¡Puag, menuda mascota!Andrés Guerrero
Primeroslectores
Esta vez no estábamos cenando ni sonó un ruido en el tejado. Estábamos comiendo y llamaron al timbre. Pero la sorpresa fue igual de emocionante: ¡era Clarisse, y no venía sola...! Venía con un regalo para mí, un regalo que se movía y que podía ser cualquier cosa. Lo que estaba claro es que a partir de entonces sería mi mascota, y que mi madre no podía enterarse de nada.
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Andrés Guerrero nos presenta a unos
monstruos atroces que, en lugar de asustar,
hacen cosquillasen la imaginación.
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Primera edición: abril de 2015
Edición ejecutiva: Gabriel Brandariz Coordinación editorial: Berta Márquez Coordinación gráfica: Lara Peces
© Andrés Guerrero, 2015 © Ediciones SM, 2015
Impresores, 2 Parque Empresarial Prado del Espino 28660 Boadilla del Monte (Madrid) www.grupo-sm.com
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Para mis pollitos: Ibor, Iru, Vera, Greta
y el pequeñín.
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¡No! Esta vez no estábamos cenando. Ni sonó un fuerte golpe en el tejado: ¡CROC! Como si hubiera caído algo gordo.
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Querido Diario:Esta vez estábamos comiendo
y llamaron al timbre. Simplemente.
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Como ocurre tantas veces y nadie se sorprende.
El caso es que mamá se levantó, abrió y regresó en un pispás.
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–Preguntan por ti –me dijo. Y, sin más, se sentó a comer.
–¿Por mí?–pregunté yo.–¡Ajá! –dijo ella
mientras se llevaba a la boca un tenedor lleno de «tornillos» con tomate.
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No te asustes, Querido Diario: los «tornillos» son esos macarrones retorcidos que a mi padre y a mí nos gustan tanto.
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Querido Diario:Cuando llegué al pasillo,
no puedes imaginarte quién estaba allí esperándome... ¡No! No era Gustavo.
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¡Era Clarisse! La prima de Gustavo.
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Allí estaba, vestida de negro, tan guapa como siempre y sonriendo. Me miraba con sus ojos grandes y, sin darme tiempo a decir nada, me abrazó y me dio un beso muy fuerte. ¡Creo que le vi los colmillos!
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