Manuel Arduino Pavón [email protected]
LENGUAS Y ROMANCES DE LOS SECRETOS
Mujer de heno
Tus ojos de la espesura del pensamiento
Raudal de sándalo que embiste a los sabios
Tus palabras asentimiento del camino
Los pies del ermitaño descifran sólo con el roce
La garganta más honda el cubil del juego
La cascada furiosa manantial de pájaras
Eres el aprendizaje que requiere el arte
La turbación de un manojo de artemisa
Los astros gimen la hospitalidad de otros astros
Estás en la guitarra al responso del abismo
Ubicua y cenital como un puente de hadas
Desde la estación de los perlados cerezos
No han descendido nuevas brumas párpados de sueño
El heno se acumula la riqueza es del tiempo
Tu valor se mide en la atenuación de la luz
La exaltación de la sombra transparencia del espejo
Puede que te ceda mi casa de majadas
Mi balcón de riscos jardín de cardo y piedra
A tus anchas como la nave en el Adriático
Boga sobre tu propiedad pertenencia de los secretos
Tarde o temprano alcanzarás la amistad de las olas
Es el valle equinoccial donde pace tu reflejo
Nacer naceré
Tuve dos sueños convenientemente dos mares
Sacudió el aullido cruda habitación con espejo
Luego volví transfigurado con un farol y una mano
Atravesando velos hasta el último sueño real
¿A cuál de las dos mares le debo un duelo un puñal?
Tuve dos nacimientos se rasgó el sudario críptico
Una vez nací astillas en una forja de herrero
Una vez nací aliento de humo en el brocal del pozo
No soy sapo de escoger su humedal
Decidí que mi nacimiento que posterguen la nueva luz
Al menos hasta que descubra la puerta del orinal en el desierto
Doble reflexión
La vida es tan larga úngete a una tregua
Las graves querellas el desdoblamiento de las almas
Entablas tu propia guerra eres el rey de los desalmados
Aunque disperses los animales secuaces del deseo
La pena escondida el costal del paraíso todo estragado
Las ánforas plenas de aceite y vino góndolas sin agua
Coros de sombra sobre las sienes mar calcado
El peso de los años interminables cambios isabelinos villancicos
Todo rubor anónimo proviene del nombre secreto
No conoces tu gloria a medida que pronuncias el conjuro
Se deshace el hechizo el manuscrito profanado
Y la vida vuelve a la vida curvas paralelas
Y vuelves a sufrir la presión de la primera ofensa
Porque de crisis está esculpido el corazón de la baraja
A tiempo para bordar nuestra mortaja entre bronce serpentino
La muerte es tan larga úngete a la nave solar calla y anda
El nombre del calvario
No tengo la alborada no tienes la paz de los sepulcros
No tienes el garfio del pirata no tengo el estoque divino
Carezco del donaire del gigante no posees el potro del minuto
No tenemos nada aunque nos digamos poseídos por la nada
A lo sumo competimos en la negación a uno mismo
Maravillosas recreación de los sentidos desdichas de la crisálida
Posesos y obsesos conmutados complejos al borde del otro
Ligados y desligados como los dedos cambiantes del prestidigitador
Tranvías contradicciones abandónicos la culpa es de la inercia
No cuento con los números la cuenta con nuestros propios signos
No acopias conocimiento no condenso la luz de los beatos
No asumo la largura del siglo no encajas en la hechura del mimetismo
Nada nos hace más semejantes que un truncado ultraísmo
No pertenezco a la aurora tú superas el límite del promedio
Tú te vales de mi negrura yo celebro tu urna
Sólo nos separamos a los efectos de encadenarnos cosas provectas
En realidad somos el mismo nombre compartido que murió replicado
Serenata
Perlas negras perfectas cápsulas perpetuas de la luna
En torno a tu cuello un monograma cautivo de la estridencia
Puede el espejo más que los labios amplios salones replicados
Collares como salones estrellados el cisne negro la bitácora del mundo
El cuidado en los arreglos la partitura original del encantamiento
La loca rosa que gira y gira abstinentes mis labios ojos extraviados
Ronda de brincos el palacio y la casa de cristal los silicios
El aroma que desprende tu sombra esquiva como un cirio del instante
Te contemplo una lágrima se transforma el manto de plata
La mesa está servida las querellas los cárieles de cristal
Un violín enloquece de ternura la cuerda estremece
No puede haber otro verano más pleno de líneas como tajamares
Descubrí que pesas en oro tu alegría la falsedad es el ídolo del templo
Supe de ti por la porcelana china por el perfume del pacto
Eres la gloria de la espuma de Venus la pulpa del damasco
Ahora el piano toma del brazo al violín idilio de diván
A lo largo del collar corren las notas las adversas y las tónicas
Es una celebración de tu risa todo se desplaza sobre guijarros
Nadie más que los dos al borde del ancho mundo de guirnaldas
Soñando una cadenciosa lluvia de bendiciones eres de otro poema
Te subo a mis hombros y te deshago cuando el crepitar del día
Y un lánguido y estremecido quejido de las cuerdas me conduce
Dentro del espacio de tu collar de perlas negras reina el recato
Sólo cuando clarea la música volvemos a ocuparnos del disfraz
Tú serás la antigua serpiente del paraíso y Eva y Adán
El mismo curioso ignorante embriagado entraré a tu palacio
Y desinflados y exánimes piano y violín tornarán al sueño
Mientras los dos exploramos en la escritura de los intrincados labios
Delito de dudar
Pude clavar el puñal sobre el espejo
Pero preferí cantar
Y ahora me quejo queja del reflejo
La herida inasible delito de dudar
Begonias escarlatas
Manojo de algas encendidas jardín en el mar
Grumo a grumo junto penas sin balance restañar
Huelen a esperas de un ciego a esencias escarlatas
La pastora que formuló la cuestión crucial el drama
La admira con ojos atenuados la noche los sueños imposibles
Mi mano despierta envidia es un misterio el destino tras la máscara
Cultivo el mar cultiva tu laberinto tus propias hazañas
Extravié mis ínclitas semillas una mano que como un abanico
Trama el hemiciclo de los astros la simiente real
Otra mano que cosecha la floración del espacio el natural óleo
Las dos manos sosteniendo las escogidas flores azul de misterio
Por una moneda la efigie de la reina un lazo de raso collar
Mira pequeña recriminas mi mano de algas y begonias
Mi conjunto de ideas prodigiosas materializaciones del alma
Una lluvia de carneros constelares signos del esplendor perdido
Gimen mis begonias presas de tus manas pastoras de los abismos
Niña de los ojos sin los dioses libélula y ritmo indiano
Comparte mi fronda las nubes de colores las flores perpetuadas
Tus mejillas espejan los ardores begonias proclives a la calma
Todo flores y cristos y colores en la inmensidad soñada
A tientas cancelamos en su cofre el diario de todas las cosas
Mis begonias transfiguradas mi pastora resumen del festejo
Hoy es el día en que ya no fluyen más horas fijas al mar
Y el mar no aflora el jardín de ondeantes universos
Ya sin las algas begonias las altas proezas y pestañeos
Las flores en el cofre retiros de este mundo al relicario
Quédate callada hasta que pase el desconcierto entre modelos
Y el mar vuelva a ser arte de la tierra y parte
El mar florecido el reino de los hechos el sueño perpetuo
Ahora acuéstate a mi lado en el costado con el impulso
Y aspira el espectro del aroma un guante de nieblas
El alma de las begonias el olor a futuro en escarlata
Y duerme y sueña que la vida florece mañana hoy mañana
Imagina besar
Imagina que te privas de un beso imaginario
Que por la escotilla se queja el océano otro amante
La privación del amor el futuro arrojado por la borda
Se desborda el xilofón en la boca del estuario
Del río como mar un millar de años o un millar
Tu beso como río que baja del mar caballos sin campo
Y se pierde en la boca del ser universal cautividad
Cuídate de improvisar el beso en el espacio septenario
Imagina que no te privas de un beso y dos rezo final
El frutal de tu boca amatista cruzó el estuario a nado nada
Y ancló en la cresta del mar circuito cerrado palidez extrema
Lo abstracto sólo si es genial abstinente quizás ausente
Si te imaginas besar y bajar la guardia del beso elemental
Imagina ahora dos besos tres y baja la guardia ábrete el bozal
Lengua y romance de los secretos
La letra aspirada los ojos la clave de sol
Se pronuncia por la visión encantada del juglar
La curvatura del espacio la ceja extensiva
De pronunciación oclusiva y arpegiada
La letra del denuedo y del escozor la fijación
La súbita elevación sobre la boca vocal altiva
Que contiene todo el ritmo y la atenuación del resuello
La letra que pronuncian los labios sin voz del aire
Los labios la consonante con la clave de sol
El mentón un signo del confín la extensión del conocimiento
La ribera del río de los astros sagrados
El pabellón acústico la letra del silencio
Inasible e ignota letra de la restauración del secreto
La cadena el templo de Falopio un lenguaje cifrado
Lengua y romance de los secretos y los milagros
Cultiva en tu cabeza libro redil del abecedario cenital
La ciencia de la otra blandura la cáustica y ministerial
Que empieza donde eclipsa el tabernáculo privado
Quizás donde el mundo se entiende sin manos de diccionarios
Vasos comunicantes de los cielos con el cosmos humano
En los oídos
Las yemas obstinadas de tus dedos comunican decir y hacer
Al rozar el pabellón de la silente voz un juicio audaz
Sobre la penetración de los problemas yemas como epitafios
Recorrer el gobierno mistérico del territorio de los preceptos
Un roce solsticial la oreja eréctil un mensaje sin texto
Una coronación puntual alusión rizada en los límites
Allende el eco y la resonancia las antenas del humano experimento
Nada es igual todo esencial objeto de los genios y los locos
Prócer de los dedos urgentes sinapsis significa puente de Venus
Bajo la bóveda concentrada deslumbra el roce glosa de la ciencia
La tenacidad del toque mimetismo de manual y adverbio de lugar
Nuestros oídos son órganos de tubo cúspides sordas trompas
Reductos del conocimiento la imposición de nuevas manos sincretismo
Para bien o para mal tocaste el renglón de mi leyenda ese libro
Impreso y abriste la historia en la página de los tediosos edificantes
Murmurios de los vientos años carcelarios oídos escampando
Contrahecho el recuerdo jorobado de la catedral filosófica
Mi recuerdo fue llamado a alegar en silencio viejos días
La senectud de estos dedos al menos un consuelo de siglos
El roce de tus yemas y la clave oscura inalámbrica la jugada
Lenguaje estanco del pabellón que se estremece sin la voz
Querida mía tus caricias hablan mejor a los oídos de Dios
Amantísima
El alma de una mujer que ama el sol personal
El calor o el susurro de las alas
Y el itinerario clandestino del color
Una mujer abrochada al dolor
Y al final calco de madreperla y coral
Una mujer vislumbrada en una hoja suelta
La maravilla de la fluencia de grave ternura
El altar no existe quien te inviste tal cual
Es el pudor de amar y presentar los velos
Bajo los ojos rupestres las ruinas de una inmortal
Rescate
Pinto una mujer desnuda
Con la limadura de una cápsula espacial
Las plumas del pavón
Los brazos temibles del reloj
Una mujer sin investidura
Que duda y duda
Y después el pago del rescate
¿Quién atestigua del valor?
Ultimación
Se me puede acusar de apostasía,
De haber eliminado los nombres divinos del orbe humano.
Pueden imputarme el delirio de Apolonio
Por exceso de celo, amistad o vergüenza.
Pueden atribuirme los vicios secretos de las noches públicas,
La pérfida traición a la índole moral de las rosas.
Pueden suponer que oprimí a la esfera,
Que reduje el arte a una invasión de varas de artemisa.
Pueden incluso atribuirme la nueva dentición del mutante
Que una vez fue sapo y ahora rumia,
Pero de todo aquello de cuanto estoy sospechado
Apenas queda un lustre por exhibir para inculparme:
A pesar de todo, nunca cavilé;
Nunca desistí de ultimar hasta el último de los sueños.
Sabe el cauto boj que no he fracasado.
El aroma
La trepanación es el aroma secreto,
Perforar en la cabeza en que se oculta el pálido enano,
Reducir a escombros la torre de Pisa,
Contar los nudos que constituyen el cerebro del hombre.
La trepanación es el arma de los nobles,
Las cabezas rampantes son cosa del pasado.
Prácticas
Empieza por sentirse la madre
Que abraza a sus hijos por amor,
Sus hijos son las tonalidades de la vida.
Siente que su amor es liberador
Y permite que sus hijos se extingan
En el aferramiento de la mente.
Deja de sentirse el aferramiento
Cuando no hay razón para perdurar
Y la corriente continua del amor de madre
Se descubre: soy la vida toda,
Soy la quintaesencia, las llamas del mar.
Tú y él vuelven al hogar,
Sólo y unitotal.
No más yoes y no yoes. No más.
Tienes el puerto a tu alcance,
Dejas ir el puerto.
Tienes la nave a tu alcance,
Dejas ir la nave.
Tienes la imaginación a tu alcance,
Dejas ir el horizonte.
Y el puente se abre.
Plan C
A cinco minutos de estallar la bomba
Saco mis cosas del escondrijo
Y las reparto entre los peatones.
Llevo el bonsái al baño,
Cubro los agujeros con plastilina
Y me bajo en la Plaza de Mayo
Y corro, corro, corro
Hasta que todo haya pasado.
Cosa Juzgada
El tiempo lava todas las heridas
En las aguas del río del olvido.
Olvidar la mente,
Olvidar la vida,
Olvidar que no he nacido.
El sueño del puente
Un general persa y quinientos soldados
Alcanzaron esta orilla del arco iris.
El general interpretó el auspicio,
Consagró el arco y los arcos
Y cinco mil de sus flechas
Y ordenó cubrir el abismo.
Cinco mil flechas fueron lanzadas con destreza
Y trazaron un puente junto al puente
Y quedaron fijas en el espacio.
El general ordenó el cruce por el puente de flechas,
Pero cuando la ilusión fue extirpada
También desapareció el arco iris, que era el primer puente.
Quinientos arqueros se esfumaron con la ilusión.
El general comprendió que soñaba,
Despertó en el sueño a sus arqueros
Y les ordenó no soñar más con el enemigo.
Funeral
A la hora invernal, en la noche anchísima,
Despliega el funeral sus huesos de sirena.
¡Qué magras son las páginas del libro de los bosques
en cuyos carruajes de cintas la velan sólo un instante
y en cuerpos de mariposas negras la entierran!
Los mascarones, las anclas y los nacidos islotes
Se consumen en llanto sus siete velas.
Cuando se desmadre la llama del pabilo
La celta procesión llegará a Bretaña
Y la princesa muerta pronunciará otra vez
La palabra que retira la majestad de la pena.
Reguero de pólvora
Aliento de lobo:
Tres copas que se deshacen
Al aliento de seis labios gruesos.
Pesadumbre de serpentario:
Diez orquídeas que se marchitan
Bajo la zigzagueante amenaza.
Candidez de novia:
Siete naipes que se barajan
Con la opacidad de un juego de dados.
Estrechez de calvinista:
Once gigantes que se arrodillan
Para atravesar el túnel del pensamiento.
Fugacidad de tulipán:
Todas las fragatas que se pierden
Bajo los altos muros del mar.
Impudicia de monasterio:
Las palabras han sido ordenadas
De un misal de Lutero.
Intensidad de sangre:
La lluvia arrebata el fuego
Bajo un caldero de amianto.
Prodigalidad de madriguera:
Cinco versos sobre el hombre
Que ignora a la mujer del cristalero.
Fatalidad de estatua:
El mundo sabe por mundo
Lo que callan las piedras de la batalla.
Desequilibrio celeste
Se terminó el cielo,
No hay lugar para el sol,
Para Belén y las auroras.
Nadie descifra el vuelo de las águilas,
Las nubes se alojan en los plumones.
Se acabó el cielo, es el final,
O un intensísimo entreacto.
No queda nada de Dios,
Quizás el reloj.
Preguntas para el botero
¿Adónde van los elefantes,
Adónde van los pájaros,
Adónde van los murciélagos,
Adónde van los espectros
Cuando un hombre muere?
¿Van o vienen?
Doliente
Primero me bajó su espada
Y después me insultó.
Comenzó por librar el duelo
Antes de incurrir en deshonor.
Debiera percibirle en el campo,
Y muy gradualmente,
Desde la espiga a las calas
Prepararme para pasar a la acción
Y un buen día, desafiarlo con el girasol.
El siglo de las luces
Ahora hay manos de seda que se reproducen solas
Y dientes de serpiente que hiende el diamante,
Hay patas que empluman en cama delicada
Y abedules que crecen de la chatarra.
Y habrá morsas que segreguen ácido salicílico
Y conejas con alas de vampiros palaciegos.
Y cuando hayan hombres de luces
Un músico de la orquesta concertará los rayos y los truenos.
Los hombres reales serán un hecho.
París será una fiesta sin muertos invitados
Y los reyes de la risa aplicarán el gas de los pantanos
A los carnavales fúnebres del nuevo pensamiento.
El código del Samurai urbano
Hechos y no palabras,
Agravios y no rumores,
Purgas y no delitos,
Sangre y no jugo de uva,
Torturas y no correctivos,
Vejaciones no conquistas,
Represiones no depresiones,
Tajos no uñas limadas,
Guerras y no teatro,
Obsesión y no entereza,
Calentura y no piel de camello,
Cáncer y no puntos negros,
Crueldad y no cintura
Y sobre todo, no llegar a viejo.
Consigo
Si adquieres un poco de cultura,
Si adquieres algo más de cultura,
Si adquieres mucha cultura,
La cultura juega contigo
Y tú les crees todo, casi todo.
Sé cauto y cultiva tu propio lodo.
El jardín de las delicias
Entra sin abrir la puerta
Y deja que la puerta se cierre sola.
Da un solo paso hasta la fuente
Y permite que tus pasos te alcancen.
Detén la mano antes de tocar el agua
Y deja que el agua se estremezca sin ayuda.
Piensa en cortar la rosa
Y deja que la justa estación la siegue.
No toques nada,
Las cosas pueden todo a solas.
Recuerda: esto no es la prosa.
El arquetipo del placebo
Anda sobre las aguas,
Corre sobre las clavas,
Nada en el fuego.
No es el Hijo del Hombre:
Confunde los elementos.
Bebe de la sal de la tierra,
Come de la pasta del tiempo,
Se cubre con tulipanes,
Sobrevive porque está muerto.
No es el padre del cambio:
Pilota su experimento.
Moho alunado
A la luz de la luna un cenicero
Se parece al crujir de un mondadientes,
Un tranvía resurge de la niebla
Y no es más que un arlequín descalabrado.
A la luz de la luna un estornudo
Nos recuerda el coral de la Novena,
Y la solapa polvorienta de un diccionario
Un sudario arrebatado por el tiempo.
A la luz de la luna los idilios
Son espejos azules de colores
Y los cálidos amores, los más ardientes,
Son las plumas del dodo exterminado.
No hay pegasos, ni reinas, ni ciruelas,
Ni escaleras que lleven al trofeo,
No hay anillos de oro en siete leguas,
A la luz de la luna sólo hay moho.
Que los perros les ladren a los perros,
Los poetas le canten a los tirsos,
Que las monjas se inspiren en el Bosco,
Que la luna se ocupe de la cena.
Nota sobre los señores de la tierra
En estado puro algunas vértebras de los gavilanes
Encajan perfectamente entre las vértebras del puma,
Pero un cacique se debe a su pueblo
Y la ondulación del oro se mueve hacia la seca.
Los caballos sin herrajes
Encuesta a los custodios de los antiguos ritos,
Que ellos conocen –atlantes- el río de la sangre.
Aunque tu sangre es un potro partido de la aurora,
Todos los potros cabalgan con sus crines hacia el vuelo
Y tu sangre, manifiesta en doce más rosas,
Regenta la hierba en la que pacen los dioses
Y repta en los gusanos de los dioses que la ponen a prueba.
Un año y un día
Quien tiene un año de vida
Ya ha vivido mucho,
Como un tronco
En la prolongada corriente del río.
Después suele perder su tiempo
Como si ya no supiera asumir a plenitud
Ni siquiera un nuevo día sin vida.
Los deseos
No es que siempre haya estado seco,
Pero en el fondo del pozo
Hay una gran montaña de monedas
Que han terminado con el agua.
Los deseos agotan a cualquiera.
Poder
Quedan pocos árboles
En cuyo tronco fue grabado un corazón.
Nadie los echa abajo,
Todos se precaven del poder del corazón.
El lunes
Puede que no quepan en la cabina del camión
Y que vayan cayendo por el camino
Como manzanas que se desprenden del árbol.
Puede que les sobre espacio en la cabina del camión
Y el viaje se prolongue más de lo necesario
Y se vayan pudriendo de estación en estación
Como manzanas congeladas en las ramas del árbol.
Puede que las ubiquen cuidadosamente
En la cómoda caja del camión
Y pasen del mercado a nuestras manos.
Puede ocurrir lo mejor o lo peor, lo que prefieras,
Pero sólo si el domingo se desata el fin del mundo
Yo planto este árbol, que no es precisamente un manzano.
El conflicto entre el punto y la imagen
Cuando se es como nadie, cuando uno es nadie,
Uno atraviesa los muros para llegar a todas partes,
Corre con los ojos vendados sobre los pentagramas de alta tensión,
Uno vive del aire y el aire vive de uno
Y oculta su palacio y su planeta en el espacio de un dedal.
Pero uno no es como nadie, uno quiere ser alguien
Y se las ha de ver con los otros, que quieren ser alguien,
Y para eso ni pensar en la liquidez del punto;
Por el contrario, ha de organizar su propia imagen
Como quien construye una torre de las comunicaciones:
Poniendo todos los mensajes en el cimiento de pedernal
Y dejando sus tarjetas personales
En manos de un reputado recolector de estiércol.
La luz que te alumbra
No culpes a los ciegos por lo poco que se ve,
Imagina que estás adentro y que cuando despiertes
El mundo también estará adentro
Y que la poca luz que te alumbra
Es la que los ciegos pusieron a tus pies.
Cuando cazar es impostergable
Por un instante me pongo en el lugar
Del cazador que me tomó por un oso
Y lo comprendo. Pero enseguida pienso en el oso
Y sospecho que puede tomarme por el cazador.
Sólo en ese caso apelo a la razón.
La idolatría de los celos
En los años prósperos batíamos la argamasa,
En los ciclos flacos proporcionábamos la piedra
Y en cuestión de mil y un años y doce días
Las columnas sostuvieron el templo y éste a los cielos
Y las vigas reemplazaron a la voluntad ciega.
Los dioses foráneos se alojaron a la entrada de la nave
Celando el portal, inhibiendo al intruso y al mercader.
Los dioses habituales se impusieron la cúpula
Y sondearon el espacio con sus lentes de tiempo.
Pero en el acto de consagrar la obra a las esferas
Olvidamos destronar a los geniecillos del celo
Y así los poderosos dioses se enfrentaron en el pueblo.
Algunos partimos a la Noche, montando leopardos,
Los otros se establecieron en las vigas del techo
Y el tiempo, vacío como la flauta del silencio,
Se sometió a las intrigas y se convirtió en un espejo sólido.
A veces un pastor inculto se contempla en secreto
En el cíclope del cielo y por un instante rompe el hechizo
Y en las selvas, por un instante, los celos son obtusos pasatiempos.
Cronograma
Que la noche se ocupe de sacar el dogo,
De bajar las persianas, de limpiar la casilla,
Que se ocupe de ponerme los pijamas,
De golpear a la puerta donde vive el sueño lúcido,
Que de lo demás me ocupo yo
Excepto de despertar en un sueño de enanismo.
Llamado de medianoche
Tocan a la puerta,
Los golpes son de un gigoló:
El timbre ha venido
A reclamarnos por los golpes.
Por debajo de la puerta
Se escapa el tímpano:
Para nuestra desolación
Ninguno de nosotros sabe atrapar un sonido.
Cosmogonía de los Elementos
Sencillamente el fuego se congeló
Y se segmentó en titilantes cristales de hielo,
El agua rodó escaleras abajo
Y se partió las piernas en seis secciones.
El aire se coaguló en miríadas de avispas
Que cayeron secas de asfixia o de envidia
Y la tierra se dispersó por el gran abismo
Hasta alcanzar este punto
En que todo vuelve a comenzar
Por medio del grandioso desorden del amor.
Vates
Rotan los átomos,
Giran las cuerdas del reloj,
Vibran las gargantas del laúd,
Llueven las estrellas
Y en la apoteosis del encadenamiento
Nosotros vaticinamos sobre el destino de la luz.
Nosotros que acertamos con el sur.
Las manzanas doradas
Ante la inminencia de las manzanas
Sólo es posible bajar la voz
Y apagar la luz de la lámpara.
Ante la inminencia del insomnio
Sólo es posible subir al árbol
Y bajarse la más dorada.
Oración Isíaca
Señora órbita de los círculos divinos
Línea y música entre máscaras y cariátides
Dueña del sueño sin ensueño de la faz ante el abismo
Tu hijo sacrificial comparece y te atestigua
Eres la fruta jamás raída en el ápice del triángulo
La majestuosa nube solar la voz en la medianoche
La estrella que arrebata al campeón desde los polos
Señora esfinge devoto esplendor ascensión a la cumbre
Señora de la noche sintomática en las mentes de los hombres
Que te integren y se excluyan en la esfera del hombre
Sin sus hábitos de jornaleros de salvador aventurero
Mi centella de plata el fulgor del cetro espontáneo
Mi amor de amores deliquio de las madrugadas
Pongo a tus pies el carro y los caballos del arte
La túnica manchada el collar y las diademas
Señora fulminante de las reservas íntimas del Proteo
A Ti te conozco ven y deshaz esta marea enferma
Que la mente no se aprecie por los cotos talismánicos
Que el corazón se precie de ser el rey sin trono
Y que invada los confines aleteantes de la testa
Gloria del día en que despierte y sea cierto
Al fin cierto y por los cabires del sol bienvenido
Señora órbita de los bríos del viento propiciador
A Ti me someto ante las veleidades de este infausto siglo
De la comedia infame en que sustituyo al tiempo
El talismán
El talismán protege
De la propia estupidez estoica
Del propio desafuero del venero
Por las cuádruples manas del tiempo
El talismán que favorece
El crecimiento sin cercos
Y el derramamiento de los hábitos
A él le debo y me debo
El devenir de esta crisis que pasma
En la que soy el agujero más denso
Milito en el corazón
Escuché a mi corazón es tarde para que se justifique la sombra
Pocas veces la primavera tiene esplendores narcisos detonantes
Me dijo que contuviera el aliento que llegó el viento máquina lo demás
Que me hundiera en el pecho el arnés desatado del pensamiento
Que me arrodillase ante la antorcha sucediera lo que sucediera
Y que compartiera mi aliento a veces el corazón o una estrella
Obedecí porque soy hijo del gobierno ideal de los hermanos
Dejé caer mi cuerpo fiebre de torturas pasadas y heridas futuras
Y el corazón me susurró al oído la noticia inesperada al sol
De que ya se había echado a suertes y que él permanecería
Era el corazón quien subsistiría yo no el corazón
Y no soporté la brisa del torbellino de un lejano desamor
Y me dejé latir y me dejé bombear y fui el corazón
Parece que fue ayer aunque ocurrió al costado del camino
En la furia de los descastados corazones que sorteó días enteros
Hasta llegar al páramo cóncavo el vaso de la sangre inmolada
La suerte está echada no evitaré la risa me prefiere el mayor dolor
Música en tropel
El escenario se extinguió como se extinguen las páginas
Que renuevan el frío la noche oscura del alma
Los artistas misántropos las aves de paso los flecheros
La cápsula de azul belleza entre los rulos del tigre
Fue la noche celebérrima de una orquesta infausta
Los pájaros de la sombra las fisuras de la existencia
Se mantienen desterrados noveno círculo de los abrazos
Se deshabitó el lugar de los combates fue un matiz un salmo
Se encendieron las osas de la noche fuego y amontillado
La música tronó la paz fue vulnerada una conjura
La pasión virulenta del mercado de residuos humanos
Se desvistió la noche glándulas de la tarántula enredaderas
Se vació el escenario el último borracho a los idus de marzo
Corren los trenes como siempre ayer se batieron los espectros
Con los floretes de seis cuerdas y la red de los acróbatas
Todos cayeron al abismo crepúsculo de una sesión del cuaternario
Es imposible
Qué tristeza sin fin no llegó la edad de los milagros
Perdí la lámpara el aceite se desbordó pisoteados caminos
Un hijo de luz tan solo mantuvo el pie esperado
Y el eco de las voces que no cantan el mismo canto de olvido
Dos rocas estremecen al cielo de párrafos mercuriales
Llegó a cumplirse la media luna del signo y estoy dividido
Un monstruo sórdido investido con la prosapia del sabio
Y un pájaro de plumas indiferentes contemplando un vaso de agua
Sólo y a pedazos recortados de un libro profano y sagrado
Qué tristeza sin fin se cayó la estatua de la diosa
Sobre mis sueños fui aplastado por las frondas masivas
Del árbol de la vida cautivo y agresor inclemente
No soy simple ni subalterno ni siquiera un presidiario
Tengo las manos atadas a los maderos del crucifijo
Y soplo sobre las brasas calientes quiero arder la condenación
Terminada la farsa el opíparo ágape de solos extraviados
Es tarde y ya no se puede volver atrás ausente soledad
Es tarde y aunque no fuera tarde es imposible despertar
Retorno sin gloria
Me vuelvo a las estrellas me han disuadido los hombres
Las historias de fantasmas con que se duermen y atormentan
Los productos de su química letal los hijos de sus instrumentos
Me vuelvo para no regresar a las estaciones de coleópteros
Metálicos las graves reuniones de consorcios disociados
Los cementerios de flores sin almas ni orquídeas sin cuerpo
Las rases hechas de pretendida inocencia intrigas de beatos
Es inagotable el aroma a desodorante de gladiador
La lipidinosa risa por las bromas de alcoba los bardos
La presión de los que piensan pensamientos de glándulas y uñas
Me vuelvo a las estrellas y no porque sean muy diferentes
Es que en casa nos animamos a abrirle paso al animal
Celeste que se recrea sacándose el nombre vomitando milagros
Y arrimándole las ideas de extranjeros virtuosos y lejanos
Allende la galaxia a las víctimas que más amamanta
Mi profesión mi fe
Si mis víctimas son los corifeos del lleno de conciertos helados
Si son hojalateros los castigo con mi filo caligrafía del destino
Si mis presas son atolondrados escribas del gran mercado
Los atormento pergeñando códigos y normas vacías y huecas
A los que soplan la basura en el ojo de los ópticos
Los vuelvo ciegos los segmento de la luz y el espejo
A los famosos les orino en el epitafio que escribieron por encargo
A los manipuladores del pueblo les arrojo el pueblo
Encima para que se vean en sus propios reflejos
Así es la vida perdido en el valle de las sombras
Transito hacia el atroz desatino dameros para todos
La otra mitad de sus monedas la capa del abismo
Nadie que ame verdaderamente su vida de Diadora
Se salvará del juzgamiento y el látigo
Como no han hecho conmigo se los hago yo y creo
Que el horror que padecí me volvió el mejor de los testigos
El recitado mengua la impresión de autoridad
Es un riesgo hablarle a cualquiera de la misión por la que está vivo
Estiaje
Barco
De antiguo plumaje
Coraje
El mar se quedó sin remos
Oleaje
Las antorchas del templo
El silencio candente
El cuenco austero
Mil y una olas
Un agujero cortado a cero
Barco
De rancio plumaje
Coraje
El poema se ha quedado sin remeros
Oleaje
La habitabilidad del sueño
Llagas
Las astillas de la madrugada los plexos esmirriados
Una noche de jaurías y corredores incendiados
Pudo más que el sortilegio de unas dosis de medicina sin vida
Las hormigas infinitas de la inquietud nada superior
No tener red para la regla tonsura para el rito
Carecer de una estrategia célebre reinado de invictos
Y andar por el mundo por la casa de capa de caballería
Oscureciendo la desnudez extrema de un cuerpo vulnerable
Por días como galápagos volqué la copa en el canasto
Abandoné la sed me dejé guiar por el curso de la clepsidra
Porque mis días se cierran en noches impenetrables
Y estoy condenado a surgir en medio de tambores rítmicos
Amurallado en mi nimiedad cautelosa los fracasados saben
Más por fracasados que por las curas de risa de los duendes
Estoy desentonando mi canción es espuma majadera
Estoy ajeno y dividido soy la ostra atravesada
Por la mano del espionaje la perla el ostracismo
Padezco la enfermedad de la gran mentira azucarada
Sonrío y canto la mano al vacío allende no hay más nada
Las astillas fastidiosas de todas las noches la han herido
Hay fuego en las manos las llagas se sanan con magma y delirio
Secuencia
Cedieron las graves murallas al poder del halcón
Se hundió la nave insignia bajo la línea de flotación
La tumba fue profanada por el antiguo seductor
El secuaz de la historia conocida escapó
El ojo de vidrio se devoró el vaso con agua
La pastilla de jabón contaminó el mundo
Un heliotropo produce esta sombra sobre occidente
No hay tatuajes hasta que baje la marea
Los subterráneos presencian la luz extraviada
Cáustico es el chasquido de la guillotina
Tantas cosas fueron dichas a merced de la policía
Indultaron al poeta por jugar con el hilo
De la conciencia en el laberinto el enigma está vacío
Espejo del alma la luna oscura
Amarga luna de los despojos menguante de corazón
Con menos de un dedal de valor y doce amenazados
Verdugos cuidado de que no sobresalga la cabeza la melena
Atrapado entre nubes de sórdido horror el temible
Alucinador me visita ocupa la alcoba me deshabita
Y hunde sus manos de mortaja en mi gimiente almario
No estoy solo al menos doy hospedaje a un espíritu
Maligno y patibulario estoy hecho un bosque de desgracias
Todo se hace añicos la puerta del laberinto la sepultura
Todo se debate en mi lecho de idiota cavernario
Estoy solo una mujer se mezcla con mis venenos
Estoy muerto y no muero estoy ciego y me veo
Esta es la salmodia perversa desde la llama que se inclina
Escrita con pedúnculos de flores secas con junco y lodo
Fracasé tanto nadie tiene la medida última del gran fracaso
Había codiciado un panteón de rosas un hombre en el mundo
Y hoy me atengo a mi exangüe condición de inútil y gregario
Se han dicho muchas cosas de mí todas son ciertas y ninguna
Me cabe el apodo del farero y de la luna soy el soldado
Que ha recibido un golpe fatal en el honor inexhausto
Que se ha perdido en la ruta del cuartel general
Y ha estropeado los campos de cebolla de la pobre humanidad
Que está loco como el potro que se golpea contra el portal
Y que no encuentra consuelo en probar de su amargo veneno
El que le han dado para acunarlo entre mares de infecundidad
Y de caídas en el vicio su inocua condición de sumo incapaz
Es tarde las siete lunas se han segado de la ventana
El violín llora mi queja pagana a los dioses sentenciosos
Y mi vida que no sirve para nada sirve en algo de disfraz
Disfrazado de ciudadano meridiano cancel y cancelado
Vago por las azoteas sonámbulo y no me caigo mundo abajo
Que cuando caiga nadie me va a apuntar aquí el fondo del saco
Deseo final
Quiero descansar de todo
De casi todo
Del olvido
De mí mismo
Quiero morir de dos codos
Asido al mástil
Y desnutrirme hasta el ombligo
Y de allí al infinito
Invitaciones
Seamos deshonestos
Rompamos platos
Donde otros siembran hierbabuena
Destrabemos el revólver
Donde los faunos secuestran al bosque
Seamos perfectos
Fumemos entropía
Donde los consagrados conciban siete géneros
Derribemos los barriletes
Con el hilo continuo del silencio
Seamos locuaces
Abramos el poema
Cuando todos los lectores hayan muerto
Y cubramos las tumbas de las letras
Sólo con cuentos de ramas y remos
Seamos reyes
Abandonemos el uso del músculo
Y apliquemos insecticida en los pesebres
Rezos
Una plegaria por los jacintos estragados por la lluvia
Para los cuervos del bosque devorados por el tiempo homicida
Una invocación al relojero del cielo majestad está preso
Y si todo se muestra indiferente los recursos escasean
Un voto a la rompiente del cabo las olas marciales
Con toda la pena de no ser escuchado rezo al degüello
Termino por rezarle a la pereza y la muerte
De las hijas del capellán del camposanto
Adiós furias buen día pereza antes de tiempo
Antes del cabildo abierto que sentenciará al cadalso
Me reclino sobre la fresca pereza y me pongo a no esperar
Ni del cielo ni del mar y los grillos me veneran
Pequeño abecedario
Una mujer exquisita no huye nunca de la pista
Y un varón exquisito es siempre el viejo ladrón
¿Quién seduce a quién, el abuso de la ocasión
o la extraña receta acústica del uso de la razón?
Un mundo
Cabalgas entre dos mundos dos intervalos
El del caballero y el tuyo dos corredores
No hay un solo mundo uno solo y absurdo
A menos que uno sea el caballo y el potro bajo uno
El paso por el mundo
Todas las cosas deben pasar alar mariposas
La maravilla de la juventud el faisán de oro
Pasar el cortejo del rey la amazona y el soplo
Todas las hazañas deben pasar los días los rostros
Pasar la raza sin verdad la mandrágora y el lunar
Todo debe pasar a nuestro modo a ese otro modo
De modo que la hora de luchar por la horca sin el otro
Hora de ensamblarse el mono y dejarse incinerar
Paisaje adivinatorio
¿Has visto las aguas del río el alma en su claro?
Las aves que migran sobre la nieve caen del mundo
Anuncian las desgracias desfila la muerte cruel entropía
Los pocos pescadores que descifra en sus redes incultas la nada
Se estremecen la mosca naufraga por la boca de la bruma
Claudican los juncos avasalla el viento las alas de los instantes
El viento emplumado que regenera la mente se ha hecho trizas
¿Has oído el silbo inaudible del disco del sol sus plumas?
Llaman a tambor y a metralla desde la luna secreta
El mántico se retracta y ahora augura cambio de planes
Un nuevo orden mundial el fin de los tiempos milenarios
Escuchan con esperanza el clamor de un mundo sin madres
Esclarecidas de manos y de suaves túneles bajo la montaña
Hemos visto el cielo sin aves de paso y ha pasado el silencio
¿Qué ocurrirá luego de los sueños la mordedura profunda?
Mañana partirán otros tumultos migratorios por el cuello del cisne
Y volverá a dudar el adivino y la red pesará cada vez menos
Estamos condenados a alimentarnos con los pensamientos de otros
Y los peces crepitan en el río bajo la risa del atroz movimiento
Si se sostuviera el cuclillo sobre el bambú tierno todo sería perfecto
Andante
Cabalga corazón delgada película del rocío
Sobre el rocín andante el frío farol el llanto del condenado
Avanza sobre los trastornados corifeos de los dioses
Ofréceles las reliquias de los santos incienso y ambrosía
Convídalos a los ágapes nupciales de la diosa de esta noche
Insiste en que vengan desnudos solos con el corazón
Que es menester afianzar la vida las artes de marinería
Que sólo cabe un denario en la fuente y no un deseo más
Cabalga presto que atrapa la nube al sol almendrado
Y se devora la tormenta la bella paz del campo del árbol
Cabalga corazón a través del aguacero y llega al otero valiente
Alcanza los confines del alma y anuncia al ruiseñor
Que donde es lámpara la luz no habrá crudo espectáculo
Entenderse
Entender a un extranjero a un paria misionero
No es fácil si uno no se entiende a sí mismo
Al caracol babeante desafiando el cuchillo afilado del risco
Entenderse como extranjero es la pestaña del heroísmo
Morir lejos en pleno genocidio es más o menos lo mismo
No digas de esta agua ingrata nunca he de beber
De este himno de esta bandera del olmo de las peras
Para entenderse es necesario perder el último pie
En el paso del Estrecho en el cinturón de Venus
En el aeropuerto hacer de suecos por los ojos de cristal
Terminar lavando copas en un castillo del medioevo
Que un bufón convirtió en corte real del imperio extranjero
Profecía
Esta oscuridad en la que vivo la cripta infecunda
Esta limitación atroz la jaula al borde de la noche
Dará paso a una expansión de alas de sauce
Circularán las góndolas por los canales felices del alma
La ciudad interior vestirá sus atavíos deslumbrantes
Será coronado el príncipe unigénito el reloj desertará
Todos los cantos de sirena que atolondraron la mente
Las promesas y los fuegos fatuos que padecí
Darán cabida a la paz el ojo azul de la tormenta
Vivir desmembrado atado a un poste como un loco
Viendo aparearse a las moscas constantes rugir sin viento
Esta cadena recia que me liga y me instiga a la vida
Servirá de hilo conductor y continuo en el laberinto
Vivirá la página maravillosa el ánade del ciego
La corbeta navegará el mar de las maravillas
Se extinguirá la raza incolora del maléfico sortilegio
Seré restaurado el templo de Salomón volverá a la vida
Y una lágrima caerá a la tierra vuelta gema y diamante
Para entibiar la dura brega de los hombres atrapados
A la misma cautividad y ajenidad que será la luenga mora
Admonición de la aurora
La aurora tiene derechos sobre los hombres
Y los ejerce con feroz mayorazgo despierten al llamado
A algunos los embiste con sus cuernos de delirio
Y los hiere en la entraña donde se guardan los secretos
A otros los jala por las piernas y los arroja
Al ruedo en medio del ritual salvaje de cada día
El corazón trasnochado recibe los más golpes
Porque su medida es el límite extremo del lamento
Y ella se ceba con sus llamas sonoras
Hundiendo sus dedos biliosos en la esquina tras los huesos
Los que no despiertan a sus truenos agoreros
Y se atascan en la noche acérrima
Fueron y son asfixiados por sus alas cimitarras
La aurora ejerce un poder terminal sobre la noche
Y sus servidores ebrios de espasmos y floretes
La aurora es la nota óptima de la luz
Y reclama una atención caprichosa y orbital
Que los ojos se desprendan de sus velos y enseñen
Que las alas se floreen sobre campos de trigo sarraceno
Que las pestañas se desfiguren y las lenguas tiemblen
Ante el inminente magnicidio de la fortuna
La cara oculta de la traspasada noche de los cuentos
La cara adversa de la fecundación de los grifos
La fase incestuosa del sol entre las plagas de langostas
Canción del rocío
Gota de los hombres de rocío
De líquidos cuerpos almas de vino
Vanas las llagas al metal de antípodas cuerpos
Del azul animal de la era del obelisco
Vanas la lanza de Orión el cuello del cisne
Eres la espuma primordial de la concha marina
La marisma y la lívida ternura
De los brotes de los hombres de aceituna
Que trabajaron la tierra sin remansos
Y que se arman esparcidos entre la verdura
Gota de los hombres de rocío jaramillo y ritmo
Traes la esperanza donde hay seca y no fluye el río
Traes la seca esperanza del golfo del olvido
La Tromba
El garfio
La perforación de la oreja
Una reja ligada con cintas de raso
Un cabo atado a un rabo
La Dulcinea del puerto reconquistado y muy fiel
El talismán de unos labios desiertos y refundidos
Luna cornalina que brilla con el boato del joyero
Un autobús descendiendo por la puerta del pasaje
La vieja dama que cae en gracia de rodillas
Zancos jofainas y un turbante de delirios
Puertas a medio cerrar aperturas y arcanos
Conciertos de moscas sobre la blancura espolvoreada
Resfríos de valientes arrojados por el embudo
El cinabrio colección alquímica añil vitriolo
Una rampa para carricoches la mina esterilizada
La pasión de Cristo da lo mismo si va al cántaro
Un rumiante junto a la página cultural
Una antorcha electa olimpiada sin Venus
Y en el fondo del vaso el ojo del ciego
La luz está lejos
La sola mención de la cabeza
Confunde al farero lluvia de sables
Tener que asumir el pensamiento
El ritual y el arte los espacios secretos
Lo muelen a palos exhausto y alambicado
Con un trabajo decente junto al mar
Con una historia de fantasmas piadosos
Y un esbozo de ternura en la mano mutilada
Tengo que pensar en el pensamiento hundida el alma
Y sostener la defensa del justo medio
Se hace duro y absurdo abstracto y cáustico
Sólo la cima y el fango dan dirección a los ermitaños
El pensamiento es el océano atormentado luz crepuscular
Lo absurdo desciende del faro para ponerse a cavilar
Misas y votos
La paloma hecha pedazos
No por el halcón oculto
Por la fáustica piedad
Que fingieron en las misas
Sus palomas devotas
La piedad mariposa que delira
La fiebre flota sin energía
El santuario es para los votos
La bestia se entiende con el mar
Travesía del perdulario
Vuelo con destino desconocido otro mundo de asombro
Atrás las armerías vacías los caminos el guardavías
En mi sombra la mochila de la legión extranjera
Cada pared que sostiene un edificio de ideas consolidadas
Todo sobre mis hombros bajo el mundo se ufana los petardos
Vuelo lejos del homenaje del deber cumplido conculcado
A la región de las notas desairadas clave de sol y arena
Busco unas nubes auspiciosas bajo las alas atroz miseria
No cruza mi mente el temor a ser hechizado largos devaneos
Porque no pertenezco a ningún aeropuerto ni existo
Soy la inexistencia y el total desamparo ardo de sentencias
De paroxismo por mí se va a la vía expiatoria
Por mí se descarrían los santos las fragatas naufragan
Lejos de la pasión del pasionario concibo mi propio despecho
Me reservo los días mis detractores y los doctores de la ley
Presos en mi mochila vuelo con rumbo desconocido vuelan
Los iré adocenando uno a uno por el efímero alto camino
Sin estrellas para cumplirlos los he birlado al destino
Tristes piezas de un juego de espanto hoy reino sobre los ídolos
Soy el gran mogol que acarrea el escarnio y la desolación
Barro con la civilización de las gafas y los dromedarios
Y persigo el destino desconocido locamente el perdulario dios
Mi reino
una vez más subo a la torre solo insípidamente solo
destranco el cerraje con mi llave de seda melusina
echo una ligera mirada por la hendija que penetró Dios
observo la sombra y la túnica a un costado de la reja
atisbo murmurios de espectros otras enclaustradas soledades
conservo la impresión de una caída de agua sin pájaros
rientes de espejos incandescentes de soles y de hadas madrinas
la torre es la guarida del error en el cálculo narcisista
la bella que es la bestia se clausuró allí para siempre
para observarse al espejo de la sombra exilio y reflejo
y a solas c0on las potencias del cándido infierno perseguido
del espacio impuro de la mente de la herida gris y terca
hacer planes de una futura expedición a las Galias
o más allá todavía el vellocino de oro Roma y el Coloso
mientras yo la contemplo “mi reina le han traído la pitanza”
es azul y náusica en ella se encuentran los siete abismos
los difuntos próceres de otras locuras sidéreas la rechazaron
pero a mi reina perpetua “esposa mía le traje el vino que canta el gallo”
es mi testigo recluso sabe de mí mejor que las novelas
“el espejo” mejor que los juglares de Altamira
“las pepitas de oro” mejor que la voz de la ignominia
mejor que el eco de la montaña “el viaje en cascanueces”
más y mejor que los escándalos victoriosos “la nuez de Adán”
y hasta que no se muera en su ínclito habitáculo
también debería conocer detalles de nuestra futura vida
nadie que no sea su espejo conjetural su perfil del águila
“su perfil mi señoría” y esto puede tomar un siglo
un milenio en la tumba de las raíces el fin de los tiempos
sólo espero cada vez que desciendo de la torre turbia
que el tiempo no concluya hasta que ella y el espejo
mi esperanza “mi señora” en la tumultuosidad del alma
de una loca que guarda la llave de la postrera página
mi reino por un capullo por una flor por un espejo abierto
todo mi poder y mi cetro por ese espejo servicial y cierto
Frustración
Estoy desesperado quería publicar mis libros de la gloria
Y me ofrecen cobrar servicios depositar las cuentas y cuentos
Condescendí en volverme loco y renunciar al parnaso
En juntar trozo a trozo el mosaico y formar un mundo
Incluso vendí mi alma a los remolinos del deseo personal
Todo para signar las obras los embargos de una porción del alma
Y hoy me pagan con la promesa de un empleo el ritmo
Con dinero ajeno y la desesperación en un corazón infausto
¿Qué hacer con las piezas del dédalo, atroz desaire?
Me niego renuncio por los días a los destellos del fuego
Y me sorprendo en la amarga noche de los hombres de probeta
Todo sea por las hornacinas que a un loco calientan
Como a mí me aluna este instante vida de anacoreta
No se hagan los tontos y ensordezcan la risa del tiempo
Y conjuren a mis caballos la esfinge y la noche de las horas
Y ayúdenme a escribir proverbios píos como las espadas
Y a vivir de ello como de nosotros y de los muertos viven ellas
¿Y?
Al más excelso cantor de serenatas le corresponde el leprosario
Al poeta de la perfecta provocación le conviene la higiene doméstica
A la ingeniera nuclear más versada el curul del club del barrio
A los descubridores del enésimo secreto la encuadernación de textos
A los cielos la tierra infecta y la bruma de la muerte
A la paloma indestructible una fábrica de envases plásticos
A los escuadrones de socorristas la crianza de loros miméticos
Al expedicionario la preparación del cemento todo está por doquier
A todo aquel que veneró la perfección un plato de pan viejo
La quietud se ha de conformar con el vértigo inculto y voraz
El perdón de los pecados con criminales amantes y cornalinas
El orden de la civilización se mudó en venta de pescado
Y así vamos y así venimos completamente mancillados por la estupidez
De distribuir bestiarios arrojar monedas a la tabla del universo
Ruego
Ruego a los dioses que respeten mi sufrimiento
Y me den el místico sufrimiento sin los brazos de Venus
O uno pánico pero que surja de la contemplación
Ruego a los cáusticos dioses que por un brevísimo instante
Se pongan en mi lugar y juzguen lo que les reclamo
Y si lo que les ruego no se basa en la fuerza de los hechos
Les ruego me sieguen para siempre y mantengan vivos los hechos
A pedazos
Tengo el corazón hecho pedazos por el trabajo
Que me imponen para disimular
Si mi oficio fuera el del payaso
El pescador el testaferro el sepulturero
Mi corazón daría los saltos mecanismo abyecto
Y yo me moriría blandiendo poemas maniqueos
Para hacerme de la dirección un dinero un alma
Tengo el corazón hecho pedazos por el trabajo propuesto
Y no por trabajar como un honesto mensajero
Para mayor gloria de los Campos Elíseos
Del insondable pecho del gladiador del cielo
De la ráfaga de los pájaros que transmigran el silencio
Noche aciaga
Noche aciaga glándulas desoladas
Cortinas de humo trapos y testigos
Se quiebra la paz de la cigarra
Hoy no conjuran a los demonios los alientan
No me sobran las palabras estoy muerto
Y con mi cara pálida y estirada perdida
Juegan las cajeras por todas las cajas
Y los policías por todas las celdas
Es tiempo para llorar la naciente que no me brota
Si hubiera una ocasión sólo una ocasión para volar
Para volverme halcón escaparía de este martirio
Y trabajaría abriendo heridas con mis labios
Pero nadie me dijo jamás las palabras usted mismo
Cuando calla
¿Qué otra hay en el silencio de ella?
¿Qué otra mujer efigie hierática e impasible?
¿Qué otra nave de los locos el mar exime de cargos?
Hay otra ondulación del mundo un claroscuro sordo
Una turbia desolación que se apodera de la vida
Una antorcha largo tiempo apagada diezmos de los dioses
Hay un vértigo de fantasma aterido de frío espiritual
Hay un túmulo que permanece erecto y un sonar
Una jaula llena de espejos sin un poco de espacio
Cuando ella se silencia el aire se tensa es sólido
La presión del aire termina con la luz de la casa
Todo se enceguece me encierro y lastimosamente
Me pongo a coser los agujeros de las medias y vacilo
Secretos
He sido quien le ha robado un secreto
Ahora es demasiado tarde para callar
Alcen las redes marinas áncoras en el viento
Que no quede más rastros que el proceloso mar
La carga habla por sí sola de los otros pescadores
Que un día supieron refrenarse y se ahogaron de piedad
Es el fin del amantísimo secreto
Nadie conoce tanto de sí mismo
Como para ocultarlo sin que alguien se de cuenta
Secretos son secretos perlas en el atolladero
Cadenas de cuentas y botellas en el mar