Juncal Manterola Zabala
Luis Español González y Mª del Mar Ibáñez Fernández
Facultad de Ciencias, Estudios Agroalimentarios e Informática
Matemáticas y Computación
Título
Director/es
Facultad
Titulación
Departamento
TESIS DOCTORAL
Curso Académico
Las matemáticas en los estudios de náutica en España en el siglo XVIII: estudio comparativo de los libros de
texto empleados en la formación de pilotos y guardiamarinas
Autor/es
© El autor© Universidad de La Rioja, Servicio de Publicaciones, 2016
publicaciones.unirioja.esE-mail: [email protected]
Las matemáticas en los estudios de náutica en España en el siglo XVIII:estudio comparativo de los libros de texto empleados en la formación de
pilotos y guardiamarinas, tesis doctoralde Juncal Manterola Zabala, dirigida por Luis Español González y Mª del Mar Ibáñez
Fernández (publicada por la Universidad de La Rioja), se difunde bajo una LicenciaCreative Commons Reconocimiento-NoComercial-SinObraDerivada 3.0 Unported.
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UNIVERSIDAD
DE LA RIOJA
LAS MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE
NÁUTICA EN ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII:
ESTUDIO COMPARATIVO DE LOS LIBROS
DE TEXTO EMPLEADOS EN LA
FORMACIÓN DE PILOTOS Y
GUARDIAMARINAS
JUNCAL MANTEROLA ZABALA
Memoria presentada para optar al
GRADO DE DOCTOR
Dire tores:
Dr. Luis Español González, Universidad de La Rioja
Dra. M
a
del Mar Ibáñez Fernández, UPV/EHU
Programa de Do torado de Ingeniería Elé tri a, Matemáti as
y Computa ión
Departamento de Matemáti as y Computa ión
Logroño, 2015
A mis padres, a quienes tanto admiro
A José Ángel, Iñaki y Jon
AGRADECIMIENTOS
i
Agrade imientos
Mi primer agrade imiento es para el profesor Luis Español, dire tor de esta
tesis, pues su ayuda ha sido impres indible para la �naliza ión de esta Memo-
ria. Sin embargo, mi gratitud va mu ho más allá del terreno profesional. Son
mu has las ualidades de Luis, pero sin duda me quedo on su alidad humana,
de la que he podido disfrutar en todos nuestros en uentros.
A la profesora Itsaso Ibáñez, dire tora de esta tesis, por ayudarme en mis
primeros pasos, fa ilitándome el material que M
a
Asun Iglesias le donó y trans-
mitiéndome su ono imiento experto sobre la náuti a.
A Idoia Iriondo y Marina Susperregui del Servi io de do umenta ión del
Campus Universitario de Gipuzkoa, por su e� a ia y empeño en la búsqueda
de aquellas obras que por motivos diversos han sido difí iles de hallar. Tam-
bién por su amabilidad al ofre erme todo tipo de fa ilidades en el uso de la
bibliote a.
A Iera Arrieta, por esas ortas itas entre lase y lase on un afé de por
medio; hemos elebrado nuestros logros y nos hemos ayudado en los momentos
de risis.
A Adolfo Morais y José Igna io Barragués, amigos on mayús ulas. Ellos
me han a ompañado en este amino, omo en otros tantos, on la �rme on-
vi ión de que lograría �nalizar este trabajo. In luso me han liberado de las
tareas do entes en los momentos más apremiantes.
A M
aCinta Caballer por tantas horas de larga onversa ión donde nun a
han faltado ni palabras de ánimo ni su onsejo experto sobre la materia. La
amistad que nos une me re onforta y enrique e día a día.
A mi familia por ayudarme a no perder de vista en ningún momento las
osas que verdaderamente importan en la vida.
A mis hermanas, por ha er que los momentos de en uentro hayan sido un
pequeño oasis, un paréntesis en el queha er diario.
A mis padres, por tantas osas [. . . ℄, por transmitirme on su ejemplo diario
los valores y prin ipios para ondu irme en la difí il tarea de la vida. Y por
su entrega diaria, a re entada en estos últimos tiempos de trabajo más intenso.
A José Ángel, Iñaki y Jon quienes más han sentido mis ausen ias otidianas,
in luso en momentos importantes. Aunque no puedo devolverles el tiempo
perdido, espero poder ompartir a partir de ahora más tiempo on ellos.
Índi e general
INTRODUCCIÓN 1
1. PRELIMINARES 11
1.1. La Casa de la Contrata ión de Sevilla (1503-1717) . . . . . . . . 13
1.1.1. Ordenanzas y plan de estudios . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.1.1.1. Ordenanzas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 13
1.1.1.2. Plan de estudios . . . . . . . . . . . . . . . . . 15
1.1.1.3. Textos para la náuti a . . . . . . . . . . . . . . 19
1.2. Matemáti as del XVIII . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35
1.2.1. Las matemáti as en la España de los Austrias . . . . . . 35
1.2.2. Tres novatores valen ianos . . . . . . . . . . . . . . . . . 41
1.2.3. Las matemáti as en la España de los primeros Borbones 44
1.2.4. So iedades E onómi as de Amigos del País . . . . . . . . 55
1.2.5. Matemáti as para la Náuti a: de Tos a a Bails . . . . . . 62
2. MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA EN
ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII 67
2.1. Introdu ión . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 69
2.2. El Real Colegio Seminario de San Telmo . . . . . . . . . . . . . 70
2.2.1. Funda ión y objetivos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71
2.2.2. Ordenanzas y planes de estudios . . . . . . . . . . . . . . 74
2.2.2.1. Las Ordenanzas de 1786 . . . . . . . . . . . . . 76
2.3. Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares . . . . . . 86
2.3.1. Las Es uelas Parti ulares . . . . . . . . . . . . . . . . . . 87
2.3.2. Las Ordenanzas de 1748. Es uelas Departamentales . . . 95
2.3.3. Real Orden de 12 de julio de 1783 . . . . . . . . . . . . . 100
2.3.4. El Plan Winthuysen . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 101
2.4. A ademias de guardiamarinas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 111
2.4.1. Funda ión de la Real A ademia de Guardiamarinas de
Cádiz. Requisitos de admisión de los adetes . . . . . . . 114
2.4.2. El primer plan de estudios. La Instru ión Patiño . . . . 118
2.4.3. El Plan Bordi k . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123
2.4.4. El plan de estudios de 1748 . . . . . . . . . . . . . . . . 128
2.4.5. Plan de estudios propuesto por Jorge Juan . . . . . . . . 135
vi ÍNDICE GENERAL
2.4.6. Plan de estudios de 1783 para las A ademias de Guar-
diamarinas de Cartagena y Ferrol . . . . . . . . . . . . . 141
2.4.7. Estudios Mayores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 148
3. LIBROS DE TEXTO 155
3.1. Catálogo de autores . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157
3.1.1. Al alá-Galiano, Dionisio (1760-1805) . . . . . . . . . . . 158
3.1.2. Ár her Menor, Miguel (1689-1752) . . . . . . . . . . . . 161
3.1.3. Bails, Benito (1730-1797) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
3.1.4. Barreda y A evedo, Fran is o de (1713-1791) . . . . . . . 165
3.1.5. Cedillo Rujaque, Pedro Manuel (1676-1671) . . . . . . . 168
3.1.6. Cis ar y Cis ar, Gabriel (1760-1829) . . . . . . . . . . . 171
3.1.7. Fernández Rodríguez, Antonio Gabriel (1702-1703) . . . 175
3.1.8. Godin Charrón, Luis (1704-1760) . . . . . . . . . . . . . 178
3.1.9. Juan Santa ilia, Jorge (1713-1773) . . . . . . . . . . . . 182
3.1.10. López Royo, Fran is o (¾?-1798) . . . . . . . . . . . . . . 188
3.1.11. Mazarredo Salazar, José Domingo de (1745-1812) . . . . 189
3.1.12. Mendoza y Ríos, José de (1763-1816) . . . . . . . . . . . 192
3.1.13. Rosell Vi iano, Antonio Gregorio (1748-1829) . . . . . . 196
3.1.14. Sán hez Re iente, Juan (1684-1757) . . . . . . . . . . . . 198
3.1.15. To�ño de San Miguel Vandewale, Vi ente (1732-1795) . . 203
3.1.16. Tos a Mas ó, Tomás Vi ente (1651-1723) . . . . . . . . . 207
3.1.17. Estudio bibliométri o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 210
3.2. Des rip ión y análisis de textos . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
3.2.1. (1707-1715). Compendio Mathemati o. Tos a . . . . . . . 213
3.2.2. 1717. Compendio de la Arte de Navega ion. Cedillo . . . 219
3.2.3. 1718. Trigonometria apli ada a la Navega ion. Cedillo . 224
3.2.4. 1739. Tratado de Trigonometria plana general. Sán hez
Re iente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 232
3.2.5. 1742. Tratado de Trigonometria Nauti a, y de la ons-
tru ion. Sán hez Re iente . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
3.2.6. 1742. Compendio de la Geometria Elementar, Aritmeti a
Inferior, y Trigonometria Plana y Espheri a. Fernández
Rodríguez . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 243
3.2.7. 1745. Tratado de la Cosmographia, y Nauti a. Cedillo
Rujaque . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 248
3.2.8. 1749. Tratado de Navega ion Theori a, y Pra ti a. Sán-
hez Re iente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 260
3.2.9. 1751. Tratado de Arithmeti a theori a, y pra ti a. Sán-
hez Re iente . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 267
3.2.10. 1756. Le iones nauti as. Ár her Menor . . . . . . . . . . 272
3.2.11. 1757. Compendio de Navega ion para el uso de los Ca-
valleros Guardias-Marinas. Juan Santa ilia . . . . . . . . 281
3.2.12. 1758. Compendio de Mathemàti as para el uso de los Ca-
valleros Guardias-Marinas. Godin Charrón . . . . . . . . 297
ÍNDICE GENERAL vii
3.2.13. 1766. El Marinero Instruido en el Arte de Navega ion
spe ulativo, y pra ti o. Barreda y A evedo . . . . . . . . 306
3.2.14. 1770. El arithmeti o inferior, espe ulativo, y pra ti o.
Barreda y A evedo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 314
3.2.15. 1771. Examen Maritimo. Juan Santa ilia . . . . . . . . . 318
3.2.16. 1771. Compendio de la Geometria elemental y Trigono-
metria re tilinea. To�ño de San Miguel Vandewale . . . . 324
3.2.17. (1772-1783) Elementos de Matemáti a. Bails . . . . . . . 331
3.2.18. 1776. Prin ipios de Matemáti a. Bails . . . . . . . . . . . 333
3.2.19. 1784. Trigonometria Esferi a. Fernández Rodríguez . . . 338
3.2.20. 1785. Institu iones Matemáti as. Rosell Vi iano . . . . . 342
3.2.21. 1787. Tratado de Navega ion. Mendoza y Ríos . . . . . . 348
3.2.22. 1790. Le iones de Navega ion para el uso de las Com-
pañias de Guardias-Marinas. Mazarredo Salazar . . . . . 351
3.2.23. 1795. Tratado de Aritméti a para la instru ion de los
Guardias Marinas. Cis ar y Cis ar . . . . . . . . . . . . 359
3.2.24. 1795.Memoria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por
dos alturas de sol. Al alá-Galiano . . . . . . . . . . . . . 363
3.2.25. 1795.Memoria sobre algunos metodos nuevos de al ular
la longitud por las distan ias lunares. Mendoza y Ríos . . 365
3.2.26. 1796. Memoria sobre las observa iones de latitud y lon-
gitud en el mar. Al alá-Galiano . . . . . . . . . . . . . . 367
3.2.27. 1796. Tratado de Trigonometría Esféri a. Cis ar y Cis ar 369
3.2.28. 1796. Tratado de Cosmografía para la instru ión de los
Guardias Marinas. Cis ar y Cis ar. . . . . . . . . . . . . 380
3.2.29. 1798. Memoria sobre los métodos de hallar la longitud
en la mar por las observa iones lunares. López Royo . . 392
4. TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS 395
4.1. Las paralelas en los libros de Geometría . . . . . . . . . . . . . . 398
4.1.1. Elementos Libro I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 398
4.1.2. Las varia iones del Quinto Postulado . . . . . . . . . . . 404
4.1.3. En el Compendio de Tos a, 1707 . . . . . . . . . . . . . 406
4.1.4. En el Compendio de Fernández, 1742 . . . . . . . . . . . 410
4.1.5. En el Compendio de To�ño, 1771 . . . . . . . . . . . . . 412
4.1.6. En los Elementos de Bails, 1779 . . . . . . . . . . . . . . 419
4.2. Números negativos en Aritméti a-Álgebra . . . . . . . . . . . . 421
4.2.1. Estado de la uestión en el siglo XVIII. . . . . . . . . . . 423
4.2.1.1. Fenómenos que representan negativos . . . . . . 425
4.2.2. En el Compendio de Tos a, 1709 . . . . . . . . . . . . . 427
4.2.3. En el Compendio de Godin, 1758 . . . . . . . . . . . . . 433
4.2.4. En los Elementos de Bails, 1779 [Bézout, 1764℄ . . . . . 435
4.2.5. En las Institu iones de Rosell, 1785 . . . . . . . . . . . . 439
4.2.6. En el Tratado de Cis ar, 1795 . . . . . . . . . . . . . . . 444
4.2.7. Algunas on lusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 446
viii ÍNDICE GENERAL
4.3. Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo . . . . . . 447
4.3.1. La inven ión de los logaritmos y su llegada a España . . 448
4.3.1.1. Los logaritmos en España . . . . . . . . . . . . 455
4.3.2. En el Compendio de Tos a, 1710 . . . . . . . . . . . . . 459
4.3.3. En la Trigonometria de Cedillo, 1718 . . . . . . . . . . . 464
4.3.4. En el Tratado de Sán hez Re iente, 1739 . . . . . . . . . 465
4.3.5. En el Compendio de Fernández, 1742 . . . . . . . . . . . 468
4.3.6. Algunas on lusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 469
4.4. Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría . . . . . . . 470
4.4.1. Los logaritmos en el Compendio de Godin, 1758 . . . . . 470
4.4.2. En los Elementos de Bails, 1779 . . . . . . . . . . . . . . 474
4.4.2.1. Aspe tos superiores de los logaritmos . . . . . . 481
4.4.3. En las Institu iones de Rosell, 1785 . . . . . . . . . . . . 488
4.4.4. En el Tratado de Cis ar, 1795 . . . . . . . . . . . . . . . 491
4.4.5. Algunas on lusiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 495
CONCLUSIONES 497
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 505
A. ABREVIATURAS Y SIGLAS 537
ABREVIATURAS Y SIGLAS 537
B. ÍNDICES 541
ÍNDICES 541
Índi e de tablas
1.1. Comparando el Compendio de Tos a y los Elementos de Bails . . . . 63
2.1. Distribu ión de materias del plan de 1786. Fuente: Elabora ión pro-
pia a partir de ORDENANZAS [1786℄ . . . . . . . . . . . . . . . . 78
2.2. Distribu ión de materias del plan de 1794. Fuente: Elabora ión pro-
pia a partir de ORDENANZA [1794℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . 83
2.3. Distribu ión de materias del plan del Plan Winthuysen. Fuente: Ela-
bora ión propia a partir de MNM, ms. 895, do . 1 . . . . . . . . . . 103
2.4. Distribu ión horaria del plan do ente de 1718. Fuente: Elabora ión
propia a partir AGS, Guerra Moderna, leg. 3003 . . . . . . . . . . . 121
2.5. Distribu ión horaria de la do en ia según la Instru ión Bordi k.
Fuente: Elabora ión propia a partir AGS, Marina, leg. 80 . . . . . . 127
2.6. Horario de lases según el plan de estudios de 1748. Fuente: Elabo-
ra ión propia a partir de ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo,
Título Sexto, artí ulos VIII, IX, XIII-XV, pp. 53-56℄ . . . . . . . . . 131
2.7. Distribu ión de materias en el plan de estudios propuesto por Jorge
Juan. Fuente: Elabora ión propia a partir de AGS, Marina, leg. 83 . 137
2.8. Distribu ión de materias del plan de 1783. Fuente: Elabora ión pro-
pia a partir de AMN, ms. 1563, do . 8 . . . . . . . . . . . . . . . . 142
3.1. Combina ión de espe ies de lados y ángulos de triángulos obli uán-
gulos. Fuente: Elabora ión propia a partir de CISCAR [1796a, p. 45℄ 374
4.1. Diferen ias terminológi as y numéri as . . . . . . . . . . . . . . . . 406
4.2. Comparando la geometría en Bézout y en To�ño . . . . . . . . . . . 415
Índi e de �guras
1.1. Ley V, Ordenanza 218. Crea ión de la Cátedra de Cosmografía . . . 16
1.2. Portada del libro FERNÁNDEZ DE ENCISO (1519) Suma de geo-
graphia [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
1.3. Portada del libro FALEIRO (1535) Tratado del Efphera y del arte del
marear [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
1.4. Portada del libro CHAVES, JERÓNIMO DE (1545) Tra tado de la
Sphera [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
1.5. Portada del libro MEDINA, PEDRO DE (1545) Arte de nauegar [. . . ℄ 25
1.6. Portada del libro CHAVES, JERÓNIMO DE (1576) Chronographia
o reportorio de los tiempos [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
1.7. Portada del libro CORTÉS ALBACAR, MARTIN (1551) Breue om-
pendio de la sphera y de la arte de navegar [. . . ℄ . . . . . . . . . . . 28
1.8. Portada del libro MEDINA, PEDRO DE (1563) Regimieto de nauega io
[. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 30
1.9. Portada del libro ZAMORANO, RODRIGO (1581) Compendio de la
Arte de Navegar [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31
1.10. Portada del libro CHAVES, ALONSO DE (1983) Quatri Partitu [. . . ℄ 33
1.11. Portada del libro Observa iones astronomi as y phisi as . . . . . . . 47
1.12.Método on que se han de enseñar las matemáti as en el Seminario
Bas ongado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58
2.1. Cédula funda ional del Real Colegio Seminario de San Telmo . . . . 72
2.2. Cartel anun iador de las le iones en el Museo Matemáti o de Bilbao 88
3.1. ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1760-1805). Retrato de José Va-
llejo y Galeazo y �rma del autor . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 158
3.2. Firma de Benito Bails . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 162
3.3. CISCAR, GABRIEL (1760-1829) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 171
3.4. Firma de Gabriel Cis ar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 173
3.5. GODIN, LUIS (1704-1760) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178
3.6. JUAN, JORGE (1713-1773) . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 183
3.7. Firma de Jorge Juan . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 184
3.8. MAZARREDO, JOSÉ DE (1745-1812) por Jean François-Marie Be-
llier pintor de ámara de la reina María Antonieta de Fran ia . . . . 190
3.9. Firma de José de Mazarredo. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 191
xii ÍNDICE DE FIGURAS
3.10.MENDOZA, JOSÉ DE (1763-1816), retrato y �rma . . . . . . . . . 193
3.11. TOFIÑO, VICENTE (1732-1795) . . . . . . . . . . . . . . . . . . 203
3.12. Firma de Vi ente To�ño . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 205
3.13. TOSCA, TOMÁS VICENTE (1651-1723) por Luis Fernández Nose-
ret en 1791 . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 207
3.14. Distribu ión de obras en dos mitades de siglo . . . . . . . . . . . . 210
3.15. Distribu ión de obras por dé adas . . . . . . . . . . . . . . . . . . 211
3.16. Distribu ión de obras por materias . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
3.17. Distribu ión de obras en por entajes . . . . . . . . . . . . . . . . . 212
3.18. Portada del libro TOSCA, TOMÁS (1707-1715) Compendio Mathe-
mati o [. . . ℄. Tomo I . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 213
3.19. Figura 18, �E∫tampa� 3. Fuente: TOSCA [1715, Tomo VII℄ . . . . . 215
3.20. Figura 27, �E∫tampa� 3. Fuente: TOSCA [1715, Tomo VII℄ . . . . . 216
3.21. Portada del libro CEDILLO, PEDRO MANUEL (1717) Compendio
de la Arte de Navega ion [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 220
3.22. Portada del libro CEDILLO, PEDRO MANUEL(1718) Trigonome-
tria apli ada a la Navega ion [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 225
3.23. Constru ión de la Es ala Plana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 231
3.24. Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1739) Tratado de
Trigonometria plana general [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 233
3.25. Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1742) Tratado de
Trigonometria Nauti a [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 237
3.26. Portada del libro FERNÁNDEZ, ANTONIO GABRIEL (1742) Com-
pendio de la Geometria Elementar, Espe ulativa y Pra ti a [. . . ℄ . . . 244
3.27. Portada del libro CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL (1745)
Tratado de la Cosmographia, y Nauti a [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . 249
3.28. Figura 1 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252
3.29. Figura 2 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 253
3.30. Figura 3 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255
3.31. Figura 8 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 256
3.32. Figura 9 del libro CEDILLO [1750℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257
3.33. Figura 34 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . 258
3.34. Figura 41 del libro CEDILLO [1745℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . 259
3.35. Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1749) Tratado de
Navega ion Theori a, y Pra ti a [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . 261
3.36. Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1751) Tratado de
Arithmeti a theori a, y pra ti a [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . 268
3.37. Portada del libro ÁRCHER, MIGUEL (1756) Le iones nauti as [. . . ℄ 273
3.38. Figura I de las de�ni iones de geometría del libro ÁRCHER [1756℄ . 275
3.39. Figura IIII [si ℄ de las de�ni iones de geometría del libro ÁRCHER
[1756℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 276
3.40. Figura I de la �Le ion 6� del libro ÁRCHER [1756℄ . . . . . . . . . 279
3.41. Figura 1 de la �Le ion 7� del libro ÁRCHER [1756℄ . . . . . . . . 280
3.42. Portada del libro JUAN, JORGE (1757) Compendio de Navega ion
para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas [. . . ℄ . . . . . . . . 282
ÍNDICE DE FIGURAS xiii
3.43. Figura 1a. Primera lámina del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . 286
3.44. Figuras 15 y 16 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . 287
3.45. Figura 24 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 288
3.46. Figura 23 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 289
3.47. Figura 29 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 291
3.48. Figura 30 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292
3.49. Figura 27 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293
3.50. Figura 31 del libro JUAN [1757℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 294
3.51. Portada del libro GODIN, LUIS (1758) Compendio de Mathemàti as
para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas [. . . ℄ . . . . . . . . 298
3.52. Tabla pitagóri a. Fuente: GODIN [1758℄ . . . . . . . . . . . . . . . 303
3.53. Ejemplo del ál ulo de produ tos en el libro GODIN [1758℄ . . . . . 303
3.54. Portada del libro BARREDA, FRANCISCO DE (1766) El Marinero
Instruido en el Arte de Navega ion spe ulativo, y pra ti o [. . . ℄ . . . 307
3.55. Portada del libro BARREDA, FRANCISCO JOSÉ DE (1770) El
arithmeti o inferior, espe ulativo, y pra ti o [. . . ℄ . . . . . . . . . . 315
3.56. Portada del libro JUAN, JORGE (1771) Examen Maritimo [. . . ℄ . . 319
3.57. Portada del libro TOFIÑO, VICENTE (1771) Compendio de la Geo-
metría elemental y Trigonometría re tilínea . . . . . . . . . . . . . 324
3.58. Portada del libro BAILS, BENITO (1779) Elementos de Matemáti a.
Tomo III. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332
3.59. Portada del libro BAILS, BENITO (1776) Prin ipios de Matemáti a.
Tomo II. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 334
3.60. Portada del libro FERNÁNDEZ, ANTONIO GABRIEL (1784) Tri-
gonometria Esferi a [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 339
3.61. Portada del libro ROSELL, ANTONIO GREGORIO (1785) Institu-
iones Matemáti as [. . . ℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 343
3.62. Portada del libro MENDOZA, JOSÉ DE (1787) Tratado de Navega ion348
3.63. Portada del libro MAZARREDO, JOSÉ DE (1790) Le iones de Na-
vega ion para el uso de las Compañias de Guardias-Marinas . . . . . 351
3.64. Figura 7 del libro MAZARREDO [1790℄ . . . . . . . . . . . . . . . 353
3.65. Figura 12 del libro MAZARREDO. Varia ión de la aguja por el ver-
ti al primario. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355
3.66. Figura 29 del libro MAZARREDO. Cál ulo de la paralaje de la luna 356
3.67. Figura 31 del libro MAZARREDO [1790℄ . . . . . . . . . . . . . . 357
3.68. Figura 32 del libro MAZARREDO [1790℄ . . . . . . . . . . . . . . 358
3.69. Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1795) Tratado de Aritméti a
para la instru ion de los Guardias Marinas . . . . . . . . . . . . . 359
3.70. Portada del libro ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1795) Memoria
sobre el ál ulo de la latitud del lugar por dos alturas de sol . . . . . 364
3.71. Portada del libro MENDOZA Y RIOS, JOSÉ DE (1795) Memoria
sobre algunos metodos nuevos de al ular la longitud por las distan-
ias lunares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 366
3.72. Portada del libro ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1796) Memoria
sobre las observa iones de latitud y longitud en el mar . . . . . . . . 367
xiv ÍNDICE DE FIGURAS
3.73. Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1796) Tratado de Trigono-
metría Esféri a para la instru ion de los Guardias Marinas . . . . . 369
3.74. Posibles posi iones del perpendí ulo. CISCAR [1796a℄ . . . . . . . . 374
3.75. Resolu ión de triángulos esféri os re tángulos. CISCAR [1796a℄ . . . 375
3.76. Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1796) Tratado de Cosmogra-
fía para la instru ión de los Guardias Marinas . . . . . . . . . . . 381
3.77. De�ni ión de elipse. CISCAR [1796b, Lámina 1a℄ . . . . . . . . . . 383
3.78. Figura 11a del libro CISCAR [1796b, Lámina II℄ . . . . . . . . . . . 385
3.79. Figura 14a del libro CISCAR [1796b, Lámina III℄ . . . . . . . . . . 386
3.80. Figura 15a del libro CISCAR [1796b, Lámina III℄ . . . . . . . . . . 387
3.81. Figura 22a del libro CISCAR [1796b, Lámina IV℄ . . . . . . . . . . 388
3.82. Figura 23a del libro CISCAR [1796b, Lámina IV℄ . . . . . . . . . . 391
3.83. Portada del libro LÓPEZ ROYO, FRANCISCO (1798) Memoria so-
bre los métodos de hallar la longitud en la mar por las observa iones
lunares . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 393
4.1. La Figura 4 de Tos a, que expli a el paralelismo. Fuente: TOSCA
[1707℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 408
4.2. La Figura 22 de Tos a, que orresponde a la Proposi ión XXVII.
Fuente: TOSCA [1707℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 409
4.3. Cantidades positivas y negativas en el Compendio de Tos a. . . . . . 430
4.4. Reglas de signos para las opera iones en Tos a. . . . . . . . . . . . 432
4.5. Cantidades negativas �menos que nada� en Tos a. . . . . . . . . . . 432
4.6. Cantidades positivas y negativas. Fuente: ROSELL [1785℄ . . . . . . 442
4.7. Operativa de signos para la adi ión y sustra ión. Fuente: ROSELL
[1785, p. 226℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 443
4.8. Operativa de signos para el produ to. Fuente: ROSELL [1785, p. 228℄ 444
4.9. Portada del libro Miri� i logarithmorum anonis des riptio . . . . . 450
4.10. Constru ión de los logaritmos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 451
4.11. Logaritmo del produ to de dos números. Fuente: TOSCA [1710, To-
mo III, p. 17℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 461
4.12. Logaritmo del produ to de dos números. Fuente: FERNÁNDEZ [1742,
p. 186℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 468
4.13. Cál ulo de log 3. Fuente: GODIN [1758, p. 131℄ . . . . . . . . . . . 472
4.14. Complemento aritméti o. Fuente: BAILS [1779, Tomo I, p. 189℄ . . . 477
4.15. Tabla de logaritmos de los números naturales de 1 a 20000. Fuente:
BAILS [1787, p. 267℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 481
4.16. Curva logarítmi a. Fuente: BAILS [1787℄ . . . . . . . . . . . . . . . 483
4.17. Cuadratura de la hipérbola. Fuente: NAVARRO LOIDI; LLOMBART
[2008, p. 97℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 485
4.18. Una apli a ión más amplia de los logaritmos. Fuente: ROSELL [1785,
p. 315℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 489
4.19. Logaritmo del o iente. Fuente: ROSELL [1785, p. 310℄ . . . . . . . 490
4.20. Progresiones para la onstru ión de las tablas ordinarias de logarit-
mos. Fuente: CISCAR [1795, p. 171℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . 492
ÍNDICE DE FIGURAS xv
4.21. Nota ión para las mantisas de los logaritmos. Fuente: CISCAR [1795,
p. 175℄ . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494
INTRODUCCIÓN
INTRODUCCIÓN 3
JUSTIFICACIÓN
Esta Memoria se ins ribe en las líneas de investiga ión surgidas del Progra-
ma de Do torado �Historia de la Cien ia� (bienio 1993-1995) de la Universidad
del País Vas o/Euskal Herriko Unibertsitatea, del que fueron responsables los
profesores José María Urkia y Josep Llombart. Este último, profesor Titular de
Historia de la Cien ia de la UPV/EHU, fue el dire tor de varias tesis do torales
de personas asistentes al itado Programa, entre ellas, las de las profesoras M
a
Asun Iglesias (Estudio omparativo desde el punto de vista matemáti o de tex-
tos náuti os españoles del siglo XVIII ) [IGLESIAS 2000℄ y M
a
Cinta Caballer
(El álgebra en la enseñanza se undaria en España (1836-1936)) [CABALLER
2006℄.
Por la estre ha rela ión profesional y de amistad mantenida durante mu hos
años on M
a
Cinta, ompañera en mis tareas do entes en la hoy denominada
Es uela Polité ni a de Donostia-San Sebastián (Departamento de Matemáti a
Apli ada) de la UPV/EHU, tuve o asión de mantener on ella, a lo largo del
pro eso de re ogida de datos y posterior elabora ión de su Memoria do toral,
onversa iones sobre Historia de la Cien ia y de la Té ni a que despertaron en
mí el interés por esta dis iplina, de modo que, en ierto momento, me planteé
la posibilidad de ha er yo también la tesis do toral sobre algún tema de His-
toria de las Matemáti as.
Por enton es, M
a
Asun Iglesias pertene ía, asimismo, al Departamento de
Matemáti a Apli ada y era profesora de la Es uela Té ni a Superior de Náu-
ti a y Máquinas Navales de la UPV/EHU. En su Memoria de do torado, antes
men ionada, la do tora Iglesias había estudiado ómo se abordaban, en un
onjunto de obras sele ionadas por ella misma, los uatro términos de la na-
vega ión (longitud, latitud, rumbo y distan ia), los instrumentos ne esarios
para su ál ulo y las no iones matemáti as ne esarias para su realiza ión. La
do tora Iglesias onsideraba de interés seguir on la línea de investiga ión que
había abierto, pasando de examinar los textos de náuti a, desde el punto de
vista matemáti o, al estudio dire to de los propios on eptos matemáti os,
ontenidos en los libros de texto utilizados para enseñar matemáti as en los
entros dedi ados a la enseñanza de la náuti a. Cono iendo mis aspira iones
do torales, me propuso realizar ese estudio bajo su dire ión. Una grave enfer-
medad y su posterior falle imiento impidieron a la do tora Iglesias dirigir este
proye to.
Posteriormente, en 2012, dos profesores a eptaron ha erse argo de la dire -
ión del proye to reuniendo entre ambos las dos espe ialidades que on urrían
en M
a
Asun Iglesias, los ono imientos sobre matemáti as y sobre náuti a en
ontexto históri o. Por una parte Luis Español, profesor Titular de la Fa ul-
tad de Cien ias, Estudios Agroalimentarios e Informáti a, Departamento de
Matemáti as y Computa ión, de la Universidad de la Rioja, y, por otra Itsaso
4 INTRODUCCIÓN
Ibáñez, profesora Titular del Departamento de Cien ias y Té ni as de la Na-
vega ión, Máquinas y Constru iones Navales de la Es uela Té ni a Superior
de Náuti a y Máquinas Navales de la UPV/EHU, se hi ieron argo de la dire -
ión del proye to ondu ente a la elabora ión de esta Memoria de do torado,
al tiempo que el expediente administrativo se trasladaba de la UPV/EHU a la
Universidad de La Rioja.
Tras las vi isitudes señaladas, el proye to quedó relanzado on los objetivos
planteados desde su ini io, siguiendo la línea de investiga ión ini iada por la
profesora M
aAsun Iglesias y atendiendo a mi forma ión matemáti a.
Partimos de onsiderar que en el siglo XVIII, en Europa y también en
España, se apre ian diversos ámbitos en los que se produ e el desarrollo mate-
máti o, fundamentalmente motivado por ne esidades de forma ión profesional:
la forma ión de nobles, de los o� iales del ejér ito, de los pilotos de la mari-
na, de los arquite tos y las in ipientes ne esidades iviles en artes e industrias
manifestadas por las So iedades E onómi as de Amigos del País, véase por
ejemplo [ARENZANA, 1987℄ para el aso aragonés o [PELLÓN, CABALLER,
LLOMBART, 2009℄ entre las abundantes publi a iones sobre el Seminario de
Bergara. En todos estos ámbitos de la forma ión profesional, las matemáti as
tuvieron un papel preponderante y ada uno de ellos generaba sus propios li-
bros de texto, en una épo a en la que este tipo de obras al anzó un notable
auge. En esta prolifera ión ya abe distinguir las obras que bus an exponer el
ono imiento a su máximo nivel de aquellas que, teniendo una �nalidad prá -
ti a on reta, adoptan una sele ión del ontenido y un enfoque pedagógi o
ade uados a los �nes perseguidos.
En lo que a la náuti a se re�ere, el estado de la uestión ha sido estudiado
por A. Lafuente y M. A. Sellés en varias obras, entre ellas [SELLÉS, LAFUEN-
TE, 1985℄. Desde el siglo XVI la forma ión de los pilotos de la marina estuvo
bajo el ontrol de la Casa de la Contrata ión de Sevilla. Sin embargo, en el siglo
XVIII se puso de mani�esto que tal forma ión no se ade uaba a las ne esida-
des exigidas por la re upera ión marítima ini iada en 1714 on el omienzo del
reinado de los Borbones. Con el �n de adaptar di ha forma ión a la realmente
demandada se reyó ne esario emprender determinadas reformas que siguieron
bási amente dos líneas de a tua ión: mejorar la forma ión de los o� iales de
la Armada, reando A ademias de Guardiamarinas en los tres Departamentos
Marítimos (Cádiz, Cartagena y El Ferrol), y la rea ión, en 1748, del Cuerpo
de Pilotos de la Armada, para uya forma ión se estable ieron Es uelas de
Pilotos en los tres Departamentos itados.
Los ontenidos de matemáti as de los planes de estudios de pilotos y guar-
diamarinas que van a ser objeto de nuestro estudio son Geometría, Aritméti a,
Álgebra y Trigonometría, es de ir, las matemáti as elementales que onstituían
la forma ión bási a. En nuestro estudio apenas asoman, en la segunda mitad
INTRODUCCIÓN 5
del siglo, la geometría analíti a y el ál ulo in�nitesimal, materias superio-
res que se estudiaban en los niveles superiores de los entros de la Armada
[AUSEJO, MEDRANO, 2010℄. Pero autores omo Jorge Juan, en el ámbito
propiamente marino, Bails omo autor generalista, o Cis ar, un autor que ha-
e puente on el siglo XIX [AUSEJO, MEDRANO, 2012℄, apare erán en esta
Memoria a través de sus textos elementales.
Para el estudio en los textos de las materias elementales que serán nuestro
objetivo hemos ontado on referen ias omo [NAVARRO, 1996, 2013℄ para la
geometría, [MAZ, 2005℄ para la pedagogía de los números negativos y [NAVA-
RRO, LLOMBART, 2008℄, entre otras, para los logaritmos.
METODOLOGÍA
El propósito de esta Memoria, ondu ente a la obten ión del título de Do -
tor, es analizar la evolu ión de la forma ión matemáti a bási a propor ionada
a los pilotos y guardiamarinas españoles a lo largo del siglo XVIII. A tal efe to,
se realiza un estudio en tres niveles:
La presen ia de las matemáti as en los su esivos planes de estudios
Catálogo de los textos de matemáti as empleados en los distintos entros
Des rip ión de los ontenidos y análisis de su evolu ión
Para ello han sido ne esarias búsquedas de bibliografía se undaria y de
fuentes de ar hivo tanto impresas omo manus ritas, que se han efe tuado de
forma simultánea.
Para el primer nivel ha sido ne esario lo alizar ordenanzas, édulas y re-
opila iones de leyes de diversas institu iones y atálogos. Los manus ritos
onsultados pro eden de los fondos de los ar hivos que se men ionan a onti-
nua ión:
Ar hivo General Siman as (Siman as)
Ar hivo del Museo Naval (Madrid)
Ar hivo Naval de Cartagena (Cartagena)
Ar hivo Históri o de la Universidad de Sevilla (Sevilla)
Siguiendo la línea abierta por la profesora Iglesias, desde el primer momen-
to se estimó onveniente el segundo nivel de investiga ión onsistente en la
elabora ión de un atálogo de obras en las que examinar los on eptos mate-
máti os enseñados a los futuros marinos. El riterio seguido para omponer el
itado atálogo fue el de elegir entre aquellas obras on ontenido matemáti o
que hubieran sido destinadas a la enseñanza de la náuti a. Disponíamos para
6 INTRODUCCIÓN
ello del atálogo de las obras de matemáti as publi adas en España durante el
siglo XVIII, realizado por Fran is o Martín Casalderrey, obra inédita salvo la
breve reseña [MARTÍN, 1980℄.
Por otra parte, la do tora Iglesias había elaborado un listado de las obras
de náuti a publi adas en España en el siglo XVIII, partiendo de las itas
halladas en diversos textos existentes sobre historia de la náuti a y añadiendo
los resultados obtenidos al onsultar las siguientes bibliote as:
Bibliote a de la Diputa ión Foral de Bizkaia
Bibliote a Muni ipal de Bilbao
Bibliote a de la So iedad Bilbaína
Bibliote a Koldo Mitxelena de San Sebastián
Observatorio de la Marina de Cádiz
Bibliote a Na ional de Madrid
Museo Naval de Madrid
Bibliote a del Colegio de Artillería de Segovia
Para sele ionar las obras, primeramente eligió �al azar� 29 de los textos
lo alizados en orden a su re ep ión, a otando después el ampo de análisis y
eligiendo �nalmente 14 de estas 29 obras, en las que basó su investiga ión. To-
das ellas eran tratados espe í� os de náuti a, orrespondientes a estos autores
y fe has de edi ión: .
Gaztañeta (1692), Cedillo (1717, 1718), Tos a (1727), Clariana Gualbes
(1731), Moreno y Zabala (1732), González Cabrera (1734), Gar ía Se-
villano (1736), Sán hez Re iente (1749), Ár her (1756), Juan Santa ilia
(1757), Barreda (1765), Mendoza (1787) y Mazarredo (1790).
En fun ión de nuestro objetivo, algunos de los autores sele ionados por
Iglesias apare en en nuestra memoria (Cedillo, Tos a, Sán hez Re iente, Ár-
her, Juan Santa ilia, Barreda, Mendoza y, por último, Mazarredo) pero otros
(Gaztañeta, Clariana, Moreno, González Cabrera y, por último Gar ía Sevi-
llano) no serán men ionados porque no �guran en los planes de estudios
1
.
1
Indi aremos a ontinua ión los títulos de las obras señaladas que no �guran en nuestra
bibliografía; el resto pueden onsultarse tanto en el apartado de bibliografía sito al �nal
de la Memoria omo en el atálogo de obras del apítulo 3. GAZTAÑETA, JOSÉ ANTO-
NIO (1692) Norte de la Navega ion hallado por el Qvadrante de Redv ion; CLARIANA
GUALBES, ANTONIO (1731) Resumen Nauti o de lo qve se pra ti a en el Teatro Naval
o representa ion sv inta del Arte de Marina, en la idea de un Baxel de Guerra, defde los
primeros Rudimentos de la Arquite tura Nauti a, hafta el ono imiento de la Esfera Celeste,
y Terraquea; fa ilitando on Theoremmas, Demonftra iones, y Eftampas, para la Theori a,
INTRODUCCIÓN 7
Posteriormente, a medida que se avanzó en el estudio de la do umenta ión
ondu ente a la elabora ión de esta Memoria, se fueron añadiendo otros textos,
itados bien en los planes de estudios, bien por otros autores espe ializados.
En de�nitiva, el atálogo reunido en esta Memoria ontiene 30 obras de dos
tipos:
Textos de matemáti as utilizados para la do en ia dirigida a pilotos y
guardiamarinas
Textos de materias náuti as en los que se apre ia la introdu ión y uso
de las matemáti as
La lo aliza ión de las obras ha sido posible unas ve es dire tamente en in-
ternet, otras a través de bibliote as que ofre en servi io a través de la red y,
también, gra ias al Servi io de Do umenta ión del Campus de Gipuzkoa de la
UPV/EHU que ha intermediado on bibliote as de ámbito estatal.
Las reseñas bibliográ� as y el sistema de itas empleados en la reda ión
de esta Memoria son los re omendados a los autores en la revista de la So ie-
dad de Historia de las Cien ias y de las Té ni as, Llull. En la trans rip ión de
fragmentos de los libros estudiados se ha respetado es rupulosamente el texto
original del autor, no modi� ándose ni orrigiéndose según la grafía y gramá-
ti a ahora vigente. Así pues, las erratas dete tadas en los textos trans ritos no
han sido subsanadas. Con el objeto de aligerar el texto, para denotar que la
palabra o frase errónea es literal, úni amente se ha utilizado el adverbio si ,
[si ℄, de manera puntual en aquellos asos en los que pudiera interpretarse que
la errata se debe a la autora de la Memoria. El mismo pro edimiento ha sido
usado en las itas de otros autores men ionadas en el presente trabajo.
En o asiones al itar títulos de libros, omo en el aso de pies de �guras, la
largura de los mismos ha he ho ne esaria una es ritura abreviada utilizándose
la nota ión [. . . ℄ para indi ar este parti ular.
Tras la elabora ión del atálogo de libros, abordamos el ter er nivel on el
análisis de los mismos, lo que forma el nú leo entral de la Memoria. Primero,
on la des rip ión de las obras es ogidas para ello y, después, realizando un
re orrido transversal sobre tres temas: la exposi ión de la geometría sintéti a
de Eu lides, el tratamiento dado a los números negativos y la introdu ión y
y Pra ti a de la Navega ion; MORENO Y ZABALA, BLAS (1732) Pra ti a de la Navega-
ion, uso y ono imiento de los instrumentos mas pre isos en ella, on las reglas para saber
si estan bien onstruidos ; GONZÁLEZ CABRERA, JOSÉ (1734) Navega ion espe vlativa,
y pra ti a, on la expli a ion de algvnos instrvmentos, qve estan mas en vso en los Nave-
gantes, on las Reglas ne efarias para fu verdadero vfo; Tabla de las de lina iones del Sol,
omputadas al Meridiano de San Bernardino; el modo de navegar por la Geometria; por las
Tablas de Rumbos; por la Arithmeti a; por la Trigonometria; por el Quadrante de Redu -
ion; por los Senos Logarithmos; y omunes; on las Eftampas, y Figuras pertene ientes à
lo di ho, y otros Tratados uriofos ; GARCÍA SEVILLANO, JOSÉ (1736) Nuevo regimen de
navega ion.
8 INTRODUCCIÓN
uso de los logaritmos. Finalmente, ofre emos las orrespondientes on lusiones
de la tarea investigadora realizada.
ESTRUCTURA DE LA MEMORIA
La presente Memoria ha sido estru turada en los uatro apítulos que si-
guen a esta introdu ión general. El primero tiene un ará ter preliminar,
ofre iendo ante edentes y ontextos para los tres que le siguen, formando el
uerpo entral de la tesis propiamente di ha. A su vez, on el �n de fa ilitar
su le tura mostrando el hilo ondu tor de la exposi ión, ada uno de ellos va
pre edido de una introdu ión parti ular en la que se resalta lo prin ipal de
los ontenidos propios del mismo.
En el primer apítulo se toma omo ante edente la Casa de la Contrata ión
de Sevilla, reada para administrar y ontrolar el trá� o on las nuevas tierras
des ubiertas. Convertida durante los siglos XVI y XVII en el entro do ente
más importante en lo que a estudios náuti os se re�ere, damos uenta de los
planes de estudios seguidos y los textos utilizados en este estable imiento. Por
otra parte, omo ontexto para la enseñanza de las matemáti as en los estudios
de náuti a, se traza el panorama general de esta dis iplina en España durante
el siglo XVIII, tras esbozar la evolu ión de las matemáti as na ionales durante
el siglo anterior.
En el segundo apítulo se ini ia el uerpo entral de la tesis propiamente
di ha, abordando en sus páginas el primero de los tres niveles señalados en el
apartado anterior para la investiga ión realizada, on vistas a onfe ionar esta
Memoria. Se aborda en este apítulo la forma ión náuti a de pilotos y guar-
diamarinas en el siglo XVIII, ontemplando las institu iones más importantes
impli adas: el Real Colegio Seminario de San Telmo y las Es uelas de Náuti a,
en el aso de pilotos, y las A ademias de Guardiamarinas. Luego se presentan
los planes de estudios implantados en ellas a lo largo del siglo, entrando nues-
tra aten ión en las asignaturas de matemáti as que en ellos se proponen.
En el ter er apítulo se re ogen los resultados del segundo y parte del ter-
ero de los niveles de la investiga ión realizada antes aludidos. En uanto al
segundo nivel, se muestra el atálogo de 30 obras sele ionadas, on el ri-
terio ya señalado en el apartado anterior, para su posterior estudio. Primero
se expone la lista, alfabéti amente ordenada, de los 16 autores de las obras
onsideradas, aportando datos biográ� os de ada uno de ellos. Asimismo, se
da el listado de los títulos de los textos on la fe ha de la primera edi ión de
los mismos y algunos otros detalles. En segundo lugar, se des riben los libros
del atálogo, mostrados en esta o asión en orden ronológi o, realizando un
análisis general de los ontenidos de los mismos y ha iendo, uando pro ede,
una referen ia omparativa a los pre edentes.
INTRODUCCIÓN 9
En el uarto y último apítulo terminamos la investiga ión realizada en
el ter ero de los niveles indi ados. Nos entramos en el estudio de tres temas
on retos que permiten apre iar ambios en el modo de enfo arlos a lo largo
del siglo: en geometría, la introdu ión del paralelismo de re tas en el plano y
el uso del quinto postulado; en aritméti a o álgebra, las justi� a iones y pro e-
dimientos de introdu ión de los números negativos y las reglas para el ál ulo
on ellos; �nalmente, la introdu ión y uso de los logaritmos en trigonometría
o aritméti a. En los tres asos, pro edemos a analizar los ambios que se pro-
du en en la exposi ión pedagógi a de los mismos a lo largo del siglo XVIII.
Terminado el uerpo entral de la Memoria, a ontinua ión se presentan
las on lusiones que se in�eren de la investiga ión realizada, tras las uales se
in luye la bibliografía que muestra el listado de las fuentes primarias y se un-
darias utilizadas.
En la Memoria apare en numerosas �guras y algunas tablas, para las que
se han elaborado sendos índi es que apare en al ini io del volumen, después
de índi e general.
Capítulo 1
PRELIMINARES: SOBRE
NÁUTICA Y MATEMÁTICAS
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 13
1.1. La Casa de la Contrata ión de Sevilla (1503-
1717)
En esta se ión nos referiremos a la Casa de la Contrata ión de Sevilla, el
entro de enseñanza de la náuti a más importante de España durante los siglos
XVI y XVII. Comenzaremos tratando aspe tos on ernientes a su funda ión,
itando además, los argos más importantes reados para esta institu ión. A
ontinua ión, mostraremos el plan de estudios implantado, señalando algunos
de los textos náuti os elaborados en la épo a y que pudieron servir de referen ia
para la do en ia de los futuros pilotos.
1.1.1. Ordenanzas y plan de estudios
1.1.1.1. Ordenanzas
La Casa de la Contrata ión ha sido objeto de numerosos estudios que han
tratado en profundidad, entre otros, sus pre edentes y rea ión, aspe tos admi-
nistrativos y omer iales y la a tividad ientí� a desarrollada rela ionada on
la osmografía, la artografía y la navega ión. Será este el entro de enseñan-
za que desta aremos en el siglo XVI ya que omo bien resalta Martín-Merás
[2003, pp. 687-688℄:
La Casa de la Contrata ión a través de la átedra de osmografía
fue la primera es uela o� ial europea en argada de apa itar a los pilo-
tos y maestres en la prá ti a del arte de navegar. A pesar de grandes
di� ultades té ni as, ren illas personales y ontroversias ientí� as, la la-
bor do ente de los osmógrafos de la Casa de la Contrata ión fue úni a
en Europa y on�gura un panorama ientí� o en ontinuo desarrollo. Su
prin ipal aporta ión onsistió en mejorar las primitivas té ni as de nave-
ga ión, na idas en el Mediterráneo, por medio de la experien ia náuti a
y de los ono imientos geográ� os adquiridos en las largas navega iones
por mares ompletamente des ono idos. Estos hombres, equipados on
un bagaje intele tual de� iente y a osados por problemas ientí� os in-
solubles en la épo a, pra ti aron un sistema de onsultas té ni as para
resolver los problemas planteados en la navega ión lo que produjo un
gran �ore imiento en la náuti a, la artografía, la meteorología y otras
ien ias a�nes.
En las Ordenanzas, �rmadas por los Reyes Católi os en Al alá de Henares
el 20 de Enero de 1503 y on edidas por R. C. en Al alá de Henares el 4 de
julio del mismo año, se dispuso la funda ión de la Casa de la Contrata ión de
las Indias en Sevilla. Instalada ini ialmente en las Atarazanas de Sevilla, un
lugar expuesto a las riadas y dañino para las mer an ías, pronto se trasladó
a la zona del Al ázar Real denominada Los Almirantes, emplazamiento en el
que permane ió hasta su traslado a Cádiz en 1717. Esta ubi a ión de Cádiz
fue de�nitiva hasta su desapari ión en 1790.
14 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
La Casa, reada en primera instan ia para administrar y ontrolar el trá� o
on las nuevas tierras des ubiertas, se onvirtió en el entro más importante de
enseñanza de la náuti a en España durante los siglos XVI y XVII. A lo largo
del siglo XVI se rearon tres argos té ni os: Piloto Mayor, en 1508, Cosmó-
grafo Mayor en 1523, y Catedráti o de Cosmografía en 1552. La separa ión de
argos no siempre signi� ó que fueran desempeñados por diferentes personas.
Así, por ejemplo, la mayoría de los atedráti os de osmografía fueron tam-
bién osmógrafos onstru tores de instrumentos. El ejemplo más signi� ativo
de a umula ión de argos lo en ontramos en Rodrigo Zamorano, quien ontra-
viniendo las Ordenanzas, desempeñó los tres argos simultáneamente
2
.
Por R. C. de 6 de agosto de 1508, dada en la villa de Valladolid y dirigida a
Améri o Vespu io (1454-1512)
3
, se reó la �gura de Piloto Mayor, uyo primer
nombramiento re ayó en el mismo Vespu io. Este mantuvo su argo hasta su
falle imiento o urrido el 22 de febrero de 1512
4
. En esta édula se en omendaba
a Vespu io ha erse argo de las tareas do entes de los pilotos:
[. . . ℄ mandamos que les enseñéis en vuestra asa, en Sevilla, a todos
los que lo quisieren saber, pagandovos vuestro trabajo
5
.
Además de enseñar, ompetía al Piloto Mayor
examinar, graduar los pilotos y ensurar las artas e instrumentos
para la navega ión
6
.
Con el tiempo, se puso de mani�esto la imposibilidad de que una sola per-
sona realizara todas las tareas de ará ter té ni o. El 13 de septiembre de
1519 Nuño Gar ía Toreno fue el primero en ser nombrado por R. C. �Piloto y
Maestre de ha er artas de navegar�. En 1523 se reó el argo de Cosmógrafo
Mayor, y por R. C. de 1 de julio del mismo año Diego Ribeiro re ibió el título
2
La arrera de Rodrigo Zamorano fue rápida: fue nombrado atedráti o de Cosmografía
el 20 de noviembre de 1575, osmógrafo el 26 de agosto de 1579 y piloto mayor el 13 de abril
de 1586. �Como atedráti o de Cosmografía, enseñaba a los pilotos que ha ían la Carrera de
Indias; omo Cosmógrafo, fabri aba los instrumentos para la navega ión y ha ía las artas
de marear; omo Piloto mayor, presidía el Tribunal en argado de juzgar los ono imientos
de los primeros y di taminaba sobre los segundos y las artas de marear. Todo uanto
habían mandado las Ordenanzas para ortar abusos e inmoralidades, se había derrumbado al
empuje de un hombre dotado de voluntad para onseguir todo uanto se proponía� [PULIDO
RUBIO, 1950, pp.78, 640-647℄.
3
Améri o Vespu io fue �un ilustre marino �orentino que en Sevilla visitaba las asas de
Juanoto Berardi, un servidor de los Médi is, y de Cristóbal Colón, y on uyo trato tal
vez se despertó en su alma, el deseo de des ubrir nuevas tierras. Un hombre falaz, que lo
mismo sirve a España que a Portugal; que publi a una rela ión fantásti a de sus viajes y
que arrebata a Colón la gloria de dar su nombre al ontinente por él des ubierto� [PULIDO
RUBIO, 1950, p. 16℄.
4
Le su ederían en el argo hombres de gran prestigio omo Juan Díaz de Solís (1512-
1516), Sebastián Caboto (1518-1548), Alonso de Chaves (1552-1586), Rodrigo Zamorano
(1586-1596 y 1598-1620) y Andrés Gar ía de Céspedes (1596-1598).
5
PULIDO RUBIO [1950, p. 67℄.
6
PULIDO RUBIO [1950, p. 11℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 15
de �Cosmógrafo y Maestro de ha er artas, astrolabios y otros ingenios para
la navega ión�. Pulido [1950, pp. 293-294℄ onsidera a Diego Ribeiro y no a
Nuño Gar ía omo el primer osmógrafo de la Casa de la Contrata ión, �no
sólo por re ibir la denomina ión de Cosmógrafo, sino también, por reunir las
dos notas ara terísti as del o� io: la de ha er artas de marear y la de fabri-
ar instrumentos para la navega ión�. Posteriormente fueron nombrados, entre
otros, Alonso de Chaves (4 de abril de 1528), Diego Gutiérrez (21 de mayo de
1534), Alonso de Santa Cruz (21 de junio de 1537) y Pedro Mexia (20 de abril
de 1537)
7
.
Desde el punto de vista de la enseñanza de la náuti a, el he ho más desta-
ado de este periodo se produjo el 4 de di iembre de 1552 on la rea ión de la
Cátedra de Navega ión y Cosmografía, separando del argo de Piloto Mayor
la instru ión de los pilotos y nombrando atedráti o a Jerónimo de Chaves
(1523-1573/4). Su ederían a Chaves, entre otros, San ho Gutiérrez, Diego Ruiz
y Rodrigo Zamorano
8
.
1.1.1.2. Plan de estudios
Según Pulido Rubio [1950, p. 65℄ se pueden distinguir tres periodos de en-
señanza: �el primero es aquel en que la enseñanza de los pilotos está a argo
del Piloto Mayor de la Casa de la Contrata ión; el segundo se ara teriza por
la rea ión de la Cátedra de Cosmografía, y el ter ero por una intensi� a ión
de los estudios y por una mayor metodiza ión del tiempo dedi ado a la ense-
ñanza�.
7
El o� io de Cosmógrafo tuvo otras fun iones �anexas a éstas, omo la de formar parte
de los Tribunales examinadores de pilotos y maestres, la de reunirse a primeros de ada año,
on el Piloto Mayor y personas do tas en Cosmografía y expertas en la navega ión, para
estudiar las rela iones que los pilotos traían de sus viajes, y ver por ellas lo que se debía
enmendar o añadir en el libro omplemento del Padrón Real o en ualquier día del año, para
este efe to, si la importan ia del asunto lo requería, y la de tener juntas todos los lunes por
la tarde, o en ualquier otro día de la semana si fuera ne esario, on el Piloto Mayor y dos
pilotos de los más antiguos, para visitar y sellar los instrumentos de la navega ión y re opilar
las derrotas de las Indias�. Contrariamente a lo que o urría on las �guras de Piloto Mayor
y Catedráti o de Cosmografía, había más de un osmógrafo en la Casa. Sin embargo, en los
últimos años del siglo XVI solo �guraban en las uentas un titular para ada uno de los tres
o� ios. En 1586 todos los osmógrafos de la Casa habían falle ido y el 5 de di iembre del
mismo año Domingo Villarroel omenzó a desempeñar el argo. Así, la muerte se en argó
de resolver el problema del ex eso de osmógrafos de la Casa. En lo su esivo solo habrá un
osmógrafo de ha er las artas e instrumentos para la navega ión [PULIDO RUBIO, 1950,
pp. 297, 303, 305, 308-309℄.
8
San ho Gutiérrez fue nombrado atedráti o de Cosmografía por R. C. dada en Aranjuez
el 25 de mayo de 1569, nombramiento que fue interino y no en propiedad. El 11 de marzo de
1573 se nombró, en R. C. dada en Aranjuez, a Diego Ruiz omo nuevo osmógrafo, aunque
no entró a servir la Cátedra hasta el 3 de marzo de 1574, esando en este o� io el día anterior
San ho Gutiérrez. Este volvió a leer la Cátedra desde el 19 de o tubre de 1575 hasta el 9 de
di iembre del mismo año, entrando al día siguiente, 10 de di iembre, Rodrigo Zamorano a
leer di ha Cátedra. El nombramiento del mismo se dio por R. C. el 20 de noviembre en El
Pardo [PULIDO RUBIO, 1950, pp. 90-96℄.
16 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
Figura 1.1: Ley V donde se dispone la rea ión de la Cátedra de Cosmografía.
Fuente: RECOPILACIÓN [1841, Tomo Ter ero, p. 302℄
En el primero de los periodos, la enseñanza, que se llevaba a abo en asa
del Piloto Mayor, debía aunar teoría y prá ti a omo se desprende de la édula
dirigida a Vespu io:
[Que℄ sean instruidos y sepan lo que es ne esario de saber en el
uadrante e astrolabio, para que junta la plati a on la teori a, se puedan
aprove har dello en los di hos viajes que hi ieren en las di has partes e
que sin lo saber, no puedan ir en losdi hos navios por Pilotos, ni en ganar
soldadas por pilotaje, ni los mer aderes se puedan on ertar on ellos
para que sean Pilotos, ni los maestres los puedan re ibir en los navios
sin que primero sean examinados [. . . ℄
9
.
Y los ono imientos a adquirir para obtener la uali� a ión de pilotos eran
los que siguen:
Que qualquiera que qui�efe fer Piloto, probafe por Teftigos, � havia
navegado feis Años à las Indias, i havia eftado en Tierra-�rme, i Nueva-
Efpaña, i la Efpañola, i Cuba, i que tuviefe fu Carta de Marèar, i fupiefe
he har punto en ella, i dar raçón de los Rumbos, i Tierras, i de los
Puertos, i Baxos mas peligrofos, i de los refguardos, que fe les deben
dàr, i de los Lugares adonde fe podian bafte er de Agua, Leña, i de las
otras ofas, en los tales Viages ne efarias. Que tuviefe fu Aftrolabio, para
tomar el altura del Sol, i Quadrante, para el Norte, i fupiefe el vfo de
entrambas ofas, a� en el tomar altura, omo en el añadir, ò quitar la
de lina ion del Sol, i lo que la Eftrella alça, i baxa, juntamente on el
9
PULIDO RUBIO [1950, p. 67℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 17
ono imiento de las horas, que fon en qualquier tiempo del día, i de la
no he [. . . ℄
10
.
Los exámenes se realizaban en asa del Piloto Mayor donde este se reunía
on los osmógrafos y otros pilotos para tal �n. Mientras que los primeros po-
dían realizar al examinando todas las preguntas que estimasen oportunas, los
pilotos solo podían formular tres, si bien antes de ha erlas debían jurar previa-
mente que serían las mejores y más difí iles que supieran. Una vez terminado
el examen, el Piloto Mayor re ogía se retamente ante un es ribano los votos
emitidos y �rmados por los examinadores. Para la vota ión se usaban habas y
altramu es. Así, se on edía el grado de piloto si el examinando obtenía más
habas que altramu es, salvo en el aso de que la ter era parte de los votos oin-
idieran on el pare er del Piloto Mayor, en uyo aso prevale ía el pare er de
este. Una vez aprobado el examen, el piloto obtenía su �Carta� previo pago
de dos reales para el es ribano que la �rmase
11
.
Con la prohibi ión de navegar para aquellos que no eran examinados por el
Piloto Mayor se pretendía poner �n a las fre uentes pérdidas de buques en los
viajes a Améri a, pérdidas atribuidas en general a la falta de forma ión de los
pilotos. Las responsabilidades del piloto en esa épo a eran ex lusivamente de
tipo té ni o, orrespondiendo al maestre el mando del buque y las a tividades
omer iales. La obten ión de la ondi ión de piloto, así omo la de maestre,
fue objeto de posteriores regula iones, desapare iendo �nalmente este último
o� io. En 1527, por R. C. de 2 de agosto, se prohibió al Piloto Mayor dar el
título de piloto a extranjeros, on el �n de evitar la divulga ión en el exterior
de ono imientos onsiderados de interés na ional
12
.
En el segundo periodo, orrespondiente a la rea ión de la Cátedra de
Cosmografía, se pro uraba, según Pulido Rubio, que el alumno tuviera un
ono imiento teóri o y prá ti o de todos los instrumentos de orienta ión geo-
grá� a en uso en ese momento, on ediéndose mayor importan ia al estudio de
las ien ias exa tas. Para ello se estable ió un detallado programa de estudios
que los aspirantes a piloto y a maestre debían ursar omo requisito previo al
examen para la obten ión del título. Los alumnos debían aprender:
�La Esfera, o al menos los libros primero y segundo de ella�.
�El regimiento que trata de la altura del sol, y omo se sabra y la
altura del Polo, y omo se sabe, en todo lo demás que pare iere por
el di ho Regimiento�.
�El uso de la arta, y de e har el punto en ella, y en saber siempre
el lugar donde esta el navio�.
10
HERRERA [1730, pp. 29-30℄.
11
PULIDO RUBIO [1950, p. 139℄ y HERRERA [1730, p. 30℄.
12
IBÁÑEZ [2000, p. 181℄.
18 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
�El uso de los instrumentos y fabri a de ellos, para saber si tie-
nen algun error, y son la aguja de marear, astrolabio, uadrante,
ballestilla, y omo se han de marear las agujas, para que sepan
en ualquier lugar que estuvieren, si nordestean o noruestean, que
es una de las osas que mas importa saber, por las e ua iones y
resguardos, que han de dar uando navegan�.
�El uso del reloj general diurno y no turno, y que sepan de memoria
y por es rito en ualquier dia de todo el año, uantos son de luna,
para saber uando y a que hora seran las mareas, para entrar en
los rios y barras, y otras osas que to an a la pra ti a y al uso�
13
.
Jerónimo de Chaves debía �leer la átedra� en la apilla de la Casa de la
Contrata ión donde también debían elebrarse los exámenes para evitar así
los abusos en los mismos. Las lases se impartían de o tubre a marzo de tres
a uatro de la tarde y desde abril hasta �n de septiembre de in o a seis de
la tarde. Ini ialmente la dura ión del urso era aproximadamente de un año.
Sin embargo, en 1555 este periodo fue rebajado a tres meses, a propuesta del
propio Jerónimo de Chaves. En 1567 el urso fue redu ido nuevamente a dos
meses. In luso, hubo o asiones en que por estar a falta de pilotos la �ota de
Indias, aspirantes on experien ia probada fueron dispensados de este requisito
previo al examen. Como onse uen ia de estas medidas, los pilotos obtenían
una forma ión insu� iente, que se tradujo en un aumento de siniestros
14
.
En el ter er periodo se pro uró, según Pulido Rubio, aumentar el audal
ientí� o de los pilotos para que pudieran resolver todos los problemas que
surgieran en las largas navega iones. Para ello, en 1636 se aprobó una Orde-
nanza de Felipe III donde se estable ió un nuevo plan de estudios que �jaba
la arrera o grado de piloto en tres años. Los ontenidos a desarrollar en ada
urso eran los siguientes:
Primer urso.
Desde septiembre hasta Navidad se estudiaba la esfera de Sa robos-
o, las uatro reglas de aritméti a, la regla de tres, la raíz uadrada
y la úbi a y algunas opera iones de quebrados. Desde Navidad
hasta abril, las teorías de Purbaquio, y desde prin ipio de mayo
hasta va a iones, las tablas de Alfonso X.
13
PULIDO RUBIO [1950, pp. 70-72℄. Para una onsulta íntegra de la R. C. de la funda ión
de la Cátedra de Cosmografía véanse las páginas 72-76 de este mismo autor.
14
PULIDO RUBIO [1950, pp. 75-76, 80-82℄. �Así, por Real Cédula de 17 de noviembre
de 1570, se ordena a Jerónimo de Chaves que examine a Juan Ramos, ve ino de Triana
(Sevilla), piloto de la nao apitana del adelantado Pedro Menéndez Avilés, al ual se había
negado a examinar, por no haber asistido a sus lases�.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 19
Segundo urso.
Hasta febrero se estudiaban los seis primeros libros de Eu lides; en
marzo se ontinuaba on el de los ar os y uerdas, senos re tos,
tangentes y se antes; en abril se omenzaba el libro uarto de los
triángulos esferales de Juan de Monte Regio, y a ontinua ión se
estudiaba hasta el omienzo de las va a iones lo que al anzara del
Almagesto de Ptolomeo.
Ter er urso.
Desde septiembre hasta Navidad se estudiaba Cosmografía y Na-
vega ión. Después, desde Navidad a Pas ua de Resurre ión, el uso
del astrolabio, exponiendo primero su fabri a ión. El resto del tiem-
po, hasta las va a iones, se dedi aba al pro edimiento para ha er
observa iones de los movimientos del sol, de la luna y de los pla-
netas. Al mismo tiempo se debía expli ar el radio-globo y algunos
otros instrumentos. Durante las va a iones se autorizaba al ate-
dráti o para que pudiera expli ar las materias de relojes y otras
máquinas
15
.
Este plan, que puede onsiderarse omo una evolu ión del primitivo plan,
no llegó a implantarse, de forma que el primer plan ontinuó vigente hasta la
extin ión de la institu ión en Sevilla por su traslado en 1717 a Cádiz.
1.1.1.3. Textos para la náuti a
En el plan de estudios no se ha e referen ia a los libros de texto a emplear en
el desarrollo de las materias objeto de estudio. Expondremos a ontinua ión en
una rela ión que no pretende ser exhaustiva, aquellos textos que fueron es ritos
o bien por atedráti os de Cosmografía, por lo que pudieron ser utilizados para
la do en ia, o bien, por otros autores uyas obras han mere ido la aten ión y
el estudio de la ríti a espe ializada.
1519. Suma de geographia. Fernández de En iso
16
Suma de geographia q trata de todas las partidas y provin ias del mundo
en espe ial de las indias y trata largamete del arte de marear, juntamete on
la espera en roman e: on el regimiento del sol y del norte: nuevamente he ha.
Sevilla, Ja obo Cromberger.
15
PULIDO RUBIO [1950, pp. 79-80℄.
16
El sevillano Martín Fernández de En iso se instaló en La Española en 1509, después
de estudiar leyes en su universidad. �Finan ió al año siguiente la expedi ión de Alonso de
Hojeda para des ubrir la parte de Tierra Firme que hay entre el abo de la Vela y el golfo
de Urabá, nombrándose a sí mismo al alde mayor de las tierras que se des ubrieran. Su
enemistad on Vas o Núñez de Balboa, que no re ono ió su autoridad, hizo que volviera a
España a pedir justi ia� [VICENTE MAROTO, 2006, p. 101℄.
20 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
Figura 1.2: Portada del libro FERNÁNDEZ DE ENCISO (1519) Suma de geographia
[. . . ℄. Sevilla. Fuente: http://www.memoria hilena. l
Con la publi a ión de Suma de geographia, la primera obra geográ� a de
ará ter general que abar ó el Viejo y Nuevo mundo, se ini ió una fru tífera
etapa de publi a iones de tratados sobre náuti a. En este sentido, para ontro-
lar las nuevas tierras des ubiertas, además de la representa ión de un modelo
artográ� o omo el Padrón Real, la rea ión de o� ios omo el de Piloto Mayor
o la Instaura ión de una Cátedra de Cosmografía, era ne esaria la publi a ión
de obras de navega ión, obras destinadas a la forma ión de los navegantes, la
resolu ión de problemas té ni os y la des rip ión de nuevos territorios
17
.
Fernández Duro [1895, p. 9℄ señala que aunque la obra de En iso �no se
titula Arte, es lo ierto que en el texto reunió las reglas, observa iones y on-
sejos que fueron el fundamento de todos los demás libros de este género por
17
SÁNCHEZ MARTÍNEZ [2011, p. 3℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 21
espa io de er a de dos siglos�.
En 1530 y 1546 se realizaron en España sendas edi iones orregidas de la
obra que al anzaron gran difusión. Posteriormente, en 1578, se publi ó en Lon-
dres la parte de la geografía indiana bajo el título A briefe des ription of the
portes
18
.
La obra omienza on el �Preuilegio Real� donde el rey, el 5 de septiembre
de 1518, otorga la li en ia para imprimir el texto por un período de diez años. El
ontenido de la obra queda re�ejado tanto en la portada omo en el �Preuilegio
Real�, y en la página �nal del texto:
La efpera en roma e y el regimieto del fol y del norte por donde
los mareates fe pueden regir y gouernar en el marear. A� mefmo va
puefta la ofmographia por derrotas y alturas: por donde los pilotos
fabra de oy en adelate muy mejor q fafta aqui yr a def obrir las tierras q
ouiere de def obrir, fue fa ada efta fuma δ mu hos y au tenti os autores.
Conuiene a faber de la hiftoria batriana. los dos Tholomeos. Eraftotenes.
Plinio. Strabon. Jofepho. Anfelmo. La biblia. La general hiftoria. y otros
mu hos. y la experie ia de nuftros tiempos q es madre de todas las ofas.
En la primera parte de la obra se estudia la esfera, se muestran las Ta-
blas de de lina ión del sol para uatro años, un Regimiento del norte y un
Regimiento del astrolabio y uadrante on las reglas apli ativas para el ál ulo
de la posi ión de la nave. El resto del texto in luye un estudio geográ� o de
las tierras ono idas, �dando noti ias de su historia, mitos y leyendas, pero
también de sus ostumbres, �ora y fauna�
19
. Este estudio omprende la osta
atlánti a del ontinente ameri ano desde �el Río de la Plata en 35◦ de latitudsur hasta el abo de las Higueras en 21◦ norte, [. . . ℄, la osta del Mar del Sur
en torno a Panamá y el Golfo de San Miguel y [. . . ℄ las grandes Antillas y las
Lu ayas�
20
. El texto are e de índi e.
Cuesta Domingo [2000, pp. 662-663℄ señala que es parti ularmente notable
la arta o mapa a la ual En iso ha e referen ia en su texto, pero que no se
ha onservado hasta nuestros días, omo su ede en otras obras de esta índole
y épo a.
18
VICENTE MAROTO [2006, p. 103℄. Además, existen nuevas edi iones de la obra rea-
lizadas en el siglo XX. Sobre estas edi iones nos informan Cuesta [1993, p. 65℄ y DICTER.
En 1948 se realizó una edi ión fa símil de la primera edi ión de 1519 on una tirada de 250
ejemplares en Estades, Artes Grá� as, s. n. Madrid. En 1987 el Museo Naval de Madrid
realizó una nueva edi ión de la obra donde M. Cuesta Domingo trans ribe el texto de la
primera edi ión de 1519, pero teniendo en uenta las otras obras del mismo siglo. Otra edi-
ión data de 1993, realizada en Valen ia por la Universidad de Valen ia. Otra más en Obras
lási as de Náuti a y Navega ión, Madrid, Funda ión Históri a Tavera, 1998, CD-Rom (edi-
ión fa símil de la de Sevilla, Andrés de Burgos, 1546). En 1999, en Valen ia, Vi ent Gar ía
Editores llevó a abo una edi ión fa símil de la primera edi ión de 1519.
19
VICENTE MAROTO [2006, p. 103℄.
20
CEREZO MARTÍNEZ [2003, pp. 623-624℄.
22 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
1535. Tratado del Efphera y del arte del marear. Faleiro
21
Tratado del Efphera y del arte del marear: on el regimieto de las alturas: o
alguas reglas nueuamete ef ritas muy ne e�arias. Sevilla, Ja obo Cromberger.
Figura 1.3: Portada del libro FALEIRO (1535) Tratado del Esphera y del arte del
marear [. . . ℄. Sevilla. Fuente: DICTER
El tratado, que �está laramente dirigido al piloto prá ti o�
22
, se divide
en dos partes. La primera, dedi ada a la esfera, onsta de 22 apítulos que
responden a los siguientes títulos:
21
Cuesta Domingo [2000, p. 663℄ nos relata que uando en 1517 Fernando de Magallanes
se in orporó a la expedi ión de las Molu as, también lo hizo Fran is o Faleiro junto a su
hermano Rui, aunque fueron expulsados por el ompli ado ará ter de Magallanes. Según
Vi ente Maroto [2006, p. 104℄, en 1519 Faleiro entró al servi io de Carlos I on un sueldo
� onsiderable para la épo a�. Además, �trabajó omo experto en las prin ipales revisiones
del PR [(Padrón Real)℄ en 1536 y 1553 y formó parte en 1566 de la junta que debía determinar
la línea de demar a ión entre los dominios de España y Portugal en el Pa í� o� [DICTER℄.
22
DICTER.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 23
I. Que ofa fea Efphera. II. Del orden del efphera elemental. III. Del orden
del efphera eleftial. IV. Delas efpe ies del efphera: y de fus naturalezas. V.
Del exe y polos del mudo. VI. Dela equino ial. VII. De los tropi os. VIII. De
los ir ulos arti o y antarti o. IX. De los meridianos. X. De los oluros. XI.
Del zodia o. XII. Del orizonte. XIII. De omo la tierra efta en el entro del
efphera. XIIII [si ℄. Como el efphera fea redonda. XV. Del e lipfe dela luna.
XVI. Del e lipse del fol. XVII. De las in o zonas. XVIII. De los �ete limas.
XIX. Del motu diurno. XX. De omo las o ho efpheras on fus movimietos
sigue al movimiento diurno. XXI. Como las o ho efpheras por fu mouimiento
proprio fe mueuen al ontrario del mouimiento diurno. XXII. En que tiempo
ada efphera fegun fus mouimientos umple una reuolu ion.
La segunda parte trata �delas alturas y arte de marear o algunas reglas
nueuamete ef ritas muy ne e�arias y proue hosas�, y se divide en los apítulos
siguientes:
I. Del orizonte. II. Como el orizonte def ubre media efphera. III. Dela va-
ria ion del orizonte. IIII [si ℄. De la instru io muy proue hofa para los prin i-
piantes en el arte de marear. V. Del regimiento del polo. VI. Del regimiento
delas alturas del fol. VII. Dela onuenien ia q ay entre los grados y leguas por
ada vno delos vientos. VIII. Del nordeftear delas agujas. IX. Dela de lina ion
del fol: y de omo fe han de regir las tablas della.
A ontinua ión in luye un apartado dedi ado a las �Reglas para deprender
a otar de guarifmo en muy breue tiepo�, tras el ual se in luyen las tablas
de de lina ión del sol para uatro años. El texto dispone de dos índi es de
apítulos, uno para ada parte, insertados al prin ipio de las mismas.
1545. Tra tado de la Sphera. Chaves, Jerónimo de
23
Tra tado de la Sphera que ompuso el do tor Ioannes de Sa robvsto on
mu has additiones. Agora nueuamente traduzido de Latin en lengua Cafte-
llana Por el Ba hiller Hieronymo de Chaves: el qual añidio mu has �guras
tablas, y laras 8monftrationes: jun tamente o vnos breues S holios, ne e�a-
rios á mayor illu idation, ornato y perfe tio δl di ho tra tado. Sevilla, Juan
León.
La obra era una tradu ión del texto de Juan de Sa robos o �Tra tatus
de Sphera mundi�. El propio autor expone en el Prólogo, dedi ado �al fabio
23
Jerónimo, hijo de Alonso de Chaves, fue omo ya hemos señalado antes, el pri-
mer atedráti o de Cosmografía de la Casa de la Contrata ión de Sevilla. �Fue au-
tor de un importante número de tablas astronómi as, artas y mapas; por ejem-
plo, del primer mapa de Florida, publi ado en 1584 por el osmógrafo �amen o
Abraham Ortelius en su Theatrum orbis Terrarum, el Atlas más difundido en to-
da Europa en la segunda mitad del siglo XVI�. En: Funda ión Igna io Larramendi,
http://www.larramendi.es/ ytameri a/en/ onsulta_aut/registro. md?id=28174
24 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
y prudente le tor�, que tradu e la obra on el propósito de que la puedan
aprove har aquellos que �de�ean faber tan fublimada f ien ia y arte dela Af-
tronomía y are en dela lengua Latina�.
El Tra tado de la Sphera se divide en uatro Libros uyo ontenido se
re�eja en el Prohemio es rito por el autor e insertado al omienzo de la obra.
El Libro primero trata de la forma del Mundo. El Libro segundo versa sobre
los diez ír ulos que omponen la �Sphera Material, por la qual on�deramos
y entendemos la Celeftial�. En el Libro ter ero se estudian el orto y el o aso
de los Signos y la diversidad de los días y de las no hes. El Libro uarto
está dedi ado a los �Cír ulos E entri os: y Epi y los delos Planetas, y de los
propios mouimientos fuyos: y jun tamete los dela O taua y Nouena Spheras:
y a�mifmo las aufas delos E lipfes�.
Figura 1.4: Portada del libro CHAVES, JERÓNIMO DE (1545) Tra tado de la
Sphera [. . . ℄. Sevilla, Juan León. Fuente: Universidad de Sevilla. Fondo Antiguo.
Fondos digitalizados
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 25
1545. Arte de nauegar. Medina, Pedro de
24
Arte de nauegar en que fe ontienen todas las Reglas, De lara iones, Se re-
tos, y Auifos, q a la buena nauega io fon ne e�arios, y fe deue faber, he ha por
el maestro Pedro de Medina. Dirigida al fereni�mo y muy ef laref ido feñor,
don Felipe prin ipe de Efpaña, y de las dos Si ilias, r . Valladolid, Fran is o
Fernández de Córdova.
Figura 1.5: Portada del libro MEDINA, PEDRO DE (1545) Ar-
te de nauegar [. . . ℄. Valladolid, Fran is o Fernández de Córdova.
Fuente: Bibliote a Digital Hispáni a. Bibliote a Na ional de España.
http://www.bne.es/es/Catalogos/Bibliote aDigitalHispani a/Ini io/index.html
24
Cuesta Domingo [1999, p. 11℄ señala que la fa eta do ente de Pedro de Medina �tuvo
lugar prin ipalmente en Sevilla y estuvo dedi ada a la enseñanza de la náuti a y, entre las
misiones que se le on�aron, se hallaba la de examinar a los pilotos y maestres de la Carrera
de las Indias. Un trabajo de supervisión que le hizo veri� ar la falta de prepara ión de
los aspirantes para tripular las naves de la Carrera�. A�rma asimismo que �se esforzó en
evitar el uso de artas e instrumentos náuti os de� ientes, por el grave perjui io que podrían
o asionar a la navega ión y omer io, así omo a la seguridad de las naves, tripulantes y
pasajeros. Y es en este mismo trabajo do ente en el que debe ins ribirse la reda ión de su
manual de navega ión�.
26 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
Según Martín-Merás [2003, p. 685℄ la obra, que tuvo una úni a edi ión es-
pañola, debió de utilizarse en la Casa de la Contrata ión, ya que era el úni o
que existía en ese momento
25
.
El texto se divide en o ho libros uyos ontenidos obede en a los siguientes
títulos: Libro I. Del mvndo, de sv orden, y omposi ion; Libro II. Dela mar, y
svs movimientos. Y omo fve inventada la navega ion; Libro III. De los vientos,
de su alidad y nombres y omo se ha de navegar on ellos; Libro IIII [si ℄. Del
altvra del Sol y omo se ha de regir por el la navega ion. Libro V. Del altura
de los polos. Libro VI. De las agujas de nauegar. Libro VII. De la lvna y omo
svs re ientes y mengvantes sirven en la navega ion. Libro VIII. De los dias
del año.
1548. Chronographia o reportorio de los tiempos. Chaves, Jerónimo
de
Chronographia o reportorio de los tiempos, el mas opioso y pre ifo que
hafta ahora ha falido à la luz. Sevilla, en asa de Juan de León.
El texto está dividido en uatro tratados, uyo ontenido se expone tras el
prólogo �al prvdente y sabio le tor�. El primero de ellos trata del tiempo y su
división en partes mayores y menores. Se re opilan todas las edades del mundo,
desde la rea ión hasta el tiempo presente, señalando algunas � ofas in�gnes�
ya a onte idas. El segundo tratado ontiene la des rip ión general del mundo,
a saber: los elementos Tierra, Agua, Aire y Fuego, y la región eleste, por uyo
movimiento es onsiderado el tiempo. Asimismo se tratan la posi ión y orden
que tienen los ielos y planetas, el número de ellos, juntamente on la división
y onsidera ión de los do e signos. El ter er tratado in luye la diversidad de
los Cielos, el alendario, la razón de la varia ión de las �estas movibles, la
obten ión del día de Pas ua y el lunario on todos sus e lipses veri� ados
hasta el año 1600. El uarto y último tratado está dedi ado a la obten ión
de las partes del tiempo, a los días ríti os o judi iales onsiderados por los
médi os en las enfermedades humanas y a la Astrología. Además, ontiene la
tabla y atálogo de las prin ipales iudades de la ristiandad de la región de
Europa e Indias O identales del mar O éano.
25
Aunque tuvo una úni a edi ión española, se realizaron diversas tradu iones, onser-
vándose un buen número de ellas en el Museo Naval. Entre las tradu iones �guran: L'Arte
de navegar [. . . ℄, Vinetia, Aurelio Pin io (ad instantia di Gionbattista Pedrezano), 1555.
L'Art de naviguer [. . . ℄, ave augmentation & illustration [. . . ℄ par Ni olas de Ni olai, Lyon,
Guillaume Roville, 1569. Lyon, Guillaume Roville, 1576. L'Arte de naviguer [. . . ℄, Rouen,
Theodore Reinsart, 1607. Arte del navigare [. . . ℄, Venetia, Tomaso Baglioni, 1609. L'Art de
naviguer [. . . ℄, orrigé et augmenté [. . . ℄ par Jean de Seville, Rouen, Manassez de Preaulx,
1628. Se han realizado también edi iones modernas omo: Pedro de Medina, Arte de nave-
gar, en Obras lási as de Náuti a y Navega ión, Madrid, Funda ión Históri a Tavera, 1998,
CD-Rom (edi ión fa símil de la de Valladolid, Fran is o Fernández de Córdova, 1545). En:
DICTER.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 27
Figura 1.6: Portada del libro CHAVES, JERÓNIMO DE (1576) Chronographia
o reportorio de los tiempos [. . . ℄. Sevilla, Alonso Es ribano. Fuente:
http://bvpb.m u.es/es/ onsulta/registro. md?id=399504
Esta fue la obra que dio fama a Jerónimo de Chaves y de la ual se hi ieron
siete edi iones en Sevilla y quin e hasta el �nal de la enturia
26
.
1551. Breue ompendio de la sphera y de la arte de navegar. Cortés,
Martín
Breue ompendio de la sphera y de la arte de navegar, on nuevos instru-
mentos y reglas exempli� ado on muy subtiles demonstra iones. Sevilla, Antón
Alvarez
27
. Sevilla, Antón Alvarez, 1551.
26
VICENTE MAROTO [2006, p. 106℄.
27
Cuesta Domingo [1993, p. 66℄ nos relata que la segunda edi ión española se realizó en
Sevilla en 1556 y � uatro siglos más tarde, se hizo edi ión fa símil de la primera en Zaragoza
(1954); se publi ó en Londres, en lengua inglesa, varias ve es durante el siglo XVI (1561, 1572,
28 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
Figura 1.7: Portada del libro CORTÉS ALBACAR, MARTIN (1551) Breue om-
pendio de la sphera y de la arte de nauegar [. . . ℄. Sevilla, Antón Alvarez. Fuente:
http://www.donaldheald. om/sear h/Breve ompendio de la sphera y de la arte de
navegar� on nuevos instrument/detail01.php?booknr=8189208&ordernr=19431
La obra onsta de tres partes. La primera parte trata la omposi ión del
mundo y los prin ipios universales ne esarios para el arte de la navega ión. La
segunda parte trata de los movimientos del sol y de la luna, así omo de los
1579, 1584, 1589, 1596) y tres más en el XVII (1609, 1615, 1630). Haber sido tan editada
eviden iaba el mar ado interés ofre ido por esta obra, y parti ularmente a los británi os
(manifestaba uno de los tradu tores que ningún otro país ulto ontaba on una átedra de
estudios náuti os omo poseía España en la Casa de la Contrata ión de Sevilla.)�. También se
han realizado edi iones modernas, de las que da uenta DICTER: en 1945 (edi ión fa símil de
la de Sevilla, Antón Álvarez, 1551), Institu ión Fernando el Católi o; Valen ia, Universidad
de Valen ia, 1993 (edi ión en mi ro� ha); Valen ia, Vi ent Gar ía Editores, 1996. Cuesta
Domingo desta a también la edi ión de 1991: �muy interesante, e in orporada al plan de
publi a iones del V Centenario, es la obra editada en 1991 on el título de Breve ompendio
de la esfera y del arte de navegar, del élebre aragonés Martín Cortés de Alba ar, on un
desta ado estudio de Mariano Cuesta Domingo, en argado de la edi ión�.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 29
efe tos que ausan los mismos. La parte ter era del ompendio se dedi a a la
omposi ión y uso de instrumentos y reglas del arte de la navega ión.
Esta obra, junto on el texto de Medina, fue difundida en toda Europa en
su esivas edi iones, pese a que sus autores uriosamente no navegaron
28
. Este
he ho no fue un in onveniente para Cortés, ya que según Cuesta Domingo
[1993, p. 66℄
su presenta ión ultural y ientí� a le sirvieron en su apli a ión a
la náuti a; es más, su interés por el �arte de marear� le llevó a ha er
de su teoría algo dotado de sen illez, al al an e de todos; así se justi� a
la difusión y el éxito. Sin duda este texto fue una de las más brillantes
aporta iones té ni as de la náuti a de la Era de los Des ubrimientos
peninsulares.
Ibáñez [2002, p. 42℄ desta a las novedades que presenta el texto de Cortés:
Entre las teorías propuestas por Cortés, despunta la idea, nueva y
original, de que la varia ión de la de lina ión magnéti a era produ i-
da por la existen ia en el ielo de un polo magnéti o distinto del polo
del mundo. Esta idea de Cortés promovió posteriores dis usiones e in-
vestiga iones para es lare er el fenómeno del magnetismo terrestre, tan
importante para la dire ión de los buques, que en aquellos días dependía
sobre todo de las indi a iones de las agujas magnéti as.
1563. Regimieto de nauega io. Medina, Pedro de
Regimieto de nauega io Contiene las ofas que los pilotos ha de saber para
bien navegar: y los remedios y auifos que han de tener para los peligros que
nauegando les pueden su eder. Dirigido a la Real Mageftad del Rey δon Phili-
pe muestro Señor. Por el Maeftro Pedro de medina vezino de Seuilla. Sevilla,
Simón Carpintero.
Este Regimieto de nauega io es una segunda edi ión del Regimieto del mis-
mo autor, impreso un año antes, pero �aumentado on una segunda parte en
la que da unos breves onsejos sobre ómo a tuar uando la nave naufraga,
entra en una orriente, pierde el rumbo, se rompe el timón et .�
29
.
Para Guillén Tato [1943, p. 10℄ los Regimientos de Navega ión de Pedro de
Medina � onstituyeron trataditos más elementales que reda tó uando al exa-
minar pilotos y maestres de la arrera de las Indias, omprendió la ne esidad
de un texto más asequible a la rusti idad del hombre de mar�.
28
IBÁÑEZ [2002, p. 38℄.
29
MARTÍN-MERÁS [2003, p. 686℄. Se onservan ejemplares de ambas edi iones en el
Museo Naval de Madrid. En: "Difundiendo el Patrimonio Bibliográ� o de la Armada". Nieves
Rodríguez Amunátegui. Bibliote aria. Jefa de la Se ión de Informa ión Bibliográ� a del
Museo Naval de Madrid.
30 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
Figura 1.8: Portada del libro MEDINA, PEDRO DE (1563)
Regimieto de nauega io [. . . ℄. Sevilla, Simón Carpintero. Fuente:
http://www.armada15001900.net/navegarynavegar.htm
El libro ontiene dos partes que el autor presenta del modo siguiente:
En la primera ef riuo la orde q en toda nauega io fe deue tener dode
fe de lara mu has ofas δ gra proue ho i vtilidad a los navegates, q hafta
aora no fe ha ef ripto. En la feguda parte fe de lara los afos y peligros
q nauegado puede fu eder: y los remedios y auifos q e ellos fe deue tener
pa los euitar δ tal manera q fe ef ufen y e�e las muertes y daños q
dellos fuele venir.
Tras un apartado dedi ado a los �Prin ipios fundametales que en la nauega-
ion de la mar fe deuen faber� se desarrollan los seis Libros de la primera parte.
Los títulos orrespondientes a di hos libros son: Libro primero: Del regimiento
de la nauega ion de la mar dode fe de lara las ofas q la arta de marear enfeña
en la nauega ion. Libro segundo: Del altura del Sol. Libro ter ero: Del altura
del Norte. Libro quarto: Delas agujas δ marear. Libro quinto: Dela uenta dela
Luna y omo viene las re ientes y menguantes en la mar. Libro sexto: Del
Relox del Norte. La segunda parte del Regimiento esta onstituida por veinte
�Auifos�.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 31
1581. Compendio de la Arte de Navegar. Zamorano, Rodrigo
30
.
Compendio de la Arte de Navegar, de Rodrigo Çamorano, Aftrologo y Ma-
temati o, y Cofmografo de la Mageftad Catoli a de Don Felipe fegundo Rey de
Efpaña, Y fu Catedrati o de Cofmogra�a en la afa de la Contrata ion de las
Indias de la Ciudad de Seuilla. Al mvy ilvstre Señor el Li e iado Diego Gaf a
de Salazar, Pre�dete en el Confejo Real de las Indias. Sevilla, Imprenta de
Alfonso de la Barrera, 1581.
Figura 1.9: Portada del libro ZAMORANO, RODRIGO (1581) Compendio de la Ar-
te de Navegar [. . . ℄. Sevilla, Imprenta Juan de León. Fuente: http://www.vgesa. om
30
Rodrigo Zamorano realizó en 1576 una versión de los Elementos de Eu lides. Se trata de
la obra Los seis libros primeros dela Geometria de Eu lides, traduzidos en lengua Española
por Rodrigo Çamorano Astrologo y Mathemati o, y Cathedrati o de Cosmo-graphia por su
Magestad en la asa de la Contrata ion de Seuilla, dirigidos al illustre señor Lu iano de
Negron, Canonigo dela San ta Yglesia de Seuilla. Con li en ia del Consejo Real, impresa en
Sevilla, en asa de Alonso de la Barrera en 1576. �La versión de los Elementos de Rodrigo
Zamorano es la primera edi ión en español de ese texto lási o de geometría. En ella se
in luyen solamente los libros I a VI, que son los que estudian la geometría plana. El autor lo
justi� a di iendo que lo ha e "por ser estos mas ne essarios que los otros". Esta publi a ión
está rela ionada on los esfuerzos de Felipe II para mejorar el nivel ientí� o y té ni o del
país. En el permiso para imprimir el libro, dado por el monar a, se alaba la ini iativa de
Zamorano "por la gran utilidad que trayan assi a los que siguen las matemati as omo a
todos los artí� es" � [NAVARRO LOIDI, 2012b, pp. 902, 905℄.
32 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
El libro ontiene una primera parte titulada Prin ipios de Esfera dedi ado
a expli ar la �Divi∫ion de toda la Arte de Navegar�. La segunda parte se dedi aa la �pra ti a, ompo� ion y vfo de los inftrumentos prin ipales de efta Arte�.
Zamorano expone en su prólogo al autor que las tablas de la de lina ión solar
in luidas en esta obra han sido orregidas por él mismo.
Navarro Loidi [2012b, p. 904℄ mani�esta que Zamorano publi ó esta obra
�fundamentalmente prá ti a� para sus lases en la Casa de la Contrata ión.
Se trata� ontinúa Navarro��de un texto muy laro y bien expli ado que
tuvo mu ho éxito entre los navegantes, llegando a imprimirse uatro ve es�. La
edi ión de 1588 �fue tradu ida al inglés y publi ada omo apéndi e de Certaine
errors of navigation (1610, 2.
a
edi ión) de Edward Wright, obra también de
gran difusión�. Martín-Merás [2003, p. 686℄ apunta que el texto fue sustituido
en 1606 por el Regimiento de Navega ión de Andrés Gar ía de Céspedes para
la enseñanza en la Casa de la Contrata ión
31
.
1983. Quatri Partitu en osmographia prati a i por otro nobre lla-
mado espeio de navegantes. Chaves, Alonso de
32
.
Quatri Partitu en osmographia prati a i por otro nobre llamado espeio de
navegantes. Obra mui utilissima i opendiosa en toda la arte de marear i mui
ne esaria i de grand prove ho en todo el urso de la navega io. Madrid, Ins-
tituto de Historia y Cultura Naval.
Durante el siglo XVI el Consejo de Indias impidió la impresión de varias
obras on la inten ión de que permane ieran o ultas y no pudieran ser utiliza-
das en el extranjero. Quizá fuese esta una de las razones por la uál el Espejo
de Navegantes de Alonso de Chaves permane iese inédita hasta 1983, año en
el que fue publi ada por el Instituto de Historia y Cultura Naval. Fernández
Duro [1895, p. 5℄ nos aporta más datos sobre las obras de este periodo que
quedaron inéditas:
En los Apuntes para una Bibliote a ientí� o española del siglo XVI,
obra de D. Felipe Pi atoste, premiada por la Bibliote a Na ional en
el on urso públi o de 1868 é impresa á expensas del Estado en 1891,
se des riben ó omentan hasta 26 tratados de Cosmografía, es ritos en
épo a en que no estaba la ien ia aún bien de�nida, y que no llegaron á
imprimirse. Limitábanse los menos á la des rip ión del orbe eleste; en
31
Sobre este Regimiento y otros textos españoles de náuti a de los siglos XVI-XVIII véase
IBÁÑEZ [2002℄.
32
Como ya hemos apuntado anteriormente, Alonso de Chaves fue nombrado Piloto Mayor
en 1552 para su eder a Sebastián Caboto. Según Pulido Rubio [1950, p. 609℄ y Fernández de
Navarrete [1851, pp. 16-17℄, el 4 de abril de 1528 Alonso de Chaves fue nombrado osmógrafo
y en las uentas �gura omo piloto, osmógrafo y maestro de ha er astrolabios, on el salario
de 30000 mrs al año. Regentó temporalmente la Cátedra de Cosmografía en sustitu ión de
su hijo Jerónimo, posiblemente por problemas de salud de este. Prestó sus servi ios en la
Casa de la Contrata ión desde 1528 hasta su jubila ión por avanzada edad en 1587.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 33
asi todos se in luía lo que on separa ión se ha venido á llamar Geogra-
fía; ha íase en algunos parti ular reparo de la Hidrografía, y mez lában-
se enseñanzas relativas á la Navega ión en los más, por ser los autores
mareantes ó dedi ar á mareantes su trabajos do entes.
Figura 1.10: Portada del libro CHAVES, ALONSO DE (1983) Quatri Partitu en
osmographia prati a i por otro nobre llamado espeio de navegantes [. . . ℄. Madrid.
Fuente: Bibliote a Digital Real A ademia de la Historia
El mismo Fernández Duro [1895, p. 9℄ opina que �el manus rito es digno de
aten ión por mu hos on eptos, empezando por el de no saberse hasta ahora
que su autor hubiera es rito obra alguna de enseñanza� y que debió de es ri-
birlo entre los años 1520 y 1538. Aún más, podemos a�rmar que una parte fue
es rita en 1537, ya que en el re to de la hoja 49 onsta la ins rip ión �hasta
oy primero de nouiembre Año de mill e quinientos e treynta e siete años�
33
.
La importan ia de la obra queda mani�esta en el omienzo del libro uarto:
Obra muy utili∫sima y prove ho∫a atodos, prin ipalmente alos Naue-
gantes que an de tratar enlas di has Yndias y enlos Lugares suso di hos.
33
Bibliote a Digital RAH. Se ión General. Alonso de Chaves.
34 La Casa de la Contrata ión de Sevilla
La qual obra otra semejante y de tanto proue ho antes de∫ta nun a ∫e avi∫to ni es rito ae∫te ppo∫ito [si ℄. La qual a∫i mi∫mo horden oy ompu∫o on sola ∫u indu∫tria y trabaio el di ho Alon∫o De haues osmographo de
la mage∫tad e∫area. La qual di ha obra es aprouada porlos otros Cos-
mographos De su magestad y onforme al voto y al pare∫ er delos mas y
mas sabios y experimentados pilotos que nauegan y an andado y re∫ididoentodas las di has partes.
La obra se divide en uatro libros. El primer libro onsta de dos tratados.
En el primero de ellos, dividido en uatro apítulos, se estudia el alendario
romano y los días en los que la Santa Iglesia de Sevilla elebra las �estas de
los santos y bienaventurados, el ír ulo lunar o áureo número y su ál ulo, el
ír ulo solar y letra domini al y su ál ulo, así omo las �estas móviles y de
ómo regularlas. El segundo tratado versa sobre todos los instrumentos ne e-
sarios en el arte de marear, así omo de su fabri a ión y uso. El libro segundo
aborda en sus in o tratados �todo lo ele∫te y to ante ala osmographia pra-
ti a y arte de marear�. En los tres tratados del libro ter ero se estudia �todo
lo prati o en la nauega ion y de todo lo ne e∫sario y to ante a la eje u ion
del marear y de los peligros infortunios y batallas que a onte en en la mar, y
delos remedios y avisos que en ada o∫a se deue proueer�. El uarto y último
libro trata a lo largo de veinti in o apítulos �todo lo to ante alas yndias Del
mar o eano y a todas ∫us partes y nauega iones parti ulares y generales�.
En opinión de Vi ente Maroto [2006, p. 105℄ por un lado el �ter er tratado
es un verdadero texto sobre arquite tura naval po o ono ido� y, por otro, la
des rip ión general de las ostas de las Indias del libro uarto, un derrotero
general de navega ión a las mismas. Esta fue probablemente la ausa de que
la obra de Alonso de Chaves no se publi ara, pues debía mantenerse en se reto.
Desta a la bella portada y sobre todo, la uidada estru tura del texto y
la esmerada aligrafía del mismo, muy superior a la de los textos de la épo a.
En este sentido se expresa también Sán hez Martínez [2011, pp. 5-6℄ quien nos
aporta la siguiente valora ión general de Quatri Partitu de Alonso de Chaves:
La laridad del texto, junto on la informa ión ientí� a que ontie-
ne, ha e de esta obra uno de los tratados más ri os y valiosos del siglo
XVI, un trabajo úni o en un subgénero omo la osmografía prá ti a. Se
trata, en de�nitiva, de una suma de navega ión, osmografía y artogra-
fía realizada por un hombre experto. [. . . ℄ [Es℄ un do umento ideal para
la forma ión de los pilotos de la arrera de Indias en Sevilla, un material
de enseñanza que se sitúa entre la línea de improvisa ión y la línea de
organiza ión, entre la edu a ión ientí� a y la forma ión prá ti a [. . .℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 35
1.2. La matemáti a española en el siglo XVIII
En esta se ión trazaremos un panorama general de las matemáti as en
España durante el siglo XVIII, dirigido a ontextualizar la enseñanza ini ial de
las matemáti as en las Es uelas de Náuti a durante di ho siglo. Comenzaremos
dando una idea de la situa ión anterior desde el Rena imiento, lo que a su vez
servirá de ontexto matemáti o para lo expuesto sobre la Casa de Contrata ión
de Sevilla en la se ión pre edente.
1.2.1. Las matemáti as en la España de los Austrias
En su obra póstuma Diserta ión sobre la Historia de la Náuti a y de las
Cien ias Matemáti as que han ontribuido á sus progresos entre los españoles,
Martín Fernández Navarrete revisa la situa ión de las enseñanzas matemáti as
en España para dar a ono er �mejor lo que nuestros marinos trabajaron para
adelantarlas, y el in�ujo que ellas ejer ieron en el progreso y mejora de varias
profesiones útiles y ne esarias en la so iedad�. Señala este autor que en la
Universidad de Salaman a ya se impartían estudios de matemáti as en el siglo
XIII. Cita que el que fuera maestro de Nebrija, Apolonio, era el en argado
de esta dis iplina a mediados del siglo XV y desde Salaman a �pasó Pedro
Ciruelo a enseñarla á París�
34
.
Junto a Nebrija hay que men ionar también a su ontemporáneo el judío
español Abraham Za ut (o Za uto), ligados ambos a Juan de Zúñiga, maestre
de la Orden de Al ántara
35
on sede en Gata (Cá eres). Las tablas astronó-
mi as de Za ut son una obra umbre del periodo rena entista europeo. La
expulsión de los judíos llevó a Za ut a Portugal donde estuvo al servi io de la
Corona portuguesa en unos años de fuerte expansión de la navega ión por las
rutas de Améri a y de las matemáti as puras y mixtas que le daban soporte
36
.
Se sabe también que las matemáti as formaban parte de los planes de es-
tudios de la Casa de la Contrata ión de Sevilla, fundada en 1503, omo se
ha omentado en el apítulo anterior. No obstante en España el nivel de las
matemáti as distaba mu ho del que presentaban, entre otros, Italia o el reino
musulmán de Granada
37
. Desde el siglo XV, pero sobre todo en la primera
mitad del siglo XVI, en Italia se multipli aron las átedras de Matemáti as,
34
Fernández Navarrete [1846, p. 124℄ se basa en �las uestiones sobre el proye to de Colón
en 1486. (Col. de Viages, t. 3o, pág. 614) y en la pág. 489 la Real órden para que fuesen á
la orte personas do tas en astronomía y osmografía: fe ha 30 de julio 1494�.
35
Hasta que este rango pasó al rey Fernando el Católi o. Sobre Za ut véase J. M. Cobos
Bueno, Un astrónomo en la A ademia Rena entista del Maestre de Al ántara fray Juan de
Zúñiga y Pimentel: Abraham Za ut, Badajoz, FESPM, 2001.
36
Véase la obra lási a de Fran is o Gomes Teixeira História das Matemáti as em Por-
tugal, Lisboa, A ademia das Ciên ias de Lisboa, 1934; ed. fa símil en Lisboa, Arquimedes
Livros, 2010.
37
VERNET [1975, p. 108℄.
36 La matemáti a española en el siglo XVIII
mientras que en España estas se impartían en las fa ultades de Artes, forman-
do parte generalmente de la átedra de Físi a (Filosofía Natural). A lo largo
del siglo XVI las universidades de Salaman a, Al alá y Valladolid ontaron
on notables profesores de matemáti as, mostrando una apertura rena entista.
Desgra iadamente, ya desde �nales del siglo XVI y sobre todo desde omienzos
del XVII las enseñanzas de esta dis iplina sufrieron un grave retro eso que im-
pidió su parti ipa ión en la revolu ión ientí� a que invadió asi toda Europa.
También en la Casa de Contrata ión de Sevilla las enseñanzas de matemáti as,
in luso las de astronomía y náuti a, prá ti amente desapare ieron a lo largo
de la primera mitad del siglo XVII
38
.
En 1582 Felipe II fundó la A ademia de Matemáti as de Madrid, institu-
ión dirigida a formar té ni os: arquite tos, osmógrafos, artógrafos, ingenie-
ros militares, et ., que ini ió su andadura en o tubre de 1583. Esta A ademia,
dependiente del Consejo de Indias, se redu ía bási amente a una átedra de
matemáti as y osmografía, regentada por el osmógrafo mayor de Indias. El
año en que se rearon los Reales Estudios del Colegio Imperial de Madrid,
1625
39
, oin idió on el falle imiento del titular de la átedra, Juan Cedillo
Díaz. A propuesta del rey Felipe IV se hi ieron argo de la átedra los jesuitas
que regentaban el Colegio Imperial, hasta que en 1628 las lases dejaron de
impartirse en la sede de la A ademia pasando a las dependen ias del itado
Colegio. Hasta la expulsión de los jesuitas en 1767, siempre fue un jesuita el
en argado de esta átedra, quien a su vez ostentaba el argo de osmógrafo
mayor del Consejo de Indias. La átedra de matemáti as onstituida por Felipe
II mantuvo su a tividad hasta el año 1783, siendo Juan Bautista Muñoz, on
anterioridad atedráti o de la Universidad de Valen ia, el último en o upar-
la
40
. Aunque hubo otros entros abiertos al desarrollo ientí� o europeo que
impartían enseñanzas de matemáti as, tales omo la Universidad de Valen ia
y algunos Colegios de la Compañía de Jesús: el Real Colegio de Santa María
i Sant Jaume, también ono ido por Colegio Cordelles, de Bar elona (1593),
el Colegio de Nobles de Calatayud, el Colegio de Bilbao y el Colegio de Cádiz
(1698) al rear el rey Carlos II una átedra de matemáti as para la forma-
ión de marinos
41
, los Reales Estudios del Colegio Imperial se onsideran la
institu ión más importante para el desarrollo de las matemáti as en España
durante el siglo XVII �tanto por estar abiertos y atentos a los progresos de la
38
DOU [1990, pp. 156-157℄.
39
Los jesuitas fundaron un Colegio ha ia el año 1572. En 1603 falle ió en Madrid la
emperatriz María de Austria, hija de Carlos V, dejando gran parte de su fortuna a la
itada institu ión. De este modo el Colegio pasó a llamarse Colegio Imperial. Y en 1625
el rey Felipe IV fundó los Reales Estudios, on los que dotó al Colegio Imperial [DOU,
1990, pp. 157-158℄. Más informa ión sobre el Colegio Imperial de Madrid, puede en ontrarse
en NAVARRO BROTÓNS [2002, pp. 53-68℄. Véase también, entre otros, SIMÓN DÍAZ,
J. Historia del Colegio Imperial de Madrid, 2 vols. Madrid, CSIC. Citado en NAVARRO
BROTÓNS [2002℄.
40
VICENTE MAROTO [2008, p. 87℄ y NAVARRO BROTÓNS [2002, p. 58℄.
41
Esta átedra tuvo omo primer responsable al jesuita Ja obo Kresa, que pro edía del
Colegio Imperial.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 37
revolu ión ientí� a más allá de las fronteras, omo por ser fo o de ultivo de
estudios e investiga iones matemáti as, omo por la ontinuidad en la ense-
ñanza de las matemáti as�. De las die iséis átedras de estudios mayores on
que ontaba, había dos átedras de matemáti as, la novena: �De matemáti a
donde un maestro por la mañana leerá la esfera, astrología, astronomía, astro-
labio, perspe tiva y pronósti os�. Y la dé ima: �De matemáti a donde otro
maestro diferente leerá por la tarde la geometría, geografía, hidrografía y de
relojes�
42
.
Entre los matemáti os que ontribuyeron al desarrollo de las matemáti as
en nuestro país durante estos siglos, sin ánimo de ser exhaustivos, siguiendo
un orden ronológi o, abe itar los siguientes:
Pedro Sán hez Ciruelo ( a. 1470-1548) propuso un método aproximado pa-
ra hallar raí es uadradas y úbi as y olaboró on Lefèvre en la introdu ión
de obras extranjeras en la Sorbona
43
.
Juan de Ortega (�. 1515-1542) es natural de Palen ia. Enseñó aritméti a
y geometría en España y en Italia, siendo autor de uno de los primeros libros
españoles de ál ulo mer antil: Tratado subtilissimo de Arismeti a y Geome-
tria. El texto, que al anzó varias reedi iones y que fue tradu ido al fran és y
al italiano en 1515, resulta de interés sobre todo por los valores obtenidos en
la extra ión de raí es uadradas
44
.
Mar o Aurel (�. 1552)
45
de origen alemán a�n ado en Valen ia, es autor
de Arithmeti a algebrati a, primer texto de álgebra es rito en español impreso
en Valen ia en 1552. En él introdu e en España el Arte mayor o Regla de la
osa.
Gonzalo Busto (�. 1552), también en 1552, imprimió en Sevilla � on o-
rre iones y añadidos suyos la Aritméti a de Juan de Ortega, on el título
Tra tado subtilissimo de Arismeti a y de Geometria. Compuesto por el reve-
rendo padre fray Juan de Hortega de la orden de los predi adores. Ahora de
nuevo enmendado on mu ha diligen ia por Gonzalo Busto de mu hos errores
que havia en algunas impressiones pasadas�. Puig; Fernández [2013, p. 7℄ du-
dan que Gonzalo Busto pudiera ono er el texto de Mar o Aurel.
Juan Pérez de Moya (1514-¾?) en 1562 publi ó el texto más popular en su
épo a en el que apare e el álgebra: Arithmeti a prá ti a y spe ulativa. En el
mismo reúne, on modi� a iones tres libros suyos anteriores, entre los que se
42
DOU [1990, pp. 157-158℄.
43
VERNET [1975, p. 111℄. Véase LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 223-226℄.
44
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, pp. 134-136℄.
45
PUIG; FERNÁNDEZ [2013, p. 1℄; DOU [1990, p. 160℄. Para más informa ión sobre
Aurel, véase LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 81-82℄ y REY PASTOR [1926, pp.
100-104℄.
38 La matemáti a española en el siglo XVIII
en uentra el Compendio de la regla de osa, o arte mayor, publi ado en 1558
en Burgos. Este libro y la parte de álgebra de la Arithmeti a prá ti a y spe u-
lativa se basan en el libro de Mar o Aurel
46
.
Anti h Ro ha (�. 1564) na ió en Gerona. Aunque estudió medi ina, su obra
más ono ida es un tratado de aritméti a publi ado en 1564 titulado Arithme-
ti a por Anti h Ro ha, de Gerona ompuesta, y de varios au tores re opilada
prove hosa para todos estados de gentes
47
.
Juan Al ega (�. 1580) guipuz oano, posiblemente natural de Hondarribia.
Su Libro de Geometría, Prá ti a y Traça. El qual trata de lo to ante al o� io
de sastre para saber pedir el paño, seda o otra tela [. . . ℄ y para saber omo se
han de ortar los tales vestidos, on otros mu hos se retos y uriosidades to-
ante á este arte, �es un ex elente testimonio de la in orpora ión, en la España
del siglo XVI, de los saberes matemáti os a una prá ti a artesanal�
48
.
Juan Cedillo Díaz (�. 1599-1616) fue atedráti o de la A ademia de Mate-
máti as de Madrid. En la Bibliote a Na ional de Madrid se onservan mu hos
de sus manus ritos sobre matemáti as, náuti a e ingeniería. Por orden real
tradujo al español Los seis libros primeros de la Geometría de Eu lides
49
.
Julio César Firru�no (¾?-1651) fue �Cathedráti o de Geometría y Artille-
ría de su Magestad por su Real Consejo de Guerra� según reza en sus obras.
En 1648 se publi ó El perfeto Artillero. Theóri a y prá ti a, junto on unos
Fragmentos matemáti os. En éstos plantea no iones elementales de aritméti a,
geometría elemental y trigonometría plana on apli a iones, pero expuestas de
manera muy lara.
Luis Cardu hi (¾?-1657)
50
fue alumno de la A ademia de Matemáti as y
posteriormente regentó la átedra de Matemáti as de esta institu ión. En 1637
publi ó una versión astellana de los seis primeros libros de los Elementos de
Eu lides. En el prólogo de esta obra da noti ia de la inven ión de los logarit-
mos, onvirtiéndose en el primer autor ono ido que men iona este on epto
matemáti o
51
.
Claudio Ri hard (1589-1664) na ió en Ornans, Fran ia, ingresando en la
46
PUIG; FERNÁNDEZ [2013, p. 8℄. Más informa ión en LÓPEZ PIÑERO et al [1983,
vol. II, pp. 162-163℄.
47
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 241℄. Más informa ión en REY PASTOR [1926,
pp. 109-114℄.
48
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 37-38℄ y DOU [1990, p. 160℄.
49
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 203℄.
50
En el apítulo 3 daremos más datos biográ� os de este autor y trataremos su aporte en
el ampo de los logaritmos. Véase para ello en el itado apítulo 3 y dentro de la se ión
4.3.1.1 la página 455 y siguientes.
51
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 180-181℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 39
Compañía de Jesús en 1606. En 1624 Felipe IV le nombró profesor del Colegio
Imperial de Madrid, donde desempeñó la átedra de Matemáti as al menos
desde el año 1636 hasta su muerte. En 1645 publi ó una versión en latín de los
Elementos de Eu lides, que �es mu ho más que una mera tradu ión y exposi-
ión. Ri hard in luye también la obra de otros geómetras antiguos y modernos
mostrando una erudi ión extraordinaria [. . . ℄. Además enrique e apre iable-
mente su obra on innumerables aporta iones originales�. En 1655 publi ó,
también en latín, De las óni as de Apolonio de Pérgamo, siendo según al-
gunos historiadores �quizás [. . . ℄ la mejor edi ión que se haya he ho de las
Cóni as de Apolonio�
52
.
Jean Charles de La Faille (1597-1652), aunque na ido en Amberes, Bélgi a,
se trasladó a Madrid omo profesor del Colegio Imperial en 1629. Su maestro
Gregorie de Saint Vin ent se en argó de la impresión en Amberes de la obra
más importante de La Faille: Ioannis Della Faille antverpiensis e So ietate
Iesu, in A a emia Madritensi Collegii Imperialis regii matheseos professoris,
theoremata de entro gravitatis partium ir ulis et ellipsis. Antverpiae. Ex of-
fí ina Typographiae loannis Meursii. Anno MDCXXXII. Para Dou [1990, p.
162℄ �Este pequeño opús ulo [. . . ℄ es una de las ontribu iones matemáti as
on retas más importantes y probablemente la más ono ida de un matemá-
ti o a tivo en España durante el siglo XVII�.
Juan Caramuel Lobkowitz (1606-1682), natural de Madrid, es uno de los
matemáti os españoles más importantes del siglo XVII. Desde muy joven se
interesó por las matemáti as y la astronomía. En su obra
no ofre e un nuevo uerpo do trinal en materias omo la físi a, astro-
nomía o matemáti as, aunque está llena de [. . . ℄ exposi iones en forma
ompleta y moderna, omo la de los sistemas de numera ión, y también
de innova iones, de las uales la más importante es la de los logaritmos.
En efe to, en 1670, publi ó Mathesis Bi eps vetus et nova, en 2 volúmenes.
En el primero re oge la aritméti a, el álgebra y la geometría. En este volumen
trata por vez primera de forma ompleta el tema de los sistemas de numera-
ión on distintas bases, expli a el ál ulo aproximado de la raíz uadrada y
en los ál ulos sustituye las fra iones por expresiones de imales. En el segun-
do tomo muestra los des ubrimientos he hos en matemáti as desde prin ipios
de siglo, prin ipalmente los logaritmos, la ombinatoria y el ál ulo de pro-
babilidades, siendo una de las aporta iones más interesantes de Caramuel la
de�ni ión de los ologaritmos, a los que llama �logaritmos de Caramuel�. En
1678 publi ó Arquite tura ivil, re ta y obli ua que ontiene una introdu ión
on los elementos de aritméti a, geometría y ál ulo ne esarios para los arqui-
te tos. En esta obra de�ne los números aproximados por ex eso y por defe to
53
.
52
DOU [1990, pp. 163-164℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, pp. 228-229℄.
53
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 168-171℄. La obra matemáti a de Caramuel ha
sido estudiada por Santiago Garma en su tesis do toral Las aporta iones de Juan Caramuel
40 La matemáti a española en el siglo XVIII
José Zaragoza Vilanova (1627-1679) natural de Al alá de Chivert, Caste-
llón, ingresó en la Compañía de Jesús en 1651, siendo ya do tor en Filosofía
por la Universidad de Valen ia. En 1670 o upó la átedra de Matemáti as del
Colegio Imperial hasta la fe ha de su muerte, periodo en el que publi ó la ma-
yor parte de sus trabajos. En 1669 vio la luz su Arithmeti a Universal [. . . ℄,
en 1671 la Geometria espe ulativa y pra ti a [. . . ℄ y en 1672 la Trigonometria
Española [. . . ℄, siendo su obra más importante la Geometría magna in mini-
mis publi ada en 1674. Sus obras de matemáti as, aunque están es ritas desde
un punto de vista didá ti o, ontienen observa iones originales e interesantes,
re�ejando su ono imiento de las obras de su tiempo. En lo que respe ta a la
última uestión, el profesor Dou [1990, pp. 164-165℄ señala dos ex ep iones: �la
primera es que pare e des ono er la geometría analíti a de Des artes (1636)�
aunque según algunos autores �pare e que Zaragoza ono ía esta geometría,
pero que deliberadamente quiso emplear ex lusivamente el método sintéti o de
la geometría lási a. La segunda es que es ajeno a los problemas dire tamente
rela ionados on el ál ulo diferen ial�. En opinión de Dou,
la ontribu ión importante de Zaragoza a la astronomía ha sido bien
ono ida desde su mismo tiempo, mientras que su aporta ión matemáti-
a ha sido totalmente ignorada hasta el siglo a tual, quizás pre isamente
por su mayor profundidad y onsiguiente di� ultad en ser omprendi-
da
54
.
Antonio Hugo de Omerique (1634-¾?) na ió en Sanlú ar de Barrameda,
Cádiz. En 1698 el jesuita Ja obo Kresa in luyó dos problemas �inventados y
resueltos� por Omerique, en sus Elementos de Eu lides. De su obra sólo ha
llegado hasta nuestros días el Analysis Geometri a. Para el historiador de las
matemáti as Alberto Dou [1990, pp. 162-163℄ la obra de Omerique y la Geo-
metría Magna in minimis de Zaragoza �son on toda probabilidad las dos
obras de matemáti as mas profundas, originales e interesantes de matemáti os
españoles durante los siglos XVI y XVII (y quizás se puedan añadir los siglos
XVIII y XIX)�
55
.
Ja obo Kresa (1645-1715) fue un matemáti o y astrónomo de origen aus-
tría o, que ingresó en la Compañía de Jesús en 1667. Pare e ser que en 1679
sustituyó a José Zaragoza en la átedra de Matemáti as del Colegio Imperial
de Madrid, donde permane ió durante 15 años. La mayoría de las obras que
se publi aron durante este tiempo, llevan su ensura o aproba ión. En 1689
publi ó una edi ión de los Elementos de Eu lides en astellano ampliada on
al na imiento de la matemáti a moderna, dirigida por el profesor Alberto Dou. Valen ia,
1978. Por otra parte el apítulo de José María López Piñero (1969) �La obra de Juan
Caramuel� en La introdu ión de la Cien ia moderna en España, Bar elona, Ed. Ariel, pp.
131-136, señala el valor ientí� o de Caramuel en la ien ia española del XVII.
54
Véase LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, pp. 448-450℄.
55
Dou [1990, p. 163℄ muestra su extrañeza por el he ho de �que ninguno de los dos �gure
en el Di tionary of S ienti� Biography de Gillispie, aunque esto sólo indique, quizás, uán
de� iente sea la situa ión de la historia de las matemáti as en España�.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 41
algunos sele tos Theoremas de Ar himedes. En 1720, se publi ó en Praga su
Analysis spe iosa trigonometriae sphaeri ae primo mobili triangulis re tilineis,
progresión arithmeti ae et geometri ae, aliisque problematibus apli ata a título
póstumo
56
.
1.2.2. Tres novatores valen ianos
En el paso del siglo XVII al XVIII, los llamados novatores juegan un im-
portante papel en la ien ia española. Entre los matemáti os de los que hemos
dado noti ia, a partir de Zaragoza pertene en al último ter io del siglo XVII.
Todos ellos �denun ian la aren ia de ien ia en España [. . . ℄ y algunos ontri-
buyen apre iablemente al enrique imiento de las matemáti as o su introdu ión
en España�. Dou [1990, pp. 167-169℄ indi a que el he ho de que tres de ellos
57
�guren entre los mejores matemáti os modernos a tivos en España
[. . . ℄ on�rma la on lusión [. . . ℄ enun iada por Rey Pastor, de que hay
en España en los dos primeros ter ios del siglo XVII una rápida de-
aden ia y abandono asi total de las ien ias matemáti as; y que es
en el último ter io del mismo siglo XVII uando surge un importante
rena imiento.
Respe to a esto, Vernet [1975, pp. 112-116℄, ontemplando las aporta iones
del siglo ompleto, desta a los trabajos realizados por los que onsidera los
tres mayores matemáti os del XVII: Mathesis Bi eps: Vetus et nova (1670)
de Caramuel, Geometria Magna in Minimus (1674) de Zaragoza y Analysis
geometri a (1698) de Omerique.
El profesor Dou [1990, pp. 168-169℄ sugiere omo posibles ausas de la de-
aden ia de las matemáti as, a la que se ha he ho referen ia, entre otras, las
siguientes: 1. �La emigra ión de buena parte de los judíos hispáni os�, y ita
a López Piñero [1987, pp. 360-361℄, quien a�rma que �a onse uen ia de es-
tas emigra iones surgieron entros ientí� os en el sur de Fran ia y en varias
iudades de Italia y Países Bajos�. 2. �La Inquisi ión� ya que al ondenar en
1633 el operni anismo y por ende obsta ulizar el re imiento de la físi a, se
frenó el progreso de las matemáti as
58
. 3. �La pragmáti a de Felipe II de 1559
prohibiendo que ningún natural de sus reinos vaya a estudiar fuera de ellos, y
que los que estuvieren allí vuelvan antes de uatro meses�
59
. 4. �La re iente
56
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 493℄.
57
Entendemos que se re�ere a Tos a, Omerique y Zaragoza.
58
La do tora Elena Ausejo [1992, p. 39℄ señala también la reper usión que tuvo la ondena
de Galileo �debido a la interrela ión entre matemáti as, físi a y astronomía propia de la
épo a�, in idiendo en el he ho de que en España la perse u ión del helio entrismo se prolongó
hasta el siglo XVIII. Sin embargo Dou [1990, p. 168℄ re oge la opinión de Rey Pastor [1956,
pp. 105-107℄ para quien esta ir unstan ia �se dio en igual o mayor grado en otros países en
los que hubo un próspero desarrollo de las matemáti as�.
59
Una vez más el profesor Dou [1990, p. 168℄ ita a López Piñero [1987, pp. 375-376℄ para
quien el aislamiento en que se en ontró España �no fue mera onse uen ia de unas duras
medidas represivas�, sino que �hay que entenderlo en un ontexto más amplio�.
42 La matemáti a española en el siglo XVIII
importan ia en España de la ontrarreforma, espe ialmente omo onse uen ia
del Con ilio de Trento, [que℄ in�uyó negativamente [. . . ℄ en el desarrollo ien-
tí� o en general y de las matemáti as en parti ular�. 5. �El des ubrimiento
y oloniza ión de Améri a� que llevó onsigo una importante emigra ión de
españoles uali� ados y una desvia ión de la dedi a ión a la ien ia ha ia una
dedi a ión más urgente a las artes omo ingeniería, arquite tura, metalurgia,
navega ión, et . Esto
tuvo probablemente su máxima reper usión negativa en el ultivo
de los ono imientos matemáti os, por ser éstos los más alejados de
una apli abilidad inmediata. De he ho, las átedras de matemáti as de
la mayoría de las universidades españolas estuvieron va antes durante
largo tiempo en el siglo XVII y omienzos del siglo XVIII.
La amplitud genera ional y la omposi ión del grupo de los novatores no es
fá il de pre isar, pero el re ono imiento que mere en y su parti ular ubi a ión
levantina quedará re�ejado en la men ión resaltada de tres ilustres matemáti-
os valen ianos que nos adentrarán en el siglo XVIII. Entre ellos, Tos a tendrá
una importan ia espe ial en la matemáti a española y en las enseñanzas náu-
ti as en parti ular.
Tomás Vi ente Tos a Mas ó (1651-1723), valen iano, o upa un importan-
te lugar entre los novatores. Su obra Compendio matemáti o, publi ada en el
primer uarto del siglo XVIII (1707-1715), onsta de 28 tratados distribuidos
en nueve volúmenes, que según el historiador de la ien ia Vernet [1975, p.
114℄ muestra �una ompleta panorámi a de la situa ión matemáti a de Es-
paña a �nales del siglo XVII�. Sabido es que Tos a hizo en líneas generales
un tradu ión de la obra de De hales (DECHALES [1674℄), personalizada on
men iones a matemáti os españoles. Ví tor Navarro Brotóns, señala el interés
de Tos a por in orporar las aporta iones de los autores españoles, Izquierdo,
Caramuel, Zaragoza y Omerique, �para lograr a�rmar una tradi ión ientí� a
propia�. El profesor Dou [1990, pp. 164-165℄ indi a que �desgra iadamente el
Compendio nada di e de la geometría analíti a reada por Des artes y Fermat
ni tampo o del ál ulo in�nitesimal�
60
.
José Chafrion (1653-1698) na ió en Valen ia donde fue dis ípulo de José
Zaragoza. Con 18 años viajó a Roma, donde tuvo por maestro a Juan Cara-
muel, estudiando las matemáti as y arquite tura militar. En 1693 publi ó en
Milán Es uela de Palas o Curso matemáti o. Durante su estan ia en Cataluña
desempeñó el argo de ingeniero mayor del ejér ito, trabajando prin ipalmente
en la forti� a ión de Montjui h
61
.
60
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, pp. 368-371℄. El profesor Vi tor Navarro Brotóns
�rma la entrada �Tos a� en el Di ionario históri o de la ien ia moderna en España.
Asimismo en 1978 defendió en Valen ia su tesis do toral titulada: La revolu ión ientí� a
en España. Tradi ión y renova ión en las ien ias físi o-matemáti as, donde analiza las
obras de Tos a. Para más informa ión sobre este novator, véase CAPEL [1982, pp. 32 y ss℄.
61
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 211-212℄ y DOU [1990, pp. 160-161℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 43
Baltasar Iñigo (1656-1746) matemáti o valen iano onsiderado uno de los
ientí� os renovadores del siglo XVII. Junto a Tomás Vi ente Tos a y Juan
Bautista Cora hán, ha ia 1686 fundó una a ademia de matemáti as en su asa
siguiendo el modelo de de las so iedades ientí� as europeas. En el seno de
di ha a ademia se elebraron, entre otras a tividades, uatro � ongresos� en
los que se trataron temas de matemáti as �puras� y �mixtas�, de arquite tura
ivil y militar y la artillería, materias que se in luían en los ursos de mate-
máti as publi ados en Europa en la segunda mitad del siglo XVII
62
.
Juan Bautista Cora hán (1661-1741), valen iano, fue nombrado titular de
una de las dos átedras de Matemáti as de la Universidad de Valen ia, la de
Eu lides, en 1696, estando a su argo hasta la fe ha de su jubila ión en 1724. Al
margen de sus manus ritos a er a de temas de astronomía, y físi a, Cora hán
es autor de una serie de textos matemáti os que es ribía omo soporte de las
lases que impartía. Una de estas obras es la denominada Arithmeti a demons-
trada Theóri o-Prá ti a para lo Mathemáti o y Mer antil publi ada en 1699,
que sería editada posteriormente en Bar elona en 1719 y en 1735
63
. A prin-
ipios del siglo XVIII on la idea de reformar las enseñanzas de matemáti as
de la universidad valen iana reda tó un interesante informe titulado Apunta-
mientos para las Constitu iones que se han de hazer en la insigne Universidad
de Valen ia en lo to ante a las Mathemati as. La guerra de Su esión impidió
poner en prá ti a los planes reformistas de Cora hán, y las Constitu iones de
la guerra de Su esión impidió poner en prá ti a los planes reformistas de Co-
ra hán, y las Constitu iones de 1733 �fueron, en lo que respe ta a las átedras
de matemáti as, mera versión astellana de las primitivas (de 1611)�
64
.
Hemos presentado a Tomás Vi ente Tos a omo uno de los matemáti os
españoles del último ter io del siglo XVII, si bien su obra Compendio mate-
máti o fue publi ada en las primeras dé adas del XVIII. Según Hora io Capel
[1982, pp. 35 y ss.℄ esta fue la obra de matemáti as más ambi iosa publi ada en
los albores del siglo XVIII, siendo el tratado matemáti o de mayor difusión en
España durante más de medio siglo. Y es que en los omienzos del sete ientos
español, no se ontó on �guras de la talla de los matemáti os de �nales del
siglo XVII a los que hemos he ho referen ia. Entre los profesores de matemáti-
as de esa épo a podemos itar al jesuita Pedro de Ulloa (1663-1721), profesor
del Colegio Imperial desde 1701 y por tanto osmógrafo mayor de Indias. En
1706 Ulloa publi ó los Elementos matemáti os en 1707, primer texto ono ido
publi ado en España en el que se trata la geometría analíti a de Des artes,
aunque brevemente
65
.
62
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 471-472℄.
63
CAPEL [1982, pp. 29-30℄.
64
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 250-252℄.
65
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 382℄ y NAVARRO BROTÓNS [2002, p. 68℄.
44 La matemáti a española en el siglo XVIII
1.2.3. Las matemáti as en la España de los primeros Bor-
bones
Tras la guerra de Su esión (1701-1713) los Borbones adoptaron una serie
de disposi iones que propi iaron un ambio en el panorama ientí� o español,
de manera que a partir de mediados del siglo XVIII los se tores ilustrados de
la lase gobernante en España pudieron ini iar �la arrera y el esfuerzo por
al anzar el nivel ientí� o, adquirido por países omo Fran ia o Inglaterra�
66
.
Alrededor de los años 50 y 60 se dete ta un ambio en el nivel de la enseñanza
de las matemáti as en algunas institu iones, a la vez que tiene lugar la pu-
bli a ión de obras que re ogen las novedades matemáti as difundidas por los
matemáti os europeos desde la dé ada de 1670
67
.
Durante los reinados de Felipe V (1700-1746) y Fernando VI (1746-1759)
se rearon institu iones, en su mayoría vin uladas al ejér ito y a la marina,
en las que adquirió mu ha importan ia la enseñanza de las ien ias y de las
té ni as. A título de ejemplo, podemos itar las siguientes:
La Es uela de Guardiamarinas de Cádiz (1717) fue el primer entro dedi a-
do a los estudios militares que abrió sus puertas en el siglo XVIII, impulsado
por José Patiño (1666-1736). En este estable imiento, en torno a la ual se
organizó la Armada, se formaron los ientí� os: el ali antino Jorge Juan San-
ta ilia (1713-1773) y el sevillano Antonio Ulloa de la Torre-Guiral (1716-1795),
quienes parti iparon en la expedi ión al Perú organizada por la A ademia de
Cien ias de París para medir un ar o de meridiano terrestre (1735-1744)
68
. En
1751 Jorge Juan fue nombrado omandante de la A ademia de Guardiamarinas
de Cádiz. En la iudad gaditana, junto a un grupo de profesores entre los que
se en ontraba Vi ente To�ño, organizó en su asa una Asamblea, �Asamblea
amistosa y literaria�, que dio lugar a publi a iones on las exposi iones he has
por los parti ipantes de las reuniones
69
.
También en 1717, siguiendo el modelo de la Garde du Corps du Roi fran-
esa, en Madrid se estable ió el Cuartel de Guardias de Corps, institu ión
elitista en la que todos los miembros tenían el rango de o� ial. Cuando por R.
O. de 21 de di iembre de 1750 se fundó una A ademia de Matemáti as en el
66
La evolu ión de la enseñanza de las matemáti as di�ere de unos países a otros. Por
ejemplo, en Fran ia los estudios de las matemáti as tuvieron lugar en un prin ipio en la
A ademia de Cien ias de París y en es uelas, pasando posteriormente a las universidades
al �nalizar el primer ter io del siglo XVIII. Aunque on una diferen ia de asi veinte años,
este fue el pro eso que se siguió también en España. Por el ontrario, en Inglaterra los
matemáti os impartían sus lases en las Universidades de Cambridge, Oxford o Edimburgo
desde el siglo XVII [GARMA, 1988, pp. 60, 101℄.
67
GARMA [1988, p. 99℄.
68
VICENTE MAROTO [2008, p. 88℄. Más informa ión sobre Jorge Juan y sobre An-
tonio Ulloa en LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 483- 486 y vol. II, pp. 382-385℄,
respe tivamente.
69
ALBEROLA; DIE [2013, Biografía℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 45
seno del Cuartel de Guardias de Corps bajo la prote ión del marqués de la
Ensenada, se nombró dire tor de la misma al Capitán e Ingeniero Ordinario
de los Ejér itos, Plazas y Fronteras de S. M. Pedro Padilla y Ar os (1724- a.
1807). Padilla ejer ió este argo hasta que en 1760 el estable imiento erró sus
puertas por problemas e onómi os.
La Real y Militar A ademia de Matemáti as de Bar elona (1720), fundada
a semejanza de la A ademia Real y Militar del Ejér ito de los Países Bajos,
on sede en Bruselas, ini ió su andadura en 1675 bajo la dire ión del mili-
tar, matemáti o y geógrafo Sebastián Fernández Medrano. Posteriormente se
rearon dos a ademias similares en Orán (1732) y Ceuta (1739)
70
. El ingeniero
militar Pedro de Lu uze (1692-1779) fue nombrado dire tor de la A ademia de
Bar elona en 1738, permane iendo en este argo durante uarenta años. En las
Ordenanzas de 1739 no se �jan libros de texto. Se determina que el dire tor
�je el programa a partir de �los tratados más útiles de matemáti as�, es ri-
biendo lo que posteriormente se di taría en todos los ursos. De modo que, tras
re ibir la aproba ión del inspe tor, el dire tor entregaba a sus ayudantes �los
uadernos� de lo que ada uno de ellos tenía que expli ar en sus respe tivas
lases. Lu uze, omo dire tor de la A ademia de Bar elona, dirigió la elabo-
ra ión de un tratado manus rito que sirvió durante años para la enseñanza de
las matemáti as en las tres A ademias
71
.
En 1725, Felipe V fundó el Real Seminario de Nobles de Madrid on el ob-
jetivo de edu ar y enseñar a la �Noble Juventud�. Este Seminario fue ads rito
al Colegio Imperial, regentado por los jesuitas omo se ha omentado anterior-
mente
72
. Los jesuitas se sumaron a la orriente imperante in orporando a sus
entros enseñanzas de físi a, matemáti as y otras dis iplinas habituales en los
planes de estudios de los olegios fran eses
73
.
El profesor Hormigón [1990, pp. 269 y 271℄ onsidera que �las Matemáti as
del siglo XVIII son el Cál ulo In�nitesimal�. Para este historiador de las ma-
temáti as �los desarrollos do trinales que no tienen en uenta el Cal ulus son
obsoletos [. . . ℄ mientras que los matemáti os que utilizan los re ursos in�nite-
simales son modernos�. Resulta interesante por tanto ono er los ontenidos
de los planes de estudios y de los libros de texto publi ados para omprobar
si en ellos está o no está presente el ál ulo in�nitesimal. Si lo in luyen son
modernos, en aso ontrario están anti uados.
El primer español del que se tienen datos que le rela ionan on esta dis-
iplina es el estudiante de la Universidad de Toulouse, Fran is o de la Torre
70
VICENTE MAROTO [2008, p. 88℄. La �gura de Fernández Medrano, sus obras y el
ontenido matemáti o de las mismas, así omo la A ademia Real y Militar del Ejér ito de
los Países Bajos han sido estudiadas por Juan Navarro Loidi [2006, pp. 393-681℄.
71
NAVARRO LOIDI [2013, pp. 61-62℄.
72
CAPEL [1982, p. 120℄.
73
GARMA [1988, p. 101℄.
46 La matemáti a española en el siglo XVIII
Argaiz, que en 1717 defendió varias tesis sobre ál ulo, bajo la dire ión del
jesuita Jean Durran . No obstante, de la Torre no llegó a intervenir en el desa-
rrollo de las matemáti as españolas del XVIII
74
.
Jorge Juan fue el primer español que utilizó on rigor el ál ulo diferen ial
en la obra que publi ó en 1748 en olabora ión on Antonio Ulloa, al regresar
de la expedi ión al Perú a la que nos hemos referido anteriormente. Se trata
de las Observa iones astronómi as y physi as he has de Orden de S. Mag., en
los Reynos del Perú
75
. Asimismo se tiene onstan ia de que en la A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz se expli aba el ál ulo in�nitesimal a prin ipios de
los in uenta a través de los ertámenes públi os elebrados por los alumnos
en la A ademia. En 1753 se elebró un Certamen sobre el Análisis, Cál ulo
diferen ial, Integral y Geometría sublime, en el que parti iparon seis guardias
marinas. En 1757 en un ertamen sobre Me áni a se advierte que en la A a-
demia se ha introdu ido esta enseñanza
76
. Seguramente el nombramiento de
Louis Godin (1704-1760) omo dire tor de este entro durante el periodo 1753-
1760 propi ió el aprendizaje de la itada dis iplina en la A ademia gaditana
77
.
Algunos historiadores han atribuido a Pedro Lu uze ser el primero en en-
señar el ál ulo diferen ial en España, aunque ha quedado probado que los
apuntes di tados por él no in luían esta materia. Navarro Loidi [2013, pp. 66-
67℄ da noti ia de la onserva ión de varios ejemplares de las notas que tomaban
los alumnos, notas que tenían que presentar al profesor ada dos semanas. Las
dis iplinas que re ogen estos uadernos son: aritméti a, geometría espe ulativa,
geometría prá ti a, forti� a ión, artillería, osmografía, estáti a y arquite tura
ivil. No in luyen ni álgebra geométri a ni ál ulo diferen ial e integral. Pare e
por tanto improbable que el ál ulo in�nitesimal formara parte de los planes
de estudios de las A ademias Militares de Bar elona, Orán y Ceuta, al menos
antes de 1750
78
.
Durante el periodo 1753-1756, Padilla publi ó su Curso Militar de Mathe-
mati as, sobre partes de esta ien ia, para uso de la Real A ademia estable ida
en el Cuartel de Guardias de Corps. Padilla proye tó una obra ompuesta de
veinte tratados, aunque solamente se llegaron a publi ar in o, uyo onteni-
do es el siguiente: 1. Aritméti a ordinaria, 2. Geometría elemental, 3. Álgebra
elemental, 4. Geometría superior o de las urvas y 5. Cál ulo diferen ial e inte-
gral, o método de las �uxiones. Este último tratado es el primer texto español
impreso destinado a la enseñanza del ál ulo in�nitesimal. Los tomos publi a-
74
AUSEJO; MEDRANO [2010, pp. 27-28℄; ARENZANA [1987, p. 477℄; HORMIGÓN
[1994, p. 50℄.
75
VERNET [1975, p. 154℄. Para poder publi ar este texto tuvieron que sortear los reparos
del Tribunal de la Inquisi ión, ya que a eptar las teorías de Newton suponía aprobar el
sistema de Copérni o.
76
NAVARRO LOIDI [2013, p. 74℄.
77
VERNET [1975 p. 157℄.
78
Véase también GARMA [1988, pp. 102-103℄ y BLANCO [2012, p. 386℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 47
dos mere ieron la aproba ión de Jorge Juan, quien los señaló de gran utilidad
para la enseñanza
79
.
Figura 1.11: Portada del libro Observa iones astronomi as y phisi as, 1748. Fuente:
http://www.memoria hilena. l/602/w3-arti le-8594.html
Al igual que en la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz en el Real Semi-
nario de Nobles de Madrid se realizaban ertámenes públi os, on ontenidos
que presentaban diferentes grados de di� ultad atendiendo al nivel de los alum-
nos que on urrían a los exámenes. A través de ellos podemos onstatar que al
menos a partir de 1760 las enseñanzas de matemáti as impartidas en el Real
Seminario ontemplaban el ál ulo in�nitesimal. En efe to, el temario del er-
tamen que se elebró en 1760 omprendía: geometría elemental, trigonometría
re tilínea, geometría prá ti a, forti� a ión, ataque de plazas, defensa de pla-
zas, se iones óni as, onstru ión y propiedades de urvas, álgebra, ál ulo
diferen ial, me áni a, estáti a e hidrostáti a. En la onvo atoria del ertamen
79
Atendiendo al índi e del primer volumen, no se llegaron a publi ar los volúmenes que
debían tratar las siguientes materias: logaritmos, trigonometría plana y esféri a, prin i-
pios generales de la astronomía, geografía, ronología, gnomóni a, forti� a ión y edi� ios
militares, artillería, tá ti a terrestre, perspe tiva, y planos, per�les y eleva iones militares
[BLANCO, 2012, pp. 385-387℄. Véase NAVARRO LOIDI [2013, pp. 77-79℄.
48 La matemáti a española en el siglo XVIII
del año 1764 los temas son pare idos a los anteriores, y además se in luye el
ál ulo integral
80
.
El jesuita Tomás Cerdá (1715-1791), na ido en Tarragona, tras ursar es-
tudios en el Observatorio de Marsella, fue a Bar elona para o uparse de la
átedra de matemáti as del Colegio de Nobles de Cordelles, permane iendo en
la iudad ondal desde 1757 hasta 1764. Dejó Bar elona para ha erse argo de
la do en ia de las matemáti as en el Colegio Imperial de la Compañía de Jesús
de Madrid. En el nuevo destino úni amente estaría dos años, ya que en 1767
tuvo lugar la expulsión de los jesuitas en de España. En 1758 Cerdá publi ó
Li iones de Matemáti a o Elementos generales de Aritméti a y Álgebra. En las
primeras páginas de esta obra se dirigió �a la juventud española� justi� ando
la ne esidad de la utiliza ión del libro de texto �a �n de evitar la molestia de
es ribir en la lase, y poder dar on alguna mayor extensión estos tratados�.
Posteriormente publi aría las Le iones de matemáti a o Elementos generales
de geometría para el uso de lase (1760) y la Le ión de artillería para el uso
de la lase (1764). En ninguna de las tres obras apare e el ál ulo in�nitesimal.
No obstante en las Li iones ha e referen ia a tres volúmenes adi ionales que
di e tener dispuestos para su impresión y que omprenden, entre otras ma-
terias, el método dire to e inverso de las �uxiones �que otros llaman ál ulo
diferen ial e integral�
81
. Ausejo; Medrano [2010, pp. 38-40℄ dan noti ia de la
existen ia de �parte del Cál ulo de Fluxiones de Cerdá�, señalando la posibi-
lidad de que Cerdá impartiera lases de álgebra apli ada a la geometría y de
ál ulo in�nitesimal en el Colegio de Nobles de Cordelles, en Bar elona.
Como hemos indi ado anteriormente, fue en la segunda mitad del siglo on
el reinado de Carlos III (1759-1788) uando, a través de la rea ión de nue-
vas institu iones y de determinados profesores que impartieron do en ia en
su seno, las matemáti as españolas experimentaron un importante avan e que
prosiguió en los primeros años del XIX hasta el estallido de la Guerra de la
Independen ia.
Al produ irse la expulsión de los jesuitas en 1767, fundamentalmente se
o uparon de la do en ia de las matemáti as institu iones regentadas por se -
tores de la aristo ra ia, del lero y de la burguesía ilustradas, entre las que
desta aron las llamadas �So iedades E onómi as de Amigos del País�, que
na ieron on el propósito de ubrir el va ío que la instru ión impartida en
las universidades y otros entros de enseñanza dejaba en la forma ión de los
alumnos
82
.
Entre las institu iones que ven la luz en esta épo a, a título de ejemplo, i-
80
ARENZANA [1987, pp. 437-454℄.
81
CERDÁ Tomás (1816) Li iones de Matemáti a o elementos generales de Aritméti a y
Álgebra. Bar elona [CABALLER VIVES, 2006, p. 112℄.
82
HORMIGÓN [1990, p. 269℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 49
taremos: la Real So iedad Bas ongada de Amigos del País (1764), entidad de la
que nos o uparemos en el apartado siguiente; la Conferen ia Físi o-Matemáti a
Experimental, en Bar elona (1764) luego Real Conferen ia Físi a (1765) al ser
re ono ida por Carlos III
83
; el Colegio de Artillería de Segovia (1764)
84
; el
Seminario de Nobles de Valen ia (1767); la Es uela de Náuti a de Bar elo-
na (1769); la A ademia de Cien ias Naturales y Bellas Artes de Bar elona
(1770)
85
; la Es uela de Nobles Artes de Bar elona (1775); la Real So iedad
E onómi a de Amigos del País de Valen ia (1776)
86
; el Instituto Asturiano de
Gijón (1782) o la Es uela de Comer io de Bar elona (1787).
Mariano Hormigón [1990, pp. 270-271℄ señala que el gobierno de Carlos
III siguió tres vías para emprender la reforma del sistema edu ativo español:
la elabora ión de libros de texto destinados a la do en ia es ritos en español,
el envío de ientí� os españoles al extranjero para ursar estudios en entros
de prestigio y la re ep ión de profesores extranjeros en algunas institu iones
españolas que modernizaron las enseñanzas impartidas en nuestro país. Estas
medidas, entre otras, ontribuyeron a elevar signi� ativamente el nivel de ali-
dad de los libros de texto españoles que se editaron en las últimas dé adas del
siglo XVIII.
Uno de los rasgos más diferen iadores en los avan es de la enseñanza en
el siglo XVIII fue la apari ión en Europa de los libros de texto destinados a
la do en ia, siendo Fran ia uno de los países en los que la publi a ión de los
libros de texto ristalizó en ese siglo. En España, en este sentido, se sintió la
in�uen ia fran esa de la mano de matemáti os formados en el país ve ino, tales
omo el ya men ionado Tomás Cerdá o Benito Bails, de quien nos o uparemos
en páginas posteriores, los uales ini iaron el estudio de las obras de grandes
matemáti os, espe ialmente las que eran usadas omo textos en los olegios y
a ademias fran esas. Garma [1980, p. 61℄ indi a que los autores más fre uente-
mente itados y leídos fueron, entre otros, Bézout, Clairaut, Lagrange, Ri atti,
Euler, los Bernoulli, l'H�pital, Newton, Leibniz, Emerson, Simpson y Cramer.
El jerezano Cipriano Vimer ati Benítez ( a. 1730-1808), según Vernet [1975,
p. 157℄, expli ó ál ulo in�nitesimal en el Colegio de Artillería de Segovia a
partir de 1764. La misma fe ha se baraja en el di ionario de López Piñero et
al [1983, vol. II, pp. 425-426℄ donde se señala que, tan pronto omo se fundó
esta institu ión, Vimer ati fue nombrado dire tor de la misma y elaboró un
Curso de matemáti as destinado a la do en ia de esta dis iplina. El Curso
estaba ompuesto por o ho tratados que omprendían: aritméti a, geometría,
83
MORENO GONZÁLEZ [1988, p. 423℄.
84
Estudiada por NAVARRO LOIDI [2013, pp. 105-163℄.
85
Siguiendo la tenden ia europea surgieron varias propuestas para la rea ión de A ade-
mias de Cien ias, siendo la úni a que prosperó la de la A ademia de Cien ias Naturales y
Bellas Artes de Bar elona, que ya in luyó el ál ulo diferen ial entre sus enseñanzas [GAR-
MA, 1988, p. 102℄.
86
BAS [2008, p. 381℄.
50 La matemáti a española en el siglo XVIII
álgebra, apli a ión del álgebra a la geometría, ál ulo in�nitesimal y me áni a.
Sin embargo, los datos relativos a las fe has que aporta Navarro Loidi [2012a,
pp. 398-400℄ en su trabajo sobre la enseñanza del álgebra en el Colegio de Ar-
tilleros de Segovia en la etapa de Vimer ati di�eren de los anteriores. Navarro,
basándose en do umentos depositados en el �Ar hivo General de Siman as,
Guerra Moderna (AGS GM) leg. 410, 564�, señala que el jefe de la artillería
española, onde Gazzola, propuso a Vimer ati omo segundo profesor del Co-
legio de Artillería en septiembre de 1771, quien pasó a o upar el puesto de
primer profesor en di iembre de 1772. En lo que oin iden los itados histo-
riadores de la ien ia es en que Vimer ati iertamente apostó por la in lusión
del ál ulo in�nitesimal en los planes de estudios de los artilleros
87
. Navarro
indi a que Vimer ati omo primer profesor era el responsable de los ontenidos
matemáti os que se impartían en el Colegio de Artillería, siendo asimismo el
en argado de la do en ia del primer urso en el que se expli aba ál ulo di-
feren ial e integral y me áni a. En 1777 Vimer ati dejó el Colegio de Segovia
para dirigir la Es uela de Guardiamarinas de Ferrol.
El Curso de matemáti as de Vimer ati supuso un salto ualitativo en la
enseñanza de las matemáti as españolas del XVIII, máxime si las omparamos
on las que se impartían en la A ademia de Matemáti as de Bar elona y en
los demás entros que ompartían sus planes de estudios. Aunque se trata de
un texto moderno, habida uenta de la in lusión del ál ulo in�nitesimal on
ierta extensión en el mismo, no se tiene noti ia de que llegara a imprimirse
88
.
Benito Bails (1730-1797), natural de San Adrián de Besós (Bar elona),
realizó sus primeros estudios en la Universidad de Toulouse, prosiguiéndolos
en París. En 1768 se in orporó a una de las dos átedras de Matemáti as de
la Real A ademia de Nobles Artes de San Fernando. Al margen de sus fun-
iones omo do ente, se le en argó la elabora ión de un texto de matemáti as
en astellano bajo la dire ión de Jorge Juan, en argo que fue ampliado on
la soli itud de la elabora ión de otras dos obras: Elementos de Matemáti a y
Prin ipios de Matemáti a. Así fue omo, por una parte, en 1772 se publi ó
87
Vimer ati su edió al jesuita Antonio Eximeno (1729-1808), primer profesor de matemá-
ti as del Colegio de Segovia. En el texto de Navarro Loidi se indi a que Vimer arti in luyó
el ál ulo diferen ial e integral, �que había sido abandonado después de la expulsión de Exi-
meno�. Sin embargo Ausejo; Medrano [2010, p. 41℄ a�rman que les onsta la ausen ia de esta
dis iplina en la A ademia de Artillería antes de 1767. Guzmán; Garma [1980, pp. 11, 14, 16
y 38℄ en su artí ulo publi ado en 1980 en Llull sobre Eximeno ha en men ión a un Tratado
de matemáti as que en 1763 el jesuita tenía �preparado para la imprenta� y que ontenía:
álgebra y geometría sintéti a, ál ulo apli ado a la geometría, ál ulo diferen ial, integral
y me áni a abstra ta, me áni a apli ada y astronomía. Tras su estan ia en Italia Eximeno
regresó a España en 1798, permane iendo en Valen ia hasta 1801. En las páginas �nales
de La Ga eta de Madrid, se in luía una sele ión de libros y revistas publi ados en Madrid
prin ipalmente. En esta sele ión apare ió la obra de Eximeno reiteradamente durante esos
años.
88
Una informa ión detallada del Curso de Matemáti as de Vimer ati puede verse en NA-
VARRO LOIDI [2013, pp. 149-154℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 51
la obra Tratados de Matemáti as para uso de las es uelas estable idas en los
regimientos de infantería, es rita por Bails omo dire tor de matemáti as de la
A ademia en olabora ión on el teniente oronel Gerónimo Capmany. Y por
otra, ese mismo año, omenzó a es ribir sus Elementos de Matemáti a, tratado
de diez tomos que �nalizó en 1783: 1. Aritméti a y Geometría, 2. Álgebra,
3.Apli a ión del Álgebra a la Geometría, y Cál ulo In�nitesimal, 4. Dinámi-
a, 5. Hidrodinámi a, 6. Ópti a, 7. Elementos de Astronomía, 8. Astronomía
Físi a, 9. Arquite tura Civil e Hidráuli a y 10. Tablas de logaritmos. En 1776
publi ó una síntesis de los Elementos de Matemáti a en tres tomos, que tituló
Prin ipios de Matemáti a. La obra de Benito Bails fue usada omo libro de
texto en la mayor parte de las A ademias y Es uelas de Matemáti as de Es-
paña, siendo de onsulta obligada para los estudiosos de las Matemáti as en
el último uarto del siglo XVIII.
Los mu hos autores que se han a er ado a la obra de Bails oin iden en
ali� arla de moderna, pues está elaborada �a partir de los mejores libros de
texto fran eses y europeos del siglo XVIII publi ados hasta 1770 [utilizando
también℄ mu has monografías de autores omo D'Alembert, Euler, Clairaut,
Ri atti, Emerson, Simpson, Cramer y otros, [que℄ representaron, en el momen-
to que Bails es ribe sus elementos, el máximo exponente de la Matemáti a de
su tiempo [. . . ℄ Los Elementos de Matemáti a de Benito Bails, están llenos de
referen ias bibliográ� as y de [. . . ℄ de lara iones sobre la metodología que on-
sidera más a ertada para la expli a ión de algunas ramas de la Matemáti a�
89
.
Bails in luye una des rip ión históri a al ini io de ada tema de matemá-
ti as, dando una informa ión bastante detallada de las obras que se habían
publi ado más re ientemente sobre el tema. Es digno de resaltar el re ono i-
miento del uso que ha e del Cours de Mathématiques (1764-1769) del profesor
de matemáti as Étienne Bézout (1730-1783), expli ando que opia literalmen-
te buena parte de su Aritméti a y Álgebra de la obra del autor fran és, �pues
dado que el motivo de la obra no era exponer ningún des ubrimiento, ni dar
una versión nueva de los tópi os ono idos, sino servir omo libro de texto,
onsideró que era mejor dedi arse a extra tar y opiar los mejores tratados�
90
.
Pre isamente era esto lo que pretendía la A ademia: se le pidió de ma-
nera expresa que tradujera y extra tara de las mejores obras publi adas en
Europa hasta el momento. No importaba que la obra de Bails no fuera una
obra original, el objetivo era onseguir un buen tratado de matemáti as es ri-
to en astellano. Los textos de Bails fueron los primeros es ritos en astellano
89
ARENZANA [1987, pp. 156, 170-171 y 478℄. Véase también HORMIGÓN [1990, pp.
272-274℄ y VERNET [1975, pp. 154-157℄.
90
GARMA [1980, pp. 61-64℄. El profesor Garma señala que �la interesante biografía de
este matemáti o tiene las onstantes omunes a asi todas las de los que se o uparon de
matemáti as. Sufrió enemistades, in omprensión y una absurda perse u ión [por parte de la
Inquisi ión℄ que amargó sus últimos años de vida�. Véase LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol.
I, pp. 92-94℄.
52 La matemáti a española en el siglo XVIII
que al anzaron gran difusión. Puede de irse que a partir de la publi a ión de
la obra de Bails se onsumó la implanta ión de la enseñanza del ál ulo in�-
nitesimal en los estable imientos de enseñanza superior existentes en España
91
.
Pedro Giannini (�. 1776) su edió a Vimer ati en el Colegio de Artillería
de Segovia, permane iendo en esta iudad hasta 1803 aproximadamente. Con
anterioridad en Parma había publi ado unos Opus ula Mathemati a en 1773,
pero su obra prin ipal es el Curso Matemáti o para la enseñanza de los aballe-
ros adetes del Real Colegio Militar de Artillería, tratado ompuesto por uatro
tomos on la estru tura lási a de los textos de la épo a: tres tomos dedi ados
a Matemáti as puras: 1. Elementos de geometría plana y sólida, trigonometría
y estudio de las óni as; 2. Aritméti a universal; 3. Cál ulo diferen ial e inte-
gral. Y el uarto a las mixtas: 4. Me áni a (estáti a, hidrostáti a y dinámi a)
92
.
Cada volumen del Curso de Matemáti as va pre edido de una introdu ión
informativa a er a del ontenido de los apítulos. Las introdu iones ha en uso
de los datos históri os que se estiman ne esarios para justi� ar el desarrollo de
la materia presentada en ada apítulo. Des ribe asimismo los métodos usados,
dando �nalmente una rela ión de la bibliografía existente sobre ada tema
93
.
A medida que Giannini preparaba los tomos, estos se imprimían para que
fueran adquiridos por los alumnos que tenían que usarlos omo libros de tex-
to. El primer tomo se publi ó en 1779 y el segundo en 1782. La publi a ión
del álgebra de Giannini supuso un ambio importante en la enseñanza de esta
materia, ya que hasta ese momento los artilleros seguían el Compendio Mat-
hemati o de Tos a. A ontinua ión, en 1784 se publi ó lo que se ha dado en
llamar �un quinto volumen� titulado Prá ti as de Geometría y Trigonometría.
En realidad se trata de una obra auxiliar, que posiblemente el autor es ribió
al re ibir la orden de impartir la geometría prá ti a después del álgebra, antes
de proseguir on las materias previstas en su programa. Este volumen in luía
tablas trigonométri as y de logaritmos, junto a determinados temas útiles pa-
ra los artilleros. Tre e años después, en 1795, se imprimió el volumen ter ero
dedi ado al ál ulo in�nitesimal. El tratamiento que da Giannini a este tema
di�ere bastante del de Bails, ya que el primero se extiende más en los métodos
de resolu ión de e ua iones diferen iales, in luyendo numerosos ejemplos. Fi-
nalmente, en 1803 vería a la luz el volumen uarto dedi ado a la me áni a
94
.
91
En di iembre de 1769 Bails ya había preparado las dire tri es para lo que serían los
Elementos y los Prin ipios, sometiéndolas a la aproba ión de Jorge Juan, quien, desde el
prin ipio, en todo momento estuvo de a uerdo on el pro eso de elabora ión de ambas obras
[AUSEJO; MEDRANO, 2010, pp. 44-46℄.
92
NAVARRO LOIDI [2013, pp. 185-240℄.
93
GARMA [1980, pp. 64-65℄.
94
Los diferentes volúmenes de la obra de Giannini preparados para los alumnos del Colegio
de Artillería han sido analizados por NAVARRO LOIDI [2013, pp. 345-377 (tomo I); pp.
380-417 (tomo II); pp. 461-498 (tomo III); pp. 499-552 (tomo IV) y pp. 421-460 (tomo V)℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 53
En 1784 Giannini elaboró el atálogo de la Bibliote a del Colegio de Arti-
llería, registrándose 682 obras distribuidas en 2594 volúmenes
95
.
Como se ha omentado anteriormente, la mayoría de los matemáti os espa-
ñoles ejer ieron su profesión en institu iones regidas por los jesuitas, el ejér ito,
los marinos o por parti ulares, esto es, al margen de la universidad. Espe ial-
mente en las tres universidades prin ipales de Castilla la enseñanza de las
matemáti as tenía un nivel muy bajo. Como ejemplo puede itarse la situa-
ión de la átedra de Matemáti as de la Universidad de Salaman a de la que
se hizo argo Diego Torres de Villarroel en 1732. Torres, además de no estar al
tanto de la evolu ión de las matemáti as en Europa, des ono ía las novedades
que se produ ían en España. La átedra de Diego Torres a su jubila ión en
1752 pasó a su sobrino Isidoro Ortiz Gallardo, quien la regentó hasta la fe ha
de su falle imiento en 1767. Y aún en 1771, aunque a través de un pro eso ro-
deado de impugna iones, las lases de matemáti as quedaron a argo de otro
sobrino de Torres, hermano del anterior. Ese mismo año un nuevo plan de
estudios suprimiría la propiedad de las átedras. En 1777, tras la elebra ión
de una a identada oposi ión ini iada en 1773, Juan Justo Gar ía (1752-1830)
fue nombrado atedráti o de Aritméti a, Geometría y Álgebra de la itada
universidad
96
.
En 1779 �nalizó la reda ión de su obra Elementos de Aritméti a y Álgebra,
que, aunque fue informada favorablemente para su uso omo libro de texto, no
se publi ó hasta 1782. Al igual que los tratados de Bails y Giannini, el de Juan
Justo Gar ía uenta on un interesante prólogo sobre historia de las matemáti-
as, donde se presenta la evolu ión de las matemáti as desde los griegos hasta
el momento y se des ribe el estado de los problemas pendientes de solu ión
en ada uno de los temas expuestos. El ontenido del tratado es: aritméti a,
elementos de geometría, trigonometría, apli a ión del álgebra a la geometría,
ál ulo diferen ial, ál ulo integral, series y apli a iones del ál ulo integral.
En 1814 se publi ó un resumen de los Elementos bajo el título Prin ipios de
Aritméti a y Geometría
97
.
Garma [1980, pp. 65-66℄ desta a el �profundo ono imiento de la materia
y de los problemas planteados� por Juan Justo Gar ía y la laridad on que
expone los on eptos. No en vano el tratado tuvo muy buena a ogida y fue
utilizado omo libro de texto en las Universidades de Santiago, Oviedo, Sevilla,
Valladolid y Méxi o, así omo en otros entros de enseñanza ivil y militar,
durante la primera mitad del siglo XIX. Asimismo es de resaltar el papel que
95
HORMIGÓN [1994, pp. 50-51℄.
96
GUZMÁN; GARMA [1980, pp. 6-7℄.
97
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 368-369℄. En septiembre de 1816 fue separado
de la Universidad, sufrió ár el por liberal y pudo volver a su átedra en 1820 al ini iarse el
Trienio Liberal (1820-1823). Ese mismo año fue nombrado diputado de las ortes liberales
por Extremadura y en 1823 fue vi erre tor de la Universidad de Salaman a. Finalmente, en
1824 fue depurado y se le retuvo parte del salario hasta su muerte a ae ida en 1830.
54 La matemáti a española en el siglo XVIII
tuvo en la moderniza ión de la enseñanza de las matemáti as en la universi-
dad, onsiguiendo que por primera vez se in luyera el ál ulo in�nitesimal en
una Universidad española en el siglo XVIII, a pesar de ontar on la oposi ión
de mu hos olegas.
Tadeo Lope y Aguilar (1753-1802) en 1790 se hizo argo de la asignatura
de Matemáti as en el Real Seminario de Nobles de Madrid, sin sueldo, susti-
tuyendo el permiso por enfermedad del titular Agustín Pedrayes (1744-1815).
En 1794 soli itó la átedra que dejó va ante el valen iano Antonio Gregorio
Rosell Vi iano (1748-1829) al ser nombrado omisario de guerra del ejér ito
98
.
Aunque la átedra la obtuvo Fran is o Verdejo
99
, Tadeo Lope también debió
re ibir un nombramiento de atedráti o, ya que en la publi a ión de su obra
Curso de Matemáti as utiliza este título
100
.
El Curso de Matemáti as, para la enseñanza de esta dis iplina en el Real
Seminario de Nobles, se publi ó entre 1794 y 1798. Lope y Aguilar proye tó
un tratado en uatro tomos, dedi ando el uarto al ál ulo in�nitesimal. Sin
embargo solamente llegó a publi ar los tres primeros: 1. Aritméti a, Álgebra,
Cál ulo de Probabilidades y Estadísti a; 2. Geometría; 3. Trigonometría. Ade-
más de un prólogo general en el primer tomo, donde se des ribe el método
que va a seguir, en ada uno de los volúmenes, a semejanza de los tres autores
anteriores, in luye la historia de las materias de las que se ompone el Curso.
Resulta interesante la referen ia que ha e a una obra po o ono ida de Viéte
de 1579, que ontiene tablas trigonométri as, des ribiendo su onstru ión.
El objetivo perseguido al preparar esta obra era la de �suplir y mejorar
el urso manus rito [de Lu uze℄ por donde se enseñan las Mathemáti as en
las Reales A ademias de Bar elona, Oran y Ceuta�, que para Lope y Aguilar
resultaba insu� iente. Lope denun ió el manus rito por
no tratar nada de Algebra, a ex ep ión de las e ua iones de los pri-
meros grados, ni del ál ulo diferen ial e integral, omo de la teoría de
las urbas [. . . ℄ y que solo se redu e a dar unas ortas re�exiones sobre
el ataque y defensa de las plazas [. . . ℄.
Para Lope era in on ebible que se siguieran utilizando los apuntes di tados
por Lu uze sin in luir en los planes de estudios de los militares los avan es que
se habían produ ido en matemáti as a lo largo del medio siglo trans urrido
desde la elabora ión del manus rito
101
.
98
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 265℄.
99
Para la biografía de este profesor véase G. Díe Fagoaga, Fran is o Verdejo, un mathe-
mati o olvidado, Madrid, 2010.
100
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 533-534℄.
101
Las de lara iones de Tadeo Lope no gustaron a los responsables de las itadas A a-
demias. Sus opiniones in luso se onsideraron injuriosas por el omandante de ingenieros
militares Juan Caballero, que había su edido a Lu uze en la dire ión de la A ademia de
Bar elona, quien elevó sus quejas al rey [GARMA, 1980, pp. 66-68℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 55
Dos matemáti os, José Chaix (1766-1811) y Josef Mariano Vallejo (1779-
1846), auguraban la ontinuidad de los progresos onseguidos durante los últi-
mos años del XVIII. Sin embargo, la Guerra de la Independen ia seguida del
reinado absolutista de Fernando VII, que onllevó la desapari ión de personas,
institu iones y libertad de pensamiento, frenaron los avan es que abía espe-
rar. No obstante, a onse uen ia de la in�uen ia de la Es uela Polité ni a de
París, en el seno del ejér ito se mantuvo un nivel de enseñanza de matemáti as
bastante digno. Aunque, úni amente ha ia la mitad de siglo se advierte un
ambio importante en el panorama de las matemáti as, que ulminó años más
tarde on la institu ionaliza ión de las mismas
102
.
1.2.4. So iedades E onómi as de Amigos del País
Al itar las institu iones que surgieron en el reinado de Carlos III, hemos
he ho referen ia a las So iedades E onómi as de Amigos del País. En este apar-
tado, en primer lugar daremos una idea general de estas entidades, mostrando
ómo surgieron, y a ontinua ión nos entraremos en la Real So iedad Bas-
ongada de los Amigos del País (RSBAP) a la que por er anía hemos tomado
omo ejemplo. Tras dar una idea general sobre su funda ión, nos o uparemos
de las enseñanzas de matemáti as que se impartieron bajo su tutela.
Como omentábamos en el apartado anterior, el interés por los estudios
ientí� os y té ni os que mostraron algunos ilustrados propi ió la funda ión
de so iedades que sirvieran para difundir di hos estudios. En el País Vas o el
máximo exponente de la élite ilustrada fue Xavier María de Munibe e Idiá-
quez (1729-1785), o tavo onde de Peña�orida, quien junto on otros quin e
�Caballeros Pro uradores�, propuso a las Juntas Generales de Gipuzkoa ele-
bradas en julio de 1763 la rea ión de una �So iedad E onómi a, o A ademia
de Agri ultura, Cien ias y Artes útiles y Comer io, adaptado a las ir unstan-
ias, y e onomía parti ular de la M.N. y M.L. provin ia de Guipúz oa�. El
onde de Peña�orida había estudiado en el Colegio de los jesuitas de Toulou-
se y era miembro de la Real A ademia de Cien ias, Bellas Letras y Artes de
Burdeos, no es de extrañar por tanto que la So iedad por él instituida tomara
omo modelo las A ademias de Cien ias existentes en Europa en aquella épo a.
La So iedad se onstituyó el 24 de di iembre de 1764 en una reunión e-
lebrada en el pala io de Insausti, residen ia de Peña�orida sita en Azkoitia
(Gipuzkoa). Posteriormente, uando la institu ión re ibió el apoyo de Carlos
III adoptó el nombre que todavía hoy ostenta: Real So iedad Bas ongada de los
Amigos del País. La RSBAP na ió on el propósito de fomentar la forma ión
ultural y ientí� a de la omunidad, y para evitar que los jóvenes tuvieran
que desplazarse a estudiar a Fran ia o al Colegio de Nobles de Madrid. A es-
te �n, en 1767, siempre on la mirada puesta en los ilustrados fran eses, se
fundó un Seminario Patrióti o, que posteriormente pasaría a llamarse Real Se-
102
CABALLER VIVES [2006, pp. 114-115℄.
56 La matemáti a española en el siglo XVIII
minario Patrióti o Bas ongado. La a tividad do ente e investigadora del Real
Seminario se desarrolló en un edi� io de la villa de Bergara (Gipuzkoa), que ha-
bía albergado un Colegio de los jesuitas desde 1593 hasta la expulsión de éstos
en 1767, donado por Carlos III por una R. C. expedida el 19 de agosto de 1769.
En el Real Seminario de Bergara se estable ió una átedra de Quími a y
otra de Mineralogía y Metalurgia en las que trabajaron ientí� os de la talla
de los riojanos Juan José (1754-1796) y Fausto (1755-1833) de Elhuyar y los
fran eses François Chabaneau (1754-1842), Anders Ni olaus Thunborg (1747-
1795) y Louis Proust (1754-1826). Asimismo los estudios de náuti a, a tivados
mediante la on esión de premios, y también los de matemáti as impartidos
por el valen iano Gerónimo Más (¾?-1804) al anzaron un nivel sobresaliente.
Tras el falle imiento del onde de Peña�orida a ae ido el 13 de enero de
1785, la RSBAP siguió rigiendo el Real Seminario. En 1794, la guerra ontra
la Conven ión Fran esa puso punto �nal a la primera etapa del Seminario. El
22 de julio de 1795 se on ertó la paz de Basilea, posibilitando que, a pesar de
todos los in onvenientes derivados de la guerra, la enseñanza en el Seminario
se reanudara en enero de 1798. Por R. O. de 27 de julio de 1804 la institu-
ión vas a pasó a depender del Gobierno bajo el nombre de Real Seminario de
Nobles. Con la o upa ión fran esa se denominó Li eo Vas ongado y posterior-
mente bajo el reinado de Fernando VII re obró su nombre original. En 1822
fue de larado Universidad de Provin ia, volviendo un año después a adquirir el
nombre de Seminario de Nobles, que ya le fuera dado anteriormente. De nuevo
la guerra, esta vez la primera Guerra Carlista (1833-1840), alteró el urso del
Real Seminario, que suspendió las lases en 1835. Los responsables del Semi-
nario ontinuaron impartiendo algunas lases en un domi ilio parti ular bajo
la dire ión del profesor de Dibujo Antonio Leandro de Zabala, y, tras el �n
de la o upa ión de las tropas arlistas, el 1 de o tubre de 1840 se reanudaron
las lases en la sede de Bergara. Ese día dio omienzo una brillante etapa que
ulminó on la rea ión del Real Seminario Cientí� o Industrial de Bergara
103
.
La idea del onde de Peña�orida tuvo una a ogida favorable por el gobierno
de Carlos III, hasta el punto que se de idió impulsar la rea ión de institu io-
nes de esta índole por toda España. El que fuera ministro de Ha ienda, Pedro
Rodríguez de Campomanes (1723-1802), en sendas ir ulares: Dis urso sobre
el fomento de la industria popular (1774) y Dis urso sobre la edu a ión popular
de los artesanos y su fomento (1775) se dirigió a las autoridades, ordenando
103
CABALLER, LLOMBART; PELLÓN [2001, pp. 65-66℄. CABALLER, GARAIZAR; PE-
LLÓN [1997℄. Véase también CABALLER VIVES, M
aCinta (1998) �Alumnos hispanoa-
meri anos y �lipinos en el Real Seminario Cientí� o e Industrial de Vergara (1850-1860)�.
Boletín de la R.S.B.A.P., LIV, Donostia, 183-197. CABALLER VIVES, M
aCinta (2008)
�La Es uela Espe ial de Matemáti as del Real Seminario Cientí� o Industrial de Vergara�.
Llull, 31 (67), 19-40. CABALLER VIVES, M
aCinta (2009) �Los alumnos de la Es uela Es-
pe ial de Matemáti as del Real Seminario Cientí� o Industrial de Vergara�. Llull, 32 (70),
257-293.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 57
la funda ión de estos estable imientos. En la primera ir ular Campomanes
insistía en el impulso que desde esos entros podía darse a la agri ultura y en
la segunda ha ía referen ia a la importan ia que tendrían para el desarrollo de
las artes o industrias.
A la llamada de Campomanes respondieron de inmediato mu has iudades,
on una distribu ión geográ� a que no fue uniforme
104
.
Hormigón [1994, p. 52℄ señala a la Real So iedad Bas ongada omo modelo
en el que se miraron las nuevas So iedades a la hora de organizar sus planes
de estudios. Aunque, según indi a Álvarez de Morales [1982, p. 116℄, ninguna
onsiguió las metas al anzadas por la de Bergara, ya que a lo más que llegó
la mayoría fue a rear alguna átedra aislada. También se pronun ia en este
sentido Arias de Saavedra [2012, p. 236℄, quien on luye que aunque las So ie-
dades �intentaron rear bajo su supervisión una red de seminarios de nobles
en las iudades más importantes del país, on unos ontenidos do entes muy
ambi iosos [. . . ℄ este proye to no llegó a ha erse realidad�.
Como ya hemos indi ado anteriormente, no fue este el aso de la Bas-
ongada. Centrándonos en las enseñanzas de matemáti as que se impartieron
en el Real Seminario de Bergara, abe desta ar la �gura de Gerónimo Más,
quien prestó sus servi ios a la institu ión en varias átedras desde 1776 has-
ta mediados de 1794, elaborando planes de estudios on el objeto de adaptar
las enseñanzas de matemáti as, físi a y quími a a las últimas tenden ias que
ir ulaban por Europa en aquel momento
105
. La Junta de Institu ión, on el
objeto de a tualizar los planes de estudios, soli itó a Más que preparara un
plan para la enseñanza de esta dis iplina, indi ando la metodología a seguir.
El plan elaborado por Más en prin ipio fue re ogido en un manus rito fe hado
en noviembre de 1777, y posteriormente fue presentado y rubri ado en enero
de 1779. Años más tarde, en 1785 fue publi ado on algunas modi� a iones en
los Extra tos [EXTRACTOS, 1785, pp. 134-144℄ bajo el título �Método on
que se han de enseñar las matemáti as en el Seminario Bas ongado�
106
. En
la versión impresa, en la primera página ha e referen ia al retraso que sufren
estas enseñanzas en las universidades, señalando que la mayor parte de los
métodos que se siguen �son relativos al estado antiguo de las matemáti as, y
ninguno abraza los des ubrimientos modernos�. A ontinua ión enumera las
dis iplinas de matemáti as que deben impartirse en el Real Seminario:
104
En Castilla y León: Ávila, Burgos, León, Palen ia, Segovia, Valladolid, Alba de Tormes,
Benavente, Ciudad Rodrigo, Herrera del Pisuerga, La Bañeza, Medina del Campo, Medina
de Riose o, Ponferrada y Tordesillas. En Castilla-La Man ha: Cuen a, Chin hón, O aña
San Clemente, Sigüenza, Talavera, Toledo, Valdepeñas y Yébenes. En Extremadura: Coria,
Plasen ia y Trujillo. En Canarias: Las Palmas, La Laguna, La Palma y San Sebastián de la
Gomera [ARIAS DE SAAVEDRA, 2012, pp. 224-225℄.
105
PELLÓN, CABALLER; LLOMBART [2009, pp. 773 y 777-779℄.
106
En la publi a ión impresa no �gura el nombre del autor. El ontenido de ambos do u-
mentos ha sido estudiado por Llombart [1990, pp. 327-332℄ y Re arte [1990, pp. 242-250℄.
58 La matemáti a española en el siglo XVIII
La aritméti a, geometría; trigonometría plana y esféri a; el álgebra
on sus apli a iones a la aritméti a; geometría y trigonometría; las se -
iones óni as; el ál ulo diferen ial e integral; on sus respe tivas apli-
a iones a la geometría sublime y tras endente. La me áni a, estáti a,
hydráuli a, ópti a, atóptri a, dióptri a. Astronomía, geografía, navega-
ión, gnomóni a, ronología, forti� a ión y artillería
107
.
Figura 1.12: Método on que se han de enseñar las matemáti as en el Seminario
Bas ongado. Fuente: Extra tos [1785, p. 134℄
Gerónimo Más señala que no es su� iente on indi ar las materias al on-
formar el plan de estudios de matemáti as, sino que además �es pre iso indi ar
el rumbo y modo de tratarlas on sublimidad, que es lo que prin ipalmente
in�uye para su adelantamiento�. Ha e referen ia a la alidad de los manuales
de Bezout, Bossut, La Caille, El Abate Marie y Gherli, aunque estima que
ninguno de ellos se adapta totalmente a los programas que deben estable erse,
indi ando que el texto que más se ajusta a su proye to es el de Benito Bails,
obra es rita on sublimidad, exa titud y método por un hombre lleno
de ono imientos útiles, de varia erudi ión, y jui io sólido, que la ha
107
En el plan manus rito se in luyen, además, la perspe tiva, la arquite tura ivil y el
Examen Marítimo de Jorge Juan. La navega ión �gura omo hidrografía o náuti a.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 59
ompuesto teniendo a la vista uanto bueno y útil han es rito Juan y
Daniel Bernoulli, Mr. d'Alembert, Euler, Bouguer, Clairaut, Mi heloti,
La Lande, el Marqués de Condor ert, Bossut, Bezout, Lambert, Halley,
La Caille, Cramer Mauduit, Ri ati, Sitirlin, & .
Sigue di iendo que al no �gurar en la obra de Bails
los tratados de navega ión, forti� a ión y artillería, que ne esitamos,
adoptaremos para aquélla los de Don Jorge Juan, Bouguer o Bezout; y
para éstas los de Robins, y Juan Muller, añadiendo que para los que
hubieren estudiado el pilotaje, después de la trigonometría, la maniobra
de Pitot, que redu e a la prá ti a la teoría de Juan Bernoulli, y la de Don
Jorge Juan, pre edida del tratado de dinámi a de su examen marítimo,
o del de Mr. d'Alembert, para los que teniendo más tiempo hi ieren sus
estudios on mayor ampli� a ión, versándose en los ál ulos diferen ial
e integral, y la geometría sublime.
El es rito on luye re omendando a los alumnos el estudio de varios idio-
mas, �parti ularmente el inglés y el fran és, por los mu hos libros de matemá-
ti a que hay es ritos en ellos�
108
.
La ele ión de la obra de Bails da idea de la modernidad de las enseñanzas
matemáti as que se impartían en el Seminario de Bergara y del poten ial que
108
La enseñanza de las matemáti as fue también una prioridad en la So iedad E onómi-
a de Zaragoza desde sus ini ios. En 1779 uando sus responsables impulsaron la rea ión
de una Es uela de Matemáti as �se pidió a la Junta General que es ribiera a la So iedad
Bas ongada para que sirviese informar del método que utilizó y los medios de que se valió
y demás noti ias y ante edentes que resulten en la misma, para el estable imiento de sus
átedras [. . . ℄� [ARENZANA, 1987, p. 300℄. Las Ordenanzas de la Es uela Patrióti a de
Rudimentos de Matemáti as re ogían la idea de ofertar unas matemáti as elementales diri-
gidas a la forma ión de artesanos. Sin embargo, en la Es uela aragonesa se llegó a impartir
una matemáti a superior que tuvo omo base la obra de Bails. Arenzana [1990, pp. 290-293℄
expone las ir unstan ias que fa ilitaron este pro eso: por una parte, los artesanos no se
interesaron demasiado por las matemáti as; en segundo lugar había profesores preparados
para impartir matemáti as según los textos de Bails; y además los universitarios a udieron a
la Es uela de Matemáti as en bus a de ono imientos que no se impartían en la Universidad
de Zaragoza, en la que se seguía el texto de Villalpando, que aunque era moderno en uanto
al ontenido, mantenía el formato es olásti o y estaba es rito en latín. Otro estable imiento
del que se tiene noti ia que utilizó el texto de Bails fue la A ademia de Mathemáti as y
Dibuxo de la Ciudad de Valladolid, que omenzó sus reuniones preparatorias en o tubre de
1779 on planes de estudios modestos. En 1786 la A ademia pasó a denominarse de Matemá-
ti as y Nobles Artes. Los nuevos estatutos in luían estudios de Álgebra, que se implantaron
en 1788. Posteriormente se modi� ó el �Plan de Matemáti as�, onsiderando la Aritméti a
omo un paso previo para poder ursar Geometría, que debía superarse mediante examen.
Asimismo, tras una segunda prueba los alumnos podrían a udir a las lases de Álgebra,
impartida los días festivos, on una intensidad de dos horas semanales. Se adoptó el tomo
de los Elementos de matemáti a de Bails: �las apli a iones de álgebra a la geometría de
tanta importan ia para los estudios de Arquite tura�. Más adelante, tras varias dis usiones,
se adoptó la obra de Bails para todos los niveles, de modo que a partir de 1790 �todo el
estudio matemáti o está ya a tualizado� [ESTEBAN PIÑEIRO; JALÓN CALVO, 1990, p.
314℄.
60 La matemáti a española en el siglo XVIII
suponía para la Institu ión ontar on un profesor de la talla de Gerónimo
Más. Sin embargo, uando en 1783 se reó una Comisión de Estudios, om-
puesta por el presidente de la Junta de Institu ión, todos los maestros y los
so ios de número residentes en Bergara, on el �n de revisar todos los estudios
existentes, esta uestionó tanto el plan de matemáti as general omo el plan
de náuti a que seguían los alumnos que preparaban su ingreso a las es uelas de
guardiamarinas, ambos elaborados por Más. Considerando que los ontenidos
eran ex esivos, se a udió a José Domingo de Mazarredo, teniente general de
la Real Armada y so io de la Bas ongada, para que revisara el plan de estu-
dios de náuti a y omo revisor del plan de matemáti as se sugirió a Bezout
u �otro matemáti o de París�. Más soli itó que su plan fuera sometido a la
onsidera ión de D'Alembert, peti ión a tenor de la ual la Junta de Insti-
tu ión es ribió un informe al matemáti o fran és. No se tiene noti ia de que
se re ibiese ontesta ión y es de suponer que no la hubo, ya que D'Alembert
falle ió en o tubre de ese mismo año
109
.
Además de en argarse de elaborar los planes de estudios del Real Semina-
rio, la arga do ente que soportó Gerónimo Más fue onsiderable. Tanto en
el manus rito �rmado en 1779 omo en el do umento impreso re ogido en los
Extra tos en 1785, Más ha e alusión a esta ir unstan ia señalando que im-
parte lases por la mañana y por la tarde, atendiendo �a un mismo tiempo a
los dis ípulos de primero, segundo, ter ero y quarto año�. Y soli ita a la Junta
que �nombre interinamente dos de los dis ípulos más hábiles de la lase para
que ayuden alternativamente al maestro en la enseñanza de los que omenza-
ron el primer año�
110
. Pare e ser que la peti ión de Gerónimo Más en ierto
modo fue atendida, ya que a lo largo de los años ontó on el apoyo de varios
alumnos aventajados que se en argaban de los repasos de las le iones. Supo-
nemos que esta ayuda resultaba insu� iente, pues en 1784 soli itó un ayudante
que atendiera a los repetidores. Así fue omo el pensionado por la RSBAP
para que perfe ionara el fran és en Orleáns, Pedro Ramírez, que ya tenía a
su argo la asignatura de Fran és, se onvirtió en profesor de Matemáti as del
Real Seminario
111
.
Además de la átedra de Matemáti as, Gerónimo Más tuvo que ha erse
argo de las lases de Chabaneau, para lo que realizó una estan ia de asi dos
años en París para preparar las asignaturas de Físi a y Quími a. A su regreso
a Bergara, en enero de 1789, se le en argó un nuevo plan de estudios, que
presentó en 1790, junto on Pedro Ramírez: un plan para la enseñanza de las
matemáti as de tres años, y uno de físi a y quími a de dos años.
109
RECARTE [1990, pp. 243-245℄.
110
EXTRACTOS [1785, pp. 134-144℄. En el manus rito �rmado en 1779 soli itaba a la Jun-
ta que re�exionara sobre este asunto, y sugería que se destinara personal para la enseñanza
del modo que �haya en breves años un re ido número de sujetos perfe tamente instruidos
en las Matemáti as�.
111
Pedro Ramírez atendió a las lases de Matemáti as y a las de Fran és, teniendo a su
argo en o asiones la do en ia de la Geografía [RECARTE, 1990, pp. 250-251℄.
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 61
Los alumnos del Seminario de Bergara debían realizar exámenes en los que
demostraban sus ono imientos sobre los ontenidos de las asignaturas ursa-
das en el Seminario. En las Juntas Generales que se elebraban anualmente
se sele ionaba algún alumno, que ontestaba a una serie de uestiones delan-
te de los so ios. Se tiene noti ia de la prá ti a de estas pruebas desde 1765
hasta al menos 1791
112
. Los ontenidos de los exámenes de Matemáti as de-
pendían del alumno que se examinara (edad, estudios que ursaba, et .). En
todos los uestionarios se dete ta un mayor peso de las Matemáti as apli adas
(o mixtas) frente a las Matemáti as puras. No obstante, en las enseñanzas de
matemáti as que se impartieron en el Real Seminario en ontramos siempre
los temas de �Matemáti a Superior�: Se iones óni as, Cál ulo diferen ial y
Cál ulo integral. A título de ejemplo, mostramos los ontenidos del Examen de
Matemáti as de D. Juan Ni olás de la Moneda y Ayala, baxo la dire ión de
D. Pedro Ramirez, Maestro de Matemáti as y lengua Fran esa en el Real Se-
minario Patrióti o Bas ongado. En las Juntas Generales que la R.S.B. elebró
en la iudad de Vitoria. Año de 1789. Se trata de un uadernillo de die io ho
páginas que ontiene 138 uestiones distribuidas de la siguiente forma (entre
paréntesis el número de uestiones relativas a ada materia): �Álgebra (2);
Apli a ión del Álgebra a la Geometría y varias qüestiones a er a de este ramo
(3); De las Se iones Cóni as (5); Del Cál ulo Diferen ial (13); Del Cál ulo
Integral (5); Algunas Apli a iones (3); De la Dinámi a (17); De la Estáti a o
del movimiento y equilibrio de las máquinas (36), repartidas en in o subapar-
tados: sin título (generalidades) (6); De la palan a (4); De la balanza (5); De
la romana (3) y De la garru ha (18); De la Cosmografía (20); Expresión del
Globo Terráqueo (4); De la Náuti a o Navega ión (30)�
113
.
Cuando el profesorado del Seminario lo abandonó en 1794 a ausa de la
guerra, Gerónimo Más se trasladó al Instituto Asturiano de Gijón, desde donde
pasó a Málaga o upando una de las átedras de Matemáti as del Real Colegio
Náuti o de San Telmo de Málaga. Murió en esa iudad a onse uen ia de la
epidemia de �ebre amarilla de 1804.
En 1799 se tiene noti ia de un nuevo profesor de Matemáti as en el Se-
minario de Bergara: Antonio Isidoro de Ojea. El nivel on el que empezaron
estas enseñanzas no era el que impartió el maestro Más, pero lo importante
es que la ontinuidad en la enseñanza de las matemáti as propi iada por el
interés y el tesón de los responsables del Seminario, hi ieron posible que la
institu ión viviera una segunda etapa gloriosa a mediados del siglo XIX, omo
112
En un prin ipio se elebraron exámenes en las Juntas Semanarias y en las Juntas Gene-
rales, pero desde 1776 úni amente se realizaron estas pruebas en las Juntas Generales que
eran anuales. El primer alumno que superó una prueba de estas ara terísti as fue Ramón
de Munibe, hijo del onde de Peña�orida, quien en una Junta Semanaria de 1765 demos-
tró públi amente sus ono imientos de �latín, fran és, y geografía de España� [RECARTE,
1990, pp. 70-72℄.
113
LLOMBART [1990, p. 335℄.
62 La matemáti a española en el siglo XVIII
se ha omentado anteriormente.
1.2.5. Matemáti as para la Náuti a: de Tos a a Bails
Dentro del panorama general que hemos expuesto de las matemáti as en el
siglo XVIII en España, se apre ia que hay diversos ámbitos en los que se pro-
du e el desarrollo matemáti o, fundamentalmente motivado por ne esidades
de forma ión profesional: la forma ión de nobles, de los o� iales del ejér ito,
de los pilotos de la marina, de los arquite tos y las in ipientes ne esidades
iviles en artes e industrias manifestadas por las So iedades E onómi as de
Amigos del País. En todos estos ámbitos de la forma ión profesional, las mate-
máti as tuvieron un papel preponderante, siempre la matemáti a elemental y
al anzando a la geometría analíti a y al ál ulo in�nitesimal solo en los es asos
lugares on forma ión más avanzada. Cada uno de estos ámbitos, relativamen-
te autónomos, generaba sus propios libros de texto en una épo a en la que este
tipo de obras al anzó un notable auge.
Algunos de estos libros de texto quedaron ir uns ritos a su propio ámbito
y otros al anzaron gran difusión, más allá de su destino ini ial. Entre estos
últimos desta an los voluminosos de Tos a y de Bails ya men ionados, que
surgen al ini io del siglo y en su último uarto respe tivamente. Ambos tienen
�nalidad bási amente apli ada, ubriendo todo el espe tro de las matemáti as
mixtas de su tiempo y las puras ne esarias omo forma ión previa. En este tipo
de obras, así omo en otras similares de ontenidos más on retos, se produ e
un ambio de enfoque entre la primera y la segunda mitad del siglo, motivado
por los propios avan es de las matemáti as y también por la varia ión en el
enfoque metodológi o, esto último quizás más notorio en geometría. Este am-
bio puede ser expli ado por la in�uen ia del planteamiento de las matemáti as
ofre ido en la En i lopedia fran esa, fuertemente in�uen iado por D'Alembert.
La En i lopedia (o Di ionario razonado de las ien ias, las artes y los o� ios)
produjo el des enso de las matemáti as ya asentadas en su tiempo ha ia las
apas ultas y los profesionales que utilizaban las matemáti as en sus a tivida-
des, teniendo una gran in�uen ia en los profesionales de la edu a ión, en una
épo a en la que aumentaron notablemente.
El Compendio de Tos a sirve omo estándar para re�ejar el estado de las
matemáti as en España al ini io del siglo, que se pra ti aban prin ipalmente
para su enseñanza. Después del movimiento en i lopedista ilustrado, la ense-
ñanza de las matemáti as tomó nuevas orienta iones re�ejadas en varios libros
in�uyentes. El equivalente a la voluminosa obra de Tos a pero ya on in�uen-
ia ilustrada y de la matemáti a nueva es, la no menos voluminosa, Elementos
de Benito Bails. Nuestro objetivo es o uparnos de las matemáti as que se en-
señaban on ará ter general en las es uelas de Náuti a, espe í� amente de su
parte elemental, onstituida por la aritméti a y el álgebra, la geometría y la
trigonometría, analizando los libros de texto que se usaron en este ámbito for-
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 63
mativo. Aunque ni la obra de Tos a ni la de Bails se originaron espe í� amente
en el ámbito de las enseñanzas náuti as fueron utilizadas en di ho ámbito. La
obra de Bails estaba destinada a los estudiantes de la Real A ademia de San
Fernando, pero su autor se de laró profundamente inspirado en el enton es
muy re iente Curso de matemáti as de Bézout (BÉZOUT [(1764-1767)℄), que
fue es rito para los guardiamarinas fran eses. Una ompara ión esquemáti a
entre los aspe tos generales de ambas obras, de Tos a y de Bails, podrá servir
para errar este apítulo dando una visión general del adelanto de la matemá-
ti a española a través de sus textos más ara terísti os.
La Tabla 1.1 muestra los ontenidos prin ipales de ada uno de los tomos
del Compendio de Tos a y de los Elementos de Bails. Basta omparar ambas
olumnas para apre iar los ambios globales que setenta años, asi exa tamen-
te los de la vida de Euler, han produ ido en el registro realizado en España
de la re ep ión de la matemáti a europea, esen ialmente la fran esa. El es-
quema general de ambas obras es muy similar, en línea on la se uen ia de
matemáti as puras (los tres primeros apítulos) y mixtas propia de la épo a;
pero las diferen ias son también notorias. Mu has diferen ias que no vamos a
señalar apare erían en el estudio omparativo detallado de ontenidos on re-
tos en ambas obras, pero aquí nos limitaremos a onstatar las más llamativas
de ará ter general.
Tomo Compendio, Tos a Elementos, Bails
I Geometría y Aritméti a Aritméti a y Geometría
II Álgebra Álgebra
III Trigonometría Apli a iones del Álgebra a la Geometría
Cóni as y Máquinas Cál ulo In�nitesimal
IV Estáti a e Hidroestáti a Dinámi a
V Arquite tura Hidrodinámi a
VI Ópti a Ópti a
VII Astronomía Astronomía
VIII Astronomía prá ti a Astronomía físi a
IX Gnomómi a y Astrología Arquite tura
X Tablas de logaritmos
Tabla 1.1: Comparando el Compendio de Tos a y los Elementos de Bails
Desta amos las siguientes similitudes o diferen ias:
1. Los dos primeros tomos están dedi ados en ambas obras a aritméti a-
álgebra y geometría, pero Tos a empieza por la geometría (a la manera
de Eu lides) mientras que Bails empieza por la aritméti a, dejando el
álgebra para después de la geometría, en la que in luye la trigonometría,
que Tos a olo a en su mis eláneo tomo III.
64 La matemáti a española en el siglo XVIII
2. Ambas obras dedi an un volumen a la Arquite tura, preponderantemente
ivil pero también militar, sobre todo en Tos a. La ubi a ión, tomo V en
Tos a y IX en Bails. Este último in luye la Hidráuli a, que Tos a apenas
trata en su tomo IV.
3. También oin iden ambas obras en dedi ar un volumen a la ópti a, que
en Tos a es muy artesiana y en Bails más a tualizada.
4. Otra oin iden ia es la organiza ión de la Astromomía en dos tomos
al �nal de la obra, uno dedi ado a la parte general y otro a la prá ti a
general, in luyendo la geografía y la náuti a. El tomo IX que Tos a dedi a
a los relojes de sol y la astrología no tiene orrelativo en Bails, quien
in luye el estudio del sol en el tomo VIII, pero no trata la astrología.
5. El tomo que ahorra Bails al �nal lo ha usado para el desarrollo en tres
tomos de un uerpo entral de su obra (tomos III a V) que mar a la
diferen ia esen ial on Tos a:
III Apli a iones del álgebra a la geometría y ál ulo in�nitesimal
IV Dinámi a
V Hidrodinámi a
Los tomos III y IV de Tos a, dejando aparte la Trigonometría, tienen un
al an e artesiano y estáti o, que Bails supera netamente al olo ar en
el tomo III los nuevos resortes matemáti os que el siglo ha produ ido y
on ellos poder pasar a una más ompleta geometría superior ( óni as),
al movimiento de máquinas ( inemáti a) on e ua iones, y a la dinámi a
e hidrodinámi a.
6. El tomo adi ional de Bails, el último, es un monográ� o de logaritmos,
re urso que utiliza on mu ha más amplitud que Tos a.
Bails utilizó fuentes muy diversas y re ono idas en el �prólogo general� de
sus Elementos, re�riéndose prin ipalmente a las obras amplias que tratan del
onjunto de las matemáti as puras y mixtas. La primera fuente que itó fue
el Compendio de Tos a/De hales, seguida de otras obras de autores europeos:
Wol�, La Caille, Emerson y Hennert. Bails men iona los de Tos a y Wol� o-
mo anti uados porque no han podido in orporar la gran antidad de avan es
produ idos después de su publi a ión por los matemáti os más brillantes del
siglo XVIII, rela ión de nombres que enumera a�rmando que �han mudado
enteramente el semblante de las Matemáti as� y que es de �estas obras mo-
dernas, de donde hemos sa ado todo lo que in luye la nuestra�. Además, Bails
se re�ere a obras solo de matemáti as puras omo las de Euler, que men io-
na en general, sin títulos on retos, a�rmando que se trata de �matemáti a
espe ulativa�. Como ursos de matemáti a pura más introdu torios men iona
el del fran és Sauri y el del italiano Gherli. Pero su �prólogo general� está
dedi ado on detalle solo a las referen ias que ita omo ante edentes de su
PRELIMINARES: SOBRE NÁUTICA Y MATEMÁTICAS 65
propia obra, es de ir, a los tratados ompletos, de matemáti as men ionados,
a los que dedi a unas líneas expli ando la opinión que le mere en. Sobre el
Compendio de Tos a es ribe:
[. . . ℄ atendido el tiempo en que salió á luz, no se puede negar que es
de todo punto abal. Para el tiempo presente, por razon de los mu hos
adelantamientos que ha he ho la Matemáti a on el talento y apli a ion
de los Geómetras de este siglo, y �nes del pasado, es sin duda alguna
in ompleta y diminuta la obra del Es ritor Valen iano. Porque no trata
ni del ál ulo diferen ial ni del integral, y así debia ser, una vez que es tan
po o lo que trahe de Algebra, y omite la teóri a de las urvas, do trina
muy ne esaria para las investiga iones pe uliares á la analisis superior
[. . . ℄ Como quiera, dos ir unstan ias sumamente apre iables on urren
en la obra de Tos a; es a saber, mu ha laridad (y tambien es suma la
de De hales), y una disposi ion general de los tratados, igualmente que
una oordina ion parti ular de ada uno de ellos muy bien entendida
[. . . ℄
114
.
Este �prólogo general� tuvo que ser es rito tempranamente, al ha er Bails
el planteamiento ini ial de su obra, pues en él no men iona el Curso de mate-
máti as de Bézout. En ambio, tras di ho �prólogo general� viene el prólogo al
tomo primero en el que de lara que al ono er la re iente obra del autor fran-
és no dudó en reprodu irla �al pie de la letra�, on alguna variante personal,
en aritméti a y álgebra. A�rma Bails que no hizo lo mismo on la geometría,
que le ostó mu ho esfuerzo reda tar y para la que re urrió a �nueve, ó diez�
referen ias. En el último apítulo volveremos sobre este asunto.
114
BAILS [1779, Tomo I, pp. II-III℄.
Capítulo 2
MATEMÁTICAS EN LOS
ESTUDIOS DE NÁUTICA EN
ESPAÑA EN EL SIGLO XVIII
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 69
2.1. Introdu ión
A omienzos del siglo XVIII los estudios de náuti a se on entraban en la
Casa de la Contrata ión de Sevilla, que erró sus puertas en 1717, en el Colegio
Imperial de Madrid y en el Real Colegio Seminario de San Telmo.
Desde el punto de vista de la enseñanza de la náuti a puede estable erse,
según Sellés Gar ía [2000, p. 26℄, una división del die io ho en tres etapas.
La primera de ellas abar aría hasta 1748 y supondría una �re upera ión de
saberes�, onstituyendo las obras Compendio de la arte de Navega ion y Tri-
gonometria apli ada a la Navega ion, elaboradas por Pedro Manuel Cedillo, un
punto de in�exión en los libros de texto utilizados para la enseñanza de la náu-
ti a. La segunda etapa ulminaría en 1783 y se ara terizaría por la ade ua ión
de los saberes, in luyendo importantes a onte imientos, omo la aproba ión de
las Ordenanzas de Marina, el estable imiento de las Reales Es uelas Departa-
mentales y Es uelas Parti ulares de náuti a, y las a tividades llevadas a abo
por Jorge Juan en el seno de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz.
A partir de 1783 omenzaría la última etapa, ara terizada no sólo �por la o-
rre ta prá ti a de la dis iplina�, sino también por las aporta iones realizadas.
Considerado 1783 omo el punto de partida de �la navega ión astronómi a
española�, abe desta ar además en esta etapa, el ini io del Curso de Estudios
Mayores, la puesta en mar ha del programa hidrográ� o y la publi a ión del
Tratado de Navega ion de José de Mendoza y Ríos.
Los pilotos tenían la ategoría más elevada dentro de la o� ialidad de mar,
entrándose su responsabilidad en la dire ión té ni a del navío, �gobernan-
do la nave en fun ión del rumbo que se le mar aba, y realizando los ál ulos
matemáti os ne esarios para el posi ionamiento del bajel en el mar�
115
. Sin
embargo, los pilotos estaban subordinados a los o� iales de guerra, lo ual
generó no po as disputas entre los dos ole tivos. En 1748 se aprobaron las
Ordenanzas de su Magestad para el Govierno Militar, Politi o, y E onómi o
de fu Armada Naval. Estas Ordenanzas estaban editadas en dos volúmenes,
regulándose en la Primera Parte las fun iones y obliga iones de los distintos
rangos de o� iales de guerra y pilotos, y los estudios a ursar por estos. Se
quería umplir así el doble objetivo de organizar, perfe ionar y homogeneizar
los estudios de los pilotos, y estable er las atribu iones de los distintos ole -
tivos de la Armada.
Las Ordenanzas de 1748 trajeron onsigo la funda ión de las Reales Es ue-
las de Náuti a en los tres Departamentos, Cádiz, Cartagena y Ferrol, implan-
tándose en ellas el plan de estudios espe i� ado en las itadas Ordenanzas. El
Colegio de San Telmo de Sevilla quedó fuera de esta reglamenta ión, renován-
dose sus planes de estudios on distintas ordenanzas a lo largo del siglo XVIII
y extinguiéndose el 30 de junio de 1847.
115
GARCÍA GARRALÓN [2009a, p. 207℄.
70 El Real Colegio Seminario de San Telmo
A partir de 1740, on la apertura de la Es uela de Náuti a de Bilbao, se
in rementó notablemente el número de entros donde se impartieron las ense-
ñanzas náuti as. A la Es uela de Bar elona, fundada en 1769, le siguieron las
de Arenys de Mar, Mataró, La Coruña, Gijón, Palma, San Sebastián, Laredo,
Santander, Algorta, Santur e, Plen ia, et ., uya funda ión se vio favore ida
on la aproba ión en 1778 del Reglamento de libre omer io on los puertos
ameri anos.
La existen ia de planes de estudios espe í� os para ada uno de estos en-
tros eviden ió la ne esidad de uniformar los estudios de náuti a. Con este �n
se aprobaron en 1783 la R. O. por la que se reglamentaban los exámenes de
pilotos, y en 1790 el llamado Plan Winthuysen, na ido on la idea de obtener
un ontrol total de las enseñanzas de náuti a, uni� ando la forma ión de los
pilotos y la organiza ión de las Es uelas de Náuti a.
2.2. El Real Colegio Seminario de San Telmo
En la édula funda ional del Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevi-
lla se �jaba omo objetivo de la nueva institu ión re oger mu ha hos huérfanos
para enseñarles la marinería, pilotaje y artillería, y on ello abaste er las �otas
y servir a la Armada Real. Esta idea ya fue barajada on anterioridad en 1539
por el hijo de Cristóbal Colón, Fernando, quien propuso estable er un olegio
en el barrio de los Humeros de Sevilla on el objetivo de enseñar matemáti as
y marinería. En 1607, una R. C. de 21 de abril, en omendaba al duque de
Medina Sidonia la misión de rear un seminario. En este seminario re ibirían
enseñanza mu ha hos huérfanos y vagabundos que tuviesen edades omprendi-
das entre los do e y los quin e años. La Universidad de Mareantes soli itó que
di ho seminario se onstruyese en Sevilla, pero el proye to no llegó a llevarse a
abo. Tampo o se materializó otra propuesta similar realizada por la Casa de
la Contrata ión en 1627. Tras varios intentos fallidos, el 25 de abril de 1679, el
Consejo de Indias trasladó a la Casa de la Contrata ión la de isión del rey de
estable er un olegio en Triana, en el lugar donde la Universidad de Mareantes
poseía una asa. De esta forma, en 1681 se fundó el Colegio de San Telmo
de Sevilla. Para ha er frente al presupuesto de ingresos y gastos previsto para
el Colegio, presupuesto enviado por la Casa de la Contrata ión al Consejo de
Indias en 1680, se estable ió que �todos los navíos que partiesen on registro
para Améri a pagasen seis pesos por tonelada si se dirigían a Tierra Firme o
Nueva España, y dos pesos los restantes�
116
.
Gar ía Garralón [2009a, pp. 164-165℄ nos da noti ia de otro entro de ense-
ñanzas náuti as reado también en el siglo XVII: el Seminario de Marinos de
116
NAVARRO BROTÓNS [2002, pp. 68 y 70℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 71
Guipúz oa, Señorío de Viz aya y las uatro Villas. Este entro onstituyó un
laro pre edente del Colegio de San Telmo de Sevilla; se �nan iaba también a
través de un impuesto y su objetivo era instruir a sus alumnos en navega ión,
ompaginando el estudio teóri o on los embarques. Los alumnos, a semejanza
de San Telmo, se bus aban entre mu ha hos pobres, en este aso de Guipúz oa,
Viz aya, las Cuatro Villas y Asturias, on edades omprendidas entre los 12 y
los 16 años. Al terminar su forma ión pasaban a servir a apitanes y maestres
tanto para la pes a de bajura omo para la pes a del ba alao en aguas de
Terranova. Este entro no perduró en el tiempo.
En las siguientes se iones abordaremos, primero, la funda ión y objetivos
ini iales del Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla y a ontinua ión,
realizaremos un re orrido por los planes de estudios que se su edieron a lo
largo del siglo tanto en el entro de Sevilla omo en el de Málaga, fundado en
1787 a semejanza del primero.
2.2.1. Funda ión y objetivos.
El objetivo largamente ambi ionado por la monarquía de redu ir, por una
parte, la habitual es asez de personal en las �otas y por otra, el onsiderable
número de niños huérfanos de modesta lase y posi ión, se materializó en 1681
on la funda ión del Colegio de San Telmo. La édula de su funda ión está
datada el 17 de junio del mismo año (véase un pequeño extra to del omienzo
de la misma en la Figura 2.1) y en ella se expone la �nalidad de la rea ión
del Colegio: �re oger, riar, y edu ar mu ha hos huerfanos, y defamparados,
enfeñandoles la Marineria, Pilotage, y Artilleria�. Además, en la édula, se
alude a las repetidas y fallidas o asiones en las que desde 1607 intentó rearse
este estable imiento, uya misión, además de edu ar a mu ha hos que de otra
manera se onvertirían en vagabundos y ladrones, era enseñarles los ono i-
mientos ne esarios para servir de pajes, grumetes y marineros en la Armada y
las �otas
117
.
En la itada édula se ordenaba dotar on 20.000 pesos a la Universidad
de Mareantes para la funda ión y sustento del Seminario. Este debía ubi ar-
se en los terrenos ontiguos a la iglesia de Nuestra Señora del Buen Ayre,
pertene ientes a la Universidad de Mareantes, quien una vez re ibido el a-
pital on edido para la institu ión, disponía de un plazo de dos meses para
la onstru ión del edi� io
118
. Finalmente el Colegio no pudo onstruirse en
este emplazamiento por razones de espa io y de oste. En su lugar se eligió
una �n a �a la banda de la iudad [. . . ℄ junto a san Telmo� o upada por el
barrio de Marrue os. El 18 de enero de 1682 el Colegio Seminario omenzó
su a tividad do ente en las asas y alma enes del barrio, ini iándose al po o
tiempo la onstru ión del olegio, obra del arquite to Antonio Rodríguez que
117
AHUS, Libro 0324 bis, p. 16.
118
AHUS, Libro 0324 bis, pp. 16-17.
72 El Real Colegio Seminario de San Telmo
Figura 2.1: Cédula funda ional del Real Colegio Seminario de San Telmo. Fuente:
AHUS, Libro 0324 bis, p. 15.
estuvo al frente de las obras hasta su muerte en 1707
119
.
En la édula funda ional se �jaba en 150 el número de olegiales a admitir,
delimitándose la edad y la posible pro eden ia geográ� a de los mismos:
Que no fe puedan re ibir, ni re iban ningunos Eftrangeros, �no que
fean todos naturales de eftos Reynos, y preferidos los huerfanos en on-
urfo de los que tuvieren vivos fus padres, y no tengan menos que o ho
años, ni puedan eftar en el Seminario mas que otros o ho, ni admitirfe
los que pa�aren de atorze años
120
.
Se daba preferen ia a los olegiales en los puestos de artillería y plazas de
mar:
Que los mu ha hos que fe riaren en efte Seminario en igual fu� ien-
ia fean preferidos en todas las plazas de mar, y Artilleria
121
.
119
"Cronología de San Telmo". En: http://www.juntadeandalu ia.es/organismos/presiden
ia/areas/san-telmo/re upera ion/paginas/ ronologia-santelmo.html.
120
AHUS, Libro 0324 bis, p. 18. JIMÉNEZ JIMÉNEZ [2002, p. 125℄ indi a que la do umen-
ta ión existente referente a la pro eden ia y limpieza de sangre de los olegiales admitidos
entre 1681 y 1800 erti� a que todos eran originarios del territorio español. La mayoría
fueron andalu es, un 95%, pero hubo olegiales de Extremadura, Madrid, Soria, León, Sa-
laman a, Valladolid, Burgos, Segovia y también de las Islas Canarias, eviden iándose así la
importan ia del Seminario de San Telmo.
121
AHUS, Libro 0324 bis, p. 18.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 73
Se determinaba el número de plazas que debían o upar en los navíos de la
Armada en la Carrera de Indias:
Que los mu ha hos que fe riaren en efte Seminario, uyo numero ha
de fer de iento y inquenta ( omo queda di ho) o upen pre ifamente las
dos ter ias partes de las plazas de pages de todos los Navios de Guerra,
que vàn à las Indias, afsi en la Armada de la arrera de ellas, omo en la
Capitana, y Almiranta, y Naos de Azogues, que ván à Nueva Efpaña, y
fus fueldos, y ra iones de vino, que devengaren, fe apliquen al Seminario,
refpe to de que la Vniver�dad los ha de fuftentar de todo lo ne e�ario
[. . . ℄
122
.
Y también el número de plazas a o upar en los buques mer antes:
[. . . ℄ eftos mu ha hos o upen, y �rvan la mitad de las plazas de pages
de las Naos Mer hantas, que vàn à las Indias, y afsiftan afsimifmo à fus
arenas, en todos los que o uparen el buque de las Flotas, omo en los
que fueren on li en ias fueltas [. . . ℄
123
.
Se estipulaba la ontrata ión de un Maestro y su ayudante on salarios
de 250 y 150 du ados anuales, respe tivamente, para atender la do en ia del
entro
124
. La es asa informa ión sobre los estudios a realizar se exponía de la
siguiente forma:
Que los mu ha hos ayan de fer enfeñados à leer, ef rivir, y ontar,
por fer pre ifo para los q, fobrefaliedo en habilidad, llegaren à fer Pilotos,
y que fe les enfeñe, lo q en lo theori o upiere, el Arte de la Marineria,
y que tome de memoria la Cartilla, ò Quadernillo de Regimiento de
Artilleria, ompuefto por Andrès Muñoz el Bueno, y añadido por Juan
Roman de En he, on q fe hallaràn mas prefto habiles para apli arfe al
manejo: y que el Artillero mayor vaya al Seminario los dias, y à las horas,
que le feñalare el Pre�dente de la Cafa de la Contrata ion, para q à los
mas adultos les enfeñe on viva voz, y demonftra iones: y que tambie
para los que pare iere pueden aprender la Cofmographia, y Navega ion,
ordene al Piloto mayor, y al Cofmographo, que les lean, y enfeñen en los
dias, �tios, y horas, que el di ho Pre�dente feñalare, on omuni a ion
del Mayordomo, y Diputados de la Vniver�dad
125
.
Jiménez Jiménez [2002, p. 91℄ arroja más luz sobre la do en ia llevada a
abo en esta primera etapa de andadura del Colegio de San Telmo. Hasta 1763
las lases de matemáti as se impartían dos ve es por semana, pasando a partir
de esta fe ha a uatro días semanales. Los on eptos estudiados eran �trigo-
nometría general apli ada a la náuti a, uso de esferas, artas y geometría�.
A partir de 1763 los dos días de lase restantes de la semana se dedi aban a
�artillería y aritméti a, ono imiento de los abos de labor, velamen, arbola-
dura y maderos de uenta que omponían el interior y exterior del navío�. Los
122
AHUS, Libro 0324 bis, pp. 10-11.
123
AHUS, Libro 0324 bis, p. 11.
124
AHUS, Libro 0324 bis, p. 18. No se espe i� a qué tareas se en omendaban a los Maestros.
125
AHUS, Libro 0324 bis, p. 20.
74 El Real Colegio Seminario de San Telmo
alumnos realizaban prá ti as de 11:30 a 14:00, observando el sol mediante el
uadrante, el o tante, la ballestilla y el astrolabio en el periodo omprendido
entre el 1 de noviembre y el 31 de enero.
La es asa forma ión re ibida por los olegiales en los ini ios de San Telmo
llevó al Colegio a ontratar un profesor que se en argara personalmente de
la enseñanza de las matemáti as. Pedro Manuel Cedillo, antiguo alumno del
Colegio, fue ontratado para este �n en 1701. Su edieron a Cedillo en el argo,
Juan Sán hez Re iente, que o upó la Cátedra de Navega ión y Artillería en
1724 al a eptar Cedillo el puesto de maestro de la Real A ademia de Guardia-
marinas de Cádiz, y Fran is o de Barreda y A evedo, que tomó el relevo de
Sán hez Re iente al falle er este en 1757.
Las siguientes obras fueron usadas omo libros de texto para la enseñanza
en el Colegio de San Telmo: Compendio de la arte de Navega ion y Trigono-
metria apli ada a la Navega ion, ambos de Cedillo; Tratado de Trigonometria
plana general, Tratado de Trigonometria Nauti a, y de la onstru ion, Tra-
tado de Navega ion Theori a, y Pra ti a y Tratado de Arithmeti a theori a, y
pra ti a de Sán hez Re iente; y las obras de Barreda, El Marinero Instruido en
el Arte de Navega ion spe ulativo, y pra ti o y El arithmeti o inferior, espe-
ulativo, y pra ti o. El Compendio de geometría del Padre Kresa (1645-1715)
fue utilizado para la enseñanza de la geometría espe ulativa.
El Maestro de matemáti as llevaba a abo un seguimiento diario del apren-
dizaje de los alumnos, preguntando la le ión todas las tardes a aquellos ole-
giales más atrasados. Estos alumnos menos apa itados para la arrera náuti a
dedi aban más tiempo al estudio de la artillería, lo ual les apa itaba para
a eder a empleos omo abos de brigadas y sargentos o ondestables. Los
alumnos más aventajados empleaban ese tiempo para �aprender a delinear y
levantar planos de las ostas, bahías y puertos�
126
.
En uanto a los exámenes, hasta 1785, estos se realizaban trimestralmente,
pero omo veremos después, en las Ordenanzas de 1786 se �jaron dos periodos
de exámenes anuales.
2.2.2. Ordenanzas y planes de estudios
El 27 de julio de 1727 se a ordaron nuevas ondi iones de ingreso para los
olegiales. No se admitirían alumnos que no fuesen �limpios de sangre y de
toda mala raza de judíos, mulatos, moris os y otros semejantes�. También se
vetaba el a eso a aquellos uyos padres hubiesen ejer ido un o� io vil. Igual-
mente se impedía la entrada a los des endientes de �negros, mulatos, gitanos,
herejes y peniten iados por el Santo O� io�. Sin embargo, atendiendo al a-
126
JIMÉNEZ JIMÉNEZ [2002, pp. 91-92, 96, 100℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 75
rá ter bené� o de la institu ión, sí se admitían niños expósitos
127
.
En uanto al modelo do ente instaurado en el entro desde la ontrata ión
de Cedillo hasta asi �nales de la dé ada de los setenta, este se basaba en la
transmisión de los on eptos bási os de náuti a que luego los olegiales am-
pliaban on la prá ti a en los embarques; una enseñanza bási amente prá ti a
on unos ono imientos rudimentarios sobre la náuti a. Los libros de texto uti-
lizados en el Colegio de San Telmo en la primera parte del siglo se semejaban
a manuales de fórmulas de inmediata apli a ión.
Los avan es ientí� os a ae idos durante el siglo, entre ellos el importante
hallazgo de los métodos de distan ias lunares y ronómetros para al ular la
longitud en la mar, pre isó de personal que dominase no sólo las té ni as de
apli a ión dire ta sino el fundamento mismo de los ono imientos; es de ir, los
estudios debían garantizar a los alumnos la adquisi ión de una base ientí� a
que les apa itara para resolver los problemas de náuti a.
En 1778 se implantó en el Colegio de San Telmo el Método on que se
enseñan en las tres Clases de el Real Colegio Seminario de San Telmo de
Sevilla las Matemáti as y Fa ultades náuti as de su Instituto, mediante el ual
�los estudios basados en la navega ión de estima fueron superados por una
navega ión basada en fundamentos ientí� os�. El plan, uya implanta ión
ordenó Juan Manuel de Vivero, mayordomo diputado de la Universidad de
Mareantes, estuvo vigente 8 años y estaba inspirado en el sistema de enseñanza
de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz. Gar ía Garralón [2009a,
pp. 187-189℄ nos aporta las materias objeto de estudio expuestas en el plan así
omo los profesores en argados de la do en ia de las mismas que a ontinua ión
detallamos:
Primera Clase
El profesor en argado de la do en ia de esta Primera Clase era Diego
Sán hez Re iente, y las materias a impartir, aritméti a inferior, aritmé-
ti a superior, geometría elemental y prá ti a, trigonometría re tilínea y
preliminares de trigonometría esféri a.
Segunda Clase
Correspondía a Fran is o de Barreda y A evedo la enseñanza de osmo-
grafía, prá ti a de la navega ión, uso, manejo y repara ión de instru-
mentos náuti os, opera iones trigonométri as, ál ulo loxodrómi o, for-
ma ión de diarios de navega ión, derrotas, arte de la marinería, y tá ti a
y evolu iones marítimas.
127
JIMÉNEZ JIMÉNEZ [2002, p. 123℄. Se onsideraban o� ios viles �verdugo, pregonero,
algua il en argado de prender a los delin uentes, la ayo, o hero, mozo de mulas, alquila-
dor de o hes y aballerías, arni ero, matarife, vendedor de mondongo y aza, pastelero,
tabernero, frutero, mesonero, bodeguero, urtidor de tinajas, zapatero, zapatero remendón,
omediante y danzante�.
76 El Real Colegio Seminario de San Telmo
Ter era Clase
En esta Clase asignada a José Portillo se estudiaba artillería y delinea-
ión.
2.2.2.1. Las Ordenanzas de 1786
El 6 de noviembre de 1786 se aprobaron las nuevas Ordenanzas para el
Real Colegio de San Telmo de Sevilla. Firmadas por Josef de Gálvez en San
Lorenzo, onstaban de 265 artí ulos, y la razón y �nalidad de las mismas eran
expli adas por el rey en el preámbulo. El aumento onsiderable de la ontra-
ta ión y navega ión a Indias, fruto del Reglamento de libre omer io de 12 de
o tubre de 1778, exigía un aumento de personal instruido en la ien ia náuti a
y, por ende, un mayor número de es uelas para su enseñanza. Este aumento
debía estar a ompañado de una mejora en la alidad de las es uelas. Con este
�n y tras examinar el estado del Colegio de San Telmo y la Universidad de
Mareantes de Sevilla, se vio la ne esidad de una reforma que enmendase el
mal gobierno dete tado en el Colegio. El Seminario había sido un entro de
enseñanza de hábiles pilotos y otros o� iales de mar, y el monar a se dispuso
a di tar las normas ne esarias para que una vez separado el Colegio de la Uni-
versidad de Mareantes pudieran lograrse los objetivos �jados en su funda ión.
De este modo, de idió on eder a la institu ión una dota ión � ompetente y
perpetua en el fondo del uno por iento de la plata que viene de Indias, y en
el produ to de un buen número de a iones impuestas á favor suyo en la Real
Compañía de Filipinas, y en el Ban o Na ional�. A esta dota ión e onómi a
se sumó la aproba ión de las nuevas Ordenanzas
128
.
En el artí ulo I de estas nuevas Ordenanzas se determinaba que el Real
Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla albergaría a 200 olegiales, 150 de
número y 50 por ionistas. Debía ontar on un dire tor, un apellán, un on-
tador on su o� ial, uatro atedráti os de matemáti as y fa ultades náuti as,
un atedráti o de omer io, un maestro de primeras letras on su ayudante,
un maestro de dibujo, un maestro de fran és y otro de inglés, un mayordomo,
un enfermero, un ropero, un o inero on su ayudante y mozo, y uatro riados.
Las ondi iones de ingreso de los olegiales eran las siguientes:
Los Colegiales de número deben ser naturales de mis dominios de Es-
paña é Indias, hijos de familia sin nota parti ular, notoriamente pobres,
de edad desde los o ho hasta los ator e años, sanos y robustos. Serán
preferidos los naturales del Arzobispado de Sevilla huérfanos de padre y
madre, en su defe to los de padre; los hijos de Pilotos y demas gente de
mar; los que estuviesen mejor edu ados é instruidos en las enseñanzas
propias de la primera edad
129
.
128
ORDENANZAS [1786, pp. 1-2℄.
129
ORDENANZAS [1786, artí ulo II, p. 3℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 77
Los olegiales podían permane er un máximo de 10 años en el Seminario;
tenían dere ho a la manuten ión, edu a ión y enseñanza, y la obliga ión de
servir a la Marina Real. El rey se reservaba el dere ho de eximir de esta obliga-
ión a aquellos que por omplexión débil u otros motivos no fueran aptos para
la profesión náuti a. En tal aso se fa ilitaba al olegial el a eso a la arrera
�literaria en los Estudios públi os de Sevilla, ó la del Comer io�. Aquellos que
trans urridos tres o a lo sumo uatro años fueran ineptos para las ien ias y
profesión náuti a, bien por falta de apli a ión, o bien por es aso talento, serían
apartados del Colegio bus ando para ellos otra salida profesional. Se intentaba
olo arlos en labores de arpintero de ribera, alafate u otros auxiliares de la
náuti a, o en el Arsenal de la Carra a u otro de la Real Armada, o bien, en
la misma iudad de Sevilla uando aumentaba la onstru ión de buques mer-
antes. Asimismo, se despedía a los que tuvieran mala ondu ta, destinándolos
al servi io de navíos
130
.
Para los por ionistas se estable ían las mismas ondi iones de ingreso en
uanto a pro eden ia y edad, debiendo pagar uatro reales diarios por su estan-
ia en el Colegio. Tenían los mismos dere hos y obliga iones que los olegiales
de número, pero en este aso la permanen ia en el entro dependía de la vo-
luntad de sus padres o bienhe hores
131
.
En los diez años que los olegiales podían permane er en San Telmo estu-
diaban primeras letras, fran és, inglés, dibujo, omer io, matemáti as puras y
náuti a, dedi ando el tiempo restante a la prá ti a de la navega ión viajando
a Indias
132
.
Las lases omenzaban el 1 de septiembre y terminaban el 30 de junio. Des-
de el 1 de julio al 14 de agosto se realizaban repasos, ejer i ios y exámenes. En
este periodo la sesión matinal era de 8 a 10, y tres días a la semana se impartía
una hora de dibujo por la mañana o por la tarde. Durante el urso se daban
tres horas de lase por la mañana y dos por la tarde. Además, se estable ía un
estudio no presen ial de al menos tres horas al día, dos de las uales eran de 5
a 7 de la mañana y el resto, por la tarde o no he según la esta ión del año
133
.
Una vez los olegiales superaban la enseñanza de las primeras letras, pa-
saban a los estudios de náuti a, impartidos por los uatro atedráti os de
matemáti as y fa ultades náuti as. Para a eder al puesto de atedráti o, los
130
ORDENANZAS [1786, artí ulos VI-IX, CXXXVI, pp. 5-8, 63-64℄. Además de alimento
se les propor ionaba vestimenta que onstaba de amisa y pañuelo de rea, hupa y alzón
de lienzo rudo, medias de hilo azul, zapatos de ordobán negro, apote de paño pardo, y
sombrero. En invierno se añadía hupa y alzón de paño die io heno azul. Para las o asiones
más importantes el uniforme era de paño veintiseiseno azul on ollarín y vuelta y media de
grana, orbatín negro, sombrero, medias y zapatos de mejor alidad que los de diario.
131
ORDENANZAS [1786, artí ulo XII, p. 9℄.
132
ORDENANZAS [1786, artí ulos CXLIII y CLVI, pp. 68, 74℄.
133
ORDENANZAS [1786, artí ulos CXLIV-CXLVI, pp. 68-70℄.
78 El Real Colegio Seminario de San Telmo
aspirantes debían ser naturales del reino. Tenían preferen ia los que hubieran
sido olegiales, hijos de pilotos y demás o� iales de mar, y aquellos que tu-
vieran una mayor experien ia en la navega ión. Estaban obligados a asistir,
además de a sus lases, a guardias, juntas, exámenes y ejer i ios. Todos tenían
la misma �dignidad y honor�, pero en las juntas y on ursos los más antiguos
tenían lugar y voz preferente. Las va antes se proveían mediante oposi ión pú-
bli a
134
.
El objetivo perseguido on la enseñanza de los estudios matemáti os y náu-
ti os era proveer de pilotos hábiles la Marina Real y del Comer io a Indias. Se
pretendía, además, que los olegiales obtuvieran las bases que les fa ultasen
para entender y manejar las obras maestras de Jorge Juan, Bouguer y otros
autores similares
135
.
Un urso ompleto de náuti a tenía una dura ión de uatro años. Puede
observarse en la Tabla 2.1 la distribu ión de materias por Clases. A estas
materias hay que añadir el dibujo, impartido generalmente por la tarde en
sesiones de hora y media.
Primera Clase Segunda Clase Ter era Clase Cuarta Clase
Aritméti a inferior
Álgebra
Me áni a
Trigonometría esféri a
Geometría elemental
Cál ulo In�nitesimal
Maniobra
Trigonometría plana Artillería
Navega ión
Tabla 2.1: Distribu ión de materias del plan de 1786. Fuente: Elabora ión propia a
partir de ORDENANZAS [1786℄
En la denominada Primera Clase los olegiales estudiaban las materias
siguientes:
Los dos Catedráti os mas modernos enseñarán en dos años las Mate-
máti as puras. Uno de ellos dará en el primer año la Aritméti a inferior,
in luyendo la extra ion de las rai es quadrada y úbi a, los ál ulos
de imal y sexâgesimal, y el ono imiento y uso de los logaritmos, la
Geometría elemental on las primeras no iones de las se iones óni as,
y la Trigonometría plana
136
.
En esta sala había reglas, ompases, es alas, pantómetras, grafómetros,
plan hetas, piquetes, medidas, niveles y demás instrumentos. En una sala apar-
te había materiales y herramientas para fabri ar instrumentos geométri os. Los
134
ORDENANZAS [1786, artí ulos XLVIII, L-LVI pp. 24-28℄. Cada opositor tenía que
realizar tres exámenes. El primero, un examen sobre un punto de las matemáti as puras o
fa ultades náuti as que debía desarrollar en un plazo de 24 horas. El segundo, un examen
de 2 horas de dura ión sobre las matemáti as puras y la teóri a y prá ti a de las ien ias
náuti as. Y el ter ero, un examen de hora y media de dura ión sobre la forma ión, la fábri a,
el manejo y uso de las artas, máquinas e instrumentos.
135
ORDENANZAS [1786, artí ulos CLXXXIX, CXC, p. 90℄.
136
ORDENANZAS [1786, artí ulos, CXLV,CXCIX-CC pp. 69, 94-95℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 79
alumnos podían pra ti ar on todos estos instrumentos, siempre y uando no
supusiera un retraso en el aprendizaje de las materias elementales.
Los olegiales que superaban el nivel de la Primera Clase pasaban a la
Segunda Clase donde se impartía:
[. . . ℄ los prin ipios del Algebra, la resolu ion de las equa iones, y la
apli a ion del Algebra á varias qüestiones aritméti as y geométri as, y
á las urvas. Ademas se le darán los elementos del ál ulo in�nitesimal,
y las posibles apli a iones á la Geometría [. . . ℄
137
.
Los alumnos apli ados de esta Clase, que hubieran mostrado interés por la
fábri a de instrumentos, podían ontinuar on esta prá ti a en el horario que
el atedráti o dispusiese.
Los libros de texto a seguir para el desarrollo de estas lases quedaban
también �jados en las Ordenanzas:
Mientras se publi an Institu iones propias de estos estudios, se val-
drán los Catedráti os de las obras que sobre di has materias han dado á
luz D. Vi ente To�ño, D. Benito Bails, y D. Antonio Rosell, señalando
de omun a uerdo on el Dire tor y los otros Catedráti os las partes
que podrán tomarse de ada Autor, lo que onvenga suplir, el órden y
la distribu ion para los dos años
138
.
En la Ter era Clase se estudiaba Maniobra, Artillería y Me áni a. En esta
última se trataban los siguientes on eptos:
[. . . ℄ la Me áni a en todas sus partes, apli ándola espe ialmente á los
usos, máquinas é instrumentos náuti os; á la onstru ion y movimiento
de diversos buques, des endiendo á expli ar sus partes, sus medidas, y
sus utensilios. Dará tambien alguna noti ia de las maderas, y demas
materiales que entran en los baxeles, el velamen, y la arboladura; de
los lugares donde se rian y bene� ian, del modo de pro urarlos on
ventaja, y otras no iones semejantes, así en la parte �si a, omo en la
e onómi a
139
.
Para familiarizarse on la prá ti a de la fabri a ión y uso de máquinas
había una sala aparte on varios modelos de naves a es ala y también distintos
modelos de añón para la prá ti a de la Artillería. Después del estudio teóri o,
el atedráti o expli aba un manual prá ti o de Maniobra y Artillería teniendo
en uenta los siguientes tratados:
[. . . ℄ los tratados de la Maniobra de D. Antonio Fernandez, y D.
Santiago Zuloaga, y el de Artillería de Marina de D. Fran is o Rovira
140
.
137
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCI-CCII, pp. 95-96℄.
138
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCIII-CCIV, p. 96℄.
139
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCVI, pp. 97-98℄.
140
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCVII-CCVIII, pp. 98-99℄.
80 El Real Colegio Seminario de San Telmo
El libro de texto estable ido para el desarrollo de esta Ter era Clase era el
de Jorge Juan:
La obra prin ipal de que ha de usar el Maestro será el exâmen ma-
rítimo de D. Jorge Juan, la qual pro urará propor ionar á la apa idad
de sus dis ípulos. Y lo que á su jui io onviniere añadir, espe ialmente
a er a del ono imiento, fábri a y uso de algunos instrumentos y máqui-
nas, pro urará suplirlo valiéndose de la ole ion de la Real A ademia
de ien ias de París, de Belidor, y otros Autores lási os
141
.
La Cuarta y última Clase se dedi aba al estudio de trigonometría esféri a
y navega ión, debiendo utilizarse en ella los siguientes libros de texto:
Mientras se dispone un es rito qual orresponde, servirán los tratados
de aquellas partes que dió Bezout al �n del tomo segundo, y en todo el
sexto de su Curso matemáti o para el uso de los Marinos. Pero en el
de Navega ion se pro urarán ajustar los exemplos y medidas á nuestros
usos, valiéndose en lo que onvenga del Tratado de Navega ion de D.
Jorge Juan, y suplir algunas tablas on las que ha dado á luz D. Joseph
Mazarredo, y las del Almanax náuti o que se publi a anualmente
142
.
El Colegio dispondría de un observatorio astronómi o donde, además de
realizar las observa iones, se ontaría on los instrumentos ne esarios para
aprender su fabri a ión y uso. Por otra parte, aquellos alumnos que hubie-
sen mostrado su interés en la fabri a ión de instrumentos y máquinas podían
seguir dedi ándose a ello. Así, una vez estudiadas la onstru ión de artas ma-
rítimas, el modo de preparar la aguja y de to arla debidamente on el imán,
y la disposi ión de la brújula, podían pasar a la fabri a ión de esferas, ua-
drantes, sextantes, o tantes y demás instrumentos náuti os. Por tanto, estas
tareas estaban destinadas a los olegiales que ya habían �nalizado sus estudios
y estaban a la espera de realizar su primer o segundo viaje
143
.
En uanto a los exámenes, estos debían realizarse dos ve es al año, uno por
arnestolendas y el otro, una vez on luido el año es olar. El primero se desa-
rrollaba en privado, solo on la presen ia del dire tor y del respe tivo maestro o
atedráti o. Había tres ali� a iones posibles: hábil, aventajado y ex elente. Los
alumnos ex elentes re ibían omo premio estu hes matemáti os, libros o ins-
trumentos de mayor valor. Además, tenían títulos de preferen ia y superioridad
en las Clases a las que pasaban. Los alumnos aventajados y los mejores alum-
nos de dibujo y omer io, también eran premiados
144
. Igualmente resultaban
141
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCIX, p. 99℄.
142
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCX, p. 100℄.
143
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCXI-CCXIII, pp. 100-102℄.
144
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCXVI, CCXXII y CCXXXII, CCXXXV-CCXLVIII,
pp. 102-103, 105, 111-113, 117-118℄. En dibujo se otorgaban todos los meses 3 premios
pequeños y al �nalizar el urso, 3 grandes premios. Estos últimos premios, adjudi ados por
la A ademia de las nobles artes de Sevilla, se on edían en fun ión de los trabajos realizados.
También en la lase de omer io se otorgaban premios. Estos onsistían en medallas de plata
labradas on algún emblema ingenioso alusivo al Colegio; de media onza en los premios
pequeños y de dos onzas para los grandes premios.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 81
premiados aquellos diarios y derroteros donde se diera noti ia de des ubrimien-
tos u observa iones de importan ia. Los atedráti os uyos alumnos re ibían
las ali� a iones de ex elente y aventajado, también re ibían grati� a iones
145
.
Las ondi iones que debían umplir los olegiales para a eder al examen
de pilotín y el tipo de examen a realizar eran las siguientes:
Los que pretendieren ser admitidos al exâmen de Pilotin, deberán
ser naturales de mis dominios, de buenas ostumbres, haber he ho tres
ampañas á Indias, y exhibido los diarios de estas navega iones [. . . ℄
[El examen℄ onstará de dos exer i ios, uno de Me áni a on apli a-
iones á la Constru ion, Maniobra, y Artillería naval, y otro de Nave-
ga ion; ambos segun lo pres rito ántes para las lases ter era y quarta.
Cada exer i io durará dos horas: en la primera se propondrán preguntas
y di� ultades sobre la teóri a de di has ien ias; en la segunda sobre
la prá ti a, on el ono imiento y uso de máquinas é instrumentos. Se
harán tambien preguntas sobre las derrotas á las dos Améri as y á las
islas Filipinas, sobre los puertos freqüentados de nuestros navegantes,
y el modo de amarrarse en ellos, y sobre otras no iones prá ti as de
Geogra�a, Hidrogra�a y Pilotage
146
.
Las ondi iones requeridas para examinarse de piloto, grado inmediata-
mente superior al de pilotín, eran las siguientes (artí ulos 251 y 253):
Al que quisiere exâminarse de Piloto se le exîgirá el título de Pilotin,
otras dos ampañas á Indias on sus diarios, y la edad de viente y quatro
años umplidos [. . . ℄
Los mismos exer i ios se han de repetir en el exâmen para el grado
de Piloto; pero en este se exîjirá mas saber y extension en punto de
derrotas, en ono imiento de mares, ostas, puertos y fondeaderos, y
demas no iones prá ti as. A uyo �n podrá alargarse el segundo exer i io
hasta dos horas y media.
145
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCXL, CCXLII-CCXLIII, pp. 114-116℄. Los atedráti-
os de matemáti as de las dos primeras Clases re ibían 6 du ados por ada alumno ex elente
y 4 por ada alumno aventajado; los de la Ter era y Cuarta Clases re ibían 10 du ados por
ada alumno ex elente y 6 por ada alumno aventajado. Su labor resultaba premiada on
50 du ados si inventaban o mejoraban algún instrumento, publi aban nuevas observa iones,
elaboraban artas más pre isas que las existentes, o reda taban diserta iones o tratados que
desarrollasen alguna parte de las matemáti as puras o de la náuti a. En el aso de que re-
da taran y editaran algún libro de texto para el uso en el Colegio obtenían una retribu ión
de 50 du ados omo pensión vitali ia. Esta pensión era de 100 du ados si el texto re ogía
las enseñanzas a impartir en las uatro Clases que onformaban los estudios.
146
ORDENANZAS [1786, artí ulos CCL, CCLII, pp. 118-120℄.
82 El Real Colegio Seminario de San Telmo
Una vez aprobado el examen se extendía el pertinente título, que según el
artí ulo 258, tenía la misma validez que los obtenidos en las Es uelas Depar-
tamentales:
Los Pilotos y Pilotines exâminados por el Colegio gozarán las mismas
preeminen ias que los exâminados en qualquiera de los departamentos
de mi Real Marina. Y los Pilotos no tendrán ne esidad de mas exâmen
para obtener las plazas de primeros Pilotos, ni los Pilotines para las de
segundos.
En las Ordenanzas también se ontemplaba la elebra ión de ertámenes
públi os durante el mes de agosto tanto para las primeras letras omo para
idiomas, omer io y matemáti as.
Sellés Gar ía; Lafuente Gar ía [1985, pp. 177-178℄ estiman que el plan de
estudios así estable ido os ilaba �entre unos estudios matemáti os quizás de-
masiado amplios y una apli a ión no tan amplia al ramo náuti o�. Además, el
nivel de estudios de los olegiales podía equipararse al obtenido por los pilotos
y los pilotines en ualquier es uela de náuti a, prá ti o y dis reto.
El 19 de mayo de 1787 se fundó en Málaga un nuevo Colegio de San Telmo,
a imagen del de Sevilla. Desde que en 1778 se promulgara el Reglamento de
libre omer io on los puertos ameri anos se in rementó el número de �otas
y on ello, la ne esidad de ontratar más pilotos. El Consulado de Málaga, a
la vista de la situa ión geográ� a de la iudad y de su emergente omer io,
elevó la peti ión de estable er una institu ión que aportara pilotos en anti-
dad su� iente para transportar sus produ tos a los puertos del mediterráneo
y también a Indias
147
.
Para el fun ionamiento del nuevo Colegio de Málaga se reeditaron las Or-
denanzas del Colegio de Sevilla aprobadas en 1786. Estas nuevas Ordenanzas,
�rmadas igualmente por Josef de Gálvez, en el Pardo el 19 de marzo de 1787,
eran bási amente las mismas, in rementándose en dos el número de artí ulos.
Los nuevos artí ulos, 180 y 181, modi� aban el artí ulo 145, de forma que a
las dos horas diarias dedi adas al estudio de las lenguas fran esa e inglesa se
in orporaban también las lenguas italiana y alemana. Los artí ulos referentes a
Matemáti as y fa ultades náuti as, Curso de estudios náuti os on su división
en Cuatro Clases y los exámenes, son los mismos en ambas Ordenanzas.
Posteriormente se aprobaron nuevas ordenanzas para los dos Colegios: el 2
de julio de 1788 para el Colegio de Sevilla
148
y en 1789 para el Colegio de Má-
laga
149
. El 13 de enero de 1794 Valdés y Fernández Bazán (1744-1816) �rmaba
147
BORREGO [1985, pp. 153-154℄.
148
Estas ordenanzas ontenían leves ambios sobre las ordenanzas de 1786 [JIMÉNEZ JI-
MÉNEZ, 2001, p. 42℄.
149
BORREGO [1985, p. 160℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 83
la aproba ión de la nueva Ordenanza para los Reales Colegios de San Telmo
de Sevilla y Málaga
150
.
Centrándonos en los planes de estudios de náuti a re ogidos en esta Or-
denanza, observamos que los estudios tenían una dura ión de tres años, uno
menos que el estable ido en 1786
151
. La distribu ión de las materias de estudio
se re�ejan en la Tabla 2.2.
Primera Clase Segunda Clase Ter era Clase
Mañana
Trigonometría plana y esféri a
Aritméti a inferior
Cosmografía
Navega ión
Geometría elemental de Eu lides
Geografía
Maniobra
Hidrografía
Tarde
Artillería
Dibujo
Dibujo
Maniobra
Tabla 2.2: Distribu ión de materias del plan de 1794. Fuente: Elabora ión propia a
partir de ORDENANZA [1794℄
Los ontenidos matemáti os a impartir en la Primera Clase no sufrían am-
bios. Se estable ía el estudio de la aritméti a inferior y de la geometría plana
y sólida, desta ando la importan ia de insistir en las demostra iones, que a-
pa itaban a los alumnos para entender posteriores on eptos. Sin embargo, en
estas nuevas Ordenanzas se pre isaban y detallaban mu ho más las destrezas
que debían obtenerse en la asignatura de dibujo:
[. . . ℄ empezando por agilizarse en el manejo del ompas y regla: pa-
sarán á tirar líneas, á formar �guras geométri as, planas y sólidas, estu-
diando la Geometría prá ti a: ontinuarán aprendiendo la forma ion de
planos, el modo de levantarlos, de medir distan ias a esibles, é ina esi-
bles on el uso de la plan heta, grafómetro y teodolite, y de sombrearlos,
150
El ministro Valdés ordenó la fusión de ambos entros, puesto que tenían los mismos
objetivos y se regían por ordenanzas similares, siendo las de 1794 las últimas publi adas
para ambos Colegios de San Telmo [GARCÍA GARRALÓN, 2009a, p. 197℄.
151
Borrego [1985, p. 160℄ mani�esta que en el Colegio de San Telmo de Málaga, en 1789,
el periodo de forma ión ya era de tres años y que los alumnos debían aprender �aritméti a,
náuti a, geometría, hidrografía, maniobra e in luso artillería: Para todas estas lases no se
espe i� aban los libros de texto, que se dejaban a la ele ión del profesorado, mientras que
no se indi ase en una Instru ión posterior, pero se ordenaba en are idamente que las lases
fuesen tanto teóri as omo prá ti as, por lo que debía existir un añón en el Colegio para
las prá ti as artilleras, mientras que las náuti as tenían que efe tuarse en aquellos navíos
que se en ontrasen en el puerto de Málaga y reuniesen las ondi iones ne esarias�.
84 El Real Colegio Seminario de San Telmo
señalando los es arpados, montañas, playas, labores de la tierra, forti-
� a iones y sondas. Por último aprenderán á formar algunas �guras de
embar a iones, segun sus diferentes movimientos, on sus vistas en pers-
pe tiva del pais, viñetas y tarjetas alusivas al asunto [. . . ℄
152
.
La Segunda Clase dedi aba la sesión matinal al estudio de trigonometría
plana y esféri a, osmografía, geografía e hidrografía. Podemos observar que
la trigonometría esféri a estudiada antes en la Cuarta Clase pasa ahora a la
Segunda. Los ontenidos a desarrollar en di has asignaturas eran los siguientes:
[. . . ℄ Trigonometría plana y esféri a ompletamente, y el ono imien-
to para la forma ion de tablas logarítmi as de los números naturales,
senos y tangentes, repitiendo las opera iones on variedad de exemplos
en todos asos para la resolu ion de los triángulos, por el uso de estas
y de la es ala y quadrante. Continuará on la Cosmografía, adaptando
su expli a ion á la mas fá il inteligen ia de los dis ípulos: despues les
instruirá en el globo terraqueo, y parte mas prin ipal de la Geografía,
para lo qual habrá en esta sala esferas, eleste, terráquea y armilar, y
una pequeña sólida on varios ortes que mani�esten los planos de los
ír ulos y sus propiedades, para que de este modo se les haga mas fá il
el ono imiento de la Trigonometría esféri a: y on luirá on un breve
tratado de Hidrografía, sa ado de los mejores derroteros y viages mo-
dernos, en que se expliquen los parages del mundo donde los vientos son
generales, ó variables; los monzones, orrientes, mareas y puertos prin i-
pales de ada navega ion, on noti ia de los mejores derroteros impresos
y manus ritos, y de las artas que se reputan por mas exâ tas
153
.
Por la tarde se efe tuaba un repaso de la lase de la mañana y a ontinua-
ión se pasaba al estudio de artillería y dibujo.
Los ontenidos a impartir en la Ter era Clase se determinaban en este aso
on un mayor detalle y extensión que en las Ordenanzas de 1786. Así, se estu-
diaban on eptos de navega ión y el uso de las tablas astronómi as ontenidas
en el Almanak náuti o, expli ando su intamente su onstru ión. También
se enseñaba ómo al ular la longitud en la mar por las distan ias lunares,
utilizando trigonometría esféri a y relojes. Para a�anzarse en esta prá ti a to-
maban las alturas y las distan ias de la luna al sol y a las estrellas, las alturas
orrespondientes para el uso y arreglo de los relojes, y las alturas meridianas
de estrellas para dedu ir mediante ellas la latitud. La forma ión en esta Clase
se ompletaba on media hora de maniobra por la mañana y una hora por la
tarde
154
.
En este nuevo plan de estudios no se ha ía ninguna referen ia a los libros
de texto a seguir para el desarrollo de las lases.
152
ORDENANZA [1794, artí ulos 186-187, pp. 105-106℄.
153
ORDENANZA [1794, artí ulo 188, pp. 106-107℄.
154
ORDENANZA [1794, artí ulos 190-191, pp. 108-111℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 85
El pro edimiento y número de exámenes a realizar no sufría varia iones.
Las ali� a iones obtenidas por los olegiales pasaban de tres a uatro deno-
mina iones diferentes: su� iente, para aquellos que �sabiendo lo bastante en la
materia, no deba esperarse de su talento mayor progreso�; su� iente on �r-
meza y seguridad ; sobresaliente, para aquellos que �reunan despejo y fa ilidad
para la expli a ion�; ex elente, otorgado a los que �se aventajen por su talento,
ombina ion y ono imientos, á lo que es propio de la edad�
155
. Los ertáme-
nes públi os anteriormente instaurados seguían elebrándose on la on esión
de premios tanto para los más aventajados omo para sus Maestros.
Desapare en las referen ias a los requisitos a umplir por los olegiales para
poder presentarse a los exámenes ondu entes a los grados de pilotín y piloto.
Sí se ita, sin embargo, uáles eran las preferen ias a la hora de ontratar pi-
lotines en la Armada, en los buques mer antes de la Carrera de Indias y en los
buques de omer io que navegaban ha ia puertos europeos. Los olegiales que
optaban a plaza de pilotín de número de la Armada realizaban los exámenes
en las mismas ondi iones que los meritorios de las Es uelas de Náuti a de los
Departamentos de Cádiz y Cartagena, pero en una sola va ante e igualdad de
méritos tenía preferen ia el de la Real Es uela. En los buques mer antes on
destino a Indias, los olegiales de San Telmo tenían prioridad sobre los alum-
nos de las Es uelas Parti ulares a la hora de o upar plazas de pilotín, o� iales,
artilleros de mar, patrones, gavieros, timoneles, guardianes y ontramaestres.
En ambio, para plazas en buques que navegaban por puertos europeos, si op-
taban a la plaza tanto santelmistas omo alumnos de las Es uelas Parti ulares,
quedaba a ele ión de los dueños de las embar a iones el otorgar la plaza a
uno u otro
156
.
Con esta reglamenta ión los Colegios de San Telmo quedaron fuera de la
apli a ión del Plan Winthuysen, del ual hablaremos más tarde en la se ión
2.3.4.
En uanto a los objetivos del Colegio de San Telmo de formar olegiales
para su servi io en las �otas, Gar ía Garralón [2009a, pp. 203-204℄ señala que
de los 3505 olegiales que �guran en los libros de registro del Colegio de San
Telmo entre los años 1682 y 1832, un total de 2440, el 69,6%, realizaron algún
embarque. Por tanto, el por entaje de los alumnos que no llegaron a ubrir
los objetivos es importante, asi un 30%. Entre los motivos estaba el he ho
de que algunos olegiales admitidos no sabían leer ni es ribir y su periodo de
forma ión se alargaba, motivando en algunos asos la ele ión de otros o� ios.
El 47% de los estudiantes registrados en los itados expedientes realizó un solo
embarque, de lo que se dedu e que la mayor parte de los estudiantes pasaron
a formar parte de la marinería de la Carrera de Indias, ya que on un solo
viaje no podía a ederse a plazas superiores a las de grumete y marinero. Por
155
ORDENANZA [1794, artí ulo 202, pp. 115-116℄.
156
ORDENANZA [1794, artí ulos 246-248, pp. 143-144℄.
86 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
último, as endía a un 23% el por entaje de los embar ados que lograron la
ondi ión de piloto
157
. La mayoría de los pilotos egresados de San Telmo se
dedi aron a la navega ión mer ante, si bien hubo pilotos que sirvieron en el
Cuerpo de Pilotos de la Armada, usualmente de forma temporal.
Para �nalizar, apuntaremos algunos de los problemas que aquejaron a la
Institu ión a lo largo del tiempo y que �nalizaron on su ierre en 1847. A
la de� iente gestión que pade ió en sus primeros años se añadió la di� ultad
de en ontrar do entes expertos a los que on�ar la enseñanza, si bien esta
situa ión mejoró a lo largo del siglo. Los importantes ambios produ idos en
el desarrollo de las té ni as de navega ión dejaban atrás la �gura del piloto
on ono imientos adquiridos a base de prá ti a y daban paso a un piloto on
un mayor bagaje de ono imientos, instruido en la navega ión astronómi a.
Sin embargo, los diputados del Colegio de San Telmo no estimaron oportuno
impulsar este tipo de estudios, pues reían que la forma ión obtenida por los
pilotos hasta ese momento era su� iente, lo ual suponía un atraso en la forma-
ión impartida. Otro obstá ulo estaba en que, pese a existir órdenes on retas
que daban preferen ia a los santelmistas, los dueños de embar a iones de o-
mer io y los mandos de navíos de la Armada re hazaban el embarque de los
mismos. Además, hubo enfrentamientos entre el Comandante del Cuerpo de
Pilotos de la Armada y responsables del Colegio de San Telmo, ya que el on-
trol por parte de los mandos de la Armada a la hora de otorgar los grados de
pilotos permitieron en o asiones tratos de favor a los alumnos meritorios de las
a ademias militares, en detrimento de los santelmistas y también del prestigio
y posibilidades del Colegio. Los objetivos de San Telmo de proveer pilotos �se
vieron menguados y relegados a un segundo plano� por la rea ión de A a-
demias de Guardiamarinas, Es uelas Departamentales y Es uelas de Náuti a
durante el die io ho
158
.
El Real De reto de 23 de o tubre de 1846 que ordenaba la extin ión del
Cuerpo de Pilotos de la Armada y la sustitu ión de sus fun iones por el o� ial
de marina, también in�uyó en el ese de a tividades del Colegio de San Telmo,
que �nalmente erró sus puertas el 30 de junio de 1847.
2.3. Es uelas de Náuti a: Departamentales y Par-
ti ulares
Como ya hemos señalado anteriormente en la introdu ión del presente a-
pítulo, al omienzo del siglo XVIII existían en España tres entros en los que
se impartían enseñanzas náuti as: La Casa de la Contrata ión de Indias y el
157
El por entaje sobre el total de los olegiales admitidos fue mu ho menor; el 16% [GAR-
CÍA GARRALÓN, 2009a, p. 205℄.
158
GARCÍA GARRALÓN [2009a, pp. 224-226℄ y GARCÍA GARRALÓN [2010, p. 4℄. En:
http://expobus.us.es/html/santelmo/re ursos/Administra ion_SanTelmo.pdf.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 87
Colegio de San Telmo, ambos en Sevilla, y el Colegio Imperial de los jesuitas,
estable ido en Madrid en 1608. La Casa de la Contrata ión erró sus puertas
en 1717 uando fue trasladada a Cádiz, quedando la forma ión de pilotos en
manos de los Colegios de San Telmo e Imperial. A resultas de estos a onte i-
mientos la do en ia en estos entros resultaba insu� iente para la forma ión
de los pilotos.
Los osmógrafos reales también tenían entre sus fun iones la enseñanza de
la náuti a, pero a mediados del siglo XVIII �estas fun iones no eran debida-
mente atendidas, o iban adquiriendo un ará ter históri o y erudito�
159
.
A lo largo del siglo se in rementó de manera notable el número de entros
en los que se impartían enseñanzas náuti as. En 1748 se ordenaba la rea ión
de Es uelas Reales de Náuti a en los tres Departamentos, Cádiz, Cartagena
y Ferrol. Con ellas se pretendía garantizar el número ne esario de pilotos de
la Armada, impartiendo una enseñanza que mejorara y uniformara los ono i-
mientos adquiridos por los pilotos.
La puesta en mar ha de estos entros supuso una ompeten ia para el Co-
legio de San Telmo de Sevilla, ompeten ia que se vio in rementada on la
apertura de Es uelas Parti ulares de Náuti a en distintos puertos del estado.
La promulga ión en 1778 del Reglamento de libre omer io on los puertos
ameri anos favore ió en gran medida di has aperturas. Estas Es uelas Parti-
ulares, que omo el Colegio de San Telmo, proveían de pilotos a la marina
mer ante eran �más pequeñas, �exibles y respondían a la re iente demanda
de pilotos lo al, derivada del libre omer io�
160
.
En uanto a los planes de estudios, ada Es uela Parti ular disponía de
planes propios y las Reales Es uelas Departamentales ontaban on un plan de
estudios omún a los tres entros. Para lograr un plan de estudios uniformado
para todo el estado, habría que esperar hasta 1790, año en el que pre isamente
Fran is o Javier Winthuysen diseñó un plan de estudios omún para todas las
Es uelas de Náuti a tanto Departamentales omo Parti ulares.
2.3.1. Las Es uelas Parti ulares
El 16 de junio de 1739 se �rmó un a uerdo de la Junta General del Señorío
de Viz aya que en argaba a la Diputa ión de la misma el estable imiento de
una es uela o átedra en la Villa de Bilbao. El en argo se materializó en 1740
on la funda ión de la Es uela de Náuti a de Bilbao, onsiderada omo la pri-
mera Es uela de Náuti a del país, y que na ía on el propósito de �fa ilitar la
arrera de marina y habilitar a la juventud en ella� [IBÁÑEZ; LLOMBART
[2000, pp. 747 y 764℄.
159
CAPEL [1982, p. 115℄.
160
GARCÍA GARRALÓN [2009a, p. 175℄.
88 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
El primer maestro fue José Vi ente Ibáñez de la Rentería, su ediéndole en
el argo Miguel Ár her en 1742
161
. Este último omenzó las lases, impartidas
para todos los hijos del Señorío y de forma gratuita, el 20 de agosto del mismo
año
162
.
Figura 2.2: Cartel anun iador de las le iones en el Museo Matemáti o de Bilbao.
Fuente: IBÁÑEZ; LLOMBART [2000, p. 748℄
El artel anun iador de las le iones que impartía Ár her (véase el anun io
de las lases en la Figura 2.2) en el Museo de Náuti a de Bilbao nos da noti ia
de los ontenidos, que se impartían en dos sesiones diarias, de 9:00 a 11:00
por la mañana, y de 15:00 a 17:00 por la tarde. Estas son las materias y los
ontenidos anun iados:
161
IBÁÑEZ; LLOMBART [2000, p. 747℄.
162
SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA [1985, p. 169℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 89
Trigonometría plana re tángula y obli uángula.
Problemas y teoremas de los Elementos de Eu lides, utilizando un mé-
todo breve y fá il para resolver problemas de trigonometría.
Astronomía y Geografía.
�Analemma�; geometría esféri a; proye iones estereográ� as; trigono-
metría esféri a tanto re tángula omo obli uángula; onstru ión de ma-
pas; y elementos de ronología.
Náuti a.
Navega ión plana; paralela; media paralela, �Mer atoria, y del gran Cir u-
lo�. Además de un nuevo método para elaborar el diario de mar.
Geometría prá ti a, planimetría y estereometría.
En di ho anun io también se ha ía referen ia a los instrumentos de nave-
ga ión que serían expli ados y usados: es ala plana, es ala logarítmi a simple
y doble, se tor, medalla náuti a, uadrante de redu ión, uadrante inglés, o -
tante, ballestilla, no turno, ompás a imut, astrolabio, teodolito, tabla plana,
semi ír ulo y diferentes tipos de uadrantes para tomar alturas y ángulos en
tierra.
Las Le iones nauti as elaboradas por Ár her fue el libro de texto usado
para la do en ia en el Museo de Matemáti as.
Sellés Gar ía [2000, p. 94℄ apunta la existen ia de importantes novedades
en el artel anun iador de las lases: �la presen ia de la navega ión por ír ulo
máximo, y la in lusión del o tante de Hadley, de inven ión muy re iente�. La
in lusión del o tante, presentado en la Real So iedad de Londres por el propio
Hadley solo 12 años antes, on�rma en opinión de Arroyo Ruiz-Zorrilla [1994,
p. 17℄ que Ár her estaba al tanto de los últimos des ubrimientos a ae idos en
la ien ia náuti a.
La Es uela de Náuti a de Bilbao atravesó momentos ompli ados a la muer-
te de Ár her por las di� ultades que supuso la ontrata ión de un sustituto
idóneo
163
, llegándose, según pare e, a una paraliza ión temporal de la a tividad
do ente y a la re ogida en 1754 de los instrumentos utilizados para la do en-
ia. Las lases se retomaron en 1755 al nombrarse a Igna io Albiz sustituto de
Ár her, quien ya ontaba on experien ia en el puesto, ya que había sustituido
a Ár her en sus ausen ias y regentado la átedra durante o ho meses tras su
muerte.
163
Los on ursos de oposi ión para la provisión de la plaza no dieron los frutos deseados,
resultando en uno de ellos los andidatos �sumamente débiles en la fa ultad de regentar la
átedra de pilotaje� [IBÁÑEZ; LLOMBART, 2000, p. 748℄.
90 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
El 12 de julio de 1783 una Real Orden regulaba los exámenes de pilotos y
el 3 de di iembre de 1784 el Consulado de la Villa de Bilbao re ibía la noti�-
a ión de haber sido a ogida bajo prote ión real, quedando autorizada tanto
para realizar di hos exámenes, omo para expedir títulos de piloto on validez
general
164
. Posteriormente, en 1790, on la aproba ión del Plan Winthuysen la
Es uela de Náuti a de Bilbao quedaba sujeta a esta nueva reglamenta ión.
Sinibaldo Mas (1736-1806
165
), na ido en Torredembarra, omenzó a nave-
gar on 14 años por el Mediterráneo y en 1761, uando ontaba on 25 años,
se examinó de primer piloto de altura en Cartagena. A partir de 1762 realizó
durante seis años viajes a Améri a y Marsella, viéndose obligado en algunas
o asiones a ejer er su o� io en buques piratas. Finalizado este periodo a reditó
su apa idad para la enseñanza de la náuti a. En 1769 propuso a la Junta de
Comer io de Bar elona fundar y dirigir una Es uela de Náuti a en la iudad,
a semejanza de las estable idas en los tres Departamentos. La Junta, oído el
informe de los ónsules que avalaban las aptitudes de Mas y onsideraban que
�la marinería atalana estaba en una absoluta ignoran ia de la ien ia y arte
del pilotaje�, a ordó en sesión de 6 de marzo estable er di ha Es uela. Ini ial-
mente la Es uela se instaló en la Bar eloneta, trasladándose posteriormente a
la alle Vilade los. Después, en 1774, se trasladó al edi� io de la Lonja
166
.
Una visión general de la enseñanza impartida en la Es uela Náuti a de
Bar elona se expone Ruiz y Pablo [1919, pp. 154-155℄:
Sinibaldo Mas se omprometió a enseñar �las reglas geométri as y
osmográ� as; demostra ión y onstru ión de instrumentos esen iales;
el tratado de la esfera eleste; el globo geométri amente demostrado: el
manejo del globo on las opera iones ondu entes a la navega ión; la
geometría on el uso del ompás; la trigonometría plana general; resolu-
ión de problemas de astronomía apli ada a la navega ión; la observa ión
del sol on los uadrantes de dos ar os y o tante; resolu ión de las ope-
ra iones náuti as on el uadrante de redu ión, es ala plana y arti� ial;
se tor o pantómetra, anon logarítmi o y anon matemáti o de senos,
tangentes y se antes naturales y arta plana u redu ida y de grados�.
La Es uela elebró ertámenes públi os, el primero de ellos los días 21 y
22 de junio de 1773; el ertamen tuvo gran éxito, repartiéndose 60 libras en
premios entre los on ursantes. Los días 28 y 29 de julio de 1777 se elebró
otro ertamen �Mathemáti o-Náuti o� que se diferen ió del primero en los
on ursantes distintos, otra distribu ión de temas y una impresión más lujosa
del programa � on adornos y a tres tintas sobre blan o�
167
.
164
IBÁÑEZ; LLOMBART [2000, pp. 749, 765℄.
165
CAPEL [1982, p. 196℄.
166
RUIZ Y PABLO [1919, pp. 153-154 y 156℄.
167
RUIZ Y PABLO [1919, pp. 157-160℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 91
A la apertura de estas dos primeras Es uelas de Náuti a siguieron las de
Arenys de Mar (1779), Mataró (1781), La Coruña (1790) y Gijón (1794). Otras,
omo las de Palma, San Sebastián, Laredo, Santander, Algorta, Santur e, Plen-
ia, et . se fundaron omo onse uen ia del De reto de 8 de julio de 1787 que
ordenaba estable er �es uelas de pilotaje y marinería en todos los onsulados
de mar y puertos habilitados para el omer io on Améri a�
168
.
El 7 de enero de 1794 abría sus puertas el Real Instituto Asturiano de
náuti a y mineralogía, ideado por Gaspar Mel hor de Jovellanos (1744-1811)
para la enseñanza de náuti a, mineralogía, matemáti as y físi a
169
. Dos Reales
Órdenes de 12 de di iembre de 1792 y 8 de mayo de 1793 determinaban el em-
plazamiento del Instituto en la Villa de Gijón
170
. Este Instituto, que �aspiraba
a formar algo más que simples pilotos� y que quedó fuera del Plan Winthuy-
sen, �nalmente se onvirtió en una Es uela de Náuti a análoga a las demás en
1803
171
.
Respe to a los requisitos de admisión de alumnos, estos exigían tener al
menos 13 años, saber leer y es ribir y no pade er ninguna enfermedad onta-
giosa.
La enseñanza del Instituto abar aba aquellos on eptos de las ien ias exa -
tas y naturales ne esarios para la náuti a y la mineralogía. Los estudios estaban
divididos en tres ursos: matemáti as, náuti a y mineralogía. El urso de ma-
temáti as tenía una dura ión de dos años, el de náuti a uno y el de mineralogía
tres. El primer año del urso de matemáti as se dedi aba a las matemáti as
puras, y el segundo, a álgebra y matemáti as mixtas. Se estimaba que estas
últimas no eran �absolutamente ne esarias para el pilotaje� y por tanto, se
permitía a los alumnos que solo aspiraban a esta profesión pasar a los estudios
de náuti a úni amente on el primer año del urso de matemáti as aprobado.
Por otra parte, aquellos alumnos que deseaban a eder a la enseñanza de la
náuti a o de mineralogía y ya poseían estudios previos debían realizar los per-
tinentes exámenes que a reditaran el nivel para tales ursos
172
.
Las lases se impartían todos los días salvo domingos y �estas de pre epto
en horario de mañana y tarde; de 8:00 a 11:00 y de 15:00 a 17:00 en invierno,
y de 7:00 a 10:00 y de 16:00 a 18:00 en verano
173
.
168
IBÁÑEZ; LLOMBART [2000, p. 747℄.
169
http://www.iesjovellanos. om/historia/historia.php
170
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO I, Capítulo I, artí ulo 3℄. En: JOVELLANOS [1859, p.
399℄.
171
SELLÉS GARCÍA [2000, p. 234℄.
172
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulos I y X, artí ulos 130, 269-273 y 275-276℄.
En: JOVELLANOS [1859, pp. 403, 408℄.
173
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo I, artí ulos 280 y 282℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 408℄.
92 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
El urso de matemáti as estaba dividido en dos periodos de on e meses
ada uno. El primero, dedi ado a las matemáti as puras, se dividía a su vez
en tres periodos: el primero de uatro meses para los elementos de aritméti a;
el segundo, de igual dura ión, para la geometría prá ti a y el ter ero de tres
meses para la trigonometría plana y esféri a. En este primer año se usaba el
libro de texto de Fernández, impreso para su uso en los Colegios de San Telmo
de Sevilla y Málaga y �adoptado para las es uelas náuti as del reino�. Se re-
�ere sin duda al Compendio de la Geometria Elementar, Aritmeti a Inferior,
y Trigonometria Plana y Espheri a de Fernández
174
.
El segundo periodo también se dividía en tres partes, la primera de in o
meses y las restantes de tres meses ada una; la primera se destinaba al estudio
de elementos de álgebra, la segunda a elementos de me áni a y la ter era a ele-
mentos de hidrodinámi a. Se determinaba que �estos elementos se enseñarán
por ahora por el urso abreviado de don Benito Bails�, es de ir, los Prin ipios
de Matemáti a , y se añadía que los elementos de ópti a y de a ústi a, perte-
ne ientes a las matemáti as mixtas, no se estudiarían en este urso sino en la
físi a general (in luida en el urso de mineralogía)
175
.
Para pasar de la lase de aritméti a a la de geometría y de esta a las su e-
sivas lases del urso de matemáti as, los alumnos debían aprobar un examen.
Ninguno era admitido en los ursos de náuti a y mineralogía sin haber obteni-
do los seis aprobados del urso de matemáti as, si bien el dire tor podía ha er
alguna ex ep ión on aquellos que aspiraban solo al pilotaje, omo ya se ha
referido antes, permitiéndose en este aso el paso on los tres aprobados del
primer año. Los alumnos suspensos repetían al omienzo del siguiente periodo
el estudio en la misma lase en la que estaban
176
.
La Instru ión para el Instituto regulaba en el artí ulo 325 del apítulo III
el ometido del profesor de matemáti as:
Se ha e el mas estre ho en argo al profesor de matemáti as, que en
una y otra enseñanza ponga el mayor uidado: primero, en arraigar muy
profundamente en el ánimo y memoria de los alumnos las de�ni iones
y axiomas de ada una de las ien ias que abrazan; segundo, en redu ir
sus demostra iones á los teoremas de mas general y ono ida utilidad;
ter ero, en no proponer á la resolu ion de los jóvenes sino problemas
señalados por esta misma utilidad; uarto, en dedu ir de sus demostra-
iones todos los orolarios que sirvan á dar la mayor extension á sus
verdades; quinto, y por último, que en la enseñanza de la me áni a é
174
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo III, artí ulos 311, 312 y 314℄. En: JOVE-
LLANOS [1859, p. 409℄.
175
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo III, artí ulos 319-321℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 409℄.
176
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo III, artí ulos 315, 317, 323 y 324℄. En:
JOVELLANOS [1859, p. 409℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 93
hidrodinámi a tenga siempre presentes las ien ias físi as que deben es-
tudiar los alumnos, y parti ularmente la mineralogía, para que entren
bien preparados á re ibir su enseñanza.
El urso de náuti a se distribuía asimismo en dos periodos, el primero de
seis meses y el segundo de in o, siendo igualmente ne esario aprobar un exa-
men para pasar del primero al segundo. En el primer periodo se estudiaban
elementos de osmografía y astronomía y en el segundo navega ión y manio-
bra
177
.
En el primer periodo se empleaba omo libro de texto el Tratado de la
Cosmographìa y Nauti a de Pedro Manuel Cedillo y además �los uadernos
adoptados en las es uelas náuti as del reino�. Se instaba al profesor a suplir
on sus expli a iones aquellos on eptos para la prá ti a de la navega ión re-
ientemente des ubiertos y no in luidos en el texto. Además, se utilizaba el
Tratado de Navega ion de José de Mendoza y Ríos para el estudio de la geo-
grafía
178
.
En el segundo periodo los libros de texto a utilizar eran �el tratado� de
Jorge Juan y El Marinero Instruido de Fran is o de Barreda y A evedo. Tam-
bién se utilizaban las � artillas del uso omun�
179
.
En ambos asos se debían resolver problemas de trigonometría tanto plana
omo esféri a, y ono er la onstru ión de tablas para lograr destreza en su
apli a ión. También se estudiaría el método de hallar la longitud en el mar
por las distan ias lunares mediante trigonometría y ompara ión de relojes, y
el método de hallar la latitud a ualquier hora del día por la posi ión de las
estrellas, antes o después del paso del sol por el meridiano
180
.
Se impartía también dibujo, ya que aunque no apare e omo materia en
ninguno de los periodos, se estable ía el uso del libro de texto de Fernández
para la enseñanza del mismo en todo el urso de náuti a. La enseñanza de la
maniobra se realizaba de manera prá ti a, mediante un navío que había en la
lase y también en las embar a iones que estaban en el puerto de Gijón. Una
vez espe i� adas en la Instru ión todas estas parti ularidades se exponía que
�tendrá presente el profesor, y seguirá exa tamente las demás preven iones
ontenidas en la instru ion del jefe de es uadra y omandante de pilotos don
177
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulos 328-329℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 410℄.
178
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulos 330-332℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 410℄.
179
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulo 333℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 410℄. No se espe i� a si se re�ere al Compendio de Navega ion o al Examen Mari-
timo Theóri o Prá ti o aunque reemos que se re�ere al Compendio.
180
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulos 334-336℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 410℄.
94 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
Fran is o Javier Winthuisen [si ℄�
181
.
Para obtener el grado de pilotín el alumno debía superar los siguientes seis
puntos �jados por La Instru ión (artí ulos 590-594, 596):
Primero:
Elementos de aritméti a, geometría, trigonometría plana y urvilínea on
el uso de tablas logarítmi as, es ala y uadrante.
Segundo:
Modo de formar un plano y artas marítimas.
Ter ero:
Expli a ión de las esferas eleste y terráquea.
Cuarto:
Navega ión por el tratado de Jorge Juan. Cál ulo de la longitud por las
distan ias de la luna al sol antes y después del mediodía, y también por
la altura meridiana de las estrellas.
Quinto:
Exposi ión de las derrotas que hubiere he ho y la de alguna nueva que
se le propusiera.
Sexto:
Expli a ión de los prin ipios sobre mareas y orrientes y maniobra de
una embar a ión.
Además, el alumno debía ono er la apli a ión de las tablas astronómi as
para el ál ulo de longitud, las derrotas y el modo de navegar sin ellas. Asimis-
mo debía expli ar: maniobra; armamento y defensa de un buque para dar aza
o evitarla; reparos; pre au iones y re ursos en tiempo de tormenta y desgra ia,
y de desarbolo o de avería del timón; pre au iones para entrar sin riesgo en los
puertos, pre au iones para fondear, y los medios de ono er las propiedades
de los buques nuevos, su estiba y arga.
Al examen teóri o había que añadir la erti� a ión de haber realizado,
omo mínimo, un viaje a Améri a o �al Norte�, o dos a las ostas de Levante,
o tres a las del O éano hasta los abos de Ma hi ha o o San Vi ente. Para la
plaza de piloto las ondi iones eran las mismas salvo que se exigía el doble de
viajes que para la plaza de pilotín
182
.
181
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulos 337, 338, 340 y 341℄. En:
JOVELLANOS [1859, p. 410℄.
182
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IX, artí ulos 584-585℄. En: JOVELLA-
NOS [1859, p. 420℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 95
2.3.2. Las Ordenanzas de 1748. Es uelas Departamenta-
les
En 1748, y enmar ado en el plan de reformas que llevó a abo el marqués de
la Ensenada on el propósito de fortale er la Armada, se aprobaron las Orde-
nanzas de su Magestad para el Govierno Militar, Politi o, y E onómi o de fu
Armada Naval, reda tadas por el apitán de navío Joaquín de Aguirre Oquen-
do (1730-1766). Di has Ordenanzas onstaban de dos volúmenes, denominados
�Parte Primera. Que ontiene los A�umptos pertene ientes al Cuerpo General
de la Armada�, y �Parte Segunda. Que ontiene los A�umptos pertene ientes
à los Cuerpos Militares de la Armada�. En la Primera Parte se en ontraban
los artí ulos que regulaban, entre otras, las fun iones y obliga iones de los dis-
tintos rangos de o� iales de guerra y pilotos, así omo los estudios a ursar por
estos
183
.
Estas Ordenanzas venían a uni� ar todas las ya existentes para la Armada:
Considerando lo onveniente que es fe reduz an à un Cuerpo todas
las Ordenanzas, Reglamentos, y Ordenes expedidas hafta ahora para
régimen de mi Armada Naval, para que por efte medio lleguen mas
fa ilmente à noti ia de todos, y fea uniforme en la Marina la obferván ia,
y prá ti a de unas mifmas reglas, que a�an en el a ierto de mi fervi io
[. . . ℄
184
.
El Tratado Cuarto, �De la obliga ion de los Pilotos, y otros O� iales de
Mar�, estaba formado por seis Títulos. El Título Primero, denominado �Del
Piloto mayor de la Armada�, estable ía en su artí ulo I que el gobierno y di-
re ión del Cuerpo de Pilotos de la Armada estaría a argo del Piloto Mayor
de ella, para lo ual ontaría on dos Ayudantes residentes en su mismo De-
partamento
185
.
El Cuerpo de Pilotos de la Armada se omponía de tres lases de pilotos:
piloto primero, piloto segundo y ayudante o pilotín. En 1890 se modi� ó esta
disposi ión, limitando a dos lases los tipos de piloto: apitán de la marina
mer ante y piloto de la marina mer ante
186
.
El primer requisito exigido para ser piloto era no ser extranjero, ondi ión
que podía obviarse úni amente en el aso de inexisten ia de aspirantes na-
ionales. Además debía tener �buena ondu ta, y loables oftumbres�. A este
requisito había de añadirse la de ontar on 25 años umplidos si se deseaba
engrosar la lase de piloto primero. Correspondía al rey determinar el número
183
En esta se ión 2.3.2 al men ionar en el texto las Ordenanzas nos estaremos re�riendo
a la Primera Parte de las mismas.
184
ORDENANZAS [1748a, p. 2℄.
185
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulos I y II, pp. 160-161.℄.
186
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulo V, p. 161℄ e IBÁÑEZ
[2000, p. 191℄.
96 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
de pilotos a admitir en ada Departamento, y al Dire tor General de la Arma-
da la provisión de va antes de los mismos. Cuando la urgen ia para armar un
navío era un obstá ulo para proveer on su� iente antela ión las va antes de
pilotos de número en los Departamentos, era su Comandante el en argado de
nombrarlos previo examen del Dire tor de Pilotos. Los pilotos así nombrados
se onsideraban interinos hasta obtener la aproba ión del Piloto Mayor y el
nombramiento del Dire tor General. No se admitían más pilotos que los de
número
187
, pero se ontemplaba que el rey on ediese plaza uando hubiese
algún piloto �fobrefaliente en inteligen ia, ò que en los deftinos de interino
haya grangeado merito digno de remunera ion�, proponiendo en este aso el
Piloto Mayor al Dire tor General la on esión de plaza supernumeraria
188
.
En las Ordenanzas se ha ía referen ia a los pilotos parti ulares, men ionan-
do que no se les otorgaría plaza de piloto hasta superar el examen en las mismas
ondi iones que los aspirantes al servi io de la Armada. Tanto los pilotos de
la Armada omo los parti ulares que navegasen a Améri a u otros lugares le-
janos debían entregar a su regreso al Piloto Mayor los diarios elaborados en
sus navega iones. Además, debían dar noti ia de las tierras des ubiertas por
otras na iones, de los adelantamientos en el arte de navegar y de los instru-
mentos inventados para fa ilitar su prá ti a. Todo ello se anotaba en �Cartas,
Quarterones, y Derroteros: De eftos Papeles, Cartas Hydrographi as, Planos
de Puertos, y otras parti ularidades� que el Piloto Mayor ar hivaba y fa ili-
taba posteriormente en siguientes viajes
189
. La Armada ontrolaba, por tanto,
todos los estamentos de pilotos.
Los pilotos estaban bajo el mando de los o� iales de guerra, no tenían
mando y estaban obligados a auxiliar en iertos asos a los guardiamarinas en
su ometido, omo se observa en el Tratado Ter ero titulado �Del Mando, y
preferen ia de los O� iales de Guerra, In�gnias, Saludos, y Honores�:
Si faltaren todos los O� iales de Guerra de un Navio, ò Embar a ion,
quedarà el mando à el Guardia-Marina mas antiguo, en inteligen ia de
que preferirá el Brigadier, ò Sub-Brigadier, aunque tenga menos anti-
guedad en el fervi io: Pero omo puede fu eder, que el Guardia-Marina
no tenga fu� iente experien ia para ha erfe argo del govierno del Na-
vio, y refponder de èl, mando à los Sargentos, Condeftables, Pilotos, y
Contra-Maeftres, le prevengan quanto on iban, fegun fu inteligen ia en
fu refpe tivo exer i io, onveniente à el a ierto de mi fervi io; pues feràn
187
En el Reglamento de 21 de julio de 1750 se �jó en 20 primeros pilotos, 20 segundos y 30
pilotines el número de pilotos de Cádiz; la mitad de ada uno de ellos, es de ir, 10, 10 y 15
en los Departamentos de Ferrol y Cartagena. Además, se asignaban 2 pilotos prá ti os para
Cádiz y 4 para Cartagena [SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA, 1985, p. 164℄.
188
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulos V, VIII, XIII, XVI,
pp. 161-162 164-165℄.
189
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulos XVIII, XXVIII-XXX
pp. 166, 169-170℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 97
refponsables, � no lo huvieren exe utado oportunamente
190
.
En ausen ia de guardiamarinas, el primer piloto, o en su aso el segundo,
se ha ía argo de la nave:
A falta de Guardias-Marinas, quedarà la prin ipal dire ion del Va-
gel, en todo lo que pertenez a à fu onferva ion, y Navega ion, à el
primer Piloto, quien deberà tomar el pare er del Contra-Maeftre, y èfte
mandarà, on pare er del fegundo Piloto, quando no le huviere primero
[. . . ℄
191
.
Los pilotos eran onsiderados omo �O� iales de Mar, y preferiràn à todos
los que tengan otro exer i io de efta naturaleza�; eran responsables del buen
fun ionamiento del timón y bitá ora y de mantener el rumbo de navega ión
ordenado por el apitán. Además:
Llevarà exa ta quenta del andar, y abatimiento del Vagèl, para la
a ertada al ula ion de fu eftima: obfervarà el Sol �empre que el tiempo
lo permita; y orregida la derrota, entregarà fu punto todos los dias
à el Capitan Commandante, y à el fegundo � le huviere; feñalando la
Latitud, y Longitud en que fe halla, el rumbo, y diftan ia navegada en
la Cingladura, y el modo en que haya trabajado fus orre iones
192
.
En uanto a las anota iones que debían tomar:
Se apli arà à el ono imiento de las Tierras, obfervando fu �gura à
orrefponden ia de las diftan ias, ò fegun el diverfo rumbo por donde fe
def ubran; delineando las que pudiere, y notando fus ir unftan ias on
uidado: Y quando entráre en Puerto po o ono ido, pro urarà fa ar fu
Plano mas exa to, ò à lo menos expli arà en fu Diario fu fonda, �gura,
y ir unftan ias, que puedan fervir à el ono imiento de otros
193
.
Además:
Tambien expre�arà en fu Diario las obferva iones parti ulares, que
hi iere de la variedad de Vientos, que reynan en diverfas Efta iones en
las Coftas, ò Golfos, què Navegáre, de orrientes, fondas, varia ion de
la Ahuja, y demàs que onduz a à fu Govierno, y noti ia de todos: Y
� def ubriere Baxo, ò Ef ollo no ono ido, le feñalarà en fu Carta en la
Latitud, y Longitud, que le orrefponde, exponiendo en el Diario lo que
le parez a ne e�ario à ha erle de todos ono ido
194
.
Asimismo, debían registrar en el diario las averías a ae idas durante la na-
vega ión en palos, velas y jar ias, y también la posible pérdida de able o an la
190
ORDENANZAS [1748a, Tratado Ter ero, Título Primero, artí ulo XVI, pp. 108-109℄.
191
ORDENANZAS [1748a, Tratado Ter ero, Título Primero, artí ulo XVII, p. 109℄.
192
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulo II, V, VI, VIII, pp.
175-176℄.
193
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulo X, p. 177℄.
194
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulo XI, p. 177℄.
98 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
o ualquier otra in iden ia produ ida al fondear el navío, indi ando las ausas
de tales desperfe tos
195
.
El primer piloto tenía a su argo la enseñanza de los pilotines, de los mu-
ha hos del Seminario de San Telmo y de otras Es uelas. Además de observar
que estos mantuvieran su estudio diario, estaban obligados a instruir a los
guardiamarinas:
Los Pilotos, afsi primeros, omo fegundos, tendràn obliga ion de in-
ftruìr en la Nauti a à los Guardias-Marinas, en las horas, y forma, que
el Capitan del Navio difpu�ese; y en todos tiempos fatisfaràn on buen
modo las dudas que les propu�eren, y daràn quenta à el Capitan de los
que fobrefalieren en inteligen ia, y apli a ion
196
.
Aunque, omo observamos, el ometido de los pilotos quedaba bien de�nido
en las Ordenanzas, el superior rango de los guardiamarinas reaba on�i tos
entre los dos estamentos, uestión que también quedaba re�ejado en las Orde-
nanzas en un intento de solventar di has diferen ias:
Mando à los Commandantes, Capitanes, y demàs O� iales de Guerra
de la Armada, traten à los Pilotos on eftima ion, y que zelen fean
tratados igualmente por las Tripula iones; ha iendo, que toda la Gente
de Mar los obedez a en materias del fervi io, del mifmo modo que à los
Contra-Maeftres
197
.
En uanto a los estudios ondu entes a la obten ión del título de piloto,
se ontemplaba en las Ordenanzas tanto los lugares donde se impartirían los
estudios náuti os omo el número de profesores ne esarios para desarrollar la
do en ia:
Para enfeñanza de la Hydrographia, ò Arte de Navegar; mando, que
en ada una de las Capitales de los tres Departamentos fe eftablez a
Ef uela, y que para ada una fe nombren dos Profe�ores, ò Maesftros;
�endo del argo del Piloto mayor proponer los fugetos, que ono iere
idoneos para fu defempeño, à quienes defpà harà el Dire tor General
de la Armada los nombramientos refpe tivos, defpues de haver obtenido
aproba ion mia
198
.
Estos Maestros de Hidrografía estaban subordinados al Piloto Mayor o al
Dire tor de Pilotos de su Departamento tanto en la dire ión de las Es uelas
omo en la do en ia. Cuando alguno de los Maestros no pudiera asistir a las
lases sería sustituido por un piloto de número nombrado para tal �n
199
.
195
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulo XII, pp. 177-178℄.
196
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulos XIV, XV, XVIII,
pp. 178-180℄.
197
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Segundo, artí ulo XXII, p. 181℄.
198
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulo XXXV, pp. 171-172℄.
199
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulos XXXV, IXXXVIII,
p. 172℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 99
Las Es uelas debían abrirse al menos uatro días por semana y se admitían
aquellos que, sabiendo leer y es ribir, tenían el visto bueno del Piloto Mayor o
el Dire tor de Pilotos. A ellos orrespondía determinar el número de horas de
lase en fun ión del número de alumnos y de la apli a ión de los mismos.
La es asa informa ión sobre las materias a ursar era la siguiente:
Se enfeñarà la Navega ion, y el ufo de los Inftrumentos pra ti amen-
te, en el methodo mas breve, y omprehen�ble, que fuere pofsible; y à
los que eftuvieren impueftos en la Pra ti a, fe darà alguna luz de los
prin ipios Theori os, di tandoles los pre eptos mas pre ifos de Geome-
tría, y Aftronomía: Tambien fe les daràn las reglas ne e�arias para el
difeño, à �n de que aprendan à fa ar Planos de Puertos, formar Cartas,
�gurar Coftas, y Montes, & .
200
.
Los alumnos se examinaban ada año en presen ia del Comandante General
del Departamento, del Piloto Mayor y de los Dire tores de Pilotos, obtenien-
do premios según su apli a ión. Se reservaban anualmente para este �n 500
es udos de vellón, destinándose el sobrante de los premios a la ompra de ins-
trumentos u otras ne esidades de las Es uelas
201
.
Sellés Gar ía y Lafuente Gar ía [1985, p. 166℄ exponen que los alumnos se
distribuían en tres Clases, según el primer plan de estudios detallado y apli ado
en Cádiz. Las lases se impartían in o días a la semana en sesiones matinales
y vespertinas de dos horas ada una. En la Primera Clase, a argo del Segundo
Maestro, los temas objeto de estudio eran los siguientes:
Aritméti a inferior, las dos esferas Celeste, y terráquea, los Proble-
mas pre isos, y usuales de la Navega ión, los usos de las Cartas, Cua-
drante de Redu ión, e Instrumentos de observar, omo también la tri-
gonometría náuti a, es alas Plana, y arti� ial, lo pertene iente a sa ar
un punto por di hos Instrumentos [. . . ℄
202
.
En la Segunda Clase, a argo del Maestro Prin ipal, se enseñaban los si-
guientes on eptos una vez que los pilotos regresaban de sus embarques:
les ha leído hasta ahora la Geometría espe ulativa, la trigonometría
plana fundamental, y extra ión de raí es (hallándose algunos de ellos
po o adelantados por los fre uentes embar os, y otros por falta de apli-
a ión [. . . ℄) Instruidos que sean en todo lo referido se ontinuará las
demás fa ultades Matemáti as que están proye tadas para el Comple-
mento de un perfe to Curso Náuti o, omo son la trigonometría esféri-
a, fundamentos Astronómi os, y Geográ� os para la inteligen ia de la
Constru ión de tablas y ono imientos de las observa iones orrespon-
dientes a hallar la latitud y longitud de los lugares, de la Maquinaria,
200
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulos XXXVIII, XXXIX,
pp. 172-173℄.
201
ORDENANZAS [1748a, Tratado Cuarto, Título Primero, artí ulo XLI, pp. 173-174℄.
202
SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA [1985, p. 166℄.
100 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
para inteligen ia de la poten ia de Máquinas y partes de un Navío, y la
prá ti a de levantar Planos de Puertos Costas, et . [. . . ℄
203
.
La Ter era Clase era la de Dibujo.
El uestionario que se utilizaba en los exámenes, y vigente en 1754, puede
onsultarse en Sellés Gar ía y Lafuente Gar ía [1985, p. 167℄.
Estas Ordenanzas tanto en el plano general omo el que se re�ere a la
parte do ente, eran menos on retas y detalladas que las reda tadas para las
A ademias de Guardiamarinas omo veremos en la se ión 2.4.4.
2.3.3. Real Orden de 12 de julio de 1783
El 12 de julio de 1783 se aprobaba una R. O. que reglamentaba los exámenes
de pilotos, determinando los requisitos a umplir para obtener la a redita ión
orrespondiente. Esta Orden na ía on la inten ión de poner �n a la fre uente
pérdida de buques mer antes, atribuida en general a la inexperien ia de los
pilotos de los mismos.
Según esta R. O., orrespondía a los dire tores de los Departamentos y a
los Maestros de las Es uelas de Náuti a on real prote ión examinar a los
aspirantes a pilotines y pilotos. El examen debía realizarse onforme a las dis-
posi iones previstas en los artí ulos VI y VII del Tratado IV, Título I de la
Primera Parte de las Ordenanzas
204
.
Los requisitos a umplir para examinarse y obtener plaza se distinguían
en fun ión de la Carrera a realizar. Así, para obtener las plazas de pilotín,
segundo piloto o primer piloto para las navega iones de Europa era ne esa-
rio tener he has �las ampañas pre isas para adquirir la pra ti a ne esaria ó
orrespondiente á ada plaza�
205
. Una vez aprobado el examen, en el nombra-
miento debía �gurar expresamente que la plaza obtenida era para navegar en
los mares de Europa.
Para obtener la plaza de pilotín en la Carrera de Indias era ne esario haber
he ho dos viajes �redondos� o un viaje solo, si en él se habían he ho algunas
travesías, o un viaje redondo y algunas ampañas en Europa en los bajeles de
S. M. Una vez superado el examen, el dire tor del Departamento o en su aso
el maestro de la Es uela de Náuti a, debía anotar en el nombramiento del pilo-
tín �Visto-bueno para que haga viage á tal parte, en tal embar a ion, la fe ha
y media �rma�. En los puertos distantes de los Departamentos ompetía al
apitán o en su defe to al juez de matrí ula realizar estas tareas, ex eptuando
203
SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA [1985, p. 166℄.
204
R. O. de 12 de julio de 1783. En: Ga eta de Madrid de 1 de agosto de 1783, pp. 641-642.
205
No se on reta el tipo de ampañas ni el número de ellas.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 101
la realiza ión del examen. En ambas Carreras el aspirante a pilotín debía a re-
ditar mediante do umento es rito por el dueño de la embar a ión que tenía
plaza reservada en la misma para realizar el viaje.
Se ita la obliga ión de los dire tores, maestros y jue es de matrí ula de no
sentar plaza de pilotín a ningún aspirante que no hubiera aprobado el examen
o he ho el pertinente viaje, y en el aso de pilotines, de no ha erlo si no hubie-
ra realizado el examen para pasar al siguiente es alafón. Igualmente quedaba
en manos de di hos responsables la tarea de erti� ar que toda embar a ión,
espe ialmente las que viajaban a Indias, partía on pilotos examinados y que
ninguna salía on un solo pilotín �por las malas onseqüen ias que ha origina-
do este abuso�.
Para examinarse de segundo piloto las ondi iones a umplir eran las mis-
mas que para pilotín, ex eptuando por un lado, que no debía a reditar plaza
para navegar posteriormente, y por otro, que debía haber realizado tres viajes
redondos a Améri a.
Por último, para ser examinado de primer piloto se exigía haber realizado
in o viajes redondos a Améri a. Además, se itaba expresamente que tanto
para navega iones por Europa omo a Améri a debía examinarse �muy parti-
ularmente sobre la entrada y salida de los puertos de los tres Departamentos,
omo está prevenido en 20 de marzo de 1758�.
2.3.4. El Plan Winthuysen
El 26 de febrero de 1790 se aprobó la Ynstru ion general para la Dis iplina,
Estudios y Exâmenes que deben seguirse en las Es uelas Reales y Parti ulares
de Nauti a del Reyno, plan elaborado por Fran is o Xavier de Winthuysen
(1747-1797), Comandante del Cuerpo de Pilotos. El objetivo perseguido era
ontrolar las enseñanzas de náuti a, uni� ando la forma ión de los pilotos y la
organiza ión de las Es uelas de Náuti a.
La Instru ión onstaba de varios apartados. En el primero de ellos, Yns-
tru ion para la Dis iplina, Estudios y Exâmenes sobre que deben arreglarse
las Es uelas Parti ulares de Nauti a, se regulaba la organiza ión de las mismas.
En el primer artí ulo se disponía que todo Cuerpo o Consulado, on permiso
de S. M. para estable er Es uela de Náuti a en su puerto, dependería del Ca-
pitán General del Departamento según el Real De reto de 8 de julio de 1787
206
.
Las Es uelas se situarían lo más er a posible del mar y ontarían on dos
salas y al menos un uarto donde el Maestro guardaría los útiles, útiles de los
206
MNM, ms. 895, do . 1, Instru ión, artí ulo 1, fol. 1v.
102 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
uales se haría responsable y daría uenta mediante inventario. En estas Es ue-
las se ne esitarían dos profesores, ne esidad que se argumentaba del siguiente
modo:
[. . . ℄ por que mal se puede tomar ono imiento dela Nauti a y dela
parte Astronomi a quele es anexa; sin algunos prin ipios matemati os
de Arismeti a, Geometria, Trigonometrias, y forma ion de tablas on un
solo Profesor, ni tampo o ser perfe to en este arte sin saber el Dibuxo,
y por èl, el metodo de formar los planos on exa titud a quienes séles
pueda dar redito
207
.
Los dos profesores debían ser pilotos de la Armada; el Primer Profesor y
dire tor tendría un sueldo de 400 du ados anuales y el Segundo Profesor de
300. Este estaba subordinado al dire tor pero ada uno enseñaba en su lase
� on separa ion y perfe ion�
208
.
El Capitán General de ada Departamento era el responsable de pedir
Profesores al Comandante de Pilotos para ubrir las va antes produ idas tanto
por ausen ias omo por falle imiento. Hasta la ontrata ión del nuevo Profesor
el que quedaba en la Es uela tendría a su argo las dos salas y sería ayudado
por alguno de los alumnos más adelantados en las labores do entes. Podrían
ontratarse Profesores on el siguiente per�l:
[. . . ℄ algun sugeto de su mismo Pays que haya sido buen Patri io, in-
teligente en la profesion Nauti a, ó en el Dibuxo, y èsta y que haya he ho
al Rey ó al Estado algunos servi ios ó se in lináren a algun individuo
delos dela Armada que onoz an, y sus a haques le impidan navegar,
podrá re omendarlo al tiempo de pedir los Profesores, por si hubiere
abien S. M. on ederselo on la pre isa ir unstan ia para los Primeros
de estar examinados y aprobados de Pilotos Primeros en la Es uela del
Departamento dela Ysla de Leon
209
.
En estas ondi iones debía apli arse el �Método de estudios aprobado por
S.M. el 11 de febrero de 1789� y orrespondía al Consulado o Cuerpo deter-
minar el número de alumnos a a eptar, el horario de lases según la esta ión
del año, los exámenes y los embarques una vez re ibidas sus lases
210
. A on-
tinua ión se adjuntaba el plan de estudios.
El Metodo de Estudios que se ha de seguir en todas las Es uelas Parti ula-
res de Nauti a onstaba de 5 artí ulos y en él se regulaban las ondi iones de
a eso de los futuros pilotos, las materias a impartir en ada urso y los libros
de texto a emplear.
207
MNM, ms. 895, do . 1, Instru ión, artí ulo 3, fol. 2r.
208
MNM, ms. 895, do . 1, Instru ión, artí ulos 4 y 5, fol. 2r.
209
MNM, ms. 895, do . 1, Instru ión, artí ulo 8, fol. 2v-3r.
210
MNM, ms. 895, do . 1, Instru ión, artí ulo 10, fol. 3r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 103
Sellés Gar ía y Lafuente Gar ía [1985, p. 178℄ apuntan que �se trata de un
plan avanzado que, omo vemos, in luye los tres adelantos más importantes de
la segunda mitad del siglo: determina ión de la longitud por relojes y distan-
ias lunares, y de la longitud por observa iones fuera del meridiano [. . . ℄�.
En el artí ulo 1 se determinaban las ondi iones de a eso para los estu-
diantes. Era ne esario presentar, o bien en el onsulado, o bien al Jefe de la
Es uela, una instan ia a ompañada de la fe de bautismo del alumno, así omo
la de sus padres y erti� ado de matrimonio de ambos. Una vez omprobado
que sabía leer y es ribir bien era admitido, anotándose su nombre y apellidos
en un libro en blan o en el que el Primer Maestro debía dejar su� iente espa io
para apuntar sus progresos
211
.
En este Metodo de Estudios se �jaba la dura ión de los mismos en dos años
y se detallaban las materias a ursar que re�ejamos en la Tabla 2.3.
Primer año Segundo año
Primera Clase Segunda Clase
Mañana
Cosmografía
Prin ipios de Astronomía
Aritméti a
Navega ión
Geografía
Tarde
Repaso Maniobra
Dibujo Dibujo
Tabla 2.3: Distribu ión de materias del plan del Plan Winthuysen. Fuente: Elabo-
ra ión propia a partir de MNM, ms. 895, do . 1
El primer urso se impartía en la llamada Clase de Matemáti a inferior y
estaba a argo del Segundo Maestro. En la sesión matinal, de tres horas de
dura ión, se estudiaba Aritméti a mediante el di tado del Profesor y el libro
de texto a seguir era el �Tratado de Fernandez ultimamente impreso para los
Colegios de San Telmo� que debía estudiarse en su integridad
212
.
La sesión vespertina tenía dos horas de dura ión; la primera de ellas se
destinaba a repasar las le iones dadas y en la segunda se estudiaba dibujo,
211
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulo 1, fol. 3v.
212
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulo 1, fol. 3v. El texto al que se alude
es el Compendio de la Geometria Elementar, Aritmeti a Inferior, y Trigonometria Plana
y Espheri a [. . . ℄, muy probablemente en su edi ión de 1788, al ual nos referiremos en el
apítulo 3, se ión 3.1, página 175 y siguientes.
104 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
on retamente �la buena forma ion de Cartas, Planos, Montañas, Labores dela
tierra, Pedazos de Arquite tura Civil y Militar y demas pre eptos de Fernan-
dez�. El texto de este autor debía usarse también en esta Clase
213
.
El segundo urso se impartía en la denominada Clase de Náuti a, on la
misma distribu ión horaria que en primer urso. Durante la mañana, las asigna-
turas a tratar a lo largo del año eran: Cosmografía y Prin ipios de Astronomía
on resolu ión de problemas mediante la apli a ión de la trigonometría y el
uso de tablas. A ontinua ión se estudiaba Navega ión:
[. . . ℄ siguiendo a la Navega ion por el tratado del Señor D
n. Jorge
Juan, on luyendo por el metodo de hallar la longitud en la mar, por
las distan ias Lunares segun las Reglas Trigonometri as, y ompara ion
de reloxes; y tambien hallar la latitud a qualquiera hora del dia, antes ó
despues del paso del Sol por el Meridiano, y al tiempo que las estrellas
lo veri�quen; todo segun el Manus rito adjunto [. . . ℄
214
.
Finalizado este estudio se pasaba a la Geografía, utilizando el Tratado de
José Mendoza
215
.
Por la tarde, la primera hora se destinaba al estudio de Maniobra on el
modelo de navío de la lase y la segunda se dedi aba al dibujo. Además el sába-
do, bien semanalmente o bien bisemanalmente, se empleaba para salir on los
alumnos más adelantados a la �pra ti a de levantar Planos en las inmedia io-
nes del Pueblo y pedazos delas Bahias, ha iendo uso del Teodolit, Grafometro,
Plan heta, Aguja, Cadena y Corredera�. Asimismo, algunos sábados se ha ían
prá ti as en las embar a iones que estaban en el puerto �armando, arenando,
arbolando, ò dando de quilla� on la supervisión del Primer Maestro
216
.
Las lases debían omenzar el 1 de septiembre y �nalizar el 31 de julio,
quedando el mes de agosto para la realiza ión de exámenes y des anso.
En el do umento también se ha ía men ión a los ertámenes públi os. De-
bía elebrarse uno de forma anual o bianual, on presen ia del �Consulado ò
Xefe de la Es uela�, de Profesores y personas del pueblo. El premio para los
más adelantados en dibujo onsistía en un �Estu he Matemati o�, para los
más adelantados en náuti a instrumentos o libros, y para los más adelantados
de otras lases otros premios de semejante interés, pudiendo ser, in luso, una
ayuda al alumno o a su familia. También se ontemplaba la posibilidad de
premiar a los Profesores si su esmero y e� a ia lo mere ían
217
.
213
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulos 1 y 3, fol. 3v y 4r.
214
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulo 2, fol. 3v y 4r.
215
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulo 2, fol. 4r. El texto men ionado es
Tratado de Navega ion (tomos I y II), al ual haremos referen ia en el apítulo 3, se ión
3.1, página 192 y siguientes.
216
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulos 2 y 3, fol. 4r.
217
MNM, ms. 895, do . 1, Método de estudios, artí ulo 5, fol. 4v.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 105
El ter er apartado de la Instru ión llevaba por título Metodo y formalida-
des para los Examenes de Pilotos y Pilotines y ontenía 6 artí ulos donde se
regulaban las materias que debían in luirse en los exámenes, la omposi ión
del tribunal examinador y la erti� a ión que obtenía el alumno una vez apro-
bado el examen.
Los exámenes debían realizarse en jueves ante el tribunal del onsulado o
Jefe de la Es uela, asistiendo también algunos apitanes y primeros pilotos que
ontaban entre sus obliga iones la asisten ia a los exámenes. El aspirante debía
presentarse on los instrumentos que la R. O. de 12 de julio de 1783 exigía y
responder a las preguntas que le realizaban. Para obtener el grado de pilotín
se exigía:
[. . . ℄ los prin ipios generales y pre isos dela Arismeti a, Geometria,
y Trigonometrias Plana y Esferi a on las opera iones de èllas, asi por
las Tablas Logarítmi as, omo por es ala y quadrante: modo de formar
un Plano y Cartas Maritimas: expli ar las Esferas Celeste y Terraqüea:
La Navega ion por el tratado de D
n. Jorge Juan, on el ono imiento
para hallar la longitud en la mar, por medio delas distan ias lunares
y on las estrellas y el Sol: el de hallar la latitud por dos alturas del
Sol ò antes ò despues del Meridiano, y por las alturas Meridianas delas
Estrellas: expli ar algunas derrotas alas partes de Ameri a, si Europa
donde tubiese su destino, on luyendo on el Estable imiento de mareas,
y la maniobra de una Embar a ion
218
.
Para obtener el grado de segundo piloto o primer piloto el aspirante de-
bía ono er las materias antes expuestas, a las que se añadían los siguientes
ono imientos:
[. . . ℄ tablas Astronomi as para los usos dela longitud; las de todas
las derrotas, y modo de navegar donde no las haya. La Maniobra Ar-
mamento, y defensa de un Buque para dar aza, ò evitarla: reparos,
pre au iones, y resolu iones en los asos de tempestad, ò Desgra ias en
la mar: Pra ti a de entrar en los Puertos delos tres Departamentos y mo-
do de tomar los no ono idos; y las pruebas para ono er las propiedades
de un Buque nuevo su Estiva y Carga
219
.
El examen se aprobaba si el aspirante obtenía la mayoría de los votos fa-
vorables de los examinadores, extendiéndose en su aso la �Carta de examen�
�rmada y sellada
220
.
En el siguiente apartado, titulado Rela ion de Ynstrumentos y utiles on
que deben èstar dotadas, y provistas las Es uelas parti ulares del Reyno, se
determinaban los instrumentos y textos que debían guardarse y utilizarse en
218
MNM, ms. 895, do . 1, Método y formalidades para los exámenes, artí ulos 1-3, fol. 4v,
5r.
219
MNM, ms. 895, do . 1, Método y formalidades para los exámenes, artí ulo 4, fol. 5r.
220
MNM, ms. 895, do . 1, Método y formalidades para los exámenes, artí ulo 6, fol. 5v.
106 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
las distintas Salas.
Observamos que en la �Primera Sala de Matemati a y Dibuxo�, entre otros
utensilios, había �algunos ortes en solido de Esfera, y �guras Geometri as pa-
ra inteligen ia dela Trigonometria Esferi a y Geometria solida�. En uanto a
los textos, en esta Sala estaba �la obra de Fernandez para este Estudio que se
en ontrará en los Colegios de S
n. Telmo de Sevilla y Malaga a 30 reales ada
juego en dos tomos�
221
.
En la �Segunda Sala de Nauti a� había un ejemplar de ada uno de los
textos siguientes:
Libro de Navega ion de D
n. Jorge Juan: la de Mendoza: la de Cedillo:
varios de Marinero instruido, que los hay en S
n. Telmo de Sevilla: la obra
de Astronomia dela Lande y los viajes de Coko
222
.
Esta Sala también ontaba on �Los Atlas de Cartas Españolas del Medi-
terraneo, y O eano por D
n. Vi ente To�ño, que los hay enlos Departamentos
de Marina�
223
.
Sobre la omposi ión de las obras de estas Salas, Sellés Gar ía y Lafuente
Gar ía [1985, p. 179℄ señalan que:
Esta uriosa mez la no debe sorprendernos: trataba de hermanar
los prin ipios teóri os on la prá ti a. Las obras de Cedillo y Barre-
da, insu� ientes de todo punto en lo que respe ta a la teoría, re ogían
sensatamente lo que onstituía la prá ti a usual de la navega ión, y o-
mo tales debían onservarse hasta que nuevos textos pudieran suplirlos
ventajosamente.
Además, men ionan en este sentido que el primer texto que se adaptó a las
novedades introdu idas por el Plan Winthuysen fue Le iones de Navega ión
[. . . ℄ de Dionisio Ma arte, editado en 1801
224
. En 1803 se editó el Curso de
Estudios Elementales de Marina de Gabriel Cis ar de uso obligatorio en todas
las Es uelas de Náuti a.
En esta Ynstru ion se insertó posteriormente una nota manus rita on
una aligrafía distinta donde se da noti ia del plan de estudios que se implantó
a omienzos del siglo XIX:
Nota
Por real orden de 28 de Ag
to
. de 1805 mandó el Rey se establez a en
las Es uelas nauti as del Reyno el metodo de Estudios de D
n
. Gabriel
de Cis ar
225
.
221
MNM, ms. 895, do . 1, Rela ión de Instrumentos y útiles, fol. 6r.
222
MNM, ms. 895, do . 1, Rela ión de Instrumentos y útiles, fol. 6v.
223
MNM, ms. 895, do . 1, Rela ión de Instrumentos y útiles, fol. 6v.
224
Véase en IBÁÑEZ [2000℄ un estudio del texto.
225
MNM, ms. 895, do . 1, Rela ión de Instrumentos y útiles, fol. 6r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 107
En opinión de Arroyo Ruiz-Zorrilla [1994, pp. 28-29℄, la implanta ión del
Plan Winthuysen fue una medida a ertada, si bien �se desaprove haba la o a-
sión para propor ionar al alumnado una base más amplia en matemáti as y
físi a, y es sorprendente que en el plan no exista ninguna referen ia a unas
no iones de estiba�. En la misma línea se mani�esta Sellés Gar ía [2000, p.
234℄:
[. . . ℄ la reglamenta ión de Winthuysen no llegó, en la prá ti a, a
organizar de�nitivamente los estudios de náuti a en los distintos esta-
ble imientos. El grado de instru ión y talante de los maestros sería, en
última instan ia, el fa tor de isivo en la alidad de las enseñanzas, y
ésta, salvo en ontados lugares, no debió ser muy alta.
El 17 de julio de 1790 se aprobaba la �Ynstru ion que deve Observarse
para los Estudios y Examenes en las R
s. Es uelas de Pilotos de los tres Depar-
tamentos. Consequente ala R
l. Orn que le Ante ede�, �rmada omo la anterior
por Fran is o Xavier de Winthuysen. Este expone en el do umento que, tras
la aproba ión real del plan de estudios propuesto por él y vista la desigual-
dad en los mismos, se propone una reforma uyo objetivo es la uni� a ión de
ono imientos y de libros de texto en las Es uelas de Náuti a. Para llevar a
abo di ha reforma habrá de tenerse en uenta uáles son los ono imientos
ne esarios para la profesión de piloto, ono imientos itados en el do umento.
Se señalan los textos de autores na ionales ne esarios para la onse u ión de
tales ono imientos
226
.
Este do umento ompletaba el anterior; por una parte se espe i� aba más
lo señalado en los artí ulos de la Ynstru ion de 26 de Febrero y por otra, se
in luían algunas modi� a iones. Comentaremos a ontinua ión di has modi�-
a iones y espe i� a iones:
Se on retaba que las lases que omenzaban el 1 de septiembre y termi-
naban el 31 de julio se impartirían, desde septiembre a marzo, de 9 a 12 por la
mañana y de 3 a 5 por la tarde, y el resto de meses, de 8 a 11 por la mañana
y de 4 a 6 por la tarde. Las lases eran diarias, salvo domingos y �estas; aque-
llas semanas en las que no hubiese �esta, esta sería el jueves. En uanto a las
va a iones, además de las del mes de agosto estaban las de navidad, semana
santa y pas ua
227
.
El desarrollo de las materias en la Primera Clase, que debía ha erse utili-
zando el libro de texto de Antonio Gabriel Fernández, tenía que onservar el
siguiente orden: �empezando por la Arismeti a y Continuando toda la Geo-
metria Elemental, Plana, Solida, y Trigonometrias Plana y Esferi a�
228
.
226
MNM, ms. 1807, do . 1, fol. 2r y 2v.
227
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 4v.
228
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 3r.
108 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
La primera hora de lase de la tarde se dedi aría al dibujo y la segunda a
repasar y dar una nueva le ión del tratado de la mañana. También en este
aso se pre isan más los ontenidos a desarrollar; la lase de dibujo se redu irá
a �agilizarse en el manejo del Compas, y Regla, tirar Lineas, tomar Figuras,
Geometri as, Planas, y Solidas, on la Geometria pra ti a, modo de levantar
Planos, y medir distan ias As esibles, è Yna esibles, y Nivelar: El Cono imien-
to de la Plan heta, Grafometro y Teodolit, Sombrear Solidos, y Es arpados,
Montañas, Lavores de Tierra, Forti� a iones, Playas, y Sondas, y por ultimo
algunas �guras de Embar a iones en diferentes Situa iones, pudiendose esten-
der, en los mas apli ados al Cono imiento de la Arquite tura Civil�
229
.
Para la Segunda Clase o de Náuti a también se daban nuevos detalles. Se
estable ía el uso de la primera parte del texto de Cedillo
230
. En la anterior
Ynstru ion de 26 de Febrero no se espe i� aba el uso de este texto, aunque
sí �guraba en la lista de obras que debían guardarse en el aula. A ontinua-
ión se debía estudiar �algunas Teorias en Geogra�a, y Astronomia, por el
primer tomo de Navega ion de D. José de Mendoza�, formando on todo ello
un manus rito. Se añadía en los problemas a resolver para ejer itarse en el uso
de trigonometría y tablas que debía aprenderse a �Componerlas para Ar os
menores de un minuto�
231
.
El Tratado de Jorge Juan debía estudiarse ompleto, salvo su apéndi e.
Al ál ulo de la longitud por las distan ias lunares y ompara ión de relojes
antes señalados se añadía ahora el �Cal ulo de las Varia iones de la Ahuja,
on Expli a ion de su Carta, de uios tres puntos�
232
.
Se determinaba el uso de la Cartilla de Maniobra de Santiago Zuloaga para
la primera hora de la sesión de tarde de la Segunda Clase. Los alumnos, una
vez terminado el periodo de embarque, retomaban el estudio del texto hasta
�nalizarlo
233
.
También se on retaba en esta Ynstru ion el ometido del profesor de
dibujo, que además de o uparse de la do en ia durante la tarde en la Primera
y Segunda Clases, tendría a su argo aquel grupo de primeros y segundos pi-
lotos que o bien no dominaban la asignatura, o bien querían profundizar más
en ella. Para ello emplearía las tres horas de la mañana en la renova ión y
dupli a ión de los planos del ar hivo
234
.
Los pilotines debían omenzar sus estudios desde la Primera Clase; los pri-
229
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 3r.
230
Tratado de la Cosmographia y Nauti a. Véase más detalles sobre el texto en el apítulo
3, se ión 3.1, páginas 169 y 170.
231
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 3r y 3v.
232
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 3v.
233
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 4r.
234
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 3v y 4r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 109
meros y segundos pilotos no estaban obligados a asistir a la lase de Maniobra
pero podían asistir a las lases de estudio para onsolidar sus ono imientos y
prepararse para los ertámenes públi os
235
.
Se �jaban anualmente dos periodos de exámenes, uno por � arnestolendas�
y otro durante los in o últimos días del mes de julio; el primero se realizaba a
modo de ontrol para que los alumnos no des uidasen su estudio y el segundo,
el o� ial, era el que una vez aprobado daba el paso de una ategoría a otra
236
.
Los temas y ono imientos exigidos en los exámenes se detallaban minu io-
samente en el apartado titulado Metodo en que se deven Examinar los Pilotos
y Pilotines. Para el examen de pilotín:
De la Arismeti a, Geometria, y Trigonometrias, on el Cal ulo de la
forma ión de Tablas, y Opera iones, tanto de Plana omo Esferi a, por
las di has Tablas, omo por los instrumentos de Es ala y Quartier: modo
de formar un Plano, y Carta de Examen que onstarà de Costa Es ar-
pada, Playa, Baxos de piedra, y Arena, Sonda, Montañas, en Plano, y
prespe tiva, modo de Situarlas Sus Mar as para entrar en Puerto, Situa-
ion de un Pueblo, on alguna forti� a ion, Casas de Campo, Labores
de la tierra, Arrumbamientos, Es alas, Latitudes, Longitud, y Mar o,
todo en los Colores Correspondientes, ademas de su aseo, y Limpieza: y
todo esto será la primera pte del Examen.
La Segunda parte, expli arà la Esfera todos sus Cir ulos, posi iones
de los Planetas, sus Aspe tos, E lipses, Latitudes, Longitudes, De lina-
iones, As ensiones, Amplitudes, Posi iones de la Esfera Terraquea, y su
rela ion on la Esfera Celeste, muta iones de Lugares, en Latitudes, y
Longitudes: y omo se Varian, on algo de Geogra�a Histori a, todo on
sus Opera iones, seguira la Navega ion por el Tratado del S
or.D. Jorge
Juan, añadiendo el Cono imiento de las Estrellas, y su situa ion, y ex-
pli ar por Trigonometria el metodo de hallar la longitud en la Mar, por
medio de las Distan ias Lunares, valiendose de las Tablas Logarithmi as,
y un metodo pra ti o: tambien expli ará el metodo de hallar la Latitud
por dos Alturas del Sol, antes ó despues del Meridiano, y por las Alturas
Meridianas de las Estrellas: y on luira on saber el estable imiento de
Mareas, y parte de los movimientos de un Navio, y su Maniobra
237
.
Para el examen de segundo piloto:
Se exigira mas extensos ono imientos de lo expli ado antes, y ade-
mas expli ará las pre au iones que se deven tomar por las Entradas, y
Salidas en Puertos no ono idos, deviendo saver las de los tres Departa-
mentos las Derrotas à varias partes de Ameri a, Europa, y Asia, y toda
la maniobra de un Navio
238
.
235
MNM, ms. 1807, do . 1, Estudios, fol. 4r y 4v.
236
MNM, ms. 1807, do . 1, Exámenes anuales, fol. 5r.
237
MNM, ms. 1807, do . 1, �Metodo en que se deven examinar [. . . ℄�, fol. 8v y 9r.
238
MNM, ms. 1807, do . 1, �Metodo en que se deven examinar [. . . ℄�, fol. 9r-9v.
110 Es uelas de Náuti a: Departamentales y Parti ulares
Para el examen de primer piloto:
Se exigira muy perfe tamente quanto ba di ho anteriormente; Todas
las Derrotas à todas partes, modo de Navegar des ubriendo Cono imien-
tos Teori os, y Pra ti os de las Esta iones y Monzones, Cal ulos de todas
espe ies, y tambien el formar parte de un Almanak Nauti o (sino lo tu-
viere) por las Tablas de Mayer, insertas en la Astronomia de la Lande,
y on inteligen ia en la Ta ti a, Maniobra, y Armamento, Defensa y Es-
tiva, y reparos de Desgra ias on las pruebas que pueda ofre ersele para
ono er bien los movimientos y propiedades del Buque, hallandose siem-
pre en aptitud para saver on seguridad todos los Auxilios su situa ion
en la Mar [. . . ℄
Las ali� a iones que se obtenían eran las siguientes:
[. . . ℄ Su� iente, que adaptara à aquellos à quienes en rigor no se
puede dejar de aprovar, por que saviendo lo bastante en la Materia, no
puede esperarse mayor progreso en su Talento. Su� iente on �rmeza
y seguridad, à aquellos que sepan aunque no mas que lo pre iso, baxo
aquellos prin ipios que le hazen reer �rmemente lo que saven, sin que
por absurdas preguntas se separen de la Ley, ò fundamento del pre ep-
to. Y Sobresalientes; a favor de los que à estas ir unstan ias, reunan
Despejo, fa ilidad, y ompreension, en la Materia
239
.
En el apartado dedi ado a los ertámenes se estipulaba que estos pasaran
de elebrarse ada año a elebrarse ada tres años, on el �n de aumentar tan-
to el tiempo de do en ia omo el fondo para los premios. El primero de estos
ertámenes debía elebrarse en la Isla de León en 1792, una vez terminado el
primer i lo de do en ia ompleta, y los siguientes, en Ferrol y Cartagena los
años 1793 y 1794 respe tivamente. Después se repetiría este esquema
240
.
Los Certámenes se elebrarían entre el 1 y el 10 de agosto y estarían dota-
dos on los siguientes premios: al primer pilotín de la Primera Sala le orres-
pondería un Estu he Matemáti o y una onza de oro, al segundo un juego de
ompases sueltos y media onza de oro; el primero de la Segunda Clase re ibiría
un sextante y una onza de oro, el segundo un o tante y media onza de oro y
el ter ero un uadrante y media onza de oro; el mejor pilotín de la Clase de
Dibujo obtendría una aja de pinturas buena y una onza de oro, el segundo
una aja de pinturas mediana y media onza de oro, y el ter ero media onza de
oro. También existían premios para los primeros y segundos pilotos; el segundo
piloto más brillante re ibía gradua ión de primer piloto on servi io de segundo
y un instrumento u obra por valor de 600 reales. El mejor primer piloto re ibía
una gradua ión más de la ostentada, hasta teniente de navío in lusive, y si
ya poseía esta se tenía en uenta para sus progresos en el Cuerpo de Pilotos.
Además, obtenía los libros e instrumentos que desease, hasta un valor de 1000
239
MNM, ms. 1807, do . 1, �Metodo en que se deven examinar [. . . ℄�, fol. 5v y 6r.
240
MNM, ms. 1807, do . 1, Certámenes, fol. 7r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 111
reales
241
.
Al �nal del do umento, en el apartado Arreglo de las Es uelas Parti ula-
res, se estable ía la apli a ión del mismo método de estudio en di has Es uelas.
Se on edía úni amente a las Es uelas Parti ulares de San Sebástián, Bil-
bao, Laredo, Santander y La Coruña, junto a los Reales Colegios de San Telmo
de Sevilla y Málaga, la fa ultad de examinar y extender grados de pilotos y
pilotines
242
. Los exámenes debían seguir las mismas normas expuestas para las
Es uelas Departamentales. Además, se insertó una nota en el do umento que
ha ía referen ia a ómo examinar a aquellos aspirantes a pilotos de las Es ue-
las Parti ulares en el intervalo de tiempo de dos años que tardaría en terminar
sus estudios la primera promo ión de pilotos. Con retamente se espe i� aba:
Los Pilotos parti ulares seran examinados por haora on la mayor
proximidad á este modo, preguntandoles de todo, por si lo supieren,
quienes en lo su esivo hiran tomando mas Cono imientos Teori os, on
el nuevo arreglo de las Es uelas Parti ulares, hasta que llegue el Caso
de que puedan ser iguales [. . . ℄
243
.
2.4. A ademias de guardiamarinas
Felipe V heredó el trono en 1700 al morir sin des enden ia su tío abuelo
Carlos II, último monar a de la asa de Austria en España. El des ontento
generado en la Casa de Austria desen adenó la llamada Guerra de Su esión,
que enfrentaba a Luis XIV on el emperador Leopoldo I de Austria y los países
aliados de ambos. La ontienda �nalizó on los Tratados de Utre ht en 1713
y de Rastadt en 1714. Se abría on Felipe V una nueva etapa de reformas en
distintos ámbitos
244
.
En 1715 se nombraba a José Patiño y Rosales (1666-1736) Intendente Gene-
ral del Ejér ito, y en 1717, Intendente General de Marina; este argo onllevaba
también la presiden ia de La Casa de la Contrata ión
245
. Cuando José Patiño
tomó posesión de sus argos, la onstru ión naval se hallaba redu ida al mí-
nimo y la �ota estaba obsoleta, a lo ual había que añadir la gran pérdida de
navíos durante la Guerra de Su esión. Los periodos de guerra no solo merma-
ban la �ota sino también el poder e onómi o del país, que veía prá ti amente
interrumpidas las omuni a iones on ultramar, viéndose así afe tado su mo-
nopolio on Améri a, on la onsiguiente pérdida de ingresos
246
. Por tanto,
241
MNM, ms. 1807, do . 1, Premios, fol. 7v y 8r.
242
MNM, ms. 1807, do . 1, �Arreglo de las Es uelas Parti ulares�, fol. 10v.
243
MNM, ms. 1807, do . 1, �Metodo en que se deven examinar [. . . ℄�, fol. 10r.
244
http://www. ervantesvirtual. om/bib/historia/monarquia/felipe5.shtml
245
CAPEL [1982, p. 112℄.
246
MARTÍNEZ GONZÁLEZ [2013, pp. 3-4℄. El autor apunta además este dato signi� ativo:
�hasta 1715, y a duras penas, no pudo ser enviada una es uadra de uatro navíos desde Cádiz
112 A ademias de guardiamarinas
era ne esaria una reforma ondu ente a la obten ión de un ejér ito y arma-
da permanentes on personal uali� ado. Con el propósito de formar o� iales
instruidos se funda en 1717 la Real Compañía de Guardiamarinas de Cádiz
en el Castillo de la Villa. La institu ión onstaba de una organiza ión militar
(Compañía) y otra do ente (A ademia). Luis Dormay (¾?-1737) y Fran is o
Antonio de Orbe (1664-1723), Piloto Mayor de La Casa de la Contrata ión,
fueron designados primer apitán y primer dire tor respe tivamente.
En esta primera etapa la forma ión de los guardiamarinas quedó regulada
por la llamada Instru ión Patiño, que no dio los frutos esperados. En 1735 se
aprobó un nuevo plan de estudios que el ingeniero Diego Bordi k había elabo-
rado tras el en argo real re ibido en 1734.
Durante el periodo de apli a ión de la Instru ión Bordi k la A ademia pa-
de ió problemas de tipo e onómi o que afe taron tanto al salario de los Maes-
tros omo a la provisión de aulas y material do ente. También hubo disputas
entre los Maestros y los mandos militares, que rivalizaban por la autoridad en
las aulas y la organiza ión do ente.
El 9 de julio de 1746, Felipe V murió en Madrid, su ediéndole en el trono su
hijo Fernando VI. Zenón de Somodevilla y Bengoe hea (1702-1781), marqués
de la Ensenada, que ya había sido nombrado en 1743 Se retario de Estado y
del Despa ho Universal de Guerra, Marina, Indias y Ha ienda, tuvo un papel
desta ado en un periodo en el que imperó la paz tras el Tratado de Aquisgrán
en 1748. Su objetivo prin ipal era fortale er la Armada para onservar la posi-
ión de España on respe to a Inglaterra. Para ello llevó a abo un programa
de reformas en la onstru ión naval e industrias aso iadas, en los arsenales,
en ha ienda y también en la forma ión de las tripula iones.
Con respe to a las enseñanzas náuti as, en 1748 se aprobaron las Orde-
nanzas de la Armada que ontenían en su Segunda Parte los artí ulos que
regulaban los aspe tos organizativos, do entes y jerárqui os de la Compañía
de Guardiamarinas.
Posteriormente, Jorge Juan Santa ilia (1713-1773) parti ipó junto a Anto-
nio de Ulloa y Luis Godin (1704-1760), entre otros, en la expedi ión hispano-
fran esa a Perú que propuso la A ademia de Cien ias de París para medir la
amplitud de un ar o de meridiano y determinar así la forma y medida de la Tie-
rra. Tras el éxito de la expedi ión, a su regreso a España y después de formar
parte en proye tos de distinta índole, fue nombrado en 1751 Comandante de
la Real Compañía de Guardiamarinas de Cádiz, ontribuyendo notablemente
a la reforma de los estudios de náuti a. Propuso al marqués de la Ensenada un
nuevo plan de estudios para la A ademia donde se on edía mayor peso a los
estudios teóri os y, en on reto, a la enseñanza de las matemáti as. Paralela-
hasta el Caribe�.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 113
mente, Jorge Juan onsiguió un aumento de profesorado, on un mayor salario
para los mismos, la dota ión e onómi a ne esaria para instalar una imprenta
on la que editar los libros de texto a utilizar en la A ademia, y la instaura ión
de ertámenes públi os donde los guardiamarinas disertaban sobre los ono i-
mientos adquiridos.
Debemos men ionar también la instaura ión del Observatorio de Cádiz en-
tre los importantes logros de Jorge Juan. El marqués de la Ensenada había
implantado un sistema de be as on objeto de que los guardiamarinas omple-
tasen su forma ión en Londres, donde se en ontraba Jorge Juan. Sin embargo,
este sistema no dio los resultados esperados, y el 26 de di iembre de 1749 Jorge
Juan es ribía al ministro, proponiéndole destinar los medios e onómi os de las
be as para rear estudios superiores en la Real A ademia de Guardiamarinas
de Cádiz, y además, omprar instrumentos on los que estable er un obser-
vatorio
247
. La propuesta tuvo una buena a ogida, ya que se bus aba dotar a
España de institu iones análogas a las del resto de Europa. En 1753 el Obser-
vatorio se instaló en el Castillo de la Villa
248
, en un anexo de la A ademia
249
.
Esta ubi a ión le otorgaba la ondi ión de ser el observatorio más meridional
de Europa y el que disponía de un mayor número de días despejados, lo ual
fa ilitaba las observa iones del ielo. Los objetivos ini iales del Observatorio
de formar o� iales fueron ampliamente rebasados, onvirtiéndose en una de las
prin ipales institu iones astronómi as del siglo XVIII, donde se desarrolló un
importante programa náuti o, artográ� o y geodési o. Con el nombramiento
de Vi ente To�ño omo dire tor de la A ademia en 1768 se omenzará a �dotar
a los resultados obtenidos en el Observatorio de una solidez ientí� a impor-
tante, gra ias a la onsidera ión exhaustiva de los errores de los instrumentos
y a la realiza ión de series sistemáti as de observa iones�
250
.
Aun siendo este el periodo más brillante de la A ademia, la dé ada de los
sesenta on luyó on el deterioro de la enseñanza y grandes problemas e onó-
mi os para la Compañía. No obstante, Lafuente Gar ía y Sellés Gar ía [1988,
p. 119℄ no dudan en a�rmar que �Juan había logrado transformar el titubeante
e infradotado proye to de Patiño en un entro del que la Armada ya no podría
ni sabría pres indir�.
En 1776 se reaban las nuevas Compañías de Guardiamarinas de Cartagena
y Ferrol para ha er frente a la re iente demanda de o� iales. En 1783 se aprobó
un plan de estudios uniforme para las tres A ademias que estuvo vigente, salvo
pequeñas varia iones, hasta 1803. El 26 de septiembre de 1824 se refundieron
247
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 80-81℄.
248
Ex ava iones arqueológi as llevadas a abo en las últimas dé adas del siglo XX han
onstatado que el Castillo estaba onstruido sobre el antiguo teatro romano de la iudad de
Cádiz [GONZÁLEZ GONZÁLEZ, 2013, pp. 357-358℄.
249
http://www.armada.mde.es/ArmadaPortal/page/Portal/ArmadaEspannola/ ien ia_
observatorio/prefLang_es/02_InfoGeneral�01_Ante edentes_es.
250
GONZÁLEZ GONZÁLEZ [2013, pp. 357-358℄ y GARCÍA GARRALÓN [2009b, p. 23℄.
114 A ademias de guardiamarinas
en una úni a Compañía en Cádiz
251
.
2.4.1. Funda ión de la Real A ademia de Guardiamari-
nas de Cádiz. Requisitos de admisión de los adetes
Aunque se des ono e la fe ha exa ta de la funda ión de la Compañía, el 1
de febrero de 1717 se omuni ó por R. O. la lista de Caballeros admitidos en la
misma, se les tomó asiento el 7 de febrero, y el 26 del mismo mes se pasó revista
a los 36 adetes que embar aron en los navíos de la Armada del Mar O éano
252
.
Para sentar plaza en la A ademia, los aspirantes debían umplir iertos
requisitos previos que en algunos asos fueron pasados por alto, omo veremos
después. El primero de ellos exigía para el futuro adete pruebas de �nobleza,
de legitimidad, de limpieza de sangre, ristiandad y limpieza de o� ios�
253
.
Aunque estas pruebas no podían obviarse, existieron en el tiempo preferen ias
en uanto a la admisión de los adetes. Así, las Ordenanzas de 1748 otorgaron
preferen ia a los hijos de militares:
A los Hijos de Militares, afsi de mi Armada, omo de los Exer itos,
que qui�eren fervir en efta Compañia, fe atenderà on preferen ia à
otros pretendientes en las Va antes que huviere; pero no fe les formarà
afsiento, ni admitirà, � no prefentaren las jufti� a iones de Nobleza de
fus Padres en los terminos expre�ados en el Arti ulo ante edente
254
.
Se tiene noti ia de que el primer alumno que ingresó en la A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz en 1717 fue �Esteban Reggio y Gravina, prín ipe de
Ya he, hijo primogénito del Prín ipe de Campo�orido, quien había tenido a
su argo la sele ión de los andidatos vas os�
255
. A lo largo del tiempo estas
pruebas de nobleza sufrieron varias supresiones y restaura iones
256
.
251
http:// ensoar hivos.m u.es/CensoGuia/portada.htm., donde además se expone la in-
forma ión ronológi a posterior a 1824: �Según Real Orden de 14 de abril de 1825, se ree
onveniente darle al Cuerpo la forma de Colegio militar, uyo Reglamento provisional se
aprobó el 8 de o tubre de 1825 omo Real y Militar Colegio de Guardiamarinas en La Ca-
rra a, suprimiéndose en 1828. El 1 de enero de 1845 se restable ió de nuevo el Colegio en la
pobla ión de San Carlos (San Fernando) on un Reglamento provisional (R.D. 18/09/1844)
que se mantendría hasta la aproba ión del Nuevo Reglamento el 28 de abril de 1858. El
Colegio Naval Militar se erró el 10 de mayo de 1868, y el De reto de 10 de septiembre de
1869 rea la Es uela Naval Flotante que se inauguró el 1 de abril de 1871 en la Fragata
Asturias, aprobándose el nuevo Reglamento el 1de septiembre de 1888. En 1909 desarmó la
Asturias. En 1913 se inauguró la Es uela Naval Militar y en 1943 pasó la Es uela a su a tual
emplazamiento en Marín�.
252
http:// ensoar hivos.m u.es/CensoGuia/portada.htm.
253
BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ [2013, pp. 289-290℄.
254
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Segundo, artí ulo VII, p. 16℄.
255
ARROYO RUIZ-ZORRILLA [1994, p. 10℄.
256
Las itadas pruebas se mantuvieron hasta 1813, instaurándose de nuevo el siguiente año.
Posteriormente fueron anuladas por los liberales y restable idas en 1823, y de�nitivamente
suprimidas en 1834 [BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ, 2013, p. 290℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 115
El segundo requisito a umplir se refería a la edad, debiendo estar esta
omprendida entre los 14 y los 18 años
257
, requisito que se mantuvo on las Or-
denanzas de 1748
258
, si bien esta ondi ión no se umplió en todos los asos
259
.
El a eso se produ ía on una edad menor que en la A ademia de Matemáti as
de Bar elona donde �más de la mitad de los militares y iviles eran mayores
de edad�
260
. En 1784 Vi ente To�ño en su Dis urso sobre el Plan de estudios
para Guardias-marinas del que hablaremos más adelante, llamaba la aten ión
sobre esta uestión que, a su jui io, era el primero de los tres in onvenientes a
solventar para lograr una buena forma ión de los adetes:
Es el primero la admision de niños de mui orta edad, uyos Padres
hallan notable fa ilidad en onseguir la muta ion onveniente en la fe ha
de la Feè de Baptismo. Estas riaturas aunque â su tiempo haigan de
tener grandes talentos, en esta po a edad son absolutam
te. in apa es
de aprender una Cien ia: toman on fa ilidad algo de memoria, y asi
harian progresos en Ydiomas, Geogra�a, y otros estudios; pero les es
totalmente imposible entender una Demostra ion. La edad de 16 años
es savia determina ion; pero es menester librarla del arti� io expresado,
y que se veri�que
261
.
Por otra parte, también era importante la situa ión e onómi a favorable
de la familia o responsables del alumno, que debían orrer on los gastos del
mismo. �Así, se llegó a pedir una es ritura formal de obliga ión para asegurar
el pago que se debía ostear mensualmente [. . . ℄, y algunos adetes tuvieron
que re urrir al apoyo e onómi o de diferentes asas de omer io que anti ipa-
ban el dinero para ostear los instrumentos náuti os, uniforme y estan ia�
262
.
Además, el aspirante debía de poseer ierto nivel edu ativo, siendo impres-
indible saber leer y es ribir en astellano:
[. . . ℄ deveran saver Leer y Es rivir, y se prohivira el que se admitan
los que tengan inperfe iones de Cuerpo los que sean habitualmentte
257
Esta ondi ión se expone en el artí ulo 19 de la Instru ión Patiño de la ual hablaremos
más tarde.
258
�Con las pruebas de Nobleza prefentarà el pretendiente la fee de el Baptifmo, que ma-
ni�efte afsi la legitimidad del na imiento, omo la edad, que havrà de fer de ator e à diez
y o ho años; �n embargo de que en aten ion à una uidadofa edu a ion, viveza, y talentos
que el Capitan re onoz a en èl, podrà fuplir la menor edad, omo no báxe de do e años,
y el ex e�o de ella, quando no pa�e de veinte� [ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo,
Título Segundo, artí ulo X, p. 17℄.
259
�José María Cortés Borda, na ido en Tudela, formó asiento en 1778, uando ontaba
solo on 6 años. Éste no es el ejemplo del guardia marina más joven de lo habitual; en
este sentido debemos re ordar a Juan Aguirre Plowes, que formó asiento uando solamente
tenía un año, omo onse uen ia del falle imiento de su padre en 1799 lu hando ontra los
ingleses. Por el ontrario también en ontramos adetes más veteranos, que superaban el
límite de edad estable ido omo los donostiarras Miguel Domingo Jaureguiondo y Gabriel
Quesada, que tenían 19 y 21 años respe tivamente al ingresar en la Compañía en 1717�
[BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ, 2013, p. 289℄.
260
NAVARRO LOIDI [2013, p. 69℄.
261
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 48r.
262
BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ [2013, p. 290℄.
116 A ademias de guardiamarinas
enfermos, y los que por su traza sean yndezenttes, o re onoz an in apazes
de aprove har enlos Estudios, o tonttos
263
.
Hay que tener en uenta la diversa pro eden ia de los adetes, no siendo
el astellano la lengua materna de todos ellos. Así, algunos adetes vas os
y navarros uya primera lengua era el euskera debían adquirir soltura en el
manejo del astellano, previo a su ingreso en la A ademia
264
. El nivel edu ativo
era el segundo punto sobre el que Vi ente To�ño �jaba su aten ión en el
Dis urso sobre el Plan de estudios para Guardias-marinas:
Es tambien grave in onveniente para la enseñanza, el gran numero de
los que vienen al uerpo tan faltos de edu asion, que no saven es rivir, ni
aun leér. Por instan ias mui e� a es onsegui años ha e, que al tiempo
de sentar la plaza vengan â mi los pretendientes para ser examinados;
pero omo esta providen ia no se deriva de orden superior, quando re-
pruevo â alguno, uyos Padres � Parientes (que le a ompañan â sentar
la plaza) ven parada la arrera por esta niñeria, no hay toleran ia para
sus re ombensiones y protestas, y pudiera referir elebres lan es
265
.
Como ejemplos de adetes de distintas pro eden ias geográ� as podemos
itar a Juan Domingo y Ramón Deslobes Cortés, que ingresaron en la Real
A ademia de Guardiamarinas de Cádiz en 1776, y aunque na idos en Vitoria
eran nietos de Bernardo Deslobes omer iante pro edente de Lille. Los Clae-
sens, familia de origen holandés a�n ada en Guipúz oa, ins ribieron a Juan
E heverría Claesens en la misma A ademia en 1752
266
. Tal y omo relatan
Sán hez Baena y Chaín Navarro [2006, pp. 441-442℄, también ursaron estu-
dios adetes venidos desde Améri a omo Martín José de Olavide y Andrade,
na ido en Mara aibo, que ingresó en 1784 en la ya fundada A ademia de Guar-
diamarinas de Cartagena, obteniendo ex elentes ali� a iones, lo ual le llevó
a realizar la segunda edi ión del Curso de Estudios Mayores en 1785 y a em-
bar arse en la expedi ión Malaspina.
Las Ordenanzas �jaban en 138
267
el número máximo de alumnos admitidos
pero �el rey podría nombrar más adetes de los estable idos en aso de ser
éstos des endientes de miembros de la alta administra ión o de ualquier rama
del ejér ito�. Sin embargo, el úni o año en que se rebasó el máximo fue pre i-
samente 1717, debido �a la ne esidad de formar nuevos o� iales en la marina,
y de paso, re ompensar los servi ios prestados durante la guerra, a través del
ingreso de los hijos de los leales a Felipe V� [BERMEJO; ESTEBAN; GO-
RRAIZ, 2013, pp. 290-291℄.
263
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003. Instru ión Patiño, artí ulo 17.
264
BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ [2013, p. 291℄.
265
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 48r-48v.
266
BERMEJO; ESTEBAN; GORRAIZ [2013, pp. 290 y 298℄.
267
GIL AGUADO [2013, p. 33℄. Véase también SÁNCHEZ CARRIÓN [2009, p. 61℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 117
Las Ordenanzas de 1748 en su artí ulo I rati� aban las 138 plazas estable-
idas en 1717, y al mismo tiempo, �jaban la omposi ión de la Compañía de
Guardiamarinas:
Con el �n de riar en la Marina O� iales de inteligen ia, apa es de
mandar on a ierto mis Efquadras, y Vaxeles, fe ha eftable ido la Com-
pañia de Guardias-Marinas; la qual es mi voluntad permanez a om-
puefta, de un Capitan, un Teniente, un Alferez, dos Ayudantes, qua-
tro Brigadieres, o ho Sub-Brigadieres, iento treinta y o ho Cadetes,
un Capellàn, quatro Mu� os, y dos Tambores; ademàs de los Maeftros
deftinados à la inftru ion de Guardias-Marinas.
Cuando Jorge Juan fue nombrado Comandante de la Real Compañía de
Guardiamarinas de Cádiz en 1751 soli itó al Marqués de la Ensenada una
serie de medidas ondu entes a mejorar aspe tos regulados por las Ordenanzas
de 1748. Entre ellas estaba el aumento de las plazas de adetes. En arta
fe hada el 10 de marzo de 1752
268
y dirigida al Marqués de la Ensenada, Jorge
Juan trasladaba la ne esidad de aumentar el número de guardiamarinas lo más
pronto posible, ya que de otro modo �V.E. se verà pre isado a formar o� iales
de estraños, o gente de po o estudio, o bien la Armada se verà sin los pre isos
para su Manejo�. Para justi� ar la estima ión del número de plazas ne esarias
exponía que la prá ti a indi aba que eran ne esarios una media de 7 años
para la forma ión de un guardiamarina, esto �aun no teniendo que aprender
todo lo que hoy en dia previene la R.Ordenanza�. Teniendo en uenta que
el número de guardiamarinas era de 150 y suponiendo que el número de los
que anualmente morían, aían enfermos o no eran aptos para su trabajo en
la mar eran aproximadamente 10, quedaban 140, de los que la séptima parte
eran 20, número que, según Jorge Juan, no se llegaba a onseguir. Por tanto,
re omendaba al Marqués de la Ensenada que el número de adetes admitidos
para sustentar el número de 1000 o� iales de la Armada fuera, omo mínimo,
de 300, y lo justi� aba así:
Ultimamente le darè a V.E. otra prueva que puede llamarse Geome-
tri a. El numero de Guardias Marinas ne esarios para mantener el de
O� iales, ha de ser al numero de estos, omo el tiempo que se han de
mantener de Guardias Marinas, al que se han de mantener de O� iales.
Supongamos que el Guardia Marina se aya de mantener desde los 14
años hasta los 21; y de O� ial desde este año alos 44, tomado esta edad
por la media entre los que mueren mozos y los que mueren Viejos, y
tendremos esta propor ion, 23, tiempo que se mantienen O� iales, es a
7, tiempo que se mantienen Guardias Marinas, omo 1000, numero de
o� iales, a 304, número que ha de aver de Guardias Marinas. Es pues
ierto Señor, que para que S.M. pueda mantener el pie de Armada que
268
AGS, Marina, leg. 83: "Representaziones del Capitan de Navio, y de la Compañia de
Guardias Marinas Dn. Jorge Juan sobre aumento de este Cuerpo. Carta de Jorge Juan al
Marqués de la Ensenada". Madrid, 10 de marzo de 1752.
118 A ademias de guardiamarinas
premedita, es ne esario se aumenten los Guardias Marinas alo menos
hasta 300
269
.
Asimismo proponía dos modos de onseguir di ho aumento: formar otra
Compañía o aumentar la existente. En este segundo supuesto no en ontraba
di� ultades, pero sí en la primera, por lo menos a orto plazo, ya que para ello
era ne esario ontar on más maestros, lo ual resultaba ompli ado in luso
para la propia A ademia por la es asez de los mismos. Se de antaba, por tanto,
por un aumento de plazas que daría la posibilidad de formar nuevos profesores,
nombrando entre los guardiamarinas ayudantes de los maestros que reempla-
zaran las va antes y en un futuro permitiesen la división de la Compañía de
Cádiz en dos o más Compañías
270
.
En el mismo do umento se lee la resolu ión del Marqués de la Ensenada
para admitir más guardiamarinas sin que onste o� ialmente:
Sin publi arlo, sino on disimulo, vayanse admitiendo Guardias Ma-
rinas en quienes on urran todas las ir unstan ias hasta ompletar 200.
y en llegando â este numero aviseseme.
También se inserta una nota donde di e que el 19 de noviembre de 1754,
el 18 de o tubre de 1571 y el 24 de marzo de 1773 se renovaron las represen-
ta iones de peti ión de aumento de plazas, pero que quedaron sin efe to.
En 1771 el Marqués de la Vi toria, dire tor general de la Armada, pidió al
ministro Julián de Arriaga (1700-1776) un aumento de plazas que no se haría
efe tivo hasta la rea ión, en 1776, de las nuevas A ademias en Cartagena y
Ferrol. En di ho año el número de plazas de adete se elevó de 138 a 276, 92
por A ademia. Posteriormente en 1787 una R. O. de 20 de marzo estable ía
en 80 el número de plazas por A ademia. El upo se redujo aún más en 1811,
pasando a un máximo de 40 adetes por A ademia. Las A ademias de Ferrol
y Cartagena dejaron de admitir adetes en 1824, ya que una R. O. de retaba
el ierre de di hos entros do entes
271
.
2.4.2. El primer plan de estudios. La Instru ión Patiño
El 15 de abril de 1718 se aprobaba la �Ynstru ion para el Govierno, edu a-
ion enseñanza, y servi io delos Guardias Marinas, y obligazion de sus o�zios y
Maestros de Fa ultades�, ono ida omo Instru ión Patiño, que regulaba, en-
tre otros aspe tos, la forma ión de los guardiamarinas. El objetivo perseguido
on la enseñanza en la A ademia se plasmaba en el itado do umento:
269
AGS, Marina, leg. 83: "Carta de Jorge Juan al Marqués de la Ensenada". Madrid, 10
de marzo de 1752.
270
AGS, Marina, leg. 83: "Carta de Jorge Juan al Marqués de la Ensenada". Madrid, 10
de marzo de 1752.
271
GIL AGUADO [2013, p. 33℄ y SÁNCHEZ CARRIÓN [2009, p. 61℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 119
Como el prin ipal �n de la Forma ion manuten ion, y Estable imien-
to de Este Cuerpo, es para que el Rey no solo Consiga havilidad [si ℄ la
nobleza de sus Reynos, y que le sirva en su Marina y Exer ion adornada
delas Cien ias, y fa ultades dela mathemati a on las Reglas dela Canti-
dad dis reta Geometria Trigonometria osmogra�a, Nauti a, maniobra
forti� a ion Militar, Theori a de la artilleria, y onstru ion de Navios,
sino tambien aptos para otras profesiones los que por falta de Robustez,
o, in lina ion no puedan seguir la profesion militar en mar, o en tierra
se formara una A ademia [. . . ℄ a donde asistiran para Enseñarsela los
maestros de estas fa ultades [. . . ℄, y al mismo tiempo se Emplearan y
Instruiran por sus o� iales en los Exer i ios delas Armas Eboluziones
militares, y manejo pra ti o de la artilleria, danza, y esgrima [. . . ℄
272
.
Puede observarse que aunque el objetivo prin ipal era la forma ión de guar-
diamarinas, aquellos que por unos u otros motivos no llegaban a serlo tenían
otras vías abiertas al servi io del rey. En este sentido se estable ía que el o-
mandante de la Compañía y el dire tor de la A ademia debían observar el
genio y habilidad de ada estudiante para determinar si tenía in lina ión por
la náuti a, o por los ejer i ios de tierra y artillería, o por la forti� a ión, on
el �n de en aminar sus estudios ha ia unas prá ti as u otras. Con retamente:
Si alguno delos Guardias Marinas se adelantaren y sobre saliesen
enla forti� a ion militar por in linarse mas aella o, por querer servir las
Tropas de tierra o, bien porque su robustez no les permitta seguir el
servi io de Mar habra un Ingeniero queles ynstruia enella Enseñandoles
a dibujar y todo lo demas ondu entte a ese ejer i io el qual podra ser
uno delos que Residen en el Puerto o Plaza donde se aya Estable ido los
Guardias Marinas
273
.
Los estudios que debían ursar los futuros guardiamarinas tenían una ver-
tiente teóri a y otra prá ti a, obtenida esta última omo resultado de los em-
barques realizados on posterioridad a la supera ión de la forma ión teóri a:
Como laprin ipal o upa ion deve ser ynstruirse en el Pilotaje Idro-
grafía asistiran al Timon para observar omo se Govierna attendiendo los
Cadetes a las vozes que distribuien los Pilotos entodoslos movimientos
quese deven pra ti ar onel Timon para el Govierno del Vagel
274
.
En esta forma ión prá ti a los pilotos tenían obliga ión de enseñar a los
adetes
[. . . ℄ el uso delas Carttas demarear enel Conozimiento de sus Rumbos
enel modo detomar las distan ias deunas Tierras aotras Enseñandoles
y Expli andoles ontoda Claridad y distin ion los nombres delos Cavos,
272
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 19. Existe una versión digitalizada de La
Instru ión Patiño en la se ión El do umento del mes de la Cátedra de Historia Naval de
la Universidad de Mur ia en http://www.um.es/ atedranaval/do delmes.htm.
273
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 65.
274
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 79.
120 A ademias de guardiamarinas
punttas Ensenadas, Islas, Bajos, Es ollos, Arrezifes Plazeles, y Puertos
y �nalmente todolo que onduze ala mas Exa ta ynteligen ia delo que
onbiene para la buena Dire ion dela Navega ion [. . . ℄
275
.
En la Instru ión Patiño se detallaba el número de maestros on que on-
taría la A ademia, así omo las dis iplinas abar adas por ellos y su en argo
do ente
276
:
Maestro de fa ultades matemáti as
Les ynstruira enlas Reglas que ban itadas dela antidad dis reta,
Geometria Trigonometria, Esfera, osmografía ydrographia o Nau-
ti a, forti� a ion Militar, y Theori a de la Artilleria, dirigiendo a
ada uno porla Cien ia a que mas se yn line y le entre sin Violen ia
pasados los prin ipales Aritmeti a Geometria y Trigonometria.
O� ial de Artillería.
queles enseñe su uso y pra ti a.
Maestro de Armas.
queles enseñe su manejo.
Maestro de Danza.
que les abilite en ella, y parti ularmente enel modo de pasear mar-
har y mandarse bien paralos Exer i ios y adquirir robustez y agi-
lidad.
Maestro de Constru ión de Navíos.
que Enseñe sus teori as, y pra ti as.
Contramaestre.
que enseñe las maniobras.
Maestro fabri ador de instrumentos matemáti os para el uso y prá -
ti a de la navega ión.
queles hira expli ando [todas las piezas℄ una por una empezando
desde la quilla hasta la Borda [. . . ℄ parti ularmente de las quatro
prin ipales omo son Quilla, Eslora, Manga y Puntal.
El método didá ti o del maestro de fa ultades matemáti as onsistía en la
le tura previa del libro de texto, posterior expli a ión de la le ión y resolu ión
de ejer i ios relativos a los on eptos estudiados. Para los más adelantados, el
abani o de ono imientos que debía impartirles era más amplio:
Alos que mas se adelanttaren hara proposi iones por menor dela
Esfera les expli ara diferentes Cartas enseñandoles el uso de ellas en la
navega ion omo la dibision delos Tiempos de Aureo numero, el ir ulo
solar la Epa ta las Corrientes y Mares el Cono imiento delos Vientos
la aguja y sus varia iones, y asi mismo les enseñara los ynstrumentos
que sirven para la observa ion delos Astros su fabri a y uso el modo
275
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 84.
276
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulos 43 y 56.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 121
de estimativa lo que es el abatir de un Navio la forma de observar y
enmendar la varia ion dela aguja, y si se adelanttare en lo expresado les
enseñara a ha er las derrotas por el quartier de Redu ion
277
.
Si el maestro de matemáti as tenía además el argo de Piloto Mayor estaba
obligado a examinar a aquellos que on la orden del Intendente se le presenta-
sen para tal �n
278
.
Las lases se impartían todos los días del año, en sesiones de mañana y
tarde, on dura iones de uatro y tres horas respe tivamente. Durante las
dos primeras horas de la mañana los guardiamarinas a udían a las llamadas
Salas de matemáti as a �oyr las materias queel Catedrati o les expli are�. A
ontinua ión se dividían en tres grupos para asistir a la Sala de la Artillería,
la Sala de las Armas y la Sala de Danza; los tres grupos alternaban ada día a
�n de que todos se formaran en las distintas dis iplinas. La primera hora de la
tarde se o upaba en la enseñanza del manejo del fusil y evolu iones militares,
y en las dos últimas se enseñaba en la Sala de Constru ión de Bajeles el
�uso pra ti a, onstru ion, y maniobra delas Naos�. Hemos re�ejado en la
Tabla 2.4 la distribu ión horaria de la forma ión diaria de los guardiamarinas,
atendiendo al semestre de imparti ión.
Primer semestre (o tubre-marzo)
07:00-08:00 Misa
08:00-10:00 Matemáti as: geometría, trigonometría, osmografía, náuti a, forti� a ión y artillería
10:00-12:00 Artillería prá ti a. Armamento. Danza
14:00-15:00 Manejo del fusil. Evolu ión militar
15:00-17:00 Constru ión naval. Maniobra de naos
Segundo semestre (abril-septiembre)
06:00-07:00 Misa
07:00-09:00 Matemáti as: geometría, trigonometría, osmografía, náuti a, forti� a ión y artillería
09:00-11:00 Artillería prá ti a. Armamento. Danza
15:00-16:00 Manejo del fusil. Evolu ión militar
16:00-18:00 Constru ión naval. Maniobra de naos
Tabla 2.4: Distribu ión horaria del plan do ente. Fuente: Elabora ión propia a partir
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulos 20-27
Según un informe elaborado ha ia 1732 por Pedro Manuel Cedillo, dire tor
y maestro de matemáti as, en esta primera etapa de andadura de la A ademia
los textos utilizados fueron el Compendio de la arte de Navega ion y Trigo-
nometria apli ada a la Navega ion reda tados por él mismo e impresos en
1717 y 1718 respe tivamente
279
. Además, Navarro Loidi [2013, p. 70℄, Gar ía
277
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulos 46 y 47.
278
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 51.
279
GARCÍA GARRALÓN [2009b, p. 21℄.
122 A ademias de guardiamarinas
Garralón [2009b, p. 21℄, y Lafuente Torralba y Sellés Gar ía [1986, pp. 61-
62℄ oin iden en señalar que muy probablemente fueron usados también omo
libros de texto los Elementos geométri os de Eu lides (Bruselas, 1689), reda -
tados por el Padre Ja obo Kresa uando estuvo en Cádiz, y los tomos I, II,
III y VII del Compendio Mathemati o del Padre Tos a elaborados entre 1707
y 1715 y editados en 9 tomos. Ex eptuando el Compendio de la arte de Nave-
ga ion de Cedillo, el resto de las obras estaban disponibles en la A ademia de
Guardiamarinas de Cartagena en 1778, tal y omo �gura en el Inventario de los
efe tos del Rey
280
realizado por Joaquín de Rivera el 22 de abril del itado año.
En uanto al aprove hamiento de los alumnos, en la �Rela ión de los veinte
y uatro Guardias Marinas que más sobresalen en ondu ta, apli a ión y bue-
nas ostumbres [. . . ℄�, reda tado por Cedillo periódi amente para el as enso a
o� iales de los adetes, se expresa lo siguiente:
Ha estudiado, y sabe los 6 primeros libros de Eu lides, Aritméti a,
Trigonometría plana y esféri a, Cosmografía y Náuti a; y la apli a ión
de ambas trigonometrías a la navega ión y entiende bien el manejo de
la Artillería
281
.
En su opinión, los ontinuos periodos de embarque y el estudio de lenguas
impedían a los adetes lograr mejores resultados en sus estudios
282
. En este
sentido se opuso a la ontrata ión de un maestro dispuesto a impartir fran-
és, italiano, inglés y alemán
283
. Existían otras ausas que también in idían
en el bajo rendimiento de los adetes, omo el tratamiento de privilegio que
ostentaban. Este privilegio podía o asionar situa iones uando menos uriosas
o in ómodas, omo la que se plantea en el artí ulo 92, ya que aun siendo los
adetes alumnos de los pilotos
si sub ediese que en un Convatte o por otro a identte faltaren todos
los o�ziales maiores de Navio desde Sargento yn lusive arriba devera
quedar el mando del Navio al Guardia Marina o Brigadier mas antiguo
delos que hubiere embar ados tomando el pare er del Piloto Comandante
y demas pra ti os
284
.
En de�nitiva la forma ión teóri a y prá ti a re ibida por el adete le otorga-
ba un grado de apa ita ión profesional equivalente a la de un piloto, �objetivo
éste que no pudo asegurar el Seminario de San Telmo�
285
.
280
ANCAR, Cuerpo general (guardiamarinas), Compañía y A ademias, Caja 2994, exp. 1.
En la rela ión de obras �guran un ejemplar en 40 de los Elementos geométri os de Eu lides
del Padre Kresa, los 9 tomos del Compendio Mathemati o de Tos a en 40 y un ejemplar de
Trigonometria apli ada a la Navega ion de Cedillo en 80, es ritos todos ellos en astellano.
281
Citado por LAFUENTE TORRALBA; SELLÉS GARCÍA [1986, p. 162℄.
282
GARCÍA GARRALÓN [2009b, p. 21℄.
283
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, p. 66℄.
284
AGS, Guerra Moderna, leg. 3003, artí ulo 92.
285
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, p. 58℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 123
2.4.3. El Plan Bordi k
El 1 de noviembre de 1734 el rey ordenó al �Brigadier Ingeniero Dire tor
de sus exer itos� Diego Bordi k (¾?-1756) elegir un �profesor y Maestro de
fa ultades mathemati as� para la A ademia de Guardiamarinas, y preparar
una nueva Instru ión para la enseñanza que espe i� ara más las líneas gene-
rales dadas en la Instru ión formada por José Patiño. El 12 de noviembre del
mismo año se determinaba por R. O. los requisitos que debía umplir di ho
profesor. La ele ión de Bordi k, que re ayó en el ingeniero Ambrosio Marnara,
se omuni ó el 16 del mismo mes; Marnara re ibiría el as enso a apitán e in-
geniero ordinario on un sobresueldo de 60 es udos mensuales y la designa ión
de un delineante de su agrado. De todo ello se informaba en arta fe hada en
San Ildefonso el 2 de agosto de 1735 y dirigida por Bordi k a José Patiño
286
.
En la arta se ita el envío adjunto a Patiño de la Instru ión
287
.
El 31 de agosto de 1735 Bordi k es ribía de nuevo a Patiño
288
, omuni án-
dole que la razón de proponer a Marnara residía en la noti ia de que el profesor
existente en la A ademia era un �hombre de hedad [si ℄ y sin ara ter� para
llevar a abo ade uadamente la enseñanza, que �se pra ti aba sin metodo, solo
en parte, y mui diversamente�. Enterado de que Patiño deseaba mantener al
profesor existente en su puesto, le advertía de que de ese modo no onseguiría
el �n propuesto en la Instru ión, por no ser un �sugeto Capaz de Demons-
trar porsi loque in luye la Ynstru ion arreglada omo dije ala ordenanza que
V.E. sesirvio formar�. Tras exponer su opinión a edía a designar a Marnara
úni amente para sustituir las ausen ias del profesor prin ipal, y adjuntaba a
Patiño unas �Segundas Ynstru iones� para que tomara las de isiones opor-
tunas. Esta segunda propuesta fue �nalmente aprobada.
En la Ynstru ion
289
se señalaba que la Instru ión Patiño tenía un ará -
ter general y dejaba demasiado abierto el modo de impartir la enseñanza, por
lo que era ne esario
[. . . ℄ una norma onstante deel metodo y distribu ion de tiempo que
286
AGS, Marina, leg. 80: "Carta de Diego de Bordi k a Joseph Patiño". San Ildefonso, 2
de agosto de 1735.
287
AGS, Marina, leg. 80: "Ynstru ion que forma el Brigadier Yngeniero Dire tor de los
Exer itos de S. M. DnDiego Bordi k, para el Profesor prin ipal y Maestro de Fa ultades
Mathemati as â uio Cargo estarà, la enseñanza dela Compañia de Cadetes y Guardias
Marina de S. M. en onformidad ala Ynstru ion dada por el Exmo. Sor. Dn. Joseph Patiño
en Cadiz â 15 de Abril de 1718. Laque hasta aqui tiene fuerza de ordenanza, hasta que S.
M. determine otra osa". Madrid, julio de 1735.
288
AGS, Marina, leg. 80: "Carta de Diego de Bordi k a Joseph Patiño". San Ildefonso, 31
de agosto de 1735.
289
AGS, Marina, leg. 80: "Ynstru ion que manda S. M. se observe por el Profesor Prin-
ipal, y Maestro de Fa ultades Mathemati as que dirije a tualmente la Real A ademia de
Guardias Marina estable ida en Cádiz, y en sus ausen ias y enfermedades el Capitan e Ynge-
niero ordinario de sus Exer itos Dn. Ambrosio Marnara, en que se trata el metodo unibersal
dela enseñanza de estas fa ultades y delas pertene ientes a las Forti� a iones y su dibujo".
124 A ademias de guardiamarinas
para el alivio delos Profesores, y la sub esiba enseñanza enlos apli ados
se ha e indispensable y ne esaria [. . . ℄
290
.
Se ha ía referen ia también a la designa ión de Ambrosio Marnara para
ubrir el puesto de �Maestro de Forti� a iones y deel Dibujo pertene iente âe-
llas�. Este argo quedaba subordinado al Maestro de Fa ultades Matemáti as
y dire tor de la A ademia. Tras este nombramiento se detallaba en 14 artí ulos
la distribu ión de la do en ia. En esta distribu ión solo se men iona el en argo
de los profesores de Matemáti as, y Forti� a iones y Dibujo.
Así, las dos primeras horas que ada mañana de lunes a viernes debía im-
partir el Maestro de Fa ultades Matemáti as se dividían en uatro sesiones de
media hora. En la primera se demostraban los Elementos de Eu lides �en el
modo mas laro y on iso�, utilizando un autor metódi o que los expli ara;
los guardiamarinas debían tener el libro de texto para el estudio parti ular
en asa. En la segunda se expli aban, en fun ión de la omprensión de ada
alumno, las dos Aritméti as, enseñándoles �por una y otra el Cal ulo delas
Figuras, y a ra io inar loxi amente sobre ellas�. Además, se estudiaban prin-
ipios de Álgebra hasta la resolu ión de e ua iones de 2◦ grado, de forma quelos guardiamarinas adquirieran una base su� iente que les permitiera enten-
der los textos de los �Autores modernos y mas bersados enla Geometria�. La
ter era se dedi aba a apli ar en problemas los on eptos vistos en la primera
media hora. La última sesión estaba dedi ada a instruir a los más adelantados
en �distintas theori as que ondu en ala pra ti a dela Nauti a, Artilleria, for-
ti� a iones y su dibujo�, expli ando y demostrando materias orrespondientes
a estas matemáti as mixtas
291
.
Se detallaban los on eptos a impartir en esta sesión matutina de dos horas
y los libros de Eu lides a estudiar:
[. . . ℄ Cantidades, dis reta y ontinua â saver. La Geometria Ele-
mentar, y las dos Arismeti as que ontienen todo loque se puede me-
dir, omparar y ontar, y se fabore en re ipro amente, bastarà para la
Espe ulatiba la demonstra ion delos Seis primeros Libros de Eu lides,
onel unde imo y duode imo del mismo autor, pues son su� ientes para
Expli ar las partes mas di� iles dela Geometria pra ti a en quanto â
Se iones de Planos, y solidos; de donde sesigue que para la Espe ula-
ion ierta de las Causas, Aparien ias, y mudanzas que â aezen enlos
Orbes, y la Conmensurabilidad delos ielos, delas Aguas y dela Tierra,
el uni o arbitrio es la Trigonometria, pues por medio deel Triangulo los
Geografos, Yngenieros, Astronomos, y Nauti os, determinan qualquier
espa io, demar an qualquier �gura, y por medio de Longitudes y Latitu-
des ono idas resuelben las distan ias, y aun la magnitud delos mismos
Planetas [. . . ℄
292
.
290
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k.
291
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulos 1-4.
292
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulo 7.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 125
Las lases de los sábados tenían una programa ión diferente. Se dividían
en dos o tres sesiones, en fun ión de la semana del mes en la que eran im-
partidas. De este modo, los tres primeros sábados de ada mes se dividían en
tres sesiones, la primera de una hora de dura ión y las dos restantes de media
hora ada una. En la primera hora se repasaban los on eptos vistos durante
la semana on el �n de dete tar problemas en el aprendizaje de los mismos,
utilizando para ello la parti ipa ión a tiva de los alumnos:
[. . . ℄ fomentando por via de onferen ia y ontrobersia entre los Yndi-
vidos mas saga es de la Clase, que a laren los puntos que en las materias
opinables re ono iese no haber sido omprendidos de todos [. . . ℄
293
.
En la siguiente media hora se llevaba a abo, utilizando el mismo pro e-
dimiento de intera ión entre alumnos y profesor, otro repaso de lo estudiado
durante la semana, en este aso de �las demas partes, �si o, Mathemati as�.
La última media hora se destinaba al estudio de un tratado �metodi o y breve
de la Esfera�. Este tratado se impartía en 36 le iones a lo largo del urso,
empleándose el primer uarto de hora para la expli a ión teóri a y el segundo
para la expli a ión prá ti a en la misma esfera. De este tratado, además de
enseñar todo lo ne esario para las prá ti as náuti as se ordenaba la expli a ión
de los siguientes puntos:
Uso de todos los Cir ulos mayores y menores deella, âsaver: Del
orizonte, del Equador, y del as enso y des enso re to y obli uio delos
signos de el Meridiano, Del Zodia o, Delos Coluros, delos Tropi os, Delos
Polares, delos Paralelos del sol, delos verti ales delos de altura, delos de
Longitud y latitud, y delos de distan ia, on alguna expli a ion breve De
las delos Planetas y onstela iones deel Zodia o en ambos Emisferios,
y onla division delos tiempos, y la natural dela Tierra, y las demas
expli a iones que ombienen ala Geogra�a, y �nalmente el uso delos
Ynstrumentos de obserba ion, y del quarto de redu ion [. . . ℄
294
.
Sin embargo, el profesor no tenía obliga ión de expli ar todo lo on erniente
a perspe tiva, gnomóni a, ópti a, dióptri a, atóptri a, estáti a, hidrostáti a
y otras ien ias semejantes, sino solo de dar alguna idea general de aquellos
on eptos de las mismas ne esarias en marina, forti� a ión y artillería. No
obstante se espe i� aba la ne esidad de expli ar para estas tres dis iplinas las
se iones óni as.
El último sábado de ada mes las lases se dividían en dos sesiones. En la
primera, de una hora de dura ión, se efe tuaba, igual que el resto de sábados,
un repaso de los on eptos, utilizando el mismo método do ente. En la segun-
da hora se expli aba un tratado de �los mas esen iales puntos dela Filoso�a
experimental�, es de ir:
293
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulo 5.
294
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulo 8.
126 A ademias de guardiamarinas
Del Ser, Consisten ia delos Cuerpos prin ipales.
Delos Astros y Planetas, su movimiento, situa ion, Naturaleza, oposi-
ion, y onjun ion.
Delos Vientos [. . . ℄
Delas Causas Generales delos distintos Climas del Orbe terrestre [. . . ℄
Del �uxo deel Mar [. . . ℄
Del peso del Ayre, y de los Cuerpos aptos â�otar sobre las Aguas [. . . ℄
Del origen de las orrientes [. . . ℄
Del Centro de gravedad y del equilibrio [. . . ℄
Del movimiento y de las a elera iones [. . . ℄
295
El Maestro de Forti� a iones y dibujo tenía que impartir
[. . . ℄ un tratado de Elementos de Forti� a ion moderna regular, e
irregular enel modo permanente y a idental, enseñando a los Guardias
Marina el metodo Unibersal desu Dibujo [. . . ℄
296
.
Los alumnos más adelantados en las materias teóri as estudiadas en la pri-
mera hora podían emplear esta lase para dibujar. Realizaban, en presen ia del
delineador, �Copias de los Originales Dibujos Competentes asus fuerzas�
297
.
Hemos re�ejado en la Tabla 2.5 la distribu ión horaria de la do en ia im-
partida por los Maestros de Matemáti as y Forti� a ión y Dibujo
298
.
Arroyo Ruiz-Zorrilla [1994, p. 14℄ omparte on Lafuente Gar ía; Sellés
Gar ía [1988, p. 68℄ la opinión de que las materias previstas en el plan son
prá ti amente las mismas que expli aba Cedillo on anterioridad, residiendo
la novedad del mismo en �el dis urso ideológi o�, ya que la obliga ión del
maestro re�ejada en artí ulo 2 era enseñar a los adetes a emplear el razona-
miento y no el método memorísti o en su aprendizaje.
Además, en el artí ulo 9 de la Instru ión Bordi k se expresa la ne esidad de
evitar el modo dogmáti o en la enseñanza de aquellas dis iplinas �opinables�,
autorizando expli ar �la Esfera por los sistemas de Coperni o y Ti ho-brahè,
y parti ularmente este que se onforma mejor onel pare er de la Yglesia�, lo
ual on�rma en opinión de Lafuente Torralba; Sellés Gar ía [1986, p. 144℄ que
la teoría se introdujo en España en la primera mitad del siglo XVIII, en gran
medida, gra ias a institu iones aso iadas al ejér ito y a la marina.
295
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulo 6.
296
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulo 11.
297
AGS, Marina, leg. 80. Instru ión Bordi k, artí ulos 11 y 13.
298
Dado que la Instru ión Bordi k no men iona ningún ambio respe to al horario �jado
en la Instru ión Patiño hemos tomado para la presente distribu ión el horario relativo al
primer semestre (o tubre-marzo). En el segundo semestre las lases omenzaban una hora
antes por la mañana, a las 07:00, y por la tarde se reanudaban una hora más tarde, a las
15:00.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 127
De lunes a viernes
08:00-08:30 Demostra ión de los Elementos de Eu lides (Libros I-VI, XI, XII)
08:30-09:00 Las dos Aritméti as. Álgebra hasta la resolu ión de e ua iones de 20 grado
09:00-09:30 Apli a ión de la teoría vista en la sesión de 08:00-08:30
09:30-10:00 Matemáti as mixtas: náuti a, artillería, forti� a ión y dibujo
Sábado (10, 20, 30 de ada mes)
08:00-09:00 Repaso de la materia estudiada durante la semana
09:00-10:00 Tratado de la Esfera
Sábado (40 de ada mes)
08:00-09:00 Repaso general.
09:00-10:00 Filosofía experimental
Tabla 2.5: Distribu ión horaria de la do en ia según la Instru ión Bordi k. Fuente:
Elabora ión propia a partir de AGS, Marina, leg. 80
Esta Instru ión, igual que o urrió on la Instru ión Patiño, tampo o lle-
gó a implantarse tal y omo la ideó su autor, y hubo que esperar hasta el
año 1748 para el estable imiento de un plan de estudios que perfe ionase las
enseñanzas náuti as y regulase aspe tos organizativos de los entros. En el lap-
so de tiempo trans urrido entre la aproba ión de la Instru ión Bordi k y la
aproba ión de las Ordenanzas de la Armada, la A ademia vivió momentos di-
fí iles, oexistiendo problemas de diversa índole. A las disputas surgidas entre
los mandos militares de la Compañía y los maestros de la A ademia por ues-
tiones relativas al desarrollo de la do en ia se unieron los apuros e onómi os
de los maestros de la A ademia, debidos a una deli ada situa ión e onómi a
del país. Además, la avanzada edad de alguno de los maestros impedía un buen
desarrollo de su a tividad do ente, in luso en algún aso le imposibilitaba per-
sonarse en el aula
299
. A todo esto había que unir la es asez de aulas y la falta
de material tanto de libros de texto omo de fusiles para enseñar su manejo e
instru ión.
En uanto al nivel obtenido por los adetes, no pare e ser el esperado para
el desarrollo de sus fun iones, puesto que López Sán hez [1994, p. 57℄ expone
que en 1740 se di taron unas normas que obligaban a los adetes a realizar un
299
La situa ión se re�eja en una arta dirigida por Rodrigo Pedro Urrutia a Alonso Pérez
Delgado, se retario del marqués de la Ensenada, fe hada el 11 de julio de 1747 y itada por
Lafuente Torralba; Sellés Gar ía [1986, p. 167℄: �Esta A ademia está hoy he ha una es uela
sin Maestro. El Dire tor está viejo y ansado; el 2o Maestro de Matemáti as empieza a
pade er enfermedades habituales; el de Dibujo no quiere asistir y uando asiste enseña mal;
el de Espada y el de Baile faltan de ontínuo, aquel por viejo y éste por enfermo; y todos
están de uello erguido porque les deben mu ho, y yo no puedo mandarles�
128 A ademias de guardiamarinas
examen trans urridos los dos primeros años de estudios para evaluar su ono i-
miento de �aritméti a, geometría, trigonometría plana y esféri a, navega ión,
pilotaje y manejo de la artillería�. Señala además que tampo o estas normas
obtuvieron el efe to esperado.
2.4.4. El plan de estudios de 1748
Las Ordenanzas de su Magestad para el Govierno Militar, Politi o, y E o-
nómi o de fu Armada Naval. Parte Segunda. Que ontiene los A�umptos per-
tene ientes à los Cuerpos Militares de la Armada, impresas en 1748 y reda -
tadas por el apitán de navío Joaquín de Aguirre Oquendo, ontenían en esta
segunda parte los artí ulos que regulaban aspe tos organizativos, do entes y
jerárqui os de la Compañía de Guardiamarinas
300
.
Ya hemos men ionado on anterioridad los requisitos presentes en estas Or-
denanzas exigidos en la admisión de los adetes. Con respe to a las obliga iones
de los mismos en rela ión on la subordina ión, en el artí ulo IV del Título I
se estable e que los guardiamarinas no tenían superioridad on respe to a los
pilotos:
Afsi embar ados, omo defembar ados, han de obede er los Guardias-
Marinas à todo O� ial de Guerra Vivo, reformado, ò graduado, on quien
eftèn deftinados, en todo lo que pertenez a al Servi io que deban ha er;
�n tener mando fobre la Tropa, ò Marinerìa, � no fuere por en argo del
Commandante, ò à falta de los O� iales, à uyas ordenes eftaban; en
uyos afos mandaràn à todo Sargento, Piloto, Contra-Maeftre, ò otro
qualquiera Individuo de Guerra, y Mar, tanto à Bordo, omo en Tierra.
En la misma línea se reda tan algunos artí ulos, puntualizando el ometido
de los mandos de la Compañía y los profesores de la A ademia, on el �n de
resolver las disputas entre ambos estamentos. Se on edía al Capitán de la
Compañía el mando superior de la misma:
El Capitan de efta Compañia tendrà el mando fuperior de ella, on
el govierno interior on erniente al fervi io que deba ha er, fobre todos
los O� iales fubalternos, y demàs individuos que la omponen; y el règi-
men de enfeñanza, edu a ion, y e onomía que haya de obfervarfe en los
Guardias-Marinas, fegun lo que fe manda en efta Ordenanza
301
.
Correspondía al dire tor de la A ademia el gobierno de la misma, on e-
diéndosele prioridad sobre ualquier otro miembro, aunque ostentase un ma-
yor rango militar. Asimismo, el dire tor debía ontar on la aproba ión del
omandante y este debía informar al primero de aquellos ambios que deseaba
realizar:
300
En esta se ión 2.4.4 al men ionar en el texto las Ordenanzas nos estaremos re�riendo
a la Segunda Parte de las mismas.
301
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Primero, artí ulo XIII, p. 6℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 129
Sin embargo de quedar de larada al Dire tor de la A ademia fuperio-
ridad fobre los demàs Maestros de ella, folo deberà entenderfe en lo que
mira al govierno interior de las Ef uelas, en uyo punto deberàn todos
feguir las Reglas que les pref ribiere, aunque haya algunos onde orados
on grados Militares; pero en otros qualefquiera afos no podràn exer er
a to alguno de jurifdi ion; y aùn en lo guvernativo, y methodi o de la
A ademia ha de pro eder tan a orde on el Commandante de la Com-
pañia, que nada pueda innovar �n fu aproba ion, ni efte difponer �n el
pare er del Dire tor en efta materia
302
.
La organiza ión do ente orría a argo del dire tor de la A ademia, que
ostentaba el argo de Maestro prin ipal de matemáti as, debiendo espe i� ar
a ada maestro �el methodo, que hayan de guardar en la enfeñanza de las
materias orrefpondientes à la profefsion de ada uno�. Para llevar a abo el
en argo do ente la A ademia ontaba on tres Maestros de Matemáti as, uno
de Teoría y prá ti a de la Artillería, otro de Constru ión de Navíos, otro de
Maniobras de Navíos, otro de Forti� a ión y Dibujo, otro de Esgrima, otro de
Danza y otro de Lenguas extranjeras
303
.
Queda patente en el artí ulo VIII el deseo de dar a las asignaturas un
ará ter apli ado, de servir de herramienta a la prá ti a de la navega ión:
Afsi el Dire tor de la A ademia, omo el Commandante de la Com-
pañia, han de pro urar que la ele ion de Maeftros de Mathemati a,
Artillerìa, Conftru ion, Maniobras, y Dibujo re ayga en fugetos, que
eftèn �rviendo en los diverfos Cuerpos, y las�es de la Armada, por lo
mu ho que onviene que las fa ultades fe expliquen, adaptandolas à la
pra ti a general de la Marina [. . . ℄
Asimismo, se on ede a las matemáti as un papel desta ado en la forma-
ión de los adetes, omo puede verse en el artí ulo XI, donde se autoriza la
ontrata ión de maestros de matemáti as aunque las plazas estén o upadas si
el maestro a redita destreza desta ada en el manejo de las mismas:
Si el Commandante de la Compañia, y el Dire tor de la A ademia
tuvieren noti ia de algun fugeto de parti ular habilidad en las fa ultades
Mathemati as, de quien puedan prometerfe ono ida utilidad para mi
Servi io, me le propondràn, aunque el numero de Maeftros de la dota ion
eftè ompleto; à �n de que hallandolo por onveniente, mande re ibirle
omo fupernumerario, ò dàr otro deftino à alguno de los proprietarios,
para que entre en fu va ante.
302
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Quinto, artí ulo XII, p. 46℄.
303
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Quinto, artí ulo IV, p. 43℄. El profesor
de idiomas tenía normalmente la obliga ión de tradu ir a astellano aquellas materias de
libros extranjeros que el dire tor estimase oportunas, por lo que onvenía que este maes-
tro tuviera algún ono imiento de matemáti as [ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo,
Título Quinto, artí ulo XXIII, p. 50℄.
130 A ademias de guardiamarinas
Los guardiarmarinas debían asistir a lase todos los días del año, a ex ep-
ión de los festivos. Las sesiones tenían una dura ión de dos horas y media
tanto por la mañana omo por la tarde, in luyéndose la asisten ia a misa en la
sesión matutina. Se permitía ierta �exibilidad en la dura ión de las sesiones
en fun ión de la esta ión del año, pudiendo ser más ortas uando el alor era
ex esivo y prolongarse más en aso ontrario. Los hijos de o� iales de marina
o del ejér ito y los �Parti ulares de diftin ion�, aun no teniendo plaza en la
A ademia, podían re ibir lase junto a los guardiamarinas, siempre y uando
no ausaran perjui io en el aprove hamiento de estos
304
.
Las materias se impartían en fun ión de los ono imientos y aptidudes de
los alumnos y teniendo en uenta que el objetivo perseguido era el estudio de
la Navega ión. Por tanto, no se obligaba a estudiar materias que ex edían a la
apa idad de los estudiantes. De este modo existían tres Clases, denominadas
Primera Clase, Segunda Clase y Ter era Clase, siendo la primera la más ele-
mental de las tres
305
. En estas Clases la organiza ión de la do en ia se llevaba
a abo tal y omo se muestra en la Tabla 2.6. El ometido de ada uno de los
Maestros en su Clase, así omo los ontenidos a desarrollar en las asignaturas
a ursar quedaban también espe i� ados. Veamos a ontinua ión lo que se de-
terminaba en ada aso.
Con respe to a los Maestros, se estable ía que el Ter er Maestro de mate-
máti as debía expli ar la aritméti a inferior y la geometría elemental
tan su intamente que folo fe demueftren en el modo mas breve, y
fa il los Theoremas, y Problemas indifpenfables à la inteligenia de las
fa ultades que en adelante hayan de eftudiarfe
306
.
La trigonometría plana debía exponerse también brevemente, limitándose
a la resolu ión de los triángulos ne esarios para la navega ión, al uso prá ti o
de las tablas logarítmi as y a la de�ni ión de aquellos términos de náuti a que
podían omprender los alumnos.
El Segundo Maestro de matemáti as debía o uparse de la do en ia de esta
Segunda Clase, utilizando aquellos instrumentos fabri ados en la A ademia pa-
ra una mejor omprensión del uso y utilidad de los instrumentos náuti os. En
esta Clase, omo parte esen ial de la prá ti a de la navega ión, se estudiaban
la trigonometría esféri a, los prin ipios de la osmografía, los ír ulos y puntos
de la esfera, mostrados en una esfera y en los globos eleste y terráqueo, y la
prá ti a de las opera iones de astronomía más pre isas para la navega ión
307
.
Los guardiamarinas que habían adquirido los ono imientos exigidos en estas
304
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos I-III y XXIII, pp. 51,
52 y 59℄.
305
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulo VII, p. 53℄.
306
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulo VIII, pp. 53-54℄.
307
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos X-XI, pp. 54-55℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 131
dos Clases pasaban a la Ter era Clase, impartida por el Dire tor de la A ade-
mia.
Mañana Tarde
Misa
Artillería
Primera Clase
Aritméti a inferior
Geometría elemental
Constru ión
Trigonometría plana
Maniobras
Segunda Clase
Prá ti a de la navega ión
Dibujo
Uso de instrumentos; gradua ión y orre ión de errores
Lenguas extranjeras
Derrotas; orre iones y redu iones
Esgrima
Diario de navega ión
Cartas planas y esféri as
Baile
Ter era Clase
Geografía
Ejer i io
Hidrografía
Me áni a
Astronomía
Álgebra, Geometría superior
Evolu iones militares
Tabla 2.6: Horario de lases según el plan de estudios de 1748. Fuente: Elabora ión
propia a partir de ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos
VIII, IX, XIII-XV, pp. 53-56℄
Respe to a las materias a desarrollar en la Ter era Clase, geografía e hi-
drografía, � ien ias muy ne esarias para la navega ión�, se determinaba que
el dire tor onstatase que todos los guardiamarinas ono ían la división del
globo terrestre y
tengan perfe ta noti ia de fus Reynos, Provin ias, Pobla iones, Ma-
res, & . y alguna luz del genio, religion, y omer io de los Habitantes,
de los Vientos que en diverfas efta iones fuelen reynar en Golphos, y
Coftas, de las Corrientes, y Baxos, y de las reglas que generalmente de-
ben tenerfe prefentes para exe utar las Navega iones de unos parages à
otros
308
.
Además, se estudiaban los fundamentos de la me áni a, muy ne esaria �pa-
ra la mayor parte de las opera iones del Servi io de Marina�. A ontinua ión se
daba paso a la astronomía para que �fe perfe ionen en la Nauti a�. Y aquellos
que dominaban los ono imientos impartidos en las itadas Clases pasaban a
308
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulo XIII, p. 55℄.
132 A ademias de guardiamarinas
estudiar dis iplinas denominadas �más difí iles�, omo Álgebra y Geometría
superior, uya enseñanza orría a argo del dire tor
309
.
Como ya ha sido expuesto on anterioridad en el artí ulo VII, los Maes-
tros debían adaptar la enseñanza de las materias a los ono imientos de ada
guardiamarina, de forma que los más apli ados no ralentizasen su aprendizaje
esperando a los alumnos menos adelantados, y que estos no pasaran a estu-
diar nuevas materias sin haber superado los on eptos previos. Así, el Maestro
se en ontraba on el problema de tener que impartir distintas le iones en la
misma Clase. Para solventar este problema, el dire tor nombraba algunos de
los guardiamarinas más adelantados para ayudar al Maestro en las tareas do-
entes
310
.
Se regula el aprendizaje de los alumnos tanto en su forma presen ial omo
en su forma no presen ial. Las tareas presen iales se realizaban en el aula;
los alumnos es ribían diariamente en sus uadernos la le ión di tada por el
Maestro, dibujando las �guras ilustrativas de los on eptos expli ados. La eva-
lua ión del aprendizaje de la le ión re ibida se llevaba a abo al día siguiente,
siendo el Maestro o los guardiamarinas ayudantes del mismo los en argados de
�tomar la le ión�. La le ión diaria tenía una dura ión aproximada de me-
dia hora, utilizándose el resto de la lase para las demostra iones. Los alumnos
más aventajados no estaban obligados a seguir estri tamente este método, sino
que después de re ibir la le ión diaria podían ampliar sus ono imientos, es-
tudiando personalmente el libro de texto que el Maestro les indi aba
311
.
Para llevar a abo el trabajo no presen ial se ponía a disposi ión de los
alumnos apli ados la bibliote a de la A ademia, donde podían ompletar su
estudio on los libros existentes. Además, se �jaba un programa de tutorías en
el que los Maestros estaban obligados a re ibir a los alumnos en sus asas para
resolver sus dudas, en un horario que previamente estable ía el dire tor on la
aproba ión del omandante
312
.
Las lases de la tarde se dividían en dos sesiones, la primera de hora y media
de dura ión, donde se impartían lases de artillería, onstru ión, maniobras
y dibujo. En la segunda sesión, de una hora de dura ión, se ompletaba la
forma ión de los guardiamarinas on el aprendizaje de idiomas, esgrima, baile,
ejer i ios y evolu iones militares. Para estas sesiones vespertinas los alumnos
se dividían en uatro grupos, asistiendo ada uno de ellos a una de las uatro
Clases
313
.
309
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XIV-XV, pp. 55-56℄.
310
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulo XVI, p. 56℄.
311
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XVII-XIX, pp. 56-57℄.
312
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XXI y XXII, p. 58℄.
313
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XXIV y XXXIV, pp.
59 y 63℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 133
La lase de Dibujo se impartía en fun ión de los ono imientos de los alum-
nos. Aquellos que por la mañana a udían a la Primera Clase de Matemáti as,
en la lase de Dibujo ponían en prá ti a, mediante regla y ompás, los pro-
blemas de geometría estudiados para habituarse a onstruir �guras en todas
sus dimensiones. Los alumnos más adelantados dedi aban la lase a estudiar
delinea ión, uso de olores, uso de la plan heta, de la pantómetra y otros ins-
trumentos propios de la �longimetría�, el modo de levantar planos de puertos,
de formar artas hidrográ� as, de onstruir muelles, de proye tar arsenales de
marina, de remediar los defe tos de los puertos, de ha er los ríos navegables.
Además, se enseñaba forti� a ión militar a los alumnos que estuvieran intere-
sados en ella
314
.
En la lase de Artillería se enseñaba el modo de manejar las piezas, de
argarlas y des argarlas; las reglas que deben tenerse presentes en un ombate;
las pre au iones para embar ar, onservar y re ono er la pólvora; el modo de
montar los añones en sus ureñas, de asegurarlos en aso de temporales, de
e harlos al agua, et . Para este �n se utilizaba en el aula una pieza pequeña
montada en ureña de marina. En la lase de onstru ión de bajeles se utili-
zaba un navío olo ado en el aula on todas sus piezas mar adas, de forma que
se montaba y desmontaba para aprender las reglas de onstru ión. Análoga-
mente, se hallaba en el aula de Maniobra otro navío para pra ti ar la misma
315
.
En la segunda sesión de la tarde los guardiamarinas más apa itados estu-
diaban idiomas, prin ipalmente fran és e inglés. Sin embargo, todos los alum-
nos debían seguir los ejer i ios de baile y espada
316
. También los Maestros de
la tarde tenían asignada una hora para re ibir a los alumnos que quisieran
perfe ionar sus ono imientos en sus asas, pero en este aso solo se admitían
aquellos guardiamarinas es ogidos por el omandante
317
.
En uanto a la forma ión prá ti a, el omandante es ogía los guardiamari-
nas que debían embar ar, y estos provistos de artas, ompases e instrumentos
para tomar la altura del sol estaban obligados a e har la orredera, observar el
abatimiento, demar ar las tierras, observar el sol a mediodía, al ular y orre-
gir el punto, formar el diario de navega ión que posteriormente presentaban
en la A ademia, y aprender el gobierno del navío. Además, los alumnos más
adelantados asistían a los ejer i ios de �Evolu iones Navales para instru ión
y habilita ión de los O� iales del Departamento�; el dire tor de la A ademia
314
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XXVI-XXVII, p. 60℄.
315
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XXVIII, XXXI-
XXXII, pp. 60-62℄.
316
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulo XXXVI, p. 64℄. La
le ión de baile estaba amenizada por uno de los oboes de la Compañía y las le iones de
espada se llevaban a abo on armas que debía ostear el Maestro de esgrima pero que
debían pagar los alumnos si las rompían.
317
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos XXXV, XXXVII, pp.
63-64℄.
134 A ademias de guardiamarinas
se en argaba de expli ar esta parte tan esen ial para todo o� ial de Marina
318
.
Para pasar de una Clase de Matemáti as a la siguiente los alumnos debían
examinarse on el dire tor de la A ademia en presen ia de sus ompañeros,
quienes además podían proponer uestiones al examinado. Cada mes se ha ían
exámenes además de en las tres Clases de Matemáti as, en las Clases de Arti-
llería, Constru ión, Maniobras y Dibujo. Si en el examen que se realizaba el
último mes del año el guardiamarina superaba todas las materias o desta aba
en alguna en parti ular, podía optar a los premios que se otorgaban en ada
una de las dis iplinas
319
. En ada materia on ursaban tres alumnos
320
, que
disertaban dos horas y media sobre ella, ganando el que obtuviera mayor nú-
mero de votos. Los votos eran emitidos por los o� iales mayores, el dire tor de
la A ademia y el maestro de la materia objeto del on urso; en aso de igual-
dad de idía el voto el dire tor general de la Armada
321
. La primera prueba
versaba sobre la navega ión tanto teóri a omo prá ti a, y el ganador obtenía
el nombramiento de alférez de fragata. La onstru ión de navíos era el tema
que trataban los alumnos en la segunda prueba, siendo el premio en este aso
un es udo de plata de ventaja al mes mientras el guardiamarina permane ía
en la Compañía. La ter era prueba tenía omo uestión las maniobras y omo
premio para el ganador un es udo de vellón. Había también premios para el
resto de materias
322
.
Las Ordenanzas no ontienen informa ión sobre los libros de texto que de-
bían emplearse en la forma ión de los alumnos.
En uanto a la promo ión de los guardiamarinas, para obtener las plazas
de brigadier o subrigadier no se pro edía por riguroso examen, sino que se
tenía en uenta la disposi ión personal del aspirante para desempeñar su argo
318
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Sexto, artí ulos LI y LVIII, pp. 69 y
72℄.
319
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulos I-III, pp. 72-73℄.
Además, ada alumno podía optar a más de un premio si mostraba destreza en diversas
materias [ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulo XII, pp. 76-
77℄.
320
Si la igualdad entre los guardiamarinas era tal que no podían es ogerse solo tres para
on ursar, el dire tor de la A ademia y el Comandante podían a ordar aumentar el número
de parti ipantes en el on urso [ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo,
artí ulo IV, p. 73℄. Por otra parte, en el aso de que no se ontara on tres alumnos su�-
ientemente preparados para el ertamen, este podía elebrarse on dos andidatos e in luso
on un úni o andidato [ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulo
XIII, p. 77℄.
321
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulos VI y VII, pp. 74-
75℄.
322
El premio de artillería era un espadín de plata grabado on un valor de uatro a in o
doblones; los de dibujo y forti� a ión militar un estu he matemáti o u otro instrumento
equivalente. En me áni a, astronomía y geometría superior el premio onsistía en un juego
de libros sobre la materia es ritos por los autores más importantes u otro premio equivalente
[ORDENANZAS, 1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulo X, p. 76℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 135
de servi io a la Compañía. Ahora bien, se re omendaba es ogerlos entre los
más apli ados, ex luyendo siempre a los que no hubieran pasado a la Ter era
Clase de Matemáti as. Al proponer guardiamarinas para o� iales se tenía en
uenta la buena ondu ta del alumno y el aprove hamiento de los estudios; la
antigüedad no se onsideraba un mérito, pero sí se utilizaba omo demérito
en el aso de un mal aprove hamiento de los estudios, in luso se ontemplaba
la expulsión de la A ademia si a los tres años de ingresar en ella no se había
obtenido los esperados resultados. También se tenían en uenta los méritos
obtenidos en ampañas de mar, en fun iones de guerra y otras opera iones de
servi io. Todos estos datos tanto los relativos a los estudios omo los relativos
a la parte prá ti a, se anotaban para ada guardiamarina en el Libro maestro
de la Compañía. Aquellos alumnos que umplían on los objetivos a adémi os
pero que no se onsideraban ade uados para servir en la Armada, bien por
su omplexión o por su falta de vo a ión, se les instruía en la artillería y
forti� a ión militar para servir en el ejér ito
323
.
2.4.5. Plan de estudios propuesto por Jorge Juan
El 13 de septiembre de 1751 Jorge Juan Santa ilia fue nombrado Coman-
dante de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz, sin embargo, su llegada
a la misma se demoró debido a ompromisos que tenía ontraídos. Ese mismo
año estuvo en Almadén donde ideó un sistema de ventila ión de las minas, y
formó parte de los trabajos de onstru ión de nuevos arsenales en Cartagena
y Ferrol. En 1752 diseñó y reda tó un nuevo sistema de onstru ión naval;
también reda tó el Método de levantar y dirigir el mapa o plano General de
España
324
. Una vez al mando de la Compañía llevó a abo la renova ión de la
A ademia, respaldado en todo momento por el marqués de la Ensenada.
Jorge Juan en arta dirigida al Marqués de la Ensenada, fe hada en Madrid
el 26 de marzo de 1752
325
, exponía uál era el número de personas ne esarias
tanto para el buen gobierno de la Compañía omo para la enseñanza de la
A ademia. Suponiendo que el número de adetes a admitir era de 300, tal y
omo re omendaba al Marqués en arta de 10 del mismo mes, a la ual ya nos
hemos referido anteriormente en la se ión 2.4.1 (página 117 y siguientes), se
requería: 1 apitán, 1 teniente, 1 alférez, 2 ayudantes, 6 brigadieres, 12 subri-
gadieres, 282 guardiamarinas, 1 apellán, 4 músi os, 2 tambores, 1 dire tor,
5 maestros de matemáti as, 1 maestro de artillería, 1 maestro onstru tor de
navíos, 1 maestro de maniobras, 1 maestro de dibujo, perspe tiva y forti� a-
ión, 1 maestro de lenguas extranjeras, 2 maestros de esgrima (uno on título
de ayudante) y 2 maestros de baile, uno de ellos on título de ayudante. Para
el buen fun ionamiento se requería una bibliote a para el maestro de lenguas,
323
ORDENANZAS [1748b, Tratado Séptimo, Título Séptimo, artí ulos XV-XVII, XXI-
XXII, pp. 77-78 y 80℄.
324
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía y Cronología℄.
325
AGS, Marina, leg. 83: "Carta de Jorge Juan al Marqués de la Ensenada". Madrid 26 de
marzo de 1752.
136 A ademias de guardiamarinas
modelos de navíos ade uados para los maestros de onstru ión y maniobras,
un añón on todos sus �aparejos y aderentes� para el maestro de artillería
e instrumentos propios para el dire tor. A todo ello se añadirían los libros e
instrumentos que el propio Jorge Juan había traído de Inglaterra y Fran ia,
mediante los uales podían ha erse los modelos de navío y añones que om-
pletarían todo lo ne esario.
Asimismo, manifestaba que los ambios que proponía en la anterior Or-
denanza se referían solo a la obliga ión de los maestros de matemáti as y a
la enseñanza que debían impartir, quedando el resto de uestiones tal y omo
apare ían anteriormente.
En su opinión, el prin ipal �n de la forma ión de la Compañía era el es-
tudio de la navega ión, por lo que los guardiamarinas no debían detenerse en
estudios difí iles y no pre isos para la forma ión de un o� ial de marina apaz
de dirigir un navío, sino que debían instruirse en aquellos fundamentos ne e-
sarios para la navega ión, dejando las ien ias más abstra tas para los más
instruidos, quienes de esta forma, además de umplir on su obliga ión podían
perfe ionar más la navega ión, la maniobra, la onstru ión de navíos y de-
más dis iplinas rela ionadas on la navega ión.
Según la propuesta elaborada, la enseñanza se llevaría a abo de la forma
siguiente:
Primera Clase. Impartida por el �5◦ Maestro�.
[Estudio de℄ un breve Tratado de Arithmeti a, en que solo se
omprendan los Enteros, Quebrados, y las dos Reglas de tres y
Compañia, on la extra ion de la Raiz quadrada.
Segunda Clase. Impartida por el �4◦ Maestro�.
Geometria elementar, en que solo se in luyan el primero, ter ero,
quinto, y sexto Libros de Eu lides, y aun de estos quitar todo lo
que no sea ondu ente ala inteligen ia delas Trigonometrias; para
que on esto no se onfundan y detengan los Guardias Marinas,
en lo que no es absolutamente pre iso para la inteligen ia de la
Navega ion.
Ter era Clase. Impartida por el �3er Maestro�.
Ambas Trigonometrias lo mas ortas que fuera dable, on la
Esphera y resolu ion de sus Problemas por el Canon trigonometri o.
Cuarta Clase. Impartida por el �2◦ Maestro�.
Navega ion en todas sus partes segun previene la Ordenanza,
Geogra�a e Hidrogra�a.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 137
Quinta Clase. Impartida por el �1er Maestro�.
Perfe ionar todos los prin ipios ante edentes, enseñando el se-
gundo y quarto Libros de Eu lides ne esarios para la Forti� a ion
y otros usos; y ademas los prin ipios de Me hani a, esto es, de Es-
tati a e Hydrostati a, para la perfe ta inteligen ia de Ma hinas y
movimiento de Fluidos, ondu entes alas Maniobras y Constru ion
de Navios.
Sexta Clase. Impartida por el dire tor.
Astronomia, Algebra y Geometria superior, apli adas a todas
las partes de Mathemati as en general.
Jorge Juan men iona en este punto que muy po os llegarán a la Sexta Clase
�pues se puede tener por bastante adelantamiento el quese perfe ionen en la
5a. Clase, y estudien en ella los prin ipios de Me hani a�. Competía al dire tor
velar tanto por el umplimiento de los maestros en el desarrollo de la enseñanza
omo por el avan e del aprendizaje de los alumnos según sus apa idades. Jor-
ge Juan proponía que aquellos que eran in apa es de seguir los estudios fueran
pasados dire tamente de la Primera a la Cuarta Clase, sin ursar ni la Segunda
ni la Ter era, de forma que estudiando la prá ti a de la navega ión pudieran al
menos llegar a ser o� iales prá ti os. Además, re omendaba dar otra arrera
al guardiamarina si tampo o mostraba aptitud en la prá ti a de las maniobras.
El plan de estudios que Jorge Juan propuso al ministro y que �nalmente
este aprobó, otorgaba un mayor peso a la enseñanza teóri a y en on reto a
las matemáti as. Se muestra en la Tabla 2.7 di ho plan.
Primera Clase Segunda Clase Ter era Clase
Aritméti a: enteros, quebrados,
Geometría elemental Trigonometría plana
regla de tres, regla de la ompañía,
Libros de Eu lides: I, III, V, VI Trigonometría esféri a
raíz uadrada
Cuarta Clase Quinta Clase Sexta Clase
Navega ión
Libros de Eu lides: II, IV
Astronomía
Geografía
Me áni a: Estáti a e Hidrostáti a
Álgebra
Hidrografía Geometría superior
Tabla 2.7: Distribu ión de materias en el plan de estudios propuesto por Jorge Juan.
Fuente: Elabora ión propia a partir de AGS, Marina, leg. 83
En opinión de Lafuente Gar ía y Sellés Gar ía [1988, p. 92℄ puede onsi-
derarse que la do en ia se dividía en dos i los, el elemental, que ontenía las
materias � ondu entes a lo que podríamos llamar un buen piloto de buque�,
y el superior, on las materias �sobre las que fundamentar un posible uerpo
de o� iales-ingenieros en artillería, onstru ión naval y astronomía náuti a�.
138 A ademias de guardiamarinas
Para la imparti ión de las lases Jorge Juan onsiguió el aumento de tres a
in o profesores de matemáti as
326
. Luis Godin, dire tor y Primer Maestro de
Matemáti as de esta etapa, en abezaba el plantel de maestros, que poseía un
nivel laramente superior al anterior. Para llevar a abo la sele ión del profeso-
rado Jorge Juan bus ó a aquellos profesionales que tenían una buena forma ión
matemáti a, in luso el maestro de idiomas que hablaba español, fran és, ita-
liano, latín y griego, y que además tradu ía el inglés, �estaba muy adelantado
en Matemáti as, de las uales ha sido también Maestro, muy impuesto en la
Historia, y on grandes prin ipios de Físi a moderna, que a ompaña on ser
muy buen Filósofo�. Algunos maestros no pro edían de la Marina omo es el
aso de Henay y Aranda, Ter eros Maestros de Matemáti as, profesores en ese
momento de la A ademia de Guardias de Corps de Madrid. Quizá �este he-
ho sea también prueba del fra aso par ial de uatro dé adas de forma ión en
la A ademia de adetes de Cádiz�. Salvo el Maestro de Maniobra el resto de
profesores fueron ontratados en 1753. Este ole tivo también mejoró sensible-
mente sus ondi iones e onómi as gra ias a las reformas planteadas por Jorge
Juan, ondu entes a digni� ar el empleo de Maestro; �el dire tor obraba al
año 10.000 reales más que su ante esor y los Maestros Segundos de matemáti-
as dupli aban su salario�
327
.
Jorge Juan sustituyó el antiguo método do ente de di tado de la le ión por
el uso de libros de texto, método en su opinión más a ertado, ya que los adetes
no sabían tomar apuntes, pues no entendían lo es rito en sus uadernos. Por
otra parte, los textos de Pedro Manuel Cedillo y Antonio Gabriel Fernández
se habían agotado. En este es enario Jorge Juan soli ita la instala ión de una
imprenta en la A ademia para editar los libros de texto reda tados por los
maestros de la misma. Su soli itud fue a eptada el 30 de di iembre de 1755,
re ibiendo para tal �n 2000 pesos. Con fe ha de 27 de julio de 1756 también
fue a eptada su peti ión para suprimir las ensuras de los libros e imprimirlos
úni amente on la aproba ión real
328
.
326
Jorge Juan envió a Ensenada una arta el 19 de agosto de 1752 (AGS, Marina, leg. 95)
on los nombres de los profesores que a su jui io debían desempeñar las tareas do entes.
Además del dire tor de la A ademia, Luis Godin, �guraban omo Segundos Maestros, An-
tonio Fernández y quedaba una plaza va ante, Ter eros Maestros, Juan Cruillas, Gerardo
Henay, Joseph Aranda; Artillería, Joseph Infante; Constru ión naval, Edmond Hill; Len-
guas, Joseph Carbonell. Sobre el profesor de Dibujo se exponía que había que sustituir al
vigente Fran is o Bernoya pues �no me pare e muy a propósito�. Respe to al Maestro de
Esgrima se de ía �tenemos ya uno en París�. Finalmente se añadía que el profesor de danza
�se soli itará en la misma Ciudad�. Citado por LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA
[1988, p. 92℄.
327
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 92-93 y 95℄.
328
�[. . . ℄ a �n de que si fuese servido favorez a a aquella A ademia on una orden para que
ualquier Impresor pueda imprimir sus Obras y Cuadernos de enseñanza, sin más li en ia
que la del Rey que V.E. omuni are; pues por lo que to a a la aproba ión y examen puede
eje utarse por todos los Maestros de la A ademia, que son los más aptos e inteligentes en
los asuntos� [LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA, 1988, pp. 101-102℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 139
En 1757 se editó el primer libro de texto impreso en la A ademia y reda -
tado por Jorge Juan bajo el título Compendio de Navega ion para el uso de los
Cavalleros Guardias-Marinas. En 1758 se editó el Compendio de Mathemàti as
para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas es rito por Luis Godin
329
.
Paralelamente se instauraron los ertámenes públi os en los que los adetes
mejor preparados ompetían disertando sobre los temas estudiados en la A a-
demia. Los primeros ertámenes se elebraron en 1753. Sellés Gar ía [2000, pp.
121-122℄ da noti ia de los ertámenes elebrados el 9 de junio y 19 de julio de
1753; el primero de ellos versaba sobre Navega ión teóri a y prá ti a
330
, y el
segundo sobre Análisis, Cál ulo diferen ial y Geometría sublime. Las materias
tratadas en este ertamen eran las siguientes:
[. . . ℄ supuesta la inteligen ia del Cál ulo Algebrai o, tanto en Con-
mensurables, In onmensurables, y Imaginarios, omo en las Raí es de
éstos en binomios, y Trinomios; darán el método de resolver todas las
E ua iones del primero, segundo y ter er grado, así por Análisis, omo
por Geometría; añadiendo un método general de resolver, por el prime-
ro, las de ualquier grado que sean. Expli arán el Cál ulo Diferen ial, su
Indole, sus Métodos, y su Uso; y apli arán todas estas Reglas y Constru -
iones a la Resolu ión de varios Problemas, omo son los de Máximos,
y Mínimos, de la Trise ión del Angulo, de la dupli a ión del Cubo, de
tirar las Tangentes de las Curvas, y otros.
El mismo autor señala que se on�rma así la presen ia del ál ulo diferen-
ial e integral por vez primera en España en los estudios náuti os. Navarro
Loidi [2013, p. 74℄ omparte esta asevera ión y da noti ia de otro ertamen
elebrado también en 1753, donde en el título que reza �Certamen sobre el
Análisis, Cál ulo diferen ial, Integral y Geometría sublime que elebrarán en
la Real A ademia de Guardias Marinas D. Fran is o Huarte, D. Fran is o Que-
vedo guardias marinas de la misma a ademia� puede observarse de nuevo la
in lusión de tales materias. Añade que lamentablemente no onsta la noti ia
del desarrollo de di ho ertamen. En otros ertámenes elebrados posterior-
mente se observa ómo la presen ia de la matemáti a moderna se a�anza en
los estudios de la A ademia
331
. Así, en el ertamen elebrado el 24 de julio
329
Se imprimió también en 1758 en la misma imprenta el Arte de esgrimir �orete y sable:
Por los prin ipios mas seguros, fa iles é inteligibles elaborado por Juan Ni olás Perinat,
Maestro de Esgrima [DIE MARCULET; ALBEROLA ROMÁ, 2013, p. 74℄. Aunque la im-
presión es posterior al 27 de julio de 1756 puede observarse al ini io de la obra una ensura
no e lesiásti a ejer ida en este aso por D. Joseph Diaz Infante, Maestro de Artillería en la
A ademia de Guardiamarinas de Cádiz.
330
El título del ertamen era �Certamen Mathemati o, sobre la Navega ión, Theori a, y
Prá ti a, que elebrarán en la Real A ademia de Guardias Marinas, Don Juan Moreno, Don
Vi ente Doz, Don Christóbal de Henostraza, Don Ni olás Guerrero, Guardias Marinas de la
misma A ademia� itado por SELLÉS GARCÍA [2000, p. 122℄.
331
Véase en Lafuente Gar ía y Sellés Gar ía [1988, pp. 99-100℄ la noti ia de los ertámenes
elebrados el 3 de enero de 1755, los días 14, 16 y 17 de junio de 1763, y los días 22, 23 y 24
de mayo de 1766.
140 A ademias de guardiamarinas
de 1756 se onstata �la introdu ión del formalismo newtoniano a través de
las obras de Bernoulli, D'Alambert y Clairaut�
332
. Sellés Gar ía [2000, p. 123℄
detalla las materias que omponían el itado ertamen.
Las materias impartidas en la A ademia se a er aron mu ho a las in luidas
en los ertámenes y también a los ontenidos presentes en el Compendio de
Navega ion para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas, es rito por Jorge
Juan. Ello se desprende de un do umento itado por Sellés Gar ía [2000, p.
122℄ que no ontiene ni fe ha ni �rma, donde queda onstan ia de los on ep-
tos expli ados en la A ademia. En el itado do umento los on eptos apare en
numerados on la misma numera ión que Jorge Juan utiliza para los artí ulos
del Compendio
333
.
Las reformas planteadas por Jorge Juan no se desarrollaron tal y omo él
las planteó. Tanto sus ausen ias, apartado de la A ademia por su olabora ión
en proye tos ajenos a ella, omo las de Godin en sus viajes a París on la idea
de re uperar su plaza en la A ademia de Cien ias, dejaron a la Compañía y a
la A ademia sin sus máximos responsables.
Por otra parte, la destitu ión del Marqués de la Ensenada llevó onsigo una
pérdida de in�uen ia de Jorge Juan, oin idiendo on el in remento de poder
del Cuerpo General. Los o� iales de este Cuerpo General entendían que la in-
ompeten ia de los guardiamarinas en el ejer i io de su profesión era produ to
de una enseñanza ex esivamente teóri a, lo ual reó tensiones entre el Minis-
terio de Marina y el Cuerpo General
334
. Hubo presiones por parte de di hos
o� iales para que la base de los as ensos fuese la aptitud en las labores prá ti-
as y no los ono imientos matemáti os. �Olvidaban estos o� iales del Cuerpo
General que nun a desde la rea ión de la A ademia se había propor ionado
a los guardias marinas las enseñanzas que en teoría debían haber re ibido�
[LÓPEZ SÁNCHEZ, 1994, p. 63℄. Este pare er es ompartido por Lafuente
Gar ía y Sellés Gar ía [1988, p. 106℄.
Además, la A ademia tuvo graves problemas e onómi os, produ idos en
gran parte por el des ubierto que había dejado Lu as Antonio Gar ía, habili-
tado de la Compañía, quien entre las irregularidades ometidas había manipu-
lado las uentas de forma que la imprenta �guraba entre sus propiedades y no
en las de la A ademia.
Otro in onveniente para el desarrollo de las lases fue el traslado de la
Compañía a San Fernando en 1769, debido al mal estado del edi� io. Este
traslado suponía además la separa ión del Observatorio y por tanto, el ese de
332
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, p. 99℄.
333
Véase el itado do umento on los on eptos numerados en SELLÉS GARCÍA [2000,
pp. 123-124℄.
334
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 104-105℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 141
las prá ti as astronómi as de los adetes. Así, después del importante gasto
o asionado on la ompra de instrumentos para equipar el Observatorio, este
se infrautilizaba.
La enseñanza también estaba deteriorada. Se había dejado de editar textos
en la imprenta debido a la situa ión generada por Lu as Antonio Gar ía, lo ual
obligaba a impartir las lases mediante di tados. En 1763 Jorge Juan ordenó
que todos los adetes realizaran un examen al �nal de sus estudios. De este
modo, tras evaluar los ono imientos adquiridos por los alumnos se impediría
el as enso a aquellos que no superasen el examen. Este he ho produjo a tos de
indis iplina en los adetes
335
.
2.4.6. Plan de estudios de 1783 para las A ademias de
Guardiamarinas de Cartagena y Ferrol
En 1776 Pedro González de Castejón (1719-1783), jefe de es uadra de Cá-
diz, era nombrado ministro de Marina y proponía la rea ión de las Compañías
de Guardiamarinas de Cartagena y Ferrol. La propuesta fue a eptada y pro-
mulgada por R. O. de 13 de agosto del mismo año. En di ha R. O. se adu ía
omo razón para la rea ión de tales Compañías el insu� iente número de pla-
zas previstas para los adetes, que en 1717 había llevado a a eptar �sujetos
de otros uerpos, que are en de los prin ipios estable idos en éste, y que no
tienen prá ti a, ni están a ostumbrados a las fatigas de la mar�
336
.
Se estable ía que ada una de las nuevas Compañías estaría onstituida por
un apitán, un teniente, un alférez, dos ayudantes, uatro brigadieres, uatro
subrigadieres, 92 guardiamarinas, un apellán, dos músi os y un tambor. El
apitán de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz, jefe de Es uadra, sería
el omandante de las tres Compañías, y el Primer Maestro de la A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz sería el dire tor de las tres A ademias. De este mo-
do, ambos debían ordenar un método semejante de dis iplina y estudios para
las tres Compañías. Así, el ontrol se ejer ía desde la Compañía de Cádiz. Los
primeros dire tores de los nuevos entros de Cartagena y Ferrol fueron respe -
tivamente, Ja into Ceruti (1777-1787), nombrado el 21 de o tubre de 1776, y
Cipriano Vimer ati, designado el 23 de di iembre del mismo año.
Para impartir la do en ia se estable ía que ada A ademia ontaría on
Primer Maestro, Segundo Maestro y Ter er Maestro de Matemáti as, Maestro
de Maniobras, Maestro de Artillería, Maestro de Forti� a ión y Dibujo, Maes-
tro de Idiomas, Maestro de Danza y Maestro de Esgrima.
En 1777 José de Mazarredo y Salazar, apitán de la Compañía de Guardia-
marinas de Cartagena, envió un informe a González de Castejón omuni ándole
335
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 109, 110 y 112-115℄.
336
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 67-68℄.
142 A ademias de guardiamarinas
el bajo nivel que a su jui io tenían los estudios y la redu ión de ontenidos
que se llevaba a abo en ellos. Con el �n de mejorar di hos estudios propuso
un nuevo plan que �nalmente no fue aprobado. En 1783, una vez �nalizada la
guerra on Inglaterra, siendo Antonio Valdés ministro de Marina, Mazarredo
insistió de nuevo en la ne esidad de reformar los planes. Finalmente los apita-
nes de las tres Compañías se reunieron en Madrid on el objeto de elaborar un
plan de estudios omún para las tres A ademias de Guardiamarinas. El plan
surgido de estas reuniones estuvo vigente, on ligeras varia iones, hasta 1803
y fue importante porque �se estable ió el nivel ientí� o mínimo que debían
poseer los guardias marinas al on luir sus estudios�
337
.
El �Plan de estudios que pare e mas onforme para la enseñanza de Guar-
dias Marinas� �rmado por Miguel Joseph Gaston, Joseph de Mazarredo y
Fran is o Gil y Lemos, onstaba de 24 artí ulos e iba pre edido de una intro-
du ión donde se argumentaban los motivos ondu entes a la reforma, así omo
la validez del plan para las tres A ademias. En el primero de ellos se refería
que la guerra había apremiado a abreviar la instru ión de los guardiamarinas
para que pudieran navegar, lo ual había obligado a enseñar �varios tratados
por ligeros extra tos�. En el segundo se exponía que omo onse uen ia de la
limita ión men ionada, y teniendo en uenta los días festivos y las va a io-
nes para ada uatrimestre y por tanto para ada examen, apenas quedaban
o henta le iones para impartir en ada lase. Por último, se manifestaba que
�ès mui importante que la instru ion sea enteramente uniforme en todas tres
Compañias�
338
.
En el artí ulo 1 se estable e que debe ordenarse una instru ión que tras unperiodo de dos años de estudio permita a los guardiamarinas de mediano ta-
lento y apli a ión la apa ita ión para las ampañas de mar
339
. La distribu ión
de las materias del nuevo plan se muestran en la Tabla 2.8.
Mañana
Primera Clase Segunda Clase Ter era Clase Cuarta Clase
Aritméti a
Geometría plana y sólida Cosmografía
Navega ión
Trigonometría plana
Trigonometría esféri a
Prá ti a de resolu iones trigonométri as
Tarde
Baile Fran és Artillería Geometría
Esgrima Dibujo Inglés Maniobra
Tabla 2.8: Distribu ión de materias del plan de 1783. Fuente: Elabora ión propia a
partir de AMN, ms. 1563, do . 8
La distribu ión de lases se realizó en fun ión del � urso elemental de
337
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 69, 70, 84-88 y 90℄.
338
AMN, ms. 1563, do . 8, fol. 33r.
339
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 1, fol. 33r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 143
Mathemati as�, ne esario para un perfe to ono imiento de la navega ión.
Para ello se dividió este � urso� en uatro �partes o tratados� que se impar-
tían en las denominadas Primera, Segunda, Ter era y Cuarta Clase, on una
dura ión de 6 meses ada una
340
. Las lases omenzaban el 15 de febrero y
el 1 de septiembre, después de los exámenes para el paso de una Clase a la
siguiente, que se elebraban del 1 al 15 de febrero y del 9 al 20 de julio. El
20 de julio se tomaban las va a iones de verano
341
. Fuera de estos periodos no
debían realizarse más exámenes, salvo en el aso de algún �Guardia Marina
en parti ular, en quien por haber estudiado las Mathemati as antes de serlo,
ò por talento distinguido, se re onoz a que puede al anzar a los de la lase
inmediata�
342
.
Con el �n de que la Primera Clase, denominada �de Arithmeti a�, no se
sobre argase on alumnos que perjudi asen �las le iones orrientes del urso
sin aprove hamiento propio� se a onsejaba que los asientos de plaza de los
guardiamarinas se efe tuasen del 1 de enero al 15 de febrero y durante el mes
de agosto
343
.
Además de la aritméti a, tratada en la Primera Clase, en la Segunda Clase
se estudiaba geometría plana y sólida y trigonometría. En la Ter era Clase se
impartía osmografía, trigonometría esféri a y �pra ti a de resolu iones trigo-
nometri as� mediante tablas de logaritmos, es alas plana y de Gunter, ua-
drante de redu ión y demás instrumentos trigonométri os. La Cuarta Clase
se dedi aba al estudio de la navega ión � on la pra ti a de las observa iones
de latitud y longitud� y de las tablas ne esarias en la mar
344
.
En uanto a los libros de texto, para la Clase de Aritméti a debía seguirse
el Compendio de Mathemàti as para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas
de Luis Godin, pero on las siguientes matiza iones:
[. . . ℄ por quanto en esta obra hai algunos razonamientos �loso� os
superiores á la omun inteligen ia de los prin ipiantes, se arregle en ada
A ademia por su Dire tor ó Primer Maestro lo que se puede suprimir sin
perjui io de la instru ion debida, y se añada una le ion de logarithmos,
y otra del uso de de imales, interin on toda brevedad se ordene por D
n.
Cipriano Vimer ati un nuevo tratado, onforme en lo posible del sentido
de èste arti ulo al itado de Godin, y le remita á la Superioridad para
que se imprima
345
.
Para el estudio de la geometría se seguiría el Compendio de la Geome-
tria elemental, y Trigonometria re tilinea de Vi ente To�ño, on la siguiente
puntualiza ión:
340
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 2, fol. 33r y 33v.
341
AMN, ms. 1563, do . 8, fol. 33r.
342
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 10, fol. 34v.
343
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 11, fol. 34v.
344
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 3, fol. 33v.
345
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 4, fol. 33v.
144 A ademias de guardiamarinas
[. . . ℄ añadiendose por èste mismo Dire tor una se ion de solidos
y otra de Planimetria: las quales addi iones manus ritas unidas en su
orrespondiente lugar en uno de sus tratados, las remita on la brevedad
posible à la superioridad para la impresion de toda la obra: y entretanto
un exemplar de di has addi iones à ada A ademia paraque se establez a
su enseñanza uniforme desde luego
346
.
Para el estudio de la osmografía y la trigonometría esféri a se estable ía
el uso de los textos de Varela y Antonio Fernández respe tivamente:
[. . . ℄ hai ante edentes de que D
n. Joseph Varela habia dispuesto un
tratadito on el �n de que se imprimiese: y si no parase en poder de D
n.
Vi ente To�ño, se en argase èste Dire tor de ordenarle, no por el metodo
de dialogo del quaderno que a tualmente rige, sino en otra forma magis-
tral mas propia, asi para la expli a ion de las esferas eleste y terraquea,
sistemas de aquella y apli a ion de los ir ulos de ambas, omo para el
uso de globos: siguiendose unidamente al tratado de Cosmogra�a èl de
Trigonometría esféri a de D
n. Antonio Manuel Fernández, y remitien-
dolo todo à la Superioridad, paraque se imprima, omo parte ó tratado
30. de la enseñanza de nuestras A ademias: y que entretanto se ontinúe
on ellas on el quaderno manus rito que hoi rige de Cosmogra�a� y èl
que ès fa il tener de la Trigonometria esferi a de Fernandez, omo ya
está estable ido en Cartagena
347
.
Para el estudio de la navega ión se determinaba el uso del Compendio de
Navega ion para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas, reda tado por
Jorge Juan. En las onsidera iones que debían ha erse on respe to a la obra,
se observa la in lusión en el programa de estudios de los nuevos métodos de
determina ión de la longitud en la mar:
[. . . ℄ se dè el resumen del ompendio que es rivio D
n. Jorge Juan
on las addi iones relativas à los posteriores progresos del Arte en la
determina ion de longitudes por observa iones en la Mar, segun las le -
iones estable idas en la Compañia de Cartagena, que deden formar la
4
a
. parte ò tratado de la enseñanza de Guardias Marinas; añadiendose à
ontinua ion unas le iones elementales de Me ani a, que disponga D
n.
Cipriano Vimer ati, y remita à la Superioridad, paraque se impriman
unidas á di ho tratado
348
.
Para el desarrollo de las lases se aprobó la ontrata ión de dos Maestros
de Matemáti as más, �40 Maestro� y �50 Maestro�, ya que a las obliga iones
propias del dire tor había que unir el en argo do ente que el mismo debía asu-
mir en el Curso de Matemáti as Sublimes para los o� iales agregados
349
.
346
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 5, fol. 33v.
347
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 6, fol. 33v y 34r.
348
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 7, fol. 34r.
349
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 8, fol. 34r.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 145
Las uatro Clases itadas se impartían en horario de mañana, y por la tar-
de se enseñaba baile, esgrima, fran és e inglés, dibujo, forti� a ión, artillería,
geometría y maniobra. En estas materias no se pretendía una sólida instru -
ión omo en los otros estudios, sino que era su� iente una forma ión bási a,
ex epto en artillería y maniobra
350
.
Los alumnos de la Clase de Aritméti a se dividían en dos grupos, uno de
los uales re ibía lase de esgrima durante tres meses y el otro, lase de baile
en el mismo periodo; trans urridos los tres meses, los grupos inter ambiaban
las materias. Además, tres ve es a la semana se destinaba la última hora a es-
tudiar el manejo del arma on un brigadier, bajo la dire ión de un Ayudante.
Asimismo, dos ve es al mes, por espa io de una hora, realizaban ejer i ios de
evolu iones militares
351
.
Los alumnos de la Segunda Clase también se dividían en dos grupos, asis-
tiendo durante una hora, el primero de ellos a lase de Fran és, y el segundo,
a lase de Dibujo. Terminada la lase los grupos inter ambiaban las materias.
En la lase de Dibujo se dedi aban a delinear �guras, por un lado, para om-
prender mejor sus le iones y por otro, para apli arlos a la forti� a ión. Para el
desarrollo de la asignatura se instaba a Cipriano Vimer ati para que dispusiese
un tratado breve que omprendiese las siguientes uestiones:
[. . . ℄ las maxîmas generales, el uso y nombres de las lineas, la noti ia
de los sistemas mas a reditados, y una idea de la Forti� a ion de Cam-
paña, y exàmen de la de Plazas, para ono er sus mejores ataques
352
.
Para el aprendizaje del fran és y del inglés, del ual se hablará más tarde, se
soli itaba a Joseph Carbonell la reda ión de la instru ión de tales asignatu-
ras on las orrespondientes �le iones de pronun ia ion, partes gramati ales
pre isas, y orden de tradu iones y omposi iones�
353
.
Los adetes de la Ter era Clase dedi aban las dos horas de la tarde al estu-
dio de la artillería, utilizando para ello el tratado es rito por Fran is o Rovira,
quien debía dar noti ia a sus superiores de aquellos apítulos que se podían
suprimir en una enseñanza bási a, trazando además �sobre su mismo tratado
el plan de lo que exige èste primer estudio elemental de la Artilleria�. Aquellos
adetes de más talento o disposi ión para el aprendizaje de idiomas o upaban
la segunda hora en el estudio de inglés y perfe ionamiento del fran és
354
.
Los integrantes de la Cuarta Clase debían emplear durante tres meses la
lase de la tarde en �el estudio de la Geometria pra ti a, enseñandoseles à
medir alturas, levantar planos, onstruir artas de Navega ion, y representar
350
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 12, fol. 34v.
351
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 13, fol. 35r.
352
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 14, fol. 35r.
353
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 14, fol. 35r.
354
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulos 15 y 16, fol. 35r y 35v.
146 A ademias de guardiamarinas
vistas de abos, ostas, et .�. Los tres meses siguientes estudiarían maniobra
utilizando la � artilla orriente� de Santiago Zuloaga para aprender �los nom-
bres de todas las partes de la arboladura del navio y su aparejo, el laboreo y
uso de toda la abullería, y el modo de largar, orientar y re oger las velas, y
manejar las an las�
355
.
En uanto a la evalua ión de los ono imientos adquiridos en las lases ves-
pertinas, se estable ía que los adetes debían a reditar aprove hamiento tanto
en artillería omo en maniobra, pero en dibujo, forti� a ión e idiomas no debía
tenerse omo �un defe to de nota el no adquirir un adelantamiento radi al�.
Es de ir, se daba a estas materias un ará ter de omplementariedad de la
forma ión obligatoria
356
.
Con luidos los estudios teóri os, los guardiamarinas debían embar ar y pa-
ra ello dispondrían en ada Departamento las fragatas destinadas a la instru -
ión pertinente. Finalizada esta, los guardiamarinas debían examinarse en la
A ademia no sólo del progreso adquirido en la navega ión, sino también de lo
aprendido en todas las Clases. Después se empleaban omo Maestros subalter-
nos y ontinuaban su forma ión tomando le iones de �señales de Esquadras,
de Ta ti a Naval, y de Constru ion�. Asimismo, después de la primera am-
paña, y de otras que hi iera el guardiamarina, se estudiaba onstru ión. Para
poder examinarse on el �n de obtener el grado de o� ial debían trans urrir al
menos dos años desde el primer embarque
357
.
En el plan también había una men ión a aquellos que, después de la pri-
mera ampaña de al menos 6 meses útiles, tenían talento para el estudio de
las matemáti as. En el artí ulo 24 se men ionaba que en tales ondi iones el
guardiamarina debía ser admitido en el Curso de Matemáti as Sublimes, del
ual hablaremos posteriormente.
Finalizado el plan, a renglón seguido se in luía una nota es rita y �rmada
por Fran is o Gil y Lemos, donde exponía su desa uerdo on el libro de texto
dispuesto para la enseñanza de la navega ión y al ual se ha e referen ia en el
artí ulo 7. Entendía que el texto de Jorge Juan no ne esitaba las reformas que
Mazarredo había in luido para la enseñanza en la A ademia de Cartagena y
lo expresaba de la siguiente forma:
[. . . ℄ no hay ne esidad de reformar el tratado de Navega ion om-
puesto por D
n. Jorge Juan; no niego que es mas difuso en algunas se -
iones: pero lejos de ser esto falta, on eptua que en los tratados de
enseñanza; y parti ularmente en aquellos, que sirven de fundamento á
la profesion, son muy arriesgados los ompendios, aún quando en ellos
no se omita ono imiento alguno de los pre isos. Debe haber siempre
355
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 17, fol. 35v.
356
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 18, fol. 35v y 36r.
357
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulos 19-23, fol. 36r y 36v.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 147
expli a iones, que fa iliten la omprehension de los prin ipios que se de-
muestran, y estas solo se mandan léer á los Dis ipulos sin la obliga ion
de re argar la memoria en ellas; pues esta solo debe emplearse en lo que
es puramente objeto de estudio
358
.
Finalmente el plan de estudios se aprobó omo se había propuesto, aunque
el texto de Mazarredo no se editó hasta 1790
359
. Es en esta obra donde se
apre ia la novedad más importante introdu ida en el plan, �la generaliza ión
del estudio de los métodos para la determina ión de la longitud en el mar�
360
.
El 7 de noviembre de 1784 Vi ente To�ño es ribió el Di tamen de D
n. Vi-
ente To�ño, sobre el Plan de estudios para los Guardias-marinas, propuesto
por los Comandantes de las tres Compañias, on fe ha de 31 de Di iembre de
1783, donde exponía su onformidad on el plan de estudios propuesto para
las tres A ademias, a la vez que proponía el modo de resolver los obstá ulos,
que a su jui io, impedían que el plan se desarrollase on éxito.
Comenzaba omentando que el plan se pare ía en lo esen ial mu ho al pro-
puesto por él uando se separaron las Compañías, si bien el a tual otorgaba
una mayor extensión tanto en materias omo en tiempo. Esta diferen ia no se
debía a riterios dispares sino a su obliga ión de atender los requisitos impues-
tos por instan ias superiores que ordenaron �dever ser mui ligera la ynstru ion
en las A ademias de Marina�
361
. Se mostraba onforme on los libros de texto
propuestos para la enseñanza.
Continuaba manifestando que para obtener los resultados que se perseguían
on el nuevo plan era ne esario resolver iertas uestiones. Ya hemos apuntado
anteriormente el pare er de Vi ente To�ño sobre la primera uestión, impedir el
a eso a los estudios a alumnos menores de 16 años, y también sobre la segunda,
exigir unos ono imientos mínimos a los aspirantes, que en algunos asos no
sabían ni leer ni es ribir. To�ño se refería también a aspirantes �de ono ida,
y bien mani�esta in apa idad, que a lo menos onbendria experimentar por
algun tiempo antes de sentarles la plaza, si es posible en ellos la edu a ion�.
Aún más:
Estas tres lases de sugetos, niños: ygnorantes: ê yn apa es, omo se
van atrasando y ongregando, llegan â formar una masa en las primeras
salas, que errando la entrada â otros, imposivilitan el que salgan en
numero y alidad los Jovenes instruidos que se desean
362
.
Para resolver este problema proponía admitir a aspirantes que ya hubiesen
estudiado los tratados de aritméti a y geometría
363
.
358
AMN, ms. 1563, do . 8, Nota.
359
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 96℄.
360
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, p. 222℄.
361
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 47r.
362
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 48v.
363
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 48v y 49r.
148 A ademias de guardiamarinas
Otro problema apuntado por To�ño era la indis iplina en las aulas. Los
guardiamarinas eran ondu idos por un brigadier o un ayudante a la A ademia,
donde una vez de pasar lista se distribuían en las aulas. En ellas se ponían
entinelas que tenían autoridad para �dar grandes gritos imponiendo silen io�
o llamar al brigadier para impedir la salida de adetes del aula on pretextos
para no re ibir las lases. To�ño des ribía así la ondu ta de algunos alumnos
en el aula:
La distra ion es quasi ontinua: y el Maestro aunque sea un O� ial
de mu ha edad, y grado no tiene otra fa ultad que la de a onsejar, y
rogar el silen io, la quietud, y la atension, y si estas amonesta iones no
bastan amenasar que darà parte al Ayudante � Brigadier
364
.
Finalizaba el do umento señalando que si estos in onvenientes se superaban
�podra asegurarse, que los O� iales de la Armada sa an de sus A ademias toda
la instru ion pre isa para el desempeño de sus obliga iones� y también los
fundamentos para ontinuar sus estudios si así lo estimaban oportuno
365
.
2.4.7. Estudios Mayores
La etapa de paz abierta, una vez on luida la Guerra de la Independen-
ia norteameri ana, se onsideró un momento oportuno para dar una nueva
orienta ión a la forma ión de los o� iales en un momento en el que no era tan
ne esaria la parti ipa ión de los mismos en las misiones marítimas.
En 1783 uando Antonio Valdés o upó la Se retaría de Marina, al frente
de las Compañías de Guardiamarinas de Cádiz, Cartagena y Ferrol estaban
los apitanes Miguel José Gastón, José de Mazarredo y Fran is o Gil y Le-
mos, respe tivamente. Los dire tores de las orrespondientes A ademias eran
Vi ente To�ño, Ja into Ceruti y Cipriano Vimer ati.
El 29 de mayo del mismo año se aprobaba por R. O. un proye to de Miguel
José Gastón para estable er en la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz
un urso de estudios más avanzados dirigido a un grupo es ogido de o� iales
366
.
Gastón en argó a Vi ente To�ño la reda ión del plan de Estudios Mayores o
Matemáti as Sublimes, uya �nalidad en palabras del propio To�ño era:
364
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 49r y 49v.
365
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 50v.
366
No se tiene erteza absoluta de quién fue la idea de proponer los Estudios Mayores. Enri-
que Barbudo Duarte, biógrafo de Mazarredo, defendía que era este el autor [GIL AGUADO,
2013, p. 38℄. Sin embargo, Sellés Gar ía y Lafuente Gar ía [1989, p. 490℄ dejan un margen
de duda al a�rmar que �fue quizás Mazarredo, pero, desde luego, el tema estaba en el aire
desde tiempo atrás. Desde tan atrás omo uando se tomó on ien ia del va ío de la ausen ia
de aquellos guardias marinas que desta aron en los antiguos ertámenes públi os instituidos
por Jorge Juan�. Gil Aguado [2013, pp. 31-58℄ aporta do umentos on los que on luye que
muy posiblemente el prin ipal autor intele tual del plan de Estudios Mayores fue el que
posteriormente sería virrey y ministro de Marina, Fran is o Gil y Lemos.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 149
[. . .℄ Poner a los O� iales en estado de ha er las navega iones que se
ofrez an, on el a ierto, y seguridad posibles: valiéndose de los adelanta-
mientos, que modernamente ha onseguido la navega ión por medio de
la Astronomía
367
.
Sellés Gar ía y Lafuente Gar ía [1989, p. 490℄ y López Sán hez [1994, p.
101℄ detallan el plan propuesto por To�ño, que estable ía el estudio de las
siguientes materias:
Tratado de Trigonometría esféri a en toda su extensión.
Método de las distan ias lunares por el método ientí� o y no por las
reglas prá ti as que indu en a equivo a iones y produ en errores irreme-
diables.
Los relojes marinos.
La varia ión de la aguja por la observa ión del azimut.
Obten ión de la latitud a ualquier hora del día y de la no he.
Teoría de la orredera.
El estudio de la onstru ión de artas ha iendo uso de los ronómetros.
Demás materias de lo que se llama �Astronomía Náuti a; para lo ual se
suponen bien savidas las reglas ordinarias del Pilotage�.
El plan, que bus aba un equilibrio entre la teoría y la prá ti a astronómi a,
se desarrollaría on una le ión diaria de dos horas, impartida en la A ademia
de San Fernando, y unas prá ti as en el Observatorio. Los o� iales sele io-
nados para el urso se en argarían de rotar, de forma que ada semana dos
de ellos permane ían en el Observatorio para efe tuar las prá ti as [LÓPEZ
SÁNCHEZ, 1994, p. 101℄.
El 23 de junio de 1783 el ministro Valdés informó de la propuesta del nuevo
plan de estudios a Mazarredo y Gil y Lemos, soli itando informes sobre la po-
sibilidad de adaptarlo en sus Compañías. Mazarredo manifestó su a uerdo al
ministro en arta fe hada el 28 de junio de 1783, pero añadiendo las siguientes
pre isiones: en su opinión el plan no debía ser un obstá ulo para el embarque
de los o� iales en una ampaña de seis o más meses para ejer itar la parte
militar y a tiva del o� io, además debía permitirse alternar los estudios on
periodos de do en ia en la A ademia y debía garantizarse la ontinuidad del
Curso, pasando a instruirse en este plan los guardiamarinas que terminasen
sus estudios elementales de forma desta ada
368
.
367
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 101℄.
368
GIL AGUADO [2013, pp. 40-41℄.
150 A ademias de guardiamarinas
Sin embargo, Gil y Lemos estimó que en este plan se proponía po o más
de lo que se enseñaba en el urso general de la Compañía de Guardiamarinas
de Cartagena y propuso su propio plan
369
, donde onstaban las materias a
estudiar:
�Álgebra que llaman artesiana, o de las antidades �nitas, on su apli-
a ión a la Arithméti a y Geometría omún, y de las urvas, y a la
resolu ión de varios problemas físi o matemáti os, que por sólo esta es-
pe ie de análisis se pueden resolver�
370
.
Este estudio duraría 8 meses.
Cál ulo diferen ial e integral, ampo que �aunque en sí es muy vasto,
pudiera eñirse on dis re ión a lo más pre iso, omo hizo don Jorge
Juan on varios de nosotros�, on las apli a iones a la onstru ión naval,
maniobra, navega ión y astronomía
371
.
Estudio del texto Cours de mathématiques, a l'usage des Gardes du Pa-
villon et de la Marine reda tado por Bézout (1730-1783) y editado en
6 volúmenes en París entre 1764 y 1767. Con retamente el ter er tomo
(álgebra artesiana y su apli a ión a la geometría sublime), los tomos
uarto y quinto ( ál ulos superiores) y la última se ión del tomo sexto.
El estudio onjunto de las materias que itamos en estos dos últimos
puntos se prolongaría durante 16 meses.
Después los o� iales debían dedi arse a la prá ti a astronómi a durante
uno o dos años. Igualmente se proponía que los o� iales del Curso de Estu-
dios Mayores tuvieran preferen ia tanto en los as ensos omo en los embarques.
Aunque, omo ya hemos señalado, Mazarredo en prin ipio dio su visto
bueno al plan propuesto por To�ño, �nalmente presentó el 10 de septiembre
de 1783 un plan para la A ademia de Cartagena reda tado por Ja into Ceru-
ti
372
. De esta forma, ada A ademia propuso su propio plan.
Reprodu imos a ontinua ión los ontenidos de di ho plan re ogido por
López Sán hez [1994, pp. 105-106℄:
Repaso de las materias estudiadas por los guardiamarinas en la A ade-
mia de Cartagena: aritméti a, geometría plana y sólida, trigonometría
369
�Re�exiones que se me ofre en sobre el Plan o método de estudios propuesto por D.
Vi ente To�ño, el que deben seguir los o� iales destinados a la A ademia de Cádiz, omo
también una exposi ión de lo que me pare e adaptable a la ompañía de mi mando para
el mejor servi io de S. M.�. Madrid, 13 de julio de 1783. En: LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p.
101℄.
370
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 103℄.
371
GIL AGUADO [2013, p. 45℄ y LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 104℄.
372
�Plan o sistema de estudios Matemáti os elegido omo el más onveniente para los
o ho Sres. O� iales de Marina destinados por S. M. a ontinuar su mérito on agrega ión
a la Compañía de Cavalleros Guardias Marinas y Real A ademia del Departamento de
Cartagena�. Cartagena, 10 de septiembre de 1783. En: LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 105℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 151
plana y esféri a, osmografía, uso de globos, artas y tablas náuti as y
astronómi as, navega ión, pilotaje ( on el problema de la longitud en el
mar).
La dura ión de este periodo sería de dos meses.
Aritméti a. Álgebra �nita o artesiana hasta las e ua iones de segundo
grado. Geometría plana y sólida. Tratado de geometría y se iones ó-
ni as. Teoría de mu has urvas, lugares geométri os, resolu ión de pro-
blemas, series, et . Cál ulo diferen ial e integral on sus apli a iones.
Máximos y mínimos. Cál ulo apli ado a urvas no algebrai as y � ír u-
los os ulatorios�, et . Estas materias omponen el primer tomo del urso
matemáti o de La aille (1713-1762) que serviría de libro de texto.
La dura ión de este periodo sería de diez meses.
Ópti a, dióptri a, atrópti a, on teoría de la perspe tiva, leyes de la luz
e instrumentos. Temas pertene ientes al tomo segundo de La aille.
Me áni a, según el ter er tomo de La aille.
La dura ión de estos dos últimos periodos sería de uatro meses.
Astronomía y trigonometría esféri a. Teoría newtoniana.
Con este último periodo el urso tendría una dura ión de algo más de
dos años desde el 10 de septiembre de 1783 hasta �nales de 1785.
En el grupo de o ho o� iales sele ionados para seguir este plan en Cartage-
na estaba Gabriel Cis ar, junto on su hermano Fran is o
373
, aunque �nalmen-
te Gabriel no ursó los estudios debido a su ex elente forma ión, dedi ándose
a la do en ia en la misma A ademia
374
.
El 19 de di iembre de 1783 Valdés pidió a Gastón que Mazarredo y Gil
Lemos se reuniesen y debatiesen este último plan propuesto por Ceruti, on
la pretensión de que fuese un úni o plan el que se implantara en las tres
A ademias. La idea de Gil y Lemos de ampliar un año más los estudios fue
a ogida favorablemente por Mazarredo, sin que se llegara a ningún a uerdo
más. De he ho Gil y Lemos propuso un nuevo plan onsensuado on Vimer ati,
plan que tenía ligeras varia iones sobre el propuesto on anterioridad por él
mismo y que onsistía en
375
:
Repaso de trigonometría esféri a y uso de instrumentos.
Álgebra artesiana y ál ulo in�nitesimal según el primer tomo de la
edi ión de 1778 del urso de La aille " on toda la extensión ne esaria
para la me áni a y la Astronomía Sublime", me áni a "a este mismo
grado" (según los dos tomos orrespondientes de Bézout).
373
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 104-105℄.
374
�Por haber on�rmado el expresado Ceruti-así reza su expediente-que era inútil su
asisten ia personal a la lase de estudios mayores, por hallarse en estado de imponerse en
ellos sin auxilio de Maestro� [SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA, 1989, p. 497℄
375
Reprodu imos el plan de Gil y Lemos de LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 107℄.
152 A ademias de guardiamarinas
Ópti a y Astronomía (ambas según La aille).
La falta de onsenso entre los apitanes llevó a Gastón a trasladar a los
dire tores de las tres A ademias la toma de de isiones sobre la extensión de
la enseñanza y los libros de texto a utilizar. Aunque To�ño no estaba muy
onven ido de la onvenien ia de utilizar un úni o texto para la forma ión de
los o� iales, �nalmente a edió a la propuesta de Ceruti y Vimer ati de usar
el tratado de La aille; además a eptó el repaso, realizado ya en Cartagena por
los o� iales agregados de la Compañía, manifestando que �[. . .℄ el Plan de es-
tudios presentado por la A ademia de Cartagena mere e toda mi aprova ión
y gustoso le seguiré on mis Dis ípulos [. . .℄� [LÓPEZ SÁNCHEZ, 1994, pp.
107-108℄.
Así, a omienzos de 1785 se seguía en ada A ademia un plan de estudios
diferente, aunque on tenden ia a onverger ha ia el plan de Cartagena. Habría
que esperar hasta el 14 de noviembre del mismo año uando se regulase por R.
O. un plan o� ial y úni o para las tres A ademias. Este nuevo plan, propuesto
por el enton es ayudante de la Compañía de Guardiamarinas de Cartagena,
Cis ar, fue re ibido por Mazarredo, quien lo envió a Valdés, obteniendo en este
aso también el visto bueno de Gil y Lemos
376
.
El plan debía implantarse al �nalizar la primera promo ión de los Estudios
Mayores previsto para mediados de 1786 y tenía una dura ión estimada de
uatro años. La justi� a ión de estos estudios y su diferen ia ión on el urso
general para los guardiamarinas queda re�ejada en el do umento del plan de
estudios es rito por Cis ar:
[. . .℄ Pero aunque los ono imientos que se adquieren en la A ademia
de Guardias-Marinas, sean su� ientes para el general de los O� iales de
la Armada: en un Cuerpo fa ultativo, uyos ono imientos se van per-
fe ionando ada día más y más, se ne esitan algunos o� iales theóri os
apa es de juzgar el mérito de un nuevo des ubrimiento, examinar los
errores de que pueden ser sus eptibles las prá ti as estable idas, estu-
diar en el mejor modo de fa ilitarlas y enmendarlas, y en una palabra
que den el tono a que deben ajustarse los demás, a quienes les basta
tener unos ono imientos generales de las osas
377
.
En el nuevo Curso de Estudios Mayores se estudiaron las in o asignaturas
siguientes
378
:
Álgebra.
Se omenzará on esta asignatura tras un repaso de la aritméti a y de la
geometría vista en el urso general.
376
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 109 y 116℄.
377
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 111-112℄.
378
Tomamos la informa ión de LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 112-116℄.
MATEMÁTICAS EN LOS ESTUDIOS DE NÁUTICA 153
Los libros de texto a seguir para el desarrollo de la asignatura son Leçons
élémentaires de mathematiques de La aille en su edi ión de 1784 omen-
tada por Marie o el Tratado de Bézout. Si se opta por el primero el
maestro deberá expli ar el ál ulo de varia iones no presente en esta
obra. Para el estudio de la trigonometría y de las se iones óni as pre-
vistas para su apli a ión en la astronomía se a onseja emplear el Examen
Marítimo y las demás obras de texto del Curso para extraer ejemplos y
ejer i ios prá ti os.
Me áni a.
Se utilizará el Examen Maritimo de Jorge Juan. El libro primero dedi-
ado a la dinámi a se estudiará ompleto ampliándolo on ejemplos, sin
embargo el segundo que trata la hidrostáti a se estudiará en profundidad
o sólo lo esen ial según onvenga.
Ópti a.
Se utilizará Leçons élémentaires d'optique de La aille ompletado on
proposi iones de Barrow, Newton y otros autores, o ualquiera de las
tradu iones fran esas de A Compleat System of Opti ks de Smidt (1689-
1768) editado en Cambridge en 1738, o el �Compendio del Curso mathe
máti o� de Bails.
Astronomía.
Podía optarse por la Astronomie de Lalande (1732-1807), ya utilizado
en la lase de osmografía, o por Leçons élémentaires d'astronomie géo-
metrique de La aille.
Físi a.
Se llevarán a abo experimentos y onferen ias sobre los puntos más
interesantes y se emplearán textos de autores que hayan tratado los on-
eptos on mayor solidez y laridad.
Cis ar onsideró oportuno enrique er la bibliote a de la A ademia on aque-
llas obras que por su volumen o pre io resultaban po o manejables o de difí il
adquisi ión para los o� iales, y mejorar la dota ión de instrumentos del labo-
ratorio y del observatorio
379
.
Posteriormente, en 1787, Cis ar propuso dividir el Curso en tres partes, al
�nal de ada una de las uales se realizaría un ertamen públi o. Se llevaría
a abo un ertamen por asignatura: uno de Álgebra, uno de Me áni a y uno
de Astronomía. Se dividiría ada tratado en diez partes y tras realizar un sor-
teo los o� iales disertarían una hora sobre el tema asignado
380
. Domingo Nava
379
Véanse la rela ión de obras de la bibliote a en LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 116-117℄
y la rela ión de instrumentos en LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 118℄.
380
Véase el programa ompleto de los ertámenes elebrados los días 11, 12, 13 y 14 de
febrero de 1789 donde pueden observarse al margen las anota iones a mano on el nombre
154 A ademias de guardiamarinas
(1740-1812), apitán de la Compañía de Cartagena, y Mazarredo, omandante
del Cuerpo de Guardiamarinas, estuvieron de a uerdo, no así Gil y Lemos.
Finalmente la R. O. de 16 de junio de 1787 impidió la división en materias del
Curso, pero sí se aprobó el 15 de enero de 1789 el plan para el desarrollo de
los ertámenes propuesto por Cis ar.
López Sán hez [1994, p. 120℄ mani�esta que úni amente se tienen noti ias
aisladas de Cursos posteriores, que no on�rman la ontinuidad de los mismos.
En 1791 o 1792 dio omienzo un nuevo Curso en Ferrol; en 1807 Godoy, almi-
rante general de la Armada, en arga un nuevo plan de estudios a Cis ar, que
fue enviado el 13 de abril de 1808 por Espinosa y Tello (1763-1815) al ministro
Gil y Lemos, pero no llegó a implantarse, probablemente por el ini io de la
Guerra de la Independen ia. El 16 de abril de 1812 el ministro Vázquez Figue-
roa (1770-1855) ordenó que se impartiera el Curso en todos los Departamentos
y el 30 de enero de 1813 se de idió que prosiguiesen los Estudios Mayores. Se
tienen noti ias de otro plan en 1814 y de la orden para omenzar un Curso en
1817 que no llegó a ini iarse
381
.
No se ono e on exa titud el número total de o� iales que asistieron a los
Cursos, aunque se sabe que en Cádiz entre 1783 y 1792 se formaron 40; en
Ferrol en 1785 había 15; en Cartagena en 1783 había 8 y entre 1786 y 1789
9 o� iales. En 1791 se aprobó que no se admitiesen más de 12 o� iales en el
siguiente Curso de Estudios Mayores.
Según relata Sán hez Carrión [2009, p. 67℄, entre quienes parti iparon en
estos ursos hubo miembros del Cuerpo de Ingenieros de Marina, y ita el
aso de Vi ente Sotelo que uando ontaba 56 años exponía en su �Rela ión
de los Servi ios del Yngenio.� que �soli itó y obtuvo agrega ión al Cuerpo de
Yngenieros de Marina (. . .) en el mes de marzo de 1784 (. . .) En 6 de enero de
1787 obtuvo la Real Orden para agregarse a la Compañía de Guardiasmarinas
de este Departamento [Ferrol℄ on el objeto de seguir los estudios mayores�.
de los o� iales que debían disertar sobre los puntos asignados en LÓPEZ SÁNCHEZ [1994,
pp. 121-124℄.
381
Véase el plan propuesto por Cis ar en 1807 on sus ontenidos, libros de texto a em-
plear en la do en ia, tiempo estimado de forma ión, material, profesorado, et . en LÓPEZ
SÁNCHEZ [1994, pp. 125-129℄.
Capítulo 3
LIBROS DE TEXTO
LIBROS DE TEXTO 157
En el apítulo anterior hemos analizado la forma ión de pilotos y guardia-
marinas en el siglo XVIII a través de los distintos planes de estudios implan-
tados, mostrando las materias que debían ursar los estudiantes y señalando
aquellas de ará ter espe í� amente matemáti o. Nos hemos referido también a
los libros de texto dispuestos por las distintas normativas para la forma ión de
los futuros profesionales de la navega ión. Nos o uparemos ahora pre isamen-
te de di has obras, presentando un atálogo que abar a obras que podríamos
onsiderar más ara terísti as del siglo XVIII, las omprendidas en el periodo
mar ado a omienzos de siglo por el novator Tos a y en el último uarto de
siglo por Bails, y también otras posteriores de autores que son puente ha ia el
siglo XIX.
3.1. Catálogo de autores
El riterio que se ha seguido para elaborar un atálogo de 30 obras o-
rrespondientes a 16 autores, ha sido el de elegir entre aquellas on ontenido
matemáti o, las que hubieran sido destinadas a la enseñanza de la náuti a o
in�uyeron en ella. Se han in luido también otros textos por su relevan ia en la
prá ti a de la navega ión, on el objeto de omparar los ontenidos matemá-
ti os de los textos do entes on los de los manuales utilizados en la prá ti a
de la náuti a.
Presentamos en la primera se ión la lista de autores de los textos sele -
ionados expuestos por orden alfabéti o, indi ando para ada autor sus obras
elegidas on la fe ha de la primera edi ión y aquellos datos que a reditan su
uso do ente en los estudios que analizamos. Asimismo, se han añadido algunos
datos biográ� os del autor. No pretendemos dar biografías exhaustivas, lo que
rebasa los objetivos del presente estudio. Además, en algunos asos no ha sido
posible en ontrar informa ión al respe to y en otros la biografía del autor es
extensa y su� ientemente ono ida.
Asimismo, hemos in luido un estudio bibliométri o de las obras onsidera-
das, re�ejando grá� amente los datos orrespondientes a las distintas materias
presentes en los textos.
En la segunda se ión mostramos por orden ronológi o las obras de nuestro
atálogo, realizando una des rip ión y análisis general de los ontenidos de las
mismas y aportando alguna referen ia omparativa on las anteriores.
158 Catálogo de autores
3.1.1. ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO
(Cabra (Córdoba), 1760 - Trafalgar, 1805)
Figura 3.1: ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1760-1805). Retrato de
José Vallejo y Galeazo y �rma del autor. Fuente: BDH. http://bdh-
rd.bne.es/viewer.vm?id=0000032037
Datos biográ� os del autor
Na ió en Cabra (Córdoba) el 8 de o tubre de 1760, hijo de Antonio Al alá-
Galiano de Pareja y Valera y Antonia Al alá-Galiano de Pareja y Pinedo. Fue
bautizado el mismo día on los nombres de Dionosio Fran is o de Paula Benito
de Santa Brígida de Jesús María y José. Dionisio, el uarto siete hermanos,
estudió sus primeras letras en el Colegio de la Real Purísima Con ep ión de
su pueblo al igual que su hermano Vi ente. El 29 de agosto de 1775 uando
ontaba on 15 años ingresó en la Real A ademia de Guardias Marinas de San
Fernando de Cádiz. En 1776 se enroló en una expedi ión omandada por el
LIBROS DE TEXTO 159
general D. Pedro de Cevallos para restable er el orden en la olonia de Sa ra-
mento (Brasil). La labor desempeñada en esta expedi ión le supuso el as enso
a alférez de fragata el 8 de agosto de 1778; posteriormente fue as endido a
alférez de navío el 16 de septiembre de 1781, a teniente de fragata el 15 de
noviembre de 1784, a teniente de navío el 28 de abril de 1787, a apitán de
fragata el 1 de marzo de 1791, a apitán de navío el 25 de enero de 1794, a
brigadier el 5 de o tubre de 1802. Además, el 5 de di iembre de 1795 se le
on ede por los méritos al anzados el hábito de la orden de Al ántara
382
.
Colaboró en la realiza ión de un Atlas Hidrográ� o que el ministro de Ma-
rina Antonio Valdés ordenó elaborar en 1783 a Vi ente To�ño. Para tal �n se
llevó a abo una expedi ión que tuvo lugar entre 1783 y 1788, realizándose un
profundo re ono imiento de asi todas las ostas de la Península, Baleares y
norte de Áfri a. A onse uen ia de estos trabajos omenzó a ser re ono ido
omo un prestigioso artógrafo.
En 1785, mientras Al alá-Galiano se en ontraba en una de las expedi io-
nes de Vi ente To�ño, fue re lutado por Antonio de Córdoba y Lasso de la
Vega para una expedi ión de re ono imiento del estre ho de Magallanes; de
he ho �tuvo que transbordar dire tamente desde una de las embar a iones de
la expedi ión de To�ño a la prin ipal y úni a embar a ión de la expedi ión
de Córdoba, Santa María de la Cabeza�. En 1787 volvió a trabajar on To�-
ño para ontinuar on el levantamiento hidrográ� o de las ostas de Gali ia,
Asturias y Viz aya a bordo de la fragata Loreto. Entre el 15 de junio y el 16
de agosto de 1788 se llevó a abo otra expedi ión para el re ono imiento de
las islas Azores, en abezada de nuevo por To�ño. Al alá-Galiano fue puesto al
mando del Natalia, uno de los dos bergantines que a ompañaron a la fragata
prin ipal de la expedi ión.
El 30 de julio de 1789 salieron de Cádiz las orbetas Des ubierta y Atre-
vida. A bordo de esta última iba Al alá-Galiano que tomaba así parte en la
ono ida omo �expedi ión Malaspina�. Él sería el en argado de las labores
astronómi as y de medi ión geodési a. El 20 de septiembre de 1789 llegaron
a Montevideo donde se estable ió un observatorio. Las medi iones realizadas
por Al alá-Galiano se anotaron en el diario astronómi o de Montevideo, en
un manus rito realizado por él mismo y onservado en el ar hivo del Museo
Naval. Di has observa iones se dirigieron a estable er la latitud y longitud y a
observar el tránsito de Mer urio sobre el dis o del Sol.
382
Los datos biográ� os aquí señalados han sido extraídos de SAMPEDRO SÁNCHEZ
[2013, pp. 21-22, 28-29, 40, 43-47, 50, 114, 140, 149, 154-156, 321, 379-382℄. Junto on
Dionisio, Vi ente fue de los más desta ados de sus hermanos. Después de ingresar en la
A ademia del Real Cuerpo de Artillería de Segovia estudió matemáti as y fue profesor
de la misma materia en la itada A ademia. Posteriormente fue se retario de la So iedad
E onómi a de Sevilla. Es ribió obras muy interesantes rela ionadas on la e onomía, la
produ ión agraria y la �s alidad. Además fue Dire tor General de Rentas, Consejero de
Ha ienda y Tesorero Real.
160 Catálogo de autores
Los trabajos de Al alá-Galiano se su edieron hasta su regreso a Cádiz a
través de La Habana y Vera ruz a �nales de 1794. Su a tividad en este viaje
fue tras endental en uanto a la artografía y el re ono imiento de la zona del
estre ho, realizando on onsiderable pre isión todas las tareas en omendadas.
En parti ular, los trabajos artográ� os realizados junto on otros miembros
de la expedi ión onsolidaron el ono imiento español sobre sus posesiones del
Pa í� o Norte.
En 1795 y 1796 publi ó Memoria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por
dos alturas de sol y Memoria sobre las observa iones de latitud y longitud en
el mar respe tivamente. Puede onsiderarse a Al alá-Galiano omo inventor
del pro edimiento de hallar la latitud por observa ión de la altura del Sol o de
un astro a ualquier distan ia del meridiano. Aunque Mendoza se atribuyó a
sí mismo di ha rea ión en la edi ión de 1809 de su tablas, queda patente en la
obra de 1796 que a abamos de itar que el método se debe a Al alá-Galiano
383
.
Entre 1794 y 1805 se dedi ó a realizar otras misiones militares en Améri a.
Cabe desta ar su a tua ión en el transporte de audales a Améri a y sus re o-
no imientos artográ� os en el Mediterráneo a las órdenes del primer ministro
de Carlos IV, Manuel Godoy. A esta etapa pertene en los mapas sobre el Mar
Egeo y la osta Adriáti a onservados en la Bibliote a Na ional. Murió el 21
de o tubre de 1805 en la batalla de Trafalgar a bordo del Bahama del ual era
omandante.
Textos
(1795) Memoria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por dos alturas de
sol. Por Don Dionisio Al alá-Galiano, Capitan de Navío de la Real Armada.
Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra.
(1796) Memoria sobre las observa iones de latitud y longitud en el mar.
Por D. Dionisio Al alá-Galiano, Capitan de Navío de la Real Armada.
Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra.
Dimensiones: 4o marq. pta384
.
383
SAMPEDRO SÁNCHEZ [2013, pp. 316-317℄. Las itadas tablas se editaron on el si-
guiente título: A omplete olle tion of tables for navigation and nauti al astronomy with
simple, on ise and a urate methods for all the al ulation useful at sea; parti ularly for
dedu ing the longitude from lunar distan e, and the latitude from lunar distan e, and the
latitude from two altitudes of the sun and the interval of time between the observations. 1809,
2nd ed. improved, London, T. Bensley.
384
CATÁLOGO [1865, p. 67℄ y FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo I, p. 373℄.
Leemos en la Ga eta de Madrid, on fe ha de viernes 29 de abril de 1803, número 34, que
el pre io de un ejemplar de la obra en España era de 8 reales de vellón y en Améri a de 7
reales de plata.
LIBROS DE TEXTO 161
3.1.2. ÁRCHER MENOR, MIGUEL
(Bilbao, 1689 -Bilbao, 1752)
385
Datos biográ� os del autor
Na ido en Bilbao en 1689 son es asos sus datos biográ� os ono idos. Perte-
ne ió a la Es uadra Real de Fernando VI, parti ipando en numerosas batallas.
Pare e ser que intervino en la aza de piratas musulmanes y en varios viajes de
omisiones a Améri a, des ono iéndose los detalles. Posteriormente fue nom-
brado ar hivero de la Casa de Contrata ión de Bilbao e Hidrógrafo del Señorío
de Bizkaia
386
.
En 1742 se hizo argo de la átedra de náuti a en el Museo Matemáti o de
Bilbao, donde tenía que expli ar �las in o ien ias que pro eden a la perfe -
ión de la Náuti a, Matemáti a, Geometría prá ti a, Planometría y Exterio-
metría�. Ár her impartía le iones en el Museo durante uatro horas diarias,
y los satisfa torios resultados obtenidos hi ieron que en 1749 se le on ediera
el grado de apitán de fragata de la Real Armada
387
. La Diputa ión, estiman-
do que los méritos de Ár her debían premiarse no solo on honores, de idió
subir su salario �para que pueda ha er mejor el Real servi io de la enseñanza
de la juventud, habilitándole espe ialmente para el pilotaje� [LLOMBART;
HORMIGÓN, 1990, p. 440℄. Ár her murió en Bilbao en 1752.
Texto
(1756) Le iones nauti as, expli adas en el mvseo mathemati o de el M.
N. y M. L. Señorio de Viz aya, Noble Villa de Bilbao, y su Illustre Casa de
Contrata ion. Su autor: D. Miguel Ar her, Capitan de Fragata, è Hidrographo
de las mifmas Communidades
388
.
Bilbao, Antonio de Egusquiza, Impre�or de di ho M. N. y M. L. Señorìo.
Dimensiones: 4o (21 m)389.
385
Pare e ser que existe ierta onfusión sobre la fe ha de na imiento del autor tal y omo
Llombart y Hormigón exponen en Un libro de texto de la es uela de náuti a y matemáti as
de Bilbao en el siglo XVIII donde se da omo fe ha 1752. En un estudio posterior Ibáñez
y Llombart [2000, p. 765℄ ha en referen ia a �una nota en ontrada en el AFB, Se ión
Administrativo, Fondo Instru ión Públi a, Caja 1173, exp. 12, en la que se men iona 1752
omo año de falle imiento de Ár her�, lo ual orrobora la fe ha anteriormente dada.
386
ANDUAGA [2008, p. 68℄ y http://www.euskomedia.org/aunamendi/3064.
387
IBÁÑEZ; LLOMBART[ 2000, p. 748℄.
388
La obra fue on luida po o antes de la muerte de Ár her y publi ada en 1756 a ini iativa
de la Diputa ión de Bizkaia [ANDUAGA, 2008, p. 68℄.
389
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 484℄ y CATÁLOGO [2011, p. 16℄.
162 Catálogo de autores
A redita ión do ente
La obra fue usada omo libro de texto tanto en la Es uela de Náuti a de
Bilbao omo en otras Es uelas durante el resto del siglo XVIII
390
. De he ho la
obra aún se en ontraba �en uso en las bibliote as de las es uelas náuti as a
�nales de siglo�
391
.
3.1.3. BAILS, BENITO
(San Adrián de Besós (Bar elona), 1730 -Madrid,
1797)
Datos biográ� os del autor
Benito Bails realizó sus primeros estudios en Toulouse y los ontinuó más
tarde en París. �Su talento matemáti o fue re ono ido pronto a través de sus
trabajos� y Jaime Mannes de Sima, embajador español en París, �le otorgó
una prote ión de idida y lo llevó on él a Madrid en alidad de Se retario�.
Bails no sólo fue un matemáti o notable, sino que ono ía a la per-
fe ión varias lenguas muertas y vivas, tenía grandes ono imientos de
Filosofía, Dere ho, Humanidades y Teología y se distinguió omo un
orre tísimo es ritor. En los últimos años de su vida una parálisis le im-
posibilitó el uso de la mano dere ha, pero ello no le impidió ontinuar
sus trabajos y se habituó a es ribir on la mano izquierda
392
.
Fue dire tor de Matemáti as en la Real A ademia de Bellas Artes de San
Fernando desde 1768 hasta su muerte y miembro de la A ademia de Cien ias
y Artes de la iudad de Bar elona. Además, fue elegido supernumerario en
la Real A ademia de la Historia
393
en 1765 y a adémi o de número en 1771,
o upando el sillón U
394
.
Figura 3.2: Firma de Benito Bails. Fuente: ILUSTRACIÓN [1905, p. 13℄
En 1772 elaboró junto a Gerónimo Campmany un Tratado de Matemáti as
en argado por el onde O'Reilly, inspe tor general de infantería, para uso de
390
IBÁÑEZ; LLOMBART [2000, p. 748℄.
391
SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA [1985, p. 170℄.
392
ARENZANA [1987, p. 157℄.
393
�Su a tividad en esta institu ión no fue desta able. En 1792, a ausa de su inasisten ia
a las juntas sería relegado a la ondi ión de a adémi o honorario� [ARIAS DE SAAVEDRA
ALÍAS, 2003, p. 126℄.
394
RAE (http://www.rae.es/a ademi os/benito-bails).
LIBROS DE TEXTO 163
las es uelas de adetes, que fue usado en mu hos regimientos de infantería.
Publi ó además un Di ionario de Arquite tura Civil y olaboró en el Di io-
nario Históri o-Políti o publi ado en 1774 en Fran ia
395
.
El 2 de marzo de 1792 fue desterrado a Granada y en noviembre del mismo
año fue indultado por el duque de Al udia a peti ión del obispo de Jaén, quien
adujo que Bails �no tenía asunto on la Inquisi ión�
396
. Benito Bails falle ió
en Madrid en 1797.
Textos
(1772-1783) Elementos de Matemáti a. Por D. Benito Bails, Dire tor de
Matemáti as de la Real A ademia de S. Fernando, Individuo de las Reales
A ademias Española, de la Historia, y de las Cien ias Naturales, y Artes de
Bar elona. Diez Tomos.
Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S.M. (Tomos I-VIII)
397
.
Tomo I, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1779.
Tomo II, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1779.
Tomo III, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1779.
Tomo IV, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1780.
Tomo V, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1780.
Tomo VI, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1781.
Tomo VII, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1775
Tomo VIII, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1775.
Tomo IX. Parte I, Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
y de la Real A ademia, 1783.
Tomo IX. Parte II, Madrid, Imprenta de la Viuda de don Joaquín Ibarra, 1790.
Tomo X. Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, Hijos y Compañía, 1787.
395
ARENZANA [1987, pp. 157-159℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 92℄.
396
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 94℄. �El motivo no está bien a larado. En una
arta al rey (AHN, Estado, leg. 3127), le pide "sirva indultar del destierro [. . . ℄ y si no [. . . ℄
supli a a lo menos que ante el tribunal o jue es que V.M. tenga a bien nombrar se le hagan
los argos de lo que se le haya impugnado" �.
397
En la Ga eta de Madrid on fe ha de viernes 25 de marzo de 1803 leemos en el número
24, página 259: �Libros y estampas que se venden en la Real A ademia de nobles artes,
denominada de S. Fernando, alle de, en el quarto del Conserge. Elementos de Matemáti a
de D. Benito Bails, en 4o marquilla, tomo I.
o
, á 30 rs. en papel, 34 en rústi a y 38 en pasta:
2.o, 3.o, 4.o y 5.o á 2I rs. en papel, 25 en rústi a y 29 en pasta: 6.o á 30 rs. en papel, 34 en
rústi a y 39 en pasta: 7.o á 40 rs. en papel, 45 en rústi a y 50 en pasta: 8.o á 32 rs. en papel,
36 en rústi a y 4I en pasta: 9.o, de Arquite tura ivil, á 60 rs. en papel, 65 en rústi a y 70
en pasta: I0.o á I7 rs. en papel, 20 en rústi a y 25 en pasta.= Prin ipios de Matemáti a del
mismo Bails , 3 tomos en 4.o á 26 rs. en papel, 30 en pergamino y 34 en pasta ada uno
[. . . ℄�.
164 Catálogo de autores
Existe disparidad entre el año de impresión y el de publi a ión de los to-
mos. En la página XVIII del prólogo del Tomo I, Bails advierte que una vez
ompuestos los tomos trató de enmendar las erratas y de in luir las novedades
que habían ido surgiendo durante la elabora ión de los mismos, de forma que
no oin ide la fe ha de la impresión on la posterior fe ha de publi a ión de
los itados tomos. Trans ribimos a ontinua ión las fe has de impresión dadas
por el autor:
El Tomo primero se a abó de imprimir el dia 26 de Abril del año de
1772: el Tomo II: el dia 22 de Agosto de 72: el III. el dia 24 de Di iembre
de 72: el IV. el dia 31 de Julio de 73: el V. el dia 23 de Julio de 74: el
VI. el dia 15 de Enero de 74: el VII. el dia II de Marzo de 75: el VIII.
el dia 16 de Agosto de 75: el X. el dia 13 de Septiembre de 76: el IX.
es el úni o que falta estampar; las láminas que le orresponden se están
abriendo meses ha.
Cabe la posibilidad de que en el texto anterior haya una errata y el Tomo
VI se imprimiese el 15 de enero de 1775 y no de 1774 ya que las fe has están
dadas en orden ronológi o. Por tanto, atendiendo a la nota del autor y a la
fe ha de portada del primer tomo, este se publi ó 7 años más tarde
398
.
Por otra parte, en el prólogo de la �Parte I� del TOMO IX editado en 1783,
Bails expone que el TOMO IX es el último en imprimirse; el resto estaban ya
impresos en el año 1776. Dado que la fe ha de portada es 1783 podemos on-
luir que la obra se imprimió en el periodo (1772-1783), fe ha propor ionada
por Arenzana [1988, p. 157℄.
Para referirnos a esta obra, sin embargo, hemos optado por señalar la fe ha
que apare e en las portadas de las edi iones onsultadas sin tener en uenta la
fe ha de impresión.
(1776) Prin ipios de Matemáti a, donde se enseña la espe ulativa, on su
apli a ion a la dinámi a, hydrodinámi a, ópti a, astronomía, geografía, gnomó-
ni a, arquite tura, perspe tiva, y al alendario. Por D. Benito Bails, Dire tor
de Matemáti as de la Real A ademia de S. Fernando, individuo de las Reales
A ademias Española, de la Historia, y de las Cien ias Naturales y Artes de
Bar elona. Tomos I, II y III.
Madrid, D. Joa hin Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
Otras edi iones y formato
2a edi ión añadida:
Tomo I, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1788.
Tomo II, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1789.
Tomo III, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1790.
398
LEÓN TELLO; SANZ SANZ [1994, p. 315℄.
LIBROS DE TEXTO 165
3a edi ión añadida:
Tomo I, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1795.
Tomo II, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1797.
Tomo III, Madrid, Imprenta de la Viuda de Ibarra, 1799
399
.
Dimensiones
400
: 4o.
A redita ión do ente
La obra de Bails fue utilizada omo libro de texto en la mayor parte de
las A ademias y Es uelas Matemáti as del país. En lo que a los estudios de
náuti a se re�ere, en las Ordenanzas de 1786 para el Real Colegio Seminario
de San Telmo de Sevilla se �jaba el uso de la obra Bails omo libro de texto:
Mientras se publi an Institu iones propias de estos estudios, se val-
drán los Catedráti os de las obras que sobre di has materias han dado á
luz D. Vi ente To�ño, D. Benito Bails, y D. Antonio Rosell, señalando
de omun a uerdo on el Dire tor y los otros Catedráti os las partes
que podrán tomarse de ada Autor, lo que onvenga suplir, el órden y
la distribu ion para los dos años
401
.
Iglesias [2000, p. 43℄ espe i� a aún más re�riendo que la obra utilizada en
el Seminario fue Elementos de Matemáti a, si bien nosotros no hemos podido
on�rmarlo.
Prin ipios de Matemáti a fue el libro de texto usado en el Real Instituto
Asturiano de náuti a y mineralogía para la enseñanza de las matemáti as
mixtas (álgebra, me áni a e hidrodinámi a). Este texto se utilizó hasta 1803,
año en el que se implantó el plan de estudios propuesto por Gabriel Cis ar. En
este plan, omún para todas las Es uelas de Náuti a, se estable ía el uso del
Curso de estudios elementales de Marina es rito por el propio Cis ar en todos
los entros do entes de náuti a
402
.
3.1.4. BARREDA Y ACEVEDO, FRANCISCO JOSÉ
DE
(Sevilla, 1713 - ¾?, 1791)
Datos biográ� os del autor
Na ió el 8 de mayo de 1713 en Sevilla y fue bautizado el 8 de junio en la
iglesia del Salvador de la iudad. Hijo de Pedro Joseph y Agueda Theresa, que-
dó huérfano de padre e ingresó en el Real Seminario de San Telmo de Sevilla el
399
BUSTAMANTE Y URRUTIA [1956, p. 284℄; también en REBIUN.
400
REBIUN; también BUSTAMANTE Y URRUTIA [1956, pp. 165, 229, 239, 254℄.
401
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCIV, p. 96℄.
402
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo III, artí ulo 321℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 409℄.
166 Catálogo de autores
30 de agosto de 1721, a la edad de 8 años; tenía el pelo astaño, ojos grandes
pintados y era ari abultado. En 1730 realizó su primer viaje de prá ti as, o u-
pando plaza de grumete, a bordo del navío San Luis, la nave apitana de los
galeones a argo de don Manuel López Pintado, Jefe de Es uadra. Regresó de
su viaje el 1 de julio de 1732, ontinuando sus estudios en el Real Seminario. El
segundo viaje, on destino Levante, lo ini ió el 28 de o tubre de 1733 a bordo
del navío San Felipe de la Real Armada, en plaza de pilotín y on sueldo. Su
aprove hamiento en el viaje fue desta ado y por ello fue admitido de nuevo en
el Seminario el 31 de di iembre de 1734 donde prosiguió sus estudios. El ter er
viaje lo realizó a bordo del navío La Prin esa de la Real Armada, o upando
plaza de pilotín y on sueldo
403
.
En 1757 uando ontaba on más de dos dé adas de experien ia en navega-
ión por Levante e Indias fue nombrado Maestro de Matemáti as para o upar
la plaza va ante por el falle imiento de Juan Sán hez Re iente en el Real Se-
minario de San Telmo de Sevilla. En 1763 fue admitido omo hermano de la
Universidad de Mareantes de Sevilla
404
. Murió en 1791.
Textos
(1766
405
) El Marinero Instruido en el Arte de Navega ion spe ulativo, y
pra ti o, segun el mètodo, on que se enseña à los Colegiales del Real Semi-
nario de Sr. San Telmo, extra muros de la Ciudad de Sevilla. Dispuesto por
D. Fran is o de Barreda, Colegial, que fué en di ho Real Seminario, Piloto
Prin ipal examinado de la Carrera de Indias, Capitular de la Universidad de
Mareantes, y Maestro de la expressada Fa ultad Nauti a, y demás, que en di ho
Real Colegio se enseñan. Dedi ado al Sr. San Pedro Gonzalez Telmo, Singular
Patron de los Navegantes. Por a uerdo de los señores D. Juan Manuel de Vi-
bero, D. Manuel de Rio Soto, y D. Pedro Pumarejo, Mayordomo, y Diputados
de la itada Universidad, y men ionado Real Colegio.
Sevilla, s.n.
406
.
403
AHUS, Libro 0217, fol. 134-139: "Expediente de legitimidad y limpieza de sangre de
Fran is o Joseph de Barreda Azeuedo, para la entrada en el Colegio de San Telmo de Sevi-
lla" y KOBLISCHEK [2011, pp. 283-284℄.
404
JIMÉNEZ JIMÉNEZ [2002, pp. 130-131℄ y GARCÍA GARRALÓN [2009a, p. 185℄.
405
Aunque algunos autores dan omo fe ha de primera edi ión 1765, otros omo JIMÉNEZ
JIMÉNEZ [2002, p. 98℄, Bibliote a Digital Hispáni a. Bibliote a Na ional de España, Real
Bibliote a de Patrimonio Na ional, REBIUN, wordl at.org y books.google indi an que se
publi ó en 1766. Nuestra opinión es que aunque en la edi ión de 1786 se ita que se imprimió
y publi ó por primera vez en 1765, la edi ión que manejamos es de 1766 dado que la li en ia
del sr. Provisor está fe hada el 8 de enero de 1766.
406
Dato tomado de la li en ia de impresión.
LIBROS DE TEXTO 167
Otras edi iones y formato
2a impresión407, Sevilla, O� ina de Vázquez, Hidalgo y Compañía408, 1786.Cádiz, Imprenta Josef Niel, 1796
409
.
Dimensiones
410
: 15x11 m.
(1770) El arithmeti o inferior, espe ulativo, y pra ti o, dispuesto a la en-
señanza de los Colegiales del Real Seminario de San Telmo, extra-muros de la
Ciudad de Sevilla. Por Don Fran if o de Barreda, Colegial que fuè en di ho
Real Seminario, Piloto prin ipal, examinado de la Carrera de Indias, Capitu-
lar de la Uniuer�dad de Mareantes, y Maeftro de la fa ultad Nauti a, y demàs
que fe enfeñan en di ho Real Colegio. Dedi ado a María Santissima Nra. Sra.
on el Titulo del Buen-Aire, Titular de la referida Univer∫idad de Mareantes,
y men ionado Real Colegio.
Sevilla, Manuel Ni olás Vázquez.
Otras edi iones y formato
Reimpresión, Madrid, Vázquez, Hidalgo y ompañía, 1786
411
.
A redita ión do ente
Las dos obras fueron es ritas por en argo de los señores Mayordomo y
Diputados para la enseñanza en el Real Colegio Seminario de San Telmo, tal y
omo puede leerse en los prólogos al le tor de ambas. Además, en la Instru ión
para el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía se determinaba el
uso del texto El Marinero Instruido en la lase de navega ión
412
.
407
El autor señala en el apartado �Al le tor� que se trata de una nueva impresión orregida.
408
Al �nal del texto, insertada entre el índi e y las láminas, apare e una nota donde puede
leerse que la obra se imprime on superior permiso en la O� ina de Vázquez, Hidalgo, y
Compañía, Impresores de di ho Real Seminario.
409
Citado por IBÁÑEZ [2002, p. 53℄ e IGLESIAS [2000, p. 22℄. También en
http://www.world at.org/; https://books.google.es/books.
410
Datos para la edi ión de 1786 en http://www.librosantiguosasilodellibro. om/ atalogos/20.
pdf, Librería El Asilo del Libro.
411
NIETO; PIERA; URGELL [2004, p. 40℄.
412
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulo 333℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 410℄.
168 Catálogo de autores
3.1.5. CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL
(Sevilla, 1676
413
- Puerto de Santa María (Cádiz),
1761)
Datos biográ� os del autor
Na ido en Sevilla en 1676, hijo de Ni olás Zedillo y Josefa Rujaque, fue
bautizado en la iglesia de San Juan de la Palma. El 3 de marzo de 1684 ingre-
só en el Real Colegio Seminario de San Telmo
414
. Cursó sus estudios de forma
brillante, otorgándosele en 1698 un premio por sus sobresalientes [JIMÉNEZ
JIMÉNEZ, 2002, p. 130℄. Al �nalizar los mismos realizó tres viajes, el primero
en 1609 on destino a Puerto de la Trinidad a bordo del Jesús Nazareno en la
plaza de paje
415
, volviendo de nuevo al Seminario. En julio de 1695 omenzó
su segundo viaje, on destino a Nueva España, en La Ur a de Nuestra Señora
de las Mer edes, regresando al Seminario en 1696. El ter er viaje, que tuvo de
nuevo omo destino Nueva España, lo realizó ha ia julio de 1699 a bordo del
navío El Santo Rey David
416
.
Finalizadas las prá ti as fue Maestro de Matemáti as en el Seminario de
San Telmo desde 1701 hasta el 2 de febrero de 1724, uando fue nombrado
Segundo Maestro de Matemáti as de la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz,
argo que ostentó hasta ser nombrado dire tor
417
de la misma el 5 de noviembre
de 1728 a la muerte de Orbe
418
. Cedillo falle ió en Puerto de Santa María
(Cádiz) en 1761.
Textos
(1717) Compendio de la arte de Navega ion. Qve sa a a la pvbli a luz pa-
ra la enfeñanza de los Niños del Real Colegio Seminario de San Telmo, de la
413
Cuando Cedillo fue re ibido en el Real Colegio Seminario de San Telmo en 1684 ontaba
8 años de edad [KOBLISCHEK, 2011, p. 48℄.
414
KOBLISCHEK [2011, p. 48℄.
415
�Los pajes onstituían la ategoría más baja en la pirámide de los o� ios de la mar, y se
identi� aban on los mu ha hos más jóvenes (entre 10 y 18 años), dedi ados a las labores de
aprendiz (limpieza del navío, prepara ión de los alimentos, llamadas a la tripula ión, labores
de vigilan ia durante las guardias...). Los pajes de la nao debían obedien ia a los grumetes
y marineros, o� ios que se situaban por en ima de éste en el es alafón de la marinería�
[GARCÍA GARRALÓN, 2009a, p. 206℄.
416
Los datos de los viajes aquí reseñados se han tomado de KOBLISCHEK [2011, p. 48℄.
417
Los argos ostentados por Cedillo apare en en las portadas de sus obras. Además, en la
édula funda ional del Real Colegio Seminario de San Telmo de 1681 hay una nota manus-
rita donde se da uenta del a uerdo de 12 de noviembre de 1709 para asignar a Cedillo 100
du ados de salario al año y la ra ión diaria de pan por su labor do ente. También se anota
un a uerdo de julio de 1710 para aumentar a 150 du ados anuales su salario.
418
ARROYO RUIZ-ZORRILLA [1994, p. 13℄. Fernández de Navarrete [1851, Tomo II,
p. 531℄ indi a que �El rey le on edió reforma el 9 de enero de 1753�. El Di ionario de
Autoridades, Tomo V (1737) de la RAE da la siguiente de�ni ión de reforma: �priva ión del
exer i io de algún empleo que se tenia: y por extensión de las osas que se dexan de usar�.
LIBROS DE TEXTO 169
muy Noble, y muy Leal Ciudad de Sevilla. Sv autor Don Pedro Manvel Cedillo,
Maeftro de di ha Arte en di ho Real Colegio. Dedi ado a los mvy ilvstres Se-
ñores Mayordomo, y Diputados de la Vniver�dad de Mareantes, y di ho Real
Colegio
419
.
Sevilla. Lu as Martín Hermosilla, Impresor, y Mer ader de Libros.
Otras edi iones y formato
2a impresión orregida y añadida
420
, Sevilla, 1730
421
.
Dimensiones: 8o pno.422.
(1718) Trigonometria apli ada a la Navega ion, afsi por el bene� io de las
Tablas de los Senos, y Tangentes Logarithmi as; omo por el vfo de las dos
Ef alas Plana, y Arti� ial. Autor Don Pedro Manvel Cedillo, Mae∫tro de la
Arte de Navega ion, en el Real Colegio Seminario de San Telmo de la Ciudad
de Sevilla. Dedi ada al Señor Don Joseph Patiño, Cavallero del Orden de Al-
antara, del Confejo de fu Mageftad en el Real de Ordenes, Intendente General
de la Marina de Efpaña, & .
Sevilla, Lu as Martín Hermosilla.
Dimensiones
423
: 8o.
(1745) Tratado de la Cosmographia, y Nauti a, dedi ado al ex . Sr. Don
Cenon De Somo De Villa, Marquès de la Enfenada, Cavallero del Real Orden
de S. Genaro, Comendador de Piedra-Baena en el de Calatrava, del Confe-
jo de Eftado, y Lugar-Theniente General del Serenifsimo Señor Infante Don
Phelipe, en el Almirantazgo General de Efpaña, y de las Indias, & . Por Don
Pedro Manuel Cedillo, Dire t�r por S. M. de la Real A ademia de Cavalleros
Guardias Marinas de Efta Ciudad de Cadiz
424
.
Cádiz, Imprenta Real de Marina, y Casa de Contrata ión de Don Miguel
Gómez Guiraun.
419
Un tomo en 8o de esta obra se en ontraba en la bibliote a del marqués de la Ensenada.
En: GÓMEZ URDÁÑEZ [1996, p. 272℄.
420
Según nota del autor en la portada.
421
Fe ha según li en ia de impresión otorgada por el sr. juez. Palau men iona dos
edi iones de 1730, una en Sevilla y otra en Cádiz [Bibliote a Virtual de Andalu ía
(http://www.bibliote avirtualdeandalu ia.es/ atalogo/ onsulta/registro. md?id=100045)℄.
Un ejemplar de esta obra en 8o se en ontraba en la bibliote a del marqués de la Ensenada.
En: GÓMEZ URDÁÑEZ [1996, p. 272℄.
422
CATÁLOGO [1865, pp. 126-127℄.
423
El dato nos lo aporta el mismo autor en la obra: �Adviertefe, que por fer efta obra en
o tavo [. . . ℄� [CEDILLO, 1718, p. 7℄.
424
Un tomo en 8o de esta obra formaba parte de la bibliote a del marqués de la Ensenada.
En: GÓMEZ URDÁÑEZ [1996, p. 272℄.
170 Catálogo de autores
Otras edi iones y formato
Cádiz, Imprenta Real de Marina de Don Manuel Espinosa de los Monteros,
1750
425
.
Dimensiones
426
: 80.
A redita ión do ente
Un informe realizado por el autor revelaba que en la Real A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz se usaron los libros de texto Compendio de la arte
de Navega ion y Trigonometria apli ada a la Navega ion
427
. Un ejemplar en
80 de este último se en ontraba en 1778 en la bibliote a de la A ademia de
Guardiamarinas de Cartagena tal y omo �gura en Inventario de los efe tos
del Rey
428
.
El libro Trigonometria apli ada a la Navega ion se utilizó también en el
Seminario de San Telmo; Jiménez Jiménez [2002, p. 96℄ expone que el 18 de
enero de 1718 se a ordó en Sevilla imprimir el itado texto para uso de los
olegiales. También para los olegiales de San Telmo se elaboró y utilizó el
Compendio de la arte de Navega ion del autor
429
.
El Tratado de la Cosmographìa y Nauti a debía usarse en la llamada �Se-
gunda Sala de Nauti a� de las Es uelas Reales y Parti ulares, según se expone
en la �Ynstru ion general para la Dis iplina, Estudios y Exâmenes que de-
ben seguirse en las Es uelas Reales y Parti ulares de Nauti a del Reyno�
430
.
Asimismo, se utilizó omo libro de texto para el estudio de la osmografía y la
astronomía en la lase de náuti a en el Real Instituto Asturiano de náuti a y
mineralogía
431
, y en la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz
432
.
425
Se trata de una reimpresión de la edi ión de 1745. El título del texto es Tra-
tado de la Cosmographia, y Nauti a, ompuesto por D. Pedro Manuel Cedillo, Di-
re tor por S. M. de la Real A ademia de Cavalleros Guardias Marinas de es-
ta Ciudad de Cadiz. Dedi ado al Gloriosisimo Patriar a Sr. S. Joseph, dignisi-
mo esposo de Maria Santìsima SRa. Nuestra. Añadido y enmendado en esta ulti-
ma Impresion. Palau lo supone impreso en 1750. En: Bibliote a Virtual de Andalu-
ía (http://www.bibliote avirtualdeandalu ia.es/ atalogo/ onsulta/registro. md?id=6801).
REBIUN (http://rebiun.absysnet. om/ gi-bin/rebiun/O7027/ID3 3512eb/NT4) data el
mismo ejemplar en 1750. GONZÁLEZ GONZÁLEZ; QUEVEDO ARIZA [2000, p. 33℄ fe han
la obra en 1746.
426
CATÁLOGO [1865, p. 127℄.
427
GARCÍA GARRALÓN [2009b, p. 21℄.
428
ANCAR, Cuerpo general (guardiamarinas), Compañía y A ademias, Caja 2994, exp. 1.
429
JIMÉNEZ JIMÉNEZ [2002, p. 97℄ y SELLÉS GARCÍA; LAFUENTE GARCÍA [1985,
pp. 154-155℄.
430
AMN, ms. 895, do .1, fol. 1-7: "Ynstru ion general para la Dis iplina, Estudios y Exâ-
menes que deben seguirse en las Es uelas Reales y Parti ulares de Nauti a del Reyno",
Formada por D. Fran
o
. Winthuysen y aprobada en 26 de Febrero de 1790.
431
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulo 330℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 410℄.
432
IBÁÑEZ [2000, p. 285℄ e IGLESIAS [2000, p. 82℄.
LIBROS DE TEXTO 171
3.1.6. CISCAR Y CISCAR, GABRIEL
(Oliva (Valen ia), 1760 -Gibraltar, 1829)
Figura 3.3: CISCAR, GABRIEL (1760-1829). Fuente: LA PARRA [1995℄
Datos biográ� os del autor
Gabriel, segundo hijo de Pedro Cis ar Fernández de Mesa y Rosa Cis ar
y Pas ual, na ió en Oliva (Valen ia) el 17 de marzo de 1760
433
. Pertene ía a
una familia ilustrada; su tío Gregorio Mayans fue �uno de los más desta ados
ilustrados reformadores de los estudios universitarios en la Universidad de Va-
433
LA PARRA [1995, p. 25℄
172 Catálogo de autores
len ia�
434
. Su padre, poseedor de título universitario (era do tor en leyes), se
o upó de la administra ión de su notable patrimonio, además de ostentar los
argos de regidor y al alde ordinario durante varios años entre 1740 y 1772
435
.
Cis ar ursó las primeras letras en la Es uela que Gregorio Mayans fundó
en su pueblo natal, donde además omenzó a estudiar la lengua latina. Según
López Sán hez [1994, p. 29℄, en 1768 ingresó en el Colegio Andresiano de los
padres es olapios, fundado en 1763, en el ual se impartían lases de �latín,
griego, italiano, fran és, retóri a, aritméti a, geometría, geografía y ronolo-
gía�
436
.
En 1773 tomó parte de un ertamen públi o elebrado en el Colegio Andre-
siano los días 21 y 22 de di iembre. Entre las se iones que formaban parte del
ertamen estaba la de matemáti as que in luía �los prin ipios de Arithméti a,
Geometría, Chronología, usos de la Esfera armilar, Globo Terrestre i Celeste
[y℄ des rip ión de los Mapas geográ� os�. El autor logró en estos ejer i ios el
ter er mejor puesto de la lase de matemáti as
437
.
Ingresó on 14 años en la Universidad de Valen ia, primero para estudiar
el ba hillerato, que on luyó en junio de 1776, y después para ingresar en la
Fa ultad de Leyes en o tubre del mismo año. No llegó a �nalizar estos estudios,
ya que fue a usado de instigar un alboroto estudiantil en fe has anteriores a las
�estas navideñas e injustamente astigado, lo ual �provo ó tal indigna ión y
resentimiento en Cis ar que, después de tres días de en ierro en el epo [. . . ℄ a
la puerta misma de la Universidad hizo pedazos la sotana y manteo estudiantil,
jurando por su honor no pisar más aquellos umbrales�
438
.
De idido enton es a ingresar en la Armada se preparó previamente en la
a ademia valen iana del lérigo Gaspar Pérez y Gómez, sentando plaza de
guardiamarina el 24 de o tubre de 1777 en la A ademia de Cartagena.
Finalizó sus estudios de guardiamarina en seis meses, uando lo habitual
434
AUSEJO en divulgaMat, http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.php?option=
om_ ontent&view=arti le&id=3379%3A is ar-y- is ar-gabriel-1760-1829& atid=45%3A
biograf-de-matem os-espas&dire tory=67&showall=1
435
LA PARRA [1995, pp. 26 y 47℄.
436
La Parra [1995, pp. 48 y 267℄ dis repa sobre la fe ha de ini io de los estudios de Cis ar,
�jándola el 5 de enero de 1770. Cita datos adi ionales sobre la Es uela de Oliva propor iona-
dos por Gregorio Mayans, entre ellos, que en ella estudiaban 7 niños de los uales �tres, que
tienen mejor apa idad, se adelantan mu ho�. La Parra on luye que �no sería aventurado
suponer que uno de estos alumnos aventajados fuera Gabriel�.
437
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 30℄. El artel anun iador de los itados ejer i ios rezaba
así: �Eger i ios Literarios de Humanidad i de Do trina Christiana que ofre en al públi o los
Cavalleros Seminaristas i Dis ípulos de las Es uelas Pías de esta Ciudad de Valen ia on
motivo de la solemne onsagra ión de su Templo. Se elebrarán en el mismo Colegio días
21 i 22 de di iembre de 1773. Valen ia, Imp. de Benito Monfort, 1773�.
438
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 30 y 32℄.
LIBROS DE TEXTO 173
era invertir varios años en ello. Obtuvo la ali� a ión de sobresaliente en arit-
méti a, geometría y osmografía, ex elente en navega ión y su� iente en el
ono imiento de aparejos. Aun no siendo estas las mejores notas de su pro-
mo ión, fueron superadas por muy po os, entre los uales se en ontraba su
hermano Fran is o, quien tras ingresar un año más tarde que Gabriel en la
A ademia obtuvo las máximas ali� a iones.
Estuvo embar ado hasta 1778, año en el que volvió a Cartagena y fue
as endido a alférez de fragata. En agosto del mismo año fue nombrado ayudante
interino de la Compañía por José de Mazarredo, apitán de la misma, quien le
en argó la imparti ión de algunas lases por las que no per ibió sueldo. Cis ar
se mantuvo en este puesto hasta 1779
439
.
Figura 3.4: Firma de Gabriel Cis ar en la arta de presenta ión de la Memoria
elemental sobre los nuevos pesos y medidas, enviada el 16 de junio de 1800 a la Real
So iedad de Amigos del País de Valen ia de la que el autor era miembro. Fuente:
https://riunet.upv.es/handle/10251/19780
El 21 de di iembre de 1782 era as endido a alférez de navío y en o tubre
de 1783 ini iaba junto a su hermano Fran is o y otros 6 alumnos más el Curso
de Estudios Mayores, aprobado ese mismo año, omo ya se itó en el apítulo
anterior de esta Memoria. Sin embargo, no llegó a �nalizar sus estudios, ya que
Ja into Ceruti, a la sazón dire tor de la A ademia, viendo sus aptitudes y o-
no imientos le en argó la do en ia de la Clase de Navega ión
440
. La ex elen ia
de Cis ar quedó re�ejada en su hoja de servi ios:
[. . . ℄ desembar ó [en Cartagena℄ para prin ipiar el urso de estudios
mayores que debía enseñar el dire tor Ceruti en Septiembre de 1783,
o upándose desde O tubre del mismo año en la enseñanza de la lase de
navega ión por haber informado el expresado Ceruti que era inútil su
asisten ia personal a la lase de estudios mayores, por hallarse en estado
de imponerse en ellos sin auxilio de Maestro [. . . ℄
441
.
Durante los dos siguientes años ontinuó on la do en ia del Curso de Estu-
dios Mayores, periodo en el ual fue as endido dos ve es: el 15 de noviembre de
439
LA PARRA [1995, pp. 50 y 54℄ y LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 33-34℄.
440
LA PARRA [1995, pp. 79-80℄ y LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 35-36℄.
441
Reprodu ido por LA PARRA [1995, p. 79℄.
174 Catálogo de autores
1784 a teniente de fragata y el 7 de febrero de 1785 a ayudante de la Compañía
de Guardiamarinas de Cartagena
442
.
El 14 de noviembre de 1785 se aprobaba una R. O. que ordenaba un nuevo
plan de estudios úni o y omún para el Curso de Estudios Mayores en las tres
A ademias de Guardiamarinas. Este nuevo plan
443
fue propuesto por Cis ar
y supuso �un onsiderable in remento en la extensión de los mismos y en su
nivel ientí� o�
444
.
El 19 de septiembre de 1787 se unió en matrimonio on Ana Agustina Be-
renguer de Marquina on quien tuvo siete hijos, in o de los uales no llegaron
a la mayoría de edad. En 1788 fue nombrado dire tor de la A ademia de Guar-
diamarinas de Cartagena y as endió a teniente de navío. En 1792 onsiguió el
as enso a apitán de fragata
445
.
En 1796 realizó un viaje a Trípoli, en el ual determinó � on pre isión la
longitud geográ� a de varios puntos de la osta meridional de Cerdeña y otros
lugares�. En 1798 fue nombrado omisario provin ial de Artillería de Marina
en Cartagena y fue es ogido, junto on Agustín de Pedrayes, para parti ipar
en París en el Congreso Interna ional onvo ado por el Instituto de Fran ia
on objeto de �jar las unidades del sistema métri o de imal. Fruto de estos
estudios introdujo en España en 1800 el sistema métri o de imal y publi ó
Memoria elemental sobre los nuevos pesos y medidas de imales fundados en
la naturaleza. En esta Memoria �se exponen las ventajas del nuevo sistema
métri o, se propone una nomen latura astellana y se expresan las rela iones
de los nuevos pesos y medidas on los usados en España�
446
.
En 1808 fue designado apitán de la Compañía de Guardiamarinas de Car-
tagena y a partir de la invasión fran esa, en mayo del mismo año, los argos
de Cis ar se su edieron. Formó parte de la Junta de Defensa de Cartagena,
en septiembre pasó a la Junta General Militar y en di iembre fue nombrado
se retario del Supremo Consejo de Marina y Guerra. En 1809 se le designó
gobernador militar y políti o de Cartagena y en 1810 se retario de Estado y
del Departamento de Marina. En ausen ia de Fernando VII fue designado por
las Cortes miembro del Consejo de Regen ia desde 1810 hasta 1812 y también
desde 1813 hasta 1814. Cuando Fernando VII volvió a España Cis ar fue de-
tenido y on�nado en Oliva hasta el pronun iamiento liberal de 1820. Durante
este periodo, en 1817 murió su primera esposa y en 1818 ontrajo matrimonio
442
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 35℄.
443
Véase el itado plan en la se ión 2.4.7 del apítulo 3 en páginas 152 y siguientes.
444
LÓPEZ SÁNCHEZ [2005, p. 68℄.
445
AUSEJO en divulgaMat, http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.php?option=
om_ ontent&view=arti le&id=3379%3A is ar-y- is ar-gabriel-1760-1829& atid=45%3A
biograf-de-matem os-espas&dire tory=67&showall=1; y LÓPEZ SÁNCHEZ [2005, p. 68℄.
446
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, pp. 226-227℄ y LÓPEZ SÁNCHEZ [2005, p. 68℄.
LIBROS DE TEXTO 175
on Teresa Cis ar de Oriola
447
.
En 1820 o upó su antiguo argo de regente, el ual se vio obligado a abando-
nar al restituirse el reinado de Fernando VII. Tras huir a Gibraltar, permane ió
allí hasta su muerte el 12 de agosto de 1829. En esta última etapa de su vida
es ribió el Poema físi o-astronómi o, obra en la que �rendía homenaje a varios
de los mejores ientí� os españoles�, entre ellos José de Mazarredo y José de
Mendoza
448
.
Textos
(1795) Tratado de Aritméti a para la instru ion de los Guardias Marinas.
Mur ia, D. Manuel de Muñiz Impresor de Marina.
Dimensiones
449
: 4o(27 m).
(1796) Tratado de Trigonometría Esféri a para la instru ion de los Guar-
dias Marinas.
Cartagena, O� ina de Marina de este Departamento.
(1796) Tratado de Cosmografía para la instru ion de los Guardias Mari-
nas.
Cartagena, O� ina de Marina de este Departamento.
A redita ión do ente
Los textos se utilizaron en la A ademia de Guardiamarinas de Cartagena.
3.1.7. FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, ANTONIO GABRIEL
(Sevilla, 1702 o 1703 - Isla de León)
450
Datos biográ� os del autor
Hijo de Antonio Fran is o y Juliana Fran is a fue bautizado en la iglesia
de San Ildefonso de su iudad natal Sevilla. En 1717 ini ió sus estudios en el
Seminario de San Telmo y el 3 de mayo de 1721 realizó su primer viaje a bordo
447
LÓPEZ SÁNCHEZ [2005, p. 68℄; LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 227℄, y LA
PARRA [1995, p. 36℄.
448
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 227℄.
449
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, QUEVEDO ARIZA [2000, p. 36℄.
450
Iglesias [2000, p. 29℄ da omo fe ha de na imiento 1702 y Koblis hek [2011, p. 268℄
expone que Fernández fue re ibido en el Real Colegio Seminario de San Telmo de Sevilla el
27 de agosto de 1717 uando ontaba on 14 años. Por tanto, podría haber na ido en 1702
o 1703. El lugar de falle imiento nos lo aporta IGLESIAS [2000, p. 29℄.
176 Catálogo de autores
del �Sanguineto�, la nave apitana de los galeones de Baltasar Guevara. Re-
gresó del mismo on el piloto de navío Cornelio Roó. Durante el viaje re ibió
un salario y a su regreso ontinuó sus estudios en el Seminario. Posteriormente
realizó otro viaje, uya salida no está do umentada, en la nave almiranta de
los galeones del marqués del Grillo, o upando plaza de artillero y per ibiendo
salario por el mismo. El regreso lo llevó a abo a bordo del navío El Sol Dorado,
pertene iente al Jefe de Es uadra Manuel López Pintado, donde o upó plaza
de segundo piloto
451
.
Koblis hek [2011, p. 268℄ da noti ia del nombramiento del autor omoMaes-
tro de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz en la siguiente arta:
Carta por orden de S. M. expedida en esta iudad de Sevilla a 3-
11-1729 por el Ilmo. Sr. don Joseph Patiño a don Salvador de Olivares,
Intendente de la Marina en Cádiz, ordena que a Antonio Gabriel Fernán-
dez se le ponga en posesión de la plaza de ter er maestro de Matemáti as
de la a ademia de aballeros Guardiasmarinas de Cádiz on el sueldo de
80 es udos de vellón al mes, uya orden presento en esta ontaduría el
di ho Antonio Fernández de donde se tomó razón.
Antonio Gabriel Fernández murió en Isla de León en fe ha que no hemos
podido pre isar.
Textos
(1742) Compendio de la Geometria Elementar, Aritmeti a Inferior, y Tri-
gonometria Plana y Espheri a. Lleva añadido en esta segunda impression, un
Tratado de Geometrìa Pra ti a, ò ufo de los Inftrumentos mas omunes para
trabajar en el Papèl, y Terreno, on la expli a ion de los olores mas proprios
para de�gnar, y lavar los Planos, y per�les de Forti� a ion, & . Dispuesto
por Don Antonio Gabriel Fernández, Maeftro Segundo de Mathemati as en la
Real A ademia de Caballeros Guardias Marinas de la Ciudad de Cadiz. Y lo
dedi a al Illmo. Sr. Don Fran is o de Varas y Valdès, del Confejo, y Camara
de S.M. en el Real, y Supremo de Indias, & .
452
.
Sevilla, Imprenta de las Siete Revueltas.
Otras edi iones y formato
1a edi ión, 1735.3a edi ión, Sevilla, O� ina de D. Ni olás Vázquez, y Compañía, 1778.
Málaga, O� ina del Impresor de esta M. I. Ciudad, 1788
453
.
Dimensiones
454
: 8o.
451
KOBLISCHEK [2011, p. 268℄.
4522a edi ión.
453
CATÁLOGO [1865, pp. 275-276℄.
454
CATÁLOGO [1865, pp. 273-274℄. Datos orrespondientes a la edi ión de 1742.
LIBROS DE TEXTO 177
(1784) Trigonometria esferi a, que dispuso Don Antonio Gabriel Fernán-
dez, Maestro de Matemati as que fue de la Real A ademia de Guardias Marinas
de Cadiz. Y se reimprime para uso de la Compañia de Guardias Marinas de
Cartagena.
Mur ia, Imprenta de la Viuda de Felipe Teruel.
Otras edi iones y formato
Mur ia, Imprenta de la Viuda de Felipe Teruel, s.a.
455
.
Isla de León, en su Imprenta, 1789
456
.
Edi ión sin datos de impresión
457
.
Mur ia, Imprenta de la Viuda de Felipe Teruel, 1800
458
.
Dimensiones
459
: 8o(21 m).
(1789) Trigonometria Esferi a que dispuso D. Antonio Gabriel Fernandez
Maestro de Mathemati as que fue de la Real A ademia de Guardias Marinas
de Cadiz. Y se reimprime para uso de la misma Compañia.
Isla de León, en su Imprenta.
Dimensiones
460
: 4o(20 m).
A redita ión do ente
El Compendio de la Geometria Elementar fue es rito por en argo
461
y se
usó omo libro de texto en la primera etapa de la A ademia de Guardiama-
rinas de Cádiz
462
. Posteriormente el Plan Winthuysen estable ió también su
uso en las Es uelas Reales y Parti ulares de Náuti a, señalando que el texto
debía estudiarse �en su integridad�
463
. Además esta obra fue también el libro
de texto a seguir en el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía para
la enseñanza de las matemáti as puras, que onsistían en el estudio de aritmé-
455
Se reimprime para uso de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz.
456
Se reimprime para uso de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz.
457
Véase más informa ión on respe to a esta edi ión en la página 341.
458
REBIUN. Véase más informa ión on respe to a esta edi ión en la página 341.
459
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, QUEVEDO ARIZA [2000, p. 60℄.
460
NIETO; PIERA; URGELL [2004, p. 21℄ y REBIUN.
461
En la dedi atoria a Fran is o de Varas on la que se abre el texto puede leerse �Estè
breve Volumen, que obligado de fuperior pre epto, doy Segunda véz á el Publi o [. . . ℄�
[FERNÁNDEZ, 1742℄.
462
Lafuente Gar ía y Sellés Gar ía [1988, p. 101℄ apuntan que uando Jorge Juan es nom-
brado omandante de la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz soli ita la instala ión de
una imprenta en la misma para evitar el método del di tado, adu iendo que además, los
textos de Antonio Gabriel Fernández y Cedillo estaban agotados. Por tanto, se dedu e que
ambos textos estaban en uso en la A ademia en ese momento.
463
AMN, ms. 895, do . 1, Método de estudios, fol. 3v y AMN, ms. 1807, do . 1, Estudios,
fol. 3r.
178 Catálogo de autores
ti a, geometría prá ti a y trigonometría plana y esféri a
464
.
En el plan de estudios de 1783 elaborado para las tres A ademias de Guar-
diamarinas se disponía el uso del texto Trigonometría esféri a en las mismas
465
.
El Tratado de trigonometría plana y esféri a de 1788 se dispuso para la
enseñanza en el Colegio de San Telmo.
3.1.8. GODIN CHARRÓN, LUIS
201(París, 1704 -Cádiz, 1760)
Figura 3.5: GODIN, LUIS (PARÍS 1704-CÁDIZ 1760). Fuente:
http://fr.wikipedia.org/wiki/Louis_Godin
464
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo III, artí ulo 314℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 409℄.
465
AMN, ms. 1563, do 8., artí ulo 6, fol. 33v y 34r.
LIBROS DE TEXTO 179
Datos biográ� os del autor
466
Na ió en París el 28 de febrero de 1704, hijo de François Godin, abogado
del parlamento, y de Élisabeth Charron. Fue oronel de infantería al servi io
de su Majestad Católi a, dire tor de la Real A ademia de Guardiamarinas de
Cádiz, miembro de las Reales A ademias de Cien ias de París, Londres, Berlín
y Upsala, Censor Real de libros en Fran ia y atedráti o de matemáti as en la
Real Universidad de San Mar os de Lima
467
.
Cursó sus primeros estudios de forma brillante en el Collége de Beauvais;
tenía una imagina ión viva y lú ida, una estupenda memoria y era extrema-
damente re to. Con unos omienzos tan favorables su padre le a onsejó seguir
su misma profesión on la ual podría al anzar una brillante reputa ión. Sin
embargo, el deseo de su padre pronto en ontraría grandes obstá ulos.
Finalizados sus estudios de humanidades, la �losofía le presentó una idea
global de las ien ias humanas nítida y pre isa, y pronto el joven Godin se vería
atraído por la astronomía, eligiendo dedi arse a su estudio de forma ex lusiva
desoyendo las re rimina iones de su padre.
Para el estudio de la astronomía ontó on la ayuda del élebre astrónomo
L'Isle, quien re ono iendo el talento de Godin ompartió on él la experien ia
adquirida a lo largo de los años, de forma que en menos de tres años el autor
tenía el re ono imiento de los eruditos. Así, el 29 de agosto de 1725 obtenía
en la Real A ademia de Cien ias de París la plaza de adjunto dejada va ante
por M. Bomie.
En 1728 se asó on Rose Angélique le Moyne on la que tuvo un hijo y
una hija antes de partir a Améri a.
Durante su permanen ia en la A ademia de Cien ias de París, Godin realizó
múltiples trabajos, uno de los más importantes rela ionado on la publi a ión
de los 11 volúmenes de historia de la misma. Fundada en 1666, la A ademia
omienza a publi ar anualmente sus Memorias a partir de 1699, uando se
aprueba su primer Reglamento. Ini ialmente el en argado de reda tar tales
Memorias fue M. de Fontenelle, quien ya había reda tado los ator e primeros
años uando Godin llegó a la A ademia. Dada la avanzada edad de Fontenelle
y el talento del autor, se le en omendó a este la tarea de reda tar las memo-
rias orrespondientes a los ator e restantes años. Se puede asegurar que de
los on e volúmenes en 4o que formaban la ole ión no había uno solo donde
Godin no hubiera in luido un tema interesante o hubiese perfe ionado alguna
uestión.
466
Los datos que aportamos, salvo los expresamente itados en otro sentido, han sido
extraídos de HISTOIRE [1766, pp. 181-186, 188-191, 193℄.
467
Datos obtenidos de la portada del texto del propio autor Compendio de Mathemàti as
para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas de 1758.
180 Catálogo de autores
En 1731 desarrolló un método, en el que mediante la observa ión de las
fases de un e lipse par ial de luna se obtenían importantes elementos para
el estudio de la misma. Pero su aporta ión más interesante su edió en 1733
uando dio un método para des ribir y medir sobre el terreno un paralelo en
el E uador y algunas re�exiones sobre la propor ión de estos ír ulos en las
diferentes posi iones que se pueden suponer sobre el globo terráqueo. El des o-
no imiento de la medida de un meridiano, por su di� ultad de ál ulo, propi ió
una expedi ión fran o-española al E uador para resolver di ha uestión.
Godin partió el 16 de mayo de 1735 de La Ro helle y llegó a Fuerte San
Luis, en Santo Domingo, el 11 de junio. Durante tres meses realizó en el lugar
observa iones de la longitud del péndulo en segundos. Los resultados de esta
investiga ión fueron re ogidos en una Memoria que envió a la A ademia y pos-
teriormente se publi ó en el volumen de 1735.
Después se dirigió a Quito donde ideó un método para observar la paralaje
del sol, un método tan simple que resultaba asombroso no se hubiera des u-
bierto antes. El método onsistía en observar al mismo tiempo y desde dos
lugares muy diferentes la diferen ia de de lina ión entre el borde del sol y una
misma estrella. Este método quedó impreso en la Memoria de 1738. Envió más
Memorias de su trabajo, entre otras una sobre la obli uidad de la e lípti a,
que Godin deseaba publi ar en una �Rela ión general� de su viaje.
Una vez terminados los trabajos, Godin no regresó on el resto de la expe-
di ión, ya que el Virrey de Lima hizo uso de la ondi ión que apare ía en los
pasaportes del rey de España, por la ual los a adémi os estaban obligados a
rendir servi io a España en todos aquellos asuntos que dependieran de ellos.
Así, el Virrey pidió a Godin que o upara por un tiempo la átedra de matemá-
ti as va ante en Lima. Durante este tiempo, el autor tuvo o asión de apli ar
una vez más su talento tras el terrible terremoto de Lima, que destruyó gran
parte de la misma y toda la pequeña iudad de Callao que le servía de puerto.
En la re onstru ión utilizó ideas basadas en sus ono imientos de físi a para
edi� ar asas menos sus eptibles a este tipo de a identes y re onstruyó ente-
ramente las forti� a iones que aseguraban el puerto de Callao. Ejer ió tareas
de ingeniero y de arquite to omo si las hubiera desempeñado toda la vida,
gra ias a sus expertos ono imientos.
Godin era pensionario de la A ademia de Cien ias de París uando partió
ha ia Améri a, y sabía que el Reglamento de la misma despojaba de sus tí-
tulos a aquellos que residían o realizaban su trabajo fuera de París. Aun así,
no estaba en posi ión de rehusar la propuesta del Virrey y menos aún de dar
preferen ia a las órdenes de la orte fran esa sobre ella. Por ello a eptó su ofre-
imiento, pero tomó la pre au ión de es ribir al ministro fran és para expli ar
las razones de su ompromiso.
LIBROS DE TEXTO 181
Una vez terminada su estan ia en Lima regresó a Europa. Se embar ó en
Pernambu o en un navío portugués a bordo del ual llegó a Lisboa, donde el
ministro portugués, ono edor de la fama de Godin, hizo todo lo que estaba en
su mano para que el autor se estable iese allí. Sin embargo, él ontinuó viaje
a París a donde llegó en noviembre de 1751. Permane ió aproximadamente un
año durante el ual no pudo re uperar su puesto en la A ademia. Partió de
nuevo junto a su familia ha ia �nales de año, on el permiso del rey, a Cádiz
donde o upó el argo de dire tor de la Real A ademia de Guardiamarinas de
Cádiz. Fue re ibido primero en Madrid por Antonio de Ulloa on quien ya ha-
bía oin idido en Perú. Este le entregó el título de oronel de Infantería para
él, y de ingeniero y teniente para su hijo.
El 11 de noviembre de 1753 fue nombrado dire tor de la A ademia de Guar-
diamarinas, argo que ostentó hasta su muerte en 1760 y que ompaginó on el
de dire tor del Real Observatorio de Cádiz, fundado también en 1753. Formó
parte de la Asamblea Amistosa Literaria fundada por Jorge Juan en enero de
1755 y reda tó junto a él y José Carbonell y Fogasa (1707-1801) un plan de
ordenanzas para la So iedad Real de Cien ias de Madrid
468
.
Realizó sin éxito varios viajes a París para re uperar su ondi ión de miem-
bro de la A ademia de Cien ias hasta que su salud omenzó a resentirse. El 11
de septiembre de 1760 murió a los 56 años de un ataque de apoplejía
469
. Fue
enterrado en la iglesia de San Antonio
470
.
González de Posada [2015, p. 143℄ desta a �la po a memoria históri a de
que es objeto tan ilustre omo ontrovertido personaje�, itando entre los
aspe tos positivos la dedi a ión por la Unión Astronómi a Interna ional de
un ráter en la Luna y el re iente interés que por él muestran unos trabajos
relativos al e lipse de sol de Trujillo y al terremoto de Lisboa. Como aspe tos
que ponen de mani�esto más bien una ierta onsidera ión negativa ita, entre
otros, que el Museo fran és onsidera erróneamente a Charles Marie de la
Condamine jefe de la expedi ión ientí� a al E uador y que en Cádiz solo se
le re uerda on una pla a olo ada el 11 de septiembre de 1985 en su asa,
468
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 365℄ y PANDO VILLARROYA
[1984, pp. 13-15℄. Sosa Co a [2013, pp. 321-322℄ nos aporta la denomina ión ompleta de
di has ordenanzas: �Plan de 50 Ordenanzas, para la So iedad Real de Cien ias de Madrid.
Por los Señores. Dn. Jorge Juan, Dn. Luis Godin y Dn. Joseph Carbonel y Fogasa. En
Cádiz, año de 1753�.
469
HISTOIRE [1766, p. 193℄.
470
�En Cádiz, viernes do e de septiembre de mil sete ientos y sesenta años se enterró por
la tarde en San Antonio on o� io de honras enteras don Luis Godín, Coronel Graduado
de Infantería y Dire tor de la A ademia de Cavalleros Guardias Marinas, de edad de se-
senta años, natural de la iudad de París, marido de doña (espa io en blan o). Vivía en
la alle San Pedro, re ibió los Santos Sa ramentos, murió en on e y lo �rmo omo ura
semanero.=Gerónimo de Herrera y Gines=(Rubri ado) (Folio 109 vto
, del Libro de Defun-
iones de la Parroquia de Santa Cruz de Cádiz)� [PANDO VILLARROYA, 1984, p. 51℄.
182 Catálogo de autores
dedi ada por la a tual Asamblea Amistosa Literaria on motivo de los 225
años de su muerte.
Texto
(1758) Compendio de Mathemàti as para el uso de los Cavalleros Guardias-
Marinas. Por el Coronel Don Luis Godin, de las R.
sA adèmias de Cien ias de
Parìs, Londres, Berlìn, y Up∫al, Cen∫or Real de Libros en Fran ia, Cathedrati o
de Prima de Mathemàti as, que fuè, en la Real Univer∫idad de S. Mar os de
Lima, y Dire tor de la Real A adèmia de Cavalleros Guardias-Marinas.
Cádiz, Imprenta de la A ademia de Guardias-Marinas.
Otras edi iones y formato
Real Isla de León, Imprenta de la A ademia de Guardias-Marinas, 1788.
Dimensiones
471
: 4o para ambas edi iones472.
A redita ión do ente
El texto se elaboró para su uso en la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz
tras aprobarse el plan de estudios propuesto por Jorge Juan. Asimismo, en el
plan de 1783 para las tres A ademias de Guardiamarinas se estable ía el uso
de la obra en di has A ademias mientras se reda taba un nuevo texto
473
.
3.1.9. JUAN SANTACILIA, JORGE
(Novelda (Ali ante), 1713 -Madrid, 1773)
Datos biográ� os del autor
474
Jorge Juan Santa ilia, hijo de Bernardo Juan Cani ia y Violante Santa ilia
Soler, na ió el 5 de enero de 1713 en Novelda (Ali ante). Fue el primogénito
de la pareja, que se unió en matrimonio siendo ambos viudos y teniendo hijos
de sus antiguos matrimonios. Quedó huérfano a la temprana edad de 3 años,
en argándose de su edu a ión su tío Cipriano Juan, aballero de la orden de
San Juan (Orden de Malta).
Tras estudiar las primeras letras en la Compañía de Jesús de Orihuela y
Zaragoza, ingresó en la Orden de Malta uando ontaba do e años de edad,
una vez superadas las pruebas de nobleza y ompletadas las ampañas ne esa-
rias. A mediados de 1729 regresó a España y sentó plaza en la Real A ademia
471
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 366℄.
472
La edi ión de 1788 mide en on reto 20 m., tal y omo hemos observado en el ejemplar
edido para su estudio por la Bibliote a de la Universidad de Sevilla.
473
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 4, fol. 33v.
474
Los datos biográ� os que exponemos han sido extraídos, salvo los itados expresamente,
de ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía℄.
LIBROS DE TEXTO 183
de Guardiamarinas de Cádiz
475
.
Figura 3.6: JUAN, JORGE (1713-1773). Fuente: http://bdh.bne.es/
En el trienio 1730-1733 alternó sus estudios teóri os on las ampañas na-
vales. En 1731 su buque es oltó al futuro rey Carlos III desde Antibes a Liorna;
en 1732, durante la ampaña naval de Liorna, onsiguió apagar un in endio
que se había de larado en su bar o, y a �nales de año parti ipó en la re on-
quista de Orán a bordo del Castilla; en 1733 formó parte de la es uadra de
Blas de Lezo, patrullando en el navío El León durante más de in uenta días
al a e ho de otra argelina, hasta que una epidemia de tifus les obligó a dar
por terminada la misión y regresar a puerto. Jorge Juan, gravemente enfermo,
475
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983,
vol. I, p. 483℄.
184 Catálogo de autores
fue desembar ado en Málaga, donde permane ió en asa del ónsul de Malta
hasta que re obró su salud.
En o tubre de 1734 fue elegido, junto on Antonio de Ulloa, para formar
parte de la expedi ión al virreinato del Perú, organizada por la A ademia de
Cien ias de París, que integrada por ientí� os fran o-españoles tenía omo
objetivo la medi ión del grado de un ar o de meridiano por debajo de la línea
del e uador para erti� ar así la forma de la tierra, forma que resultó ser a ha-
tada por los polos omo suponía Isaa Newton
476
.
Una vez �nalizados los trabajos de medi ión, en 1744 volvió a Europa lle-
gando al puerto de Brest en o tubre de 1745. Posteriormente viajó a París,
donde omuni ó algunas uestiones ientí� as, entre ellas la aberra ión estelar
observada junto a Luis Godin en Cuen a. Fue nombrado miembro orrespon-
diente de Charles de La Condomine de L'A adémie Royale des S ien es de
París
477
.
Figura 3.7: Firma de Jorge Juan. Fuente: AGS, Marina, leg. 83, Carta de Jorge
Juan al Marqués de la Ensenada
En 1748 publi ó junto a Ulloa, a osta del Real Erario, las Observa iones
astronomi as y phisi as he has de Orden de su Mag. en los reynos de Perú y
la Rela ion Histori a del viage, las primeras reda tadas por Jorge Juan y la
segunda por Antonio de Ulloa
478
.
El Marqués de la Ensenada, que se había propuesto llevar a abo una refor-
ma en la re onstru ión naval y arsenales, envió a Jorge Juan a Inglaterra en
misión de espionaje industrial para re abar informa ión sobre las novedades y
adelantos té ni os que ir ulaban por Europa, y así llevar a abo su plan, in-
orporando tanto material moderno omo profesionales ompetentes. Durante
476
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 24℄.
477
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983,
vol. I, p. 483℄.
478
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983,
vol. I, p. 483℄.
LIBROS DE TEXTO 185
su peligrosa estan ia de 18 meses en Londres, en la que estuvo a punto de ser
des ubierto y en ar elado, ontrató a William Rooth, Mateo Mullan y Eduar-
do Bryant, que �guraban entre los mejores onstru tores de buques ingleses.
Además, envió planos ompletos de todas las piezas de los buques, de una má-
quina para blanquear era y de otra para la draga de los puertos, �adquirió
matri es para elaborar tipos de imprenta, obtuvo la fórmula del la re y detalles
té ni os de la fabri a ión de los paños ingleses�
479
.
Adquirió instrumental ientí� o y libros para varias institu iones, entre
ellas, la A ademia de Guardiamarinas y el Colegio de Cirugía, a�n ados am-
bos en Cádiz.
En 1750 regresó a España y organizó �el plan general del arreglo de la
Constru ión de los Navíos y demás Fábri as de este ramo, igualmente que el
Proye to de dire ión de los Arsenales y sus obras�
480
. Para la renova ión de
los arsenales de Cádiz, Ferrol y Cartagena se in orporaron �los diques se os de
arena, innova ión gra ias a la ual aumentó de modo notable la vida media
de los buques�. Parti ipó en Cartagena en la onstru ión de los dos primeros
diques de arenar en se o del Mediterráneo, obra que �nalizó en 1759. Años
más tarde �diseñó y supervisó la onstru ión de dos bombas de vapor para el
a hique de estos diques�, aunque su muerte le impidió �nalizar la obra.
En 1751 fue nombrado omandante de la Real Compañía de Guardiama-
rinas de Cádiz. El mismo año omenzó unas visitas a las minas de mer urio
de Almadén y a las de plomo de Linares. En las primeras apagó un in endio
que alargado ya en el tiempo 16 meses impedía los trabajos de extra ión del
mer urio. Además, inventó para ambas un sistema de ventila ión de las gale-
rías que evitaba que los mineros respiraran los vapores no ivos on entrados
en ellas, aumentando así la produ ión anual.
En 1753 se instaló el Real Observatorio de Cádiz, propuesta que él mismo
había realizado al Marqués de la Ensenada y que este a eptó. El mismo año
elaboró junto a Luis Godin y José Carbonel y Fogasa (1707-1801) el Plan de
50 Ordenanzas para la So iedad Real de Cien ias de Madrid, proye to que no
fru ti� ó. En 1755 fundó la Asamblea Amistosa Literaria, en la que se reunían
profesores de la A ademia de Guardiamarinas, del Colegio de Cirugía de Cádiz,
y a adémi os de la Real Historia, quienes exponían memorias y omuni a io-
nes ientí� as a debatir entre los asistentes.
En 1760 fue nombrado Jefe de Es uadra y en 1770 dire tor del Real Se-
minario de Nobles de Madrid, argo que ostentó hasta su muerte. Reformó su
plan de estudios, poten iando la enseñanza las matemáti as, la astronomía y
479
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p.
483℄.
480
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. I, p. 483℄.
186 Catálogo de autores
la físi a, ontrató profesores altamente uali� ados, omo Fran is o Subirás,
y té ni os en argados de los instrumentos, omo el relojero Diego Rostriaga.
Además redujo el pre io que debía abonar ada olegial, onsiguiendo por una
parte un signi� ativo aumento de alumnos, y por tanto una mejora en la ar as
de la institu ión, y por otro, renovar y poten iar el Seminario que se en ontra-
ba muy deteriorado después de la expulsión de los jesuitas en 1767.
Además de los argos ya señalados, Jorge Juan, denominado en Europa �el
Sabio Español�, fue omendador de Aliaga en la Orden de San Juan (1730),
miembro de la Royal So iety de Londres (1749), miembro de la Real A ademia
de Cien ias de Berlín (1750), ministro de la Real Junta de Comer io y Moneda
(1754), a adémi o honorario de la A ademia de Agri ultura de Gali ia (1765),
a adémi o de la Real A ademia de Bellas Artes de San Fernando (1767) y
embajador extraordinario en la orte de Marrue os (1766)
481
.
Falle ió en Madrid el 21 de junio de 1773, según pare e de alfere ía. Fue
enterrado en la iglesia de San Martín. La noti ia de su muerte se publi ó el
6 de julio del mismo año en la Ga eta de Madrid donde se alaba la labor del
autor:
[. . . ℄ en diferentes Comisiones de la mayor entidad y on�anza ha
a reditado su zelo, desinterés y amor al Servi io de S. M. por espa io
de 43 años desde Guardia-Marina. Su parti ular talento, in esante apli-
a ion á las Cien ias, espe ialmente las respe tivas á su profesion, y la
profunda instru ion que adquirió en ellas, bien patente en las diferen-
tes Obras que ha publi ado [. . . ℄ Finalmente, el notorio adelantamiento
que han tenido baxo su dire ion los Arsenales, Diques y otras obras de
Marina, a reditan haber sido un Vasallo mui útil al Rei y á la Pátria, y
que ha e honor á nuestro siglo.
Textos
(1757) Compendio de Navega ion para el uso de los Cavalleros Guardias-
Marinas. Por D. Jorge Juan, Comendadòr de Aliaga en la Orden de San Juan,
del Confejo de S. M. en fu Junta de Comer io, Moneda, & . Capitàn de Navio
de la R. Armada, y de la Compañia de Guardias-Marinas, de la Reàl So iedàd
de Londres, de la R. A adèmia de Berlìn, y Corr. de la de Parìs.
Cádiz, A adèmia de los mismos Cavalleros.
Dimensiones
482
: 4o.
481
ALBEROLA ROMÁ; DIE MACULET [2013, Biografía℄ y FERNÁNDEZ DE NAVA-
RRETE [1851, Tomo II, p. 29℄.
482
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 32℄.
LIBROS DE TEXTO 187
(1771) Examen Maritimo Theóri o Prá ti o, ó Tratado de me hani a apli-
ado á la ontru ion, ono imiento y manejo de los navios y demas Embar a-
iones. Por D. Jorge Juan, Comendador de Aliaga en la Orden de San Juan,
Xefe de Esquadra de la Real Armada, Capitan de la Compañía de Guardias
Marinas, de la Real So iedad de Londres, y de la A ademia Real de Berlin.
Tomos Primero y Segundo
483
.
Madrid, Imprenta de D. Fran is o Manuel de Mena
484
.
Otras edi iones y formato
Londres, 1774
485
.
Nantes
486
, En asa del autor, 1783.
2a edi ión487, Madrid en la Imprenta Real, 1793.
París, 1793
488
.
Milán
489
, Stamperia Imperiale Regia, 1819.
Dimensiones: 4o 490
.
483
Los aspirantes a la Cátedra de Me áni a o Astronomía en los Reales Estudios se exa-
minaban de las materias pertene ientes al ter er año del urso y el libro que debían seguir
se señalaba entre una de estas obras: �los Prin ipios matemati os de la Filoso�a natural de
Newton, La Dinami a de Dalambert, los Tratados del equilibrio y resisten ia de los �uidos
del mismo, el Examen maritimo de d.
n
Jorge Juan, y la Hydrodinami a de Bossut [. . . ℄�
[SIMÓN DÍAZ, 1973, p. 333℄.
484
Existen dos reedi iones fa símiles, una por el Instituto de España en 1968 y otra por la
Es uela Té ni a Superior de Ingenieros Navales [SIMÓN CALERO, 2001, p. 213℄.
485
LÓPEZ SÁNCHEZ, [1994, p. 544℄.
486
En la segunda edi ión española de la obra adi ionada por Gabriel Cis ar puede leerse en
la página 5 de la Introdu ión que �M. Leveque, Hidrógrafo y Profesor Real de Matemáti as
en Nantes, publi ó en 1783 una tradu ión fran esa de todo el tratado�. El texto llevaba
por título �Examen maritime théorique et pratique ou traité de mé hanique, appliqué a la
onstru tion et a la manoeuvre des vaisseaux et autres bâtiments, traduit de l'espagnol, ave
des additions, par M. Levéque. Citado por GONZÁLEZ GONZÁLEZ, QUEVEDO ARIZA
[2000, p. 81℄. Una segunda edi ión de la misma tradu ión se publi ó en Paris en 1792, pero
on el título ligeramente ambiado: De la onstru tion et de la manoeuvre des vaisseaux et
autres bâtiments, ou examen maritime théorique et pratique, traduit de l'espagnol, ave des
additions, par M. Levéque� [BAIG I ALEU, 2008, p. 252℄.
487
Aumentada on una exposi ión de los prin ipios del Cál ulo, notas al texto y adi iones
realizadas por Cis ar, según portada del itado año. En la Ga eta de Madrid, on fe ha de
viernes 29 de abril de 1803, leemos en el número 34 en página sin numerar, que un tomo
de la obra realizado en folio e impreso en pasta ostaba en España 75 reales de vellón y en
Améri a 48 reales de plata.
488
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 544℄.
489
Esta edi ión tradu ida al italiano por Simone Starti o �in luye los omentarios de las
edi iones de 1783, 1793 más los propios� [SIMÓN CALERO, 2001, p. 214℄. El título ompleto
de la obra nos lo ofre e BNCF: �Esame marittimo teori o e prati o ovvero trattato di
me ani a appli ata alla ostruzione e alla manovra dei vas elli e altri bastimenti�.
490
En los Prin ipios de Matemáti a de Benito Bails y más on retamente en el Elogio a
Jorge Juan apare e en la página 26 una nota al pie del autor donde puede leerse que el
Examen Marítimo se editó en �dos tomos de á 4.o�. La edi ión de 1771, según REBIUN,
está realizada en 21 m. La edi ión de 1783 de Nantes está realizada en 26 m. [GONZÁLEZ
188 Catálogo de autores
A redita ión do ente
El Compendio de Navega ion fue utilizado en la A ademia de Guardia-
marinas de Cádiz a raíz del plan de estudios propuesto por el autor en 1752.
Posteriormente, el plan de estudios de 1783 para las tres A ademias de Guar-
diamarinas determinó el uso del texto en las mismas
491
. La obra fue sustituida
por las Le iones de Navega ión editada en 1790, texto elaborado por Maza-
rredo basándose en el de Jorge Juan, donde introdujo las últimas novedades
en los métodos para el ál ulo de la longitud.
Las Ordenanzas aprobadas en 1786 para el Colegio de San Telmo estable-
ían también el uso del Compendio de Juan en la Cuarta Clase, dedi ada al
estudio de trigonometría esféri a y navega ión
492
.
La Instru ión Winthuysen y la Instru ión para el Real Instituto Asturiano
de náuti a y mineralogía determinaban el uso del �tratado� Jorge Juan en la
lase de navega ión. No se espe i� a, pero on toda probabilidad se trata del
Compendio de navega ion
493
.
El plan propuesto por Gabriel Cis ar para el Curso de Estudios Mayores
aprobado en 1785 determinaba el uso del Examen Maritimo omo libro de
texto para el estudio de la me áni a. Asimismo, debía emplearse en la lase
de Álgebra para extraer ejemplos on los uales estudiar trigonometría y ó-
ni as
494
. También en las Ordenanzas para el Colegio de San Telmo de 1786 se
determinaba el uso del texto en el mismo:
La obra prin ipal de que ha de usar el Maestro será el exâmen ma-
rítimo de D. Jorge Juan, la qual pro urará propor ionar á la apa idad
de sus dis ípulos. Y lo que á su jui io onviniere añadir, espe ialmente
a er a del ono imiento, fábri a y uso de algunos instrumentos y máqui-
nas, pro urará suplirlo valiéndose de la ole ion de la Real A ademia
de ien ias de París, de Belidor, y otros Autores lási os
495
.
3.1.10. LÓPEZ ROYO, FRANCISCO
(¾? - Surinam, 1799)
Datos biográ� os del autor
A ex ep ión de la obra del autor son es asísimos los datos biográ� os que
hemos podido re opilar. Estuvo embar ado en la fragata de guerra Asun ión,
GONZÁLEZ; QUEVEDO ARIZA, 2000, p. 81℄. La edi ión de 1793 impresa en Madrid está
realizada en 31 m. [REBIUN℄. Por último, obtenemos en BNCF las dimensiones de la
edi ión de 1819: (mm. 268x210).
491
AMN, ms. 1563, do . 8, artí ulo 7, fol. 34r.
492
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCX, p. 100℄.
493
INSTRUCCIÓN [1793, TÍTULO III, Capítulo IV, artí ulo 333℄. En: JOVELLANOS
[1859, p. 410℄.
494
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 112-113℄.
495
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCIX, p. 99℄.
LIBROS DE TEXTO 189
ya que falle ió a bordo de ella en Surinam el 30 de abril de 1799, a onse uen ia
de la insalubridad de aquel lima
496
.
Texto
(1798) Memoria sobre los métodos de hallar la longitud en la mar por las
observa iones lunares. Por el alferez de navio Don Fran is o Lopez Royo, de
la Orden de San Juan.
Madrid, Imprenta Real por Don Pedro Julián Pereyra, impresor de Cámara
de S. M.
497
3.1.11. MAZARREDO SALAZAR, JOSÉ DE
(Bilbao, 1745 -Madrid, 1812)
Datos biográ� os del autor
José de Mazarredo na ió en Bilbao el 8 de marzo de 1745 y sentó plaza
de guardiamarina en 1759, uando aún no había umplido los 14 años. Desde
enton es hasta 1766, año en el que fue as endido a alférez de fragata, alternó
su forma ión teóri a en la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz on
los viajes de mar. Fernández de Navarrete [1987, Tomo II, p. 82℄ nos relata
un su eso en el que Mazarredo tomó parte mostrando su valía y valentía a la
temprana edad de 16 años. La no he del 13 de abril de 1761, uando el autor
se hallaba embar ado en el Andaluz, siendo Fran is o de Vera apitán, impidió
que el bajel se estrellase ontra las salinas de la Mata. Imponiendo su razona-
da opinión en ontra de hombres on más prá ti a, embar ó en un pequeño
bote para re oger la lan ha perdida y onsiguió salvar a toda la tripula ión,
formada por 300 hombres. Tras do e años de servi io fue nombrado ayudante
mayor general del Departamento de Cartagena
498
.
En 1772 partió rumbo a Manila en la fragata Venus a las órdenes de Juan
de Lángara (1736-1806). Este viaje tuvo gran importan ia, ya que los días 13
de febrero y 10 de marzo utilizaron por primera vez el método de las distan ias
lunares para hallar la longitud en la mar, empleando para ello los datos sumi-
nistrados por la Connaissan e des Temps. A su regreso a España dispuso un
urso de dos meses de dura ión on una hora diaria de lase dirigida a o� iales,
pilotos y aquellos guardiamarinas más adelantados interesados en ono er el
nuevo método de ál ulo. En 1774 realizó un nuevo viaje, a bordo de la fragata
Rosalía, también a las órdenes de Lángara y en ompañía de Joseph Varela,
on el �n de situar bien la isla de Trinidad y utilizar de nuevo el método de
496
Ga eta de Madrid de 8 de o tubre de 1799, p. 878.
497
Leemos en la Ga eta de Madrid, on fe ha de viernes 29 de abril de 1803, que el pre io
de un ejemplar de la obra en uadernado en rústi a en España era de 12 reales de vellón y
en Améri a de 10 reales de plata.
498
Presenta ión de Ri ardo Cerezo Martínez. En: VIGÓN SÁNCHEZ [1987, p. 3℄.
190 Catálogo de autores
las distan ias lunares
499
.
Figura 3.8: José de Mazarredo por Jean François-Marie Bellier pintor de ámara de
la reina María Antonieta de Fran ia. Fuente: VIGÓN SÁNCHEZ [1987, portada℄
En 1775 tomó parte en la expedi ión a Argel, siendo el en argado de des-
embar ar el ejér ito de 20.000 hombres y reembar arlo después. En gratitud
por el importante servi io prestado, el rey le nombró alférez de la Compañía
de Guardiamarinas de Cádiz. Posteriormente as endió a apitán de fragata, a
apitán de navío y también fue nombrado apitán de la Compañía de Guar-
diamarinas de Cartagena, al fundarse esta en 1776
500
.
En 1778 se le otorgó el mando del navío San Juan Bautista, destinado a
la instru ión de los guardiamarinas, a bordo del ual utilizando un reloj de
faltriquera onstruido en 1776 por Arnold para el mismo Mazarredo, situó las
499
SELLÉS GARCÍA [2000, pp. 217-218℄.
500
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 83℄.
LIBROS DE TEXTO 191
latitudes y longitudes de mu hos puntos tanto de la osta española omo de
sus fronterizas de Áfri a en el mediterráneo. Los datos así obtenidos fueron
posteriormente utilizados por Vi ente To�ño en su Atlas marítimo.
En 1779 obtuvo el nombramiento de mayor general de la es uadra mandada
por el general Gastón, es uadra en la que apli ó los ono imientos que había
in luido en sus obras Rudimentos de tá ti a e Instru iones y señales. En el
mismo año parti ipó en la Guerra de Independen ia ameri ana omo mayor
general en la es uadra mandada por Luis de Córdova
501
.
En 1786 fue nombrado omandante de las Compañías de Guardiamarinas
de Cádiz, Cartagena y Ferrol, argo que aunque ostentaría hasta su muerte
dejó de ejer erlo a partir de 1801 uando � ayó en desgra ia en la Corte por
expresar on laridad y repetidamente las onse uen ias que iba a tener la po-
líti a de abandono en que se mantenía a las Es uadras�. Desde septiembre de
1801 hasta septiembre de 1804, uando se le omuni ó que debía que residir
fuera de Madrid, Sitios Reales y Señorío de Viz aya, permane ió sin destino.
Después se trasladó a Burgos, Santoña y Pamplona, permitiéndosele en 1807
regresar a Bilbao
502
.
Figura 3.9: Firma de José de Mazarredo en la arta dirigida al marqués González
de Castejón el 4 de junio de 1779. Fuente: http://bibliote adigital.rah.es/
Reda tó junto a Antonio Es año (1750-1814) las Ordenanzas Generales de
la Armada Real aprobadas en 1793
503
.
Entre los años 1798 y 1801 mantuvo onta to permanente on las autorida-
des fran esas para preparar la invasión de Inglaterra on la Es uadra Combi-
nada de Fran ia y España en Brest. Sin embargo, debido a un desa uerdo on
Napoleón fue destituido de sus fun iones. En 1808 José I Bonaparte le ofre ió
501
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, pp. 83-84℄ y PERAL LEZÓN [2010,
p. 55℄.
502
VIGÓN SÁNCHEZ [1987, pp. 3-4, 8℄.
503
En la Cole ión Antonio de Mazarredo �hay un gran número de manus ritos referentes
a las onsultas realizadas on distintos jefes para onseguir una reda ión de�nitiva que
in luyera lo que se mantenía vigente de las [Ordenanzas℄ de 1748 y las modi� a iones que
los nuevos reglamentos y órdenes posteriores habían ido introdu iendo en aquel Cuerpo
legal�. Presenta ión de Ri ardo Cerezo Martínez. En: VIGÓN SÁNCHEZ [1987, p. 4℄.
192 Catálogo de autores
el argo de dire tor general de la Armada, argo que a eptó
504
.
José de Mazarredo Salazar falle ió en Madrid el 29 de julio de 1812
505
.
Fernández de Navarrete [1851, Tomo II, p. 89℄ resume así el aporte de
Mazarredo a la náuti a:
[. . . ℄ po os han he ho apli a iones mas útiles de los ono imientos
astronómi os á la náuti a y á la dire ion de las grandes es uadras en la
mar; debiéndole sin duda la misma marina, no solo la forma ion de los
mas ex elentes o� iales que enton es tuvo, los uales le amaban y respe-
taban omo padre y maestro, sino la mejora de sus estudios, prá ti as
é instrumentos, así omo los progresos de la hidrografía, de la onstru -
ion naval y de la poli ía en los bar os; y le debe tambien la patria
la onserva ion de un ejér ito, de tres grandes es uadras, y en parte la
superioridad marítima en la guerra de 1779 á 1783 [. . . ℄
Texto
(1790) Le iones de Navega ion para el uso de las Compañias de Guardias-
Marinas.
Isla de León, Imprenta de la Real A ademia.
Dimensiones
506
: 4o.
A redita ión do ente
En el plan de estudios aprobado en 1783 para las tres A ademias de Guar-
diamarinas se a ordó el uso de las Le iones de Navega ion reda tado por el
autor, si bien el texto no se imprimió hasta 1790 omo ya se ha omentado
anteriormente.
3.1.12. MENDOZA Y RIOS, JOSÉ DE
(Sevilla, 1763 -Brighton, 1816)
Datos biográ� os del autor
507
Según Surro a; Blan o [2013, p. 56℄, José de Mendoza y Ríos na ió en Sevi-
lla en 1763 y fue bautizado el 19 de septiembre en la parroquia de San Vi ente.
Señalan además que pare e ser que en realidad su nombre era Ni omedes Men-
doza Morillo, pero que de idió utilizar el apellido de su abuela materna, María
504
http://www.foromaritimovas o. om/ ontent/es/barlovento.html.
505
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 88℄.
506
REBIUN.
507
Los datos biográ� os que aquí exponemos se han extraído, salvo los itados expresa-
mente, de ORTÍZ [2001, pp. 157-161, 165-169, 171-172, 177, 180-181℄.
LIBROS DE TEXTO 193
Nemesia de los Ríos, ya que Mendoza era un apellido muy omún en la iu-
dad, pero que no hay onstan ia del porqué de la modi� a ión del nombre de
pila. Sin embargo, López Piñero et al [1983, vol. II, p. 53℄ señalan omo año
de na imiento 1762 y Ortíz [2001, p. 157℄ data el na imiento el 29 de enero
de 1761. Este último onsidera que la fe ha generalmente a eptada obede e
seguramente a una onfusión de identidad y basa su asevera ión en la partida
de na imiento del autor que se onserva en la Parroquia de San Andrés y San
Martín de Sevilla. Asimismo, sostiene que la utiliza ión del apellido Ríos se
debería a �una ostumbre de la épo a, por razones afe tivas, y quizá también
de prestigio so ial�.
Figura 3.10: MENDOZA, JOSÉ DE (1763-1816), retrato y �rma. Fuente:
http://bdh.bne.es/
José, uyo nombre ompleto era �Joseph María de JHS. Nazareno, Jeróni-
194 Catálogo de autores
mo, Juan, Rosalía, Fran is o de Sales, Igna io, Ramón, y Fran is o de Paula�,
era hijo de Joseph-Ygna io de Mendoza y Guerrero y de María-Romana Mori-
llo y Ríos. Cursó sus primeros estudios en el Colegio Real de San Isidro, donde
ya mostró aptitudes para las matemáti as. Posteriormente ingresó en el Regi-
miento Real de Dragones omo adete, tal y omo �gura en el �Eger i io de
Matemati as� que realizó el 31 de di iembre de 1774 a las 10 de la mañana
508
.
Permane ió po o tiempo en el Regimiento; su in lina ión por las matemáti as
y la astronomía le llevaron a soli itar su traslado a la Marina Real, institu ión
en la que los avan es ientí� os ha ían ne esarios ono imientos sobre estas
dis iplinas para dar respuesta a las nuevas ne esidades.
En marzo de 1776 se in orporó a la Marina omo alférez de fragata, siendo
as endido dos años más tarde a alférez de navío. Durante los años 1776 y 1779
realizó ontinuos viajes, parti ipando en la expedi ión a Colonia de Sa ramen-
to en la es uadra del marqués de Casa-Tilly. En 1779, uando volvía de Manila,
fue he ho prisionero en un ombate on navíos ingleses y posteriormente en-
viado a Cork (Irlanda). En 1780 pudo regresar a Cádiz debido al ambio en la
situa ión políti a entre ambos países
509
.
En 1782 fue as endido a teniente de fragata y en noviembre de 1784 a te-
niente de navío. En esta épo a omenzó a es ribir su Tratado de Navega ion.
El 10 de abril de 1787 embar ó en la fragata Santa Ana, pero 6 días después
los problemas de salud que le a ompañarían el resto de su vida le obligaron a
desembar ar. En mayo una R. O. ordenaba su traslado a Madrid, ha ia donde
partió en julio on objeto de supervisar la publi a ión de su obra.
Formó parte junto a Antonio Gregorio Rosell del tribunal que examinó a los
opositores a la Cátedra de Matemáti as del Real Colegio Seminario de Sevilla
el 28 de junio de 1787
510
.
El Tratado de Navega ion fue publi ado por la Imprenta Real en 1787. Se
esperaba que el tratado fuese adoptado �por las a ademias de guardias marinas
omo libro de texto; sin embargo esto no o urrió, prevale iendo una tenden ia
más onservadora en la enseñanza�.
Po o después de la publi a ión de su obra, Mendoza Ríos fue as endi-
do a Capitán de Fragata. Este fue el �n de su arrera omo marino en un
sentido tradi ional, y el omienzo de una nueva arrera omo ientí� o
en áreas de interés para la Marina Real.
Mendoza propuso la rea ión de una �Bibliote a Marítima� uyo objetivo
estaba más allá del simple depósito de libros, esperaba que fuera �el entro de
508
Eger i io de Matemati as que ha de tener en los Estudios Reales de la Corte D. Josef
Maria de Mendoza.
509
ORTÍZ [2001, pp. 157-158℄ y SURROCA; BLANCO [2013, p. 56℄.
510
MEMORIAL [1787, pp. 451-452℄.
LIBROS DE TEXTO 195
irradia ión de un nuevo estable imiento dedi ado a la moderniza ión ientí� a
de la marina�. Se trataba, por una parte, de entablar onta to dire to on los
entros europeos más avanzados para introdu ir en España las nuevas te nolo-
gías, ade uándolas a las ne esidades de la Marina, y por otra, de la adquisi ión
tanto de obras lási as y modernas omo de �instrumentos ientí� os, máqui-
nas y planos de estas últimas�. Mendoza omuni ó al onde de Floridablan a
su propuesta, que �nalmente fue a eptada y re ibió una importante antidad
de dinero proveniente de la Marina y del Comer io on Améri a. En 1789 par-
tió ha ia Europa para ini iar el proye to y en 1791 llegaron a Cádiz 54 ajones
on instrumentos y libros adquiridos por él. Posteriormente, en 1792, envió
desde Rouen un teles opio uyas virtudes des ribía así al rey: �teles opio de
siete pies de platina que después de todas las pruebas posibles, puedo asegurar
a Vd. que es un instrumento úni o�.
En 1791 publi ó en el almanaque náuti o fran és su obra Connaissan e
des Temps, donde se desarrolla �un nuevo método para la determina ión de la
latitud utilizando dos alturas de un astro y el intervalo de tiempo trans urrido
entre ellas�. En este periodo fue designado miembro orrespondiente extran-
jero de la A ademia de Cien ias de París.
En 1792 la ompli ada situa ión políti a de Fran ia hizo que se trasladara
a Londres. En esta iudad Joseph Banks, presidente de la Royal So iety de
Londres, se onvirtió en su amigo y prote tor. Este propuso a la Royal So iety
en enero de 1793 que se admitiera a Mendoza omo miembro extranjero de la
misma, admisión que se hizo efe tiva tres meses después.
En marzo de 1796 presentó al Board of Longitude un nuevo trabajo sobre
la determina ión de la latitud de un navío en el mar y en septiembre soli itó su
retiro de la Real Armada, soli itud que no se tomó en onsidera ión hasta 1800.
En 1798 ontrajo matrimonio on Anna María Parker on quien tuvo dos
hijas, Anna Fermina y Fran is a.
En 1801 publi ó una ole ión de tablas, basadas en sus propios trabajos,
que fa ilitaban los ál ulos de astronomía náuti a y donde introdujo �algunas
de sus fun iones espe iales, que permitían ompa tar el pro eso de ál ulo�.
Cuando en 1800 se tomó en onsidera ión su peti ión de retiro su �nombre
fue borrado de la lista de marina, prohibiéndosele el uso del rango y uniforme�.
Se ini ió así una larga disputa que aunque estuvo a punto de resolverse en 1806,
�nalmente no se llevó a efe to hasta después de su muerte. La mala salud que
le a ompañó durante su vida hizo que empeorara su estado on �insoportables
dolores de abeza� que hi ieron que se quitara la vida � olgándose en su asa
de ampo, en Brighton� el 4 de marzo de 1816.
196 Catálogo de autores
Textos
(1787) Tratado de Navega ion (tomos I y II).
Madrid, Imprenta Real.
Dimensiones
511
: 4o(30 m).
(1795) Memoria sobre algunos metodos nuevos de al ular la longitud por
las distan ias lunares: y apli a ion de su teóri a á la solu ion de otros proble-
mas de navega ion. Por Don Joseph de Mendoza y Rios, Capitan de Navio de
la Real Armada, individuo de la Real So iedad de Lóndres, y orrespondiente
de las Reales A ademias de las Cien ias de Paris y de Lisboa.
Madrid, Imprenta Real.
Dimensiones
512
: 4o(31 m).
A redita ión do ente
La Instru ión Winthuysen disponía el uso del Tratado de Navega ion en
las todas las Es uelas de Náuti a para el estudio de la geografía. Asimismo,
debía usarse en el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía para el
estudio de �los prin ipios de geografía ne esarios para el pilotaje�
513
.
3.1.13. ROSELL VICIANO, ANTONIO GREGORIO
(Valen ia, 1748 -Valen ia, 1829)
Datos biográ� os del autor
Estudió �losofía en la Universidad de Valen ia, donde se graduó omo maes-
tro de artes. Posteriormente opositó a las átedras de matemáti as de la Uni-
versidad de Valen ia y de los Reales Estudios de Madrid. En la primera de ellas
no obtuvo éxito. Sin embargo, obtuvo la segunda a �nales de 1771 al opositar
junto on otros o ho aspirantes y disertar sobre �dióptri a analíti a�
514
. Re-
gentó la átedra desde su nombramiento el 7 de enero de 1772
515
hasta 1793,
511
GONZÁLEZ GONZÁLEZ; QUEVEDO ARIZA [2000, p. 102℄. Leemos en la Ga eta
de Madrid, on fe ha de viernes 29 de abril de 1803, número 34, que el pre io de los dos
volúmenes en uadernados en rústi a en España era de 72 reales de vellón y en Améri a de
46 reales de plata. En di ha noti ia se señalan además los lugares donde pueden adquirirse
las obras a las que ha e referen ia, itando su pre io. Estos son los siguientes: Madrid en la
librería de D. Rafael de Aguilera, alle de Relatores y en la Imprenta Real; en las A ademias
de Guardiamarinas de la Isla de León, Ferrol y Cartagena; en Cádiz en la librería de D.
Vi toriano Pajares, en Cartagena en la de D. Fulgen io Gallardo, en La Coruña en la de D.
Manuel de Soto; en el Colegio de San Telmo de Sevilla; en Améri a en las Comandan ias de
Marina, Capitanías de puerto et .
512
GONZÁLEZ GONZÁLEZ, QUEVEDO ARIZA [2000, p. 102℄.
513
Véanse en las se iones 2.3.1 y 2.3.4 las páginas 93 y 104 respe tivamente.
514
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 265℄.
515
SIMÓN DÍAZ [1973, p. 328℄.
LIBROS DE TEXTO 197
año en el que fue nombrado omisario de guerra del ejér ito y volvió a su iu-
dad natal
516
.
Al a eder a la átedra propuso junto a Joaquín León la reforma de los
Reales Estudios, de forma que partiendo de la estru tura de los mismos �re-
per utiese en todo el país mediante la onstitu ión de una Junta de Matemá-
ti os�. Asimismo, sugirieron la rea ión de una Real A ademia de Cien ias, ya
que ambos onsideraron que el se tor se en ontraba desatendido por aquellos
que habían fundado institu iones de este tipo
517
.
Fue también Maestro en Artes de la Universidad de Valen ia, tal y omo
apare e en la portada de �Eger i io de Matemati as que ha de tener en los
Estudios Reales de la Corte D. Pedro Vi ente Giner�, on fe ha de 4 de julio de
1773 a las 5 de la tarde. Formó parte del tribunal que examinó a los opositores
a la Cátedra de Matemáti as del Real Colegio Seminario de Sevilla el 28 de
junio de 1787
518
.
Reda tó en 1770 Diserta ion sobre la ausa de las auroras boreales y en
1784 La geometria de los niños
519
. Murió en Valen ia el 23 de marzo de 1829.
Texto
(1785) Institu iones Matemáti as por Don Antonio Gregorio Rosell Cate-
dráti o de Matemáti as en los Estudios Reales de esta Corte y Comisario de
guerra honorario
520
.
Madrid, Imprenta Real
521
.
Dimensiones
522
: 4o
A redita ión do ente
En las Ordenanzas de 1786 para el Real Colegio Seminario de San Telmo
de Sevilla se �jaba en el artí ulo 204 el uso de la obra Rosell omo libro de
516
Con respe to a este dato obtenemos informa iones ontradi torias puesto que Fernández
de Navarrete [1851, Tomo I, p. 140℄ oin ide on López Piñero et al [1983, vol. II, p. 265℄
en señalar 1793 omo la fe ha del nombramiento, sin embargo, en Memorial [1787, p. 452℄
se ita que el autor ya era Comisario de Guerra en 1787.
517
SIMÓN DÍAZ [1973, p. 328℄.
518
MEMORIAL [1787, pp. 451-452℄.
519
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 265℄ y FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851,
Tomo I, p. 140℄.
520
El segundo tomo de la obra quedó inédito en manos del autor [FERNÁNDEZ DE NA-
VARRETE, 1851, Tomo I, p. 140℄.
521
Leemos en la Ga eta de Madrid, 31 de marzo de 1835, número 90, p. 360 que los
ejemplares del texto se hallaban a la venta en 1835 en el despa ho de la Imprenta Real, on
un oste de 12 reales la en uaderna ión en 4o en rama y de 19 reales la en uaderna ión en
4o en pasta omún.
522
Ga eta de Madrid, 31 de marzo de 1835, número 90, p. 360.
198 Catálogo de autores
texto:
Mientras se publi an Institu iones propias de estos estudios, se val-
drán los Catedráti os de las obras que sobre di has materias han dado á
luz D. Vi ente To�ño, D. Benito Bails, y D. Antonio Rosell, señalando
de omun a uerdo on el Dire tor y los otros Catedráti os las partes
que podrán tomarse de ada Autor, lo que onvenga suplir, el órden y
la distribu ion para los dos años
523
.
3.1.14. SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN
(Madrid, 1684 - Sevilla, 1757)
Datos biográ� os del autor
524
Juan Sán hez Re iente na ió en �la Villa y Corte� de Madrid el 21 de febre-
ro de 1684 y �rena io por el Baptismo� el 26 del mismo mes. Sus padres eran
Bernardo Sán hez Re iente, natural de la Villa del Álamo en el arzobispado de
Toledo, y María de Armenta y Trillo, natural de Puerto Real en el Obispado
de Cádiz. Juan y sus �otros mu hos hermanos� re ibieron de su madre una
�esa ta, y religiosa edu a ion, y rianza�.
Durante su estan ia en Madrid, y después de haber estudiado las primeras
letras, re ibió lases de �Gramati a Latina� on un pre eptor parti ular has-
ta que en septiembre de 1699 se trasladó junto a sus padres a Sevilla, donde
523
ORDENANZAS [1786, artí ulo CCIV, p. 96℄.
524
Los datos biográ� os del autor, salvo los expresamente itados en otro sentido, han
sido tomados del Elogio funebre de Dn. Juan San hez Re iente que murio el 6 de abril de
1757 es rito por Sebastián Antonio de Cortés y leído por él mismo en la Real A ademia
Sevillana de las Buenas Letras el 16 de septiembre de 1757. Más on retamente los datos han
sido tomados de CORTÉS [1757, pp. 107r, 107v, 109r, 109v, 110r, 110v, 111r, 111v, 112r,
112v, 113r, 114r, 116r, 118v, 119r, 119v, 121r, 126r, 126v℄. �La Real A ademia Sevillana de
Buenas Letras se fundó el 16 de abril de 1751, por ini iativa del sa erdote y atedráti o de la
Universidad Luís Germán y Ribón y otros hombres de estudio, pertene ientes en su mayoría
a la alta lere ía de la iudad [. . . ℄ La A ademia na ió on el propósito de onstituirse en
un " entro de donde irradiase la luz del saber, en honra y prove ho de las ien ias y de las
letras patrias ", y de " ontribuir a ilustrar la historia de Sevilla y de la región andaluza".
Un año más tarde, el 22 de abril de 1752, el Consejo de Castilla aprobó sus Estatutos,
y el 18 de julio del mismo año el rey Fernando VI la situó bajo su "Real Prote ión",
on ediéndole el emblema, que representa un olivo argado de frutos, on el lema Minervae
Baeti ae. Po o después, el 30 de o tubre de 1753, la nueva A ademia ha ía su presenta ión
o� ial y solemne en la iudad en la bella "Sala Cantarera" de los Reales Al ázares�, en
http://www.a ademiasevillanadebuenasletras.org/. Más informa ión sobre esta A ademia
de Buenas Letras puede onsultarse, entre otros, en AGUILAR PIÑAL, Fran is o (1996)
La Real A ademia Sevillana de Buenas Letras en el siglo XVIII. Madrid, Consejo Superior
de Investiga iones Cientí� as (Reedi ión fa símil (2001), Sevilla, Funda ión Aparejadores y
Arquite tos Té ni os de Sevilla); VEGA VIGUERA, Enrique de la (1998) Historia resumida
de la Real A ademia Sevillana de Buenas Letras. Sevilla, Real A ademia Sevillana de Buenas
Letras y Funda ión El Monte; GONZÁLEZ JIMÉNEZ, Manuel (2009) La Real A ademia
Sevillana de Buenas Letras. Madrid, Instituto de España.
LIBROS DE TEXTO 199
ontinuó hasta �nalizar estos estudios en el Colegio de San Isidoro �que vul-
garmente llaman de San Miguel�.
En septiembre de 1702, una vez instruido �en el general idioma de las Cien-
ias�, omenzó a estudiar �Philosophia Aristoteli a� en el Colegio de Santo
Tomás de Sevilla bajo la dire ión del P. R. Fr. Pedro Hidalgo. Invirtió tres
años en este estudio, que era el tiempo estimado por el Colegio para ursar la
dis iplina. Después empezó a estudiar medi ina, pero la abandonó para dedi-
arse durante in o años al estudio de la teología, siempre en el mismo Colegio.
Cortés nos relata que Juan fue un �estudiante honrado, y virtuoso, avien-
do desempeñado on esplendor, y adelantamiento todos los A tos, y fun iones,
que la Poli ia, y regimen de las es uelas ha estable ido para su su manejo�.
Quiso ampliar sus estudios � on la solidez de las demonstra iones Mathe-
mati as á uyo ultivo se entregò ansiosamente�, onsiguiendo que Fran is o
Antonio de Orbe, a la sazón Piloto Mayor de la Casa de la Contrata ión y
piloto de re ono ido �merito, y de espe ial habilidad, y pra ti a� en la Carre-
ra de Indias, le impartiera lases de matemáti as en 1712. Orbe enseñó a su
dis ípulo �las partes elementales, y annexas� de la náuti a, �que efe tivamente
adquirio�.
El 20 de septiembre de 1720 fue ordenado subdiá ono y los días 7 y 15 de
junio de 1721 re ibió � on Indulto Apostoli o de Extra-Tempora� los su esivos
órdenes de diá ono y presbítero.
Cuando Pedro Manuel Cedillo dejó va ante la Cátedra de Navega ión y Ar-
tillería del Real Seminario de San Telmo para o upar el puesto de Piloto Mayor
y maestro de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz, los �Cavalleros
Diputados� del Seminario, que tenían bastantes noti ias de Juan Sán hez Re-
iente por �la fre uente asisten ia que ha ia en otro olegio�, le propusieron
ha erse argo de la itada átedra, propuesta que �nalmente a eptó omen-
zando a impartir lase a prin ipios de 1724.
Elaboró el Tratado de Artilleria Theori a, y Pra ti a
525
impreso en Sevi-
lla en 1733. Este tratado, para uya omposi ión tomó omo modelo a César
Firru�no, venía a sustituir la �Cartilla o Quadernillo de Regimiento de Arti-
lleria� ompuesto por Juan Muñoz el Bueno y añadido por Juan Román de
En he, que se �enseñaba y ha ia tomar de memoria a los Seminaristas, on
arreglo a lo prevenido en la Cedula expedida el año de 1688 para la funda ion,
525
El título ompleto del libro es Tratado de Artilleria Theori a, y Pra ti a, en donde se da
entera noti ia, y ono imiento de todas las Piezas Antiguas, y juntamente de las Modernas de
la Nueva Ordenanza del año de 1716. Segun el methodo, que fe enfeña en el Real Seminario
de San Telmo, extra-muros de la Ciudad de Sevilla. Un tratado de larado por el mismo
autor omo �muy elemental� en el que se insiste más en los instrumentos que en las teorías
puesto que se �es ribe para Niños� [NAVARRO LOIDI, 2013, pp. 96-97℄.
200 Catálogo de autores
y govierno del Seminario�. Sán hez Re iente se propuso on esta obra renovar
la anti uada �Cartilla� y ade uarla a la nueva ordenanza estable ida en 1716.
Cortés expone que el autor trabajó en �la expli a ion de los diez primeros
Libros de Elementos de Eu lides, y hasta la proposi ion 30. del unde imo, on
las �guras orrespondientes a ada demonstra ion�, y que estos manus ritos
servían a sus alumnos del Seminario, quienes �los opiaban a propor ion de su
uriosidad, y adelantamiento�. Finalmente la obra no llegó a editarse.
La in lina ión por las ien ias en general y su parti ular habilidad le llevó
a ultivar diversas dis iplinas. Tuvo onta to on la �Me ani a, la Opti a, y
la Gnomoni a � Horologiographia�; ompuso y fabri ó distintos uadrantes
y relojes tanto de péndulo omo de sol, ex ediendo a todos ellos �uno mui
primoroso de ampana, que hizo onstruir para su Gavinete� ayudado por su
dis ípulo Juan Cor hero, �Me hanista, ingenioso, y de singular destreza para
semejantes maniobras�. Dieron a di ho reloj
los movimientos orrespondientes a señalar las horas, minutos, y se-
gundos; los dias del més; los de la semana; los de la Luna; y las su esivas
phases, que esta des ubre en el ielo; a uyas revolu iones periodi as aña-
dieron otro resorte extraño, que no re ive impulsion de la Ma hina, y se
le ha e demonstrar los signos, y nombre del més.
Los prin ipios de ópti a adquiridos le permitieron graduar todo tipo de
vidrios y ristales on los que después él mismo fabri aba �anteojos, lentes,
y espejos de todas lases, igualmente que Tele- y Mi ro-s opios, amaras obs-
uras, y demas instrumentos opti os�. Asimismo, fabri aba los instrumentos
que ne esitaba para su labor do ente omo morteros, agujas, orrederas, ba-
llestillas y uadrantes, ideando y onstruyendo él mismo, también para uso del
Seminario, un nuevo uadrante de redu ión de los que ya omunmente se usa-
ban en la navega ión. Torneaba on exa titud utensilios de bron e y madera,
sabía abrir a buril, doraba y a�laba para la adheren ia y bruñido del oro, in lu-
so sabía omponer y desha er las formas de la imprenta � on mu ha fa ilidad�.
Adquirió ono imientos sobre el manejo de ompuestos quími os uando
fre uentaba la boti a del arzobispo. En 1738 su boti ario, Matías Marín, ayó
enfermo en la epidemia general que pade ió la iudad y le pidió que se en ar-
gara de despa har la boti a en su ausen ia. Así, durante el tiempo que duró
su enfermedad, despa hó la boti a preparando él mismo �sin el menor atraso,
ni des uido de las multipli adas re etas, que o urrian�.
Los �Cavalleros Diputados del Seminario� le en argaron la reda ión de un
ate ismo para los seminaristas que salió a la luz en 1742.
Sán hez Re iente fue admitido el 9 de julio de 1751 en la Real A ademia
Sevillana de Buenas Letras, tomando posesión el 30 del mismo mes. Leyó en
di ha A ademia Dis urso sobre la utilidad de las Matemàti as, Diserta ión
LIBROS DE TEXTO 201
preliminar para la Geogra�a, dividida en tres Partes y Dis urso sobre la uti-
lidad del ono imiento de las Medallas, espe ialmente para la Historia. El 1
de abril de 1757, día en el que � elebró la Iglesia los Dolores de Nuestra Se-
ñora empezó á sentir la invasion de una alentura maligna, que a ompañada
de alguna in�ama ion interior, se expli aba tambien on sensa ion pleuriti a,
ó del ostado�. Juan Sán hez Re iente falle ió a los in o días, �el Mier oles
Santo 6 del referido més de Abril, teniendo 73 años, y més, y medio de edad�.
Cortés mani�esta en su Elogio que el presbítero era el primer miembro de la
A ademia en falle er y que �ha de ser por onsiguiente su memoria la primera
deste penado, que oiga VS. y o upe despues en su Historia la frente de los
elogios de sus Individuos difuntos�.
Textos
(1739) Tratado de Trigonometria plana general, on la onstru ion, y ufo
de las Tablas de los Logarithmos, y del Canon Trigonometri o de Senos, Tan-
gentes, y Se antes logarithmi as. Dedi ado a los señores Cavalleros Mayordo-
mo, y Diputados de la Univer�dad de Mareantes, y del Real Colegio Seminario
de Señor San Telmo de Sevilla. Dispuesto por Don Juan Sán hez Re iente,
Prefbytero, Maeftro de Mathemati as en di ho Real Colegio.
Madrid, O� ina de Manuel Martin.
Otras edi iones y formato
2a edi ión, Sevilla, en la Imprenta de los Re ientes, en la Pajeria.
3a edi ión, Madrid, O� ina de Manuel Martin, 1759.
Santiago, Igna io Aguayo, 1775
526
.
Dimensiones
527
: 8o.
(1742) Tratado de Trigonometria Nauti a, y de la onstru ion, y ufo de
las Ef alas Plana, y Arti� ial, y de la Tabla de Partes Meridionales, y algunos
Problemas uriofos, que para la edu a ión de los Colegiales del Real Seminario
de Sr. S. Telmo extra muros de la Ciudad de Sevilla, Dispone Don Juan San-
hez Re iente, Presbytero, Mae∫tro de Mathemati as en di ho Real Colegio: y
lo dedi a a los Caballeros Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio, y
Univer�dad de Mareates.
526
El Tratado de Trigonometria plana general se reimprimió en 1775, junto on el Tratado
de Trigonometria nauti a, a osta de Antonio Rodríguez, Mer ader de libros de la Villa del
Ferrol tal y omo puede leerse en la portada del libro. El Compendio está dedi ado a los
alumnos de las Reales A ademias Españolas de Marina y Matemáti as y se editó on el título
Compendio trigonometri o, que ontiene dos tratados: uno de Trigonometria plana general
y otro de Trigonometria nauti a. Existe un ejemplar del mismo en la UPC.
527
Dato obtenido en REBIUN para la edi ión de 1739. La edi ión de 1775 que ontiene los
dos Tratados tiene el mismo formato, según informa ión re abada en Bibliothèque muni ipale
de Nantes donde se en uentra un ejemplar de la obra.
202 Catálogo de autores
Sevilla, Imprenta de los Re ientes, en la Pajeria.
Otras edi iones y formato
Madrid, O� ina de Manuel Martín, Calle de la Cruz, 1759.
Santiago, Igna io Aguayo, 1775.
Dimensiones
528
: 8o (15 m).
(1749) Tratado de Navega ion Theori a, y Pra ti a fegun el orden, y Methodo,
on que fe enfeña en el Real Colegio Seminario de Sr. S. Telmo, extra muros
de la Ciudad de Sevilla. Dedi ado al Ex .
moSeñor Marques de la Enfenada,
Caballero del Real Orden del Toifon de Oro, y de S. Genaro, del Confejo de
Eftado de S. Mag. y Superintendente General de Ha ienda, & . Por Mano
de los Caballeros Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio Seminario,
los Capitanes D. Fauftino Clemente Raquejo, D. Diego de la Fuete Ponze de
Leon, y D. Geronymo Josfeph Gaytan. Es ripto por Don Juan San hez Re-
iente, Presbytero, Cathedrati o de Mathemati as de di ho Real Colegio
529
.
Sevilla, Imprenta Castellana on inteligen ia Latina de Fran is o Sán hez
Re iente, Impresor de la Regia Médi a So iedad.
(1751) Tratado de Arithmeti a theori a, y pra ti a, segun el modo, on que
se enfeña en el Real Colegio Seminario de San Telmo extra muros de la Ciudad
de Sevilla. Dispuesto por don Juan Sán hez Re iente, Presbytero, Cathedrati-
o de Mathemati as en di ho Real Colegio. Quien lo dedi a a la muy ilustre
Universidad de Mareantes, Adminiftradora perpètua de di ho Real Colegio.
Sevilla, Imprenta de los Re ientes.
A redita ión do ente
Se desprende de las portadas de las obras y de los prólogos dedi ados por
el autor al le tor en las mismas que se utilizaron omo libros de texto en el
Seminario de San Telmo.
528
Dato obtenido en REBIUN para la edi ión de 1759.
529
Un ejemplar de esta obra en 8o se en ontraba en la bibliote a del Marqués de la Ense-
nada. En: GÓMEZ URDÁÑEZ [1996, p. 273℄.
LIBROS DE TEXTO 203
3.1.15. TOFIÑO DE SAN MIGUEL, VICENTE
(Cádiz, 1732 - 1795)
Figura 3.11: TOFIÑO, VICENTE (1732-1795). Fuente: http://meen anta adiz.word
press. om/2010/07/21/vi ente-to�no-de-san-miguel/
Datos biográ� os del autor
Vi ente To�ño na ió el 6 de septiembre de 1732 en Cádiz. Hijo de Diego
To�ño de San Miguel y de Juana Vandewale y Guzmán, se dedi ó omo su pro-
genitor a la arrera militar. Su padre y su hermano mayor, Fran is o Javier,
perdieron la vida en la batalla de Plasen ia el 15 de junio de 1746, murien-
do al po o tiempo su madre. Tras quedar al uidado de su hermana y un tío
sa erdote fue a eptado, omo agrade imiento del rey, en la Real A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz en 1747. En 1750 pidió su traslado al Regimiento de
Mur ia �por falta de medios para sostenerse en este uerpo on el brillo ne e-
sario�. Obtuvo en este regimiento los grados de subteniente, el 9 de septiembre
de 1752, teniente de la ompañía oronela el 24 de abril de 1754, y ayudante
mayor el 6 de junio de 1754; en di iembre del mismo año pasó al Regimiento
204 Catálogo de autores
de Soria on el grado obtenido
530
.
En 1751 dentro del programa de perfe ionamiento de las enseñanzas mi-
litares llevado a abo por el Marqués de la Ensenada se abrieron en Cádiz y
Bar elona sendas A ademias de Artillería. La autoriza ión de Ensenada para
que o� iales de otros uerpos a edieran a este entro posibilitó a To�ño el a -
eso al mismo, donde perfe ionó sus estudios matemáti os. El ono imiento
matemáti o �guraba en la Real Ordenanza de 21 de o tubre de 1751 para las
a ademias de artillería omo �importantísimo� para el éxito de un ejér ito
531
.
Tras una breve estan ia en Segovia, donde trabó amistad on el onde de
Mansilla, quien puso a su disposi ión su sele ta bibliote a, y el padre Isla,
regresó a Cádiz para a eptar el argo de Ter er Maestro de Matemáti as en
la Real A ademia de Guardiamarinas de la iudad, argo ofre ido por Jorge
Juan. El nombramiento, on fe ha de 18 de noviembre de 1755, llevaba onsi-
go el salario de do e mil reales y la onserva ión de su empleo de teniente del
Regimiento de Soria.
El 28 de julio de 1757 ingresó en la Armada as endiendo a teniente de fra-
gata el 3 de septiembre de 1767, a teniente de navío el mismo año, a apitán
de fragata el 1 de junio de 1773, a apitán de navío graduado el 17 de febrero
de 1776, a brigadier el 15 de noviembre de 1784 y a jefe de es uadra el 19 de
septiembre de 1789.
El 11 de di iembre de 1767 a edió a la plaza de Segundo Maestro de Ma-
temáti as de la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz, onvirtiéndose en el
dire tor de la misma el 6 de agosto de 1768 uando ontaba 36 años
532
.
Durante su estan ia en Cádiz realizó una importante labor tanto en el am-
po de las observa iones omo en la produ ión artográ� a. Con respe to a las
primeras, observó en 1769 el paso de Venus por delante del dis o solar y elaboró
junto a José Varela y Juan Ulloa la obra Observa iones astronómi as he has en
Cádiz, en el Observatorio Real de la Compañía de Cavalleros guardias mari-
nas, que editado en dos volúmenes ontiene las observa iones realizadas entre
los años 1773 y 1777 y donde también se ita brevemente la estru tura del
observatorio, sus instrumentos, los métodos empleados en las observa iones y
las pre au iones tomadas para omprobar su exa titud
533
.
En 1783 re ibió el en argo de elaborar un atlas marítimo de España que
�nalizó en 1789 y en el que olaboraron Dionisio Al alá-Galiano, José Espinosa
530
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, pp. 772-773℄, LÓPEZ PIÑERO et al
[1983, vol. II, p. 352℄ y PANDO VILLARROYA [1984, p. 87℄.
531
NAVARRO LOIDI [2013, p. 85℄ y FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p.
773℄.
532
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 773℄.
533
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 352℄.
LIBROS DE TEXTO 205
y Tello, Alejandro Belmonte, Julián Canelas, José Vargas Pon e y José M
a
Lanz. En 1787 vió la luz elDerrotero de las ostas de España en el Mediterráneo
y sus orrespondientes de Áfri a para inteligen ia y uso de las artas esféri as y
un atlas on 15 artas del Mediterráneo, elDerrotero de las ostas de España en
el O éano Atlánti o y de las Islas Azores o Ter eras para inteligen ia y uso de
las artas esféri as y un atlas de 30 artas titulado Atlas Marítimo de España,
editado en 1789 y que tuvo éxito inmediatamente en toda Europa, realizándose
numerosas edi iones en Fran ia e Inglaterra. Como onse uen ia de las labores
llevadas a abo para levantar la arta esféri a de las ostas españolas se obtuvo
que la medida de España era de 10891 leguas uadradas de 8000 varas ada
una
534
.
Figura 3.12: Firma de Vi ente To�ño. Fuente: AMN, Cole ión Guillén, ms. 1563,
do . 11
En 2013 se restauró un ejemplar de este atlas marítimo de 1789 pertene-
iente a la ole ión de la bibliote a del marqués de Cerralbo, labor que fue
llevada a abo on la olabora ión del Instituto de Patrimonio Cultural de
España (IPCE) y on la interven ión de té ni os espe ialistas en soporte pa-
pel y en uaderna ión. El 23 de abril de 2014, Día del Libro, se realizó una
programa ión espe ial donde la a tividad prin ipal fue la presenta ión de la
restaura ión de di ho atlas
535
.
To�ño también dedi ó tiempo a navegar uando sus obliga iones en la A a-
demia se lo permitían. Fernández de Navarrete [1851, Tomo II, p. 774℄ ita entre
sus ampañas un viaje a Italia en uno de los navíos de la es uadra del marqués
de la Vi toria que trajo a España a Carlos III y su parti ipa ión en 1782 en el
bombardeo de Gibraltar omo ayudante del duque de Crillon.
534
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, pp. 352-353℄ y MARTÍN-MERÁS [1990, p. 372℄.
535
http://www.bne.es/es/AreaPrensa/noti ias2014/0422_AtlasDetTo�no.htmlBienes
Culturales y de Ar hivos y Biliote as, y Revista de Arte-Logo Press en
http://www.revistadearte. om/2014/04/21/quieres-ver- omo-ha-quedado-el-atlas-de-
to�no/. En esta última revista Luisa Martín-Merás, Jefe de la Se ión de Cartografía y
ex-dire tora té ni a del Museo Naval de Madrid, expone que �el interés de esta publi a ión
se remonta a una ne esidad surgida a �nales del siglo XVIII uando "al no ontar on
artas �ables de las ostas de España, las di� ultades prá ti as para la navega ión son
onstatadas por las autoridades de la Marina. En el último ter io del siglo, de idió el rey,
por inspira ión del ministro Antonio Valdés que se onstruyera "una arta hidrográ� a de
España omo habían he ho en Fran ia"(Cassini)�.
206 Catálogo de autores
El 22 de febrero de 1775 fue elegido miembro orresponsal de Jean-Charles
Borda en la A ademia de Cien ias de París. También fue a adémi o de la
Real A ademia de Historia, so io de la A ademia de Cien ias de Lisboa y
pertene ió también a las So iedades de Amigos del País de las Vas ongadas y
de Mallor a
536
. To�ño murió el 15 de enero de 1795 en la Isla de León
537
.
Texto
(1771) Compendio de la Geometria elemental, y Trigonometria re tilinea:
para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas en su A ademia. Es rito por
Don Vi ente To�ño de San Miguél, Theniente de Navio de la Real Armada, y
Dire tór de la misma A ademia.
Isla de León, Imprenta de la Real A ademia.
Otras edi iones y formato
2a edi ión, Isla de León, Imprenta de la Real A ademia, 1788.3a edi ión, Isla de León, Imprenta de la Real A ademia, 1794.Isla de León, Imprenta de la Real A ademia, 1799
538
.
Dimensiones
539
: Edi ión de 1788 en 4o (20 m). Edi ión de 1799: 13.8 m.
y 20.4 m. de la an hura y largura de la página respe tivamente.
A redita ión do ente
El Compendio de la Geometria elemental, y Trigonometria re tilinea se
utilizó en las tres A ademias de Guardiamarinas tal y omo se determinaba
en el plan de estudios de 1783
540
. También se ha e referen ia a este uso en la
aproba ión del sr. D. Antonio de Ulloa, que apare e al omienzo de la obra
que nos o upa donde puede leerse sobre el libro de texto lo siguiente:
[. . . ℄ no folo ferà ùtil para la inftru ion de los Cavalleros Guardias-
Marinas, que es el prin ipal �n de haverlo ef rito fu Dire tòr, el The-
niente de Navío de la Real Armada Don Vi ente To�ño de San Miguél;
�no para quantos de�een iluftrarfe de la Geometria Elemental, y abrirfe
amino por fu medio para pa�ar al ono imiento en las otras partes de
la Mathemati a [. . . ℄
También fue usado en el Real Colegio Seminario de San Telmo, según se es-
pe i� aba en el artí ulo 204 de las ordenanzas de 1786 para el itado Colegio
(véase el itado artí ulo en la página 198).
536
http://www.a ademie-s ien es.fr/a ademie/membre/memT.pdf y LÓPEZ PIÑERO et
al [1983, vol. II, pp. 352-353℄.
537
FERNÁNDEZ DE NAVARRETE [1851, Tomo II, p. 774℄.
538
La UDC posee un ejemplar de la misma que hemos podido estudiar.
539
Dato para la edi ión de 1788 en GONZÁLEZ GONZÁLEZ, QUEVEDO ARIZA [2000,
p. 151℄.
540
AMN, ms. 1563, do 8., artí ulo 5, fol. 33v.
LIBROS DE TEXTO 207
3.1.16. TOSCA MASCÓ, TOMÁS VICENTE
(Valen ia, 1651 -Valen ia, 1723)
Figura 3.13: TOSCA, TOMÁS VICENTE (1651-1723). Grabado por Luis Fernández
Noseret en 1791. Fuente: http://bdh.bne.es/
Datos biográ� os del autor
541
Hijo de Calixto Tos a de los Ares y Fran is a Mas ó, Tomás Vi ente na ió
en Valen ia el 21 de di iembre de 1651. Su padre era do tor en medi ina y
atedráti o de �theori a� en la Universidad de Valen ia donde también Tomás
541
Los datos biográ� os, salvo los expresamente itados, se han extraído de NAVARRO
BROTÓNS [1987, pp. 4-7℄.
208 Catálogo de autores
realizó sus estudios, obteniendo los grados de maestro en artes y do tor en
teología
542
.
Después de ser ordenado sa erdote en 1675 ingresó en 1678 en la Congre-
ga ión de San Felipe Neri, donde o upó importantes argos.
Aunque su forma ión fue bási amente autodida ta re ibió la in�uen ia de
intele tuales valen ianos, entre los que desta a la del magistrado Félix Fal ó
de Belao haga, quien � on los libros que le ofre ió y los instrumentos mate-
máti os, movió el ánimo de Tos a ha ia el ultivo de estas ien ias�.
Entre 1680 y 1690 Tos a formó parte de la tertulia que se reunía en la
bibliote a del marqués de Villator as, de la que eran habituales el �lósofo Ma-
nuel Martí, el historiador José Manuel Miñana, el bibliógrafo Rodríguez y los
ientí� os Baltasar Íñigo y Juan Bautista Cora hán. Estos dos últimos, junto
on Tos a, onstituyeron en 1686 en asa de Baltasar Íñigo una tertulia � on
el ará ter de A ademia de Matemáti as y on la inten ión explí ita de esta-
ble er las bases de una futura so iedad ientí� a valen iana� que se asemejara
a las europeas.
Cora hán, que ejer ía de se retario de la A ademia, dejó onstan ia en un
manus rito de las a tas de in o � ongresos� elebrados en 1687, a tas que
dan una idea de los temas allí tratados. Los temas de los tres primeros ongre-
sos eran: Primer ongreso; �método, erteza y utilidad de las matemáti as�.
Segundo ongreso; �trata del objeto propio de ada parte de las matemáti-
as "puras" ("geometría, aritméti a, álgebra, trigonometría, logarítmi a, ó-
ni a y músi a")�. Ter er ongreso; � uestiones de matemáti a "mixta" o físi o-
matemáti a�.
En 1693 enseñó privadamente ien ias matemáti as a Vi ente Cortés y Da-
mián Palou, quien más tarde fue arzobispo. Estos parti iparon en unas oposi-
iones que �nalmente ganó Cora hán. Ha ia 1697 estable ió una �es uela de
matemáti as� en su ongrega ión que permane ió abierta hasta 1705 y a la
que a udían jóvenes nobles de la iudad.
El 1 de abril de 1704 �nalizó un mapa de Valen ia que le había sido en ar-
gado y por el ual re ibió 150 libras en on epto de honorarios. El plano o upa
una super� ie de 5.44 m
2(203.5 x 267.5 m), está �dibujado a pluma y ligera-
mente oloreado on a uarela o lápiz (azul y, sobre todo, rojo en los tejados y
verdes para la vegeta ión), sobre hojas de vitela unidas�. Existen detalles en la
rotula ión del plano, � omo los topónimos que orren en sentido "verti al", que
sugieren que se realizó no sobre una mesa o un pupitre de dibujo, sino sobre un
plano no horizontal�, probablemente la pared de su elda en la ongrega ión
543
.
542
LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 368℄.
543
ROSELLÓ [2007, pp. 88-95℄.
LIBROS DE TEXTO 209
En 1717 fue nombrado de ano de la ongrega ión y también vi erre tor de
la Universidad de Valen ia, argo máximo ya que la iudad no podía nombrar
re tor porque había perdido el patronato a onse uen ia de la Guerra de Su-
esión. Tos a se mantuvo en el argo hasta 1720.
Tos a también tomó parte en el proye to del puerto Grao, que onsistía en
la mejora del puerto de madera y derribo del de piedra y elaboró un proye to
para onstruir un puerto en Cullera. Con ello se pretendía �enlazar el Grau
de Valèn ia por un anal navegable a través de l'Albufera que al anzara un
puerto al abrigo de la Illeta dels Pensaments de Cullera, enlazada a tierra on
un muelle; la a esibilidad del bajo Xúquer también ontaba�. El proye to
solo lo ono ía on�den ialmente Gregorio Mayans y �nalmente quedó en el
olvido
544
. Falle ió el 17 de abril de 1723.
Textos
(1707-1715) Compendio Mathemati o, en qve se ontienen todas las mate-
rias mas prin ipales de las Cien ias que tratan de la Cantidad. Que ompvso
el Dotor Thomas Vi ente To∫ a, Presbitero de la Congrega ion del Oratorio de
S. Felipe Neri de Valen ia. Y dedi a al Señor D. Felipe Qvinto el animoso,
Rey de las Españas.
Tomo I, Valen ia, Antonio Bordazar, 1707.
Tomo II, Valen ia, Antonio Bordazar, 1709.
Tomo III, Valen ia, Antonio Bordazar, 1710.
Tomo IV, Valen ia, Antonio Bordazar, 1712.
Tomo V, Valen ia, Antonio Bordazar, 1712.
Tomo VI, Valen ia, Antonio Bordazar, 1713.
Tomo VII, Valen ia, Antonio Bordazar, 1715.
Tomo VIII, Valen ia, Antonio Bordazar, 1715.
Tomo IX, Valen ia, Antonio Bordazar, 1715.
Otras edi iones y formato
Segunda impresión orregida, Madrid, Imprenta de Antonio Martín, 1727
(Todos los volúmenes).
Ter era impresión orregida, Valen ia, Imprenta de Jofeph Gar ia, 1757
(Todos los volúmenes).
Valen ia, O� ina de los hermanos de Orga, 1794 (Tomo I).
Dimensiones
545
: 8o (19 m).
544
ROSELLÓ [2007, pp. 173-174℄ y LÓPEZ PIÑERO et al [1983, vol. II, p. 368℄.
545
GONZÁLEZ GONZÁLEZ; QUEVEDO ARIZA [2000, p. 151℄. Además, en la primera
edi ión del Tomo VII (1715) puede leerse después de la segunda y última aproba ión que se
on ede la li en ia para la impresión de los tres últimos Tomos en o tavo del Compendio.
210 Catálogo de autores
A redita ión do ente
Navarro Loidi [2013, p. 70℄, Gar ía Garralón [2009b, p. 21℄, y Lafuente
Torralba; Sellés Gar ía [1986, pp. 61-62℄ oin iden en señalar que muy proba-
blemente los Tomos I, II, III y VII fueron usados omo libros de texto en la
Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz. Además, un ejemplar de la obra
en 40 estaba disponible en la A ademia de Guardiamarinas de Cartagena en
1778 tal y omo �gura en el Inventario de los efe tos del Rey
546
.
3.1.17. Estudio bibliométri o
En el presente atálogo se han re opilado un total de 30 obras orrespon-
dientes a 16 autores de las uales 26 se utilizaron omo libros de texto en los
entros de enseñanza de la náuti a durante el siglo XVIII. De los 16 autores
onsiderados, siete impartieron do en ia en los entros donde se ursaban las
dis iplinas náuti as (Ár her, Barreda, Cedillo, Cis ar, Fernández, Sán hez Re-
iente y To�ño), dos en otros entros de enseñanza (Bails y Rosell) y seis ejer-
ieron argos de dire ión de entros do entes (Cedillo, Cis ar, Godin, Juan,
To�ño y Tos a); Juan y Mazarredo ostentaron el grado de omandantes de la
A ademia de Guardiamarinas, el primero de Cádiz y el segundo de las tres
A ademias.
Figura 3.14: Distribu ión de obras en dos mitades de siglo. Fuente: Elabora ión
propia a partir de MANTEROLA; IBÁÑEZ [2015℄
En la Figura 3.14 hemos re�ejado el número de obras editadas atendiendo
a las dos mitades del siglo: o ho en la primera y 22 en la segunda. Puede obser-
546
ANCAR, Cuerpo general (guardiamarinas), Compañía y A ademias, Caja 2994, exp. 1.
LIBROS DE TEXTO 211
varse el signi� ativo in remento de edi ión de obras para la náuti a durante la
segunda mitad de la enturia, en línea on los datos ofre idos por el historiador
Capel [1982, pp. 204-205℄, quien mani�esta que se dio un laro �in remento de
la produ ión ientí� a española desde el �nal de la Guerra de Su esión�.
A ontinua ión en la Figura 3.15 presentamos el número de obras impresas
desglosadas ahora por dé adas: una en 1700-1709, dos en 1710-1719, una en
1730-1739, uatro en 1740-1749, uatro en 1750-1759, una en 1760-1769, in o
en 1770-1779, uatro en 1780-1789 y o ho en 1790-1799. Aquellas obras que
onstan de varios volúmenes editados en distintas fe has se han ontabilizado
y representado en fun ión de la fe ha de edi ión del primer volumen.
Figura 3.15: Distribu ión de obras por dé adas. Fuente: Elabora ión propia a partir
de MANTEROLA; IBÁÑEZ [2015℄
En la Figura 3.16 se muestra la distribu ión de las obras atalogadas aten-
diendo a las materias que in luyen. Se han reunido 3 tratados generales, 12
obras de náuti a, 4 de aritméti a, 1 de aritméti a y álgebra, 1 de aritméti a,
geometría y trigonometría, 1 de geometría y trigonometría, 4 de trigonometría,
2 de trigonometría apli ada a la navega ión y 2 de osmografía.
212 Catálogo de autores
Figura 3.16: Distribu ión de obras por materias. Fuente: Elabora ión propia a partir
de MANTEROLA; IBÁÑEZ [2015℄
Por último, en la Figura 3.17 puede observarse una variante de la anterior
distribu ión, mostrada ahora de forma por entual. Los textos de matemáti as
suponen un 53% de las obras atalogadas, entre las que se en uentran los tres
tratados generales de matemáti as y apli a iones, mientras que los textos de
náuti a suman un 47%, onformado por las obras de náuti a on ontenido
matemáti o y los textos de osmografía.
Figura 3.17: Distribu ión de obras en por entajes. Fuente: Elabora ión propia a
partir de MANTEROLA; IBÁÑEZ [2015℄
LIBROS DE TEXTO 213
3.2. Des rip ión y análisis de textos
3.2.1. (1707-1715). Compendio Mathemati o. Tos a
Compendio Mathemati o, en qve se ontienen todas las materias mas prin-
ipales de las Cien ias que tratan de la Cantidad. Que ompvso el Dotor Tho-
mas Vi ente To∫ a, Presbitero de la Congrega ion del Oratorio de S. Felipe
Neri de Valen ia. Y dedi a al Señor D. Felipe Qvinto el animoso, Rey de las
Españas.
Figura 3.18: Portada del libro TOSCA, TOMÁS (1707-1715) Compendio Mathema-
ti o [. . . ℄. Tomo I. Valen ia. Fuente: http://bdh.bne.es/
En la se ión 1.2.5 ya hi imos una primera referen ia a la obra de Tos a,
realizando una ompara ión esquemáti a entre los aspe tos generales de su
214 Des rip ión y análisis de textos
Compendio Mathemati o y los Elementos de Bails. El voluminoso Compendio
Mathemati o está dedi ado al monar a Felipe V, uyo retrato al ográ� o an-
te ede al primer tomo. El ontenido de los nueve tomos es el que sigue: Tomo
I, �Geometria elementar, Arithmeti a inferior, Geometria Pra ti a�; Tomo II,
�Arithmeti a Superior, Algebra ò Arte Analyti a, Mu� a Efpe ulativa y Pra -
ti a�; Tomo III, �Trigonometria, Se iones Coni as, Maquinaria�; Tomo IV,
�Stati a, Hidroftati a, Hydrote hnia, Hidrometria�, Tomo V, �Arquite tura
Civil, Montea, Canteria, Arquite tura Militar, Pirote hnia, Artilleria�; Tomo
VI, �Opti a, Perfpe tiva, Catoptri a, Dioptri a, Metheoros�; Tomo VII, �Af-
tronomia�; Tomo VIII, �Aftronomia pra ti a, Geographia, Nauti a ò Arte de
Navegar�; Tomo IX, �Gnomoni a, Ordena ion del tiempo, Aftrologia�.
El Compendio Mathemati o ya fue estudiado por Ví tor Navarro Brotóns
en su tesis do toral La revolu ión ientí� a en España. Tradi ión y renova ión
en las ien ias físi o-matemáti as (1977).
Nuestro objetivo es, omo ya omentamos, o uparnos de las matemáti as
que on ará ter general se enseñaban en los estudios de náuti a, espe ialmente
en su parte elemental. El Compendio Mathemati o no se elaboró espe í� amen-
te para el ámbito de las enseñanzas náuti as, pero probablemente los tomos
I, II, III y VII fueron usados en di ho ámbito
547
. Ahora entraremos nuestra
aten ión en aquellos on eptos matemáti os utilizados en el desarrollo de los
Tomos VII y VIII, retomando el estudio de otros tomos en el apítulo 4.
El Tomo VII omienza on dos �Aproba iones�, fe hadas el 20 de enero y el
14 de febrero de 1715. La primera está �rmada por el �Do tor Miguel San hez,
Presbitero de la Congrega iòn del Oratorio de San Felipe Neri, y Examinador
Synodal de e∫te Arçobi∫pado de Valen ia�, y la segunda por el �Do tor Don
Jo∫eph Fernandez de Marmanillo, Presbitero de la Congrega ion del Oratorio,
Se retario de el Santo O� io, y Examinador Synodal del Arçobi∫pado de Va-
len ia, y Obi∫pado de Torto∫a�.
Este Tomo, dedi ado a la astronomía, se presenta dividido en siete �Li-
bros�. En el primero se estudia la esfera, de�niendo entro, diámetro, eje,
polos, ír ulo máximo, ír ulo menor, ír ulos paralelos, ír ulos perpendi u-
lares, ír ulos obli uos, nodos, ángulo esféri o y triángulo esféri o. Además, se
de�nen los diez ír ulos prin ipales, seis de ellos máximos y los uatro restan-
tes menores. Los máximos son �Orizonte, Meridiano, Equino ial, E lipti a,
Coluro de los Equino ios, y Coluro de los Sol∫ti ios�, y los menores, �Tropi ode Can ero, Tropi o de Capri orno, Cir ulo Ar ti o, y Cir ulo Antar ti o�.
Se expli a el movimiento de los astros, se señalan las distan ias tanto de los
planetas omo de las estrellas a la Tierra, se de�nen la longitud, la latitud y
�la A∫ en∫ion, y De∫ en∫ion� de un astro y la amplitud ortiva y o idua del
mismo, los verti ales o �Azimudes�, los �Almin antarades� y el �Cir ulo Cre-
547
Véase en la se ión 3.1.16 la página 210.
LIBROS DE TEXTO 215
pu∫ ulino�. Asimismo se expli an los ír ulos horarios y de posi ión.
Figura 3.19: Figura 18, �E∫tampa� 3. Fuente: TOSCA [1715, Tomo VII℄
En el apítulo VIII de este primer Libro se estudian la paralaje y la refra -
ión. En la Proposi ión XLI se de�ne el �Angulo Paralla ti o� omo el formado
por el entro del astro y las re tas del lugar verdadero y aparente del mismo, es
de ir, EHD (véase la Figura 3.19). Para demostrar que di ho ángulo es igual al
ángulo LEI formado en E, entro de la Tierra, on las líneas EI y EL del lugar
verdadero y lugar aparente del astro respe tivamente, se utiliza la igualdad
de ángulos alternos, on luyendo que omo EL y DK son paralelas, los ángu-
los alternos DHE y HEL son iguales, y por tanto EHD y LEI también lo son
548
.
En el apítulo X se resuelven �Problemas del primer mobil�, es de ir, �los
que generalmente pertene en à todas las Eftrellas Fixas, y errantes; y à los
puntos, y ar os de la E lipti a, Equino ial, Meridiano, Orizonte, Verti ales, y
demàs ir ulos maximos de la Esfera, on los angulos que forman�, utilizándose
para di ha resolu ión analogías de trigonometría esféri a. Veamos el primero
de los problemas, presentado en la Proposi ión LIX on el enun iado siguien-
te: �Dada la maxima de lina ion del Sol, y∫u di∫tan ia del proximo Equino io,hallar ∫u de lina ion: y ∫uputar ∫us Tablas para ada grado de la E lipti a�549.
Sean EO la e lípti a (véase la Figura 3.20), BL la equino ial, A y G los
polos del Mundo y AGM un � ir ulo de longitud�. En el triángulo MCI se
supone ono ido el ar o CI, distan ia del punto I de la e lípti a al próximo
equino io C. Luego: �Como el feno total, al feno de CI; afsi el feno del angulo
C, maxima de lina ion, y obliquidad de la E lipti a, al feno de la de lina ion
MI�.
548
TOSCA [1715, TOMO VII, pp. 67-68℄.
549
Véanse el resto de problemas resueltos en TOSCA [1715, Tomo VII, pp. 94-127℄.
216 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.20: Figura 27, �E∫tampa� 3. Fuente: TOSCA [1715, Tomo VII℄
Bajo la denomina ión �Problema�, Tos a ontempla tanto aquellas propo-
si iones donde se expone el pro edimiento de resolu ión del problema omo
aquellos que se resuelven numéri amente. En estos últimos se ha e uso de lo-
garitmos para fa ilitar los ál ulos. En el último apítulo del Libro I, el XI,
se resuelven más problemas, apli ándose de nuevo analogías y logaritmos para
simpli� ar los ál ulos.
El Libro II, titulado �Del Sol�, se divide en dos �Partes�. En la �Parte I�
las analogías vuelven a ser el pro edimiento usado para al ular la distan ia
del Sol a la Tierra, la paralaje horizontal de un astro situado en el horizonte
sensible, la refra ión en un astro y el diametro aparente del sol. Para obtener
el movimiento medio anual del Sol, ono ida �la antidad del año Tropi o�, se
utiliza la regla de tres. En el apítulo I de la �Parte II� se pro ede a al ular
la ex entri idad y apogeo del sol según los métodos del Padre De hales y del
Padre Ri iolio, apli ándose analogías para la resolu ión de triángulos.
El estudio de la Luna o upa el Libro III. Se expone ómo �Redu ir la Luna
à la E lipti a�, omponer su tabla de redu ión, hallar su de lina ión y as en-
sión re ta, determinar su distan ia a la tierra, al ular su paralaje horizontal y
fabri ar las tablas de paralaje y distan ia a la Tierra, determinar su diámetro
aparente, determinar el mayor movimiento del apogeo y anomalía lunar, hallar
la �pro∫taphere∫i� del orbe y de la ex entridad. En todos estos problemas se
apli an analogías en la resolu ión de los triángulos esféri os formados.
El Libro IV trata en la �Parte I� los e lipses de la Luna y en la �Parte
II� los e lipses de Sol. En esta última Parte se plantean problemas donde se
resuelven triángulos esféri os. Las proposi iones orrespondientes a estos pro-
blemas así omo el enun iado de los mismos son los siguientes: �Proposi ion�
XXI, hallar la longitud o eje de la sombra óni a lunar en los novilunios; �Pro-
posi ion� XXV, hallar la altura del grado nonagésimo sobre el horizonte y su
distan ia al énit; �Proposi ion� XXVI, hallar la altura de un astro sobre el
horizonte, su distan ia al vérti e y el ángulo que forma el verti al on la e líp-
LIBROS DE TEXTO 217
ti a; �Proposi ion� XXVII, hallar las paralajes de longitud y latitud de los
luminares o de ualquier astro; �Proposi ion� XXX, determinar la dura ión
del e lipse solar, su in iden ia y emersión; �Proposi ion� XLIII, hallar los gra-
dos que o upa la penumbra lunar en la Tierra; �Proposi ion�, XLIV, hallar el
primer y último lugar de la Tierra a quienes �toque el entro de la Penumbra�.
En el Libro V, titulado �De las E∫trellas Fixas�, también se plantean y re-
suelven triángulos esféri os. Las proposi iones y sus enun iados orrespondien-
tes son en este aso los siguientes: �Proposi ion� VIII, ono ida la as ensión
re ta de una estrella �ja hallar todas las demás; �Proposi ion� X, ono ida
la distan ia de una estrella a otras dos uyas latitudes, longitudes y la dis-
tan ia entre ambas también son ono idas al ular la longitud y la latitud de
di ha estrella; �Proposi ion� XII, dadas la longitud y latitud de una estrella
�ja hallar su as ensión re ta y de lina ión; �Proposi ion� XIII, ono idas la
as ensión re ta, la longitud y la distan ia a los polos de una estrella obtener su
de lina ión y latitud; �Proposi ion� XIV, dadas la as ensión re ta, la latitud
y la distan ia a los polos de una estrella al ular su longitud y de lina ión;
�Proposi ion� XIX, hallar el �grado de E lipti a ulminante on la E∫trella�;�Proposi ion� XX, dada la altura de polo y la de lina ión de la estrella obtener
su diferen ia as ensional; �Proposi ión� XXI, ono ida la diferen ia as ensio-
nal de una estrella y su as ensión re ta hallar su as ensión o des ensión obli ua;
�Proposi ión� XXII, ono ida la de lina ión de una estrella y la altura de polo
al ular la amplitud ortiva de di ha estrella; �Proposi ión� XXIII, dadas la
as ensión o des ensión obli ua de una estrella, la obli uidad de la e lípti a y la
altura de la equino ial hallar el punto de la e lípti a on quien sale o se pone
di ha estrella; �Proposi ión XXVI�, hallar el día en que una estrella �∫ale, o∫e pone on orto, ò o a∫o helia o, en qualquier altura de polo�.
El Libro VI se presenta dividido en uatro �Partes� y está dedi ado al estu-
dio de los tres �fuperiores Planetas Saturno, Jupiter y Marte�. En este Libro se
utilizan la regla de tres y las resolu iones de triángulos tanto re tilíneos omo
esféri os, en las proposi iones siguientes: �Proposi ion� IV, al ular la distan-
ia de la Tierra a Júpiter �por ∫us Ar heros�; �Proposi ion� XVII, hallar la
ex entri idad y el apogeo de los tres planetas superiores; �Proposi ión� XIX,
determinar el movimiento del apogeo de los tres planetas superiores; �Pro-
posi ión� XX, hallar las �Pro∫taphere∫is�; �Proposi ión� XXVII, determinar
la in lina ión de la órbita de un planeta ono ida la máxima latitud; �Pro-
posi ión XXIX�, hallar geométri amente la latitud de un planeta ono ida la
in lina ión de la órbita a la e lípti a, �Proposi ión� XXVIII; redu ir el lugar
que tiene un planeta en su órbita a las e lípti as y vi eversa; �Proposi ión�
XXX, dada la distan ia del planeta al entro de la elipse al ular la �a orta-
da�; �Proposi ion� XXXIV, determinar los puntos de las esta iones y los ar os
de la �Dire ion y Retrograda ion�; �Proposi ion� XL, hallar las paralajes de
los in o planetas menores; �Proposi ion� XLI, hallar los diámetros aparentes
y verdaderos de los in o planetas menores. Asimismo, los itados on eptos
218 Des rip ión y análisis de textos
se usan en la �Proposi ion� XXXI, en sus dos lemas previos y en la �Pro-
posi ion� XXXII. En estas dos proposi iones se demuestran sendos teoremas
relativos a los asos en los que el planeta apare erá o no retrógrado.
El Libro VII se titula �De los dos Planetas inferiores Venus, y Mer urio�
y onsta de tres �Partes�. En las proposi iones que señalamos a ontinua ión
se utiliza trigonometría en la resolu ión de triángulos re tilíneos y la regla de
tres: �Proposi ion V�, al ular geométri amente el movimiento de Venus ba-
jo la hipótesis de Copérni o; �Proposi ion� XI, obtener la ex entri idad de
Venus y Mer urio al Sol y el semidiámetro de sus orbes, �Proposi ión� XV,
examinar según la hipótesis y perfe ionar el movimiento de la �Anomalia del
Orbe�; �Proposi ion� XIX, hallar la latitud de Venus y Mer urio ono ida la
in lina ión de sus orbes a la e lípti a.
La obra se en uentra bien estru turada, distinguiéndose laramente la divi-
sión de los distintos �Libros�, apítulos y proposi iones. Dispone de un índi e
olo ado al �nal de la misma. Además, se in luyen 12 láminas situadas a lo
largo del texto on las �guras que ilustran los on eptos.
Cotejadas las tres edi iones de 1715, 1727 y 1757 se observa que el texto en
sí no sufre varia iones, es de ir, las dos últimas son reimpresiones de la ini ial
donde se han orregido las erratas dete tadas. El índi e apare e al �nal de la
obra en las dos primeras edi iones y al prin ipio en la ter era.
Iglesias [2000℄ realizó un estudio del Tratado XXV dedi ado a la náuti a
ontenido en el Tomo VIII, y más on retamente de los uatro términos de la
navega ión. Expondremos a ontinua ión los on eptos matemáti os presentes
en el itado Tratado.
El Tomo VIII omprende dos Tratados, el Tratado XXIV dedi ado a la
geografía y el Tratado XXV dedi ado a la náuti a. Este último abar a 180
páginas de las 416 que ontiene el Tomo y sus on eptos se ilustran on las
láminas 3 a 10, siendo 10 el número total de �E∫tampas�.
Tos a abre su Tratado de náuti a ensalzando la importan ia de la nave-
ga ión para los intereses de los prín ipes, importan ia que no ne esita más
pruebas que �las quotidianas experien ias�. Desta a entre estas experien ias
las llevadas a abo por tres �in�gnes heroes�: el genovés Cristóbal Colón, quien
en 1492, on el beneplá ito y a expensas de los Reyes Católi os, des ubrió �azia
el Poniente vn nuevo mundo�; el portugués Vas o de Gama, quien en 1497,
por mandato del rey Juan segundo de Portugal, salió de Lisboa y bordeando
Áfri a navegó hasta la India Oriental; el también portugués Fernando de Ma-
gallanes, quien en 1519 navegó on la armada de in o naos, propor ionada
por el emperador Carlos V, hasta el abo de San Agustín y bordeando después
la osta, des ubrió el estre ho que lleva su nombre.
LIBROS DE TEXTO 219
En uanto a los on eptos matemáti os presentes en este Tratado, en la
�Proposi ion� VI ( apítulo II, Libro II) se estudia la orre ión de la brújula,
proponiendo in o métodos distintos para ello. En el ter er método, �Por las
e∫trellas ir unpolares�, se forma un triángulo esféri o re tángulo para uya
resolu ión se propor iona la analogía apropiada.
En el Libro III se estudia la dire ión de la nave por todo tipo de rumbos y
se resuelven los �prin ipales� problemas náuti os, utilizando trigonometría y
la �Carta de Navegar�. Dentro del apítulo I, en la �Proposi ion� VII, se apli-
a la igualdad entre triángulos para demostrar que la línea loxodrómi a queda
dividida en partes iguales por los paralelos que equidistan entre sí. Advierte
Tos a que quien �qui�ere ontentarfe on lo que es mas proprio del exer i io
de Piloteria, en aviendo vifto el apitulo I. podrà pa�ar al ter ero, omitiendo el
fegundo�. En el apítulo II se resuelven problemas donde los triángulos forma-
dos �fe fuponen fer tan pequeños, que aunque eftán en la fuper� ie efpheri a
del Globo terraqueo, fon fen�blemente lineas re tas, y los triangulos fe juzgan
re tilineos�; en ada aso se señala la analogía mediante la ual se resuelve el
problema.
En la �Proposi ion� IX del Libro IV se halla la latitud por la altura de dos
estrellas, para lo ual se resuelve un triángulo re tilíneo. También se resuelven
triángulos re tilíneos en la �Proposi ion� XXI donde se expone ómo al ular
la longitud o eje de la sombra óni a lunar en los novilunios.
Cotejada esta primera edi ión de 1715 on la segunda y ter era de 1727 y
1757 respe tivamente, hemos observado que estas se tratan de reimpresiones
de la primera donde las erratas han sido subsanadas. Igual que su ede en el
aso del Tomo VII, en la ter era edi ión, el índi e se in luye al omienzo de la
obra y no al �nal omo en las dos primeras.
3.2.2. 1717. Compendio de la Arte de Navega ion. Cedillo
Compendio de la Arte de Navega ion. Qve sa a a la pvbli a luz para la
enfeñanza de los Niños del Real Colegio Seminario de San Telmo, de la muy
Noble, y muy Leal Ciudad de Sevilla. Sv avtor Don Pedro Manvel Cedillo,
Maeftro de di ha Arte en di ho Real Colegio. Dedi ado a los mvy Ilvstres Se-
ñores Mayordomo, y Diputados de la Vniver�dad de Mareantes, y di ho Real
Colegio.
La obra da omienzo on una dedi atoria del autor a los �Mvy Ilvstres
Señores D. Manuel San hez Duran, Se retario del Fif o de la Inqui� ion, D.
Adrian Igna io Delgado, Cavallero del Orden de Santiago, y D. Jofeph Antonio
Gutierrez, Mayordomo, y Diputados de la Vniver�dad de Mareantes, y Real
Colegio Seminario de San Telmo de la Ciudad de Sevilla�. La dedi atoria
re ono e la esmerada labor on que los itados atienden y edu an a tantos
220 Des rip ión y análisis de textos
niños desamparados en el Seminario, edu a ión que no onsiste úni amente en
las primeras letras y do trina ristiana, sino también en la enseñanza de la
Navega ión y de la Artillería. A esta dedi atoria le siguen, primero, la li en ia
del �Dr. D. Juan de Monroy, Canonigo de la S. Igle�a Metropolitana defta
Ciudad de Sevilla, Provifor, y Vi ario general en ella, y fu Arzobifpado, &
.�. Después, la aproba ión del �M. R. P. M. Juan de Gamiz, de la Compañia
de JESUS, Examinador Synodal defte Arzobifpado�. En ella se indi a que
ninguna enseñanza está de más donde reina la in ertidumbre, omo en el mar
y los vientos. Por último, la li en ia del señor juez �Don Antonio Fernando
Maria de Milan, del Confejo de fu Mageftad, fu Oydor en la Real Audie ia
defta Ciudad, y Juez Superintendente en ella, y fu Partido de Imprentas, y
Librerias, & .�.
Figura 3.21: Portada del libro CEDILLO, PEDRO MANUEL (1717) Compendio de
la Arte de Navega ion [. . . ℄. Sevilla. Fuente: https://books.google.es/
LIBROS DE TEXTO 221
A ontinua ión se in luye una introdu ión donde Cedillo de�nía la náuti a:
La Arte de Navegar, que en Griego Latinizado, fe dize Nauti a, es la
que enfeña à dirigir, y llevar ordenadamente las Naves de vnos Puertos
a otros por la fuper� ie del agua. Dividefe efta en Theori a, y Pra ti a.
Theori a, es la que enfeña pre eptos Aftronomi os, è Hidrographi os,
omo tabien la demonftra ion, para onftruir los inftrumentos Nauti os.
Prá ti a es, la que enfeña el vfo de los tales inftrumentos, y la apli a ion
de di hos pre eptos à la a ertada onfequu ion de los viages.
Y también disertaba sobre los uatro términos de la navega ión y su ál u-
lo. En primer lugar está la longitud, �punto tan di� ultofo�, tratado durante
más de 50 años en el Consejo de Indias y que en aquel momento no tenía
solu ión. Refería que los Prín ipes de Europa habían anun iado premiar el ha-
llazgo de di ha solu ión. La di� ultad del ál ulo de la longitud residía en la
prá ti a, ya que debía realizarse en el mar on las in lemen ias meteorológi as
y mediante la ballestilla, el uadrante u otros pequeños instrumentos, que asi
nun a resultaban aptos porque produ ían errores en la medi ión. El segundo
término, la latitud, era según el autor �el mas ierto�, aunque también podían
produ irse errores en su ál ulo si se realizaba sin la luz del sol. El rumbo
era el ter er término onsiderado, el ual variaba por las orrientes, por los
abatimientos del mar y viento, y por la varia ión de la aguja, no siendo de
fá il orre ión ninguno de estos elementos. Por último, la distan ia tampo o
estaba exenta de errores, aunque su ál ulo se basase en reglas omo la de la
barquilla o la de la ampolleta. Continuaba manifestando que, para obtener el
lugar de la nave, la distan ia utilizada por la mayoría de los pilotos era la ha-
llada mediante la barquilla y la latitud observada. Dado que la mayor parte de
la navega ión se realizaba er a del este-oeste, este método era más ade uado
que tomar el rumbo y la latitud observada, siendo este último más apropiado
uando se navegaba por rumbos er anos al norte-sur. Sin embargo, Cedillo se
de antaba por aquel que onsistía en al ular el rumbo y la distan ia, e har el
punto de fantasía y después orregirlo on la observa ión.
El autor dedi aba la última parte de la introdu ión a exponer el onte-
nido del Compendio. En este sentido, en el texto se desarrollan los on eptos
osmográ� os ne esarios para la náuti a, se analiza el uso de los instrumentos
usados por los navegantes y se in luyen las tablas de las de lina iones del sol
al uladas �al Meridiano de efta muy Noble, y muy Leal Ciudad de Sevilla,
para los años de 1720. en adelante�. Asimismo, se propor ionan las tablas de
las amplitudes ortiva y o idua del Sol, sitas al �nal de la obra. De este modo
en la obra se ofre e todo lo ne esario para la náuti a. Sin embargo, Cedillo no
o ulta que existen ono imientos más amplios sobre la materia que los que aquí
se detallan apuntando que deja �para mejor tiempo otros mu hos modos de
navegar, que tengo ef ritos por la Trigonometria, y Ef alas Plana, y Arti� ial�.
En uanto al libro de texto, que are e de índi e, se divide en dos partes.
La primera se titula �Pre eptos de la Cosmographia. Del numero, y orden de
222 Des rip ión y análisis de textos
las partes del Mundo, y del movimiento de los Cielos�. En ella Cedillo de�ne
los prin ipales ar os de la esfera eleste, seis máximos (Horizonte, Meridiano,
Equino ial, E lípti a, Coluro de los Equino ios, Coluro de los Solsti ios) y
uatro menores (Trópi o de Cán er, Trópi o de Capri ornio, Cír ulo polar Árti-
o, Cír ulo polar Antárti o), estos últimos paralelos a la equino ial. Asimismo
se de�nen los ar os máximos y otros ír ulos de la esfera eleste. Además, ex-
pli a la división del globo terráqueo en dos super� ies, la super� ie de tierra y
super� ie de mar. La de tierra está dividida en 4 partes: Europa, Asia, Áfri a
y Améri a. La de mar se divide en los diferentes o éanos y mares on sus dis-
tintos nombres. También se in luyen de�ni iones geográ� as y la división de
la tierra en distintas zonas y limas. A ontinua ión se presenta un apartado
donde, además de señalarse el nombre de los 32 vientos que omponen la rosa
de los vientos, se de�nen los ír ulos de navega ión (latitud, longitud y rumbo)
y los uatro términos de navega ión (latitud, longitud, rumbo y distan ia). Se
on luye esta primera parte on la exposi ión de las diferen ias existentes en-
tre la arta plana y el globo terráqueo. En esta primera parte no se de�nen ni
utilizan on eptos matemáti os.
La segunda parte lleva por título �Tratado de la pra ti a, y uso de los
Instrumentos omunes de la Navega ion� y está dividida en on e apítulos:
Cap. I. Del Astrolabio; Cap. II. De la Ballestilla; Cap. III. De los Quadrantes
Nauti os; Cap. IV. De las reglas del Sol; Cap. V. De las reglas de las Eftrellas;
Cap. VI. De la Aguja de Marear; Cap. VII. Del instrumento de la Corredera
para faber el urfo de la Nave; Cap. VIII. De las artas de marear omunes
y de fus ufos en omun; Cap. IX. De los usos parti ulares de las artas, y del
modo de orregir la fanta�a; Cap. X. Del quadrante de redu ion; Cap. XI. De
las orre iones que fe hazen por el quadrante de redu ion.
A ontinua ión se in luyen un apéndi e que lleva por título �Del modo de
hallar por la memoria el Aureo Numero, Epa ta, Conjun ion, dias de Luna,
Hora de �uxo, Letra Domini al, y Fieftas mobibles� y las tablas anteriormente
itadas.
En la segunda parte de la obra se estudian los uatro términos de la na-
vega ión y se expli an los métodos a utilizar para su ál ulo. Un estudio en
profundidad de estos aspe tos del texto fue realizado por Iglesias [2000℄ en su
tesis do toral; analizaremos, por tanto, úni amente los on eptos matemáti os
utilizados en esta segunda parte de la obra, ya que omo hemos men ionado
la primera parte are e de ellos.
Los on eptos matemáti os presentes en esta segunda parte se en uentran
en los apítulos segundo y uarto. En el segundo apítulo, dedi ado a la ba-
llestilla
550
, se expli a, además del uso de la misma, su onstru ión. Cedillo
550
La ballestilla era un instrumento que se utilizaba para observar la altura del sol. Véase
más sobre este instrumento en IGLESIAS [2000, pp. 281-283℄ y SELLÉS GARCÍA [2000,
LIBROS DE TEXTO 223
expli a los dos métodos existentes para estable er la gradua ión del radio de
la ballestilla: uno grá� o y el otro trigonométri o. El primero de ellos onsistía
en tomar un ángulo de 45◦ dividido en 90 partes iguales numeradas, desde el
ual se trazaban los radios orrespondientes a los puntos de división obteni-
dos. Seguidamente se tomaba en la base del ángulo la mitad de la medida de
la sonaja, trazándose en ese punto una perpendi ular, uya interse ión on
los radios anteriores daba la gradua ión requerida [IGLESIAS, 2000, p. 282℄.
El segundo de ellos, el método de gradua ión trigonométri o, se basaba en
el uso de la fórmula
l = z cotα
donde:
z: mitad de la longitud de la sonaja
α: ángulo de altura observado
l: la distan ia a mar ar en el radio
551
.
Sin embargo, el autor no ita la fórmula anterior en la exposi ión del méto-
do, ni la ilustra mediante un grá� o, sino que enumera las opera iones a realizar
a modo de re eta, men ionando que se utilizarán las tangentes naturales para
lograr la gradua ión deseada:
Tambien fe puede omprobar el radio por las tangentes naturales,
dividiendo la mitad de la zonaja, de la uenta, que fe quiere faber en
1000. partes, y de tantas fe ha de fuponer la tangente de 45. grad. de
fuerte, q � di ha tangete tiene en la tablas 100000. partes, fe quitaràn
2. ifras de mano dere ha (y afsimifmo en las demàs tangentes) y los
numeros, que quedan à mano izquierda, fon las partes, que fe han de
tomar para la omproba ion del radio de la Balleftilla: y porq la mitad
de la zonaja es igual à la diftan ia, q ay del extremo o ular del radio
à la linea del prin ipio de la uenta, ò gradua ion de di ho radio, fe
quitaràn de las tales partes las 1000. que ay hafta di ho prin ipio, y las
que quedan fe tomaràn en las partes de la media zonaja, y o vn ompàs
fe transferiràn al di ho radio [. . . ℄
552
El manejo de las tablas de las de lina iones del Sol, situadas al �nal del li-
bro, se expli a en el uarto apítulo, titulado �De las reglas del Sol�. Dado que
estas tablas están referidas al meridiano de la iudad de Sevilla, será ne esario
adaptar los datos obtenidos en ellas al meridiano en el que se navega. Para
ello, una vez al ulada en las tablas la diferen ia de de lina ión entre un día
y el pre edente, se al ula la diferen ia entre el meridiano en el que se navega
y el de Sevilla. Finalmente se apli a una regla de tres para obtener la de li-
na ión deseada. A modo de ejemplo Cedillo ofre e el siguiente: si la diferen ia
pp. 57-61℄.
551
IGLESIAS [2000, p. 282℄.
552
CEDILLO RUJAQUE [1717, p. 50℄. Este método era menos usado por los marinos, po o
dados a realizar ál ulos matemáti os [IGLESIAS, 2000, p. 282℄.
224 Des rip ión y análisis de textos
de de lina iones es de 20 minutos y la diferen ia entre los meridianos es de 6
horas, dígase �si en 24. hor. tiene el Sol de diferen ia de de lina iones 20. ms.
en 6. hor. [¾℄ què minutos tendrà?�
553
.
Cedillo presenta su obra de forma estru turada, diferen iando bien los dis-
tintos apítulos y apartados on tipos de letra diferentes. Llama la aten ión
la in lusión de las �guras ilustrativas inter aladas en el propio texto, pro edi-
miento no habitual en la épo a.
Pasemos a hora a exponer el análisis de las distintas edi iones analizadas.
En uanto a la edi ión de 1730, puede observarse en la portada la ondi ión del
autor de Dire tor de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz. Además,
en di ha portada se observa que esta �segunda impresión orregida y añadida�
por Cedillo está dedi ada por los aballeros Mayordomo y Diputados de la Uni-
versidad de Mareantes y Colegio de San Telmo a José Patiño, �Comendador
de Al uef a, en el Orden de Santiago, del Confejo de Eftado de S.M. & .�. En
esta edi ión desapare en las li en ias del ordinario y del señor juez in luidas
en la primera edi ión, manteniéndose sin varia iones el resto de aproba iones
y la introdu ión.
Una vez otejadas ambas edi iones, la úni a diferen ia en ontrada en uanto
a ontenidos ha sido la in lusión de un nuevo apítulo, el apítulo VII, titulado
�De las reglas para orregir el Angulo del Rumbo de la varia ion de la Aguja,
i del abatimiento�, que no ontiene on eptos matemáti os.
Sellés Gar ía; Lafuente Gar ía [1985, p. 154℄ nos aportan su opinión sobre
el texto en su onjunto:
El Compendio de Cedillo no tenía más pretensiones que las de re-
oger lara y ordenadamente la forma ión elemental que debía poseer
un piloto. La prá ti a real del pilotaje en ese momento, tanto dentro
omo fuera de nuestro país, estaba aún redu ida, en esen ia, a algunos
prin ipios elementales, sin re urso a las ompli adas matemáti as y las
difí iles observa iones que se harían inevitables en la última parte del
siglo.
3.2.3. 1718. Trigonometria apli ada a la Navega ion. Ce-
dillo
Trigonometria apli ada a la Navega ion, afsi por el bene� io de las Tablas
de los Senos, y Tangentes Logarithmi as; omo por el vfo de las dos Ef alas
Plana, y Arti� ial.Autor Don Pedro Manvel Cedillo, Mae∫tro de la Arte de Na-
vega ion, en el Real Colegio Seminario de San Telmo de la Ciudad de Sevilla.
Dedi ada al Señor Don Joseph Patiño, Cavallero del Orden de Al antara, del
553
CEDILLO RUJAQUE [1717, pp. 66-68℄.
LIBROS DE TEXTO 225
Confejo de fu Mageftad en el Real de Ordenes, Intendente General de la Ma-
rina de Efpaña, & .
Figura 3.22: Portada del libro CEDILLO, PEDRO MANUEL(1718) Trigonometria
apli ada a la Navega ion [. . . ℄. Sevilla. Fuente: http://bdh.bne.es/
La obra omienza on la dedi atoria al sr. �D. Joseph Patiño, Cavallero
del Orden de Al àntara, del Confejo de fu Mageftad en el Real de Ordenes;
Intendente General de la Marina de Efpaña, y del Exer ito de Andalu ia; Su-
perintendente del Reynado de Sevilla, y Pre�dente del Tribunal de la Cafa de
la Contrata ion de las Indias; Juez Confervador del Real Colegio Seminario
de Señor San Telmo, extra muros de Sevilla�. A ontinua ión se in luye la
aproba ión del �M. R. P. Fr. Bartolome Vejarano, Colegial en el Mayor de San
Pedro, y Sar [si ℄ Pablo de Al alà de Henares, Le tor Jubilado, Cali� ador del
Santo O� io, Examinador Synodal de el Arzobifpado de Sevilla, Di�nidor, y
Padre de la Santa Providen ia de los Angeles, de la Regular Ob∫ervan ia de
226 Des rip ión y análisis de textos
N. S. P. S. Fran i∫ o�. Seguidamente se observan dos li en ias de impresión.
La primera del � Ordinario Do tor Don Alonfo de Baeza y Mendoza, Dean, y
Canonigo de la Santa Igle�a Metropolitana de efta Ciudad de Sevilla, Provifor,
y Vi ario General en ella, y fu Arzobifpado, Sede Va ate, & .�. Y la segunda
del juez �Don Antonio Fernando Maria de Milàn, del Confejo de fu Mageftad,
fu Oìdor en la Real Audien ia de efta Ciudad, y Juez Superintendente de las
Imprentas, y Librerias de ella, y fu Partido, & .�.
Pre ediendo a la introdu ión se en uentran las siguientes dé imas dedi a-
das al autor por un amigo suyo:
DEZIMAS
O
Què bien Don Pedro empleas
Los talentos que te dieron!
del buen ontar omplemento
Pues: � otros los ef ondieron
Tu, mas talentos grangeas.
Con tan no vfadas idèas
Aumentas tu Profefsion
Que pare e en on lu�on
Al verla tan aumentada,
Que es (aunque tan antiguada)
Nueva la Navega ion.
Rio eres audalofo,
Donde fe llegan à vnir
Lo profundo al dif urrir,
Y el dif urrir, prove hofo.
Rio, que � generofo
Has tus Aguas difundido,
Que buelves (Como à fu Erario)
Tu audal, al Seminario.
Mar, donde le has re ibido.
Y � á dezir me a omodo
De tu obrar, en efte punto
No admiro folo el a�umpto;
Sino el a�umpto, y el modo:
Pues, porque fue�en del todo
Tus tareas bien logradas,
A quien mejor dedi adas
Que al que es on poder Real
Intendente general
De las Marinas, y Armadas?
Con que por la profefsion,
Caudal, grangeria, aumento,
Idèa, agrande imiento,
Dif urfo, y apli a ion,
Que on la dedi a ion
Coronas; es a�entado,
Que por mu ho, que alabado
Tu Libro fe llegue á ver;
(Con todo) á fu mere er
Quedará el mundo obligado
LIBROS DE TEXTO 227
En la introdu ión, Cedillo diserta sobre la Trigonometría, � ien ia muy
vtil, y ne efaria en las fa ultades Mathemati as, pues on ella fe miden la Tie-
rra, los Mares, y los Cielos�. Esta ien ia � ontinúa Cedillo� se ompone de
la Aritméti a y la Geometría, siendo la antidad dis reta el objeto de la prime-
ra y la antidad ontinua el de la segunda. Por otra parte, a ha a la pérdida de
navíos a la falta de ono imientos de los marinos y pone en eviden ia a aquellos
profesores de trigonometría que des ono en los prin ipios de esta dis iplina
554
.
Sin embargo, el autor, omo ya hi iera en su Compendio de Navega ión, de-
�ende al verdadero profesor de esta dis iplina, aquel que �siempre amina on
autela sabiendo que los términos que se dan en las resolu iones are en de
total erteza�. Para intentar remediar esta situa ión de des ono imiento de la
dis iplina que nos o upa, Cedillo publi a �las breves noti ias, y do umentos
de efte Libro�, el primero de esta espe ie, pues señala que �hafta el tiempo
prefente no tenemos noti ias, fe aya dado à la eftampa [otro℄ en nueftro idioma
vulgar�.
El resto de la introdu ión se dedi a a los on eptos previos ne esarios
para el desarrollo de la materia. Estos preliminares se presentan en dos partes
diferen iadas. En la primera parte se exponen los ono imientos previos de
geometría. La Geometría tiene tres �efpe ies�: líneas, super� ies y uerpos.
• Línea es �una longitud, sin latitud, uyos terminos fon puntos, ò
feñales indivi�bles: Efta fe divide en Re ta, y Curva�. La línea re ta es
la menor entre dos puntos y la urva es la que �no eftà igualmente entre
fus puntos, ò extremos, omo la ir ular, òbal, y efpiral, que pro ede en
forma de ara ol, y otras mu has�.
• Super� ie es la espe ie que tiene �folamente longitud, y latitud: fus
terminos fon lineas: efta fe divide en Plana, y Curva�. Entre todas las
�guras planas ontenidas en una super� ie plana se desta a el ír ulo,
�vna �gura plana ontenida de vna fola linea, llamada ir unferen ia, y
tiene en medio vn punto, que fe dize entro, del qual todas las re tas à
la ir unferen ia fon iguales: omo ABCDE en quien el punto A es el
entro, y las re tas iguales AC, AD, AE, AB que fe dizen radios�.
• Sólido o uerpo es �vna magnitud, que tiene longitud, latitud, y
profundidad�. Los �términos� del sólido son las super� ies.
Respe to de la ir unferen ia, se ita la división de la misma en 360 partes
iguales y sus subdivisiones en minutos, segundos, et . Respe to de los ángu-
los, después de de�nirlos y dar sus medidas se pasa a lasi� arlos, atendiendo
primero, a las igualdades de sus lados y después, al tipo de ángulos formados
en ellos. Análogamente, se pro ede a lasi� ar los uadriláteros. En uanto a
la ter era espe ie, los sólidos, Cedillo señala que de�nirá úni amente la esfera
y aquellos elementos rela ionados on ella: entro de la esfera, diámetro, eje,
554
Los profesores de trigonometría re iben el nombre de Senistas; �afsi llaman à los Pro-
fe�ores de la Trigonometria� [CEDILLO, 1718, Introdu ión℄.
228 Des rip ión y análisis de textos
ír ulo máximo, ír ulo menor, ír ulo re to, ír ulo paralelo, ír ulo in linado,
eje del ír ulo, ángulo esféri o, y triángulo esféri o.
La segunda parte se destina a resolver uatro problemas que serán utilizados
en la onstru ión y uso de las es alas. Se trata de problemas de onstru ión
de re tas mediante regla y ompás. Los problemas onsiderados son: levantar
una perpendi ular a una re ta dada desde un punto de la misma, tirar la per-
pendi ular a una re ta �no terminada� desde un punto fuera de la misma,
tirar una re ta paralela a otra dada desde un punto fuera de la misma, dividir
una re ta dada en dos o más partes iguales. A ontinua ión se adjunta una
lámina on las �guras relativas a los on eptos de�nidos previamente. Además
de esta, existen otras tres láminas on �guras, olo adas de manera un tanto
arbitraria en el texto
555
.
Al �nal del libro se in luyen tablas de latitudes y longitudes
556
, tablas de
senos y tangentes, tablas de logaritmos, y tablas de partes meridionales o la-
titudes re idas. El libro no dispone de índi e.
El texto se divide en dos libros. El Libro Primero, titulado �De la Trigo-
nometria Apli ada à la Navega ion�, omienza on una introdu ión donde se
de�ne la Trigonometría omo la ien ia que enseña a resolver los triángulos
tanto planos omo esféri os. Los primeros son estudiados por la Trigonome-
tría plana y los segundos, por la Trigonometría Esféri a. Para la apli a ión de
ambas serán ne esarias las tablas de senos, tangentes y se antes, uyo ál ulo
se basa en la propor ión de las re tas del ír ulo on el radio o semidiámetro,
el ual se divide en 1000000 o en 10000000 partes. Cedillo tratará la apli a-
ión dire ta de la Trigonometría a la navega ión, omitiendo demostra iones, ya
que �ferà raro el que tenga en la navega ion fundamentos para entenderlas�.
Y remite a quienes deseen ha erlo y tengan su� ientes ono imientos sobre
geometría a leer o bien, el libro Trigonometria Efpañola, es rito por José de
Zaragoza, o bien, el Tomo ter ero del Compendio Matemáti o de Vi ente Tos-
a, por enton es re ien editado on gran laridad y brevedad. Sin embargo, no
tratará la trigonometría esféri a para el ál ulo de la navega ión por ír ulo
máximo, �por fer impra ti able, pues para efto fe ne efsita de mudar ontinua-
mente el rumbo, � es obliquo el que fe navega�. Finalmente, re omienda leer
el Tomo 7 del Compendio Matemáti o de Tos a para profundizar en el ál ulo
de las tablas de de lina iones y amplitudes del sol
557
.
555
La primera de estas láminas se en uentra entre las páginas 64 y 65, la segunda está entre
las páginas 80 y 81, y la ter era entre las páginas 96 y 97.
556
El título ompleto de la tabla es Tabla de las latitudes, y longitudes de los Lugares de
nue∫tra navega ion de las Indias, O identales, ∫egun la que e∫ rivió el Capitan Don Antonio
de Ga∫tañeta en ∫u Libro, del Quadrante de Redu ion.
557
CEDILLO [1718, pp. 1-2℄.
LIBROS DE TEXTO 229
El presente Libro está dividido en dos Se iones. La primera Se ión onsta
de dos apítulos y está dedi ada a la expli a ión de las tablas y fundamentos
de la Trigonometría. En el primer apítulo se de�ne el seno re to o seno I, que
oin ide on el seno re to del omplemento del ar o al semi ír ulo. Por ello,
es su� iente que en las tablas de los senos se in luyan los ángulos del primer
uadrante. El mayor seno de todos es el radio, seno del ángulo re to o ua-
drante, y re ibe también el nombre de �feno todo, ò total, y feno maximo�
558
.
Se de�nen asimismo, las tangentes y se antes, primeras y segundas, expli ando
la rela ión existente entre las primeras y las segundas, y la forma de al ular
las segundas en fun ión de las primeras. A ontinua ión se de�ne el on epto
de uerda. Para �nalizar se expli a la on�gura ión de la tabla de los senos
y tangentes logarítmi as, onfe ionada on el valor del radio 1000000, y su
modo de uso. Además, se expli a el modo de hallar el logaritmo de un número
omprendido entre 1 y 4400 presente en la tabla, y re ípro amente, la forma de
al ular el antilogaritmo. Si el logaritmo dado no se en ontrara en la tabla se
propone tomar el más próximo al que se bus a. Asimismo, se de�ne el omple-
mento logarítmi o, mostrándose unos ejemplos sen illos de su apli a ión. Para
on luir el primer apítulo se expli a el modo de uso de las tablas de latitud
re ida o de partes meridionales, señalándose el pro edimiento a seguir para
obtener la diferen ia de latitud entre dos lugares. Esto es, si uno de los lugares
está en la equino ial y el otro tiene la latitud en las partes meridionales, tal
latitud es pre isamente la diferen ia de latitud entre los dos lugares. Si dos
lugares tienen latitudes de la misma espe ie, restando ambas (la menor de la
mayor) se obtiene la diferen ia de latitud en partes meridionales. Por último,
si dos lugares tienen latitudes de diferente espe ie, la diferen ia de latitud en
partes meridionales se obtiene sumando las dos partes meridionales.
La segunda Se ión, dedi ada a la apli a ión de la Trigonometría plana a la
navega ión, está dividida en in o apítulos. En el primero de ellos se estudia
la resolu ión de los triángulos re tángulos. Se utiliza omo medida la legua
española, de modo que para redu ir las millas a di has leguas �fe multipli an
por 7. y el produ to fe parte por 24.�
559
. Ha de saberse además, que el primer
rumbo orresponde a 11◦ y 15 min, siendo esta pre isamente la diferen ia entredos rumbos. Así, los 8 rumbos de ualquier uadrante orresponderán a 11◦ y15 min, 22◦ y 30 min, 33◦ y 45 min, 45◦, 56◦ y 15 min, 67◦ y 30 min, 78◦ y 45
min, y 90◦. Estos datos se emplean en la resolu ión de seis problemas on sus
orrespondientes ejemplos. Veamos a ontinua ión el enun iado y ejemplo del
primer problema:
Dado el rumbo, y la di∫tan ia navegada, hallar la diferen ia de lati-
tud y apartamiento del Meridiano.
Exemplo. Vn navio hizo el rumbo del Nordefte 4. al Lefte, que es el
quinto rumbo en primer quadrante, uyo valor es de 56. gr. y I5 min. y
558
CEDILLO [1718, p. 4℄.
559
CEDILLO [1718, p. 17℄.
230 Des rip ión y análisis de textos
fu omplemento es de 33. gr. y 45. min y navegò 54. leguas Espanolas;
pidefe la diferen ia de latitud entre los dos lugares de la derrota, y el
apartamiento del Meridiano
560
.
Para resolver este problema, una vez estable idas las propor iones, se ha-
lla el término bus ado utilizando las tablas de senos y se antes logarítmi as.
Las propiedades de suma y resta de logaritmos empleadas en la resolu ión no
llegan a men ionarse
561
. Los problemas II, III y IV se resuelven de manera
análoga, variando ada vez las in ógnitas a al ular. En el problema quinto se
expli a el modo de redu ir las leguas del apartamiento del meridiano a grados
y minutos de longitud verdadera. Por último, en el problema sexto, se al ula
la diferen ia de longitud dada la distan ia por el rumbo de este-oeste.
En el apítulo II, titulado �De la apli a ion de los triangulos re tangu-
los planos à la navega ion, por las tablas Meridionales�, se realiza un estudio
análogo al apítulo anterior resolviéndose seis problemas en los que apare en
involu rados la diferen ia de longitud, la diferen ia de latitud, el rumbo y la
distan ia. En estos problemas, en los que los datos ono idos varían de un
ejer i io a otro, se usa el omplemento logarítmi o.
El apítulo III se destina a la orre ión de la fantasía. La orre ión será
ne esaria si después de observar el sol, no on ordase la diferen ia de latitud
observada on la diferen ia de latitud hallada por fantasía. Los distintos asos
posibles de orre ión se presentan en los in o problemas de este apítulo. En
ellos, de nuevo se utilizan las tablas logarítmi as para fa ilitar los ál ulos en
la resolu ión de los triángulos. En una nota al �nal del apítulo, Cedillo remite
al le tor al �número 7� del apítulo 10 de su Compendio de Navega ion para
ono er ómo se orrige la fantasía uando se navega por distintos rumbos
562
.
En el apítulo IV se utilizan las propiedades de los logaritmos, � uyas re-
glas fon mas fa iles, que las trigonometri as di has�, para resumir todo lo visto
en los dos primeros apítulos. Al omienzo del apítulo se exponen tres reglas
para la resolu ión de triángulos re tángulos, rees ritas utilizando logaritmos.
Di has reglas se re�eren al teorema de los senos y a la de�ni ión de tangente
de un ángulo. Aunque el autor alude a las propiedades de los logaritmos, no
las ita, sino que dire tamente da la fórmula
563
.
El apítulo V se dedi a al modo de hallar la distan ia y el rumbo, variado
por orrientes. Se resuelven in o problemas, los tres primeros para al ular
560
CEDILLO [1718, p. 18℄.
561
�Sumando fegundo, y ter er termino, y reftando à efta fuma el primer termino [. . . ℄�
[CEDILLO, 1718, p. 19℄.
562
CEDILLO [1718, p. 41℄.
563
Primera Regla: �En todo triangulo la fuma logarithmi a de vn lado, y angulo adya ente,
ò que efta junto, es igual à al fuma del lado, y angulo fus opueftos� [CEDILLO, 1718, p. 42℄.
Véanse en la misma página las otras dos reglas. Nótese que donde di e ángulo, se re�ere, tal
y omo apunta el propio Cedillo, al seno de di ho ángulo.
LIBROS DE TEXTO 231
el rumbo y la distan ia verdadera, y los dos últimos para al ular el rumbo
a seguir ono ido el valor de la orriente, de modo que se onserve el rumbo
ini ialmente previsto.
El segundo Libro lleva por título �De la trigonometria In∫ trumentaria� y
está dedi ado a las Es alas Plana y Arti� ial. El libro se abre on la presenta-
ión de la es ala, una regla � on varias progrefsiones de numeros, que ontienen
el valor de las re tas del Cir ulo, omo fon Senos, Tangentes, Se antes, & .�
564
.
Una de las aras de la regla está dividida en dos mitades mediante una línea
que separa la Es ala Plana y el pie de Brabante. La otra ara ontiene la Es ala
Arti� ial o de Gunter.
Figura 3.23: Constru ión de la Es ala Plana. Fuente: CEDILLO [1718℄
Antes de omenzar la primera Se ión Cedillo expone on brevedad la ons-
tru ión de la Es ala Plana. Para la onstru ión de la línea de los rumbos se
tomará en el uadrante ABC (véase en la Figura 3.23 la �gura 37 del autor)
el ar o BC y se dividirá este en o ho partes iguales, numerándose del 1 al 8
los puntos que delimitan ada parte. A ontinua ión se des riben ír ulos on
entro en B y radios ada una de las 8 distan ias delimitadas por B y los ante-
riores o ho puntos. Se obtienen así en el eje horizontal (AB) o ho interse iones
que orresponden a los o ho rumbos. Para onstruir las líneas de longitud se
partirá omo en el aso anterior del uadrante ACD (véase en la Figura 3.23
la �gura 38 del autor), tomándose el ar o BC. Después se dividirá el radio AC
en sesenta partes iguales, mar ándose las de enas 10, 20,. . ., 60. Desde estos
mismos puntos se dibujarán las paralelas a AB que ortarán al ar o BC en seis
puntos. Por último, tomando omo entro C y radio la distan ia entre los seis
puntos obtenidos y C, se onstruirán los ar os hasta ortar la línea CD en seis
puntos numerados omo antes. De modo similar se onstruyen el resto de las
líneas
565
.
564
CEDILLO [1718, p. 62℄.
565
Véanse en CEDILLO [1718, pp. 63-64℄ di has onstru iones.
232 Des rip ión y análisis de textos
Esta Es ala Plana ontiene en una parte las líneas de uerdas, rumbos,
senos, se antes, tangentes y leguas o partes iguales, y en la otra, las líneas de
los rumbos, longitudes y uerdas
566
.
Los in o apítulos de la primera Se ión se dedi an a la resolu ión de
problemas de navega ión que involu ran partes meriodionales, orre ión de la
fantasía y orrientes. Estos problemas, que ya se resolvieron en el Libro I, se
resuelven ahora utilizando la Es ala Plana y valiéndose de regla y ompás.
La se ión II se dedi a a la Es ala Arti� ial y onsta de dos apítulos. La
Es ala Arti� ial ontiene las líneas de los números, senos y tangentes, uyas
progresiones sirven para resolver los triángulos sin utilizar las tablas de los
senos.
En el primer apítulo se resuelven seis problemas: dados dos números al u-
lar un ter ero propor ional; dados tres números al ular un uarto propor io-
nal; dados tres senos al ular un uarto seno propor ional; dadas tres tangentes
al ular una uarta tangente propor ional; dados dos senos y una tangente ha-
llar otra tangente propor ional; dados dos números y una tangente hallar otra
tangente propor ional.
En el segundo apítulo se utiliza la Es ala Arti� ial para resolver problemas
de navega ión, pero de nuevo utilizando dire tamente las distan ias que ofre e
la Es ala Arti� ial. Al �nal del apítulo, el autor señala que para al ular la
longitud esféri a pueden tomarse las partes meridionales orrespondientes a la
diferen ia de latitud en lugar de los minutos de la misma. A ontinua ión es-
ribe todas las propor iones que surgen en los triángulos esféri os al onsiderar
di has partes meridionales.
La obra se en uentra bien estru turada. Se distinguen las se iones y los
apítulos de manera ordenada, utilizando distintos tipos de letra para diferen-
iarlos. Cedillo expli a de forma muy lara las propor iones que se forman en
los triángulos a resolver y muestra las opera iones realizadas on todo detalle.
3.2.4. 1739. Tratado de Trigonometria plana general. Sán-
hez Re iente
Tratado de Trigonometria plana general, on la onstru ion, y ufo de las
Tablas de los Logarithmos, y del Canon Trigonometri o de Senos, Tangentes, y
Se antes logarithmi as. Dedi ado a los señores Cavalleros Mayordomo, y Dipu-
tados de la Univer�dad de Mareantes, y del Real Colegio Seminario de Señor
San Telmo de Sevilla. Dispuesto por Don Juan Sán hez Re iente, Prefbytero,
Maeftro de Mathemati as en di ho Real Colegio.
566
CEDILLO [1718, p. 65℄.
LIBROS DE TEXTO 233
Figura 3.24: Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN
(1739) Tratado de Trigonometria plana general [. . . ℄. Madrid. Fuente
http://www.ra .es/� heros/FondoAntiguo/20110224_0002.pdf
El tratado omienza on una dedi atoria a los �muy ilustres señores Don
Ni olàs Solano de Leon, Don Gabrièl Cordovès Pintado, y Don Gregorio de
los Rios, Caballero del Orden de Calatrava, Mayordomo, y Diputados de la
Univer�dad de Mareantes, y Real Colegio Seminario de Señor San Telmo ex-
tramuros de la Ciudad de Sevilla�.
Después de esta dedi atoria, que ini ia la obra, apare e reprodu ido el
pro eso de su autoriza ión e impresión:
Aproba ión del �M. R. P. Pref. Fr. Pedro Vazquez Tino o, Colegial per-
234 Des rip ión y análisis de textos
petuo en el Mayor de Santo Thomàs de Sevilla, del Orden de Predi ado-
res, Do tor en Theologia del Clauftro de Graduados de fu Mayor Colegio,
y Cathedrati o, que fue, de fu Real, y Militar A ademia de Mathemati as
por el Rey nueftro Señor�, en Sevilla, el 9 de julio de 1742
Li en ia del sr. juez �Li . D. Geronymo Antonio de Barreda y Yebra,
Canonigo de la Santa Igle�a del Señor Santiago de Gali ia, del Confejo de
fu Mageftad, fu Inqui�dor en el Tribunal del Santo O� io de la Inqui� ion
de efta Ciudad de Sevilla, Superintendente de las Imprentas, y Librerias
de ella, y fu Reynado�, en Sevilla, el 19 de junio de 1742.
A ontinua ión, se in luye el siguiente soneto ompuesto por un dis ípulo
de Sán hez Re iente �en alabanza de fu Trigonometria�:
SONETO
COronente de Apolo los Laureles,
Premio de tu faber bien mere ido:
Pues tu Trigonometria ha enrique ido
Del aplaufo, y la fama los Carteles.
Fatiguen tus ef riptos Prenfas �eles,
Brillando de tu ingenio lo lu ìdo,
Y en laminas de bron e ya ef ulpido
Tu nombre efmalten dieftros los �nzeles.
No te alabe mi pluma, que es lo ura
Elevarfe à tan alta bizarria,
Sin temer, qual otro I aro, quemarfe:
Pues tu aplaufo immortal ya fe a�egura:
Y mi alabanza orta (�endo mia)
No mere e tan alto fublimarfe.
El objetivo perseguido por Sán hez Re iente al elaborar esta obra ha si-
do fa ilitar el aprendizaje de aquellos olegiales que solo saben leer y es ribir.
Considera que algunos tratados son �tan re idos en fus volumenes� que impo-
sibilitan el uso de estos alumnos, otros tratados, en ambio, son tan � on ifos,
y breves�, que ex eden a su apa idad de entendimiento por su falta de ono i-
mientos sobre la materia. Este libro de texto servirá, por tanto, para enseñar a
los alumnos la parte bási a y ne esaria de la trigonometría apli ada, sin entrar
en mayores onsidera iones.
La obra está dividida en tres partes. La �Parte Primera� onsta de un úni-
o apítulo y en ella se expli a �la naturaleza� de las líneas que se onsideran
en el ír ulo. En la �Parte Segunda� se trata la onstru ión de las tablas de
senos, tangentes y se antes tanto naturales omo logarítmi as. Asimismo, se
expone la onstru ión de las tablas de logaritmos de los números naturales.
La �Parte Ter era� se destina al uso de las itadas tablas y a la resolu ión
general de triángulos.
LIBROS DE TEXTO 235
En uanto a los ontenidos, la �Parte Primera� onsta úni amente de de-
�ni iones orrespondientes a las líneas que se onsideran en el ír ulo: las in-
teriores, las exteriores, y las que tienen una parte en el interior y otra en el
exterior del ír ulo. Así, se de�nen los senos, tangentes y se antes. También los
senos, tangentes y se antes segundas, estas de�nidas a partir del omplemento
del ángulo. Además, se de�nen el ángulo verso o sagita y el seno total o Radio:
Seno verfo, ù fagita, es la parte de el diametro ontenida entre el
feno re to de un ar o, y el mifmo ar o.
Seno total, feno todo, ù Radio es el feno del quadrante, ò del ar o
de 90. grs.
567
.
La �Parte Segunda� onsta de in o apítulos. En el primero de ellos se
dan las proposi iones ne esarias para la onstru ión del anon de los senos,
a saber: dada la uerda de un ar o ono er la uerda del omplemento al se-
mi ír ulo; dado el seno primero de un ar o hallar el seno segundo, el seno de
la mitad del mismo ar o, el seno del ar o duplo; dados los senos de dos ar os
hallar el seno de la suma y de la diferen ia de ambos. A ontinua ión se expli a
la onstru ión de las tablas de senos. Para ello, se utilizan las propiedades an-
teriores y se supone el radio dividido en 100000 partes, aunque para hallar los
valores on mayor pre isión se añadirán 5 eros. Al �nalizar las opera iones,
antes de olo ar el número en la tabla, se quitarán las in o últimas ifras
568
.
En el segundo apítulo se realiza un estudio similar para onstruir las ta-
blas de tangentes y se antes. En este aso las proposi iones requeridas para
la onstru ión son: el seno segundo es propor ional al seno primero, omo el
radio a la tangente primera del ar o; el radio es medio propor ional entre el
seno segundo y la se ante primera, entre el seno primero y la se ante segunda,
entre la tangente primera y la tangente segunda. El apítulo �naliza on la
expli a ión de la onstru ión de las itadas tablas.
El apítulo III, muy breve, se destina a las de�ni iones de las progresiones
aritméti as y geométri as, y de los logaritmos.
El autor omienza el apítulo IV demostrando que en ualquier progresión
aritméti a la suma de los medios es igual a la suma de los extremos, y que en
toda progresión geométri a el produ to de los extremos es igual al produ to
de los medios. Estas propiedades sirven de base para de�nir los logaritmos.
Con retamente, se toma por un lado, la progresión geométri a de razón 10 y
por otro, la aritméti a que omienza en ero y uya diferen ia es 1. Por último,
se de�ne la ara terísti a del logaritmo, denominada así porque �es ara ter,
ò feñal, que dà à ono er, quantos numeros, ò ifras tiene el numero de la
567
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 8℄.
568
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 11℄.
236 Des rip ión y análisis de textos
progrefsion Geometri a orrefpondiente�
569
.
En el apítulo V se desarrollan propiedades para el ál ulo de logaritmos,
propiedades basadas en las proposi iones del apítulo anterior. Además, se al-
ulan logaritmos de poten ias y raí es, de senos, de tangentes y se antes.
La �Parte Ter era� se dedi a a las tablas. En el primer apítulo se expli a
la omposi ión de las tablas, en el segundo apítulo el modo de usar el anon
trigonométri o y en el ter er apítulo el modo de usar la tabla de logaritmos.
En el apítulo IV se ha e un resumen de los ono imientos sobre triángulos
que serán utilizados en el siguiente apítulo. En el apítulo V se demuestran
6 reglas (propiedades) relativas a las rela iones existentes entre los lados y los
ángulos de un triángulo. El apítulo VI se dedi a a la resolu ión de triángulos
en todas sus variantes.
A ontinua ión se insertan la tabla de logaritmos desde 1 a 1000, y las ta-
blas de senos, tangentes y se antes logarítmi as, onsiderando el radio 100000.
El texto se en uentra bien estru turado. Tanto los apítulos, omo las dis-
tintas se iones, son fá ilmente distinguibles por el uso de un tipo de letra y
tamaño diferentes al resto del uerpo del do umento. Asimismo, los teoremas,
proposi iones et . se presentan diferen iados del resto del texto. El autor es ri-
be los rótulos y los enun iados en ursiva, lo ual fa ilita la le tura. El lenguaje
utilizado es sumamente laro. Las �guras que se añaden para ilustrar los on-
eptos se en uentran en una lámina plegada olo ada entre las dos primeras
hojas de las tablas.
Cotejando las tres edi iones que disponemos, podemos a�rmar que no exis-
te ninguna varia ión en uanto a ontenidos. Hemos observado que se han
ambiado algunas minús ulas por mayús ulas o vi eversa, en títulos de apí-
tulos. También hemos onstatado, en la segunda edi ión de 1742, el ambio de
Proposi ión Primera por Proposi ión I y Problema Primero por Problema I.
Sin embargo, en la edi ión de 1759 vuelven a su primera denomina ión
570
. Se
han realizado algunos ambios en las pequeñas ilustra iones que separan los
apítulos u otros apartados del texto. Para �nalizar omentaremos que en la
edi ión de 1742 se es ribe erróneamente Capítulo II en lugar de Capítulo III,
errata que queda subsanada en la edi ión de 1759
571
.
Por otra parte, en la Bibliote a de la UPC existe un ejemplar de la edi ión
de 1775. Se nos han fa ilitado desde esta Bibliote a, la portada y las páginas
569
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 49℄.
570
Véase las modi� a iones itadas en SÁNCHEZ RECIENTE [1739, pp. 45, 101, 155℄,
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, pp. 45, 101, 155℄ y SÁNCHEZ RECIENTE [1759, pp. 45,
101, 155℄.
571
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 40℄ y SÁNCHEZ RECIENTE [1759, p. 40℄.
LIBROS DE TEXTO 237
ini iales y �nales del texto. Se observa en la portada que esta edi ión es una
reimpresión. Además, el número de página ini ial y �nal del texto, así omo
las páginas ini iales, on uerdan on las de la edi ión de 1739.
3.2.5. 1742. Tratado de Trigonometria Nauti a, y de la
onstru ion. Sán hez Re iente
Tratado de Trigonometria Nauti a, y de la onstru ion, y ufo de las Ef alas
Plana, y Arti� ial, y de la Tabla de Partes Meridionales, y algunos Problemas
uriofos, que para la edu a ión de los Colegiales del Real Seminario de Sr. S.
Telmo extra muros de la Ciudad de Sevilla, Dispone Don Juan San hez Re-
iente, Presbytero, Mae∫tro de Mathemati as en di ho Real Colegio: y lo dedi a
a los Caballeros Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio, y Univer�dad
de Mareates.
Figura 3.25: Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1742) Tratado de
Trigonometria Nauti a, y de la onstru ion, y ufo de las Ef alas Plana, y Arti� ial,
y de la Tabla de Partes Meridionales, y algunos Problemas uriofos. Sevilla. Fuente:
http://bdh.bne.es/
238 Des rip ión y análisis de textos
El libro omienza on una dedi atoria a los �Muy Ilustres Señores Don
Ni olàs Solano de Leon, Don Gabriel Cordovez Pintado, y Don Gregorio de
los Rios, Caballero de el Orden de Calatrava, Mayordomo y Diputados de la
Univer∫idad de Mareantes, y Real Colegio Seminario de Señor San Telmo ex-
tra muros de la Ciudad de Sevilla�. Le sigue la aproba ión del �M. R. P. Fr.
Jo∫eph Fran o del Orden de Predi adores, Cathedrati o de A∫tronomia en la
Univer∫idad de e∫ta Ciudad de Sevilla�, quien indi a que el texto está destinadoa instruir � on perfe ion à los Pilotos en la Nauti a�. Después se in luye la
li en ia de impresión fe hada el 25 de septiembre de 1742 y �rmada por el
�Li D. Geronymo Antonio de Barreda y Yebra, Canonigo de la Santa Igle�a
del Señor Santiago de Gali ia, del Confejo de fu Mageftad, fu Inqui�dor en el
Tribunal del Santo O� io de la Inqui� ion de efta Ciudad de Sevilla, Superin-
tendente de las Imprentas, y Librerias de ella, y fu Reynado�. En la siguiente
página se reprodu e un soneto ompuesto por un dis ípulo de Sán hez Re iente
y dedi ado al autor �en alabanza de fu Trigonometria�:
DE UN DISCIPULO DEL AUTHOR
en alabanza de ∫u Trigonometria.
SONETO.
Q
Uè importa, Eu lides, que tu amor en-
iendas,
Para falir on todo lu imiento?
Què importa, Homero, q tu entendimieto
Todo el dia lo gaftes en ontiendas?
Què importa, Ptholomeo, que pretendas
Salir on el tropheo, y ven imiento?
Ni, Ar himedes, q importa, de q al viento
Efparzas tu fonido en varias fendas?
Si omo, qual Pegafo, que ligero
Se remontò de un falto hafta el Parnafo,
RECIENTE orre hoy on tal efmero,
Que puedes inferir en efte afo,
Que ha llegado hafta el olmo verdadero,
Siendo de todos èl (de aquì no pafo.)
El preámbulo �naliza on un apartado al le tor donde el autor expone que
el objetivo de este libro es apli ar en él los on eptos vistos en el Tratado de
Trigonometría General, reda tado por él mismo.
Al �nal del libro se olo a una lámina on las �guras que ilustran los on-
eptos. Se in luye, además de una tabla de partes meridionales, la �Tabla de
las latitudes, y longitudes de los Lugares de nueftra Navega ion, afsi de las
Coftas de Efpaña, omo de las Indias O identales�. Esta tabla le fue remitida
al autor por su ante esor y Maestro Dire tor de la Real A ademia de Caba-
lleros Guardiasmarinas de la Ciudad de Cádiz, Pedro Manuel Cedillo
572
. Por
otra parte, el texto are e de índi e.
572
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 208℄.
LIBROS DE TEXTO 239
El Tratado está dividido en tres partes que ontienen seis, dos y in o
apítulos respe tivamente. La primera parte está dedi ada a la resolu ión de
triángulos re tángulos apli ados a la navega ión. Se omienza señalando que
�todas las opera iones trigonometri as que fe pra ti an en el ufo de la Navega-
ion, fe redu en à refolver un triangulo re tangulo�. En di ho triángulo ABC
se donsideran los siguientes elementos:
El lado AB es en general, la diferen ia de latitud de dos lugares
o diferen ia de latitud navegada. A es el prin ipio de derrota
o navega ión o �termino salido� y B el �n de la derrota o
navega ión o �termino llegado�.
El lado BC representa la diferen ia de meridiano de dos luga-
res o el apartamiento de meridiano desde el prin ipio hasta el
�n de la singladura. En este aso B el prin ipio de la derrota
y C el �n de la derrota
573
.
La hipotenusa AC representa la distan ia navegada siendo A
el prin ipio y C el �n.
Para la hipotenusa AC existen las siguientes ex ep iones:
Cuando se navega por un meridiano.
AB representa la distan ia y la diferen ia de latitud, siendo A
el prin ipio y B el �n.
Cuando se navega por la equino ial o por un paralelo a ella.
El lado BC representa la distan ia y el apartamiento del me-
ridiano, siendo B el prin ipio y C el �n de di ha distan ia
574
.
En estos dos asos no se forma ningún triángulo sino solo una línea re ta,
la AB en el primer aso y la AC en el segundo. Se sigue también, que el lado
AB representa el meridiano, BC la equino ial y AC ualquiera de los otros
rumbos obli uos de la Rosa Náuti a.
Continuando on el signi� ado de los elementos del triángulo se apunta
que el ángulo A representa el del rumbo
575
, y el ángulo C representa el om-
plemento del rumbo
576
. En este punto Sán hez Re iente advierte al le tor que
debe tener espe ial uidado en emplear las unidades orre tas en la resolu ión
del triángulo, ya que estas son de distinta espe ie; los lados que representan
diferen ias de latitud y de meridiano se miden en minutos, mientras que la hi-
573
�Fin de la derrota ò ingladura, ò el lugar, que o upa la Nao, defpues de a abada fu
ingladura, ò viage� [SÁNCHEZ RECIENTE, 1742, pp. 1-2℄.
574
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 3℄.
575
Por ejemplo, si di ho ángulo fuese 11◦ y 15 min se estaría aminando por el primer
rumbo [SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 3℄.
576
Dado que B es re to, C será el omplemento al uadrante de ángulo A [SÁNCHEZ
RECIENTE, 1742, pp. 3-4℄.
240 Des rip ión y análisis de textos
potenusa, que representa la distan ia, se mide en millas
577
. El autor on luye
los preliminares ha iendo referen ia al modo de onvertir las millas a leguas
tanto españolas omo de otras espe ies.
El primer apítulo se dedi a a la resolu ión de triángulos planos re tán-
gulos, usando la longitud plana. Se presentan o ho problemas donde se van
variando los datos, resolviéndose los tres primeros y dejando para el le tor a
modo de ejer i io el resto. En estos últimos se señala la solu ión que debe
obtenerse. En el último problema Sán hez Re iente expli a el modo de olo ar
en una tabla los datos obtenidos en las distintas singladuras efe tuadas por
el navío. A partir de estos datos se al ula el rumbo dire to y la distan ia
dire ta, atendiendo al uadrante por el que se navega. Todo ello se hará según
lo estable ido en el Tratado de Navega ion del autor.
En el segundo apítulo, dedi ado a la orre ión de la fantasía, se seña-
lan tres reglas para su orre ión, en fun ión del rumbo por el que se navega
en ada uadrante. En la ter era de ellas se proponen dos formas de resolu-
ión, siendo la segunda, tal y omo indi a el autor, la utilizada por Cedillo
578
.
Finalizadas di has reglas se resuelve un ejempo para ada uno de los asos
ontemplados, in o en total, on todo lujo de expli a iones. En todos ellos se
utilizan, al igual que en el apítulo anterior, la resolu ión de triángulos y las
dos tablas logarítmi as.
Se omienza el ter er apítulo re ordando que en los apítulos anteriores se
ha trabajado utilizando la longitud plana, llamada omunmente apartamien-
to de meridiano, pero que esta no se orresponde on la longitud del globo
terráqueo. Por ello, se dedi ará el presente apítulo al modo de redu ir el
apartamiento de meridiano a longitud esféri a, y las distan ias navegadas a
grados y minutos de longitud esféri a. Asimismo, dedi a uno de los problemas
a la onstru ión y uso de las tablas de partes meridionales. Estas se utilizan
para saber �lo que debe re er los grs. de los Meridianos, para que puedan
orrefponder on los grs. de los paralelos à la Equino ial�
579
. Estos grados se
toman omo iguales a los de la equino ial en la Carta de Marear, pero real-
mente son menores uanto más distante está el paralelo de ella. Por esta razón
re iben el nombre de latitudes re idas o partes meridionales.
En el apítulo uarto se resuelven los problemas �mas usuales� de la nave-
ga ión. Todos los on eptos que aquí se utilizan ya han sido expli ados en los
apítulos anteriores, pero se vuelven a poner en prá ti a en nueve problemas
que se resuelven para asentar los ono imientos.
577
Las diferen ias de latitud y de meridiano se uentan por grados y minutos, y las distan-
ias se miden en millas o leguas. Un grado de equino ial se ompone de 60 minutos y 60
millas equivalen a un grado de equino ial terrestre o marítimo [SÁNCHEZ RECIENTE,
1742, p. 4℄.
578
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, pp. 23-24℄.Véanse en estas páginas todas las reglas.
579
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 40℄.
LIBROS DE TEXTO 241
En el apítulo V titulado �De los Problemas Aftronomi os apli ados à la
Navega ion� se señala que se resolverán problemas de trigonometría esféri a,
on el �n de que los prin ipiantes puedan usarlos en sus opera iones marítimas.
Se prestará aten ión al método de resolu ión mismo, dejando las demostra io-
nes para estudiarlas propiamente en el Tratado de la Trigonometria Espheri a.
Dado que en la resolu ión de los problemas se hará uso de las de lina iones
del sol, Sán hez Re iente muestra al le tor el modo de al ular las distan ias
teniendo en uenta la posi ión del sol en los uadrantes. Para ello re uerda
por un lado, que la de lina ión máxima del sol es de 23 grados y 30 minutos,
y por otro, que la e lípti a del sol se divide en uatro uadrantes: el primero
desde Aries a Cán er, el segundo desde Cán er a Libra, el ter ero desde Libra
a Capri ornio, y el uarto desde Capri ornio a Aries. Así, si el sol está en los
uadrantes primero o uarto, su equino io más próximo es Aries, mientras
que si está en el segundo o ter ero, será Libra. Además, si el sol se halla en
el primer uadrante o en el ter ero, los grados se medirán desde Aries y desde
Libra respe tivamente, obteniéndose así la distan ia al equino io más próxi-
mo. En ambio, si el sol está en los uadrantes segundo o uarto, los ángulos
se medirán desde Cán er y Capri ornio, y su residuo hasta 90 grados será la
distan ia del sol al equino io más próximo.
El sexto y último apítulo se dedi a a la resolu ión de problemas para el a-
so de dos naves en lugar de una, utilizando todos los ono imientos adquiridos .
La segunda parte del libro lleva por título �De las orrientes� y omienza
on una introdu ión donde se re uerda que para e har el punto una vez halla-
da la longitud plana, debe al ularse la orrespondiente longitud esféri a y el
lugar de la nave, no sin antes realizar las oportunas orre iones. Se orregirá la
fantasía on la observa ión y el rumbo si viaja por el primer o segundo rumbo
del Norte-Sur. Se orregirá el rumbo on la observa ión y la distan ia si navega
por los rumbos 6◦, 7◦ y 8◦. Se orregirán ambos, la fantasía y el rumbo, on la
observa ión si navega por los rumbos 3◦, 4◦ y 5◦. Después, debe orregirse elrumbo de la varia ión de la aguja y el abatimiento del navío ausado por los
vientos. Asimismo, deberán tenerse en uenta las orrientes para saber uánto
se aparta el navío del rumbo. A este on epto se dedi arán los dos apítulos
en los que se divide esta segunda parte.
En el primer apítulo se trata el modo de ono er la distan ia verdadera
y la varia ión del rumbo por las orrientes. Las orrientes pueden ser de tres
tipos: a favor de la nave, on lo ual se in rementa la distan ia; en ontra de la
nave, disminuyendo la distan ia; o lateral, en uyo aso la distan ia verdadera
y varia ión del rumbo se al ularán omo se indi a en los o ho problemas que
onforman el apítulo. Los problemas se resuelven de manera onstru tiva. Se
representan en el plano el uadrante orrespondiente por el que se navega y los
datos ono idos, se trazan las paralelas y perpendi ulares ne esarias para la
242 Des rip ión y análisis de textos
onstru ión de los triángulos, que �nalmente se utilizarán para la obten ión
de la solu ión. De nuevo se usarán las tablas de logaritmos para fa ilitar los
ál ulos. Al término del uarto problema, Sán hez Re iente señala que las o-
rrientes retardan el viaje, tal y omo omo puede on luirse de los problemas
anteriores. Para llegar a destino más rápidamente y onservar el rumbo debe-
rán tenerse en uenta las orrientes, sus valores y ursos. Todo ello se muestra
en los uatro últimos problemas del apítulo.
En el segundo apítulo se expli a el modo de al ular la orriente usando la
observa ión, el rumbo y la distan ia. El autor añade in o notas on observa-
iones sobre las orrientes, realizadas por Pedro Manuel Cedillo, y que deben
tenerse en uenta para realizar los ál ulos
580
.
La ter era parte del texto está dedi ada a la onstru ión y uso de es alas,
y onsta de in o apítulos. La es ala es una regla ompuesta de 2 super� ies
que tiene distintas líneas propor ionales. Una de las super� ies se llama Es-
ala Plana, ya que on ella se resuelven los triángulos planos, y la otra re ibe
el nombre de Es ala Arti� ial o de Gunter en alusión a su autor, Edmundo
Gunter. Esta última está ompuesta por números arti� iales orrespondientes
a los logaritmos, y se utiliza para resolver los triángulos planos y esféri os, del
mismo modo que en la trigonometría se resuelven on logaritmos y el anon
trigonométri o. Observamos en este punto que la expli a ión sobre la regla es
mu ho más lara que la aportada por Cedillo en su Tratado de Trigonome-
tria. Sán hez Re iente justi� a la in lusión de estas es alas en su libro �por
eftar hoy muy introdu idas, parti ularmente entre los Inglefes, y Olandefes�
581
.
El primer apítulo se dedi a a la Es ala plana. Esta es ala tiene dos pies
ingleses
582
, quedando dividida en 24 partes iguales, ya que ada pie tiene 12
pulgadas. Además, la es ala tiene dos mitades, la primera ontiene un pitipié
dividido por un lado en mil partes, y por el otro, en dos mil. Esta mitad sir-
ve para onstruir la es ala arti� ial. La segunda mitad ontiene las líneas de
rumbos, uerdas, senos, tangentes, semitangentes y se antes de partes iguales.
Además de estas, posee otras dos líneas de rumbos y uerdas, orrespondientes
a otra línea que representa los minutos de longitud. Cada línea tiene su nombre
al omienzo; las de partes iguales están señaladas on una L, que representa
leguas; la ter era se señala on una P, ya que representa partes ( ada uerda
de 60 tiene 100 partes). Una vez realizadas estas puntualiza iones, Sán hez
Re iente expli a detalladamente la onstru ión de las líneas de rumbos, uer-
das, senos, tangentes, se antes y longitud, dedi ando un apartado para ada
una de ellas.
En el segundo apítulo se estudia la onstru ión de la Es ala Arti� ial.
580
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 144℄.
581
SÁNCHEZ RECIENTE [1742, p. 152℄.
582
Nótese que Cedillo señala que está dividida en dos pies del Rhin.
LIBROS DE TEXTO 243
Esta es ala ontiene las líneas de los senos y de las tangentes de los rumbos,
uya onstru ión se omite, ya que pueden suplirse on las líneas de senos y
tangentes. Contiene además las líneas de números, senos y tangentes logarít-
mi as, y las líneas de partes meridionales y partes iguales. Cada apartado se
dedi a a la onstru ión de una línea.
En el ter er apítulo se resuelven los mismos problemas del apítulo I de
la primera parte del libro, utilizando las líneas de rumbos y uerdas.
En el uarto apítulo se resuelven in o problemas, utilizando las líneas
siguientes: líneas de los senos, tangentes y se antes
583
; línea de partes iguales;
y las líneas de longitud y de partes meridionales.
El quinto y último apítulo se dedi a a expli ar minu iosamente el uso,
mediante es ala y ompás, de las líneas de la Es ala Arti� ial, in luyendo para
ada aso numerosos ejemplos y ejer i ios resueltos.
La obra se presenta bien estru turada, utilizando distintos tipos de letra que
permiten identi� ar los apítulos fá ilmente. Por otra parte, Sán hez Re iente
expone on mu ha laridad y detalle el planteamiento de ada problema, pero
deteniendose mínimamente en los ál ulos realizados mediante logaritmos. Sin
embargo, Cedillo expli a todos los pormenores de las opera iones realizadas
on logaritmos. Sán hez Re iente resuelve un mayor número de problemas, y
en el apítulo dedi ado a las orrientes expli a de forma mu ho más minu-
iosa la representa ión en el plano del movimiento de la nave, así omo la
onstru ión de los triángulos a resolver. La minu iosa exposi ión tanto de la
onstru ión de las es alas omo de la onstru ión de los triángulos que habrá
que resolver, resulta muy lari� adora.
Cotejadas las edi iones de 1742 y 1759 observamos que esta es una reim-
presión de la primera. Por otra parte, en la Bibliote a de la UPC existe un
ejemplar de la edi ión de 1775. Se nos han fa ilitado desde esta Bibliote a, la
portada y las páginas ini iales y �nales del texto. Se observa en la portada que
esta edi ión es una reimpresión. Además, el número de página ini ial y �nal
del texto, así omo las páginas ini iales, on uerdan on las de la edi ión de
1742.
3.2.6. 1742.Compendio de la Geometria Elementar, Arit-
meti a Inferior, y Trigonometria Plana y Espheri-
a. Fernández Rodríguez
Compendio de la Geometria Elementar, Aritmeti a Inferior, y Trigonome-
tria Plana y Espheri a. Lleva añadido en esta segunda impression, un Tratado
583
Estas líneas orresponden a la línea de Partes Iguales señalada on una P, ya que el seno
de 90 grados orresponde a 100 partes de esta línea [SÁNCHEZ RECIENTE, 1742, p. 179℄.
244 Des rip ión y análisis de textos
de Geometrìa Pra ti a, ò ufo de los Inftrumentos mas omunes para trabajar
en el Papèl, y Terreno, on la expli a ion de los olores mas proprios para
de�gnar, y lavar los Planos, y per�les de Forti� a ion, & . Dispuesto por
Don Antonio Gabriel Fernández, Maeftro Segundo de Mathemati as en la Real
A ademia de Caballeros Guardias Marinas de la Ciudad de Cadiz. Y lo dedi a
al Illmo. Sr. Don Fran is o de Varas y Valdès, del Confejo, y Camara de S.M.
en el Real, y Supremo de Indias, & .
Figura 3.26: Portada del libro FERNÁNDEZ, ANTONIO GABRIEL (1742) Com-
pendio de la Geometria Elementar, Espe ulativa y Pra ti a [. . . ℄. Sevilla. Fuente:
http://books.google. om
El Compendio se ini ia on la dedi atoria al �Ilmo. señor Don Fran is o de
Varas y Valdes, del Confejo, y Camara de S.M. en el Real, y Supremo de Indias,
Pre�dente de la Real Audien ia, y Cafa de Contrata ion á ellas, é Intendente
General de la Marina, & .�. A ontinu a ión se reprodu e la �Censura de
D. Juan Sán hez Re iente, Presbytero, Maeftro prin ipal de Mathemati as en
el Real Colegio Seminario de Señor San Telmo extramuros de la Ciudad de
LIBROS DE TEXTO 245
Sevilla�. También se expone la li en ia de impresión otorgada por el juez �Li .
D. Geronymo Antonio de Barreda y Yebra, Canonigo de la Santa Igle�a del
Sr. Santiago de Gali ia, de el Confejo de S. Mag. fu Inqui�dor en el Tribunal
del Santo O� io de la Inqui� ion de efta Ciudad de Sevilla, Superintendente
de las Imprentas, y Librerias de ella, y fu Reynado, & .� �rmada en Sevilla
el 28 de marzo de 1735.
Después de las li en ias pertinentes se ha in luido una fe de erratas. Y por
último, antes de omenzar on la materia propiamente di ha, el autor expli a
el signi� ado de términos fa ultativos omo de�ni ión, teorema, orolario et .,
de uso en el presente texto. Asimismo, se señala ómo interpretar las referen-
ias insertadas a lo largo del texto que aluden a otros on eptos o apartados
del mismo.
El texto fue es rito por en argo y usado en la A ademia de Caballeros Guar-
dias Marinas de la Ciudad de Cádiz. La ensura de Sán hez Re iente, donde
se ita que Fernández fue maestro ter ero de matemáti as en di ha A ademia,
y la dedi atoria a Fran is o de Varas, donde se lee: �Este breve Volumen, que
obligado de superior pre epto, doy por segunda véz á el Publi o[. . . ℄� on�r-
man este punto.
El autor, antes de omenzar el Compendio, da a ono er uál ha sido su
propósito al elaborar la obra:
No es mi intento en este Tratado ha er un riguroso omento de los
Elementos de Eu lides; si solo expli ar on brevedad aquellas proposi io-
nes más universales para la inteligen ia de las fa ultades, que S.M. (que
Dios guarde) tiene ordenado se enseñe a los Caballeros Reales Guardias
Marinas en esta Real A ademia; mas sin perturbar el orden de di has
proposi iones, por no quitar la inteligen ia de las itas en los demas
Authores
584
.
El texto se divide en los uatro tratados siguientes: �De la Geometria
elementar�, �De la Arithmeti a�, �De la Trigonometria�, �De la Geometria
Pra ti a, ó ufo de los Inftrumentos mas omunes para trabajar en el Papél,
y Terreno�. El primero onsta de los siguientes libros: �Libro primero de los
Elementos geometri os de Eu lides�; �Libro segundo�; �Libro ter ero�; �Li-
bro quinto�; �Libro sexto�; �Libro VII. Que es el onzeno de Eu lides�; �Libro
VIII. Que es el dozeno de Eu lides�. El Tratado segundo onsta de 8 apítulos y
un �Apendiz�. El Tratado ter ero se divide en dos Libros. El �Libro primero�
ontiene 6 apítulos uyos títulos son los siguientes: �Capitulo I�,�Capitulo
II�,�Capitulo III�,�Capitulo IV�,�Capitulo II�,�Capitulo III�. La segunda
parte, el �Libro ter ero�, onsta de in o apítulos. Por último, el Tratado
uarto se divide en seis apítulos.
584
FERNÁNDEZ [1742, pp. 1-2℄.
246 Des rip ión y análisis de textos
El primer Tratado está dedi ado por un lado, al estudio de las líneas, super-
� ies y sólidos, ontemplándose las semejanzas entre ellos y por otro, al estudio
de la antidad expli ándose las igualdades y desigualdades de las propor iones.
En el Libro quinto dedi ado a las antidades se advierte que �algunas propo-
si iones de este Libro son por sì tan mani�estas, que no ne esitan de prueba,
por lo ual las omitimos, omo ha en omunmente los Modernos; y solo de-
mostrarèmos on brevedad, las que pare en mas os uras�
585
.
El segundo Tratado se destina a los a la de�ni ión y opertaiva de núme-
ros enteros, fra ionarios y denominados. Fernández advierte que pres inde de
otras lases de números que los des ritos por ser de po a utilidad, aunque re-
mite al le tor al Libro quinto de los Elementos de Eu lides para ampliar el
estudio de los números
586
. Además, se expli a la �Regla de tres o de Propor-
ion� simple y ompuesta, dire ta e inversa, ilustrando ada aso mediante un
ejemplo. A ontinua ión, se resuelven omo asos parti ulares �Las reglas de
Compañias y Repartimientos� y �La aliga ion�. Para �nalizar, el autor dedi a
un apítulo a las progresiones y un apéndi e a la extra ión de raí es uadra-
das y úbi as.
En el primer Libro del ter er tratado se abordan los logaritmos y sus propie-
dades, y la onstru ión y uso de tablas de senos, tangentes, se antes naturales
y logarítmi as. La resolu ión de triángulos re tilíneos tanto re tángulos omo
re tilíneos obli uángulos se tratan en el segundo Libro. En el ter er Libro se
realiza un estudio análogo para los triángulos esféri os. Las tablas trigono-
métri as y los logaritmos previamente de�nidos serán auxiliares de ál ulo en
estos dos últimos Libros.
El ter er y último Tratado muestra la forma de dibujar re tas y �guras
planas en papel, ade uando el método para su realiza ión sobre el terreno.
Además, se expone la forma de levantar planos, opiarlos y redu irlos, espe i�-
ándose el símbolo que debe usarse para indi ar ada tipo de onstru ión. En
uanto al material ne esario para llevar a abo esta tarea se detallan: el tipo
de pluma, pin el y vasija para las tintas, el papel para el diseño y los olores
a emplear
587
.
585
FERNÁNDEZ [1742, p. 55℄.
586
FERNÁNDEZ [1742, p. 100℄.
587
Este detalle llega in luso al punto de que el autor indi a el tipo de plumas más on-
venientes para su uso en el diseño de planos: �Las mejores para designar la Arquite tura
Militar, y Civil son, las del extremo del ala dere ha, mas laras, y menos duras, por mas
fa iles à hender, y ortar limpiamente. Usase de las de Cuervo para tirar lineas deli adas,
designar la ampaña, & . de las de Cisne para ha er los Margenes, ò Mar os de los Planos�
[FERNÁNDEZ, 1742, p. 309℄. In luye la proposi íón �Maximas para bien delinear, y lavar
los Planos� donde se dan detalles sobre ómo debe ortarse la pluma, dónde hay que olo ar
el papel, ómo hay que sujetar la pluma, uál debe ser la densidad de la tinta a emplear,
modo orre to de humede er el pin el, forma de olo arse en la mesa para re ibir la luz del
lado orre to y forma de olo ar el uerpo on respe to al plano.
LIBROS DE TEXTO 247
El Compendio se presenta de forma estru turada, distinguiendo las se io-
nes, propiedades y on eptos on un ambio de tipo de letra y dejando espa ios
para una mejor visualiza ión. En o asiones, por ejemplo en la parte de trigo-
nometría, el autor utiliza un lenguaje menos elaborado en aras de una mejor
omprensión por parte del le tor, pero sin renun iar a presentar formalmente
on eptos y demostrando las proposi iones. Fernández supone más apa idad
por parte del le tor que la admitida por Sán hez Re iente en su Tratado de
Trigonometria plana, adaptado para le tores apenas alfabetizados.
Las �guras se muestran en láminas grabadas por Josef Braulio Amat y se
distribuyen a lo largo del texto, no siendo esta distribu ión homogénea
588
.
A ontinua ión desta aremos los siguientes aspe tos observados en la om-
para ión de las edi iones de 1742 y 1778. Al omienzo de esta última
589
se
inserta la adverten ia de D. Fran is o de Barreda
590
, en argado de formar el
nuevo plan de estudios. En ella se mani�esta el deseo de ontar on un texto
que englobe el total de dis iplinas matemáti as a desarrollar en el Seminario
de San Telmo. Un texto general y fá il que �produxese en orto tiempo todo lo
mas ondu ente, y ne esario para onseguir los �nes del Instituto de este Real
Colegio, quales son, el de sa ar Pilotos habiles, Artilleros, Contra-Maestres, y
demás gente de Mar on abundan ia�. En este sentido, onsidera que el texto
que Fernández es ribió en 1742 reune en sus tratados de Geometría Elemen-
tar y Prá ti a los on eptos ne esarios para tal �n. De este modo anun ia el
a uerdo tomado por los señores Diputados del Colegio para la reimpresión de
los itados tratados. Sin embargo, no se on ede la reimpresión del resto de
tratados in luidos por el autor en su Compendio, ya que en opinión de Barreda
pese a su sobrada alidad y on isión hay su� iente surtido �para el mismo
efe to, y la mas puntual enseñanza de sus Colegiales�.
Podemos observar que en la portada de la edi ión atribuida a 1735 no apa-
re e fe ha alguna, aunque las ensuras y li en ias sí están fe hadas en 1735. Sin
588
Las disposi ión de las láminas en el texto, dada en el mismo orden que el utilizado por el
autor, es la siguiente: entre el Libro primero y el segundo; entre el Libro ter ero y el Quinto;
al �nal del primer Tratado, entre tratado III y tratado IV. Las in luidas en el Tratado uarto
se en uentran entre el apítulo IV y el apítulo V; y entre los apítulos V y VI. Por último
se in luye una lámina plegada al �nal de la obra, donde se muestran los símbolos que deben
olo arse en la Carta de una Ciudad y sus Contornos, así omo las señales que se olo an
en las artas marítimas.
589
El título de la edi ión de 1778 es: Compendio de la Geometria elementar, espe ulativa y
pra ti a, forma de levantar, y labar los planos, y modo de ha er las tintas para su manejo.
Que dispuso Don Antonio Gabriel Fernández, Colegial que fuè de este Real Seminario de
San Telmo, para el uso de los Caballeros Guardias Marinas, siendo Maestro de su Real
A ademia. Extraido del ontenido de su Obra, para instru ion de los Seminaristas de este
di ho Real Colegio. Por a uerdo de los señores Mayordomo, y Diputados de la Universidad
de Mareantes, y men ionado Real Seminario.
590
Fran is o de Barreda, Capitular de la Universidad de Mareantes, Piloto prin ipal exa-
minado de la arrera de Indias, y Maestro primero por S.M. de las fa ultades Mathemati as,
que en este Real Colegio, y Seminario de San Telmo se enseñan, & .
248 Des rip ión y análisis de textos
embargo, en la edi ión de 1778 y dentro de la adverten ia a la que a abamos
de ha er referen ia leemos que Fernández había editado en 1735 �un ompen-
dio de la Geometrìa elementar, Arithmeti a inferior, y Trigonometrìa plana, y
espheri a, à que añadiò en la segunda impresion del año 1742. un tratado de
Geometrìa Pra ti a [. . . ℄�. Esta a�rma ión unida al ontenido examinado en
la obra, nos lleva a on luir que se trata de la segunda edi ión de 1742 y no
de la primera de 1735.
Atendiendo a las diferen ias entre ontenidos, observamos que en la edi ión
de 1778 se han suprimido las proposi iones XXIII y XVIII de los libros sexto
y o tavo respe tivamente, ambos orrespondientes al tratado de �Geometria
Elementar�.
La ole ión de láminas no sufre varia iones. Al �nal de la obra se adjunta
una fe de erratas, on e en total, a las uales se añade la nota siguiente: �Las
demás equivo a iones (bien que no esen iales) que se pudieran advertir, son
por sì tan mani�estas, que no mere en este lugar; mediante, que el ontesto de
la ora ion dà sobrada luz para la inteligen ia, sin ne esidad de orre ion�
591
.
A ontinua ión se in luye el índi e no presente en la edi ión anterior. Para
�nalizar, apuntaremos que en la edi ión de 1778 se ha sustituido la letra �f�
usada antiguamente para la grafía a tual �s�.
3.2.7. 1745. Tratado de la Cosmographia, y Nauti a. Ce-
dillo Rujaque
Tratado de la Cosmographia, y Nauti a, dedi ado al ex . Sr. Don Cenon
De Somo De Villa, Marquès de la Enfenada, Cavallero del Real Orden de S.
Genaro, Comendador de Piedra-Baena en el de Calatrava, del Confejo de Ef-
tado, y Lugar-Theniente General del Serenifsimo Señor Infante Don Phelipe,
en el Almirantazgo General de Efpaña, y de las Indias, & . Por Don Pedro
Manuel Cedillo, Dire t�r por S. M. de la Real A ademia de Cavalleros Guar-
dias Marinas de Efta Ciudad de Cadiz.
La obra, dedi ada al Marqués de la Ensenada, omienza on la propia dedi-
atoria de Cedillo al marqués. Después de esta dedi atoria apare e reprodu ido
el pro eso de su autoriza ión e impresión:
Censura del �M. R. P. Fau∫tino Paez, Religio∫o Profe∫∫o, y Mae∫tro de
Sagrada Theologia Moral, del Colegio de la Compañia de Je∫us de e∫taCiudad de Cadiz, & .�, en Cádiz, el 18 de agosto de 1745.
Li en ia de impresión del �Li en iado don Geronymo Antonio de Ba-
rreda y Yebra, Canonigo de la Santa Igle�a del Sr. Santiago de Gali ia,
del Confejo de S.M. fu Inqui�dor en el Tribunal del Santo O� io de la
591
FERNÁNDEZ [1742, Fe de erratas℄.
LIBROS DE TEXTO 249
Figura 3.27: Portada del libro CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL (1745)
Tratado de la Cosmographia, y Nauti a [. . . ℄. Cádiz. Fuente: http://bdh.bne.es/
Inqui� ion de efta Ciudad de Sevilla, Superintendente de las Imprentas,
y Librerias de ella, y fu Reynado, & .�, en Sevilla, el 25 de agosto de
1745.
Censura del �M. R. P. Mro. Ga∫par Diaz, Religio∫o Profe∫∫o de la Com-
pañia de Je∫us, Re tor, que ha ∫ido de los Colegios de e∫ta Ciudad, Baeza,
Cordova, San Hermenegildo de Sevilla, y ultimamente Prepo∫ito en ∫uCa∫a Profe∫∫a, y Examinador Synodal de los Obi∫pados de Jaen, y Cadiz,
& .�, en Cádiz, 14 de o tubre de 1745.
Li en ia del �Señor Provissor� el �Do t. D. Pedro Jofeph de Vera y Bae-
na, Prebendado de la Santa Igle�a Cathedrál de efta Ciudad, Provi�or,
y Vi ario General en ella, y fu Obispado, por el Iluftri�mo, y Rmo. Se-
ñor Don Fray Thomás del Valle, mi Señor, por la gra ia de Dios, y de
la Santa Sede Apoftoli a, Obifpo de Cadiz, y Algeziras, del Confejo de
250 Des rip ión y análisis de textos
S.M. fu Capellan Mayor, y Vi ario General de la Real Armada de el Mar
O eano, & .�, en Cádiz, 14 de o tubre de 1745 .
A ontinua ión se insertan el índi e y la fe de erratas.
Para �nalizar el prólogo se in luye una introdu ión muy similar a la es-
rita por Cedillo en su Compendio de la arte de la navega ion, de he ho la
primera página es una opia de la allí expuesta. En esta introdu ión se de�ne
la náuti a y se omentan brevemente los uatro términos de la navega ión.
Además, el autor anun ia la división de su tratado en dos �Libros�: el primero
ontiene los pre eptos osmográ� os; el segundo la onstru ión y uso de los
instrumentos omunes de la navega ión.
Al �nal de la obra se in luyen las tablas de las de lina iones del sol, las
tablas de las de lina iones de las estrellas, las tablas de las amplitudes ortiva
y o idua del sol y las �Tablas modernas de las Latitudes, y Longitudes de
los Lugares de nueftra Navega ion, a� de las Coftas de Efpaña, omo de las
Indias O identales; �endo fu primer Meridiano el de Tenerife�. Cedillo ma-
ni�esta que ha renovado las tablas de las de lina iones del sol, de modo que
puedan ser utilizadas sin diferen ias apre iables durante 20 años. Y respe to a
las tablas de latitudes y longitudes, expone que no son exa tamente las mismas
que envió al Real Colegio Seminario de Sevilla, ya que en las ahora in luidas,
�vàn orregidas algunas Latitudes, y Longitudes por diferentes Perfonas de
mu ha pra ti a en la Ameri a�. Por último, a onseja a aquellos que no tuvie-
ran ono imientos de geometría a onsultar en su texto Trigonometria apli ada
à la Navega ion las de�ni iones y problemas geométri os para la onstru ión
de instrumentos náuti os.
Un estudio de la obra y en on reto, de los uatro términos de la navega-
ión y los instrumentos para su ál ulo, fue realizado por Iglesias [2000℄ en su
tesis do toral, por lo que analizaremos úni amente los on eptos matemáti os
in luidos en ella.
Cada uno de los dos �Libros� que ontiene la obra onsta de 11 apítulos.
El �Libro Primero� titulado �De la Cosmographia� se abre on la de�ni ión
de la misma:
La Cofmographìa, fegun fu ethymologìa, es la def rip ion del Mun-
do, ò del Univerfo: y afsi es la ien ia, que nos reprefenta la eftru tura,
ò fabri a de todo el Univerfo, la qual examina la grandeza, �gura, dif-
po� ion, y numero de fus partes, fus diftan ias, y fus movimientos
592
.
La osmografía se divide en Astronomía, ien ia �que enfeña el movimien-
to, �tio, orden, y diftan ias de los Cuerpos Celeftes�, y Geografía, � ien ia
del Orbe de la Tierra�. Las prin ipales partes de esta son la �Corographìa,
592
CEDILLO [1745, p. 1℄.
LIBROS DE TEXTO 251
è Hydrographìa�. La primera es la des rip ión de �una Provin ia parti ular
omo Efpaña, ò Fran ia�, y la segunda es la des rip ión de �las Aguas, que
iñen toda la Tierra; la mas immediata al Arte de Navegar�. En este primer
libro se trata la osmografía �en omun�, omitiendo �lo que no to a à nueftro
a�umpto, que no abe en opiofos volumenes�.
A ontinua ión, antes de omenzar el primer apítulo, se in luyen numera-
das del 1 al 10 diez de�ni iones que Cedillo titula �De�ni iones omunes de
la E∫phera� y que reprodu imos a ontinua ión:
1. Efphera, es un fòlido, ò uerpo omprehendido de una fola
fuper� ie, y tiene en medio un punto, que fe di e entro de la
Efphera, del qual todas las re tas à la fuper� ie fon iguales.
2. Radio, ò femidiametro de la Efphera, es qualquiera de las re -
tas, que falen del entro de la Efphera à la fuper� ie, y todas
son iguales.
3. Diametro de la Efphera, es la re ta, que pa�ando por el entro,
fe termina en una, y otra parte de la fuper� ie de la Efphera.
Todos los Diametros fon iguales, porque ada uno fe ompone
de dos Semidiametros iguales.
4. Exe de la Efphera, es el Diametro immoble fobre quien fe
mueve la Efphera: y fus extremos en la fuper� ie, fe llaman
polos de la Efphera.
5. Cir ulo maximo en la Efphera, es el que tiene el mifmo entro,
que la Efphera, ò uyo plano pa�a por el entro de la Efphera,
y la divide en dos partes, ò Hemifpherios iguales. Todos los
maximos fon iguales por la igualdad de fus radios, que fon los
mifmos de la Efphera.
6. Cir ulo menor, es el que no es maximo, uyo plano no pa�a
por el entro de la Efphera, y la divide en dos partes de�guales.
7. Cir ulos re tos, fon los que fe ortan formando angulos re -
tos: In linados, fon los que fe ortan formado angulos obliquos:
Cir ulos paralelos, fon los entresì equi-diftantes, ò uyos pla-
nos fon paralelos.
8. Exe del ir ulo, es la re ta por el entro del ir ulo perpendi-
ular à fu plano: y fus polos fon los extremos del Exe.
9. Angulo Efpheri o, es el que ha en dos maximos, porque los
demàs no fe o�deran. Su medida, es el ar o del maximo per-
pendi ular à los dos.
10. Triangulo Efpheri o, es el que fe forma en la fuper� ie de la
Efphera, on tres ar os de ir ulo maximo: porque los otros
no fe on�deran, por no tener regla ierta.
252 Des rip ión y análisis de textos
Se �naliza itando que el ír ulo se divide en 360◦ grados, ada uno de estosen 60 minutos, ada minuto en 60 segundos, et .
Los apítulos onsiderados en este Libro son: Cap. I. �Del numero de las
partes del Mundo, y del movimiento de los Cuerpos Celeftes�, Cap. II. �De
los Cir ulos de la Efphera Celefte�, Cap. III. �De los Años Solares, y Lunares,
y del modo de hallar las Fiestas movibles, y de las otras Fieftas, Temporas,
y Vigilias del Año�, Cap. IV. �De las Phafes Lunares, y de los E lypfes de
los Aftros�, Cap. V. �Del Globo Terraqueo�, Cap. VI. �De los Cir ulos de la
Efphera Terraquea, y de las Zonas, y Climas�, Cap. VII. �De la divi�on de la
fuper� ie del Globo Terraqueo�, Cap. VIII. �Del Fluxo y Re�uxo de el Mar�,
Cap. IX. �De los Vientos�, Cap. X. �De la Piedra Imàn�, Cap. XI. �De los
terminos de la Navega ion, y de la Hiftiodromia�.
En el primer apartado del apítulo II se presentan los diez ír ulos prin-
ipales de la esfera eleste. Seis de ellos son máximos: �Horizonte, Meridiano,
Equino ial, E lypti a, Coluro de los Equino ios, y Coluro de los Solfti ios�. Y
uatro no máximos o menores: �Tropi o de Can er, Tropi o de Capri ornio,
Cir ulo polar Arti o, Cir ulo polar Antarti o�. El Horizonte y el Meridiano se
onsideran inmóbiles.
La Equino ial CD (Figura 3.28) es un ír ulo máximo que dista igual-
mente de los polos del mundo A y B. Este ír ulo divide, por ser máximo, la
esfera en dos medias esferas o hemisferios, el Septentrional o Boreal (CAD) y
el Meridional o Austral (CBD). El nombre de Equino ial o E uador se debe
a que uando el sol llega a él, los días arti� iales son iguales a las no hes. Este
ír ulo es medida del movimiento primero o diurno de los astros.
Figura 3.28: Figura 1. Fuente CEDILLO [1745℄
La E lípti a GF es un ír ulo máximo que orta a la Equino ial en dos
partes iguales, formando on ella los ángulos internos GED y CEF de 23 grados
y medio. Además, dista lo mismo de sus polos M y P, que de los de la Equi-
no ial A y B. Se denomina E lípti a porque los e lipses de sol y luna su eden
LIBROS DE TEXTO 253
uando la luna está en este ír ulo o po o distante de él. Este ír ulo mide el
movimiento segundo o natural de los astros, y la desigualdad de los días y las
no hes se debe a la obli uidad on que orta a la Equino ial. El Zodía o es
una zona eleste dividida por la e lípti a en dos mitades, una ha ia el Árti o
y la otra ha ia el Antárti o. Su longitud se divide en do e signos zodia ales de
30◦ ada uno y su latitud de 20◦, es de 10◦ en ada banda.
Los Coluros son dos ír ulos máximos (AEB y �ADBC�) perpendi ulares
a la Equino ial. Ambos ír ulos pasan por los polos del mundo A y B. El
ír ulo �ADBC� pasa, además, por los polos de la E lípti a (M y P) y es
perpendi ular a la Equino ial y a la E lípti a. Los Trópi os son dos ír ulos
menores paralelos a la Equino ial (HG y FY), ada uno de los uales dista
de la Equino ial 23 grados y medio. Los ír ulos polares árti o y antárti o
son dos ír ulos menores paralelos a la Equino ial, des ritos alrededor de los
polos del mundo.
Figura 3.29: Figura 2. Fuente CEDILLO [1745℄
El Horizonte es un ír ulo que divide la parte superior eleste y la inferior
�refpe to de algun lugar� y puede ser ra ional y sensible. El Horizonte ra io-
nal, también llamado natural y astronómi o, es un ír ulo máximo EF (Figura
3.29) respe to del lugar de la Tierra O, que separa los hemisferios superior
(EGF) y el inferior (EHF). El polo superior del Horizonte (G) se llama Zenith
y el inferior (H) Nadir. El Horizonte ra ional puede ser re to, obli uo o oin-
idente on la Equino ial y según esto, la Esfera puede ser re ta, obli ua y
paralela. La esfera re ta es la que tiene el �Horizonte re to à la Equino ial�, los
polos del mundo en el Horizonte y el Zenith y el Nadir en la Equino ial. En la
esfera obli ua, el Horizonte orta en ángulos obli uos a la Equino ial, un polo
del mundo está sobre el Horizonte y el otro debajo, y el Zenith y el Nadir fuera
de la Equino ial. La esfera paralela es la que tiene por Horizonte la Equino -
ial, uyo Horizonte es paralelo a los Trópi os, por lo que los polos del mundo
están en el Zenith y el Nadir. El Horizonte sensible, también llamado ��� o�
y �Arti� ial�, es un ír ulo no máximo (MN) que separa la parte superior
aparente del ielo y la parte inferior no aparente del mismo. Este Horizonte es
254 Des rip ión y análisis de textos
paralelo al Horizonte ra ional y es el que determina el día y no he arti� ial, que
son el tiempo que el sol está sobre el horizonte y debajo de él, respe tivamente.
El Meridiano es un ír ulo máximo �GFHE� que pasa por los polos del
mundo (A y B) y por los del Horizonte (G y H), y es perpendi ular a la Equi-
no ial (CD) y al Horizonte (EF). Se denomina Meridiano porque uando el
sol está en la parte superior de él es mediodía y uando está en la parte infe-
rior es mediano he. En di ho Meridiano se mide la altura del polo (AF) sobre
el Horizonte (EF) que es igual a la distani a GC del Zenith a la Equino ial CD.
En el segundo apartado se de�nen los �ar os de los maximos y de otros
Cir ulos de la Efphera Celefte�. Así, la longitud de un astro R (Figura 3.28) es
el ar o ES de la E lípti a medido desde el prin ipio de Aries (E) hasta el punto
S. Este punto S es el punto de orte entre la E lípti a y el ír ulo máximo MSP
que pasa por el entro del astro R y por sus polos M y P. La latitud de R es
su apartamiento de la E lípti a, es de ir SR. Este ar o se mide en el ír ulo
máximo MSP. La latitud puede ser Boreal o Austral. se denomina Boreal o
Septentrional uando el astro (R) se en uentra fuera de la E lípti a y ha ia
el polo Árti o. Y se denomina Austral o Meridional uando el astro (L) está
fuera de la E lípti a ha ia el polo Antárti o. El sol no tiene latitud puesto que
nun a está fuera de la E lípti a. Las estrellas �jas tienen una latitud onstan-
te, mientras que los planetas sí varían su latitud. Estos se mueven por otro
ír ulo máximo llamado órbita del planeta, órbita que orta a la E lípti a en
dos puntos opuestos llamados Nodos; uando el planeta se en uentra en ellos
no tiene latitud.
La as ensión re ta de un astro es el punto de la Equino ial on que un
astro �sube por el Horizonte de la Efphera re ta�. Su ar o EQ se mide desde
el prin ipio de Aries hasta el ír ulo máximo AQB, que pasa por el entro del
astro R y por los polos del mundo A y B. La de lina ión de R es su aparta-
miento respe to de la Equino ial CD ha ia alguno de sus polos; este ar o QR
o QL se uenta en el ír ulo que determina la as ensión re ta AQB desde la
Equino ial al entro del astro R. Si la de lina ión es QR se denomina septen-
trional, si es QL se llama meridional.
La as ensión obli ua de un astro es el punto E (véase la Figura 3.30) de la
Equino ial CD, que sube por el Horizonte MN de una esfera obli ua al mismo
tiempo que el astro O. Se mide desde el prin ipio de Aries (F), por la Equi-
no ial de o idente a oriente, hasta el Horizonte obli uo MN en el que está el
astro; así, el ar o FE es la as ensión obli ua del astro O. La diferen ia as en-
sional es la diferen ia entre la as ensión re ta y la obli ua, es de ir, EL, ar o
de la Equino ial entre los puntos E y L que determinan las dos as ensiones.
Ar o semidiurno es el que forma el astro del Horizonte hasta el Meridiano
superior (OP) o inferior (OQ). Estos ar os se miden en la Equino ial, desde
LIBROS DE TEXTO 255
Figura 3.30: Figura 3. Fuente CEDILLO [1745℄
el punto L que determina la as ensión re ta, hasta los puntos C y D en que
orta la Equino ial al Meridiano. Como LC es semejante a OP y LD a OQ
ontienen los mismos grados.
Amplitud ortiva es el ar o EO del Horizonte, entre el punto O donde sale
el astro y el verdadero Levante E. Amplitud o idua es el ar o de Horizonte,
entre el punto donde se pone el astro y el verdadero poniente.
�Cir ulo Verti al, que los Arabes llaman Azimuth� es ualquier ír ulo que
pasa por el Zenith y Nadir y es perpendi ular al Horizonte. El �Azimuth de un
Aftro V es el Verti al GVH, que pa�a por el entro del Aftro�. Se denomina
�Verti al Primario� al verti al GEH que pasa por los puntos del verdadero
Levante y Poniente.
�Angulo Verti al, ò Azimuthal� (OGN) es el que forma el Verti al on el
Meridiano, y su medida es el ar o ON de Horizonte entre el Meridiano y Ver-
ti al.
�Almin antarath� es ualquier ír ulo paralelo al Horizonte. Si está sobre el
Horizonte (SVR) se denomina �Cir ulo de Altura� porque determina al altura
del astro V, y si está por debajo re ibe el nombre de �Cir ulo de Depre�on, ò
de Profundidad�. La altura del astro V se mide en el Verti al GVO desde el
Horizonte O hasta el entro del astro V, y su omplemento (VG) se mide del
astro al Zenith.
�Cir ulos Horarios� son los ír ulos que pasan por los polos del mundo
y son perpendi ulares a la Equino ial. El �Angulo horario CAF, ò diftan-
ia del Meridiano� es el que forma el horario on el Meridiano y su medida
es �el pedazo de la Equino ial FC, entre el horario AFB, y el Meridiano ACB�.
En el apítulo V se propor ionan las medidas de un diámetro de la Tierra,
de su � ir unferen ia�, de su super� ie, y de su �folidez�, utilizándose reglas
de tres para el paso de leguas de un tipo a otro.
256 Des rip ión y análisis de textos
En la segunda parte del apítulo XI, dedi ada a la �Histodromìa [que℄ es
la do trina, que de lara las propiedades de la linea, que forma el progreso ò
urso de la nave on la demonstra ion de la aguja nauti a�, se estudia la línea
que sigue la nave según el rumbo por el que se navega. En el segundo de los
asos Cedillo se propone probar la falsedad de la tesis sostenida por aquellos
que a�rman que navegando por el este oeste no se va por un paralelo, sino
por el Verti al primario a quien representa, y por onsiguiente, ha ia los pun-
tos del verdadero Levante y Poniente, aproximándose a la �Equino ial�. Para
probarlo pro ede omo sigue:
Sean C (Figura 3.31) el lugar de la nave, E el Polo Septentrional, AB la
Equino ial, CD el Verti al primario que representa la línea de este u oeste, y
EFH y EGM los uadrantes de otros meridianos que ortan al Verti al primario
en los puntos F y G. Enton es los ángulos en F y G son obli uos.
Figura 3.31: Figura 8. Fuente CEDILLO [1745℄
En el triángulo ECF los lados EC y EF �juntos� son menores que el se-
mi ír ulo, luego el ángulo externo EFG es mayor que el interno ECF. Pero el
ángulo ECF que forma el Verti al primario on el Meridiano es re to y por
tanto, el ángulo EFG es mayor que el re to, y por onsiguiente obtuso. Análo-
gamente se demuestra que el ángulo EGD es mayor que el ángulo re to ECD.
Por tanto, �la Navega ion por el Efte Oefte� no es por el Verti al primario,
pues en esta navega ión se van formando ángulos re tos on todos los meridia-
nos.
En el uarto aso se ha e un estudio análogo suponiendo que la nave se
dirige por ualquier rumbo obli uo. La línea así des rita por la nave es espiral
y re ibe el nombre de �Loxodromìa�. Esta línea forma on todos los meridianos
ángulos obli uos iguales, pero ningún ír ulo máximo. Supongamos que la nave
sale del punto A (Figura 3.32
593
) de la Equino ial AC, uyo polo es B, por
un rumbo oblí uo, uyo ángulo BAD sea de 50◦. Cuando llega al Meridiano
593
Hemos tomado la �gura de la edi ión de 1750 ya que en la edi ión de 1745 no se ve bien
la línea verti al BA. En ambas edi iones la �gura es idénti a.
LIBROS DE TEXTO 257
BH la �pequeña distan ia AD� pasará por un ar o de ír ulo máximo, pero
ontinuando el ar o de ír ulo máximo DX uando llegue al meridiano BY en
lugar de llegar a X llegará �mas arriba á F� porque el ángulo externo BDX es
mayor que el interno BAD, igual a BDF, que es el que forma la �Loxodromìa�
ADF on el Meridiano BH. De esto se dedu e que �La loxodromìa ADFHL
[si ℄ fe và en urbando de uno en otro Meridiano, y aprominandofe à los Polos,
formando una linea efpiral, ò qua� efpiral�.
Figura 3.32: Figura 9. Fuente CEDILLO [1750℄
Los �segmentos ò partes de la Loxodromìa� igualmente distantes son igua-
les entre sí. Sean EZ, GV, et . los paralelos igualmente distantes un minuto,
para que puedan tomarse por líneas re tas sin error sensible. Consideremos la
�Loxodromìa� ADFNL que interse ada on los paralelos igualmente distantes
origina los ar os de Meridianos AE, DG, FO, NP iguales. Enton es los seg-
mentos AD, DF, FN, NL son iguales. Para probarlo el autor mani�esta que los
triángulos ADE, DFG, FNO, NLP pueden suponerse re tilíneos por ser sus la-
dos de un minuto. Sus ángulos E, G, O, P son re tos puesto que los Meridianos
ortan a todos los paralelos en ángulos re tos. Además, omo la �Loxodromìa�
orta en ángulos iguales a los Meridianos los ángulos EAD, GDF, OFN, PNL
son iguales. Y omo se ha supuesto que los ar os AE, DG, FO, NP son iguales
se dedu e que AD, DF, FN, NL también lo son. Para �nalizar se señala que
también todos los ar os ED, GF, ON, PL son iguales en millas. pero no en
minutos de sus ír ulos porque una misma antidad de millas en diferentes
paralelos da más o menos grados y minutos.
Es de interés observar que en la exposi ión anterior Cedillo utiliza los ar-
gumentos geométri os que sirvieron para justi� ar el ál ulo in�nitesinmal,
identi� ando a onvenien ia segmentos lineales ya que trabaja on tamaños
muy pequeños.
El segundo libro está basado en el Compendio de navega ion del propio
autor. En el primer apítulo, �De la onstru ion y u∫o de la Balle∫tilla�, se
258 Des rip ión y análisis de textos
estudia la gradua ión de la misma; los on eptos matemáti os apli ados son
los mismos que los utilizados en el Compendio de navega ion y ya han sido
expuestos en la se ión 3.2.2.
En el apítulo III, titulado �De los yerros de las ob∫erva iones, y de las
reglas del Sol, y E∫trellas�, se expli a el uso de las tablas de las de lina iones
del sol y se utilizan reglas de propor ión para al ular la diferen ia entre el
meridiano de las tablas y el meridiano en que se navega. Este apartado se trata
también en el Compendio de navega ion omo ya se omentó en se ión 3.2.2.
El apítulo V presenta tres modos de al ular la varia ión de la aguja. El
ter ero onsiste en realizar una observa ión on la ballestilla o el uadrante
antes o después del mediodía y el �Azimuth magneti o�, bus ando on la al-
tura del sol observada la de lina ión en ese momento y al ulando la altura
del polo del sitio de la observa ión del �Azimuth del Sol� por trigonometría.
El modo de expli arlo es a través del siguiente ejemplo:
Sean ZPCS (Figura 3.33) el Meridiano, SN el Horizonte, D el sol, y su
verti al ZDB. Cono idos la altura del Polo PN de 36 grados y 30 minutos
uyo omplemento es ZP de 53 grados y 30 minutos, la altura del sol sobre
el horizonte DB de 43 grados y 50 minutos uyo omplemento es DZ de 36
grados y 10 minutos y la de lina ión del sol ED de 18 grados y 30 minutos
uyo omplemento es DP de 71 grados 30 minutos se onstruye el triángulo
DZP del ual se ono en los tres lados y se bus a el ángulo DZP on �la
pra ti a siguiente�:
Figura 3.33: Figura 34. Fuente CEDILLO [1745℄
Añadanfe los omplementos Logarithmos de los fenos de los lados,
que omprehenden el angulo, que fe buf a à los fenos Logarithmos de
los ar os de las diferen ias, entre la femi-fuma de los tres lados, y ada
uno de di hos dos lados, y la mitad de la fuma, es el feno de la mitad
del Angulo
594
.
Este método, que no estaba in luido en el Compendio de Navega ion de
Cedillo, utiliza logaritmos para fa ilitar los ál ulos, indi ando paso a paso las
594
CEDILLLO [1745, p. 165℄.
LIBROS DE TEXTO 259
opera iones a realizar, pero sin men ionar la fórmula que se usa. Como veremos
más adelante, otros autores también usarán el método pero habrá que esperar
hasta el Tratado de Trigonometría Esféri a de Gabriel Cis ar para ver es rita
la itada fórmula.
En el apítulo VII, dedi ado a la orredera, se utiliza el paso de toesas a
pies de París, pies astellanos, millas y millas marítimas.
En el apítulo VIII se estudian las artas de marear, planas y redu idas.
En estas últimas los grados de longitud son iguales entre sí pero los de latitud
van aumentando a medida que nos a er amos a los polos. Cedillo expli a la
gradua ión utilizando el método de las se antes y el de las partes meridiona-
les, y a ontinua ión demuestra trigonométri amente el método propuesto de
la forma siguiente:
En el uadrante FAC (Figura 3.34) sea DC un ar o de 40◦ de latitud uyossenos primeros y segundos son DG y DB respe tivamente. EC es la tangente
de di ho ar o y AE la se ante. Las ir unferen ias de los ír ulos y sus ar os
son semejantes y tienen entre sí la misma razón que los radios. Como AC es
el radio de la Equino ial y BD el radio del paralelo de 40◦, tiene la misma
razón BD, seno segundo de la latitud de 40◦, on el radio AC que un grado de
paralelo de 40◦ en millas o leguas, on un grado de la Equino ial en millas o
leguas. Esto mismo su ede para ualquier otro ar o del paralelo semejante al
de la Equino ial. Como los triángulos DAG, EAC tienen los ángulos G y C
re tos y el ángulo DAG omún son equiángulos (proposi ión 32 del Libro 1 de
Eu lides) y semejantes (proposi ión 4 del Libro 6 de Eu lides). Luego omo
AG o su igual BD, seno segundo de la latitud del paralelo, a AE así AC, radio,
a AE se ante de di ha latitud. Por tanto un grado de paralelo a un grado de
Equino ial tiene la misma razón que el radio AD o su igual AC a la se ante
EA del ar o DC.
Figura 3.34: Figura 41. Fuente CEDILLO [1745℄
En el apítulo X donde se estudia el uadrante de redu ión se pasa la dife-
ren ia de latitud, obtenida en grados y minutos, a leguas fran esas. Estas son,
260 Des rip ión y análisis de textos
según el autor, �las que omunmente ufamos en la Navega ion�. En el apítulo
XI y último titulado �De las redu iones de las diftan ias del Lefte, Oefte, à
las leguas de la verdadera Longitud, y de las Corre iones, que fe ha en por el
Quadrante de Redu ion� se utiliza el paso de lenguas a grados y minutos.
Con respe to a la edi ión posterior de 1750 observamos que en esta o asión
la obra se dedi a �al Gloriosisimo Patriar a Sr. S. Joseph, dignisimo esposo
de la Virgen Madre, y padre putativo de Jesus�, no habiendo varia ión en las
ensuras y li en ias. Cotejadas ambas edi iones se observa que prá ti amente
son las mismas on mínimas varia iones que ya hemos omentado. Además,
se observan diferen ias en la grafía, pasando la �f� a �s� omo se es ribir
a tualmente, algunas palabras toman la h ini ial y ambian la �z� por la � �
omo �ha ia� en lugar de �azia� y se ambia el sentido de la tilde además de
pasar de la �v� a la �b�, omo �des ribirán� en lugar de �def riviràn�.
3.2.8. 1749. Tratado de Navega ion Theori a, y Pra ti a.
Sán hez Re iente
Tratado de Navega ion Theori a, y Pra ti a fegun el orden, y Methodo,
on que fe enfeña en el Real Colegio Seminario de Sr. S. Telmo, extra muros
de la Ciudad de Sevilla. Dedi ado al Ex .
moSeñor Marques de la Enfenada,
Caballero del Real Orden del Toifon de Oro, y de S. Genaro, del Confejo de
Eftado de S. Mag. y Superintendente General de Ha ienda, & . Por Mano
de los Caballeros Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio Seminario,
los Capitanes D. Fauftino Clemente Raquejo, D. Diego de la Fuete Ponze de
Leon, y D. Geronymo Josfeph Gaytan. Es ripto por Don Juan San hez Re-
iente, Presbytero, Cathedrati o de Mathemati as de di ho Real Colegio.
El tratado omienza on la dedi atoria al �Ex.
moSr. Don Zenon de So-
modevilla, Marquès de la En∫enada, Caballero de el Real Orden del Toi∫on de
Oro, y de S. Genaro, Comendador de Piedra Buena en el de Calatrava, del
Con∫ejo de Eftado de ∫u Mag. y ∫u Se retario, del De∫pa ho de las Nego ia io-
nes de Guerra, Marina, y Ha ienda: Y Superintendente General del Cobro, y
Di∫tribu ion de ella & .�.
Después se insertan las aproba iones y li en ias para la impresión de la
obra:
�Aproba ion del M. R. P. Fr. Lu as Ramirez, Do tor en Sagrada Theo-
logia, Cali∫i ador de la Suprema, y General Inqui∫i ion de E∫paña, Exa-minador Synodal de ∫u Arzopi∫pado, y Le tor de Sagrada Theologia en
el Convento de Sr. S. Antonio de Padua de di ha Ciudad�, fe hado en
Padua el 12 de noviembre de 1749.
Li en ia del Sr. Provisor �Dr. D. Pedro Manuel de Cefpedes, Dignidad
Theforero, y Canonigo de la Sta. Igle�a Patriar hal defta Ciudad de Se-
LIBROS DE TEXTO 261
villa, Provifor, y Vi ario General en ella, y fu Arzobifpado, & .�, fe hado
en Sevilla el 18 de noviembre de 1749.
Aproba ión del �M. R. P. Fr. Jo∫eph Fran o, del Orden de Predi adores,
Cathedrati o de A∫tronomia en la Univer∫idad de Sevilla�
Li en ia del Sr. Juez �Li . D. Jofeph Manuel Maeda del Hoyo, del Confejo
de S.M. fu Inqui�dor Apoftoli o mas antiguo en el Tribunal del Sto. O� io
en la Inqui� ion de efta Ciudad de Sevilla, & . Superintendente de las
Imprentas, y Librerias de ella, y fu Reynado�, fe hado en Sevilla el 18
de noviembre de 1749.
Figura 3.35: Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1749) Tratado de
Navega ion Theori a, y Pra ti a [. . . ℄. Sevilla. Fuente: http://books.google. om
Se in luyen después las dé imas a rósti as dedi adas al autor es ritas por
un dis ípulo suyo que trans ribimos a ontinua ión:
262 Des rip ión y análisis de textos
DEZIMAS ACROSTICAS
al Author, por un Di∫ ipulo ∫uyo,en alabanza de ∫u Nauti a.
D
.
Exe Neptuno el Tridente,
J
Uzgando inutil el ufo,
V
Iendo el Methodo, que pufo
A
L Mar el Do to RECIENTE:
N
Auti o el mas eminente
S
Ur a el Golfo hryftalino:
A
Dmirafe diamantino,
N
Ombrandofe por los Mares
C
On ex e�os �ngulares
H
Uefped no; � peregrino.
E
N el Nauti o arrogante
Z
Ozobrar era frequente:
R
Epara el daño RECIENTE
E
N la Luz de fu Quadrante:
C
E�e el Ceruleo exudante,
I
Mpidiendo fu furor:
E
Smaltefe on fulgor,
N
Otando en toda fu Eftan ia,
T
Rtansformarfe fu in oftan ia
E
N la onftan ia mayor.
El mismo dis ípulo ompone para el autor las siguientes o tavas que se
muestran en el libro después de las dé imas.
LIBROS DE TEXTO 263
OCTAVAS AL AUTHOR
por el proprio Di∫ ipulo, parael mi∫mo A∫∫umto.
ENtregafe el Piloto on�ado
De las Ceruleas ondas à la esphera,
Quando à un feroz bayben inopinado
Zozobrante la Nave on�dera:
Yà del Olimpo llega à lo elevado,
Yà fer tropheo del Abyfmo efpera:
Y entre S yla, y Caribdis ombatido,
De la auda ia fe mira arrepentido.
LLega el Do to RECIENTE en tanto
empeño,
Mueftra el Norte feliz dire tamente:
Mitiga de Neptuno el duro eño,
Tranquilidad aufando felizmente.
Yà tiene el Mar den SANCHEZ proprio
dueño,
Experto en navegar; aunque RECIENTE:
Pues rigiendo on punto fu Quadrante,
Quadra el punto, que rige, reelevante.
Para on luir esta parte preliminar se in luyen un prólogo, el índi e y una
introdu ión. En el prólogo Sán hez Re iente mani�esta que el presente Tra-
tado está dirigido a la enseñanza de los alumnos del Real Seminario de San
Telmo, on miras a formarlo teóri a y prá ti amente, pero a un nivel bási o,
siguiendo las líneas estable idas en di ho Seminario. De este modo, solamente
tratará en el presente texto �lo muy pre ifo, para onfeguir di ho �n, no de-
xando de adelantar alguna ofa�.
También se re�ere a la importan ia de �la Arte de Navegar�; sin ella no
sería posible omuni arse on el Nuevo Mundo de las Indias, llamado Améri a,
y des ubierto por Cristóbal Colón. Por ello, para ontribuir a esta empresa del
reino, su propósito es aportar a los prin ipiantes todo lo ne esario para que
aprendan a gobernar las embar a iones.
El texto se ompone de 26 apítulos uyo ini io está o upado por la de�-
ni ión de navega ión, la misma que da Cedillo, ante esor de Sán hez Re iente
en las labores do entes en el Real Seminario de San Telmo, en su Tratado
de Navega ión de 1717 anteriormente estudiado. Distinguiremos para nuestro
estudio los nueve primeros apítulos del resto. Los on eptos desarrollados en
estos apítulos se orresponden on los expli ados por Cedillo en la primera
264 Des rip ión y análisis de textos
parte de su Tratado. Sán hez Re iente los expone de una manera más extensa
e ilustrando los on eptos on �guras. En estos primeros apítulos no se utili-
zan ni apli an on eptos matemáti os.
Los apítulos X a XXVI se destinan al estudio de los uatro términos de
la navega ión y a los instrumentos utilizados para su ál ulo. Un estudio en
profundidad de estos on eptos e instrumentos puede verse en Iglesias [2000℄.
Nosotros analizaremos en estos apítulos úni amente los on eptos matemáti-
os utilizados en el desarrollo de los mismos.
Tal y omo su ede en el Tratado de Cedillo, en el apítulo dedi ado a la
ballestilla ( apítulo XII) se proponen dos métodos para la gradua ión de su
radio: el geométri o y el trigonométri o. El autor ompara ambos métodos, ma-
nifestando que el �primer modo tiene alguna di� ultad en tirar on exa titud
las lineas, y el fegundo es mas feguro; pero no tan entendido de los prin ipian-
tes�
595
. No observamos diferen ias sustan iales en la expli a ión del primer
método on respe to a Cedillo. Sán hez Re iente también in luye un grá� o
ilustrativo para una mejor omprensión del método. Con respe to al segundo
método, el autor di e que �el modo de graduar el Radio por Trigonometria fe
ha e por las Tangentes naturales, y por quatro petipies, � ef alas de la mitad
de largo de ada zonaja, y dividido ada uno en 100. partes iguales, omo es la
demoftrada en la Lam. 7.�. Aunque el autor, igual que Cedillo, tampo o ita
la fórmula 3.1 (véase la página 223) usada para tal �n, ofre e una expli a ión
más detallada que Cedillo, ilustrándola de nuevo on la orrespondiente �gura.
Para expli ar y demostrar por qué se toma la mitad de la gradua ión en los
ál ulos a realizar, utiliza las rela iones entre triángulos y se apoya en la �gura
de la lámina 7, anteriormente itada.
En los apítulos XI, XIII, XIV y XV se expli a ómo fabri ar el astrolabio,
los uadrantes de un ar o y de dos ar os, y las artas de marear, respe tiva-
mente. En todas estas exposi iones se da una expli a ión geométri a sobre las
medidas y propor iones que deben umplir los instrumentos. La gradua ión
de estos se lleva a abo utilizando regla y ompás, tirando líneas y trazando
ar os de distintas medidas que luego se dividen en un número onvenido de
partes iguales. Un pro eso análogo se lleva a abo en el apítulo �XVIII y 2�,
que trata de las orrientes y abatimientos. Para medir el abatimiento, que es
�lo que ha e def ae er, ò variar el Rumbo, que lleva el Navio àzia alguno de
los Rumbos Cardinales�, se onstruye un semi ír ulo, dividido en 16 partes
iguales, por uyos puntos se tiran al entro líneas que representarán los 16
rumbos de la media Rosa de Marear. Di has líneas se numeran de 0 a 8 desde
el radio entral tanto ha ia la izquierda omo ha ia la dere ha. Se pro ede a
graduar del mismo modo, del entro ha ia la izquierda y del entro ha ia la
dere ha, ada uarto de ír ulo desde 0◦ a 90◦. Estos métodos onstru tivosque utilizan regla y ompás, se emplean en la resolu ión de los problemas de
595
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, p. 89℄.
LIBROS DE TEXTO 265
los apítulos XXII y XXIII, 15 en el primer aso y 10 en el segundo. Un nú-
mero de problemas mu ho mayor que el que ofre e Cedillo en su Tratado de
Navega ión de 1717 anteriormente itado.
Por otra parte, Sán hez Re iente utiliza la regla de tres en distintos a-
pítulos del libro. Así, en el apartado II del apítulo XVIII, dedi ado a las
tablas de las de lina iones del sol, se expli a el modo de uso de las mismas.
Las propor ionadas en este libro de texto son las �formadas al Meridiano de
efta Nobilifsima Ciudad de Sevilla�, y dado que en general se navegará por
un meridiano distinto al que están referidas, se utiliza una regla de tres para
obtener la de lina ión del sol en el meridiano deseado
596
. También se utiliza
di ha regla en la onstru ión del reloj no turno
597
y en los problemas de los
apítulos XXII y XXIII donde deben redu irse las millas a leguas españolas,
fran esas y alemanas
598
.
En la obra se apli an on eptos trigonométri os. Así, en el apítulo dedi ado
a la orredera el autor expone:
La razon de feñalar eftas diftan ias â diftintos Rumbos fe funda en
la Trigonometria, donde fe podrà vèr on la propor ion �guiente: Como
el feno primero de II. grs. y I5. min. que es el valor del I. Rumbo, al
Radio: afsi I7. y media leguas Efpañolas, que orrefonden â I. gr�. del
Meridiano, â las orrefpondientes â di ho I. Rumbo: y faldrà por quarto
termino I7. leguas, y 4. quintos, que fon er a de I8. Y â efte modo fe
obrarà en los demàs Rumbos
599
.
Se apli an propor iones similares en los ál ulos en los que se utilizan las
tablas de las amplitudes del sol:
Defpues fe pondràn las Amplitudes orrefpondientes â ada gr�. de
De lina ion del Sol, y de altura de Polo, ufando de la propor ion �-
guiente: Como el feno 2. de la altura de Polo al Radio, afsi el feno de la
De lina ion del Sol â la Amplitud, que fe buf a. Y lo que viniere al 4.
termino, fe pondrà en fu lugar, omo ya quèda di ho
600
.
Y también en la onstru ión de la �Tabla de minutos y leguas orrespon-
dientes a ada grado de paralelo�, utilizada para hallar la distan ia verdadera
entre dos lugares que se hallan en el mismo paralelo y uya longitud es ono-
ida:
Para que fe fepa las leguas, que orrefponden â ada gr�. de qual-
quier paralelo, fervirà la tabla �guiente [. . . ℄ uya fabri a fe funda en
596
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, pp. 127-132℄.
597
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, pp. 173-178℄.
598
Véase una apli a ión en el Problema I del apítulo XXII, uya resolu ión se en uentra
en las páginas 190-191.
599
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, pp. 117-118℄.
600
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, p. 133℄.
266 Des rip ión y análisis de textos
la Trigonometria on la propor ion �guiente: Como el Radio al Seno 2.
del paralelo dado, afsi 60 millas, que tiene I. gr�. de la Equino ial, â las
orrefpondientes â ada gr�. del di ho paralelo. Y faldrà al 4. termino,
las millas, que fe buf an [. . . ℄
601
.
En los dos últimos problemas del apítulo XXIII, los problemas IX y X,
se utiliza el teorema de Pitágoras. El problema X es, en palabras del autor, el
problema inverso del IX, que trata el ál ulo de la distan ia verdadera entre
dos lugares, ono idas la diferen ia de latitud y la longitud de di hos lugares.
Para al ular la distan ia verdadera se tendrán en uenta los tres asos que
surgen de las tres posi iones distintas en las que pueden estar olo ados los
lugares, a saber, en un mismo meridiano, en un mismo paralelo, en distintos
meridianos y paralelos. En el ter er aso se realizan los ál ulos para obtener
la distan ia verdadera de manera grá� a, tomando distan ias on el ompás
y trans�riéndolas al tron o de leguas. Pero Sán hez Re iente ofre e, además,
otro método alternativo que onsiste en utilizar el teorema de Pitágoras:
Tambien fe puede faber efta dift. tomando la diferen ia de la lat. q es
I0. grs. y multipli andola por I7. y media leg. Efpañolas, produ iràn I75.
y quadrandolas, importaràn 30625. Tambien fe tomarà la diferen ia de
long. que es I4. grs. y 50. min. � I4. grs. y 5. fexmos, y fe multipli aràn
por las leguas, que orrefponden al paralelo medio 35.grs. que fon I4. y
I. ter io, y produ irán 2I3. uyo quadrado es 45369. y la fuma de ambos
quadrados es 75994 de quien fa ado la raiz quadrada, ferà 275 mas raiz
369. que, por fer mas de medio el quebrado fe podrà ha er entero, y ferà
la raiz quadrada de 276. leg. Efpañolas, que es lo mifmo, que antes. Efte
mod de fa ar efta dift. eftà fundado en la Prop. 47. del I. de Eu lides:
porque los 3. puntos: el falido, el llegado, y el Correfpondiente forman un
triangulo re tangulo, �endo el angulo re to, el que fe forma en el punto
Correfpondiente
602
.
En el problema X se pro ede análogamente; para al ular la diferen ia de
latitud se expli a primero el método grá� o y a ontinua ión, se expone ómo
al ular di ha diferen ia de latitud mediante la proposi ión 47 del libro I de
Eu lides:
Tambien fe puede hallar por la Prop. 47. del I. quadrando la dift.
276. leguas, que importarà 76I76. de quien fe reftarà el quadrado de
la diferen ia de lat., redudido â leg. omo en el Prob. ante edente, y es
30625. y el residuo 4555I. ferà quadrado de la diferen ia de long. de quien
fa ando la raiz quadrada, que ferà 2I3. mas raiz I82. que, por no llegar
â medio, fe defpre iarà efte quebrado, y quedaràn folo las 2I3. leg. que
partidas entre I4. y I. ter io, que orrefponden â ada gr�. del paralelo
de 35. que es el medio entre 30. y 40. grs. vendrà al to iente I4. grs. y
5I. min. que es la diferen ia de long. espheri a entre di has Islas; y fe
diferen ia del ante edente en I. folo min. por aufa de los quebrados
603
.
601
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, pp. 231-232℄.
602
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, p. 235℄.
603
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, pp. 238-239℄.
LIBROS DE TEXTO 267
Además en este mismo problema X, en la resolu ión del primero de los tres
asos que pueden plantearse, se expli a el ál ulo de la diferen ia de latitud en-
tre dos lugares, apli ando dos pro edimientos diferentes, el grá� o y el basado
en las propor iones. Este último se apli a omo sigue:
Tambien fe puede faber di ha diferen ia de lat. partiendo las 70
leguas entre I7. y media, que tiene ada gr�., y vendrà al to iente 4.
que es la diferen ia, que fe buf a. Y para ha erlo on mayor fa ilidad,
dupli ando las 70. leg. haràn I40. que partidas entre 35. que es duplo de
I7. y media, vendrà al to iente 4. grs. que es lo mifmo. Efta opera ion
se funda en la Prop. 15. del 5. de Eu lides
604
.
La obra in luye al �nal de la misma una ole ión de tablas; estas son aten-
diendo a su orden de presenta ión: la tabla de Las o ho estrellas que tienen la
de lina ión Septentrional, la tabla de Las o ho estrellas que tienen la de lina-
ión Meridional, la tabla de �lo que fe ha de añadir, � quitar de la ob∫erva ionde la Polar, quando e∫tà arrumbada on alguno de los Rumbos Generales, para∫aber la altura de Polo�, las tablas de las De lina iones del Sol, y la tabla de
las Amplitudes Ortiva y O idua del Sol. Además, el Tratado ontiene uatro
láminas plegadas on �guras ilustrativas que se en uentran diseminadas en el
propio texto
605
.
Por último, señalaremos que la obra está bien estru turada, diferen iándose
on distintos tipos de letra los apítulos, apartados y enun iados de problemas.
El lenguaje utilizado por Sán hez Re iente es laro y asequible, muy ade uado
para el le tor que se aproxima por vez primera a la obra.
3.2.9. 1751. Tratado de Arithmeti a theori a, y pra ti a.
Sán hez Re iente
Tratado de Arithmeti a theori a, y pra ti a, segun el modo, on que se en-
feña en el Real Colegio Seminario de San Telmo extra muros de la Ciudad de
Sevilla. Dispuesto por don Juan Sán hez Re iente, Presbytero, Cathedrati o de
Mathemati as en di ho Real Colegio. Quien lo dedi a a la muy ilustre Univer-
sidad de Mareantes, Adminiftradora perpètua de di ho Real Colegio.
La obra omienza on una dedi atoria a �La muy Ilustre y Ef lare ida
Univer�dad de Mareantes�. Continúa on dos aproba iones y la li en ia de
impresión de la obra, inter alada entre las dos aproba iones. La primera apro-
ba ión está �rmada en Sevilla el 10 de febrero de 1751 por �D. Pedro Muñoz
604
SÁNCHEZ RECIENTE [1749, p. 236℄. La Proposi ión 15 del Libro Quinto de Eu lides
di e: �Las partes guardan la misma razón entre sí que sus mismos múltiplos, tomados en el
orden orrespondiente� [EUCLIDES, 1991, Libro V, p. 41℄.
605
Las itadas láminas se en uentran entre las páginas 80 y 81, 112 y 113, 192 y 193, y 288
y 289.
268 Des rip ión y análisis de textos
de Zarate, Do tor en Sagrada Theologia, y Cura del Sagrario de la Sta. Me-
tropolitana, y Patriar hal Igle�a de efta Ciudad de Sevilla�. Este pide al autor
que añada en su obra
un apendi e de las reglas de redu ion de monedas de aquellos Rey-
nos de nuestro mayor Comer io, de el modo, y giro de los ambios, y de
las propor iones, que guardan sus pesos, y medidas on las nuestras, à
el modo, que trae el P.Tos a, la de pies Geometri os; no porque falten
impresos de este asunto nuestros, y on mas extension los Extranjeros
si solo porque las admirables ventajas de este Autor, sobre uantos han
es rito estas materias, prometen desde luego toda la satisfa ion, y uti-
lidad pùbli a, que falta à aquellos.
Figura 3.36: Portada del libro SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1751) Tratado de
Arithmeti a theori a, y pra ti a [. . . ℄. Sevilla. Fuente: http://bdh.bne.es/
La segunda aproba ión la �rma el �M. R. P. Fr. Jofeph Fran o, del Orden
de Predi adores, Cathedrati o de Aftronomia en la Univer�dad de efta Ciu-
dad de Sevilla� el 14 de marzo de 1751 en Sevilla. La li en ia de impresión,
inter alada entre ambas aproba iones, la on ede en Sevilla el 19 de febrero de
LIBROS DE TEXTO 269
1751 el sr. juez �Li . D. Jofeph Manuel de Maeda y del Hoyo, Colegial Huef-
ped en el Mayor del Arzobifpo, Cathedrati o en la Univer�dad de Salaman a,
del Confejo de S.M. fu Inqui�dor Apoftoli o mas antiguo en el Tribunal del
Sto. O� io de la Inqui� ion defta Ciudad de Sevilla, Superintendente de las
Imprentas, y Librerias dèlla, y fu Reynado�.
A ontinua ión se reprodu en las o tavas a rósti as y las dé imas ompues-
tas y dedi adas al autor por un dis ípulo suyo.
OCTAVAS
A hrofti as al Author
Por un Di∫ ipulo ∫uyoen alabanza de ∫u
Arithmeti a.
A
l vèr la heroy a pluma reeleva-
D
.
el mas do to Arithmeti o ex ele-
J
a tan iofo el Syfthema mas triunfa-
V
en ido quedarà muy fa ilme-
A
fer de la Mathe�s el Athla-
N
eblì veloz, af iende preemine-
S
iendo Ora ulo, y Voz, q do to apu-
A
el Sàbio ilùftre, quando le pregu-
N
o intènte ompetir on tu Giga-
NTE
C
ien ia el audàz intrepido Pha to-
H
.
uya, � tema el def enfo fulmina-
R
egir, � afpira, el nitido Phlego-
E
u lides no regiftra femeja-
C
alla al vèr tus dif urfos Regio-Mo-
I
en tu numerar do to, y eloque-
E
-
res Pra ti o antiguo; aunque RECIEN-
270 Des rip ión y análisis de textos
DECIMAS
al Author
Por el proprio Di∫ ipulo â el
mi∫mo A∫∫umto.
TAnto fe remonta el vuelo
De tu Pluma bien ortada,
Que por lo muy elevada
Que no la al an en re elo:
Def ribirle un paralelo
La mas fubtil no on�enta;
Pues qualquiera experimenta,
Que quando tu voz ef u ha,
Aunque fu uenta fea mu ha,
Serà de muy po a uenta.
PYthagoras te ofulta,
Platon, de efta Cien ia Al ides,
Con el Congre�o de Eu lides,
De pudor llèno fe o ulta:
De tu numerar refulta
Af ender â tanto grado,
Que aunque alguno huviera o�ado
Competir on fanta�a,
Aunque ontado ferìa,
No rèo ferà ontado.
Para �nalizar esta parte introdu toria, Sán hez Re iente se dirige al le tor,
desta ando la importan ia de la aritméti a, ien ia �que trata de los números,
y que enseña el modo de ompararlos, aumentarlos, o disminuirlos�. Sin ella�
a�rma�no podrían ni entenderse ni adquirirse prin ipios presentes en otras
ien ias.
El texto onsta de 25 apítulos. El primer apítulo trata de la numera ión.
Los apítulos II, III, IV y V se destinan a las opera iones bási as de suma, res-
ta, multipli a ión y división de números enteros
606
. Estas opera iones pueden
redu irse a las dos primeras, ya que �Multipli ar es lo mifmo, que Sumar por
abrevia ion: y Partir es lo mifmo, que Reftàr on mayor brevedad�
607
.
En el apítulo VI se estudian las mismas propiedades, pero para el aso de
quebrados. En el apítulo VII, titulado �De las reglas de mu hos quebrados�,
se repite el estudio para el aso de más de dos quebrados. Los apítulos VIII
606
El autor se re�ere on esta denomina ión a los números naturales. Las antidades nega-
tivas no son tratadas en el presente libro.
607
SÁNCHEZ RECIENTE [1751, p.4℄.
LIBROS DE TEXTO 271
y IX se dedi an al estudio de los �quebrados de quebrados� y a la redu ión
de un quebrado a un denominador determinado, respe tivamente.
En los apítulos X y XI vuelven a tratarse las opera iones suma, resta,
multipli a ión y división. En el apítulo X se muestra el modo de operar en
el aso de que en la opera ión estén involu rados tanto números enteros omo
quebrados. Y en el apítulo XI, el modo de operar uando se manejan números
denominados.
El apítulo XII se dedi a al estudio de la regla de tres, presentando las si-
guientes variantes: regla de tres simple y sin tiempo, regla de tres inversa, regla
de tres on tiempo, y regla de tres inversa y on tiempo. Los siguientes apítulos
hasta el XIX in lusive se dedi an a la resolu ión de asos prá ti os, utilizando
las itadas reglas. El apítulo XIII, �De la Regla de ompañias �mple y on
tiempo�, expli a el ál ulo de la ganan ia o pérdida obtenida por ada uno de
los nego iantes que forman una ompañía, teniendo o no en uenta el tiempo
trans urrido durante el nego io. El apítulo XIV, �De arrendamientos�, trata
en dos ejer i ios resueltos el mismo aso anterior, pero ahora, sustituyendo los
audales por seguros o �anzas. En el apítulo XV, �De interesses�, se enseña
a apli ar esta regla, �la más usada entre Comer iantes, y Mer aderes: porque
on ella ajustan sus intereses para saber, uanto por 100 ganan, o pierden en
sus ontratos; es también llamada Regla del tanto por 100�
608
. El apítulo
XVI, �De las Aliga iones�, onsta de dos ejer i ios resueltos donde se expli a
la forma de al ular las propor iones para realizar las alea iones. En el apítulo
XVII, �De testamentos�, se resuelven uatro ejer i ios sobre el reparto de una
heren ia. En el apítulo XVIII, �De baratas o Trueques�, se expli a en dos
ejemplos omo � ambiar unas Mer aderias, o Generos por otros, guardando
la razon, que tienen entre sí, segun el valor de ada uno de ellos�
609
. En el
apítulo XIX se estudia la regla de posi ión simple y ompuesta.
Los apítulos XX y XXI se destinan de nuevo al estudio de las uatro ope-
ra iones bási as, ahora para el aso de fra iones uyo denominador es una
poten ia de 10.
El ál ulo de la raíz uadrada y úbi a es objeto de estudio de los apítulos
XXII y XXIII. El apítulo XXIV está dedi ado al �Abalúo de Frangotes y Far-
dos�. Y el autor dedi a el último apítulo a la resolu ión de algunas uestiones
uriosas omo �La edad de Alexandro� y �El león y la fuente�.
Por otra parte, la obra dispone de un índi e, titulado �Tabla de los api-
tulos�, olo ada al �nal del libro.
608
SÁNCHEZ RECIENTE [1751, p. 185℄.
609
SÁNCHEZ RECIENTE [1751, p. 199℄.
272 Des rip ión y análisis de textos
En uanto a la estru tura del texto diremos que, aunque los ontenidos se
expli an de manera muy lara, estos se su eden en el texto de forma ontinua.
Se utiliza el mismo tipo de letra para toda la obra, ex eptuando los rótulos
referidos a apítulos y grandes apartados. Asimismo, los ejemlos se muestran
numerados y en el último apítulo ada uestión tratada se presenta on un
ambio de tamaño de letra. Las po as notas a laratorias que apare en en la
obra se distinguen también por un ambio en el tamaño de letra. Por otra par-
te, las opera iones bási as son tratadas de forma redundante. Por ejemplo, se
estudian estas para opera iones entre quebrados, entre más de dos quebrados,
entre quebrados y enteros, y entre quebrados uyos denominadores sean po-
ten ia de 10. Esta estru tura ontrasta on la presentada por Sán hez Re iente
en su Tratado de Trigonometria plana general, muy uidada y esmerada tanto
en ontenidos omo en forma.
3.2.10. 1756. Le iones nauti as. Ár her Menor
Le iones nauti as, expli adas en el mvseo mathemati o de el M. N. y M. L.
Señorio de Viz aya, Noble Villa de Bilbao, y su Illustre Casa de Contrata ion.
Su autor: D. Miguel Ar her, Capitan de Fragata, è Hidrographo de las mifmas
Communidades.
La obra omienza on la �Aproba ion de D. Joa hin de Aguirre y Oquen-
do, Capitán de Navío, Mayor General de la Real Armada Naval�, fe hada en
Madrid el 7 de mayo de 1752. Aguirre juzga la obra de gran utilidad para el
adelanto de la navega ión:
Obra muy util, y digna de parti ular apre io en efte tiempo, en que
on tanto a ierto, y gloria de la Na ion fe trabaxa en aumentar la Marina,
fomentar el Comer io, y adelantar la Navega ion; uya pra ti a expli a
el Autor on tan admirable methodo, laridad, y pre i�on, que no es
dudable on�ga la mas fa il, y radi àl inftru ion de los que fe apliquen
al Eftudio de efte Arte.
A ontinua ión se in luye la li en ia de impresión del �Li en iado Don
Thomàs de Naxera Salvador, del Orden de Santiago, Capellàn de Honor de S.
M. y Vi ario de efta Villa de Madrid, y fu Partido, & .�, on fe ha de 10 de
mayo de 1752. Después le sigue la aproba ión del �Sr. Coronel D. Jorge Juan,
Capitàn de Navío, Comandante de la Compañia de Reales Guardias Marinas,
del Con∫ejo de S. M. en la Real Junta de Comer io, y Moneda, & .�, datado
en Madrid el 22 de abril de 1752. Jorge Juan re ibió el libro manus rito del
�Confejo Real de Caftilla� para su ensura y tras leerlo alababa así la obra de
Ár her:
[. . . ℄ hallo, que es de los mejores, que jamàs fe ayan ef rito en Efpaña,
por lo que to a à la pra ti a de la Navega ion; y afsi juzgo, que fu
imprefsion ferà muy util al Rey, y fus Va�allos.
LIBROS DE TEXTO 273
Figura 3.37: Portada del libro ÁRCHER, MIGUEL (1756) Le iones nauti as [. . . ℄.
Bilbao. Fuente: http://www.liburuklik.euskadi.net/handle/10771/9261
Se reprodu e después una édula del rey, registrada en Aranjuez el 18 de
mayo de 1752 y rubri ada por el �Ef rivano de Camara mas antiguo, y de
Govierno de èl�, D. Jo∫eph Antonio de Yarza. En ella se on ede el permiso de
impresión por periodo de diez años, los primeros siguientes a la itada fe ha.
Se ordena, además, la enmienda de las erratas, para lo ual se imprimirá un
original a oste de Ár her, a uyo oste se efe tuará también la tasa ión del
libro antes de pro eder a la impresión �nal. Di ha fe de erratas y las tasas
se in luyen a ontinua ión de esta édula. Las erratas están �rmadas por D.
Manuel Li ardo de Rivera �Corre tor General por fu Mag.� en Madrid el 29
de noviembre de 1755. La �Tassa� apare e �rmada por Jofeph Antonio de
Yarza en Madrid el 15 de di iembre de 1755. En ella se señala que se tasaron a
�nueve maravedis ada pliego (refpe to fer el papel de marquilla) y di ho Libro
pare e tiene veinte y feis �n prin ipios, ni tablas, que à efte refpe to importan
274 Des rip ión y análisis de textos
dof ientos y treinta y nueve maravedis�.
Con un prólogo de Ár her al le tor, bajo el título �A mis dis ipulos�, don-
de se expone el ontenido de la obra �naliza el preámbulo de la misma. El
texto se divide en tres �Partes�. La �Primera Parte� tiene por título �La Via
de la Nave� y en ella sólo se trata �lo que es menefter faber, para ono er el
amino por el qual fe ha de ondu ir�. Se omite expli ar �el fundamento de las
opera iones, por fer de eftudio muy penofo, y dilatado�, pero sí se han in lui-
do aquellas �razones a�equibles�. Se anun ia para más adelante un Apéndi e
donde se tratarán aquellas uestiones no estudiadas en esta �Primera Parte�,
de modo que �fue�en breves eftas primeras Le iones�. La �fegunda parte�
versará sobre el movimiento de la nave y el manejo de su aparejos, de forma
que �mediante el viento amine por fu via, ò por la mas immediata à ella�. En
la ter era se tratará �fu Polemi a�, enseñando �lo que es menefter obrar, para
ofender on ella, y para defenderla, y governarla en linea de Guerra�. Estas
dos últimas partes quedaron inéditas, debido probablemente al falle imiento
de Ár her
610
.
La obra ontiene un índi e olo ado al �nal de la misma. Además, se in lu-
ye una tabla de diferen ia de latitud y apartamiento. Tras ella se olo a una
tabla de partes meridionales titulada �Copia de las tablas de partes meridio-
nales sobre el Elipfoyde de Don Jorge Juan del Tratado de fus Obferva iones
Aftronomi as, y Phy� as�. Después se in luye la ter era y última de las ta-
blas, la de las de lina iones del sol � al uladas nuevamente para el Meridiano
de Londres; [que℄ ferviràn on orta diferen ia hafta el año de mil fete ientos
fetenta y dos�. También al �nal se la obra se hallan uatro láminas �rmadas
por �Igna io de Albiz[,℄ dis ipulo del Autor�; las tres primeras on las �guras
ilustrativas de los on eptos agrupadas por le iones y la uarta on un ejem-
plo de diario de viaje.
Las le iones naúti as han sido estudiadas por Llombart; Hormigón [1990℄,
Llombart; Iglesias [1998℄ y por Iglesias [2000℄ en su tesis do toral. Analizare-
mos, por tanto, úni amente los ontenidos matemáti os presentes en el texto.
El texto propiamente di ho, que omo hemos referido solo in luye �La Via
de la Nave�, se desarrolla a lo largo de 163 páginas y se distribuye en 20
le iones. La de�ni ión de náuti a pre ede a todas ellas:
Nauti a, es la ien ia que enfeña à ondu ir un Navìo de un Lugar
à otro fobre las aguas; lo que fe adquiere mediante el ono imiento de
varias partes de la Mathemati a
611
.
La primera le ión está dedi ada a la geometría, � ien ia que tiene por
objeto à la exten�on de la magnitud real, ò imaginada�. A esta de�ni ión le
610
LLOMBART; HORMIGÓN [1990, p. 444℄.
611
ÁRCHER [1756, p. 1℄.
LIBROS DE TEXTO 275
siguen otras, agrupadas en seis pequeñas se iones; las tres primeras se re�eren
a los puntos, líneas, super� ies y sólidos. Ár her no parte del punto para llegar
al sólido, sino de este para llegar al punto. Reprodu imos las de�ni iones:
1. La magnitud, ò antidad, que onfta de latitud, longitud, y pro-
fundidad, fe llama Cuerpo, ò Solido.
Los extremos, ò terminos del Solido fon fuper� ies; on que la fu-
per� ie onfta de latitud, y longitud, ò an hura, y largura �n pro-
fundidad.
Los terminos de la fuper� ie fon lineas; y por on�guiente la linea
folo tiene largura, ò longitud.
Los terminos de la linea fon puntos, y afsi el punto no tiene partes,
y on�guientemente es indivi�ble.
2. Linea re ta, es la mas breve que fe puede tirar entre dos puntos.
Linea urba es qualquiera que no es re ta.
Lineas paralelas, fon las que eftàn igualmente apartadas en todas
partes.
3. Plano, ò Super� ie plana, ès la que en todas fus partes fe puede
tirar una linea re ta.
Super� ie urba, ès la que no es plana.
Planos Paralelos, fon los que diftan igualmente en todas partes
612
.
Figura 3.38: Figura I de las de�ni iones de geometría. Fuente: ÁRCHER [1756℄
Las se iones IV, V y VI se re�eren al ír ulo, su diámetro, su periferia,
ar os, uerda de un ar o y ángulos, y sus extensiones al aso de tres dimen-
siones. A ontinua ión se expli an las �guras que ilustran estos on eptos. Es
612
ÁRCHER [1756, pp. 1-2℄.
276 Des rip ión y análisis de textos
interesante y muy lari� adora la forma de presenta ión de estas; en lugar de
usar una �gura para ada on epto se maneja una úni a para varios de ellos.
Así, la Figura 1 (véase la Figura 3.38) representa un sólido en forma de aja
donde se visualizan todos los on eptos de las se iones I, II y III.
Para la expli a ión de la se ión VI, dedi ada a la esfera, se re urre a �la
ingeniosa manipula ión de una naranja, on lo que se pone de mani�esto la
ompeten ia didá ti a del autor�
613
. Di e así:
Sea efta Figura [3.39℄ la reprefenta ion de una Naranja perfe tamente
redonda, omo una bola de tru os, y afsi ferà una Efphera. Sea P la �or,
y S el pezon: Si à uno de eftos fe apli a el dedo pulgar, y al otro el indi e,
y de efta fuerte entre ellos fe rueda la Naranja, la re ta PS, que es la
que fe imagina tirada de la �or al pezon, ferà el Exe de efta Efphera, y
los puntos P , S feràn fus Polos.
PS tambien es uno de fus Diametros, en uyo medio fe halla el entro
C, y CP , CS fon dos radios.
Si on la punta de un u hillo fe feñala una linea al redor de efta Naranja,
de fuerte que pa�e por los puntos P , S, omo PHSO, efta linea ferà
la peripheria de un ir ulo maximo, ò mayor. Si por efta linea fe orta
la Naranja, el u hillo pa�ara por el entro C, y ada parte ferà un
Hemifpherio, que manifeftarà por la ara ortada un ir ulo maximo. Lo
mifmo fu ederà, � fe exe uta el orte de efta manera por qualquiera otra
parte, on tal que el u hillo pa�e por el entro C; pero � el orte no
fe ha e por C, �no por otra parte, omo por RR, quedarà la Naranja,
ò Efphera partida en partes de�guales, ada una de las quales moftrarà
por donde fe ortò un ir ulo minimo, ò menor.
Figura 3.39: Figura IIII [si ℄ de las de�ni iones de geometría. Fuente: ÁRCHER
[1756℄
Si en el punto H, à igual diftan ia de los puntos P , S, fe pone la
punta del u hillo, y fe lleva al redor, manteniendo �empre la mifma
igual diftan ia hafta bolver al mifmo punto, fe feñalarà la peripheria de
613
LLOMBART; HORMIGÓN [1990, p. 445℄.
LIBROS DE TEXTO 277
un ir ulo maximo, uyos Polos feràn los puntos PS, y on�guientemente
fu Exe fera la re ta PS.
Si el Cir ulo menor RR es paralelo al mayor HO, tendrà el mifmo Exe,
y los mifmos Polos, que èl.
Si de P à S por qualquiera punto, omo A, fe feñala la peripheria de un
Cir ulo maximo, omo para ha er una tajada femejante à las de melòn
on PHS, fe formaràn dos Angulos Efpheri os, uno en P , y otro en S.
Y omo eftos puntos fon los Polos del Cir ulo maximo HO, el Ar o HA
determinarà la antidad qualquiera de eftos Angulos.
La orteza fola, fuponiendola igualmente grue�a en todas partes, es un
orbe
614
.
Para �nalizar la le ión se plantean y resuelven 9 �Problemas�, referidos a
onstru iones prá ti as on regla y ompás. Todos los problemas están nume-
rados y para anun iar la resolu ión del mismo se utiliza el rótulo �Opera ion�,
entrado y en ursiva. En el problema 6, �Dividir las partes pequeñas en me-
nores�, se expli a la forma de fabri ar la �Ef ala de partes iguales� y en el
problema 7, la forma de ha erlo según el método de Nonio, utilizado en ins-
trumentos náuti os.
En la le ión segunda se tratan on eptos de �Trigonometria plana re -
tangula�, ien ia que �enfeña à hallar los lados, y Angulos de un Triangulo
plano re tangulo no ono idos, on los lados, y Angulos, que fe ono en�. A
la de�ni ión de triángulo plano re tilíneo le siguen las de hipotenusa, base,
perpendi ular, seno y tangente de un ar o, se ante, y seno y tangente de un
ángulo. Estos on eptos se expli an de nuevo sobre una úni a �gura. A on-
tinua ión bajo el título de �Theoremas� se in luye un resumen de algunos de
los teoremas que involu ran los on eptos antes de�nidos y que reprodu imos:
Los tres Angulos de qualquiera triangulo re tilineo fon tanto omo
dos re tos, y por on�guiente omponen juntos I80. grados: y omo
en un triangulo re tangulo, el Angulo re to tiene 90. los otros dos
juntos omponen los 90. reftantes, y on�guientemente fon agudos,
y el uno omplemento del otro.
Qualefquiera dos lados juntos fon mayores, que el ter ero.
La Hypothenufa es mayor, que la Bafa, ò la perpendi ular, y de
eftos el mayor es el que fe opone al mayor Angulo.
El Angulo re to es el mayor, y de los agudos, el mayor, es el que
fe opone al mayor lado.
Si los Angulos agudos fon iguales, la Bafa, y la perpendi ular tam-
bien lo feràn entre sì; y � eftos fon iguales, los Angulos agudos
tambien lo feràn, y de 45. grados ada uno.
El Seno de 90., la Tangente de 45. y el Radio fon todos tres iguales
entre sì
615
.
614
ÁRCHER [1756, pp. 7-8℄.
615
ÁRCHER [1756, p. 17℄.
278 Des rip ión y análisis de textos
Se in luye después un apartado titulado �Canon trigonometri o, ò Reglas
para la ∫olu ion de los Problemas de efta Trigonometria� donde se proponen
seis métodos de resolu ión de triángulos: �Opera ion por Geometria�; �Por
el Quadrante de redu ion�; �Por numeros Logarithmi os�; �Por la E∫ alaLogarithmi a�, �Por la E∫ ala doble�; y �Por la Panthometra�. Para ello se
utilizarán las analogías siguientes, dependiendo de si se ono en un lado y uno
de los ángulos o dos lados:
Como el Seno de un Angulo, es à fu lado opuefto; afsi es el Seno de
otro Angulo, à fu lado opuefto.
La qual invertida para otro afo ferà: Como uno de eftos lados, es al
radio tangente de 45. a� es el otro lado, à la tangente de fu Angulo
opuefto
616
.
Los valores de los senos y tangentes ne esarios en estas analogías se toman
de las tablas de senos y tangentes naturales, obtenidas suponiendo el radio del
ír ulo dividido en 1000000 o más partes iguales. Pero, según Ár her, �por fer
efta opera ion muy dilatada�, se inventaron los números logarítmi os � on los
quales fe defpa ha, reftando el numero Logarithmi o del primer termino de los
Logarithmos del fegundo, y ter ero�. Estos números� ontinúa Ár her�sirven
para fabri ar la Es ala logarítmi a o arti� ial mediante la ual se resuelven así
las analogías:
Pongafe un pie del ompàs en el primer termino, y el otro en el ter-
ero, y on efte intervalo, apli ando un pie al fegundo, el otro al anzarà
al quarto que fe buf a.
De forma análoga se expli an los demás métodos. La le ión �naliza on
la resolu ión, por un lado, de uatro problemas en los que se apli an on todo
detalle todos los métodos de resolu ión expli ados y por otro, de uatro ejem-
plos donde se da la solu ión on unas breves expli a iones.
En la le ión ter era, �De la Geographia�, se expli a ómo redu ir los gra-
dos y minutos de diferen ia de latitud y diferen ia de longitud a millas náuti as,
y vi eversa.
En la le ión quinta, dedi ada a la orredera, se apli an reglas de tres para
al ular el número de pies orrespondientes a un nudo de la orredera.
La le ión sexta omienza de�niendo en un triángulo re tángulo el rumbo,
el apartamiento y la diferen ia de latitud. Sean en un triángulo SNO (Figura
3.40)
617
el ángulo agudo S igual al ángulo del rumbo navegado; la hipotenusa
SO, la distan ia navegada por el mismo rumbo; el lado ON , opuesto al ángulo
del rumbo S, el apartamiento; y el lado SN , opuesto al ángulo O omplemen-
to del rumbo, la diferen ia de latitud. Enton es, omo el rumbo navegado se
616
ÁRCHER [1756, pp. 17-18℄.
617
Ár her se re�ere al triángulo SNO, pero en la �gura no apare e tal O sino una E. En
el ejemplo que se resuleve a ontinua ión, se re�ere en todo momento al triángulo SNE.
LIBROS DE TEXTO 279
ono e por la brújula o rosa náuti a y la distan ia por la orredera, pueden en-
ontrarse la diferen ia de latitud y el apartamiento por trigonometría mediante
las siguientes analogías: omo el radio, seno de 90 grados, es a la distan ia, así
el seno del omplemento del rumbo a la diferen ia de latitud (para el ál ulo de
la diferen ia de latitud); y, omo el radio, seno de 90 grados, es a la distan ia,
así el seno del rumbo al apartamiento (para el ál ulo del apartamiento). La
primera tabla de la obra se ha onstruido teniendo en uenta estas dos ana-
logías. A ontinua ión se resuelven on detalle uatro ejemplos, siguiendo el
método arriba expuesto.
Figura 3.40: Figura I de la �Le ion 6�. Fuente: ÁRCHER [1756℄
La le ión séptima está dedi ada a la orre ión del apartamiento. Este
debe orregirse uando la latitud de llegada obtenida es distinta de la hallada
mediante una buena observa ión astronómi a. Con el �n de enmendar di ho
error debe averiguarse si tal error proviene del rumbo, de la distan ia o de
ambos, lo ual �Un Piloto inteligente, que atiende bien à la Brujula, y à la
Corredera, fabrà�. En fun ión del origen del error se utilizan diferentes ana-
logías para orregirlo. Di has analogías se apli an en los tres ejemplos que
resuelve el autor. En ellos se forma el triángulo SPR (Figura 3.41) a partir
del triángulo SNE antes tratado. Prolongando SN se obtiene SP , diferen ia
de latitud verdadera, y prolongando SE se obtiene el apartamiento orregido
PR. Después se apli a la analogía: omo el seno del omplemento del rumbo
es a la diferen ia de latitud verdadera, así el seno del rumbo al apartamiento
orregido. De donde se obtendrá este último. Ár her deja propuestos uatro
problemas para que el estudiante pra tique el método.
Una vez ono ido el apartamiento verdadero, en la le ión novena se tratará
ómo obtener mediante este la diferen ia de longitud verdadera, utilizando la
latitud media. El valor así obtenido será una buena aproxima ión uando �la
diftan ia no es muy re ida, y la Navega ion baftante apartada de los Polos�.
La resolu ión se basa de nuevo en formar un triángulo re tángulo, uya base
(AB) es en este aso el apartamiento; la hipotenusa (BC), la diferen ia de
latitud; y el ángulo B, la latitud media. Después se obtiene la diferen ia de
longitud deseada, resolviendo la analogía siguiente: omo el seno del omple-
280 Des rip ión y análisis de textos
mento de la latitud media (C) al apartamiento AB, así el radio (seno de 90◦)a la diferen ia de longitud (AB). Se resuelven ejemplos de apli a ión donde el
autor distingue distintos asos en fun ión de que la navega ión sea más larga
o más orta y esté más er a o más lejos de los polos.
Figura 3.41: Figura 1 de la �Le ion 7�. Fuente: ÁRCHER [1756℄
En la le ión dé ima, titulada �De las partes Meridionales�, se estudia ó-
mo orregir los errores que se ometen en el ál ulo de la diferen ia de longitud,
tratada en la le ión anterior. Para ello se utiliza la tabla de partes meridiona-
les que �Don Jorge Juan ha al ulado en aten ion à la Elipti idad de la tierra�,
en lugar de las tablas �que hafta ahora fe han ufado; por quanto fuponen la
tierra perfe tamente efpheri a, lo que evidentemente es falfo�
618
. Una vez al-
ulada la diferen ia de latitud en parte meridional, se onsidera el triángulo
re tángulo ABC uya base AB es la diferen ia de longitud; el ateto (CA) la
diferen ia de latitud en parte meridional; y el ángulo C el rumbo, obteniéndose
la diferen ia de longitud, apli ando la analogía: omo el seno del omplemento
del rumbo (B) a la diferen ia de latitud en parte meridional (CA), así el seno
del rumbo (C) a la diferen ia de latitud en parte meridional (CA). Tal y omo
o urre en el resto de le iones se resuelven ejemplos distinguiendo los distintos
asos que pueden presentarse en la prá ti a.
La le ión undé ima se dedi a a la arta esféri a que se onstruye on la
diferen ia de latitud en parte meridional y la diferen ia de longitud, de forma
que se sólo se distingue de la plana en que tiene desiguales los grados del me-
ridiano, esto es, �tanto mayores, quanto mas apartado de la linea, y efta, ò
algú [si ℄ Paralelo de latitud dividido en fus grados iguales�. Para la expli a-
ión de esta arta no se utilizan on eptos matemáti os, pero a ontinua ión
se resuelven siete problemas donde se apli an los on eptos vistos en las tres
618
Sellés [2000, p. 95℄ onsidera una interesante novedad esta in lusión en el texto �que
emplea las on lusiones obtenidas en la medi ión geodési a en el Virreinato del Perú, que
Juan y Ulloa publi aran po os años antes, tratando a nuestro planeta omo un elipsoide
a hatado por los polos a la hora de redu ir los grados a las millas náuti as�.
LIBROS DE TEXTO 281
últimas le iones para que el alumno se ejer ite on las analogías impli adas
en la resolu ión de triángulos.
En la �le ion de imater ia�, titulada �De los Problemas A∫tronomi os,ne e∫∫arios en la Navega ion�, se resuelven in o problemas que se primero
enun ian de forma general, y luego se resuelven en detalle, apoyándose en las
�guras orrespondientes. El uarto problema se enun ia así: dada la latitud de
un lugar y la de lina ión de un astro para hallar su amplitud dígase �Como
el Seno omplemento de la latitud, es al Seno de la de lina ion: afsi el Radio
Seno de 90. al Seno de la amplitud�. Al enun iado le sigue la resolu ión para
los asos parti ulares de un astro que en la latitud de 50. N tiene de lina ión
20. N , y de otro, que en la latitud de 40. Sud. tiene tiene de lina ión 23. N .
En el quinto problema, similar al uarto, se pide hallar el azimut de un astro,
ono idas la latitud de un lugar y la altura y de lina ión del astro. Para reso-
verlo se propone utilizar la es ala logarítmi a en las dos analogías siguientes:
�Como el Radio Seno de 90, es al Seno omplemento de la latitud, afsi el Seno
omplemento de la altura, à un quarto Seno: Como efte quarto Seno, es al
Seno de la mitad de la fuma: afsi es el Seno del re�duo, à un quinto Seno�.
Después se expone ómo se apli an los logaritmos en las analogías anteriores
omo alternativa al uso de la es ala logarítmi a. Con el �n de a larar el método
expuesto en este problema se re urre a la expli a ión mediante una �gura y
además, se resuelven minu iosamente dos ejemplos, empleando tanto los loga-
ritmos omo la es ala logarítimi a.
El texto está estru turado de manera lara y ordenada. Compartimos on
Llombart; Hormigón [1990, p. 450℄ la opinión de que la preo upa ión didá ti a
del autor no deja de manifestarse a lo largo de todo el texto, omo queda pa-
tente en la resolu ión de numerosos ejemplos que se expli an minu iosamente.
Con luiremos on la estima ión que Sellés [2000, p. 95℄ ha e de Las le iones de
navega ión: � abe onsiderarlas omo el primer tratado de pilotaje plenamente
moderno�.
3.2.11. 1757. Compendio de Navega ion para el uso de los
Cavalleros Guardias-Marinas. Juan Santa ilia
Compendio de Navega ion para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas.
Por D. Jorge Juan, Comendadòr de Aliaga en la Orden de San Juan, del
Confejo de S. M. en fu Junta de Comer io, Moneda, & . Capitàn de Navio de
la R. Armada, y de la Compañia de Guardias-Marinas, de la Reàl So iedàd de
Londres, de la R. A adèmia de Berlìn, y Corr. de la de Parìs.
282 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.42: Portada del libro JUAN, JORGE (1757) Compendio de Navega ion para
el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas [. . . ℄. Cádiz. Fuente: http://bdh.bne.es
Ante eden al texto dos aproba iones del �Sr. Ldo. Don Geronymo Ignà io
Cavero, Colegial en el Mayòr de San Salvadòr de Oviedo de la Univer∫idàdde Salaman a, Cathedràti o de Artes en ella, Diputado de di ha Univer∫idàd,Canònigo Le toràl de la Santa Iglè∫ia de Cadiz, Juez de la Santa Cruzada,
A adèmi o de la Real A adèmia de la Hi∫tòria en Madrid, & . & .�. Cavero
onsidera la obra �tan ientì� a omo methòdi a y lara, puede fer de mu ha
utilidàd à los Cavalleros, para quienes fe ha ef rito, y à todos los Navegantes
en general�. Inter alada entre ambas aproba iones se reprodu e la li en ia de
impresión otorgada por �Don Joseph Xavier de Solorzano, del Con∫ejo de S.
Mag.,∫u Mini∫tro honoràrio de la Reàl Audien ia de la Ciudad de Sevilla, The-niente de Governador y Al alde Mayòr de e∫ta de Cadiz, Juez Subdelegado deImprentas, y Librerias en ella, y ∫u Obi∫pado, & .�, en Cádiz el 18 de mayo de
1757.
Cierran el preámbulo una fe de erratas y un prólogo. En el prólogo, dedi-
LIBROS DE TEXTO 283
ado a los �Cavalleros Guardias-Marinas�, Jorge Juan mani�esta que al llegar
a la A ademia en ontró la misma arente de los libros ne esarios para la ense-
ñanza. Movido por esta es asez y el onsiderable trabajo que suponía para el
dire tor de la A ademia la edi ión de los textos, se prestó para la elabora ión
de los mismos. En esta obra ofre e todo lo ne esario para el pilotaje tanto
teóri o omo prá ti o, fruto de sus ono imientos adquiridos tanto mediante el
estudio omo en sus años de navega ión. Ex luye en este texto lo ya expuesto
en otros Tratados e in luye la demostra ión �de quanto se pra ti a, aùn de las
menuden ias mas triviales�.
El libro de texto se divide en o ho Se iones uyo ontenido es detallado
por el autor en este mismo prólogo. En la primera Se ión expli a en breves
palabras qué es el pilotaje y en qué se basa su teóri a y su prá ti a. En la
segunda trata la aguja de marear, su onstru ión y propiedades, y el rum-
bo que sigue la nave. También se estudia la varia ión de la aguja y el modo
de orregirla, presentando distintas disposi iones de agujas a �n de dedu ir el
verdadero rumbo. Asimismo, se expli an las altera iones que se produ en en
el rumbo por el abatimiento y guiñadas del timonel, y el modo de observarlas
para orregir totalmente el ángulo del rumbo.
La ter era Se ión está dedi ada al estudio de la orredera, instrumento que
sirve para medir el amino que ha e la nave. Se expli a el modo de onstruirla
y de darle la longitud que le orresponde. Además, se estudia la ampolleta de
arena, reloj que mide el tiempo durante el que se e ha la orredera en el mar,
expli ando el modo de ajustarla mendiante otro reloj o por un perpendí ulo,
on el �n de evitar errores en ella, que onllevan también errores en la orredera.
En la uarta Se ión se tratan las artas planas y esféri as, su onstru ión
y uso, y se exponen los errores que pueden produ irse en su uso. Asimismo, se
des riben dos métodos fá iles y exa tos para reformar las líneas de rumbos.
El autor resuelve problemas de navega ión en la Se ión quinta, y aunque
para ello se ne esita saber la onstru ión y uso de uadrantes, es alas, tablas
inglesas, et ., no tratará di hos instrumentos por haber sido ya estudiados en
la Trigonometría. Análogamente, omo en la Cosmografía ya se han expli ado
los on eptos de latitud y longitud, se tratarán ahora úni amente los métodos
para al ularlos. Entre ellos se expondrá un nuevo método, según Jorge Juan
más ómodo, para al ular la longitud, además del que se basa en la media-
na paralela o latitud media. La diferen ia de latitud obtenida por este último
método se hallará después sin utilizar el apartamiento de meridiano. A onti-
nua ión se planteará el ál ulo mediante las partes meridionales resolviéndose
los mismos ejemplos que en el método anterior para omprobar que el error
ometido on este último método es menor. La misma exa titud se obtiene
en un método que usaban los ingleses basado en la propiedad obtenida por
Edmundo Halley:
284 Des rip ión y análisis de textos
Los Logarithmos de las Semi-tangentes de los omplementos de las
Latitudes tienen rela ion on las diferen ias en Longitùd, y que ∫obre unàngulo dado debian ∫er las diferen ias de di hos Logarithmos la mi∫ma
diferen ia en Longitùd: pues on ello y la razòn on∫tante que tienen
las tangentes de los Rumbos on las diferen ias en Longitùd, quando ∫enavegan las mi∫mas diferen ias en Latitud; ∫e hallan las Longitudes para
todos a∫os619.
Se expondrá el método, pero no los fundamentos del mismo, y se itarán
todos aquellos ángulos distintos del ángulo del rumbo que umplen esta misma
propiedad. También se mostrará que el método para redu ir las derrotas om-
puestas a simples mediante la suma de todos los apartamientos de meridiano
es falso en general.
La Se ión sexta trata de las orre iones que deben ha erse en la nave-
ga ión por la altera ión que produ en en el amino las orrientes de mar, el
abatimiento y otros. Así, se plantea el modo de ha er las orre iones uando
no se ono e, o bien el rumbo, o bien la distan ia tanto uando se haya nave-
gado por un solo rumbo omo uando se haya navegado por varios. Asimismo,
se estudian las orre iones uando no se ono e ni el rumbo ni la distan ia
ha ia donde orre la orriente, se expli an los errores ometidos en la prá ti a
usual de este ál ulo, y se advierte que uando se des ono e la ausa del error
a enmendar es preferible no ha er orre ión alguna y tomar la longitud obte-
nida por fantasía.
La Se ión séptima se dedi a a las observa iones de latitud y a los ins-
trumentos utilizados para tal �n. Se expli an las tablas de de lina ión de las
estrellas y del sol. También se expli a la justi� a ión del método de las observa-
iones de latitud. Entre los instrumentos que se usan para tales observa iones
sólo se tratarán el uadrante de redu ión y el o tante de re�exión, debido a
las ventajas que aportan sobre el resto de instrumentos. Además, se expli a el
modo de observar las estrellas uando no pueda verse el sol, observa ión que
realizada en el repús ulo puede ser tan aproximada omo la realizada on el
sol. A ontinua ión, se tratan las orre iones que deben realizarse a las obser-
va iones de los astros, indi ando los asos en los que di has orre iones deben
emplearse, y aquellos asos en los que pueden despre iarse, on luyendo on
un ejemplo.
En la última Se ión se expli a el modo de llevar el diario de navega ión,
las pre au iones que deben tomarse para seguir la uenta on orden y lari-
dad, y las reglas para redu ir varios rumbos y distan ias ortas a uno o dos.
Estas des ono idas reglas son, según el autor, esen iales y evitan los errores
produ idos por el habitual ál ulo por tanteo. Se han distribuido a lo largo
del texto todas aquellas reglas que pueden entenderse sin el ono imiento del
619
JUAN [1757, Prólogo℄.
LIBROS DE TEXTO 285
ál ulo analíti o ne esario para la dedu ión de tales fórmulas, y en un apén-
di e aparte, un estudio más profundo para aquellos que tienen ono imientos
de Análisis. A ontinua ión, Jorge Juan apunta las pre au iones a tomar tan-
to por las guiñadas del navío omo por el aumento o disminu ión del viento
y velas, y también muestra el diario que se lleva en er anías de ostas, y el
modo de medir a qué distan ia se está de un abo o punta.
Para �nalizar el prólogo mani�esta que las demostra iones y ál ulos pre-
sentes en la obra �∫e dan ∫olo para que los ∫epan los mas apli ados, y que de
ellos pueda formar el REY O� iales plenamente inteligentes�, pudiendo ob-
viarse por aquellos que no tuvieran ono imientos previos su� ientes, ya que
�mu has o∫as mas ∫irvieran para onfundir, que para adelantàr à èl que no
de∫ea ∫inò ∫er un Piloto regulàr�.
Tras la última se ión se olo a una ole ión de tablas, la primera de las
uales lleva por título �De lina iones, Passages por el meridiano, magnitudes
y diferen ias en de lina ión, de las prin iales Estrellas del �rmamento. Para el
prin ipio del año 1756�
620
. Una de las olumnas de esta tabla � ontiene la al-
tera ion que tendràn ada I0 años, y otra el tiempo en que han de pa∫sàr por elMeridiano, para que∫e puedan re ono èr on∫a ilidad�. La segunda es la tablade �De lina iones del Sol para los años 1756, 1757, 1758, 1759, y fu e�vos
para el MERIDIANO DE CADIZ� que se dispone �en otra onformidàd que lo
que ha∫ta ahora∫e ha e∫tilado, à∫in de que puedan V.ms.∫ervir∫e de ella∫in erròrpor mu hos años�. Se su eden a ontinua ión la tabla de �Amplitudes de los
astros defde 0◦ hafta 24◦ de De lina ion�, y las tablas de �Partes-meridionalespara los grados y minutos de Latitùd, defde 0◦ hafta 90◦�621. Al �nal de la obrase in luye una ole ión de 12 láminas on 69 �guras ilustrativas �rmadas por
Sierra F., quien �rma igualmente los grabados de la portada y de la primera
Se ión del texto. La obra are e de índi e.
Analizaremos ahora úni amente los on eptos matemáti os utilizados en
la obra. Puede onsultarse un estudio ompleto de la obra, desde el punto de
vista de la náuti a, y en on reto de los uatro términos de la navega ión en
Iglesias [2000℄.
En la Se ión, I titulada �Que omprehende una breve idea de la Navega-
ion�, el autor de�ne la náuti a o navega ión:
La Nauti a ò Navega ion fe di�ne ordinariamente, el Arte que en∫eñaà dirigìr y llevàr las Naves de unos parages à otros, ∫obre la ∫uper� ie
620
Esta tabla se ha extraido de las de �Flam∫teed, èlebre Aftrònomo Inglès, al ulada para
el primèr dia del año de I756� [JUAN, 1757, p. 129℄.
621
�[. . . ℄ ha habido otros, que han al ulado eftas tablas por mèthodo mas pre ifo y exa to,
que es el diferen iàl, y fon las que fe ponen al �n de efte Compendio; pero para el ufo prà ti o
de la Navega ion fon fu� ientes las de Eduardo Wright, no habiendo diferen ia de unas à
otras, �nò en Latitudes muy re idas� [JUAN, 1757, p. 55℄.
286 Des rip ión y análisis de textos
de las aguas; pero efta di�ni ion pare e extenderfe, no folo à enfeñar el
amino que �gue y debe feguir la Nave, y mas empeando la voz llevàr,
�no tambien al modo de darla los movimientos ne e�arios para que le
�ga; lo que pertene e à la Maniobra: y omo no fe pretende expli àr
por los Autores mas que la primera parte, feria mas proprio llamarla
Pilotage, por fer exer i io de los Fa ultativos que fe llaman Pilotos
622
Señala que �todo este Arte� se redu e a la resolu ión de un triángulo
re tángulo donde están representados los términos de la navega ión. Para la
des rip ión del triángulo y de los términos se utiliza la �gura 1a de la primeralámina (Figura 3.43):
Figura 3.43: Figura 1a. Primera lámina. Fuente: JUAN [1757℄
En la super� ie plana ABCD se forma el triángulo EFG donde dados tres
datos, entre los seis que onforman lados y ángulos, se hallarán los otros tres.
La super� ie ABCD representa el mar y E y F los puntos de salida y de
llegada, respe tivamente, siendo EF la distan ia re orrida. NS es el meridiano
y el ángulo GEF el rumbo. Los atetos FG y EG representan el apartamien-
to de meridiano y la diferen ia de latitud, respe tivamente. Los términos que
resultan de la resolu ión del triángulo no son exa tos, puesto que la super� ie
del mar no es plana omo se ha supuesto; tampo o la distan ia EF que re o-
rre la nave es re ta, sino urva, y el apartamiento de meridiano tampo o es
el bus ado, ya que los meridianos NS y ns no son paralelos. Aun así, en esta
prá ti a utilizada durante siglos por los marineros, el error es pequeño uando
la distan ia re orrida es orta. En todo aso será ne esaria la orre ión de los
términos obtenidos, ya que en grandes re orridos el error es sustan ial. Jorge
Juan expone que además de estos errores �teóri os� existen otros �prá ti os�,
derivados de los a identes del mar, omo los abatimientos y las orrientes, por
ejemplo
623
. De la orre ión de todos ellos se tratará en las se iones posterio-
res.
622
JUAN [1757, p. 1℄.
623
JUAN [1757, pp. 7-12℄.
LIBROS DE TEXTO 287
En la Se ión II se expli a el ál ulo del azimut verdadero, utilizado para
obtener la varia ión de la aguja azimutal. Este ál ulo no es más que la reso-
lu ión de un triángulo esféri o en el que �dados los tres lados, ù dos lados y el
àngulo omprehendido, fe buf a otro ángulo�
624
.
Véase en la �gura 3.44 el triángulo NZA donde:
Figura 3.44: Figuras 15 y 16. Fuente: JUAN [1757℄
HZNOS: meridiano.
NS: eje del mundo.
HO: horizonte.
A: sol.
ZAB: verti al donde se halla el sol.
NAS : ír ulo de as ensión re ta del sol.
Serán ono idos NZ, omplemento de la latitud o altura de polo; NA, un
uadrante más (o menos) la de lina ión del sol; y o bien ZA, omplemento de
la altura del sol sobre el horizonte; o bien el ángulo ZNA, que es su horario.
En el primero de los asos se ono en los tres lados NZ, NA y ZA, y en el
segundo los lados NZ y NA y el ángulo ZNA. Por tanto, se al ulará AZN uyo
omplemento al semi ír ulo, AZH, será el verdadero azimut
625
. A ontinua ión
se resuelve un ejer i io, utilizando logaritmos para fa ilitar las opera iones. El
ejemplo se resuelve mediante la fórmula siguiente:
sen2a
2=
R2 sen d′ sen d′′
senL′ senL′′,
pero, al igual que Cedillo y Barreda en sus obras Tratado de la Cosmographia,
y Nauti a y El Marinero Instruido en el Arte de Navega ion spe ulativo, y
pra ti o (esta última la estudiaremos en se ión 3.2.13), Jorge Juan pro ede a
apli ar paso a paso los logaritmos para obtener el ángulo pero sin men ionar
la fórmula, fórmula que sí expondrá Cis ar en su Tratado de Trigonometría
Esféri a omo veremos en la se ión 3.2.27. A ontinua ión, el autor propone
624
JUAN [1757, p. 32℄.
625
JUAN [1757, p. 32℄.
288 Des rip ión y análisis de textos
usar la Es ala de Gunter omo alternativa al ál ulo de logaritmos
626
. Di ha
es ala era una regla sobre la que se representaban en general tres es alas; en la
primera se mar aban los logaritmos de los números 1, . . . , 100, en la segunda
se anotaban los logaritmos de los senos de los ángulos omprendidos entre 0◦
y 90◦, y en la ter era los logaritmos de las tangentes hasta 45◦. Además delas anteriores podía tener señaladas más es alas y estar grabada por ambos
lados
627
.
En la Se ión III, dedi ada a la orredera, se utilizan ambios de unidades
de medida: millas, toesas y pies de distintos tipos. Asimismo, se usan propor-
iones para al ular el valor de la división de la ampolleta, dependiendo del
tiempo medido por la misma.
Figura 3.45: Figura 24. Fuente: JUAN [1757℄
En la Se ión IV, dedi ada a las artas de marear, se expli a la onstru ión
y uso de la arta plana, y se advierte que el error de la misma es apre iable
uando la diferen ia de latitud es grande. Para demostrarlo se presenta la �-
gura 24 (Figura 3.45) y utiliza propor iones trigonométri as.
Sean P el polo del mundo, PA, PB, PM, PN meridianos y AGHC una
línea de rumbo que los orta, formando los ángulos iguales PAG, PGH, PHC,
et . Denotemos por AF la diferen ia de latitud entre los lugares A y C, y
dividámosla en partes in�nitamente pequeñas AD, DE y EF. Tra emos las
por iones de paralelos AB, DG, EH, FC, formando los triángulos ADG, GIH,
HLC iguales. En todos ellos se veri� ará la siguiente propor ión que es ribimos
626
Véase la resolu ión mediante di ha es ala en JUAN [1757, p. 34℄.
627
SELLÉS GARCÍA [2000, p. 76℄.
LIBROS DE TEXTO 289
para el primero de los triángulos:
AD : DG :: R : tanFAC
Es ribiendo para ada triángulo la propor ión análoga, y, omponiendo las
propor iones se obtendrá que AF es a la suma de DG, IH, y LC omo el
radio a la tangente de FAC. Apli ándolo al triángulo ab representado en la
arta plana mostrada en la �gura 23 de la obra (Figura 3.46), donde a es la
diferen ia de latitud y b el apartamiento de meridiano, se obtiene que a es a
b omo el radio a la tangente del rumbo. Por lo tanto, b será igual a la suma
de DG, IH, y LC. Enton es:
DG+ IH + LC = cb
DG > FK
IH > KL
⇒ cb > FK +KL+ LC = FC ⇒ cb > FC
Análogamente:
DG+ IH + LC = cb
DG < AM
IH < MN
LC < NB
⇒ cb < AM +MN +NB = AB ⇒ cb < AB
Luego: FC < cb < AB.
Figura 3.46: Figura 23. Fuente: JUAN [1757℄
Es de ir, el apartamiento de meridiano b de la arta es mayor que la dis-
tan ia entre los meridianos de b y a en la latitud b, y menor que la misma
distan ia entre los meridianos de b y a en la latitud a. Pero en la arta to-
das estas distan ias son iguales y por tanto, la arta es errónea. Sin embargo,
las artas pueden usarse uando la diferen ia de latitud AF sea menor que la
diferen ia entre AB y FC, omo su ede on las artas que se fabri an en el
Mediterráneo
628
.
De nuevo hay que observar, omo ya vimos argumentar a Cedillo, que Jorge
Juan utiliza en la dedu ión anterior argumentos geométri os in�nitesimales
628
JUAN [1757, Artí ulo 102, p. 51℄.
290 Des rip ión y análisis de textos
propios de los pre ursores del ál ulo in�nitesimal. Lo mismo su ederáun po o
más adelante.
A ontinua ión, Jorge Juan presenta la arta esféri a o redu ida, basada
en el método ideado por Mer ator ha ia 1550, y formalizado y editado por
Eduardo Wright en 1590
629
. El método onsistía en la onstru ión de una
arta donde el ar o de paralelo omprendido entre dos meridianos fuera siem-
pre la longitud exa ta sin errores [IGLESIAS, 2000, pp. 389-390℄. Es de ir,
deben onstruirse las distan ias ad, dg, o gi, ih de forma que se hallen en la
misma razón que AD, DG, o GI, IH. Para ello se utilizará una regla de pro-
por ión trigonométri a on el siguiente razonamiento
630
:
Sea AB el e uador. Supuesto que AD, GI y HL (Figura 3.45) son iguales
también lo serán DG, IH y LC, y por tanto, sus orrespondientes longitudes
AM, MN y NB aumentarán en razón de PG a PM, de PH a PN y de PC a
PB. Es de ir, aumentarán en razón de los osenos de las latitudes G, H y C
al radio. PLC y PNB son dos se tores semejantes, luego:
PL : PN :: LC : NB
El oseno de la latitud L (PL) ha de ser al radio (PN ) omo el apartamiento
de meridiano (LC ) a la longitud (NB). Por ello, al onstruir la arta deberán
aumentarse los minutos o partes in�nitamente pequeñas de meridiano en razón
de su oseno de latitud al radio. Ahora bien, omo el oseno de un ar o es al
radio omo el radio a la se ante del ar o, los minutos deberán aumentarse en
razón dire ta de di has se antes.
Una vez onstruida la arta la úni a di� ultad onsiste en al ular la distan-
ia entre dos puntos a y b de la misma. Como la distan ia se ha aumentado en
la misma razón que su diferen ia de latitud, para �nalizar deberá disminuirse
lo que se aumentó. Para el aso de rumbos oblí uos esta opera ión se realizaba
on ompás, trasladando a la es ala orrespondiente los datos obtenidos. Sin
embargo, en el aso de navega iones por el este oeste, la diferen ia de latitud
es nula y el ál ulo se realiza teniendo en uenta la analogía anteriormente
itada (véase la Figura 3.45):
[. . . ℄ El Apartamiento de Meridiano LC, Diftan ia efe tiva del punto
L al punto C, es à la Longitùd NB, omo el ofeno de la Latitùd de L al
ràdio; y lo mifmo fe debe de ìr de KL à MN y de FK à AM & , y por
on�guiente de toda la Diftan ia FC à toda la Longitùd AB ; onque la
Di∫tan ia efe tiva de dos puntos en un Paralelo es à∫u diferen ia en Lon-
gitùd, omo el o∫eno de la Latitùd del Paralelo, al ràdio; y al ontràrio,
el ràdio ∫erà al o∫eno de la Latitùd del Paralelo, omo la diferen ia en
Longitùd de los dos puntos, à la Di∫tan ia efe tiva de uno à otro; y a�
629
Jorge Juan es el primer autor que expli a el origen de la arta redu ida o esféri a
[IGLESIAS, 2000, p. 389℄.
630
JUAN [1757, pp. 54-55℄.
LIBROS DE TEXTO 291
no hay mas que onftruìr efta analogia fobre un triàngulo, y fe tendrà
la Diftan ia que fe buf a [. . . ℄
631
.
Figura 3.47: Figura 29. Fuente: JUAN [1757℄
También puede usarse la analogía que rela iona el oseno y la se ante, an-
teriormente men ionada.
La propor ión vuelve a ser utilizada por el autor en la Se ión V, titulada
�De la re∫olu ion de los Problemas de Navega ion por el àl ulo�. En el ar-
tí ulo 146 del texto se di e que dos son los métodos usados por los marineros
para al ular la longitud: el de las partes meridionales, usado on anterioridad
en la arta esféri a, y el de la mediana paralela, expli ado a ontinua ión por
Jorge Juan del modo siguiente:
El método de la mediana paralela onsiste en suponer que la suma de DG,
IH, LC, OQ (Figura 3.47) que omponen el apartamiento de meridiano son
iguales a la por ión de paralelo ER, tirado por la mitad de la distan ia entre
AS y TQ, o latitud media entre los puntos A y Q. La por ión de paralelo ER es
a su longitud omo el oseno de la latitud del mismo paralelo o latitud media
al radio. Luego, tal y omo se expresó en el artí ulo 105 el oseno será al radio
omo el apartamiento de meridiano a su longitud.
Así, si se ono en las latitudes de salida y llegada y el apartamiento de
meridiano, agregando o sustrayendo la mitad de la diferen ia de latitud de la
latitud de salida se tendrá la latitud media, y por onsiguiente, la longitud
631
JUAN [1757, artí ulo 112, p. 57℄.
292 Des rip ión y análisis de textos
mediante la propor ión, tal y omo a abamos de ver. Y re ípro amente, dadas
las diferen ias de latitud y longitud se al ulará la latitud media y se hallarán
el rumbo y la distan ia mediante la misma analogía: el radio es al oseno de
la latitud media omo la diferen ia de longitud al apartamiento de meridiano.
Una vez on luida la exposi ión del método, el autor demuestra que es
erróneo. Para ello prueba previamente un lema
632
, uyo enun iado reza: �Los
o∫enos de dos Latitudes, en diferen ias de Latitùd iguales, tienen mayòr razòn
entre sì en las mayores Latitudes, que en las menores�. Sean el semi ír ulo
PQM un meridano (Figura 3.48), P el polo, EQ el e uador, AB y FG dos ar os
de meridiano o diferen ias en latitud iguales, y CA, DB, HF, IG los osenos
de las latitudes de los puntos A, B, F, G, respe tivamente. Demostremos que:
(DB : CA) > (IG : HF )
Figura 3.48: Figura 30. Fuente: JUAN [1757℄
Tírense las uerdas AB, FG y des ríbanse sobre ellas los semi ír ulos ARB
y FNG. Por los puntos R, N donde se ortan los osenos tírense las AR,
FN prolongadas hasta la ir unferen ia del meridiano en K y L. Dado que
los ángulos KAB y LFG tienen por medidas las mitades de los ar os KB y
LG, el ángulo ARB es mayor que el ángulo FNG, y por lo tanto, la uerda
RB del semi ír ulo ARB será mayor que la uerda NG del semi ír ulo FNG,
igual al primero. Es de ir, el ex eso RB del oseno DB sobre el oseno CA, es
mayor que el ex eso NG del oseno IG sobre el oseno HF. Componiendo la
propor ión on el onse uente se obtiene lo que se quería demostrar:
(RB + CA : CA) > (NG +HF : HF ) ⇒ (DB : CA) > (IG : HF )
632
JUAN [1757, artí ulo 147, pp. 74-75℄.
LIBROS DE TEXTO 293
De este resultado se sigue que el ar o VR (Figura 3.47) tiene mayor razón al
ar o OQ que el AM al EI, es de ir, aumenta más VR respe to de OQ que
disminuye EI respe to de AM. Así, el ar o ER será mayor que los ar os DG,
IH, LC, OQ juntos. Luego, el ar o de la mediana paralela es mu ho mayor que
el apartamiento del meridiano, en ontradi ión on la hipótesis, y por tanto,
el método es erróneo.
A ontinua ión se expone que, de la misma forma, puede hallarse la longitud
sin el ál ulo previo del apartamiento de meridiano. Obsérvese la Figura 3.49.
Figura 3.49: Figura 27. Fuente: JUAN [1757℄
Ya se ha visto que el oseno de la latitud media es al radio omo el aparta-
miento de meridiano a la longitud. Por tanto, el re tángulo onstruido on el
oseno de la latitud media y la longitud es igual al onstruido on el radio y
el apartamiento de meridiano. Por otra parte, en el triángulo ade de la Figura
3.49 se veri� a que el radio es a la distan ia (ae) omo el seno del ángulo del
rumbo (ead) al apartamiento de meridiano (ed). Luego, el re tángulo onstrui-
do on el radio y el apartamiento de meridiano es igual al onstruido on la
distan ia y el seno del ángulo. De las dos ondi iones se obtiene que el re -
tángulo onstruido on el oseno de la latitud media y la longitud es igual al
onstruido on la distan ia y el seno del ángulo del rumbo. Es de ir, el oseno
de la latitud media es al seno del ángulo del rumbo omo la distan ia a la
longitud
633
.
Asimismo, si desde C (Figura 3.50) se des ribe on el radio CB el ar o
BA y se tiran la perpendi ular BD y la tangente AT, enton es AT será la
tangente del ángulo del rumbo, BD su seno primero y CD diferen ia de latitud.
Luego, la diferen ia de latitud (CD) al seno del rumbo (BD) omo la distan ia
(AC = BC) a la tangente del rumbo (AT ). Por tanto, el re tángulo onstruido
on la diferen ia de latitud y la tangente del rumbo es igual al onstruido on la
distan ia y el seno del ángulo del rumbo, pero omo este es igual al onstruido
633
JUAN [1757, artí ulo 152, pp. 76-77℄.
294 Des rip ión y análisis de textos
on el oseno de la latitud media y la diferen ia de longitud, enton es, el oseno
de la latitud media es a la tangente del ángulo del rumbo omo la diferen ia
de latitud a la diferen ia de longitud
634
.
Figura 3.50: Figura 31. Fuente: JUAN [1757℄
Estas analógías se apli an seguidamente en siete ejer i ios resueltos on
ambos métodos, el de la mediana paralela y el de las partes meridionales. Los
mismos ejer i ios se resuelven después, utilizando el método de Edmundo Ha-
lley
635
. Jorge Juan ya itó en el prólogo este método en el que se ha e uso de
la rela ión que une a los logaritmos de las semitangentes de los omplementos
de las latitudes y a las diferen ias de latitud
636
.
En la Se ión VII, titulada �De las ob∫erva iones de Latitùd, y de los
In∫trumentos on que ∫e pra ti an�, se expli an entre otras las tablas de de li-
na ión del sol. Las aquí utilizadas están referidas al meridiano de Cádiz, no así
las propor ionadas por Cedillo, Sán hez Re iente y Barreda en su Tratados de
navega ión, referidas al meridiano de la Ciudad de Sevilla.
Para hallar la de lina ión uando se llegue a un meridiano distinto del de
Cádiz, deberá ha erse una orre ión on el �n de adaptar los datos de la tabla
al meridiano requerido. La antidad a sumar o restar se obtiene apli ando la
propor ión: omo 360◦ es a los grados de longitud que se está al este u oeste
del meridiano de Cádiz, así la diferen ia en de lina ión de un día a otro de la
tabla a la orre ión que se debe emplear [JUAN, 1757, p. 132℄.
En esta misma se ión se dedi a una parte al o tante ideado por Hadley
en 1731, y se estudia el error que surge de la in orre ta olo a ión del ojo
en el mismo, provo ando una ierta in lina ión de la línea visual respe to del
plano del instrumento. El error se al ulará mediante una fórmula que Jorge
Juan no ita expresamente, sino que expone el modo de emplearla paso a paso,
apli ando logaritmos. En sus propias palabras:
634
JUAN [1757, artí ulo 153, p. 77℄.
635
JUAN [1757, artí ulos 168-171, pp. 87-90℄.
636
Véase la rela ión en la página 284.
LIBROS DE TEXTO 295
Sùmefe el duplo logarithmo del feno del àngulo de la obliqüidad
PNV, on el logarithmo de la tangente de la mitàd del àngulo que diere
el Inftrumento; y on el logarithmo del nùmero 3438, y de la fuma, reftefe
el triplo logarithmo del ràdio, y el resìduo ferà el logarithmo del erròr en
minutos; ò � fe quiere hallàr inmediatamente el àngulo verdadero AVN,
dìgafe: omo el ràdio al ofeno del àngulo de la obliqüidàd VNP, afsì el
feno de la mitàd del àngulo, que diere el Inftrumento, al feno de la mitàd
del àngulo verdadero
637
.
En el primero de los dos apéndi es se ofre en las e ua iones para dedu ir
el rumbo y la distan ia en las derrotas ompuestas. Para las demostra iones
se utilizan razones trigonométri as que involu ran ángulos y ar os
638
. A on-
tinua ión, se apli an todas las reglas dadas en ator e ejemplos resueltos on
todo detalle, exponiendo los errores que surgen de la in orre ta apli a ión de
las fórmulas, así omo la manera de evitarlos. Así, en el ejemplo número diez
se al ulan el rumbo dire to
fanm
fnmy la distan ia re orrida ZC:
fanm
fnm=
−ANm+ anm
−NM + nm=
−ANm + anm
−nm+ nm= ∞
ZC =NM + nm
2= 0
El autor expone ómo debe tomarse el ángulo del rumbo para evitar esta
situa ión absurda en la prá ti a
639
.
En el Apéndi e II se señala que pres indir totalmente de las orre iones
en uso hasta ese momento resultaba novedoso para la navega ión, y por ello,
Jorge Juan estima que no está de más exponer los absurdos que se derivan
de su apli a ión
640
. En la Se ión VI ya se vieron los errores resultantes de
los distintos ángulos o rumbos onsiderados, en este apéndi e, sin embargo, se
expli arán los pro edentes de la distinta diferen ia en latitud observada. Para
ello se de�nen los siguientes términos de una derrota:
D : distan ia navegada de fantasía.
D: diferen ia en latitud de fantasía.
a: apartamiento de meridiano de fantasía.
x : diferen ia en latitud observada.
y : apartamiento de meridiano orregido.
En el aso de la ter era orre ión
641
, este apartamiento (y) es igual por el
637
JUAN [1757, p. 157℄.
638
Véanse las demostra iones en JUAN [1757, Apéndi e I, pp. 1-5℄.
639
Véase el ejemplo resuelto on las re omenda iones para evitar errores en JUAN [1757,
Apéndi e I, pp. 10-12℄.
640
JUAN [1757, Apéndi e II, p. 17℄.
641
Cuando se des ono en tanto el rumbo omo la distan ia suelen realizarse tres orre io-
296 Des rip ión y análisis de textos
artí ulo 220
642
a la semisuma de dos apartamientos, el primero de ellos hallado
on el rumbo y la diferen ia en latitud observada, y el segundo, el al ulado
on esta diferen ia y la distan ia. Para hallar el primero se utiliza la analogía
siguiente:
D : a = x :ax
D
Y el segundo es
√D2 − x2
, luego:
y =ax
2D+
1
2
√D2 − x2
(3.1)
Por tanto, y pertene e al lugar geométri o así de�nido: una elipse. Toman-
do z = y − ax
2D, la e ua ión 3.1 se redu e a la e ua ión de una elipse on el
entro en el origen de oordenadas. Se señala asimismo que, tomando u =1
2x,
se obtiene la e ua ión de la ir unferen ia x2+u2− 1
4D2 = 0. Si en la exposi ión
anterior ha quedado laro el uso de la geometría analíti a, en el paso siguiente
apare erá también on nitidez el ál ulo in�nitesimal.
Entre los distintos apartamientos �fe vè laramente que hay un màximo,
en el qual dy = 0. Para hallarle, diferèn iefe la Equa ion (3.1)� [JUAN, 1757,
Apéndi e II, p. 19℄. Así, se obtienen los valores x = ±a que anulan la derivada,
siendo máximo el apartamiento uando x = a, es de ir, uando la diferen ia en
latitud observada es igual al apartamiento de fantasía. Para obtener el valor de
di ho apartamiento máximo no restará sino sustituir el valor a en la e ua ión
3.1 resultando y =D2
2D.
A ontinua ión, el autor señala que omo onse uen ia de este resultado,
para en ontrar el apartamiento máximo bastará on utilizar la propor ión � o-
mo D diferen ia en Latitùd de phanta�a, à D Diftan ia, afsì
1
2D femidiftan ia
al Apartamiento màximo�
643
.
Por otra parte, es obvio que, tomando x = D en la e ua ión 3.1 se obtiene
el mínimo apartamiento, y =aD
2D. Y se formará una propor ión análoga a la
anterior para el ál ulo del apartamiento mínimo
644
.
nes; la primera uando se ha navegado por los rumbos inmediatos al norte sur, esto es, desde
el meridiano hasta el segundo rumbo, la segunda uando se ha navegado por los rumbos
inmediatos al este oeste, es de ir, desde el paralelo hasta el sexto rumbo, y la ter era la que
se realiza uando se ha navegado por los rumbos intermedios entre el segundo y el sexto
[JUAN, 1757, p. 120℄.
642
JUAN [1757, p. 123℄.
643
JUAN [1757, Apéndi e II, p. 19℄.
644
�D diferen ia en Latitùd es à a Apartamiento, omo
1
2D femidiftan ia al Apartamiento
mìnimo AN � [JUAN,1757, Apéndi e II, p. 20℄.
LIBROS DE TEXTO 297
En opinión de Sellés Gar ía [2000, p. 128℄ en el presente texto de Jorge
Juan se observa el tránsito del arte de navegar a la ien ia de la navega ión.
Clari� a sus palabras en el sentido siguiente:
Otros autores han querido ver tal paso en la introdu ión de los
nuevos métodos de determina ión de la longitud por ronómetros y dis-
tan ias lunares, y ello es justo, [. . . ℄ Mas si queremos entender aquí el
témino � ien ia� omo la apli a ión de una ra ionalidad ilustrada que
re urre a los primeros prin ipios y se apoya en las matemáti as para
dedu ir seguras reglas a partir de los mismos, es, [. . . ℄ en el Compendio
de Juan donde hay que señalar el punto de transi ión en la navega ión
española.
Tal y omo dio a ono er José de Mazarredo, el texto no se utilizó nun a en
su totalidad en las A ademias, sino que se extrajeron de ada Se ión aquellos
on eptos esen iales para instruir a los guardiamarinas
645
.
Finalmente diremos que el presente texto fue el primero en editarse en la
imprenta de la Real A ademia de Guardiamarinas de Cádiz, imprenta para la
que Jorge Juan onsiguió li en ia en 1755.
3.2.12. 1758. Compendio de Mathemàti as para el uso de
los Cavalleros Guardias-Marinas. Godin Charrón
Compendio de Mathemàti as para el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas.
Por el Coronel Don Luis Godin, de las R.
sA adèmias de Cien ias de Parìs,
Londres, Berlìn, y Up∫al, Cen∫or Real de Libros en Fran ia, Cathedrati o de
Prima de Mathemàti as, que fuè, en la Real Univer∫idad de S. Mar os de Li-
ma, y Dire tor de la Real A adèmia de Cavalleros Guardias-Marinas.
La obra omienza on la reprodu ión de las siguientes aproba iones y
li en ias:
Aproba ión del �Sr. Li . Don Geronymo Igna io Cavero, Canonigo Le -
toral de la Santa Igle∫ia de Cadiz, y Colegial Mayor de San Salvador de
Oviedo de la Uiver∫idad de Salaman a, & .�, en Cádiz, 5 de di iembre
de 1757.
Aproba ión de �Dr. Don Miguel Benito de Ortega Cobo, Abogado de los
Reales Confejos, Cathedrati o de Prima en Leyes, Colegial en el Mayòr
Univer�dad de O�una, Provifsòr y Vi ario General de efta Ciudad, y
fu Obifpado: Por el Illmo. y Rmo. Sr. Don Fray Thomàs del Valle, mi
Señor, por la gra ia de Dios, y de la Santa Sede Apoftoli a, Obifpo de
di ha Ciudad, del Confejo de S.M. fu Capellan Mayòr, y Vi ario General
de la Real Armada del Mar O èano, & .�, en Cádiz, 6 de di iembre de
1757.
645
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 218-219℄.
298 Des rip ión y análisis de textos
Li en ia de impresión de �Don Joseph Xavier de Solorzano del Confejo
de S.M. fu Miniftro Honorario de la Real Audien ia de la Ciudad de
Sevilla, Theniente de Gobernador, y Al alde Mayòr de efta de Cadiz,
Juez Subdelegado de Imprentas, y Librerìas en ella, y fu Obifpado, & .�,
en Cádiz, 6 de di iembre de 1757.
Figura 3.51: Portada del libro GODIN, LUIS (1758) Compendio de Mathemàti as pa-
ra el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas[. . . ℄. Cádiz. Fuente: http://bdh.bne.es
En su primera aproba ión, Geronymo Igna io Cavero, ensalza al autor de-
di ándole las siguientes palabras:
[. . . ℄ Autòr tan ono ido en Europa, y la Amèri a, por fu literatura,
defvelo, y apli a ion; hallè, que fu trabajo tan perfe to, omo inftru ti-
vo, y fu eftùdio tan ontinuado, eran, no folo mere edores del aplaufo
univerfal, �no que por no ontener expre�on alguna que fe oponga à la
LIBROS DE TEXTO 299
pureza de nueftra Santa Fè, fe le debe dar, para que falga à la publi a
luz, la li en ia que fe foli ita [. . . ℄
646
.
Joseph Xavier de Solorzano dispone en su li en ia de impresión que ada
uno de los ejemplares no debe ex eder de die io ho pliegos.
El preámbulo on luye on un índi e, una fé de erratas, y una introdu ión.
En esta introdu ión Godin mani�esta que en la A ademia de Guardiamarinas
se ofre e una forma ión matemáti a que apa ita a los o� iales de marina
para el gobierno y maniobra de navíos tanto en viajes parti ulares omo de
la Armada, y también para la onstru ión de los mismos. Aboga por una
enseñanza de la matemáti as que mejore la forma ión de los o� iales, ya que
aunque han sido mu hos los buenos o� iales que des ono ían los fundamentos
matemáti os ne esarios, un mayor ono imiento de las matemáti as hubiera
logrado o� iales de mayor alidad, que habrían desempeñado mejor y más
e� azmente sus fun iones. La falta de ono imientos, motivo del atraso sufrido
por la náuti a, sus ita su siguiente re�exión:
El que dudafe que fean pre ifas las Mathemàti as en la Conftru ion
de Navios, en la Maniobra, en el Pilotage, en la Artilleria, ferà por-
que ignora que e�as Cièn ias tratadas omo deben ferlo penden de una
Geometria fublime, de una Me hàni a re òndita, de una Cofmographia
ompleta, de una Phi� a dilatada: es inde ible el atrafo que fe ha feguido
à e�as Cièn ias de Marina on haberlas dexado, y en parti ulàr las tres
primeras, al manejo de hombres ignorantes, que las han tratado omo
artes me hàni as, las que on fuma lentitùd fe llegan à adelantar quando
las faltan la luz y el a ierto de la theòri a
647
.
Opina que el o� io de piloto es, entre aquellos dedi ados al omer io de
la so iedad, el peor servido. El es aso bagaje de ono imientos matemáti os
ha e que en la prá ti a un piloto no sepa resolver on a ierto los problemas
que se le presentan. Aún más, apenas entre ien pilotos se en ontrará uno que
verdaderamente sepa pilotar; la mayoría de ellos lo ignoran enteramente. Para
perfe ionar el pilotaje sería ne esaria una mejora en la alidad de la ense-
ñanza de las matemáti as, que debería in luir un mayor ono imiento por los
do entes de la prá ti a del pilotaje. Es de ir, aquellos do entes que también
han navegado tienen una visión ompleta de la profesión y sabrán orientar el
aprendizaje de forma que prepare a los futuros pilotos para afrontar y resolver
aquellos nuevos problemas que puedan plantearse.
El autor no pretende que todos los o� iales de marina sean matemáti os,
pero sí que los ono imientos matemáti os que se enseñan sean válidos tanto
para aquellos que quieren ontinuar on el estudio de las matemáti as omo
para aquellos que desean una forma ión más prá ti a. Godin ha prepado la
646
GODIN [1758, Aproba ión℄.
647
GODIN [1758, Introdu ión℄.
300 Des rip ión y análisis de textos
obra teniendo presentes estos objetivos
648
, �pro urado poner on laridad, y
en tèrminos adequados lo ne efàrio para faber las uentas en lo Civil, las pro-
piedades de los nùmeros, y opera iones pre ifas en las Cièn ias que fe enfeñaràn
en adelante�. Se adjuntan las demostra iones, ne esarias para onven er de la
vera idad de las propiedades y reglas que ontiene el tratado. Se han abre-
viado las expli a iones, exponiendo de forma lara lo su� iente para entender
la materia. Además, se han puesto po os ejemplos, lo que se suplirá on las
expli a iones y ejer i ios que el maestro hará en la pizarra de lase.
El texto omienza on el apartado titulado �De�ni iones y Signos generales
para efte Compèndio de Mathemàti as�, siendo la primera de�ni ión la de
antidad:
Las Cièn ias Mathemàti as on�deran la antidad a� inteligible o-
mo ∫en∫ible, es à de ir todo lo que fe on ibe, y es apàz de mas ù de
menos [. . . ℄ La antidad fe divide en di∫ reta quando fus partes no fon
dependientes una de otra, ni eftàn ligadas entre sì, omo los nùmeros; y
ontìnua quando fus partes dependen una de otra, y eftàn ligadas entre
sì, omo los uerpos. Ambas efpè ies onftituyen la antidad permanente,
uyas partes exiften todas en un mifmo inftante, diftinta de la antidad
∫u e∫iva, uyas partes no exiften todas en un mifmo inftante, �nò unas
defpues de otras, omo el tiempo, y el movimiento
649
.
Le sigue la división de la matemáti a en pura o mixta, según se onside-
re la antidad en sí o en la materia. La primera omprende la aritméti a y
la geometría, ambas universales. La segunda se ompone de todas las demás
ien ias uyo objeto es la antidad sensible, tales omo la me áni a, la ópti a,
la astronomía, la navega ión, la artillería, et . Todas ellas son ien ias físi as
sujetas a los prin ipios de la matemáti a pura y por ello deben ser llamadas
�phy∫ i o-matemàti as�650.
El estudio de la matemáti a es siempre útil y a ve es pre iso para servir a
la patria, sirve para aprender a razonar, para tratar las demás ien ias y en
general para preguntarse por el fundamento de las osas. Conserva un orden
exa to, riguroso, no admitiendo nada sin prueba; le llaman siempre �orden o
mèthodo geomètri o�.
648
Godin habla de la parte de aritméti a, que es la que o upa el presente texto. En la
portada del mismo puede leerse �I. Parte�. Según anun ia Godin en la introdu ión, la
obra era la primera parte de �un ompendio de tratados�. Sin embargo, Godin �no llegó
á publi ar ninguno de esos otros tratados, ni onsta si es ribió algo de ellos, pudiéndose
suponer que no se lo permitiria la po a salud que gozaba desde su regreso de Fran ia en
1756, y ya queda visto que entre la publi a ion de di ho Compendio y el falle imiento de su
autor mediarian no mas de unos dos años� [FERNÁNDEZ DE NAVARRETE, 1851, Tomo
II, p. 366℄.
649
GODIN [1758, p. I℄.
650
GODIN [1758, p. 2℄.
LIBROS DE TEXTO 301
Continúa el autor, señalando que el modo de pro eder de la matemáti a
es �por de�ni iones, axiomas, po∫tulados, propo∫i iones que a aban siempre
en demon∫tra ion. Las proposi iones se dividen en lemmas, theoremas, proble-
mas, que tienen à parte fu re∫olu ion, y todas pueden tener fus orolàrios, y
fus e∫ òlios�651.
Seguidamente se expli a el signi� ado de ada uno de estos términos fa ul-
tativos, añadiendo ejemplos.
De�ni ion es una expresión lara y simple que suministra las primeras
noti ias, las esen iales de lo de�nido que lo distinguen de todas las demás
osas y no pueden onvenir a otra ninguna. Por ejemplo: La aritméti a
es la ien ia de la antidad dis reta.
Axioma es una aser ión evidente de por sí, on edida por todos, y que
no ne esita prueba. Por ejemplo, el todo es mayor que una de sus partes.
Po∫tulado es lo que se pide o supone y no se puede negar ni ontrade ir,
o por ser verdadero de por sí, o por dedu irse por de�ni ión o de no io-
nes verdaderas. Por ejemplo: se puede tomar de una antidad una parte
menor que el todo.
Propo∫i ion es todo lo que se asegura o niega y ne esita prueba. Consta de
hipótesis y tesis; la primera es de qué y la segunda es lo que se asegura o
niega. Por ejemplo: De dos números desiguales las mitades son desiguales.
Lemma es una proposi ión que debe servir para probar o fa ilitar y abre-
viar la prueba de otra demostra ión.
Theorema es una proposi ión espe ulativa que onstituye un punto de
do trina general. Además de la proposi ión tiene una demostra ión donde
se de laran las razones que eviden ian la verdad de la proposi ión.
Problema es una proposi ión prá ti a donde se eje uta algo. Por ejemplo,
partir una antidad en tantas partes que tengan entre sí una rela ión
dada. Tiene tres partes, la proposi ión que di e lo que se ha de ha er, la
resolu ión o solu ión que lo realiza y la demostra ión que prueba haberse
onseguido.
Corolario es una nueva proposi ión que sigue inmediatamente a otra que
se a aba de demostrar; algunas ve es ne esita que se añada algo a la
demostra ión que le pre ede y otras no.
Es olio de una proposi ión es una anota ión que a lara, que responde a
las di� ultades, que se opone a las equivo a iones si se temen y trae lo
históri o de la inven ión, y de los buenos o malos usos que se han he ho
de essa proposi ión.
651
GODIN [1758, pp. 2-3℄.
302 Des rip ión y análisis de textos
A ontinua ión se expli a el signi� ado de aquellos signos que se utiliza-
rán en el texto: el signo + para denotar tanto la adi ión omo las antidades
positivas; el signo − para denotar la sustra ión y las antidades negativas; el
signo de igualdad =; el signo · para denotar la multipli a ión
652
; y el signo :para denotar la división
653
.
Una oma �,� entre dos antidades que se omparan indi ará la diferen ia,
esto es, el ex eso de la mayor sobre la menor o el defe to de la menor respe to de
la mayor. Por último se expli a el uso del paréntesis para agrupar antidades.
Se señala que para el mismo �n se usará indistintamente una línea horizontal.
Es de ir:
(A +B − C) : (D − F ) ·N = A+B − C : D − F ·N
Una vez �nalizados estos preliminares se da omienzo al Compendio de
Arithmèti a, ien ia que el autor de�ne del siguiente modo:
La Arithmèti a es la ièn ia de la antidad di∫ reta, de los nùmeros,
de fu expre�on, de fu valòr, de fus propiedades en sì y entre sì, de fus om-
bina iones, otejos, aumento, y disminu ion, baxo de iertas ondi iones
ono idas; y el mèthodo de hallar el efe to de eftas ompara iones
654
.
Los primeros apartados están dedi ados a la suma, resta, multipli a ión
y división de números enteros, quebrados y omplexos o denominados. Pre-
viamente se estable e que los números o ifras son signos de onven ión que
expresan la antidad, de un modo universal omo en el álgebra, o de un mo-
do parti ular omo en la aritméti a omún, donde determinan la antidad de
unidades. Se ita que han sido diversas las formas utilizadas desde la antigüe-
dad para denotar los números. Además de los usuales, que pare e ser fueron
introdu idos por los árabes, se dan no iones sobre la nomen latura y le tura
de los números romanos, en uso en ese momento [GODIN, 1758, p. 7, 10-11℄.
Hemos observado una diferen ia en la tabla pitagóri a (véase la Figura
3.52) utilizada por el autor para la exposi ión de las tablas de multipli ar.
Godin muestra una tabla triangular en lugar de la uadrada, utilizada por
el resto de los autores de textos de aritméti a estudiados
655
. Dada la onmu-
tatividad de la multipli a ión, la presente tabla es su� iente para la búsqueda
652
Godin señala que otros autores utilizan alternativamente el signo x para denotar la
multipli a ión [GODIN, 1758, p. 5℄.
653
El autor di e que también puede denotarse de otra manera (se re�ere a la forma
a
b), que
será espe i� ada más adelante.
654
GODIN [1758, p. 7℄.
655
Véase la tabla pitagóri a que ontiene los produ tos que resultan de multipli ar entre sí
los números 1, . . . , 9 en los textos siguientes: BARREDA [1770, p. 15℄; BAILS [1779, Tomo
I, p. 20℄; ROSELL [1785, p. 55℄ y CISCAR [1795, p. 49℄. Véase la tabla que ontiene los
produ tos que resultan de multipli ar entre sí los números 1, . . . , 10 en FERNÁNDEZ [1742,
p. 106℄ y SÁNCHEZ RECIENTE [1751, p. 15℄.
LIBROS DE TEXTO 303
Figura 3.52: Tabla pitagóri a. Fuente: GODIN [1758, p. 19℄
de los produ tos de los nueve primeros números entre sí
656
. Curiosamente no
se basa en ella para indi ar al le tor que por ejemplo, el produ to 7 · 9 es el
mismo que el produ to 9 · 7, sino que expli a el siguiente método para hallar
los produ tos �que faltan� (véase la Figura 3.53):
Figura 3.53: Ejemplo del ál ulo de produ tos. Fuente: GODIN [1758, p. 20℄
Es ríbanse una debajo de otra las dos ifras que se han de multipli ar y
póngase a la dere ha de ada ada una su diferen ia a 10. A ontinua ión mul-
tiplíquense ambas diferen ias y es ríbanse debajo las unidades del produ to
que serán las unidades del produ to que se bus a, reservando las de enas si
las hubiera. Réstese de ualquiera de las dos antidades de la izquierda la di-
feren ia de la otra antidad, y el resultado serán las de enas del produ to. Por
último, añádase el número de de enas llevadas si las hay, y es ríbase la suma
a la izquierda en la primera ifra del produ to que se desea.
Los siguientes apartados onsiderados por el autor están dedi ados al ál u-
lo de raí es uadradas y úbi as de números enteros y quebrados. Se ontinúa
on el estudio de in ommensurables, expli ándose la redu ión de in ommen-
surables de diferente grado a un mismo grado, la redu ión de los in ommensu-
rables a su mínima expresión, así omo la suma, resta, multipli a ión y división
de in omensurables entre sí. El estudio de las raí es�señala Cis ar�es am-
plio. Además de que pueden tener �distintos tèrminos, po�tivos y negativos,
656
Aunque Barreda [BARREDA, 1770, p. 16℄ y Cis ar [CISCAR, 1795, p. 49℄ propor ionan
la tabla ompleta sí itan que el resultado es independiente del orden de los fa tores.
304 Des rip ión y análisis de textos
y no uno folo po�tivo� omo aquí se onsideran, pueden al ularse poten ias
de ellos, raí es, y raí es de raí es o raí es universales. También hay raí es ima-
ginarias y puede ha erse el mismo estudio aritméti o sustituyendo los signos
radi ales por exponentes, todo lo ual orresponde al Tratado de Algebra. Aun-
que las no iones que aquí se dan son las elementales resultan su� ientes para
el objetivo del texto [GODIN, 1758, p. 79℄.
Las razones, propor iones y progresiones también son objeto de estudio del
libro de texto, analizándose en el aso de estas últimas tanto las progresio-
nes aritméti as omo las geométri as. A ontinua ión se exponen las reglas de
propor ión que son �el mèthodo de hallar un tèrmino que falta en una pro-
por ion, ono idos los otros tres�. La forma de hallar el término que falta, en
el aso de una progresión aritméti a, se sigue dire tamente de su de�ni ión y
de las propiedades anteriormente demostradas. En el aso de una progresión
geométri a se onsideran tres asos importantes, que poseen su reglas parti-
ulares de ál ulo. Estas son la �Regla de tres�, la �Regla de la Compañia�,
la �Regla de la Falfa Po� ión� y la �Regla de la Aliga ion�. La primera de
ellas, la Regla de Tres, es �la que dada tres términos se pide el uarto término,
que on los tres ono idos haga una propor ión, ordenados los términos�. Se
divide en simple y ompuesta, pudiendo ser ambas dire tas e inversas. En este
punto el autor in ide en que no existe tal regla de tres inversa, ya que uando
se denomina así es en realidad una dire ta donde, o los términos no están bien
ordenados, o se pide un término que se onsidera extremo y debe ser medio,
o las dos razones que deben formar la propor ión son en efe to re ípro as en
lo on reto, es de ir, onsiderando solo los números entre sí. En ualquiera de
los asos, ordenando bien los términos se obtiene una regla dire ta, ya que
solo dos razones iguales forman una propor ión. Si las razones son re ípro as
las propor iones no son iguales, si antes no se invierten los téminos de una de
ellas. Por tanto, para formar la propor ión no debe preo uparse del lugar ni
del orden en que se olo a ada término sino de olo ar bien ada término para
formar razones iguales [GODIN, 1758, pp. 110-113℄.
La segunda, la Regla de la Compañía, es aquella � uyo �n es diftribuir on
a ierto un interès total entre vàrios interefados, en razòn de lo que à ada uno
to a�. La ter era, la Regla de la falsa posi ión, es aquella que �enfeña ò à
dividir un nùmero ono ido en partes de exponente re ipro o dado, pero ada
una de valòr indeterminado, y dependiente del valòr de las demas partes, ò à
en ontrar un nùmero, ono iendo alguna fun ion de iertas partes suyas, de
exponente determinado�. Se expli a el signi� ado de fun ión: �fun ion es una
antidad formada de dos ò mas antidades, por qualquièr opera ion que fea;
�endo indeterminada en sì la una de ellas, la fun ion es fun ion de ella�
657
.
La última regla es la de Aliga ión
658
, que �enfeña à determinar ya el valòr de
657
El autor ita que da una de�ni ión ade uada propia, por no haberla en ontrado en autor
alguno [GODIN, 1758, p. 119℄.
658
Esta regla es, en palabras del autor, menos útil, ya que suelen apli arse a uestiones
LIBROS DE TEXTO 305
una antidad (ù de sus unidades) ompuefta de otras de diftinto valòr entre sì�.
Godin destina el último apartado al estudio de los logaritmos. Señala que
para de�nirlos, aunque puede es ogerse ualquier par de progresiones, se han
es ogido la progresión geométri a dé upla que empieza por la unidad y la pro-
gresión aritméti a de los números naturales que empieza en ero. Expli a ómo
se onstruyen las tablas de logaritmos, utilizando los medios propor ionales de
ambas progresiones y da omo ejemplo el ál ulo del logaritmo de 3, para el
ual son ne esarias 19 opera iones. Cita que para formar la tabla es pre iso
al ular el logaritmo de los números primos entre sí, que no tienen más par-
te alí uota que la unidad; el resto de logaritmos se obtienen utilizando las
propiedades del logaritmo del produ to. Asimismo expli a el uso de la tabla,
adjuntada a ontinua ión. Di ha tabla ontiene los logaritmos de los números
desde 1 hasta 3600 in lusive, donde se ha añadido una entrada para las partes
sexagésimas. Los datos re�ejados en la tabla se han obtenido de las tablas de
Briggs on o ho ifras
659
.
En uanto a la estru tura de la obra, diremos que los on eptos se exponen
de manera lara y ordenada, on un lenguaje asequible. Tal y omo el propio
autor men iona en la introdu ión, se adjuntan en general po os ejemplos, au-
mentándose onsiderablemente el número de ellos en los apartados dedi ados
a la Regla de Tres y sus variantes, y a los logaritmos. No obstante se apre ia la
laridad de exposi ión en todos ellos. La materia desarrollada es bási amente
la misma que la desarrollada en los demás textos de aritméti a estudiados.
Como uriosidad añadiremos que el dibujo que ilustra la portada del texto es
la misma que la que apare e en el Compendio de Navega ion para el uso de
los Cavalleros Guardias-Marinas es rito por Jorge Juan e impreso en 1757 en
Cádiz, en la imprenta de la A ademia.
Comparemos ahora las dos edi iones analizadas, la de 1757
660
, y la de
1788
661
. En uanto a la edi ión de 1788, en la portada se indi a que es una
privadas. Sin embargo, puede ser útil en el servi io al Rey tanto por tierra omo por mar y
tanto para lo e onómi o omo para lo militar [GODIN, 1758, p. 124℄.
659
GODIN [1758, pp. 131, 138-139℄.
660
Hemos realizado el estudio utilizando un ejemplar digitalizado de la BDH. Sin embargo,
existe otra digitaliza ión diferente de la Universidad Complutense de Madrid, ofre ida por
el atálogo Hathitrust, donde no apare en ni el índi e ni las tablas de logaritmos, y donde
faltan las últimas 19 páginas del texto, 16 de ellas dedi adas a los logaritmos. En ontramos
al omienzo de esta versión, después de las aproba iones y li en ias, olo ado antes de la
introdu ión, un extra to de registro de la Real A ademia de Cien ias que no se halla en la
propor ionada por la BDH. El texto reza lo siguiente: �EXTRAIT DES REGISTRES DE
L'ACADEMIE ROYALE DES SCIENCES du 28 de Juin de 1758. MONSIEUR BOUGUER
quì avoit etè nommè pour examiner la premìere partie d'un Ouvrage que Mr. GODIN fe
propofe de publier fous le titre de Compendio de Mathemàti as para el u∫o de los Cavalleros
Guardias-Marinas, en ayant fait fon rapport, l 'A ademie à jugè ette premiere partie digne
dè l'imprefsion. En foy de quoy j'ay �gnè le prefent Certi� at. A Paris e 28 Juillet 1758.
GRANDJEAN DE FOUCHY, Se ret. perpet. de l' A ad. R. d. S iens�.
661
Hemos analizado un ejemplar en formato digital de di ha edi ión, edido para tal �n
306 Des rip ión y análisis de textos
reimpresión. Cotejando hoja por hoja ambas edi iones vemos que existen am-
bios en la grafía omo la sutitu ión de la �f� por la �s�, omo en a� por
assi y es∫ olio por es olio, y el ambio de sentido de las tildes, por ejemplo, en
lugar de resìduo y mayòr en ontramos ahora resíduo y mayór. El texto en sí
es idénti o a la primera edi ión de 1758, salvo que lleva añadido un apéndi e
de 11 páginas dedi ado a las fra iones de imales.
3.2.13. 1766. El Marinero Instruido en el Arte de Nave-
ga ion spe ulativo, y pra ti o. Barreda y A evedo
El Marinero Instruido en el Arte de Navega ion spe ulativo, y pra ti o, se-
gun el mètodo, on que se enseña à los Colegiales del Real Seminario de Sr.
San Telmo, extra muros de la Ciudad de Sevilla. Dispuesto por D. Fran is o
de Barreda, Colegial, que fué en di ho Real Seminario, Piloto Prin ipal exa-
minado de la Carrera de Indias, Capitular de la Universidad de Mareantes, y
Maestro de la expressada Fa ultad Nauti a, y demás, que en di ho Real Cole-
gio se enseñan. Dedi ado al Sr. San Pedro Gonzalez Telmo, Singular Patron
de los Navegantes. Por a uerdo de los señores D. Juan Manuel de Vibero, D.
Manuel de Rio Soto, y D. Pedro Pumarejo, Mayordomo, y Diputados de la
itada Universidad, y men ionado Real Colegio
662
.
La obra omienza on una lámina donde se representa la �gura de San
Telmo, Singular Prote tor de los Navegantes. A ontinua ión se presenta un
poema del autor dedi ado al mismo. Después se in luye un extenso prólogo de
18 páginas dirigido al le tor, en el que Barreda repasa todas aquellas ien ias
que son ne esarias en la onstru ión de un �Baxel�: �Geometrìa, Arithmeti-
a, La Estati a, La Maquinaria, Las Arquite turas Navàl y Civil, La Tá ti a
Naval, La Hidrauli a, La Tormentária y Artilleria�.
El autor repasa también los des ubrimientos realizados desde 1492, on
Cristobal Colón, hasta 1535 on el des ubrimiento de Río de la Plata por
Diego Almagro, omitiendo según sus palabras otros des ubrimientos porque
resultaría molesto alargarse. Prosigue on una lista de autores que plasmaron
sus ono imientos en derroteros y tratados para realizar a ontinua ión, un
re orrido en el tiempo del Real Seminario de San Telmo, fundado on la in-
ten ión de resolver el problema de la es asez de pilotos. Expone que desde su
funda ión hasta el 10 de junio de 1763, fueron 2500 aquellos que se formaron en
el Seminario; logro que fue posible gra ias al método utilizado por los maestros
que omitiendo lo super�uo unían los viajes de prá ti as a la enseñanza bási a
de on eptos, permitiendo así adquirir una rápida forma ión en el tiempo.
Re�ere que on el �n de fa ilitar la enseñanza-aprendizaje se imprimieron
varios tratados. Pedro Manuel Cedillo, primer Maestro de San Telmo, es ribió
por la Bibliote a de la Universidad de Sevilla en su se ión de Fondo Antiguo.
662
Véase sobre la fe ha de impresión la nota al pie 405 sita en la página 166.
LIBROS DE TEXTO 307
Figura 3.54: Portada del libro BARREDA, FRANCISCO DE(1766) El Marine-
ro Instruido en el Arte de Navega ion spe ulativo, y pra ti o [. . . ℄. Sevilla. Fuente:
http://bdh.bne.es
un �Compendio Nauti o� on el que � on po os dias de trabàjo se lograba
por su estúdio onseguir el �n, á que se dirigia su ontéxto�, y un tratado
de Trigonometría apli ada à la Nauti a. Con la expli a ión de ambos tratados
�logró èste Colegio, y lograron todos, los que se dedi aron â estos estudios, una
ompleta satisfa ion de sus frequentes exer i ios�. Le siguieron los tratados
de �Artilleria, Arithmeti a, Navega ion, Trigonometrìa General, y otro de la
apli a ion à la Nauti a�, ompuestos por Juan Sán hez Re iente, que tomó el
relevo de Cedillo uando este fue nombrado dire tor de la Real A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz. Al falle imiento de Sán hez Re iente, maestro de
Barreda, este último fue nombrado para o upar su puesto uando estaba en
Vera-Cruz, empleado de segundo piloto en uno de los navíos de la �ota de D.
Joa hin Manuél de Villena. En este punto el autor expone que al haberse ago-
308 Des rip ión y análisis de textos
tado las impresiones de los Tratados de los dos maestros anteriormente itados,
se le en argó reda tar una nueva obra on la que ontinuar la tarea do ente
ini iada por sus ante esores. De de este modo ompuso la obra que nos o upa.
La ele ión del título de la misma, El Marinero Instruido, se justi� a, según
Barreda, porque de nada servirán un úmulo de on eptos teóri os si no se es
también un buen marinero.
Para �nalizar el prólogo espe i� a el ontenido de la obra. Este Tratado
se divide en tres partes: la primera ontiene todo lo ne esario para el ono-
imiento de las dos esferas; la segunda está dedi ada a los instrumentos, al
modo prá ti o de ono er la distan ia y la latitud; y en la ter era se expone la
onstru ión del uadrante de redu ión, artas de navegar, forma de levantar
un plano y arte de trabajar las opera iones fre uentes de la navega ión. Como
omplemento a la obra se añaden dos apéndi es, el primero se titula �Cal ulo
Loxodromi o por el qual verás resueltos todos los triangulos re tangulos que
pueden ofer erse en la Navega ion�, y el segundo es un �Manual Arithmeti o
prá ti o�. En este manual se expone el modo de ono er el alendario, sus
i los, luna iones, festividades �jas y movibles, el modo de al ular la salida y
puesta del sol y las mareas.
Se men iona asimismo que al �nal del texto puede en ontrarse una ole -
ión de tablas que ontiene Tablas de las De lina iones del Sol; Tablas de las
amplitudes ortiva y o idua del Sol; Tablas de la hora de salir y ponerse el
Sol ; y Tabla de las latitudes y longitudes de las ostas Maritimas de España,
y Ameri a, al uladas las longitudes al Meridiano de Tenerife
663
.
El libro de texto dispone de un índi e de apítulos situado tras las tablas,
y seguido a él se en uentran 7 láminas on �guras que ilustran los on eptos
de la obra.
Tras el prólogo se in luye la siguiente dé ima en elogio de la obra del autor:
663
El autor ita que estas tablas se las ha fa ilitado su ondis ípulo D. Manuel Moraleda,
teniente de navío de la Real Armada y maestro prin ipal de la Real A ademia de Pilotos
de la Ciudad de Cádiz. Di has tablas están trabajadas � on la mas ompleta exa titud; assi
por haverlo onseguido en el exer i io de Piloto Mayor, que obtuvo mu hos años en servi io
de S.M. y diferentes repetidos Viages, omo por seguras noti ias, que en todos tiempos ha
re ogido de los mas expertos en la Carrera de Indias, por su general apli a ion, y desvélo â
èsta materia� [BARREDA, 1766, Prólogo al le tor℄.
LIBROS DE TEXTO 309
DON PABLO RODRIGUEZ
Gonzalez Ossorio, Maestro del No-
ble Arte de Primeras Letras, y a�-
ionado à èsta Fa ultad, en elo-
gio de la Obra, expressa su
sentir en la siguiente
DECIMA
COmpàz, Pluma, y Regla, son
Los pre isos Instrumentos,
Sobre uyos fundamentos
Dàs à el Nauti o Le ion.
Tu elògio es la Admira ion,
Como honor debido, en suma:
Assi es justo se presuma:
Y assi, mi labio se a òrte;
Pues nun a podrà mi Corte
Aplaudir al de tu Pluma.
Existe otra dé ima, insertada al �nal del, texto antes de las tablas, om-
puesta por un amigo de Barreda que opina sobre la obra y di e así:
MANIFIESTA SU DICTAMEN
un Amigo (Colegial, que fuè de)
èste Real Seminario) Contempo-
raneo, y Condis ipulo del Au-
tor, en on lusion de la
Obra, on la siguiente
DECIMA
CON notable Erudi ion,
Con mètodo singular,
Del Arte de Navegar
Has dado demostra ion:
Lo laro de tu Le ion
Y assi, en tu Es rito umplido
Del todo saldrà ilustrado,
El Colegial enseñado,
Y el Marinero Instruido.
Después de las primeras dé imas se muestran dos li en ias. La primera del
Provisor �Li . D. Joseph de Aguilar, y Cueto, Ra ionero Entero en la Sta.
Iglesia Metrop. y Patriar hal de ésta Ciudad de Sevilla, Governad. Provisor, y
Vi ario General de ella, y su Arzob. por el Emo. Sr. D. Fran is o por la Divina
Miseri ordia de la Sta. Romana Iglesia; Presb. Cardenal de Solís, Arzobispo de
310 Des rip ión y análisis de textos
ésta di ha Ciudad, y Arzobispado del Consejo de su Magestad. & . mi Señor�,
�rmada el 8 de enero de 1766. La segunda, la del Juez �Don Vi ente de Varaez,
Cavallero del Orden de San-Tiago, del Consejo de S.M. su Oydor en la Real
Audien ia de èsta Ciudad, Juez Subdelegado de las Imprentas, y Librerias de
ella, y su Partido�, fe hada el 8 de noviembre de 1765.
La primera parte del libro de texto onsta de 6 apítulos y está dedi ado
al estudio de las dos esferas. En el apítulo V, dedi ado al estudio de la tierra,
sus dimensiones y divisiones, se al ula la longitud de un diámetro terrestre,
basándose en la longitud de la ir unferen ia y utilizando para ello la siguiente
regla de tres:
Para saber la distan ia de su Diametro; se ha de suponer, que el
Diametro del Cir ulo es à su ir unferen ia. Segun Arquimedes, omo 7.
on 22. [. . . ℄ luego formando una regla de tres on ada uno de di hos tres
valores, se dirà, si à 22. de ir unferen ia orresponden 7. de Diametro,
á 6300. leguas Españolas, ò 5400. Olandesas, ó 7200. Fran esas, que se
han hallado de ir unferen ia, qué Diametro orresponderà?
664
En el apítulo VI, titulado �De la Disposi ion de las Zonas, Clima, y po-
situra de los havitadores del globo�, se al ulan los grados de latitud que
omprende un lima utilizando propor iones trigonométri as:
[. . .] Por las Reglas de Trigonometria se formarà la propor ion si-
guiente: omo el Seno de la Semidiferen ia del dia Maximo onvertido
en grad. y min. al Radio, assi la Tangente de la Maxima de lina ion
del Sol, à la Tangente segunda del Paralelo, ò latitud del men ionado
Clima
665
.
Asimismo se men iona que se invertirá la propor ión para el aso de querer
hallar el lima, ono ida la latitud o el paralelo de un Pueblo
666
.
La Segunda parte del Tratado ontiene 4 apítulos, y trata de los uatro
términos de la navega ión y de los instrumentos ne esarios para su ál ulo.
Un estudio en profundidad de estos on eptos e instrumentos fue realizado por
Iglesias [2000℄ en su tesis do toral; analizaremos, por tanto, en los apítulos
siguientes úni amente los on eptos matemáti os utilizados.
En el primer apítulo se expli a el uso de las tablas de las de lina iones
del sol. Barreda utiliza las mismas tablas que Sán hez Re iente. Se ha itado
anteriormente que los datos de di has tablas están referidos al meridiano de
la Ciudad de Sevilla, y por ello, para al ular la de lina ión en ualquier otro
meridiano se utiliza una regla de tres que el autor expli a del modo siguiente:
664
BARREDA [1766, p. 45℄.
665
BARREDA [1766, p. 61℄.
666
�Como la Tangente segunda del Paralelo de latitud, ò altura de Polo, ò Clima, al Radio,
assi la Tangente primera de la Maxima de lina ion del Sol al Seno de la Semidiferen ia del
dia Maximo en grados, y min. que redu idos à horas, daràn las que tiene de dia Maximo el
referido Clima� [BARREDA, 1766, p. 62℄.
LIBROS DE TEXTO 311
[. . .] Se formarà una Regla de tres, de la que serà siempre el primer
termino 360. grad. que tiene el Cir ulo de la Equino ial, ó las 24. horas,
en que està dividida: el segundo será la diferen ia de las de lina iones:
el ter ero la diferen ia de longitud en grad. ó onvertida en horas, y
saldrà al quarto termino los minutos, que havrà de diferen ia en las
de lina iones de un Meridiano à otro en el referido tiempo [. . .]667.
A ontinua ión se resuelve un ejer i io para ilustrar el on epto. Se expli-
a también el uso de las tablas de amplitudes del sol, apli ando tres métodos
distintos. El primero, y menos exa to, es el que se realiza aproximando los
minutos a los grados más proximos. El segundo es el que utiliza una propor-
ión trigonométri a, también itada por Sán hez Re iente en su Tratado de
Navega ion
668
. Este método es, según Barreda, el más pre iso y menos labo-
rioso de los métodos. El último es el que realiza los ál ulos sin despre iar los
minutos tanto en el aso de la altura de polo omo en la de lina ión, y usa las
partes propor ionales orrespondientes a ellas. Este método �es algo molesto
para los que breve se ansan del trabajo, que en la Mar qualquier opera ion
de estas requiere para su total perfe ion; de que se suelen o asionar no leves
yerros, na idos de ésta, y otras desidias�. En este aso, el método se expli a
dire tamente en un ejemplo. Se al ula, para una misma altura y de lina iones
onse utivas en grados, la amplitud orrespondiente a los minutos ex edentes
de la menor antidad. Se repite el pro eso para un grado más de altura, y
�nalmente se plantea una regla de tres para dos alturas onse utivas en grados
de polo y una misma de lina ión
669
.
En este primer apítulo se expli a también el uso de la aguja azimutal y
su varia ión. Para el ál ulo de esta se expone el modo de hallar el azimut
verdadero del sol. Es de ir, se trata de al ular el ángulo azimutal, uno de los
ángulos formados en un triángulo esféri o en el que se ono en los tres lados.
Para ello se utiliza la fórmula:
sen2a
2=
R2 sen d′ sen d′′
senL′ senL′′
Como veremos más adelante, esta fórmula es expli ada y utilizada por Cis ar
en su Tratado de Trigonometría esféri a
670
. Barreda, omo otros autores an-
teriores, no ita la fórmula, sino que la apli a dire tamente. Sin embargo, en
la ompleta resolu ión del ejer i io, detalla uno a uno todos los pasos a seguir,
apoyándose en la �gura 16 de la segunda lámina. Para fa ilitar los ál ulos se
toman logaritmos en la expresión anteriormente itada
671
.
El método más usado por los marinos durante el siglo XVIII fue el que
utiliza las amplitudes del sol. El método que nos o upa, el que usa el azimut
667
BARREDA [1766, p. 94℄.
668
Véase la itada propor ión en la página 265.
669
Véase la resolu ión en BARREDA [1766, pp. 100-103℄.
670
Véase en la página 377 la referen ia a la fórmula 3.2 y sus apli a iones.
671
Véase la resolu ión del ejer i io en BARREDA [1766, pp. 104-106℄.
312 Des rip ión y análisis de textos
del sol, es sin embargo, el más ompleto, aunque no empieza a in luirse hasta
asi la mitad del siglo XVIII [IGLESIAS, 2000, p. 229℄.
Para �nalizar on los on eptos matemáti os apli ados en esta segunda
parte, itaremos que en el apítulo II, dedi ado a la distan ia, se ha e uso de
la regla de tres para el paso de pies de París a pies astellanos.
La Parte III está dividida en 5 apítulos. En el primero de ellos se utiliza la
regla de tres para pasar de millas a leguas de distinto tipo. El ter er apítulo
está dedi ado al uadrante de redu ión y las artas de marear. Para el uso del
uadrante se emplea la diferen ia de latitud, que se hallará usando las partes
meriodionales. El autor propone dos maneras de ál ulo que apli a dire ta-
mente en ejemplos. En la primera halla la diferen ia de latitud, utilizando las
partes meridionales y la diferen ia de meridiano, donde será ne esario resolver
la siguiente regla de tres:
Si à I46. min de diferen ia de latitud, orresponden 98. min de dife-
ren ia de Meridiano, à I94 min. de diferen ia de latitud en partes Meri-
dionales, què diferen ia de longitud esferi a orreponderà?
672
La segunda fórmula de ál ulo no utiliza la diferen ia de meridiano y apli a
la trigonometría formando la siguiente propor ión:
Como el radio, a la Tangente del Angulo del rumbo hallado de 33.
grad. 45 min. assi la diferen ia de latitud en parte Meridionales I94.
minut. à la diferen ia de longitud esferi a, y saldrán los mismos I30.
min. que antes
673
.
A ontinua ión se resuelven 3 problemas
674
en los que se utiliza la misma
propor ión, variando el dato que se des ono e.
En el �Apéndi e Nauti o y Cal ulo Loxodromi o� se expone ómo resolver
los triángulos re tángulos utilizando úni amente la aritméti a y la tabla loxo-
drómi a. El manejo de la tabla se expli a dire tamente en los problemas que
a ontinua ión se resuelven
675
.
En el �Problema I� se propone el ál ulo de la diferen ia de latitud y apar-
tamiento de meridiano, sabiendo que el piloto navegó por el ángulo 56 grados
y 15 minutos del norte al este una distan ia de 60 millas. Utilizando el rumbo
dado se bus a en las tablas la diferen ia de latitud y meridiano, pero omo
672
BARREDA [1766, p. 266℄.
673
Se puede formar la propor ión análoga siguiente: �Como el Seno segundo de la latitud
media hallada de 4I. gr. 23. m. al Seno del Angulo del rumbo de 33. grad. 45. minut. assi
las I76. millas de distan ia ante edentemente halladas por di ho rumbo, à la diferen ia de
longitud esferi a; y he ha la opera ion, salen los mismos I30. m. omo pare e en la uenta�
[BARREDA, 1766, pp. 267-268℄.
674
Véanse los problemas XXII, XXIII y XXIV en BARREDA [1766, pp. 268-272℄.
675
Véase la resolu ión de los problemas en BARREDA [1766, pp. 312-328℄.
LIBROS DE TEXTO 313
las tablas se han fabri ado suponiendo la derrota on 100 millas se utilizan
sendas reglas de tres para al ular di hos valores para la distan ia de 60 millas
requerida
676
.
En el �Problema II� debe al ularse la diferen ia de meridiano y el ángulo
del rumbo, ono idas la distan ia y la diferen ia de latitud. En este aso la
diferen ia de meridiano se al ula utilizando la Proposi ión 47 del Libro I de
Eu lides (que es el teorema de Pitágoras). Para al ular el ángulo del rumbo,
el autor utiliza el número 86 �que segun el sentir de Don Jo∫eph Bueno, en su
Trat. de Naveg. fol. I07. sirve de regla general para todos los Angulos�
677
. Sin
embargo, Barreda estima que, aunque en singladuras ortas el error ometido
al apli ar di ho método no es grande, existe otro método más fundamentado
que expone a ontinua ión del �Problema IV�, y mediante el ual al ula de
nuevo el ángulo del rumbo del �Problema II�
678
. El método onsiste en utilizar
la tabla loxodrómi a, teniendo en uenta las reglas de la trigonometría y supo-
niendo el radio dividido en 100 partes iguales, las mismas que orresponden a
su seno total. De este modo, las diferen ias tanto de latitud omo de meridiano
presentes en la tabla orresponden también en partes iguales a los senos de los
ángulos de los rumbos, on lo ual puede formarse la siguiente propor ión:
Como 57. millas de distan ia, al Radio que vale I00. assi los 40. min.
de diferen ia de latitud, ò de Meridiano, al Seno del Angulo de rumbo,
ó del omplemento en partes iguales
679
.
El apartado �naliza on la resolu ión de un problema en el que se tienen
en uenta los asos anteriores, y donde se utilizan los on eptos matemáti os
que a abamos de men ionar. Finalmente se plantean problemas a resolver por
parte del alumno.
En el segundo apéndi e, titulado �Manual Arithmeti o prá ti o�, se expli-
a el modo de hallar la hora a la que sale y se pone el sol, el lugar de este y
su de lina ión en ualquier día, para lo ual se usan propor iones trigonomé-
tri as
680
.
En uanto a la edi ión de 1786, en el prólogo al le tor, el autor expone
que la obra se ha reimpreso on eleridad debido a que era ne esaria para la
enseñanza del �Arte de Navegar� en el Real Seminario de San Telmo. Se han
orregido las erratas y se han suprimido aquellas partes inne esarias, omo
676
Véase la resolu ión del Problema I en BARREDA [1766, pp. 312-313℄.
677
�[. . .] Deben ser propor ionales en qualquier Triangulo Re tangulo, omo la suma de la
mitad de uno de los lados, que omprehenden el Angulo re to, y distan ia, al numero 86.
assi el otro lado, al valor de el Angulo opuesto al referido lado, en la espe ie de grados, ò de
grad. y min.� [BARREDA, 1766, p. 314℄.
678
Véase la resolu ión en BARREDA [1766, pp. 320-322℄.
679
BARREDA [1766, pp. 319-320℄.
680
Véase el ál ulo de la hora de salida y puesta de sol en BARREDA [1766, pp. 357-359℄
y el ál ulo de la de lina ión en ualquier día en BARREDA [1766, pp. 364-365℄.
314 Des rip ión y análisis de textos
el prólogo antiguo, el ál ulo loxodrómi o, uestiones uriosas y reglas para
formar el alendario. Esta reimpresión era una solu ión transitoria mientras
Barreda preparaba una nueva obra, en argada por los señores Juez y Dipu-
tados de la Universidad de Mareantes y del Seminario de San Telmo. En este
nuevo texto, que tenía muy adelantado en el momento de esta segunda reim-
presión, �se amplian los puntos prin ipales de la Nauti a, y se reunen mu has
Tablas importantes�. Termina el prólogo indi ando que �la impresion omo
prolixa, y dilatada se retardará; porque mi edad re ida, y salud quebrantada
no me permiten emplearme en ella on la a tividad, que deseo�.
Además de las partes eliminadas, a las que el autor ha e referen ia en
el prólogo, se han eliminado los elogios y las li en ias. El texto se mantiene
inta to y también las láminas, añadiéndose una nueva tabla, la �Tabla de los
nombres de varios Lugares de la Costa de España, y horas, à que su ede el
�uxo maximo, el dia de la onjun ion de la Luna�
681
.
3.2.14. 1770. El arithmeti o inferior, espe ulativo, y pra -
ti o. Barreda y A evedo
El arithmeti o inferior, espe ulativo, y pra ti o, dispuesto a la enseñanza
de los Colegiales del Real Seminario de San Telmo, extra-muros de la Ciudad
de Sevilla. Por Don Fran if o de Barreda, Colegial que fuè en di ho Real Se-
minario, Piloto prin ipal, examinado de la Carrera de Indias, Capitular de la
Uniuer�dad de Mareantes, y Maeftro de la fa ultad Nauti a, y demàs que fe
enfeñan en di ho Real Colegio. Dedi ado a María Santissima Nra. Sra. on el
Titulo del Buen-Aire, Titular de la referida Univer∫idad de Mareantes, y men-
ionado Real Colegio.
Tras una dedi atoria a María Santísima, sigue un apartado al le tor donde
leemos que Barreda es ribió la obra por en argo de los señores Mayordomo y
Diputados del Real Colegio Seminario de San Telmo. El texto que debía reda -
tarse on po a extensión, iñiéndose a la obra de Antonio Gabriel Fernández,
pero sin omitir lo esen ial, se utilizaría para la enseñanza de la náuti a, el
pilotaje, y la artillería propias del Colegio, on el objetivo de que los semina-
ristas aprendiesen en po os días lo que tardarían más tiempo en aprender on
otros textos de gran volumen. Además de basarse en la obra de Fernández,
el autor ha manejado textos del Dr. Puig, Cora hán, Zaragoza, Tos a y Juan
Sán hez Re iente. Barreda remite al le tor a los textos de estos autores para
profundizar en aquellos on eptos en los que él no hará hin apié.
681
BARREDA [1786, p. 332℄.
LIBROS DE TEXTO 315
Figura 3.55: Portada del libro BARREDA, FRANCISCO JOSÉ DE(1770) El arith-
meti o inferior, espe ulativo, y pra ti o [. . . ℄. Sevilla. Fuente: http://bdh.bne.es
En esta parte introdu toria, Barreda también resume el ontenido del li-
bro. La obra está dividida en dos partes, la primera de ellas dedi ada a las
uatro reglas de sumar, restar, multipli ar y partir enteros y quebrados �en
abstra to�, y a los números denominados en �terminos ontratos�. La segun-
da, destinada a las �Reglas de Propor ion, Aliga ion, y otras, en los mismos
terminos ontratos�.
A ontinua ión D. Pablo Rodríguez Gonzáles O�orio, �Maeftro Examinado
del Novili�mo Arte de primeras Letras, y Profe�or de efta fa ultad Arithme-
ti a�, mani�esta su di tamen sobre la obra on la siguiente dé ima:
316 Des rip ión y análisis de textos
DECIMA
EN folo �guras nueve.
y una mas, que di e aumento,
del buen ontar omplemento
mueftras, on methodo breve:
Cien ia, y solidèz, embeve
en lo minimo que alienta;
todo error, y duda ahuyenta
on modo tan fuperior,
que aunque la dàs inferior,
es Obra de mu ha uenta.
Pre ediendo al uerpo entral del texto en ontramos una página donde se
apunta el lugar de impresión e imprenta. El libro uenta también on un índi e
y una fe de erratas, sitas ambas al �nal de la obra.
El libro está dividido en dos partes. La primera onsta de seis apítulos y
omienza on la exposi ión de 18 de�ni iones. En la primera de ellas se de�ne
la aritméti a omo la ien ia que trata de la antidad dis reta, dividiéndose en
inferior y superior. La inferior trata de las opera iones omunes y la superior
se dedi a a la resolu ión de potestadas numéri as. Asimismo, según el autor, la
aritméti a se divide también en espe ulativa y prá ti a. La primera ontiene
las reglas �del bien ontar� y la segunda las lleva a la prá ti a. A ontinua ión
se de�ne número omo una ole ión de unidades siendo la unidad �aquella
por la qual se expresa la denomina ion de una fola osa�
682
. El número puede
ser �Digito, Arti ulo, ò Compuesto, serà digito aquel que no llega à 10. ar-
ti ulo es el que ha e die es justos, y ompuefto todos los demàs�. Se de�nen
los números pares, impares y primos, y se advierte que existen más tipos de
números, pero que no se tratan por no ser ne esarios para el estudio que el
autor se propone. Después, se de�nen parte aliquota, parte aliquanta, razón
ra ional e irra ional. Razón ra ional es la que puede expli arse on un número,
omo la que hay entre 6 y 3, que se llama razón dupla, ra ión irra ional en
ambio es �la que no se puede expresar on numeros, omo la que hai entre la
diagonal de un quadrado, on el lado del mismo quadrado�
683
. Continuando
on las razones se de�nen las razones de igualdad, desigualdad, razón mayor y
menor que otra. En la de�ni ión 17 se di e que un numero mide a otro uando
�repetido algunas ve es le ompone, omo 3. respe to del 12. que repetido 4.
ve es ha e el 12�. La medida omún de dos números es aquel número que mide
a ambos, omo por ejemplo, 3 es medida omún de 12 y 15, porque mide a
ambos. Una vez presentadas estas de�ni iones se inserta el primer apítulo,
dedi ado a las uatro opera iones bási as entre números enteros.
682
BARREDA [1770, p. 2℄.
683
BARREDA [1770, pp. 4-5℄.
LIBROS DE TEXTO 317
En el apítulo II se de�nen los quebrados, se expli a el modo de simpli� ar
un quebrado, el modo de hallar la medida omún de dos números, el modo
de redu ir quebrados a omún denominador y a denominador determinado,
la forma de redu ir un quebrado ompuesto a simple, y la forma de redu ir
enteros a quebrados y vi eversa.
Los apítulos III y IV, titulados �De la logifti a de los numeros quebrados�
y �De la logifti a de los numeros enteros on quebrados�, respe tivamente, se
dedi an a las opera iones bási as entre quebrados, y entre números enteros y
quebrados, respe tivamente.
Las opera iones bási as on números denominados se tratan en el apítu-
lo V. El autor destinta a este apítulo una extensión aproximadamente in o
ve es mayor que al resto de los apítulos de esta primera parte. Se resuelven
multitud de ejemplos y se ofre e una tabla de redu ión de pesos y medidas.
La segunda parte onsta de uatro apítulos. En el apítulo VI, primero de
esta segunda parte, se de�ne el on epto de propor ión para a ontinua ión
expli ar el manejo de la regla de tres simple y ompuesta, dire ta e inversa.
Barreda remite al le tor al Libro quinto de los Elementos de Eu lides del Padre
Ja obo Kreza para ampliar el estudio de estos on eptos
684
. En el apítulo VII
se apli an estos on eptos a la resolu ión de ejer i ios de Reglas de Compañías
simples y ompuestas. Así se resuelven Reglas de arrendamientos, repartimien-
tos y testamentos; Reglas del tanto por iento, entre ellas reglas de ál ulo de
ganan ias, pérdidas, intereses, pensiones, ensos; y por último se resuelven Re-
glas de Baratas y Trueques. Como el propio autor indi a, estas reglas �en nada
fe diferen ian de las de ompañia q en el nombre, pues todas guardan el mifmo
metodo en fus opera iones omo fe ono erá de los exemplos�. El apítulo VIII
se dedi a a la Regla de la Aliga ión.
En el penúltimo apítulo se expli an las progresiones aritméti as y geomé-
tri as, señalándose sus propiedades. Barreda remite de nuevo al le tor a otros
autores para profundizar en los on eptos del apítulo
685
.
El apítulo X se dedi a a la Regla de la falsa posi ión simple y ompuesta.
Al �nal del apítulo y bajo el título de �Con lusion�, el autor señala que ha
omitido el modo de operar on partes dé imas por la brevedad on la que debe
presentar el tratado, remitiendo de nuevo al le tor a onsultar aquellos autores
itados a lo largo del texto. Asimismo, se ha pres indido del estudio de la om-
binatoria que requiere, según �el Sapienti∫simo To∫ a�, una gran extensión
686
.
684
BARREDA [1770, p. 209℄.
685
Se re omienda leer �el itado Cora han, el in�gne Padre Zaragoza, el Subtilissimo Puig,
el aplaudido Moya, y el nun a baftantemente alabado ingenio del Do tor Pedro Nuñes, todos
Autores na ionales de fuperior orden, y fublimado ara ter en efta ien ia� [BARREDA,
1770, p. 323℄.
686
BARREDA [1770, p. 339℄.
318 Des rip ión y análisis de textos
Aún así, Barreda aporta tres ejemplos de ombinatoria en los uales se dispone
de números ordenados de tal modo ( uadrado mági o) que:
Al dere ho, y al rebès,
por uno, y por otro lado,
en Diagonal, o trabès,
el mifmo Multipli ado
y el proprio Sumario ès
1 7 6 8 9
6 8 9 1 7
9 1 7 6 8
7 6 8 9 1
8 9 1 7 6
Suma 31 Mult. 3024
A ontinua ión se inserta un apéndi e sobre la extra ión de raí es, ya que
según el autor, aunque no es propio de este tratado sino de la aritméti a supe-
rior, debe ono erse para entender �Los Libros 1. 2. 3. y 6. de la Geometria�,
así omo algunos on eptos de pilotaje y artillería.
En uanto a la estru tura de la obra, diremos que los on eptos y propieda-
des se siguen on la úni a división del texto en apítulos, utilizándose el mismo
tipo de letra, salvo para señalar títulos y alguna que otra nota a laratoria. Las
propiedades estudiadas se presentan dire tamente omo apli a ión, sin ningu-
na prueba formal, omo re etario a seguir para ada aso on reto. Podríamos
de ir que es más un manual de fórmulas que un texto dedi ado a desarrollar
apa idades en el alumno.
3.2.15. 1771. Examen Maritimo Theóri o Prá ti o. Juan
Santa ilia
Examen Maritimo Theóri o Prá ti o, ó Tratado de me hani a apli ado á
la ontru ion, ono imiento y manejo de los navios y demas Embar a iones.
Por D. Jorge Juan, Comendador de Aliaga en la Orden de San Juan, Xefe de
Esquadra de la Real Armada, Capitan de la Compañía de Guardias Marinas,
de la Real So iedad de Londres, y de la A ademia Real de Berlin. Tomos Pri-
mero y Segundo.
La obra no ontiene ni ensuras ni li en ias, in luyéndose antes del prólogo
úni amente la dedi atoria al rey del autor.
LIBROS DE TEXTO 319
Figura 3.56: Portada del libro JUAN, JORGE (1771) Examen Maritimo Theóri o
Prá ti o [. . . ℄. Madrid. Fuente: http://books.google. om
Juan omienza el prólogo manifestando que la instru ión del marinero en
la épo a era en general bási amente prá ti a, ex eptuando �los ortos prin i-
pios en que se funda el Pilotage�. La fábri a de navíos y sus maniobras había
estado �siempre en manos de unos asi meros Carpinteros, y de otros pura-
mente Trabajadores ú Operarios�. La di� ultad de aunar teóri a y prá ti a
se había ido mitigando por el progreso de las matemáti as, uyo bene� io en
�Cien ias y Artes� se ha ía notar también en la �Marineria�. Cita Jorge Juan
aquellos autores uyas aporta iones fueron signi� ativas en di ho progreso, o-
menzando on el �Tratado de Státi a, ó Cien ia de las fuerzas movientes�
del padre Pardies impreso en 1673 y ontinuando on las obras del �Cavalle-
ro Renau�, Huygens, Ja obo y Juan Bernoulli, Parent, padre Hoste, Pitot y
M Laurin, exponiendo los errores presentes en las mismas. Sin embargo, a su
pare er todas estas obras se redu ían �á un limitado número de proposi iones
320 Des rip ión y análisis de textos
sueltas�, por lo que se ne esitaba �una re opila ion de todas ellas, la orre ion
de las erradas y la adi ion de mu has que aun no se habian ofre ido�. Desta a
el �Traitè du Navire, de sa onstru ion & de ses mouvements� de Bouguer,
publi ada en 1746, por su extensión, el detallado estudio de la diversidad de
asuntos que en ella se tratan y �el a ierto de las solu iones geométri as, asi
redu idas al al an e de los prin ipiantes�, si bien este autor are e de �la prá -
ti a ne esaria para des ubrir los errores que resultan de los falsos supuestos
theóri os�. Desta a asimismo los dos tomos en uarto impresos en 1749 bajo
el título �S ientia navalis seu tra tatus de onstruendis a dirigendis navibus�
de �Leonardo Eulero�, que se distingue por �el espe ial orden y sublime Geo-
metria on que trata todos los asuntos�. Aunque adole e, al igual que Bouguer,
de la prá ti a ne esaria, �sus solu iones sirven de guía para todo lo nuevo que
se pueda proponer y ofre er�. Estas obras han servido de guía en el progreso
de la �Marineria� y puede asegurarse que lo más importante de la �theóri a
de la Marina� se en uentra en estos dos élebres autores.
Tras exponer algunos ejemplos en los que la teoría no se orresponde on
la prá ti a y añadir en ellos las observa iones realizadas por él mismo, pasa a
detallar el ontenido de la obra.
El primer Tomo está dividido en dos Libros, el primero de los uales ontie-
ne 9 apítulos. El primer apítulo trata de las de�ni iones y axiomas �ó leyes
del movimiento�, on los prin ipios derivados de la a ión de la gravedad. El
segundo apítulo versa sobre la omposi ión y des omposi ión del movimiento
y de las fuerzas que en él a túan. El ter er apítulo se dedi a al entro de gra-
vedad y poten ias o fuerzas, aportándose las fórmulas de sus velo idades, de
las longitudes que � orren y tiempos en las que orren�. En el uarto apítulo
se estudia la rota ión de un sistema de uerpos, libres o ligados entre sí, y el
ángulo giratorio o de rota ión, demostrándose que un sistema libre gira del
mismo modo que uando su entro de gravedad está �jo. Además se estudia la
teoría de los péndulos y de las palan as, onsideradas estas tanto en reposo o-
mo en movimiento. En el quinto apítulo se analizan el eje y radio de rota ión,
y se observa que el punto sobre el que gira un sistema o uerpo no es �jo. El
sexto apítulo, más largo que los anteriores por ser base de los siguientes, está
dedi ado a la per usión y presión, propor ionándose fórmulas para hallar los
tiempos, velo idades, a iones y longitudes re orridas por uerpos que ho an;
además se muestra el error que surge de suponer que el entro de os ila ión
y per usión son el mismo. En el apítulo séptimo se estudia el movimiento
de los uerpos que �insisten� sobre uerpos in linados y urvas; se obtiene la
distan ia que re orren los uerpos en aída libre, en el tiempo de aída por
el ar o de la i loide o en el tiempo que da una os ila ión un péndulo. En el
o tavo apítulo se trata la fri ión o rozamiento y las di� ultades que sobre
este on epto surgieron en la obra de Euler. El noveno y último apítulo se
dedi a a �las Má hinas simples, Plano in linado, Cuña, Ha ha, Tornillo, Exe
en peritro hîo, Carru ho ó Monton, y Aparejos� analizando la fri ión a la que
LIBROS DE TEXTO 321
están sujetas.
El �Libro segundo� está dedi ado a los �uidos y se presenta dividido en
tre e apítulos. En el primero se determina la a ión y fuerza on que los �ui-
dos a túan sobre los uerpos en reposo y las ondi iones a umplir para que
este se produz a. El segundo trata de la fuerza on la que a túan los �uidos
� ontra una diferen ial de super� ie ó area muy pequeña�, determinándose
di ha fuerza en todos los asos de movimiento: horizontal, verti al y obli uo.
El ter ero es análogo al segundo pero tomando las fuerzas en super� ies planas
y estudiando los distintos asos que surgen en fun ión de que las super� ies
estén o no enteramente sumergidas en los �uidos. En el uarto se estudian las
mismas fuerzas, pero en super� ies ualesquiera. El quinto se dedi a a las resis-
ten ias horizontales que pade en los uerpos uando se mueven en los �uidos o
las que estos produ en al ho ar ontra los uerpos; se expli an ejemplos prá -
ti os donde se observa que ambos asos son distintos ontrariamente a lo que
hasta ese momento se pensaba. El sexto es análogo al anterior onsiderando
resisten ias verti ales. En el séptimo se muestran las altera iones en fuerzas y
resisten ias produ idas en los �uidos por las desnivela iones que pro eden de
los movimientos de los uerpos, y lo que dependen aquellas de la longitud de
estos. En el o tavo se analizan las dimensiones y forma que deben tener las
líneas y super� ies en un �uido para que padez an la máxima o mínima resis-
ten ia, y se in luye una tabla que ontiene las abs isas y ordenadas de la urva
que, o upando un mayor espa io, tendrá la menor resisten ia. En el noveno
se exponen las fórmulas que rela ionan el tiempo, las distan ias re orridas y
velo idades de los uerpos en su movimiento por los �uidos, y se al ula el
tiempo ne esario para que un uerpo al an e la velo idad máxima; se estudian
también las olas hallando sus velo idades y magnitudes. El dé imo trata de los
momentos que pade en los uerpos en su movimiento horizontal y de la estabi-
lidad que de ellos se origina tanto en el aso de reposo omo de movimiento. En
el undé imo se analiza la in lina ión que toman los uerpos �otantes impelidos
por una o varias poten ias. El duodé imo ontiene las fórmulas que expresan
los momentos que pade en los uerpos �otantes que giran sobre un eje que
pasa por su entro de gravedad. En el de imoter ero se exponen las fórmulas
de las velo idades angulares de los uerpos que giran en un �uido y de las
longitudes de los péndulos que os ilan isó ronamente on ellos, además de las
velo idades máximas y mínimas adquiridas en su vibra iones. El tomo �naliza
on dos apéndi es, el Apéndi e 1 que trata de la �theóri a de los Cometas que
vuelan los Niños� y el Apéndi e 2 que versa sobre la resisten ia de los �uidos
en las máquinas.
El Tomo segundo trata �todo de Marina� y se presenta dividido en in o
Libros. El Libro 1 se titula �De la onstru ion de la Nave� y se desarrolla
en 7 apítulos. En el apítulo 1 se da una idea general de las embar a iones y
sus propiedades, del modo de gobernarlas y de la disposi ión y variedad de sus
mástiles y velas. El apítulo 2 trata del �in�nito número� de distintos buques
322 Des rip ión y análisis de textos
que pueden produ irse y de su modo de fabri a ión según �el uso prá ti o
mas antiguo�. En el apítulo 3 se expone el modo de delinear los planos de
los buques onsiderados en el apítulo anterior. En el apítulo 4 se muestra
la forma de delinear planos al modo en el que lo ha en los onstru tores de
Fran ia e Inglaterra. En el apítulo 5 se estudia ómo des ribir el uerpo de la
nave geométri amente, expli ando las ventajas que aporta este método. En el
apítulo 6 se enseña la forma de des ribir en los planos las obras muertas. El
apítulo 7 ofre e una des rip ión de las ubiertas.
En el Libro 2 se realiza a lo largo de nueve apítulos un examen del uer-
po del navío, de sus entros, fuerzas, resisten ias y momentos. En el primer
apítulo se trata de la �ota ión y línea de agua del navío, de su peso total y
del de su as o. También se dan �reglas fá iles� para determinar la magnitud
de los navíos según la artillería y variedad de pesos que deben soportar, y la
rela ión en la que deben estar los buques on �el peso total de los mismos, de
sus pertre hos, y demas ne esarios que omponen el todo del armamento�. En
el segundo apítulo se expli a ómo hallar el entro de volumen de un navío
y en el ter ero el modo de hallar la altura del meta entro sobre el entro de
volumen. En el apítulo 4 se enseña la forma de al ular el entro de gravedad
del as o y de todo el navío y el modo de al ular di ho entro por medio
de una �experien ia fa il, pra ti ada en otro Navío�; también se demuestra el
error de �Mr. Bouguer� que aseguraba que �en el Navío de tres puentes se
eleva el meta entro sobre el entro de gravedad de solo uno ú dos pies�. El
apítulo 5 trata el ál ulo de las resisten ias horizontales que pade e un navío
y el ál ulo de la altera ión de aquellas resisten ias en aso de sumergirse más
o menos el buque, además de fa ilitar las fórmulas para dedu ir las mismas
resisten ias en otros navíos de fondos semejantes. El apítulo sexto se dedi a
al ál ulo de los momentos que pade e un navío en sus in lina iones, llamadas
por los marineros �aguante de Vela�, tanto en reposo omo en movimiento.
El apítulo séptimo trata de los momentos de la nave en su movimiento ho-
rizontal, denominado por los marineros �virar�, y en el apítulo o tavo se
estudian los momentos que pade e la nave en su rota ión, que re ibe el nom-
bre de � abezada�. El apítulo 9 trata de los momentos que pade e la nave y
que o asionan lo que los marineros donominan �quebranto�, analizándose los
mismos momentos uando el navío está va ío.
El Libro 3 está dedi ado a las máquinas que mueven y gobiernan el navío
y se divide en tres apítulos. El primero trata de las velas, de la fuerza y di-
re ión on la que a túan y del entro de sus fuerzas, aportándose tablas de
los pies uadrados que ontiene ada vela, del entro de gravedad de ada una
de ellas y de sus momentos. El segundo estudia el timón, sus fuerzas respe to
de los diversos ángulos que forme on la quilla y expli a ómo hallar el ángulo
en el que debe ha er �el máxîmo efe to�. En el último apítulo de este libro
se analiza el remo y se resuelve un ejemplo apli ado a una galera.
LIBROS DE TEXTO 323
El Libro 4 se desarrolla en 5 apítulos y trata de las a iones y movimientos
de la nave. En el apítulo 1 se estudia el movimiento que da al navío el impulso
del viento en las velas y el rumbo que debe seguirse. Se propor ionan las uatro
fórmulas que expresan las distintas velo idades del navío y las ventajas que de
ellas se derivan, apli ándolas a varios ejemplos prá ti os. El apítulo 2 trata de
los ángulos que deben formar las velas y el viento on la quilla para onseguir
�el máxîmo andar�. En el apítulo 3 se analiza la in lina ión que deben tomar
las embar a iones obligadas por el impulso del viento en las velas, propor io-
nándose la fórmula que expresa su valor y mostrando ejemplos de apli a ión.
Después se extiende el estudio a los asos en los que se tome alguna varia ión en
el buque, ya sea en el peso o en su volumen sumergido en el �uido. También se
demuestra que en navíos enteramente semejantes, los aguantes de la vela están
en razón inversa de sus dimensiones lineales. El apítulo 4 trata del gobierno
del navío, es de ir, �de la ombina ion de las fuerzas que a tuan ontinuamen-
te á ha er girar el Navío�. En el apítulo 5 se estudian el balan e y la abezada.
El Libro 5 onsta de 6 apítulos y ontiene una re opila ión de todos los
ante edentes, �abstra ion he ha de ál ulos analíti os, á �n de poner el todo,
en quanto sea posible, al al an e de los Marineros�. El apítulo 1 trata de la
fortaleza de los navíos, del grueso de sus maderas y de las medidas prin ipales
on que se deben onstruir. El segundo apítulo estudia la magnitud de los
navíos y el ter ero el aguante de la vela. El apítulo 4 trata �del andar y rum-
bo que siguen las Naves�, y dado lo ompli ado de las fórmulas, �se pro ura
expli ar el todo por onstru iones geometri as, que se ha en muy fa ilmente
inteligibles�. El apítulo 5 se dedi a al gobierno de la nave y el 6 al balan e
y abezada, añadiendo varios ejemplos y observa iones para fa ilitar su om-
prensión.
Como ya vimos en la se ión 2.2.2.1 del apítulo 2 (página 80), en las Orde-
nanzas para el Colegio de San Telmo de 1786 se determinaba el uso del Examen
Marítimo omo libro de texto para el estudio de la me áni a, y en la lase de
álgebra para extraer ejemplos on los uales estudiar trigonometría y óni as.
Correspondía al maestro la adapta ión de la obra a la apa idad de sus alum-
nos. En este sentido el nivel de la obra pare e ex esivo para los estudios de
náuti a del Seminario. Sellés Gar ía; Lafuente Gar ía [1985, p. 177℄ onvienen
en que �quien haya hojeado esta obra no pre isará de más omentarios para
advertir lo ímprovo de la tarea�.
Asimismo, el plan propuesto por Gabriel Cis ar para el Curso de Estudios
Mayores y aprobado en 1785, determinaba el uso del Examen Maritimo omo
libro de texto para el estudio de la me áni a. El propio Cis ar elaboró la
segunda edi ión orregida y aumentada de la obra para adaptarla a di ho
Curso
687
.
687
Sobre el Examen Maritimo véanse por ejemplo: AUSEJO; MEDRANO (2012) "La fun-
damenta ión del Cal ulus en España: el Cál ulo In�nitesimal en Gabriel Cis ar (1760-1829)".
324 Des rip ión y análisis de textos
3.2.16. 1771.Compendio de la Geometria elemental y Tri-
gonometria re tilinea. To�ño de San Miguel Van-
dewale
Compendio de la Geometria elemental y Trigonometria re tilinea, para el
uso de los Cavalleros Guardias-Marinas en su A ademia. Es rito por don Vi-
ente To�ño de San Miguél, Theniente de Navio de la Real Armada, y Dire tór
de la mifma A ademia.
Figura 3.57: Portada del libro TOFIÑO, VICENTE (1771) Compendio de
la Geometría elemental y Trigonometría re tilínea. Isla de León. Fuente:
http://books.google. om
Llull, 35(76), 305-316; FERNÁNDEZ GONZÁLEZ (2010) "La Arquite tura Naval en el Exa-
men Marítimo". En: "Homenaje a Jorge Juan y Santa ilia", 19 y 20 de Abril de 2010, Cádiz;
GONZÁLEZ DE POSADA (2007) "Las ien ias físi o-matemáti as: de Jorge Juan a Ga-
briel Cís ar". En: Fran is o González de Posada ( oord.) La ien ia en la España ilustrada.
Madrid, Instituto de España, 79-164; BAIG I ALEU [2008℄; SIMÓN CALERO [2001℄.
LIBROS DE TEXTO 325
La obra omienza on una dedi atoria a don Jorge Juan �Comendador de
Aliaga en la Orden de San Juan, del Confejo de S.M. en fu Junta de Comer io,
Moneda, & . Gefe de Efquadra de la Real Armada, Embaxador que fué à la
Corte de Marrue os, Capitan de la Compañia de Reales Guardias-Marinas,
Gefe Dire tór del Seminario de Nobles, de la Real So iedad de Londres, de la
Real A ademia de Berlin, y Correfpondiente de la de París�. Continúa on el
de reto del �Ex mo. señor D. Ni olàs Bu areli y Urfua, Cavallero Comendador
de Fradèl en el Orden de Santiago, Theniente General de los Reales Exer itos,
y Governador de la Plaza de Cadiz�. Este remite el es rito para su aproba ión
al señor D. Antonio de Ulloa �Comendador de O aña en el Orden de Santiago,
Gefe de Efquadra de la Real Armada, Miniftro de la Real Junta de Comer io,
Moneda, y Minas; de la Real So iedad de Londres, Correfpondiente de la Real
A ademia de Cien ias de París, y de las A ademias de la Inftitute de Bolonia,
de Berlin, y de Stokholmo, & .�. Después se inserta la aproba ión de este últi-
mo, la li en ia de impresión, una introdu ión y un índi e. En la introdu ión
To�ño de�ne la Geometría de la siguiente forma:
[. . . ℄ La Geometria es Cien ia que trata de la antidad ontinua,
efto es de todo lo men∫urable. Todo lo que en la Naturaleza es apàz
de medida eftà in lufo en las tres efpe ies, Lineas, Super∫i ies, y Solidos
[. . . ℄
Atendiendo a esta lasi� a ión divide su Tratado en tres libros que tratarán
de la igualdad, desigualdad y propiedades de las líneas, super� ies y sólidos,
respe tivamente
688
. Cada uno de los tratados se divide a su vez en se iones,
y para fa ilitar al estudiante una idea ordenada de lo que ontiene ada una
de ellas se ha pro urado, según el autor ,�que las Se iones no sean grandes, y
que pro edan en el orden mas natural, esto es de lo más sen illo a lo más om-
puesto�. Expli a, además, el signi� ado de términos fa ultativos omo axioma,
lema, demostra ión, orolario que serán utilizados en el texto. Para on luir
esta introdu ión To�ño ha e un pequeño resumen de la parte de la aritméti a
que tiene más onexión on la geometría y que será ne esaria para entender las
super� ies y los sólidos. De esta forma el resumen servirá de repaso a los que
ya la han estudiado, o de base para aquellos que solo hayan estudiado la arit-
méti a ordinaria. Los on eptos que se expli an a modo de repaso son: razón
geométri a, ante edente, onse uente, propor ión geométri a, alternar, inver-
tir, omponer y dividir propor iones, razón ompuesta, razón dupla, subdupla,
dupli ada y sus generaliza iones. El autor a�rma que estos ono imientos son
su� ientes para poder entender sin di� ultad el Tratado, ya que �así lo ha ve-
ri� ado la experien ia, en tre e Cavalleros Guardias-Marinas, que por sí solos
lo aprendieron en uatro meses de tiempo; uya fa ilidad pare e onsistir en
haberse dado a ada proposi ión toda la expli a ión ne esaria�.
A ontinua ión omienza la materia propiamente di ha. Esta se divide en
dos partes diferen iadas: geometría elemental y trigonometría re tilínea, ada
688
Esta división en tres Tratados a la que alude To�ño se re�ere al Compendio de la
Geometría elemental que onstituye la primera parte del texto.
326 Des rip ión y análisis de textos
una de ellas desarrollada en 84 páginas.
La primera parte se ini ia on la presenta ión de no iones preliminares. Par-
tiendo de la última parte indivisible, que los matemáti os han llamado �Punto
Mathemati o�, de�ne los on eptos de línea, longitud, latitud, línea re ta, lí-
nea urva, super� ie, super� ie plana o plano, super� ie urva, �gura, uerpo
o sólido y profundidad. Para �nalizar in luye 8 axiomas que versan sobre el
todo y sus partes, y la igualdad de antidades. Después omienza el libro I que
se desarrolla a lo largo de 58 páginas en on e Se iones. Estas son fá ilmente
distinguibles por el le tor; numeradas on nota ión romana y on un tamaño
de letra que supera el doble del ará ter utilizado para el resto del texto, mues-
tra el título en la línea siguiente on un tamaño de letra algo inferior al anterior.
La Se ión I se dedi a a de�nir las líneas re tas y urvas, dando algunas
propiedades sen illas, por ejemplo, que dos líneas re tas que se ortan solo se
en uentran en un punto. En la Se ión II se de�nen el ír ulo, la ir unferen-
ia, los ar os de ír ulo, los grados, minutos y segundos, el radio y el diámetro,
ir unferen ias y ír ulos on éntri os. Se expli a qué se entiende por medir
un ángulo y el modo de dibujar una ir unferen ia usando el ompás.
En la Se ión III se de�nen los on eptos de ángulo y vérti e o punto an-
gular. Se dan las denomina iones ángulo re tilíneo, urvilíneo o mixtilíneo,
atendiendo a los lados que forman el ángulo, y ángulo re to, obtuso o agudo,
onsiderando el ángulo según su magnitud. Además, se de�nen los ángulos su-
plementarios y omplementarios y los ángulos opuestos en el vérti e.
En la Se ión IV se tratan las líneas perpendi ulares y obli uas, y la distan-
ia de un punto a una re ta. Se expli a el modo de dibujar una perpendi ular
desde un punto situado dentro o fuera de una re ta, y el modo de dividir una
re ta dada en dos partes iguales, usando en ambos asos el ompás. La Se -
ión V omienza de�niendo el on epto de re ta paralela, después se in luyen
propiedades que involu ran líneas paralelas y perpendi ulares. Se de�nen, asi-
mismo, los ángulos que surgen del orte entre dos paralelas y otra re ta no
perpendi ular a ambas: el ángulo alterno, el externo e interno de un mismo la-
do, y el ángulo interno opuesto del mismo lado. Por último, se expli a el modo
de dibujar una re ta paralela a otra dada por un punto externo a la misma.
En la Se ión VI, dedi ada a las propiedades de las líneas re tas que se on-
sideran en el ír ulo, se de�ne uerda o subtensa, segmento de ír ulo, se tor
y orona. Se demuestra que una re ta que pasa por el entro y es perpendi u-
lar a una uerda, divide tanto la uerda omo el ar o orrespondiente en dos
partes iguales. A ontinua ión, se de�nen la tangente y punto de onta to; se
expli a el modo de dibujar una tangente; el modo de dividir un ar o dado en
dos partes iguales; el modo de dividir un ángulo dado en dos partes iguales;
el modo de dibujar una ir unferen ia que pase por tres puntos dados que no
LIBROS DE TEXTO 327
estén alineados; el modo de hallar el entro de un ír ulo o ar o dado; el modo
de dibujar una tangente por un punto dado fuera de un ír ulo; y para �nalizar
el modo de levantar una perpendi ular en el extremo de una re ta.
En la Se ión VII, titulada �De las propiedades de las líneas re tas que
ierran el espa io�, se de�nen los on eptos de �gura plana, �gura re tilínea,
urvilínea y mixtilínea, triángulo o trilátera, uadrilátera, polígono, triángulo
equilátero, triángulo isós eles, triángulo es aleno, triángulo re tángulo, trián-
gulo obtusángulo, triángulo a utángulo, hipotenusa, base del triángulo, altura
del triángulo. Se demuestra que por los tres vérti es de un triángulo se puede
trazar una ir unferen ia, que la suma de los ángulos del triángulo es 180, y
que el radio de un ír ulo es igual a la uerda del ar o de 60
◦. La Se ión VIII
se destina a la ompara ión de triángulos, atendiendo a la magnitud y posi ión
de sus lados y ángulos.
En la Se ión IX se de�nen los uadriláteros y sus distintas formas, los
polígonos en general, la idea de polígono ins rito y ir uns rito en un ír ulo,
así omo la diagonal. Se demuestra que puede suponerse que un ír ulo es un
polígono regular de in�nidad de lados in�nitamente pequeños, que en todo
uadrilátero �la suma de sus uatro ángulos es igual a dos re tos�, y que en
todo paralelogramo, por un lado, los lados y los ángulos opuestos son iguales,
y por otro, que la diagonal divide en dos partes iguales di ho paralelogramo.
Apuntar que se indi a que se utilizará la nota ión AB
2para denotar el ua-
drado de lado AB
689
. La Se ión X se dedi a al estudio de la propor ionalidad
entre líneas re tas, de�niéndose el on epto de líneas re ípro as. En la Se ión
XI se estable e el on epto de �guras semejantes, indi ando las propiedades
de los polígonos semejantes.
El Libro II que lleva por título �De las �guras planas osideradas respe -
to à sus super� ies� se desarrolla a lo largo de on e páginas y muestra sus
ontenidos en dos se iones. En la primera de ellas se de�ne super� ie plana,
super� ie urva, super� ie mixta, super� ie re tilínea, super� ie urvilínea y
super� ie mixtilínea. A ontinua ión se demuestran tres propiedades sobre la
igualdad de super� ies. En la Se ión II se obtienen las áreas de triángulos,
de polígonos tanto regulares omo irregulares, y del ír ulo, onsiderado omo
polígono. En el artí ulo 217 se enun ia y demuestra el teorema de Pitágoras,
aunque sin nombrarlo, ofre iéndose dos demostra iones distintas
690
.
El ter er y último Libro de este ompendio está dedi ado al estudio de los
sólidos, que el autor de�ne del modo siguiente:
689
Artí ulo 165. �Quando fe di e: el quadrado de una linea, fe debe entender un quadrado
que ada uno de fus lados es igual à la linea: por exemplo el quadrado de la linea AB es
ACDB, que ada uno de fus lados es igual à AB, y para nombrar efte quadrado fe ufa de la
expresion AB
2� [TOFIÑO, 1771, p. 46℄. Esta nota ión la hemos en ontrado úni amente en
este texto.
690
TOFIÑO[1771, p. 65℄.
328 Des rip ión y análisis de textos
Cuerpo ò Solido es una antidad ontinua, que onfta de las tres
dimen�ones Longitud, Latitud, y Profundidad. El Solido fe on�dera
produ ido por el movimiento de un plano, afsi omo efte por el movi-
miento de una linea, y efta por el de un punto
691
.
En la Se ión I se trata la forma ión y propiedades de los sólidos produ idos
por el movimiento re tilíneo, y onsta de o ho de�ni iones en las que se desgra-
nan los siguientes on eptos: prisma, prisma re to y prisma obli uo o in linado,
altura de un prisma, prisma triangular, prisma uadrilátero, prisma pentago-
nal, ilindro re to, paralelepípedo, paralelepípedo re tángulo, ubo, pirámide,
altura de la pirámide, pirámide triangular, pirámide uadrilátera, pirámide
pentagonal y ono re to. En la Se ión II se tratan los on eptos análogos a
los de la se ión anterior, pero ahora teniendo en uenta que el movimiento
realizado es ir ular. Así se de�nen el ilindro re to, generado al girar un re -
tángulo sobre uno de los lados inmóviles; el ono re to, engendrado al girar un
re tángulo sobre uno de los lados inmóviles; el globo o la esfera, que surge al
girar un semi ír ulo alrededor de su diámetro; diámetro, radios de la esfera, eje
de la misma y ír ulo máximo. El ál ulo de las áreas de las super� ies de los
sólidos de�nidos en las anteriores se iones onstituye la Se ión III del libro.
La Se ión IV, titulada �De la medida de los Solidos�, se dedi a al ál ulo del
volumen de los sólidos anteriormente de�nidos donde:
Llámase Solidés o Volumen de un uerpo, el espa io omprendido en-
tre las super� ies que lo terminan; y omo el uerpo o sólido se onsidera
formado del agregado de mu has super� ies, que se llaman elementos del
sólido, se hallará la solidés de este, sumando todos los elementos que uni-
dos forman el sólido
692
.
El Compendio de Geometria on luye on la Se ión V del libro III, dedi-
ada al estudio de las semejanzas entre sólidos.
La segunda parte del texto está dedi ada a la trigonometría re tilínea. Trata
la resolu ión de triángulos re tilíneos y estudia los on eptos ne esarios para
la onstru ión de los ánones de senos, tangentes y se antes. To�ño resalta la
importan ia del ono imiento de esta ien ia y avanza en qué va a onsistir el
tratado:
Trigonometria Plana, es la Cien ia que enfeña à refolver los Triangu-
los Re tilineos: efto es à ono er el valor de los tres lados, y tres Angulos
que los forman, fuponiendo que de eftos feis terminos fe tienen ono idos
los tres; lo qual es de fuma importan ia para los Tratados de Navega ion,
Geometria pra ti a, y otros, en los quales fuele fer muy fa il el medir
tres de los terminos de un Triangulo, pero muy di� il el ono er los otros
tres, �n el auxilio de efta Cien ia; por lo que su pra ti a fué tenida en
691
TOFIÑO [1771, p. 68℄.
692
TOFIÑO [1771, p. 75℄.
LIBROS DE TEXTO 329
los prin ipios por maravillofa, viendo medir diftan ias, y alturas ina ef-
sibles on mayor exa titud que � materialmente fe midiefen, y afsi sus
pra ti as fon fumamente agradables
693
.
El Tratado da omienzo de�niendo los siguientes preliminares ne esarios
para el buen desarrollo de las se iones que se presentarán a ontinua ión:
medida de ualquier ángulo re tilíneo, uerda de un ar o, seno primero de un
ar o, seno total, seno máximo, seno segundo o de omplemento de un ar o o
ángulo, seno verso o sagita, tangente primera de un ar o, tangente segunda de
un ar o, se ante primera, se ante segunda.
La se ión I se dedi a a estudiar los on eptos ne esarios para la ons-
tru ión de las tablas de senos o anon de los senos, que se presentan bajo la
denomina ión de �Problema�: dado el seno primero de un ar o hallar el seno
segundo del mismo ar o, el seno del ar o duplo, el seno de la mitad del ar o;
dados los senos de dos ar os al ular el seno de la suma de ambos y el seno
de la diferen ia de ambos, ál ulo de los senos de 30 y 45 grados. Asimismo,
se onstruirán las tablas de tangentes y se antes para lo ual se estudian las
propor iones entre el radio, senos, se antes y tangentes.
La Se ión II se destina a enun iar y demostrar los teoremas impli ados en
la resolu ión de triángulos re tilíneos. De este modo se muestran los teoremas
para resolver los triángulos re tángulos tanto uando en la analogía debe apa-
re er la hipotenusa omo en aso ontrario, pasando a ontinua ión a formular
los anteriores teoremas para el aso general, indi ándose que �su uso fre uente
es en los triángulos obli uángulos, uando en ellos se ono en dos lados y un
ángulo opuesto, o dos ángulos y un lado�
694
. A ontinua ión se demuestra el
teorema a apli ar en el aso de triángulos obli uángulos, ono idos dos lados
y el ángulo omprendido, aso no ontemplado en los teoremas anteriores. Y
para �nalizar en el teorema V se expone el método de resolu ión de triángulos
para el aso en el que son ono idos solamente los tres lados. En la Se ión III
se plantean y resuelven 4 problemas. To�ño expli a previamente uál es el pro-
eso de resolu ión y ómo deben utilizarse las tablas de logaritmos ne esarias
para tal �n:
Los Problemas �guientes fon exemplos de los diferentes afos que
pueden o urrir, debiendofe advertir que en todos ellos, defpues de for-
mada la Propor ion ò Analogia que hay entre fus Lados, y los Senos, ò
Tangentes, ò Se antes de fus Angulos ( on el uydado de que los tres
terminos de ella fean los ono idos, y el quarto el que fe buf a) fe debe
o urrir à las Tablas, y tomar de ellas los Logarithmos orrefpondientes
à di hos terminos, y fumando el fegundo y el ter ero, y de la fuma ref-
tando el primero, fe tendrà el Logarithmo del termino que fe buf a, on
el qual fe buelve à las Tablas, y fe buf a en ellas el mifmo � le huvie�e,
693
TOFIÑO [1771, p. 85℄.
694
TOFIÑO [1771, p. 95℄.
330 Des rip ión y análisis de textos
ò el mas proximo, y à fu lado fe en ontrarà el valor del termino que fe
pretende
695
.
To�ño ita implí itamente las propiedades de la suma y resta de logarit-
mos, sin enun iarlas. En la Se ión IV y última se plantean y resuelven in o
problemas. Los tres primeros sobre triángulos obli uángulos en general, y los
dos últimos, sobre triángulos obtusángulos en parti ular. En este último aso,
el autor ree que puede haber onfusión �por ser el Seno del Angulo Obtuso
es mismo que el del agudo que es su omplemento a 180 grados� y estima on-
veniente poner ejemplos de los asos para resolver las dudas que se presentan
696
.
Al �nalizar el texto se olo an las tablas de senos, tangentes y se antes y
las tablas de los logaritmos de los números naturales desde 1 hasta 5600. Al
igual que en el tratado anterior, las láminas orrespondientes a este tratado se
agregan al �nal de la obra.
Este libro se diferen ia signi� ativamente del Tratado de Trigonometria
plana de Sán hez Re iente y del Compendio de Fernández. Como ya hemos
referido anteriormente, el primero de ellos estaba adaptado para le tores ape-
nas alfabetizados, mientras que en el segundo Fernández supone admitida más
apa idad por parte del le tor. Este Compendio de la Geometria elemental y
Trigonometria re tilinea muestra una es ritura más rigurosa, on detalle y ex-
presiones uidadas, destinada quizá a ser leída por un alumno on mayor base
matemáti a.
Añadamos algo más sobre la estru tra del texto. Se sigue para ada libro
una numera ión romana e independiente para denotar de�ni iones, teoremas y
problemas, y orrelativa en ada uno de estos últimos asos. Sin embargo, los
es olios, postulados y orolarios se numeran para ada on epto al ual ha en
referen ia, y úni amente uando apare en onjuntamente dos o más de ellos;
en estos asos la numera ión se renueva on ada nueva de�ni ión, problema
o teorema. Se utiliza letra ursiva y del mismo tamaño que el resto para dis-
tinguir los nuevos on eptos que va de�niendo. Se agregan �guras que ilustran
los on eptos introdu idos y que se en uentran onvenientemente numeradas.
Di has �guras se muestran en láminas ubi adas al �nal de la obra. En algu-
nos asos una misma �gura se utiliza para ilustrar diferentes apartados y por
tanto, las referen ias a �guras en el texto no es siempre orrelativa. La nume-
ra ión de las láminas que se ofre e no está distribuida en fun ión del tratado
manejado; es de ir las láminas se numeran de forma re iente. Sin embargo, al
omenzar el segundo tratado las �guras vuelven a numerarse a partir de 1. Así,
la �gura 1 del Compendio de Geometria apare e en la lámina 1, y la �gura 1
orrespondiente al Tratado de Trigonometria se ubi a en la lámina 8.
695
TOFIÑO [1771, p. 98℄.
696
TOFIÑO [1771, p. 104℄.
LIBROS DE TEXTO 331
Cotejando las uatro edi iones que disponemos, observamos que en la edi-
ión del 1794 se añade en el libro II una nueva se ión, la Se ión III titulada
�De las propiedades de las lineas re tas onsideradas en sus diferentes posi io-
nes respe to á los planos, y de las de los planos en sus diferentes posi iones
unos respe to de otros, segun el lib. XI de Eu l.�. En esta nueva se ión se
ofre en las de�ni iones de paralelismo y perpendi ularidad entre re tas, y entre
re tas y planos, así omo las propiedades que de ellas se derivan. Todo ello se
en uentra los artí ulos 220 a 240, a partir del ual se sigue �elmente el orden
de de�ni iones y teoremas, sin aportar ningún on epto nuevo. La in lusión
de esta nueva se ión onlleva el aumento de �guras, 9 en total, que se in or-
poran en las láminas 6 y 7. El resto de láminas no sufren ambios. Por otro
lado, la edi ión de 1771 es la úni a que ontiene dedi atorias, aproba iones,
prólogo e índi e. En las demás edi iones la obra da omienzo dire tamente on
las no iones preliminares. Continuando on las diferen ias diremos que en el
artí ulo 26 de la edi ión de 1771 hay una errata
697
, que se orrige en la edi ión
de 1778 y posteriores. Asimismo, en la edi ión de 1794 el artí ulo 209 apare e
numerado erróneamente (I09), errata que se mantiene en la edi ión de 1799.
La edi ión de 1799 es una reimpresión de la de 1794 en uanto a ontenidos
698
.
Una vez omparada artí ulo a artí ulo las úni as diferen ias en ontradas son:
erratas
699
, y el empleo de minús ulas en lugar de mayús ulas para términos
omo seno, diámetro, quadrado, ono, et . En uanto al formato general, omo
uriosidad apuntar, que a partir de la edi ión de 1778 se ha sustituido la letra
�f� usada antiguamente por su grafía a tual �s�.
La primera edi ión de esta obra reanudó la publi a ión de libros de texto
ini iados bajo en mandato de Jorge Juan en 1757
700
, y que fue interrumpido
por los problemas e onómi os de la Compañía ya omentados.
3.2.17. (1772-1783) Elementos de Matemáti a. Bails
(1772-1783) Elementos de Matemáti a. Por D. Benito Bails, Dire tor de
Matemáti as de la Real A ademia de S. Fernando, Individuo de las Reales
A ademias Española, de la Historia, y de las Cien ias Naturales, y Artes de
Bar elona.
697
En di ho artí ulo se dirige al le tor al artí ulo 18 en el ual se basa el enun iado del
orolario. Sin embargo, debe dirigirse al le tor al artí ulo 19 y no al 18.
698
Ha sido posible onsultar un ejemplar original de la edi ión de 1799, prestado por la
Bibliote a de la Universidad de La Coruña. Además de los aspe tos que se apuntan hemos
obtenido las medidas de las páginas del libro, 13.8 m. de an ho, 20.4 m. de largo, siendo
los márgenes izquierdo y dere ho de 2.4 m., el superior de 2 m. y el inferior de 3.5 m., lo
ual ha en que el ejemplar sea muy manejable
699
En el artí ulo 2I9 de la página 83 se es ribe Ja obo Me io, orrigiendo así la errata
de 1794 (Ja obo Mesio). Análogamente, en el artí ulo 299 de la página I20 se orrige la
referen ia 269 por la orre ta 290. Y por último, se observa errata de pagina ión en esta
edi ión de 1799; en lugar de 48 di e 84.
700
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, p. 62℄.
332 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.58: Portada del libro BAILS, BENITO (1772-1783) Elementos de Matemá-
ti a. Tomo III. Madrid. Fuente: http://www.ugr.es/ �mat_50/Libros/A-009-206.pdf
En la se ión 1.2.5 ya hi imos una primera referen ia a la obra de Bails
realizando una ompara ión esquemáti a entre los aspe tos generales de sus
Elementos y el Compendio Mathemati o de Tos a. Tal y omo omentamos los
Elementos de Bails se presentan en 10 voluminosos tomos uyos ontenidos son
los siguientes: Tomo I, �Elementos de Arisméti a�, �Elementos de Geometría�
y �Elementos de Trigonometría Plana�; Tomo II, �Elementos de Algebra�;
Tomo III, �Elementos de Se iones óni as�, �Elementos de Cál ulo In�nite-
simal� y �Trigonometría esféri a�; Tomo IV, �Elementos de Dinámi a�; Tomo
V, �Elementos de Hydrodinámi a�; Tomo VI, �Elementos de Opti a�; Tomo
VII, �Elementos de Astronomía�; Tomo VIII, �Elementos de astronomía físi-
a�, �Elementos de ronología�, �Elementos de Gnomóni a�, �Elementos de
perspe tiva� y �Elementos de Músi a espe ulativa�, Tomo IX, �Arquite tura
Hidráuli a�; Tomo X, �Tabla de logaritmos�.
La obra de Benito Bails ha ido estudiada por Arenzana en su tesis do to-
ral La enseñanza de las Matemáti as en España en el siglo XVIII. La Es uela
LIBROS DE TEXTO 333
de Matemáti as de la Real So iedad E onómi a Aragonesa de Amigos del País.
Aunque la obra de Bails ha sido ta hada por mu hos de falta de originali-
dad es el propio Bails quien ita en sus libros aquellos autores y obras que le
sirvieron de referen ia para reda tar sus libros. Así en el prólogo de los Ele-
mentos mani�esta que se ha inspirado en el Cours de Mathematiques, à l'usage
des Gardes du Pavillon et de la Marine reda tado por Bezout. En este sentido:
Los Elementos de Matemáti a de Bails están llenos de referen ias
bibliográ� as y de opiniones pedagógi as, tanto en lo que se re�ere a
obras de fá il estudio y on enfoques de la materia a ertados, omo
de lara iones sobre la metodología que onsidera más a ertada para la
expli a ión de algunas ramas de la Matemáti a
701
.
Además de ser usados omo libro de texto en la mayor parte de las A ade-
mias y Es uelas de Matemáti as del país, Los Elementos, fueron posteriormente
seguidos por distitos autores, alguno de ellos � asi literalmente y on la misma
estru tura� omo Antonio Varas que publi ó en 1801 Aritméti a y Geometría
Prá ti a, realizada por en argo de la Real A ademia de San Fernando y donde
se resumen los on eptos más importantes del tomo I
702
. José Mariano Vallejo
publi ó en 1806 Adi iones a la Geometría de D. Benito Bails, su primera obra
de matemáti as
703
.
En el apítulo 4 retomaremos Los Elementos de Matemáti a para un anális
más profundo de on eptos matemáti os.
3.2.18. 1776. Prin ipios de Matemáti a. Bails
Prin ipios de Matemáti a, donde se enseña la espe ulativa, on su apli a-
ion a la dinámi a, hydrodinámi a, ópti a, astronomía, geografía, gnomóni a,
arquite tura, perspe tiva, y al alendario. Por D. Benito Bails, Dire tor de
Matemáti as de la Real A ademia de S. Fernando, individuo de las Reales
A ademias Española, de la Historia, y de las Cien ias Naturales y Artes de
Bar elona.
701
ARENZANA [1988, pp. 170-171℄.
702
ARENZANA [1988, p. 159℄.
703
El granadino José Mariano Vallejo obtuvo la átedra de matemáti as del Real Seminario
de Nobles de Madrid por oposi ión en 1802. También reda tó Tratado elemental de mate-
máti as (1812-1817), texto que siguieron en sus estudios de matemáti as varias genera iones
tanto en España omo en los países hispanoameri anos. Por último es ribió un Compendio
de Matemáti as puras y mixtas (1818) en el que reunió los ontenidos más importantes del
tratado, presentándolos on rigor, aunque de forma más simpli� ada. Los textos de Vallejo
permane ieron en las listas de libros de texto o� iales publi adas por el Gobierno hasta 1858
[CABALLER VIVES, 2006, pp. 112-113℄. Vallejo también es autor de la Memoria sobre la
urvatura de las líneas (1807) onsiderada omo su publi a ión más importante por el nivel
de su ontenido [GARMA, 1980, p. 63℄.
334 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.59: Portada del libro BAILS, BENITO (1776) Prin ipios de Matemáti a.
Tomo II. Madrid. Fuente: http://bdh.bne.es
Los Elementos de Matemáti a de Bails era una obra muy extensa que di�-
ultaba su implanta ión en las es uelas, motivo por el ual el autor publi ó otra
más redu ida y manejable, los Prin ipios de Matemáti a, que � onstituía un
extra to de la obra monumental, de re opila ión y síntesis� de aquellos. Esta
obra tuvo una gran a ogida, hasta el punto de que en 1790, estando agotada,
en la Es uela de Matemáti as de la Real So iedad E onómi a Aragonesa D.
Luis Ran año de Can io tuvo que �prestar in o ejemplares de los Prin ipios
de Matemáti a, pertene ientes a la Es uela, a los alumnos para que pudieran
estudiar�. Esta obra se usó omo libro de texto en la itada Es uela de Ma-
temáti as desde 1780, año de su funda ión, hasta 1815 uando se omenzó a
utilizar el Compendio de Vallejo para algunos temas, y en la Es uela de Ma-
LIBROS DE TEXTO 335
temáti as de la So iedad Bas ongada en 1799
704
.
En lo que a estudios de náuti a respe ta, según vimos en la se ión 2.3.1
(página 92), los Prin ipios de Matemáti a eran el libro de texto a seguir en
el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía para el estudio de álge-
bra, me áni a e hidrodinámi a. Centrémonos por tanto, en la parte de álgebra.
El álgebra se presenta en el Tomo I de los Prin ipios, que ontiene las se -
iones siguientes: �Prin ipios de Arisméti a�, �Prin ipios de Algebra�, �Prin-
ipios de Geometría�, �Prin ipios de Trigonometría plana�, �Prin ipios de la
apli a ion del Algebra a la Geometría�, �Prin ipios de Se iones Cóni as�,
�Prin ipios de Cál ulo In�nitesimal� y �Prin ipios de Trigonometría Esféri-
a�. Este primer tomo ontiene también un índi e, una fé de erratas y 21
láminas on �guras ilustrativas distribuidas a lo largo del texto, de las uales
ninguna orresponde a la se ión de álgebra.
La se ión �Prin ipios de Algebra� se desarrolla en los artí ulos 160 a 328
del Tomo I, exponiendo en el primero de ellos el objetivo del Álgebra:
El obgeto de la ien ia que llamamos Algebra, es dar medios para
redu ir á reglas generales la resolu ión de todas las uestiones que pueden
ofre erse a er a de las antidades. Para que sean generales estas reglas, es
pre iso que no pendan de los valores de las antidades que se onsideran,
sí de la naturaleza de ada uestion; y han de ser siempre unas mismas
para todas las uestiones de una misma espe ie
705
.
A ontinua ión Bails diserta sobre las diferen ias entre la Aritméti a y el
Álgebra. Al obtener un resultado en aritméti a �nada vemos que re uerde á
nuestro entendimiento el amino por donde se ha llegado al �n que se propu-
so�. Así al obtener 12 omo resultado de una opera ión aritméti a, el resultado
por sí sólo no nos indi a si proviene de la multiplia ión de 3 por 4 o de 2 por 6,
o de la adi ión de 5 y 7 o de 2 y 10, o de ualquier otra ombina ión de opera-
iones aritméti as. En de�nitiva, la Aritméti a �dá reglas para hallar iertos
resultados; pero estos resultados no pueden dar reglas�. Por el ontrario, el Ál-
gebra da �el uno y el otro�, los resultados y las reglas que estos suministran.
El Álgebra utiliza letras del abe edario para es ribir las antidades on reglas
generales y � omo no tienen estas letras mas rela ion on un número que on
otro, nada representan, y si algo representan, no representan mas que lo que
uno quiere�.
Bajo el título �Los signos de que usa el Algebra� se de�nen los signos + y
- para la adi ión y sustra ión respe tivamente. Para el produ to se proponen
las nota iones equivalentes �x�, �.� y la ausen ia de signo, de ir, axb es lo
mismo que a.b y que ab. Para el produ to de � antidades ompuestas� pueden
704
ARENZANA [1988, pp. 190-191℄.
705
BAILS [1776, Tomo I, artí ulo 160, p. 96℄.
336 Des rip ión y análisis de textos
utilizarse las nota iones de paréntesis, por ejemplo (a + b − d) x g, o de una
línea superior horizontal, a+ b− d x g, si bien re omienda la primera, ya que
onsidera que esta última puede generar errores. Para la igualdad se propone
el signo = y para las desigualdades < y >.
Se de�nen los monomios y sus dimensiones, �las letras que le omponen�,
siendo ada una de sus letras una �dimension parti ular�. Toda antidad que
se ompone de varios términos, separados unos de otros on los signos + y -
se llama � antidad omplexa ó polynomia�, que �es lo mismo que el agregado
de mu hos monomios�. El polinomio se denomina homogéneo uando �todos
sus términos tienen un mismo número de dimensiones�. Todas las antidades
de un polinomio son siempre del mismo género, ya que todas ellas �tienen un
mismo número de dimensiones tá itas ó espresas�, aunque también pueden
ser opuestas unas a otras �en uanto al modo on que existen�. Para denotar
esta oposi ión se distinguen las antidades positivas y negativas; las primeras
llevan el signo + delante y las segundas, el signo -. Como ejemplo ilustrati-
vo se supone que un hombre tiene o debe 1000 pesos, antidad que podemos
representar en ambos asos on los mismos ara teres, �I000 pesos�, y que
puede denotarse mediante la misma letra �a� en general. Pero omo el debe
y el haber son osas distintas y pueden hallarse mez ladas unas on otras en
el mismo ál ulo, para expresar algebrai amente el haber se es ribirá �+a�, y
para expresar una deuda �llamada también a� se es ribirá �−a�.
En el siguiente apartado, dedi ado a la adi ión de antidades algebrai as,
se estable e que para sumar varios monomios se deben es ribir unos a onti-
nua ión de otros on los signos de ada uno. Por tanto, la suma de polinomios
se basa en la de monomios, ya que omo el todo es igual a la suma de sus
partes, se hallará la suma �juntando unos on otros los términos que se om-
ponen� y dándoles los mismos signos que llevan. De forma análoga se de�ne
la sustra ión de antidades algebrai as. La multipli a ión de antidades alge-
brai as se trata de forma similar, exponiendo las reglas de los signos a apli ar
en di ha opera ión: �+ x + dá +�, �- x + dá -�, �+ x - dá -� y �- x - dá +�.
La multipli a ión de monomios da pie a de�nir el exponente: al multipli ar
�una letra una ó mas ve es por sí misma; enton es se es usa es ribir mu has
ve es di ha letra, y basta on es ribirla una vez no mas, poniendo á su dere ha
un guarismo un po o mas arriba�. La división de antidades algebrai as se
aborda, teniendo en uenta, que dividir una antidad por otra es lo mismo que
bus ar una ter era que multipli ada por la segunda dé la primera, y por tanto,
puede onsiderarse el dividendo omo el produ to del divisor por el o iente,
y dedu irse las reglas de los signos de las anteriormente dadas. Esta primera
se ión preliminar �naliza on un apartado dedi ado a los �quebrados litera-
les�, donde se expli a el modo de redu ir a omún denominador en las distintas
opera iones que pueden realizarse mediante estos quebrados.
La segunda se ión se titula �De las Poten ias, y Rai es de las antidades
LIBROS DE TEXTO 337
literales�, y en ella se expli a ómo se al ulan las poten ias y raí es de mo-
nomios y el uadrado y la raíz uadrada de polinomios, manifestando que se
dejará para más adelante el modo de hallar poten ias y raí es ualesquiera de
polinomios.
La ter era y última se ión, �De las Razones y Propor iones�, o upa 60
de las 92 páginas que ontiene la se ión. Una vez de�nida la �razon�, que
es �lo que resulta de la ompara ion de dos antidades�, se de�ne la �razon
arismeti a�, que surge al omparar dos antidades para �indagar el ex eso que
la una lleva á la otra�. Di ha razón aritméti a se denota a − b = c. A onti-
nua ión se de�ne la �propor ion arismeti a� omo la igualdad de dos razones
aritméti as a − b = c − d; se utilizará la nota ión a.b : c.d que debe leerse �a
es arisméti amente á b, omo es á d�. En esta se ión del texto Bails utiliza
nota ión algebrai a.
Para las progresiones geométri as se pro ede análogamente, de�niendo pri-
mero la razón geométri a y después la propor ión, para pasar a ontinua ión a
las propor iones ompuestas y sus propiedades. Los siguientes tres apartados
están dedi ados a la �muy ono ida� regla de tres, en sus variantes de simple
y ompuesta. Después, se retoman las progresiones aritméti as y geométri as
en sendos apartados, donde se expone el modo de al ular el n-ésimo término
de la progresión, y el modod de interpolar entre dos números uantos medios
aritméti os o geométri os se deseen.
La de�ni ión de logaritmo y sus propiedades o upa el siguiente apartado.
Los seis últimos apartados se destinan al estudio de las e ua iones, estudio
que se llevará a abo � on brevedad, iñéndonos á las equa iones de primero y
segundo grado no mas, que es quanto nos basta para todo lo que llevamos animo
de de larar en estos prin ipios�. Cualquiera que sea el grado de la e ua ión
el �n de todo al ulador es averiguar on ella el valor de una in óg-
nita, para lo qual pro ura que esté sola en él un miembro de la equa ion,
no habiendo en el otro mas que antidades ono idas; y quando esto se
ha onseguido se di e que la in ógntita está despejada
706
.
Se expli an distintas formas de despejar la in ógnita en una e ua ión, de-
pendiendo de si se halla omo sumando, �enredada on otras antidades por
via de multipli a ion�, et ., y se onsidera también el aso de resolu ión de
sistemas, es de ir, �quando son á un tiempo mu has las equa iones y las in-
ógnitas�. En este aso �se ha en desapare er [las in ógnitas℄ su esivamente,
substituyendo en lugar de ada una su valor�. Se presentan después veinte
�Cuestiones�, ada una de las uales es un problema resuelto donde se emplean
los on eptos anteriormente expli ados. Entre los problemas, en ontramos el
ál ulo de la suma de los términos de una progresión aritméti a, la Regla de
706
BAILS [1776, Tomo I, p. 142℄.
338 Des rip ión y análisis de textos
la Compañía, la Regla de la Aliga ión y la Regla del interés.
En el apartado titulado �De las Cuestiones ó Problemas indeterminados�
se abordan los sistemas ompatibles indeterminados, resolviéndose dos siste-
mas. Las e ua iones de segundo grado o upan el siguiente apartado on in o
�Cuestiones� resueltas. En la uarta, se llama la aten ión sobre las solu iones
obtenidas, pudiendo ser estas ambas positivas, o una positiva y otra negativa.
El aso de dos solu iones negativas se dese ha, ya que es onse uen ia de que
la uestión �viene mal propuesta, y que se ha de proponer on ondi iones
ontrarias�, tal y omo se ha e en la uestión siguiente
707
. En el apítulo 4
analizaremos el tratamiento de las antidades positivas y negativas en los tex-
tos que nos o upan.
Cotejada esta primera edi ión de 1776 on la segunda y ter era edi iones,
observamos que los �Prin ipios de Algebra� pasan del primer al segundo to-
mo. En las edi iones de 1789 y 1797, segunda y ter era respe tivamente, el
Tomo II di�ere en la orre ión de las erratas dete tadas. En estas dos últimas
edi iones se trata la resolu ión de e ua iones de ter er grado no presente en la
primera edi ión. Los logaritmos y propor iones pasan al primer tomo, aunque
estas últimas se exponen someramente, remitiendo al le tor al primer tomo
para un estudio más detallado. Se aumenta onsiderablemente el número de
ejer i ios resueltos, por ejemplo, en la resolu ión de e ua iones de primer grado
se resuelven 56 � uestiones� por las 20 de la primera edi ión, uestiones nume-
radas en las nuevas edi iones on nota ión árabe, mientras que en la primera
se utiliza nota ión romana. En la segunda edi ión, Bails muestra la resolu ión
de los problemas ( uestiones) en forma se uen ial; numera todos los pasos on-
du entes a la solu ión, olo ándolos uno debajo de otro e indi ando en ada
uno de ellos las opera iones realizadas entre las e ua iones impli adas en el
problema. También se dedi a un breve apartado a las antidades imaginarias
y las opera iones que las involu ran.
3.2.19. 1784. Trigonometria Esferi a. Fernández Rodrí-
guez
Trigonometria Esferi a, que dispuso Don Antonio Gabriel Fernandez, Maes-
tro de Matemati as que fue de la Real A ademia de Guardias Marinas de Cadiz.
Y se reimprime para uso de la Compañia de Guardias Marinas de Cartagena.
La obra ontiene una fe de erratas omo úni o prólogo a la misma, omen-
zando a ontinua ión la materia objeto de estudio.
707
La �Cuestion� ini ialmente propuesta es �Hallar un número tal que si á su quadrado le
añadimos 9 ve es el mismo número mas 50, sea la suma 30�, que debe ambiarse por esta
otra: �Hallar un número tal que si despues de añadir 50 á su quadrado, se resta de la suma
9 ve es el mismo número, sea la resta 30�.
LIBROS DE TEXTO 339
Figura 3.60: Portada del libro FERNÁNDEZ, ANTONIO GA-
BRIEL (1784) Trigonometria Esferi a [. . . ℄. Mur ia. Fuente:
http://www.mur ia.es/jspui/handle/10645/672
Los es uetos preliminares se redu en a la de�ni ión de ír ulo máximo,
polos, ángulo esféri o y triángulo esféri o on sus distintas denomina iones,
atendiendo a los distintos ángulos que lo forman o a la antidad de lados igua-
les en el mismo. Posteriormente, la materia se desarrolla en in o apítulos. El
primero de ellos se titula �De las propiedades de los triangulos esferi os�, y en
él se enun ian y demuestran 15 proposi iones relativas a la igualdad de trián-
gulos esféri os, a las medidas de los ángulos y los lados, y a la rela ión entre las
espe ies de lados y ángulos. El segundo apítyulo se dedi a a los dos teoremas
que se utilizarán para la resolu ión de los triángulos re tángulos, abordándose
di ha resolu ión en el ter er apítulo. En este se presentan 7 proposi iones
708
en formato de problema, donde se expli a la forma y el orden en que deben
708
La última de las proposi iones trata la resolu ión de triángulos esféri os uadrantales
que, tal y omo apunta el autor, no son re tángulos pero se resuelven mediante un triángulo
re tángulo [FERNÁNDEZ, 1784, pp. 20-21℄.
340 Des rip ión y análisis de textos
al ularse los términos des ono idos del triángulo, en fun ión de los dos tér-
minos ono idos. En el uarto apítulo se estudian las analogías que surgen en
la resolu ión de triángulos esféri os obli uángulos, y en el quinto se pro ede
a la apli a ión de las analogías anteriores previa de�ni ión del perpendí ulo.
No nos extenderemos más en la exposi ión de los itados apítulos ya que no
existen diferen ias signi� ativas entre los ontenidos expuestos por el autor y
los estudiados por Cis ar en su libro de Trigonometría esféri a, omo veremos
más adelante
709
.
El texto �naliza on un apéndi e donde el autor, tras unas breves notas
re ordatorias sobre la resolu ión de los triángulos re tángulos, olo a una tabla
que ontiene �la resolu ion de todos los asos posibles en un triangulo esferi o
re tangulo�, y uyo uso ilustra on in o problemas prá ti os resueltos
710
y de
bastante uso en la Navega ión y Astronomía. Asimismo, en el itado apéndi e,
olo a una tabla que ontiene la resolu ión de los do e asos más fre uentes
de triángulos obli uángulos, aunque el total de los asos posibles as iende a
sesenta
711
. Para resolver los 6 primeros asos se utilizarán las fórmulas expues-
tas, y para los 6 últimos se re omienda el uso de los triángulos suplementarios.
El apéndi e on luye on la expli a ión de �una nota que pone Mr. Besout al
�n de su Trigonometría esferi a�. En ella se expone la forma de determinar
si el término que se bus a es realmente menor que 90◦, o si puede ser mayor
o menor que 90◦, supuesto que ninguna de las partes del triángulo esféri o
ex eda de 180 grados. Así:
Si el uarto término de la analogía o propor ión que sirve para resolver un
triángulo es un seno, el ar o a quien pertene e puede ser mayor o menor
que 90◦, salvo en el aso de que el triángulo fuera re tángulo, donde por
ser los ángulos obli uos de la misma espe ie que sus lados opuestos, se
obtienen las dos últimas antidades de la misma espe ie.
Si el uarto término es un oseno, tangente o otangente se apli ará la
siguiente regla:
709
Como uriosidad apuntar que Cis ar utiliza la nomen latura � ateto� para designar a
los lados que forman el ángulo re to en los triángulos esféri os a semejanza de los triángulos
re ílíneos, véase CISCAR [1796a, p. 34℄, mientras que Fernández señala que se denominarán
on el nombre general de lados [FERNÁNDEZ, 1784, p. 13℄.
710
Los problemas resueltos son los siguientes:
Problema I. Dada la as ensión re ta del Sol de 328◦ 55′ pídese su de lina ión.
Problema 2. Dada la latitud y la máxima de lina ión del Sol se bus a la primera y la última
hora que se debe señalar sobre un uadrante horario horizontal.
Problema 3. Dada la latitud, y la de lina ión del Sol hallar la diferen ia as ensional ó el
intervalo, que pasa de las seis de la mañana y el salir el Sol, ó de las seis de la tarde y el
ponerse el Sol.
Problema 4. Dada la latitud, y la de lina ión de un astro, se pide su amplitud ortiva.
Problema 5. Dada la eleva ión del polo hallar los ángulos, que al entro del uadrante horario
horizontal ha en on la línea meridinana las líneas horarias.
711
La totalidad de los asos pueden onsultarse en las tablas que on mu ho trabajo y
a ierto ha formado entre otros el Padre Gherli [FERNÁNDEZ, 1784, p. 50℄.
LIBROS DE TEXTO 341
Póngase signo + al radio y todos los senos, también a los osenos, tan-
gentes y otangentes de ar os menores que 90◦, y el signo menos a los
osenos, tangentes y otangentes de ar os mayores que 90◦.
(a) Si el número de signos - es ero o par, el ar o orrespondiente
al uarto término será menor que 90◦.
(b) Si el numero de signos - es impar, el ar o orrespondiente al
uarto término será mayor que 90◦
En uanto a la estru tura de la obra, diremos que los on eptos se presen-
tan de manera ordenada y on un lenguaje laro. Observamos que, al igual
que su ede on el Tratado de Trigonometría esféri a de Cis ar, el texto resulta
mu ho más teóri o que otros textos del autor; aunque se exponen on detalle
los distintos asos de resolu ión de triángulos, son es asos los ejemplos prá ti-
os que se presentan en la obra. Desta aremos la preo upa ión pedagógi a del
autor, que puede per ibirse, por ejemplo, en aquellas proposiones que presen-
tan una ondi ión ne esaria pero no su� iente. En estas proposi iones el autor
expli a las razones por la uales no se umple la su� ien ia, ayudando al le tor
a una mejor omprensión de los on eptos.
Finalmente, nos referiremos a las diferen ias entre las distintas edi iones
estudiadas, más on retamente a las edi iones de 1784 y 1789, ya que por un
lado, la edi ión de 1784 y la edi ión sin datar (véase página 177), que no posee
lugar de edi ión, son idénti as, y por otro, la edi ión sin datar de Mur ia y
la de 1789 son iguales
712
. Fijémonos, pues, en esas dos edi iones. La primera
diferen ia observada se en uentra en la proposi ión XIII del apítulo I
713
; en
la edi ión de 1784, después de la demostra ión del teorema, se in luyen 4
orolarios, de los uales sólo el primero se mantiene en la edi ión de 1789
714
. La
segunda diferen ia la en ontramos en las observa iones previas a la proposi ión
XVIII
715
. Fernández mantiene la primera y la última de las 4 observa iones
in luidas en la edi ión de 1784, y transforma las dos entrales en otra distinta,
en la edi ión de 1789. La razón de este ambio la en ontramos en una nota
es rita a mano por el autor, que trans ribimos a ontinua ión:
712
Las úni as diferen ias en ontradas después de examinarlas hoja a hoja han sido algunas
erratas tipográ� as, ambios en la grafía omo la pérdida de la h en theorema o de la m en
lemma, y un error en la �gura n
◦10 de la lámina. En la edi ión sin datar, véase por ejemplo,
en la página 24 la observa ión 2. En ella se ha e referen ia a di ha �gura en la resolu ión del
triángulo CGF, que no apare e en la �gura, aunque sí apare e orre tamente en la edi ión
de 1789. La lámina in luida en esta edi ión sin año es la misma que la in luida en la edi ión
de 1784.
713
Véase la itada proposi ión en las páginas 10 y 14 de las edi iones de 1784 y 1789
respe tivamente.
714
El segundo de los orolarios es un aso parti ular del primero, y el ter ero y el uarto
son asos parti ulares de la proposi ión.
715
Véanse las itadas observa iones en las páginas 16 y 22 de las edi iones de 1784 y 1789
respe tivamente.
342 Des rip ión y análisis de textos
Hemos subtituido los omplementarios di hos á los del Autor, por
pare ernos estos mas generales, y mas laros; aunque en la realidad sean
los mismos.
Se sustituyen, por tanto, en la resolu ión del triángulo, los omplementa-
rios por otros omplementarios que Fernández estima más generales, y que
no modi� an el resultado. Puede verse en las observa iones y en las �guras
716
utilizadas para ilustrar el on epto, que en la edi ión de 1784 se propone pro-
longar la hipotenusa y el ateto opuesto a ella. Sin embargo, en la edi ión de
1789 se prolongan los dos lados que forman uno de los dos ángulos obli uos.
Un razonamiento análogo lleva al autor a ambiar el lema previo a la proposi-
ión XLII
717
. En este aso se ambian los triángulos omplementarios por los
suplementarios, anotándose de nuevo la razón del ambio
718
. A ontinua ión
se resuelve el problema propuesto en la proposi ión XLII utilizando en ada
edi ión el lema previo.
Añadiremos un último apunte sobre las diferen ias entre las láminas ad-
juntadas al texto. En la edi ión de 1784 hay dos láminas, la segunda de las
uales se utiliza en el apéndi e de la obra. Tanto el itado apéndi e omo la
segunda lámina se suprimen en la edi ión de 1789. En esta última se renuevan
las �guras 11 y 18 debido a los nuevos triángulos omplementarios y suple-
mentarios onsiderados. La �gura 11 desapare e, ya que se in luye en el aso
de la �gura 10, y la �gura 13, que onsta de dos imágenes, se desdobla en las
nuevas �guras 12 y 13 en la edi ión de 1789.
3.2.20. 1785. Institu iones Matemáti as. Rosell Vi iano
Institu iones Matemáti as por Don Antonio Gregorio Rosell Catedráti o
de Matemáti as en los Estudios Reales de esta Corte y Comisario de guerra
honorario.
La obra da omienzo on la peti ión al �Ex mo. Sr. D. Joseph Moñino,
Conde de Floridablan a, Caballero Gran Cruz de la Real Orden de Carlos III,
Consejero de Estado de S. M., su Primer Se retario de Estado & & & �, para
que admita la publi a ión del texto. A ontinua ión, Rosell in luye un extenso
prólogo de 24 hojas sobre el método matemáti o en el que mani�esta que los
Elementos de Eu lides ya �no pueden servir ya para adquirir por el amino
mas breve la ompleta inteligen ia de las Matemáti as�. Compara di hos Ele-
mentos on las obras de álgebra y geometría más modernas, y observa que en
estas, debido al lenguaje matemáti o perfe ionado on las letras y los signos
algebrai os, se ha dado mu hísima brevedad y laridad a los razonamientos. A
pesar de ello admite que existen algunos Elementos que sí resultan ade uados
716
Figura 11 en la edi ión de 1784 y �gura 10 en la edi ión de 1789.
717
Véase el lema en las páginas 35 y 50 de las edi iones de 1784 y 1789 respe tivamente.
718
�Se ha omitido el Lemma del Autor, y en su lugar se ha substituido este del suplemental
por la razon di ha en la Nota de los omplementarios� [FERNÁNDEZ, 1789, p. 52℄.
LIBROS DE TEXTO 343
para el �n que se proponen �entre los quales mere e parti ular elogio el Curso
que po os años há publi ó M. Bézout para la instru ion de los Guardias de la
Marina de Fran ia, por la ele ion, novedad y laridad on que está es rito�.
Figura 3.61: Portada del libro ROSELL, ANTONIO GREGORIO (1785) Institu-
iones Matemáti as [. . . ℄. Madrid. Fuente: http://bdh.bne.es
Considera, �segun lo hizo el Caballero Newton�, la aritméti a numéri a o-
mo parte del álgebra, onstituyendo la unión de ambas la aritméti a universal.
A�rma que la aritméti a propia, y los prin ipios del álgebra y la geometría,
se instruyen omo si fuesen independientes entre sí. Además, la aritméti a se
trata por lo general de un modo prá ti o. A su entender, este he ho di� ulta
sobremanera el estudio del álgebra por parte de los alumnos, a ostumbrados al
modo super� ial de razonar en la aritméti a. A �n de superar estas di� ulta-
des, propone un plan de enseñanza de di has dis iplinas, fruto de las re�exiones
llevadas a abo en sus ator e años de do en ia, y que expone a ontinua ión.
Así, tratará la matemáti a pura, y también las partes de la mixta que om-
prenden la me áni a, ópti a y astronomía, on una extensión que permita a
los de mediano talento on luir su estudio en uatro años. Para ello, estima
onveniente redu ir la do trina a lo fundamental, de forma que el volumen
344 Des rip ión y análisis de textos
de la obra no intimide al estudiante, pero ontenga los ontenidos su� ientes
para que se sirva de un úni o texto para el estudio. El volumen del texto a
emplear dependerá del método seguido para su elabora ión, y en este sentido,
Rosell apunta que ha bus ado los prin ipios más generales on rela ión a los
más útiles des ubrimientos, los ha ordenado del modo más natural evitando
repeti iones, y ha usado en toda la obra el mismo lenguaje fa ultativo, de ma-
nera que haya la misma pre isión en toda ella, y parez a �que toda la Cien ia
se ha inventado de una sóla vez�
719
.
A ontinua ión y bajo el título de �Instru ion Proemial� el autor expli a
en 19 páginas el signi� ado de términos fa ultativos y re�exiona sobre el estu-
dio y los hábitos que deben emplearse en él. Expone que ualquier persona que
�desée una regular edu a ion sabiendo leer y es ribir, y teniendo un mediano
talento onviene se instruya en los prin ipios de la Aritméti a universal y de
la Geometría�. Tanto más aquellos que van a ejer er las matemáti as o van
a emplearse �en destinos uyo desempeño depende del ono imiento de las
mismas�. Para todos ellos Rosell presenta on e reglas en las que re omienda
a los prin ipiantes que tomen el hábito de estudiar de forma ontinuada. Los
tratados deberán estudiarse en el orden estable ido, teniendo en uenta que el
mejor método de aprendizaje onsistirá en aprender de memoria de�ni iones,
hipótesis y proposi iones, y resolver ejer i ios prá ti os. Una vez on luido el
estudio de un tratado, se retomará su le tura hasta que se entienda todo su
ontenido.
Seguidamente se insertan una fe de erratas, el índi e de apítulos y una
introdu ión. En esta última Rosell expli a la división de las matemáti as en
puras y mixtas, a la ual ya hizo alusión en el prólogo. Su exposi ión se ajusta
ompletamente al esquema de la En i lopedia fran esa.
De esta forma la matemáti a pura se divide a su vez en aritméti a y geome-
tría. La primera puede llamarse universal y omprende la aritméti a numéri a
o propia que tiene por objeto el ál ulo de los números expresados por ara te-
res o ifras, y el álgebra, uyo objeto es el ál ulo de las antidades por medio
de letras. El algebra se divide en �elementar é in�nitesimal�; la elementar
omprende el álgebra propiamente di ha y el análisis, y el álgebra in�nitesimal
los ál ulos diferen ial e integral. Por último, la geometría trata de las propie-
dades de la extensión y se divide en �elementar y trans endente�; la primera
se o upa de las propiedades de la línea re ta y el ír ulo, y la segunda de la
extensión de estas propiedades a todas las líneas urvas.
El autor �naliza la introdu ión on la división de las matemáti as mixtas.
Esta división se realiza, teniendo en uenta las distintas propiedades de los
uerpos en los que se puede onsiderar la antidad. Así, la antidad onside-
rada en los uerpos en uanto que se mueven o pueden ha erlo es objeto de
719
ROSELL [1785, pp. XI-XIII℄.
LIBROS DE TEXTO 345
estudio de la me áni a. Esta se divide en estáti a y dinámi a. El objeto de la
primera es el estudio de la antidad onsiderada en los uerpos en equilibrio;
si los uerpos son sólidos se llama estáti a, y si son �uidos hidrostáti a. El
objeto de estudio de la segunda es la antidad onsiderada en los uerpos en
movimiento; si los uerpos son sólidos se llama propiamente dinámi a, si son
�uidos hidrodinámi a. A esta pertene en la hidráuli a, que onsidera solo el
movimiento de las aguas, y la navega ión y arquite tura naval. Sin embargo,
la balísti a o arte de arrojar los uerpos omo balas, bombas et . pertene e a
la dinámi a. La antidad onsiderada en el movimiento de los uerpos elestes
es objeto de estudio de la astronomía geométri a, de donde resultan la os-
mografía, la ronología y la gnomóni a. La osmografía está onstituida por
la uranografía o des rip ión del ielo, la geografía o des rip ión de la Tierra
y la hidrografía o des rip ión de las aguas. La ópti a se o upa de la antidad
en la luz y está dividida en ópti a propiamente di ha, atóptri a y dióptri a,
las uales se o upan de la luz que se mueve en línea re ta, de la luz que se
re�e ta sin pasar de un medio a otro, y de la luz que se re�e ta pasando de
un medio a otro respe tivamente. La a ústi a resulta de onsiderar la antidad
en el sonido, la pneumáti a de onsiderarla en el aire, y el Arte de onjeturar
de onsiderar la posibilidad de los a onte imientos; de esta última na e �la
Análisis de los juegos de fortuna�.
El autor divide la obra en dos partes. La primera de ellas está dedi ada a
la aritméti a numéri a y se presenta dividida en seis apítulos, on un total
de 290 artí ulos. La segunda trata los prin ipios de álgebra y onsta de uatro
apítulos en los que se desarrollan los restantes artí ulos de la obra, siendo el
572 el último de ellos.
En el apítulo I de la parte de aritméti a se tratan los números y su repre-
senta ión. Las antidades positivas y negativas no se in luyen en este apítulo
sino que pasan a la parte de álgebra omo omentaremos después.
En el apítulo II se de�nen primero las opera iones de adi ión, multipli a-
ión y poten ia entera, y a ontinua ión se presentan la sustra ión, división
y extra ión de raí es omo �las tres ontrarias� a las primeras por las uales
�se des ompone ó resuelve lo que se ompuso por las primeras�. Además, en
este apítulo se de�nen los signos < y >.
En el apítulo III se expli a ómo deben efe tuarse las opera iones de adi-
ión, sustra ión, multipli a ión y división de números enteros. En el uarto
apítulo se realiza el mismo estudio pero para números mixtos y quebrados. El
ál ulo de poten ias segundas y ter eras, y el ál ulo de raí es onstituyen el
apítulo V. El autor dedi a la mayor parte del apítulo (17 de las 24 hojas de las
que onsta) a esta última opera ión. El sexto y último apítulo de esta primera
parte se dedi a a la omposi ión de números on retos
720
, y a las opera iones
720
Números on retos o números omplexos es la nomen latura usada por los distintos
346 Des rip ión y análisis de textos
que on ellos se realizan. Se inserta una tabla �del valor de algunas espe ies
de unidades, y de los nombres y señales on que se representan�, y se anun ia
que �en la Geometría se dará a ono er otra espe ie de medida que na e de las
partes en que se divide la ir unferen ia del ir ulo�
721
. Asimismo, se in luyen
la �tabla de la orresponden ia del pie astellano on las prin ipales medidas
estrangeras antiguas, y modernas�, y la �tabla de la orresponden ia de las
prin ipales medidas extrangeras antiguas y modernas on el pie en astellano�.
En esta tabla se da la onversión inversa de las medidas presentadas en la tabla
de la página 172 de su texto. Puede observarse que se es ribe �estrangeras�
en la tabla de la página 172 y �extrangeras� en la tabla de la página 175.
Rosell señala que ha advertido diferen ias a er a de estas medidas en distintos
autores na ionales y que por ello utiliza, salvo ex ep iones
722
, la tabla que M.
de la Lande es ribió en el tomo III de su astronomía. Puede observarse en la
tabla las referen ias en las que se basa el autor para todas y ada una de las
medidas señaladas.
La segunda parte, dedi ada al álgebra, ontiene en su primer apítulo,
titulado �De algunas no iones y opera iones fundamentales del Algebra pro-
piamente di ha�, las de�ni iones de términos fa ultativos y de opera iones
relativas a polinomios. Se de�nen, omo ya se ha omentado anteriormente,
las antidades positivas y negativas. Se expli a ómo deben realizarse las ope-
ra iones que ontienen expresiones on exponentes negativos y el on epto de
raíz imaginaria.
En el segundo apítulo se enseña extensamente ómo realizar las opera-
iones entre polinomios, además, se de�ne el on epto de serie omo �una
expresion de terminos sin �n� pudiendo ser ésta onvergente, si sus términos
disminuyen su esivamente de valor, o divergente, si aumentan.
En el apítulo III se estudian las razones simples y ompuestas, y se esta-
ble e la de�ni ión de límite:
Quando una antidad varía, a er andose á alguna otra antidad ó
termino, de suerte, que jamás puede llegar á él, pero sí a er arse, de
modo que la diferen ia de ella al termino pueda ser menor que qualquiera
antidad por pequeña que sea, aquella antidad ó termino, á quien se
a er a se llama límite suyo
723
.
De�ne 0 o equivalentemente
0
1 omo el límite de las antidades o razones
que de re en sin �n, e in�nito o equivalentemente
1
0 uya representa ión es
∞, omo el límite de las antidades o razones que re en sin �n o al in�ni-
autores.
721
ROSELL [1785, p. 158℄.
722
ROSELL [1785, p. 172℄. Véanse en esta página di has ex ep iones.
723
ROSELL [1785, artí ulo 422, p. 279℄.
LIBROS DE TEXTO 347
to
724
. Se de�nen y estudian las propiedades de las propor iones y progresiones
geométri as y aritméti as. El apítulo �naliza on el estudio de los logaritmos
y sus propiedades; se in luye además una tabla de logaritmos de los números
naturales desde 1 a 100.
El uarto apítulo y último apítulo trata, en palabras del autor, �de la
parte de la Analisis algebray a que tiene mas inmediata onexîon on la Arit-
meti a propia y Geometría elementar�. Se de�ne el análisis algebrai o omo
�el Arte de resolver los Problemas que se pueden proponer a er a de la anti-
dad por medio de equa iones�. Se estudia el método para redu ir el problema
a términos algebrai os por medio de e ua iones, y el método para determinar
el valor de la in ógnita. Se resuelven e ua iones de primer y segundo grado on
una in ógnita. Como apli a ión se resuelven, por ejemplo, problemas en los que
se utiliza la regla de tres simple y ompuesta, entre ellos problemas de �testa-
mentos� y �aliga iones�, presentes también en los Tratados de Aritméti a ya
estudiados. A este respe to, Rosell apunta que para resolver estos problemas
no ha sido ne esario examinar si los términos de la propor ión se hallaban
en orden dire to o inverso, � osa bastante embarazosa para los prin ipiantes�
sino que la solu ión se ha obtenido símplemente a partir de la e ua ión que
ha servido para modelizar el problema. Dada una progresión aritméti a o geo-
métri a se al ula su suma o el número de términos de la progresión. También
se al ulan las varia iones de m elementos tomados de n en n. A ontinua ión
se resuelven ejer i ios prá ti os de sistemas de e ua iones lineales, se expli a
el modo de resolver una e ua ión de segundo grado on una in ógnita, y para
�nalizar, el autor ofre e una lista de 6 problemas propuestos.
La obra está bien estru turada en general, aunque en algunos asos los on-
eptos se presentan entremez lados, sin estable er delimita iones laras. Por
ejemplo, en el ter er apítulo de la parte de álgebra después de de�nir las
razones simples y ompuestas se estable e el on epto de límite, la interpreta-
ión de los límites
1
0,1
∞ ,0
0, y su apli a ión para los límites de poten ias, y del
produ to y o iente de antidades formadas por fa tores simples. A renglón
seguido se de�nen las progresiones geométri as y aritméti as, enlazando estos
on eptos on los logaritmos. Todo ello se presenta sin separa ión en aparta-
dos. No existe uniformidad en uanto al tipo de letra utilizado. Así, todos los
enun iados de problemas se es riben on letra ursiva, en ambio, las de�ni-
iones y proposi iones unas ve es se es riben totalmente en ursiva, otras solo
en parte, y otras sin ursiva, lo ual no permite al le tor interpretar la im-
portan ia que el autor otorga a ada aso. Por otro lado, el lenguaje utilizado
en la parte de álgebra y la forma de modelizar los problemas se asemeja a los
métodos utilizados a tualmente. En este sentido el texto resulta novedoso a la
724
ROSELL [1785, artí ulos 423-425 p. 281℄. El autor ha e notar que el límite 0 de las
antidades que de re en al in�nito se puede representar también por
1
∞. Esta expresión se
suele llamar antidad in�nitamente pequeña, en ontraposi ión de ∞, que se mira omo
in�nitamente grande.
348 Des rip ión y análisis de textos
vez que pe uliar respe to de los ya estudiados.
Por último indi ar que el segundo tomo de la obra quedó inédito en manos
del autor
725
.
3.2.21. 1787. Tratado de Navega ion. Mendoza y Ríos
(1787) Tratado de Navega ion
Figura 3.62: Portada del libro MENDOZA, JOSÉ DE (1787) Tratado de Navega ion.
Madrid. Fuente: http://bdh.bne.es
El Tratado de Navega ion onsta de dos tomos dedi ados por Mendoza
al rey. El preámbulo del Tomo I está o upado por el �Análisis de este Tra-
tado� que realiza Cipriano Vimer ati, a la sazón dire tor de la A ademia de
Guardiamarinas de Ferrol, y una introdu ión del propio autor. En su análi-
sis, Vimer ati expone que el Tratado está dividido en dos partes o Libros, el
725
MARTÍN CASALDERREY [1979, p. 44℄ y FERNÁNDEZ NAVARRETE [1851, Tomo
I, p. 140℄.
LIBROS DE TEXTO 349
primero de los uales ontiene �unos elementos de Astronomía� y el segundo,
�los de Pilotage�. Ambos prin ipios son ne esarios, a su pare er, �no tanto
para exer er esta profesion on un desempeño omun, quanto para promover-
la, y poner al Piloto en estado de adelantar los límites de la Geografía y de la
Navega ion�. Por tanto, se trata no de una obra para prin ipiantes sino una
obra destinada a
los que tengan ono imientos fundamentales de la Aritméti a, Geo-
metría, y las dos Trigonometrías, sin uyos prin ipios no podrán dar un
solo paso: y si ademas tuvieren los de la Geometría y ál ulos superio-
res, será sin ompara ión mayor el estímulo y la utilidad en que el autor
quiere que ada uno se haga la medida.
El propio Mendoza in ide en este aspe to en la �Adverten ia� presente
después del �Análisis� de Vimer ati:
Todo prin ipiante, que haya estudiado la Aritméti a, Geometría y
ambas Trigonometrías, en ontrará en este Tratado las materias de la
ien ia del Piloto que puede entender fundamentalmente, y en las de-
más, podrá eñirse á los enun iados ó resultados de las proposi iones;
pues, on el �n de que ada uno sea el juez de su propio al an e en
la ele ión de asuntos, ha pare ido onveniente no auyentar la aten ión
on distin iones arbitrarias en el texto: aunque el todo esté ompuesto,
omo para instruir al que haya ya adquirido una sólida instru ión de la
Matemáti a pura sublime.
Para pro urar ontribuir á la utilidad de esta lase de le tores, ha
sido pre iso perder de vista á los que are en absolutamente de prin i-
pios. Y tanto para manifestar á estos la ne esidad de la teóri a, omo
para que los otros la exer iten, se han evitado, en quanto ha sido posible,
los exemplos que suelen imitarse servilmente, y pro urado estable er los
prin ipios fundamentales, que son los que siempre deben tenerse presen-
tes, omo el verdadero origen de las reglas
726
.
La voz Navega ion � ontinúa el autor en su introdu ión� se usa para sig-
ni� ar dos ien ias diferentes, la más general que abraza toda la ien ia naval,
es de ir, toda la teóri a de la onstru ión, manejo y dire ión de las embar a-
iones, y �la otra [que℄ es la parte de ésta que propiamente se llama Pilotage�.
En el presente Tratado este será el modo en el que se onsiderará, es de ir, se
entenderá por Navega ión �solamente, la ien ia que enseña á averiguar todas
las ir unstan ias del amino de la nave: esto es, su lugar á qualquier instante,
y la dire ion que debe seguir para pasar de un parage á otro�.
La Navega ión se divide en teóri a y prá ti a, �naturalmente unidas una
y otra�, y es por esto que Mendoza fa ilita en su Tratado la �teóri a de la
navega ión matemáti a� on las des rip iones de los instrumentos y sus usos,
726
MENDOZA [1787 p. XLI℄.
350 Des rip ión y análisis de textos
pero sin ha er división formal entre �espe ulativa y prá ti a�.
El texto se presenta dividido en dos volúmenes denominados �Libros�. El
primer Libro, que ontiene �los prin ipios sobre que se funda mas inmedia-
tamente la ien ia del Piloto�, está dividido en tres se iones: �Prin ipios de
Geografía�, �Prin ipios de Astronomía� y �Prin ipios de Cronología�. La se-
gunda se ión onsta de dos partes tituladas �Que ontiene la expli a ion de
los prin ipales fenómenos vistos desde el Sol� y �Que ontiene la expli a ion
de los prin ipales fenómenos vistos desde la Tierra�. El segundo Libro se divide
también en tres se iones que el autor ha titulado �Que ontiene la Navega ion
pura�, �Navega ion astronómi a� y �Cono imientos independientes ne esarios
al Piloto�.
La Instru ión Winthuysen disponía el uso del Tratado de Navega ion en
las Es uelas de Náuti a para el estudio de la geografía. También debía usarse
on el mismo �n en el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía que
quedó fuera de la reglamenta ión Winthuysen.
Los �Prin ipios de Geografía� o upan las 74 primeras páginas del primer
Libro, pero en ellos no se utilizan on eptos matemáti os. La onstru ión
de los meridianos y paralelos en las proye iones estereográ� as, se expli a
atendiendo a las medidas de los ar os que representan di hos meridianos y los
paralelos.
Para otros aspe tos, en parti ular para el tratamiento que Mendoza ha e
de los uatro términos de la navega ión y de los instrumentos para su ál ulo,
véase Iglesias [2000℄ donde la autora presta espe ial aten ión al �análisis tan
exhaustivo que el autor realiza sobre la onstru ión y omproba ión del o -
tante de Hadley�, además de apuntar que Mendoza es el primero de los autores
que onsideramos que in luye el método de las distan ias lunares en su texto;
posteriormente en el tiempo, Mazarredo también lo in luirá en sus Le iones
de Navega ion para el uso de las Compañias de Guardias-Marinas.
Esta obra de Mendoza no tardó en re ibir elogios, he ho que le animó a
pensar en su in lusión en la enseñanza, previa adapta ión de la misma, resu-
miendo y eliminando las partes más ompli adas. Sin embargo, Mazarredo no
la onsideraba apta para los planes de estudios vigentes en las A ademias de
Guardiamarinas, por lo que Mendoza propuso ambiarlos. La propuesta que
llegó a manos de los dire tores y omandantes de las A ademias y Compa-
ñías de guardiamarinas no llegó a materializarse. To�ño manifestó su postura
ontraria a las pretensiones de Mendoza, argumentando que �los alumnos in-
gresaban en la A ademia sabiendo leer y es ribir, y sólo se disponía de tres
años para onvertirlos en o� iales�
727
.
727
LAFUENTE GARCÍA; SELLÉS GARCÍA [1988, pp. 222-224℄.
LIBROS DE TEXTO 351
Aunque Mendoza no logró que su obra sirviese de libro de texto, Ibáñez
[2002, p. 54℄ apunta la importan ia de la misma para la náuti a, trasladán-
donos las opiniones de Fernández de Navarrete y de Sellés Gar ía. El primero
manifestó, trans urridos asi 60 años de la publi a ión del Tratado de Nave-
ga ión, que había sido �la obra más magistral y más ompleta que tenemos
en nuestra lengua en esta materia�, y para el segundo, el Tratado es �la úni a
obra de navega ión digna de tal nombre publi ada durante el reinado de Carlos
III�.
3.2.22. 1790. Le iones de Navega ion para el uso de las
Compañias de Guardias-Marinas. Mazarredo Sa-
lazar
Le iones de Navega ion para el uso de las Compañias de Guardias-Marinas.
Figura 3.63: Portada del libro MAZARREDO, JOSÉ DE (1790) Le iones de Na-
vega ion para el uso de las Compañias de Guardias-Marinas. Isla de León. Fuente:
http://bdh.bne.es
352 Des rip ión y análisis de textos
Una �Adverten ia� es el úni o preámbulo a la obra donde Mazarredo se-
ñala que se imprime para la do en ia en las A ademias de Guardiamarinas. El
Compendio de Navega ión de Jorge Juan impreso en 1757 para la A ademia
de Guardiamarinas de Cádiz, sirve omo base al texto, en el que se han man-
tiendo el número de Se iones estable idas por Jorge Juan y el orden de las
mismas, tomando lo esen ial de ada una de ellas. Además, una vez resuelto
el problema del ál ulo de la longitud en el mar, el autor añade en la última
Se ión las novedades en este ál ulo que son �el sello de los adelantamientos
de la Navega ion en el presente siglo�
728
.
En el �Plan de estudios que pare e mas onforme para la enseñanza de
Guardias Marinas�, do umento donde se plasma el plan de estudios para la
enseñanza en las tres A ademias aprobado en 1783 y que ya ha sido men iona-
do en la se ión 2.4.6 del apítulo 2 (página 146), se in luye una nota es rita
y �rmada por Fran is o Gil y Lemos donde expone su desa uerdo on el libro
de texto Le iones de Navega ion para el uso de las Compañias de Guardias-
Marinas dispuesto por Mazarredo. En su opinión aunque el texto de Jorge
Juan era �mas difuso� que el de Mazarredo las expli a iones dadas eran � la-
ras y sen illas, y mas metodi as� que las ofre idas por éste. Además, alegaba
que Mazarredo había ometido errores al reda tar la obra destinada a la en-
señanza en la A ademia de Cartagena. Finalmente exponía que era su� iente
añadir al Compendio de Navega ion de Jorge Juan las novedades in luidas por
Mazarredo que eran las siguientes:
[. . . ℄ los elementos de Astronomia, y las observa iones de longitud
por las distan ias de la Luna al Sol, y a las estrellas, al ulo, y uso de
los reloxes maritimos, y el metodo, y ordena ion del Diario
729
.
El plan de estudios se aprobó tal y omo se había reda tado ini ialmente,
es de ir, sin tener en uenta la nota es rita por Gil y Lemos, aunque omo ya
omentamos anteriormente en la se ión 2.4.6 (página 147), el libro de texto
de Mazarredo no se editó hasta 1790.
Posteriormente, en el Di tamen sobre el plan de estudios que es ribió Vi-
ente To�ño el 7 de noviembre de 1784, éste alaba las ualidades del texto
preparado por Mazarredo en los siguientes términos:
El tratado de Navega ion del Ex
mo. Sr. Dn. Jorge Juan, que hà
variado en algo, y añadido en mu ho el Jefe de Esquadra D
n. Joseph
Mazarredo, queda mui propio para la enseñanza, y bien laro se vé, que
el yntento del reda tor es onservar en esta obra la ylustre memoria de
aquel savio General, que si viviese no se ofenderia de di has varia iones
por omodas para la enseñanza, ni de las addi iones, porque han sido
allazgos posteriores de la Navega ion
730
.
728
MAZARREDO [1790, Adverten ia℄.
729
AMN, ms. 1563, do . 8, Nota.
730
AMN, ms. 1563, do . 11, fol. 47r.
LIBROS DE TEXTO 353
El texto se desarrolla a lo largo de 183 páginas frente a las 214 del Com-
pendio de Jorge Juan que surgen sumando a las 190 primeras las 24 de los dos
apéndi es. Mazarredo da su toque personal ya que, aunque el texto también
�uye ontinuo, se han eliminado los números que designaban los artí ulos y se
han añadido subse iones on títulos en tamaños y tipos de letra distintos que
ayudan a una mejor lo aliza ión de los on eptos y pro uran una le tura más
agradable. Las Le iones de navega ión disponen de un índi e no presente en
el ompendio de Juan, una fe de erratas y dos láminas on 32 �guras ilustra-
tivas, Juan aporta 69, �rmadas por Ri o∫o y situadas al �nal del mismo.
Un estudio de la obra puede verse en Llombart; Iglesias [1998℄ y también
en Iglesias [2000℄. Analizaremos por tanto, úni amente los on eptos matemá-
ti os presentes en ella omparándolos on los del Compendio de navega ión de
Jorge Juan.
En la Se ión II titulada �De la aguja nauti a o de marear, y del rumbo
que sigue la nave� se exponen 3 métodos para hallar la varia ión de la aguja.
El primero de ellos utiliza la amplitud de los astros y el autor expli a así el
pro edimiento:
Dada la util no ion de las Varia iones en general, debe tratarse de
averiguar la antidad y espe ie de la Varia ion en el lugar en que se halla
la nave. El modo mas usual de los Marineros es por la amplitud del sol,
esto es omparando la amplitud verdadera on la que se mar a ú observa
on la Aguja al salir ò ponerse el astro [. . . ℄
731
Sea la amplitud el ángulo ECA (Figura 3.64) ha ia el sur(S) o ha ia el
norte(N) del verdadero levante o poniente según la espe ie de la de lina ión
del astro. Supongamos que la aguja ha mar ado el ángulo ACe, es de ir uánto
está ha ia el sur o el norte el este o el oeste de ella. Enton es la suma o la
diferen ia de di hos ángulos dará la varia ión de la aguja
732
.
Figura 3.64: Figura 7. Fuente: MAZARREDO [1790℄
731
MAZARREDO [1790, p. 19℄.
732
MAZARREDO [1790, p. 19℄.
354 Des rip ión y análisis de textos
Esta de�ni ión es la misma que la aportada por Jorge Juan pero Mazarredo
la expone mu ho más abreviada aunque on mu ha más laridad.
Para hallar la amplitud �que omo se enseña en la Cosmogra�a es el ar o
del horizonte omprendido entre el punto del verdadero Levante ó Poniente y
el verti al por donde sale ó se pone el astro� se utilizará la analogía vista en
la trigonomtría esféri a: �el oseno de la Latitud, al radio, omo el seno de la
de lina ion al seno de la amplitud�. Para el ál ulo de la amplitud existen dos
tipos de tablas, las que �no distinguen la espe ie de la de lina ión, al uladas
para el horizonte verdadero, y deben llamarse de amplitudes uni as� porque la
amplitud dada es la misma para de lina ión Norte que para de lina ión Sur, y
las que sí distinguen la espe ie de la de lina ión, omo las propor ionadas por
Jorge Juan en su Compendio. Aún así Mazarredo re omienda elegir siempre la
resolu ión trigonométri a frente al uso de las tablas porque
es usa el engorro de tener que ha er propor ionales quando la Lati-
tud y la de lina ion no son de grados enteros, omo es mui raro que lo
sean: y porque á mas de que divierten abordo estas opera iones, asegu-
ran en su erteza y en el porqué al que las pra ti a, y dan la justa idea
de la inteligen ia que debe tener un O� ial, sin ontentarse on rutinas
limitadas para oger las osas á tientas
733
.
El segundo método, �Quando el sol u otro astro orta el verti al primario�,
amplía los métodos expuestos por Jorge Juan. El autor expli a así el método:
Para que un astro orte el verti al primario de un lugar la latitud y la de li-
na ión deben ser de la misma espe ie y la primera mayor que la segunda. Por
ejemplo, latitud norte 36◦ y de lina ión del sol 9◦ también norte. El sol sale
en A on amplitud norte (Figura 3.65) pero a mediodía está en M al sur del
referido lugar, luego ha ortado en su amino el verti al primario, y lo mismo
desde el mediodía hasta su o aso. Por tanto ha de hallarse la altura CS del sol
al ortar el verti al primero. Teniendo en uenta que en el triángulo CSD el
ángulo en D es re to, el ángulo C es igual a la latitud y el lado DS la de lina-
ión, la hipotenusa CS que se bus a se obtendrá di iendo � omo el Seno de la
Latitud, esto es ZE, al radio, esto es á CZ, así el seno de la de lina ion, esto
es, SD, al seno de la altura en verti al primario, esto es á CS�. Se resuelve un
ejemplo on los datos arriba señalados.
En el resto del apítulo no se observan diferen ias on respe to al Compen-
dio de Jorge Juan.
Pasaremos ahora a la se ión séptima y última del texto donde se observan
las mayores diferen ias on respe to al Compendio de Jorge Juan
734
.
733
MAZARREDO [1790, p. 26℄.
734
En esta se ión �se añadía la expli a ión de las tablas de as ensión re ta del Sol; pero
se eliminaban en su mayor parte las expli a iones del uadrante de Davis y del o tante; sus-
LIBROS DE TEXTO 355
Figura 3.65: Figura 12. Varia ión de la aguja por el verti al primario Fuente: MA-
ZARREDO [1790℄
En la se ión dedi ada a las orre iones que deben ha erse en las alturas de
los astros Mazarredo expone que todas ellas deben orregirse de la refra ión
de la luz que ha e pare er los astros más altos de lo que están, también de
la in lina ión del astro debajo del horizonte ra ional o del nivel del lugar del
observador y por último la de la paralaje. Jorge Juan no onsidera esta última
y expone así las razones:
Tambien fe debiera orregìr un àl ulo de Latitùd de la paralaxe,
que llaman los Aftronomos à la diferen ia, que hay del àngulo, que fe
forma en el entro de la Tierra, à èl que fe forma en la ir unferen ia;
pero efta es infensible para las opera iones nauti as
735
.
Sin embargo, Mazarredo mani�esta que la paralaxe, �esto es el semidiame-
tro de la tierra visto desde el astro�, sí debe orregirse porque omo las alturas
deben redu irse al entro de la tierra y observarse en su super� ie �no hay
duda que se mediran mas baxas en el valor del radio de la tierra visto desde el
astro�. La paralaje máxima es la horizontal y es ero uando el astro está en
el enit, porque el radio de su órbita que va al entro de la tierra es el mismo
que pasa por el observador. Por lo tanto la paralaje de los astros está en razón
de los osenos de su altura. Luego, sabiendo la paralaje máxima se al ulará
la que tiene el astro en ualquier altura di iendo � omo el radio al oseno de
la altura, asi la paralaxe maxîma ú horizontal à la paralaje en altura�.
La paralaje máxima del sol es �de po o apre io� para el uso de las latitu-
des y otras alturas puesto que su valor es de o ho y medio segundos, en otros
tituyendo las de este último instrumento por las pertinentes a su nueva forma de sextante.
Se resumían las expli a iones dedi adas a las artas planas y se omitía el arreglo de las am-
polletas por el péndulo, método imposible de pra ti ar a bordo, sustituyendo la expli a ión
por la del modo de disponer la distan ia entre nudos a ualquier dura ión de la ampolleta,
dado que esta última no se podía orregir. En el aso de la longitud se in luían, omo se
dijo, la expli a ión del manejo de los ronómetros y, en el aso de las distan ias lunares,
se exponían la resolu ión trigonométri a dire ta y el método de Borda� [SELLÉS, 2000, p.
222℄.
735
JUAN [1757, p. 174℄.
356 Des rip ión y análisis de textos
planetas de órbitas exteriores es de �menos apre io� y en las estrellas de nin-
guna. Pero la de la luna es muy grande porque el radio de la tierra visto desde
la luna varía de 53 a 62 minutos en fun ión de su mayor o menor distan ia.
Para este ál ulo existen tablas que señalan la paralaje horizontal minuto a
minuto, pero omo para el ál ulo de las longitudes es ne esaria segundo a
segundo el autor estima que mere e resolverse mediante el método dire to de
la trigonometría, demostrarse y apli arse en un ejemplo. Para ello se apoya en
la �gura 29 (Figura 3.66)
Figura 3.66: Figura 29. Cál ulo de la paralaje de la luna. Fuente: MAZARREDO
[1790℄
Para un observador situado en S, uando la luna esté en L tendrá un omple-
mento de altura aparente, igual al ángulo LSZ, mayor que LCZ omplemento
de altura verdadera en el ángulo SLC de su paralaje en altura. La paralaje
máxima de la luna en esta situa ión es el ángulo CLA que se al ula en el
triángulo LCA di iendo �LC distan ia de la Luna al entro de la tierra á CA
extension del radio de la tierra, omo el radio al seno del angulo CLA�.
En el triángulo CSL puede hallarse el ángulo CLS di iendo �LC distan ia
de la Luna al entro de la tierra á CS extension del radio de la tierra, omo
el seno de LSC al seno SLC�, ya que en todo triángulo los lados están en la
misma razón que los senos de los ángulos opuestos a los mismos lados.
AC y CS, radios de la tierra, son iguales y el seno de LSC es igual al de su
suplemento LSZ, que es el omplemento de altura aparente, luego �el radio al
seno de CLA ó paralaxe maxîma, omo el seno de LSZ omplemento de altura
aparente al seno de SLC que es la paralaxe en altura�. Restada ésta de LSZ,
omplemento de altura aparente, se obtiene el de altura verdadera LCZ, que
es lo mismo que añadir a la altura aparente la paralaje para obtener la altura
verdadera. A ontinua ión se resuelve el anun iado ejemplo.
En el apartado titulado �De las tablas de as ension re ta del sol� se expli a
el manejo de tales tablas y se men iona que son útiles también uando se a-
re e de tablas de de lina ión o no se tienen on�anza en ellas ya que mediante
LIBROS DE TEXTO 357
aquellas puede al ularse la de lina ión omo sigue:
Sea ADCBA (Figura 3.67) el e uador, AFCHKA la e lípti a y supongamos
que el sol está en K. Enton es BA será el ar o de as ensión entre el lugar del
sol y la interse ión más próxima de e uador y e lípti a y KB su de lina ión.
Así se forma el triángulo re tángulo ABK donde se ono en el ángulo re to en
B, el ángulo en A por la obli uidad de la e lípti a y el lado AB. Enton es la
de lina ión se obtendrá teniendo en uenta que �el radio al seno del ar o BA
omo la tangente de la obli uidad a la tangente de la de lina ion�.
Figura 3.67: Figura 31. Fuente: MAZARREDO [1790℄
En el apartado �De las observa iones de longitud por distan ias de la Lu-
na al Sol ó estrellas zodia ales� se señala que es pre iso redu ir la distan ia
aparente observada a distan ia verdadera orrigiéndola de los efe tos de la re-
fra ión y paralaje. Para ello existen varios métodos abreviados que pueden
usarse por aquellos que no puedan resolver los triángulos esféri os y mediante
los uales los ál ulos se redu en a �sumar, restar, multipli ar y partir, para
apli ar la orre ion onveniente á la distan ia medida�. Mazarredo mani�esta
que utilizando estos métodos el riesgo de equivo arse es mayor y que �no pare-
e lo mas propio de un O� ial servirse de opera iones uyo me anismo ignora,
siendole tan fa il ha erse dueño del ono imiento de las dire tas�, ha iendo
hin apié una vez más en la ne esidad de ono er el pro edimiento y los funda-
mentos y no sólo un onjunto de reglas memorizadas. Se expli a por tanto en
qué onsiste el método: �Redu ese el problema á que juntos tres observadores
miden á un mismo tiempo, el uno la altura del Sol ó estrella, el otro la de
la Luna, y el otro la distan ia entre ambos�. Se forma así el triángulo LZS
(Figura 3.68) donde el lado LZ es el omplemento de altura aparente de la
luna, el lado ZS el omplemento de altura aparente del sol y SL la distan ia
aparente, y se halla el ángulo LZS formado por los verti ales de los astros.
Después se orrige el lado LZ de la paralaje menos la refra ión obteniéndo-
se el omplemento de altura verdadera de la luna, Zl. Análogamente se orrige
el lado SZ de la refra ión menos la paralaje obteniéndose el omplemento de
altura verdadera del sol o estrella, Zs. Luego, en el triángulo Zls se ono en los
dos lados Zl y Zs y el ángulo omprendido lZs igual a LZS, y puede hallarse
por tanto el lado ls que es la distan ia verdadera de la luna al sol o estrella.
Comparando esta distan ia on las de las tablas se obtiene la hora que era en
el meridiano de ellas en el momento de la observa ión. Pero para omparar
358 Des rip ión y análisis de textos
esta hora on la del navío ne esitamos saber ual era esta.
Figura 3.68: Figura 32. Fuente: MAZARREDO [1790℄
En el triángulo ZPs son ono idos ZP, omplemento de la latitud, Ps,
distan ia del astro al polo (un uadrante más o menos la de lina ión) y Zs,
omplemeto de altura verdadera del sol o estrella, de donde se halla el ángulo
horario ZPs. Si se trabaja on el sol se obtiene la hora del día antes o des-
pués de meridiano, si se trabaja on una estrella la hora es la de ésta antes
o después de meridiano, redu iéndose a hora verdadera de la uenta ivil por
medio de as ensiones re tas entre el sol y la estrella. Después se ompara la
hora obtenida on la que resultó de la distan ia observada para el meridiano
de las tablas y on la diferen ia de horas se tiene la diferen ia de longitudes.
La observa ión puede realizarse sólo on dos observadores, para lo ual será
ne esario �tener arreglado el relox, ó arreglarlo despues�, esto es, ono er su
atraso o adelanto para redu ir a hora verdadera la apuntada en el momento de
la observa ión. Así se ono erá el ángulo horario ZPs, y on él y los omple-
mentos de latitud y de lina ión se halla el omplemento de altura verdadera
del sol o estrella (Zs). Redúz ase éste a omplemento aparente ZS, y habién-
dose medido la altura aparente de la luna (LZ) y su distan ia aparente al sol o
estrella (LS) se ono en los tres lados del triángulo aparente ZLS. Se halla el
angulo de los verti ales en Z y después on los omplementos de alturas verda-
deras Zl, Zs y el ángulo omprendido se halla omo antes la distan ia verdadera
ls. A ontinua ión se resuelve un problema on los on eptos expuestos y se
utiliza sin expli ar el método del �Cavallero de Borda� para resolver el mismo
ejemplo donde se utilizan logaritmos para simpli� ar opera iones.
Para �nalizar re al aremos la preo upa ión de Mazarredo por transmitir
al le tor la ne esidad de ono er los fundamentos en los que se basan los
pro edimientos y no sólo un onjunto de reglas a apli ar, preo upa ión que
se repite una y otra vez a lo largo de la obra omo hemos ido señalando. En
este sentido se mani�estan también Lafuente Gar ía y Sellés Gar ía [1988, p.
220℄ apuntando que la voluntad de José de Mazarredo era elaborar un libro
de texto que fuera usado en su integridad evitando �su redu ión a un mero
uaderno de té ni as insu� ientemente justi� adas�.
LIBROS DE TEXTO 359
3.2.23. 1795. Tratado de Aritméti a para la instru ion
de los Guardias Marinas. Cis ar y Cis ar
Tratado de Aritméti a para la instru ion de los Guardias Marinas.
Figura 3.69: Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1795) Tratado de Aritméti a
para la instru ion de los Guardias Marinas. Mur ia. Fuente: http://bdh.bne.es
La obra omienza on un prólogo en el que se advierte que �las reglas y
prin ipios más esen iales de la Aritméti a, en los términos en que se ne esita
saber esta ien ia para apli arla on ono imiento a las Trigonometrías, Cos-
mografía, y Navega ión�, se han es rito on un tamaño de letra más grande
que el resto. En uanto a las demostra iones, que se han reda tado utilizando
el mismo tamaño, bastará según el autor que los que no puedan ompren-
derlas tomen alguna idea geneal. Así, es preferible pasarlas enteramente por
alto a aprenderlas materialmente de memoria, por el perju io que resulta de
a ostumbrarse a de ir lo que no se entiende. Igualmente, onvendrá omitir el
estudio de algunos artí ulos de las No iones generales, hasta haber adquirido
los ono imientos ne esarios para entenderlos. El autor ontinúa expli ando
que �la eje u ión es la parte más interesante de las reglas, y por tanto, on-
vendrá que se expliquen on ejemplos antes de señalarse la le ión�. Estos
ejemplos, on sus expli a iones y algunos ono imientos menos esen iales, se
han es rito on letra de menor tamaño. Las expli a iones se han puesto para
360 Des rip ión y análisis de textos
uniformar, uando sea posible, �el método de los Maestros de repaso on el
que se sigue en la A ademia, y para que los sugetos de mejor disposi ión para
el estudio puedan repasar por sí sólos, y aún anti iparse a las le iones ordi-
narias�. En uanto a los ono imientos menos esen iales, estos se han añadido
en bene� io de los más apli ados, propor ionándoles así el adelantar más en
la Aritméti a, sin ne esidad de a udir a otras obras y separarse del método
on que han adquirido los primeros rudimentos. Se señala que se han in luido
en el texto no iones sobre antidades positivas y negativas, que aunque �a
primera vista no pare en de esta lase, fa ilitan el manejo de los logaritmos de
las fra iones, y son indispensables para la prá ti a de algunas reglas que se
enseñarán más tarde�. El prólogo �naliza on una nota en la que se a onseja
orregir las erratas insertadas al �nal de la obra y señalar los artí ulos a los
uales se ha en adi iones en el suplemento. Pre ediendo a la página de erratas
se en uentra el índi e de materias.
El Tratado se ha divido en 462 artí ulos agrupados en fun ión de los on ep-
tos a los que ha en referen ia. Los 42 primeros artí ulos se destinan a no iones
generales, ini iándose el texto on la de�ni ión de antidad:
Cantidad es todo lo que es apaz de aumento y disminu ion. Se
ono e que una osa se onsidera antidad en que preguntando por ella
se puede usar de la palabra quanto; y en general siempre que se emplea
el omparativo o superlativo se trata de una antidad [. . . ℄
736
Esta de�ni ión será la que Cis ar utilizará a lo largo del texto. A onti-
nua ión se su eden las de�ni iones de matemáti a, geometría, unidad, número
on reto o denominado y número abstra to. Los siguientes artí ulos se des-
tinan a de�nir la aritméti a y el álgebra. Respe to a la primera, objeto de
estudio del tratado, Cis ar la de�ne omo �la ien ia que trata de la antidad
expresada en números�. Más espe í� amente:
La Aritméti a enseña á expresar on palabras y representar on i-
fras qualquiera antidad numéri a; á averiguar el resultado de la reunion,
separa ion, y repeti ion de varias antidades; á tomar una parte deter-
minada de ellas; y á hallar antidades nuevas que tienen una rela ion
determinada on otras antidades ono idas. El objeto de la Aritméti a
no es solo enseñar á exe utar todo esto, sino á exe utarlo por los méto-
dos mas breves, mas generales, y ménos expuestos á equivo a iones, y á
dar razon de todo lo exe utado
737
.
Competen ias que sin duda, hoy día esperamos adquieran nuestros alumnos
ursando las asignaturas de matemáti as. En uanto a la segunda, el Álgebra,
es en palabras del autor
la ien ia en que onsiderando las antidades representadas on le-
tras ú otros ara téres generales, y usando de signos para indi ar las
736
CISCAR [1795, p. 1℄.
737
CISCAR [1795, p. 3℄.
LIBROS DE TEXTO 361
opera iones, se dedu en onseqüen ias que mani�estan su rela ion, y
sirven para resolver on generalidad las qüestiones que se proponen so-
bre di has antidades
738
.
Esta ien ia depende de la aritméti a, ya que en ella es pre iso introdu ir
además de las letras, algunos ara teres numéri os. La Aritméti a, la Geome-
tría y el Álgebra onstituyen las matemáti as puras porque en ellas se estable-
en �verdades in ontrastables pres indiendo de la naturaleza de los uerpos�.
En ambio, las Matemáti as mixtas tienen por objeto apli ar las Matemáti-
as puras a la ompara ión de las propiedades de los uerpos materiales, y al
ál ulo de probabilidades.
A ontinua ión, en los artí ulos 13 a 24, se expli a al le tor el signi� ado de
on eptos tales omo de�ni ión, hipótesis, axioma, lema, teorema, orolario,
demostra ión, regla aritméti a, et . En el artí ulo 25 observamos una adver-
ten ia importante para el estudiante, en la que se estable e la ne esidad de
omprobar las hipótesis que se manejan, y de no tomar por general ualquier
resultado obtenido en un aso parti ular. Asimismo, se ha e referen ia a la for-
ma en la que se presenta una obra, aludiendo a que la aten ión debe ponerse
en la solidez de la obra y no en la forma en la que se presenta.
[. . . ℄ El que quiera aprove har en la Matemáti a debe exâminar on
es rupulosidad las hipótesis que en ierran las de�ni iones, ó se estable-
en para las demostra iones. La hipótesis es defe tuosa si por la simple
razón natural, ó por lo que se ha demostrado anteriormente no onsta
on erteza su posibilidad. También se debe tener espe ial uidado en
no dedu ir onseqüen ias generales de la onsidera ion de algunos asos
parti ulares : y se tendrá presente, que quando en este tratado se esta-
ble e omo general una verdad que resulta de observa iones he has sobre
uno ó dos exemplos, es porque se omprehende on el entendimiento que
exe utando las mismas opera iones on otros qualesquiera numeros se
debe veri� ar lo mismo.
La exâ titud de una obra no pende de que no se vea en ella nada
que no lleve el título de de�ni ion, axîoma, postulado, teorema, & . sino
de que nada se diga en ella que no se demuestre on solidez
739
.
El resto de los artí ulos se dedi an a enun iar axiomas referentes a el todo
y sus partes, y a las igualdades y desigualdades que se obtienen al añadir o
quitar antidades a una dada.
Los artí ulos 43 a 62 onforman el apartado dedi ado al modo de enun-
iar ualquier antidad numéri a, y representarla on ifras. Desta aremos el
artí ulo 54 donde se introdu en los signos < para designar �menor que� y >
para designar �mayor que�, presentes solo en algunos de los tratados de arit-
méti a estudiados. Los artí ulos 63 a 67 se dedi an a las antidades positivas
738
CISCAR [1795, artí ulo 10, p. 4℄.
739
CISCAR [1795, artí ulo 25, p. 7℄.
362 Des rip ión y análisis de textos
y negativas. Cis ar in luye la de�ni ión de las antidades negativas de forma
natural en este libro de aritméti a, al ontrario que Rosell, que omo hemos
visto las traslada a la parte de álgebra de su texto.
La suma y resta de números simples se tratan en los artí ulos 68 a 88. En
los artí ulos 89 a 98 se de�ne el omplemento aritméti o y se enseña su ál ulo.
La multipli a ión se trata en los artí ulos 99 a 137. En este apartado se pre-
sentan las propiedades onmutativa y distributiva, en los artí ulos 109 y 112
respe tivamente. Los artí ulos 138 a 192 versan sobre la división y los divisores
de un número. Las opera iones on quebrados se estudian en los artí ulos 193
a 214. Las opera iones on números omplejos son objeto de estudio de los
artí ulos 215 a 245.
Las potestades y raí es se estudian en los artí ulos 246 a 291. En este apar-
tado desta aremos la manera en la que el autor al ula el uadrado de un
binomio, (a+ b)2 = (a+ b)(a+ b) = a2 + (a · 2+ b)b, propiedad que será usada
en el ál ulo de la raíz. Asimismo, señalaremos que la forma en la que Cis ar
es ribe el ál ulo de la raíz di�ere de las utilizadas por Fernández y Sán hez
Re iente
740
. Estas dos últimas son pare idas, siendo la de Sán hez Re iente la
menos lara de las tres. A ontinua ión se tratan la regla de tres en los artí ulos
292 a 345, y las progresiones en los artí ulos 362 a 393.
El estudio de los logaritmos abar a varios apartados del texto y se extiende
a lo largo de 29 páginas, un número superior al empleado en ualquier otro
apartado de la obra. En el primer apartado que omprende los artí ulos 394
a 430, el autor de�ne los logaritmos y dedu e sus propiedades a partir de un
ejemplo. A su entender, �los logaritmos son utilísimos en toda la matemáti a,
por la mu ha fa ilidad on que por medio de ellos se hallan los produ tos, quo-
ientes, potestades, y rai es de los números�. Así, además del ál ulo dire to
de logaritmos ofre e su apli a ión a problemas que impli an la regla de tres,
el ál ulo de poten ias y raí es.
Los artí ulos restantes se dedi an a los siguientes suplementos: los números
romanos, �demostra iones on letras�, es de ir, demostra iones formales de
algunos artí ulos, y el uso de las tablas de logaritmos.
En uanto a la estru tura del texto, aunque no hay una división en apítulos
sino sólo agrupa ión de artí ulos referentes a un mismo on epto, los ambios
de tamaño de letra y la disposi ión del texto ha en que la le tura sea muy
grata. La profusión de ejemplos adjuntados a los on eptos, refuerzan aún
más las lari� adoras exposi iones de estos. Debemos señalar la preo upa ión
do ente de Cis ar presente en toda la obra. No se limita a la mera transmisión
de ono imientos sino que ahonda en aquellos aspe tos formativos que son tan
740
Véase CISCAR [1795, p. 118℄, artí ulo 265; FERNÁNDEZ [1735, p. 168℄, ejemplos 1 y
2; SÁNCHEZ RECIENTE [1751, pp. 230-232℄.
LIBROS DE TEXTO 363
importantes omo la adquisi ión misma de los ono imientos. Citaremos los
siguientes ejemplos en ontrados en el desarrollo del texto.
El autor apunta, omo anteriormente se ha omentado, la ne esidad de
estudiar las hipótesis, la importan ia de la ele ión del método de reso-
lu ión y la apa idad para expli ar el pro edimiento seguido.
En el artí ulo 58 leemos que �para que la ompara ión de los números
equivalga a la ompara ión de las antidades se ha e pre iso tomar por
unidad una antidad misma [. . . ℄. Así, aunque 2 es menor que 7, serán 7
reales menos que 2 pesetas�.
En el artí ulo 342 Cis ar indi a que debe tenerse mu ho uidado en
no onfundir la razón múltipla on la razón múltipla de otra razón y
on la multipli ada. Igualmente debe distinguirse entre la submúltipla,
la submúltipla de otra razón y la submultipli ada. Razón múltipla es
aquella uyo ante edente es múltiplo del onse uente, la razón múltipla
de otra razón es aquella uyo exponente es múltiplo del exponente de otra
razón, y la razón multipli ada de otra razón es aquella uyo exponente
es una potestad justa del exponente de la otra. Las razones restantes se
de�nen análogamente.
En el artí ulo 349 el autor expli a el modo de ver si es apli able o no la
regla de tres en la siguiente situa ión prá ti a: �Supuesto que un uerpo
emplea un segundo en baxar de la altura de 17,5 pies de Burgos en virtud
de la gravedad, se pide el tiempo que empleará en des ender de la altura
de 40 pies. La Me áni a enseña que, aunque el uerpo empleará mas
tiempo en aer de una altura mayor, no es doble el tiempo que ne esita
para des ender de una altura dupla: porque el uerpo que des iende va
aumentando de velo idad ontinuamente, y por lo tanto para aminar
un espa io duplo no ne esita doble tiempo. Segun esto el problema no
pertene e á la regla de tres�
741
.
Finalmente men ionaremos que la grafía usada es prá ti amente igual a
la a tual, salvo que aún se mantienen la �x� y la �q� para designar la �j� y
alguna � � respe tivamente. El uso de la tilde, aunque más extendido que en
otros textos, no oin ide on el a tual.
3.2.24. 1795. Memoria sobre el ál ulo de la latitud del
lugar por dos alturas de sol. Al alá-Galiano
Memoria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por dos alturas de sol. Por
Don Dionisio Al alá-Galiano, Capitan de Navío de la Real Armada.
741
CISCAR [1795, pp. 24, 145, 149℄.
364 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.70: Portada del libro ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1795) Memo-
ria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por dos alturas de sol. Madrid. Fuente:
http://bdh.bne.es
La presente Memoria es el fruto de las investiga iones llevadas a abo por
Al alá-Galiano en la llamada expedi ión Malaspina. Las observa iones reali-
zadas por el autor entre 15 de noviembre de 1789, uando las orbetas Des-
ubierta y Atrevida salieron del puerto de Montevideo, y septiembre de 1791,
fueron la base de la presente obra. Al alá-Galiano mani�esta en el preludio al
texto que la Memoria on su apli a ión prá ti a se publi aría en �el tomo de
Observa iones Astronómi as de la expedi ión itada�.
A su entender, el ál ulo de la latitud en el mar por dos alturas del sol
realizado habitualmente por el método de Douwes, entrañaba el in onveniente
de exigir el uso de la aguja azimutal, expuesta a error en tiempo de marejada.
Además, las reglas pres ritas en el propio método para elegir las observa io-
nes, presentaban una falta de pre isión geométri a, por lo que nuestro autor
se en omendó la tarea de bus ar �la perfe ion ne esaria [en el método℄ para
la prá ti a de la navega ion�. Se presentan aquí las on lusiones de su estu-
dio en las que primero se exponen los �fundamentos y onseqüen ias� de su
teoría, después se presenta el método de Douwes según Mendoza, in luido en
el �Cono imiento de Tiempos de París� de 1793, y por último la ompara ión
de ambos métodos on algunas adi iones para la prá ti a.
LIBROS DE TEXTO 365
El texto es teóri o, on ausen ia de �guras ilustrativas y ejemplos, destina-
do seguramente a ser leído por aquellos instruidos en el ál ulo de la latitud. El
autor utiliza en sus razonamientos fórmulas trigonométri as para estudiar los
errores que se produ en en el ál ulo de la latitud, y expone, que la varia ión
del método de Douwes que propone, permite el uso de logaritmos, por lo que
�se puede llegar fá ilmente al resultado on mas exâ titud que por medio de
tablas auxiliares�.
Podemos observar que en las demostra iones del método de Douwes Al alá-
Galiano utiliza ál ulo diferen ial en varias o asiones, entre ellas la siguiente
742
:
Diferen iando, respe to á t, y pro ediendo del mismo modo que ántes,
se hallará, empleando RN
δL = ∓ δt senH senh
(tang d+∼ tang l)(senH + senh)
El ál ulo de la latitud será retomado de nuevo en la se ión 3.2.26 de la
presente Memoria.
3.2.25. 1795. Memoria sobre algunos metodos nuevos de
al ular la longitud por las distan ias lunares. Men-
doza y Ríos.
Memoria sobre algunos metodos nuevos de al ular la longitud por las dis-
tan ias lunares: y apli a ion de su teóri a á la solu ion de otros problemas de
navega ion. Por Don Joseph de Mendoza y Rios, Capitan de Navio de la Real
Armada, individuo de la Real So iedad de Lóndres, y orrespondiente de las
Reales A ademias de las Cien ias de Paris y de Lisboa.
En esta Memoria Mendoza limita su estudio a métodos uyas opera iones
exigen o bien el uso de los logaritmos, o bien el uso de los senos naturales,
dejando de lado los que ombinan ambos usos, por ser más difí iles y no más
rápidos en su solu ión.
Para las expli a iones se utilizan tres �guras ilustrativas olo adas al �nal
del texto, donde también se inserta la �Tabla de ángulos auxiliares para al-
ular la longitud por las distan ias lunares�.
742
ALCALÁ-GALIANO [1795, p. 26℄.
366 Des rip ión y análisis de textos
Figura 3.71: Portada del libro MENDOZA Y RIOS, JOSÉ DE (1795) Memo-
ria sobre el ál ulo de la latitud del lugar por dos alturas de sol. Madrid. Fuente:
http://bdh.bne.es
Se presenta primero el problema para redu ir las distan ias lunares aparen-
tes, donde parte de una e ua ión obtenida por trigonometría esféri a, transfor-
mándola para es ribirla en fun ión del seno verso de modo que puedan utili-
zarse las tablas que él mismo onstruyó on la ventaja de tener que al ular un
menor numero de logaritmos además de redu irse a sumas las opera iones on
los mismos. El autor es ribe en esta primera parte sendas notas a laratorias
que trans ribimos
743
:
∗ Se sabe que seno verso A = 2 sen2 I
2A.
∗ Yo he llamado suseno-verso de un ar o al seno-verso de su su-
plemento. Así el suseno-verso de A es el seno-verso de I80◦A. El
743
MENDOZA [1795, pp. 1 y 4℄.
LIBROS DE TEXTO 367
suseno-verso es un orrelativo del seno-verso, tan natural y esen-
ial omo el oseno lo es del seno, y la otangente de la tangente.
A ontinua ión, vuelve a la expresión general para obtener las e ua iones
para el ál ulo mediante senos naturales. Después se resuelven dos ejemplos,
ada uno por uno de los métodos expli ados, y se utilizan los resultados teóri os
obtenidos para resolver otros problemas de navega ión.
3.2.26. 1796. Memoria sobre las observa iones de latitud
y longitud en el mar. Al alá-Galiano
(1796) Memoria sobre las observa iones de latitud y longitud en el mar.
Por D. Dionisio Al alá-Galiano, Capitan de Navío de la Real Armada.
Figura 3.72: Portada del libro ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1796) Memo-
ria sobre las observa iones de latitud y longitud en el mar. Madrid. Fuente:
http://bdh.bne.es
El objeto de esta Memoria es �reunir en un quaderno los prin ipales ono-
imientos prá ti os del Pilotage astronómi o, propor ionándolos á los que solo
368 Des rip ión y análisis de textos
poseen el Pilotage ordinario�. Aunque en la Memoria que se editó en 1795 el
autor ya trató este mismo tema, en su opinión, di ha Memoria �no esta[ba℄
al al an e de todos�, por lo que se propone ha erla más asequible, dando más
expli a iones y mostrando su apli a ión en 10 problemas in luidos al �nal de
la obra.
Para una mejor omprensión, se introdu en unas no iones preliminares so-
bre el uso de relojes, instrumentos de re�exión, logaritmos y �algunas on-
sidera iones sobre antidades�, advirtiéndose que �no se ne esita el menor
ono imiento del Algebra para ellos�.
Las antidades se expresarán por letras, �las que no se deben mirar baxo
otro aspe to que el de abreviaturas en el modo de es ribir�. Estas antidades
se distinguirán on los signos de adi ión + y el de sustra ión -, advirtiendo
que uando no se determine signo se onsiderará que la antidad lleva el signo
+. El signo ∼ indi ará �la diferen ia de las dos antidades que se expresen
antes y después de él�. Si se han determinado los valores de s y a y se halla
por ejemplo la antidad s − a, se restará a de s para dedu irla. Las antida-
des de signo doble, omo 45◦+∼ F , indi arán que �unas ve es se debe tomar
la suma y otras la diferen ia de 45◦ y de F , para lo qual se estable erán las
reglas orrespondientes�. Los adelantos del reloj se señalarán on el signo -,
y los atrasos on el signo +, �en aten ion á que los primeros son antidades
substra tivas á las horas que señalen ó a los intervalos que se midan on él, y
los segundos antidad es additivas�. Las antidades de imales a onsiderar se
tratarán para el ál ulo al modo de las enteras, teniendo en uenta que uando
se despre ian de imales se tomará una unidad más en la última ifra si la que
sigue después llega o ex ede a 5. Se expli a también la redu ión de horas a
grados y minutos, y vi eversa.
En uanto a las observa iones sobre logaritmos, se mani�esta que en los
ál ulos del pilotaje no siempre es ne esario operar on todas las ifras de
los logaritmos de las tablas, redondeándose omo se ha di ho antes a la ifra
superior o inferior según onvenga. Para obtener más ómodamente el omple-
mento aritméti o de un logaritmo, que se re uerda es su diferen ia a 10 o 20,
se es ribirá de izquierda a dere ha la diferen ia de ada ifra a 9 y en la última
la diferen ia a 10. Si se quiere hallar on exa titud el logaritmo de un núme-
ro que ontiene ifras de imales, se onsiderará el número omo entero on
todas las ifras juntas, disminuyendo la ara terísti a del logaritmo obtenido
en tantas unidades omo de imales tenga el número. Por último, se re uerda
que los logaritmos osenos de los últimos grados del uadrante son iguales a
los logaritmos senos de los primeros, de modo que si no se tienen las tablas
de Gardiner, se tomará el omplemento del ar o dado a 90◦ y se al ulará su
logaritmo seno. Se pro ederá de manera análoga para el ál ulo del logaritmo
de tangentes y otangentes.
LIBROS DE TEXTO 369
En la primera parte dedi ada al ál ulo de la latitud, se pres inde asi
por ompleto de las fórmulas de la Memoria de 1795, exponiéndose ahora los
resultados que allí se obtienen. En la segunda parte, dedi ada a la longitud, se
expli a ómo al ular esta por la distan ia de la luna al sol o a una estrella o
mediante un reloj marino. Ahora, el autor va narrando ómo debería ha erse el
ál ulo, pero al ontrario que Mendoza, no expone fórmulas ni las demuestra.
3.2.27. 1796. Tratado de Trigonometría Esféri a. Cis ar
y Cis ar
Tratado de Trigonometría Esféri a para la instru ion de los Guardias Ma-
rinas.
Figura 3.73: Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1796) Tratado de Trigono-
metría Esféri a para la instru ion de los Guardias Marinas. Cartagena. Fuente:
http://bdh.bne.es
El libro omienza on un prólogo donde se de�ne la Trigonometría Esféri-
a omo �la ien ia que enseña á resolver los triángulos esféri os: esto es, los
triángulos formados por tres ar os de ír ulos máxîmos sobre la super� ie de
370 Des rip ión y análisis de textos
la esfera�. A ontinua ión, Cis ar omenta ómo se estru tura la obra. En el
primer apítulo se exponen no iones sobre planos, no iones que según el autor
en prin ipio pueden pasarse por alto y re urrir a ellas uando los on eptos lo
requieran. Así por ejemplo, las ideas de perspe tiva mostradas en el artí ulo 15
pueden posponerse hasta que el Maestro las pre ise para expli ar el signi� ado
de las �guras. Estas no iones han sido es ritas on letra menor. En los tres
apítulos siguientes se enseña lo que algunos autores llaman Esféri os que es
�la Geometría de las líneas des ritas sobre la super� ie de una esfera�. Así�
ontinúa el autor�los Esféri os son respe to a la Trigonometría esféri a lo que
la Geometría plana es respe to a la Trigonometría re tilínea, siendo ambas
ne esarias para la Cosmografía y la Navega ión
744
. Las proposi iones más uti-
lizadas por estas ien ias se han reunido en el artí ulo 82. Se men iona que en
las demostra iones de las analogías que sirven de base a la Trigonometría esféri-
a, se ha pro urado seguir un método que fa ilite su dedu ión y evite su inútil
memoriza ión. Asimismo, se advierte que todo lo ne esario para la resolu ión
de los triángulos re tángulos se en uentra en el artí ulo 189, lo pertene iente a
los triángulos uadrantales en el artí ulo 191, y lo on erniente a los obli uán-
gulos en el 209. Además, si el triángulo propuesto tuviese dos términos que
valgan 90◦ se re urrirá al artí ulo 136. Para lograr el objetivo prin ipal, ejer-
itarse en la resolu ión de problemas, deberán repasarse tanto estos artí ulos
omo los itados en ellos. Tanto para para omprobar las analogías dedu idas
omo para utilizar dire tamente las propor iones sin hallarlas, se han expuesto
todas las analogías posibles para triángulos re tángulos en el artí ulo 190, y
las usadas en los triángulos obli uángulos en el 211, si bien para determinar la
espe ie de lo que se bus a en los triángulos re tángulos y obli uángulos siempre
es ne esario re urrir a los artí ulos 145 y 209 respe tivamente. Cis ar no esti-
ma onveniente un tratamiento similar para los triángulos uadrantales, ya que
�su resolu ion se redu e fá ilmente á la de los re tángulos, omo se enseña en
el artí ulo 191�. Además, re omienda que las observa iones on respe to a los
ál ulos, que apare en es ritas en letra menor en el artí ulo 216 y en el artí ulo
169 (2o y 3o), sean expli adas utilizando ejemplos. De esta forma se prati ará
el ál ulo de logaritmos de senos, osenos y tangentes. Y para lograr la soltura
ne esaria en di hos ál ulos, a onseja que se estudien atentamente los ejemplos
que se han puesto en los artí ulos 136, 525, 526 y 548 de la Cosmografía. Para
�nalizar, se re omienda enmendar las erratas uya lista se sitúa al �nal de la
obra y tener presentes las adverten ias, expuestas también al �nal de la misma.
La primera parte del texto se dedi a a las no iones generales sobre planos
y se desarrolla a lo largo de 67 artí ulos. La de�ni ión de plano se a ompaña
de aquellas propiedades relativas a la perpendi ularidad y paralelismo entre
planos y re tas. Además, se exponen de�ni iones y propiedades on ernientes
a los ángulos formados por planos, y por re tas y planos. En el artí ulo 15,
el autor omenta que es pre iso �dar una idea del modo de representar en un
744
CISCAR [1796a, Prólogo℄.
LIBROS DE TEXTO 371
plano los objetos olo ados fuera de él, omo se enseña en la perspe tiva�
745
.
Así, se de�nen el punto de distan ia, el �quadro o plano de proye ion�, las
visuales, el punto prin ipal o punto de vista y la proye ión. Se señalan uáles
son las proye iones de re tas, ángulos y ír ulos, y se apunta que salvo raras
o asiones, se utilizará la proye ión ortogonal u ortográ� a, en la ual se su-
pone que todas las visuales son perpendi ulares.
Bajo el título �De las urvas des ritas sobre la super� ie de la esfera, y de
sus ángulos� se desarrollan los artí ulos 68 a 107 donde se de�ne la esfera, su
radio, diámetro y eje, los puntos diametralmente opuestos y los polos. También
se de�nen la �semiesfera ó emisferio�, los ír ulos máximos y menores, los án-
gulos esféri os y los ángulos �distantes un semi ír ulo�. En el artí ulo 82, tal y
omo el autor adelanta en el prólogo, se in luyen las 20 propiedades más usadas
en Cosmografía y Navega ión. Estas se re�eren al número de ír ulos máximos
que pasan por dos o tres puntos, a las rela iones entre ír ulos máximos y los
polos de otros ír ulos, a las rela iones entre los ír ulos máximos perpendi-
ulares o paralelos y sus polos, y a la medida del ángulo formado por ír ulos
máximos. Se demuestra que �las ir unferen ias de todos los ír ulos de una
misma esfera, están entre sí omo los senos de los ar os de ír ulo máximo
omprehendidos entre ellos y sus polos�
746
. Asimismo, se demuestra que �la
línea re ta, tangente á una urva en qualquier punto, mani�esta la dire ion
de la urva en el punto de onta to�; propiedad que servirá para el estudio de
las refra iones en Cosmografía
747
. Esta propiedad sirve también omo lema
previo para demostrar que �el ángulo formado por las ir unferen ias de dos
ír ulos máximos es igual al de la in lina ión de los planos�. Se enun ian y
demuestran teoremas sobre la menor distan ia entre dos puntos, y entre un
punto y un ír ulo, en la super� ie de la esfera. Señalar que Cis ar ofre e una
demostra ión alternativa para probar que en todo triángulo formado sobre la
super� ie de la esfera on tres ar os de ír ulo máximo, la suma de dos lados
es mayor que el ter ero
748
.
El siguiente apartado está onstituido por los artí ulos 108 a 135, en ellos
además de de�nirse el triángulo esféri o omo aquel formado sobre la super-
� ie de la esfera on tres ar os de ír ulo máximo, se de�nen los triángulos
745
CISCAR [1796a, p. 4℄.
746
CISCAR [1796a, artí ulo 83, p. 20℄.
747
CISCAR [1796a, artí ulo 86, p. 21℄. En esta misma página, artí ulo 89, Cis ar advierte
al le tor que no debe onfundirse la tangente on la rasante. �Por tangente entenderémos
siempre la prolonga ion de una uerda in�nitamente pequeña de una urva: y por rasante,
qualquiera de las líneas que pasan por las extremidades de un uerpo, ó de una super� ie
terminada; ya sean perpendi ulares ya obliquas á la línea terminatríz�.
748
CISCAR [1796a, artí ulo 100, pp. 23-24℄. Esta demostra ión alternativa se en uentra
dentro del apartado de �Adverten ias á algunos artí ulos de la Trigonometría esféri a� sita
al �nal del libro. En ella el autor por un lado omenta que pueden obviarse los artí ulos 98
y 99 en la demostra ión del artí ulo 100, y por otro, desarrolla la demostra ión. Además,
indi a que la ventaja de esta prueba está en que los prin ipios que se estable en en ella son
los mismos que se utilizan en el artí ulo 205.
372 Des rip ión y análisis de textos
suplementarios y se expone la nomen latura referente a los triángulos. Así de-
pendiendo del número de lados iguales, el triángulo esféri o re ibirá el nombre
de equilátero, isó eles
749
o es aleno; se llamará �quadrantal si uno de sus lados
es quadrante�
750
. Atendiendo a los ángulos se denominará re tángulo, obtu-
sángulo o a utángulo. Los lados de los triángulos esféri os se llaman grandes o
pequeños en rela ión al número de grados que ontienen, y no respe to de su
longitud absoluta
751
. Se dirá que dos ar os, dos ángulos o un ar o y un ángulo
son de la misma espe ie, uando ambos son menores, iguales o mayores de 90◦;de espe ies ontrarias u opuestas uando uno de ellos mide más de 90◦ y el otromenos. Por último, los lados y los ángulos de los triángulos esféri os re iben
el nombre de términos del triángulo esféri o. En uanto a las propiedades, se
demuestra que la suma de los tres lados de un triángulo esféri o debe ser menor
que uatro uadrantes, y que la suma de los tres ángulos de un triángulo esfé-
ri o debe ser mayor que dos uadrantes y menor que seis. Sobre las igualdades
de triángulos esféri os, se demuestra que dos triángulos son iguales en los asos
siguientes: tienen iguales dos lados y el ángulo omprendido; tienen iguales un
lado y los águlos adya entes; tienen iguales sus tres lados; tienen iguales sus
tres ángulos
752
.
En los artí ulos 136 a 167 se estudian las rela iones existentes entre las
espe ies de los lados y de los ángulos de los triángulos esféri os. Se omienza
demostrando que todo triángulo esféri o que tenga dos términos ualesquiera
que valgan 90◦ tendrá dos lados uadrantes, dos ángulos re tos y el otro án-
gulo tendrá por medida al lado opuesto. A ontinua ión, a semejanza de los
triángulos re tilíneos se de�nen, la hipotenusa omo el lado opuesto al ángulo
re to, y los atetos los lados que lo forman. A semejanza de los ángulos, los
ar os se llamarán agudos u obtusos, según sean menores o mayores que 90◦.Se enun ian y demuestran las siguientes propiedades que se utilizarán para
determinar la espe ie de ada término de un triángulo re tángulo
753
:
P1 Los atetos son de la misma espe ie de sus ángulos opuestos.
P2 La hipotenusa es aguda si y sólo si son de la misma espe ie los dos atetos,
los dos ángulos obli uos y un ateto y su ángulo adya ente.
P3 La hipotenusa es obtusa si y sólo si son de distinta espe ie los dos atetos,
los dos ángulos obli uos y un ateto y su ángulo adya ente.
749
Se trans ribe tal ual lo es ribió el autor. En el �Tratado de trigonometría esféri a� sin
datar que se ha estudiado, la denomina ión es la misma, es de ir, iso eles, es ribiéndose en
este aso además sin la tilde que sí apare e en el texto que ahora nos o upa.
750
CISCAR [1796a, artí ulo 121, p. 30℄.
751
�Esto es, que un ar o de 123◦ se dirá que es grande, aunque su extension sea de una
pulgada por estar des rito sobre una esfera muy pequeña, y un ar o de 1◦ se dirá que es
pequeño, aunque su extension sea de 20 leguas por estar des rito en una esfera grande�
[CISCAR, 1796a, artí ulo 110, p. 26℄.
752
CISCAR [1796a, artí ulos 11, 118, 123-127, 133, pp. 26, 27, 29-33℄.
753
CISCAR [1796a, artí ulos 139-145, pp. 35-37℄.
LIBROS DE TEXTO 373
Para triángulos esféri os en general, se demuestra que al mayor ángulo se
opone mayor lado y vi eversa, y que la suma de dos lados es igual, mayor o
menor que dos uadrantes, si y sólo si, la suma de los dos ángulos opuestos es
igual, mayor o menor que dos ángulos re tos. En el artí ulo 151
754
que según
observa el autor será de gran utilidad para la resolu ión de los triángulos obli-
uángulos
755
, se demuestra bajo qué ondi iones puede en ontrarse el término
que se bus a, a saber:
Si en un triángulo esféri o se ono en dos lados (ángulos) y el ángulo (lado)
opuesto a uno de ellos, para hallar el ángulo (lado) opuesto al otro lado (ángulo)
se puede determinar la espe ie del término que se bus a en los asos siguientes:
1. Si la suma de los dos términos olaterales es mayor que 180◦, el términoopuesto al mayor de ellos debe ser obtuso.
2. Si la suma de los dos términos olaterales es menor que 180◦, el términoopuesto al menor de ellos debe ser agudo.
Por onsiguiente, en ualquier triángulo esféri o la semisuma de dos lados
es de la misma espe ie que la semisuma de los dos ángulos opuestos.
Seguidamente se de�nen los siguientes on eptos
756
:
Ángulo verti al(V ) es aquel desde el ual baja el ar o perpendi ular. Obsér-
vese en la Figura 3.74 que V = abc donde se supone ono idos ba y
bac.
Base(B) es el lado opuesto al ángulo verti al. Véase en la Figura 3.74 que
B = ac.
Perpendí ulo es la propor ión de ar o perpendi ular omprendido entre el
ángulo verti al y la base. Obsérvese en la Figura 3.74 que el perpendí ulo
es be.
Primer lado(L′) es el lado ono ido el ual forma on la base un ángulo
también ono ido. L′ = ba (véase la Figura 3.74).
Primer ángulo(A′) es el formado por el primer lado y la base. A′ = bac (véase
la Figura 3.74).
Segundo ángulo(A′′) es el ángulo formado por la base y el otro lado llamado
Segundo lado(L′′). L′′ = bc ∧ A′′ = bca (véase la Figura 3.74).
�Primer se mento�(s′) es la distan ia desde el vérti e del primer ángulo al
perpendí ulo ontada ha ia el segundo lado. s′ = ae (véase la Figura
3.74).
754
CISCAR [1796a, p. 38℄.
755
Es olio: �Lo estable ido en los artí ulos 151 y 159 es de mu ha importan ia para la
resolu ion de los triángulos obli uángulos� [CISCAR, 1796a, artí ulo 161, p. 43℄.
756
CISCAR [1796a, artí ulo 157, p. 40℄.
374 Des rip ión y análisis de textos
�Segundo se mento�(s ′′) es la distan ia desde el vérti e del segundo ángulo alperpendí ulo, ontada ha ia afuera uando éste está en la parte exterior.
s ′′ = ce (véase la Figura 3.74).
�Se mento verti al primero�(v′) es el ángulo opuesto al primer �se mento�.
v′ = abe (véase la Figura 3.74).
�Se mento verti al segundo�(v′′) es el ángulo opuesto al segundo �se mento�.v′′ = cbe (véase la Figura 3.74).
Figura 3.74: Posibles posi iones del perpendí ulo. Fuente: CISCAR [1796a, Lámina
II
a℄
La posi ión del perpendí ulo, que puede determinarse bajo los supuestos
del artí ulo 151 anteriormente itado, se estudia en el artí ulo 159. Cono i-
da di ha posi ión, se expone la manera de determinar las demás espe ies del
triángulo. El autor in luye una tabla, que reprodu imos a ontinua ión (véa-
se Tabla 3.1), donde se representan las ombina iones de las espe ies de los
lados y ángulos de los triángulos obli uángulos estudiados en el resto de pro-
piedades que onforman este apartado, y que son, en su opinión, de menor uso.
Lados Ángulos
Tres obtusos Tres obtusos
Dos obtusos y un agudo
Tres obtusos
Dos obtusos y un agudo
Dos agudos y un obtuso
Dos agudos y un obtuso Dos agudos y un obtuso
Tres agudos
Tres obtusos
Dos agudos y un obtuso
Tabla 3.1: Combina ión de espe ies de lados y ángulos de triángulos obli uángulos.
Fuente: Elabora ión propia a partir de CISCAR [1796a, p. 45℄
El estudio de las analogías utilizadas para la resolu ión de los triángulos
esféri os re tángulos se lleva a abo en los artí ulos 168 a 183. En el primero
LIBROS DE TEXTO 375
de ellos se di e que el radio, los senos, osenos, tangentes y otangentes se de-
signarán en general on el nombre de líneas trigonométri as
757
. A ontinua ión
se estudia la resolu ión de triángulos en los siguientes asos (Figura 3.75):
1. Cono idos dos de los tres términos hipotenusa, ateto y ángulo opuesto
puede hallarse el ter ero por medio de la analogía siguiente
758
:
R : sen a :: sen ua : sen ud
2. Dados dos de los tres términos, los dos atetos y uno de los ángulos oblí-
uos puede hallarse el ter ero por medio de la propor ión siguiente
759
:
R : tan a :: sen da : tan du
Figura 3.75: Resolu ión de triángulos esféri os re tángulos. Fuente: CISCAR [1796a,
Lámina II
a℄
Cis ar apunta, que aunque estos dos teoremas son su� ientes para dedu-
ir las demás propor iones que sirven para resolver los triángulos re tángulos,
puede demostrarse un teorema que se utiliza mu ho en Cosmografía y Navega-
ión y que se enun ia omo sigue: �En qualquier triángulo esféri o re tángulo,
el radio es al oseno de uno de los ángulos obli uos, omo la tangente de la
hipotenusa á la tangente del ateto adya ente á di ho ángulo�. El apartado
�naliza de�niendo los triángulos omplementarios y exponiendo la forma de
hallarlos. Todos estos artí ulos, (174-179), se reunen en la �Regla general para
757
A este respe to el autor indi a en el artí ulo 170 que �en rigor los osenos, tangentes y
otangentes de los ar os obtusos son negativas, omo se puede ver en los prin ipios generales
del Exámen Marítimo Adi ionado (Art. 17 á 22): y se pres inde de los signos en todo lo que
sigue� [CISCAR, 1796a, p. 47℄.
758
Artí ulo 174. Teorema: �En ualquier triángulo esféri o re tángulo, el radio es al seno
de uno de los ángulos obli uos, omo el seno de la hipotenusa al seno del ateto opuesto á
di ho ángulo� [CISCAR, 1796a, pp. 48-49℄.
759
Artí ulo 176. Teorema: �En ualquier triángulo esféri o re tángulo, el radio es a la
tangente de uno de los ángulos obli uos, omo el seno del ateto adya ente, á la tangente
del ateto opuesto á di ho ángulo� [CISCAR, 1796a, p. 50℄.
376 Des rip ión y análisis de textos
la resolu ion de los triángulos esféri os re tángulos�, siguiente apartado on-
siderado por el autor. Además, ofre e al le tor una lista que ontiene las seis
analogías posibles de las rela iones de todos los términos de los triángulos re -
tángulos, tomados de tres en tres, on el �n de que pueda o omprobar la
analogía hallada o utilizarla dire tamente evitando formar la analogía. La lista
es la siguiente:
Caso 10. La hipotenusa y los dos atetos.
R : cos cateto 10 :: cos cateto 20 : coshipotenusa
Caso 20. La hipotenusa, un ateto y el ángulo opuesto.
R : sen angulo :: sen hipotenusa : sen cateto
Caso 30. La hipotenusa, un ateto y el ángulo adya ente.
R : cos angulo :: tan hipotenusa : tan cateto
Caso 40. La hipotenusa y los dos ángulos.
R : coshipotenusa :: tan angulo 10 : cot angulo 20
Caso 50. Los dos atetos y un ángulo.
R : tan angulo :: sen cateto adyacente : tan cateto opuesto
Caso 60. Un ateto y los dos ángulos.
R : cos cateto :: sen angulo adyacente : cos angulo opuesto
La resolu ión de los triángulos uadrantales se expone en los artí ulos 191
a 194. Se expli a omo resolver un triángulo uadrantal que tenga un sólo lado
uadrante, onstruyendo un triángulo suplementario. Aunque en Cosmografía
se re urre a otros métodos para redu ir la resolu ión de los triángulos ua-
drantales a la de los re tángulos, el método que aquí se expli a es según Cis ar
el más sen illo. A ontinua ión se estudian las analogías que sirven para la
resolu ión de los triángulos obli uángulos. El estudio se realiza onsiderando
dos asos; el aso en el que son ono idos los tres lados o los tres ángulos, y el
aso en el que se des ono en tales términos. Cuando se des ono en estos da-
tos, se divide el triángulo obli uángulo en dos triángulos re tángulos mediante
el método del perpendí ulo. De esta forma, se hallan las propor iones en las
que están involu rados el perpendí ulo y los dos términos a omparar tanto en
el primer triángulo omo en el segundo. Dado que di has propor iones tienen
dos términos omunes, el radio y la línea trigonométri a orrespondiente al
perpendí ulo, se redu en a una úni a propor ión que sólo ontiene las líneas
trigonométri as de los términos a omparar. Así se dedu en las siguientes in o
proposi iones que se presentan en sendos problemas
760
:
Problema I. Determinar la rela ión entre los lados y ángulos opuestos.
senA′ : senL′′ :: senA′′ : senL′
760
CISCAR [1796a, artí ulos 197-201, pp. 59-60℄.
LIBROS DE TEXTO 377
Los senos de los lados son propor ionales a los senos de los ángulos opues-
tos
761
.
Problema II. Determinar la rela ión entre los segmentos y los lados del trián-
gulo.
cos s′ : cos s′′ :: cosL′ : cosL′′
Coseno del primer segmento al oseno del segundo segmento omo el oseno
del primer lado al oseno del segundo lado.
Problema III. Determinar la rela ión entre los segmentos y los ángulos sobre
la base.
tanA′ : tanA′′ :: sen s′′ : sen s′
La tangente del primer ángulo es a la tangente del segundo ángulo omo el
seno del segundo segmento al seno del primer segmento.
Problema IV. Determinar la rela ión entre los segmentos verti ales y los lados
del triángulo.
cos v′ : cos v′′ :: tanL′′ : tanL′
El oseno del primer segmento verti al es al oseno del segundo segmento
verti al omo la tangente del segundo lado a la tangente del primer lado.
Problema V. Determinar la rela ión entre los segmentos verti ales y los án-
gulos sobre la base.
sen v′ : sen v′′ :: cosA′ : cosA′′
El seno del primer segmento verti al es al seno del segundo segmento verti al
omo el oseno del primer ángulo al oseno del segundo ángulo.
Para el aso en el que se ono en los tres lados o los tres ángulos se utilizarán
las siguientes fórmulas:
sen2a
2=
R2 sen d′ sen d′′
senL′ senL′′(3.2)
cos2a
2=
R2 sen s2sen d′′′
senL′ senL′′(3.3)
cos2L
2=
R2 cosD′ cosD′′
senA′ senA′′
761
La nota ión usada es la misma que Cis ar de�ne en el artí ulo 157 y a la ual ya se hizo
referen ia en la página 373.
378 Des rip ión y análisis de textos
donde:
L′, L′′, L′′′ : lados del triángulo.s : semisuma de los tres lados.d′: primera diferen ia. Diferen ia entre la semisuma de los tres lados y uno de
los lados(L′) que omprenden ualquier ángulo.
d′′: segunda diferen ia. Diferen ia entre la semisuma de los tres lados y el otro
lado(L′′) que omprende el ángulo.
d′′′: ter era diferen ia. Diferen ia entre la semisuma de los tres lados y el lado
opuesto.
D′: primera diferen ia. Diferen ia entre la semisuma de los tres ángulos y uno
de los ángulos adya entes a ualquier lado(L).
D′′: segunda diferen ia. Diferen ia entre la semisuma de los tres ángulos y el
otro ángulo adya ente.
a: ángulo omprendido entre L′y L′′
.
Las dos primeras se utilizan uando se dan los tres lados y la última para
el aso de tres ángulos ono idos
762
. Con respe to a las dos primeras, el autor
advierte que la segunda fórmula se obtiene a partir de la primera, y en aso
de tener que optar por una de ellas, a onseja utilizar la segunda por ser más
sen illa su apli a ión, más aún si es obtuso el ángulo que se bus a
763
. Y on
respe to a la última, señala que el aso al que se re�ere no tiene apli a ión
en Astronomía, por lo que todo lo referente a di ho aso se ha es rito en letra
menor
764
. Todas las proposi iones relativas a la resolu ión de los triángulos
obli uángulos se reunen en el artí ulo 209, artí ulo on el ual termina el pre-
sente apartado. Además, Cis ar expli a uno a uno los pasos a seguir para el
ál ulo del ángulo a en la primera fórmula, indi ando que deben tomarse los
omplementos aritméti os de los logaritmos de las antidades del denominador
para evitar al ular la resta de di has antidades. Además, advierte al le tor
que en di ho ál ulo ha omitido sumar el duplo del logaritmo del radio que es
20, porque equivale a quitar las dos de enas que debían restarse por los dos
omplementos aritméti os
765
.
El siguiente apartado se titula �Apli a iones� y en él se exponen todos los
asos posibles en la resolu ión de triángulos obli uángulos:
Caso I. Se ono en dos lados y el ángulo opuesto.
Caso II. Se ono en dos ángulos y el lado opuesto.
Caso III. Se ono en dos lados y el ángulo omprendido.
Caso IV. Se ono en dos ángulos y el lado omprendido.
762
Estas proposi iones se demuestran en los artí ulos 205, 207 y 208 respe tivamente.
763
CISCAR [1796a, artí ulo 211, p. 72℄. Caso V.
764
CISCAR [1796a, artí ulo 211, p. 73℄. Caso VI.
765
CISCAR [1796a, artí ulo 209, p. 68℄. 12o.
LIBROS DE TEXTO 379
Caso V. Se ono en los tres lados.
Caso VI. Se ono en los tres ángulos.
En ada aso se detalla, de uno en uno, todos los pasos del pro edimiento
a seguir para resolver el triángulo, in luyendo en el aso V un ejemplo nu-
méri o, donde se realizan los ál ulos tanto on la fórmula 3.2 (véase página
377) omo on la fórmula 3.3 (véase página 377). A ontinua ión, se dedi a
un breve apartado a observar que mu has de las proposi iones de la Trigo-
nometría esféri a pueden apli arse a la Trigonometría re tilínea, ya que todo
triángulo re tilíneo por grande que sea puede onsiderarse omo un triángulo
esféri o uyos lados son sumamente pequeños. Esta apli a ión es muy sen illa
uando sólo entran en las analogías los senos de los lados, ya que uando los
ar os son muy pequeños los senos se onfunden on los mismos, pudiendose
reemplazar unos por otros. La apli a ión es análoga para el aso de tangentes
y otangentes. Las fórmulas 3.2 y 3.3, anteriormente itadas y demostradas en
los artí ulos 205 y 207 respe tivamente, pueden usarse para dedu ir fórmulas
muy sen illas para la resolu ión de los triángulos re tilíneos en los uales se
ono en los tres lados. Sin embargo, para la apli a ión en el aso de que en
la analogía se onsideren los osenos, se ne esitan ono imientos más amplios
que los expuestos en este Tratado
766
.
Seguidamente, el autor dedi a dos apartados a exponer los errores que pue-
den produ irse en la resolu ión de triángulos esféri os. En el primero de ellos
titulado �los defe tos del método ordinario de resolver los triángulos esféri os
en iertos asos�, señala la variabilidad de los senos de los ar os próximos a
0o o a 180o (ar os extremos), así omo la de sus logaritmos. Para evitar los
errores que pueden derivarse de ello, se sugiere suprimir aquellas expresiones
que ontienen el seno y sustituirlas por otras más ade uadas
767
. De manera
análoga se tratarían los asos de variabilidad de osenos y tangentes. El segun-
do apartado se presenta bajo el título �De los triángulos diferen iales� y en
él Cis ar expone el aso en el que los errores se produ en, no debido al pro e-
dimiento de resolu ión omo en el aso anterior, sino por el tipo de triángulo
a resolver, expli ando brevemente ómo in�uyen las pequeñas varia iones de
los términos del triángulo en su resolu ión, y, remitiendo al le tor al �Tratado
de Trigonometría re tilínea y esféri a del Señor Cagnoli Ciudadano de Verona,
obra ompleta y original publi ada en italiano y tradu ida al fran és�
768
. El
texto �naliza on dos apartados de adverten ias, el primero titulado �Adver-
ten ias para la prá ti a�, y el segundo, �Adverten ias á algunos artí ulos de
la Trigonometría esféri a�, donde se dan algunos onsejos sobre los ál ulos
de los logaritmos y algunas onsidera iones sobre algunos artí ulos que ya han
766
CISCAR [1796a, artí ulo 212, p. 73℄.
767
El autor no expone uáles son las alternativas a tomar y apunta que �la demostra ion
de las fórmulas de que se puede ha er uso para evitar en todos los asos los errores de esta
lase, pide mas prin ipios de los que se han estable ido� [CISCAR, 1796a, p. 74℄.
768
CISCAR [1796a, pp. 77-78℄
380 Des rip ión y análisis de textos
sido omentadas. Tras el texto se olo an el índi e, las erratas y dos láminas
on las �guras que ilustran los on eptos.
En uanto a la estru tura del texto podemos de ir que sigue la línea de
las demás obras del autor, presentándose los on eptos de manera ordenada,
lara y formal. Sin embargo, en este libro de texto no se in luyen asi ejer i ios
resueltos; se desarrollan úni amente tres ejemplos numéri os en toda la obra
769
.
Por otra parte, esta obra no tuvo su tomo orrespondiente en el Curso
de Estudios Elementales de Marina, siendo este aspe to, en opinión de López
Sán hez [1994, p. 233℄, uno de los que más llama la aten ión al leer el omen-
tario sobre la importan ia de la Trigonometría esféri a para la Cosmografía y
la Navega ión que el autor ha e en el prólogo
770
. He ho que da pie al propio
López Sán hez para ahondar en la forma ión de los guardiasmarinas on la
siguiente re�exión:
Al estudiar la Cosmografía del Curso de estudios elementales de Ma-
rina, hemos tenido o asión de omprobar que la trigonometría esféri a
apenas quedó redu ida a unas no iones generales. Esto o urría sólo siete
años después de la apari ión del libro que nos o upa, he ho que no es
ane dóti o, sino que prueba el auténti o nivel elemental del Curso, y por
tanto, el tipo de forma ión que se pretendía para los guardias marinas.
Cis ar intentó evitarles la ne esidad de estudiar libros omo el suyo pro-
pio, mediante una serie de reglas sen illas, que les permitiese entender
los on eptos más bási os de la osmografía y el pilotaje
771
.
Además, señala que �el ontenido del Tratado oin ide bási amente on el
programa que se sigue en la a tualidad en la asignatura de trigometría esféri a
impartida en las es uelas de náuti a�
772
.
3.2.28. 1796. Tratado de Cosmografía para la instru ión
de los Guardias Marinas. Cis ar y Cis ar.
Tratado de Cosmografía para la instru ion de los Guardias Marinas
La obra no ontiene ni ensuras ni li en ias, in luyéndose antes del prólogo
úni amente una adverten ia para el en uadernador. Se indi a que todos los
pliegos de la presente obra llevan una estrellita al �nal de la signatura para no
onfundirlos on los pliegos del libro Trigonometría esféri a, del propio autor.
Además, se señala que las �quatro Estampas� deben doblarse de modo que
puedan sa arse sin que las �guras queden ubiertas por las hojas.
769
También se añaden dos ejemplos en las adverten ias para la prá ti a, (artí ulo 216),
para el ál ulo de logaritmos y su omplemento aritméti o.
770
Veáse di ha ita en la página 370 uya referen ia es la nota al pie número 744.
771
LÓPEZ SÁNCHEZ [1994, pp. 233-234℄.
772
López a lara en nota al pie que di ha informa ión ha sido obtenida mediante �Comuni-
a ión personal de la profesora M
aAsun ión Iglesias. Agosto, 1993�.
LIBROS DE TEXTO 381
Figura 3.76: Portada del libro CISCAR, GABRIEL (1796) Tratado de Cosmografía
para la instru ión de los Guardias Marinas. Cartagena. Fuente: http://bdh.bne.es
El prólogo se abre on la de�ni ión de Cosmografía y el anun io del objetivo
do ente del Tratado:
Se suele dar el nombre de Cosmografía, á una exposi ion, mas ó
ménos extensa, de los prin ipios de la Astronomía y Geografía. En este
Tratado nos hemos propuesto omprehender los ono imientos de di has
ien ias mas interesantes para la Navega ion, que es el obgeto prin ipal
de los estudios elementales de la A adémia.
Le sigue la justi� a ión del modo en que se presenta el texto:
Las materias que se tratan en la Cosmografía están tan enlazadas
entre sí que no se pueden entender las primeras sin tener una idea (aun-
que sea onfusa) de las últimas, que por otro lado tienen de las primeras
una dependen ia ne esaria. Esto nos ha obligado á to ar mu has ve es
por en ima ó apuntar algunas materias que se tratan on extension en
adelante.
Además, se presentan bajo distintos puntos de vista �aquellas ideas que
onviene que se �xen en la memoria�. A partir del artí ulo 523, el libro tie-
ne 589, se resuelven de o ho problemas generales �que omprehenden lo mas
382 Des rip ión y análisis de textos
interesante de la Astronomía Náuti a�, donde se apli an los ono imientos ad-
quiridos. Por ello, onviene que una vez aprendido �lo que va de letra mayor�
en los apítulos ini iales, se repasen mu has ve es los uatro últimos, que son
los que ontienen todos aquellos ono imientos on los que es ne esario fami-
liarizarse mu ho.
Cis ar desta a la importan ia de utilizar todos aquellos elementos natura-
les que se tengan al al an e y que arrojen luz sobre los on eptos a adquirir,
de forma que resulten omplementarios o in luso punto de partida de análisis
de los mismos. Así, no basta on utilizar las �guras trazadas en la pizarra o el
papel, y es ne esario re urrir �materialmente á los mismos uerpos uyos mo-
vimientos verdaderos ó aparentes se trata de expli ar�. Por ejemplo, a onseja
entre otros � ontemplar on aten ion há ia que lado sale el Sol, há ia que lado
ae al mediodia, y al tiempo de ponerse: re�exîonando omo pueden provenir
estos fenómenos del movimiento giratorio de la Tierra�.
Finalmente insiste en una uestión a la que se re�ere reiteradamente en sus
obras, el ometido de los Maestros:
No podemos ménos de en argar on parti ularidad á los Maestros
que hagan un estudio espe ial de no expli ar osa alguna fundándose en
la suposi ion de que la Esfera eleste es la que se mueve. Esta expli a ion
de los fenómenos, tan onforme á la ilusion de los sentidos omo ontraria
á la realidad, suele satisfa er mas á un prin ipiante, in apaz de ha erse
argo de las razones sólidas que la ombaten: y por onsiguiente solo
servirá para radi arle mas en la preo upa ión en que ha estado siempre,
y di� ultarle el ono imiento exâ to de la Cosmografía. Nada hay mas
perjudi ial para los adelantamientos en la arrera de las ien ias que el
llenar inútilmente el entendimiento de ideas falsas, que uesta mu hísimo
trabajo el destruir. Pres índase enhorabuena de tales y tales osas en
las primeras expli a iones, para seguir el amino natural, que es el de
pro eder de lo sen illo á lo ompli ado [. . . ℄
La materia de estudio omienza on un primer apartado dedi ado a las
�No iones generales� que abar a los 19 primeros artí ulos. En el primero de
ellos se de�ne la elipse, presentada por Cis ar de forma onstru tiva:
Si habiedo sugetado los extremos de un hilo en los puntos s y z
(�g. I.
a
[Figura 3.77℄) de suerte que quede �oxo, se he ha el hilo há ia
arriba y se pone tirante por medio de un lapiz t, ha iendo orrer el lapiz
há ia dere ha é izquierda de suerte que el hilo se mantenga siempre
tirante, di ho lapiz des ribirá la urva atp: pra ti ando lo mismo por la
parte inferior, resultará otra por ion de urva axp enteramente igual á
la primera
773
.
El autor mani�esta que existen otros modos de des ribir la elipse, pero
que la dedu ión de tales propiedades, muy interesantes para la Astronomía,
773
CISCAR [1796b, artí ulo 1, p. 1℄.
LIBROS DE TEXTO 383
Figura 3.77: De�ni ión de elipse. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina 1a℄
�avultaria mu ho este Tratado� y que para lograr el objetivo propuesto bas-
tará ono er los on eptos que a ontinua ión de presentan.
Los puntos s y z re iben el nombre de �fo us� de la elipse. La re ta pa,
�que pasa por los fo us y se termina en la periféria de la elipse, se llama su exe
mayor�. En Astronomía este eje se denomina línea de los ápsides. Los puntos
a y p donde �el exe mayor se termina� se llaman vérti es de la elipse. El punto
del eje equidistante de a y p es el entro de la elipse. La distan ia del en-
tro a ualquiera de los �fo us� se llama ex entri idad. La línea t x que pasa
por el entro de la elipse y es perpendi ular al eje mayor se llama �exe menor�.
Si en el �fo us� s hay un uerpo, alrededor del ual gira otro que des ribe
la elipse, las líneas sa, se, sq, et . trazadas desde el �fo us� al punto de la
elipse en el que halla el uerpo se denominan radios ve tores. El vérti e a más
distante del uerpo re ibe el nombre de ápside superior y el más er ano p,
ápside inferior. Los radios ve tores des riben áreas iguales en tiempos iguales.
Es de ir, si el uerpo amina de p a m en un minuto y de e a a en otro minuto
las áreas de los se tores elípti os psm y esa son iguales. El des ubrimiento de
esta ley se debe a �Keplero� y su demostra ión a �Nevvton�
774
.
Se entiende por movimiento angular �la altera ion del ángulo que el radio
ve tor forma on la línea de los ápsides�. El movimiento angular disminuye
uando el uerpo des ribe la semielipse pxa, y aumenta uando des ribe la
semielipse atp. Se llama distan ia media al medio aritméti o entre la menor
distan ia sp y la mayor distan ia sa, es de ir, una distan ia igual a a. El
movimiento medio es el movimiento angular que tendría el uerpo si di ho mo-
vimiento fuese uniforme, y se obtendrá por tanto, partiendo 360◦ por el tiempoque emplea el uerpo en des ribir toda la elipse. El movimiento verdadero es
menor que el medio en las inmedia iones del ápside superior, y mayor, en las
inmedia iones del ápside inferior. Si desde el �fo us� s se imagina que se des-
ribe un ír ulo, el ar o de este desde el ápside superior hasta la línea que va
774
CISCAR [1796b, p. 2℄.
384 Des rip ión y análisis de textos
de s al uerpo movible es llamada por los astrónomos �anomália, verdadera
ó media, segun se imagina tirada la línea al punto en que está realmente el
uerpo, ó á aquel en que se hallaría si su movimiento angular fuese el medio�.
La diferen ia entre la anomalía verdadera y la media se denomina �equa ion
de la òrbita� y sirve para redu ir el lugar medio del uerpo al lugar verda-
dero, sumando o restando del lugar medio la �equa ion� orrespondiente. La
�equa ion� en los ápsides es nula por oin idir en ambos los lugares medio y
verdadero.
Los die io ho artí ulos restantes están dedi ados a no iones generales de
ópti a. Esta primera parte resulta totalmente novedosa en ompara ión on el
Tratado de Cosmografía de Cedillo estudiado on anterioridad, en el ual no
se tratan los on eptos aquí mostrados.
Los artí ulos 20 a 52 onforman el apartado titulado �Del Sistema del Mun-
do� donde se exponen las medidas y situa ión de los planetas, se de�nen el eje
de rota ión, e uador, polos y nodos, y se dan las denomina iones de los ápsides
para los planetas primarios y para la luna.
Los artí ulos 53 a 73 onstituyen el siguiente apartado, �Del modo de
determinar la posi ion de los uerpos elestes�, donde se trata el modo de
determinar la posi ión respe tiva de los uerpos elestes. Las longitudes y lati-
tudes helio éntri as y geo éntri as, las primeras respe to del Sol y las segundas
respe to de la Tierra, son indistinguibles uando se trata de estrellas �jas; la
demostra ión utiliza ángulos opuestos por el vérti e. También se demuestra
que ualquiera que sea el punto de órbita en el que se en uentre la Tierra, la
interse ión entre la e lípti a y la equino ial se da en los mismos puntos de
la esfera eleste, utilizándose en di ha demostra ión la igualdad entre ángulos
alternos.
En el siguiente apartado, �De la Tierra�, se de�ne la �gura de la misma
omo el sólido generado por la revolu ión de una semielipse tax (Figura 3.77),
mientras que Cedillo en su tratado la presenta omo un uerpo sólido, sin alu-
dir a la revolu ión. También se de�nen y enumeran los ontinentes, la geografía
e hidrografía, los mapas o artas geográ� as terrestres y las artas náuti as o
de marear. Después se de�nen los on eptos de zenit, nadir, horizonte sensi-
ble o aparente, horizonte ra ional o verdadero, meridiano, primer meridiano,
paralelo, verti al primario, hemisferio, punto ardinal, punto de verdadero le-
vante y poniente, línea norte sur, línea este oeste, �azimut�, amplitud, altura
verdadera, latitud y diferen ia de latitud. Por último se de�ne la diferen ia de
longitud: �el ar o menor de equino ial omprehendido entre los meridianos
de los dos lugares: ó lo que es lo mismo, el ángulo que forman en los polos
di hos meridianos�. Por tanto, la diferen ia de longitud no puede ser mayor
que 180◦.
LIBROS DE TEXTO 385
Para �nalizar este apartado, Cis ar propone ha er �una apli a ion intere-
sante de la Trigonometría Esféri a� para el aso del ál ulo de la menor distan-
ia entre dos puntos sobre la super� ie de la Tierra. Como di ha distan ia es
el ar o de ír ulo máximo omprendido entre los dos lugares, este ar o, junto
on los de los meridianos omprendidos entre ada uno de los lugares y el polo,
formarán un triángulo esféri o que habrá de resolverse. Ya que son ono idos
dos lados y el ángulo omprendido, el ter ero se al ulará de a uerdo al Caso
III expuesto en el Tratado de Trigonometría Esféri a del autor, y que ya he-
mos estudiado en la se ión 3.2.27. A ontinua ión se resuelve omo ejemplo el
ál ulo de la menor distan ia de Cádiz a Lima sobre la super� ie de la Tierra,
utilizándose logaritmos para simpli� ar las opera iones
775
.
El apartado siguiente titulado, �De los fenómenos que resultan del movi-
miento giratorio de la Tierra�, agrupa los artí ulos 139 a 187, y en él se trata el
modo de redu ir la hora astronómi a a ivil y vi eversa, teniendo en uenta que
una revolu ión de la Tierra respe to del Sol, esto es 360◦, suponen 24 horas.
Por tanto,
1
4de vuelta serán 6 horas y ada 15◦ serán una hora o 60 minutos.
Luego, dada la diferen ia de longitud entre dos lugares se tendrá la diferen ia
de horas entre ellos y vi eversa. Por esta razón, las diferen ias de longitud
entre lugares pueden expresarse en grados, minutos, et . de equino ial, o en
horas, minutos, et . de tiempo.
Asimismo, se tratan las zonas que resultan iluminadas según la revolu ión
de la Tierra, y en este punto se demuestra que el meridiano que pasa por el
astro, o lo que es lo mismo, por el polo del ír ulo de ilumina ión, divide por
la mitad los ar os iluminados de los paralelos. La demostra ión se realiza del
modo siguiente:
Figura 3.78: Figura 11a. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina II℄
Sea emo (Figura 3.78) la por ión de paralelo iluminada, es de ir, supón-
gase que el ír ulo de ilumina ión pasa por e y o. Sea p su polo y n el de la
Tierra. Tírense los ar os de ír ulo máximo ne, ep, op y nmp. Los triángulos
esféri os pen y pon tienen el lado pn omún y los ep, op y los en, on iguales;
775
Véase la resolu ión del ejemplo en CISCAR [1796b, pp. 28-29℄.
386 Des rip ión y análisis de textos
los primeros por distan ias del ír ulo de ilumina ión a su polo, y los segun-
dos, por distan ias del paralelo al polo del mundo. Luego di hos triángulos son
totalmente iguales, y por onsiguiente, el ángulo enp será igual al onp y sus
medidas em, om también serán iguales. Como estos ar os son iguales, ada
uno de ellos es la mitad de la por ión iluminada emo.
En el siguiente apartado, titulado �De las Esta iones y Zonas�, se expli a
ómo se produ en las mismas. Para ello Cis ar se apoya en la �gura 14 de
la lámina III, estable iendo previamente uándo tendrá el Sol la máxima de-
lina ión, y, demostrando que esta y la obli uidad de la e lípti a son iguales.
Se representa por iavli (Figura 3.79) la órbita de la Tierra que determinan
el plano de la e lípti a IAVLI y la equino ial eleste eAqLe. Supóngase la
Tierra en t y el Sol en s, e imagínese el plano Tmst′n que pasando por s y t
es perpendi ular a la equino ial. Las se iones omunes de di ho plano on
la e lípti a y on la equino ial eleste se han representado por Ttsot′ y msn
respe tivamente. El ángulo t′sn, igual al Tsm, representa la de lina ión del
Sol, que desde la Tierra t se verá en el punto t′ de la e lípti a.
Figura 3.79: Figura 14a. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina III℄
En el triángulo esféri o Ant′, re tángulo en n, At′ (medida de Ast′) es el
ar o de e lípti a omprendido entre el Sol y uno de los puntos equino iales;
t′n (medida de nst′) es la de lina ión del Sol; y el ángulo nAt′ es el que for-
ma el plano de la e lípti a on la equino ial, al ual llamaremos símplemente
obli uidad, y es de unos 23◦ y 28′. Cono ido el ar o de la e lípti a At′, que esigual a la distan ia LT, se hallará fá ilmente la de lina ión, utilizando el aso
II de resolu ión de triángulos esféri os re tángulos estudiado en el Tratado de
Trigonometría Esféri a del autor y que ya se ha expuesto en la se ión 3.2.27.
La propor ión a apli ar es: el Radio al seno de la obli uidad omo el seno
del ar o de e lípti a, omprendido entre el Sol y el punto equino ial, al seno
LIBROS DE TEXTO 387
de la de lina ión. En esta analogía los dos primeros términos son onstantes
y por tanto, el seno de la de lina ión será propor ional al seno del ar o de
e lípti a, omprendido entre el Sol y la equino ial. Luego el Sol tendrá la ma-
yor de lina ión uando la Tierra se halle en uno de los puntos solstis iales v o i.
Alternando la analogía se dirá: Radio al seno de 90◦ omo el seno de la
obli uidad al seno de la de lina ión. Como los dos primeros términos son igua-
les resultará el seno de la obli uidad igual al seno de la de lina ión.
En este apartado también se estudia en qué ondi iones el número de rayos
solares que aen en una propor ión de super� ie terrestre aumenta o dismi-
nuye. Para ello se representan en la �gura 15a (Figura 3.80) los rayos se, ao,
et . El número de estos rayos que aen sobre el plano obli uo me o sobre la
super� ie irregular mutze, oin ide on el de los que atraviesan el plano per-
pendi ular mb. Pero, utilizando la analogía �R : sen. bem :: me : bm�, si me
es onstante bm disminuye en la misma razón en que disminuye el seno del
ángulo bem, formado los rayos on el plano. Luego, uanto más obli uos son
los ángulos formados por los rayos solares on un plano, menor es el número
de los que aen en di ho plano o sobre la super� ie irregular.
Figura 3.80: Figura 15a. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina III℄
Para visualizar los fenómenos tratados en este apartado, Cis ar propone re-
produ irlos aproximadamente en una esfera de unas dos pulgadas de diámetro,
donde se irán veri� ando las sombras obtenidas y las dire iones en las que los
habitantes verían el Sol. En un ír ulo zbgdz (Figura 3.79), de uno o más pies
de radio, se trazarán los dos diámetros perpendi ulares zg, bd, y se sujetará
di ho ír ulo, de forma que quedando su diámetro zg horizontal su perpendi-
ular bd forme on la horizontal bf el ángulo dbf, de �23◦ y 1
2�. Para lograrlo
aporta dos modos de ál ulo; el primero, hallando el valor de la horizontal bf
en entésimos de bd mediante la analogía �R : cos(23◦ + 30′) :: 100 : x�, dedonde x = 92, y el segundo, determinando la longitud de la verti al df, di ien-
do �R : sen.(23◦ + 30′) :: 100 : x�, de donde x = 40776.
776
CISCAR [1796b, artí ulo 221, pp. 51-52℄.
388 Des rip ión y análisis de textos
�De la medida del tiempo�, el siguiente apartado, dedi a los artí ulos 223
a 265 a la medida del tiempo respe to del movimiento del Sol. Observando la
�gura 14a (Figura 3.79), se tiene que a la diferen ia de longitud At′ le orres-
ponde la diferen ia de as ensión re ta An, que es menor si At′ es agudo, omo
se dedu e de la analogía �R : cos. oblicuidad :: tan . At′ : tan. An�. Por tanto,�entre Aries y Cán er, los lugares del Sol referido á la equino ial estarán atra-
sados respe to á sus lugares de la e lípti a�. Como onse uen ia de la misma
analogía, �R : cos. oblicuidad :: tan . Ak : tan. Al′� y, teniendo presente que
los ar os son obtusos y por tanto, a menor tangente orresponde ar o mayor,
uando la Tierra se traslada de i a a, el Sol pasa aparentemente de V a L, esto
es, de Cán er a Libra, y los lugares del Sol, referido a la equino ial, estarán
adelantados a los del mismo astro en la e lípti a.
Después de los apartados �De la Luna� y �De la Cronología� se in luye
otro bajo el título �Resúmen de lo relativo á los puntos, líneas y planos que
se onsideran en las esferas elestes y terrestres�, donde se in luye on todo
detalle los on eptos vistos sobre las posi iones de los astros y los lugares de
la Tierra.
Le sigue �De las orre iones que deben ha erse á las alturas observadas de
los astros�. Entre las orre iones a realizar está la de �la paralaxe de altura�.
La �paralaxe� en altura es el ángulo formado por las dos re tas que salen de
un punto del astro y terminan, una en el ojo del observador, y la otra, en el
entro de la Tierra. La paralaje ha e que los astros aparez an más bajos de lo
que están, pero en el mismo verti al. La �paralaxe horizontal� es la paralaje
de un astro respe to de un obervador que lo tiene en el horizonte.
Sean S un astro (Figura 3.81), el entro de la Tierra, y bam una se ión de
la super� ie on el verti al bS . El observador b tendrá al astro en su horizonte
aparente bS, el observador a lo tendrá en el omplemento de altura aparente
Saz, y el observador m en el zenit. Luego, bS será la paralaje horizontal del
astro y aS su paralaje en altura.
Figura 3.81: Figura 22a. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina IV℄
Interesa averiguar la rela ión que hay entre las alturas y las paralajes de un
mismo astro. Para ello denomínense P, la paralaje horizontal bS ; p la paralaje
LIBROS DE TEXTO 389
de altura aS ; s el radio de la Tierra ( b, a, et .); D la distan ia S del astro al
entro de la Tierra; y a la altura aparente uyo omplemento es Saz. Enton es
en el triángulo S b, re tángulo en b, se tiene �Sc : cb :: R : sen. bSc�, esto es
�D : s :: R : sen. P�. Y en el triángulo obli uángulo, S a �Sc : ca :: sen. Sac :sen. aSc�, es de ir, �D : s :: sen. Sac : sen. p�. Pero omo el seno de Sa es
igual al de su suplemento Saz, que es el omplemento de la altura aparente,
enton es sen. Sac = sen. Saz = cos. a, y por tanto, �D : s :: cos. a : sen. p� y
�D : s :: R : sen. P�. Como en ambas propor iones las dos primeras razones
son iguales, las segundas estarán en propor ión obteniéndose:
R : cos. a :: sen. P : sen. p
Es de ir, �el radio es al oseno de la altura aparente de un astro, omo el
seno de la paralaxe horizontal al seno de su paralaxe de altura. Propor ion de
mu hísimo uso, que debe retenerse en la memoria�
777
.
El autor añade que en esta fórmula pueden sustituirse los senos de las pa-
ralajes por las paralajes mismas porque los senos de ar os muy pequeños �se
onfunden on di hos ar os. Pero omo en la A adémia se ha e uso de las ta-
blas de Gárdiner, en que están de I
′′en I
′′los senos de los ar os pequeños, es
mas ómodo el dexar los senos en la propor ion�.
Para obtener la rela ión que tienen las paralajes orrespondientes a una
misma altura aparente on las distan ias de los astros al entro de la Tierra, se
utiliza de nuevo una propor ión. Ahora se supone que en o (Figura 3.81) hay
un astro, a uya paralaje respe to al observador a llamaremos p ′, y a uya dis-
tan ia o al entro de la Tierra denominaremos d. Enton es, igual que en el aso
anterior �d : s :: cos. a : sen. p ′� y omparándola on �D : s :: cos. a : sen. p�
se obtienen dos propor iones uyos términos medios son iguales. Por tanto, los
extremos estarán en razón re ípro a, es de ir, �D : d :: sen. p ′ : sen. p�. Lue-go: la primera distan ia a la segunda omo la segunda paralaje a la primera, y
por tanto, en iguales alturas aparentes, las paralajes estarán entre sí en razón
inversa de las distan ias de los astros al entro de la Tierra.
Alternando la propor ión �D : s :: cos. a : sen. p� se obtiene esta otra
propor ión: �D : cos. a :: s : sen. p�, que indi a, que a iguales distan ias (D)
y alturas (a), los senos de las paralajes (p) están en razón dire ta de los semi-
diámteros (s). Como el semidiámetro de la equino ial es el mayor de todos,
las mayores paralajes serán las orrespondientes a los habitantes del e uador,
denominadas �paralaxes equatoriales�. Para redu irlas a las orrespondientes
a otro habitante a será ne esario apli arles una orre ión.
Análogamente se al ula la rela ión existente entre los semidiámetros de un
mismo astro on sus distan ias al vérti e. El semidiámetro de un astro (Figura
3.81) es el ángulo Sb formado por la re ta S que pasa por el entro del astro
777
CISCAR [1796b, p. 100℄.
390 Des rip ión y análisis de textos
y la re ta Sb tangente a la super� ie en b. Denominando r al radio del astro b;
D a su distan ia S al punto S ; s al semidiámetro Sb orrespondiente a di ha
distan ia; d su distan ia n al punto n; y s ′al semidiámetro nb orrespon-
diente, en el triángulo S b; re tángulo en b, se tiene �Sc : cb :: R : sen. cSb�,o equivalentemente �D : r :: R : sen. s�. Comparando esta propor ión on la
que se obtiene en el triángulo n b, �nc : cb :: R : sen. cnb�, o equivalentemente�d : r :: R : sen. s ′
�, se observa que los medios de ambas son iguales y por tan-
to, los extremos estarán en razón re ípro a. Es de ir, �D : d :: sen. s ′ : sen. s�,luego la primera distan ia a la segunda omo el segundo semidiámetro al pri-
mero, y por tanto, los semidiámetros de un mismo astro están en razón inversa
de sus distan ias al vérti e. Cis ar puntualiza en el artí ulo 575 del apartado
�Suplemento á algunos artí ulos de la Cosmografía�, que en rigor la propor-
ión se veri� a on los senos de los semidiámetros, pero que por �su pequeñez
se pueden onsiderar onfundidos on los ar os�
778
.
El semidiámetro entral de un astro debe orregirse para obtener el se-
midiámetro en altura, orre ión que depende �de la altura del astro, de su
semidiámetro horizontal, y de su distan ia absoluta al entro de la Tierra, y
solo es sensible en la Luna�
779
.
Para dedu ir la razón del semidiámetro entral (s) al de altura (s ′), tenien-
do en uenta que los semidiámetros de un mismo astro están en razón inversa
de sus distan ias al vérti e, se tendrá la propor ión �Sa : Sc :: s : s′�. Pe-
ro por otra parte se veri� a que �Sa : Sc :: sen. Sca : sen. Sac�, es de ir,
�Sa : Sc :: coseno de altura verdadera : coseno de altura aparente�. Suti-
tuyendo esta segunda razón en �Sa : Sc :: s : s′� resultará que el oseno
de altura verdadera es al oseno de altura aparente de un astro, omo su se-
midiámetro entral a su semidiámetro en altura, donde la altura aparente se
entiende orregida de refra ión y depresión si fuera ne esario.
La depresión de horizonte bot (Figura 3.82) es el ángulo formado por el
horizonte sensible ob y la tangente ot a la super� ie de la mar. La depresión
ha e que los astros aparez an más elevados de lo que están, por lo que habrá
que orregirla restándola de las alturas. La depresión bot es igual al ángulo o t
formado por la verti al del observador y el radio de la Tierra, tirado al punto
de onta to, por ser ambos omplementos de to . Por tanto, la depresión de
horizonte es también igual al ar o rt o �lo que viene á ser lo mismo, á la lon-
gitud de la tangente ot redu ida á minutos y segundos, á razon de unos 6660
pies de Burgos por minuto porque la diferen ia entre rt y ot solo es de I
′′, aun
quando la eleva ion del ojo del observador ro es de una milla�.
La depresión puede hallarse de dos modos, el primero, bus ando el ángulo
o t del triángulo to, re tángulo en t, en el ual son ono idos el radio t, que
778
CISCAR [1796b, p. 155℄.
779
CISCAR [1796b, p. 102℄.
LIBROS DE TEXTO 391
Figura 3.82: Figura 23a. Fuente: CISCAR [1796b, Lámina IV℄
tiene unos 22895000 pies de Burgos, y la hipotenusa o. La analogía es en este
aso �el radio de la Tierra mas la eleva ion del ojo del observador ( o), es al
radio de la Tierra t ; omo el Radio al oseno de la depresion (oct = bot)�.
El segundo método onsiste en al ular la extensión de la tangente ot, que
es media propor ional entre el diámetro de la Tierra más la eleva ión ro y la
eleva ión ro, y redu ir ot a minutos y segundos. Para ello, debe multipli arse
el diámetro de la Tierra más ro por ro y extraer la raíz uadrada del produ to,
ya que al ser una propor ión geométri a ontinua, el término medio es igual a
la raíz del produ to de los extremos. Pero omo ro, aunque sea de una milla, es
muy pequeña respe to del diámetro de la Tierra, bastará multipli ar este por
ro y extraer la raíz uadrada para obtener la tangente ot en pies de Burgos,
que será redu ida a millas y dé imos de milla partiéndola por 6660. Cis ar
apunta que el ál ulo �se exe uta fa ilísimamente por medio de logaritmos� y
aporta un ejemplo.
Si se quiere hallar la distan ia desde el ojo del observador al último punto
visible del mar, atendiendo al efe to de refra ión terrestre (ángulo uot de la
Figura 3.82), teniendo en uenta que su valor es aproximadamente
1
4del ar o
rtn habrá de al ularse este. La distan ia rtn apenas di�ere de na, tangente
omún a la urva de refra ión y a la super� ie del mar en n. La urva de
refra ión neo �se onfunde on un ar o de ír ulo uyo radio es siete ve es
mayor que el radio de la Tierra n�, y �las separa iones de las tangentes oa,
ra, están entre sí en razon inversa de los radios de los ar os no, nr�. Por tanto,
�oa : ra :: 1 : 7�, es de ir, �oa será
1
7de ra: ó lo que es lo mismo,
1
6de ro�.
Luego si se halla la longitud de la tangente an, orrespondiente a una eleva ión
ra, mayor que la dada ro en
1
6, se obtendrá la distan ia que hay del observador
o al último punto visible de la mar, sustituyendo en la regla de ál ulo la raíz
uadrada de ro por el produ to de las raí es uadradas de
7
6y de ro
780
.
780
CISCAR [1796b, pp. 105-106℄.
392 Des rip ión y análisis de textos
En el apartado siguiente, �De las tablas astronómi as�, se utilizan logarit-
mos para fa ilitar las opera iones en sendos ejemplos del ál ulo la de lina ión
del sol y de la luna. También se apli an logaritmos, on el mismo �n, en otro
ejemplo que sirve para ilustrar el uso de las tablas on las que orregir las al-
turas de los astros, on retamente en la orre ión de la altura y en el ál ulo
de la distan ia verdadera del entro de la luna al énit.
A ontinua ión se resuelven o ho problemas, ada uno de los uales o upa
un apartado, donde se apli an los on eptos vistos a lo largo del texto y loga-
ritmos para agilizar los ál ulos. Por ejemplo, el primero de ellos se enun ia así:
�Cono iendo tres de estas in o osas, la obli uidad de la e lípti a, longitud,
latitud, as ensión re ta, y de lina ion de un astro; hallar las dos restantes�.
Para �nalizar se inluyen tres breves apartados on suplementos sobre algunos
artí ulos del libro que versan sobre los astros en general y sobre las láminas.
El texto sigue la misma línea que las demás obras del autor: pul ritud en la
presenta ión. Aunque el texto �uye seguido sin más distin ión que los propios
artí ulos y los grandes apartados, el le tor se ubi a perfe tamente en los onte-
nidos presentes y demostra iones de las propiedades. Junto a ellos se in luyen
adverten ias y observa iones destinadas a la adquisi ión de ono imientos me-
diante la re�exión y no omo meras reglas memorizadas.
3.2.29. 1798.Memoria sobre los métodos de hallar la lon-
gitud en la mar por las observa iones lunares. Por
el alferez de navio Don Fran is o Lopez Royo, de
la Orden de San Juan. López Royo.
Memoria sobre los métodos de hallar la longitud en la mar por las observa-
iones lunares. Por el alferez de navio Don Fran is o Lopez Royo, de la Orden
de San Juan.
El alférez de navío, del que poseemos es asísimos datos, dedi a esta Me-
moria al �Ex .moSeñor Don Juan de Langara, Huarte, Arismendi y Trejo,
Regidor perpetuo de las Ciudades de Cádiz y La Coruña, Comendador de las
Casas de Talavera en la Orden de Calatrava, Gentilhombre de Cámara de S.
M. on exer i io, del Consejo de Estado, Capitan y Dire tor General de la Real
Armada, Se retario de Estado y del Despa ho Universal de Marina de España
é Indias & .& .& .�. De lara López Royo que al propio Lángara y a Mazarredo
se debe el na imiento en España de los métodos para hallar la longitud en la
mar por las distan ias lunares.
LIBROS DE TEXTO 393
Figura 3.83: Portada del libro LÓPEZ ROYO, FRANCISCO (1798) Memoria sobre
los métodos de hallar la longitud en la mar por las observa iones lunares. Madrid.
Fuente: http://bdh.bne.es
López Royo deja laro en la introdu ión que suMemoria na e on vo a ión
de servi io a sus ompañeros de profesión:
El �n de esta Memoria no es entretener Astónomos, sino el de poner
mis ompañeros en estado de en ontrar en la mar su longitud on igual
exâ titud á la que puede aspirar un Astrónomo profundo, sin ne esitar
la gran teóri a que forma base de toda la Astronomía.
Además, en esta introdu ión realiza un re orrido por los distintos méto-
dos ideados para al ular la longitud en la mar, y adelanta en qué onsistirá
su obra, �a reditada por la ontinua experien ia�. Entre todos los métodos
ono idos ha es ogido los que se pra ti an a bordo on mayor a ierto, y ha
tratado de quitarles �aquel ayre de misterio propio de las fórmulas on que se
expresan�. Con el �n de mostrar que en realidad la mayor parte de las ve es
todo el ál ulo se redu e a la suma o resta de algunos logaritmos, el autor dará
ejemplos de los métodos aquí itados.
394 Des rip ión y análisis de textos
De esta forma el autor plantea y resuelve 11 problemas donde introdu e
los on eptos ne esarios a medida que los va ne esitando. En estos problemas
se utilizan logaritmos, analogías en triángulos esféri os y también fórmulas. Al
�nal del texto se in luye un apéndi e de 39 hojas, es rito por Gabriel Cis ar,
donde se expli a un método grá� o para orregir las distan ias de la luna a
otro astro.
Capítulo 4
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS:
PARALELAS, NEGATIVOS,
LOGARITMOS
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 397
En el apítulo anterior hemos pro edido a des ribir uno a uno los libros
del atálogo que presentamos en esta Memoria y a realizar a ontinua ión un
análisis general de los ontenidos de los mismos, on alguna referen ia en ada
uno de ellos a los que les pre edieron. En este nuevo apítulo, on el que termi-
na el uerpo entral de la Memoria, llevaremos a abo un re orrido a lo largo
del siglo XVIII siguiendo la estela, a través de los libros que onsideramos, de
tres temas espe í� os, a �n de examinar los ambios que se van produ iendo
en la exposi ión pedagógi a de los mismos.
Como ya señalamos en su momento, los libros que nos o upan se re�eren a
la que estamos llamando matemáti a elemental, que es la previa al estudio de
la geometría analíti a y el ál ulo in�nitesimal, que en nuestro país, omo en
otros europeos, es el territorio a des ubrir en los estudios superiores de mate-
máti as, asequibles solo a los redu idos grupos profesionales más adelantados
en esta ien ia. Por esta razón, nuestro ometido se entrará en los ontenidos
que se enseñaban en los estudios de Náuti a referidos a las materias bási as
de Geometría y Aritméti a, prolongadas on Álgebra, la ontinua ión natural
de la Aritméti a, y Trigonometría, una materia que parti ipa de Aritméti a y
Geometría.
Los temas que vamos a onsideran en ada aso son los siguientes:
1. En Geometría nos �jaremos en las versiones del Libro I de Elementos,
parti ularmente en la manera de introdu ir el paralelismo de re tas en
el plano y de pro eder on las demostra iones o simples expli a iones
orrespondientes a este on epto, es de ir, en el uso del quinto postulado
o de alguna de sus variantes.
2. Entre los ontenidos de los textos de Aritméti a y Álgebra onsiderare-
mos las justi� a iones y los pro edimientos de introdu ión de los núme-
ros negativos y las reglas para el ál ulo on ellos.
3. En los textos de Trigonometría, entraremos nuestra aten ión en la uti-
liza ión de los logaritmos para la resolu ión de triángulos, aunque ha-
bremos de volver a la Aritméti a para en ontrar la introdu ión de los
logaritmos omo orresponden ia entre su esiones aritméti as y geomé-
tri as.
Comenzaremos por Geometría porque así se ha ía en la primera parte del
siglo, uando todavía se seguía muy de er a el orden estable ido por Eu lides
en Elementos, donde la aritméti a empieza en el Libro VII, después de la
geometría plana
781
. Luego pasaremos a la Aritméti a junto on el Álgebra
(Aritméti a espe iosa o universal), que ya era su ompañera in uestionable en
el siglo XVIII, para terminar on Aritméti a y Trigonometría.
781
Los uatro primeros libros onstituyen la parte más elemental de la geometría, que se
ompleta en el sexto on la semejanza, también elemental en ierto modo, pero solo posible
on el rigor griego una vez que en el Libro V se ha resuelto el difí il problema de de�nir las
razones de segmentos y al ular on ellas.
398 Las paralelas en los libros de Geometría
4.1. Las paralelas en los libros de Geometría
La geometría griega fue sistematizada por Eu lides omo una teoría lógi o-
dedu tiva en su obra Elementos. Nos referiremos aquí al Libro I de di ha
obra, el que empieza on las primeras �de�ni iones� des riptivas de los obje-
tos geométri os, los �postulados� que afe tan a di hos objetos y las �no iones
omunes� usadas en el dis urso lógi o, para desarrollar a ontinua ión 49 pro-
posi iones, hasta el teorema de Pitágoras, que son la base de la geometría
plana. En la primera subse ión haremos una enumera ión de las de�ni iones,
postulados, no iones omunes y proposi iones del Libro I, para que sirvan o-
mo referen ia anóni a para el ontenido de los libros de texto del sete ientos
que vamos a onsiderar.
Después onsideraremos el modo en que se expone el Libro I en una se-
le ión de los libros de texto utilizados en las enseñanzas náuti as en España
durante el siglo XVIII
782
, pero dirigiendo nuestra aten ión ha ia el tratamien-
to que se da en di hos libros de texto al paralelismo de las re tas en el plano
usando alternativas al famoso Quinto Postulado de Eu lides. En la segunda
subse ión apare erán algunos ejemplos de las varia iones que los autores in-
orporan en el tratamiento del Quinto Postulado y otros aspe tos del Libro I
de Elementos.
Con esta base, la se ión se ompleta analizando el tratamiento de las
paralelas en uatro libros fe hados en diversos momentos del siglo XVIII. Em-
pezaremos por dos obras de la primera mitad del siglo XVIII (Tos a, 1707;
Fernández, 1742) uyos autores siguen el esquema de Eu lides, aunque intro-
du iendo varia iones según los �nes que persiguen. Seguidamente nos �jaremos
en dos obras del último ter io del siglo XVIII (To�ño, 1771; Bails, 1779) en las
que los autores ha en gala de una libertad expositiva orientada a las �nalidades
do entes que los separa del estri to diseño del dis urso eu lidiano.
4.1.1. Elementos Libro I
Como punto de partida y referen ia normalizada para lo que sigue, se re oge
a ontinua ión el esquema del Libro I de Elementos siguiendo la tradu ión al
español de M. L. Puertas (EUCLIDES [1991℄).
782
Juan Navarro [1996℄ ha estudiado las tradu iones españolas de Elementos durante los
siglos XVI a XVIII. Los libros del siglo XVIII men ionados en este artí ulo son de Tos a
(1707), Deu (1723), Álvarez (1739), Martínez (1747) y Giannini (1779). De ellas solo la
primera entra en nuestro estudio, pues es la úni a que se usó en las es uelas de Náuti a.
Sobre Giannini ha publi ado Navarro re ientemente Don Pedro Giannini o las matemáti as
de los artilleros en el siglo XVIII, donde se traza un notable panorama de la matemáti a
española del siglo XVIII.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 399
De�ni iones (Las itaremos en la forma IDx.)
1. Un punto es lo que no tiene partes.
2. Una línea es una longitud sin an hura.
3. Los extremos de una línea son puntos.
4. Una línea re ta es aquella que ya e por igual respe to de los puntos que
están en ella.
5. Una super� ie es lo que solo tiene longitud y an hura.
6. Los extremos de una super� ie son líneas.
7. Una super� ie plana es aquella que ya e por igual respe to de las líneas
que están en ella.
8. Un ángulo plano es la in lina ión mutua de dos líneas que se en uentran
una a otra en un plano y no están en línea re ta.
9. Cuando las líneas que omprenden el ángulo son re tas el ángulo se llama
re tilíneo.
10. Cuando un re ta levantada sobre otra re ta forma ángulos adya entes
iguales entre sí, ada uno de los ángulos iguales es re to y la re ta levan-
tada se llama perpendi ular a aquella sobre la que está.
11. Angulo obtuso es el (ángulo) mayor que un re to.
12. Angulo agudo es el (ángulo) menor que un re to.
13. Un límite es aquello que es extremo de algo.
14. Una �gura es lo ontenido por uno o varios límites.
15. Un ír ulo es una �gura plana omprendida por una línea [que se llama
ir unferen ia℄ tal que todas las re tas que aen sobre ella desde un punto
de los que están dentro de la �gura son iguales entre sí.
16. Y el punto se llama entro del ír ulo.
17. Un diámetro del ír ulo es una re ta ualquiera trazada a través del
entro y limitada en ambos sentidos por la ir unferen ia del ír ulo,
re ta que también divide al ír ulo en dos partes iguales.
18. Un semi ír ulo es la �gura omprendida entre el diámetro y la ir unfe-
ren ia por él ortada. Y el entro del semi ír ulo es el mismo que el del
ír ulo.
400 Las paralelas en los libros de Geometría
19. Figuras re tilíneas son las omprendidas por re tas, triláteras las om-
prendidas por tres, uadriláteras las omprendidas por uatro, multilá-
teras las omprendidas por más de uatro re tas.
20. De entre las �guras triláteras, triángulo equilátero es la que tiene los tres
lados iguales, isós eles la que tiene solo dos lados iguales, y es aleno la
que tiene los tres lados desiguales.
21. Además, entre las �guras triláteras, triángulo re tángulo es la que tiene
un ángulo re to, obtusángulo la que tiene un ángulo obtuso, a utángulo
la que tiene los tres ángulos agudos.
22. De entre las �guras uadriláteras, uadrado es la que es equilátera y
re tangular, re tángulo la que es re tangular pero no equilátera, rombo
la que es equilátera pero no re tangular, romboide la que tiene los ángulos
y lados opuestos iguales entre sí, pero no es equilátera ni re tangular; y
llámense trape ios las demás �guras uadriláteras.
23. Son re tas paralelas las que estando en el mismo plano y siendo prolon-
gadas inde�nidamente en ambos sentidos, no se en uentran una a otra
en ninguno de ellos.
En rela ión on estas de�ni iones, es importante observar que las líneas
re tas son presentadas omo segmentos (def. 2) uyos extremos son puntos
(def. 3). Pero la de�ni ión 23 de las paralelas exige que las re tas se puedan
prolongar inde�nidamente (in�nito poten ial), lo que quedará autorizado por
el postulado 2 y tendrá uso en el 5.
Postulados (Los itaremos en la forma Pn.)
1. Postúlese el trazar una línea re ta desde un punto ualquiera hasta un
punto ualquiera.
2. Y el prolongar ontinuamente una re ta �nita en línea re ta.
3. Y el des ribir un ír ulo on ualquier entro y distan ia.
4. Y el ser todos los ángulos re tos iguales entre sí.
5. Y que si una re ta al in idir sobre dos re tas ha e los ángulos internos del
mismo lado menores que dos re tos, las dos re tas prolongadas inde�ni-
damente se en ontrarán en el lado en el que están los (ángulos) menores
que dos re tos.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 401
No iones omunes (Las itaremos en la forma NCn.)
783
1. Las osas iguales a una misma osa son también iguales entre sí.
2. Y si se añaden osas iguales a osas iguales, los totales son iguales.
3. Y si de osas iguales se quitan osas iguales, los restos son iguales.
4. Y si se añaden osas iguales a osas desiguales los totales son desiguales.
5. Y dobles de una misma osa son iguales entre sí
6. Y las mitades de una misma osa son iguales entre sí.
7. Y las osas que oin iden entre sí son iguales entre sí.
8. Y el todo es mayor que la parte.
9. Dos re tas no en ierran un espa io.
Proposi iones (las itaremos en la forma EIn.)
1. Construir un triángulo equilátero sobre una re ta �nita dada.
2. Poner en un punto dado ( omo extremo) una re ta igual a una re ta
dada.
3. Dadas dos re tas desiguales, quitar de la mayor una re ta igual a la
menor.
4. Si dos triángulos tienen dos lados del uno iguales a dos lados del otro y
tienen iguales los ángulos omprendidos por las re tas iguales, tendrán
también las respe tivas bases iguales, y un triángulo será igual al otro,
y los ángulos restantes, a saber: los subtendidos por lados iguales, serán
también iguales.
5. En los triángulos isós eles los ángulos de la base son iguales entre sí, y
prolongadas las dos re tas iguales, los ángulos situados bajo la base serán
iguales entre sí.
6. Si dos ángulos de un triángulo son iguales entre sí, también los lados que
subtienden a los ángulos iguales serán iguales entre sí.
7. No se podrán levantar sobre la misma re ta otras dos re tas iguales res-
pe tivamente a dos re tas dadas, de modo que se en uentren en dos
puntos distintos por el mismo lado y on los mismos extremos que las
re tas dadas.
783
In luimos las NC4 a 6 y 9 que fueron suprimidas en la versión de Elementos de Heilberg.
Véase la de Puertas (EUCLIDES (1991)), vol. 1, pp. 200-201.
402 Las paralelas en los libros de Geometría
8. Si dos triángulos tienen dos lados del uno iguales respe tivamente a dos
lados del otro y tienen también iguales sus bases respe tivas, también
tendrán iguales los ángulos omprendidos por las re tas iguales.
9. Dividir en dos partes iguales un ángulo re tilíneo dado.
10. Dividir en dos partes iguales una re ta �nita dada.
11. Trazar una línea re ta que forme ángulos re tos on una re ta dada desde
un punto dado de ella.
12. Trazar una línea re ta perpendi ular a una re ta in�nita dada desde un
punto dado que no esté en ella.
13. Si una re ta levantada sobre otra re ta forma ángulos, o bien formará
dos re tos o bien (ángulos) iguales a dos re tos.
14. Si dos re tas forman on una re ta ualquiera y en un punto de ella
ángulos adya entes iguales a dos re tos y no están en el mismo lado (de
ella), ambas re tas estarán en línea re ta.
15. Si dos re tas se ortan, ha en los ángulos del vérti e iguales entre sí.
16. En todo triángulo, si se prolonga uno de sus lados, el ángulo externo es
mayor que ada uno de los ángulos internos y opuestos.
17. En todo triángulo dos ángulos tomados juntos de ualquier manera son
menores que dos re tos.
18. En todo triángulo el lado mayor subtiende el ángulo mayor.
19. En todo triángulo el ángulo mayor lo subtiende el lado mayor.
20. En todo triángulo dos lados tomados juntos de ualquier manera son
mayores que el restante.
21. Si a partir de los extremos de uno de los lados de un triángulo se ons-
truyen dos re tas que se en uentren en el interior (de él), las (re tas)
onstruidas serán menores que los dos lados restantes del triángulo, pero
omprenderán un ángulo mayor.
22. Construir un triángulo on tres re tas que son iguales a tres re tas dadas.
Pero es ne esario que dos (de las) re tas tomadas juntas de ualquier
manera sean mayores que la restante.
23. Construir un ángulo re tilíneo igual a un ángulo re tilíneo dado, sobre
una re ta dada y en uno de sus puntos.
24. Si dos triángulos tienen dos lados del uno iguales respe tivamente a dos
lados del otro, pero uno tiene el ángulo omprendido por las re tas iguales
mayor que el otro, también tendrá la base mayor que la otra.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 403
25. Si dos triángulos tienen dos lados del uno iguales respe tivamente a dos
lados del otro, pero tienen la base (del uno) mayor que la base (del otro),
también tendrán el ángulo omprendido por las re tas iguales (del uno)
mayor que el del otro.
26. Si dos triángulos tienen dos ángulos del uno iguales respe tivamente a
dos ángulos del otro y un lado del uno igual a un lado del otro: ya sea
el orrespondiente a los ángulos iguales o el que subtiende uno de los
ángulos iguales, tendrán también los lados restantes iguales a los lados
restantes y el ángulo restante (igual) al ángulo restante.
27. Si una re ta al in idir sobre dos re tas ha e los ángulos alternos iguales
entre sí, las dos re tas serán paralelas entre sí.
28. Si una re ta al in idir sobre dos re tas ha e el ángulo externo igual al
interno y opuesto del mismo lado, o los dos internos del mismo lado
iguales a dos re tos, las re tas serán paralelas entre sí.
29. La re ta que in ide sobre dos re tas paralelas ha e los ángulos alternos
iguales entre sí, y el (ángulo) externo igual al interno y opuesto, y los
(ángulos) internos del mismo lado iguales a dos re tos.
30. Las paralelas a una misma re ta son también paralelas entre sí.
31. Por un punto dado trazar una línea re ta paralela a una re ta dada.
32. En todo triángulo, si se prolonga uno de los lados, el ángulo externo es
igual a los dos ángulos internos y opuestos, y los tres ángulos internos
del triángulo son iguales a dos re tos.
33. Las re tas que unen por (los extremos que están en) el mismo lado a
(re tas) iguales y paralelas son también ellas mismas iguales y paralelas.
34. En las áreas de paralelogramos los lados y los ángulos opuestos son iguales
entre sí, y la diagonal las divide en dos partes iguales.
35. Los paralelogramos que están sobre la misma base y entre las mismas
paralelas son iguales entre sí.
36. Los paralelogramos que están sobre base iguales y entre las mismas pa-
ralelas son iguales entre sí.
37. Los triángulos que están sobre la misma base y entre las mismas paralelas
son iguales entre sí.
38. Los triángulos que están sobre bases iguales y entre las mismas paralelas
son iguales entre sí.
39. Los triángulos iguales que están sobre la misma base y en el mismo lado,
están también entre las mismas paralelas.
404 Las paralelas en los libros de Geometría
40. Los triángulos iguales que están sobre bases iguales y en el mismo lado,
están también entre las mismas paralelas.
41. Si un paralelogramo tiene la misma base que un triángulo y está entre
las mismas paralelas, el paralelogramo es el doble del triángulo.
42. Construir en un ángulo re tilíneo dado un paralelogramo igual a un trián-
gulo dado.
43. En todo paralelogramo los omplementos de los paralelogramos situados
en torno a la diagonal son iguales entre sí.
44. Apli ar a una re ta dada en un ángulo re tilíneo dado, un paralelogramo
igual a un triángulo dado.
45. Construir en un ángulo re tilíneo dado, un paralelogramo igual a una
(�gura) re tilínea dada.
46. Trazar un uadrado a partir de una re ta dada.
47. En los triángulos re tángulos el uadrado del lado que subtiende el ángulo
re to es igual a los uadrados de los lados que omprenden el ángulo re to.
48. Si en un triángulo el uadrado de uno de los lados es igual a los uadrados
de los dos lados restantes del triángulo, el ángulo omprendido por esos
lados restantes del triángulo es re to.
4.1.2. Las varia iones del Quinto Postulado
El Quinto Postulado de Eu lides ha generado desde que fuera formulado dos
tipos de inquietudes en los geómetras, motivadas por la rareza de su enun iado,
tan diferente de sus uatro ompañeros. Por una parte, hubo la sospe ha de
que podría ser demostrado a partir de los anteriores, onvirtiéndose así en un
teorema; por tanto, la geometría quedaría basada ex lusivamente en sus uatro
postulados más naturales. A partir de esta sospe ha se ini ió el re orrido que
lleva ha ia las geometrías no eu lídeas. Por otra parte, no tardaron en apare er
intentos de reformular los elementos de la geometría utilizando alternativas al
Quinto Postulado, de modo que este resultara demostrado a partir de otros
postulados tan intuitivos o más que él y más fá iles de enun iar (por ejemplo,
la existen ia de la paralela por un punto). En sus Comentarios, Pro lo dio a
ono er diversas propuestas de los antiguos griegos para dar tales alternativas
y él mismo elaboró una. También las hubo en la geometría árabe
784
.
En parti ular, Pro lo omentó la idea de Posidonio de utilizar la no ión
de equidistan ia para de�nir las re tas paralelas, punto de vista que fue desa-
rrollado en el Rena imiento por varios geómetras, ligándolo a que el lugar
geométri o de los extremos de segmentos iguales perpendi ulares a una re ta
784
Véase por ejemplo P. A. Giustini [1974℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 405
dada es en efe to otra re ta (por ejemplo, R. S. Clavio [1754℄) o a la no ión
de movimiento (por ejemplo, G. A. Borelli [1658℄). Este es el tipo de orien-
ta ión que apare e en los textos españoles que vamos a omentar en primer
lugar, transmitida a través del Cursus seu mundus mathemati us publi ado en
1674 por el jesuita fran és C. F. M. De hales [1674℄. Además de las diferen ias
relativas al paralelismo, se apre ian otras de agrupa ión de materias o termi-
nológi as, que vamos a ejempli� ar someramente tomando omo ejemplo las
dos primeras obras que luego vamos a omentar on más detalle.
El Compendio Mathemati o, es rito entre 1707 y 1715 por el presbítero no-
vator T. V. Tos a, es la obra de referen ia, en nueve tomos, para los estudiosos
españoles de las matemáti as espe ulativas y prá ti as en los ini ios del siglo
XVIII, uando se produ e el ambio dinásti o. Tos a dedi a su voluminoso
libro a Felipe V y todos sus volúmenes se en ontraban, junto on otros libros
más espe í� os de náuti a, en la bibliote a del Marqués de la Ensenada, el
gran renovador de la Ha ienda y la Marina durante el reinado de Fernando
VI
785
. El Tomo I omprende tres �tratados�: �Geometria elementar, Arithme-
ti a inferior, Geometria pra ti a�. Nos referiremos al primero de ellos, que se
divide en un preámbulo (�Proemiales�) y o ho �Libros�. El ontenido de los
Libros I-VI oin ide on el de los orrespondientes libros de Eu lides, mientras
que los VII y VIII de Tos a orresponden a los XI y XII de Eu lides
786
.
El Compendio de Tos a se inspira en una obra semejante, el Cursus de
De hales, a la que in orpora aporta iones tomadas de otros autores españo-
les, omo el jesuita Zaragoza. Como hemos di ho, en este tiempo, las obras
de geometría ya no seguían la literalidad de los Elementos, sino que exponían
el legado de Eu lides según los riterios matemáti os y pedagógi os de ada
autor. Por ejemplo, el Libro IV es muy breve en el primer �tratado�, porque
Tos a relega las uestiones relativas a la onstru ión de los polígonos regulares
al �tratado� ter ero sobre geometría �prá ti a�, en el que muestra la utilidad
de lo estudiado en los dos tomos previos. Para Tos a, la geometría �prá ti a�
se dedi a a �proposi iones� que signi� an modos de resolver �problemas� y la
�espe ulativa� se o upa de las �proposi iones�, llamadas ahora �teoremas�,
en las que se demuestran propiedades. En su onjunto, la geometría es la � ien-
ia que trata de lo mesurable en uanto mesurable�.
Unos años después, en 1735, apare ió otro Compendio es rito por A. G.
Fernández, obra de menor al an e que la de Tos a por limitar su ontenido
al pre eptivo para la enseñanza de los guardiamarinas en Cádiz, in luyendo
�Geometria elementar, Arithmeti a inferior y Trigonometria plana y espheri-
a�. Dentro de esta limita ión temáti a, está laramente inspirado en el de
785
Véase GÓMEZ URDÁÑEZ [1996℄, donde se muestra el inventario de la bibliote a del
Marqués de la Ensenada uando fue separado de la Corte.
786
Omite los libros aritméti os VIII-IX y el X sobre in onmensurables; además, no onsidera
el XIII sobre los poliedros regulares.
406 Las paralelas en los libros de Geometría
Tos a. En la segunda edi ión de 1742, Fernández in orpora también la �Geo-
metria pra ti a�, de modo que ubre la materia del Tomo I de Tos a más la
�Trigonometria�, que Tos a olo a en la primera parte de su Tomo III.
Para la introdu ión de la geometría en el Libro I, la terminología de Eu-
lides presente en la tradu ión de Puertas no oin ide on la utilizada por
Tos a y Fernández, que es la misma, así omo tampo o el número de enun-
iados de ada tipo, también diferentes entre los propios autores españoles;
así se apre ia en la Tabla 4.1. Tos a y Fernández omponen sus geometrías
siguiendo las pautas de Eu lides pero on algo de libertad de autor, de modo
que la antidad de enun iados diversos presentan diferen ias, aunque no son
muy signi� ativas. Seguidamente anotaremos estas diferen ias en el orden en
que apare en según los epígrafes su esivos, para terminar expli ando las que
se deben primordialmente a una manera distinta de introdu ir el paralelismo
de re tas.
Eu lides/Puertas Tos a Fernández
De�ni iones / 23 De�ni iones / 38 De�ni iones / 31
Postulados / 5 Peti iones / 3 Peti iones / 3
No iones omunes / 9 Axiomas / 12 Axiomas / 13
Proposi iones / 48 Proposi iones / 48 Proposi iones / 41
Tabla 4.1: Diferen ias terminológi as y numéri as
4.1.3. En el Compendio de Tos a, 1707
En los omentarios que siguen usaremos numerales romanos omo ordinales
de los enun iados de Tos a y árabes para los de Eu lides siguiendo el riterio
de ita indi ado al enumerar el ontenido del Libro I. Esto es ómodo para
evitar onfusiones al omparar ambas obras, pero hay que indi ar que Tos a
usa la numera ión romana solo para las proposi iones, para sus de�ni iones,
peti iones y axiomas usa las ifras árabes.
De�ni iones
Tos a empieza el Libro I aportando 38 de�ni iones, un número sensible-
mente mayor que las 23 enun iadas por Eu lides. Las de�ni iones son breves
en general, omo en Eu lides, y van impresas en ursiva, pero Tos a las om-
pleta a menudo on �expli a iones� de diversa amplitud en letra normal. Las
18 primeras de�ni iones son las mismas dadas por Eu lides. En ID19
787
Eu-
lides se re�ere a ��guras re tilíneas� en general y a asos parti ulares omo
�triláteras�, et ., pero esta de�ni ión la desglosa Tos a en las de�ni iones XIX
787
Re ordemos: De�ni ión 19 de Libro I de Elementos.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 407
a XXII, de modo que el triángulo equilátero es la de�ni ión XXIII del Com-
pendio siendo que era la ID20. A su vez, Eu lides de�ne los triángulos isós eles
y es alenos en la misma ID20, mientras que Tos a les dedi a sus XXIV y XXV.
De este modo ha re ido el número de de�ni iones, pero los términos de�nidos
son los mismos.
Al llegar a las �guras uadriláteras la diferen ia de pro eder entre Eu lides
y Tos a es signi� ativa y tendrá su reper usión en el en adenamiento lógi o-
dedu tivo de la materia. Cada uno de ellos pro ede así:
(i) Eu lides dedi a la ID22 a los tipos de uadriláteros distinguiéndolos
por igualdades de lados o ángulos, estos últimos re tos o no. Luego, en su
última de�ni ión, la ID23, Eu lides introdu e las líneas paralelas omo
re tas oplanarias que prolongadas inde�nidamente no ese en uentran.
(ii) Tos a, tras terminar on los triángulos, antes de pasar a los uadrilá-
teros, olo a primero la de�ni ión XXIX de re tas paralelas, presentadas
omo aquellas que �por todas partes distan igual�. Luego, en las de-
�ni iones XXX�XXXVII de�ne los tipos de uadriláteros utilizando el
paralelismo de sus lados (lo que no había he ho Eu lides). Termina on
una de�ni ión XXXVIII, que no apare e en Eu lides, en la que llama
� omplementos� a los paralelogramos que quedan a los lados de una
diagonal uando sobre ella se ortan dos paralelas a los lados
788
.
Terminada la de�ni ión XXIX, Tos a es ribe:
[. . . ℄; omoMN,OP (�g.4.) [Figura 4.1℄ De que fe �gue, que aunq
fe alargue in�nitamete, jamas podra on urrir, ni por vn abo, ni
por el otro. La genera ion de las paralelas depende, de que la re ta
LQ, perpendi ular à OP, fe mueva fobre OP, onfervandofe �empre
perpendi ular, porque on efto el punto L def ribirà la paralela
MN.
En esta expli a ión que da sentido a la de�ni ión de las paralelas por equi-
distan ia, Tos a re urre a la intui ión del espa io y del movimiento, modi�-
ando la orienta ión de la geometría seguida por Eu lides, omo se apre ia en
los apartados siguientes.
Postulados y no iones omunes
Los postulados de la geometría que propone Tos a, on el nombre de �peti-
iones�, son solo tres, los tres primeros de Eu lides. El P4 de Eu lides apare e
788
Esta de�ni ión se usa en la Proposi ión XLIII, que es omo la orrespondiente de Ele-
mentos, en la que Eu lides usa el término � omplemento� omo algo ya ono ido pero que
no fue in luido en sus de�ni iones.
408 Las paralelas en los libros de Geometría
Figura 4.1: La Figura 4 de Tos a, que expli a el paralelismo. Fuente: TOSCA [1707℄
omo �Axioma X� en el Compendio, es de ir, Tos a lo pasa a la lista de no io-
nes omunes. El Quinto Postulado (P5) no apare e en el Compendio al seguirse
en la obra un tratamiento diferente del paralelismo.
Las 9 no iones omunes de Elementos se onvierten en el Compendio en 12
enun iados on el nombre de �axiomas�. Las 9 originales se mantienen omo
�axiomas� o upando respe tivamente los números I, II, III, VII, VIII, IV, VI,
VI, XI; así que Tos a altera el orden y reúne dos en una, on lo que le añade
uatro �axiomas� a las no iones omunes de Eu lides: son los numerados on
V, IX, X, XII. El V es omo el IV (NC6 de Eu lides) pero restando en vez de
sumando osas iguales a osas desiguales. Ya está di ho que el IX es el P4 de
Eu lides. El X refuerza el nuevo enfoque del paralelismo al a�rmar:
Todas las lineas, que ∫e terminan en dos paralelas, ∫iendo perpendi-
ulares à ellas, ∫eràn iguales.
Finalmente, el XII a�rma:
Dos lineas re tas no tienen∫egmento omun;∫i que∫e ortan∫olamente
en vn punto.
Proposi iones
Tos a llama a todos sus enun iados prin ipales numerados �proposi io-
nes�, pero enun ia también orolarios sin numerar. Las proposi iones son 48,
las mismas y en el mismo orden que en Elementos, pero on algún matiz que
omentaremos enseguida. Llevan el ali� ativo �teorema� o �problema�, se-
gún se re�era a un resultado espe ulativo que se debe demostrar o a uno que
exige una onstru ión, un dibujo. Por ejemplo, las tres primeras proposi io-
nes son �problemas� y la uarta es un �teorema�. De las 48 proposi iones son
�teoremas� 28 y �problemas� 13; la suma no es 48 porque 7 de ellas quedan
sin ali� ar, son las numeradas: VII, XVI, XVII, XXXV, XXXVI, XXXVII,
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 409
XXXVIII. La VII, hubiera sido un �teorema�, no se ali� a porque �se omite
por no ser menester�, sin que Tos a indique la razón por la ual no es ne esa-
ria. Eu lides demuestra la EI7
789
y la usa en la demostra ión de la EI8. Tos a
demuestra la VIII igual que Eu lides, pero en vez de re urrir a la VII, que
omite, da por evidente que dos ir unferen ias on entros en los extremos de
una línea y se ortan a un mismo lado de ella lo ha en en un úni o punto, que
es otra manera de enun iar la EI7/VII
790
.
Las XVI y XVII se omiten porque �están in luidas en la Proposi ión XXXII
[�teorema�℄ y antes de ella no serán menester�. Estas dos proposi iones dan
desigualdades del ángulo exterior, que son evidentes después de la igualdad
estable ida en la proposi ión XXXII
791
. De ellas se dedu e que la suma de dos
ángulos de un triángulo es menor que dos re tos. La ríti a ha desta ado
792
que la virtud de las dos primeras es que avanzan la teoría sin usar el Quinto
Postulado, son un preludio de la geometría no-eu lídea utilizado por Sa heri
y Legendre; por el ontrario, la ter era se apoya, en Eu lides, en las que le
pre eden sobre paralelismo, basadas en el Quinto Postulado, apli ado por vez
primera en la EI29, que es la re ípro a de la EI27
793
.
Figura 4.2: La Figura 22 de Tos a, que orresponde a la Proposi ión XXVII. Fuente:
TOSCA [1707℄
Las proposi iones XXXV a XXXVIII están enun iadas y demostradas, pa-
re e un des uido que no hayan sido ali� adas, serían �teoremas�. Otro detalle
que les afe ta es que a ve es Tos a reúne dos enun iados en uno solo pero man-
teniendo la doble numera ión. Uni� a las parejas onse utivas XXXV�XXXVI,
789
Re ordemos: Proposi ión 7 del Libro I de Elementos.
790
Eu lides es sutil al probar que si hay un punto de orte de las ir unferen ias este es
úni o, pero en la EI1 había dado por supuesto que dos ir unferen ias se ortaban al ser
una on lusión obvia a partir de la �gura, pero no omo onse uen ia de los postulados y
no iones omunes adoptados. A Tos a le basta on la intui ión igual para la VII que para
la I.
791
Que es también la EI32.
792
Véase por ejemplo P. A. Giustini, op. it. También es interesante a este respe to el
apítulo II de B. Levi [2000℄.
793
Supuesto que una re ta orta a otras dos, si A es el enun iado �forman ángulos alternos
internos iguales� y P es el enun iado �las dos re tas ortadas son paralelas�, enton es la
EI27 a�rma A ⇒ P y la EI29 es P ⇒ A. Por otra parte, el Quinto Postulado es una forma
de re ípro o de EI27.
410 Las paralelas en los libros de Geometría
XXXVII�XXXVIII y XXXIX�XL.
Al haber ini iado Tos a el paralelismo de un modo distinto al planteado
por Eu lides, ne esita también ha er algún ambio en las in o proposi iones
relativas a las re tas paralelas, que son las XXVII a XXXI (solo la última es
un �problema�), que Tos a enun ia así:
XXVII. Si à las paralelas AB, CF las orta una re ta GH794
,
formarà primero los angulos alternos RLO y QOL iguales.
XXVIII. Si vna linea re ta, ayendo ∫obre otras dos re tas,
hiziere los angulos alternos internos iguales, e∫tas dos ∫erànparalelas.
XXIX. Si vna linea re ta ayendo ∫obre otras dos re tas, en-trare en ellas on iguales angulos; o hiziere los dos interiores
de vn me∫mo lado iguales à dos re tos: e∫tas dos lineas ∫erànentre ∫i paralelas.XXX. Las lineas re tas paralelas à vna me∫ma, ∫on paralelas
entre ∫i.XXXI. Dada una linea re ta, y vn punto fuera de ella, tirar
vna paralela, que pa∫∫e por el punto dado.
Las Proposi iones XXX y XXXI son las mismas que en Elementos y on
el mismo ordinal, pero las tres primeras varían algo en ontenido y orden:
La XXVII de Tos a es la primera parte de la EI29.
La XXVIII de Tos a es la EI27.
La XXIX de Tos a es una parte de la EI28.
Para Eu lides, la EI27 y la EI28 eran independientes de su Quinto Pos-
tulado, usado por vez primera en la EI29. Por su parte, Tos a ne esita en su
Proposi ión XXVII la De�ni ión XXIX de paralelas y el Axioma X, es de ir,
sus alternativas al Quinto Postulado.
4.1.4. En el Compendio de Fernández, 1742
Fernández también empieza su �Geometria elementar� dando la versión
del Libro I de Eu lides que le pare e ade uada a sus objetivos pedagógi os
orientados a un tipo on reto de enseñanza de apli a ión. Su seguimiento de
las pautas de Tos a es asi ompleto, pero on alguna modi� a ión que omen-
taremos.
794
La letra H no apare e en la Figura 4.2, debería estar omo la G pero al otro lado de la
re ta transversal, en la parte inferior de la �gura.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 411
De�ni iones
En las de�ni iones ahorra unas po as porque reúne algunas en una sola y
elimina la última de los paralelogramos llamados � omplementos� porque no
los va a utilizar. La de�ni ión de re tas paralelas, que o upa la posi ión XXV,
es la misma por equidistan ia que usó Tos a.
Postulados y no iones omunes
Las �peti iones� de Fernández son las mismas que puso Tos a, los tres pri-
meros postulados de Eu lides. Como en Tos a, el P4 apare e omo un axioma,
en este aso el X, y el Quinto Postulado desapare e ompletamente.
En Fernández hay un axioma más que en Tos a porque desglosa el sexto
del valen iano para formar los VI y VII. Por eso el VIII de Fernández es el
VII de Tos a, si bien reda tado de un modo más breve. En el Axioma XI (el
X de Tos a) Fernández in orpora las expli a iones del movimiento que genera
la paralela equidistante.
Proposi iones
Más diferen ias y más signi� ativas hay en lo que a las proposi iones se re-
�ere. Fernández las mantiene on la misma numera ión que Tos a y los mismos
ali� ativos omo teorema o problema, pero no las in luye todas, simplemente
se salta algunas sin men ionarlas ni alterar el ordinal de las que le siguen. Las
razones para simpli� ar son de tipo pedagógi o, para adaptarse a la enseñanza
que debía impartir, y opta por no alterar la numera ión ordinal para fa ilitar
la ompara ión on otros autores. Lo expli a así en la introdu ión:
No es mi intento en efte Tratado ha er un rigurofo omento de los
Elementos de Eu lides, � folo expli ar on brevedad aquellas propo� io-
nes mas univerfales para la inteligen ia de las fa ultades, que S. M. (que
Dios guarde) tiene ordenado fe enseñe à los Caballeros Reales Guardias
Marinas en efta Real A ademia; mas �n perturbar el orden de di has
propo� iones, por no quitar la inteligen ia de las itas en los demas
Authores.
Expone en total 41 proposi iones siendo la última el teorema de Pitágo-
ras, que él mismo denomina Proposi ión XLVII, aunque entre las suyas no
o upe di ho lugar. Las proposi iones de Eu lides/Tos a eliminadas son sie-
te en total, las EI7, 21, 42, 43, 44, 45, 48. Ya vimos que la EI7 fue omitida
por Tos a porque no le ha ía falta. Lo mismo pare e opinar Fernández de la
EI21. Las restantes eliminadas son proposi iones tipo �problema�, que piden
una onstru ión o dibujo, por lo que las deja para el apartado de geometría
prá ti a. De este estilo solo mantiene la EI46, sin duda porque la onstru ión
del uadrado a partir del lado es ne esario para demostrar el teorema de Pitá-
goras (EI47), uyo re ípro o EI48 le pare e pres indible porque ni lo men iona.
412 Las paralelas en los libros de Geometría
También Fernández uni� a en su enun iado algunas parejas de proposi-
iones que son onse utivas en Eu lides, lo ha e on las parejas XXXVII�
XXXVIII y XXXIX�XL que fueron uni� adas antes por Tos a, pero también
on las XVIII�XIX que Tos a no uni� ó.
4.1.5. En el Compendio de To�ño, 1771
Este libro muestra la llegada de un nuevo tiempo, el de la Ilustra ión. El
autor es un Teniente de Navío que dirige la Real A ademia de �Cavalleros
Guardias-Marinas� y desde ese puesto a omete la tarea de elaborar el libro
de texto de �Geometría elemental y Trigonometría re tilínea� ade uado para
su entro. To�ño se había formado on Jorge Juan, a quien dedi a su obra.
Después de esta dedi atoria, que ini ia la obra, apare e reprodu ido el pro eso
de su autoriza ión e impresión:
De reto del �Governador de la Plaza de Cadiz�, a la sazón �Ni olàs
Bu areli y Urfua�, fe hado en �Cadiz 13 de Junio de 1770�, en el que
pide un di tamen sobre la misma �al Señor Don Antonio de Ulloa, Gefe
de Efquadra de la Real Armada�.
Di tamen de Ulloa, fe hado en �Isla de Leon y Julio 3 de 1770�.
Vista la � enfura� de Ulloa, on fe ha �Cadiz 7 de Julio de 1770�, Bu-
areli san iona: �inprima�e, y pongafe efte Original, y dos Copias en
la Ef rivanìa de la Comifsion de Imprentas�. Seguidamente, en la mis-
ma página, apare e el �Imprima�e� �rmado por el �Dr. Cavallero�, en
�Cadiz, y Julio 7 de 1770�.
El informe de Ulloa muestra que el espíritu del momento lleva, además
de a propi iar el avan e teóri o de las matemáti as, a fortale er y ampliar el
aprendizaje de las mismas por sus apli a iones, lo que era parti ularmente el
aso en una es uela de marinos. Ulloa empieza su informe pro lamando que
la obra será útil para su objetivo en la forma ión náuti a y también para
uantos quieran ilustrarse en la geometría elemental y abrirse amino ha ia
otras partes de la matemáti a. Para terminar, señala que nada en la obra se
opone a la legisla ión ni a las ostumbres. La parte entral del informe es la
más ilustrativa de la visión on la que se enfo ó el Compendio de To�ño, la
reprodu imos a ontinua ión:
En él fe enquentra defvane ido lo di� il, para que la Juventud no
enquentre di� ultad, ni aquel faftidio, que aufan las Cien ias abftra tas,
donde el Entendimiento no enquentra jugo en los prin ipios. En efte orto
volumen hallarà ompendiado lo mas importante, tratadas on elegan ia
y laridad fus propo� iones, y defvane ido lo ef abrofo é in ipido; �endo
efte el ef ollo que ha e retro eder la apli a ion. Con efte �n, el Autor
fe dedi ò à buf ar el méthodo mas proprio para in�nuar fus ideas en
la inteligen ia de los que fe apli aren à eftudiarlo. En efte uydado fe
mani�efta el zelo parti ular que hà tenido para el mejor defempeño de fu
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 413
en argo: su Peri ia, y los de�eos que le animan de ha er omuni ables
fus lu es, pues on efta efperanza fe hà exforzado à buf ar modo de
expli arlas, y de ha erlas tranf endentes à los demàs por unos medios
tan fuaves, que fe per iven las di� ultades al mifmo tiempo que las ven e
el Entendimiento.
Estas líneas es ritas por Ulloa re�ejan un programa para la enseñanza de
las matemáti as dirigidas a profesionales, en este aso a los marinos, simi-
lar al presentado por Bézout omo preámbulo de su Curso de Matemáti as
(1764-1767). Como vamos a ver, To�ño expone la geometría elemental on
una notable in�uen ia del autor fran és, aunque on mati es personales que
señalaremos. Antes, indi aremos una diferen ia importante que introdujo la
Ilustra ión en el planteamiento de este tipo de obras de ini ia ión on �nes
apli ados, a través del esquema de las matemáti as re ogido en la En i lopedia.
Se trata de la inversión respe to a Elementos del orden en que se expo-
nen la aritméti a y la geometría plana
795
. En la obra de Eu lides la geometría
es dominante y la aritméti a se inter ala en ella, entre la del plano y la del
espa io. Por su parte, la En i lopedia de lara a la matemáti a (pura) omo
ien ia de la antidad y la divide en aritméti a ( antidad dis reta) y geome-
tría ( antidad ontinua). Los libros posteriores de la segunda mitad del siglo
XVIII siguieron el riterio de exponer primero la aritméti a, in luyendo el es-
tudio de las �razones�, lo que transfería a la aritméti a las di� ultades del
Libro V de Elementos y de los in onmensurables. Eu lides ne esitaba la teoría
de las propor iones para expli ar on pre isión lógi a algo tan intuitivo omo
la semejanza. Estas di� ultades (por ejemplo on las raí es uadradas, úbi-
as, et .) se solventaban en la aritméti a de modo intuitivo, on mentalidad
laramente prá ti a
796
. He ha esta varia ión, se onsumaba la ruptura on el
estri to orden lógi o de Eu lides y se abría el amino para una exposi ión de
la geometría plana elemental, in luida la semejanza, on las exigen ias lógi as
relajadas y en el orden más onveniente para la e� a ia formativa apli ada que
perseguían las obras omo las que estamos omentando.
Esta transforma ión queda laramente plasmada en el Curso de Matemá-
ti as (1764-1767) de Bézout, que va a in�uir en las obras de To�ño y de Bails.
El Curso tiene uatro partes, ada una ofre ida en un tomo: I Aritméti a, II
Geometría, III Álgebra y IV Me áni a. Solo nos referiremos a las tres primeras.
El autor fran és no ree ne esario expli ar por qué antepone la aritméti a a
la geometría, pero sí justi� a la ubi a ión del álgebra. Según el esquema de la
En i lopedia, el álgebra es la ontinua ión natural de la aritméti a y llegaba a
in luir el �álgebra de los in�nitesimales�. Bézout la presenta omo la ien ia
795
Desde luego, siguieron realizándose libros esen ialmente geométri os que intentaban on-
tinuar la obra de Eu lides mejorando su presenta ión y orrigiendo los errores que se fueron
en ontraron en la adena lógi a.
796
Para que el rigor lógi o llegara a este ampo habría que esperar al pro eso de aritmeti-
za ión produ ido un siglo más tarde.
414 Las paralelas en los libros de Geometría
que da �los medios para llevar a abo, mediante reglas generales, la resolu ión
de todas las uestiones que se pueden proponer sobre las antidades�. Se re-
�ere a todo tipo de antidades, sin distinguir entre las dis retas (aritméti a)
y las ontinuas (geometría), de modo que el álgebra es una parte abstra ta
y general de las matemáti as. De he ho, en el tomo III de su Curso, Bézout,
a ompaña al álgebra on sus apli a iones a la aritméti a y a la geometría. El
álgebra, entendida omo ál ulo on antidades abstra tas, es para Bézout, en
el mar o de su Curso: a) el estudio de las opera iones on expresiones de una
o varias letras, lo que ahora diríamos el ál ulo on polinomios, in luidas la
fra iones on di has expresiones y algunos asos sen illos de radi a ión; b)
la resolu ión de sistemas de e ua iones lineales de orden 3 y de e ua iones
de una variable hasta el grado 4
797
. Solo apli a el álgebra a la aritméti a pa-
ra ampliar el estudio de las progresiones. Como apli a iones del álgebra a la
geometría in luye la onstru ión geométri a de las expresiones algebrai as (el
�análisis determinado� artesiano) y el estudio de las óni as. Bézout onsidera
que los razonamientos del álgebra se ha en difí iles para los estudiantes y por
eso onviene habituarlos al razonamiento antes, lo que se onsigue mediante el
estudio de la geometría, para ello inter ala esta entre la aritméti a y el álgebra.
Centrándonos en la geometría, Bézout la divide, en el tomo II del Curso,
en tres se iones, dedi adas respe tivamente a líneas, super� ies y sólidos. La
primera vez que aborda el tema �super� ies� se re�ere a las planas, abordan-
do prin ipalmente uestiones sobre áreas de �guras re tilíneas, en parti ular
el teorema de Pitágoras, que no men iona on este nombre; tampo o lo de-
muestra omo Eu lides, por des omposi ión en �guras on áreas iguales por
superposi ión, sino que da una prueba basada en la semejanza. Esta es otra
lara muestra de la ruptura on el orden lógi o de Eu lides on la utiliza ión
temprana de la semejanza porque el uso de las propor iones se trae resuelto,
sin rigor, desde la aritméti a.
El riterio que sigue Bézout en su exposi ión es omún para las tres se -
iones, nos entraremos en la primera. Ya en el prefa io, el autor expli a el
signi� ado de las palabras axioma, teorema, lema, orolario, es olio y proble-
ma, a�rmando que lo ha e para que �aquellos entre mis Le tores que abran
otros Libros de Geometría, no se imaginen que aen en un país des ono ido�.
Porque Bézout elimina el uso en su libro de estas palabras, lo que justi� a
on dos razones: porque su uso �no añade nada a la laridad de las demostra-
iones� y, además, porque no son habituales para los prin ipiante y podrían
darles la impresión de enfrentarse a un ono imiento alejado de sus posibilida-
des. La geometría �uye pues en un dis urso ontinuo organizado en artí ulos,
en general breves, numerados de 1 a 138. De vez en uando, entre dos artí ulos
hay un rótulo entrado, sin numerar, que es el título de una subse ión. Estos
rótulos son los que apare en en el índi e de la obra, los indi amos en una de las
797
Termina on una pequeña nota sobre las raí es imaginarias a + b√−1 siguiendo a
D'Alembert.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 415
Bézout To�ño
Líneas Línea re ta
Ángulos y su medida Línea ir ular
Perpendi ulares Ángulos
Paralelas Perpendi ulares
Re tas y ír ulos Paralelas
Ángulos en el ír ulo Re tas y ír ulos
Re tas que en ierran un espa io Re tas que en ierran un espa io
Igualdad de triángulos Compara ión de triángulos
Polígonos Cuadriláteros y polígonos
Líneas propor ionales en el ír ulo Propor ionalidad de las líneas
Figuras semejantes Compara ión de las �guras
Tabla 4.2: Comparando la geometría en Bézout y en To�ño
olumnas de la Tabla 4.2 on una redu ión de los mismos que no afe ta a la
des rip ión de su ontenido pero evita textos largos que quitan laridad a un
uadro que es omparativo on los rótulos equivalentes de To�ño
798
. El resulta-
do es una sele ión de temas de los Libros I a IV y VI de Elementos, expuesta
en texto ontinuo, on las divisiones temáti as indi adas, donde de�ni iones,
enun iados on demostra ión y aspe tos prá ti os de dibujo o medidas se su-
eden inter alados según el buen riterio del autor.
El artí ulo 1 de Bézout di e así en lo esen ial:
El espa io que los uerpos o upan, tiene siempre tres dimensiones,
Longitud, An hura y Profundidad o Espesor [. . . ℄.
Distinguiremos pues tres tipos de extensión; a saber,
La extensión en longitud solamente, que llamaremos Línea.
La extensión en longitud y an hura solamente, que llamaremos Su-
per� ie.
Finalmente la extensión en longitud, an hura y profundidad, que
llamaremos indiferentemente, volumen, sólido, uerpo.
Examinaremos su esivamente las propiedades de estos tres tipos de
extensión; este es el objeto de la ien ia que se llama Geometría.
Basada la geometría en lave de extensión on la dimensión omo distintivo,
ini ia Bézout la se ión sobre las líneas on el artí ulo 2 dedi ado al punto y
la re ta. Para el punto es ribe: �los extremos de una línea se llaman puntos�,
798
Bézout, y To�ño también, ponen rótulos a ve es más largos y que empiezan siempre on
una expresión �De los� o similar, así por ejemplo: �De los ángulos y de su medida�, �De
las perpendi ulares y de las obli uas�, �De las líneas re tas onsideradas en rela ión a la
ir unferen ia y de las ir unferen ias de ír ulo onsideradas unas ha ia otras�.
416 Las paralelas en los libros de Geometría
a�rmando a ontinua ión que este nombre se apli a también a los �lugares�
donde una línea es ortada por otra o donde dos líneas �se en uentran�. Ha e
también una alusión in�nitesimal al punto: �Se puede onsiderar el punto omo
una por ión de la extensión que tuviera in�nitamente po a longitud, an hura y
profundidad�. Para onsiderar la re ta (el segmento) re urre a un movimiento
de un punto �que tiende siempre a otro�, de modo que re orre �el amino
más orto� entre los dos puntos; por tanto, a�rma, hay una sola re ta entre
dos puntos. En el artí ulo 3 des ribe las diversas maneras prá ti as de trazar
re tas, ya sea en el papel o en una obra, sobre paredes o suelos. Sigue luego
on la medida de re tas, la ir unferen ia, la medida sexagesimal de ar os, et .,
desarrollando el ontenido expuesto en la Tabla 4.2.
Pasamos a la obra de To�ño, que sigue a Bézout muy de er a en el desa-
rrollo de la geometría según el índi e de la Tabla 4.2 pero no su fundamento
en la extensión, además de otras diferen ias, algunas de las uales veremos.
Como la obra del autor español es solo de geometría y trigonometría, no
apare e en ella la aritméti a, pero la onsidera ono ida por su estudio ante-
rior a la geometría, omo en Bézout. Así se ha ía en la enseñanza impartida a
los guardiamarinas de Cádiz. Para los ono imientos ne esarios de aritméti a
To�ño se re�ere al libro de Godin [1758℄, limitándose a dar un breve resumen
sobre propor iones.
To�ño onserva rasgos del estilo expositivo anterior de la geometría mar a-
do por Eu lides y sus seguidores dire tos, que podemos ara terizar on Tos a
dentro de la tradi ión de las enseñanzas náuti as. Llama �se iones� a los
rótulos que apare en en la tabla, que van numeradas en romano de I a XI,
y llama �libros� a las tres partes (sobre líneas, super� ies y sólidos) que el
autor fran és llamó �se iones�. Sí que sigue a Bézout arti ulando su texto
en artí ulos numerados en romano, on riterios expositivos similares a los del
autor fran és, pero poniendo entre ada dos artí ulos un rótulo, entrado y
en mayús ulas, que indi a que se trata de de�ni ión, postulado o peti ión, es-
olio, orolario, teorema o problema según orresponda. Las de�ni iones, los
teoremas y los problemas van numerados por su orden general, los es olios y
los orolarios sólo uando van varios seguidos, volviendo a ontar desde uno
uando reapare e la o asión.
To�ño también personaliza según su propio riterio el urso expositivo.
Por ejemplo, las se iones I a V, equivalentes a los uatro primeros rótulos del
fran és, se desarrollan en artí ulos numerados de 1 a 97, que ubren similar
materia a la que Bézout desarrolla en los artí ulos 1 a 45. Realmente, Bézout
empieza su primera se ión sobre líneas en el artí ulo 2, que se orresponde
on el 18 de To�ño. Aun des ontando 17, To�ño expone en 80 artí ulos lo que
a Bézout le uesta 44; esto es así porque el español desmenuza más las expli-
a iones y añade otras omplementarias para ha er más asequible el texto. Es
interesante �jarse en el ontenido de los 17 primeros artí ulos de To�ño, que
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 417
muestran diferen ias importantes respe to a la on ep ión geométri a, la del
español más apegada a Eu lides.
El marino español opta por fundamentar la geometría en el punto, man-
teniendo un estilo metafísi o idealista al estilo de Eu lides. A ello dedi a los
primeros artí ulos que on luyen on este muy breve: �Es olio. 17 El prefen-
te Tratado de Geometria, fe dividirà en tres Libros. En el primero fe tratarà
de las lineas: en el fegundo de las fuper� ies: y en el ter ero de los folidos�.
Pero llega a esta misma on lusión que Bézout por otro re orrido epistémi o
es alonado en o ho artí ulos, asignando un valor primitivo al punto y al mo-
vimiento. Reprodu iremos literalmente el primero (en astellano a tualizado)
y resumiremos los otros siete:
1. �El ono imiento que el Entendimiento Humano ha podido adquirir de
la estru tura y omposi ión de los entes materiales se ha limitado a on-
siderarlos formados por la reunión de partes mínimas, a las uales han
dado los Filósofos diversos nombres y han dis urrido on variedad de
opiniones sobre si estos prin ipios materiales son divisibles in�nitamente
o si tienen un límite determinado. Los matemáti os, para estable er los
prin ipios de la Geometría ( uya Cien ia se redu e a medir y omparar
di has osas materiales), han onvenido, pres indiendo de opiniones, en
llamar Punto Matemáti o a aquella última indivisible parte que existirá
en los uerpos físi os si tiene término la división, según unos, o solo en
la imagina ión si las subdivisiones son in�nitas, según otros, y así di en:
punto es el que no tiene partes�.
2. La Línea se genera por el �tránsito� de un punto de un �lugar� a otro o
mediante la � ontinua ión de mu hos puntos�. Su �extensión� se llama
�Longitud�. Así: �La línea es una longitud sin latitud�.
3. La línea �re ta� se genera si el tránsito es �por el amino más orto�,
en otro aso resulta la línea � urva�.
4. La Super� ie es la antidad que genera el �movimiento lateral de una
línea� o bien es el �agregado de mu has de ellas�. La super� ie tiene dos
�dimensiones�, pues: �Super� ie es una antidad que tiene longitud y
an hura�.
5. Una super� ie es plana si se le puede �ajustar una línea re ta por todas
partes�. Cuando no, es una super� ie urva.
6. Una �gura es una super� ie errada por líneas.
7. Del mismo modo, por movimiento o agrega ión de super� ies se forma un
�Cuerpo� o �Sólido�, que es �una antidad que tiene longitud, latitud
y profundidad�.
418 Las paralelas en los libros de Geometría
8. En los sólidos se en uentran las super� ies, las líneas y los �puntos ma-
temáti os�. Lo que los sólidos presentan a nuestra vista es la super� ie,
los �límites o términos� de esta son las líneas, uyos �extremos� son los
puntos.
A ontinua ión, To�ño in luye omo artí ulos 8 a 16, bajo el epígrafe �axio-
mas�, lo que eran las no iones omunes en Elementos. La última de ellas se
re�ere a la igualdad de dos � antidades de una misma espe ie� si �sobrepuestas
la una a la otra se ajustan perfe tamente por todas partes�.
A partir de aquí se ini ia propiamente la exposi ión de la geometría, que To�ño
realiza en el orden temáti o de Bézout pero on sus propias ara terísti as. Nos
limitaremos a onsiderar el tratamiento del paralelismo, omparando los rótu-
los �De las paralelas�, que en ambos autores sigue al �De las perpendi ulares�.
Las paralelas en Bézout. O upan los artí ulos 36 a 45. En el 36 de�ne
las paralelas omo las re tas que prolongadas no se en uentran, dedu iendo in-
mediatamente, si ne esidad de razonamiento que lo justi�que, que no forman
ángulo; esta es la NC9 de Elementos uya pertinen ia fue negada por Heilberg.
Luego a�rma que las paralelas son equidistantes, a�rma ión que a ompaña on
un breve razonamiento. Este es el úni o momento en que Bézout usa, aunque
sin men ionarla, la perpendi ularidad, pues on ella se de�ne la distan ia en-
tre re tas. Pero la razón que esgrime en la prueba es uriosa, pues di e que
si se a er aran tendrían �in lina ión� una respe to a otra y �podrían al �n
en ontrarse�, lo que es una llamada intuitiva al Quinto Postulado, que no se
men iona en la obra. Los artí ulos 37 a 41 exponen las propiedades que se
produ en en la ompara ión de ángulos uando dos paralelas son ortadas por
una se ante. El artí ulo 42 da la propiedad re ípro a: dos re tas son paralelas
si son ortadas por una transversal formando ángulos iguales. El 43 prueba
que dos ángulos �del mismo lado� on lados paralelos son iguales. En el 44 da
el método para trazar la paralela a una re ta por un punto interior: se traza
una transversal por el punto y se traslada un ángulo. Finalmente, el artí ulo
45 ontiene una expli a ión de los usos de las perpendi ulares y las paralelas
en la náuti a (arquite tura naval y pilotaje).
Las paralelas en To�ño. La se ión sobre las paralelas omprende los
artí ulos 85 a 97. Con su propia forma expositiva, los 92-96 son omo los
37-42 de Bézout y el 97 omo el 44, on el mismo método de trazado de
la paralela. Las diferen ias se desta an en los primeros artí ulos de To�ño,
poniendo de mani�esto que el autor español permane e más apegado que el
fran és al estilo lógi o de Eu lides-Tos a, aunque a eptando la ruptura on
la exigen ia ompleta de su orden lógi o estri to. La diferen ia esen ial está
en la distinta de�ni ión de paralelas, que para To�ño son, omo en Tos a,
las re tas equidistantes, on epto estable ido a través de las perpendi ulares.
Esta de�ni ión (la XVIII de su Geometría) o upa el artí ulo 86, que es el
segundo de la se ión, y va seguida de un �Corolario� (87) que la ompleta.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 419
En el primero de los artí ulos (85) introdu e un resultado que no usa después,
pero que lo pudo onsiderar ne esario para mantener su visión ini ial de las
re tas engendradas por un movimiento, tomada de Tos a. El resultado, que
ali� a omo teorema (es el �Teorema VII� de su geometría, ver la Figura 4.1)
a�rma que si un segmento se mueve perpendi ular a una re ta on un extremo
apoyado en ella, el otro extremo des ribe una línea re ta; la demostra ión
razona on elementos geométri os pero también se apoya en la idea intuitiva
de movimiento. Los artí ulos 88-91 son resultados que mez lan el paralelismo
y perpendi ularidad, que Bézout no onsidera. El más interesante es el 89, que
a�rma que desde un punto no se pueden trazar dos paralelas a una re ta, lo que
prueba antes de estable er ómo se realiza on la regla y el ompás el trazado
de una, que era el modo de probar la existen ia en aquel ontexto; este asunto
de la uni idad no fue onsiderado por Bézout, sin duda lo dio por evidente.
Este es un buen ejemplo de residuos en To�ño del orden lógi o eu lídeo que
Bézout ha dejado de lado de modo más drásti o en aras a la �nalidad, más
prá ti a que teóri a, perseguida por su obra. Finalmente, hemos de observar
que en el libro del marino español no apare e men ión alguna, ni explí ita ni
implí ita, al Quinto Postulado.
4.1.6. En los Elementos de Bails, 1779
En la parte ini ial de Elementos de Geometría, se apre ia que Bails sigue
muy de er a a Bézout, sin tantos apegos al modo Tos a omo mostró To�ño.
No tenemos onstan ia de que Bails ono iera la obra de To�ño, es rita asi si-
multáneamente que la suya. Lo que sí está laro es que ambos tuvieron delante
las de Tos a y Bézout. La primera era un lási o de la matemáti a española, la
segunda les pudo llegar a ambos omo novedad fran esa a través de Jorge Juan.
En uanto al plan de obra, en la se ión sobre líneas, los tres tienen el
mismo, Bails se ajusta también al índi e mostrado en la Tabla 4.2, on la úni-
a salvedad de separar en dos el rótulo � uadriláteros y polígonos� y utiliza
apartados numerados en romano, a partir del 256 porque los de geometría si-
guen a los de aritméti a, inter alando uando to a los rótulos de las diferentes
subse iones que aborda; pero no mantienen de Tos a, omo hizo To�ño, los
ali� ativos de de�ni ión, teorema o orolario; en esto ha e igual que Bézout.
También imita al fran és en el arranque de la geometría, apartado 256, on las
tres espe ies de la extensión en el espa io, aso iadas a sus tres dimensiones,
longitud, latitud y profundidad, que propor ionan por a umula ión las no io-
nes de línea, super� ie y sólido.
He ho esto, ini ia el epígrafe rotulado �De las Lineas� on las de�ni iones
su esivas de plano, punto y re ta en los apartados 257, 258 y 259 respe tiva-
mente, in urriendo en una peti ión de prin ipio, pues ha e intervenir la línea
re ta en la de�ni ión de plano; en este defe to no ayeron ni Bézout ni Tos-
a/To�ño, que de�nieron la línea re ta antes que el plano. Pero Bails, quizás
420 Las paralelas en los libros de Geometría
porque tenía presente que las líneas en el espa io, las llamadas alabeadas,
presentan notables di� ultades que quería evitar, empieza a�rmando en 257:
Supondrémos en estos elementos que todas las lineas y super� ies
que onsiderarémos están en un plano ó super� ie plana. Por plano en-
tendemos una super� ie que no tiene ni hoyos ni eminen ias, ni es urva:
tal viene á ser la super� ie de una mesa muy lisa. De modo que llama-
rémos plano una super� ie sobre la qual si se tira una linea re ta, todos
los puntos de esta linea están en di ha super� ie y la to an.
Hay tres espe ies de lineas, la re ta, la urva y la mixta: ántes de
de�nirlas onviene dar á ono er el punto.
Se ve pues que a Bails no le preo upa en ex eso el orden lógi o sistemáti o
de la geometría de Eu lides, dejado de lado por un interés en la matemáti a
que no es espe ulativo, sino on preferen ia por el aprendizaje fá il y la apli-
a ión útil.
Para de�nir el punto en 258 no re urre al tradi ional �lo que no tiene
partes�, sino que sigue a Bézout utilizando las ideas de extremo de una línea o
lugar donde se ortan o se en uentran las líneas. También omo Bézout, a�rma
que �se puede onsiderar el punto omo una por ion de estension que tuviese
in�nitamente po a longitud, latitud y profundidad�. Luego, en 259, llega la
de�ni ión de re ta:
Sentado esto, llámase linea re ta aquella uyos puntos están todos
en una misma dire ion. [. . . ℄ Por este motivo de�nen algunos la linea
re ta, di iendo que es la que trazaría un punto que se moviese de modo,
que en aminándose ontinuamente, sin desviarse, á ia un solo y mismo
punto, dejaría rastro de sí.
A ompañando esta de�ni ión de una �gura la no ión queda de�nitivamen-
te a larada. Enseguida llegan unos apartados en los que Bails enun ia �las
proposi iones siguientes, uya eviden ia es tan patente, que no ne esitan de
prueba�:
Desde un punto á otro no se puede tirar mas de una linea re ta; pero se
pueden tirar una in�nidad de líneas urvas.
La linea re ta es la mas orta que se puede tirar desde un punto á otro.
Para determinar la posi ion de una linea re ta, basta ono er dos de sus
puntos.
Luego, en 265, argumenta que �dos lineas re tas no se pueden ortar sino
en solo un punto�.
Las paralelas en Bails. Siguiendo el desarrollo de la geometría por el
amino trazado por Bézout, llega el momento de abordar las paralelas, que
de�ne en 322 no omo el fran és sino omo To�ño: �dos líneas re tas trazadas
sobre un mismo plano [. . . ℄ quando están en todos sus puntos á igual distan ia
la una de la otra�. De tal de�ni ión in�ere:
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 421
Que las paralelas, aun quando se las prolongase in�nitamente, no se
pueden en ontrar.
Que las lineas [segmentos℄ tiradas desde una paralela perpendi ularmente
á la otra, son iguales.
Que si dos lineas fueren paralelas, otra linea que fuere paralela á la una,
será tambien paralela á la otra.
De modo que en este aspe to Bails es más pare ido a To�ño, aunque fuera
sin ono erlo, que a Bézout, pues in luye proposi iones que mez lan paralelas
y perpendi ulares, aquí al ini io de la subse ión y también al �nal.
A ontinua ión ini ia el estudio de los ángulos formados por una se ante a
dos paralelas, en términos análogos a los usados por Bézout y To�ño. También
utiliza el mismo método que ellos para trazar la paralela a una re ta por un
punto.
Diremos para on luir que, antes de ini iar el estudio de los ángulos alternos
internos, et ., Bails inter ala un apartado que lleva al in�nito la idea de re tas
�que prolongadas se ortan� propia del Quinto Postulado, que no men iona.
Es ribe Bails (326):
las lineas paralelas, suelen onsiderarlas algunas ve es los Matemá-
ti os, omo lineas que se en ontrarian prolongadas al in�nito [. . . ℄ Por
lo que dos lineas que solo se en uentran prolongadas al in�nito, y dos
lineas paralelas, son una misma osa [. . . ℄ En el dis urso de esta obra se
nos propor ionarán o asiones de manifestar quan util y exa to es este
modo de onsiderar las paralelas.
Así omo la referen ia al punto omo extensión in�nitesimal que men iona
Bails está en Bézout, la referen ia a la interse ión de las paralelas en el in�nito
no apare e en la obra del autor fran és.
4.2. Números negativos en Aritméti a-Álgebra
El segundo tema que vamos a onsiderar en este apítulo es el tratamiento
dado a los números negativos en los libros de texto de matemáti as usados
en España durante el siglo XVIII en los estudios de Náuti a, onsiderando las
justi� a iones y los pro edimientos para su introdu ión y las reglas para el
ál ulo on ellos, asuntos que �gurarán entre los ontenidos de los textos de
Aritméti a o Álgebra.
Debemos esperar una diferen ia sensible entre las onsidera iones sobre
geometría realizadas en la se ión anterior y estas sobre aritméti a-álgebra, en
rela ión on la perviven ia omo modelo de la obra de Eu lides. Elementos
sigue siendo la base, on los ambios operados en la segunda mitad del siglo
422 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
que hemos indi ado, para la enseñanza de la geometría elemental, pero on la
aritméti a es bien distinto. En efe to, en el periodo que onsideramos ya están
vigentes dos novedades radi ales posteriores al mundo lási o griego. Por una
parte, la representa ión de imal de los números on las ifras hindo-arábigas y
los algoritmos opera ionales on ellas; por otra, la prolonga ión de la aritméti-
a en álgebra on la resolu ión de e ua iones y el lenguaje simbóli o. Por eso,
aunque en los tratados o ursos de prin ipios de siglo se oloque la aritméti a
después de la geometría plana, respetando todavía el orden de Elementos, la
aritméti a mantiene es asas reminis en ias de la di tada por Eu lides.
La apari ión de los números negativos en las matemáti as, desde sus prime-
ras manifesta iones hasta su in orpora ión de�nitiva a la matemáti a aritme-
tizada del siglo XIX ha dado lugar a numerosas ontroversias que ha en de este
tema uno de los apoyos signi� ativos al valor del método genéti o en edu a ión,
que propugna ven er las di� ultades del aprendizaje de un on epto teniendo
en uenta las di� ultades históri as por las que di ho on epto atravesó has-
ta ser plenamente omprendido. Este aspe to históri o y pedagógi o sobre los
números negativos está ampliamente tratado en la tesis do toral de A. Maz
Ma hado [2005℄, en la que se da uenta de diversas investiga iones sobre el
tema llevadas a abo por prestigiosos historiadores de las matemáti as y de la
edu a ión matemáti a, teniendo en uenta aspe tos matemáti os, �losó� os y
so iales
799
. Maz apli a todos estos ontextos para estudiar el tratamiento dado
a los números negativos en textos españoles de los siglos XVIII y XIX, por
lo que ne esariamente haremos referen ia a su tesis do toral y a los trabajos
rela ionados publi ados por Maz y Ri o.
En la primera subse ión daremos unas breves referen ias a er a de la on-
ep ión y uso de los números negativos durante los siglos XVI a XIX, en general
y en España. Por último, en las subse iones restantes estudiaremos el modo
en el que los números negativos se presentan y utilizan en algunas obras sele -
ionadas para este �n de nuestro atálogo náuti o del XVIII.
Las obras analizadas por Maz pertene ientes al siglo XVIII español orres-
ponden a los autores
800
: P. de Ulloa (1706), T. V. Tos a (1727)
801
, T. Cerdá
(1758), B. Bails (1772), J. J. Gar ía (1782) y F. Verdejo (1794). Las tres pri-
meras orresponden a la primera parte del siglo, dominada en la enseñanza por
los jesuitas, y las otras tres al periodo ilustrado. De los autores anteriores, solo
Tos a y Bails, uno de ada periodo, apare en en nuestro atálogo, a ellos nos
referiremos también en esta se ión sobre números negativos. Además, onsi-
deraremos dos obras posteriores a la de Bails, las de Rosell, de la dé ada de
799
Tesis do toral realizada en la Universidad de Granada, bajo la dire ión de Luis Ri o
Romero, y defendida el año 2005. Una on lusión de esta tesis do toral es que el ono imiento
y tratamiento de los números negativos en España durante el periodo onsiderado está al
mismo nivel que en otros países europeos.
800
Véase el listado de los textos sele ionados en el artí ulo de MAZ y RICO [2009, p. 554℄.
801
Maz utiliza una edi ión tardía, pero que no di�ere de la primera.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 423
los o henta, y la de Cis ar, rozando ya el �n de siglo.
4.2.1. Estado de la uestión en el siglo XVIII.
Pare e ser que los números negativos eran a eptados en la antigua Chi-
na. En efe to, la obra La Matemáti a en nueve libros, que según la tradi ión
oral podría remontarse al siglo III antes de nuestra era, se ha onservado o-
mo un resumen re opilatorio de todos los ono imientos matemáti os desde
la antigüedad he ho por Liu Hui en el año 263. En el libro o tavo se re oge
un algoritmo para la resolu ión de sistemas de e ua iones lineales similar al
que se usa a tualmente, ono ido omo �método de elimina ión de Gauss�. La
utiliza ión de �tablas� (úni amente trabaja on olumnas) para transformar
el sistema en otro equivalente mediante la elimina ión ontempla la existen ia
de los números negativos
802
.
Sin embargo, la mayoría de los matemáti os europeos de los siglos XVI y
XVII no a eptaban los números negativos omo números o en aso de a ep-
tarlos no omo raí es de e ua iones, a pesar de tener noti ia de ellos a través
de los textos árabes. Cardano (1501-1576), aun admitiendo que los números
negativos podían ser raí es de e ua iones, los onsideraba �meros símbolos�,
designándolos omo �� ti ios�. Viète (1540-1603), sin embargo, des artaba to-
talmente los números negativos. Thomas Harriot (1560-1621) fue uno de los
primeros algebristas que a eptaron los números negativos, si bien no los ad-
mitía omo raí es de e ua iones, utilizando el signo menos para designarlos.
También Girad (1595-1632) utilizaba el signo menos, además de dar las dos
raí es de la e ua ión de segundo grado in luso en el aso de que ambas fueran
negativas. Des artes (1596-1650) onsideraba que las raí es negativas de las
e ua iones suponían el absurdo de representar números menores que nada y
las denominaba �falsas�. No obstante no los des artaba del todo, pues había
demostrado que una e ua ión on raí es negativas podía transformarse en otra
donde las raí es eran positivas, y por tanto, reales
803
.
Pas al (1623-1662) onsideraba � ompletamente absurdo� restar 4 de 0.
Kline [1992, p. 339℄ nos relata que aunque Wallis (1616-1703) adelantado a
su tiempo a eptó los números negativos, en su Arithmeti a In�nitorum (1655)
razonaba así sobre ellos:
[. . . ℄ dado que la razón
a
0, on a positivo, es in�nita, al ambiar el
denominador por una antidad negativa omo en
a
b on b negativo, la
razón debe ser mayor que in�nito.
En 1758 Maseres (1731-1824)
804
muestra en su Dissertation on the Use of
the Negative Sign in Algebra ómo evitar los números negativos, parti ular-
802
CABALLER VIVES [2006, pp. 90-91℄.
803
KLINE [1992, pp. 337-338℄.
804
Maseres, na ido en Londres y falle ido en Reigate (Inglaterra), �fue más un populari-
424 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
mente las raí es negativas, si bien los onsidera para indi ar la sustra ión de
una antidad mayor de una menor.
In luir los negativos en el orden lineal de los números era un tema ontro-
vertido. Euler (1707-1783) pensaba que los números negativos eran mayores
que in�nito
805
. Maz [2005, p. 12℄ se o upa de la on ep ión de Euler de los
números negativos on luyendo que los onsidera omo números enteros on
su regla de los signos, que omprende la naturaleza abstra ta de los números
negativos pero aún no dispone del aparato y de la estru tura algebrai a mo-
derna para formalizarlos.
La perplejidad on los números negativos onvivía on la produ ida por los
números imaginarios. Ha ia 1800 los matemáti os empleaban on naturalidad
los números reales y también los omplejos, aunque no se dispusiera de una
de�ni ión pre isa de estos onjuntos de números, ni tampo o existiese una
justi� a ión oherente de las opera iones que se realizaban on ellos. En 1831
De Morgan (1806-1871) es ribía en su obra On the Study and Di� ulties of
Mathemati s, el siguiente omentario sobre los números negativos y las raí es
de tales números:
La expresión imaginaria
√−a y la expresión negativa −b tienen este
pare ido: que ualquiera de ellas, uando apare e omo solu ión de un
problema, indi a alguna in ons ien ia o absurdo. En uanto se re�ere al
signi� ado real, ambas son igualmente imaginarias, ya que 0− a es tan
in on ebible omo
√−a 806
.
En los omienzos del siglo XIX en Inglaterra, había en iertos se tores
reti en ias no sólo a a eptar los números omplejos, sino que también se ues-
tionaba la validez de los números negativos. Esta situa ión de pre ariedad en
el desarrollo de las matemáti as inglesas omparado on otras na iones eu-
ropeas fue superada al llegar a mediados del siglo XIX, épo a en el que el
álgebra estuvo bási amente en manos de matemáti os ingleses espe ialmente
de los vin ulados al Trinity College de Cambridge y a su órgano de expresión
el Cambridge Mathemati al Journal. Entre otros, George Pea o k (1791-1858)
y el anteriormente itado De Morgan
807
.
zador del álgebra que un autor original�. Además de in�uir en los algebristas ingleses del
siglo XVIII publi ó � ompendios de es ritos de otros autores omo "S riptores logarithmi-
i" (1791-1807, 6 v.), sobre los logaritmos on textos de Kepler, Napier, Snell, y otros�,
y �una tradu ión de Analyti al Institutions de la matemáti a italiana Gaetana Agnesi�
[NAVARRO LOIDI, 2013, p. 381℄.
805
KLINE [1992, p. 784℄.
806
KLINE [1992, p. 784℄.
807
�De Morgan fue uno de los fundadores de la British Asso iation for the Advan ement of
S ien ie (1831) y de algún modo puede onsiderarse que se unió a Pea o k en la onstitu ión
de lo que Boyer [1992, p. 712℄ denomina una �Es uela inglesa�� [CABALLER VIVES, 2006,
pp. 85-87℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 425
En 1830 Pea o k publi ó un Treatise on Algebra, donde para justi� ar las
opera iones on expresiones literales que seguían siendo válidas para números
negativos, irra ionales y omplejos distinguió entre �álgebra aritméti a� y �ál-
gebra simbóli a�. La primera trataba on símbolos representando los enteros
positivos, permitiéndose úni amente opera iones o leyes de omposi ión inter-
na en di ho onjunto de números. El álgebra simbóli a adoptaba las reglas
del álgebra aritméti a, pero suprimiendo la restri ión a los números enteros
positivos, es de ir, estas se apli aban indistintamente a los números negativos,
irra ionales y omplejos.
De Morgan fue más allá que Pea o k en la idea de la abstra ión. En el
Álgebra de Pea o k los símbolos representan números o magnitudes, mientras
que para De Morgan el álgebra es �una ole ión de símbolos arentes de signi-
� ado y opera iones entre estos símbolos�. Su idea del álgebra está expresada
en su libro Trigonometry and Double Algebra (1849). De Morgan pensó que las
leyes fundamentales del álgebra se podían apli ar a ualquier estru tura alge-
brai a al pasar del �álgebra simple� (sistema de los números reales negativos)
al �álgebra doble� (de los números omplejos), donde las reglas que veri� an
las opera iones son las mismas
808
.
4.2.1.1. Fenómenos que representan negativos
En la En i lopedia, D'Alembert (1717-1783) re haza la onsidera ión de
los negativos omo menores que ero y pro lama la exa titud y la simpli idad
de las opera iones algebrai as on las antidades negativas, por lo que �las
antidades negativas deben ser una idea simple y no han de ser dedu idas de
una metafísi a alambi ada�. A�rma que una � antidad negativa aislada (−3)tomada abstra tamente, no presenta ninguna idea al espíritu�, pero que si se
representa en un lenguaje inteligible ade uado tiene plenamente sentido.
El estudio de Maz sobre los números negativos entra la aten ión en dos
fo os: los fenómenos utilizados para justi� ar y ejempli� ar la introdu ión de
los números negativos, y sus representa iones, es de ir, los modos en los que
tales on eptos se ha en presentes. Plantean que en los textos la introdu ión
de los números negativos se lleva a abo utilizando situa iones diversas que la-
si� an en uatro grupos: fenómenos físi os, situa iones ontables, situa iones
temporales o ronológi as y ontextos matemáti os. Re ogemos a ontinua ión
algunas de las observa iones que exponen. Con respe to a las representa iones,
son uatro los tipos de las mismas en ontradas en los textos analizados: ver-
bales, numéri as, grá� as y algebrai as donde se utilizan las e ua iones para
mostrar omo surgen y se operan las antidades negativas
809
.
Con fre uen ia se utilizaban aquellos fenómenos físi os de la naturaleza
808
CABALLER VIVES [2006, pp. 86-87℄.
809
Véase MAZ [2005℄ o MAZ; RICO [2009, pp. 541-551℄.
426 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
que se expli aban mediante leyes físi as, situa iones relativamente familiares
para los alumnos que fa ilitaban la omprensión del on epto. En los textos
sele ionados se han hallado ejemplos de in o lases de fenómenos físi os:
desplazamientos, deforma iones, fuerzas, temperaturas y apa idades. En los
desplazamientos se presentaban situa iones de avan es o retro esos de objetos,
utilizándose las antidades negativas para modelizar un fenómeno de movi-
miento en retro eso. En las deforma iones se presentaban objetos sometidos
a una determinada a ión en una u otra dire ión, es de ir, el objeto sufre
una varia ión que ambia su estado ini ial. Los ejemplos de fuerzas utilizados
para introdu ir los números negativos �presentaban analogías entre la a ión
y rea ión de la ter era ley de Newton y las antidades positivas y negativas�.
En el aso de las temperaturas se presentaba el ejemplo de la varia ión de las
mismas en un termómetro a su paso por 0, omparándolas on los valores po-
sitivos y negativos de la re ta numéri a e identi� ando un ero úni o que deja
valores del mismo tipo de antidades a ambos lados del mismo. Por último,
las entradas y salidas de sustan ias en lugares o re ipientes era el ejemplo de
apa idades utilizado para expresar on los números positivos y negativos el
aumento o disminu ión de tal sustan ia.
Los fenómenos ontables onstituyen el segundo grupo, donde el uso de los
negativos se muestra en la ontabilidad debe-haber o en pérdidas y ganan ias
de la ompara ión de apitales. El ter er grupo está ompuesto por los fenó-
menos temporales donde se ompara �un período o épo a respe to a una fe ha
determinada por un he ho singular�.
El último grupo de ejemplos es el que utiliza elementos matemáti os para
ilustrar el on epto de número negativo. Se empleaban ompara iones de or-
den entre valores numéri os, opera iones aritméti as de adi ión y sustra ión,
opera iones algebrai as (extra ión de raí es), se uen ias numéri as (su esio-
nes y series que �permiten observar la posi ión de los valores numéri os según
su signo y valor�), y las posi iones o desplazamientos geométri os, es de ir, los
desplazamientos en la re ta numéri a y las trasla iones y rota iones de seg-
mentos que son usados por algunos autores para expli ar el ambio de signo en
los números. El aumento o disminu ión de antidades se expresan mediante los
números positivos y negativos, indi ando estos � antidades relativas, on una
doble estru tura de número natural, es de ir números naturales on dire iones
ontrarias, siendo éstas distintas de los números enteros�.
Terminada la re opila ión de los fenómenos que se solían in luir en los tex-
tos para expli ar lo negativo, aso iándolo a la magnitud más que a la antidad
o número, veamos otra idea diseminada por D'Alembert a través de la gran
difusión de la En i lopedia: las antidades negativas son reales porque se pue-
den representar omo positivas sin más que ambiar su representa ión. Por
ejemplo: si bus o la antidad que añadida a 100 ha e 50 obtengo −50, pero esequivalente preguntar por la antidad que debo quitar a 100 para obtener 50,
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 427
lo que me da la solu ión positiva.
Las dis usiones sobre los números negativos se entran en dilu idar si son
reales o no, entendiendo que lo real es, a la griega, disponer de una unidad
y repetirla su esivamente. Pero junto a esta di� ultad de tipo metafísi o se
daba la fa ilidad del uso de los negativos y sus reglas de ál ulo plenamente
justi� ada uando se usaban ante un fenómeno on reto en el que se repre-
sentaba. De este modo, fue fre uente durante el siglo XVIII que los negativos
no apare ieran en la parte de aritméti a de los tratados y sí en la de álgebra,
donde se enseñaban las reglas de las opera iones on símbolos.
Expondremos a ontinua ión el tratamiento que dan al número negativo
los textos de Tos a, Godin, Bails, Rosell y Cis ar presentes en nuestro atálogo
de obras.
4.2.2. En el Compendio de Tos a, 1709
Comenzaremos on el Compendio de Tos a
810
, en el que todavía se per i-
ben reminis en ias de los Elementos de Eu lides. Así, onsidera la matemáti a
omo la ien ia de la antidad en uanto que es medible o numerable, en este
orden; de modo que las partes de la matemáti a son, también en este orden,
primero la geometría y después la aritméti a. Esta es una uestión de prin ipio
que Tos a modula en alguna medida por motivos de naturaleza expositiva o
pedagógi a.
El Tomo I del Compendio de Tos a está dividido en tres partes por este
orden: �Geometria elementar, Arithmeti a inferior, Geometria pra ti a�. En
la primera parte re oge todos los Elementos de Eu lides ex epto los libros
aritméti os VII a IX y el X sobre in onmensurables, pero sin seguir ompleta-
mente a Eu lides. Ciertas proposi iones, prin ipalmente aquellas que se re�eren
a onstru iones geométri as son dejadas para la ter era parte del tomo, a la
que asigna una �nalidad prá ti a frente a la espe ulativa de la primera, de
la que ya hemos omentado algo sobre el Libro I. En medio olo a la parte
más sen illa de la aritméti a, que se re�ere a las opera iones de suma, resta,
multipli a ión y división, junto on otras uestiones omo las progresiones, la
ombinatoria y la regla de tres on la regla de falsa posi ión que resuelve los
problemas de propor ionalidad más sen illos.
El Tomo II también tiene tres partes: �Arithmeti a Superior, Algebra, Mu-
� a�. La aritméti a superior ontinúa la inferior on las opera iones aritméti as
más difí iles: las poten ias o �potestades� y las raí es, on los métodos para
al ularlas aproximadamente. Después llega el álgebra o �Arte Analyti a�, a
810
Cotejadas las siguientes dos impresiones orregidas de 1727(2a) y 1757(3a) no observa-
mos varia ión alguna en la de�ni ión de los on eptos analizados, presentándose en estas
una opia exa ta de la primera edi ión.
428 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
la que luego nos referiremos.
Al ini io de la aritméti a inferior, Tos a la de�ne omo la �Cien ia, que
trata de los numeros, ò quantidad di∫ reta� y para ini iar su desarrollo re urre
a las dos primeras de�ni iones del Libro VII de los Elementos de Eu lides, en
los que se estable en los on eptos de unidad y número:
Vnidad es la que à qualquiera o∫a la denomina una. Eu l. def 1. del
lib. 7. omo vn hombre, vna piedra, & .
Numero es una ole ion de unidades. Eu l. def 2. del lib. 7. omo
quatro es vna ole ion de quatro vnidades.
Como era usual en la épo a, esta de�ni ión lleva a plantear si la unidad
es o no número, pues ole ión indi a pluralidad y la unidad no tiene partes.
Tos a sostiene que la unidad no es un número, pero indi a que Caramuel es de
la opinión ontraria. Cuando la unidad se onsidera dividida en partes, omo
en ter ias, uartas et ., enton es ya no se onsidera omo unidad sino omo
número en rela ión on otra unidad
811
.
Tos a ompleta este ini io, similar al del Libro VII de Elementos, on la
de�ni ión de número par e impar. Pasa de inmediato a lo que ya no es de
tradi ión griega, a la representa ión de imal de los números y a onsiderar la
gran diversidad de unidades de pesos y medidas que se utilizan en las diferentes
regiones. Será objetivo de la aritméti a enseñar a operar on los números en
el sistema de imal, pero también on los diversos �números omplejos� que se
originan on las diversas unidades tradi ionales, pues todavía estaba lejana la
universaliza ión del sistema de imal.
Cuando llega el turno a las opera iones aritméti as, �restar es quitar un
número menor de otro mayor� (p. 146), de modo que los números negativos
no tienen lugar. Tampo o al restar fra iones, pues se redu en a omún deno-
minador y se resta el menor numerador del mayor. Ni siquiera usa el signo −indi ando una resta que pueda ha erse, esto apare e una vez muy al �nal de
la aritméti a, on o asión de restar la unidad a iertos números. Así que en
la aritméti a inferior Tos a no ontempla los números negativos, tampo o lo
hará en la aritméti a superior, para que aparez an hay que esperar al álgebra.
La parte entral del Tomo II del Compendio es el Tratado V dedi ado al
álgebra, que empieza on el Libro I titulado �De la logisti a de los ara teres�,
donde se introdu e el ál ulo aritméti o on símbolos, es de ir, la aritméti a
espe iosa, literal o universal, según ha sido llamada en diferentes momentos.
Luego llegan otros libros dedi ados a resolver las e ua iones o �iguala iones�.
Antes de entrar en la materia que nos o upa, los números negativos, será
ilustrativo ono er el sentido que Tos a da al álgebra, bien expuesto en las
811
TOSCA [1707, Tomo I, Tratado II, Libro I, p. 136℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 429
dos primeras páginas del Tratado V, que reprodu imos ompletas entre la
ita que sigue y una nota al pie. Desta a la generalidad que Tos a asigna
al álgebra, pues, aun surgiendo omo una prolonga ión de la aritméti a, su
ará ter simbóli o le da también valor para tratar la geometría, la antidad
ontinua. Es ribe Tos a:
Es tanta la futileza, y primor de la Algebra, que fe mere iò el nombre
de Divina, on que algunos la ennoble ieron: Llamanla omunmente Ar-
te Analyti a de la voz Griega ANALYTICIN, que �gni� a, Re∫olu ion,por fer vni amente fu empleo, hallar, y hazer patente la antidad, que fe
propufo ef ondida en los intri ados laberintos de vna queftion, on tal
arti� io, que es �n ompara ion mayor la futileza que la refuelve, que la
fagazidad que la ompufo. Llamaronla los Arabes Algebra, que es tanto
omo Re∫taura ion, y Almu abula, que es opo� ion, porque oponiendo
vnas antidades à otras, uida de onfervar �empre entera fu iguala ion.
[. . . ℄ Es, pues, la Algebra vn Arte que enfeña hallar qualquiera antidad,
refolviendo la queftion propuefta, por los mefmos terminos, on que fe
ompufo. De que fe olige fer fu objeto mas vniversal que el de la Geome-
tria, y la Arithmeti a, pues ontrayendofe aquella à la antidad ontinua,
y eftre handofe efta à la dif reta, fe entiende la Algebra, �n limita ion
à entrambas, à quienes enriqueze on nuevos Theoremas y Problemas.
Dividefe ya omunmente la Algebra en vulgar, y e∫pe io∫a: la vulgar, àquien tambien llaman numero∫a, exer ita su logisti a en los numeros vul-
gares, y ono idos, hafta en ontrar la iguala ion on algunos ara teres
in ognitos. La e∫pe io∫a fubftituye en lugar de numeros, y de qualefquie-
ra magnitudes las letras del Abe edario, hafta hallar la iguala ion que
se pretende. [. . . ℄
812
y aunque gran parte de las opera iones fe fa ilita
on la methodo de la efpe iofa, pero ayuda mas la imagina ion de los
prin ipiantes la numerofa, y afsi vfaremos de la vna, y de la otra, fegun
pare iere mas onveniente.
En el título del Libro I del Tratado V, �De la logisti a de los ara teres�,
debe entenderse por � ara teres� los símbolos que se utilizan para representar
las magnitudes y formar las expresiones del álgebra, uyas e ua iones se obtie-
nen igualando ara teres. La �logisti a� es el estudio de las reglas de operar
on los ara teres, que extienden las que se aprendieron on los números. An-
tes de empezar propiamente on la logísti a, Tos a in luye siete de�ni iones
ini iales des ribiendo y dando vo abulario a la forma ión de los ara teres. Se
forman on letras que representan �las magnitudes in ognitas�, números (en
posi ión normal o omo exponentes) y los signos + y −, que pueden indi ar
812
Los fragmentos omitidos en esta larga ita orresponden a omentarios históri os del
autor, no siempre a ertados. Los reprodu imos en esta nota: �Juzgan algunos que fue fu
inventor S. Diony�o Areopagita; otros que Mahomet Arabe hijo de Moyfes; otros que Gebro,
Aftronomo Arabe, de quien dizen tomo el nombre de Algebra; pero lo mas ierto es, que fu
primer Autor fue Diophanto Alexandrino, que es muy probable �ore iò en el �glo primero
de nueftro Redemptor Jefu Chrifto. [. . . ℄ Re ono e [la efpe iofa℄ por fu Autor à Fran if o
Vieta, perito Mathemati o: ambas tienen vn mifmo fundamento, porque tanto la vna omo
la otra fe funda en las progrefsiones Arithmeti a, y Geometri a�.
430 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
opera iones, omo en v + z o x − y, o ara teres dispuestos para operar on
ellos, omo −a, +3b. Tos a indi a que si el signo + apare e en primer lugar es
ostumbre suprimirlo, es ribiendo por ejemplo 5a3 en vez de +5a3. Cara teresv+z o x−y se llaman � omplexos�, mientras que los que pueden in luir signo
pero no opera ión son �in omplexos�, omo por ejemplo −a, +3b. Operando on los � ara teres in omplexos� se forman los � omplexos�
813
, omo −a+3b,6a2 − 8a3. En la logísti a, primero mostrará ómo operar on los ara teres
in omplexos y luego on los omplexos, al multipli ar ara teres apare erán
los de varias variables. Es en este preámbulo nota ional donde en ontramos la
de�ni ión de las antidades negativas, las que llevan el signo − según se lee en
la Figura 4.3
814
.
Figura 4.3: Cantidades positivas y negativas en el Compendio de Tos a.
En los apítulos inmediatamente posteriores de logísti a de Tos a se tratan
las reglas para operar on las antidades negativas y los ara teres que las
representan. El apítulo I enseña las opera iones bási as on los � ara teres
in omplexos� omo indi amos a ontinua ión:
�Sumar ara teres in omplexos� (pp. 74-75). Distingue tres asos. En los
dos primeros los ara teres tienen la misma letra (y el mismo exponente) sien-
do el interesante el segundo, que da la regla para sumar ara teres de distinto
signo: restar el menor del mayor y poner al resultado el signo del mayor. El
autor lo justi� a argumentando que añadir −a es lo mismo que quitar a. Da
ejemplos ontemplando todos los asos posibles, entre ellos que la suma de
−2b y 2b es 0, y que +4b más −7b da −3b. La es ritura en Tos a es omo la
a abamos de reprodu ir, retóri a respe to a las opera iones, no simbóli a, es
de ir, no es ribe expresiones omo +4b + (−7b) = −3b. Los signos +,− de
los ara teres indi an la naturaleza positiva o negativa de este, pero no usa
di hos signos para indi ar las opera iones, sino que expresa estas fraseando
815
.
813
En la terminología posterior, los � ara teres in omplexos� son los monomios y los � om-
plexos� los polinomios on una sola letra.
814
TOSCA [1709, Tomo II, Tratado V, Libro I, p. 73℄. En astellano a tualizado: La anti-
dad que lleva delante el signo − se llama antidad negativa, defe tiva o falsa; y todas las que
no son negativas se llaman positivas o reales. Las magnitudes positivas son más que nada,
pero las negativas son menos que nada, omo veremos en las anota iones puestas al �nal del
apítulo 2.
815
Tampo o usa el signo de igualdad, lo reserva para la parte posterior del álgebra en la
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 431
Al exponer los ejemplos sin lenguaje retóri o lo ha e omo en la aritméti a
inferior numerosa, es ribe los ara teres en olumna, traza la raya bajo ellos y
olo a debajo el resultado. En el ter er aso onsidera la suma de ara teres
on diferentes letras y enton es el resultado es un ará ter � omplexo�, por
ejemplo: si se suma 3a on 2a y on −2b y on −b la suma será 5a− 3b.
�Re∫tar ara teres in omplexos� (pp. 75-76). También lo ha e por asos, que
ahora son uatro. El primer aso (mismo signo y minuendo mayor ex luyendo
el signo) es fá il, basta dar el ejemplo de Tos a: si de 15a se han de restar
5a el �re�duo� será 10a. No da ejemplo on el otro signo, pero sería: si de
−15a se han de restar −5a el �re�duo� será −10a. En el segundo aso los
signos siguen siendo iguales pero el número del ará ter que resta es mayor.
Da uatro ejemplos y los justi� a razonando sobre uno de ellos: si de 4m se
han de restar 6m el resto será −2m. Tos a lo expli a parti ularizando en la
aritméti a numerosa y on una representa ión dineraria. Di e �fupongafe que
m es igual a 5�
816
y on este supuesto argumenta:
4m ferà 20. y 6m ferà 30., y � quien deve 20., paga 30., no ay duda,
que defpues de la paga tiene 10. menos de lo que avia de tener, por aver
pagado 10. mas de lo que devia pagar; luego la refta −2m, efto es, menos
10. es legitima.
En el ter er aso, uando los signos de los ara teres son distintos, da unos
ejemplos indi ando que la regla seguida está lara: quitar el más del menos es
aumentar el menos, y quitar el menos del más es aumentar el más. Finalmente,
el uarto aso se re�ere a restar ara teres de diferente parte literal, enton es
el resultado es un ará ter omplejo: si de a se ha de restar b se es ribirá a− b;
si de a se ha de restar −b se es ribirá a+ b. Lo justi� a asimilando el signo −a la aren ia de una osa y razonando que quitar la aren ia de una osa es
añadir la misma osa; así omo quitar una osa es añadir su aren ia.
�Multipli ar ara teres in omplexos� (pp. 75-76). La uestión en la multi-
pli a ión, igual que en la división (Tos a usa �partir� en vez de dividir), es la
regla de los signos, que da de ini io: al multipli ar los signos semejantes dan +y los desemejantes dan −. Pero ni di e que sea una regla fá il de omprender
ni la justi� a, lo hará más adelante.
En el apítulo II extiende las opera iones elementales a los � ara teres
omplexos� y en el apítulo III pasa a estudiar las opera iones superiores, las
poten ias, que llama �potestades�, y las raí es. Antes de pasar a las opera-
iones superiores, Tos a in luye un resumen de las reglas de los signos y unas
que trata las e ua iones o �iguala iones�. Enton es no usa = sino un signo similar a
_∩_.El primer problema que propone, que se puede ver en Diofanto, es hallar dos números que
se diferen ian en 40 y suman 100. Suponiendo que z es el menor de ellos, es ribe la e ua ión
2z + 40_∩_100 y la resuelve.
816
No es ribe m = 5, el signo de igualdad no está presente de momento.
432 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
observa iones. El resumen de las reglas de los signos en la logísti a de ara -
teres, que ofre e para ayudar a la memoria, se expresa en las senten ias que
pueden leerse en la Figura 4.4
817
.
Figura 4.4: Reglas de signos para las opera iones en Tos a.
Las observa iones on que termina el apítulo II están destinadas a a larar
algunas di� ultades. La primera se re�ere al tema ontrovertido de la rela ión
de los negativos on el orden de los números, que apuntó ya en la de�ni ión.
Tos a detalla el signi� ado de las antidades negativas omo menos que nada,
expresión ya empleada por Des artes, omo hemos omentado al omienzo de
la se ión. El primer párrafo de su expli a ión se reprodu e en la Figura 4.5
818
.
Figura 4.5: Cantidades negativas �menos que nada� en Tos a.
817
TOSCA [1709, Tomo II, Tratado V, Libro I, p. 92℄. En astellano a tualizado: �En la
suma, los signos semejantes dan semejantes; los diferentes varían la opera ión; y el mayor
número pone su signo. En la resta, los signos semejantes dan semejantes, si no es uando se
resta al revés; los diferentes varían la opera ión, y la antidad superior pone su signo. En la
multipli a ión y la división, los signos semejantes dan +, los no semejantes dan −�.818
TOSCA [1709, Tomo II, Tratado V, Libro I, p. 92℄. En astellano a tualizado: �Dije
al prin ipio que las antidades negativas son menores que nada, lo que pare e paradoja, y
sería destruir la idea de la antidad si se entendiera on todo rigor; lo que los algebristas
quieren signi� ar por antidades menores que nada se da bastante a entender on los ejemplos
siguientes�.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 433
Tos a pare e admitir que hay un rigor aritméti o que el álgebra reinter-
preta, aunque solo explique esta variante mediante ejemplos. Uno de los que
aporta se re�ere a distan ias re orridas desde un determinado lugar y, el otro,
a una situa ión ontable en la que un hombre no tiene bien alguno y debe 1000
es udos y otro no tiene bienes pero tampo o deudas. Como el segundo no tiene
nada el primero que adeuda 1000 es udos tiene menos que nada, luego la anti-
dad negativa −1000 es menos que nada. Análogamente, si el primero re ibiese1000 es udos para saldar su deuda aumentaría su apital, pero �nalmente on
este aumento no tendría apital alguno, on lo ual antes tenía menos que nada.
La segunda osa que Tos a expli a en el apartado Observa iones es la regla
de los signos en las uatro opera iones bási as. En lo que a la suma y la resta se
re�ere no ha e sino insistir on ejemplos similares a los que ya dio, pero para la
multipli a ión y división da unos argumentos que evitó uando expuso la regla.
Comienza resaltando la di� ultad que supone para mu hos entender por qué el
signo − se transforma en + uando se restan números negativos de antidades
positivas, obteniéndose además un resultado mayor que la antidad de la que
se restó. Con el �n de a larar este punto utiliza un ejemplo donde razona que
si se quiere restar −2 de 14 se obtiene 16, ya que �quitar de 14. el −2. es quitarla aren ia de 2. que es lo me∫mo que añadir 3. [si ℄�819. Además, prosigue, es laro que la diferen ia de 14 a −2 es 16 porque de �14. à nada vàn 14. de nadaal −2 vàn 2. luego de 14. al −2. vàn 16.�. Por lo tanto, se on luye que añadir
−2 es lo mismo que restar 2. Seguidamente fa ilita las reglas a utilizar para
produ tos y o ientes que involu ran números negativos. La expli a ión para
la regla de signos del produ to se basa en que la multipli a ión es una suma
abreviada, de manera que −3 multipli ado por 4 es sumar uatro ve es −3, loque da −12 por las reglas de la suma. Análogamente, a�rma, 4 por −3 es −12.De aquí pasa al aso −4 por −3 mediante una analogía on la doble nega ión
lógi a: a�rma que � omo quitar el menos es añadir, porque dos nega iones
a�rman�, así que quitar tres ve es el −4 es añadir tres ve es 4, lo que da +12,luego este es el produ to de −4 por −3. Para la división las reglas son las
mismas teniendo en uenta que �en toda parti ion el produ to del quo iente
por el partidor es igual al dividendo�
820
.
4.2.3. En el Compendio de Godin, 1758
Hemos sele ionado la obra de aritméti a de Godin por su valor en sí mis-
ma omo libro expresamente es rito para la enseñanza de los guardiamarinas
y por su orresponden ia on la obra de To�ño que omentamos en la se ión
anterior sobre las paralelas en la geometría del plano. Re ordemos que To�ño
es ribió sobre geometría y no sobre aritméti a, suponiendo que la aritméti a
se había expli ado antes y tomando omo referen ia para ella la obra de Godin
819
En la segunda edi ión orregida de 1727 la errata ya ha sido enmendada leyéndose en
este aso 2.820
TOSCA [1709, Tomo II, Tratado V, Libro I, pp. 93-94℄.
434 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
que vamos analizar, publi ada tre e años antes. Godin es ribió su aritméti a
omo primera parte de un Compendio de Matemáti as que no tuvo ontinui-
dad, de modo que pudiera pensarse, a pesar de la diferen ia de años entre
ambas obras, que To�ño ontinuó la obra de Godin, si bien ono iendo el Cur-
so de matemáti as de Bézout, que es de la dé ada siguiente respe to a Godin.
Este, por su na ionalidad y forma ión fran esa, y también por su onta to on
París durante su estan ia en Cádiz, estaría al tanto de las matemáti as que
D'Alembert popularizó a través de la En i lopedia en los años in uenta, y su
ono imiento y a titudes en matemáti as serían similares a las de Bézout.
Godin mantiene un orden temáti o en la enseñanza de la aritméti a muy
similar al de Tos a, in luso omparte on él algunos ejemplos numéri os on-
retos. En la se ión titulada �De�ni iones y signos generales�, on la que
abre su libro después de la introdu ión, expli a el signi� ado de la termino-
logía de Eu lides (axioma, de�ni ión, proposi ión, et .), on la que se edi� a,
di e, el orden �exa to, rigurofo; [. . . ℄ que nada admite �n prueba� pe uliar
de las matemáti as
821
. Estos términos fueron usados por Tos a para rotular
sus enun iados aritméti os, pero Godin no los usa a pesar de haber expli ado
su signi� ado. Sus le iones se plasman en un texto que �uye ontinuo sin
más interrup iones que los rótulos que van indi ando las diferentes par elas
del índi e. En esto se pare e al estilo que usó después Bézout, y on él To�ño
en geometría, pero Godin no ordenó su texto on numera iones romanas por
pequeños apartados, on lo que di� ultó referirse a su propio texto. Lo que sí
ha e Godin es in luir el indi ativo �demon∫tra ion� uando ini ia un argumen-to probatorio de lo que a aba de a�rmar.
Por otra parte, Godin se diferen ia de Tos a en el ini io de la aritméti a
y en la naturalidad on que usa los números negativos, sin ne esidad de pasar
al álgebra. Godin de�ne la aritméti a omo la ien ia de la antidad dis reta,
que identi� a on los números, sin entrar en más pre isiones ni en digresiones
sobre la unidad y su ará ter indivisible. Los negativos los introdu e on toda
naturalidad, omo dándolos por ono idos, en la parte previa de �De�ni iones
y signos generales�. A�rma que �+ signi� a mas; A+B es A mas B ; indi a
la Adi ion�. Análogamente: �− denota menos; C-D es C menos D. Señala la
Su∫tra ion�. La antidad pre edida del signo + es positiva y la pre edida on
el signo − es negativa. Introdu e el signo = para la igualdad y da este ejemplo
omo aso de igualdad de expresión algo ompleja usando signos diversos y
paréntesis: (32 + 27− 7) : (10− 6) · 2 = (20− 5) : 3 + 1.
Una vez que se pone a desarrollar la aritméti a, sigue un orden temáti o
similar al de Tos a, aunque on un método expositivo más ligero. Introdu ien-
do los números en representa ión de imal o on varias unidades y enseñando a
realizar on ellos las opera iones bási as de sumar, restar, multipli ar y partir
821
A�rma también que todo método que sea exa to en ualquier materia se llama siempre
método geométri o.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 435
(dividir). Al tratar de los números omplejos de varias unidades no se entretie-
ne omo Tos a en la multitud de unidades de medida para diversas magnitudes
que se usaban en aquel tiempo, sino que se limita a los grados, minutos y se-
gundos sexagesimales que tienen prioridad en los asuntos náuti os.
Al enseñar la resta siempre se quita lo menor de lo mayor, así que allí
no apare en los negativos. Pero una vez que Godin termina on las uatro
opera iones aritméti as bási as, olo a una se ión titulada �De la omposi ion
de los signos mas y menos en las opera iones de Arithmèti a�. No espera, omo
Tos a, a realizar un planteamiento simbóli o algebrai o general. Hasta enton es
solo había tratado on antidades positivas, pero en esta nueva se ión plantea
la atribu ión de signo a la antidad que resulta uando las antidades afe tadas
llevan signo, igual o distinto. A�rma Godin que distinguir entre antidades
positivas y negativas es algo natural �que tiene lugar en todo lo que es apàz
de mas y de menos�. Como ejemplos onsidera el audal dinerario que es
negativo en las deudas, �andar del Sur para el Norte� pero aminando �alguna
por ion de Norte à Sur�, y una uestión de navega ión que se presenta �quando
(por exemplo) una fuerte orriente lleva un Navio ontra el impulfo del viento
fobre las velas�. Expli a on rapidez las diversas reglas de los signos, tratadas
omo instru iones a ompañadas de ejemplos on todos los asos posibles.
Una vez terminado este manual de uso, inserta unos párrafos, bajo el epígrafe
�Demon∫tra ion de e�as reglas�, en los que añade las expli a iones pertinentes,
que son similares a las que diera Tos a usando la analogía on la lógi a. Entre
los diversos asos que se presentan, los de expli a ión más sutil se re�eren a la
resta y el produ to, las expli a iones de Godin en estos asos son estas:
En la subftra ion es a�mifmo evidente, fe debe ef ribir la antidad
que fe ha de reftar on �gno ontràrio, refpe to de aquel que tiene. Pues
reftar una po�tiva es negarla, y reftar una negativa es a�rmarla. Efto
fupuesto la redu ion darà el verdadero resìduo.
En la multipli a ion, po�tivo por po�tivo es a�rmar tantas ve es una
a�rma ion, el produ to es po�tivo. Luego po�tivo por negativo, negativo
por po�tivo, es negar una a�rma ion, ò a�rmar una nega ion, uno y otro
produ en negativo. Pero multipli ar negativo por negativo, es negar una
nega ion, es a�rmar tantas ve es; el produ to debe fer po�tivo.
4.2.4. En los Elementos de Bails, 1779 [Bézout, 1764℄
Como ya señalamos, el propio Bails re ono ió que su aritméti a era opia
literal de la de Bézout, publi ada o ho años antes
822
. El autor español expli-
a en el prólogo al tomo I de sus Elementos que uando re ibió el en argo
de es ribir la obra re opiló todas las obras re ientes que pudo y �una de las
primeras noti ias que nos parti iparon fue haber dado á luz un Curso de Ma-
temáti as M. Bezout, individuo de la Real A ademia de las Cien ias de París�.
822
Esto se orrobora examinando ambas obras onjuntamente.
436 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
Examinada la obra, Bails on luyó que
La Arisméti a que trae nos pare ió á todas lu es muy abal, y la
mejor que hasta enton es hubiésemos registrado. Solamente entendimos
que la do trina de las de imales o uparía mejor lugar, de larándola sepa-
radamente después de los quebrados omunes; y on esta leve altera ion
la opiamos al pie de la letra, qual la publi ó M. Bezout
823
.
Se re�ere Bails a que Bézout onsidera al ini io de la aritméti a �las di-
ferentes espe ies de los números� y de inmediato expone ( itando del índi e):
�De la numera ión & de los de imales, [. . . ℄, De la adi ión de los números
enteros & de las partes de imales [. . . ℄�; a ada opera ión hasta la división le
orresponde el apartado referido a los de imales. Estos apartados son los que
suprime Bails, de modo que los de imales demoran su apari ión, y lo ha e on
bastante riterio, mostrando una tenden ia que se onsolidará en el siglo XIX,
la de utilizar las expresiones de imales in�nitas omo introdu ión al número
real uya ne esidad se ha e inevitable al invertir la poten ia ión apare iendo
las raí es (o la exponen ia ión apare iendo el logaritmo). En efe to, a abado el
tratamiento de la división y on ella �los quebrados�, apare en omo olofón
de esta parte ini ial dedi ada a las opera iones bási as (suma, multipli a ión
y sus inversas) unos apartados dedi ados a los números � omplex�s� (los de
varias unidades); es a ontinua ión de este asunto donde Bails re oge todo lo
di ho por Bézout sobre de imales y las opera iones on ellos a lo largo de los
apartados anteriores, justo antes de ini iar el estudio de las raí es, que uando
no son exa tas hay que aproximar on de imales.
Retomando el tema de los números negativos, realizaremos las expli a iones
que siguen teniendo en uenta que el autor real es el fran és, pero ajustando
los omentarios a la obra del autor español.
Benito Bails elaboró el primer tomo de sus Elementos de Matemáti a on
uatro se iones: Elementos de Arisméti a, Elementos de Geometría y Elemen-
tos de Trigonometría plana. Da omienzo a la �Arisméti a� de forma distinta
a Tos a y alineada on el esquema ilustrado plasmado en la En i lopedia. La
de�ne omo �el ramo que onsidera la antidad en quanto es espresada por
los números�. Primeramente aborda el on epto de antidad que de�ne omo
sigue:
Llámase, en general, antidad todo lo que es apaz de aumento ó
disminu ión, ó todo lo que puede ser mayor ó menor, omo la estension,
la dura ion, el peso & .
A ontinua ión in ide un po o más en el ontenido y fun ión de la Arit-
méti a, la ien ia de los números uya naturaleza y propiedades onsidera,
fa ilitando la herramienta ne esaria tanto para representarlos omo para � om-
ponerlos ó resolverlos, que es lo que llamamos al ular�.
823
BAILS [1779, Tomo I, pp. XIX-XX℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 437
El autor formula la de�ni ión de unidad en fun ión de la de antidad pre-
viamente de�nida:
Es la unidad una antidad que se toma (la mas ve es á arbitrio) para
que sirva de término de ompara ion respe to de todas las antidades
de una misma espe ie [. . . ℄.
Por otra parte, el número �espresa de quántas unidades ó partes de la uni-
dad se ompone una antidad�
824
.
Las antidades negativas se tratan en el Tomo II dedi ado a los Elementos
de Álgebra
825
. Bails mani�esta que aunque los signos + y − se han utilizado
en el texto para representar las opera iones de adi ión y sustra ión, también
sirven para onsiderar una misma antidad � on dos respe tos del todo opues-
tos, ó omo apaz de aumentar otra antidad, ó omo apaz de disminuirla�.
Expone que las antidades negativas son tan reales omo las positivas dife-
ren iándose aquellas de estas úni amente en que se onsideran opuestas para
el ál ulo. Se adjuntan un ejemplo de apitales y otro geométri o donde se
expli an qué indi an las antidades positivas y negativas.
Se indi a la regla de los signos para la multipli a ión di iendo que el pro-
du to tendrá signo + uando los dos términos que se multipli an son del mismo
signo, y signo − uando ambos términos llevan signos distintos. Esta misma
regla debe seguirse en las divisiones, es de ir, si dividendo y divisor tienen
el mismo signo el o iente tendrá el signo +, y en aso ontrario el o iente
tendrá signo −. El autor expone, en esto omo Tos a, que esta regla para los
signos del o iente se funda en que �el o iente multipli ado por el divisor,
debe reprodu ir al dividendo�.
En uanto a la obten ión de solu iones negativas en la resolu ión de pro-
blemas Bails sostiene �igual que Rosell, omo veremos a ontinua ión� que
tales solu iones se deben a alguna falsa suposi ión y que se orresponden no
on las ondi iones ini ialmente supuestas sino on sus opuestas. Este he ho
aporta la ventaja de poder reformular el problema de forma que admita solu-
ión bus ada.
Bails indi a en su texto la regla de los signos para la multipli a ión, di ien-
do que el produ to tendrá signo + uando los dos términos que se multipli an
son del mismo signo, y signo − uando ambos términos llevan signos distintos.
Esta misma regla debe seguirse en las divisiones, es de ir, si dividendo y divi-
sor tienen el mismo signo el o iente tendrá el signo +, y en aso ontrario el
o iente tendrá signo −. El autor expone, en esto omo Tos a, que esta regla
824
BAILS [1779, Tomo I, artí ulos 1-3 y 5, pp. 1-2℄.
825
Observamos en el Tomo I una referen ia a las antidades negativas, on retamente en el
apartado dedi ado al ál ulo de logaritmos de quebrados donde se ita �Prevenimos de paso
que toda antidad que lleva el signo − se llama negativa� [BAILS, 1779, Tomo I, p. 178℄.
438 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
para los signos del o iente se funda en que �el o iente multipli ado por el
divisor, debe reprodu ir al dividendo�
826
.
Bails retoma el on epto de antidad negativa en la extra ión de raí es.
Para al ular la raíz uadrada de 25 debemos asignarle indistintamente el
signo + o el signo − porque multipli ando por sí mismo ada uno de estos dos
números se obtiene 25. Por tanto, la solu ión de la e ua ión x2 = 25 se es ribex = ±5. Se advierte que es imposible extraer la raíz uadrada de una antidadnegativa, puesto que no hay antidad alguna que multipli ada por sí misma
pueda dar un resultado negativo. Aunque es ierto que −4 = 2 · (−2), omo 2 y−2 tienen signos diferentes �no son una misma antidad� y por onsiguiente suprodu to no es un uadrado. A ontinua ión resuelve ejer i ios donde apare en
números negativos tanto para este tipo de e ua ión de segundo grado omo
para las del tipo ax2 + bx = c. Sin embargo, en uno de estos ejemplos apunta
que uando se obtienen dos solu iones negativas es porque se ha propuesto
mal el problema. El ejemplo al ual ya se hizo referen ia en la se ión 3.2.18
(página 338) di e lo siguiente:
Hallar un número tal que si se le añade á su quadrado 9 ve es el
mismo número, y aun el número 50, sea la suma 30.
Tras resolver la e ua ión y obtener las solu iones x = −5,−4 on luye que�se debe mudar la uestion en estotra: Hallar un número tal que si despues de
haber añadido 50 á su quadrado, se resta de la suma 9 ve es el mismo número
que se pide, sea la resta 30�, de forma que ahora las dos solu iones obtenidas
son positivas. En esto oin ide on el planteamiento de D'Alembet, ambian-
do la representa ión o el enun iado del problema lo negativo se vuelve positivo.
Pare e que Bails está interesado en el on epto de que es imposible extraer
la raíz uadrada de una antidad negativa, pues más adelante vuelve otra vez
sobre él y omentando:
[. . . ℄ se en uentran no obstante en mu hos ál ulos espresiones, qual
seria esta
√−a, que in luyen esta imposibilidad; y lo que podrá pare er
mas estraño, las introdu en de intento en algunas opera iones los al-
uladores on el �n de abreviar los ál ulos, y des ubrir por su medio
verdades de suma importan ia
827
.
Por otra parte, indi a ómo realizar los produ tos y o ientes de raí es
de estas antidades que denomina imposibles o imaginarias. Vin ular las an-
tidades imaginarias on un tipo de números fue un tema abierto hasta su
lari� a ión en el siglo XIX
828
.
826
BAILS [1779, Tomo II, artí ulos 24, 35 y 127, pp. 16, 24-25, 114-116℄.
827
BAILS [1779, Tomo II, artí ulos 128, 148-150, 155, 189, pp. 116-117, 147-148, 155-156,
191℄.
828
Sobre los imaginarios en España véase el artí ulo de J. J. Es ribano Benito: El imagi-
narismo según Rey y Heredia Llull 21(1998), 653-675.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 439
4.2.5. En las Institu iones de Rosell, 1785
Antonio Rosell es ribe también siguiendo la pauta en i lopedista, omo
uando onsidera la aritméti a omo una de las dos partes en las que se divi-
de la matemáti a pura, siendo la otra la geometría. La aritméti a omprende
�la Aritméti a numéri a ó propia� y el álgebra; la primera tiene por objeto
�el ál ulo de los números expresados por ara teres ó ifras� y la segunda el
ál ulo de las � antidades por medio de las letras�. Pero este autor no pre-
tende una obra dirigida a los que apli an la matemáti a sino a los propios
matemáti os, persigue, a�rma, introdu ir a la �matemáti a pura�. Así lo ex-
pli a extensamente en las páginas preliminares (I-XLII) de su obra, divididas
en un �prólogo� (I-XXIV) y una �instru ión proemial� (XXV-XLII). En esta
última in luye �no iones pertene ientes á la Lógi a y Metafísi a�, expli an-
do el signi� ado de análisis y síntesis, el método dedu tivo on las no iones
de axioma, prin ipio, proposi ión, et . En el prólogo re ono e explí itamente,
omo es propio de su tiempo, que el desarrollo del álgebra on el lenguaje
simbóli o y de la �geometría trans endente� impone un gran ambio en la
enseñanza de las matemáti as, que ya no puede limitarse a seguir la obra de
Eu lides, aunque también debe basarse en �los prin ipios más generales�. A
partir de ellos se ha de expli ar el �Álgebra universal� [que es, siguiendo a
Newton, la aritméti a de números y los prin ipios del álgebra℄, dando luego a
ono er la �Geometría elementar� que omprende �las lineas y �guras�. Sigue
Rosell:
Habiendo aprendido los prin ipiantes hasta aqui los fundamentos
del lenguaje matemáti o, y los prin ipios de la Matemáti a pura, on
rela ion á lo restante de ella, pasarán sin tropiezo á instruirse en la
ultima parte de la Analisis algebray a, en la Geometría trans endente,
y en el Cál ulo in�nitesimal, que deben seguirse por este orden, on
la onexion y usos que tan bien han manifestado algunos respetables
Geómetras
Pero no desarrolla ompleto este ambi ioso programa, se queda en el nivel
introdu torio aunque on una pretensión de exa titud en el tratamiento que
onsidera ne esaria para abordar una forma ión teóri a. Rosell desarrolla el
álgebra universal y termina on lo que llama análisis algebrai o, que es una
ole ión de o henta y uatro problemas resueltos por medio del álgebra, se-
guidos por otros seis propuestos.
En sus expli a iones previas, Rosell ontrasta sus opiniones metodológi as
on las expuestas por Condilla en su Logique y sostiene que los �Elemen-
tos� publi ados para instruir a profesionales espe í� os, y entre ellos desta a
el Curso de Bézout para marinos, �son buenos para algunos �nes parti ulares,
[pero℄ no se puede de ir que lo son para formar matemáti os de profesión�. En
su línea de �exa titud� expositiva, ha e �el honor que se mere e� al �Tratado
de Aritméti a y Algebra del Abate Bossut�
829
.
829
ROSELL [1785, pp. IX, XIV, 3℄. Se ha de referir Rosell al Cours de Mathématiques de
440 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
Rosell onsidera que el prin ipio bási o de la aritméti a reside en la antidad
y en la rela ión entre antidades. Por eso ini ia los prin ipios de la aritméti a
universal, en la primera parte dedi ada a la aritméti a numéri a, de�niendo
la antidad omo �lo que es apaz de aumento ó disminu ion� y respe to a la
ual �se deben mirar omo ono idas y admitidas todas las verdades siguien-
tes�, que están laramente inspiradas en las no iones omunes y postulados de
Eu lides
830
:
Axioma 1.
Cuando a una antidad no se le añade o quita algo, queda la misma.
Axioma 2.
La antidad que es igual a alguna otra, es también igual a las iguales
de ésta.
Axioma 3.
La antidad mayor o menor que alguna otra, es también mayor o
menor que sus iguales.
Axioma 4.
Cuando en antidades iguales se ha en las mismas opera iones on
iguales, las que resultan de ellas serán también iguales.
Axioma 5.
Cuando en antidades desiguales se ha en las mismas opera iones
on iguales, las que resultan son también desiguales; esto es, las de
la mayor mayores, y las de la menor menores.
Postulado.
Por ualquier antidad se puede sustituir la que se quiera de sus
iguales sin altera ión de aquella a la que se re�era.
A ontinua ión de�ne (�difin. 1� en su texto) la rela ión o razón geomé-
tri a omo aquella en la que se onsidera las ve es que una antidad ontiene
o está ontenida en otra, lo que exige que las antidades a omparar sean �de
la misma espe ie�. Es de ir, la razón geométri a representa �la magnitud de
la antidad que se ompare por medio de aquella on quien se ompare�. La
exposi ión de Rosell se mantiene en un plano abstra to, pues sus ejemplos
abar an por igual a la magnitud dis reta ( ontar, aritméti a en el sentido más
1781 es rito por Charles Bossut (1730-1814), uyo primer tomo se dedi a a Arithmétique et
Algèbre. El autor fue dis ípulo de D'Alembert y protagonista desta ado de la parte matemá-
ti a de la segunda en i lopedia fran esa, la En y lopédie méthodique ini iada en 1781. Véase
C. Gilain, La pla e de l'analyse dans la lassi� ation des mathénmatiques: de l'En y lopédie
à la Méthodique, Re her hes sur Diderot et sur l'En y lopédie 45 (2010) 109�128.
830
ROSELL [1785, artí ulos 2-7, pp. 5-6℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 441
tradi ional) y la magnitud ontinua (medir, geometría), de modo que puede
verse en analogía on las propor iones del Libro V de los Elementos de Eu-
lides. De he ho, adopta esa terminología: las antidades que se omparan en
una razón re iben el nombre de términos de la misma, siendo el primero el
ante edente y el segundo el onse uente.
La posi ión abstra ta de Rosell se mani�esta también en la sutil distin ión
que introdu e en la de�ni ión de �unidad� dada en el artí ulo numerado 13:
difin. 3. El onse uente ó término de ompara ion á quien se re�e-
re el ante edente, se llama tambien unidad ; y si la ompara ión es de
antidades de una espe ie determinada, omo de pesos, distan ias & .
unidad on reta; si de uales quiera antidades, unidad abstra ta.
Este enfoque le lleva a estable er omo � orolarios� de su de�ni ión dos
a�rma iones notables ( on ursiva en el original) que le ondu en a la de�ni ión
de número y a un nuevo orolario:
[. . . ℄ puede haber tantas unidades on retas en ada espe ie, omo
antidades se puedan omparar en ada una de ellas.
[. . . ℄ la unidad abstra ta es el úni o término general de ompara ion
para todas las antidades; porque pres indiendo de la espe ie á la que se
re�eren, todas pueden ompararse on ella.
difin. 4. La rela ion de qualquiera antidad on la que se tome por
unidad se llama número.
orol. 3. Cualquier número representa la antidad que se ompara
on la unidad.
De este modo, Rosell entiende que existe el número abstra to referido a la
antidad y unidad abstra tas �este número abstra to se identi� a on la an-
tidad abstra ta, aunque el autor no enun ia tal identi� a ión� y el número
on reto referido a antidades y unidades on retas (y homogéneas).
Todavía ontinúa el autor durante unas páginas on onsidera iones de este
tenor, pero pronto se entra en el número entero, representado por una an-
tidad �que onsta solamente de unidades� y en los quebrados que ontienen
partes de la unidad. A partir de esto el desarrollo de la aritméti a en el habi-
tual, aunque su modo de expresión sigue siendo meti uloso. En el apítulo II,
titulado �De la omposi ion y resolu ion de los números en general�, expli a
primero la � omposi ion� de las opera iones dire tas suma, multipli a ión y
poten ia, para pasar luego a la �resolu ion�, que se re�ere a las inversas �Res-
tar, Dividir y Extraher la raiz�. Con la resta se asoma a los números negativos,
pero sin llegar a plantearlos. A�rma que si el sustraendo fuese mayor que el
minuendo �no se podrá efe tuar la substra ion�, pero añade a ontinua ión,
en el artí ulo numerado 92:
442 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
Si siendo el subtrahendo mayor que el minuendo, se subtrahe este de
aquel, la resta será lo que le falte al minuendo para poder exe utar la
subtra ion, ó lo que quedará por restar.
Después de este amago, del que no da ejemplos numéri os on retos, Rosell
no in luye las de�ni iones de antidades positivas y negativas en la parte de
aritméti a, omo ya se dijo en el apartado 3.2.20 (véase la página 345), sino
en la parte segunda de la obra dedi ada a �los prin ipios de la algebra�. De
entrada, utiliza el signo − para indi ar las expresiones generales literales o
�polinomias�. En estos polinomios apare en las antidades de dos modos, se
llaman negativas las antidades que llevan el signo −, por tener sentidos opues-tos a las que are en de signo o llevan el signo +, que se denominan positivas.
Para ilustrar las antidades re urre omo todos los autores a las representa io-
nes on retas, utilizando dos ejemplos; el primero de ellos pertene e al grupo
de situa iones ontables, donde las antidades que ontribuyen a aumentar
el audal se toman on signo + y las que suponen disminuirlo on signo −.El segundo se trata de un fenómeno físi o, on retamente de fuerzas donde se
onsidera la fuerza ne esaria para levantar un peso, siendo positivas las fuerzas
que ontribuyen a ello y negativas las que lo impidan.
Figura 4.6: Cantidades positivas y negativas. Fuente: ROSELL [1785, p. 193℄
Rosell desarrolla extensamente el ál ulo simbóli o on polinomios. Desde
este punto de vista simbóli o, el signo − apare e también uando expli a las
poten ias on exponentes que pueden ser negativos.
A pesar del planteamiento ini ial distinguiendo el número abstra to y el nú-
mero on reto, Rosell no asigna el signo al abstra to sino que, omo todos los
autores de su tiempo, re ono e lo negativo en el aspe to on reto o representa-
ión del número. Las antidades en sí resultan positivas siempre, indi ando los
signos + y − si tales antidades se toman en sentido aditivo o sustra tivo en la
opera ión a realizar. Realizada la opera ión, no puede obtenerse una antidad
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 443
negativa sin que esté referida a otra positiva. Se ilustra esta idea aludiendo al
ejemplo de la deuda (se da otro para el ál ulo de la distan ia a dere ha), donde
se toman a y b omo audal y deuda ontrapuesta al audal respe tivamente,
y se al ula la diferen ia a − b. Se razona de la siguiente manera el posible
resultado a obtener: si la diferen ia entre tales antidades es c siendo a < b
enton es a − b = −c, por tanto, se ha tomado el audal positivo y la deuda
omo negativa, omo la antidad resultante (−c) es negativa se in�ere que el
aso fue propuesto en ontra de lo onvenido, es de ir, en lugar de bus arse el
audal debía bus arse la deuda
831
.
En su texto, Rosell presenta omo un teorema el modo de realizar sumas
y restas de antidades negativas teniendo en uenta su signo (Figura 4.7).
Figura 4.7: Operativa de signos para la adi ión y sustra ión. Fuente: ROSELL
[1785, p. 226℄
Obtiene omo orolario que �la adi ion de una antidad negativa equivale
á la subtra ion de una positiva�, y análogamente que �la subtra ion de una
antidad negativa equivale á la adi ion de una positiva�.
Para estudiar ómo afe tan los signos de las antidades negativas al pro-
du to y al o iente de antidades enun ia y demuestra el teorema referido a
una antidad B que se indi a en la Figura 4.8, dando luego su aso parti ular
B = 1832:
(+1) · (+1) = +1, (−1) · (+1) = −1, (+1) · (−1) = −1, (−1) · (−1) = +1
831
ROSELL [1785, artí ulo 301, pp. 194-195℄.
832
ROSELL [1785, artí ulos 359-362, pp. 227-228℄.
444 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
Figura 4.8: Operativa de signos para el produ to. Fuente: ROSELL [1785, p. 228℄
A ontinua ión pro ede de modo análogo on el o iente y más adelante
apli a la regla de los signos a las raí es indi ando que la de orden impar debe
tener el mismo signo que la antidad de quien se extrae. También a�rma Rosell
que �no puede haber rai es pares de antidades negativas�, pero las expresa
simbóli amente y opera simbóli amente on ellas
833
.
4.2.6. En el Tratado de Cis ar, 1795
En su Tratado de Aritméti a Cis ar plantea, a diferen ia de Rosell, un tex-
to destinado dire tamente �para la instru ion de los Guardias marinas�, on
lo que su estilo expositivo es muy dire to y prá ti o. Nada más empezar el
prólogo señala que quiere exponer la aritméti a �en los términos en que se ne-
esita saber esta ien ia para apli arla on ono imiento á las Trigonometrias,
Cosmogra�a y Navega ion�. Y a ontinua ión da omo ejemplo de materia
opinable pre isamente las antidades negativas:
Las no iones sobre las antidades positivas y negativas, que á primera
vista no pare en de esta lase, fa ilitan el manejo de los logaritmos de
las fra iones, y son indispensables para la prá ti a de algunas reglas
que se enseñarán en los demas tratados.
Gabriel Cis ar omienza dando las no iones generales; antidad, unidad y
número. Las de�ne igual que Bails y Rosell, pero on una exposi ión dire ta
más al estilo de Bails que de la meti ulosa elabora ión de Rosell: Cantidad
es todo lo que es apaz de aumento y disminu ión, y se omprueba que lo es
si al preguntar por ella puede usarse la palabra uánto. La antidad que se
toma por término de ompara ión on las demás antidades de su espe ie se
denomina unidad. Número es la ompara ión de la unidad on una antidad
ualquiera, es de ir, la expresión de la rela ión de la unidad on otra antidad.
Los on eptos de antidades positivas y negativas se tratan al omienzo
del libro de texto, antes in luso de estudiar las opera iones de suma y resta
de números simples. Para introdu irlas se utilizan una representa ión ontable
(pérdida-ganan ia) y otra físi a (distan ia desde un punto de referen ia), y se
mani�esta que �toda antidad se puede tomar en dos sentidos enteramente
opuestos�. En onse uen ia las antidades se dividen en positivas y negativas,
833
ROSELL [1785, pp. 231 y sigs.℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 445
pudiendo ser positivas ualquiera de ellas, pero una vez estable ido uáles son
estas deberán ser onsideradas negativas a efe tos de ál ulo aquellas tomadas
en sentido opuesto. En uanto al resultado de opera iones que involu ran an-
tidades positivas y negativas, será positivo si las antidades positivas ex eden
a las negativas, y negativo en aso ontrario
834
.
La idea de que una antidad no es positiva ni negativa en sí misma apun-
tada por Cis ar la sus ribe también en el siglo XIX José Mariano Vallejo en su
Tratado elemental de matemáti as editado en 1813
835
. En este texto se expone
que las antidades dependen de la ir unstan ia en las que son onsideradas,
observándose así el ará ter relativo dado a los on eptos de antidades posi-
tivas y negativas
836
.
Cis ar utiliza antidades negativas en el apartado dedi ado a la suma y
resta de números simples uando expone la �Regla para restar un onjunto
de antidades de otro onjunto, atendiendo á los signos�, donde expli a que
para al ular restas debe ambiarse de signo las partidas que omponen el
sustraendo, poniendo + a las que tienen − y poniendo − a las que tienen +.Además, omo sumar una antidad positiva es lo mismo que restar la misma
antidad negativa, y sumar una antidad negativa es lo mismo que restar la
misma positiva, es evidente que toda suma se puede onvertir en resta, y toda
resta en suma, simplemente ambiando el signo de las antidades
837
. Esta pro-
piedad, que omo ya hemos visto on anterioridad Bails es ribe formalmente,
se propone aquí desprovista del lenguaje algebrai o.
Después de tratar las sumas y restas en adenadas, Cis ar presenta un rasgo
original al exponer un apartado titulado �Del Complemento Aritméti o� (pp.
39�42). Este asunto es de apli a ión a los logaritmos, para sustituir mantisas
negativas y fa ilitar el ál ulo
838
, pero no era usual que se tratara aparte al ini-
io de la aritméti a. Cis ar lo ha e así omo modo de apli ar inmediatamente
el ál ulo on antidades, a las que en este apartado llama números y no anti-
dades, igual que Tos a en sus Observa iones, omo ya hemos apuntado antes.
Es ribe Cis ar que �Complemento aritméti o de un número es su diferen ia
á la unidad on eros�, expli ando que se han de tomar tantos eros omo
ifras tenga el número. Utiliza la abreviatura �c.a.�, es ribiendo por ejemplo
c.a. 4′3827 = 5′6173. En las expli a iones que propone onsidera solo números
834
CISCAR [1795, artí ulos 63 y 66, pp. 26-28℄.
835
La primera edi ión data de 1812. Este fue el texto que siguieron en sus estudios de mate-
máti as varias genera iones tanto en España omo en los países hispanoameri anos. Además,
los textos de Vallejo permane ieron en las listas de libros de texto o� iales publi adas por
el Gobierno hasta 1858 [CABALLER VIVES, 2006, pp. 112-113℄.
836
MAZ [2005, p. 270℄. El autor se re�ere al Tomo I del Tratado elemental de matemáti as
dedi ado a la aritméti a y al álgebra.
837
CISCAR [1795, artí ulos 85 y 88, pp. 38-39℄.
838
Véase la apli a ión del omplemento aritméti o en el ál ulo de logaritmos en CISCAR
[1795, pp. 178 y siguientes℄.
446 Números negativos en Aritméti a-Álgebra
de una ifra en rela ión on 10, dejando que el le tor haga por su uenta la
analogía en los demás asos. Así, por ejemplo, re�ere que se puede sustituir
todo número negativo por −10 más el omplemento aritméti o de di ho núme-ro onsiderado omo positivo. Por lo tanto, �para restar un número positivo
se puede poner en vez del subtraendo, −10 más el omplemento aritméti o dedi ho número onsiderado omo positivo�
839
.
4.2.7. Algunas on lusiones
En síntesis, hemos visto que Tos a ini ia la aritméti a on un on epto
eu lidiano de unidad impregnado de metafísi a, para de�nir seguidamente el
de número omo repeti ión de unidades. Por otra parte, Tos a de�ende que
las antidades negativas son menores que nada ilustrando su argumenta ión
on ejemplos de fenómenos físi os y ontables. Este planteamiento es riti ado
por D'Alembert en la En i lopedia y los autores posteriores ya no lo siguen,
sino que se alinean on el enfoque en i lopedista. Godin, Bails, Cis ar y Rosell
omienzan de�niendo previamente la antidad para pasar después a de�nir
unidad y número. Estos on eptos son tratados en las se iones dedi adas a la
aritméti a por todos los autores. Sin embargo, el on epto de antidad negativa
se desarrolla, a ex ep ión de las obras de Godin y Cis ar, en las se iones des-
tinadas a álgebra. Godin y Cis ar son más prá ti os y dirigidos dire tamente
a las ne esidades de la forma ión náuti a. Cis ar es muy explí ito a�rmando
que la determina ión de antidades positivas o negativas es arbitraria, pero
una vez �jadas las positivas serán onsideradas negativas las opuestas a ella
en toda la operativa. Tos a y Bails dirigen sus obras a públi os más diversos,
pero Rosell es pe uliar al dirigirse ha ia la matemáti a pura, estable iendo una
axiomáti a de la antidad y realizando una exposi ión pre isa de las no iones
esen iales y del ál ulo on expresiones simbóli as.
El uso que Cis ar ha e de las antidades negativas en su texto se limita a
la apli a ión del omplemento aritméti o en el ál ulo de los logaritmos on el
�n de fa ilitar las opera iones en las sumas y restas que surgen. Los demás au-
tores exponen las reglas de los signos del produ to y resuelven ejer i ios donde
apare en antidades negativas omo resultado. A pesar de admitir estas an-
tidades se observa que se plantea el que estas antidades deben estar referidas
a otra positiva y la on lusión de que estas son produ to de un planteamiento
equivo ado del problema.
839
CISCAR [1795, artí ulos 93-94, p. 41℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 447
4.3. Logaritmos y Trigonometría, primera mitad
del siglo
El interés de medir y rela ionar los elementos de los triángulos re tilíneos y
esféri os ya se mostraba en los trabajos astronómi os y geodési os de Aristato
de Samos (310 a.C.-260 a.C.) e Hipar o ( a. 180 a.C.- a. 125 a.C.). La evolu-
ión y desarrollo del estudio de di has rela iones desembo ó en la rama de las
matemáti as que ono emos omo trigonometría, �herramienta impres indi-
ble en la Astronomía, sobre todo la trigonometría esféri a�. La trigonometría
posibilitó entre otros
la resolu ión del triángulo de posi ión, el ál ulo de la amplitud
y azimut, la omproba ión de la gradua ión de los instrumentos de
observa ión, el ál ulo de la varia ión de la aguja, o el estudio de la
arta redu ida
840
.
Además, la trigonometría era la base sobre la que des ansaba el fun io-
namiento de instrumentos de navega ión uyo uso permitió gran parte de los
des ubrimientos geográ� os. La inven ión de los logaritmos dio un nuevo im-
pulso a la trigonometría simpli� ando en gran medida, omo ya se ha señalado
anteriormente, los laboriosos ál ulos a realizar
841
.
Los logaritmos no omenzaron a usarse en los tratados españoles de náuti a
hasta el siglo XVIII, uando empezaron a in luirse de forma general bien omo
auxiliares de ál ulo, bien de una manera más amplia atendiendo a su origen,
de�ni ión y propiedades. En esta se ión y en la siguiente expondremos la
forma en la que estos se ha en presentes en los textos que previamente hemos
sele ionado en nuestro atálogo. Veremos en esta primera se ión, dedi ada al
tema de lo referido a las obras de la primera mitad del siglo XVIII, en las que
los logaritmos apare en en las le iones de trigonometría, omo herramienta
ne esaria para resolver triángulos.
En la se ión siguiente analizaremos obras de la segunda mitad del siglo,
en las que los logaritmos apare en omo un tema espe í� o de estudio en los
tratados aritméti os, a ontinua ión de las progresiones aritméti as y geomé-
tri as, teniendo después su momento de apli a ión en los tratados o apítulos
dedi ados a la trigonometría.
Antes de ini iar el estudio de las obras españolas para la forma ión náuti a
sele ionadas de la primera mitad del siglo, dedi aremos unas páginas gene-
ralistas a la inven ión de los logaritmos y su in orpora ión a la matemáti a
española, que estarán basadas en referen ias onsolidadas sobre el tema y en
otras españolas re ientes apare idas on motivo de haberse umplido en 2014 el
840
IGLESIAS [2000, p. 113℄.
841
IGLESIAS [2000, pp. 111, 119 y 121℄.
448 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
uarto entenario de la obra de Napier que �ini ió� la historia de los logaritmos.
4.3.1. La inven ión de los logaritmos y su llegada a Es-
paña
Ha e más de 400 años, en 1614, se publi aba Miri� i Logarithmorun Cano-
nis Des riptio, una obra donde se exponía �una de las ideas más importantes
de la historia, quizá omparable a lo que signi� ó el des ubrimiento del ál ulo
diferen ial a �nales del mismo siglo o a la demostra ión de la imposibilidad de
la resolu ión de la e ua ión quínti a en el XIX�
842
.
Los logaritmos fueron introdu idos en el siglo XVII por el es o és John
Napier (1550-1617)
843
, Barón de Mur histon, on el �n de simpli� ar los di�-
ultosos y pesados ál ulos ne esarios para onfe ionar las tablas astronómi as
y las artas de navega ión. En su Miri� i Logarithmorun Canonis Des riptio
Napier se manifestaba así:
Siempre he tratado, de a uerdo on mis fuerzas y en la medida de
mi apa idad, de a abar on la di� ultad y el tedio de realizar ál u-
los; el fastidio por tales es una forma habitual de disuadir mu hísimo
del estudio de las matemáti as. Con este objetivo ante mí, emprendí la
publi a ión del Canon de los logaritmos, en el que he trabajado por un
largo tiempo en años anteriores [. . . ℄
844
.
El on epto de logaritmo ya se hallaba implí ito en los estudios que Arquí-
medes expuso en su obra El Arenario en el siglo III a. C.
845
. Mi hel Stifel (1487-
1587)
846
también indi ó la idea bási a de los logaritmos en su obra Arithmeti a
842
DORCE [2014a, p. 33℄.
843
Más ono ido en España por el apellido de Neper, John na ió en 1550 en el astillo
de Lauriston, onstruido por su padre ha ia 1543 en Edimburgo. A los tre e años ingresó
en la Universidad de Saint Andrews y ompletó su forma ión en Europa visitando Fran-
ia, Italia y Países Bajos. A su regreso de Europa además de administrar el patrimonio
familiar y apli ar sus ono imientos de agrimensura para ayudar a sus ve inos, es ribió su
primer tratado de matemáti as, De Arte logísti a, donde �desarrollaba e� ientes métodos
de ál ulo, des ribía nota iones algebrai as más sen illas e investigaba raí es imaginarias de
e ua iones�. La obra no fue publi ada hasta 1839. Posteriormente diseñó tres máquinas de
ál ulo, �Napier's rods o Napier's bones, Promptuary, y Lo al arithmeti �, des ritas en su
obra Rabdology publi ada en 1717. Si bien Promptuary no tuvo gran a epta ión �puede on-
siderarse una de las primeras máquinas de ál ulo de la historia de la ien ia�. También se
debe a Napier la nota ión del punto que separa en los números la parte entera de la de imal
[ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO, 2015, pp. 354-355℄. Para los datos sobre el astillo
de Lauriston se ha visitado http://www.edinburghmuseums.org.uk/getdo / 28065d3-102b-
43b -8b1d-9 0ddf5 2d50/About.
844
REQUENA [2014℄ en divulgaMat, http://www.divulgamat.net/index.php?option= om
_ ontent&view=arti le&id=16133&dire tory=67.
845
ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO [2015, pp. 354-355℄.
846
Stifel na ió en 1487 en Esslingen (Alemania). Como partidario de Lutero se vio obligado
a o ultarse uando en 1521 tras la Dieta de Worms se de laró la pros rip ión imperial ontra
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 449
integra editada en 1544 y estru turada en tres partes: �No iones aritméti as
fundamentales, on omentarios propios�, �Elementos de Eu lides, Libro X,
omentado y ampliado�, donde utilizó símbolos en lugar palabras omo hizo
Eu lides para las expli a iones, e �Introdu ión al Álgebra, ampliada por Sti-
fel�
847
. En esta obra el autor estudió la progresión geométri a 1, r, r2, r3, . . .,y observó que el exponente del produ to de dos términos de la misma era igual
a la suma de los exponentes de di hos términos, y análogamente, que el expo-
nente del o iente de dos términos de la progresión oin idía on la resta de los
exponentes de los itados términos. Con lo ual se obtenía una rela ión entre la
progresión geométri a 1, r, r2, r3, . . ., y la progresión aritméti a 0, 1, 2, 3, . . .Stifel extendió esta rela ión entre ambas progresiones al aso de exponentes
negativos y fra ionarios
848
.
John Craig, médi o de Jaime VI de Es o ia, visitó asualmente el observa-
torio de Ty ho Brahe (1546-1601) en 1590. El rey viajaba junto a su séquito
al en uentro de su futura esposa Ana uando fueron sorprendidos por una tor-
menta y se vieron obligados a refugiarse en el observatorio. Allí tuvo noti ia
de los métodos de prostaféresis utilizados en Dinamar a y pare e ser que ha ia
1594 visitó a Napier dándole a ono er la existen ia de los mismos. Tales mé-
todos onsistían en fórmulas mediante las uales podía expresarse el produ to
de fun iones ir ulares omo suma o diferen ia de las mismas, por ejemplo
849
:
senα cos β =1
2[sen(α + β) + cos(α− β)]
Los estudios de Napier sobre los logaritmos se basaron en estas dos ideas
que a abamos de señalar: las rela iones entre las progresiones geométri as y
Lutero. Posteriormente visitó a este en Wittenberg y tras permane er brevemente en el
Tirol, Lutero le on�rmó su argo de pastor de Lo hau. En esta épo a ya había omenzado
a dedi arse a las matemáti as y al ál ulo on letras mediante el ual pronosti ó el �n
del mundo para el día 18 de o tubre de 1533 a las 8:00, imponiéndole el Prín ipe Ele tor
Johann Friedri h el Magnánimo un arresto domi iliario de uatro semanas omo astigo por
su fra aso [WUSSING; ARNOLD [1989, pp. 115-116℄.
847
WUSSING; ARNOLD [1989, pp. 117-118 y 121℄. Stifel expuso en esta obra �una me-
tódi a y re�nada re opila ión de los ono imientos matemáti os de su tiempo, re opila ión
que in luso mu has dé adas más tarde se utilizaba todavía omo índi e de las fuentes, del
mismo modo que las tablas allí obtenidas (por ejemplo, la de los oe� ientes del binomio)
se usaban para la resolu ión dire ta de problemas�. Además, de �a uñar el on epto de
exponente� también �propor ionó un ompendio del Álgebra enrique ida on sus propios
ono imientos. Estable ió la ley de forma ión de los oe� ientes del binomio y reó las ondi-
iones ne esarias para el ál ulo on logaritmos. Para ello hizo uso de un estilo de expresión
pre iso pero sen illo y se esforzó ontinuamente por formular de modo abstra to tanto los
planteamientos de los problemas omo sus solu iones y demostra iones�. La relevan ia de
la obra de Stifel �es tanto mayor uanto que formuló sus enun iados de forma general y los
sustentó mediante demostra iones. Por eso se puede de ir sin lugar a exagera ión que Stifel
fue uno de los más desta ados representantes de la épo a de la Coss, que ono ía tanto las
obras de sus prede esores omo los libros de sus ontemporáneos�.
848
KLINE [1992, pp. 342-343℄.
849
AUSEJO [1992, p. 29℄.
450 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
aritméti as y el método de prostaféresis.
Napier expuso sus estudios sobre los logaritmos en Miri� i logarithmorum
anonis des riptio, editada en 1614, y Miri� i logarithmorum anonis ons-
tru tio (Constru ión de la maravillosa tabla de los logaritmos), publi ada en
1619 por su hijo Robert, aunque elaborada on anterioridad a la de 1614. En la
obra editada en 1619 Napier llamaba a sus logaritmos �números arti� iales�,
denomina ión anterior a la de logaritmo tal y omo se ha e saber en el prólogo
de la obra póstuma reda tado por Robert:
[. . . ℄ los logaritmos [. . . ℄ a los que [mi padre℄ llama aquí números
arti� iales, ya que tenía la ostumbre de llamarlos así durante mu hos
años antes de la inven ión de la palabra `logaritmo' [. . . ℄
850
Figura 4.9: Portada del libro Miri� i logarithmorum anonis des riptio. Fuente:
https://en.wikipedia.org/?title=John_Napier
850
DORCE [2014b, p. 19℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 451
Sin embargo en la obra publi ada en 1614, pero elaborada posteriormente,
ya utilizó el término �logaritmo�, on origen en las palabras griegas λoγoς(logos)
y αριθµoς(arithmos), que signi� an razon y número respe tivamente
851
.
Miri� i logarithmorum anonis des riptio fue reda tada en latín, idioma
ulto utilizado por a adémi os e intele tuales; onstaba de 57 páginas de ex-
posi ión y 90 de tablas logarítmi as. Napier no in luyó en esta publi a ión la
onstru ión de las tablas de logaritmos hasta omprobar la a epta ión que
tenía su obra. En sus propias palabras:
Espero el jui io y ensura que tengan que ha er los eruditos, antes
de que la publi a ión temeraria del resto sea expuesta a las detra iones
de los envidiosos
852
.
El pro eso de onstru ión de los logaritmos, sus propiedades y apli a ión
a la resolu ión de triángulos planos y esféri os se exponía en Miri� i logarith-
morum anonis des riptio. El método onsiste en rela ionar las distan ias que
re orren dos puntos que se mueven a lo largo de dos re tas AB y CE (véase la
Figura 4.10). El primero de los puntos, P , se mueve on velo idad onstante y
el segundo, Q, on velo idad de re iente y propor ional a la distan ia x que le
queda por re orrer hasta llegar al punto �jo E. Se supone que ambos parten
on la misma velo idad ini ial 107 y que la distan ia de C a E es 107. Enton esdenotando por y(t) y x(t) las distan ias re orridas por los puntos P y Q en el
instante t respe tivamente, tenemos853:
Figura 4.10: Constru ión de los logaritmos. Fuente: Elabora ión propia a partir de
AUSEJO [1992, p. 29℄
dy
dt= 107; y(0) = 0;
dx
dt= −kx; x(0) = 107 =
dx
dt(0),
851
ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO [2015, pp. 356-357℄.
852
DORCE [2014a, p. 39℄.
853
AUSEJO [1992, p. 29℄, BOYER [1992, pp. 396-397℄ y DORCE [2014a, p. 40℄.
452 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
así que k = −1 y por tanto resulta una e ua ión diferen ial on solu ión
logarítmi a:
dy
dx= −107
x: y = −107 ln
x
107.
Napier no estaba en ondi iones de plantear esta e ua ión diferen ial (para
ello hubo que esperar a Leibniz), pero sí pudo ha er un estudio del problema
por métodos de in rementos �nitos, llegando a obtener una solu ión que de-
notaremos y = logN , de modo que la rela ión entre los logaritmos de Napier y
los hoy llamados logaritmos neperianos es
logN x = − 107 lnx
107
Napier no pensó en el on epto de base en la onstru ión de sus logarit-
mos; �su objetivo es numéri o y su fundamento geométri o, teniendo siempre
en la mente los ál ulos trigonométri os�. Aún más, toma CQ � omo logarit-
mo del seno -no del número- PB�
854
.
Napier expone a partir de esta onstru ión la de�ni ión de logaritmo (sexta
de�ni ión del apítulo I) de la siguiente forma:
El logaritmo de un seno dado es el número que aumenta uniforme-
mente on la misma velo idad a la que el seno ha omenzado a disminuir
on una a elera ión propor ional a su longitud desde el seno dado
855
.
Es de ir, L, el logaritmo de Napier de N , es aquel número que veri� a:
N = 107(1− 10−7)L
No obstante para esta de�ni ión no se veri� aban las mismas propiedades
que para el aso de los logaritmos neperianos que manejamos en la a tualidad.
Por ejemplo, el logaritmo del produ to no oin ide on la suma de logaritmos:
si Li = logN Ni, i = 1, 2, es de ir, Ni = 107(1− 10−7)Li , i = 1, 2, enton es
N1N2 = 1014(1− 10−7)L1+L2 : L1 + L2 =N1N2
107
Sin embargo, Napier no usó esta de�ni ión para elaborar sus tablas sino
la rela ión entre una progresión aritméti a que omienza en 0 y uya dife-
ren ia es 1, y una progresión geométri a uyo primer término es 10000000 y
uya razón es r = 0,9999999. De he ho, las tablas fueron onstruidas mediantemultipli a iones repetidas del número r = 0,9999999856. Estas tablas estabandistribuidas en siete olumnas, dispuestas para utilizarlas tanto en problemas
854
AUSEJO [1992, p. 29℄.
855
NAVARRO LOIDI [2007℄ en divulgaMat, http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.
php?option= om_ ontent&view=arti le&id=12619&dire tory=67.
856
NAVARRO LOIDI [2007℄ en divulgaMat y ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO
[2015, p. 358℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 453
trigonométri os omo la resolu ión de triángulos re tángulos
857
.
La obra de Napier se difundió rápida y exitosamente. Edward Wright (1561-
1615)
858
, navegante y artógrafo inglés, vislumbrando la importan ia del des-
ubrimiento omenzó a tradu ir la obra, pero falle ió en 1615, tres años antes
de que su hijo Samuel la publi ara
859
.
Henry Briggs (1561-1630)
860
se reunió dos ve es on Napier en su asa en
los su esivos veranos de 1615 y 1616, a ordando on él modi� ar la de�ni ión
de logaritmo, modi� a ión que �nalmente tuvo que llevar a abo Briggs debido
a la avanzada edad de Napier. La nueva de�ni ión onsideraba los elementos
de la progresión aritméti a de los números naturales n omo logaritmos de la
progresión geométri a 10n on las ondi iones log 1 = 0 y log 10 = 1. Briggspubli ó sus primeros resultados en 1617 en Logarithmorum hilias prima (Lo-
garitmos del primer millar) donde se fa ilitaba la tabla de los logaritmos de i-
males, también ono idos omo vulgares o de Briggs, de los números naturales
del 1 al 1000 on 14 ifras de imales
861
.
En 1624 Briggs editó Arithmeti a logarithmi a donde ampliaba las tablas
propor ionando los logaritmos de imales de los números 1 a 20000 y 90001 a
100000 on 14 ifras de imales. Los logaritmos de los 70000 números restantes
fueron al ulados por De De ker ( a. 1603 - a. 1647) y publi ados en 1627 en
857
Suponiendo que ABC es un triángulo re tángulo y denotando por LogNap el logaritmo
de Napier, la distribu ión de las siete olumnas es la siguiente: �Columna primera: ángulo
B, de 0◦ a 45◦ para ada uno de los 60′ del grado. Columna séptima: ángulo C = 90◦ − B,
de 90◦ a 45◦ para ada uno de los 60′ del grado. Columna segunda: senB, al ulado para un
radio R = 107. Columna sexta: senC, al ulado para un radio R = 107. Columna ter era:
LogNap(senB). 6. Columna quinta: LogNap(senC). 5. Columna uarta: LogNap(senC)-LogNap(senB) =LogNap(tanC)� [DORCE, 2014a, p. 41℄.
858
Edward Wright estudió en la Universidad de Cambridge y fue tutor de Enrique, Prín-
ipe de Gales. Desarrolló la base teóri a de la proye ión de Mer ator, estable iendo la
rela ión fun ional existente entre la distan ia al E uador(D) en el mapa y la latitud θ:
D = a ln
(tan
(θ
2+ 45◦
))[BOYER, 1992, p. 381℄. Dio una versión parti ular de los lo-
garitmos redu iendo en una ifra de imal los números, pensando que de esta forma se fa-
ilitaban los ál ulos y las interpola iones. La rela ión entre ambos logaritmos era LogWri
x =1
10LogNap(10x), donde LogWri y LogNap denotan los logaritmos de Wright y Napier
respe tivamente [DORCE, 2014a, p. 41℄.
859
DORCE [2014a, p. 40℄.
860
Henry Briggs obtuvo en 1596 la plaza de profesor de geometría en el re ientemente
fundado Gresham College de Londres. Durante su estan ia en el itado olegio elaboró
una tabla para determinar la latitud del lugar mediante la de lina ión magnéti a que el
físi o y �lósofo William Gilbert in luyó en su obra On th loadstone en 1602. Posteriormente
reda tó una edi ión de los Elementos de Eu lides y olaboró en una edi ión del Almagesto
de Ptolomeo [DORCE POLO, 2014b, pp. 17-18℄. Además, fue el primer savilian professor
en o upar la átedra de geometría de Oxford uando ésta se reó en 1619 [BOYER, 1992,
p. 478℄.
861
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 84℄ y ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO
[2015, p. 358℄.
454 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
Het tweede deel van de Nieuwe telkonst. También hubo alguna edi ión de las
tablas de Briggs on un apéndi e donde apare ían los logaritmos orrespon-
dientes a los números 100001 a 101000. Tras su falle imiento, Henry Gellibrand
(1597 - 1637) publi ó en 1633 Trigonometria brittani a donde se in luían nue-
vas tablas logarítmi as para fun iones trigonométri as elaboradas por Briggs
y ompletadas por el mismo Gellibrand
862
.
Los términos mantisa y ara terísti a pro eden, según Boyer [1992, p. 399℄,
del texto Arithmeti a logarithmi a publi ado en 1624 por Briggs. Sin embargo
Roldán de Montaud; Sampayo [2015, pp. 358-359℄ re�eren que existe ierta
dis repan ia sobre esta designa ión ya que �Julio Rey Pastor y José Babini
sostienen que fue John Wallis quien la utilizó por primera vez en 1693�. Sobre
el origen de la palabra mantisa Vázquez Queipo sostiene que �este nombre que
vino del latín o más bien del etrus o signi� a adi ión, y se ha adoptado para
expresar la fra ión que se añade a la ara terísti a�
863
.
Otros autores también difundieron las ventajas que suponía el ono imien-
to y apli a ión de los logaritmos. Entre otros: en Inglaterra Edmund Gunter
(1581 - 1626) publi ó en 1620 Canon triangulorum, or Table of Arti� ial Sines
and Tangents donde daba �unas tablas logarítmi as de las fun iones seno y
tangente on 7 ifras de imales para ada minuto de ar o entre 0◦ y 90◦, ademásde a uñar las palabras " oseno" y " otangente" �
864
; en Alemania Johannes
Kepler (1571-1630) los difundió a través de su trabajo Chiliades logarithmo-
rum en 1624; en Fran ia, Denis Henrion ( a. 1580 - a. 1640) reda tó en 1627
Traité des logarithmes; en los Países Bajos Adrian Vla q (1600-1667) publi ó
en 1628 Arithmeti a logarithmi a sive logarithmorum hiliades entum, donde
daba una versión mejorada de las tablas de Briggs; en Italia Buenaventura
Cavalieri (1598-1641) propuso nuevas apli a iones de los logaritmos en su obra
Dire torium generale uranometri um in quo trigonometriae logarithmi ae fun-
damenta editada en 1632
865
. Y en 1633 Vla q editó Trigonometria arti� ialis
donde ompletó las tablas de logaritmos de las fun iones seno, oseno, tangente
y otangente, que ya había publi ado en 1628 utilizando 10 ifras de imales,
on los logaritmos de estas fun iones para ada 10 segundos de ar o
866
.
Si bien Napier fue el primer autor en publi ar un estudio sobre los loga-
ritmos pare e ser que Jobst Bürgi (1552-1632)
867
llegó a este on epto on
862
DORCE [2014b, pp. 18-19℄. Según este mismo autor en estas tablas logarítmi as �los
senos están dados on 15 ifras de imales, sus logaritmos on 14, las tangentes on 10 y sus
logaritmos on 11, para ada entésima parte del grado entre 0◦ y 90◦�.863
ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO [2015, p. 358℄.
864
DORCE [2014b, p. 19℄.
865
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 84℄.
866
DORCE [2014b, p. 19℄.
867
Bürgi na ió el 28 de febrero de 1522 en Li htensteig (Suiza). Probablemente adquirió
on su padre Lienz, errajero de profesión, los primeros ono imientos en la manipula ión
de me anismos. Posteriormente trabajó en S h�hausen on la familia de relojeros Habre ht
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 455
anterioridad. Ha ia 1588 uando trabajaba en diversos ampos omo la as-
tronomía, triangula ión, geometría y relojería, en los que ne esitaba realizar
omplejos ál ulos llegó al on epto de logaritmo de forma independiente a
Napier. Sus resultados sobre los logaritmos no fueron publi ados hasta 1620
bajo el título de Arithmetis he und geometris he progress-tabulen. El título de
la obra nos sugiere que Bürgi elaboró sus tablas utilizando igual que Napier la
rela ión entre las progresiones aritméti as y geométri as, si bien se diferen ia-
ron en la terminología usada y los valores numéri os onsiderados. Bürgi tomó
1 + 10−4 omo base para al ular las poten ias su esivas, es de ir, elige un
número mayor que 1 en ontraposi ión a Napier que se de anta por un número
algo menor que 1. Además, utiliza 108 en lugar de 107 para multipli ar sus
poten ias. Con todo ello se obtiene:
N = 108(1 + 10−4)L
Los números 10L y N fueron designados omo número rojo y número negro
respe tivamente, en aten ión a los olores on los uales se representaban en la
tabla. Los logaritmos así de�nidos tampo o veri� an las propiedades de que la
suma (resta) de logaritmos oin ide on el logaritmo del produ to ( o iente).
Sin embargo, los números rojos aumentan a medida que re en los negros omo
o urre on los logaritmos naturales
868
.
4.3.1.1. Los logaritmos en España
La introdu ión de los logaritmos en los textos españoles se realizó on
ierta demora en ompara ión on el resto de Europa debido al relativo retraso
que sufrieron las matemáti as en España durante los siglos XVII y XVIII. Aun
así la primera referen ia es rita de los logaritmos la en ontramos en 1637 en
el prólogo de la tradu ión de los Elementos de Eu lides realizada por Luis
Cardu hi (¾?-1657)
869
:
y pare e ser que olaboró on Isaak y Josias Habre ht en la onstru ión del reloj de la
atedral de Notre-Dame de Strasbourg. También trabajó on Christian Heiden, onstru tor
de globos elestes, en la iudad de Nüremberg. En 1579 trabajó en el observatorio del Duque
Guillermo IV de Hesse-Kassel en tareas de relojería y me áni a. Su fama � omo realizador
de instrumentos de pre isión para la geometría y astronomía� llevó al emperador Rodolfo
II a invitarle a la orte de Praga en 1592 y a nombrarle en 1604 relojero real. Falle ió en
Kassel el 31 de enero de 1632 [ROLDÁN DE MONTAUD; SAMPAYO, 2015, pp. 355-356℄.
868
AUSEJO [1992, p. 30℄ y BOYER [1992, p. 400℄.
869
Na ido en Madrid, Cardu hi pertene ía a una familia de artistas de origen italiano, de
he ho era sobrino de los pintores ortesanos Bartolomé y Vi ente Cardu hi. Estudió on su
padre y después on J. C. Firru�no en la Cátedra de Matemáti as, Forti� a ión y Artillería
de Madrid. Fue medidor de jurisdi iones, agrimensor y profesor parti ular de geometría y
arte militar. En 1641 examinó el urso del río Tajo desde Madrid hasta Lisboa para proponer
las obras que debían onvertirlo en navegable. Publi ó entre otras obras una Corografía
del río Tajo (1641). En 1651, su edió a Firru�no en la Cátedra de Matemáti as Forti�-
a ión y Artillería. Murió en Madrid en 1657 [NAVARRO LOIDI, 2005℄ en divulgaMat,
http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.php?option= om_ ontent&view=arti le&
456 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
De�eo ( laro eftâ) que efte mi trabajuelo parez a bien, y fea de
vtilidad; que �endolo me animarà a imprimir otros no de menor gufto,
y proue ho, que tengo ya ef ritos [. . . ℄, on ofas bien nueuas [. . . ℄, los
logarithmos que he tradu ido de Fran es y añadido [. . . ℄
870
Si bien Cardu hi no ita en su texto en qué obra basó la tradu ión, ésta
probablemente fue Traité des logarithmes de Denis Henrion, men ionada en
este apartado on anterioridad.
La siguiente referen ia en el tiempo la en ontramos en La Arithméti a o-
mún y de imal y álgebra del P. Hugo Sempil es o és de la Compañía de Ihesús,
profesor del Colegio Imperial de los jesuitas de Madrid. En el prólogo de esta
obra, según relata Navarro Loidi [2007℄ podemos leer la alusión del autor a los
logaritmos omo instrumento fa ilitador de los ál ulos:
Para bene� io de la na ión Española [. . . ℄ todos los atavíos joyas y
galas, que han inventado las na iones extranjeras, omo son la Arithme-
ti a De imal, que nos ahorra mu ho tiempo que gastamos en quebrados,
los logaritmos por donde obramos sumando y restando lo que los anti-
guos hi ieron multipli ando y partiendo.
Sempil propone en el texto la utiliza ión de logaritmos para simpli� ar los
ál ulos e in luye ejemplos donde utiliza los logaritmos vulgares on 7 ifras
de imales. Sin embargo, para una expli a ión formal de los mismos emplaza al
le tor a un apítulo sobre logaritmos que nun a vio la luz
871
.
Aunque había asos aislados omo los ahora men ionados, en general no
hay referen ias a los logaritmos en los libros de texto españoles de matemáti as
puras o apli adas del siglo XVII, salvo en el texto del astrónomo mallorquín
Vi ente Mut(1614-1687) titulado Arquite tura Militar publi ado en 1664 en
Mallor a. En él se utilizan logaritmos de imales para al ular distan ias, áreas
y volúmenes
872
.
Las primeras in orpora iones de los logaritmos en los textos impresos del
die isiete vinieron de la mano de Juan Caramuel y José Zaragoza.
José Zaragoza
873
publi ó ator e obras, la mayoría de las uales se elabora-
ron para impartir sus lases de matemáti as. Entre ellas es ribió varios textos
id=10674%3Alos-elementos-de-eu lides-en- astellano& atid=61%3Alibros-matem os&dire
tory=67&limitstart=11.
870
CARDUCHI [1637, Prefa io℄.
871
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 85℄. En el prólogo del texto Sempil men iona
que omenzó a reda tar el texto en 1646, pero la obra ontiene eventos o urridos en 1648.
Pudiera ser que el texto fuera es rito po o a po o y el autor muriera dejando ina abada e
inédita su obra.
872
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 86℄.
873
Algunos aspe tos sobre la biografía y obras de José Zaragoza ya se han itado en el
apítulo 2. Véase en la se ión 1.2.1 la página 40 y siguientes.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 457
sobre logaritmos. En 1669 salió a la luz en Valen ia Arithmeti a Universal
dedi ada al estudio de la aritméti a y del álgebra, donde se de�nen los loga-
ritmos y se exponen sus propiedades. Sin embargo, la obra en la que presta
más aten ión a los logaritmos es Trigonometria Española editada igualmente
en Valen ia en 1672 y donde Zaragoza los de�ne así:
Los Logaritmos son iertos numeros arti� iales, que en Progresion
Arithmeti a orresponden a los numeros verdaderos de una progresion
Geometri a
874
.
En este libro de texto los logaritmos se usan en general para la resolu ión
de triángulos planos y esféri os, re omendándose su uso para realizar ál ulos
astronómi os. Una versión en latín de la obra se editó en Valen ia en 1673
bajo el título Trigonometria hispana. Por otra parte, aunque el autor pensó
que los logaritmos podrían de�nirse por medio de una rela ión fun ional del
tipo y = ax nun a llegó a desarrollar esta idea
875
.
Zaragoza fue el primer autor en publi ar tablas de logaritmos en España.
Estas se publi aron en Madrid en 1672 on los títulos Tabula Logarítmi a y
Canon Trigonometri us, a menudo vendidas en uadernadas junto on el texto
Trigonometria Española. También inventó el �Compás Harmóni o�, una espe-
ie de es ala de Gunter de uso musi al, uya utilidad para a�nar el tetra ordo
se expuso en Fabri a y uso de varios instrumentos mathemati os (1675)
876
.
Puede de irse que la obra de Zaragoza onstituye una síntesis de los ono-
imientos de la épo a sobre los logaritmos
877
.
Juan Caramuel
878
, estaba interesado en todo tipo de ono imiento en ge-
neral, tanto es así que publi ó er a de 70 trabajos de �losofía, teología, éti a,
físi a y matemáti as entre otras materias. Se onsideran omo obras matemá-
ti as más importantes Mathesis bi eps y Ar hite tura ivil re ta, y obliqua, la
primera reda tada en dos volúmenes en latín y publi ada en Campagna en
874
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, pp. 88-89℄.
875
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 89℄.
876
NAVARRO LOIDI [2005℄ en divulgaMat, http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.
php?option= om_ ontent&view=arti le&id=10674%3Alos-elementos-de-eu lides-en- astella
no& atid=61%3Alibros-matem os&dire tory=67&limitstart=11 y NAVARRO LOIDI;
LLOMBART [2008, p. 89℄.
877
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 89℄.
878
Juan Caramuel a uya obra ya realizamos una primera aproxima ión en la se ión 1.2.1
del apítulo 2 (página 39), era hijo de un ingeniero luxemburgués y una dama de la nobleza de
la Bohemia. Después de estudiar en la Universidad de Al alá ingresó en la Orden Cister iense
en el Monasterio de La Espina donde estudió músi a on Pedro de Ureña. Después de
una orta estan ia en Portugal viajó a los Países Bajos donde se movió en los ír ulos
de Flandes onta tando on eruditos omo Des artes y Mersenne. Fue do tor en teología
por la Universidad de Lovaina. Desta ó desde muy joven en el estudio de las matemáti as,
publi ando a los diez años unas tablas astronómi as [NAVARRO LOIDI, 2007℄ y [ROLDÁN
DE MONTAUD; SAMPAYO, 2015, p. 362℄.
458 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
1670, y la segunda es rita en español en dos volúmenes y publi ada en Vige-
vano en 1678
879
.
En Mathesis bi eps el autor de�ne los logaritmos en una larga se ión in-
luida en el segundo volumen y titulada Sintagma quintun. Logarithmi a, de
Numeris & Lineis, Rationalibus feu Arti� ialibus. Utiliza para ello la orres-
ponden ia existente entre progresiones aritméti as y geométri as, distinguien-
do tres tipos de logaritmos: los �pro�uentes� que aso ia a los logaritmos de
Briggs, Vlaq, Cavalieri y Hérigone; los �re�uentes� propuestos por Napier,
Ursinus, y Kepler; y por último los de�nidos por él mismo, unos logaritmos
des endentes similares al omplemento logarítmi o, de la forma 10 − log10 Apara ada A880
.
En la introdu ión de Ar hite tura ivil re ta, y obliqua Caramuel ensalza
la importan ia de los logaritmos:
Ingenioso Le tor, da inmortales gra ias a Dios nuestro Señor, de que
para fa ilitar tus estudios, permitio que antes que tu na ieses huviesen
Logaritmos, on los quales resuelves en dos lineas, lo que apenas pudieran
los antiguos en mu has
881
.
El texto, similar a Mathesis bi eps, ontiene en el apartado dedi ado a los
logaritmos un resumen de los on eptos de�nidos en ella pero dando más im-
portan ia a las apli a iones de los mismos a la arquite tura. También se expli a
el método de elabora ión de las tablas de logaritmos de Napier y Briggs. En
este texto redu e a dos los tipos de logaritmos de�nidos ya que no se exponen
los suyos. Sin embargo estos, denominados perfe tos, sí apare en en una tabla
donde se omparan los tres tipos on el �n de ver uáles son los más útiles.
Caramuel, partiendo de que los suyos son los mejores, los perfe tos, mani�esta
que son los más ade uados para astronomía. Sin embargo, en las apli a iones
a la arquite tura presentes en el texto utiliza los logaritmos de Briggs.
A partir de 1680 era fre uente que los logaritmos se trataran en los textos
de matemáti as puras y apli adas, bien expli ándolos o bien omo mera apli-
a ión para agilizar los ál ulos. Así por ejemplo, Manrique de Lara estudió
los logaritmos en su Theses Mathemati as publi ada en Cádiz en 1688; en Es-
uela de Palas dedi ada a las matemáti as y forti� a ión y editada en Milán
en 1693 se dedi a una parte importante de la obra a su estudio; en la obra
de Cora hán publi ada en 1699, Arithmeti a demostrada theori o-pra ti a pa-
ra lo mathemati o y mer antil, se expli an junto a sus propiedades resaltando
la importan ia de los mismos; en Es uela militar de forti� a ión de Cassani
editada en 1705 se utilizan dire tamente sin previo estudio; y en Elementos
Matemáti os impresa en Madrid en 1706 elaborada por Ulloa además de estu-
879
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 86℄.
880
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 88℄.
881
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, pp. 86-88℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 459
diarlos se in luye una tabla de logaritmos
882
.
Tras esta visión general de la introdu ión de los logaritmos en España a
lo largo de la segunda mitad del siglo XVII, pasamos a analizar la presen ia
de los logaritmos en una sele ión de textos usados en las enseñanzas náuti as
durante la primera mitad del siglo XVIII, empezando por la obra de Tos a,
al igual que hi imos on las materias de geometría y aritméti a o álgebra
onsideradas en las se iones anteriores.
4.3.2. En el Compendio de Tos a, 1710
Thomas Vi ente Tos a in luye los logaritmos en el tomo III de su Com-
pendio mathemati o, ompuesto por los Tratados VII, VIII y IX. El primero
de ellos se titula �De la trigonometria� y se desarrolla a lo largo de 158 pá-
ginas; las 68 primeras dedi adas a la trigonometría plana y las restantes a la
esféri a. Del ontenido sobre trigonometría men ionaremos tan solo unas pro-
piedades que utilizará en el ál ulo logarítmi o on las razones trigonométri as.
Tos a llama seno (o seno re to) de un ángulo al segmento que hoy ono-
emos on tal nombre, y seno segundo al seno del omplementario, es de ir a
nuestro oseno. A su vez, el seno verso o sagita es lo que le falta al seno para
llegar al radio (al que identi� a omo seno total). La tangente es el segmento
que hoy re ono emos omo tal y la tangente segunda es la a tual otangente.
De igual modo se tienen la se ante y la se ante segunda.
Tos a da las fórmulas del seno de la suma y de la diferen ia de ángulos y
otras, pero nos interesa desta ar su última proposi ión (es la X), porque es de
utilidad para los logaritmos al determinar medias geométri as:
Theorema.
El Radio es medio propor ional entre el∫eno∫egundo de vn ar o, y la Se-
ante primera del me∫mo ar o: y entre el∫eno primero, y Se ante∫egunda:y entre la Tangente primera, y ∫egunda del me∫mo ar o
883
.
Los logaritmos, estudiados en el Libro II, o upan 37 de las itadas 68 pági-
nas. El autor omienza el Libro II denominado De los logaritmos exponiendo
las bondades de los mismos:
La refolu ion de los triangulos, que es el vni o �n de la Trigonome-
tria, fe exe uta por la Regla de tres, tomando del Canon Trigonometri o
882
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 90℄ y NAVARRO LOIDI [2005℄ en divulga-
Mat, http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.php?option= om_ ontent&view
=arti le&id=10674%3Alos-elementos-de-eu lides-en- astellano& atid=61%3Alibros-matem
os&dire tory=67&limitstart=11.
883
TOSCA [1710, Tomo III, p. 12℄. Tos a de�nió las razones trigonométri as omo iertos
segmentos y on esta proposi ión estable e rela iones entre parejas de ellas; tomando el
radio unidad, hoy de imos que la se ante es la inversa del oseno, la ose ante del seno y la
otangente de la tangente.
460 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
los Senos, ò Tangentes de los terminos ono idos, y multipli ando el
fegundo por el ter ero, y partiendo el produ to por el primero. Eftas
opera iones no pueden dexar de fer muy anfadas, por exer itarfe en nu-
meros tan re idos; on todo e�o vfaron de ellas los Mathemati os, hafta
que hallados los Logarithmos por Don Juan Nepero, y per� ionados por
Enrique Brixio, y Adriano Ula , [. . . ℄ fe fa ilitaron en gran manera las
opera iones
884
.
Prosigue on la de�ni ión de los logaritmos:
Logarithmos fon unos numeros arti� iales, que pro eden en Progref-
sion Arithmeti a, fubftituidos, y orrefpondientes à otros, que pro eden
en Progrefsion Geometri a.
Tos a abre el apítulo I enun iando dos proposi iones relativas a las progre-
siones aritméti as y geométri as que ya demostró en el libro 5 de su Tratado
de Aritméti a Inferior y que posteriormente utiliza en las demostra iones de
las propiedades de los logaritmos:
(a) en ualquier progresión aritméti a la suma del primer y último término
es igual a la suma de otros dos términos ualesquiera igualmente distantes de
los extremos, y es dupla del término medio;
(b) en ualquier progresión geométri a el produ to del primer y último tér-
mino es igual al produ to de otros dos términos ualesquiera igualmente dis-
tantes de los extremos, y también al produ to del término medio por sí mismo.
A ontinua ión presenta las distintas propiedades de los logaritmos:
Theorema.
En quatro numeros geometri amente propor ionales, la ∫uma de los Lo-
garithmos orre∫pondientes à los medios, es igual à la ∫uma de los Loga-
rithmos orre∫pondientes à los extremos.
Corolario.
De lo di ho ∫e ∫igue, que ∫i de la ∫uma de los Logarithmos medios F. y G.
∫e quita el primero E. el re∫iduo∫erà el Logarithmo H. del quarto termino.
Theorema.
En tres numeros geometri amente propor ionales, el duplo del Loga-
rithmo orre∫pondiente al medio, es igual à la ∫uma de los Logarithmos
orre∫pondientes à los extremos.
Corolario.
En tres numeros geometri amente propor ionales, ∫i del duplo del Loga-
rithmo del medio ∫e quita el Logarithmo del primero, el re∫iduo ∫erà, elLogarithmo del quarto [si ℄
885
.
884
TOSCA [1710, Tomo III, pp. 12-13℄.
885
Debe de ir ter ero en lugar de �quarto�. La errata ontinúa sin ser subsanada en la
ter era impresión orregida de 1757.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 461
Theorema.
Si multipli ando∫e dos numeros produxeren otro numero, la ∫uma de los
Logarithmos de los numeros multipli ados, ∫erà igual à la ∫uma del Lo-
garithmo del produ to, y del Logarithmo de la unidad.
En el orolario de este teorema el autor señala la ne esidad de que log 1 = 0para que el logaritmo del produ to oin ida on la suma de los logaritmos de
di hos fa tores (véase el itado orolario en la Figura 4.11). Se ita también
que el o iente de logaritmos es igual a la resta de logaritmos si se veri� a la
misma ondi ión. El autor prosigue on las siguientes propiedades:
Figura 4.11: Logaritmo del produ to de dos números. Fuente: TOSCA [1710, Tomo
III, p. 17℄
Theorema.
Si un numero ∫e multipli a por ∫i me∫mo, el duplo de ∫u Logarithmo
∫erà igual a la ∫uma del Logarithmo del produ to, ò quadrado, y del
Logarithmo de la unidad.
Corolario.
De lo di ho ∫e in�ere, que ∫i en una ∫erie de Logarithmos, el Logarithmo
de la unidad fuere el zero, el Logarithmo de la Raiz dupli ado, ∫erà el
Logarithmo del quadrado: y la mitad de e∫te Logarithmo ∫erà el Loga-
rithmo de la raiz [. . . ℄
Theorema.
El Logarithmo de la Raiz tripli ado, es igual al Logarithmo del ubo, y
al duplo Logarithmo de la unidad.
Corolario.
Si en una ∫erie de Logarithmos, el de la unidad ∫uere zero, el Logarithmo
462 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
del ubo es ju∫tamente el triplo del Logarithmo de la raiz; y el ter io
de el Logarithmo del ubo, ∫erà el Logarithmo de la raiz [. . . ℄ y a∫si on∫iguientemente de las demàs pote∫tades in�nitamente [. . . ℄
Estas propiedades se presentan en asi todos los asos junto on una �ex-
pli a ion� del enun iado mediante un ejemplo, seguido de la pertinente demos-
tra ión basada en las propiedades de las progresiones itadas previamente, en
on eptos y propiedades ya vistos en otros tratados del autor y en las propie-
dades ahora demostradas.
Las dos proposi iones siguientes se dedi an a de�nir los logaritmos dire tos,
que re en y aumentan uando lo ha en los términos de la progresión geomé-
tri a, y los retrógados que disminuyen uando los términos de la progresión
geométri a aumentan y al ontrario, y a determinar uál de estos dos tipos de
logaritmos son mejores. Los dire tos son los preferidos por el autor ya que los
retrógrados
avràn de irfe difminuyendo, y de ref iendo in�nitamente: de que fe
�gue llegarà à difminuirfe de fuette, que fus terminos feràn menos que
nada, ò menos que el zero; y fe avràn de expre�ar on efte fenal − que
�gni� a Menos, omo dixe en el Trat. de la Algebra, donde les dimos el
nombre de Numeros falfos, ò Negativos
886
.
Para �nalizar el apítulo mani�esta que va a utilizar la progresión geométri-
a que omenzando en la unidad tiene sus términos en propor ión dé upla y la
aritméti a que omienza en ero y sus términos ex eden en una unidad, es de-
ir, usará logaritmos de imales. De�ne la ara terísti a del logaritmo omo su
parte entera, que es el logaritmo de la poten ia de diez inmediatamente menor.
El apítulo II, omo indi a su título �De la fabri a de los Logarithmos�,
está dedi ado a la onstru ión de los logaritmos. Consta de o ho proposi io-
nes enun iadas a modo de problema uya �nalidad es mostrar el ál ulo de
los logaritmos que se presentan en las tablas
887
. Primero se plantea hallar los
logaritmos de los términos de una progresión geométri a ono idos los logarit-
mos de los dos primeros términos de la misma, luego hallar los de los términos
intermedios si se ono en los de dos de ellos. A ontinua ión propone el ál ulo
de los logaritmos del produ to y o iente de dos números, y el de las potesta-
des y raí es, apli ando las propiedades vistas anteriormente. Como apli a ión,
al ula el logaritmo del medio propor ional de dos números uyos logaritmos
son ono idos, viendo que el logaritmo pasa de la media geométri a a la media
aritméti a.
En la proposi ión XVI se plantea el problema de isivo de la onstru ión
de las tablas, que es hallar los logaritmos de los números omprendidos entre
886
Véanse di has proposi iones VIII y IX en TOSCA [1710, Tomo III, pp. 19-21℄.
887
Véanse las proposi iones XI a XVIII en TOSCA [1710, Tomo III, pp. 23-32℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 463
los términos onse utivos de una progresión geométri a uyos logaritmos son
ono idos. A�rma Tos a que se propone expli ar ómo han onstruido sus
tablas Brixio y Vla . Para ello aborda el ál ulo de log 9 ya que 9 es un númerointermedio entre 1 y 10, uyos logaritmos se ono en: 0 y 1 respe tivamente,
que es ribe on o ho eros de imales porque esa es la aproxima ión que usará
en los ál ulos, aunque los resultados �nales los presente on menos ifras (en
los números de la serie geométri a e intermedios toma siete ifras de imales).
La herramienta fundamental usada es el ál ulo su esivo de medias geométri as
entre A y B:
(C) La media geométri a de A = 1 y B = 10 es la raíz uadrada de 10, quees ribe en la forma C = 3,1622777, uyo logaritmo es la media aritméti a de
0 y 1, es de ir, 0, 50000000.
(D) Ahora 9 se en uentra entre B y C, así que pro ede hallar la media
geométri a de ambos, que es la raíz uadrada de 31,622777, obteniéndoseD = 5,6234132, uyo logaritmo será la media aritméti a de los logaritmos de
B y C, es de ir 0, 75000000.
(E) Ahora 9 se en uentra entre B y D, así que pro ede hallar la media
geométri a de ambos, et .
Este pro eso de aproxima ión a 9 por medias geométri as su esivas a par-
tir de 1 y 10, se prolonga hasta 25 ve es, que Tos a expone en una tabla,
para llegar a 9,0000000 omo media geométri a de 8,9999998 y 9,0000004; portanto obtiene log 9 = 0,95424251 omo la media aritméti a de 0,95424250 y
0,95424253888.
Terminado este ejemplo, el autor indi a que si este pro eso se realiza on
los números primos, las reglas del produ to darán los logaritmos de todos los
números ompuestos de primos.
El apítulo III ontiene tre e proposi iones enun iadas omo problemas
dirigidos a expli ar el uso onjunto del �Canon Trigonometri o� (tablas) de
senos y tangentes, y de las tablas de logaritmos
889
. Con respe to al anon
se expli a ómo bus ar en él el seno y la tangente logarítmi a de un ar o y
re ípro amente. Se advierte que se omiten los logaritmos de las se antes por
realizarse fá ilmente sin ellas los ál ulos en los triángulos, aunque en el a-
pítulo siguiente se expli ará una forma sen illa para su obten ión. En uanto
a la tabla de logaritmos, las proposi iones se re�eren a hallar el logaritmo de
un número natural tanto si está en la tabla omo si no, el logaritmo de un
quebrado, que puede resultar positivo o negativo, y el logaritmo de un entero
y quebrado. Para este último aso se proponen dos formas de ál ulo: redu ir
888
Es ribe Tos a que nadie debe ha er estos largos ál ulos porque ya lo hi ieron los autores
de las tablas, a los que se debe agrade er mu ho el trabajo realizado
889
La obra in luye unas tablas al �nal del presente Libro II. El anon trigonométri o
onsidera el radio 10000000 y en la tabla de logaritmos se exponen los orrespondientes a
los números naturales hasta 10000.
464 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
a omún denominador y al ular primero el logaritmo del entero sumándole
después el logaritmo orrespondiente al quebrado hallado mediante regla de
tres. Además se presentan los re ípro os de todas estas proposi iones.
El apítulo se ierra introdu iendo el omplemento logarítmi o, usado �fre-
quentemente en las refolu iones de los triangulos por lo mu ho que fa ilita las
opera iones�. Di ho omplemento es la diferen ia entre el logaritmo y el radio
y se obtiene restando de izquierda a dere ha, omenzando por la ara terísti-
a, ada ifra de 9, salvo la última que se restará de 10. Si el logaritmo fuese
mayor que el radio, omo o urre on las tangentes de más de 45◦, se tomará el omplemento al duplo del radio y se efe tuará la resta de la misma forma que
en el aso anterior sin reparar en la primera ifra, la de más a la izquierda de
la ara terísti a.
El uarto y último apítulo se dedi a a la apli a ión de los logaritmos en
diferentes ál ulos, enun iándose de nuevo las proposi iones a modo de proble-
ma. Así, se re�ere ómo al ular un uarto número propor ional a tres dados
simpli� ando además las opera iones utilizando el omplemento logarítmi o y
ómo al ular un ter er número propor ional a dos dados. También ómo uti-
lizar logaritmos para hallar ualquier medio propor ional entre dos números
dados y raí es.
Se expli a ómo hallar las se antes logarítmi as apli ando logaritmos en
la propor ión que se forma al utilizar la propiedad de que el radio es medio
propor ional entre el seno segundo ( oseno) de un ar o y su se ante primera
(se ante), y entre el seno primero (seno) y la se ante segunda ( ose ante). Para
simpli� ar aún más las opera iones se muestra el modo de apli ar el omple-
mento logarítmi o. Para �nalizar se propone hallar los logaritmos de los senos
versos o sagitas utilizando también el omplemento logarítmi o para agilizar
los ál ulos que surgen de la regla de tres
890
.
El planteamiento de los logaritmos por parte de Tos a va a mar ar la pauta
a los autores de textos de la primera mitad del siglo que men ionaremos a
ontinua ión.
4.3.3. En la Trigonometria de Cedillo, 1718
Pedro Manuel Cedillo fue alumno del Seminario de San Telmo y Maestro de
Matemáti as del mismo desde 1701 hasta 1724. Cuando fue nombrado Maestro
de Matemáti as de la A ademia de Guardiamarinas de Cádiz, elaboró para
la enseñanza de sus alumnos, entre otras obras, Trigonometria apli ada a la
Navega ion, publi ada en 1718. En ella se re�ere a los logaritmos en el apítulo
I, dentro del apartado dedi ado a la expli a ión y uso de las tablas de senos y
tangentes y de su manejo mediante logaritmos:
890
Véanse estas dos proposi iones en TOSCA [1710, Tomo III, pp. 47-48℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 465
Las tablas de los fenos fon en dos maneras, vnas que ontienen los
fenos, tangentes, y fe antes naturales, y otras de los fenos, y tangentes
logarithmi as, que fon iertos numeros arti� iales, uya fuma, y refta
equivale à la multipli a ion, y parti ion de los numeros naturales. Deftas
tablas logarithmi as nos valemos para las refolu iones, por fer mas fa iles
para las opera iones [. . . ℄
891
.
Cedillo expli a la on�gura ión de las tablas de logaritmos indi ando el
signi� ado de los números mostrados en ella y adjunta ejemplos del ál ulo del
logaritmo de un número omprendido entre 1 y 4000, y del ál ulo de logarit-
mos de senos y tangentes para un ángulo dado. En el aso de bus ar el número
orrespondiente a un logaritmo que no apare e en la tabla propone tomar omo
aproxima ión para el ál ulo aquel uyo logaritmo se en uentra más er ano al
dado. Por último, dedi a un apartado al ál ulo del omplemento logarítmi o
donde expli a mediante ejemplos su uso para el aso de senos, tangentes y
se antes logarítmi as.
Cedillo dedi a 6 de las 105 páginas de su obra a los logaritmos. El tra-
tamiento de los mismos es totalmente prá ti o, no se de�nen ni expli an sus
propiedades y se dan a modo de re eta los pasos a seguir en la utiliza ión de
los mismos para la resolu ión de problemas.
4.3.4. En el Tratado de Sán hez Re iente, 1739
Juan Sán hez Re iente on ede una importan ia mu ho mayor que Cedillo
a la exposi ión de los logaritmos en su Tratado de Trigonometria plana ge-
neral de 1739. Destina para ello 76 páginas de las 165 de texto que ontiene
la obra. El on epto de logaritmo y la onstru ión de la tabla, así omo las
propiedades ne esarias para la fabri a ión de las tablas de senos, tangentes y
se antes logarítmi as, se desarrollan en la denominada �Parte Segunda�, don-
de además se expone el modo de hallar el anon trigonométri o, una vez que
en la �Parte Primera� ha estable ido las no iones relativas a senos, tangentes
y se antes. En la �Parte Ter era�, titulada �Del ufo de las tablas de los Se-
nos, y Logarithmos, y de la refolu ion de los triangulos planos� se exponen las
propiedades generales de los logaritmos y la apli a ión de las mismas en el uso
de las itadas tablas.
En el apítulo III de la �Parte Segunda�, titulado De los Logarithmos,
justi� a la utiliza ión de los logaritmos para simpli� ar los ál ulos que surjen
al apli ar la regla de tres en la resolu ión de triángulos, quedando así las
opera iones �mas fa iles, exa tas, y breves� al sustituirse �la fuma en lugar de
la multipli a ion: y la opera ion de reftar en lugar de la de partir�. Se de�nen
de la siguiente forma:
Logarithmos fon unos numeros arti� iales, que pro eden en progref-
sion arithmeti a, que fe fubftituyen, y orrefponden à otros numeros,
891
CEDILLO [1718, p. 6℄.
466 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
que pro eden en progrefsion geometri a
892
.
El resto de este breve apítulo se dedi a a de�nir las progresiones arit-
méti as y geométri as, dando un ejemplo de ómo resolver una regla de tres
utilizando los logaritmos on una progresión geométri a y dos aritméti as, y
expli ando la sustitu ión de los produ tos y o ientes por sumas y restas res-
pe tivamente
893
.
En el apítulo IV, breve omo el anterior y titulado De la naturaleza, y pro-
piedad de los Logarithmos, enun ia omo introdu ión que en una progresión
aritméti a la suma de los medios es igual a la suma de los extremos y que en
toda progresión geométri a el produ to de los extremos es igual al produ to
de los medios, dando en ambos asos ejemplos sen illos en los que se in lu-
yen el ál ulo del ter er y uarto términos. Expli a luego que los logaritmos
se dividen en dire tos y retrógados. Los primeros son aquellos que aumentan
(disminuyen) según lo ha en los términos de la progresión geométri a, y los
segundos los que aumentan (disminuyen) uando los términos de la progresión
geométri a disminuyen (aumentan). El autor elige los primeros �por fer fus
opera iones mas fa iles para los no urfados en las opera iones algebrai as�.
Además , siguiendo a Tos a, expli a que utilizará para la de�ni ión de los lo-
garitmos la progresión geométri a � uyos terminos fon: I. I0. I00. & .� y la
progresión aritméti a que omienza en 0 y uya diferen ia es la unidad a la
ual se añadirán 7 eros para hallar on más exa titud los logaritmos
894
.
En el apítulo V expli a el modo de al ular �los Logarithmos de todos los
numeros omprehendidos entre dos terminos de una progre∫sion geometri a, y
los immediatos�, para lo ual utiliza tanto las dos proposi iones enun iadas
en el apítulo anterior omo otras dos enun iadas en este, que son las que ya
vimos en Tos a.
El autor expli a el pro edimiento para obtener la tablas de logaritmos de i-
males mediante su esivas medias geométri as on más detenimiento que Tos a,
pues va rellenado una tabla on los logaritmos de los números 1, . . . , 10, tam-bién on 7 posi iones de imales en la progresión geométri a para tener exa ti-
tud. Primero llega al valor de log 2 = 0,3010300, que para su uso prá ti o toma on la aproxima ión log 2 = 0,3010. Pero deja laro que en los ál ulos de la
tabla se deben mantener todas las ifras de imales para no perder pre isión.
Propone un pro edimiento análogo para el ál ulo de los logaritmos de los nú-
meros primos 3 y 7, mientras que los demás (4, 5, 6, 8 y 9) los obtiene omo
apli a ión de las reglas para produ tos y o ientes que enun ia posteriormente.
Así, log 4 = 2 log 2, log 5 = log 10− log 2, log 6 = log 2 + log 3, et .
892
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, pp. 40-41℄.
893
Véase el itado ejemplo en SÁNCHEZ RECIENTE [1739, pp. 43-44℄.
894
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, pp. 47-48℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 467
Para el ál ulo de logaritmos de números mayores que diez ha e uso de las
propiedades itadas si el número es ompuesto, da omo ejemplo el logaritmo
de 24 omo la suma de los logaritmos de 2, 3 y 4; en otro aso se apli ar el
mismo método utilizado para obtener log 2. También propone utilizar apro-
xima iones mediante interpola ión de los logaritmos de números anteriores y
posteriores; los resultados así obtenidos no tienen �error onsiderable, parti-
ularmente en los números mayores de I000�
895
. Cal ula a modo de ejemplo
log 11 y log 29, resultando en el primer aso una diferen ia de 4 milésimas on
el expuesto en las tablas y en el segundo aso de una diezmilésima, diferen ias
que el autor estima del todo despre iables en la prá ti a.
A ontinua ión expli a ómo obtener el logaritmo de un número mayor que
1000, el último de la tabla. El resto del apítulo se dedi a a exponer el modo
en que se onstruyen las tablas de senos, tangentes y se antes logarítmi as
utilizando los on eptos anteriores.
La �Parte Ter era� de esta obra está dedi ada al uso de las tablas de senos y
logaritmos y a la resolu ión de triángulos. El apítulo III se dedi a a expli ar el
uso de la tabla para obtener el logaritmo de un número (que llama �absoluto�)
y para el pro eso inverso, dado un logaritmo hallar su número absoluto; tanto
si los números aen en la tabla o fuera de ella. Es interesante onstatar que en
la proposi ión V. Sán hez Re iente se en uentra on los negativos al hallar el
logaritmo de �un numero ab∫oluto quebrado�, manifestando que este logaritmodebe ser �defe tivo, ù negativo� ya que
la unidad, que es un entero, tiene por logarithmo nada, ò eros: luego
el numero quebrado, que es parte de un entero, tendrà por logarithmo
menos, que nada, y à efto llamamos logarithmo defe tivo, ù negativo
896
.
El on epto de número negativo omo menos que nada del que ya hemos
tratado en el apartado 4.2 se ita aquí indi ando además que el logaritmo lleva-
rá �una raya antes de la ara terifti a, que es la nota de los numeros negativos,
ò defe tivos�. La siguiente proposi ión, la número VI, trata del re ípro o, es
de ir, del ál ulo del quebrado orrespondiente a un logaritmo negativo.
En la proposi ión VII se expli a el ál ulo del logaritmo de un número abso-
luto �entero, y quebrado�, tratándose el aso re ípro o en la proposi ión VIII.
El modo de al ular el omplemento logarítmi o se expli a en la proposi ión
IX, y en las proposi iones X y XI se propor iona la forma de obtener ter eros
y uartos propor ionales.
Las tablas in luidas en la obra son la de logaritmos de números naturales
hasta 1000 y la de senos, tangentes y se antes logarítmi as on radio 100000.
895
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 59℄.
896
SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 106℄.
468 Logaritmos y Trigonometría, primera mitad del siglo
4.3.5. En el Compendio de Fernández, 1742
Antonio Gabriel Fernández estudia los logaritmos en el Tratado Ter ero de
su Compendio de la Geometria elementar impresa en 1742. En este tratado de-
di ado a la trigonometría y ompuesto de tres libros los logaritmos se exponen
en el primero de ellos. Los logaritmos o upan 39 de las 47 páginas destinadas a
la trigonometría plana siendo el ontenido bási amente similar al ofre ido por
Tos a y Sán hez Re iente, empezando por la misma de�ni ión:
Logarithmos fon unos numeros arti� iales, que pro eden en Progref-
sion Arithmeti a, fubftituidos, y orrefpondientes à otros, que pro eden
en Progrefsion Geometri a
897
.
Como diferen ia abe señalar que Fernández es más pre iso enun iando y
demostrando las proposi iones, no onsiderándolas simplemente omo proble-
mas a resolver ilustrados on ejemplos. Enun ia así la propiedad del logaritmo
del produ to (véase la Figura 4.12):
Figura 4.12: Logaritmo del produ to de dos números. Fuente: FERNÁNDEZ [1742,
p. 186℄
Sin dejar de ser pedagógi o, no elimina la demostra ión las proposi io-
nes expuestas. Además de la apli a ión se bus a la omprensión del on epto,
aportando no sólo las reglas de apli a ión dire ta sino una base matemáti a
donde se enseña que los on eptos previamente expuestos tienen una utilidad
posterior en el desarrollo de nuevos on eptos.
En la misma proposi ión observamos que Fernández in luye en el enun iado
la ondi ión uando log 1 = 0, que también in luyó Tos a pero no Sán hez
Re iente. Lo mismo ha e en la proposi ión siguiente:
897
FERNÁNDEZ [1742, p. 183℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 469
El Logarithmo de el quadrado (C.) es igual al duplo Logarithmo de
la raiz (B.) quando el Logarithmo de la unidad es ero: y el Logarithmo
de el Cuvo (D.) es igual al triplo de el Logarithmo, de la raiz (B.).
En uanto a la onstru ión de la tabla de logaritmos, Fernández adopta
también la progresión geométri a de imal on siete ifras de aproxima ión y
al ulando por medias geométri as, omo vimos en Tos a, al que también imita
al ulando log 9 por el pro edimiento dire to, que ne esita según el autor 26
opera iones. Señala que repetir el pro eso on log 2 ne esita 32 opera iones. Ellogaritmo del número 7 queda omo ejer i io para el le tor. Los logaritmos de
3, 4, 5, 6 y 8 se hallan utilizando propiedades de los logaritmos igual que en el
tratado de Sán hez Re iente. De esta forma se obtendrían los logaritmos desde
�la unidad, hafta el 10000 que es lo ordinario�, aunque el autor no in luye
tablas en esta obra. La expli a ión del pro eso es sumamente lara.
En el apítulo III se expli a ómo usar las tablas de logaritmos y de senos,
tangentes y se antes logarítmi as, exponiendo ada aso a modo de problema.
En la proposi ión XIX (�Hallar el Logarithmo de qualquier numero dado�) se
al ula el logaritmo del quebrado �17. veinte y nueve abos.�, utilizando para
ello las propiedades anteriormente enun iadas. En ontramos aquí, igual que en
los textos de Tos a y Sán hez Re iente, la men ión a las antidades que son
menos que nada:
[. . . ℄ reftefe el Logarithmo de el numerador 17. del Logarithmo del
Denominador 29. y el re�duo 0.2319491. on el Signo, que es menos, es
Logarithmo de di ho quebrado. Porque �endo el quebrado menor que
la unidad, y el Logaritmo de la unidad ero, ferà el Logarithmo de el
quebrado menos que el ero, ò nada
898
.
4.3.6. Algunas on lusiones
Dejando de lado a Cedillo, por su esquematismo al tratar los logaritmos,
hay que onsiderar que las obras de Tos a, Sán hez Re iente y Fernández son
muy similares; el primero mar a la pauta que los demás siguen on ierto per�l
personal. Se mantienen las de�ni iones, el orden de exposi ión de los temas,
in luso algunos ejemplos son los mismos. Sán hez Re iente se muestra más
prá ti o, mientras que Fernández se esmera en la exposi ión.
A manera de ejemplo, señalaremos algunas diferen ias, que solo son ma-
ti es. Para hallar el logaritmo de un �entero on quebrado� se puede redu ir
la expresión a un solo quebrado y apli ar la regla del o iente, pero hay tam-
bién un método que primero al ula el logaritmo de la parte entera, toma su
siguiente en la tabla e interpola entre ellos on el quebrado. Tos a propor iona
los dos métodos, Sán hez Re iente solo el segundo y Fernández da el primero
898
FERNÁNDEZ [1742, p. 196℄.
470 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
omo norma pero apli a el segundo uando el numerador del quebrado resul-
tante es demasiado grande
899
.
Por otra parte, el problema dedi ado al ál ulo del seno verso o sagita in-
luido por Tos a no apare e ni en el tratado de Fernández ni en el de Sán hez
Re iente.
Finalmente, señalaremos que aunque los tres autores van dire tamente al
uso de los logaritmos en la resolu ión de triángulos, Fernández in luye en el
apítulo IV y último de su obra apli a iones sen illas de los logaritmos a las
opera iones aritméti as (produ tos, o ientes, raí es y medias propor ionales
de números, ha iendo logaritmos y antilogaritmos)
900
y a iertas formas de
abreviar opera iones trigonométri as, uestiones que ni Tos a ni Sán hez Re-
iente ha en explí itas.
4.4. Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigo-
nometría
En los libros de la segunda mitad del siglo XVIII se observa que el tra-
tamiento bási o de los logaritmos pasa a los tratados de aritméti a y luego
los logaritmos reapare en uando se han de apli ar a la trigonometría y la
resolu ión de triángulos. Ya vimos que Fernández, al �nal de su obra sobre tri-
gonometría, in luyó las apli a iones de los logaritmos a los ál ulos meramente
aritméti os. Esto es lo que se onvierte en usual on el paso del tiempo. Así
quedó estable ido en la obra de Bézout, que tanta in�uen ia tuvo en España,
pero tal enfoque ya apare ió antes, en on reto en Godin, el autor fran és que
ejer ió en Cádiz.
Otro aspe to importante del periodo ahora onsiderado es que avanzado el
siglo XVIII apare e la idea de la fun ión logarítmi a on su desarrollo en serie
de poten ias, un asunto de la enton es llamada álgebra in�nitesimal o análisis
algebrai o.
4.4.1. Los logaritmos en el Compendio de Godin, 1758
Como en el aso de la aritméti a, Luis Godin anti ipa la llegada a España
del estilo expositivo fran és re�ejado en la En y lopédie, uya presen ia en
nuestro país se aso ia a la in�uen ia posterior de Bézout. Godin trata los
logaritmos omo parte de la aritméti a, dedi ándoles 16 páginas de las 146
que ontiene su Compendio de Mathemàti as para el uso de los Cavalleros
Guardias-Marinas. Una vez terminada la parte de la aritméti a que era usual,
899
Véase la proposi ión VII en SÁNCHEZ RECIENTE [1739, p. 108℄ y la proposi ión
XXVI en TOSCA [1710, pp. 39-40℄.
900
Véanse las proposi iones, XXI a XXIV, en FERNÁNDEZ [1742, pp. 200-203℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 471
on las progresiones aritméti as y geométri as, expone las propor iones, on
la regla de tres, mez las y alea iones, para on luir on los logaritmos. Aborda
el tema on la siguiente de�ni ión:
SI dada una progre�on geomètri a qualquiera, fe ef ribe debaxo de
ella una progre�on arithmèti a qualquiera, èl primer término de la una
debaxo del primer tèrmino de la otra; el fegundo debaxo del fegundo,
& . Los de la progre�on arithmèti a feràn los Logarithmos de los de la
progre�on geomètri a, ada tèrmino de aquel que le orrefponde
901
.
Si bien son válidas ualesquiera progresiones, men iona que, on el �n de
utilizarlas en la aritméti a vulgar es oge la progresión geométri a dé upla que
empieza en la unidad y omo progresión aritméti a �la sèrie llana de los nù-
meros naturales, que empieza por ero�. De esta forma los números naturales
0, 1, 2, . . ., exponentes de 100, 101, 102, . . ., son los logaritmos de di hos nú-
meros. A ontinua ión expone el método para al ular los logaritmos de los
números entre 1 y 10, entre 10 y 100, et ., a�rmando que �es muy fa il, pe-
ro la opera ion es dilatada�. Expli a el pro edimiento usual de inter alar por
medios propor ionales repitiendo el pro eso entre el ya hallado y �aquel de
los terminos hà ia el qual fe in lina el nùmero uyo logarithmo fe defea�. La
ifra que se en uentra a la izquierda del punto en el logaritmo re ibe el nom-
bre de � hara teri∫ti a del logarithmo total, ù del logarithmo primitivo�. Con
respe to a la pre isión, informa de la existen ia de tablas de logaritmos de los
números naturales desde 1 hasta ien mil on mu has partes de imales, pero
que las 7 onsideradas en el texto son su� ientes tanto para entender el método
omo para su uso en la mayor parte de los ál ulos. Godin toma omo ejemplo
el ál ulo de log 3 al que se llega tras las 19 opera iones que se muestran en
la �gura 4.13, donde el autor denota A = log 1, B = log 10. Del mismo modose hallarán los logaritmos de los demás números naturales; �trabajo immenfo,
pero ya he ho�. Así, por ejemplo el logaritmo de 9 ne esitará, di e, el ál ulo
de 26 medios propor ionales.
Seguidamente Godin enun ia las propiedades de los logaritmos demostran-
do algunas de ellas, sin indi ar en ningún momento el rótulo �demostra ión�
que otras ve es usa. A lo largo de un texto sin más interrup ión que los am-
bios de párrafo, va exponiendo enun iados y argumentos de modo ontinuo.
Para omenzar, indi a que la propiedad de los logaritmos es �mudar la
multipli a ion de nùmeros en una mera adi ion, y la parti ion en una mera
fubftra ion�, lo que enun ia a ontinua ión de modo más pre iso: ��endo 0
el logarithmo de la unidad, la fuma de los logarithmos de dos (ò mas) fa -
tores, ferà el logarithmo del produ to; la diferén ia entre los logarithmos del
dividendo y del divisòr ferà el logarithmo del quo iente�. Seguidamente, en un
nuevo párrafo, da la expli a ión: En la multipli a ión la unidad es a uno de los
fa tores omo el otro al produ to, por lo que los logaritmos de estos 4 términos
formarán una �progresión aritméti a� en la que la suma de los extremos es
901
GODIN [1758, p. 131℄.
472 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Figura 4.13: Cál ulo de log 3. Fuente: GODIN [1758, p. 131℄
igual a la suma de los medios, pero siendo 0 el logaritmo de la unidad que es
uno de los extremos quedará la suma de los medios igual al otro extremo, es
de ir, la suma de los logaritmos de los medios geométri os igual al logaritmo
del produ to de ellos
902
.
El aso del logaritmo del o iente no lo redu e al del produ to, sino que
ompone una expli a ión autónoma similar a la anterior: En la división la uni-
dad es al partidor omo el o iente al dividendo, formando los logaritmos de
estos 4 términos también en este aso una �propor ión aritméti a� en la que
la suma de los logaritmos del partidor y del o iente será igual a la suma de los
logaritmos de la unidad y del dividendo, y por onsiguiente omo el logaritmo
de la unidad es ero restando del logaritmo del dividendo el del divisor quedará
el del o iente.
De las propiedades anteriores ya extrae omo onse uen ia las reglas para
los logaritmos de las poten ias y de las raí es:
para levantar un nùmero dado à una poteftad dada, bafta añadir à
sì mifmo el logarithmo del nùmero dado, tantas ve es, quantas unidades
902
GODIN [1758, p. 136℄. La expresión �progresión aritméti a� se presta a onfusión, aquí
no se trata de una su esión de números on diferen ias onstantes, sino de una su esión on
la propiedad que indi a (suma de extremos igual a suma de medios), que es veri� ada en el
aso de diferen ias onstantes.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 473
tiene el exponente dado, efto es, multipli ar el logarithmo por el expo-
nente, y el produ to ferà el logarithmo de la poteftad pedida del nùmero
dado.
[. . . ℄ para fa ar la raìz qualquiera de un nùmero dado, bafta tomar
del logarithmo del nùmero dado una parte aliquota del mifmo exponente
que la raìz; � es la raìz quadrada, uyo exponente es 2, fe tomarà la mitad
del logarithmo. Si es la raìz ùbi a, uyo exponente es 3, fe tomarà la
ter era parte del logarithmo. En general fe partirà por el exponente, y
el quo iente ferà el logarithmo de la raìz que fe pide
903
.
El autor estima que estas propiedades son su� ientes para entender la ons-
tru ión de las tablas de logaritmos y los ál ulos que on ellos se realizan. Así,
por ejemplo, dado el logaritmo de un número se pueden hallar los de todas sus
�poteftades y rai es, on folo multipli arle por 2, por 3, por 4 & , ò partirle
por 2, por 3, por 4, & �. De he ho, lo ne esario para la onstru ión de las i-
tadas tablas �fuè el hallar on àl ulo rigurofo, los logarithmos de los nùmeros
primos en sì, que no tienen mas parte aliquota que la unidad�.
Godin expli a que ha in luido en su Compendio una tabla on los logarit-
mos de los números naturales hasta 3600, tomados de las �Tablas grandes de
Briggs, y de 8 ifras�, obviando es ribir la ara terísti a, que se ono e por la
antidad de ifras del número, on lo ual se logra e onomizar espa io, pues,
di e, es ribiendo ada vez la ara terísti a, omo es la �disposi ion omún�
en las mismas páginas no habría podido in luir la olumna sexagesimal y solo
habría llegado al número 2430. La ele ión del máximo de la tabla no es asual,
sino que está motivada por el sistema sexagesimal de medida de ángulos o de
tiempo, llegando hasta 60 grados u horas. En efe to, en la última olumna de
la tabla Godin olo a una entrada para las �partes ∫exagè∫imas, ù de grados y
minutos, horas y minutos, minutos y fegundos� on el �n de que pueda bus ar-
se dire tamente, por ejemplo, el logaritmo de 5◦ 17′
sin ne esidad de redu ir
previamente a 317′
.
Expli a luego Godin el manejo de las tablas para al ular on números
mayores que el máximo 3600. Plantea dos asos, para números mayores que
36000 propone dividirlos en fa tores para redu ir el problema, mediante la
regla del produ to, a números a los que poder apli ar el segundo aso, referido
a los números entre 3600 y 36000. La expli a ión en este aso onsiste en
desarrollar un ejemplo, que es 28476. Para ello se bus a en la tabla el logaritmo
de 2847: �gura 4543875, pero hay que añadirle la ara terísti a, que es 3 por
tratarse de un número de uatro ifras, quedando 34543875, es rito sin poner la
oma detrás de la ar terísti a. Luego toma log 28470 = 44543875 sin más quesumar la unidad a la ara terísti a. A ontinua ión al ula del mismo modo
el log 28480. Le queda por ha er la interpola ión: a partir de la diferen ia
log 28480 − log 28470 = 1525, utiliza una regla de propor ión para al ular el
logaritmo que orresponde a la diferen ia 6 sabiendo que a la diferen ia de
903
GODIN [1758, pp. 136-137℄.
474 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
10 le orresponden 1525. Comenta el autor que al realizar estos ál ulos debe
tenerse en uenta que
en los logarithmos, las diferèn ias, que van �empre difminuyendo,
fon de�guales, aùn en los inmediatos; y mas de�guales en los nùmeros
menores que en los mayores; y partièndofe igualmente la de 10, para
hallar la que onviene à 1, à 2, á 3, & , por lo regular fe tiene hafta 5
algo menos de lo jufto, y defde 5 hafta 10 algo mas [. . . ℄
904
.
Finalmente, onsidera el ál ulo del logaritmo de números de imales y de
números on parte entera y quebrado, de nuevo expli ando a través de ejemplos.
Para los números en forma de imal propone bus ar el logaritmo del número
sin oma y luego rebajarle la ara terísti a tanto omo ifras de imales tuviera
el número dado. Godin apunta que este método �es el mas feguro, parti ular-
mente en los nùmeros ortos, por motivo de la de�gualdad ya advertida de fus
diferèn ias� y es utilizado por aquellos que usan logaritmos on mu ha exa -
titud, aunque en el presente texto no se ne esita tanta
905
.
Los logaritmos negativos los usa on toda naturalidad, a�rmando que para
un �verdadero quebrado, efto es, menòr que la unidad� es evidente que su
logaritmo debe ser menor que 0, logaritmo de la unidad; por tanto es una an-
tidad negativa. Advierte que el método seguido para su ál ulo no es diferente
del utilizado para los demás quebrados, siendo la úni a diferen ia el signo del
logaritmo obtenido.
Godin termina su tratamiento de los logaritmos expli ando el pro eso in-
verso del ál ulo de un número ono ido su logaritmo.
4.4.2. En los Elementos de Bails, 1779
En la obra de Benito Bails la expli a ión de los logaritmos se produ e en
dos aspe tos. El primero es el elemental que vamos viendo en diversos autores,
referido ahora, omo en Godin, a una teoría aritméti a on apli a iones a la
trigonometría. El segundo en un enfoque de matemáti a que podemos llamar
superior para la épo a, que in orpora uestiones de geometría analíti a, aná-
lisis algebrai o y ál ulo in�nitesimal. Este segundo aspe to orresponde a un
libro de amplio espe tro omo el suyo, pero sin reper usión en las enseñanzas
náuti as que onsideramos en esta memoria, a pesar de lo ual daremos noti ia
de tales desarrollos, dedi ándoles un apartado propio.
Logaritmos en aritméti a y trigonometría. Bails dedi a el Tomo I
de sus Elementos al estudio de �Elementos de Arisméti a�, �Elementos de
Geometría� y �Elementos de Trigonometría plana�, de modo que es en este
904
GODIN [1758, p. 141℄.
905
Hay que suponer que la alternativa peor sería para Godin al ular el logaritmo de la
parte entera y del siguiente para luego interpolar en propor ión a la parte de imal, método
usado en otros pro esos de ál ulo.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 475
primer tomo en el que expone los logaritmos al modo habitual en su tiempo:
de�ni ión y propiedades en la aritméti a y apli a iones a la trigonometría.
A propósito de los números negativos, ya quedó onstan ia de que la arit-
méti a de Bails es una �el reprodu ión del Curso de matemáti as de Bézout,
ex epto en la ubi a ión de los de imales. Así que, omo hizo su modelo fran-
és, la parte dedi ada a los logaritmos ierra la se ión de aritméti a de Bails
o upando 30 páginas de las 195 que ontiene ésta. Se presentan después de las
progresiones aritméti as y geométri as, bajo el título �De los logaritmos� que
se ini ia on la de�ni ión:
Los logaritmos son unos números en progresion arisméti a, que o-
rresponden, ada uno al suyo, á igual serie de números en progresión
geométri a
906
.
Continúa manifestando, omo ya hi iera Godin, que a una misma progre-
sión geométri a podemos ha er orresponder in�nidad de progresiones aritmé-
ti as, pero, siendo el objetivo mostrar la apli a ión de los logaritmos en ál ulos
numéri os, úni amente se onsideran las utilizadas para la elabora ión de las
tablas; la geométri a es �la dé upla� y la aritméti a �la serie natural de los
números�. Señala que no expli a el método mediante el ual se han hallado
los logaritmos de los términos intermedios de la progresión dé upla, pero que
para la forma ión de ellos basta saber que se interpola un �número re ido�
de medios geométri os, entre 1 y 10 si se desea hallar por ejemplo el logaritmo
de 3, de forma que se obtendrá o bien su logaritmo exa to o uno próximo a
él, tanto más uanto mayor sea el número de medios interpolados. Presenta la
tabla de logaritmos de los números naturales hasta 320, más sen illa que la de
Godin, sin entrada para antidades sexagesimales y on la ara terísti a a la
vista, a larando que debe suponerse que se han interpolado 10000000 medios
geométri os entre 1 y 10, entre 10 y 100, entre 100 y 1000, entre 0 y 1, entre 2
y 3, et . y olo ado en la tabla los logaritmos obtenidos. Finaliza el apartado
de�niendo la ara terísti a del logaritmo.
En el siguiente apartado �Propiedades de los logaritmos� se advierte que se
tratarán sólo las propiedades que se veri� an en las progresiones geométri as
uyo primer término es la unidad y en las aritméti as que tienen 0 omo pri-
mer término, es de ir, on log 1 = 0. El autor habla de propiedades en plural,
pero sólo argumenta la del logaritmo del produ to, las demás las sa a omo
onse uen ia. Su argumento es más algebrai o que el de Godin, no re urre a
propor iones, Bails argumenta que la razón es fa tor en un término ualquiera
de la primera progresión tantas ve es uantos términos hay antes de él, y en la
segunda un término ualquiera ontiene tantas ve es la razón uantos térmi-
nos hay antes de él. De donde se sigue que la razón será fa tor en el produ to
tantas ve es uantas lo es en el multipli ando y el multipli ador juntos, y que
la razón de la progresión aritméti a estará ontenida en la suma tantas ve es
906
BAILS [1779, Tomo I, p. 166℄.
476 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
omo lo está en la suma de ambos términos.
El apartado siguiente se dedi a al uso de los logaritmos y omienza on un
ejemplo del ál ulo del logaritmo de un produ to al que siguen las apli a io-
nes de los logaritmos para �quadrar� un número, para � ubar� un número,
en general para �levantar� un número a una poten ia ualquiera, el re ípro o
para el ál ulo de la raíz uadrada, úbi a, et . y el logaritmo del o iente. Se
adjuntan dos ejemplos, uno para este último aso y otro para el ál ulo de la
raíz. Por último in�ere que pueden usarse los logaritmos en las reglas de tres
para obtener el uarto término sumando los logaritmos del segundo y ter er
término y restando de la suma el logaritmo del primero.
Los siguientes dos apartados se dedi an al modo de uso de la tabla. En
el primero, titulado �De los Números uyos Logaritmos no se hallan en las
tablas�, expli a que el logaritmo de un entero on quebrado se al ula por
el método dire to, redu iéndolo a un úni o quebrado y al ulando después
el logaritmo de di ho o iente (sin proponer la interpola ión que enseñaba
Godin). Tampo o falta en Bails (o Bézout) el omentario sobre los negativos,
manejados on menos naturalidad que Godin:
omo esta sustra ion no se puede ha er, pues el logaritmo del de-
nominador será mayor que el del numerador, se restará al ontrario el
logaritmo del numerador del logaritmo del denominador: la resta, que
representará lo que falta para poder restar el logaritmo del denomina-
dor del logaritmo del numerador, será el logaritmo del quebrado; antes
de uya resta se es ribirá el signo − que dá á entender que no se pudo
ege utar la sustra ion
907
.
Si al redu ir a un úni o quebrado el numerador fuese mayor que el mayor
número de la tabla, se separan on una oma ha ia la dere ha tantos guarismos
omo sean ne esarios para que el número se halle en la tabla y tras al ular su
logaritmo se añaden las unidades ne esarias a la ara terísti a. Si el número
�expresára solo de imales� se bus ará di ho logaritmo omo si no hubiese oma
restando después a la ara terísti a tantas unidades omo de imales tuviera el
número.
En el segundo apartado, titulado �De los Logaritmos uyos números no
se hallan en las tablas�, se expli a el pro eso inverso, el ál ulo del número
orrespondiente a un logaritmo tanto si se en uentra en las tablas omo si no
lo está, mediante tres ejemplos en los que, algo no visto en Godin, espe i� a
la exa titud on la que se pide el ál ulo. Así, en el ejemplo 3 se pide hallar
on diferen ia de menos de una entésima la raíz quinta del ubo de 5736
908
.
Finalmente añade un ejemplo para el ál ulo de uatro medios geométri os
entre 22
3y 53
4, aso tampo o onsiderado por Godin.
907
BAILS [1779, Tomo I, p. 178℄.
908
Veánse los itados ejemplos en BAILS [1779, Tomo I, pp. 186-187℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 477
En el último apartado se muestra de nuevo más ompleto que Godin, pues
trata el omplemento aritméti o, utilizado para simpli� ar las opera iones en
las sustra iones tal y omo se ve en la Figura 4.14.
Figura 4.14: Complemento aritméti o. Fuente: BAILS [1779, Tomo I, p. 189℄
Por lo tanto, uando hay que sumar y restar varias antidades di ha ope-
ra ión puede redu irse a la de la adi ión de otras tantas de uyo resultado �se
debe borrar el primer guarismo�. Como ejemplo se pide al ular el resultado
de sumar 672736, 426452 y de restar de su suma los números 432752 y 18675.
Para ello se suman los dos primeros y los omplementos aritméti os de los dos
últimos obteniéndose 2647761 del que habrá de suprimirse la primera ifra, 2.
La razón estriba en que si en vez de restar 432752 añadimos su omplemento
aritméti o, esto es l000000 menos 432752, a un mismo tiempo se realiza la sus-
tra ión propuesta y un aumento de l000000, es de ir se aumenta una de ena
en el primer guarismo del resultado. Luego, por razón de ada omplemento
aritméti o que hubiere introdu ido habrá una de ena de más respe to del pri-
mer guarismo del resultado. El autor señala que la apli a ión del omplemento
aritméti o es muy sen illa y se utiliza mu ho, �prin ipalmente en los ál ulos
de la Trigonometría, y por onsiguiente en la Geometría prá ti a�.
El apartado se ompleta on los siguientes ejemplos de apli a ión del om-
plemento aritméti o: ál ulo del logaritmo de un o iente y ál ulo del pro-
du to de dos fra iones siendo en ambos asos el numerador mayor que el
denominador, ál ulo del logaritmo de un quebrado propio y ál ulo de una
raíz úbi a
909
. También men iona el aso del ál ulo de poten ias, pero no ad-
909
Los ejemplos resueltos en el orden itado son: ál ulo de log3760
79, ál ulo de
675
527
952
377,
ál ulo de log3
4y ál ulo de
3
√276
547.
478 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
junta ejemplo.
Benito Bails in luye en el Tomo I de sus Elementos de Matemáti as una
parte dedi ada a la trigonometría donde expli a el uso de las tablas de se-
nos, tangentes, et . Para omenzar señala que los valores de estas tablas se
han obtenido suponiendo el radio 10000000000, pero que omo en los ál u-
los omunes no se ne esita tanta exa titud se han suprimido en las tablas los
in o últimos guarismos de di hos valores. Sin embargo, los logaritmos de se-
nos, tangentes, et . se han al ulado suponiendo también el radio dividido en
10000000000 partes sin eliminar ifras, razón por la ual al otejar, por ejem-
plo, el logaritmo de un seno en la tabla y el logaritmo de ese valor numéri o en
la tabla de logaritmos puede no obtenerse exa tamente el mismo valor. Se pro-
ede después a expli ar ómo utilizar las tablas para el ál ulo de logaritmos
de senos y tangentes y los grados, minutos y segundos orrespondientes a un
logaritmo dado. El autor destina 6 páginas de las 39 que ontiene su apartado
de trigonometría plana a los logaritmos.
Bails retoma el estudio de los logaritmos en el Tomo II de sus Elementos,
dedi ado al álgebra. En el prólogo de este tomo mani�esta que se enseñará
� ómo se al ulan los logaritmos por el Algebra Cartesiana, on mas breve-
dad que por el método insinuado en el Tomo primero�. Ya que �se redu e su
prá ti a al ál ulo de una serie� estima oportuno exponerlo tras el apartado
dedi ado a las mismas.
En el desarrollo del álgebra Bails sigue también a Bézout, de un modo no
tan exa to omo en aritméti a, pero asi toda la primera parte del álgebra del
fran és está en Bails respetando el orden y tratamiento. En la segunda parte,
Bézout plantea apli a iones del álgebra a la aritméti a y a la geometría, las pri-
meras las mantiene Bails pero las segundas, que onsisten en el estudio de las
óni as, las reserva para otro tomo. La apli a iones men ionadas del álgebra a
la aritméti a onsisten en volver sobre el estudio de las progresiones aritméti as
y geométri a realizando ál ulos on el auxilio del lenguaje simbóli o literal.
Esta parte la desarrolla Bails, opiando a Bézout, bajo el rótulo �Apli a ion
del Álgebra á las Progresiones Arisméti a y Geométri a� y on tres apartados:
�Propiedades generales de las Progresiones Arisméti as�, �De la suma ion de
las poten ias de los términos de una progresion arisméti a qualquiera� y �Pro-
piedades y uso de las Progresiones geométri as�. Nos interesa detenernos es
este último apartado
910
, donde se plantea que en una progresión geométri a
de primer término a y razón q el término u que o upa el lugar n viene dado
por u = aqn−1, rela ión en la que �guran uatro antidades. La uestión ahora
es �dadas tres de estas [. . . ℄ hallar la quarta�. El problema no es inmediato
uando la in ógnita es n, pues �el Álgebra no suministra métodos por donde
se pueda onseguir dire tamente; pero se puede resolver on suma fa ilidad,
aunque sea indire tamente, valiéndonos de los logaritmos�. Hasta aquí Bails
910
BAILS [1779, Tomo II, pp. 178-182℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 479
oin ide on Bézout. Pero este resuelve el problema al ulando n = Lu−LaLq
+1,donde L signi� a logaritmo, indi ando que de este modo se obtiene un valor
aproximado de n. Como ejemplo de apli a ión propone un problema del ál u-
lo del número de ve es que hay que reinvertir los intereses de un apital ini ial
para llegar a obtener un apital mayor pre�jado. Por el ontrario, Bails deja
el asunto para más adelante, es ribiendo � onforme manifestarémos en otro
lugar�.
El otro lugar donde va a tratar los logaritmos es el �nal del álgebra, una
vez que termina on el estudio de las e ua iones algebrai as, in luyendo la
resolu ión general de las e ua iones de grado menor que in o y la resolu ión
numéri a aproximada. Enton es el álgebra de Bails, modernizando a la de Bé-
zout, se onvierte en análisis algebrai o (expresión que Bails no utiliza
911
),
in orporando el estudio de las series a la manera de Euler, es de ir, sumando
series por métodos formales sin onsiderar uestiones de onvergen ia. En par-
ti ular, estudia parte del tema estrella del análisis algebrai o, el desarrollo de
algunas las fun iones elementales en series de poten ias.
Así se llega al apartado titulado �Apli a ion de las Séries al ál ulo de los
Logaritmos�, donde omienza señalando que de lo di ho en la aritméti a
se per ibe que si fuese a un número mayor que la unidad, y m el
esponente de la poten ia á que hemos de elevar a para que sea igual á
un número dado b, de suerte que sea am = b, será m el logaritmo de b,
y tendrémos m = log b, ó m = L.b, ó m = Lb.
Continúa on las propiedades del logaritmo del produ to, del o iente y
de poten ias utilizando esta nota ión, indi ando que la fórmula de la poten-
ia in luye las raí es si se onsideran los exponentes fra ionarios que ya ha
estudiado antes. Después de re ordar el ál ulo logarítmi o usa las series para
al ular el logaritmo de �un número representado por 1+x�. Para ello plantea
el desarrollo en serie de poten ias de L(1 + x) on oe� ientes indetermina-
dos, que al ula utilizando el desarrollo de la serie binomia orrespondiente a
(1 + x)m = 1 + z obteniendo los oe� ientes a falta de un fa tor A de uyo
valor depende el sistema de logaritmos de que se trate, siendo para A = 1los logaritmos naturales. Este tema lo estudia más a fondo en el Tomo X que
analizaremos a ontinua ión.
Para terminar basta señalar que al �nal de este apartado, entre las apli-
a iones de los logaritmos que propor iona, la última es el asunto que dejó
pendiente en las progresiones geométri as, el ál ulo de n = Lu−LaLq
+ 1 que
realiza (pág. 386) omo hi iera Bézout.
911
Sobre el on epto de análisis algebrai o aquí usado véase: ESPAÑOL et al, Julio Rey
Pastor y el análisis algebrai o. De los apuntes de 1914-16 a tres libros de texto (1917-1925),
Zubía 28 (2010), 139�166.
480 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Las tablas. Con lo expuesto hasta ahora en aritméti a, trigonometría y
álgebra no termina el tratamiento de los logaritmos realizado por Bails. De
he ho, se debe a él el estudio más ompleto, extenso y ex lusivo elaborado por
un autor español en la segunda mitad del siglo XVIII. Nos estamos re�riendo
al Tomo X de sus Elementos publi ado en 1787 on el título Tabla de logarit-
mos de todos los numeros naturales desde I hasta 20000; y de los logaritmos
de los senos y tangentes de todos los grados y minutos del quadrante de ir u-
lo, donde además de las anun iadas tablas, que o upan las páginas 189-531
y enseguida omentaremos, expone el on epto de logaritmo a lo largo de las
188 primeras páginas ofre iendo uatro maneras de introdu ir el on epto y
mostrar sus propiedades
912
, a las que dedi aremos un apartado separado.
La impresión de este Tomo X �nalizó el 13 de septiembre de 1776, omo el
propio autor indi a en el prólogo del Tomo I, pero su publi a ión se demoró
hasta 1787 a la espera de introdu ir mejoras en el mismo. Aún así, este tomo
y el dedi ado a la arquite tura, el IX, se publi aron antes que los tomos VII
y VIII. Para Bails las tablas eran de �uso diario, é indispensable� y la elabo-
ra ión de una introdu ión para las mismas le resultaba menos laboriosa que
la revisión de los itados tomos VII y VIII, y además onllevaba a retrasar
menos la impresión de la Arquite tura Hidráuli a. En la �Adverten ia� in-
sertada en la primera publi a ión del Tomo VII, posterior al falle imiento del
autor, se adu en también problemas de salud que obligaban a Bails a pasar
en ama gran parte del tiempo y �no le permitía[n℄ desempeñar sus en argos
on aquella puntualidad que era propia de su genio e� az y laborioso� on
el onsiguiente retraso de las publi a iones. Uno de los ambios realizados en
el texto antes de su publi a ión fue dese har la idea ini ial de in luir tablas
astronómi as ya que estas son para �po os le tores�.
Por el ontrario, las tablas logarítmi as y trigonométri as son
de indispensable ne esidad en todos los ramos de la Matemáti a
parti ularmente en los prá ti os, desde las humildes, bien que pre isas
opera iones del agrimensor hasta las mas remontadas de toda la Astro-
nomía
913
.
Con este formato �nal se pretendía atender al mayor número de le tores
evitándoles además omprar tablas inne esarias.
La primera parte de la obra está dedi ada al manejo de las tablas adjun-
tadas, �sumamente ré omendables� ya que por su presenta ión �bastan para
quantos ál ulos pueden o urrir en el estudio y prá ti a de la Astronomía�.
Estas tablas fueron elaboradas en su primera edi ión por Depar ieux, miembro
de la Real A ademia de las Cien ias de París, mejorada posteriormente por el
Abate La Caille y Lalande también miembros de la A ademia, e impresas en
912
NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, pp. 96-97℄.
913
BAILS [1787, Tomo X, Prólogo, p. II℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 481
una ter era edi ión por el Abate Marie, atedráti o de la Universidad de París.
Más tarde Cañoli se dedi ó a � omprobarlas número por número�. Se de la-
ran omo �las mas perfe tas� las de Gardiner editadas en su primera edi ión
en Londres en 1742 y en una �pre iosísima edi ion� más tardía que de ellas
elaboró Callet en 1783.
Se omienza expli ando la disposi ión de los números de la tabla de lo-
garitmos de los números naturales de 1 a 20000. En las olumnas 1, 4 y 7 se
disponen los números naturales y en las olumnas 2, 5 y 8 sus orrespondientes
logaritmos. En la abe era de las olumnas se es ribe en la parte superior de los
logaritmos los grados, minutos y segundos orrespondientes al número natural
olo ado en la primera �la de las olumnas 1, 4 y 7. Finalmente se es riben
en las olumnas 3, 6 y 9 las diferen ias entre ada logaritmo y su inmediato
(véase la Figura 4.15).
Figura 4.15: Tabla de logaritmos de los números naturales de 1 a 20000. Fuente:
BAILS [1787, p. 267℄
A ontinua ión, se enumeran las distintas propiedades de los logaritmos,
se expli a el modo de utilizar el omplemento logarítmi o para fa ilitar los
ál ulos y la forma de al ular logaritmos de números que no se hallan en
la tabla y el re ípro o de este. Todos los asos se ilustran mediante ejemplos,
ejemplos que oin iden salvo alguna ex ep ión on los expuestos en el tomo I de
los Elementos. La exposi ión sobre el uso de las tablas de líneas trigonométri as
y de logaritmos hiperbóli os o upa el siguiente apartado.
4.4.2.1. Aspe tos superiores de los logaritmos
Finalmente, nos o uparemos del apartado titulado �Origen de los logarit-
mos�, en el que Bails expone uatro modos diferentes de presentarlos y de
estable er su �do trina�.
482 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Do trina aritméti a. El primer modo de presentar los logaritmos es la
�Do trina de los logaritmos por Arisméti a�, donde se de�nen los logaritmos
a partir de las progresiones aritméti as y geométri as omo ya se vio en la
parte de aritméti a del Tomo I, que ahora es desarrollada más extensamente.
Se inserta una tabla on los logaritmos intermedios obtenidos en el ál ulo de
log 2 mediante interpola ión de medios geométri os no presente en el Tomo I.
De nuevo se expli a el modo de utilizar la tabla para el ál ulo de logaritmos
lo ual ya se hizo en el Tomo I y también en la primera parte del presen-
te Tomo X. Resulta novedosa la parte dedi ada a los logaritmos arbitrarios.
Bails mani�esta que el ál ulo de los logaritmos defe tivos es �algo embarazo-
so, por ser pre iso bus ar los quebrados que le orresponden� y para evitarlo
se utilizan los �logaritmos arbitrarios que solo se diferen ian de los otros en
la ara terísti a, á la qual se añade I0�. Esto signi� a que en lugar de ha er
orresponder a la unidad de la progresión geométri a el logaritmo 0 ahora se
le asignará el valor 10 lo ual no altera la naturaleza de la progresión ni la
diferen ia entre los términos de la misma puesto que la antidad añadida es
onstante. Para ilustrar el on epto se olo a a ontinua ión una tabla donde
se plasman ambos tipos de logaritmos. Para distinguirlos de los vulgares pro-
pone denotarlos �log. arbitr�. Se dan ejemplos para el ál ulo de logaritmos de
quebrados, para el ál ulo de produ tos y para el ál ulo de potestades y raí es.
Do trina de la urva logarítmi a. La segunda do trina se basa en la
urva logarítmi a. Dada una línea AL (Figura 4.16) in�nitamente prolongada
se toman desde el punto A ha ia la dere ha las líneas AC, CE, EG, GI, IL y ha-
ia la izquierda las A′C ′, C ′E ′, E ′G′, G′I ′, I ′L′
siendo todas las líneas de igual
medida. Se levantan en los puntos G′, E ′, C ′, A, C, E,G, I, L las perpendi u-
lares G′H ′, E ′F ′, C ′D′, AB, CD, EF, . . ., todas ellas en propor ión ontinua
geométri a. Supuesto que AB es la unidad, las líneas AC, AE, AG, AI, AL
expresarán las distan ias a las que se en uentran los números de ella, es de ir,
el lugar que ada número o upa en la serie de los ontinuos propor ionales
después de la unidad. Uniendo los extremos B, D, F, H, et . mediante líneas
resultará �un polígono de mas ò menos lados segun onstare la progresion de
mas ó menos términos�. Repitiendo este pro eso primero tomando los puntos
medios de las anteriores líneas y después ontinuando on los puntos medios
de las nuevas líneas halladas se obtendrá un polígono uyo número de lados
será mayor que qualquier número dado, quiero de ir que será in�nito;
ada lado del polígono irá menguando hasta ser por último menor que
qualquier linea señalable, y por onsiguiente el polígono se transformará
en una linea urva. Porque, onforme dexamos di ho [. . . ℄ toda urva
puede onsiderarse omo un polígono de in�nito número de lados
914
.
Esta urva se llama Logarítmi a, porque si las re tas perpendi ulares al
eje AL representan los números, la parte del eje inter eptada entre un número
ualquiera y la unidad expresa el lugar que di ho número o upa en la serie
914
BAILS [1787, Tomo X, p. 89℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 483
Figura 4.16: Curva logarítmi a. Fuente: BAILS [1787℄
de los geométri os propor ionales. Di ho de otro modo el logaritmo representa
la distan ia a la que están los números de la unidad, y por tanto, es pre iso
que el logaritmo de la unidad sea ero porque �la unidad no dista de sí mis-
ma�. De esta a�rma ión se dedu e que los logaritmos de los quebrados han
de ser negativos ya que al ser menores que la unidad sus logaritmos han de
ser menores que ero. Luego los números que desde la unidad van re iendo
tienen logaritmos positivos y los números que desde la unidad van menguando
�por los mismos grados que los otros re en, esto es, los quebrados�, tendrán
logaritmos negativos.
Se re�ere después a que en el �primer sistema de logaritmos que Nepero
publi ó� supuso que �el primero de los propor ionales después de la unidad,
distaba tanto de ella, omo el mismo número ex edia á la unidad�. Es de ir,
siendo nu (Figura 4.16) el primer término de la serie después de la unidad
(AB), su logaritmo o distan ia An (By) era igual a uy o ex eso de nu a la
unidad. De modo que suponiendo que nu fuese 1,000001 estable ió que su
logaritmo An era 0,0000001 obteniendo mediante ál ulo
que el numero denario ó I0, habia de ser el 2302585mo
término de la
progresion, uyo número era por onsiguiente en este sistema el logaritmo
de I0, y expresaba en partes de las quales uy ó An era una la distan ia
á que I0 estaba de la unidad
915
.
Este supuesto, ontinúa Bails, fue �de todo punto arbitrario� porque entre
la distan ia del primer término a la unidad y el ex eso de aquel a ésta se puede
señalar la razón que se quiera de forma que variando ésta variará también el
sistema de logaritmos.
Posteriormente, Neper varió su sistema ini ial por otro �mas a omodado�
suponiendo que el número denario era el término 10000000mo
y el in remen-
to uy es a la distan ia By (An) omo la unidad (AB) al quebrado de imal
0,4342994, el ual representa la subtangente AT de la logarítmi a ya que de
915
BAILS [1787, Tomo X, p. 94℄.
484 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
los triángulos semejantes uyB y BAT se obtiene uy : yB (An) :: BA : AT .
Este sistema fue el que Briggs publi ó y donde el logaritmo de 10 o su distan ia
a la unidad se supone 1,0000000.
A ontinua ión se expli an las propiedades de los logaritmos utilizando la
de�ni ión a tual. Así, por ejemplo, los logaritmos de todos los números que
forman progresión dé upla o subdé upla tienen las mismas mantisas diferen-
iándose úni amente en sus ara terísti as omo en los logaritmos de 17, 170,
1700 y 17000. Como �siendo onstante que I es á I7 omo I0 á I70, omo I00 á
I700, omo I000 á I7000� la distan ia de 1 a 17 es igual las distan ias de 10 a
170, de 100 a 1700 y de 1000 a 17000. Siendo la distan ia de 1 a 17 el logaritmo
de 17 (1,2304489) y este igual a la distan ia de 10 a 170, el logaritmo de 170
(distan ia a la unidad) será 2,2304489.
Y para el logaritmo del produ to:
Ya que en la multipli a ion, la unidad se ha al multipli ador, omo
el multipli ando al produ to, ha de haber entre la unidad y el multi-
pli ador la misma distan ia que entre el multipli ando y el produ to. Si
hubiésemos de multipli ar uno por otro los dos números GH,EF [Figura
4.16℄, habrá de haber entre GH y el produ to una distan ia igual á AE,
que es el logaritmo del multipli ador. Por onsiguiente se tomará GL
igual on AE, y será LM el produ to. Esto quiere de ir que si á AG,
logaritmo del multipli ando, se añade AE, logaritmo del multipli ador,
la suma AL será el logaritmo del produ to
916
.
Bails �naliza este apartado on el �Método por el qual Briggs al uló los
logaritmos, y su demostra ion�.
Do trina por la hipérbola. En ter er lugar apare e la �Do trina de los
logaritmos por la logarítmi a, y la hipérbola� y está basada en que los logarit-
mos �traen su origen de la quadratura de la hipérbola�. Se traza una hipérbola
equilátera FHKD (Figura 4.17) entre �los asíntotos� AB, AC tomando en
el �asíntoto� AC las abs isas AE, AG, AI, AC en progresión geométri a y
sobre ellas las orrespondientes ordenadas EF , GH , IK, CD. Los espa ios
hiperbóli os EGHF , EIKF , ECDF forman una progresión aritméti a y por
ello las abs isas pueden representar los números y los espa ios expresados sus
logaritmos, propiedad que Bails re uerda se probó en el ter er tomo de sus
Elementos dentro de la se ión denominada �Del ál ulo integral�.
Prolónguense las ordenadas GH , IK, CD por debajo del asíntoto AC
hasta H ′, K ′
, D′de modo que al multipli ar ada una de sus prolonga io-
nes por una misma onstante m salgan produ tos iguales a los orrespon-
dientes espa ios hiperbóli os, es de ir, mGH ′ = EGHF , mIK ′ = EIKF ,
mCD′ = ECDF 917
. Por tanto, omo las re tas GH ′, IK ′
, CD′son propor-
916
BAILS [1787, Tomo X, p. 97℄.
917
Para denotar estos produ tos hemos utilizado la nota ión a tual si bien Bails utiliza el
símbolo x para denotar el produ to, así, por ejemplo mxGH ′ = EGHF .
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 485
Figura 4.17: Cuadratura de la hipérbola. Fuente: NAVARRO LOIDI; LLOMBART
[2008, p. 97℄
ionales a di hos espa ios estos podrán ser sustituidos por las re tas ya que
EGHF : EIKF : ECDF :: mGH ′ : mIK ′ : mCD′ :: GH ′ : IK ′ : CD′. Luego
las abs isas AG, AI, AC representan los números y las re tas GH ′, IK ′
, CD′
representarán sus logaritmos. Además, si trazamos por los puntos E, H ′, K ′
,
D′la urva EH ′K ′D′
esta será logarítmi a porque sus ordenadas GH ′, IK ′
,
CD′�baxadas al asíntoto� AC de la hipérbola son los logaritmos de las o-
rrespondientes abs isas tomadas en el mismo asíntoto.
Como �la logarítmi a pasa por el extremo E de la primera abs isa AE,
donde no tiene ninguna ordenada, el logaritmo de AE es ero�. Los logaritmos
de los números AG, AI, et . son positivos y los logaritmos de los números
menores serán negativos.
La primera abs isa AE por uyo extremo E pasa la logarítmi a �ha e o�-
ios de protonúmero, y suele tomarse = I [(1)℄�. Es obvio que la longitud de
di ha primera abs isa es arbitraria y según varíe variarán también los sistemas
de logaritmos. Igualmente resultarán distintos sistemas de logaritmos on la
varia ión de la onstante m.
Do trina por series. La uarta y última presenta ión se expone en el
apartado �Apli a ion del Analisis á la do trina de los logaritmos� donde se
de�ne el logaritmo omo la fun ión inversa de la fun ión exponen ial y se abor-
da el ál ulo de los mismos mediante series, ompletando lo que ya expuso al
�nal del tomo dedi ado al álgebra. Después de re ordar que la base logarítmi a
de un sistema de logaritmos es �aquel número uyo logaritmo es la unidad�
y que el logaritmo de un número es �el exponente de aquella potestad de la
base, igual á di ho número�, la de�ni ión es la que sigue:
Sea, pues, a la base logarítmi a de un sistema, y un número, y ax = y;
será x el logaritmo de y. Claro está que el valor de y pende del valor de
486 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
x, porque si x = 0, será y = a0 = I (II.31); si x = I, será y = a; si x = 2,
será y = a2; si x = −I, será y = a−I =I
a.
Bails aprove ha la letra L que sirve para señalar el logaritmo de una an-
tidad para designar también el del produ to ab, Lab. Teniendo en uenta la
propor ión 1 : a :: b :ab
1enton es podrá es ribirse L
ab
1= La+Lb−L1. Análo-
gamente para abc, omo es el uarto término de la propor ión 1 :ab
1:: c :
abc
1 · 1será Labc = La + Lb + Lc − 2L1, y generalizando se in�ere que el logaritmo
de un produ to de �quantos fa tores se quiera es igual á la suma de los loga-
ritmos de todos los fa tores, menos el logaritmo de la unidad tomado tantas
ve es menos una quantos son los fa tores del tal produ to�.
El logaritmo de potestades se obtiene a partir de esta última propiedad,
ya que en toda potestad la raíz es tantas ve es fa tor uantas unidades tiene
el exponente. Luego mLa − (m − 1)L1 = mLa − mL1 + L1 será el logarit-
mo de am. Y si el exponente fuera negativo, a−m, el logaritmo será igual a
−mLa− (−m− 1)L1 = −mLa +mL1 + L1.
El logaritmo del quebrado
a
cse obtiene es ribiendo en forma de produ -
to di ho quebrado, 1 · a
c, y formando la propor ión c : a :: 1 :
a
cde donde
log.
a
c= L1+La−Lc. Como ejemplo se al ula Log.
b3
acdonde se apli an todas
las fórmulas anteriormente expuestas
918
.
El logaritmo de ualquier raíz se expresará � on igual fa ilidad� onside-
rándola omo una poten ia de exponente fra ionario:
L m√a = La
1
m =1
mLa−
(1
m− 1
)L1 =
La + (m− 1)L1
m
Los asos m = 2 y m = 3 se al ulan a modo de ejemplo. A ontinua ión
se desarrolla la misma fórmula para exponentes negativos.
Se señala que las �expresiones hasta aquí sa adas de los logaritmos� son
generales y que en el aso de los vulgares el logaritmo de la unidad es ero por
lo que di has expresiones toman una forma más sen illa, quedando así patente
la ventaja de este sistema sobre los demás.
A ontinua ión, on el �n de evitar los logaritmos defe tivos, rees ribe
las fórmulas dadas para el aso de los logaritmos arbitrarios, que re ordemos
se de�nían de la forma Log. arbitr.P = 10 + L.P. tomando el omplemento
918
Obsérvese que Bails anun ia que utilizará la letra L para denotar el logaritmo pero luego
en estos dos asos los es ribe tal y omo los a abamos de presentar, es de ir, log.
a
cy Log.
b3
ac.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 487
logarítmi o. Sobre este parti ular Navarro Loidi; Llombart [2008, pp. 96-97℄
señalan que Bails no men iona aquí que Caramuel fue el primer defensor de
estos logaritmos.
Sean los números dados de la forma (1+x), (1+ z), de modo que supuestala base logarítmi a a será am = (1+x) y an = (1+z), on m y n los logaritmos
de (1 + x) y (1 + z) respe tivamente. �Si levantamos la primera equa ion á la
poten ia n y la segunda á la poten ia m� obtenemos:
amn = (1 + x)n = (1 + z)m ⇒ (1 + z) = (1 + x)n
m
Denotando r =n
my tomando logaritmos:
r log(1 + x) = log(1 + z) (4.1)
Sustituyendo en la e ua ión 4.1 los desarrollos en series siguientes:
log(1 + x) =Mx+Nx2 + Px3 +Qx4 +&c.
log(1 + z) =Mz +Nz2 + Pz3 +Qz4 +&c.
resulta:
Mz +Nz2 + Pz3 +Qz4 +&c. = r (Mx +Nx2 + Px3 +Qx4 +&c.) (4.2)
Pero siendo 1+z = (1+x)r, es de ir, z = (1+x)r−1, apli ando el desarrolloen serie del binomio quedará:
z = rx+r(r − 1)
2x2 +
r(r − 1)(r − 2)
2 · 3 x3 +&c.
Sustituyendo este valor en la e ua ión 4.2 e igualando oe� ientes se obtie-
ne:
Log.(1 + x) = M
(x− 1
2x2 +
1
3x3 − 1
4x4 +&c.
)(4.3)
De esta expresión del logaritmo se dedu e que un número puede tener una
�in�nidad de logaritmos diferentes� en fun ión de M a quién se le asignará
el nombre de módulo, y que los más sen illos se obtienen uando M = 1. Loslogaritmos de este sistema se llaman naturales y también hiperbóli os omo
ya se expuso. Además si x = 0, log.1 = 0 para todo valor de M , luego en todo
sistema de logaritmos el logaritmo de la unidad es ero.
De la expresión anterior resulta otra para el logaritmo de 1−x y on ambas
se obtiene
Log.1 + x
1− x= 2M
(x+
1
3x3 +
1
5x5 +
1
7x7 +&c.
)
488 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Esta última expresión es muy útil porque permite obtener el logaritmo hi-
perbóli o de todo número mayor que la unidad tomando un valor de x siempre
menor que uno. La serie así obtenida resulta �muy onvergente�, mu ho �mas
onvergente� que la serie 4.3.
El estudio de la varia ión que experimenta el logaritmo de un número
(n) que ha sido in rementado en �una parte �nita ó parte suya� (∆) y que
denomina ∆log.n le lleva a obtener lo siguiente
919
:
∆log.n = M
(∆n
n− 1
2
(∆n
n
)2
+1
3
(∆n
n
)3
− 1
4
(∆n
n
)4
+&c.
)
A ontinua ión se trata el aso inverso del ál ulo del número orrespon-
diente a un logaritmo dado. El resto se dedi a a las líneas trigonométri as,
al ulando el desarrollo de un ar o en poten ias de su seno, oseno, tangente
y otangente, y, apli ando los logaritmos a la forma ión de las tablas de líneas
trigonométri as tanto naturales omo arti� iales.
Finalizaremos apuntando que, en opinión de Navarro Loidi; Llombart [2008,
pp. 97-98℄, aunque este Tomo X puede onsiderarse un tratado global de los
logaritmos, desafortunadamente no está ompletamente a tualizado si se om-
para on otros publi ados en diversos países europeos. Bails ignoraba la rela ión
entre los logaritmos y los números omplejos, y on respe to a los logaritmos
de números negativos manifestaba:
Aquí se nos puede preguntar si los logaritmos de las antidades ne-
gativas son reales, ó qual es su naturaleza. La respuesta será lara y
breve. Las antidades negativas solo se diferen ian de las positivas en
que se toman al reves de estas; y omo los logaritmos no se re�eren á la
oposi ion ó modo ontrario de ser las antidades unas respe to de otras,
sí úni amente á lo que ellas son en sí, el logaritmo de toda antidad
negativa ha de ser el mismo que el de la antidad positiva igual on
ella
920
.
Imperfe iones aparte, este gran esfuerzo de Bails para presentar los loga-
ritmos según avan es de la matemáti a del siglo XVIII no fue ontinuado por
los autores posteriores de textos para las enseñanzas náuti as, que volvieron a
eñirse a los aspe tos elementales más onsolidados, on alguna pe uliaridad,
omo vamos a ver.
4.4.3. En las Institu iones de Rosell, 1785
Como anteriormente se itó en la se ión 3.2.20, Antonio Gregorio Rosell
divide su libro Institu iones Matemáti as en Aritméti a universal y Geome-
tría, las dos partes de la matemáti a pura. La Aritméti a universal omprende
919
Según NAVARRO LOIDI; LLOMBART [2008, p. 97℄ este pro edimiento para simpli� ar
los ál ulos es posiblemente original.
920
BAILS [1787, Tomo X, p. 127℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 489
la Aritméti a numéri a y el Álgebra. Rosell trata los logaritmos en la parte de-
di ada al álgebra, que omprende 388 páginas si ex eptuamos la introdu ión,
de las que solo 8 páginas y unas líneas más están dedi adas a los logaritmos. La
ubi a ión del tema en territorios del álgebra signi� a que el autor va a utilizar
el lenguaje simbóli o literal para expli ar los logaritmos, lo que es una novedad
en las páginas de aritméti a de los autores anteriores, si bien Bails usó también
estas nota iones en la parte algebrai a de sus Elementos. Rosell se o upó de
la de�ni ión de los logaritmos y de sus propiedades, pero anun ió para otro
tratado, que �nalmente no vio la luz, el método de forma ión de las tablas y
una mayor profundiza ión en el tema, tal y omo puede verse en la Figura 4.18.
Figura 4.18: Una apli a ión más amplia de los logaritmos. Fuente: ROSELL [1785,
p. 315℄
Otra pe uliaridad de Rosell es que ofre e más informa ión sobre el origen
de los logaritmos que la dada por Godin y Bails. Rosell men iona que la in-
ven ión de los logaritmos se debe a �Juan Neper, Baron de Mer histon� quien
tomó la base �b = 2, 71828183 y l 1 = 2, 30258509�. Ante los in onvenientesplanteados on esta de�ni ión pensó en formar sus tablas de otro modo bajo
las hipótesis de que la base fuera b = 10 y además l 1 = 0, 000000. Tambiénmen iona a Briggs y Adrián Ulaq omo los en argados de elaborar esas tablas.
Continúa informando al le tor de que aun existiendo mu has tablas no todas
son orre tas y añade que las mejores y más ompletas son las de Gardiner,
siendo las de Sherwin ade uadas para suplir los logaritmos de los números ma-
yores.
Rosell de�ne los mismos tras estudiar las progresiones aritméti as y geomé-
tri as y sin ha er mayor anun io que el de un nuevo artí ulo en el que apare e
esta de�ni ión:
Si suponemos que bx represente qualquier término de una progresion
de poten ias que omien e por la unidad, y en que sea b el segundo
término, y ha emos bx = y, se llamará el exponente x logaritmo del
término y, á quien orresponde, y b su base logarítmi a; y se denotará,
490 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
que x es logaritmo de y, es ribiendo ly = x; suponiendo que l signi� a
logaritmo
921
.
Como ejemplo toma b = 10 y expone que dando a x los valores positivos 0,
1, 2, 3, 4 resultan los términos de la progresión geométri a 100, 101, 102, 103, 104
& , mientras que si damos a x valores negativos se obtendrá 10−1, 10−2, 10−3,
10−4, & , por lo que los términos de la progresión aritméti a -4, -3, -2, -1, 0, 1,
2, 3, 4 representan los logaritmos de los términos orrespondientes. Señala que
pueden darse a la base b otros valores pero que las progresiones resultantes no
son tan ventajosas omo la dada. Observamos en este punto que el autor toma
antidades tanto positivas omo negativas en el ejemplo mientras que Godin
sólo ita en primera instan ia las positivas.
A ontinua ión presenta las propiedades de los logaritmos usando siempre
nota ión algebrai a. La primera propiedad presentada se re�ere al logaritmo
del produ to que es igual a la suma de logaritmos, lo ual permite hallar
produ tos sin multipli ar. Así lo expone:
Si suponemos que bz represente otro término ó poten ia qualquiera
u diferente de y, y multipli amos los miembros de la equa ion bx = y
por los de la equa ion bz = u, será bx x bz = y xu, ó bx+z = yu: y por
onsiguiente lyu = x + z, ó por ser x = ly, y z = lu, lyu = ly + lu;
esto es, el logaritmo del fa to de dos antidades es igual á la suma de
los logaritmos de ellas
922
.
Cita también la generaliza ión de la propiedad para tres o más antidades.
En el aso del logaritmo del o iente se pro ede análogamente omo se observa
en la Figura 4.19.
Figura 4.19: Logaritmo del o iente. Fuente: ROSELL [1785, p. 310℄
Como orolario de esta propiedad se tiene que podrá hallarse un uarto
geométri o propor ional por medio de los logaritmos ya que el logaritmo del
921
ROSELL [1785, artí ulo 481, pp. 308-309℄.
922
ROSELL [1785, artí ulo 482, p. 310℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 491
uarto término se obtiene sumando los logaritmos de los téminos segundo y
ter ero y restanto el logaritmo del primer término.
La siguiente propiedad se re�ere al logaritmo de quebrados. Si y < u en-
ton es
y
userá un quebrado propio y omo l
y
u= ly − lu enton es el logaritmo
de ualquier quebrado propio es negativo. Además, si y = 1 y suponemos que
l1 = 0 sustituyendo en la e ua ión tenemos l1
u= −lu, luego siendo ero el
logaritmo de la unidad ualquier logaritmo negativo lo es también de una fra -
ión que tiene por numerador la unidad y por denominador el número a quien
orresponda el mismo logaritmo tomado positivamente
923
.
Luego se re�ere a los logaritmos de poten ias on exponente entero y de
raí es, ontempladas también por Godin y Bails, añadiendo las apli a iones
para hallar por medio de logaritmos un ter er geométri o propor ional a dos
números dados y un medio geométri o propor ional; sin embargo, no in luye
el aso del ál ulo de uatro medios geométri os entre dos números itado por
Bails.
Finalmente, in luye la tabla de logaritmos de los 100 primeros números na-
turales onvertidos en diezmillonésimas donde se observa que todos son �fra -
iones de imales de esta denomina ion; esto es, los de I hasta I0, fra iones
menores que la unidad, y los de I0 hasta I00, fra iones menores que 2�. La
de�ni ión de ara terísti a, �el entero de ada logaritmo�, de suplemento, �la
parte fra ional de los logaritmos� y la men ión a la fa ilidad on que se apli-
an las propiedades expuestas utilizando la tabla son la es ueta referen ia al
manejo de la misma que da Rosell, pues, omo dijimos, dejó la expli a ión
ompleta de las tablas para una obra posterior que no publi ó.
4.4.4. En el Tratado de Cis ar, 1795
Gabriel Cis ar reserva a los logaritmos 29 páginas al �nal de su Tratado
de Aritméti a ompuesto para la forma ión de los guardiamarinas, 11 de ellas
situadas en los suplementos a algunos artí ulos. La materia se desarrolla en el
apartado titulado �De los Logaritmos�, exa tamente igual que el de Bails, y
abar a los artí ulos 394 a 462.
Ante ediendo a este apartado se han estudiado las progresiones, on epto
mediante el ual el autor aborda la de�ni ión de los logaritmos:
Si una por ion de números en progresion geométri a, se es riben de
suerte que orrespondan á otros números en progresión aritméti a, los
términos de la progresion aritméti a se llaman logaritmos de sus orres-
pondientes en la geométri a, y á estos se les da el nombre de números
924
.
923
ROSELL [1785, artí ulo 485, p. 311℄.
924
CISCAR [1795, artí ulo 394, p. 168℄.
492 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Como ya se anun ia en el prólogo de la obra en �letra menor van los exem-
plos on sus expli a iones y algunos ono imientos menos esen iales�, y así en
letra menor se señala que se supondrá en adelante que la progresión geomé-
tri a onsiderada es la que omienza por la unidad y la aritméti a la que lo
ha e en 0, que es tanto omo de ir que el logaritmo de 1 es 0. Para denotar
el logaritmo de un número se antepondrá al mismo �una L�. También en le-
tra menor se advierte que dado que son in�nitas las progresiones que pueden
ompararse y por ende los logaritmos orrespondientes a un mismo número,
uando se determinan las propiedades de los mismos se entiende que se trata
de los orrespondientes a un mismo sistema. Los logaritmos di e Cis ar �son
utilisimos en toda la matemáti a� omo fa ilitadores del ál ulo de produ tos,
o ientes, potestades y raí es.
A ontinua ión se van desgranando las propiedades de los logaritmos uyas
pruebas se basan igual que en el aso de Bails en las ve es que el número onsi-
derado ontiene el exponente geométri o o aritméti o. El orden de exposi ión
oin ide on el de Godin: logaritmo del produ to, logaritmo del o iente, loga-
ritmo del uadrado, logaritmo de ualquier poten ia en general (Godin indi a
dire tamente la generaliza ión), y logaritmo de la raíz. Esta última propiedad
la dedu e del aso anterior. Se a ompaña ada propiedad on un ejemplo
925
.
Menor onsidera ión otorga Cis ar a la obten ión de los logaritmos de los
números naturales que se in luyen en las tablas uya exposi ión se ha e en
letra menor y al estilo de Rosell después de las propiedades, en ontraposi-
ión a Godin y Bails que lo ha en antes. Para ello se re uerda uales son las
progresiones que se utilizan para la onstru ión de las tablas ordinarias de
logaritmos (véase Figura 4.20):
Figura 4.20: Progresiones para la onstru ión de las tablas ordinarias de logaritmos.
Fuente: CISCAR [1795, p. 171℄
Los logaritmos de este sistema llamados tabulares son los que se tratarán en
adelante. Señala que para obtener los logaritmos de las tablas se han interpo-
lado un � re ido número� de medios geométri os entre 1 y 10, y de aritméti os
entre 0 y 1 (la misma antidad para ambos), tomándose por logaritmo de 2
en las tablas de siete ifras el medio aritméti o orrespondiente al geométri o
que sólo di�ere de 2 en �una de imal de la o tava lase�, y en las tablas de
925
CISCAR [1795, artí ulos 395, 396, 401-409, pp. 168, 170-171℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 493
diez ifras el que sólo di�ere de 2 �en una de imal de la lase II
a.�. Para los
logaritmos de los números primos 3, 5, . . . se repite el pro eso y los logaritmos
de los números ompuestos se hallan sumando los de sus fa tores. Lo expuesto
�basta para onven erse de la posibilidad de hallar on quanta aproxîma ion
se quiera� los logaritmos tabulares. Finaliza apuntando que
No hay ne esidad de detenerse mas en esto, respe to á que las tablas
están ya onstruidas, y á que en el Algebra se enseñan métodos mu-
ho mas expeditos para omprobarlas, ó onstruirlas de nuevo, si fuese
ne esario
926
.
El siguiente fo o de aten ión se entra en la � ara terísti a ó índi e�, o-
mo se llaman los enteros del logaritmo, y la mantisa o de imales del mismo.
Cis ar denota la mantisa on la letra m, novedad on respe to al resto de los
autores estudiados que no la representan mediante ningún símbolo. Si dado
el logaritmo de un número se quiere hallar el de otro 10, 100, 1000, . . . ve esmayor o menor, habrá que sumarle ó restarle el logaritmo de 10, 100, 1000, . . .,y omo estos logaritmos son 1, 2, 3 et . será su� iente aumentar ó disminuir
su ara terísti a sin alterar su mantisa. Además, si se mueve el signo de imal
ha ia la dere ha o la izquierda, o se añaden o quitan eros si no hay signo
de imal equivale a multipli ar o partir el número por 10, 100, 1000 et . Por
tanto las mantisas de los logaritmos de números que tienen de imales serán las
mismas que orresponderían a di hos números si fuesen enteros. En de�nitiva,
omo estas opera iones no alteran el valor de la mantisa en las tablas se suelen
omitir las araterísti as y algunas tablas tienen sólo los números omprendidos
entre 10000 y 100000
927
.
Estas propiedades se reunen en una �Regla para indi ar el logaritmo de
qualquiera expresion numéri a simple� que se ompleta on ejemplos de apli-
a ión de las mismas y que mostramos en la Figura 4.21, donde puede obser-
varse la nota ión para la mantisa utilizada por el autor.
Se disponen a ontinua ión otras reglas similares ilustradas todas ellas on
lari� adores ejemplos de apli a ión. La siguiente es la �Regla para indi ar el
logaritmo de qualquiera fra ion�. En la �Regla para hallar qualquier logarit-
mo indi ado� se resuelven de nuevo los ejemplos dados en la anterior Regla
pero indi ando ahora ómo puede utilizarse el omplemento aritméti o para
transformar mantisas negativas en antidades positivas de forma que todas las
sustra iones resulten adi iones. En la �Regla para hallar el número orrespon-
diente á un logaritmo, on una aproxima îon igual al número de ifras de la
tabla� se expli a el pro eso inverso de la primera Regla y se propone tomar el
número orrespondiente al logaritmo más próximo al dado. En la �Regla para
resolver por medio de los logaritmos los problemas pertene ientes á la regla de
tres� además de ver ómo se pueden simpli� ar los ál ulos en la regla de tres
926
CISCAR [1795, artí ulo 412, p. 172℄.
927
CISCAR [1795, artí ulos 413-421, pp. 172-175℄.
494 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
Figura 4.21: Nota ión para las mantisas de los logaritmos. Fuente: CISCAR [1795,
p. 175℄
mediante logaritmos el autor llama la aten ión sobre la apli a ión del on epto
re ordando que siempre debe re�exionarse sobre las ondi iones de apli a ión
de los métodos y en ese sentido
Para no ha er de los logaritmos un uso ontrario al objeto on que
se han inventado, que es el fa ilitar los ál ulos, se tendrá presente, que
omo los logaritmos de todos los números grandes ó pequeños onstan de
igual número de ifras, es muy ventajoso re urrir á los logaritmos para las
multipli a iones y divisiones de los números que ontienen mu has ifras
signi� antes, y seria perjudi ial el usar de ellos para hallar el resultado
de semejantes opera iones exe utadas on números muy sen illos. V. g.
para hallar el valor de
3X4
2928
.
En el apartado titulado �Suplemento á algunos artí ulos� Cis ar in luye
uno sobre el uso de las tablas de logaritmos donde resuelve 4 problemas:
Problema I.
o
Dadas las in o ifras de un número hallar su mantisa, Pro-
blema II.
o
Dada la mantisa hallar el número orrespodiente on in o ifras,
928
CISCAR [1795, artí ulo 429, p. 181℄.
TRES ANÁLISIS TEMÁTICOS: PARALELAS, NEGATIVOS, LOGARITMOS 495
Problema III.
o
Dado un número on más de in o ifras hallar su mantisa, Pro-
blema IV.
o
Dada una mantisa hallar su número orrespondiente on siete ifras.
Para resolverlos utiliza las tablas de Gardiner, que ontienen los logarit-
mos de 1 a 102100, expli ando la disposi ión de los números en las mismas.
Advierte que no todas las tablas se presentan en la misma forma y ita las
de Callet (1744-1799) y las de Taylor (1685-1731). En las de Callet, igual que
en las de Gardiner, los tres primeros dígitos de la mantisa se en uentran en
la olumna ero y o bien en la misma �la que las uatro últimas ifras de la
mantisa, o bien unas �las más arriba. En las de Taylor, estas tres primeras
ifras de la mantisa están olo adas también en la olumna ero pero tanto
en �las superiores omo inferiores a los 4 últimos dígitos de la mantisa; se
tomarán las de la �la inferior a partir de la mantisa en la que la primera de
sus uatro ifras disminuye on respe to a la inmediata mantisa de su izquierda.
En los problemas ter ero y uarto se utilizan números de más de in o dí-
gitos y on el �n de evitar el engorro que supone al ular propor iones para
ade uar los datos obtenidos de las tablas el autor propone formar una �tablita�
poniendo a la abeza la diferen ia entre dos mantisas y debajo en dos olum-
nas las sextas ifras del número y las orre iones a apli ar a la mantisa para
los valores orrespondientes a di has ifras. De este modo teniendo presente
la tabla no es ne esario al ular ada vez la orre ión pre isada. Además �la
tablita� puede usarse para las orre iones de la séptima y o tava ifra sin más
que dividir la antidad de la segunda olumna entre 10 y 100 respe tivamente.
Finalmente se señala que on el método aquí expuesto las aproxima iones ob-
tenidas son buenas siempre y uando las diferen ias entres tres datos su esivos
sean muy pequeñas.
4.4.5. Algunas on lusiones
En los libros de la segunda mitad del siglo se observa que los logaritmos
pasan a ser un tema de la aritméti a, on apli a iones espe í� as para el ál u-
lo on números grandes, omo ya se apuntaba, avanzada la primera mitad del
siglo, en la obra de Fernández. Godin fue el primero en mostrar este enfoque
de origen fran és, que una dé ada después onsolidó Bézout, reprodu ido por
Bails. Este primer tratamiento aritméti o de los logaritmos sirve para su pos-
terior apli a ión a la trigonometría y la resolu ión de triángulos.
Otra novedad de este periodo es la posterior vin ula ión de los logaritmos al
álgebra, lo que su ede en varios sentidos. Por una parte, puede tratarse de una
repeti ión de la exposi ión aritméti a ha iendo uso de la nota ión simbóli a
literal, lo que se apre ia en la segunda exposi ión de Bails (también en el
álgebra de Bézout) y en Rosell. El otro aspe to de rela ión de los logaritmos
on el álgebra se re�ere a la amplia ión de aquella on el análisis algebrai o,
que in luye el desarrollo en series de poten ias de las fun iones elementales a
496 Logaritmos en libros de Aritméti a y Trigonometría
la manera de Euler, lo que ondu e a la expresión en serie de log(1 + x). Estosolo se ve expuesto en Bails e insinuado sin más en Cis ar. Finalmente, solo
en Bails hemos visto rela iones de los logaritmos on el ál ulo in�nitesimal, a
través de la urva logarítmi a y de la uadratura (integra ión) de la hipérbola
equilátera.
CONCLUSIONES
CONCLUSIONES 499
Con lusiones
1. Con la funda ión de la Casa de la Contrata ión de Sevilla en 1503 se
dieron los primeros pasos para regular por vez primera en España la for-
ma ión de los pilotos. En 1552 se reó la átedra de Cosmografía, apro-
bándose las primeras ordenanzas que �jaban la dura ión de los estudios,
el horario le tivo, los ontenidos a impartir y el pro eso de realiza ión
de los exámenes. Desde �nales del siglo XVI y omienzos del XVII las
enseñanzas de matemáti as sufrieron un grave retro eso, o ual impidió
su parti ipa ión en la revolu ión ientí� a que invadió asi toda Europa.
Esta situa ión afe tó a la Casa de la Contrata ión de Sevilla, donde las
enseñanzas de matemáti as, in luso las de astronomía y náuti a, prá -
ti amente desapare ieron a lo largo de la primera mitad del siglo XVII.
En el último ter io del siglo surgió un importante rena imiento de las
matemáti as de la mano de los novatores. El Compendio Mathemati o
del novator Tomás Vi ente Tos a, de inspira ión fran esa, fue la obra
de matemáti as más ambi iosa publi ada en los albores del siglo XVIII,
siendo el tratado matemáti o de mayor difusión en España durante más
de medio siglo e in�uyendo durante ese tiempo en los autores de obras
espe í� as para las enseñanzas náuti as.
2. En la segunda mitad del siglo XVIII, on el reinado de Carlos III, a
través de la rea ión de nuevas institu iones, las matemáti as españolas
experimentaron un importante avan e que prosiguió hasta la Guerra de
la Independen ia. Una de las vías seguidas por el gobierno de Carlos
III para emprender la reforma del sistema edu ativo fue la elabora ión
de libros de texto destinados a la do en ia es ritos en español, en los
que la in�uen ia fran esa fue mayoritaria. Bajo este impulso surgió la
obra de Benito Bails, tan voluminosa omo la de Tos a, pero una obra
moderna elaborada a partir de los mejores libros de texto fran eses y
europeos publi ados hasta 1770. Fue usada omo libro de texto en la
mayor parte de las A ademias y Es uelas de Matemáti as de España,
siendo de onsulta obligada para los estudiosos de las matemáti as en el
último uarto del siglo XVIII.
3. El siglo XVIII supuso un punto de in�exión en la enseñanza de la náuti a
en España. La rea ión de nuevas institu iones signi� ó la implanta ión
de�nitiva de la enseñanza reglada: A la funda ión del Real Colegio Se-
minario de San Telmo de Sevilla en 1681, siguieron la Real A ademia de
Guardiamarinas de Cádiz en 1717, la Es uela Parti ular de Náuti a de
Bilbao en 1740 y las Es uelas Departamentales de Cádiz, Cartagena y
Ferrol en 1748. En 1776 se rearon las A ademias de Guardiamarinas de
Cartagena y Ferrol. Y durante la segunda mitad del siglo, sobre todo a
partir de 1778, surgieron Es uelas de Náuti a en la mayoría de iudades
portuarias del Estado.
500 Con lusiones
4. En los itados entros se siguieron distintos planes de estudios en fun ión
del ole tivo al que iban dirigidos, pilotos o guardiamarinas. En uan-
to a la do en ia de las Es uelas Departamentales y Parti ulares pueden
desta arse tres fe has importantes: 1748, on la aproba ión de unas Or-
denanzas uyo objetivo fue organizar, perfe ionar y homogeneizar los
estudios de los pilotos; 1783, on la aproba ión de la R. O. por la que
se reglamentaron los exámenes de pilotos; 1790, on la aproba ión del
Plan Winthuysen, na ido on la idea de obtener un ontrol total de las
enseñanzas de náuti a, uni� ando la forma ión de los pilotos y la organi-
za ión de las Es uelas de Náuti a. El Seminario de San Telmo dispuso de
planes propios, quedando fuera de las anteriores reglamenta iones. Tam-
bién el Real Instituto Asturiano de náuti a y mineralogía, que abrió sus
puertas en 1794, quedó fuera del Plan Winthuysen hasta 1803.
5. Por otro lado, en 1718 se aprobó la llamada Instru ión Patiño, en la
que, entre otros aspe tos, se determinaba la forma ión a re ibir por los
guardiamarinas en la re ién fundada Real A ademia de Guardiamarinas
de Cádiz. Fue el primer plan de estudios para la A ademia. A este siguió
en 1735 el Plan Bordi k, que on retó las líneas do entes esbozadas en el
primitivo plan. En 1748 se aprobaron las Ordenanzas de la Armada que
ontenían los artí ulos que regulaban los aspe tos organizativos, do entes
y jerárqui os de la Compañía de Guardiamarinas. En 1752 se a eptó el
plan propuesto por Jorge Juan al Marqués de la Ensenada. Se implantó
así un plan que detallaba las materias a impartir, dando un mayor peso
a los ontenidos teóri os y sustituyendo el antiguo método de di tado
por el uso de libros de texto para la forma ión de los guardiamarinas.
Finalmente, en 1783 se aprobó un plan de estudios omún para las tres
A ademias de Guardiamarinas, uniformando así los ya existentes en ellas.
6. Se ha elaborado un atálogo on un total de 30 obras orrespondientes
a 16 autores, de los uales más del 56% fueron do entes. Siete autores
impartieron do en ia en los entros donde se ursaban las dis iplinas
náuti as y dos lo hi ieron en otros entros de enseñanza. Seis autores
ejer ieron argos de dire ión en los entros do entes; de ellos uatro
fueron dire tores de A ademias de Guardiamarinas; uno vi erre tor de
universidad y otro dire tor del Real Seminario de Nobles de Madrid. Dos
ostentaron máxima gradua ión, omandante, en la dire ión de las Com-
pañías de Guardiamarinas. Del ole tivo de dire tores desta a Cis ar por
su labor en favor de la do en ia al proponer planes de estudios, elaborar
libros de texto e impartir lases. Y omo omandante, Jorge Juan, una de
las personalidades más relevantes y polifa éti as del die io ho español,
ono ido por sus aporta iones omo El sabio español.
7. Casi el 87% de las obras del atálogo se utilizaron omo libros de texto
en los entros de enseñanza de náuti a durante el siglo XVIII. El 27% se
editó en la primera mitad del siglo y el 73% durante la segunda mitad
CONCLUSIONES 501
de la enturia, lo que impli a un signi� ativo in remento de edi ión de
obras en este periodo. El detalle por dé adas nos arroja estos resultados:
una obra en 1700-1709, dos en 1710-1719, una en 1730-1739, uatro en
1740-1749, uatro en 1750-1759, una en 1760-1769, in o en 1770-1779,
uatro en 1780-1789 y o ho en 1790-1799.
8. Atendiendo a las materias, el atálogo onsta de tres tratados generales,
do e obras de náuti a, uatro de aritméti a, una de aritméti a y álge-
bra, una de aritméti a, geometría y trigonometría, una de geometría y
trigonometría, uatro de trigonometría, dos de trigonometría apli ada a
la navega ión y dos de osmografía. Por tanto, los textos de matemáti as
suponen un 53% de las obras atalogadas, entre las que se en uentran los
tres tratados generales de matemáti as y apli a iones, mientras que los
textos de náuti a suman un 47%, onformado por las obras de náuti a
on ontenido matemáti o y los textos de osmografía.
9. Con respe to a los textos de geometría analizados, se apre ia una dife-
ren ia signi� ativa entre aquellos que pertene ieron a la primera parte
del siglo XVIII, Tos a y Fernández, y los de la segunda, To�ño y Bails.
Los dos primeros, aunque on varia iones, siguen el esquema lógi o de
Eu lides. Sin embargo, en los textos de To�ño y Bails se per ibe una mo-
di� a ión en el enfoque metodológi o, in�uen iado por un nuevo plan-
teamiento de las matemáti as difundido por la En i lopedia fran esa y
por la ne esidad de ha er las matemáti as prá ti as y a esibles a los
profesionales. En la obra de Eu lides la geometría es dominante y la arit-
méti a se inter ala en ella, entre la geometría del plano y la del espa io.
Los libros de la segunda mitad del siglo XVIII siguieron el riterio de
exponer primero la aritméti a, in luyendo el estudio de las �razones�, lo
que transfería a la aritméti a las di� ultades del Libro V de Elementos,
los in onmensurables, que pasaban a ser expuestos bajo planteamientos
más bien prá ti os. Esta transforma ión queda laramente plasmada en
las obras de To�ño y Bails, in�uen iadas por el Curso de Matemáti as
de Bézout, y también en la de Godin.
10. Tos a re urre a la intui ión del espa io y del movimiento para de�nir
el paralelismo entre re tas por equidistan ia, modi� ando así la orien-
ta ión de la geometría seguida por Eu lides. Este tratamiento distinto
del paralelismo motiva la supresión del Quinto Postulado en su Com-
pendio. Esto obliga a modi� ar la línea expositiva seguida por Eu lides
en el Libro I de Elementos. Fernández sigue a Tos a, aunque di�ere, de
modo po o signi� ativo, en el número de los enun iados que expone. Los
autores de la segunda mitad del siglo, To�ño y Bails, que ya han aban-
donado el esquema expositivo eu lidiano, re urren a la misma de�ni ión
de paralelismo que suprime el Quinto Postulado. En la parte ini ial del
Compendio de la Geometria elemental, se apre ia que To�ño onserva los
rasgos del lenguaje y del estilo expositivo de la geometría mar ado por
502 Con lusiones
Eu lides y perfe tamente re ono ible en Tos a. Mientras que Bails, que
sigue muy de er a a Bézout, se de anta en favor del aprendizaje fá il y
la apli a ión útil, sin preo uparse en ex eso el orden lógi o sistemáti o
de la geometría de Eu lides. No obstante, Bails, aunque sin itarlo, in-
luye referen ias a re tas �que prolongadas se ortan�. La modernidad
de Bails se apre ia también en la introdu ión del punto omo �exten-
sión in�nitesimal�, que también está en Bézout, o en la referen ia a la
interse ión de las paralelas �en el in�nito�, que no onsta en el texto
del autor fran és.
11. Tos a ini ia la aritméti a on un on epto eu lidiano de unidad impreg-
nado de metafísi a, para de�nir seguidamente el de número omo re-
peti ión de unidades. Los autores posteriores ya no siguen este riterio,
alineándose on el enfoque en i lopedista: Godin, Bails, Cis ar y Rosell
omienzan de�niendo previamente la antidad para pasar después a de-
�nir unidad y número, siendo la adop ión de la unidad algo a onvenir.
Esta introdu ión sobre número y antidad o antidad y número, apare e
en todos los autores del atálogo. A ontinua ión, los textos de aritmé-
ti a analizados ontienen las opera iones bási as on números enteros,
quebrados y números �denominados� o � omplexos�, raí es uadradas y
úbi as, salvo el de Tos a, ya que este autor deja las raí es para la parte
de álgebra. Todos ellos, salvo Sán hez Re iente, tratan las progresiones
aritméti as y geométri as, aunque Rosell las estudia en la parte del texto
dedi ada al álgebra. Algunos autores pre�eren pasar iertos temas al ál-
gebra porque allí el uso del lenguaje simbóli o les permite expresar mejor
las no iones y propiedades.
12. Para Tos a las antidades negativas son �menores que nada�, no son nú-
meros, y argumenta, on ejemplos de fenómenos físi os y ontables, que
la negatividad va aso iada a la magnitud o antidad que se onsidera,
pero no al número. Por eso la antidad negativa debe introdu irse en
álgebra junto on la expresión simbóli a de las opera iones posibles on
los números. Esto mismo, pero de modo más �exible on eptualmente,
ha en los autores posteriores, ex epto Godin y Cis ar, en uyas aritmé-
ti as los números negativos apare en on naturalidad desde el prin ipio,
pero on justi� a iones aso iadas a las antidades on retas. Ambos, Go-
din y Cis ar, son más prá ti os y sus textos están dirigidos dire tamente
a las ne esidades de la forma ión náuti a. El uso que Cis ar ha e de
las antidades negativas en su texto se limita a la apli a ión del om-
plemento aritméti o en el ál ulo de los logaritmos. Cis ar, siguiendo a
D'Alembert, a�rma que la determina ión de antidades positivas o nega-
tivas es arbitraria, pero una vez �jadas las positivas, serán onsideradas
negativas las opuestas a ella en toda la operativa.
13. Tos a y Bails es riben obras muy extensas, abar ando asi todas las ma-
temáti as de su tiempo y dirigidas a los públi os más diversos on intere-
ses matemáti os, en general apli ados. La mayoría de los demás autores
CONCLUSIONES 503
onsiderados son más on retos, dirigiendo sus obras dire tamente a la
enseñanza de la náuti a. Pero Rosell es pe uliar al a�rmar que quiere
es ribir un texto de �matemáti a pura� dirigido a �matemáti os�. Ini-
ia su aritméti a estable iendo una axiomáti a y un postulado para la
antidad, y realizando una exposi ión pre isa de las no iones esen iales
y del ál ulo on expresiones simbóli as. Lleva al álgebra los negativos,
las progresiones y los logaritmos para expresar mejor sus propiedades
on lenguaje simbóli o. Es el úni o autor que distingue, ya avanzado el
siglo, entre la unidad aso iada a una antidad y la unidad abstra ta,
onsiderando en onse uen ia números on retos aso iados a antidades
y números abstra tos dedu idos de la unidad abstra ta, on sus reglas
operativas omunes. No sabemos hasta dónde podría haber llegado on
este planteamiento porque no publi ó nuevos volúmenes que tenía anun-
iados.
14. En la primera mitad del siglo los logaritmos apare en en los textos de
trigonometría. Dejando de lado a Cedillo, por su esquematismo al tratar
los logaritmos, observamos que las obras de Tos a, Sán hez Re iente y
Fernández son muy similares; el primero mar a la pauta que los demás
siguen on ierto per�l personal. Se mantienen las de�ni iones, el orden
de exposi ión de los temas, in luso algunos ejemplos son los mismos.
Sán hez Re iente se muestra más prá ti o, mientras que Fernández se
esmera en la exposi ión. El problema dedi ado al ál ulo del seno verso
o sagita in luido por Tos a no apare e ni en el tratado de Fernández ni
en el de Sán hez Re iente. Aunque los tres autores van dire tamente al
uso de los logaritmos en la resolu ión de triángulos, Fernández in luye
apli a iones sen illas de los logaritmos a las opera iones aritméti as (pro-
du tos, o ientes, raí es y medias propor ionales de números, ha iendo
logaritmos y antilogaritmos) y a iertas formas de abreviar opera iones
trigonométri as, uestiones que ni Tos a ni Sán hez Re iente ha en ex-
plí itas.
15. Ya en la segunda mitad del siglo, los libros de trigonometría siguen ha-
iendo uso de los logaritmos para la resolu ión de los triángulos planos
y esféri os, pero se observa que los logaritmos pasan a ser un tema que
se introdu e y expli a en aritméti a o en álgebra, después de las pro-
gresiones aritméti as y geométri as. Esto es así porque se onsolida la
tenden ia, avanzada en la primera mitad del siglo por Fernández, de en-
ontrar apli a iones espe í� as de los logaritmos para el ál ulo simple-
mente aritméti o on números grandes. Godin fue el primero en mostrar
este enfoque, que una dé ada después onsolidó Bézout y más tarde re-
produjo Bails, mostrando omo apli a ión aritméti a de los logaritmos
el ál ulo de los intereses ban arios.
16. La vin ula ión de los logaritmos al álgebra, observada en algunos autores,
su ede en varios sentidos. Por una parte, se trata de una repeti ión de
504 Con lusiones
la exposi ión aritméti a ha iendo uso de la nota ión simbóli a literal, lo
que se apre ia en la segunda exposi ión de Bails y en la de Rosell. El
otro aspe to de rela ión de los logaritmos on el álgebra se re�ere a la
amplia ión de aquella on el análisis algebrai o, que in luye el desarrollo
en series de poten ias de las fun iones elementales a la manera de Euler, lo
que ondu e a la expresión en serie de log(1+x). Esto solo se ve expuestoen Bails e insinuado sin más en los textos onsiderados de Cis ar.
17. Añadiremos �nalmente que, entre los textos examinados, solo en Bails
hemos visto rela iones de los logaritmos on el ál ulo in�nitesimal, a
través de la urva logarítmi a y de la uadratura (integra ión) de la
hipérbola equilátera. Pero en los textos náuti os de Cedillo y de Jorge
Juan apare en los �argumentos in�nitesimales� geométri os, propios de
los pre ursores del ál ulo in�nitesimal, identi� ando urvas on re tas
uando los fragmentos onsiderados son �muy pequeños�.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
Bibliografía
Fuentes primarias
[A℄ Fuentes de Ar hivo
[1℄ AGS, Guerra Moderna, leg. 3003: "Ynstru ion para el Govierno, edu a-
ion enseñanza, y servi io delos Guardias Marinas, y obligazion de sus
o�zios y Maestros de Fa ultades". D
nJoseph Patiño. Cádiz, 15 de abril
de 1718.
[2℄ AGS, Marina, leg. 80: "Ynstru ion que forma el Brigadier Yngeniero
Dire tor de los Exer itos de S. M. DnDiego Bordi k, para el Profesor
prin ipal y Maestro de Fa ultades Mathemati as â uio Cargo estarà,
la enseñanza dela Compañia de Cadetes y Guardias Marina de S. M. en
onformidad ala Ynstru ion dada por el Exmo. Sor. Dn. Joseph Patiño en
Cadiz â 15 de Abril de 1718. Laque hasta aqui tiene fuerza de ordenanza,
hasta que S. M. determine otra osa". Madrid, julio de 1735.
[3℄ AGS, Marina, leg. 80: "Carta de Diego de Bordi k a Joseph Patiño". San
Ildefonso, 2 de agosto de 1735.
[4℄ AGS, Marina, leg. 80: "Ynstru ion que manda S. M. se observe por
el Profesor Prin ipal, y Maestro de Fa ultades Mathemati as que dirije
a tualmente la Real A ademia de Guardias Marina estable ida en Cádiz,
y en sus ausen ias y enfermedades el Capitan e Yngeniero ordinario de sus
Exer itos Dn. Ambrosio Marnara, en que se trata el metodo unibersal dela
enseñanza de estas fa ultades y delas pertene ientes a las Forti� a iones
y su dibujo". San Ildefonso, 31 de agosto de 1735.
[5℄ AGS, Marina, leg. 83: "Representaziones del Capitan de Navio, y de la
Compañia de Guardias Marinas Dn. Jorge Juan sobre aumento de este
Cuerpo. Cartas de Jorge Juan al Marqués de la Ensenada". Madrid, 10
de marzo de 1752 y Madrid 26 de marzo de 1752.
[6℄ AHUS, Libro 0217, fol. 134-139: "Expediente de legitimidad y limpieza
de sangre de Fran is o Joseph de Barreda Azeuedo, para la entrada en el
Colegio de San Telmo de Sevilla".
508 BIBLIOGRAFÍA
[7℄ AHUS, Libro 0324 bis: "Copia de las Cedulas Reales, Que Su Magestad el
Rey Nuestro Señor D. Carlos Segundo deste nombre, mando expedir para
la fvnda ion del Colegio, y Seminario, que mandò hazer para la edu a ion
de Niños en la Ciudad de Sevilla, para la enfeñanza, y erudi ion de ellos
en la Arte Maritima, Artilleria, y Reglas de Marineria, y Dota ion, y
Privilegios para efte �n". 1734.
[8℄ AMN, Cole ión Guillén, ms. 1563, do . 8, fol. 33-47: "Plan de estudios
que pare e mas onforme para la enseñanza de Guardias Marinas", Ma-
drid, 31 de di iembre de 1783.
[9℄ AMN, Cole ión Guillén, ms. 1563, do . 11, fol. 47-50: "Di tamen de
D
n. Vi ente To�ño, sobre el Plan de estudios para los Guardias-marinas,
propuesto por los Comandantes de las tres Compañias, on fe ha de 31
de Di iembre de 1783", Isla de Leon, 31 de noviembre de 1784.
[10℄ ANCAR, Cuerpo general (guardiamarinas), Compañía y A ademias, Caja
2994, exp. 1: "Inventario de los efe tos del Rey existentes en la A ademia
y Quartel de Guardias Marinas �rmado por mi en virtud de Providen ia
del Sr. Don Alfonso Alburquerque, Intendente de Marina de este Depar-
tamento on fe ha de hoy, los quales deben quedar á argo de Don Ja into
Ceruti, primer Maestro de esta A ademia".
[11℄ MNM, ms. 895, do .1, fol. 1-7: "Ynstru ion general para la Dis iplina,
Estudios y Exâmenes que deben seguirse en las Es uelas Reales y Par-
ti ulares de Nauti a del Reyno", Formada por D. Fran
o
. Winthuysen y
aprobada en 26 de Febrero de 1790.
[12℄ MNM, ms. 1807, do . 1: "Ynstru ion que deve Observarse para los Estu-
dios y Examenes en las R
s. Es uelas de Pilotos de los tres Departamentos.
Consequente ala R
l. Orn que le Ante ede". Ferrol, 17 de julio de 1790.
[B℄ Otras Fuentes
[13℄ ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1795) Memoria sobre el ál ulo de la
latitud del lugar por dos alturas del sol. Madrid, Imprenta de la viuda de
Ibarra.
[14℄ ALCALÁ-GALIANO, DIONISIO (1796)Memoria sobre las observa iones
de latitud y longitud en el mar. Imprenta de la viuda de D. Joa hin Ibarra.
[15℄ ÁRCHER MENOR, MIGUEL (1756) Le iones Nauti as expli adas en
el Museo Matemathi o de el M. N. Y M. L. Señorio de Viz aya, Noble
Villa de Bilbao, y su Ilustre Casa de Contrata ion. Bilbao, Antonio de
Egufquiza, Impre�or de di ho M. N. y M. L. Señorìo.
[16℄ BAILS, BENITO (1779-1804) Elementos de Matemáti a. Por D. Benito
Bails, Dire tor de Matemáti as de la Real A ademia de S. Fernando,
Individuo de las Reales A ademias Española, de la Historia, y de las
BIBLIOGRAFÍA 509
Cien ias Naturales, y Artes de Bar elona. Diez Tomos.
Tomos I, II, III, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M., 1779.
Tomo IV, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M. y de
la Real A ademia, 1780.
Tomo V, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M. y de
la Real A ademia, 1780.
Tomo VI, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M. y de
la Real A ademia, 1781.
Tomo VII, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.,
1775.
Tomo VIII, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.,
1775.
Tomo IX. Parte I, Madrid, D. Joaquín Ibarra, Impresor de Cámara de S.
M. y de la Real A ademia, 1783.
Tomo IX. Parte II, Imprenta de la viuda de D. Joaquín Ibarra, 1790.
Tomo X. Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1804.
[17℄ BAILS, BENITO (1776) Prin ipios de Matemáti a, donde se enseña
la espe ulativa, on su apli a ion a la dinámi a, hydrodinámi a, óp-
ti a, astronomía, geografía, gnomóni a, arquite tura, perspe tiva, y al
alendario. Por D. Benito Bails, Dire tor de Matemáti as de la Real
A ademia de S. Fernando, individuo de las Reales A ademias Españo-
la, de la Historia, y de las Cien ias Naturales y Artes de Bar elona.
Tomos I, II y III. Madrid, D. Joaqun Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
Otras edi iones onsultadas:
2a edi ión añadida:
Tomo I, Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1788.
Tomo II, Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1789.
Tomo III, Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1790.
3a edi ión añadida:
Tomo I, Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1795.
Tomo II, Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra, 1797.
[18℄ BARREDA Y ACEVEDO, FRANCISCO DE (1766) El marinero instrui-
do en el arte de navega ion spe ulativo, y pra ti o, segun el mètodo, on
que se enseña à los Colegiales del Real Seminario de Sr. San Telmo, extra
muros de la Ciudad de Sevilla. Dispuesto por D. Fran is o de Barreda,
Colegial, que fué en di ho Real Seminario, Piloto Prin ipal examinado
de la Carrera de Indias, Capitular de la Universidad de Mareantes, y
Maestro de la expressada Fa ultad Nauti a, y demás, que en di ho Real
Colegio se enseñan. Dedi ado al Sr. San Pedro Gonzalez Telmo, Singular
Patron de los Navegantes.
510 BIBLIOGRAFÍA
Otras edi iones onsultadas:
2a impresión, O� ina de Vázquez, Hidalgo, y Compañía, Impresores de
di ho Real Seminario, 1786.
[19℄ BARREDA Y ACEVEDO, FRANCISCO DE (1770) El arithmeti o infe-
rior, espe ulativo, y pra ti o, dispuesto a la enseñanza de los Colegiales
del Real seminario de San Telmo, extra-muros de la Ciudad de Sevilla.
Por Don Fran if o de Barreda, Colegial que fuè en di ho Real Semina-
rio, Piloto prin ipal, examinado de la Carrera de Indias, Capitular de
la Uniuer�dad de Mareantes, y Maeftro de la fa ultad Nauti a, y demàs
que fe enfeñan en di ho Real Colegio. Dedi ado a María Santissima Nra.
Sra. on el Titulo del Buen-Aire, Titular de la referida Univer∫idad de
Mareantes, y men ionado Real Colegio. Sevilla, Manuel Ni olás Vázquez.
[20℄ BÉZOUT, ÉTIENNE (1764-1767) Cours de mathématiques à l'usage des
Gardes du Pavillon et de la Marine, París, Musier �ls, 4 vols.
[21℄ BORELLI, GIOVANNI ALFONSO (1568) Eu lide restitutus, París, F.
Honophri.
[22℄ CARDUCHI, LUIS (1637) Elementos geometri os de Ev lides philosopho
megarense svs seys primeros libros. Al alá, Anton Duplast.
[23℄ CATÁLOGO (1865) Catálogo de la Bibliote a Central de la Marina. Ma-
drid, Imp. de Tejado, a argo de R. Ludeña.
[24℄ CATÁLOGO (2011) Catálogo 500 años de libros. Funda ión San ho el
Sabio Fundazioa. Exposi ión. 4 al 29 de abril de 2011.
[25℄ CLAVIO, CHRISTOPHORUS (1574) Eu lidis Elementorum, 2 vols., Ro-
ma, V. A oltum.
[26℄ CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL(1717) Compendio de la Arte
de Navega ion. Qve sa a a la pvbli a luz para la enfeñanza de los Niños
del Real Colegio Seminario de San Telmo, de la muy Noble, y muy
Leal Ciudad de Sevilla. Sv avtor Don Pedro Manvel Cedillo, Maeftro de
di ha Arte en di ho Real Colegio. Dedi ado a los mvy Ilvstres Señores
Mayordomo, y Diputados de la Vniver�dad de Mareantes, y di ho Real
Colegio. Sevilla. Lu as Martín Hermosilla, Impresor, y Mer ader de
Libros.
Otras edi iones onsultadas:
2a impresión orregida y añadida, Sevilla, 1730
[27℄ CEDILLO RUJAQUE, PEDROMANUEL (1718) Trigonometria apli ada
a la Navega ion, afsi por el bene� io de las Tablas de los Senos, y Tangen-
tes Logarithmi as; omo por el vfo de las dos Ef alas Plana, y Arti� ial.
Autor Don Pedro Manvel Cedillo, Mae∫tro de la Arte de Navega ion, en el
BIBLIOGRAFÍA 511
Real Colegio Seminario de San Telmo de la Ciudad de Sevilla. Dedi ada al
Señor Don Joseph Patiño, Cavallero del Orden de Al antAra, del Confejo
de fu Mageftad en el Real de Ordenes, Intendente General de la Marina
de Efpaña, & . Sevilla, Lu as Martín Hermosilla.
[28℄ CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL(1745) Tratado de la Cos-
mographia, y Nauti a, dedi ado al ex . Sr. Don Cenon De Somo De
Villa, Marquès de la Enfenada, Cavallero del Real Orden de S. Genaro,
Comendador de Piedra-Baena en el de Calatrava, del Confejo de Eftado,
y Lugar-Theniente General del Serenifsimo Señor Infante Don Phelipe,
en el Almirantazgo General de Efpaña, y de las Indias, & . Por Don
Pedro Manuel Cedillo, Dire t�r por S. M. de la Real A ademia de
Cavalleros Guardias Marinas de Efta Ciudad de Cadiz. Cádiz, Imprenta
Real de Marina, y Casa de Contrata ión de Don Miguel Gómez Guiraun.
Otras edi iones onsultadas:
Cádiz, Imprenta Real de Marina de Don Manuel Espinosa de los Monteros,
1750.
[29℄ CHAVES, ALONSO DE (1983) Quatri Partitu en osmographia prati-
a i por otro nobre llamado espeio de navegantes. Obra mui utilissima i
opendiosa en toda la arte de marear i mui ne esaria i de grand prove ho
en todo el urso de la navega io. Instituto de Historia y Cultura Naval.
[30℄ CHAVES, JERÓNIMO DE (1545) Tra tado de la Sphera. Qve ompvso el
do tor Ioannes de Sa robvsto on mu has additiones. Agora nueuamente
traduzido de Latin en lengua Caftellana Por el Ba hiller Hieronymo de
Chaves: el qual añidio mu has �guras tablas, y laras δmonftrationes: jun-
tamente o vnos breues S holios, ne e�arios á mayor illu idation, ornato
y perfe tio δl di ho tra tado. Sevilla, Imprenta Juan de León.
[31℄ CHAVES, JERÓNIMO DE (1580) Chronographia o reportorio de los tiem-
pos, el mas opioso y pre ifo que hafta ahora ha falido à la luz. Sevilla,
en Casa de Fernando Díaz. Primera edi ión en Sevilla, Imprenta Juan de
León, 1548.
[32℄ CISCAR Y CISCAR, GABRIEL (1795) Tratado de Aritméti a para la ins-
tru ion de los Guardias Marinas. Mur ia, D. Manuel de Muñiz Impresor
de Marina.
[33℄ CISCAR Y CISCAR, GABRIEL (1796a) Tratado de Trigonometría Es-
féri a para la instru ion de los Guardias Marinas. Cartagena, O� ina de
Marina de este Departamento.
[34℄ CISCAR Y CISCAR, GABRIEL (1796b) Tratado de Cosmografía para
la instru ion de los Guardias Marinas. Cartagena, O� ina de Marina de
este Departamento.
512 BIBLIOGRAFÍA
[35℄ CORTÉS ALBACAR, MARTÍN (1556) Breue ompendio de la sphera y
de la arte de navegar, on nuevos instrumentos y reglas exempli� ado on
muy subtiles demonstra iones. Sevilla, en Casa de Antón Alvarez. Primera
edi ión, Sevilla, en Casa de Antón Alvarez, 1551.
[36℄ CORTÉS, SEBASTIÁN ANTONIO DE (1757) Elogio funebre de Dn.
Juan San hez Re iente que murio el 6 de abril de 1757. Es rito por D.
Sebastián Antonio Cortés. Leído el 16 de septiembre de 1757. Consta en
las A tas de la Real A ademia de Buenas Letras de Sevilla on el número
168, folios 105-126.
[37℄ DECHALES, C. F. M. (1674) Cursus seu mundus mathemati us, 3 vols.,
Lugduni, Anissoniana.
[38℄ EGERCICIO (1773) Eger i io de Matemati as que ha de tener en los
Estudios Reales de la Corte D. Pedro Vi ente Giner. Madrid, D. Joaquín
de Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
[39℄ EGERCICIO (1774) Eger i io de Matemati as que ha de tener en los Es-
tudios Reales de la Corte D. Josef Maria de Mendoza. Madrid, D. Joaquín
de Ibarra, Impresor de Cámara de S. M.
[40℄ EUCLIDES (1991) Elementos, 3 vols., trad. y notas M. L. Puertas, intro-
du ión de L. Vega. Madrid, Gredos. Bibliote a Clási a Gredos, n
o
155.
[41℄ FALEIRO, FRANCISCO (1535) Tratado del Efphera y del arte del ma-
rear: on el regimieto de las alturas: o alguas reglas nueuamete ef ritas
muy ne e�arias. Sevilla, Juan Cromberger. 1989 edi ión fa símil de la
edi ión de Sevilla, Juan Cromberger, 1535.
[42℄ FERNÁNDEZ DE ENCISO, MARTÍN (1530) Suma de geographia q trata
de todas las partidas y provin ias del mundo en espe ial de las indias y
trata largamete del arte de marear, juntamete on la espera en roman e:
on el regimiento del sol y del norte: nuevamente he ha. Sevilla, Ja obo
de Cromberger. Primera edi ión, Sevilla, Ja obo Cromberger, 1519. Edi-
iones orregidas en Sevilla, Juan Cromberger 1530 y Sevilla, Andrés de
Burgos, 1546. Tradu ión en inglés de la parte de la geografía indiana
bajo el título �A briefe des ription of the portes�, Londres 1578.
[43℄ Ga eta de Madrid [6/7/1773℄.
Ga eta de Madrid [1/8/1783℄.
Ga eta de Madrid [29/4/1803℄.
Ga eta de Madrid [31/3/1835℄.
BIBLIOGRAFÍA 513
[44℄ FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, ANTONIO GABRIEL (1742) Compendio
de la Geometria Elementar, Aritmeti a Inferior, y Trigonometria Plana
y Espheri a. Lleva añadido en esta segunda impression, un Tratado de
Geometrìa Pra ti a, ò ufo de los Inftrumentos mas omunes para trabajar
en el Papèl, y Terreno, on la expli a ion de los olores mas proprios para
de�gnar, y lavar los Planos, y per�les de Forti� a ion, & . Dispuesto
por Don Antonio Gabriel Fernández, Maeftro Segundo de Mathemati as
en la Real A ademia de Caballeros Guardias Marinas de la Ciudad de
Cadiz. Y lo dedi a al Illmo. Sr. Don Fran is o de Varas y Valdès, del
Confejo, y Camara de S.M. en el Real, y Supremo de Indias, & . Sevilla,
Imprenta de la Siete Revueltas
929
.
Otras edi iones onsultadas:
3a edi ión, Sevilla, O� ina de D. Ni olás Vázquez, y Compañía, 1778.
[45℄ FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, ANTONIO GABRIEL (1784) Trigono-
metria esferi a, que dispuso Don Antonio Gabriel Fernández, Maestro
de Matemati as que fue de la Real A ademia de Guardias Marinas de
Cadiz. Y se reimprime para uso de la Compañía de Guardias Marinas de
Cartagena. Mur ia, Imprenta de la Viuda de Felipe Teruel.
Otras edi iones onsultadas:
Mur ia, Imprenta de la Viuda de Felipe Teruel, s.a.
930
.
Isla de León, En su Imprenta, 1789
931
.
Edi ión sin datos de impresión
932
.
[46℄ FERNÁNDEZ RODRÍGUEZ, ANTONIO GABRIEL (1788) Tratado de
la Trigonometria Plana y Esferi a. Continua ion del Compendio de Ma-
temati as que dispuso Don Antonio Gabriel Fernandez, Colegial que fue
de este Real Seminario de San Telmo de Sevilla, y Maestro de la Com-
pañia de Cavalleros Guardias Marinas para su uso, y ahora se reimprime
para el de di ho Real Seminario, agregandole un apendi e que ampli� a
mas el ono imiento de la Trigonometria esferi a: las Tablas Logarithmi-
as de numeros naturales, y las de los Senos y Tangentes. Sevilla, O� ina
de Vázquez, Hidalgo y Compañía, Impresores de di ho Real Seminario.
[47℄ GODIN CHARRÓN, LUIS (1758) Compendio de Mathemàti as para
el uso de los Cavalleros Guardias-Marinas. Por el Coronel Don Luis
Godin, de las R.
sA adèmias de Cien ias de Parìs, Londres, Berlìn,
y Up∫al, Cen∫or Real de Libros en Fran ia, Cathedrati o de Prima de
Mathemàti as, que fuè, en la Real Univer∫idad de S. Mar os de Lima, y
Dire tor de la Real A adèmia de Cavalleros Guardias-Marinas. Cádiz,
9292a edi ión.
930
Se reimprime para uso de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz.
931
Se reimprime para uso de la Compañía de Guardiamarinas de Cádiz.
932
Véase la página 341.
514 BIBLIOGRAFÍA
Imprenta de la misma A ademia.
Otras edi iones onsultadas:
Real Isla de León, Imprenta de la misma A ademia, 1788.
[48℄ HISTOIRE (1766) Histoire de L'A adémie Royale des S ien es. Ave les
Mémoires de Mathématique & Phy�que, pour la même Année, Tirés des
RegiSevilla, Simón Carpintero∫tres de ette A adémie. París, Imprimerie
Royale, pp. 181-194.
[49℄ JUAN SANTACILIA, JORGE (1757) Compendio de Navega ion para el
uso de los Cavalleros Guardias-Marinas. Por D. Jorge Juan, Comendadòr
de Aliaga en la Orden de San Juan, del Confejo de S.M. en fu Junta
de Comer io, Moneda, & . Capitàn de Navio de la R. Armada, y de la
Compañia de Guardias-Marinas, de la Reàl So iedàd de Londres, de la
R. A adèmia de Berlìn, y Corr. de la de Parìs.Cadiz, A adèmia de los
mismos Cavalleros.
[50℄ JUAN SANTACILIA, JORGE(1771) Examen Maritimo Theóri o Prá -
ti o, ó Tratado de me hani a apli ado á la ontru ion, ono imiento
y manejo de los navios y demas Embar a iones. Por D. Jorge Juan,
Comendador de Aliaga en la Orden de San Juan, Xefe de Esquadra de la
Real Armada, Capitan de la Compañía de Guardias Marinas, de la Real
So iedad de Londres, y de la A ademia Real de Berlin. Tomos Primero y
Segundo. Madrid, Imprenta de D. Fran is o Manuel de Mena.
Otras edi iones onsultadas:
2a edi ión, Tomo I, Madrid en la Imprenta Real, 1793.
[51℄ LÓPEZ ROYO, FRANCISCO (1798) Memoria sobre los métodos de ha-
llar la longitud en la mar por las observa iones lunares. Por el alferez
de navio Don Fran is o Lopez Royo, de la Orden de San Juan. Madrid,
Imprenta Real por Don Pedro Julián Pereyra, impresor de Cámara de S.
M.
[52℄ MAZARREDO SALAZAR, JOSÉ DE (1790) Le iones de Navega ion
para el uso de las Compañias de Guardias-Marinas. Isla de León, Imprenta
de la Real A ademia.
[53℄ MEDINA, PEDRO DE (1545) Arte de nauegar en que fe ontienen todas
las Reglas, De lara iones, Se retos, y Auifos, q a la buena nauega io fon
ne e�arios, y fe deue faber, he ha por el maestro Pedro de Medina. Dirigi-
da al fereni�mo y muy ef laref ido feñor, don Felipe prin ipe de Efpaña,
y de las dos Si ilias, r . Valladolid, Fran is o Fernández de Córdova.
[54℄ MEDINA, PEDRO DE (1563) Regimieto de nauega io Contiene las ofas
que los pilotos ha de saber para bien navegar: y los remedios y auifos que
BIBLIOGRAFÍA 515
han de tener para los peligros que nauegando les pueden su eder. Dirigido
a la Real Mageftad del Rey δon Philipe muestro Señor. Por el Maeftro
Pedro de medina vezino de Seuilla. Sevilla, Simón Carpintero.
[55℄ MEMORIAL (1787) Memorial Literario. Número LXIV, pp. 451-452.
[56℄ MENDOZA Y RIOS, JOSÉ DE (1787) Tratado de Navega ion (tomos I
y II). Madrid, Imprenta Real.
[57℄ MENDOZA Y RIOS, JOSÉ DE (1795) Memoria sobre algunos metodos
nuevos de al ular la longitud por las distan ias lunares: y apli a ion de
su teóri a á la solu ion de otros problemas de navega ion. Por Don Joseph
de Mendoza y Rios, Capitan de Navio de la Real Armada, individuo de la
Real So iedad de Lóndres, y orrespondiente de las Reales A ademias de
las Cien ias de Paris y de Lisboa. Madrid, Imprenta Real.
[58℄ ORDENANZAS (1748a) Ordenanzas de su Magestad para el Govierno
Militar, Politi o, y E onómi o de fu Armada Naval. Parte Primera. Que
ontiene los A�umptos pertene ientes al Cuerpos General de la Armada.
De orden del Rey N. S. Madrid, Imprenta de Juan de Zuñiga.
[59℄ ORDENANZAS (1748b) Ordenanzas de su Magestad para el Govierno
Militar, Politi o, y E onómi o de fu Armada Naval. Parte Segunda. Que
ontiene los A�umptos pertene ientes à los Cuerpos Militares de la Ar-
mada. De orden del Rey N. S. Madrid, Imprenta de Juan de Zuñiga.
[60℄ ORDENANZAS (1786) Ordenanzas para el Real Colegio de San Telmo de
Sevilla. Madrid, Imprenta de la viuda de Ibarra.
[61℄ ORDENANZA (1794) Ordenanza de S. M. para los Reales Colegios de
San Telmo de Sevilla y Málaga. Madrid, Imprenta de D. Benito Cano.
[62℄ RECOPILACIÓN (1841) Re opila ión de las leyes de los Reinos de las
Indias. Mandadas imprimir y publi ar por la Magestad Católi a del Rey
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Editado on la aproba ión de la Regen ia provisional del reino. Corregida
y aprobada por la Sala de Indias del Tribunal Supremo de Justi ia.
[63℄ ROSELL VICIANO, ANTONIO GREGORIO (1785) Institu iones Mate-
máti as por Don Antonio Gregorio Rosell Catedráti o de Matemáti as en
los estudios reales de esta orte y Comisario de guerra honorario. Madrid,
Imprenta Real.
[64℄ SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1739) Tratado de Trigonometria plana
general, on la onstru ion, y ufo de las Tablas de los Logarithmos, y
del Canon Trigonometri o de Senos, Tangentes, y Se antes logarithmi-
as. Dedi ado a los señores Cavalleros Mayordomo, y Diputados de la
Univer�dad de Mareantes, y del Real Colegio Seminario de Señor San
Telmo de Sevilla. Dispuesto por Don Juan Sán hez Re iente, Prefbytero,
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Manuel Martín.
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la Tabla de Partes Meridionales, y algunos Problemas uriofos, que para
la edu a ión de los Colegiales del Real Seminario de Sr. S. Telmo extra
muros de la Ciudad de Sevilla, Dispone Don Juan San hez Re iente,
Presbytero, Mae∫tro de Mathemati as en di ho Real Colegio: y lo dedi-
a a los Caballeros Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio, y
Univer�dad de Mareates. Sevilla, Imprenta de los Re ientes, en la Pajeria.
Otras edi iones onsultadas:
Madrid, O� ina de Manuel Martín, Calle de la Cruz, 1759.
Santiago, Igna io Aguayo, 1775.
[66℄ SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1749) Tratado de Navega ion Theori a,
y Pra ti a fegun el orden, y Methodo, on que fe enfeña en el Real Colegio
Seminario de Sr. S. Telmo, extra muros de la Ciudad de Sevilla. Dedi-
ado al Ex .
moSeñor Marques de la Enfenada, Caballero del Real Orden
del Toifon de Oro, y de S. Genaro, del Confejo de Eftado de S. Mag. y
Superintendente General de Ha ienda, & . Por Mano de los Caballeros
Mayordomo, y Diputados de di ho Real Colegio Seminario, los Capitanes
D. Fauftino Clemente Raquejo, D. Diego de la Fuete Ponze de Leon, y
D. Geronymo Josfeph Gaytan. Es ripto por Don Juan San hez Re iente,
Presbytero, Cathedrati o de Mathemati as de di ho Real Colegio. Sevilla,
Imprenta Castellana on inteligen ia Latina de Fran is o Sán hez Re ien-
te, Impresor de la Regia Médi a So iedad.
[67℄ SÁNCHEZ RECIENTE, JUAN (1751) Tratado de Arithmeti a theori a,
y pra ti a, segun el modo, on que se enfeña en el Real Colegio Semi-
nario de San Telmo extra muros de la Ciudad de Sevilla. Dispuesto por
don Juan Sán hez Re iente, Presbytero, Cathedrati o de Mathemati as en
di ho Real Colegio. Quien lo dedi a a la muy ilustre Universidad de Ma-
reantes, Adminiftradora perpètua de di ho Real Colegio. Sevilla, Imprenta
de los Re ientes.
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Mathemati o, en qve se ontienen todas las materias mas prin ipales de
las Cien ias que tratan de la Cantidad. Que ompvso el Dotor Thomas
Vi ente To∫ a, Presbitero de la Congrega ion del Oratorio de S. Felipe
Neri de Valen ia. Y dedi a al Señor D. Felipe Qvinto el animoso, Rey de
las Españas.
Otras edi iones onsultadas:
Segunda impresión orregida, Madrid, Imprenta de Antonio Martín, 1727
(Todos los volúmenes).
Ter era impresión orregida, Valen ia, Imprenta de Jofeph Gar ia, 1757
(Todos los volúmenes).
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Rodrigo Çamorano, Aftrologo y Matemati o, y Cofmografo de la Mageftad
Catoli a de Don Felipe fegundo Rey de Efpaña, Y fu Catedrati o de Cofmo-
gra�a en la afa de la Contrata ion de las Indias de la Ciudad de Seuilla.
Al mvy ilvstre Señor el Li e iado Diego Gaf a de Salazar, Pre�dete en
el Confejo Real de las Indias. Sevilla, imprenta de Alfonso de la Barrera.
Sevilla, Imprenta Juan de León, 1588.
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sin imprimirla, hasta que puesta en prá ti a, se vea si ne esita alterarse
en alguna parte, para que se veri�que su impresion en la forma orrespon-
diente". En: Cándido No edal y Rodríguez de la Flor Bibliote a de autores
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[250℄ Funda ión Jorge Juan.
http://www.jorgejuan.net/ESPANOL/Marino/0biogra�a.htm
Fe ha de a eso: 6 de junio de 2015
[251℄ DivulgaMat. Centro virtual de divulga ión de las matemáti as.
http://divulgamat2.ehu.es/divulgamat15/index.php?option= om_ ontent&
view=arti le&id=3379%3A is ar-y- is ar-gabriel-1760-1829& atid=45%3A
biograf-de-matem os-espas&dire tory=67&showall=1
Fe ha de a eso: 7 de junio de 2015
[252℄ Catálogo de Publi a iones. Ministerio de Defensa.
http://publi a iones.defensa.gob.es/pprevistas/8983a06b-fb63-65ab-9bdd
-�0000451707/index.html#/56/
Fe ha de a eso: 8 de junio de 2015
[253℄ Edinburgh Museums & Galleries.
http://www.edinburghmuseums.org.uk/getdo / 28065d3-102b-43b -8b1d
-9 0ddf5 2d50/About
Fe ha de a eso: 12 de junio de 2015
[254℄ Universidad de Granada. Libros fondo antiguo. 50 años de matemáti as.
http://www.ugr.es/ �mat_50/Libros/A-009-206.pdf
Fe ha de a eso: 17 de julio de 2015
[255℄ Ar hivo Muni ipal de Mur ia. Repositorio Digital.
http://www.mur ia.es/jspui/handle/10645/672
Fe ha de a eso: 20 de julio de 2015
[256℄ RiuNet repositorio UPV. Universitat Politè ni a de Valèn ia.
https://riunet.upv.es/handle/10251/19780
Fe ha de a eso: 27 de o tubre de 2015
Apéndi e A
ABREVIATURAS Y SIGLAS
Abreviaturas:
art. : artí ulo.
R. C. : Real Cédula.
R. O. : Real Orden.
Siglas:
AGS: Ar hivo General de Siman as.
AHUS: Ar hivo Históri o Universidad de Sevilla.
ANCAR: Ar hivo Naval de Cartagena.
BNCF: Bibliote a Nazionale Centrale di Firenze.
BDH: Bibliote a Digital Hispáni a. Bibliote a Na ional de España.
BVPB: Bibliote a Virtual de Patrimonio Bibliográ� o.
DICTER: Di ionario de la Cien ia y de la Té ni a del Rena imiento.
MN: Museo Naval de Madrid.
RAE: Real A ademia Española.
RAH: Real A ademia Historia.
REBIUN: Red de Bibliote as Universitarias Españolas.
UDC: Universidade da Coruña.
UPC: Universitat Politè ni a de Catalunya.
Apéndi e B
ÍNDICES
ÍNDICES 543
ÍNDICES
933
TOSCA MASCÓ, VICENTE (1707)
Compendio Mathemati o[. . . ℄. Tomo I
INDICE
DE LOS TRATADOS, LIBROS,
y Capitulos, que en efte Tomo
primero fe ontienen.
I
Ntrodu ion breve à las Di iplinas mathemati
as, pag I.
Objeto, naturaleza , y divi∫ion de las Mahema
ti as, pag. 2.
De laran∫e las partes en que fe divide la Mathema
ti a,pag. 3.
Origen, progre∫o ,y vtilidad de las Mathemati as,
pag.5.
Methodo on que ∫e deben en∫eñar ,y aprender las
Mathemati as, pag.7.
Expli a ion de algunos terminos frequuentes en la
Mathemati a, pag. 8.
Expli a ion de las itas mas frequentes, pag.10.
933
Trans ribimos a ontinua ión los índi es de los textos analizados en el apítulo uarto de
la presente Memoria. Para di ha trans rip ión, que se presenta en orden ronológi o, se ha
mantenido siempre que ha sido posible la grafía y el formato utilizado por el propio autor.
En los asos en los que el texto are e de índi e, se ha elaborado uno ad ho , utilizando la
división en apítulos empleada por el autor en el interior de la obra. Además, en todos los
asos en los que se disponía de otras obras del autor, se han onsultado estas para adoptar
un formato si no igual lo más similar posible.
544 ÍNDICES
TRATADO I.
De la Geometria elementar , que omprehende
los feis primeros Libros de Eu lides,
juntamente on el vnde imo,
P
Roemiales,pag.11.
Libro I. pag. 13.
Libro II. pag. 40 .
Libro III. pag. 50.
Libro IV. pag. 67.
Libro V. pag. 67
Libro VI. pag. 83.
Libro VII. On eno de Eu lides, pag. 103.
Libro VIII. Duodé imo de Eu lides, pag. 121.
TRATADO II. De la Arithmeti a inferior.
L
IBRO I. de las reglas elementares, y Logi∫ ti ade los numeros enteros, pag. 136.
De�ni iones, pag. 136.
Cap. I. del numerar, pag. 137.
Cap. 2. de las monedas,pe∫os, y medidas, pag. 139.
Cap. 3. de los pe∫os, y medidas omparados entre sì,
pag. 141.
Cap. 4. del Sumar, pag. 144.
Cap.5. del Re∫tar, pag. 146.
Cap. 6. Del Multipli ar, pag. 149.
Cap. 7. del Partir, pag. 153.
Libro II. de la naturaleza,y logi∫ti a de losquebra-
dos, pag. 159.
ÍNDICES 545
De�ni iones, pag. 159.
Cap. I. de la determina ión de los quebrados,
Pag. 159.Cap. 2. de la redu ion de los quebrados, pag. 159.
Cap. 3. de la ∫
uma, re∫ta, de los quebrados, pag.
168.
Libro III. de la logi∫ti a de los números denominados,
pag. 175.
Libro IV. de la Analogia de los números, pag. 186.
Cap. I. de la regla de tres, pag. 187.
Cap. 2. de la regla de ompañìas, pag. 201.
Cap. 3. de la aliga ion, pag. 207.
Cap. 4. de la fal∫a po∫i ion, pag. 214.
Libro V. de las progre∫siones, pag. 221.
Cap. I. de la progre∫sion arithmeti a, pag. 223.
Cap. 2. de la progre∫sion geometri a, pag. 233.
Libro VI. de las ombina iones, pag. 243.
Cap. I. de las ombina iones en quanto a la ∫ub∫tan-
ia, pag. 245.
Cap. 2. de las ombina iones en quanto al lugar,
pag. 254.
Cap. 3. de las ombina iones en quanto à la ∫ub∫tan ia,
y lugar, pag. 263.
546 ÍNDICES
TRATADO III. De la Geometria pra ti a.
L
IBRO I. de la forma ión, y divi∫ion de lineas, y angulos, pag. 272.
Libro II. De la on∫tru ion de las �guras planas, pag.
284.
Libro III. de la in∫ rip ion, y ir un∫ rip ion de las
�guras, pag. 295.
Libro IV. de la divi∫ion de las �guras, pag. 308.
Libro V. de la propor ion, augmento, y diminu ión de
las �guras planas, pag. 319.
Libro VI. de la transforma ion de las �guras re tili-
neas, pag. 325.
Libro VII. de la tran∫forma ion de las �guras urvi-
lineas, pag. 335.
Cap. I. de la quadratura del ir ulo, pag. 335.
Cap. 2. de la quadratura de la elip∫e, pag. 347.
Cap. 3. de la quadratura de la lunula, pag.351.
Libro VIII. de la fabri a, y v∫o de algunos inftrumen-
tos geométri os, pag. 353.
Cap. I. Expli a∫e la fabri a, y v∫o de algunos in∫tru-
mentos geométri os, pag. 353.
Cap. 2. Expli a∫e la fabri a, y v∫, del ompàs de pro-
por ion, ò Pantometra, pag. 359.
Libro IX. de la dimen∫ ion de las líneas, pag. 381.
Libro X. de la dimen∫ ion de las ∫ uper� ies, pag. 396.
Libro XI. de la ∫terometria, ò men∫ura ion de los
∫olidos, pag. 401.
Apendi e, pag. 423.
ÍNDICES 547
TOSCA MASCÓ, VICENTE (1707)
Compendio Mathemati o[. . . ℄. Tomo II
INDICE
DE LOS TRATADOS, LIBROS,
y Capitulos, que en efte Tomo
fegundo fe ontienen.
TRATADO IV. De la Arithmeti a Superior.
LIBRO I. De la ompo� ion, y naturaleza
de las Poteftades numéri as. pag.2.
De�ni iones. pag. 2.
Cap1. Expli an∫e los Theoremas fundamentales de
lo [si ℄ Pote∫tades numeri as. pag.8.
Cap. 2. De la ompo∫i ion de las Pote∫tades nume
ri as. pag.18.
LIBRO II. De la Analy� , ò refolu ion de las
Poteftades numéri as. pag.28 .
Cap.I De las Reglas generales para la Analy∫i de las
Pote∫tades numeri as. pag.28.
Cap.2. De la aproxima ion de las raizes ∫ordas, ò ir-
ra ionales. pag.48.
Cap. 3. De las raizes de los quebrados. pag.52.
LIBRO III. Del vío de las raizes, y Pote∫tadesnumeri as. pag.60
TRATADO V.
De la Algebra, ò Arte Analyti a.
LIBRO I. De la Logifti a de los ara teres.pag.72.
Cap.I. De la Logì∫ti a de los ara teres in omple
xos. pag.74.
Cap.2. De la Logì∫ti a de los ara teres omplexos.
pag.82.
548 ÍNDICES
Cap.3. De la ompo∫i ion, y re∫olu ion de las pote∫ta-des de los ara teres.pag.95.
Cap.4. De la inven ion de medios propor ionales en los
ara teres.pag100.
Cap.5. De algunas otras opera iones he has on a-
ra teres ò numeros.pag.103.
LIBRO II. De las reglas generales de la Alge
bra, ò Arte Analyti a.pag.110.
LIBRO III. De la Analy� de las iguala iones
�mples.pag.124.
Cap. 1. De la re∫olu ion de las que∫tiones, en que ∫oloes mene∫ter ∫uponer vna letra.pag. 124.
Cap. 2. De la refolu ion de las que∫tiones , en que ∫e∫uponen diferentes letras por diferentes magnitu-
des in ognitas. pag. 137.
Cap.3. De la re∫olu ion de las que∫tiones ∫imples in-
determinadas.pag.160.
LIBRO IV . De la Analy� ompuefta, en que
por parti ion fe refuelven las iguala iones
ompueftas, quando en ellas on urre fola-
mente una magnitud in ognita.pag.178.
Cap.I. De la ompo∫i ion, y forma ion de las iguala
iones ompue∫tas. pag. 180.
Cap. 2. Expli a∫e la re∫olu ion de las iguala iones
ompue∫tas, por parti ion.pag.187.
LIBRO V.Methodo de refolver por fubtitu-
ion las iguala iones ompueftas, quando en el-
las folamente on urre una magnitud in
ognita.pag.193.
Cap.I. De las sub∫titu iones.pag.193.
Cap. 2. De las Hypothe∫es ,y del v∫o de ellas para ha-
llar el valor de la magnitud in ognita. pag. 199.
Cap. 3. De algunas opera iones on que ∫e pueden pre-
parar las iguala iones ompue∫tas para ∫u mas fa-
il re∫olu ion. pag.207.
ÍNDICES 549
Cap.4. De la re∫olu ion de las iguala iones ompue∫etas por ∫ub∫titu ion de Hypothe∫es. pag. 214.
Cap.5. Re∫uelven∫e por las reglas dadas varias que∫tiones de iguala ion ompue∫ta, en que ∫olo on ur-
re vna magnitud in ognita. pag.229.
Cap.6. Re∫uelven∫e algunas que∫tiones de iguala ión ompue∫ta ,planteandolas por vna regla parti u-
lar, on que ∫e redu en à lineares , ò ∫imples.
pag.237.
LIBRO VI . De la Analy� ompuefta, quando
o urren en las iguala iones diferentes mag-
nitudes in ognitas.pag.241.
Cap.I. De la Analy∫i de las que∫tiones ompue∫tasdeterminadas , donde on urren diferentes in og-
nitas. pag. 241.
Cap. 2. De la Analy� de las que∫tiones ompue∫tas in-determinadas, donde on urren diferentes in og-
nitas. pag. 251.
Cap.3. Del modo para hallar todas las raizes, ò va-
lores de las in ognitas, ∫iendo mu has las que on-
urren en las iguala iones.pag.260.
LIBRO VII. De las magnitudes irra ionales,
è in onmenfurables.pag.267.
Cap. I. De los numeros que ∫on quadrados, ubi os,
& .pag.269.
Cap.2. De la Logi∫ti a de los irra ionales ∫imples.
pag.273.
Cap.3. De la Logi∫ti a de los irra ionales ompue∫-tos.pag.287.
Cap.4., De la Logi∫ti a de las raizes vniver∫ales.pag. 296.
Cap. 5. De los Binonios, y Re∫iduos. pag.301.
Cap.6. Re∫uelven∫e algunas que∫tiones de antida-des irra ionales, pag.303.
LIBRO VIII. De la apli a ión de la Algebra á
la Geometría,pag. 305.
550 ÍNDICES
TRATADO VI.
De la Mu� a Efpe ulativa, y
Pra ti a
LIBRO I. De los intervalos Mu� os , tanto
onfonos, omo difonos. pag.331.
De�ni iones omunes. pag.331.
Cap.I. .De la naturaleza del ∫onido, y ∫us diferen ias.pag.332.
Cap.2. De las on∫onan ias , y di∫onan ias en parti-
ular.pag.347.
Cap.3. De la Logi∫ti a, y Origen de las on∫onan- ias.pag.353.
LIBRO II. Del Syftema Mu� o, fegun los Ge-
neros Diatoni o, Cromati o, Enharmoni o,
Diatoni o-Cromati o, y Diatoni o-Cro-
mati o-enharmoni o.pag.373. De�ni iones. pag. 373.
Cap.I. Del Sy∫tema Mu∫i o , ∫egun los tres generos
Diatoni o, Cromati o , y Enharmoni o. pag.374.
Cap.2. Del Sy∫tema Mu∫i o, ∫egun los generos Diato
toni o- romati o, y Diatoni o- romáti o-enharmo-
ni o.pag.388.
Cap.3. Del Mono hordo, y ∫u divi∫ion. pag.391.
Cap.4. Del Cir ulo Mu∫i o. pag.403.
LIBRO III. De la Mu� a Organi a, ò Inftru-
mental.pag.415.
Cap.1. De los In∫trumentos ompue∫tos de uerdas.pag.415.
Cap.2. De los In∫trumentos Pneumati os. pag. 424.
Cap.3. De los In∫trumentos Cru∫ti os , ò Pul∫atiles.pag.434.
LIBRO IV. De la Mu� a pra ti a.pag.447.
Cap.I. De los Proemiales de la Mu∫i a �gurada.
pag.447.
ÍNDICES 551
Cap 2. De las reglas generales para el ontrapunto,
on iertos , y ompo∫i ion. pag. 457.
Cap.3. Del ontrapunto, pag. 460.
Cap.4. De la pra ti a, y v∫o de las di∫onan ias en la
Mu∫i a. pag.466.
Cap. 5. De los on iertos, y ompo∫i ion. pag.473.
CEDILLO RUJAQUE, PEDRO MANUEL (1718)
934
Trigonometria apli ada a la Navega ion [. . . ℄
LIBRO PRIMERO.
DE LA TRIGONOMETRIA APLICADA À LA NAVEGACION Pag. I
SECCION I. De la expli a ion de las tablas Trigonometri as, y de los fun-
damentos de la Trigonometria plana . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag.
2.
Cap. I. De los Senos, Tangentes, y Se antes, y de la expli a ion de∫us tablaspag. 2.
Cap. II. De las ob∫erva iones, y fundamentos de la Trigonometria plana
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. I3.
SECCION II. De la apli a ion de la Trigonometria Plana á la Navega ion
. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. I7.
Cap. II
935
. De la re∫olu ion de los Triangulos re tangulos, apli ados á la Na-
vega ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. I7.
Cap. II. De la apli a ion de los triangulos re tangulos planos à la navega ion,
por las tablas Meridionales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 25.
934
Elabora ión propia utilizando los títulos de los apítulos designados por el autor y
basándose en el índi e del texto Tratado de la osmographia, y nauti a de 1750 del propio
autor.
935
si
552 ÍNDICES
Cap. III. Del exer i io de los Problemas ante edentes para la pra ti a de la
navega ion, y de la orre ion de la fanta∫ia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 32.
Cap. IV. De la re∫olu ion de los trianulos re tangulos planos apli ados à la
navega ion ∫egun las propiedades de los logarithmos . . . . . . . . . . . . pag. 4I.
Cap. V. Del modo de hallar la di∫tan ia, y rumbo variado por las orrientes
pag. 5I.
LIBRO SEGUNDO.
DE LA TRIGONOMETRIA INSTRUMENTARIA pag. 62
Contiene los u∫os de las E∫ alas Plana, y Arti� ial, apli ados à la Navega ion
SECCION I. De los u∫os de de la E∫ ala Plana, para la Navega ion . . pag. 64
Cap. I De los Problemas omunes de la Navega ion . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 65
Cap. II De los Problemas apli ados à la Navega ion, on las partes meridio-
nales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 69
Cap. III De la orre ion de la fantasia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 74
Cap. IV Del modo de hallar la di∫tan ia, y rumbo variado de las orrientes,
por la E∫ ala Plana. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .pag. 79
Cap. V Del u∫o de las lineas de los Senos, Tangentes, y Se antes, y linea de
partes iguales, de quienes 100. partes hazen el Seno de 90. gr ó Radio,
on las propor iones Trigonometri as apli adas á la Navega ion. pag. 84
SECCION II. De los u∫os de de la E∫ ala Arti� ial . . . . . . . . . . . . . . . . . . pag. 90
Cap. I De los Problemas re∫ueltos para la E∫ ala Arti� ial . . . . . . . . . . . pag. 90
Cap. II De los Problemas Nauti os, re∫ueltos por la E∫ ala Arti� ial . pag. 97
ÍNDICES 553
SANCHEZ RECIENTE, JUAN (1739)
936
Tratado de Trigonometria plana general [. . . ℄
INTRODUCCION. Pag ina I.
PARTE PRIMERA. CAPITULO UNICO.De los Senos,
Tangentes, Se antes, y Cuerdas. pag. 3.
PARTE SEGUNDA. De la onstru ion de las tablas de los Senos,
Tangentes, y Se antes naturales, y logarithmi as y de los
Logarithmos. pag. II.
Cap. I. De los fundamentos del Canon Trigonometri o, ù de el
Canon de los Senos. pag. II.
Cap. II. De las tablas de las Tangentes, y Se antes naturales. pag. 32.
Cap. III. De los Logarithmos. pag. 40.
Cap. IV. De la naturaleza y propiedad de los Logarithmos. pag. 49.
Cap. V. De la fabri a de los Logarithmos. pag. 50.
PARTE TERCERA. Del uso de las tablas de los Senos, y
Logarithmos, y de la refolu ion de los Triangulos planos. pag. 8I.
Cap. I. De la expli a ion de las tablas de los Senos logarithmi os,
Tangentes, y Se antes. pag. 82.
Cap. II. Del uso de las tablas del Canon Trigonometri o. pag. 84.
Cap. III. De el uso de la tabla de los Logarithmos. pag. I0I.
Cap. IV. De los fundamentos ne essarios à la Trigonometria
plana. pag. II5.
Cap. V. De las reglas generales para las refolu iones de los
Triangulos. pag. II9.
Cap. VI. De la resolu ion de los Triangulos Planos. pag. I3 I.
Tabla de los Logarithmos orrespondientes a los numeros
absolutos defde I. hafta I000. pag. I65.
936
Elabora ión propia, utilizando los títulos de los apítulos de la obra y basándose en el
índi e del texto de 1751 del propio autor.
554 ÍNDICES
GODIN CHARRÓN, LUIS (1758)
Compendio de Mathemàti as [. . . ℄.
ARTICULOS DEL COMPENDIO
de Aritmèti a
Introdu ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pag. 0.
De�ni iones, y ∫ignos generales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .I.
De las Cifras . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 7.
Sumar nùmeros . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.
Re∫tar un nùmero de otro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 14.
Multipli ar un nùmero por otro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . l7.
Tabla Pytagori a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19.
Partir un nùmero por otro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24.
De los Divi∫ores ò Partidores de una antidad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 31.
De la ompo∫i ion de los ∫ignos mas y menos en las opera iones de
Arithmèti a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 35.
De los Quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 38.
Redu ir un quebrado à ∫us minimos terminos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40.
Redu ir dos ò mas quebrados à un omun denominad . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42.
Redu ir un entero ò un quebrado à otro quebrado de denom. dada,
y un queb. de queb. à un queb. ∫imple . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.
Sumar quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47.
Re ∫tar quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47.
Multipli ar quebrados entre sì . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48.
Partir un quebrado por otro. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .48.
Las quatro opera iones on enteros y quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49.
De las Pote∫t. y de ∫u forma . de las Raì es y de ∫ u extra . . . . . . . . . . . . . . . . 52.
ÍNDICES 555
Sa ar la raiz quadrada de un nùmero dado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56.
Sa ar la raiz ubi a de un nùmero dado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62.
Sa ar la raiz qualquiera de un quebrado . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 70.
De los In ommen∫urables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71.
Redu ir los in ommen∫urables de diferente grado ò denomina ion à una
mi∫ima . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72.
Redu ir los in ommen∫urab. à ∫u minima expre∫∫ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 72.
Sumar los in ommen∫urables . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 76.
Re∫tar un in ommen∫urable de otro . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77
Multipli ar in ommen∫urables entre sì . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 77.
Partir un in ommen∫urable por otro ò por otra antidad qualquiera . . . . . . 78.
De las Razones, Propor iones y Progre∫∫iones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80.
De las Progre∫iones arithmèti as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .99.
De las Progre∫iones geomètri as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 102.
De las Reglas de Propor ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 110.
Regla de Tres . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 112.
De Compañia . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 118.
de Fal∫a Po� ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 119.
de Aliga ion . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 124.
De los Logarithmos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 131.
Logarithmos de los Nùmeros naturales de∫ de I ha∫ta 3600 . . . . . . . . . . . . . . 147.
556 ÍNDICES
TOFIÑO DE MIGUEL, VICENTE (1771)
Compendio de la Geometria elemental, y Trigonometria re tilinea [. . . ℄
No iones Preliminares, y Axiomas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Fol.I
LIBRO I.
SECCION I. De la Linea Re ta. Fol.4
SECCION II. De la Linea Cir ular. Fol.6
SECCION III. De los Angulos. Fol.I0
SECCION IV. De la Perpendi ular. Fol.I9
SECCION V. De las Paralelas. Fol.22
SECCION VI. De algunas propiedades de las Lineas Re tas, on�deradas en
el Cir ulo. Fol.27
SECCION VII. De las propiedades de las Lineas Re tas, que ierran el efpa io.
Fol.36
De los Triangulos, y de fus propiedades. Fol.37
SECCION VIII. De la ompara ion de los Triangulos. Fol.4I
SECCION IX. De los Quadrilateros, y Poligonos. Fol.44
SECCION X. De la propor ionalidad de las Lineas Fol.47
SECCION XI. De la ompara ion de las Figuras Fol.55
LIBRO II.
SECCION I. De la igualdad de las Super� ies. Fol.59
SECCION II. De las medidas propias, para determinar la magnitud de las
Super� ies. Fol.6I
ÍNDICES 557
LIBRO III.
SECCION I. De la forma ion, y propiedades de los Solidos, produ idos por
el movimiento Re tilineo. Fol.86
937
SECCION II. De la forma ion, y propiedades de los Solidos, formados por el
movimiento Cir ular. Fol.7I
SECCION III. De la medida de las Super� ies exteriores de los SolidosFol.72
SECCION IV. De la medida de los Solidos. Fol.75
SECCION V. De la ompara ion de los Solidos. Fol.80
TRIGONOMETRIA.
Introdu ion, y Di�ni iones. Fol.85
SECCION I. Propo� iones fundamentales, y méthodo de formar las Tablas
de Senos, Tangentes, y Se antes. Fol.88
SECCION II. Theoremas fundamentales para la refolu ion de los Triangulos
Re tilineos. Fol.93
SECCION III. De la refolu ion de los Triangulos Re tangulos. Fol.97
SECCION IV. De la refolu ion de los Triangulos Obliquangulos. Fol.I0I
937
si
558 ÍNDICES
FERNANDEZ, ANTONIO GABRIEL (1778)
938
Compendio de la Geometria Elementar [. . . ℄
TRATADO I.
DE LA GEOMETRIA
Elementar.
EN el que se ontiene, que
osa es Geometrìa segun su ethi
mologia, su objeto prin ipal, las
partes en que èsta se divide, y
�nes à que se dirige lá idea del
Autor, on la expli a ion de los
terminos propios, y freqüentes
de esta fa ultad.
LIBRO I.
DE LOS ELEMENTOS GEOME
tri os de Eu lides.
TRATASE en èl de las de�ni-
iones, axiomas, y postulados, ò
de los prin ipios fundamentales de
la ien ia de geometrìa; de las li
neas, triangulos, y paralelogram-
mos; demonstrando los a identes
de la lineas que on urren; de las
paralelas; de los angulos de las �
guras; de los triangulos, en todo
iguales; de las partes de un trian
gulo; de los paralelogrammos en
sì mismos, y de los paralelogram-
mos entre sì, fol. I
◦hasta el 34.
938
Se ha optado por trans ribir el índi e de la edi ión de 1778 ya que la primera edi ión
de 1735 are e de él. Ambas edi iones son idénti as salvo que en la edi ión de 1778 se han
suprimido las proposi iones XXIII y XVIII de los libros sexto y o tavo respe tivamente
ÍNDICES 559
LIBRO II.
EN el que se ontiene, ò trata
de las poten ias de las lineas, esto
es, la que se dedu e de la division
de una linea re ta en qualesquiera
partes; de su division en dos par-
tes iguales, y en dos desigua-
les, y de las poten ias de los trian-
gulos obliquangulos fol. 35 à 44.
LIBRO III.
QUE trata del ir ulo, y sus
propiedades, hablando de
las re tas de un punto à la ir un-
feren ia; de las uerdas, ar os, y
segmentos; de los angulos en el
ir ulo; de los ir ulos, que se to-
an; de los que se ortan; y de
las re tas tangentes, y se antes del
ir ulo, fol. 45 à 65.
LIBRO V.
TRATA de la antidad en o-
mun, on la expli a ion de las ra-
zones entre sì; de las antidades
iguales; de las desiguales; de los
terminos propor ionales y del to-
do, y sus partes, fol. 65 à 78.
LIBRO VI.
HACE demonstra ion de los
triangulos, y paralelogrammos
desemejantes; de los triangulos
semejantes; de las re tas angula-
res; de las �guras semejantes; de
los ir ulos, y sus partes; y de
las re tas en el ir ulo, fol 79-
à I00.
560 ÍNDICES
LIBRO SEPTIMO, Y
O tavo, ù on e y do e de
Eu lides.
EN los quales se trata lo per-
tene iente à los solidos, ha iendo
demonstra ion del on urso de es-
tos; de las paralelas en el solido;
de los planos en el solido; de la
se ion de los solidos; de los soli-
dos desemejantes; y de los solidos
semejantes, fol. I0I. à I22.
TRATADO SEGUNDO,
ò quarto del Autor.
DE la geometrìa pra ti a, ò
uso de los instrumentos mas o-
munes para trabajar en el papel,
y térreno, fol. I23.
CAPITULO I.
DE la division, y forma ion
de angulos, modo de tirar
lineas paralelas, perpendi ulares,
y tangentes, fol. I24 à I32.
CAPITULO II.
DE la division, y propor ion
de las lineas, fol. I33 à I39.
CAPITULO III.
DE la forma ion de las �gu-
ras planas, y su ins rip-
ion en el ir ulo, fol. I40 à I48.
ÍNDICES 561
CAPITULO IV.
DE la propor ion de las �gu-
ras planas, solidos, y me-
tales, fol. I48 à I57.
CAPITULO V.
DE la longimetrìa, ò metodo
de levantar planos, opiar-
los, y redu irlos, fol. I58 à I76.
CAPITULO VI.
DEL modo de delinear, y
labar los planos, esto es, los olo-
res propios para ello, y la mez la
que de ellos resulta; de las plu-
mas, pin eles, y vasijas para las
tintas, y papèl para el diseño;
observa iones para este, y labado
de los planos, per�les, & . Maxi-
mas para la buena delinea ion, y
labado; y modo de designar, y
labar las partes de un plano ente-
ro de forti� a ion on su orte, ò
per�l, y posi iones que se hallan
en el paìs de su ontorno, fo-
lio I76 à I98.
562 ÍNDICES
BAILS, BENITO (1779)
Elementos de Matemáti a Tomo I.
INDICE
De lo que ontiene este Tomo I.
Elementos de Arisméti a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. I.
No iones preliminares que de laran la naturaleza , y las diferentes espe ies
de los números, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I.
De la numera ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.
Opera iones de la Arisméti a, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8.
De la Adi ion de los números enteros, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8.
De la Sustra ion de los números enteros, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 11.
Prueba de la Adi ión y Sustra ión, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 15.
De la Multipli a ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 17.
De la multipli a ion por número de un solo guarismo, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 21.
De la multipli a ión por un número de mu hos guarismos, . . . . . . . . . . . . . . 23.
Algunos usos de la multipli a ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27.
De la division de los números enteros, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .28.
De la división de un número ompuesto de mu hos guarismos por otro
que no tiene sino uno, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 29.
De la division por un número de mu hos guarismos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .35.
Métodos para abreviar la division, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 40.
Prueba de la multipli a ion y división, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 42.
Algunos usos de la división, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43.
De los Quebrados, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 44.
De los enteros onsiderados á manera de quebrado, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 46.
De las opera iones on que se pueden alterar los dos términos de un
quebrado sin que mude de valor, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 47.
Redu ion de dos quebrados á un mismo denominador, . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49.
ÍNDICES 563
Redu ion de los quebrados á su mas simple expresión, . . . . . . . . . . . . . . . . . . 51.
Diferentes modos de onsiderar un quebrado,y onse uen ias que de esto
se pueden sa ar, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 55.
Opera iones de la Arisméti a on quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 56.
Adi ion de los quebrados, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 57.
Sustra ión de los quebrados, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .57.
Multipli a ion de los quebrados, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 58.
Division de los quebrados, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 59.
Algunas apli a iones de las reglas ante edentes, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .60.
De los números omplex�s, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62.
Adi ion de los números omplex�s, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 64.
Sustra ion de los números omplex�s, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 66.
Multipli a ion de los números omplex�s, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67.
Division de los números omplex�s, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 71.
De las antidades de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 75.
Adi ion de las partes de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80.
Sustra ion de las partes de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 80.
Multipli a ion de las partes de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81.
Division de las partes de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 83.
Algunos usos de las de imales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 86.
De la forma ion de los números quadrados, y de la extra ión de sus
rai es, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .90.
De la forma ion de los números ubos, y de la extra ion de sus rai es, .106.
De las razones, propor iones y progresiones, y de algunas reglas que en
ellas se fundan, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 117.
Propiedades de las propor iones arisméti as, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 122.
Propiedades de las propor iones geométri as, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123.
De la regla de tres dire ta y simple, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 137.
De la regla de tres inversa y simple, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 140.
564 ÍNDICES
De la regla de tres ompuesta, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .143.
De la regla de ompañia, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 146.
De la regla de aliga ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 150.
De la regla de falsa posi ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 155.
De las progresiones arismeti as, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 157.
De las progresiones geométri as, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 161.
De los logaritmos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 166.
Propiedades de los logaritmos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 174.
De los números uyos logaritmos no se hallan en las tablas, . . . . . . . . . . . . 177.
De los logaritmos uyos números no se hallan en las tablas, . . . . . . . . . . . . 182.
Del omplemento arisméti o, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 189.
Elementos de Geometría, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196.
De las lineas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 196.
De los ángulos y de su medida, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .205.
De las perpendi ulares y obli uas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 212.
De las paralelas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 218.
De las lineas re tas onsideradas en el ír ulo, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 223.
De los ángulos onsiderados dentro del ir ulo, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 235.
De las lineas que in luyen un espa io, ó de las �guras planas, . . . . . . . . . . 240.
De la igualdad de los triángulos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246.
De los quadriláteros, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 249.
De los polygonos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 252.
De las lineas propor ionales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 261.
De la semejanza de los triángulos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 265.
De las lineas propor ionales onsideradas en el ír ulo . . . . . . . . . . . . . . . . . 276.
De las �guras semejantes, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .280.
De las super� ies, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285.
ÍNDICES 565
De la medida de las super� ies, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287.
De la ompara ion de las super� ies, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 299.
De los planos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308.
Propiedades de las lineas ortadas on planos paralelos, . . . . . . . . . . . . . . . . 316.
De los sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 320.
Medida de la super� ie de los sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 325.
De la razon de la super� ie de los sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .334.
De la solidez de los prismas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 337.
De la medida de la solidez de los prismas y ilindros, . . . . . . . . . . . . . . . . . . .338.
De la solidez de las pirámides, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 341.
Medida de la solidez de las pirámides . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 342.
De la solidez de la esfera, de sus se tores y segmentos, . . . . . . . . . . . . . . . . . 345.
De la medida de los demas sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 349.
De las razones de los sólidos en general, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 351.
De los uerpos regulares, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355.
De la medida de las super� ies , y solidez de los in os uerpos
regulares, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .360.
Elementos de Trigonometría plana, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 361.
De los senos, osenos, tangentes , ., . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 363.
De la resolu ion de los triángulos re tángulos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 385.
De la resolu ion de los triángulos obliquángulos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 392.
Geometría Prá ti a, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .400.
De las medidas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 400.
De las lineas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 410.
De la pantómetra, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 411.
De las lineas de las partes iguales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .412.
De la linea de las uerdas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 417.
De la linea de los polígonos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 420.
566 ÍNDICES
Usos de la pantómetra en la Trigonometría, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 421.
De la linea de los planos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .425.
De la linea de los sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 427.
De la linea de los metales, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 433.
Métodos para tirar lineas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 441.
De la nivela ion, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 457.
Métodos para dividir las lineas, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .469.
Métodos para formar y medir los ángulos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 472.
Métodos para la medida de las lineas,. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .478.
De las �guras, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 494.
De la transforma ion de las �guras, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 521.
De la division de las �guras, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 527.
De las super� ies, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .540.
De los sólidos, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 545.
BAILS, BENITO (1779)
Elementos de Matemáti a. Tomo II.
INDICE
De lo que ontiene este Tomo II.
Elementos de Algebra . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . Pág. I.
De las opera iones fundamentales que se ha en on las antidades
onsideradas generalmente. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 2.
De la Adi ion y Sustra ion. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3.
De la Multipli a ion. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 8.
De la Division. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 19.
Método para hallar el mayor omun divisor de dos antidades literales . . 29.
De la forma ion del quadrado de las antidades literales. . . . . . . . . . . . . . . . . 37.
De la extra ion de la raiz quadrada de las antidadesliterales. . . . . . . . . . . . 42.
ÍNDICES 567
Cál ulo de las antidades afe tas del signo x . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 49.
De la forma ion de las poten ias de las antidades monomias,de la
extra ion de sus rai es , y del ál ulode los radi ales, y de los
exponentes. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .52.
De la forma ion de las poten ias de las antidades omplexâs, y de la
extra ion de sus rai es. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 62.
De la extra ion de las rai es de las antidades omplexâs. . . . . . . . . . . . . . . .76.
Del método de hallar por aproxima ion la raiz de las poten ias imperfe tas
de las antidades liberales. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 81.
De las Equa iones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .86.
De las equa iones de primer grado on sola una in ógnita. . . . . . . . . . . . . . . .89.
Apli a ion de los prin ipios ante edentes á la resolu ion de algunas
uestiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99.
Considera iones a er a de las antidades positivas y negativas. . . . . . . . . . 114.
De las equa iones de primer grado on mu has in ógnitas. . . . . . . . . . . . . . 118.
De las equa iones de primer grado, que in luyen tres, ó mayor
número de in ógnitas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 123.
Apli a ion de las reglas pre edentes á la resolu ion de algunas uestiones
que in luyen mas de una in ógnita. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 126.
De los asos en que son indeterminadas las uestiones propuestas,
aunque baya tantas equa iones omo in ógnitas; y de los asos
en que son imposibles las uestiones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 135.
De las uestiones indeterminadas. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .138.
De las equa iones de segundo grado on sola una in ógnita. . . . . . . . . . . . . 145.
Apli a ion de la regla ante edente á la resolu ion de algunas uestiones
de segundo grado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 151.
De las equa iones on dos in ógnitas quando pasan del primer grado. . . . 161.
De las equa iones de dos términos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .165.
De las equa iones que se pueden resolver por el mismo método que
las de segundo grado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 167.
Apli a ión del Algebra á las progresiones arisméti a y geométri a . . . . . . 168.
Propiedades generales de las progresiones arisméti as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . 168.
568 ÍNDICES
De la suma ion de las poten ias de los términos de una progresión
arisméti a qualquiera. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 175.
Propiedades y usos de las progresiones geométri as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 178.
Del ero , del in�nito , y de las antidades imaginarias, . . . . . . . . . . . . . . . . 182.
Apli a ión del Algebra á la Geometría. 198.
De la onstru ion, ó resolu ion geométri a de las equa iones
determinadas de primero y segundo grado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 198.
Resolu ion de algunas uestiones de Geometría ,y onsidera iones
importantes a er a de esta materia. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 209.
Otras apli a iones del Algebra á varios asuntos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 246.
De la resolu ion de las equa iones superiores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 251.
Método para transformar las equa iones , y quitarlas su segundo
término, . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 257.
Resolu ion de las equa iones por el método de los divisores. . . . . . . . . . . . .260.
Resolu ión de las equa iones por qualesquiera fa tores.. . . . . . . . . . . . . . . . .282.
Metodo para resolver las equa iones quando no se pueden
hallar sus fa tores. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 286.
Resolu ion de las equa iones de ter er grado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 287.
Resolu ion de las equa iones de quarto grado. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 293.
Resolu ion de las equa iones por aproxima ión.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .302.
De las rai es imaginarias de las equa iones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 308.
De las rai es iguales de las equa iones. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 309.
Método para sa ar las rai es de las antidades que son en parte
ra ionales , y en parte in omensurables. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 311.
De las Series. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 317.
Del método inverso de las series. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .329.
De la suma ion de las series. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 332.
Apli a ion de las series al ál ulo de los logaritmos. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 376.
Apli a ion de las series al ál ulo de las lineas trigonométri as , & . . . . 386.
Cuestiones numéri as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 425.
ÍNDICES 569
Cuestiones algebrái as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .447.
Cuestiones geométri as. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 475.
570 ÍNDICES
ROSELL, ANTONIO GREGORIO (1785)
Institu iones Matemáti as.
INTRODUCCION pag. I.
DE LOS PRINCIPIOS DE LA ARITMETICA
universal.
P A R T E PRIMERA.
Cap. I. De la numera ion y arte de expresar los números. 5
Cap. II. De la omposi ion y resolu ion de los números en general. 26
Cap. III. De la adi ion, subtra ion, multipli a ion, division, y medidas de
los números enteros abstra tos. 45
Cap. IV. De la adi ion, subtra ion, multipli a ion, division, y redu ion de
los números abstra tos, mixtos, y quebrados. 94
Cap. V. De la omposi ion y resolu ion de las poten ias segundas y ter eras
de los números abstra tos. I3I
Cap. VI. De la omposi ion y resolu ion de los números on retos. I55
P A R T E SEGUNDA.
Cap. I. De algunas no iones y opera iones fundamentales del Algebra propia-
mente di ha. I89
Cap. II. De las demas opera iones del Algebra propiamente di ha. 237
Cap. III. De várias propiedades de las rela iones de las antidades en general.
272
Cap. IV. De los prin ipios de la Analisis Algebray a. 3I7
Tablas de los números simples y ompuestos omprehendidos en 2000, y de
los fa tores ó divisores simples en que se resuelven los ompuestos.
ÍNDICES 571
BAILS, BENITO (1787)
Elementos de Matemáti a. Tomo X.
INDICE
De lo que ontiene este Tomo.
Como se manejan las tablas, I.
Como se manejan las tablas de los logaritmos de los números naturales, 2.
Del omplemento logarítmi o, 10.
Cómo se hallan por medio de las tablas los logaritmos de los números
que en ella no están, 13.
Qüestion. Hallar el logaritmo de un número fra ionario, 13.
Qüestion. Hallar el logaritmo de un número mayor que el
máximo de las tablas, 13.
Qüestion. Hallar el logaritmo de un número que lleva enteros
on de imales, 15.
Qüestion. Hallar el logaritmo de un quebrado de imal, 15.
Qüestion. Hallar por medio de las tablas los números de los logaritmos
que en ella no están, 19.
Qüestion. Hallar el número orrespondiente á un logaritmo defe tivo, 20.
Expli a ion y usos de la tabla de las líneas trigonométri as arti� iales, 22.
Usos de las tablas, 30.
Como por medio de las líneas trigonométri as arti� iales se pueden
hallar las naturales, 32.
Usos de la tabla de los logaritmos hiperbóli os, 35.
Origen de los Logaritmos.
Do trina de los logaritmos por Aritméti a, 37.
Sistema de los logaritmos omunes , y forma ión de sus tablas, 45.
572 ÍNDICES
Uso de las tablas de los logaritmos omunes, 59.
Qüestion. Hallar por las tablas el logaritmo de un número entero, 59.
Qüestion. Dado un logaritmo menorque el máximo de las Tablas,
hallar su número, 62.
Qüestion. Hallar el logaritmo de un quebrado propio, 65.
Qüestion. Dado un logaritimo defe tivo, hallar su número, 67.
Como se es usan los logaritmos defe tivos, y de los logaritmos
arbitrarios, 68.
Como se hallan los logaritmos arbitrarios, 74.
Origen y do trina de los logaritmos por la urva logarítmi a, 84.
Aritméti a por logaritmos de los números enteros, ó enteros on
de imales, 97.
Aritméti a de los logariatmos de los números quebrados, 100.
De los in rementos de las antidades ontinuo propor ionales, 108.
Método por el qual Brigs al uló los logaritmos, 117.
Do trina de los logaritmos por la logarítmi a, y la hipérbola, 119.
Apli a ión de la Análisis á la do trina de los logaritmos, 124.
Qüestion. Dado un número hallar su logaritmo, 126.
Qüestion. Dado un logaritmo hallar su número, 136.
De las lineas trigonométri as, 147.
Qüestion. Dado que sea el seno de un ar o, hallar el valor del ar o
en poten ias de su seno, 148.
Qüestion. Dado un ar o, hallar en poten ias suyas el valor de su seno, 149.
Qüestion. Dada la tangente, hallar en poten ias suyas la expresion
del ar o, 150.
Qüestion. Hallar la expresion del ar o en poten ias de su otangente, 151.
Qüestion. Dado un ar o, hallar en poten ias suyas el valor de su
oseno, 151.
Qüestion. Dado un ar o, hallar en poten ias suyas el valor de su
tangente, 152.
ÍNDICES 573
Qüestion. Dado un ar o, hallar en poten ias suyas
El valor de su otangente, 152.
Como se al ulan las tablas de las líneas trigonométri as en números
naturales, 161.
De las líneas trigonométri as arti� iales, , 175.
Apli a ión de los logaritmos á las reglas de sumar y restar, 181.
574 ÍNDICES
CISCAR, GABRIEL (1795)
Tratado de Aritméti a para la instru ion de los Guardias Marinas.
Páginas Artí ulos
I.No iones generales . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I á 43.
26. De las antidades positivas y negativas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 63 á 68.
28. Del sumar y restar los números simples . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 68 á 89.
39. Del omplemento aritméti o . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 89 á 99.
42. Del multipli ar . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99 á 138.
59. Del partir . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I38 á I77.
83. De los divisores de los números . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I77 á I93.
89. Del modo de operar on los quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . I93 á 2I5.
98. Del modo de operar on los números omplex�s . . . . . . . . . . . . . . .2I5 á 246.
II0. De las potestades y rai es en general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .246 á 255.
II3. De la forma ion del quadrado y de su raiz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 255 á 269,
I20. De la forma ion del ubo y de su raíz . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 269 á 285.
I27. De las potestades y rai es de los quebrados . . . . . . . . . . . . . . . . . . 285 á 289.
I29. De la extra ion de las rai es de las antidades aproximâdas . 289 á 292.
I30. De las razones y propor iones en general . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 292 á 3I0.
I34. De las razones y propor iones aritméti as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3I0 á 3I9.
I38. De las razones y propor iones geométri as . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 3I9 á 346.
I47. De la regla de tres simple . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 346 á 355.
I53. De la regla de tres ompuesta . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 355 á 357.
I57. De otros problemas que se redu en á la regla de tres . . . . . . . . . 357 á 360.
I60. Adverten ias para la prâ ti a . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 360 á 362.
ÍNDICES 575
I61. De las progresiones . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 362 á 394.
I68. De los logaritmos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 394 á 43I.
I82. De las tablas de simple entrada . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 43I á 434.
I84. Apli a ión á los logaritmos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 434 á 436.
I85. Suplemento á algunos artí ulos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 436 á 446.
I89. Suplemento sobre el uso de las tablas de logaritmos. . . . . . . . . . 446 á 462.
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