Como si nunca
Como si nunca estuvieras al acecho.
Como si nunca hubiera visto tu zarpa
ni tu boca.
Como si el fuego hubiera sido sólo
una palabra pronunciada en el ocaso.
Como si el cerco de la noche
no llegara a través de los candiles.
Como si el agua no brotase en agadones tibios.
Como si toda
la luz hubiera dimitido
en el invierno y sólo por tus ojos
pudiera ver los robles suplicantes.
Como si nada mereciera un pensamiento.
Como si alzado por la edad
sólo rozase el pulso de la nieve.
Como si al irte no te fueras.
Como si al despertar nacieran otros párpados.
Como si el corazón brillase
en la negrura del olvido.
Como si un delicado arpón
rasgase tus entrañas, donde un lienzo
albergó ligeras imperfecciones.
Como si nunca el ámbar hubiera sido
archivo del deshielo o la ceniza.
Vivir entre las horas
a sabiendas del ruido, a sabiendas
de la ambulancia, a sabiendas
del trueno despiadado, como si todo
fuera música creada en la epidermis
de un siglo sin principio.
Como si al irte ni te fueras.
O Nube de café
Recorrí los cafés de nuestras calles
a deshoras, desterrado
del lugar del sueño.
Pregunté por tu perfume en los rincones
más íntimos de la ciudad,
al viento por tu rostro. ¿Quién te vio?
Al borde del crepúsculo
regreso entre las voces más extrañas.
Nadie llena mi piel con tus caricias,
y nada espero de otro aroma.
Basta un susurro y aparecerá la luz
o su lenguaje en este abismo de silencio.
Si alguna vez hablaste a los jazmines
¡cómo no celebrar lo fugitivo!
Sabré que un día (podría ser mañana)
llegaré a tu sueño o a tus labios
en forma de vasija o nube de café.
“CANTO DE AMANECIDA” IV DIA INTERNACIONAL DE LA POESÍA, SEGOV IA, 2013
(Poema finalista: cuarto clasificado) - Autor: Vicente Rodríguez Manchado
CANTO DE AMANECIDA
… Todo ha descansado:
tiniebla y claridad,
flor y libro.
(RAINER MARÍA RILKE, Los Sonetos a Orfeo, XXII, Cátedra, Letras Universales,
Edición de Eustaquio Barjau, 1987)
“… Si tú la luz te la has llevado toda
¿cómo voy a esperar nada del alba?”
(Claudio Rodríguez “Don de la ebriedad,
Libro Primero, I”)
Claudio, ¿qué luz te envuelve
cegadora,
o solamente es frío el resplandor
de aquella eternidad que el barro
vela?
Nacieron de tu boca
las palabras como un beso,
una caricia de aceituna,
desprendidas. La voz
libre de nieblas
volaba en claridad y hablaba de los hombres.
Como un río,
de la boca a la mano tus palabras:
árbol, agua, racimos,
zarzamoras,
brezos, arándanos,
el tiempo detenido un instante
sobre piedras secándose,
a la luz de este invierno
para hablar contigo, Claudio,
y rescatarte de la escarcha
o la tristeza
en álamos, murallas
de niñez, de trigo y lluvia.
El tiempo, de tan puro bruñido,
conversado.
XXXII PREMIO DE POESÍA “HILARIO ÁNGEL CALERO”_2014 Título de la obra: “Grietas y fisuras (Catálogo)”
Autor: Vicente Rodríguez Manchado
GRIETAS y FISURAS
(Catálogo)
(A tiempo de escasez época de inventario)
Nada con nada de la porcelana
puede juntarse
el caminito
roto
que de la casa Chang llevaba al río.
La grieta de la unión
es un desastre para la vasija.
(Luis J. Moreno, “Época de inventario”,
Balneario Ediciones, 1979, Valladolid)
Todos los ángeles,
A escondidas de ti,
Mientras tu ausencia,
Lloran sus propias lágrimas
Ante el espejo roto.
Como un mendigo
Lleva el alma en sus ojos.
Como los campos
Clarísimos de invierno.
Así este corazón.
Dice: de donde
Da la vuelta la hermosa
Desnudez, siempre
Llegan de allí las lágrimas.
Del río. De la noche.
Es la tristeza.
Amor, es la tristeza
En cada hora.
No importa si es el río
O el confín de tus labios.
En el principio
¡Toda la oscuridad
Fue tan hermosa!
Brillaban los silencios.
Espléndidas luciérnagas.
Será mañana.
Cuando callen las sombras.
Cuando las manos
No sostengan ni un beso.
Te marcharás. Te has ido.
Su cuerpo, sí,
Su cuerpo es muy hermoso.
¡Cómo negarlo!
No has descubierto aún
Su más callada música.
De la ciudad
Que un día abandonaras
Queda su sombra.
Los sueños bajo el puente.
Las piedras amarillas.
Es el final.
La lluvia entrega lágrimas
En despedida.
Un cuerpo así perdura,
No se olvida en adioses.
VI DÍA INTERNACIONAL DE LA POESÍA DE SEGOVIA_2015
Autor: Vicente Rodríguez Manchado Título de la obra: “Sonata para violín solo”
SONATA PARA VIOLÍN SOLO
SONATA PARA VIOLÍN SOLO
…Incluso cuando estoy solo, camino entre los hombres.
(Lêdo Ivo, Plenilunio, Vaso Roto ediciones, 2010)
Deserté de los hombres, de su inmisericordia,
Y fui cigüeña. En un mar de hojarasca establecí mi reino
Y junto al agua hallé los restos
De sus vidas. Hojarasca y maleza adornan hoy
Las paredes más nobles de mi albergue.
Las glorias, el precioso don de sus gargantas
Que se fija en el negro
Perfil de símbolos escritos, olvidados,
Son ahora mis sábanas, cortinas
O el juguete espiral de mis polluelos.
Deserté de los hombres. Fui cigüeña.
Sobrevolé las horas más frías de la noche
Sumergida en espacios silenciosos, más allá de los círculos
Que abrigan la ciudad. En los abismos
Claros del horizonte,
He dibujado sendas invisibles para ti, para vosotros.
Y ni siquiera en los anocheceres
Abandoné la voz desnuda de mi nido.
Supe al instante que en aquellas regiones delicadas
Lo inalcanzable borra sus contornos,
Que la luna se aferra a mi batir de alas. Y fui ave.
Supe tejer la red de un escenario breve, fértil,
Urdido en interludios de sol y migraciones blancas.
Recorrí viejas rutas inscritas en mis ojos por un sueño.
Y amé la lentitud, casi el letargo, de los caracoles.
Rocé la magia, el bucle impredecible de las mariposas.
Deserté de los hombres. Fui cigüeña.
Vi sus rostros oscuros sombreados por bolsillos vacíos,
Y abracé la ternura desahuciada.
(Poema Finalista, galardonado con el Primer Premio en el Certamen Literario VI DIA INTERNACIONAL
DE LA POESÍA EN SEGOVIA 2015, por votación unánime del Jurado y posterior votación
de los demás finalistas, fue presentado bajo las siguientes claves:
Clave numérica: 21503 - Clave alfabética: CBLPZ)