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MEMORIAS DE UN PORRETA Esta obra está protegida por los derechos de la propiedad intelectual. Quedan reservados los derechos de traducción, reimpresión, radiodifusión, reproducción fotomecánica o de otro tipo y almacenamiento en equipos de tratamiento de datos, incluso en versiones reducidas o resumidas. Portada: Nadia García Macías
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Para Nadia de nadie,
por aguantarme.
Para mi hijo Kilian
lo que más quiero en el mundo.
Para mis padres y hermanos,
por estar siempre unidos.
Para mi primo Jose,
no hay nadie que entienda como él mi humor.
Y para todos los que en algún momento
creyeron en mí.
LUIS VILLEGAS GOMEZ Jueves, 26 de julio de 2012
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ÍNDICE
Introducción 9
1. El cadáver 11
2. Aparición fantasma 19
3. La visita del hombre de negro 23
4. Abducción 29
5. Mi culito respingón 35
6. Vuelo accidentado 43
7. El Cowboy 53
8. Luisito de la capea 61
9. En el salvaje Oeste 67
10. Pelma y Lhuis 75
11. En la guerra 85
12. Posesión infernal 91
13. Mamporreroman 95
14. Mi amada Pestilencia 103
15. Resurrección 111
16. En el infierno 119
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Agradecimientos
Al maestro Gila, a Tip y Coll, a Pepe Rubianes, Eugenio, Martes
y Trece, los Morancos, Cruz y Raya, Faemino y Cansado, Pedro
Reyes, Ángel Garó, Tony Leblanc, Emilio Aragón, porque sin
ellos yo no hubiese querido ser humorista y no existiría este
libro.
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Introducción
Soy Luis Villegas Gómez, nací en Barcelona en los años setenta,
en la época de los pantalones de pana, el cuello vuelto, y la
buena música: Black Sabbath, Scorpions, Dire Straits, The
Eagles, Led Zeppelin, John Travolta & Olivia Newton, y así un
sinfín de buenos artistas.
Cualquier canción, grupo o artista de esa época es no bueno,
genial, me crié en el barrio por entonces conflictivo San Cosme
i San Damián en el Prat de Llobregat.
Ignorante e indefenso por ser bebé fui creciendo escuchando
música como los Chichos, los Chunguitos, Bordón 4, Bambino…
Que bueno era Bambino y como no el Camarón de la Isla, pero
creáis o no esto marca una infancia.
En el colegio de mi barrio aprendí antes a hacerle un puente a
un coche que las tablas de multiplicar, no sabía atarme los
zapatos pero sabia liarme un porro, con este ambiente crecí,
en un barrio que era normal que te pegaran para quitarte la
pelota, o que tu le pegaras para que no te la quitara, en medio
de todo este ambiente de drogas y violencia pasé mi infancia.
Un día descubrí por casualidad, una cinta de casete tirada por
casa del maestro Gila, la escuché y me quedé alucinado, no
había escuchado nada igual, era fascinante, un verdadero
genio, le enseñé la cinta a mi mejor amigo y al día siguiente me
vino con lo menos quince o veinte, de Gila, Arévalo, Eugenio,
Pepe Da Rosa, etc. Los genios de la época, los escuche todos un
sinfín de veces, cuando le devolví las cintas a mi amigo le di
una de más, una mía propia que yo había grabado contando
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mis historias, al día siguiente mi amigo me dijo que sus padres
estaban fascinados con mi cinta y que la escuchaban una y otra
vez y que querían otra, que estaban dispuestos hasta a
pagarme, en ese momento descubrí mi vocación, quería ser
humorista, por aquel entonces tenía trece años.
Pasaron los años estudié teatro, estuve en varias compañías de
payasos pero no fue hasta que vi en la tele a Martes y Trece
cuando me decidí a formar yo mismo mi propia compañía de
humor, con mi hermano, mi primo y un amigo, formemos el
grupo Yo Que Sé, conseguíamos actuaciones pero fue un
fracaso porque o uno u otro no se presentaban el día de la
función, paso bastaste tiempo hasta que nació Pelma y Lhuis,
un dúo humorista formado por mi primo Jose Gómez y yo,
aunque desde un principio tuvimos bastaste éxito por
circunstancias de la vida estuvimos un tiempo inactivos, ahora
de nuevo de vuelta quiero presentar en formato de libro un
guión que siempre hemos hecho y a gustado mucho, Memorias
De Un Porreta, es un relato ficticio basado en hechos reales
sobre mi propia vida, quiero dejar claro ante todo, que aunque
hago alusión a la droga no quiero ni mucho menos hacer
apología de ella, estoy totalmente en contra de ella si no es por
un uso médico, también hay momentos de violencia,
machismo etc.… Pero quiero dejar claro que yo no pienso así,
es el personaje quien piensa así, lo quiero dejar claro porque
hay quien lo confunde, esto es simplemente un relato de
humor sin más pretensión que hacer reír.
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1
El cadáver
Barcelona. San Cosme y San Damián D.G. (Distrito Gitano)
Domingo. Las nueve A.M.
La polisia encuentra un cadáver muerto en la puerta de la
comisaría.
El teniente Pio Pou Pérez se encarga del caso, después de darle
un beso en el cuello y un cachete en el culo al sargento Ignacio,
le pregunta.
-¿Qué ha pasado?
-Hemos encontrado un cadáver.
-¿Está muerto?
-Sí, le faltan los brazos y el dedo gordo del pie izquierdo y huele
fatal, es horrible…
-¿Horrible? No conoce usted a mi suegra… ¿Han identificado el
cadáver?
-¿Quién, tu suegra? No.
-Quien sea.
-No, ese tampoco, pero sabemos quien es, llevaba
documentación encima y una especie de diario- respondió el
sargento mientras se rascaba el culo.
-¿Un diario?-, preguntó el teniente mientras le ayudaba a
rascarse el culo.
-Sí, ya sabes, una especie de libro en la cual uno escribe lo que
le ocurre en el día, su manera de pensar y de ver las cosas y
todo eso…
-Bien, dámelo y también la documentación-.
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El sargento le entrega el diario y una cartera.
-¡Vaya, una cartera de pellejo de cocodrilo! La ilusión de mi
vida, me la voy a quedar, pero que no se entere el capitán ¿Eh?
-Tranquilo teniente, yo no he visto nada, pero ¿Si encontramos
los brazos, puedo quedarme con el reloj?
-Si no es de pellejo de cocodrilo sí… Bien, haz que se lo lleven,
yo voy a mi despacho a estudiar esto, hasta luego cariño.
El teniente entra en su acogedor y coquetón despacho, se
sienta en su silla de pellejo de cocodrilo y se pone a leer el
diario que dice así:
Por favor una vez lo hayas leído entrégaselo a Almodóvar para
que haga una película.
Todo el contenido de este diario es de papel, por lo cual, si no
le gusta siempre puede limpiarse el culo con él.
Si estás leyendo esto, es que ya estoy muerto, perdón, aún no
me he presentado, soy el moribundo de mierda Luis Villegas
Gómez, tengo 39 años y nací en Barcelona hace ya la friolera
de 39 años.
Para que me conozcas mejor y te hagas una idea de cómo soy,
te daré algunos datos sobre mi personalidad.
Color preferido: Todos los colores.
Color que no soporto: Todos los colores.
Horóscopo: El Virgo.
Estado Civil: España.
Capacidad mental: 140%.
Capacidad seminal: 140%.
Estatura: La de siempre.
De careto: Soy bien parecido a un guapo.
Aptitud: Según lo que se tercie calentorro, según lo que no se
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tercie calentorro también.
Cosas malas de mí: Atropellé sin querer a una monja diecisiete
veces con un tractor y en un mismo día. Mi cola mide un
metro, digo perdón, me cuelo en el metro.
(A veces la memoria me folla y me falla).
Cosas buenas de mí: Se conducir muy bien un tractor.
Yo quería escribir este diario con sangre, te recomiendo que si
algún día te quieres hacer un pequeño corte en el brazo, no
utilices un hacha, yo lo he hecho y al final he tenido que
escribirlo con la boca y un boli.
Bueno, voy a empezar ya a relatar mi historia, porque supongo
que eres polisia y te estarás haciendo preguntas como por
ejemplo ¿Cómo ha muerto este muerto, habrá muerto
asesinado? Y si es así ¿Quién lo ha matado? Y algunas otras
cosas más, y es que al fin y al cabo, la vida es un misterio.
¿Quién no se ha preguntado un día, por qué se fabrican armas
y no hospitales?
¿Por qué se mueren niños de hambre?
¿Por qué no hacen el amor y si la guerra? ¿Y Bibí Andersen
meará de pie o meará sentado?
Sí, muchas veces me lo he preguntado, pero nunca he sabido
responderlas, la vida es un misterio.
Hay dos cosas que tengo largas, una de ellas es la vida,
empezaré a contar mi historia desde el principio…
Yo fui un niño no buscado, nací cuando nadie se lo esperaba,
iban mis padres rumbo a las Canaletas porque el Barça había
ganado, la liga, la copa y la champions.
Estos son pequeños datos que iré dando que no tienen
importancia, pero lo digo porque sé que hay gente que le jode.
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Pues como iba diciendo, iban mis padres paseando tri-
tranquilos y dijo mi madre.
-¡Uy! me pica ahí.
-¡Ala, ya has pillado ladillas!
Dijo mi padre, entonces mi madre se rascó el chichi y me sacó
a mí.
-¿Ves como has pillado ladillas?
-No ¿No ves que es un niño que llora?
Claro, mi madre se dio cuenta de que era yo.
-¡Anda y lávate el chocho que crías miseria!
Entonces mi padre no se quería hacer cargo de mí y nos
abandonó, y mi madre se convirtió en
una madre soltera, aunque no sé porque lo dirían, siempre
estaba rodeada de tíos.
Mi madre era como una coneja, tuvo 16 hijos, más los que
regaló, porque mi madre era muy
generosa, a lo mejor veía a un pobre pidiendo en la calle y le
decía.
-Toma, un niño, pa ti, te lo regalo, quizás te den algo por él.
Porque mi madre era así, tenía muy buen corazón.
Mis hermanos, uno es negro, uno es chino, otros de color
butano con cara de paquistaní, pero hay uno que éste es mi
hermano favorito, es clavao, clavao a Enrique Iglesias, vamos,
que la primera vez que le vi, le pedí un autógrafo y todo, ahora
que sé que es mi hermano, cada vez que le veo le pego un
guantazo, no sabéis lo agusto que te quedas, parece que le
estés pegando al de verdad. Lo llevé a la feria a veinte euros el
guantazo y me forré, muchos decían que me estaba
aprovechando de un discapacitado mental, pero yo les decía
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que no, que éste no es el de verdad, éste es mi hermano, lo
que pasa que es clavao. Otros decían que era explotación, pero
yo más bien lo veía como un bien social, es que le ves y te dan
ganas de meterle… Eran tiempos difíciles, me tenía que ganar
la vida como podía.
Cuando crecí, bueno, crecí… cuando llegué a mi madurez
sexual y psicológica, me di cuenta que no iba por buen camino,
que tenía que hacer algo con mi vida, así que me formé una
banda y me hice capo de la mafia, y no me fue tan mal. Cometí
más de 80 delitos y solo me arrestaron 20 veces, eso
demuestra que no era un criminal tan malo, solo que me
rodeaba de malas compañías. Iban conmigo, el Perejil, el
Tomasín, el Cafetera, el Vaquilla, el Torete, el Ternerilla…
Todos metidos en un 124 color caca y escuchando a los
Chichos, para vernos, más que una banda parecíamos payasos,
no causábamos respeto.
Nuestra banda fue a pique, y me metieron en la cárcel, pero no
fue por ese motivo por el que entré en la cárcel, fui porque
linché a palos a mi madre, sí, no me da vergüenza admitirlo,
me defendía, ella me pegó primero, además fue un combate
justo a 12 asaltos, a ver, no es que me enorgullezca, me
arrepiento un poco, porque mi madre era una gran mujer,
luchó mucho por mi vida, y por su vida ¡Cómo luchaba! Hasta
que al final le gané yo la lucha, dándole un puñetazo en la boca
que la dejé K.O. En el fondo me da vergüenza hablar así de mi
madre, era una persona humana, con sentimientos...
Humana… Aunque viéndola nadie llegaría a esa conclusión,
cuando iba por la calle con ese bigote que tenía, todo el
mundo la confundía con una foca y le echaban sardinas y le
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decían.
-Aplaude, aplaude- y ella decía.
-¡Onk, onk!-
Para que le echasen más, lo que pasa es que algunos le
echaban las sardinas en latas y le abrían la cabeza, pero ella era
una profesional y seguía a su rollo -¡Onk, onk!
Bueno, volviendo a lo de antes, yo en la cárcel, no lo pasé tan
mal, además estuve junto a mi hermano, el que se parece a
Enrique Iglesias, y ahí no cobré porque le diesen guantazos, no,
ahí querían otra cosa ¡Y a treinta euros el servicio, uf, me forré,
pues no hice pasta con él!
Me escapé de la cárcel, no es por nada, porque allí vivía como
un rey, pero empezaron a decir que me parecía a Tom Cruise y
me dije <<Yo de aquí me tengo que escapar pero ya>>.
Por otro lado, lo comprendo, tengo su mismo porte y claro, voy
provocando… Me escapé de la cárcel y como la polisia me perseguía, me
refugié en una granja, allí me escondí entre los cochinos y
pasaba desapercibido, así estuve entre los cochinos entre 7 u 8
meses, hasta que decidí irme, no es por nada, porque yo allí en
la pocilga estaba agusto, la comida no era mala, el ambiente
era agradable, y había empezado a tener una relación con una
cerdita que me tenía un poco pillado.
¿Quién no ha tenido una relación con una guarra alguna vez?
El caso es que engordé más de 100 kilos y el granjero me
miraba con unos ojitos…
Que me dije <<Yo me tengo que ir de aquí pero ya>>.
Y una vez fuera encontré trabajo allí mismo en la granja, como
mamporrero. Me especialicé en el mamporro del caballo
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ibérico español, y me sentí realizado.
Tengo una foto con aquello en el hombro y parezco el Quijote.
Así estuve un montón de tiempo, dejé la delincuencia para
convertirme en un aguanta pollas, pero era feliz, ganaba un
sueldo y me pude alquilar un piso.
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Aparición fantasma
Todo empezó un día que yo estaba plácidamente viendo en la
tele a Plácido Domingo, cuando de repente se cortó el fluido
eléctrico, toda la casa se quedó a oscuras, no sé qué hora sería,
creo que serían sobre las tantas, entonces escuché un sonido
muy fuerte en mi habitación.
Encendí un mechero, que era de oro, y me dirigí por el pasillo
hasta llegar a mi habitación.
Abrí la puerta y el corazón me dio un vuelco. Me encontré a
una chica flotando en el aire, era como transparente pero se
veía bien claro, lo que muy pronto deduje que sería un
fantasma, era muy bella, con cabellos largos y rubios que
flotaban en el aire, la mirada la mantenía fija en mí y sonreía
en todo momento.
Yo estaba giñado, quería salir corriendo, pero el miedo me
tenía paralizado, así estuvimos durante un par de minutos y
entonces habló, su voz era de pito, como la voz de Gracita
Morales, lo cual me tranquilizó un poco, y me dijo.
-Hola señorito, me llamo Ernestina y vengo desde el más allá
hasta el más acá para avisarte de que corres un gran peligro,
abandona esta casa, salva tu culo, aún estás a tiempo. Adiooos.
Entonces desapareció de golpe y volvió el fluido eléctrico, esa
noche no pude pegar ojo, hasta que encontré el Loctite, a la
mañana siguiente me dirigí al trabajo.
Trabajo de mamporrero en una granja, es un trabajo que me
gusta porque me pongo cachas y ligo bastante, pero solo ligo
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con mujeres maduras, divorciadas, insatisfechas sexuales, etc.
Lo que me sale.
Me desvirgué el año pasado, fue con una mujer casada de unos
setenta y cinco años y era muy guapa me gustaba mucho, me
gastaba bromas, todos los días venía a la granja a ver como
cargaba al hombro y a insultarme, eso me ponía cachondo, fue
mi primera colonia chispa, mi primer amor, no sé si de ella me
enamoró sus ojos, uno verde y otro negro o quizás fue su
apestosa colonia de garrafón barato, pero sus grandes tetas
arrugadas me alteraban los nervios, una noche me la encontré
en un portal y me dijo.
-Mi marido no está, se ha muerto ¿Quieres pasar? Nos
tomamos algo y te pongo unos Compact Disc de Manolo
Escobar.
-¿Y si no me gusta Manolo Escobar?
-Pues entonces te vistes y te vas.
Y así fue como esa noche perdí la virginidad, a ritmo de
Porompompero, lo más gracioso de esto, y lo recordaré
siempre, fue que mientras movía el culo, se me escapó un
pedo con la canción que viva España, pero eso sí, fue un pedo
de amor.
Estuve liado con ella un par de meses, pero se fue a Madrid a
trabajar en televisión en un programa llamado cine de barrio y
perdí el contacto.
Bueno, como iba diciendo, un día mamporreé más de la cuenta
y me dejaron plegar antes, así que aproveché y fui a
comprarme un sillón de pellejo de cocodrilo, después fui al
videoclub y alquilé tres películas de Manolo Escobar y una del
Farina.