"

de forma a 10 real bajo todossus aspectoo:C· Estamos convencidos de que no existe sol9 camino para Ilegar a esa meta, de qlli~

no existe una sola forma artlstica capazd~

expresar elser· de las cosas. Necesitamd . .

muchos caminos y muchas Jormas, muchit tendencias ymuchos experimentos, constituir un arte que tenga la ,riqueza yf . p;rofundidad de la vida humana, que. sea nuevo lenguaje de la nueva reaIidad.

Traducci6n de C. RINCOc

~

\

138

u-fu'

par..,

.,

El efecto de 10 real

Roland BarUtes

I

•

Cuando Flaubert, describiendo la sala donde se encuentra la senora Aubain, patroila de Felicidad, nos dice' que "un viejo piano soportaba, bajo un bar6metro, una pila .pi­ramidal de cajas", 1 cuando Michelet, rela"'

, tand~ la muerte de Carlota 'Corday y ref{. riendo que en la. c3,rcel, .antes 'de Ia Uegada del verdugo y de recibir la visita de unpin. tor que Ie hizoel retrato, llEiga a iPrecisar 'que "al cabo de una Ihora y media, :golpea, ron suavemente a una puertita que estaba detrasde ella",2 estos autores (entremu­chos otros) producennotaciones que .el an~· Usis estructural, o(,:upado en Sieparar y en .sistematizar .las grandes articulaciones.<l!il relato, ordinariamente y 'hasta ahori1 deja de Iado, yasea que sedesechen del inventa.

'.G. Flaubert. Un corazo;' simple (Tres iJU~ntos, .Paris, 'Charpentier. Fasquelle, 1893, .pag. 4),.

2 J. Michelet. Historia de Francia, La revolu­cion, tomo V (Lausana. ediciones Reencuentro, 1967,., pag. 292).

.141

"

rio (no hablando mas de ello) todos los defi;;' lIes "superfluos" (con relacion a la estrtil?~ tura) , ya sea que se traten estos mismos£e:

c

,

talles (el autor deestas Eneas 10 ha int~ii tado por sf mismo) • como "rellenos" (ci\.f~ lisis), afeetados de un valor funcional in.~i recto, en la medida en que, al sumarse, eon~

tituyen algun indice de earaeter 0 de atnl6li: fera, y asi pueden finalmente ser recupetPii

. dos por la estructura. ;',:., Pareee sin embargo que, si ~lan'~!i~t

. \ - ,II _:'-..,.~,._,

pretende ser exhaustivo (ty de que 'valq' podrfa ser un metodo que no diera eue-hf~ de la integralidad de su oqieto, es decit;{~~iii'; estecaso, de toda la superficie de la tI'~til~B0' narrativa?) tratando de alcanzar, para'a~i~ narle un lugar en la estructura, el 'dE!t~li'~ absoluto, la unidad indivisible,latrahsief6i fugitiva, debe reencontrar fatalmente n·d~;~;., dones que ningul1a funci6n (aun la masi,f~2'Ci dir,ecta de que se trate)permite justir'icii.f'i);

'" ' "':"_ri'C,"estas notaci'ones son escandalosas (desde,;:~

punto de vista de 'Ia estructura), 0,10 -qYi~ es todavia mas inquietante,par~cen dea'C'ti~r2

. do con una especie de lujo de la naX:cl'itsi~n,;,. prodiga hasta eL punto ;de dispensar de,!!>] detalles "inutiIes" '~ de elevar asi en algu~~.if lugares el costo de la informacion nar;:jotiy~:;

. 5 ~'\:: :.Ji{Y?" • "Introducci6n al analisis est~ucturaldelosi~e'

latos", Com"nicacione8, No 8, Nov. 1966, pag;'l ,c'

Porque si, en la descripci6n de Flaubert,; en rigor es posible ver en la notaci6n del plano un indice del status burgues de supropieta. ria y en la de las cajas de carton un signo de desorden ycomo de desherencia, apro. piados para connotarla atmosfera de;la'ca~ sa Aubain, ninguna finaIidad parece Justi. ficar la referencia, al bar6metrb, objeto -.que no es ni incongruente ni significativo Y rio partici'pa por 10 tanto, a priInera vista/idel. orden de-l0 notable; y·en la'frase.de Miche~ let, la'mismadifictiltad' para dlh'·cuentaes" tructuralmenie; de todos los defalles: queel verdugo sucede al pintor, solO esto es'nece· sario para la historia: el tiempo que dur61a pose, la dimension y la situacion de la puer. ta son inutiles (pero el tema de lapuerta, la dulzura de la muerte que golpea··tienen un valor simb6Ii:co indiscutib!,e). Au!! euan· do no sean numerosos, los "detalles -inuti­les" parecen 'pues inevitables :tbdo relato, a:l menos _todo relato occidental de· tipoc(j­rriente, tiene algunos de' e!los.

La no"tacf6n insignificativa' -(tomandoes'" ta palabraen su sentido pr9pio: apatente:

I j. r,

". '-En este breve resun1en, no daremos_ejemj,los de notaciones "insignificati'vas"J pues~o' que 10 in~ig: nificativo puede mostrarse s610 dentro de Ul1a es­tructul'a muy vasta: una vez cita~ra', un,a ~ci£aci6n no es ni significativa ni insignificativa: Ie hacefal­ta un con~to ya analizado.

143 142

?

','~~~ mente sustraido a la estructurasemi6tic~,@~~~!~~ ,relato) aparenta ser una descripci6n,pe~qX!~; si ,el objeto parece SCI,' denotado por unaiP~' labra solamente (en realidad, la palabra;i!" ra no existe: e! bar6metro de F,!aubert::ii esta citado' en S1: esta siiuado, tomadd,;';~~ un sintagma a lavezreferencial y' sint~;;ti co); por alH est~ snbrWyado el cari¢t~~~1i enigmatico de toda descripci6n, de la'~v~r:j2 es preciso .(fecir una 'palabra. La estructJi¥~:;i general del relato" por ,10 meno~ laq,u~i¥W~~;\ sido analizaqa aqu1 y alla hasta ahora,:a~; rece como esencialmentepredictiva,,'f!sqg~,

matizando al extremo y sin tener en euert' . .' "","

numerosos rodeos, retardos, desvios y,( cepciones que lei relato impone instituciori mente a este esquema, ,se puede decir q~~:,; cada articulaci6n del sintagma narrativ;oj~a:: guno dirigido al heroe(o al lector,pococ,i{' porta) : si usted obra de tal manera, si',~liii00i',

. '.,.", ;;'<, ':},}',>~

ge ,tal parte de la, alternativa, he, aqut:,iW:'t, que obtendra (eiJcaracter relacionadodet'7~4;;'::i tas predicciones, no altera su natura1~~~';i

practica). La descripci6n es otra,cosa,."l'iq',j' tiene ninguna marca predictiva ;"ana,.l§ii9~!{\i su estructu,ra es puramente sumatori'8:'yi,ri\'q'; contiene este trayecto de elecci6n y de alt~~i) nativas que ua a ila narraci6n el dibuj<l)i;~J:i tm vasto dispatching,provisto de una ,t'~rii poralidad referencial(y no solamente

. \' . cursiva). Esta es 'unaoposici6n que,amrOf

144

pol6gicamente'tiene su importancia: cuando, baj0 la i'nfluencia de los trabajos de von Frlsdh, fue posible imaginar que las abejas podian tener un lenguaje, fue" SUrrlamEmte necesario comprobar que,' si estos animlli1e~ disponian de un ,sistema prediCtivo de dan,­zas (para recoger su alimento), nada apro­ximaba esto a una' deseripci6n. 5 La, descrip. ci6n' aparece aqui como una suerte ;de'~pro. pio" de los lertguajes llamados stlperi'ores, en la medida, aparentllmenie parad6ji!la, en que no esta j ustificada par riingurta finali7 dad de acci6n 0 de comunicaci6n. La singj1, laridad de la descripci6n (0 del "detalle inu~

til") en la trama narrativa su, soledad, de. signa una cuesti6n quetiene la,mayor 1m, portaricia para el analisisestructural de los relatos, Esta cuesti6n es ,Iasiguj,ente: toda, en el relato, es significativo, 'Y si no, si' su~.

sisten en el sintagma narrative, algunas pa­ginas no signifiCativas lcual es en definitiva; si se puede hablar asi, la signi:f.icaci6n de es' ta insignificaci6n?

Es preciso primero recordar',~ue la cul­tura occidental, en una de sus corrientes mayores, de ningunmodo ha dejado la, des, cripci6n fuera del seniido y la haprovisto de una finalidad perfectamente reconocida

II F. Bresson, 4fLa significaci6n", en Problemas de P8ico!inguistioa Paris, P:U.F., 1963.

145

I "I,I Ii

III

III

II 'I III

,I

I 'I

iIii

,Iii:

(,

II, ',I

II I

Ii:

II

II'III,

II

Ii, ,II

:,1:

por, 131 instituci6n literaria. Esta corrie.I(~i es 131 ret6rica y esta finalidad 10 "beno'~c~~'fi descripcion ha tenido durante largo;ti~t po una funcion estetica. La antigiiedad~,~a bia agregad'o en seguida a los dos 'genef~ expresamente funcionales del discurso/ei;:i~l

.ridico y el politico, un tercer genero,a! ~iiif dictico, discurso de aparato, destinadol(~l~t,':;

'>.,,":'" :'I)'~

admiraci6n del auditorio (y ya no asu pei;i6;;Jii suacion), que contenia en germen ;cllal~s±UiI:i quiera fuesen las reglas rituales deSli.'-!'etiii';\iL",:, ...;,~?>,;:,:

pleo': elogio de, un heroe 0 necrologia;;:qa/,;,:,~ ; " ',; ",:~;:i;,'(y""':

idea misma de una finalidad estetica delle]li:V{ guaje; en 131 neorret6rica alejandrina :(lw:d@;;', siglo II despues de J.G.), eXistia una adriii;?';' racion extremada por ,131 ekphrasis, fragmei!:,(;J; to brillante, destacable (qu.eteniapue~"~p'!1': fin en si, independiente de' ·toda ftincion::~~;,p',

conjunto), cuyo objeto era describir lli.g~~,;:};: res, tiempos, personas u obras de arte, .tr~::':~,:':';

'-'-":-"''-''-'''','!'''''

dicionque se mantiene, a traves de 131 .Edli~·:;;: Media. En esta epoca (Gurtius lo·ha sUll#":';jj, yadobien) , Q .Ia descripcion no seateriia'·;~<::;:. ningUn realismo; poco importa su veracida;gJ(/' (0 aun' su verosimilitud); no hay niiig~#!!:}J problema en colocar leones .u olivos, en ,uri,:S,:;

~'J-,pais nordico; s610 cuenta .Ia sujecion' alg~!.S nero descriptivo; 131 verosimilitud' aqui no::'!

\,' .):Vi.,~i.(:

6 E. R. Curtius, La literatura e'¥ropeal/ IiI, E(td~?: Media latin,a, Paris, P.U.F., llt56,cap. ,X.

146

es referencial, sino abiertamente discursiva: estasson las reglas glilnericas de.I discurso que constitUYen 131 ley.

Si se da un saIto hastaFlaubert,. se ad· vierte .que el fin estetico de ladescripcion es todavia muy fuerte. En Madame BO'/Jary, 131 descripci6n de Rouen (referente real silo hay) esta sometida a las constTicciones .tira· nicas de 10 que es preciso Hamar 131 verosi­militud estetiea, como 10 muestran las> co· rrecciones aportadas a ,este fragmimto en-:el curso de seis redacciones suc.esivas~ 7 Aqui se've primero que las correccionesno proc~·

den de ningun modo de una consideracJon mas rica del modelo: Rouen, percibid;a por Flaubert, permanece siempre 131 misma{ 0

mas exactamente, si cambia un .poco de,una "versi6n a otra, es unicamente porqueea. ne"

cesario comprimir una, imagen 0 evitar. ,uAa redundancia fonica reprobada por lasre· glas del buen estilo, 0 aun "colocar" una,ex· presion feliz completamentec()nt~ngeni~';8

7 Las eeis versiones sucesivas de estad~scrlp~ cionestan expuestas por' A. Albalat (Eltrr.bi;r;jo';dlJ! ••tilo, Armand Colin, 1903, p~g. 72 Y. sig;}.; 'I'\

8 Mecanismo bien seiialado por Val~ry"en';1iit•• ratura;, cuando comenta el verSo de Baudelaire:" ~~Ll!

Ii

Iisirvienta del gran corazon ... " ("Este ve,,~ Ie 80< brellinp a Baudelaire. .. Y Baudelaire continu6..;En~ I terro a la cocinera en una alfombra, 10' cual no'esta de acuerdo con la costumbre pero sl de acuer' 1'1II

,do con la rima, etc."). I

147 1.\,

II

II

se V,2 en seguida que 1a trama descriop.~~i"

D~&~~

'~'-~"~\-:i':"A

rela91~,~;'

...... ,..."

que a primera vista pareee acordarurt~f~~~, importanda (pOl' su dimension, e1 cuid~d' del detaIle) a1 objeto Rouen es deh~(')hbi~i una especie de fondo destinado a recib1ftTa joyas de algunas metaforas raras,' dieM2& piente n!mtro, prosaico, que envue1velii'p,i~; ciess sustancia simbOlica como si,en<,R.; uen, importaran solamente las figui:aitkFa retorica a que sepresta 1a vista de la'~~1 dad, como si Rouen fuera notable S616:~0J;" sus sustituciones (los mristilescomo uri}dj!~'ii, que de agujas, las islas como grandesjJ~6~; negros dJetenidos, las nubes como olas &4#7:" que se quiebran en sil.encio contra un de' tilado); aqui se v.e en fin que toda 1a,'d; cripci~n esta const?'Uida en vista de4[~! aparecer a Rouencomo unapintura :es'\ln escena pintada que e1 Ienguaje toma'lii;3: cargo. (HAsi, visto desde 10 alto, el paisi!J entero tenia un aire inmovi1 como una~if tura") ; e1 escritor cump1e aqui 1a definfCi6 que Platon da del artista; que es un Ih~E~, dol' en tercer grado, puesto que imita lo<ili~ es 1a simu1aci6n de una esencia. 9

manera, aunque 1a descripcion de RdueriS:~~

pel'fectamente "impertinente" con N. _

.a ,la estructura narrativa de Madame Boyi'. ry (no se 1a puede referir a ninguna secue

• P]at6n, Republica, X, 699.

148

cia funcional ni a ningtin' significado ..'de canlcter, atmosfera, 0 sapienciahrto'e~i""de'

,ningun modo escanda10sa, se halla justifica. da, si no poria logica de la obra, al menos pOl' las leyes de la Iiteratura: su !'sentido" existe, depende de .Ia conformidad, no con el modelo, sino con las reglas culturales' de la representacion.

Sin embargo, la finalidad estetica de la' descripcion flaubertiana esta completamen" te mezclada con imperativos "fealistas",co·

- mo si la,exactitud de la referencia, superior o indiferente a toda otra funcion, dominara y justificara sola, aparentemente, la descrip­cion 0, ---en el caso de ,las descripcionesre­ducidas a una palabra- la denotara:' las constricciones' esteticas ,estan penetradas aqui -a1 menos como coartada- de cons· tricciones referencia1es: es probable que si se entrara en Rouen endiJig,enCia,.la vista que se tendria al descender 1a cuesta que conduce a la ciudad"noseria' "objetivamen· te"diferente del panorama . que.' describe F1aubert.Esta mezc1a, ~stepas9. de con"' tradanza- de. constricciones tiene una do' ble ventaja: POl' una parte la fundon e,st~­tiea, que da un sent~do "aC fragmento", de­ti,ene 10 que se podria Hamar e1 vertigo de 1a notacion; puesto que, d'esde que el dis· curso no estaria mas guiado y Iimitado poi: los imperativos estructurales de 1& anecdota

149

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IIIII!

I.

Ii I

III

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I1III1

I

I

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1

I

~ II

Illi

I

1111.

(funciones e indices). mula podrfa indi~~ por que detener los detalles;dela: degcrip~i~t,. aqui y no alla: si ella. noestuviera sOJrt~t~~~:~ a una elecci6n estetica 0 ret6r ica,' toda;'5i;!Z?; ta" seria inagotable por el discurso:!?; brfa siempre un rinc6h, ,U1:l detaJ.1e, uri«~~fn.;(\ flexi6n de espacio 0 de color parai'eta.¢~i>"" nar; y por otra parte, colocando 10 reft\~~ti. te como real, fingiendo seguirla de un~0fii~ nera servil, la descripci6n realista eVit~ii~~. jarse incluir en una actividad fant~§~~ (precauci6n que se cN!ia· necesariapa~il,f:;!!' "objetividad" del relato); la ret6rica~!~~. ca habfa institucionalizado de alguna;,m:~~

. ~ , <'t;t~':("'~:<f'

nera el nombre' de una figura particulllti!lai hipotiposis, encargadade ",poner lalFi~~ bajo . los ojos del oyente", deningUn:{Il).;~.

en forma neutra, comprobatoria, sino;"~g~c:j';. cando en la representaci6n todo eLftaii~i del deseo (esto formabapai'te. del disq#~~! vivamente esclarecido, coloreado en cil£~t6';[ la illustris uratio); re1:lunciando declar~£~1~' ~ente a las c<mstricciones deLc6diitd~~~~~, rICO, el realismo debe ,buscar una nueya;0J;a'. .. ­

z6n .para describir. ..: [i.i ••••• ;

Los residuos reductibles del analisi~~jjL 'cional Henen esto de'comun, denotarJQ.i4> se l1ama corrientemente "real· concretq~('i;'(P~ queiios gestos, actitudes transitorias,;j;9Iij~i tos insignificativos, palabras redundartt~~i){\ La "repres.entaci6n" pura ysimple>~'~!o

150

I1 IIIII

III

"real", la relaci6n nacida de "10 que es" (0 ha sido)' aparece as! como. una resistencia al sentido; esta resistencia confirma la gran I oposici6n mitica de 10 vivido .(10 viviente) y 10 inteiigible; es suficiente recordar que en la ideologfa de nuestro tieIIipo, 1a tefeten­cia obsesiva a 10 "concr,eto" (en cuanto se Ie pregunta ret6ricamente alas ciericias hu· manas, a la literatura, a las conductas) 'esta siempre armado como una maquina degue~

rra contra ill sentido, comosi, por una ex­clusi6n de derecho, 10 que vi've no .pudiera

'''IIsignificar- y xeciprocamente. La resisten.

I

cia de io "real" (en su form:a'~scrita,en­tiendase bien) a la estructura, esta muy Ii ­mitada en' el relato fidicio,. construido'jpor . definici6n sobre un modelo que, .en.sns· gran. des J,ineas, no tiene s610 las: constriccionesde 10 inteligible; pero 'este mismo. "real", se convierle en la referencia esencial enel 're, lata hist6rico. que se considera querelacio. na "10 queesta realmente pasado"'; que' in· cluye pues la infuncionalidad de un' detalle, desde el momento que denota "10 que iha tenido ,Iugar": 10 "real: concreto" se vuelve la justifi'caci6n suficiente del decir. La.his. toria (el discurso hist6rico: historia. rerum gestarum) es de hecho' el modelo' de· estos relatos que admiten l1enar los' intersticios de sus funciones COll notacionesestructural~

mente superfluas,y es 16gico queel realisrrio ill I

151 I,· 111.111

.,~zi~~~wjVI literario haya sido, hace unos pocos decEl.iJ/5Ac:'.'Y:"

:~"1

contemporll.neo del reinode la historia.:.:~·

jetiva" a 10 que es necesario agregar~I,)c. sarrollo actual de las tecnieas,de la~~b'£!~ y de las instituciones fundadassobrei(i!i cesidad incesantede autentificar 10 "re:trt,::jV'ih la fotografia (testimonio bruto,de "r~'4~~~B~ ha sido") ,el reportaje; las exposiCion~~;';~(

. . '. :\.:.,:):'.;

obj,etos antiguos (el suceso del show 'I\ufilJ kamon 10 muestra sobradamente), el tU,:fJiT"i de los monumentos y de los lugareshig,¥ cos). Todo esto dice que 10 "real" escb'iis derado suficiente por si mismo, qUe' es}.ai masiado fuerte eomo para desmentir':£6a idea de "funcion", que. sue~unciaci6n':~i~' tiene ning11na necesidad de ser integra~~::~li.; una estructura y queel haber $ido alui/if cosas es un principio suficiente de iapalil;,

. Desde la Antigiiedad, .10 "relil"establi'..; lado de la Historia; pero esto era para op(iij' se mejor a 10 verosirilil, es decir, alordEn'$

. "'... i .u· 'I "",:",":'::,-':"'\...,

mo del relato (de la lmltaclon 0 poesla.J;j:~~~'6'< da lacultura ehisica ha vivido durante{'$rglps,;;;

. ,,,;;, i:">,C')_\:';~~'!:I,

. con la' idea de que ,10 real no podiade':'p-!D\'Hi gUn modo contaminar 10 verosimil ;prim~r~\i;1:)i porque 10 verosimil esta en relacion solQ\i#l1 10, opinable: esta totalmentesujeto a l::r-~B~ ni6n (del publico) ; Nicole decia: "NQ e8:pJ;~;::, ciso. mil1arlas cosas como sonel1/. si mi§r;tft;jjiy

.ni como lq.s sabe el que lwbla o (!Scribe L@t~i elias, sino solamenteen re/.ar!iOn a111 q~;If~(:

. '. ~':'>,;

152

elias saben los que leen 0 entienden; lOpuesto . que la Historia esgeneral, no partJcular co~ . . .

mo se pensaba (c1e donde la pJ:"0pension,en los textos c1asicos, a funcionalizar todos los de.

II I

I talles, a producir estructuras fuertes yano ''III dejar, ,parece, ninguna notacionbajo.la sola caucion de Ib "real"); en Jin porque,en 10

I,"sr08imil, 10 ,contrario jama;; es imposibje, puesto que Ia notacion reposa aquisobre \Ina I: opinion mayoritaria, perono absoluta.. , r;a IIII I gran palabra que esta sobreentendida en el

. umbral,de todo discurso .clasico (sometido a I

la verosimiJitud antigua) es: Esto (Sea, Ad. mitarrws . .. ).' La notacion"real", parcelaria, intersticial, se podria decir; a la eual 5e ha­ce referencia aqui, renunciaa esta introduc­cion implicita, y es desembarazada de todo anterior pensamiento postulativo que' tenga lugar en la trama estructural.· Por eso mis­mo hay una rupturaentre la verosimilitud antigua y el realismo moderno; pero. tam­bienpor eso mismo, nace una nueva' verosi· I, militud, que es .precisamlmte el realismo'(en~

tendemos ,por el todo .discurso que ace-pte enunciaciones acreditadas solamente .por la referencia) .

I' Semi6ticamente el "detalle concr,eto" es­

ta eonstituido por la convivencia .fjirecta de III/ II

lD Citado por R. Bray, Formaci6n de la dQ.ctri. n" cla.ic". Paris, N.izet, i963, pag. 2.08.

153

!111!lllli

un referente y un significante; elsIgh~.

cado es expulsado del signo y eon{~rl!~{bi~" e:J.tendida 'la posibilidad de desarron~~~~~ fOTina del significado, es decir, de hee:lj.~~i2i" misma estructura narrativa (la liter~ttit~

"-'-(.:~ <-', ,~;::t

realista es, ciertamente, narrativa,pero'"{est to es porque el realismo en ella es sol~rii~ht/ parcelario, erratico, confinado a losS,j(~;~~~ lies" y porque el relato mas realista: citJ~;]'§ pu,eda imaginal' se desarrolla segUri,;JiiY,i~ irrealistas). Esto es 10 que se podl)ia.';C:)I~Jj() mar la ilusi6n referencial ll La verda:d'd'e,~s't~' ilusian es esta: suprimida la emund~~i6,n' realista como significado de denotacio*;!i,'1i: "real" se transforma aqui en significa,4~s1~~ connotacion; puesto que en el mismoii,":i!i'bS mento en que se considera que estos <'I~~~lle~; denotan directamente 10 real,. sin deci~lQ;:;;P.d

- - ,"',':-;,"":';',':."':.:,"':.'hacen sino significarlo: elbar6metr(j";JdE

- "::::";;:>;_'::~"'(:;:

Flaubert, la puertita de Michelet dicert);soV;: lamente esto: somos ~o rea~; es la ca1;eg..diii('* de 10 "real" (y no sus contenidos,c*€tt~f:i~ gentes) 10 que es significado entonee~';i;;'g,~',:){; cho de otro modo, la misma carencia"de;iMg#; llificado en interes de ·Ia sola referehCl"~S'sg

.'~

154

"1

111111,

i I

convf.erte en el mismo significante del rea­lismo: lie produce un efecto de rea~,. funda·

I I

mento de esta verosimilitud no con£esada que forma la .estetica de todas las obras corrien­tes de la modernidad.

Esta nueva verosimilitud es muy dife· .rente de la antigua, .puesto que no es ni el respeto hacia las "leyes del genero'" ni aun su mascara, pero procede de la intE!ncion da alterar la naturaleza tripartita del signo. para hacer de la notacion el puro reencuen­tro de un objeto y de su expresion: La desin­ I

tegracion del signa .......que parece ser ,el gran asunto de la modernidad- estii dertamente . presente en el intento realista, pero de' rna.

i

II

I II

I,II

I':'nera de algun modo regresiva, puesto qi.!9 se neva a cabo en hombre de una plenitud referencial, ('uando al contrario se trata, RC·

tuaimente, de vaciar el signo y de alejar in· finitamente su o'gjeto hasta poneI' en cues­tion,de una manera radical, la estetica se­cular de la "representaciOn".

Trad1wci6n de NILDA FINETTI

liil l

155