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Page 1: Extracción de un quiste de milium

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TratamientoEl quiste de milium no presenta capacidad de malignización ni riesgo de complicaciones, y puede dejarse con seguridad; no obstante, si el paciente solicita tratamiento, es eficaz la incisión con una aguja de punta de corte, una lanceta estéril o una hoja de bisturí del n.° 11 y la posterior extracción del contenido2 (fig. 1). Nosotros, normalmente, utilizamos una aguja intramuscular o una hipodérmica para perforar la cáp-sula, seccionamos con el bisel la cápsula, paralelos a la piel, realizando un semicírculo de 180º, y posteriormente, con una pinza de disección con dientes, extraemos el contenido (fig. 2). Sólo requiere unos cinco minutos, no precisa anestesia ni su-tura y prácticamente no existe sangrado. La satisfacción es elevada tanto para el paciente como para el profesional. Tam-bién puede usarse la electrodesecación (deshidratación y des-trucción tisular mediante el calor generado por el contacto del electrodo activo del electrocoagulador con la lesión) y la quimioexfoliación suave (uso de uno o varios agentes quími-cos exfoliantes para producir una epidermo o dermoepider-molisis con una regeneración posterior).

Posteriormente, debe recomendarse una higiene cutánea con productos adecuados (jabones, fotoprotectores), así co-mo la corrección de desequilibrios alimentarios si existieran.

Bibliografía1. Thami GP, Kaur S, Kanwar AJ. Surgical Pearl: Enucleation of milia with

a disposable hypodermic needle. J Am Acad Dermatol. 2002;47:602-3.

2. Iacobelli D, Hashimoto K, Kato I, Ito M, Suzuki Y. Clobetasol-induced milia. J Am Acad Dermatol. 1989;21:215-7.

Es frecuente encontrar a personas que presentan en su rostro puntos blancos sobreelevados, del tamaño de un

alfiler. Son los llamados milia o quistes miliares; se trata de pequeñas lesiones quísticas epidermoides, localizadas en la dermis superficial que se presentan clínicamente como ele-mentos redondeados de pequeño tamaño (1-2 mm), consis-tencia firme y color blanquecino o perlado.

Los quistes de milium pueden ser primarios o secunda-rios. Los primarios surgen de manera espontánea a cualquier edad, principalmente en párpados, mejillas y frente. En los recién nacidos se puede considerar como normal, dado que hasta el 40-50% tiene milia, sobre todo a nivel nasal. Tam-bién se pueden encontrar en la mucosa (perlas de Epstein) y el paladar (nódulos de Bohn). En la mayoría, desaparecen durante las primeras 4 semanas.

Los secundarios aparecen de forma reactiva a cualquier traumatismo cutáneo (enfermedades ampollosas, dermoabra-siones, quemaduras, radioterapia o agentes químicos) o a al-gunas dermatosis, como la dermatitis de contacto. También se han descrito tras el uso de corticoides tópicos potentes1.

En raras ocasiones, pueden formar parte de genodermato-sis (síndrome de Bazex) o aparecer en forma de placas.

Además de la predisposición genética, se encuentran rela-cionados la exposición solar, los antecedentes de acné, el há-bito tabáquico y la falta de higiene.

PatogeniaEs idéntica al quiste epidérmico, la diferencia es el tamaño. Se debe a la obstrucción de un folículo pilosebáceo por un exceso de queratina.

Extracción de un quiste de miliumJesús Alberto Sabando Carranza y Diana Calvo CarrascoCentro de salud de Zaramaga. Osakidetza. Vitoria-Gasteiz. Álava. España.

Figura 1. Quiste de milium y material necesario para el tratamiento.

Figura 2. Procedimiento de extracción.

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