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  • 6 | enfoques | Domingo 6 De enero De 2013

    Heinz Dieterich, el terico que le dio argumentos a un chavismo de futuro cada vez ms incierto

    el perfil

    A pesar de lo legtimo del reclamo, la respuesta fue escueta y lapidaria: Los isleos son libres de elegir su propio futuro y tienen derecho a la autodeterminacin.

    De qu isla hablamos? De la Isla de la Fantasa, estimado lector, de la Argentina!, donde, segn la anfitrio-na, todo el mundo es feliz y cumple sus deseos.

    Temperamental, la anfitriona de la Isla de la Fantasa, agreg: Por ahora, los isleos han decidido ser kirchneristas. ste es el gobierno elegido por el 54 por ciento. Y al que no le guste, que arme su partido y se presente a elecciones. O que se tome el hidroavin a Miami.

    Ambientada en los 70, a la Isla de la

    Fantasa no llega el avin, el avin!. Llega la Fragata. Y claro que hay un enano: el peso, que se para en puntas de pie para llegar a la gndola, cada vez ms alta para l.

    Los habitantes de la isla estn divi-didos. La mitad cree que la anfitriona, al darles la bienvenida, les colg del cuello una guirnalda. La otra mitad ve una soga.

    Como es la Isla de la Fantasa, aqu todo puede ocurrir:

    En la regin oeste, en San Juan, se bate un rcord mundial. Un hombre canta el himno a Jos Luis Gioja y corre el listn de la vergenza ajena un poco ms all.

    En Mar del Plata ingresan 30 au-tos por minuto. Y se imprimen 18 bi-lletes de 100 pesos por segundo. En una dramtica carrera, el peso inten-ta llegar al mar, como una tortuguita recin nacida, antes de ser devorado

    chori y brindis para 2000 personas en la ESMA! Pobre Nunca Ms. Qu eplogo le escribieron.

    Se va la primera semana de 2013 en la Isla de la Fantasa y los optimistas arriesgan su pronstico: como ser un ao electoral, el Gobierno tendra guardado un arcn lleno de medidas fantsticas, listo para ser abierto en marzo o abril, con vistas a cambiar el humor social. Subir el piso de ga-nancias, dar el 82 por ciento a los ju-bilados, liberar importaciones, mo-derar el cepo?

    Como no hay informacin cierta, en la Isla de la Fantasa, qu hace la gente? Fantasea! Igual que el neur-tico obsesivo, rumia y debate consigo mismo: Vamos bien? Porque con-sumo se ve. Pero las inmobiliarias es-tn paradas. Pero mir Europa, est peor. Pero podramos ser Brasil. Pero con otro gobierno podramos volver

    para producir nacional. Si me van a dejar entrar mi container. Djenme planificar! El Gobierno no slo no te da informacin fiel sino que destruye los indicadores y te oculta los nme-ros reales de la economa. Es decir, te deja ciego.

    Y despus viene con la propuesta: Vos agarrate del brazo de Guillermo Moreno, que l te cruza.

    a 2001. Pero esto va a explotar! Pero no, porque ya tendra que haber ex-plotado.

    Qu es el pero sino la duda? Qu es la rumiacin si no la parlisis?

    No sea desconfiado, buen hom-bre. Usted invierta en su pas, dice el ultra K.

    Invierto, pero dganme qu van a hacer con el dlar. Cmo van a controlar la inflacin. Si van a abrir la entrada de insumos importados

    por la inflacin. En esta isla hay dos grandes for-

    mas de aumentar los precios y tarifas: el aumento a lo K y el aumento a lo Pro. A diferencia del kirchnerismo, que inventa eufemismos tales como sintona fina o adecuacin, Macri ya avis que el subte podra costar 6 pesos. Maquiavelo, en el 1500, hu-biera escrito: Mientras te dice cosas lindas, el kirchnerismo te depila pelo por pelo. Macri es de mi escuela: cera caliente y tirn.

    En la isla, el 80 por ciento de los medios fueron colonizados por una potencia hegemnica: el Estado.

    Curiosidades isleas: despus de sacar en 2010 el 2 por ciento de los votos con el radicalismo, Silvana Giudici se hizo funcionaria de Pro. El primer viaje que cost 6 pesos.

    El ministro de Justicia, Julio Alak, organiza una parrillada con Paty, Twitter @diegosehinkman

    Economista experto en finanzas y profesor en la UTDT y la UBA, afirma estar conectado 24 horas, pero califica ese estado como un juguete filoso: La conectividad agiliz mis tareas y ampli mi red de relaciones, pero tambin me las diluy, me hundi en el multi-tasking y me amenaza con la adic-cin. Escritor, bloguero, conduc-tor de Tasas chinas un programa en Radio UBA con dos colegas, prefiere a los que tuitean con fil-tro, no confesiones o raptos ca-trticos. Aqu, sus elegidos.

    MI Mundo dIgItaL

    No leo muchos blogs, salvo que me recomienden algn post en particular, adelan-ta.

    www.yeyati.blogspot.com.ar

    Su blog personal, en el que mezcla anlisis sobre temas econmicos con fragmen-tos musicales, intervencio-nes en la radio y literatura propia y ajena.

    www.therestisnoise.comPara melmanos, el blog de Alex Ross, el crtico musi-cal de The New Yorker.

    Visita regularmente y re-comienda sitios web que ofrecen informacin para el ocio. Entre ellos:

    www.imdb.comSitio web sobre cine, televi-sin y sus celebridades.

    www.vuenosairez.comInformacin sobre espec-tculos, arte, recitales y bares.

    www.tripadvisor.comUn sitio web con servicios y datos para planificar el viaje perfecto.

    rankIng de twItteros

    BLogs en La weB

    @exabruptos1 @kgalperin2

    Sus dos colegas en la radio, el Dr. Olivera y Karina Galperin.

    @EstebanSchmidt3 @lucasllach4

    Un periodista y escritor, y un economista, sus dos elegidos entre los que viven en Twit-ter.

    @HernaniiNY5 La cuenta del periodista y escritor expatriado Hernn Iglesias Illa, desde Nueva York.

    Eduardo Levy Yeyati

    pocos intelectuales, como el socilogo alemn Heinz Dieterich Steffan, podran ser capaces de testimoniar

    con lujo de detalles los orgenes, el auge y, por qu no, el futuro del cha-vismo. Mucho ms ahora que el Mo-vimiento cvico-militar hegemnico en Venezuela tiene ante s el mayor de los retos desde el prlogo de su po-der, en el frustrado golpe de Estado de 1992: seguir ejerciendo todos los resortes del poder pero sin Chvez.

    Intelectual de izquierda, cercano a Noam Chomsky y James Petras, co-mo a otros pensadores de izquierda en la regin, Dieterich, de 70 aos, se acerc al chavismo en los albores del gobierno de Chvez para luego, en ca-rcter de asesor, impulsar la idea del Socialismo del Siglo XXI y ms tarde tomar distancia para transformarse en un agudo observador desde la iz-quierda de ese fenmeno poltico que polariz a Venezuela y la regin.

    Dieterich abord la teora de socia-lismo para un nuevo milenio, como un mtodo para dotar de argumentos a un chavismo que, como lo admite hoy, tiene ms de peronismo que de marxismo. Lo hizo incluso despus que el socilogo chileno Toms Moulian publicara en 2000 su libro Socialismo del Siglo XXI, la quinta va, en el que propone un sistema demo-crtico asociativo, antiestatal y an-tiburocrtico y autogestionado po-ltica y econmicamente, en la lnea del primero en acuar el trmino en 1996, el ruso Alexander Buzgalin.

    La primera aproximacin de Die-terich al chavismo, ms precisamen-te al lder, fue en Caracas en 1999, con motivo de una entrevista que con los aos se convertira en un volumen de Conversaciones con Hugo Chvez (2004). Desde entonces, su aporte intelectual al rgimen fue de menor a mayor, hasta terminar convirtin-dose en uno de los asesores estrella del presidente venezolano, si por es-trella puede considerarse al ser el ms mentado por el mandatario en

    su programa de Al presidente!.Por esos aos, Dieterich publicaba

    sus ideas y reflexiones de militante en el sitio www.rebelion.org o en otras publicaciones alternativas, y en su condicin de intelectual orgnico, en trminos gramscianos, en las pginas de la seccin Opinin de El Universal, de Mxico.

    Nacido en Rotemburg Der Wum-me, Baja Sajonia, vive en Mxico des-de la primera mitad de los aos 70, donde realiz la mayor parte de su la-bor acadmica como profesor titular de la Universidad Autnoma Metro-politana (UAM), de la que actualmen-te es el director del Centro de Ciencias de la Transicin (CCT). Discpulo de la Nueva Escuela (sociolgica) de Bremen, de orientacin marxista, el autor de Relaciones de produccin en Amrica Latina hizo del la regin su principal objeto de estudio desde mu-cho antes de radicarse en Mxico.

    Incisivo y autocrticoQuienes lo conocen lo definen co-

    mo incisivo, sumamente autocrtico y siempre revisando sus tesis con la coherencia intelectual que alguna vez lo llev a pensar que incluso la cr-tica era posible dentro del bloque de intelectuales que simpatizaban con el chavismo. No tardara en rendirse ante la evidencia de su error.

    Agudo observador de la Revolu-cin Cubana, pocos le hubiesen cre-do si el 24 de junio de 2001 hubiese publicado en un medio masivo y no en la revista alternativa Koeyu La-tinoamericano un artculo donde adelantaba los planes para un golpe de Estado contra Chvez, que se ma-terializara 10 meses ms tarde. Tal vez por ello valdra la pena escuchar-lo ahora que en medios mucho ms tradicionales como la cadena norte-americana CNN o el diario Folha de S. Paulo asegura que Chvez no vol-ver al poder y que el presidente de la Asamblea Nacional de Venezuela, el temido Diosdado Cabello, intenta un golpe de Estado al legado poltico del lder bolivariano, que ya comienza a vislumbrarse con ms claridad.

    Ya a mediados de 2000 su presen-

    cia en los foros chavistas iba en au-mento, como sus viajes a Caracas. Por entonces, el lugar que comenzara a ocupar Dieterich al lado del jefe de Estado, entre el frustrado golpe y la huelga petrolera, lo ocupaba un ar-gentino, el fallecido Norberto Cere-sole, quien supo poblar de ideas a los carapintadas de Aldo Rico.

    Ceresole haba cado en desgracia dentro del chavismo, precisamente en esos meses. Chvez comenzaba a articular un discurso cargado de re-ferencias socialistas, en contraposi-cin con los consejos del argentino. Por esos das tambin abandonaba el barco el mentor poltico de Chvez, el ex ministro del Interior Luis Mique-lena, quien no duda en afirmar que su otrora ahijado era dueo de un mi-nestrn ideolgico desde los tiem-pos de la escuela militar. En su mesa de luz convivan el diario del Che en Bolivia con el Libro Verde de Khadafy y La razn de mi vida, de Eva Pern, con El Capital, de Karl Marx.

    La impronta de Dieterich, Socia-lismo del siglo XXI mediante, qued plasmada como pocas veces antes el 25 de febrero de 2005, cuando Chvez habl por primera vez de ese proyec-to en la inauguracin de la IV Cumbre de la deuda social. Hasta entonces el socilogo mexicano-alemn insista en la creacin de Bloque Regional de Poder (BRP), junto con Brasil y la Ar-gentina y en el que el resto de los pa-ses de la regin se fuera integrando en una nueva lgica multipolar.

    Paradjicamente, ya por entonces Dieterich haba comenzado a verba-lizar su oposicin a la reeleccin pre-sidencial, que a su entender chocaba con la esencia de ese socialismo de nuevo cuo que tena a la democracia participativa y la creacin de nuevas instituciones como pilares funda-mentales. Al menos en la teora. Esas crticas eran siempre en privado, has-ta que en un evento de intelectuales en el teatro Teresa Carreo os decir: Aqu no hay socialismo en el senti-do histrico del trmino Desde su ptica, todo se quedaba en una suerte de desarrollismo corporativo de cu-o peronista, sin avanzar hacia una sociedad pos capitalista, para la cual Chvez estaba desaprovechando una oportunidad inmejorable. Fue el principio del fin para Dieterich. Chvez estaba decidido a desapro-vechar esa oportunidad de avanzar en un proyecto que no entraba en su lgica cuartelera. Pero si el chavis-mo rompi con l, l no rompi con

    el chavismo. Sigue reconociendo al convaleciente Hugo Chvez como un hroe de la patria grande.

    Desde hace varias semanas, el mismo socilogo que haba llenado de ideas las alforjas intelectuales del presidente advierte, a quien quiera escucharlo, que Chvez no podr vol-ver al poder y que Venezuela no vivi-r una crisis institucional porque la clase media no lo permitir, pero s una puja cerrada por el poder. Sos-tiene que sern los militares los que tendrn la ltima palabra en el futuro del pas. Adems, se gan crticas de Cabello, quien lo calific de Chulo de la Revolucin por haber dicho que el lder del Parlamento vena de inten-tar un golpe institucional al desor el legado poltico de Chvez, quien el pasado 9 de diciembre dio directrices pblicas de apoyar al vicepresidente, Nicols Maduro, en el caso de que haya que convocar a elecciones.

    Maduro ya dijo que pretende pos-tergar la posesin del presidente en funcin de sus planes. As, la lucha por la sucesin de la Revolucin Bolivariana est en pleno auge. El Termidor de la Revolucin se encar-na en Diosdado Cabello. Cabello es el Capriles Radonski del oficialismo, opin Dieterich mientras surgen del archivo aquel artculo suyo algunos meses antes del golpe y su reconocida condicin de experto de su ms osada apuesta intelectual, el chavismo.

    Impulsor intelectual del Socialismo del Siglo XXI, este socilogo alemn radicado en Mxico prev una dura lucha de poder en el poschavismo

    El verano en la Isla de la Fantasa

    Nombre y apellido bHeinz Dieterich Steffan

    Edad b70 aos

    Escuela de Bremen bNacido en Alemania, en 1943, es una de las figuras de referencia de la Nueva Escuela de Bremen de so-ciologa y se especializ en Amrica latina.

    Chavismo y despus bSe acerc a Chvez a princi-pios de la dcada pasada, fue asesor y terico de su revo-lucin, y hoy observa desde una posicin de izquierda el devenir del chavismo.

    quin Es

    reaLIsMo trgIco (en dos MInutos)

    Jos ValesPARA LA NACION

    Diego SehinkmanPARA LA NACION


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