
Diseño Textil y de Indumentaria.
Tema:
Los cambios que introdujo Gabrielle Chanel en la moda femenina de la época.
Planteamiento del problema:
¿Cuál fue la influencia de Chanel en los cambios de vestir de la mujer del siglo XX? Y,
¿cómo logro transformarse en una de las diseñadoras más reconocidas de dicha época?
Objetivo general:
Determinar los cambios que realizó Gabrielle Chanel sobre la vestimenta femenina del
siglo XX.
Objetivos específicos:
-Describir los comienzos de Chanel hasta adquirir reconocimiento en el mundo de la
moda.
-Determinar la transformación en las prendas femeninas de la época.
-Describir su estilo a la hora de diseñar.
-Establecer los factores de su vida personal que tuvieron influencia en sus posteriores
diseños.
- Demostrar indicios de los cambios realizados por Chanel en la industria de la moda
actual.
Justificación:
Ya que la industria de la moda caracteriza a cada época y es una de las más influyentes
a nivel mundial, queremos analizar el cambio que realizó Gabrielle Chanel en la moda
femenina del siglo XX. Por otro lado, no podemos dejar de destacar la importancia y
trascendencia que tiene su historia para cualquier diseñador y amante de la moda. El
estudio planteado será útil para quienes estén interesados en saber también su historia y
sus comienzos. La investigación es viable, pues dispone de los recursos necesarios para
llevarla a cabo.
Marco Teórico
En el siguiente marco teórico se analizará el término moda, el cual constituye un
concepto fundamental para nuestro trabajo de investigación.
“Desde que la sociedad de consumo de masas tuvo una presencia relevante en el campo
de las ciencias sociales, han sido muchos los estudios realizados con la intención de
desvelar el papel de la moda en las sociedades modernas. Vale como muestra la
posición ideológica fundamentalmente representada por la escuela francesa e integrada
por Pierre Bourdieu y Jean Baudrillard, donde uno de los conceptos básicos que la
caracterizan es el de la diferenciación” (Martínez Barreiro: 1998). “En su libro, Las
herramientas del sociólogo, Bourdieu hace referencia a la sociedad de consumo para
explicar el fenómeno de la moda. Se trata de un juego de homologías entre el tipo de
prendas y el estilo, es decir, la combinación entre diferentes prendas con distintos
estilos, para crear así una moda (...) En resumen, lo que [los fragmentos del libro Las
herramientas del sociólogo] explican es que la moda es un fenómeno social que afecta a
las masas” (Creati: 2013). Podemos observar tanto en la sociedad actual como en las
posteriores que la moda ha caracterizado a cada cultura y cada clase social, logrando
diferenciarlas a lo largo del tiempo. Esta es la razón por la cual podemos caracterizar,
por ejemplo, a los años 50s, por sus marcadas siluetas y acentuación en la cintura.
“Sociólogos como Lipovetsky (...) entienden la moda como una doble actuación entre
lo efímero y la fantasía estética, por efímero nos referimos a la actualidad, pues es cierto
que las modas son pasajeras a diferencia del pasado” (Creati: 2013).
“Para Herbert Spencer, la moda se diferencia de forma sustancial de los
comportamientos ceremoniales [que tienden a] resaltar las diferencias sociales, entre los
actos del superior con el inferior, mientras que aquella pretende producir la semejanza,
la igualdad de las clases más humildes con las superiores a través de una imitación
competitiva, como si para demostrar el respeto a los superiores hubiera que seguir su
ejemplo” (Martínez Barreiro: 1996). Siguiendo, aunque no del todo, su línea de
pensamiento, Georg Simmel dicía que en todas las sociedades se observa como la moda
realiza una brecha entre los diferentes estilos de vestir, ya que por lo general las
personas de clases superiores consumen prendas de marcas o diseñadores importantes,
demostrando su poder adquisitivo alto y diferenciandose de las clases inferiores.
(Martínez Barreiro: 1996). [Durkheim, por otro lado, consideró que] “la moda es
consustancial de las sociedades que poseen una fuerte conciencia individual” (Martínez
Barreiro: 1996). [Thorstein Veblen señaló que] “la moda es un medio ideal para la
competencia social. En tanto, según su opinión, todos los bienes afectados se convertían
por sí mismos en elementos simbólicos de posición y estatus. Así pues, y con estas
referencias como base, nada tiene de extraño la propuesta de una noción de moda como
objeto con el que poder describir sociedades donde las individualidades se acentúan,
cada vez más, a partir de grupos, subgrupos o clases” (Jiménez Gómez: 2011). Lo
anteriormente citado, vuelve a reafirmar que en la actualidad las diferentes clases
sociales se encuentran divididas y se puede observar esto por las formas de vestir de
cada una.
“El antropólogo francés Marcel Mauss, [define a la moda como] un fenómeno social
total”. Esta definición quiere explicar que la moda muestra los cambios que se producen
en la sociedad, ya sean psicológicos o tecnológicos. Es decir, refleja el avance que se
produce durante cada tiempo, una evolución. “Por tanto, el estudio de las diferentes
manifestaciones de la moda lleva implícito el análisis y la descripción de las
transformaciones socioculturales que se han detectado. El fenómeno de la moda sólo
puede desarrollarse en una sociedad denominada como moderna y caracterizada por el
prestigio que lo nuevo adquiere en estas sociedades y que contrasta con el prestigio de
lo antiguo característico de las sociedades tradicionales (...) El fenómeno de la moda,
para ser considerado como tal, exige la participación de una colectividad. [Por el otro
lado, considera] el carácter total de la moda: (...) la moda afecta a toda la sociedad (...) y
concierne a la totalidad del ser humano. [La moda tiene también] un carácter efímero:
su corta duración permite diferenciarla de otros fenómenos similares caracterizados por
su prolongación temporal como, por ejemplo, la costumbre” (Quintas Froufe y Quintas
Froufe: 2011).
“La socióloga italiana Emanuela Mora ha estimado que la moda ya puede ser
considerada por derecho una parte de la industria cultural” (Quintas Froufe y Quintas
Froufe: 2011).
A diferencia de lo anteriormente planteado veremos las definiciónes realizadas por los
institos de gran reputación de la Lenfua Española [La Real Academia de la Lengua
Española define a la moda como el] “uso, modo o costumbre que está en boga durante
algún tiempo o en determinado país, con especialidad en los trajes, telas y adornos.
Según el diccionario de sociología de Larousse, el término moda se aplica en el lenguaje
corriente al favor concreto y momentáneo del que disfruta una cosa, a los cambios que
afectan a la vestimenta o, incluso a la propia ropa. En sociología, la moda se concibe
como el proceso de transformación que no cesa y de tendencia gradual de las
preferencias de los miembros de una sociedad determinada en todo tipo de ámbitos (...)
Es el conjunto de hábitos y estilos que tienen los miembros de un determinado grupo en
la forma de relacionarse, las costumbres sociales y la manera en que está reglamentada
la convivencia en ese grupo humano” (Bañuelos Madera).
Igualmente muchos piensan que la moda es más que un concepto fijo que le fue dado
para explicar su significado y que incluye mucho mas que eso [Vamos a incluir por
último la definición de Jeanne Beker, quien dijo] “la moda es algo más que lo que llevas
puesto; es una actitud, un tipo de estética, y eso es lo que andamos buscando” (Moreno:
2012).
En esta investigación nos basaremos en la definición de moda de autores como
Lipovetsky, Morace y Maffesolí, que abordaban el papel de la moda de forma diferente,
donde el placer y la comodidad ocupaban los pilares fundamentales. También, nos
interesa la postura de Georg Simmel cuando afirma que la moda satisface la necesidad
de distinguirse, la tendencia a cambiar y a destacarse.
Hipótesis
Hipótesis 1:
Chanel confeccionó las primeras prendas femeninas basadas en la morfología de las
prendas masculinas.
Hipótesis 2:
La postura de Chanel, contrastante al rol femenino de la época, la ayudó a alcanzar el
éxito que obtuvieron sus diseños.
Hipótesis 3:
Los diseños de Chanel no fueron fruto solamente de su inspiración, sino también de su
humilde infancia y del estilo antiguo en cuanto a la vestimenta.
Introducción
A lo largo de la historia, hubo grandes íconos que lograron cambiar tendencias
caracterizando a cada época con un estilo particular.
Esto nos lleva a pensar indudablemente en los íconos que representaron cada época
haciéndolas diferenciarse por determinados conceptos.
Gabrielle “Coco” Chanel se caracterizó por ser una mujer, que transformó la moda y el
mundo de la alta costura.
Nació en el seno de una familia humilde y, luego del fallecimiento de su madre, fue
entregada al cuidado de monjas. Allí pasó seis años de su vida y aprendió sobre costura.
Rápidamente se convirtió en una adolescente la cual ansiaba independencia y libertad,
actitudes que le marcaron su camino y la ayudaron abandonar el orfanato para crear su
propio destino.
A sus veintidós años comenzó una relación con Étienne Balsan, un rico heredero textil,
el cual le mostró que había una vida de lujo y ocio. Él fue quien luego financiaría su
primera tienda. Allí vendería sombreros confeccionados especialmente por ella. Dando
así los primeros pasos para lo que sería una larga y exitosa carrera.
“Desde sus comienzos, Coco Chanel demostró que la moda no solo es un bello
accesorio, y eligió la mejor época para hacer una genial demostración de su destreza,
pues con sus pantalones y ropa deportiva de la que dijo “haberla inventado por pura
casualidad”, empezó de hecho la liberación de la mujer.” (Zilkowski, 1998)
Supo sacar provecho de cada época que transitó: La Belle Époque le prometió un nuevo
comienzo, el cambio en el rol de la mujer durante la primera guerra mundial la ayudó a
crecer y a atraer cada vez más clientes y en los años locos de la década de los veinte
pudo demostrar su creatividad y trabajó a la par de los más famosos artistas del siglo.
Mucho de lo que hoy sabemos sobre Coco Chanel es “lo que ella estuvo dispuesta a
revelar sobre sí misma” (Zilkowski, 1998). En las entrevistas que se le hicieron sobre su
vida hizo bellas descripciones de su infancia, ocultó partes enteras de su vida y
reescribió infinidad de veces los capítulos de su biografía. Así confeccionó su historia a
medida: inventando o quitando anécdotas según le parecía, muchas de éstas imposibles
de verificar, sobre todo lo que a su infancia respecta. Logró borrar de su memoria todo
lo relacionado con el orfanato Obazine, al punto de conseguir que sacaran su nombre de
todos los registros del lugar.
Un claro ejemplo de las invenciones en cuanto a su historia, se ve reflejado en la
explicación que dio en cuanto a su apodo de Coco. Ya de adulta, Chanel diría en una
entrevista que se lo había puesto cariñosamente su padre, más adelante hablaremos del
verdadero origen de su apodo, algo que quizás la avergonzaba y, por esto, inventó una
historia al respecto.
“Nunca logró superar el dolor de sus primeros años de vida, que no transcurrieron
precisamente libres de preocupaciones. Toda su vida siguió siendo una criatura
decepcionada y caprichosa. Reclamó derechos y los obtuvo. Quiso ser famosa y alcanzó
la cima de un éxito sin igual por el que tuvo que pagar un precio muy elevado, la
soledad. Ya la llamarán Gabrielle, Coco o Mademoiselle, ya se tratará de una persona
herida, la diva adorada o una jefa tiránica. Y siempre fue rebelde. La mayoría de las
veces combatió contra los demonios que vivían en su interior, pero no hubo para ella
otro camino que llegar a ser CHANEL.” (Zilkowski, 1998)
Desarrollo
En este trabajo de investigación intentaremos analizar de la manera más detallada
posible lo expuesto en forma de hipótesis y objetivos, ya sea general como específicos.
Éstos se refieren a los cambios impulsados por Chanel en la indumentaria femenina, sus
comienzos hasta adquirir reconocimiento, su estilo a la hora de diseñar y lo que nos dejó
como legado en cuanto a indumentaria. En las hipótesis, planteamos el tema de la
morfología de prendas masculinas en sus diseños, su postura muy contrastante con el rol
femenino de la época y los rasgos de su infancia y del estilo antiguo en cuanto a la
vestimenta que se vieron reflejados posteriormente en sus colecciones.
Comenzaremos con su infancia, etapa que, como mencionamos anteriormente, la marcó
por el resto de su vida y la hizo la mujer trascendente que fue para el mundo de la moda.
Gabrielle Chanel nació el 19 de agosto de 1883. Era hija de Albert Chanel y de Jeanne
Devolle. Cuando nació sus padres tenían una tienda, en donde vendían hilos, agujas,
tijeras, botones y otros artículos usados en las labores de costura. Al tiempo, su padre
pudo contabilizar un pequeño progreso: pasó de vender estos artículos a dedicarse a la
venta de ropa.
Gran parte de su infancia transcurrió en el orfanato más grande del centro de Francia,
Obazine, donde su padre la abandonó junto con sus hermanas, luego de la muerte de su
madre Jeanne. “En unas vacaciones de verano en Obazine, Gabrielle recibió una
invitación. Su tía Louise no se había olvidado de las niñas. Louise Costier era una
entusiasta costurera; aunque Gabrielle odiaba las labores de aguja, acabó por sentirse
muy orgullosa cuando aprendió a adornar las camisas de algodón que ella
confeccionaba.” (Zilkowski, 1998)
Más adelante, llegó el año que traería a Gabrielle Chanel un cambio trascendental en su
vida: de acuerdo con las leyes vigentes en Obazine al cumplir los 18 años sólo
permanecerían en el orfanato las niñas que querían convertirse en monjas. Ese no era el
deseo de Chanel, quien no estaba para nada interesada en la religión. Acordó
encontrarse con su tía Adrianne, “lo cual significaba que habría de huir
clandestinamente de Obazine, al amparo de la noche, con lo cual firmaba a la vez la
expulsión de sus hermanas del orfanato.”(Zilkowski, 1998)
“Para ser verdaderamente libre se necesitaba dinero. No pensaba sino en ese dinero que
me abriría las puertas de mi prisión” (Chanel en Zilkowski, 1998), declaró mucho más
adelante Chanel sobre esta etapa de su vida. Su principal objetivo era conseguir el
dinero que la haría libre de crear su propio destino.
“El año 1900 no sólo marcó una etapa de su vida, además fue el del nacimiento de la
Belle Époque. La Belle Époque fue la promesa de un nuevo comienzo que encontró
expresión en rica y desenfrenada fantasía y exaltación. Más tarde, Gabrielle Chanel iba
a sentir verdadera aversión hacia esa forma recargada de la expresión artística, tan
cargada de rebuscada cursilería.” (Zilkowski, 1998). Eran épocas de corsés
acordonados, pesadas faldas que llegaban al suelo y sombreros adornados con plumas,
en cuanto a la vestimenta femenina.
Gabrielle continuó luego su educación en el internado de Notre Dame de Moulins. En
este internado podían diferenciarse dos clases bien divididas: las niñas pobres y las hijas
de los burgueses de la sociedad, las que podían pagarlo.
El desnivel entre estas dos clases se hacía bien evidente en la forma de vestir de las
niñas. Gabrielle siempre llevaba faldas y blusas gastadas, una chaqueta que brillaba del
uso y zapatos que habían calzado otros pies, lo que no pasaba inadvertido. Así vestían
las niñas pobres, pero a ella no le preocupaba esa diferencia.
Con el correr de los años, Chanel haría de la sencillez un principio fundamental a la
hora de diseñar. “La simplicidad es la clave de la verdadera elegancia”, diría Chanel de
adulta en una entrevista.
“Al cuello blanco, de corte perfecto, agregaría como accesorio gracioso una corbata.
Moulins significó para ella el futuro ideal, pues la distinción de esta ciudad no era la de
ayer. La vida y las costumbres de los elegantes que pasaban por las calles fueron para
ella, una entusiasta observadora, más aún casi una mirona de la sociedad en aquel
entonces y también en el futuro, la verdadera escuela, donde aprendería por fin lo
necesario para triunfar.” (Zilkowski, 1998)
Gabrielle Chanel siempre se caracterizó por ser una joven mujer empeñada en ascender,
en buscar progresar en todos los aspectos de su vida. Las monjas del internado de Notre
Dame notaron esto y le encontraron trabajo en la tienda Santa María, un local de
renombre que ofrecía sedas, encajes y cintas. Era una tienda muy conocida en todos los
alrededores.
“Aunque hacía mucho que había elegido para sí misma el estilo de la sencillez, de lo
rigurosamente simple, supo adaptarse al gusto de sus clientes. La moda de esa época no
era la suya, pero elegía con asombrosa seguridad los colores y las hechuras más
sentadoras. Detestaba los accesorios exagerados y consideraba las joyas superfluas, un
signo de que la mujer quería convertirse en un objeto del hombre.” (Zilkowski, 1998)
Gracias a su labor en la tienda Santa María, descubrió que también sabía coser para los
caballeros. Es por esto que en 1903 decidió, junto con su tía Adrianne, alquilar una
habitación en el mejor barrio de la ciudad para dedicarse a hacer los retoques en las
prendas que sus clientes les soliciten. Muchos de sus clientes los habían conocido en la
tienda Santa María y las siguieron en este nuevo emprendimiento. “En momentos en
que se acumulaba demasiado trabajo, el sastre más destacado del lugar enviaba encargos
a las Chanel.” (Zilkowski, 1998)
“Se conserva una foto de 1906, en la que aparece Gabrielle y su tía Adrianne. Ambas
llevaban trajes confeccionados por ellas mismas. (…) Coco no lleva corsé, algo poco
usual por ese entonces. Un sencillo cinturón sostiene la falda acampanada que le llega a
los tobillos. Era de tela para trajes de hombre. La acompañaba una chaqueta entallada
que llevaba abierta sobre una blusa rayada con lazo blanco. Un detalle importante: el
sombrero de paja de poca ala tenía como único adorno una flor. El de Adrianne era de
ala un poco más ancha. Su traje era de franela oscura, abotonado hasta el ruedo de la
falda que cubría la puntera de sus zapatos.” (Zilkowski, 1998). Tanto Gabrielle como
Adrianne ya mostraban un look muy transgresor para la época que transitaban: prendas
confeccionadas con géneros relacionados a la indumentaria masculina, no usaban corsé
ni sombreros de ala ancha, como se pretendía que usaran las mujeres. Cocó definía el
pesado tocado femenino como “un invento de los hombres. Pretenden que nuestro
cerebro no funcione bien bajo semejante peso” (Chanel en Zilkowski, 1998)
Gabrielle Chanel y su tía Adrianne en 1906.
Origen del apodo “Coco”
Gabrielle sintió que el canto era un camino viable en su vida. Consiguió que le
asignaran dos canciones en La Rotonde, un famoso café-concert. Una era Cocoricó, la
versión francesa del Kikiriki. La otra canción de su repertorio era Qui vu Coco? (¿Quién
vio a Coco?) En su estribillo el público repetía Coco, Coco. Esa canción iba a significar
que en 1905 Gabrielle ya sea conocida como Coco Chanel. Este es el verdadero origen
de su apodo, no lo obtuvo gracias a su padre, como mencionamos anteriormente que
comentaba Chanel cuando contaba la biografía de su vida.
En cuanto a su look, podemos afirmar que Gabrielle solía llevar “sencillos sombreros de
paja, mientras las otras paseaban sobre sus testas montañas de adornos, pero todo el
mundo la miraba con el rabillo del ojo. Pronto, las demás señoras de su entorno le
encargaron la confección de sombreros como los suyos. Coco Chanel impuso
tendencias por primera vez entonces y determinó una moda.” (Zilkowski, 1998)
Al principio, Gabriel confeccionaba sombreros para las personas de su círculo amistoso,
pero, al poco tiempo, empezó hacerse más conocida y ya estaba entre los comentarios
de todas las damas de la sociedad. Comenzó a intensificar su producción de sombreros
gracias a pedidos formales que recibió y, de ahí en más, viajó regularmente a París.
Gracias a Étienne Balsan, un rico heredero textil, quien fue pareja de Coco, logró abrir
su primera tienda. El taller de sombreros se convirtió en un gran negocio. “Las cláusulas
del contrato de compra le prohibían vender otros artículos de moda que no fueran
sombreros, porque en los pisos superiores ya se había asentado un sastre. Al principio,
esto constituyó un impedimento para materializar su sueño de contar con un círculo de
clientes en constante crecimiento, pues no podía hacer todavía vestidos al estilo
Chanel.” (Zilkowski, 1998)
Un año más tarde y esta vez con ayuda de Arthur Capel, otra de sus parejas, inauguró el
legendario local en Rue de Cambon 31. El caudal de ventas comenzó a crecer
desmedidamente y la prensa comenzó a hablar de Coco Chanel y sus tan exitosos
sombreros. En 1913 logró que su tienda de sombreros se convierta en casa de modas,
ampliando la variedad de productos que comercializaba.
“Me sentí llamada a desarrollar un nuevo estilo en el vestir. La demanda era de
sencillez, comodidad y claridad. Sin proponérmelo, siempre había dado preferencia a
estas cualidades.” (Chanel en Zilkowski, 1998)
Por estas épocas y siguiendo su marcado estilo, convirtió a la camisa, prenda que
usaban únicamente los caballeros, en una prenda que podían utilizar también las
mujeres. “La camisa que caía holgada y llevaba un cinturón del mismo color era de
jersey, una tela que no había visto hasta ese momento la luz del día porque en razón de
su bastedad sólo era empleada en la confección de ropa interior para caballeros y niños.
Con el jersey Chanel, Gabrielle usaba una falda recta del mismo color, del mismo
material.” (Zilkowski, 1998)
Con la guerra, las prendas que vendía Chanel tuvieron una fuerte demanda. Las mujeres
se alejaron del rol que venían ocupando hasta ese momento y tuvieron que salir a
trabajar, porque los hombres habían ido a luchar al campo de batalla. Con las prendas
que utilizaban hasta ese entonces no podían trabajar en las fábricas ni conducir
vehículos y empezaron a sentir la necesidad de vestir con ropa cómoda y práctica para
este tipo de labores. Los nuevos tiempos exigían un estilo mucho más deportivo y
funcional.
En 1913 Chanel abre una elegante tienda en Deauville, donde impulsó su moda entre la
gente “chic” de la época.
“En la primera guerra mundial se echaron las bases del imperio Chanel. La guerra dio a
Gabrielle la oportunidad de mostrar su fortaleza, es decir, llegó al convencimiento pleno
de ser una mujer fuerte.” (Zilkowski, 1998) Delgada, con poco pecho y de pelo corto,
con ropa ancha y cómoda, Chanel se convirtió en el símbolo de la mujer moderna,
activa y liberada. Sus innovaciones fueron aún más lejos: acortar la longitud de las
faldas y descubrir el tobillo femenino.
Contando ya con varias tiendas y siendo reconocida como una diseñadora de renombre,
ofreció al poco tiempo su primera colección completa de vestidos, de los cuales algunos
rondaban en los 500 dólares. Al poco tiempo, abrió otra tienda en Biarritz y pronto
sumó a la familia real española a su clientela.
“Su éxito vertiginoso determinó su carácter y aguzó sus temibles cualidades. Se sabía
una empresaria que, sin duda, debía tan excepcional carrera a su instinto genial y
sentido perfeccionista. Además, sacó provecho de su predilección por las telas más
bellas, lujosas y suaves. En cambio, carecía de una sólida preparación artesanal, pero a
partir de esa falta desarrolló su propio método de trabajo. Por cierto, siempre trabajaba
directamente sobre una modelo (…) Chanel probaba pliegues y caídas sobre las
modelos vivientes y solía suceder que las pobres muchachas debían permanecer
estáticas, a veces hasta siete horas, cuando Gabrielle empezaba su diálogo fascinante,
casi sensual, con un trozo de tela.” (Zilkowski, 1998)
El gran enemigo de Chanel y modisto francés, Paul Poiret, definió la moda de Chanel
como “la pobreza del lujo” (Paul Poiret en Zilkowski, 1998).
Chanel confeccionó sus colecciones para sí misma y con su marcado estilo consiguió un
lugar en el mundo de la moda. Sus vestidos reflejaban la sencillez de su personalidad,
bajo la cual vivió toda su infancia, y los caros géneros que utilizaba para crearlos
mostraban la manera en que a ella le gustaba vivir la vida. Fue transgresora también en
su rol de diseñadora y modista, ya que hasta ese momento ese lugar lo ocupaban
exclusivamente los hombres. Es por esto que se suele afirmar que fue la primer mujer
capaz de imponerse valerosamente en una profesión de hombres
“La biblia neoyorkina de la moda, Harper’s Bazaar escribió en 1915: “La mujer que no
posee por lo menos una prenda Chanel, está decididamente fuera de la moda”.”
(Zilkowski, 1998)
Los años veinte constituyeron la época de mayor éxito en la carrera de Chanel.
Aumentó notablemente su número de empleados y se dedicó a trabajar arduamente para
enfrentar esta nueva etapa: el período de posguerra estaba marcado por las miles de
vidas que se perdieron y ella quería ser parte del cambio que las mujeres debían
enfrentar. Ya no podrían tener criadas que las vistan y cambiarse cinco veces al día,
como era costumbre en la burguesía europea. Debían convertirse en mujeres activas,
sentirse cómodas con su ropa, “necesitaban poder arremangarse” (Chanel en Zilkowski,
1998).
Coco impulsó un cambio femenino que no se limitaba solamente al vestir: la cabellera
corta, la silueta delgada y la piel tostada que tanto la caracterizaban constituían un gran
foco de atención para las mujeres de la época. Ella relacionaba la distinguida blancura
de la piel con las mujeres ociosas e inútiles. “Los cinturones se llevaban flojos sobre las
caderas y el centenario corsé desapareció definitivamente. Las mujeres ya no querían
mostrar su cintura. Sus conjuntos jersey, de largos suéters y faldas rectas o plisadas,
constituyeron de ahí en más el vestuario básico de la mujer. La circunstancia de que
surgieran imitaciones, accesibles a bolsillos más modestos, alegró enormemente a Coco,
porque si le copiaban sus creaciones eso era un seguro indicio de su talento y buen
olfato.” (Zilkowski, 1998)
En Venecia, Chanel le dio una nueva orientación a su vida y a su carrera de creadora de
modas: comenzó a trabajar de la mano de artistas y esto se ve reflejado en los diseños de
sus vestidos que responderían a distintas fuentes de inspiración. Gabrielle va a dejar un
poco de lado el perfeccionismo que la caracterizaba, para dejar salir a flote su
creatividad y originalidad.
“La delicada y esbelta Coco usaba a menudo un traje blanco de lino y el pelo cortado a
lo paje, como marco de su rostro serio, con una blusa blanca, una chaqueta larga de
color arena, amplia falda y zapatos sin tacones. Su único adorno era un collar de perlas.
La Chanel de aquellos años era una mujer hermosa, diáfana y deportiva (…) Lo
moderno y el sentido del estilo hacían una alianza perfecta.” (Zilkowski, 1998)
En 1922, Gabrielle Chanel recibió una gran oferta por parte de un reconocido novelista
y dramaturgo francés: Jean Cocteau. Él estaba preparando una versión más moderna de
la Antígona de Sófocles para presentar en el Théatre de l’Atelier de París. En una
entrevista a Cocteau, él confesó que consideraba a Chanel una de las modistas más
grandes de todos los tiempos. Los trajes confeccionados por Chanel para esta obra
fueron elogiados por la famosa revista francesa Vogue. A esta, le siguieron otras
experiencias en el campo teatral.
En 1924, agregó un elemento más en sus tiendas: la creación de joyas y accesorios.
“Coco Chanel anunció la era de los preciosos accesorios de la moda. Le procuró un
inmenso placer enseñar a los esnobs a codiciar lo falso.” (Zilkowski, 1998) Su principal
accesorio era el collar de perlas.
El tweed, una tela suave y flexible fabricada con lana, fue un elemento importante entre
los clásicos de Coco Chanel. Con este género, confeccionó faldas hasta la rodilla y
chaquetas sueltas.
En cuanto al color, el negro era el que prevalecía en toda colección de Chanel. Aunque
hasta aquel entonces era un color que se lo relacionaba con el luto, ella supo destacar
sus ventajas y lo empleó para los vestidos de gala. Como ventajas destacaba que
favorecía la silueta femenina. “Las mujeres piensan en todos los colores, pero no en los
llamados acromáticos. El negro combina con todo, como el blanco. Ambos son de una
belleza pura, perfectos y armoniosos. Las mujeres que van a un baile vestidas de blanco
o de negro, son siempre aquellas que más llaman la atención por su hermosura.”
(Chanel en Zilkowski, 1998).
Los géneros que utilizaba dependían también del uso que iba a dársele a cada prenda.
Para el día confeccionaba ropa de lana, mientras que para la noche se usaban los
mismos cortes pero en telas más finas como seda, terciopelo o satén.
Ya para la segunda mitad de los años veinte, las creaciones de Chanel se habían
convertido en clásicos. Sumó a su colección los pantalones de montar y las boinas con
grandes broches. Sus géneros preferidos eran el jersey y el tweed. Pronto, tuvieron éxito
sus vestidos en negro, beige o verde esmeralda, más cortos en la parte anterior que en la
posterior, para alargar la silueta femenina.
Cada elemento de sus prendas tenía que tener un verdadero sentido: los bolsillos no
pasaban el control de calidad si no podían albergar un estuche de lentes o un paquete de
cigarrillos. Creía que las mangas sólo eran perfectas cuando el brazo se podía mover sin
impedimentos dentro de ellas. Pensaba que las prendas debían permitirle a la mujer
tener la libertad de movimiento.
Como quería que la calidad de los géneros que utilizaba marque la diferencia, optó por
producir las telas por su propia cuenta. Más allá de que solía utilizar materiales nobles,
también intentaba incorporar materiales distintos a los convencionales, para
diferenciarse del resto.
Por esta época un famoso productor de películas le propuso un contrato muy tentador a
primera vista. Quería que todas las actrices que trabajaban para los estudios Metro
Goldwyn Meyer (MGM), estén obligadas a usar su ropa tanto en la pantalla como en su
vida privada. Chanel aceptó, pero todo no salió como lo habían pronosticado.
Terminada la primera temporada, Coco Chanel se marchó de Hollywood cargada de
malos recuerdos. Estaba enojada consigo misma por no haber podido pronosticar este
momento no tan exitoso para su carrera.
Durante la época del nazismo, “la moda de Coco siguió en movimiento. Si bien se
limitó a los cortes sencillos y a los colores claros para los vestidos de día, permitió que
reviviera algo de la exuberante suntuosidad del siglo pasado en los trajes de noche, pero
le dio un nombre distinto. Llamó al revival de los lazos, los ruches, los cuellos de
volantes y los bordados, el look gitano, caracterizado por las mangas abombadas, las
faldas de tafetán o muselina de varias capas superpuestas y el uso de preciosas flores de
seda en el pelo y largas cadenas.” (Zilkowski, 1998)
Al comenzar la guerra, Chanel decidió cerrar sus tiendas y quedarse solamente con la
boutique de perfumes y accesorios. “Estos no son tiempos para crear vestidos” (Chanel
en Zilkowski, 1998), confesó Chanel sobre esta etapa.
Luego, decidió volver al ruedo y continuar con su apasionada carrera como diseñadora.
En 1935, Chanel alcanza el momento cumbre de su fama. Tiene aproximadamente
4.000 empleados y vende muchos modelos en todo el mundo.
Los colores beige, negro, blanco, azul oscuro, rojo y dorado eran fundamentales en sus
colecciones y, en cuanto a los materiales, se destacaba el jersey, tweed, seda y
terciopelo
En 1955, aparecieron las todavía famosas chaquetas bicolores de jersey o tweed,
confeccionadas con distintos colores y telas; los cinturones de cadenas doradas, las
carteras acolchadas con cadenas doradas entre cuyos eslabones pasaba una tira de cuero
y los zapatos sin taco en dos colores, de preferencia en beige con la puntera negra. Estas
prendas son clásicas de Chanel que continúan vendiéndose en la actualidad y que
caracterizaron a la marca.
Ese mismo año, Stanley Neiman Marcus, dueño de las grandes casas de modas de
Dallas, le otorga a Coco Chanel el Oscar de la Moda, con el cual se la premia como la
creadora de modas más influyente del siglo XX.
“La palabra pret-á-porter se escuchó por primera vez en 1947, en ocasión del Primer
Congreso de la Industria de la Indumentaria Femenina. A diferencia de la confección, el
pret-á-porter era el tímido comienzo de las segundas líneas – no a medida – de los
grandes creadores. Esta medida democrática de difundir las creaciones parisinas no se
popularizó hasta mediados de la década de los cincuenta” (Zilkowski, 1998). Hasta
aquel entonces, las mujeres le realizaban encargos a su modista, cosían sus propias
prendas o las compraban en las grandes tiendas, que vendían prendas no muy
actualizadas.
“A sus 87 años, Chanel seguía exportando al mundo 35.000 prendas de vestir: trajes de
pantalón confeccionados en telas entretejidas con hilos de oro, pantalones marineros con
botones de oro, faldas bellamente drapeadas de jersey de seda, trajes de tweed, etc.”
(Zilkowski, 1998)
Gabrielle “Coco” Chanel falleció el 10 de enero de 1971, a sus 88 años de edad.
Conclusión
Son indudables los cambios en la forma de vestir femenina que introdujo esta
trascendental mujer en el campo de la moda, tanto en aquella época como los legados
que nos dejó y que siguen teniendo relevancia en la actualidad. Para nombrar algunos de
esos cambios, podemos destacar el recorte que le hizo a las faldas, las que confeccionó
hasta las rodillas y no hasta el suelo, como las utilizaban las mujeres en aquella época.
Hizo también de la camisa una prenda no sólo para hombres, sino también para mujeres,
introdujo nuevos géneros y aplicó a la indumentaria algunos que eran utilizados para
otros fines. Creó una moda adaptada a la mujer activa y trabajadora, sin corsés y con
prendas cómodas y con la sencillez que la caracterizaba. Hoy en día, podemos
encontrarnos en sus tiendas con sus famosas chaquetas bicolores de jersey o sus zapatos
con puntera de dos colores, creaciones que marcaron su estilo y diferenciaron su marca
desde ese entonces hasta la actualidad.
Gracias a su personalidad extrovertida y social y a su buen gusto y marcado estilo, logró
convertirse en una de las diseñadoras más reconocidas de dicha época. Tal como lo
demuestra el Oscar de la Moda que obtuvo como la creadora de modas más influyente
del siglo XX. Este premio es de gran importancia para todos los diseñadores a nivel
mundial, periodistas, celebridades e íconos de la moda.
Mucho se nombró sobre su marcado estilo a la hora de diseñar, ya que fue lo que la
diferenció de los demás diseñadores de la época, encontrando su propio lugar en el
mundo de la moda y el constante reconocimiento y aceptación de sus creaciones por
parte de las damas de la época. Su historia de vida, sobre todo su infancia, tuvo relación
con este estilo, el cual podemos resumir en dos palabras: sencillo y clásico. Gran parte
de las prendas que confeccionó surgieron a raíz de las prendas utilizadas por los
caballeros en aquellas épocas, en cuanto a los géneros utilizados y a la morfología.
También, tuvo en cuenta el estilo antiguo en cuanto a la vestimenta femenina para crear
algunas de sus prendas.
Con la afirmación de que sin su personalidad fuerte, segura, transgresora y optimista
nunca hubiese obtenido el lugar que logró en la sociedad y en la moda a nivel mundial,
concluimos este trabajo de investigación.
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