Esteban Fernández
DE CALLES
“Los oradores que me han precedido en el uso de la palabra
Han dicho todo Prácticamente todo lo que se puede decir al respecto
Qué se hace en un caso como éste" Nicanor Parra.
En el escritor y poeta Esteban Fernández, podemos apreciar una curiosidad por un tema que alberga a muchos de los seres humanos y que muy pocos abordan de forma profunda y con un “lenguaje” (palabra a la que no me referiré, porque no me da la gana decírselos, utilizaba de forma excesiva nuestro poeta prologado) apropiado. Estamos hablando del tema de la rabia, cuyo sentimiento se encuentra en cada ser humano y a los que algunos seres humanos como el señor Esteban nos acercan de una forma tan compleja como atrayente. En el poema “Quizás”, podemos encontrar como el señor Fernández se hace cargo de la profesión de poeta al crear una invención o una provocación literaria, haciéndonos pensar que la voz del poema “quizás” sabrá cómo actuar frente al dolor que le aqueja, pero finalmente nos hace descartar toda posibilidad, dejando en claro que la sensibilidad está en cada palabra sacudida por una misteriosa incertidumbre, que es el hecho de seguir con el dolor (No sé que weá tenga que hacer). Por otro lado, el libro nos va sumergiendo en momentos que nos trasladan a espacios que nos llevan, de buena tinta, a la tristeza de los segundos de seguir en momentos donde quizás no es tan grato seguir. Esto lo podemos ver claramente en su poema Días, que nos traslada a los tiempos sangrantes del autor. Esto, a su vez, nos conduce a la voz de una lírica fragmentada por los lugares que no dejan ninguna respuesta acertada a lo que se está viviendo. La voz deambula como un paseante que lo conforma y lo construye en este eterno desmayo
(Soledad en un puente con un grito acallado). El tiempo sangra y uno con él.
El cuerpo se hace presente en el libro y de forma tan visceral que es imposible no sensibilizarse. El vómito es parte del desecho sentimental de la desdicha, pero también es una fuente de garantía de la infortuna del tiempo en el que se está hundido. La voz no tiene límites en generar vértigo, pues su intención es dejarnos perplejos frente a esa dolencia que aqueja con tanta fuerza. Se le puede acusar apresuradamente de desquite y de un escape poético rápido y sin mayor trabajo, no obstante, no se puede dejar de reconocer que este poema es un canto al cuerpo. El cuerpo constituye gran parte de lo que somos en esta materia y vida. Claramente, este poeta lo entiende y nos hace registrar en su poema que esto siempre será una temática atractiva para una vida de tanta abstracción y racionalismo. Pero para terminar este prólogo, que para muchos puede ser el peor el prólogo que han leído y que probablemente tengan toda la razón, puesto que ni yo confío en lo que escribo, me gustaría tratar el tema de la risa, un tema que algunos poetas como Parra tratan de forma inteligente y en otros, que no mencionaré, provocan más risa sus ganas de abstracción y lenguaje rimbombante que sus ganas de hacer un trabajo irónico. Pero volviendo al libro del señor Fernández, en la parte final del libro llamado “Poemas políticos”, que de forma muy irónica y graciosa sólo se conforma de un solo poema llamado Poema políticamente reflexivo, termina con una frase que de forma imperativa nos dice que todos ellos (políticos y moralistas) se pueden ir a la “rechucha”, palabra que es imposible de cuestionar para terminar un libro que está cargado de rabia y con un toque perfecto de ironía, el que se hace imposible de no leer completamente cuando comienzas abrir y descubrir los “lenguajes” escritos por el poeta Esteban Fernández.
Tomás Gálvez
Poeta y músico
Desde aquí yo veo… “Un gran amor, la perla de su barrio le roba el corazón
alegremente para jugar con él a la pelota” Enrique Lihn.
El siguiente libro, es el resultado de la pasión literaria explotada el reciente 2012 por el poeta Esteban Fernández, quien presenta una antología de sus más fervientes creaciones, donde echa a volar el griterío de sus más hondas heridas, bañadas –todas ellas- por el despierto recuerdo de un amor que ha venido a hacerle saber qué es la miseria, la rabia, la venganza, la sed de libertad, la resiliencia y la gracia. Este libro, viene explorando –como sin saberlo- las etapas del nacimiento, locura y muerte de una herida, que el autor deja relucir valiente y, al fin, orgulloso de haber vivido. Su mujer, ella entera dibujada a su antojo: bellísima y malvada, amada y soberbia, es quien enciende, en el poeta, los versos más delirantes y ágiles, capaces de adorarla desde la miseria, o de detestarla desde la rabia y lo grotesco. La resiliencia viene luego de la calle, no podría ser de otro modo, E. Fernández, deja a este espacio, lucirse ante los ojos del lector, como uno donde sólo se puede sentir libertad, un grandísimo lugar sin fronteras, sin miedos, sin reglas, comprensivo de dolores y cómplice de cada letra. El poeta de independencia, comienza a dar cierre a su obra –sorpresivamente- con ocurrentes líneas donde
parece ignorar sus antiguos dolores, y se deja llevar por la gracia de un humor que ironiza con la figura de su mujer antes tan amada, de esta manera da muerte a su herida, conociendo la incapacidad de olvidarla.
Paulina del Pilar Ross Retamales.
AMORES PERROS
Dedicado a ella Su nombre no lo recuerdo
Quedó en un vómito en una acera
Ya quemada
I Las calles saben distinta Cuando los pasos son contigo. II
Hoy mi espacio Ya es tu espacio Sembremos sobre él Nuestras palabras diversas Y comunes.
III
Envolverme entre los espacios de tus Latidos, de tus labios y de tu cuerpo, de tu Risa, de tus sueños, pensamientos, temores Y dudas, envolverme contigo.
Adiós
Adiós desde la razón
Adiós desde las palabras atragantadas
Adiós con lágrimas arrancadas
Adiós con un grito silencioso
Adiós con un silencio de pasos
Adiós con un pecho camoteado
Y un abrazo interrumpido.
Quizás
Quizás tendré que caminar
Por otras calles
Por diversos lugares
Quemar las letras comunes
Empuñar la mano
Mezclar témperas
Saciar lágrimas
Someter a mi cuerpo
A un grito de ¡BASTA!
O
Quizás
Volver a los lugares
A cada rincón
Y ver tu cuerpo
Dibujado con tus labios
Hablados.
No sé
que weá tenga que hacer.
Lo más triste
Lo más triste de un adiós
Es la carencia de ritmo
Un saludo aweonao
Los lugares y sus significados
De volar entre nubes
A comer la mierda
La mano solitaria
Adjetivos muertos
Verbos silenciosos
Palabras futuras que quedaron
En puntos asesinados.
Días
Borrachera y caminar
Lágrimas golpeadamente
Arrancadas
Mi mano y una muralla
En un tiempo ya cagado
La angustia con un cuerpo
Temblando
Unos labios negados
Por su sabor extraño
Soledad en un puente
Con un grito acallado
El mundo a mis patas
Y yo con unos latidos
Totalmente sangrados.
Tengo
Tengo ganas de lanzar sillas contra la pared, de patear cada espacio que se meta entre mis pies, de escribir hasta que se acalambren mis dedos, de caminar por las calles de caminar tanto hasta que me pierda entre ellas. Tengo ganas de escupir, que cada saliva conjugada sea el expulso de esos momentos grises. Tengo tantas ganas de gritar en un puente donde no pase nadie, quiero que mis puños conozcan el aire. Tengo tantas ganas de correr hasta que la respiración se agite y mi cuerpo conozca un cansancio. Iría a distintos lugares a patear. Tengo ganas de emborracharme hasta que Santiago se haga difuso, hasta que mi cabeza sólo sienta lo bebido. Chucha, tengo ganas de gritar tan fuerte , pero tan fuerte que en ese grito se esfume toda la mierda de una buena vez.
Weá compleja
Ya empiezo a tallar
tu olvido
A lanzarte de mis venas
A expulsarte de mi cuerpo
Te voy desterrando
De mis pasos y colores
Chao sin voltear
Tus labios a la hoguera
Te lanzo lejos
No quiero sentirte
A un costado
Tu nombre que se confunda
Entre otros nombres
Voy danzando encima de lo vivido
Que muera ahí el baile de tus letras.
Tu funeral ya está preparado
Chao
Te mataré,
te mataré de distintas formas desde un todo y desde una fragmentación te acercaré y lanzaré lejos tan lejos en que tu voz no se escuche te empujaré a un precipicio en que en ese fondo el eco de tu risa no me alcance Sí, te mataré llorando pero te eliminaré te tomaré entre mis brazos y cavaré, cavaré un gran hoyo en esa tierra y para eso tomaré una picota y mi objeto es soltar cada espacio de ese polvo tomar una gran pala y cavar, cavar todo un día, quizás dos, quizás tres no lo sé y ahí enterrarte. Esto la haré tan borracho olvidando el lugar En que te he dejado y que esos lenguajes y ese sentir se quede ahí bajo tierra con tu presencia
Y te mato, te hago desaparecer desde todas las raíces y desde todas las tramas con las lágrimas que ello conlleva pero te asesino mil veces, para asegurarme
de tu muerte Y por las calles te vuelvo matar, a fragmentar en espacios para que no vuelvas a florecer y tiro los sueños que se emanaron contigo, lo hago con un grito que hace pico mi garganta y te mato de nuevo, por si no has muerto, aunque tu muerte me duela más que la conchesumadre Sí, te mato, debo hacerlo Pero entre mis brazos forjo esa muerte hasta el polvo para cuando mañana nazcas Lo hagas muerta.
Caretas
Te encontré en esa calle y todo cayó tú y la falsedad de tu lengua en lágrimas gastadas por la fotocopia de tu rostro Tiempo perdido Ante la imagen que Te fabricaste Ante un mosaico de palabras Y tus labios que hoy dan Asco. Un llanto que quemó Mi cuerpo Por una mirada que creí Sincera. Pero, los segundos Corren y la tierra Gira. Ahora miro al cielo Y recuerdo un viejo Algo gordo y pelao Que una vez dijo TODOS TENEMOS UNA PERRA MALDITA.
Vómito
Mi cuerpo enterré
Entre aceras
Me emborraché
Sin saber un porque
Mi cuerpo tembló
Hasta que el frío
No calara huesos
En simples palabras
Me hice cagar
Qué todo subiera
A mi cráneo
A eso adolorido
Y pensativo
Sí, que subiera
A matar con un fúsil
Cualquier atisbo de reflexión
Que en la noche y en
La danza del curado
Se borrara tu puto
Significado
Desperté en diversas
Ciudades
Di volteretas perdiéndome
En Santiago
Olvidé mi hogar.
Entonces, la tierra y la acera
Vienen a recibir el frío
Lo que quema a las arterias
Desde las tripas y de un corazón
Escupido emana el vómito
El polvo se levanta y siguen
Las arcadas expresando
Todo el dolor de antaño
Y algo se va aliviando
Y entre ese escupitajo
De borracho tú te vas quedando.
Resquicio
En un pueblo lejano Te vine a buscar Y te tomé entre mis brazos Te miré, te miré……………………………..…..é y así te levanto lo más alto, mientras recuerdo como se descascaró tu máscara ¡Qué tu cuerpo se azote en la Acera! Palabras adornadas con caca y tu saliva atragantada en tu garganta . Caretas, caretas, caretas Sólo el adorno de tu mirada Cristalizada. Doy vueltas contigo Para que el vaivén de Tu presencia se impregne En mí y con ese olor me Den arcadas, arcadas Y vomite la contaminación Del aroma tallado en arterias. Y te abrazo, te abrazo Mientras mi escupo
Recorre tu rostro y mi grito destroza tus huesos.
Llego a este pueblo Lejano y te enfoco Con mi francotirador Tres tiros: Al cuerpo Al corazón Al cerebro. Ni una lágrima.
No recuerdo
No recuerdo tu nombre Mientras te diviso de cerca parece que terminaba en una vocal
DE CALLES
La rueda gira,
como gira el mundo
Como voy girando
yo en estos segundos
Calle Una calle significa un sueño pasajero un silencio de un invierno la risa de una tarde florecida los labios conjugados contra reloj en varias ocasiones y distintos tiempos la corrida de una utopía el encuentro inesperado palabras cruzadas e historias talladas Unos segundos con olor a caca y unos conchesumadres atareados en la garganta Un carnaval cuando todo se descentra y unas carcajadas abren la tierra con semillas sembradas
Lágrimas
No es que no tenga lágrimas, solo las lanzo al aire, para que no me nuble la mirada
Para que no entorpezca mis caminatas, para que no nuble mis lenguajes para que no me impida ir a saltar, para que finalmente no me impida putear Que no me deje tirado en una vereda Que no me deje lanzado a lo estático Y no es que no tenga lágrimas, sino que las evaporo, para que no beba lo Salado de aquello que sabe amargo. Para que no me niegue mis pensamientos, para que no silencie las tonadas Para que los aires salten a cantar y para que yo no niegue el carnaval. Y las lanzo al aire, para que no nuble la mirada del mundo Qué estás más cagao que yo acá sentado Y las lanzo para salir a caminar nuevamente Aunque haya manchado un poco el asfalto
Canto
Caminando por las calles múltiples
la gente me va mirando!!
Me dicen con sus rostros: imbécil, ridículo, estúpido
Con sus rostros que van callados, pero mirando y quizás andando
Me siguen diciendo lo mismo!!
Y de alguna forma, en una de esas, tienen razón porque voy cantando!!
Y canto como las weás, de eso no hay duda
Los ritmos se confunden con el aire.
Callejón
Encontrémonos en este callejón
No digamos nuestros nombres
Estos ya están repletos de significados
No miremos mucho rato nuestro
Rostros, porque no quiero
Balbuceos de cicatrices.
Tú y yo seamos dos grandes
Palas y escarbémonos
Removamos las tripas
Que nuestros cuerpos sean
El grito, los gritos.
Que nuestras lenguas
Sean la limpieza de resinas
tú y yo fundiéndonos
En las respiraciones
Y después que salgamos del
Callejón nadie sabrá su nombre.
Tenía hambre
Entré al lugar y me senté Zapatos fuera y todos concentrados Un rezo que no seguí Una meditación tardía en la que me perdí Un indú en elevación Al final sirvieron arroz
Nací, nací, nací
Nací en un cementerio
Con una cruz no cristiana
Unos camotes marcados en el rostro
Y unos escupos de caretas.
Los gusanos trataron de arrancarme
La piel, pero lo ojos se volcaron
Al mundo, al hoy
Y con el ritmo de los combos
me sacudí
Me entrometí en un bosque
Y los árboles tomaron sus
Propios colores
Con pasto armé mi pincel
Y con el mis pinturas
Delineando la voz que
Cambió en el silencio
De una noche.
En las calles prendí
Una fogata y la alimenté
De troncos añejos, bien añejos
El fuego calaba la ciudad
Qué lindo se veía ese fuego
Aniquilando madera vieja.
Y ahora las calles toman sus formas
se deshacen, se arman y cambian
Doy pasos de canciones. Empiezo por el coro
Termino en la estrofa.
Te mandé lejos
Te mandé lejos a darte vueltas por las calles
Te lancé al aire, te dejé tirada en cartas
Adiós, porque hoy me quedo con
Atisbos tuyos
Con los que necesito
Pero, tú ya no me mueves
Sólo te digo adiós, razón culiá
Recuérdame
Recuérdame, sí hazlo
Pero cómo el que te arrancó
Una lágrima
Una sola
y que te miró con
Desprecio, con odio.
Sí, así quiero permanecer
De esa forma.
No, quiero ser recordado
Cómo el que se atragantó con lágrimas
Y que titubeó en tu cuerpo en forma de
Labio.
No quiero estar cómo el que ayer
Se derrumbó y creyó
No, quiero estar cómo el que te dijo
Ándate a la chucha, pendeja culiá.
Y la economía crece Sus arrugas marcaron La vida de ayer, la Caja era el peso De su presente Y su bastón la recompensa De romperse los huesos Sí, el bastón sostiene El cuerpo azotado Y su mirada añejada Se ha fundido en el tiempo La micro avanza Su presente dice lo han cagado
No a la discriminación No, no discrimines Me enseñaron Me lo repitieron tanto Pero tanto Que se me metió en los Sesos No, eso es malo No se debe discriminar Me lo dijeron muchos, muchas Y así me he metido con puros Cachos.
00:00 No, no pregunten por ella Quedó tirada en una acera O quizás esté guardada En un lugar olvidado Ya no estará en un tiempo O quizás no vuelva Y si vuelve estará en un negro más añejado Más gastada y con más polvo No quiero otra pregunta ¿Qué le pasó a tu boina?
Diálogo En un calle sin salida Nos encontramos Era de noche, algo de lluvia Y la luna rozando la acera. Misch, Dios Él me miró Iba a balbucear Yo solo le dije Permiso, tengo que seguir Viviendo
En ese lugar Nací en independencia Y no en la independencia Mientras un kiltro jugaba Con sus pulgas y Un carro de sopaipillas Saciarían las tardes corridas Ahí en la cuneta empecé a Jugar la vida Y entre grito de pendejo Mis gritos se fueron Transmutando. Desde ahí mis pasos No se cansaron En esas aceras forjé Mi voz y los bailes Con un ritmo no coordinado Entre esos Rincones se me otorgó Una nacionalidad sin emblema Las piedras fueron el colchón Mis dedos fueron el tacto a la ciudad Entre ese rincón de polvo Y calles avejentadas Empecé a girar con el mundo
Quebrado Este hombro ya cagó Se fracturó Se aniquiló Pulverizó De tanto que dijeron Pónele el hombro, weón
Así estábamos En ese espacio sin muros corría un viento con olor antaño En un extremo estabas tú, en esa arena de vivencias En el otro extremo estaba yo sentado en esa roca . Nuestras miradas se cruzaron y la tierra empezó a girar. Tonadas de otras vidas empezaron a llegar junto a la rueda del camino
Habitación No, no quiero entrar Allá un colchón me atrapó Me sumergió en un water Tiró la cadena y drenó Mi voz No, no quiero entrar allá En ese lugar un piso En forma de hoja Me escribió, me reescribió Muchas veces dejándome Sin consonantes No, no quiero entrar Allá en ese lugar No, ya dije que no Que no, que no Mis ojos quedaron clavados En una muralla Unos ladrillos Taparán la entrada Los pegaré con ropajes Viejos y gastados Salté al mundo
Protesta Esta será la más violenta Me romperé las zapatillas Pateando piedras Que estas rueden por calles y calles No habrá consignas, ni banderas Solo mi voz desafiando al aire Mis vocales atragantándose con Consonantes Será violenta No habrá intermedios Ni descansos Seré yo golpeando calles Azotando mi rostro contra el mundo Todo sigue girando Los autos pasan, la gente sigue Esta será la más violenta.
Pensamiento en una micro Mientras nos miramos Sabemos el olor de las calles Vista desviada Y marcas en piel desconocida Tus senos clausurados por este tiempo Casual en mis ojos ¿Y si nos bajamos para no decirnos nada? Que nuestros ojos se rocen Y las lenguas hablen idiomas Vamos toca el timbre tú Porque, yo me bajo a conocer tu Calle.
Algo cambió Te cedí una mano y me la trituraste Te entregué un brazo y lo arrancaste mi cuerpo lo vomitaste Escuchaste mi voz y la desafinaste Te mostré mi calle y la escupiste Ya no soy igual
Por la ventana Una silla por la ventana Un libro en cenizas Una camisa desgarrándose Y un pizarrón bañado en escupos Unas piernas bailando Unos cabellos bañados de aire Una risa golpeando murallas Mesas por la ventana Él y ellos saltando en hojas Sueltas con un inicio y un cierre Jugando a la pelota con el cráneo De un mandamás Un uniforme se pudrió Un colegio por la ventana
En esa calle En esa calle En esa de barro Te tomé Te levanté Te giré y giré Te observé Te soñé Te escupí Te vomité Te olvidé
El peor consejo Totalmente hecho pico Y puras voces que decían Te lo dije
Las peores Corrí por Mapocho Pasé por la Alameda Nadé en una poza Escalé unos árboles corrí, corrí, corrí Ella miraba de costado Y se atragantó en una palabra
Irse y sinónimos más No hay que decir me voy. NO Debe ser completo. No Es más hay que largarse de verdad. Sí Tomar unas cuantas cosas y partir. SÍ La vista prohibida mirar pa ´ atrás Ni las manos querer volverse a posar Los cuerpos quedan allá En unos vaivenes pasados Porque cuando se dice me voy Hay que irse ¡Qué tanta weá! Irse, virarse, largarse, caminar, circular Sí Pero que la cosa sea de verdad Sí Después de respirar en los lugares Hay que mirar sin mirar
Sí te quedan ganas No me digas Que te hable de ese año No me pidas que te cuente De una mirada perdida Escucha esa voz añejadamente Gastada Reconoce en esa palabra Lo que he escrito por las calles En la mirada desviada Ve cuantas veces me he perdido Lee la sonrisa de mi mundo No me pidas que te descifre un Vómito ya arqueado No me digas que quieres Conocer unos pasos de ayer No me webees Solamente sé tu quien descubra, si ganas te quedan Porque yo estoy sentado en Mi cuneta.
Esos días de nada Me quiero fundir con la ciudad Nadar en un vaso de cerveza Y rodar por la plaza de la esquina Lanzarse en el aire y mirar Un árbol cualquiera como un Weón idiota de esos días Escuchar esa canción Hasta que los tímpanos Salgan por los labios Recostarse en una acera Pateando el reloj de pulsera Porque, hoy amanecí Como una luna que se perdió Anoche y mis palabras se Fueron con ella.
Te vi por ahí Te vi Te transmuté a Otros mundos Mientras un saludo Cualquiera me giraba a pensar como chucha le pido el facebook
POEMAS POLÍTICOS
Poema políticamente reflexivo Políticos Moralistas Y Unos cuantos Weones más Váyanse A La Rechucha