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MOBILIARIO URBANO Y ESPACIO PÚBLICO.
Caso: Casco Central de Mérida, Venezuela.1
Autor: Leonardo Bonomie Medina 2
RESUMEN
En esta investigación se elaboró un diagnóstico del estado del mobiliario urbano en los espacios
públicos del casco central de la ciudad de Mérida. Se describió, también, la percepción que tiene el
ciudadano de la calidad del mobiliario urbano en el contexto de los espacios públicos en el área de
estudio. Este trabajo se desarrolló mediante una investigación de tipo cualitativo, y su finalidad es
la de sugerir directrices para el establecimiento de políticas públicas y, como paso subsiguiente,
proponer requerimientos claros para el futuro diseño de un mobiliario urbano apropiado, pertinente
y sostenible para el éxito de la vida pública en esta ciudad.
Palabras Claves: diseño industrial, mobiliario urbano, espacio público, mérida.
Abstract
In this research, a diagnosis of the state of street furniture in public spaces of the central town of
Mérida is made. It also described the perception of the citizen about the quality of urban furniture in
the context of public spaces in the study area. This work was developed through a qualitative study,
and its purpose is to suggest guidelines for the establishment of public policies and, as a
subsequent step, to propose clear requirements for the future design of an appropriate, relevant
and sustainable urban furniture for success of public life in this city.
Keywords: design, street furniture, public space
1 Este trabajo es parte de una investigación adelantada por el Grupo de Investigación sobre el Espacio
Público (GISEP) adscrito a la Facultad de Arquitectura y Diseño de la Universidad de Los Andes, Venezuela.
Dicha investigación está financiada por el Consejo de Desarrollo Científico, Humanístico, Tecnológico y de
Las Artes de la Universidad de Los Andes, bajo el código A – 780 – 1209 – AA.
2 Diseñador Industrial. Profesor Instructor. Jefe del Departamento de Diseño adscrito a la Escuela de Diseño
Industrial. Investigador en el Centro de Investigaciones URBIS - Facultad de Arquitectura y Diseño de la
Universidad de Los Andes - Mérida, Venezuela.
Teléfono: 274-2401902 Móvil: 414-2387863 - Correo electrónico: [email protected] / [email protected]
2
INTRODUCCIÓN
El mobiliario urbano es el conjunto de elementos que apoyan las actividades
cotidianas de las comunidades, reforzando la infraestructura y el equipamiento de
las ciudades para asegurar un espacio público que promueva el desarrollo de una
vida ciudadana saludable y sustentable. Dicho mobiliario debe formar parte del
entorno de una manera orgánica, atendiendo a normas y políticas públicas
específicas. En la ciudad de Mérida, y específicamente en su casco central, es
notoria la desmejora de los espacios públicos: el marcado deterioro de la
infraestructura, la escasez e inadecuación del mobiliario urbano, la contaminación
visual, el caótico desenvolvimiento del tránsito vehicular y peatonal, la apropiación
y uso anárquicos de los suelos, la ausencia de normas precisas e integradas,
entre muchos otros factores, amenazan la calidad de vida y el confort urbano en
perjuicio de los ciudadanos. El objetivo de este trabajo es elaborar un diagnóstico
del estado del mobiliario urbano en el área objeto de estudio, la cual está
comprendida por el eje de la Calle 26, (desde la Avenida Los Próceres hasta la
Avenida 8 Paredes), y el eje transversal de la Avenida 3 Independencia, (entre las
Calles 28 y 22), por registrarse en esta área una elevada actividad pública a todas
las horas del día. Este diagnóstico se desarrollará mediante una investigación de
tipo cualitativo, aplicando la observación en sitio con registro fotográfico y
entrevistas a distintos ciudadanos como técnicas, con el propósito de establecer
algunas consideraciones que puedan ser sugeridas como criterios para la
generación de nuevas políticas públicas, y la consecuente propuesta de requisitos
para el futuro diseño de un mobiliario urbano adecuado, pertinente y sostenible
para el éxito de la vida pública en esta ciudad.
I. LA INVESTIGACIÓN
I.1. Área de Estudio:
El área de estudio está comprendida por dos ejes: el primero de ellos corresponde
a la Calle 26, desde la Av. Los Próceres (aproximadamente C.C. Alto Prado) hasta
3
la prolongación Av. 8 (aproximadamente Estación Los Conquistadores del Sistema
TrolCable), el ancho de este eje abarcará desde la Calle 26 hasta la Calle 30. El
segundo eje corresponde a la Av. 3 (Independencia) desde la calle 22 hasta la
calle 28. Ambos ejes se encuentran ubicados en la Parroquia El Sagrario,
Municipio Libertador de la Ciudad de Mérida, Edo. Mérida.
Esta área de estudio corresponde a la abordada en la investigación colectiva que
realiza en Centro de Investigaciones sobre el Espacio Público URBIS, y que lleva
por título Espacios Públicos para el e enriquecimiento de la vida urbana.
I.2. Metodología
El presente corresponde a un estudio diagnóstico realizado bajo el paradigma
cualitativo, diseño de campo y documental y nivel exploratorio. A tal efecto, el
estudio se organizó en tres áreas:
a) Búsqueda documental: se revisaron fuentes bibliográficas impresas y digitales,
a fin de definir las premisas a partir de las cuales se realizará el estudio, es decir,
el marco conceptual.
b) Entrevistas a ciudadanos, orientadas a analizar la percepción que ellos tienen
acerca del mobiliario urbano, su calidad, pertinencia y relación con el espacio
público en el que se ubican.
Esta entrevista fue realizada los días 19 y 20 de abril de 2015, con la colaboración
del equipo de trabajo de URBIS. La observación en sitio y el correspondiente
registro documental y fotográfico fueron realizados con la colaboración de los
estudiantes de la Licenciatura de Diseño Industrial de la Universidad de Los Andes
Javier Dugarte y Saraí Carrasquero. Toda la información recogida fue tabulada y
procesada por el investigador.
c) Búsqueda de información a partir de la observación en sitio, dirigida a la
producción de un inventario, categorización y caracterización del mobiliario urbano
existente.
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Para la sistematización de esta inventario, se utilizó la clasificación propuesta por
Ferrando et al. (2009) que distingue ocho categorías. Este modelo se aplica en
este trabajo como referencia, adaptando y/u omitiendo algunas clases y elementos
en atención a la pertinencia y la terminología local empleada. Las categorías
establecidas son:
1. Elementos comunes de urbanización
2. Elementos para la protección de peatones
3. Elementos urbanos de señalización
4. Elementos urbanos de alumbrado y control de tráfico
5. Elementos de mobiliario urbano
6. Elementos urbanos de servicio público
7. Elementos para la propaganda y la información, y
8. Elementos urbanos de tipo comercial
En cuanto a la caracterización, se definieron cuatro criterios que permitieron
analizar con objetividad el estado actual en que se encuentra es mobiliario urbano
existente, para garantizar así la validez del diagnóstico. En un futuro deberán
caracterizarse estos elementos conforme a otros criterios que den cuenta de la
percepción que tienen los ciudadanos de ellos, y de su correspondencia con una
visión actual del espacio público y del mobiliario urbano desde la perspectiva del
diseño. Los criterios establecidos fueron, entonces, los siguientes:
- estado físico: referido a la integridad física y grado de conservación.
- resistencia a la intemperie: referida a la capacidad de resistir la acción de
agentes externos y atmosféricos.
- resistencia al vandalismo: referida a la capacidad de resistir la acción
destructiva por parte de personas.
- calidad visual: referida a la configuración física como expresión estética.
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II. MARCO CONCEPTUAL: Espacio Público y Mobiliario Urbano
II.1. Acerca del Espacio Público
Al sistema de elementos físicos y perceptivos que ordenan una ciudad y le dan
sentido, y dentro del cual se desenvuelve la dinámica de la vida ciudadana, es lo
que denominaremos espacio público. La idea de orden en la ciudad remite a la
organización funcional de aquel sistema, que debe atender a las necesidades de
la población y que debe promover sus manifestaciones materiales y espirituales en
las mejores condiciones, garantizando así la calidad de vida de la sociedad.
La materialidad del espacio público está constituida por la vialidad peatonal y
vehicular, así como por los espacios y equipamientos destinados a la recreación, a
los servicios -públicos y privados-, a la educación y a la movilidad. Todos estos
componentes deben planificarse con base en un equilibrio que garantice el
adecuado desenvolvimiento de las personas para una convivencia ciudadana
eficaz y armónica
Para la contextualización de este trabajo, asumiremos la noción que ofrecen Borja
y Muxí (2000:9) según la cual el espacio público es:
el ámbito físico de la expresión colectiva y de la diversidad social y
cultural. Es decir que el espacio público es a un tiempo el espacio
principal del urbanismo, de la cultura urbana y de la ciudadanía. Es un
espacio físico, simbólico y político
De estas afirmaciones podemos inferir que este sistema posee tres dimensiones
predominantes: es de pertenencia pública para cumplir una función social, es de
uso colectivo, y es también multifuncional, por lo que debe ser totalmente
accesible. Estas dimensiones orientarán la presente investigación.
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II.2. Dimensiones del Espacio Público
Las estructuras urbanas, y fundamentalmente el espacio público, influyen en el
comportamiento humano y en el modo como las ciudades operan. Así, cuanto más
espacio público hay, y éste es más cómodo y mejor dotado de infraestructura de
apoyo a la acción pública, tanto mayor es la afluencia de ciudadanos y el confort
en la realización de sus actividades, y tanto mejor la calidad de su vida y la de sus
relaciones con otros, con el consecuente aumento del orden y el bienestar
ciudadano, revelando así su función social de base. En este sentido, Salazar, J.
(2010) señalan que:
Hacer una ciudad habitable, amable, justa, educada, solidaria,
competitiva…y en resumen, hacer una ciudad mejor, reclama un
especial cuidado por la conquista de abundantes espacios, físicos y
sociales, donde sea posible construir entre todos ese lugar
complementario al universo individual que cada uno define (pág. 12)
Por su parte, Gehl (2014:17) apunta al uso colectivo del espacio público al indicar
que “…si se ofrecen mejores espacios públicos, el uso se incrementará, un
razonamiento válido tanto para los grandes espacios como para los más
pequeños, llegando inclusive hasta la escala del banco y la silla”.
Este autor, reseñando la experiencia de la ciudad de Oslo en 1998, nos dice que:
Imagen 1: Piscinas Móviles. Fuente: Macro Sea (2010)
7
Algunos cambios tan simples, como por ejemplo la mejora de los
bancos en el puerto de Aker Brygge, en Oslo, pueden también
modificar significativamente los patrones de uso. Las viejas banquetas
fueron reemplazadas en 1998 por modelos nuevos que tenían una
capacidad de más del doble que las anteriores (129%). Encuestas
hechas en 1998 y en 2000, antes y después de esta iniciativa, prueban
que el uso de los bancos por parte de la gente ha aumentado casi en la
misma proporción (122%). (Ibíd., p. 16-22).
Finalmente, la multifuncionalidad del espacio público está referida a la atención de
las necesidades generales e indiferenciadas de los ciudadanos con propuestas
homogéneas, y de las necesidades particulares de ellos con una oferta
heterogénea (Del Real, 2015).
II.3. Espacio Público y Mobiliario Urbano para la Calidad de Vida Ciudadana
La vida ciudadana en los espacios públicos es sostenida por una infraestructura
que facilita el despliegue de la actividad de la población: el mobiliario urbano, al
cual del Real (op.cit., p. 8) denomina “Objetos de Uso Público” y define como:
todos aquellos objetos creados por el hombre, involucrados en la
habilitación de los espacios y vías públicas, cuya finalidad es la de
atender una necesidad social o prestar un determinado servicio al
ciudadano… es decir, aquello que viene a equipar el espacio para que se
puedan desarrollar todas las actividades inherentes a la vida cotidiana
en la ciudad
Más allá de su función básica individual, el mobiliario urbano, como conjunto, está
destinado a llenar de sentido estético, simbólico y cultural los espacios públicos de
una ciudad, a la cual, además, configura y otorga identidad; esto ofrece una
oportunidad de retomar su dimensión humana, satisfaciendo así las necesidades
integrales del ciudadano y, finalmente, mejorando su calidad de vida.
8
Por su parte, Farrando et al. (2009) se refieren al mobiliario urbano como
“elementos urbanos”, bajo la premisa de que el término “mobiliario” carga con un
sentido puramente decorativo que conviene dejar de lado, y el cual se asocia
generalmente con bancos, papeleras y luminarias solamente, cuando en realidad
“el rango de elementos existentes en las calles es mucho más amplio y los hay
que se alejan rotundamente de ese concepto” (Ibíd., p. 117), siendo que en esta
diversidad dichos elementos cumplen una función y prestan un servicio, y tienen la
capacidad de generar identidad e imagen.
Por todo lo antes dicho, el mobiliario urbano debe ser comprendido en la
dimensión formal, como elementos que aportan significado e identidad al espacio
público, en la dimensión funcional y del servicio público que prestan, y también en
la dimensión urbana en la atención de estrategias para su ubicación tendientes a
optimizar el balance entre su calidad, su cantidad, su ubicación y la manera de
utilizarlos, siendo el propósito último lograr espacios de uso colectivo que
garanticen el éxito de la vida pública. En definitiva, podemos afirmar que cuanto
mejor sea el mobiliario urbano, tanto más eficientes y placenteras serán las
actividades de las personas, y en consecuencia habrá mayor calidad de vida
ciudadana (Imagen 2).
Calidad de Vida Ciudadana
necesidades satisfechas
actividades dinámicas, eficientes y placenteras
manifestaciones materiales y espirituales
Espacio Públicopertenencia
pública
uso social colectivo
multi-funcional
Mobiliario Urbano
significado función / servicio
ubicación
Imagen 2: Creación de calidad de vida ciudadana (elaboración propia)
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III. RESULTADOS E INTERPRETACIÓN
Este estudio se enfoca en tres variables fundamentales: la percepción del espacio
público por parte del ciudadano, su valoración de ese espacio en función del
mobiliario presente y la situación real del mobiliario urbano en el área de estudio.
A este fin, se realizaron entrevistas a usuarios y observación directa de los
espacios y el mobiliario.
III.1. De las entrevistas
Con esta indagación se pretendió conocer las impresiones que los usuarios tienen
acerca de los espacios públicos y sus usos actuales, a la vez que identificar
algunas de sus necesidades y expectativas, para lo cual se entrevistó a diecisiete
personas que transitaban por el eje de la Av. 26, entre el sector Alto Prado y la Av.
8 en el sector Estación Los Conquistadores del Sistema TrolCable. Los resultados
se muestran en el Anexo 1. La información obtenida se agrupó en los siguientes
seis temas:
Uno: Datos generales.
El 88% de los entrevistados se encuentran en edades comprendidas entre los 16 y
los 60 años de edad, el restante 12% se tienen menos de 16 o mas de 61 años. El
71% de los entrevistados son hombres, mientras que el restante 29% son mujeres.
De estas personas, el 12% residen en el área de estudio, el 76% en otras áreas
del área metropolitana de Mérida, y el restante 12% reside fuera del área
metropolitana.
Dos: Opinión general acerca de los espacios públicos que se muestra en el
Gráfico 1.
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El desagrado manifestado se origina en la percepción de poco espacio público
disponible, descuido, deficiencia del alumbrado, presencia de comercio informal,
falta de lugares para la recreación y ejercitación física, inseguridad, mala
transitabilidad y mal diseño.
Tres: Opinión acerca de las necesidades insatisfechas en los espacios públicos
que se muestra en el Gráfico 2.
Los usuarios entrevistados manifestaron no encontrar, en los espacios públicos
comprendidos dentro del área de estudio, instalaciones apropiadas para satisfacer
necesidades tales como las mostradas en el siguiente cuadro:
DESAGRADO AGRADO NS/NR Total
Porcentaje 86,36% 13,64% 0,00% 100,00%
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
100,00%
120,00%
Can
tid
ad d
e E
ntr
evi
stad
os
En términos generales, ¿qué opina de los espacios públicos en este sector?
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
100,00%
Descanso yprotección (sol y
lluvia)
Educación y deentretenimiento
Ejercicio físico Hacernecesidadesfisiológicas
Porcentaje 76,47% 78,57% 88,24% 70,59%
Can
tid
ad d
e E
ntr
evi
stad
os
Necesidades insatisfechas en los espacios públicos
Gráfico 1: Opinión acerca de los espacios públicos (elaboración propia)
Gráfico 2: Necesidades insatisfechas en los espacios públicos (elaboración propia)
11
Cuatro: Opinión acerca de las paradas de transporte público.
El 82% de los entrevistados manifestó la necesidad de mejorar las condiciones
físicas y de diseño de las paradas de transporte público, mientras que el 86%
consideró pertinente la presencia de servicios asociados a las paradas de
transporte público (p.e.: venta de alimentos, periódicos, teléfonos públicos,
atención al ciudadano).
Cinco: Opinión acerca del comercio informal en los espacios públicos, que se
muestra en el Gráfico 3.
Los entrevistados en desacuerdo argumentaron que: estas instalaciones
obstaculizan el paso peatonal, afean visualmente la ciudad, ensucian los espacios
que ocupan, las instalaciones que utilizan son inadecuadas por lo que se deben
diseñar y construir elementos específicos para este fin. Cabe destacar que el 13%
de los entrevistados que manifestaron su acuerdo opinaron que se deben diseñar
y construir elementos específicos para estas instalaciones, a fin de no afectar
negativamente los espacios públicos.
Seis: Opinión acerca de la transitabilidad en los espacios públicos que se
muestra en el Gráfico 4.
El 81% de los usuarios entrevistados manifestaron que encuentran dificultad para
transitar por los espacios públicos comprendidos dentro del área de estudio,
debido a diferente tipo de obstáculos ubicados en ellos (físicos, visuales y/o
De acuerdoEn
desacuerdoOtros NS/NR Total
Porcentaje 12,90% 64,52% 22,58% 0,00% 100,00%
0,00%20,00%40,00%60,00%80,00%
100,00%120,00%
Can
tid
ad d
e E
ntr
evi
stad
os
¿Qué opina de las instalaciones que utilizan los comerciantes informales y moto-taxistas?
Gráfico 3: Opinión acerca de comercio informal (elaboración propia)
12
auditivos). Un 67% de los entrevistados manifiesta que esos obstáculos son físicos
(bases de vallas y/o postes caídos, instalaciones de comercio informal, mal estado
de las aceras, vehículos mal estacionados).
III.2. De la observación
Se realizó una observación directa con registro fotográfico de los espacios
públicos comprendidos dentro del área de estudio, con el fin de realizar un
inventario categorizado y caracterizado del mobiliario urbano existente. En el
Cuadro 1 se muestra dicho inventario.
ITEM CATEGORÍA CANT.
CARACTERIZACIÓN
ESTADO FÍSICO
RESISTENCIA A LA INTEMPERIE
RESISTENCIA AL
VANDALISMO
CALIDAD VISUAL
1 Elementos comunes de urbanización 0 -- -- -- --
2 Elementos para la protección de peatones 73 Regular Alto Alto Medio
3 Elementos urbanos de señalización 25 Regular Alto Alto Bajo
4 Elementos urbanos de alumbrado y control de tráfico
299 Regular Alto Alto Bajo
5 Elementos de mobiliario urbano 5 Malo Bajo Bajo Bajo
6 Elementos urbanos de servicio público 15 Regular Alto Bajo Medio
0,00%
20,00%
40,00%
60,00%
80,00%
100,00%
SI NO NS/NR Total
Porcentaje 94,12% 5,88% 0,00% 100,00%
Can
tid
ad d
e E
ntr
evi
stad
os
¿Considera que existe amenaza a su seguridad mientras transita por las aceras y calles?
Gráfico 4: Opinión acerca de amenazas a la seguridad (elaboración propia)
Cuadro 1: Clasificación y caracterización de los elementos urbanos (elaboración propia)
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7 Elementos para la propaganda y la información 15 Regular Medio Alto Bajo
8 Elementos urbanos de tipo comercial 3 Regular Alto Alto Bajo
Como resultado de este inventario se consiguieron los siguientes hallazgos:
No existen elementos comunes de urbanización (alcorques, rejas).
El 75% de los elementos existentes para la protección de peatones están
ubicados en adyacencias de establecimientos comerciales privados, o
comunidades organizadas. (Imágenes 3 y 4).
Los elementos urbanos de señalización son escasos, y responden a
codificaciones normativas y a criterios de diseño diferentes entre sí.
(Imágenes 5 y 6).
Los elementos de alumbrado y control de tráfico se observan en regulares
condiciones. (Imagen 7).
Imágenes 3 y 4: Barreras de tráfico (Dugarte y Carrasquero, 2015)
Imágenes 5 y 6: Señales de identificación de calles y avenidas (Dugarte y Carrasquero, 2015)
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Los elementos de mobiliario urbano son escasos y presentan una situación
deficiente (Imágenes 8 y 9), ya que:
- No existen asientos para el uso público.
- No hay ninguna jardinera.
- Hay solamente tres papeleras, con diferentes características.
- No existen fuentes.
- Hay sólo dos elementos de techado público.
- En general, el estado físico del mobiliario urbano es regular o malo.
Los elementos de servicio público presentan una situación igualmente
deficiente (Imágenes 10 y 11), por cuanto:
Imagen 7: Elementos de alumbrado y control de tráfico (Dugarte y Carrasquero, 2015)
Imagen 8: Papelera (Bonomie, 2015) Imagen 9: Techado público (Dugarte y Carrasquero, 2015)
15
- Existen solamente dos paradas de bus, en mal estado físico.
- Las cabinas telefónicas también presentan mal estado físico.
- No existen baños públicos.
- No existen parqueaderos para bicicletas.
Los elementos para la propaganda e información son, en un 85%,
destinados a uso comercial, siendo notoria la ausencia de elementos para
la información institucional (gobierno local y regional, y otras instituciones).
(Imagen 12)
En cuanto a los elementos de tipo comercial, son escasos (sólo tres en el
área de estudio) y se encuentran en condiciones regulares. (Imágenes 13 y
14).
Imagen 10: Paradas de bus (Dugarte y Carrasquero, 2015) Imagen 11: Cabinas telefónicas (Bonomie, 2015)
Imagen 12: Elementos para propaganda e información (Dugarte y Carrasquero, 2015)
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Se observó, también, que en dos de las ocho categorías la calidad visual de los
elementos es media, en las restantes seis esa calidad es baja.
Otro aspecto que destaca en este análisis es el referido a la ordenación del
mobiliario urbano en el área de estudio, la cual puede verse en el croquis
mostrado en la Imagen 15. En ella se observa que los elementos de las diferentes
categorías, con la sola excepción de los pertenecientes a la categoría de
alumbrado y control de tráfico, aparecen concentrados en zonas puntuales y no
distribuidos en el área de estudio.
Imagen 15: Distribución del mobiliario urbano en el área de estudio (Dugarte y Carrasquero, 2015)
Imágenes 13 y 14: Kioscos para venta de productos (Dugarte y Carrasquero, 2015)
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IV. CONCLUSIONES
En el casco central de la ciudad de Mérida el vertiginoso incremento en la
construcción de edificaciones individuales, que han dejado de privilegiar los
espacios comunes y las interrelaciones humanas de la ciudad, se une al constante
aumento de factores como el tráfico vehicular y la inseguridad. La prolongada
crisis económica que afecta a Venezuela, con especial incidencia en la ciudad de
Mérida, ha provocado en ésta la aparición de una tendencia hacia la apropiación
del espacio público para el uso privado e individual, así como para el ejercicio de
actividades económicas informales Esto ha derivado en una notable
depauperación el espacio público, con la continuada restricción de las funciones
sociales y culturales que éste cumple; y como parte de ese proceso se observa un
progresivo deterioro del mobiliario urbano, llegando en algunos casos a su
completa desaparición. A ello se suma la falta de acción de los gobiernos locales y
regionales que deben actuar en la ordenación urbana. Esto resulta especialmente
grave en Mérida, donde las actividades sociales y económicas fundamentales
están asociadas a la educación y al turismo, por ser sede de una de las
Universidades más importantes del país, y por poseer variados recursos naturales
que le otorgan un gran atractivo, tanto para los habitantes propios como para
visitantes de otras regiones del país y del mundo.
Como resultado de esta investigación, se pueden establecer algunas
conclusiones:
1. Lo público pareciera haber sido confiscado por lo privado, en cuanto al
espacio público y el mobiliario urbano.
2. El espacio público no es ya de uso social colectivo, ni promueve la
socialización ciudadana en términos de encuentro e intercambio social, por lo
cual el mobiliario urbano que atiende esas funciones no existe o está
seriamente deteriorado.
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3. El espacio público puede considerarse multifuncional, pero no a los fines del
uso social colectivo. Por lo tanto, el mobiliario urbano existente atiende muy
pocas funciones.
4. El mobiliario urbano existente atiende solamente funciones administrativas, no
lo hay para las funciones educativas, recreativas y sanitarias.
5. El mobiliario urbano existente no refleja una “imagen-ciudad”.
6. Pareciera no haber tradición en la utilización de mobiliario urbano para la modulación
de comportamientos ciudadanos.
7. El mobiliario urbano existente no responde a normas institucionalizadas y/o definidas
por acuerdo de las diferentes instituciones con injerencia en la ordenación urbana.
Pareciera no haber integración y coordinación de esas instituciones para el diseño,
instalación y mantenimiento del mobiliario urbano.
8. El mobiliario urbano existente no está diseñado con un sentido estético, simbólico y
cultural, tal que satisfaga las necesidades integrales del ciudadano.
9. El mobiliario urbano no promueve el orden y la inclusión social.
10. El mobiliario urbano no responde a principios de diseño conceptuales y de
sostenibilidad.
11. La existencia de comercio formal e informal en los espacios públicos no posibilita la
utilización de dichos espacios, ni la implantación del mobiliario urbano adecuado.
12. No se aprecian criterios claros para la distribución del mobiliario urbano en los
espacios públicos.
Mérida es una ciudad que debería ofrecer a sus ciudadanos un tejido urbano que
impulse el encuentro y disfrute en el desarrollo de sus actividades cotidianas y en
la construcción de relaciones humanas, aprovechando las condiciones
medioambientales benignas, la naturaleza generosa y la tradición cultural
consolidada, y apoyándose para ello en espacios públicos útiles y que den
respuesta a las demandas que en ellos se generan, integrando un mobiliario
urbano asociado a funciones sociales y de servicio, tal que promueva el éxito de la
vida pública.
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V. BIBLIOGRAFÍA
Borja, J. y Muxí, Z. (2003). El Espacio Público. Ciudad y Ciudadanía (2ª ed.). Serie
Espacio Público. Barcelona-España: Editorial Electra.
Salazar, J. (2010). Uso y Apropiación de los Espacios Públicos (1ª ed.). Medellín-
Colombia: Ediciones Universidad Nacional de Colombia.
Gehl, Jan (2014). Ciudades para la Gente (1ª ed.). Buenos Aires-Argentina:
Ediciones Infinito.
Del Real, Pilar (Enero, 2015). El Mobiliario Urbano como Objetos de Uso Público:
Implicaciones para su Diseño. Revista Trilogía, Vol. 25, No 35. Recuperado el 15
de Junio de 2015 en https://www.scribd.com/doc/250794918/REVISTA-TRILOGIA-
El-Mobiliario-Urbano-OUP-pdf.
Farrando et al. (2009). La U Urbana. El Libro Blanco de las Calles de Barcelona.
Barcelona-España: Ediciones Fondo de las Artes y el Diseño / Ayuntamiento de
Barcelona.