EL TRABAJO DE LOS APÓSTOLES, ANCIANOS Y DIÁCONOS; SERMÓN Y MUERTE DE ESTEBAN.
Serie Fundamentos Firmes: Los hechos del Espíritu Santo en y a través de la Iglesia
A. EL DESACUERDOAunque los creyentes estaban testificando a los demás y muchas otras personas estaban poniendo su fe en el Señor Jesús, éste no fue el fin de los problemas para la iglesia. El siguiente problema que enfrentó no vino de inconversos fuera de ella, sino mediante malos entendidos y dificultades entre los creyentes.
Leer Hechos 6:1
Aparentemente la iglesia de Jerusalén tenía muchas viudas. Como estas viudas no tenían familias que vieran por ellas, la iglesia estaba proveyendo para su sustento diario a través de ofrendas voluntarias de los miembros.
B. LA RESPONSABILIDAD DE LOS APÓSTOLES
Era responsabilidad de los apóstoles enseñar a la gente lo que se debía hacer. Ellos llamaron a los discípulos, o creyentes, los reunieron y les dijeron lo que debían hacer.
“Entonces los doce convocaron a la multitud de los discípulos, y dijeron: No es justo que nosotros
dejemos la palabra de Dios, para servir a las mesas. Buscad, pues, hermanos, de entre
vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes
encarguemos de este trabajo. Y nosotros persistiremos en la oración y en el ministerio de
la palabra.”(Hechos 6:2-4)
C. LA NECESIDAD DE DIÁCONOS
Así como hay la necesidad de hombres que enseñen, guíen, animen y oren por los hijos de
Dios, hay también la necesidad de personas que tengan cuidado de cosas tales como
recoger y distribuir ayuda para los que necesitan del apoyo de la iglesia.
Notemos qué clase de personas dijeron los apóstoles que escogieran…
“Buscad, pues, hermanos, de entre vosotros a siete varones de buen testimonio, llenos del
Espíritu Santo y de sabiduría, a quienes encarguemos de este trabajo.”
(Hechos 6:3)
D. LA SELECCIÓN Y RECONOCIMIENTO DE DIÁCONOS
Los apóstoles oraron pidiendo al Señor dar a estos hombres sabiduría en su nueva posición. Luego colocaron sus manos sobre ellos para mostrar que, junto con la iglesia, aprobaban a estos hombres como diáconos y los apoyarían en su trabajo.
“Agradó la propuesta a toda la multitud; y eligieron a Esteban, varón lleno de fe y del
Espíritu Santo, a Felipe, a Prócoro, a Nicanor, a Timón, a Parmenas, y a Nicolás prosélito de Antioquía; a los cuales presentaron ante los
apóstoles, quienes, orando, les impusieron las manos.
(Hechos 6:5-6)
E. MUCHOS MÁS CONVERTIDOS
“Y crecía la palabra del Señor, y el número de los discípulos se
multiplicaba grandemente en Jerusalén; también muchos de los
sacerdotes obedecían a la fe.” (Hechos 6:7)
F. EL TESTIMONIO DE ESTEBAN
Uno de estos hombres escogidos para servir a la iglesia se llamaba Esteban.
Esteban no solamente ayudaba a distribuir la comida a las viudas en la iglesia, sino que también enseñaba la Palabra de Dios a los inconversos.
“Y Esteban, lleno de gracia y de poder, hacía grandes prodigios
y señales entre el pueblo.” (Hechos 6:8)
G. LAS ACUSACIONES FALSAS CONTRA ESTEBAN
“Entonces se levantaron unos de la sinagoga llamada de los libertos, y de los de Cirene, de Alejandría, de Cilicia y de Asia, disputando con Esteban. Pero no podían resistir a la sabiduría y al Espíritu con que hablaba. Entonces sobornaron a unos para que
dijesen que le habían oído hablar palabras blasfemas contra Moisés y contra Dios. Y soliviantaron al pueblo,
a los ancianos y a los escribas; y arremetiendo, le arrebataron, y le trajeron al concilio. Y pusieron
testigos falsos que decían: Este hombre no cesa de hablar palabras blasfemas contra este lugar santo y contra la ley; pues le hemos oído decir que ese Jesús
de Nazaret destruirá este lugar, y cambiará las costumbres que nos dio Moisés. Entonces todos los que estaban sentados en el concilio, al fijar los ojos en él, vieron su rostro como el rostro de un ángel.”
(Hechos 6:9-15)
H. LA DEFENSA DE ESTEBAN
Hechos 7: 1-14
Hechos 7: 15-38Hechos 7: 39-41
Hechos 7: 42-43
Hechos 7: 51,53
I. LA MUERTE DE ESTEBAN“Oyendo estas cosas, se enfurecían en sus
corazones, y crujían los dientes contra él. Pero Esteban, lleno del Espíritu Santo, puestos los ojos
en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús que estaba a la diestra de Dios, y dijo: He aquí, veo los cielos abiertos, y al Hijo del Hombre que está a la
diestra de Dios. Entonces ellos, dando grandes voces, se taparon los oídos, y arremetieron a una
contra él. Y echándole fuera de la ciudad, le apedrearon; y los testigos pusieron sus ropas a
los pies de un joven que se llamaba Saulo. Y apedreaban a Esteban, mientras él invocaba y
decía: Señor Jesús, recibe mi espíritu. Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les tomes en
cuenta este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió.” (Hechos 7:54-60)