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UNIVERSIDAD MICHOACANA DE SAN NICOLÁS DE

HIDALGO

FACULTAD DE MEDICINA VETERINARIA Y ZOOTECNIA

ENSAYO

CORRESPONDIENTE A LA UAI ORGANIZACION Y DINAMICA CORPORAL

PRESENTADO POR:

Salvador Gil Perez Garcia

Cristopher Jordan Ortega Celis

Alumnos de 2do Semestre de la FMVZ-UMSNH

Morelia, Mich., a lunes 15 de junio de 2015

INTRODUCCION

EL OJO

El ojo humano es el órgano anatómico que recoge en su interior la estructura sensible que hace posible el inicio del complejo proceso de la visión. Por su forma se le denomina Globo ocular. Es un órgano par situado a ambos lados del plano sagital, protegido por grasa y tejidos blandos y por las paredes óseas que componen las cavidades orbitarias, donde además del globo ocular se alojan el nervio óptico, los músculos oculares, la glándula lagrimal, vasos y nervios. Los párpados, las pestañas y las lágrimas son protectores del ojo.

Cuando miramos a una persona de frente, vemos que sus dos ojos están separados por la nariz. Es por ello por lo que a la parte interna de los ojos se la puede calificar con el adjetivo de parte nasal. Por el contrario, la externa de cada ojo está en la zona más próxima a los huesos temporales del cráneo y por ello recibe este adjetivo posicional (temporal). Además la parte interna o nasal recibe el calificativo anatómico de medial y la parte externa o temporal es denominada asimismo lateral. Añadiendo los términos superior e inferior y en otra orientación anterior y posterior podremos reconocer espacialmente cualquiera de las estructuras del ojo. El ojo funciona de tal manera que permite la transformación de la energía de la luz en una energía bio eléctrica que recorre la vía óptica y llega al cerebro. Es en este nivel en el que se procesa la información, y por la diferente modulación de la

corriente originada por cada tipo de estímulo se realiza la interpretación de la imagen visual.

El globo ocular, esfera de unos 24 mm de diámetro anteroposterior, está formado de fuera a dentro por tres capas concéntricas:

La exterior es la túnica fibrosa o córneo-escleral que se compone de dos segmentos esféricos; el anterior la córnea, el posterior es la esclerótica.

La capa intermedia (úvea) es la túnica vascular. La retina es la capa más interna del ojo, situada entre la coroides y el cuerpo

vítreo.

En el punto correspondiente al eje del globo ocular sobre la superficie interna, la retina presenta una extensión a vascular, la mácula lútea, en cuyo centro se encuentra una pequeña depresión, la fóvea central. Provista de una gran concentración de conos, y casi sin bastones constituye la zona de la visión nítida.

El iris es una membrana situada detrás de la córnea e inmediatamente delante del cristalino. Es llamativo al observador por ser la parte que da el color que caracteriza a nuestros ojos (marrón, castaño, azul, verde, etc.).

Pupila: es un estructura del ojo que consiste en un orificio situado en la parte central del iris por el cual penetra la luz al interior del globo ocular se trata de una abertura dilatable y contráctil aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz.

El cuerpo ciliar se compone de los procesos ciliares y el músculo ciliar, que lleva a cabo la acomodación o enfoque del cristalino.

El limbo o unión esclero corneal es una zona circular ligeramente sobre elevada que corresponde a la línea de transición entre la córnea y la esclera.

El cuerpo principal del ojo está lleno de una sustancia transparente y gelatinosa (el humor vítreo) encerrado en un saco delgado que recibe el nombre de membrana hialoidea. La presión del humor vítreo mantiene distendido el globo ocular.

La retina es una capa compleja compuesta sobre todo por células nerviosas.

El humor acuoso es un líquido cuya composición se asemeja a la del plasma con supresión de casi todas las proteínas. Contribuye al mantenimiento de la presión intraocular, y facilita el metabolismo del cristalino.

El cristalino es una lente, un órgano encapsulado, de forma lenticular, transparente, biconvexo, formado por una serie de laminillas concéntricas.

El cuerpo o humor vítreo es una masa transparente, incolora, de consistencia blanda, que ocupa la cavidad posterior del globo ocular.

Vías ópticas:

El sistema visual que se inicia en el globo ocular se continúa por las vías ópticas hasta llegar a los centros ópticos. La vía óptica comunica el globo ocular con el cerebro. Las vías ópticas, que transportan los estímulos luminosos, están representados por dos nervios ópticos, el quiasma óptico y las dos bandas o cintillas ópticas, el tálamo y las radiaciones ópticas.

Movilidad ocular:

El ojo gira libremente en todas las direcciones gracias a sus seis músculos, los músculos extrínsecos, los cuatro rectos y los dos oblicuos.

El ojo como sistema óptico:

El ojo se puede considerar como un sistema óptico compuesto concéntrico ya que posee una serie de estructuras encargadas del correcto enfoque de los haces de luz que deben ser proyectados sobre la retina con la mayor nitidez posible para una correcta visión. El ojo tiene un funcionamiento similar a una cámara oscura cuyo objetivo está constituido por el conjunto de medios transparentes que, de fuera a dentro, son la capa delgada de lágrimas, la córnea, el humor acuoso, el cristalino, el vítreo y las primeras capas de la retina, previa a los conos y los bastones.

DESARROLLO

El ojo (organum visum)

Se encarga de recoger la información de la luz y enviarla al cerebro de manera que seamos capaces de percibir una imagen clara . El ojo consta de varias partes:

El globo ocular (bulbus oculi)

Estructuras anexas de protección (órbita ocular, párpados, conjuntiva, aparato lagrimal). Estas también se denominan anexos.

Estructuras para el movimiento

El nervio óptico

El globo ocular, esfera de unos 24 mm de diámetro anteroposterior, está formado de fuera a dentro por tres capas concéntricas (fig; 1):

La exterior es la túnica fibrosa o córneo-escleral que se compone de dos segmentos esféricos; el anterior la córnea, es la porción más pequeña y prominente; el posterior es la esclerótica. Revistiendo los párpados por su cara posterior (interior) y parte de la esclera anterior (por su exterior) está la conjuntiva, membrana en la que se vierte la secreción lagrimal que participará en la nutrición y protección de las capas superficiales de la córnea.

La capa intermedia (úvea) es la túnica vascular, la componen por delante, el iris, por detrás, la coroides, y la unión de ambos, un engrosamiento que se conoce con el nombre de cuerpo ciliar.

La capa interna, túnica nerviosa es la retina, que se continúa por delante con la capa profunda del cuerpo ciliar y del iris.

(Fig:1):capas concentricas.

La córnea es la porción anterior clara y transparente de la capa externa del globo ocular. Es la superficie refractante mayor del ojo y la más sensible del cuerpo, dada la abundancia de fibras nerviosas que contiene. Su función fisiológica principal es mantener la superficie del ojo lisa y transparente, mientras protege el contenido intraocular. Se continúa con la esclerótica. Tanto por delante como por detrás se encuentra la córnea bañada por líquidos, que le proporcionarán los elementos nutrientes para el metabolismo corneal dado que no tiene vasos sanguíneos. La lágrima humedece el epitelio corneal o cara anterior y el humor acuoso hacen posible la nutrición desde la cara posterior o endotelial. hay una cámara llena de un fluido claro y húmedo (el humor acuoso) que separa la córnea de la lente del

cristalino en sí misma (fig.1,5).

La esclerótica o esclera es la túnica que junto con la córnea, forma la capa fibrosa externa del globo ocular. Constituye el esqueleto del globo ocular. Está compuesta de haces de tejido conjuntivo y fibras elásticas que le dan una consistencia fuerte, permitiéndole mantener la forma del ojo a pesar de alcanzar un espesor máximo de 1mm. En su parte delantera presenta las inserciones de los músculos extrínsecos del ojo, y en el polo posterior, la salida del nervio óptico, la vena central de la retina y accede al interior del ojo la arteria central (fig.5)

La coroides constituye la mayor parte de la región uveal. Se sitúa entre la esclerótica y la retina. Se compone principalmente de vasos sanguíneos que le confieren su color pardusco. Tiene como función primaria nutrir la retina, el cuerpo vítreo y el cristalino (fig.5).

La retina es la capa más interna del ojo, situada entre la coroides y el cuerpo vítreo. Entre otros elementos está constituida por una expansión del nervio óptico. Es una estructura compleja, con numerosos tipos de células y una disposición anatómica en diez estratos o capas. En las más externas están los elementos celulares encargados de la transformación de la energía luminosa en energía bioeléctrica (fotorreceptores) mientras que las más internas están encargadas de la transmisión de dicha energía, conduciendo el estímulo visual hacia el cerebro y representando el primer escalón de la vía óptica. Las primeras neuronas de esta vía óptica son las células bipolares; las segundas las ganglionares. La zona anatómica más importante de la retina es la mácula. Es la retina central y a ese nivel aparece únicamente un tipo de fotorreceptores que se denominan conos. En la retina periférica los fotorreceptores predominantes son denominados por su forma más alargada bastones; éstos aumentan en número o densidad a medida que nos alejamos de la zona macular al tiempo que disminuyen los conos. Los conos son sensibles a la luz intensa y su riqueza en pigmentos fotosensibles les confiere la capacidad de discriminar los colores. Los bastones están dotados de un pigmento que les permite generar sensación visual en condiciones de baja iluminación y en la oscuridad; no pueden percibir los colores pero están muy capacitados, gracias también a las conexiones inter neuronales, para percibir los movimientos de los objetos dentro del espacio en el que originan estímulos visuales que pueden ser captados por el ojo estático (esa porción de espacio será denominada campo visual). Por lo tanto, a los conos conciernen la agudeza visual y la discriminación del color con iluminación de gran intensidad. A los bastones corresponde la visión con iluminación escasa (fig.1,5).

La esclerótica o esclera es la túnica que junto con la córnea, forma la capa fibrosa externa del globo ocular. Constituye el esqueleto del globo ocular. Está compuesta de haces de tejido conjuntivo y fibras elásticas que le dan una consistencia fuerte, permitiéndole mantener la forma del ojo a pesar de alcanzar un espesor máximo de 1 mm. En su parte

delantera presenta las inserciones de los músculos extrínsecos del ojo, y en el polo posterior, la salida del nervio óptico, la vena central de la retina y accede al interior del ojo la arteria central de la retina(fig. 1,5).

La coroides constituye la mayor parte de la región uveal. Se sitúa entre la esclerótica y la retina. Se compone principalmente de vasos sanguíneos que le confieren su color pardusco. Tiene como función primaria nutrir la retina, el cuerpo vítreo y el cristalino.

El limbo o unión esclero corneal es una zona circular ligeramente sobre elevada que corresponde a la línea de transición entre la córnea y la esclera tiene especial importancia porque es el lugar por donde drena el humor acuoso y por qué sus vasos junto con este último se encargan de nutrir la córnea está formado de fuera adentro por la conjuntiva la capsula de tenon la lámina episcleral el estroma del limbo exclerocorneal el sistema de drenaje del sistema acuoso y el conducto de schlemm (fig 2, 5).

(Fig. 2):limbo

Pupila: es un estructura del ojo que consiste en un orificio situado en la parte central del iris por el cual penetra la luz al interior del globo ocular se trata de una abertura dilatable y contráctil aparentemente de color negro que tiene la función de regular la cantidad de luz que le llega a la retina en la parte posterior del ojo el tamaño de la pupila esta controlado por dos músculos: esfínter de la pupila que la cierra y esta inervado por dos fibras parasimpáticas y el musculo dilatador de la pupila que la abre y esta controlado por fibras simpáticas en la oscuridad puede ensancharse hasta los 5 a 9mm (fig.3).

Esfínter del ojo: banda muscular circular del iris cuya consticcion estrecha el diámetro de la pupila (fig.3).

(fig.3): pupila, esfínter de la pupila

La retina es la capa más interna del ojo, situada entre la coroides y el cuerpo vítreo. Entre otros elementos está constituida por una expansión del nervio óptico. Es una estructura compleja, con numerosos tipos de células y una disposición anatómica en diez estratos o capas. En las más externas están los elementos celulares encargados de la transformación de la energía luminosa en energía bio eléctrica (fotoreceptores) mientras que las más internas están encargadas de la transmisión de dicha energía, conduciendo el estímulo visual hacia el cerebro y representando el primer escalón de la vía óptica. Las

primeras neuronas de esta vía óptica son las células bipolares; las segundas las ganglionares. La zona anatómica más importante de la retina es la mácula. Es la retina central y a ese nivel aparece únicamente un tipo de foto receptores que se denominan conos. En la retina periférica los foto receptores predominantes son denominados por su forma más alargada bastones; éstos aumentan en número o densidad a medida que nos alejamos de la zona macular al tiempo que disminuyen los conos. Los conos son sensibles a la luz intensa y su riqueza en pigmentos fotosensibles les confiere la capacidad de discriminar los colores. Los bastones están dotados de un pigmento que les permite generar sensación visual en condiciones de baja iluminación y en la oscuridad; no pueden percibir los colores pero están muy capacitados, gracias también a las conexiones interneuronales, para percibir los movimientos de los objetos dentro del espacio en el que originan estímulos visuales que pueden ser captados por el ojo estático (esa porción de espacio será denominada campo visual). Por lo tanto, a los conos conciernen la agudeza visual y la discriminación del color con iluminación de gran intensidad. A los bastones corresponde la visión con iluminación escasa (fig. 5).

Como explicamos en el párrafo anterior, en el punto correspondiente al eje del globo ocular sobre la superficie interna, la retina presenta una extensión avascular, la mácula lútea, en cuyo centro se encuentra una pequeña depresión, la fóvea central. Provista de una gran concentración de conos, y casi sin bastones constituye la zona de la visión nítida. A unos 3 mm hacia el lado interno del polo posterior del ojo, se encuentra la cabeza del nervio óptico (papila), zona constituida por fibras nerviosas sin poder visual, motivo por el cual se llama también punto ciego. En el resto de la retina existe abundancia de bastones y la concentración de conos decrece paulatinamente a medida que aumenta la distancia a la mancha amarilla.

El iris es una membrana situada detrás de la córnea e inmediatamente delante del cristalino. Es llamativo al observador por ser la parte que da el color que caracteriza a nuestros ojos (marrón, castaño, azul, verde, etc.). Es de color variable, de forma circular y está perforada en su centro por una abertura también circular (pupila), cuyo tamaño varía por la acción del músculo esfínter y dilatador de la pupila que, de manera refleja, controlan la cantidad de luz que entra en el ojo. La contracción pupilar no sólo se produce en el ojo expuesto a un aumento en la iluminación, sino que también se manifiesta en el otro ojo (contracción consensual) (fig.4, 5).

(fig.4): colores del iris

El cuerpo ciliar se compone de los procesos ciliares y el músculo ciliar, que lleva a cabo la acomodación o enfoque del cristalino. Los procesos ciliares, en extremo vasculares, sirven para la secreción de los líquidos nutricios del interior que alimentan especialmente a la córnea, al cristalino y al vítreo. Es la estructura especializada en la producción del humor acuoso ocular, que será necesario en el mantenimiento de la anatomía y fisiología del segmento anterior del ojo (las partes fundamentales que conforman este segmento anterior ocular son la córnea, el iris y el cristalino) (fig.5).

El cuerpo vítreo es una masa transparente, incolora, de consistencia blanda, que ocupa la cavidad posterior del globo ocular. Situado entre el cristalino, el cuerpo ciliar y la retina, constituye el volumen más amplio del ojo. Carente de vasos, se nutre de los tejidos próximos: coroides, cuerpo ciliar y retina. El vítreo es una estructura implicada en la génesis de los desprendimientos de retina y todavía tenemos grandes lagunas en el conocimiento de su fisiología (fig.5).

El humor acuoso es un líquido cuya composición se asemeja a la del plasma con supresión de casi todas las proteínas. Contribuye al mantenimiento de la presión intraocular, y facilita el metabolismo del cristalino, y de la córnea que carecen de vasos. Secretado por el cuerpo ciliar fluye en la cámara posterior entre el iris y el cristalino, desde aquí pasa a la cámara anterior a través de la pupila. También es el responsable en gran medida del mantenimiento de un adecuado tono o tensión ocular (fig.5).

(fig.5): cornea, musculo ciliar, retina, cristalino, coroides, esclerótica, nervio óptico, iris, capsula del cristalino, limbo, humor vítreo.

El cristalino es una lente, un órgano encapsulado, de forma lenticular, transparente, biconvexo, formado por una serie de laminillas concéntricas. Suspendido de los procesos ciliares por filamentos es una esfera hueca de células epiteliales. La función del cristalino, junto con la córnea consiste en enfocar los rayos de manera que formen la imagen sobre la mácula. Su poder refringente varía según la distancia a la que se sitúe el objeto. La modificación en la refringencia del cristalino, acomodación, se produce con el cambio en su forma por acción del músculo ciliar. La capacidad de acomodación es máxima en el recién nacido, disminuyendo progresivamente con la edad. Sobre los 40 años se pierde toda potencia acomodaría (presbicia). La visión neta cercana a partir de esa edad se ha de conseguir mediante el uso de lentes. En sí misma, la lente es una esfera aplanada constituida por un gran número de fibras transparentes dispuestas en capas. Está conectada con el músculo ciliar, que tiene forma de anillo y la rodea mediante unos ligamentos. El músculo ciliar y los tejidos circundantes forman el cuerpo ciliar y esta estructura aplana o redondea la lente, cambiando su longitud focal (fig.5, 6).

(fig.6):cristalino

Nervio óptico se desarrolla y crese entre la vida intrauterina, es una colección de miles de fibras nerviosas que conecta cada globo ocular, específicamente desde la retina, hasta el cerebro. La retina es la zona del ojo que recibe la luz; el nervio óptico es el responsable de transmitir la información recibida para que sea procesada por el cerebro está por debajo y algo inclinado hacia el lado interno de la fóvea central, originando en la retina una pequeña mancha redondeada llamada disco óptico. Esta estructura forma el punto ciego del ojo, ya que carece de células sensibles a la luz (fig.5,7).

(fig.7): nervio optico

Formación de las imágenes en el ojo:

Para ver un objeto claramente es necesario que la luz proveniente de él sea centrada en la retina, en la parte posterior del ojo. Este enfoque es logrado por dos de sus componentes, la córnea y el cristalino. La córnea es la superficie transparente anterior del ojo y es la que hace la mayor parte del enfoque de la luz que entra. El cristalino, la lente que yace detrás de la córnea, logra el enfoque fino de objetos localizados a diversas distancias. El cristalino es una estructura transparente unida a los músculos ciliares que la rodean.

Para que el cristalino mantenga en foco a los objetos situados en diversas distancias, debe sufrir cambios y es necesario que la lente pueda cambiar su espesor, es decir, se “acomode”; de allí que se emplee el término acomodación. Se han postulado por lo menos cuatro teorías en cuanto a este fenómeno, pero todas coinciden en que el nivel de acomodación del cristalino es controlado por la constricción y la dilatación del cuerpo ciliar que rodea la lente, gracias a la acción de los músculos ciliares controlados por el sistema nervioso simpático y parasimpático. La acción de los músculos ciliares cambia el grosor y la curvatura del cristalino y por lo tanto su poder óptico (fig.9).

El nivel de acomodación se expresa en dioptrías (D) o Unidad que muestra con valores positivos o negativos el poder de refracción de una lente, y que equivale al valor recíproco o inverso de su longitud focal, expresada en metros, en los cuales se enfoca la lente. Por ejemplo, si el ojo se enfoca en el infinito, el nivel de acomodación será 0 D. Si el ojo se enfoca en 2 m, el nivel de acomodación será 0.5 D. Los objetos pueden, sin embargo, aparecer nítidos aunque el nivel de acomodación no sea el correcto para ese objeto. Esto es porque el ojo tiene cierta profundidad de foco, que es un grado de acomodación dentro del cual los objetos aparecerán aceptablemente

enfocados (55) (fig.8).

La córnea se comporta como una lente tipo menisco y el cristalino como una lente biconvexa.

(fig.8) entrada de la luz por las partes que conforman el globo ocular.

(fig.9): músculos ciliares en el acomodo del cristalino.

El ojo como sistema óptico

El ojo se puede considerar como un sistema óptico compuesto concéntrico ya que posee una serie de estructuras encargadas del correcto enfoque de los haces de luz que deben ser proyectados sobre la retina con la mayor nitidez posible para una correcta visión. El ojo tiene un funcionamiento similar a una cámara oscura cuyo objetivo está constituido por el conjunto de medios transparentes que, de fuera a dentro, son la capa delgada de lágrimas, la córnea, el humor acuoso, el cristalino, el vítreo y las primeras capas de la retina, previa a los conos y los bastones. Transparencia, curvatura e índice de refracción de los diversos medios, así como la regularidad de las superficies limitantes, dan como resultado la formación de la imagen al nivel de la capa sensible de la retina.

Tal disposición permite a los rayos que penetran en el ojo converger progresivamente hasta unirse a la capa sensible de la retina, formando la imagen de objetos. Esto ocurre en el ojo emétrope u ojo ópticamente normal.

El primer dioptrio que se encuentra la luz en su camino hacia la retina es la córnea que se puede considerar como una lente convergente de unas 43 dioptrías de potencia. A continuación los haces luminosos encuentran el humor acuoso que tiene menos importancia porque su índice de refracción es 1.33, similar al de la córnea y apenas modifica la trayectoria. La segunda lente está constituida por el cristalino, que a diferencia de la córnea tiene un poder refractivo variable, ya que su forma puede ser modificada por la acción del músculo ciliar, que aumenta o disminuye su grosor según sea necesario para el enfoque de las imágenes en función de la distancia a que se encuentren los objetos. Este mecanismo de enfoque se conoce como acomodación y es de gran importancia en la visión cercana (menos de 6 metros). El acto de acomodación se acompaña de la contracción de la pupila y de la convergencia de las líneas visuales.

El grado de acomodación ha de variar para cada distancia a la que se sitúe el objeto, no pudiendo estar adaptado a la vez para dos distancias diferentes. De ahí que mientras se mira a lo lejos, los objetos distantes aparezcan claros y los cercanos, nublados. Debido a que los rayos paralelos, procedentes de los objetos lejanos, se reúnen en la retina y los que provienen de los objetos cercanos, divergentes, se enfocan detrás de la retina. Ahora bien, cuando aumenta el poder refringente del ojo por la acomodación, los rayos paralelos provenientes de los objetos lejanos se enfocan delante de la retina y los divergentes, procedentes de los objetos cercanos, se enfocan en la retina. Aquellos aparecen borrosos y éstos, con nitidez.

Una vez superado el cristalino, los haces tienen que atravesar el humor vítreo, medio que tampoco tiene gran influencia en la refracción.

Dada la gran potencia refractiva de la córnea y del cristalino, el foco del sistema

óptico se encuentra en la cámara vítrea, lo que hace que los rayos inviertan su trayectoria y formen una proyección “al revés” sobre la retina. Esta imagen invertida será corregida una vez que llegue a la corteza cerebral, donde cada punto será “recolocado” en su verdadera posición.

La visión es la función del ojo, del sistema visual. Por razones metodológicas, para su estudio, se subdivide la función en: sentido de la forma, sentido cromático y sentido luminoso (May y Allen, 1979).

El sentido de la forma es la facultad del ojo para percibir la figura y la forma de los objetos. Se denomina también agudeza visual. El contraste, la iluminación, el estado fisiológico y la edad del sujeto son factores que la modifican para un ojo normal.

Para que un ojo tenga una agudeza visual normal se deben cumplir las siguientes condiciones:

1. El estado de refracción ocular debe ser de emetropía o en el caso de que exista un defecto de refracción (ametropía) estará bien corregido por cualquiera de los métodos posibles.

2. Las estructuras oculares que son atravesadas por la luz deben mantener la transparencia.

3. La mácula (retina central) y la vía óptica que le corresponde, así como el área 17 del córtex tienen que estar en condiciones de normalidad anatomofisiológica.

En estado de reposo, el ojo normal está adaptado para converger los rayos paralelos procedentes de los objetos lejanos sobre la mácula, por acción de los poderes refringentes de los medios transparentes del ojo, preferentemente de la córnea y del cristalino. Es lo que constituye la visión lejana. Los rayos divergentes que proceden de un objeto cercano son enfocados también sobre la retina, visión próxima. Requiriéndose para ello el concurso del aumento del poder refringente del cristalino (acomodación) que permite la disminución de la distancia focal, aumentando el grosor de la lente intraocular.

Ambos ojos se mueven simultáneamente (movimientos asociados), regulados por centros de asociación que inervan grupos de músculos de los dos ojos al mismo tiempo.

VIA OPTICA:Los impulsos luminosos que ingresan al ojo llegan a la retina, donde se encuentran los receptores especializados para la visión, los conos y bastones. Los conos se encuentran densamente agrupados en la fóvea central de la mácula, la cual es el sitio de máxima agudeza visual, ellos perciben los haces cromáticos, es decir son los receptores para la vision en colores.

En cambio los bastoncitos, perciben solo los blancos, negros y grises intermedios, son importantes para la vision nocturna. (fig.10).

(fig. 10): conos y bastones

La información recibida por éstos receptores, es transmitida a las dendritas de las células bipolares, que son consideradas como el primer grupo neuronal. Los axones de las células bipolares hacen sinapsis con las del segundo grupo que son las células ganglionares que formaran el nervio óptico.Del polo posterior del ojo emerge el nervio óptico o segundo par. Las fibras del nervio óptico se dirigen hacia el cuerpo geniculado externo donde se encuentra el tercer grupo neuronal.Este está ubicado en el diencefalo. Desde allí se originan las fibras geniculo calcacinas que forman las radiaciones ópticas de Gratiolet. Estas terminan en la cisura calcarina o área 17 (área estriada) que es la corteza visual primaria.Las fibras ópticas se distribuyen de acuerdo a un orden, así las fibras que se originaron en la mitad nasal de la retina se colocan en la parte medial de la vía, en cambio las que se originaron en la parte temporal se colocan lateralmente. De ese modo podemos distinguir una retina nasal y otra temporal. La nasal recibe impulsos atraves de la pupila del campo visual temporal en cambio la retina temporal recibe impulsos del campo visual nasal.Se divide a la retina en dos casquetes hemisféricos, uno superior y otro inferior. El superior mira hacia el campo visual inferior y el inferior hacia el campo visual superior.Finalmente se debe diferenciar las fibras que se originan en la fóvea (fibras centrales) de las que se originan en el resto de la macula (paracentrales) y en la retina periférica (periféricas). A las dos primeras se las suele considerar conjuntamente como fibras maculares y a la tercera como fibras de la retina periférica.Las fibras de la macula (fóvea y sector perifovear) se dividen también en temporales y nasales, las temporales maculares siguen el mismo trayecto que las temporales periféricas.Las fibras temporales de un nervio óptico pasan a la cintilla óptica del mismo lado al atravesar el quiasma óptico, es decir que las fibras temporales del lado derecho llegarán a la cintilla del lado derecho.

En cambio las fibras nasales (periféricas y maculares) de un lado al pasar por el quiasma óptico se cruzan a la cintilla del lado opuesto, así, las fibras nasales de un lado terminan en la cintilla del lado opuesto.El quiasma óptico de acuerdo a lo visto está constituido por el entrecruzamiento de las fibras nasales exclusivamente ya que las temporales no se cruzan.Por ende, las cintillas ópticas que se originan del quiasma y llegan a los tubérculos cuadrigeminos están compuestas por fibras nasales del lado opuesto y temporales del mismo lado.Las fibras nasales se clasifican en nasales periféricas y nasales maculares. Las nasales periféricas cuando llegan al quiasma describen una curva de concavidad posterior que se introducen en el extremo posterior del nervio óptico opuesto para luego ir hacia atrás hacia la cintilla, a esto se le llama rodilla anterior.Las fibras nasales maculares cuando llegan al quiasma se introducen en el extremo anterior de la cintilla del mismo lado describiendo la rodilla posterior, para luego dirigirse hacia la cintilla del lado opuesto.Las fibras temporales llegan a las capas 2,3, y 5 del cuerpo geniculado externo o lateral. Las fibras nasales llegan a las capas 1,4 y 6. Además las fibras de la parte superior de la retina llegan a las partes mediales de las capas en cambio las originadas en la parte inferior llegan las partes mediales de las capas correspondientes (fig. 11).Desde éstas capas parten fibras al área tectal y tubérculos cuadrigeminos superiores llegando por vía de los brazos conjuntivales. En los tubérculos cuadrigeminos superiores las fibras de la parte superior de la retina se proyectan en la mitad lateral de los mismos, en tanto que las de la p. inferior llegan a la parte medial de los tub. Cuadrigeminos o coliculos.Del cuerpo geniculado sale el haz geniculo calcarino que se compone de fibras dorsales que se originan en la parte medial del tub. Cuadrigemino y las ventrales que nacen de la parte lateral. Las fibras dorsales forman al igual que las otras las radiaciones ópticas o stratum sagitales externo y llegan al labio dorsal de la cisura calcarina.Las ventrales hacen un trayecto más largo ya que no se dirigen en forma directa a la cisura, sino que primero se internan en la sustancia blanca del polo temporal formando el bucle temporal, para luego dirigirse hacia atrás para terminar en el labio ventral de la cisura calcarina.Las dorsales se encuentran ubicadas en el espesor del lóbulo parietal, las ventrales en el temporal y ambas más atrás en el occipital (fig. 12).En la cisura calcarina, las fibras que conducen los impulsos originados en la fóvea centralis terminan en la parte más posterior de la misma. Por delante de ella terminan las paracentrales y finalmente las de la retina periférica más adelante todavía.Cada cisura calcarina recibe fibras que miran hacia un campo visual en virtud del entrecruzamiento ocurrido en el quiasma óptico. Así la cisura derecha recibe fibras que miran los campos visuales izquierdos de ambos ojos ya que ellas se originan en la retina temporal derecha y nasal izquierda (fig.12).Es decir que cada lóbulo occipital se relaciona con un solo campo visual, el cual es contrario a su posición, así el lóbulo derecho recibe la información del campo visual izquierdo.

La lesión del quiasma en su parte media determina lesión de fibras nasales por lo que la visión de los campos temporales se perderá. Esto puede suceder en los tumores hipofisarios que comprimen el quiasma desde abajo originando el síndrome quiasmatico en el que primero se pierden la visión de los cuadrantes temporales superiores, luego los temporales inferiores y finalmente los nasales inferiores y superiores.Cuando la compresión es desde arriba se produce el sindrome quiasmatico invertido, primero los campos temporales inferiores y luego los temporales superiores y nasales superiores e inferiores en ese orden.La compresión lateral del quiasma por un aneurisma de la carótida interna determina lesión de fibras temporales perdiendo la visión de los campos nasales. La pérdida de visión de los campos temporales se llama hemianopsia bi temporal si el defecto es parcial originan una cuadrantopsia.

(fig.11) nervios ópticos entrecruzados.

..

Las vías ópticas.

El sistema visual que se inicia en el globo ocular se continúa por las vías ópticas hasta llegar a los centros ópticos. La vía óptica comunica el globo ocular con el cerebro. Las vías ópticas, que transportan los estímulos luminosos, están representados por dos nervios ópticos, el quiasma óptico y las dos bandas o cintillas ópticas, el tálamo y las radiaciones ópticas. La vía óptica tiene una estructura compleja y permite que la información que procede de los dos ojos se mezcle de manera que cada hemisferio cerebral recibirá parte de los estímulos recogidos por cada uno de los ojos. En líneas generales podemos resumir esta distribución de fibras como sigue:

- La retina quedaría dividida por una línea vertical que pasaría por la mácula en dos grandes campos, retina nasal la interna y retina temporal la externa. Las fibras nerviosas, axones de las células ganglionares, procedentes de la retina temporal quedan dispuestas en la parte lateral o externa del nervio óptico y las fibras que se originan en la retina nasal se colocan en la parte medial o interna. Además están ordenadas de modo que las fibras procedentes de la parte superior de la retina quedan en posición superior en el nervio óptico y las relacionadas con la retina inferior están en la parte inferior del nervio.

- A nivel del quiasma tiene lugar la mezcla o cruce de la información procedente de ambos ojos, de modo que las fibras nasales se cruzan en su totalidad, permaneciendo en su lado las fibras temporales.

- De este modo en las cintillas ópticas encontramos fibras de la retina temporal del ojo del mismo lado y fibras de la retina nasal del ojo contralateral. Más concretamente, en la cintilla derecha hay fibras temporales del ojo derecho y nasales del izquierdo y en la cintilla izquierda se reúnen las fibras temporales del ojo izquierdo con las nasales que provienen de la retina del ojo derecho.

- Las cintillas llegan al tálamo, estructura del diencéfalo, en el que tiene lugar la sinapsis o unión con la tercera neurona de todas las vías sensibles del organismo. La escala de las fibras implicadas en la visión tiene lugar en el denominado cuerpo geniculado externo.

- Desde el cuerpo geniculado externo talámico los estímulos visuales son conducidos a la zona occipital cerebral por las radiaciones ópticas. Las radiaciones del hemisferio cerebral derecho proceden de las mitades derechas de las retinas (temporal del ojo derecho y nasal del ojo izquierdo). Las fibras superiores, originadas en la retina superior, terminan por encima de la cisura calcarina y las fibras inferiores realizan sus sinapsis por debajo de la misma. Las radiaciones ópticas del hemisferio izquierdo proceden de la retina temporal del ojo izquierdo y de la nasal del derecho (mitades izquierdas de las retinas) (fig.12).

- La retina recoge la sensibilidad de forma cruzada de manera que las hemirretinas derechas son estimuladas por luz y objetos localizados espacialmente a la izquierda del observador y al contrario en el caso de las retinas izquierdas. Llamamos hemirretinas derechas a la mitad derecha (nasal) de la retina del ojo izquierdo y a la mitad temporal del ojo derecho. Son hemirretinas izquierdas la temporal del ojo izquierdo y la nasal del derecho. De esta forma, y debido a la disposición de las fibras a lo largo del proyecto de la vía óptica, el lóbulo occipital derecho recoge la información visual de lo que acontece a la izquierda del observador y el lóbulo occipital izquierdo procesará los estímulos originados por la luz y los objetos situados a la derecha.(fig. 5, 12)

El ojo funciona de tal manera que permite la transformación de la energía de la luz en una energía bio eléctrica que recorre la vía óptica y llega al cerebro. Es en este nivel en el que se procesa la información, y por la diferente modulación de la corriente originada por cada tipo de estímulo se realiza la interpretación de la imagen visual.

(fig.12): entrada de los estímulos visuales al cerebro.

La movilidad ocular.

El ojo gira libremente en todas las direcciones gracias a sus seis músculos, los músculos extrínsecos, los cuatro rectos y los dos oblicuos, que tienen su origen en las paredes de la órbita y se insertan en la esclerótica (fig.13).

Los músculos extrínsecos del globo ocular son, como su nombre indica, músculos relacionados con el globo ocular y que se encuentran por fuera de su propia estructura.

Conforman una musculatura voluntaria formada por seis músculos, cuatro rectos y dos oblicuos, que se encuentran en el interior de la órbita y se encargan en conjunto de mover el globo ocular y dirigir la mirada. Los músculos son: recto superior, recto inferior, recto medial o interno, recto lateral o externo, oblicuo superior o mayor y oblicuo inferior o menor (fig.13).

Se originan en un anillo tendinoso conocido como anillo tendinoso común o anillo de Zinn.

La acción combinada y controlada con precisión de estos músculos permite el movimiento vertical, lateral y de rotación del globo ocular. Las acciones de los músculos de los dos ojos normalmente están coordinadas de modo que el movimiento de ambos globos oculares coincide, lo cual se conoce como mirada conjugada. Los globos oculares deben tener un movimiento sinérgico, es decir coordinado, para formar una única imagen en el cerebro.

(fig.13): músculos intrínsecos del ojo.

1 = anillo tendinoso común2 = músculo recto superior3 = músculo recto inferior4 = músculo recto medial5 = músculo recto lateral

6 = músculo oblicuo superior7 = polea de reflexión del oblicuo superior

8 = músculo oblicuo inferior9 = músculo elevador del párpado

10 = párpado11 = globo ocular

12 = nervio óptico

músculos del parpado:

Los parpados son pliegues del tegumento modificados y de una naturaleza mas delicada que la piel de cualquier otra parte del organismo sin embargo los gatos en especial los machos tienen la piel del parpado más gruesa que los perros.

El musculo orbicular que circunda y cierra la fisura palpebral se localiza anteriormente ala lamina dormasal, este musculo esta inervado por el nervio palpebral, rama del nervio facial, y está anclado por el ligamento palpebral medial y por el retractar angular ocular lateral, los principales elevadores del parpado superior son el elevador palpebral superior, que se origina cerca del orificio óptico con inserción en el tarso y esta inervado por el nervio oculomotor, y musculo muler que se localiza por debajo del anterior, los elevadores menores del parpado superior incluyen el musculo elevador anular ocular medial y los músculos frontales ambos inervados por el nervio palpebral (fig. 14)

(fig: 14): músculos del parpado.

Función: los parpados protegen al ojo de las siguientes formas:

Efectos sensitivos y protectores de las pestañas De las secreciones de las glándulas de meibero y las células caliciformes

dentro de la conjuntiva colaboran con las capas de secreción y de mucopolisacaridos interna de la película lagrimal respectivamente.

Protección física contra el trauma, la evaporación lagrimal y distribución de la

lágrima por los movimientos palpebrales. Difusión de la lágrima hacia el conducto nasal lagrimal. Facilita la Entrada del aparato de drenaje lagrimal. Evita que la luz entre en los ojos.

Membrana nictante del ojo o tercer parpado: la membrana nictante es una estructura protectora móvil situado entre la córnea y el parpado inferior en la porción nasal del saco conjuntival inferior.

La membrana nictante tiene un control muscular vestigial en el perro y gato se mueve pasivamente atraves del ojo cuando el lobo ocular es retraído por el musculo retractar bulbar inervado por el nervio abducen te moviéndose en dirección al ligamento orbitario. También están implicado en la posición de esta membrana los músculos lisos orbitarios con inervación simpática (fig. 15).

Anatómicamente el tercer parpado está formado por:

Un esqueleto cartilaginoso en forma de t. la horizontal de la T se sitúa en paralelo al borde de la membrana y la vertical de esta se origina a nivel de la glándula del tercer parpado. La función del cartílago es aportar riqueza a la membrana.

Una glándula cero mucoide, cuya finalidad es la producción de la película lagrimal pre corneal.

La base de la glándula y el cartílago están fijadas mediante retículo facial a la región de los músculos oblicuos y recto ventral y a la peri orbita circundante.

Una cubierta conjuntival sobre las superficies bulbar y palpebral folículos linfoides sobre la superficie bulbar.

La membrana nictitante, tercer párpado (palpebra tertia) o pliegue semilunar de la conjuntiva (plica semilunaris conjunctivae) es un pliegue de conjuntiva que protege desde el canto medial sobre la superficie anterior del globo ocular.

Está reforzado por un cartílago hialino en forma de "T" que proporciona a la membrana nictitante una forma cóncava para adaptarse a la curvatura de la córnea. La base de este cartílago está rodeada por la glándula superficial del tercer párpado, que es de naturaleza mixta seromucosa y produce entre el 30% y el 57% de la porción acuosa de la película lagrimal. Existen unas uniones fibrosas entre la glándula y el tejido periorbital, que limitan el movimiento de la membrana nictitante y previenen el prolapso de la glándula.

Es muy móvil y puede extenderse, de forma pasiva, en dirección dorso lateral para cubrir toda la superficie anterior de la córnea. Este desplazamiento se produce por la retracción del globo ocular

hacia la órbita debido a la acción del músculo retractar bulbar. La posición del tercer párpado también está determinada por el tono simpático de los músculos orbitales lisos. Cuando el ojo está en posición normal, la mayor parte del tercer párpado está escondida en la órbita y sólo se visualiza el borde libre en la zona ventro medial de la fisura palpebral.

La membrana nictitante consta de una cara externa o palpebral y de una cara interna o bulbar, ambas tapizadas por una conjuntiva. En la superficie bulbar aparecen abundantes nódulos linfoides que se agrupan formando folículos.

La zona de unión entre la cara palpebral y la cara bulbar se denomina borde libre y, generalmente, aparece muy pigmentado en relación al resto de la conjuntiva. No obstante, en un mismo perro, una membrana nictitante puede estar pigmentada y la otra no. La vascularización del tercer párpado procede de ramas de la arteria oftálmica, mientras que la inervación corre a cargo de fibras simpáticas, que llegan vía el ganglio cervical craneal, y de la rama infratroclear del nervio oftálmico.

La membrana nictitante es importante como estructura protectora, ya que colabora en la difusión de la película precorneal y cubre el ojo, protegiéndolo de lesiones. Además, contribuye en la producción de la lágrima y participa en el sistema protector inmune del ojo. La exploración de la membrana nictitante es sencilla. La cara palpebral o externa se visualiza fácilmente mediante la retropulsión del globo ocular, mientras que el examen de la cara bulbar o interna requiere la eversión del tercer párpado, para lo cual se emplea unas pinzas oftálmicas sin dientes, previa anestesia tópica de la superficie ocular.

(fig. 15): membrana nictante o tercer parpado en el gato.

El fenómeno de "ojo-shine 'se ve en una gran variedad de especies animales, y se cree generalmente que estar relacionado con la presencia de una estructura que refleja intraocular, el tapetum lucidum. El tapetum lucidum es un sistema reflector biológico que es una característica común en los ojos de los vertebrados. Normalmente funciona para proporcionar las células de la retina sensibles a la luz con una segunda oportunidad para la estimulación de fotón-fotorreceptor, mejorando así la sensibilidad visual en bajos niveles de luz. El tapetum lucidum se presenta aquí de acuerdo con una clasificación basada en la ubicación, así como la composición, de esta capa reflectante (fig.16 , 17).

Animales nocturnos

los ojos de los animales nocturnos pueden ver bien de noche debido a un compuesto blanco en la retina llamado guanina, sustancia que proporciona una superficie reflectora que hace que la luz rebote hacia enfrente, dándole a los ojos del animal una segunda oportunidad de absorber la luz de las imágenes. Esta luz reflejada hace que los ojos del animal parezcan brillar en la oscuridad (16).

(fig.16): animales nocturno.

los herbívoros, que pasan mucho tiempo comiendo con la cabeza agachada, necesitan tener una visión periférica mucho más amplia, necesitan ver el mayor espacio posible, necesitan ver más por si algún cazador se ha fijado y viene hacia ellos para así tener la posibilidad de escapar al verlo.Los herbívoros, por contra de los carnívoros, tienen un ángulo de visión total de aproximadamente 270º, pero sus ojos solo superponen los ángulos de visión en aproximadamente 30º. Esto les impide tener una buena visión en profundidad pero ,a cambio, les permite abarcar un mayor ángulo de visión y vigilar la mayor extensión posible para detectar a los depredadores (fig 18).

(fig.18) cebras

Los carnívoros son depredadores, y tienen los ojos colocados al frente, para poder perseguir a sus presas, las cuales suelen ir corriendo (volando o nadando) por delante de ellos. Aunque los animales con los ojos ubicados en la parte delantera de su cabeza pierden la capacidad de ver lo que esté detrás de ellos, obtienen una cierta capacidad de ver lo que hay detrás de objetos pequeños, gracias a la separación entre los ojos que permite tener imágenes captadas desde ángulos algo distintos. De ese modo, aunque un ojo no vea lo que hay detrás, el otro sí puede verlo. El ángulo de visión total de un depredador, al tener los ojos frontales, es de aproximadamente 150º, de los cuales 120º se ven simultáneamente con ambos ojos. Esto es lo que ayuda a medir la distancia, algo que para los depredadores es básico si quieren hacer un ataque con precisión (fig.19)

(fig.19): leopardo depredador.

(fig.17) tapetum lucidum reflejando por detrás de la retina del gato.

(fig.17): tapetum lucidum.

Tapetum nigrum se encuentra debajo del tapetum lucidum. Superficie no reflectiva para la luz; estando diseñada para absorber el exceso de luz, reduciendo el deslumbramiento y los efectos de dispersión. El tapetum nigrum tiene varias funciones, la absorción de la luz, el transporte epitelial, tampón de iones espacial, ciclo visual, fagocitosis, secreción y modulación inmune (fig.18).

La absorción de luz: tapetum nigrum se encargan de absorber la luz dispersada. Este papel es muy importante por dos razones principales, en primer lugar, para mejorar la calidad del sistema óptico, segundo, la luz es la radiación, y se concentra por una lente a las células de la mácula, lo que resulta en una fuerte concentración de foto-oxidativa energía. Melanosomas absorben la luz dispersa y por lo tanto disminuyen el estrés oxidativo foto. La alta perfusión de Retina trae un ambiente de tensión alta de oxígeno. La combinación de la luz y el oxígeno trae el estrés oxidativo, y el tapetum nigrum tiene muchos mecanismos para tratar con él.

Transporte epitelial: Como se mencionó anteriormente, componer la BRB, los epitelios tiene uniones estrechas entre las superficies laterales e implica un aislamiento de la retina interna de las influencias sistémicas. Esto es importante para el privilegio inmune (no sólo como barrera, pero con el proceso de señalización, así) de ojos, un transporte de sustancias altamente selectivo para un entorno estrictamente controlado. Nutrientes de suministro del tapetum nigrum a los fotorreceptores, la homeostasis de iones de control y eliminar agua y metabolitos.

Buffering espacial de iones: Cambios en el espacio subretiniano son rápidos y requieren una compensación capacitiva por el tepetum nigrum muchas células están implicadas en la transducción de la luz y si no se compensan, ya no son la transducción excitable y adecuada no sería posible . El transporte transepitelial normal de iones sería demasiado lento para compensar la suficiente rapidez para que estos cambios, hay muchos mecanismos subyacentes basados en la actividad de los canales iónicos dependientes de voltaje añadir al transporte transepitelial de iones básico.

(fig.18): tapetum nigrum

Ciclo visual: El ciclo visual cumple una tarea esencial de mantener la función y las necesidades por lo tanto, para ser adaptados a las diferentes necesidades visuales como visión en la oscuridad y ligereza visual. Para ello, los aspectos funcionales entran en juego: el almacenamiento de la retina y la adaptación de la velocidad de reacción. Básicamente visión a bajas intensidades de luz requiere una tasa de rotación de personal inferior del ciclo visual mientras que durante la luz del volumen de negocio tasa es mucho más alta. En la transición de la oscuridad a la luz de repente, se requiere gran cantidad de 11-cis retinal. Esto no viene directamente del ciclo visual pero a partir de varias piscinas de la retina de proteínas de unión de la retina que están conectados entre sí por los pasos de transporte y de reacción del ciclo visual (fig.18).

La fagocitosis de los segmentos externos de los fotorreceptores (POS) membranas: POS están expuestos a estrés fotooxidativo constante, y ellos pasan por la destrucción constante por ella. Ellos están constantemente renuevan, por el derramamiento de los extremos y luego fagocitosis y digerir estos segmentos(fig.18).

Secreción: El RPE es un epitelio que interactúa estrechamente con los fotorreceptores en un lado, pero también debe ser capaz de interactuar con las células en el lado de la sangre del epitelio, tales como células endoteliales o las células del sistema inmune. Con el fin de comunicarse con la vecina tejidos del RPE es capaz de secretar una gran variedad de factores y moléculas de señalización. Segrega ATP, ligando de Fas (Fas-L), factores de crecimiento de fibroblastos (FGF-1, FGF-2, y FGF-5), factor de crecimiento transformante-β (TGF-β), similar a la insulina factor de crecimiento-1 ( IGF-1), factor neurotrófico ciliar (CNTF), factor de crecimiento derivado de plaquetas (PDGF), factor de crecimiento endotelial vascular (VEGF), factor de crecimiento lente derivado del epitelio (LEDGF), miembros de la familia interleuquina, tejido inhibidor de metaloproteasas de matriz (TIMP) y el factor derivado del epitelio de pigmento (PEDF). Muchas de estas moléculas de señalización tienen importantes papeles fisiopatológicos.

Privilegio inmune del ojo: El ojo interior representa un espacio privilegiado inmunológico que está desconectado del sistema inmunológico de la corriente de la sangre. El privilegio inmune es apoyado por el RPE de dos maneras. En primer lugar, representa una barrera mecánica y apretado que separa el espacio interior del ojo de la corriente de sangre. En segundo lugar, el RPE es capaz de comunicarse con el sistema inmune con el fin de silenciar reacción inmune en el ojo sano o, por otra parte, para activar el sistema inmune en el caso de la enfermedad.

El aparato lagrimal es el sistema fisiológico que contiene las estructuras orbitales para la producción y el drenaje de lágrimas. Está compuesto por:

(a) La glándula lagrimal, que secreta las lágrimas, y sus conductos excretores, que conducen el líquido a la superficie del ojo, se encuentra en la fosa lagrimal localizada en la superficie supero externa de la órbita. Se halla fuera del saco conjuntival, aunque se comunica con el ojo a través de 6 a 12 conductos secretores que se abren dentro del saco en la porción externa del saco conjuntival superior.

(b) Conductos lagrimales: uno para cada parpado. Convergen en un conducto en común que desemboca en el saco lagrimal o dacriosisto, este es un reservorio membranoso, ubicado verticalmente en la parte interna la base de la órbita, por su porción inferior se continúa con el conducto nasal. Cerca del orificio inferior existe en el conducto nasal un repliegue, la válvula de horner, vestigio del diafragma membranoso que optura las vías lagrimales antes del nacimiento (fig.19)

(fig.19): aparto lagrimal y conductos lagrimales.

La glándula es túbulo-alveolar compuesta y serosa, semejante a otra glándula como la parótida. Sus ácinos secretores están rodeados por completo de células miopiteliales;

(b) los canalículos lagrimales, el saco lagrimal, y el conducto naso lagrimal, por los cuales el fluido se transporta hacia la cavidad nasal;

(c) el saco lagrimal, una porción dilatada del sistema de conductos, está revestido de epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado;

(d) el conducto naso lagrimal, que traslada el líquido lagrimal a la cavidad nasal, que también posee un recubrimiento de epitelio cilíndrico ciliado seudoestratificado. Este conducto lleva líquido lagrimal al meato inferior situado en el piso de la cavidad nasal (fig.18).

La visión:

Los rayos luminosos que caen sobre un lado de la retina proceden del lado opuesto del campo visual. La porción superior de la retina recibe las imágenes de los objetos situados en la parte inferior del campo visual y la mitad temporal de la retina recibe las imágenes de los objetos situados en el campo nasal. Por tanto, la imagen retiniana es siempre una imagen invertida. Tras el cruce de las fibras nerviosas en el quiasma, la proyección en la corteza dará lugar a una imagen derecha.

La mayor agudeza visual se alcanza en la mácula mientras se mira directamente. Es lo que constituye la visión central.

Cuando la imagen de un objeto no cae sobre la mácula determina una visión sin nitidez, pero de gran importancia para la lectura, para ver imágenes de gran tamaño, para el desplazamiento y otras actividades de seguridad y guía. Se trata de la visión periférica.

El espacio en el que pueden ser vistos los objetos mientras la mirada permanece fija en un punto determinado es el campo visual. Su amplitud varía con el tamaño de los objetos y con su color, con la intensidad de la iluminación ambiente, con el contraste entre objeto y fondo y con el estado de adaptación del ojo. En un ojo normal abarca hacia fuera 90º o más; hacia dentro, entre 45º y 60º; hacia arriba entre 45º y 55º; y, hacia abajo, entre 50º y 70º