Este conflicto surge en el ámbito nacional en el año 2012, a causa de
que la población se oponía a que el Proyecto Minero Conga sea
desarrollado, surgen una serie de disturbios en la ciudad de
Cajamarca y sus provincias, fue así que obtuvo la atención de todo el
país.
“El conflicto es un tema de desconfianza e incredulidad que existe en
la población rural-urbana y en la sociedad civil, que integran los
principales actores sociales y políticos involucrados en el conflicto¨
Primero hay que aclarar que este proyecto representa una de las
mayores inversiones para el gobierno peruano, implica
aproximadamente 3 000 millones de dólares; y consiste en
emprender actividades extractivas en una zona de micro cuenca,
donde se encuentran 4 lagunas que abastecen a aproximadamente
200 caseríos de la región, el principal temor es que se genere una
escasez de agua, también está el sentimiento de exclusión social,
aparentemente el desarrollo de las actividades de Minera Yanacocha
debería beneficiarlos pero en los 20 años que lleva en Cajamarca,
ninguno de los pobladores siente que haya sido beneficiado por las
actividades de Yanacocha, y la empresa tampoco ha desarrollado
buenas relaciones con la población en general debido a que en el
pasado han tenido ciertos conflictos a causa de la contaminación
producida en diferentes ríos a causa de sus actividades.
Vamos a identificar los principales actores que intervienen en el
desarrollo de este conflicto. Tenemos a la empresa Minera
Yanacocha que pertenece al Grupo Newmont, el Pueblo
Cajamarquino, el Gobierno Peruano, el Gobierno Regional de
Cajamarca, y las Asociaciones Internacionales, queremos analizar su
comportamiento a lo largo del conflicto, y tratar de entender cuáles
son los motivos que los han llevado a tomar ciertas acciones y
posiciones.
En primer lugar tomemos a la empresa Yanacocha, que tenía
planeado ejecutar el proyecto Conga sin mayores dificultades tal
como hicieron con sus anteriores proyectos, nunca ha mostrado
especial interés por la inclusión social, y se limitaba a pagar el canon
minero que exige la ley. Luego el Gobierno Peruano, que no tiene las
regulaciones más estrictas en cuanto a actividades mineras, y tiene
motivos económicos para que el proyecto se desarrolle en sí, pero su
principal función es velar por el bienestar de la sociedad, por lo que
tuvo que imponer estudios de impacto ambiental más rigurosos, y
hechos por instituciones internacionales, para asegurar de que este
proyecto sea viable. Uno de los actores claves es el gobierno regional
liderado por Gregorio Santos, quien es el principal líder del
movimiento anti minero, y ha promovido todas las marchas,
protestas que se han suscitado en Cajamarca.
Nos detendremos a examinar más a fondo las acciones que ha
tomado el gobierno regional, ya que sus motivos son cuestionables,
primero porque el presidente regional Gregorio Santos, ha mostrado
que sus intereses no son beneficiar al pueblo de Cajamarca, si no
hacer una carrera política, y su objetivo principal es llegar a la
presidencia como lo ha manifestado en recientes declaraciones.
Entonces lo que ha hecho el Sr. Gregorio Santos ha sido aprovechar
su posición para manipular al pueblo cajamarquino, en especial de
las zonas rurales, que son de baja educación y no tienen acceso a
información sobre el tema.
“Los mensajes que les llevaban los políticos y dirigentes
ambientalistas les tocaban fibras sensibles de su vida cotidiana. La
primera que la minería contamina, que los dejará sin agua y también
sin casa ni tierras. Así su imaginario popular es contra la minería por
que contamina, pero a la vez quieren acceder a trabajar”:(T., Rojas
Alcalde, Comunicación personal. Abril 2013)
Yanacocha ha entendido que sin una propuesta realmente
beneficiosa, tanto para le empresa como para la población no podrá
continuar con el desarrollo del Proyecto Minero Conga. El gobierno
peruano ha asumido una posición imparcial, ha tratado de
desarrollar un dialogo con la intención de llegar a un acuerdo, pero
el Sr. Gregorio Santos se ha empeñado en dificultar este proceso y
poner trabas, como dice el Sacerdote Manuel Tamayo “Es un diálogo
de circo, con dos partes en total desacuerdo. Son dos partes que
proceden de mundos distintos y cada uno busca sus intereses. El día
en que se busque los intereses de los demás podría empezar la
solución de los problemas. En estos conflictos la intervención de los
facilitadores es imprudente y da paso a situaciones de hipocresía:
darse la mano delante de la foto para que vean que “son buenos” y lo
que han hecho es solo una tregua para quedar bien”.
“Hay muchos intereses políticos de por medio, manejados por unos
cuantos que a su vez manejan al pueblo creando sentimientos
adversos a la otra parte. Sin embargo el fondo del asunto es la falta
de conocimiento que existe en la sociedad con respecto a las
personas. Dejando de lado la conveniencia de los proyectos que
pueden ser fabulosos sobre el papel, hay un problema de falta de
comunicación dentro de la misma sociedad. Los empresarios ven el
negocio y las ventajas que podría traer para un pueblo los proyectos
que presentan, pero no son personas que están cerca de los
pobladores y velen por sus intereses. Cuando no importa el prójimo y
éste está ausente en el corazón de las personas, de allí no puede salir
nada bueno. Las cosas no se arreglan con dinero sino con la caridad,
que es amor autentico a los demás. De la misma manera en el otro
sector, que además está politizado por algunos dirigentes
políticos, existe en la interioridad de las personas grandes
sentimientos adversos arraigados. También tendrían que aprender a
querer. Tienen herido su corazón y sus sentimientos, y el
voluntarismo (certeza o fanatismo en una convicción) los hará cada
vez más tercos y entonces dirán: “si no hay solución la huelga
continúa””.(M.,Tamayo, Comunicación personal. Mayo 2013)
Ambos puntos de vista concuerdan en que Conga es un problema de
intereses humanos. Este es un conflicto social consecuencia de la
naturaleza problemática del hombre, refleja su tendencia hacia la
conflictividad; pero satisfactoriamente también es innata su
búsqueda de la solución a sus propios problemas.
Para poder dar solución a esta problemática se debe plantear en
primer lugar que es a lo que se quiere llegar, y asumir la solución del
problema como una meta.
Aparecen la situación problemática y problemas de acción:
Situación problemática: Diferencias entre el pueblo cajamarquino
y la empresa minera Yanacocha, la cual no puedo iniciar sus trabajos
de exploración ante el reclamo del pueblo que se encuentra dolido,
por tantos años de explotación injusta.
Problema de acción: Principalmente recuperar la confianza del
pueblo cajamarquino, a través de dialogo entre el pueblo y la
empresa extractora, a la vez establecer regulaciones más estrictas
para la actividad de Yanacocha.
Al padre Manuel Tamayo, al cuestionarle acerca del rol de la iglesia
en este tipo de conflictos sociales, opina que “La Iglesia tiene un
papel espiritual con las personas, procura siempre unirlas, que se
comprendan y se quieran y eso como consecuencia de la difusión de
la doctrina, que es de Dios. Jesucristo les pidió a los apóstoles que
difundieran su doctrina por todo el mundo”. Parte de esta doctrina es
la valoración de las virtudes humanas; ante esto, la virtud de la
prudencia sería una fuerte arma para la solución de este problema
social. La prudencia cuenta con dos elementos que podrían
facilitar el camino adecuado: la experiencia y la solercia. Yanacocha
al parecer no cuenta con la experiencia necesaria para poder
manejar estos temas, sin embargo, la solercia es un elemento
que a través del respeto a los sentimientos, a las libertades y
vida de los demás, se llega a decidir correctamente ante situaciones
inesperadas; se debe actuar prudentemente para ir adquiriendo la
solercia, y puedan salir beneficiados todos las partes del conflicto,
tanto la minera como el pueblo cajamarquino.
Todos los elementos que funcionan dentro de una sociedad, deben ir
en búsqueda del perfeccionamiento mutuo, o sea de la minera y el
Cajamarca, eso es lo que se conoce como bien común; el lograr que
las condiciones de la vida social se dirijan a la perfección individual y
colectiva.
Es complicado de que una sociedad logre el bien común cuando sus
elementos se interesan en ellos mismos; el conflicto de Yanacocha,
es un tema netamente de confianza; el pueblo cajamarquino se
rehúsa a volver a confiar en la minera, porque sienten que atreves de
la explotación de sus recursos no se busca lograr el bien de todos,
sino tan solo de la empresa. A lo largo de los años han visto daños
irreversibles en el medio ambiente por parte de la mina, por lo que
no ven un fin colectivo de perfeccionamiento, sino tan solo un fin
individual.
Sin embargo, es importante notar que para que Yanacocha recupere
la confianza del pueblo cajamarquino, no solo se debe preocupar por
apoyar económicamente proyectos de infraestructura o programas
sociales de alimentación, vivienda; es necesario que también vele por
un tema espiritual, porque el bien común no solo tiene una
dimensión material, sino también un aspecto trascendente, donde se
debe velar por la cultura, por la motivación del arte y el espíritu.
“Dar a cada uno lo que le corresponde “es el ideal de cada sociedad
que aspira a vivir en el bien común; significa el otorgarle justamente
a cada uno lo suyo.
La Justicia es la solución al conflicto social que se vive en Conga, lo
que se busca es dar a cada actor lo que le corresponde (justicia
conmutativa) en esta relación de intercambio de los recursos
minerales, y hacerlo de un modo equilibrado (justicia distributiva).
La gente de Cajamarca no cree en la empresa, porque hay una
carencia de veracidad, las cosas no se han manejado limpiamente, se
prometieron beneficios para todos que jamás se cumplieron (falta de
fidelidad), llevando a un deterioro progresivo de la imagen de la
organización.
Una deficiencia de Yanacocha es que no conoce muy de cerca al
pueblo, y le falta identificar ciertos puntos trascendentales para la
solución a esta problemática social; ante esto, existen organizaciones
civiles que por su cercanía y conocimientos de las comunidades
puedan ayudar a solucionar esta problemática social. Estas
organizaciones, basadas en la práctica de la caridad, buscan
cooperar con las comunidades afectadas y ayudarles a recuperar lo
que sienten que han perdido. Es necesario que la minera trabaje
conjuntamente con estas organizaciones buscando recuperar su
credibilidad y cumpliendo solidariamente con su misión dentro de la
sociedad.
Teniendo una idea de la situación y los principales agentes que
intervienen, propondremos soluciones inmediatas y a largo plazo,
para que se ponga fin a este conflicto, y se eviten futuros conflictos
parecidos en nuestro país.
Dentro las alternativas de acción inmediata proponemos:
Formar Asociaciones que fomenten el dialogo entre la población y
Yanacocha, así lograr resolver todas las dudas que tengan los
pobladores que se verían afectados por los cambio que generaría
este proyecto, y escuchar las principales inquietudes que tienen
las personas, y que es lo que esperan que traiga la minería en su
beneficio.
Emprender campañas de concientización social, ahora todas las
organizaciones deben tener como parte de su filosofía, obtener
resultados que sean tanto económicos, sociales como
medioambientales, esto solo se podrá llevar a cabo en un
escenario en el que todos se comprometan, y el entorno en el que
actúa la empresa este realmente convencido de que sus
intenciones son legitimas.
En un escenario a largo plazo:
Mejorar la Gestión del Gobierno Regional, asegurando que los
recursos obtenidos de la minería sean usados para el bien de la
población, fomentando los proyectos de desarrollo, inclusión,
mejorando la infraestructura de los colegios, pistas. Teniendo
iniciativas realistas y asegurándose de que lleguen a ser
ejecutadas y no solo se queden en ideas.
Regulación más estricta por parte del Gobierno, el gobierno debe
tomar este conflicto como lección para establecer nuevas
legislaciones en cuanto a las actividades mineras, tener un papel
más activo en la evaluación y desarrollo de estos proyectos.
Entre otras soluciones como crear alianzas entre Yanacocha y
organizaciones de la sociedad civil; y que el estado peruano
realice una participación mucho más protagónica, debido a su
corta presencia en el transcurso del conflicto.