por JOSÉ PENIZZOTTO
la esperanza sustenta la
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pasión60:4
el boletín nº80
en el centro de su voluntad
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Domingo 4 de Diciembre de 2011
MARTES 13/DIC / 20:30HS.
ULTIMA
2011Tu presencia esIrremplazable!
A fin de poder disfrutar las fiestas con nuestras familias
DOMINGOS 25 y 31/DICNO HAY CULTO
VIERNES 23/12 - 20:30 HS. CULTO DE NAVIDAD
VIERNES 30/12 - 20:30 HS. CULTO ACC. GRACIAS
“Cuando ya no había esperanza, Abram creyó y
tuvo esperanza”. (Romanos 4:18 - Dios habla
hoy)
La esperanza de un hombre lo cubre para
mantener viva su esperanza. Esperanza contra
esperanza, o esperanza que alimenta otra
esperanza.
Los tiempos presentes viven confrontándonos
con situac iones especialmente difíciles porque
vivimos en tiempos dif íciles. Pero los t iempos
difíciles y las situaciones que los mismos
conllevan, suelen ser los mejores instrumentos
en las manos de Dios para forjar nuestro
carácter y asemejarlo al carácter de Cristo. Por
lo tanto no te asustes, ni reniegues por lo que te
toca vivir, sino haciendo caso del consejo del
apóstol Pablo, cuando nos exhorta diciendo:
“dando siempre gracias por todo al Dios y
Padre, en el nombre de nuestro Señor
Jesucristo” (Efesios 5:20).
Tres maneras de ilustrar lo que Dios ve en tu
vida
1. Eres una joya que está siendo
pulida
Para que una joya de alto valor llegue ser tal,
debió pasar primero por un duro proceso de
pulimiento y tratamiento que le llevo a ser
hermosa. No rechaces entonces, el proceso y
el trato de Dios contigo. Cuando un diamante
es descubierto, nunca se lo ve como luce en las
joyas donde es colocado. Lleva un largo
proceso de limpieza y preparación has ta dejarlo
listo.
Dios tiene la capacidad de ver en t i el diamante
escondido. Esto es lo que habitualmente
llamamos un diamante en bruto. Por eso,
cuando te ocurren cosas y vives experiencias
dolorosas en la vida, debe advertir que no
siempre son cosas que el diablo puso en tu
camino. Suelen ser las herramientas que Dios
usa para sacar a luz tu verdadero potencial y
mostrarte como un diamante. Para Dios eres un
diamante, nunca un bruto que se asemeja a un
diamante, y Dios trabajará en tu espíritu, alma y
cuerpo para que el mundo lo vea. Déjate
trabajar por Dios
2. ¿Quieres ser un zapallo o un
roble?
Recuerdo cuando inicié mi camino en la vida
crist iana, pasé por duros momentos MUY
DUROS, PUES mi padre no podía entender mi
decisión de seguir a Cristo de una nueva
manera, distinta de la que él conocía. Esa
situación provocó en mi una gran angustia. De
allí que busqué el consejo de algunos pastores
que me ayudaran a saber qué hacer y cómo
actuar. Uno de los hombres que consulté fue el
Pastor Rodolfo Sambrano, a quien les expuse
lo que me estaba pasando. El me respondió
con una pregunta. Me dijo: “¿Qué te gus taría
ser en la vida, una planta de zapallo o un roble?
Le dije que aunque conocía la diferencia entre
uno y otro, no entendía lo que me quería decir.
Entonces me dijo: “Lo que hace dist intos a un
zapallo de un robles, es que la planta de
zapallo crece rápido, te da su fruto y muere
rápido, pero un robles es sacudido por vientos y
tormentas para darle una larga vida y brindar
buena madera, ese es su propósito y el motivo
por el que es sometido a los más duros tratos”.
Terminada su explicación, me volvió a repetir la
pregunta: “¿Qué te gustaría ser. un zapallo o
roble?”.
Hermano, te traslado la misma pregunta
¿Quieres ser una planta de zapallo o un roble?
Si decidiste que deseas ser un roble, acepta el
proceso, el mismo sostendrá tu esperanza y
propósito.
3. Leña u obra de arte
La tercera ilustración que deseo presentar para
mostrar cómo nos ve Dios es la siguiente
Hace unos años atrás, estuve en una reunión
de pastores, donde quien impartió la palabra
fue el Pastor Carlos Belart. En un momento nos
lanzó la siguiente pregunta: ¿Conoces la
diferencia entre uno que hace asados y un
escultor?”
Como respuesta nos dijo, un asador ve un árbol
caído y hace leña de él para hacer el asado,
pero cuando un escultor ve un árbol caído,
inmediatamente ve la obra de arte que hay en
su interior y trabaja para sacarla a la luz.
Si Dios invirtió aliento de vida en ti, y por lo
tanto naciste en esta tierra, eres alguien de
gran valor y gran estima para el Señor.
En algún momento de la vida, el hacha cae
sobre nuestras vidas y nos voltea y lo que era
un preciso roble, ahora es un árbol caído.
Como árbol caído, alguien puede hacer leña de
ti.
Pero cuando es Dios el que pone el hacha, es
para sacar de dentro tuyo una obra de arte. (2
Corintios 4:7-18).
Trabajará con el martillo y el formón, el
serrucho y toda herramienta de corte con la que
sacará todo lo que impide que se vea la obra
maravillosa que es tá escondida dentro tuyo.
Por supuesto que toda herramienta de corte
con que Dios trabaje sobre ti, te provocará
dolor, pero ent iende que es necesario pasar por
ese proceso porque es lo que llevas escondido
en tu espíritu lo que te será útil para el
cumplimiento de tu propósito en este mundo.
Eso es forjar el carácter de Cristo en tu vida.
Construyendo la esperanza
“Cuando ya no había esperanza, Abram creyó y
tuvo esperanza” (Romanos 4:18 - Dios Habla
Hoy).
Observemos entonces que:
· La esperanza no es algo que se
tiene, es algo que se va edif icando cada día.
· Frente a las dist intas situaciones que
debemos enfrentar, podemos edificar
incredulidad, desánimo o desesperanza desde
una act itud quejosa y conmiserante, o podemos
volver a darle un voto de confianza a Dios y
construir la esperanza que nos sostiene.
· La esperanza necesita de una
decisión recurrente, como decir, hoy decido
volver a creer y vuelvo a confiar.
· Abram decidió poner esperanza,
cuando todo a su alrededor era imposibilidad.
· La esperanza se apoya en una
palabra recibida de Dios. A Abram Dios le había
dicho “Te he conf irmado como padre de
muchas naciones. Así que Abram creyó”
Romanos 4:18. Dios le hizo una promesa a
Abram (Génesis 17:1-19). Ver especialmente
vv.17-19. Sin embargo, aunque todo decía que
ya no había esperanza, Abram tuvo esperanza
y creyó.
A su t iempo el f ruto de tu esperanza basada en
una palabra dará su fruto. Abram, aunque dudo
al principio porque la circunstancias no eran ni
las apropiadas, ni naturales y mucho menos las
razonables, finalmente conf ió y manteniendo su
esperanza en esa palabra que lo sostuvo, vio el
f ruto; nació Isaac (Génesis 21:1-7).
Con esperanza y pasión concretarás tu
sueños
Tener sueños toda la vida hace a un soñador,
concretar los sueños en la vida hace a un
realizador
· ¿Cuáles son los elementos en común que t ienen un soñador y un realizador?
Que ambos sueñan, los dos tienen sueños.
· ¿Cuál es entonces la diferencia entre un soñador y un realizador? Que el soñador se pasa toda la vida soñando y
acumulando sueños, mientras que el realizador
no acumula sus sueños, los concreta y los
convierte en realidad.
· Cuando un soñador se decide a realizar sus sueños, seguramente experimentará pruebas, crisis o posibles fracasos. La virtud de un realizador, está en no bajar sus brazos ante el
primer obstáculo. Sus sueños no están condicionados a las circunstancias, los sueños se concretan cuando están en la mente y el espíritu de alguien que anhela convertir sus sueños en una realidad palpable.
· Lo que hace que una persona se quede con sus sueños dando vueltas solo en su mente, es detenerse ante las crisis calificándolas de insuperables y viendo todos los obstáculos que se le presentan en el camino de las
concreciones como indicadores de que lo que siente interiormente, es algo irracional, imposible de lograr. Un realizador, frente al mismo escenario, no retrocede, se propone superar todo obstáculo por grande que sea y gastará su tiempo en encontrar el modo de
cruzar la barrera que quiere frustrarlo. La pasión y la convicción con que Dios imprime un propósito en la vida de una persona, hace que no existan límites, ni barreras que la detengan.
· La pasión y la esperanza con que los realizadores deciden concretar sus sueños, hacen que estos encuentren su concreción, aun después de su muerte. Ejemplo de ello fue Martin Luther King. Este soñó y no fue entendido, pero a su tiempo ese sueño vio su
cumplimiento, aunque él ya había muerto.
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