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    HEMOGLOBINA

    Una opinin sobre el Plan Nuclear

    La moda de la Ecologa

    Mesa redonda La Universidad en Amrica Latina

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    p a r a el genocidio

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  • R e v i s t a de ciencia y tecnologa

    Ao III / N" 19 / octubre 1972 / Buenos Aires Av. Roque Senz Pea 825. 9 ' Diso, Of. 93 - Buenos Aire. Tel.: 45-7175

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    6a 65 66 69 71 72

    Editoriales: Esfuerzos. Las bibliotecas olvidadas IPB: Becas externas para argentinos Novedades de ciencia y tecnologa DINEA: Motivacin del aprendizaje Comentarios de libros Cursos y reuniones cientficas Juegos Matemticos Libros nuevos Correo del lector Problemas de Go Metegol

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    MESA REDONDA: LA UNIVERSIDAD EN AMERICA LATINA Alfredo Jadresic Vargas, Risieri Frondizi, Oscar Maggiolo, Fernando Stomi, Darcy Ribeiro

    Ecologa: una toma de conciencia Reportaje a Jorge H. Morello, el Gabinete de Ecologa Vegetal del INTA y el Grupo de Ecologa Animal de la CNA

    Primera Reunin de Ecologa

    Rudolf Carnap (1891-1970) Thotnas Moro Simpson

    Sobre el xodo de cientficos: una experiencia positiva Alberto P. Maiztegui

    Capital tecnolgico y autofinanciamiento de la expansin de las empresas Mario Kamenetzky

    Continuaremos con la investigacin cientfica? Alexandre Grothendieck

    Generadores magnetohidrodinmicos Grupo de Fsica del Plasma

    La poltica nuclear argentina Comisin de Profesionales de la Comisin Nacional de Energa Atmica

    La organizacin del espacio nacional (II) Alberto Luis Cignoli

    Plan mundial de accin sobre la aplicacin de la ciencia y la tecnologa al desarrollo Vctor Urqttidi

    El juego de Go (IV) Hilario Fernndez Long

    De las opiniones expresadas en los artculos firmados son responsables exclusivos sus autores.

  • Nuestra tapa y los pintores

    Oscar Smoje naci en Tigre (Provincia de Buenos Aires) a las 10,20 A.M. Dibuja desde su tierna infancia, estudia diseo grfico y colabora con varias agencias de Buenos Aires (campaas de Aerolneas Argentinas, Austral, IKA-RENAULT, Di Telia, Mau-Mau, etc., etc.). Paralelamente pinta y dibuja, expone en muestras colectivas en 1962, 63 y 66. En 1967 viaja un ao por Europa (Espaa, Francia, Gran Bretaa, Alemania, Polonia y Checoslovaquia). En 1969 realiza una exposicin titulada "Retrospectiva 1939-69" mostrando todos los dibujos realizados hasta ese momento (desde los 6 a los 30 aos de edad). Enva obras al Museo de la Solidaridad en Santiago de Chile y al de Arte Moderno de La Habana. Tiene obras en colecciones privadas en Buenos Aires, Chile, Espaa, Francia, Polonia y Checoslovaquia. Ahora tiene 30 aos y 9 meses. Chau.

    O. S.

    Nuevo telfono

    45-7175 Es una publicacin de Editorial Ciencia Nueva S.R.L., Av. R. Senz Pefia 825, 9" P., of. 93, Buenos Aires, Repblica Argen-tina, Tel.: 45-7175. Distribuidores: en la Repblica Argentina Ryela S.A.I.C.LF. y A., Paraguay 340, Capital Federal, Tel.: 32-6010 al 29; en Capital Federal, Vaccaro Hnos., S.R.L., Solis 585, Capital Federal. Impreso en Talleres Grficos DI-DOT S.C.A., Luca 2223, Buenos Aires. Precio del ejemplar: ley 18.188 $ 5 (m$n. 500). Suscripciones: Argentina, ley 18.188 $ 50 (m$n. 5.000) por doce nmeros; Uruguay, $ 3000, exte-rior, por va ordinaria, u$s. 15 anual. Registro de la propiedad intelectual ti> 1.049.414. Hecho el depsito de ley. Derechos reservados en castellano y cualquier otro idioma para los tra-bajos originales, y en castellano para colaboraciones traducidas.

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    Director Ricardo A. Ferraro

    Director Adjunto Hebe Mitlag

    Asesores Hctor Abrales Hernn Bonadeo Daniel Goldstein Roberto Lugo Jorge Schvarzer Ricardo Schwarcz

    Secretario de redaccin Horacio Speratti

    Redaccin Luca Bonadeo Katia Fischer Ana Tedeschi

    Diseo grfico Isabel Carballo

    Dibujo Fernando Daz Mara Anglica Pea

    Humor Julio Moreno Suar

    Secretara Mara Susana Abrales Rodolfo D'Amario

    Corresponsales Boston: Carlos Abeledo Jerusaln: Eduardo Fischbein Londres: Eduardo Ortiz Los Angeles: Julio Moreno Mxico: Jaime Kravsov Montevideo: Juan Arturo Grompone pales: Esteban Levialdi Pars: Alain Jaubert - Beatriz Ottonello San Pablo: Ricardo Albizuri Santiago de Chile: Juan Pablo Schifini

  • Esfuerzos Por razones tcnicas, el nmero de pginas de una revista debe ser mltiplo de 16 o, por lo menos, de 8. Por ello no es posible ajustar peridicamente el es-pacio disponible especficamente para material de lec-tura. Pero en este nmero hemos logrado un aporte publicitario que nos permite extendernos otras 8 p-ginas y as mantener una adecuada proporcin de ma-terial estrictamente periodstico. Este hecho, que re-presenta primordialmente un esfuerzo econmico, nos complace de manera especial porque varias veces, des-de este mismo espacio, hicimos desesperados llamados a la solidaridad y a la colaboracin de los lectores para asegurar la continuidad de CIENCIA NUEVA, amenazada nicamente por factores econmicos.

    Nuestra segunda Mesa Redonda en el Centro Cul-tural General San Martn, extendida luego a una re-unin con los panelistas extranjeros en el Centro de Artes y Ciencias, dej un valioso aporte y un hlito de frescura para nosotros argentinos, a quienes, tras aos de destruccin y de persecuciones, una Univer-sidad verdadera parece una entelequia. La programa-cin sufri algunos cambios de ltimo momento: Au-gusto Salazar Bondy, por enfermedad; Eduardo Novoa Monreal fue reemplazado por Arturo Jadresic Var-gas, Decano de la Facultad de Medicina de la Univer-sidad de Chile; Jorge Taiana falt a la cita pese a haber confirmado personalmente su participacin.

    La Mesa dej otras consecuencias positivas. Grupos de alumnos y profesores de Rosario, Crdoba, Bari-

    loche y la Asociacin Fsica Argentina (curiosamente, todos especializados en Fsica) se acercaron a nuestra redaccin, solicitando la colaboracin de CIENCIA NUEVA para organizar mesas o ciclos de charlas en sus respectivas ciudades o centros de estudio.

    La publicacin de libros fue, desde siempre, uno de nuestros objetivos. Desde hace una semana tene-mos en la calle el Pequeo Tratado del Juego de Go, de S. Padovano, revisado por el "padre" del go en nuestro pas, ingeniero Hilario Fernndez Long. Otros cuatro libros se encuentran ya en las primeras etapas de produccin.

    En la reciente Feria de Ciencias de Baradero CIEN-CIA NUEVA tuvo un stand donde se exhibi la revista y, a pedido de los organizadores, los dibujos de Julio Moreno, y se realizaron ventas y suscripciones. Asimis-mo dos miembros de la redaccin fueron invitados a participar como jurados. Nos sentirnos particularmen-te cmodos en medio de un millar de jvenes estu-diantes secundarios, vidos por tener un contacto ms profundo y ms ntimo con el mundo en que viven.

    Finalmente, hemos cedido derechos de reproduccin de material de CIENCIA NUEVA a la Divisin Libro Parlante Para Ciegos del Ministerio de Bienestar So-cial. Dicha Divisin, edita la revista parlante Expre-siones donde las notas de CIENCIA NUEVA desper-taron singular inters, segn nos manifiesta en una clida carta de agradecimiento, el Jefe de Divisin res-ponsable de esa publicacin.

    Las bibliotecas olvidadas

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    Un nuevo factor parece sumarse en los ltimos tiem-pos al deterioro de la actividad cientfica y cultural en el pas. Como una suma azarosa de coincidencias, desde algunos de los ms diversos mbitos oficiales los caones apuntan ahora a un instrumento til a profesionales, tanto como a investigadores o estudian-tes: las bibliotecas.

    No es nuevo en la Argentina el problema de las de-ficiencias de una red de bibliotecas tan intrincada co-mo despareja. Sin embargo, se aade ahora lo que otras veces supo evitarse: una generalizada despreocupacin de las autoridades de gobierno, no ya por promoverlas, sino siquiera por proteger sus acervos y servicios.

    Al menos, tal podra inferirse de una serie alarman-te de hechos que empaan muchas enfticas declara-ciones de optimismo sobre las perspectivas del desa-rrollo cientfico y tcnico.

    En el Ministerio de Bienestar Social por ejemplo, la biblioteca tuvo que sufrir, un ao atrs, las necesidades de espacio que se derivaban del censo de los jubilados. Pero en los ltimos meses, las cosas se han agravado a raz de una nueva y poderosa invasin que ocupa sus estanteras: las tarjetas del PRODE han llegado para

    quedarse mientras los libros se amontonan en precarias condiciones, dificultando los servicios del centro do-cumentario.

    Un caso menos pattico pero no menos grave es el de la biblioteca del Consejo Nacional de Desarrollo, dependiente de la Secretara de Planeamiento y Accin de Gobierno. Desde hace aproximadamente tres me-ses ha debido suspender la atencin al pblico, que-dando sus servicios reducidos al uso de los funciona-rios y a los prstamos interbibliotecarios.

    Si se tiene en cuenta que sta es prcticamente la nica biblioteca completa sobre temas de desarrollo econmico y planificacin en lo que hace a la Argen-tina, la medida resulta especialmente lamentable. Ms de 300 prstamos mensuales han dejado de hacerse, o sea, ms de 10 consultas diarias que satisfacan otras tantas necesidades de estudiantes, profesionales o in-vestigadores no pertenecientes a los organismos esta-tales. El motivo que condujo a esta situacin restric-tiva fue la falta de personal. Ya mnimo desde antes, una nueva reduccin afect, naturalmente, los servicios al pblico.

    Distinto es lo que ha sucedido en la biblioteca de la

  • Direccin Nacional de Geologa y Minera. De acuerdo a diversas informaciones, la saludable decisin de cen-tralizar el fondo bibliogrfico de esta dependencia con otras de Ja Secretara respectiva dej, empero, un sal-do peligroso. Por falta de disponibilidades en el nuevo local, las colecciones de revistas fueron a parar a un depsito del subsuelo, quedando fuera del alcance de bibliotecarios y lectores. Y es sabido que las revistas especializadas son fuente de consulta tan vital para el investigador como los mismos libros.

    Algo similar ocurri en la biblioteca de Agua y Energa. La seccin de hemeroteca tambin sufri aqu los efectos del resolucionismo oficial y las colecciones de revistas, en su mayor parte de 1968 para atrs, se trasladaron a un depsito fuera del edificio, a la espera de tiempos mejores que las reconviertan en material til.

    La actitud de las autoridades se refleja asimismo en el mbito universitario. Las bibliotecas de las faculta-des de Medicina e Ingeniera son ejemplos de grandes fondos bibliogrficos tradicionales en la Universidad de Buenos Aires, en crisis ahora, por arduas situacio-nes presupuestarias.

    En la Facultad de Ingeniera, el problema parece aproximarse al lmite. Hace casi 5 aos que el presu-puesto de la biblioteca se conserva en la misma suma, 5 aos en que la moneda argentina se devalu en un 300 por ciento respecto al dlar, y del aumento gene-ral de los precios en el mercado bibliogrfico interna-cional. Quiz este mismo ao, de no mediar una fuerte inyeccin monetaria, alumnos y profesores de la fa-cultad deban comenzar a despedirse de la lectura re-gular de casi la mitad de las 900 revistas especializa-das que se venan recibiendo por medio de suscripcio-nes pagas.

    Los ejemplos podran seguir y la descripcin hacerse ms minuciosa. Cabra citar entonces, la falta de di-fusin que padece el Centro de Documentacin Inter-nacional (en manos del Ministerio de Educacin), bi-blioteca depositara de todos los materiales producidos por las Naciones Unidas, Unesco, y dems organismos del sistema. O bien, para empezar por el principio, re-

    SOLICITADA

    flexional- acerca de los aproximadamente 7 mil pesos viejos al ao que, para todo gasto, le corresponden a cada una de las bibliotecas populares del pas. O in-cluso, saltando hasta las fronteras propias de la mejor picaresca espaola, mencionar la breve historia de la biblioteca del Consejo Nacional de Educacin Tcnica que, luego de fervorosos trabajos fundacionales, termi-n transmutada en garage para los autos de los funcio-narios mientras sus libros eran alojados en un aula de la escuela industrial Otto Krause.

    Pero no se trata de enumerar casos particulares, cu-ya consideracin pormenorizada podra inducir a esti-maciones superficiales y para los que, adems, segura-mente existe mil aparentes justificaciones. Por el con-trario, se trata de advertir la ausencia de una poltica eficaz que en los hechos se convierte en otra polti-ca y sus consecuencias concretas.

    No est lejos dicha poltica de la que llev el ao pasado a estimar al libro como un artculo de lujo y gravar su, importacin con un 15 por ciento. Tampoco est lejos de las otras trabas y dificultades que sufre la investigacin cientfica y tecnolgica en el pas.

    Desde el cargo burocrtico, la biblioteca puede ser vista, simplemente, como un recuadro en el organigra-ma. Pero una vez ms, en una porcin ms, lo que se sacrifica es el desarrollo del pas al que tanto procla-mamos aspirar.

    No puede creerse ya en las sencillas casualidades. Durante dcadas, el prestigio de Argentina en el mun-do deba su origen al carcter culto y aparentemente progresista de sus grupos dominantes, blancos, euro-peos y tan refinados que se distinguan de los del resto de Amrica Latina. La defensa de la actividad cient-fica y cultural constitua parte de ese progresismo y pareca propio de la naturaleza de nuestros gobernantes.

    ^ Pero cuando el libro y la investigacin quedan his-tricamente en la disyuntiva de beneficiar a todos o no beneficiar a nadie, los herederos de aquella Argen-tina descubren su verdad y el mito del progreso se de-rrumba, no importa si en un stano, si con excusas presupuestarias o si gracias al prode nuestro de todos los das. O

    ASOCIACIONES DE CIENTIFICOS Y PROFESIONALES ANTE LOS SUCESOS DE TRELEW

    a l r " ^ ^ T ^ l a b a ^ T ^ l a l a a c t i v i d a d c i e n t f i c a e n l a A r g e n t i n a , c o i n c i d e n e n se-a r a v e d a d ' S " T ^ A r o n a v a h Z a r e l 2 2 d e a g o s t o d e 1 9 7 2 s o n d e u n a t o d a e x o I r n T ! 9 r P r o n u " c l a m j e n t o d e t o d o s y c a d a u n o d e los h a b i t a n t e s d e l p a s . M s a l l de e l h e c h o ^ r H ' ' m a d r u 9 a d a " " " e 1 6 P o l t i c o s y r e s u l t a r o n h e r i d o s t r e s . A l o c u r r i r so n f i n J a d o ' I T f " " ' ^ y |U .x 0 " S U m a r p b l C 0 " N s e c o n o c e n d a t o s elementales: ni autop-hoy o I ! m n d e f n C " ? n c o n pec.f .cadn de la causa de muerte. Se podra preguntar ms, pero ' f i L l e f i r l T S T y C O S I J n f a n t M e x i 9 e n c i a : s e e p a ' a v e r d a d . La, organizaciones c ien-mental P ^ T \ e n t i e n d e n q u e u n a i n v e s t i g a c i n o b j e t i v a e i m p a r c i a l es lo m n i m o y ele-Z a n ' u e e s t a l l " , T i 1 ^ ^ n t , e g r d a d f s C a * l o s d e r e c h * h u m a n o , d e t o d o s los p r e s o s . D e -c l a r a n q u e e s t a s o l i c i t u d l a h a c e n p a r a s a l v a g u a r d a d e l h o n o r y l a d i g n i d a d d e l s e r h u m a n o

    "c t ; t : L a d L d O C e : e 5 , 6 ; n v e f i 9 d r e s d e Ia Facu l , ad d e -Asociacin Fsica Argentina.

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    Mesa redonda:

    La Universidad en Amrica Latina

    Con la participacin de Risieri Frondizi (Buenos Aires), Arturo Jadresic Vargas (Chile), Oscar Maggiolo (Uruguay), Darcy Ribeiro (Brasil) y Fernando Storni (Crdoba), CIEN-CIA NUEVA realiz el 1 de agosto pasado, su segunda Mesa Redonda en el Centro Cul-tural San Martn de la Municipalidad de Buenos Aires. La discusin destac la situacin (pie vive la universidad argentina frente a sus necesidades reales y mostr las posibilidades de algunas soluciones originales que ensayan otros pases del continente. Publicamos aqu un extracto de las opiniones ms destacadas.

    CIENCIA NUEVA

    "Hace doce meses, en esta misma sala, la revista CIENCIA NUEVA reuni un panel de cientficos en una Mesa Redonda cuya temtica estuvo centrada so-bre las posibilidades del desarrollo cientfico en la Ar-gentina actual.

    El xito de aquella mesa gratific lo que fue, para nosotros, un esfuerzo singular. CIENCIA NUEVA es una revista independiente y por su especializacin no se dirige a un pblico masivo. Estas dos caractersticas quieren poner en evidencia que su publicacin no es una aventura con objetivos comerciales, sino un acto de f, de militancia, por parte de todos los que la hacemos.

    El xito de aquella primera mesa nos mostr que tenamos la posibilidad y la responsabilidad de alentar la discusin sobre temas de primordial importancia en la Argentina de hoy.

    Entre los muchos temas que nuestra actividad toca, hay uno que lo sabemos y lo sentimos como priori-tario: la Universidad. Sentimos una profunda satisfac-cin por haber provocado la presencia conjunta de al-gunos especialistas en gestin universitaria, de cuatro pases de este continente, para realizar una discusin pblica sobre la Universidad en Amrica Latina.

    Por todo ello queremos insistir en que la posibili-dad fsica que una revista como CIENCIA NUEVA se publique actualmente en la Argentina y que se rea-licen reuniones como esta, est en ustedes que com-pran, que leen y que contribuyen a difundir CIENCIA NUEVA".

    Alfredo Jadresic Vargas

    "Chile es un pas que afortunadamente ha tenido una trayectoria democrtica, prcticamente a lo largo de toda su historia, sin una interrupcin importante, y se ha respetado para las Universidades desde su funda-cin (y tambin prcticamente de una manera ininte-rrumpida ) lo que comprendemos como autonoma uni-versitaria. Esta Universidad ha podido jugar un papel a lo largo de su. historia condicionada a lo largo de las diferentes etapas por lo que ha sido la trayectoria del pas. Fue en un momento la depositara de los conceptos y principios republicanos, ms tarde de las corrientes liberales; a principios del siglo presente y fines del anterior, ella se hizo parte en la lucha por un laicismo en la educacin. Durante el presente si-glo y acentundose a travs de los aos hasta el pre-sente, ha tenido una orientacin fuertemente determi-nada por la existencia en nuestro pas de un rgimen capitalista y liberal. Esa fue la situacin en que noso-tros encontramos a nuestra Universidad de Chile en 1968, cuando a lo largo de todo el pas se haca sentir una fuerza inmensamente mayoritaria por los cambios.

    "Se ha reclamado tambin una democratizacin ma-yor del ingreso a la Universidad y esto ha sido a lo largo de estos ltimos 4 aos un motivo de preocupa-cin muy grande por la Universidad y, yo dira, de satisfacciones progresivas que se han acentuado enor-memente despus del 4 de septiembre de 1970 en que un nuevo gobierno popular ha tomado el control de

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  • Alfredo Jadresic Vargas naci en 1925 y se diplom como mdico cirujano en la Universidad de Chile, Ha sido Pro-fesor Extraordinario de Medicina (1950), Profesor de Medicina en 1968 y, desde ese ao, Decano de la Fa-cultad de Medicina de la Universidad de Chile. Autor de ms de 100 trabajos publicados en su especialidad en-docrinologa es miembro titular y honorario de varias sociedades cientficas extranjeras, entre ellas la Royal So-ciety of Medicine y la New York Academy of Science. En 1969 fue candidato a Rector de la Universidad de Chile.

    los destinos del pas. De esta manera ha sido posible introducir un cambio sustancial en lo que era la tra-dicin del ingreso a las universidades chilenas que ha significado establecer por primera vez un concurso es-pecial para el ingreso a ella de los trabajadores. Existen a nivel nacional pruebas de seleccin de alumnos que se aplican a todos los egresados de enseanza media, pero el mismo tipo de seleccin se est aplicando aho-ra a grupos de trabajadores.

    "En el ao anterior se favoreci el ingreso de los trabajadores por un sistema de becas. Nosotros esta-mos _ claramente en contra del sistema de becas que significa alejar de sus actividades a los trabajadores para alcanzar la educacin superior. Creemos que ese sera el mecanismo ms seguro para producir eso que llamamos un descasamiento de los trabajadores en su afn de llegar a las Universidades para ascender den-

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    tro del status social y econmico del pas. Eso no es lo que queremos lograr con el ingreso de los trabaja-dores a la Universidad; queremos exactamente lo con-trario: que la Universidad contribuya a romper las cla-ses sociales de tal manera que no importa de que sec-tor social vengan nuestros estudiantes, al cabo de 4, 5 o 6 aos la Universidad est entregando una sola clase: clase trabajadora, clase que haya llegado a una muy clara comprensin de que lo que est recibiendo de esta Universidad, es algo que debe tener esencial-mente una proyeccin social".

    Risieri Frondizii

    "La Universidad latinoamericana es un tema muy ge-neral y complejo. El tema me recuerda un examen que redactaron un tanto en broma los estudiantes franceses en mayo de 1968, el examen deca: Describa el cosmos, sea breve y preciso. Indique dos ejemplos.

    La Universidad latinoamericana es un cosmos, en cierto sentido. En realidad es una idea abstracta y como toda idea abstracta, tiene cualidades que son antitti-cas: es grande y pequea, revolucionaria y reaccionaria, moderna y anticuada, etc. Por esta razn no me podr detener en una caracterizacin de la Universidad lati-noamericana en general.

    Como la mayora del pblico est, a su vez, com-penetrado de las condiciones en que se encuentran las Universidades argentinas, me voy a restringir a un tema muy preciso que es sealar por orden de menor importancia los defectos que, a mi juicio, tienen las Universidades latinoamericanas:

    1) ^las Universidades latinoamericanas mantienen todava su carcter colonialista y elitista;

    2) no forman los profesionales, tcnicos y cientfi-cos que el pas necesita;

    3) tienen bajo porcentaje de graduados; 4) bajo nivel y / o dependencia de la investigacin

    de las formas extranjeras de encarar los problemas; 5) falta el mnimo indispensable de planeamiento

    en todos Jos rdenes: hay una anarqua completa; 6) el xodo.

    "El 40 por ciento de los estudiantes en la capital, y el 50 por ciento en el noroeste del pas, abandonan la enseanza media en primer ao. Ese alto porcentaje que es estadstica del Ministerio de Educacin, no se debe decididamente a fracasos de orden intelectual, sino a la necesidad que tienen los muchachos aun en 1er ao^ , cuando tienen 12 aos, de trabajar y aportar de algn modo a la familia. Llegar a la enseanza media tambin implica ya un privilegio, puesto que el 50 por ciento de los estudiantes en la capital' y el 72 por ciento de los estudiantes en el noroeste no terminan la escuela primaria; y es evidente que los que concurren a la escuela primaria no representan el 100 por ciento de las personas que deben concurrir de acuerdo a las disposiciones de la ley.

    "Esto ocurre en la Argentina que tiene un altsimo porcentaje de alfabetos. Hait, en cambio, con un ele-vado^ porcentaje de analfabetismo, el 89 por ciento, imaginen Uds. qu ocurrir en cuanto al privilegio que supone el concurrir a la Universidad.

  • Oscar Maggiolo naci en 1920 y obtuvo su diploma de ingeniero en la Universidad de la Repblica, Montevideo. Ha sido becario en Francia y Gran Bretaa en temas de modelos hidrulicos fsicos, especialidad en la que actual-mente orienta trabajos de investigacin. Ha sido experto de las Naciones Unidas en Chile y Venezuela. Es profesor titular del Departamento de Mquinas de la Facultad de Ingeniera y autor de trabajos sobre la enseanza superior. Actualmente es Rector de la Universidad de la Repblica en Montevideo.

    "Estos son los defectos, a mi juicio, fundamentales que tienen niveles distintos repito segn las uni-versidades y los distintos pases, pero que estn pre-sentes en su mayora, en todos los pases.

    "El otro problema sera, qu hacer para remediar-lo? Problema mucho ms complejo que el sealado. Por otra parte yo me he tomado el trabajo de indi-carlos en el libro La Universidad en un mundo de ten-siones y no creo prudente ni siquiera intentar resumir esas ideas. Quiero centrar ms bien en la determinacin de la enfermedad; si llegamos a ponernos de acuerdo acerca de la enfermedad, creo que ya habremos dado un paso muy importante para remediarlo. Lo grave es no tener conciencia de algunos de estos defectos y seguir practicndolos con gran entusiasmo patritico y espritu retrico y arcaico".

    Oscar Maggiolo

    "Pienso que la Universidad, en la medida que quiere efectivamente contribuir a producir un cambio, a ter-minar un proceso de independencia que ha quedado trunco, tiene que tener como caracterstica fundamen-tal y esencial, la de formar profesionales y la de pro-ducir una investigacin cientfica que sean esencial-mente crticos. Es decir, que el profesional no salga

    Risieri Frondizi fue Decano de la Facultad de Filosofa y Letras y Redor de la Universidad de Buenos Aires de 1957 a 1962. Profesor de Etica hasta 1966 cuando renunci como protesta a la intervencin de las Universi-dades. Antes y despus de 1966 fue Profesor Visitante de Filosofa en varias Universidades sud y norteamericanas, donde ha dado tambin conferencias y en muchas Uni-versidades europeas. Con excepcin de las Universidades chinas conoce las principales Universidades del mundo desde la Unin Sovitica a Australia, de la India y Japn a Finlandia. Fue miembro del Instituto de Estudios Avan-zados en Princeton, ex-presidente de la Unin de Univer-sidades de Amrica latina, miembro del Consejo Directivo durante dos perodos de la Asociacin Internacional de Universidades; ex-presidente de la Federacin Interame-rcana de Filosofa. Es actualmente miembro permanente del Instituto Internacional de Filosofa de Pars y muchas otras instituciones universitarias y filosficas. Es autor de varios libros de filosofa, dos de ellos traducidos al ingls y un centenar de artculos y de un libro titulado La Uni-versidad en un mundo de tensiones: Misin de la Univer-sidad en Amrica latina, editado en 1971.

    simplemente capacitado para resolver determinados problemas tcnicos que son sumamente importantes a la sociedad, sino que encare esos problemas tcnicos con espritu crtico. Vale decir, que sea capaz de de-tectar en las dificultades que se encuentran para re-solver los problemas, aquellas que provienen de defec-

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  • tos de carcter estructural, de defectos de carcter general, de aquellos problemas que son menos impor-tantes y que se dan simplemente por las circunstancias muy especficas en que se vive en ese momento en la sociedad.

    "Por eso dira que la Universidad latinoamericana debe tener como misin tres rubros que en nuestro concepto son inseparables: la enseanza superior, la investigacin cientfica y la extensin universitaria. Es-tos seran los tres ingredientes fundamentales de nues-tra Universidad y estos ingredientes son, naturalmente, los de todas las Universidades, no slo de Amrica latina. Pero en la medida en que esta enseanza su-perior, esta investigacin cientfica y esta extensin universitaria, no se realicen en forma tal que se incida permanentemente con el medio en el cual la Univer-sidad est operando, yo comenzara por decir que la Universidad no cumple la misin esencial que espera-mos de la misma.

    "En lo que respecta a la extensin universitaria, que es posiblemente el concepto ms vago de los tres que hemos definido como los fundamentales de la uni-versidad, nosotros entendemos que debe componerse de dos aspectos: la asistencia y la difusin cultural. La asistencia puede ser tcnica, sanitaria o jurdica (tomo el ejemplo de la Universidad de Montevideo). La di-fusin consiste esencialmente en, no slo llegar al pue-blo, que por las distintas causas que quienes me han precedido han analizado no puede acceder a la Univer-sidad. No tiene que ser solamente el llevar la cultura superior a ese pueblo, sino que tiene que ser una difu-sin que contribuya a proporcionarle a ese pueblo una formacin tal que lo haga capaz de razonar, de pensar los problemas que fundamentalmente lo afectan. Es de-cir, que la extensin universitaria, a travs de su tarea de difusin, tiene que ser la exteriorizacin de la fun-cin crtica de la Universidad con respecto a su socie-dad, llevada al pueblo extra-universitario fundamental-mente.

    "Para terminar, repito que creo que el concepto fun-damental es que antes de ponernos de acuerdo sobre lo que la Universidad latinoamericana debe ser, debemos definir qu queremos con nuestros pases, ver dnde estn los defectos estructurales y tratar de acondicionar nuestra Universidad para facilitarle superar esa situa-cin y, en la medida en que esa situacin se vaya superando, eso se va a retrovertir sobre la propia Uni-versidad y muchos de los elementos que en este mo-mento son evidentemente antieconmicos e ilgicos, en una sociedad organizada van a quedar resueltos yo dira automticamente dentro de la propia Univer-sidad".

    Fernando Storni

    "Cuando CIENCIA NUEVA me. invit a participar agradec mucho, en primer lugar por ser de una Uni-versidad privada, pequea, y sobre todo por ser del interior, cuya voz era importante que se oyera en Buenos Aires. En segundo lugar vi, tomando las dos palabras Universidad y Amrica latina que era importante sealar el desafo que Amrica latina plan-tea en estos momentos a esa vieja institucin que es la Universidad y que, por lo tanto, aun reconociendo

    Fernando Storni S. ]., naci en Buenos Aires en 1920. Es abogado, se gradu en Derecho en la Universidad de Buenos Aires; Licenciado en Filosofa en la Compaa de Jess y Doctor en Teologa en la Universidad Pontificia Grego-riana de Roma. En 1965 es nombrado rector de la Uni-versidad Catlica de Crdoba, cargo que sigue desempe-ando. En 1972 fue nombrado primer vicepresidente de la Unin de Universidades de Amrica Latina (UUAL). Es autor de un libro titulado Reformas Universitarias en las Amricas.

    que muchos de esos desafos que plantea la sociedad a la Universidad nacen por un efecto de los mismos universitarios sobre la sociedad, considero que la Uni-versidad debe realizar grandes esfuerzos para ponerse a la altura de este continente en ebullicin. Y aunque le parezca raro a los argentinos, yo soy optimista sobre la Universidad; no tanto quizs sobre la Universidad argentina, pero despus de haber estado un mes en compaa de unos 27 educadores, la mayora rectores latinoamericanos, veo que la Universidad latinoameri-cana est en el proceso de responder a ese desafo del continente.

    "La Universidad en la proyeccin social con su comunidad, nos plantea lo que voy a sealar co-mo ltimo problema y que lo han sealado ya otros, es decir hasta dnde afecta la autonoma la necesidad de planificacin de todo ese esfuerzo cientfico, y en-tonces esa autonoma que debe ser respaldada y de-fendida desde el punto de vista de la autonoma del saber, es necesario defenderla an cuando en muchos casos en Amrica latina el gobierno est dispuesto a aceptar toda esta transformacin de la Universidad. Es decir, que se le permita y este es el gran prin-

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  • Darcy Ribeiro naci en Minas Gerais en 1922. Estudi Antropologa, Sociologa y Ciencia Poltica en San Pablo ,en donde se gradu en 1945. Pas diez aos con las tri-bus del Amazonas y el centro del Brasil. Ms tarde fue profesor de la Universidad de Brasil en Ro de Janeiro, y primer rector de la Universidad de Brasilia en 1961. En 1962 fue Ministro de Educacin y Cultura; en 1964, pro-fesor de Antropologa en la Universidad de la Repblica (Montevideo) y en 1970 profesor de la Universidad Cen-tral de Venezuela. Actualmente se desempea en la Uni-versidad de Chile.

    cipio de la autonoma que frente a la planificacin y frente a una especie de mayor connivencia entre la Universidad y el gobierno aun en beneficio del pueblo, la autonoma debe mantenerse en cuanto que eso es lo que respalda el espritu crtico de la Universidad; que la Universidad de tal manera, pueda mantener su ac-titud crtica y de concurso del saber racional con res-pecto a la comunidad nacional.

    "Por eso el desafo de Amrica latina a la Univer-sidad hoy en da. Parece que ella quiere responder a travs de proyeccin social, tecnologa y ciencia pro-pias, profesores que sean realmente investigadores, una participacin de toda la comunidad en la marcha ge-neral de la Universidad y, por ltimo, una defensa de la autonoma frente a la planificacin, siempre y cuan-do esta autonoma se entienda como la autonoma del saber cientfico y tcnico en la ayuda del mejor desarrollo de su comunidad".

    Darcy Ribeiro

    "Hace casi 20 aos que trato con Universidades: in-tent inventar universidades y modalidades nuevas,

    busqu renovar universidades existentes, y debo con-fesar aqu, que mi sensacin, mi sentimiento, es de frustracin. . .

    "La primera constatacin frustradora es de que la Universidad latinoamericana es una institucin alta-mente exitosa, formidablemente exitosa, pero no para los pueblos latinoamericanos, sino para la capa domi-nante. Durante el perodo colonial, la Universidad form 150.000 letrados: 150.000 personas que fueron dignificadas con ttulos universitarios, que pudieron situarse bien en la sociedad, que pudieron progresar personalmente y que pudieron aportar algo a su so-ciedad.

    "Despus de la Independencia hubo un esfuerzo formidable que hizo la gloria de muchos universitarios en el sentido de abandonar el viejo patrn hispnico y adoptar uno nuevo, el francs, el patrn napolenico de la Universidad, con gran xito. Claro que este mol-de nunca logr los xitos que logr en Francia; nunca logro hacer de la Universidad una institucin activa-dora y unificadora de la civilizacin francesa. Sin em-bargo, fue una institucin que pudo preparar miles de abogados y de mdicos modernos que hicieron su pro-pia prosperidad.

    "Esta constatacin puede llevarnos a otra: la Uni-versidad no slo fue 'exitosa' sino que fue siempre connivente con el orden social. Uds. pueden decir que no hubo connivencia porque la Universidad siem-pre funciono como una agencia poltica en la cual se defendieron ideas libertarias y que represent un papel importante en las luchas polticas de Amrica latina. Pero hay que preguntarse tambin si en esta funcin, la Universidad no era una entrenadora de los cacho-rros del sistema que despus de aprender a morder aqu y all se acomodaban muy bien como custodios.. . La verdad es que el 99 por ciento de los egresados de las Universidades, y quizs ms, se acomodan muy bien despus de egresados y su diploma puede no ser de primera categora, pero de alguna forma logra reco-nocimiento de la sociedad v prepara su propia indepen-dencia, su propia posteridad".

    "Un importante pensador argentino, Oscar Var-savsky, dijo una vez que el mal de nuestra Universidad latinoamericana es que no es nuestra: no es nuestra en dos sentidos: porque no es de nuestros pueblos, y no es nuestra por que no genera un saber propio.

    "Ahora bien, despus de este panorama tan triste y pesimista, quiero dar una carga mayor de pesimismo: esta Universidad nuestra, fracasada o ingenuamente vanidosa de pequeas hazaas, universidad fracasada de sociedades fracasadas, est llamada ahora a enfren-tar un desafo terriblemente ms difcil que los desa-fos que ella enfrent en cualquier tiempo: nosotros, seres humanos de cualquier punto de la tierra, estamos involucrados en un vuelco de extraordinaria profundi-dad del carcter mismo de la civilizacin. Ya son vi-sibles los sntomas de una civilizacin nueva que emer-ge, una civilizacin tan radicalmente distinta de la que existi hasta ahora, cuanto fue distinta la civilizacin preindustrial de la industrial. La independencia en Amrica latina, que es un episodio de la Revolucin Industrial. Esta nueva civilizacin va a provocar trans-formaciones an ms radicales en todo el mundo". O

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  • JP v

    C a J I i m W

    que el Dodge 1500 eselouto

    Dodge1500. Los rozones de un xito.

    Ingeniera Cnrutlec

    Cuando el Dodge 1 .500 fue lanzado "al mercado, la sent no hablaba de otra cosa.

    En la calle haba un nuevo auto de anticipacin

    lodos los que lo v ieron, se llevaron agradables sor-presas.

    Desde afuera. Desde adentro. Mane jndo lo . ' lo compraron.

    Pero esas no son las nicas motivaciones que deci-d ieron la compra. M

    d e E L n d 3 e > V I 0 0 , " t r P r d u C t 0 d e l a anticipacin de Ingeniera Chrysler. Ingeniera de anticipacin, tradicionalmente respetada

    por el usuario.

    dePa0vaqnzeaddabe ^ C M e r P r d u C e V e h c u l o s

    m ^ J ? " e ! l i SE e n U n p r o f u n d o c o n c i m i e n t o del mercado y del usuario. Por eso, toda la gente conf i en sus promesas de rendi-

    miento y performance.

    Y en menos de un ao convir t i al Dod 3 e 1 500 en un verdadero xito.

    El xito de toda la gente.

    revnfwR'NTINA

    D

  • Ecologa: Una toma de conciencia

    Algunos fenmenos tales como la contaminacin de la atmsfera en los pases ms des-arrollados y la destruccin deliberada de la naturaleza en Vietnam, han llevado a la eco-loga a un primer plano de la consideracin mundial. Para informar acerca de este tema, Ciencia Nueva entrevist a investigadores del Grupo de Ecologa Animal de la CNEA y del Gabinete de Ecologa Vegetal del INTA.

    Ciencia Nueva: A qu se debe la notoriedad que ha adquirido la Ecologa?

    Jorge H. Morello: La preeminencia de la Ecologa en los ltimos diez aos no obedece a ningn avance meto-dolgico especial ni a ningn descubrimiento que haya tenido una trascendencia tecnolgica inmediata. La ex-plicacin de por qu la Ecologa es importante, difiere si se la da en un pas industrializado o en un pas en desarrollo: para un pas desarrollado el ascenso a la notoriedad de la Ecologa obedece a que se considera que es la ciencia que es capaz de resolver las tres crisis a las que esos pases atribuyen importancia: la crisis de recursos, la del aumento de poblacin y la de la con-taminacin.

    Los pases industriales consideran por ejemplo que la contaminacin obedece a que la sociedad industrial, que ha sido muy eficiente en algunos aspectos, ha sido ineficiente para eliminar los deshechos de su propia actividad.1 Esa es la ptica sueca, alemana, norteame-ricana o italiana.

    En nuestro caso, la crisis ambiental deriva de hechos mucho ms sencillos, por ejemplo, que muchos recursos renovables son explotados como recursos no renovables (se saca hasta que no hay ms y cuando no hay ms se abandona) o la forma de aplicar tecnologa para "so-lucionar" problemas del agro (mucho pesticida, mucho abono), ya que de esta forma se los vuelve ms pro-ductivos pero mucho ms delicados.

    Nuestra crisis es sencilla: bsicamente es la conse-

    Jorge H. Morello es doctor de Biologa de la Universidad de La Plata. Fue docente en las Universidades del Litoral (1949-52), Tucumn (1953-61), y Buenos Aires (1961-66) en cuya Facultad de Ciencias Exactas fue Codirector del Proyecto de Cooperacin Internacional "Estudios Fitoecolgicos del Chaco Argentino". Desde 1966 trabaja en el INTA, cuyo Gabinete de Ecologa actualmente dirige. Desde 1960 es miembro de la Carrera del Investigador del CONICET.

    cuencia de los modos de explotacin, conservacin y manejo del medio natural.

    Esos modos han sido impuestos por los pases cen-trales y estn estrictamente ligados a nuestra situacin de pas dependiente.

    Eso es lo que quiere decir la frase, que se ve tan seguido en los diarios, de "deterioro progresivo" ya sea de cultivos perennes tradicionales como la alfalfa, de la produccin de pasturas naturales, de los bosques natu-rales, de los suelos, etc.

    C. N.: Pero qu es lo que hace que se considere a la Eoologa como adecuada para tratar esos temas?

    J. H. M.: Su enfoque englobante, totalizador; su capa-cidad de captar el todo como un todo.

    En cierta medida, la bsqueda de una ciencia englo-bante lleva implcito el reconocimiento que el enfoque analtico ha sido impotente para resolver ciertos pro-blemas. Es decir, el xito del mtodo analtico en cien-cias biolgicas se debi a que era capaz de resolver un problema aislndolo. Por el contrario, el xito de la Ecologa se basa en que es la disciplina biolgica que se acerca a la naturaleza en cnanto a sistema organizado, en su totalidad.

    Eso se ve en muchos rasgos de la ciencia ecolgica, por ejemplo, en que los parmetros que mide son sint-ticos. Veamos algunos:

    diversidad: es un valor que se mide en Ecologa y que en cierta medida trata de expresar cuntas mquinas biolgicas distintas hay en un ambiente determinado;

    estabilidad: es una manera sinttica de expresar resis-tencia a acciones de disturbio. Es una manera de deter-minar cuntas acciones de destruccin se pueden ejercer y con qu intensidad para provocar determinada ade-cuacin del sistema;

    1 En cuanto a las crisis da contaminacin y de agotamiento de recursos, el planteo de "incapacidad" de la sociedad indus-trial debe leerse as: Las dos crisis son una consecuencia de la estructura de la sociedad de consumo la que para autoperpe-tuarse, tiende a un aumento no limitado y no discriminado de la produccin industrial.

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  • pattern (disea): es una medida del grado de hetero-geneidad del sistema. En el espacio horizontal y en el vertical; por ejemplo estratos de un bosque y distri-bucin de los individuos de cada especie;

    biomasa: medida de la cantidad de material vivo que hay en determinado volumen de ambiente fsico. Da una idea del stock biolgico que participa en determinada produccin;

    productividad: medida de la cantidad de material vivo que se forma en determinado lapso de tiempo, en determinado ambiente.

    En general, los atributos de los sistemas biolgicos que interesan en Ecologa, son sintticos. Adems se da ms importancia a las relaciones entre elementos que a los propios elementos.

    De un estudio ecolgico puede esperarse, adems de los resultados habituales, el descubrimiento de constric-ciones: dnde estn los "cuellos de botella", las per-turbaciones para el funcionamiento del sistema.

    El enfoque ecolgico es crtico de la totalidad porque la analiza toda. Como toda ciencia muy joven, y de desarrollo incipiente en la Argentina, tiene muchas ob-servaciones, muchas menos mediciones y a pesar de haber elaborado algunas teoras, debe reconocerse que el avance ha sido reducido en cuanto a capacidad de predecir y controlar los eventos ecolgicos. Uno de los avances ms notables ha sido la adquisicin, como uni-dad conceptual, y metodolgica, del ecosistema.

    C.N.: Qu es un ecosistema?

    / . H. M.: Ecosistema es un sistema abierto, de seres vivos y porcin del ambiente ubicado en el espacio y el tiempo y cuyas propiedades de funcionamiento y autorre-gulacin derivan de las interacciones entre todos los componentes.

    C.N.: Qu consecuencias tiene para nuestro pas el auge actual de la Ecologa?

    / . H. M.: El auge de la Ecologa en los pases indus-triales influye profundamente en la Argentina . . . pero implica muchos riesgos: el riesgo de transposicin mec-nica de problemas ecolgicos de un pas central a un pas marginal, el riesgo de distraccin de esfuerzos lo-cales en la solucin de problemas que no son del pas sino de los desarrollados, el riesgo de adiestramiento defasado en nuestros becarios: es frecuente que becarios que llegan de pases desarrollados vienen permeados por el problema global, se interesan por el problema de la superpoblacin en el orbe pero no estn aptos para resolver problemas regionales o locales. Implica tambin el riesgo de que las empresas multinacionales signen a sus filiales en la Argentina un papel en la poltica de la contaminacin que contribuya a resolver esos problemas en sus centrales, pero no aqu.

    ( En otras palabras, implica el riesgo que las orienta-ciones y prioridades se establezcan de acuerdo a necesi-dades que no son las de la Argentina.

    C.N.: Cmo encuentra al pas una ciencia que accede a la notoriedad?

    /. H. M.: Hay fenmenos que es necesario destacar: en Argentina se acabaron las tierras vrgenes y, si

    la agricultura avanza, lo hace sobre tierras cuyo pro-ducto es cada vez menor y cuyas constricciones eco-

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    lgicas son cada vez mayores. Dicho de otra forma: ahora, para expandir la agricultura, queda el Chaco; pero en el Chaco las tierras buenas ya han sido ocu-padas y, por lo tanto, los estudios deben ser cada vez ms eficientes y profundos porque cada vez que se hace una sustitucin, se la hace en tierras con menor aptitud.

    En ese sentido ha encaminado el INTA sus es-fuerzos al desarrollar la lnea de cartografa de suelos y la de diagnstico de los tapones a la productividad;

    el pas est entrando en la construccin de grandes represas, grandes usinas hidroelctricas, de grandes complejos industriales, etc., que pueden tener inci-dencia catastrfica. Es el caso de Futaleuf, Yaciret-Apip, Salto Grande. En otras partes del mundo en los casos en los que tampoco se hicieron estu-dios ecolgicos de ese tipo de proyectos hubo re-sultados no previstos y efectos residuales que llegaron a ser catastrficos. Hay muchos casos conocidos, en-tre ellos el de la destruccin de la flota pesquera en la desembocadura del Nilo al construir la represa de Assuan;1

    la Argentina est al borde de cambios irreversibles, por ejemplo, casi todos los pastizales en el deslinde entre la zona chaquea y la pampeana se estn lle-nando de leosas por mal manejo. Disminuye la pro-duccin de forraje natural y aumenta la de leosas. Es un fenmeno que si hubiese ocurrido en la pampa hmeda ya hubiese sido declarado problema de emer-gencia nacional, pero como ocurre en un rea margi-nal, en un rea donde la tierra no vale mucho no es emergencia nacional, pero a corto plazo puede serlo.

    El plan Vinal (INTA - provincia de Formosa) pue-de ser el prlogo de una investigacin ms integrada;

    estamos en la etapa de eliminacin definitiva de cier-tas especies, sin conocer sus nichos, es decir, sin que todava sepamos qu papel ecolgico desempean. Un ejemplo entre muchos es el del oso hormiguero, el tapir, el tigre, el ocelote, etc.;

    estamos en una etapa de utilizacin intensa no slo de combustibles fsiles sino tambin de agua fsil. To-do el riego en la zona de Chilecito, parte del de Mendoza y casi todo el de San Luis y centros de La Pampa, proviene de agua que ya no tiene reemplazo, de napas que no se recargan. Debe analizarse este producto el agua de napa fsil de la misma for-ma en la que se analiza el petrleo, ya que cuando se acaba, se acaba. Es decir que en Argentina (pero no slo en Argentina, ya que es un fenmeno comn a los pases dependientes) la explotacin de los recur-sos naturales precede siempre a los estudios ecol-gicos;

    estamos perdiendo "buffers" o almohadillas climti-cas, como son los bosques, sin saber exactamente qu va a pasar cuando ellos desaparezcan.

    C. IV.: Hay antecedentes de estudios ecolgicos para los proyectos argentinos?

    J. H. M.: Conozco slo tres casos: en el caso de Salto Grande una de las propuestas incluye un equipo de ec-logos y en el proyecto de la planta de aluminio de

    1 Dejaron de llegar los nutrientes orgnicos e inorgnicos que anualmente proporcionaban las crecientes y desaparecieron los cardmenes de las bocas del Nilo.

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    i n v e r t e b r a d o s : m a m b o r e t a , a r a n a s !

    V ; J :! ^I' n:: 1 1 "

    HERBIVOROS GANADO

    OTROS VERTEBRADOS:LOROS,ROEDORES| INVERTEBRADOS". HORMIGAS,TUCURAS [

    PARASITOS: HONGOS etc . 1 I CIERTAS ENFERMEDADES ( A F T O S A ) I

    v-V-":. IhliilllH !H 0 N G 0 l i l i l BACTERIi

    . .. lili lil ANIMALES D a ' ^ I ^ ^ V .:;J IlllilllHimiimiIlUlllIlIHIHIlllIl. - ^

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    FIS. 1 - PRINCIPALES E L E M E N T O S QUE COMPONEN LOS ECOSISTEMAS DE PASTOREO NATURAL EN EL CHACO

    SEGUN MORELLO CARTOGRAFO! PVIOAt MEDINA

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    FIG. 2 _ DIAGRAMA DE LOS FLUJOS DE ENERGIA EN tJQS ECOSISTEMAS DE PASTOREO Y LOS PROCESOS ASOCIADOS

    (SEGUN'. GALLOPIN 1972 - MODIFICADO-) CARTOGRAFO! P.VIDAL MEDINA

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  • Puerto Madryn se encarg a la Fundacin Bariloche la elaboracin de un corte en el tiempo, es decir, cmo estn ahora los sistemas ecolgicos para luego ver qu pasa. En los proyectos del alto Paran el Instituto Na-cional de Limnologa de Santa Fe, acta como consultor.

    C.N.: Cul es el estado actual del desarrollo de la Ecologa?

    J. H. Ai.: La ecologa acutica puede considerarse bien desarrollada, ya que ha tenido un refuerzo enorme por intereses de la FAO y apoyo de la Marina y del Consejo Nacional de Investigacin Cientficas y Tcnicas. La terrestre est en la etapa en la que hay un cmulo de observaciones y un cmulo de descripciones estructura-les pero recin se empieza a analizar el funcionamiento del sistema.

    En una palabra, en ecologa terrestre hay muchos estudios sobre de qu est compuesto el sistema pero muy pocos acerca de cmo funciona ese sistema. En ese sentido la reunin de la Asociacin Argentina de Ecologa, realizada este ao en Vaqueras, mostr que haba un solo grupo trabajando en ciertos atributos de funcionamiento: el de la Facultad de Agronoma de la Universidad de Buenos Aires, que est definitivamente concentrado hacia la productividad de pastizales. Hay algunos estudios excelentes de poblaciones, hechos por el grupo de la doctora Di Pace, por la Universidad de Crdoba (palomas y hormigas) y la Facultad de Cien-cias de la UBA (roedores), pero ninguno de anlisis de ecosistemas completos. Hay ramas enteras de la Ecologa que no estn cubiertas, por ejemplo, micrometeorologa, balance energtico, fenologa de comunidades, etc.

    Yo agregara que Argentina sigue viviendo el drama del desarrollo independiente de la Zoologa y la Bot-nica; adems, todava tiene el drama de que se trabaja en el mar de una manera, en la tierra de otra y en los ambientes de agua dulce del continente de otra. Es re-

    velador que en Vaqueras se elaboraron tres informes diferentes para el mar, la tierra y el agua dulce. Y que el dilogo entre zologos y botnicos fuera un dilogo difcil por falta de elaboracin en comn.

    C.N. : Qu proyectos ecolgicos considera necesario desarrollar?

    / . H. M.: Los proyectos y prioridades se fijan en base a consideraciones socioeconmicas pero, aceptando que debe haber una tendencia hacia el desarrollo nacional independiente, pienso que hay dos tipos de proyectos: el proyecto regional, grande, y el proyecto circunscripto, en tema o superficie.

    Proyectos regionales grandes seran las investigaciones para definir las perspectivas a largo plazo de los gran-des proyectos de desarrollo regionales; se elaboraran modelos para definir esas perspectivas, fortalecer las previsiones, etc. Esos grandes proyectos de desarrollo regional son bastante conocidos: la coalescencia de intereses entre la industria de hierro

    y la produccin de carbn vegetal. Bsicamente la produccin de hierro est en Zapla y hay un bosque que provee carbn. Pero no hay ningn estudio in-tegral de cmo funciona un bosque virgen de madera dura, qu productividad tiene (a veces se habla de 5 m3/ha, sin aclarar si es virgen o si se le ha pasado una primera, segunda o tercera mano). Un miembro de nuestro equipo participa en el nico estudio eco-lgico-forestal que conozco vinculado con el aprovi-sionamiento de carbn para Zapla (convenio entre la provincia de Formosa y Fabricaciones Militares). Adems se habla de la explotacin de los Yacimientos

    de Mutn con carbn vegetal sin haber encarado estu-dios forestales. Resumiendo, si Argentina va a tener una poltica de carbn vegetal, es imprescindible un estu-dio de estructura y funcionamiento de los bosques na-turales. Incluso es necesario estudiar decisiones posibles

    H O M B R E . ;

    R E C U R S O S . : F I S I C O

    ' 'QUIMICOS' :^ ' '

    V J^BSORCION V ^ M w e r a U z a c i o n

    ^ D e s c o m p o n e * J^SCo

    LLEGADA DE NUTRIENTES : DESDE AFUERA DEL

    ECOSISTEMA

    = SALIDA DE NUTRIENTES

    C O M B U S T I O N

    I n u n d a c i n

    c a r n v o r o s ;

    FIG. 3 _ DIAGRAMA DE LOS FLUJOS DE NUTRIENTES EN LOS ECOSISTEMAS DE PASTOREO Y LOS PROCESOS ASOCIADOS

    - POR M O R E L L O MODIFICADO DE GALLOPIN

    CARTOGRAFO; P.VIDAL MEDINA

    14

  • en cuanto al uso de gas natural como complemento o en sustitucin del carbn vegetal en la industria del hierro:1

    el uso mltiple de las aguas del Bermejo: en l juega un papel muy importante el anlisis de la vegetacin y los sistemas naturales para predecir posibilidades cuando se transformen en agricultura. Se trata del proyecto conocido como Canalizacin del Bermejo;

    la creacin de una serie de oasis de regado en la ve-cindad de la Cordillera, usando aguas del Bermejo y canalizndolas hacia los cauces, hoy secos, del Salado y del Dulce en La Rioja, San Juan y Mendoza. Se trata de un proyecto elaborado, en parte, por ge-logos que se desempearon en YPF;

    los problemas metropolitanos de Buenos Aires, en contexto, es decir excediendo el marco del propio problema urbano. Ello consistira en analizar las re-laciones entre el sistema de la gran ciudad, el sistema rural, que le proporciona energa, y el sistema acu-tico que, hasta ahora, ha funcionado como depsito de deshechos en trnsito y como vehculo para la transferencia de energa y/o material fuera del siste-ma nacional.

    El Gran Buenos Aires, si lo analizamos en su rela-cin con la pampa, la mesopotamia y el ro de la Plata es un proyecto que, en nuestra opinin, tiene ms pers-pectivas de adquirir poder predictivo que el anlisis de problemas parciales, como podra ser el de los des-hechos industriales, producidos por la gran ciudad.

    Los grandes proyectos mencionados son solo eso: pro-yectos, pero hay dos que estn en marcha y en los que no slo participan los eclogos sino que estn verte-brados en la ecologa: el estudio del valle del Paran y el del desarrollo pesquero. En cuanto al segundo me remito al Dr. Olivier, del Instituto de Biologa Marina de Mar del Plata, que tiene un estudio integral sobre los recursos pesqueros marinos.

    El valle del Paran es inundado cada ao y cada inundacin significa un pulso de nutrientes que hace que sea uno de los sistemas productivos ms importan-tes de la Argentina. El valle del Paran ya tiene un instituto de investigaciones, el INALI del Consejo Na-cional de Investigaciones Cientficas y Tcnicas, que es-t trabajando en el proyecto de analizar el valle (que lle-ga a tener hasta 40 kilmetros de ancho) como un todo.

    En cuanto a proyectos limitados, hay algunos que creemos que son ms importantes: el estudio del siste-ma semirido que, adems de difcil, es donde va a avanzar la actividad agropecuaria Argentina cuando deje la pampa hmeda. No hay informacin sobre sistemas semiridos y, en particular, faltan estudios sobre el efec-to de actividades que se superponen en el espacio, por ejemplo, la explotacin forestal y la ganadera, ya que en nuestros montes naturales hay vacas pastoreando.

    Otro es el sistema de montaa-, tenemos montaas pero no las incorporamos ni siquiera al contexto local. Salta tiene muchas montaas y la actividad del hombre de alta montaa tiene poco que ver con la del valle, y menos con la del de la llanura de aluvin. Faltan estu-dios de cmo incorporar la actividad minera, la ganadera

    1 El gas de los yacimientos del norte y el que compramos por convenio a Bolivia, pasan por Palpal.

    Los entrevistados

    El Grupo de Ecologa Animal pertenece a la Divi-sin Agropecuaria de la Gerencia de Investigaciones de la Comisin Nacional de Energa Atmica y est orientado hacia el estudio de dinmica de pobla-ciones y la aplicacin de tcnicas radioisotpicas en ese estudio y otros dentro de la Ecologa.

    Actualmente se dedica a una poblacin que es plaga de la alfalfa, isoca de la alfalfa (eolia lesbia), en convenio con el INTA, en laboratorios del Cen-tro de Investigaciones en Ciencias Agronmicas. Por otra parte realiza tareas de asesoramiento en aplicacin de tcnicas radioisotpicas en problemas de ndole ecolgica.

    El G. de E. A. est coordinado por la licenciada Mara J. Di Pace, integrado por los licenciados Car-los Bernstein, Griselda Alsina y Miguel Villareal y cuenta con la colaboracin de los tcnicos auxiliares especializados Pedro Cuello y Santiago Ezcurra.

    El Gabinete de Ecologa Vegetal del INTA est dirigido por el doctor Jorge H. Morello y trabaja en distintos proyectos: Inventario de recursos na-turales (licenciadas Nlida Gazia, Mnica Adler y Nora Prudkin; ingenieros Rodolfo Burkat y Enri-que Riegelhaupt, y Ana de Michelis) que "es una lectura de la situacin actual de vegetacin y suelos y poder hacer un mnimo de predicciones sobre dos alternativas: si eso no se cambia y, si eso se cambia, para qu cambiarlo. Este estudio lleva el sesenta o setenta por ciento de la capacidad del equipo". Otro equipo analiza la estructura de comunidades y po-blaciones (licenciadas Ins Gmez y Ana Ins Mal-vrez). Estudian la estructura de poblacin de una planta que es plaga fundamental del centro del Chaco, el vinal, una leosa que ha avanzado explo-sivamente en los ltimos treinta o cuarenta aos sobre territorios de pastizales. "La otra lnea de trabajo es en gran parte de entrenamiento, cola-borando con el Plan de Estructura y Evolucin de Ecosistemas del International Biological Program realizamos un estudio del desierto argentino y del desierto norteamericano (Plan Estructura y Funcin de Arbustal de Desierto: licenciado Guillermo Gold-stein)."

    "Con la provincia de Formosa estamos integrados en una serie de proyectos que son mucho ms am-plios: uno de ellos es el Plan Vinal que consiste en analizar cmo se instala, por qu y cmo puede controlarse la maleza leosa que es ms agresiva. Es un problema fundamental en una provincia de 75.000.km2 que tiene de 35 a 40.000 km2 ocupa-dos por esa planta.

    "Estamos tambin en convenio con la Direccin de Investigaciones Forestales y Agrcolas de la pro-vincia de Formosa colaborando en un plan de eva-luacin forestal enfocado fundamentalmente hacia la utilizacin de los bosques como productores de carbn para la industria metalrgica."

    Son auxiliares de investigacin Marta Sierra y Luis Lando.

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  • y los recursos naturales de la montaa a un sistema ar-mnico de manejo de todo el gradiente topogrfico.

    El tercer estudio importante es, para nosotros, la integracin de los gradientes locales del territorio na-cional. Parte de la Repblica Argentina (la montaa y el Chaco, por ejemplo) est estructurada como un mo-saico de cosas muy chicas a las que slo un enfoque ecolgico puede permitir un estudio econmico de su integracin.

    C.N.: Cul es el aporte de la ecologa a la solucin de los problemas del campo?

    }. H. M.: Creemos que en cualquier sistema de valores que regule la vida nacional hay preguntas del campo que requieren una respuesta ecolgica. Se han venido hacien-do estudios parciales y muy bien pero slo para resolver problemas coyunturales, de hoy. Pero cada vez aparecen en la actividad agropecuaria ms constricciones, ese "deterioro" del que hablamos; desde 1941, en San Luis, sabemos que la alfalfa se muere, pero cada vez se muere ms y cada vez hay ms problemas con la alfalfa.

    C. N.: Cul es el problema de la alfalfa?

    Mara J. di Pace: La alfalfa es un cultivo perenne; a principios de siglo un alfalfar duraba en plena produc-cin veinte a veinticinco aos, alrededor del ao 30, de diez a quince, hoy un alfalfar dura dos aos, uno de tres o cuatro es un caso excepcional. Ya han disminuido el nmero de cortes. Por supuesto que ha disminuido tam-bin el rea cultivada.

    C. ZV.: Qu orientaciones sera necesario desarrollar?

    J. H. M.: Veamos ahora qu preguntas requieren res-puesta ecolgica: Cmo responden los sistemas agrco-las cuando se ejercen acciones mecnicas? Hay muchas inquietudes, por ejemplo, que las acciones mecnicas que se ejercen estn estimuladas por la potencia de los tractores y la maquinaria agrcola que se vende; en qu medida el agricultor mueve la tierra simplemente porque pag mucho un tractor y se desespera de verlo inmvil o porque es realmente necesario para la pro-duccin? Cmo responden los sistemas agrcolas a la incorporacin de nutrientes y de pesticidas? La pregun-ta de fondo es cmo reaccionan a la aplicacin de los tres tipos de acciones que son las ms usuales y ms con-flictivas, porque son caras, porque puede haber conflic-tos comerciales?

    Otra pregunta es cul es la real migracin de nu-trientes de un determinado cultivo, por qu canales se produce, por desplazamiento lateral del agua, por ero-sin, por la cosecha que se lleva, por la forma en que se mineraliza lo que queda en el campo? Todava no cono-cemos la respuesta.

    Como funciona un sistema de pastoreo natural y qu estimadores permiten evaluar si el manejo es exitoso o no? En este tema los grupos de la Facultad de Agro-noma de la Universidad de Buenos Aires y varios gru-pos del INTA estn trabajando muy bien en la pampa deprimida y en el espinal semirido. Pero, para la impor-tancia que tienen las pasturas naturales, como "creado-

    ras" de carne en nuestro pas, hay muy poco trabajo hecho. Es muy difcil saber exactamente qu papel des-empean las pasturas naturales en la produccin de carne argentina; pero este no es el nico dato difcil de con-seguir, tampoco se conoce con exactitud, por ejemplo, cunto producen o pueden producir los bosques natu-rales en relacin a la demanda nacional de productos forestales. En este sentido hay una frase que se oye mucho y puede ser un mito, pero an no lo sabe-mos que dice que nuestros bosques producen un producto que no tiene demanda externa . . . que produ-cen muy poco.1 Otra pregunta es cul es el mecanismo de explosin de plagas en cultivos de larga tradicin como la alfalfa? En ese sentido el INTA, las Universi-dades y la Comisin de Investigacin Cientfica estn en un esfuerzo mancomunado. Pero en mi opinin falta el enfoque del alfalfar como ecosistema. En los ltimos tiempos hay un tema que preocupa mu-chsimo al ambiente rural: los roedores. Bsicamente los llamados de alerta vienen de dos lugares distintos: uno que ustedes seguramente conocen, los maizales de la zona de Pergamino; el otro, los caaverales del norte, en donde los roedores se llevan una proporcin impor-tante de la caa de azcar.

    C. N.: Qu opina acerca de la enseanza de la Ecolo-ga en la enseanza secundaria y universitaria?

    J. H. M.: Creo que ya han sido explicitadas. La reciente-mente creada Asociacin Argentina ele Ecologa ha prio-rizado algunas: el anlisis del ecosistema (creo que el proyecto que pondrn en marcha la Fundacin Bariloche y la Administracin de Bosques Nacionales es el primer anlisis de un ecosistema que se hace en el pas, se trata del estudio de un bosque de Nothofagus)-, los estudios funcionales para que vayan enriqueciendo la informacin que proveen los estudios de estructura (sobre todo, de productividad), el desarrollo de la micrometeorologa, el estudio de dinmica de poblaciones y el estudio de sistemas urbanos.

    Carlos Bernstein: Este fue uno de los temas que se dis-cuti ms lgidamente en la reunin de Vaqueras. En particular, no slo la enseanza universitaria sino en los institutos secundarios y aun primarios. Haba, por ejem-plo, gente del INEC 2 que relat experiencias piloto en algunas provincias. Por otra parte el equipo de Morello est relacionado con una experiencia parecida.

    Ins 'Malvarez: As es. Hemos preparado un curso de actualizacin en Ecologa para profesores secundarios de Ciencias Naturales. En cuanto a la experiencia que comentaba Carlos, agregara que consiste, fundamental-mente, no en ensear conceptos de Ecologa, sino de dar Ciencias Naturales con un enfoque totalmente dis-tinto, un enfoque integrado de niveles de organizacin, o sea con una perspectiva ecolgica.

    C. B.: Por supuesto en Vaqueras se habl mucho de la enseanza universitaria. El panorama es ms'o menos el siguiente: en la Facultad de Ciencias Exactas de la Uni-

    1 El creciente auge de las placas de madera oscura y veteado intenso en Japn y en los pases nrdicos parecera sugerir lo contrario.

    2 INEC: Instituto Nacional para el mejoramiento de la En-seanza de la Ciencia.

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  • SIMPLICIDAD

    COMPLEJIDAD

    PRODUCTIVIDAD

    ESTABILIDAD

    Figura 4. Los sistemas complejos, cot muchas poblaciones, reciben el nombre de maduros. Son sistemas de baja productividad y muy alta resistencia que pueden ejemplificarse en un bosque de muchas especies. Sistema inmaduro es una etapa previa y sistema intervenido es una consecuencia de la explotacin del sistema maduro. Los elementos de transformacin de un sistema en otro y las variables implicadas, se indican en la figurav

    Figura 5. Elementos de un ecosistema:

    V: vegetales; E.S.: energa solar; m: material; H: consu-midores primarios (herbvoros); C: consumidores carni-ceros^ S: descomponedores.

    versidad de Buenos Aires hay una ctedra de Ecologa Animal, pero no hay de Ecologa Vegetal; en Agronoma y Veterinaria hay una de Ecologa Vegetal (pero no de Animal). En la Universidad de La Plata hay una carrera de Ecologa que despert mucha discusin. En la Uni-versidad de Crdoba hay una ctedra de Geobotnica con un grupo asociado de Ecologa Animal. En Rosario se crea un grupo de Ecologa (en formacin). En Tu-cumn, en el Instituto Lillo y en la Facultad de Agro-noma, se dicta Ecologa. En Baha Blanca se dicta Ecologa Vegetal.

    Con respecto a la nica carrera de Ecologa que se dicta en el pas la discusin se centraba fundamental-mente, en si es conveniente formar a bilogos como eclogos desde el comienzo o si es mejor formar buenos bilogos que luego se especializaran en Ecologa. Fue este ltimo enfoque el de especializacin a nivel de post-grado el que se impuso en Vaqueras, pero por ahora no hay posibilidades concretas de llevarlo ade-lante.

    J. M.: El nico curso de postgrado con implicancia eco-lgica que existe es el de la Escuela de Graduados que funciona ac, en Castelar en el INTA, y que es un pro-yecto INTA-OEA-UBA-Universidad del Sur, encarado para agrnomos y que culmina con un Master en Pro-duccin Vegetal.

    /. H. M.: La otra posibilidad es cursar, aqu y all, ma-terias en otros institutos.. .

    C. B.: . . . y que no se dictan para bilogos, por ejemplo, cursos de matemticas para fsicos o qumicos o cursos de estadstica para economistas.

    M. J. D.: Los nicos cursos que se dictan en el pas de Ecologa merecen llamarse Introduccin a 1a. Ecologa o Ecologa I.

    C.N.: En otros pases de Amrica Latina hay algn ejemplo que valga la pena mencionar?

    J. H. M.: Chile. Por razones que no conozco bien, tuvo una fuerte tradicin ecolgica; un eclogo italiano hizo escuela Francesco Di Castri un eclogo chileno-alemn, Guillermo Mann, y un grupo fuerte en la Uni-versidad Catlica. Todo esto le permiti tener un cri-terio ecolgico integrado. Han fundado este ao una Sociedad de Ecologa y tienen, en la Universidad Cat-lica, un Instituto de Ecologa que estudia y desarrolla muy bien tres o cuatro temas, entre ellos el anlisis cli-mtico y el de descomponedores.

    En Venezuela pueden citarse el IVIC y el grupo de Mrida, formado fundamentalmente por argentinos.

    C.N.: Qu prioridad atribuye al estudio de la conta-minacin?

    J. H. M.: Querra empezar comentando esa confusin que se hace al inferir que Ecologa es slo un artefacto para destruir la contaminacin. La Ecologa tiene algo que ver con la contaminacin, pero Ecologa es el es-tudio de la estructura y el funcionamiento de la Natura-leza. La literatura de divulgacin confunde mucho, sin hablar de los intereses que pueden existir para que nazca y crezca esa confusin. Pero Ecologa es una cosa y contaminacin otra.

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  • Una segunda aclaracin es que la contaminacin es un fenmeno de muy antigua data y cuya intensidad o no-toriedad es actual. Recuerdo que en 1958 estaba en Pasadena, California, y que en el laboratorio en el que trabajaba mi esposa se distribuan mscaras cada vez que el viento traa el smog de Los Angeles. En el fito-trn del CALTECH en el que yo trabajaba, con clima controlado, se usaban dos filtros distintos para los das en los que haba, o no, inversin trmica y nosotros percibamos lo que llambamos el "olor a qumico". En nuestro pas hay otro tipo de contaminacin por ero-sin y por destruccin de los "buffers". De su efecto hay noticias desde 30 aos despus de la segunda fun-dacin de Buenos Aires. Repito: el fenmeno es viejo y conocido slo la notoriedad es actual.

    Creemos que no puede ignorarse la importancia del problema de la contaminacin en nuestro pas (que hay napas contaminadas, que el ro Reconquista no tiene peces, etc.), pero que su priorizacin slo puede surgir cuando se haga un anlisis del problema ecolgico glo-bal, nacional.

    Por ejemplo, es evidente que para Mendoza es mucho ms importante el manejo de torrentes que el de cual-quier tipo de contaminacin del aire, que en Tucumn es fundamental el control de la erosin del rea rural circunvecina (cada vez que llueve un torrente de lodo cubre prcticamente los bajos de la ciudad de Tucu-mn), que en Senz Pea (Chaco) la obtencin de agua potable supera tambin la contaminacin.

    Consideramos importante sealar que en ambiente urbano es fundamental la ejecucin de proyectos de es-tudios ecolgicos sobre la primera napa. La primera

    napa es la cloaca. Un eclogo francs cre toda una es-cuela de ecologa de primera napa, que es lo que primero se contamina y es receptante. Lo mismo para las aguas superficiales.

    C.N.: En qu forma interviene la Ecologa para de-cidir el destino de un recurso, renovable o no?

    C. B.: Creemos importante destacar que la contamina-cin es una forma de deterioro de ecosistemas, pero hay muchas otras. Es decir, en reas urbanas como Buenos Aires o Rosario puede ser un problema, pero est el resto del pas en que no lo es y ah predominan otros problemas, como la creacin de zonas ridas, la desapa-ricin de grandes carnvoros, el mal manejo de recursos, el descenso de la napa de agua. E. R.: Creemos tambin que el concepto de gravedad debe ir ligado al de reversibilidad de los procesos^ de degradacin: un proceso de degradacin por contamina-cin del aire es en gran medida reversible, mientras que un proceso de degradacin del suelo por destruccin de la estructura, es casi irreversible, prcticamente irrever-sible. J. H. M.: Hay otro aspecto de la degradacin de eco-sistemas que es el siguiente: cuando en un sistema quedan pocos organismos, quedan pocas posibilidades de defensa; a fuer de obtener un monoproductor se crea algo tan inestable que puede provocar pequeas cats-trofes; la produccin siempre se paga con un impuesto: la prdida de la estabilidad, la prdida de la capacidad de autocicatrizacin.

    Vocabulario tcnico

    Ecologa: Es la ciencia que estudia la estructu-ra y el funcionamiento de la Naturaleza. "Pero cree-mos que puede decirse algo ms: hay que poner el nfasis en las relaciones; no interesa tanto cules son los elementos, sino cmo son las relaciones. En cierta poca se habl que Ecologa era ser vivo y ambiente, actualmente se considera que ese punto de vista es anticuado; Ecologa es relaciones entre seres vivos y adems, entre ellos y el ambiente pero las acciones ms intensas en investigacin ecolgica se centran en relaciones entre seres vivos."

    Nicho: Es el papel que desempea un organis-mo dentro del sistema. "Veamos un ejemplo: en todo bosque hay plantas de crecimiento rpido, aun en aquellos bosques estructurados para el crecimien-to lento. El papel de esas plantas de crecimiento rpido es 'cicatrizar' el bosque: si se abate un rbol, tapan el techo. El nombre que se da a esas plantas es, lgicamente, el de cicatrizantes."

    Agua fsi l : Es la que en el pasado se ha insta-lado como napa sobre un estrato impermeable, y que la situacin climtica actual no permite que sea re-

    emplazada si es sacada. Es el agua subterrnea de napas que no tienen recarga actual.

    Gradiente: Es una secuencia de determinada variable ecolgica.

    Descomponedores : Son bacterias y hongos que toman materia orgnica y la descomponen, hacin-dola recidable.

    Dinmica de poblaciones: Significa estudiar una poblacin como sistema y como funciona, es decir, cmo se dispersa, cmo se mantiene, qu controles ambientales o biolgicos hay que hacer para gobernar el crecimiento de la misma, etc.

    Comunidad: Es el conjunto de poblaciones. Por ejemplo la poblacin de quebracho ms las po-blaciones de todas las otras especies de plantas que coexisten con l en el "quebrachal". Comunidad y poblacin dan origen a dos niveles de organizacin diferentes en la Ecologa.

    Poblacin: Es el conjunto de individuos de una especie determinada en un lugar determinado.

  • J. H. M.: El problema escapa a los lmites de la disci-plina y entra en el campo de las decisiones socioeco-nmicas.

    C.N. : Qu significa la Asociacin Argentina de Eco-loga?

    J. H. M.: Cosas muy interesantes. Significa posibilida-des de corregir los errores de nuestra formacin: en la Asociacin de Ecologa por primera vez se estableci un vehculo coherente de integracin zoolgico-botnica y de integracin mar-tierra-agua dulce. Las tareas a que se ha dado la Asociacin son muy humildes: bsicamen-te publicar las actas, es decir, prcticamente publicar la situacin de la Ecologa en Argentina en 1972 y estimu-lar la superacin del trabajo de ese tipo, reunindonos anualmente.

    Guillermo Goldstein: En la ltima reunin de la Co-misin Directiva se acordaron las siguientes tareas: 1) difundir la creacin de la Asociacin entre los trabaja-dores cientficos y en el pblico, a travs de los dis-tintos medios de comunicacin de masas, 2) publicar las actas, 3) publicar un boletn y 4) organizar cursos y seminarios, uno de los cuales ya est en marcha: "En-foques ecolgicos de los problemas de produccin agrco-la"; otro curso ser el de "Economa de los recursos naturales" que va a dictar Bartolucci, de la Facultad de Agronoma, a fines de setiembre; hay dos seminarios en marcha: "Dinmica de poblaciones", a dictarse en el Instituto de Biologa Marina, con la coordinacin de Olivier, e "Inventario de recursos renovables".

    Hay otra serie de actividades propuestas, por ejemplo, promover la visita guiada de estudiantes de biologa a distintos laboratorios de Ecologa. O

    Primera reunin de Ecologa Vaqueras (Crdoba) - 24 al 29 de abril 1972

    Entre el 24 y 29 de abril de este ao se realiz la Primera Reunin Argentina de Ecologa y Seminario Latinoamericano de Problemas Eco-lgicos, en Vaqueras, Crdoba, con la asistencia de cerca de 160 parti-cipantes.

    En la misma se expusieron alre-dedor de 70 comunicaciones que abarcaron distintos aspectos de la ac-tividad cientfica en ecologa en una amplia gama, desde los puramente descriptivos que predominaron, has-ta los realizados con enfoque funcio-nal, incluyendo tanto estudios te-ricos como de aplicacin inmediata.

    Fue notable la ausencia de estu-dios integrados al nivel de ecosiste-

    ma, lo que representa probablemen-te una herencia del sistema educativo tradicional en biologa, dividido en botnica y zoologa, as como un re-flejo de la dificultad de los estudios globales.

    En base a las comunicaciones pre-sentadas, fue evidente que el nivel general de la ecologa en el pas, si bien mejor que en los ltimos aos, es an relativamente bajo, aunque se pudo notar una tendencia al cam-bio de enfoques y aumento del rigor metodolgico cuyo efecto probable-mente sea evidente en las investiga-ciones de los prximos aos.

    Los ltimos das de la reunin fueron dedicados al Seminario Lati-

    noamericano de Problemas Ecolgi-cos de Amrica Latina, con la parti-cipacin de cientficos de Brasil, Chi-le, Mxico y Uruguay.

    En el seminario se discutieron di-versos aspectos de los problemas de la ecologa en Latinoamrica y se puntualiz su relacin estrecha con las polticas cientficas y los factores econmicos y sociales. El alto grado de participacin y la seriedad y pro-fundidad con que se discutieron es-tos problemas mostr que los parti-cipantes, aunque de composicin muy heterognea, compartan casi unnimemente la opinin de que los problemas y actividades cientficas estn profunda y evidentemente con-dicionados por los factores socioeco-

    19

  • nmicos y polticos y, por lo tanto, no pueden ser considerados aislada-mente.

    Este rechazo general a la posicin de la torre de marfil marc el clima dominante en las discusiones y po-nencias, como puede confirmarse por el contenido de las recomendaciones aprobadas.

    Recomeudactones aprobadas

    Un nmero de ponencias se refiri a la relacin entre las investigacio-nes ecolgicas y las necesidades de los pases. Se recomend que las po-lticas nacionales referentes a recur-sos naturales y problemas ecolgicos, sean dictadas con el necesario y ade-cuado asesoramiento ecolgico, as como alertar sobre aquellos casos en que se estn tomando medidas err-neas. Se puntualiz que la conser-vacin y utilizacin de recursos na-turales posee un fundamental com-ponente socioeconmico y se decidi recomendar que se tenga en cuenta estos factores en toda adopcin de medidas conservacionistas.

    Se insisti en que las investigacio-nes ecolgicas deben ajustarse a r-denes de prioridades dentro de los lincamientos de las polticas cient-ficas de los pases latinoamericanos, las que deben ser fijadas en funcin de^ las necesidades reales de cada pas, evitando la transposicin mec-nica de problemas ecolgicos de pa-ses con diferente desarrollo econ-mico. Al respecto, se advirti que la presente difusin y popularizacin de la ecologa en los pases subde-sarrollados, est centrada en el pro-blema de la contaminacin ambien-tal, el ^ cual afecta principalmente a los pases o zonas altamente indus-trializadas. El peligro de esta tenden-cia a adoptar un orden de priorida-des importado, es el desplazamiento de la mayor parte de los escasos estudios ecolgicos locales hacia los problemas de moda, en detrimento del estudio de problemas ecolgicos ms primarios y urgentes para nues-tros pases. Se decidi propiciar un estudio de evaluacin de prioridades para la ecologa en Argentina. Tam-bin se tuvo en cuenta el problema de la relacin de dependencia que existe entre los pases en desarrollo con respecto a los altamente indus-trializados, la que en muchos casos ha sido aprovechada por stos im-plantando en aqullos tecnologas ob-

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    soletas de elevado poder contami-nante. Esto se concret en una reco-mendacin de evitar que los pases latinoamericanos se constituyan en receptores de tecnologas contami-nantes.

    Otro tema intensamente debatido en el Seminario fue el de la ensean-za. Se destac que la ecologa, por su carcter esencialmente interdis-ciplinario y sus objetivos de estudio, no es patrimonio ce una sola carrera universitaria, sino que resulta rele-vante para bilogos, agrnomos, zoo-tcnicos, arquitectos, socilogos, m-dicos, etc. Las recomendaciones in-cluyeron propugnar la introduccin de los conceptos bsicos de la ecolo-ga en los programas de las escuelas primarias y secundarias, que las aso-ciaciones de ecologa designen Sub-comisiones Asesoras para la Ense-anza de Ecologa en los respectivos pases latinoamericanos, que en las carreras universitarias ligadas al que-hacer ecolgico se incorporen los cursos especficos necesarios. En lo que respecta a las carreras ms direc-tamente relacionadas con la ecologa (Ciencias Naturales, Agronoma, Ve-terinaria, etc.), se recomend que se provean los conocimientos de mate-mticas, qumica, fsica, biologa, etc., indispensables para encarar el estudio integral de los recursos na-turales renovables y su utilizacin racional.

    Tambin se recomend que la es-pecializacin en Ecologa se provea mediante la realizacin de cursos de post-grado, lo que representa una posicin contrastante con la emitida por el Rector de la Universidad Na-cional de Buenos Aires en una re-unin sobre ecologa, convocada por el_ Rectorado el 20 de abril de este ao. En esa reunin, el Rectorado anunci que la Universidad de Bue-nos Aires planea crear la Licencia-tura de Ecologa, Conservacin y Manejo de Recursos Naturales. En la reunin de Vaqueras se debati extensamente la conveniencia de crear la carrera de ecologa y se de-cidi mayoritariamente por la nega-tiva.

    En otro orden de cosas, y consi-derando que la gran importancia de los estudios globales sobre ecosiste-mas va aunada a su alta complejidad, se_ recomend acordar la mxima prioridad a todos los estudios refe-ridos al Anlisis de Sistemas como enfoque metodolgico cuantitativo que permite atacar los problemas de

    estructura y funcin de sistemas com-plejos. Tambin se recomend fuer-temente la constitucin de ncleos de investigacin y equipos interdis-ciplinarios y la activacin de la co-municacin entre los investigadores, favoreciendo congresos, seminarios, intercambio de investigadores, etc.

    Con respecto a la asistencia tcni-ca internacional, se la consider va-liosa, pero se destac la necesidad de que los pases receptores la re-chacen cuando sea condicionada o inadecuada a sus necesidades.

    Reconociendo el rol del periodis-mo en la comunicacin entre los cien-tficos y el pblico general, se reco-mend que las Escuelas de Periodis-mo de los pases latinoamericanos desarrollan al mximo la rama del periodismo cientfico.

    Se decidi tambin propiciar la formacin de Sociedades de Ecolo-ga en los pases latinoamericanos, con miras a la ulterior formacin de una Sociedad Latinoamericana de Ecologa, teniendo en cuenta que las situaciones y problemas ecolgicos de Amrica Latina son a menudo dis-tintos que los de los pases ms de-sarrollados, y la necesidad de una accin conjunta de los eclogos de la regin.

    Otras recomendaciones aprobadas fueron de ndole ms especializada como las de crear una reserva biol-gica en Vaqueras, propiciar investi-gaciones sobre aves y mamferos, promover el control de la introduc-cin de especies exticas, promover la investigacin ecolgica internacio-nal para el conocimiento y uso de cuencas hidrogrficas, etc.

    Memoria de [a Comisin Directiva y Elecciones

    Luego de aprobarse el informe de la Comisin Directiva Provisional, se procedi a votar a los miembros propuestos para la Comisin defi-nitiva, la que qued constituida co-mo sigue: Presidente: Jorge H. Mo-rello; Vicepresidente: Argentino Bo-neto; Secretario General: Santiago R. Olivier; Secretario de Actas: Eduardo Rapoport; Tesorero: Alber-to Soriano; Protesorero: Jorge Ares; Vocales dudares: Julio' Coniferas, Ricado Luti, Mara di Pace; Vocales suplentes: Guillermo Goldstein, En-rique Bcher; Revisores de cuentas: Rolando Braun, Gloria de Villafa-fie, Jorge Admoli. O

  • Pero todo es posible. La falta de linealidad en los componentes electromecnicos de un reproductor de sonido, permiten a Holimar desarrollar su capacidad de trabajo a nivel artesanal. Por ejemplo, no existen dos cpsulas repro-ductoras de discos, cuyos canales sean exac-tamente iguales y mucho menos que tengan una respuesta a frecuencia plana. Con los parlantes sucede lo mismo. El primer paso es medir la cpsula y con sus curvas trazadas ecualizar el pre-amplificador, de tal manera que igualdad de canales y respuestas sean correctas (Correcto es para HOLIMAR una mxima desviacin de 0,5 dB). Luego se prueban gran cantidad de parlantes, inyectndoles ruido blanco, en comparacin a un elemento patrn; los que pasan esta prueba son juzgados con el sentido de encontrar pares en donde las diferencias sean mnimas. Estos pares son envejecidos artificialmente, obtenindose as'la frecuencia de resonancia

    final del parlante; en otras palabras, evitamos el sonido a "bombo" que producen los baffles despus de un ao de funcionamiento, por co-rrimiento de la frecuencia de resonancia, ablan-dndolos previamente. La boca de sintona de los baffles no tiene una medida standard, por lo tanto es calibrada individualmente con el parlante que se usa. Se sobreentiende que estamos refirindonos a sistemas reflectores de bajos. La suma de estos trabajos y muchos otros, lar-gos de enumerar, nos permiten ofrecer un sis-tema completo de sonido, con la garanta de obtener el mximo de calidad con los elemen-tos empleados. Nada es fcil, pero sabemos que nuestras posibilidades nos acercan bastante a la per-feccin. Comprubelo en nuestro laboratorio. Belgra-no 2482 - 47-1996.

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  • Rudolf Carnap

    1 C.iandu lo conoc tena 76 aos y estaba con el cuer-po en dLir,it,i, pero la mente apasionada y lcida. Fue ' dfcefnbv de 1967 y en su casa de Los Angeles, a h que lL'jrn tn compaa de Aonzo Church. Me im-prei.Tt la gravidez de su mirada honda y receptiva, vi naturalidad y su afectuosa disposicin para el di-logo. R, cuerdo que durante la conversacin mencion i.n arta-'o sobre paradojas modales, vinculado a su p.)L:tnk .i .en Williard Quine; despus de buscarlo sin xin> en si luhero tom una ficha y anot laboriosa-mente ton su nano temblorosa que ya no obedeca a mi vi>l'iti.,id. Al promediar el atardecer su hija dio por terminad.! Li entrevista. Supe posteriormente que desde tut u tu rapo m mdico le haba prohibido que hablara dt }n,.',,tn d^pus de las seis de la tarde; es que le ies.ult.ihi imposible interrumpir la corriente de su pea-MTTwm, qut; segua agitndose en l durante varias tMrj, * quizas nunca se detena del todo. Se le puede

    1 "7"'"'""eme esta frase de Hegel: "el que est . mMrjJ l t a hlosoto", slo que Carnap viva esta t< ' ..va i--,. h modestia de un hombre que consagra

    1 ''h. ! lsquedf d e c k r i d a d y racionalidad en los i u u,., konuB y humanos y que sobre todas las

    i-, tii sut iornprcnder

    22 1.1 imanen que guardo de l se compagina natural-

    mente con el carcter impersonal de su estilo polmico; no empleaba las discusiones tericas como u n a msca-ra "honorable" para el ataque personal y l a autograti-ficacin en desmedro de otros. Las normas ele claridad y objetividad eran tambin normas de su conducta. Cuando Gilbert Ryle, en una violenta resea sobre su libro Significado y Necesidad escribi q u e la teora semntica de Carnap era "grotesca y peligrosa", res-pondi con serena objetividad en el clebre artculo Empirismo, semntica y antologa-, buena o mala des-de el punto de vista terico el asunto es discuti-ble esta respuesta muestra a un hombre en quien el orgullo personal no ensombrece la bsqueda desin-teresada del conocimiento.

    Era fcil percibir el cario y la devocin que rodea-ban a Carnap; a Carnp, como deca su discpulo Da-vid Kaplan, autor de una tesis doctoral en que com-bina y desarrolla las teoras semnticas de Carnap y Alonzo Church. En un momento dado le pregunt su opinin sobre esa tesis y su respuesta fue t pica: "No es una simple tesis sino un tratado importantsimo. Despus de leerlo abandon por completo m i objecin a la jerarqua infinita de niveles semnticos que se produce en la teora de Frege-Church; ahora creo que es inevitable". El que as acaba de cambiar de opi-nin la tesis de Kaplan haba sido terminada solo tres aos antes t