Mi Dios, yo te ofrezco este año que comienza. Es un lapso de tiempo precioso
que Tú me has dado para Servirte.
Yo lo pongo bajo el signo de la fidelidad: haz que sea una larga ascensión hacia Ti y que cada día me encuentre más lleno de
fe y de amor.
Mas bien, que yo sea para ellos el canal invisible de tu gracia y que mi vida les
manifieste tu amor.
Los sufrimientos de niños inocentes, el largo pesar de los exiliados, la
angustia de los jefes, y esa carga que recae pesadamente sobre todos.
Mi Dios, que una chispa de tu caridad ilumine nuestras tinieblas y que el alba
de la paz se presente en este año.