Los rumiantes se caracterizan por su
capacidad para alimentarse de pasto o
forraje. Esta característica se basa en la
posibilidad de poder degradar los
hidratos de carbono estructurales del
forraje, como celulosa, hemicelulosa y
pectina, muy poco digestibles para las
especies de estómago simple o no-
rumiantes.
El ternero nace con su aparato digestivo
adaptado a una dieta láctea, y por lo
tanto, propia de un no-rumiante.
La gotera esofágica es una estructura
anatómica que conecta el esófago con
el abomaso.
El surco reticular (gotera esofágica) es
una estructura anatómica de los
terneros, corderos, cabritos y otras
especies de rumiantes, cuya máxima
funcionalidad se manifiesta en la etapa
de lactante.
Entre el nacimiento y las tres semanas
de vida. El animal es “lactante
Entre las tres y las ocho semanas de
vida. Es un “período de transición”
A partir de las ocho semanas de vida. “rumiante adulto”.
La gotera esofágica es una invaginación, a manera de canal, que atraviesa la pared del retículo, extendiéndose desde la desembocadura del esófago hasta el orificio retículo-omasal. Al ser estimulada, los músculos de sus labios se cierran creando un canal casi perfecto que conecta el cardias con el canal omasal
El cierre de la gotera responde a:
Reflejo en el acto de mamar
Receptores en la faringe
Los estímulos son enviados al centro
bulbar
Los labios estimulan los labios de la
gotera
La adrenalina relaja la musculatura
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