Federico Mi hura Seeber
De Prophetia
DE PROPHETIA
Federico Mihura Seeb~r
DE PROPHETIA Y OTROS TEMAS DE ACTUALIDAD
EDICIONES GLADIUS 2010
l'odo~ lo'> derechos reservado~ Pmllibida ~u reproducción total o parcia l C)uC'dél hecho e l depósito que previene la ley 1 J .723 r, 201 O by t·:diciones C ladiu s Con lél'> ckbidélS licencias
f\ 1i1Jura Secbcr. Fcdc•rico De propl!ctia y otros temas de actualidad - 1 a cd. Buenos J\ires Cladius, 201 O 280 p.: 22xl5 cm ISBN 978 987 G59-0 1 tl-3 l. [.' ilosofía Moderm1. J. Título CDI) 190
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ÍNDICE
- ADVERTENCIA PRELIMINAR ....... ....... .......................... .. 9
DE PROPHETIA
- SOBRE LOS SIGNOS PROFETICOS ............. .................. 17
l. Que es el Signo ........ ... ....... ... ... ... .................... ........ 1 7
2. Lo Profetizado, su Signo, y el Lenguaje que
revela ambas cosas ................................................. 20
- lA PROFECÍA, HOY .................. ... .............................. .... 37
- ALGUNOS SIGNOS
I. UN SIGNO: lA MALDAD INSOLENTE ....... ..................... 45
JI. OTRO SIGNO: lA ((ABOMINACIÓN DE lA DESOlACIÓN
EN EL LUGAR SANTO>> ................................................. 51
III. Y OTRO: lA RAMERA ................................................. 67
l. El Signo ~~Babilonia» .......................... . ...... . ... ............ 67
2. Babilonia-Perseguidora ........... .. .............................. 74
3. La Caída de Babilonia .............................. . .............. 75
N. Y OTRO MÁS: lA 11BESTIA DEL MAR» ......................... 81
l. El Poder de la Bestia .......................... .... ................. 81
2. ¿Anticristo-Ideología, o Anticristo personal? ............ 89
3. Otra Hipótesis sobre el Poder de la Bestia ............ 100
4. El Surgimiento del Poder de la Bestia,
en la Escritura .... .. ...... .......... .. ...... .. ............. ....... .. 104
5. Y entonces, ¿qué?: Guía para perplejos ................. 110
6. Sobre la mirada limpia ....... ...... .................... ......... 120
V. Y OTRO MÁS, TODAVÍA:
LAS «ÚLTIMAS IGLESIAS» DEL APOCALIPSIS ............. 123
l. Los «Mensajes a las Iglesias» ........ ......................... 123
2. «Filadelfia» está imbricada en «Laodicea» ............... 130
3. La Ramera del Apocalipsis, ¿»Babilonia» o
«Laodicea»? .............................................. . ... . ......... 144
- NUESTRA SEÑORA Y LA PARUSIA ......................... ..... 153
l. La Virgen, modelo de nuestra política-parusíaca .... 153
2. La expectación de María, o «María de la
Anunciación» . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161
3. El «Número de los elegidos» y la piedad de María ... 167
OTROS TEMAS DE ACTUALIDAD
- PRINCIPIO DOGMÁTICO Y ECUMENISMO ................ . .. 179
- EL TESTIMONIO DEL ENEMIGO ......................... . ........ 209
- LAAPOSTASIA MODERNA ... ..... ....... .. .. ..... .. ................. 223
- WS NUEVOS DESPOTAS .. ... .. ...... ... . . ........ .. ...... . . ....... 235
- LAS NECESIDADES DE LA HORA ................................ 247
DOS RECORDATORIOS .......................................... ....... 251
l. CARLOS A. SACHERI - A veinte años de
su testimonio .................. ....... ............................... 251
Il. FRANCISCO M. BOSCH .................................. .. ..... 259
-BROCHE: «ACTITUD APOCALIPTICA)) ........................... 271
ADVERTENCIA PRELIMINAR
A los amigos, camaradas y 1 o hermanos en la Fe
Suena en mis oídos la admonición de mi madre: «¡Es
cribe, escribe! Y lo que escribas, no lo dejes en un cajón:
¡publica, publica!n. Y la de Castellani: «No dejes de escribir lo
que se haga en ti, sin ti.» (Aunque de lo que sigue, hay cosas
que no sé si se han hecho en mí, sin mí: quizás en algunas
cosas he metido baza yo, indebidamente ... ) Y lo de San Pablo
a Timoteo: «¡Predica la palabra, insiste, reprende, vitupera,
exhorta .. . !)). No sé, tampoco, si soy quién para hacerlo: Timoteo
no soy.
Pero. de todos modos, ahí va ... comoquiera que sea que
lo alcance a publicar.
De las cosas que siguen, hay muchas escritas por la
inspiración del momento, generalmente provocadas por cir
cunstancias de actualidad, como reacción a noticias perio
dísticas o a opiniones ídem: reacciones mías no benévolas,
sino más bien iracundas. Si estas reacciones se han hecho
en mí, sin mí, es que el Espíritu inspirador de los fieles no
siempre es tolerante: a veces bufa. Los amigos a quienes
esto se dirige, estarán de acuerdo conmigo que, en lo de los
bufidos, con lo que nos toca vivir y leer de nuestros «seme
jantes>>, no es para menos. La lectura del diario es un tor
mento cotidiano, del que no nos podemos sustraer, aunque
querramos . Esta lectura abominable nos es útil de todos
lO FEDERICO MuiURA SEEBER
modos. No, desde luego, porque por ella vayamos a enterar
nos de la verdad. Ni siquiera de la verdad «de lo que pasa»
(«de lo que pasa y no queda», como dice Castellani). no: sino
de lo que nos quieren hacer pasar por verdadero. Lo cual no
es poco, porque de este modo es como nos enterarr;tos de las
intenciones del Poder actual, poder del cual los diarios son
principalísimos agentes. Y así, indirectamente, nos entera
mos por los diarios de la verdad de los tiempos que vivimos.
No por lo que ellos nos dicen, sino por lo que callan: las
intenciones y consignas del Poder enemigo de Cristo. Con lo
que nos ayudan a cumplir, sin saberlo ni quererlo, con la
admonición de Cristo: «estad atentos a los signos de los Tiem
pos». Así, esta historia falsillcada por los medios de informa
ción nos revela, aún en su falsedad, esto: los planes y estra
tegias de los falsificadores.
De modo que, todo lo que hago de un tiempo a esta
parle, para <<mantenerme actualizado», es confrontar las men
tiras y asquerosidades de <<mi» diario -<<La Nación-diario»-,
con mis lecturas del Apocalipsis y otros escritos proféticos, y
la de los intérpretes modemos más autorizados: Castellani,
Newman, Pieper, y otros. Intento completar de este modo lo
de León Bloy: «cuando quiero conocer las últimas noticias,
leo el Apocalipsis». Intento completarlo porque, como digo, tam
bién leo el diario: para enterarme en él de lo que no dice.
Leyendo el diario ... por encima, y nada más: porque suele
ser, la bazofia, superior a mis tragaderas. Y nunca, oyendo a
los periodistas en la radio: verdadera abominación.
Estos diversos escritos míos, pergeñados en distintos
momentos, están, todos ellos, escritos bajo esa luz, «paru-
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síaca». Sólo que algunos, como digo, son reacciones ante
situaciones y opiniones «de actualidad»; o sea, con la Profe
cía sólo como telón de fondo. Los puse en segundo lugar,
bajo el encabezamiento «Otros temas de actualidad)). Como
ya algunos de ellos han quedado desactualizados, los acom
paño a veces con una aclaración rememoradora. Pero los
que vienen en primer término («De Prophelia))) son explicita
mente «apocalípticos)). Son interpretaciones de signos
proféticos tal cual yo los veo realizándose en la actualidad,
ante nuestros propios ojos.
Por lo menos, ante los míos. No fuerzo a nadie a seguir
me en estas interpretaciones, de las que -por otra parte- no
estoy absolutamente seguro ... Resguardo obvio, éste, y su
perfluo; pero que me veo obligado a hacer, ante las acusa
ciones de mis más íntimos, de que me pongo demasiado <<en
profeta)). Aclaro, en uno de estos escritos, por qué no me
tengo por tal. Ahora bien, si mis interpretaciones «proféticas))
son verdaderas o no, Dios lo sabe; y mis 1ectores juzgarán si
les parecen o no plausibles o verdaderas. Para mí, muchas
de ellas son algo más que plausibles.
También me acusan mis íntimos de no tener, de un
tiempo a esta parte, otro tema. Y yo mismo me doy cuenta
de esto, y de que me estoy poniendo pesado. Y de que quizás
se me aplique aquello que he leído no se dónde, de algún
capitoste del progresismo romántico espetándole a otro ídem
(no se si Víctor Hugo, o quien): «Avec t'Aurore Supréme, tu
comménce a m'embeter)), Yo no jeringueo con ninguna «au
rora de la Humanidad», y si, por el contrario, con el Cataclis
mo que se viene (y, detrás de él otra Aurora). Pero, ¿qué
12 FEDERICO M!HURA SEEBER
quieren que haga? Efectivamente, no tengo hoy ninguna otra
inquietud intelectual ni, casi, moral. Mis reflexiones filosó
ficas, prácticas o especulativas, la interpretación de mis lec
turas, mi vida privada, mi religión personal, me llevan, casi
siempre, a lo mismo: la expectación de Cristo Triunfante,
triunfante sobre la insuperable maldad del Mundo actual.
No sé si hago bien, o si lo mío raya en la obsesión.
Creo que hago bien. Porque sea o no verdad que «esta
mos cerca», nada se pierde con vivir como si lo estuviéramos
(Por qué «nada se pierde», lo explico también en uno de mis
escritos: la actitud <<expectante» no es pesimista ni tampoco
esterilizante, ni siquiera con relación al mundo que vivimos).
En cambio, mucho se perdería si, estando, en realidad, cer
ca, pensáramos y viviéramos como si no lo estuviéramos. Por
que nos caería el sayo que nos tira el Señor: <<el mal siervo
que dijera en su corazón: mi amo tardará en venir, y se dedi
cara a ... vendrá el amo el día que menos lo espera, y lo sepa-- l rara ... »
Si digo que en la primera parte de este libro (((De
Prophetia») he tomado a la Escritura profética y a sus mas
calificados intérpretes como tema explícito, no quiero decir
con ello que me haya abocado a una exégesis completa y
seria de la Revelación de Juan, o de Daniel o de los Sinópticos.
Lo mío son solo reflexiones sobre pasajes puntuales. Reflexio
nes puntuales motivadas -como he dicho- por la «lectura» de
la actualidad. Siempre que he recomendado a alguien las
1 Mt. 24
Dr;: PROPHE11A 13
lecturas ((apocalípticas» he desaconsejado, al mismo tiempo.
leer el Apocalipsis de modo corrido y completo. A rrú, por lo
menos. nunca me ha resultado, cuando lo he intentado. Sí,
en cambio, me ha resultado -ha alimentado y enriquecido mi
piedad. y me ha consolado- leerlo del modo dicho: espigando
en él textos puntuales. A veces, sin elección predetermina
da, y casi al azar; otras veces, buscando en la lectura res
puesta a perplejidades derivadas de la situación presente.
Pero siempre que, movido por el interés suscitado por esas
respuestas, he pretendido seguir adelante con la lectura, me
he visto al poco rato metido en un berengenal: confuso y en
treverado con la repetición de marchas y contramarchas, con
vueltas atrás y recapitulaciones, y con el portentoso abigarra
m iento de imágenes y símbolos estrambóticos. Esta
imaginería, que sin pudor llamo «estrambótica>>, adquiere, sin
embargo. un sentido y verdad deslumbrantes, cuando alguna
situación, o algún personaje contemporáneos, son interpre
tados bajo su luz. En realidad, mutuamente se iluminan: la
situación o el personaje, y el estrambótico signo. Pero esto no
pasa -no me pasa a mí, por lo menos- si pretendo integrar
demasiado al signo, en el hilo de la narración. Se me pierde
su sentido iluminador, y readquiere su carácter estrambóti
co ... y hago a un lado al Apocalipsis.
Y es que, como expreso más adelante, y según me en
señó Castellani, el Apocalipsis no es una «narración>>, ni tie
ne un «hilO>>, tal como lo entendemos nosotros de una histo
ria o de una novela. Es una visión de la historia integral de
la Salvación «sub specie aetemitatis>> . Y así, las marchas y con
tra-marchas, y los saltos de un plano a otro, resultan obliga-
14 F't·:DERICO MIIIURA Sl!:t::DER
dos, como efectos que son de un reflejo de la Eternidad en
el Tiempo.
Por lo tanto, no nos queda sino pedir que la ilumina
ción del sentido de la Escritura profética nos baje del Trono
de la Sabiduria. Y esto es lo que. a mi entender, es más fácil
que se verifique como «chispazos)) de inteligencia, que como
resultado de una lectura concienzuda y «científica)).
Otrosí: el orden con que han quedado editorialmente
armados estos escritos, no es tan ordenado que digamos. Lo
cual resulta de su redacción discrónica, y su posterior en
samblaje y capitulación. Defecto este que se me disculpará
por la misma razón. pero que queda compensado por la auto
nomía que presenta cada parte. A estos escritos se los pue
de agarrar por donde se quiera, prescindiendo de secuencia
lógica.
DE PROPHETIA