Transcript
  • Agradecimientos

    Curitiba

    Merlu

    Curitiba

    Clau

    Mona

    Nelly Vanessa

    Lectora

    Rihano Nelshia Malu_12

    anli

    Malu_12 Meli Eli

    Angeles Rangel xx.MaJo.xx

    Vai Pachi15

    MaryJane Merlu

  • ndice Agradecimientos

    Sinopsis

    Prlogo

    Captulo 1

    Captulo 2

    Captulo 3

    Captulo 4

    Captulo 5

    Captulo 6

    Captulo 7

    Captulo 8

    Captulo 9

    Captulo 10

    Captulo 11

    Captulo 12

    Captulo 13

    Captulo 14

    Captulo 15

    Captulo 16

    Captulo 17

    Captulo 18

    Captulo 19

    Captulo 20

    Captulo 21

    Captulo 22

    Captulo 23

    Captulo 24

    Captulo 25

    Captulo 26

    Sobre la Autora

  • Sinopsis

    Atrapada en un castillo con un hermoso Highlander?

    Bree puede pensar en cosas peores, a no ser que l est un poco loco y muy

    paranoico, y l es el que la atrapa.

    Una mujer en la puerta de Heathcliff?

    l est desesperado por ayudarla, pero ella es un aliado del diablo, y no puede

    estar bien de la cabeza. (Ella cree que es del siglo 21 y se cubre el cabello con

    ropa interior!)

    Cuando el mal tiempo los asla dentro de las paredes congeladas de un castillo

    escocs, ellos tendrn que aprender a confiar en el uno al otro. Si no pueden venir

    juntos para solucionar un misterio inquietante, van a tener ms para perder que

    sus corazones. Y ms para lamentar que slo un beso de Navidad.

  • Prlogo

    Heathcliff McKinnon, el ermitao Laird de los McKinnons, se encontraba solo

    junto a la ventana arqueada de la Torre Este, los postigos abiertos de par en par, sin temor a la inminente tormenta.

    Sus callosas manos se aferraban al marco con desesperacin, como si estuviera colgando de este en vez de encontrarse a salvo en el lado de adentro de las piedras de su propio hogar.

    l haba hecho de esta torre su santuario privado hacan aos. Esta noche, no alcanzaba con eso.

    Tir su cabeza hacia atrs y enfrent a la blanca luna llena. Con un espeluznante tamao esta noche, estaba rodeada por una pared de nubes como si estuviera esperando alguna seal para que el ejrcito de la nieve atacara a la pacfica villa debajo de ella.

    Como si estuviera esperando una seal de l.

    Aydenme! Dios. Odin. Quien sea susurraba Heathcliff. Dara todo lo que tengo.

    La luz de la luna puls, y el viento se agit. Brillantes nubes rodearon el orbe, y se dispersaron por el cielo como leche vertida en agua. Las desmoronadas almenas abajo, estaban iluminadas un momento y al siguiente ya no se podan distinguir debido a que las densas nubes haban bloqueado la luz.

    La tormenta se encontraba justo sobre l. Grandes y hmedos copos de nieve volaron hasta su camisa y se derritieron en su pecho, pero sigui aferrado a la cornisa, como si la fuerza de sus msculos pudiera salvarlo de la desesperacin.

    Cuando el fro comenz a penetrar a su hogar, finalmente acept que sus ruegos no tendran respuesta.

    La tormenta, claramente, no servira de ninguna ayuda.

  • 1 Sorprendida de an estar viva, Bree Colby se enderez en su coche de

    alquiler, agarrando el volante y mirando fijamente el paisaje ladeado durante un largo minuto antes de darse cuenta de que el vehculo se estaba llenando de agua.

    Esto no puede estar pasando.

    Esto no puede estar pasando.

    Esto no puede estar pasando.

    Pero s que estaba pasando.

    El agua se filtraba por los bordes de la puerta del pasajero. Y, gracias a que an funcionaban los faros, se dio cuenta de que las manchas oscuras en la nieve delante de ella eran signos de una corriente medio congelada. Y que ella estara as en dos minutos si no empezaba a moverse!

    El cinturn de seguridad probablemente la haba salvado, pero ahora se haba convertido en su mayor amenaza. Se empuj duro contra el respaldo del asiento y logr liberarse, pero termin cayndose de todos modos de lado, con la cabeza hacia el agua. Empuj contra el cristal sumergido de la ventana del lado del pasajero, y us toda su fuerza para levantarse fuera del agua, haciendo que slo las puntas de su cabello tocaran el agua ahora. La cabeza podra llenrsele de sangre, pero por lo menos no se ahogara en 10 cm de agua.

  • Tena dos nuevos problemas, sin embargo. Sus manos estaban empezando a adormecerse por el agua helada y poda sentir que el vidrio comenzaba a resquebrajarse bajo su presin Se iba a romper!

    Enganch sus rodillas en el volante y quit la mayor cantidad de su peso como le fue posible de sus manos. Luego hizo su camino de regreso con el tablero hasta que pudo agarrarse al volante de nuevo. Por desgracia, esto la hizo girarse y sus rodillas se resbalaron. Qued colgando, intentando salvar su vida, pero no pudo evitar que sus miembros inferiores cayeran. Cuando sus pies aterrizaron en el agua, agradeci al menos estar boca arriba.

    El cristal no le agradeci tanto.

    No saba de dnde provena la fuerza, pero cuando su equilibrio desapareci, se impuls y salt. Sus pies aterrizaron en el asiento e intent subir. El volante no era de ninguna ayuda en absoluto. Los neumticos estaban, obviamente, en el aire y no haba nada para impidiera que la maldita rueda girara cada vez que el coche se tambaleaba. Pero incluso si pudiera subir, la puerta segua tan cerrada como era posible y la ventana todava estaba intacta.

    Iba a morir. Y en su funeral, su madre le colocara una cinta grande en su atad en la que se leera: Te lo dije.

    Qu triste. Se haba estrellado en un pas extranjero, a kilmetros de cualquier ciudad, tarde en la noche y tema ms la reaccin de su madre a morirse de fro. La mujer le haba prohibido ir a Escocia sola, sobre todo en Navidad cuando debera estar con su familia. Pero Bree tena que tomar el control de su vida en algn momento. Bien podra ser durante las vacaciones, cuando eso no interfera con su labor de enseanza. Adems, tena que asegurarse de que su madre entendiera que el hecho de que Bree hubiera decidido no dejar que David siguiera manipulndola, no significaba que la mano de su madre la controlara de nuevo. Bree tomara el control de su vida de ahora en adelante

    Incluso si eso la conduca directo a una zanja.

    Ya era demasiado tarde, por supuesto, pero se dio cuenta de que debera haberse negado a aceptar un auto de alquiler que no llevara puesto los neumticos de nieve, sobre todo cuando estaba nevando al entregrsele la llave. Pero el viejo cacharro haba sido la nica opcin y estaba tan mortificada que no poda esperar para salir de ese pueblito. Entonces se le ocurri Los cacharros viejos no tienen ventanas elctricas!

  • Mir por encima del hombro entre las sombras, y encontr la manivela de la ventana. Si funcionaba, podra incluso considerar perdonar al viejo que le alquil el coche, a pesar del hecho de que ella haba insistido.

    Sus ojos captaron su gran bolso a cuadros; o al menos algunos de los cuadrados eran visibles en la penumbra. Lo agarr y tir de la correa por encima de su hombro.

    La guantera estaba abierta, as que puso un pie dentro de ella y entonces se asegur de que el otro pie estuviera firmemente atrapado entre los asientos antes de alcanzar la manivela. De ninguna manera volvera al agua. Tema que un helado chapoteo ms pudiera ser demasiado. Ya tena tanto fro que senta su voluntad escurrindose fuera de ella. Tir con todo lo que tena, pero la ventana no se movi. El terror inund sus pulmones. Iba a morir!

    Entonces se dio cuenta de que podra estar girando hacia el lado equivocado.

    Dijo una oracin mientras empujaba hacia el otro, y la manivela gir fcilmente. La ventana baj, centmetro a centmetro, y para cuando termin sus manos se haban calentado un poco gracias a su capa y pantalones vaqueros; slo los pies y las manos estaban en peligro de congelacin por ahora.

    Se estir hacia arriba y encontr el picaporte del coche por el lado de fuera de la puerta, envolvi sus dedos alrededor de este y lo apret lo ms fuerte que pudo. Si su mano se congelaba, por lo menos sera en un lugar til.

    Usando los asientos y el tablero de control como escaleras, finalmente sali del agujero, pero todava no iba a soltar el picaporte. El coche estaba resbaladizo por la nevada constante y estaba rodeada de agua.

    Mientras se tomaba un minuto para recuperar el aliento, se dio cuenta de que el viento que soplaba contra su cara no estaba tan fro como esperaba. Estaba casi caliente. Un gran e hinchado copo de nieve se peg a su mano y se derriti inmediatamente. Tal vez no iba a morir despus de todo.

    El maletero estaba abierto y lleno de agua, pero no iba a tentar al destino. Con su suerte, se metera en l y la tapa misteriosamente se cerrara.

    El hormigueo en sus pies le record que las lindas botas rojas de lluvia estaban en la maleta en el maletero y, que si pudiera llegar a ellas, podra salvar los dedos de sus pies. Tambin tena un telfono celular en su bolso que podra funcionar en las Tierras Altas de Escocia. Pero incluso si pudiera averiguar la versin britnica del 911, fcilmente podra congelarse antes de que alguien pudiera llegar a ella.

  • No. Estaba sola, por un tiempo al menos. Y necesitaba esas botas.

    Se estir sobre el fro y hmedo metal y se movi hacia el maletero para echar un vistazo dentro. No se atreva a moverse rpido. Estaba inestable y una buena sacudida podra hacerla perder el equilibrio. Tena que quedarse en el centro.

    La ltima cosa normal que recordaba de su cauteloso trayecto a travs de la tormenta de nieve fue el pensamiento de que toda esa blancura servira para que sus vacaciones en Escocia fueran mucho ms pintorescas. Pero entonces una rfaga de viento, o un duende malvado, empuj la defensa delantera hacindola girar descontroladamente.

    Si slo se hubiera tragado su orgullo y esperado hasta la maana Pero el hombrecillo haba sonado justo como su madre. Si al menos no hubiera usado la palabra tonta.

    Al final result ser que haba sido estafada por la Compaa Turstica Corazn de Escocia y lo descubri cinco minutos antes de que el hombre en la oficina de alquiler utilizara la jodida palabra de su madre. l pensaba que ella era una tonta por querer dejar su humilde ciudad tan tarde en un da de invierno, pero se haba sentido desesperada por llegar a la siguiente ciudad donde nadie sabra lo tonta que haba sido. De ninguna manera quera sentarse alrededor de un pub preguntndose qu podra haber dicho el camarero o esperando a alguien para engatusarlo y narrarle su triste historia.

    Se haba tomado el tren en el aeropuerto de Heathrow y llegado directamente a la pequea ciudad de Burnshire como estaba programado. La gira deba comenzar en Will OThe Wisp Pub a las cuatro de la tarde y se hospedaran en un Bed and Breakfast al lado de este, antes de la cena. Por desgracia, el enorme hombre en el pub le dijo que nunca haba odo hablar de esa empresa de turismo y que no haba ningn Bed and Breakfast al lado.

    El camarero le asegur que podra ser recibida en una habitacin en la hostal de su hermana a slo unas cuadras de ah, pero en su estado de shock las nicas palabras que haban salido de su boca haban sido:

    Dnde puedo alquilar un carro?

    Haba sido una reaccin natural, se dio cuenta horas ms tarde. Ella era una chica de carros. Desde que haba cumplido 16 aos y conseguido su primer vehculo, el auto era su espacio privado, su espacio seguro. Haba cerraduras en las puertas y as era capaz de pensar con claridad en un espacio donde pudiera

  • bloquear al resto del mundo. Y un pensamiento claro consista en lo que ella haba necesitado. Por desgracia, el carro escocs no haba resultado ser su lugar seguro al final.

    Tonto? S, probablemente. Pero no se puede luchar contra la reaccin instintiva de alguien. Algunas personas tenan el instinto de luchar o de huir. El suyo tambin lo era, pero siempre en un coche.

    Haba pensado que poda hacer una versin modificada de su viaje inicial. Dormir en el coche. Vivir de galletas o algo barato, y luego aparecer de nuevo en el aeropuerto para su vuelo de regreso el 29 de diciembre. Ningn problema.

    Ningn problema, a excepcin de que ahora su coche estaba en el agua y ella avanzaba poco a poco a lo largo del lado de ello, en la oscuridad, con copos de nieve mojando el trasero de sus vaqueros.

    Lleg a la orilla del maletero y lo revis. Para su sorpresa, el mango de la maleta se haba extendido y estaba fcilmente al alcance. Y no slo eso, la corriente no era tan profunda como ella haba temido y haba un camino de piedras grandes, aunque cubierto de nieve, que iba desde el coche hasta el terrapln.

    El problema era el terrapln. Por el resplandor de los faros ella poda ver dnde haba salido volando de la carretera en un profundo barranco. Nadie sera capaz de ver su coche de la carretera. Nadie vendra ayudar, incluso si alguien se animaba a salir en esa tormenta.

    El viento se haba detenido, como si su nico propsito hubiera sido sacarla de su camino en la carretera. Pero la tormenta continuaba con una constante cada de copos de nieve que disfrutan de captar la luz por un momento antes de desaparecer en el agua delante de su coche. No haca mucho ms fro que en una tormenta de nieve en el estado de Washington pero, encasa rara vez se caa en un arroyo. Sus pies se seguan congelando; incluso aunque el aire no estaba tan fro el agua s haba estado helada. El hormigueo en sus dedos de los pies se haba detenido. Ahora no poda sentirlos en absoluto.

    Pero qu romntico lugar para morir.

    Ella haba venido a Escocia para reencontrarse con su parte optimista nuevamente y con la esperanza de un romance. Pero slo poda ser positiva en que si se mova no iba a morir.

    Sac su equipaje del maletero y lo puso en el parachoques frente a ella antes de tratar de levantarse. Entonces logr apoyarse firme sobre sus zapatos y oblig a

  • sus dedos congelados de los pies que se apretaran antes de arrojar la maleta hacia el terrapln. Vol unos patticos metro cincuenta, pero no se hundi demasiado en la nieve. Su maleta naveg con facilidad a la parte superior de la cresta.

    La sensacin de alfileres y agujas volvieron a sentirse en sus pies. No tena tiempo para ponerse exigente en cuanto adonde aterrizar, as que slo murmur una rpida oracin y sigui adelante.

    Una atleta es lo que no era. El suelo arremeti contra ella rpido y muy duro. Su gruido podra haber ahuyentado a un lobo hambriento, pero agradeci no haber aterrizado en el agua, y an ms agradecida de que nadie estuviera ah con una cmara en manos.

    El suelo bajo sus pies comenz a deslizarse, pero se aferr como pudo del lodo fangoso y de latiera poco firme. El mango de la maleta segua totalmente extendido, por lo que fue capaz de sacar la maleta con sus dedos de carmbano sin tener que meterse de nuevo en el agua. Las llantas del carro haban creado una pendiente, por lo que fue capaz de arrastrarse a ella y a sus cosas hasta la carretera. Dudaba que pudiera haber subido a la orilla de otra manera teniendo en cuenta la forma en que la cresta se curvaba hacia atrs sobre el agua, como una ola justo antes de que se estrellara.

    Excepto por el hecho de que haba escindido de la carretera, se senta muy afortunada de todo; bueno, las partes de ella que todava tenan sensibilidad. Se tom un minuto para recuperar el aliento y mirar alrededor. Necesitaba conseguir su telfono celular. Si no tuviera recepcin, al menos tendra luz por un tiempo.

    Los faros murieron.

    Se qued muy quieta.

    Sin la luz de la luna o de las estrellas atravesando la gruesa capa de nubes, una negrura total la rodeada como una jaura de perros amenazadores. No poda ver la mano delante de su cara, la sostuvo en alto y movi los dedos slo para asegurarse. Si hubiera estado prestando atencin, slo segundos antes de que las luces se apagaran, podra haberse girado, podra haber caminado de regreso a la cresta!

    La bsqueda de su bolso y del celular no vala la pena el riesgo.

    A pesar del dolor en sus dedos, arrastr su maleta en el medio del camino para que pudiera hacer un seguimiento, no de la maleta, del camino. No haba luces cerca, pero no se sorprendi. El ltimo pueblo que haba pasado haba sido

  • haca horas. Y ella no haba visto otro vehculo desde que el sol se puso. A mitad de la noche, pareca que la nica despierta era la nieve.

    No poda verla, por supuesto, pero senta la suave construccin de su peso en sus hombros e imagin que poda or los gigantescos copos aterrizando suavemente en el suelo, como el susurro de la lluvia fina. La paz de eso era increble. Se pregunt si sus estudiantes sordos alguna vez disfrutaban de la paz, o si siempre les pareca una maldicin.

    Iba a ser la paz de la muerte para ella si no encontraba una manera de entrar en calor. Y puesto que lo nico que tena en la oscuridad era una maleta llena de ropa, ellas tendran que servir.

    Abri la maleta y luego se agach para sentir y averiguar lo que estaba seco. Desafortunadamente, sus dedos congelados no eran capaces de diferenciar entre hmedo y seco, por lo que llev las piezas hasta su cuello. Nada pareca estar mojado. Alcanz dentro en su abrigo y, con las manos en las axilas, trat de descongelarse los dedos durante un largo minuto para poder desatar sus zapatos mojados. Se los quit, junto con sus calcetines, y luego dio un paso sobre la ropa seca. Se cerna sobre ellas para proteger sus pies de la nieve que caa, pero no tuvo mucho xito.

    Los dobladillos congelados de sus vaqueros rozaron contra sus pies desnudos hacindola saltar. Trat de abrir la cremallera de sus pantalones para sacrselos, pero ya era demasiado tarde. Sus dedos estaban congelados. Pero si la nieve no se detena, independientemente de lo que se pusiera tarde o temprano estaran mojados de todos modos.

    De repente, se acord de las tijeras en el bolsillo interior. En las conferencias, siempre se topaba con personas que estaban ansiosas por empezar a hacer seas con su hijo, por lo que siempre tena algunas impresiones de los signos comunes en el bolso, y un par de tijeras para cortar las tarjetas ilustrativas. Era su idea de una caja de herramientas.

    Y ahora esto le iba a salvar su vida! Poda cortar los extremos helados de su pantaln y no necesitaba quitrselo del todo.

    Encontr la tijera justo donde se supona que estara. Luego empez a cortar la parte mojada de los mejores vaqueros ajustados que jams haba posedo, esperando que la actividad contribuyera a calentarle las manos, esperando que sus articulaciones no se congelaran y dejaran de funcionar. Tena tan poca sensibilidad que no estaba segura de si podra cortar la tela o no.

  • Hizo caso omiso de la necesidad de acostarse y descansar.

    Finalmente, una pierna del pantaln cay. Hubo un poco ms de sensacin mientras cortaba la siguiente, un poco ms de dolor bienvenido. A continuacin, la otra pierna cay lejos. La parte posterior de sus pantalones estaban hmedos, pero el calor de su cuerpo evitara al resto de congelarse.

    Unos torturados minutos ms tarde, llevaba puesto todo lo que haba empacado, incluyendo dos pares de calcetines en sus pies, seguidos de las botas rojas de lluvia que debera haber estado usando desde el inicio. Alrededor de sus orejas, ella at las medias que haba quitado, a pesar de que tenan un agujero en uno de los dedos del pie. Cinco pares de bragas protegan la cima de su cabeza de la nieve que cada vez caa ms fuerte.

    Al final, Bree estaba parada dentro de una maleta vaca, su nuevo lugar seguro, usando su saco corto sobre un pequeo vestido negro brillante, sobre un camisn de franela a cuadros, sobre un chndal, todo encima de sus pantalones vaqueros cortados. Le era imposible cerrar la cremallera de su abrigo sobre tres camisas y dos suteres. Los dos ltimos pares de calcetines los us para sus manos. Despus de que la sangre comenz a bombear como debera, a travs de todas sus extremidades, encontr una nueva razn para querer sobrevivir.

    Iba a golpear a ese pequeo escocs en la nariz por entregarle las llaves de un carro de alquiler sin neumticos de nieve! Nunca haba golpeado a nadie en la nariz antes, pero estaba segura de que esta ocasin lo ameritaba.

    La idea la calent. De hecho, se senta bien y calentita de pie en la oscuridad, en una maleta que se estaba llenando de nieve, cuando le pareci ver una luz. Luego otra. Pero no parecan faros.

    Escocia tiene lucirnagas? Las tenan en el invierno?

    Incluso a medida que se acercaban, y gracias a Dios que se movan ms cerca, se quedaron a una distancia igual de lejana. Parpade con fuerza tratando de entender si se trataba de un espejismo inducido por el pnico. Cerr los ojos el tiempo que pudo soportar, y luego volvi a mirar.

    S! Luces! Movindose en su direccin! Sera rescatada! Pero se haba acurrucado all en su maleta, en medio del camino, por tanto tiempo pensando que ese sera el nico lugar dnde estara a salvo, que ahora estaba reacia a salir de ello.

    La oscuridad todava la rodeaba. Las luces eran tan pequeas y lejanas que slo servan para mostrarle cun completa era la oscuridad, lo vulnerable que

  • haba estado a las criaturas que probablemente podran ver bien en la oscuridad si no estaban acurrucados y dormidos en sus guaridas.

    Con los odos atentos a ruidos de animales, le pareci que pas una hora antes de que las luces llegaran ms cerca. Pero no se iba a mover de su balsa salvavidas con cremallera hasta que el Servicio de Guardacostas llegara.

  • 2 Bree escuch los caballos antes de darse cuenta de que las luces

    balancendose adelante y atrs eran un par de antorchas colgando a cada lado de un carruaje pasado de moda, brillando detrs de cuatro enormes caballos blancos.

    Estaba de pie en el mero centro de la carretera, as que no haba manera de que pudieran pasar sin conducir sobre ella. Slo esperaba que el conductor no estuviera dormido al volante, porque no estaba segura de qu tan rpido podra moverse si la situacin lo requera. Agit los brazos y dio el mejor silbido de futbolista que pudo mientras rebotaba sobre sus piernas. Con cada pequeo salto, el dolor se disparaba desde los talones hasta la parte posterior de su cuello, pero al menos estaba viva para sentirlo.

    Ho, alto! Un hombre estaba sentado en lo alto de la parte delantera del vehculo. Llevaba un sombrero de copa, de todas las cosas, pero Quin era ella para quejarse?

    Los caballos se detuvieron a ms de tres metros de ella y suspir con alivio, sin saber si podra haber salido del camino lo suficientemente rpido. Todava se senta pegada al terreno como si su vida dependiera de ello.

    Y mientras ese pensamiento rebotaba en su cabeza, obtuvo la extraa impresin de que deba quedarse ah, y esperar al siguiente coche que pasara. Como si alguien estuviera susurrndole en el odo que podra terminar lamentando algo. Un escalofro le recorri la columna vertebral, pero slo sirvi para recordarle locera que haba estado de congelarse hasta morir y eso fue todo lo que necesit para moverse.

    Usted es la Srta. Colby entonces?

  • Acababa de salir de la maleta cuando el hombre la llam y consider seriamente meterse de nuevo. Cmo poda saber quin era ella? Si vena del lugar de alquiler de autos, cmo supo que ella se haba salido del camino y no haba ido a su destino?

    Usted sabe m... m... mi nombre?

    El hombre baj de un salto al camino fangoso y se apresur hacia ella Su cabello era gris, casi blanco incluso. Pero no aparentaba ms que cincuenta o algo as.

    Mi nombre es Ferguson. SawyerFerguson. Soy de la CTCE, Compaa Turstica Corazn de Escocia. Lamento haberos fallado en encontrarla en el pub, muchacha. Uh... Frunci el ceo y la mir. Uh. Eso es... es una muchacha, debajo de todo eso. O no lo sois?

    Bree mir hacia abajo, a su enorme contorno, luego a l y asinti.

    Oh, bien, entonces. Eso est bien. No es exactamente lo que se esperaba, pero est bien. Todo va a salir bien.

    Se agach para tomar su maleta. Pero ya que estaba segura de que acababa de ser insultada, puso una bota en una esquina para detenerlo.

    l se enderez y levant las cejas, pero no dijo nada.

    Qu? Cmo que no soy lo que esperaba? Condenada fuera si no tena clara cualquier cosa acerca de sus vacaciones de una semana. Lo nico que no haba tenido claro era si quera un carro con neumticos para nieve.

    Oh, tut-tut dijo el conductor. No significa nada de nada. Solo que ni toda la planificacin en el universo puede garantizar cmo van a salir las cosas, es todo. Estaba de camino al castillo y vi las luces de un auto dar un giro extrao. Me preocupaba que pudierais ser vos. Slo un yanky enfrentara esta tormenta en horas de la madrugada, eh? As que vine corriendo. Pero podrais decirme vuestro nombre completo, para saber que tengo a la muchacha correcta?

    Bree puso su pie detrs de la maleta.

    Brianna Catalina Colby. Prefiero Bree. El auto rentado est en el agua. Tengo que avisarle a alguien.

    Su sonrisa se extendi por toda su cara. Era un poco espeluznante.

    No se preocupe, dama. Estar encantado de hacer la llamada, decirles dnde encontrar a la vieja Bess.

  • La vieja Bess?

    S. Es la peor excusa de auto que Ronald Dugan se pudo arreglarse para conseguir en esta vspera. Le regresar su dinero. Yo me ocupar de eso.

    Como de costumbre, el regreso de algo de su dinero ganado con esfuerzo la hizo sentir mejor y alivi un poco del vapor que se haba estado construyendo en nombre del hombre de alquiler de autos. Por desgracia, eso era lo nico que la mantena caliente. Un escalofro rod a travs de su cuerpo y una de sus bragas se desliz ms all del puente junto a las medias y hacia abajo sobre un ojo. El seor Ferguson se ech a rer.

    Es muy creativa la forma en que os mantenis caliente, muchacha. Pero le prometo que ser ms bonito y acogedor dentro del carruaje. Un caballo se movi un poco y la luz de la antorcha ilumin su maleta. Oh, yo os recoger eso, Srta. Colby. No tenis de qu preocuparse.

    Se dirigi hacia el coche, pero no estaba dispuesta a dejar de preocuparse. Ya haba sido vctima de un viejo hombre escocs esa noche, y no iba a confiar en el prximo en la fila. Sin embargo, la supervivencia era lo primero. Maana sera lo suficientemente pronto como para hacer que rodaran cabezas.

    Las ruedas del carruaje haban sido cambiadas por carriles.

    Es un trineo dijo. He sido salvada por Santa Claus.

    El viejo se ahog y le dio un ceo fruncido.

    Esto es un autocar1, no se equivoque, muchacha. Es clido y agradable adentro. Abri la puerta. Podis subirte.

    Haba incluso una antorcha dentro y, fuera o no un riesgo de incendio, era probablemente lo que mantena el interior caliente. Ferguson le dio una mano. Ella encontr una banqueta bajo una manta espesa que se senta como lana de cordero. Y no estaba segura de si era a causa de las muchas capas de ropa que llevaba o el relleno, pero el asiento se senta como una nube. Sinti la tentacin de acostarse all.

    El hombre se inclin sobre ella para ajustarle la manta y ella extendi la mano y lo agarr del brazo.

    Hubiera muerto si no hubiera llegado, seor Ferguson. Quiero decir, realmente muerto. As que, gracias. Bostez. Tal vez pueda agradecerle como es debido cuando me recupere de mi estado de shock.

    1 Autocar: autobs de turismo. Se usa para los que recorren las atracciones dentro de una ciudad.

  • Descanse, muchacha. En el tiempo que tome tirar de este carro hasta el castillo, podis tomar una buena siesta. Olvdese de sus problemas. Los dejaremos irse en el agua, junto con la Vieja Bess. Qu dice?

    Por supuesto Eso fue todo lo que pudo decir, ya que su mente se haba prendada en la palabra castillo. Um, ha dicho castillo?

    S. Nos dirigiremos a l directamente. Es una pequea sorpresa, ya ver. Cuando me encuentro con nuestros viajeros en el pub, les doy la noticia de que no se van a quedar en una posada de Bed and Breakfast despus de todo, sino en un castillo la primera noche. A muchos de ellos les causa gracia, por supuesto. Creo que es un gran lugar para comenzar su recorrido por el corazn de Escocia. Y las camas son cmodas para empezar. Adorables colchones de ganso. Honestamente puedo decir que ya no los hacen como antes, es una lstima. Cerr la puerta del coche y unos segundos ms tarde el carro se tambale hacia delante.

    Ella se ech hacia atrs, pero dudaba que fuera capaz de dormir. Sus glndulas suprarrenales estaban trabajando horas extras y no estaba lo suficientemente preparada para apreciar el hecho de que su gira por Escocia estaba de nuevo en la pista. Necesitaba una gran chimenea y una cama caliente para tal vez por la maana ser capaz de digerir todo lo que haba sucedido en las ltimas horas.

    Haba estado conduciendo durante horas. Pero siendo as, aun a un ritmo muy lento, cmo pudo el hombre tropezar con ella tan lejos de Burnshire? A menos que ella hubiese estado manejando en crculos...

    El tintineo de las cadenas sonaba como campanas de trineo, y se pregunt por qu el hombre se habra ofendido tanto cuando haba llamado trineo a su vehculo. Tal vez slo se resenta de ser llamado Santa Claus.

    Despus de un golpe y un resbaln de lado, se apret la manta ms cerca y se pregunt si podra hacerse un vestido con ella si de repente se encontraba otra vez empapada. Por supuesto, necesitara tijeras. La tonta imagen la hizo sonrer y comenz a relajarse a un ritmo lento y constante.

    Clop. Clop. Whoosh. Tintineo.

    Clop. Clop. Whoosh. Tintineo.

    En adicin a ese ritmo estaba el sonido de la voz del cochero entonando una meloda. Era como si estuviera cantando justo encima de su cabeza. No era una cancin de Navidad. Era ms como un canto, lento, bajo y melanclico, una especie

  • de cancin solitaria que te hace preguntarte acerca de la profundidad de la tristeza del cantante, pero que te encanta al mismo tiempo.

    Tarare la meloda entera primero y luego comenz de nuevo con palabras.

    No dejis que tu llanto llame a la luna.

    No dejis que tus oraciones vayan por mal camino.

    En el disfraz de cochero os conceder tu bendicin,

    Y lamentars el precio pagaris.

    Recupera el aliento.

    Aguanta el suspiro

    No des tu nombre, Tu bendicin niega

    El fuego fatuo, no viene de a dos

    Son las linternas del cochero

    Viniendo por vos.

    Con las manos de blanco y caballos a juego.

    Guiar tu amor a un corazn roto.

    Sueos comedidos, conceder en tu nombre.

    Y tomar de ti incluso la parte mendiga.

    Luego canturre el coro una vez ms. Bree se senta intrigada por la obviamente antigua meloda pero no poda permanecer despierta. El calor se filtraba en sus huesos y sus parpadeos se hicieron ms largos y ms pesados. Por ltimo, cerr los ojos y se concentr en las palabras, deseando ser capaz de recordarlas, incluso una o dos lneas.

    Calmar a los perros... Al viento detendr

    Cuando la Luna camine entre bestias y hombre.

    As que mantn la esperanza, No confes en lo que se te dio

    Hasta que los perros le allen a la noche de nuevo.

  • Una vez ms, el cochero tarareaba y Bree luchaba por aferrarse, para ver si habra otro verso, si tal vez podra haber un final feliz de alguna manera.

    Entonces, sus pensamientos se deslizaron en una cmoda negrura.

  • 3Heathcliff cerr la ventana contra el viento y sali de la habitacin de la torre.

    Encontrara respuestas all.

    Al pasar por la habitacin de la nia no pudo evitar mirar dentro, asegurndose por s mismo que estaba bien. Su corazn se detuvo cuando vio las mantas echadas a un lado, pero lati de nuevo cuando la encontr en la ventana, sin duda en busca de la mismsima luna a la que haba dirigido sus splicas haca un rato. Su cabello dorado brillaba a la luz de las velas, como si la luna se escondiera detrs de las hebras.

    Cabello rubio. Tan diferente de su propia melena negra. Pero l haba odo que el pelo de los nios se volva ms oscuro a medida que crecan. No significaba nada.

    Lo que vea en las nubes de tormenta pareca hacerla feliz, y ella le devolvi la sonrisa. Torpemente l se acerc, puso su mano sobre su cabeza y le dio una cuidadosa palmadita.

    Lo siento, muchacha. La nana tuvo que dejarnos un rato. As que estaremos por nuestra cuenta unos pocos das.

    Su pequea mano fue hacia l y se la apret, como si sintiera que necesitaba ms consuelo que ella.

    Estaremos bien, pequea Querubn. Muy bien.

    Una vez que hubo atizado el fuego y metido a la muchachita bajo su pesado edredn, tuvo que cerrar las cortinas para convencer a sus ojos de que se cerraran

  • y evitar que mirara por la ventana. Tena miedo de que lo que fuese que deseara, no lo consiguiera.

    No haba necesidad de empezar otro fuego, as que en vez de retirarse a su estudio, regres a la sala donde las brasas esperaban por otro trozo de madera. Una vez all, sin embargo, dud que el fro de sus huesos tuviera que ver con la tormenta y se abstuvo de lanzar otro leo. Se sirvi un whisky, con la esperanza de que el ardor que causara en su garganta pudiera llegar hasta el fondo de sus fros huesos, pero su mano se detuvo antes de que el vaso llegara a sus labios.

    Un padre debera beber licor con una nia a su cuidado?

    Dej la copa a un lado y se frot la cara con las dos manos. Tampoco debera dormir, pens, slo en caso de que me necesitara. Despus de todo, la delicada querubn podra no ser capaz de despertar de su profundo sueo. Tal vez debera haberle dado una campana grande. Tal vez debera haber puesto un jergn all, en la sala, para que no tuviera que buscar muy lejos para encontrarlo. Pero eso era una tontera. No era un cachorro, era una muchacha. Necesitaba una cama, verdad?

    Querido seor, se iba a volver loco tratando de aprender este asunto de engendrar por s mismo.

    Se oblig a calmarse, a sentarse y mirar las llamas que saltaban en desafo a la muerte de las brasas. Imagin tomar a la pequea chica y adormecer sus problemas, alejndolos como una silenciosa flautada. El sueo era sin duda una ayuda preciosa para alguien que acababa de ser abandonada con un hombre que se supona era su padre. Sin duda, la chica tendra pesadillas esta noche vieja con su nana lejos. Los rumores del pueblo probablemente haban asustado a la mujer, quin deseara quedarse con el nieto de una bruja Muir, terrateniente o no? La Navidad era un da de fiesta santa, no uno que se pasaba cerca de alguien sobre quien se rumoreaba bailaba con el diablo.

    Hasta ahora haba atendido bien a la muchachita. Tena una sonrisa fcil, sin importar las noticias que le diera. Una adorable y dulce nana no la abandonara en las de manos un extrao.

    De nuevo, se record inclinndose para saludar a la nia y que cuando se irgui una vez ms, la mujer se haba ido. Podra haberla perseguido por sus tierras y sobornarla para que confesara todo, el cielo saba que tena monedas de sobra, pero no habra habido nadie para cuidar a la nia. Y, cmo podra haber dejado a la pequeita sola?

  • El silencio se instal en su mente. Un carbn se rompi bajo el peso de los otros y chispas saltaron y salieron de la chimenea. Una llama se levant, entonces protest hasta la muerte por un palo an demasiado verde para quemarse.

    Podra ser realmente ma?

    Por ensima vez ese da, pens en seis, siete, ocho aos atrs, tratando de recordar a una mujer que hubiera amado, una cara que recordara con cario, pero no haba nadie. Hacan ocho aos, haba estado tan solo como ahora. Pero, oh, cmo deseaba que ella fuera suya. Cmo deseaba poder tener algo suyo que lo legara una vez que l estuviera en el cementerio. Cmo deseaba haber encontrado a alguien a quien cortejar y con quien casarse antes de que la reputacin de su abuela y su hermana gemela arruinaran la suya. Alguien que no se preocupara por el color de su moneda.

    Podra comprar una esposa? Por supuesto. Pero nunca deseara una esposa que se pudiera comprar. Sera mejor no tener hijos en absoluto, que darles tal madre.

    Decidi darle sentido a esta nueva situacin. Si esto demostraba que la nia haba sido engendrada por otro, no importaba. Despus de Ao Nuevo, cazara a la nana y averiguara la verdad. Para entonces, la pequea bien podra optar por quedarse con l en cualquier caso. Tal vez podra encontrar una manera de hacer que fuera una hija de corazn.

    Un alboroto se agit en la parte delantera de la casa y corri a la puerta de entrada para asegurarse de que el ruido cesara antes de que despertara a su aspirante a hija.

    Abri la puerta de par en par, mientras un hombre mayor tomaba la aldaba.

    Est loco? susurr Heathcliff con dureza. Hay una muchachita arriba tratando de dormir. No dejar que la despierte!

    El hombre hizo una reverencia y volte el sombrero de copa en sus manos.

    Sus perdones, su reverencia. Tengo a una muchacha aqu tambin. La Srta. Brianna Colby. La ha estado esperando, creo. El hombre le gui un ojo y se movi hacia atrs.

    Heathcliff estaba a punto de insistir en que no esperaba a nadie cuando vio a la robusta muchacha que se tambaleaba hacia adelante con dificultad. Su negacin muri en su lengua, dejndolo temporalmente incapaz de hablar.

  • Era corpulenta, como mnimo. Y dado que era una mujer, podra resultar til teniendo en cuenta su actual dilema. Despus de todo, l haba enviado a su personal a pasar las vacaciones con sus familias, sin saber que tendra a una pequea para cuidar. Pero esta mujer no lo hara. Sin importar el aspecto agradable de su rostro, la mujer era claramente retardada a juzgar por los sombreros que llevaba en la cabeza.

    Y no slo uno, sino que vio al menos tres cosas de colores brillantes posados all, posiblemente cuatro. Y no slo no eran inapropiados para el clima actual, sino que tambin eran defectuosos, luciendo grandes agujeros, hasta el ltimo de ellos. Era un hecho que los sombreros estaban completamente estropeados; su cabello rubio estaba cerca de ser oscuro por la humedad de la nieve.

    Incluso si pudiera ver ms all de sus tontos sombreros, ella se haba atado unas medias de seda sobre la cabeza, tal vez para mantener sus orejas calientes, como si no supiera que estaban destinadas a las piernas de una mujer. Sin embargo, por su apariencia, tal vez sus piernas eran demasiado grandes para que las medias le quedaran. Pobrecilla.

    Pero tena suficiente de qu preocuparse con la nia. No tomara otra responsabilidad y sta tal vez vena con una mente rota. Por qu, nunca podra permitir que ella se acercara a su retoo!

    No. Su tono no ofreci ninguna invitacin a discutir.

    La mujer frunci el ceo, confundida.

    No dijo l de nuevo, mirando fijamente su cabeza.

    Sus ojos se abrieron de par y sus dos manos hicieron un trabajo rpido con los sombreros de pico y medias. Ella los escondi detrs y se sonroj ms oscuramente que el rojo normal en sus fras mejillas.

    Me ca en el agua dijo ella. Estuve muy cerca de morir congelada. Le prometo que no soy una idiota. Y no suelo ir por ah con la ropa interior en la parte superior de mi cabeza.

    Con ropa interior? De verdad?

    l tom su inventiva en la mano y se concentr en otros detalles. Su discurso era extrao. Era claramente extranjera. Ella mir ms all de l, tratando de ver dentro de su casa, y el latido de su corazn se dispar. Se habra presentado ante un par de ladrones?

  • La muchacha se gir, sin duda en busca de apoyo de su cohorte en su narracin, pero el hombre se haba escabullido. Cuando ella le dio a Heathcliff la espalda, l aprovech.

    Fuera de aqu ahora dijo, y cerr la puerta. Ella no tendra ms remedio que volver a su carro y pasar a la siguiente ciudad.

    Espere! Su grito fue apenas perceptible a travs del pesado roble, pero de nuevo, l se vio obligado a abrir, para evitar despertar a la nia.

    Shh! Le dio su ceo feroz. Madame. Se subir de nuevo en su...

    Pero el carro no estaba.

    Ella apunt al lugar en que haba estado slo un momento antes.

    Me dej! Simplemente... me dej repiti ella. Ni siquiera escuch que se fuera!

    Tena que ser una artimaa para garantizar que podan ingresar al interior del castillo. No haba duda de que el hombre estara de vuelta a altas horas de la noche para ayudarla a cargar el botn que pudiera conseguir mientras la familia dorma. Le dio slo un momento de pausa al hecho de tampoco haber notado cuando los cuatro caballos se haban marchado. Y no habra pistas para juzgarlo, gracias a la cada de nieve ms pesada ahora que cuando haba abierto la puerta.

    Por favor, seor. Puedo entrar y calentarme? Y usar su telfono? Tiene que haber alguien dispuesto a venir a buscarme y llevarme a un hotel.

    Ah, ella tena una lengua inteligente. l no saba lo que era un telfono, pero slo haba una posada en el pueblo y probablemente la haba pasado en su camino hasta la colina. Slo necesitaba tumbarse en la carretera y deslizarse en el camino de regreso. Pareca tener suficiente peso para mantenerse caliente en el camino. Y aunque estaba en su sano juicio, no permitira a ningn furtivo ladrn cerca de ninguna nia, suya o no.

    Tengo a una nia en la casa, seora. No voy a permitir que una mujer de tu tipo est en torno a la nia. Ahora pngase en camino. Hay una posada en la parte inferior de la colina, como estoy seguro sabe. Pero si se tropieza y cae, se encontrar muy cerca de su puerta. Sin duda su cochero la espera all.

    Su boca se abri y se demor mientras l daba un paso atrs para cerrar la puerta de nuevo. Pero algo se interpuso, una extraa bota roja metida justo dentro. Con preocupacin de que podra haber lastimado a la mujer, la abri.

  • Sin embargo, encontr genuina preocupacin en su frente. Ella no le dio ninguna atencin a su pie. Al menos no le haba causado dolor.

    Por favor. Voy a morir aqu. No soy del tipo que mendiga, pero se lo ruego ahora. Por favor. Tengo que conseguir calentarme. Casi me congel hasta la muerte una vez esta noche, y estoy absolutamente segura de que voy a terminar como una paleta en su puerta si me deja aqu.

    Una paleta sonaba ominoso. Y a pesar de la certeza de que ella estaba mintiendo, no poda distinguir nada en el movimiento de su figura que fuera una actuacin. La muchacha estaba helada, no haba duda ahora. Si su cochero mostraba su cara otra vez, Heathcliff se encargara de que el hombre pagara por poner la vida de una mujer en tal peligro, sin importar su carcter.

    Trat de ignorar el hecho de que al cerrarle la puerta, l habra hecho lo mismo.

    Con toda la apertura y cierre de la puerta, probablemente ya saqu todo el calor del castillo, pero es bienvenida a quedarse en lo que queda de l. Su discurso fue un poco brusco, pero necesitaba saber que no estaba ms contento consigo mismo que con ella.

    l era un caballero y un escocs, pero difcilmente poda manejar ambas cosas al mismo tiempo. En ese momento, era simplemente un escocs aprendiendo a proteger a su nueva hija, aunque ya estuviera medio-crecida.

    Ella le dio un pequeo agradecimiento mientras corra junto a l y entraba a su casa. Una vez que l asegur la puerta, se volvi para encontrarla temblorosa en un modo completamente nuevo.

    Venga conmigo dijo l, y luego tom la vela y la condujo por el pasillo hasta el guardarropa.

    Ella claramente tena que hacer sus necesidades y por haber sufrido un accidente haba tenido que esperar ms tiempo. l coloc la vela dentro de la puerta y dio un paso atrs, pero no quiso ir muy lejos. Mientras ella se encerraba en el interior de la pequea habitacin, estaba disfrutando de la nica intimidad que se le permitira debajo de su techo, y tan pronto como pudiera, saldra por la puerta.

    Nada era importante, excepto la seguridad de la nia;y, si no estaba imaginando cosas, senta que lo mejor para la nia era que no estuviera expuesta a su cuestionable invitada.

  • l movi los pies en el suelo de piedra para enmascarar el sonido de la ropa movindose que la mujer haca. En verdad, nunca antes se haba puesto a escuchar a una mujer realizando sus necesidades, y le tom un poco de creatividad revoltosa evitar que su imaginacin se uniera a eso. Sin embargo, cuando la muchacha comenz a lamentarse, aunque en voz baja, le entr el pnico y corri de vuelta a la sala. Era mejor perder unos cuantos adornos navideos que estar ah. Querido Seor, no era de ayuda que la mujer llorara.

  • 4 Bree esperaba que el resto de Escocia tuviera agua corriente! Por supuesto,

    estaba en un castillo y tal vez las tuberas podran ser algo que los propietarios no podan pagar, pero el bao estaba a tan slo un paso de ser una letrina, en realidad. No se quejara, sin embargo. Su vejiga se haba descongelado con su primera bocanada de aire caliente y necesitaba el bao ms cercano. Afortunadamente, el tener que ir al bao era entendido a nivel internacional y l haba actuado con rapidez. Si ella hubiera estado usando slo una capa ms de ropa...

    Despus de que su necesidad ms desesperada fue atendida, sin embargo, la locura de la situacin la golpe y se haba desmoronado. Tena suerte de no estar muerta. Mucha suerte no estar muy muerta. Y pareca que la pesadilla no haba terminado todava! Haba sido arrojada a la puerta de alguien que no la quera en su casa, y si molestaba al tipo, que tena un carcter de perros, la echara al fro otra vez! No tena un buen coche seguro en el que poder acampar. Ni siquiera saba dnde estaba, exactamente, slo que todava deba estar en Escocia o el Seor Guapo no hubiera tenido ese precioso acento.

    Pero eres bienvenida a lo que queda de ella.

    Haba tratado de llorar en silencio, ya que l haba estado afuera de la puerta. Al final, sin embargo, debi haberlo ahuyentado, porque la sala estaba vaca cuando sali.

    Bree sigui el calor a una sala de estar al lado de la bveda de entrada. El techo era ms bajo all y el calor de la chimenea adornada llenaba la habitacin. Por supuesto, nunca haba estado en un castillo antes. Haba planeado visitar

  • muchos antes de tener que tomar su vuelo de regreso. Pero en ese momento, la supervivencia era un poco ms importante que los candelabros, las paredes de caoba y las escaleras talladas. Aunque apenas. Con suerte, tendra la oportunidad de apreciar todo eso antes de que Seor Guapo le diera una patada hacia la acera, probablemente a primera hora de la maana.

    Con suerte, no antes.

    Se prometi a s misma no decir nada estpido que lo pudiera hacer enojar, pero el tipo era un poco estirado. Quin saba lo que poda molestarlo? Corri hacia la chimenea y se dej caer de rodillas un pequeo momento para que la hinchazn bajara de su rostro. Sus manos estaban muy calientes, pero l no tena por qu saberlo. Tal vez entre ms fra se viera, ms la dejara quedarse.

    En su siesta en el carro haba estado tostndose, pero al segundo en que haba estado al aire abierto de nuevo, pareca que la temperatura era la mitad de clida que haba sido cuando haba hecho su pequeo desfile de moda en el centro de la carretera.

    Haba un montn de brasas, pero el montn era pobre. El tipo probablemente tena un presupuesto apretado, tratando de mantener su castillo abierto y funcionando. Y hasta que ella lleg, l probablemente slo necesitaba calentarse a s mismo. Pero haba dicho que haba una nia all tambin.

    Dijo que tena a una nia tratando de dormir?

    l slo frunci el ceo, como si le dijera que se metiera en sus asuntos. Probablemente odiaba a los estadounidenses o algo, y ella no quera empeorar las cosas, as que pens que era mejor explicarse.

    Me preguntaba por qu la nia no est aqu, si este es el cuarto ms clido, sabe?

    Su ceo se transform lentamente en horror.

    Piensa que tiene fro? No lo haba pensado! Y con eso, sali corriendo de la habitacin.

    La expresin de su rostro hizo que Bree se sintiera mal del estmago. Haba dejado a su hija en algn lugar fro? Qu tipo de hombre haca eso? Corri por el pasillo y escuch sus pasos.

    Arriba!

  • Ella lo sigui rpidamente, tratando de no imaginar lo peor, tratando de disfrutar de la hermosa pieza de madera utilizada como barandilla sin detenerse. Alfileres y agujas pinchaban sus pies, pero lo tom como una buena seal, una de que no tendran que cortrselos o algo as. Un poco antes, no haba estado tan segura.

    Lo encontr de rodillas al lado de la cama, presionando el dorso de su mano en una frente un poco plida enmarcada por trenzas rubias. O tal vez ella estaba plida del todo, una vela junto a la cama reflejaba ms sombras que luces. l apret un poco ms su mano y la acarici.

    Querubn? Querubn. Puedes escucharme, Querubn? l la mir por encima de su hombro, sus ojos suplicndole a Bree que le ayudara.

    Cmo iba a negarse? No era como si la Seora Guapa estuviera cerca, y Bree trabajaba con nios a diario. Corri a la cama y l se arrastr a un lado para dejarle sitio. Toc la pequea frente y el corazn le dio un vuelco. La nia estaba helada. Fra, fra.

    Tal vez es slo su piel expuesta dijo Bree. No es que la habitacin est tan fra como ah afuera, no? Ella acarici la carita helada.

    Un nudo gigante se le hizo en la garganta, pero sigui hablando para mantener a todo el mundo tranquilo. Colby no entr en pnico.

    Ella ha estado enferma? Ha estado comiendo? Bebiendo? Bree no pudo resistir ms. Para comprobar si tena pulso, presion sus dedos en el pequeo cuello no ms grande que su antebrazo. No crea que la cosita estuviera respirando.

    Dos grandes ojos azules se abrieron y la nia le dio una gran sonrisa. Su padre abri la boca, luego empuj a Bree a un lado y recogi a la nia en sus brazos, con mantas y todo. Estaba bastante segura de que l estaba llorando cuando lo sigui desde la habitacin. Ella estaba a punto de llorar, tambin. Haba sido un da emocionalmente agotador.

    Unos minutos ms tarde, estaban de nuevo en la sala de estar. l puso la pequea silueta en una silla de terciopelo verde del saln, que pareca un sof de Chippendale con respaldo y con un apoyabrazos en un solo extremo. Meti las mantas de la nia a su alrededor y luego movi el mueble, como si este y su acompaante no pesaran nada. Lo llev ms cerca del fuego y lo dej all.

  • Despus de asegurarse de que la chica sonrea, Seor Guapo comenz a lanzar troncos al fuego como si no le importara lo que le haca a su presupuesto. Slo cuando el fuego crepit y brinc not a Bree de nuevo.

    Pens que iba a necesitar slo las mantas para mantener el calor. Extendi la mano y toc la frente de la nia de nuevo, y luego sonri. Mejor. Su mirada subi a Bree. Gracias.

    No hay problema dijo ella. Pero en su interior, era gelatina.

    Si alguna vez l encontraba una razn para sonrerle de esa manera, ella le seguira a todas partes como un perrito por el resto de sus vacaciones. Tal vez no volvera a casa con un montn de recuerdos, pero tendra un cojonudo pensamiento feliz en el bolsillo.

    Pens en bromear por su traje, pero eso podra ser un insulto si su traje blanco con volantes, corbata (o era eso parte de su camisa?) y botas altas eran su idea de la moda.

    Dnde est su madre?

    l se limit a sacudir la cabeza.

    Ella decidi que la mujer deba estar muerta o ciega si no estaba en las almenas para evitar que otras mujeres fueran tras l. l era por lo menos de seis pies con cuatro centmetros, tal vez ms alto. Record cmo haba llenado la puerta cuando el cochero la haba empujado desde atrs. Haba tenido suerte de que l estuviera ocupado mirando la ropa interior en su cabeza, porque de ese modo no haba notado la mirada, ni el jadeo, en su rostro.

    Sus hombros parecan el doble de anchos que los de ella, el tipo de persona que te haca sentir una chica pequea y vulnerable. Sus ojos eran oscuros, con cejas an ms oscuras, y su cabello negro desordenado pasaba de sus hombros. Su rostro era del tipo que perteneca a los mariscales de campo y a los presidentes de clase. El tipo de hombre que nunca registraba que estaba viva. Y mientras l estaba ocupado sin notarla, ella absorba su vista como una nia murindose de sed, obligada a beber con una pajita.

    Su mandbula era cuadrada, pero la esquina izquierda era ms aguda que la otra, como si hubiera tenido el borde derecho desgastado por demasiadas peleas.

    Y entonces not que ella lo estaba examinando.

    Rayos!

  • Su mirada se senta como si l hubiera extendido la mano y le hubiera tocado la cara. Un escalofro le recorri la espina y su pelo se puso en punta mientras se agachaba junto a la silla, tanto para hablar con la nia como para tener su imaginacin bajo control.

    Cmo te llamas? le pregunt Bree.

    La chica se limit a sonrer.

    No habla dijo el hombre.

    Bree tom una respiracin profunda mientras ese viejo sentimiento se derramaba sobre ella, a travs de ella y alrededor de ella. Esta vez, no tena nada que ver con el escocs. Haba pasado mucho tiempo desde que haba sentido la absoluta rectitud sobre el camino que haba elegido para su vida. Si era sincera, no se haba sentido as desde que haba comenzado a salir con David, el chico que siempre la haca sentir como si debiera estar haciendo otra cosa, algo que pudiera aprobar, algo que hara que la mirara como si por fin fuera digna de su inters.

    No poda creer que haba tenido que viajar hasta Escocia para sentirse as de nuevo.

    Bree le sonri a la chica.

    Puedes escucharme? pregunt.

    La nia asinti. Bree le dio unas palmaditas en la mejilla y fue al otro lado de la habitacin, asintiendo hacia Seor Guapo para que la siguiera. Casi se sorprendi cuando l lo hizo.

    Naci muda? O es algo ms? Las cuerdas vocales? Bree mantuvo su voz baja.

    Haba cruzado una lnea de nuevo. Volvi a fruncir el ceo hacia ella. Finalmente, l neg.

    No lo s.

    Bueno, eso lo estropeaba todo. Qu tipo de mdicos tenan en las tierras altas, si no podan incluso decirle a un hombre por qu su hija no poda hablar?

    Quin quieres de las cuerdas vocales? pregunt l.

    Inquieres? Ella no entendi la palabra.

    Inquierir. Averiguar. Saber. Qu sabes sobre las cuerdas vocales?

  • La haba llamado ladrona furtiva antes. Al parecer, no haba cambiado de opinin acerca de ella. Pero realmente no poda culparlo. Todo lo que le haba sucedido ese da haba sido una locura, y si fuera inteligente estara sospechando de los motivos de todos los dems tambin, incluyendo los de Seor Guapo. Pero no se senta particularmente inteligente en este momento, slo un poco emocional.

    Has odo hablar del lenguaje de seas americano? Ensea a los nios sordos y mudos, de acuerdo? No soy una ladrona, sea lo que eso signifique. No soy espa. No soy una chica de servicios familiares tratando de atraparte siendo un mal padre. Aunque, si lo hubiera sido, l habra estado en problemas. Enseo a los nios a hablar con las manos, a veces con sus voces reales. Y enseo a los padres a hacer lo mismo. As que dame un poco de holgura. Mueve el sof un poco hacia atrs para que tu hija no se prenda fuego y trata de ser amable.

    l le haba dado las gracias, no? No quera echarla ahora slo porque ella estaba un poco cansada y un poco de mal humor. Pero, de nuevo, estaba esa cosa con los americanos. Por lo que ella saba, l la echara slo porque era americana. El chofer del carro no era el nico que la haba llamado as desde que su avin haba aterrizado.

    De repente, el hombre comenz a rer. Era imposible que Bree no sonriera por las profundidades estruendosa de su risa. l haba encontrado algo divertido, y ella tena miedo de que Bree Colby fuera ese algo. Pero incluso si se l se estaba riendo a su costa, bien podra marchar a su puerta en una rabieta, no?

    Entonces, la risa se abri en carcajadas.

    La nia se asom sobre el respaldo de la silla. Estaba disfrutando el sonido tambin.

    Quin la envi, muchacha? Le faltaba el aire otra vez. El Hombre de la Luna? Porque te juro que estaba justamente de rodillas rezndole, prometindole todo lo que quisiera, si slo enviaba a alguien que me pudiera ayudar a hablar con mi nueva hija.

    Ella dej de sonrer. Una nueva meloda inund su cabeza, algo sobre el pequeo asunto de hacer tratos con la luna. Todo era un poco inquietante para ella. Y haba una advertencia. Cul era la advertencia? Que no le gustara el precio o algo as? Algo triste, estaba segura. De hecho, desde que haba puesto los ojos en Seor Guapo, todo el da de hoy haba sido un poco demasiado

  • deprimente para su gusto, y no iba a enfrentar ms de l mientras estuviera sobre sus pies.

    Al parecer, sus rodillas escucharon ese pensamiento porque comenzaron a debilitarse y a temblar. Vio como el suelo lentamente empezaba a acercarse a ella en cmara lenta. Por suerte, el Seor Guapo estaba all, y la tom en sus brazos, igual que haba hecho con su hija.

    l frunci el ceo otra vez, luego la arroj en el aire y la atrap de nuevo. La nia aplaudi, claramente disfrutando del espectculo. Bree trat de empujarlo, pero l la apret con fuerza.

    No pesa tanto como sospechaba, muchacha. No come bien? Quieres un poco de comida? Un poco de vino caliente con especias?

    Me saltar el vino, pero pudo comer. Al parecer, no estoy pensando muy claramente, as que la comida ayudara; el vino no. Ella mir su cuello. Es mucho ms seguro que mirar sus labios, pens, teniendo en cuenta que su pequea nia estaba mirando, y que an tena que saber por qu su esposa no estaba cerca. Um. Me puedes bajar ahora.

    l slo gru y la puso en la silla junto a su hija.

    No se mueva, volver dijo l y se dirigi al pasillo. Luego volvi hacia atrs, como si no pudiera marcharse. Pareca avergonzado, pero respir hondo y pregunt: No viniste a robarte... a la nia, no?

  • 5 La pregunta era de mala educacin, pero Heathcliff, al parecer, no poda salir

    de la habitacin sin tener la certeza que la pequeita estaba a salvo con la extraa mujer. La mirada de incredulidad en su rostro fue respuesta suficiente, sin embargo, as que se volvi sobre sus talones y se alej rpidamente para encontrar algo en las cocina para los tres. Era bien pasada la medianoche, pero no pareca que alguno de ellos estuviera listo para dormir an. Y en caso de que el Hombre de la Luna decidiera aadir a otro a su pequea reunin, ellos iban a necesitar un bocado o dos para sostenerse.

    El Hombre de la Luna, en efecto.

    Despus de lo haba aprendido, nada debera sorprenderlo. Y el miedo de otra sorpresa lo haba llevado a hacer una pregunta audaz. No poda soportar la idea de regresar a la sala y encontrar que ambas se haban ido. Eso lo destruira.

    El queso estaba un poco seco, pero el pan era fresco. Y aunque la tarta de manzana haba sido dejada para su cena de Navidad, imagin que esa noche sera un buen momento para celebrar. Qu era un da de fiesta en comparacin con el rescate de su muchachita ante su descuido? Un escalofro rod a travs de l al recordar la sensacin de su fra mano en la suya. Nunca haba sentido as a una persona que an viva. Pero tal vez los nios eran diferentes, enfrindose tan pronto como se calentaban. l slo tena que mantenerla a su lado en todo momento hasta que fuese lo suficientemente mayor como para generar su propio calor, eso era todo.

    Prepar suficiente vino caliente con especias para dos, suficiente suero para tres, a continuacin puso todo en una bandeja junto con la comida y se apresur a regresar a la sala. Se detuvo en seco, sin embargo, cuando se dio cuenta de que estaba interrumpiendo.

  • La mujer se estaba quitando la ropa frente a la chimenea. La nia miraba con asombro, pero dudaba que la expresin de su rostro fuera la misma. Su abrigo estaba colgado en una de las sillas. Sus extraas botas rojas estaban juntas en el suelo, la luz del fuego reflejndose sobre su superficie, dando la impresin de que estaban hechas de cristal. Sobre el asiento estaba la tnica negra cuidadosamente doblada, brillando como si estuviera cubierta de estrellas. Qu ropa extraa llevaban en Amrica. El tartn que ahora se estaba sacandopor la cabeza era de mala calidad; poda casi ver a travs del material de la tela escocesa.

    Pero, por desgracia, ella todava llevaba pantalones debajo; no que l hubiese deseado otra cosa, por supuesto. No lo haca, por supuesto, pues tena a una nia a la que ensearle que no era apropiado desvestirse frente a extraos.

    Se tom un momento para sentirse orgulloso sobre su nueva actitud paternal. Tal vez podra ser un aceptable tutor despus de todo. Si pudiera mantener a la Querubn con vida. Ella era como el retoo de un cordero, que necesitaba de l para que la cuidara a medida que creciera, y que se asegurara de mantener a los lobos alejados.

    Sacudi la cabeza, disgustado consigo mismo, ya que mientras juzgaba a otros lobos, l espiaba a una mujer quitndose la ropa. Haba una sorprendente cantidad de prendas y ella se estaba haciendo cada vez ms delgada. Y ms joven tambin.

    Slo miraba con un ojo mientras se quitaba un suter, y luego otro. Una camisa demasiado larga fue lo siguiente en quitarse. Pero cuando ella se inclin para sacarse un par de pantalones grises de sus piernas, cerr los ojos completamente. Por desgracia, el sueo haba debilitado su voluntad y sus ojos se abrieron, ambos en acuerdo, slo para descubrir que llevaba otro par de pantalones. Cortados justo a la altura de las rodillas.

    Entre este punto y la parte superior de sus medias, tristemente cortas, sus piernas estaban desnudas y a la vista de todos!

    Finalmente, pareca como si se hubiera quitado todo lo que deba, aunque esper un momento para estar seguro. Luego se aclar la garganta en caso de que tuviera la intencin de cubrir sus piernas antes de que entrara de lleno a la habitacin.

    En su lugar, se sent a un lado de la Querubn, que dej espacio para l en el lado opuesto. Al momento, pens que podra ser ms sabio ir a sentarse fuera, en la nieve, que sentarse tan cerca de la pila de ropa que recientemente cubra el

  • cuerpo de la mujer. Ella era de hecho una mujer, aunque mucho ms joven y ms en forma de lo que poda haber imaginado debajo de toda esa tela.

    En efecto, desde que la distraccin generada por su sustancial cintura se haba ido, estaba en mejores condiciones de apreciar cun bonita era la Srta. Brianna Colby. Sus expresivos ojos azules lo sorprendieron mirando y se ruboriz. El fuego haba secado el pelo de un rubio de hadas, que pareca an ms blanco junto al tono rosa de su piel.

    En silencio, envi un agradecimiento entre dientes al Hombre de la Luna.

    En voz alta, le pregunt:

    Tena puesto todo lo que posee, muchacha? Puso la bandeja sobre una mesita y traslad todo frente a al fuego, antes de tomar el asiento abierto.

    Ella se ech a rer. Una risa honesta, no como la de las damas de la corte que coqueteaban libremente con l y queran casarse con su dinero y ttulos sin pensar en la reputacin de su abuela. Se pregunt cunto de su particular historia sera tan honesta como su risa.

    Llevaba todo lo que pude encontrar en mi maleta, en realidad. Si pudiera haber descubierto la manera de llevar puesta la maleta, probablemente habra intentado eso tambin.

    Una maleta ? Es algn tipo de equipaje?

    Ella le lanz una mirada estrecha.

    Nunca has odo hablar de maletas ? No te creo.

    Me gustara ver esa cosa.

    Incluso si yo creyera que nunca has visto una maleta, creo que el conductor no la dej. No puedo creer que me dej. Voy a asegurarme de que se meta en problemas por haber complicado tanto las cosas. Si me hubiese recogido en la estacin, yo nunca hubiese tenido que alquilar ese coche, as que no me habra salido de la carretera directo al agua. Nunca hubiera...

    La mujer hizo una pausa como si de repente se sumiera en sus pensamientos. Pero luego su rostro cambi. Mir abajo a la muchacha y sonri.

    Pero entonces, nunca habra conocido a esta pequea calabaza.

    Sus ojos se encontraron con los suyos sobre la cabeza del retoo, pero la mujer rpidamente desvi la mirada. Como si tambin estuviera feliz de haberlo encontrado a l. Pero an as, era amable de su parte considerar cuanto afectaba

  • su pequea diatriba a la nia. Un instinto maternal, estaba seguro. Y no necesitaba la Querubn una madre?

    Neg con la cabeza. La mujer claramente no estaba destinada para l. Qued horrorizado incluso de haber imaginado tal cosa. Sera absurdo que albergara ms de esos pensamientos hasta que hubiera tenido un par de horas de sueo.

    Sac la pequea mesa cercana y empez a servir. La pequea mir el pastel y frunci su nariz, pero tom un gran pedazo de queso y una rebanada de pan. La forma en que disfrut su comida, por tercera vez en el da, le hizo preguntarse si alguna vez haba tenido mucho que comer antes de llegar a su porche. Intent convencerla para que comiera un bocado de pastel, luego levant el tenedor a la boca de la mujer, sin dejarle otra opcin sino la de tomar lo que le ofreca. Se ahog, pero si ella se atragant con el pastel o con la avalancha de sangre que se precipit a su cara, l no lo dijo.

    Se sorprendi cuando sinti la misma avalancha. Era evidente que se haba vuelto loco.

    Mira, muchachita dijo l. A la Srta Colby le gusta el pastel. Si quieres crecer para ser tan bonita como ella, debes comer ms que queso y pan.

    Demasiado tarde, oy las palabras que haba permitido salir de su boca. Dios mo! Pero su locura fue olvidada cuando el pequeo retoo abri su boca ansiosa por un bocado de pastel. Tal vez sera una padre inteligente despus de todo. Despus de que ella trag, se levant de un salto para mirar su rostro en un espejo pequeo establecido en la pared, y l y la seorita Colby estallaron en carcajadas.

    Debe pensar que el pastel funciona rpidamente susurr.

    Pastel mgico susurr la mujer. O ella nunca ha visto su rostro en un espejo antes. Qu edad tiene?

    Era una pregunta sencilla, pero tena miedo de decirle la verdad, miedo de que fuera encontrado en falta y se llevara a la nia. Por alguna razn, sinti que esa extraa tena el poder de herirlo, incluso si ella no tena la intencin. Y si haba aprendido algo del extrao talento de su abuela, era el de ser consciente de los presentimientos.

    Qu pasa? pregunt, y le puso una mano en el antebrazo. Tal vez preferira que me metiera en mis propios asuntos, pero podra haber alguna manera para que ayude. Por alguna razn, aterric en tu puerta esta noche. Y si sucedi por alguna razn, yo quiero ayudarte.

  • l la mir a los ojos y encontr pura honestidad mirndolo. Bueno, la honestidad, y tal vez un poco de inters. Su mirada segua bajando hasta el cuello por alguna razn. Habra perdido un botn?

    Me rindo dijo, y se sent con un suspiro. Una mujer la trajo a mi puerta esta maana. Ella dijo que la nia era ma ahora, y que la nia no hablaba. Estaba sorprendido. Pensndolo, la nia podra ser ma en verdad, pero mientras me agach para darle un buen vistazo y garantizar que estara a salvo aqu, la nana se alej. No poda correr tras ella sin dejar a la nia sola. Explic cmo haba enviado a los criados con sus familias durante las fiestas. l y la nia haban estado solos y fueron incapaces de llevar a cabo mucha conversacin, hasta que Brianna Colby haba logrado hacerse hasta su castillo.

    No ests casado, entonces? No hay ninguna Seora... Uh...

    Heathcliff, Laird McKinnon, a su servicio. No hay Seora McKinnon.

    Pudo haber sido la primera vez en su vida adulta que la confesin sonara como una buena noticia para sus odos.

    Heathcliff? Ese es tu nombre? Pareca como si fuera a echarse a rer. Al menos ella se haba acostumbrado a mirarlo sin ruborizarse, en su mayor parte. l tena ese efecto en muchas muchachas, para todo el bien que le hizo una vez que descubrieron quin era.

    Mi nombre, s. Lo encuentra divertido, por alguna razn?

    Lo siento. Estoy segura de que te hacen burlas todo el tiempo acerca de Cumbres Borrascosas2. Es slo que mi segundo nombre es Catherine.

    Se senta como si lo hubiera estado diciendo mucho durante todo el da, pero lo dijo de nuevo.

    No entiendo.

    Ella rod sus encantadores ojos.

    No conoces Cumbres Borrascosas? Pens que todos los nios britnicos conocan los clsicos.

    Clsicos?

    Ella le dedic una amable sonrisa que le haca sentirse como un simple nio. Aunque le gustaba la sonrisa, no se fiaba de la sensacin.

    2Cumbres Borrascosas: novela escrita por Emily Bront, publicada en 1847. La novela cuenta la historia de amor entre Catherine Earnshaw y su hermano adoptivo Heathcliff.

  • Libros. Cumbres Borrascosas es mi favorito, escrita por Emily Bront. Publicado en 1847, creo. Tal vez 48. Lo he ledo docenas de veces.

    Su sangre se hel, empujando un escalofro a cada extremo de su cuerpo. La voz de su abuela son en sus odos. Cuando un Muir tiene una sensacin, mejor que todos se alerten. A pesar de que era slo una cuarta parte Muir, haba suficiente en su sangre para que la gente del pueblo desconfiara de l. Quizs estaban justificados en sus sospechas, despus de todo. Pero el escalofro indicaba algo ms tambin y algo le susurr en la cabeza...

    Algo perverso est por venir.

    Tienes este libro contigo, muchacha? l hizo todo lo imposible por parecer casual.

    Ella frunci el ceo y rod los ojos una vez ms.

    No es que lleve una copia conmigo cuando me voy de vacaciones. Pero te puedo decir que la historia...

    Preferira que me digiera la fecha de nuevo. Cundo dice que se public?

    1847. Creo. Podra estar equivocada, pero es en algn lugar por ah.

    Nay, muchacha. Est equivocada. Seguramente ha querido decir 1747.

    Ella neg con la cabeza.

    No. Estoy segura de que fue a mediados del siglo XIX. Era victoriana3.

    Era Victoriana? Mediados del siglo XIX? Qu ao supone que estamos?

    Uh, dos mil doce.

    Ella le dio esa sonrisa indulgente de nuevo y definitivamente no le gust. De hecho, lo mejor era que no apreciara nada de la mujer, ya que ella estaba obviamente loca. No importaba lo que hubiera dicho respecto al uso de sus prendas interior para protegerse el cabello, la mujer no estaba bien de la cabeza.

    Y si su puerta segua estando tan ocupada en la maana, el castillo de la familia sera un manicomio para el Da de Ao Nuevo.

    No importaba que ella dijera que podra ayudarlo a aprender a hablar con la nia, como fuera se encargara de que la tonta joven estuviera en su camino en la maana, para mantenerla lejos de su joven pupila. Dios o el Destino, lo tenan mal.

    3Era Victoriana: En la historia del Reino Unido marc la cspide de su revolucin industrial y del imperio britnico. Aunque esta expresin se usa comnmente para referirse al extenso reinado de Victoria I (20 de junio de 1837 22 de enero de 1901).

  • Enviar a Brianna Colby a su puerta no iba a resolver sus problemas. Y desde que ni siquiera el Hombre de la Luna haba venido en su ayuda, sera mejor que dejara de responder a su puerta por completo.

    Alguien golpe la aldaba de la puerta principal. Luego golpe de nuevo. Y otra vez. El sonido parecido al de un herrero golpeando el yunque.

    En otro da, habra sido divertido tener sus pensamientos interrumpidos por tales golpes. Pero no este da, porque estaba seguro de que Algo Perverso... haba llegado.

  • 6 Mientras Heathcliff alcanzaba el pomo de la puerta, los pelos se le erizaron en

    la nuca de su cuello. Pero no era ningn cobarde. No contestar su puerta habra sido una idea tonta. Por supuesto, debera abrirla y tratar con quien sea que permaneciera en su escalera de entrada.

    Ignor el hecho de que era incapaz de respirar mientras balanceaba la puerta de par en par, pero no haba nadie all. A sus pies haba una extraa caja cuadrada cubierta con tela verde. Una misiva estaba colocada sobre ella, cada vez ms empapada bajo una cubierta de copos de nieve que destellaban mientras se fundan.

    l coloc la misiva entre sus dientes y levant la caja, a punto de caerse hacia atrs cuando result ser mucho ms ligera de lo que esperaba, muy parecido a su ltima invitada.

    Era ste su equipaje? El cochero haba vuelto de nuevo? Todava deba estar acechando en los alrededores ya que el golpeteo se detuvo cuando estaba a slo unos pocos pasos de la puerta.

    Un momento despus, con una linterna en la mano, Heathcliff corri afuera, hacia la oscuridad, en busca de las huellas del cochero en la nieve, o cualquier persona que pudiera haber entregado la caja verde. Pisote los escalones que conducan a las ruinas de la antigua muralla, sosteniendo su linterna en alto, mir por el camino que bajaba la colina. Nada. Nada parecido a una impresin de un casco era visible.

    Un repentino viento le empuj, enviando copos de nieve a bailar alrededor de su linterna, instndolo a retirarse de la pared antes de que perdiera el equilibrio.

    La nieve se ha amontonado sobre las huellas, eso es todo murmur y regres adentro. Para cuando volvi a entrar, l lo crea.

  • La pequea muchacha estaba dormida con la cabeza apoyada en el regazo de la loca. Esta ltima lo mir expectante.

    A dnde fuiste? pregunt.

    Alguien dej esta caja en la puerta. Un conejo, yo sospechara, por tan rpidamente como se fue. No consegu ver a nadie. Se par frente a ella y gracias a una pequea manija, fue capaz de sacar la caja detrs de su espalda.

    Mi maleta! Su rostro se ilumin con entusiasmo, pero se detuvo para moverse de debajo de la nia y le hizo seas para alejarse del retoo durmiendo. Tuvo que haber sido ese hombre.

    El cochero?

    S. Quin ms podra tenerlo? Quin ms podra saber dnde estaba?

    Opino lo mismo. Pens algunas otras cosas tambin, pero no estaba listo todava para compartirlas.

    Ella realiz un extrao ritual alrededor de los bordes de la caja y la tapa se levant. Luego, le mostr cmo haba utilizado la tapa para mantener sus pies secos mientras se puso toda su ropa. Heathcliff no pudo evitar rer.

    Cmo puede esta mujer tan perspicaz tambin ser tan tonta?

    Deja de sonrer. Cul es el problema?

    l neg con la cabeza.

    Usted me desconcierta, es todo. Parece tan inteligente y, sin embargo, no sabe el ao en curso. Pero me pregunto, miden los aos de manera distinta en Amrica?

    Qu? Lo siento. No entiendo la pregunta. Ella se desplom en la silla de la reina Ana y l se sent en la otra.

    Slo s que hoy es veintitrs de diciembre de 1806, y usted asegura que el ao es 2012.

    Ella se ech a rer.

    Muy gracioso. 1806. Se supone que eso explica por qu no tienes un telfono y no sabes lo que es una maleta? Que de alguna manera he viajado en el tiempo para ensearte a ti y a la chica cmo usar el lenguaje de seas? Ella se ech a rer de nuevo, pero pareca ligeramente preocupada.

    Su estmago dio un vuelco, pero no le hizo caso y dijo suavemente:

    Cuando uno se rumorea que tiene brujas en la familia, es ciertamente una locura especular de tal manera. Hacerlo es invitar la... maldad.

    Qu? Espera. Brujas? Tienes brujas en tu familia? Ella se sent un poco ms recta y pareca un poco demasiado excitada por la perspectiva para su gusto.

  • Mi abuela se rumoreaba que lo era. Ella slo tena raros... talentos Y l la extraaba mucho.

    Qu clase de raros talentos? Por favor, dime que no tena un talento para viajar en el tiempo.

    A decir verdad, l podra sospecharlo as ya que su abuela haba asegurado que muchos cosas extraas iban a suceder en el futuro. l no saba cmo ella adquiri su conocimiento, o si simplemente sufra de salvajes imaginaciones.

    De pronto record la misiva y la recuper de la entrada. El sobre estaba muy empapado. Esperaba que el mensaje fuera todava legible.

    Esto fue dejado con su equipaje.

    Probablemente una disculpa por irse con mi maleta en el primer lugar. Y todava tiene el bolso, con mi billete de avin, mis tarjetas de crdito y mi pasaporte. Pero por qu devolverme la maleta y no mi bolso? Si l va a irse con mi pasaporte y billete de avin, por qu arriesgarse trayndome una maleta vaca? Simplemente no tiene sentido.

    stos son los objetos de valor que ha tomado?

    Ella suspir.

    Ests bromeando, verdad? No puedo volver a casa sin ellos. No puedo volar. No puedo comprar comida. No puedo demostrar quin soy. Se puso de pie y comenz a caminar, pero se detuvo. Al menos puedo cancelar mis tarjetas de crdito si tienes internet.

    Se acerc silenciosamente al otro lado de la habitacin y coloc el sobre en la pequea ante el fuego de momento, temiendo que podra desmoronarse en sus manos si intentaba abrirlo antes de que se secara. No deseando que ella leyera demasiado en su rostro, l habl con ella mientras miraba dentro del fuego.

    Estoy realmente apenado, no tengo estas cosas que necesita. Slo tendremos que esperar a que la tormenta termine antes de que podamos hacer algo para resolver sus dilemas.

    Su jadeo le oblig a girarse.

    Es el siglo veintiuno, por amor de Dios. Les estn dando iPads a los nios en frica y, ni siquiera tienes Internet? Este tipo puede tomar cada centavo que tengo si sabe lo que est haciendo. Santo cielo! Tendr que regresar a casa de mi madre!

    Nada de lo que deca tena sentido para l, pero ella era americana y la mayor parte de ello pareca que tena cero que ver con l y podra ser descartado ondeando la mano. Sin embargo, su insistencia en el ao comenzaba a molestarle. Fue bien educado. Ella no necesitaba hablar con l como si no supiera cmo leer o escribir, o decir la fecha.

  • l pisote fuera de la habitacin y por el pasillo hacia su despacho y trat de no estar tan terriblemente complacido cuando ella lo sigui como un cachorro curioso. Se sent en la silla detrs del escritorio slo para tenerla viniendo detrs de l y echar un vistazo por encima de su hombro. Sus manos se arrastraron a travs de documentos con poca utilidad mientras estaba tan distrado por su proximidad. Haba pasado mucho tiempo desde que haba tenido un contacto tan cercano con una mujer. Aparte de las mujeres de la corte deslizando sus manos alrededor de sus brazos, haba tenido poca oportunidad de poner sus manos en una, y mucho menos levantarla en sus brazos y sentir su peso. Y ahora, all estaba ella, inclinada contra su silla, rozando su hombro.

    Se pregunt dnde estaba su otra mano en relacin con la parte de atrs de su cuello, luego se estremeci. Estaba justo en la certeza de que estaba tocando un mechn de su cabello. Le tom una respiracin profunda el recordar en lo que estaba. Agarrando un montn de correos de la esquina del escritorio, los levant dentro de su alcance. Habra suficientes ah para demostrar el ao.

    Ella los tom y camin alrededor del escritorio, tomando asiento frente a l. El hecho de que no se haba sonrojado, significaba que probablemente haba imaginado sus dedos en su cabello. Ignor su decepcin. Ella desat la primera misiva y la ley rpidamente. A continuacin, ley la siguiente. La expresin de ella no dicindole nada.

    Son muy bonitas dijo. Se ven un poco demasiado nuevas para ser antigedades genuinas, pero la escritura es hermosa.

    Antigedades? Nay, por supuesto que no son antigedades. Tiene mi correspondencia del mes pasado.

    Ella mir de nuevo y sonri.

    Hmn Mmm. Claro. Tal vez eres uno de esos excntricos que se metieron un poco demasiado en el personaje durante una recreacin local o algo. Apuesto a que los turistas, incluso te dan propinas. Pero, yo no me lo compro. At las cartas de nuevo en un paquete y lo volvi a poner en su sitio en el escritorio.

    Yo le aseguro, no tengo la intencin de venderle nada. Tal vez deberamos dejar que la fecha en la misiva hmeda decida cul de los dos es el verdadero... excntrico.

    Bien. Pero debe haber un castigo para el perdedor.

    Bien. Un escalofro de excitacin se desliz por su columna vertebral. Nunca haba discutido verbalmente con una mujer desde que su abuela haba fallecido. Elija su castigo.

    Prefiero elegir el tuyo, gracias. Ella lo consider slo un momento. Creo que pedir un masaje en los pies. Y no podrs echarme hasta que tenga un lugar donde ir y una manera de llegar all.

  • Usted desea que me masajee sus... No poda decirlo.

    Mis pies. S. Podra ayudarme a apreciar que casi perd mis dedos de los pies esta noche.

    Trag saliva.

    Usted pretende que esto sea un castigo? Cuando su boca se haba puesto tan seca?

    S. Ahora elije el mo.

    Oh, pero la muchacha tena mucho que aprender sobre castigos y recompensas. Si fuera tonta, no era su responsabilidad el ensearle nada. Pero si ella resultaba ser de mente sana... Bueno, entonces, le gustara ensearle una cosa o dos. Por lo menos, debera ensearle a no ir invitando a los hombres a tocar sus pies.

    Bueno, Sr. McKinnon? Cul ser mi castigo si es realmente 1806? Aunque, si es realmente 1806, creo que eso sera suficiente castigo.

    Hizo caso omiso de la pulla.

    Si gano, significar que est completamente loca. No puedo castigar a una mujer loca.

    Ah, s? Si yo gano, eso significa que t eres el que perteneces a un manicomio, pero no lo soy lo suficientemente orgullosa como para no aprovecharme de ti antes de que los chicos se aparezcan con su pequeo camin blanco. Tendr mi masaje de pies antes de que te arrastren.

    La imagen de Brianna Colby siendo arrastrada a un asilo lo puso bastante incmodo. Por supuesto que l nunca sera el que la expusiera, pero uno de ellos estaba en un error y era ella.

    Est bien. Voy a recoger una recompensa cuando la carta se lea.

    Muy bien. Qu es? No que vaya a recibirlo, pero debemos pretender por lo menos tienes una oportunidad.

    Un beso entonces. l habra jurado al Todopoderoso mismo que no pretenda decir algo como eso. Pero tena que admitir, que cualquier otra cosa que podra haber tenido la intencin de decir, no poda recordarla.

    Por un momento, se sentaron en silencio. Se pregunt si haba odo o no su declaracin o si tal vez apenas haba odo las palabras en su cabeza. Tal vez ella estaba esperando

    Un beso? De m? Su rostro estaba completamente sonrosado.

    Su respiracin se aceler en contra de su voluntad, pero no iba a retirarlo. En verdad, era lo nico que realmente deseaba en ese momento.

    l asinti con la cabeza.

  • Est bien dijo, con su voz un poco ms baja que antes. Cundo vamos a abrir la carta?

    Estaba ansiosa de ser besada, o de ser tocada? De cualquier manera, l estaba halagado de una manera muy diferente a los halagos vacos de esas mujeres en Edimburgo. Y tena tan poco para anticipar, pens que prolongarlo un poco podra resultar entretenido.

    A primera hora de la maana dijo, y que lo condenen si ella no se vio ligeramente decepcionada cuando lo dijo. Fingi no darse cuenta. Volvamos a la sala. Todos dormiremos ah esta noche. No haba planeado mantener ms de una habitacin caliente, y no me atrevo a dejar a la Querubn sola. Cuando encontr su piel fra al tacto... l sacudi la cabeza, incapaz de terminar.

    Lo s. Como una paleta. Eso fue tan raro. No puedo creer que no est enferma.

    No pudo contenerse y pregunt:

    Usted dijo esa palabra antes. Qu significa paleta?

    T sabes. Helado en un palo? Entonces ella se ech a rer y se levant. Ah, todava ests jugando el juego. Lo entiendo. Pero por la maana, vas a estar frotando mis pies.

    Por la maana, voy a estar recibiendo ese beso, Brianna Colby. l dej que ella se moviera delante de l. Luego, en voz baja, murmur: Y va a estar rogando por otro.

    Teniendo en cuenta la forma en que su columna vertebral se enderez, estaba seguro de que lo haba odo. El hecho de que ella no protest le dio esperanza cuando, por supuesto, no haba nada qu esperar.

  • 7 Heathcliff durmi como un tronco durante casi cuatro horas, y cuando se

    despert se senta como si fuera la maana de Navidad y no la vspera de Navidad. Estaba a punto de cobrar un beso. Qu otra cosa podra hacer a un hombre que levantarse tan feliz con el sol, incluso si ese sol estaba obstruido a la vista por una agresiva tormenta?

    Con sus pies todava en el suelo, se reclin en la silla con una muchachita a un lado y una mujer al otro. Ninguna de las dos se haba movido hasta ahora, por lo que solamente tom un momento para disfrutar de la ilusin de una pequea familia cmodamente apretujada.

    La Querubn volvi su cabeza y abri los increbles ojos azules. Azul como el cielo de julio, feliz como slo un nio podra ser. Como si no tuviera ninguna preocupacin en el mundo. Como si no hubiera nadie a quien extraara. Como si hubiera sido suya toda su vida. Y en ese momento, su corazn se rompi por desear que fuera sido cierto.

    La Srta. Colby se agit a su lado y se apart de l, cayendo de nuevo en el sueo, o tal vez nunca haba despertado del todo.

    Heathcliff mir hacia el sobre daado. La pequea muchacha haba escuchado su conversacin? Estaba ella tambin ansiosa por ver lo que la misiva contena?

    Ya saba qu fecha encontrara en el interior, pero estaba curioso por saber qu otra claridad podra otorgar el mensaje. La ilusin de una familia propia no se levantara de su mente, pero no poda comenzar a alcanzar tal sueo, con una mujer diferente, por supuesto, hasta que todas sus preguntas fueran respondidas.

    Quin era aquel cochero? Por qu haba entregado a Brianna Colby en su puerta? Cmo haba desaparecido tan rpidamente? Haba un espa entre su gente, ayudando al hombre para ocultarse tan completamente de la vista?

    Y cmo iba a reaccionar la mujer cuando ya no pudiera insistir en que el ao estaba a ms de 200 aos en el futuro? Dejara sus bromas? Haba alguna forma

  • de convencerse a s misma de que era verdad? A favor de una certeza, nunca sera capaz de convencerlo.

    La pequea muchacha se sent, liberndolo para alcanzar el sobre. Le dio la vuelta y alcanz la apertura, pero su mano se detuvo. Tal vez contena respuestas que no querra saber.

    Tonteras.

    Quera slo la verdad. Podra descansar slo cuando supiera la totalidad de la misma. Tal vez el cochero le haba escrito, explicando de donde era la mujer, a donde ella deba ser devuelta. Tal vez ella se haba escapado?

    Sacudi la idea de su cabeza. No hay sabidura en problemas de prstamos. l se ocupara de cualquier verdad que pudiera encontrar. Qu otra opcin tena l?

    Abri el sobre y sac la carta.

    En primer lugar, la carta no tena fecha. Qu extrao eso, como era costumbre de anotar la fecha en los mensajes de cualquier tipo. En segundo lugar, demostraba que sus primeras sospechas haban estado en lo correcto, despus de todo. Tendra que haber cerrado su puerta y dejar que la Srta. Brianna Colby se convirtiera en una paleta helada, lo que eso resultara ser.

    Ya no poda soportar sentarse tan cerca de ella, as que se puso de pie y comenz a caminar. Un vistazo a la sonrisa de Querubn demostraba que su abrupto cambio de humor no tuvo efecto sobre ella. Ojal pudiera mantenerlo as.

    Ah est una buena muchacha. Recuerdas la habitacin en la que jugaste ayer? La guardera? Con los juguetes? Ella asinti, sus ojos iluminndose con inters. Crees que podras encontrar esa habitacin? Ella asinti y se puso de pie. Y volvers a m si la habitacin esta fra? Tiene el sol de la maana, pero promteme que volvers enseguida si la sientes fra.

    Ella asinti de nuevo, luego, puso los dedos a su boca y los apart rpidamente, como si le hubiera soplado un beso, pero sin fruncir los labios.

    Eso quiere decir gracias.

    La voz de la mujer afirm tras su hombro. Esper hasta que la nia saliera, y luego se volvi para enfrentarse a su enemiga, porque l tendra que verla como el enemigo ahora. Nada ms. Nada suave, por lo que ms quieras.

    Esto. Ella hizo el mismo movimiento de la muchachita haba hecho. Significa gracias. Tambin significa de nada.

    Por supuesto l guardara el conocimiento y lo intentara con la pequea ms tarde, pero no hasta despus de que Brianna Colby estuviera fuera de sus puertas.

    Se dio cuenta de la carta en su mano, y luego mir el sobre an situado en la mesa frente al fuego.

  • Lo abriste sin m? Dice 2012, no es as? No te ves muy feliz por eso, as que debes haber perdido. Pero desde que mis pies se sienten muy bien esta maana, me gustara cambiar tu castigo.

    No me sorprende en lo ms mnimo. Decepcionado, por supuesto, pero nada sorprendido. l estaba sorprendido, sin embargo, de que no estuviera ms nerviosa por lo que la carta podra contener.

    Su frente se elev.

    Ests bien? No era gran cosa, ya sabes. Slo una broma. Realmente no creas que era 1806 verdad?

    Me gustara escuchar lo que tenas en mente para mi castigo. l estaba hirviendo de rabia por dentro y esperaba que ella dijera algo incriminatorio para poder liberar su frustracin en la habitacin.

    Creo que deberas