Artículos de Bochaca en CEDADE
USAURSS
¿AMIGOS O ENEMIGOS?
Si algo hay de claro, de diáfano, en las mentes de los más, a lo largo y ancho de este Planeta, es la enemistad, la rivalidad a todos los niveles, entre los. dos colosos que, a raíz de 1945, se reparten la hegemonía mundial: USA y URSS. Y, sin embargo, a la luz de los hechos que no de las palabras e imágenes engendradoras del gran lavado de cerebro nada más falso.
Ciñámonos a los hechos. Es una realidad, es un hecho incontrovertible que el complejo de Poder existente tras las siglas URSS, fue creado por un grupo de aventureros, adinerados casi todos ellos, con la prácticamente única excepción de Stalin que, aunque atracador de bancos, procedía de la clase media y había estudiado en un seminario. Desde Lenin, pequeño burgués, hasta Trotzky, yerno de un banquero, los individuos que perpetraron la Revolución Soviética de 1917 no eran, ciertamente, "parias de la tierra, esclavos sin pan", como expresa la letra de "La Internacional". Esos individuos eran, en una proporción no inferior al 85 por ciento, de extracción racial israelita. Es inútil pretender negar esta evidencia, atestiguada por un Libro Blanco del Gobierno Británico, informes del Servicio Secreto Norteamericano, del "Deuziéme Bureau francés, del embajador norteamericano en Moscú en 1917, y de docenas de testimonios de calidad, incluido el de Sir Winston Churchill, en un artículo titulado "Zionism versus Bolchevism” aparecido en el “Illustrated Sunday Herald" el 8 de febrero de 1920. Tales israelitas cuya proporción numérica en los lugares clave se acercaba (y se continúa acercando) al cien por cien, fueron subvencionados desde el exterior, y especialmente desde América, por correligionarios suyos. Quien haya querido documentarse sobre este tema sabe que la Banca Kuhn, Loeb & Co. y los banqueros Jacob Schiff, Max Breitung, Felix Warburg, Otto H. Khan, Mortimer Schiff, Jerome Hanauer todos ellos de Nueva York y Viktor Aschberg, de Estocolmo y fideicomisario de los Rothschild, fueron los financiadores de la Revolución Soviética (1). Todos estos individuos e instituciones eran israelitas. La ayuda que recibieron los revolucionarios soviéticos a través de Alemania fue propiciada por individuos prominentes e influyentes ante el Kaiser, como el banquero hamburgués Warburg, hermano del que operaba en igual sentido desde Norteamérica, el naviero Von Ballin y el omnipotente Rathenau, del trust A.E.G. También esos individuos eran israelitas. La Revolución Soviética no fue más que la conquista de Rusia y las demás colonias del Zar por un grupo halógeno, que representaba menos del 3 por ciento de la población pero que ocupaba las dos terceras partes de la Administración Pública y casi las nueve décimas partes de la que podríamos llamar "Alta Administración” Policía y Ejército incluidos. La filosofía de la nueva religión estatal que eso es el Marxismo había sido creada en las mentes de Mordekai (Marx), hijo de un prestamista; Heine, poeta, hijo de mercader e íntimo de Rotschild; Boerne, primogénito del fideicomisario de los Rotschild de Viena; Engels, hijo de un fabricante textil, Moses Hess, rabino e hijo de un agente de cambio de bolsa; y Lassalle, prestigioso abogado y asesor jurídico de la familia Bismark. Todos “burgueses", para utilizar su propia terminología. Y todos miembros del Pueblo Elegido. Esto son hechos. Si se nos muestra un texto demostrando que Lasalle era un agricultor alemán, Moses Hess un monje trapense napolitano y Marx un fresador irlandés, estaremos dispuestos a rectificar. Entretanto, debemos creer el testimonio de la Historia, guste o no a los anónimos caballeros sin rostro que dirigen el lavado de cerebro de las masas borreguiles.
Lenin y sus sucesores impusieron en Rusia, bajo las siglas URSS, un sistema económicopolítico que no ha cesado de acumular fracasos. La realidad de esos fracasos queda evidenciada por la imposibilidad de abandonar Rusia (exceptuando a los ciudadanos hebreos), por la construcción del Muro de Berlín, de la
Muralla de Bambú en China y por los incontables individuos que a diario se juegan la vida para huir de los paraísos artificiales soviéticos, más viciados que los de Baudelaire.
Los USA, caídos en manos del llamado “Lobby Israelita", de una manera casi total, desde 1933, cuando el Dinero instala a su hombre, Roosevelt, en la Casa Blanca, no ha cesado de financiar a la URSS, desde su creación hasta hoy, ya directamente ya a través de sus satélites políticos occidentales, desde su nacimiento en 1917. Y si fue la Alemania democrática de Rathenau la que, en Rapallo, reconoció oficialmente como un gobierno normal a los torturadores de la Tcheka, en 1926 se firmaba el Pacto RockefellerStalín, que aseguraba a la URSS la financiación y el desarrollo de sus recursos petrolíferos. Harrimann, de la misma extracción étnica que Rockefeller y Marx, dirigía una concesión de manganeso en el Cáucaso. Los banqueros Aschberg, Kagan y Seligman colocaban empréstitos que luego no eran devueltos a los prestatarios en Occidente, para financiar la experiencia “socialista" en Rusia. El Barón Maurice de Rothschild abogaba por la ratificación del Pacto FrancoSoviético, el trust Vickers & Maxim, de otro "elegido”, Zaharoff (a) Zohar ponía los cimientos de la industria de guerra de la URSS y Robert Blum y director de la industria Weiler, fabricaba motores de aviación para sus ”hermanos" afincados en Rusia.
Cuando estalla la II Guerra Mundial, Roosevelt ayuda a Inglaterra, aunque de modo limitado y siempre cobrando en dinero o en especies. Cuando Hitler se anticipa a los previsto por los auténticos rectores de la política mundial y ataca a Stalin, un auténtico río de oro americano y occidental se desborda sobre la URSS. En todos los periódicos aparece la célebre foto de un israelita de Trieste, Alcalde de Nueva York, Fiorello La Guardia, entregando un cheque inicial de once mil millones de dólares a Litvinoff (Finkelstein), el prohombre de la diplomacia judeosoviética. Es un hecho, toda la ayuda de guerra americana a la URSS ha pasado a "beneficio de inventario”. La ayuda a los demás "aliados” Inglaterra, Francia, Bélgica, etc.,incomparablemente menor, se ha cobrado con usura.
Es un hecho. Por lo menos en tres ocasiones: en 1970, en 1975 y en 1979, los clamorosos fracasos de la "economía socialista" en la URSS han sido paliados con la ayuda del gobierno de los USA, vendiendo a crédito sin interés y a mitad de los precios internacionales el grano que los señores del necesitaban para que sus esclavos no se murieran de hambre. En 1945, incontables patentes de invención alemanas fueron entregadas, "gratis et amore", por orden del camisero Harry Salomon Truman, a la U RSS. Y si, hogaño, el cacahuetero Carter pretende hacer ver que se enfrenta a la URSS por su acción en Afghanistan con una especie de "miniboycot" a los Juegos Olímpicos de Moscú, en realidad la sostiene con créditos a larguísimo plazo, con ventas de alimentos a precios inferiores a su costo (es decir, con regalos) y alimentando su máquina de guerra, vendiéndole tecnología supersofisticada, según ha dejado establecido una Comisión del Senado USA (2). Los gobiernos USA, en traición flagrante a los intereses de sus ciudadanos incluso subvencionan, en aguas americanas, la industria pesquera soviética, polaca y estealemana (3). Digamos, finalmente, que es bien conocido que los banqueros "americanos" autorizados a trabajar exclusivamente con la China Roja y con la URSS son los del Grupo Chase Mannhattan Bank, de David Rockefeller, de la misma tribu que el señor Marx. ¿USA y URSS enemigos? Americanos y rusos, por razones geopolíticas o por que así lo decidan los superpoderes fácticos, tal vez, pero los poderes reales en USA v U RSS, ciertamente, no.
Joaquín Bochaca
(1) "The Times", Londres, 9II1918 “The New York Times", Nueva York, 11V11922 y 31X 11 1923.
(2)”The Spotlight”, Washington, 26V11980.
(3)”The Spotlight", lb. Id.
Nº 91 – NOVIEMBRE 1980
POLONIA NACIÓN MÓVIL
Existen, por lo menos, media docena de mapas "históricos" de Polonia de los que por lo menos, tres han sido creados en menos de 30 años. Cabe preguntarse, hoy, si el contorno geográfico de Polonia, no volverá a sufrir cambios en lo que queda de siglo.
Polonia es, desde hace varios meses, el epicentro de raras convulsiones en el interior del Imperio Comunista. Los occidentales, cuyos gobiernos no movieron un dedo para socorrer a los húngaros anticomunistas en 1956, y que permitieron que se erigiera el Muro de la Vergüenza ante sus propias barbas, en Berlín, se han atrevido a expresar, muy educadamente, al Oso Soviético, su disconformidad con una posible intervención militar en Polonia, Algo parecido ocurrió en Checoslovaquia. Y es que una cosa es lo que puede sucederles a los esteeuropeos y otra muy diferente que los moscovitas atenten contra gobiernos satélites que sigan líneas "sionistas” o "internacionalistas”, o “trotzkystas", que gozan del beneplácito de los poderes fácticos que guían a Occidente. Tales ataques pueden romper el equilibrio entre los dos bloques que se suponen enemigos irreductibles, y esto no se puede tolerar. Una guerra mundial probablemente programada, como las últimas no vendrá, en ningún caso, por defender a Europa o a cualquier país atacado por el Comunismo, pero sí puede venir al menos, oficialmente por defender a cualquier gobierno que se desvíe de la línea del Kremlin y sienta veleidades trotzkystas, bautizadas "nacionalistas" para captar las simpatías de los tontorrones del minipatriotismo del bisabuelo. Polonia podría ser un pretexto ideal para un "casus belli", o, al menos, para un eslabón de la cadena que lleva hacia la guerra. Reúne todos los condicionantes para ello, Está en el centro del dispositivo soviético, de manera que, como en 1939, la "ayuda" de las democracias operaría cuando el paciente hubiera muerto. Es un país católico, y el Catolicismo es especialmente odiado por los Poderes Fácticos, que actúan por encima de Moscú y Washington, y es odiado a pesar de los numeritos circenses del Vaticano en los últimos treinta años; por su condición de católico serviría de señuelo para salir en su defensa los muchos católicos que, pese a todo, aún quedan en el mundo; al mismo tiempo, sería el sujeto pasivo ideal de un holocausto polaco; holocausto que ésta vez sería real. Un Katyn a escala nacional. Finalmente, Polonia se ha ganado, en el curso de su azarosa historia, una bien merecida reputación de víctima, de ''mártir''. El mundo está lleno de individuos que se suponen "idealistas", especie de drogadictos mentales, siempre dispuestos a acudir a la llamada, bien orquestada, de los medios de persuasión de masas, en auxilio de los "débiles agredidos". Ya se sabe, la Libertad, la Democracia, el Humanitarismo, etc, etc. Una guerra mundial, cuyo objetivo real es aniquilar físicamente a la Raza Blanca necesita un pretexto. Morir por los pobres judíos del Estado de Israel tal vez fuera un anzuelo demasiado tosco y visible. Morir por Bulgaria, o Rumania, o Lituania, o los checos, con todos los respetos para esas naciones hermanas nuestras, no parece serio, Por los alemanes del Este, aún menos, pues éstos son sospechosos por mucho que se les etiquete de "comunistas". Polonia serviría muy bien. Como la última vez. Y si no como pretexto, sí, a menos, como un primer eslabón, "¡Defendamos a Polonia!" sería el grito que se repetiría sobre el martirizado mapa de Europa con cuarenta años de intervalo. ¡Excelente causa populachera!
Aunque mucho mejor sería decir acaso. “¡Defendamos a los polacos'!,' porque si, en verdad, hay una nación difícil de delimitar geográficamente ésta es Polonia. En realidad, las viejas naciones de la Europa de las patrias", como la llamaría el General De Gaulle, son todas de ubicación no demasiado clara en el mapa. Sabido es que los franceses están muy orgullosos de su "hexágono nacional", pero ese hexágono aún no ha cumplido ochenta años y es contestado por todos sus vecinos. No hablemos de los Balcanes, donde hay tal entreverso de fronteras y reivindicaciones “nacionales" que es imposible aclararse. Pero Polonia se lleva la palma. Hay, lo menos, media docena de "mapas históricos" de Polonia. Que existe una nación polaca es indudable, pero el único territorio que casi siempre ha sido polaco es el antiguo Ducado de Varsovia; el resto lo ha sido a épocas, de manera que unas veces la capital, Varsovia,
era casi frontera con los germanos, y otras con los eslavos de Rusia. Otras con los suecos o lituanos, y otras con los austrohúngaros.
La historia de Polonia empieza en el año 963, con Micislao, o Misika, que agrupó a tribus y clanes eslavos y germánicos del Elba, y se aseguró la protección del Sacro Imperio haciéndose vasallo del Emperador Otto I. Al mismo tiempo, alejó los peligros de una cruzada contra él haciéndose cristiano y obligando a sus súbditos a abrazar la nueva Religión. Finalmente, incluso colocó todas sus tierras bajo la especial protección de la Santa Sede, inaugurando unas relaciones políticoreligiosas que, prácticamente, no se interrumpirían nunca. Misika I conquistó Pomerania, al Oeste, pero perdió gran parte de sus territorios orientales ante el príncipe ruso VIadimiro el Santo. Esto ganar territorios por un lado y perderlos por el otro iba a prefigurar toda la azarosa vida nacional polaca. Así, surgiría un "Estado Acordeón", siempre en guerra con sus vecinos, siempre manteniendo valerosas luchas por su existencia nacional, que perdería tres veces, en ocasión de los célebres repartos, Esto es bien sabido, y no puede ser tema de un artículo periodístico, por su complejidad y prolijidad.
Pero lo que es menos sabido es que ese valeroso pueblo, al que la Historia de los "tebeos" y los cromos, que los "Mass media" nos quieren presentar como eterna víctima, y que, en efecto, fue descuartizado y repartido entre sus vecinos no menos de tres veces, fue, además, varias veces dividido por los propios soberanos polacos. Ya Boleslaw III dividió el país entre sus cuatro hijos, perdurando esta división durante casi dos siglos. Ocurrieron entonces las invasiones de tártaros y mongoles, y los polacos debieron llamar en su ayuda a la Orden Teutónica, que se había distinguido en las Cruzadas, en Tierra Santa.
Y lo que nadie dice es que la nación ucraniana, que cubre un territorio bastante mayor que la actual Francia, fue repartida, no tres, sino cinco veces, y en esos repartos participó siempre Polonia; la última vez, en ocasión del Pacto Pi1sudskiLenin, en 1921, quedándose los polacos con Galitzia, y los rusos con casi el resto, exceptuando Besarabia y la Rumelia Transcarpática,
Polonia fue utilizada, en 1939, como detonante de la conflagración mundial programada para hundir a Alemania y a Europa toda. El bien conocido patriotismo polaco fue cebado con promesas hechas desde occidente, a sabiendas de que no se podrían cumplir, La “nueva Polonia" parida en Versalles era un monstruo de la geopolítica, y englobaba territorios rusos, alemanes, lituanos y hasta eslovacos. De una población de unos 32 millones de habitantes, sólo 18 millones eran auténticamente polacos, y unos 20 millones si se incluían los judíos. Pero había alemanes, ucranianos, lituanos y rusos por millones. Cuando la guerra terminó, los soviéticos anexionaron a la URSS casi un tercio de Polonia, v forzaron, en Yalta, a que ésta se "resarciera" a costas de Alemania, quedándose territorios indiscutiblemente alemanes. Polonia se desplazó, así, casi trescientos kilómetros hacia Occidente, quedando prácticamente vasalla una vez más de su vecino oriental.
¡Es de desear que los poderes fácticos no nos organicen otra de sus guerras por que, a lo peor, nos aparecería una "Polonia" junto al Valle de Arán!
Joaquín Bochaca
Nº 94 FEBRERO DE 1981
EL COMUNISMO EN AFRICA
El fin de lo que se ha llamado peyorativamente "Colonialismo", en el Continente Africano ha sido, hablando con toda propiedad, una auténtica "Contra Revolución”. La Revolución la llevaron a cabo, durante, unos tres siglos, puñados de europeos; hombres como Van Riebeck el holandés, pionero en Sudáfrica; Sevorgnan de Brazza, Graziadi, el Duque de Aosta, Livingstone, Lyautey, Cecil Rhodes, Kruger, Bartolomé Días, Saldanha... que convirtieron un Continente salvaje en un vergel. Pero la actual Contrarrevolución fue fomentada por los revolucionarios profesionales, desde la URSS y, en menor escala, desde Pekín. El dinero, motor de toda algarada comunista desde hace más de sesenta años, naturalmente, salió de Occidente: de Nueva York y de Londres, por este orden de importancia.
Lenin ya dijo que el camino de París pasaba por Argel. Así los comunistas de todo el mundo, obedientemente, ayudaron, según sus medios, la rebelión de los árabes de Argelia contra la metrópoli. Y en el puerto de MerselKébir hay una base de submarinos soviéticos. Argelia funciona, económicamente bajo un férreo control estatal de tipo marxista, y apoya a las bandas de partisanos del "Frente Polisario", a su vez sostenidos tanto por la URSS como por China Roja.
Libia no es comunista; al menos no parece que lo sean, subjetivamente, sus líderes. Pero lo cierto es que la Política es pragmática; que lo único que para ella cuenta es lo objetivo y que, desde ese ángulo, la política del demasiado famoso Coronel Khadaffi sólo orienta en el sentido de atacar, cuanto puede, a Occidente. Y su apoyo a la facción comunista que ha tomado el poder en su vecino Tchad es demasiado público y notorio para que valga la pena negarlo.
Etiopía y Somalia son dos estados dominados por el Comunismo, prosoviético el primero, y probablemente prochino el segundo. Y si Egipto se mantiene alejado de la influencia comunista, de momento no puede decirse lo mismo de su vecino, el Sudán.
Marruecos y Mauritania lo puede decirse que sean comunistas; especialmente el primero pasa por un ”baluarte" anticomunista en Africa del Norte. Queda por ver lo que vale ese supuesto ”baluarte” y, sobre todo, sería curioso saber si es, realmente, un ”baluarte” sólido. En todo caso, lo menos que puede decirse es que Marruecos no es un estado proeuropeo. Ese resquemor contra Europa, y especialmente contra Francia, es, objetivamente, favorable al Comunismo.
El supuesto gran (203 centímetros) patriota, Charles De Gaulle, batió el récord de los abandonismos cuando, entre 1958 y 1960 concedió la independencia (?) a catorce, "naciones" africanas: las ya citadas Tchad y Mauritania, más Gabón, Guinea, República del CongoBrazzaville, Togo, Camerún, Malí, (Sudán), República del Niger, Alto Volta, República CentroAfricana (UbanguiChari), Costa del Marfíl, Dahomey y Senegal. Todas estas "naciones" votan en la ONU. Sus delegados con corbata y todo discuten gravemente con el delegado nepalí, o el bhutanés o el de Mongolia Exterior, problemas de índole cósmica, aunque tal vez vaya una "s" de más. En alguna de tales "naciones” dominan gobiernos comunistas, como en Guinea. En otras, como en la República CentroAfricana “reinó” un curioso individuo que se hizo llamar nada menos que "Emperador", un tal Bokassa, que luego, según la prensa, resultó practicar el canibalismo. En todo caso, si bien es cierto que el Comunismo, que es algo tremendo, es también tremendamente serio, y que, por tanto, no puede fiarse de los hombres de paja que coloca en tales "naciones", porque los niños no son de fiar en asuntos que competen a las personas mayores, no es menos cierto que territorios de casi infinitas potencialidades, puestos en valor por el hombre blanco, han escapado, en todo caso, a su control. Esto es, ya, un éxito grandioso del Comunismo, Los comunistas de las metrópolis, tanto en Francia como en Inglaterra, en Bélgica o en Portugal, han hecho cuanto en su mano ha estado para posibilitar la caída de sus Imperios Coloniales, teóricamente, para acceder a la independencia; prácticamente, para ir a caer en manos de un neocolonialismo que, si no les da de comer, ni les civiliza dentro de lo posible sí en cambio alimenta su complejo de inferioridad o algo más que complejo con argumentos sofísticos para odiar al Blanco.
La operación, que debe reconocerse ha sido magistralmente ejecutada, se continuó con la absorción de Madagascar, un estado de economía mixta, es decir, premarxista, dentro de la órbita soviética, mientras los ”voluntarios" cubanos hacían, en pro de la URSS, el trabajo sucio en Angola y Mozambique, hoy día satélites declaradamente soviéticos. La traición occidental a los blancos de Rhodesia propició la entrega de ese país a una banda de lunáticos de color, dirigidos por dos terroristas prosoviéticos, Canaán Banana y Robert Mugabe. Esto permitió el cerco del Africa del Sur que es, en la práctica, el último bastión blanco... bastión que debe tener en cuenta, no ya a sus grotescos adversarios exteriores, que, evidentemente, no dan la talla, sino a su Caballo de Troya interno... a sus ricos diamantíferos, Oppenheimer y Barnato, a sus ricos comunistas, Golberg, Goldman, Israel Regenstreich, la Sulzman y al Jefe de los terroristas bantués, Joe Slovo, exmiembro de la Haganah israelita, que dirige a sus "zombiés” negros desde Mozambique. Para colmo, el gobierno es "liberal"... ¿qué más puede pedir el Comunismo? Un adversario liberal no es un adversario: es un aliado; para los comunistas, se entiende. La misma actitud observada por los políticos de Pretoria ante la ONU en el caso del Africa del Sudoeste, a la que dan el nombre de Namibia es reveladora: en vez de declarar ese territorio provincia metropolitana y mandar a los onusinos a sus casas, el gobierno del liberal Botha se ha puesto a “negociar". Y, en Democracia, cada vez que se “negocia”, el que está más a la Izquierda para entendernos obtiene todo lo que desea, y más.
Y cuando la República de Sudáfrica lo que sucederá si no aparece nuevo Verwoerd – se convierta en un estado negroide a dirección marxista, todo el Continente será un satélite de Moscú.
Joaquín Bochaca
Nº 95 Marzo de 1981
POLÍTICA Y MAGIA
Un análisis de los acontecimientos políticos de esta azarosa época nos lleva la conclusión de que suceden cosas que parecen, puramente, obra de magia. Un caso muy conocido es del alucinante paralelismo entre las vidas y – sobre todo – las muertes de dos conocidisimos presidentes de los Estados Unidos, Abraham Lincoln y John Fitzgerald Kennedy.
Por ejemplo: Lincoln y Kennedy esgrimieron la bandera de los lamados “derechos viciles” en su propaganda electoral.
Pero tanto Kennedy como Lincoln echaron mucha agua al vino de su teórico reformismo una vez llegados a la presidencia.
Lincoln fue elegido presidente en 1860, Kennedy en 1960.
Lincoln y kennedy fueron asesinados un viernes.
Ambos fueron asesinados en presencia de sus esposas.
En ambos casos, la muerte se produjo de un tiro en la parte posterior de la cabeza.
Sus sucesores se apellidaban Johnson. Ambos sucesores pertenecían al Partido Demócrata. Ambos eran originarios del Sur. Ninguno de ellos era miembro del Congreso. Pero ambos eran miembros del Senado.
Los asesinatos de Kennedy y de Lincoln fueron cargados, en el primer instante, en la cuenta de los "malos” sudistas. Luego resultó que no era así.
Andrew Johnson, sucesor de Lincoln, nació en 1808. Lindon Johnson, sucesor de Kennedy, nació en 1908,
John Wilkes Booth, asesino de Lincoin, nació en 1839. Lee Harvey Oswald, asesino de Kennedy, nació en 1939.
Booth y Oswald eran originarios del Sur. Ambos sustentaban creencias impopulares en su país: Booth era anarquista; Oswald, comunista.
Las esposas de Lincoln y de Kennedy perdieron hijos, por aborto, mientras residían en la Casa Blanca. En ambos casos se acusó a los ginecólogos de grave negligencia.
El Secretario privado de Lincoln, que se apellidaba Kennedy, le aconsejó no ir al teatro el día que mataron a aquel.
El Secretario privado de Kennedy, que se apellidaba Lincoln, le aconsejo que no fuera a Dallas en el viaje que debería ser el último que haría el presidente.
John Wilkes Booth le disparó a Lincoln en un teatro, situado enfrente de un almacén. Lee Harvey Oswald le disparó a Kennedy desde el techo de un almacén situado enfrente de un teatro. Ambos asesinos fueron, a su vez, asesinados antes de que se celebrara el juicio.
El asesino de Booth fue, según la vox populi, Jack (Jacob) Rothweil. El asesino de Oswald fue, según pudo ver todo el mundo por TV Jack (Jacob) Ruby (Rubinstein). Ambos asesinos de asesinos eran judíos.
A Lincoln se le había aconsejado, varias veces, que no se ocupara de asuntos financieros y, concretamente, que no emitiera los "green backs", dinero libre de intereses, emitido directamente por el Estado de la Unión, y no desistía de su propósito. Dijo que los magnates de la Finanza eran unos"sonsofabitch" (hijos de perra).
A Kennedy se le había hecho la misma recomendación, pero él insitía en hacer "una prueba” con la
emisión del nuevo billete de dos dólares. Dijo que los “Big men” de la Finanza eran unos "sonsofbitch" (hijos de perra).
¿Coincidencias?. Bien. Resulta que son veintitrés coincidencias. Algunas pueden perfectamente serlo, Otras, es dudoso que lo sean. El cálculo matemático de probabilidades aconsejaría creer lo contrario.
Hay un libro, muy curioso, y prácticamente inencontrable hoy en día, titulado "El Simbolismo en la Masonería", del que fue Arzobispo de PortLouis, Monseñor Léon Meurin. En él se trazan curiosos paralelismos entre la alta política y el simbolismo. Concretamente el Simbolismo oriental, los poderes fácticos que mueven el mundo actual, lo que en los países anglosajones se llama el "Establishment”, y en el resto del mundo "el Sistema" son, por el origen étnico de la apabullante mayoría de sus integrantes, orientales. Esas personas, a causa de la misma naturaleza de sus actividades, a menudo secretas, han utilizado siempre lenguajes simbólicos, mensajes cifrados, códigos esotéricos reservados a iniciados. Y no sólo por pura conveniencia: también por inclinación innata inherente a su propia naturaleza retorcida. Recuérdese por ejemplo, los signos cabalísticos pintados en la pared de la habitación donde fueron asesinados el último Zar de Rusia y los miembros de su familia. Racionalmente, cabe preguntarse: ¿qué necesidad había de firmar el crimen?. Tal vez, la hubiera, aunque nos inclinamos a pensar que no se trató más que de la expresión anímica de los miembros del pelotón de asesinos.
Profundizando en el estudio de contemporáneos, observamos hechos, casos, coincidencias, sorprendentes e inquietantes a la vez. Por ejemplo: existe, lenguaje de los números. El número trece, que sólo en los países cristianos es símbolo de mala suerte (aludiendo a los trece comensales de la última cena) siendo el decimotercero el traidor, Judas) es, entre los judíos buena suerte. ¿Por idéntico motivo? Lo ignoramos. Lo que sí sabemos es que el once es el número de la vergüenza, del castigo. Así, a los once precisamente once condenados de Nuremberg, se les hizo subir a un patíbulo que tenía, también, once, precisamente once, escalones. ¿Coincidencias?, Puede ser. Como también puede ser una coincidencia que Aldo Moro que preconizaba una política en Medio Oriente que no placía a los poderes fácticos, fuera asesinado de once, precisamente once, tiros. Y que once tiros recibiera Jurgen Ponto, magnate del ”Dresdner Bank", cuya política energética no era nada "ortodoxa” según los dictados de los señores del Sistema. Podían haber sido doce o diez. Pero fueron once. Coincidencias.
Muchas más coincidencias hay, por ejemplo: el movimiento comunista adoptó como color de su bandera el rojo. Pudo haber sido cualquier otro color. Pero fue el rojo. El emblema rojo. En alemán “Rothes Schild", que era el apellido de la dinastía bancaria Rotschild antes de arreglárselo de forma más eufónica. Marx vivió sin trabajar, y gozando de misteriosas protecciones, en el Londres victoriano donde hacían la ley Disraeli y su padrino Lord Rotschild, ¿Coincidencia?. Vale.
Joaquín Bochaca. Nº 96 – Abril de 1981
EL PSICOANÁLISIS ¿UNA CIENCIA?
Cuando un judío vienés, Siegmund Freud, lanzó la idea del Psicoanálisis, en 1896, nadie sospechó que se acababa de inventar la herramienta indispensable para que el parásito biológico obtuviera el control absoluto de la vida de su huésped...
El psicoanálisis se convirtió en el instrumento utilizado por el parásito para husmear en los más recónditos recovecos de la mente del huésped, enterándose así de sus secretos mejor guardados, así como de sus temores ocultos y las dudas que podrían ser explotados por un enemigo listo y astuto deseoso de llegar a ser el amo de aquél.
Tras concluir su carrera de medicina, Freud se concentró en el estudio del sistema nervioso graduándose en neuropatologia. Su educación fue estrictamente científica, según los metódicos principios germánicos en boga en la Escuela Médica de Viena. Pero pronto abandonó esos principios, convirtiéndose en un típico aventurero. Su obsesión era tocar la tecla justa, la que le permitiera alcanzar la fama, la riqueza y, sobre todo, el poder sobre el odiado Gentil.
Durante varios años, Freud experimentó con "cocaínaterapia”, o, como diría un agente de la Brigada de Narcóticos, “tráfico de drogas". El único resultado de esa "curación de los desordenes mentales” mediante el uso de la cocaína fue que él mismo se convirtió en adicto de esa droga hasta el fin de sus días. Hogaño, la cocaína es la droga favorita de los ricos e influyentes judíos de Nueva York y Hollywood que controlan las mentes del pueblo americano a través de la Televisión y los “mass media”. Pero cuando Freud descubrió que el hecho de administrar cocaína a sus pacientes no le conducía a la riqueza con la celeridad por él deseada buscó un medio más rápido para alcanzar la fortuna. Pareció encontrarlo cuando empezó a practicar la hipnosis en sus pacientes. Durante más de un siglo la hipnosis había sido práctica favorita de los más notorios charlatanes de Europa, Cagliostro (a) Joseph Balsamo, Messmer y Charcot. Freud se convirtió en su heredero. Pero ¿cómo lograr escapar a la acusación hecha a sus predecesores, de nigromantes y falsarios? Muy pronto Freud se dio cuenta de que no era imprescindible poner a sus pacientes en estado de control mental mediante el uso de drogas o someterlos a la "hipnosis" para que le revelaran sus más íntimos secretos. Todo lo que debía hacer era establecer una atmósfera adecuada, para provocar las confidencias y la confianza, y los pacientes inmediatamente empezaban a hablar sobre sí mismos.
Thomas Szasz, un húngaro, famoso por sus críticas sobre esta pseudociencia la ha definido perfectamente, en su libro "El mito de la Psicoterapia..." La Psicoterapia consiste simplemente en hablar".
La reputación de Freud como el gran inventor de toda una nueva ciencia descansa solamente en su descubrimiento de que podía conseguir que sus pacientes hablaran sobre sí mismos sin el uso de la hipnosis, Aunque una gran parte del ”atrezzo”de la Psicoterapia fue inventado con objeto de crear una atmósfera hipnótica El descubrimiento de Freud le liberó del estigma común a los charlatanes de la hipnosis, estableciendo una distancia entre él y sus desacreditados predecesores. No obstante, la práctica del Psicoanálisis depende sobre todo de la creación y mantenimiento de una atmósfera seudohipnótica en la oficina del psiquiatra. El paciente debe ser persuadido de que debe abandonarse en un "relax" total, de que se entregue completamente al poder discrecional del psiquiatra y de que revele sus más recónditos secretos. Así la psicoterapia funciona solamente porque es una pseudohipnosis
Freud tuvo el acierto de construir una elaborada fachada de soportes "intelectuales” para su nueva “ciencia". No debió ser nada fácil erígir una vasta superestructura de teorías y procedimientos supuestamente científicos en derredor del principio básico de un paciente con manías y problemas mentales, cansado y nervioso, tumbado en un diván y charlando sobre sí mismo a un psiquiatra. Pero Freud, exhibiendo todo el indiscutible talento heredado por su memoria genética, consiguió ese auténtico "tour de force”. Así, construyó un sistema basado sobre teorías incorrectas y casi siempre obscenas, utilizando, además, esas teorías para atacar la base de la vida familiar con adefesios mentales tan
inconcebibles como el demasiado famoso "Complejo de Edipo”. Y el caso es que tal "Complejo de Edipo" no solamente nunca ha existido excepto, tal vez, en algunos seres marginales y depravados sino que también Freud, además, comprendió mal o, más probablemente presentó mal toda la base de tal “complejo". Lo basó en un antiguo mito griego, la historia de Edipo, inmortalizado por Sófocles. Freud adelantó la teoría de ese “complejo” en 1910, pero no fue hasta 1920 cuando publicó tres ensayos estableciendo los fundamentos de esta teoría como proyección de la “sexualidad infantil". Se ha dicho que el complejo de Edipo es el núcleo de todas las neurosis y constituye la parte más importante de su contenido, porque ese complejo, al aparecer en el comienzo de la vida, crea la base para todas las demás neurosis que irán apareciendo. Pero el caso es que no existe la más mínima prueba, la más débil evidencia de la existencia de esa supuesta "sexualidad infantil” que Freud sitúa en el primer año de vida. Pero eso no preocupa a Freud, Si la "sexualidad infantil” no existía, se inventaba. Construyó el Complejo de Edipo al transferir sus propias obsesiones sexuales favoritas sobre el mito de un viejo rey griego, Layo de Tebas Cuando Layo consultó al Oráculo de Delfos, éste le profetizó que un hijo que tendría con su esposa Yocasta le daría muerte. Cuando nació el hijo, Layo se lo arrebató a Yocasta y mandó que lo abandonaran en el Monte Citero para que muriera de hambre y de frío Un pastor encontró al niño y le cuidó y educó. Un día, Layo encontró a Edipo, con el que tuvo una absurda discusión sobre quién debía pasar primero por un estrecho desfiladero, y Edipo le dio muerte. Este se fue a Tebas, donde conoció a la viuda de Edipo y se casó con ella. Entonces apareció el pastor que reveló el verdadero origen de Edipo. Este, desesperado, se pincho los ojos mientras Yocasta se colgaba de un árbol. Esta leyenda, convertida luego en un clásico de la tragedia griega, tiene profundas implicaciones, subrayadas por Sófocles, en el sentido de que debemos ser conscientes de nuestra propia identidad si queremos desarrollar nuestra vida satisfactoriamente, pero Freud pareció no comprender esto, al contrario, lo que hizo fue distorsionar completamente la leyenda al pretender que todo niño de sexo masculino, en su primer año de infancia, mientras se debate en los tormentos de la sexualidad infantil, enloquece de celos contra su padre, a quien desearía matar con objeto de poder fornicar con su madre. Thomas Szasz asegura que sólo un judío podía aportar a un mito tradicional tal perversión y tal distorsión, y, por nuestra parte, nos limitaremos a hacer notar que Edipo, que nunca conoció a su padre, difícilmente podía tener celos de él, como tampoco podía tener deseos de yacer con su madre, de la que le separaron instantes después del parto.
Pero Freud, impasible, pretendió que gran parte de las neurosis se debían a la ”frustración" del niño, que no podía ni yacer con su madre ni matar a su padre; así el niño padecía una "represión" que le afectaba mentalmente, bajo diversas formas, en el resto de su vida. En realidad, todas las teorías de Freud, injertadas de sexo ad nauseam, no sobrepasaron nunca el estado de la pura e indemostrable teoría. Tal, por ejemplo, el pseudodogma de la "homosexualidad reprimida según la cual en casi todo hombre existe, latente, un deseo homosexual Es famoso el "estudio" que Freud hizo de Leonardo Da Vinci, "demostrando" que era un invertdio, como según él la mayoría de genios de la Cultura Occidental.
Lo que debiera tenerse muy presente al estudiar el caso de Freud es que, en todo caso, sus teorías sólo podían fundamentarse, prácticamente, en sus pacientes que, durante muchos años y en su gran mayoría, fueron judíos. Desde Belloc, hasta Mullins, todos los especialistas del tema, incluyendo otros numerosos judíos, han afirmado que la etnia judía es muy propensa a las enfermedades y desordenes mentales.
En sus libros, Freud se queja a menudo del hecho de que los pacientes Gentiles le evitaran. Pero aún admitiendo el hecho de que el judío, en general, es un individuo obsesionado por el sexo, se hace difícil creer que las teorías freudianas tengan una contrapartida en la realidad, judía o gentil.
Según el ya aludido Szasz “la pseudociencia de la Psicoterapia es un instrumento del judío utilizado para obtener poder sobre el Gentil”. (Szasz: "Siegmund Freud, the Jewish Avenger") Freud fue nieto de un rabino, sionista de la primera hora y amigo personal de Herzl, padre del Sionismo moderno.
Naturalmente, hay psiquiatras que, más correctamente, deberíamos llamar psicólogos que no pueden en modo alguno ser englobados en la categoría de farsantes encabezada por Freud. Tal, por ejemplo, Jung, que se separó de Freud, harto de sus obsesiones sexuales: "para Freud todo son símbolos sexuales; ¿un anciano se apoya en un bastón? En su subsconsciente está empuñando un falo. Un contable coge una pluma ¿para anotar una cifra en una cuenta? Ese es el pretexto, pues, en su subsconsciente otra vez es el
falo ¿Una obra de arte, una ex presión de espiritualidad? Se trata de expresiones sexuales”. (Jung: "Memorias, Sueños y Reflexiones").
La Psiquiatría, como “ciencia” fue promocionada por judíos, y judíos fueron y son la inmensa mayoría de sus practicantes en Occidente y de manera especial en los países anglosajones, donde es de buen tono psicoanalizarse a menudo. Una buena fuente de ingreso (una sesión de dos horas de charla sobre el diván, se factura entre trescientos y quinientos dólares) y, además, una fuente de informaciones vitales si no para el propio psiquiatra, sí tal vez para su correligionarios. Y además, "last but not least", excelente recurso “legal” y “humanitario", para deshacerse de adversarios peligrosos, acusados de padecer síndromes mentales, tal como le sucediera al Secretario de Marina Forrestal, y a tantos otros, o tal como les sucede a los "detenidos de marca" en el Gulag soviético
¿MANICOMIOS O MATADEROS?.
El mencionado Szasz, profesor de Psicología de la Universidad del Estado de Nueva York escribió en su bien conocido libro ”El Mito de la Psicoterapia”: "Una de las más poderosas motivaciones en la vida de Freud fue su deseo de vengarse de Cristo. He aquí el punto crucial del caso. El psicoanálisis es la creación de un judío lleno de odio cuya vida estuvo primordialmente dedicada a vengarse de Cristo". ¿Puede hacerse un análisis más definitivo sobre los satánicos orígenes de la ”ciencia psicoterapeútica"?
Las especiosas teorías de este moderno anticristianismo dejaron pronto de ser teorías para plasmarse en hechos prácticos. Fueron usadas por los sionistas, no sólo para tratar a los "mentalmente enfermos", sino en la praxis de alcanzar y retener el poder político Los psiquiatras, al interrogar a sus pacientes, muchos de ellos miembros de familias ricas e influyentes, pudieron enterarse de secretos comerciales y políticos de incalculable valor. Debemos tener presente que, en América, casi las tres cuartas partes de los psiquiatras son judíos. El paciente indefenso que revelaba una actitud crítica hacia los judíos o, simplemente, que era susceptible de pensar en forma no conveniente a los intereses del Sionismo y del ”Establishment”, era tratado despiadadamente. Los manicomios y otras instituciones mentales proporcionaron a los miembros de aquéllas Fuerzas políticas el laboratorio ideal para sus más salvajes sueños de poder sobre los Gentiles. Disponían de un suministro interminable de víctimas, completamente indefensas, cuyos gritos no serían oídos desde el mundo exterior. Las torturas, los asesinatos que han tenido lugar en esas instituciones en los cincuenta años de dictadura freudiana pueden apenas imaginarse. La mayor parte de las víctimas nunca hablarán. ¡Están muertas! Los relatos de sus sufrimientos a manos de sus doctores no son más que elucubraciones de mentes enfermas.
Uno de los casos más dramáticos que se conoce es el de la actriz cinematográfica Francis Farmer He aquí, resumido. Francis Farmer, joven actriz que, en pocos años de carrera, había merecido ser llamada ”la Garbo americana", hizo un viaje a Rusia, en 1938. Cuando regresó, un periodista que colaboraba en una publicación "derechista", le hizo una interviú que él esperaba se desarrollaría de acuerdo con los habituales “clichés" anticomunistas, pero la actriz, muy seriamente, manifestó que en Rusia no había podido ver casi nada, que los guías oficiales soviéticos no la dejaron un momento libre y que, por consiguiente, no podía pronunciarse ni a favor ni en contra del llamado Paraíso del Proletariado. Esta imparcial declaración fue tomada como "favorable" por los numerosos grupos procomunistas que entonces existían en la llamada '"Meca" del cine, y el talento de Francis Farmer, por otra parte auténtico, recibió una súbita e inusitada promoción. Creyéndola madura para la "Causa", propusieron a la actriz que se convirtiera en un “correo” de la célula comunista de Harold Ware. Ella se “dejó querer”, se enteró, según parece, de muchas cosas, y finalmente rechazó de plano la oferta. Hizo más, manifestó a una persona que ella creía de su confianza, que iba a revelarlo todo a la Comisión de Actividades Antiamericanas En una reunión de comunistas judíos en Hollywood, se planeó el fin de Frances Farmer. Fue invitada a una "party" en casa del productor cinematográfico judío David O'Selznick, en el curso de la cual se le administró una droga. Cuando volvía en coche a su casa, fue detenida por un policía que, acusándola de haberse saltado un semáforo la llevó el juez. Este pretendió que la actriz le había insultado y ordenó que la visitaran los psiquiatras de la penitenciaría del Estado Durante seis años, no se supo nada más de Francis Farmer. La prensa, siempre tan sensacionalista, guardó "atronador" silencio. Sólo un periodista, William Arnold, investigó privadamente el caso. Reveló que durante todos esos años la Farmer fue sujeta a tratamientos de "electroshocks” y que,
por vez primera, en un ser humano, se ensayó en ella la droga del "LSD". Cuando la actriz salió del hospital, física y moralmente deshecha, presentó denuncia por secuestro y malos tratos, pero fue nuevamente internada en un manicomio, donde el doctor Freeman, un psiquiatra israelita, practicó en ella la lobotomía, convirtiéndola prácticamente en un vegetal. A Arnold se le aconsejó que cejara sus investigaciones; primero fue echado del periódico en que trabajaba, y luego sufrió un accidente de tráfico de resultas del cual murió.
Ya que hablamos del LSD mencionemos, de paso, que fue un psiquiatra judío del Bronx neoyorquino, el Doctor Sidney Gottlieb quien dirigió personalmente el programa LSD en la CIA, desde 1951 hasta 1956. A través de Teddy Koollek, un terrorista de la "Hagartah" que era amigo personal del Director de la CIA, Allen Dulles, Gottlieb obtuvo poderes casi omnímodos para el uso de la droga contra “potenciales enemigos internos" Este Kollek es, en la actualidad, el Alcalde de Jerusalem. Pero en 1953, Kollek, Gottlieb y otros correligionarios, George White (a) Weiss y el Doctor Ike Feldman, administraron una dosis masiva de LSD a un grupo de científicos anticomunistas en un “party" celebrada en Fort Detrick, Maryland.
Todos los científicos quedaron convertidos en piltrafas humanas, y uno de ellos, Frank Olson, murió, Veinticinco años después, su viuda, al enterarse de las verdaderas circunstancias de la muerte de su marido, se querelló contra el Gobierno de los USA y cobró una indemnización de tres millones de dólares.
Notorio es también el caso de Marion Zionchek, miembro del Congreso, que acusó al Director del FBI de solapar actividades antiamericanas y anticonstitucionales, cual era, por ejemplo, infiltrar agentes en grupos legalmente autorizados, como el Ku Klux Klan, para provocar su pérdida con actos provocadores. Esto se sabe hoy, oficialmente, que era cierto. Pero entonces trajo como consecuencia que Zionchek, a pesar de su "inmunidad parlamentaria”, fuera internado en el Hospital de Saint Elizabeth, durante siete años. Fue tratado por un equipo de psiquiatras que lo soltaron en un estado que sus amigos describieron como el de un "zombi". A los pocos días cayó desde el ático de su casa en Seattle. El veredicto fue suicidio, pero sus amigos afirmaron que fue “empujado". Por cierto que en ese mismo hospital de Saint Elizabeth permaneció encerrado durante trece años el gran escritor Ezra Pound, hasta que fue liberado por la presión de sus amigos y colegas.
Incluso los más elevados miembros del gobierno americano están lejos de quedar exentos del brazo todopoderoso de la tenebrosa "mafia" médica en los Estados Unidos. El Secretario de Defensa Forrestal, que se oponía firmemente al deseo de Truman y del "Brains Trust” que éste heredó de su predecesor Roosevelt, de colocar todo el poderío militar norteamericano al servicio del Estado de Israel, sufrió súbitamente una inesperada "depresión nerviosa". Fue llevado al Hospital Bethesda y "cayó" por la ventana. Se afirmó que cuando "cayó" estaba drogado.
En el mismo hospital "cayó" el Senador Joseph McCarthy, el perseguidor de espías y traidores comunistas. Todo esto en el país que se supone el abanderado de la Libertad. Mientras, al otro lado, en la Unión Soviética, ya nos informa Soljenitzin que la reclusión de los opositores al régimen soviético en manicomios es moneda corriente. Y este paralelismo puede observarse en las instituciones armadas de ambos colosos que se reparten el dominio del mundo. Mientras en la URSS los comisarios políticos tienen autoridad sobre los más altos mandos militares, en el ejército norteamericano los psiquiatras de las Fuerzas Armadas están en su perfecto "derecho" de encerrar en un manicomio, el tiempo que quieran, a cualquier soldado o a cualquier general que manifieste tendencias o ideas consideradas ”subversivas”.
El tema es arduo, pero tentador. Podríamos escribir sobre él un libro entero. Dentro de los límites de este artículo hemos querido limitarnos a los casos que nos han parecido más reveladores.
Joaquin Bochaca.
Nº 97 Mayo de 1981
LA PSICOPOLÍTICA
En la era de la televisión, el cine, los diarios, y en general "mass media" no controla a los pueblos quien tiene el poder gubernamental sino quien domina los medios de difusión, así es como están siendo destruidos los pueblos y las culturas, uno tras otro, mediante la psicopolítica...
Si bien es cierto que el dominio total, luego político, de un territorio sólo puede llevarse a cabo mediante un control militar del mismo, no es menos cierto que esta última operación muchas veces puramente formularia ha debido ser posibilitada por la acción previa, impalpable pero evidentísima, de factores que llamaremos psíquicos, en contraposición a los meramente físicos precisos para la ultima fase de una intervención militar .
La Psicopolítica, asignatura por cierto, mimada en la Universidad Lenin de Moscú, en la que se adoctrina a los militantes del Partido, rusos y extranjeros, ha sido definida por uno de sus máximos propulsores, el viejo bolchevique “liquidado" por Malenkov Lavrenti Beria, como sigue: "El arte y la ciencia de obtener y mantener el control de los pensamientos y las lealtades de individuos, funcionarios, entidades y masas hasta lograr la conquista de las naciones enemigas mediante tratamientos mentales".
No puede tratarse, con un mínimo de profundidad, el tema de la Psicopolítica y una de sus principales consecuencias, el “brainwashing" o lavado de cerebro. Haría falta un grueso volumen exclusivamente dedicado al tema. Sí puede, y debe, aseverarse que el Poder Sin Nombre que mueve al mundo, lo que la mayoría de expertos y tratadistas denominan "el Sistema" ha conseguido una "standardización" mecánica en las mentes de la inmensísima mayoría de los hombres. Desde principios del siglo XlX y en progresión geométrica creciente, a un ritmo ya alucinante, la fabricación en serie de "ideas" es la más próspera y eficiente de las industrias mundiales. Esa expresión, “fabricación masiva", sólo refleja el hecho aproximadamente, no exactamente, pues debe excluirse el sentido de “invención", o de "creación" en la palabra fabricación, en el caso que nos ocupa. De hecho, la fabricación masiva, la “taylorización" ideológica se limita a la modelación y remodelación, en gran escala, de "prototipos" ideológicos, más o menos viejos, y muchas veces vetustísimos, haciéndolos atractivos y otorgándoles una ficticia novedad merced al brillo, la línea y el estilo que les proporciona su nuevo "troquel" verbal, fabricado con léxico actual, ya ligero y desenfadado, ya plúmbeo y pedante, según las conveniencias de tiempo y lugar es decir, con expresión adecuada para la prefabricada mentalidad de la "temporada". Tal taylorización ideológica produce en serie "ideas" que sólo tienen de nuevas su ropaje, obedeciendo a la moda que ha sido magistralmente definida por uno que a sus expensas vive como "la explotación del hastío estético causado por la reiteración fisionomía de ideas y cosas".
La llamada "Opinión Pública" cree lo que los grandes medios modernos de comunicación, llamados ampulosamente informativos, le hacen creer. La vanidad del individuo disuelto en la Masa le fuerza a creerse que lo que él piensa, o se imagina pensar, es el fruto de sus laboriosas y personales elucubraciones mentales, que luego defenderá a capa y espada, creyéndolas propias. En realidad esas ideas, o conjunto de ideas, han sido amazacotadas en su cerebro a través de la palabra, escrita o hablada, o de la imagen. Que la idea introducida en su cerebro sea una burda zafiedad o una sutil contraverdad; que el juicio implique una grosera construcción dialéctica o un embuste de plazuela de villorrio o bien una invención sofística cuya demostración lleve a la llamada prueba diabólica, todo ello tiene una importancia muy relativa en la era de la taylorización. Al fin y al cabo, a efectos prácticos, la verdad o la mentira, lo zafio o lo sutil, lo que posee clase o lo que es hortera, lo absurdo o lo sofístico, para ser aceptado por la masa, debe ser más o menos veces REPETIDO. Esa es la palabra clave: REPETICIÓN. La técnica de la propaganda comercial tiene ya establecido índices de absoluto rigor científico que determinan el número de repeticiones precisas para que la gran mayoría de las gentes acepten como auténtica y real cualquier cosa, cualquier idea, cualquier programa o cualquier imagen prefabricada o no, independientemente de si es verdadera o falsa. Para lanzar cualquier dentrífico, cualquier moda ridícula, cualquier presidente de la república, cualquier sopicaldo, o cualquier ideología, lo único que hace falta es un capital que respalde la campaña publicitaria precisa. El Instituto Gallup hizo, allá por los años sesenta , un estudio de los gastos publicitarios, de los candidatos, diputados y senadores por los diversos estados de la Unión americana. No sólo los que más dinero gastaron
resultaron los vencedores, sino que el número de votos obtenidos estaba en relación directa con el dinero gastado en las campañas electorales, con un margen de desviación inferior al tres por mil.
Ya Voltaire decía que "la Verdad es lo que se hace creer". Pero con tan permanente trauma de la idea mecanizada, la psicología humana crea sus defensas, de la misma manera que las crea contra los traumas físicos... la psiquis humana endurece y, si conviene, hasta encallece su capa cortical. De ahí que no afecte, psicológica o cerebralmente la calidad, lógica o evidencia de un razonamiento, juicio, hecho o idea, si no es capaz de perforar la encallecida capa cortical. Por consiguiente lo decisivo ha de ser el número y relativa fuerza de los golpes publicitarios que consiguen hacerles taladrar el blindaje hasta llegar a herir la conciencia y la sensibilidad psicológica. Pero hay más: la mecanización ideológica favorece una tendencia muy humana, demasiado humana: la inclinación al menor esfuerzo. Si se nos dan ideas y juicios prefabricados es mucho más cómodo aceptarlos y "tragarlos” mentalmente sin el esfuerzo intelectual y el análisis objetivo de los hechos.
Así, con este gigantesco Lavado de Cerebro a escala planetaria, se ha llegado a conseguir que, en lo esencial y, muchas veces, con ropajes y oropeles diferentes, en el fondo los hombres piensan igual; se ha hecho del hombre del siglo XX, no un "portador de valores eternos” como dijo alguien, sino un intestino con patas, obsesionado solo por el estómago y la vejiga, con el aditamento de su estúpida vanidad, que le hace creerse "racionalista" porque no cree en Dios, pero sí en extraterrestes, orientalismos y naturalmente, en el Evangelio de Marx.
La psicopolítica ha llegado ya, hoy, a extremos de perfeccionamiento que ni siquiera Orwell pudo preveer en su premonitorio “1984”. Los ataques a la mente humana se hacen desde los más insólitos e inesperados ángulos. Relativamente conocida es la técnica de los llamados "mensajes subliminales” que permiten atacar al subsconciente sin que, de hecho, el individuo se aperciba de la agresión. El caso merece que nos detengamos para explayarlo someramente. El filósofo alemán Leibniz se ocupó ya, en su día, de las "pequeñas percepciones que son poco notadas y no se las distingue suficientemente para ser percibidas o recordadas, pero que llegan a ser conocidas a través de ciertas consecuencias”.
“Porque, añadía Leibniz, es un gran error creer que no hay en el alma más percepciones que aquéllas de las cuales se es consciente." La sugestión subliminal, la presentación de estímulos demasiado tenues para ser captados por los sentidos, oídos o vistos, es un ejemplo dramático de sugestión indirecta. Cuando un tal Vicary logró que en una ciudad de cien mil habitantes del Este de los Estados Unidos se exhibiera simultáneamente, en cinco cines, una película durante la proyección de la cual aparecían unos anuncios de palomitas de maíz y de "Coca Cola”, los cuales tenían una duración de tres centésimas de segundo y, naturalmente, no fueron percibidos por los ojos de los espectadores, pero sí por su subsconsciente, se pudo comprobar que, en la semana siguiente, aumentó la venta de tales productos en más de un sesenta por ciento. Y, repetimos, para la técnica publicitaria, igual da CocaCola que palomitas, ideologías o presidentes del Consejo. Mediante el control de los llamados “mass media" se puede, en efecto, "obtener el control de pensamientos y lealtades de individuos, funcionarios, entidades y masas”, tal como aseguraba el camarada Berkowitz (a) Beria. Hogaño, con los fantásticos avances de la Informática, puestos a su servicio, el Sistema puede lanza cualquier idea, cualquier programa o cualquier consigna en la seguridad de que será ciegamente seguido por la masa de sus sujetos y nunca mejor empleada esa expresión. Un ejemplo revelador: En la revista norteamericana "Spotlight”, de 24 de Noviembre de 1980 se afirma que los discursos de los candidatos en la última elección presidencial norteamericana habían sido redactados; por una computadora. El monstruo cibernético valga la expresión era alimentado con los tópicos y hasta con los adjetivos calificativos que se habían hecho aceptar a las masas ya “republicanas ya “demócratas”. De ahí salían programados una serie de discursos que los loritos presidenciales repetían para orgasmo de las muchedumbres. El profesor John Cragan, de la universidad del Estado de Illinois, afirmó, sin ser desmentido: "Se puede escoger un idiota cualquiera, pasearle durante doce meses a través del país y hacer que salga elegido. Es cuestión de dinero”.
Mientras los movimientos llamados "derechistas” y, a pesar de que ese calificativo ya no signifique nada debemos temporalmente aceptarlo para entendernos, no tienen idea de la importancia, ni siquiera de la existencia de la Psicopolítica, las Fuerzas infeudadas al Sistema dominan el tema perfectamente y están
ganando la batalla en toda la línea. Es un hecho y hay que aceptarlo como tal, guste o no.
Joaquín Bochaca.
Nº 98 Junio de 1981
POLITICA ATIPICA
El mundo al revés. Lo corriente, lo lógico, en los avatares de la Política desde el triunfo de los cruzados de la Democracia en 1945 era que lo absurdo se aceptara como normal y respetable. Que ciertas doctrinas, ciertas actitudes fueran ensalzadas y otras, vituperadas. Estas, eran las que siempre habían sido consideradas excelentes durante treinta o cuarenta siglos precedentes, y aquéllas las que siempre habían sido tildadas de nefastas. Durante siete lustros nos habíamos acostumbrado a que todo se nos presentara al revés, y ahora resulta que, en una pirueta abracadabrante, de nuevo nos encontramos boca arriba. Boca arriba con respecto al año 1930, y boca abajo con respecto al año 1945.
Sí, porque en el transcurso de unos pocos días han sucedido, en España y en el Mundo, seis hechos sorprendentes; seis hechos contra corriente. Entendámonos, ssos seis hechos no son sorprendentes en sí; lo que sorprende es que hayan sorprendido a alguien. Un verdadero fenómeno digno de estudiarse.
Empecemos por los fenómenos de ámbito más reducido. Empecemos por España. El camarada Pablo Castellano del Partido Socialista Obrero Español, ha declarado que su Partido tiene cuarenta mil afiliados de los que treinta y seis mil son funcionarios. Es decir, no llega a la mitad de afiliados de los que posee el Fútbol Club Barcelona, con la diferencia de que sólo unos veinte socios de esta entidad son funcionarios (jefes) del club, y además funcionarios los del Barça que trabajan “gratis et amore" calumnia que en ningún modo podría lanzarse contra los “proletarios" del Partido de los cien años de honradez, como, con ursulina modestia, se autodenominan para pasmo de la posteridad. El P.S.O.E., el Partido de la "alternativa de poder”, (¡hay que ver qué mal pronuncian la J estos camaradas!) reconoce que su elenco se compone de cuarenta mil individuos, el noventa por ciento de los cuales son funcionarios, y el resto están en la impaciente lista de espera. Sorprendente reconocimiento. Sorprendente que se admita una vieja verdad: que la aplastante mayoría son funcionarios. Pregúntesele a un labrador, a un artesano, a un obrero: Camilo José Cela parecerá un Góngora ante la contundencia de las respuestas.
Sorprendente que sorprenda que la “O” del P.S.O.E. sea de pacotilla, y la “S”, de paso, también. Sorprendente que muchos se sorprendan de la afiliación de ese partido a la Internacional Obrera, con la cual la “E” parece igualmente sujeta a caución. Sorprendente que ahora caigan en que lo único que queda de las siglas P.S.O.E. es la "P". La “P” de partido, participio del verbo partir, que significa dividir. Y ésta es la alternativa de ”Poder" para los exfranquistas de la U.C.D., cuyas siglas parecen tan absurdas como las del P.S.O.E., dicho sea de paso, pues la "Unión" no se nota más que a la hora de votar a mano alzada . El “Centro” en Política es inexistente por definición y si existe es como símbolo de falta de criterio, pues tal posición depende siempre del punto en que se sitúen los denominados "Extremos", y lo de democrático parece incompatible con el sistema de las detenciones e incomunicaciones de personas, durante varios días, y sin cargo alguno.
Perdón por el inciso, aunque sorprende que la gente ahora se sorprenda de la falta de responsabilidad real de ”pesoes" y "ucedés”.
Otro hecho que sorprende haya podido sorprender, a estas alturas. La "reinvención”, o restauración del Sindicato Vertical, como en los mejores tiempos de Solís Ruiz, o de Martín Villa (primera época). Sí, porque en vista de que en las elecciones sindicales sólo votó el 48%, la abstención llegaba al 53%, y no votaron ni los funcionarios (casi un millón y medio) ni los parados (otro tanto) ni los pescadores, agricultores ni trabajadores independientes, resulta que los votantes fueron un trece por ciento, como máximo, de los trabajadores españoles, y de entre ellos, la mayoría absoluta de esa exigua minoría la alcanzaron las “grandes" centrales sindicales del PSOE y el P.C.E., es decir, U.G.T. y CC.OO. Total de los votos obtenidos por ambos grupos marxistas, juntos, un siete por ciento de la masa laboral española. Y ese siete por ciento, ante tan aplastante demostración de "unanimidad", se irroga la representación de los proletarios hispanos y "pacta” con las patronales, cual vulgar Sindicato Unico es decir, Vertical, franquista. Y ¿quién representa a los obreros? pues nada menos que el conocido trabajador Don Nicolas Sartorius Alvarez de Bohórquez, descendiente del conde de San Luís y miembro del partido Comunista. Todo esto ha sorprendido a "las bases". Lo cual resulta sorprendente. ¿Cuándo se ha visto a un sindicalista rogelio
trabajar de verdad?.
Tercer hecho sorprendente. El Sr. Ministro de Hacienda, explica, ante las pantallas de la tele que los españolitos deben ser felices por pagar sus impuestos. Y un alud de contraopinantes le explica a él que no son nada felices y que están de impuestos hasta la coronilla. El Sr. Ministro se sorprende, la Prensa, se sorprende, los centuriones del “Poder" se sorprenden. Pero ¿Cómo pueden sorprenderse, a estas alturas? Sorprendente, su sorpresa.
Traspasemos nuestras fronteras, pero no nos alejemos demasiado. Quedémonos en Italia. Allí se ha armado un cisco inmenso con el asunto del escándalo masónico. Ahora resulta que, la Masonería o al menos, la famosa "Logia P2”, es algo tenebroso, nefasto, peligroso para la seguridad pública, etc, etc. Claro que solo la "Logia P2", la Logia K2 debe ser más recomendable. En todo caso, en Italia se ridiculizó, póstumamente, a Mussolini por haber disuelto las Logias y desterrado a las Lípari al Gran Maestre de la Masonería italiana. Y no digamos en España, donde las frecuentes alusiones de Franco al “peligro masónico” eran acogidas con regocijo por los distinguidos adalides democráticos, tomándolas como rarezas seniles del abuelo. ¡Bueno! Pues ahora la Gran Prensa democrática se hace eco de las sensacionales revelaciones de los colegas italianos y descubre, con cierto retraso, eso sí, que, después de todo, la Masonería, o cierta parte de la Masonería, no resulta recomendable.
De Italia podemos dar otro salto, hasta el Medio Oriente, allí, el Premio Nóbel de la Paz, el Presidente israelí Menachem Beguin, decide bombardear una Central Nuclear de Irak. Motivo: allí se puede construir una bomba atómica, e Israel teme que se la lancen a él. Hemos dicho “se puede construir”, pero el pacífico Beguin esgrime el argumento de la guerra preventiva. Y bombardea la Central Nuclear. Y todo el mundo, Gran Prensa incluida, concluye que esto es un atropello. Inaudito. ¿Por qué un atropello? ¿Acaso la propia existencia del Estado de Israel, no es, ya de por sí, un atropello contra un millón y medio de palestinos, expulsados de sus hogares? Sorprendente, que, por una vez, las ”masas" hayan mostrado disconformidad con el Estado que encarna al pueblo paniaguado de Jehová.
Y si vamos a Norteamérica, otra sorpresa, es decir, otra sorprendente sorpresa. Tras embargar los envíos de grano a la URSS, por haber invadido Afganistán, ahora el Gobierno. Americano. ha levantado este embargo y va a enviar a su “enemigo” soviético el grano que éste necesita para cubrir los déficits permanentes de sus planes quinquenales. Y se lo mandará a precios muy inferiores a los de los cursos mundiales. Es decir: que le hará un regalo. Y esto sorprende, ahora, a muchos. Su sorprendente, sorpresa hace cavilar. Pues ¿Acaso no ha ayudado, desde hacer más de 60 años, el capitalismo privado occidental al capitalismo estatal oriental?
Es, sencillamente admirable. Afectada de una profunda crisis de sensibilidad ideológica, la Política actual ya es incapaz de seguir incluso su propio camino torcido. Es una política atípica, como la neumonía que azota España. Partidos “de masas" con una afiliación que representa el 0'8 % del total de la población, Sindicatos Verticales votados por el 7% de los trabajadores y dirigidos por un aristócrata; contribuyentes democráticos cabreadísimos porque tienen que contribuir, sectores de opinión contrarios a la Logia P2 y al buen pacifista Beguin, resucitando lo que se calificaba de chochadas de Franco, con su “peligro judeomasónico”, y el Estado más capitalista de la tierra ayudando al paladín del comunismo, ante la asombrada indignación de las masas.
No somos nadie.
Joaquín Bochaca
Nº 99 JULIOAGOSTO DE 1981
EL ESPIONAJE JUDEOSOVIÉTICO
Para la primera potencia comunista mundial los métodos represivos y la dictadura a todos los niveles son necesarios e imprescindibles. Unicamente mediante ellos le es posible al aparato político del PCUS mantener un régimen popularmente impopular. El que la dirección y ejecución de sus sistemas de espionaje y policía hayan estado siempre y estén en la actualidad en manos de judíos, prueba además el poder de los elementos hebreos en el sistema soviético, y la falsedad del llamado antisemitismo de la URSS.
La experiencia demuestra constantemente que el hombre es el único animal que tropieza, no dos, sino catorce veces en la misma piedra. Así no puede sorprender demasiado que continuamente se esté demostrando que los que niegan la evidencia de la ecuación comunismosionismo son unos individuos con una tendencia al error permanente, a la diabólica perseverancia en la equivocación. Primero se empezó por negar que el Sionismo, o el Judaísmo, o como quiera llamarse a esa tremenda Fuerza Política Mundial, tuviera algo que ver con la Revolución Bolchevique de 1917. Luego, ante el alud de arrolladoras pruebas presentadas, se admitió, para afirmar enseguida que los elementos pan rusos habían tomado la sucesión de los judíos de la primera hora en la dirección del movimiento comunista mundial, y, concretamente, del Comunismo en Rusia.
Al demostrárseles que las famosas "purgas” de 1925, primero, y de 1938, después, habían servido para suprimir, en una mera lucha por el poder, a unos cinco mil judeobolcheviques por otros seis mil hebreos rusos, se aferraron como un náufrago a un salvavidas, a la tesis de un Stalin antijudío que, según ellos, habría liquidado a la élite de la vieja guardia soviética en el transcurso de la II Guerra Mundial. Pero volvió a demostrarse que todo eso no era más que una entelequia de individuos que tomaban sus deseos por realidades, y que los judíos, ya directa, ya indirectamente, por personas interpuestas, continuaban dominando no sólo en la URSS sino en el movimiento comunista mundial.
Ultimamente se ha vuelto a la carga con esa ridícula teoría, y lo curioso del caso es que no sólo la sustentan individuos y fuerzas infeudados a los "mass media " que dominan en Occidente, sino que incluso elementos que son o se representan como nacionalistas la creen ciegamente, por la razón, ya apuntada, de que les gusta creérselo. Y, no obstante...
No obstante, son los bancos y los trusts radicados en Occidente los que continúan sosteniendo a la URSS y sus satélites. En un reciente número de esta revista ya hablamos de ello. Queremos, ahora, insistir sobre un punto del que apenas habla la Gran Prensa. Es decir: el apoyo de los servicios secretos y de elementos altamente significados en la política occidental, al bloque soviético.
Lord Elland, uno de los más conspícuos sionistas de Inglaterra, ha sido, finalmente, descubierto, como un agente secreto que trabajaba, a la vez, para la K.G. B. soviética y para el Mossad del Estado de Israel. Según la muy bien informada revista americana “ Spotlight“ (3031981), “las investigaciones han demostrado sin lugar a dudas que Lord Elland estafó miles de millones de libras a las empresas textiles bajo su control mientras actuaba como espía, no solamente en provecho de Israel, sino también de la URSS. ¿ Quien es Lord Elland ?. Es un judío llamado Pinkas Kaganovich, que emigró de la URSS en 1946, obtuvo la ciudadanía británica sin necesidad de esperar a que transcurrieran los diez años preceptivos; entró al servicio del Mossad isrealita, lo que sabían perfectamente los servicios ingleses, cambió su nombre por el de Peter Kagan y en unos quince años se hizo multimillonario con especulaciones textiles.
Un inciso: queremos llamar la atención sobre una serie de hechos rarísimos, a saber: a) un ciudadano soviético emigra libremente de la URSS, en 1946. Insólito. b) Obtiene la ciudadanía inglesa sin necesidad de esperar que se cumpla el plazo reglamentario. c) Entra al servicio de una potencia extranjera Israel y los servicios secretos británicos, que lo saben, no toman medida alguna, cuando la primera, de acuerdo con la ley, debería haber sido encarcelarle y la segunda privarle de la nacionalidad británica. d) A pesar de todos esos “handicaps”, en un país tan poco amante de los extranjeros como Inglaterra, se hizo multimillonario en un lapso relativamente corto de tiempo. e) Además, se le nombró Lord (Par del Reino)
pese al informe en contra de la Comisión de Honores de la Casa Real.
Sigamos. Lord Elland fue denunciado por Scotland Yard como cómplice de un tal Ricardas Viagauskas, un hebreo lituano que (¡oh, coincidencia!) tambien trabajaba para el Mossad y la K.G.B.. Viagauskas fue expulsado de la Gran Bretaña, pero a Lord Elland no le sucedió nada. Dice “Spotlight": "KaganElland había adquirido sorprendentes contactos e influencia en los medios políticos británicos, y pronto utilizó sus conocimientos e influencia para situarse entre la élite dirigente del Establishment inglés, probablemente haciendo chantaje, primero al gobierno de Harold Wilson, y luego a los conservadores. Kagan dirigía el terrorismo del Mossad en Europa, y su especialidad consistía en la provocación, es decir, en perpetrar atentados contra elementos izquierdistas, liberales e incluso judíos, y luego desviar las culpas hacia organizaciones nacionalistas o derechistas. Los servicios de contraespionaje británicos parecían incapaces de actuar contra Kagan, debido a sus misteriosas protecciones, la menor de las cuales no era la de pertenecer a la Cámara de los Lores, lo que le garantizaba la inmunidad parlamentaria. Pero el golpe para Kagan vino desde Francia. El entonces Presidente, Valéry Giscard d'Estaing, del que se decía que, en privado., maldecía de la “omnipotencia sionista ", mandó un informe por la vía diplomática normal al Foreign Office en el que se demostraba que Kagan era un agente soviéticoisreaelita, culpable de la organización de actos de terrorismo en Francia y en Inglaterra. Durante unos meses no pasó nada, pero la presión de los servicios británicos de contraespionaje sobre su propio gobierno se hizo tan fuerte que no hubo más remedio que llevar a cabo eso sí, ¡con guante blanco! una investigación oficial. Insólitamente, el embajador de Israel en Londres, Menachem Savidor, intervino ante las autoridades inglesas en favor del presunto ¡y más que presunto! espía. Algo sin precedentes en la historia de la diplomacia mundial. Absurdamente, un hombre acusado de tremendos crímenes contra su patria oficial, de adopción, fue puesto en libertad bajo fianza, y, sin esconderse, a la vista de todo el mundo, cogió el avión y se fue a Israel, donde fue recibido como un héroe nacional. Una vez fuera de Inglaterra Kagan, la investigación se puso en marcha en serio. Parece como si hubiera interés en permitir que se marchara. Increíble. Todavía no hay indicios absolutos de la extensión de los daños causados por Kagan, pero parece que son inmensos, y, desde fuego, muy superiores a los originados por los otrora famosos Burgess y Maclean. Una cosa aparece como cierta: aún y cuando colaborara para el Mossad, sus mejores servicios los prestó a la URSS.
Unos días después de la llegada de Kagan a Israel, estallaba en los Estados Unidos el escándalo David Aaron. Alto funcionario de la delegación americana en las Naciones Unidas y, al mismo tiempo, miembro de la C.I.A., cometió la " indiscreción " de mencionarle al delegado de la Polonia comunista los nombres de varios agentes occidentales que trabajaban tras el Telón de Acero. Tal indiscreción es increíble en un funcionario de la talla de Aaron. Las consecuencias de esa “indiscreción" que cabalmente se parece a una traición, y objetivamente lo es, fueron, como es lógico, que numerosos agentes occidentales cayeron en manos de los soviéticos y el trabajo de muchos años se perdió para nada. David Aaron es un sionista público y notorio que, como la gran mayoría de ellos, ayuda, directa o indirectamente, y siempre objetivamente, a la URSS,
Hemos cogido estos dos casos, clamorosamente escandalosos y bien recientes, como más demostrativos. Pero hay muchísimos más. Casi a diario. Aparecen mencionados en periódicos de escasa tirada, e incluso en diarios importantes y sometidos, naturalmente, al Establishment, pero mencionados de manera sibilina, logrando, la técnica expositiva, que pasen prácticamente desapercibidos. Y así va Occidente. Creyendo en estupideces como el antisemitismosoviético, de manera que, ¡para que se enfaden los soviéticos !, se ayuda a Israel y se ataca a los europeos y a los árabes, ¡Genial!
J.Bochaca
Nº 100 Octubre de 1981
LA REPRESIÓN DEMOCRÁTICA
La Democracia, decía Barbey d'Aurevílly, parece ser la regla del mundo moderno, pero sólo es su castigo. Otro francés, Bernanos, que no puede ser tildado precisamente de fascista, decía, refiriéndose a los políticos democráticos de su país que "no pueden dejar de ser hipócritas de la misma manera que los dictadores no pueden evitar ser cínicos".
El castigo que los hipócritas de nuestra época han impuesto no sólo a Francia sino a toda Europa, ha consistido en reprimir, en nombre de la "pluralidad” partidista, consustancial a la Democracia, todas las ideas y actividades que no se ajustan al molde prefabricado por los usuarios y beneficiarios de aquélla. En efecto, a partir de 1945, la Democracia se ha convertido en el gran "dadá" de todos los regímenes y de todos los profesionales de la Política infeudados a ellos. Todo el bloque comunista se compone de "democracias", llamadas, irrisoriamente, “populares". El UbanguiChari es una democracia, y también lo son, naturalmente, Sierra Leona, Lesotho, Barbados y Bostwana. Cualquier dictadura, o ”dictablanda" centroamericana es, por definición, democrática. A finales de los años cuarenta incluso Franco decidió bautizar a su régimen como una "democracia orgánica". Nunca ha habido, en el mundo, un uso más desaforado de un término político, democracia, y al mismo tiempo, una contradicción más flagrante entre la teoría y la práctica del mismo.
Vamos a olvidarnos de la represión llevada a cabo por los vencedores tras el final de la II Guerra Mundial. Represión que alcanzó a escritores, periodistas, artistas y simples ciudadanos del montón y que se fundamentó en el atípico delito de “pensar mal". Y vamos a olvidarnos de ello porque podría argüirse que se trató de hechos aislados en que la pasión prevaleció sobre la razón y la venganza sobre la justicia, debido a la cercanía, en el espacio y en el tiempo, de hechos y circunstancias anexos al desarrollo de la recién terminada contienda. Es un argumento pueril por sobreentender que un magistrado, y diez mil magistrados a la vez, pueden comportarse, bajo el imperio de las bajas pasiones, como una tribu de apaches chiricahuas. Pero es igual: vamos a aceptarlo. Pero lo que ya no se puede aceptar, ni hablando en nombre de la Democracia, ni en el de la simple decencia, es que cuando han transcurrido seis o siete lustros desde el fin de la guerra, se siga practicando la danza del "scalp" contra todos aquéllos que tienen, o tuvieron, el valor de nadar contra corriente. Y que no se nos arguya, tampoco, tal como suelen hacer los estipendiados y los paniaguados del Sistema, que "al fin y al cabo, la Democracia tiene el derecho de defenderse contra las ideas que pueden poner en entredicho su propia existencia", pues tal argumento es, no ya pueril, sino incluso antidemocrático: ¿Como se va a negar, en nombre de la Democracia, el derecho a disentir de los postulados democráticos? ¿Dónde quedaría la libertad? ¿Acaso no fueron los enciclopedistas, padres de la moderna Democracia, quienes afirmaron que había que respetar todas las opiniones incluyendo las que se oponían a las suyas? ¿Qué ha quedado, en la prosaica práctica, de tan bellas teorías? Se criticó a los tres últimos ”luises” de la Casa de Borbón, en Francia, el uso de las ”lettres de cachet", por el que la autoridad real se irrogaba el derecho de detener, sin acusación y sin juicio inmediato, a aquellos individuos que le parecieran subversivos. Y ¿qué hacen ahora las democracias, sin excepción? En Italia, basta que, a juicio de un magistrado, un texto o un artículo periodístico cualquiera parezca "oler" a Fascismo para que inmediatamente el autor sea encarcelado, acusado de "intento de reconstitución del Partido Fascista” y condenado o, lo que es más cruel e indigno aún, declarado inocente tras un proceso de tres o cuatro años de duración, En España, Jorge Mota, de CEDADE, puede ser detenido durante siete días, incomunicado, sin permitírsele hablar con su abogado, en condiciones infrahumanas que hubieran provocado ciertamente la airada protesta de "Amnesty International" de haberse tratado de un etarra, un obisparra o un macarra, y cuando le dejan salir, ni un motivo, ni una explicación, ni, menos aún, unas palabras de excusa. Y cuando manda telegramas a las más altas instancias nacionales y regionales, no recibe respuesta. Intenta presentar denuncia contra el Ministro del Interior y el magistrado de turno no se la admite más tarde, a raiz de una nueva detención de nueve días con motivo de un mitin, el ayudante del juez le diría que “en vez de tanto mitin lo que tenías que haber hecho es poner un denuncia contra el Ministro del Interior". Convoca una rueda de prensa para explicar lo sucedido y se le denuncia a él. ¿De veras es esto Democracia?.
Robert Debbaudt, en Bélgica, edita un folleto reproduciendo "La carta al Papa", enviada por León Degrelle
al actual Pontífice. Debbaudt y su colaboradora, Adrienne Tart, son condenados, a sendas penas de prisión. Hay que aclarar el que la carta de Degrelle no puede en modo alguno ser calificada "S". En dicha epístola no se sugieren proposiciones atentatorias contra el Sexto Mandamiento de la Ley de Dios, ni contra ningún otro; simplemente el antiguo combatiente regular Degrelle le pregunta al antiguo francotirador polaco Wojtyla si él cree, verdaderamente, todo lo que ha dicho, si es que realmente lo ha dicho en su discurso en Auschwitz y si cree que allí murieron cuatro millones de judíos.
El profesor Stielau, de Hamburgo, pone en duda la autenticidad del texto del "Diario de Anna Frank". Es expulsado de su cátedra, privado de su pensión y encarcelado por tres meses. Luego se demostrará que el tal Diario es una burda falsificación o que, por lo menos, ha sido muy retocado por un escritor judío, Meyer Levin, que ha cobrado por ello, 50.000 dólares. Pero no se rehabilita a Stielau, que continúa sometido al "pacto del hambre" mientras la lacrimógena historieta es impuesta como libro de texto en varios estados de la República Federal Alemana.
Thies Christophersen, por el "delito" de haber escrito un libro, "La mentira de Auschwitz", en el que se atreve a negar la verdad oficial, es condenado a prisión. Mientras cumple condena, le queman su granja y, casualmente, la Policía no localiza a los autores. Manfred Roeder, por haber prologado su libro, también incurre en las iras de la justicia democrática tudesca y logra huir. No importa; posteriormente será capturado por los modernos inquisidores y aherrojado en una ergástula.
El gobierno italiano o mejor, los gobiernos. italianos: 43 en 36 años de Democracia a la Italiana incapaz de solucionar sus propios problemas en un país en el que la única institución que funciona correctamente es la Mafia, no cesa de incordiar a los gobiernos de los demás países en donde consta que se han refugiado fascistas italianos, o presumidos tales. Salvatore Francia es un caso típico de hombre perseguido por delito de opinión, y como el “Onorevole Giudice" de marras no logra echarle el guante, pese a sus desvelos y a la colaboración de la justicia española, encuentra la solución: encarcela a su mujer. Motivo: “Intento de reconstitución del Partido Fascista", delito del que estamos seguros será exculpado dentro de unos meses, o años, o lo que quieran. A Salvatore Francia se le ha llegado a acusar, simultáneamente, de seis delitos, de cinco de ellos había ya sido exculpado, pero le quedaba uno, del que "todavía" no lo había sido. Conociendo por experiencia el truco italiano de acusar a cualquiera de lo que sea y guardarlo en prisión unos cuantos años antes de soltarlo por "falta de pruebas" (¡qué objetivo y ponderado parece dicho así ¿verdad?) Salvatore Francia se quedó en España; pero hasta aquí llegó el brazo de la implacable justicia italiana, tan corto y débil a la hora de enfrentarse a las Brigadas Rojas y, pese a haber suscrito nuestro gobierno los Acuerdos de Heisinki, con sus secuelas de los "derechos humanos" y demás zarandajas, pese al acuerdo de no extradición por cuestiones políticas, fue puesto en la frontera, tras haberse pasado cinco meses en nuestros democráticos calabozos. Y no se paró en España el brazo de la justicia italiana. Hasta Sudafrica llegó, y Massimo Bollo y Fernando Miriello, también a requerimiento de las autoridades italianas, fueron encarcelados, obedientemente, por el pretendidamente ”fascista" régimen de Pretoria.
En Francia, Françoois Duprat, profesor de la Universidad de Nanterre, es apaleado por una cuadrilla de melenudos gamberros trotzkystas. La Policía no localiza a los agresores, como es lógico. Duprat se ha especializado en temas de Historia Contemporánea y, como es una persona seria y que se respeta a si mismo primer paso para respetar a los demás no puede admitir que en la pasada contienda fallecieran seis millones de judíos cuando en Europa no habían más que unos cinco millones y Hitler sólo pudo tener acceso a tres millones. Minuciosamente, Duprat, que no milita en ninguna formación de las denominadas "de extrema derecha", va desmontando el mito de los seis millones de gaseados judíos. Sale ileso de un atentado con bala. Anuncia que va a publicar un estudio sobre las complicidades sionistas en el Establishinent francés. Pero le ponen una bomba conectada con la puesta en marcha de su vehículo, y muere. Su esposa queda malherida. Su domicilio es registrado y el manuscrito desaparece. La Policía no descubre a los autores.
También en Francia, el Profesor Faurisson de la Universidad de Lyon, niega resueltamente la fábula de los seis millones. Pierde su cátedra en la Universidad y posteriormente un tribunal le condena, a prisión. ¡Francia! ¡La tierra de la Liberté! En la tierra de la Liberté rige, majestuosamente, la Ley Pléven, que prohibe cualquier crítica contra nadie, en razón a su pertenencia a un grupo racial o religioso determinado.
Aplicación práctica de esa ley: A un automovilista alemán que se ha saltado un semáforo en rojo se le puede tratar de “Sale Boche”, pero si ese "alemán" se llama Abraham Rosenthal y se hace un comentario desagradable sobre la grotesca forma de su apéndice nasal esto puede costar una multa y seis meses de cároel, como mínimo.
En Norteamérica funciona la ”ADL” o Liga Antidifamatoria, que persigue por medios legales (tribunales) y menos legales (boicots) a todos aquellos individuos o entidades que no comulgan con el Sionismo que, desde los tiempos de Roosevelt, embrida a los gobiernos de Washington. Además, tales individuos suelen tener muy mala estrella: constantemente se caen por las ventanas, o son atropellados por vehículos que se dan a la fuga, o padecen atípicas indigestiones de cianuro o desaparecen sin dejar rastro. Y la policía o las policías americanas, bien, gracias.
Los vencedores de 1945 creyeron que se podían fusilar las ideas y con refinada hipocresía, quisieron terminar con todas aquellas que pudieran oponerse a su preeminencia en el Mundo. Y así en una sociedad permisiva como la actual, en la que se puede perfectamente ser maricón, macarra, lesbiana, bolchevique, cura padre de familia numerosa, asesino de niños (abortófilo), perjuro galardonado y pornógrafo, se aplica en cambio una severidad franciscana a la hora de examinar, con lupa, los posibles, reales e imaginarios delitos de unos individuos que se niegan a comulgar con ruedas de molino. Véase, por ejemplo, lo sucedido en Alemania y en Holanda, en que se va prorrogando el período de prescripción de los "delitos nazis" (y sólo los nazis) y se niégan indultos en casos que claman al cielo, como el de Rudolf Hess, mientras en cambio las plañideras de la Conciencia Universal se desgañitan para que se libere al sadomasoquista Sam Berkowitz, asesino de niños y mujeres que merece toda la atención de los "mass media" norteamericanos en estos tiempos. ¡Claro que Hess no es más que un viejo europeo que se jugó la vida para ofrecer la paz, y Berkowitz tiene un apéndice nasal que no se lo salta un "fedayin"!.
Joaquín Bochaca
Nº 101 Noviembre 1981
LOS NIVELADORES
El Plan consiste en reducir a todos a un mismo nivel, en todas las fases, en todos los aspectos de la vida. Y toda nivelación, bien sabido es, se hace siempre por lo bajo; hacia abajo. Ese es el Plan. Todos a un mismo nivel ínfimo, y los dioses del Establishment, reinando sobre el rebaño humano, con la ayuda de sus perros pastores.
Fue precisamente en tiempo de la dictadura de Oliver Cromwell, aupado y financiado por los judíos holandeses, cuando una secta pseudoreligiosa, llamada "los Niveladores", destrozó la sociedad inglesa. Fue necesario el paso de muchas generaciones para que la paciente Naturaleza reconstruyera, en parte, lo que habían destruído aquellos payasos a los que parecía haberles llovido el dinero del Cielo y disponían, con él, de unos medios propagandísticos notables para la época. Ahora, con otros medios infinitamente más poderosos, nuestros "niveladores" tienen otros nombres: Comunismo, Marxismo, SocialDemocracia, ONU, la Hermandad de los hombres, Integración, Igualdad, etc. Pero es el mismo Plan secular: "nivelar" la Sociedad por lo bajo hasta llegar a la culminación del sueño mundialista. Y debe ser, repetimos, por lo bajo. Y ello por dos motivos. El primero porque no es posible elevar al nivel de los ciudadanos decentes a la pléyade de delincuentes, prostitutas, vagos profesionales, granujas y politiquillos de tres al cuarto, y, por consiguiente, debe rebajarse a aquéllos al nivel de éstos. El segundo, y primordial, porque el bajo nivel asegura la preeminencia indefinida de los dioses del Establishment.
La nivelación, a escala social, empezó por la mujer. Antaño, las mujeres europeas eran honradas y respetadas, porque mantenían los altos niveles morales heredados de sus cristianas antecesoras. Basta con leer cualquier obra de los clásicos de nuestra Literatura española, inglesa, francesa, alemana para cerciorarse de ello. Las mujeres europeas no apreciaban las públicas exhibiciones de indecencia, juego, borrachera, modales desenfadados, etc. De manera que las productoras cinematográficas americanas empezaron a usar la psicológicamente imbatible arma del ridículo para rebajar el nivel de la conducta de la mujer. Y empezaron a aparecer películas y obras teatrales en las cuales las mujeres que se oponían a la indecencia eran presentadas como marimachos que debían ser virtuosas por fuerza, vírgenes involuntarias a las que ningún hombre miraba; antipáticas, desgarbadas e hipócritas, luciendo cómicas antiparras, con sus narizotas apuntando al cielo e incapaces de sonreír. En las mismas obras, las mujeres agraciadas, simpáticas y buenas, eran tolerantes ante lo que se llamaba, aún, decencia. El siguiente paso consistió en condicionar a las mujeres para que aceptaran la semidesnudez en público. Otra vez resultó ser el "cine" el vehículo ideal. Los "niveladores" de Hollywood emplearon a una conocida pareja de actores ella, era la hebrea Hedi Lamarr para que aparecieran semidesnudos en la pantalla. Luego, un trío de cantantes que fue famoso en los años cuarenta y cincuenta, las hermanas Andrews cuyo verdadero nombre era Pantalarkas y eran judías oriundas de Salónica empezaron a aparecer públicamente luciendo ropajes masculinos.
Se decidió que las mujeres adoptaran también los vicios de los hombres, tales como jugar a los naipes, beber y fumar en público. Presentaron en las películas a las más despampanantes hembras de Hollywood empuñando finísimas boquillas y todas, las mujeres "normales" empezaron a imitarlas. Por el mismo procedimiento, lograron que se cubrieran de afeites y pintarrajeos en las caras, como hacían ya las prostitutas romanas. Y luego, el golpe de gracia. Era preciso llevar también a las mujeres al nivel de los hombres, en el aspecto sexual también. Y se dio al aspecto sexual de la vida una apariencia de cientifismo, promocionándose proyectos de investigación como los llevados a cabo por el difunto Alfred Kinsey, que recogió confidencias que sólo podían ser recogidas en prostíbulos. Una mujer decente nunca hubiera podido decir esas guarradas ni siquiera si las hubiera experimentado y muy pocas mujeres indecentes o de vida llamada "fácil" habrían hablado de ese modo a Kinsey ni aun bajo promesa de secreto. Pero se promocionó a Kinsey como si fuera un genio, y luego al psiquiatra israelita Kelleher que afirmaba que "una mujer no es más moral que un hombre". Y el caso es que, cierto o no, esa aseveración nivelaba los sexos. Todo se nivela; todo se rebaja. Un beso era, antes, una prueba de dignidad y ternura. Ahora, según la moda impuesta en el "cine", dos bípedos traban brazos y piernas, tratan de comerse el uno al otro, lenguas, dientes y labios hacen juegos malabares, millones de microbios se trasladan de domicilio vía bucal y el interminable morreo termina con un aterrizaje sobre el catre y el fin de la escena si la película no está
catalogada "S".
Tras la mujer, vinieron los niños. Vulnerables por su natural credulidad. Con el cuento de no coartar la expresión libre de los niños, se suprimió la disciplina. Y sin disciplina se vuelven vagos e insolentes, borrachos, drogadictos y, con el tiempo, criminales y pervertidos. Cosechamos lo que sembramos. Otro ejemplo de "nivelación".
Antes, a los niños se les llamaba Pepito, Jaimito, en España; Joe, Jimmy, en los países anglosajones. Pero cuando eran mayores, eran don José, don Jaime, Joseph, James. En España y en Francia, por el viejo reflejo latino del miedo al ridículo, los hombres llevan nombre de hombre; en Inglaterra, pero sobre todo en Norteamérica y las viejas colonias, James, Richard y Edward son, a sus sesenta años, Jimmy (Carter), Dicky (Nixon) y Teddy (Kennedy). ¿Cuestión de nombres? Cierto. Pero ahí empieza todo.
Es una abdicación del autorespeto, Más ejemplos: antes, cuando aún había educación, era relativamente corriente que un padre se viera en el dolorosísimo deber de arrearle un cachete a su hijo o hija recalcitrante para meterle en vereda, una vez agotados otros recursos menos drásticos. Hoy en día, gracias a la polución cerebral inventada por el "cine", tal padre es un bárbaro. A los hijos se les deja hacer lo que les venga en gana, y en un país como Suecia tan adelantado que detenta el récord mundial de suicidios, borrachos y furcias amateurs a ese padre se le puede meter en la cárcel, previa denuncia de su retoño. ¿No es admirable el mundo que nos están construyendo los "niveladores" ?.
Para rebajarnos a todos al nivel de los negros, se promocionó esa serie de alaridos de bestia en celo llamada "Rock". Basta con observarun programa de música "moderna" (es decir, la que practicaban los prebantúes hace tres mil años) en la Televisión. Lo único que falta es el explorador cociéndose en la caldera al fuego. Otro factor de nivelación: la propagación de los malos modales y la grosería generalizada, tanto entre los hombres como entre las mujeres. Para no hablar de los niños, con esa inmunda cercada del “chicle”, las "pipas" que, una vez roídas, se escupen en derredor, etc . Pero, ¿es que se quiere una prueba mayor del triunfo de la ordinariez que esa arrolladora presencia de los "jeans" (tejanos) que cuanto más raídos, descoloridos v sucios estén, más "valor" tienen?. Que al señor Leví le salieran mal unas remesas de tela para las tiendas de campaña del Ejército USA y que tuviera la genial idea de imponerlas, tras el necesario despliegue propagandístico, como pantalones de última moda, es normal en una época absurda como ésta, pero que esto llegue a convertirse en el uniforme de los jóvenes, y de otros menos jóvenes, parece excesivo. Pues no lo es. Y hasta se paga como primera calidad lo que es de pésimo gusto e ínfimo coste.
Poco a poco, todo se va nivelando. La ordinariez, el mal gusto, la mala educación y la ausencia de "clase” ya es general. La Gran Termitera que nos preparan los amos del mundo será, decididamente, inmunda.
J. B.
Nº 102 Diciembre de 1981
EUROPA:
NUESTRA NACIÓN
La idea, aunque no se precise claramente, y sobre todo, aunque no se formule, no por eso deja de ser intuida por todos los europeos, sobretodo por los realmente grandes. El concepto de una unidad de destino. ¿Cómo surgió el concepto mismo de Europa? No ya desde el punto de vista geográfico, sino del político, de la Europa cultural y moral, de la Europa que nosotros hemos sentido distinta a las demás partes del mundo por ciertas determinadas características del modo de pensar y de obrar, de los sistemas filosóficos y políticos, de las tradiciones, recuerdos y esperanzas, es decir, Europa como individualidad histórica y moral, que puede recurrir a toda una serie de nombres, hechos y pensamientos que han marcado en ella, a través del paso del tiempo, una huella indeleble. Y, enmarcando todo este conjunto de facetas, en el concepto de la unidad racial de Europa, que si primero se circunscribe a la pequeña península de Asia que es nuestro Continente, luego se amplía proyectándose al Nuevo Continente, las dos Américas, Australia y Nueva Zelanda, más los bastiones blancos en Sudáfrica.
Es difícil precisar una fecha exacta, pero ya Alejandro antes de la batalla del Gránico, al arengar a sus tropas en el corazón de Asia, aludió a "Europa", y aunque es evidente que se refería a un concepto geográfico que ya trascendía a su pequeña Macedonia, no es menos cierto que igualmente aludía a, un determinado hábito civilizado, aun cierto modo de pensar y de sentir, privativo, suyo, y distinto de los llamados "bárbaros". Aquí lo que importa, en definitiva, es el factor espiritual, la “voluntad”; es el elemento moral el que predomina con mucho sobre el físico. No se puede negar que el hecho de haber habitado durante milenios, nuestros antepasados arios, estas tierras, físicamente conformadas de un modo determinado, haya influido de una cierta manera en nuestra "forma mental" aunque si se puede pensar que tal influencia geográfica no es decisiva. Un europeo de élite que podríamos traducir en el lenguaje actual por un europeo "de clase" se comporta igual tanto si ha nacido en Londres como en París, en Johannesburgo como en Valencia o en Sydney. Es la herencia de los antepasados, que forjaron una historia grandiosa, de antigüedad varías veces milenaria, que, como los genes, llevamos dentro desde nuestro nacimiento y que, a la vez nosotros enriquecemos y hacemos cada vez .más compleja con nuestra experiencia, nuestros pensamientos, nuestros afectos, para transmitirla a nuestros hijos y a los hijos de nuestros hijos.
En 1796, el gran filósofo inglés Burke se refería a "aquel sistema de educación mas o menos igual en toda esta parte del mundo, que suavizó, fundió y armonizó los colores del conjunto, creando una semejanza de hábitos sociales y de formas de vida, mediante la cual NINGÚN EUROPEO PODRIA SENTIRSE JAMAS COMPLETAMENTE EXILIADO EN PARTE ALGUNA DE EUROPA". Burke tenía pues una concepción d ¡afana de lo que quería decir Europa y europeo, especialmente cuando en su “Reflexiones sobre la Revolución Francesa" aludía a los tres principios que habían dado vida a las tradiciones, a la civilización y a los altos valores del mundo europeo: la homogeneidad racial, el espíritu característico de los "gentIemen" (gentilhombres) y el de una ética propia, en la que se trasponían y completaban las viejas creencias paganas de los nórdicos y los celtas con el Cristianismo.
La realidad intrínseca de Europa ha posibilitado que en momentos históricamente dramáticos, una fuerza centrípeta ha hecho que los europeos se uniesen bajo una sola bandera, mientras que una vez superado el peligro, otra fuerza centrífuga les ha derivado otra vez por los caminos del individualismo brillante pero localista y parcial. En el fondo siempre perduró el concepto de Europa como un gran cuerpo civilizado, culturalmente uno y políticamente dividido en muchos estados, pero ligados por un continuo e incesante entrecruzamiento de relaciones que se expresaban en un “derecho público europeo", y en una DOCTRINA DEL EQUILIBRIO en la que serian maestros los ingleses; un cuerpo que tenía usos, costumbres, particularidades de vida completamente propias, y en el que tan admirables resultaban la fecundidad alemana como la claridad francesa, el sentido común pragmático inglés, la genialidad italiana y el estilo del viejo caballero español.
Carlos V, su hijo Felipe II, Luís XIV, Napoleón, los hermanos Pitt, Hitler, están a punto de conseguir la
soñada unidad de Europa, por la que han suspirado todos sus hombres realmente grandes. En el último momento empero, el destino se ha mostrado adverso. Ha faltado el último impulso decisivo, cuando tal carencia no ha sido consecuencia de la acción demoledora del parásito, viejo maestro en enfrentar a europeos entre sí, utilizando precisamente como palanca los más caros sentimientos nacionalistas o para ser más exactos, mininacionalistas, de patriotismo de campanario de aldea de los diversos nacionalismos contrapuestos.
Al parásito no le interesa una Europa unida, auténticamente unida. Y al decir unida no me refiero a una unidad aduanera o comercial, a una unidad mercantil, materialista: me refiero a una unidad TOTAL, es decir espiritual Y material, por este orden, como expresión de la idea complementaria de alma y cuerpo. Al parásito no le interesa la actualización, la realización de la unidad de Europa, porque esta Idea presupone la negación de su contraria, tal como expresa Hegel.
Una Europa unida AUTENTICA, es decir, una Europa conformando un todo político y regida por europeos racial, política, culturalmente intachables, presupone el final incruento pero definitivo, de todos los falsos Mesianismos con los que desde su celebrado “contrato” con Jehová está afligiendo al Mundo el Gran Parásito: es el fin del Materialismo y del Hedonismo como sistemas de vida, como filosofía vital; es la desaparición por lasalcantarillas de la historia del Capitalismo Privado y del Capitalismo de Estado, de los falsos Socialismos, del Arte degenerado, de la rebelión contra lo bello, de la glorificación de lo feo, viscoso, repelente, enfermizo y contrahecho, de la democracia como tiranía de los demócratas; es, en una palabra, un Nuevo Amanecer, para el Hombre Ario, el Horno Europaeus, el de la Capilla Sixtina y la Novena Sinfonía, el del Derecho Romano, las Siete Partidas, Notre Dame de París, el Coloso de Rodas, el y la Puerta de Brandenburgo... De cuya estirpe salieron un Miguel Angel, un Leonardo da Vinci, un Shakespeare, un Cervantes, un Beethoven, un Velazquez, un Wagner, un Edison, un Watt, un Bach, Goethe, Voltaire, Moliére, Calderón, Lope, Dante, Petrarca... Es el final de la gran aventura del Advenedizo, del Intruso, del Parasito TOTAL, no sólo económico, sino político, social, e incluso biológico, al presentarse además como abogado del mestizaje... para los demás. Es el nuevo empezar cumpliendo la maldición divina, ahora rumbo a Oriente, arrastrando por los polvorientos caminos los carromatos donde lleva sus aparejos de feria para engañar a los incautos, para obtener dinero, para obtener más dinero, para comprar poder, para comprar más poder, para comprar aún más poder con el que obtener dinero, y con este dinero más poder, para sobornar a este y a otro, para comprar a la prensa y a los medios de comunicación, para obtener influencia para obtener dinero, para obtener poder... en un eterno morderse la cola, cual reptil enfermo, actor de su desgracia y de la de los demás, azote del mundo, receptáculo inmundo de estremecedoras aberraciones, paranoico engendro, error de la Naturaleza.
Para la actualización y realización total de Europa a la que he aludido antes es preciso abandonar las viejas supersticiones políticas, las trasnochadas ideas seniles de los vividores de la política considerada como "modus vivendi”; es preciso echar de una vez por la borda las creencias estúpidas que constituyen el arsenal ideológico del estereotipado liberal todavía anclado en el siglo XIX, y que dice no creer en nada, aunque en el fondo está dispuesto a creer en todo lo que le gusta, es decir todo lo que le dictan las corrientes de la izquierda y al que nada le satisface tanto como lograr implantar una tiranía tan feroz como hipócrita contra todos los que no piensan como él. Para la IdeaEuropa, preludio de la RealidadEuropa, pues la idea precede necesariamente a la acción los que creemos y queremos lo que creemos, es decir, los que creemos y queremos Eu ropa, debemos realizar la síntesis de la acción y de la libertad (la verdadera; no la del falso trilema demagógico Libertad Igualdad Fraternidad), del dinamismo y del libre albedrio. Nuestro movimiento, en su escencia y en su carácter, no es estático, sino dinámico. Respetamos, admiramos y amamos profundamente a nuestros predecesores, a los creadores del movimiento mundial ario que se inmolaron en 1945 ante el Número y la Estupidez, arropados por el dinero. Pero sabemos que nuestro movimiento es un organismo que se desarrolla sin cesar, basándose, eso sí, en las enseñanzas recibidas para afrontar los nuevos problemas que la sociedad se va planteando. Nuestra Idea no se petrificará jamás, pues no depende de nosotros ni de una generación determinada, ni de un pasado reciente con sus realizaciones y su heroísmo, sino que está indisolublemente ligada a toda la historia de Europa, a su futuro y al impulso vital de los europeos.
La política es arte de realidades. La realidad es siempre atrayente, ni espectacular. Muchas veces es difícil
e ingrata, cual la vida. Encarémonos pues, con el problema de Europa sin separarnos de la Realidad. ¿Qué es hoy Europa para nosotros? Es ciertamente, una realidad en el campo de la Idea. Nada más, si acaso es una realidad histórica y geográfica. Sin duda es una unidad cultural. Pese a todas las presiones antirracistas, es una unidad racial. Pero no es todavía una unidad política, es decir, una unidad TOTAL. Y no lo es por no haber llegado jamás a actualizar sus potencialidades, y sobre todo, a aglutinarlas. Ya hemos aludido al Gran Parásito, pero el Gran Parásito no ha llegado a matar la idea de Europa, ni siquiera a sus partes dispersas, las mininaciones de ayer. Y sabemos con Nietzsche, que todo lo que no nos mata, nos fortale. Los anticuerpos sanos de Europa debieran de haberse impuesto a los gérmenes patógenos. No ha sido así, no está siendo así, la culpa es nuestra.
Debemos desterrar de una vez de nuestra mente la idea infantil de autojustificación. El gran "dadá" de los hipernacionalistas de papá y de sus actuales nietecitos de la derecha reaccionaria ha sido y es culpar a los demás. Y concretamente al enemigo, al que a veces se le ha osado llamar por su nombre: el Establishment, el Sionismo, Israel, etc... Aunque todo no se reduzca a esos gentilicios, podríamos decir que los tiros van por ahí. Pero de esa denuncia, ciertamente arriesgada a veces, no se ha pasado. Y eso es un error. Estaría por decir que ese es el error en que se cae una y otra vez. El Parásito es un parásito por decisión de Dios, de la Naturaleza, pero no por eso pasa a ser "malo", ni tampoco es "bueno" porque sus aduladores interesados quieran creerlo así. El Parásito es un parásito y se comporta como tal siguiendo la Gran Ley Cósmica. Aunque esto no incluya necesariamente a todos los individuos que componen el Parásito, sus células vivas. Es ridículo enfadarse porque el Parásito se comporta como un parásito. Es infantil lamentarse de la fuerza del enemigo, que al fin y al cabo, lucha con las armas que la Naturaleza le ha dado; es inútil buscar culpables, pues estamos hablando de Política, es decir de Realidad, no de Teología, o de Moral convencional. Si acaso hay culpables, políticamente no hay más que uno, colectivamente hablando: los propios europeos. Son ellos en el espacio y en el tiempo, los que con sus torpes egoísmos particulares, llamados genericamente “patriotismos" de campanario, han hecho posible la gran victoria del enemigo, que hoy es indiscutible y se caracteriza en el gran rascacielos onusino de Mannhattan, en Nueva York, y en Moscú, y en general en toda Europa.
¿Cómo hacer Europa? Dice Yockey que Europa no se hará con un plan. Y es que ni Europa, ni nada grande, se ha hecho ni se hará jamás con arreglo a planes y programas. Hace falta toda la profunda ignorancia humana e histórica, todo el analfabetismo político de derechas e izquierdas actuales, para no saber que nada se ha hecho en la Vida con arreglo a planes ni programas. Se hace canalizando una corriente de ideas, todas en una misma dirección, las cuales, además, deben gestarse en un SENTIMIENTO, pues si creemos con Shopenhauer, que todo emana de la Voluntad, si no se QUIERE algo no se piensa en ello.
Ni planes ni programas, todavía menos programas electoreros. Hitler ganó unas elecciones en 1933, pero ni hay ningún Hitler ni estamos en 1933, ni se trata de Alemania, aunque haya todavía algunos botarates cuyas grandes actividades políticas se circunscriban a coleccionar botas y cascos "de la época". Ya está bien de infantilismo. Para esto no vale la pena jugarse la vida ni arriesgar la posición y el sueldo mensual, ni siquiera perder el tiempo hablando en público. Aún cuando haya electoreros que prefieran trabajar el nacionalismo local que a veces, además, debe lidiar con otros nacionalismos internos que les parece de mayor y mejor rendimiento inmediato. Los viejos estandartes tricolor, rojigualdo, ikurriño, cuatribarrado, verdeblancorojo, rosaturquesaverde botella, etc. muchas veces no sirven sino para envolver mil combinaciones electorales. pero Europa no puede esperar nada de los electóreros. Aún cuando un hipotético Partido Europeista ganara simultáneamente las elecciones en el par de docenas de naciones relativamente independientes de la Europa residual, Europa tampoco se haría: enseguida surgirían las mil y una discusiones bizantinas sobre “tácticas", "estrategias", sobre prioridades nacionales, sobre "garantías” frente al Estado, sobre idiomas más o menos oficiales; sobre capitalidades nacionales y regionales, sobre mil irredentismos, sobre “imperativos" religiosos y sobre mil nimiedades más. Creo que sería conveniente que se considerara que una competición electoral no hubiera “hecho" a la URSS ni a su antedecesora, la Rusia Zarista; ni a los Estados Unidos de América, ni a la Gran Bretaña, ni a Francia ni a Alemania. Fue necesario un Lenin, un Ivan el Terrible, un propietario de esclavo que los quiso convertir en obreros de los que se puede prescindir cuando no hacen falta, como Abraham Lincoln, hizo falta un Cromwell, el dictador
de la clase media; hicieron falta medio centenar de reyes durante mil años en Francia, hizo falta un militar, como Bismarck en Alemania. Unas elecciones no fundaron a la China de Mao, ni a la República de Argelia. Unas elecciones para terminar, no crearon la unidad española. Es absurdo creer que porque estemos en el siglo XX, uno de los más ignorantes, pese a los progresos de la técnica que no somos capaces siquiera de controlar, las cosas van a suceder ahora de diferente manera. En todos los casos que acabamos de mencionar se pasó de los enfrentamientos electoreros, o se pasó por encima de ellos. Y eso porque en todos los enfrentamientos electoreros, las pasiones más mezquinas, más ruines, las tendencias más disolventes, los egoísmos y los particularismos más exclusivistas, tienen más atractivo que la voluntad creadora. Aquellas se amparan en el rencor, la envidia, la ambición incontrolada, los complejos de inferioridad y las manías persecutorias; está en la razón y en el sentimiento. Una lucha desigual si vemos al hombre tal cual es.
Nada se ha hecho en el mundo sin lucha, Europa pudo tener su "parto normal" en la década de los 30 a los 40. Las fuerzas del pasado (Democracia, Liberalismo, Comunismo) conducidas por el Sionismo, dividieron a los europeos entre sí, con el apoyo de los extraeuropeos (rusos) y los "menos" europeos (americanos). NO habrá "parto sin dolor". Habrá lucha, no la traeran los llamados "fascistas" numericamente poco importantes, y sin influencia "política" ni militar de momento, pero si Europa llega a ser una realidad total (es decir, política) un día será "fascista" , es decir socialista y nacionaleuropea, o no será viable. El nacionalsocialismo es el futuro de Europa, si es que lo tiene. Si no hay una Europa REAL, fuerte y unida TOTALMENTE, en sus bases cultura¡, política y racial, no existe para nuestros descendientes inmediatos tal vez ni para nosotros mismos futuro alguno. No ya como miembros de una comunidad política sin peso específico e influencia en el mundo, sino ni siquiera como seres libres. Tal vez ni siquiera como seres vivos.
Se pueden citar ejemplos históricos clásicos en que la absorción del Hombre Blanco se hizo por medios militares, matanzas como en Haití, Etiopía, Georgia (en el Cáucaso), pobladas por antiguas colectividades blancas, exterminadas por los negros en los dos primeros casos y por los eslavoasiáticos en el último. 0 bien por medios de infiltración racial (mestizaje): La India, Egipto. O los casos flagrantes de "polución" de la Raza en Francia e Inglaterra, así como en Portugal, de efectos casi irreversibles. Hay un paralelo entre el mestizaje y la baja en picado de la civilización y la cultura, así como del aumento de la delincuencia, esto es innegable.
Algunos han depositado sus esperanzas en la llamada "Euroderecha" que juega al filosemitismo para hacerse tolerar. Esto es un cretinez política, porque aunque Tixier hable de que los argelinos residentes en Francia serían tolerados en "su" Europa derechista, nadie se lo creería, aparte de que la salvedad "sólo argelinos" es un memez, y ni los judíos, beneficiarios a la larga de la mestización de Europa, ni los árabes y negros, a la corta, serían tan ingenuos para tragarse esa hostia molinera, la cual sólo serviría para quitarles partidarios. Tales declaraciones sólo demuestran una de estas dos cosas: o bien estos euroderechistas son, políticamente hablando, unos pigmeos o bien son unos oportunistas que intentan capitalizar el malestar de viejos y gloriosos países, para llevarlos a una vía de garaje. Por tal razón se les deja figurar, durante unos pocos años o meses en que serán derribados. Si actúan como lo hacen por pura "táctica" son todavía más cretinos. El enemigo tiene una pericia secular en el camuflaje político. Esa pericia la han alcanzado los dos o trescientos personajes que mueven el mundo, en un aprendizaje casi desde la cuna, al ser elegidos por cooptación en el seno de las grandes familias del Dinero y la Administración del Establishment que gobierna el mundo, llámese Bilderberg, Comisión Trilateral, Gran Sanhedrín, Gran Oriente, o como se prefiera, Por muy inteligentes que se crean que son los líderes ultraderechistas, les falta mucho por aprender, por vivir, y por supuesto, los medios de que disponen, aún potencialmente, son risibles comparados a los del enemigo. El euroderechismo se queda cortado del cuerpo de Europa por definición, por la imagen que de sí mismos dan sus líderes y por ampararse en algo tan descreditado como la derecha clásica, que no puede entusiasmar a la juventud f ísica, ni menos a la juventud mental y espiritual; y que sólo tendrá a su lado a los viejos conservadores de la burguesía acomodada el gran capital se incorporará, naturalmente, a la burguesía acomodaticia de la Administración y de los Partidos y a los beatos siempre dispuestos a mirar al Vaticano, el cual, por otra parte sólo apoyaría a los "euroderechistas" en el caso de una imposible victoria suya. Los señores de Roma son
especialistas en esto de volar en socorro de la Victoria.
La Euroderecha sólo podrá fiarse, en la calle, de cuatro matones que, a la hora de la verdad, se pasarán al grupo populachero que mejor les pague o se refugiarán en el gangsterismo, la Euroderecha no tiene Espíritu ni tiene Cuerpo, es un Fantasma que el enemigo además caricaturiza asimilándolo maliciosamente. Si los repudian, ¿a qué diablos adoptar muchos de nuestros símbolos?; ¿a qué tanto alzar el brazo? Si sus dirigentes son hombres de honor suponemos que lo son, mantendrán la misma actitud donde quiera que vayan?. ¿Levantarían el brazo en Israel, cuyo reconocimiento han solicitado?.
Y acabaría diciendo que el futuro es impredecible, pero que, como en Política la Desesperación es una Estupidez, debemos estar preparados. Preparar nuestros Cuadros de Mando; no sólo políticos, sino ideológicos. Que nadie piense en salvamentos milagrosos, ni en pronunciamientos militares, que además en Europa no serán tolerados. Spengler y Yockey anunciaban una época de grandes guerras, que vería al fin nuestra destrucción o nuestro Nuevo Amanecer. Nosotros no venimos a ofrecer una visión optativa del porvenir, diciendo ante un auditorio de criaturas que si hacemos esto nos hundiremos, pero que si hacemos lo otro nos salvaremos. Se trata de Vida orgánica, no celuloide de Hollywood, con un final feliz. El final lo decidiremos nosotros. Venceremos o perderemos, pero cumpliremos nuestro deber, como los espartanos en las Termópilas. No somos boyscouts que proponemos una buena acción diaria, sino nacionalrevolucionarios que decimos a adultos que tienen dos salidas: luchar o ser aplastados, a muy corto término.
Yo propondría como motivación de conducta la misma que proponía la Iglesia Católica preconciliar: o hacemos Europa por atrición o sea, por amor imperfecto; por temor a lo que no dejará de suceder cuando el sionista nos entregue a la Gran Termitera afroasíática o la hacemos por contricción, por arrepentimiento de lo que todos hemos permitido que sucediera, y por amor. Amor a todo lo que Europa representa, el Arte, la Civilización y la Cultura.
Joaquín Bochaca.
Nº 105 Marzo 1982
PREMIO NOBEL Y POLÍTICA
Alfred Bernhard Nobel, inventor de la dinamita, dejó, a su muerte, en 1896, una fortuna de nueve millones de dólares de la época. La mayor parte de esa suma, capitalizada, sirvió para la creación de los premios anuales de Medicina, de Física, de Química, de Literatura y de la Paz, que fueron concedidos, por primera vez, en 1901. Desde 1945, la mayor parte de esos premios son atribuidos a personajes que siguen resueltamente los influjos del llamado "Viento de la Historia". Montherlant, por ejemplo, no obtuvo el Nobel de Literaruta, pero sí lo obtuvo Churchill. No se le concedió a Anouilh, pero sí al comunista yugoeslavo Ivo Andric, mientras el Nobel de la Paz se regalaba increíblemente al agitador negro sudafricano Albert Luthuli y al millonario socialista Dag Hammarksjoeld que, cuando era Secretarío General de la O.N.U. maquinó la abominable carnicería del Congo exbelga y la agresión de los mercenarios onusinos contra Katanga.
Esas continuas elecciones de singulares laureados con el Premio Nobel no deben sorprendernos demasiado. Ya en su día, el jurado de los Nobel tuvo la audacia de coronar al comunista siciliano Quasimmodo, al escritor sionista soviético Boris Pasternak y al notorio francmasón y maníaco de la germanofobia Alexis Léger que, bajo el pretencioso pseudónimo de Saint John Perse consiguió llegar a ser considerado el peor escritor en lengua francesa. No faltan, claro es, los sionistas: ahí tenemos a los "genios de la Literatura Universal", Martinson, Agnon, Sachs, Bashevis Singer, el ya mencionado Pasternak . . . . Y ¿qué decir de Kissinger y el comunista norvietnamita Le Duc Tho, Nobel de la Paz, junto al soviético Sakharov, el isrealita francés René Samuel Cassin, el inefable Willi Brandt, Martin Luther King?
En su testamento Alfred Nobel precisaba que el Premio de la Paz que llevaba su nombre debería ser concedido "a la persona que hubiera producido el mayor o el mejor trabajo en favor de la fraternidad de las naciones, de la abolición o de la reducción de los armamentos o de la promoción de congresos en pro de la Paz". Contrariamente a las otras cuatro recompensas atribuidas en Suecia, el Nobel de la Paz es concedido por un comité de cinco personas, con sede en Oslo, sometido a la influencia del banquero internacionalista C. J. Hambro, un sionista que fue el último presidente de la Sociedad de Naciones. Ese financiero, obscuro y prepotente, flanqueado por otro millonario de idéntica extracción étnica, controla virtualmente la concesión de los Premios Nobel y no sólo los de la Paz desde la muerte del padre del que fue Secretario General de la O.N.U., Dag Harnmarksjoeld, que había sido su virtual animador. Hammarksjoeld Hambro Wallenberg: esa cadena de financieros internacionales controló y dirigió la concesión de los premios creados por el inventor de la dinamita. Y, a la muerte del progenitor de "Mister H", Hambro y Wallenberg continúan recompensando y "lanzando" publicitariamente a hombres que favorecen, con su acción, el establecimiento de la dictadura mundialista, es decir, del Eje Wall StreetKremlin. Pues el mundialismo masónico, apátrida y omnipotente ilustrado por la O.N.U., la U.N.E.S.C.O. y los vastos conjuntos económicos concebidos por los tecnócratas representa muy fielmente el ideal de los Premios Nobel. A parte de los antes mencionados, entre los laureados con los Premios Nobel de la Paz encontramos los nombres de Woodrow Wilson, el presidente americano que precipitó a su país en la I Guerra Mundial DESPUES del hundimiento del Zarismo en Rusia; a la sionista y comunista Emily Balch, presidente de la Liga Internacional de Mujeres proPaz y Libertad; al homosexual británico Lord John BoydOrr, militante mundialista prosoviético; al negro onusino Ralph Bunche, marxista; al sindicalista francés, igualmente marxista, León Jouhaux; al general George Marshall, orfebre del crimen de Pearl Harbour, que metió a los Estados Unidos en la II Guerra Mundial y que saboteó cuanto pudo la defensa de ChiangKaiChek; al socialista y sionista británico Philip Noel Baker; al multimillonario canadiense Lester Pearson, socialista de pura cepa, y agente bien conocico del Eje Wall Street Kremlin, así como varios más de similares trazas y talantes. De la talla de este Pearson puede dar idea el hecho de que fue preferido a los demás candidatos que eran, en 1957, nada menos que la Señora Roosevelt, el Pandit Nehru, Dag Harnmarksjoeld y... MaoTséTung.
En cuanto a los premios de física, medicina, química y literatura, concedidos en Estocolmo, siguen exactamente la misma orientación política, pues si Alfred Nobel inventó la dinamita, el jurado que lleva su
nombre, controlado por financieros internacionalistas se ocupa en ayudar a dinamitar a Occidente. Ya que preciso es que Occidente desaparezca para que el gobierno mundialista pueda asentar su dictadura Así, el comunista italiano Enrico Fermi, el sionista Isidor Rabi (defensor de su correligionario, el procomunista J. Robert Oppenheimer), Felix Bloch, Max Born, JoliotCurie, Joshua Lederberg, todos ellos de idéntica extracción étnica, Linus Pauling, Hermann Muller, para no citar más que a unos cuantos en el terreno científico, fueron recompensados con el Nobel y contribuyeron, todos ellos, en mayor o menor grado, a acelerar la victoria del Eje Wall StreetKremlin Algunos, como Tamm, Cherenkov, Frank Semenov, son soviéticos y miembros de Partido. Otros, como Linus Pauling, contribuyeron a sabotear las investigaciones nucleares americanas
Entre los laureados literarios con el Nobel encontramos a Sinclair Lewis, André Gide, JeanPaul Sartre, Hemingway, Bertrand Russell, Mauric, el Camus de su primera época "izquierdosa"; escritores de talento, ciertamente, pero ¿era imprescindible escoger siempre en la Izquierda? Con Pasternak estalló el escándalo. En la prensa occidental se dijo que Krutschev obligó al autor del "Doctor Zhivago” a rehusar los 42.000 dólares que le destinaban Hambro y Walleriberg. Pero no es menos cierto que fue un comunista, el editor italiano Feltrinelli, quien publicó el libro por vez primera en Occidente, obteniendo la necesaria autorización del gobierno soviético sin dificultad alguna; y que Pasternak nunca fue molestado en la URSS, donde poseía una "datcha" y un automovil. Por otra parte, el plúmbeo mamotreto, de más que discutible calidad literaria, pretendía demostrar que Rusia vive mucho mejor con el Comunismo que con el Zarismo, describiendo a las fuerzas anticomúnistas rusas bajo los aspectos más repelentes.
Un ejemplo aleccionador de la tendenciosidad con que se atribuyen los Premios Nobel lo tenemos en España, donde se concedió, en 1956, el de Literatura, a Juan Ramón Jiménez, sin duda para darle una bofetada a su "perseguidor" político, el dictador Franco. Que Jiménez no era precisamente un genio lo sabe todo el mundo, y que sus obras no se vendían antes de obtener el Nobel, también. Que no se conceda el Nobel a Eugenio D'Ors, a Pío Baroja, a Marquina, y en cambio se le regale a Jiménez sería indecente si el concepto de decencia tuviera, aún, alguna vigencia entre los mangoneadores de premios afincados en Estocolmo.
En el gran complot para imponer al mundo la dictadura anónima de la Gran Termitera a que aspiran los trust y los tecnócratas de uno y otro lado del Telón de Acero, el jurado Nobel juega un papel secundario si se le compara con la O.N.U., la U.N.E.S.C.O., con la máquina bélica soviética y con los doscientos individuos que englobados en el complejo RockefellerRothschildWarburgFederal Reserve controlan la política mundial, pero no por ello dicho papel es negligible: sirve para poner en primer plano, mediante una propaganda universal notablemente orquestada, hombres de Ciencia, políticos y literatos servidores de la política internacionalista, marxista y masónica. Y no sólo para ponerles en primer plano, sino, a veces, para extraerles de la Nada.
Los Premios Nobel fueron creados en 1901, y sobre las trescientas personas a que han sido atribuidos, sobre todo a partir de la Victoria Democrática de 1945, a penas una docena pueden ser calificados de anticomunistas. Por ejemplo, en 1948, el Nobel de Literatura fue concedido al gran escritor Thomas Stearris Elliot. ¡increíble! Debió tratarse de un error... O de una tentativa de compra. Es más, desde 1969 también, se concede un Premio Nobel de Economía. Mayoría de sionistas entre los agraciados: Samuelsson, Milton Friedirnan, Kuznets, Kantorowitch Myrdal, Leontieff, y copo absoluto de marxistas con algún defensor del llamado "Capitalismo", es decir, de lo mismo en versión occidental, Y es intención ir ampliando el número de premios, Ahora se empieza a hablar de un Nobel de Sociología. Y el dinero generado por los intereses de la herencia del inventor de la dinamita continuará sirviendo para dinamitar ideológicamente a Occidente.
Joaquín Bochaca
Nª 106 Abril 1982
ARQUEOLOGÍA Y POLÍTICA
¿QUIÉN CREA CULTURA?
Hoy día, está de moda hablar de las llamadas “señas de identidad” de los pueblos. Naciones o comunidades humanas que durante largos periodos de tiempo estuvieron sometidas a soberanías ajenas y perdieron a veces el uso de su propia lengua, a menudo su cultura autóctona y la conciencia de si¡ peculiar personalidad, dedican partes sustanciales de sus presupuestos a la investigación retrospectiva de su “yo”. Comprenden, aunque sea inconsciente o subconscientemente, que el futuro sólo es posible cuando existe un pasado sobre el que cimentarlo.
Es viejo corro el mundo que la mejor manera de mantener sojuzgado a un pueblo, consiste en fomentar su amnesia. ¿Cómo va a afirmar su propia personalidad quien empieza por no saber quién es? ¿Cómo, si no, explicar los elevados presupuestos estatales, en pro del desarrollo de las investigaciones sobre su pasado? Que fuego, estas investigaciones se lleven a cabo con rigor científico, de buena fé, buscando realmente la verdad pretérita, o bien se construya un rompecabezas tendente a inventar un falso pasado, es cuestión al margen. Pero en el centro de la cuestión permanece el hecho de la obsesión por afirmar el pasado, como fundamento del futuro pues, filosóficamente, el presente de los tristes materialistas no existe y también como diferenciación con respecto a otros pueblos y a otras culturas. Mencionemos, de paso, y a guisa de ejemplo aleccionador, el esfuerzo que desde ciertos cenáculos de Occidente se ha hecho para suministrar una patente de solera nacional al nuevo estado marxista que en la antigua Rhodesia del Sur ha sido montado con el nombre de Zimbabwe. Se ha llegado a pretender que, antes de la llegada de los portugueses, y de los ingleses después, existía ya un estado autóctono negro, llamado Monomatapa, que había llegado a alcanzar un tan elevado grado de civilización, que ya en el siglo X poseía construcciones con bloques de granito en un mítico lugar denominado Zimbabwe. A partir de ahí se edificó el ridículo mito de una gran civilización negra en el corazón de Africa, capaz de erigir grandes monumentos, cuando la triste realidad es que el negro ha sido siempre incapaz en el ramo de la construcción, de pasar de la choza hecha con ramas y follaje, y que las ruinas de Zimbabwe, resto de construcciones, por otra parte, harto rudimentarias, no son más que unos cercados fortificados erigidos por los árabes, en el extremo sur de sus incursiones africanas, para "almacenar" allí a los esclavos negros antes de mandarlos, como ganado, hacia Zanzibar, desde donde se les encaminaba a los mercados de Arabia. Y, hogaño, en la mayoría de países árabes se niega el visado de entrada a quien en su pasaporte ostenta igualmente un visado para la Unión sudafricana, aduciendo como razón la política "racista" de ese estado, mientras esos mismos países practican una especie de super"apartheid" religioso, según el cual no sólo ningún no musulmán no puede ejercitar ningún cargo público, sino que incluso el "infiel" que osa transgredir los límites de la Ciudad Santa, La Meca, es degollado.
Se han hecho esfuerzos tremendos para acreditar la fábula de la "negritud", ,movimiento cultura¡ o presumido tal que dice defender los valores de una supuesta civilización negra, aunque, a pesar de la magnitud de los medios puestos a disposición del mismo, muy pocos lo han tomado en serio. Adalid de ese movimiento fue el negro marxista senegalés Léopold SeclarSenghor, sedicente antirracista o racista antiblanco, en la práctica los títulos de cuyas obras poéticas (?), "Nocturno", "Etiópicas", ”Oscuridad" y “Hostias Negras" dispensan de todo comentario.
Pero los esfuerzos mayores se han hecho, como era lógico, en el campo de la ciencia por antonomasia del Pasado: la Arqueología. Estos esfuerzos han presentado un carácter bifronte: por una parte, algunos modernos "arqueólogos" estipendiados del mundialismo onusino, se dedican a inventar por doquier, los más insospechados "vestigios" y las más absurdas teorías, poniendo por las nubes las grandes realizaciones de la Antigüedad y lo que se empieza a llamar la Historia, en el transcurso de las cuales, los pueblos de color y ¡cómo no! el minúsculo, numéricamente hablando, pueblo sionista, habrían llevado a cabo grandes gestas y dejado maravillosos vestigios arqueológicos; por otra parte, realizaciones atribuidas por la Ciencia y la Arqueología, así como por la honrada investigación apolítica en general, a los pueblos y etnias blancos, son minimizados, cuando no cambiados de signo, sin más. Así, ya en ciertos libros de texto norteamericanos, se enseña, muy seriamente, la historia de Aníbal, presentándolo como un "gran general
africano, el más grande de la Edad Antigua"; al lado del texto, tendencioso hasta la comicidad, aparece un grabado representando a un caballero de aspecto inconfundiblemente negroide, cuando los bustos que se conservan de Aníbal nos lo muestran con rasgos indiscutiblemente blancos. Baalbek, y sus monumentales losas, había sido siempre considerado fruto del genio grecorromano, como lo demuestran irrefutablemente las inscripciones allí halladas. Ahora resulta que un folleto auspiciado por una entidad onusiana nos asegura, muy formalmente, que Baalbek se debe, mayoritaria mente, a :as aportaciones "serníticas" de los pueblos del Centro de Asia. Y lo mismo se pretende demostrar con las culturas egipcia e india, indiscutiblemente arias hasta hace bien poco, pero "mestizas de negra y semita" desde que los que reescriben la nueva Arqueología oficial lo han decidido así.
Hasta 1950 los arqueólogos estaban unánimemente de acuerdo en afirmar que las culturas precolombinas americanas habían sido creadas por pueblos blancos, al menos en la mayor parte, llegados al luego llamado Nuevo Continente por Islandia y Groenlandia. Ahora ya se afirma, partiendo de hipótesis indemostrables, pero abonadas con ingentes medios propagandísticos, que los auspiciadores de las culturas incaica, azteca y maya, entre otras, no fueron otros que los mongoles que llegaron a América atravesando el Estrecho de Behring, pasando como sobre ascuas por sobre la flagrante contradicción de que tales supuestos creadores de cultura habían sido incapaces de crearla en su Mongolia natal.
Así, recreando una Arqueología y una Historia de pasta de cartón, se va inculcando a las mentes multitudinarias la falsa idea de una igualdad cultura¡ en el Pasado cuando no una superioridad de los pueblos de “color” que debe nuevamente proyectarse en el futuro. Y todo ello, adornado con los oropeles científicos y la promoción de los entes mundialistas, para la mayor gloria del llamado "Tercer Mundo" o Gran Termitera, a la que le ha sido asignado el papel de destructor del Mundo Blanco, único creador de todas las Culturas auténticas y originales que en el Mundo han sido.
Joaquín Bochaca
Nº 107 Mayo de 1982
LAS MALVINAS:
EPICENTRO DE LA IDIOTEZ
El conflicto de las Malvinas reúne todos los requisitos para ser catalogado en una antología de la idiotez histórica. O histérica. Es curiosa la actitud adoptada por muchos ante este conflicto. Por una parte, y ciñéndonos al ámbito español, nos encontramos con una extraña alianza espiritual entre los llamados derechistas y los izquierdistas. Falangistas y ultranacionalistas de toda la vida dan rienda suelta a su viejo reflejo antibritánico y se ponen al lado de la Junta de militares argentinos simplemente porque en las Malvinas ven una antigua colonia inglesa. Y nada más. Por otra parte, cójase cualquier periódico izquierdista, y se detectará, indiscutiblemente, una actitud proArgentina. Y sucede que esa actitud no es privativa de España. En todas partes ocurre igual. Curioso, ¿no?.
Inmediatamente se nos ocurre preguntar ¿quién se equivoca? ¿Se equivocan los sedicentes derechistas? ¿Se equivoca toda la Izquierda Mundial, infeudada, sabiéndolo o no, queriéndolo o no, al Kremiin? Porque no hay duda alguna, alguien se equivoca. Centrémonos. Estamos hablando de Política. No de Teología, o de Moral. Se trata de una cuestión de Poder. Y de intereses, no necesariamente económicos, o no exclusivamente económicos. Las Malvinas se hallan en el Planeta Tierra; no son una visión del espíritu. Y en este Planeta, por imperativos geopolíticos, Occidente se encuentra librando una guerra política, es decir existencia¡. Es así, con toda la tozudez de los hechos. Ante Occidente se alza lo que Spengler, luminosamente llamaba "el Mundo Abisal". Y resulta que este mundo abisal, unánimenente, se ha puesto al lado de la postura oficial argentina. No voy a insultar la inteligencia del lector amigo sugiriendo que ese apoyo se ha producido por creer justa la causa del entonces GeneralPresidente Galtieri. La justicia o injusticia de las causas no tienen nada que ver con las posturas políticas de bloques de poder; creer lo contrario es puro infantilismo. Esas posturas esas tomas de posición dependen exclusivamente del interés político. La Izquierda, toda la Izquierda, desde la URSS hasta la Cuba de Castro, desde la prensa comunista radicada en Occidente hasta nuestros partidos comunistas indígenas "euros" o no han apoyado a Galtieri. Y los viejos nacionalistas del NacionalAtomismo, por una vez, coinciden con sus enemigos jurados. Insólito. ¿No?.
Alguien se equivoca. Si la adopción de una postura política depende del interés político de las fuerzas que se enfrentan, lo cual es un axioma, y dos fuerzas antagónicas coinciden al adoptar la misma postura, no cabe la menor duda: una de las dos se equivoca. Es así y es imposible que sea de otra manera. La Lógica tiene, también, sus derechos.
Ahora bien, ¿quién se equivoca? ¿Las Izquierdas o las Derechas? Disponemos de dos caminos para descubrirlo. El del cálculo de probabilidades, no cabe resquicio a la menor duda razonable. Si partimos de la base de que, en 1945, la URSS, que había sufrido los más terribles golpes infligidos por la Wehrmacht, se hallaba circunscrita a los límites de la antigua Rusia zarista, territorialmente hablando, mientras ante ella Occidente había sufrido menos, y su adalid geopolítico, los Estados Unidos, infinitamente menos y en el cenit de su poderío militar, con el monopolio de la bomba atómica, y que, a pesar de ello, desde entonces, el Comunismo se ha extendido por media Europa, la China, dos tercios de Indochina, casi la mitad del Africa e incluso en Cuba y CentroAmérica; si consideramos que Occidente se ha limitado a intentar contener repetimos, intentar contener el avance inexorable del Comunismo, no logrando casi nunca ejemplo más reciente: el Afganistán y no consiguiendo jamás anotarse una victoria siquiera parcial, algo resulta evidente: el Enemigo acierta. El Enemigo será lo que se quiera, menos estúpido. Tiene un concepto clarísimo de sus intereses. Hace abstracción de "ideologías", “ideales", "constantes nacionales”, irredentismos, imperativos religiosos, "moral política" y demás zarandajas. Sólo cree en un concepto, pero cree en él firmemente: en su misión histórica de destrucción de Occidente. "Sólo hay en el fondo de la cuestión, dos naciones: Oriente y Occidente” decía Napoleón.
El Enemigo ha acertado siempre. Los que se suponen abanderados de Occidente, las Derechas (no es así, pero vamos a aceptarlo en beneficio de una cierta inercia mental) no han acertado nunca, y ponemos a la Historia Contemporánea por testimonio de ello. ¿Es lógico suponer que en el caso de las Malvinas una
tradición política, una constante histórica se quebrara excepcionalisimamente? Desde 1945, cuando tras el aplastamiento del monstruo nazi "estalló" la paz, hasta hoy, han habido en el mundo no menos de 200 conflagraciones armadas; fuera cual fuera el pretexto local, en el fondo había siempre un trasfondo de "Gran Política", es decir, de Política Planetaria, en el que se debatían cuestiones relativas a la lucha no por no declarada menos real –OrienteOccidente. En todas ellas, con la posible excepción de los casos de Corea y Biafra, terminados en "empate", venció Oriente , aún cuando sobre el papel los transitorios vencedores fueran titulados "nacionalistas" e incluso "anticomunistas", subjetivamente hablando. Contando como irresolutos los casos de Corea y Biafra, el cálculo de posibilidades nos dice que el Enemigo acierta en un 99 por ciento de casos. Es superimprobable que en el caso de las Malvinas se hayan equivocado. Lo lamentamos infinitamente por nuestros entrañables hipernacionalistas, por nuestros impagables antibritánicos sistemáticos, y que quede constancia que quien esto firma no tiene motivos especiales para sentirse anglófilo, precisamente. Pero recalcamos que hablamos de Política, y no de sentimientos, pues decía Talleyrand que con buenos sentimientos se suele hacer muy mala política.
Y vayamos a los resultados inmediatos: Como consecuencia de la acción argentina de la ocupación de las Malvinas y la consiguiente reconquista inglesa, la débil alianza atlántica se ha resquebrajado un poco más; la Flota Británica, que tenía por misión cubrir el flanco Norte de las costas europeas, se enfrascó en una guerra absurda cerca del polo Sur, dejando desguarnecida la zona europea cuya protección le había sido encomendada; el enjambre de mendigos conocido como países "tercermundistas" aprovechó la oportunidad para volver a escupir las manos occidentales que les alargan las limosnas que les permiten subsistir; la URSS y sus satélites adoptaron el socorrido papel de defensores de los desvalidos, al ponerse al lado de Argentina contra el grandullón (o "exgrandullón") inglés, ganando con ello influencia política, no sólo en Argentina sino en toda Sudamérica. "Os sostendremos" les dijeron Breznev, Castro y compañía a los militares argentinos. Y es cierto: les sostuvieron de la misma manera que la cuerda sostiene al ahorcado. Y como todo se paga, y más en Política, ya ha aparecido el precio de ese sostén, de esa ayuda. Sé ha podido leer en la prensa en letras pequeñitas, eso sí que la junta de militares rioplatenses ha decidido 1iberalizar" el régimen y autorizar, de nuevo, el llamado libre juego" de los partidos políticos, suponemosque incluido el comunista. Toso eso son resultados. Todo eso son hechos. En cuanto al "apasionante" tema de la soberanía inglesa o argentina sobre un inhóspito archipiélago perdido en las brumas del Atlántico Sur poco importa la transitoria victoria inglesa pues tengo muy claro que argentinos e ingleses, a la larga e incluso a la corta, saldrán, ambos, perdedores.
Lo , siento, pero discrepo de la simplista actitud de los sedicentes "derechistas" y, por supuesto, comprendo la oportunísima toma de posición de los conocidos como “ízquierdistas". La guerra de las Malvinas es una guerra idiota, y empleamos el presente porque en rea, ¡¡dad no ha terminado, que sólo sirve para resquebrajar, un poquito más, la ya de por sí precaria unidad del mundo anticomunista. Ambas fuerzas en presencia son, teóricamente al menos, anticomunistas. Luego también lo son las víctimas que se ha cobrado hasta ahora, esa payasada. El gasto, en hombres y material, lo hace Occidente. El beneficio moral y político, lo obtiene Oriente, es decir, la Gran Termitera y sus líderes económicoespirituales del Sionismo.
Todo en esa guerra es demencial. Desde la feroz actitud inglesa de defender por las armas unos inhóspitos peñascos sin ningún valor económico ni, al menos para Inglaterra, estratégico, cuando se han entregado, desde Londres, territorios valiosísimos, el último de ellos Rhodesia, hasta la tartarinada argentina en defensa del honor nacional que exigía "recuperar" las Malvinas. En primer lugar diremos a ese respecto, que nunca se ha hecho una guerra por el honor. Cómo pretexto, aún; como motivo, no. Hay que ir con mucho tiento al manejar conceptos abstractos al incorporarlos a situaciones concretas. Estarnos hablando de Política, repetimos; no de Moral. No queremos sugerir con ello que la Política debe necesariamente ser inmoral; lo que afirmamos rotundamente es que la Política debe ser polótica. Y que conceptos privados, respetabilísimos pero privados, como el amor, el honor, el odio, la simpatía o antipatía, no tienen cabida en política, es axiomático. La Política se ocupa de la disyuntiva AmigoEnemigo, como el Arte de la dicotomía BellezaFealdad, la Religión de la oposición BuenoMalo o Moralinmoral, y la Economía del binomio UtilInútil. El enemigo puede ser simpático, ser moral y económicamente rentables las relaciones con él; pero continuará siendo el Enemigo mientras subsista el problema existencia], agónico, que motiva
que sus, intereses, territoriales o estratégicos, entren en conflicto con los nuestros. Que la propaganda presente al Enemigo como pérfido o estúpido no significa más que la propaganda es una herramienta de la Política.
Desde esa óptica, Inglaterra y Argentina no son enemigas, como no lo eran Alemania e Inglaterra en 1939. Se hizo estallar una guerra entonces, porque al Sionismo y al Comunismo le interesaba. Se ha hecho estallar ahora una miniguerra por escalada, Increíblemente grotesca, en los aledaños del Polo Sur, sin que intereses existenciales se hallen en juego. Políticamente, prácticamente, ambos deben perder, a la corta o a la larga. Independientemente de los colores de las telas que ondeen en los mástiles clavados en las rocas de las FalklandsMalvinas al término de esa siniestra chorrada. De momento, ondea al viento la Unión Jack. En un próximo mañana, tal vez lo haga la albiceleste. Una cosa es segura: si en Buenos Aires heredan el poder los dem6cratas o lo! marxistas, Londres no dará ni un paso para defender aquellas islas. Londres sólo combate a los anticomunistas. Y si alguien lo duda, que se lo pregunte a los blancos de Rhodesia, vendidos por su exmetrópoli a los marxistas negros de la nueva Zitnbabwe..
Joaquín Bochaca
Nº 110 Septiembre de 1982
EL CUENTO DE LOS 6 MILLONES
Cuando se supone que vivimos en el Reino de la Razón, navegamos plenamente en el turbio océano de los dogmas. Teóricamente, se nos invita a discutirlo todo, a cultivar, como una planta de invernadero, la entelequia de la "duda razonable". en la práctica, un invisible pero no por ello menos real tribunal de la Santa Inquisición Mental, nos indica qué debemos y qué no debemos creer. Y, entre los dogmas que, a pies juntillas, debemos creer, figura, en lugar preeminente, el del Holocausto de los Seis Millones de judíos exterminados, en las famosas cámaras de gas, por los malvados nazis.
Rassinier, Duprat, Butz, Christophersen, Faurisson y hasta un judío, Aldo Dami, han demostrado con argumentos irrefutables, generalmente de tipo matemático, la absoluta imposibilidad, tanto de la cifra como de la realización del macabro crimen colectivo atribuido a los vencedores sionistas a los vencidos alemanes. Si me disculpa la vanidad de autocitarme, mencionaré que yo también me he ocupado del tema en un libro de 184 páginas, en el que procuré abordarlo, tanto desde el ángulo aritmético como desde el del simple sentido común. En dicho libro (El Mito de los Seis Millones) aludo a la superimprobabilidad del "Holocausto" tal como nos ha sido presentado por la propaganda oficial. Según ésta, los nazis sólo instalaron cámaras de gas en 7 de sus 30 principales campos de internamiento, aunque al principio la misma propaganda asegurara que los habían instalado absolutamente en todos ellos: en los 30. Luego se fue demostrando que tal aseveración era falsa en 23 de ellos, y que sólo en los 7 campos instalados en Polonia, y liberados por las tropas soviéticas, las habían. Evidentemente, es posible matemáticamente posible pero más que superimprobable, que ello fuera así. Que los nazis instalaran cámaras de gas sólo en 7 de sus 30 campos principales, y que esos campos los siete cayeran en manos de los soviéticos, mientras que los otros 23, desprovistos de cámaras de gas, tal como se admitiría oficialmente luego, cayeran en manos de los aliados occidentales es matemáticamente posible. Esta posibilidad se puede evaluar: equivale a arrojar 30 monedas al aire: 23 blancas y 7 negras; y que al caer sobre el tapete las 23 blancas salgan cara y las 7 negras salgan cruz. Es el mismo caso. La posibilidad matemática de que esto ocurra es igual al cociente del factorial 23 dividido por el factorial 30, es decir, que hay una posibilidad contra dos millones treinta y cinco mil ochocientas. No es mucho.
Pero aún es mucho menos, infinitamente menos, si se tiene en cuenta que el "Holocausto" representa la única excepción, como perfección en todos los sistemas de ejecución u homicidio, en todos los medios de destrucción de vida que el Hombre ha utilizado, a lo largo y ancho de toda la Historia conocida. La horca, la silla eléctrica, ¡os pelotones de ejecución, hasta la bomba atómica, han dejado supervivientes. Pero, según los mantenedores del fraude del "Holocausto", hornadas sucesivas de seres humanos eran materialmente embutidas dentro de cámaras de gas, precipitademente gaseadas, y rápidamente sacadas fuera de las mismas para ser sustituidas por la siguiente hornada. ¡Seis millones! La cifra, a fuerza de ser repetida, ha perdido significado. Para restituirle una parte de su valor, baste con tener en cuenta que representa el décuplo de las pérdidas inglesas y americanas en él transcurso de la Segunda Guerra Mundial, o el doble de las japonesas. Nada menos.
Algunas consideraciones, que creo de interés. Bien conocida es la fórmula británica que se aplica en las sentencias de muerte: " ... y se le condena a ser colgado por el cuello hasta que muera". ¿Cuál es el origen de esta fórmula barroca? Sencillamente que en Inglaterra, tras serle aplicada la pena de horca a unos cinco mil ajusticiados, un buen día se rompió la misma bajo el peso de un reo, y éste, amparándose en el sentido formalista de la ley penal anglosajona, pudo salvarse de la última pena que le condenaba a ser ahorcado. Para evitar la repetición del caso, es decir, para impedir que un reo pudiera escapar a su sentencia amparándose en que ya había sido ahorcado y en que la ley inglesa prohibe que alguien pueda ser sancionado dos veces por el mismo delito, se añadió la célebre de frase exigiendo que el condenado fuera colgado por el cuello hasta que muriera.
Pregunto: ¿Es razonablemente probable que seis millones de personas puedan ser COLECTIVAMENTE asesinadas sin que se salve ninguna, mientras en sólo cinco mil INDIVIDUALMENTE ejecutadas se sal salve una? Matemáticamente, debiera haber 1.200 supervivientes gaseados. No hay ninguno. ¿Que los casos no son idénticos? Cierto. En los 7 campos de los supuestos gaseamientos debía procederse con
rapidez, justificada precisamente por la cifra enorme de personas que se nos dice debían ser exterminadas. Los cadáveres, se nos dice igualmente se amontonaban. La rapidez y el amontonamiento debían, necesariamente, crear "bolsas de aire" relativamente puro. Es absolutamente improbable que no hubiera ningún superviviente, pues, de haberlo habido, hubiera sido convenientemente aireado por la propaganda de los vencedores.
Entre 5 y 6 mil kamikazes se arrojaron con sus aviones, cargados de dinamita, sobre barcos norteamericanos en la batalla del Pacífico. Ya sabemos que los accidentes de aviación son generalmente mortales. Más aún si el propio piloto proyecta a su aparato contra un barco de guerra que, lógicamente está disparando contra él. Es prácticamente imposible que queden rastros del avión o del piloto cuando éste se estrella con una carga de una tonelada de dinamita, sobre la cubierta del barco. Pues bien: uno de los seis mil pilotos suicidas nipones se salvó, e incluso pudo vérsele en un programa televisivo hará un par de años. Un suicida entre seis mil se salvó, pero no hubo ni uno sólo que se salvara entre seis millones de asesinados por el gas, cuando, matemáticamente, debieran haber habido mil supervivientes. Y eso suponiendo que las probabilidades de un kamikaze y un concentracionario fueran idénticas, cuando parece que las de aquéllos debieran ser menores.
En el atolón de Bikini, en el Pacífico, la Armada Norteamericana procedió al lanzamiento de una bomba atómica experimental Fueron blanco de la explosión numerosos barcos repletos de toda clase de animales y maniquíes. Todo fue destruido, desintegrado. Y los 25 mil animales perecieron... menos uno. El cerdo matriculado con el número 313, apareció tranquilamente en Bikini, a donde llegó a nado, y sobrevivió. Llegó a ser padre de una numerosa familia. Suponiendo, en el mejor de los casos, que el gas de Auschwitz fuera igual de mortal que la bomba atómica, si de 25.000 se salvó uno, de 6 millones, debieron salvarse matemáticamente, 240. Pues no. Ni uno.
Conocido es también, el caso del delincuente negro norteamericano, que se salvó tres veces de la muerte, en la silla eléctrica, en la que se administran descargas quinientas veces más fuertes de lo necesario para electrocutar a un hombre. El número de condenados a la silla letal, en los Estados Unidos, no llega a los 150.000. Es una cifra 40 veces menor que la de los 6 millones. Estos, insistimos, exterminados apresuradamente y en bloque; aquéllos en una ceremonia macabra que dura varios minutos e individualmente. Un superviviente de la silla eléctrica aunque finalmente, a la cuarta tentativa, muriera y ninguno del "Holocausto". Este inmenso fraude ha sido demostrado tal aún cuando la propaganda trate de mantenerlo en vida con fines políticos y económicos, pues es una sórdida inversión moral para el Estado de Israel. Pero, en realidad, dejando a parte el aspecto puramente académico de la cuestión, todas las demostraciones, amparadas por argumentos jurídicos, materiales y lógicos palidecen, a mi juicio, ante el hecho, en verdad mágico, de la ausencia de supervivientes. El “Holocausto" sería, no ya el crimen perfecto que todos los criminalistas saben es imposible sino la única excepción a una perenne ley de supervivencia inherente a todos los sistemas de exterminio habidos y por haber. Según ese "best seller" que es la Biblia, incluso cuando Dios sumergió bajo las aguas del Mar Rojo a las tropas faraónicas hubo unas docenas de supervivientes. Pero los malvados nazis eran más listos que todos y lo superaban todo: al cálculo de probabilidades, a la bomba atómica y al propio Dios. Y, sin embargo, perdieron la guerra.
Como diría Malraux, vivimos en la época de lo Irracional.
Joaquín Bochaca
Nº 111 Octubre 1982