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Resumen

Los trastornos adictivos se han incremen-tado en forma importante en la mayoría de lospaíses en los últimos años, constituyéndose enun grave problema de Salud Pública para los go-biernos. Una de las posibles soluciones en la re-habilitación de personas con trastornos adictivosson las Comunidades Terapéuticas. En este pro-ceso, ex adictos colaboran en la rehabilitación de

las personas que ingresan a tratamiento. En estetrabajo se analizan las características de este proce-so desde la perspectiva del Modelo Integrativo Su-praparadigmático, planteado por Roberto Opazo;así como la aplicación de una Ficha de EvaluaciónClínica Integral (FECI), que permite conocer las alte-raciones de las personas que ingresan al tratamien-to desde los distintos subsistemas del Modelo y lasmodificaciones que se van produciendo durante eltratamiento. La extroversión e inmadurez neurológi-ca serían factores predisponentes biológicos no mo-dificables en un tratamiento, en cambio habría alte-raciones adquiridas en el proceso adictivo en todoslos subsistemas del Modelo que son modificables enun plazo no inferior a 9 meses de tratamiento. Apartir de lo observado se hace un planteamientoetiológico de los trastornos adictivos basado en elModelo Integrativo Supraparadigmático.

Palabras claves: Adicciones, Droga, Modelo Inte-grativo Supraparadigmático, Psicoterapia Integrativa.

Dr. Humberto Guajardo S. (Chile)Profesor Titular de Psiquiatría de Facultad de CienciasMédicas U. de Santiago de Chile.Director Programa de Formación de Técnicos en Preven-ción y Rehabilitación de Personas con Dependencia.Subdirector Instituto Chileno de Psicoterapia Integrativa.

Ps. Verónica Bagladi L. (Chile)Coordinadora Docente Instituto Chileno de PsicoterapiaIntegrativa. Profesora Escuela de Psicología Universidad Católica deChile.

Sra. Diana Kushner L. Antropóloga Social. Directora Programa AmbulatorioComunidad Terapéutica CREA Chile.Coordinadora Académica Programa de Formación deTécnicos en Prevención y Rehabilitación de Personascon Dependencia a Drogas USACH.

“Hay días que significan una época”.

Stella Díaz Varín

Modelo Integrativode Evaluación

para Trastornos Adictivosen un Sistema

Terapéutico Comunitario

MO

DELO

IN

TEG

RA

TIV

O

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INTRODUCCIÓN

En el campo de la psicología clínica y lapsicoterapia, el último siglo significó una alta dosisde productividad en la génesis de variados enfo-ques y escuelas (Opazo, 1997); llegándose a esti-mar en más de 500 las escuelas existentes dentrodel campo de la psicoterapia (Karasu, 1986).

En este prolífero escenario, no obstante,han reinado más los desacuerdos y controversiasque los acuerdos. Los clínicos hemos sido testigosde las fallas de estos enfoques o escuelas para darlas respuestas globalizantes y acabadas que pro-metían en sus inicios (Prochascka & Di Clemente,1992). Es en este contexto, donde crecientemen-te ha venido cobrando fuerza la búsqueda deuna aproximación más Integrativa para alcanzarmejores respuestas y resultados en el campo psi-coterapéutico.

Un ejemplo de este esfuerzo y bús-queda de integración ha sido el tra-bajo del psicólogo Roberto Opa-zo, quien ha propuesto unModelo Integrativo Supra-paradigmático publicadoen el Journal de la SEPIy que ha sido desarro-llado por el InstitutoChileno de Psicote-rapia IntegrativaICPSI. (Opazo,1992; 1997)

Este mo-delo se basa en lainvestigación científi-ca para rescatar losseis paradigmas quehan demostrado sermás relevantes y valida-dos hasta la fecha, a sa-ber: biológico, ambiental-conductual, cognitivo, afectivo,inconsciente y sistémico (Maturana1990, Skinner 1953, Ellis 1977, Green-berg & Safran 1984, Freud 1948 and Bateson1972); todos los cuales se organizan en torno al sis-tema SELF, que sería el punto integrador del siste-ma psicológico.

A partir del Modelo Integrativo Suprapara-digmático se ha desarrollado una forma particular

de Psicoterapia Integrativa y también una Ficha deEvaluación Clínica Integral: FECI. Esta es una fichade autorreporte que permite evaluar en cada sujetolos diferentes subsistemas ya mencionados. Esta fi-cha ha estado siendo aplicada a diferentes tipos depacientes con el objeto de obtener perfiles de lasdistintas patologías (Rojas y Alliende, 1992).

En los últimos años ha existido en el mun-do y específicamente en nuestro país, una crecientepreocupación por el incremento del abuso y consu-mo de drogas ilícitas. Este fenómeno ha resultadocomún en muchos países Latinoamericanos y tam-bién en USA y Europa (Arias, 2000).

Cifras oficiales de organismos de salud enChile, indican que en los últimos años se ha llegadoa niveles de consumo de un 20 a 30% entre los jó-venes de los últimos años de enseñanza media (CO-NACE,2000).

Si bien se han realizado importantes inver-siones en áreas de prevención y de rehabili-

tación, persisten aún muchas dudase interrogantes sobre la preven-

ción más eficiente y sobre lostratamientos que obtienen

mejores resultados. Noobstante, existen ciertos

acuerdos en el área;primeramente en elnivel de la preven-ción se ha ido lo-grando un ciertoconsenso sobre lanecesidad de iden-tificar factores deriesgo en niños yjóvenes a objeto de

centrar en ellos lasacciones de preven-

ción (Weinberg,1999). Por otra parte,

en el ámbito de la rehabi-litación, es claro que ningu-

na orientación terapéutica halogrado éxitos definitivos en el tra-

tamiento de la drogadicción, y cadavez hay más consenso de la necesidad de abor-

dar el trastorno desde una perspectiva amplia e in-tegradora (Mussachio & Ortiz, 1996).

Desde hace muchos años, uno de los en-foques terapéuticos más completos y prometedo-res en cuanto a rehabilitación, es el que realizan

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las Comunidades Terapéuticas. Uno de los as-pectos operacionales más interesantes de estasinstituciones, es el hecho que ex adictos ayu-dan a rehabilitar a personas adictas internadasen ellas. El postulado básico de las Comunida-des Terapéuticas es que se requiere un procesode reeducación prolongado, destinado a gene-rar cambios importantes en la personalidad deladicto. Sólo este profundo cambio podrá ase-gurar el éxito (Kooyman, 1993, De Leon,1995).

En nuestro país las Comunidades Tera-péuticas han sido acreditadas oficialmente porel Ministerio de Salud y se ha propuesto su de-sarrollo como una forma de enfrentar el pro-blema de las drogas.

El Instituto Chileno de Psicoterapia Inte-grativa ha desarrollado convenios de investiga-ción y docencia con la Facultad de CienciasMédicas de la Universidad de Santiago de Chiley con la institución CREA CHILE, que cuentacon cinco Comunidades Terapéuticas para larehabilitación de hombres con trastornos adicti-vos.

Las tres instituciones decidieron realizarun trabajo conjunto, destinado a:

❂ Conocer más profun-damente las característi-cas psicológicas de lossujetos adictos.❂ Reconocer los facto-res de riesgo para desa-rrollar la adicción.❂ Evaluar si el trata-miento desarrollado enlas Comunidades Tera-péuticas producía cam-bios en diferentes áreasde la personalidad.❂ Ver si el Modelo Inte-grativo Supraparadig-mático podía haceraportes que permitieranenriquecer técnicamen-te el tratamiento que seestaba realizando.

MATERIAL Y METODOS: Muestra e Instrumentos

Se utilizó la Ficha de Evaluación ClínicaIntegral (FECI), que permite analizar los dife-rentes subsistemas de la persona (ambiental-conductual, biológico, cognitivo, afectivo, in-consciente y sistémico). Esta tiene aproximada-mente una extensión de 50 páginas (fichacompleta en revista Eradicciones Internet). ElFECI es un instrumento que además de los da-tos generales de identificación, anamnesis, his-toria de consultas previas, expectativas y moti-vación ante el tratamiento, tiene 19 escalas deautorreporte. Algunas de estas escalas son deuso internacional como el Cuestionario de Ey-senk, el Test Toronto para Alexitimia y otras ge-neradas por el ICPSI y estandarizadas con unaamplia muestra de más de 3000 sujetos.

Todas las escalas entregan resultadosderivables a valores Alto, Medio, Bajo, siendoel valor medio el que se considera como espe-rado para la población promedio. Con el obje-to de verificar estos valores, se tomó un grupocontrol de 90 personas de sexo masculino, noconsumidores, de edades similares a la mues-tra, encontrándose valores medio en todas lasescalas. La ficha se administró en los 3 hogares

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masculinos que la institución tenía en funciona-miento al momento del estudio. Este proceso abar-có los meses Septiembre y Octubre del 2000.

Se seleccionó al azar 30 de los 90 residen-tes que en ese momento tenía la institución CREACHILE; los que se distribuyeron en tres grupos:Ingreso: Sujetos que tienen de 0 a 45 días dentrode la institución. Este es un período de adaptación ymotivación para un compromiso de cambio (perío-do que podría equivaler a una consolidación de larelación paciente-terapeuta).Grupo avanzado: Sujetos con 5 a 7 meses de tra-tamiento en la Comunidad.Grupo de Educadores: Sujetos que tienen sobre 9meses de tratamiento y que colaboraban en la reha-bilitación de los grupos anteriores.

RESULTADOS

En la tabla N° 1, se observan las caracterís-ticas de la muestra que estuvo conformada por per-sonas de sexo masculino, con promedios de edadque no superaron los 30 años en ninguno de losgrupos.

Las drogas por las que ingresaron a trata-miento se muestran en la tabla N° 2, siendo la másfrecuente la Pasta Base de Cocaína. Esta droga secaracteriza por ser de efecto euforizante muy

breve, dando paso a un estado de gran angus-tia posterior. Las drogas mencionadas son las demayor consumo en nuestro país.

En la tabla N° 3, se observa que la mayo-rÌa de los sujetos en tratamiento tienen un cuadrode Poliadicción.

En la tabla N° 4, se observa el número deaños de consumo. Se aprecia que más de un 90%lleva más de tres años de consumo, por lo quepodríamos suponer que se trata de adicciones se-veras.

En la tabla N° 5, se observa que en la ma-yoría de las personas predominó la “propia deci-sión” como causa principal de ingreso a trata-miento.

En la tabla N° 6 se registra el antecedentede tratamientos previos con especialistas del área

Tabla Nº 1Estructura de la muestraPersonas bajo tratamiento residencial CREA CHILE

Grupo Grupo Educadores Totalde Ingreso Avanzado

SexoMasculino 0 a 45 días 5 a 7 meses Sobre 9 meses 30

N=10 N=10 N=10EdadPromedio 23 24 30 27

Tabla Nº 2Tipo de Droga por la que ingresa a tratamiento

N= %Pasta Base 10 33%Cocaína 9 30%Marihuana 7 23%Anfetaminas 4 14%

Tabla Nº 3Tipo de Adicción

N= %Poliadicción a más 23 77%de 3 drogas1 a 2 drogas 7 23%

Tabla N° 4Tiempo en consumo de los sujetos de la muestra

N° de años N° de personas Porcentaje

0-2 2 7%3-5 8 26%6-9 8 26%

10-12 3 10%13-15 2 7%16-20 4 14%

21 3 10%Total muestra 30 100%

Tabla N° 5Decisión de consulta para ingreso a tratamiento

Propia decisión Presión familiar Consejos de otros,Profesionales

61% 29% 10%

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de la Salud Mental (psiquiatras o psicólogos), que-dando claro en los resultados que más de un 81%habían tenido tratamientos previos que no dieronlos resultados esperados.

Los resultados de las escalas relacionadascon el Paradigma Biológico muestran que al iniciodel tratamiento todas las escalas se ubican en losrangos altos, permaneciendo sin modificación du-rante las siguientes etapas del tratamiento las esca-las de inmadurez y extroversión. Sí se observa modi-ficación en las escalas de neuroticismo, psicoticis-mo, ansiedad y depresión. Es importante señalarque la escala de psicoticismo sólo se modifica en lossujetos que están finalizando el tratamiento. Inmadurez neurológica corresponde a indicadoresde organicidad en el FECI. Neuroticismo, extrover-sión y psicoticismo corresponden a las escalas delEPQ de Eysenk. Ansiedad y depresión correspon-den a escalas sintomáticas del FECI.

En la tabla N° 8 se incluyen algunos ante-cedentes de la historia de los sujetos de la muestra.Predominan con alta frecuencia antecedentes dedificultades en el parto, problemas conductuales enel colegio y antecedentes de trastornos en el desa-rrollo infantil.

La tabla N° 9 permite observar que la ma-yoría de los sujetos de la muestra, estuvieron enmás de tres colegios durante su vida escolar.

La encuesta retrospectiva para síntomas deSíndrome de déficit de atención (tabla N°10), indicaque sobre un 70% de los sujetos de la muestra tu-vieron antecedentes compatibles con un Síndromede déficit de atención durante la infancia.

En la tabla N° 11 se muestra los resultadosde las escalas relacionadas con el Paradigma Con-ductual-Ambiental. Los resultados indican que lossujetos ingresan con un bajo repertorio conductual,reportan una pobre satisfacción de necesidades porel ambiente y una percepción de baja capacidad deautoeficacia. La satisfacción de necesidades aumen-ta al máximo en las primeras etapas del tratamientoy el repertorio conductual y la asertividad llegan almáximo después de 9 meses de tratamiento.

Tabla N° 8Antecedentes de la muestra SI NO

Parto Patológico(Cesárea, prematuro, fórceps) 63% 26%Problemas de conductaen el colegio 80% 20%Antecedente de trastornodel desarrollo 70% 30%(Déficit de atención, dislexia, sonambulismo, terror nocturno)

Tabla N° 9Colegios en que estudió

1 colegio 2 colegios 3 o más colegios4% 30% 66%

Tabla N° 10Criterios DSM IV para Déficit Atencional

N %Tipo combinado 12 40%Predominio Déficit de Atención 5 16%Predominio Hiperactividad 6 20%+ Impulsividad Total Déficit Atención 23 76%No cumplen criterios 7 24%

Tabla Nº 6Antecedente de tratamiento previo

Psiquiatra/Psicólogo Sin tratamiento previo81% 19%

Tabla N° 7Paradigma Biológico

Grupo de Ingreso Grupo Avanzado Educador

Inmadurez 26 21 17Alto Alto Alto

Neuroticismo 17 15 11Alto Medio Medio

Extroversión 15 14 15Alto Alto Alto

Psicoticismo 9 6 4Alto Alto Medio

Depresión 11 8 4Alto Media Bajo

Ansiedad 10 6 3Alta Media Baja

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En la tabla N°12 se muestra los resultadosrelacionados con el Subsistema Cognitivo, dondelos cambios más importantes se logran en la esca-la de Irracionalidad Cognitiva, después de 9 me-ses de tratamiento.

En las tablas N°13 y 14 se encuentran losresultados de las escalas relacionadas con el Subsis-tema Afectivo. En la tabla N°13 se puede ver que

los sujetos ingresan con alta alexitimia, la que mejo-ra durante el proceso. Además se aprecian cambiospositivos en el grado de tolerancia a la frustración yen autoestima. No hay cambios significativos en laescala de perturbación emocional. Los resultados dela Tabla N° 14 indican que la mayoría de los sujetosreconocen una baja capacidad de empatía al ingre-so al tratamiento, la que se modifica durante el pro-ceso terapéutico. El 100% de los sujetos al final deltratamiento ha logrado desarrollar avances en su ca-pacidad empática.

En las tablas 15 a 19 se pueden observarlos datos relacionados con las características de lasrelaciones familiares. En la tabla N° 15 se apreciaque la relación con las madres, obtiene en pro-medio una evaluación superior en todos losítems, a la obtenida por los padres.

El porcentaje de separaciones de los pa-dres se ubica en un 40% de la muestra.

Tabla N° 11Escalas relacionadas con el Subsistema Conductual-Ambiental

Grupo de Grupo EducadoresIngreso Avanzado

Satisfacción 29 37 37Necesidades Bajo Alto AltoConducta 44 51 54Social Bajo Medio AltoAutoeficacia 17 20 21

Baja Medio Alta

Tabla N° 13Escalas relacionadas con el Subsistema Afectivo

Grupo de Grupo EducadorIngreso Avanzado

Alexitimia 42 38 35Alta Media Media

Intolerancia a la 14 13 8Frustración Medio Medio BajoAutoestima 34 38 40

Medio Media AltaPerturbación 52 50 42Emocional Medio Medio Medio(Gambrill-Ritchie)

Tabla N° 15Características de la relación con los padres enlos sujetos de la muestra

Relación con los padres (1: Mala; 5: Buena)Padre Madre

Cercana 2,9 4,6Afectuosa 3,1 4,7Buena comunicación 2,8 4,6Estable 2,7 4,5Poco conflictiva 2,9 4,1

Tabla N° 16Porcentaje de separación de los padres

Separación N= %Si 12 40%No 18 60%

Tabla N° 14Capacidad de EmpatÌa de los sujetos de la muestra

Empatía Grupo de Ingreso Grupo avanzado EducadoresMucha 0% 30% 60%Relativa 40% 70% 40%Poca 60% 0% 0%

Tabla N° 12Resultados de escalas relacionadas con el subsistema cognitivo

Grupo de Grupo EducadoresIngreso Avanzado

Irracionalidad 45 42 36Cognitiva Alta Medio BajaPerfeccionismo 51 49 41

Medio Bajo BajoAutoimagen 28 28 37

Baja Baja Media

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Sólo un 23% de los sujetos manifiestanque en su proceso educativo predominaron loscastigos.

En relación a la política educativa de lospadres, la mayoría fue calificada como una políti-ca inconsistente en la formación de sus hijos.

Sólo un 3% de los sujetos calificó como“mala” su vida familiar, previa al ingreso al trata-miento.

COMENTARIOS

La edad promedio de lamuestra fue de 27 años. Es-ta cifra concuerda conlos estudios oficialesreal izados enChile quem u e s t r a nque la ma-yor fre-cuenc i ade con-s u m o

de sustancias ilegales se da en edades bajo los40 años (CONACE, 1994, 1996, 1998, 2000).Además, como la muestra se obtuvo en hogaresmasculinos, se puede relacionar esta baja edadcon el hecho que los desórdenes adictivos semanifiestan primero en varones, probablementepor factores culturales; sin embargo, hoy en díaempieza a verse un fuerte incremento de la fre-cuencia de adicciones tempranas en el sexo fe-menino.

La mayoría de los sujetos (90%) tienenmás de 3 años de consumo y un 77% fueronpoliadictos. Esto puede indicar que con el tiem-po las personas van agravando sus niveles deconsumo y del probar una droga, a veces porcuriosidad, pueden terminan con una poliadic-ción.

Se observa en la decisión de consultapara iniciar tratamiento, la propia motivación delindividuo en un 61% de los casos, junto a lapresión familiar en un 29%. Hay poca influenciade los profesionales, a pesar que más del 80%de los sujetos había tenido tratamientos previossin un éxito claro.

El análisis de los resultados obtenidos enlas escalas del Subsistema Biológico indica quetodos los puntajes se ubican en los niveles altosen el momento del ingreso al tratamiento. Sinembargo, es muy importante destacar que haydos variables (inmadurez y extroversión) que semantienen altas durante todo el proceso, lo queimplica que son variables constitucionales nomodificables durante la terapia; constituyendocaracterísticas de la personalidad con fuerte car-ga genética. Es importante precisar que duranteel tratamiento se corrigen los valores de neuroti-cismo, depresión, ansiedad y psicoticismo, loque podría dar pie a la hipótesis de que estas

características son derivadas del pro-ceso de consumo de sustan-

cias. No obstante, esfundamental señalar

que los mayorescambios se ob-

servan en e lgrupo dee d u c a d o -res, des -pués de 9meses de

Tabla N° 18Política educativa de los padres

Política N° %Consistente 7 23%No consistente 23 77%

Tabla N° 19Calificación de las características de la vida familiar

Vida familiar N %Buena 12 40%Regular 17 57%Mala 1 3%

Tabla N° 17Relación premios y castigos en la educación

N %Predominaron los Premios 13 43%Equivalencia premios 10 33%y CastigosPredominaron los Castigos 7 23%

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tratamiento. Esto es claro, por ejemplo, en elcaso de la variable psicoticismo que sólo se co-rrige en el grupo de educadores. Los resulta-dos obtenidos en el Paradigma Biológico nospermitirían afirmar que en este subsistema, lostratamientos de extensiones inferiores a 9 me-ses no consolidarían los cambios de personali-dad necesarios para el proceso de rehabilita-ción.

Un aspecto de gran relevancia, al verlos resultados obtenidos en el Subsistema Bioló-gico, es que las variables biológicas de inmadu-rez y extroversión pueden estar relacionadascon el Síndrome de déficit de atención en la in-

fancia. En este sentido se ha señalado (Guajar-do, 2000) que pequeñas dificultades en el pro-ceso de embarazo y parto (sufrimiento fetal, par-to prematuro, cesárea, aplicación de fórceps,etc.) se registran como antecedente de la histo-ria de individuos que presentan un Síndrome dedéficit de atención. Un 63% de la muestra pre-senta este antecedente, lo que resulta muy altosi se considera que en la población normal, nodebiera registrarse en más de un 20% de laspersonas. Confirmando nuestra impresión estáel hecho que un 80% de la muestra reporta elantecedente de problemas de conducta en elcolegio y un 70% de haber tenido un trastornodel desarrollo del tipo Síndrome de déficit deatención, Dislexia o Alteraciones del sueño. Es-

tos datos concuerdan con los resultados de latabla N° 9, donde se observa que más de un60% de la muestra había estado en más de 3colegios en su edad infantil. Por último, comose observa en la tabla N° 10, estos anteceden-tes son concordantes con el hecho de que alpasar una encuesta retrospectiva sobre Síndro-me de déficit de atención, un 76% de la mues-tra entrega valores positivos para este trastorno.Estos resultados coinciden con investigacionesque señalan la relación entre Síndrome de défi-cit de atención y Adicciones (Guajardo, 2000).

De esta forma, los resultados obtenidosapuntan a que existe un grupo de sujetos deriesgo, los que siendo detectados precozmenteen el período escolar, pueden ser objeto de ac-tividades preventivas respecto del consumo dedrogas.

En el Subsistema Ambiental Conductual(tabla N° 11), se observa que el grupo de ingre-so tiene una baja satisfacción de necesidades, lo

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que resulta concordante con el hecho de que losadictos están alejados de su grupo familiar y enmuchos casos marginados de amigos reales quelos acojan afectivamente (Monti, 1999). El ingresoa una Comunidad Terapéutica les aporta un am-biente cálido, con fuertes componentes afectivos ydonde reciben cuidado físico y psíquico. La pun-tuación baja en repertorio de ConductaSocial en el subgrupo de ingre-so, apunta a que en losadictos probablementeno se logró un adecua-do desarrollo de con-ductas de interac-ción, las cuales sedeterioraron aúnmás durante elperíodo deconsumo. Lacarencia dec o n d u c t a sasertivas, lesimpide porejemplo, re-s ist irse ade-cuadamenteal asedio desus pares con-s u m i d o r e s ,buscar alternati-vas de grupo deamigos o frecuen-tar ambientes dife-rentes. Este bajo ni-vel de repertorio con-ductual, concuerda conlos resultados obtenidos enautoeficacia que resultan bajosen el momento del ingreso, modifi-cándose positivamente en el transcurso del tra-tamiento. Nuevamente se observa, al igual que enel subsistema biológico que los cambios tienden aconsolidarse hacia los 9 meses de tratamiento.

El Subsistema Cognitivo (tabla N° 12),muestra que la escala que mide irracionalidadcognitiva puntúa alto en los sujetos del grupo deingreso. Estos resultados son concordantes con loseñalado por autores cognitivistas, que planteanque en los adictos se desarrolla un estilo de pensa-miento con serias alteraciones cognitivas (Beck,1993, Kamner & Burleson, 1999). Hay muchasideas irracionales y pensamientos automáticos quetienden a justificar los niveles de consumo. Duran-

te el proceso de tratamiento se va modificando lapuntuación, lográndose valores bajos de irracio-nalidad cognitiva después de 9 meses de trata-miento. La escala de Perfeccionismo no está parti-cularmente alterada y tiende a tener algunos cam-bios hacia puntajes más bajos, lo cual no resultaextraño, considerando que en el tratamiento sebusca que el adicto tienda a bajar sus niveles deautoexigencia, a objeto de no incrementar subjeti-

vamente sus niveles de ansiedad. Desde elpunto de vista Cognitivo, se observa una

mejoría en la valoración de la imagenpersonal, la que está deteriorada en el

momento del ingreso (autoimagenbaja).

En el Subsistema Afectivo (tablasN° 13 y 14), destaca que al mo-

mento del in-greso

los adictosreportan altos ni-

veles de alexitimia y muy ba-ja capacidad de empatía. Estos resultados puedenestar relacionados con el desarrollo de mecanismosde defensa frente a las críticas del medio y a unaumento de los niveles de umbral sensorial produ-cidos por la droga; lo que insensibilizaría a las cla-ves afectivas generadas por otras personas. La altaalexitimia del ingreso, llega a valores normales, yla empatía logra, hacia el final del tratamiento, seralta en el 60% de los sujetos. En los grupos avan-zados se observa que mejora la tolerancia a lafrustración y la autoestima, como la capacidad dequererse a sí mismo.

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En las tablas N° 15 y 19 se mues-tran los resultados relacionados con elgrupo familiar. En la tabla N° 15, seobserva que la relación con las ma-dres tiende a ser mejor evaluadaque la relación con los padres.La mayoría de los ítems, lasmuestran como cercanas,afectuosas y poco conflictivas.Es necesario comentar queesta mejor evaluación puedeno tener necesariamenteuna connotación positiva,ya que se ha descrito en laadicción la existencia del“co-adicto” (Batl le 1992;Teichman & Basha 1996),persona que tiende a favore-cer inconscientemente los ni-veles de consumo del adicto, alsobreprotegerlo y evitarle las con-secuencias negativas de sus con-ductas de consumo.

En la tabla N° 16 se registra la frecuen-cia de padres separados en los sujetos de la mues-tra (40%), cifra que no es más alta que lo que seencuentra en la población general de nuestro país(Montenegro,1981). La impresión previa, normal-mente, es que la mayoría de estos jóvenes tienefamilias de origen mal constituidas.

Cuando los sujetos de la muestra se refierena su proceso de educación familiar (tabla N° 17), seaprecia que sólo un 23% indican que en su edu-cación predominaron los castigos. Estos resulta-dos no concuerdan con frecuentes informes queasocian el maltrato físico, durante el período de lainfancia, en la base de los trastornos adictivos. Losdatos anteriores coinciden con los valores obteni-dos en la tabla N° 19, donde se encuentra quesólo un 3% de los sujetos describe su vida familiarcomo “Mala”.

Sin embargo, pareciera ser mucho más determi-nante el resultado de la tabla N° 18, donde seaprecia que la inconsistencia en las políticas edu-cativas de los padres (77% de los casos), tendríanmucha más importancia como factor de desarrollodel proceso adictivo.

Un análisis global de los resultados, nospermitiría afirmar que en los sujetos adictos de

sexo mas-culino, que in-

gresan a tratamientoa una Comunidad Terapéutica, ha-bría alteraciones en todos los subsis-temas de acuerdo al Modelo Inte-grativo (Opazo, 1997, 1999, 2000).Estos antecedentes apuntarían para-lelamente, a un pobre desarrollo delas funciones del SELF.

Además, se puede afirmarque el proceso terapéutico realiza-do en una Comunidad Terapéutica,modifica la mayoría de las escalasdespués de 9 meses del proceso derehabilitación; salvo aquellas escalasde extroversión e inmadurez, queimplicarían rasgos más estructuralescon cierta determinación genética yque no se modificarían durante elproceso de rehabilitación.

Estos rasgos requieren en elperíodo de post-tratamiento, de un especial y per-manente cuidado de parte del adicto, por cuantoson factores de riesgo futuro (funciones de auto-control del SELF). Por otra parte, el cambio produ-cido en la mayoría de los subsistemas implicaríafactores de protección. El tratamiento recibido,aporta al desarrollo de las funciones de identidadpersonal, significación y organización personal del

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SELF; con lo cual la función de autocontrol delSELF, puede ser parcialmente optimizada du-rante el proceso terapéutico.

A partir de los planteamientos y resulta-dos anteriores, se puede señalar que en lostrastornos adictivos están comprometidos losseis paradigmas o subsistemas del Modelo Inte-graivo Supraparadigmático y que a partir de él,se puede hipotetizar un planteamiento integra-tivo para la etiología y psicopatología de lostrastornos adictivos (figura 1).

Explicación figura 1:

El ambiente (E), impacta sobre la perso-nalidad (P). En el ambiente encontramos mu-chos factores, tales como: disponibilidad de dro-gas, influencia del grupo de pares, presión delos medios de comunicación, etc..., todos loscuales al interactuar con la personalidad deladicto afectan los diferentes subsistemas de lapersonalidad.

Los estímulos acceden a un subsistemabiológico, que puede presentar una serie deproblemas que facilitan el proceso adictivo, co-mo por ejemplo, la inmadurez o disfuncionali-dad neurológica que se expresa por característi-cas conductuales de hiperactividad, dificultad enel control de impulsos, fallas en la capacidad deatención y concentración, las que generan seriosdéficit conductuales. En el subsistema biológico,

el neuroticismo alto y la extroversión facilitanproblemas de estrés que pueden derivar en labúsqueda de drogas que generen relajación. Laextroversión puede derivar en la facilitación delcontacto con amistades negativas y en una in-tensa vida social, que posibilite el consumo dedrogas.

El subsistema cognitivo procesa los estí-mulos del ambiente, generando una serie de dis-torsiones del pensamiento que son característi-cas del proceso adictivo, tales como: ideas irra-cionales, negación, minimización y justificación.El sistema cognitivo puede ser influído por dis-funcionalidad en el sistema familiar, inmadurezneurológica y desde el subsistema afectivo, poremociones y sentimientos conflictivos.

El subsistema afectivo recibe el impactode los estímulos externos e internos, aparecien-do alteraciones en el umbral emocional, quepueden ser previas al consumo y a la vez agrava-das por éste. Un umbral alto a las emocionespuede estar a la base de la búsqueda de drogasestimulantes.

A nivel del subsistema inconsciente losestímulos pueden activar muchas emociones y

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cogniciones previas repri-midas o disociadas pormecanismos defensi-vos del individuo.

E l s i s temafami l iar general -mente presentaserios trastornos,desde mecanis-mos de sobre-protección, co-dependencia, in-consistencia enlos s istemas decrianza y fal lasen los procesosde comunicación.

Todos estossubsistemas conflu-yen en el Self, el cuales el centro de la perso-nalidad, presentando cua-tro funciones fundamentalesque están alteradas en el adic-to. La función de identidad, se ma-nifiesta por la presencia de una mala au-toimagen y una deficiente percepción de símismo. La función de organización tiene unimportante déficit por la desestructuración ad-quirida en el desarrollo vital. La función designificación está muy dañada por cuanto es-tamos frente a una persona que ha vividoconstantes críticas y rechazos, que lo lleva ainterpretar los estímulos en forma agresiva ydescalificadora. Por último, la función de con-trol de impulsos, no ha logrado un adecuadodesarrollo por estar interferida desde las dis-posiciones biológicas de la personalidad.

Finalmente los estímulos procesadosse convierten en estímulos efectivos que gene-ran conductas (C) inmediatas de tipo antiso-cial, limítrofes, consumo de drogas y en gene-ral, la conducta que caracteriza el procesoadictivo. Las consecuencias mediatas son adic-ción, pérdida de trabajo o de los estudios yconflictos con su grupo familiar. Las conduc-tas emitidas son nuevamente reprocesadaspor la personalidad, pero son invalidadas porlos componentes defensivos, como: “me ata-can”, “nadie me entiende”, los que terminangenerando nuevas conductas que incremen-tan el consumo.

CONCLUSIONES

El planteamiento de un Modelo In-tegrativo tiene implicancias impor-tantes para entender elementosde prevención y de intervenciónen los trastornos adictivos. La apli-cación de una Ficha de Evalua-ción Clinica Integral, permite com-prender que en la etiología de lostrastornos adictivos están implica-dos todos los subsistemas de lapersonalidad, existiendo disposi-ciones biológicas, conductuales-ambientales, cognitivas, afecti-vas, inconscientes y familiares.Paralelamente resulta claro en elanálisis de este estudio, que el Self de la perso-na con adicciones es poco desarrollado. Losdatos encontrados permiten concluir que a fu-turo, se pueden desarrollar estrategias preven-tivas a nivel escolar para la detección precozde niños de riesgo que presenten alteracionesen el desarrollo de los diferentes subsistemasde la personalidad, generando intervencionesprotectoras. Estamos trabajando para enriquecer

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la Ficha de Evaluación Clínica Integral que en futu-ras versiones incorporará instrumentos de evalua-ción del Self y del subsistema inconsciente, así co-mo herramientas para estudiar el desarrollo del

vínculo temprano en las personas que desarrollanadicción, por cuanto este factor podría afectar eldesarrollo normal de todos los subsistemas.