TERMOGENESIS
El tejido adiposo pardo participa en el metabolismo, sobre todo en periodos en que
se requiere generación de calor. De este modo, el tejido es un extremo activo en
algunas especies durante el despertar que ocurre después de hibernación, en
animales expuestos al frio (termogénesis sin estremecimientos), y en la
producción de calor en el animal recién nacido. Aun cuando no es un tejido
prominente en seres humanos, esta presenta en sujetos normales, donde podría
ser la causa de “termogénesis inducida por la dieta”. Cabe hacer notar que el
tejido adiposo pardo esta reducido o no se encuentra en personas obesas. El
tejido se caracteriza por un riego sanguíneo bien desarrollado y un contenido alto
de mitocondrias y citocromos, pero actividad baja de ATP sintasa. El hincapié
metabólico se hace en la oxidación tanto de glucosa como de ácidos grasos. La
norepinefrina liberada a partir de terminaciones nerviosas simpáticas tiene
importancia en el aumento de la lipolisis en el tejido y de la síntesis de lipoproteína
lipasa para incrementar la utilización de lipoproteínas ricas en triacilglicerol desde
la circulación. La oxidación y fosforilaciòn no están acopladas en las mitocondrias
de este tejido y la fosforilacion que ocurre es en el ámbito de sustrato; por ejemplo,
en el paso de la succinato tiocinasa y en la glucolisis. De esta manera, la
oxidación produce mucho calor, y poca energía libre es atrapada en ATP. Una
proteína desacopladora termógena, la termogenina, actúa como una via de
conductancia de protón que disipa el potencial electroquímico a través de la
membrana mitocondrial.
La energía humana es gastada por el cuerpo en tres formas:
Gasto metabólico basal
Actividad física voluntaria
Efecto térmico de los alimentos
Efecto Térmico de los Alimentos:
Representa la cantidad de energía que utiliza el organismo durante la digestión,
absorción, metabolismo y almacenamiento de nutrimentos que proporcionan
energía.
Esto eleva la temperatura corporal por varias horas después de comer. La energía
que se gasta es de alrededor del 10% de la energía total consumida.
El ETA de una comida rica en hidratos de carbono ó rica en proteínas es más alto
que el de una comida rica en grasas. Esto es porque se utiliza menos energía para
transferir la grasa absorbida hacia los depósitos de grasa, que convertir la glucosa
a glucógeno o metabolizar el exceso de aminoácidos a grasa.
Una comida abundante tiene un valor de ETA mayor que la misma cantidad de
alimento consumida en pequeñas porciones a diferentes horas. Esto puede
deberse a: cambios en la actividad del SNC, mayor producción y liberación de
hormonas (como la insulina) y enzimas, y al grado de absorción y almacenamiento
de macronutrientes.
El efecto térmico de los alimentos se ha dividido en 2 subcomponentes:
Termogénesis obligatoria y facultativa.
La termogénesis obligatoria es el costo energético asociado con la absorción y
transporte de los nutrimentos y la síntesis y almacenamiento de proteínas, lípidos
e hidratos de carbono.
La termogénesis facultativa es el “exceso” de energía que se gasta por encima de
la termogénesis obligatoria; y se piensa que está mediada por la acción del
sistema nervioso simpático.
El ETA también disminuye con la edad, puede estar asociado con el desarrollo de
una resistencia a la insulina. No se sabe la manera exacta en que el ejercicio físico
influencia el ETA, aunque existe sí una clara interacción entre el ejercicio física y
el ETA. No hay evidencias para afirmar que el sexo (género) tenga efecto sobre la
termogénesis postprandial.
La termogénesis inducida por la dieta o `postprandial es la energía necesaria para
llevar a cabo los procesos de digestión, absorción, y metabolismo de los
componentes de la dieta tras consumo de alimentos en una comida ( secreción de
enzimas digestivas, transporte activo de nutrientes, formación de tejidos
corporales, de reserva de grasa, glucógeno, proteína, etc.)
Puede suponer entre un 10 y un 15% de las necesidades de energía, dependiendo
de las características de la dieta. También se denomina efecto termogenico de la
dieta o de los alientos o acción dinámica especifica.
El ETA, el efecto térmico de los alimentos, es el gasto energético asociado con la
el transporte, el almacenamiento y la utilización de los alimentos, y puede
determinarse durante las 12 a 18 horas posteriores a la ingesta de comida. Un
importante componente del ETA (entre 50 y 75%) se destina a la regeneración del
ATP empleado en el procesamiento y el almacenamiento de los nutrientes
ingeridos. A menudo se lo indica como el componente obligatorio del ETA. El
aumento de la actividad del sistema nervioso simpático causado por la
estimulación sensorial y metabólica que ejerce la comida probablemente explique
el ETA restante, que se conoce como componente facultativo del ETA. Al ETA
corresponde, característicamente, de 7 a 13% de la ingesta de energía, y es
directamente proporcional a la cantidad de comida consumida. El ETA parece ser
menor en los obesos, pero aún no se ha determinado si se trata de una causa o
de una consecuencia del aumento excesivo de peso. Habitualmente, no se
muestra una determinación separada de la energía necesaria para el ETA en las
predicciones de requerimientos energéticos, debido a que las mediciones
posprandiales del gasto de energía para las diferentes actividades enumeradas en
el GEAFES incluyen un componente de gasto de energía proveniente del ETA.
Termogénesis
Es el gasto energético que implica tanto a la termogénesis facultativa, como a la
inducida por la dieta.
Termogénesis facultativa es el gasto energético resultante del ajuste del
mantenimiento de la temperatura corporal en valores constantes, y del exceso de
energía gastada por encima de la termogénesis obligatoria por una ingesta
excesiva de alimentos. El control de la termogénesis facultativa se lleva a cabo por
el sistema nervioso simpático y la función hormonal (insulina, hormonas tiroideas,
noradrenalina y glucagón). Los climas muy calurosos o fríos pueden alterar el GET
hasta en un 2%. Así, en climas fríos se activa la termogénesis principalmente
mediante dos sistemas: uno son las contracciones musculares (escalofríos) que
generan calor; y otro la estimulación simpática del tejido adiposo marrón, que es
capaz de producir gran cantidad de calor pero poco ATP (este mecanismo está
demostrado en los lactantes, pero es más discutido en las personas adultas).
Por otra parte, en ambientes cálidos la regulación de la temperatura se realiza
mediante la sudoración, lo que también conlleva pérdida de energía.
La termogénesis inducida por la dieta o efecto térmico de los alimentos (ETA)
incluye la energía necesaria para digerir, absorber, transportar, metabolizar,
almacenar y eliminar los nutrientes. Su valor es aproximadamente el 5-10%
del gasto energético total.
Después de la ingesta, el gasto energético aumenta durante 4-8 horas
dependiendo de la cantidad y tipos de macronutrientes. Así, el efecto térmico
mayor corresponde a las proteínas, que es del 20-24% de la energía disponible
de la propia proteína. Mientras que el almacenamiento de los hidratos de carbono
en forma de glucógeno y de los lípidos en forma de grasa supone un 5-10% y 2-
5%, respectivamente, de la energía metabolizada de cada sustrato. La lipogénesis
resultante del exceso de ingesta de hidratos de carbono necesita el 26% de la
energía disponible.
La termogénesis inducida por la dieta también hace referencia a la variación del
gasto energético asociado a las variaciones anormales en la ingesta de alimentos
por reducción o aumento en la ingesta crónica de alimentos. La disminución
de la ingesta conduce a una disminución del GER mayor de lo que cabría esperar
por la reducción de la masa magra.
Ello se debe a cambios hormonales como la disminución de secreción de insulina
o el aumento de actividad de la 5’- monodeodinasa (responsable de la conversión
de la hormona T4 a T3).
Se ha utilizado el término luxus consumption para describir el fenómeno por el
cual, al sobrealimentar a personas no obesas, la ganancia ponderal era menor de
lo esperado debido a que el exceso de energía se disipaba en forma de calor. En
estos casos es evidente que se produce el aumento de la secreción de hormona
tiroidea y aumento de actividad del sistema nervioso simpático; aunque también se
ha sugerido la actuación de la leptina, de proteínas desacoplantes y de los ciclos
fútiles (vías metabólicas donde se gasta energía sin realizarse ningún trabajo
propio de conversión).
Factores que alteran la ETA:
• Edad: la ETA disminuye al avanzar la edad, posiblemente relacionada con la
insulinorresistencia.
• Ejercicio físico parece tener alguna relación aunque todavía no está muy clara.
• Cantidad y tipo de macronutrientes según lo expuesto anteriormente.
• El sexo no parece influir en ello.
Alimentos Termogénicos para perder peso
Ya se sabe que lo más efectivo para perder peso es comer bien y sano, y que no
existen milagros para ello. Pero sí existen algunas ayuditas, como alimentos que
ayudan a quemar calorías. En los últimos tiempos se está hablando mucho de los
alimentos termogénicos, es decir, aquellos que tienen la capacidad de aumentar el
gasto calórico. Esto ocurre porque ellos son de difícil digestión, y por ende exigen
mayor gasto calórico para que se procesen, acelerando el metabolismo del
cuerpo.
Un experto brasileño afirma que una persona al adoptar los termogénicos en su
dieta puede perder de 5 a 10 kilos en 3 meses. Pero hay que tener ojo, pues no se
puede comer sólo estos alimentos, sino que equilibrarlos con otros tipos de
comida.
Los aliados de la dieta
No siempre cerrar la boca es suficiente para perder aquellos kilitos de más que
tanto incomodan. Por eso, contar con estratégicas que ayuden a quemar calorías
es esencial, por ejemplo consumir alimentos que tienen esa capacidad.
Aunque no son milagrosos, estos pueden ser aliados que faltaban en su dieta de
pérdida de peso.
Según la nutricionista y fitoterapeuta Vanderli Marchiori, "los alimentos
termogénicos son aquellos que aumentan la tasa metabólica basal de nuestro
cuerpo, es decir, nos hacen gastar más energía aumentando el consumo de
glucosa para la células."
La buena noticia es que al incluir los termogénicos en la alimentación, una
persona llega a perder de 5 a 10 kg en 3 meses. Pero no solo el hecho de
consumir los termogénicos lo libra de esos kilitos, sino que es esencial tener una
dieta balanceada y practicar ejercicio físico regularmente.
Considera que "los alimentos termogénicos nos pueden hacer adelgazar si los
consumimos regularmente", afirma Vanderli Marchiori.
El secreto de esta propiedad de quemar calorías está el hecho de que aumentan
la necesidad de energía en las células, lo que demanda una mayor cantidad de
calorías que son quemadas en su metabolismo.
Lo que no puede faltar en su plato
Para que su organismo y su silueta puedan percibir los beneficios del consumo de
termogénicos, recuerde que este tipo de alimentos debe ser consumido con
regularidad, día a día.
¿sabía usted que el agua es un termogénico? Por esta razón beba de 8 a10 vasos
de agua helada, que es capaz de quemar cerca de 200 calorías. Cuando la
temperatura del líquido se eleva de 5ºC a 37ºC (que es la temperatura corporal
interna) el organismo gasta energía.
Otros termogénicos importantes son: Pimienta roja, jengibre, té verde, vinagre de
manzana, mostaza, naranja, kiwi, cafeína espárragos, vegetales fibrosos (brócoli,
acelga y coles), grasas vegetales y ácido linoleico conjugado, un nutriente
encontrado en la carne de res y de pavo.
.
No hay restricción alguna para el consumo de alimentos termogénicos, pero la
nutricionista advierte que "si hubiera intolerancia específica como, por ejemplo, la
pimienta roja para quien tiene hemorroides, en este caso es mejor no consumirla",
concluye.
Algunos alimentos termogénicos bien importantes
Pimienta roja: El instituto politecnico de oxford (EUA) realizo un estudio que
muestra que la pimienta roja aumenta 20% del metabolismo y que hay evidencia
de que tiene propiedades para retirar grasa de arterias.
Té verde: Contiene altos niveles de politenoles que poseen propiedades
antioxidantes y antibioticas. Favorece el tránsito intestinal y acelera el
funcionamiento del metabolismo.
Jengibre: un estudio realizado en China afirma que su consumo frecuente
aumenta el metabolismo en 20%. Este puede ser consumido crudo, frito o en
forma de té.
El cerebro controla la eliminación de grasas mediante la termogénesis
La investigación, publicada el 2 de agosto en la revista Science, brinda una nueva
perspectiva acerca de cómo el cerebro ordena quemar las grasas.
La importancia del papel del cerebro en el ritmo metabólico, por medio de la
llamada termogénesis, es conocida desde hace tiempo, pero nadie sabía cómo se
realizaba. Ahora, un grupo de científicos del Centro Médico Beth Israel
Deaconess, en Massachusetts, afirma que ha descifrado este sistema de
comunicaciones dirigido por el cerebro, "la termogénesis inducida por la dieta",
que entraña la liberación de calor.
El cuerpo requiere un cierto número de calorías para funcionar y mantener la
salud. Cuando toma más calorías de las
que necesita, o convierte las sobrantes en grasa que se almacena y puede
conducir a la obesidad, o las convierte en calor, que luego es disipado. Este último
proceso, "la termogénesis inducida por la dieta", es realizado por el sistema
nervioso simpático, cuyos receptores beta-adrenérgicos (betaAR) actúan sobre
tejidos que tienen la capacidad de quemar la grasa para prevenir su acumulación.
Según Eric Bachman, que dirigió la investigación, la transformación tiene lugar
principalmente en el tejido adiposo marrón, que recibe este nombre por su
coloración. Además, el tejido muscular vinculado al esqueleto, que consume
calorías durante el ejercicio, también podría ser relevante.
Los resultados indican que no sólo los receptores beta-adrenérgicos son
necesarios para mantener la quema de calorías sobrantes por medio de la
termogénesis, sino que este proceso tiene un papel importante para prevenir la
obesidad. (EFE)
La Termogénesis una aliada para bajar de peso
La Termogénesis es un proceso por el cual nuestro cuerpo genera calor
incrementando el ritmo de su metabolismo y eliminando el exceso de calorías.
Este mecanismo no funciona siempre de manera óptima y se ralentiza con el
envejecimiento. La termogénesis puede verse estimulada por determinados
complementos alimenticios que suelen estimular la actividad de enzimas creando
reacciones termogénicas. Además favorecen el uso de grasas corporales
almacenadas que pueden ser quemadas para suministrar el carburante necesario
para el incremento del ritmo metabólico.
Un proceso muy interesante y hay que tenerlo en cuenta, ya que conjugando una
dieta, ejercicios físicos y la termogénesis, nos podrían dar resultados más que
óptimos. Pero ¿qué tipo de alimentos nos ayudan a acelerar la termogénesis?.
Las proteínas se encuentran primeras en la jerarquía de los macronutrientes, en
cuanto a efecto termogenico se refiere. En promedio, el 27% de las calorías que
consumes de las proteínas son utilizadas en el proceso de digerirlas. Y esto se
atribuye al hecho de que las proteínas tienen que convertirse en aminoácidos para
ser utilizadas, lo que es un proceso intensivo a nivel intracelular. Si consumieras
300 calorías de proteína pura (como ser claras de huevo o algo similar), la
termogénesis quemaría 81 calorías en la digestión, dejando 219 calorías al cuerpo
para utilizar. Mientras que los glúcidos y los lípidos tienen un efecto termogénico
débil, las proteínas generan un gasto calórico elevado.
Los alimentos que contienen fibra hacen que el cuerpo gaste más calorías en
procesarlos que los alimentos que no la contienen; el término integral no significa
que ese alimento es de dieta o bajo en calorías, sino que tiene más fibra. La fibra
tiene un papel regulador, ya que me ayuda a gastar más energía (aunque también
aporta más energía), me protege el intestino contra sustancias cancerígenas,
ayuda a mantener mi nivel de azúcar en sangre y me ayuda a mejorar mis hábitos
intestinales. Comer más veces ayuda a mantener o perder peso más
eficientemente que comer sólo 2 ó 3 veces; hay una idea errada en que comer
menos o menos veces es lo que hace que uno pierda peso o se mantenga en su
peso. Al comer más veces (dejando un período de tiempo entre comida y
comida), ayudo a que mi cuerpo queme más calorías procesando alimentos, de
esa manera el gasto energético ocurre varias veces en el día. Las personas que
comen pocas veces enlentecen su metabolismo, haciendo que ganar peso sea
más fácil para ellos.