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Gracia a Vosotros: Desatando la Verdad de Dios, Un Versículo a la Vez
El plan de Dios para ofrendar, 2ª Parte Escritura: Escrituras Seleccionadas
Código: 1303
John MacArthur
Al llegar esta mañana a nuestro mensaje en nuestro estudio de la Palabra de Dios, nuestro
estudio bíblico nos lleva a la segunda parte en el plan de Dios para ofrendar. Y continuamos
con esta serie de dos partes y realmente estamos estudiando muchas cosas que hemos
tocado en el pasado y apartando simplemente dos mensajes especiales acerca del área
entera de la ofrenda cristiana. De hecho el plan entero para ofrendar a lo largo de la Palabra
de Dios.
Ahora, normalmente estos son los sermones que todo mundo evita, que cuando ustedes sabe
que el pastor va a hablar de la ofrenda usted decidió ir a ver a la tía Marta o algo y regresar la
semana próxima y entonces los felicito por su valentía y por estar aquí. Pero realmente la
obediencia a estos principios conlleva una gran bendición. Hay muchas cosas en la Palabra
de Dios que son enfatizadas de manera especial en términos de la bendición que la sigue y la
ofrenda es una de ellas. Y reconozco que el tema de la ofrenda es como cualquier tema en la
Biblia, es la revelación de Dios y necesita ser entendida. Y como el Apóstol Pablo pudo decirle
a los ancianos efesios, así también yo debo poder decirles a ustedes que he cumplido mi
ministerio y que no he rehusado anunciarles todo el consejo de Dios. Y no declararles estos
principios sería robarles la bendición en el área que Dios ha permitido para una bendición tan
maravillosa.
Y creo que es importante para nosotros tener una perspectiva correcta de esto porque creo
que la mayoría de los cristianos seriamente no lo han hecho en la enseñanza de la ofrenda.
Conforme usted reflexiona en su vida en la iglesia en el pasado, ahora descubrirá que sus
pensamientos acerca de la ofrenda variarán en muchas áreas diferentes. Pero gran parte del
tiempo de nuestra relación con la ofrenda en una iglesia puede ser muy desagradable. Hay
algunas iglesias por ejemplo en las que usted ha estado y yo he estado que están
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preocupadas con el dinero. Y parece como si todo lo que sucede tiene signos de dólares en lo
que hacen. El éxito de cualquier cosa se mide en cuán grande fue la ofrenda y nunca se
pierde una oportunidad para hacer apelaciones y todo enfoque posible y concebible y técnica
humana son usados para que las apelaciones sean eficaces.
Cuando multitudes grandes se congregan para cualquier reunión de cualquier tipo con
cualquier propósito en mente, parece que es una oportunidad para producir dinero o para
recibir ofrendas grandes. Se hacen esfuerzos constantes que publican y buscan levantar
dinero a través de muchos, muchos medios y se colocan a los pies de la gente. Y las iglesias
con mucha frecuencia se meten en el área de los negocios, desarrollan campañas de
mercadotecnia, comercializan ciertas cosas que traen utilidades. Esta es una de las cosas en
las que tenemos convicciones fuertes aquí en Grace Church, que cualquier cosa que le
proveemos a usted sea en el ministerio de cintas o en la librería o lo que sea, las clases de
logos, sea provisto por usted exactamente y de manera precisa al costo que nos cuesta para
proveerle a usted lo que sea sin cargarle nada más por encima de eso porque sentimos que
eso sería quitarle a usted ese dinero que le pertenece a usted en administración hacia Dios, lo
cual debe ser voluntario. Y entonces sentimos que esta es un área importante. Muchas
personas han sido parte de sistemas en iglesias que les han quitado dinero de maneras que
no son bíblicas.
Otra cosa que creo que es importante y ha quitado la perspectiva en esto es que en muchos
casos las iglesias caen en el peligro de ser parciales hacia los ricos. Tendría que decir que es
verdad que en muchas iglesias las personas más adineradas dictan la teología y cómo se
hacen las cosas. Y algunos de ustedes quizás han visto esto suceder. Juan Murray dijo,
“Quizás pocas debilidades han manchado la integridad de la iglesia más que la parcialidad
que se le muestra a los ricos.” La iglesia ha hecho concesiones con sus vicios, los vicios de
ellos, porque ha temido la pérdida de su patrocinio. Su voz ha sido callada por personas
respetables y la disciplina ha sido sacrificada y han doblado la rodilla ante el prestigio
mundano.” Fin de la cita.
Y creo que eso es como Santiago 2, “No tengan su fe en términos de parcialidad hacia
personas. Si un hombre entra y tiene un anillo de oro, no le den el mejor asiento y le digan al
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hombre que está vestido en harapos siéntate bajo mis pies. Eso es mostrar parcialidad.” No
hay lugar para la parcialidad sino únicamente para la imparcialidad. Creo que cuando una
iglesia es parcial hacia los ricos no es diferente que vender indulgencias.
Ahora, hay otras personas que usan el temor espiritual para intentar presionar a la gente para
ofrendar y esto está igual de mal. Lo correcto en el área de la ofrenda es enseñar las
verdades de la Palabra de Dios y después dejar en manos del espíritu de Dios el generar la
respuesta junto con el resto de los frutos de espiritualidad. Y entonces enseñamos la Palabra
de Dios, no usamos técnicas humanas, no usamos programas, simplemente enseñamos la
Palabra de Dios asumiendo que el Espíritu de Dios producirá en las vidas de la gente el tipo
de ofrenda que es proporcional con el tipo de vida.
Ahora, dijimos que los patrones para ofrendar en las Escrituras en términos de revelación se
dividen en tres categorías. En la primera parte la semana pasada estudiamos la categoría
uno, la cual fue la ofrenda desde el libro de Génesis hasta el tiempo de Moisés. La primera
fase de ofrenda en términos de la historia de Dios. La segunda fase que estudiamos la
semana pasada también fue de Moisés a Cristo, el tiempo de la ley. Y vimos que en ambas
fases de la ofrenda vieron hubieron dos tipos de ofrenda enseñadas en la Palabra de Dios. La
primera fue la ofrenda obligatoria, y dijimos que la ofrenda obligatoria siempre estuvo
relacionada con los impuestos, ¿no es cierto? Que en cualquier momento que hubo un
porcentaje estipulado tuvo que ver con los impuestos, fuera el 20% de ingreso por los
ingresos que fueron impuestos en Egipto, en Génesis 41:47, el cual fue antes de Moisés y
antes de la ley mosaica, fuera el 23% o algo así impuesto en Israel mediante los tres diezmos
que pagaban además de algunos otros impuestos. En ambos casos la ofrenda que era
obligatoria, que era requerida, aquello que era dictado fue la ofrenda obligatoria del Antiguo
Testamento.
La ofrenda voluntaria del nuevo fue otra cosa, siempre fue espontánea, voluntaria, ninguna
cantidad jamás fue estipulada, ninguna frecuencia jamás fue estipulada, el único motivo nunca
fue la ley, el único motivo fue un corazón agradecido y amoroso.
Entonces los dos tipos de ofrenda en el Antiguo Testamento; ofrenda obligatoria, la cual fue
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impuestos, diezmos bajo la ley mosaica, nunca fue ofrenda voluntaria. La razón por la que el
diezmo no es ofrenda es porque el diezmo no perteneció al pueblo y entonces no lo podían
dar. Una y otra vez vimos que en el Antiguo Testamento dice que el diezmo es, ¿de quién?
Del Señor. Y si usted no daba el diezmo al Señor, según Malaquías 3, usted robaba a Dios,
porque para financiar la entidad nacional el gobierno fue financiado por los diezmos de los
judíos, los tres diezmos cubrían los salarios y la vida de los ministros del gobierno quienes
eran los sacerdotes y los levitas. El segundo diezmo, el segundo 10% cubría la vida social y
religiosa de la nación y proveía para las festividades en Jerusalén. El tercer diezmo, pagado
cada tercer año fue para el sistema de bienestar social.
Eso nunca debe ser confundido con la ofrenda voluntaria u ofrendas a Dios. Los diezmos en
el Antiguo Testamento fueron impuestos, no ofrendas. Y entonces vimos eso la última vez.
Cubrimos entonces el hecho de que en el Antiguo Testamento se enseñan dos cosas; ofrenda
obligatoria, esto es pague sus impuestos; ofrenda voluntaria, esto es dé Dios lo que su deseo
desea darle a Él. Ninguna frecuencia fue prescrita y muy poco se dijo fuera de decir que la
generosidad y la liberalidad serán recompensadas.
Ahora, en esta mañana llegamos al Nuevo Testamento y vamos estudiar lo que el Nuevo
Testamento tiene que decir acerca de la ofrenda. Y permítame tan solo comenzar al decir
esto, y dice exactamente lo mismo que el Antiguo Testamento dijo. Ha habido muchas
personas que dijeron, “Bueno, la ofrenda el Antiguo Testamento fue una cosa y la ofrenda del
Nuevo Testamentos es algo más.” No es así. La ofrenda del Nuevo Testamento es definida de
manera más clara, pero es lo mismo. Hay dos tipos de ofrenda enfatizados en el Nuevo
Testamento; uno, pague sus impuestos; dos, dele a Dios lo que usted quiera darle. No hay
cantidad.
Comencemos a ver la ofrenda obligatoria del Nuevo Testamento. ¿Qué fue demandado en el
Nuevo Testamento? Para comenzar veamos Mateo capítulo 17. Ahora usted va a tener que
seguirme en su Biblia, usted tiene un pequeño bosquejo ahí que estaremos usando en tan
solo un minuto para ayudarle a seguir. Pero en Mateo 17 se nos presenta el tema en el Nuevo
Testamento de la ofrenda obligatoria. Ahora, recuerde, los diezmos que fueron demandados
de los judíos junto con el impuesto del templo, junto con el reposo de la tierra, junto con el
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impuesto especial para el repartimiento de utilidades en donde un hombre no podía cosechar
las esquinas de su campo en, él tenía que dejarlos para los pobres. Todo esto fue impuestos.
Y en los tiempos del Nuevo Testamento, en los tiempos en que los evangelios fueron escritos
primordialmente los judíos todavía estaban bajo estas leyes. Y entonces fue apropiado para
un judío continuar pagando sus diezmos a Israel para apoyar a los sacerdotes para que
tuvieran dinero para los pobres para cuidar de las festividades en Jerusalén. Estas cosas
continuamente siguieron. El sistema de impuestos en el tiempo de Cristo todavía seguía. El
tesoro del templo, la corte de las mujeres todavía tenía esos pequeños 13 receptáculos en
forma de trompeta y el pueblo todavía entraba ahí y todavía colocaba ahí su dinero en
impuestos en esas cosas. No obstante además de que sucedía eso los romanos estaban
demandando impuestos de ellos y eso se estaba convirtiendo en algo exorbitante. Pero
todavía están bajo la obligación de la ley mosaica de pagar sus impuestos.
Y Jesús hace comentarios de esto de manera repetida en los evangelios. Veamos Mateo
17:24, “Y cuando llegaron a Capernaum los que recibían el dinero del impuesto – tributo
significa impuestos – vinieron a Pedro y dijeron, ¿acaso vuestro Maestro no paga impuestos?”
Ahora, estos eran los recaudadores de impuestos. Y vinieron a Pedro y dijeron, “¿Qué hay
acerca de tu amo? ¿Paga impuestos?” Me gusta esto. Él dijo que sí, Jesús pagó sus
impuestos.
Ahora, en esta noche usted va a oír en 1 Juan 2:6 que dice que debemos andar como Él
anduvo, debemos pagar nuestros impuestos, Él los pagó. Y creo que es tan emocionante ver
que Mateo presenta esto porque Mateo, como puede ver, está involucrado en declarar a
Cristo como rey, y aunque Él es Rey, de hecho Rey de Reyes, Él aún se somete a Sí mismo a
aquello que es correcto en términos de pagar los impuestos legales obligatorios. Jesús pagó
sus impuestos.
Ahora quiero que vea cómo Él los pagó, lo cual fue algo interesante. Y cuando Él llegó a la
casa Jesús le habló a Él primero diciendo, “¿Qué estás pensando Simón? ¿De quién reciben
los reyes de la tierra tributo o impuesto? ¿De sus propios hijos o de los extraños?” Bueno,
obviamente los reyes no cobran impuestos a sus propios hijos, le dan la vuelta a eso, pero no
con los extraños. Pedro le dijo, “De los extraños.” Jesús le dijo, “Entonces los hijos son libres.”
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En otras palabras, Él está haciendo una pequeña analogía realmente que no necesitamos
pagar sus impuestos, verdaderamente somos la familia del rey. “Pero a pesar de eso, no sea
que los ofendamos, desciende al mar, avienta un anzuelo, toma el pez que primero salga y
cuando hayas abierto su boca encontrarás una moneda. Toma eso y dáselos para mí y para
ti.”
Ahora, amigos, esa es la manera de conseguir su dinero para impuestos. Digo, si todavía
estuviera en vigencia alrededor del 1 de abril las playas estarían llenas de gente, llenas de
cristianos desde San Diego hasta San Francisco, usted sabe. Ahora, tenemos que admitir que
Dios ya no está operando de esa manera desafortunadamente. Algunos cristianos sin duda
alguna conseguiría sus redes, pero bueno, eso fue cruel, verdadero pero cruel. El punto del
pasaje simplemente este, Jesús pagó sus impuestos, Jesús de nuevo promoviendo lo que el
Padre promovió en el Antiguo Testamento en el tiempo mosaico, lo que el Padre instituyó en
el tiempo pre mosaico, pague sus impuestos. Esta es ofrenda obligatoria.
Ahora vaya a Mateo capítulo 22 y veámoslo de nuevo, otro pasaje relacionado con lo mismo.
Mateo 22:15, “Entonces fueron los fariseos y tomaron consejo para decidir cómo enredarlo en
sus palabras.” Lo cual claro fue ridículo. Nunca tuvieron éxito. Y le dijeron sus discípulos con
los herodianos, la familia de los Herodes, diciendo, “Maestro, sabemos que tú eres verdadero
y enseñas con verdad el camino de Dios.” Y esto simplemente está goteando de hipocresía.
“Y que no tienes cuidado de los hombres.” Eso significa que tú no te preocupas por un hombre
por encima de otro, no consideradas la persona de los hombres. En otras palabras, tú tratas a
todo mundo igual. “Si todo mundo es igual entonces dinos por lo tanto qué piensas de esto.
¿Es lícito pagar impuestos a César o no? ¿Debemos pagar nuestros impuestos o no a
Roma?”
Bueno, como puede ver, si Jesús dice paguen sus impuestos, entonces los judíos van a ir en
contra de Él, Él es pro romano. Si Él dice no paguen sus impuestos, los romanos van a irse en
contra de Él. Entonces creen que lo tienen entre la espada y la pared. Pero Jesús, percibiendo
su impiedad dijo, “¿Por qué me tentáis hipócritas?” Él usó el enfoque directo. Versículo 19,
“Muéstrenme el dinero del impuesto. Denme una moneda.” Le trajeron un denario. Y Él dijo a
ellos, “¿De quién es esta imagen en la inscripción? ¿El retrato de quién está en esta
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moneda?” Y ellos dijeron, “De César.” Y Él les dijo, “Dad por tanto a César lo que es de César
y a Dios lo que es de Dios.” Realmente esa fue una respuesta tremenda, con mucha más
profundidad de lo que se oye.
Ahora, esto puede irse César, lo importante dénselo a Dios. Cuando oyeron estas palabras se
maravillaron y lo dejaron y se fueron. Los impuestos son necesarios y Jesús dijo, “Paguen sus
impuestos. Paguen sus impuestos. Hagan lo correcto.” Eso es ofrenda obligatoria. Mateo
23:23 hace referencia a esto, Jesús le dice a los fariseos, Él los llama hipócritas de nuevo por
quinta vez en la misma conversación y Él tiene más tres por delante, “Ustedes pagan sus
diezmos de la menta – esas son las pequeñas hierbas – y anís – esas son plantas – y el
comino – esas son semillas.” Aquí estaban, si tenían 10 semillas le estaban dando una semilla
a los sacerdotes y si tenían 10 hierbas estaban separando sus hojas de té y hacían lo mismo
como pueden ver. Y esto es maravilloso como pueden ver.
¿Sabe una cosa? Están haciendo esto, pero han omitido, usted sabe, las cosas de mayor
peso tales como la justicia, misericordia y la fe. No, esos son tan legalistas. Ahora, Él no los
condena por pagar los diezmos, fue correcto por parte de ellos hacer eso. Jesús reconoce
eso, este fue su sistema de impuestos. Él simplemente dice, “Han ignorado las cosas que
realmente importan. Esa es la razón por la que son llamados hipócritas.” Pero observe aquí
que el diezmo fue aquí en referencia a ofrendar no voluntariamente sino aquello que era
obligatorio, el decimo de todo lo que un hombre tenía, todo lo que cultivaba, todo lo que usted
poseía tenía que ser dado. Esto continúa en el tiempo del Nuevo Testamento bajo la
economía de Israel porque estos fueron impuestos.
De nuevo usted en Lucas 18:2 tiene otra referencia a los diezmos, y esta es la única otra
mención del diezmo en los Evangelios. En ningún lugar en el Nuevo Testamento se encuentra
que la iglesia tiene que diezmar, nunca se requiere de la iglesia, siempre es en referencia a la
economía de Israel en los Evangelios, en el libro de Hebreos, únicamente hace mención en
referencia a Melquisedec y Abraham desde atrás en el libro de Génesis. No se aplica a la
iglesia en absoluto. Y aquí está el conexión con jactarse y la hipocresía, 18:12, “Este fariseo
vino al templo, obrando consigo mismo dijo ayuno dos veces a la semana y doy diezmo de
todo lo que gano.” Y aquí él se está jactando de sus diezmos, él pagaba sus impuestos.
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Ahora, escuchen amigos, pagar sus impuestos no era nada porque jactarse, usted tenía la
obligación de hacer eso.
Entonces el Evangelio, eso es lo único que el Evangelio dice acerca de diezmar en los libros
que conocemos como los evangelios. Eso es lo único que tiene que decir. Y todos esos
incidentes en referencia a que Israel pagaba sus impuestos al gobierno nacional o a Roma les
daban lo que tenía la obligación de darles. Y como dije, en el libro de Hebreos capítulo 7, la
única otra mención del diezmo tiene que ver con lo que Abraham hizo en el caso de
Melquisedec y ese fue Abraham dándole el 10% no porque Dios le dijo que lo hiciera,
simplemente resultó que le dio la decima parte, Él se ofreció de manera voluntaria para dar
esa cantidad.
En ningún momento Nuevo Testamento jamás sugiere o inclusive da la pista, y hay suficientes
lugares en donde podría haberlo hecho, pero no lo hacen y no dice que el diezmo es
obligatorio para el cristiano. Incidentalmente le dije que el diezmo en el Antiguo Testamento
fue 23%, no el 10% que pensamos, porque fueron tres diezmos. Muy bien, en Romanos 13
descubramos lo que el Nuevo Testamento tiene que decir en las epístolas a la iglesia acerca
de esta ofrenda obligatoria.
Ahora, no estamos bajo o la economía judía. Dice usted, “Guau, no soy judío, no estoy
viviendo en Israel, no tengo que pagar mis impuestos ya. Ese fue el gobierno nacional de
Israel, eso fue para financiar la nación. Estoy en Estados Unidos, no tenemos una teocracia
religiosa aquí.” Eso es seguro. Eso no significa nada, no significa que usted no tiene la
obligación de pagar impuestos. Versículo 1 de Romanos 13 dice, “Porque no hay autoridad
sino de parte de Dios porque las que hay por Dios han sido establecidas.” Versículo 2, “Si
resisten esa autoridad van a recibir juicio.” Ahora pase el versículo 6, “Por esta causa pagáis
vosotros los impuestos. Porque ellos – esto es los ministros del gobierno de Estados Unidos o
el gobierno en el que usted esté – son ministros de Dios.” Dice usted, “Oh no.” Oh sí. Dice
usted, “Pero no son muy piadosos.” Usted tiene razón, en muchos casos eso es verdad. No
obstante Dios ha diseñado que el gobierno humano sea una fuerza para mantener a la
sociedad operando, para castigar al malo y para apoyar el bien.
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Y en un sentido – no en un sentido de que yo soy un ministro de Dios, sino en el sentido de
que ellos gobiernan en el lugar de Dios a través de una institución de Dios llamada el gobierno
humano, son sus ministros. Recuerde esto, cuando usted paga sus impuestos, usted en el
sentido más verdadero está apoyando la obra de Dios. Ahora, sé que eso se oye como un
shock, pero es verdad. Y dice usted, “Bueno, si hago trampa un poco en mis impuestos aquí y
hago trampa en mis impuestos allá voy a tener más dinero para el Señor.” No, no, no. Usted
va a robarle al Señor, usted va a caer en la categoría de Malaquías 3 al no pagar sus
impuestos. El gobierno debe ser financiado por la gente. Escuche, especialmente la gente
cristiana.
Ahora, conocemos el Dios que ha establecido el gobierno, no le robe al gobierno, usted está
perdiendo una bendición al tomar lo que le pertenece a Dios. De hecho tenemos que
descubrir toda manera posible en la que usted puede pagar sus impuestos, es una
oportunidad maravillosa. Creo que tengo algo de emociones encontradas en eso, pagad a
todos lo que debéis. Tributo a quien es debido. Costumbre a quien es debido. Temor a quien
es debido. Honra a quien es debido. En todos lados. Honra al gobierno y Dios lo va a bendecir
a usted porque usted ha sido obediente a su principio y usted ha apoyado a los ministros de
Él.
Muy bien, ahora esa cubre la ofrenda obligatoria y todo lo que dice acerca de la ofrenda
obligatoria en el Nuevo Testamento es amigos, paguen sus impuestos. Ese es el diseño de
Dios y este será bendecido.
Muy bien, vayamos a la ofrenda voluntaria. Y aquí entramos a la categoría de la ofrenda que
verdaderamente es ofrenda a Dios. No hay referencias acerca del diezmo en ningún pasaje
en absoluto en el Nuevo Testamento que habla de la ofrenda cristiana, absolutamente
ninguno. Jesús nunca hizo obligatorio el diezmo. Pablo nunca lo hizo obligatorio. Pedro, Juan,
Santiago, nadie, el escritor de Hebreos. Ninguno de los escritores del Nuevo Testamento.
Judas tampoco lo hizo obligatorio. Lucas, quien escribió Hechos, tampoco. Veamos 10
principios entonces que el Nuevo Testamento nos da para la ofrenda cristiana, 10 de ellos
enlistados.
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Ahora vamos estudiarlos rápidamente y creo que le van a ser muy útiles. Punto número uno,
la ofrenda es invertir con Dios, ofrendar es invertir con Dios, Lucas 6:38. Ahora, este es un
versículo fabuloso, Lucas 6:38, “Dad y se os dará.” ¿Ve usted el principio ahí? Usted no tiene
que ser un banquero para entender que ese es el principio de la inversión. Usted le da a Dios
y le será dado a usted, ¿cómo? Buena medida, será medido bien, comprimido.
¿Sabe usted lo que eso significa? Significa que no será como usted sabe, como las galletas
que usted compra en el mercado y llega a casa y usted abre la caja y hay una pequeña pila en
la parte de abajo, ¿verdad? Sino que cuando Dios le devuelve a usted estará comprimido,
estará atiborrado, estará lleno en términos coloquiales, remecido, sacudido. Si sacuden esas
galletas antes de que venden esos paquetes usted realmente sabe lo que está comprando,
será sacudido, será empacado. ¿Y aún así que? Estará desbordándose y así los hombres les
darán en vuestro regazo.
Como puede ver, Dios va a mover a otros para apoyar sus necesidades mucho más allá de lo
que usted dio porque con la misma medida que usted mida le volverá a ser medido a usted.
En lo que usted invierte con Dios va a recibir dividendos, en lo que usted no invierte con Dios
usted no recibe ningún dividendo. Ahora, ahí está el principio bíblico en el Nuevo Testamento
que se encuentra en la base o el corazón de toda la ofrenda cristiana; ofrendar es invertir con
Dios y la utilidad es una utilidad eterna, un dividendo eterno.
Ahora quiero que vea Mateo capítulo 6 versículo 19, “No os hagáis tesoros en la tierra.” No
inviertan su fortuna en la tierra. Algunos de ustedes han hecho eso y ahora desearían no
haberlo hecho, no lo hagan. “No os hagáis tesoros en la tierra donde la polilla y el orín
corrompen y donde ladrones minan y hurtan. Sino haceos tesoros en el cielo en dónde ni la
polilla ni el orín corrompen y donde ladrones no minan ni hurtan. Porque donde esté vuestro
tesoro ahí estará también vuestro corazón.” En otras palabras, asegúrese de que su prioridad
esté en invertir con Dios porque en donde usted coloca su tesoro, allí es donde usted va a
colocar su corazón.
Digamos que yo tomo $20,000, y tengo que robar para hacer eso, pero digamos que tomo
$20,000, no lo voy a hacer. Y digo, muy bien, tengo dos opciones; puedo meter mis $20,000
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en una inversión terrenal. Y entonces tomo estos $20,000 y lo invierto en una inversión
terrenal. ¿Sabe lo que voy hacer? Usted sabe, voy a empezar a pensar en esos $20,000,
cada vez que recibo el periódico voy estar consultando la Bolsa de Valores y ver en dónde
está eso y ver dónde está mi dinero y poco después esos $20,000 para estar controlando mi
mente y voy a comenzar a meterme en lo que está pasando en términos económicos y voy a
empezar a comerme mis uñas económicas y voy a empezar a preocuparme por mis $20,000,
y todo lo que eso hace es generar mis actitudes y acciones y respuestas hacia el mundo,
porque ahí es en donde lo metí.
Digamos que tomó los mismo $20,000 y se lo doy a Dios, ¿y entonces donde va mi atención?
Voy a decir, “Señor, ¿te acuerdas de esos $20,000 que te di?” Hombre, espero que estés
viendo algún dividendo en eso. Y eso genera mi relación con Él. ¿Lo ve? Eso es lo que
significa cuando dice, “En donde esté vuestro tesoro ahí estará también tu corazón vuestro
corazón.” Porque en donde esté su inversión ahí es en donde su preocupación va estar
queriendo ver los dividendos de su inversión. Entonces aseos tesoros en el cielo.
Ahora, el punto está en el versículo 24 al final, al final mismo de esta pequeña sección él dice,
“Ninguno puede decir servir a dos amos.” Eso es dos señores, dos personas que tienen
autoridad obsoleta sobre él. “Porque o aborrecerá al uno y amará al otro o se aferrará a uno y
menospreciará al otro.” No puede ser usted un esclavo de Dios y del dinero, es uno o el otro.
Si aprendiéramos a invertir con Dios generaría actividad que va en esa dirección porque
estaríamos revisando nuestra inversión todo el tiempo. Créame que yo preferiría por mucho
darle mi dinero a Dios que a cualquier organización que sé que depende de la economía.
¿Usted no? ¿Usted cree que Dios es más confiable?
No me importa cuántos fondos de ahorro existen, eso no me interesa. Y no me importa cuán
fuerte Harry González o quien sea él, y cuán seguro, yo sé que Dios es una inversión segura.
Entonces invertir con Dios es una premisa básica. Ahora, en 2 Corintios capítulo 9, no lo
veremos ahora, pero lo veremos más adelante, nos dice que si usted da, si usted siembra
escasamente, usted cosechará escasamente. Y si usted siembra abundantemente usted va a
cosechar abundantemente. Y si usted siembra abundantemente usted va a cosechar
abundantemente. Si usted no da por tristeza o por necesidad, sino porque Dios ama al dador
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alegre, usted va a dar de libremente, Dios va a suplir sus necesidades, Dios va hacer que
todos se le incremente usted, Él tendrás toda suficiencia de tal manera que Él va a llenar todo
lo que usted necesita físicamente y espiritualmente.
Es como ir al banco de sangre, usted va al banco de sangre y da sangre. Ahora, eso es algo
preciado, ¿verdad? Eso es su sangre. Y sacan mucha de su sangre. ¿Sabe usted que 36
horas después usted tiene de regreso esa cantidad de sangre? Su cuerpo la reproduce. Dios
devuelve la sangre que usted dio en 36 horas aproximadamente. Ahora, así es
espiritualmente.
Esa es una buena ilustración, usted invierte con Dios y créame quizás no sean 36 horas, pero
la Palabra de Dios es buena y Él la va devolver con interés. Permítame darle otro principio.
Número uno, simplemente tuve un buen pensamiento. ¿Se acuerda usted del joven rico en
Mateo 19:21 que vino a Jesús y Jesús le dijo ve y vende todo lo que tienes y dalo a los pobres
y después puedes venir? Usted sabe, la gente lee acerca de eso y dice, “Guau, tienes que
regalar tu dinero para ser un cristiano.” No, no creo que eso es lo que está diciendo, de hecho
creo que Dios bendice a algunos de nosotros que hemos invertido con ellos por encima de lo
que le damos. Digo, me siento como que tengo tanto y sé que muchos de ustedes también. Y
necesito ser más consciente, un administrador más consciente de ello todo el tiempo. Pero
Jesús no estaba diciendo que usted tiene que regalar su dinero para ser un cristiano, lo que Él
estaba diciendo fue, “Tu dinero es un estorbo entre Tú y yo.”
Hubo un esclavo en una ocasión quien fue un cristiano tremendo, Él dio un gran testimonio a
su amo, su amo vino a él un día y le dijo, usted sabe, “Lo que tengas lo quiero. Tienes tal paz
y gozo y contentamiento, no lo puedo creer. ¿Qué es? ¿Cómo puedo obtener esto?” Él le dijo,
“Vete a la casa, ponte tu traje blanco y ven aquí y trabaja en el lodo con el resto de los
esclavos y lo puedes tener.” Él dijo, “¿De qué estás hablando?” Él le dijo, “Nunca podría hacer
eso. Yo soy el amo, tú eres esclavo. Yo soy el amo de la casa, no puedo hacer eso, eso está
por debajo de mi dignidad.” Y él se fue. Regresó un par de meses después y le dijo, “Yo no
puedo resistir volverte a preguntar qué es lo que tienes y cómo puedo tener esto.” Y él dijo,
“Te dije, ve y ponte tu traje blanco y ven a trabajar al lodo con nosotros y lo puedes tener.” Y
él estaba furioso otra vez y se fue. Finalmente en desesperación regresó al esclavo y le dijo,
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“No me importa lo que tenga que hacer, tengo que hacerlo, haré lo que sea.” Y él dijo, “Ve,
ponte tu traje blanco y ven. ¿Harás eso?” Y él dice, “Sí.” Y él le dijo, “No tienes que hacerlo.”
¿Usted ve el punto? Él sabía que lo que estaba entre el hombre y Cristo era la soberbia, él
mismo. Y él puso el dedo en la llaga. Eso es todo lo que Jesús está diciendo, “Hasta que
suelte su dinero está separado de Dios porque no puede servir a ambos.”
Muy bien, vayamos al principio número dos. La ofrenda debe ser sacrificial. La ofrenda debe
ser sacrificial. No es la cantidad, es simplemente lo que le cuesta a usted darlo. Observe
Mateo 12:41, y sé que usted ya se está adelantando a lo que estoy diciendo, Mateo 12:41, “Y
Jesús se sentó frente al tesoro.” Ahora Él aquí está sentado en el lugar en donde todo mundo
paga los impuestos. Él está viendo, está en el patio de las mujeres, el tesoro del templo. Y Él
simplemente está viendo. Es un verbo imperfecto, lo cual significa que usted continúa sentado
ahí y Él continuó viendo. La gente vino, la gente vino, la gente vino. Y Él vio a la gente
echando dinero en el tesoro y muchos de los que eran ricos echaban mucho. Él vio a la gente
rica entrar y realmente aventarlo en estos contenedores pequeños en forma de trompeta que
estaban ahí en la pared, 13 de ellos, alrededor del tesoro del templo, y todos estaban ahí
echando sus impuestos y demás. Y Él estaba viendo y seguía viendo.
Y vino una vida pobre y echo dos blancas, o sea, un cuadrante. Amigos, dos blancas es una
octavo de un centavo, y un cuadrante es un cuarto de un centavo, dos octavos de un centavo.
Aquí vino una viuda pobre y ella tenía la moneda más pequeña que había, una blanca de
cobre, una lepta, alrededor de un octavo de un centavo y ella tenía dos de esas que eran
equivalentes a un cuarto de un centavo romano. Digo, no era suficiente para comprarle la
comida a un sacerdote. Dice usted, “¿De qué sirve eso? Eso no va a servir de nada. Alguien
más está por ahí y está aventando mucho y aquí están estos dos pequeños leptas de cobre
arrojados. ¿Qué está pasando aquí?” Él llamó a sus discípulos y pensó, “Aquí está mi
oportunidad para enseñar.” Él enseñó a partir de las ilustraciones vivas de la vida.
¿Sabe una cosa? Uno de los principios que he comprendido acerca de discípula la gente es
está, el discipulado se lleva a cabo mejor en la aplicación de los principios de la verdad a la
vida cotidiana. En otras palabras, sentarse con un grupo de gente en un cuarto y tratar de
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discipularlos realmente no llega al punto. Lo que usted tiene que hacer es aplicar sabiduría
bíblica al flujo de la vida, y esto es lo que Jesús hizo con sus discípulos, caminaron a lo largo
del mundo y Él les enseñó a partir de lo que Él vio que estaba pasando. Él resolvió sus
problemas con soluciones espirituales. Eso es discipular. Entonces Él llama a sus discípulos y
dice, “De ciertos digo que esta viuda pobre echó más que todos los que han echado en el
arca.” Dice usted, “Espera un minuto. Eso no es algo grande.” “Porque todos han echado de lo
que les sobra, pero esta de su pobreza echó todo lo que tenía, todo su sustento.” Dice usted,
“¿Cómo es que Él supo eso?” Él sabía todo. Ella solo tuvo un octavo de un centavo que le
quedaba y lo dio. Dice usted, “No es muy significativo, no va a ayudar mucho.” Lo que fue
significativo es que entregó todo amigos. Y usted no puede dar más dinero que todo.
Pero el punto que Jesús está presentando es este, que eso es sacrificio y esa es la esencia
de ofrendar. Y el sacrificio definitivo sería darlo todo. La menor cantidad de dinero fue la
ofrenda más grande.
¿Qué enseña acerca de la ofrenda? ¿Acaso esto enseña que debemos diezmar? No, enseña
que debemos ofrendar sacrificialmente y quizás eso significa todo lo que tenemos,
ciertamente significa más de lo que estamos ofrendando ahora. Y digo eso también para mí.
En Hebreos 13:16 dice, “Sino haced bien y compartid.” Eso es compartir su dinero, sus
posesiones, no se olviden. Escuche, “Porque con tales sacrificios se agrada a Dios.” Lo que
agrada a Dios al ofrendar es el sacrificio, sacrificio. Filipenses 4:18, Pablo acababa de recibir
mucho dinero de los filipenses y él estaba agradecido y él dijo, “Tengo todo y abundo. Estoy
lleno. Habiendo recibido de Epafrodito las cosas que me enviaron, un sacrificio acepto
agradable a Dios.” Ahora observe lo que sucederá. “Como respuesta a mi Dios suplirá – qué –
todo lo que os falta conforme a sus riquezas.” Ustedes dieron sacrificialmente, ustedes
invirtieron con Dios, Él proveer a todas sus necesidades según sus riquezas.
Principio número tres, la ofrenda no es cuestión de lo que usted tiene. Ahora, la gente siempre
dice, “Si tan solo tuviera más daría más.” No, no es así. Leí de un granjero a quien el
predicador vino a ver, el predicador fue a ver al granjero y él dice, “Hola granjero.” Él dice, “Si
usted tuviera $200, ¿daría $100 de ellos al Señor?” Él le dijo, “Lo haría.” Él le dijo, “Si usted
tuviera dos vacas, ¿daría una de ellas al Señor? ” Él le dijo, “Lo haría.” Él dijo, “Si usted
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tuviera dos vacas, ¿daría una de ellas al Señor? ” Él le dijo, “Lo haría.” Él dijo, “Si usted
tuviera dos cerdos, ¿daría uno de ellos al Señor?” Él dice, “No, eso no es justo, usted sabe
que yo tengo dos cerdos.”
Ahora vaya a Lucas 16:10 y permítame mostrarle este principio en la Palabra de Dios, no es
cuánto tiene usted. ¿Y sabe una cosa? Y todos hemos hecho eso, ¿verdad? Si tuviera más,
me encantaría que pudiera dar más. Me encantaría tener más. Es ofrenda proporcional. Usted
podría dar más en cantidad pero quizás no estaría dando más en proporción y lo que está
buscando Dios es la proporción. En Lucas 16:10 se nos presenta esto, “El que es fiel en lo
muy poco también en lo más es fiel. Y el que en lo muy poco es injusto también en lo más es
injusto.” Si usted no está ofrendando sacrificialmente con lo que usted tiene, usted no
ofrendaría sacrificialmente si usted tuviera más, ¿verdad? Eso es lo que le está diciendo.
Hombre, ese es un principio tremendo en Lucas 16:10. Usted ve esto ilustrado de una manera
tan hermosa en 2 Corintios 8, los macedonios dieron una ofrenda a los cristianos en
Jerusalén. Y dicen el versículo 2 de 2 Corintios 8, “Los macedonios, como en una gran prueba
de aflicción, la abundancia de su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su
liberalidad.” Él dice, “Pobreza profunda abundó en liberalidad.” En otras palabras, no tuvieron
mucho pero hombre, dieron de manera liberal. Y claro, en el versículo 5 él dice, eso es porque
en primer lugar entregaron – qué – se entregaron a sí mismos. Primero se entregaron a sí
mismos.
La ofrenda no es cuestión de lo que usted tiene, es cuestión del corazón, es cuestión del
sacrificio que usted desea darle a Dios. Y en el versículo 7, “Por tanto como vosotros
abundáis en todo, fe, palabra, conocimiento, diligencia, amor, abundad en esto también.”
Cuando usted le da Dios usted debe abundar en ese mismo sentido en el que usted abunda
en esas virtudes espirituales.”
Principio cuatro, la ofrenda afecta las riquezas espirituales. Quédese ahí en Lucas 16, esta es
una de las afirmaciones más sobrias con respecto a la ofrenda en las Escrituras. Lucas 16:11,
“Pues en las riquezas injustas no fuisteis fieles.” Y el dinero no es justo, ¿verdad? El dinero
simplemente es neutral. “¿Quién nos confiará lo verdadero?” Hombre, eso es potente. Si
usted no puede manejar el dinero, lo cual son riquezas terrenales, ¿usted cree que Dios le va
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a dar a usted riquezas espirituales para que las maneje?
Ahora escuche lo que estoy diciendo, si usted no usa el dinero sabiamente a usted nunca se
le dará responsabilidad espiritual. Eso es lo que Él está diciendo. Versículo 12, “Y si en lo
ajeno no fuisteis fieles, ¿quién os dará lo que es vuestro?” Ahora, aquí está la idea, aquí, un
padre tiene un hijo a quien le quiere dar el patrimonio. El hijo es el primogénito, él es el
heredero del patrimonio. El padre quiere descubrir si el hijo va a administrar el patrimonio de
manera apropiada y entonces él le da equis número de dólares que no son de él observa
cómo el hijo usa el dinero. No por causa del dinero sino como una medida de la virtud del
joven. Si el joven no usa el dinero apropiadamente, él es desheredado y él busca a alguien
más para que esté a cargo de su patrimonio.
Eso es esencialmente lo que está sucediendo. Y la aplicación para nosotros es simplemente
esto, Dios le encomienda en sus manos algo de valor, el dinero que usted tiene no es de
usted, es de Él, Él se lo dio a usted. Si usted no usa ese dinero sabiamente entonces Dios ve
por evidencia que usted no usa las riquezas apropiadamente, las riquezas del mundo, Él
nunca le dará a usted las riquezas verdaderas. Eso es responsabilidad espiritual quizás
retenida de aquellos que no pueden manejar las finanzas.
Yo conozco hombres personalmente cercanos a mí que he conocido por muchos años, y hay
muchos otros además de ellos que han salido del ministerio en su totalidad, Dios les ha
quitado de manera total su responsabilidad espiritual porque llegaron a un punto en donde no
podían usar el dinero. Escuche, el ofrendar es un asunto que afecta la riquezas espirituales. Si
usted quiere que Dios le dé a usted responsabilidad y cosas espirituales, la responsabilidad
verdadera, entonces usted tiene que probar que usted puede manejar los bienes del mundo.
Número cinco, ahora, esto es tan importante. Las cantidades que ofrendamos son
determinadas de manera personal. Y para esto observe Lucas 19. Y esta es una historia que
recuerdo de manera tan vivida cuando fui un pequeño. ¿Se acuerda usted de la historia del
hombre que estaba el árbol llamado Zaqueo? Todo mundo se acuerde eso. Una de las
historias simpáticas en la Biblia, chistosas. Jesús entró y pasó por Jericó, “Y he aquí, había un
hombre llamado Zaqueo quien era de los principales entre los recaudadores de impuestos.”
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Lo cual, claro, lo hacía como el beso de la muerte, todo mundo lo evitaba. Y él era rico. Y
claro, él era rico porque él podía demandar cualquier cantidad de impuestos que él quisiera.
“Y buscó ver a Jesús.” Quería ver quién era, Él quería conocer acerca de esta persona de la
que había oído. Había una gran multitud y Él era bajo de estatura, entonces se adelantó y se
subió a un árbol sicomoro para verlo cuando Él pasara por ahí. Y él estaba ahí colgado de ese
árbol sicomoro. Y cuando Jesús vino al lugar Él miró hacia arriba y lo vio y le dijo, “Zaqueo.”
Bueno, si él no se cayó del árbol fue únicamente porque estaba bien sentado. Digo, cómo es
que Jesús conoció su nombre. “Zaqueo – dijo Él – apresúrate y desciende porque hoy debo
estar en tu casa.” Y él se apresuró. Y quizás él se cayó del árbol, no sé. Él descendió y lo
recibió con gozo. Él no lo podía creer, no lo podía creer. Se fueron a casa y tuvieron un tiempo
maravilloso y toda la gente dijo, “Oh, ese Jesús va a ir y va a comer con pecadores.” Y
Zaqueo se paró derecho y se puso de pie y le dijo al Señor, “He aquí Señor, la mitad de mis
bienes le doy a los pobres.” ¿No es eso maravilloso? ¿Él dio 10%? No. ¿Cuánto? 50%. La
mitad de todo lo que el hombre tenía.
Ahora, Jesús pudo haber dicho, “No, no, lo único que pedimos es la decima parte en el
sistema que tenemos amigo mío. Puedes quedarte con lo demás.” No. El Señor nunca
restringió la ofrenda a la decima parte, cuan ridículo robarle a Zaqueo de las bendiciones.
Dice usted, “Pero él va a estar en muchos problemas si él regala la mitad de todo lo que
tiene.” “Y si le he quitado algo a alguien mediante acusaciones falsas se lo devuelvo al 400%.”
Maravilloso. Como puede ver, el punto aquí es que la ofrenda se realiza espontáneamente
motivada por amor y gratitud, no motivada por la ley. ¿Lo ve? Eso es todo.
El ejemplo es Jesucristo quien se entregó a Sí mismo, 2 Corintios 8:9, Él es nuestro ejemplo,
Él se entregó a Sí mismo, “Él, quien era rico, por nosotros se hizo pobre para que mediante su
pobreza fuésemos enriquecidos.” Y ahí está el patrón. Ustedes ricos se vuelven pobres para
que otros puedan ser enriquecidos. Los macedonios ya eran pobres y quedaron sin nada para
hacer que alguien más fuera enriquecido. Como puede ver, debe ser determinado
individualmente, es entre usted y Dios motivado por un corazón agradecido. Eso es lo único
que Dios dice. De hecho la Biblia simplemente dice que Dios espera un corazón dispuesto, 2
Corintios 8 habla de un corazón dispuesto.
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Muy bien, permiten avanzar. Número seis, el ofrendar también debe ser en respuesta a la
necesidad. Y únicamente voy a mencionar esto. Es verdad que el ofrendar debe ser
espontáneo y voluntario, simplemente emanando de un corazón amoroso, agradecido. Pero el
ofrendar también en el Nuevo Testamento debe ser en respuesta a la necesidad. Por ejemplo
en Hechos 2:43-47, había cristianos, se acuerda usted, en el tiempo de Pentecostés, que
tenían necesidad y dice ahí que estaban vendiendo y repartiendo cosas y tenía las cosas en
común. En otras palabras, estaban compartiendo sus bienes con aquellos que tenían
necesidad. Y se acuerda usted que en el capítulo 4 cómo están vendiendo tierras y tomando
el dinero y entregándosele a los apóstoles para que los apóstoles se lo dieron a los
necesitados. Habla de cómo Bernabé hizo eso, y después cómo Ananías y Safira
públicamente dijeron que estaban dándole a los pobres y retuvieron algo y murieron. Dios los
ejecutó porque tiene el Espíritu Santo.
Pero en Hechos 2 y Hechos 4 y Hechos 5 vemos ilustraciones de cómo dieron para satisfacer
necesidades. El Apóstol Pablo recolectó una ofrenda, ¿no es cierto? Por toda el área de las
iglesias y el mundo gentil para llevarlo a los santos necesitados pobres en Jerusalén. En
Hechos 11 nos dice que hubo una hambre y que los santos recolectaron un dinero para
llevarlo a la gente que estaba en el hambre, Hechos 11:27 30. Y no se demanda porcentaje
alguno, simplemente fue lo que fue la necesidad.
Si un hombre viene con una necesidad usted satisface su necesidad. Si lo da al Señor usted
lo da motivado por el manantial de gozo y gratitud y amor en su corazón. Entonces la ofrenda
debía ser en respuesta a la necesidad. Sí, podríamos decir, “Bueno, tenemos muchas
necesidades y pueden dar.” O podemos decir, “Miren, tenemos un misionero que necesita
dinero. Necesitamos un edificio nuevo. Queremos expandir aquí. Queremos añadir más gente
al personal de nuestra iglesia. Queremos tener más ministerios con ustedes y necesitamos
apoyarlos, etc. etc.” Y usted puede responder esas necesidades por igual como también al
amor y la gratitud en su propio corazón.
Muy bien, el ofrendar es para demostrar amor y no ley. El ofrendar es para demostrar amor y
no ley. 2 Corintios 8, voy a saltarme aquí conforme avanzamos, pero observe 2 Corintios 8:8-
9, “Amor, no ley, no está usted bajo un sistema de ley. Hablo no por mandamientos.” Ahora,
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¿escuchó eso? Este no es un sistema legal. Esta no es una prescripción de un porcentaje. No
hablo por mandamiento sino por ocasión de la disposición de otros y para proveer la
sinceridad es de – su qué – amor, les estoy dando toda esta información acerca del ofrenda,
lo cual domina este capítulo, no a manera de mandatos sino simplemente como una prueba
de su amor. Eso es bueno, ¿no es cierto? El ofrendar es una prueba de su amor. “Porque
vosotros conocéis la gracia de nuestro Señor Jesucristo que aunque fue rico por vosotros se
hizo pobre para que mediante su pobreza fueron enriquecidos.” Ustedes conocen el patrón,
ustedes conocen el ejemplo de que el amor lo da todo. No les estoy dando un mandamiento,
no estoy degenerando todo esto en legalismo. Les estoy diciendo prueben su amor,
demuestren su amor.
Observe el versículo 12, “Porque si primero hay una mente dispuesta.” Pablo dice, él está
hablando de la ofrenda, “Todo lo que Dios quiere es una mente dispuesta. Alguien que quiere
dar.” Versículo 7 del capítulo 9, “Todo hombre según propuso en su propio corazón así dé.” Es
para demostrar amor. No por tristeza, no por necesidad, no legalismo sino amor. Y cuando
usted coloca una prescripción en la ofrenda usted le da a la gente una ley a la que se tiene
que sujetar en lugar de que operen en base al amor, usted les ha robado ellos. Número 8, la
ofrenda debe ser planeada, la ofrenda debe ser planeada. 1 Corintios 16:1, ahora, aquí estaba
el plan de Dios, Él se lo dio las iglesias y en Galacia, todas ellas, Él se lo dio a la iglesia
corintio aquí, “Este es mi plan.” Dice Él en el versículo 1 para recoger la ofrenda. Versículo 2,
“En el primer día de la semana – eso es el día de hoy, el día del Señor – cada uno de vosotros
apártelo. Todo cristiano.” Dice usted, “Bueno, no tengo dinero, yo doy mi talento. Bueno, no
doy mi dinero, doy mi tiempo, doy mi mente, mis pensamientos, mis ideas.” No, no, no. Eso le
enseña a usted administración de su dinero. No. Cada uno de ustedes aparte lo y guárdelo.
Ese lugar donde lo guarda puede ser su lugar en el presupuesto de la iglesia, puede ser que
usted tiene una cuenta especial en el banco en donde usted lo deposita para que usted tenga
una reserva a partir de la cual satisface necesidades pero semanalmente preparándolo en su
corazón usted lo aparta conforme Dios lo ha prosperado a usted. Eso significa
proporcionalmente en base a un porcentaje para que no se recoja nada cuando venga. Lo que
él está diciendo es esto, “Necesitan un presupuesto en la iglesia. Necesitan tener dinero
disponible para satisfacer necesidades conforme surgen. No siempre pidiendo dinero de
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manera especial para ofrendas especiales, para cosas especiales.” Cada día y cada semana
del calendario y conforme lo hacen dan y dan y dan, ofrendan y refrendan y ofrendan para que
ustedes acumulen un recurso. Y no solo eso, usted se enseña a sí mismo el significado de la
administración de manera continua. Usted no solo está respondiendo a necesidades
emocionales.
La ofrenda entonces debe ser hecha de manera sistemática. Debe ser hecha de manera
proporcional. Debe ser hecha de manera fiel conforme usted determine en su corazón. La
palabra determina de ipero y pra significa escoger de antemano. Usted lo aparte de
antemano. Planeé, ore, prepare y ofrende, no sin pensarlo. Y en una respuesta a la apelación
emocional.
Número nueve, y tan solo brevemente, la ofrenda debe ser generosa. Este es un principio del
Nuevo Testamento en 2 Corintios capítulo 8 versículo 12 él dice, “Su profunda pobreza
abundó en riquezas de su liberalidad.” Eran pobres pero dieron generosamente. Capítulo 9
versículo 5 y 6, notará la palabra generosamente, y de nuevo la palabra generosamente, y de
nuevo en el versículo 6 generosamente, generosamente. Ahora, esa palabra significa
liberalmente, generosidad es la idea. La ofrenda debe ser generosa, sacrificial.
En Filipenses capítulo 4 el Apóstol Pablo estaba tan agradecido por la generosidad de la
iglesia filipense. Él dice, “Me he regocijado grandemente porque ahora al fin vuestro cuidado
de mí ha vuelto a florecer y que se acordaron de mí. No porque necesitara cosas – dice él – el
Señor satisface mis necesidades. Pero estoy tan agradecido por lo que me han dado.” Él dice,
“A cambio de lo que me han dado.” Y esto nos lleva al último punto, “Mi Dios suplirá – qué –
todo lo que os falta conforme a sus riquezas.” Ese es el 10, la ofrenda generosa resulta en
bendición.
Pablo le dijo a los filipense, “Debido a que me han dado tan generosamente Dios va a suplir
todo lo que les falta.” Todas, sí, todas. Viendo 2 Corintios 9, observen el versículo 6, “Usted
siembra generosamente y usted cosecha generosamente.” Y el versículo 8 dice, “Y Dios
puede hacer que toda gracia abunde hacia vosotros para que ustedes siempre teniendo todo
lo suficiente y todas las cosas pueden abundar en toda buena obra.” El versículo 10 dice, “Van
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a tener pan para vuestro alimento, vuestra semilla se multiplicará. El fruto de su justicia se
incrementará. Versículo 11, “Serán enriquecidos en todo para toda liberalidad.” ¿Lo ve?
Usted siembra generosamente, usted va a cosechar generosamente. Ahí están los principios.
No es sorprendente que nuestro Señor Jesús dijo como se registra en Hechos 20:35, “Más
bienaventurado es dar que recibir.” Amados, estos son los principios para ofrendar en las
Escrituras. Y la bendición que lo siguen pueden ser experimentados en la vida de todo
administrador fiel. Oremos.
Padre nuestro, sabemos que estas verdades son para nosotros de Ti para nuestra bendición.
Gracias por ellas. Y aún conforme nos despedimos en esta mañana clava en nuestros
corazones el compromiso con estas verdades, hazlas parte de nosotros, enséñanos a soltar
las inversiones mundanas y a hacer tesoro contigo, enséñanos a encontrar el equilibrio entre
prepararnos para el futuro y ahorrar, hacer esas cosas de las que habla la Biblia, e invertir
contigo, que seamos sacrificiales hacia Ti, que dejemos que el espíritu de Dios nos controle
de manera total en nuestras vidas porque te servimos a Ti y no al dinero. Satisface nuestras
necesidades Padre aquí, así como Tú prometiste que lo harías y completo Tu obra a través de
las ofrendas de Tus santos. Oramos en el nombre de Cristo. Amén.
Disponible sobre el Internet en: www.gracia.org
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