Época: Décima Época
Registro: 2009029
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 18, Mayo de 2015, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: VII.1o.A.9 A (10a.)
Página: 2094
ACTOS MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS. CONSECUENCIAS DE LA
OMISIÓN DE LA AUTORIDAD RESPONSABLE DE RENDIR SU INFORME
JUSTIFICADO O DE HACERLO SIN COMPLEMENTAR LA FALTA O
INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE AQUÉLLOS
ADUCIDA EN LA DEMANDA DE AMPARO (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR
DEL 3 DE ABRIL DE 2013).
De acuerdo con el artículo 117, primero, cuarto y último párrafos, de la Ley
de Amparo, las autoridades responsables deben rendir su informe con justificación
a través de los medios previstos en la propia norma, en el cual expondrán, entre
otros aspectos, las razones y fundamentos que estimen pertinentes para sostener,
en su caso, la improcedencia del juicio, así como la constitucionalidad o legalidad
del acto reclamado, mientras que respecto de los actos materialmente
administrativos se establece una regla específica, consistente en que cuando en la
demanda se aduzca la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación, la
autoridad responsable deberá, en su correspondiente informe justificado,
complementar en esos aspectos el acto reclamado; en caso de que realice esa
complementación, deberá correrse traslado con el respectivo informe al quejoso,
para que pueda ampliar su demanda en el plazo legalmente determinado, la que
se limitará a cuestiones derivadas de la referida complementación, y con la cual se
dará vista a las propias responsables, así como al tercero interesado y, en su
caso, se emplazará a las diversas autoridades que en ampliación se señalen. Por
su parte, el diverso numeral 124, último párrafo, de esa ley, igualmente contiene
una regla especial relativa a la forma en que debe analizarse en la sentencia el
tema jurídico relativo a la fundamentación y motivación en los asuntos del orden
administrativo, atinente a que debe considerarse la que, en su caso, haya
expresado la autoridad responsable en el informe justificado para complementarlo,
y si a pesar de esa complementación se concluye la falta o insuficiencia de dichos
requisitos formales, entonces se estimará que el acto presenta un vicio de fondo
que impide a la autoridad su reiteración. De lo anterior se colige que esta última
porción normativa complementa la regulación que sobre el tema en cuestión, esto
es, la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación, se introduce en el
artículo 117, último párrafo, para los actos materialmente administrativos. En
consecuencia, este último precepto, en relación con los actos materialmente
administrativos respecto de los que se aduzca falta o insuficiente fundamentación
y motivación, prevé dos hipótesis, a saber: 1. Que al rendir el informe con
justificación la autoridad responsable complemente el acto reclamado en esos
aspectos; y, 2. Que ésta omita rendir ese informe o que haciéndolo, no realice esa
complementación. Así, respecto del primer supuesto, el mencionado artículo 124,
último párrafo, indica que, al dictar la sentencia definitiva debe considerarse la
complementación efectuada y que, en el supuesto de que, aun ante ese
adicionamiento, el acto reclamado carezca de los requisitos mencionados, se
considerará que contiene un vicio de fondo que impide a la autoridad su
reiteración, en tanto que, tocante a la segunda hipótesis, esto es, la consistente en
que la autoridad responsable omita rendir su informe con justificación o lo haga,
pero sin complementarlo en esos aspectos, la ley de la materia no señala
consecuencia expresa alguna al pronunciar la sentencia relativa; por lo cual, en
ese caso, la sentencia deberá ajustarse a los requisitos que al efecto establece el
diverso artículo 74 de la Ley de Amparo, conforme a la litis que se advierta del
acto reclamado, los conceptos de violación planteados y el correspondiente
informe de ley.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo en revisión 258/2014. Gasolinería RM, S.A. de C.V. y otro. 11 de
diciembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Eliel Enedino Fitta García.
Secretaria: Ayeisa María Aguirre Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 8 de mayo de 2015 a las 9:30 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2009030
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 18, Mayo de 2015, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: VII.1o.A.10 A (10a.)
Página: 2096
Época: Décima Época
Registro: 2008753
Instancia: Segunda Sala
Tipo de Tesis: Jurisprudencia
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 16, Marzo de 2015, Tomo II
Materia(s): Común, Administrativa
Tesis: 2a./J. 23/2015 (10a.)
Página: 1239
ACTOS MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS. EL SUPUESTO
PREVISTO EN EL ARTÍCULO 124, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE
AMPARO, SÓLO SE ACTUALIZA RESPECTO DE LOS EMITIDOS EN FORMA
UNILATERAL.
La porción normativa que establece: "En los asuntos del orden
administrativo, en la sentencia se analizará el acto reclamado considerando la
fundamentación y motivación que para complementarlo haya expresado la
autoridad responsable en el informe justificado. Ante la falta o insuficiencia de
aquéllas, en la sentencia concesoria se estimará que el referido acto presenta un
vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración.", debe entenderse referida
exclusivamente a los actos materialmente administrativos emitidos en forma
unilateral por un órgano de la administración pública, cuyos efectos son directos e
inmediatos, toda vez que cualquier acto administrativo, que recae a una solicitud
de parte interesada, o bien, al ejercicio de un derecho de acceso a la información,
de acceso a la justicia y de audiencia y defensa, invariablemente -de considerar
que contiene un vicio que lo torna inconstitucional- debe subsanarse (a través de
un nuevo acto) en la parte que corresponde a la afectación del derecho relativo,
pues de lo contrario, quedaría inaudita la violación alegada bajo el argumento de
que la autoridad responsable, al rendir su informe de ley, no complementó la
fundamentación y motivación del acto reclamado y que, por tanto, existe "un
impedimento para reiterarlo", lo que no es acorde con el objetivo del juicio de
amparo de restituir al gobernado en el pleno goce del derecho violado y obligar a
la autoridad responsable a respetarlo.
Contradicción de tesis 327/2014. Entre las sustentadas por los Tribunales
Colegiados Segundo del Cuarto Circuito y Primero del Sexto Circuito, ambos en
Materia Administrativa. 11 de febrero de 2015. Cuatro votos de los Ministros Juan
N. Silva Meza, José Fernando Franco González Salas, Margarita Beatriz Luna
Ramos y Alberto Pérez Dayán. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretario: Oscar
Vázquez Moreno.
Tesis contendientes:
Tesis IV.2o.A.72 K (10a.), de título y subtítulo: "ACTOS MATERIALMENTE
ADMINISTRATIVOS. LA CONSECUENCIA PREVISTA EN EL ÚLTIMO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, DE QUE ANTE LA
FALTA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS
ACTOS RECLAMADOS SE ESTIMARÁ QUE EXISTE UN VICIO DE FONDO QUE
IMPIDE A LA AUTORIDAD SU REITERACIÓN, SE REFIERE SÓLO A
AQUÉLLOS, A EXCEPCIÓN DE LOS DE NATURALEZA FISCAL.", aprobada por
el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Cuarto Circuito y
publicada en el Semanario Judicial de la Federación del viernes 4 de julio de 2014
a las 8:05 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima
Época, Libro 8, Tomo II, julio de 2014, página 969, y
Tesis VI.1o.A.73 A (10a.), de título y subtítulo: "REGLA ESPECIAL
PREVISTA DE MANERA COMPLEMENTARIA EN LOS PÁRRAFOS FINALES DE
LOS ARTÍCULOS 117 Y 124 DE LA LEY DE AMPARO, RELATIVA A LA FALTA O
INSUFICIENCIA DE LA FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS
RECLAMADOS. DEBE APLICARSE SIN EXCEPCIÓN A TODOS AQUELLOS
VINCULADOS A LA MATERIA ADMINISTRATIVA (LEGISLACIÓN VIGENTE A
PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE 2013).", aprobada por el Primer Tribunal Colegiado
en Materia Administrativa del Sexto Circuito y publicada en el Semanario Judicial
de la Federación del viernes 19 de septiembre de 2014 a las 9:30 horas y en la
Gaceta del Semanario Judicial de la Federación, Décima Época, Libro 10, Tomo
III, septiembre de 2014, página 2558.
Tesis de jurisprudencia 23/2015 (10a.). Aprobada por la Segunda Sala de
este Alto Tribunal, en sesión privada del cuatro de marzo de dos mil quince.
Esta tesis se publicó el viernes 27 de marzo de 2015 a las 9:30 horas en el
Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación
obligatoria a partir del lunes 30 de marzo de 2015, para los efectos previstos en el
punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
ACTOS MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS. SI A PESAR DE QUE LA
RESPONSABLE LOS COMPLEMENTÓ EN CUANTO A SU FALTA O
INSUFICIENTE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN ADUCIDA EN LA
DEMANDA DE AMPARO, ÉSTA PERSISTE, DEBE CONSIDERARSE QUE
PRESENTAN UN VICIO DE FONDO QUE IMPIDE A LA AUTORIDAD
REITERARLOS (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE 2013).
El artículo 124, último párrafo, de la Ley de Amparo establece una regla
especial relativa a la forma en que debe analizarse en la sentencia definitiva el
acto reclamado en los asuntos del orden administrativo, atinente a que deben
considerarse la fundamentación y motivación que, en su caso, haya expresado la
autoridad responsable en el informe justificado para complementar aquél en esos
aspectos. Por tanto, si a pesar de esa complementación persiste la falta o
insuficiencia de dichos requisitos formales, el referido acto presenta un vicio de
fondo que impide a la autoridad su reiteración. Lo anterior es así, porque la
responsable no puede emitir un acto en el que, nuevamente, vulnere tales
prerrogativas fundamentales, toda vez que, por una parte, de acuerdo con la
definición que se obtiene de la página electrónica del Diccionario de la Lengua
Española de la Real Academia Española, consultable en la siguiente dirección:
http://lema.rae.es/drae/?val=reiterar, reiterar significa: "Volver a decir o hacer
algo." y, por otra, el análisis integral tanto de ese precepto como del diverso 117
de la propia ley, así como del proceso legislativo que les dio origen, no conduce a
una conclusión diversa, como sería considerar que, ante la carencia de esos
requisitos en el acto reclamado, el nuevo que se emita para cumplimentar la
ejecutoria protectora debe ser en sentido diverso al primigenio, ya que de
sostenerse ese criterio se permitiría que la concesión de la protección federal
quedara al arbitrio de las partes quienes, deliberadamente, podrían dirigir su
conducta a obtener una resolución en esos términos, burlando así la institución del
juicio de amparo.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
SÉPTIMO CIRCUITO.
Amparo en revisión 258/2014. Gasolinería RM, S.A. de C.V. y otro. 11 de
diciembre de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Eliel Enedino Fitta García.
Secretaria: Ayeisa María Aguirre Contreras.
Esta tesis se publicó el viernes 8 de mayo de 2015 a las 9:30 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2007891
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 12, Noviembre de 2014, Tomo IV
Materia(s): Común
Tesis: I.18o.A.3 K (10a.)
Página: 2972
INFORME JUSTIFICADO. COMPLEMENTACIÓN DEL. LA REGLA
ESTABLECIDA EN EL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 117 DE LA LEY DE
AMPARO NO ES APLICABLE A ACTOS ADMINISTRATIVOS DE CARÁCTER
OMISIVO.
La porción normativa referida establece que cuando se hagan valer en la
demanda de amparo indirecto violaciones relacionadas con la falta o insuficiente
fundamentación y/o motivación, y se trate de actos materialmente administrativos,
las autoridades responsables deberán complementar en esos aspectos el acto
reclamado, al rendir su informe justificado. De ahí que dicha regla sea inaplicable
respecto de actos omisivos, dado que éstos se refieren lisa y llanamente a la
ausencia de un actuar por las autoridades y, por tanto, no es posible
complementarlos, proporcionando fundamentación o motivación alguna en el
informe justificado que debiera tomarse en consideración en la litis, por lo cual, en
estos casos, debe imperar la regla general de inmutabilidad de los actos
reclamados.
DÉCIMO OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA
ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.
Amparo en revisión 143/2014. Jefe del Departamento de Pensiones,
Seguridad e Higiene, en la Delegación Regional Poniente en el Distrito Federal del
Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado. 7 de
agosto de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Juan Carlos Cruz Razo.
Secretaria: Anis Sabedra Alvarado Martínez.
Esta tesis se publicó el viernes 7 de noviembre de 2014 a las 9:51 horas en
el Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2007493
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 10, Septiembre de 2014, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: VI.1o.A.74 A (10a.)
Página: 2560
REGLA ESPECIAL PREVISTA DE MANERA COMPLEMENTARIA EN LOS
PÁRRAFOS FINALES DE LOS ARTÍCULOS 117 Y 124 DE LA LEY DE AMPARO,
RELATIVA A LA FALTA O INSUFICIENCIA DE LA FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN DE LOS ACTOS RECLAMADOS EN ASUNTOS VINCULADOS
CON LA MATERIA ADMINISTRATIVA. DA LUGAR A DIVERSAS HIPÓTESIS
QUE PUEDEN PRESENTARSE, DERIVADAS DE LA ACTUACIÓN QUE
DESPLIEGUE LA AUTORIDAD RESPONSABLE AL RENDIR SU INFORME
JUSTIFICADO (LEGISLACIÓN VIGENTE A PARTIR DEL 3 DE ABRIL DE 2013).
Del último párrafo del artículo 117 de la Ley de Amparo, vigente desde el tres
de abril de dos mil trece, se advierte una regla especial tratándose de actos
materialmente administrativos, consistente en que cuando en la demanda de
amparo se aduzca la falta o insuficiencia de la fundamentación y motivación de
aquéllos, la autoridad responsable deberá, en su informe justificado,
complementar en esos aspectos el acto reclamado. En relación con ello, se
dispone que en caso de que dicha autoridad efectúe tal complementación, deberá
correrse traslado con el respectivo informe al quejoso, para que esté en aptitud de
realizar la ampliación de la demanda en el plazo legalmente previsto, la que se
limitará a cuestiones derivadas de la referida complementación, y que, en su caso,
con dicha ampliación se dará vista a las responsables, así como al tercero
interesado, y se emplazará a las diversas autoridades que en aquélla se señalen.
Por su parte, el último párrafo del diverso 124 de la propia ley de la materia, prevé
igualmente una regla especial relativa a la forma en que debe analizarse en la
sentencia el tema jurídico relativo a la fundamentación y motivación en los asuntos
del orden administrativo. Al respecto, la regla jurídica en comento establece que
en la sentencia se analizará el acto reclamado considerando la fundamentación y
motivación que, en su caso, haya expresado la autoridad responsable en el
informe justificado para complementarlo, y si a pesar de esa complementación se
concluye la falta o insuficiencia de dichos requisitos de fundamentación y
motivación, dispone que en la sentencia concesoria se estimará que el referido
acto presenta un vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración. Por tanto,
debe concluirse que esta última porción normativa complementa la regulación que
sobre el tema relativo a la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación de
los actos materialmente administrativos, se introduce en el artículo 117, último
párrafo, inicialmente referido, ya que prevé la forma en que debe analizarse en el
fallo si se satisfacen los referidos requisitos constitucionales de fundamentación y
motivación, disponiendo que debe atenderse a la complementación que, en su
caso, introduzca la responsable en el informe justificado, y fija los alcances de la
protección constitucional para el caso de estimarse omisa o insuficientemente
fundado y motivado el acto, pues al efecto prevé que deberá estimarse que se
está ante un vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración. Ahora bien,
precisado lo anterior, debe decirse que de la interpretación sistemática y conforme
de las normas jurídicas en comento, se advierte que tratándose de actos en
materia administrativa, en los que se aduzca la falta o insuficiencia de
fundamentación y motivación, pueden presentarse, al menos, los siguientes
supuestos: 1. Que la autoridad responsable se limite, al rendir su informe
justificado, a exponer las razones y fundamentos que estime pertinentes para
sostener la constitucionalidad o legalidad del acto reclamado, pero sin
complementarlo en esos aspectos; es decir, que dicho informe se rinda en los
términos generales que se prevén en los párrafos primero y cuarto del propio
artículo 117, lo que podría atender a diversas circunstancias, como el estar
simplemente ante una omisión por parte de la autoridad responsable, o bien, que
ésta considere que el acto que de ella se reclama resulta constitucional y no
precisa ser complementado en cuanto a su fundamentación y motivación, y estime
que al momento de efectuarse el análisis de tales aspectos en la sentencia
respectiva, se concluirá que es ajustado a derecho. 2. Que la autoridad
responsable complemente el acto reclamado en cuanto a su fundamentación y
motivación. En este último caso, se actualizan las siguientes obligaciones
derivadas del texto legal: 2.1. Debe correrse traslado con el respectivo informe al
quejoso, para que en el plazo legalmente previsto realice la ampliación de la
demanda, la que se limitará a las cuestiones derivadas de la referida
complementación. En caso de ampliarse la demanda, se dará vista a las
responsables, así como al tercero interesado y, en su caso, se emplazará a las
diversas autoridades que en ampliación se señalen; y 2.2. En la sentencia deberá
analizarse el tema jurídico relativo a la fundamentación y motivación del acto
reclamado, considerando no sólo el contenido de éste, sino también la
complementación sobre tales aspectos contenida en el informe justificado y, en su
caso, los planteamientos hechos valer en la ampliación de demanda. Es
importante precisar que del propio análisis de las normas legales en cuestión, no
se sigue que en el supuesto de que la autoridad responsable no complemente la
fundamentación y motivación del acto reclamado en la hipótesis del último párrafo
del artículo 117 de la nueva Ley de Amparo, invariablemente deba concluirse que
se está en presencia de un vicio de fondo y que deba concederse el amparo en los
términos que prevé el último párrafo del diverso 124, pues expresamente esta
última norma ordena efectuar en la sentencia el análisis de dichos requisitos
constitucionales, y prevé que al efecto se considere, en su caso, la
complementación efectuada en esos aspectos en el informe, pero no condiciona el
sentido del fallo a la conducta que despliegue la autoridad responsable. Sostener
lo contrario implicaría que la concesión de la protección federal quedara al arbitrio
de las partes y no derivara del análisis que el juzgador de amparo efectúe
respecto de la constitucionalidad del acto de autoridad. Ahora bien, el alcance de
la consecuencia normativa derivada de estimar que el acto acusa falta o
insuficiencia de fundamentación y motivación, consistente en que la autoridad está
impedida para su reiteración, debe entenderse en el sentido de que, con motivo de
la concesión de la protección constitucional, la responsable no está en aptitud
jurídica de emitir un acto en que, nuevamente, vulnere tales prerrogativas
fundamentales, pues expresamente está aparejada a la ficción legal de mérito,
una proscripción en ese sentido. Asimismo, dado que esta prohibición de reiterar
la vulneración de derechos en perjuicio del particular quejoso, debe armonizarse
con el respeto a la prerrogativa específica de seguridad jurídica, debe tenerse
presente la hipótesis consistente en que el acto reclamado haya sido emitido en
respuesta a una petición formulada por el particular, o bien, se haya dictado para
resolver una instancia o recurso; pues en ese supuesto, la autoridad, a fin de no
dejar de resolver dichas peticiones, instancias o recursos, debe dictar un nuevo
acto, pero ciñéndose a la restricción legal de referencia, únicamente a fin de no
conculcar dicho principio de seguridad jurídica contenido en el artículo 16 de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 4/2014. Síndico Municipal del Ayuntamiento de Puebla. 9
de abril de 2014. Mayoría de votos. Disidente: José Eduardo Téllez Espinoza.
Ponente: Francisco Javier Cárdenas Ramírez. Secretario: Salvador Alejandro
Lobato Rodríguez.
Esta tesis se publicó el viernes 19 de septiembre de 2014 a las 9:30 horas en
el Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2007255
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 9, Agosto de 2014, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: VI.1o.A.72 A (10a.)
Página: 1760
FALTA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN. SI LA
AUTORIDAD RESPONSABLE AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO NO
COMPLEMENTA ESOS ASPECTOS POR ESTIMAR QUE EL ACTO
RECLAMADO LOS CUMPLE, NO PROCEDE CORRER TRASLADO AL
QUEJOSO CON AQUÉL, EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO DEL
ARTÍCULO 117 DE LA NUEVA LEY DE AMPARO.
Dicha porción normativa establece que tratándose de actos materialmente
administrativos, cuando en la demanda de amparo se aduzca la falta o
insuficiencia de fundamentación y motivación, en el informe justificado la autoridad
deberá complementar en esos aspectos el acto reclamado y, en tal caso, deberá
correrse traslado con el informe al quejoso, para que en el plazo de quince días
realice la ampliación de la demanda, la cual se limitará a cuestiones derivadas de
la referida complementación. Sin embargo, cuando la autoridad responsable, al
rendir su informe con justificación, defiende su acto tal y como fue emitido, por
estimar que está suficientemente fundado y motivado, no se actualiza el supuesto
previsto en el último párrafo del artículo 117 de la nueva Ley de Amparo, referente
a correr traslado con el informe al quejoso, porque si la autoridad no complementó
su acto en esos aspectos, no hay materia para que el quejoso formulara la
ampliación de la demanda, en virtud de que ésta única y exclusivamente podría
referirse a cuestiones derivadas de la mencionada complementación, la que de no
existir exime al Juez de Distrito de correr traslado con el informe al quejoso, razón
por la cual, en un caso así, no se produce violación alguna que obligara a ordenar
reponer el procedimiento en el juicio de amparo de origen.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 48/2014. 14 de mayo de 2014. Mayoría de votos.
Disidente: José Eduardo Téllez Espinoza. Ponente: Jorge Higuera Corona.
Secretaria: María Luisa Aceves Herrera.
Esta tesis se publicó el viernes 22 de agosto de 2014 a las 9:33 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2007088
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 9, Agosto de 2014, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: VI.1o.A.71 A (10a.)
Página: 1774
FALTA O INSUFICIENTE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DEL ACTO
MATERIALMENTE ADMINISTRATIVO. SU SOLA AFIRMACIÓN NO BASTA
CUANDO AL RENDIR EL INFORME JUSTIFICADO, LA AUTORIDAD NO
COMPLEMENTA TALES ASPECTOS EN TÉRMINOS DEL ÚLTIMO PÁRRAFO
DEL ARTÍCULO 117 DE LA NUEVA LEY DE AMPARO, PARA QUE
INVARIABLEMENTE SE ACTUALICE UN VICIO DE FONDO Y SE CONCEDA EL
AMPARO CON FUNDAMENTO EN EL ÚLTIMO PÁRRAFO IN FINE DEL
ARTÍCULO 124 DE LA CITADA LEY.
De acuerdo con el último párrafo del artículo 117 de la nueva Ley de Amparo,
tratándose de actos materialmente administrativos, cuando en la demanda se
aduzca la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación, la autoridad
responsable, en su informe justificado, deberá complementar en esos aspectos el
acto reclamado; sin embargo, cuando no se complementan no debe
invariablemente concluirse que se está en presencia de un vicio de fondo, y que
deba concederse el amparo en los términos que prevé el último párrafo del diverso
artículo 124 del citado ordenamiento legal, en virtud de que no basta con que la
parte quejosa afirme la falta o insuficiencia de fundamentación y motivación del
acto materialmente administrativo, para que si la autoridad responsable no
complementa éste al rendir su informe justificado, se actualice sin más la
consecuencia prevista en la parte final del último párrafo del artículo 124 de la
invocada ley, puesto que el Juez de Distrito, en primer lugar, debe analizar el o los
conceptos de violación formulados al respecto y determinar si es fundado o
infundado el planteamiento de falta o insuficiencia de fundamentación y motivación
del acto reclamado, ya que si concluye que éste sí satisface dichos requisitos,
exigidos por el artículo 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos, al ser constitucional el acto administrativo reclamado, y así lo confirma
el Tribunal Colegiado en el recurso de revisión correspondiente, no trasciende
para efectos de la parte final del último párrafo del artículo 124 de la nueva Ley de
Amparo, el que la autoridad responsable no hubiera complementado aquél en su
informe justificado; por el contrario, si el Juez Federal determina que, como lo
planteó la parte quejosa, el acto reclamado sí adolece de falta o insuficiencia de
fundamentación y motivación, y así es confirmado por el Tribunal Colegiado,
entonces sí trasciende al resultado del fallo la omisión en que incurra la autoridad
responsable de no complementar tales aspectos al rendir su informe justificado, lo
que actualiza el supuesto previsto en el último párrafo in fine del referido artículo
124, caso en el cual no podrá reiterar su actuación en ese sentido, sino
ajustándose a los requisitos exigidos en la ley del acto.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
SEXTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 66/2014. 23 de abril de 2014. Mayoría de votos.
Disidente: José Eduardo Téllez Espinoza. Ponente: Jorge Higuera Corona.
Secretaria: María Elena Gómez Aguirre.
Esta tesis se publicó el viernes 8 de agosto de 2014 a las 8:05 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2007112
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 9, Agosto de 2014, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: IV.2o.A.74 K (10a.)
Página: 1986
VIOLACIÓN A LAS LEYES DEL PROCEDIMIENTO DE AMPARO. SE
ACTUALIZA POR LA OMISIÓN DE DAR VISTA AL QUEJOSO PARA QUE
AMPLÍE SU DEMANDA RESPECTO DE LA COMPLEMENTACIÓN DE LA
FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN DEL ACTO MATERIALMENTE
ADMINISTRATIVO RECLAMADO, REALIZADA POR LA AUTORIDAD
RESPONSABLE, AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO.
El último párrafo del artículo 117 de la Ley de Amparo dispone que en el
juicio de amparo indirecto, tratándose de actos materialmente administrativos a los
que se atribuya la ausencia o insuficiencia de fundamentación y motivación, al
rendir su informe justificado la autoridad deberá complementar esos aspectos,
caso en el cual, deberá correrse traslado con el informe al quejoso, para que en el
plazo de quince días realice la ampliación de la demanda, la que se limitará a
cuestiones derivadas de la referida complementación. Así, dicha excepción al
principio de inmutabilidad del acto reclamado permite que, previo al dictado de la
sentencia en la audiencia constitucional, se anticipe la verificación del
cumplimiento de los requisitos constitucionales de fundamentación y motivación y,
concomitantemente, en función de la complementación del acto reclamado, se dé
al impetrante la oportunidad de perfeccionar su defensa, garantizando que en la
sentencia se efectúe un análisis integral de éste, tanto en sus aspectos formales
como en los sustantivos, con lo cual se logra, en principio, inmediatez en la
reparación de las violaciones que, por ser fuente de inseguridad jurídica, impedían
al quejoso ejercer una defensa adecuada; también se aseguran el estudio y
restauración de las violaciones sustantivas que llegasen a existir, evitando el
dictado de una resolución que atienda sólo a los vicios formales, pero que
postergue el estudio de los sustantivos, en detrimento del deber de no repetición
como subprincipio del derecho a la tutela judicial efectiva, reconocido en los
artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 8 y 25
de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Así, corresponde a los
tribunales evitar dilaciones innecesarias en la resolución del asunto y, en todo
caso, en la restauración de los derechos vulnerados, a través de un procedimiento
eficiente y eficaz; de ahí que el precepto inicialmente citado anticipa al dictado de
la sentencia la verificación del respeto al requisito constitucional de
fundamentación y motivación, como garantía instrumental del derecho humano a
la seguridad jurídica y, además, garantiza al gobernado la aptitud de defenderse y
tiene, como primer alcance, el superar un estado de incertidumbre denunciado en
su demanda, de suerte que si la autoridad complementa dichos aspectos, se
adelanta un efecto restauratorio de la violación a un derecho humano y se logra
que el impetrante conozca dentro del procedimiento de amparo, con mayor
precisión, la naturaleza del acto, para perfeccionar su defensa, dado su
conocimiento integral. Relacionado con lo anterior, el último párrafo del artículo
124 de la Ley de Amparo establece la obligación del Juez para que en los asuntos
del orden administrativo se analice en la sentencia el acto reclamado,
considerando la fundamentación y motivación que para complementarlo haya
expresado la autoridad responsable en el informe justificado y, ante la falta o
insuficiencia de aquéllas, en caso de concederse el amparo, se determine que el
referido acto presenta un vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración;
este dispositivo adquiere sentido jurídico, pues en él se encuentra inmerso
implícitamente el principio de efectividad del amparo, el cual orienta y obliga a los
órganos jurisdiccionales que conocen del juicio a resolver atendiendo a un sentido
pragmático, que incida eficazmente en la esfera de derechos del gobernado, y no
se utilice únicamente (por parte del quejoso) para entorpecer la actividad del
Estado, o bien, tratándose de actos jurisdiccionales, para obstaculizar el goce de
los derechos de la contraparte. Bajo ese contexto, de la interpretación sistemática
de los dispositivos 117, último párrafo y 124, último párrafo, de la Ley de Amparo,
se colige que cuando en la demanda de amparo se reclame un acto materialmente
administrativo, el Juez de Distrito deberá actuar procedimentalmente de la
siguiente forma: 1) Rendido el informe justificado, en caso de que la autoridad
responsable complemente la fundamentación y motivación, correrá traslado de
forma personal al quejoso para que, en el plazo de quince días, realice la
ampliación de la demanda, la que se limitará a las cuestiones derivadas de la
referida complementación; 2) Con la ampliación se dará vista a las responsables
así como al tercero interesado y, en su caso, se emplazará a las diversas
autoridades que en ampliación se señalen; 3) Para tales efectos deberá diferirse la
audiencia constitucional; 4) Celebrada ésta, en la sentencia el Juez analizará el
acto reclamado considerando la fundamentación y motivación que para
complementarlo haya expresado la autoridad responsable en el informe justificado;
y, 5) Si considera que, superado lo anterior, aún existe falta o insuficiencia de
aquéllas, en la sentencia concesoria se estimará que el referido acto presenta un
vicio de fondo que impide a la autoridad su reiteración. En consecuencia, la
omisión de dar vista al quejoso con la complementación de la fundamentación y
motivación expresada en el informe justificado, para que amplíe su demanda, en lo
que respecta a esa complementación, que origina que el Juez de Distrito no se
pronuncie en la sentencia en relación con la reiteración o no del acto reclamado,
sin posibilidad de cercioramiento efectivo sobre la incidencia real de éste en la
esfera jurídica del impetrante, es decir, únicamente desde una perspectiva
meramente anulatoria y no reparadora, constituye una violación a las leyes del
procedimiento de amparo, así como al principio de efectividad de las sentencias,
que trasciende al resultado del fallo y obliga a reponer el procedimiento para
subsanar dicha omisión.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Amparo en revisión 89/2014. Delegado de las autoridades responsables del
Municipio de Monterrey, Nuevo León. 24 de abril de 2014. Unanimidad de votos.
Ponente: Luis Alfonso Hernández Núñez. Secretario: Luis Alberto Calderón Díaz.
Esta tesis se publicó el viernes 8 de agosto de 2014 a las 8:05 horas en el
Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2005735
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: IV.2o.A.54 K (10a.)
Página: 2230
AMPARO INDIRECTO. LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO GENERAL DE
INMUTABILIDAD DEL ACTO RECLAMADO EN EL JUICIO RELATIVO,
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 117, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE LA
MATERIA, CONSISTENTE EN QUE, TRATÁNDOSE DE ACTOS
MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS A LOS QUE SE ATRIBUYA LA
AUSENCIA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, LA
AUTORIDAD RESPONSABLE, AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO,
DEBERÁ COMPLEMENTAR DICHOS ASPECTOS, NO CONTRAVIENE EL
DERECHO HUMANO A LA TUTELA JUDICIAL EFECTIVA.
Del artículo 117, penúltimo párrafo, de la Ley de Amparo, vigente a partir del
3 de abril de 2013, se advierte que en el juicio de amparo indirecto se adopta,
como regla general, el principio de inmutabilidad del acto reclamado, pues éste
debe ser apreciado tal como aparezca probado, sin que sea dable a las
autoridades al rendir su informe justificado, variar o mejorar la fundamentación del
acto ni ofrecer pruebas distintas de las consideradas al pronunciarlo, salvo las
relacionadas con las nuevas pretensiones deducidas por el quejoso. No obstante,
esa regla halla una excepción en el último párrafo del propio precepto, conforme al
cual, tratándose de actos materialmente administrativos, al rendir su informe, la
autoridad deberá complementar la ausencia o insuficiencia de fundamentación y
motivación del acto, caso en el cual, el quejoso podrá ampliar su demanda, a fin
de impugnar los aspectos complementados. Así, dicha excepción permite que,
previo al dictado de la sentencia en la audiencia constitucional, excepcionalmente,
tratándose de actos materialmente administrativos, se anticipe la verificación del
cumplimiento de los requisitos constitucionales de fundamentación y motivación y,
concomitantemente, en función de la complementación del acto en cuanto a esos
aspectos, se dé al quejoso la oportunidad de perfeccionar su defensa,
garantizando que en la sentencia se efectúe un análisis integral del acto, tanto en
sus aspectos formales como sustantivos, con lo cual se logra, en principio,
inmediatez en la reparación de las violaciones que, por ser fuente de inseguridad
jurídica, impedían al quejoso ejercer una defensa adecuada; también se aseguran
el estudio y restauración de las violaciones sustantivas que llegasen a existir,
evitando el dictado de una resolución que atienda sólo a los vicios formales pero
que postergue el estudio de los sustantivos, en detrimento del deber de no
repetición como subprincipio del derecho a la tutela judicial efectiva, reconocido en
los artículos 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 8 y
25 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos. Así, en la medida en
que conforme al contenido de este derecho humano, corresponde a los tribunales
evitar dilaciones innecesarias en la resolución del asunto y, en todo caso, en la
restauración de los derechos vulnerados, a través de un procedimiento eficiente y
eficaz, el párrafo final del artículo 117 de la Ley de Amparo no lo contraviene, pues
anticipa al dictado de la sentencia la verificación del respeto al requisito
constitucional de fundamentación y motivación, como garantía instrumental del
derecho humano a la seguridad jurídica y, además, garantiza al gobernado la
aptitud de defenderse y tiene como primer alcance el superar un estado de
incertidumbre denunciado en su demanda, de suerte que si la autoridad
complementa dichos aspectos, se adelanta un efecto restauratorio de la violación
a un derecho humano y se logra que el quejoso conozca dentro del procedimiento
de amparo, con mayor precisión, la naturaleza del acto, para perfeccionar su
defensa ante el acto y dado su conocimiento integral.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Época: Décima Época
Registro: 2005734
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: IV.2o.A.53 K (10a.)
Página: 2232
AMPARO INDIRECTO. LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO GENERAL DE
INMUTABILIDAD DEL ACTO RECLAMADO EN EL JUICIO RELATIVO,
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 117, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE LA
MATERIA, CONSISTENTE EN QUE, TRATÁNDOSE DE ACTOS
MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS A LOS QUE SE ATRIBUYA LA
AUSENCIA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, LA
AUTORIDAD RESPONSABLE, AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO,
DEBERÁ COMPLEMENTAR DICHOS ASPECTOS, NO CONTRAVIENE EL
PRINCIPIO DE LEGALIDAD, COMO GARANTÍA DEL DERECHO HUMANO A LA
SEGURIDAD JURÍDICA.
Del artículo 117, último párrafo, de la Ley de Amparo, vigente desde el 3 de
abril 2013, se advierte una excepción al principio general de inmutabilidad del acto
reclamado en el amparo indirecto, la cual consiste en que tratándose de actos
materialmente administrativos a los que se atribuye la ausencia o insuficiencia de
fundamentación y motivación, al rendir su informe justificado, la autoridad deberá
complementar dichos aspectos, caso en el cual, el quejoso podrá ampliar su
demanda, a fin de impugnar los aspectos complementados; esto con el propósito
de hacer eficiente el juicio de amparo y procurar que en un solo procedimiento se
analicen tanto los vicios formales como los sustantivos del acto materialmente
administrativo. Ahora bien, un recto entendimiento del principio de legalidad, como
garantía del derecho humano a la seguridad jurídica, cuya adopción para el orden
jurídico nacional se refleja en el primer párrafo del artículo 16 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, que prevé los requisitos de
mandamiento escrito, autoridad competente y fundamentación y motivación, como
garantías instrumentales de aquel derecho, lleva a reconocer que la sola
preconización de dichos requisitos en sede constitucional no supone la
inexistencia de actos de autoridad que los incumplan, sino que, en todo caso, si
bien la realidad impone reconocer la existencia de actos carentes de
fundamentación y motivación, por el alcance del referido precepto constitucional,
el gobernado queda legitimado para recurrir a los mecanismos jurisdiccionales de
control y demandar la anulación del acto, esto, en el entendido de que, por virtud
del mismo principio de legalidad, constitutivo de un régimen de facultades
expresas, todo acto de autoridad se presume fundado en la ley y, por ende, válido,
mientras no se demuestre lo contrario. En estas condiciones, de la manera en que
opera el principio de legalidad, no es dable considerar que la excepción al principio
inicialmente señalado lo contravenga, pues no permite la existencia de actos
carentes de fundamentación y motivación, sino que, básicamente y en función de
que el juicio de amparo constituye, per se, una garantía jurisdiccional de
verificación del cumplimiento de dichos requisitos, se establece la posibilidad de
que se acaten, previo al dictado de la sentencia, lo que no supone un
perfeccionamiento del acto reclamado hasta esa etapa, pues éste gozaba ya de
una presunción de legalidad, conforme a la cual se aceptaba que presuntivamente
representaba el ejercicio de una facultad prevista expresamente en una ley como
expresión de la voluntad general soberana, siendo la confirmación o
desestimación de esta presunción a lo que se encamina el mecanismo
excepcional previsto en la disposición aludida de la Ley de Amparo y no a la
afirmación de que los actos que carecen de fundamentos y motivos o que son
insuficientes en dichos aspectos, deban considerarse ineludiblemente válidos,
pues la disposición en análisis no excluye la posibilidad de que se declare la
inconstitucionalidad del acto si no se complementa en cuanto a los aspectos
formales indicados y tampoco esa complementación impediría el dictado de una
sentencia de amparo, si el acto aún tiene otros vicios formales o sustantivos.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Época: Décima Época
Registro: 2005733
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional, Común
Tesis: IV.2o.A.52 K (10a.)
Página: 2233
AMPARO INDIRECTO. LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO GENERAL DE
INMUTABILIDAD DEL ACTO RECLAMADO EN EL JUICIO RELATIVO,
PREVISTA EN EL ARTÍCULO 117, ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE LA
MATERIA, CONSISTENTE EN QUE, TRATÁNDOSE DE ACTOS
MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS A LOS QUE SE ATRIBUYA LA
AUSENCIA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, LA
AUTORIDAD RESPONSABLE, AL RENDIR SU INFORME JUSTIFICADO,
DEBERÁ COMPLEMENTAR DICHOS ASPECTOS, NO ES ARBITRARIA NI
OPERA AISLADAMENTE, PUES EL LEGISLADOR ADOPTÓ MEDIDAS
COMPLEMENTARIAS PARA ASEGURAR EL EQUILIBRIO PROCESAL Y
EXCLUIR LA DENEGACIÓN DE JUSTICIA.
Del artículo 117, último párrafo, de la Ley de Amparo, vigente a partir del 3
de abril de 2013, se advierte que el legislador, como excepción al principio general
de inmutabilidad del acto reclamado en el amparo indirecto, determinó que
tratándose de actos materialmente administrativos a los que se atribuya la
ausencia o insuficiencia de fundamentación y motivación, la autoridad
responsable, al rendir su informe justificado, deberá complementar dichos
aspectos; excepción que si bien es cierto no se explicitó en las iniciativas que
dieron lugar a la expedición de la ley referida, halla su antecedente comprobable
más remoto en la parte justificativa del documento denominado "Proyecto de la
Suprema Corte de Justicia de la Nación de la Ley de Amparo Reglamentaria de
los Artículos 103 y 107 de la Constitución Política de los Estados Unidos
Mexicanos", publicado por el Alto Tribunal en 2001, del que se desprende que la
intención de integrarla era la de evitar que respecto de un mismo acto se
instauraran juicios de amparo sucesivos, uno por la falta de fundamentación y
motivación y, una vez subsanado esto, otro por las violaciones de fondo. Asumido
el propósito de la excepción aludida, es preciso señalar que su introducción a la
regulación del amparo indirecto no es arbitraria ni opera aisladamente, pues, en
principio, su operatividad se encuentra estrictamente acotada en relación con los
juicios de amparo en que se reclaman actos materialmente administrativos,
entendiéndose por éstos aquellos que, con independencia de que la entidad que
los emite, se considere orgánicamente parte de la administración pública, el acto
en sí mismo considerado tenga un objeto o contenido propio de los actos de la
administración para la satisfacción de un interés general. Además, el legislador
adoptó, como reguladoras de dicha excepción, dos disposiciones
complementarias: la primera, contenida en el propio párrafo final del artículo 117
de la Ley de Amparo, consistente en que una vez subsanada la falta o insuficiente
fundamentación y motivación del acto por la autoridad en el informe justificado,
con éste deberá correrse traslado al quejoso, el cual podrá ampliar su demanda en
un plazo de quince días, en relación con las cuestiones derivadas de dicha
complementación y, la segunda, que suscitada la ampliación, se dará vista a las
responsables, al tercero interesado y, en su caso, se emplazará a las autoridades
distintas que se mencionen en la ampliación, difiriéndose en tanto la audiencia
constitucional. Por otra parte, si bien es cierto que en el juicio de amparo opera el
principio de definitividad, cuyo incumplimiento genera la improcedencia del juicio,
regulado, específicamente tratándose de actos administrativos, en la fracción XX
del artículo 61 de la Ley de Amparo, también lo es que existe una excepción a ese
principio tratándose, entre otros supuestos, de actos carentes de fundamentación,
aun cuando en el informe justificado la autoridad responsable señale la
fundamentación y motivación del acto, lo cual constituye la tercera medida para
acotar la funcionalidad de la excepción al principio general de inmutabilidad del
acto reclamado. De lo anterior se advierte que al introducir el legislador la
disposición excepcional indicada inicialmente, ésta aparece encaminada a la
consecución de un propósito válido, que es hacer eficiente el juicio de amparo y,
además, resulta razonablemente acotada, pues también se adoptaron las medidas
instrumentales necesarias para no generar un desequilibrio procesal o indefensión
entre las partes, excluyendo la improcedencia del juicio como efecto denegatorio
de justicia y asegurando el estudio de las violaciones sustantivas atribuibles al
acto reclamado en el mismo asunto en que se analicen las formales; igualmente,
la disposición en estudio es congruente con el artículo 189 de la Ley de Amparo, el
cual establece como regla para todas las materias, privilegiar el estudio de los
conceptos de violación que redunden en un mayor beneficio, definiéndolos como
los que se refieran a violaciones de fondo por encima de las de procedimiento y
forma; regla que se especifica en relación con los actos materialmente
administrativos a través del párrafo final del artículo 117 invocado que, como se
dijo, permite que, superada la existencia de vicios de forma, se analicen las
cuestiones de fondo introducidas desde la demanda, o bien, en su ampliación a
partir de la complementación del acto, a menos que invertir aquel orden de estudio
redunde en un mayor beneficio para el quejoso.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Época: Décima Época
Registro: 2005736
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Común
Tesis: IV.2o.A.49 K (10a.)
Página: 2235
AMPARO INDIRECTO. LA EXCEPCIÓN AL PRINCIPIO GENERAL DE
INMUTABILIDAD DEL ACTO RECLAMADO PREVISTA EN EL ARTÍCULO 117,
ÚLTIMO PÁRRAFO, DE LA LEY DE LA MATERIA, CONSISTENTE EN QUE,
TRATÁNDOSE DE ACTOS MATERIALMENTE ADMINISTRATIVOS A LOS QUE
SE ATRIBUYA LA AUSENCIA O INSUFICIENCIA DE FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN, LA AUTORIDAD RESPONSABLE, AL RENDIR SU INFORME
JUSTIFICADO, DEBERÁ COMPLEMENTAR DICHOS ASPECTOS, SÓLO ES
APLICABLE EN RELACIÓN CON LA HIPÓTESIS DE PROCEDENCIA DEL
JUICIO RELATIVO CONTENIDA EN EL ARTÍCULO 107, FRACCIÓN II, DEL
PROPIO ORDENAMIENTO.
Entre las reglas del juicio de amparo indirecto previstas en la ley de la
materia, vigente desde el 3 de abril de 2013, el último párrafo de su artículo 117
establece que tratándose de actos materialmente administrativos a los que se
atribuya la ausencia o insuficiencia de fundamentación y motivación, al rendir su
informe justificado, la autoridad deberá complementar esos aspectos, caso en el
cual deberá correrse traslado con el informe al quejoso para que, en el plazo de
quince días, amplíe su demanda, la que se limitará a las cuestiones derivadas de
la referida complementación. Ahora bien, desentrañar el sentido de la expresión
"actos materialmente administrativos" contenida en dicha porción normativa, es
necesario para delimitar el campo de aplicación de la referida excepción al
principio general de inmutabilidad del acto reclamado, pues como tal, su aplicación
es estricta, propósito para el cual resulta útil recordar que en la doctrina existen
dos definiciones del acto administrativo, una denominada formal u orgánica, la
cual lo concibe en función de su fuente, esto es, de que represente la actividad de
una entidad orgánicamente integrada a la administración pública, con
independencia del contenido del acto, y otra material o de contenido, que atiende
predominantemente a su objeto, más allá de que su fuente esté o no integrada
orgánicamente a la administración y, conforme a la cual, un acto materialmente
administrativo es aquel que con independencia de que la entidad que lo emite se
considere orgánicamente perteneciente a la administración pública, por su
contenido material, tenga un objeto característico de los actos de dicha
administración para la satisfacción de los intereses generales; siendo esta
acepción la que se considera fue adoptada por el legislador en relación con el
contenido del párrafo final del artículo 117 de la ley que se analiza. De esta
perspectiva, se concluye que la excepción señalada no resulta aplicable respecto
de los actos materialmente legislativos o jurisdiccionales, ni los correspondientes
al ejercicio de la función persecutora del delito o a la facultad punitiva del Estado,
previstos en las fracciones I, III, IV, V, VI, VII y VIII del artículo 107 de la propia Ley
de Amparo como hipótesis de procedencia del juicio biinstancial, sino únicamente
en relación con su fracción II, pues sólo en ésta encuadran los actos denominados
materialmente administrativos, es decir, actos u omisiones que provengan de
autoridades distintas de los tribunales judiciales, administrativos o del trabajo.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Época: Novena Época
Registro: 161368
Instancia: Pleno
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta
Tomo XXXIV, Agosto de 2011
Materia(s): Constitucional
Tesis: P. XII/2011
Página: 23
CONFLICTOS QUE INVOLUCRAN DERECHOS FUNDAMENTALES. SU
RESOLUCIÓN JURÍDICA.
Los derechos fundamentales, siendo en su definición más básica
pretensiones jurídicas destinadas a establecer los límites que los representantes
de los ciudadanos no pueden traspasar en el desarrollo de sus responsabilidades
normativas, no son en sí mismos ilimitados. En efecto, su estructura normativa
típica no es la propia de las reglas -normas jurídicas con condiciones de aplicación
razonablemente detalladas y determinadas, que se aplican mediante
razonamientos subsuntivos- sino la que caracteriza a los principios, que son
imperativos jurídicos con condiciones de aplicación definidas de modo muy
abierto, lo cual los destina naturalmente a entrar en interacción, en los casos
concretos, con otras normas con contenidos jurídicos que apuntan en direcciones
no idénticas. Es por eso que suele decirse que los derechos fundamentales
operan en el razonamiento jurídico como mandatos de optimización, porque su
protección y reconocimiento en los textos constitucionales presuponen
naturalmente que sus exigencias normativas entrarán en conflicto con otras en los
casos concretos, supuesto en el que será necesario desarrollar un ejercicio de
ponderación para articular el resultado de su aplicación conjunta en esos casos.
Así, en las democracias constitucionales actuales la resolución jurídica de los
conflictos que involucran derechos fundamentales no parte cada vez de cero, sino
que el sistema jurídico contiene un abanico más o menos consensuado de reglas
o criterios que expresan lo que puede o no considerarse un equilibrio adecuado
entre ellos en distintos contextos o escenarios aplicativos. Así, algunas de estas
reglas están consagradas expresamente en los tratados de derechos humanos o
en las Constituciones mismas, y otras se van explicitando a medida que la justicia
constitucional va resolviendo casos, incluidos aquellos en los que se juzga la
constitucionalidad de los límites a los derechos incluidos en las leyes. De ahí que
el legislador es competente genéricamente para emitir normas que regulan y
limitan derechos, pero no puede hacerlo como prefiera, sino bajo determinadas
condiciones relacionadas tanto con fines como con medios, en tanto que su labor
normativa -llegado el caso- debe ser cuidadosamente examinada por la Suprema
Corte de Justicia de la Nación para garantizar que los límites que de ella derivan
estén justificados por la necesidad de proteger a su vez derechos e intereses
constitucionalmente amparados, y no haya sido adoptada sobre bases arbitrarias
o insuficientemente sensibles a su impacto en las condiciones de goce del
derecho involucrado.
Amparo en revisión 7/2009. Costco de México, S.A. de C.V. 15 de marzo de
2011. Once votos. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretarias: Francisca
María Pou Giménez, Fabiana Estrada Tena y Paula María García Villegas
Sánchez Cordero.
El Tribunal Pleno, el cuatro de julio en curso, aprobó, con el número XII/2011,
la tesis aislada que antecede. México, Distrito Federal, a cuatro de julio de dos mil
once.
Época: Décima Época
Registro: 2005766
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional
Tesis: IV.2o.A.51 K (10a.)
Página: 2239
PRINCIPIO DE LEGALIDAD. CARACTERÍSTICAS DE SU DOBLE
FUNCIONALIDAD TRATÁNDOSE DEL ACTO ADMINISTRATIVO Y SU
RELACIÓN CON EL DIVERSO DE INTERDICCIÓN DE LA ARBITRARIEDAD Y
EL CONTROL JURISDICCIONAL.
Del artículo 16, primer párrafo, de la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos, se advierten los requisitos de mandamiento escrito, autoridad
competente y fundamentación y motivación, como garantías instrumentales que, a
su vez, revelan la adopción en el régimen jurídico nacional del principio de
legalidad, como una garantía del derecho humano a la seguridad jurídica, acorde
al cual las autoridades sólo pueden hacer aquello para lo que expresamente les
facultan las leyes, en el entendido de que éstas, a su vez, constituyen la
manifestación de la voluntad general. Bajo esa premisa, el principio mencionado
tiene una doble funcionalidad, particularmente tratándose del acto administrativo,
pues, por un lado, impone un régimen de facultades expresas en el que todo acto
de autoridad que no represente el ejercicio de una facultad expresamente
conferida en la ley a quien lo emite, se considerará arbitrario y, por ello, contrario
al derecho a la seguridad jurídica, lo que legitima a las personas para cuestionar la
validez de un acto desajustado a las leyes, pero, por otro, bajo la adopción del
mismo principio como base de todo el ordenamiento, se genera la presunción de
que toda actuación de la autoridad deriva del ejercicio de una facultad que la ley le
confiere, en tanto no se demuestre lo contrario, presunción de legalidad
ampliamente reconocida tanto en la doctrina como en la legislación nacional. Así,
el principio de legalidad, apreciado en su mayor amplitud, da cabida al diverso de
interdicción de la arbitrariedad, pero también conlleva que éste opere a través de
un control jurisdiccional, lo que da como resultado que no basta que el gobernado
considere que determinado acto carece de fundamentación y motivación para que
lo estime no obligatorio ni vinculante o lo señale como fuente de un derecho
incontrovertible a una sentencia que lo anule, sino que, en todo caso, está a su
cargo recurrir a los órganos de control a hacer valer la asumida ausencia o
insuficiencia de fundamento legal y motivación dentro de dicho procedimiento y, a
su vez, corresponderá a la autoridad demostrar que el acto cuestionado encuentra
sustento en una facultad prevista por la norma, so pena de que sea declarado
contrario al derecho a la seguridad jurídica, lo que revela que los procedimientos
de control jurisdiccional, constituyen la última garantía de verificación del respeto
al derecho a la seguridad jurídica, cuyas reglas deben ser conducentes y
congruentes con ese propósito.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
Época: Décima Época
Registro: 2005777
Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 3, Febrero de 2014, Tomo III
Materia(s): Constitucional
Tesis: IV.2o.A.50 K (10a.)
Página: 2241
SEGURIDAD JURÍDICA. ALCANCE DE LAS GARANTÍAS
INSTRUMENTALES DE MANDAMIENTO ESCRITO, AUTORIDAD
COMPETENTE Y FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN, PREVISTAS EN EL
ARTÍCULO 16, PRIMER PÁRRAFO, DE LA CONSTITUCIÓN FEDERAL, PARA
ASEGURAR EL RESPETO A DICHO DERECHO HUMANO.
De las jurisprudencias 1a./J. 74/2005 y 2a./J. 144/2006, de la Primera y
Segunda Salas de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, publicadas en el
Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomos XXII,
agosto de 2005, página 107, de rubro: "PROCEDIMIENTO SEGUIDO EN UNA
VÍA INCORRECTA. POR SÍ MISMO CAUSA AGRAVIO AL DEMANDADO Y, POR
ENDE, CONTRAVIENE SU GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA." y XXIV,
octubre de 2006, página 351, de rubro: "GARANTÍA DE SEGURIDAD JURÍDICA.
SUS ALCANCES.", respectivamente, se advierte una definición clara del contenido
del derecho humano a la seguridad jurídica, imbíbito en el artículo 16, primer
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual
consiste en que la persona tenga certeza sobre su situación ante las leyes, o la de
su familia, posesiones o sus demás derechos, en cuya vía de respeto la autoridad
debe sujetar sus actuaciones de molestia a determinados supuestos, requisitos y
procedimientos previamente establecidos en la Constitución y en las leyes, como
expresión de una voluntad general soberana, para asegurar que ante una
intervención de la autoridad en su esfera de derechos, sepa a qué atenerse. En
este contexto, de conformidad con el precepto citado, el primer requisito que
deben cumplir los actos de molestia es el de constar por escrito, que tiene como
propósito que el ciudadano pueda constatar el cumplimiento de los restantes, esto
es, que provienen de autoridad competente y que se encuentre debidamente
fundado y motivado. A su vez, el elemento relativo a que el acto provenga de
autoridad competente, es reflejo de la adopción en el orden nacional de otra
garantía primigenia del derecho a la seguridad, denominada principio de legalidad,
conforme al cual, las autoridades sólo pueden hacer aquello para lo cual
expresamente les facultan las leyes, en el entendido de que la ley es la
manifestación de la voluntad general soberana y, finalmente, en cuanto a fundar y
motivar, la referida Segunda Sala del Alto Tribunal definió, desde la Séptima
Época, según consta en su tesis 260, publicada en el Apéndice al Semanario
Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo VI, Materia Común, Primera Parte,
página 175, de rubro: "FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN.", que por lo primero
se entiende que ha de expresarse con exactitud en el acto de molestia el precepto
legal aplicable al caso y, por motivar, que también deben señalarse con precisión
las circunstancias especiales, razones particulares o causas inmediatas que se
hayan tenido en consideración para su emisión, siendo necesario, además, que
exista adecuación entre los motivos aducidos y las normas aplicables, lo cual tiene
como propósito primordial, confirmar que al conocer el destinatario del acto el
marco normativo en que el acto de molestia surge y las razones de hecho
consideradas para emitirlo, pueda ejercer una defensa adecuada ante el mismo.
Ahora bien, ante esa configuración del primer párrafo del artículo 16 constitucional,
no cabe asumir una postura dogmatizante, en la que se entienda que por el solo
hecho de establecerse dichas condiciones, automáticamente todas las autoridades
emiten actos de molestia debidamente fundados y motivados, pues la práctica
confirma que los referidos requisitos son con frecuencia inobservados, lo que sin
embargo no demerita el hecho de que la Constitución establezca esa serie de
condiciones para los actos de molestia, sino por el contrario, conduce a reconocer
un panorama de mayor alcance y eficacia de la disposición en análisis, pues en la
medida en que las garantías instrumentales de mandamiento escrito, autoridad
competente y fundamentación y motivación mencionadas, se encuentran
contenidas en un texto con fuerza vinculante respecto del resto del ordenamiento
jurídico, se hace posible que los gobernados tengan legitimación para aducir la
infracción al derecho a la seguridad jurídica para asegurar su respeto, únicamente
con invocar su inobservancia; igualmente se da cabida al principio de interdicción
de la arbitrariedad y, por último, se justifica la existencia de la jurisdicción de
control, como entidad imparcial a la que corresponde dirimir cuándo los referidos
requisitos han sido incumplidos, y sancionar esa actuación arbitraria mediante su
anulación en los procedimientos de mera legalidad y, por lo que atañe al juicio de
amparo, a través de la restauración del derecho a la seguridad jurídica vulnerado.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL
CUARTO CIRCUITO.
Queja 147/2013. Andrés Caro de la Fuente. 22 de noviembre de 2013.
Mayoría de votos. Disidente: Hugo Alejandro Bermúdez Manrique. Ponente: José
Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame Pérez.
VOTO PARTICULAR,
Voto particular del Magistrado Hugo Alejandro Bermúdez Manrique:
Respetuosamente, no comparto el criterio sostenido por la mayoría, en razón de lo
siguiente: El artículo 117 de la Ley de Amparo, publicada en el Diario Oficial de la
Federación el dos de abril de dos mil trece, en lo de interés dispone: "Artículo 117.
La autoridad responsable deberá rendir su informe con justificación por escrito o
en medios magnéticos dentro del plazo de quince días, con el cual se dará vista a
las partes. El órgano jurisdiccional, atendiendo a las circunstancias del caso, podrá
ampliar el plazo por otros diez días. ... Tratándose de actos materialmente
administrativos, cuando en la demanda se aduzca la falta o insuficiencia de
fundamentación y motivación, en su informe justificado la autoridad deberá
complementar en esos aspectos el acto reclamado. En esos casos, deberá correrse
traslado con el informe al quejoso, para que en el plazo de quince días realice la
ampliación de la demanda, la que se limitará a cuestiones derivadas de la referida
complementación. Con la ampliación se dará vista a las responsables así como al
tercero interesado y, en su caso, se emplazará a las diversas autoridades que en
ampliación se señalen. Para tales efectos deberá diferirse la audiencia
constitucional.". Este último párrafo se estima contrario al artículo 16
constitucional, al vulnerar el derecho fundamental ahí contenido. El artículo 16
constitucional, primer párrafo, establece: "Artículo 16. Nadie puede ser molestado
en su persona, familia, domicilio, papeles o posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento. ...". De su lectura se abstrae un mandato supremo, en el
sentido de que todo acto que moleste a la persona, su familia, domicilio, papeles o
posesiones, debe estar sustentado en un mandamiento escrito de autoridad
competente, que funde y motive la causa legal del procedimiento. En ese sentido,
el dispositivo constitucional contempla un derecho fundamental en beneficio de
toda persona, a no ser molestada sino por un acto que satisfaga los predichos
requisitos, a saber: i) que conste por escrito, ii) que se emita por autoridad
competente y iii) que esté fundado y motivado. Esa exigencia es un derecho
fundamental y, por ende indisponible y sólo limitada por los medios que contemple
la propia Constitución, como supuestos excepcionales. Es así, en principio, porque
la letra de la ley eso expresa; el propio texto del primer párrafo claramente dispone
esa exigencia tajante, sin limitaciones ni referencia alguna que lleve a pensar que
se trata de cualquier otra institución diversa a un derecho, es decir, a una
prerrogativa reconocida en la ley a favor de un sujeto y que es exigible a la
autoridad. Y en ese orden, ante la claridad de la ley no cabe otra interpretación.
Asimismo, si bien este mandato tiene estrecha relación con el principio de
legalidad, y su consecución permite a su vez el respeto al derecho de seguridad
jurídica, lo cierto es que no significa que el derecho a no ser molestado sino por
mandamiento escrito de autoridad competente, fundado y motivado, sea una
garantía o una mera cuestión instrumental. Para justificar lo anterior, se recuerda
que la actual redacción constitucional (en seguimiento al derecho procesal
constitucional moderno), ya distingue entre derechos y garantías. Así, una garantía
es el medio "... de los cuales pueden resolverse los conflictos relativos a los
principios, valores y disposiciones fundamentales, con el objeto de reparar las
violaciones de los mismos ...";(32) Luigi Ferrajoli dice que: "... garantía es una
expresión del léxico jurídico con la que se designa cualquier técnica normativa de
tutela de un derecho subjetivo ...",(33) mientras que Miguel Carbonell ejemplifica
que, no es lo mismo el contenido de una obligación que la garantía mediante la
cual las partes acuerdan hacer efectiva esa obligación en caso de incumplimiento.
(34). Por su parte, un derecho fundamental son: "... proposiciones prescriptivas que
establecen que algo está iusfundamentalmente ordenado, prohibido o permitido, o
que atribuyen a un sujeto una competencia de derecho fundamental ...",(35) "...
corresponde entonces la adscripción de un haz de normas a una disposición de
derecho fundamental ...",(36) para el propio Ferrajoli, son: "... todos aquellos
derechos subjetivos que corresponden universalmente a 'todos' los seres humanos
en cuanto dotados del status de personas, de ciudadanos o de personas con
capacidad de obrar; entendiendo por 'derecho subjetivo' cualquier expectativa
positiva (de prestaciones) o negativa (de no sufrir lesiones) adscrita a un sujeto por
una norma jurídica; y por 'status' la condición de un sujeto, prevista asimismo por
una norma jurídica positiva, como presupuesto de su idoneidad para ser titular de
situaciones jurídicas y/o autor de los actos que son ejercicio de éstas ...".(37). En
ese sentido, sin pretender resolver el intrincado debate que aún sostienen los
doctrinistas al respecto, para este estudio es suficiente comprender que el derecho
es una expectativa reconocida a favor de un sujeto por la norma, que se estima
fundamental, si esa norma es la Ley Fundamental de un país, mientras que una
garantía, es el mecanismo para reparar o tutelar aquellos derechos. Luego, el
derecho es un tema de fondo, una prerrogativa sustantiva a favor de alguien,
mientras que la garantía, es una cuestión instrumental, una herramienta que
permite la reparación o tutela de aquél. Y si bien existen algunos derechos que
parecieran confundirse con garantías, por su naturaleza íntimamente ligada con lo
adjetivo, eso no les resta el carácter de derechos, en tanto que siguen siendo
expectativas reconocidas por la ley a favor de un sujeto. Por ejemplo, el derecho de
acceso a la justicia es un derecho fundamental, que tiene una intrincada relación
con las garantías, en tanto que a través de ese derecho se permite el acceso a
instrumentos para lograr la protección de otros, pero no por eso deja de ser
derecho; o bien, el derecho convencional a contar con un recurso efectivo para la
defensa de los derechos humanos, es un derecho -humano-, que se refleja en el
Estado Mexicano con la institución del juicio de amparo, que a su vez se constituye
como garantía para la protección de otros derechos fundamentales. Esa
interrelación, deriva más bien del atributo propio de los derechos humanos (en la
inteligencia que los derechos fundamentales son derechos humanos
constitucionalizados) conocido como interdependencia, que en el dossier del
decreto que modifica la denominación del capítulo I del título primero y reforma
diversos artículos de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, se
definió como: "Interdependencia. Consiste en que cada uno de los derechos
humanos se encuentran ligados unos a otros y entre sí, de tal manera que el
reconocimiento de un derecho humano cualquiera, así como su ejercicio, implica
necesariamente que se respeten y protejan multiplicidad de derechos que se
encuentran vinculados de esa manera.". Desde ese punto de vista, emerge que el
reconocimiento que se realiza a nivel constitucional, en el sentido de que toda
persona no puede ser molestada sino por un acto que: i) conste por escrito, ii) se
emita por autoridad competente y iii) esté fundado y motivado; es un derecho
fundamental, en tanto expectativa reconocida en la Norma Suprema a favor de
todo sujeto, y no simplemente una garantía o instrumento para lograr la
reparación o tutela de un derecho diverso (seguridad jurídica). Lo anterior es de
suma relevancia, porque al tratarse de una cuestión sustantiva, su goce no puede
tratarse con la misma perspectiva que un instrumento adjetivo generado para
lograr la tutela de otra cosa sí sustantiva. Es así, porque dicho derecho es un fin en
sí mismo y no un mero instrumento, independientemente de que por virtud de su
interrelación y naturaleza, su respeto facilite a su vez el respeto de otros derechos
diversos, como el de seguridad jurídica. Sobre el tema, la doctrina (que como lo
señala el voto mayoritario, es útil como referente) coincide en la trascendencia de
este derecho, que no puede verse como una mera cuestión formal, y en la
obligación de la autoridad de que en el acto de molestia se contenga la
fundamentación y motivación, para que éste no sea arbitrario.
Ejemplificativamente, se tiene que Burgoa expone que: "... los actos de autoridad
que necesariamente deben supeditarse a las exigencias que establecen las
garantías (en aquella época no se hacía aún la distinción que el derecho
constitucional moderno establece) consagradas en la primera parte del artículo 16
constitucional ...".(38) Afirma que: "... La exigencia de fundar legalmente todo acto
de molestia impone a las autoridades diversas obligaciones, que se traducen en las
siguientes condiciones: ... 4. En que el citado acto contenga o derive de una
mandamiento escrito, en cuyo texto se expresen los preceptos específicos que lo
apoyen ...",(39) y que: "... La mención de esos motivos debe formularse
precisamente en el mandamiento escrito, con el objeto de que el afectado por el
acto de molestia pueda conocerlos y estar en condiciones de producir su
defensa ...",(40) dice también: "Ambas condiciones de validez constitucional (habla
de la fundamentación y motivación) deben concurrir en el caso concreto para que
aquél no implique una violación a la garantía de legalidad consagrada por el
artículo 16 de la Ley Suprema ...".(41). Dice Peniche López que: "... para que una
molestia pueda causarse, es necesario que el particular que sufre la molestia sepa
por qué se le molesta, qué hechos y con apoyo en qué preceptos de la ley han
impulsado a la autoridad a causar la molestia ...".(42). Por su parte, Ostos Luzuriaga
afirma que: "... No puede la autoridad ordenar una molestia en la persona, familia,
etcétera, si esa orden no está fundada y motivada, es decir, sin que concurran el
apoyo legal y el hecho que lo justifique ...".(43). Carbonell precisa que: "... La
fundamentación y motivación se debe dar en todo tipo de actos de autoridad, pues
el artículo 16 no señala excepciones de ningún tipo ... no deben verse como un
requisito puramente formal ...".(44). En términos similares se ha expresado, en
numerosos criterios el Alto Tribunal del País, que si bien no se han centrado en
resolver alguna controversia expresamente en el sentido de que la emisión del acto
de molestia implica que concomitantemente el acto debe estar fundado y
motivado, al ser un derecho subjetivo del gobernado, esto es, precisamente porque
no había discusión al respecto, en tanto que tradicional y reiteradamente se ha
entendido el artículo 16 en esa amplia comprensión protectora y reconocedora del
derecho fundamental a no resentir un acto de molestia, y cuya fundamentación y
motivación, es concomitante al acto y no posterior. Ejemplificativamente se citan:
"AUTORIDADES. FUNDAMENTACIÓN DE SUS ACTOS. (45). AUTORIDADES.
FUNDAMENTACIÓN DE SUS ACTOS.(46). ACTO RECLAMADO. REQUISITO DE
FUNDAMENTACIÓN.(47). AUTORIDADES, DEBEN FUNDAR SUS ACTOS.(48).
FUNDAMENTACIÓN DE LOS ACTOS.(49). AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS,
FACULTADES DE LAS.(50). AUTORIDADES ADMINISTRATIVAS,
CONSTITUCIONALIDAD DE SUS ACTOS.(51). FUNDAMENTACIÓN Y
MOTIVACIÓN."(52). También se resalta que ese texto del primer párrafo se ha
mantenido desde la Constitución del 57, que establecía: "Nadie puede ser
molestado en su persona, familia, domicilio, papeles y posesiones, sino en virtud de
mandamiento escrito de la autoridad competente, que funde y motive la causa
legal del procedimiento. En el caso de delito in fraganti, toda persona puede
aprehender al delincuente y a sus cómplices, poniéndolos sin demora a disposición
de la autoridad inmediata.". Y de cuyo Constituyente destaca la discusión que al
respecto se centró en cuanto a la amplitud y vaguedad del precepto, pues se
objetaba principalmente que ante los términos de la redacción se abría la puerta al
mal que se trataba de corregir, que era evitar la arbitrariedad de las autoridades,
evitar todo aquello caprichoso.(53)-De tal manera, que a parte de esa intención
primaria de evitar las arbitrariedades, poco se puede abstraer de los debates en el
Constituyente del 17, donde no se habló sobre este tema en específico; sin
embargo, sí destaca que en el proyecto no se condicionó a que se realizará con
mandamiento por escrito, y esa omisión llamó la atención de los comisionados,
quienes procedieron a rectificarla confirmando el criterio del 57, precisamente por
las "... ventajas que reporta para el gobernado la existencia de una orden por
escrito ... puede, en esa forma, oponerse a cualquier mandamiento de la autoridad
que no satisfaga esa condición, de ser expedida por escrito; asimismo, está en
condiciones de enterarse del motivo por el cual se le molesta y además, puede
impugnar de ilegal el mandamiento, responsabilizando a la autoridad que lo
expidió ..."(54). Ello es relevante, porque entre los requisitos específicos que se
contienen en el primer párrafo del artículo 16 constitucional, existe una relación
indisoluble, en tanto que el hecho que se exprese por escrito, permite el respeto y
verificación de que sea haya emitido por autoridad competente, fundando y
motivando su actuar. Asimismo, el que se funde y motive, debe ser por escrito para
evitar la arbitrariedad y la variación de las razones, o el irrespeto de otros
derechos, además se relaciona con la competencia de la autoridad, porque ésta
debe estar justificada. De la misma manera, esta competencia sólo puede
verificarse si se plasma por escrito, fundada y motivadamente. En esa tesitura, es
que tales requisitos no pueden apreciarse como meras herramientas para un fin
mayor, pues son un fin en sí mismas, son derechos de toda persona, ni siquiera
limitada por su nacionalidad o ciudadanía, sino que se trata de un derecho de
amplísimos alcances erigido en un baluarte de protección de la persona, por lo que
la mera emisión de un acto que no sea por escrito, fundado y motivado, por
autoridad competente, es una arbitrariedad, precisamente de las que el
Constituyente pretendía eliminar. Y como derecho constitucionalmente
reconocido, no puede supeditarse por el legislador secundario, por lo que el
contenido del último párrafo del artículo 117 de la Ley de Amparo en vigor, sí es
contrario al numeral 16 constitucional, en tanto que permite a las autoridades
soslayar dicha exigencia suprema, aun cuando se limite a actos administrativos de
los que habla la fracción II del diverso 107 de la propia ley reglamentaria.
Finalmente, se tiene que no es óbice a dicha apreciación la justificación plasmada
por el legislador ordinario, ya que aunque se advierta su intención benéfica de
acortar la solución de fondo de los asuntos, su propuesta plasmada en el último
párrafo del precepto 117 no es la adecuada, en tanto que transgrede el derecho
subjetivo reconocido en el numeral 16 constitucional de que se funden y motiven
los actos de molestia, y el estudio de su inconstitucionalidad no depende de tal
intención, sino de la transgresión o no de los derechos fundamentales.
________________
32. Fix-Zamudio, Héctor, Derecho procesal constitucional, 4a. ed., Editorial Porrúa,
México, 2003, tomo I, p. 283.
33. Ferrajoli, Luigi, Garantías, Jueces para la democracia, Madrid, Núm. 38, julio de
2002, p. 39.
34. Carbonell, Miguel, Los derechos fundamentales en México, 4a. ed., Editorial
Porrúa, México, 2011, p. 7.
35. Bernal Pulido, Carlos, El principio de proporcionalidad y los derechos
fundamentales, Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2007, p.
83.
36. Alexy, Robert, Teoría de los derechos fundamentales, trad. Carlos Bernal Pulido,
Centro de Estudios Políticos y Constitucionales, Madrid, 2008, 2a. ed., 1a. reimp., p.
214.
37. Ferrajoli, Luigi, Derechos y garantías, 7a. ed., Editorial Trotta, Fernández Ciudad,
S.L., 2010, p. 37.
38. Burgoa, Ignacio, Las garantías individuales, 39a. ed., Editorial Porrúa, México,
2007, p. 589.
39. Burgoa, Ignacio, op. cit., p. 602.
40. Burgoa, Ignacio, op. cit., p. 604.
41. Burgoa, Ignacio, op. cit., p. 607.
42. Peniche López, Vicente, Garantías y amparo, Suprema Corte de Justicia de la
Nación, 1a. ed., México, 2006, p. 247.
43. Ostos Luzuriaga, Armando, Curso de garantías y amparo, Suprema Corte de
Justicia de la Nación, 1a. ed., México, 2010, p. 154.
44. Carbonell, Miguel, op. cit., p. 696.
45. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen XXVI, Tercera Parte, página 13, de contenido: "Cuando el artículo 16 de
nuestra Ley Suprema previene que nadie puede ser molestado en su persona, sino
en virtud de mandamiento escrito de la autoridad competente que funde y motive
la causa legal del procedimiento, está exigiendo a las autoridades no simplemente
que se apeguen, según criterio escondido en la conciencia de ellas, a una ley, sin
que se conozca de que ley se trata y los preceptos de ella, que sirvan de apoyo al
mandamiento relativo de las propias autoridades, pues esto ni remotamente
constituiría garantía para el particular. Por lo contrario, lo que dicho artículo les
está exigiendo es que citen la ley y los preceptos de ella en que se apoyen, ya que
se trata de que justifiquen legalmente sus proveídos haciendo ver que no son
arbitrarios. Forma de justificación tanto más necesaria, cuanto que dentro de
nuestro régimen constitucional las autoridades no tienen más facultades que las
que expresamente les atribuye la ley."
46. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen XLIII, Tercera Parte, página 14, de contenido: "El requisito constitucional
de legal fundamentación estriba, no en la invocación global de un código o de un
cuerpo de disposiciones legales, pues de ser esto así, bastaría que los
mandamientos civiles se fundamentaran diciendo 'con apoyo en las disposiciones
del Código Civil', las procesales penales 'con apoyo en las disposiciones del Código
de Procedimientos Penales', etc., lo cual evidentemente dejaría al particular en
igual desamparo que si la garantía de fundamentación no existiera, así como
expuesto a los desmanes de la potestad pública, al no sujetarse ésta al cauce
institucional de dicha garantía."
47. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen XLI, Tercera Parte, página 9, de contenido: "El requisito de
fundamentación que exige el artículo 16 constitucional, no se satisface con la
citación de la ley de la materia, en que se haya apoyado la autoridad responsable,
sino que es indispensable, para que el acto pueda reputarse fundado, que precise,
en concreto, el precepto legal en que pretenda sustentarse."
48. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen XVI, Tercera Parte, página 30, de contenido: "Es un contrasentido
considerar que no es necesario que las resoluciones de las autoridades estén
expresamente fundadas y motivadas, sino que es suficiente con que realicen sus
actos de gobierno dentro de la marca de la legalidad que tienen señalada, ya que si
la autoridad no indica cuales son los dispositivos legales que a su juicio le conceden
la facultad para obrar en la forma que lo hace, se coloca a los particulares en la
situación de adivinar en que preceptos legales pretendió fundarse, lo que de
ninguna manera es el espíritu que informa el artículo 16 constitucional, el cual
exige expresamente que las autoridades responsables funden y motiven sus
resoluciones."
49. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen LIII, Tercera Parte, página 41, de contenido: "Si en una resolución no se
cita ningún precepto legal que se hubiera tomado en consideración para dictarla,
procede conceder al quejoso el amparo y protección de la Justicia Federal que
solicita, para el efecto de que la autoridad responsable dicte la resolución que
proceda, pero fundándola debidamente en ley."
50. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Quinta Época, Segunda Sala,
Tomo XXIX, página 669, de contenido: "Las autoridades administrativas no tienen
más facultades que las que expresamente les conceden las leyes, y cuando dictan
alguna determinación que no está debidamente fundada y motivada en alguna ley,
debe estimarse que es violatoria de las garantías consignadas en el artículo 16
constitucional."
51. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Quinta Época, Segunda Sala,
Tomo LXXI, página 5812, de contenido: "Las autoridades administrativas, por una
parte, sólo pueden hacer lo que la ley les permite, y por otra, la sola existencia de
una ley que no ha sido debidamente aplicada y citada en el acto administrativo que
se reclame, no le da a éste el carácter de constitucional, por lo que si no se le
señala expresamente como fundamento del acto, este es inconstitucional, aunque
la autoridad respectiva alegue: que por tratarse del cumplimiento de leyes de
orden público, la simple omisión de una cita legal de una disposición
administrativa, que tiene su apoyo en preceptos legales permanentes, no puede
ser causa para que se perjudique el interés público."
52. Semanario Judicial de la Federación. Tesis aislada. Sexta Época, Segunda Sala,
Volumen XLVIII, Tercera Parte, página 36, de contenido: "El artículo 16 de la Carta
Magna es terminante al exigir, para la validez de todo acto autoritario de molestia,
que el mismo esté fundado y motivado, debiendo entenderse por fundamentación
la cita del precepto que le sirva de apoyo, y por motivación la manifestación de los
razonamientos que llevaron a la autoridad a la conclusión de que el acto concreto
de que se trate, encuadra en la hipótesis prevista en dicho precepto. No basta, por
consiguiente, con que exista en el derecho positivo un precepto que pueda
sustentar el acto de la autoridad, ni un motivo para que ésta actúe en
consecuencia, sino que es indispensable que se hagan saber al afectado los
fundamentos y motivos del procedimiento respectivo, ya que sólo así estará en
aptitud de defenderse como estime pertinente. Por otra parte, la circunstancia de
que el acto reclamado satisfaga las garantías del mandamiento escrito y de
autoridad competente, no le libera del vicio de inconstitucionalidad consistente en
la ya apuntada falta de fundamentación, pues todas estas garantías son
concurrentes y deben, por lo mismo, ser respetadas por la autoridad en el mismo
acto que de ella emane."
53. Ostos Luzuriaga, Armando, op. cit., p. 142.
54. Ostos Luzuriaga, Armando, op. cit., p. 147