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MOMENTO III
RUTA EPISTÉMICA Y METODOLÓGICA
Llegó el momento de redefinir nuestro modo de concebir cómo se genera el conocimiento. Es imperioso desnudar las contradicciones,
paradojas e individualidades de los paradigmas y enfoque determinista. Es el momento de la
intersubjetividad dialógica.
Miguel Martínez Miguélez Abordaje epistémico
El presente estudio se ha asumido el criterio de Martínez (2011, p.28) al
enfatizar en la necesidad de repensar la matriz epistémica propuesta de
manera determinista por las tendencias empiristas y racionalistas de la
ciencia basándose en un modelo especular donde se considera “al sujeto
conocedor como un espejo y esencialmente pasivo, al estilo de la cámara
fotográfica” (p.28)
En contraposición a esas posturas epistémicas, esta investigación se
enmarca en el enfoque paradigmático interpretativo, que orienta de acuerdo
al citado autor: el conocimiento como el resultado de una dialéctica (de un
diálogo) entre los actores sociales involucrados con sus experiencias y
vivencias y el objeto o fenómeno en cuestión; por consiguiente, se busca la
comprensión la realidad estudia desde el significado dados por los sujetos
seleccionados intencionalmente.
Dadas las consideraciones anteriores, el estudio se ubica en el paradigma
interpretativo concebido por Álvarez-Gayou (2016) la concepción cualitativa
ligadas fundamentalmente a un escenario educativo concreto contribuyendo
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también a comprender, conocer y actuar frente a otras situaciones. Del
mismo modo, desde la intersubjetividad Intenta comprender la realidad,
considera que el conocimiento no es neutral; por lo tanto, relativo a los
significados signados por los actores involucrados en interacción mutua. Este
conocer desde la introspección, adquiere pleno sentido en la cultura y en las
peculiaridades de la cotidianidad del fenómeno educativo objeto de estudio.
Desde esa perspectiva, se concibe el conocimiento como resultado de la
interacción dialéctica entre conocedor y objeto conocido. Además, constituye
un paradigma emergente, denominado así por Martínez (2011) desde donde
se busca el rescate del sujeto y de su importancia, considerando que la
mente construye la percepción por medio de formas propias o categorías, de
las cuales se extraen significado dependiendo de la formación previa,
expectativas y creencias del investigador o colectivo de investigadores.
Desde esa postura epistémica, los estudios de carácter cualitativos tienen
por objetivo proporcionar una metodología de investigación que permita
comprender el complejo mundo de la experiencia vivida desde el punto de
vista de las personas involucradas en el hecho investigativo, quienes buscan
interpretar y construir los significados subjetivos atribuidos por las personas a
sus vivencias, experiencias, creencias o modos de pensar. Por lo tanto, la
investigación cualitativa con enfoque epistémico interpretativo constituye un
estudio sistemático de la experiencia cotidiana.
Desde esa concepción intersubjetiva, se entiende la comprensión como la
capacidad de las relaciones internas y profundas mediante la penetración en
su intimidad, para ser entendida desde adentro, en su novedad, respetando
la originalidad y la indivisibilidad del fenómeno abordado, buscando entender,
con base a la interpretación simbólica y gestual, el sentido que los
informantes clave seleccionados dan a sus propias vivencias.
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Asumiendo los criterios de Padrón (1998) la presente investigación se
aborda desde el enfoque epistemológico introspectivo vivencial el cual
concibe como producto del conocimiento, las interpretaciones de los
simbolismos socioculturales a través de los cuales los actores de un
determinado grupo social abordan la realidad (humana y social,
fundamentalmente). Por lo tanto, más que interpretación de una realidad
externa, el conocimiento es interpretación de una realidad tal cual ella
aparece en el interior de los espacios de conciencia subjetiva (de ahí el
calificativo de Introspectivo). Lejos de ser descubrimiento o invención, en
este enfoque el conocimiento es un acto de comprensión.
En la misma línea de pensamiento, señala la necesidad de asumir esa
postura epistémica interpretativa teniendo la convicción de que la vía más
apropiada para acceder al conocimiento es una especie de simbiosis entre él
(sujeto-investigador) y su objeto de estudio. Desde esa perspectiva, el
conocimiento se produce en la medida en que el investigador sea capaz de
“poner entre paréntesis” todos aquellos factores pre-teóricos e instrumentales
que mediaticen la relación sujeto-objeto, de modo que pueda llegar a una
captación de la verdadera esencia del objeto, más allá y por encima de sus
apariencias de fenómeno.
En consecuencia desde la perspectiva gnoseológica, se busca estudiar la
naturaleza, el origen y el alcance del conocimiento. En razón a ello, se
comprenden e interpretan comportamientos vinculados al desarrollo de la
inteligencia emocional, concebidos por los actores involucrados como la
capacidad para reconocer y manejar nuestros propios sentimientos,
motivarnos y monitorear nuestras relaciones. Este corolario epistémico,
implica un acercamiento a la realidad extrayéndose las categorías más
significativas que emergen de los datos, para generar un constructo teórico
que explique la realidad estudiada.
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Así mismo, el nivel ontológico de este estudio se abordará desde los
aspectos internos de los sujetos involucrados, es decir, se estudia al ser en
cuanto ser, lo que generará una manera más de procurar formas de
acercamiento con ese humano que labora en las organizaciones de
educación superior, utilizando sus propios valores y principios para elevar su
carácter como capital humano perteneciente a las mismas.
Desde la óptica axiológica, la investigación al girar en torno al uso
contextualizado de la inteligencia emocional, generará aportes a esta arista
del conocimiento de manera directa, por lo que este abordaje desde el
enfoque interpretativo, permite incluir las concepciones subjetivas del ser
humano, sus deseos, las predilecciones o las creencias morales.
Cabe destacar que este enfoque determina que la cuestión central radica
en comprender ¿qué debo hacer? Por eso, desde esta perspectiva, los
imperativos actúan como mandatos, los cuales se expresan por medio de un
deber ser o por una ley objetiva de la razón, donde la voluntad de cualquier
ser racional se ve sujeta a un acotamiento para poder llevar a cabo tal ley, es
decir, tratar de entender la naturaleza del mundo gracias al enfoque histórico
de los problemas cosmogónicos.
Método o tradición
Tomando en cuenta que el paradigma cualitativo de carácter interpretativo
se constituye en el principio rector en la generación de conocimiento a partir
de la comprensión del comportamiento, valores, actitudes, ideología y modo
de pensar de los actores sociales involucrados en el hecho investigativo;
aunado al método seleccionado por la investigadora para alcanzar esos
saberes; los cuales de acuerdo a Martínez (2011, p.29) “fija los rieles por
cuales ha de caminar, y atado a una postura filosófica-epistémica que
determinará sus alcances”; se deduce para efectos del presente estudio, que
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al asumir un método o tradición cualitativa inserto en un paradigma
emergente interpretativo, se requiere apropiarse de la estructura cognitiva o
marco general filosófico que lo caracteriza; así como, de su secuencia o ruta
metodológica asumida por la investigadora.
Desde esa postura epistémica y centrada en el propósito medular de esta
investigación, se asume el enfoque cualitativo el cual permitirá valorar el
fenómeno o evento a investigar con un marcado componente ético. Al
respecto Punch, (2014) Lichtman, (2013) y Morse (2012). Plantean que el
enfoque cualitativo se selecciona cuando el propósito es comprender la
forma como los individuos perciben y experimentan los fenómenos que los
rodean, profundizando en sus puntos de vistas, interpretaciones y
significados. Para el caso de este estudio se requiere comprender el
desarrollo de la inteligencia emocional, desde sus diferentes aristas, en el
ejercicio profesional del docente en formación de educación infantil de la
universidad del Atlántico.
Desde esa perspectiva, la investigación se enmarca dentro de un enfoque
cualitativo; pues se busca comprender la perspectiva de los participantes
acerca de los fenómenos que los rodean, profundizar en sus experiencias,
perspectivas, opiniones y significados, es decir, la forma en que los
participantes perciben subjetivamente su realidad. Al respecto, Martínez
(2011, p.66) plantea que la investigación cualitativa “trata de identificar,
básicamente, la naturaleza profunda de realidades, su estructura dinámica,
aquella que da razón plena de su comportamiento y manifestaciones”.
De igual manera, para Hernández, Fernández y Baptista (2014), la
investigación cualitativa se enfoca a comprender y profundizar los
fenómenos, explorarlos desde la perspectiva de los participantes en un
ambiente natural y en relación con el contexto. En otras palabras, persigue
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comprender las complejidades de las realidades desde el propio ambiente o
sitio en el cual ocurren.
Por su parte, Sandin (2003) define la investigación cualitativa como una
actividad sistemática orientada a la comprensión en profundidad de
fenómenos sociales, a la transformación de la práctica y escenarios
socioculturales, a la toma de decisiones de conocimiento, entre los cuales
destaca la etnografía concebida una tradición cualitativa orientada hacia el
estudio de grupos o colectivos vistos y estudiados holísticamente, donde
cada evento o situación se relaciona con todas los demás, adquiriendo desde
allí significado; tal como se puede visualizar en la Figura 1
Figura 1: Métodos en la Investigación Cualitativa. Fuente: Sandin (2003)
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En palabras de Yuni y Urbano (2005), la investigación cualitativa en el
campo de las ciencias sociales constituye una forma especializada de
conocimiento de la realidad. En tanto actividad de conocimiento supone la
concreción de una serie de operaciones lógicas y de procedimientos,
aceptados por la comunidad científica, en un momento histórico dado.
Del mismo modo, esas operaciones lógicas y procedimentales, lejos de
aplicarse mecánicamente suponen la capacidad del investigador de adoptar
decisiones respecto a la realidad que pretende estudiar, de actuar
estratégicamente y de elegir entre las múltiples alternativas que la
metodología pone a su disposición para poder reconstruir el objeto que se
propone estudiar. Con esto los autores, pretenden enfatizar el carácter
flexible, multifacético y multidireccional del proceso de investigación
cualitativa.
En ese sentido, es pertinente señalar, que el contexto de la investigación
la epistemología se centra en la inducción mediante la orientación del
método etnográfico, permitiendo comprender a los docentes y estudiantes
observados en su accionar diario dentro de su propio contexto académico, a
objeto de conocer, describir e interpretar la realidad, concebida el medio más
idóneo para proponer soluciones pertinentes.
Desde la elección misma del tópico de investigación se define ya un
derrotero particular, en el que la etnografía coloca su acento sobre la
dimensión cultural de la realidad social que somete a análisis. En esta
perspectiva, el encuadre metodológico parte de asumir la necesidad de una
inmersión en esa realidad objeto de estudio contando para ello con dos
herramientas básicas: la observación participante y la entrevista en
profundidad.
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Con base a lo antes planteado, el método etnográfico se distingue de otras
aproximaciones metodológicas por la implicación del investigador en el
contexto de investigación, de manera que debe, en la medida de lo posible y
de la forma más natural, integrarse como un miembro más del colectivo de
estudiantes objeto de estudio, pues su objetivo se centra en lograr una
aproximación holística donde se incorpore la perspectiva de los actores
sociales involucrados.
Adicionalmente, refiere Martínez (2011), el objetivo de la etnografía es
crear una imagen realista y fiel del grupo estudiado, es decir, trata de
comprender las realidades actuales, entidades sociales y percepciones
humanas; así como, se presentan en sí mismas sin intención alguna o
contaminación de medidas formales o problemas preconcebidos. En otras
palabras, consiste en observar las prácticas de los grupos humanos
(personal docente - alumnado universitario) participando en ellas para
contrastar lo que dicen y hacen.
En la misma línea de pensamiento, la investigación etnográfica es definida
por Rodríguez, Gil, y García (1996), como el método de investigación por el
que se aprehende el modo de vida de una unidad social concreta, pudiendo
ser ésta una familia, una clase, un claustro de profesores o una universidad.
Para ello, es preciso llevar a cabo, durante un período de tiempo
determinado, una observación directa en el quehacer docente que permita la
recogida de minuciosos registros, e incluso la realización de entrevistas,
revisión de materiales, registros de audio y vídeo entre otros. Razón por la
cual, el presente estudio inició durante el mes de septiembre del año 2015,
periodo durante el cual se procedió a la inmersión al campo a fin de realizar
las primeras observaciones.
De manera similar, para Sandin (2003) la etnografía es un proceso de
investigación por el cual se comprende el modo de vida de algún grupo,
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como producto de ese estudio. Además, plantea la autora, citando a Atkinson
y Hammersley (1994) la etnografía se caracteriza por los siguientes
elementos: énfasis en la exploración del origen de los fenómenos sociales
frente a la comprobación de hipótesis, tendencia a trabajar
fundamentalmente con datos no estructurados, se centra en un número
reducido de casos, en ocasiones único de detalle y análisis de datos
orientado por interpretaciones de los significados y funciones de las acciones
humanas, cuyo producto toma la forma de descripciones verbales.
En consecuencia, el investigador debe trabajar reflexivamente a partir de
su propia experiencia, poniendo en juego su subjetividad y su conocimiento
tácito, corporal y sensible. Por tanto, es pertinente recordar que el corazón
del método etnográfico es la técnica de la observación participante, la cual
implica: (a) Conocer de primera mano la realidad donde se investiga, (b)
Tener un trato directo con los informantes clave, (c) Asumir los principios o
consideraciones éticas, formalizándolas y extendiéndolas a lo largo de todo
el proceso de investigación hasta la presentación de las evidencias
cualitativas.
Diseño de la investigación
En toda investigación se requiere adoptar un diseño que oriente el
proceso; por ello Martínez (2011) plantea que el diseño de un estudio
etnográfico tiene como fin dar una visión en conjunto de la investigación y de
su secuencia operativa (momentos). Asimismo refiere, que este debe
contener la aproximación del problema en estudio, recolección y descripción
de la información, categorización, análisis de la evidencia cualitativa,
interpretación y teorización.
En el mismo orden de ideas, Sandin (2003) plantea que el diseño de una
investigación cualitativa exige del investigador posesionarse y adoptar una
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serie de decisiones, no sólo durante la elaboración del proyecto de
investigación y al inicio del proceso investigativo, sino durante y al finalizar
del mismo. Por consiguiente, la mayoría de los autores coinciden en
identificar el proceso de investigación cualitativa como emergente, flexible y
no lineal, enfatizando su carácter contextual, el cual implica adaptarse a la
realidad y dinamismo del estudio en sí.
De igual modo, Salamanca y Crespo (2007, p.45), opinan: “una
concepción muy equívoca acerca del diseño de la metodología cualitativa es
pensar que ésta carece de una teoría o de una estructura”. Sin embargo,
resulta complicado definir cómo se debe realizar un diseño en este tipo de
estudio, siguiendo simplemente unas reglas metodológicas; porque una
programación exhaustiva podría anular la posibilidad de acoger lo
inesperado. Por eso, aunque sea pertinente una preparación previa del
trabajo de campo, es necesaria cierta flexibilidad que permita adaptar el
diseño al fenómeno en estudio, pudiendo ser modificado una vez iniciada la
investigación, con miras a obtener un conocimiento más profundo de la
simbiosis sujeto - objeto.
En ese mismo sentido, Rodríguez, Gil y García (1996) señalan que el
diseño conlleva la planificación de las actuaciones de la investigación y está
vinculado con la elección del paradigma descrito por la misma. Por tal motivo,
en el marco de esta investigación el diseño para orientar el proceso lo he
creado atendiendo los planteamientos teóricos de los autores antes citados,
constituido por cinco momentos conexos entre sí, ello con la finalidad de
recolectar, analizar, categorizar, interpretar, comprender la data, contrastarla
finalmente con las teorías referenciales seleccionadas como soporte
orientador en función de responder a la incógnita etnográfica y propósito,
dando origen a un nuevo constructo teórico el cual emerja de la información
aportada por los informantes clave.
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Desde esa línea de pensamiento, se tendrá como guía el siguiente
diseño para el desarrollo de la presente investigación, representado en la
figura 2, donde se observa el Momento I: Definición de la situación -
problema, constituido por la exploración de la situación problemática,
Incógnita etnográfica, Propósitos del estudio, Razones e implicancias, Rol y
perspectiva del investigador. Contexto para el acercarse al fenómeno en
estudio.
Figura 2 Diseño de la investigación; Fuente: Elaboración Propia (2017)
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Momento II, asociado a la teoría de entrada para la comprensión del
problema, constituido por la investigaciones previas afines al objeto de
estudio y por los Conceptos definidores y sensibilizadores que orientan el
proceso de reflexión, interpretación y comprensión. Este abordaje teórico
desde el paradigma cualitativo representa sólo un marco referencial (fuente
de información) y no un modelo teórico en el cual ubicar la investigación.
Momento III, Ruta epistémica y metodológica conformado por el Abordaje
epistémico, Método o Tradición Cualitativa, Diseño de la Investigación,
Criterios para la Selección de los Informantes Claves, Muestra Intencional,
Técnicas e Instrumentos de recolección de datos, Técnicas para el Análisis
de Datos y Consideraciones Éticas.
Momento IV, referido al Momento Analítico, denominando: Develando el
significado de los datos desde la experiencia de los informantes clave,
estructurado por: La Recolección de los datos cualitativos; Categorización,
análisis e interpretación de la evidencia cualitativa, donde organizan y
estructuran por cada informante, las categorías emergentes en matrices de
análisis, memorandos y estructuras cognitivas.
Momento V dedicado a la teorización, llamado El constructo teórico
emergente, donde se genera una aproximación sobre la teoría holística para
el desarrollo de la inteligencia emocional, ofreciendo como valor agregado a
la investigación una estructura conceptual inteligente, sistemática y
coherente orientado a la comprensión del evento o fenómeno en estudio. Sin
embargo, en términos generales la etnografía no sigue un modelo lineal, sino
que, inicialmente, la investigadora intenta describir de forma global una
realidad desconocida, poco previsible y a menudo accesible.
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La construcción de diseño antes representado y explicado, se materializa,
como señala Del Rincón (1997) citado por Sandin (2003), en un proceso de
investigación etnográfica donde se tiende a seguir un modelo cíclico en
forma de espiral, en el cual los objetivos y los instrumentos se pueden volver
a definir en cada ciclo de la misma. No obstante, cabe destacar que cada
uno de momentos, no sucede de manera aislada, ni separada; se dan en
forma continua y simultánea en muchos casos; mientras se está
desarrollando uno se puede estar construyendo o iniciando cualquier otro;
transversalizados unos a otros, según la dinámica presente en la
investigación.
La aseveración antes planteada, se confirma con los planteamientos de
Rodríguez, Gil y García (1996), quienes manifiestan que el proceso de
investigación expresa su carácter continuo, constituido por una serie de
fases, momentos, eventos o episodios, carentes de un principio y final
claramente delimitado, los cuales interaccionan entre ellos, pero siempre en
un camino hacia adelante en el intento por responder las cuestiones
planteadas por el investigador o colectivo de investigación
En virtud de lo antes expuesto, se precisa que en el presente estudio
denominado: Inteligencia emocional en el ejercicio profesional del docente en
formación de educación infantil de la Universidad del Atlántico, se abordan
cada una de estos momentos de manera transversal e integradora, pues
durante el proceso investigativo se vincula la reflexión sobre el
comportamiento de los actores involucrados, la planeación de las acciones a
implementar en el campo, la recolección de la información y su análisis e
interpretación, además la elaboración de un constructo teórico emergente.
Criterio para la selección de los informantes clave
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Los informantes clave son las personas que por sus vivencias,
capacidades de relaciones pueden ayudar al investigador, convirtiéndose en
una fuente importante de información y a la vez le abren acceso a nuevas
personas y escenarios, de allí fueron seleccionadas las personas capaces
de aportar su opinión sobre las categorías en estudio; quienes son
respetados y generan confianza en la comunidad, y a la vez le permiten al
investigador acercarse y comprender en su totalidad la realidad a estudiar,
por el conocimiento que ellos poseen sobre la cultura, subcultura de su
grupo u organización educativa.
De acuerdo a los diferentes puntos de vista expuestos, en la tradición
cualitativa etnográfica, la información recabada, es más conexa a la temática
en estudio, ayudando a descubrir las estructuras significativas que develan la
conducta de los actores sociales involucrados, de acuerdo con los criterios
de Martínez (2012). Desde esa perspectiva, su carácter debe ser holístico,
reflexivo, naturalista, usando la vía inductiva, desde donde los datos sean
contextualizados y libre de juicios de valor.
Con esta tradición asumida, se busca establecer relaciones abiertas,
respetuosas y profesionales con los docentes y estudiantes de educación
infantil fungen con sujetos informantes. En este sentido, es pertinente
generar una relación de confianza y de afinidad; facilitando así, la obtención
de descripciones e impresiones sobre su propia realidad y la de los demás;
es necesario entonces, acomodarse a las rutinas y maneras de hacer las
cosas de los miembros de la comunidad universitaria, recurrir a aquello que
se tiene en común, ayudarles, adoptar una postura humilde (humildad
intelectual) demostrando interés por la información aportada.
En ese orden de ideas, se seleccionaron durante el desarrollo de la
investigación, a cinco (05) estudiantes docentes en formación de educación
infantil de la universidad del Atlántico de sexo femenino, quienes serán
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miembros del grupo entrevistados con base a un muestreo teórico; así como,
las situaciones a examinar de manera detallada y contextualizada. En ese
sentido, la selección de las informantes antes mencionadas estuvo orientada
por el principio de pertinencia, es decir, se identificaron a los actores
educativos que puedan aportar una mayor cantidad y calidad de datos
cualitativos relacionados al fenómeno objeto de estudio.
Técnicas e instrumentos de recolección de datos
La etnografía requiere de un estudio prolongado del grupo, generalmente
por medio de la observación participante, donde el investigador se encuentra
inmerso en las actividades cotidianas. Al respecto, Martínez (2011), señala
que el hecho de concebir a la observación una de las técnicas más utilizadas
en los estudios etnográficos, no debe deformar, distorsionar o perturbar la
verdadera realidad del fenómeno abordado; ni descontextualizar los datos
aislados de su entorno natural.
Desde esa óptica, la información recabada requiere ser organizada y
estructurada de la forma más completa posible; aplicando procedimientos
que permitan realizar repetidas observaciones con la finalidad de obtener
una variedad de evidencias cualitativas; aun cuando la requerida sea aquella
que facilite el descubrimiento de las estructuras significativas manifiestas a
través de las conductas de los sujetos en estudio.
Del mismo modo expresa Martínez (2011, p.112) que “las técnicas más
usadas se centran ordinariamente en el lenguaje hablado o escrito; pero el
lenguaje sirve tanto para revelar lo que pensamos y sentimos como para
ocultarlo”. Para ello, presenta entre las técnicas usadas con mayor frecuencia
por los etnógrafos: la observación participativa, las entrevistas con
informantes clave, análisis de documentos, las técnicas de diferencia
semántica y las técnicas proyectistas.
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Por su parte, la aplicación de la etnografía en las ciencias sociales, según
cita de Splinder y Splinder (1992) realizada por Rodríguez, Gil y García
(1999), los criterios para la aplicación son los siguientes: las observaciones
son contextualizadas, tanto en el lugar inmediato como en otros relevantes
más remoto, las supuestos surgen in situ en la medida que la investigación
se desarrolla en el escenario natural, observaciones prolongadas y
repetitivas, permitiendo establecer la fiabilidad de las observaciones; el
conocimiento cultural guardado por los participantes sociales se constituye
en la conducta y la comunicación social apreciable.
De igual modo, afirman Yuni y Urbano (2005) que entre los registros
mecánicos de obtención de la información, deben utilizarse de manera
oportuna las pruebas fotográficas en cada uno de los encuentros con los
grupos focales, los video para las entrevistas a los informantes clave, de
audio en el registro de las experiencias de vida y la consulta de documentos
históricos contentivos de datos importantes que servirán al momento de
cotejar las informaciones suministradas por la muestra inicial.
De igual modo, el uso de la entrevista representa gran significancia en el
estudio de la investigación cualitativa, las autoras Bonilla y Rodríguez (1997)
la conciben una conversación o intercambio verbal cara a cara, cuyo
propósito es conocer en detalles lo que piensa o siente una persona con
respecto a un tema o situación particular, las entrevistas con fines
investigativos se centran en el conocimiento o la opinión individual sólo en la
medida que su opinión pueda ser representativa de un conocimiento cultural
muy amplio. Por lo tanto, las entrevistas individuales en profundidad son el
instrumento más adecuado cuando se han identificado informantes clave,
seleccionados de acuerdo a su posición en la institución o su perfil de
conocimiento.
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Con base a lo antes planteado, la información se constituye en la materia
prima por la cual puede llegarse a explorar, describir, explicar y analizar
hechos o fenómenos que definen el problema de investigación: Inteligencia
emocional en el ejercicio profesional del docente en formación de educación
infantil de la Universidad del Atlántico.
Desde esa perspectiva, la fuente primaria, se obtendrá de la información
oral recopilada directamente, a través de relatos transmitidos por las cinco
(05) docentes en formación de Educación Infantil. La investigación propuesta
dependerá de los datos recogidos por la investigadora directamente de
quienes fueron entrevistados en profundidad, la cual se constituye en una
fuente primaria, e implica utilizar técnicas y procedimientos que suministren
la información adecuada como son: (a) La observación participante y (b)
Entrevista a profundidad apoyada en un guion de entrevista.
En suma, la objetividad de esta investigación etnográfica radica, de modo
sustantivo, en las herramientas empleadas para la recolección de datos, las
técnicas de análisis e interpretación de los mismos y en las pruebas de
significancia y validez donde se corrobore el proceso; sobre todo, en los
hallazgos obtenidos. Desde esa perspectiva, se reitera que, el corazón del
método etnográfico es la técnica de la observación participante direccionada
a conocer de primera mano la realidad investigada y tener un trato directo
con las personas involucradas.
Las técnicas antes explicadas, se materializan con la aplicación de un
guion de entrevista. Al respecto, Álvarez-Gayou (2016, p.112) sostiene que
este instrumento de recolección de evidencias cualitativas, indica las
incógnitas etnográficas y su secuencia en forma de enunciados que fungirán
como interrogantes orientadoras, de donde pudiesen surgir otras de acuerdo
a la empatía y apertura de los entrevistados con la temática en cuestión.
Refiere además, “en cuanto a su diseño, cada pregunta debe ser relevante
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tanto desde la dimensión temática, como desde la relación interpersonal
durante la entrevista”
Como complemento de lo antes señalado, Rodríguez y otros (1999),
agregan que para la realización de la entrevista, el entrevistador debe llevar
para ese momento dos recursos de vital importancia, primero: su cuaderno
de anotaciones el cual es una herramienta fundamental del investigador
cualitativo, donde hará anotaciones sobre lo observado, sucesos, gestos,
acciones y otros aspectos de interés; y segundo una guía de entrevista
semiestructurada de acuerdo con los propósitos del estudio, con el fin de
mantener el camino y no desviarse en cuanto a la comprensión del evento.
Contextualizando lo expuesto, específicamente en cuanto al cuaderno de
anotación del investigador no solamente se utilizó como apoyo en la
realización de las entrevistas, sino también como un instrumento para el
registro de la observación participante, ya que en él se sistematizaron datos,
expresiones y opiniones que fueron de interés en el estudio, y posteriormente
utilizando matrices de análisis se transcribieron los comentarios expuestos en
la redacción de memos.
Pues bien, se asume el método etnográfico, en particular, lo referido a la
observación participante, la entrevista en profundidad apoyada en un guion y
al procesamiento de la información. La selección de estos elementos
etnográficos se corresponde con la naturaleza grupal y cultural de la
información que se obtendrá. En efecto, la inteligencia emocional constituye
una capacidad individual, manifiesta en una experiencia común de
interacción humana.
Visto así, el procesamiento de la información estuvo orientado a
comprender las experiencias sobre inteligencia emocional en el ejercicio
profesional del docente en formación de educación infantil de la universidad
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del Atlántico; permitiendo de esta manera, elaborar un constructo teórico
orientado al desarrollo de dicha capacidad humana, respondiendo así a las
instancias de los propósitos planteados en la Ley de Educación Superior y
del proyecto institucional universitario.
Tecnicas para el análisis de la evidencia cualitativa
En la investigación cualitativa la recolección y análisis de datos es un
proceso que se da prácticamente en paralelo. Según Creswell (2013) los
datos son muy variados, pero en esencia consiste en observaciones de la
investigadora y narraciones de las estudiantes seleccionadas como
informantes clave.
Desde ese punto de vista, las técnicas de análisis de los datos en métodos
cualitativos con estudios etnográficos, tienen el propósito de describir las
etapas que permiten la ocurrencia de la organización teórica contenida en el
material compilado en la observación de campo, entrevistas en profundidad,
grabaciones, entre otros. Para Martínez (2011), el proceso de análisis de los
datos incluye: la categorización, la estructuración, la contrastación y la
teorización. A continuación se explicará esta secuencia operativa:
1. La categorización o clasificación, se refiere a que la información
marcada, que forma el material primario o protocolar, debe ser lo más
completa y pormenorizada posible. Esta etapa, requiere el esfuerzo de
sumergirse mentalmente, de manera intensa en la realidad formulada. Se
trata de categorizar las partes con relación al todo, de establecer categorías
o clases significativas, de ir continuamente completando o reconstruyendo el
todo y las partes, a medida que se analiza el material, surgiendo el
significado de cada sección, evento, hecho o evidencia cualitativa.
En ese sentido, categorizar implica: clasificar o conceptualizar mediante
un término o expresión breve que sean claros e incuestionables, el contenido
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o idea central de cada unidad temática; ésta puede estar constituida por uno
o varios párrafos. Por ello, los microanálisis o análisis categoriales no es
develar simples variables, factores o dimensiones que se concentran en lo
cualitativo; al contrario representan un proceso complejo, donde las
categorías son conceptos ricos en contenido semántico que involucran
interpretación o hermenéutica de una parte con relación al todo.
Sobre la base de lo planteado, Álvarez- Gayou (2016, p.93) expresa: “…en
el proceso de investigación, una categoría se puede o se debe ir
replanteando a medida que se desarrolla la interpretación”. De esta manera,
la categorización juega un papel central y, establece en gran medida el curso
de las etapas posteriores.
Aunado a esto, la estructuración constituye una actividad normal de la
mente humana, ya que enseña el procedimiento y el punto de la efectiva
investigación; es decir, el origen de la estructura o síntesis teórica de todo el
trabajo y, también el modo de evaluarse. Desde esta línea de pensamiento,
es importante construir una metodología apropiada para descubrir nuevas
estructuras teóricas, la cual no puede ser un procedimiento típicamente
lineal, sino que sigue fundamentalmente un movimiento en espiral que
transita del todo a las partes y de las partes al todo, ampliando en cada
vuelta el nivel de profundidad y de compresión. Señala Martínez (2011,
p.174) “la visión del todo da sentido a las partes y, la compresión de éstas
mejora la del todo”.
Otra técnica de análisis es la triangulación, la cual consiste en relacionar y
contrastar las evidencias cualitativas obtenidas con aquellos estudios afines
o similares que se presentan en la teoría de entrada, para ver como emergen
representaciones diferentes que contribuyen a explicar mejor lo que el
estudio verdaderamente significa. Esta comparación y contrastación pudiera
81
orientar hacia la reformulación, reestructuración, ampliación o corrección de
construcciones teóricas, como aportes al contexto educativo.
Por último, el proceso de teorización constituye el corazón de la actividad
investigativa cualitativa. En ese sentido, la descripción de la misma, de su
proceso y su producto, es decir, cómo se origina la estructura o síntesis
teórica de toda la tesis doctoral, develará su verdadera esencia. Vista así, la
teoría es una construcción mental simbólica, verbal o icónica, de naturaleza
conjetural o hipotética, que exige pensar de un modo nuevo, al completar,
integrar, unificar, sistematizar o interpretar un cuerpo de conocimiento que
hasta el momento se consideraban incompletos, imprecisos, inconexos o
intuitivos.
No obstante, reconociendo la característica multi-metódica y dialógica de
la investigación cualitativa con método etnográfico, conviene apropiarse de
los procedimientos para la construcción de teorías mediante el análisis
minucioso de los datos que suministra la teoría fundamentada, presentada
ésta por Strauss y Corbin (2002), como aquella que se origina a partir de la
información obtenida sistemáticamente y ordenada a través del proceso de
investigación. Pues en palabras de los autores, tanto la recolección, el
análisis y la teoría que se genere tendrán vinculación entre ellos. De igual
modo, indican algunos objetivos de los procedimientos de codificación:
construir teoría, más que comprobarla; ofrecer diversas herramientas para el
manejo de gran cantidad de datos; tomar en consideración otros significados
de los fenómenos; identificar, desarrollar y relacionar los conceptos, además
de ser sistemáticos y creativos.
Consideraciones éticas
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La investigadora acoge los principios éticos planteados por Koepsell y
Ruiz (2015) los cuales serán orientadores para el desarrollo de la
investigación, entre los cuales se tienen:
1. Todas las personas e instancias relevantes deben ser consultadas y
deben obtenerse los consentimientos precisos.
2. Deben obtenerse permisos para realizar observaciones o examinar
documentos que se elaboran con otros propósitos diferentes al de la
investigación.
3. Cuando la realización del proyecto requiera de la implicación activa de
otras partes, todos los participantes deberán entonces tener la oportunidad
de influir en el desarrollo del mismo.
4. El trabajo debe permanecer visible y abierto a las sugerencias de otros.
5. Cualquier descripción del trabajo o del punto de vista de otros debe ser
negociado con ellos antes de hacerse público.
6. Los participantes tienen los mismos derechos que el investigador con
respecto a los datos que proceden de ellos.
7. En los informes de la investigación debe mantenerse el anonimato de
los participantes.
8. Todos los principios éticos que se establezcan deben ser conocidos
previamente por los afectados y acordados con ellos.
En suma, la investigadora desde esa postura axiológica se apoyará en dos
cualidades: la sensibilidad para identificar la problemática bioética vinculada
a la inteligencia emocional y la responsabilidad de actuar consecuentemente
en función de lo evidenciado acerca de dicho fenómeno evento psico-
socioeducativo. A esto Álvarez Gayou (2016, p.211) “lo denomina
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responsabilidad científica hacia su profesión y hacia las personas que
participan en su estudio”.