ARTURO AZUELA
KEPlE'R.·Y GALILEOLa misma época, diferentes atmósferas y extracc iones, uno protestante, el otro católico. El primero esKepler (1571-1630): mentalidad conflictiva, hipocondríaco, cubierto de pústulas y llagas, sadomasoquista, combinación barroca de ingenuidad y refinamiento, matemático y fundador de la astronomía moderna. El segundo es Galileo Galile i (15641642): extrovertido, de acre expresión, amigo de laostentación y de la fama, abierto al desafío y a lapolémica, fundador de la física moderna y rebeldeante la autoridad. Kepler escribe tres obras fundamentales: El Misterio del Cosmos, La Nueva Astronomíay La Armonía del Mundo. Por otro lado, Galileo Galilei escribe m últiples obras, entre ellas las siguientes: Mensajero de los Astros, Diálogo sobre losDosPrincipales SistemasdelMundo y Diálogo Sobre'las DosCiencias. ' '
Tres años después de la muerte de Kepler , en
1633, la "Santa Inquisición" pretendía arch ivar lassiguientes declaraciones: " Yo Galileo Galilei. .. ,abandono la falsa opinión... de que el Sol es el centro del universo... Abjuro,. maldigo y detesto losdichos errores".' El italiano, en la última etapa desu vida habla desafiado contundentemente a la autoridad. El paso fue trascendental, la autonomía dela ciencia se fue afirmando, fue logrando su trayectoria ajena a misticismos y dogmas . De ahí en adelante, con heroicos esfuerzos, la ciencia comenzó adesplazarse sobre el camino de la libre investigación. Es verdad que Galileo murió ciego, que pagóla penitencia de su desafío; pero otorgó a la cienciauna nueva dimensión : ayudó a eliminar al espectador, al mirón empedernido, a los espejos que separaban al hombre de la naturaleza.
Praga , la ciudad de las cien torres, de gran tradición universitaria, fue testigo de la obra más
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Arturo Azuela, escrito r y estudioso de la ciencia, publicó el añopasado Manifesración de silencios, su última novela, en Jo aquinMortiz. Dirige la Revista de la Universidad desde octubre de1978. Este trabajo es fragmento de un ensayo sobre la génesis dela historia de la ciencia en el Renacimiento .
fructífera de Johannes Kepler. En 1609 salió a laluz La Nueva Astronomía. basada en la Causalidado Física del Cielo. Mientras tanto, Galileo dabauna demostración pública de su telescopio y comenzaba a redactar El Mensajero de las Estrellas.Kepler volvía los ojos a la tradicción pitagórica: eluniverso se podía matematizar, las leyes astronómicas se entrelazaban con los símbolos y las entidades geométricas . El círculo cedió su lugar a laelipse, órbita de los planetas; el Sol se desplazó auno de los focos. Kepler, miope y conflictivo, inauguraba la astronomía matemática y abría unaconcepción revolucionaria del universo.
De acuerdo con el historiador de la ciencia Arthur Koestler, Kepler y Galileo tuvieron su "primercontacto epistolar en 1597".2Ambos estaban profundamente preocupados por el sistema copernicano, por el heliocentrismo del universo. En esta primera etapa, Kepler ya se había definido públicamente como un defensor de Copérnico, mientrasque Galileo temía la burla y el escarnio.
Si nos atenemos a los documentos analizadospor varios historiadores de la ciencia, encontramosque la relación epistolar entre Kepler y Galileo fueesporádica. En ella reflejaron ambos sus temperamentos antagónicos. El matemático imperial dePraga siempre vió con respeto y admiración al sabio florentino; éste, en cambio, asumió una actitudindiferente y en ocasiones hostil. "Galileo dejó sinrespuesta muchas cartas que le envió Kepler". 'Además, sus relaciones se vieron enturbiadas porel chisme, el celo y la calumnia. "Considerad el embarazo que me causa vuestro silencio... " . " Enmodo alguno deseo impedir que Galileo pretendacomo suyo lo que es mío. Mis testigos son el tiempoy la brillante luz del día..." "Te pido Galileo que mefacilites un testimonio de la existencia de tales planetas; por varias cartas que escribiste a terceras personas me entero que no te faltan tales testimonios... "4
Estas son las frases que abundan en las cartas de Kepler.
El comportamiento de Galileo correspondía aldesprecio. Sin lugar a dudas, Kepler habría sido sumejor aliado en los momentos más difíciles, en ladefensa del sistema copernicano. Es verdad quenunca se conoc ieron personalmente, que vivían endiferentes países; pero ésta no es razón suficientepara interpretar que su relación epistolar o meramente científica fallara en forma tan definitiva. Porotro lado, también podemos entender que el temperamento de Galileo, soberbio y arrogante, influyó en su absurdo desprecio hacia el más grande astrónomo de su época . "En sus obras, Galileo raravez menciona el hombre de Kepler y casi siemprelo hace ron la intención de refutarlo".' Esa revolución kepleriana de la astronomía jamás fue tomadaen consideración por Galileo. Las tres leyes de Kepler, los descubrimientos que éste realizó en óptica,son elementos esenciales que Galileo ignoró, puesdefendió , firmemente convencido hasta el fin de suvida, los círculos y epiciclos que consideraba como
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única forma adecua da del movimiento del cielo.Incontables obras se han escrito en torno a la
vida de Galileo . También conocernos con bastanteprecisión anécdo ta s, confli ctos y estudios respectoala vida de Kepler . Desde Geo rge Sarton hastaArthur Koe stler , desde Anto nio 8anfi, René Dubos, hasta Alexander K ovr e,> en las últimas tresdécadas se ha enriquecido' notablemente labibliografía en torn o a estos dos grandes fundadores dela ciencia modern a. Sin embargo, lo relativo albinomio Kepler-G alile o (ca rtas, estudios comunes,temperamentos ant agón icos, extracc iones diferentes yobjetivos simila res) no ha sido estudiado suficientemente , no se ha ca lado todavía en su vinculaciónsui generis. Uno a la IU /. del otro, en materia científica o person al , Kepler buscando y admirando aGalileo y éste viendo con cierta indiferencia laqueno consideraba ap orte suyo, daría como resultadoun estudi o suma mente valioso. una obra que vendría a completar; a integrar, e! estudio de la historia de la ciencia ren acent ista,
En Harmonice Mili/di. Kcpler escribió, al referírse al alquim ista Robcrt l-Iudd : "Es evidente queélse complace principulmcn te cn las charadas inteligibles sobre el mundo real. en tanto que mi finalidad es, por el co ntra rio, lleva r los oscuros hechosde la naturulcza a la br illantc l uz de!conocimíento.El métod o de Fludd es el de los alquimistas hermé- .tices y discípulos de Purucclso: e! mio es el delrnatemático" .' Kcple r, el gc ómetru y calculista, considerado según él mismo por Dios para revelar loslaber into s de la a rmonía del cos mos, murió en1630. Gal ileo muri ódoce ,lIi os después, con elgolpe de la Inquisici ón sobre SI IS espaldas: ciego yabandonado, su cuerpo inerte recibió funeralesprivados.
Aquí están , pues, los dos primeros hombres quedemo straron científicamente que el universo noera fijo ni inmuta ble: que los planetas se movíanalrededor del Sol y que e! Sol mismo giraba sobre sueje.
Notas
1) Bertr and Russell, El impacto de la ciencia en la sociedad, tr~'ducci ón de Juan Novella Domingo. cua rta edición, Madrid,Agu ilar.1 961 p,29.2) Arthur Koestler , Los Sonámbulos. tr adu cción de AlbertoLu is Bixio, Buenos Ai re s. Ed ito rial Universita ria de BuenosAire s, 1963. p. 349.3) lbid.• p. 37 1.4) lbid. , p. 353.367. 370.5) lbid ., p.37!. . . .6) José Ortega y Gusset, En turno (J Galileo, tercera edici ón, Ma-dr id, Revista de Occiden te, 1959.Art hur Koestler . op. cit .Antonio Bunfi, Vida de Galileo Galilei. traducción de AlbertoMéndez, Madrid . Alianza Editorial . 1967.Ren é Dubos, Los Sue ños de la Ra z ún, fondo de Cultura Eco-,nóm ica. México. 196~ .
Alexunder Koyre, Etudes Galit éannes, Par ís. 1940.Al exunder K oyre, From the closed world 10 the infinite universe,Balt imor e.1 957.7) Arthur Koe stler, op. cit ., p. 339.