COLEGIOS MAYORES Y UNIVERSIDADES CASTELLANAS (S. XVI-XVIII)
Irene Amorós Sepulcre Laura Pérez Bernabé Roque Bernabé Ramón Estel·la Ramírez Martínez Rocío Pérez Serrano
1
Índice 1 Contexto histórico y cultural ............................................................ 2
2 Universidades .................................................................................. 4
2.1 Univerisdad de Santiago de Compostela s. XVI-XVIII ...................................... 4
2.2 Universidad de Oviedo. s. XVI-XVIII ................................................................ 6
2.3 Universidad de Salamanca ............................................................................. 8
2.4 Universidad de Valladolid .............................................................................. 9
2.5 Universidad de Sevilla .................................................................................. 10
2.6 Universidad de Toledo ................................................................................. 12
3 Los colegios mayores en Castilla. .................................................... 14
3.1 Ideas generales ............................................................................................ 14
3.2 Los colegios jesuitas en la Corona de Castilla. .............................................. 14
3.2.1 Establecimiento y expansión .................................................................................... 14
3.2.2 Los seminarios y las casas profesas .......................................................................... 15
3.2.3 La estructura de los colegios. ................................................................................... 15
3.2.4 La enseñanza en los colegios y su adhesión a las universidades................................ 16
3.3 Dos casos de estudio, el Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid y el
monasterio benedictino de San Vicente de Salamanca. ........................................ 16
3.3.1 El Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid ........................................................... 16
3.3.2 El monasterio benedictino de San Vicente de Salamanca. ........................................ 17
CONCLUSIONES ...................................................................................... 18
2
1 Contexto histórico y cultural
España se caracterizará en la Edad Moderna por ser un imperio que desempeñará un papel
fundamental en el panorama internacional de este período y que irá en decadencia como potencia
hasta el final del mismo período. Es aceptado que la Edad Moderna se inicia en España a finales del
siglo XV con el reinado de los Reyes Católicos, y que concluye a comienzos del siglo XIX con la
Guerra de Independencia y la instauración de las Cortes de Cádiz.
La unión matrimonial entre Fernando de Aragón e Isabel de Castilla dará inicio al estado moderno.
Con dicha unión, se pondrán bajo una misma monarquía los reinos de Castilla, Navarra y Aragón y
el gobierno de estos territorios se daría gracias al cariz de absolutismo que tomó la monarquía. Lo
que hasta hace un siglo eran reinos independientes, los reyes católicos consiguieron tornar las
instituciones y aglutinarlas bajo su poder. Bien es cierto que no existía una estructura administrativa
potente para la gestión de esta nueva entidad política. Pero el poder absolutista y la mano de hierro
desempeñada por los Reyes Católicos sirvió para poner las primeras bases del estado moderno
español.
Como hemos dicho, los Reyes Católicos gobernaron bajo el poder de los lazos vasalláticos, sin
instituciones fuertes que aglutinasen a los reinos. Con la llegada de los Austria, Carlos V1 no
cambiará esto, sino que seguirá manteniendo la individualidad de estos reinos unidos bajo su
monarquía y gobernará mediante fórmulas extrainstitucionales, extendiendo privilegios y
manteniendo las instituciones de cada reino. A demás, Carlos V reformaría todo el sistema
administrativo. Ante las posesiones territoriales heredadas, fue necesario reestructurar la
administración para gestionar todo un imperio colonial. Se integrarían las élites hispanas al servicio
de Carlos V sirviendo estos como representantes del poder del rey y así incorporando personajes
españoles a una corte cuyos miembros en su mayoría eran extranjeros. Otra medida destacada fue
articulación de numerosos consejos2 con jurisdicción para representar la autoridad del rey y así
poder extender el control de este por todo el territorio. Durante el reinado de Carlos V y con la
instauración de la dinastía de los Habsburgo, se producirán tres conflictos militares internos
destacados que Carlos V conseguirá solventar, estabilizando así su dinastía en el trono de España.
Estos tres conflictos serían: la Guerra de los Comuneros, el conflicto de las Germanías, y la guerra
con Navarra.
1 Alfredo Floristán, “La organización de la monarquía de Carlos V”, Historia Moderna Universal, Ariel, 2002, pp.
149-152
2 Véase José Martínez Millán. “Los consejos y los consejeros de Carlos V”, La corte de Carlos V, Madrid Sociedad
Estatal para la Conmemoración de los Centenarios de Felipe II y Carlos V, 2000. Vol. III.
3
Estos dos reinados, el de los Reyes Católicos y el de Carlos V, se verán influenciados por una
corriente cultural iniciada en Italia que produciría un cambio en la mentalidad de la sociedad,
pasando de un pesimismo medieval y cierto pensamiento colectivista aglutinado en la religión,
hacia un pensamiento donde el individuo cobra importancia. Este movimiento sería el
Renacimiento3. Esta nueva corriente se expandió por toda Europa de una manera
sorprendentemente rápida, iniciando su influencia en el exterior desde el siglo XV y condicionando
desde las artes plásticas hasta la política. En España, el Humanismo llegaría a través del Reino de
Aragón debido a la internacionalidad de este y de sus conexiones por todo el Mediterráneo. Era la
puerta de las culturas e influencias extranjeras a la península. Pero este nuevo movimiento sería
recogido y sintetizado por las universidades4, las catalizadoras de la cultura, donde las
universidades de Salamanca y Alcalá serán las máximas exponentes. En la Universidad de
Salamanca comenzarían a impartirse clases de griego desde 1495 fruto de la influencia renacentista.
Y la figura humanista más importante en esta universidad sería Antonio de Nebrija. En la
Universidad de Alcalá, fundada a comienzos del siglo XV, donde las artes liberales tendrían cabida
y se desarrollaría una teología abierta. El erasmismo también penetrará en la sociedad intelectual
del momento, fruto del espíritu humanista. Cabe destacar los personajes de Alfonso Valdés, Juan de
Vergara y Alonso Fonseca.
El sucesor de Carlos V sería su hijo Felipe II en 1556. Durante el reinado de este, se desarrollarían
muchos de los sucesos más importantes en la Edad Moderna de España. Felipe II consolidaría al
imperio español como la potencia hegemónica que dominaba todo el mundo. Este mantuvo la
estructura administrativa de los Reyes Católicos y gobernó siguiendo el modelo de su antecesor,
sirviéndose de los consejos. Si bien los reyes anteriores se caracterizaban por reinar desde una corte
itinerante, Felipe II y su corte se asentará en la villa de Madrid en 1561, estableciendo allí la capital
del imperio español. Con el auge experimentado de las universidades a comienzos de siglo, Felipe
II se serviría de muchos letrados para incorporarlos a la administración, creando así un cuerpo
burocrático potente y eficaz para mejorar la articulación administrativa del imperio español. Esto
haría que se potenciase aún más la inversión y desarrollo de las universidades, para fortalecer así el
cuerpo burocrático del estado.
3 Id. [1], “Humanismo y Renacimiento en Europa”, pp. 68-75.
4 Para ampliar información sobre las dos universidades mencionadas, véase Luis Enrique Rodríguez; Juan Luis Polo,
Salamanca y su universidad en el Primer Renacimiento: siglo XV. Universidad de Salamanca, 2011. Del mismo
autor, encontramos otro libro muy ilustrador, véase Luis Enrique Rodríguez, Historia de la Universidad de
Salamanca. Universidad de Salamanca (2004). En el caso de la Universidad de Alcalá, véase Luis Miguel Gutiérrez.
Aproximación a la historia de la Universidad de Alcalá. Universidad de Alcalá de Henares,1994.
4
En la Edad Media5, las universidades surgieron como gremios o corporaciones de profesores y
alumnos a los que se le concedían unos privilegios determinados impulsados principalmente por la
Iglesia. Un proyecto que consistía en crear una red cultural de la cristiandad -cristiandad entendida
como territorio cristiano- con vocación de ser independiente del estado, donde se formarán expertos
principalmente en letras. Muchas universidades estaban bajo supervisión de autoridades
eclesiásticas para evitar que los teólogos teorizasen de manera herética. Por lo tanto, se estableció
una red de universidades por toda la cristiandad, conectadas entre sí donde los intelectuales de este
período se formaban y viajaban de universidad en universidad intercambiado el saber, patrocinado y
protegido por Roma. A todos los licenciados se les expedía un título, la facultas docenti, que era un
título de carácter universal en el ámbito de la cristiandad que autorizaba a enseñar, y que solo lo
podía expedir el Papa o el emperador.
Será durante las primeras monarquías de la Edad Moderna de España, anteriormente mencionada,
cuando se produzca una verdadera expansión de las universidades, sobre todo con el reinado de
Felipe II. Esto se debe a que tendrá lugar un fenómeno que generará un antes y un después en la
cultura de la Edad Moderna, la Contrarreforma. En vista de la frenética actividad cultural de los
reformistas de la religión, Roma se vio obligada a seguir el ritmo intelectual. Por lo que las
universidades españolas fueron fundamentales en esta tarea, articulando el saber entre la
universidad de Salamanca, Valencia y Barcelona. A demás, se fundarán otras nuevas como la de
Alcalá de Henares.
Es cierto que la Contrarreforma reforzó la universidad como institución. Pero a su vez, también se
reforzó el componente católico. Por lo que el libre pensamiento quedaría acotado por la amenaza de
acusación de herejía. En consecuencia, los grandes movimientos filosóficos y científicos quedarán
fuera de estas instituciones.
Observamos una ruptura de la universidad como institución universal, dando paso a una nueva
universidad nacional. Las universidades quedarían fuera del progreso cultural entre los siglos XVII
y XVIII. La actividad científica se desarrollaría en las Academias Científicas. En el caso de la
cultura, los grandes pensadores como Descartes o Leibnitz renunciarán a la universidad por verla
como cárceles del pensamiento.
2 Universidades 2.1 Univerisdad de Santiago de Compostela s. XVI-XVIII
5 CarlosTünnermann. “La Universidad en la historia”, La universidad Latinoamericana ante los retos del siglo XXI.
Colección Col. UDUAL, 2003.
5
El nacimiento de la Universidad de Santiago de Compostela se fundó en el año 1495, en un
territorio que en 1530 tenía 500.000 habitantes. Ésta no tuvo cronistas porque tampoco los tuvieron
otras instituciones gallegas importantes, pues salvo algunos monasterios todas tenían
documentación puramente documental y administrativa, sin una función propiamente histórica. Así
mismo, esta falta de información se debe a la inexistencia de crónicas sobre la propia ciudad de
Santiago, así como de la Iglesia-catedral a la que estaba ligada a la misma entre los siglos XVI y
XVII. No obstante, en 1922 se creará la sección de Historia en la Facultad de Filosofía y Letras, a
manos de Ciriaco Pérez Bustamante, quien puso en marcha este proyecto, permitiendo no solo la
formación en Historia, sino documentar la propia trayectoria de universidad, desde su fundación en
la Edad Moderna, hasta el presente, generando trabajos monográficos, como los de Luisa Cuesta6.
La USC (Universidad de Santiago de Compostela) cuenta con un magnífico archivo en el que se
puede recomponer la vida de la sede académica, así
como de estudiantes y profesores, a partir de los libros
del claustro que serán conservados desde 1556, en los
que se detallarán reales cédulas, escrituras, informes,
planes de estudio, proyectos de reforma, etc. Sin
embargo, A pesar de la escasez de referencias sociales
en los libros de matrícula, que nos impide hacer un
vaticinio de la procedencia del alumnado, podemos estimar un balance aproximado de la cantidad
de alumnos de cada ciudad o provincia sobre el total.
En lo que respecta a su desarrollo histórico, destacamos que en 1509 Alonso Fonseca III, impuso en
Compostela un plan de reformas que primero afectó al cabildo catedrático, y luego a la enseñanza.
Su objetivo era renovar el ambiente cultural gallego y compostelano, promoviendo sobre todo a los
alumnos destacados por su capacidad pero no por sus medios. Así mismo en 1555 el doctor Cuesta
impuso un nuevo sistema plasmado en las siguientes constituciones: la universidad de constituía por
centros superiores y dependencias suyas; se establecería un claustro general integrado por el cuerpo
universitario y representantes de las cuatro órdenes religiosas de la ciudad (franciscanos, dominicos,
etc.); el patronato pasaba al rey, controlándolo con inspecciones y visitas; y finalmente se
aumentaría el número de cátedras, incluyendo gramática, retórica, filosofía, cánones y teología. No
obstante, estas reformas no fueron definitivas hasta 1613. Esto se debe sobre todo al endurecimiento
ideológico y el “cordón sanitario”, que impuso Felipe II. Así mismo, en 1573, se dotaría a la
6 Luisa Cuesta Gutiérrez. “La universidad Gallega. Su pasado, su presente y su porvenir”. Boletín de la Universidad de
Santiago de Compostela, 7 (1930), p. 3 y 8 (1930-31), p. 3.
12%
7%
42% 23%
16%
Lugo Mondoñedo
Ourense Santiago
Tui
6
universidad con una biblioteca7. Con el tiempo se introducirían las facultades de Leyes y Medicina,
así como las cátedras de Cánones y Leyes en el 1648, y finalmente la cátedra de Método de
Medicina en 1673. La facultad de Medicina sería la menos numerosa, porque eran reducidas las
posibilidades de trabajo bien remunerado o de formar una clientela, además de la escasa
participación del Hospital Real, que aun cercano a las instalaciones, se mantuvo al margen, por la
carestía de novedades en sus investigaciones.
Contaba con un claustro de 29 profesores para más de mil alumnos, con una media de 40 alumnos
por docente. Los matriculados eran el 10% total de la población estudiantil en España, es decir entre
todos los reinos y condados. Sin embargo, la temporalidad de las cátedras y de la escasez y
congelación de los salarios, derivó en que recayesen en individuos sin interés por la enseñanza, y
sin formación para ejercerla, que buscaban puestos más lucrativos en la administración o en el
clero.
Posteriormente, se intentó fomentar la fundación de academias para poder ampliar las materias
impartidas en la universidad, así como jardines botánicos y un foro anatómica, pero fueron
proyectos que no llegaron a hacerse. Aunque en el año 1772 se fundaron finalmente las academias
de Derecho Patrio y Público, Filosofía Moral, y Física Experimental.
En lo que respecta a la demanda de estudios,
(basándonos en los datos de los años 1737-1787)
podemos generar la siguiente gráfica.
La USC podía haber generado mayores posibilidades
de desarrollo, pero las cátedras y enseñanzas
científicas, se instauraron con enorme retraso y
dificultad, y faltó el influjo de la generación de los novatores8.
2.2 Universidad de Oviedo. s. XVI-XVIII
La pérdida y destrucción íntegra de los fondos archivísticos asturianos en la Revolución de octubre
de 1934, y la Guerra Civil española en 1936, dificulta inicialmente la tarea de investigación. No
obstante, P. Vicente Beltrán de Heredia de 1934, había estudiado una serie de obras y actas (de la
7 La fundación de la biblioteca de la universidad era importante, ya que generalmente las bibliotecas privadas de
Compostela en el siglo XVI eran pobres en contenidos y obras, y de fuerte componente religioso. Es por este motivo
que las bibliotecas institucionales fueron esenciales, ya que custodiaban libros especializados, extranjeros, caros y de
difícil alcance si se trataba de particulares.
8 Grupo minoritario de pensadores y científicos españoles de finales del siglo XVII y comienzos del siglo XVIII,
relacionados con la revolución científica y los movimientos ilustrados.
0 50
1751-1760
1768/1774
1782-1793
1794-1804 MEDICINA
LEYES
CÁNONES
TEOLOGÍA
7
universidad en época moderna) para hacer un artículo sobre la Facultad de Teología del Estudio
ovetense, lo que nos permite acceder a cierta información.
En general, 1608 se considerará la fecha de referencia del año de apertura de las enseñanzas
universitarias. La Historia de la Universidad de Oviedo, comenzará con la muerte del Inquisidor
General D. Fernando de Valdés Salas, el 2 de mayo de 1566, disponiendo in mortis causa, las
condiciones y la voluntad fundacional de una sede universitaria en el espacio ovetense. En este
sentido, destacamos la vinculación directa de los albaceas9 con la puesta en funcionamiento del
Alma Mater10
Ovetense, quienes exigían una Universidad de estudios generales, con licenciaturas y
doctorados, siguiendo el modelo de Salamanca.
Comenzaron a ejercerse acuerdos a partir de 1570, comenzando un proyecto de acuerdo entre la
Compañía de Jesús, y el Lic. Salas, aunque San Francisco de Borja, matizará las cuestiones de la
construcción del edificio en cuatro años, la supresión de los predicadores y confesores, la
implantación de cinco maestros de Gramática y Humanidades, la limitación de las enseñanzas del
Derecho, etc. La negociación pudo concluir en una escritura notarial, estará fechada en la ciudad de
Pisuerga, el 28 de julio de 1571.
Se establecerá que la financiación de la universidad proviene de las cuantiosas sumas percibidas en
sus importantes beneficios eclesiásticos que le fueron asignadas, y contaba con un presupuesto de
tres mil ducados.
En el siglo XVII, concretamente en 1607, se nombrarán a los diecinueve primeros catedráticos:
cuatro en Teología, cinco en Cánones, tres en Artes, uno en Matemáticas, y varios en Leyes. Así
como la enseñanza del Canto por el maestro de la capilla de la Catedral. En cuanto al número de
cátedras, Oviedo gozaba de cinco de Teología, incluida la trienal, cuatro de Cánones, otras tantas
Leyes con la trienal de Instituta, una de Matemáticas, tres de Artes y una de Canto. No obstante, en
lo que respecta a la Teología, el fiscal de Carlos III considerará que su número de Cátedras era
insuficiente, y por ello se integrarán las siguientes: Teología Moral, Sagrada Escritura, y Lugares
Teológicos. Concretamente, la teología estará en manos de las órdenes religiosas, cada una de las
cuales seguía la doctrina propia, como los dominicos de Santo Tomás, o los franciscanos de Escoto.
En el 1736 se añadieran nuevas cátedras de regencia para Leyes y Teología, y se retornó en 1740 la
enseñanza de las Matemáticas, que se fomentaría relación al oficio asegurado como bibliotecario.
Concretamente, las Facultades Jurídicas realizarían una división entre las cátedras de Leyes, frente a
9 Encargado por un testador o por un juez de cumplir la última voluntad y custodiar los bienes de una persona fallecida. 10 Academia, en el sentido de una comunidad científica.
8
las de Cánones. Además, en 1774 se modificó el método pedagógico, incluyendo la introducción de
exámenes finales. Conjuntamente, es importante añadir que el texto para la docencia será la Suma
de Santo Tomás, y se explicaría en cuatro cursos, con dos horas diarias. Finalmente, el Consejo de
Castilla dotará a la universidad de las cátedras de Lenguas, Medicina y Cirugía. En 1776 destaca el
intento de incorporar las enseñanzas de una cátedra de Historia, y aunque no fue posible, si que se
añadió al modelo universitario, la cátedra de Anatomía.
2.3 Universidad de Salamanca
La universidad de Salamanca, como la mayoría de las universidades, tiene sus orígenes en las
escuelas catedralicias. Dicha institución educativa fue fundada como Universidad en el año 1218
por el rey Alfonso IX de León. Actualmente está considerada como la más antigua de las
universidades en España. Mediante diferentes documentos otorgados y concedidos por instituciones
eclesiásticas y los poderes regios, la universidad de Salamanca fue regulando su normativa, su
organización, sus estudios y la vida académica, a lo largo de toda la Edad Media y parte de la Edad
Moderna. 11
El siglo XVI supuso un momento de cambios. Debido a los orígenes religiosos de las universidades,
había un binomio de poder entre Iglesia, representada por el Papado (más fuerte durante los siglos
anteriores a la modernidad, se iba desprendiendo de su influencia en la Universidad) y Monarquía
(cuya tendencia era más absolutista, aglutinando mayores poderes y ejerciendo una influencia
mayor). Esto supuso la adaptación de la Universidad de Salamanca a la nueva época y dichas
circunstancias. No obstante, hubo momentos en los que ambos poderes estuvieron equilibrados.12
Esto no pudo evitar los conflictos que se generaron dentro de la institución, pues en un paralelismo
de los grandes poderes mencionados, dicho problema se trasladaba dentro de la propia Universidad,
en la que debían organizarse tanto representantes de órdenes religiosas como representantes laicos,
todos ellos ocupaban cargos en calidad de alumnos y profesores. 13
Así mismo es destacable la
rivalidad que mantenían órdenes religiosas como dominicos, benedictinos y jesuitas, entre muchas
otras que participaban en la Universidad, por tener primacía en la institución, especialmente en la
11 UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. Historia. [en línea]. [Consulta: 19 de Marzo de2014]. Disponible en:
http://campus.usal.es/webusal/Universidad/Historia/Historia.shtml 12
Clara Inés Ramírez González, La Universidad de Salamanca en el siglo XVI. Corporación Académica y poderes
eclesiásticos. Ediciones Universidad de Salamanca. Sevilla, 2002. p. 19.
13 Íbidem. pp.67-71.
9
cuestión de las cátedras, y en concreto las teológicas, que fueron diversificando los grupos que
participaban en la facultad teológica a finales del siglo XVI.14
Entre los siglos XV y XVI la
Universidad de Salamanca se incorporó a las nuevas corrientes humanistas. En los años centrales
del siglo XVI la Universidad fue añadiendo nuevas líneas de estudio, algunas de ellas confluyeron
en la “Escuela de Salamanca”.
Fue en ese mismo siglo cuando se registró el mayor número de estudiantes debido al prestigio de la
Universidad, que no sólo provenían del ámbito peninsular, sino también de Europa e indianos.15
Esto se debía en parte a que obtener una titulación salamantina o haber sido Colegial, ofrecía
mayores oportunidades para alcanzar cargos importantes en la Administración del reino. Así
mismo, los alumnos habían tenido en época medieval una gran influencia en la organización y
dirección universitaria. Debido a esto y a las oportunidades que ofrecía la titulación de Salamanca
esta institución se volvió más elitista, pues aquellos alumnos de descendencia nobiliaria lograron
monopolizar el poder de los colegios y vetar la admisión de alumnos pertenecientes a otras clases
sociales no privilegiadas. Esta circunstancia cambiará en el siglo XVI para ceder mayor poder a los
doctores y a los catedráticos.16
Los ingresos de la Universidad se sustentaban por las donaciones de
la monarquía y del pontificado, este último proveniente de diezmo eclesiástico que generaba el
obispado de Salamanca y las rentas generadas por las diócesis.
En los inicios de la institución las clases habían sido impartidas en los claustros de la Catedral
Vieja, en casas alquiladas al cabildo y en otras estancias de la Iglesia de San Benito. Fue el cardenal
aragonés Pedro de Luna,-que posteriormente fue conocido como el anti-Papa Benedicto XIII-quien
impulsó en 1411 la construcción de las Escuelas Mayores. Esto permitió a la Universidad disponer
de espacios propios para impartir las clases. Entre los siglos XV y XVI se fueron construyendo las
estancias que conformarían la Universidad. Salamanca llegó a contar con seis Colegios Mayores y
una gran cantidad de Colegios Menores, en las que se estudiaba para los títulos de Bachiller, los
grados de Licenciado, Doctor y otros títulos mayores. La Universidad de Salamanca perdiendo la
condición de Universidad Pontificia mediante la real orden de 21 de mayo de 1852, que suprimió
las facultades eclesiásticas de la Universidad de Salamanca. 17
2.4 Universidad de Valladolid
14 Íbidem. p.155. pp.245-252. Pp. 127-133. 15. UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. Historia. [en línea]. [Consulta: 19 de Marzo de2014]. Disponible en:
http://campus.usal.es/webusal/Universidad/Historia/Historia.shtml 16íbidem. + Clara Inés Ramírez González, La Universidad de Salamanca en el siglo XVI. Corporación Académica y
poderes eclesiásticos.. Pp. 96-100. 17. UNIVERSIDAD DE SALAMANCA. Historia. [en línea]. [Consulta: 19 de Marzo de2014]. Disponible en:
http://campus.usal.es/webusal/Universidad/Historia/Historia.shtml
10
La cuestión principal que ocupa la Universidad de Valladolid es el origen y la fecha exacta de su
fundación. Actualmente se barajan hasta tres hipótesis diferentes:
1. Se establece su origen en el traslado del Estudio General de Palencia, creado entre 1208 y
1241 por Alfonso VIII y el obispo Tello Téllez, a Valladolid.
2. Se piensa que fundación podría estar relacionada con una escuela o estudio particular cuya
sede habría sido la Abadía de Santa María la Mayor.
3. No obstante, recientemente las investigaciones señalan que se trataría de una fundación real
castellana y municipal,-representado por el Concejo Vallisoletano-de la Universidad.
En cualquier caso, se trata de una institución consolidada ya en el siglo XIII, en época Medieval,
que, al igual que la anterior Universidad de la que hemos hablado, estaba favorecida por la
protección real y la del Papado.18
Esta Universidad provocó un impulso intelectual en las ciudades
que la rodeaban, desarrollando una intensa actividad cultural y económica en la zona. La institución
vallisoletana tardó en conseguir la concesión de los estudios teológicos, que fueron concedidos por
Martín V. La financiación de la Universidad estaba basada en las rentas que recibía de la monarquía
castellana (tercias reales de los arciprestazgos de Cevico y Portillo). Debido a su situación
ventajosa, fue considerada junto a las universidades de Salamanca y Alcalá, una de las
Universidades Mayores del Reino. Y a su vez, la obtención de una titulación de esta institución
suponía la posibilidad de alcanzar cargos importantes en la Administración del Reino.
No obstante, hay que añadir que la Universidad de Valladolid vivió una época de decadencia a
principios del siglo XVIII, debido en parte a la situación de los territorios peninsulares y la falta de
recursos económicos y de otra naturaleza, así como causas internas de la propia institución. Con
Carlos III, en 1770 se intentará llevar a cabo una reforma en la Universidad, pero la situación
revolucionaria de Francia especialmente y el peligro de infiltración de dicha ideología detuvieron
este proceso. 19
2.5 Universidad de Sevilla
En Andalucía se empiezan a fundar universidades en el siglo XVI, pero la primera en recibir cédula
real en 1502 será la de Sevilla, y es, por lo tanto, la más antigua. Esto también hace que sea más
difícil conocer su origen e historia. Existen varias teorías sobre el origen de la universidad y su
fecha de fundación: algunos la sitúan en el 1502, con la concesión de la real cédula por los Reyes
Católicos, otros en el 1505 o el 1508 por la primera y segunda bula del Papa Julio II, pero la más
18 Luis E. Rodríguez. Universidades hispánicas: Modelos territoriales en la Edad Moderna (II): Valencia, Valladolid,
Oñate, Oviedo y Granada. Miscelánea Alfonso IX. pp. 41-43.
19 Íbidem. pp.41-71/71-97.
11
aceptada es la de 1518, en la que la universidad ya tenía su sede permanente y es aprobada
legalmente por el Prior del monasterio de Santiago de la Espada. 20
El colegio que antecede a la Universidad de Sevilla tiene el mismo origen que muchos otros
colegios castellanos de la época. El aumento de alumnado y la consecuente falta de espacio en las
universidades obligan a la creación de nuevas instituciones, colegios mayores, para alojar, en su
mayoría, a estudiantes pobres. Será el caso de Colegio de Santa María de Jesús.21
Su antecedente
más claro es el del descubrimiento de las Indias en 1492, debido a esto Sevilla experimenta un auge
comercial y un aumento de la población de la ciudad ya que fue puerto comercial de los objetos que
procedían del Nuevo Mundo. Debido a la llegada masiva de habitantes y el aumento de la demanda
de puestos de trabajo referentes a la administración y las leyes, se crean colegios mayores. 22
Su fundador fue Rodrigo Fernández de Santaella y Córdoba, que en 1503, compró un solar y
comenzó las obras del futuro edificio y la capilla de la Universidad, con financiación propia. Ya en
1498 la Reina Católica se interesó por la fundación del colegio y en consecuencia el papa Julio II
autoriza la creación de la institución. En esta Bula se describe al colegio como una residencia para
escolares pobres, con enseñanzas de Artes, Teología y Derecho23
.
En 1508 se redactan las primeras constituciones del colegio por el Maese Rodrigo. En ella se
dictaba lo siguiente: de los quince becarios, diez debían cursar teología. Los estudiantes del colegio
debían tener la condición de pobres, en caso de que su economía experimentara una mejora
deberían hacerlo salir y abandonar el Colegio. También se da una condición de pura sangre, debías
ser castellano, dando mayor preferencia a los andaluces. Todo esto nos da la impresión de que más
que un colegio-universidad era un convento, y no está nada lejos de la verdad, ya que se prohibía el
concubinato, se debían dar las clases en latín, se premiaba el virtuosismo y no se permitían salidas
del monasterio. En este mismo año el fundador del colegio firma su testamento dejando al colegio
como heredero de todas sus riquezas y se amplían las dependencias.
En el 1502 los reyes católicos habían dado permiso al asistente de Sevilla y al Cabildo municipal
para establecer un estudio general con cátedras, de esta situación se aprovechará el hermano del
fundador del colegio, Fernández de Santaella para incorporar a la institución el poder otorgar grados
20 Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad de Sevilla. 1991, Universidad de Sevilla pp. 13-15 21 Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad… p.16 22 Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad… pp. 19-21 23 José Antonio Ollero Pina, “Clérigos, universitarios y herejes. La Universidad de Sevilla y la formación académica del
cabildo eclesiástico” en, Luís E. rodríguez-San Pedro Bezares y Juan Luís Polo Rodríguez (Eds.): Universidades hispánicas modelos territoriales en la Edad Moderna (I): Santiago, Toledo, Sevilla, Barcelona y Huesca. 2006 Miscelánea Alfonso IX. P. 115
12
universitarios. Esta cédula real de los pocos documentos claros que nos permiten conocer la historia
de la Universidad24
.
La universidad de Sevilla tendrá que esperar hasta 1517 para ser considerada tal, pero en el año
1513, aunque no tenía la probación regia de ser universidad ya competía en importancia con la
universidad de Salamanca, de la que sacará su futuro modelo25
. En 1517, la sede definitiva ya estará
terminada. Cuando se funda, Alonso de Campos y Pedro de Fuentes fijan edictos en Sevilla,
Salamanca y Valladolid para convocar becas para el colegio. Ya en 1518 el Prior del monasterio de
Santiago de la Espada aprueba y da legalidad al Colegio-Universidad. Ha nacido la Universidad de
Sevilla.26
El edificio disponía de pocas habitaciones y era considerablemente pequeño, era tan reducido que
quedaba poco espacio para el ocio de los estudiantes y, en palabras de un carpintero “ la cocina está
junto al general, de donde resçiben mucho daño del humo y estrumentos del almires y otros golpes,
que quando eligen algunas veces grados en el dicho general no hacen ni guisan las comidas por lo
que les estorva, de que es grande facultad al dicho colegio e letores del ynpedimento que tienen, e
las secretas e mal olor está cabe el general por su estrechura”27
.
Martín Navarro, sucesor del fundador suavizará los primeros estatutos en 1565: suprimirá la
obligatoriedad de las órdenes sagradas, dará permiso para que tengan lugar juegos de azar y veladas
musicales en el interior del recinto, etc. Todo esto desembocará en abusos que supondrán el declive
de la Universidad. En 1621 se volverán a redactar nuevos estatutos dando a la Universidad una
cierta libertad legislativa y la pone bajo el poder real.
Las cátedras de la universidad en un principio fueron solo dos: Teología y Derecho Canónico, pero
había opción de añadir nuevas, si la situación económica lo permitía.28
En el siglo XVIII se
añadieron nuevas cátedras, entre las que se incluyen: Escritura, Vísperas de Medicina, Súmulas y
Lógica. Las clases debían durar una hora, y las vacaciones comprendían dos semanas para Semana
Santa y otras dos para Navidades y un periodo comprendido desde el 23 de junio al 15 de
septiembre para las de verano. No se evaluaba mediante exámenes, por lo que para aprobar una
asignatura se debía tener una cédula firmada por el catedrático.
2.6 Universidad de Toledo
24 Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad… p.108 25 Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad… p.16 26
Aguilar Piñal, F. Historia de la Universidad… Pp. 42-48 27 José Antonio Ollero Pina, “Clérigos, universitarios y herejes…” P. 115 28 José Antonio Ollero Pina, “Clérigos, universitarios y herejes…” P. 121
13
La historia de la Universidad de Toledo, por razones que explicaremos más adelante se puede
resumir en etapas muy distinguidas según el historiador Sixto Ramón Parro. La primera de estas
etapas es la de la fundación en 1485 del Colegio de Santa Catalina, del que surge más tarde la
Universidad de Toledo. En 1486 se obtienen las constituciones, que dictaban el comportamiento
que se debía tener en el interior del recinto del Colegio y las normas generales del mismo; más
tarde, en 1520, León X, en su bula, autoriza al Colegio la concesión de grados, es el momento en el
que nace la Universidad de Toledo, con la aprobación de los reyes de Castilla. En 1535, Pablo III –
Papa de la Iglesia católica desde 1543 al 1549- le concede el fuero universitario. En el 1552
Bernardino de Alcaraz le dota de capellanías colegiales y añade las cátedras de griego, cánones y
medicina.29
La tan breve explicación de la historia de la universidad de Toledo se debe, como dijimos que se iba
a explicar, a la falta de documentación, ya que durante la convivencia del Colegio de Santa Catalina
con la universidad hubo grandes roces. Santa Catalina vio reducida su importancia y quedó a la
sombra de la Universidad. Una posible solución la vio Carlos III y sus ministros que trataron de
hacer una reforma para poder corregir los muchos defectos que había dentro del sistema de la
institución. Este intento se vio saboteado por un informe emitido por la universidad en 1767 para
informar de la mala situación económica por la que pasaba y pedirle un préstamo a Carlos III, quien
no cedió a concedérselo. Pero sí financió la emancipación del Colegio de San Eugenio, también
adscrito al de Santa Catalina, colegio que tenía en mente trasladar su sede junto a la universidad; la
universidad ya tenía pensado separarse del colegio, y así lo hizo en 176930
. Primero se trasladó a las
dependencias jesuitas que quedaron libres tras su expulsión, más tarde por el convento dominico de
San Padro Martir, hasta que en 1799 se inaugura la sede definitiva construida por el cardenal
Lorenzana.
La primera mudanza de la institución tuvo lugar el día 7 de enero de 1771, día en el que, además, el
decano de la universidad dictó los objetos que se llevarían al nuevo edificio, entre los que no se
incluían los documentos y libros del Archivo y la Biblioteca. Esto, en definitiva, explica la falta de
información que se tiene de esta universidad. Es debido en parte a este traslado que la historia de la
institución pase directamente al siglo XVIII y no haya nada del XVII.
29 J. Carlos Vizuete Mendoza, “Universidad de Toledo. Historiografía, fuentes documentales y líneas de investigación”
en, Luís E. rodríguez-San Pedro Bezares y Juan Luís Polo Rodríguez (Eds.): Universidades hispánicas modelos
territoriales en la Edad Moderna (I): Santiago, Toledo, Sevilla, Barcelona y Huesca. 2006 Miscelánea Alfonso IX. Pp.
65-69.
30 J. Carlos Vizuete Mendoza “Universidad de Toledo…”. Pp. 83-84
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Estas etapas que hemos resumido son las que encontramos en prácticamente todos los manuales y
libros y de ellos podemos sacar conclusiones: no hay un estudio en conjunto y existe una gran falta
de información.
3 Los colegios mayores en Castilla. 3.1 Ideas generales
Los colegios mayores, que nacieron en Italia, sirvieron durante época moderna como un apoyo a la
formación universitaria, los primeros se construyeron bajo la idea de aplicar ayudas y becas a
estudiantes con pocos recursos; sin embargo en ellos se formaron los “más altos oficios de la
administración civil y eclesiástica”31
. Esta evolución se debió a que los colegios pasaron a ser
residencias universitarias de pago; de este modo el colegio mayor era un centro educativo
universitario en régimen de internado.
En sus inicios para poder ser becado en un colegio mayor había que cumplir una serie de requisitos
relacionados con las condiciones físicas, intelectuales, económicas y personales del solicitante,
además de ser importante su origen geográfico, siendo becados sobre todo estudiantes castellanos.
Los colegios se regularon mediante constituciones y estatutos que correspondían a una serie de
normas a cumplir, por otra parte estaban las ceremonias que regulaban la forma de llevar las normas
al ámbito cotidiano del día a día. La misión principal de estas instituciones era preparar a los
estudiantes para ejercer cargos de alta responsabilidad y cercanos al gobierno, por lo que se
convirtieron en los centros más importantes de formación de los oficiales de la administración de la
España Moderna.
Los colegios tuvieron una gran superioridad en estos aspectos, convirtiéndose en la vivienda de
nobles e hijos de gente enriquecida que quería acceder a los puestos de importancia que salían de
ellos. De este modo conservaron su situación hasta la reforma colegial de 1777 llevada a cabo por
Carlos III cuando se volvió a los orígenes de los colegios mayores, sin embargo, desde ese
momento, los colegios serían restaurados en los momentos en los que predominaba una política
conservadora y serían clausurados con gobiernos liberales.
3.2 Los colegios jesuitas en la Corona de Castilla.
3.2.1 Establecimiento y expansión
Los colegios jesuitas que se establecieron en los inicios de su expansión por Castilla no tenían la
finalidad de enseñar de forma genérica sino que constituían el prototipo de casa de los jesuitas;
31 Ana María Carabias Torres, “Evolución histórica del colegio mayor. Del siglo XIV al XXI”, REDEX. Revista de
Educación de Extremadura Nº 5 (2013), pp. 66-80.
15
dedicándose además de a la enseñanza a la formación de cristianos que contribuían a la
recristianización de territorios.
La primera fundación en este aspecto fue la de Alcalá de Henares, donde se estableció el primer
domicilio en 1543, aunque empezó a funcionar dos años más tarde, coincidiendo con otras
fundaciones importantes como la de Valladolid y Salamanca.
Hay que destacar que las constituciones de los colegios de los jesuitas siempre pusieron interés a la
formación previa de los que iban a formar parte de la compañía que se componían de dos años; sin
embargo las necesidades producidas por una expansión relámpago y los pocos efectivos humanos
hacían imposible el cumplimiento de esos dos años.
3.2.2 Los seminarios y las casas profesas
Cuando hablamos de colegios, dentro de las instituciones jesuitas, no solo denominamos a los
colegios mayores sino que también nos referimos a seminarios dedicados a la formación de
sacerdotes encomendados a territorios que habían roto con Roma. En Castilla se dieron colegios de
ingleses, irlandeses y escoceses cuyos clérigos una vez formados no tenían que integrarse a la
orden.
Por otro lado tenemos las casas profesas, compuestas por sacerdotes que habían pronunciado un
cuarto voto, el de disponibilidad pontificia y cuya finalidad era realizar ejercicios de los ministerios
apostólicos a través de sermones y confesiones. Sin embargo encontramos el caso de la Casa
Profeta fundada por el duque de Lerma en Madrid, a la que se le asignó la misión de educar a la
noble juventud, abarcando letras, erudición y habilidades asociadas a los nobles para que éstos
sirviesen a la patria.
3.2.3 La estructura de los colegios.
Los colegios mayores de la Compañía poseían una estructura directamente dependiente del ejercicio
de sus funciones, llevadas al plano arquitectónico; de este modo el edificio más complejo surgía si
la casa de los jesuitas era a la vez un colegio, con funciones de enseñanza y a la vez una plataforma
de trabajos apostólicos.
En este caso el colegio contaba con una iglesia grande como elemento principal, además estaba
organizado en torno a patios, del que el más reducido era el cercano a la iglesia, alrededor del cual
estaban situados los aposentos de los operarios y profesores así como las estancias destinadas a la
vida religiosa. También había un llamado “patio de las escuelas” desde el que se tenía acceso tanto
a las aulas como al lugar destinado a los actos públicos, la capilla, la librería y los salones para las
16
congregaciones. Por último había un patio donde se encontraban la cocina, la despensa, la bodega
y/o la caballeriza.
La magnitud de estos colegios hacía indispensable un fundador, es decir, un mecenas o varios que
aportasen el elemento económico. Los mecenas por tanto se comprometían bien a ayudar con la
construcción de estos edificios o a mantener a los religiosos que estuviesen en dicho colegio.
3.2.4 La enseñanza en los colegios y su adhesión a las universidades.
En los colegios de la Compañía destacaron como materias el latín y la Gramática, siendo esta última
dividida en dos partes: el conocimiento general de los autores clásicos y sus obras, y “conseguir la
elocuencia a través del dominio de la oratoria y la poética”32
. Fue a partir del siglo XVI cuando los
colegios mayores jesuitas empezaron a integrarse en las universidades, y cuando también
empezaron a gozar de numerosos privilegios, tanto jurisdiccionales como académicos, como ya
comentamos en las ideas generales.
3.3 Dos casos de estudio, el Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid y el monasterio
benedictino de San Vicente de Salamanca.
3.3.1 El Colegio Mayor de Santa Cruz de Valladolid
Este colegio fue fundado en el siglo XV por el cardenal Pedro González de Mendoza siguiendo las
ordenanzas de la estela del salmantino de San Bartolomé, que a su vez se había inspirado en los
principios de los españoles de San Clemente de Bolonia.
Como el resto de colegios mayores se transformó, durante época moderna, en una cantera de
servidores para el estado y la iglesia; concretándose de forma contemporánea el trato excepcional de
los colegiales en la universidad en los derechos de graduación y el acceso a cátedras.
Desde su fundación el colegio contó con un proceso estricto de selección del alumnado,
estableciéndose la “limpieza de sangre” como característica obligatoria del mismo, en un primer
momento antisemita y posteriormente negando también el acceso a los conversos; estos estatutos
fueron establecidos en el siglo XVI y tomaron su base en los de la Universidad de Salamanca y el
colegio mayor de San Bartolomé.
A pesar de los estatutos establecidos con la universidad se dieron numerosas tensiones entre los
siglos XVI y XVII entre esta comunidad colegiada y la comunidad manteísta, es decir, estudiantes
que no pertenecían a colegios mayores, debido a las ventajas en el acceso a cátedras de estos
32 Javier Burrieza Sánchez, “Los colegios de jesuitas en la Corona de Castilla”, Universidades hispánicas: colegios y
conventos universitarios en la Edad Moderna (I): miscelánea Alfonso IX (2009), pp. 109-157.
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colegiados. Estos problemas y críticas verían su fin ya en el siglo XI con la reforma de los colegios
mayores y las universidades.
3.3.2 El monasterio benedictino de San Vicente de Salamanca.
Nos encontramos ante un ejemplo que nada tiene que ver con el anterior, puesto que no fue una
nueva fundación erigida como residencia para los estudiantes, sino que su construcción se remonta
a fechas anteriores al siglo XI; sin embargo no fue hasta finales del siglo XV cuando se destinó este
edificio a la residencia de los monjes benedictinos que estudiasen a la Universidad de Salamanca.
El establecimiento de esta residencia monasterio se impuso a partir de la obligación de que dos de
cada diez monjes fueran enviados a estudiar en alguna universidad. Un siglo más tarde, en el XVI,
se constituyó a través de una bula papal el proyecto de un nuevo edificio que albergaría 20 monjes
estudiantes. En este compendio de finalidades, educativa y residencial religiosa, se estableció que
fuese el abad general y los definidores los que nombrasen a los monjes que debían estudiar; además
se concedió, por la misma bula, que estos estudiantes religiosos gozasen de “las mismas gracias y
privilegios de que gozan los otros regulares estudiantes de Salamanca y en otros lugares donde hay
Estudio General”33
. Por último decir que el colegio de Salamanca pasaría a impartir solo teología a
partir del siglo XVII, aunque los estudiantes residentes estudiaban además filosofía y pasantía en la
universidad.
33 Ernesto Zaragoza y Pascual, “El monasterio benedictino de San Vicente de Salamanca”, Universidades hispánicas:
colegios y conventos universitarios en la Edad Moderna (I): miscelánea Alfonso IX (2009), pp. 75-108.
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CONCLUSIONES
Durante el transcurso de la Edad Moderna en España, veremos toda una evolución de la importancia
de las universidades y la influencia de estas en la cultura. Iniciando este período, las universidades
venían experimentando un auge debido a la influencia del Humanismo. Con la instauración del
estado moderno, muchas de estas se usarían para obtener licenciados con capacidades para la
potenciación del sistema burocrático de la monarquía. Y con la Contrarreforma durante el reinado
de Felipe II, la intervención de la Iglesia en estas instituciones de naturaleza independiente, acabaría
por dar fin a los intelectuales que venían formándose de aquí. Tanto es así que la influencia en la
cultura de España se vio muy mermada durante dos siglos. Sería al final de esta etapa cuando
volvería la universidad a ponerse al frente de la cultura con la llegada de los primeros
nacionalismos.
En la Universidad de Santiago de Compostela, a pesar de una notable falta de crónicas históricas,
conocemos la variedad de estudiantes en sus instalaciones entre las diferentes cátedras, destacando
las de gramática, retórica, filosofía, cánones y teología. En general, contaría con un total de 29
profesores para más de mil alumnos, comprendiendo el 10% total de la población estudiantil en
España. En lo que respecta a la Universidad de Oviedo, los destrozos de la Revolución de octubre
de 1934, y la Guerra Civil española en 1936, dificultaron la búsqueda de documentación sobre la
misma. No obstante, su fundación se relaciona con la muerte del Inquisidor General D. Fernando de
Valdés Salas en 1566, conformándose en una institución académica muy variada, con cátedras en de
Teología, Cánones, Leyes, Matemáticas, Artes Canto.
Las universidades de Salamanca y de Valladolid se encuentran en el mismo margen cronológico
que ha llevado a una discusión sobre si el origen de la última fue anterior a la que actualmente se
considera la más antigua en España, la de Salamanca. No obstante, las dos instituciones
universitarias conformaron a lo largo de la Edad Moderna, juntamente a la de Alcalá el trío de
Colegios Mayores más prestigiosos de Castilla. De la universidad de Toledo podemos sacar en claro
que no hay mucha documentación disponible y que debido a esto seguir el rastro hasta su origen es
una tarea complicada. Como hemos visto, el trabajo de Sixto Ramón Parro es la obra guía para la
investigación y su esquema para explicar y desarrollar la historia de la universidad es el mismo
siempre. Por otro lado, la universidad de Sevilla nos ofrece una mayor información y atribuimos su
creación al auge que experimentó la ciudad. Es también ejemplo de la importancia que tuvieron
algunos colegios mayores hasta alcanzar el nombre de Universidad. Los colegios mayores sufrieron
una transformación a lo largo de los siglos XVI-XVIII pasando de lugares de ayuda a los
19
estudiantes pobres a residencias para estudiantes ricos. Además supusieron una mejora en la
formación de los cargos administrativos importantes de Castilla.
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BIBLIOGRAFÍA
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21
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