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Page 1: El algodon y los algodoneros

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~ Dr. ú'KOIS~S -SANTIAGO BERTONI JtI I1

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====FPUERTO BERTONII=====Imprenta y Edición "Ex Sylvil"

1927BIBLIOTECA KACIOtlAL O,

AGRICULTURA (BHlj). Dr. M.lsú S. Berloni.

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EL ALGODON

C&

LOS c.ALGODONEROS

Deade los Puntos de Vista ~2. 'f

Botánico y. Económico L.

Con especial aplicación a las coodiciones eJe ~q .estos. palies 11-

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UNA EXPLICACION NECESARIA

CUANDO escribí esta obrita, era mi intención comple­tarla con una segunda parte, dedicada a los meto­

dos y práctica del cultivo. Pero habiendo tenido quesuspender la impresión 'para atender a la de «Agenda yMéntor Agrícola J, corrió un lapso de tiempo más quesuficiente para que se produjera lo qué en la rimeraparte impresa había yo previsto, esto es, a. eca enCladelcültivo del Álgodonero en la :Argentnia como-errelParaguay.

Lejos de mí la pretensión de haber sido profeta.No hice más que observar los errores que ya habíansido denunciados por las más altas autoridades en esta

'. . materia, e indicar las consecuencias a que tale¡ errores. Pnniln~i,.íl\n fatalmente, siempre guiándome por aque-'

¡¡v:j lUaestros y los más serios y recientes estudios de lapeligrosísima cuestión de las hibridaciones, y selecciónde la semilla y de las variedades con relación al clima.

Es de extranar como en Argentina se iniciara elcultivo del Algodonero en grande ~cala con tan escasoconocimiento de la cuestión, y al parecer; tan completo 1desconocimiento de los aludidos peligros y de las caJu- 11rosas recomendaciones de indiscutibl~ autoridadescientificas y técnicas. Y es de lamentar que en el Pa- -'.rag"~a creído J>üéñCOnsejo el imItar alo queeñArfrentina -senaaa:-1Jel'l!sU1t:ts;<nnbas-naciU1íesincurrieron en los mlsmos errores iniciales y persistie-ron sobre la falsa ruta, no tardando la 'decadencia enproducirse. Durante el último año agrícola, en aque=-'na nación, la extensión de este cultivo se reducía demás de 40000 hectáreas, siendo escusado decir lo que

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INTRODUCCION

, ~ E TODOS LOS GRANDES CULTI­t ~ vos del mundo, no hay nin~oque co­~- D ~~ mo el del tAlgodonero presente reurii­

"t7 das las ventajas de la in~ns~.!!!-~~de su producto, del uso universal, y dela!Jósij)ilidad de oblener¡oeñ-tan am­

plia zona geográfica~ en ·contraste con el estricto· cércodCeondICiones naturales, sociales y económicas que exige- con el problema de la elección de los tipos y la dificul­tad de su conservación - con la posibilidad de grandesc:ambios de paises productores y en el comercio universal- y por tanto, con el peligro constante de la competencia,yo las posibles sorpresas de los mayores intereses en lucha.

u.ii.. UUlIU" encuentracondiciones favorables,ningúncultivo ·es tan accesible a todas las personas y a todas lascondiciones. Tal vez ninguno exige menor capital Y" po­cOspemiten obrar tan independientemente, sin auxilio nicolaboración de nadie. Pero ninguno exige mayor vigi­lancia por parte del Estado, prudencia en los directores,conocimiento en los maestros y atención en los obreros.y tal vez como ningún otro, exige escrupulosa honestidaden la natureleza del producto a la entrega. Esto es decircuan grande es la responsabilidad de los que están llama­dos por su situación en el mundo- directivo, a imprimirrumbos a las actividades agrícolas. Y es apenas necesa­rio advertir, que a pesar de todo el cuidado que uno pon­ga en imponerse de las diversas cuestiones, no es sin ciertareserva que en algunas de éstas puede pronunciarse.

Por 10 pronto, es preciso advertir que las convenien­cias del momento están a veces lejos de ser las del próximo

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p~sa en'la nuestra. , ', "La baja lTlundial de los precios - que en realidad

no fue sino la prevista normalización - no basta parajustificar el actual fracaso... Pl!.es la v.uelta de loscre­cios a su estado normal, aaun CJerta depresIón a ajoael nivel normal, no ¡m i e,n¡-¡rr¡peau:a nunca la cor~

cación ven Josa e os categonas e a go ones, que.!ion los de -hebra larga y los de hebra corta, y aun muycorta, pero pareja. ,,~, PrecIsamente son éstas las categorías que fueron'

'práctícamente elJm¡nadas de los cultivos en am1>oSaíses, debIdo a la desordenada mezcla de numerosos,

tI os y 'osa u I Iza iBa e as

~fubl~~m~o:~equed~bíAe~:~:;:;?:~::'w c teamen e remediables sin 'un cambio r wal.stá,comprobado que en trantandose de Algodoneros

'la selección es incapaz de purificar y fijar un tipo deter~

minado, partiendo de una gran mezcla de tipos. Para. ?wsotros, hay un medio sólo, en mi concepto; empezar

de nuevo~

-, El Paraguay puede y debe ser país a!godonero...Sus condiciones de clima y brazos exigen, sin embargo,ciertas precauciones" complicando el proq)ep:a. Ade­más no tenemos la 'posibilidad de' que"la"s industriasnaci~nales absorban, en un próximo porvenir, una par­¡ _ o,..r,,-,;·t;:.nte de la producción. Es por tanto necesar'Ü>tener -por único objeto la exportación, cultivando tiposexpoJ..tables. y en la elección que de estos se haga, lademanda mundial debe ser.]a principal guía; pero nola que las estadíSticas indican - pues un buen artículoa veces no se p\lede vender precisamente porque losotros productores ya venden mucho, y lus mercados decompra no se cambian fácilmente - sino la demandaque los mejores centr.os de ~nformaci.ón y. los importa­dores indiquen como ~~ufic~entemente satwfecha y pro-bablernente duradera. o

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EL ALGODON y l.OS ALGODONEROS 7

- Una Vf!L elegido el tipo, o los tipos convenientes- y adaptables, habrá que pensar en conservarlos tales

como son, en producir la ún-iea semi/In q/le se debe per­mitir y en evitar rigurosamente torios los peligros deincurrir en los errores del pasado. En esto, habrá queadoptar las leyes y reglamentos de los países mejororganizados y de parecidas condiciones, tomandó me-

• didas especiales y severas para su aplicación.Entónces solamente se podrán definir e indicar

detalladamente los métodos y las prácticas del cultivo.Pues esto varía mucho, según la especie que se cultive,herbácea o arbórea, perenne o anual, y además, la cua­lidad de la hebra, que es lo esencial, exige frecuente­mente cuidados especiales para ciertos tipos. Hacerloahora ya, es exponerse a que mucho de lo que se digano resulte aplicable y más de un consejo resulte malo.

Por otra parte, se puede decir que los agricultoresparaguayos, en general, ya conocen el cultivo del Algo-

_donero. Ciertamente, el nuevo difiere del antiguo y senecesitan hoy día precauciones que antes se descuida­ban, o se ign::-:¡::':l c::::;'~~~~·l·l"íi~..... ;:'tlV ~a.S instruc­ciones impartIdas durante estos últimos años por laDirección de Agricultura y Defensa A¡~rícola, y sobretodo la-éSéfiahza práctica dada en todos los departa­mentos algodoneros por la sección de Defensa Agríco­la, con el fin principal de combatir las graves plagasque aquí, como en todos los países, pueden aniquilarla producción en cuanto haya descuído -- todo esto ha­ce también menos urgente la redacción de un tratadopráctico del cultivo.

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porvenir, que debe tener en vista quien sólo procura elinterés de la colectividad. Fácil es aconsejar procedimi­entos lucrativos, sobre cualquier ejemplo que se tenga ala vista. Pero lo que nuestra agricultura y la nación ne­cesitan, es una fuente perenne. ¿ Qué ganaríamos,. sidespués de unos años de bonanza, tuviéramos que aban­donar uno de los mayores cultivos, con todo el trastornoque esto siempre produce en la economia nacional, yo laconsiguiente necesidad de reorganizar la chácara sobrebases nuevas ?

La necesidad de estudiar el problema nacional des­de el punto de vista mundial, prima sobre todas las cues­tiones. Considerando que ni el Brasil - con su grande yantigua industria de tejidos, que produce todo lo que elpaís necesita - no pudo eximirse de tomar muy en cuen­ta el abasto mundial para asegurar el porVenir de sualgodón, podemos comprender cuán peligroso seria el te­ner en vista únicamente las conveniencias nacionales delmomento o las de nuestro limitado comercio, o fundarcálculo~de porvenir en la incipiente industria de tejidos'de c.Argentina, pais que podrá fácilmente producir todoel algodón que necesite para su consumo.

'.' y 'de todos los problemas agrícolas mundiales, en estaépoca seguramente no hay ninguno tan complicado y de­batido. Desde que la producción de los Estados Unidosinclinó a disminuir - sobre todo relativambu<c, ..... ';c...;, ,comparada con el aumento de la demanda universal - entodós los otros paises templado-cálidos o tropicales se tra­tó de establecer o ampliar bl cultivo. Fue con verdade­ro afán que todas las naciones coloniales buscaron paisesnuevos, aptos para para producir algodón, invertierongrandes sumas, y repitieron ensayos con una constanciae interés nunca visto. Muchos países menores hicieron10 mismo. Sin embargo, elresul.tado general fue negativo..

El estudio detallado de los numerosos fracasos y li­mitados triunfos seria en extremo interesante yo lleno deenseñanzas.' No nos es permitido hacerlo en este breve

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EL ALGODON y LOS ALGODONE'.ROS 11

resumen. Pero es en buena parte de ese estudio que ma­nan varias indicaciones y consejos que creo poder"" consig­nar". El conjunto de esos hechos constituye la mejor""fuente de información y la más necesaria. Pues comolo indica el subtítulo, las cuestiones fundamcntllles del cul­·vo en el Paraguay no pueden ser"" tratadas sino desde el

punto de vista del mercado universal. Proceder"" de otramanera, seria seguir un camino muy peli¡:roso, pues elpaís no tiene Industria ni gran población quc pucdan ab­sorber"" la producción, ni podrá tenerlos en brcve.

Las causas de los malogros a que :.l1udo, constituyen- desde nuestro punto de vista práctico lo mis intere­sante de la cuestión; pues encierran en cada paso una en­señanza para subsanar- a las dificultades que se nos presen­tan, y evitar- en lo posible las que pueden presentarse.Con este fin, recomiendo con insistencia a los hom~es delgobierno" a los mayores interesados, que ten"g.an la mi­rada fija sobre lo que suceda en el Brasil principttlmente.Pues este gran país, que en todas sus regiones algodoneraspresenta condiciones naturales y humana muy semejanteso idénticas a las nuestras, cometió idénticos errores, y seve en presencia de idénticos problemas, con la diferenciade haberse adelantado en la organización necesariA V"

emprendido con claro conocimiento y enérgica ac!:.':", ¡:."refonnas necesarias para lo presente y lo porvenir".

Dos circunstancias sumamente favorabl.es favorecie~

ron al Brasil en esa vía, y me permitieron imponerme decuestión algodonera en sus varias faces: la exploración

y minucioso estudio de las regiones algodoneras por"" unaautoridad suma, y el Congreso Internacional AlgOdonero,celebrado en Rio de ]anelTo, en 1922, durante mI est~a

en esa metrópoli. ~LOs tres antenores congresos interna­cionales algodoneros hace años habian ser'ialado lanecesidad de un estudio de las condiciones y posibilidades

godoneras en todo el mundo, hecho por competentes per­3QTlaS y con todos los elementos necesarios. Ese granpensamiento fue realizado mediante el nombramiento deuna comisión internacional, constituida por"" t:specialistas

BIBLIOTECA NACIONAL D~1.:~:CljLTU:::~ (gl!IA).nO' A.~n:~és S. Bert~D1

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eminentes en cada una de las faces del problema, li¡ cien­tífica, la comercial, la industrial, la agrológica, la practi-

.. camente agrícola y la social o humana, Durante variosaños esta gran comisión recorrió todos los paises del mun­do, productores de algodón o posiblemente capaces deproducirlo, y terminó su histórica tarea estudiando muydetenidamente todas las correspondientes partes del Bra­sil. Yal terminar su trascendental gira, celebrábase enRío el mencionado congreso, en el que, naturalmente, loseminentes especialistas fueron los más escuchados, Y' de­terminaron las principales, resoluciones. ~tal'manera la luz necesaria sobre el camino arecorrer", comotUera urgente el emprender lasretoiTIlaSTndicadas, actocontinuo los gobiernos del Brasil dictaronrasro­~Qñer?S ~vas, cuyaaplica~i~~~ue~nerg¡a actualmente se persIgue.,

~. bajo la influencia de tales acontecimientos~ que3diSP(lOgO a reunir los elementos de la cuestión espar-. CI os en los más recientes estudios, con el fin de que,im:l?alas observaciones personales y los datos de mimo­efesta experiencia, pueda cumplir con erlloñroso encargo,deI8iñefor manera que me sea posIble. .., ,

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CAPITULO

EL FACTOR HUMANO

,;,i!:i.. ...... E LA HISTORIA ALGODONERA DE TODOS LOS[~~países resulta claramente evidenciado, que todo lo.0JB\ que se implante y organice sin previo estudio del

~4'~ factor humano, carecerá de solidez y no tendrá mu­~'<;)i~ cha duración. El cultivo del Algodonero está ligado-..1/ a determinadas condiciones sociales, que prudente­

mente se pueden venir completando, pero que ninguno pudocrear allá donde no existían. Exige, como base, una poblaciónsedentaria y permanente, relativamente numerosa, de índolepacifica y modesto vivir, deferente y cuidadosa, y de hábitos mo­ralizados. Sólo en estas condiciones puede organizarse la 'vidarural algodonera', que pasará a costumbre arraigada y capaz deresistir a los quebrantos que no han de faltar, y a las vicisitudesde la competencia mundial.

La vida algodonera no puede formacse con elementos esca­i!OS y aventureros, con mano de obra cara y exigente, con perso­nal mercenario o inmigraci6n «golondrina., y no resiste Clo~ ~­

blaciones de costumbres desarregladas, de carácter levahl.i&<.u v

de hábitos industriales. Es cultivo propio de familia, y exigela familia como condición. Es cultivo democrático, autónomo,de iniciativa personal, especialmente para chacareros y colonosde tradición agrlcola, los que saben cuanto vale el poder conser­nr su independencia. Conviene también especialmente a las

des masas humanas, a las poblaciones rurales muy densas,ue suelen ser sobrias ':1 poco exigentes. laboriosas y previ­

soras. o bien sumisas y atentas a toda imposición inteligente.En Estados Unidos, la población negra esclava tralda paraucir algodón y azúcar, libre ahora. continúa en las mismas

Caenas en que ha nacido y formado cuerpo, con lo cual permiteener la economía de un cultivo en regiones de poco rendimi­

lo y en un país de altos salarios. Millones de trabajadoresay sobrios y arreglados. contentándose con un jornal mínimo,

pt:rmiten a la India una gran producción, aunque del más feo de

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los algodones, en condiciones ¡H.turaks des¡'avoraLles. Equiva'lente l'csu!tacio¡:rcrmite-en-elrtmnffl,n ,oLI:Iéión - rural inmensa,

'que a la vida muy sobria y arreglada, reúne una laboriosidad yuna minuciosidad de atenciones casi sin igual. El laborioso,honesto e inteligente fcllah. cjipcio, llegó a conquistar el primatode los algodones de más alto precio.

MM cerca de nosotros, con tierras, climas, gente y costum­bres rurales muy parecidas a las nuestras, un gran país está de­sarrollando poderosamente el cultivo que nos interesa. La in­mensa. zona ,algodonera del Brasil, se extiende desde Rio Grandedel Sud hasta el Pará: pero su parte principal empieza con el

, Estado de S. Paulo, e incluyendo al de Minas y jl1a cue,nca delSan Francisco, se extiende sobre casi toda la parte interior delos Estados de Bahía, Pernambuco. Río Grande del Norte, Cea·rá. Piauhy y Marafi6n. Todo ese país. que es la más extensaregi6n algodonera que existe en el mundo. es poblada en granmayoría por descendientes puros o mestizados de la raza guara­ní. Es una población muy sobria, de vida sencilla y arreglada,muy buenas costumbres. laboriosa y bastante euidadosa, enér·gica en las luchas de la naturaleza, pero de trato muy suave ysumamente educado, y la más buena y generosa que se puedaencontrar en el mundo'. Esto explica cómo en esa poblaciónde múchos millones de habitantes, abunden brazos para recogertodo el algodón que se quiera en razón de un centavo oro el kiloy aun menos ": pues trabajan hombres, mujeres y nifios. lavida es frugal, las exigencias del clima son pocas, las ocasionesde malgastar no son frecuentes ni habituales como entre noso­tr6Sr.J',la familia es unida y tr<;lnquila, en 1¡¡ !"ás apacible de las

'v!I¡ás.:.':" ' ¡ '.. ' -. ,.

. Una de las ventajas' fundamBntales del cultivo algodonero oa elParaguay. es que cabe bien dentro de la estructura ecúnón¡iCl!- penuestra clase agrícola, población sin capitales, ~:~ ::::':;:::;n~ ~.

sin hábitos cooperativos; pues es económico y ;::'t:.II.':;~~v, Vu~ü~

hacerse en cualquier escala, sin exigir instalaciones ni aparatoscostosos, ni otra erogación previa, y permite a cada uno obrarsin ayuda de nadie, ni depender de otro para la elaboración de su

• .He viajado en muchos países, pero nunca encontré gentede tan buencorazón y tamaña generosidad como en el BrasiL En el Seridó en particular(centro de la gr8D región algodonera) los pequeños cultivadores nos mostra­ron una cordialidad conmovedora que nunca olvidaremos. (Mr. A. PEARSE,presidente d~ la Misión Intt:rnacionül AIg(..doneT8. o. c.• p. 28). Casi en todome hiw recordar. esa población, a nuestros viejos campesinos, tal como loaencontré hace cuarenta años.

•• De 0,7 a 1,2 milreis la arroba de 15 o 16 kilos. Una mujer, con 1.1variedades M~k? "i Qutobradij',o. Jlega a recoger un maximun de 60k. por día.

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EL ALGODON y LOS ALGODONF;ROS

producto. Se trata. además. de un articulo CII~''1 nrt'l'io .... ienesiendo establecido por el mercado universal. y l11i'no:-t ~1I.iI.t(}. portanto. a fluctuaciones que desorientan. ya la, hai,,, rcpcntinasque muchas veces no tienen otromotivoqu~ la cotli,:ia ,lc lo, espe­culadoresgrandes y pequeños. La impreYisión. 'I"" ,'S ,'llraclcr[s­tica principal de nuestro pueblo. el exag'~ran,) indi\'iduali$mo.que es otra, y las muchas ocasiones de mal¡':llstar. Sl'I:lIramentedificultan y se llevan la mayor parte de la I~llnllnt'ia: I"'ro el quequiere reaccionar contra esos malos hábitos. tit'nc l'n el algod6n.1 producto que más le ayudará.

Conviene sin embargo indicar ciertos hechos o tendenciasque disminuyen o pueden disminuir naturalmente las veotajasdel factor humano bajo este punto de vista. ~llhemos que elugod6n exige una mano de obra segura. cllidadosll y ec'On6mi·ca. Ahora bien. los obrajes de madera y los yerhales se llevann.na proporcion enorme de nuestros mejores brazos. con la agra­vante de que la gran mayoria va al extmnjeru. donóe gasta susfuerzas y su salud en beneficio de capitalistas <le otros paIses.Estos pueden pagar salarios mucho más altos. porque s610 ex·traen la riqueza natural de nuestros montes. realizando elevadl·'mas ganancias. y por otra parte. si se consincran en conjunto.

TUelven a reembolsar la mayor parte del dinero que invierten.De resultas. son dos inconvenientes: disminución de bracerosa¡¡r1colas y aumento de salario. A estos se agregan otros más.E. campesino que se va a los trabajados de manera y yerba. pier­¿" el hábito yel gUS~J :: ::: ~:::::;:: :,:;: ;'v:..... ,', ."w~umbraalmando absoluto y rig>~r(,"o. a lOS trab:lJos gro'eros. Violentos Y

D her6icos. al descuido de todas sus cosas y de su persona:rde el amor a la familia. que muy lejos quedó. y no le es po­

'b1e hacerse de un hogar; pierde su salud en trabajos excesi\'osJ expuesto a todas las intemperies. o la arruina con todos losncios que forzosamente aprende en la promiscuidad de vetera·

corrompidos. o en las ciudades. donde va a consumir sus ga­cias y a renovar su esclavitud por el .anticipo.. en tantas

\estas y orgías como dlas tiene de. p'ermiso.. Y si un dla vuel-a su hogar - que no sea para curar sus reumatismos y demáslermedades contraidas en la más antihigiénica de las vidas .­

de llegar tan pobre como saliera. y sin crédito ni protec­para empezar de nuevo. habrá perdido el hábito de las cui-,

faenas agr[colas, ni familia tendrá para emprender un'vo que supone dinero o familia.La extracción de yerba mate, dentro o fuera del pals. ocupa8~0 miles de b''8ceros. Mayor número emplea laextracci6nmadera y el tanino. con la circunstancia agravante de que

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las eJ'plotaciones forestales siguen en aumento, y pediran másobreros, para trabajos en que el brazo paraguayo y correntinoes insubstituible. Agréguese que el corren Lino, mejor aconse­jado, en ¡(mn parte se dirige actuamente a los algodonales delChaco, o vuelve a la agricultura en su provincia. Y teniendoen cuenta que, a más de eso, nuestra clase rural sigue emigran­do a la Argentina y al Brasil, no es difícil prever que la manode obra irá siendo más escasa y más cara, no pudiendo ser con-pensación suficiente la siempre escasa inmigración. .

En ta/& ci'rcunstancias está la razón M orden interno, que.obligando a SeI' prwisO'l'cs, i1nplme la adopción M las medidasque tiendan sobre todo a manten"r alto y finne el precio M nues­tro algodón. No quedíll'án, Memás, sin alb'IÍn r~sultado.los es­fuerzos inteligentes que las Autoridades hagan para rebmer yfijar al terruño nuestra clase rural, reduciendo al malhadadofenómeno, único en América, de nuestra emigración.

No dejará tampoco de tener resultados todo esfuerzo quelos directores de la instrucción pública y el clero nacionalhagan por conservar y restaurar la moralidad y buenas costum­bres de nuestras clases rurales, ni los que el obrerismo haga pordespertar en ella el sentimiento de la solidaridad y ayuda mútua.Pero sobre todo - como la altura y la firmeza del precio del al­godón estarán arreglados principalmente a la ~alidad y a la de­manda mundial - será necesa,;o tomar las precaw:iones debida.&~ra que nunca nuestro producto pueda carecer de mercado por

'·914.Monder lriempre a la ckmanda. Es lo que mejor veremos'¡{¡·hllblar de las diferentes variedades y de su recolección y cla­sificación.

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-CAPITUl.O n.-:~ _EL ASPECTO ,COMERCIAL GENE~~.

oCér4PW;rENCrA-- DE PAISES PRODUCTORES.

~RANDES CAMBIOS HAN SOBRÉVENIDO DU~

~~ ranteeste cuarto de siglo en la producción, consu-

, "P]J mo y precio del algodón, y no es prudentesuponer que-e ¡~il el punto en que bemos lIegodo ropreseot. uno estobill-1;¡¡¡i:: loción definitivo, ni tompoco uoo normollloclón de lor-- ~~ go duroción, El producto mundial', de 'l:l693 000 ba-las en 1915, cayó á 16863 000 en el año que termin6 el 31 deJulioDe 1922, Pero desde 1922 volvió a aumentar nuevamente. Estoya no hubiera mantenido la firmeza de los precios. Pero la pro­ducci6n de los Estados Unidos, que a causa de las plagas y anosde mal tiempo, habla bajado a menos de 9000000 de balas. des­.de aquel aJ10 también volvi6 a aumentar. llegando a 18000000en 1925. De manera que, no obstante la disminuci6n de cier­

_tos paises, nos encontramos en .el periodo de desinflaci6n de los:,P"CU"inc: v nA tFmdencia a condiciones normales» que los especia­~;:~ '::! CJr.~cso de 1922 habian previsto-.

Hoy podemos prever algo más. La disminuci6n oel noaumento de la producción de ciertos países es debida a circuns­tAncias de carácter pasajero. Y para ciertos otros paises seabren probabilidades de notable aumento. Ciertamente, elaumento obtenido por los Estados Unidos debe ser consideradomás bien como un máximum que comó 'una altura normal; pero...10 parece indicar una reacci6n durable. De manera que de­bemos temer una nueva disminución de precios. y un periodo

b-normal para los productores. Es bueno tener presente tam­bién, que los precios actualmente desinflados, siempre son no­tablemen te superiores a los antiguos.

De los 6 grandes productores de algodón, el mayor. EstadosUnidos, tiene probabilidades de mantener su producci6n a unaaltura próxima a la más alta que alcanzara. en 1912 a 1915, oeuando menos, a la mediana, obtenida de 1915 a 1919. Como

• IRWlNG BULLARD a. H. C. MESEllVS. .Industrial a. ~mmercial

..ltpec.t of tbe World Callan lndustry., p.l3..

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18 n.. UD/SES S. BERTDN/

consecuencia, es probable que el precio de su algodón (casi todode las variedades herbáceas y de cultivo anual). cayendo de lasalturas muy excepcionales de 1917 a 1920 (20 a 25 peniques la li­bra) se normalice alrededor de 12 peniques, 9 menos, pues fuede 6 peniques entre 1898 y 1915.

De los otros 5 paises, la India, que sigue en importancia,vió su producción detenida en su ascenso, y más bien disminui­da, desde 1915, al intensificarse el deseo de independencia, y a­doptarse por los Indios la actitud de no-cooperación con los In­gleses, predicada por Ghandi. Como ese deseo es cada vez másgeneral, y por varias otras circunstancias, es probable que nopasen muchos años sin una solución, después de la cual, la pro­ducción volverá a aumentar. En cambio, el precio del algodónindio se mantendrá bajo (probablemente alrededor de 8 pen.l,debido a la extrema abundancia de brazos, sobriedad del pueblo,amejoramiento progresivo de la clase (que ya se nota) y relati·va baratura de los fletes.

En China, la producción exportable habia subido rápidamen­te hasta 2000000 de balas en 1913; pero desde ese año se estan­có en esta cifra hasta 1919, y luego disminuyó notablemente,debido a las conmociones internas y guerras civiles, consecuen·naturales del gran cambio de régimen político y administrativo.Pero los 450 millones de habitantes constituyen la abundanciamayor de trabajadores en el mundo; éstos son sobrios yarregla­dos, hacendosos y muy cuidadosos, apegados a la tierra, ylas condiciones naturales de la China, como su admirable sis­tema ae'riego, son en ·ext.reiñb"rá~orables íI~ra la producción dealgodón, especialmente de seda corta. Las circunstancias quehan detenido Ji esa producción siendo de carácter transitorio, 10que es prudente suponer, para un próximo porv~nir.... mi Qll­

mento notable, tal vez muy rápido, y cuya lim;~~;:.. _::~ ~~;L~

ser ¡¡jada por una correspondient-e baja de los precios de los al­godones cortos.

Parecida cosa sucedió en Rusia, siendo el cambio mayor aún.Entre 190'2 y 1915 su producción subió de 342 000 a 1480000baJas. La gran guerra, la revolución, la gran reforma rural yla autonomía de las repúblicas soviéticas, la redujo a menos de200 000 balas en 1922. Parece, sin embargo que ya hay reac­ción, y es probable que la haya en breve, como ya la hubo en laproducción en general. El mayor desarrollo fue alcanzado enel Turquestán, pals extenso y de mano de obra económica, perocuyo invierno frío no permite sino el cultivo anual de algodone­ros de seda corta. No parece muy probable que los agricultoresdel Turquestán - boy república autónoma, libre del tiránico

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 19

pulso del gobierno de los czares y organizada flllcra ele! rél\'i­n capitalista ,- vuelvan a dedicarse con la intensidad dI! an­a! cultivo del algodón. Pero si esto sucediese, ejercerla !le-

ramente alguna acción depresiva sobre las coti7.acioncs de lasJedas cortas.

El Egipto, a pesar de tener una superficie cultivahle muyuefta, gracias a la intensidad y perfección de sus métodos de

ltivo, llegó a ocupar el tercer puesto en la producción mun­tal. y el segundo por el valor de la exportación, pues desde el

¡n-incipio se dedicó exclusivamente a la producción de las fibrasW"gas, y detiene siempre el primer puesto en la exportación de.:lS algodones de alto valor, cuyo precio. comparado al de los cc>r- ....ros, aumenta continuamente desde 1916, habiendo 1I<'I>:ado a serde 2 a 3 veces mayor. Pero la producción del EI-';ipto no au·menta más, ni puede aum~ntar, ydesde 1915'sufrió disminución.El no aumentar, se explica fácilmente por la exigtiidad de lauperficie cultivable, el Egipto siendo un desierto de arena y

piidras en toda parte donde no alcance el riego, cuya únicafuente es el Nilo. Y la disminuaión se atribuye en bucna parte alempeoramiento de la irrigabilidad del Delta, y en parte también• la degeneración de ciertas variedades de cruzamiento. algunasde las cuales tuvieron que ser substituidas. Aquí tencmos, portanto, estas probabilidades: no aumento de producción de los al·godones largos y firmeza de sus precios.

El Brasil ha suplantado a Rusia en el quinto puesto, desde1923. Su región algodonera es sin comparación la más grandedel mundo. En la primera mitad del siglo XVI el Bl'asil ~r::. 1.::10

de los mayores exportadores de algodón, cuyo cultivo fue intr~'

ducido en Estados Unidos más de un siglo después, Tambiénse, adelantó de mucho el Brasil a la America del Norte en elestablecimiento-de fábricas de tejidos. Esta industria adquirióen el siglo pasado tales proporciones, que llegó a fabricar el 75 %de los tej idos necesarios, en más de cien fábricas, con seten­ta y cinco millones de pesos oro de capital. De esta manera,absorbió toda la producción, no figurando ese pals en las esta·dlsticas del abasto mundial.

Pero la producció rápidamente superó al consumo, y desdealgunos aftos el Brasil se hizo pals exportador. El año 1922 yase exportaron 2600 000 kilos, en 1923, 34 000 000. y se calculóque la cosecha de 1924 fue de un 30% más elevada que la ante·rior, y que la de 1925 tuvo un aumento mayor aún. No hayninguna probabilidad de que este aumento se detenga. en vistade lo que expuso la Comisión Internacional. y del hecho queese movimiento se ¡n'oduce Bin ningún perjltici.o 1Ja'ra 108 otr08

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cultivos mayores. Efectivamente, mientras en el Paraguay elaumento de la producción algodonefa se produjo paralelamentea la disminución de varios otros cultivos principales, en el Brasilese aumento fue paralelo a un rápido progreso en el cultivo delArroz, al resurgimiento de la Caña de azúcar, a sensibles pro­gresos en el cultivo del Tabaco, Cacao. Vid, Fruta~ y Te, en laexportación de Yerba :/orate, yen la "reprise" de la produccióndel caucho, ahora absorbido en buena parte por la creciente in·dustria nacional.

Las posibilidades de la producción algodonera ¡lel Brasil sonprácticamente ilimitadas. Pues a más de poseer un clima muyfavorable, variedades especiales de gran valor, costumbres algo.doneras muy antiguas y una grande industl'ia nacional comogarantia par.a el caso de obstáculos internacionales imprevistos- tiene una extensi6n de tierras aptas y un número de brazostambién prácticamente ilimitados. Por eso los miembros de lasmisiones y éomisiones internacionales que lo estusliaron, fueronunánimes en asignar un gran porvenir a la producci6n algodo­nera de ese pals, y por consecuencia, una notable influencia enlos precios. Pero ¿cual será esa influencia?

La contes~ci6nparece obvia, y sin embargo, es dificil. Puesaquella influencia dependerá en gran parte de la orientaci6nhacia los algodones largos, o los medianos y cortos. Los espe·cialistas de la Misi6n Internacional, admirados ante la bellezade ciertas variedades indigenas, 'que igualan al mejor egipcioen largura y cualidades., recomendaron con mucha insistenciael cultivo de los Algodoneras. Perennes de. seqa .l¡¡rg~.. Es pro-

. bable que tan autorizado consejo sea generalmel)~~ylo será seguramente en las regiones de clima más favorable;:BO­bre todo las tropicales. Pero en San Paulo y Minas, regionestempladas. nreriommar. r.lücnu ia,; \'''r;~';",,''~ extranjeras o indl- .genas de fibras cortas o medijlnas, y éS probable que los Algo­doneros.cortos substituyan pocp a poco al Café en las tierras poréste'esquilmadas. Además, este cultivo puede extenderse porlos estados de Paraná y Rio Grande del Sud, de clima aún mástemplado. Por otra parte, la industria nacional hasta ahoraprácticamente ha empleado sedas cortas, por el hecho deplora­ble de que, hasta hace poco, todas las desmotadoras eran de sie·rra, las cuales destrozan a las sedas largas, destruyendo su mejorcualidad y reduciendo su precio de exportaci6n a la mitad y aúna menos. La poderosa industria nacional de hilados y tejidos­cuyo mayor producto y uso son los hilos de 12 a 40 para los gé­neros y costuras de mayor consumo - seguirá empleando algo­dones cortos y medianos en máxima parte. Por otro lado, la

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 111

quema inconsiderada de los bosques y capueras ya ha esquil­mado en el Brasil grandes extensiones de tierras, las cuales yano presentan las primitivas ventajas para el cultivo de los algo­doneros de seda larga, En resumen, el Brasil, siguiendo el in­sistente y unánime consejo de los especialistas, dará notableimpulso a la producción de sedas largas, pero a la vez produ­cirá cantidades crecientes de sedas cortas. Pero, como aquéllastienen creciente demanda y precios relativos cada vez más altos,siendo pocos los pafses que pueden producirlas, probablementeserá sobre el precio de los de seda corta que la exportación bra­silera podrá influir mayormente.

La producción probable de los otros países no puede ejercerinfluencia mundial sensible. Méjico, que sería el principal deellos, está completamente invadido por el Picudo (Anthonomusgrandi.), plaga absolutamente destructora, y cada vez más ex­tensa, la que en 1921 ya habia reducido a 269 kilos el rendi­miento medio de las 113000 bectáreas ,""cogidas. La ya citadaMisión Internacional tiene alguna esperanza seria en el Perú.Pero califica al movimiento algodonero de Argentina de meroexperimento.

Considero necesario reducir a la realidad lo que la prensavino propagand'o al respecto del cultivo del algodonero en Ar­gentina, pues en el Paraguay muchos han querido presentar aese pafs como modelo a imitar a ese respecto, cuando al contra­rio nos presenta el ejemplo de varios graves errores que debe­mos evitar con el mayor cuidado, errores que iré indicando en sulugar respectivo. De hecho, el rápido progreso inicial ..'n" ~o_

teniéndose en estos últimos años etre 20000 y 25000 hecoo'.&, )el verdadero rendimiento medio, que pudo ser de 300 a 350 kg.por hect. al principio(l), bajó a más o menos 270 kg., presen­tándose ya el caso de agricultores que han dejado este cultivopor ser muy bajo el rendimiento. A esto se agrega que la cali·dad general - a p¿sar de las hermosas muestras premiadas enen Jos concursoS-e¡¡ comercialmente inferior, debido principal­mente a su notable falta de uniformidad.

Un especialista, el corresponsal comercial del periódico.Manchester Guardian' en Buenos Aires, 'dice que los distritosen que se realiza pueden considerarse potenciales, pero no rea­l..; en cuanto a la clase del suelo y los pronósticos hechos, agre­ga que los de la prensa argentina sobre la producción son muyinteresantes, pero impracticables, a lo menos durante la gellera-

(1) No bubo control exacto. Se aceptaban las declaraciones de loa pro·pietariol, los que llegaron a denunci:ll' hasta 4000 kilos lXlr hect., o lean 12501r:1'. IimpioH

BIBLIOTECA NACIOIlAL D::r-'ClilTURA (EII'A)(Ir. r;c·:~::> s. Be;t~nj

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22 Dr. MOISES S BERTONI

ción actual. En el interior del país, añade el corresponsal, porel momento las transacciones son algo exageradas, lo cual, uni.do a la casi general indiferencia por la calidad del algodón obte­nido y la ansiedad de obtener cualquier cosa que.pueda ,llamar.se algodón, son los motivos en máxima parte. responsablespor las quejas que se reciben respecto a la diversidad en el lar­go de las hebra.~. "El algodón d~1 Chaco se clasifica sencilla·mente, en primero y segundo; de tal modo es casi imposible quecompre el exportador de la Argen tina, a no ser que lo haga co­rriendo un albur de la suerte en cuanto a la calidad. Se espe­ra que el futuro desarrollo de la industria algodonera en la Ar·gentina dependerá en gran parte del empleo local"; pero añadeluego: "Como el consumo de algodón es limitado en la Argenti­na, el porvenir del cultivo en conjunto, depende de su habilidaden hacer que el precio pedido ofrezca ventajas para las hilande­nas europeas" (1).

Esta última información equivale decir que Argentina sólopodrá exportar su algodón si logra producirlo en condiciones muyeconómicas que le permitan venderlo muy barato. Tales son lasconsecuencias de los errores acumulados(").

El lector que haya tenido la paciencia de seguir atentamen­te el desarrollo de este (}apitulo - por más que no se haya po­dido hacer aquí sino un breve resumen - ya se habrá dado cuen·ta de lo fundamental que es el saber darse una buena orienta·ción, Yde que ésta sólo podrá resultar acertada si tomará encuenta todas las probabilidades del mercado mundial, y se so­.J1!e~r~, .~r lo p;onto, a su~ exigencias.. En .los capitulos siguien.~'ra: 'orlentaclón convemente, las eXigencias y la consecuente.6'rganliación oficial y paticular necesaria, aparecerán más cla­rait\ilnte.

\~: Ue LA NACIÓN 20 Fe~r. 1925. .• Un ilustre agrónomo argentino, autor de UD gran tratado del cultivo

del Algodonero, CÁRLOS D. GIROLA, advirtió el peligro hace ya algunosañoa. aconsejando oportunos medios para eviwlo. .Nos hallarnos hoy ­escríbía en 1922 - donde estábamos bace 20 años, eon los mismos problemaaa resolver. con las mismas dudas a despejar ... Si se hubiera ejecutado el plany la organización aprobada (oficialmente), mejorándola si bcaso, pero noeambiándola sin saber lo que se hacia y In que se debe hacer... )os agriculto·res obtendrían del cultivo del algodonero beneficioa considerablea. Por gran·de8 y numerOS08 que fuesen los errores que se hubiesen cometid(', algo que·darla de bueno, algún resultado se habría alcanzado... Be sabría algo de lomucho que 8~ ignora todavía, después de más de 20 años de tanteos inirue·tu0808 ...• (E.l CultiCJO del A/6Honero .n lo R. Arlle/?t¡"o. But!nos Aires 1922,página 16).

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CAPITULO III.. . .

CUALIDADES DETERMINANTES DEL PRECIO

DE LOS ALGODONEROS.

ft·O PRIMERO QUE DEBIERA HA I.lP.RSESABIDO._""mW fue precisamente lo último que se 'uro. no diré en

~ , el Paraguay, SinO en los granrlrs pai"cs quc nos

el, ~ rodean. La grande inflaciún de los precios dp.

. ~ hace pocos afios pudo restar imporlancia a la eues...W tión de las cualidades intrinscc"s dI'! articulo: todovalla; lo esencial era producir un algodón cua1'luit'ra. Hoy, es­to ha cambiado. y más va cambiando. y maliana nos cncontrare­mos ante el problema opuesto: Producir bW:tlUli ul!l"r]fJues, o re 4

lIvnciar",.producir.La Unifonnidad. A pesar de que la brgnra dc la seda

sea la condición que mayormente influye en d nrcl'io comercialde los algodones, la uniformidad es una exigcnc-ia m:hl ~('ncral yconstante, impuesta a v·eces. importante en tocio:-; los casos. Yfue desgraciadamente la que en el Br"",il y Argcntina mé.: 71".-;· .dada fuera. Bueno es reconocer que su cau:-:a pri'ncinai ~ ~¡

cruzamiento e hibridación - no fue puesta muy .'n claro sinoen tiempos relativamentes muy recient"". .'

la falta de ulIlformldad en la largura de la fibra .. el má. rulro,o•• los dchct05. Téngase presente que .el comprador dl'he hacerBU precio según la fibra más corta (que entre "n la n1<'7ol'ia), y poresto ellabraclor 'no recibe un precio remunerador llOr su al·godón; pues habiendo Hedas de 20 milímctro" jllllto a otr:\.. de 40en la misma partida, el precio que obtendrú PSt' prodlldo seránaturalmente el que corresponde a 20 mm.•;<A. S. I'''·:I'''E. Con­ferencia., p. 11). Es decir que, en este caso. d "hn!ad,,, recibi­rá un precio ínfimo por una partida que en ~u c"llljllllll) "n'sen­tará muy lindo aspecto, Mientras si apartasl' {'''liS l';:pllllo~ de 40mm., <el precio de venta (de este aparte) ."ri:. no:I' d('1 doble.(l. c.l.

la falta de uniformidad podró llegar a Impedir lo venl •. cIlandobaya mucha oferta, De hecho, aun en tit'llll'n~ t!" 1I\'ll'ha de·manda, esto ha alejado del Brasil, p. e.. al.." ""II1"r:lllores de

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24 Dr. MO/SES S. BERTON/

las hilanderias inglesas, que preferían comprar algodones menosbellos, pero más uniformes; y ahora, como hemos visto arriba,los aleja de la Argentina. Pues es sabido que'a una partida.conteniendo sedas de 22 a 28 milímetros (como muchas' de lasnuestras). prefieren una que no contenga sino de'22 a 24. Y nosolamente no aprecian la mezcla con fibras más largas, sino que'.en general la consideran como un defecto, que denuncian a ve.ces con expresiones :irritadas.

Esta falta es debida al imprudente cruzamiento de ~ariedad .. y'a la falta de selección de las semíllas, doble error. tan grave co­mo general. En 1922 escribía A. S. PEARCE: En los algodonesdel Brasil se observa ausencia completa de uniformidad de fibra; ¡y habiendo visitado más de 1000 plantaciones, puedo asegurarque no encontré 10 en que se haya hecho algún esfuerzo paraapartar las semillas; 3 y hasta 5 variedades se encuentran mez·cIadas en-el mismo campo, dando lugar a fibras largas y cortas,ásperas Y sedosas" (1. c.). Pues no es sólo en largura que di­fieren las fibras de tales mezclas, sino en fil1iJra y sedosidad,lo que agrava el defecto. Igual cosa sucede ahora con el algo­dón argentino. Igual sucedió en Norteamérica, y hasta en Egip­to, cuando no se tenían los conocimientos que hoy se tienen, ycuesta tanto hacer entrar en nuestros países.

La largura de la seda: Se puede decir que, en ge­neral, el precio del algodón es proporcional a su largura. Demanera que, toda vez que las condiciones naturales sean favo­

.f.~I@.¡¡,. el cultivo 'de variedades de hebra larga es preferible.~resentan esfas ventajas: la, 'tener todas las aplicacio-.~ne!l'de 'Ias de hebra corta, mientras la viceversa ¡lO es admisible

- 2~, tener aplicaciones especiales en las que son insubstituible!l- ga, téi·~:'~· ~ri' :r.:.~¡".:.:.=z ::'::'h':':::l Y :::.-.::r...:~kJ.l - 4$, ser de mayorrendimiento, SIempre q lt~ \ati cuuuiduut:lS uilturales les sean fa- .vorables - 5~, poseer en general mejores cualidades intrlnsecas,co~o de sedosidad y finura. .

La a, Iicación de la hebra corta es universal, pues de éstaes que 3e hacen todos los tejidos corrientes. Pero es siempre lamisma. En cambio la hebra larga va recibiendo nuevas e im­portantes aplicaciones, estando actualmente la mayor en la in­dustria automobilísta. Los hilos muy delgados, que son los nú­meros 60 a 120, vienen siendo cada vez más empleados en variasindustrias y aplicaciones, y sólo se pueden obtener mediantealgodones de seda proporcionalmente larga.

La resistencia de la fibra es frecuentemente uncarácter de la variedad de Algodonero que se cultive. Pero unafalta notable de resistencia, solamente' puede ser causada por

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 25

·mala prepaTación. Asi, p. e., pierde su resistencia <'1 algodónque se haya recogido no perfectamcnte seco de rodo y de lluviay almacenado sin suficiente ventilación; asi cumo el que se hayaextraido a la fuerza de capullos no maduros, y el que se hayaenfardado sin estar bien seco. Esto desmerece, y au n puederesultar desastroso.

La sedosidad o suavidad es cualidad muy arreciada.Su falta estorba o impide ciertas aplicaciones, yen ",ene"al esun defecto. Parece depender únicamente de la variedad o tipocultivado. Su falta debe remediarse p<lr una oportuna elecciónde tipo, o mediante la selección de las semillas.

La blancura también es cualidad muy apreciable'. Lasregiones en Que el rocío persiste en verano sobre el capullo has­ta las 9 a. m., y los aguaceros veraniJes estorban a la recolec­ción, tienen en estos inconvenientes una ventaja para la blan­cura de su algodón, Que llega a ser más pura y uniforme Que enlos paises donde la recolección se opera en un amhiente seco,como en Egipto. Es práctica antigua y muy usual el mojar lastelas y exponerlas a los rayos solares más intensos para hacerlasblanquear. Lo mismo pasa con los capullos abiertos en los pai­ses de abundantísimo rocío e insolación muy fuerte como granparte del Paraguay y Alto-Paraná. En cambio, el aire muy seco,eon poco o ningún roc~o yel consecuente polvo atmosférico, conla otra consecuencia, que es una menor insolación, no es condi­ción favorable a la blancura.

Pero la blancura pierde su .entaja si no es uniforme, Laralta'.le UJl;¡vlll1i~i:lci, cuando no se trate de manchas. es defecto deciertas variedades de Algodonero, natural, o debido a cruza­miento inoportuno o casual. En cuanto a las manchas, la causaprincipal es la Chinche Algodonera, insecto muy común, OtrasIltonosias las pueden producir. Los··aguaceros violentos puedenhacer saltar la tierra, ensuciando a ios capullos bajos. El algo­dón manchado puede ser recogido, pues tiene sus aplicaciones.Pero es necesario separarlo rigürosamente. De donde se infierela necesidad de que al recoger ya se separe el algodón en tresclases. Con el manchado se debe poner también el que estésucio de fragmentos secos de la infiorecencia u otros, lo Que su­cede con frecuencia cuando se demora la recolección, o el reco­lector no es hábil.

los precios de los algodones de hebra largo, "c1ativo7nente a los• La perfecta blancura. Esta ha hecho prt'fcrir por los industriales.

• "('Ces, algodones muy cortos y aun rugosos, como el dt'1 Dahomey, p. e"roo el cual obtubieron en Francia algunus hilados l'iupt'ríore~ a los del corri.tnte algodón norteamericano.

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de los algodones cortos, han venido aumentando en la forma queindica el cuadro siguiente, que deduzco de las estadisticas másexactas ':

PRECIOS MEDIOS EN LIVERPOOL

Fibra corta Fibra larga (Egipcio)

IAños I(1st Unidosf Indias) Absolut-o--¡- Relativo

1894-1899 3,38 5,22 1551899-1904 5,02 7,40 1471904-1909 5,34 8.85 1661909-1914 6,56 10,53 1601914-1919 11,96 19,63 1731919-1921 15,87 45,34

I286

1920-1921 10,05 30,34 302

• JOHN A. TODD: 711. WorlJ. ColfOll Crop y Supp/i.. 0' R.. CottOll.Loe precios &00 en peniques por libra. La última columna indica el preciodel algodoo de fibra larga. siendo 100 el del algodón corto. La taita dedatos completos me im9ide de tontinuar el cuadro hasta hoy (1926). PerotoIlIta que la diferencia a layar de la seda larga le ha mantenido.

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CAPITULO IV.

ESPECIES Y VARIEDADES.

ENSAYO DE CLASIFICACION

METOmCA DE LOS ALGODONEROS.

NA importancia práctica notable tiene todo estudierelativo a la clasificación botánica de los Algodoneros;y si posible fuera llegar ya a una delimitación exac­ta, natural y definitiva de todas las especies y varie­dades, ésta presentaria indiscutiblemente el mayorvalor práctico, al lado del cientifico. ha razón de

esta importancia tan especial, la veremos más adelante al bablarde la bibridación y cruzamiento, fenómenos que en este génerode plantas producen consecuencias muy especiales, que en agri­cultura pueden llevar al triunfo o a la ruina. y de hecbo a éstahan llevado mucho más frecuentemente. Hasta la cuestion je­rárquica - de saber si una forma dada es especie o variedad ­tiene en este caso una importancia particular, cuando en otroa,y muy generalmente, es en la práctica indiferente. Pue. '.'~"~lIlOll como la hibridación entre especies es de consecuencias in·dustriales distintas a las del cruzamiento entre variedades, for­mas o tipos. De modo que, al querer introducir un Algodoneronuevo, es necesario poder reconocer previamente a que especieo variedad botánica pertenece, para saber si conviene con rela­ción a las variedlldes que ya se tienen. Y no es menos necesa­rio el saber, si dos formas que se cultivan en la misma locali­dad, o se pretende cultivar en ella, pertenecen a una mismaespecie, y aun a una misma variedad, o bien son distintas; pu­diendo en este último caso ser más o menos parecidas (afines),o muy alejadas una de otra, en cuyos casos el juicio será muydistinto.

El problema, para una solución clara y completa, presentatodavla algunas dificultades y varios puntos obscuros. De lasdificultades, no es la menor la insuficiencia de las descripciones,extrema y desesperante en los autores antiguos, cuya prio­ridad, por las leyes de la nomenclatura, debemos no obstante

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respetar. Otra. probablemente la mfts grave. estft en que lamayoría <le los aulores - en al~l1nos casos cuando meno::; - hacstablccillo su cl:1sificación y de5cripción sobre simples muestrasde heruario. sin poder examinar las plantas vh':ts (:11 su ambien­te natural. Y en este género. las muestras de herbario - devenir de un paí~ árido o de uno muy húmedo, o de terreno muypohre o muy fértil. o provenir de una planta joven o de otra devarios mios. o por fin. del vigoroso retoño de la poda. o de las.ramillos de un arbusto viejo - pueden presentar tales diferen­cias, flue no solamente del mismo tipo. sino del mismo individuopu(·den salir falsas variedades botánicas. O subvariedades apa-rentrmcnlc muy distintas. -

La elasifica~:ión y la nomenclatura botánica de los Alg-odone·ros no tm·jeTon suerte, y parece que aun falta mucho para quesean delinitivas. LINNED, en su edición capital de 1753, esta­blece 3 especies; pero más tarde admitió otras d~s. y WIL­DENDW, en su edición linneana de 1800, ya admite 10. No tarda·ron en agreg:írseles otras más. y elevándose al rango de especiessimples variedades y aun fonnas instables, Ilegóse a dos otres docenas, y aun 54 supuestas especies. de las cuales, a vecessería posible encontrar 2 o 3 en el mismo individuo, según suestado. su edad y el medio ¡lmbiente. Por fin, queriendo ponerténnino a este desorden, SCHUMANN, en la grande obra magistral,Pjlarl2e1¡familien. pasó al otro extremo, reduciéndolas a 3, y~un a 2 solamente. Hubiera sido ésta la última palabra de laciencia oficial, si poco después, el mismo ENGLER, director deesa ob~1l, no las hubiese vuelto a elevar a 5, y si jlll{Unos .autoresmáS recientes aunque de menor renombre, no hubiesen indicadolos.inconvenientes de aquella severa reducción. - ., . ,

Lo cierto es, que las especies generalmente admitidas muchl)se parecen. No pstaría muy fltera de razón el ('{\n~;{I~l'~rJ~R tn~

das como subespecies, de una especie linneana única. No dudoque, si Linneo hubiera conocido todas las formas intermedias, nohubiera admitido sino una sola especie. Pero el proceder asi,o como SCHUMANN, no conviene desde los puntos de vista fisiológi­co, geográfico, genético y cultural. Por tanto, no seria natural.y en la práctica agricola, así como en la técnica agronómica eindustrial, resultaría inconveniente.

Considero posible que se trate de un congÚl'me1'ado de espe.cies, que el cultivo universal ha complicado y hecho casi inextri.cable. En eso tendria su origen - por hibridación desordena­da - la multiplicidad. multifonnidad y la instabilidad de losproductos del cruzamiento. En este caso también. una reduc·ción excesiva' de tituladas especies no facilitaría la solución

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS Z9

del conglomerado en elementos originarios.Por otra parte, la diferencia entre especies y subespecies

resultada prácticamente insignificante, y aun carecerla de ver­dadera importancia desde el punto de vista cientlfico. Y desdeel genético - que tanto nos interesa por la cuestión capital delas hibridaciones y sus consecuencias en los Algodoneros - nohabría casi ninguna diferencia.

Advierto que he tenido muy poco tiempo - relativamenteal que hubiese necesitado ._- para construir el cuadro siguiente.y por esta razón, como por el objeto principal utilitario de estaobrita, me preocupó prindpalmente el estudio de las especies yvariedades neogeas, de.iando para mejor oportunidad variascuestiones y detalles referentes a las asiáticas, polinesias yafri-canas. . .

Mas, cualquiera sea el criterio que se adopte, en la delimI­tación de los Gossypium en especies y variedades botánicas, nodebe predominar nunca en eso un carácter solo, ni ciertos ca­racteres de elección, sino el conjunto de todos los caracteres.y de este conjunto no debemos excluir a ninguno porque nosparezca de poco valor, porque el valor de un carácter siemprees relativo, y puede variar mucho de un grupo a otro. Por eso- contrariamente Iflaopinión de un pontífice de la botánica - nocreo que se deba aceptar la separación de un grupo de varieda­des americanas del G. religiosum [,. para unirlo a la especieasiática G. herbaceum, porque la semilla de tales variedadespresenten mayor o menor pelusilla corta (lanuf/o); pues es untr&Slado que repugna a otros caracteres botánicos, y al C".' ~",,,,.

geográfico - que tiene influencia genética indiscutible - aslcomo a la técnica industrial y agrícola. Agrego otra razón, quees la prMencia, entre los Algodoneros, de un gran número de hi­bridos de todos los grados: Y precisaq¡en te, en el caso citado,la presencia de mayor o menor "estidura de pelos cortos en laseroillas es caus:¡.da - almenos en muchos casos - por la hibri­

dación, lo cual puede ser demostrado experimentalmente.G08sypium barbadense L.Sinónimos; G. suff1'uticos1tm BERTERO (non TODA­

RO); G. glabntm LAM. G. vitifolútm CAVAN. (non LA­MARCK). Nómina vulg.: Sea Island, Perenne, Arbus­tivo, Barbadense, Egipcio, Georgia Largo.

Arbusto perenne, de na 4m. de altu1'a, con rami­ficación ab'ierta o muy abierta (patentísima), glabro o demuypocapilosidad, esparcido dc glándulas puntiformes.Hojas de 3 a ti lóbulos, el! corazón 1IIuyabie'rto (late-

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30

co'rdata), de Jo 5 nervios; sobre II 11. peciolo ele longitudúifel'iur al l-imbo; las extremas inferiol'es y superioTesintt'9ras; lú¿ulos .'<ie-mpl'e Imu'eolados. Estípulas de lashojas Ú1Ü'[JI'US o laciniadas, erecto-patentes, arqtwadas.Pedúnculo más ¿,'e're, o en longitud ca.si igual al peciolo.IIlt'óll/cl'O ca'lenlo grandc, 4 a 6 <;111. long., po'r 3 al, cm.tle al/Gil nra. Flurcs amarillas con el fundo eolOl'adoatro-pltrpú reo. Ova"io o-val-"edúlIdeado; cápsula algoaeuminada, tan alta como el invólucro. Semillas peque­lias (5 a 8 mi/l.), libTes, negras, sin pelusilla y limp':as,11110 vez separadas las hebras, que son muy' largas (3~ a "51 cm,), ji11.ísimas y suaveme'lte sedosas. Cotilédonescon pW/llos amarillos, Gl.ándulas nUlyo1'es: 3 al invólu­au, 1 (a 1:CCCS J) a los nervios de las hojas. Patria deorigen: Antillas y costas del Mar de Caríbes. Cultiva­do especialmente en Antillas, América Central, Sea Is­lands, Georgia, Egipto.

VARIEDADES:1 varo maTitimum (TOD.). Sinón., G. maritimum TOD. (co­

mo especiel. Ca....aeteres de la especie, ut supra. Semillas muypeque"as, pcs(t1Ido 1 decígramo, absolutamente sin pelos cortos,cpn hebras de ~;¿ a 55 mm. de longitud, extremamente fi7UL8,blancas. Nomina vulg.: Sea (sland, Georgia Largo. Culto en1¡J'>.:/!,n!JlIas y pocos otros países cerca del mar. ..":':":·.No fue aclimatado en el Brasil (A. de ANDRADE), ní en Pa­raguay. MORONG yerra al llamar G. maritimu1n Tod. al queencontró semi-silvestre en el Delta del Pilcomayo, Islas del Aquí­dabán y ru~rw ~\¡un.iujL;';. ..a.;<.;:. ~;;¡,.c C~ C:. religio8u;ln L., que·herborizó también el Dr. HASSLER. El n9 33 de G. NIEDERLEIN,hallado.en Misiones, provenía de antiguos cultivos, y no es SeaIsland, ni probablemente pertenece a la especie G. barbadens" L.aunque M. GÜRKIl (MARTIUS.•Flora Bras.• ) lo acepte como tal.

II fa. g/abTatum (TOD.).. Sinón.: G. glabratum TOD. (co­mo especie). Forma completamente glabra o lampíña.

III varo Jume/ianum (TOD.). Tipos egipcios derivados, dehebra amarillc?,ta o lltás o menos colorada (le(mada), y algo al­terados por o,daptación o hibridación. Tales los tipos Jumel an-tiguo, Majo, Ashmouni, etc. .

IV fa. Aba••i m. Tipos egipcios de hebra blanca, de 27 a· Mmm. long. Derivados en parte de 10sJumel. recruzados con SeaIsland. Tales son: Abassi. Abiad, Mít-Atifi Long Staple, Ya-

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 31

nnovitch, Assili, etc.V varo "r"ctum m. Tallo erguid,o. derecho, de rama.. coro

/1Ul y aspecto semejante al del Combo o Quiabo (Hibisct~,esculentus)3 m/!tros. Mutación aparecida en Egipto. Nom. vulg. Bamiah.

VI fa. spurium m., ad lnterim. Acervo. Formas deriva­das esencialmente de la varo G. b. marUimum, con estos caracte·res comunes: hebra más corta (generalmente 30 a 40 mm" l. algomda gruesa y menos sedosa; semillas mú., grande.. (generalmente8 a 11 mm. Umg.), algo lanuginosas o con alq",7tOs pelos cortosadherentes. Pubescencia 11 divi..ión folia.r variabliJ. Se encuen·tran cultivadas en casi todos los países donde el Sea Island fuei"traducido con el fin de aumentar la longitud y valor de la hebra.Casi siempre bajo los nombres de Sea Island, Goorgia Long Sta­pie y Egipcio, que generalmente llevan con poca propiedad.Tendencia a degenerar. Tales. el Sea Island de Rio de Janeiro,el Pernambuco, el Sea Island Egipcio, el Gallini (Egipto) y mu­chos otros menos conocidos.

VII varo CarauonicaX. Híbrido que tuvo gran renombrehace unos 20 años; pero fue degenerando. Según s.. asegur6,esG. barbadensexperuvianum. Swb.arbóreo, robustf.simo, fertiH­rimo; hebras de muy diferente longitud en la misma semilla, oca¡mllo, o planta; f.aci.a y sedosa, o bien, crespa y lanosa. Obte­nida en Australia.

Goss:ypium ,eligiosum L."Sinonimia: = G. arooreum AUBL. = G. arbóreum

VELL. = G. peruvianumCAv. = G. ac-uminatum Rox1l.= G. brasilianum SLOANE. Vide infra, la sinOTi¡;;~ ;;.correspondiente a algunas variedades o grupos. Nómi­na vulg.: Perenne, Peruano, Criollo, Brasiliense, Riñón,Rins de Boi, Kidney. Pierre, Marañón. Mocó, Mosoró yAlgodóí.

• Bajo este nombrp. recon!ltituyo la especie. por tantos autores ya rp.­coaoelda (aun posteriormente a la separación que de ella hizo un gran botá­Dico) por considerarla homogénea en el conjunto, aunque se divida - bajóeierto punto de vista - en 2 grupos naturales. Las razones que ENGLERtuYo para 8eparar al C. "ligio.um del C. peruuianum C,\.V. e incluirlo en 8U

C. A.t-6óceam. no resultan suficientes. pues se hM3n en caracteres mú bienteeU.ndarios, que además variaD notablem~nteen los tipos que no 80n de unapareza absoluta, vale decir, en la gran mayoría de los casos.

Loe Uplands (G. ,.¡....atum) presentan también y muy frecuentementef1"1ror pelos muy adherentes_ Por otra parte, varios tipos del C. 6orbo.JClln..- huta el mismo S.. r.lud - pueden presentar raros pelos cortos, aunquelftÚ racilmente separable~. Es lo que se observa. por ejemplo. en el Alg.clelM.rañ6n (G. reii6io.."n ac.minGtum), tan cultivado en los Estados braaile-

BIBLIOTECA NACICht.l 1):;AG::ICUlTURA (B!IIA)I)r. Moisés S. Bertool

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32 D,. MO/S,S S. BE:RTONI---

"A 1'/;'uslo O árbol; '-dl!:i a; GTir. dc altura, uc:.,lalltc er­guido; ramos p7ime1'amentc erguidos (erccl,)s); }Jubescen­te, peludo, o glabrescente, sembrado de gla mIa litas p1"ili­jin-¡nes pwrpúreo-ncgras. Hojas de pecivlo de 'igaal omayor longit1¿d que el limbo, dc 3 a 5 d¡:vlsio'nes y 5 a 7nervios; divisiones <lóbulos) aovadas con lJ"ll1ll.a ayuda uoval-acuminada, u oval-lanceoladas, siempre anchas,fOl'mando un limbo o palma aco1"azonada; de corazón ce­rrado; 3 glánd1tlaB en la faz úifcriúr sob7'e los 3 nervioscentTales. Estípulas lanceoladas ú NlIeal'cs, ínteg1"al!.Pedúnculos bre1'es, mucho más cortos q/.re el peciolo, er­guidos, Invólucro con 3 glándulas, gl'ande como en laespecie precedente, de lacinias generalmente más nume­l'osas y con los ápices remachados a la m.ad1¿rez. Péta­los como los del G. barbadense, pero exterwrmente pu­bescentes. Ovario oval-acuminado, punteado como elestilo. Cáps'ula aguda y muy mucronatla. Semillasfre­cuentl,mente reunidas en un grupo cerorado (¡'ú1ón), o li­bres; con hebras largas y sedosas como las de la especieprecedente, que se separan fácilmente, pero dejando pelosmucho más COJ'tos y adherentes, que lW obstante, lW for­manun.a verdade¡'afelpa (excepto en los tipos impuros).

. .. Especie sudamericana, encontrada en estado al pa­j;éééi·silvestre en Brasil, Paraguay, Perú y Gllayanas;cultivada por los Indios Guarañíes,1'eruanos, Chibchas,Aruakos y parte de CaralbeS;Q'gde muy atig-uo; actual­mente preferidc. en toda ¡aparte calie~~'? ,l~ ':'.1~~~'''­

Ac;,~.~poco cultivada en otros países.. 'VARIEDADES:

VIII varo peruvianum (CAV.), str. s. Sinón, Gossypiumperuvianum CAVo (como especie). Es la forma que se acerca

ros del Norte tA. de ANDRADE}; así como en el mu"~linum. otra variedaddel G. rcliaitUam. En cambio, las variedades qu~ pertenecen verdaderamen­te al C. herbáccum presentan la semilla cubierUl. de una verdad.ra ., den.. t.lp.de pelos cortos muy adherentes.

Por otra parte, ni el C. re/i6iCMum stricto aeosu puede ser reunido al G.h.rbác~um, ni el G. pcruvionam str. s. puede 8~r anexado Id G. hGr6odc....sin introducir confusión, y una gran dificultad, sino imposibilidad d~ c&l'8c·terizar y delimitar suficientemente D. estas 2 grandel:l especit's.

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U ALGODON y LOS ALGODONEROS

mds al G. oorbadcnse; las di11isio1wl de la.~ hojas son bastante lan­_ladas (late-laneeolata) , ¡'-ccuenwrnente glabrescen.tes o la'rnpi­/\as; las sernüla¡¡ son casi iotalmente desprovi3tas de pelos cortoso tienen. muy pocos, y s'u hebra es de bastante lon.gitud. Es el G.religiosum PARL., lámina; esta lámina puede ser comparada conla de GORKE (en MARTIUS FI. Bras.) que corresponde al G. bm-­baderule L. ; ambas son muy fieles y dan una idea bastante exac­ta de la diferencia entre las dos especies, no obstante la analo­gla indicada - El Peruana típico es muy resistente a la sequia.Se prefiere en el Perú (Piura, etc.); algo se cultiva en otros pai­ses, inclu8ive las Islas del Mediterráneo (Baleares, Malta, San­torin) , no necesitando de una temperatura muy elevada.

IX varo uitifolium (LAM.). Sinónimos: G. vitifolium LA­MARCK l,y STo HlLAIRE, .Ft Bras. Merid.•), como especie, y G.l"itifolium (CAV.)? idem. Variedad importantísima.' PecWloalargado; limbo foliar profundamente acorazonado (optime strie­teque cm'dato), S a 5 lobos, 5 a 7 nervios, 1 aJ-gla71dtLloso, glabre­8CC1Ite, con similitud al de la Vid (Viti3 vinlfera). Pétalos debase marcada por mancha intensamente purplÍrsa, sulfúreos,por marcescerteia pu'¡nlrascentes. Semillas libres, minúsculas omtnimas, 11.0 lanugin.osas, con hebra muy blanca y fina, de lon~!ud mediana o ma¡¡pr. Tropical. Convienen la.~ 2 subvariedadesnaturales siguientes:

X subvar. lI"riJo"n." m., subvar. n. Nom. vulg. Mocó (mbo­kó). Caracterización general de la variedad (No IXl. SemilJ.tumUlIlwre8, casta'lo-.tegras, muy peqtte1ias (4 ¡J(}r 7 rnm.• pesandoun decigramo), limpias y l,iBas una ve< separada la hebre;.. ~:: ~:::

tiene 40 a 50 'nm. de longitud, y es sumamente fina (17 ,nii=",,,.de mi1tmetro de grosor) y muy rC8i3t.ente. La cáscara o piel dela semüla se di3tingue por ser más delgada o .fina r¡,.te en las de­más variedades, mientras la almendra es la· de ""'llar. proporciónrelativa (67% del peso). La hebra es tan fina, que no obstantesu gran largura, sólo representa el 24';;' del peso del algodóncon semilla, y aun el 23~ %, pasándole en esto al Sea Island. Cau_sa la limpieza y finura de la cáscara, el aceite puede ser extraí­do por simple compresión, como en el Sea bland. y representala rara proporción del 23% de la semilla entera - Cultivadadesde muy antiguo por los Guaraníes y desde el primer cuartodel siglo XV por los Portugueses del Brasil: actualmente es máscultivada en los estados de Rio Grande del Nort('. Parahyba yCiará. Las imprudentes o involuntarias hibridacion"ó hacen queactualmente sea muy dificil encontrarlo puro. En el valle delSeridó (interior de Rio Grande del Norte) es donde mejor se con­servó y predomina. Ss tropico.l; '·r_,;.~te {a "OJ"fOl; IJl'llduce:t a

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34 Dr. MO/5ES S. BERTON/

9 vece¡¡ .nás que el Sea lsland, 1/2 '/leees má" lJue el ellipcio.__o XI subvar. paTaguaT;ense m. subvar. n. Criollo Paraguay.Caracterización general de la variedad (N9 IX).. Distinta porsus peciolosfi'eC1IC1lte?nente más largos (:20·::;0 cm. en 1,1. jÓ'/lenes)que la anchura de la hojas (l5·f!2 C1n. de lat., ibidem) ([/te es tríoglandu/<>sa;por los ló/mlosful'icl?'esnoÚlblem.ente ,n¡¡c'ronados; po'"el iTI'Vólucro ,·.tativamente b"C'Ve (longitud 9·4 Cfll.) y de bráctea.,numos amplias (f-9 C?n. de lat.); por el estilo más p'rol<>ngado ysobresaliente y sembrado de plintos pnrplíreos inclusive SllS lóbulos;por SUS sC1l,illas, que presentan un minúsculo pincel-ito de peloslanuginoso.• muy cortos y algo leonados (fulveseentes); y pOr 811

hebra relativamente corta, aun']ue de mediana 101lrrit1,d, densa,sedosa, 'muy "esistente y de un blanco muy pm·o. Cultivada des­de muy antiguo por los Guaraníes del Sud, especialmente en elP~ subspontánca en varias partes pero frecuentementeimpura. Es tropical y.""btropieal; resiste más a lluvia y a lahumedad del aire que a la seqnía.; prefiere tiC1-r08 natu1'Oles muyfértiles, donde puede llegar a la producción máxin'LU de todo elgénero. Actualmente, parece que s610 puede existir pura entrelos Indios de raza guaraní y en el Norte del Paraguay. Puedeser considerada como buena variedad botánica.

XII varo mustelinum HORT. Sin6nimos: G. religiosu,n L.(Syst. Veg. 522) • ; G. religiosmn ROXB. - Distinta por su limoo fo­liar frecuente?nente 9·lobo y la hebra color pardo, desde leonadohasta color café, lanosa, densÍ3Íma, y de 25 a 9Q mn.. Planta ca­si lampiiw.(glabra) , n a9 met·ros. S=iUa de 10 altmm., nolq,ll:Y41j.nosa, o sea sin felpa. pero con algunos pelos adhere1ltes.SU'~¡i.inérica tropical, Perú, Alto Paraná, principalmente Brasil".N61Ílina vulg.: Mandiplhtá(Paraguay), Pardo, Fulvo, Ganga yprincipalmente AJg'3dó¡ (BrasIl). Cultivado en toda parte por,~~ T·~..iios Guaraníes, y comercialmente en en Noreste del Brasil:t ~C" ú.. Introducido antiguamente en Asia.

XIII varo CTóceum (HAMILT.) = G. cróceum HAMILT. =G. relil/Íosum lana pallide crócea WILLD. lJI 806. Hebra corta,azafranada (amarillo claro). Limbo foliar grande, gener8tmen­te di'lfidido en 9 lóbulos, con 5 di'Visiones en las hojas más gran­des solamente, pero con 1 sola' glán4ltla. Glabrcscenie - Posi­blemente es 5610 una forma de la varo precedente. Sólo el cul­tivo en idénticas rondiciones lo dirá - Brasil Asia. -«Algudaoamarello', iGelbe Baumwol1e., etc. .

• SWARTZ, .Act. Holm••, 1790, p. 21 & .Sp. PI.. 111. 806.•• El Prof. GREEN la encontró en ~8tado silvestre cerca de Caic6(Esta·

do de Rio Grande do Norte), donde ya fuera enconlnda 100 años antes porotro botánico lA. A. dc ANDRADE, O. c. 196).

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 35

XIV var: monosperma, m. ad int.- Nom vulgo Quebradi­"ho, Quebrnrlizo. Di3tinta por sus semillas, reducidas a muy,.,'n,' o, .egú.n se afirma, 1 sola, li..a y negra. Hebra corta.Cultivado en el Norte y Noreste del Brasil. Cualidad apenas",¡n¡lar, pero productiva. Fáltanme datos para cacterizarladeLidamente.

XV varo brasiliense (MACF.) - Sinónimo G. brasilie?UleIACF., como especie = G. acl.I.,winat117n AUCT. - N6mina vuJ.:¡_ón, Rins de Boi, Kidney, Pierre, Arbóreo, lnteiro - Distinta

por presentar las semillas reu.n-idas en dcnso grupo, 8/J'mejante aHn riMn, o a los cascabeles de u.n Cj'6talo; li-mpias dc felpa, peroroll pocos velos adherentes cortos. Planta muy rollllsta, arbórea.Hebra baslante laTga (92 a 36 m,n.) -11 uniforme, ""'I/"esisten,te,fJ'!1'o algo áspera. T1'Opical. -Muy cultivada en el Brasil, dondese la prefiere para la indústria doméstica, por ~er muy fácil dea­carozarla con rodillo, sin romper.la hebra, que es muy fuerte yde largura igual. Preferida desde antiguo para la confecci6nde hamacas. Se paga un 20% menos, por la mayor proporciónde semillas, descuento compensado por el mayor rendimiento,pues es muy productiva, madura desde los 4200 grados, y resis­le mejor a las enfermedades. La plantaci6n dura 10-12 años,pero produce menos desde el 40. Para la exportaci6n a Ingla­terra no se le estima mucho, debido a la asperidad de la hebra.Brasil, Puerto Rico, Jamaica, Cuba. -

XVI subvar. apo.permum (SPRAGUEl. Sin6n. G. 'brasi­/' MACF. varo aposperm'um SPRAGUE. Nom. vulgo Cáuto,CAuto Tree Cotto~ - ~·.!b·!?.·:i~~aJ. üt:i ;JH::\.\:~'ClI~C, "';'ct que sedi3tingue especialmenl-e por la l-impieza de /.as sem-ttf.a8 (clea... 8ee­ded), gran resistencia a la sequia y una -/,0.,'0. adaptabilidad a 108terreno8 muy calcáreos y dUTos. Netamente perenne y muy pro­ductiva, en terrenos regulares puede producir econ6micamenteduranle buen número de años, habiendo dado, en terrenos cal­cáreos duros y áridos de Jamaica, impropios para otros cultivos,de 240 a 300 kg. de hebra. Descubierta en los matorrales deCuba, donde es silvestre, por W. W. Vl'HELER, fue seleccionadaen Jamaica e introducida en Puerto Rico.

XVII varo acuminatum (RoxB) "" G. aCluninatum ROXD.(como especie) - Nom. vulg. Marañón, que le corresponde pro­piamente - Distinta poT las divisiOlle.. foliares, termi1UUÚUl enpv.nf.a estrocha y alargadas; también po1. las semillas reniform.es,cuya f0T1l1a recuerda las del caje. La3 hebra..~ son de 28 a 92 m.,y se separan fácilmente, dejando,l" semilla limpia, con rarospelos adherentes. Cultivada en el Norte del Brasil, donde pa­rece que se ha encontrado silvestre. Otro tipo de ese país, l1a-

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36 Dr. MOISES S. BERTONI

mad~ Mosor6, podrfa ser un híbrido de esta variedad.XVIII val'. frútescens (PLUK.)? Variedad dudosa; hoja..

mayo,'es a las de la Vid, según PLUKENET, que observó sóloplantas «anuales", que supongo serían de 1 año de' edad. 'Anti-'Ilas. ."

XIX val'. racemosum (POIR.)? Variedad dudosa, aunqueaceptada por TOOARO (naturalmente, como especie). Las flore3en racimos podrían indicar una simple forma aberrante.

XX val'. •y/vestre m. val'. n. 'Algodonero silvestre delParagua:i. Es un fenómeno general en as p antas cultivadas,que a variedad que por abandono vuelve al estado subspontáneo,adquiera caracteres muy semejantes al tipo verdaderamente sil­vestre. Por tanto, la cuestión de si el Algodonero de que tratoes verdaderamente natural, no tiene mayor importancia en elcaso actual. Planta menor, reducida en casi todas 8'lUl partes.Hojas trila/nt/ares numerosas, frecuentemente con 1 glándula so­la, pubescentes. Cápsula. pequeña; semillas relativamente grandes,de hebra C07-ta, áspera y a veces de 'un blanco impuro, más adhe­rente, quedando algunos pelos cortos frecuentemente Uwnn.dos.Herborizada por MORONG (como G. marltimunt) , HASSLERyyo,resp. en el Delta del Pilcomayo, Concepci6n, Puerto Murtinho(Matto Grosso), 'Chacol e islas cerca de Colonia Penal.

~.", ..Gollllypium pubescens SPLITG. Algodonero Silves­tre' ·del Pará o Herbáceo del Surinam.· Fruticoso oarbusto de 0,80 a 2 metros. Ramos purpúreos {JJOT(J¡IYl~oximaC'ién de las glandttlitas puntiformes ?), muypeludós cuando jóvenes. Hojas de 5 a 7 lóbulos," algocenicientas, inferiormente velludas, con 3 glá'ndulas so­.(¡,.fi i:Js nervios y puntuación purpúreo-negra; lóbuloslaterales auriculiJormes; peciolo breve y peludo. Stípu­las lineares. Invólucro de brácteas inciso-dentadas.Cáliz integérrimo, brevísimo. Flores (pétalos) purpú­reas (siempre?>.

Hallada en las Guayanas, donde se cultivaba como curiosi­d.ad, fue más tarde encontrada en su estado silvestre en el Pará- PARLATORE y GÜRKE creyeron ver en ella alguna analogíacon el Gossypium arbóreum, aun considerándola especie muy dis­tinta, como K. SCHUMANN y otros confirmaron. Veremos al ha­blar del G. arbóreum L., que existen analogías evidentes y su­gestivas.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 3.,

Gos.ypium arbóreum L.Sinónimos: G. nigrum HAM. G. rubicundum

ROXB. = G. rub1"Um FORSK. Nom. vulgo Algodoneroarbóreo, que no siempre le conviene. Planta de 1 a 6metros, arbórea, fl"Uticosa, oanual subherbácea, de tallogeneralmente erguido y ramas peludas, freC'!tentementerojizas, como los peciolos y nervios. Peciolos peludos,mucho más cortos que el limbo. Limbo de la hoja muyahierÚlmente palmada y acorazonado; dividido en 5 o 7lóln¿los angostos y lanceolados; separados por senos obtu­sos, y éstos a veces po1. un lobulillo 11t·uy b1·eve. Brácteasdel inv6htcro de dientes cortos y un poco remachados, per­Bistentes. Cáliz sublobado. '. Flores relativamente pe­queñas; de pétalos purpúreos, rojos, rosados, blancos oamarillentos con una mancha a la base. Estambres po­ca mayores que el estilo. Cápsula aovada, agud,/)" gene­ralmente colgante a la madurez; 3 a*valvas, con 5 o 6semillas amarillentas, angulosas y vestidas de algodónblanco.

Las numerosas variedades difieren mucho en cuan­to al producto; la hebra es larga, mediana, o corta, ymás o menos abundante. Pero casi siempre es muy blan­ca, r;;;:;;~:Cr.t;: y fina. Mas es muy adherente, lo quedificulta al descarozar. Contrariamente a la opinión deEngler, quien la supone africana, esta especie par~e

indígena de Sudamerica. Los botánicos exploradbiJs'POHL, PETERS y TAMBERLINK la citan como silvestreen el Norte del Brasil. Las analogías evid::mtes con laespecie anterior (G. pubescens), indígena del Pará, co­rroboran a este indigenato. GARTNER, FOSSEL, BLAN­CHET y MARTIUS, la encontraron cultivada (seguramen­te desde antiguo) en el Noreste del Brasil; muchos otrosbotánicos, en Minas Geraes y Rio de J aneiro (A. de AN­DRADE), Y JUMELLE afirma que fue en este país y enChina donde fue más extensamente cultivada, mientrasen los otros países lo fue un poco en todas partes, perolimitadamente - Es especie tropical; pero se adaptó

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38

en Asia a climas subtropicales, produciendo variedadessubherbáceas anúales o de cultivo anual, aunque de me·nor rendimiento.

VARIEDADES:La multiplicidad de los países en que fuera desde antiguo

introducida - l¡ls grandes diferencias de clima y de terreno­el nÚln.ero elevado de botánicos que la estudiaron, principalmen­te en Africa y en la India - asi como otras circunstancias quefacilitaron la multiplicación oportuna o excesiva de formas ad­mitidas y de nombres _. hicieron consignar de esta especie, enlas obras de botánica sistemática o aplicada, un gran número devariedades o tipos más o menos diferentes. Empero, como mu­cbos de esos tipos fuesen mal limitados, mal descritos. o imper­fectamente caracterizados, o establecidos sobre caracteres insu­ficientes como el color de la fior o de la hebra. resultó no pocaconfusión, que con los limitados recursos de que dispongo fueraimposible poner en claro. Y apareciendo muchas de tales varie­dades como pretendidas especies. que pocos o ninguno de losgrandes botánicos aceptó, y otros a especies de todo punto ina­ceptables, es razón para que yo no juzgue útil el ofrecer aquíuna enumeración escueta, que de poco serviría. y eventualmen­te podría aumentar una sinonimía ya muy recargada·. Siendootra razón ésta: que para nuestro caso práctico tal enume­ración de nada serviría, pues creo que ninguno de esos tipos seha de introducir en estos países, por no presentar ventaja sobrelos ya etJull)ej'ado~Y'losbuimos que más adelante indico; siendosigl\l"1lcativo que en' el Brasil, donde se cultivaron en otros tiem­po los mejores, en su ambiente natural, sean hoy casi abandona­dos..

Lv.., ~ ... 11"':"~'", u'.:'.:. lL..q~,":r ~ ...~ ...:¿...J;... .......elen ser naturalmen:'te tropicales como el arb6reum (BELLON.), el Roxburgii (TOD.).el cérnuum. el bani de la India. elobtusifoliurn, el soudaneme­por tanto. deben ser muy sensibles a nuestros fríos. Otros sonpoco productivos. o de seda corta y sin ventajas sobre el G. hir­sutum. o económicamente poco conocidos: tales el G. a. tw.nkingy sus otras formas húnalayanum y rubicundum; el assámicum;el negll}Ctu'm y el t'óseum, varo subfruticosas de la India; el albi­jlnrum. de flores blancas que enrojecen al mareh,itarse; el san­gufneum. el cifricanum y el Wighti<l.llurn de Africa, y otrosmás.··

• Por esta ruón ('.f'lnsi~o Jos siguienf.toJ" nombrl:8 t;in d del Autor.•• TiJXMl a los que correRponderían los N08. XXI a X:XXVII.

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EL ALCODON y LOS ALéoDONEROS

Gonypium herbáceum L.Esta especie siempre fue conocida con este nombre

que no le convenga más que el de G. arbóreum a larespectiva especie, pues, como el G. a1'b6reum, es herbá­

aarb6reo según el medio en que crece, o la variedad,siendo casi nu,nca propiamente herbáceo. Planta de

a :J metros, erguida o echada, de pelos cortos oglabrampiña). Hojas generalmente de 5 divisWnes o lóbulos,

reces 3 o 7. Lóbulos anchos y cortos, orbiculares o re-deados, o aovados, o en ancha cuña, obtu.~os o con bre-'punta, frecuentemente mucronados, sin glándulas o

1. Inv61ucra de 3 a 4 brácteas con 5 a 9 dientes C01'­amuy cortos. Cáliz obscummente dentado. Péta­amarillos con la mancha a la base. Cápsulas 'IIUÍ.'lows globulosas. Semillas, 5 a 7 en cada laja, dispues­en Z series, globulosas con base aguda, cubiertas de

ttSilla generalmente blanca. Hebra corta. Subtro-. l. Nom. vulgo Herbáceo. Indígena de Asia. Cul­. ;ado en Asia y Africa, principalmente en la India, ygo en el Sud de Europa.

XXXVIII varo índicum(CAV.). Sinón.: G. índicum CAVoroo especie:' así LAMARCK y DE CANDOLLE). Vulg. Herb&c.o

.. I.dia. TaJ1.os y ramas hirsul.a... Hojas genn-almente de S /I¡.m/Po .""'. I>7'""es, en ancha cuña redondeada. y sin glándulas.

pwuia aovada. Flores grandes. PI.anta hurniMe (frecuentem.. o meno.•), tenida por anual. Hebra muy corta (gener. liO a

mm.). Muy cultivada en la India tropical. En Argelia que­en 45 a 60 cm. de altura. Bengala; Scindi, Broach, etc.

XXXIX varo micranthum(CAV.). Sinón. G. micranthum. O. Flor pequeño. Variedad poco conocida. pero bien dis­

_ por SUS pétalos más cortos 'lIte et invólucro. Tatto glabro,,...miado. Hojas co'" 1 gtándnta. Persia. Subtropical.

XL varo borboni"n•• (Too.)? Por sus cápsnlas colgantes,""""sa hebm y Jiterte producción. se acercan al G. hirsulum.

P ni. baja; cápsltlas mUll pequeñas ymlmerosas. Rústica y tem­a. Borbón, Lucayas. Empieza a madurar por 37000.XLI varo punctatum (GUlLL. & PERR.). Según varios au­

es pertenece a esta especie el Algodonero llamado 'Indígena.el Senegal (JUMELLE. O. c., 7). Una suhvariedad llamada

.Guineo'. es de hebrafulvp-"cenle, o color nankín.

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40 Dr. MO/5E5 5. BERTONJ

XLII val'. album (HAMILT.) Sinón. G. alblt1lt Hamilt. -, 'Vulg. Síam !llanco - Planta peqi<eña, ten'ida por anual, subher­

Meea, mtiY p"eeoz y ,·ú,;/'ica,. Hebra bastante regular. El mástemprano; madura desde 35009; por eso ~e cultiva también enlas islas del Mediterráneo y Sud de Europa. Japón, Corea, Chi-na, Indochina, Persia, Azerbaidjan, etc. ,

XLIII val' .iamen.e TEN. - Siam Pardo. - Es simple sub­variedad de la precedente según CANTONl, distinta por el colorpardo de la helrra(rufao rttfCseente). Igualmente precoz. Ca­lidad mediocre.

XLIV val'. normale m., ad. int. --, Algodonero Herbáceo común.Tal vez acervo. Las variedades precedentes siendo las quP. di­fieren de alguna manera notable del Herbáceo Normui, correspon­de reunir aquí los tipos que mejor correspondan a la descripcifmque de la especie arriba se hace. Tiene helrru. blanca, COt·ta, pe­ro no tanto, generalmente entre 23 y 2S mm., relativamentegruesa, a veces algo gris, no muy sedosa. Tipos numerosos,cultivados generalmente en la India, China, Japón, Turquestán,Asia menor y África. Entre los mejores, el Smyrna y el Yerlide) Asia Menor y Grecia, el M.h6 del Senegal, el Hinghenhauty el Bengala de la India, el Cay-bung de Indochina y el Herbá­ceo Egipcio, el más largo (28 a 34 mm.) y el más 6,no, pero pro-bablemente híbrido. '

Gouypium hirsqtum L.Sinónimo: G. barbadense L. varo hirsutum W. J.

Hook. (vide los sinónimos de las variedades). Nombre,Yulg~"Upland,- Plantafruticosa y casi perenne, aun<¡lligeneralmente de cultivo anual, más o menos cubierta depelos y puntitos gladulosos. Tallo erglli~~, !:~":: ,:,cmcs

,abiertas (patentes). Peciolo peludo, aigo mas corro queel·limbo. Limbo fOliar anchamente acorlLZO'lUUio (tatecm'dato), de 5 o 3 lóbulos oval-acuminados, arriba gta­brescentes, abajo cenicientos, 5 o 3 nervios, el centralcon 1 glánduta, frecuentemente con hojas infciwes ín­tegras. Estíputas suba?'queadas, 10-15 mm. Pedún­culo erguido o erecto-palente, en algU1ws tipos dobladoa la madurez, anguloso. Invólucro 3-glarululoso, debrácteas casi tan tal'gas como tos pétalos, peludiLs porfuera, tampi1"ias y lust¡'osas por dentro, grande. <4 a 6cm. pot" 2-.H de ancho) he?Ulidas en 11-13 puntas ínteg1'a3

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EL ALCODON y LOS ALCODONE:ROS '"

odentadas. Cáliz de 5 dientes. Pétalos amarillo claro,rara vez con mancha a la base, enrojeci(los al marchi-­farse. Ovario redondeado, obstuso. Estilo con 3 o 5lóbulos marcado3 por glándulas puntifor1llcs. Cápsulanofoveolada, lisa, aovada. Semillas relalit'a111ente gra­ndes (9 a 12 mm. long. por 5 a 64 de diám.J, libres, cu­biertas por U'1UL pelusilla blanca o verdc dcnsa y muyadherente. Hebra media'1UL o C01·ta, ycnel'lIlmcnte muybla.nca. Cotil¿dones con glándulas amar-Was.

Es subtropica1. Originaria de Méjico y Centroa­mérica, se extendió por el cultivo a todas las partes delmundo, especialmente a los países templadu-c:.ilidos osubtropicales. Es de mucho la preferida en los EstadosUnidos de A. y bastante cultivada en las rej!iones tem­pladas del Brasil Central y Meridional, Ar¡.:entina, Pa­raguay, Africa, etc. FROELlGH la encontró cultivadadesde antiguo en el Brasil, y WULLSCHLAEGI·;C en la Gua­yana Inglesa. Lo es mucho actualmente en las regionestempladas del Brasil (Minas Geraes y San l'aulo princi­palmente). Es la especie que ha sido objeto de mayoresestudios y ensayos, y los tipos preferidos ahora, son elresultado de una minuciosa y constante st'!ecl'Íón. l:lnúmero de los tipos, que vulgarmente se llaman .vn";...dades., es enorme, alcanzando a más de (;00, scg-üu TT­LOR, de las que 67 importantes para el cultivo(cn 1910).

'''''' 'VÁ'RIEDADES:XLV var microcarpum (Too.), Sinlm. G. W;(·furn.rrm:m

TOD., como especie - Distinta principalmente por ~1I~ (·fÍ.JIll"Ulaa

relativamente muy chicas. Se le podria adjudic~r ('on,o derivadoel tipo .Peterkín., de sC1nitla•• negruzcas. Al'hu,lns (mndosos.Puerto Rico. Tal vez le pertenezca un Algo'Mk,""", ~il\'l'stre deesta isla.

XLVI val'. caespitosum(ToD.) Aunque 'I'U"AI((I la hayadado como especie. no parece diferir escnc.:ialnll'llll'. No creo<,ue haya Algodoneros verdaderamente ct.>~pilo~·lI~. a nu ~('r que~e tengan por tallos las ramas largas que nan'n a la ba:-:f' deltronco. como en ciertos tipos del grupo • Bi~ HolI '. 1l1lJ) t'ultiva~

do en San Paulo. Vegetación fuerte.XLVII yar. purpura.cens(POIR.). ~i'llíll. (;·I'llr¡,",'UIC"'.•

BIBLIOTECA N~CIOflAL D~

AQ~ICULTURA (BII~A)Dr. Moisés S. Bertnnl

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4:1 Dr. MO/SES S. BERTON/_________________________L_

Poir. Aceptada también por TODARO, y como especie, se pueder~conocer pos su coloradú" purpurcscente. Isla de Borbón.

XLVIII varo púnctatum(R¡CH.). Un desarrollo "''l/y no­table de los glandlltitas 1'11'111 iflYl'1ne., y plgunos otl'OS caracteresdistinguieron a esta variedad abisínica. poco conocida. , . .

XLIX varo tTicuspidatum (LAM.). No dispongo por elmomento de su caracterización necesaria. Pero fue darla comoespecie por LAMARCK y SPACH., lo Que me obliga a incluirla.

S. N. varo siamense(TE:-l.). Ya enumerada como variedadde la especie precedente.

L varo nigTum (HooK.). Variedad atribuida por algunosal G. h.e-rMcewn L. África, Sudán, Alto Egipto. HOOKER ladió como especie.

LI varo chaco GIR. - Nom. \'Ulg. Choco·, Tallo erguidoy robuslo. Ramas relativamente I>reves, las in/m-iIYl'cs cortas,todas Hemi-erectas. Hojas bien acltmina.das. Semillas medianasen general. Pelusilla blanca. Hebra 26 mm. media, bll\ncobastante puro. Precoz. Se acerca al tipo .Dicksoll>. Cluster.Derivada del Upland de Luisiana introducido hace más de 50años en Argentina.

UI subvar. nanum - Nom. vulg. Bush Cotton - PlantaherMcea anual, de 30 a 60 cm., poco ramificada. Semillas pe­queñas (verdes). Het>ra muy oorta, áspera, de calidad inferior.Se puede cultivar, en el Hemisferio Norte, bajo el 409 de Lati­tud Y en ciertos puntos hasta al 419, pero más. bien como curio­sidad.

LIII - El acervo de tipos del G. hirsutum Que pueden con­siderarse como norma/e., con el título general de Uplond. fueclasificado según la fórmula siguiente, que es nniY'-práetfca; '1tiene a la vez alguna base cientifica. de modo Que algunós'dees­h"lU ~r1tpOS vienen a corresponder a subvariedades botánicas:··

:;., Clú,hr - Tipo Dick,on .- Arbustos altos y erguidos.Ramas inferiores cortas. Cápsula con tendencia a crecer en ra­cimos, Semillas pequeñas, blancas. Tempranos. La hebraconstituye el 32 a 34'/0 del peso cen semilla.

29 Seml-Clú,ter - Tipo Peerle" - Ramas inferiores detamaño regular. Madurez mediana. Porcentaje de hebra,29-35

3° Rlo Grande - Tipo Petcrkin - Arbustos muy frondosos.Cápsulas pequeñas. Semillas negras. Madurez mediana. He­bra 35% en' general.

49 Short Llmb - Tipo Klng - Arbusto pequeño aunque

• CARLOB D. GIROLA. El caitiuo d.1 AI..,do".ro.n la R. Ar....'¡"••

Buenoa Aire. 19'.22., ¡ámina y ligo•• .Boleüm da Agricultura', Sao Paalo 1917, pág. 266.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS

muy frondoso·al pie y superiormente; ramas cortas. Cápsulapequel\a. Semillas regulares. Mad. temprana. Hebra, 32 a34%.

59 81g-8011 - Tipo Duncan (y Truitt) - Plantas grandes,robustas y muy ramificadas a la base. Cápsula grande. Semi­llas grandes. Tardías. Heura, 24 a 29%.

69 Long Limb Upland -- Tipo Petit liulf - Planta muy gran·de. Ramas alargadas y abiertas. Cápsula de dimensión regu·lar. Tardías. Hebra. 30 a 32%.

79 Long Stople Upland .- Tipo Allen - Planta alargada ypesada, exigiendo suelo húmedo. Ramas inferiores largas y Q­

bicr~as. C1ipsula de dimensiones regulares. Semillas idem..Tardlas. Hebras largas, de 25 a 29'1<.

Esta clasificación, aunque en ciertos casos resulte arbitraria,es útil para la elección de grupós y tipos. Pues, como veremos,no se deben cultivar en las mismas localidades AIlrodoneros per­·tenecientes a grupos diferentes, aunque pertenezcan a la mismaespecie.

000

Los otros especies de Go&.ypium no deben detenernos en esteestudio de aplicación a la agricultura, por ser .silvestres. ycultivadas únicamente a título de experimentación o colección.Tales, principalmente, el G. tahiten.e PARL. y el G• • anJwi.chen.e PARL. de Oceanla, y el G. janiphaefolium BRITTONllamado .Yuca. en Puerto Rico,

Uno especie o variedad cultivada dudosa, igualmente omit!.. Es..1 r:nuvn;um latifolium MURR. Su caracterización IWILLD."Si'. rl.:; !!! ~05): Hojas agudas f.==-l.nbos IU#t<'f"o/udm·e. a~u:m,ina­dos?), las illj'erio,'es integras, las otras t'dlo/'a.'. <'''.'' I !//lintlttla­no permite orientarse con seguridad - y la no i"dicación de pa­tria o localidad de origen, aumenta la dificultad. No se-.tratadel· G. Ú1.tifolium RUMPH.; mas parece lo m{,s prohable que setrate de una forma del G. ,·e/.igiosum J,. La cUI,,:tión no tielleimportancia pr1ictica.

Una observación general me permitiré al:n'~a... Tuve quehacer este estudio sin tener a la vista cil'rt;L~ obras descriptivas;esto sin querer, por escasez de tiempo Y recursus; p"ro prescin­dí de otras voluntariamente. Entre los "utOrt'S dd si~lo pasa-

, do, algunos de lus que más escribieron, como TIIIIAHO, introduje­ron en varias partes más confusión que claridad. y su criteriogeneral no es siempre aceptable. Entr<' los 111'" ,uuuemos, al­gunos fueron criticados por los mi.mos dercclt,s u ut'·UR. Se es­pera una nueva revisión de todo el g-éllero, plll'S la de l;. WATT'

• .Tbe Wild and Cultivated ("...otton I'lanL~ of :.h.· "",,ti.!. A Hcvi8ion ofthe. Genu8 Couyp;unt,.

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44 Dr. MOISCS S. JlERTONI--------------------- ---

:'no satisfizo ~ botánicos ni a otros hombres de ciencia interesa­dos en el asunto, pues su clasificación, "siendo basada sobre es­peclmenes de herbario, numerosos errores fueron cometidos ensu trabajo"*- cita y confirma el Dr. Alfredo A. de ANDRADE.a quien debemos excelente estudio de los Algodoneros del Brasily otros paises.

Siento no haber podido consultar aún ciertos trabajos refe­rentes a la parte botánica. En cambio mucho aproveché exce­lentes obras y diferentes datos muy interesantes de cientistas ytécnicos bl'asileros, que los autores del otro hemisferio muyfrecuentemente ignoran, con menoscabo de sus trabajos. Contodo, opté por mucha reserva en la admisión de especies y varíe­des y en la creación de nuevas o de nuevos nombres, y he pro­pendido siempre hacia la conservación de la nomenclaturaanteriory usual, respetando la prioridad según las leyes de la nomencla­tura botánica estrictamente aplica.das. En otra ocasión tal vezpueda yo completar y hacer mejor. ,.

• J. LEWKOV1TSCH, ,Technololfie et Analyoe Chimique, ele., Pari»lt09, v. 11. '125. '.

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CAPITULO V.

HIBRIDACION & CRUZAMIENTO

PROCEDIMIENTOS DE SELECCION.

ASO AQul A LA CUESTIÓN MÁS GRAVE DELcultivo del Algodonero, a la que ha producido ma­yores trastornos, pérdidas de tiempO y aun fraca­sos lamentables. Advierto sin demora. que nohay que confundir la vordadadera hibridación, la cuals610 puede tener lugar entre especi~s diferentes.

eon el slmplo cruzamlonto, o sea cruza o cruco que llamarse quiera.el cual sucede entre variedades de la misma especie. o entre for­mas o tipos pertenecientes a una misma variedad. Pues losproductos. en estos dos casos. se portan de una manera muydistinta, bajo el punto de vista de la conservaci6n o fijeza d.los caracteres.

Los productos do la hlbridatlón de dos especies son esencial­mente instables; en las generaciones sucesivas varian continua­'I.i"'la~"" b:6"¡¡'Ca.l~v las leyes mendelianas, pel'O t:on variantes Que• veces Be substraen a ellas. y responden a causas conocidas odesconocidas. Resultando muy dificil fijar UllO de esos produc­tos. aun por medio de la selección más constante y minuciosa.porque en cada generaci6n aparecen constantemente formasnuevas, o bien. formas regresivas, que son lag qUE" S~ parecen alas especies primitivas, o reproducen alguno de "US caracteres.Este es inconveniente general; pues se presenta en todaslas hibridaciones. Pero se vuelve de una gr.lVedad muy especial

. al tratarse de los Algodoneros. pues. como no debe cansarse un"de repetirlo - la; uniformidad es en toda cia." dr n/yadones U"l.t

00Ildici6n indÜtpensable para obtener btunos lJTO"'W,. 11 sobre todo.Vil nurcado '''Il',ro.

Los productos do lo. cruzamIentos entre variedades de la mis­ma especie, no presentan ese inconveniente ~ino en un gradomucho menor, de manera que es posible remerliarl" I",r medio dela seleeci6n, 13 cual, como veremos. permite lijar la ¡orma o tipoque más convenga. Y la fijeza o uníformi<1ao1 de este tipo estBl\to mayor y más fácil de obtener. cuantn m:is parecidos sean

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.f1J D,. MOlSES S. BERTONl

.lqs caracteres de las dos formas que entraron en el cruzamiento- o bien-cuanto más parecidas sean aquellas formas en loscaracteres especiales cuya uniformidad necesitamos. En el ca­so del algodón, el carácter especial que más 'necesitamos que seasiempre uniforme es la largura de la hebra. De aqu! la reglade 1W el·tlZar sino variedades qu.e presenten la misma largura 111lat"ra!eza. de h'lbra, o llmy parecida, pudiendo ser bastante dis­tintas en olros caracteres menos importantes y en los vegetati­vos.

Es cierto qua a veces se han ,podido obtener. algunos bueno,sresultados d. los productos d. lo hibridatión. Pero fueron relativos,exigieron continua selección e igual atención por parte de auto­ridades y agricultores, y con todo eso, no· fueron permanentes,y siempre fueron de muy corta duración económica. En Egiptose considera que una variedad de más o menos alejado cru­zamiento, no suele durar más de 16 anos. Se indica como unarara excepción el Ashmouni, que sirvió durante más de 60 anoscomo tipo principal o de primera clase; es mucho menos cruzado:no parece que se trate de un verdadero cruzamiento.

Se explica la actual completa decadencia del antes famosoegipcio Mit-Añfi, tipo obtenido por cruzamiento en 1887. Hacia1915, este algodón presentaba hebras tan irregulares, que ibande 15 a 36 mm. en la misma cápsula. y aun de 19 a 36 mm. en elmismo carozo'. Ya se nota alguna decadencia en el Sakellaridisy en el Noubari, variedades egipcias creadas en 1906 y 1909.El Mit-Afifi de hebra larga, de 1897, presenta mayor irregula­ridad. En 1921 ya se hablaba de la próxima supsgtu~ión del.•espléndido Sakelláridis., que sólo tenia 15 anos de ~'':'_Seobserva que el Egipto introdujo su 'algodonero en 1822 del BJoasil,y en 1827 el Sea Island, pero continuó importando semilla brasi­lera ha.~t.a IXhU. conrinuancio :.;; c¡,~~a;a;;.;.~~.··

El Mit-AMi du.ró unos 20 afios: después de ocupar el 70 a77'i~ de la superficie cultivada con Algodoneros, se retrajo a 66%en i907 y al 36';' en 1913, para caer al 8% en 1916 y al 2% en1918: hoy prácticamente abandonado···. El Yannovitch aparecióa fines del pasado siglo, tuvo su apogeo entre 1908 y 1912 y de­sapareció de los grandes cultivos en 1915. Noto que, por cos­tumbre, un tipo se sil,'Ue cultivando durante varios afios despuéade ser declarado decadente. El más hermoso de todos los egip­cios, el Sakelláridis. entró en el gran cultivo en 1911, tuvo su

• Estudios dt: la Estación Botánica de Zaguig.•• Fritz. J~ItII)I, .ChanC\.eristic oí Egyptian Cottnn., p. 7.••• H. A. BALLOU: "Cotton a. thc Pink Bollworm in Eg1Pt", in "Welt

lodian Bul\." XVIl, N: 4, 1919.

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EL ALGODON y LOS ALGODONE.ROS------- 4T

apogeo en 1918, y ya está en decadencia. por má. <¡ue .us exce­lentes cualidades y la dificultad de substituirlo le a,i",nen toda­vla alguna vida. Sólo el Ashmouni sig'Ue siemrre ocupando supuesto. al rededor del 20'ió del área cultivada. ,in d''l.·ae,· toda­vfa. Pero el Ashmouni es variedad bol:iinica. G. ¡'rll'/lUdrll.<C J/l.melia71mn (TOD.), adartación a clima muy distinto (v. pa~. 30).aun<¡ue con 1J0ca variación •. y si hubo cruzamiento, r'\I'('ce <¡uefue con una subvariedad de la mi~ma.

Ya hemos visto (pág. 31) que el earavónica dcca.'",·, rlcsrué.de obtener gran fama. Ningún híbrido rlc,pertó i!{uall'ntu,ias­mo en todo el mundo·'. Pero nunca 8e pudo out"n"r la unifor­midad de su producto. nunca pudo ohtener un ruesto p....minen·te entre la.¡ variedades de mayor cultivo. " hoyes casi olvidad".y obsel"\"o que el G. reliY'iostl1n pe.'Uviannm e. una vari('¡\advecina del G. barbade/13e, tanto que con esta 'última ""rl'ci" Joincluyeron varios botánicos. Lo mismo sucedi,; ('00 los tiro.Wool, Silk y Alpaca, sus derivados, a pesar de dar adlllirahlesalgodones, Asl también con el Mámara. híbrido obten id" 1'0 ¡asislas Salomón, de gran prod!lcción y seductoras cua.lidad,'s (me­nosla largura, de sólo 25 mm.).

• "West Indian Bull." 1919, N0 4, lig. 5.

•• Y realmente. el Caravónica reunía c8~i tod:l~ las cualid:tlf.II·~ "~en--:­dales para semejante triunfo: ¡:-ran producción. b('l1eza de fibra. nolahlt·lar·~r. y economla del cultivo. Produjo desde el 50í, hastA. má~ d(·l clohle queel Sea leland; dió fibra muy larga, del mejor a~lwcto. Y en do!' ~uLJ\·:\ri,·,Jadt·9.

una brillante para imitación a seda y otra a b~lIi~ima lana, para Iml tejidosde mezcla; y el cultivo. st!gún informe generRJ. es ~('ncillo y e:til~" ...... ,......euidnd08 que el de las \'ariedadescomunes. pudicndodurnr la mi~l11a I'lantllciulImuchos años en buena producción. Era casi el ideal. y no ~ólo lft:t plan lndo4re8, lino varios indu~triales llegaron a entusia8maTse.

Pero le faltó una cosa: In uniformidad del producto. y etLo h:t~t,j ¡i:II::a !lUroina. La cualidztd de híbrido, hizo Que sus proouctt>¡;z variR.."u·n e,.nl inu'ulI n,te. 'en la misma plantación y aun en la misma planta y el mt!"-nn nl'ullo; elconjunto era siempre atrayente, pero la libra variltba entrl' 21 .Y ·I:! lIlilinlP·tras, y no erR siempre de igual e~tructurH. Aun la prO'luctividall "ra rnuyvariable; tanto que, para perpetuar la productividaJ de lo~ mcjtJr"~ Intl':4.

en Hawai se intentó la multiplicación por estacas - que t'xijc tnlh·hn.. cui.dlldos y una kml)erie muy favorable - y la Estacion Expl,.'rimenl.l,t d,' llqul'lpab crey6 un tiempo haber resuelto el pt"oblema por ml',dio fi,·I .... inj,·ril!.(operación (deciase) que si se hace en plantas de I",('a fflad. e.,l f;il'il "!' da lu~

mejores resultados.. Es apenas necesario decir que l<tlt~ solucilln.·~ dt.·j:lh:U1prácticamente el problema generall'ín solución. La s ... lt.'cci.in nn 1'110 fllu('humis felil; porque. si permitió obtE'ner productos inm,~dialu~ "t' flllll'ho mt!ri­tAJ. nunca coneiguió que éstos fueflen durables, ni pudo fijKr un ti!,,, flU" nurl!~ultase variable.

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41/ Dr. AlO/SES S. BERTON/

La hibridación produce irregularidades de todo orden. En­tre ellas, la irregularidad en la madurez, no sólo en la mismaplantación y postura, sino en la misma planta. Óbservo que lo.t'ipo:; h-fh1-idos producC'II. también una proporción mayor de hebraa'fl/) mOOu'ro« y hebras .muertas., que llega a una cuarta, y aun auna tercera parte de aquéllas, ya un 5 u 8% de éstas. Para laindustria de hilado y tejido, semejante proporción trae la ruinadel negocio.

El cruzamiento desordenado - o sea el entrecruzamiento múl·tiple y continuo de cierto número oe variedades - produce con­secuencias parecidas a las de la hibridación, aun cuando la mez­cla se produzca elu"e va";eda.cUs de una misma especie. Si setrata de diferentes especies y numerosas variedades, es la ruinaa breve plazo. Pues no hay cosa peor. Sin embargo, es 10 queha sucedido en el siglo pasado en varios paises, y aun reciente­mente en paises vecinos.•

• En el Brasil se cometió el mismo error. En ese pala eultivahan desdeantiguo loa¡ Guaraníes las variedades perennes, que ¡>odian competir COD 1umás beBas del mundo, y el Mocó superar a todaa. Sobre esa bue, loa in~

dustriosos Brasilero8 establecieron tempranas explotaciones comereialea.Desde 1530 ya exportaban algodón. y no poco. En 1760 eurglan las prime­ras fábricu de tejidos de ambas Américas, en el Maranhao. Tanto prospe­ró la nUt:va industria, que el gobierno de Porllugal temió por 1a8 del reino, ,en 1780 ordenó cerrar las fábricas. Cuando el impedo quiso fomentar denuevo esa industria, tuvo la mala ocurrencia de introducir las variedadeaherbácea-. qu~ Be mezclaron con laa perennes y causaron la degelleración enulla multiplicidad de tipos varíables. El cu1t,i.~ se salvó mediante el poda­roso renacimiento da la industria de tejidos; pero la J!xpOrí~:íónquedó nulahllSta este. ~iglo. pues las hilandérías inglesas Be negabtm a recibir un .pro-dueto tan blto de unitormidad. ~

Sin embargo, la causa de eso permanecfa inadvertida, y el error ofieialfue repetido. En el Estado de Minas. 'cnp.1 vl'Jll.. del San Francisco como enel NordesT.e. na SIDO uno ce lO. I:;~ ÍLl"...u"'~d 0::(, , .. r';''::C la ignorancia e inex­periencia, el cultivar indiferentemente mezclad.. variatl clases de algodón.Ese desorden ya sucedia desde mucho tiempo, pero fue agn,vado por 1&(ou..va)diBtribución oficial de semilhu) extranjeras, principalmente americanaat(l).Tanto que hoy, en una de las grandes regiones algodonerall, San Franoiaco.el rendimiento medio e6Casamt!nte llegA a 300 kg. por hectárea, y el cultivoMe SOBtiene sólu por la baratura de la recolección (un centavo oro el kilo y aunmenos), y la de todos loa servicios, y por la costumbre, en las pequehaa plu­~iones, de asociarles el cultivo del Mafz, que psga 101 KaBt.os, con mayor omenor excedente.

En Argentina - aun más reeientemente y hasta ahora - ocurrió lo ro...mo. No ob6tante las advertencias de un ilu6tre agrónomo argentino (véasep. 21 Y 22), se dejó que cad:! plantador introdujese libremente las variedad.lo) e8Jkoieli qut' le parecieran, no se organizó ningún inatituto de 1>~h..'Cción,

(l) In... BARBOSA. CARNElRO, ••A Cultura do A1~ ". Br.r· po. 66.

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EL ALCODON y LOS ALCODONEROS 49

Sin embargu, no faltaron agrónomos y especialistas quediesen la voz de alarma, con relativa anticipación. Un agróno­mo de grande y merecido renombre, así se expresaba hace 10años - "Muy raros son los cultivadores que saben que el inten·~ de fijar los caracteres del híbrido obtenido (de 2 especies),no pasa de un vano esfuerzo e irrealizable esperanza.... El ca­rácter fijo del hibrido, en el género en cuestión, es su propiainexistencia, por eso de que va mudando de generación en ge­neración, e influenciado por el medio, vuelve de prisa al tiporústico y mejor adaptado. De esto deben compenetrarse aque­1I0s que entre nosotros tanto han hablado de hibridación denuestros Algodoneros indígenas con el fin de mejorarlos. Vie­ne de molde decirles aquí que los Americanos del Norte procu­raron en tiempos pasados multiplicar las hibridaciones, no sola­mente con el intento de amejorar los fibra-corta por medio delSea Island, sí también para fijar en los tipos obtenidos ciertasrualidades particulares de los precíosos Algodoneros egipcios.Todas esas intentonas, empero, se malograron, por la razón deque los hlbridos obtenidos presentaban simultáneamente todoslos caracteres de los dos progenitores, no habiendo, en ninguno,caracteres botánicos nítidos y precisos, y siendo de notar que enalgunos individuos los carozos eran nudos y lisos, mientras otroseran cubiertos de pelusilla, y con hebras variables infinitamente.Hoy ya no se insiste en tal práctica, y ni se habla más de laacausas que motivaron su abandono, tanto se compenetraron losprácticos del error en que por algún tiempo reincidieron los ex­perimentadores... ~~~'J_ a!!!"!!J}.l'...lU eu l.enuiuu::s J..n~n~lJlUrjos, nosinduce a recomendar a los agricultores, que se abstengan de la in­troducción - en una. región en que el algodón cultivado es dehebra corta - de variedades de hebra larga, porque esto, por lavia de la hibridación natural, modificaría enteramente las bue­nas cualidades del tipo cultivado..•.

Un cruzamiento puede ser de.eable, pero en raros casos, y nohay que proceder a él sin previo conocimiento del asunto, y sinlas precauciones necesarias. Con todo, el resultado puede serni se pu!110 limite alguno al antojo de cada agricultor n industrial y con esose abrió el má~ ancho camino aJ fatal cruzamiento desordenado. Lacontratación de un director técnico extranjero no pudo evitar la fatal eonae­euencia, cuando el mismo Ministerio de Agricultura. por ejemplo, ordenabaque ~e cultivasen. contemporáneamente y una al lado de otra. 25 variedadesdif~r~lItes en la Escuela de Agricultura de Posadas. dónde. para mayor de­l'Iastre, nada es tuba organizado en vista dE' la selección. la cual, por otraparte nada hubiera podido sacar de aquella enorme confusión.

• GUSTAVO R. P. d'UTRA: .Condigócs d. Cultura do Algod1lo DO 1:8­tado de 8'0 Paulo e seu Futuro'. S. PBulo 1916.

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50 Dr. MOl5E5 S. l1F.RTONI

negativo. sobre todo si U'la de las variedades es de reciente In-·-frooucción. 'lue es el caso más frecuente. Pues es de retener que

el oclimotomiento de un tipo O voriedod no sucede sin alguna alte­ración por el mismo hecho del cambio de clima, temperie o te- .rreno. Esa alteración puede ser más O menoS profunda; puedeser favorable; pero puede ser también desfavorable o ruinosa.Esto viene a complicar el problema y a hacer más aleatorio elre~ultado.

Pongo como condición generol que el cruzamiento Q'lle se Q'llieraintentar, debe ser operado ent?'e las formas 71'ás vccinas Q'lle el ca­so pln'1níta. La mayor o menor vecindad o afinidad. sólo. puede 'ser establecida mediante el concurso del estudio botánico. Poreso tiene tanta importancia la botánica de los Algodoneros. Peroen el caso de las cualidades de la hebra, es al examen técnico­Industrial que hay que recurrir principalmente.

El objeto, O finalidad que se propone el cruzamiento, debe serclaramente establecido. Hacer cruzamientos sin objeto definido.solamente por ver de amejorar el conjunto, o por tentar la suer­te. es perder tiempo y dinero, con la probabilidad mayor deempeorar su situación y perjudicar a la colectividad.

Floolldodes ilusorios son las que han causado el estado deconfusién que aún se nota en ciertos paises. y del cual van saiien­do los paises mejor organizados solamente. En primera líneahay que indicar los cruzan.ientos hechos ccm el fin de aumenta... lalongitud de la hebra. Que no se d.eben hacer: he ahí la cmtclu­si6n ge1teTal a que han permitido arribar. Pues lo que casisiempre se obtuvo, fue perder la uniformidad de la largura. esdecir. el carácter más precioso. Este fue el error más generaly el que ha causado peores consecuencias en todo el mundo.Otros objetos errados fueron. por ejemplo. el de aumentar elrendimiento, o producción ~nitaria -la resist",nl'ia g Inlll ~v"l3¡;,n,"

del clima- la resistencia a las enfermedades.. Flnolldodes plouslbles: Como se vé, no quedan muchas. In­

dico, como ejemplos, el cruzamiento que tenga por objeto una..ayor finura(delgadez) de la hebra - el que se proponga aumen­tar la 'resistencia de la misma - o purificar el color del algodón.Pero siempre con las. reservas ya expuestas, y con las precaucio­nes ya indicadas, y las que el caso especial aconseje:

Lo selección es el gran medio. el procedimiento necesm-io. deresultados sie-mpre favorables, el gran rlnnedio para el des01'den11 los males causados por la hib,-idacwn y el cruzamiento, naturaleso inconsiderados. Es siempre útil, porque si"nó se' obtiene porella el ideal, .siempre se obtiene una mejora, una ventaja, uaprogreso. No tiene peligro alguno, por poco que se baga atina-

¡---I/el/OTE: \ ,.":;:-~AG"ICUtTUnA (El lA) ;".~

Dr~ "'al,i, S.. en. 1 ....~

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 61

damente. Cualquiera la puede hacer, y todos deben hacerla. Yhoy se impone, porque todos los paises grandes productores yala hacen, o la hacen cada día más atenta y minuciosa, y es ne­cesario progresar, porque en la lucha de competencias cada vezmás áspera, ya no basta el conservar lo que se tiene: quien nose adelanta, se atrasa y va a la ruina. Por tanto, lo principal esorganizar la selección. Empero. uuturalmente, se deben tomartodas las medidas necesarias para únl,edir el cruzamientn natu.­ral, y reducir, bajo estr·icta vigilancia, elcr'lI,zamiento experimen­tal, el cual no debe ser permitido a pa,·ticlIlares, bajo ningúnpretexto ni control.

Institutos científicos no hacen ya verdadera falta para todoeso. Las condiciones y resultados del cruzamiento son muy cono­cidos, y los procedimientos de la selección no lo son menos. Elcampo para nuevas investigaciones cientificas con finalidadesprácticas, se ha restringido. Ya casi no se notan progresos de­bidos a tales investigaciones, ni en los países de mayores recur­sos científicos. Aun se puede decir que nunca fueron muy no­tables, habiéndose tenido que registrar más insucesos que con­quistas'. Lo mismo cabe decir de institutos técnicos centralescon programa de institutos científicos. Su instalación fue desa­consejada hasta en grandes países como Brasil, en ocasión de laConferencia Internacional Algodonera de 1922, que .hizo época.en la cuestión algodonera". .

. Estacloaes Elperim.ntales Algodoneras, es lo que se· neéesitaorganizar, con programa y utilaje de instituto técnico, no cienti­fico. Estas tienen !.!'';:''~ ,,'JI ....."'" 1-!.l:I~'.JII!~IILU;t5,:,.

19 Fonnación y amejol·amier.to continuo del tipo quemás convenga y se haya elegido para la región, por medio dela selección~

29 Selección y .estandardización» de las semillas, '/ produc~ción de toda la semilla necesaria.

3° Distribución de la semilla en la respectiva región.Selección, producción y reparto exclusivo de semillas. Me­

diante eso. el tipo se purifica, se mejora y se mantiene. Esto no

• De mediocres o negativos resultados de talE's investigaciones cienU­licu, hemos tenido notables ejemplos ~n paises poderosos y maravillosa·mente dotadOR de todo lo necesario para llevarlos a cabo. Tales. los Esta­dos 'Unidos y la India. Tanto. que los progr~.ros y·amejorami~nto8obtenidosen e8QS paises. fueron d~bidos exelu5ivam~nte a 108 procedimientos perfec­cionados de selección de la semilla, a los experimentos prácticos de fertiH­zación. y • otros ensayos y procedimientos de orden técnico y práctico,

•• W. IRYING BUI,LARD and H. C. MESERYE: .The Industrial andCommercial A~pects oí the \Vorld Cotton lndustry.; Rio de Janeiro 1922.

BIBLIOTECA N~CIONAl O~

A'::~!C I~, ,,~ (e,,·t)Dr. 1"0'_" f. Cc~~:;:j

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5:1 Dr. !>ID/SES S. BERTON/

excluye que se encarguen a tales Estaciones ciertas otras funcio­nes inherentes, tales como el Inspectorado y la vigihmcia por elcumplimiento de las prescripciones legales algodoneras, la~ con',fereneias, cátedras ambulantes, etc. peben ser naturalmenteprovistas de todos los instrumentos necesarios el estudio del clima,local y regional.

Deben ser regionales: y no puede ser de otro modo, visto quelos tipos de Algodoneros a cultivar no pueden ser sino regionalesen todo país medianamente extenso, y donde haya tierras y c1i,mas diferentes; y no puede ~er tampoco de otro modo, pqr serprácticamente imposible seleccionar dos ,o más tipos a 1¡J. vez enla misma localidad, porque, aun cuando se pudiese cultivarlos agrande distancia uno de otro, seria imposible p"itar mezclas desemillas, errores de rótulo o de señas, y semejantes descuídosdel personal subalterno o de servicio. Todo esto es perentorio.Sería absurdo pretender, p. e., escoger y seleccionar en el Cha­co Argentino un tipo para el territorio de Misiones, ni en el AltoParaná uno para el Chaco, ni en Asunción uno para las regionesforestales húmedas, o para los terrenos calcáreos del Norte.' Encuanto a pretender formar y seleccionar varios tipos en unamisma b>calidad, seria volver a los errores lamentables del siglopasado.

El programa de las Estaciones Experimentales Regionales debeser esencialmente práctico, proponiéndose únicamente fines eco­nómicos, con arreglo a las instrucciones que recibirán oportuna,mente de la dirección superior. Pero deben ser directamenteTesp<nI8ahtes del estricto cumplimiento de las leyes y reglamen­tos sancionados por los poderes públicos, que la dirección superiortampoco tiene el derecho de modificar, Pues tales institucionesno responderán a sus fines si su organización no es muy severa,y si las 1C:;;OpvU04"u;:;~Ol_~C~ \..' ;-;.;l:~ ... ~:..:.:... :::.:.. ¡..:~;!.~.les no son hechasefectivas con estrIcto arreglo a la ley. 1',;1 abuso es demasiadofácil, y lino infracción puede tener largas consecuencias.

Por eso no es prudente - en nuestros países - que seaninstaladas en predios particulares, por más que medien controlesy el propietario declare acatar los reglamentos - ní permitirlesque reciban semillas de particulares para expurgar, sino única­mente muestras para análisis, ensayo de germinación e informesrelativos a la pureza y clasificación. Su número debe ser propor­cionado a la superficie y naturaleza del país y a III extensión delcultivo *. Mas es indispensable que tengan una superficie sufi-

•. El Estado de San Paulo - con una extensión de 250 000 kilómetroscuadrados, decretó en 1923 la fundación de 20. El Paraguay, con uns exten­sión notablemente mayor, con una producción mucho menor. pero con De-

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ciente de terreno apto para el culti\'o, pues el objeto principalde su fundación es el fornecimiento de la semilla necesaria parala región·, Y deben sostenerse económicamente a sí mismas··.

Las Estaciones Experimentales Regionales pueden servirtambién para la descentralización de la enseñunzu prácticu de laagricultura, enseñanza que es imposible dar de llna manera ver­daderamente práctic..... en un solo instituto central. No hay in­conveniente en que sean a la "ez escuelas prácticas de agricul­tura, a condición de que el servicio al¡rodonero funcione aparte,como entidad propia y directamente responsable. También pue­den ser aprovechadas con ventaja para la descentralización delservicio técnico de la Defensa Agrícola o policía sanitaria vege­taL Con más razón, en cuanto debe necesariamente incumbira tales Estaciones la policía sanitaria algodonera.

El resultada de lus Estuciones Experimentales regionales,cuando no es completo. es indiscutiblemente favorable. Paraser completo se requiere tiempo, La selección, la purificaciónde un tipo y su amejoramiento, exigen varios allOS. y se puededecir que es un trabajo que no acaba nunca, por aquello de quehay que buscar siempre nuevos progresos. Mas los efectos nodemoran en notarse. En la Escuela de Agricultura de Piracica­ba (Brasil), se obtuvo un aumento de rendimiento del 20%, s6loempleando el procedimiento de apartar para la siembra los pri­meros capullos que maduraban. Es un ejemplo. entre muchos,de la enorme importancia de tales Estaciones y de la selección···.De no menor proyección - principalmente para la exportación ­es ." UO<1"" ¡;,,><..r al modelo tipico. o estandardización de las se­millas. Recientemente, Rusia tiene que apelar a este mt.'diopara salir de la confusión en que el error de los cruzamientosiba a hundir la explotación algodonera····. .ce!idad de aumentarla mucho. necesitaría 6 u 8, o podría empeznr con menos.Es. necesario tener por lo menos una para cada formación agro-il,!;iogr:ifica.

• La ley de 192"2 del F..stado de San Pauln estabtec~ una extensión de250 hectáreas para cada Estaci6n, de la cual debe ser: plantada con Algodo­nero una superficie mínima de 50 hectárE"aJi anualmente; y el restante reser­vado para la renovación, rotación o alternada de otros cultivos, y para forra­jee y p88toreo necesarios al servicio. La mayor parte ya funcionan, coo muybueno!t fesu1tados.

El Jefe de la Misión Internacional, ARNO PEARSE, decluraba enRío de Janeiro, que las Estaciones Experimentales Algodonerasdeben de poder 80stenerse con sus propia.s eotradas, y que el director d~

aquella que no sepa. sostenerse, al fin de 2 aJ"los, debe st:r substituido. Nosolamente, sino que deben. "dar un lucro regular en dinero" (Conferencia p.l3l. Se entiende, en cuanto no Be les cargue con otras funciones.

••• De otras Estacione", como 185 de Siridó, Igarap¿>'-Bssú, Carauatá,etc., he tenidQ informaciones igualmente favorables, t'n varios sentidos.

•••• .Boletín Jnttc"rnacional de Agrieultura' Roma; JI. 837.

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----_.__..• /),. MO/Sn S. BERTONI

Lo~ JTI~lItUtlOllrl (.cntrulu convenientes y aun necesarias, sonaQ~C'lJa.... 11th' tlt'll"JI POI" ',! •.ido la preparación del pcrson~l nece­sano 11:lr<.l. ,·1 "¡ll 11 111lIl,j\l!l;lInil!Jlto oc las Estaciones l\eglOnales.ES('111'i~¡J1I1"f:lI" .... llli.·titutos-dccnseüanza. No se b~scaen~llas)tjn~úlI fl': lllt;hill I'CHlll"llliro directo. Tales la .Sección del Al·gOdúlI1 dl,j Jn ::lllld Ag'l'onúmico de Campinas (Brasil), y laEscuda lk ,.!:. ""'",i"1I d,') al¡.:odón tie San Paulo, En ellas seen::-;cl'lan h..... Ilwtlld'l~, r:h·junalcs de cultivo. abono y rotación, elmodu dt· l':,llldlar 1,1 <"lillla. el manejo de los mecanismos e ins·trum"lIluS, la l·b. i,i,':Il'iún y enfardamiento d~1 producto, Josmú<ho:-: II.u'a rn'o!lOI't'r y pcr5~guir las enfj!nnedapes, y sobr~todo, Iv... PI-OCI't!lllllrlltos de selección. A no ser que dispongande CStal"iUllt',; 3lJl'ur:--a!t's 'HUY distantes una de otra·, no puedencultivar :-.ill ifh'UII"t'nil'nlcs las diferentes especies. variedades ytipos t.:sl'u~~id¡¡:" Jlar~ las diversas regiones, de ensayol o de colec­ción lJara la [,.. I:'lIIi ..a, Pcro como su objeto no es la distribuciónde scmillas (¡>vr lo contrario, deben evitar el hacerlo), el soJoinCOllVClliclltl' "s i:l dilicultad de conservar tipos puros, inconve­nientc quc l'lI l') ..a'o no es grave, y constituye también ense·ñanza, por si, )' por los medios que constantemente hay queempicar ¡mrH relllediarlo.

• Corno laij lil'Jll' el ln8tiluto Agronómico de Campinaa t!'n Santa EJiaa yMonjolinho. Pero eKlIi. compUcación exige una vigilancia muyespecial,_,.condicione. de pl'r~onalwale8. que me obJiglUl • delaconlejarJo p~a este pata,

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CAPITULO VI

EL MERCADO FUTURO Y LA ELEccrON

DE LAS VARÍEDADES.

~~-.,G'v.ODOLO QUE HE VENIDO EXPONIENDO HAS·~m'C~ ta aquí, ya habrá venido fonnando en el lector pa·

,d,{j ~ ciente la persuasión de que el problemo de los vorle·~~i\ dados que convengo cultivar es uno de los principales."0";'.'. si no el principal de todo los cuestiones algodoneros. Y

J'" . para los países de cultivo incipiente. es el más difi·cil, y su solución, es la más decisiva. Por tanto, el Estado nodebe dejar esta solución a los particulares. Éstos, sobre carecermuy generalmente de los conocimientos y de los medios necesa·rios, no llegarían a un acuerdo sino después de una serie deerrores lamentables; y por otra parte. momentáneamente pue·den tener un interés distinto al de la nación. Pues ellos estánen ·su derecho, buscando el mayor lucro inmediato; mas el Esta·do debe ser más previsor; la vida de un hombre es breve, mien·tra~ la de la nación !'.!':. ~!:~lr::~!'I I ~l1nnrl.'l ~p nlvH1~ c.dl), se vaderecho a una crisis.

No basta ir vendiendo, por ahora. Es necesario asegural'l'eun merr.ado para lo futuro. El algodón no es un articulo al quepueda dársele cualquier otra salida, ni aprovechamiento venta·joso en caso de no poder exportarlo. Por tanto, es precisoasegurarle un mercado amplio y permanente. Sin esta condición.no podrá incluirse definitivamente en los grandes productos na·cionales. Por ahora. la producción paraguaya encuentra comopradores. Pero es aún de pocos millones de kilos. Para queingrese entre aquellos productos, es preciso que llegue a sermucho mayor. - ¿Tendrá entónces mercado seguro y remune·rador? - Sí y no, según sabremos contestar satisfactoriamentea estas otras preguntas: ¿Cuál puede ser ese mercado?-¿Cómoconquistarlo y conservarlo?

El Paraguay no tiene industria do hilado. Para organizarlasobre vasta escala sería preciso poder competir con la extranjeo

''Q, y contar con un gran consumo, condiciones por ahora ine"is·

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56 Dr. MO¡= S. BERTONI

tentes. ..' El establecimiento de fábricas de tejidos, en el país, es posible,y es deseable para evitar la importación de los de mayorconsu­mo. Si los Brasileros las establecieron desde 1749, comenzandQen una provincia muy alejada·(Maralión), contando sólo con elpersonal indígena y el capital brasileJlo, y para todo auxilio, lahostilidad abierta y pertinaz del Gobierno' ¿por qué no ha depoder emprenderla el Paraguay 177 años después, con la posibi·Iidad de conseguir capital extranjero, y con la protección que elgobierno no dejaría de conceder?

L. exportación - no pudiendo la industria nacional, en nin~

gún caso, absorber una gran producción - quedará siemprecomo principal colocación. ¿A qué mercado? Sería un errorel pensar que como para otros productos, pueda ser la R. Argen­tina. Primeramente, porque no es probable que la industria detejidos, en ese país, llegue en un próximo porvenir a un desa·rrollo comparable al que alcanzó en el Brasil, pues el earáctergeneral de la organización económica es muy distinto ••: y lascondiciones para la industria aludida son mucho menos favora­bles •••. Por otra parte, Argentina puede producir el algodónque necesíte, y si por un tiempo le conviniere comprar parte enel Paraguay, nuestro comercio estaría siempre expuesto a loscarobios de tarifas aduaneras. .

• De"sde 1730 hasta 1808, UDa larga serie de reales decretos vinieronprohibiendo caai todas las industrias del Brasil. Una dé las más heride fuela. de tejidos; ·pues lo único que el gobierno de Portugal permitió, en 1786,[lle la fabricación de 108 géneros más ordinarios para uso excluaivo de loae~a';OB. Pero a principios -de este 8i~lo ya Be contaban··como 100 fábric.&a,con trece millones de libratl esterlinas de capital. La industria siguió en au­mento, siempre contando sólo con el consumo del paía y el brazo. nacional,':t~t1J..,,::lo a absorber de 80 a 100 millones de kilos de hebra. Actualment.e,wu.. "t.11;:' ias fábricas produce por año más ~e dos millones de kilos de hilo yseis romanes de metros de paños anchos; otra tien~ 2230 .telares y 3000 ohre­ros; ambas en San Paula; pero centenas de fábricas se extienden desde elSud hasta el Pará, producen todo el hil3 corriente hasta el muy fino (N0 100),Y el 85 a 90 ~ de los tejidos que necesitan los 36 millones de habitantes.

El Paraguay, proporcionalmente. consumiría el produccto~de media dOC&­na de fábricas cuando menos, ablorbiendo algo más que Ja producción actualde algodón."

•• Argentina es país que trata de exportar lo más que puede de 8UI

prndut"t,o(;, para poder importar mucho; con eso el monto de su movimientocomercial internaciomu es enorme; los obreros ~n en gran mayona extran.jeros y fluctuantes. y los salarios altos. Brasil es pais que trata de utilizar yelaborar él mismo todo lo que puede de tiua productos, con el fin de bastarsea al mismo e importar poco; con e80 el monto del comercio internacion81 e8

notablemente disminuido; sus obréroa BOn en gran mayoría jn~igen.s y muy

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La uportación a Europa - y eventualmente a alguna otraporte del mundo - quedará como única solución definitiva yfirme de la cuestión colocación. Parecerá a muchos que la CUell­

tión ya está resuelta, dado que hasta aqul se ha vendido. Y sinembargo, para un muy próximo porvenir, no lo está. Acabamosde salir de una época de precios excepcionales, en la que todolo que podla llamarse algodón se vendía. Los precios ya hanbajado notablemente, y como es natural, la eXIgencia respectoa la clasi Cicación, ha subido al compás. Sin embargo, es de preverque el precio de los algodones medianos o inferiores baje algomás, y que algunos no puedan sostener más la competencia mun­dial. Esto último lJUelÚ! S'ltCeder aun cua·ndo el algodón se man­tengaenlacalegorÚl.de mediano (midliny) , pero otras circuns­tancias sean desfavorables; p. e., gastos de transporte más ele­vados que los de otros paises, inseguridad de bodega, y escasezde intercambio comercial. Y este puede ser, y es, el caso delParaguay. De ahl, la necesidad que tiene este pals de hacertodo lo posible para producir un artículo más que mediano. o su­perior - y no pudiendo producirlo exclusivamente - la necesi­dad de que el artículo mediano que produzca sea uniforme, bienseparado y bien preparado.

La alta convonloncia d. producir un ortículo-H11lrlorresulta delas condiciones que asoman en el mercado mundial. Ya hemosvisto (P. 17-22) cómo en los principales países productores delmundo, las probabilidades estén por un aumento de la producciónde algodones de hebra corta'. A lo dicho se puede agregar quela reacción se acentuó últimamente en la Rusia Asiática tambíén.y que el Congo produjo en 1925 6750 toneladas más que'~T, 1":'>.',y que el cultivo se extiende ahora por Uganda y Kenia, median­te el esfuerzo inglés, doblemente interesado. Todos son pro­ductores, ,en máxima parte, de heb~ corta, oscilando,en torno

fijo!!, y los salarios relatÍ\'amenle muy bajos ($ 1,00 a $ ],30 moneda argenti­na por dIa). Sin contar la amplia aui.onomía de los Ebtados del Brasil, queles permite organizar su propia ~conomía. y el número elevado de grande.puertos de importación directa.

••• En 192-1-25, Argentina importaba de lnglaterra 17000000 de yardasmú, de tejidos de algodón, que el año económico anterior. Su gT'&D comer­cio con Iglaterra y otro! paises, no bace probable que Arg~ntina trate deindependentizarse en un articulo que tan fácilmente paga con su exportaci6D.

• Hasta en Egipto, la tendc:J.cia lque desde 1924 se acentuó} 8 abando­nar el Sakelláridis y substituirlo por el Zagora y el viejo Ashmouni, haceque la producción de las hebras más largas disminuya, favoreciendo a la dehebras medillJlBS. que son mAs productivas fel Ashmouni rinfie un 50% m"que t'1 Sakelláridis y se vende sólo un 16 o 20ft más bara.to)- tBoletiA [8­

ternacional de Agricultura. 11. 1102.

I,¡

EL ALCODON y LOS ALCODONEltOS liT

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58 Dr. M015E5 S. BERTONI

de la midling; pues los ensayos de Sea Island y Egipcios nodieron el resultado que se esperaba, o muy limitadamente.

Debemos agregar otro comp('tidor temible: lo sedo ortificiol,o glos, como ahora se llama. Su fabricación está en progreso.Se puede pensar que el gran resurgimiento 'de la industria' deAlemania - pais que. por otra parte, no tiene más interés enproducción de algodón, habiéndosele arrebatado sus colonias '­dará un grande impulso a esanueva industria.

Todos los pois.s intentaron o intenton producir hebra lorga, envista de la probabilidad que claramente marcan tantos indiciosconcordantes. Los resultados fueron o van siendo negativos odudosos en el mayor número de casos: pero esto no hace sinoaumentar los precios, pues la'demanda y el consum!' aumentannotablemente, debido principalmente a las nueva~ aplicacionesde I~ hebras largas, omedianas pero muy resistentes y elásticas.Por lo demás, los malogros se explican, y sus causas no son detal naturaleza que nos aconsejen a desistir, sino, por lo contra·rio, deben estimularnos en ensayar el cultivo de los Algodonerosde calidad superior, sin dejar por esto de extender el de los-buenos medianos-, que a falta de un precio de venta muy ele­vado, tienen un gran mercado, y lo conservarán, si sabremossometerlos a metódica selección, amejorándolos a medida de lasexigencias. ' '

Contrariamente acierta opinión, hablandoPEARsE de climasy tierras cqmo :1¡¡¡¡ nllestras, declara terminantemente: - -Laespecie hérbácea (Upland = G. hirsutum) es excelente para SAoPaulo; pero en los otros Estados sólo puedo recomendarla cuan­do la especie Riquez;a I\O,.IliQduce bien-o ;.l\..l.hablar del estadode S. Paulo, ese relator se refiere a la parte meridional y central,donde se cultiva el Algodonero, región templada, con tempera·turas como las de Entrerrios, Santa Fe, Corrient..., v R~,i,tencia,

con promedios anuales de 17 l\ 21 grados, lIu\-;::.: ;:::: :t':;.:r.:hny generalmente no muy violentas: y heladas sensibles. Paralas regiones más calientes que tienen de 21 a 24 grados de tem­peratura como el Paraguay, con verano muy caliente y aguace­ros a veces muy violentos - PEARSE insiste en recomendar elMok6 y el Riñón o Rins-de-boy, variedades del G. religiosum '.Por lo demás, he visto que en Sao Paulo y RioJaneiro se cultivatambién con buen resultado el G. barbadense, y buellos agróno­mos paulistas o sudistas lo recomiendan, as! como al -Riqueza­uno de los más bellos y apreciables algodones " .

• ARNO S. PEARSE (Jefe de la Comisión Internacional Algodonera):"Conferencia" p. 9, 14, 21, 22. 23. Aoonseja también para v'arias regiones.el "Riqueza", el mejor G. Ainahnn• .ROr tener buena largura 1 alcanzar el

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 6'

Los algodones de hebra larga, y en general t,.I,u lo~ nllto­dones superiores, convienen especialmente para 1", 1',,10.,'" ""lien·tei. Pero no es sólo en los tropicales que Se 1," d" la 1"'" r,'ren·cia cuando las demás condiciones lo permiten, ,'ino "n l"da lazona mundial algodonera. Y las demás con<lieiulh',.n",·"",,·iaspueden resumirse en suficiente cantidad de lIul'ia, o irri¡:al'iún.En los Estados Unidos mismos se viene notan<lo qUe "n la partesubtropical de California y Arizona - con ml'U'" eal"r v m:'sheladas que en el Paraguay, convienen los egipeiu,;. y "o¡'r~ l"doel 'Pima.; tanto que, de 111 hectáreas en l!/Ili, la "",,'rlieieplantada con esa variedad en esos Estados, subi" a 1'""""' heel.cuatro años después. obteniéndose un algodúlI de l""'"'i,larl velasticidad especial para aeroplanos (R. H. W11.1.1s, ""''''ciali,;l;ldel Bureau of Plant Industry), con un brillo pal'eeido al <Id :i".kelláridis y Sea Island, y una largura semejante.

En algunas partes de la zona templadl>-cálida: en Ar¡:l'lia.p. e., la Estación Experimental de Ferme Blanehe ol<l<', IH,r las 1"lO'variedades del Egipcio, cuyas semif!as distribuye oli .. ialmenl"en las regiones de Ol'léansville y Perregaux, cuya8..l"'1I1"·ralura~

son las de la Provincia deBuenosAíres.- La prooueei<in fuehasta 585 kilos por hectárea (TRABUT).

Un algodonero Perenne es preferido en las islas de ~lalt... yGozzo, yen Grecia, en la isla de Santor;n - paises en que sc'ledeja 5 o 6 años. Son paises que tienen la temperatura lIlcdiade la provincia de En trerrios, y conocen la nieve, y las heladascada invierno varias veces.

En Argentina, es cierto, las variedades Egipcias y S"" '.J"n.lno dieron hasta ahora el resultado que algunos espel'ab.,,;, :o~::

el ahastardamiento consecuente al cruzamiento nalural de va­,riedade_, no permite hacer ninguna deducción se¡:ura. Mas es~'notable que en Argelia los Egipcios den buen resulwdo, con una

temperatura más baja que la del Chaco Argentino, '''g'ú'na nieveen invierno y heladas tardías. Este contraste s<ilo puede serexplicado por la diferencia de sistema.

En cambio, .los Upland, de cultivo anual, piel'den a vecesalgunas de sus buenas cualidades en los países tropicales o deverano muy caliente. En el Cambodge, país netamente tropicalo ecuatorial, se introdujo el G. hirsutum y es el qu" dominaahora. Pero el valor de su fibra fue muy discutido: lo, hiladoresfranceses la encuentran demasiado corta y prefieren los al¡:udonesproducidos en Estados Unidos pertenecientes a las mismas va-

máximum de la st!dosidad (p. 21).•• Vide también: ARNO S. PEARSE. "Cotton in :'-:f1rlh Urazil",

Manchesh'r 1924. Con ¡ntrod. del Dr. Migut!1 Calmon.

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/ID Dr. MD1SES S. BERTDNl

riedades bot{micas. En Toga se observó lo mismo, e igual cosaen la India. Frecuentemente se altera también su sedosidad.haciéndose más·áspero y grueso. Creo que esto debe ser atri­buído a la violencia de la insolación. Pues A. S. PEARSE declaraque la hebra de un capullo abierto durante dos o tres dias' puede'resultar en parte inutilizada (o. c., 16). De donde la necesidadde recoger mucho más frecuentemente que en países más tem­plados, y un aumento de costo que no es compe.nsado por un altoprecio como en el caso de los Perennes de hebra larga.

Hay que hacer una importante excepción para el 'Riqueza-,llamado también -Verdao- aunque este nombre puede ser dadoa otros tipos del G. hirsuturn, pertenecientes a la variedad comúncuyas 'semillas llevan pelusilla verde. Es del Centro y Norestedel Brasil, natural de pals caliente, y produce una de las máshe!1'!osas hebras, a más de ser muy productivo y robusto. Se­mill& «mnde. 'No conozco algodón más sedoso que él-(PEARSEo. c. 21); y 'es muy resistente, a más de ser bastante largo­(1. c.). Tan autorizado juicio escusa todo comentario. Es va­riedad especial para regiones tropicales, o subtropicales de ve­rano largo y muy caliente, pues se adapta muy bien al cultivoanual.

Los Algodoneros de producto superior pertenecen casi todos alas especies G. barbadense y G. religiosum. De las varieda­des de la primera especie cabe citar sólo al Sea Island, que es.por lo demás, la más valiosa de todo el género, siguiéndole elMocó brasilello, que pertenece a la segunda especie, y los Egip·cios...Son Algodoneros Perennes, aunque el Egipcio se preste bienpara la 'sieJJ:1bra anual. '. .. ..

El Sea Island, a primera vista, parece el que merece la pre·ferencia entre todos los Algodoneros dc he!Jra larga o perennes.Ha sedur~r!~ ~ ro"'P(·r ..... co • :' ~·I·:.:·n!"'""'...."l'\nt(' f ..p ~! objeto de loe másnumerosos ensayos de aclimatación. No era para menos. Amás de sus méritos, la ruinade su cultivo en los Estados Unidos,vino aduplicar el interés. De 117559 balas (de 500 libras) en1916, la producción de ese pals bajó a 785 balas en 1923, valedecir que desapareció, debido sobre todo al gorgojo de la cáp­sula (boll weevil). La actividad norteamericana se mudó aPuerto Rico; pero allí la producción paró en poco más de 1000balas, porque las tierras y el clima no le convienen. Algo se·mejante pasa en otras colonias. En el Brasil no parece que seaclimatara *.

• Asi declara A. A. de ANDRADE. La Misión Internacional Algodo·nera casi no habla de él. En los cuadros del primer autor hay urt Sea ls18ndCOD algo de pelusilla verde, lo que indicaría hibridación con un C. ltir.utvm.

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______E_L_A_L_GOOON y LOS ALGOOONEROS 61

Es que presenta dos inconvenientes :¡enerales: el de serdelicado y el de ser poco productivo. Para nosotros tiene untercero; el de preferir la costa del mar y las islas, de donde sunombre. Exige tierras aluvionales fértiles Y. generalmente.abono. Por, ventarrones y fuertes 1IU\'ias durante la madurez.sé apeligra perder parte de la hebra. y la insolación muy violcntaperjudica a las cualidades de ésta. Por tanto, exige en el cul·tivo, recolección. c1asificaciún y prcparación un cuidado que noes para nuestra gente. Por fin. aun cuando produce satisfacto­riamente, su rendimiento es mooerado: 250 o 300 kilos en gene·ralo raramente 400 o mús, pero muchas veces 200 y 150. Su altoprecio lo compensa; pero no es fácil remediar a los inconvenien·tes aludidos. y muchas veces, imposible. Por fin, parece quesólo muy excepcionalmente da buenos resultados lejos del mar'.

. Una muestra proveniente del valle del Jaguarive (Brasil),tl:nla de 50 a 55 mm, de largura, la hebra", Pero el Norestedel Brasil es un pals previlegiado, para el algodón .... y seme­jantes ac1imatamientos son raros. aun en el Brasil.

Los Algodoneros Egypcios. en buena parte hibridos de G. bar­badenae con G. religio61lrn. han sido objeto en casi todas partesde experimentos de aclimatación. como el Sea rsland, pues igual­mente han seducido sus buenas cualidades y su alto precio. ' Conellos se pudieron registrar varios casos de buen aclimatamiento. 'si bien. generalmente aislados:, Pero cuando se han queridoadoptar las v,ilriedades de mayor valor. se encontraron los incon­vP.nJP."tp~ nl1'~ nrp!:;entan siempre lo~ producto~ de cruzamiento o~~:=:~::~::. ~~tos suelen degenerar tanto más facilmente,cuanto mayor es el cambio de clima.

Actualmente. en vista de que el Sake1Járidis también dege­nera y se comienza a substituirlo. es dificil indica'r la variedadque más convendría ensayar. si se piensa en las oe más -altoprecio. Pienso que más convendría el Ashmouni. No es el másbello''''; pero conserva sus buenas cualidades desde cerca de 70años, sin degenerar en nada todavía, es más rústico y resistente.da un rendimiento más elevado que los otros Egipcios y tienemuy buen precio, razones por las cuales muchos ahora lo prefie-ren en el mismo Egipto. '

• En E...tados Unido;s se ¡'abria fijado el límite conveniente en 60 millasde la eosta del mar.

•• FRITZ JENNY, "Charact. of Egyptian Colton", p. 7.... "Tiene tierras coyos. rendimientos por heetárp& gon mucho mayo~s

que en el mejor paí:! algodonero" "más gnndcs Que en eualQui~r otropaia del mundo" lA. S. PEARSE, o. p.. p~. '1:7 Y ~).

•••• Su hebra es medio lar¡.ra(35 mm.lydecolor crema amorenado (crt'a­my brown). F. JENNY. o. c., 5.

BIBLIOTECA NACIONAL DEAG~ICUlTURA (BINA)Dr. Moisés S. Bertonl

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62 Dr. MOISES S. BERTONI .------

El Cossypium re/igiosum es sin duda la especie perenne.,. 'que incluye y,,¡-jerlades de hebra superior más adaptables.a nues­

tro clima, pues se trata de la especie indigen" de estas regio­nes '. Es el Algodonero Perenne por excelencia. La planta.no solamente vive muchos aflos, sino que sigue con rendinlientosatisfactorio durante más tiempo que ningur,a otra especie, estoes, 10 ailos y aun más, habiénde-se visto p!:lntas que todavíaproducian a los 35 m10s de edad ". Has!a en las islas delMediterráneo se encuentra conveniente consen'arla durante5 o 6 años.

La variedad para nosotros más interesante es el·C. re/igio­sum vitifolium. Sin restar méritos a la variedad brasilie1lsc yal Riqueza, esta variedad presenta dos tipos de mucho valor.El primero es el Alocó, oMbocó.. •. Esta variedad ha despertadola mayor admiración de la Misión Internacional Alg00nera, porla longitud de su hebra, que iguala en esto a los algodones máslargos. su gran finura, sedosidad y resistencia, y algunas ven­tajas en que supera a todos. 'Es sin duda igual al mejor Egip­cio' y 'puede faci!mente rivalizar con el Sakelláridis' ..... Aeso agrega un rendimiento muy elevado; en Serid6 (Rio Grandedo Norte), sin ningún abono y sin riego, en tierras más o me­nos agotadas, produce generalmente un 25'10 más que en Egip­to..•.., donde el Algodonero tiene fértiles aluviones,abono anual,riego ideal y cielo sin lluvia para todaJacosecha....... Aestai;ventajas el Mocó agrega la de una duración extraordinaria, pués

• Sin contar aquellas entre las variedades egipcias que vuelven hacia..~~~~ 8tPecie. o participan de. ella; pues .el C. .,di,io.p"! entró por mucbo...~~_··rr-.¡:rcrtrsamiento Y mezcla egipcia. . .

•• En Santa Catbarina, Brasil, se¡1Íft la .Geographical Review. deÑueva York, Enero 1920.

.... '.!.b~~-5-.~"'; r r.ollorjA ",r' 1.,.. rli:.. :p,·,,,>¡. .1..1Sud, este nombre guaraoi,que es ~I uo= ~o. ~..........:; :..~:__ ._. : ~_ :_.1 ;'. :~ue 109 indígenas y gf'nteIsertanejat suelen llevar para cargar toda clase de pequeños objetolJ, y esnecesario sea tejida con el hilo más fuert.e y cerrado, cuando 00 es de piel,como en muchas partes abora se estila. .

..... A. S. PEARCE (Jete úe aquella Misián). o. c., p. 9 Y 22.

....... A. S. PEARSE, lo c. 22. Advierto que el Egipcio sin riel"o damucho men08; de ahi, lo dicho a la página 34.

•••••• El rendimiento medio en Egipto, de 1894 a 1916, en hebra limpia,fue de 504 kll:. por ht:'ctárea; .3obre esta base, el del Mocó tlerfa de 630 kg. ­el mayor rt.:ndimiento medio conocido - con máximun de 900 o 930 kg. queme constan por informes fidedignos-también el mas alto guarismo conocido.

Obtiervo que, por la disminución de la cantidad de agua disponible, debidoa la enonne sangría que los Ingleses hicieron al Nilo en AS8uAn, el rendimie·nto medio ha bajado posteriormente a unos 385 kg. Y pUl'de Id ahora de400 kilógrllmos apr~ximadamente.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS IIJ

"produce bien durante 10 a 15 años". mientras en Egipto laduración es de un año'. Y no basta: "resiste a toda seca"­y para completar- "resiste también alas grandes lluvias. mien­tras las otras variedadcs sólo podrian soportar bastante hume­dad del suelo.....

. El Mocó es el indicado para una gran parte de la extensaregión algodonera del Noreste del Brasil, según la Misión Inter­nacional - pero de allá es indigena, y por tanto adaptado a lascondiciones de ese clima especial. Seria aventurado calcularsobre su adaptación a las nuestras. Mas hay seguramente re­giones paraguayas en que muy probablemente prosperaría.Empero. por varios motivos, por abora seria dificil conseguirsemillas. El primero es que - debido al nunca bien ponderadodescuIdo general - es raro encontrarlo puro, y aun casi imposi­ble recorriendo los países donde está menos cruzado (PEARSE).que son las cuencas del Seridó y Yaguaribe y el Ceará y Parahyba.

Sería necesario no caer sobre un híbrido verdadero - quelos hay"'- y partiendo de un tipo de mero cruzamiento entrevaríedades. someterlo a la técnica de la selección durante el tiem­po necesario. Es 10 que ya se está haciendo en el Brasil. Elresultado será probablemente obtener el mejor Algodonero delmundo, dada su belleza y las otras ventajas que presenta.

La especie Go..ypium religiosum es muy probablementeindlgena de estas regiones también y el antiguo cultivo guaranínos ha dejado algunas variedades muy apreciables..... que de­bemos tener en cuenta.

La Dirección de Agricultura y Defensa Agrlcola "dí wexpresa (Bol. N9 6): - 'En la Región Norte del Pals se culti>-a'aún una variedad derivada del brasilie,..e que tiene ventajasespeciales para el cultivo.. Existen también otras variedadesnativas paraguayas, cultivadas para la industria casera de tejidos,que son muy interesantes como base para la formación de tipos

. superiores. por su mucha producci5n. y por la longitud y con­textura de su fibra. El aprovechamiento de estas variedadeses uno de los factores para el fomento del cultivo de que haráuso el Banco A¡p-icola en el plan que tiene trazado'.

• y" A. S. PEARSE, o. e. o (Jáginag 22 y 23 respectivamente.••• Con. el G. "ir_ldarn, por ejemplo. La ftlIeión 1. A. Yió cultivos in­

tercalados, un liño de e!\ta espeeie y etro de Moco. y en otras plantaciones,hasta cinco variedades entremezcladl:L;j.

•••• Durante el coloniaje, hasta muy tarde, fueron 109 Indios GuaTan(eslos que fornecfan todos los tejidos de algodón 'que los Españoles necesitaban.8610 se importaba algunos ve8tuario~ finos. En ca~bio. se exportaban te·jidos iudlgenas para Buenos Aires y otras ciudades dcl litoral.

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64 Dr. M01SE:S S. BERTONl

El Algodonero Criollo del Paragnay, subvar. del G. re1igiooumvitifolium, o variedad paraguayense del G. vitifolimn conside­rado como especie (v. pág. 34>' merece detener nuestra atención,no sólo por ser tal, sino por haber sido el más cultivado en elParaguay hasta pocos años ha, como también por sus cualidades.Desgraciadamente, el gran decaimiento del cultivo del Algodo­nero después de la guerra de 1865-70, causó su abastardamiento,y tal vez sea hoy dia difícil encontrar el tipo puro '. Pero, so­metido a metódica selección" volvería seguramente, a dar elhermoso producto de antes, producto que sin ser comparable conel Sea Island y el Mbocó, siempre tendria mercado remuneradory seguro, por su superioridad sobre el Upland. ,

Pues es de recordar que es esta variedad la que hi,zo la fa­ma del algodón paraguayo - fama más bien teórica, porque nose ha sabido aprovecharla comercialmente - pero perfectamen­te fundada en estu<,lios y ensayos técnicos serios. El primerinforme es de 1861; lo reproduce Du GRATY con estas palabras:"El examen de una muestra remitida a Amberes dió lugar, porparte de personas competentes, a las siguientes observaciones:La muestra remitida era algo reducida, para poder dar un juiciocompleto; sin embargo, a pesar de su irregularidad", 'Be puededecir que la hebra es targa y fina, pareciéndose al algodón delBrasü de mvy buerw clase"'; es un producto muy hermoso, /[IU

valdrÚL hoy dÚL de 150 a 160 f!'ancostas 50 kilos, en Amberes" .....•Los hilanderos ingleses reconocieron la superior calidad de

la he/n-a larga, sedosa y resistente del algodón blanco del Para­guay., dice DEMERSAY en su celebrada obra. Más tarde esosjuicios siempre fueron confirmados. Muestras enviadas delAlto Paraná a las Exposiciones Universales de Pans (1889) y

• ~e8pu.é8 ~~ la cat~t!~ofe na~.ional. el cul.tiy~ habiendo sido casi abkll-donado. ~ :..:a~a....... 'u" oc: ..•.. ~ .....)... r; •••.,.~.. ¡,.-' ~ .. .-••gadón más temprano yh~rmo80 se recogl8 para el pequeno UbO UOIII"bI.ICO, y los capullos peor~ ymás tardfos quedaban para la reproducción natural, o "guachería', y las ra­r1tB·Y diminutas siembras.

•• No creo haya habido cruzamiento ~n aquel tiempo La falta de uni­formidad en la largura, se esplica por la ausencia de selección, ignorada~nt6nces. PeTO ese defecto - remediable - aumenta el vaJor de la conelu·sión a que llegaron 109 péritoa.

... !Que pronto notaron esa analogía!. No obstante la diferencia delargura, tiene mucha semejanza con el Mbocó.

•••• Equivalía decir casi el doble de los algodones eomunesque aquellaafábricas importaban. No es de sorprender: el Padre LOZANO afirma queten el siglo XVII) en el PGr06uoy.C hacía,. con él 'Vid". ",Oft dc/wotl.- JI.útile•• que par.c... cGmbrayu" (Historia, 1. 242'.

Nótel'e que el cam hrai era una finí~ima tela de lino, articulo de lujo quehito célebre a la c-iudad maJlufacturcra del Norte d-: Francia, C.~br&i.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS

·Filadelfia, fueron admiradas, y en un informe semi-oficial deEstados Unidos - reproducido en el Paraguay - Re decía Queeste pals era tal vez el único que pOOla competir con los algodo­nes norteamericanos.

Una C1,alidad especial del Criollo Pararrlluyo rR RU rc.";sten­cia a las variaciones de humedad. Sin ser el m;,s rcsistente ala seca, lo he visto sostenerse, en la época m'¡s caliente del afio,durante mes y medio sin lluvia. Pero no conozco otl"a variedadtan resistente a laG lluvias continuadas y al exceRO de humedad.Es la más indicada para nuestra región más lIuvio"a. que es lafaja al oriente del meridiano de Villa Rica *. Esta resistenciaes carácter común de la subespecie uitifolium, pero en ningúnotro tipo es tan pronunciada.

Como variedad perenne 'y arbórea iguala a su hermano, elMboe6, pues vive más de 12 aflos. Pero seña aventurado afir­mar que dure en buena producción más de 8. en normales condi­ciones. No existe interés económico en forzar la nota en estesentido; y esto es cierto para todos los Algodoneros de cultivoperenne, como veremos. Más conviene renovar la plantaci6ndespués de limitado número de anos.

En cuanto a rendimiento, nuestra variedad puede igualarcon el Mbocó, con el cual tiene tantas analogías. En igualdadde condiciones naturales y de cuidado es probable que le aven­taje y resulte la primera del mundo ".

• LOZANO, hace 2 siglo., y. indicaba el departamento de Curnguatyy el Caaguazú como región donde mejor 8e daba - .y 8e forma la pl ....laA.rOO!. fructificando varios an08 seguidos. ("Historia", 1 242). .

•• Encontré esta variedad par.~nay.,... en varias partes del país.,entre Jos Indios del Alto ParantL, siempre con los mismos eoructeres. Desde1886 la tuve entre mis ensayos. Y siempre noté que su h~bra no presentabaun. longitud uniforme, pues esta variaba en general entre 26 y 32 mm..alcanzandó a vecee a 35. Efecto evidente de la compl~Ul ausencia de selee·ción, e indicio de lo que una selección metódica y constante pndrá obtener.

En 1895 resolvf someter .a renclimie,.to a un ensayo riguro90. y pftraeliminar toda duda, hic~ yo personalmente todas las peslldas. Llevé para­lelamente un registro meteorolóRico completo. En el N0 1, tomo 1 de .Re·vista de Agronomfa. (Asunción, 1897), el estudioso podrá ver todos loa deta·Iles. Lo8 resultados Jueron reproducidos por muchos peri6dicos extranjeJ"08,J el trabajo Cue reproducido integralmente por las r~vista8 alemanas .Ex­port. y «Echo.. Ese estudio lo hice durante 2 años consecutivos El rendi~

miento por hectárea alcanzó a 1026 kg. de hebra el primer año (húmedo} v954 kg. el segundo (fleco). Pero en aquél. dió 704 kg. de hebra perfectamentemadura y 322 k~. de hebra no bien madura. mientras en éste di6 ai4 kg:-demadura y solamente 90 kg. de no madura. Comoquiera que Be eonaidere.eatos datos representan el maximun hada altora obtenido en el mundo. Latit'.rra era excelente, de roza en bosque virgen; pel'O sin abono, ni otro cuJti-

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68 Dr. MO/SES S. BERTON/

Otra ventaja que pre,enta el paraguayense, es la de noapurar tanto la recolección. Durante los 5 meses y medio demaduración, me bastaron 20 recogidas en el año húmedo y 12 elaño seco, o sea, término medio, cada 8 dí~s en e~tación lluviosa,y cada 14 en estación seca. Esto proviene de que las válvulasde sus cápsulas no se abren tan patentemente como en otrasvariedades; de modo que el algodón no es tan fácilmente echadopor la lluvia y los vientos. Verdad que, por la misma razón, lacxtracción del algodón exige frecuentemente un segundo másde tiempo. Pcro esto es compensado por la altura de la planta,que permite trabajar casi siempre parados, 10 que cansa muchomenos, especialmente durante nuestro verano muy caliente yde ardiente sol.

El Mondihpihtá, o Colorado, llamado Algodóí en el Brasil,Pardo o Fulvo = G. re/igiosum val'. mustelinum - merecellamar nuestra atención. Probablemente indígena del Brasil(v. pág. 84). cultivado en todas partes por los Guaranles. porsu hebra que va de leonado a castaño según los tipos, color muyapreciado para sus ponchos listados, fajas y cubre-cabezas,.esteAlgodonero aparece en todas partes, si bien muy limitadamentecultivado.. .sin embargo, en el NUJ.:este.deI.Brasil se le explotacomercialmente, y parece que en el Perú también'. En su ve·getación y aptitudes para el clima se parece al precedente; peroes algo más temprano y resistente. Su hebra fue empleada enla fabricación de sombreros y para tejidos de media lana o imi·tación. No sé que haya obtenido mucha demanda, pero si, queobtuvo muy buenos precios *. No se debe dejar de estudiarlo!illsQe!!.1 punto de vista~omer~aL

La'variedod apospermum, o Algodonero Cáute, pertenecienteal grupo brasi/iense, que es tenido por algunos como especie,merece llamar nuestra atención. por la particularidad de pros­p~rar PfI tt)rr~",n!=l ~ny ~1'·~· ..r>"'''':· :'I)hrr.... Su resistencia ensemejantes tierras es tan grande, que puede dar un rendimientoremunerador en suelos tan calcáreos y tan áridos, que ya noadmitirían ningún otro cultivo provechoso (v. pág. 35). Es delos más productivos. y francamente perenne, producirá durantebuen número de afios mediante una poda convenientementevo que la limpieza con machete y azada.

• .En una importante consignación de algodones paraguayo! hecha en1897 a Inglaterra, un Jote de a.lgodón colorado se cotizó a 61 peniquea lalibra, enépoca en que el algodón paraguayo de fibra blanca se cotizaba enla misma plaza de 5 a 51 peniques, el brasileño de 4¡ a 6. y el norteameri­cano de clase auperior de 41 a 5, peniques' (GUlLL. TELL BERTONI,tEl Porvenir de) Cultivo del Algodonero en la Cuenca del Rro Parapay••Asunción 1923, pág. 28).

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EL ALCODON y LOS ALCODONEROS 117

arreglada a laS circustancias de terreno y edad. Su hebra noes corta, y sin ser de las más finas y sedosas. tiene buena acep­tación por su resistencia y relativa uniformidad.

Por más que estas regiones presenten notables diferenciasde tierras y climas, no podemos pensar en una excesiva multi­plicidad de tipos, y sólo hay que elegir los mejores y más adap­tables. Por eso. no creo conveniente la introducción del tipicobrasiliense o Rlñon (v. pág. 35), porque no obstante ser produc­tivo y fuerte, su hebra presenta cierto grado de asperidad queno conviene para la exportación, y 'puede resultar más tarde ungran obstáculo. Tampoco es aconsejable el Marañón, o acumi­natum, por la razón general indicada, y por ser natural de unclima bastante distinto del nuestro. Sin contar que habriaque cultivarlo en las regiones que convienen para los otros tiposmuy superiores que ya he indicado. Sin embargo, convendrfarecordarse oportunamente del tipo ay[ueatre encontrado a laaltura del paralelo 209, qlle se dice de hebra bastante larga yfina· - para someterlo a ensayo, en la posibilidad de encontrarun tipo conveniente para la comarca de Bahía Negra.

Por la misma razón general, pasaré sobre las variedades delGouypium arbóreum, casi todas del Mundo Antiguo: existien­do la razón especial, de ser adaptaciones a climas generalmentemuy distintos al nuestro, y en su mayor parte, inferiores o ape­nas medianas. Igualmente sobre las del Gosaypium herbá­ceum, del Antiguo Mundo también, con semejantes defectos oinconvenientes para nosotros, y el especial de ser todas defibra corta, y generalmente inferiores a las de la esp"",'~ .,.guiente.

La especie Goasypiiun hirsutum nos ofrece, en cambio, vaoriedades o tipos de los cuales' Ílo es posible presCindir,. pues in­duye a los Uplands - que son los de mayor cultivo en los EstadbsUnidos - asi como al RlqueIa ya los BIg-BolI, que son los de he­bra corta o mediana de mayor cultivo en las regiones subtropi­cales y templado-cálidas del Brasil. Es la especie que se hubie­ra debido llamar 'Herbáceo' - como algunos siempre la llaman- si malhadamente no se hubiese dado este nombre al G. heT­báeeltmdeLineo. Y es la especie americana de cultivo anual, o"Aoual", que llamar se quiera (v. pág. 40 a 43).

Se suelen dividir los Uplands en Hebra-oorta y Hebra-larga.

• GUILLERMO T. BERTON1, "Porvenir del Cultivo del Algodonero en laCuenca del Rfo Paraguay". llig. 28. El nombre de Gonypium brtuilienJtefue usado por algunos autores como sinónimo de C. re/ig;o.u",. Convienetener pre!'lente que debe ser reservado para el grupo Riñ6n, KidDey oRinede Boy. 9ubespecie bien caracterizada.

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68 D,. MO/SCS S. BERTONJ

A los primeros pertenecen los tipos de mucho mayor cultivoactual en el Paraguay. Anteriormente ya se habian ensayadocon muy buen resultado algunos tipos norteamericanos de hebralarga', sobre todo los pertenecientes al g¡upo 79 (pág.. 43):AlIen, Georgia Long Staple. Hawkins. entre los que tienenmayor precio y fuerte demanda. Sin embargo, al principio delnuevo movimiento algodonero paraguayo, sin previas averigua­ciones comparativas, ni medios organizados para hacerlas, se in­trodujo gran cantidad de semilla de la región algodonera argen­tina. El tiempo faltó para estudios preliminares, y la nuevaorganización paraguaya de los servicios oficiales agricolas. toda­vía no existia, habiéndose fundado la Dirección de Agriculturay Defensa Agricola cuando aquella introducción ya era un hecho.que por el momento era preciso aceptar.

Según los nombres que fueron dados a publicidad. en laomólgomo Introducido predominan tipos Uplands de hebra cortaque guardan cierta analogía entre ellos. Esto atenuó los incon­venientes de la mezcla; pero no pudo haberlos eliminado com­pletamente. Primeramente. porque la falta de uniformidad delproducto comercial se produce también (aunque menos) porcruzamicnto de tipos parecidos, toda vez que este cruzamientono haya sido buscado, con un propósito final. y de una maReTaestudiada y oportuna ". En el caso. el cruzamiento (en Argen­tina y aquí) fue natural e involuntario, por tanto sin objetodeterminado y de todos puntos inoportuno. En segundo lugar,en la región algodonera argentina. la mezcla natural y la desor­denada ya se habían producido por el cultivo de tipos pertene­cientes a grupos de Uplands distintos (v. pág. ~ y 43) •.Y ¡¡unavariedades bótánicas y a especies diferentes •• ,.

• En la extinta F.flcut"1a NecioD31 de Ae"i("l.'ltura. Véase "Revista deAgronomla'·, Ver la ··Ulbllr.>lratl..... .

•• Cuando el cruzamiento y la aclimatación de do~ o varias tipos suce­den en el. mismo tiempo, se presentan también alteraciones debidas al acli­tnatamiento. Esto complica la cuestión, produce resultados ¡mprevitltóB yobliga a un trabajo de selección más atento.

••• La prensa diaria - en la que tan frecuentemente las personas me·jor intencionadas, pero faltas de conocimientos especiales, tratan y resuelveneuestioof's agricoJaa que requieren madur03 ~tudios con la preparación india·pensable, o Cuando menos, una larga práetica directa - contribuyó más bieapara agra-VAr el mal que se preparaba. menudeando in Argentina 108 conae·jos inoportunos a los agricultores y & los gobierno" y generalizando en elParaguay. a más de eBO, la idea de qu~ todo fuese bueno e imitable lo queen ACientina 8e bada. .

000

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS ••LA ELECCION DEFINITIVA DE LAS VARIEDADES a cultivar­

una vez conocidas las condiciones naturales de un país - cons­tituye el problema capital. Los errores en este sentido 60nsiempre de lamentables y prolongadas consecuencias, causandoen el menos grave de los casos, pérdida de tiempo y dinero.Después de lo expuesto" huelga insistir sobre este punto.

La distribución de la. variedades O clases, debe ser regional.Es raro que para un país de cierta extensión convenga un tipoúnico. Es casi imposible, si el país tiene una extension como ladel Paraguay; y'lo es en absoluto, si el país presenta regionesnotablemente diferentes bajo los puntos de vista del clima y delas tierras. La elección exige por tanto que, previo detenídoestudio, se divida el país en regiones algodoneras reales o po­tenciales.

Las Reglanes Naturales ya tuve ocasión de indicarlas - comoresultado de los estudios hasta aquí llevados a cabo - en ante­riores publicaciones·; y como su deslinde se hiciera sobre labase del clima, de la composición del suelo y de los accidentesgeograficos, pueden servir para la dístribución algodonera tam­bién, siquiera en sus grandes líneas, con las modificaciones quelos casos especiales puedan sugerir.

Observando solamente que - por las necesidades de la se­lección y del establecimiento de Estaciones ExperimentalesRegionales, y de toda la organización de los servicios -la adop­ción de un número elevado de subdivisiones no convendría Sinembargo, las reglones o camarcas como la calcárea del Nort. '/ la do!Rlo Apa presentan terrenos tan distintos, que no seria nn.;hl"cultivar en ellos la misma variedad, con resultados iguai;;~~~.:~

satisfactorios. La primera sobre todo, es casi incultivable porla elevadlsima proporción de cal; y en una gran parte cuandomenos, dudo que otro cultivo pueda medrar, que no sea el quesobre la fe de los agrónomos de las Antillas indico. Sin embar­go, para ninguna de las dos parece posible indicar un cultivomás convenientE! que el del Algodonero. Fáltanles una pobla­ción más densa, para que este cultivo adquiera el desarrollo deque es susceptible. Pero ya se puede empezar y el estableci­miento de algunos cen tros coloniales algodoneros, detendría alláuna parte de los emigrantes Paraguayos que van a valorizar elterritorio brasilero.

En la lOna Norte del Chaco existe una inmensa extensión detierras más o menos aptas para el Algodonero. Allí, la escasezde población es aún más grande, y además, fal t3 un estudio

• .ConJidoIf8. Gencm/u d. l. lr:da Orgánica. Div¡.ió,. T.rritonol•.Aaunci6n, 1913. Con un Mapa Fisiogr.¿fico. Agrológico y Climatológico.

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1D Dr. MO/JE.S S. BLRTONI

.agrológico de los terrenos, con el fin de establecer las distincio.nes' oportunás. '"Hay tierras salinas, y aun calcáreas. Pero, elconjunto parece más apto para el Algodonero que para otro grancultivo', porque la suma anual de lluvia sólo puede ser·calculada,como término medio, en 900 hasta 1200 milímetros, y el estable~

cimiento de un sistema de riego, sólo podrá hacerse en el por·venir, y no será fácil y probablemente será de resultados limita·doª,

La distribución de las variedades aconsejables sería en mi con·cepto, basado en maduro estudio, la que en el cuadro siguientese expone. No será necesario advertír que no ooda la regiónindicadaseráapta para la variedad aconsejada; pero no es admi·sible que se cultiven varios tipos en la misma región. Además,es tan grande la extensión de estas regiones, que basta que seaapta una pequeña extensión de cada una.

REGlON DEL CENTRO:Los actuales Uplands provisoriamente. Elección y seleccion

de un tipo Upland único. Anual.REGIÓN DEL SUROESTE":

Variedades superiore del G. hiroutum. Grupo Upland Lar.go (AUen), que exige suelo húmedo. Cultivo anual.REGIÓN DEL ESTE O DEL KAÁ·GUASÚ :

al lnt&rilYr y Faja Serrana: RiqueIa o Peterkin. Cultivoanual. Los experimentos deben ser hechos en lugar mediana·mente·expuesoo a las heladas, no en abrigado.

. b) Faja del úitlYral o Costa del Parami: Un G. r. lJitifo­I¡¡¡rif' (paraguayenBll o Mbocó). Perenne.REGION DEL NORTE:

Un G. r. lJitifolium (Mbocó o paraguayense). Perenne.REGIÓN DEL APA: .J a) Comarca del Rio Apa: Cñuto, Eventualmente el mu.·telit,'üm. Perenne.

b) Subregión Calcárea: Cáuto (apo.permum). Perenne.CHACO BOREAL PARAGUAYO (al Norte del Trópico):

Un lJitifolium, o el Cáuto. Perenne.CHACO SUD PARAGUAYO:

Egipcios. Ashmuni, Experimentación del Yoanovltth. Cul·tivo anual. Organizar el riego artificial.

• La colonización mennonita podria ser el mejor comienzo yla bale dela utilización de una gran parte de aquenos terrenoa.

•• Adopto gustoso esta oportuna modificación del nombre de esUirt!gión,modificación indicada por la "Geografía del Paraguay" 6' edición. '

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U ALCODON y LOS ALCODONEROS 71

Esta distribución implicaría, para todo el Paraguay, 6 hasta8 variedades. No es exagerado. El Egipto. sobre una superfi­cie mucho menor, y condiciones menos variadas, cultiva 11variedades", sin contar algunas secundarias. Ciertamente estolíltimo parece excesivo, y debe haber contribuido mucho paralos numerosos cruzamientos que hacen tan poco durables a lostipos egipcios. Pero el caer en el exceso opuesto, en IIn palstan variado como el Paraguay, haria imposible destinar a ea­da región la variedad que más le convenga.

• Albmouni. Yannovitch, Zá~ra, SakellAridi., Mit-AfiCi LoDr. )lit...Afifl Caun, Noubari, Abiado Abusi. e.IUDi y A8Iili.

BIBtlOi~C~ ¡¡:'C¡:..hL 1:.AG~ICULTURA (BINA)Dr. Moi.t. S. Uertool

Page 68: El algodon y los algodoneros

'.

CAPITULO VII.

LEYES Y PRACTICA DE

LA SELECCION.

ELECCIONAR, ES HOY DíA UNA DE LASmayores preocnpáciones' de todas las ramas de laagricultura intensiva y progresista. La ausencia.de un conocimiento si~uiera elementar de la selec-

J ción, detuvo durante miles de años al progreso agrl-~ ~ cola.' Los conocimientos relativos a las leyes del

cruzamiento. dela adaptación, de la variabilidad y de la muta­ción, en las plantas y los animales. han dado, en el siglo pasadoy en lo que va del presente. tal impulso a la agricultura y gana­derla moderna, que no se ven límites a su progreso y amejo­ramiento. Pe'ro la condición es el trabajo constante. . La selec­ción no es una operación previa, que se pueda descuidar despuésde haber obtenido un resultado satisfactorio. Es preciso quesiempre sea hecha, sin límite de finalidad, y cada vez más aten­ta y minuciosa. De no ser así•..:i:A.'l resultados obtenidos ~e pier-

..den,.o se atenúan. o se va rebajando su valor relativo. .,.....~. eJ.¡es. ~ contrariamente!, ciertas teorías darwinistas - ni·l~aptación. ni la selección pueden producir formas absoluta­.mente fijas. Los nuevos tipos que se obtienen, tienen una ma­yor o menor tendencia a volver· a su estado primitivo. sobre todosi se &ltcJ,u;j,.)rl ¿.lb",:'. ~:..: .:~;:¿kj()!".~: =:~ r;ue la adaptación se haproducloo. MlO son fija::; Ja:> J.U1'llla:s )J1"l"-J.ucidas por ese sor­prendente fenómeno que es la mutación. Pero las. formas pro­ducidas por mutación, aparecen espontáneamente, derepente, yno podemos provocarlas *. Además, presentan caracteres im­previstos, frecuentemente contrarios a los que se desean, y queno podemos modificar. En algunas plantas de hibridación menos

.. El gran descubrimiento de la' l1\utación.debid,o al botjpico DeVrie.,ha venido a dar un golpe mortal a fa Leoria darwinista del tranaforrni..IDO y ha echado una nueva luz sobre 'tI proplema del origen de las especies.Si elite problilma no está resuello, cUlindo menos ahora sabt:ID08 que la solu­ción no está. donde cr~yeron hallarla LAMARCK. WALLACE y DARWLN.La mutación es COIDO una creación continua. de formas, variedad..:!8 y aunespecies Duevas, creación debjda a,una fuerza desconocida o a una c,"u8a quepor ahora almenos, queda fuer~ del domi~io de la ciencia.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 73

fácil y menos infectadas por los cruzamientos, se puede esperarde la mutación formas más convenientes. En esta planta, comohemos visto, la variación es lo más temible.

El provenir nuevos obastardamiento., debe constituir la prime­ra serie de medidas urgentes. Y estas medidas deben ser man­tenidas permanentemente. Pues de nada serviría la selecciónsin una protección contra nuevas cruzas y nuevas causas de de­cadehcia. Todo esfuerzo resultarla malogrado - y oomo ya suce­dióen otros países y en otros tiempos -- tendriase que recomen­zar siempre el mismo trabajo, para expurgar por un lado lo quepor el otro lado se volverla a contaminar.

la prImera de estas medidas debe de ser lo fiscalización de lasemilla. Es también la más importante, y debe ser impuesta contodo rigor. No debe ser transitoria, sino permanente-o Lasdisposiciones no deben admitir excepciones, porque toda excep­ción es peligrosa. El Estado mismo debe someterse a las reglasque se impongan; por ejemplo, evitando toda introducción fiscalde semillas extranjeras para los plantadores. Pues el controlde l1J semiUa e,úge, como condición fundamental, el c.o1wcimientopeifecto de las plantas que la han producido, y del origen de estasplantas, cosas que prácticamemente nunca se pueden averiguardebidamente en país extranjero. El titulo de 'seleccionada>que se ortogue a tal semilla, aun cuando es serio, no es suficientegarantia; pues una buenaselecci6n s6lo puede ser hecha en VÜlta deta regi(m en que ta 'misma semilla se ha d. sembrar, y aun debeser hecha dentro de la misma región.

loa Imposiciones legale., como apEcación práctica de '.1.~

principios, son naturalmente susceptibles de ciertas moti;;;,..­ciones según los paises. Pero necesariamente deben compren-der las siguientes disposiciones: .

1" Prohibición absoluta de toda' introducción de sémillasdel extranjero por particulares, cualquiera sea la cantidad. .

. 25 Prohibición absoluta de toda venta o distribución desemilla por particulares, aun cuando se den como provenientesde plantaciones selectas y sometidas a la inspección oficial. Estoincluye naturalmente, y oon más razón, la prohibición absolutaa los descarozadores de distribuir semilla. o de vender los caro­zos o pepitas sino a fábricas de aceite y subproductos, las cualesfábricas quedan bajo la misma prohibición --.

• El artO 13 de nuestra Ley ~o 581, de 3 Diciembre 1923. dice: ..Pro­hfbese por termino de 2 afios desde la promulgacfón de esta Ley, la impor·taci6n rle semiltas de algodón por partioularesf. Esta dispo:Jición fue acel'·tada y previsora, pero debe ser manlcnirla, refonada y compldada..

•• L. .Reglamentación del Servicio del AlgodófiI del Estado de San

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74 Dr. MO/5E5 S. BERTON/

38 Fiscalización de los establecimientos desmotadores y delas fábricas de aceite con el fin de vigilar por la observanciaabsoluta de tal prohibición. Tales establecimientos están peromanentementeintervenidospor un fiscal', y deber, llevar ,regis­tro con el nombre de los fornecedores. localidad de proveniencia.fechas de entrada y cantidades. así como de la aplicación de laspartidas. y nombres. cantidades y fechas de las salidas y ventasde sus productos".'v.."'4~.;"Prohibición del cultivo de otra variedad o tipo en unaregión algodonera, a más del que haya sido designado para lamisma. Esto implica la obligación para cada agricultor. de 'la,destrucción de las plantas de otra variedad o tipo existentes ensu propiedad.: y la destrucción fiscalizada de las que puedanexistir en los predios abandonados. eriales. y tierras fiscales.

Se supone que se habrá previamente efectuado un estudioserio de la región. Si resultare existír en ella un tipo indigenadotado de bUena:;, cualidades. se tomarán las precauciones paraaislarlo o trasladarlo a otros puntos donde pueda ser sometidoa ensayo sin peligros.

Se comprende que la fiscalización de los establecimientos.particulares debe ser aprovechada también para el control di lo.enfermedade. del Algodonero y su limitación. Puede ser exten·dida también al enfordamienta y clasificación de la hebra·... esta-

Paulo (del año HY13) - la mejor que puedo citar, pues fue hecha, como quiendir(a, bajo el dictado de la Misión ~~nacional Algoaonere y de acuerdoCOD las resoluciones del Congreso lnternl:l.cional Algodonero de 1922 - prohibetoda venta bajo muliu conespondif!:ntes a 300 hasta 7~ ~f09 oro, cualquie­ra sea. la cantidad (art..81). _ El articulo J;!!S decpmislH!o y ~el comprador Jopierde ain derecho a reclamar nada y la plantación es destruida. .

La introducción de semilla por particulares aunqqe sea para su UIO yen .-::antidadel:! mlnimas. debe ser castigada, también severamente y lin~it'.:iJ;:·~ntos. ~.

• Art. 87 de l. citada ,Reglamentación-. , Este fiscal seria nombradopor la Dirección de Agricultura, en nuestro caso. Su sueldo debe ser reem­bolsado al fisco por el establ~cimientointerveni«io. (no directamente abonadopor el eatablE'cimitmto al interveotorL

Advi~rto que los reglamentos dei Brasil y de otros paises bien organiza·dos a este res recto, hacen ciertas excepciones y conceden ciertas facilidades(&1tkJ,I.loa..65._ ~ ipciso 6°. 81 inciso único. 84 inciso id.) que en un pals deorganización más dificil - como el nuestro especialmente - no deben seradmitidas.

•• Art. 88 de la misma Reglamentación, la cual indlca también 101 loca­les de que el establecimiento deberá dilponer para el almacE'nadode la hebra,de los carozos, del alj;lodón no desmotado, y del enfardado, o del embolsadode carozos, para facilitar )a fii3caJización (art. 86).

.f:.oa fardO! pueden ser apro'f'echados por personaa poco Krupuloaal

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 78

bleciéndose una primera clasificación regional o lugarei'la de losalgodones. Estas dos ampliaciones de las facultades de losfiscales, no imoiden quP. se ponga a cargo de los establecimien.tos desmotadores los gastos de la fiscalización, pues están en elinterés de todos, y la segunda es de interés especial de talesestablecimientos.

Considerando que, por otra parte, la producción oficial ex­clusiva de toda la semilla tiene por efecto secundario el deasegurar la vida económico de los Estaciones Experimentales Regio­nales - se ve que el Estado puede organizar el servicio oficialalgodonero con poco gasto.

LOS' PROCEDIMIENTOS DE SELECCION no pueden ser expues·tos de una manera completa en esta reducida obra. Debemossuponer que los directores y técnicos de toda institución centraly de las Estaciones Experimentales Regionales los conozcanperfectamente. Me limitaré, por tanto, a ciertas indicacionesy a los procedimientos que todo plantador inteligente puede ydebe usar.

La selección, en general, presenta tres fases sucesivas.Durante la primera, su obj eto esencial es apartar o separar dela mezcla la variedad o tipo que se haya escogido como másconveniente para la respectiva región. Durante la segunda, setrata de fijar definitivamente el tipo obtenido, para en la terceraseguir amejorándolo continuamente en sus caracteres más apre­bIes. Se comprende que estas fases no pueden ser netamenteoO:'o)'f'OOr1~Q ~(\T"I"!1lf·~durante la primera ya se comienza la segundaJ ';"umtc t~t::. ~e completa la primera. Pero esto no altera lasucesión necesaria de lo principal, esto es, trabajos de Hparaclóa,fijación y amejoramlonto.

·La primera y la segunda fase competen especialmente a IÍísinstituciones oficiales. La tercera, a todos, pues no hay'plañ.tador, por modesto que sea, que no pueda contribuir para elamejoramiento del producto, para el bien de todos y con ventajadirecta para él mismo.

Aunque en general Jos métodos de selección de los Algodo­neros convienen para todos los paises - ciertos procedimientospueden ser más o menos oportunos en determinadas regiones.Tales los que tienden a obtenor tipos más prococes, O sea tempra·

para incluir en el medio algodón inferior. El algodón puede DO estar sufi­cientemente seco, o bien contener mucha hebra no madura. La compresi6npuede ser exagerada, cosa que sucede frecuentemente (véAse más adelante).

Todos estos deíectos son peligrosos para el porvenir del algod6n, en eual­qui~r país. y es necesario poder siquiera I¡mitarl~. si no suprimírlos com­pl~tamente.

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76 D,. MOISéS S. BERTONI

nos, muy interesantes sólo en las regiones que tienen una época- de madurez limitada por los f.ios o por la estación de absoluta

sequla. Pues, en estos casos, aumentar la precocidad es aumen­tar el rendimiento, prolongando la estaciól' en qye pueda seguirmadurando. El más empleado, consiste en recoger para semillasólo los primeros capullos que se abran. o los de la primera co­secha. Una objeción es esta: que el algodón de la segunda co­secha es mejor. Esto parece cierto en general. Tal vez noconvenga Iimij;¡¡rse. a los primeros capullos. Pero el hecho deque, escogiendo estos capullos solamente. en Piracicaba se hayapodido aum~ntar la productividad en un 20%, indicaría que. entodo caso, habria en este aumento una compensación con creces.El procedímiento es aconsejable en el Paraguay para los Algo­doneros Perennes especialmente.

El famoso Sea Island es un ejemplo elocuente de lo Quepuede la selecelón para la obtención de tipos más tempranos ­-Cuando este Algodonero fue introducido por vez primera de lasIndias Occidentales en Estadós Unidos, era un arbusto perenneimpropio para la breve duración de la buena estación en las is­las de la Carolina del Sud; pero escogiendo para semilla las plan­tas que maduraban más temprano, ese Algodonero volvióse mu­cho más precoz, hasta adaptarse perfectamente a las condicionesdel medio'(H. J. Webber).

La EleccIón d. las plantas, en todo trabajo de selección, es laprimera opiración, y resultaria la más dificil si se practicase sinlI)étodo y sip reglas fijas, y por simple inspección ocular.. Al­gunos hacen recorrer la plantación por los obreros más inteli­gj!~.Pl!ro estoOil.puede .ser.vil' sino, para una primera elección·en la que se admitirá un número de plantas mucho mayor.~o se trata de la selección definitiva de las plan tas para se­míIJa.~'ee n~c~~ ~bc~!"·:ar m\l·~h~ ~~ minuciosamente yvalerse tie UUCl gui~ i'iKul"o:ia. .

Para el efecto se establece previamente una campanencla d.cualidadeS, o punta]e. Esta base de clasificación numérica nopuede ser igual para todos los casos y puede sufrir modificaciónsegún las conveniencias comerciales del país y aun de la región.Pero siempre se establece cierto número de puntos que corres­ponden al dll5arrollo máximo de cada carácter y se atri­buye a cada planta el número de puntos Que proporcionalmentemerece. El cuadro siguiente, p. e., puede usarse para la selec­oión de los Algodoneros de cultivo en el Paraguay. 10 heconstruido de manera que sirva para las variedades principalescultivadas o aconsejadas en esta obra.

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EL ALGODON Y LOS A.LGODONEROS

NÚMERO MÁXIMO DE PUNTOS SOBRE 100

77

•'ea Is~ 1" -rerl"nnesUplands, land Egipcios (vitifoli.) Cáulo(l)

L..gura de la hebra en lalreepect¡.,.. variedad 15 20 20 20 l.

Uniformidad de largura della hebra 15 15 15 15 . 15Rendimiento o producciónpor hectárea 20 15 15 20 20Sedosidad o finura de lalhebra 15 16 10 lO lO,Resistencia de la hebra 10 10 10 lO 10Precoddad de la madurez - 15 10 16 lOPorcentaje de la hebra aldesmotAr 15 - - - 10Tamafto de las cApeulas lO 10 10 - -Blancura - - 10 10 10

La clasificación d. los plantos '(o lote de plantas) se hace con­venientemente dividiéndolas en 5 clases: a cada una de éstas seasigna el mliximum de puntos si lo merece, o bien, 4, 3 o 2 quin­tos, o 1 quinto de ese máximum; esta última nota siempre co­rresponde a mala y basta para que la planta sea eliminada:

, Corresponderán, por tanto, las notas siguientes:

moximum 11 quIntos 3 quintos 2 aulntos 1 aulntoProducción muy fuert .. !'.• _: ..L. __ ..;~e__ ..

;'~_-4__ u;.alaUniformo : excelente buena Dlediana poca muy pocaResisten. : Rluygrande grande medr.ana poca muy pocaSedosidad: muy fina, fina regular . poca groserg.Madurez: muy precoz temprana nonnal tArdía muytard'aCápsula: muy gruesa gruesa mediana pequenas muy chicas

•. E8 lo que no notaron algunos Autores que copiaron cuadros gemejan­tH de obns norteamericanns. Aplicando esos Cl1Pril"'OS como están, se lle­garía a veces a conclusiones absurdas, como la de aplll..llr notas muy m..18s• algodones de al lo precio.

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78 lh. MOISES S. BERTONI -------------------_._.

Por lo largura de Jo Hebra:Lar¡;ura mediu

Je la h~bra

60 mm.474441

. 38 •\ 35 l".:tI(.~"·

32302ll26262423222120

Variedades deht:bra IJlrga20 puntos.19 •I~ •17 •16 •

''10---•.6 •2

Variedadcs de~ebra co~~a

T

20 puntos19 •

118 .'17 •16 •16 •14 •12 •9 •.6 •2

Para la preparatlóa de la hebra (conviene sólo para los Algo-doneros de hebra corta) :

A 35 Y 34 5, corresponde la nota máximaA 33 Y 32 ~ corresponde los 4 quintos d~ la máximaDe 31 a 29 % corresponde Jos 3 quintos de la máximaDe 28 a 26 ~ corresponde lo~ 2 quintos de la máximaA 25 o menOti ". conesponde 1 quinto de la máxima

.Es mediante la apliCllción ·rigurosa de estas notas y de estemétodo. que el técnico puede aquilatar con seguridad el valorde una planta, para los fines de la fijación y amejoríllTÚento deun tipo elejido, es decir. durante la 2' y 3' fase de-la·'Selección.Pero cuando sea necesario apartar una variedao tt~~e.<1. (le l'''''mezcla",n que esté metida, o expurgarla de los defectos residua­les de lntiguas mezclas (1. fase), la clasificación precedenteno bastaría.

Para .1 previo aparte d. las variedades o tipos, es necesario te­mar en cuenta la constitución foliar, haciendo un registro minu­cioso de las formas y proporciones de las hojas, as! como de lasbrácteas Ycápsulas (que 'SOn modificaciones foliáceas) y even­tualmente de otros caracteres vegetativos. Este trabajo perte·nece a los institutos oficiales, cuyo directorio debe conocer losprocedimientos correspondientes y las precauciones necesarias.Por ende. me limitaré a aconsejar el método de LEAKE & CoOK;que permite llegar a una fórmula morfológica foliar conveniente'para el aparte de los productos del cruzamiento y su previo re-

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS 'f.

conocimiento'.Esie procedimiento puede resultar conveniente, y aun nece­

sario, durante la 2~ fase también. Pues ciertos caracteres nodeseables debidos a antiguos cruzamientos, pueden reapareceren algunas plantas pertenecientes a un tipo ya fi.iado. aun mu­cho tiempo después. Algunas veces es muy notable la persis­tencia: .de semejante reaparición. Cuando la selección chocamucho con esta dificultad, conviene generalmente emplear elmétodo siguiente (Individual).

La previa separación de variedades o tipos de una mezcla,exige que se opere a una distancia suficiente de otra variedad omezcla. Como el pricipal transmisor del polen del Algodoneroson las avejas, esta distancia no debe ser menor de 2 a 3 leguas,si se quiere una separación casi absoluta. Si se trata de tiposperteneciente a la misma variedad, que se está seleccionando,la distancia puede reducirse hasta un kilómetro; pero siemprees deseable que sea mayor. Tipos parecidos, o muy afines, pue­den trabajarse a 800 y aun a 600 metros de distancia uno de otro,si hay naturales rompe-vientos, o alguna plantación arbóreaintercalada.

El método de la planta únIca arriba aludido, consiste en que secomienza la selección partiendo de 1 sola plan tao Convieneespecialmente para la 3' fase de la selección (amejoramiento deltipo ya fijado), así como a losagricultol'es de cierta importanciapues estos, si operan con bastante acierto, no demoran muchoen obtener un provecho '1ue probablemente irá en aumento.

Es casi imposible acertar cual es la mejor planta de t::''':¡ r~·

guIar plantación. Se remedia escogiendo, según la exten~¡ón,

primeramente urias 20, 50 o lOO, que serán marcadas. Es raroque la mejor planta no resulte incluida en este número. Enotras visitas, siempre duran te la estación de la floración, se PI:ll.­cede por eliminación, arrancando la marca a aquelias plantasque visiblemente resulten inferiores a otras. Así sucesivamente,el número será l'educido, p. e., a 5, 10 o 20 plantas respectiva­mente, a las que se pondrá números. Todo el algodón de cadauna de ellas será recogido aparte, y guardado en paquetes conel número correspondiente. Terminada la cosecha, se hará laelección final de la planta única - pesando el algodón limpio,si el objeto de la selección es sólo aumentar el rendimiento - oaplicándole el sistema de clasificación general (pág. 77) si el

• Conf. C. FRUWIRTH, .Die Züchtung d. kolonialer Gewáchse·­JoÁo HERRMANN••Relatorio Preliminar sobre Novos Hibridos de Algo­doeirou - .Boletim de Agricultura'. SAo Paulo, 1914, 550-578 - tBroch.AgraD.', CQIIV. "Algodón" 1925. A.

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80 Dr. MO/SES S, BERrONJ----~.__ ..

oujeto ('~ ll1l'jorar el tipo - ü nna clasificación tr.odificada, si la~ sclecciúr¡ ~l' propone otro fin c~peciaJ.

El :!',l aúo. la semilla de j;¡ planta así eJejida será sembradaapane. Aconsl'jo con in~i~(t'l;ál que previamente sean elimi·nadas t(¡da~ las semillas mal iOJ'madas, poco llenas'o pequeñas.Si se trata lIl' un Gos.~YJlil/1Ii i;:r~l/tum, los granos buenos queuna planta da, siempre ba~l;u'ín para obtener 500 plantas;si se tml;¡ de un G. religiosuli!, 5e obtendrán 1000 o2000 y aunmá~ - Ahora ~ien. durante e5le 29 año, se repetirá el mismoproccdiml~n'to d'~ elcceiún, de entre tódii'Jas plantas obtenidasde la plan la A, y se eJigirá una segunda planta única (B). ,

El 3" alio, la semilJa de I:l planta B será también sembradaen lugar sl!parado, y sobre las plantas de elJa obtenidas, se re·petirá el procedimiento de elección, para obtener una terceraplanta únil:a (C), cuya semilla será objeto de igual siembra. Alplantador progresista convendrá llevar adelante todo esto duorante 5 años. Para las i1lSlituciones oficiales no tiene Ilmite,pues siempre deben procura'r lo mejor.

Es cl~ro que la planta Dserá mejor que las anteriores plan·tas únicas, y que por fin, la planta única E (en el caso de termi·narse la selección el 59,año) dará la mejor semilla; de la cualse obtendrá el algodonal cuya semilla será la sola que el planta·dor sembrará desde el 89 año. Empero, en esperas de esta se·milla de la 5l,l selección, se habrá naturalmente valido anterior·mente, para sus plantaciones, de la de la 4~, de la 3', de la 2',y el 4° año, de la 1(l selección, así como gráficamente lo explicael cuadro siguieiülr: "., '''' •.., .

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Dr. "'o/ses s. BERTON/

El método precedente, no obstante ser muy bueno, puedetener un tropiezo. Es de saber que no todas las plantas tienenla misma facultad de transmitir sus propios caracteres. Sucedea vOlces que un individuo sobresaliente resulta incapaz de trans­mitir sus bellas cualidades a sus descendientes. Su hermosurapuede, además, ser debida en parte a accidentalidades favora­bIes del suelo. Para que la selección pueda continuar con resul·tado, es necesario tener presente esta regla: las 500 plantas pro­cedentes de una cualquiera de las plantas únicas, deben ser,en su conjunto, superiores a las del cultivo precedente, o de laplantación general. Si no lo fuesen, habría que repetir la elec~..ción de la planta única correspondiente, con lo cual la serie deseleccíones durará un año más.

Como ya dije, algunas plantas adquieren un hermoso desa'rrollo debido a la casualidad dc acertar un punto donde la tierraes más fértil. .

Hé notádo que esto sucede principalmente en las rozas demonte virgen, sobre todo en las de primera quema. En seme·jantes terrenos conviene, por tanto, sacar la semilla de ciertonúmero de plantas, como ser 10 en vez de 1. El método prece­dente queda sobre todo recomendable para los terrenos de arado.

La Salacelón por un caráctar básico es aquella que tiene porobjeto perfeccionar un solo caracter, p. e., el rendimiento, lalargura, la precocidad. Cuando basta para satisfacer las aspi­

-. r.acionesdel plantador, esto es muy conveniente, pues simplifica.los procedimientos, y está más al alcance de los agricultores

- modestos. Pero es necesario advertir que el aumento o perfec·ciol\11lDiento de carácter viene a veces aparejadQ: cflo una dismi­nución de otro. Asi, p. e., a un aumento·de la largura de lahebra corresponde generalmente alguna disminúción del rendi-'miento, y al aumento de éste coincide frecuentc;r.cntc t::: :.cortamiento de la hebra". Será, por tanto, ··cuestlOll 4U" ."".•'"cada caso particular lo que más convenga.

SalaceloDos qua puaden hacar los plantadoras. Los dos métodosprecedentes pueden emplearlos los agricultores más inteligentesy que cultivan sobre cierta escala. Pero algunos, aun entre losgrandes plantadores, por diversos motivos "", no pueden aplicardebidamente, o les es imposible emprenderlos. Más en el peorde los casos se debe aconsejar al procedlmlaDta más rápIdo t fácil,que es este: cada año escogerán uno o varios cosechadores, de

" H. J. WE88ER, O. 00, p. Gro.•• El prineipal el el ausentismo. A loa propietarios que DO viven en

au plantación. tales procedimientos no son aconsejables.

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EL ALGODON y LOS ALGODONEROS (13

entre aquellos que suelen permanecer durante toda la estaciónen la plantación, y les encargarán, en ocasi6n de la 2' recogida(o en el 29 mes de cosecha si se trata de Algodoneros Perennes),que recojan aparte el algodón de las mejores plantas solamente,sin imponerles un número de plantas muy estricto, y pagándolospor día, para que dispongan del tiempo necesario para una aten·ta elección. La semilla de este algodón, desmotados en apara·tos bien limpios (para evitar mezclas con semillas que en elloshayan quedado), será la que servirá para la siembra general.

Es claro que estos recogedores deben recibir algunas ins­trucciones. No deben dejarse engariar por algunos capullosmuy hermosos, sobresalientes entre otros mediocres, - ni poruna gran carga de capullos menos que medianos - ni por elhermoso algodón de una planta poco productiva. La planta debeestar sana y vigorosa, y en los Algodoneros Percnnes no tener'más.de 2 o 3 años. No debe ser muy baja en los Anuales, nimuy alta en los Perennes. Debe ser bien formada, bastanteramificada a la mejor altura para el rccogedor. En los Pere·nnes, las ramas muy altas hacen perder tiempo y pueden que­brarse. En los Herbáceos, las ramas muy bajas cansan al re·cogedor y los capullos pueden ser ensuciados por la tierra.Esto en general y para todos los casos. Pero en casos especia·les, otras recomendaciones especiales serán dadas. Y la semillasiempre deberá ser expurgada a mano de todo grano chico,liviano o mal formado.

El roleo de \05 plontltos - cuando se siembra por grupos devarias semillas (a golpe, palo o azada) -- es excelente ocasiónl'n<" :.~~~' :.::::: '::~~~a selección, se drja $;10 la plantita másvlgorosa,::I ¡ns ~ mejores, según los casos. La podo anual, en lasplantaciones perennes, ofrece otra oración, siendo muy aconse­jable que toda planta debi\, enferma o muy mal formada seadestruida, y sembrado en el lugar flUC ocupaha, mediante 4 o 5semillas seleccionadas, de cuyas plantas sC'i1ejara la más vigorosa.

En todos los cultivos la selecciólL s-irlll pr,. ('S mil!! útil; en ledel Algodonero es indispensable y dril/' srr.(,oll.•lall!r.