Carmen, una universitaria cursaba el sexto semestre de sus estudios
en una universidad pública venezolana patrocinada por el
Gobierno Bolivariano.
Como es común en estos estudiantes ella estaba a favor
del socialismo y comulgaba con las ideas de ayudar a los más
desfavorecidos con una justa distribución de la riqueza que ella misma no había logrado.
Tenía vergüenza que su padre fuera de la oposición y que se opusiera a
los programas del nuevo socialismo, proyectos de ley que otorgaban beneficios a los mas
pobres, incluyendo la expropiación de bienes en favor del bien social y
la estigmatización de todos aquellos que habían
logrado alguna riqueza como lo es un simple apartamento o un vulgar
carro
Algunos de sus honorables y objetivos profesores chavistas
le habían asegurado que la de su papá era una filosofía equivocada y que el camino hacia la prosperidad
era el socialismo, ya que nadie debía ser rico y quienes tuvieran alguna riqueza debían distribuirla
entre los más pobres.
Por todo lo anterior, un día se decidió a enfrentar a su padre.
Le habló del nuevo socialismo del
siglo XXI, de las misiones, tratándole de hacerle ver a su padre
cuán equivocado estaba al defender un sistema tan injusto
como el que defendía la oposición y su cuarta y corrupta república.En medio de la conversación su
padre le preguntó:
-Cómo van las clases en la universidad?
-Van bien.. respondió la joven- tengo promedio de 20 puntos en
todas mis materias. Me ha costado mucho, no tengo casi tiempo para divertirme y hacer otras cosas y
además duermo poco, pero ya ves lo que he logrado.
-El padre pregunta: ¿Y a tu amiga Mariana, cómo le ha ido? La hija
respondió muy segura de sí misma: Muy mal, Mariana tiene cero
cuatro de promedio. Se la pasa todo el tiempo en los centros
comerciales, o anda de fiesta en fiesta, no estudia casi nada
y muchas veces ni siquiera asiste a clases. No me extrañaría que repitiese el semestre.
El padre mirándola a los ojos, le respondió: Entonces busca al
Decano de tu facultad o al Director mismo de la Universidad que
defienden tanto el socialismo, es más... busca a quien tú consideres que te pueda ayudar y pídele que le transfiera 8 de los 20 puntos tuyos a Mariana, para que ambas tengan un 12, y puedan aprobar las dos el semestre. Creo que esta sería
una buena y democrática distribución de calificaciones al
estilo socialista!La chica verdaderamente indignada
le gritó:
¿Por qué voy a hacer eso?! He tenido que trabajar muy duro
para lograr mi promedio de notas e incluso me he privado de muchos placeres, mientras que Mariana se ha limitado a no hacer nada, a no estudiar y a buscar el lado fácil de
la vida, esperando que todo le caiga del cielo.
¡¡NO LE PIENSO REGALAR MI TRABAJO A OTRA PERSONA!!!
Su padre la abrazó cariñosamente
y le dijo:
Hija:
BIENVENIDA A LA OPOSICION...!!!
Kikiriki
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