El Nuevo Despertar23 April, 2013 | created using fivefilters.org
Los secretos descubiertos de
la carne de caballo ilustran
el escándalo de la industria
alimenticia y el falso
etiquetado
Gracias al periódico “The Times” el escándalo de la carne
picada para albondigas, hamburguesas, lasañas, etc… se
hizo pronto universal. Las grandes firmas recogieron
masivamente sus productos para no desprestigiarse
Han sido los británicos los que han desatado la alarma. Según el
Gobierno de Londres, se hallaron rastros de analgésicos
perjudiciales para el ser humano en la carne de caballo que se
vendió en supermercados franceses. Al parecer lo sabía porque
en Francia se utilizó carne de tres caballos procedentes de
mataderos de Gran Bretaña en la que se detectó huellas del
medicamento Bute, según informe del ministro de Medio
Ambiente inglés, David Heath. El analgésico Bute está
considerado perjudicial para el organismo humano si se consume
a través de cualquier alimento.
Las autoridades de varios países europeos investigaron primero
si se produjeron alimentos con carne de caballo que hubieran
sido falsamente etiquetados como carne de vaca. Se encontró
carne de caballo en productos congelados como lasaña
y hamburguesas.
En Gran Bretaña el escándalo de la carne de caballo estallo
cuando el periódico británico “The Times” lo reveló en un titular
de primera plana. “En el Reino Unido y en varios países europeos
se han descubierto varios alimentos, algunos también
precocinados, que estaban elaborados con carne de caballo pese
a estar etiquetados como vacuno”. Se usó carne de caballo para
abaratar costos
El diario señalaba que el año pasado el organismo de inspección
alimentaria del país, FSA, prohibió de repente el procesamiento
de carne picada elaborada a máquina. Lo hizo por consejo de la
Comisión Europea. Este tipo de picado se suele utilizar por
razones de costo en alimentos de elaboración industrial como las
albóndigas, las hamburguesas y los kebab.
Al querer los fabricantes mantener los precios bajos, se les
ocurrió recurrir a importaciones de carnes más baratas del
extranjero, indicó el diario. El ex ministro de Agricultura Jim
Paice ya alertó el año pasado en una comisión parlamentaria de
las posibles importaciones de carne barata, de dudosa calidad.
A mediados de enero 2013, funcionarios del control de alimentos
de la República de Irlanda analizaron un total de 27 productos de
hamburguesas de carne de res e informaron que habían hallado
ADN de caballo en algunas hamburguesas vendidas por un
número de cadenas de supermercados en el Reino Unido,
incluyendo Tesco, Iceland y Lidl…
El caso de las vacas locas de 1996 no podía volver
a repetirse y por eso el comercio alimentario se dio prisa
A principios de febrero, las autoridades británicas descubrieron
más casos de carne de caballo en alimentos de supermercados
y wimpis. Pruebas realizadas a 18 paquetes de lasaña de carne
vendidos por la compañía Findus mostraron que 11 de ellos,
contenían hasta 100% de carne de caballo… El gobierno
británico ordenó el análisis de todos los productos de carne
vacuna procesada que son comercializados en el país para
determinar el alcance de la situación. La marca sueca Findus
tuvo que recoger urgentemente algunos de sus productos que
habían llegado a los mercados de Francia y Suecia…
Lotes de lasaña de marcas como Picard, Carrefour o Systeme
U fueron retiradas de la venta en Francia ante la posibilidad de
que contuvieran también carne de caballo en lugar del vacuno,
ya que, al igual que Findus, las fabricaba el mismo proveedor..
La carne de caballo en sí no debería ser peor que la de vacuno-se
dijo. Se come con regularidad en muchos países y el peligro para
la salud es mínimo, a menos que los caballos hayan recibido
inyecciones de fenilbutazona, un antiinflamatorio común para los
equinos, que puede causar cáncer en los seres humanos…Se
trata de un medicamento prohibido para uso humano, pero
permitido en el tratamiento de animales. No obstante, está
absolutamente prohibido que se trate junto a alimentos que
puedan introducirse en la cadena alimenticia humana…
1
¿Cuál es el origen de la carne de caballo?. Una investigación
realizada por funcionarios franceses reveló que la empresa
Poujol compró carne congelada de un comerciante chipriota.
Este, a su vez la había recibido de una compañía de alimentos
holandesa la cual había comprado la carne en dos mataderos
rumanos…
Ya antes, la comisión de Medio Ambiente y Nutrición de la
Cámara Baja del Parlamento británico había criticado la lenta
reacción de su gobierno ante el escándalo, con estas palabras de
un banco de la oposición…”existe la impresión en Londres de que
la opinión pública ha olvidado la forma sistemática y cínica con
que se tolera que los fabricantes de alimentos sigan
enriqueciéndose, aun en la actual situación…”. El comité instó al
gobierno y a las autoridades de inspección sanitaria a ordenar
tests más amplios y severos para asegurarse de que no había
elementos dañinos en los alimentos.
¿Quién no recuerda por ejemplo el peor de todos, la llamada
enfermedad de las vacas locas, que estalló en 1996 en el Reino
Unido, que causó la muerte a 170 personas? ¿O los causados por
la contaminación del forraje para la alimentación animal con
dioxina, una sustancia cancerígena, y que obligaron, entre otras
cosas, al sacrificio de miles de cerdos? Y más recientemente el de
los pepinos infectados por la bacteria E.coli, que obligó à la
hospitalización de 40.000 personas en Europa.
El 25 de febrero de 2007, el Ministerio de Agricultura,
Alimentación y Medio Ambiente de España anunció que había
identificado la presencia de ADN equino en unos canelones
elaborados con carne de vacuno de la marca La Cocinera,
comercializada por Nestlé. Inmediatamente, esta casa procedió
a retirar 6 productos fabricados por la empresa, entre ellos los
canelones microondas, la empanada gallega de carne, las
berenjenas rellenas de carne de y las empanadillas de carne,
todos ellos de la marca ‘La Cocinera’. Culpó a su proveedor
español de carne Servocar, de Casarrubios del Monte (Toledo),
que había certificado su materia prima como 100% vacuno.
Las autoridades anunciaron que comer carne de caballo no tiene
riesgos para la salud, aunque algunas personas rehúyen este
alimento. Con todo, las autoridades de Bruselas han anunciado
que se analizarán productos cárnicos en toda Europa con el fin
de confirmar que no contienen un analgésico potencialmente
dañino para los humanos que ya se ha detectado en Francia.
En 2007 la Unión europea había tomado por primera vez
medidas preventivas al haberse detectado una la anemia
infecciosa equina en Rumanía. El comercio europeo de caballos
vivos bajó pero aumentó el de carne de caballo congelada. El
problema se extendió a Irlanda y a otros países europeos, dando
lugar a lo que ya se conoce como el ‘escándalo de la carne de
caballo’ (meathorse scandal) que apenas trascendió.-Por eso
Irlanda en 2013 estaba sobreaviso y fue la primera que
reaccionó.
Los controles de ADN impuestos por la Unión Europea han
sido decisivos en poner algo de orden en este amago
de caos
La Comisión Europea introdujo al parecer controles con pruebas
de ADN en la carne de ternera procesada. Un grupo de expertos
de los 27 países de la UE se reunieron en Bruselas para decidir
sobre una propuesta de control ya que en en varios países
europeos, en el bloque de alimentos precocinados se sospechaba
la utilización de carne de caballo en lugar de la de vacuno. Esos
productos se habían detectado ampliamente también en España.
Lo sucedido con la carne de caballo anunciada fraudulentamente
como de vacuno en lasañas y otros productos culinarios que ha
alcanzado incluso à la mayor multinacional del sector, la suiza
Nestlé, es sólo el último un episodio de la actual crisis, (el
último?) y por fortuna uno de los menos graves, en cuanto
a consecuencias para la salud humana, aún después de una larga
cadena de escándalos de la industria alimentaria europea, de
productos que llegan al gran público.
El escándalo de la carne de caballo se ha extendido seis años
después como la pólvora por toda Europa, sin que aún se sepa
quién fue el primero que la mezcló con carne picada de vacuno ni
hasta dónde llega el fraude. O si esta fue la primera o la enesima
vez. Este enésimo escándalo alimentario viene a demostrar los
riesgos de “transnacionalizar” la elaboración de alimentos como
si fueran coches. Expertos, productores y comercializadores
españoles de carne y derivados cuestionan la actual industria y la
distribución alimentarias en su conjunto y recuerdan la
conveniencia de una trazabilidad real de los productos y de
canales de comercialización más cortos y controlables.
A mediados de enero de 2013 aparecieron los primeros indicios
de que se estaba sustituyendo la carne de vacuno por carne de
caballo en hamburguesas y otros productos alimenticios sin
advertirlo al consumidor. En Gran Bretaña varias cadenas de
supermercados retiraron algunas clases de hamburguesas
y muchas empresas de alimentación europeas llevaron a cabo
comprobaciones de ADN en sus productos para verificar sin
contenían el correspondiente a los equinos. En bastantes casos
2
así fue aunque se declaró, que, por lo general, fueron pequeñas
cantidades. Sin embargo, los resultados señalaron que un tipo de
lasaña de carne de vacuno congelada de Findus, el gigante de la
industria alimentaria sueca, contenía casi el 100% de carne de
caballo. Findus anunció que demandaría a Spanghero, la
compañía francesa que les suministraba carne para fabricar
lasaña. A su vez, Spanghero anunció que demandaría a sus
proveedores rumanos, etc…
¿Y qué decir del empleo creciente y sistemático de antibióticos,
no para combatir eventuales enfermedades que puedan atacar
a los animales, sino para acelerar su desarrollo ya que se crían
en condiciones en las que escasean la luz, el aire y no gozan
apenas libertad de movimientos, antes de sacrificarlos. No solo
se tortura a los toros de lidia, como vemos.
Se trata de un sistema perverso y aberrante que amenaza à la
ganadería y à la pequeña agricultura, de un circuito de
aprovisionamiento tremendamente opaco que dificulta eso que
hoy llaman con horrible extranjerismo «trazabilidad» –cuando
tenemos «rastreabilidad»- de los ingredientes de muchas
comidas preparadas y que no parece tener en cuenta, no ya el
bienestar animal, sino la salud de los consumidores y mucho
menos la deseable protección del medio ambiente.
La finlandesa Katja Gauriloff presentó en la sección de cine
culinario del festival de Berlín un documental titulado en inglés
«Canned Dreams» (Sueños Enlatados) que expone muy bien lo
que sucede hasta que una lata de ravioli llega a los anaqueles del
supermercado de la esquina.
La cineasta viajó a Brasil, de donde procedía el aluminio utilizado
en la lata, a Dinamarca y Rumanía, de donde salíà la carne de
cerdo empleada en los ravioli, a Polonia, origen de la carne de
res, a Ucrania, para el trigo, a Portugal, para los tomates,
a Francia, para los huevos y a Italia, siguiendo el rastro del
aceite de oliva.
El fallo universal ha sido entre otros la cantidad de
intermediarios y el etiquetado. La falta del control de
la prueba de ADN es de la UE
Ingredientes todos ellos que se procesaron debidamente
y enlataron en Francia antes de su transporte final a Finlandia.
¿Se imagina el lector el número de kilómetros recorridos por los
distintos productos antes de llegar al consumidor en una lata?.
Se ha calculado que unos 30.000.
Un día alguien vio algo que recogió para contarlo al usuario: en
la sección de aguas minerales de un conocido supermercado
escandinavo había unas botellitas de plástico que, según decíà la
etiqueta, contenían «agua artesiana» de las islas Fiji junto a otras
de cristal con agua de Noruega. À la vista de tal disparate
ecológico -¿se imaginan transportar desde el Pacífico Sur
a Europa agua para satisfacer el esnobismo de algunos o el afán
de venta del fabricante por vender, un líquido que puede
encontrarse con similar pureza en cualquier manantial de sierras
de por aquí cerca?- la persona no pudo evitar preguntarle à la
joven dependienta si le parecía sensato.
“No me lo planteo”, respondió la empleada tajante.
Efectivamente, no nos planteamos muchas de las cosas que son
“el pan nuestro de cada día“, como el uso abusivo de pesticidas
en los invernaderos o el transporte de alimentos desde el rincón
del planeta más alejado al nuestro. Y ya va siendo hora de que lo
nos lo plantemos… todos. La popular empresa de muebles
y decoración IKEA decidió retirar preventivamente las
albóndigas suecas Köttbullar de todas sus tiendas y restaurantes
en Europa, tras descubrirse carne de caballo en restaurantes de
sus filiales checas.
A mediados de febrero, Nestlé, la mayor empresa productora de
alimentos del mundo, procedió a retirar del mercado de España
e Italia ravioli y tortellini de ternera de la marca Buitoni al
descubrir en ellos un porcentaje superior al 1% de carne de
caballo.
El problema ético más evidente de este caso es un fraude
en el etiquetado, el consumidor tiene derecho a saber que
compra
El vendedor tiene más información que el comprador y el
consumidor y estos últimos tiene que saber que compran. Si se
anuncia productos con carne de vacuno ha de ser verdad.
También el consumidor tiene derecho a saber lo mismo con los
transgénicos, bastante peores que carne de caballo. Pero el
escándalo consistía en el error de la carne de caballo mal
etiquetada como de vaca y continuó expandiéndose por Europa
y pronto se anunció en España y República Checa el hallazgo de
productos de vacuno con presencia de carne equina
El caso pone también de relieve algo bien conocido: la relación
entre falta de comportamiento ético y reputación empresarial.
Nestlé, reconocida por buena reputación de sus productos,
seguramente será cuestionada al haber tenido que retirar
reiteradamente varios de sus productos.
Actuar con rapidez, hacer sus propios análisis y tomar decisiones
contundentes como la de retirar de inmediato el producto en
cuestión es sabio tanto para rectificar como para intentar
recuperar la reputación. Es lo que hizo Nestlé, aunque con un
poco de retraso, y también IKEA, incluso yendo más lejos de lo
estrictamente necesario. Estas operaciones pueden tener un gran
costo. Todo por no hacer las cosas bien en su momento.
Una cuestión de fondo es la gestión de la cadena de suministro,
a menudo problemática. Había certificaciones del intermediario
pero éste mentía o no verificaba a un tercer proveedor
(recuérdese la cadena Findus-Spanghero-proveedores rumanos).
Mal hecho por parte del proveedor, pero la empresa que se
presenta al mercado no deja de tener responsabilidad y la
obligación de ejercer algún control sobre el intermediario,
siempre que detecte que existe algún indicio de adulteración.
3
Surge otra cuestión: ¿por qué actuaron así los proveedores?
¿Simplemente para ganar más o tal vez para defenderse de la
presión de una gran multinacional que abusa de su poder
imponiendo precios muy bajos? No se sabe. El fin no justifica los
medios, pero también hay que evitar dar ocasión a engañar
y explotar al pequeño, si ese es el caso.
Una última consecuencia, aunque no menor, es el daño causado
a los productores de vacuno. En estas situaciones cunde la
desconfianza y la gente opta, al menos por algún tiempo, por no
consumir productos con carne que pueda estar adulterada. Y,
pagan justos por pecadores.
La sociedad gala Comigel es una de las intermediarias de carne
que distribuye sus platos congelados para Findus y otras marcas
en 16 países de Europa. Comigel adquiere la carne a otra
empresa francesa, Spanghero, que a su vez compra la carne en
Rumania. Según el ministro francés de Consumo, Benoît Hamon,
Spanghero “compró la carne congelada a un comerciante
chipriota, que subcontrató el pedido con un comerciante en
Holanda, que a su vez había adquirido la carne en un matadero
y un taller de corte en Rumania”.
Según otras fuentes, la carne de caballo rumana había sido
negociada por comerciantes en Chipre y Holanda antes de ser
adquirida por una empresa del sur de Francia y elaborada por
otra en Luxemburgo. La alerta por este fraude se extiende ya por
Alemania, Bélgica, Holanda, Irlanda, Reino Unido, Polonia,
Rumania, Suecia, Luxemburgo, Francia, Italia y, también, por
España, donde Nestlé acaba de anunciar que retira de los
supermercados ravioli y tortellini Buitoni suministrados por un
proveedor alemán (H.J. Schypke) y que contienen, junto a carne
de vacuno, proteína de caballo por encima del 1%. A finales de
enero, un estudio de la OCU advertía que dos de las 20 marcas
de hamburguesas industriales analizadas contenían carne de
caballo y alertaba de “un claro fraude al consumidor”.
En España ADN equino en canelones según aseguró el Ministerio
de Agricultura español no presentaba riesgos para la salud. ¿no
iba a pasar nada?; Ikea suspendió las ventas en 13 países
El Ministerio de Agricultura español informó de la detección de
ADN equino en canelones para microondas elaborados con carne
de vacuno de la marca La Cocinera, propiedad del grupo Nestlé,
mientras el órgano regulador alimentario checo notificó el
hallazgo de carne de caballo en albóndigas hechas en Suecia
para el grupo Ikea, que detuvo las ventas de ese producto. “Nos
tomamos esto muy en serio”, dijo la portavoz de Ikea, Ylva
Magnusson, en la sede de la compañía en Helsingborg, en el sur
de Suecia. “Hemos detenido la venta de esa remesa específica de
albóndigas en todos los mercados donde pueden haberse
vendido”.
Las albóndigas, retiradas de las estanterías en las tiendas
y cafeterías de Ikea después de que inspectores checos hallaran
carne de caballo en su contenido, se ofrecían en tiendas de varios
países europeos, según dijo el lunes el portavoz checo de la
compañía.
Además de la República Checa, este producto se ha
comercializado en España, Reino Unido, Portugal, Países Bajos,
Bélgica, Eslovaquia, Hungría, Francia, Italia, Grecia, Chipre
e Irlanda, dijo Magnusson.
Todas las albóndigas de Ikea las fabrica en Suecia el proveedor
Familjen Dafgard, quien indicó en su página de Internet que está
investigando la situación y recibirá los resultados de más
pruebas en los próximos días.
Magnusson, de Ikea, dijo esperar que los resultados indiquen qué
porcentaje de carne de caballo contienen las albóndigas, y que
no hay indicios de que ninguna otra remesa se viera afectada.
En Italia, uno de los países donde se retiró el lote, el grupo de
derechos del consumidor Codacons pidió que se comprueben
todos los productos cárnicos que venda la empresa en ese país.
Las comprobaciones en ambos países se efectuaron en el
contexto de las recomendaciones de la Comisión Europea ante el
escándalo que estalló hace casi dos eses, cuando se halló en
Irlanda que productos etiquetados como vacuno también tenían
carne de equino. Desde entonces se han retirado alimentos
preparados en varios países y se ha visto afectada la confianza de
los consumidores en la enorme y compleja industria alimentaria
europea.
El ministerio español insistió en un comunicado que se trata de
un caso de fraude en el etiquetado, pero que no representa
riesgo para la salud.
“Hemos informado ya a las comunidades autónomas, así como
a las autoridades de consumo y a las empresas afectadas”, dijo
en Bruselas, donde asistía a una reunión, el ministro español de
Agricultura, Miguel Arias Cañete.
Tras detectar en los canelones trazas de ADN de caballo en un
porcentaje superior a uno por ciento –por encima del umbral que
determina si se trata de adulteración–, Nestlé ordenó retirar
inmediatamente toda la producción de su proveedor español de
carne Servocar, compuesta por cinco productos más, y añadió
que actuará legalmente para exigirle responsabilidades.
“Está claro que es un problema que afecta al conjunto de
fabricantes de la industria alimentaria. Se trata de un fraude de
dimensión europea. Es una situación inaceptable”, dijo en un
comunicado el director general de Nestlé España, Bernard
Meunier, en el que pidió disculpas a los consumidores y dijo que
van a seguir realizando análisis.
Esta empresa ya tuvo que retirar la semana pasada en España
e Italia dos productos de pasta fresca etiquetados como vacuno
y con presencia de carne de equino.
4
Seguir hoy el camino completo a un alimento elaborado, con
responsabilidades claras para cada eslabón de esa compleja
cadena –lo que se denomina “trazabilidad”-, es prácticamente
imposible cuando intervienen una docena o más de agentes.
“Está claro que si un alimento es producido como un coche –
explica Pedro García Mendoza, director de la tienda de alimentos
sostenibles EsDeRaiz-, con piezas que vienen de cinco o seis
países y toda clase de agentes interviniendo en el proceso,
pueden pasar estas cosas. Por eso, tenemos que reivindicar el
producto local y los canales cortos de comercialización: “yo-dijo
García Mendoza– compro mis hamburguesas a un ganadero de
Segovia, por ejemplo, y, cuando el cliente me compra a mí, no
hemos intervenido en el proceso más que dos agentes, y así
–aparte de los sellos de calidad y el conocimiento directo de las
personas– es mucho más difícil que se añadan cosas raras al
alimento”.
“En nuestro caso, hay una trazabilidad individual y viendo el
número de lote de un paquete de carne se puede saber
perfectamente de qué animal concreto procede”, explica Rodrigo
Redondo, biólogo.
“Si cada eslabón de la cadena alimentaria hace bien su trabajo
–advierte Juan Bay, químico agrícola y experto en la industria
agroalimentaria-, no tiene por qué pasar nada, pero, si dicha
cadena tiene, digamos, 10 eslabones, y algunos de ellos se
desarrollan en países distintos del nuestro, la trazabilidad del
alimento es más difícil de asegurar; la falta de rigor de algunas
empresas, cuando no la avaricia económica directamente, y un
cuerpo de Inspectores de Sanidad insuficiente en países como
España, hacen que la posibilidad de fraude se dispare y se
produzcan casos como éste de la carne de caballo o más
graves..que pueden suceder cualquier día”.
Fuente: es.globedia.com
Artículos relacionados:
La carne podrida es tratada con monóxido de carbono para hacer
que se vea fresca en el supermercado
(Documental) Food Inc. – El funcionamiento de la industria
alimentaria y los procesos que se ocultan al consumidor
Food Matters – La Comida Importa
Earthlings (Terrícolas)
About these ads
~ por elnuevodespertar en 21/03/2013.
Escrito en Temas Diversos
Etiquetas: Alimentación, alimentos, carne de caballo, falso
etiquetado, Salud
5
Recommended