UNIVERSIDAD DE EXTREMADURA
TESIS DOCTORAL
“HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN JABALÍ: INFLUENCIA DEL
CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2”
Autor:
Jesús María Cuesta Gerveno
Conformidad de los directores:
Fdo. Luis Jesús Gómez Gordo Fdo. Javier Hermoso de Mendoza Salcedo
Departamento de Medicina Animal
Facultad de Veterinaria
2017
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
ii
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
iii
“HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN
JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS
PORCINO TIPO 2”
Autor:
Jesús María Cuesta Gerveno
Directores:
Luis Jesús Gómez Gordo
Javier Hermoso de Mendoza Salcedo
Unidad de Histología y Anatomía Patológica Comparada
Departamento de Medicina Animal
Facultad de Veterinaria de Cáceres
Universidad de Extremadura
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
iv
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
v
Agradecimientos
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
vi
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
vii
Hace mucho tiempo, en una Facultad muy muy lejana…
Dicen que las buenas historias comienzan por casualidad, aunque yo no sé si lo que
me empujó a meterme en esta aventura fue casualidad o cosas del destino. Un largo
camino ha pasado desde que decidí meterme en un Departamento de mi Facultad
hasta este momento, en el que me dispongo a leer esta Tesis que tanto esfuerzo,
alegrías, disgustos, horas de sueño y kilómetros ha costado.
Y a lo largo de ese camino he ido conociendo a gente estupenda, que me ha apoyado
y empujado hacia la meta, cada uno a su manera. Y es que también dicen que todas
las personas que conocemos nos marcan de una manera u otra. Y a todos ellos quiero
agradecer todo esto. Y lo haré paso a paso.
A mis padres y mis hermanos. Ellos me han criado y me han ido moldeando hasta ser
como soy, para bien o para mal, pero que siempre han estado ahí cuando lo he
necesitado, sintiendo su cariño y apoyo. Y es que aunque siempre he sido un poco la
oveja negra, nada me alegra más que pertenecer al rebaño que pertenezco.
A mis abuelos. Aunque no podáis estar aquí conmigo en estos momentos, espero que
desde allí arriba os sintáis la mitad de orgullosos de mí, de lo orgulloso que me siento
yo de vosotros.
A mis amigos de Cáceres. A todos. Y es que sería muy largo enumerar a todos y cada
uno de ellos. Desde que me vine de mi pueblo, os fui conociendo poco a poco, y
queriendo cada día más. Unos aparecisteis antes en mi vida, otros después. Sin
embargo, yo no puedo entender ahora mismo un mundo sin vosotros. Y es que por
muy lejos que estemos, siempre tendremos tiempo de echar unas “Frikitardes”,
tomarnos “Unas tapitas” o un “Té y vinitos”, antes de decirnos “Hasta luego cocodrilo”.
A mis amigos de la Facultad de Veterinaria. Pablo, Luismi, Juanmi, Canario, Jose,
Juanma, Alex, Diego, Perico… Sois tantos que me sería imposible enumeraros a todos.
Vosotros sabéis quienes sois, por todos esos momentos vividos juntos durante todos
esos años que echamos para acabar esta carrera vocacional nuestra. Por esos
descansos en la biblioteca, por las jornadas de estudio de muerte del día antes del
examen, por esos días de fiesta, por la fundación del EBI, por todo, gracias.
A los profesores que me motivaron durante la carrera, demostrándome poco a poco
que la veterinaria era algo más que una profesión, era un camino lleno de inquietudes
donde cada día se nos presentarían retos que nos empujarían a no parar de aprender
ni un solo día de nuestra vida.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
viii
A mis compañeros en el mundillo de la investigación y muy especialmente...
A Waldo, por enseñarme que se puede ser un gran profesional y acabar impecable
después de toda una tarde tomando muestras.
A Chema, que siempre pondrá el contrapunto correcto a lo mal que puedo hablar yo.
A Remi, por dar ese toque de humor y diversión dentro de esta sección tan seria de la
veterinaria.
A Pilar, por demostrar que aparte de ser bióloga, es toda una princesa guerrera de los
animales salvajes.
A David, por ese incansable afán por aprender, desarrollar ideas y sacar las cosas
adelante.
A Pedro, por enseñarme que hay vida e investigación aplicativa más allá de la caza.
A Elisa y María, un dueto inseparable que hacía los viajes mucho más divertidos.
Mención para mis compañeros de Departamento. A Paula, por la ayuda prestada en el
laboratorio y en todo el procesado de la inmensa cantidad de muestras. A Pilar, a
Diana y a Jose. Pero muy especialmente a mis manos derechas. Sin Galapero y sin Edu
este viaje no habría sido posible. Y es que trabajar no es incompatible con pasar un
buen rato y reír. Por los buenos momentos, por los malos, por madrugar mucho, por
dormir muy tarde, pero sobre todo, por poner una sonrisa en la cara por muy jodidos
que estemos. Por eso y porque siempre nos quedará el Benito.
A la gente de Barcelona. Emmanuel, Ignasi, Gregori, Óscar, Xavi… a todos, muchas
gracias. Y especialmente a mi anfitriona, Roser. Gracias por acogerme, enseñarme
patología y demostrarme que la vocación y sentirte realizado vale más que todo el oro
del mundo.
A mis directores de tesis.
A Javier, por confiar en mí sin apenas conocerme, teniendo como única referencia una
frase que seguramente sería parecida a “es un buen chaval”. Gracias por apoyarme
durante el camino, y más aún en esta recta final que tanto esfuerzo ha conllevado.
A Luis. No puedo expresar con palabras lo agradecido que estoy con todo lo que has
hecho por mí. Por los momentos buenos y los momentos malos. Y es que para mí eres
algo más que un director de tesis. Eres un padre profesional. Tú me has enseñado que
la patología se puede entender de distintas maneras, y así es como debemos
transmitirlo. Porque me has demostrado que la profesionalidad no está reñida con la
simpatía, por saber distinguir cuando hay que ponerse serio y cuando nos podemos
tomar una cerveza. Por todo ello gracias, no sería el veterinario que soy si no hubiera
estado a tu lado aprendiendo. No sería la persona que soy si no hubiera estado a tu
lado disfrutando de esta profesión.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
ix
Y quería dejar la persona más especial para el final. Yoli, gracias por aguantarme, tú
has sido la luz que ha alumbrado esta época tan oscura. La luz que me ha guiado
hasta el final de este camino de doctorado. La luz que espero que me guie de aquí en
adelante durante toda mi vida. Y es que no sé qué podría haber hecho sin ti,
probablemente no estaría escribiendo estas palabras ahora mismo y me habría
rendido. Pero gracias a ti aquí estoy, rematando esta etapa de mi vida, esta etapa de
mi educación. Sin ti no sería doctor, sin ti no sería nada. Muchas gracias, eres lo mejor
que tengo en mi vida, y no puedo decírtelo con otras palabras que no sean diciendo:
Te quiero.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
x
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
xi
Índice
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
xii
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
xiii
Introducción Pág.1
El jabalí. Pág.3
- Características del jabalí en la Península Ibérica. Pág.4
- Comportamiento del jabalí. Pág.7
- El hábitat del jabalí y sus modificaciones. Pág.15
- Importancia del jabalí en el ámbito sanitario. Pág.18
Circovirus Porcino. Pág.23
- Epidemiologia de PCV2. Pág.27
- Patogénesis. Pág.29
- Medidas de control de PCV2. Pág.36
Tuberculosis y Complejo Mycobacterium tuberculosis. Pág.37
- Complejo Mycobacterium tuberculosis. Pág.39
- Lesión histológica de la tuberculosis en jabalí: el granuloma tuberculoso. Pág.41
- Respuesta inmune innata. Pág.44
- Respuesta inmune adquirida. Pág.46
- Evolución de los patrones lesionales asociados a tuberculosis. Pág.49
Objetivos Pág.51
Bloque I. Identificación de los procesos inflamatorios y los daños
estructurales más habituales presentes en pulmones de jabalíes, así como su
posible etiología y cómo se ven afectados por otros factores. Pág.55
Estudio de los procesos inflamatorios. Pág.59
Estudio de los daños estructurales. Pág.68
Bloque II. Estudio de la relación entre la positividad frente al Circovirus
Porcino Tipo II y el desarrollo del granuloma tuberculoso Pág.77
Estudio de positividad a M.tuberculosis complex y patrón lesional. Pág.80
Estudio histológico de los granulomas. Pág.81
Resultados. Pág.82
Discusión de los resultados obtenidos. Pág.85
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
xiv
Bloque III. Determinación de la influencia de la vacunación frente a PCV2 en
el desarrollo del granuloma tuberculoso Pág.89
Estudio de la prevalencia de tuberculosis y desarrollo de los granulomas. Pág.93
Estudio inmunohistoquímico de los granulomas. Pág. 96
Resultados por grupo de estudio. Pág.100
Resultados del estudio comparativo de marcadores individuales. Pág.109
Conclusiones Pág.125
Anexo I. Galería de imágenes de los resultados de las pruebas
inmunohistoquímicas Pág.129
Bibliografía Pág.139
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
1
Introducción
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
2
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
3
El jabalí
El jabalí (Sus scrofa) es un mamífero salvaje, considerado antecesor del cerdo
doméstico (Sus scrofa domestica, Lipowski et al., 2003). Encuadrado dentro de la
Familia Suidae, conforma el Género Sus junto a otras 7 especies.
Reino: Animalia
Filo: Chordata
Clase: Mammalia
Orden: Artiodactyla
Familia: Suidae
Género: Sus
Especie: Sus barbatus
Sus bucculentus
Sus cebifrons
Sus celebensis
Sus salvanius
Sus scrofa
Sus philippensis
Sus verrucosus
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
4
Características del jabalí en la Península Ibérica.
En España han sido descritas dos subespecies del jabalí: Sus scrofa baeticus y Sus
scrofa castilianus (Cabrera et al., 1914). Estos animales presentan un cuerpo muy
compacto, con una cabeza más alargada que el cerdo doméstico que se une al tórax
sin conformar apenas cuello. A diferencia también del cerdo doméstico, el tren
delantero presenta un mayor desarrollo, con unas extremidades ligeramente más
cortas. El dimorfismo sexual en este animal no es muy marcado, pero sí evidente. Los
machos tienen un mayor peso (75-85 kg) que las hembras (55-65 kg) (Fernández-
Llario et al., 2006). Este peso puede variar en función de la localización geográfica de
manera espectacular, llegando a los extremos de las zonas norte y este de Europa,
donde se han llegado a registrar animales de unos 300 kg de peso (Rosell et al.,
2001). En el caso de España, la zona Norte posee animales de menor talla y peso
(Fernández-Llario et al., 2006).
Jabalíes adultos en ambiente. Fotografía Red de Grupos de Investigación Recursos Faunísticos.
Sin embargo, el dimorfismo más evidente viene por el desarrollo de los caninos por
parte de los machos de la especie, siendo en las hembras mucho menos desarrollados.
Los caninos en los machos poseen una función defensiva ante otros animales y ante
competidores de la misma especie, desarrollando un ritmo de crecimiento de unos 3
mm por año (Fernández-Llario et al., 2003). Además, los machos presentan el
“escudo”, que no es otra cosa que el nombre coloquial que se da a un engrosamiento
de la piel situada en la espalda y en zonas posteriores a las extremidades delanteras,
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
5
con función defensiva en combates con otros machos, con el fin de evitar heridas de
gravedad durante el periodo de celo o por defensa del territorio (Rosell et al., 2001).
Pelea entre machos adultos. Fotografía Red de Grupos de Investigación Recursos Faunísticos.
Además de los 2 caninos, la dentición completa de un jabalí adulto está compuesta por
6 incisivos, 6 premolares y 8 molares por arcada dentaria (44 piezas en total), siendo
esta dentición de mucha utilidad en la determinación de la edad de los animales. Hasta
los 30 meses, momento en el cual todas las piezas dentarias se han desarrollado, es
un método fiable para la estimación de la edad de los animales (Sáez-Royuela et al.,
1989). A partir de esa edad, se debería optar por la estimación de la edad basada en el
grado desgaste de premolares y molares (Fernández-Llario et al., 2006), o por otros
métodos de estimación como puede ser el estudio de la relación entre el canal dentario
de los incisivos y el cemento presente (Gonçalves et al., 2015).
Además de los cambios en la dentición, con la edad los animales presentan cambios de
librea y coloración. Desde su nacimiento hasta aproximadamente los 6 meses, los
animales son conocidos como “rayones”, debido a su coloración, en la cual presentan
unas rayas evidentes oscuras sobre un fondo claro, con el fin de mimetizarse en el
entorno y pasar desapercibidos ante los posibles depredadores. Una vez pasan esa
etapa, los animales “pierden las rayas” mostrando una coloración ocre-rojiza, entre los
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
6
6 meses y el año de vida, pasándose a denominarse “bermejos”. Al año de vida,
adquieren la tonalidad de adulto, oscureciéndose el color del pelo de manera
generalizada, con presencia de ciertas tonalidades blancas en algunas zonas como
pueden ser flancos, cresta o cabeza. Los machos de muy avanzada edad pueden
presentar esta tonalidad blanca de manera generalizada por todo el cuerpo
(Fernández-Llario et al., 2006).
Madre con rayones. Fotografía Red de Grupos de Investigación Recursos Faunísticos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
7
Comportamiento del jabalí.
Dentro del comportamiento del jabalí podemos distinguir 3 aspectos diferenciados.
Primero, hablaremos sobre el comportamiento general del jabalí, mientras que en
segundo y tercer lugar destacaremos los comportamientos reproductivos y aquellos
relacionados con la alimentación, por ser estos los que ponen en contacto los distintos
grupos que conforman las poblaciones. Dichos contactos serán en gran medida los
determinantes de los riesgos epidemiológicos, principalmente en el caso de
enfermedades infecciosas.
Comportamiento general del jabalí.
El jabalí es un animal de hábitos sociales, con un comportamiento principalmente
nocturno. La estructura familiar de los animales es variable, tanto en número como en
tipos de animales que la conforman, en función de la época del año en la que se
encuentren (Fernández-Llario et al., 1996). Dentro de las estructuras, existen dos
grandes grupos (Martínez-Rica et al., 1981; Fernández-Llario et al., 1996; 2006).
- Estructuras matriarcales: estarían compuestas por una hembra dominante,
hembras adultas y subadultas (normalmente parientes de la hembra
dominante) y animales menores de un año (machos y hembras)
- Grupos de machos: que viven de manera independiente y que mantienen
contacto con los grupos matriarcales principalmente durante la época de celo.
Estos dos grandes grupos presentan variaciones en función de la edad de los animales
y las épocas del año. En el caso de los grupos matriarcales, cuando los machos
alcanzan el año de edad, son expulsados de los grupos durante las épocas de celo,
uniéndose a los grupos de machos (Fernández-Llario et al., 2006). En cuanto a los
grupos de machos, el factor más importante en cuanto a la variación de los grupos es
el celo. En época de celo, los machos tienen contacto con los grupos matriarcales
(sobre todo los animales dominantes), momento en el cual los machos jóvenes del
grupo matriarcal se incorporan a los grupos de machos. Este fenómeno, asociado a las
peleas por dominancia entre machos, nos hace observar cambios muy evidentes entre
los grupos de machos, con cambios de individuos y formación de nuevos grupos. Sin
embargo, durante la época en la que no existe actividad reproductora, los grupos de
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
8
machos son más estables y más pequeños, formados principalmente por un macho
dominante y otros subadultos, en número reducido normalmente (Rosell et al., 2001;
Fernández-Llario et al., 2006). El caso extremo de esta reducción de los grupos es una
estructura conformada por un adulto dominante y un subadulto. Dicha estructura,
presente en nuestro ecosistema, confiere una ventaja al macho dominante, ya que el
subadulto ejerce funciones de explorador de nuevos territorios o de incursiones en
territorios ajenos; de ahí que se le denomine comúnmente como “escudero”.
Finalmente, otro comportamiento asociado principalmente a machos adultos en el
jabalí es el uso de las denominadas “bañas”. Estas “bañas” no son otra cosa que zonas
cercanas a fuentes de agua, donde los jabalíes recubren su cuerpo con el barro
formado (Rosell et al., 1998). Una vez cubiertos con este material, los animales tienen
tendencia a frotarse, dejando impreso parte de este barro en los árboles cercanos a la
zona de bañas.
Adultos usando bañas. Fotografía Red de Grupos de Investigación Recursos Faunísticos.
Sobre la función de las bañas y la cobertura de barro existen diversas teorías. Se
piensa que el barro que muchos animales dejan fijado en el tronco de los árboles
contra los que se frotan contiene parte de las feromonas del animal, procedente de la
saliva. Este hecho ejercería un efecto estimulante ante las hembras que accedieran al
punto de agua, favoreciendo la entrada en celo de las mismas (Fernández-Llario et al.,
2005). Otra acción del barro es ofrecer una cubierta de tipo defensivo a los machos
ante las peleas en época de celo, frente a una acción mecánica o como antiséptico
ante las posibles heridas sufridas durante el combate (Fernández-Llario et al., 2006).
Otras acciones que puede presentar la cubierta de barro pueden ser la
termorregulación de la temperatura de los animales (Belden et al., 1976), o la
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
9
protección ante los parásitos externos (Rosell et al., 2001), aunque en la zona
mediterránea el uso de las bañas se sitúa principalmente entre los meses de Octubre y
Noviembre, una época de baja actividad de los ectoparásitos, por lo cual esta hipótesis
no tiene mucho sentido dentro de nuestro ecosistema (Fernández-Llario et al., 2005).
Unido a todo esto, el uso de bañas por distintos animales constituye un foco de
contacto entre distintas poblaciones, agravado además si los jabalíes dan este uso a
puntos de agua comunes a diferentes especies en épocas de sequía, considerándose
zonas de alto riesgo epidemiológico.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
10
Comportamiento reproductivo
El jabalí es un animal con alto éxito reproductivo, en gran medida conferido por las
características propias de la especie.
1. Edad de madurez sexual.
Los jabalíes alcanzan la madurez sexual a edades muy tempranas. Las hembras
la alcanzan antes del año de edad (10-11 meses), al llegar a un peso
aproximado de 30 kg (Sáez-Royuela et al., 1989). Sin embargo, si escasean los
recursos alimenticios presentes en el medio ambiente, esta madurez puede no
venir acompañada de un primer celo, ocurriendo este al año y medio de edad,
cuando el medio ambiente proporciona las condiciones adecuadas (Fernández-
Llario et al., 2005).
Comportamiento reproductivo, momento de cópula. Fotografía Red de Grupos de
Investigación Recursos Faunísticos.
Los machos alcanzan su madurez sexual aproximadamente a los 10 meses de
edad. Sin embargo, debido a que no presentan un desarrollo evidente de los
caninos ni poseen la fuerza necesaria en combate, quedan relegados por los
machos dominantes y sin actividad reproductiva. Una vez los individuos están
completamente desarrollados, aproximadamente a los 2 años de edad, pueden
competir con estos machos, iniciando así su etapa reproductiva (Rosell et al.,
1998; Herrero et al., 2002).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
11
2. Corto periodo de gestación y alta protección materna.
El periodo de gestación de una hembra de jabalí oscila entre los 120 y los 130
días de duración (Rosell et al., 2001), un periodo corto en animales salvajes.
Además, la madre posee un instinto de protección de las crías muy marcado. El
nacimiento de los rayones ocurre en un nido preparado expresamente por la
madre, permaneciendo los primeros en ellos durante la primera y segunda
semana de vida (variable en función de las condiciones ambientales).
Compuesto principalmente por ramas y materias vegetales a modo de cama,
estas parideras ofrecen un lugar seguro y cómodo para las crías. Además, las
madres tienden a construirlo cerca de puntos de agua, con cobertura vegetal
abundante para ofrecer protección y en zonas soleadas para controlar la
temperatura (Fernández-Llario et al., 2005).
Estructura de protección, madres protegiendo a las crías. Fotografía Red de Grupos de
Investigación Recursos Faunísticos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
12
3. Tamaño medio de la camada y esfuerzos adaptativos.
El tamaño medio de la camada en España varía entre 3,3 y 4,2 crías por
camada (Rosell et al., 2001). Sin embargo, en zonas mediterráneas el tamaño
medio es de 3,5 (Fernández-Llario et al., 1999). Estas variaciones entre el
número de crías por camada vienen dadas por diversos factores. Por ejemplo,
los recursos disponibles en la naturaleza afectan al número de crías. A mayor
cantidad de recursos, mayor cantidad de crías por camada. Este hecho lo
corrobora el tamaño medio de camada en las poblaciones centroeuropeas de
jabalíes, donde la disponibilidad de recursos es mayor y la media de crías por
camada se eleva hasta 5,3 (Rosell et al., 2001). Además, las hembras más
grandes tienen camadas más prolíficas, por lo que tamaño de la hembra
reproductora y número de crías están estrechamente ligados (Sáez-Royuela et
al., 1987). Además, el hecho de que dentro de la misma camada la cría con
mayor peso en el nacimiento suela ser un macho, nos hace pensar en una
desviación adaptativa en cuanto a esfuerzos reproductivos, ya que este macho
accederá a mejores recursos procedentes de la madre, alcanzando un mayor
desarrollo (Fernández-Llario et al., 1999). Esta adaptación reproductiva de la
hembra también se ajusta a la cantidad de recursos presentes en el medio,
siendo mayores el número de hembras gestantes y el tamaño de la camada
durante años lluviosos, decreciendo estos números en años de sequía (Abaigar
et al., 1990; Rosell et al., 1998; Fernández-Llario et al., 2000).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
13
Comportamiento alimenticio.
El jabalí es una especie omnívora de carácter oportunista con una dieta
extremadamente variada que le permite aprovechar los recursos ofrecidos por el medio
ambiente en función de las estaciones y los ecosistemas donde habite (Fernández-
Llario et al., 2006).
La mayor parte de su dieta está compuesta por alimentos de origen vegetal, con una
menor parte integrada por alimentos de origen animal (principalmente invertebrados).
Sin embargo, dentro de la dieta del jabalí existe un factor limitante en cuanto a la
conformación de la misma, la proteína. Al ser un animal monogástrico, el jabalí no
puede asimilar más de un 30% de la proteína de origen vegetal ingerida en la dieta,
por mucha cantidad de alimentación vegetal que consuman (Abaigar et al., 1990;
Herrero et al., 2006). Esta situación hace que la ingesta de proteína de origen animal
sea de enorme importancia en esta especie, aunque algunos autores consideren este
comportamiento como ocasional u oportunista (Abaigar et al., 1990; Herrero et al.,
2002; Rosell et al., 1998). Esta necesidad de proteína de origen animal les hace
acceder a otras fuentes de alimentación animal, como pueden ser los cadáveres de
animales (incluso de su misma especie), generando hábitos carroñeros con el
consecuente peligro epidemiológico de contagio de enfermedades (Gortázar et al.,
2006). En periodos de crecimiento tempranos, esta necesidad de proteínas se acentúa
aún más, sobre todo en menores de un año de edad (Groot-Bruinderink et al., 1994).
Madre alimentándose con sus crías. Fotografía Red de Grupos de Investigación Recursos
Faunísticos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
14
La alimentación típica del jabalí en España puede variar dependiendo de la estación del
año y la situación geográfica (Abigair et al., 1990; Herrero et al., 1995; Sáenz de
Buruaga et al., 1995; Valet et al., 1994). Entre los vegetales destacan los cereales, la
bellota en la zona mediterránea, plantas acuáticas en zona norte y raíces. En cuanto a
la dieta de procedencia animal básicamente son invertebrados, anfibios, reptiles,
micromamíferos y carroña de otros mamíferos de mayor tamaño que habiten las
mismas zonas, como ciervos, gamos, corzos, ganado doméstico o incluso otros jabalíes
(Fernández-Llario et al., 1996; Rosell et al., 2001). Una fracción de la alimentación del
jabalí está constituida por invertebrados y raíces, alimentos a los que el jabalí tiene
acceso mediante un hábito característico, la hozadura. El animal levanta las capas
superficiales de la tierra con el fin de acceder a estos recursos, sobre todo en zonas de
leguminosas para acceder a mayor cantidad de proteínas. Sin embargo, existe un
factor limitante ante este comportamiento, y es la humedad el terreno, ya que en
suelos extremadamente secos el animal es incapaz de hozar. Esta dependencia de
zonas húmedas limita esta actividad a determinadas épocas del año en determinadas
zonas, mientras que en otras con mayor humedad este comportamiento se mantiene
durante todo el año (Puigdefábregas-Tomás et al., 1981; Fernández-Llario et al.,
1996).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
15
El hábitat del jabalí y sus modificaciones
El jabalí es un animal ampliamente extendido por el planeta, que podemos encontrar
en casi toda Europa, Asia (exceptuando las zonas más al norte), Oceanía
(principalmente Papúa Nueva Guinea, Australia y Nueva Zelanda), gran parte de
América y la zona norte de África (Rosell et al., 2001). En dichas zonas, se observan
tanto la forma salvaje del animal, como formas asilvestradas. No en todas las zonas
mencionadas el jabalí es autóctono, ya que a lo largo de los años este animal ha ido
colonizando áreas nuevas, ya sea por introducción voluntaria por parte de humanos
(principalmente como enriquecimiento cinegético de una zona) como por la propia
expansión de la especie, ya que es un animal que se adapta fácilmente a los cambios y
a los recursos que ofrecen los nuevos ecosistemas (Rosell et al., 2001; Fernández-
Llario et al., 2006).
Adultos y crías en una finca con modificaciones en el hábitat. Fotografía Red de Grupos de
Investigación Recursos Faunísticos
Esta capacidad de aprovechamiento de recursos naturales confiere al jabalí la
capacidad de establecerse en hábitats completamente dispares. Concretamente, en
España encontramos jabalíes desde los Pirineos hasta las zonas más al sur del país,
ocupando ecosistemas que van desde bosques cerrados de carácter atlántico húmedo,
hasta zonas de dehesa o bosque mediterráneo, o incluso áreas de marismas costeras,
siendo un caso extremo de esta adaptación al medio la presencia de estos animales en
zonas periurbanas o propiamente urbanas, como se ha dado el caso en Barcelona o
Madrid, con el consecuente riesgo para las personas (Abaigar et al., 1990; Fernández-
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
16
Llario et al., 1996; Rosell et al., 1998; Herrero et al., 2002; Fernández-Llario et al.,
2006).
Sin embargo, no todos los hábitats que ocupa el jabalí son ecosistemas sin
intervención humana. Debido a la demanda que se ha generado en España por el
interés creciente que suscitan estos animales como piezas de caza mayor, hay cada
vez más intervenciones dentro de las fincas cinegéticas para el mantenimiento y cría
del jabalí (Gortázar et al., 2006). En muchas de ellas, los sistemas empleados se
aproximan a los de cría tradicional del cerdo doméstico, cuando no se trata de
instalaciones porcinas reconvertidas. Los 3 tipos fundamentales de intervención son:
1. Vallado de las fincas.
El vallado perimetral de la finca evita la dispersión de la población de jabalíes y
permite una mayor densidad de animales dentro de la misma, a base de
controlar las entradas y salidas, y de la gestión de los recursos y de las
poblaciones de otras especies que compartan el mismo hábitat. Además, con el
vallado se puede efectuar una división interna de la propia finca, facilitando el
manejo de los animales así como la organización de las actividades cinegéticas
mediante el sistema de cercones acotados.
2. Suplementación alimenticia.
Especialmente en el caso de las fincas valladas con densidades de población
artificialmente elevadas, esta medida es imprescindible, ya que con densidades
por encima de lo natural lo normal es que la finca no posea los recursos
suficientes para sustentar dicha población de manera estable. Esta
suplementación se hace principalmente con cereales, pienso formulado
específicamente para animales de carácter cinegético, o subproductos de
industrias agroganaderas. Además, la suplementación se suele aprovechar para
manipular el comportamiento de los jabalíes, facilitando la gestión cinegética de
la finca. Por ejemplo, con la suplementación a base de alimentos atractivos,
como maíz, es posible hacer que los jabalíes se desplacen a zonas donde
posteriormente se realizarán acciones cinegéticas (cebado de manchas de
monte), aumentando las posibilidades de éxito. Otra utilidad de la
suplementación alimenticia con cebos atractivos es tentar a los animales para
que entren en jaulas de captura, facilitando intervenciones veterinarias, como
vacunaciones, marcado o seguimiento (clínico, inmunológico, fenológico, etc.)
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
17
de los propios animales. Finalmente, la suplementación permite también
reforzar la dieta de los animales con componentes importantes y difíciles de
encontrar en el entorno, pudiendo ser permanente o limitada a la época seca,
algo que se está revelando fundamental para el mantenimiento de un condición
corporal adecuada y un sistema inmunitario competente, incluso en fincas con
recursos suficientes y densidades naturales.
3. Manejo de animales en núcleos de tipo intensivo.
En dichos núcleos se ejerce un mayor control sobre los animales,
aproximándose a lo que sería la gestión de una explotación de cerdo
doméstico. Tienen calificación legal de núcleos zoológicos a efectos sanitarios.
Normalmente el núcleo está en la propia finca, abasteciéndola de animales para
acciones cinegéticas. En estos núcleos, los animales reciben alimentación
específica y controlada, y aunque se tiende a simplificar los manejos sanitarios
se aplican controles y medidas como vacunaciones, desparasitaciones, etc.
También se puede ejercer un control más exhaustivo sobre los periodos y
parámetros reproductivos de los animales, mejorando las camadas de manera
cuantitativa y cualitativa por selección de parentales, destete programado, etc.;
e incluso se puede hacer una gestión de los animales de reposición de la finca,
seleccionando y aislando a los mejores machos jóvenes durante la temporada
de caza para darles la oportunidad de obtener un pleno desarrollo como adultos
reproductores y aumentar así la calidad de los trofeos en temporadas
posteriores.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
18
Importancia del jabalí en el ámbito sanitario
El jabalí es susceptible de albergar microorganismos patógenos y actuar como
reservorio de enfermedades de distinto origen, considerándose un peligro potencial en
cuanto a diseminación y contagio de las mismas. Además, la expansión de la especie
tanto geográfica como en número de animales, podría facilitar el contacto de estas
poblaciones salvajes con animales domésticos e incluso humanos, considerándose de
hecho un foco de transmisión de enfermedades tan importantes como la tuberculosis
(Gibbs et al., 1997).
1. Peligros potenciales para la salud humana.
Los jabalíes pueden albergar diversos patógenos causantes de zoonosis, lo cual
representa un peligro directo para los humanos. Virus como el Herpesvirus de
la hepatitis E (Sonoda et al., 2004; De Deus et al., 2008); parásitos como
Trichinella spp. (Henriksen et al., 1977) o Toxoplasma gondii (Clark et al.,
1983); y bacterias como Salmonella spp. (Pérez et al., 1999), Escherichia coli
(Rees TA., 1959) o micobaterias ubicadas dentro del Mycobacterium
tuberculosis complex (MTC) (Bollo et al., 2000) pueden ser transmitidas por
estos animales. En algunos casos, la adaptación del patógeno al ciclo biológico
del jabalí es espectacular. Sirva como ejemplo la alta prevalencia serológica de
Brucella suis biovar 2 (con frecuencia entre un 30 y un 60% de positivos) en
poblaciones españolas de jabalí, sin que sea apreciable un efecto negativo en
sus dinámicas (Risco et al., 2014). Igualmente, el jabalí es considerado el
reservorio salvaje más estable de la tuberculosis dentro de la Península Ibérica,
(Parra et al., 2003; Palmer MV., 2013) cuando hace apenas 26 años de las
primeras referencias de casos de tuberculosis en jabalíes de Doñana (León et
al., 1990). Dentro de las posibles modalidades de contagio de humanos
reseñaremos dos como las principales:
o Contagio indirecto en zonas contaminadas por excreciones de los
animales: en este caso, las superficies, materiales y el agua
contaminada por excreciones de jabalíes infectados serán las principales
vías de contagio para los humanos (Van Campen et al., 2010). Dentro
de esta vía de contagio existe el grupo de riesgo constituido por las
personas que viven en zonas limítrofes a los hábitats naturales de los
animales, que pueden sufrir la intrusión en zonas urbanas de jabalíes en
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
19
búsqueda de alimento o una fuente de agua. El jabalí, al expandir su
territorio, entraría en contacto con zonas urbanas, pudiendo contaminar
con patógenos dichas zonas y aumentando el riesgo de contagio (Casas
et al., 2008; González et al., 2013).
o Contagio directo por mordedura o traumatismo. Igualmente, en las
zonas periurbanas se registran cada vez más incidentes de contacto
directo, agresivo o no, pero con lesiones en personas, lo que implica
contagios directos traumáticos (Cahill et al., 2003).
o Aparte de las zonas urbanas, el contagio directo puede ocurrir también
con personas que entren en contacto directo con los animales o sus
cadáveres, como pueden ser los guardas de las fincas, los veterinarios o
los carniceros encargados del despiece (Massey et al., 2011), lo cual
constituye un riesgo ocupacional muy a tener en cuenta dentro de la
actividad tanto veterinaria como cinegética o de la industria cárnica.
o Contagio directo por consumo de carne contaminada por patógenos.
Contaminada sobre todo durante el proceso de elaboración, constituye
la principal vía de contagio directo de patógenos asociados al jabalí
hacia los humanos (Van Campen et al., 2010). Este riesgo de contagio
se debe a la propia actividad de faenado y recogida de las canales.
Dicho faenado, realizado por norma general al aire libre, y asociado al
tipo de muerte sufrida por el animal, puede propiciar la contaminación
de la canal. Las condiciones de este, así como las heridas sufridas por el
animal, pueden facilitar la contaminación de la canal por diversos
patógenos (Díaz-Sánchez et al., 2013). El mejor ejemplo lo constituyen
los disparos en la zona abdominal, que pueden contaminar ampliamente
la canal con enterobacterias, existiendo también mayores posibilidades
de que la calidad de la canal se vea alterada microbiológicamente
(Avagnina et al., 2012). Aparte de estos mecanismos de contagio, no
podemos olvidar comentar los riesgos de contagio directo por Trichinella
spp. debido al consumo de carnes que no han pasado la preceptiva
inspección veterinaria, algo inusual hoy en día en el mundo cinegético,
pero que sigue ocurriendo, a veces con funestas consecuencias.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
20
2. Peligros potenciales para la sanidad animal en ganado doméstico.
Los jabalíes pueden actuar como reservorios de importantes patógenos que
pueden afectar a otras especies animales con las que comparten el hábitat.
Dentro de las bacterias patógenas descritas en el jabalí destacan
Mycobacterium bovis (Mclnerney et al., 1995; Parra et al., 2003), Brucella suis
(Wood et al., 1976; Vicente et al., 2002), Chlamydia suis (Hoetzel et al., 2004;
Risco et al., 2013), o Haemophilus parasuis (Olvera et al., 2007; Cuesta et al.,
2013). En lo referente a los virus, se han descrito algunos tan importantes
como el Circovirus Porcino Tipo 2 (PCV2) (Tischer et al., 1986; Vicente et al.,
2004), el virus del Síndrome Respiratorio y Reproductivo Porcino (PRRS)
(Oslage et al., 1994; Boadella et al., 2012), el virus de la Peste Porcina Clasica
(PPC) (Wise G., 1981), el virus de la enfermedad de Aujezsky (ADV) (Clark et
al., 1983; Gortázar et al., 2002) o el virus de la Hepatitis E (Sonoda et al.,
2004; De Deus et al., 2008). Esta susceptibilidad a ser infectados por
patógenos comunes a otros animales, constituye el principal problema para la
sanidad animal asociado a los jabalíes. En el caso concreto de España, una
enfermedad en vías de erradicación como es la Tuberculosis dentro del ganado
doméstico, se ve ampliamente comprometida por el jabalí como reservorio
salvaje de la enfermedad (Hermoso de Mendoza et al., 2006). Dicha
enfermedad, en proceso de erradicación desde hace unos 50 años, todavía
presenta amplias zonas de alta prevalencia en la cabaña ganadera.
Los estudios epidemiológicos realizados nos permiten relacionar tres factores
fundamentales en esta situación: la prevalencia de tuberculosis en la cabaña
ganadera, la prevalencia de tuberculosis en el jabalí y la densidad de población
de los jabalíes. Las zonas de alta prevalencia de tuberculosis en la cabaña
ganadera coinciden con las zonas de mayor densidad de jabalíes; además la
alta prevalencia de tuberculosis en una población de jabalíes concreta es un
factor de riesgo para la aparición de brotes de la enfermedad en la cabaña
ganadera bovina próxima (Gortázar et al., 2005; Allepuz et al., 2011;
Rodríguez-Prieto et al., 2012).
La coexistencia de los jabalíes y ganado doméstico en las mismas zonas,
asociada a los hábitos del propio jabalí, como pueden ser la expansión en
búsqueda de alimento o la dispersión de grupos de machos, ponen de
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
21
manifiesto el riesgo potencial que supone la presencia de esta especie dentro
de las explotaciones. Esta situación se puede ver acentuada por diversos
factores, como puede ser la limitación de puntos de agua que favorezca la
concentración de los animales, o que los puntos de acceso a los recursos
alimenticios de las fincas estén ubicados en un mismo sitio o muy próximos, lo
que favorecerá el contagio directo entre los jabalíes y el ganado propio de la
finca (Boehm et al., 2007), y además, el indirecto por contacto con fómites y
excreciones potencialmente infectantes (Van Campen et al., 2010). Con todo
esto, y las propias limitaciones de los patógenos para causar contagio
(condiciones climáticas, vectores, fómites…), cada zona puede representar un
escenario de contagio completamente distinto, con un factor en común, la
presencia del jabalí como reservorio de enfermedad.
Por otra parte, en los últimos tiempos hemos podido encontrar la situación
contraria dentro de las poblaciones de jabalíes. Enfermedades relativamente
comunes que afectaban al cerdo doméstico, podrían empezar a ser habituales
en poblaciones de jabalíes salvajes. El desarrollo de enfermedades clínicas
como el Síndrome de Desmedro Postdestete (Lipej et al., 2007), la enfermedad
de Aujezsky (Gortázar et al., 2002) o la enfermedad de Glässer (Cuesta et al.,
2013) han sido descritas en jabalí recientemente. Este hecho indica dos cosas
fundamentales; que puede existir un contagio de los jabalíes con patógenos
procedentes de los cerdos domésticos, siendo dichos jabalíes susceptibles de
enfermedad; y que poco a poco los investigadores nos estamos centrando más
en la búsqueda de estos procesos morbosos dentro de las poblaciones salvajes.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
22
3. Peligros potenciales para la sanidad animal en animales de vida libre.
Muchos de los agentes infecciosos que pueden afectar en mayor o menor
medida a los jabalíes pueden llegar a afectar a otras especies salvajes que
conviven en las mismas fincas. Por ejemplo y por ser uno de los procesos más
importantes dentro de nuestro ecosistema, ciervos o gamos son susceptibles de
padecer tuberculosis causada por Mycobacterium bovis, patógeno habitual en
los jabalíes (García-Jiménez et al., 2013). Al igual que en la cabaña ganadera,
la prevalencia de la tuberculosis dentro de las poblaciones de jabalíes está
íntimamente relacionada con su prevalencia dentro de las poblaciones salvajes
susceptibles que comparten dicho hábitat. De hecho, se ha comprobado que el
control de la población de jabalíes dentro de estas zonas ejerce una fuerte
influencia en los cambios en las prevalencias de esta enfermedad otros
artiodáctilos salvajes presentes en zonas controladas (García-Jiménez et al.,
2013)
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
23
Circovirus porcino
El circovirus porcino (PCV) es un virus del género Circovirus perteneciente a la familia
Circoviridae (Tischer et al., 1974, 1982, 1986), aislado por primera vez al ser detectado
como contaminante en cultivos celulares de PK-15. A finales de los 90, un circovirus
distinto al contaminante detectado en cultivos celulares, fue aislado en América del
Norte (Allan et al., 1995, 1998, 1999; Ellis et al., 1998). Este virus, asociado con
enfermedad en porcinos, fue designado como Circovirus Porcino Tipo 2 (PCV2);
mientras que el virus apatógeno detectado en los cultivos celulares fue denominado
Circovirus Porcino Tipo 1 (Allan et al., 1999). Recientemente, un nuevo circovirus
lejanamente relacionado con los descritos en porcino, ha sido detectado en cerdos
enfermos de Estados Unidos por distintos grupos de investigación (Palinski et al., 2016;
Phan et al., 2016), siendo denominado como Circovirus Porcino Tipo 3 (PCV3).
Posteriormente, ha sido identificado en China y su genoma ha sido secuenciado (Ku et
al,. 2017; Shen et al., 2017). Sin embargo, no se conocen más datos relevantes de
este nuevo virus y su implicación en procesos patológicos en situaciones distintas a los
brotes detectados es desconocida.
Estructura tridimensional del virión de PCV2. Podemos observar el detalle del capsómero.
Imágen de T. Kekarainen.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
24
El PCV2 es un virus ADN monocatenario circular de 1767-1768 nucleótidos (PCV1 tiene
1759 nucleótidos); con una nucleocápside icosaédrica, no capsulada (Tischer et al.,
1982; Hamel et al., 1998; Meehan et al., 1998; Rodríguez-Cariño et al., 2009). Dicha
nucleocápside contiene 60 cápsides proteicas asociadas en pentámeros que protruyen
ligeramente, confiriendo al virión un tamaño total de 20.5 nm de diámetro (Crowther
et al., 2003).
Una vez el virión ha infectado la célula, la hebra monocatenaria de ADN es convertida
en una forma bicatenaria de ADN, conocida como Forma Replicativa (FR) (Mankertz et
al., 2004). Dicha FR posee información génica codificada en ambas hebras de ADN
(tanto la hebra viral como la complementaria).
Los genes de PCV2 están ubicados en 11 Marcos Abiertos de Lectura (Open Reading
Frames u ORFs) (Hamel et al., 1998), de cuya expresión proteica sólo han sido
descritos tres:
- ORF1 o Gen Rep: Codifica las proteínas de replicación Rep (314 aminoácidos) y
Rep’ (178 aminoácidos). Está ubicado en la hebra positiva (virión) en dirección
de las agujas del reloj (Mankertz et al., 1998; Cheung et al., 2003).
- ORF2 o Gen Cap: Codifica la cápside, que es la única proteína estructural de
PCV2 (233 aminoácidos). Está ubicada en la hebra complementaria en dirección
contraria a las agujas del reloj (Nawagitgul et al., 2000; Mankertz et al., 2004).
- ORF3: Codifica una proteína no estructural de 105 aminoácidos. Dicha proteína
ejerce efectos en los cultivos celulares, como la inducción de apoptosis en
células PK-15 (Liu et al., 2005). PCV2 mutantes que carecían de ORF3 han
demostrado ser menos virulentos, comparados con aquellos que sí
desarrollaban ORF3 (Karuppannan et al., 2009). Está ubicado en la hebra
complementaria en dirección contraria a las agujas del reloj, superponiéndose
de manera completa con el gen ORF1.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
25
El estudio de las secuencias genómicas de PCV2 ha permitido clasificar la mayoría de
virus aislados en dos grupos principales denominados a y b (Gagnon et al., 2007;
Olvera et al., 2007; Grau-Roma et al., 2008; Segalés et al., 2008; Timmusk et al.,
2008). Las secuencias de nucleótidos analizados son idénticas en más de un 93%
(Mankertz et al., 2000; Larochelle et al., 2002), lo que demuestra una relación
filogenética muy cercana entre los virus aislados en todo el mundo.
Los dos genotipos probablemente surgieren que provienen de un antecesor común,
separándose y comenzando una evolución independiente hace unos 100 años mientras
circulaban conjuntamente dentro de las mismas poblaciones (Firth et al., 2009). Sin
embargo, PCV2a es genéticamente más variable que PCV2b, lo que sugiere una mayor
antigüedad del primero (Grau-Roma et al., 2008). Además, PCV2a es el genotipo que
presentó más prevalencia entre los animales afectados clínicamente durante los brotes
iniciales de la enfermedad (finales de los 90, principios del 2000), mientras que
actualmente es PCV2b el genotipo con mayores prevalencias. Este aumento en la
prevalencia de PCV2b ha estado asociado a cuadros más graves de enfermedad en
Europa y América del Norte (Carman et al., 2006; Timmusk et al., 2008; Wiederkehr et
al., 2009; Cortey et al., 2011).
Mediante estudios genómicos de material de archivo, un tercer genotipo denominado
PCV2c fue detectado en Dinamarca (Dupont et al., 2008; Segalés et al., 2008). Estos
genotipos o cepas del virus han sido detectados circulando conjuntamente por las
mismas poblaciones, siendo aislados en los mismos animales (Boisseson et al., 2004;
Cheung et al., 2007; Gagnon et al., 2007; Grau-Roma et al., 2008; Hesse et al., 2008).
Además, se ha demostrado la recombinación viral entre las cepas, tanto in vivo como
in vitro, por lo que la posibilidad de aparición de nuevas variantes genéticas es una
realidad, teniendo en cuenta la coexistencia de distintas cepas dentro del mismo
animal (Olvera et al., 2007; Hesse et al., 2008; Cheung et al., 2009; Lefebvre et al.,
2009). En 2010, fue detectado en Quebec un virus recombinante que poseía el ORF1
de PCV1 y el ORF2 de PCV2, aunque existen dudas de su procedencia por su parecido
con un virus quimérico de vacuna inactivada, por lo que el origen es incierto (Gagnon
et al., 2010).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
26
Aunque existen varios genotipos, las similitudes en la reactividad contra anticuerpos
tanto monoclonales como policlonales parecían indicar que no existían diferencias
antigénicas entre ellos (Allan et al., 1999; McNeilly et al., 2001). Dicho postulado ha
sido considerado erróneo gracias a posteriores estudios, demostrando así que existe
variabilidad genética entre los distintos genotipos de PCV2 (Lefebvre et al., 2008;
Shang et al., 2009). La eficacia de las vacunas desarrolladas (a base de PCV2a), viene
dada por la inmunidad inducida tanto para ese genotipo como para el genotipo PCV2b,
lo que demuestra que existe inmunidad cruzada entre ambos (Fort et al., 2008;
Opriessnig et al., 2008).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
27
Epidemiología de PCV2.
Tanto PCV1 como PCV2 son virus ubicuos que afectan a suidos domésticos y salvajes,
siendo la prevalencia del primero mucho menor que la del segundo (Calsamiglia et al.,
2001). Sin embargo, las demás especies (incluidos los humanos) no son susceptibles
de ser infectados (Allan et al., 2000; Ellis et al., 2001; Rodríguez-Arrioja et al., 2003), a
excepción de los ratones, entre los cuales el virus puede replicarse y trasmitirse de
manera limitada, siendo considerados como posibles vectores mecánicos de contagio
entre distintas explotaciones, o simplemente como hospedadores alternativos (Kiupel
et al., 2001; Opriessnig et al., 2009). De hecho, PCV2 ha sido aislado de ratones
procedentes de granjas de cerdos, confirmando así este peligro potencial (Lorincz et
al., 2010).
Viriones de PCV2 aislados de un cerdo afectado y visualizados mediante tinción negativa.
Fotografía: Diseases of Swine.
La principal vía de transmisión del virus es la vía oronasal, aunque ha sido detectado
en secreciones (nasales, tonsilares, bronquiales y oculares), así como en heces, orina,
semen, saliva, leche y calostro (Krakowka et al., 2000; Larochelle et al., 2000; Shibata
et al., 2003; Segalés et al., 2005; Shibata et al., 2006; Park et al., 2009). Otra vía de
infección puede ser la ingesta de carne cruda de cerdos virémicos (Opriessnig et al.,
2009), muy a tener en cuenta en jabalíes debido a su comportamiento carroñero.
Experimentalmente, animales en gestación inoculados por vía intranasal han
demostrado la posibilidad de una infección transplacentaria (Park et al., 2005; Ha et
al., 2008, 2009). En el caso de semen contaminado, los animales infectados presentan
fallos reproductivos, resultando infectados los fetos por el virus (Madson et al., 2009).
Sin embargo, no se conoce si la cantidad de virus presente en el semen de forma
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
28
natural puede ser suficiente para el desarrollo de ese cuadro reproductivo así como de
la infección fetal.
La transmisión del virus se produce principalmente al entrar en contacto animales
sanos con animales infectados por el virus (Kristensen et al., 2009). Los estudios
desarrollados en cuanto a contabilización de viriones en distintas muestras de cerdos
varían dependiendo de las granjas, no siendo aplicables a animales en estado salvaje,
cuyas pautas de comportamiento y contactos entre animales son completamente
distintas.
Los factores de riesgo de infección asociados a PCV2 han sido descritos en varios
estudios desarrollados en España, Reino Unido, Francia, Países Bajos y Dinamarca
(Rose et al., 2003; Wellenberg et al., 2004; López-Soria et al., 2005; Enoe et al., 2006;
Vigre et al., 2006; Woodbine et al., 2007). En ellos se determinaron varios factores de
riesgo que podrían aumentar la morbilidad de las explotaciones. Dentro de estos
factores, algunos son dependientes de la propia explotación, como puede ser la
presencia de otras afectadas cercanas, el tamaño de las mismas (mayores de 400
madres), seroprevalencias altas de PCV2, y los propios visitantes de la granja si no
tenían las medidas correctas de seguridad (3 días entre visita y visita de explotaciones
porcinas). Otros factores pueden estar relacionados con el manejo reproductivo de los
animales, como son las compras de grandes cantidades de hembras de reposición,
infecciones activas en hembras preñadas y la inseminación artificial con semen
procedente de la misma granja. Finalmente, existen factores derivados del manejo y
de los propios animales, como la infección o vacunación del Síndrome Respiratorio y
Reproductivo Porcino (PRRS) o la presencia de altas cantidades de anticuerpos frente a
PCV2 en los animales a término. También fueron identificados ciertos factores que
disminuyen las prevalencias de PCV2 dentro de las granjas, como pueden ser los altos
niveles de bioseguridad (cuarentena de animales comprados, cambios de ropa a la
entrada y salida o entregas de animales a término en salas especializadas), largos
periodos de descanso y vacío entre ciclos, tratamientos contra ectoparásitos y
vacunación frente a rinitis atrófica porcina.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
29
Patogénesis
Circovirosis clínicas por PCV2.
Entre las infecciones clínicas causadas por PCV2 existen diversos síndromes
diferenciados, tanto en su expresión clínica como en sus consecuencias biológicas. Los
principales síndromes causados por PCV2 son los siguientes:
Síndrome del desmedro multisistémico postdestete o enfermedad sistémica por PCV2:
más conocido por sus siglas en inglés PMWS (Postweaning multisystemic wasting
síndrome). Ampliamente estudiado, este síndrome provoca en los animales una
pérdida de peso, ligada a un déficit en su crecimiento así como en su tasa de
conversión. Aparte de la evidente pérdida de peso, los animales pueden presentar
palidez, dificultad en la respiración, diarrea y en menor medida ictericia (Harding et al.,
1997; Rosell et al., 1999; Krakowka et al., 2004). En las primeras etapas del síndrome,
los linfonodos inguinales pueden estar muy aumentados de tamaño, siendo muy
característico de esta enfermedad (Clark et al., 1997; Rosell et al., 1999). Además, los
animales pueden presentar depleción marcada en los tejidos linfoides, así como
inflamación de tipo granulomatoso en otros tejidos. La morbilidad en las granjas de
suinos afectadas varía entre el 4-30% de los animales, siendo su mortalidad de 4-20%
(Segalés et al., 2002). Sin embargo, no existen datos sobre morbilidad o mortalidad en
jabalí, principalmente debido a su condición de especie salvaje y la imposibilidad de
tomar datos de manera fiable en condiciones de campo. Dentro de los cuadros clínicos
causados por el virus, el PMWS es considerado el de mayor importancia, debido
principalmente a su morbilidad, mortalidad y pérdidas económicas asociadas en todas
las partes del mundo, siendo Europa y Asia zonas endémicas con formas epidémicas,
mientras en América del norte lo más común son las formas esporádicas de
presentación.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
30
Neumonía proliferativa necrotizante (NPN) o enfermedad pulmonar por PCV2: los
animales afectados por este síndrome presentan como principal manifestación clínica la
dificultad respiratoria y signos asociados (Harms et al., 2002; Kim et al., 2003). Estos
signos respiratorios se deben a lesiones en pulmón, que son principalmente neumonía
broncointersticial, fibrosis o fibroplasia peribronquiolar, y bronquiolitis ulcerativa o
neumonía proliferativa necrotizante, pero sin lesiones asociadas en tejido linfoide (a
diferencia de lo observado en el PMWS). Además, debemos tener en cuenta que PCV2
es un patógeno considerado como causante potencial del Complejo Respiratorio
Porcino o CRP (Kim et al., 2003; Hansen et al., 2010).
Enteritis o enfermedad entérica asociada a PCV2: el signo principal de este síndrome
es diarrea, causada principalmente por una enteritis de tipo granulomatoso con
depleción linfocítica unida a una inflamación granulomatosa en Placas de Peyer (Kim et
al., 2004; Opriessnig et al., 2007). En estos casos, debemos tener en consideración la
posible superposición de este síndrome con el de NPN, y distinguirlo del PMWS
(Opriessnig et al., 2007).
Fallo reproductivo asociado a PCV2 o enfermedad reproductiva por PCV2: los animales
afectados por este síndrome presentan problemas reproductivos al ser infectados a
finales de gestación, cursando con abortos y momificación (West et al., 1999; Madson
et al., 2009). En el caso de los abortos, los fetos pueden presentar miocarditis
necrotizante. Sin embargo, es raro que se den estas circunstancias de abortos, al
menos en condiciones de campo (Pensaert et al., 2004), teniendo en cuenta las
seroprevalencias de la enfermedad dentro de las granjas, ya que los animales
reproductores es difícil que sufran la enfermedad clínica, debido principalmente a
desarrollar inmunidad por una infección previa. Sin embargo, esta circunstancia puede
cambiar en el caso de animales de reposición introducidos, sin contacto previo con el
virus (West et al., 1999; Opriessnig et al., 2007; Togashi et al., 2011). Aunque existen
evidencias de reproductores subclínicos (Larochelle et al., 2000; McIntosh et al., 2006;
Madson et al., 2008), los niveles de virus detectados en animales experimentales y la
cantidad de virus presente en el semen parecen no ser suficientes para provocar la
infección fetal, seroconversión de la hembra o el desarrollo del fallo reproductivo como
tal (Madson et al., 2009).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
31
Síndrome de nefropatía y dermatitis porcina (Porcine dermatitis and nephropathy
síndrome, PDNS): este síndrome muestra como signo más obvio la presencia de
máculas o pápulas de un color rojizo o violeta, con una forma irregular. Dichas máculas
se distribuyen en el animal, de manera primaria en el periné y en las extremidades
traseras, aunque también se pueden dar de manera generalizada. Evolucionan
generando costras, que posteriormente se desprenden dejando cicatrices (Segalés et
al., 1998; Drolet et al., 1999). Los animales afectados pueden ser de cualquier edad,
presentando anorexia y depresión, y en raras ocasiones cuadros de fiebre (Drolet et
al., 1999). La mortalidad en este síndrome puede variar en función de la edad de los
afectados, siendo aproximadamente de un 50% en animales menores de 3 meses,
ascendiendo al 100% en aquellos que superan esta edad, muriendo a los pocos días
del inicio de los signos clínicos. Los individuos que se recuperan del cuadro comienzan
a ganar peso a la semana de superar el síndrome (Segalés et al., 1998).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
32
Circovirosis subclínicas por PCV2
La forma subclínica de infección es la manifestación más común de la infección por
PCV2. La primera evidencia de infección por PCV2 se describió en Alemania en 1962
(Jacobsen et al., 2009); sin embargo, el primer diagnóstico retrospectivo de PMWS fue
a mediados de los 80 (Rodríguez-Arrioja et al., 2003; Jacobsen et al., 2009). Esta
diferencia de fechas establece la importancia de la situación subclínica de este virus.
Aunque los animales no muestran signos clínicos como tal, la vacunación sistemática
frente a PCV2 ha conseguido avances productivos muy importantes, mejorando la
mayoría de parámetros asociados a producción en zonas de altas prevalencias del virus
(Young et al., 2011). Además, estas infecciones subclínicas pueden tener mucha
importancia en concomitancia con otros patógenos presentes en el animal o con los
que pueda tener contacto, debido principalmente a la interacción del virus con el
sistema inmune del portador, comprometiendo así la salud del animal.
Entre las interacciones del virus con el sistema inmune del animal, las que están más
ampliamente estudiadas son las relativas a animales afectados por PMWS, afectando a
órganos linfoides y a diversos factores de la respuesta inmune innata y adquirida,
afectando principalmente a células presentadoras de antígenos y a la expresión de
citoquinas (Darwich et al., 2012).
1. Afección de órganos linfoides
La depleción linfoide es uno de los principales factores de patogenicidad dentro de la
infección por PCV2, principalmente en el desarrollo del PMWS (Morozov et al., 1998;
Allan et al., 1999; Ellis et al., 1999; Rosell et al., 1999; Kennedy et al., 2000; Krakowka
et al., 2002). En linfonodos afectados por PMWS existe una pérdida de arquitectura,
con depleción de linfocitos B, T y NK (Shibahara et al., 2000; Quintana et al., 2001;
Darwich et al., 2002; Nielsen et al., 2003). En etapas más avanzadas sucede una
proliferación de tejido estromal, con un aumento del número de neutrófilos,
principalmente debidos a la propia reacción inflamatoria (Sarli et al., 2001; Chianini et
al., 2003). En cuanto a la sangre periférica, las proporciones relativas de neutrófilos y
linfocitos están invertidas respecto a animales sanos (Darwich et al., 2002).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
33
Además de la destrucción primaria de los órganos linfoides, existe una afección linfoide
asociada a la propia replicación del virus. PCV2 puede ser encontrado en monocitos y
macrófagos (Allan et al., 1994) así como en linfocitos (Morozov et al., 1998). En
estudios experimentales se ha observado en linfocitos CD4+ y CD8+ a los 10 días post
inoculación (Sánchez et al., 2004).
Para determinar qué células eran las que soportaban la replicación viral de forma
mayoritaria, se desarrollaron estudios de cuantificación de ARNm del ORF2. Destacaron
altos niveles de este en linfocitos T y B, indicativos de su importancia como principales
líneas celulares donde el virus se replica (Yu et al., 2007). Además, se ha demostrado
que la replicación de PCV2 puede provocar la lisis de las células infectadas (Rodríguez-
Cariño et al., 2011), agravando así la inmunodeficiencia del animal portador.
La última vía estudiada para explicar la depleción linfoide es la producción de
apoptosis, inducida por el virus o por citoquinas asociadas. Estudios previos sugieren
que PCV puede inducir la apoptosis de los linfocitos B (Shibahara et al., 2000), incluso
en modelos murinos (Kiupel et al., 2001, 2005). Sin embargo, los mecanismos
concretos de inducción de apoptosis no están completamente esclarecidos.
2. Efectos de PCV2 sobre las células presentadoras de antígenos
PCV2 se encuentra comúnmente asociado a células de la línea monocítica-macrofágica
así como a células dendríticas, pero parece que este tipo de células no son eficaces
como células objetivo en la replicación vírica (Gilpin et al., 2003; Vincent et al., 2003,
2005; Chang et al., 2006; Pérez-Martín et al., 2007; Steine et al., 2008). Sin embargo,
en las células dendríticas el virus puede permanecer sin sufrir daño durante días, lo
cual indica que puede utilizar dichas células como un mecanismo de transmisión y
diseminación (Vincent et al., 2003). La baja actividad replicativa de PCV2 dentro de los
macrófagos y la falta de replicación en células dendríticas nos ha hecho asumir que su
presencia dentro de estas células se debe principalmente a los procesos de fagocitosis
de las mismas más que a una infección activa por parte del virus (Vincent et al., 2003;
Steiner et al., 2008; Kekarainen et al., 2010).
La presencia del virus en macrófagos parece inducir una respuesta alterada en este
tipo celular, reduciendo su capacidad de fagocitosis o alterando la producción de
sustancias tales como TNF-α, INF-γ o IL-8 en el caso de macrófagos alveolares (Chang
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
34
et al., 2006). Todos estos factores son de importancia dentro del contexto del
reconocimiento de patógenos, comprometiendo la activación inicial de las propias
células dendríticas y con ello la propia presentación antigénica (Takeda et al., 2003).
Entre los elementos virales involucrados en estos procesos de inmunomodulación
causada por el virus, se ha demostrado que la proteína capsular no influye de manera
negativa en la respuesta monocitaria o de las células dendríticas (Kekarainen et al.,
2008), mientras que el ADN viral sí que altera esa respuesta, afectando además a los
patrones de citoquinas expresadas en tejidos y sangre periférica (Hasslung et al.,
2003; Vincent et al., 2005, 2007; Wikström et al., 2007; Kekarainen et al., 2010;
Wikström et al., 2011).
3. Efectos del PCV2 en la producción de citoquinas en tejidos y sangre periférica.
Los estudios de patrones de citoquinas realizados en animales afectados por PMWS en
tejidos y sangre periférica han demostrado que el aumento de la expresión de IL-10 es
un hallazgo habitual (Darwich et al., 2003; Kim et al., 2004; Sipos et al., 2004; Doster
et al., 2010). Se ha comprobado que la expresión de IL-10 en el linfonodo se localiza
principalmente en áreas ricas en linfocitos de tipo T, en contraposición con zonas ricas
en linfocitos de tipo B y macrófagos que presentaron una menor expresión (Doster et
al., 2010). En cuanto a los estudios en bazo, la expresión alta de IL-10 estaba asociada
a subpoblaciones CD163+, CD4+ y CD8+ (Crisci et al., 2010). Esta respuesta asociada
a IL-10 ha sido demostrada con el virus íntegro, no siendo encontrada en
experimentos con las proteínas CAP o REP de forma exclusiva (Fort et al., 2009; Crisci
et al., 2010).
Además de afectar a la IL-10, PCV2 puede inducir una respuesta exacerbada en la
producción de IL-1β e IL-8, tanto en animales indemnes, es decir que no han
presentado contacto previo con el patógeno, como en animales ya infectados (Darwich
et al., 2003), asociada al carácter crónico de las infecciones causadas por este virus.
En pulmones de animales afectados por PCV2 se detectaron niveles altos de IL-1α e IL-
8 mientras que no existió expresión de IL-10, lo que sería de esperar en casos de
neumonía intersticial crónica, con un aumento de interleucinas de carácter
proinflamatorio y poca o nula expresión de interleucinas de carácter antiinflamatorio
(Chae et al., 2010).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
35
Por último, los animales infectados poseen menos capacidad de producción de IL-2, IL-
4 e IFN-γ después de la estimulación antigénica, en comparación con cerdos sanos
(Darwich et al., 2003), lo cual indica una respuesta alterada en cuanto a la acción de
los linfocitos. Sin embargo, la causa de esta alteración en la expresión de citoquinas
todavía no ha sido clarificada, siendo la única causa real de la disminución de las
citoquinas secretadas por los linfocitos T la propia depleción linfoide asociada a la
infección por el virus y el desarrollo de alguno de los síndromes asociados.
Con todas estas expresiones clínicas y subclínicas de la infección viral, podemos
discernir dos ámbitos completamente diferenciados de enfermedad o de consecuencias
de infección. En el primer ámbito se encuentra el cerdo doméstico, con explotaciones
de producción en su mayoría intensiva, en la que tendría una importancia mucho más
amplia la infección de tipo clínico y las enormes pérdidas económicas asociadas a
estas. En este caso, la vacunación sistemática de los animales ha disminuido de
manera considerable la presentación de casos clínicos, con el consecuente control de la
enfermedad y la mejora de las ganancias económicas de las explotaciones.
En el segundo ámbito situaríamos a los jabalíes, animales de vida libre. En ellos, los
casos de enfermedad clínica serían difíciles de observar, ya que la mortalidad de
animales jóvenes en estado salvaje es difícilmente observable, cuantificable y
valorable, con la excepción de fincas cerradas con un eficaz sistema de vigilancia y
monitorización de los individuos. Sin embargo, las infecciones subclínicas causadas por
PCV2 pueden tener ciertas repercusiones sobre la patología del jabalí, principalmente
derivadas de la inmunosupresión causada por el virus asociada a enfermedades
concomitantes en el animal adulto. Dentro de estas enfermedades concomitantes,
podemos destacar la tuberculosis como enfermedad más importante, tanto
económicamente como sanitariamente, así como otras infecciones de carácter
respiratorio que pueden influir en el desarrollo de lesiones o patologías pulmonares.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
36
Medidas de control de PCV2
Debido al carácter ubicuo del patógeno, y los porcentajes de prevalencia presentes en
la mayoría de explotaciones a nivel mundial, el control de la enfermedad se centra
principalmente en la profilaxis vacunal de las explotaciones. Existen numerosas
vacunas comerciales, la mayoría basadas en cepas de PCV2a inactivadas, aunque
existe una vacuna quimera PCV1-2, no disponible en nuestro país. El éxito de la
vacunación frente al virus viene dado principalmente por la activación de la respuesta
tanto humoral como celular frente al virus (Kekarainen et al., 2010). Esta activación
humoral y celular se corresponde con una protección activa y efectiva frente al virus en
primoinfecciones, y con mejoras clínicas en animales enfermos. Además, el uso de
estas dentro de explotaciones afectadas conlleva una mejora de la ganancia media
diaria de los animales (Kristensen et al., 2011), incluso en granjas con brotes
subclínicos de la enfermedad.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
37
Tuberculosis y Complejo Mycobacterium
tuberculosis (CMTB)
La tuberculosis es una enfermedad causada por las bacterias pertenecientes al
denominado Complejo Mycobacterium tuberculosis (CMTB), las pertenecientes al
Complejo Mycobacterium avium (CMA) y algunas otras especies de micobacterias
(Thoen et al. 1975). Sin embargo, en el caso de los jabalíes, las principales
micobacterias implicadas en el cuadro pertenecen al CMTB (García-Jiménez et al.,
2012).
Esta enfermedad es de un carácter crónico consuntivo que puede afectar a gran
variedad de animales, cuyo desarrollo dentro del animal derivará en gran medida de la
capacidad de defensa del hospedador, así como de la capacidad del bacilo acido –
alcohol resistente para superar esas defensas. Aunque la micobacteria debe hacer
frente tanto a la defensa de carácter humoral como a la desarrollada por los
granulocitos en los tejidos, el mecanismo de defensa más efectivo del hospedador
frente al agente infectivo es el desarrollado por el complejo mononuclear fagocítico,
siendo los macrógafos activados la forma celular de defensa más patente y efectiva.
Dicho carácter crónico de la enfermedad, asociada a la gran cantidad de hospedadores
susceptibles de padecer la enfermedad, le confiere una alta persistencia dentro de las
poblaciones creando reservorios, así como una capacidad de diseminación alta en el
medio, pudiendo afectar a otras poblaciones que compartan el mismo hábitat. En
zonas donde la tuberculosis en el ganado bovino ha sido erradicada o persiste de
manera mínima, como pueden ser Estados Unidos o Canadá, la infección por M. bovis
en cerdos domésticos no es nada común (Margolis et al., 1994). Sin embargo, en
zonas como la nuestra, donde la tuberculosis ha pasado a ser una enfermedad
endémica en fauna salvaje, la infección por M. bovis supone un grave riesgo tanto para
la ganadería como para los humanos por su evidente aspecto zoonótico, así como de
aspecto económico, ya que produce elevadas pérdidas dentro del sector ganadero.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
38
De la importancia clínica, zoonótica y económica de la enfermedad viene dada la
importancia en el control y posible erradicación de ésta. Para ello, se llevan a cabo
saneamientos sistemáticos en las ganaderías bovinas así como en las caprinas. Dichos
saneamientos conllevan la eliminación de los animales infectados con el fin de una
completa erradicación de la enfermedad. Sin embargo, estás medidas oficiales no
tienen en cuenta uno de los principales problemas existentes en nuestro país, la
convivencia de dichas ganaderías con reservorios salvajes estables, como pueden ser
los jabalíes, y, en menor medida, con especies de cérvidos. Estos reservorios salvajes
representan uno de los grandes escollos para la erradicación de la enfermedad en la
Península Ibérica, existiendo elevadas prevalencias dentro de las poblaciones de
jabalíes (Parra et al., 2003), y por tanto, elevada probabilidad de contacto con
ganadería doméstica. Este problema además, puede estar agravado por el estatus
sanitario de los animales reservorio, siendo un problema incipiente en el caso de las
coinfecciones que pueden estar presentes en ellos, empeorando el cuadro
epidemiológico presente en la zona (Risco et al., 2014).
Mycobacterium bovis en linfonodo. Tinción Ziehl Neelsen.
Una vez tenido en cuenta la problemática existente entre el carácter crónico de la
enfermedad, la existencia de reservorios salvajes en el ecosistema y el agravante de
las coinfecciones, nos podemos hacer una idea de la magnitud que puede alcanzar
tanto a nivel sanitario como a nivel económico, en el caso de que las medidas de
control y erradicación no surtan efecto en nuestra población susceptible.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
39
Complejo Mycobacterium Tuberculosis
El denominado Complejo Mycobacterium tuberculosis (CMTB) es un grupo que incluye
a todas las especies de bacterias causantes de la tuberculosis humana y animal. En él
se incluyen varias bacterias del género Mycobacterium y un par de bacterias bacilares
que son consideradas como similares a éste.
Bacterias pertenecientes al CMTB
- Género Mycobacterium
o M. africanum (Castets et al., 1969)
o M. bovis (Karlson et al., 1970)
o M. bovis variedad BCG (Grange et al., 1983)
o M. canetti (Van Soolingen et al., 1997)
o M. caprae (Aranaz et al., 2003)
o M. microti (Reed et al., 1957)
o M. pinnipedii (Cousins et al., 2003)
o M. tuberculosis (Koch et al., 1882)
o M. orygis (Van Ingen et al., 2012)
o M. mungi (Alexander et al., 2010)
o M. suricattae (Parsons et al., 2013; Dippenaar et al., 2015)
o Casos singulares
Bacilo de Dassie (Wagner et al., 1958)
Bacilo del Oryx (Lomme et al., 1976)
Todas estas especies están muy íntimamente relacionadas entre ellas desde el punto
de vista genético, con una similitud entre sus nucleótidos de un 99,9%, por lo que en
la actualidad se han desarrollado técnicas moleculares de identificación del genoma
con el fin de identificar de manera fiable a las bacterias, desechando para ellos las
pruebas bioquímicas o fenotípicas (Böddinghaus et al., 1990; Sreevatsan et al., 1996;
Huard et al., 2006; Behr et al., 2007; Romero et al., 2008).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
40
Dentro de todo el complejo las principales causantes de la tuberculosis en el jabalí son
M. bovis y M. caprae (García-Jiménez et al., 2012). Ambas especies han sido descritas
en diversos animales, tanto domésticos como salvajes.
- Hospedadores confirmados de M. bovis
o Domésticos
Bovino (Smith et al., 1898; Karlson et al., 1970)
Caballo (Monreal et al., 2001; Keck et al., 2010)
Cabra (Cousins et al., 1993; Crawshaw et al., 2008; Cadmus et
al., 2009; Hiko et al., 2011)
Cerdo (Parra et al., 2003; Rodríguez et al., 2009; Barandiaran et
al., 2011)
Gato (Aranaz et al., 1996; Fenton et al., 2010)
Perro (Ellis et al., 2006)
o Dentro de los hospedadores confirmados presentes en España podemos
destacar:
Ciervo, gamo, jabalí, liebre, lince, primates, tejón y zorro
(Gallagher et al., 2000; Aranaz et al., 2004; O’Brien et al., 2004;
Corner et al., 2006; Une et al., 2007; Balseiro et al., 2011)
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
41
Lesión histológica de la tuberculosis en jabalí: el granuloma
tuberculoso
El granuloma tuberculoso es la lesión característica de la tuberculosis. Dicha lesión
proviene de la tendencia del organismo hospedador a controlar y focalizar la infección,
como resultado de una estimulación antigénica crónica (Fuller et al., 2003). Este
intento de focalizar la infección cursa con una acumulación local de células de carácter
inflamatorio, entre las cuales podemos destacar las células gigantes multinucleadas
(CGMNs), linfocitos (principalmente linfocitos T CD4+ y CD8+), macrófagos y
macrófagos epitelioides (González-Juarrero et al., 2001; Fuller et al., 2003).
Diversos estudios han descrito los estadios, fases o etapas del desarrollo lesional
dentro del granuloma tuberculoso en infecciones experimentales de M. tuberculosis en
roedores (Rhoades et al., 1997; González-Juarrero et al., 2001). En 2005, mediante un
estudio similar de infección experimental en bovinos por M. bovis se describió la
evolución del granuloma en cuatro etapas o estadios distintos, caracterizados por
cambios concretos a nivel histológico (Wangoo et al., 2005).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
42
Etapas o Estadio de Desarrollo del Granuloma según Wangoo y cols. (2005):
Estadio I: También denominado estadio “inicial”. En él encontramos una concreción de
macrófagos de tipo epitelioide, junto con algunos linfocitos y en menor medida
presencia de neutrófilos. En esta fase podemos observar la presencia de algunas
Células Gigantes MonoNucleadas (CGMNs), no existiendo todavía una capsula fibrosa
delimitante.
Estadio II: También denominado estadio “sólido”. En esta fase el granuloma está
delimitado parcial o totalmente por una cápsula de tejido conectivo, estando
compuesto principalmente por macrófagos epitelioides. La infiltración celular dentro del
granuloma va creciendo, observándose una mayor presencia de CGMNs, linfocitos y
neutrófilos. En ocasiones se pueden observar pequeños focos de necrosis de escasa
importancia.
Estadio III: También denominado estadio “asociado a necrosis”. En estos granulomas
la cápsula fibrosa ya es completa y de mayor entidad, con una gran presencia de
caseum en la zona central derivada de una extensa necrosis. En la periferia de esta
zona caseificada encontramos CGMNs, y en la periferia de todo una población celular
conformada principalmente por linfocitos, neutrófilos y gran cantidad de macrófagos
que se extienden hasta la propia cápsula de tejido conectivo. En ocasiones en la zona
de caseum podemos encontrar una ligera calcificación central de escasa entidad.
Estadio IV: También denominado estadio “calcificado” o “mineralizado”. En este
estadio final, el granuloma está caracterizado por la presencia de uno o varios focos de
necrosis caseosa con gran presencia de calcificación o mineralización de la lesión.
Dicha mineralización en ocasiones puede llegar a ocupar la totalidad de la lesión.
Alrededor de la zona de mineralización, nos encontraremos agrupaciones de CGMNs y
macrófagos epitelioides, así como otras linfocitarias que se extenderán hasta la
periferia, conformada por la cápsula de tejido conectivo, que en función del
hospedador en el que nos encontremos puede encontrarse mejor o peor delimitada.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
43
Estadios del granuloma tuberculoso. A: Estadio I o Inicial. B: Estadio II o Sólido. C: Estadio III o
Asociado a Necrosis. D: Estadio IV o Calcificado.
Dichos estadios o etapas descritos se adaptan perfectamente a la evolución del
desarrollo lesional del granuloma tuberculoso en el jabalí. Además, dentro de estas
etapas de desarrollo podemos distinguir 2 grupos epidemiológicos concretos: los
animales de alto riesgo epidemiológico o animales excretores, que presentan un mayor
riesgo de diseminación de la bacteria al medio ambiente y que se corresponden con los
animales que desarrollan granulomas de tipo I y II; y los animales de bajo riesgo
epidemiológico, que presentan un desarrollo principal de granulomas de tipo III y IV,
microbiológicamente menos activos y en consecuencia con un riesgo menor de
excreción al medio ambiente (Phillips et al., 2003).
La formación del granuloma y el desarrollo o contención de la infección por bacterias
del CMTB viene conferida por la respuesta inmune del hospedador, tanto innata como
adquirida.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
44
Respuesta inmune innata
Respuesta no específica del hospedador ante un agente patógeno. En el caso de la
tuberculosis animal, la especie más representada en los estudios de respuesta innata
ante la tuberculosis es el ganado bovino (Pollock et al., 2002). Una vez la micobacteria
penetra en el organismo, la célula de defensa más importante es el macrófago, ya que
es el tipo celular encargado de la respuesta en el primer contacto. El macrófago es la
principal célula dentro de las que tienen capacidad fagocítica y dentro del grupo de las
células presentadoras de antígenos (CPA).
La acción primaria de los macrófagos, asociada a la fagocitosis y la digestión de las
bacterias mediante fagolisosomas, puede ser efectiva o no (Van Crevel et al., 2002).
Dependiendo de los factores asociados a la bacteria y al hospedador, la acción de los
fagolisosomas puede destruir a la bacteria y por lo tanto proteger eficazmente al
hospedador. Pero, en otras circunstancias, la micobacteria puede sobrevivir a la acción
del macrófago, consiguiendo reproducirse en su interior hasta conseguir la lisis de la
célula infectada (Ulrichs et al., 2003). Este suceso provoca una reacción en cadena,
acudiendo un mayor número de macrófagos y otras CPA como monocitos y células
dendríticas, en los cuales la micobacteria continuará su multiplicación, extendiéndose
por el organismo. La falta de éxito en la destrucción de las micobacterias por parte de
los fagolisosomas resulta de la capacidad de las micobacterias para impedir la unión
del lisosoma y el fagosoma, gracias a la presencia de sulfátidos en los bacilos (Gordon
et al., 1980; Raja et al., 2004).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
45
En menor medida, la respuesta innata celular deriva de los neutrófilos y las células
natural killer o NK. En el caso de los neutrófilos, su acción de defensa es doble. Por
una parte tienen capacidad fagocítica, de menor entidad que la desarrollada por los
macrófagos y asociada a gránulos y no a lisosomas; y por otro son las células de
primera respuesta ante la quimiotaxis ejercida por las citoquinas segregadas por los
propios macrófagos y los linfocitos T (Johnson et al., 2006; Korbel et al., 2008). Las
células NK también poseen una doble acción ante las micobacterias. Por una parte
provocan la lisis de las células infectadas y del propio patógeno, contribuyendo a la
activación de los macrófagos; por otra parte tienen capacidad de síntesis de INF-γ, que
es un estimulante de la actividad macrofágica (Molloy et al., 1993). La falta de acción
de las células de tipo NK ha sido asociada a la presencia de tuberculosis
multirresistente, lo que nos indica la importancia de estas células en el sistema de
defensa del hospedador ante una infección primaria (Ratcliffe et al., 1994).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
46
Respuesta inmune adquirida
En ella podemos distinguir dos tipos de respuesta claramente diferenciadas:
Respuesta inmune adquirida de base celular
Se basa en una interacción efectiva entre las diversas CPAs del organismo y los
linfocitos T, tanto CD4+ como CD8+ (Van Crevel et al., 2002).
Mientras los linfocitos T CD8+ se encargan principalmente de la lisis tanto del propio
microorganismo como de las células infectadas, dentro de las dos poblaciones
específicas de linfocitos T CD4+ debemos distinguir entre la acción de los linfocitos Th1
y los Th2. Los linfocitos Th1 son los encargados de promover la actividad macrofágica
mediante la secreción de citoquinas proinflamatorias tales como el INF-γ., siento estos
la principal población celular productora de esta citoquina (Tsukaguchi et al., 1995).
Por otra parte, los linfocitos Th2 son productores de citoquinas de carácter
antiinflamatorio, como pueden ser la IL-10 o IL-4, que reducen la actividad de los
macrófagos, desviando la respuesta de defensa a una respuesta de tipo humoral, que
favorece la diseminación de la micobacteria y el progreso del cuadro patológico.
Además, incrementan la producción de eosinófilos y mastocitos, elevando la
producción de inmunoglobulinas como la IgE y respondiendo ante antígenos
presentados por los linfocitos B (Wangoo et al., 2001). Estos hechos nos hacen
confirmar que el equilibrio o balance entre Th1 y Th2 es determinante en la evolución
de la infección en el hospedador (Surcel et al., 1994; Pollock et al., 2002, 2005, 2006).
La presentación de antígenos por parte de las CPAs se produce mediante dos
Complejos Mayores de Histocompatibilidad (CMH). El CMH-I, es el encargado de la
presentación de antígenos hacia los linfocitos T CD8+, desencadenando su acción
citolítica. Por otra parte, el CMH-II presente en la superficie de células dendríticas y
macrófagos se encarga de la presentación antigénica ante los linfocitos T CD4+
desencadenando la acción Th1 y Th2. Esto determina que una mayor expresión de
CMH implica una mayor activación de las acciones de los linfocitos T CD4+ y CD8+, y
una mayor protección ante la micobacteria. Esta expresión de los CMH viene regulada
en gran medida por la presencia de citoquinas, dado que la presencia de citoquinas
antiinflamatorias, como pueden ser la IL-4 o la IL-10, disminuye dicha expresión
(Gercken et al., 1994). El equilibrio entre las citoquinas puede ser modificado tanto por
la propia micobacteria como por la acción de las CPAs. Mientras la micobacteria induce
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
47
la estimulación de citoquinas antiinflamatorias, las CPAs producen citoquinas de perfil
de activación Th1, lo que genera un estado de competición entre el patógeno y una
respuesta inmune efectiva.
Esta acción de las citoquinas producidas puede tener también efectos a nivel de
diferenciación celular. En el caso de la diferenciación Th1/Th2, la influencia de las
citoquinas es clara y ha sido demostrada ampliamente. Cuando un linfocito CD4+ se
encuentra bajo presencia de citoquinas proinflamatorias como pueden ser el IFN-γ o la
IL-12, se produce una tendencia a la diferenciación hacia linfocitos Th1, que confieren
una mayor protección frente a la micobacteria. Por el contrario, la presencia de una
citoquina antiinflamatoria como la IL-4 hace que exista una tendencia a la
diferenciación hacia linfocitos Th2, derivando hacia una respuesta humoral menos
efectiva.
En síntesis, la respuesta inmune eficaz ante la infección por micobacterias viene
determinada por una acción mayoritariamente Th1, promovida por las citoquinas
antiinflamatorias y promotora de una actividad macrofágica mayor y más efectiva. Esto
conllevará un control y eliminación parcial de la bacteria, quedando en parte
acantonada en algunas CPAs, no existiendo progreso de enfermedad, excepto en
episodios de inmunosupresión, en los que puede ser reactivada.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
48
Respuesta inmune adquirida de base humoral
Como ya hemos dicho anteriormente, esta inmunidad humoral viene determinada por
una respuesta inicial de tipo Th2, que provoca una disminución de la actividad de los
macrófagos desviando la acción hacia una subida en la actividad de los linfocitos B y
diferenciación en células plasmáticas productoras de anticuerpos. Todo esto viene
dado por un ambiente en el hospedador con predominio de citoquinas antiinflamatorias
cuando ocurre el reconocimiento de los antígenos por parte de los linfocitos CD4+.
Como en todas las respuestas de carácter humoral, la IgM es la primera
inmunoglobulina en detectarse en caso de respuesta frente al antígeno, mientras que
la IgG tarda más en ejercer su acción, por lo que el patrón IgM/IgG nos puede indicar
si la infección es relativamente reciente o por el contrario se encuentra ya en fase
avanzada. Además, los patrones de inmunoglobulinas presentes aportan otras
informaciones, como puede ser la asociación entre los animales con lesiones graves y
la presencia de niveles altos de IgA e IgG; o la baja expresión de IgG en animales de
edad avanzada, asociada a una mayor susceptibilidad de este tipo de animales.
Por norma general, la respuesta humoral ante la tuberculosis parece tener una acción
limitada, confiriendo el papel protagonista a la inmunidad de carácter celular (Glatman-
Freedman et al., 2000). Además, está relacionada con la carga antigénica o dosis
infectiva, lo que condicionará la intensidad de la respuesta humoral, asociada también
a la especificidad de los anticuerpos generados. Sin embargo, la expresión de
inmunoglobulinas del hospedador nos puede ofrecer gran cantidad de información
estudiando su patrón de expresión, distinguiendo entre infecciones recientes o crónicas
o incluso entre animales que presentan ya lesiones graves.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
49
Evolución de los patrones lesionales asociados a tuberculosis
Por norma general, la infección por micobacterias del CMTB consta de dos fases o
periodos diferenciados una vez llega a provocar una infección efectiva, a saber, fase
primaria y fase secundaria.
En la fase primaria, la micobacteria ha penetrado en el organismo superando las
barreras iniciales de defensa y conformando un foco infeccioso primario en un órgano
diana. A este foco acuden los macrófagos como mecanismo de defensa celular,
fagocitando a la micobacteria y dirigiéndose a los linfonodos regionales por vía
linfática. Una vez en el linfonodo, se materializa el denominado complejo primario,
quedando contenida en aquél la infección o formándose nuevas lesiones. En el caso
del jabalí, los complejos primarios más comunes son la lesión pulmonar y los
linfonodos mediastínicos afectados en caso de contagio oronasal; o la lesión intestinal
y linfonodos mesentéricos afectados en caso de contagio por consumo de carroña
infectada (Gortázar et al., 2008; García-Jiménez et al., 2013). Si las defensas del
hospedador son capaces de resolver con éxito la infección en el órgano diana, las
lesiones se limitarán a los linfonodos regionales creándose un complejo primario
incompleto. En el caso del jabalí, los linfonodos de la región cervical, el mandibular
principalmente, representan los complejos primarios incompletos más comunes. De
hecho, existen estudios que demuestran que el 90% de los jabalíes infectados pueden
ser diagnosticados mediante la inspección macroscópica única del linfonodo mandibular
(Parra et al., 2006; Martín-Hernando et al., 2007). Con estudios histológicos se pueden
detectar lesiones no visibles, habiéndose comprobado que entre un 10,7 y un 17% de
los jabalíes presentan solo este tipo de lesiones (Martín-Hernando et al., 2007; García-
Jiménez et al., 2013).
Una vez formado el complejo primario (tanto completo como incompleto) se pueden
dar 3 supuestos en el transcurso de la infección: puede existir una curación total, con
una eliminación eficaz de las micobacterias del organismo, sin ninguna consecuencia
patológica; por otra parte, puede suceder una diseminación masiva de la micobacteria
de manera generalizada vía hemolinfática, causando lesiones granulomatosas en todo
el organismo, principalmente en membranas serosas, conformado la denominada
tuberculosis de patrón miliar; finalmente, la micobacteria puede quedar acantonada en
un estado de latencia, tanto en linfonodos regionales como en órganos diana, con el
riesgo de padecer un episodio de exacerbación en el futuro.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
50
Una vez concluida la fase primaria, puede desarrollarse una fase secundaria,
consecuencia principalmente de una reinfección endógena procedente de un complejo
primario latente, o de una reinfección exógena. Al ser reinfecciones, los linfonodos
regionales no se ven excesivamente afectados, centrándose las lesiones en los órganos
diana. Este tipo de cuadros presentan zonas amplias de caseificación en sus lesiones,
que pueden provocar generalizaciones del proceso al invadir las micobacterias las vías
hemolinfáticas. En el caso de las reinfecciones endógenas o reactivación de
micobacterias latentes, los factores asociados a fenómenos de inmunodepresión como
pueden ser el estrés, las altas densidades de población, el manejo excesivo de los
animales, etc., son determinantes en la reactivación de dichas lesiones latentes, o, en
el caso de primoinfecciones, de una generalización primaria y en consecuencia del
desarrollo de una tuberculosis miliar (Gortázar et al., 2003; Martín-Hernando et al.,
2007; Vicente et al., 2007).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
51
Objetivos
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
52
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
53
Una vez tenidos en cuenta los antecedentes mostrados en la introducción, para la
realización de esta tesis nos planteamos los siguientes objetivos:
- Identificación de los procesos inflamatorios y los daños estructurales más
habituales presentes en pulmones de jabalíes, así como su posible etiología y
cómo se ven afectados por otros factores, especialmente con el Circovirus
Porcino Tipo II.
- Estudio de la relación entre el Circovirus Porcino Tipo II y la tuberculosis del
jabalí, principalmente su posible influencia en la evolución del granuloma
tuberculoso.
- Determinar los efectos de la vacunación frente a Circovirus Porcino Tipo II en el
desarrollo del granuloma tuberculoso, mediante el estudio inmunohistoquímico
de las principales poblaciones celulares implicadas en la respuesta inmune y la
producción de mediadores de la inflamación.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
54
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
55
Bloque I.
Identificación de los procesos
inflamatorios y los daños estructurales
más habituales presentes en pulmones de
jabalíes, así como su posible etiología y
cómo se ven afectados por otros factores.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
56
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
57
Para la realización de este estudio se recogieron muestras de 60 animales durante la
temporada de caza 2011-2012. Dichos animales fueron clasificados por sexo y edad. La
edad exacta de los animales fue determinada mediante examen del desgaste de la
dentición (Iff et al., 1978), estableciéndose tres grupos completamente diferenciados.
Grupo 1: formado por los animales de hasta 18 meses de edad, abarcando desde el
nacimiento hasta la edad considerada de transición de juvenil a adulto.
Grupo 2: animales subadultos, es decir entre los 18 y los 48 meses de edad, en que
alcanzan la madurez completa.
Grupo 3: animales adultos, o mayores de 48 meses. A partir de este momento no es
posible la estimación de edad a partir del desgaste dentario. En este grupo además se
encuentran los animales de mayor valor cinegético, principalmente machos trofeo.
Además de la determinación de sexo y edad, se recogieron muestras biológicas para
los diferentes análisis, muestras de sangre, así como de tejidos procedentes de
linfonodos submandibulares y pulmón.
Preparación de la toma de muestras en montería.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
58
La muestra de sangre de cada animal se dejó coagular y posteriormente fue
centrifugada para la obtención de suero, que más tarde sería utilizada para la
detección de anticuerpos frente a los siguientes patógenos mediante prueba ELISA
comercial: Virus de la Influenza Porcina (Ingezim Influenza Porcina®, Ingenasa),
Circovirus Porcino Tipo 2 (Ingezim Circovirus IgG/IgM®, Ingenasa) y Adenovirus
porcino (Ingezim ADV Total®, Ingenasa). Las muestras de tejido del linfonodo
submandibular, así como parte de las de parénquima pulmonar, sirvieron para la
detección de Mycoplasma spp. mediante técnica PCR (Sibila et al., 2010).
Se realizaron más análisis complementarios: ELISA para la detección en suero de
anticuerpos frente a otros patógenos, como pudieron ser el Virus del Síndrome
Respiratorio y Reproductivo Porcino (ELISA Ingezim PRRS Universal®, Ingenasa), el
Parvovirus porcino (ELISA Ingezim PPV®, Ingenasa); y pruebas moleculares mediante
PCR para detectar ADN de los propios patógenos, como Haemophilus parasuis (Oliveira
et al., 2001). No obstante, debido a los resultados de baja prevalencia obtenidos
fueron desestimados para establecer grupos representativos de estudio.
El resto del parénquima pulmonar fue fijado en formaldehído al 3,5% para su posterior
procesado y tinción mediante hematoxilina-eosina. Los cortes histológicos fueron
sometidos a estudio microscópico para determinar los procesos inflamatorios presentes
en cada muestra así como los daños estructurales presentes en el mismo, con el fin de
desarrollar dos estudios diferenciados.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
59
Estudio de los procesos inflamatorios
Los procesos inflamatorios considerados en el estudio fueron los procesos inflamatorios
generales descritos en el Jubb, Kennedy & Palmer’s Pathology of Domestic Animals (6ª
Edición, 2016):
Neumonía intersticial: conformada principalmente por presencia de infiltrado
inflamatorio en el intersticio pulmonar, con el consecuente engrosamiento de las
paredes intersticiales, no encontrándose afectados ni los alveolos, ni las vías aéreas.
Neumonía intersticial. Hematoxilina Eosina.
Bronquitis: en este caso el infiltrado inflamatorio se limita a las paredes de las vías
aéreas bajas, principalmente en la capa mucosa de los bronquios, que provoca su
engrosamiento.
Bronquitis. Hematoxilina Eosina.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
60
Peribronquitis: en el caso de los pulmones, las células inflamatorias se agrupan
conformando el BALT (o Bronchus Associated Lymphoid Tissue, en español, tejido
linfoide asociado a los bronquios) en la periferia de las vías aéreas bajas. En caso de
estimulación antigénica, estas estructuras sufren una hiperplasia, cambiando su
conformación y tamaño, extendiendo las células inflamatorias por la zona periférica de
los bronquios. Dichas células inflamatorias conforman las imágenes histológicas
asociadas a peribronquitis.
Peribronquitis; Hiperplasia del BALT. Hematoxilina Eosina.
Bronconeumonía: en los fenómenos bronconeumónicos, el infiltrado inflamatorio se
extiende por la luz de los alveolos gracias a fenómenos exudativos, conformando focos
de consolidación pulmonar asociados a pérdida de funcionalidad alveolar.
Bronconeumonía. Hematoxilina Eosina.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
61
Pleuritis: en este caso concreto, nos referiremos a la afectación de la pleura visceral,
que en casos de pleuritis sufre un engrosamiento debido principalmente a la presencia
de infiltrado inflamatorio, y en menor medida, a fenómenos vasculares como el edema
o fenómenos patológicos como la fibrosis o la presencia de adherencias.
Pleuritis. Hematoxilina Eosina
Todas ellas se evaluaron asignándoles una “puntuación patológica” (score o scoring)
en función de la extensión y gravedad del proceso, consistente en otorgar en cada
caso una puntuación del 0 al 6 (0, ausente; 1, leve focal; 2, leve generalizada; 3,
media focal; 4, media generalizada; 5, grave focal; 6, grave generalizada). Además de
estas puntuaciones individuales para cada tipo de fenómeno inflamatorio, se determinó
una puntuación total mediante la suma de los 5 valores individuales, otorgando a cada
animal un valor entre 0 y 30 puntos.
Finalmente, se realizaron estudios estadísticos mediante el uso del programa SPSS
20.0®. Se realizaron análisis descriptivos de los datos. También se aplicó la prueba no
paramétrica de Kruskal-Wallis para muestras independientes con los datos obtenidos
de sexo, grupo de edad y positividad a patógenos (Influenza, PCV2, ADV y
Mycoplasma spp.). Para las comparaciones dos a dos se realizó la prueba no
paramétrica de U de Mann-Whitney.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
62
Los resultados obtenidos en el estudio estadístico están reflejados en las siguientes
tablas.
Neumonía Intersticial
Sexo Macho 1.48 ± 0.37 P valor
Hembra 1.23 ± 0.229 0.975
Edad Grupo 1 1.69 ± 0.454 P valor
Grupo 2 1.42 ± 0.277 0.255
Grupo 3 0.69 ± 0.328
ELISA Influenza Positivo 1.17 ± 0.325 P valor
Negativo 1.43 ± 0.261 0.445
ELISA PCV2 Positivo 1.34 ± 0.22 P valor
Negativo 1.31 ± 0.472 0.458
ELISA ADV Positivo 1.05 ± 0.216 P valor
Negativo 2.07 ± 0.508 0.100
PCR Mycoplasma spp. Positivo 1.17 ± 0.293 P valor
Negativo 1.44 ± 0.277 0.615
Bronquitis
Sexo Macho 0.92 ± 0.294 P valor
Hembra 0.99 ± 0.276 0936
Edad Grupo 1 1.69 ± 0.514 P valor
Grupo 2 0.74 ± 0.222 0.119
Grupo 3 0.54 ± 0.369
ELISA Influenza Positivo 0.83 ± 0.331 P valor
Negativo 1.03 ± 0.256 0.611
ELISA PCV2 Positivo 1.05 ± 0.258 P valor
Negativo 0.69 ± 0.254 0.831
ELISA ADV Positivo 1.16 ± 0.264 P valor
Negativo 0.36 ± 0.248 0.074
PCR Mycoplasma spp. Positivo 1.21 ± 0.381 P valor
Negativo 0.78 ± 0.219 0.460
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
63
Peribronquitis
Sexo Macho 2.68 ± 0.309 P valor
Hembra 1.94 ± 0.357 0.069
Edad Grupo 1 3.50 ± 0.508 P valor
Grupo 2 1.71 ± 0.319 0.015
Grupo 3 2.00 ± 0.408
ELISA Influenza Positivo 2.35 ± 0.420 P valor
Negativo 2.19 ± 0.310 0.745
ELISA PCV2 Positivo 2.39 ± 0.297 P valor
Negativo 1.88 ± 0.446 0.443
ELISA ADV Positivo 2.38 ± 0.318 P valor
Negativo 2.29 ± 0.507 0.923
PCR Mycoplasma spp. Positivo 2.71 ± 0.452 P valor
Negativo 1.94 ± 0.276 0.240
Bronconeumonía
Sexo Macho 0.16 ± 0.160 P valor
Hembra 0.49 ± 0.198 0135
Edad Grupo 1 0.50 ± 0.342 P valor
Grupo 2 0.42 ± 0.190 0.333
Grupo 3 0
ELISA Influenza Positivo 0.57 ± 0.273 P valor
Negativo 0.22 ± 0.135 0.263
ELISA PCV2 Positivo 0.34 ± 0.156 P valor
Negativo 0.38 ± 0.272 0.905
ELISA ADV Positivo 0.35 ± 0.161 P valor
Negativo 0 0.152
PCR Mycoplasma spp. Positivo 0.50 ± 0.255 P valor
Negativo 0.25 ± 0.146 0.323
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
64
Pleuritis
Sexo Macho 1.44 ± 0.352 P valor
Hembra 0.74 ± 0.218 0.090
Edad Grupo 1 1.44 ± 0.418 P valor
Grupo 2 1.00 ± 0.282 0.235
Grupo 3 0.62 ± 0.331
ELISA Influenza Positivo 0.91 ± 0.320 P valor
Negativo 1.11 ± 0.253 0.414
ELISA PCV2 Positivo 1.23 ± 0.245 P valor
Negativo 0.50 ± 0.274 0.110
ELISA ADV Positivo 0.89 ± 0.215 P valor
Negativo 1.29 ± 0.438 0.553
PCR Mycoplasma spp. Positivo 0.93 ± 0.316 P valor
Negativo 1.08 ± 0.256 0.579
Puntuación total
Sexo Macho 6.68 ± 0.929 P valor
Hembra 5.37 ± 0.809 0.190
Edad Grupo 1 8.81 ± 1.618 P valor
Grupo 2 5.29 ± 0.619 0.036
Grupo 3 3.85 ± 0.926
ELISA Influenza Positivo 5.83 ± 1.046 P valor
Negativo 5.97 ± 0.759 0.749
ELISA PCV2 Positivo 6.34 ± 0.765 P valor
Negativo 4.75 ± 0.878 0.283
ELISA ADV Positivo 6.00 ± 1.054 P valor
Negativo 5.84 ± 0.729 0.767
PCR Mycoplasma spp. Positivo 6.54 ± 1.136 P valor
Negativo 5.50 ± 0.686 0.496
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
65
El estudio de los datos no ofrece diferencias estadísticamente significativas, excepto en
el caso de la peribronquitis asociada a la edad, siendo los más afectados los animales
más jóvenes (grupo 1). Sin embargo, al realizar un análisis descriptivo de los datos, se
observa una tendencia en las puntuaciones, siendo éstas de manera general más altas
en los animales más jóvenes, y decreciendo al ir aumentando la edad. Dicha tendencia
puede observarse en el siguiente gráfico.
Los niveles de inflamación del grupo 1 son casi siempre más altos que en los otros
grupos. Dichos niveles de inflamación presentes en casi todas las categorías estudiadas
decrecen al aumentar la edad de los animales, con la excepción de un repunte en la
peribronquitis en los animales más viejos, como se puede observar en el siguiente
gráfico.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
66
El grupo 1 está constituido por animales de hasta 18 meses de edad, desde rayones
hasta subadultos. Existen distintos factores de riesgos asociados a la edad que
favorecen el riesgo de contagio de patógenos. En el caso de los rayones radica en la
convivencia en grupos con la madre. Además, los animales jóvenes no poseen un
sistema inmune completamente desarrollado, debido en parte a la lactación como los
demás mamíferos, así como la ausencia de contacto previo con patógenos y la
respuesta de inmunoglobulinas asociadas a un primer contacto con un patógeno,
principalmente basada en IgM. Todos estos factores hacen de ellos una población de
alto riesgo.
En el caso de subadultos, existen otros factores que favorecen el riesgo de contagio,
como la búsqueda de su propio territorio. Especialmente en el caso de los subadultos
machos, la situación de búsqueda de territorio puede verse agravada por la expulsión
de los grupos matriarcales, y en consecuencia, por unos elevados niveles de estrés.
Unido a esto, los nuevos territorios ocupados por los subadultos suelen ser territorios
menos ricos en recursos, lo que provoca una pérdida sustancial de la condición
corporal de los animales. El estrés junto con este empeoramiento de la condición
corporal de los animales pueden ser los principales factores que afecten al sistema
inmune en este rango de edad, desembocando en una respuesta inmune menos
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
67
efectiva y, con ello, convirtiendo a estos animales en parte de la población de riesgo
susceptible de sufrir procesos inflamatorios pulmonares.
Todos estos datos nos llevan a pensar que los animales más jóvenes (grupo 1) son la
población más importante en cuanto a los procesos inflamatorios pulmonares, por lo
que constituyen la diana principal para el establecimiento de medidas preventivas y de
control que limiten los procesos patológicos respiratorios.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
68
Estudio de los daños estructurales pulmonares
Para la realización de este estudio se estableció una clasificación de las distintas partes
que lo integran el pulmón. A cada una de las partes se le atribuyó un rango de
puntuación dependiente de la presencia o ausencia de los diversos cambios posibles en
cada una de las estructuras, siendo la puntuación obtenida el sumatorio de dichos
cambios, si estaban presentes (valor 1) o ausentes (valor 0), o mediante una
graduación en el caso del estudio del tejido linfoide asociado a bronquios.
Las distintas partes de estudio, así como los aspectos analizados en cada uno se
detallan a continuación.
Bronquios: se estableció una puntuación de 0 a 7 puntos, procedentes del estudio de
los siguientes fenómenos, siendo su puntuación el sumatorio de todos los observados,
teniendo la ausencia un valor 0 y la presencia un valor 1.
- Hiperplasia del epitelio.
- Inflamación.
- Edema.
- Hemorragia.
- Pérdida de cilios.
- Necrosis.
- Presencia de exudado.
Tejido linfoide asociado a bronquios (BALT): se estableció una puntuación del 0 al 4 en
función del estado que presentaban las estructuras, siendo las puntuaciones:
- 0. Ausencia de alteraciones.
- 1. Ligera hiperplasia.
- 2. Hiperplasia estructurada en un nódulo simple.
- 3. Hiperplasia estructurada en nódulos múltiples.
- 4. Hiperplasia estructurada en nódulos múltiples separados por tejido conectivo.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
69
Alveolos: en el estudio del daño estructural asociado a alveolo se estableció una
puntuación entre 0 y 5, dependiente del sumatorio de ausencia (valor 0) o presencia
(valor 1) de los siguientes fenómenos.
- Edema.
- Hemorragia.
- Presencia de exudado.
- Pérdida de neumocitos tipo I.
- Hiperplasia de neumocitos tipo II.
Intersticio: para el estudio del daño estructural intersticial, la puntuación establecida
fue de 0 a 4, y los fenómenos que conformaron dicha puntuación fueron los siguientes,
siendo el valor el sumatorio de todos ellos (Ausencia, valor 0; presencia, valor 1).
- Edema.
- Congestión.
- Inflamación.
- Presencia de tejido conectivo.
Pleura: en cuanto al daño estructural asociado a la pleura, el rango de puntuación fue
de 0 a 4, establecido mediante el sumatorio de los valores de la presencia (valor 1) o
ausencia (valor 0) de los siguientes fenómenos.
- Engrosamiento de la pleura.
- Componente seroso pleural.
- Presencia de fibrina.
- Hemorragia.
Los estudios estadísticos se realizaron mediante el uso del programa SPSS 20.0®. Se
realizó el análisis descriptivo de los datos, así como la aplicación de la prueba no
paramétrica de Kruskal-Wallis para muestras independientes para el estudio de los
datos asociados a sexo, grupo de edad y positividad a patógenos (Influenza, PCV2,
ADV y Mycoplasma spp.). Para las comparaciones dos a dos se realizó la prueba no
paramétrica de U de Mann-Whitney.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
70
Los resultados obtenidos están reflejados en las siguientes tablas.
Daño estructural: Bronquio
Sexo Macho 1.44 ± 0.342 P valor
Hembra 1.46 ± 0.260 0.845
Edad Grupo 1 2.06 ± 0.392 P valor
Grupo 2 1.45 ± 0.285 0.033
Grupo 3 0.69 ± 0.398
ELISA Influenza Positivo 1.30 ± 0.255 P valor
Negativo 1.54 ± 0.297 0.918
ELISA PCV2 Positivo 1.43 ± 0.253 P valor
Negativo 1.50 ± 0.354 0.631
ELISA ADV Positivo 1.62 ± 0.293 P valor
Negativo 1.36 ± 0.341 0.948
PCR Mycoplasma spp. Positivo 1.46 ± 0.340 P valor
Negativo 1.44 ± 0.263 0.900
Daño estructural: BALT
Sexo Macho 1.56 ± 0.164 P valor
Hembra 1.69 ± 0.242 0.914
Edad Grupo 1 2.06 ± 0.335 P valor
Grupo 2 1.58 ± 0.221 0.168
Grupo 3 1.23 ± 0.231
ELISA Influenza Positivo 1.83 ± 0.249 P valor
Negativo 1.51 ± 0.200 0.396
ELISA PCV2 Positivo 1.52 ± 0.194 P valor
Negativo 1.94 ± 0.232 0.132
ELISA ADV Positivo 1.65 ± 0.213 P valor
Negativo 1.57 ± 0.272 0.922
PCR Mycoplasma spp. Positivo 1.75 ± 0.277 P valor
Negativo 1.56 ± 0.184 0.564
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
71
Daño estructural: Alveolos
Sexo Macho 0.68 ± 0.214 P valor
Hembra 0.89 ± 0.191 0.499
Edad Grupo 1 0.94 ± 0.335 P valor
Grupo 2 0.77 ± 0.195 0.966
Grupo 3 0.69 ± 0.237
ELISA Influenza Positivo 1.09 ± 0.251 P valor
Negativo 0.62 ± 0.166 0.134
ELISA PCV2 Positivo 0.91 ± 0.180 P valor
Negativo 0.50 ± 0.183 0.343
ELISA ADV Positivo 0.86 ± 0.194 P valor
Negativo 0.57 ± 0.025 0.491
PCR Mycoplasma spp. Positivo 0.92 ± 0.232 P valor
Negativo 0.72 ± 0.181 0.430
Daño estructural: Intersticio
Sexo Macho 1.08 ± 0.172 P valor
Hembra 0.97 ± 0.139 0.568
Edad Grupo 1 0.94 ± 0.193 P valor
Grupo 2 0.97 ± 0.143 0.661
Grupo 3 1.23 ± 0.281
ELISA Influenza Positivo 1.04 ± 0.204 P valor
Negativo 1.00 ± 0.123 0.936
ELISA PCV2 Positivo 1.09 ± 0.125 P valor
Negativo 0.81 ± 0.209 0.261
ELISA ADV Positivo 1.03 ± 0.142 P valor
Negativo 1.07 ± 0.221 0.973
PCR Mycoplasma spp. Positivo 1.00 ± 0.147 P valor
Negativo 1.03 ± 0.152 0.962
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
72
Daño estructural: Pleura
Sexo Macho 1.04 ± 0.227 P valor
Hembra 0.46 ± 0.155 0.024
Edad Grupo 1 0.88 ± 0.287 P valor
Grupo 2 0.71 ± 0.187 0.531
Grupo 3 0.46 ± 0.268
ELISA Influenza Positivo 0.48 ± 0.207 P valor
Negativo 0.84 ± 0.176 0.134
ELISA PCV2 Positivo 0.75 ± 0.160 P valor
Negativo 0.56 ± 0.258 0.430
ELISA ADV Positivo 0.59 ± 0.147 P valor
Negativo 1.07 ± 0.355 0.282
PCR Mycoplasma spp. Positivo 0.58 ± 0.208 P valor
Negativo 0.78 ± 0.179 0.455
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
73
El estudio estadístico de los datos ofrece diferencias estadísticamente significativas en
el daño estructural de los bronquios asociados a la edad, así como el de la pleura
asociada al sexo. En el caso del daño estructural asociado a la edad, aparte de esta
relación, si se realiza un análisis descriptivo de los datos, se aprecia una tendencia
entre los distintos grupos de edad. Las puntuaciones de daños estructurales son
normalmente más elevadas en los grupos que incluyen los individuos más jóvenes,
decreciendo con el avance de la edad, como se puede observar en el siguiente gráfico.
Con la edad, por norma general la puntuación de daño estructural va disminuyendo, a
excepción del caso del intersticio, como destaca en el siguiente gráfico.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
74
Al igual que en el caso de los procesos inflamatorios, los animales del grupo 1
representan el grupo de mayor riesgo de padecer daños estructurales. Esto puede ser
debido a las mismas causas que en el caso anterior. En los rayones, la falta de
desarrollo del sistema inmune o una respuesta ineficiente de éste debido a la ausencia
de contacto anterior con patógenos, junto con la mayor probabilidad de infecciones por
la convivencia con las madres y otros hermanos de menos de 18 meses; y en los
subadultos, la pérdida de condición corporal, los episodios de estrés provocados por la
expulsión de los grupos matriarcales, la búsqueda de nuevos territorios y la escasez de
recursos son las causas más probables de la puntuación lesional apreciada.
La única excepción que encontramos en el estudio descriptivo de los datos es el daño
estructural del intersticio. Esto puede ser debido a la inclusión del parámetro
“Presencia de tejido conectivo”, normalmente asociado a animales de edades
avanzadas. Posiblemente la presencia de esta lesión se deba a procesos de curación,
regeneración, esclerosis o fibrosis del tejido, procesos asociados mayoritariamente a
animales de edad avanzada; de ahí esa posible desviación en la tendencia observada.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
75
Aun así, los datos observados determinan que el grupo 1 de edad es el de principal
riesgo en el caso de los daños histológicos estructurales pulmonares.
El daño estructural pleural asociado al sexo está presente en los machos, con valores
que duplican el de las hembras. Este hecho puede ser consecuencia de factores de
comportamiento asociado a los machos, principalmente la agresividad. Durante la
búsqueda de territorio y, principalmente, durante la época de apareamiento, las peleas
entre machos son comunes, con golpes y mordiscos, principalmente en los laterales del
pecho; de ahí el desarrollo de una zona de piel hiperqueratinizada en esa zona,
denominada “escudo”. Esta tendencia a localizarse las lesiones en una zona
determinada puede desencadenar una respuesta inflamatoria local en dicha área, que
podría explicar un incremento en la puntuación del daño estructural pleural. Si se
consideran de manera conjunta edad y sexo, los machos de los grupos 1 y 2 tienen
puntuaciones más elevadas que las hembras incluidas en sus mismos grupos de edad.
En cambio, en el caso del grupo 3, las puntuaciones de machos y hembras son
similares. Este hecho viene dado probablemente por dos factores principales: el
desarrollo total del “escudo” y a una menor frecuencia de peleas debido al propio
desarrollo corporal de los machos. Esta menor frecuencia de peleas viene dada por la
superioridad física evidente de los mayores de 48 meses ante subadultos y adultos
jóvenes, y por la capacidad de estos para evaluar a los adversarios sin entablar una
pelea propiamente dicha.
Todos estos datos determinan que, al igual que en el caso de los procesos
inflamatorios, los animales encuadrados en el grupo 1 de edad son los que presentan
mayor riesgo de desarrollar daños estructurales pulmonares. Asimismo, debe
considerarse a los jabalíes machos como otra población de riesgo en los mismos
términos, principalmente por su propio comportamiento. Estos datos hacen de estos
dos grupos los perfectos receptores de medidas preventivas y de control de
enfermedades con el fin de evitar los daños estructurales pulmonares.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
76
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
77
Bloque II.
Estudio de la relación entre la positividad
frente al Circovirus Porcino Tipo II y el
desarrollo del granuloma tuberculoso.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
78
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
79
Una vez obtenidos y analizados los resultados del anterior experimento, y comprobado
que la presencia del Circovirus Porcino Tipo 2 no influye ni en los procesos
inflamatorios ni en los daños estructurales del pulmón de jabalí, se estudió la posible
relación entre el Circovirus Porcino Tipo 2 y la tuberculosis, concretamente en la
formación de los distintos tipos de granulomas tuberculosos.
La relación entre la presencia de PCV2 y la tuberculosis, y la posible influencia sobre la
propagación y evolución de esta última enfermedad se ha observado en poblaciones de
jabalíes, asociando la presencia de una alta prevalencia de la tuberculosis a las zonas
con prevalencias altas de PCV2, así como la asociación de la infección por este virus al
desarrollo de tuberculosis generalizada (Risco et al., 2013). Considerando las lesiones
causadas por PCV2 en tejidos linfoides y las implicaciones de Mycobacterium spp. en el
desarrollo de lesiones en los mismos territorios orgánicos, nos propusimos hacer un
estudio para determinar la posible influencia de la infección por PCV2 sobre el
desarrollo de los distintos tipos de granulomas tuberculosos presentes en los animales,
que puede ser determinante en el control de la enfermedad, o por el contrario, en el
empeoramiento de la evolución de la misma y, en consecuencia, provocar un mayor
riesgo de diseminación del patógeno tanto a nivel sistémico como al medio ambiente.
Para la realización de este estudio, fueron analizados 290 jabalíes del suroeste español
durante la campaña de caza de 2012-2013 (Octubre de 2012, Febrero de 2013). El
examen de estos animales incluyó un análisis macroscópico detallado mediante
inspección e incisión de los linfonodos (retrofaríngeo, mandibular, traqueobronquial,
mediastínicos, hepáticos y mesentéricos). También se realizó una inspección de los
demás órganos, con especial atención a los pulmones (mediante incisión y palpación),
así como el bazo y el hígado (García-Jiménez et al., 2012). Además, durante la
inspección se determinó sexo y edad del animal mediante procedimientos standard (Iff
et al., 1978; Risco et al., 2013), así como una toma de muestra de sangre para la
obtención de suero para análisis.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
80
Estudio de positividad a M. tuberculosis complex y
patrón lesional
El tejido de los linfonodos mandibulares y pulmón de unos animales seleccionados al
azar fueron usados para el estudio histopatológico y los análisis microbiológicos.
El cultivo microbiológico fue llevado a cabo según lo descrito previamente por García-
Jiménez en 2012, para detectar la presencia de Mycobacterium spp. Los cultivos
sospechosos fueron sometidos a PCR para confirmar la identificación de M. tuberculosis
complex (García-Jiménez et al., 2012).
El estudio histopatológico de los linfonodos y pulmones se realizó para evaluar la
infección tuberculosa y el grado de diseminación de la enfermedad. Un fragmento de
linfonodo mandibular y pulmón de cada animal fue fijado en formaldehído al 4%
durante 7 días. Una vez procesado, se realizaron cortes de 5 µm, y fueron teñidos
mediante técnicas de rutina (hematoxilina-eosina) para su examen histológico. Dicho
examen fue usado para establecer un criterio de positividad-negatividad a la presencia
de granulomas tuberculosos en los tejidos. Los animales que presentaron granulomas
tuberculosos fueron considerados positivos a tuberculosis y seleccionados para el
estudio histológico de los granulomas.
Tanto los criterios macroscópicos como los microscópicos fueron usados para clasificar
a los sujetos positivos a tuberculosis en 2 grupos diferentes de patrones lesionales:
- Tuberculosis localizada: si las lesiones o el microorganismo sólo fue encontrado
en un solo órgano.
- Tuberculosis generalizada: si las lesiones o el microorganismo fue encontrado
en más de un órgano.
Estudio de positividad a PCV2.
Para determinar si los animales de estudio habían tenido contacto con el PCV2, se
realizaron análisis ELISA (INGENASA Ingezim Circo IgG®), siguiendo las instrucciones
del fabricante. Los animales fueron clasificados en positivos (animales que han tenido
contacto anterior con PCV2 y tienen IgG positivas) y animales negativos (que no han
tenido contacto anterior con PCV2 y no tienen IgG contra él).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
81
Estudio histológico de los granulomas.
Los animales que fueron histológicamente positivos (n=66) fueron estudiados para
determinar el número total de granulomas, y en el estadio en que se encuentran según
lo descrito por Wangoo y colaboradores (2005). Estos tipos de granuloma, estudiados
en bovino, han sido confirmados en otras especies como pueden ser el gamo (García-
Jiménez et al., 2012) o, como en nuestro caso, el jabalí (García-Jiménez et al., 2013).
Este estudio permitirá determinar un patrón de expresión de los distintos tipos de
granulomas para un posterior análisis estadístico. Un total de 1418 granulomas fueron
analizados para su posterior estudio estadístico.
Análisis estadístico.
El análisis estadístico fue realizado usando el programa SPSS® 20.0 para Windows. Los
parámetros incluidos en el análisis fueron los siguientes: sexo, edad, positividad a M.
tuberculosis complex, positividad a PCV2, número total de granulomas, número de
granulomas de cada tipo y patrón lesional de M. tuberculosis complex. Para el análisis
de los datos se realizaron estudios descriptivos, análisis de contingencia, test de Chi
Cuadrado y de U de Mann Whitney. Las diferencias observadas fueron consideradas
estadísticamente significativas cuando el p-valor fue menor de 0.05.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
82
Resultados
Las prevalencias observadas en la población de estudio fueron un 74.8% de positividad
frente a PCV2 (n=345), mientras que la prevalencia de M. tuberculosis complex fue
del 41.1% (n=345).
En cuanto al estudio de edad y sexo, no existen diferencias estadísticamente
significativas entre los animales positivos o negativos a PCV2 (n=510). La edad media
de los animales positivos a PCV2 fue de 2.35±0.07 años, mientras que la de los
animales negativos a PCV2 fue de 2.15±0.11 años. En cuanto al sexo, la distribución
poblacional tampoco presenta diferencias entre los animales positivos y negativos. Los
machos presentaron una positividad del 74.8% frente a un 25.2% de animales
negativos, mientras que las hembras presentaron una positividad del 76.4% frente a
un 23.6% de hembras negativas.
Tampoco se observa tendencia en la distribución cuando comparamos los animales
positivos y negativos a PCV2 con los animales positivos o negativos a M. tuberculosis
complex.
Una vez realizado el estudio histológico detallado de los animales positivos (n=66) se
realizaron distintos análisis. El número total de granulomas entre los animales positivos
y negativos a PCV2 no presentó diferencias estadísticamente significativas ni
tendencias observables. Los animales positivos a PCV2 mostraron un número total de
granulomas medio de 21.41±3.01, similar a los detectados en los animales negativos a
PCV2, con una media de 21.38±5.79 granulomas.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
83
Sin embargo, al estudiar los granulomas de manera cualitativa (establecida por los 4
estadios o fases descritas) en referencia a la positividad del animal a PCV2, pudimos
observar dos tendencias diferenciadas entre los animales positivos a PCV2 y los
negativos.
Los animales positivos a PCV2 muestran una tendencia a la formación de granulomas
de tipo 1 y tipo 2, con un menor desarrollo de los granulomas de tipo 4, siendo los
granulomas de tipo 3 casi inexistentes. En cambio, los animales negativos a PCV2 se
caracterizan por un menor desarrollo de los granulomas de tipo 1 y 2, con un aumento
del de los granulomas de tipo 4, siendo los de tipo 3 igual de escasos que en los
animales positivos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
84
Conociendo la relación que existe entre el desarrollo de cuadros generalizados de
tuberculosis y la positividad a PCV2, se realizó un estudio comparativo entre los
patrones lesionales de los animales con tuberculosis localizada y generalizada, que
mostraron 2 patrones lesionales completamente distintos.
En resumen, encontramos dos patrones lesionales completamente diferenciados, en los
que los animales con tuberculosis localizada presentaron un patrón lesional donde los
granulomas de tipos 1 y 2 representan un bajo número, mientras que la mayoría de los
granulomas encontrados son de tipo 4, con un escaso o nulo desarrollo de granulomas
de tipo 3. Por el contrario, los animales con tuberculosis generalizada mostraron un
gran número de granulomas de tipo 1 y 2, con un bajo número de granulomas de tipo
4 y un escaso o nulo desarrollo de granulomas de tipo 3.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
85
Discusión de los resultados obtenidos.
La prevalencia obtenida de M. tuberculosis complex es similar a la descrita por otros
autores en la España mediterránea, un 43% (Vicente 2006). Sin embargo, la
prevalencia de PCV2 es ligeramente más alta que la descrita anteriormente en la
misma área, un 58% (Vicente, 2004). Además, en las distintas zonas y climas dentro
de la península existen prevalencias distintas de PCV2. Este hecho implica una mayor
probabilidad de infección en la población mediterránea, comparada con otras regiones
españolas de clima atlántico, donde la prevalencia es mucho menor (<10%) y los
patrones de tuberculosis generalizadas son mucho menos comunes entre los animales
afectados (Muñoz-Mendoza et al., 2013; Parra et al., 2006; Vicente et al., 2006).
En resumen, las prevalencias de PCV2 y M. tuberculosis complex determinadas en este
estudio son similares a las anteriormente publicadas en España en otras áreas con
clima mediterráneo, zonas geográficas con unas condiciones medioambientales y clima
similares (Diez-Delgado et al., 2014). Por otra parte, la infección por PCV2 detectada
mediante ELISA IgG, al estar relacionada con una respuesta humoral de producción de
IgG frente a PCV2 que en esta infección tarda en establecerse de manera efectiva,
debe ser considerada como expresión de infecciones crónicas o infecciones a largo
plazo. Este hecho nos permitirá detectar animales que hayan tenido contacto con el
virus con suficiente anterioridad, expresando cuadros crónicos.
La infección por PCV2 asociada a sexo o categoría de edad no está probada en los
jabalíes. Las múltiples vías de infección usadas por el virus, y el comportamiento propio
de los jabalíes, especialmente la relación entre rayones y madres y los grupos de
machos jóvenes, pueden indicar una infección temprana durante el desarrollo de los
grupos sociales, como ocurre en los cerdos domésticos (Rose et al., 2012). Este hecho,
asociado al uso de áreas comunes, como pudieran ser los puntos de agua o las zonas
de suplementación de comida, pueden facilitar la diseminación del virus dentro de la
población en todos los rangos de edad y sin tener en cuenta el sexo de los animales
infectados (Acevedo et al., 2007; Acevedo et al., 2014)
La ausencia de relación entre la positividad a PCV2 y la positividad a M. tuberculosis
complex dentro de la población, puede venir dada por la similitud entre los modos de
transmisión del agente viral y el agente bacteriano. La ruta de infección oronasal es la
ruta más importante de contagio en ambas enfermedades (Grau-Roma et al., 2011;
Hermoso de Mendoza et al., 2006). Al compartir el mismo modo de transmisión, los
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
86
factores de riesgo asociados a ambas enfermedades pueden ser comunes, siendo
influenciadas tan sólo por características particulares de cada uno de los agentes
infecciosos. Por ejemplo, la resistencia en el medio ambiente o la capacidad infectiva
del agente, que pueden explicar la diferencia entre las prevalencias observadas.
Los resultados de prevalencia indican una mayor facilidad de contagio del virus, frente
a la posibilidad de infección bacteriana. Además, las prevalencias observadas en el
estudio pueden estar influenciadas por el uso de áreas comunes como las
anteriormente mencionadas zonas de suplementación, puntos de agua, o incluso la
estancia en fincas valladas (Acevedo et al., 2014; Parra et al., 2006). En estas fincas,
dichas áreas comunes pueden ser modificadas mediante cambios de manejo para
intentar disminuir las prevalencias de tuberculosis en la zona. El incremento del
número de zonas de suplementación y puntos de agua, así como la suplementación del
pienso en hileras largas en el suelo, pueden ayudar a disminuir la probabilidad de
contacto entre animales, y con ello, la probabilidad de contagio (Castillo et al., 2011).
El resultado del estudio cuantitativo de los granulomas indica que no hay diferencias
en cuanto al número total de granulomas presentes entre los animales infectados por
PCV2 y los que no están infectados. Sin embargo, los resultados del estudio cualitativo
de los granulomas indica la existencia de dos tendencias diferenciadas entre los
animales infectados por PCV2 y los no infectados. Los animales infectados tienen
tendencia al desarrollo de los estadios iniciales de los granulomas, asociados
principalmente a un bajo control de la infección de M. tuberculosis complex. El efecto
inmunosupresor del PCV2 puede alterar la respuesta inflamatoria contra los patógenos.
Las lesiones asociadas a PCV2, como pueden ser la depleción linfoide en las zonas
foliculares e interfoliculares asociadas a infiltración macrofágica de los tejidos linfoides
(Chianini et al., 2003; Darwich et al., 2012; Segalés et al., 2012), están relacionadas
con un incremento del número de monocitos y macrófagos en sangre periférica y
tejidos linfoides, y con una disminución de los linfocitos T y B en los órganos linfoides
(Sarli et al., 2001; Segalés et al., 2001). Este hecho, asociado a los efectos directos de
la replicación vírica en células que forman parte de la respuesta inmune (Choi et al.,
2000; Nielsen et al., 2003; Yu et al., 2007), causan cambios en el propio
funcionamiento del sistema inmune. Cambios en la inducción de apoptosis en células
del sistema inmune, inhibición del complemento, interferencias en la presentación de
antígenos, actuaciones como inhibidores y estimuladores de citoquinas, o propiamente
actuando como citoquinas (Kekarainen et al., 2008; Resendes et al., 2011; Darwich et
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
87
al., 2012), pueden ser la principal causa del desarrollo de los cambios lesionales
asociados a otras enfermedades (Segalés et al., 2004; Ostanello et al., 2005; Yu et al.,
2007). En el caso de la tuberculosis, estos efectos pueden modificar el correcto
desarrollo del granuloma, impidiendo a este alcanzar sus estadios finales. El efecto de
PCV2 sobre linfocitos T y B puede influir en el correcto desarrollo de la inmunidad
humoral en los animales, interfiriendo en la formación de los granulomas con el
consecuente riesgo asociado a la no encapsulación de la lesión (Gil et al., 2010;
García-Jiménez et al., 2013). Por lo tanto, al no existir una evolución habitual con una
encapsulación de la lesión y un inicio de necrosis central, características que favorecen
el depósito de calcio, no es posible la calcificación correcta del granuloma, considerada
como un signo de control de la infección por M. tuberculosis complex y asociado a un
menor riesgo de propagación de la micobacteria. Este hecho permite considerar a los
animales positivos a PCV2 como importantes excretores de micobacterias, que facilitan
una mayor diseminación de la enfermedad en el medio ambiente, considerándose un
riesgo de contagio ante otros animales susceptibles (Phillips et al., 2003). Además, el
efecto inmunosupresor del PCV2 puede afectar el estado de la inmunidad humoral,
pudiendo interferir en el uso de test basados en la detección de IgG.
Estos hechos se complementan con los resultados del estudio cualitativo de los
granulomas entre los animales con tuberculosis localizada y generalizada
anteriormente descrito. Los individuos con tuberculosis localizada muestran una
tendencia a la formación de granulomas de tipo 4, lo que indica un correcto
funcionamiento del sistema inmune que permite el desarrollo del propio granuloma
hasta los estadios finales y hacia un control de la enfermedad (Hermoso de Mendoza et
al., 2006; García-Jiménez et al., 2013). Este patrón de granulomas es el mismo que
hemos observado en los animales seronegativos a PCV2.
Por otro lado, los animales que presentan una forma generalizada de tuberculosis
muestran el mismo patrón de expresión de granulomas que los animales seropositivos
a PCV2, con un desarrollo de granulomas de tipo 1 y 2 principalmente. La incapacidad
del organismo para alcanzar los estadios últimos de desarrollo del granuloma,
constatados por la ausencia de granulomas de tipo 4, puede ser el principal factor que
permite la diseminación del patógeno al resto de los órganos, causando la
generalización del proceso tuberculoso y empeorando el estado sanitario del animal
infectado. Además, los animales con lesiones tuberculosas generalizadas tienen un
mayor potencial como excretores de M. tuberculosis complex, hecho que puede ser
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
88
agravado en caso de infecciones concurrentes con PCV2, aumentando el peligro
potencial de dichos animales (Martin-Hernando et al., 2007).
Todos estos detalles, unidos al hecho de la relación existente entre la infección por
PCV2 y el desarrollo de tuberculosis generalizadas (Risco et al., 2013), sugieren una
fuerte relación entre tres factores: la infección por PCV2; el incompleto desarrollo de la
lesión tuberculosa; y la facilidad de diseminación de la micobacteria, que permite el
desarrollo de cuadros generalizados y la diseminación de la micobacteria hacia otros
animales susceptibles (contagios directos) hacia el medio ambiente (contagios
indirectos).
Todos estos factores hacen de los jabalíes coinfectados por PCV2/M. tuberculosis
complex animales de alto riesgo en cuanto a su efectividad para la diseminación de la
tuberculosis. Esto demuestra la importancia del control de PCV2 en los jabalíes, ya que
estos juegan un papel importante como diseminador y reservorio principal de la
tuberculosis en el ecosistema Mediterráneo, y, en consecuencia, del importante riesgo
de contagio que representa ante otros animales susceptibles de padecer la enfermedad
cohabitantes del mismo ecosistema, como pueden ser los ciervos, gamos, corzos, y
obviamente el ganado bovino extensivo.
En consecuencia, las coinfecciones PCV2/M. tuberculosis complex deben ser tenidas en
cuenta a la hora de diseñar medidas de control eficaces de ambas enfermedades
cuando están presentes en la misma población, especialmente en zonas con altas
prevalencias de tuberculosis, como puede ser el suroeste de España. Sin ir más lejos,
vacunaciones contra la tuberculosis usando cebos con vacuna inactivada, aun en el
caso de que fuera muy eficaz, pueden resultar un dispendio inútil sin un estudio previo
de las poblaciones diana, para descartar la presencia de agentes inmunosupresores
como PCV2.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
89
Bloque III.
Determinación de la influencia de la
vacunación frente a PCV2 en el desarrollo
del granuloma tuberculoso.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
90
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
91
Al haber comprobado con los anteriores estudios una posible relación entre la infección
por PCV2 y el desarrollo incompleto del granuloma tuberculoso, nos planteamos la
posibilidad de realizar otro sobre los efectos de la vacunación frente a PCV2 en una
finca controlada. Esta finca, de clima mediterráneo, posee una extensión de 2000
hectáreas, con una densidad de 40 jabalíes por cada 100 hectáreas. Además, posee 5
cercones de captura distribuidos por toda la finca. Dicho estudio se llevó a cabo entre
2013 y 2015.
Durante los veranos de 2013 y 2014, se procedió a la captura de los animales en
edades juveniles, sujetos de estudio. En los cercones de captura los animales
seleccionados fueron vacunados frente a PCV2 con una vacuna comercial porcina
(CIRCOVAC® Lab. Merial) e identificados mediante microchips electrónicos para su
posterior reconocimiento. Más tarde, estos animales fueron liberados en la finca, con el
fin de realizar su muestreo durante las actividades cinegéticas llevadas a cabo en las
temporadas de caza de 2013-2014 y 2014-2015.
Detalle del momento de la captura y microchipado de los animales.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
92
Los sujetos seleccionados durante los muestreos de estas dos temporadas de caza
fueron todos los animales abatidos con microchip, y por tanto vacunados (n=18); y
una selección aleatoria de animales no vacunados frente a PCV2 (n=39), donde sólo se
tuvo en cuenta que tuvieran una edad similar a los animales vacunados muestreados
(6-8 meses aproximadamente en los animales nacidos el mismo año, 18-20 meses
aproximadamente en los animales nacidos el año anterior). De todos ellos se tomaron
muestras de sangre para análisis serológicos y linfonodos retrofaríngeos o linfonodos
submandibulares, tanto para su fijación en formaldehído al 4% para los estudios
histopatológicos, como frescos, para cultivos microbiológicos o posibles estudios
moleculares.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
93
Estudio de la prevalencia de tuberculosis y
desarrollo de los granulomas.
Dentro de nuestra población de estudio, y al estar enfocado este al desarrollo de la
lesión tuberculosa, se estableció como criterio de positividad frente a tuberculosis la
presencia de granulomas en los cortes histológicos de los linfonodos muestreados,
determinando así la prevalencia de la tuberculosis mediante valoración histológica. Una
vez establecida la positividad de la muestra, se procedió al contaje y clasificación de los
granulomas presentes mediante la escala establecida por Wangoo y colaboradores en
2005. Ello nos permitiría determinar un patrón de expresión de los mismos,
diferenciando a la vez entre animales vacunados y no vacunados, lo que nos permitiría
estudiar las posibles diferencias entre las dos subpoblaciones. Los estudios estadísticos
se llevaron a cabo usando el software SPSS® 20.0, mediante análisis descriptivo y
estadístico con las pruebas de Kruskal Wallis y U de Mann Whitney.
En el estudio sobre la prevalencia de tuberculosis en los dos grupos de estudio se
determinó un porcentaje menor entre los animales vacunados (33%; 6/18), mientras
que los animales no vacunados presentaron valores del 59% (23/39), no existiendo
diferencias significativas entre los grupos. Sin embargo, los datos obtenidos mediante
el análisis estadístico determinan unos p-valor muy próximos a la significación, lo que
nos hace pensar en una posible relación estadística entre la vacuna de PCV2 y la
prevalencia de tuberculosis en caso de aumentar el n de estudio. Los datos estadísticos
se muestran en la siguiente tabla.
Estudio estadístico sobre las prevalencias de tuberculosis entre animales
vacunados frente a PCV2 y no vacunados
Prevalencia de animales vacunados: 33%
(6/18)
Prevalencia de animales no vacunados:
59% (23/39)
U de Mann Whitney 0.074
Kruskal Wallis 0.074
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
94
Al completar el estudio con el número de los distintos tipos de granulomas en los
animales histológicamente positivos y realizar el análisis estadístico, observamos
diferencias estadísticamente significativas entre la cantidad de granulomas de tipo 1 y
tipo 2 presentes en los animales vacunados de PCV2 y los no vacunados. Sin embargo,
los granulomas tipo 3 y 4 no presentan diferencias estadísticamente significativas en
cuanto a su número. Los datos de dicho análisis están resumidos en la siguiente tabla.
Estudio estadístico de las diferencias en el desarrollo de los distintos tipos
de granulomas entre animales vacunados frente a PCV2 y no vacunados.
Desarrollo de granulomas
tipo 1
U de Mann-Whitney 0.001
Kruskal Wallis 0.001
Desarrollo de granulomas
tipo 2
U de Mann-Whitney 0.000
Kruskal Wallis 0.000
Desarrollo de granulomas
tipo 3
U de Mann-Whitney 0.386
Kruskal Wallis 0.386
Desarrollo de granulomas
tipo 4
U de Mann-Whitney 0.992
Kruskal Wallis 0.992
El estudio descriptivo de los tipos de granulomas presentes en los animales vacunados
y los no vacunados nos permite confeccionar un gráfico en el que se muestra el patrón
de expresión de granulomas en los distintos grupos de estudio.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
95
En el gráfico se observa una clara diferencia entre los dos patrones de expresión.
Destacamos una tendencia en los animales no vacunados frente a PCV2 a la formación
de granulomas de tipos 1 y 2, granulomas microbiológicamente más activos. Dichos
granulomas presentan un mayor riesgo potencial de diseminación de micobacterias al
medio ambiente, y, en consecuencia, un mayor riesgo de propagación de la
enfermedad (Phillips et al., 2004). Esta diferencia entre los grupos de estudio en la
formación de granulomas y en la correcta evolución de la lesión hacia su estadio final
(granuloma tipo 4), nos hace apoyar la teoría de que la infección subclínica de los
animales infectados por PCV2 puede afectar al normal desarrollo de las lesiones
tuberculosas granulomatosas (Ellis et al., 2004). Esta incapacidad para desarrollar de
manera normal los granulomas hasta alcanzar el estadio 4 calcificado,
microbiológicamente más inerte, puede conllevar, además de un aumento del riesgo
epidemiológico en su entorno, un empeoramiento clínico de la salud del propio animal
(Martin-Hernando et al., 2007).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
96
Estudio inmunohistoquímico de los granulomas.
Para determinar la posible influencia de la infección por PCV2 en el desarrollo de los
granulomas tuberculosos, una vez determinadas las prevalencias y los patrones de
expresión de los granulomas de los animales vacunados y no vacunados frente a PCV2,
se llevó a cabo un estudio inmunohistoquímico con el fin de determinar las posibles
variaciones o cambios entre los grupos de estudio. Para ello se seleccionaron animales
positivos histológicamente a tuberculosis (con presencia de granulomas) para
conformar 3 grupos de estudio diferenciados.
- Grupo I: animales negativos a PCV2 mediante serología (ELISA INgezim
Circovirus IgG®).
- Grupo II: animales positivos a PCV2 mediante serología (ELISA INgezim
Circovirus IgG®).
- Grupo III: animales vacunados frente a PCV2, seleccionados mediante la
identificación por microchip.
Todos los animales procedían de la misma finca, por lo que tanto las condiciones
ambientales como los recursos e interacciones entre grupos, serían las mismas para
todos los integrantes del estudio.
Las muestras de linfonodos retrofaríngeos o submandibulares fueron fijadas,
procesadas y embebidas en parafina, de las que posteriormente se realizarían los
cortes histológicos para el estudio inmunohistoquímico. Para la realización de este
estudio se tomaron las muestras de cada grupo (n=6, n total= 18) y se utilizaron 7
marcadores inmunohistoquímicos en cada animal, para su posterior análisis y contaje.
El proceso de tinción inmunohistoquímica se realizó mediante el método de avidina-
biotina-peroxidasa (ABC Vector Elite; Vector laboratories®). Las muestras fueron
desparafinadas en estufa, rehidratadas y tratadas con peróxido de hidrógeno al 3% en
metanol durante 15 minutos para eliminar la actividad de la peroxidasa endógena. Se
lavaron posteriormente con TBS 0,01M, pH 7,2.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
97
Para el desenmascaramiento antigénico se utilizaron uno de los siguientes métodos:
- Tripsina/α-quimotripsina (0,5% tripsina y 0,5% α-quimotripsina) (Sigma-
Aldrich®) a 37ºC durante 10 minutos.
- Tween 20® (Fórmula comercial, Sigma-Aldrich®) a 37ºC durante 10 minutos.
- Tris–EDTA pH 9,0; durante 20 minutos en microondas de 700W.
- Citrato de sodio pH 4,0; durante 20 minutos en microondas de 700W.
Tras el montaje de las muestras en Centros de Inmunotinción Sequenza (Shandon
Scientific®), la reactividad cruzada de los tejidos con los anticuerpos primarios fue
bloqueada mediante el uso de normal serum block (1,5%) de la especie huésped del
anticuerpo primario, aplicado durante 20 minutos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
98
Los anticuerpos primarios utilizados, tipo, laboratorio de procedencia, dilución utilizada
y método de recuperación antigénica utilizado están detallados en el siguiente cuadro.
Marcador Tipo Laboratorio Dilución Recuperación
antigénica
CD3
Linfocitos T
Policlonal,
conejo anti-
humano
DAKO® 1/500 Tripsina/α-
quimotripsina
CD79α
Linfocitos B
Monoclonal,
ratón anti-
humano
DAKO® 1/100 Buffer Tris-
EDTA en
microondas
CD68
Macrófagos y
monocitos
Monoclonal,
ratón anti-
humano
AbD Serotec® 1/100 Buffer Tris-
EDTA en
microondas
IFN γ Policlonal,
conejo anti-
humano
AbD Serotec® 1/100 Buffer Citrato
de Sodio en
microondas
IL1 Policlonal,
conejo anti-
humano
Cultek SLU® 1/400 Tween 20®
IL10 Policlonal,
conejo anti-
humano
Cultek SLU® 1/500 Tween 20®
iNos Policlonal,
conejo anti-
humano
Cultek SLU® 1/100 Tween 20®
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
99
Las muestras fueron lavadas en TBS y posteriormente incubadas durante 30 minutos
con el anticuerpo secundario biotinilado (Vector Laboratories®). Después de aplicar dos
lavados en TBS, se incubaron durante 30 minutos a temperatura ambiente con el
Complejo Avidina–Biotina (Vector Elite Kit, Vector Laboratories®). Posteriormente el
marcaje fue detectado mediante el uso de 3, 30 – diaminobencidina tetrahidrocloruro
(DAB) y una tinción de contraste con hematoxilina de Mayer (Surgipath®) durante 5
minutos.
Una vez realizada la tinción inmunohistoquímica, se procedió a la toma de
microfotografías de las muestras. Para el estudio de cada anticuerpo se realizaron 10
microfotografías a 20x de cada una de las muestras (n=180), determinándose en cada
una de ellas el número de células inmunomarcadas; los resultados obtenidos se
expresaron en número de células marcadas por campo de 20x. Posteriormente, se
realizó un estudio estadístico de los resultados, mediante el software SPSS 20.0®,
realizando un estudio descriptivo, test ANOVA y un test de Tukey para comprobar las
posibles diferencias entre los distintos grupos de estudio.
Para una mejor comprensión dividiremos el estudio en dos partes: primero
mostraremos los resultados de las poblaciones celulares y de las citoquinas analizadas
en cada uno de los grupos de estudio; y posteriormente los resultados obtenidos en el
estudio de cada marcador mediante un análisis comparativo entre los grupos.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
100
Resultados por grupo de estudio.
Grupo I: Animales negativos a PCV2.
Estudio de poblaciones celulares.
El estudio de los marcadores celulares reveló los detalles que a continuación se
describen. Los animales negativos a PCV2 destacaron por un elevado número de
células CD79α+ (Linfocitos B) y valores muy inferiores para CD68+. Los valores de
CD3 fueron ligeramente inferiores al primero. Los datos obtenidos se encuentran
reflejados en el siguiente gráfico.
Esta distribución de la población celular se debe a la propia conformación de la lesión
tuberculosa. Estudios inmunohistoquímicos realizados en jabalí confirman una mayor
presencia de linfocitos B y linfocitos T, acompañada de un menor número de
macrófagos conforme avanza el desarrollo de las lesiones tuberculosas desde los
granulomas iniciales (tipos I y II) hasta las etapas finales (tipos III y IV) (García-
Jiménez et al., 2013). En nuestro caso, los animales negativos a PCV2 presentaron un
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
101
patrón de expresión de granulomas que tiende a la formación de granulomas de tipos
III y IV, de ahí la mayor presencia de células CD79α+ y CD3+, y la menor de células
CD68+. Todo ello indica la evolución orgánica hacia lesiones más inertes.
Estudio de mediadores de la inmunidad
En el caso del estudio de mediadores de la inmunidad, los mayores recuentos los
obtenemos en la producción de IL1 e IFNγ, siendo notablemente inferiores los
obtenidos para de IL10 y de iNOS; este último marcador estableció el recuento
mínimo. Los resultados obtenidos en el estudio se pueden observar en el siguiente
gráfico.
En los animales negativos a PCV2, la diferente producción de mediadores de la
inmunidad sólo puede venir influenciada por el proceso tuberculoso. En el caso de la
tuberculosis, se ha demostrado que tanto la expresión del IFNγ como del iNOS decrece
ligeramente al avanzar los estadios de las lesiones tuberculosas (García-Jiménez et al.,
2013). Los recuentos en la expresión de IL1 e IL10 derivan de la presencia, activación
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
102
y equilibrio de acciones de los linfocitos T y macrófagos principalmente (Tehmina et
al., 2006). Además, los bajos recuentos de expresión de IL10 se encuentran
relacionados con una mayor activación de la respuesta inmunitaria ante la infección
por Mycobacterium bovis (Jacobs et al., 2002). La sincronía entre altos niveles de IFN-
γ y bajos niveles de IL10 será la determinante del correcto equilibrio entre la acción de
linfocitos Th1 y Th2, y por tanto, de la adecuada evolución del cuadro tuberculoso en
el animal (Surcel et al., 1994; Tsukaguchi et al., 1995; Pollock et al., 2002, 2005,
2006).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
103
Grupo II: Animales positivos a PCV2.
Estudio de poblaciones celulares.
En los animales que presentaron anticuerpos frente a PCV2, los mayores recuentos
obtenidos en los linfonodos de estudio corresponden a la presencia de linfocitos B en
las lesiones tuberculosas. En cotas inferiores se encuentran los recuentos de linfocitos
T y cercanos a estos, los macrófagos. Dichos valores están representados en el
siguiente gráfico.
Los datos obtenidos en este estudio muestran valores más próximos entre sí que los
mostrados por los animales negativos a PCV2. Este cambio en la expresión viene dado
por el propio desarrollo de la lesión granulomatosa en este grupo de individuos. Estos
animales positivos, como hemos visto anteriormente, tienen una mayor tendencia a la
formación de granulomas de tipos I y II. En estos tipos de granulomas, la presencia de
macrófagos es mucho mayor, de ahí esos recuentos superiores. Además, la ausencia
de evolución de los granulomas a estadios más avanzados, excluye la ligera subida en
los marcadores CD3 y CD79α descrita en la bibliografía (García-Jiménez et al., 2013) y
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
104
la diferenciación de los valores de estos con aquellos de CD68. Este efecto se debe a la
propia acción de PCV2, que provoca depleción linfoide de linfocitos B, T y NK
(Shibahara et al., 2000; Quintana et al., 2001; Darwich et al., 2002; Nielsen et al.,
2003), lo cual se manifiesta en la propia lesión tuberculosa.
Estudio de mediadores de la inmunidad
En el estudio de los mediadores de la inmunidad nos encontramos con dos situaciones
completamente distintas. Las interleucinas IL10 e IL1 poseen unos recuentos elevados,
mientras que los recuentos de IFNγ e iNOS son bastante más discretos. Cabe destacar
los recuentos similares de iNOS y de IFNγ. Los detalles de los recuentos se encuentran
expresados en el siguiente gráfico.
El perfil de mediadores de la inmunidad presente en los animales positivos a PCV2 nos
da idea de su nivel de defensa frente a la infección tuberculosa. La diferencia de
expresión entre los niveles de IL10 e INF-γ, y por tanto entre la acción de linfocitos
Th1 y linfocitos Th2, determinante en el empeoramiento del cuadro clínico, apunta a
que los animales positivos a PCV2 presentan una peor evolución del proceso
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
105
tuberculoso (Surcel et al., 1994; Pollock et al., 2002, 2005, 2006). Esta diferencia entre
la expresión de IL10 e INF-γ viene dada por la propia acción del PCV2, ya que está
demostrado que aumenta los niveles de IL10 (Darwich et al., 2003; Kim et al., 2004;
Sipos et al., 2004; Doster et al., 2010) y disminuye la capacidad de producción de INF-
γ (Darwich et al., 2003). Los valores elevados de expresión de IL1 también pueden ser
explicados por la sobreexpresión de esta interleucina asociada a PCV2 (Darwich et al.,
2003), así como a un mayor número de macrófagos, más frecuentes en granulomas de
tipos I y II. Además, este aumento de macrófagos asociados a granulomas tipos I y II,
concuerda con los valores obtenidos en los recuentos de iNOS, superiores a aquellos
observados en los animales negativos, y con estudios anteriores en los que se observó
un aumento del iNOS en esos tipos de granulomas (García-Jiménez et al., 2013).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
106
Grupo III: Animales vacunados frente a PCV2.
Estudio de poblaciones celulares.
Los animales vacunados destacan por unas poblaciones celulares donde predominan
los linfocitos B y en menor medida los T, con recuentos mínimos en el caso de los
macrófagos. Los resultados obtenidos se encuentran resumidos en el siguiente gráfico.
Si comparamos estos datos con los obtenidos en los animales negativos a PCV2,
observamos gran similitud entre ellos. Por el contrario, si los comparamos con los
obtenidos en los animales positivos a PCV2, aun siendo las poblaciones predominantes
las mismas, las diferencias son mucho más marcadas. El efecto de depleción linfoide
que podría ejercer PCV2 sobre las estirpes de linfocitos B y T se encuentra mitigado,
aunque los niveles no lleguen a los obtenidos en los animales negativos (Shibahara et
al., 2000; Quintana et al., 2001; Darwich et al., 2002; Nielsen et al., 2003). Por lo
demás, las poblaciones representadas expresan la evolución en el desarrollo de los
granulomas hacia fases avanzadas de la lesión, principalmente granulomas tipos III y
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
107
IV, con una población predominante de linfocitos B y T, y un menor número de
macrófagos (García-Jiménez et al., 2013).
Estudio de mediadores de la inmunidad
En los animales vacunados, destaca la elevada presencia de IL1 e INF-γ en los
recuentos de las muestras de estudio. IL10 e iNOS evidencian valores menores dentro
del estudio, con una marcada diferencia frente a los otros dos mediadores
inmunitarios. Los resultados obtenidos se encuentran representados en el siguiente
gráfico.
El grupo de animales vacunados presenta unos niveles elevados de INF-γ asociados a
niveles bajos de IL10. Esta circunstancia nos hace constatar que la relación entre la
acción de los linfocitos Th1 y Th2 está encaminada a una mayor protección y mejor
evolución del procesos tuberculoso en el animal (Surcel et al., 1994; Pollock et al.,
2002, 2005, 2006). Los bajos niveles de expresión de iNOS concuerdan con la descrita
en los granulomas avanzados, microbiológicamente menos activos, predominantes
dentro de este grupo de animales, como hemos visto anteriormente y como apuntaran
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
108
García-Jiménez et al. (2013). Finalmente, en cuanto a los niveles de IL1, similares a los
presentes en los animales negativos, son presumiblemente consecuencia de una acción
inflamatoria de defensa frente a la infección bacteriana.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
109
Resultados del estudio comparativo de marcadores
individuales.
CD3
ANOVA
Test de Tukey
Los test estadísticos realizados demuestran la existencia de diferencias en los niveles
de expresión de CD3 entre los distintos grupos. Los animales positivos a PCV2
presentan una menor expresión de células CD3+, mientras que los animales que no
han tenido contacto con PCV2 presentan recuentos superiores. Los animales
vacunados de PCV2 muestran valores intermedios de expresión del marcador celular.
El hecho de la existencia de una mayor expresión de células CD3+ en los animales
negativos a PCV2 puede ser consecuencia de la mayor presencia de este tipo de
células en la evolución de las lesiones tuberculosas, especialmente marcada en los
granulomas de tipos III y IV (García-Jimenez et al., 2013). En nuestro caso, los valores
se sitúan en una posición intermedia, posiblemente por los escasos granulomas de tipo
III que evidencian, por lo que los recuentos celulares CD3+ son casi exclusivamente
debidos a la presencia de dichos granulomas de tipo IV. Además de esto, dichos
resultados se ajustarían a lo esperado del consabido efecto viral de depleción linfoide
en diversos órganos (Shibahara et al., 2000; Quintana et al., 2001; Darwich et al.,
2002; Nielsen et al., 2003).
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
110
Por lo tanto, la vacunación de los animales favorece la proliferación de linfocitos T, sin
llegar a los niveles presentes en los animales que no han sufrido contacto previo con el
patógeno viral. Este hecho puede deberse a que la vacuna mitiga el efecto del propio
virus y su acción de depleción linfoide, uno de los principales factores de patogenicidad
del virus.
Los resultados obtenidos se encuentran resumidos en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
111
CD79α
ANOVA
Test de Tukey
Ambos test estadísticos demuestran la existencia de diferencias estadísticamente
significativas entre los tres grupos de estudio en cuanto a la presencia de células
CD79α+. Los mayores recuentos de linfocitos B se observan en los animales negativos
a PCV2, mientras que los menores son atribuidos a los animales positivos a PCV2; los
sujetos de estudio vacunados poseen valores intermedios. Sin embargo, estos valores
son mucho más cercanos a aquellos presentes en los animales seronegativos
(p=0.032). Esta situación hace pensar que la expresión de linfocitos B por parte de los
animales vacunados tiende a asemejarse a la expresión de los animales sin contacto
con el patógeno viral.
Los cambios observados entre los animales seropositivos a PCV2 frente a los otros dos
grupos posiblemente se deben al diferente desarrollo de la lesión granulomatosa y al
efecto de depleción linfoide ejercida de manera directa por el virus.
Al igual que ocurre con los linfocitos T, en la lesión tuberculosa los linfocitos B se
encuentran en mayor número en los granulomas de tipo III y IV (García-Jiménez et al.,
2013). Por lo tanto, al ser estos tipos de granulomas los más habituales en los
animales no infectados así como en los animales vacunados, los recuentos de linfocitos
B son sustancialmente mayores en estos grupos. A este dato debemos sumar la propia
acción vírica, que provoca una disminución de los linfocitos B en el animal de manera
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
112
general, lo que concuerda también con los resultados obtenidos en el experimento. En
cuanto a la ligera diferencia de expresión entre el grupo de vacunados y el grupo de
negativos, esta puede deberse a la casi completa ausencia de granulomas de tipo III
en los primeros, de manera similar a lo sucedido con CD3+.
En este caso, la vacunación mejora sustancialmente la expresión de linfocitos B frente
al grupo de animales seropositivos, acercándose dicha expresión casi a los niveles
presentes en los animales sin contacto viral. Esta mejora se debe principalmente a dos
hechos, el completo desarrollo de las lesiones tuberculosas hacia los estadios más
avanzados y la disminución del efecto depresor del virus en cuanto a la estirpe
linfocítica.
Los resultados del análisis se encuentran reflejados en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
113
CD68
ANOVA
Test de Tukey
El estudio de la expresión de células CD68+, principalmente macrófagos y monocitos,
arroja los mayores contajes en el grupo de animales positivos a PCV2. Los grupos
negativos a PCV2 y vacunados, sin embargo, presentan valores considerablemente
inferiores y sin diferencias estadísticamente significativas entre ellos (p=0.259).
La diferencia de expresión entre los animales positivos a PCV2 y los otros dos grupos
de estudio puede ser debida al diferente desarrollo de las lesiones. Estudios anteriores
donde se utilizó MAC387 como marcador para macrófagos y monocitos, determinaron
una mayor presencia de dichas células en los granulomas de tipos I y II, decreciendo
su número cuando las lesiones evolucionaban hacia granulomas de tipos III y IV
(García-Jiménez et al., 2013). Al existir en los animales seropositivos una mayor
proporción de granulomas de tipos I y II, los recuentos de células CD68+ son más
elevados con respecto a los otros dos grupos de estudio, en los que predominan
principalmente los granulomas de tipos III y IV (en el caso de animales vacunados,
casi exclusivamente granulomas de tipo IV).
Además, la ausencia de diferencias estadísticamente significativas entre los grupos de
seronegativos y vacunados, apunta a que la vacuna frente a PCV2 ayuda al animal a
alcanzar un estatus de inmunidad similar a los animales sin contacto previo con el
virus.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
114
Los datos del estudio se encuentran resumidos en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
115
IFN γ
ANOVA
Test de Tukey
En el caso de la expresión de IFN-γ (producida por linfocitos T y NK), la mayor
expresión de esta citoquina estimulante de macrófagos se encuentra en el grupo de
animales vacunados frente a PCV2. Con valores inferiores se encuentran los animales
seronegativos, aunque próximos a los primeros (p=0.031); finalmente, los animales
seropositivos presentan una expresión mínima de IFN-γ, con aproximadamente la
mitad de células inmunomarcadas de los valores obtenidos en los grupos restantes.
En estos cambios observados entre los distintos grupos pueden influir dos factores. Por
una parte, estudios realizados con anterioridad en jabalí demostraron que la expresión
de IFN-γ está presente en todos los estadios de la lesión granulomatosa, aunque sufre
un decremento significativo en los estadios últimos de la misma, los granulomas tipo
III y IV (García-Jiménez et al., 2013). Además, la expresión de esta interleucina por
parte de animales infectados por PCV2 es mucho menor en comparación con cerdos no
infectados (Darwich et al., 2003), por lo que el efecto inmunosupresor del virus puede
influir en la expresión de ésta. En nuestro caso concreto, teniendo en cuenta los bajos
recuentos de IFN-γ obtenidos en los animales seropositivos, nos hace pensar que el
efecto inmunosupresor ejercido por el virus es mucho más patente que la disminución
de dicha expresión al avanzar los estadios de los granulomas. Este hecho hace que los
animales seropositivos tengan recuentos mucho más bajos que los animales
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
116
seronegativos o vacunados, que tienen sólo un ligero descenso por la propia evolución
de los granulomas.
Por tanto, pensamos que la vacunación del animal no sólo mejora la capacidad de
expresión de IFN-γ frente a animales infectados, si no que presenta incluso una mayor
que los animales seronegativos, ejerciendo la vacuna como estimulante en la
producción de IFN-γ. Dicha estimulación de la expresión del IFN-γ puede conducir a un
mejor control de la enfermedad tuberculosa, estimulando los mecanismos de defensa
del animal que originan una más rápida evolución en las lesiones hacia aquellas
microbiológicamente más inertes y controladas.
Los resultados obtenidos se encuentran reflejados en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
117
IL-1
ANOVA
Test de Tukey
En el caso de la citoquina proinflamatoria IL1, los mayores niveles de inmunomarcaje
se encuentran en el grupo de estudio de los animales seropositivos; los menores se
atribuyen al grupo de animales seronegativos, mientras que el grupo de animales
vacunados se encuentra en una posición intermedia, mucho más cercana a los valores
presentados por los seronegativos (p=0.018).
Estos valores tan superiores en el grupo de animales positivos podrían explicarse
basándonos en dos factores: por una parte, la producción mayoritaria de IL1 por parte
de macrófagos activados concuerda con la presencia de este tipo de células en ese
grupo de estudio al tener mayor porcentaje de granulomas de tipos I y II, confirmados
con el estudio del marcador CD68, y anteriormente con el marcador MAC387 (García-
Jiménez et al., 2013); por otra, el efecto marcadamente estimulante del PCV2 sobre la
producción de ciertas citoquinas, como pueden ser la IL1 (especialmente la IL1β), ha
sido demostrado tanto en cerdos infectados (Darwich et al., 2003) como en animales
con patologías pulmonares propiamente dichas (Chae et al., 2010). Estos dos factores
determinan la respuesta exacerbada encontrada en los animales positivos.
En cambio, en el grupo de animales vacunados, los valores descienden hasta rozar
aquellos encontrados en los animales sin contacto con el patógeno viral, por lo que
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
118
podemos vislumbrar un aspecto inmunorregulador de la vacuna según la producción de
IL1. Este aspecto inmunorregulador de la vacuna se debe a la acción ejercida contra el
virus, eliminando su efecto estimulante en cuanto a la producción de IL-1, y en
consecuencia, de la mejora en la defensa y control de la enfermedad, con una
evolución del granuloma hacia estadios más avanzados, en las que existe un menor
número de macrófagos activados.
El siguiente gráfico resume los resultados obtenidos en el análisis:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
119
IL-10
ANOVA
Test de Tukey
Al igual que lo ocurrido en el estudio de la IL1, los niveles más altos de expresión de
IL10 (antiinflamatoria) corresponden a los animales seropositivos, con unos valores
del doble de aquellos obtenidos tanto en los animales seronegativos y en los individuos
vacunados, siendo estos últimos valores prácticamente iguales (p=0.927).
Esta sobreexpresión de IL10 encontrada en los animales positivos a PCV2 se debe al
efecto inmunomodulador del virus. Muchos estudios han confirmado el aumento de los
niveles de IL10 en animales infectados por PCV2 o animales que han desarrollado
PMWS, tanto en tejidos como en sangre periférica (Darwich et al., 2003; Kim et al.,
2004; Sipos et al., 2004; Doster et al., 2010). Sin embargo, al estar relacionada la
presencia de linfocitos T con la mayor producción de IL10 (Doster et al., 2010), dichos
resultados discrepan con los nuestros obtenidos para el marcador CD3, que reflejaban
una menor presencia de linfocitos T en los animales seropositivos. Esta producción y
sobreexpresión de IL10 causada por el virus es sensiblemente más potente que las
posibles interferencias del propio virus en cuanto a la presencia o ausencia de linfocitos
T en las lesiones tuberculosas. Por ello, cabe pensar que la sobreexpresión ejercida por
el virus es mucho más marcada de lo presumiblemente esperable, ya que los datos de
expresión de IL-10 obtenidos son marcadamente más altos en el grupo de
seropositivos, aun teniendo menos linfocitos T en las muestras de estudio.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
120
En cuanto al efecto vacunal, los niveles de expresión de IL10 del grupo vacunado son
prácticamente iguales a los presentados por los animales seronegativos, lo que apunta
un efecto claro de la vacuna ante la acción inmunorreguladora ejercida por el virus,
determinando la desaparición de la sobreexpresión de IL10 provocada por este.
Los datos obtenidos están resumidos en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
121
iNOS
ANOVA
Test de Tukey
El estudio de niveles de expresión de iNOS arroja diferencias estadísticamente
significativas entre los tres grupos de estudio. Los contajes más elevados corresponden
a los sujetos del grupo de seropositivos, muy lejanos de los expresados por
seronegativos y vacunados. En cuanto a estos dos grupos, los niveles de expresión en
los animales seronegativos muestran los valores mínimos, con los vacunados en
registros intermedios, más cercanos a los seronegativos que a los seropositivos,
aunque con diferencias estadísticamente significativas al compararlos.
Esta mayor expresión de iNOS se debe a su dependencia de macrófagos en las
lesiones. Estos se describen en mayor número en los granulomas de tipos I y II, y
menor en los granulomas de tipos III y IV (García-Jiménez et al., 2013), dato
confirmado anteriormente en este mismo estudio mediante el marcador CD68. El
número más elevado de macrófagos en lesiones biológicamente más activas, los
granulomas de tipos I y II, y teniendo en cuenta su mayor presencia en los animales
del grupo de positivos a PCV2, hace que los valores de expresión de iNOS en dicho
grupo sean los mayores detectados. Por otra parte, los grupos de seronegativos y de
animales vacunados presentan contajes mucho menores, debido al predominio de
granulomas predominantes tipos III y IV, en los que el número de macrófagos es
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
122
menor por ser lesiones biológicamente menos activas, y por ende, con menor número
de células productoras de iNOS.
En cuanto al efecto del virus sobre la capacidad de fagocitosis de los macrófagos,
relacionada con la expresión de iNOS y descrito por otros autores en experiencias in
vitro (Chang et al., 2006), parece no estar presente o tener una menor entidad que la
posible influencia de los distintos tipos de granulomas observados. Aunque está
descrita una menor capacidad de fagocitosis por parte de los individuos infectados y,
con ello, una menor expresión de iNOS, la mayor presencia de macrófagos en
granulomas de tipos I y II es la causante de la mayor expresión global de iNOS.
El efecto vacunal en este caso determina una expresión de iNOS de menor cuantía,
posiblemente debido a la presencia de menos macrófagos activados, por una evolución
más rápida de las lesiones hacia estadios más inertes. Sin embargo, la acción de la
vacuna presenta diferencias estadísticamente significativas frente a los animales
seronegativos, por lo que, aunque existe un efecto evidente de la vacuna sobre el
iNOS, esta no llega a mejorar el estatus del animal tanto como la ausencia de contacto
con el patógeno.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
123
Los resultados del análisis estadístico se encuentran resumidos en el siguiente gráfico:
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
124
Gráfico resumen
Para una mejor comprensión de los resultados globales del estudio inmunohistoquímico
hemos confeccionado un gráfico resumen en el que se ponen de manifiesto las
posibles diferencias o semejanzas entre los tres grupos de estudio.
Gráfico. Valores obtenidos en los recuentos de los tres grupos de estudio.
Como podemos observar en dicho gráfico, los datos referidos a los animales negativos
a PCV2 y los animales vacunados frente a PCV2 discurren de manera similar con todos
los marcadores. Por el contrario, los animales positivos a PCV2 presentan siempre unos
valores muy alejados de los dos grupos anteriormente referidos. Esto pone de
manifiesto, por una parte, la diferencia entre los grupos de estudio, y por otra, la
efectividad de la vacunación frente a PCV2 demostrada tanto por el estudio de la
población celular presente en los granulomas como por la expresión de citoquinas y
componentes mediadores de la inmunidad.
0
20
40
60
80
100
120
Positivos PCV2
Negativos PCV2
Vacunados PCV2
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
125
Conclusiones
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
126
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
127
Conclusiones.
Una vez estudiados los resultados obtenidos durante el desarrollo de esta tesis,
podemos apuntar las siguientes conclusiones teniendo en cuenta los objetivos
planteados.
1. Primer objetivo: Determinar los procesos inflamatorios y daños estructurales
presentes en el pulmón de jabalí, así como las posibles relaciones con otros
factores de estudio, especialmente con el Circovirus Porcino Tipo II.
a. Los animales jóvenes son los más propensos a presentar procesos
inflamatorios de mayor entidad, especialmente peribronquitis, y daños
estructurales más severos.
b. Los machos presentan daños estructurales en la pleura más marcados
que las hembras, posiblemente causados por su propio comportamiento.
c. No existe relación evidente entre el Circovirus Porcino Tipo II y los
daños estructurales pulmonares o los fenómenos inflamatorios
presentes en este órgano.
2. Segundo objetivo: Estudiar la posible relación entre el Circovirus Porcino Tipo II
y la tuberculosis, principalmente su posible implicación en el desarrollo del
granuloma tuberculoso.
a. No existen diferencias cuantitativas en el número medio de granulomas
entre animales positivos y negativos a PCV2. Los animales positivos a
PCV2 desarrollan granulomas patológicamente menos evolucionados;
los animales negativos, por el contrario, muestran granulomas
completamente desarrollados.
b. Los animales con tuberculosis generalizadas tienen mayor tendencia a la
formación de granulomas no desarrollados; en aquellos con formas
localizadas predominan los granulomas completamente desarrollados
(Diferencias cualitativas).
c. Los animales positivos a PCV2 presentan patrones de expresión de
granulomas similares a los casos de tuberculosis generalizada. Así
mismo, los animales negativos a PCV2 desarrollan patrones de
expresión de granulomas comunes en tuberculosis localizada.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
128
3. Tercer objetivo: Determinar la posible influencia de la vacunación frente a
Circovirus Porcino Tipo II en el desarrollo del granuloma tuberculoso, mediante
el estudio inmunohistoquímico de las principales poblaciones celulares
implicadas en la respuesta inmune y la producción de mediadores de la
inflamación.
a. Los animales vacunados frente a PCV2 tienen una marcada tendencia a
presentar granulomas completamente desarrollados. En los no
vacunados, por el contrario, destacan los granulomas inmaduros.
b. El grado de inmunomarcaje de los animales vacunados frente a
Circovirus Porcino Tipo II presenta, de manera general, valores similares
en los animales negativos al virus.
c. En el estudio de las poblaciones celulares observadas, los animales
vacunados y negativos al virus presentan una respuesta linfocitaria
mayor que los animales positivos al virus. Por el contrario, la respuesta
macrofágica es menor que en los animales positivos al virus.
d. En el estudio de mediadores de la inmunidad, los animales vacunados y
negativos al virus presentan niveles similares e inferiores a los
observados en animales positivos, a excepción del INF-γ, en el que los
niveles de expresión son superiores.
e. A tenor de los estudios inmunohistoquímicos, el parecido observado
entre los animales vacunados y negativos a PCV2, a diferencia de los
positivos, indica un efecto beneficioso de la vacunación sobre la
respuesta inmune del individuo frente a tuberculosis.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
129
Anexo I.
Galería de imágenes de los resultados de
las pruebas inmunohistoquímicas.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
130
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
131
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
CD3.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
132
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
CD79α.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
133
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
CD68.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
134
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
INF-γ.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
135
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
IL1.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
136
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
IL10.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
137
Estudio inmunohistoquímico para la expresión de
iNOS.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
138
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
139
Bibliografía
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
140
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
141
- Abaigar T. Características biológicas y ecológicas de una población de jabalíes (Sus scrofa L.) en
el SE Ibérico. Universidad de Navarra, Pamplona. 1990.
- Alexander K.A., Laver P.N., Michel A.L., Williams M., Van Helden P.D., Warren R.M., Gey van
Pittius N.C. Novel Mycobacterium tuberculosis complex pathogen, M.mungi. Emerging Infestious
Diseases. 16, 1296-1299. 2010.
- Allan G.M., McNeilly F., Foster J.C., Adair B.M. Infectious of leucocyte cell cultures derived from
different species with pig circovirus. Veterinary Microbiology. 41, 267-279. 1994.
- Allan G.M., McNeilly F., Cassidy J.P., Reilly G.A., Adair B., Ellis W.A., McNulty M.S. Pathogenesis
of porcine circovirus; experimental infections of colostrum deprived piglets and examination of
pig foetal material. Veterinary Microbiology. 44, 49-64. 1995.
- Allan G.M., McNeilly F., Kennedy S., Daft B., Clarke E.G., Ellis J.A., Haines D.M., Meehan B.M.,
Adair B.M. Isolation of porcine circovirus-like viruses from pigs with a wasting disease in the USA
and Europe. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 10, 3-10. 1998.
- Allan G.M., Kennedy S., McNeilly F., Foster J.C., Ellis J.A., Krakowka S.J., Meehan B.M., Adair
B.M. Experimental reproduction of severe wasting disease by co-infection of pigs with porcine
circovirus and porcine parvovirus. Journal of Comparative Pathology. 121, 1-11. 1999.
- Allan G.M., McNeilly F., Meehan B.M., Kennedy S., Mackie D.P., Ellis J.A., Clark E.G., Espuna E.,
Saubi N., Riera P., Botner A., Charreyre C.E. Isolation and characterization of circoviruses from
pigs with wasting syndromes in Spain, Denmark and Northern Ireland. Veterinary Microbiology.
66, 115-123. 1999.
- Allan G.M., Ellis J.A. Porcine circoviruses: a review. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation.
12, 3-14. 2000.
- Allan G.M., McNeilly F., Ellis J., Krakowka S., Meehan B., McNair I., Walker I., Kennedy S.
Experimental infection of colostrum deprived piglets with porcine circovirus 2 (PCV2) and porcine
reproductive and respiratory syndrome virus (PRRSV) potentiates PCV2 replication. Archives of
Virology. 145, 2421-2429. 2000.
- Allepuz A., Casal J., Napp S., Saez M., Alba A., Vilar M., Domingo M., González M.A., Durán-Ferrer
M., Vicente J., Álvarez J., Muñoz M., Sáez J.L. Analysis of the spatial variation of Bovine
tuberculosis disease risk in Spain (2006-2009). Preventive Veterinary Medicine. 100, 44-52. 2011.
- Aranaz A., Liébana E., Mateos A., Domínguez L., Vidal D., Domingo M., Gonzalez O., Rodríguez
Ferreti E.F., Bunschoten A.E., Van Embden J.D.A., Cousins D. Spacer oligonucleotide typing of
Mycobacterium bovis strains from cattle and other animals: a tool for studying epidemiology of
tuberculosis. Journal of Clinical Microbiology. 34, 2734-2740. 1996.
- Aranaz A., Cousins D., Mateos A., Domínguez L. Elevation of Mycobacterium tuberculosis subsp.
Caprae Aranaz et al. 1999 to species rank as Mycobacterium caprae comb. Nov., sp. Nov.
International Journal of Systematic and Evolutionary Microbiology. 53, 1785-1789. 2003.
- Aranaz A., De Juan L., Montero N., Sánchez C., Galka M., Delso C., Álvarez J., Romero B., Bezos
J., Vela A.I., Briones V., Mateos A., Domínguez L. Bovine tuberculosis (Mycobacterium bovis) in
wildlife in Spain. Journal of Clinical Microbiology. 42, 2602-2608. 2004.
- Avagnina A., Nucera D., Grassi M.A., Ferroglio E., Dalmasso A., Civera T. The microbiological
conditions of carcasses from large game animals in Italy. Meat Science. 91, 266-271. 2012.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
142
- Balseiro A., Rodríguez O., González Quirós P., Merediz I., Sevilla I.A., Davé D., Dalley D.J.,
Lesellier S., Chambers M.A., Bezos J., Muñoz M., Delahay R.J., Gortázar C., Prieto J.M. Infection
of Eurasian badgers (Meles meles) with Mycobacterium bovis and Mycobacterium avium complex
in Spain. Veterinary Journal. 190, e21-e25. 2011.
- Barandiaran S., Martínez Vivot M., Moras E.V., Cataldi A.A., Zumárraga M.J. Mycobacterium bovis
in swine: Spoligotyping of isolates from Argentina. Veterinary Medicine International. 2011.
- Behr M.A., Mostowy S. Molecular tools for typing and branding the tubercle bacillus. Current
Molecular Medicine. 7, 309-317. 2007.
- Belden R.C., Pelton M.R. Wallows of the European wild hog in the mountains of East Tenessee.
Journal of Tenessee Academy of Science. 51, 91-93. 1976.
- Boadella M., Ruiz-Fons J.F., Vicente J., Marín M., Segalés J., Gortázar C. Seroprevalence evolution
of selected pathogens in Iberian wild boar. Transboundary and Emerging Diseases. 59, 395-404.
2012.
- Böddinghaus B., Rogall T., Flohr T., Blocker H., Bottger E.C. Detection and identification of
micobacteria by amplification of rRNA. Journal of Clinical Microbiology. 28, 1751-1759. 1990.
- Boehm M., White P.C.L., Chambers J., Smith L., Hutchings M.R. Wild deer as a source of infection
for livestock and humans in the UK. Veterinary Journal. 174, 260-276. 2007.
- Boisséson C., Béven V., Bigarré L., Thiéry R., Rose N., Eveno E., Madec F., Jestin A. Molecular
characterization of Porcine circovirus type 2 isolates from postweaning multisystemic wasting
syndrome-affected and non-affected pigs. Journal of General Virology. 85, 293-304. 2004.
- Bollo E., Ferroglio E., Dini V., Mignone W., Biolatti B., Rossi L. Detection of Mycobacterium
tuberculosis complex in lymph nodes of wild boar (Sus scrofa) by a target-amplified test system.
Journal of Veterinary Medicine. B, Infectious diseases and veterinary public health. 47, 337-342.
2000.
- Cabrera A. Fauna Ibérica. Mamíferos. Museo Nacional de Ciencias Naturales, Madrid. 1914.
- Cadmus S.I., Adesokan H.K., Jenkins A.O., Van Soolingen D. Mycobacterium bovis and M.
tuberculosis in Goats, Nigeria. Emerging Infectious Diseases. 15, 2066-2067. 2009.
- Cahill S., Llimona F., Gràcia J. Spacing and nocturnal activity of wild boar Sus scrofa in a
Mediterranean metropolitan park. Wildlife Biology. 9, 3-13. 2003.
- Calero-Bernal R., Gómez-Gordo L., Saugar J.M., Frontera E., Pérez-Martín J.E., Reina D., Serrano
F.J., Fuentes I. Congenital toxoplasmosis in wild boar (Sus scrofa) and identification of the
Toxoplasma gondii types involved. Journal of Wildlife Diseases. 49, 1019-1023. 2013.
- Calsamiglia M., Segalés J., Quintana J., Rosell C., Domingo M. Detection of porcine circovirus
types 1 and 2 in serum and tissue samples of pigs with and without postweaning mulstisystemic
wasting syndrome. Journal of Clinical Microbiology. 40, 1848-1850. 2002.
- Carman S., McEwen B., DeLay J., Van Dreumel T., Lusis P., Cai H., Fairles J. Porcine circovirus-2
associated disease in swine in Ontario (2004 to 2005). The Canadian Veterinary Journal. 47, 761-
762. 2006.
- Casas E., Closa F., Marco I., Lavín S. El jabalí en zonas urbanas y periurbanas. Problemas que
ocasiona y métodos de control. Servicio de Ecopatología de Fauna Salvaje, Barcelona. 2008.
- Castets M., Rist N., Boisvert H. La varieté africaine du bacilli tuberculeux humain. Médecine
d’Afrique Noire. 4, 321-322. 1969.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
143
- Chae J.S., Choi K.S. Genetic diversity of porcine circovirus type 2 from pigs in Republic of Korea.
Research in Veterinary Science. 88, 333-338. 2010.
- Chang H.W., Jeng C.R., Lin T.L., Liu J.J., Chiou M.T., Tsai C.Y., Chia M.Y., Jan T.R., Pang V.F.
Immunopathological effects of porcine circovirus type 2 (PCV2) on swine alveolar macrophages
by in vitro inoculation. Veterinary Immunology and Immunopathology. 110, 207-219. 2006.
- Cheung A.K. The essential and nonessential transcription units for viral protein synthesis and DNA
replication of porcine circovirus type 2. Virology. 313, 452-459. 2003.
- Cheung A.K., Lager K.M., Kohutyuk O.I., Vincent A.L., Henry S.C., Baker R.B., Rowland R.R.,
Dunham A.G. Detection of two porcine circovirus type 2 genotypic groups in United States swine
herds. Archives of Virology. 152, 1035-1044. 2007.
- Cheung A.K. Homologous recombination within the capsid gene of porcine circovirus type 2
subgroup viruses via natural co-infection. Archives of Virology. 154, 531-534. 2009.
- Chianini F., Majó N., Segalés J., Domínguez J., Domingo M. Immunohistochemical
characterization of PCV2 associate lesions in lymphoid and non-lymphoid tissues of pigs with
natural postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS). Veterinary Immunology and
Immunopathology. 94, 63-75. 2003.
- Clark E.G. Postweaning multisystemic wasting syndrome. En Proceedings of Annual Meeting of
American Association of Swine Practice. 28,3. 1997.
- Clark R.K., Jessup D.A., Hird D.W., Ruppanner R., Meyer M.E. Serological survey of California wild
hogs for antibodies against selected zoonotic disease agents. Journal of American Veterinary
Medicine Association. 183, 1248-1251. 1983.
- Coleman J.D., Cooke M.M. Mycobacterium bovis infection in wildlife in New Zealand.
Tuberculosis. 81, 191-202. 2001.
- Corner L.A.L. The role of wild animal populations in the epidemiology of tuberculosis in domestic
animals: How to assess the risk. Veterinary Microbiology. 112, 303-312. 2006.
- Cortey M., Pileri E., Sibila M., Pujols M., Balasch M., Plana J., Segalés J. Genotypic shift of porcine
circovirus type 2 from PCV-2ª to PCV-2b in Spain from 1985 to 2008. Veterinary Journal. 187,
363-368. 2011.
- Cousins D.V., Francis B.R., Casey R., Mayberry C. Mycobacterium bovis infection in a goat.
Australian Veterinary Journal. 70, 262-263. 1993.
- Cousins D.V., Bastida R., Cataldi A., Quse V., Redrobe S., Dow S., Duignan P., Murray A., Dupont
C., Ahmed N., Collins D.M., Butler W.R., Dawson D., Rodríguez D., Loureiro J., Romano M.I., Alito
A., Zumarraga M., Bernardelli A. Tuberculosis in seals caused by a novel member of
Mycobacterium tuberculosis complex: Mycobacterium pinninpedii sp. nov. International Journal of
Systematic and Evolutionary Microbiology. 53, 1305-1314. 2003.
- Crawshaw T., Daniel R., Clifton-Hadley R., Clark J., Evans H., Rolfe S., De La Rua-Domenech R.
TB in goats caused by Mycobacterium bovis. Veterinary Record. 163, 167. 2008.
- Crisci E., Ballester M., Domínguez J., Segalés J., Montoya M. Increased numbers of myeloid and
lymphoid IL-10 producing cells in spleen in pigs with naturally ocurring postweaning
multisystemic wasting syndrome. Veterinary Immunology and Immunopathology. 136, 305-310.
2010.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
144
- Crowther R.A., Berriman J.A., Curran W.L., Allan G.M., Todd D. Comparison of the structures of
three circoviruses: chicken anemia virus, porcine circovirus type 2, and beak and feather disease
virus. Journal of Virology. 77, 13036-13041. 2003.
- Cuesta J.M., Risco D., Gonçalves P., García W.L., Gil M., Fernández-Llario P., Hermoso de
Mendoza J., Gómez L. Fatal infection due to Haemophilus parasuis in a young wild boar (Sus
scrofa). Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 25, 297-300. 2013.
- Darwich L., Segalés J., Domingo M., Mateu E. Changes in the CD4+. CD8+. CD4/CD8 double
positive cells and IgM+ cells subsets in peripheral blood mononuclear cells from postweaning
multisystemic wasting syndrome affected pigs and age matched uninfected wasted and healthy
pigs, correlates with lesions and porcine circovirus type 2 load in lymphoid tissues. Clinical
Diagnostic Laboratorial Immunology. 9, 236-242. 2002.
- Darwich L., Balasch M., Plana-Duran M., Segalés J., Domingo M., Mateu E. Cytokine profiles of
peripheral blood mononuclear cells from pigs with postweaning multisystemic wasting syndrome
in response to mitogen, superantigen or recall viral antigens. Journal of General Virology. 84,
3453-3457. 2003.
- Darwich L., Pie S., Rovira A., Segalés J., Domingo M., Oswald I.P., Mateu E. Cytokine mRNA
expression profiles in lymphoid tissues of pigs naturally infected by postweaning multisystemic
wasting syndrome. Journal of General Virology. 84, 2117-2125. 2003.
- Darwich L., Mateu E. Immunology of porcine circovirus type 2 (PCV2). Virus Research. 164, 61-
67. 2012.
- De Deus N., Peralta B., Pina S., Allepuz A., Mateu E., Vidal D., Ruiz-Fons F., Martín M., Gortázar
C., Segalés J. Epidemiological study of the hepatitis E virus infection in European wild boars (Sus
scrofa) in Spain. Veterinary Microbiology. 129, 163-170. 2008.
- Díaz-Sánchez S., Sánchez S., Herrera-León S., Porrero C., Blanco J., Dahbi G., Blanco, J.E., Mora
A., Mateo R., Hanning I., Vidal D. Prevalence of Shiga toxin-producing Escherichia coli,
Salmonella spp. and Campylobacter spp. In large game animals intended to consumption:
Relationship with management practices and livestock influence. Veterinary Microbiology. 163,
274-281. 2013.
- Díez-Delgado I., Boadella M., Martín-Hernando M., Barasona J.A., Beltrán-Beck B., González-
Barrio D., Sibila M., Vicente J., Garrido J.M., Segalés J., Gortázar C. Complex links between
natural tuberculosis and porcine circovirus type 2 infection in wild boar. Biomedical Research
International. 2014.
- Dippenaar A., Parsons S.D., Sampson S.L., van der Merwe R.G., Drewe J.A., Abdallah A.M.,
Siame K.K., Gey van Pittius N.C., van Helden P.D., Pain A., Warren R.M. Whole genome sequence
analysis of Mycobacterium suricattae. Tuberculosis. 95, 682-688. 2015.
- Doster A.R., Subramaniam S., Yhee J.Y., Kwon B.J., Yu C.H., Kwon S.Y., Osorio F.A., Sur J.H.
Distribution and characterization of IL-10 secreting cells in lymphoid tissues of PCV2-infected
pigs. Journal of Veterinary Science. 11, 177-183. 2010.
- Drolet R., Thibault S., D’Allaire S., Thomson J.R., Done S.H. Porcine dermatitis and nephropathy
syndrome (PDNS): an overview of the disease. Journal of Swine Health Production. 7, 283-285.
1999.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
145
- Dupont K., Nielsen E.O., Baekbo P., Larsen L.E. Genomic analysis of PCV2 isolates from Danish
archives and a current PMWS case-control study supports a shift in genotypes with time.
Veterinary Microbiology. 128, 56-64. 2008.
- Ellis J., Hassard L., Clark E., Hardling J., Allan G., Willson P., Strokappe J., Martin K., McNeilly.,
Meehan B., Todd D., Haines D. Isolation of circovirus from lesions of pigs with postweaning
multisystemic wasting syndrome. The Canadian Veterinary Journal. 39, 44-51. 1998.
- Ellis J., Krakowka S., Lairmore M., Haines D., Bratanich A., Clark E., Allan G., Konoby C., Hassard
L., Meehan B., Martin H., Harding J., Kennedy S., McNeilly F. Reproduction of lesions of
postweaning multisystemic wasting syndrome in gnotobiotic piglets. Journal of Veterinary
Diagnostic Investigation. 11, 3-14. 1999.
- Ellis J., Clark E., Haines D., West K., Krakowka S., Kennedy S., Allen G.M. Porcine circovirus 2 and
concurrent infections in the field. Veterinary Microbiology. 98, 159-163. 2004.
- Ellis J.A., Wiseman B.M., Allan G., Konoby C., Krakowka S., Meehan B.M., McNeilly F. Analysis of
seroconversion to porcine circovirus 2 among veterinarians from the United States and Canada.
Journal of American Veterinary Medicine Association. 217, 1645-1646. 2000.
- Ellis J.A., Konoby C., West K.H., Allan G.M., Krakowka S., McNeilly F., Meehan B., Walker I. Lack
of antibodies to porcine circovirus type 2 virus in beef and diary cattle and horses in western
Canada. The Canadian Veterinary Journal. 42, 461-464. 2001.
- Ellis M.D., Davies S., McCandiish I.A.P., Monies R., Jahans K., De La Rua Domenech R.
Mycobacterium bovis infection in a dog. Veterinary Record. 159, 46-48. 2006.
- Enoe C., Vigre H., Nielsen O., Batner A., Bille-Hansen V., Jorsal S.E., Baekbo P. A Danish case
control on risk factors for PMWS – biosecurity in the herd. Proceedings of International Pig
Veterinary Society Congress (Copenhagen). 2006.
- Fenton K.A., Fitzgerald S.D., Kaneene J.B., Kruger J.M., Greenwald R., Lyashchenko K.P.
Comparison of three immunodiagnostic assays for antemortem detection of Mycobacterium bovis
stimulation in domestic cats. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 22, 724-729. 2010.
- Fernández-Llario P. Ecología del jabalí en Doñana: Parámetros reproductivos e impacto
ambiental. Universidad de Extremadura, Cáceres. 1996.
- Fernández-Llario P., Carranza J., Mateos-Quesada P. Sex allocation in a polygynous mammal with
large litters: the wild boar. Animal Behavior Bulletin. 58. 1999.
- Fernández-Llario P, Carranza J. Reproductive performance of the wild boar in a Mediterranean
ecosystem under drought conditions. Ethology, Ecology and Evolution. 12, 335-343. 2000.
- Fernández-Llario P., Mateos-Quesada P. Population structure of the wild boar (Sus scrofa) in two
Mediterranean hábitats in the western Iberian Peninsula. Folia Zoologica. 52, 143-148. 2003.
- Fernández-Llario P. The sexual function of wallowing in male wild boar (Sus scrofa). Journal of
Ethology. 23, 9-14. 2005.
- Fernández-Llario P., Mateos-Quesada P. Influence of rainfall on the breeding biology of wild boar
(Sus scrofa) in a Mediterranean ecosystem. Folia Zoologica Monographs. 54, 240-248. 2005.
- Fernández-Llario P., Mateos-Quesada P. Udder preference in wild boar piglets. Acta Ethologica. 8,
51-55. 2005.
- Fernández-Llario P. Jabalí (Sus scrofa). In Enciclopedia Virtual de los Vertebrados Españoles.
Editores Carrascal L.M., Salvador A. Museo de Ciencias Naturales, Madrid. 2006.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
146
- Firth C., Charleston M.A., Duffy S., Shapiro B., Holmes E.C. Insights into the evolutionary history
of an emerging livestock pathogen: porcine circovirus 2. Journal of Virology. 83, 12813-12821.
2009.
- Fort M., Sibila M., Allepuz A., Mateu E., Roerink F., Segalés J. Porcine circovirus type 2 (PCV2)
vaccination of conventional pigs prevents viremia against PCV2 isolates of different genotypes
and geographic origins. Vaccine. 26, 1063-1071. 2008.
- Fort M., Sibila M., Pérez-Martín E., Nofrarías M., Mateu E., Segalés J. One dose of a porcine
circovirus 2 (PCV2) sub-unit vaccine administered to 3-week-old conventional piglets elicits cell-
mediated immunity and significantly reduces PCV2 viremia in an experimental model. Vaccine.
27, 4031-4037. 2009.
- Fuller C.L., Flynn J.L., Reinhart T.A. In situ study of abundant expression of proinflammatory
chemokines and cytokines in pulmonary granulomas that develop in Cynomolgus macaques
experimentally infected with Mycobacterium tuberculosis. Infection and Immunity. 71, 7023-
7034. 2003.
- Gagnon C.A., Tremblay D., Tijssen P., Venne M.H., Houde A., Elahi S.N. The emergence of
porcine circovirus 2b genotype (PCV-2b) in swine in Canada. The Canadian Veterinary Journal.
48, 811-819. 2007.
- Gagnon C.A., Music N., Fontaine G., Tremblay D., Harel J. Emergence of a new type of porcine
circovirus in swine (PCV): a type 1 and type 2 PCV recombinant. Veterinary Microbiology. 144,
18-23. 2010.
- Gallagher J., Clifton-Hadley R.S. Tuberculosis in badgers: a review of the disease and its
significance for other animals. Research in Veterinary Science. 69, 203-217. 2000.
- Gamito-Santos J.A., Gómez L., Calero-Bernal R., Rol-Díaz J.A., González-Ruibal L., Gómez-
Blázquez M., Pérez-Martín J.E. Histopathology of trichinellosis in wild boar. Veterinary
Parasitology. 165, 165-169. 2009.
- García-Jiménez W.L., Fernández-Llario P., Benítez-Medina J.M., Cerrato R., Cuesta J., García-
Sánchez A., Gonçalves P., Martínez R., Risco D., Salguero F.J., Serrano E., Gómez L., Hermoso de
Mendoza J. Reducing Eurasian wild boar (Sus scrofa) population density as a measure for bovine
tuberculosis control: Effects in wild boar and a sympatric fallow deer (Dama dama) population in
Central Spain. Preventive Veterinary Medicine. 110, 435-446. 2013.
- García-Jiménez W.L., Salguero F.J., Fernández-Llario P., Martinez R., Risco D., Gough J., Ortiz-
Peláez A., Hermoso de Mendoza J., Gómez L. Immunopathology of granulomas produced by
Mycobacterium bovis in naturally infected wild boar. Veterinary Immunology and
Immunopathology. 156, 54-63. 2013.
- Gercken J., Pryjma J., Ernst M., Flad H.D. Defective antigen presentation by Mycobacterium
tuberculosis-infected monocytes. Infection and Immunity. 62, 3472-3478. 1994.
- Gibbs E.P. The public health risks associated with wild and feral swine. Revue scientifique et
technique (International Office of Epizootics). 16, 594-598. 1997.
- Gilpin D.F., McCullough K., Meehan B.M., McNeilly F., McNair I., Stevenson L.S., Foster J.C., Ellis
J.A., Krakowka S., Adair B.M., Allan G.M. In vitro studies on the infection and replication of
porcine circovirus type 2 in cells of the porcine immune system. Veterinary Immunology and
Immunopathology. 94, 149-161. 2003.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
147
- Glatman-Freedman A., Mednick A.J., Lendval N., Casadevall A. Clearance and organ distribution
of Mycobacterium tuberculosis lipoarabinomannan (LAM) in the presence and absence of LAM-
binding immunoglobulin M. Infection and Immunity. 68, 335-341. 2000.
- Gonçalves P., Risco D., Fernández-Llario P., Barquero-Pérez O., Serrano E., Hermoso de Mendoza
J., Mateos C. A new method for ageing wild boar using dental measures. Ecological Indicators.
62, 328-332. 2016.
- González-Juarrero M., Turner O.C., Turner J., Marietta P., Brooks J.V., Orme I.M. Temporal and
spatial arrangement of lymphocytes within lung granulomas induced by aerosol infection with
Mycobacterium tuberculosis. Infection and Immunity. 69, 1722-1728. 2001.
- Gordon A.H., D’Arcy Hart P., Young M.R. Ammonia inhibits phagosome-lysosome fusion in
macrophages. Nature. 286, 79-80. 1980.
- Gortazar C., Vicente J., Fierro Y., León L., Cubero M.J., González M. Natural Aujezsky’s disease in
a Spanish wild boar population. Annals of the New York Academy of Sciences. 969, 210-212.
2002.
- Gortázar C., Vicente J., Gavier-Widén D. Pathology of bovine tuberculosis in the European wild
boar (Sus scrofa). Veterinary Record. 152, 779-780. 2003.
- Gortázar C., Vicente J., Samper S., Garrido J.M., Fernández de Mera I.G., Gavín P., Juste R.A.,
Martín C., Acevedo P., De la Puente M., Höfle U. Molecular characterization of Mycobacterium
tuberculosis complex isolates from wild ungulates in south-central Spain. Veterinary Research.
36, 43-52. 2005.
- Grange J.M., Gibson J., Osborn T.W., Hollins C.H., Yates M.D. What is BCG? Tubercle. 64, 129-
139. 1983.
- Grau-Roma L., Crisci E., Sibila M., López-Soria S., Nofrarias M., Cortey M., Fraile L., Olvera A.,
Segalés J. A proposal on porcine circovirus type 2 (PCV2) genotype definition and their relation
with postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS) ocurrence. Veterinary Microbiology.
128, 23-35.
- Ha Y., Lee Y.H., Ahn K.K., Kim B., Chae C. Reproduction of postweaning multisystemic wasting
syndrome in pigs by prenatal porcine circovirus 2 infection and postnatal porcine parvovirus
infection or immunostimulation. Veterinary Pathology. 45, 842-848. 2008.
- Ha Y., Ahn K.K., Kim B., Cho K.D., Lee B.H., Oh Y.S., Kim S.H., Chae C. Evidence of shedding of
porcine circovirus type 2 in milk from experimentally infected sows. Research of Veterinary
Science. 86, 108-110. 2009.
- Hälli O., Ala-Kurikka E., Nokireki T., Skrzypczak T., Raunio-Saarnisto M., Peltoniemi O.A.,
Heinonen M. Prevalence of and risk factors associated with viral and bacterial pathogens in
farmed European wild boar. Veterinary Journal. 194, 98-101. 2012.
- Hamel A.L., Lin L.L., Navar G.P. Nucleotide sequence of porcine circovirus associated with
postweaning multisystemic wasting syndrome in pigs. Journal of Virology. 72, 5262-5267. 1998.
- Hansen M.S., Pors S.E., Jensen H.E., Bille-Hensen V., Bisgaard M., Flachs E.M., Nielsen O.L. An
investigation of the pathology and pathogens associated with porcine respiratory disease complex
in Denmark. Journal of Comparative Pathology. 143, 120-131. 2010.
- Harding J.C., Clark E.G. Recognizing and diagnosing postweaning multisystemic wasting
syndrome (PMWS). Journal of Swine Health Production. 5, 201-203. 1997.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
148
- Harms P.A., Halbur P.G., Sorden S.D. Three cases of porcine respiratory disease complex
associated with porcine circovirus type 2 infection. Journal of Swine Health Production. 10,4.
2002.
- Hasslung F.C., Berg M., Allan G.M., Meehan B.M., McNeilly F., Fossum C. Identification of a
sequence from the genome of porcine circovirus type 2 with an inhibitory effect on IFN-alpha
production by porcine PBMC’s. Journal of General Virology. 84, 2937-2945. 2003.
- Henriksen S.A., Clausen B. Trichinella spiralis in wild boars (Sus scrofa). Nordisk
veterinaermedicin. 29, 543-545. 1977.
- Hermoso de Mendoza J., Parra A., Tato A., Alonso J.M., Rey J.M. Peña J., García-Sánchez A.,
Larrasa J., Teixidó J., Manzano G., Cerrato R., Pereira G., Fernández-Llario P., Hermoso de
Mendoza M. Bovine tuberculosis in wild boar (Sus scrofa), red deer (Cervus elaphus) and cattle
(Bos Taurus) in a Mediterranean ecosystem (1992-2004). Preventive Veterinary Medicine. 74,
239-247. 2006.
- Herrero J, García-Serrano A. García-González R. Wild boar (Sus scrofa) hunting in south-western
Pyrenees (Spain): Preliminary data. Ibez Journal of Mountain Ecology. 3, 228-229. 1995.
- Herrero J. Adaptación funcional del jabalí Sus scrofa L. a un ecosistema forestal y a un sistema
agrario intensivo en Aragón. Universidad de Alcalá, Alcalá de Henares. 2002.
- Herrero J., García-Serrano A., Couto S., Ortuño V.M. García-González R. Diet of wild boar Sus
scrofa L. and crop damage in an intensive agroecosystem. European Journal of Wildlife Research.
52, 245-250. 2006.
- Hesse R., Kerrigan M., Rowland R.R. Evidence ofr recombination between PCV2a and PCV2b in
the field. Virus Research. 132, 201-207. 2008.
- Hiko A., Agga G.E. First time detection of mycobacterium species from goats in Ethiopia. Tropical
Animal Health and Production. 43, 133-139. 2011.
- Hotzel H., Berndt A., Melzer A., Sachse K. Ocurrence of Chlamydiaceae spp. In a wild boar (Sus
scrofa L.) population in Thuringia (Germany). Veterinary Microbiology. 103, 121-126. 2004.
- Huard R.C., Fabre M., De Haas P., Lazzarini L.C.O., Van Soolingen D., Cousins D., Ho J.L. Novel
genetic polymorphisms that further delineate the phylogeny of the Mycobacterium tuberculosis
complex. Journal of Bacteriology. 188, 4271-4287. 2006.
- Iff U. Détermination de l’age chez le sanglier. Revue Nationale de la Chasse. 366, 377-381. 1978.
- Jacobsen B., Krueger L., Seeliger F., Bruegmann M., Segalés J., Baumgaertner W. Retrospective
study on the occurrence of porcine circovirus type 2 infection and associated entities in Northern
Germany. Veterinary Microbiology. 138, 27-33. 2009.
- Johnson L., Gough J., Spencer Y., Hewinson G., Vordermeir M., Wangoo A. Immunohistochemical
markers augment evaluation of vaccine efficacy and disease severity in bacillus Calmette-Guerin
(BCG) vaccinated cattle challenged with Mycobacterium bovis. Veterinary Immunology and
Immunopathology. 111, 219-229. 2006.
- Karlson A.G., Lessel E.F. Mycobacterium bovis nom. nov. International Journal of Systematic and
Evolutionary Microbiology. 20, 273-282. 1970.
- Karuppannan A.K., Jong M.H., Lee S.H., Zhu Y., Selvaraj M., Lau J., Jia Q., Kwang J. Attenuation
of porcine circovirus 2 in SPF piglets by abrogation of ORF3 function. Virology. 383, 338-347.
2009.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
149
- Keck N., Dutruel F., Smyej F., Nodet M., Boschiroli M.L. Tuberculosis due to Mycobacterium bovis
in Camargue horse. Veterinary Record. 166, 499-500. 2010.
- Kekarainen T., Montoya M., Mateu E., Segalés J. Porcine circovirus type 2 induced interleukin-10
modulates recall antigen responses. Journal of General Virology. 89, 760-765. 2008.
- Kekarainen T., Montoya M., Domínguez J., Mateu E., Segalés J. Porcine circovirus type 2 (PCV2)
viral components immunomodulate recall antigen responses. Veterinary Immunology and
Immunopathology. 124, 41-49. 2008.
- Kekarainen T., McCullough K., Fort M., Fossum C., Segalés J., Allan G.M. Inmune responses and
vaccine-induced immunity against Porcine Circovirus Type 2. Veterinary Immunology and
Immunopathology. 136, 185-193. 2010.
- Kennedy S., Mofflett D., McNeilly F., Meehan B., Ellis J., Krakowka S., Allan G.M. Reproduction of
lesions of postweaning multisystemic wasting syndrome by infection of conventional pigs with
porcine circovirus type 2 alone or in combination with porcine parvovirus. Journal of Comparative
Pathology. 122, 9-24. 2000.
- Kim J., Chung H.K., Chae C. Association of porcine circovirus type 2 with porcine respiratory
disease complex. Veterinary Journal. 166, 251-256. 2003.
- Kim J., Ha Y., Jung K., Choi C., Chae C. Enteritis associated with porcine circovirus type 2 in pigs.
Cannadian Journal of Veterinary Research. 68, 218-221. 2004.
- Kim J., Chae C. Expression of monocyte chemoattractant protein-1 and macrophage inflammatory
protein-1 in porcine circovirus 2-induced granulomatous inflammation. Journal of Comparative
Pathology. 131, 121-126. 2004.
- Kiupel M., Stevenson G.W., Choi J., Latimer K.S., Kanitz C.L., Mittal S.K. Viral replication and
lesions in BALB/c mice experimentally inoculated with porcine circovirus isolated from a pig with
postweaning multisystemic wasting disease. Veterinary Pathology. 38, 74-82. 2001.
- Kiupel M., Stevenson G.W., Galbreath E.J., North A., HogenEsch H., Mittal S.K. Porcine circovirus
type 2 (PCV2) causes apoptosis in experimentally inoculated BALB/c mice. BMC Veterinary
Research. 1,7. 2005.
- Koch R. Die aetiologie der tuberculose. Berliner und Munchener Tierarztliche Wochenschrift. 19,
221-230. 1882.
- Korbel D.S., Schneider B.E., Schaible U.E. Innate immunity in tuberculosis: myths and truth.
Microbes and Infection. 10, 995-1004. 2008.
- Krakowka S., Ellis J.A., Meehan B., Kennedy S., McNeilly F., Allan G. Viral wasting syndrome of
swine: experimental reproduction of postweaning multisystemic wasting syndrome in gnotobiotic
swine by coinfection with porcine circovirus 2 and porcine parvovirus. Veterinary Pathology. 37,
254-263. 2000.
- Krakowka S., Ellis J.A., McNeilly F., Gilpin D., Meehan B., McCulloguh K., Allan G. Immunologic
features of porcine circovirus type 2 infection. Viral Immunology. 15, 567-582. 2002.
- Krakowka S., Ellis J., McNeilly F., Meehan B., Oglesbee M., Alldinger S., Allan G. Features of cell
degeneration and death in hepatic failure and systemic lymphoid depletion characteristic of
porcine circovirus 2 associated postweaning multisystemic wasting disease. Veterinary Pathology.
41, 471-481. 2004.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
150
- Kristensen C.S., Ville-Hansen V., Vestergaard K., Jorsal S.E., Baekbo P., Enoe C., Larsen L.E.
Airborne transmission of PMWS between pigs units located at close range. Proceedings of the 5th
International symposium on emerging and re-emerging pig diseases (Krakow). 2007.
- Kristensen C.S., Baekbo P., Ville-Hansen V., Botner A., Vigre H., Enoe C., Larsen L.E. Induction of
porcine post-weaning multisystemic wasting syndrome (PMWS) in pigs from PMWS unaffected
herds following mingling with pigs from PMWS-affected herds. Veterinary Microbiology.138, 244-
250. 2009.
- Kristensen C.S., Baadsgaard N.P., Toft N. A meta-analysis comparing the eefect of PCV2 vaccines
on average daily weight gain and mortality rate in pigs from weaning to slaughter. Preventive
Veterinary Medicine. 98, 250-258. 2011.
- Larochelle R., Bielanski A., Muller P., Magar R. PCR detection and evidence of shedding of porcine
circovirus type2 in boar semen. Journal of Clinical Microbiology. 38, 4629-4632. 2000.
- Larochelle R., Magar R., D’Allaire S. Genetic characterization and phylogenetic analysis of porcine
circovirus type 2 (PCV2) strains from cases presenting various clinical conditions. Virus Research.
90, 101-112. 2002.
- Lefebvre D.J., Costers S., Van Doorsselaere J., Misinzo G., Delputte P.L., Nauwynck H.J. Antigenic
differences among porcine circovirus type 2 strains, as demonstrated by the use of monoclonal
antibodies. Journal of General Virology. 89, 177-187. 2008.
- Lefebvre D.J., Van Doorsselaere J., Delputte P.L., Nauwynck H.J. Recombination of two porcine
circovirus type 2 strains. Archives of Virology. 154, 875-879. 2009.
- Leuenberger R., Boujon P., Thür B., Miserez R., Garin-Bastuji B., Rüfenacht J., Stärk K.D.C.
Prevalence of classical swine fever, Aujezsky’s disease and brucellosis in a population of wild boar
in Switzerland. Veterinary Record. 160, 362-368. 2007.
- Lipej Z., Segalés J., Jemersi L., Olvera A., Roic B., Novosel D., Mihaljevic Z., Manojlovic L. First
description of postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS) in wild boar (Sus scrofa) in
croatia and phylogenetic analysis of partial PCV2 sequences. Acta Veterinaria Hungarica. 55, 389-
404. 2007.
- Lipowski A. European wild boar (Sus scrofa L.) as a reservoir of infectious diseases for domestic
pigs. Medydyna Weterynaryjna. 59, 861-863. 2003.
- López-Soria S., Segalés J., Rose N., Vinas M.J., Blanchard P., Madec F., Jestin A., Casal J.,
Domingo M. An exploratory study on risk factors for postweaning multisystemic wasting
syndrome (PMWS) in Spain. Preventive Veterinary Medicine. 69, 97-107. 2005.
- Lorincz M., Cságola A., Biksi I., Szeredi L., Dán A., Tuboly T. Detection of porcine circovirus in
rodents – short communication. Acta Veterinaria Hungarica. 58, 265-268. 2010.
- Madson D.M., Ramamoorthy S., Kuster C., Pal N., Meng X.J., Halbur P.G., Opriessnig T.
Characterization of shedding patterns of Porcine circovirus type 2a and 2b in experimentally
inoculated mature boars. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 20, 725-734. 2008.
- Madson D.M., Patterson A.R., Ramamoorthy S., Pal M., MEng X.J., Opriessnig T. Reproductive
failure experimentally induced in sows via artificial insemination with semen spiked with porcine
circovirus type 2. Veterinary Pathology. 46, 707-716. 2009.
- Madson D.M., Ramamoorthy S., Kuster C., Pal N., Meng X.J., Halbur P.G., Opriessnig T.
Infectivity of porcine circovirus type 2 DNA in semen from experimentally infected boars.
Veterinary Research. 40, 10. 2009.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
151
- Mankertz A., Mankertz J., Wolf K., Buhk H.J. Identification of a protein essential for replication of
porcine circovirus. Journal of General Virology. 79, 381-384. 1998.
- Mankertz A., Domingo M., Folch J.M., LeCann P., Jestin A., Segalés J., Chmielewicz B., Plana-
Durán J., Soike D. Characterisation of PCV-2 isolates from Spain, Germany and France. Virus
Research. 66, 65-67. 2000.
- Mankertz A., Caliskan R., Hattermann K., Hillenbrand B., Kurzendoerfer P., Mueller B., Schmitt C.,
Steinfeldt T., Finsterbusch T. Molecular biology of Porcine Circovirus: analyses of gene expression
and viral replication. Veterinary Microbiology. 98, 81-88. 2004.
- Margolis M.J., Hutchinson L.J., Kephart K.B., Hattel A.L., Whitlock R.H., Payeur J.B. Results of
using histologic examination and acid-fast staining to confirm a diagnosis of swine
mycobacteriosis made on the basis of gross examination. Journal of American Veterinary
Medicine Association. 204, 1571-1572. 1994.
- Martín-Hernando M.P., Höfle U., Vicente J., Ruiz-Fons F., Vidal D., Barral M., Garrido J., de la
Fuente J., Gortázar C. Lesions associated with Mycobacterium tuberculosis complex infection in
the European wild boar. Tuberculosis. 87, 360-367. 2007.
- Martínez-Rica J.P.P.C.P.B.E. Nuevos datos sobre la conducta social del jabalí en condiciones de
semilibertad. Publicaciones Centro Pirenaico de Biología Experimental. 12, 19-54. 1981.
- McInerney J., Small K.J., Caley P. Prevalence of Mycobacterium bovis infection in feral pigs in the
northern territory. Australian Veterinary Journal. 72, 448-451. 1995.
- McIntosh K.A., Harding J.C., Parker S., Ellis J.A. Appleyard G.D. Nested polymerase chain reaction
detection and duration of porcine circovirus type 2 in semen with sperm morphological analysis
from naturally infected boars. Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 18, 380-384. 2006.
- McNeilly F., McNair I., Mackie D.P., Meehan B.M., Kennedy S., Moffett D., Ellis J., Krakowka S.,
Allan G.M. Production, characterization and applications of monoclonal antibodies to porcine
circovirus 2. Archives of Virology. 146, 909-922. 2001.
- Meehan B.N., Creelan J.L., McNulty M.S., Todd D. Sequence of porcine circovirus DNA: affinities
with plant circoviruses. Journal of General Virology. 78, 221-227. 1997.
- Meehan B.M., McNeilly F., Todd D., Kennedy S., Jewhurst V.A., Ellis J.A., Hassard L.E., Clark E.G.,
Haines D.M., Allan G.M. Characterization of novel circovirus DNAs associated with wasting
syndromes in pigs. Journal of general Virology. 79, 2171-2179. 1998.
- Meng X.J., Lindsay D.S. Wild boars as sources for infectious diseases in livestock and humans.
Philosophical Transactions of the Rowal Society B: Biological Sciences. 364, 2697-2707. 2009.
- Molloy A., Meyn P.A., Smith K.D., Kaplan G. Recognition and destruction of Bacillus Calmette-
Guerin-infected human monocytes. Journal of Experimental Medicine. 177, 1691-1698. 1993.
- Monreal L., Segura D., SEgalés J., Garrido J.M., Prades M. Diagnosis of Mycobacterium bovis
infection in a mare. Veterinary Record. 149, 712-714. 2001.
- Morozov I., Sirinarumitr T., Sorden S.D., Halbur P.G., Morgan M.K., Yoon K.J., Paul P.S. Detection
of a novel strain of porcine circovirus in pigs with postweaning multisystemic wasting syndrome.
Journal of Clinical Microbiology. 63, 2535-2541. 1998.
- Muñoz P-M., Boadella M., Arnal M., de Miguel M.J., Revilla M., Martínez D., Vicente J., Acevedo
P., Oleaga A., Ruiz-Fons F., Marín C-M., Prieto J.M., de la Fuente J., Barral M., Barberan M., de
Luco D.F., Blasco J.M., Gortázar C. Spatial distribution and risk factors of Brucellosis in Iberian
wild ungulates. BMC Infectious Diseases. 10, 46. 2010.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
152
- Navarro-González M., Casas-Díaz E., Porrero C.M., Mateos A., Domínguez L., Lavín S., Serrano E.
Food-borne zoonotic pathogens and antimicrobial resistance of indicator bacteria in urban wild
boars in Barcelona, Spain. Veterinary Microbiology. 2013.
- Nawagitgul P., Morozov I., Sirinarumitr T., Sorden S.D., Paul P.S. Development of probes to
differentiate porcine circovirus types 1 and 2 in vitro by in situ hybridization. Veterinary
Microbiology. 75, 83-89. 2000.
- Nielsen J., Vincent L.E., Botner A., Ladekjaer-Mikkelsen A.S., Allan G., Summerfield A.,
McCullough K.C. Association of lymphopaenia with porcine circovirus type 2 induced postweaning
multisystemic wasting syndrome (PMWS). Veterinary Immunology and Immunopathology. 92, 97-
111. 2003.
- O’Brien D.J., Schmitt S.M., Berry D.E., Fitzgerald S.D., Vanneste J.R., Lyon T.J., Magsig D., Fierke
J.S., Cooley T.M., Zwick L.S., Thomsen B.V. Estimating the true prevalence of Mycobacterium
bovis in hunter-harvested white tailed deer in Michigan. Journal of Wildlife Diseases. 40, 42-52.
2004.
- Oliveira S., Galina L., Pijoan C. Development of a PCR test to diagnose Haemophilus parasuis.
Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 13, 495-501. 2001.
- Olvera A., Cerdá-Cuellar M., Mentaberre G., Casas-Díaz E., Lavín S., Marco I., Aragon V. First
isolation of Haemophilus parasuis and other NAD-dependent Pasteurellaceae of swine from
European wild boars. Veterinary Microbiology. 125, 182-186. 2007.
- Olvera A., Cortey M., Segalés J. Molecular evolution of porcine circovirus type 2 genomes:
phylogeny and clonality. Virology. 357, 175-185. 2007.
- Opriessnig T., Meng X.J., Halbur P.G. Porcine circovirus type 2 associated disease: update and
current terminology, clinical manifestations, pathogenesis, diagnosis and intervention strategies.
Journal of Veterinary Diagnostic Investigation. 19, 591-615. 2007.
- Opriessnig T., Ramamoorthy S., Madson D.M., Patterson A.R., Pal N., Carman S., Meng X.J.,
Halbur P.G. Differences in virulence among porcine circovirus type 2 isolates are unrelated to
cluster type 2a or 2b and prior infection provides heterologous protection. Journal of General
Virology. 89, 2482-2491. 2008.
- Opriessnig T., Patterson A.R., Meng X.J., Halbur P.G. Porcine circovirus type 2 in muscle and
bone marrow is infectious and transmissible to naïve pigs by oral consumption. Veterinary
Microbiology. 133, 54-64. 2009.
- Opriessnig T., Patterson A.R., Jones D.E., Juhan N.M., Meng X.J., Halbur P.G. Limited
susceptibility of three different mouse (Mus musculus) lines to Porcine circovirus-2 infection and
associated lesions. Canadian Journal of Veterinary Research. 73, 81-86. 2009.
- Oslage U., Dahle J., Müller T., Kramer M., Beier D., Liess B. Prevalence of antibodies against the
viruses of European swine fever, Aujezsky’s disease and porcine reproductive and respiratory
syndrome in wild boars in the federal states Sachsen-Anhalt and Brandenburg. Deutsche
Tierarztliche Wochenschrift. 101, 33-38. 1994.
- Palinski R., Piñeyro P., Shang P., Yuan F., Guo R., Fang Y., Byers E., Hause B.M. A novel porcine
circovirus distantly related to known circoviruses is associated with Porcine Dermatitis and
Nephropathy Syndrome and Reproductive Failure. Journal of Virology. 16, 91. 2016.
- Palmer M.V. Mycobacterium bovis: characteristics of wildlife reservoir hosts. Transboundary and
Emerging Diseases. 60, 1-13. 2013.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
153
- Park J.S., Kim J., Ha Y., Jung K., Choi C., Lim J.K., Kim S.H., Chae C. Birth abnormalities in
pregnant sows infected intranasally with porcine circovirus 2. Journal of Comparative Pathology.
132, 139-144. 2005.
- Park J.S., Ha Y., Kwon B., Cho K.D., Lee B.H., Chae C. Detection of porcine circovirus 2 in
mammary and other tissues from experimentally infected sows. Journal of Comparative
Pathology. 140, 208-211. 2009.
- Parra A., Fernández-Llario P., Tato A., Larrasa J., García A., Alonso J.M., Hermoso de Mendoza
M., Hermoso de Mendoza J. Epidemiology of Mycobacterium bovis infections in pigs and wild
boars using molecular approach. Veterinary Microbiology. 97, 122-123. 2003.
- Parra A., García A., Inglis N.F., Tato A., Alonso J.M., Hermoso de Mendoza M., Hermoso de
Mendoza J., Larrasa J. An epidemiological evaluation of Mycobacterium bovis infection in wild
game animals of the Spanish Mediterranean ecosystem. Research in Veterinary Science. 80, 140-
146. 2006.
- Parsons S.D., Drewe J.A., Gey van Pittius N.C., Warren R.M., van Helden P.D. Novel cause of
tuberculosis in meerkats, South Africa. Emerging Infestious Diseases. 19, 2004-2007. 2013.
- PensaertM.B., Sánchez Jr R.E., Ladekjaer-Mikkelsen A.S., Allan G.M., Nauwynk H.J. Viremia and
effect of fetal infection with porcine viruses with special reference to porcine circovirus 2
infection. Veterinary Microbiology. 98, 175-183. 2004.
- Pérez J., Astorga R., Carrasco L., Méndez A., Perea A., Sierra M.A. Outbreak of salmonelosis in
farmed European wild boars (Sus scrofa ferus). Veterinary Record. 145, 464-465. 1999.
- Pérez-Martín E., Rovira A., Calsamiglia M., Mankertz A., Rodríguez F., Segalés J. A new method to
identify cell types that support porcine circovirus type 2 replication in formalin-fixed, paraffin-
embedded swine tissues. Journal of Virology Methods. 146, 86-95. 2007.
- Phan T.G., Giannitti F., Rossow S., Marthaler D., Knutson T.P., Li L., Deng X., Rsende T.,
Vannucci F., Delwart E. Detection of a novel circovirus PCV3 in pigs with cardiac multi-systemic
inflammation. Virology Journal. 13, 184. 2016.
- Phillips C.J., Foster C.R., Morris P.A., Teverson R. The transmission of Mycobacterium bovis
infection to cattle. Research in Veterinary Science. 74, 1-15. 2003.
- Pollock J.M., Neill S.D. Mycobacterium bovis infection and tuberculosis in cattle. Veterinary
Journal. 163, 115-127. 2002.
- Puigdefábregas-Tomás J. Observaciones sobre la hozadura del jabalí en ambiente forestal.
Publicaciones Centro Pirenaico Biología Experimental. 12, 7-16. 1981.
- Quintana J., Segalés J., Rosell C., Calsamiglia M., Rodríguez-Arrioja G.M., Chianini F., Folch J.M.,
Maldonado J., Canal M., Plana-Durán J., Domingo M. Clinical and pathological observations on
pigs with postweaning multisystemic wasting syndrome. Veterinary Record. 149, 357-361. 2001.
- Raja A. Immunology of tuberculosis. Indian Journal of Medical Research. 120, 213-232. 2004.
- Rattcliffe L.T., Lukey P.T., Mackenzie C.R., Ress S.R. Reduced NK activity correlates with active
disease in HIV-patients with multidrug-resistant pulmonary tuberculosis. Clinical and Experimental
Immunology. 97, 373-379. 1994.
- Reed G.B. Genus Mycobacterium (species affecting warm-blooded animals except those causing
leprosy). En: Murray E.G.D., Breed R.S., Smith N.R. (ed.), Bergey’s Manual of Determinative
Bacteriology. The Williams and Wilkins Co. 1957.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
154
- Rees T.A. Studies on Escherichia coli of animal origin. III. E.coli serotypes from pigs. Journal of
Comparative Pathology. 69, 334-338. 1959.
- Risco D., García A., Fernández-Llario P., García W.L., Benítez J.M., Gonçalves P., Cuesta J.M.,
Gómez L., Rey J., Hermoso de Mendoza J. Ocular lessions associated with Chlamydia suis in a
wild boar piglet (Sus scrofa) from a semi-free range population in Spain. Journal of Zoological
and Wildlife Medicine. 44, 159-162. 2013.
- Risco D., Fernández-Llario P., García-Jiménez W.L., Gonçalves P., Cuesta J.M., Martínez R., Sanz
C., Sequeda M., Gómez L., Carranza J., Hermoso de Mendoza J. Influence of porcine circovirus
type 2 infections on bovine tuberculosis in wild boar populations. Transboundary and Emerging
Diseases. 60, 121-127. 2013.
- Risco D., Serrano E., Fernández-Llario P., Cuesta J.M., Gonçalves P., García-Jiménez W.L.,
Martínez R., Cerrato R., Velarde R., Gómez L., Segalés J., Hermoso de Mendoza J. Severity of
bovine tuberculosis is associated with co-infection with common pathogens in wild boar. Plos
One. 9. 2014.
- Rodríguez E., Sánchez L.P., Pérez S., Herrera L., Jiménez M.S., Samper S., Iglesias M.J. Human
tuberculosis due to Mycobacterium bovis and M. caprae in Spain, 2004-2007. International
Journal of Tuberculosis and Lung Disease. 13, 1536-1541. 2009.
- Rodríguez-Arrioja G.M., Segalés J., Domingo M., Plana-Duran J. Lack of PCV-2 infection in non-
porcine species in Spain. Veterinary Record. 153, 371-372. 2003.
- Rodríguez-Arrioja G.M., Segalés J., Rosell C., Rovira A., Pujols J., Plana-Duran J., Domingo M.
Retrospective study on porcine circovirus type 2 infection in pigs from 1985 to 1997 in Spain.
Journal of Veterinary Medicine Bulletin: Infectious Diseases in Veterinary Public Heatlh. 50, 99-
101. 2003.
- Rodríguez-Cariño C., Segalés J. Ultrastructural findings in lymph nodes from pigs suffering from
naturally ocurring postweaning multisystemic wasting syndrome. Veterinary Pathology. 46, 729-
735. 2009.
- Rodríguez-Cariño C., Sánchez-Chardi A., Segalés J. Subcelullar immunolocalization of porcine
circovirus type 2 (PCV2) in lymph nodes from pigs with postweaning multisystemic wasting
syndrome (PMWS). Journal of Comparative Pathology. 142, 291-299. 2010.
- Rodríguez Prieto V., Kukielka D., Martínez-López B., de las Heras A.I., Barasona J.A., Gortázar C.,
Sánchez-Vizcaíno J.M., Vicente J. Porcine reproductive and respiratory syndrome (PRRS) virus in
wild boar and Iberian pigs in south central Spain. European Journal of Wildlife Research. 1-9.
2013.
- Romero B., Aranaz A., Sandoval A., Álvarez J., de Juan L., Bezos J., Sánchez C., Galka M.,
Fernández P., Mateos A., Domínguez L. Persistence and molecular evolution of Mycobacterium
bovis population from cattle and wildlife in Doñana National Park revealed by genotype variation.
Veterinary Microbiology. 132, 87-95. 2008.
- Rose N., Larour G., Diguerher L.G., Eveno E., Jolly J-P., Blanchard P., Oger A., Dimma L.M.,
Jestin A., Medec F. Risk factos for porcine post-weaning multisystemic wasting syndrome (PMWS)
in 149 French farrow-to-finish herds. Preventive Veterinary Medicine. 61, 209-225. 2003.
- Rosell C. Biologia I ecologia del senglar (Sus scrofa L. 1758) a dues poblacions del nordest ibèric.
Aplicació a la gestió. Universidad de Barcelona, Barcelona. 1998.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
155
- Rosell C., Segalés J., Plana-Duran J., Balasch M., Rodríguez-Arrioja G.M., Kennedy S., Allan G.M.,
McNeilly F., Latimer K.S., Domingo M. Pathological, immunohistochemical and in-situ
hybridization studies of natural cases of postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS) in
pigs. Journal of Comparative Pathology. 120, 59-78. 1999.
- Rosell C., Fernández-Llario P., Herrero J. El jabalí (Sus scrofa L. 1758). Galemys. 13, 1-25. 2001.
- Ruiz-Fons F., Vidal D., Höfle U., Vicente J., Gortázar C. Aujezsky’s disease virus infection patterns
in European wild boar. VeterinaryMicrobiology. 120, 241-250. 2007.
- Ryan T., Livingstone P., Ramsey D., De Lisle G., Nugent G., Collins D., Buddle B. Advances in
understanding disease epidemiology and implications for control and eradication of tuberculosis
in livestock: The experience from New Zealand. Veterinary Microbiology. 112, 211-219. 2006.
- Sáenz de Buruaga M. Alimentación del jabalí (Sus scrofa castilianus) en el norte de España.
Ecología (Madrid). 9, 367-386. 1995.
- Sáez-Royuela C., Tellería J.L. Reproductive trends of the wild boar (Sus scrofa) in Spain. Folia
Zoologica Monographs. 36, 21-25. 1987.
- Sáez-Royuela C. Biología y ecología del jabalí (Sus scrofa). INIA: Colección Tesis Doctorales. 78.
1989.
- Sáez-Royuela C., Gomariz C., Telleira J.L. Age determination of European wild boar (Sus scrofa).
Wildlife Society Bulletin. 17, 326-329. 1989.
- Sánchez Jr R.E., Meerts P., Nauwynck H.J., Ellis J.A., Pensaert M.B. Characteristics of porcine
circovirus-2 replication in lymphoid organs of pigs inoculated in late gestation or postnatally and
possible relation to clinical and pathological outcome of infection. Journal of Veterinary Diagnostic
Investigation. 16, 175-185. 2004.
- Sarli G., Mandrioli L., Laurenti M., Sidoli L., Cerati C., Rola G., Marcato P.S. Immunohistochemical
characterisation of the lymph node reaction in pig postweaning multisystemic wasting syndrome
(PMWS). Veterinary Immunology and Immunopathology. 83, 53-67. 2001.
- Segalés J., Piella J., Marco E., Mateu de Antonio E.M., Espuna E., Domingo M. Porcine dermatitis
and nephropathy syndrome in Spain. Veterinary Record. 142, 483-486. 1998.
- Segalés J., Domingo M. Postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS) in pigs. A review.
Veterinary Quarterly. 24, 109-124. 2002.
- Segalés J., Domingo M., Chianini F., Majó N., Domínguez J., Darwich L., Mateu E.
Immunosupresion in postweaning multisystemic wasting syndrome affected pigs. Veterinary
Microbiology. 98, 151-158. 2004.
- Segalés J., Allan G.M., Fomingo M. Porcine circovirus diseases. Animal Health Research Reviews.
6, 119-142. 2005.
- Segalés J., Calsamiglia M., Olvera A., Sibila M., Badiella L., Domingo M. Quantification of porcine
circovirus type 2 (PCV2) DNA in serum and tonsilar, nasal, tracheo-bronchial, urinary and faecal
swabs of pigs with and without postweaning multisystemic wasting syndrome (PMWS). Veterinary
Microbiology. 111, 223-229. 2005.
- Segalés J., Olvera A., Grau-Roma L., Charreyre C., Nauwynck H., Larsen L., Dupont K.,
McCullough K., Ellis J., Krakowka S., Mankertz A., Fredholm M., Fossum C., Timmusk S.,
Stockhofe-Zurwieden N., Beattie V., Armstrong D., Grassland B., Baekbo P., Allan G. PCV-2
genotype definition and nomenclature. Veterinary Record. 162, 864-868. 2008.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
156
- Segalés J. Porcine circovirus type 2 (PCV2) infections: clinical signs, pathology and laboratory
diagnosis. Virus Research. 164, 10-19. 2012.
- Shang S.B., Jin Y.L., Jiang X.T., Zhou J.Y., Zhang X., Xing G., He J.L., Yan Y. Fine mapping of
antigenic epitopes on capsid proteins of porcine circovirus, and antigenic phenotype of porcine
circovirus type 2. Molecular Immunology. 46, 327-334. 2009.
- Shen H., Liu X., Zhang P., Wamg L., Liu Y., Zhang L., Liang P., Song C. Genome characterization
of a porcine circovirus type 3 in South China. Transboundary and Emerging Diseases. 2017.
- Shibahara T., Sato K., Ishikawa Y., Kadota K. Porcine circovirus induces B lymphocyte depletion
in pigs with wasting disease syndrome. Journal of Veterinary Medical Sciences. 62, 1125-1131.
2000.
- Shibata I., Okuda Y., Yazawa S., Ono M., Sasaki T., Itagaki M., Nakajima N., Okabe Y., Hidejima
I. PCR detection of Porcine circovirus type 2 DNA in whole blood serum, oropharyngeal swab,
nasal swab, and feces from experimentally infected pigs and field cases. Journal of Veterinary
Medical Science. 65, 405-408. 2003.
- Shibata I., Okuda Y., Kitajima K., Asai T. Shedding of porcine circovirus into colostrum of sows.
Journal of Veterinary Medicine Bulletin of Infectious Diseases in Veterinary Public Health. 53, 278-
280. 2006.
- Sibila M., Mentaberre G., Boadella M., Huerta E., Casas-Díaz E., Vicente J., Gortázar C., Marco I.,
Lavín S., Segalés J. Serological, pathological and polymerase chain reaction studies on
Mycoplasma hyopneumoniae infection in the wild boar. Veterinary Microbiology. 144, 214-218.
2010.
- Sipos W., Duvigneau J.C., Willheim M., Schilcher F., Hartl R.T., Hofbauer G., Exel B., Pietschmann
P., Schmoll F. Systemic cytokine profile in feeder pigs suffering from natural postweaning
multisystemic wasting syndrome (PMWS) as determinated by semiquantitative RT_PCR and flow
cytometric intracellular cytokine detection. Veterinary Immunology and Immunopathology. 99,
63-71. 2004.
- Sonoda H., Abe M., Sugimoto T., Sato Y., Bando M., Fukui E., Mizuo H., Takahashi M., Nishizawa
T., Okamoto H. Prevalence of Hepatitis E Virus (HEV) infection in wild boars and deer and genetic
identification of a genotype 3 HEV from a boar in Japan. Journal of Clinical Microbiology. 42,
5371-5374. 2004.
- Sreevatsan S., Escalante P., Pan X., Gillies li D.A., Siddiqui S., Khalaf C.N., Kreiswirth B.N., Bifani
P., Adams L.G., Ficht T., Perumaalla V.S., Cave M.D., Van Embden J.D.A., Musser J.M.
Identification of a polymorphic nucleotide in oxyR specific for Mycobacterium bovis. Journal of
Clinical Microbiology. 34, 2007-2010. 1996.
- Steiner E., Balmelli C., Herrmann B., Summerfield A., McCullough K. Porcine circovirus type 2
displays pluripotency in cell targeting. Virology 378, 311-322. 2008.
- Steiner E., Balmelli C., Gerber H., Summerfield A., McCullough K. Cellular adaptative immune
response against porcine circovirus type 2 in subclinically infected pigs. BMC Veterinary Research.
22, 5-45. 2009.
- Timmusk S., Wallgren P., Brunborg I.M., Wikström F.H., Allan G., Meehan B., McMenamy M.,
McNeilly F., Fuxler L., Belák K., Podersoo D., Saar T., Berg M., Fossum C. Phylogenetic analysis of
porcine circovirus type 2 (PCV2) pre- and post-epizootic postweaning multisystemic wasting
syndrome (PMWS). Virus Genes. 36, 509-520. 2008.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
157
- Tischer I., Rasch R., Tochtermann G. Characterization of papovavirus-and picornavirus-like
particles in permanent pig kidney cell lines. Zentralblatt fur Bakteriologie, Parasitekunde,
Infektionskrankheiten und Hygiene. Erste Abteilung Originale. Reihe A: Medizinische Mikrobiologie
und Parasitologie. 226, 153-167. 1974.
- Tischer I., Gelderblom H., Vettermann W., Koch M.A. A very small porcine virus with circular
single-stranded DNA. Nature. 295, 64-66. 1982.
- Tischer I., Mields W., Wolff D., Vagt M., Griem W. Studies on epidemiology and pathogenicity of
porcine circovirus. Archives of Virology. 91, 271-276. 1986.
- Togashi K., Mawatari T., Mitobe S., Moriya S. Reproductive losses associated with porcine
circovirus type 2 in a Japanese herd of seronegative sows. Journal of Veterinary Medical Science.
73,4. 2011.
- Tsukaguchi K., Balaji K.N., Boom W.H. CD4+ alpha betta T cell and gamma epsilon T cell
responses to Mycobacterium tuberculosis: Similarities and differences in Ag recognition, cytotoxic
effector function, and cytokine production. Journal of Immunology. 154, 1786-1796. 1995.
- Ulrichs T., Kaufmann. Immunology of tuberculosis: Impact on the development of novel vaccines.
Internist. 44, 1374-1384. 2003.
- Une Y., Mori T. Tuberculosis as a zoonosis from veterinary perspective. Comparative
Immunology. Microbiology and Infectious Diseases. 30, 415-425. 2007.
- Valet G., Roseel C., Chayron L., Fosty P., Spitz F. Regime alimentaire autumnal du sanglier (Sus
scrofa) an Ariege, France, et en Catalogne, Espagne. Gibier Faune Sauvage. 11, 313-326. 1994.
- Van Campen H., Rhyan J. The Role of Wildlife in Diseases of Cattle. Veterinary Clinics of North
America – Food Animal Practice. 26, 147-161. 2010.
- Van Crevel R., Ottenhoff T.H.M., Van der Meer J.W.M. Innate immunity to Mycobacterium
tuberculosis. Clinical Microbiology Reviews. 15, 294-309. 2002.
- Van Ingen J., Rahim Z., Mulder A., Boeree M.J., Simeone R., Brosch R., Van Soolingen D.
Characterization of Mycobacterium orygis as M. tuberculosis complex subspecies. Emerging
Infectious Diseases. 18, 653-655. 2012.
- Van Soolingen D., Hoogenboezem T., De Haas P.E.W., Hermans P.W.M, Koedam M.A., Teppema
K.S., Brennan P.J., Besra G.S., Portaels F., Top J., Schouls L.M., Van Embden J.D.A. A novel
pathogenic taxon of the Mycobacterium tuberculosis complex, Canetti: Characterization of an
exceptional isolate from Africa. International Journal of Systematic Bacteriology. 47, 1236-1245.
1997.
- Vicente J., León-Vizcaíno L., Gortázar C., José-Cubero M., González M., Martín-Atance P.
Antibodies to selected viral and bacterial pathogens in European wild boars from southcentral
Spain. Journal of Wildlife Diseases. 38, 649-652. 2002.
- Vicente J., Segalés J., Höfle U., Balasch M., Plana-Durán J., Domingo M., Gortázar C.
Epidemiological study on porcine circovirus type 2 (PCV2) infection in the European wild boar
(Sus scrofa). Veterinary Research. 35, 243-253. 2004.
- Vicente J., Höfle U., Garrido J.M., Fernández de Mera I.G., Acevedo P., Juste R., Barral M.,
Gortázar C. Risk factors associated with the prevalence of tuberculosis-like lesions in fenced wild
boar and red deer in south central Spain. Veterinary Research. 38, 451-464. 2007.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
158
- Vigre H., Dohoo I.R., Stryhn H., Jensen V.F. Use of register data to asses the association
between use of antimicrobials and outbreak of Postweaning multisystemic wasting syndrome
(PMWS) in Danish pig herds. Preventive Veterinary Medicine. 93, 98-109. 2010.
- Vincent I.E., Carrasco C.P., Herrmann B., Meehan B.M., Allan G.M., Summerfield A., McCullough
K.C. Dendritic cells harbor infectious porcine circovirus type 2 in the absence of apparent cell
modulation or replication of the virus. Journal of Virology. 77, 13288-13300. 2003.
- Vincent I.E., Carrasco C.P., Guzylack-Piriou I., Herrmann B., McNeilly F., Allan G.M., Summerfield
A., McCullough K.C. Subset-dependant modulation of dendritic cell activity by circovirus type 2.
Immunology. 115, 388-398. 2005.
- Vincent I.E., Balmelli C., Meehan B., Allan G., Summerfield A., McCullough K.C. Silencing of
natural interferon producing cell activation by porcine circovirus type 2 DNA. Immunology. 120,
47-56. 2007.
- Wallenberg G.J., Stockhofe-Zurwieden N., Boersma W.J., De Jong M.F., Elbers A.R. The presence
of coinfections in pigs with clinical signs of PMWS in The Netherlands: a case-control study.
Rsearch in Veterinary Science. 77, 177-184. 2004.
- Wangoo A., Johnson L., Gough J., Ackbar R., Inglut S., Hicks D., Spencer Y., Hewinson G.,
Vordermeier M. Advanced granulomatous lesions in Mycobacterium bovis-infected cattle are
associated with increased expression of type I procollagen, γδ (WCl+) T cells and CD68+ cells.
Journal of Comparative Pathology. 133, 223-234. 2005.
- West K.H., Bystrom J.M., Wojnarowicz C., Shantz N., Jacobson N., Allan G.M., Haines D.M., Clark
E.E., Krakowka S., McNeilly F., Konoby C., Martin K., Ellis J.A. Myocarditis and abortion associated
with intrauterine infections of sows with porcine circovirus type 2. Journal of Veterinary
Diagnostic Investigation. 11, 530-532. 1999.
- Wiederkehr D.D., Sydler T., Buergi E., Haessig M., Zimmermann D., Pospischil A., Brugnera E.,
Sidler X. A new emerging genotype subgroup within PCV-2b dominates the PMWS epizooty in
Switzerland. Veterinary Microbiology. 136, 27-35. 2009.
- Wikström F.H., Meehan B.M., Berg M., Timmusk S., Elving J., Fuxler L., Magnusson M., Allan
G.M., McNeilly F., Fossum C. Structure-dependent modulation of alpha interferon production by
porcine circovirus 2 oligodeoxyribonucleotide and CpG DNAs in porcine peripheral blood
mononuclear cells. Journal of Virology. 81, 4919-4927. 2007.
- Wikström F.H., Fossum C., Fuxler L., Kruse R., Lövgren T. Cytokine induction by
immunostimulatory DNA in porcine PBMC is impaired by a hairpin forming sequence motif from
the genome of porcine circovirus type 2 (PCV2). Veterinary Immunology and Immunopathology.
139, 156-166. 2011.
- Wise G. Hog cholera and its eradication. A review of the U.S. experience. APHIS, USDA, APHIS.
91-95. 1981.
- Wood G.W., Hendricks J.B., Goodman D.E. Brucellosis in feral swine. Journal of Wildlife Diseases.
12, 579-582. 1976.
- Woodbine K.A., Medley G.F., Slevin J., Kilbride A.L., Novell E.J., Turner M.J., Keeling M.J., Green
L.E. Spatiotemporal patterns and risks of herd breakdown in pigs with postweaning multisystemic
wasting syndrome. Veterinary Record. 160, 751-762. 2007.
HISTOPATOLOGÍA PULMONAR EN EL JABALÍ: INFLUENCIA DEL CIRCOVIRUS PORCINO TIPO 2
159
- Young M.G., Cunningham G.L., Sanford S.E. Circovirus vaccination in pigs with subclinical porcine
circovirus type 2 infection complicated with ileitis. Journal of Swine Health Production. 19,6.
2011.
- Yu S., Vincent A., Opriessnig T., Carpenter S., Kitikoon P., Halbur P.G., Thacker E. Quantification
of PCV2 capsid transcript in peripheral blood mononuclear cells (PBMCs) in vitro. Veterinary
Microbiology. 123, 34-42. 2007.