No sé dónde está el límite pero sí sé dónde no está (Josef Ajram)
IMANOL NOGUERA DEL SALTO
Este libro cuenta la historia de Josef Ajram, nacido en Barcelona de
padre sirio y madre española, ultrafondista y un hombre de éxito en la
bolsa.
El libro comienza con un prologo escrito por Santi Millán donde cuenta
que acudió a Josef Ajram pidiéndole consejo en su vuelva al deporte,
desde entonces comparten amistad y rivalidad en las pruebas que
disputan.
En el primer capítulo Josef habla de su participación en el Red Bull 7
Islands, un reto que consistía en realizar siete Ironman consecutivos en
cada una de las siete Islas Canarias.
El primer Ironman se disputó en la isla de El Hierro donde el gran
obstáculo en el camino no fue la fatiga, ni siquiera las medusas que
tantos problemas le dieron en otras pruebas, el sillín de su nueva bici
fabricada exclusivamente para él fue su gran enemigo en el primer
día de carrera. Su equipo consiguió solucionar el problema y así
superar el primer día del reto.
Dejando de lado el reto del Red Bull 7 Islands, Josef recuerda como
antes de cada cita importante se reúne con sus padres y recuerda
parte de su infancia y como sus padres siempre le habían apoyado en
sus inicios deportivos en el fútbol, baloncesto y ciclismo, deporte al que se aficionó por Induráin aunque quizás sus grandes ídolos sean
ellos, sus padres.
Reconoce que no fue un hijo modélico, fue el único de su colegio que
suspendió la selectividad provocando una gran decepción en sus
padres. La sensación de que había fallado a sus padres le hizo
reaccionar y en tan sólo unos meses volvió a presentarse y ahora sí, aprobó.
En poco tiempo pasó de trabajar en Telepizza a triunfar en la bolsa.
Sus comienzos allí no fueron fáciles, aprendió a la hora de tomar
decisiones y a levantarse de los fracasos.
No tardo en ganar dinero en la bolsa, siendo quizás demasiado
ambicioso, coches, viajes y fiestas le hicieron apartarse durante unos
años del deporte.
Su prueba favorita es el Marathon des Sables, disputado en el Desierto
del Sáhara en Marruecos.
No la considera una de las pruebas más duras a nivel físico pero sí a nivel mental.
La gran soledad del desierto contrasta con la gran familia que forman
los corredores a diferencia de otras pruebas. Allí concedió con tres
personas que admira, Marco Olmo un italiano de 70 años conductor
de grúa, Jorge Aubeso uno de los mejores fondistas españoles y Fidel
Martí, que prometió disputar la carrera entre los 60 y 70 años como así
hizo.
Josef cuenta sus experiencias en Hawái, cuna del Ironman, donde
participó en varias ediciones de Ultraman. Allí se fijaba pequeñas
metas cada 10 kms para poder completar las etapas, filosofía que
aplica en su vida.
En 2011 participó en el Epic 5, que consiste en realizar cinco Ironman
consecutivos algo que estaba muy fuera de su alcance… hasta ese
momento. Y ganó, una de sus grandes victorias en todas su carrera.
A pesar de la victoria en la Epic 5 cuenta que no era un deportista
ganador, ni siquiera estaba entre los mejores pero en 2006 empezó a
contar su historia en un blog siguiendo el consejo de unos amigos.
Poco a poco fue creando su marca a través de aportar algo diferente
y revolucionario en Internet y sin ser un deportista con grandes éxitos
fue contratado por Red Bull.
A día de hoy cuenta con millones de visitas anuales en su página web.
Su entrenador personal Carles Tur, cuenta en el capítulo 7 como es el
enteramiento de Josef aunque reconoce que su gran virtud es que
tiene una mente privilegiada, nunca da nada por perdido y sabe
sobreponerse a los contratiempos.
La forma de motivarse de Josef es dividir su trabajo en pequeños
sectores e irse dando pequeños premios mentales cada vez que los
consigue.
De vuelta al reto Red Bull 7 Islands, Josef narra la segunda etapa
disputada en La Gomera. Desde el primer momento las sensaciones
son malas hasta que a 120 kms del final su cuerpo no puede más y
tiene que retirarse, tres años después de hacerlo por última vez. A pesar de ser una persona con una gran fortaleza mental sufrió un gran
palo durante su estancia en el hospital aunque el apoyo de todo su
equipo le ayudo a salir adelante.
No consiguió su objetivo pero Josef no considera que fracasó, todo lo
contrario, aprendió que debe escuchar a los demás (le
recomendaron no participar en la Titan Desert una semana antes) y
volvió a establecerse nuevos limites.
Cuenta Sulaika, su pareja, que Josef cree en los que arriesgan todo a
pesar del peligro.
Josef termina el libro contando que seguirá poniéndose metas
pequeñas con un único objetivo, volver a superarlas.