COLECCIÓN DE RELATOS
ESTUDIANTILES
NO PARA-NORMALES
Volumen 1
ESCUELA NORMAL SUPERIOR
DE CALDAS
COLECCIÓN DE RELATOS
ESTUDIANTILES
NO PARA-NORMALES
Volumen 1
JOHN FREDY HENAO A.
Compilador
Colección de relatos estudiantiles NO PARA-
NORMALES. Volumen 1
Primera edición: enero del 2019
Edición digital: abril del 2020
Varios autores
© 2020 John Fredy Henao Arias. Compilador
Docente Escuela Normal Superior de Caldas
E-mail: [email protected]
© 2020 Ana María López Sánchez. Ilustradora
© 2020 Comité No PARA-NORMALES. Edición
y creación de talleres de comprensión de lectura
ISBN versión impresa: 978-958-56929-0-9
ISBN versión digital: en proceso
Editorial: Escuela Normal Superior de Caldas
Rectora: Aleyda Quintero Valencia
Carrera 23 No 48-98
Manizales – Caldas
AUTORES
Alejandra Gómez M. / Yolanda Guzmán S.
Samuel Aristizábal / Manuela Jaramillo S.
Sara Lucía Patiño / Shanny Libeth Bernal
Manuela Suárez C. / Anselmo Corredor A.
Alejandra Granada G. / Mauricio Villada
Valentina Osorio M. / Manuela Agudelo C.
Sofía Zambrano C.
COMITÉ EDITORIAL
Cristal Pastorini Fernández
Isabela Valencia Echeverry
Estefanía García Herrera
Juliana Valencia Uribe
Mariana Alejandra Villa Mosquera
Valentina Giraldo Morales
Alejandra Granada Giraldo
Valentina Osorio Morales
Anselmo Corredor Angulo
Mariana Álvarez López
Sara Lucía Patiño López
Manuela Agudelo Chica
CONTENIDO
PRÓLOGO…………………………………….........9
John Fredy Henao Arias
ONE LAST GOODBYE
Alejandra Gómez Morales….……………………….11
UNA EMPANADA ANUNCIADA
Yolanda Guzmán Saraza.……………….……….......17
SIN RUMBO
Manuela Agudelo Chica.………………….…............21
DON SILVERIO Y SILVANA
Samuel Aristizábal Botero….………………..............25
LA MULTIPLICACIÓN
Samuel Aristizábal Botero…..……………..………...29
LAS GOTAS
Manuela Jaramillo Salazar…...…………..….............35
UN AMOR DE OTRO MUNDO
Alejandra Granada Giraldo…...………..………..…..41
ELLA
Alejandra Granada Giraldo ...…….…..…………..…47
ESCALERAS CIRCULARES
Samuel Aristizábal, Sara Lucía. Patiño y Sofía Zambrano
Cardona .……………..………………………..……….51
NOTAS DE UN ENGAÑO
Mauricio Villada Cardona….…..………………….…..55
POR UN MAL CAMINO
Shanny Libeth Bernal .…..……..…………….…….....59
ÚLTIMAS PALABRAS
Anselmo Corredor Angulo………………….………...63
INSTRUCCIONES PARA CAMINAR
Sara Lucía Patiño López….…..……………...……….69
UNA CRÓNICA ESTÚPIDAMENTE SERIA
Sara Lucía Patiño López……..…………………….…73
LA TAREA
Manuela Suárez Cardona…..….………………...…..79
EUFORIA
Valentina Osorio Morales ....……………..….....…83
GLOSARIO…..………………………………...…...85
TALLERES DE COMPRENSIÓN DE LECTURA………….. 87
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PRÓLOGO
El nombre de NO PARA-NORMALES
corresponde a un juego de palabras que se
puede leer desde varias perspectivas. Por un
lado, son historias para un público fuera de lo
normal, un público que se niega a dejar de leer a
pesar de la televisión, la internet, las series
televisadas, entre otros distractores que
contribuyen a mantener bajos índices de lectura.
Por otro lado, no es un libro de historias
paranormales, es decir, de experiencias al
margen de las explicaciones científicas,
normalmente asociadas a historias de miedo.
Estas historias hechas por estudiantes de la
Escuela Normal son derroche de imaginación,
fantasía y disciplina, que permitirá al público en
general, especialmente a los jóvenes, descubrir y
redescubrir el placer por la lectura y la escritura,
pues toda persona que se aventura a la
experiencia de escribir, ineludiblemente se ve
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obligada a leer para nutrir la imaginación y
adquirir nuevas estrategias narrativas, que solo
las letras pueden otorgar.
Este libro difunde y promueve las producciones
estudiantiles que, en ocasiones, teniendo
grandes cualidades literarias y artísticas se
pierden en los cuadernos que caen en el olvido.
Además, esta versión digital, cuenta con talleres
de comprensión de lectura diseñados por el
Comité Editorial NO PARA-NORMALES.
Por tanto, esta obra se constituye en una gran
oportunidad para fomentar no solo nuevos
talentos literarios, sino también artísticos, puesto
que cada relato presentado en el libro cuenta con
una ilustración realizada por Ana María López
Sánchez, estudiante de la Escuela Normal
Superior de Caldas. Así pues, esta colección de
relatos es una puesta en escena para potenciar y
dar a conocer algunos talentos excepcionales con
los que cuenta la institución.
John Fredy Henao Arias
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ONE LAST GOODBYE
Alejandra Gómez Morales
magina que eres un anciano. Es de noche y
estás en la mitad de un bosque, la única
compañía que tienes es la luna y un hermoso
cielo estrellado que ilumina las inmensas copas
de los árboles que te rodean. Simplemente no
puedes despegar la vista de ese hermoso cielo
estrellado que te observa expectante de tus
siguientes movimientos. Sientes los ojos pesados
por la fatiga; sin embargo, no quieres dejar de
mirar esas brillantes estrellas. Abatido por el
cansancio se te cierran los ojos por un momento
y cuando los abres, puedes notar que eres más
alto que los árboles que te protegían. Sientes
emoción, confusión, temor y nostalgia de haber
perdido tu verdadera forma.
Así que restándole importancia a lo que pasará
después, fijas de nuevo tu mirada hacia ese cielo
iluminado. Te das cuenta de que las brillantes
estrellas están más cerca que nunca. Sin pensarlo
I
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dos veces, extiendes tu brazo para intentar
agarrar esos centelleantes luceros. Un puñado de
lucecitas flotando en la palma de tu mano.
Apartas la mirada de los astros, y te descubres
flotando en el espacio teniendo frente a ti una
portentosa vista hacia el sistema solar, entonces
te das cuenta de que hacen falta a ese mar de
estrellas un puñado de ellas, y sin apartar la vista
de los ocho planetas, dejas escapar de su
aprisionamiento esos luceros faltantes, y en una
danza espacial se completa el mar de figuras
celestiales.
Y sigues ahí, admirando ese impecable paisaje,
pero ahora tu mirada la cautiva un pequeño
cuerpo celeste pintado de azul y verde. Te
resulta imposible apartar la vista de él y el
tiempo transcurre así, sin importarte, ni
preguntarte ¿por qué estás ahí y por qué es
imposible para ti despegar la vista de él? Hasta
que tu vista se nubla, tu garganta se contrae y tus
pulmones sueltan todo el aire que contenían
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dentro. Con todas tus energías intentas luchar
contra una fuerza invisible que no te permite
respirar, finalmente cierras los ojos y te ríes de
esa fuerza asfixiante.
En cuestión de segundos sientes que un aire frío
y refrescante infla tus pulmones. Te has liberado
de esa fuerza que te asfixiaba y respiras
tranquilamente. Con temor de encontrar a tu
atacante invisible, abres los ojos lentamente. Te
das cuenta que ya no estás flotando en el espacio,
sino que estás sentado en un asteroide que
recorre continuamente ese lugar llamado tierra,
esa esfera al que llamas hogar. Estás sentado en
la luna, sin hacer nada, pero ahora sí te
preguntas ¿por qué estás ahí?, ¿por qué tienes
ese privilegio? Entonces comienzas a tener la
sensación de haber olvidado algo, quizás a
alguien muy importante. Caes en cuenta que la
dueña de tus anhelos roba tus pensamientos. Sin
ella no puedes vivir ese momento.
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Así que te levantas decidido a ir por ella. Corres,
corres tan rápido como tus piernas te lo
permiten, y saltas con tanta desesperación y
adrenalina en el cuerpo, que no te das cuenta de
que en ese momento pasa el caballero negro
obstruyendo tu trayectoria y te estrellas con él.
Con todas tus fuerzas tomas el borde del
caballero negro y lo empujas apartándolo de ti
para seguir tu camino hacia tu hogar, donde te
espera tu amada. Lo haces tan rápido que
pareces una estrella fugaz.
En cuestión de segundos ya estás ahí, sentado en
un pequeño acantilado. Estás frente al cielo
pintado de carmesí. Escuchas pasos detrás de ti,
y vuelves la mirada para ver de quién se trata, y
la ves ahí. Los dos conectan sus miradas en una
tierna batalla, hasta que se da por vencida para
sentarse a tu lado. Apoya su cabeza en tu
hombro izquierdo. Ahora los dos miran el
atardecer. La noche llega con un beso y con el
pitido intenso de una máquina. Vuelves a la
cruel realidad. Sabes que ya no podrás decir más
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que la amas, que ya no la podrás ver todos los
días, sabes que te tienes que despedir para
siempre y la tomas de la mano con la dulzura
que te queda.
En la pequeña sala del hospital se puede
escuchar el eco del llanto de desesperación de tu
amada, y el pitido incesante de la diminuta
máquina señalando que ya no estás en este
mundo.
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UNA EMPANADA1 ANUNCIADA
Yolanda Guzmán Saraza
Una historia inspirada en
Gabriel García Márquez
l día que le iban a hacer la empanada,
Bonilla se levantó a las 5:30 de la mañana
para esperar la buseta que lo llevaría
hasta el colegio. Esa noche había soñado con la
estudiante más linda del salón. Caía una suave
llovizna, que no le daba ganas de salir de la
cama. Pero no tenía remedio, su madre lo
llamaba a gritos para que se arreglara y se fuera
a estudiar. Bonilla siempre soñaba con chicas.
Al llegar al colegio descargó su bolso sobre la
silla, y salió a caminar mientras esperaba que
sonara el timbre, que indicaba que era hora de
entrar a clase. Todos allí sabían que el bolso
estaba solo, pero a Goma fue a la única que se le
ocurrió hacerle la empanada, ella le contó a
Sofía, y, a su vez, Sofía se encargó de decirle a su
E
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beffa2 Cristal lo que Goma iba a hacer. Así fue
como se regó el chisme por todo el salón. Bonilla
no sabía nada sobre el macabro plan, pero
Emanuel fue corriendo a prevenirle sobre el
rumor que estaba corriendo. Bonilla no creyó
nada de lo que le dijo, ¿cómo alguien se atrevería
a hacerle algo tan cruel? Se preguntó. Así que
dejó en visto3 lo que Emanuel le había dicho.
Cinco minutos más tarde sonó el timbre. Como
de costumbre, Bonilla entró al salón escuchando
rock, sus audífonos reventaban. Cuando llegó se
sorprendió de ver su bolso al revés, pero no se
enojó, solamente se dedicó a ponerlo al derecho.
A Goma le salieron las cosas al revés, pues ella
quería que se preguntara quién le había hecho la
empanada, o que se pusiera bravo, como suele
hacerlo, pero lastimosamente no pasó ninguna
de estas dos cosas. Con su actitud, Bonilla, le
hizo la empanada a las intenciones de Goma.
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SIN RUMBO
Manuela Agudelo Chica
Siempre pensé que cada quien era autor de su
historia, y que los actos y decisiones marcaban
de una forma inexorable el destino. Pero a los 15
años comencé a tener visiones. Eran sueños en
los que terminaba empapada de sudor y
lágrimas.
Desde muy niña, al menos desde que tengo uso
de razón, me ha gustado el misterio, y pasaba
horas escuchando, en la voz de los más ancianos
del pueblo, leyendas extraordinarias que me
dejaban con la inquietud de saber si eran ciertas
o solo invenciones para entretener a los más
incautos. Muerte provocada era mi favorita. Me
intrigaba saber cómo alguien había sido capaz
de llegar al lugar al que moriría, sabiendo lo que
allí ocurriría, y peor aún, sin querer morir. La
historia no tenía sentido alguno, y eso era lo que
la hacía más espléndida.
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No obstante, un día empecé a encontrar una
relación latente entre la leyenda y mis pesadillas,
y eso, más que nada, me provocaba un furor de
espanto y adrenalina.
Fue entonces que la leyenda pasó a ser la
realidad más brutal que jamás hubiera
imaginado. Comencé a comprender cómo desde
mi nacimiento había estado destinada a llevarla
conmigo, dejando sin sentido todas las
decisiones que había tomado. Mi futuro no era el
que yo había soñado y construido.
Muy probablemente a usted le pasará lo mismo.
No es casualidad que tenga esto en sus manos;
sé que nunca supo que tuvo una hermana, que
creyó que su vida era corriente, y sé que sus
pesadillas, al igual que las mías se convertirán en
realidad.
Sé que toda su vida dará un terrible giro. Sé que
pronto llorará y lamentará haber vivido; que le
hablarán de la leyenda una y otra vez, y que
usted callará como yo lo he hecho. También
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sabrá que la leyenda no es totalmente real, y que
su muerte será peor de lo que se relata. Sabrá que
está condenada a vivir algo que no es suyo y que
jamás lo fue. Sabrá que la obligaron a ser la
protagonista de una pesadilla, que dos
generaciones atrás, ya fue repetida. Llorará y
sufrirá, y conscientemente llegará al lugar donde
la muerte la espera.
Para mi es completamente tarde. Ya me voy a
encontrar con ella. Ahora le corresponde jugar a
usted.
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DON SILVERIO Y SILVANA
Samuel Aristizábal Botero
uenta la historia que en la vereda la
Silvana nació un hermoso niño. A
medida que pasaron los años, los padres
de aquel comenzaron a notar que el pequeño no
modulaba palabra, sin embargo, parecía
entenderlo todo. Así fue como comenzó la
historia de don Silverio.
Los años pasaron, ya no era un niño, se convirtió
en un adulto. Entonces se vio obligado a
encontrar métodos para comunicarse en su vida
cotidiana. Intentó con varios sistemas, pero
ninguno de ellos funcionaba totalmente.
Empezó con gestos, lengua de señas, sonidos,
pero ninguna llenaba sus expectativas por
completo, ya que nadie le lograba entender. El
día menos esperado llegó la noticia de la muerte
de su padre. En el triste y doloroso entierro
Silverio escuchó a un pájaro cantar de tristeza.
C
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Como señal divina el canto del pájaro lo inspiró
y le dio la idea de comunicarse silbando.
Un día, Silverio encontró una hermosa mujer con
su mismo problema, entonces le enseñó a
comunicarse silbando. A los pocos meses el
amor floreció y contrajeron matrimonio. Desde
ese día buscaron la llegada de un primogénito.
La noticia del embarazo no se hizo esperar.
En abril llegó la anhelada, pero lamentable
noticia. De la pareja de silbadores había nacido
un hermoso canario. Con el tiempo se
acostumbraron a tener como hijo a una linda ave
de plumas coloridas. Las conversaciones de la
familia eran las más sonoras que se hubieran
escuchado en la tierra. Pero la desgracia pronto
tocó a la puerta de la resonante familia. La pareja
de silbadores murió en un accidente. Desde
aquel día el trinar de un triste pajarito se escucha
en el cementerio central, esperando un silbido
que lo pueda consolar.
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LA MULTIPLICACIÓN
Samuel Aristizábal Botero
espués de una larga jornada de trabajo,
el hombre abre la puerta, suelta su
maletín en el primer lugar que
encuentra, va a la cocina, abre la nevera, saca la
jarra de jugo y se sirve un vaso. Arrastrado por
el cansancio lentamente sube al segundo piso,
parpadea pesadamente. Deja el vaso en la mesa
de noche, se quita los zapatos, se cobija e
inmediatamente cae en un sueño profundo y
largo del que solo se despertará al otro día.
Se levanta un poco diferente, el pelo largo, los
labios más rojos que de costumbre, caderas
grandes, y siente un peso inusual colgando de su
pecho. Sale corriendo hacia el baño y se toca todo
el cuerpo. No se cree el cuento. ¡Es una mujer!
Asustado y sorprendido solo atina a pensar que
siendo mujer va a poder comprender lo
enigmáticas que estas son. Sus llantos
D
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repentinos, los rechazos incomprensibles, el mal
humor inexplicable. ¿Sería posible entender una
mujer siendo una o acaso ellas también son
incomprensibles para ellas mismas? En medio
de sus reflexiones sonó su celular. Era un
mensaje de texto.
«Princesa, te espero a medio día afuera de tu
casa. Te invito a almorzar»
Asustado o asustada no sabía quién era el
remitente, tampoco entendía por qué le decía
princesa, y mucho menos, porque lo, o la había
invitado a salir. Presumió que era su novio. ¡Qué
horror! No sabía qué hacer, ni cómo reaccionar,
pero sobre todo no sabía qué ropa ponerse.
Entonces se dio cuenta de que ya no solo tenía el
cuerpo de una mujer, sino que hablaba como
mujer y pensaba como una, y también se dio
cuenta de que ya eran las 10:00 de la mañana y
que solo le quedaban dos horas para arreglarse.
Cuando estaba ya lista, tocaron a su puerta, bajó
las escaleras y se percató de que sabía manejar a
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la perfección los tacones Stiletto de 12
centímetros que usaba. Al abrir la puerta se
encontró al hombre más feo del mundo o, mejor
dicho, al más feo que ella hubiera visto. Sintió
tranquilidad de que no le gustara. El hombre se
le acercó para darle un beso en la boca, sin
embargo, lo evitó moviendo la cara. Se enfadó.
Pero como toda pelea entre un hombre y una
mujer, salió perdiendo el hombre. Así la mujer
fuera nueva en el oficio de ser mujer.
Finalmente, se fueron a almorzar. Parecía que
cada vez se habituaba más a su nuevo papel de
mujer porque cuando escuchó que le querían
regalar unos zapatos, la alegría le llegó
inmediatamente. Como era natural, después de
recorrer toda la ciudad compró los que había
visto en el primer almacén.
Cuando regresaron a casa, el hombre osó
besarla, y esta vez, no fue rechazado, la arrojó a
la cama y la comenzó a amar, pero todo se vio
interrumpido. El niño que había estado soñando
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toda la noche despertó sin recordar que había
soñado que era un hombre que, a su vez, había
soñado ser una mujer. Solo recordaba que tenía
evaluación de matemáticas y que no sabía cómo
multiplicar.
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LAS GOTAS
Manuela Jaramillo Salazar
sí, ahí estaba, en su cuarto, en su
ventana…. Estaba mirando como
bajaban las gotas prestas a ganar la
carrera. Le encantaban los días lluviosos porque
podía ir a su ventana y ver como las gotas
competían entre sí.
Miraba las gotas con toda atención, haciéndole
barra a la gota que al comenzar a descolgar el
vidrio era la más delgada. Sabía que esa gota
necesitaba de otras para poder ganar, porque en
la carrera hay gotas que se unen a otras para
avanzar y llegar victoriosas al final. Un húmedo
trabajo de equipo.
Un día que se disponía a contemplar una gran
carrera, observó a través de una goterilla, que
tomaba un descanso, pasar al que sería el amor
de su vida.
Y
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Sus miradas atravesaron a un mismo tiempo la
pequeña gota, y entonces, supieron que algo
trasparente y efímero los unía. Sin hablar se
dijeron mil cosas, pero la tormenta pronto
terminó y él desapareció con ella.
Una noche de lluvia se volvieron a ver. Ella sabía
que tenían mucho en común, a los dos les
gustaba ver llover y si la tormenta lo ameritaba,
les gustaba sentir el agua de la lluvia recorrer sus
cuerpos. Esta vez ella salió al pórtico, y, como si
se conocieran de siempre, comenzaron a hablar.
Se dijeron sus gustos, sus miedos, se dijeron las
cosas que en verdad importan. Sin embargo,
antes de que terminara de llover, él se fue sin
decir a dónde iba o de dónde venía, ella tampoco
se lo preguntó, ¿para qué saber esas cosas? La
lluvia los unía y eso era lo que importaba.
Pero el aciago destino tenía preparado un
tiempo de sequía, que según el instituto
meteorológico duraría al menos un mes. Una
devastadora noticia.
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Pero como en esta parte del mundo el servicio
meteorológico rara vez acierta, una noche en la
que ella dormía, sintió el golpe de la lluvia dar
contra el techo y la ventana. Era la tormenta más
espléndida que se hubiera registrado en la
ciudad de los Milagros. Se incorporó y se asomó
a la ventana. Miró la carrera frenética de un par
de gotas que parecían quererlo dar todo en la
carrera, pero una de ellas tomó
intempestivamente el camino equivocado,
mientras la otra le sacó ventaja para llegar al
marco de la ventana y confundirse entre el agua
que escurría. Como el primer día, apareció aquel
joven de mirada sombría, con sus ropas oscuras
y tez pálida.
Ella salió. Se miraron, se abrazaron y sin decirse
nada, estuvieron largo tiempo en un elocuente
juego de sonrisas y miradas furtivas, mientras el
agua les acariciaba la piel, las sonrisas y el alma.
Caminaron juntos bajo el majestuoso vendaval
tomados de la mano. La felicidad los inundaba.
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Sin embargo, la palabra felicidad no está hecha
para durar. Él soltó su mano, y caminó en
dirección a un arroyo. Ninguno de los dos se dio
cuenta que, en sus rostros, las lágrimas también
jugaron a las carreras. Cuando llegó al arroyo se
empezó a disolver. La chica observó cómo su
amor se diluía y corría junto al agua lluvia de ese
triste arroyo, sin terminar de mezclarse con él.
Sabía que esa era una despedida. Por primera
vez se iba en la parte más pomposa de la
tormenta. Estaba acongojada de ver cómo se
alejaba, pero a la vez se sentía emocionada de
verlo competir libre y sagaz. Era la carrera más
emocionante que hubiera visto.
Hoy, tanto tiempo después, sigue mirando
llover en su ventana. Espera que una nube traiga
a su amor a gotear. Pero es consiente que la
lluvia solo te empapa una vez, aunque vengan
otras tormentas.
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UN AMOR DE OTRO MUNDO
Alejandra Granada Giraldo
elante de mí estaba una chica alta y
lánguida. Usaba un vestido color
carmín que cautivaba mi mirada, un
cabello largo y color castaño adornaban unas
sonrosadas mejillas.
Su rostro se veía triste, podía ver en su mirada
cierto dolor, pero no un dolor de algo pasajero,
sino de algo que la había atrapado mucho
tiempo atrás. Yo podía notar que su presente no
estaba bien; sin embargo, me preguntaba más
acerca de su pasado y de la causa de su tristeza.
Dentro de mí estaba el ineludible e intenso deseo
de hablarle, aunque su rostro se veía triste y
apagado podía notarse que era una joven
hermosa. Mientras la miraba pensaba en qué
decirle, pero no se me ocurría nada, me sentía
como un mampolón que no era capaz de
hablarle a una chica.
D
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En sus manos tenía un libro y vi allí la excusa
perfecta para hablarle, no era una idea muy
desatinada. Me senté a su lado, la miré, miré el
libro y dije –el collar de monolítica, así se
llamaba el libro. Ella me miró
– ¿De qué trata? – le pregunté. Ella tardó unos
segundos en contestarme
– Trata de un robo, no es muy interesante, pero
podría cautivar tu atención en ciertas partes –
sonrió.
– ¿Lees mucho en tu tiempo libre? –Inquirí
Seguimos hablando por un largo rato. Era
divertido hablar con ella, no era una
conversación común ni mucho menos aburrida.
Mencionamos demasiados temas, desde
siderales y constelaciones hasta lo que podría
lograrse con el pedernal. Le pregunté si
podíamos vernos de nuevo. Ella quedó en
silencio, tomó sus cosas, me miró y dijo:
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–Gracias por hablar conmigo hoy –y se fue
rápidamente. Me quedé pasmado por un
momento, pero pude reaccionar lo
suficientemente rápido para ir tras ella y
detenerla.
–¿Qué sucede? –la tomé del brazo firmemente.
Nos quedamos viéndonos fijamente a los ojos
–Sé que estás mal, que algo te sucede. Apartó la
mirada y botó un corto sollozo. Me miró de
nuevo.
–Solo olvídame
–¿Por qué?
En ese momento empezó a llover y corrimos a
hacernos bajo un toldo.
No podía entenderlo, ¿por qué simplemente no
podía aceptar estar conmigo otro día?
–Al menos dime tu nombre.
–Sara, Sara Restrepo –me dijo.
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–¿Estás con alguien?
–No, pero ya me debo ir.
Ya no iba a detenerla, no iba a intentar
disuadirla. La vi alejarse entre la lluvia y solo
estaba dentro de mí un gran interrogante. Se fue,
sin mirar atrás, sin dudar, solo dejó vestigios en
mi mente.
No volví a saber nada de ella. A veces iba a
buscarla en el primer lugar donde la había visto,
pero nunca volvió.
Yo iba los domingos al cementerio para visitar la
tumba de mi abuelo, que había muerto cinco
años atrás, un atroz cáncer se lo había llevado.
Un domingo me quedé un poco más de lo
acostumbrado con él. Finalmente, decidí dar un
pequeño recorrido por el cementerio, no era uno
de los mejores ambientes, pero algún día yo
estaría allí y debería acostumbrarme. Mientras
caminaba escuché un llanto, un llanto que
estremeció todo dentro de mí, me acerqué
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lentamente al lugar de donde provenía y ahí
estaba ella, la chica, la misma chica de aquel día
con su vestido rojo.
Empecé a caminar hacia ella, estaba arrodillada
delante de una tumba sin flores, una simple
lápida seca. Estaba a unos cuantos pasos tras de
ella, pero de repente se levantó y se fue
corriendo, intenté alcanzarla, pero fue inútil.
Volví a esa tumba, a esa tumba sobre la que ella
lloraba con gran dolor. Me acerqué, supuse que
allí estaría su padre o un familiar muy cercano,
y tal vez esa podría ser la explicación de la
tristeza que la invadía.
Me paré frente a la lápida que decía: Sara
Restrepo (1946-1965).
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ELLA
Alejandra Granda Giraldo
odía hacerlo y lo hice. Cuando escuché
su desesperada voz, ya todo estaba
jugado.
– ¡Simón, Simón! ¡Espera!
No quise detenerme, ya había tomado la
decisión, ya no podía dudarlo más. Lo había
meditado desde hacía mucho tiempo. La idea
habitaba en mi cabeza ocupándose cada vez más
de ella. Finalmente, se apoderó de mí por
completo.
Pero ese plan de días y horas se transformó en
segundos, en un solo instante. En este pequeño
momento. Y este preciso segundo ha sido
interrumpido por ella, la razón de todo, la
culpable.
Su voz, esa voz dulce que cautivaba, que
atrapaba. Esa voz que en la noche me leía poesía.
P
48
Esa que en la oscuridad y el silencio me
susurraba al oído, aquella que cantaba suaves
melodías para mí, sigue llamándome a gritos
tras esa puerta.
Tan solo su voz, o ella, hubieran podido
detenerme, pero llegó tarde, ya no hay vuelta
atrás. Mi mundo se congela. Frente a mí se
amontonan los recuerdos. Allí estoy plasmado
en papel, en un arsenal de hojas que rodean las
paredes de mi habitación. Sus palabras en cartas,
sus retratos a lápiz, sus fotografías.
Todavía puedo sentir su perfume en mi
habitación, ese suave aroma que la caracteriza,
ese olor que me atrae locamente como su
mirada. Esa mirada penetrante, directa, con la
cual escudriñaba toda mi alma. Sus ojos eran la
muestra intacta de sus sentimientos, con una
mirada me decía todo lo que yo no puedo
expresar.
Ella, a la que le dediqué mi más sincero te amo,
mi más apasionado beso, las caricias más suaves
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y mi poema preferido. Ahora está tras esa puerta
pidiéndome que me detenga, pero no puedo.
Ella, a la que mis ojos contemplaban, mi cámara
plasmaba y mis dedos retrataban. Yo, el
cómplice de sus travesuras y el causante de sus
risas. Éramos compañeros en la soledad. ¿Pero
qué era yo para ella?
Ese tiempo que traté de convencerme de que no
había sido mi amor más profundo, solo me
apegaba más a ella, o más bien, a los recuerdos
que viví junto a ella. Solo podía ver que la había
amado con coraje, pero ya estaba sin ella. Me
preguntaba por qué ella no había logrado ver mi
profundo amor, o tal vez sí, solo que no le había
dado importancia. Solo fui una compañía en los
momentos de soledad y tristeza.
Ella se fue. Me dejó. Me olvidó. Morí en su
corazón, pero en mí, ella sigue intacta, igual que
mis sentimientos por ella.
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Se fue, y ahora que vuelve a llamar a mi puerta,
que quiere detenerme porque sabe lo que
sucederá, ya es tarde. Sus fotografías, sus
retratos, sus cartas, su perfume y yo, nos
desvanecemos lentamente entre el fuego.
51
ESCALERAS CIRCULARES
Samuel Aristizábal B, Sara Lucía Patiño y
Sofía Zambrano Cardona.
uego de una larga jornada laboral,
Daniel llegó a casa, soltó su maletín sobre
el primer lugar que encontró, fue a la
cocina, abrió la nevera, sacó una jarra con jugo
y se sirvió un vaso. Movido por el cansancio
subió las escaleras circulares que daban a un
angosto corredor que desembocaba en la
habitación principal.
Al llegar, se acostó y cayó dormido casi de
inmediato. El vaso de jugo lo había dejado sobre
la mesa. Cuando despertó ya no se encontraba
en su habitación ni en la cama donde había
conciliado el sueño. Estaba en medio de un
bosque, ¿cómo había podido llegar hasta allí? Se
preguntaba sin salir del asombro. Recordó estar
acostado en su cama pensando en la dura
jornada que había pasado. Luego, todo fue
oscuridad. Sintió frío. Se dio cuenta de que
L
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estaba desnudo. Asustado, y sin saber qué hacer,
intentó convencerse de que todo era una
pesadilla causada por el cansancio. Pero la
realidad era que estaba en un lúgubre bosque
donde la noche caía. Pensó haber visto siluetas
moviéndose entre los árboles, entonces, se sintió
observado. Sintió angustia, quizás, por el hecho
de estar desnudo. Al alzar la vista, vio una luz
en el cielo con la forma de su nombre, Daniel.
Aliviado, empezó a caminar en dirección a la luz
tapando sus genitales con un par de hojas de
árbol. Gritaba por ayuda mientras corría, pero la
luz empezó a retroceder. Se sintió estúpido por
intentar alcanzarla. Fue entonces que, movido
por el cansancio, subió las escaleras circulares
que daban a un angosto corredor que
desembocaba en la habitación principal. Se
sintió extraño, pero no le dio importancia, dejó
el vaso de jugo sobre la mesa de noche, se acostó
y cayó dormido.
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NOTAS DE UN ENGAÑO
Mauricio Villada Cardona
ace ya mucho tiempo que no
caminaba por estas calles vetustas y
abigarradas de templos gigantescos.
En este ambiente nocturno no se admiran tonos,
en este silencio sepulcral deambulo por
callejones escuálidos y solitarios. Espero ver
pasar una musulmana con su hiyab, y espero que
venga emperifollada para que sean evidentes
sus intenciones al andar a estas horas de la noche
por las calles de Estambul. Desde una casa con
luces encendidas sale un fragor incómodo de
describir, entro al lugar y camino por un pasillo,
sigo a través de un piso de alabastro hasta llegar
a unas termas donde una mujer enlutada me
pregunta si estoy interesado, mientras me señala
dentro de la habitación de termas. Echo un
vistazo y ¡menuda sorpresa!, encuentro allí una
gavilla de mujeres vendiéndose, mientras se dan
abluciones en los cuerpos desnudos. Una de
H
56
ellas se acerca a mí y empieza a disuadirme
rigurosamente, me invita a aventurarme con
ella. Tiene un aspecto pueril, pero me logra
persuadir. Atravesamos un lugar con un coche
que tiene el bastidor del capó arriba y llegamos
a una alcoba. Bajo las persianas y me acuesto en
un petate donde la amo con parsimonia hasta
que el sol nos alumbra de nuevo.
Lo relato en presente porque siento que de
nuevo lo vivo. Admito que esa noche la volví a
amar con locura, deslizándome por su piel
mojada y desabrigada, pero como en todos los
lugares así, fue solo un amor aventurero que
dura nada más que una noche, con cariño
limitado a la cantidad de dinero que se tenga en
el bolsillo. Tan solo una experiencia más que no
olvidaría en el viaje de regreso a mi hogar. Ese
lugar de muebles remendados donde está la
cama, que guarda el olor del perfume de mi
esposa que, sin saberlo, en mi viaje a Estambul
fue deshonrada. El secreto será guardado hasta
mi tumba, a no ser, que ella lea este texto.
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59
POR UN MAL CAMINO
Shanny Libeth Bernal Giraldo
steban era mi vecino favorito. Era joven,
callado y sobretodo muy alegre. Pero,
como dice mi abuelita, a él solo le
conocía la sonrisa. Ignoraba que era depresivo, y
trataba de ignorar lo que murmuraban de su
vida…
Todos los días, Esteban iba a la tienda a comprar
panes para el desayuno, y en ocasiones, según
cuentan los vecinos, se encontraba con alguien
para comprar alucinógenos. Razón por la cual,
con el tiempo, Esteban fue alejándose de todos,
incluso de mí.
Un día de tantos, Carmen, una vecina que vivía
al lado de unos terrenos boscosos se disponía
para ir a trabajar, pero al abrir la puerta quedó
horrorizada. El cuerpo de Esteban, de mi vecino,
de mi amigo de la infancia estaba tirado en el
piso. La policía no tardó en llegar alertada por la
E
60
comunidad. Descubrieron que el cuerpo estaba
mutilado, la pierna derecha de Esteban no
estaba. Pronto se escucharon los gritos de una
madre desesperada. No solo habían matado y
mutilado a su hijo, habían mutilado una parte de
su vida y habían matado para siempre la
esperanza de días mejores.
Según rumoraban los amigos de Esteban, este
había recibido varias amenazas porque no había
pagado unos psicoactivos, que había adquirido
con «caremuerto», el microtraficante más temido
del barrio. Aunque la pierna de Esteban la
encontraron monte abajo, la felicidad de su
mamá se perdió para siempre. La historia de
Esteban no solo es la historia de él, es la historia
de muchos jóvenes manizalitas, que
sucumbieron a sus tristezas.
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62
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ÚLTIMAS PALABRAS
Anselmo Corredor Angulo
uando la vio por primera vez quedó
admirado por su belleza, no era la
mujer más bonita que hubiera visto,
pero tenía algo que la volvía única,
como si fuera una oveja blanca en un rebaño de
ovejas negras, había algo que le fascinaba de ella,
podrían ser sus labios grandes que parecían la
mejor escultura de Miguel Ángel, o sus ojos
promedios, pero dilatados cual diafragma de
cámara bajo la luz de la luna, su rubor natural
tenía las pinceladas mágicas de Leonardo da
Vinci. ¡No importaba lo que fuese! Solo le
encantaba admirarla como un colibrí admira a la
flor perfecta. En los descansos de clase, él
intentaba acercársele de alguna manera, pero no
era capaz, ¿qué pasaría si no le agradaba su
temperamento?, o ¿si la importunaba?
C
64
Yo la veía como una persona más, una estrella
entre tantas del infinito cosmos. Me acerqué a
ella en el cambio de clases, para no tener
momentos incómodos. A mi amigo le da pena
hablarte, atiné a decirle. Basta decir que las
melodías del rap son más expresivas que yo.
Al día siguiente, ella se acercó a nosotros y me
pidió que me fuera. Le hice caso porque vi a mi
madre reflejada en ella. Los vi hablando, ¿de qué
podrían hablar dos desconocidos que están
juntos por primera vez por causa de una persona
insignificante como yo? Supongo que él le dijo lo
que pensaba de ella, y ella de él, podrían haber
hablado de muchos temas, como la cantidad de
materia que se halla en un cuerpo, pero luego
pensé, «solo son dos niños forzados por el
destino». Cuando acabó el recreo, y una vez
estuvimos en el salón de clases, no pude evitar la
curiosidad de preguntar sobre qué hablaron,
pero él, con su mirada, lo dijo todo, hablaron de
algo poco interesante para mí.
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Pasó el tiempo, ellos salían juntos al descanso
todos los días, dejándome solo. Al menos existe
la música para acompañar los momentos de
soledad. Siempre me ha encantado escuchar las
conversaciones de los instrumentos, es un
debate político entre ellos; sin embargo, no
puedo evitar pensar que están obligados a decir
lo que el compositor estructuró para su
conversación, ¿si serán felices haciendo lo que
les obliga a hacer?, ¿no desearán componer su
propias conversaciones?, asocio esto con la
complejidad del ser humano, y a como estamos
obligados a tener nuestro cuerpo, con nuestras
propias percepciones de las realidad, pero yo no
quiero mi cuerpo, es incapaz de comprender la
magnificencia de un Dios supremo, de entender
a las demás personas, de entender por qué a mi
amigo le atrae esa flor perfecta. ¡Quisiera nunca
haber existido! Pero si me suicido nunca seré
capaz de comprender estas incógnitas que
acaecen en mi mente. Sería una manera fácil de
solucionar mis problemas, dejaría de tener
66
dudas, pero a la vez debería tener valentía para
poder dispararme, tirarme de un lugar muy alto
o de tomar algún veneno. Es uno de tantos
dilemas que habitan en mi mente.
Al cabo del tiempo, la relación de ellos dos ha
ido mejorando. Es semejante a la relación de
U.S.A e Inglaterra. Cuando se hicieron novios
empecé a mirarlos peor de como los miraba
antes, era como Alemania ante las dos potencias,
pero como en las guerras mundiales, no tenía
oportunidad ante ellos. Me quedé neutro en mi
papel de Suiza. No podía hacer nada más que
observar el amor tan empalagoso que provoqué,
por ayudar a la única persona a la que le
agradaba, o bueno, eso creía. Empecé hablando
de esto porque de alguna manera fue relevante
en mi vida. Ver como otros se aman mientras yo
observo, desencadenó mi mayor odio hacia las
personas.
Ahora me doy de cuenta que de alguna forma
me gustan los hombres y las mujeres. Otra razón
67
para odiar mi cuerpo. ¡Es ilógico! Odio la
existencia y odio mi vida. Ellos y ellas se burlan
de mí. Lo único que me queda es el narcisismo
exagerado, creo que, sin este defecto, que se ha
convertido en mi mayor fortaleza, mi existencia
sería peor de lo que ya es. Porque piensen, todo
lo que he dicho hasta aquí es mi manera de ver
la realidad, para mí no puede haber más que
esto. Para ti la vida puede ser otra, quizás una
más optimista, una más ilusa, una más pacifista,
sin embargo, la mía es pesimista. Hay tantas
posibles vidas como ceros en google.
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69
INSTRUCCIONES PARA CAMINAR
Sara Lucía Patiño López
rimero que todo. ¡Muy importante!
Asegúrese de tener equilibrio, pues no
querrá pandeyuquiarse3 al frente de
alguien. Si se encuentra solo, hágalo por su
propia estabilidad moral.
Ahora tendrá que fijarse en sus pies. Espero que
no tenga anormalidades, si las tiene, de acuerdo
al protocolo, debe empezar a preocuparse, pues
no tiene un cuerpo normal dentro del estereotipo
que se maneja. Le recomiendo acudir al
ortopedista.
Antes de empezar recuerde el talco, es
sumamente importante, se va a arrepentir si
hace caso omiso.
Luego, impulse su pie hacia adelante, poco,
mucho, de acuerdo a la velocidad y distancia
que desee recorrer con el paso. Realice esta
operación repetidas veces, obviamente, primero
P
70
con uno de los pies y después con el contrario.
¡Aquí lo que hay que tener es lógica!
Si vive esta maravillosa experiencia con gente,
tal vez le cueste igualar el ritmo y tampoco le voy
a recomendar que lo haga. Si la persona es muy
lenta, adelántese, es un martirio tener que
esperar a que los demás hagan lo que usted
quiere que hagan, (definitivamente lo que no
hace uno no lo hace nadie) y si por el contrario
usted es más lento, quédese atrás, analice un
poco el paisaje. Si lo acosan, simule que a esa
gente nunca antes la ha visto. Personas como
usted son singulares.
Como ñapa, un dato fascinante (usted no lo
sabía): puede hacerlo mientras realiza otras
actividades como dibujar, comer, cantar,
etcétera. ¡Experimente!
71
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73
UNA CRÓNICA ESTÚPIDAMENTE SERIA
Sara Lucía Patiño López
uan José Naranjo había tenido un accidente
trágico, por lo que no había podido asistir a
ninguna de las actividades del grupo Scout,
así que la dirigencia pensó, ¿por qué no llevar la
actividad a él? Para la tropa no fue una buena
idea, pues como se suele decir, ¡vivía en la quinta
porra! Y teníamos que ir caminando.
Fueron cinco crueles horas. En el camino vimos
algo impactante, era un perro, sin raza, (aunque
eso de las razas es terriblemente
discriminatorio). Era blanco y negro (algo más
justo). Un metro antes, habíamos visto un par de
ojos color miel cubiertos, en gran parte, por hilos
de sangre. También vimos muchas otras cosas
que en este momento son borrosas en mis
recuerdos. Las
lágrimas no paraban de salir de mis bien abiertos
ojos, y las ganas de vengar a esa criatura no
desaparecen todavía.
J
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Faltaba una hora, recuerdo haber pensado
mientras corríamos por una loma gritando que
estábamos completamente perdidos, pero la
ocasión hacia el hecho de estar perdidos un
recuerdo hermoso.
¡Señal de vida! Dijo Juan Felipe Ocampo
imitando a un pirata. Sinceramente, parecíamos
idiotas, era como si nunca antes hubiésemos
visto una casa.
Esta era bastante retirada de la ciudad, y había
muchas mascotas. Todos nos moríamos por los
animales, pero ese día nos moríamos de sed. Así
que lo único que estaba en nuestras mentes eran
unos vasos empañados, sostenidos por dos
bandejas de plata sumamente elegantes, el
contenido de aquel objeto no importaba. Pensar
que todavía faltaban algunos metros era
agotador. Alguien dijo con tono decidido
¡CORRAMOOOOOOOS! Todos obedecimos,
pero después de unos diez pasos paramos,
75
giramos la cabeza y le dedicamos a esa persona
nuestras peores miradas de odio y decepción.
Cuando llegamos, nos lanzamos a esas bandejas
cual halcón a un nido de pájaros, nuestras
camisetas ya no eran azul claro, el sudor cubría
las zonas de los sobacos, la espalda, y el cuello.
Agregándole que la parte trasera de nuestros
maletines estaba húmeda.
Nos dejaron descansar. No almorzamos a pesar
de que fuese la una, estábamos fatigados, las
piernas nos temblaban, y unos cuantos
llorábamos, porque estar sofocados es como
estar encerrados vivos en un ataúd.
Diana Naranjo, que era parte de nuestra tropa,
pertenecía a la familia que nos acogía, así que
unas horas después estábamos encantados de
barrer, trapear, limpiar la cocina, el baño, y el
corral del caballo. Aprovechamos muy bien la
oportunidad de tener que limpiar este último,
pues el juego favorito del grupo IV Pirsas
consistía en que, repartidos en dos grupos de
76
cuatro personas, se agarrara a un mismo tiempo
cierta porción de excremento. El grupo que
quedara más sucio perdía. Simple.
Esa noche la tropa Turzagas decidió hacer su
especialidad, espaguetis con salchichas de pollo
y mucha mantequilla. Todos teníamos que
dormir en la misma sala y éramos
aproximadamente 18 personas. Fue como jugar
tetris humano.
Pero un buen scout no se duerme tan temprano.
Salimos a jugar. Se veía todo tan escalofriante
que temblé todo el tiempo. Hubo unos que otros
hechos que se pueden catalogar como
paranormales, pero eso no es digno de ser
contado.
A las cuatro de la mañana decidimos ir a dormir,
pero nunca faltan los que se quedan despiertos
para atacar maletines indefensos. La dirigencia
estaba durmiendo en una carpa a las afueras, por
tanto, no fue mala ni aburrida la idea de atacar
dicha carpa.
77
Al momento de salir de la casa, Juanito, el más
torpe de la tropa, pisó una rama que casi lo
tumba, en su esfuerzo por no caer, pateó una
puerta de metal. A Sebastián Santafé le sobraba
la rabia y no pudo evitar pegarle un puño que
terminó en un suave grito de Juanito.
Milagrosamente nadie despertó. Decidimos
hacerle la empanada1 a la dirigente más
malgeniada de la tropa. Parecía una buena idea.
En la mitad de la hazaña, una sonrisa sádica se
abrió campo en mi rostro cuando dije de manera
cortada: –mé–tan–le pie–dras.
Una vez que el maletín estuvo lleno de rocas más
grandes que nuestras manos, salimos corriendo,
esta vez vigilando a Juanito. Fue en la mañana
cuando nos dimos cuenta de que la idea de la
empanada, a esa dirigente, no fue precisamente
la mejor, pues casi a las cinco y media de la
mañana nos despertó tirándonos las rocas. El
dolor fue insoportable por una hora entera. Nos
obligó a hacer la empanada en nuestros propios
maletines con piedras aún más grandes. Pero era
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preferible eso a cualquier otra cosa que pudiese
hacer.
79
LA TAREA
Manuela Suárez Cardona
s un día lluvioso. No tengo ganas de
hacer ninguna actividad, pero no tengo
opción. Estoy sentada en mi cama
pensando en las tareas que debo hacer. La de
lengua castellana la tengo desde la semana
pasada, pero no he encontrado la inspiración, o
quizás sea ella la que no me encuentra a mí.
¡Vaya uno a saber! Empiezo a escribir sin ningún
sentido, pero la lluvia no me deja concentrar. En
realidad, no sé lo que estoy redactando, miro
hacia atrás y me doy cuenta de que este texto
tiene un poco de sentido, pero ya no me salen
más palabras. ¡Qué difícil es ser estudiante
cuando llueve! Quiero dormir.
Ahora pienso en que estará haciendo mi familia,
tal vez si ellos estuvieran aquí todo sería más
fácil. Cuando estoy acompañada me siento más
cómoda y escribo mejor. Pero estoy sola y eso es
todo. Mejor seguiré escribiendo sin ningún
E
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sentido, es mejor esto que nada. Entonces pienso
que tal vez este relato no le guste al profesor, ya
que como lo dije anteriormente no sé qué estoy
escribiendo. Me empiezo a sentir mal porque sé
que podría hacerlo mejor. No sé qué está me está
pasando. Ahora alguien está gritando en la calle
y me asomo en la ventana para ver si logro
entender lo que dice, sin embargo, sigo sin
entender. Quizás este vendiendo veneno para
ratas o para políticos. Me doy cuenta que
cualquier cosa me distrae.
De vuelta en mi cama noto que el computador se
ha apagado. Tengo miedo de haber perdido lo
que hasta ahora he hecho. Probablemente no
tenga nada de lógica, pero es lo único que he
escrito, así que no lo quiero perder. Para mi
fortuna la tarea no se ha cerrado. Miro la hora,
son las 7.00 de la noche y pronto mi mamá
llegará. No he hecho las labores que me dejó, ni
siquiera lavé los platos del almuerzo. Seguro se
enojará. Dejaré hasta aquí este relato porque
tengo que cumplir con otras obligaciones. No es
81
mi culpa si no le gusta al profesor, igual, espero
que haya abandonado la lectura en la primera
línea.
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EUFORIA
Valentina Osorio Morales
Todos llevamos dentro el cielo y el infierno
Oscar Wilde
o te sabría explicar por qué lo hice, no
me comprenderías. Simplemente
algunas veces de la tristeza nace la
alegría. Sé que para ti no tiene justificación
aquello que hice y que todos tacharon de
horrible. Sin embargo, toda mi vida la pasé
pensando que las agonías de hoy, tenían su
origen en las euforias que pudieron ser.
Ese día dejé que mis sombras ganaran la batalla.
Fui libre. Aquel día mi infierno fue protagonista
del espectáculo. Cada movimiento que mi
cuerpo hizo, lo sentí ligero como una pluma.
Cada estocada, tan contundente y decidida. El
cálido líquido carmesí que iba empapando mis
N
84
manos, llenó el vacío que había estado en mi
alma desde siempre.
Ya no me ocultaba, ahora estaba aceptando mi
naturaleza. Me sentí completa. Me sentí sincera.
No te voy a decir que me arrepiento, porque no
lo hago. Al fin tu tristeza se convirtió en mi
alegría. Ahora no hay agonía por la euforia que
puedo ser; porque sí fue.
85
GLOSARIO
1 Hacer la empanada: acción de desocupar un
morral o una cartuchera, para ponerlo al
revés y volverlo a llenar con los elementos
que antes contenía. Todo esto con el fin de
molestar al dueño.
2 Beffa (Best friend forever): mejor amigo o
amiga de por vida.
3 Pandeyuquearse: caída intempestiva. 2Dicho
de un aparato que deja de funcionar
correctamente Ej. El celular se pandeyuqueó.
4 Dejar en visto: no responder un mensaje a
pesar de haberlo leído. Sinónimo de no me
importas.
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TALLERES DE COMPRENSIÓN DE
LECTURA
88
ONE LAST GOODBYE
Alejandra Gómez Morales
Antes de leer
1. ¿Qué significa el título?
2. ¿Qué sentirías si estuvieras en un bosque a
media noche?
3. ¿Describe la ilustración de la página 16?
4. ¿De qué crees que va a tratar el relato?
Mientras lees
5. ¿Qué significado puede tener la palabra
“expectante”?
6. ¿Qué reacción tendrías donde crecieras tanto,
hasta alcanzar los arboles?
7. ¿Qué es «ese pequeño cuerpo pintado de azul y
verde»?
8. ¿Qué significa la palabra carmesí?
9. ¿En qué escenarios se desarrolla la historia?
Después de leer
10. Con tus propias palabras resume el relato
11. ¿El título coincide con el cuento? ¿Se lo
cambiarías?
12. ¿Qué te pareció el final? Justifica tu respuesta.
13. ¿Te gustó la historia? ¿Qué parte te gustó más?
14. ¿Qué podrías concluir del relato?
89
UNA EMPANADA ANUNCIADA
Yolanda Guzmán Saraza
Antes de leer
1. ¿Sabes cómo se hace una empanada? Explica.
2. ¿Qué tipos de empanadas existen?
3. ¿Has hecho alguna vez la empanada? Relata tu
historia.
Mientras lees
4. Identifica los personajes de la historia
5. ¿En dónde se desarrolla?
6. ¿Quién fue la persona que le hizo la empanada a
Bonilla?
7. ¿Cuál era la relación entre Cristal y Sofía?
8. ¿Qué significa en el relato la expresión «Así que
dejó en visto lo que le dijo»
9. Interpreta la frase «Bonilla, le hizo la empanada
a las intenciones de Goma»
Después de leer
10. ¿Crees que es correcto realizar este tipo de
bromas? ¿Por qué?
11. ¿Te parece que la reacción de Bonilla fue la
correcta? Justifica tu respuesta.
12. ¿Cómo reaccionas ante este tipo de bromas?
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13. ¿Cuál hubiera sido el desenlace de la historia si
Bonilla hubiera reaccionado de una forma
violenta?
14. ¿Cuál es la relación entre el relato que acabas de
leer y Gabriel García Márquez? Si no lo sabes,
averígualo.
91
SIN RUMBO
Manuel Agudelo Chica
Antes de leer
1. ¿Crees que el destino existe o se construye con
las decisiones que tomamos? Argumenta
Mientras lees
2. ¿Cuántos años tiene la protagonista del relato?
3. ¿Quién escribe el relato?
4. ¿A quién va dirigido?
5. ¿Por qué la historia no tenía ningún sentido?
6. ¿Con quién se va a encontrar al final del relato?
Después de leer
7. Explica con tus propias palabras de qué se trata
el relato «Sin rumbo».
8. ¿Qué opinión te merece el relato? Argumenta
9. ¿Qué le cambiarías al relato?
10. Busca otro título al relato. Justifica tu elección.
92
DON SILVERIO Y SILVANA
Samuel Aristizábal Botero
Antes de leer
1. Observa y describe la ilustración de la página
27.
2. ¿Cuál crees que podría ser la relación entre el
título y la ilustración?
Mientras lees
3. ¿En qué vereda nació don Silverio?
4. ¿Qué problema notaron los padres del niño a
pasar los años?
5. ¿Qué métodos utilizó don Silverio para tratar de
comunicarse?
6. ¿A qué se refiere la palabra ‘primogénito’?
7. ¿Cómo era el hijo de don Silverio y su esposa?
8. ¿Qué significado posee la palabra resonante en
el texto? ¿Por qué otra palabra la podrías
reemplazar?
9. Redacta un final creativo en el que nunca
ocurrió el accidente.
Después de leer
10. Piensa en alguna persona que tenga dificultades
para comunicarse, no necesariamente un
sordomudo. ¿Cómo has tratado de ayudarlo/a a
comunicarse?
93
LA MULTIPLICACIÓN
Samuel Aristizábal Botero
Antes de leer
1. Haz un cuadro comparativo entre las
características generales de la personalidad de
2. un hombre y de una mujer
Mientras lees
3. ¿Qué hubieras hecho si estuvieras en la misma
situación que el protagonista?
4. ¿Quiénes son los personajes de la historia
5. ¿Qué personajes existieron realmente?
6. Interpreta la frase, «entonces se dio cuenta de
que ya no solo tenía cuerpo de una mujer, sino
que también hablaba y pensaba como una»
Después de leer
7. Aparte de que el niño tenía una evaluación,
¿qué relación guarda el título del relato con la
historia? Argumenta.
8. ¿Qué te pareció el relato?
9. ¿Qué le cambiarías? Justifica tu respuesta
10. ¿Qué otro final le darías al texto?
11. Haz una narración del sueño más extraño que
hayas tenido.
94
LAS GOTA
Manuela Jaramillo Salazar
Antes de leer
1. ¿Te gustan los días lluviosos? ¿Por qué?
2. ¿Qué actividades hacen las personas mientras
llueve?
Mientras lees
3. ¿En dónde se desarrolla la historia?
4. Interpreta la frase «un húmedo trabajo de
equipo»
5. ¿Cuál era el pasatiempo de la protagonista?
6. ¿Qué era ese algo efímero y trasparente que unía
a los personajes?
7. ¿Qué significado tiene en el texto la frase, «la
lluvia solo te empapa una vez, aunque venga
otras tormentas»?
Después de leer
8. Copia en tu cuaderno las palabras desconocidas
y busca el significado de cada una.
9. ¿Cómo habrías reaccionado si hubieras sido tú
él o la protagonista?
10. Realiza una ilustración al texto diferente a la que
aparece en la página 39.
95
UN AMOR DE OTRO MUNDO
Alejandra Granda Giraldo
Antes de leer
1. Escribe una mini historia de un párrafo a partir
del título «Un amor de otro mundo»
Mientras lees
2. ¿Qué significa la palabra lánguida?
3. ¿Cuál fue la excusa que uso el narrador para
entablar una conversación con la chica?
4. ¿Por qué crees que la chica estaba triste?
5. Interpreta la frase «no era uno de los mejores
ambientes, pero algún día yo estaría allí y
debería acostumbrarme».
6. Busca las palabras descocidas.
Después de leer
7. Realiza una descripción detallada de Sara
Restrepo
8. ¿En qué escenarios se desarrolla el relato?
9. ¿Cuál fue tu reacción al leer el final del relato?
10. ¿Qué opinión tienes sobre este tipo de historias?
11. ¿Conoces una historia similar a esta? Reátala.
96
ELLA
Alejandra Granda Giraldo
Mientras lees
1. ¿En qué persona está narrada la historia?
2. ¿Quién es el protagonista?
3. ¿Cómo se puede interpretar la frase “¿Podía
hacerlo, y lo hice”?
4. ¿Qué opinión te merece las decisiones del
protagonista?
5. ¿Qué sentimientos da a expresar el narrador
durante todo el relato?
Después de leer
6. ¿Qué hubieras hecho si fueras el protagonista?
7. ¿El relato te dejo alguna moraleja? Argumenta
8. Escríbele una carta en la que aconsejes al
protagonista de la historia.
9. Propón otro título al texto. Justifícalo
10. Da una opinión o una crítica a este relato
97
ESCALERAS CIRCULARES
Samuel Aristizábal B, Sara Lucía Patiño L. y Sofía
Zambrano Cardona
Antes de leer
1. Describe e interpreta la ilustración de la página
53.
Después de leer
2. Identifica el papel de Daniel en el relato
3. ¿Qué es desembocar?
4. ¿Cuál es el papel del bosque en el relato?
5. ¿A qué crees que hace referencia las escaleras
circulares?
6. ¿Te has sentido igual que Daniel?
7. ¿Qué habrías hecho en el lugar del protagonista?
8. ¿A qué crees que hace referencia el estado de
desnudes de Daniel?
9. ¿Qué o quién crees que observaba a Daniel en el
bosque?
10. ¿Qué cambiarías del relato?
11. ¿Qué crees que trataron de decirte los autores de
este relato?
12. ¿Qué conclusión sacas después de haber leído el
relato «escaleras circulares»?
98
NOTAS DE UN ENGAÑO
Mauricio Villada Cardona
Antes de leer
1. ¿Alguna vez has engañado a alguien? ¿cómo te
sentiste en aquella ocasión?
Mientras lees
2. Has una lista de las palabras desconocidas
3. ¿Cuál era el oficio de las mujeres a las que hace
referencia el relato?
4. ¿En qué tiempos está narrada la historia?
5. ¿En qué momento cambia de tiempo la
narración y por qué?
Después de leer
6. ¿Qué es un hiyab?
7. ¿Te parece que la persona del relato actúo bien?
Argumenta
8. Valiéndote del contexto y usando tus propias
palabras trata de definir la lista de términos del
punto número dos.
9. Ahora, busca en el diccionario el significado
¿son parecidas tus definiciones y las del
diccionario?
10. Escribe un relato corto usando al menos 7 de las
palabras que desconocías.
99
POR UN MAL CAMINO
Shanny Libeth Bernal Giraldo
Antes de leer
1. ¿A qué mal camino crees que hace referencia el
título del relato?
Mientras lees
2. ¿Qué haces para evitar entrar al mundo de las
drogas? Justifica
3. ¿Qué crees que llevó al personaje a tomar ese
camino?
4. ¿Cuál era el nombre del personaje principal?
A) Juan
B) Carlos
C) Esteban
D) Sebastián
Después de leer
5. ¿Quién consideras que sufre más el drogadicto o
su familia? Justifica tu respuesta.
6. Haz un dibujo que explique por qué el mundo
de las drogas es malo.
7. Si pudieras darle otro final al cuento ¿cuál sería?
¿Por qué?
8. Con base en el relato, realiza una campaña para
prevenir la drogadicción con 5 frases creativas.
9. Investiga 5 consecuencias que trae consumir
drogas.
100
ÚLTIMAS PALABRAS
Anselmo Corredor Angulo
Antes de leer
1. Interpreta la ilustración de la página 68.
Mientras lees
2. Haz una lista de los diferentes temas a los que
hace referencia el autor en el texto.
3. Identifica las figuras literarias presentes en el
texto y ejemplifícalas
4. ¿Con qué fin se nombran algunos países en el
relato?
5. ¿Cómo se relaciona en el texto la música, la
política y el ser humano?
Después de leer
6. Con la ayuda del profesor, realiza un
comentario crítico del texto.
7. ¿Qué consejos le darías al protagonista del
relato?
8. Escríbele una carta al autor diciéndole lo que
sentiste mientras leías.
101
INSTRUCCIONES PARA CAMINAR
Sara Lucía Patiño López
Antes de leer
1. Para ti, ¿es importante caminar? ¿Por qué?
2. ¿Consideras necesario que existan instrucciones
para caminar?
3. ¿Cuál pudo ser la intención de la escritora al
escribir sobre este tema?
Mientras lees
4. ¿Qué significa «pandeyuquearse» en el texto?
5. ¿A qué hace referencia el texto cuando dice «se
va a arrepentir si no hace caso»?
6. Según el texto, ¿qué dificultades puede
encontrar al caminar?
Después de leer
7. ¿Te pareció interesante el texto? ¿Por qué?
8. Averigua qué beneficios trae para la salud
caminar regularmente
9. Agrega otro párrafo al relato.
10. Escribe instrucciones a algo que realizas
cotidianamente
102
UNA CRÓNICA ESTÚPIDAMENTE SERIA
Sara Lucía Patiño López
Antes de leer
1. ¿Qué opinas del título de la historia?
2. ¿De qué crees que va a tratar la historia?
3. ¿Te gustan las historias narradas con términos
coloquiales y basadas en hechos cotidianos?
¿Por qué?
Mientras lees
4. ¿A qué o a quien cree que describe la autora en
la frase «habíamos visto un par de ojos miel
cubiertos en gran parte por hilos de sangre»?
5. ¿Qué otra chanza se te hubiera ocurrido hacerle
a la dirigente malgeniada?
6. ¿Cómo se vengó la dirigente?
Después de leer
7. ¿En verdad crees que la historia es “una crónica
estúpidamente seria”? Justifica tu respuesta
8. ¿Cuál es el tema central de la historia?
9. ¿Por qué cree que en casi todas las historias
donde hay varias personas, siempre está el
personaje torpe que saca de quicio a todos
10. Relata una historia breve sobre alguna
experiencia divertida con un grupo de amigos.
103
LA TAREA
Manuela Suárez Cardona
Antes de leer
1. ¿Qué emociones te genera la palabra TAREA?
2. ¿Consideras que las tareas son importantes?
Argumenta tu respuesta.
3. De todas las tareas que has hecho en tu vida
escolar, ¿cuál es la que más recuerdas? ¿Por
qué?
Mientras lees
4. ¿Cómo se siente la protagonista del relato?
5. ¿De qué se trata la tarea?
6. Interpreta las siguientes frases
«No he encontrado la inspiración, o quizás sea
ella la que no me encuentra a mí»
«Quizás esté vendiendo veneno para ratas o
para político»
7. ¿Qué ocurrió cuando la protagonista se asomó a
la ventana?
Después de leer
8. Encuentra algunas similitudes entre la
protagonista de la historia y tú.
9. ¿Qué opinas de la actitud de la estudiante del
relato?
10. ¿Podrías darle algunos consejos a la
protagonista del relato?
104
EUFORIA
Valentina Osorio Morales
Antes de leer
1. Para ti, ¿qué significa la palabra «euforia»?
2. ¿Por qué crees que el texto se llama euforia?
3. Con base en el título de qué crees que se trata la
historia.
4. Averigua quién fue Oscar Wilde
Mientras lees
5. Interpreta la fase de Oscar Wilde «Todos
llevamos dentro el cielo y el infierno»
6. Encuentra las palabras desconocidas y según tu
creatividad asígnales un significado
7. Para ti, ¿qué significa la frase «las agonías de
hoy, tenían su origen en las euforias que
pudieron ser»?
Después de leer
8. Con tus propias palabras, explica la trama del
texto
9. ¿Te gustó el relato? Argumenta
10. Realiza un dibujo por cada párrafo