C A R M E S Í
De:
“Duarte no ha muerto”
1
p l a c e n t a
2
he flotado
todo el día
como en vientres
maternos
dentro de mí
noche de lluvia madura
de naranjas
olores
de la tierra mojada
de la fuente
dios mío
donde crezco
desgarrando la sombra
de los sauces
3
he aquí
la presión que sube
por los curvos tallos
hacia las bocas
del viento
dicen tu latido en mí
dicen tu naufragio transparente
en mi respiración
yo me sereno como los distintos vientos
yo me disperso de un cardumen luminoso
yo me trenzo
y tomo una vez más mis restos
para asentarme de nuevo
exhalado
4
y por dentro las hojas diminutas como nubes de polvo
para envolver al cuerpo que ha caído lentas se levantan
para envolver al cuerpo dentro que despierta y me presiente
y por dentro para envolver al cuerpo que ha caído y caído
lentas se levantan diminutas las hojas y por dentro eso dentro
me presiente como nubes de polvo para envolver al cuerpo
diminuto que por dentro de los lentos filamentos del momento
lento en que ha caído lento se levanta lento como el agua lentamente lenta
nubes de polvo para envolver al cuerpo dentro que ha caído
5
dura como el aire
del espacio
imantado
forma
la conciencia
un charco de luz
en las blandas cabezas
diles que no teman si mis ojos revientan como maduras cerezas una y otra vez por el
paseante dormido pisoteadas
que no teman si tu mano
si tu delgada mano
si tan solo tu mano
6
antes del tiempo ya esperaba el tiempo
antes de venir el devenir ya era
antes de la forma se formaba la forma
cuando el sonido que sonaba aún no era sonido
era una mujer que tocaba su tambor
pero no era mujer ni era tambor
ni el sonido era sonido
era una vibración que hoy llamo vibración
y que moldeaba las aguas como cantos de sirenas
pero tampoco sirena vibración tampoco
ni había mar ni era canto
era una forma atemporal del tiempo
antes del tiempo ya esperaba el tiempo
era un silencio ondulatorio y quedo
un mecimiento un estremecimiento un yacimiento
miento, no era la forma antes de la forma
ni era el tiempo que evadía el tiempo
7
ni era silencio ni era ruido ni ondulaba ni me quedo
una mujer tocaba su tambor y me moldeaba en su sonido
una mujer tambor me melodeaba y merodeaba una mujer
tambor una mujer una mujer una mujer tambor una mujer
8
y dejo irse las moscas del instante
segundo a segundo
y dejo ahogarse las arañas de mi alma
para beberme todos los abismos
pétalo por pétalo
en el viejo río
soy como el polvo que deja la estampida cuando cae la tarde
soy como el polvo que deja la guadaña cuando cae la tarde
soy como el polvo, mujer
si me disperso
asiéntame en el polvo
9
el aire purísimo
dejó caer tus letras
en el vendaval
donde
el aire
que no vuelve
marcó todas las casas
bendito sea
con el agua de ti
y ya después de darte un nuevo nombre
te arrojé como un ave a la infinita transparencia
10
y navegué como un fantasma
hacia la realidad
y a la mitad de ti
era yo como de sueño todavía
y a la mitad de ti un aguacero
quizás tuviera ahora yo mi barca
y remara en contra
al final del río
de la luz
11
v o l á t i l
12
si dios no está en todas las cosas
con la misma intensidad
¿de quién estuve tan cerca
la noche aquella en que creí
tocar a dios
dentro de ti?
era tan blanca esa alegría
que de placer solté una carcajada
13
como venida
de muy lejos
se ha postrado ante mí
ya no sé si la extraña curvatura
es parte del viento
o si
es verdad
como dicen los palos de la lluvia
que eres tú y no
los torcaces muertos
los sedientos
palomos
muertos
un casi yo
lo que se inclina
14
el fantasma
verde
todavía
de mi corazón
como diez mil monjes
postrado ante ti
¿dónde está tu boca
para morderla en silencio
oh, tú
desnuda y tierna
cuando el fruto derrame sus aromas?
15
mi hermana de cristal
cruza desiertos
de extrema desnudez
cuando la toca
una piedra
algo en ella
se revienta
y ella revienta
y revienta
pero si el viento
la obliga a seguir
pero si el viento
levanta y resucita
su blanca cometa
¿cómo tapar el sol
con un cordero?
16
levemente invernal
el viento solitario
llega a la esquina
y da la vuelta.
es tan bella la luna
en su baño de hierbas
que yo me guardo
me silencio
mi estrella negra
17
no había notado los pájaros
los dos pájaros posados en las ramas
del frondoso árbol
pensé que era la sombra de mi padre
pero no.
son dos pájaros.
nada más.
18
c a r m e s í
19
cómo nombrar
lo que ya no será
para llamarlo en la tristeza y venga a mi regazo
reanimarlo con sonidos transparentes, ciertos
para que vaya y tome su lugar en la cascada de los días venideros
y se sostenga
o me reemplace como un brillo necesario en la nubosidad
como un efímero, un santiamén
como un maullido que se desmadeja
en el instante
hasta quedar vacío
hasta lograr la completud de lo vacío
en el lecho vacío de dios y de los hombres
20
o dar un salto
o abandonar de un salto la vieja piel de mis rencores y sabiendas
el viento oscuro y hondo de quien me guía
el sinsabor del ocaso
o ser un rezo ante la noche adversa
una paloma
íntima
imaginaria
en nuestras manos
si yo pudiera, amor
si yo pudiera
21
si yo pudiera, amor
si yo pudiera creer
si yo pudiera creer como mi hermano
si yo pudiera creer como mi hermano que se acerca el paraíso
si yo pudiera creer como mi hermano muerto que se acerca el paraíso
y no tuviera miedo
si yo tuviera aquella fe
si yo tuviera aquella fe de niños o de viejos
si yo tuviera aquella fe de niños o de viejos en la eternidad
si yo tuviera aquella fe de niños o de viejos malheridos en la eternidad
pero la noche avanza, amor,
y tengo miedo
22
yo quería a mi caballo.
me gustaban los violetas
de sus pastos encendidos
al anochecer el árbol
de translúcido follaje
con su sombra cristalina
derramada contraluz
sobre nuestras pretensiones
me gustaba su fantasma
reflejado en el estanque
de lo que no pudo ser
como esperando relevo
yo quería a mi caballo
pero de pronto los días
cedieron y se dieron y
la bacteria del cansancio
hizo nido en mi cerebro
23
se produce y reproduce
obstinadamente mira
mira cómo su cardumen
se desplaza dominante
en mi cada vez más líquido
pensamiento cómo muerde
los racimos de neuronas
cómo mastica y deshecha
mientras llena todo espacio
con su disturbio de idea
cómo me cansa la idea
cómo me hunde la lucha
con la idea su caballo
de azafrán bajo la lluvia
cómo lo he azotado
cómo he golpeado a mi triste
deshecho y triste caballo
24
de azafrán bajo la lluvia
cómo lo he lastimado
hasta volverlo como yo
25
lo digo por la forma
en que saltaba yo
como un pez sobre el agua
y cómo me hundía
como en sueños de hielo
hasta caer rendido
en un segundo plano
de la respiración
cuando bajé hasta el fondo
encontré un espejo
le dije: te recuerdo
o ¿lo diría él
gotera espiritual
en mi casa interior?
me vi no sé qué tantas
veces llegado al fondo
y vi que estaba el fondo
26
atestado de cuerpos
parecidos a mí
me vi no sé qué tantas
ajenas cicatrices
en mis rostros serenos
y vi a mi otro yo
vociferar de duelo
vi su rostro deforme
trastornarse en el mío
y nuestros destinos
se abrieron como flores
marinas abisales
27
si tan solo el reflejo
de las cosas que parten
no se elevara tanto
ante mí cada día
o no me recordaran
que ya soy lo que soy
irremediablemente
aunque no sea cierto
aunque siga pausado
en las correspondencias
y en las formas profundas
no toque ningún fondo
aunque abra la herida
que habría de cerrar
y sea una mujer
y se inscriba desnuda
en el estoy aquí
28
y que yo la llevara
como en selva sabida
a conocer al tótem
ya viejo y lacrimoso
y sin sentido casi
para ya no sé qué
29
dónde estoy ahora que me encuentro
dónde mis manos ya casi perdidas
entre tanto ayer mi sombra me dice
cobarde cuando nadie la mira y volteo
me llama cobarde pero yo me extiendo
lamo como lame un álamo el cielo
pues se hace ligera la sustancia terrestre
y su sombra que es nuestro origen
se inclina para recogernos del abismo
como una fiel envejecida en cuyas manos
se rompe y se desgrana el profundo rosario
así mi alma de granada tintinea
arrojando su arroz en la piedra caliza
así mis cuentas caen en los profundos pozos
de tu risa benévola oh estatua delirante
loca de locura loca y ácida mordida
cuando me llamas cobarde
30
porque tu dolor no vale nada
y ha sido tanto el desarreglo
que mejor habrías de regresar
ya con el pecho apaleado y rosa
con el zapato vencido
a tu casa con los que te esperan
que se palpan las manos
para saberse ahí todavía
qué importa el dolor en la coraza
el hijo y el padre que es padre
nuevo te esperan bajo el peso
de tu nube enlutada ya quisiera
eso que duele todavía en el alba
transformarse en una seda blanca
para sanar levemente todos tus abismos
y que los muertos reiteren su natura
y que el olvido sea verdaderamente olvido
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en el crepúsculo de aquellos días
se me deforma sin cautela el corazón
32
supe que el tiempo se anticipa
cuando vi detrás de mi madre
un cordero negro
supe que la luz cae como una arena finísima
sobre nuestros cuerpos
sucios por la luz y supe
que la tantas veces convocada dicha
no vendría aquella vez
a resanar la pena de mi madre
hoy tomo su mano aquella tarde
veo su rostro lento y su espíritu entrecano
y su dolor rezumba en mí como una polilla
que ha vuelto nido su alma porosa
madre mía le digo en el recuerdo
bebamos, porque no sabemos de dónde venimos ni por qué
bebamos, porque no sabemos a dónde vamos, ni por qué.
33