UNIÓN INTERNACIONAL PARA LA CONSERVACIÓN DE LA NATURALEZA (UICN)
OFICINA REGIONAL PARA MÉXICO, AMÉRICA CENTRAL Y EL CARIBEApdo. 607-2050Montes de Oca, San José,Costa RicaTel: (506) 2283-8449Fax: (506) [email protected]/ormacc
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Retos en la implementación de REDD+ en México a través de esquemas de distribución de beneficios en favor de poblaciones en condición de pobreza
SERIE TÉCNICA: GOBERNANZA FORESTAL Y ECONOMÍA, NÚMERO 2
Retos en la implementación de REDD+ en México a través de esquemas de distribución de beneficios en favor de poblaciones en condición de pobreza
Retos en la implementación de REDD+ en México a través de esquemas de distribución de beneficios en favor de poblaciones en condición de pobreza Arturo Balderas Torres y Margaret Skutsch
SERIE TÉCNICA: GOBERNANZA FORESTAL Y ECONOMÍA, Número 2
Este documento se ha producido como parte del acuerdo de cooperación ACS#003-2014 entre la Oficina Regional de la UICN para México, América Central y el Caribe (ORMACC) y el Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) bajo el proyecto “Beneficios de REDD+: facilitación de procesos nacio-nales y comunitarios para diseñar esquemas de distribución de beneficios REDD+ en favor de poblaciones en condición de pobreza”, financiado por el Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania.
La designación de las entidades geográficas y la presentación del material en este libro no reflejan necesariamente la opi-nión por parte de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) ni del Centro de Investigaciones en Geografía Ambiental (CIGA) ni de The Forests Dialogue (TFD) ni del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear de Alemania (BMUB).
Esta publicación ha sido posible gracias al financiamiento del Ministerio Federal de Medio Ambiente, Protección de la Na-turaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear (BMUB) de Alemania.
Agradecimientos Jaime Severino Romo (CONAFOR), Ana Karla Perea Blázquez (CONAFOR), Fabiola Hernández Álvarez (CONAFOR), Juan Carlos Carrillo Fuentes (CEMDA), Itzá Castañeda Camey (Oficina Global de Género de la UICN), y Xioating Hou (TDF) por sus comentarios y sugerencias.
Publicado por UICN, Oficina Regional para México, América Central y el Caribe. San José, Costa Rica
Derechos reservados © 2014 Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y de los Recursos Naturales (UICN).
La Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza considera de vital relevancia que las personas, sociedades y organizaciones alcancen el mayor conocimiento sobre los temas ambientales y sociales que circunscriben el desarrollo sostenible de la región. La posibilidad de manejar información y utilizarla, no sólo es una herramienta imprescindible para la toma de decisión, sino también para abogar por sociedades más justas y equitativas con poder de incidencia para la gestión sostenible de los ecosistemas que permiten la vida.
Autores Dr. Arturo Balderas Torres y Dra. Margaret Skutsch, Centro de Investigaciones en Geogra-fía Ambiental, Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Antigua carretera a Pátz-cuaro 8701, C. P. 58190 Morelia, Michoacán, México. Correos: [email protected]; [email protected].
Citación Balderas Torres, A. y Skutsch, M. (2014). Retos en la implementación de REDD+ en México a través de esquemas de distribución de beneficios en favor de poblaciones en condición de pobreza. Serie Técnica: Gobernanza Forestal y Economía, Número 2. San José, Costa Rica: UICN, pp. 58.
ISBN 978-9968-938-67-9
Coordinador nacional de proyecto Silvio Simonit (UICN)
Fotografía de portada UICN
Original en inglés Traducción al español con apoyo de Ana Brisa Aguinaga Enríquez
Diseño Scriptorium Taller de Diseño Editorial
Diagramación Marta Lucía Gómez Z.
Disponible en UICN/Oficina Regional para México, América Central y el CaribeSan José, Costa RicaTel: ++506 2283 8449Fax: ++506 2283 [email protected]/ormacc
vii
Contenido
Acrónimos .............................................................................................................ix
Resumen ejecutivo ............................................................................................... 1
1. Introducción ......................................................................................................... 2
2. Distribución de beneficios REDD+ en México ..................................................... 5
2.1 Visión de REDD+ ............................................................................................. 5
2.2 Estrategia Nacional REDD+ ............................................................................. 6
2.2.1 Salvaguardas ......................................................................................... 8
2.2.2 Perspectivas en el Comité Técnico Consultivo REDD+(CTC) .................. 9
2.3 Acciones iniciales e iniciativas ....................................................................... 10
2.3.1 El reporte del CCMSS ...........................................................................11
2.4 Nota Inicial del Programa de Reducción de Emisiones del FCPF .................. 15
3. Identificación de problemas y brechas .............................................................. 19
3.1 Definición de “beneficios” en los programas nacionales REDD+ ................... 19
3.2 Identificación de actividades elegibles para la cuantificación de beneficios... 20
3.3 Identificación de beneficiarios ....................................................................... 21
3.4 Criterios para la distribución de beneficios entre los beneficiarios ................. 22
3.5 Fuentes de financiamiento de los pagos basados en el desempeño de carbono ................................................................................................... 24
3.6 Control del flujo de beneficios basados en el desempeño de carbono ......... 25
3.7 Focalización social ........................................................................................ 26
3.8 Otros elementos para el diseño de esquemas de distribución de beneficios ... 28
4. Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios ..... 33
4.1 Efectividad ambiental ..................................................................................... 33
viii
4.2 Eficiencia económica .................................................................................... 34
4.3 Legitimidad política ....................................................................................... 34
4.4 Equidad e igualdad de género....................................................................... 35
4.5 Potencial a favor de la reducción de la pobreza ............................................ 38
4.6 Viabilidad técnica y costos de transacción .................................................... 38
5. Modelos propuestos para la distribución de los beneficios de carbono .......... 40
5.1 Modelo 1. (“Cada quien para sí mismo”: compensación del desempeño individual) ..................................................................................................... 40
5.2 Modelo 2. (“Todos a bordo”: compensación por la participación) .................. 41
5.3 Modelo 3. (“Tango entre dos”: un modelo híbrido) ......................................... 41
6. El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México ............ 43
6.1 Organización del Diálogo y observaciones clave ........................................... 43
6.2 Reflexiones sobre la distribución de beneficios resultantes de las visitas de campo. ... 44
6.3 Caminos a seguir para la distribución de beneficios REDD+ en México ........ 46
6.3.1 Ruta para temas de género .................................................................. 46
6.3.2 Identificación de los beneficiarios REDD+ ............................................ 47
6.3.3 Priorización de actividades ................................................................... 48
6.3.4 Lineamientos nacionales para los planes de inversión subnacionales ..... 49
7. Conclusiones ...................................................................................................... 50
7.1 Posición actual de la CONAFOR en cuanto a distribución de beneficios ...... 50
7.2 Consideraciones finales ................................................................................. 51
Anexo 1: Conceptos y principios importantes ...................................................... 53
Referencias ............................................................................................................ 55
ix
Acrónimos
ATREDD+ Áreas de Acción Temprana REDD+
BMUB Ministerio Federal Alemán de Medio Ambiente, Conservación de la Naturaleza, Obras Públicas y Seguridad Nuclear
CCMSS Consejo Civil Mexicano para la Silvicultura Sostenible (ONG mexicana)
CMNUCC Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático
CO2e Dióxido de Carbono equivalente
CONABIO Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad
CONAFOR Comisión Nacional Forestal, México
COP Conferencia de las Partes
CTC Comité Técnico Consultivo de REDD+ en México
D&D Deforestación y Degradación Forestal
ENAREDD+ Estrategia Nacional para REDD+, México (Borrador; la versión final aún no está disponible)
ER-PIN Nota de Idea de Proyecto para la Reducción de Emisiones
FCPF Fondo Cooperativo para el Carbono de los Bosques
FIP Programa de Inversión Forestal
GEI Gases de Efecto Invernadero
IRE Iniciativa de Reducción de Emisiones, México
MDL Mecanismo de Desarrollo Limpio
MREDD+ Alianza México REDD+
MRV Monitoreo, Reporte y Verificación
NORAD Agencia Noruega para la Cooperación al Desarrollo
ONG Organización no gubernamental.
PAGeREDD+ Plan de Acción para la Transversalización de la Perspectiva de Género en REDD+ México
x
PFNM Productos Forestales No-Maderables
PRONAFOR Programa Nacional Forestal
PSA Pagos por Servicios Ambientales
REDD+ Reducción de las Emisiones derivadas de la Deforestación y la Degradación de los Bosques en países en desarrollo; y la función de la conservación, la gestión sostenible de los bosques y el aumento de las reservas forestales de carbono en los países en desarrollo
REL/RL Nivel de Referencia de Emisiones/Nivel de Referencia
TFD El Diálogo Forestal (The Forests Dialogue)
1Resumen ejecutivo
Resumen ejecutivo
Se espera que la implementación de REDD+ en los países en desarrollo produzca diferen-
tes beneficios ambientales y sociales, y que a su vez, les proporcione una compensación
monetaria de fuentes internacionales. Las recompensas serán medidas en términos de la
reducción de emisiones o el incremento o el aumento en captura de carbono a nivel nacional.
En este contexto, es necesario crear marcos institucionales ad hoc y diseñar esquemas de
distribución de beneficios equitativos y transparentes con el fin de que los beneficios puedan
ser distribuidos entre los actores que participen de alguna manera en el país. El Diálogo
Forestal (The Forests Dialogue, TFD) ha organizado cuatro eventos internacionales para dis-
cutir el diseño de los mecanismos de distribución de beneficios en Vietnam, Ghana, Perú y
México. Una versión preliminar de este reporte fue preparada por los autores para UICN y
presentado en el diálogo más reciente, en junio 2014, donde participaron 50 especialistas en
gestión forestal y REDD+, provenientes de 20 países.
Este trabajo presenta un resumen de las brechas y los retos que enfrenta el diseño de los
mecanismos de distribución de beneficios, enfocándose particularmente en la necesidad
de generar esquemas a favor de la reducción de la pobreza. También incluye las principales
recomendaciones y sugerencias generadas en el Diálogo; y una evaluación de los retos y las
posibles opciones para la implementación de REDD+ en México.
2 Introducción
1 Introducción
La implementación de las actividades para reducir las emisiones procedentes de la defores-
tación y la degradación forestal en los países en desarrollo, para la promoción de la conser-
vación de los acervos forestales de carbono, la gestión sostenible de los bosques y la mejora
de los acervos de carbono (REDD+)1 generará diversos beneficios ambientales y sociales. La
aparición de estos beneficios dependerá de los contextos específicos y de las actividades
REDD+ que serán desarrolladas en los diferentes países. La presencia de distintas causas
de deforestación y degradación forestal exigirá el diseño y la aplicación de diferentes solu-
ciones en diversas regiones (Buss et al., 2013a); estas labores generarán costos y beneficios
que podrán ser asumidos y recibidos por distintos grupos de interés. En el ámbito de las
negociaciones internacionales, los beneficios de REDD+ se refieren a las compensaciones
por la implementación de las actividades mencionadas en el párrafo 70 de la decisión 1/
CP.162, que deberá tener como resultado la reducción de las emisiones de gases de efecto
invernadero o el aumento de la captura de carbono. La distribución de beneficios REDD+ se
refiere, por lo tanto, a la voluntad para distribuir los beneficios derivados de este programa
entre los grupos de interés en un país, y la necesidad de definir los arreglos institucionales
para integrarlos en el marco formal de los programas nacionales (Hou, 2013).
Existen muchos temas que deben tenerse en cuenta en el diseño de esquemas de distribu-
ción de beneficios de REDD+, incluyendo, entre otros, los criterios relacionados con la forma
de identificar a los beneficiarios, la definición de criterios con base en cómo serán comparti-
dos los beneficios y en qué formas y a través de qué mecanismos de distribución y de toma
de decisiones (Hou, 2013). Se espera que en las operaciones a nivel internacional entre los
1 Entre otros, los beneficios derivados de la implementación REDD+ incluyen la mitigación del cambio climático, me-diante la reducción de emisiones por deforestación y degradación de los bosques y de las mejoras de los acervos de carbono. Los beneficios no asociados al carbono incluyen aspectos como el mantenimiento de los servicios am-bientales, tales como, los servicios hidrológicos, protección contra deslizamientos de tierra y biodiversidad; la mejora y sustentabilidad de la producción de madera y de los PFNM; beneficios sociales como el fortalecimiento del capital social y una mejor gobernanza de los bosques, la creación de capacidades y la conservación de los sitios culturales.
2 (a) La reducción de las emisiones derivadas de la deforestación; (b) La reducción de las emisiones derivadas de la degradación forestal; (c) La conservación de los acervos forestales de carbono; (d) El manejo sustentable de los bosques; (e) El mejoramiento de los acervos forestales de carbono.
Introducción 3
países, los beneficios de REDD+ se refieran a los resultados basados en carbono y la com-
pensación sea monetaria. Sin embargo, a nivel subnacional y local también hay opciones
para incluir compensaciones en especie. En este contexto, una gran preocupación ha sido
planteada por la sociedad civil sobre la equidad, y si los beneficios de esta política benefi-
ciarán a los pobres en las zonas rurales. Existen preocupaciones públicas sobre el temor de
que sin derechos formales sobre los recursos forestales se podría perjudicar a los pobres al
excluirlos de los bosques, tan pronto como los servicios climáticos forestales tengan un valor
monetario intercambiable (es decir, se evitaría la utilización y el acceso a los beneficios que a
menudo habían informalmente derivado de los bosques). Esta perspectiva se ha convertido
en una llamada de atención sobre el diseño de los sistemas de distribución de beneficios a
favor de la reducción de la pobreza y basados en las necesidades de este sector de la po-
blación. Es de esperarse que en la mayoría de los países, entre ellos México, REDD+ no será
considerado legítimo, y no sea aceptado, a menos que pueda ofrecer beneficios a los pobres
(UN-REDD, 2012; Essam, 2011; Enright, et al., 2012).
El Diálogo Forestal (The Forests Dialogue, TFD) es una iniciativa que tuvo su origen en la Uni-
versidad de Yale, a finales de la década de 1990, con el objetivo de reunir a diferentes grupos
interesados, en todo el mundo, para debatir sobre temas relacionados con la gestión y el de-
sarrollo sostenible de los bosques (por ejemplo, con representantes de negocios de productos
forestales, grupos sociales y ambientales, sector privado) (TFD, 2014a). Desde finales de 2012,
como parte de su Iniciativa de Bosques y Clima, el TFD organizó diversos eventos para la dis-
cusión de los desafíos que enfrentan los esquemas de distribución de beneficios en REDD+.
En los últimos dos años, la UICN y el TFD han promovido el diálogo global sobre la distribución
de beneficios REDD+, incluidos cuatro diálogos sostenidos en Vietnam, Ghana, Perú y más
recientemente en México (TFD, 2014b). El Diálogo celebrado en México, en junio de 2014, fue
organizado en colaboración con CONAFOR y CONABIO, a partir de los eventos anteriores, con
el fin de avanzar en el debate sobre el diseño de esquemas de distribución de beneficios. Este
documento, presenta un resumen de los desafíos y oportunidades que enfrentan los esque-
mas de distribución de beneficios REDD+ expuestos en el Diálogo, junto con las principales
conclusiones y recomendaciones formuladas por los participantes.
Los objetivos de este documento son: (a) explicar el estado actual del discurso, diseño e
implementación de los esquemas de distribución de beneficios para REDD+ en México,
(b) presentar una visión en conjunto de diferentes aspectos asociados con la distribución
de beneficios, incluyendo cuestiones de equidad y distribución de beneficios a favor de la
reducción de la pobreza; y (c) finalmente, indicar las brechas o decisiones que todavía se
tienen que tomar en relación con el esquema de distribución de beneficios para México,
basado en los resultados del Diálogo.
El documento está estructurado de la siguiente manera: inicia en la Sección 2, donde se
explica, brevemente, el proceso de cómo REDD+ se ha desarrollado en México. Poste-
riormente, se enfoca en el debate que se ha generado acerca de la distribución de bene-
ficios en relación con las actividades a implementar en el país. Los enfoques nacionales y
4 Introducción
jurisdiccionales, donde los beneficios deben ser distribuidos verticalmente, desde el centro
hacia abajo, presentan desafíos muy diferentes de aquellos a nivel de proyecto (donde la
distribución es horizontal) (Buss et al., 2013a). Si bien existe una experiencia considerable
y abundante literatura a nivel de proyectos, hay mucho menos comprensión sobre cómo la
distribución de beneficios podría trabajar en un sistema nacional/estatal.
La Sección 3, identifica una serie de brechas o desafíos que enfrentan los sistemas que pre-
tenden distribuir los beneficios REDD+ dentro de un marco nacional/jurisdiccional.
La Sección 4 propone un conjunto de criterios para evaluar los diferentes sistemas de distri-
bución de beneficios (por ejemplo: efectividad ambiental, eficiencia económica, legitimidad
política y las metas sociales de equidad, incluyendo la igualdad de género y de oportunida-
des a favor de los pobres).
En la Sección 5 esbozamos tres diferentes sistemas posibles de distribución de beneficios
y hacemos un análisis de sus puntos fuertes y débiles utilizando los criterios mencionados
en la Sección 4.
La Sección 6, resume los comentarios y sugerencias que se hicieron durante el TFD en
México.
Finalmente, la Sección 7, concluye con el planteamiento de la posición actual de la Comisión
Nacional Forestal (CONAFOR) donde se destacan, al mismo tiempo, los puntos que aún
deben ser resueltos.
5Distribución de beneficios REDD+ en México
2 Distribución de beneficios REDD+ en México
México ha sido un país activo en el apoyo de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre
el Cambio Climático (CMNUCC) para lograr un acuerdo en relación con REDD+ y se comprome-
tió de manera temprana en el desarrollo de su Estrategia Nacional REDD+. Desde la publicación
de su Visión sobre REDD+, en el 2010 (CONAFOR, 2010), México ha preparado varias versiones
del borrador final de la Estrategia Nacional REDD+, inicialmente distribuida para su discusión
en el 2012 (ENAREDD+, CONAFOR, 2012). Este documento ha sido sometido a un proceso
participativo con gran representación de la sociedad civil y otros grupos locales de interés, así
como algunos gobiernos estatales quienes han contribuido por medio del Comité Técnico Con-
sultivo (CTC REDD+), que se estableció a partir de 2008 y aún continúa vigente. Aunque ni la
Visión ni los borradores de la ENAREDD+ han tenido un capítulo específico sobre esquemas de
distribución de beneficios, ambos proporcionan principios generales sobre cómo la distribución
de beneficios podría ser diseñada. Además, existen Acciones Tempranas de REDD+3 que son
implementadas en varias regiones, incluyendo la península de Yucatán. En las mismas zonas, se
pondrá a prueba, a través de la Iniciativa de Reducción de Emisiones (IRE), un enfoque de pago
basado en resultados para un eventual financiamiento del Fondo de Carbono del FCPF.
2.1 Visión de REDD+
La Visión plantea inicialmente que la meta de REDD+ es eliminar para el 2030 las emisiones
de gases de efecto invernadero (GEI) provenientes del cambio de uso del suelo y mejorar la
calidad de las reservas de carbono, mientras se incentiva la restauración ecológica y la con-
servación de la biodiversidad, y así, contribuir a la seguridad alimentaria y a mejorar los niveles
de vida (CONAFOR, 2010). Las emisiones provenientes de la degradación forestal deberían ser
3 Las acciones tempranas REED+ (ATREDD+) son esfuerzos coordinados institucionalmente a nivel subnacional (regional y local) dirigidos a abordar las causas y la pérdida de carbono forestal a través de una variedad de instru-mentos de política pública que crean oportunidades de desarrollo económico y social para las comunidades.
6 Distribución de beneficios REDD+ en México
reducidas a través del uso sustentable de los recursos, la regeneración natural, el uso contro-
lado del fuego e incentivos para dichas prácticas sustentables. Las principales líneas de acción
definidas en la Visión son: la creación de arreglos institucionales; líneas base y un sistema de
monitoreo, reporte y verificación (MRV); creación de capacidades; y mecanismos para la comu-
nicación y participación.
La Visión señala la importancia de aprender a través de las experiencias de éxito, respetando
los derechos de los propietarios de la tierra y reconociendo que el control de las emisiones
en el sector forestal podría incluir intervenciones más allá de las áreas forestales (en el sector
agrícola, para reducir la presión sobre los bosques y selvas). El papel del gobierno sería el de
promotor y regulador para asegurar el respeto de los derechos de la propiedad y atender las
necesidades asociadas a los acuerdos institucionales relacionados con REDD+, de acuerdo
al marco de acción a nivel nacional e internacional.
La Visión establece que en REDD+, los propietarios de los bosques y las selvas (comunida-
des, individuos o empresas), deberán recibir beneficios justos y directos, que no deberán
afectar los derechos de la tierra o el potencial de uso sustentable de la tierra. Las estrategias
deberían entonces considerar las causas de las emisiones y corregir las distorsiones en
la valoración y manejo de los servicios forestales de mitigación del cambio climático. Los
incentivos deberían ser alineados para estimular el manejo sustentable de los bosques y la
regeneración natural, particularmente a nivel de la comunidad (CONAFOR, 2010).
La Visión reconoce el sistema MRV como un elemento central en REDD+, como proveedor de
información para el diseño de políticas en la evaluación de las acciones basadas en resultados,
para recolectar y distribuir los beneficios/incentivos y para generar la información como parte de
los diferentes compromisos hechos por el país (por ejemplo, las comunicaciones nacionales,
actualizaciones e informes relacionados con REDD+). El desarrollo de un mercado voluntario de
carbono es uno de los esquemas previstos para crear incentivos en REDD+ (CONAFOR, 2010).
La Visión invita a promover una distribución equitativa de los beneficios basada en acuerdos
sociales, los principios guía para esto incluyen la equidad de género, la participación; y la se-
guridad y el respeto a los derechos de propiedad sobre la tierra, entre otros. También indica
que el propósito de obtener financiamiento por actividades basadas en resultados, debería
ser integrado dentro de un sistema justo de distribución de beneficios, en la tercera fase de
la implementación de REDD+. En el desarrollo de acciones basadas en resultados, éstas
deben ser cuantificables, reportadas y verificadas; en esta etapa México debe de tener un
sistema justo y equitativo para la distribución de beneficios.
2.2 Estrategia Nacional REDD+
En años recientes el aumento de los precios en las materias primas, ha incrementado la presión
sobre los recursos naturales y sus costos de oportunidad, por lo tanto, los enfoques tales como,
7Distribución de beneficios REDD+ en México
los pagos por servicios ambientales (PSA), no son suficientes para proveer incentivos para un
manejo sustentable, dados los costos involucrados (Hou, 2013). Una alternativa es adoptar un
enfoque de paisaje para incluir la mitigación del cambio climático en los diferentes usos del suelo,
no sólo en los bosques, y promover un modelo de desarrollo rural sustentable de bajas emisiones
de carbono. Este es el enfoque adoptado por México y se expresa en el borrador más reciente
de la ENAREDD+ (CONAFOR, 2014). El espíritu detrás de los objetivos de la ENAREDD+ es el de
promover el desarrollo rural sustentable basado en un enfoque territorial (CONAFOR, 2012). La
ENAREDD+ sigue la Ley General sobre el Cambio Climático, publicada en el 2012, que contiene
un objetivo aspiracional de mitigación para lograr un cero por ciento de emisiones en los eco-
sistemas originales. Los objetivos también incluyen la reducción de emisiones causadas por la
degradación forestal, el incremento en el número de bosques con un manejo sustentable y bajo
regeneración natural, y el mejoramiento y conservación de los acervos de carbono.
La estrategia remarca que en México el marco legal establece que, dado que la vegetación
y el suelo de los bosques capturan carbono, los derechos de propiedad en relación con ese
carbono recaen en los propietarios legales de la tierra (por ejemplo, los ejidos, comunidades,
grupos indígenas, individuos, empresas). La Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable
también menciona explícitamente a los “posesionarios legales”, quienes son miembros de
la comunidad con tierras, pero sin los derechos totales (LGDFS, 2012). La estrategia incluye
objetivos y líneas de acción integradas en los siguientes componentes: i) Políticas públicas y
marco legal, ii) Esquemas de financiamiento, iii) Disposiciones institucionales y creación de
capacidades, iv) Niveles de referencia, v) Sistema MRV, vi) Salvaguardas sociales y ambien-
tales, y vii) Comunicación, participación social y transparencia.
En la ENAREDD+, los esquemas de distribución de beneficios no son descritos o explicados de-
talladamente, aunque se mencionan en el capítulo de Esquemas de Financiamiento (capítulo V.2,
pp. 42-45). La sección más relevante es “Propiedad de Carbono y Distribución de Beneficios” en
el capítulo III, p. 33 donde se deja en claro que el carbono que está almacenado en los recursos
forestales, o que es captado como consecuencia del manejo forestal, debe ser visto como propie-
dad de los dueños del bosque. El carbono proveniente de la reducción de emisiones, sin embargo,
no puede ser fácilmente asignado a los propietarios del bosque, pues es difícil identificar quién en
específico ha realizado las actividades que han dado lugar a la reducción de la deforestación y la
degradación. Mientras que los propietarios de los bosques y otros habitantes de una región, deben
ser los beneficiarios de los pagos relacionados con esta reducción de emisiones, esto no sería so-
bre la base de la propiedad de carbono. Por otra parte, los pagos relacionados con estas reduccio-
nes serán utilizados para promover nuevas actividades de manejo y conservación de los bosques.
Uno de los objetivos de los sistemas de distribución de beneficios es promover un modelo de
desarrollo que permita detener los procesos de deforestación y degradación de los bosques.
La ENAREDD+ como parte de sus líneas de acción incluye el establecimiento de mecanismos
financieros para operar recursos que garanticen la distribución justa y equitativa de los beneficios
8 Distribución de beneficios REDD+ en México
a los propietarios de los recursos forestales, y la identificación de mecanismos y esquemas para
promover, facilitar y supervisar la distribución equitativa de los beneficios (CONAFOR, 2014).
La implementación de REDD+ identificará aquellas actividades que generan más beneficios
sociales y apoyan el desarrollo rural sustentable. La ENAREDD+ (CONAFOR, 2014) especi-
fica que los incentivos (financiados con recursos públicos) y los beneficios financieros deri-
vados de la reducción de las emisiones provenientes de la deforestación y la degradación se
utilizarán para estimular la conservación, el manejo sustentable de los bosques y el aumento
de las reservas forestales. Los arreglos institucionales que se crearán como parte de REDD+,
incluirán estrategias que brindarán seguridad a largo plazo para las acciones implementa-
das. Las estrategias incluyen el uso de los planes de ordenamiento territorial comunitario,
la promoción de acciones para reducir el efecto de las perturbaciones y las acciones para
promover la restauración y mejora de los ecosistemas.
Diferentes instrumentos económicos serán diseñados y promovidos para facilitar la imple-
mentación de las actividades REDD+, algunos de éstos incluyen el uso de fondos nacionales
para subsidiar el manejo sustentable de los bosques comunitarios, el financiamiento de ac-
tividades sustentables basadas en mejores prácticas, medidas para aumentar el acceso a
créditos para las actividades productivas y la creación de un mercado voluntario de captura
de carbono. Será importante abordar los temas de permanencia, buffers y fugas, y crear
sinergias con los sectores privado y social. También será necesario financiar acciones para
crear capacidades que permitan a las comunidades locales participar en la implementación.
2.2.1 Salvaguardas
La Estrategia incluye los principios y las guías para la implementación de salvaguardas so-
ciales y ambientales como aparecen en las decisiones de la COP, adoptadas en Cancún y
Durban. Además, la ENAREDD+ contiene referencias a las salvaguardas como se incluyen
en la legislación nacional. Las salvaguardas deberán asegurar la distribución equitativa de
los beneficios, respetando las consideraciones de género y asegurando la certeza sobre
los derechos de la propiedad y la competitividad económica. La participación de grupos
indígenas es un reto; la ENAREDD+ reconoce 62 grupos indígenas con sus propias lenguas.
Las estrategias para la participación y la comunicación deberán comprometer y fortalecer a
los diferentes actores sociales para la participación de REDD+ y la implementación de salva-
guardas (de género, culturales, económicas, políticas y étnicas). La CONAFOR está dando
los primeros pasos para el desarrollo de un sistema nacional que garantice el cumplimiento
de las salvaguardas de REDD+ en colaboración con otras agencias del gobierno y grupos
interesados. Asimismo existen dos proyectos piloto en desarrollo (uno en las asociaciones
intermunicipales de Jalisco, y el segundo en la península de Yucatán), basados en los Están-
dares Sociales y Ambientales de REDD+ (REDD+SES, 2012). Estas dos experiencias serán
utilizadas para sacar conclusiones y aprendizajes.
9Distribución de beneficios REDD+ en México
2.2.2 Perspectivas en el Comité Técnico Consultivo REDD+ (CTC)
Es necesario informar a las partes interesadas acerca de cómo algunos elementos, como el sis-
tema MRV, basado en el desempeño, podrían dar forma a REDD+ y cuáles serían las implicaciones
para formar futuros esquemas de distribución de beneficios. Ésta también es una oportunidad para
involucrar otros participantes fuera del sector forestal e identificar los incentivos requeridos (Buss
et al., 2013b). De esta manera, al involucrar a los diferentes grupos de interés, será posible facilitar
vínculos en los diversos niveles y entre los distintos sectores para diseñar esquemas de distribución
de beneficios y abordar las causas de deforestación y degradación forestal (Buss et al., 2013b).
En México, el debate dentro del CTC sobre la distribución de beneficios ha sido vigoroso y de-
muestra opiniones divergentes. Por lo tanto, se estableció en 2012 un subgrupo para trabajar este
tema debido a su complejidad y presentar los hallazgos en las reuniones generales del CTC. La
mayoría en este subgrupo parecía ser de la opinión de que TODOS los beneficios REDD+ (recursos
provenientes de las ventas de créditos de carbono internacionalmente) deberían ser propiedad de
las comunidades/ejidos/propietarios que participan en REDD+. Sin embargo, el CTC parece haber
subestimado el hecho de que podría ser muy difícil identificar quienes no han deforestado, pero
lo hubieran hecho sin REDD+ (el problema de la adicionalidad, Figura 1). Además, el argumento
de que podría haber otros actores (además de los propietarios de bosques) que implementan
acciones REDD+ y que, por lo tanto, podrían “merecer” los beneficios de REDD+, fue rechazado
por miedo a que aquellos que “no merecen” los beneficios (podría decirse “agencias de gobierno”)
pudieran reclamarlos. La visión del subgrupo fue que era la obligación del gobierno proveer las
inversiones necesarias y que los beneficios deberían dirigirse a los propietarios de los bosques.
Figura 1. Ejemplo que muestra la dificultad de identificar quienes deberían recibir beneficios en relación con la reducción de la deforestación dentro de un área geográfica extensa.
Año 3: con REDD+Sin embargo con REDD+, la tasa de pérdida es reducida al 2%. Una parcela es “salvada”, pero es imposible determinar cuál.
Año 3: sin REDD+Continúa con 3% de pérdidas, seis parcelas serían despejadas al año siguiente.
Año 2 antes de REDD+
3 parcelas despejadas: tasa de pérdida 3%.
Año 1 antes de REDD+
Región con 100 parcelas intactas.
10 Distribución de beneficios REDD+ en México
La idea de sistemas diferenciados para la distribución de beneficios para créditos por cap-
tura de carbono y los asociados a la reducción de emisiones fue considerada, pero no se
tomó una decisión clara.
2.3 Acciones iniciales e iniciativas
La implementación de REDD+ en México seguirá un enfoque anidado que incluye los nive-
les nacional, sub-nacional (p.e. nivel estatal), regional (p.e. asociaciones intermunicipales), y
local (p.e. ejidos y municipios) (CONAFOR, 2012). La definición de líneas base y actividades
de MRV, serán agregadas en sistemas multi-escala. Como parte de una implementación por
etapas, México ha iniciado la preparación de actividades en áreas de acción temprana de
REDD+ (ATREDD+) a nivel sub-nacional, donde diferentes esfuerzos e iniciativas se encuen-
tran en desarrollo. Las actividades en las ATREDD+ ya iniciaron en Campeche, Chiapas, Ja-
lisco, Yucatán y Quintana Roo. Los resultados de estas experiencias van a generar lecciones
para la implementación nacional en la tercera fase de REDD+ en México.
Figura 2. Nicolás Bravo, Quintana Roo, México. Fuente: UICN.
Existen muchas iniciativas diferentes que están siendo implementadas como parte de la
preparación de REDD+ en México. Los esfuerzos iniciales incluyen el proyecto “Fortaleci-
miento del proceso de preparación para REDD+ en México y el fomento de la Cooperación
11Distribución de beneficios REDD+ en México
Sur-Sur financiado por NORAD (Proyecto México-Noruega) y el proyecto “Implementación
de acciones tempranas REDD+ en cuencas prioritarias en México a través de la construcción
de mecanismos de gobernanza a nivel local” (proyecto LAIF), financiado por la Agencia Fran-
cesa de Desarrollo y la Agencia Española para la Cooperación Internacional y el Desarrollo
a través de la Oficina Latinoamericana de Inversión (LAIF) (CONAFOR, 2013). USAID está
financiando la capacitación para REDD+ y la implementación de proyectos en una iniciativa
dirigida por The Nature Conservancy, en la Alianza México REDD+ (MREDD+) (Alianza, 2013);
otros socios de MREDD+ incluyen a Rainforest Alliance, el Woods Hole Research Centre y
Espacios Naturales para el Desarrollo Sustentable. Además, MREDD+, en colaboración con
la UICN, está también apoyando otros procesos, tales como, la integración de consideracio-
nes de género para REDD+ en el Plan de Acción para la Transversalización de la Perspectiva
de Género en REDD+ México (PAGeREDD+) y el análisis del marco programático y legal en
lo concerniente a género para REDD+. El Fondo de Inversión Climática está apoyando a Mé-
xico a través de dos proyectos en el Plan de Inversión Forestal para mejorar la rentabilidad
y sustentabilidad de las empresas forestales comunitarias en áreas rurales como parte de
las iniciativas de preparación para REDD+ (FIP, 2013). Paralelamente, existen otros esfuerzos
e iniciativas financiadas por BMUB y dirigidas por la UICN para asistir en la evaluación de
opciones de los esquemas de distribución de beneficios; TFD es parte de este proyecto. La
UICN está también iniciando un proceso regional en la península de Yucatán para fortalecer
las capacidades de la inclusión transversal de consideraciones de género en las estrategias
REDD+ a nivel estatal.
Existen otras iniciativas enfocadas específicamente en la evaluación de las características de
los esquemas de distribución de beneficios, por ejemplo un estudio sobre las opciones para
la distribución de beneficios dentro de REDD+ en México, conducido por el Consejo Civil
Mexicano para la Silvicultura Sostenible (CCMSS). Esto ha producido recomendaciones de
políticas para la distribución de beneficios en México.
2.3.1 El reporte del CCMSS
Durante el periodo en el cual este documento estaba en preparación para ser presentado en
el Diálogo sobre distribución de beneficios en México, un estudio paralelo estaba en marcha
por el CCMSS, que se encuentra actualmente a cargo del proceso del CTC en el país. El
estudio fue comisionado por la Alianza México REDD+ y financiado por USAID. El borrador
del informe se distribuyó en mayo de 2014 (“Elementos para el diseño del mecanismo de
distribución de beneficios para REDD+ en México: Informe final de consultoría”).
El informe tiene la intención de determinar la gama de opiniones sobre la distribución de
beneficios entre los diferentes actores involucrados en el proceso REDD+ en México, para
idealmente llegar a un consenso. El borrador establece que después de una extensa revisión
de la literatura, el trabajo se llevó a cabo mediante talleres sobre diferentes aspectos de la
12 Distribución de beneficios REDD+ en México
distribución de beneficios, con varios grupos de personas que participaron en los diversos
temas. Desafortunadamente, no se da información relativa a qué organizaciones o el número
de personas participaron en el proceso, pero entendemos que la CONAFOR fue un partici-
pante activo y es probable que miembros del CTC estuvieran involucrados.
El estudio tiene como objetivo hacer un análisis de los principios y elementos conceptuales
asociados a los esquemas de distribución de beneficios. Los principios considerados para
la caracterización de los esquemas de distribución de beneficios son: legalidad, legitimidad,
efectividad, eficiencia, equidad, adicionalidad y transparencia. Éstos tienen cierta superposi-
ción con los que hemos utilizado en el presente estudio; sin embargo, el borrador del reporte
de la CCMSS define la equidad de los esquemas de distribución de los beneficios en térmi-
nos de una “justa indemnización a las partes interesadas que participan en REDD+” así como
a los que tienen los derechos de carbono (p.e. los propietarios de terrenos forestales). Este
enfoque excluiría a los grupos más pobres de los beneficios de REDD+. No hay referencias
específicas sobre esquemas a favor de la reducción de la pobreza.
El documento describe las opciones para identificar a los beneficiarios, establecer los prin-
cipios aplicables a los esquemas de distribución de beneficios; también discute las dispo-
siciones institucionales y financieras generales para la distribución de beneficios y da una
descripción general sobre los aspectos legales asociados.
Figura 3. Área forestal ejidal en Quintana Roo, México. Fuente: UICN.
13Distribución de beneficios REDD+ en México
El marco propuesto establece definiciones para diferenciar entre “acciones REDD+”, que
son aquellas que tienen un impacto medible directo en los acervos y emisiones de carbono
y las “actividades REDD+”, que incluyen acciones más difusas (la alineación de las políticas
públicas). Esto puede producir confusión, ya que en los documentos de política general
sobre REDD+, el término “actividades” se refiere a las cinco opciones generales para mitigar
el cambio climático que figuran en el párrafo 70 de la decisión 1/CP.16 (la reducción de las
emisiones provocadas por la deforestación; la reducción de las emisiones derivadas de la
degradación forestal; conservación de las reservas forestales de carbono; el manejo sus-
tentable de los bosques; y el incremento de los acervos de carbono) (CMNUCC, 2011). En
cuanto a la compensación, el informe hace diferencia entre los incentivos, que podrían no
estar relacionados con el financiamiento basado en el desempeño con base en carbono y,
por lo tanto, podrían no requerir el cumplimiento de las condiciones de adicionalidad, y los
beneficios derivados del financiamiento internacional de carbono y que necesitan tener en
cuenta este factor.
El informe propone clasificar los beneficiarios potenciales en función de su experiencia y sus
posibilidades de implementación de acciones REDD+. Los recursos otorgados a las comu-
nidades menos experimentadas podrían ser utilizados para construir los mecanismos de
gobernanza y habilidades básicas para el manejo forestal (planes locales de uso del suelo),
mientras que los más adelantados podrían usarlos para propósitos más avanzados como la
capitalización de empresas forestales locales. Sin embargo, a las comunidades y a los ejidos
se les debe permitir llegar a acuerdos internos sobre cómo utilizar los recursos que pudieran
recibir por su participación en REDD+. Estos acuerdos también podrían incluir disposiciones
para la transferencia de beneficios a los miembros de las comunidades sin derechos for-
males al carbono. El informe también señala que los costos de transacción del sistema de
distribución de beneficios deben mantenerse lo más bajo posible.
El informe presenta dos escenarios para la evaluación de las ventajas y desventajas de los es-
quemas de distribución de los beneficios. El primer escenario considera la situación donde los
derechos al carbono no son claros y todos los beneficios son atribuidos inicialmente al gobierno
federal. Este escenario permite al gobierno asignar recursos a diferentes acciones y actores,
incluidos los pobres, pero el informe señala que podría ser demasiado discrecional, carecer de
transparencia y que existe el riesgo de que los recursos pudieran no alcanzar el nivel local. El se-
gundo escenario retrata la situación opuesta en donde los derechos de carbono son claros, y to-
dos los beneficios se asignan a los titulares de derechos sobre los bosques y selvas. Esto podría
ser un mecanismo legítimo para canalizar los recursos a nivel local; sin embargo, el gobierno aún
tendría que gestionar los recursos ya que las transacciones de REDD+ probablemente ocurran
a nivel país. No obstante, este enfoque podría no dejar lugar a la asignación de recursos a las
partes interesadas fuera de las zonas forestales y el proceso estaría condicionado a la efectividad
de los procesos de gobernanza local que en muchas regiones pueden no existir todavía.
14 Distribución de beneficios REDD+ en México
El informe presenta una estimación de los beneficios potenciales de carbono que México
podría obtener, basada en una revisión inicial de la literatura, los cuales estarían entre 20
a 25 millones de tCO2e/ha y un precio del carbono de 6 USD/tCO2e; este valor contrasta
con el valor de 25 USD/tCO2e utilizado en la Nota de Idea de Proyecto para la Reducción
de Emisiones (ER-PIN). En comparación con el presupuesto actual de la CONAFOR (4500
millones de pesos al año para subsidios), y de otras secretarías que participan en la pro-
moción del desarrollo rural, con un presupuesto de alrededor de 300 mil millones de pesos
al año, los beneficios potenciales de REDD+ parecen pequeños (de 1200 a 1500 millones
de pesos por año). El informe recomienda considerar solamente los beneficios monetarios
en los esquemas de distribución de beneficios. El argumento es que sería la decisión de
las comunidades o ejidos si el dinero recibido se debe utilizar para generar otros servicios
o comprar productos a nivel local, o si debe ser recibido como compensación en especie
desde el principio. Esto es bastante diferente a la perspectiva expresada por la CONAFOR
donde los fondos estarían destinados, esencialmente, para el fortalecimiento de la gestión
forestal, por ejemplo, mediante el pago de asistencia técnica, y tal vez, el pago de los salarios
de mano de obra para trabajos de silvicultura. En cualquier caso, puede que sea difícil para
las comunidades cabildear la prestación de servicios específicos (p.e. instalaciones de salud,
educación o infraestructuras nuevas), este tipo de negociaciones aumentaría las dificultades
del proceso de gestión y toma de decisiones.
Otra observación hecha en el informe sugiere mantener los fondos de beneficios de REDD+
separados del presupuesto de los diferentes programas públicos (incentivos). Si bien esto
puede ayudar a demostrar la adicionalidad de las acciones implementadas, las cuales po-
drían ser fácilmente rastreadas hacia los beneficios de REDD+, también puede requerir la
creación de nuevas estructuras para gestionar los recursos que generarían costos de tran-
sacción adicionales. Los esquemas para anidar la estructura institucional y de distribución de
beneficios, seguirían un enfoque de arriba hacia abajo. El modelo prevé un sistema anidado
en el que los beneficios relacionados con el desempeño se transferirían hacia abajo desde el
nivel nacional hasta los propietarios, empresas y organizaciones que trabajan en campo en la
ejecución de acciones de REDD+. Los estados se conciben con un papel importante como
intermediarios, así como las organizaciones regionales dentro de los estados.
El informe insiste en que las actividades apoyadas por los beneficios de REDD+ deben ser
adicionales, pero no discute las implicaciones de posibles mecanismos para evaluar el des-
empeño, cuantificar los beneficios de carbono o los retos para cuestiones como la agrega-
ción o anidación de líneas base y sistemas de MRV.
Los beneficios deben llegar a todos los habitantes que participan en las acciones que re-
sultan en una mejora en los recursos forestales y no sólo a aquellos que son formalmente
dueños del bosque. El modelo no deja claro si los beneficios relacionados con el desempeño
incluyen los beneficios por incrementos de carbono forestal, o si se limitan a los beneficios
por reducción de la deforestación y la degradación.
15Distribución de beneficios REDD+ en México
2.4 Nota Inicial del Programa de Reducción de Emisiones del FCPF
México, como un país REDD+, ha solicitado financiamiento por parte del Fondo de Carbono
del FCPF y entregó una ER-PIN describiendo la propuesta de una Iniciativa de Reducción
de Emisiones (IRE) nacional (ER-PIN, 2014). La IRE será implementada en Chiapas, Jalisco
y los tres estados de la península de Yucatán (estados seleccionados por CONAFOR como
parte de las áreas de acción temprana REDD+). Se calcula que la implementación de la IRE
podría reducir las emisiones un 1.75 MtCO2e por año (aproximadamente 8.75 MtCO2e para
el periodo 2016-2020). La ER-PIN propone que el 27% de las emisiones reducidas podrían
ser vendidas al Fondo de Carbono a un precio de 25 USD por tCO2e. Así el total de los
beneficios, obtenidos del Fondo de Carbono, serían aproximadamente de 60 millones USD
por el periodo 2016-2020 (12 millones USD por año). Aún es necesario determinar qué otros
incentivos estarían asociados al 73% restante de las reducciones de emisiones esperadas
(mercado voluntario local de carbono, PSA y otras políticas).
Figura 4. Mujeres en la laguna Las Palmas, Quintana Roo, México. Fuente: UICN.
La ER-PIN define ciertos elementos para la distribución de beneficios REDD+ que son con-
sistentes con el borrador de la ENAREDD+. Establece que México financiará, a nivel local,
la capacitación para el manejo de los bosques y continuará sus programas públicos en el
16 Distribución de beneficios REDD+ en México
sector forestal (p.e. Programa Nacional Forestal, PRONAFOR). Las políticas públicas finan-
cian el costo incremental del manejo sustentable en comparación con las prácticas del es-
cenario inicial, pero no cubren costos de oportunidad; el país continuará con sus programas
públicos financiados por recursos nacionales y, por consiguiente, cualquier pago recibido
por la reducción de emisiones será adicional a estos programas y no serán usados para
financiar dichos programas públicos. El objetivo es también balancear la distribución de be-
neficios de las intervenciones a nivel individual y comunitario; bajo este contexto, esquemas
financieros derivados de la IRE, beneficiarán a diferentes participantes, incluyendo mujeres,
jóvenes y otros habitantes, que tal vez, no tengan derechos sobre la tierra pero, cuyos es-
fuerzos han contribuido a la reducción de emisiones.
Derechos. Basadas en las leyes mexicanas, la ENAREDD+ y la ER-PIN establecen que la
propiedad sobre los acervos de carbono (el carbono capturado por la vegetación) recae en
los propietarios legales de la tierra; estos beneficios están inherentemente ligados a los árbo-
les y la vegetación presente en los terrenos. Un reto importante para muchos países es cómo
colaborar con los participantes de REDD+ cuando los derechos formales a la tierra u otros
derechos estatutarios o por tradición, no son muy claros (Hou, 2013; Buss et al., 2013b). Una
opción es crear contratos para las actividades REDD+, bajo las leyes existentes, mientras se
resuelven los derechos que aún no están claros (Buss et al., 2013b). No obstante, en México
los derechos legales sobre la tierra, generalmente, son claros: alrededor del 60% corres-
ponde al territorio de los ejidos y las comunidades indígenas que tienen derechos sobre ella;
30% es propiedad privada. Hay algunos casos de disputas fronterizas entre los ejidos donde
han surgido conflictos por el bosque, pero representa una pequeña proporción.
Lo que está menos claro son los derechos al carbono de aquellos actores que no son pro-
pietarios de terrenos forestales pero que podrían participar en REDD+; se ha reconocido
que es necesario involucrar a actores fuera del sector forestal para abordar efectivamente
las causas de la deforestación y degradación forestal. Por lo tanto, los beneficios pueden
ser compartidos con más actores, no sólo con los titulares con derechos sobre la tierra. Los
propietarios también tienen derecho a los beneficios de la reducción de emisiones (ER-PIN
página 63); pero, como veremos más adelante en la Sección 3.3, es difícil identificar exacta-
mente quién ha sido el responsable de la reducción de emisiones.
Beneficios distintos al carbono (cobeneficios). La ENAREDD+ y la ER-PIN reconocen que
REDD+ tiene el potencial para producir beneficios no asociados al carbono, tales como los
servicios hidrológicos, la biodiversidad, la reducción de la pobreza, el empleo, el fortaleci-
miento del capital social, la transparencia y la participación.
Principios. Como se establece en la ER-PIN, el objetivo es avanzar en el diseño de un es-
quema de distribución de beneficios equitativo, transparente y efectivo para controlar las
causas de la deforestación y la degradación forestal.
17Distribución de beneficios REDD+ en México
Alcance. La ER-PIN indica que la IRE generará pagos basados en los resultados sólo para
las emisiones reducidas (p.e. reducción de deforestación y la degradación forestal, ver sec-
ción 16.1 de la ER-PIN). Por lo tanto, los esquemas de distribución de beneficios, en este
contexto, no incluyen o premian el aumento de los acervos de carbono. Asimismo, los be-
neficios por reducciones de emisiones serán sobre la base de pagos por insumos y no por
pagos por desempeño (Tabla 1). No se sabe qué pasará con la eventual captura de carbono
obtenida a nivel local. Posiblemente (dado que la ER-PIN reconoce que tales incrementos
en acervos pueden ser atribuidos a comunidades individuales), las comunidades podrían
en principio vender los créditos de captura de carbono relacionados con el incremento fo-
restal, por ejemplo, en el mercado voluntario de carbono. Aunque este tema aún necesita
ser clarificado.
Tabla 1. Características de los esquemas de distribución de beneficios basados en insumos y desempeño
Sistemas de beneficios basados en desempeño
Sistemas de beneficios basados en insumos
Bases para la distribución de beneficios
Los beneficios serán proporcionales al nivel de los resultados obtenidos (reducción de emi-siones, incremento en el volumen de agua en el río, cantidad de árboles sembrados y que sobreviven).
Las compensaciones reflejan el esfuerzo rea-lizado, las actividades llevadas a cabo para el manejo forestal y el tiempo invertido.
Requerimientos de evaluación del nivel de compensación
Una línea base cuantitativa contra la cual las mejoras se puedan comparar, y medidas cuan-titativas de los resultados.
Prueba de que las actividades se han realizado apropiadamente.
Adicionalidad Únicamente las ganancias que de otra manera no hubieran tenido lugar, están sujetas a com-pensaciones. Por consiguiente, los propietarios que nunca han deforestado no podrán reclamar ninguna compensación.
Todas las actividades aprobadas con la intención de mejorar el manejo forestal serán compensa-das, por lo tanto, los propietarios que siempre han protegido los bosques podrían recibir com-pensaciones, así como los que acaban de iniciar actividades como resultado del programa.
Procedimiento General. La implementación de la IRE, como se describe en la ER-PIN, indica
que en las áreas del proyecto, las agencias de implementación locales propondrán planes de
inversión que deberán ser aprobados por los comités a nivel estatal, compuestos por un am-
plio espectro de consejeros. La propuesta plantea que para cubrir los gastos, los recursos irán
del Fondo de Carbono a un fondo local regional (estatal o interestatal). Los planes de inversión
aprobados recibirán del gobierno federal, en una fase inicial, un financiamiento por adelantado
a través de los programas actuales. Estos fondos iniciales no se recuperarán del financiamiento
basado en resultados y son parte del compromiso del gobierno mexicano para empezar las
actividades de mitigación del cambio climático en el sector forestal. Después de uno a tres
años, siguiendo la implementación inicial, los beneficios de carbono serán calculados (reporta-
dos y verificados), los créditos “vendidos” al Fondo de Carbono del FCPF y el dinero recabado
será usado para financiar actividades nuevas en el plan de los años subsecuentes.
18 Distribución de beneficios REDD+ en México
Los arreglos institucionales se harán en los niveles locales y regionales entre el gobierno, las
agencias implementadoras y los participantes relevantes para decidir cómo compartir esos
beneficios a un nivel regional teniendo en cuenta el esfuerzo colectivo.
Los esquemas de distribución de beneficios acordados ayudarán a desarrollar las activida-
des de los participantes locales (comunidades y ejidos), así como de los identificados como
de alta prioridad. Es importante que los planes de acción y los esquemas de distribución
de beneficios, derivados de la ER-PIN y la IRE, consideren las notas guía para un diseño
de REDD+ sensible al tema de género. Esto permitirá identificar los “riesgos basados en el
género o beneficios desiguales” durante las actividades de preparación y la implementación
de salvaguardas (por ejemplo, la inequidad de género en la tenencia de tierra tendría que ser
abordada para asegurar resultados equitativos de REDD+) (UN-REDD+, 2013); sin embargo,
esto no está específicamente declarado en los textos mexicanos. Los principales requisitos
relativos a salvaguardas provienen del marco metodológico del Fondo de Carbono.
19Identificación de problemas y brechas
3 Identificación de problemas y brechas
Para apoyar la discusión de los temas asociados a los esquemas de distribución de benefi-
cios, es necesario tener claridad sobre algunos conceptos básicos relacionados con la defi-
nición de los beneficios de REDD+ y los elementos específicos asociados, como pueden ser
la definición de las actividades que pueden ser incluidas, la elegibilidad para recibir pagos por
resultados, y el origen y control del financiamiento basado en desempeño. En esta sección
se analizan algunos de estos conceptos:
3.1 Definición de “beneficios” en los programas nacionales REDD+
REDD+ comenzó con un enfoque centrado en la reducción de emisiones de carbono como medio
para mitigar el cambio climático, aunque gradualmente ha incluido algunas medidas para incre-
mentar los beneficios no asociados al carbono. En Doha, en 2012, la COP decidió que el programa
de trabajo para definir el financiamiento, basado en resultados, debería incentivar dichos cobene-
ficios y se dio instrucciones al SBSTA para trabajar en la metodología asociada (CMNUCC, 2013).
Esto representa un enfoque nuevo de la política previa aunque no se ha adoptado ninguna decisión
sobre este tema en la CMNUCC. La nueva idea sin duda planteará importantes desafíos para el
diseño e implementación de las actividades REDD+ y los esquemas de distribución de beneficios.
Aunque existen métodos para evaluar el desempeño de carbono, sin embargo, la medición del
desempeño de los resultados no asociados al carbono no es fácil (Buss et al., 2013b).
La idea es que al seleccionar las actividades que se llevarán a cabo, los países o las partes inte-
resadas a nivel local puedan hacer ponderaciones entre los beneficios de carbono y otros bene-
ficios. Si las actividades a desarrollar producen más beneficios locales no asociados al carbono a
expensas de los beneficios de carbono, esto significaría que se podría recibir un pago más bajo
basado en carbono en comparación con la opción de carbono más efectiva disponible (p.e. al
aumentar la producción de madera en lugar de conservar los bosques o cuando las prácticas
promueven el uso de las especies de árboles locales de usos múltiples que pueden no maximizar
20 Identificación de problemas y brechas
la captura de carbono). No obstante, hay que reconocer que puede haber casos donde los be-
neficios de carbono y los beneficios no asociados al carbono sean también complementarios.
Figura 5. UICN y CONABIO generando línea base de indicadores socioeconómicos para REDD+, pe-nínsula de Yucatán. Fuente: UICN.
Tras la implementación de los programas nacionales REDD+ en la Fase 3, los países pueden
acceder al financiamiento basado en resultados de carbono (a través de la “venta” de los
créditos de carbono, o lo que generalmente se considera “financiamiento de carbono”). Para
México, los beneficios REDD+ en el contexto internacional, se refieren al financiamiento por
desempeño de carbono. Sin embargo, en las primeras fases de implementación, el financia-
miento que no se basa en los resultados de carbono puede ser utilizado, y estas inversiones
pueden considerarse beneficios en sí mismas, debido a que también crearán nuevas capa-
cidades. Por otra parte, existen beneficios no asociados al carbono. El Anexo 1 proporciona
una descripción de estos beneficios potenciales REDD+.
3.2 Identificación de actividades elegibles para la cuantificación de beneficios
Dentro de los programas de los países o estrategias nacionales REDD+ habrá la necesi-
dad de ligar las reducciones de emisiones y los incrementos en captura de carbono con
21Identificación de problemas y brechas
actividades y áreas geográficas específicas, en parte para propósitos de distribución de
beneficios, y en parte, para dar retroalimentación sobre cuáles actividades son más exitosas,
con el fin de ajustar las políticas internas y éstas puedan ser mejor dirigidas. Todavía no está
claro cómo será operacionalizado, pero sí está claro que diferentes tipos de actividades
podrán incluirse, tales como:
Tipo A. Actividades desarrolladas dentro de los bosques. Actividades de manejo y conserva-
ción forestal consideradas elegibles para REDD+, incluyen silvicultura, mejores técnicas de
producción maderera, control de fuego, actividades de conservación, entre otros.
Tipo B. Actividades desarrolladas fuera de los bosques. Se realizan esencialmente fuera
de los bosques pero pueden afectar indirectamente las áreas forestales y la densidad de la
biomasa dentro de ellas. Por ejemplo, el alargamiento de los ciclos de la agricultura rotatoria
puede incrementar la densidad promedio de biomasa en los bosques usada para este tipo
de producción; la alimentación de ganado en establos, en lugar de pastoreo en el bosque,
debería incrementar los índices de regeneración; las estufas mejoradas y los hornos de car-
bón pueden reducir la extracción de combustibles de madera. Estas actividades podrían
implementarse para abordar causas específicas de deforestación y degradación forestal.
Tipo C. Políticas Generales (transversales, entre sectores). Hay actividades que pueden afec-
tar la cubierta forestal y la densidad en áreas extensas y mal definidas, por ejemplo, los
institutos de investigación agrícola que hacen trabajos de investigación y luego promueven
prácticas como el alargamiento de los ciclos de la agricultura rotatoria, prácticas de manejo
ganadero y las estufas mejoradas, podrían declarar que sus actividades también están te-
niendo efecto en los bosques. Más allá de esto, es posible que algunas políticas sectoriales
y macroeconómicas y leyes de planeación tengan impacto en las tasas de deforestación en
un sentido más amplio (la Secretaría de Agricultura podría cambiar sus políticas de subsidios
para la agricultura). Estas actividades también serían implementadas para abordar causas
específicas de deforestación y degradación forestal.
En el discurso internacional sobre REDD+ existe un creciente énfasis en un enfoque “de
paisaje” para REDD+ (Bernard et al., 2013; CIFOR, 2013). Entendemos que un enfoque de
paisaje incluirá actividades dentro y fuera de los bosques (p.e. tendría que incluir, al menos,
actividades Tipo A y B, e incluso actividades Tipo C), debido a que el éxito en la reducción de
la deforestación y la degradación de los bosques a nivel local se logrará sólo al abordar las
causas subyacentes e inmediatas.
3.3 Identificación de beneficiarios
Dado que el desempeño de carbono se cuantifica dentro de áreas forestales en relación
con una línea base, se puede argumentar que los propietarios de los beneficios asociados
deberán ser los individuos, grupos u organizaciones que tengan derecho sobre esas tierras.
22 Identificación de problemas y brechas
Pero podrían no ser los únicos participantes quienes deberían recibir compensación como
parte de REDD+. Una intervención integral incluiría acciones fuera de la superficie forestal y
algunas actividades y costos tendrían que ser cubiertos por los actores que no son propie-
tarios de los bosques. Es necesario abordar apropiadamente las causas de las emisiones en
sectores como la agricultura. Entonces, los costos totales de la implementación de REDD+
incluirán los costos de implementación, transacción y de oportunidad de acciones tomadas
en bosques (las actividades Tipo A mencionadas más arriba) para las cuales, los ganancias
de carbono se pueden cuantificar, y también aquellos costos relacionados con la implemen-
tación de actividades Tipo B y C. Estos costos podrían ser sufragados por actores interesa-
dos que no sean propietarios de los bosques. Por lo tanto, mientras los implementadores de
las actividades REDD+ dentro de los bosques podrían calcular sus costos, y la compensa-
ción que podrían solicitar, el costo total de REDD+ sería más alto. De tal manera el pago que
un país podría recibir por los créditos de carbono producidos en sus bosques, no sería igual
a las compensaciones para las partes interesadas con derechos sobre las tierras forestales.
Existe, de hecho, un problema fundamental, pero poco entendido para identificar quién
debería recibir los beneficios por no deforestar (Figura 1). Mientras es difícil identificar quién
es el responsable de la reducción de emisiones (Figura 1) es más fácil identificar a los res-
ponsables de los aumentos en captura de carbono (manejo y conservación forestal). En
donde las líneas base se han constituido a nivel regional (o a cualquier nivel más alto que
el de la propiedad individual) no es posible identificar a los propietarios de los bosques
que deberían ser compensados por evitar o reducir la deforestación (aunque el aumento
en acervos de carbono en bosques, sí puede ser atribuido, si se mide en el sitio) (Balderas
Torres y Skutsch, 2012).
3.4 Criterios para la distribución de beneficios entre los beneficiarios
Existe la necesidad de idear esquemas de distribución de beneficios horizontales y vertica-
les. A menudo se asume que dentro de los programas nacionales los beneficios financie-
ros de fuentes internacionales deberían simplemente ser repartidos entre los participantes
elegibles, de acuerdo al desempeño de cada uno de ellos y calculado en términos de las
toneladas de carbono que cada participante ahorre, modelo al que con frecuencia se hace
referencia como un “esquema de distribución de beneficios basado en desempeño” (Ta-
bla 1). Sin embargo, existen medidas alternativas de distribución de los beneficios REDD+
donde los beneficios están ligados al desempeño, en términos de insumos y esfuerzo y no
en términos de resultados (de carbono). Éstos pueden ser identificados como “Esquemas de
distribución de beneficios basados en insumos” (Tabla 1).
Como hemos mencionado antes y en la Figura 1, es imposible identificar los beneficiarios
en el caso de reducción de deforestación, a menos que cada propiedad tenga su propia
23Identificación de problemas y brechas
línea base. Además, los sistemas basados en resultados no beneficiarían a propietarios que
hayan practicado la conservación antes y continúen con esas actividades (Cuadro 1) debido
a que los escenarios de referencia se basan en tendencias históricas y no pueden mostrar
ninguna ganancia de carbono adicional. Los sistemas basados en insumos, por otro lado,
requieren mucho menos información sobre el desempeño a nivel local, pero hace que los
beneficios tengan que ser repartidos entre un número mayor de participantes. La opción
entre estos dos enfoques, fundamentalmente diferentes para la distribución de beneficios
REDD+, es crucial, debido a las implicaciones ambientales, económicas, políticas y sociales
divergentes.
Bajo las políticas de la CMNUCC, la conservación de los acervos de carbono está incluida como una de las cinco actividades o elementos REDD+. Esta propuesta se presentó en el contexto internacional como resultado de la ne-gociación de varios países, encabezados por la India. La razón es que la India y otros países desde hace varias décadas han implementado acciones para reducir los índices de deforestación, hasta lograr un nivel de casi cero en el úl-timo periodo. Esto significa que ya no pueden reducir, aún más, los índices de deforestación y no podrían participar en REDD+. La injusticia fue clara para to-das las partes y el reclamo de la India de que también la conservación debería ser fomentada y premiada, fue aceptado. Sin embargo, no se ha desarrollado ningún mecanismo para premiar la conservación a nivel internacional.
La esencia de REDD+ es la adicionalidad –para detener la pérdida de bosques que de otra manera serían deforestados–, lo que significa menos emisiones de CO2e o el incremento de las masas forestales, lo cual aumentaría la can-tidad de CO2e capturado. Este carbono tendrá un valor en el mercado o de intercambio por tonelada. Si un país conserva su acervo, no hay cambio en la tasa o flujo de carbono, y por lo tanto, no hay bases para cuantificar su valor. Aunque se han propuesto algunos instrumentos (“Acervo y flujo”, por ejemplo, en el que una proporción de los créditos de la reducción de D&D y el mejora-miento de los acervos, serían utilizados para el pago por conservación), nadie ha definido sobre qué base este dinero debería ser distribuido entre los países que conservan sus acervos de carbono forestal.
El problema es igualmente difícil de resolver dentro de los países a nivel sub-nacional. La solución más simple es dividir una parte de los créditos “gana-dos” entre aquellos participantes que han reducido sus emisiones o que han incrementado sus tasas de captura, para distribuirlo entre quienes tienen buen manejo de sus bosques, incluyendo a quienes sólo conservan. Significaría que muchas más personas podrían recibir una parte de los beneficios, pero dado que existe una cantidad fija de beneficio disponible, cada uno recibiría menos en relación con lo que aportó.
Cuad
ro 1. La d
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remiar la co
nservación d
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ono
24 Identificación de problemas y brechas
En cuanto a la distribución horizontal de los beneficios a nivel local, surgen otras dificultades.
Si el bosque tiene un solo propietario, podría ser claro que esa persona debería ser elegi-
ble para recibir compensaciones. Sin embargo, si el bosque es de propiedad comunal, el
receptor inicial de los beneficios sería visible (es decir, la comunidad), pero surgirían algunas
preguntas acerca de cómo debería ser la distribución interna.
En México, por ejemplo, aunque el 60% de los bosques tiene propietarios legalmente defini-
dos, existe un 30% de familias viviendo dentro de esas comunidades que no tienen derechos
formales sobre las tierras o a la propiedad común, con diferentes categorías de exclusión, lo
cual causaría dificultades para la distribución de beneficios.
3.5 Fuentes de financiamiento de los pagos basados en el desempeño de carbono
En la Fase 3 se espera que el financiamiento de pagos REDD+ provenga de los mecanismos
internacionales basados en desempeño. Por lo tanto, el financiamiento será definido por el
número de créditos de carbono que un país pueda demostrar, en referencia a las líneas base
nacionales, y al precio pagado por cada tonelada de CO2e.
El uso de una línea base nacional implica que los créditos de carbono que un país sería ele-
gible para recibir en un periodo dado, reflejaría el total nacional de sus logros en reducción
de emisiones y captura de carbono durante ese periodo. Se debe reconocer que en este sis-
tema las ganancias en algunas partes del país podrían ser contrarrestadas por las pérdidas
en otras regiones. Este enfoque permite lidiar con el problema de fugas o desplazamiento
de emisiones a otras ubicaciones cuando una región está trabajando en REDD+ y otra no,
y permite asegurar la integridad ambiental del sistema a nivel nacional. Sin embargo, en un
sentido más general esto también genera asuntos de equidad cuando se entiende como
mérito/desempeño basado en acción individual ya que el desempeño y la compensación
para los participantes en un área dependerían no solamente de su esfuerzo y resultados sino
del desempeño de otros actores en otras regiones del país.
Aún no está claro, si a largo plazo, los recursos para el financiamiento basado en resultados
en la Fase 3 de REDD+, serán producidos a través de un mercado dentro de la CMNUCC, un
fondo global, o un mercado de carbono voluntario. Por lo pronto, en la COP19 en Varsovia se
estableció que por el momento REDD+ no debe considerarse un mecanismo de mercado,
sino un mecanismo de incentivos (UNFCCC, 2014). Si un mecanismo de mercado ha de ser
adoptado después, esto tendría que ser negociado en el marco del programa relativo a los
mecanismos de mercado dentro de la CMNUCC (véase la decisión 9/CP.19 p.6, 7, 18). Como
con cualquier programa basado en incentivos, se espera que la participación en REDD+
genere beneficios netos a los países participantes, de lo contrario, estarían en una peor si-
tuación por lo que se cuestionaría la conveniencia de participar en dichos esfuerzos.
25Identificación de problemas y brechas
Una cuestión clave es definir si la implementación de REDD+ recaería únicamente en el finan-
ciamiento internacional o si será financiado también con recursos nacionales para combatir la
deforestación y promover el manejo sustentable de los bosques. En el caso de México, está
claro que los programas actuales continuarán su curso para seguir otorgando recursos para el
manejo forestal. Pero para la mayoría de los países no se ha definido si los fondos nacionales
serán combinados con aquellos basados en desempeño provenientes de fondos internacio-
nales. Tampoco está claro si estos fondos serían fusionados con los programas de subsidio
existentes o si serían diferentes. Los mercados voluntarios de carbono a nivel nacional podrían
también ser creados, aunque falta claridad sobre cómo se relacionaría la contabilidad interna
de estos créditos de carbono con la contabilidad y las líneas base nacionales. Un reto crítico
es asegurar la integridad ambiental y evitar la doble contabilidad. Otro reto es que el financia-
miento de REDD+ sea relativamente bajo, por lo tanto, se requerirían recursos locales; pero en
este caso, si las actividades tienen lugar con recursos existentes, el temor es que los recursos
de REDD+ no produzcan resultados adicionales.
Figura 6. Comprendiendo la dependencia de las poblaciones rurales hacia los bosques, península de Yuca-tán. Fuente: UICN.
3.6 Control del flujo de beneficios basados en el desempeño de carbono
Es probable que inicialmente el flujo de beneficios de REDD+ a nivel internacional se otor-
gue al gobierno nacional aunque aún falta definir cómo serán transferidos los recursos a los
26 Identificación de problemas y brechas
países en REDD+. Dependiendo de cómo se realice la implementación subnacional REDD+
y de cómo se establezcan las líneas base anidadas y los sistema de MRV, el desempeño
podría ser evaluado a nivel regional y parte de los beneficios podrían atribuirse a regiones
específicas (es decir, un esquema de distribución de beneficios vertical). Sin embargo, se
necesitará un sistema central de contabilidad de beneficios debido a que inicialmente las ac-
tividades REDD+ estarían muy dispersas en el país y serían operadas por muchas agencias
independientes, organizaciones, comunidades, etc.
Dentro de las iniciativas regionales o locales, los esquemas de participación de beneficios ten-
drían que distribuirse horizontalmente entre los diferentes actores participantes (Buss et al.,
2013b). Esto, a su vez implica que estas entidades independientes a nivel subnacional registrarán
sus créditos en una base de datos central; pero no está claro si los proyectos individuales podrán
intercambiar sus propios créditos de carbono directamente con los mercados internacionales o
con compradores, ya que el total de los créditos que el país puede solicitar es calculado ex post a
nivel nacional basado en el desempeño conjunto, y las pérdidas a nivel nacional tendrían que ser
incluidas en los resultados a nivel proyecto. Como se mencionó anteriormente, existe el riesgo de
que el buen desempeño en una región sea anulado por el incumplimiento de otra.
Por otro lado, dado que la mayoría de las actividades de manejo forestal están descentra-
lizadas (al menos en el caso de México), es posible que haya una considerable resistencia
pública a un modelo en donde todos los créditos sean reclamados por una agencia guber-
namental, aún asegurándoles que los fondos correspondientes serán entregados luego a
los participantes registrados. Este dilema aún no ha sido resuelto ni en México ni en ningún
otro país. Ha habido sugerencias de agencias que trabajan en los mercados voluntarios de
carbono (normalmente bajo el término de un “sistema REDD+ anidado”) sobre la idea de
que cada proyecto individual tendría que dejar una reserva o buffer (digamos 20%) de sus
créditos, para cubrir cualquier pérdida que se genere a nivel nacional, pero esto aún no ha
sido aceptado ampliamente. En este contexto, los propietarios participando en proyectos
individuales podrían cuestionar por qué deberían de “pagar” por pérdidas del sistema en
otros lados lo que puede percibirse como “injusto” y no equitativo.
3.7 Focalización social
Ha habido muchas exigencias sobre “equidad” en la distribución de beneficios REDD+, la
mayoría vislumbran la focalización social con el fin de que las comunidades e individuos po-
bres y marginados sean incluidos y reciban atención especial. Es posible esperar dificultades
en el diseño de un sistema de distribución de beneficios a favor de la reducción de la pobreza
basado en necesidades. Esto se debe a que: (1) los recursos (bosques) están más frecuente-
mente en manos de los miembros mejor posicionados de las comunidades (los avecindados
y posesionarios de las clases socioeconómicas bajas en los ejidos/comunidades mexicanas
son jornaleros o arrendatarios) y, por lo tanto, (2) en general, no son los pobres si no los
27Identificación de problemas y brechas
que están relativamente mejor quienes están involucrados en actividades que generan más
deforestación y degradación (como la agricultura permanente y el desarrollo urbano, aprove-
chamiento maderable no sustentable, sobrepastoreo en bosques, etc.).
Si REDD+ ha de ser eficiente y eficaz en la reducción de las emisiones, pero al mismo tiempo
inclusivo con las personas de escasos recursos, tendrían que seleccionarse actividades es-
pecíficas que se enfoquen en los pocos usos que los pobres hacen de los recursos foresta-
les comunales. Esto podría implicar ciclos de agricultura rotacional, y la recolección de leña,
por ejemplo. De hecho, dirigir las actividades REDD+ a las actividades de los pobres, debería
ser más fácil y barato de implementar que dirigir las actividades hacia la población rural más
favorecida. Sin embargo, sería poco probable que las intervenciones de este tipo sean efec-
tivas en la reducción de las emisiones globales. Como lo hemos señalado, los pobres no son
la causa del problema, y eso significaría que menos recursos financieros estarían disponibles
para incentivar a los que son responsables de la porción más grande de la D&D existente. Un
esquema de distribución de los beneficios socialmente progresivo, de este tipo, podría ser un
enfoque cuestionable desde un punto de vista netamente económico y ambiental.
Una mejor estrategia para asegurar que las personas de escasos recursos y las que no tie-
nen tierras o derechos forestales, obtengan al menos algunos beneficios REDD+, sería ase-
gurar que este grupo en particular, tuviera prioridad para desarrollar empleo que se genere
a partir de REDD+. El trabajo, sin duda, será requerido para actividades de silvicultura, y por
ejemplo, para las brigadas de monitoreo o de prevención de incendios; podría establecerse
en los protocolos de la comunidad que los grupos más marginados de la población obtendrá
la primera oportunidad para cualquier tipo de empleo.
Este tipo de política pública, claramente, no es óptima desde una perspectiva de mitigación,
pero tiene precedentes. El programa de PSA en México, considera el criterio social como
prioridad en la selección de comunidades para recibir apoyo, y ha pagado a las comunida-
des un precio único por hectárea sin importar el riesgo real de deforestación o los costos
reales de oportunidad. Como resultado, el programa ha sido fuertemente criticado por ser
inefectivo (Alix García et al., 2005, 2012; Muñoz Piña et al., 2008), o al menos altamente in-
eficiente en alcanzar sus metas ambientales. La mayoría de los fondos han sido destinados
a comunidades que no habrían deforestado o para aquellas partes de los bosques dentro
de los territorios de las comunidades que no estaban bajo amenaza (por ejemplo las partes
menos accesibles de sus bosques). Por otro lado, a nivel intercomunitario el enfoque con un
criterio social para PSA fue en parte el resultado del proceso de consulta pública donde los
grupos de interés estaban fuertemente involucrados.
Otro tema que es todavía menos claro es si las políticas de distribución de beneficios de este
tipo serían aceptables a nivel intracomunitario, donde a menudo hay conflictos entre grupos
sociales. Más aún, dado que los ejidos y comunidades en México tienen derecho a manejar
sus recursos y en gran medida escribir sus reglas, será necesario definir si las reglas de dis-
tribución interna de los beneficios REDD+ se podrían imponer desde afuera.
28 Identificación de problemas y brechas
La focalización social con perspectiva de género es otro tema que ha surgido en las discusio-
nes sobre equidad en REDD+ en los circuitos internacionales. Asegurar que las mujeres y los
hombres sean tratados con equidad, enfrenta casi los mismos problemas que la focalización a
favor de la reducción de la pobreza: habitualmente, las mujeres no participan en las actividades
que dan lugar a la deforestación o degradación (p.e. tala, pastoreo en el bosque, producción
de carbón vegetal), aunque en muchos países se dedican a la recolección de leña.
Figura 7. Aplicación de la Herramienta de Medios de Vida y Bosques (Poverty-Forests Linkages Toolkit) en México. Fuente: UICN.
3.8 Otros elementos para el diseño de esquemas de distribución de beneficios
Las secciones anteriores discuten algunos de los aspectos que deben ser incluidos en el
diseño de esquemas de distribución de beneficios REDD+. Sin embargo, existen otros ele-
mentos que deben ser tomados en cuenta, como la consideración de la temporalidad de la
distribución de los recursos (ex post o ex ante o una mezcla de ambos), la forma como los
beneficios deberán ser entregados (en efectivo o en especie), y si debería o no haber res-
tricciones sobre cómo deben ser usados esos beneficios (por ejemplo para propósitos de
futuro manejo forestal, para instalaciones comunitarias, etc.). Estos factores deben tenerse
en cuenta en el diseño de esquemas de distribución de beneficios. Para una descripción
completa y discusión de estos temas, por favor consulte los documentos anteriores publica-
dos como parte del TFD, por ejemplo Hou (2013), y Buss et al. (2013b). La Tabla 2, presenta
29Identificación de problemas y brechas
una lista de temas concretos para el diseño de esquemas de distribución de beneficios en
el contexto específico de México, pero que podrían ser considerados para la discusión en
otros países y regiones.
Tabla 2. Resumen de problemas asociados al diseño de esquemas de distribución de be-neficios para REDD+ en México.
Problema Naturaleza del problema/brechaBreve discusión de los desafíos
para abordar el problema en México
1. Escala de beneficios de carbono para diferentes ac-tividades REDD+.
Hay alta incertidumbre sobre cuánto carbono se ahorrará con los diferentes tipos de actividades REDD+. A nivel nacional los problemas 3 a 7 de esta tabla contribuyen al problema de la determinación de la escala de los benefi-cios de carbono que podrían ser generados.
No existe casi ningún estudio que determine la efectivi-dad de las diferentes actividades REDD+ en términos de las ganancias de carbono, pasarán algunos años antes de que tal información pueda ser generada. En la ER-PIN se proporcionan estimaciones regionales preliminares para las áreas piloto, pero éstas no incluyen el aumento en los acervos de carbono.
2. Falta de derechos o dere-chos al carbono poco claros.
Los titulares de derechos constituyen solo del 50 al 70% de la población en las comunidades rurales. Si solamente son elegibles los titulares de los derechos legales, los más pobres (que no tengan derechos) po-drían ser excluidos de los bosques y de los beneficios REDD+. Si también se implementan actividades fuera de los bosques, tales propietarios no tendrían derecho al carbono forestal.
Con el fin de evitar un resultado desigual, la ENAREDD+ establece la necesidad de crear esquemas de distri-bución de beneficios, incluyendo también a las partes interesadas sin derecho a la tierra, y por lo tanto, a los beneficios de carbono. Sin embargo, esto podría estar en contradicción directa con la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable.
3. Anulación interna de resul-tados en áreas con buen des-empeño por malos resultados en otros lugares.
Como se describe en el texto, en algunos lugares las ganancias pueden ser neutralizadas por las pérdidas en otras regiones. Si las pérdidas contrarrestan los beneficios a nivel nacional, puede que no sea posible recompensar a los estados por su desempeño completo, o proporcionar fondos en un segundo periodo de finan-ciamiento basado en carbono.
¿Cuáles consideraciones se adoptarán para evitar este problema dentro y fuera de los estados de ejecución de la IRE? Sin reglas claras para la distribución de los beneficios, los problemas de adicionalidad y de equidad surgirán, dada la dificultad para medir el desempeño local para el caso de la reducción de D&D.
4. Alcance de los sistemas de distribución de beneficios, sin incluir aumento en los acer-vos de carbono.
La ER-PIN se ocupa de las reducciones en D&D, pero no de las ganancias que podrían obtenerse a partir del aumento de los acervos de carbono de los bosques. No ha quedado claro si las comunidades son libres de medir, certificar y vender la captura de carbono en el mercado voluntario de forma independiente a REDD+.
Existe una normativa nacional para un mercado voluntario de carbono forestal en fase de desarrollo que podría definir cómo las comunidades pueden participar en los merca-dos. Sin embargo, el financiamiento por adelantado puede ser necesario para cubrir los costos de transacción. Datos de los sistemas de MRV y líneas base pueden ayudar a re-ducir los costos de transacción de información y permitir la participación en dichos mercados. Es necesario establecer disposiciones específicas en el texto de la ENAREDD+ o en documentos derivados de la aplicación de la IRE.
5. Inclusión de las activida-des REDD+ en tierras no forestales.
Si las causas de las emisiones deben ser abordadas, esto implicaría la implementación de actividades fuera del bosque e incentivar actores que no están dentro del bosque (por ejemplo en tierras agrícolas). Este plantea-miento holístico exige la inclusión de actividades Tipo B y Tipo C fuera de los bosques.
El enfoque de paisaje declarado en la ER-PIN/ENAREDD+, implica que las actividades que promueven el desarrollo rural sustentable incluirán también intervenciones fuera de tierras boscosas. Esto debe tenerse en cuenta en la esti-mación de las posibles ganancias de carbono. Es necesaria una definición clara de las actividades elegibles en las reglas generales para la preparación de los planes de inversión.
Continúa
30 Identificación de problemas y brechas
Problema Naturaleza del problema/brechaBreve discusión de los desafíos
para abordar el problema en México
6. Adicionalidad de activida-des REDD+.
La adicionalidad de carbono es un problema importante en REDD+. Los fondos basados en resultados necesitan dirigirse a lugares que están seriamente en riesgo de D&D. Sin embargo, puede no ser visto como legítimo por las comunidades que han mantenido en el pasado sus bosques en buen estado y también podría excluir la participación de los miembros más pobres de las comunidades.
Los esquemas necesitan definir si los beneficios serán distribuidos en todas las áreas, o sólo en las áreas con alto riesgo de deforestación y/o degradación. Los sis-temas podrían promover acciones que incrementen los ahorros de carbono, pero también deberían incluir recom-pensas para aquellos que han logrado un buen manejo de sus bosques históricamente. Un equilibrio debe ser en-contrado. El rendimiento y la adicionalidad se miden con las líneas base en un sistema anidado (p.e. REL/RL). Es fundamental crear estas líneas base teniendo en cuenta las trayectorias de desarrollo local y las necesidades de las diferentes actividades REDD+, incluyendo incentivos para las acciones a favor de la reducción de la pobreza.
7. Incentivos para la conser-vación.
Está claro que la conservación necesita ser recompensa-da, pero no está claro cómo. Se puede argumentar que las prácticas de conservación en curso podrían ser no adicionales, pero esto dependerá de cómo se establecen las líneas base teniendo en cuenta las trayectorias espe-radas de las diferentes actividades REDD+ en diversas regiones.
Las líneas base se pueden diseñar de tal manera que los pagos por zonas bien conservadas pudieran ser iguales a los pagos en zonas degradadas/ deforestadas (Balderas Torres et al., 2013). Otra alternativa es promover activida-des productivas que no reduzcan las reservas de carbono forestal. Es necesario identificar políticas específicas que pueden ser alineadas para promover la conservación.
8. Adicionalidad financiera. No está claro si la adicionalidad financiera es un problema en REDD+ como lo fue por ejemplo, con el MDL. Todas las actividades de reducción o asimilación de emisiones benefician al clima, pero dada la escasez de recursos para la mitigación, es necesario tener en cuenta los criterios de adicionalidad para evitar “desperdiciar” los recursos en actividades que se llevarían a cabo de todos modos (Engel et al., 2008). En los mercados de carbono, raramente el carbono es la única fuente de financiamiento, pero propor-ciona los recursos para hacer las prácticas sustentables económicamente competitivas.
De acuerdo con la ENAREDD+ en México, el concepto de adicionalidad financiera se puede invocar para indi-car que el financiamiento de carbono se utilizaría para cubrir el costo incremental de la transformación de las prácticas del escenario inercial en un modelo susten-table competitivo con menores emisiones de carbono. La adopción de este enfoque facilitaría la fusión de los recursos nacionales dedicados a REDD+ y la gestión forestal y la de los mecanismos internacionales basados en resultados.
9. Falta de equidad derivada de la distribución de la tierra.
La superficie forestal no está distribuida de manera uni-forme, por lo tanto, algunas regiones tienen mucho más oportunidad de participar que otras. Si se pagan recom-pensas por la conservación forestal será mucho más fácil la participación de las comunidades con grandes áreas forestales, y sus ganancias, probablemente serán mucho mayores. Esto podría aumentar las brechas de pobreza. Deben ser consideradas las diferencias en la producti-vidad por hectárea, tanto en las prácticas agrícolas co-munes como en el potencial para mantener y aumentar las reservas de carbono en los ecosistemas naturales.
Un mecanismo alternativo de distribución sería incluir la inversión en infraestructura a nivel comunidad en lugar de pagos individuales por el desempeño. Este esquema, también probablemente beneficiaría a una gama más amplia de la población, incluidos aquellos sin derechos sobre la tierra y los grupos más pobres.
10. Acceso limitado de las mujeres a los beneficios.
La mayoría de las mujeres no son titulares de derechos y se beneficiarían únicamente al formar parte de la familia que sostiene los derechos a los bosques. Sólo alrededor del 19.8% de los derechos legales de las tierras son de mujeres (PROIGUALDAD, 2013). La falta de derechos sobre la tierra también impide su acceso a los créditos y a los programas para mejorar sus medios de vida y las excluye de los procesos de toma de decisiones formales. En cuanto a género, los puntos de vista están profunda-mente arraigados en las comunidades rurales y REDD+ no puede cambiar completamente a la sociedad.
Es necesario reconocer los derechos de las mujeres como usuarias y propietarias de las tierras para diseñar un es-quema equitativo de reparto de beneficios para adaptar las normas habituales incluyendo consideraciones de género (Nhantumbo, 2013). Programas específicos para la salud, producción de alimentos, nutrición, educación y proyectos productivos, fuera de la tierra, pueden ser promovidos para motivar a las mujeres y mejorar sus medios de vida. Parte de los beneficios REDD+ pueden ser dirigidos a financiar estas actividades, mientras se realiza la adaptación de los marcos y las reglas formales e informales.
Continúa
Continuación
31Identificación de problemas y brechas
Problema Naturaleza del problema/brechaBreve discusión de los desafíos
para abordar el problema en México
11. Distribución de benefi-cios que no se basan en el desempeño (por ejemplo creación de capacidades o cobeneficios).
¿Debería la distribución de otros beneficios tales como: (1) las inversiones para la creación de capacidades e in-versiones realizadas por el gobierno para estimular/apo-yar la ejecución de las actividades; y (2) los beneficios no asociados al carbono resultantes de la implementación de REDD+, también ser sometidos a discusión sobre la distribución de beneficios?
En nuestra opinión, la cuestión de quién recibe o debería recibir capacitación para poder participar en REDD+ no es un problema de “distribución”, aunque tiene implica-ciones para la equidad. Es una cuestión de política que debe ser considerada por separado. Los cobeneficios fluirán automáticamente de la implementación; no hay necesidad de desarrollar un sistema separado de “dis-tribución”, en su lugar, la planificación de actividades es fundamental para implementarlas en áreas que generen más cobeneficios. Hay implicaciones distributivas inicia-les derivadas de la selección de las zonas elegibles para la implementación de acciones tempranas de REDD+.
12. Ponderación entre enfo-que con criterios de equidad y eficiencia.
Una opción para integrar los principios de efectividad, eficiencia y equidad en la optimización de los esquemas de distribución de beneficios, es dar más peso a alguno de los distintos principios en diferentes etapas tempora-les en la implementación de REDD+ (Buss et al., 2013b). Es necesario tener cuidado de no ignorar la equidad en las fases tempranas de REDD+ (Buss et al., 2013b).
En lugar de diseñar esquemas de distribución de bene-ficios iniciales centrados en la eficiencia, mientras se sacrifican cuestiones de equidad (p.e. al implementar las actividades iniciales en áreas con mayor productividad de carbono para minimizar los costos), consideramos que si los sistemas son equitativos desde el principio será más probable que continúen de esta manera en las siguientes etapas (es decir, al incluir desde un inicio opciones favorables para la reducción de la pobreza). Posteriormente, será más fácil adaptar el sistema para ganar eficiencia y efectividad en un proceso de aprendi-zaje y mejora continua.
13. Intercambios entre los sistemas de distribución de beneficios basados en insumos y los basados en resultados.
El financiamiento basado en el desempeño retrata una especie de mercado donde algunos países pagan por el carbono producido en los países REDD+. Sin embargo, todavía no existe un mercado ni una referencia para ofre-cer pagos, no se sabe cuánto carbono serán capaces de producir los países o de qué tamaño será la demanda. Por lo anterior, las negociaciones no pueden tener lugar con un enfoque basado en resultados. Sin embargo, si el objetivo es implementar actividades específicas, mien-tras que los beneficios asociados al carbono no pueden ser conocidos por adelantado, los costos de implemen-tación sí pueden ser conocidos y las actividades pueden incentivarse por un sistema basado en insumos.
La selección de esquemas de distribución de beneficios basados en insumos o en los resultados podría alternarse en la implementación escalonada de REDD+. Al principio, los esquemas de distribución de beneficios podrían basarse en insumos; esto sería un acuerdo implícito ex ante entre el comprador y el productor. Más tarde, cuando los resultados de carbono a posteriori estén disponibles, se pueden obtener los costos reales por tonelada de CO2
e y pueden ser explo-radas las oportunidades para la creación de opciones más efectivas y eficientes basadas en resultados. El sistema inicial basado en insumos puede ayudar a establecer un proceso de “aprender-haciendo”. Más tarde, en la Fase 3, la com-pensación podría migrar a un sistema basado en resultados.
14. Diseño de actividades REDD+ a favor de la reduc-ción de la pobreza.
Las personas con menos recursos no son las que más deforestan o degradan el bosque. Las actividades que podrían ayudarles tendrían muy poco impacto en las emisiones/captura de carbono, entonces las inversio-nes dirigidas a los pobres serían ineficientes en sentido económico y ambiental. A nivel de comunidad, no hay evidencia de que las poblaciones más pobres en su conjunto estén deforestando/degradando más que las poblaciones más ricas con las mismas implicaciones.
Dado que las actividades llevadas a cabo por los pobres no suelen contribuir de manera significativa a las emi-siones provenientes de la D&D, es muy probable que los beneficios de la implementación exitosa de REDD+ alcancen a grupos mejor acomodados, ampliando así la brecha de la pobreza. La distribución no monetaria de beneficios para instalaciones comunitarias y el posible ingreso por salarios, podría dirigirse a grupos especial-mente pobres, y serían necesarias disposiciones espe-ciales para garantizar que los que no tienen derechos, tengan prioridad para el empleo en las actividades de manejo forestal. Esto se puede definir dentro de la estra-tegia para el desarrollo rural local sustentable.
Continúa
Continuación
32 Identificación de problemas y brechas
Problema Naturaleza del problema/brechaBreve discusión de los desafíos
para abordar el problema en México
15. Evaluación de las accio-nes tempranas en ausencia de mecanismos basados en el desempeño.
Debido a que por el momento muchos países seguirán en las primeras fases de implementación de REDD+, se enfrenta el desafío de cómo medir el desempeño antes de la tercera etapa, cuando las actividades serán completamente sujetas a un proceso de MRV y el ren-dimiento será evaluado con base en el carbono (Buss et al., 2013b). Entonces, la pregunta es cómo evaluar el desempeño en las primeras fases.
Es posible verificar si las intervenciones tempranas de REDD+ han logrado los objetivos/metas establecidos inicialmente (p.e. número de personas capacitadas, ins-tituciones creadas, proyectos piloto establecidos). Por lo tanto, al considerar estos factores el financiamiento otorgado, podría basarse en el desempeño y el cumpli-miento de los objetivos de las intervenciones específicas y, en este sentido, sería condicional a pesar de que los mecanismos para recompensar el desempeño de car-bono aún no existan.
16. Mecanismos para evaluar el desempeño de los benefi-cios no asociados al carbono.
Para los beneficios no asociados al carbono, es necesa-rio desarrollar indicadores de cumplimiento. Los métodos para ello, están siendo desarrollados por la CMNUCC. Es necesario tener en cuenta los retos de la preparación de las líneas base específicas y de la integración de los beneficios no asociados al carbono en los sistemas de MRV (p.e. servicios hidrológicos, biodiversidad, produc-tos forestales no maderables).
Una opción es seguir un enfoque “sin arrepentimiento”, y desarrollar mecanismos basados en el desempeño para los beneficios no asociados al carbono, con estrechos vínculos al carbono (Hou, 2013). La opción para incenti-var beneficios específicos no asociados al carbono, po-dría ser diferenciar los precios de carbono para proyectos de promoción de diferentes beneficios (p.e. una prima para el carbono “social” o “de biodiversidad”).
17. Criterios para aprobar los planes de inversión y anidar líneas base y sistemas de MRV.
Los planes de inversión local comenzarán la implemen-tación de actividades y podrían recibir financiamiento ex post basado en resultados proveniente del fondo de car-bono después de un proceso de verificación subnacional. La ER-PIN no proporciona detalles específicos acerca de las pasos para la anidación de líneas base y monitoreo; tampoco describe el procedimiento para la verificación de las reducciones de emisiones (es decir, la Figura 15 en la ER-PIN no se refiere a la “V” en MRV) aunque se entiende que en México el nivel más bajo en el que una línea base será creada, será al nivel de estados individuales.
En la ausencia de una línea base a nivel local, no está claro cómo el rendimiento de carbono será evaluado y verificado entre actores específicos. Los estimados de los planes de inversión representan costos esperados ex ante y predicciones relativas a resultados. Es nece-sario definir si los planes de inversión serán aprobados con base en criterios de factibilidad financiera y/o de carbono.
18. Beneficios no monetarios. Los beneficios serán utilizados para apoyar a las activida-des en el manejo forestal, pero parece que en su mayoría serán destinados a la asistencia técnica y, por ejemplo, para pagar el trabajo asalariado dentro de la comunidad. No está claro en qué medida su uso será decidido por la comunidad. Es posible que personas a nivel local pudieran encontrar este enfoque como injusto y no aceptarlo. No está claro si el gobierno absorberá los costos iniciales.
Es importante aclarar estos conceptos. Si la remoción de carbono será incentivada a través de los mercados de carbono, tendrían que considerarse al menos algunos in-centivos en efectivo. Es necesario definir si los salarios y los costos laborales relacionados con la implementación serán o no considerados como beneficios en efectivo. Un mecanismo de distribución (no monetaria) alternativo sería la inversión en infraestructura para la comunidad.
19. Manejo de expectativas. Las expectativas de las comunidades pueden ser altas, pero sus recompensas pueden ser pequeñas y en forma de apoyo al manejo de los bosques, en lugar de un apoyo en efectivo.
Un cuadro realista debe ser descrito a las comunidades. Es importante aclarar, en primer lugar, que no se puede garantizar que la implementación de REDD+ conduci-rá necesariamente a pagos por acciones basadas en resultados; y en segundo lugar, que eventualmente los pagos hechos a los propietarios de las tierras forestales podrían no ser equivalentes al valor total de los créditos de carbono por tonelada de CO2
e recibido por el país (es decir, teniendo en cuenta la variedad de los costos de transacción y los actores que estarán involucrados, incluidos los que no tienen derechos sobre la tierra).
Continuación
33Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
4 Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
Los principios para el diseño de los esquemas de distribución de beneficios incluyen efecti-
vidad, eficiencia, y equidad de forma transparente, sin embargo, a menudo hay intercambios
entre ellos (Hou, 2013). Esta sección describe las características de las diferentes opciones
de distribución de beneficios, basados en diferentes criterios de evaluación. Cada principio
descrito se puede medir por diferentes criterios, variables o métricas. Están, por supuesto,
abiertos a discusión, y los proponemos únicamente como una base preliminar, se pueden
desarrollar y adaptar siguiendo la experiencia en otros países. Sugerimos seis criterios prin-
cipales de evaluación: efectividad ambiental, eficiencia económica, legitimidad política, equi-
dad social y de género, potencial para llegar a los pobres y viabilidad técnica. Habrá, por
supuesto, intercambios entre estos diferentes criterios. No podemos esperar seis situacio-
nes de ganar-ganar, y decisiones difíciles tendrán que ser tomadas en algún momento. No es
la intención describir exhaustivamente estos intercambios, en este documento se presenta
de una manera clara, lo que los intercambios podrían incluir y qué tipo de información se
necesita para tomar tales decisiones.
4.1 Efectividad ambiental
Aunque REDD+ es visto como un mecanismo que requiere un enfoque amplio que incluye
consideraciones sociales y económicas, así como ambientales, no se debe perder de vista
su meta principal que es la mitigación del cambio climático. La efectividad ambiental de un
esquema de distribución de beneficios se logrará cuando resulte efectivo en términos de alto
desempeño en carbono, es decir, de reducción de emisiones provenientes de la D&D y el
aumento de la captura de carbono.
Métricas de efectividad. ¿Cuánto carbono se puede entregar? No está nada claro cuáles
podrían ser los beneficios en términos de carbono de las diferentes actividades REDD+ (qué
34 Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
tanto de las prácticas mejoradas de producción maderera, qué tanto al alargar los ciclos de
cultivo, qué tanto aporta el PSA para evitar la deforestación, etc.). Por lo tanto, es difícil decir
por adelantado, qué tan efectivo puede ser un sistema de distribución de beneficios en par-
ticular. Creemos que la única forma de superarlo, por el momento, es experimentar con di-
ferentes actividades REDD+ y monitorearlas muy de cerca para determinar su efectividad. A
parte de esto, la “efectividad” también depende de qué aspectos de REDD+ están incluidos
(p.e. la reducción de la deforestación, reducción de degradación/perturbaciones, manejo fo-
restal sustentable, mejora de los acervos/aumento en la captura de carbono, conservación).
Más aún, dependerá de cuáles reservorios de carbono se monitorean y el grado en que sean
incluidas las emisiones de gases distintos al CO2.
4.2 Eficiencia económica
La eficiencia económica se refiere al costo por tonelada de carbono ahorrado. Un sistema
efectivo reduciría los costos de transacción y pagaría a quienes realmente están en riesgo
de deforestar una mayor parte del financiamiento de carbono; esto implica objetivos bien
establecidos. Existe una renuencia a financiar “utilidades” a través del dinero de los benefi-
cios de carbono REDD+. Algunos puntos de vista consideran que se deben cubrir los costos
de transacción, implementación y algunos costos de oportunidad, pero no las utilidades
financieras (Hou, 2013). Otra percepción es que los pagos de carbono en REDD+ implicarán
restricciones en el uso de los bosques, es decir, límites en el aprovechamiento de madera
y productos forestales no maderables (PFNM) (Buss et al., 2013a); lo cual puede aumentar
los costos percibidos de oportunidad o reducir, en el medio rural, la disposición a participar
en REDD+. Un vínculo más directo con los beneficiarios crearía mecanismos más eficientes
para disminuir los costos de transacción y transferir más beneficios a los propietarios de la
tierra, sin embargo, la participación del gobierno con un enfoque nacional se requiere para
dirigir la distribución de beneficios (Hou, 2013).
Métricas de Eficiencia Económica: costos de transacción bajos; la mayoría de los fondos van
directamente a los propietarios de las tierras (vínculo más directo); se seleccionan/premian
las actividades que generan más beneficios de mitigación del cambio climático en relación
con el dinero gastado; los pagos se hacen (en su mayoría) a los participantes que hagan
contribuciones reales a los incrementos de reducción de emisiones (podría ser difícil de
identificarlos en el caso de la reducción de deforestación (Figura 1).
4.3 Legitimidad política
La legitimidad política significa que el esquema de distribución de beneficios se percibe
como justo. Un gran peligro en REDD+ es que aquellos que tienen un historial de defo-
restación podrían recibir grandes beneficios. Esto será visto como injusto (no legítimo). La
35Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
definición de participantes elegibles también genera cuestiones de legitimidad: en México,
las grandes agencias gubernamentales no son consideradas como participantes legítimos
de los beneficios REDD+, el gobierno no es elegible para recibirlos como está establecido en
la ENAREDD+. Al mismo tiempo, surgen preguntas acerca de la legitimidad de pagar a las
personas para no deforestar, pues la deforestación es formalmente ilegal. Por otra parte, se
podría debatir si solamente las personas en las comunidades que tienen derecho legales so-
bre los bosques, deberían beneficiarse de REDD+ (como establece la ley), o si los habitantes
sin derechos formales sobre la tierra deberían también ser elegibles (sólo del 50 al 70% de
los hogares dentro del ejido promedio en México incluyen uno o más titulares de derechos).
Además, las mujeres raramente tienen derechos directos sobre tierras/bosques.
Métricas de legitimidad política. Una clara definición de quienes son elegibles para los be-
neficios REDD+ fue hecha y aceptada en todos los niveles, dentro de las comunidades y el
sistema de distribución de beneficios la respeta. No se incluye ningún incentivo perverso en
el esquema de distribución de beneficios. El método de selección de actividades entendidas
como actividades REDD+ es participativo y transparente. No se percibe que el gobierno
pague a las personas por no deforestar.
4.4 Equidad e igualdad de género
Como es bien sabido la equidad puede significar diferentes cosas; la noción de lo que es
“justo” es muy subjetiva. Existen al menos tres interpretaciones diferentes ya sea entendida
como una compensación basada en mérito, derechos o necesidades (Cuadro 2). La equidad
puede, además, interpretarse como la forma en que se desarrolla el proceso de implementa-
ción, como los programas están diseñados y son manejados (“igualdad de procedimientos”
–por ejemplo, el grado donde diferentes grupos de personas pueden participar en la toma de
decisiones acerca del programa). Finalmente se puede interpretar como el resultado del pro-
grama (“igualdad de distribución”– quién se beneficia del programa cuando se lleva a cabo).
La equidad de género implica igualdad de derechos, responsabilidades y oportunidades
para las mujeres, hombres, niñas y niños. La equidad no significa que las mujeres y los
hombres se convertirán en lo mismo, sino que tanto los derechos, responsabilidades y opor-
tunidades de las mujeres como de los hombres, no dependerán de si han nacido hombres o
mujeres (UNREDD+, 2013). De acuerdo con el Concise Oxford Dictionary (7ª edición, 1982),
equidad significa imparcialidad y también es un recurso de los principios de justicia para
corregir o complementar la ley. Es, en este sentido, que las medidas específicas se deben
diseñar para eliminar las desigualdades entre hombres y mujeres, evitar la discriminación y
asegurar la igualdad de oportunidades. La equidad de género conlleva a la igualdad a largo
plazo (UNESCO, 2003).
Aunque la igualdad es lo más deseable, en la realidad es difícil de lograr, en parte porque los
recursos subyacentes (los bosques) no están equitativamente distribuidos. El área forestal
36 Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
Continúa
per cápita en los ejidos en México puede variar de 0.1 ha a más de 10 ha, lo que significa que
el potencial físico para participar en REDD+ no es equitativo por sí mismo, y no hay nada que
un esquema de distribución de beneficios REDD+ pueda hacer al respecto. Sin embargo,
un enfoque a favor de la reducción de la pobreza por medio de la distribución de beneficios
de REDD+ podría alentar a reducir las brechas de pobreza, o al menos, intentaría no incre-
mentarlas. Básicamente, la cuestión de equidad recae en la elección del principio: ¿deberían
las personas ser premiadas por su ahorro de carbono?, o ¿deberían ser premiadas por su
participación (esfuerzo)? Y en el segundo caso (dado que no todos los grupos sociales,
usualmente, pueden participar, véase el párrafo anterior), ¿deberían los beneficios ser mane-
jados de forma “socialmente progresiva” para que así puedan ser distribuidos también entre
grupos que se perciben particularmente como merecedores, pero participan menos? (más
adelante se discute, en detalle, este enfoque de beneficios para el caso de los miembros más
pobres de las comunidades).
La cuestión de equidad regional también surge, pues si una región obtiene buenos resul-
tados mientras otras no, el financiamiento de carbono disponible para el primero, será dis-
minuido por las pérdidas del segundo. Que esto sea significativo o no, dependerá en parte
de qué proporción del total de los beneficios REDD+ son financiados por la venta de los
créditos del carbono, qué tanto de los presupuestos del gobierno y cuál es el procedimiento
específico para el establecimiento de líneas base y los sistemas MRV así como su anidación.
Es importante denotar que el término “distribución equitativa de beneficios” no necesariamente significa “en favor de los pobres”. Existen al menos tres con-ceptos de equidad que podrían ser aplicables en REDD+ (Gregorio et al., 2013):
1. Equidad en el sentido de: los beneficios son para quienes lo ameritan o los ganen (como aquellos que reducen sus emisiones o incremen-tan la captura de CO2e de la atmósfera). Esto es esencialmente un modelo basado en desempeño o en resultados: los beneficios son proporcionales a los ahorros reales de carbono; por lo tanto, la mayo-ría de los beneficios van hacia esas comunidades (y posiblemente a aquellos individuos dentro de las comunidades) que puedan entregar beneficios de carbono positivos.
2. Equidad en el sentido de: los beneficios van a aquellos que tienen de-rechos sobre los recursos que podrían ser usados en REDD+ para re-ducir las emisiones. En México, los derechos del 60% de los bosques están en las manos de los ejidos y comunidades, y aproximadamente el 30% son propiedades privadas (algunas pequeñas, otras grandes). Sin
Cuad
ro 2. D
iferentes interpretacio
nes de eq
uidad
37Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
Métricas para la Equidad. Una selección clara y transparente de los Principios Fundamenta-
les del Esquema de Distribución de Beneficios (como se mencionó en el párrafo anterior); la
identificación de grupos considerados especialmente merecedores (mujeres, jóvenes, adul-
tos mayores, minorías, etc.); medidas robustas para tratar las variaciones del desempeño re-
gional; acciones que eliminen las barreras sociales, políticas y culturales que obstaculizan la
igualdad de género (PNUD, 2009). El efecto de las actividades sobre la esperanza de vida, la
salud, el acceso al conocimiento y el ingreso diferenciado por género; asuntos relacionados
con el género como el tiempo dedicado a recolectar agua, leña o para producir alimentos;
estadísticas de violencia, derechos y acceso a los recursos naturales y servicios ambienta-
les, la participación en los procesos de toma de decisiones (PNUD, 2009).
embargo, dentro de las comunidades, los avecindados o posesionarios (habitantes que no son ejidatarios o comuneros) podrían no reclamar los beneficios porque no tienen, oficialmente, los derechos sobre los bosques comunales, ni voto en el uso de la tierra. En el caso de los ave-cindados, ni tierras propias. Ellos conforman una proporción considera-ble de la población (hasta 50% de algunos ejidos, pero típicamente un 30%). La mayoría de los ejidatarios son hombres, como es la tradición, y se asume (acertada o equivocadamente), que las mujeres que son miembros de familia, recibirán los beneficios de forma indirecta.
3. Equidad en el sentido de: responder a las necesidades sociales, que normalmente se ven en el contexto de REDD+ como el enfoque “a favor de los pobres” (Gregorio et al., 2013). En REDD+ hay dos opcio-nes principales para esto:
(a) Asegurar que al menos parte de las actividades promovidas por REDD+, sean deliberadamente dirigidas a reducir y revertir los tipos específicos de procesos de deforestación/degradación donde las comunidades o individuos más pobres estén involu-crados, y tal vez, dar prioridad a esas actividades.
(a) Promover las actividades REDD+ que tratarán la deforestación y la degradación, a través de una área geográfica, sin importar quién está realmente involucrado con la D&D, pero donde se asegure que existen reglas para la distribución de los beneficios financie-ros resultantes, así, las comunidades y las personas más pobres, dentro de esas comunidades, también recibirán utilidades (des-acoplando así, hasta cierto grado, el pago por su desempeño).
Cuad
ro 2. D
iferentes interpretacio
nes de eq
uidad
Continuación
38 Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
4.5 Potencial a favor de la reducción de la pobreza
Existe una preocupación particular y es si los esquemas de distribución de beneficios debe-
rían diseñarse específicamente para ser “a favor de la reducción de la pobreza” o no. Podría
haber, sin embargo, mayores dificultades en diseñar un sistema de distribución de beneficios
a favor de la reducción de la pobreza. Aunque los bosques son, en gran medida, propiedad
de las comunidades en México, en general, como se mencionó, no son los pobres sino los
que están mejor posicionados dentro de la comunidad, los que están involucrados en las
actividades que llevan a la deforestación y a la degradación y quienes, por lo tanto, tienen las
mayores oportunidades de revertirlo.
Los pobres son normalmente los que se han quedado sin tierra y no tienen derechos sobre
los bosques de propiedad común, aunque a menudo pueden recibir beneficios del bosque,
por ejemplo, se les permite recolectar leña. Lo que no está totalmente claro, es si las comuni-
dades que son pobres en su totalidad, tienen una mayor tendencia a deforestar que aquellas
que tienen ingresos promedio, y por lo tanto, si sería posible dirigir las actividades REDD+ de
una forma progresiva hacia esas comunidades.
Métricas para esquemas a favor de la reducción de la pobreza. Resultados locales no aso-
ciados al carbono que benefician a todos, incluidos los pobres (p.e. servicios ambientales,
PFNM, madera, clima local), las actividades que proveen ingresos para los miembros más
pobres, por ejemplo, permitir el empleo a personas sin derechos (p.e. salarios, brigadas,
empleo); cambios en las brechas de pobreza; los beneficios en forma de servicios sociales
disponibles para todos, incluyendo a los pobres (como educación y salud); clarificación de
derechos; esquemas de distribución de beneficios que maximicen el valor presente neto de
las compensaciones en las áreas más pobres (p.e. pagos por adelantado, dadas las altas
tasas de descuento en las áreas marginales).
4.6 Viabilidad técnica y costos de transacción
Hemos señalado anteriormente que identificar quién ha creado ahorros de carbono adicio-
nales a través de la reducción de la deforestación y la degradación es en muchos casos muy
difícil, si no imposible de determinar. Por otra parte, los costos de transacción de algunos
sistemas podrían ser prohibitivos. Por ejemplo, los esquemas de distribución de beneficios
que requieren más administración tendrán mayores gastos generales (p.e. en términos de
medición del carbono, verificación de datos, provisiones para hacer frente a las quejas, etc.) y
serán más caros de ejecutar que los que necesitan menos servicios. Estos costos limitarán la
competitividad de las actividades REDD+ emprendidas y significarán menos beneficios para
ser distribuidos entre los participantes.
Métricas para costos de transacción: escala de los costos de transacción; proporción de los
recursos que se gastan en los costos de transacción; costos de transacción cubiertos por
39Criterios para la evaluación de los sistemas de distribución de los beneficios
las comunidades y el gobierno; costos asociados a la creación de acuerdos institucionales,
negociación de contratos, coordinación de la acción colectiva, supervisión y ejecución de
los planes acordados. Parte de los costos de transacción que se mantienen dentro de las
comunidades (por ejemplo, los salarios para el monitoreo). Se reconoce que la estimación de
costos de transacción será muy difícil.
40 Modelos propuestos para la distribución de los beneficios de carbono
5 Modelos propuestos para la distribución de los beneficios de carbono
Sugerimos que al tomar en cuenta los elementos antes mencionados, existen en esencia tres
modelos fundamentalmente diferentes de posible distribución de beneficios, aunque dentro
de cada uno hay espacio para variaciones. Se proponen inicialmente estos modelos para la
distribución de beneficios basados en el desempeño de carbono (Tipo B de los beneficios
en el Anexo 1).
5.1 Modelo 1. (“Cada quien para sí mismo”: compensación del desempeño individual)
En este modelo, los beneficios están directamente relacionados con el desempeño medido
y monitoreado al lograr los ahorros de carbono (incluyendo reducción de emisiones e incre-
mento de captura de carbono) dentro de cada propiedad forestal y atribuidos directamente
a los propietarios del bosque (en México, en muchos casos, será una propiedad forestal
comunal). Los propietarios podrían no tener que definir las actividades que resulten de estos
ahorros: sería suficiente con demostrar que los ahorros se han logrado. Este modelo es simi-
lar al segundo escenario descrito por la CCMSS donde los derechos de carbono son claros
y hay un marco institucional que habilita a los actores locales para recibir recompensas. Se
necesitaría una línea base para todas y cada una de las propiedades forestales para medirlo.
Ningún beneficio será pagado a las personas que realicen actividades fuera de las áreas
forestales, al no considerarse con derechos al carbono forestal, y éstas no se pueden medir
independientemente. Todos los ahorros de carbono serían reportados en la base de datos
nacional y se incorporaría una reserva para cubrir cualquier pérdida incurrida en cualquier
parte del país. Los beneficios serían ex post, ya que dependen completamente de la medi-
ción del desempeño, y para el caso de los bosques comunales, los propietarios de dichos
bosques tendrían el derecho a distribuirlos internamente como les parezca.
41Modelos propuestos para la distribución de los beneficios de carbono
5.2 Modelo 2. (“Todos a bordo”: compensación por la participación)
En este modelo, los propietarios/comunidades forestales registran su participación y acuer-
dan seguir una serie de actividades, que están diseñadas para mejorar el manejo forestal o
reducir la deforestación/degradación. En retribución, reciben una cantidad fija de beneficio
por hectárea (que puede ser pagada en parte por adelantado, pero normalmente sólo hasta
después de verificar que las actividades han sido de hecho realizadas). No se necesitan
escenarios de referencia. La cantidad pagada puede variar de acuerdo con los tipos de
actividades acordadas, el tipo de bosque, los costos locales de oportunidad, y/o el riesgo
de deforestación/degradación en esa área, pero es conocida y fija de antemano. Las acti-
vidades podrían incluir actividades Tipo B y C, por lo tanto, los participantes podrían incluir
personas que no poseen propiedades forestales.
El pago podría ser en efectivo o por medio de servicios (instalaciones comunitarias), y podría
haber ciertas restricciones sobre cómo se distribuiría el pago internamente, en otras pala-
bras, salvaguardas que aseguren que los miembros sin derechos forestales reciban algún
beneficio. El desempeño con base en carbono se mide a nivel nacional y regional. El valor
financiero de los pagos relacionados a este rendimiento es usado para crear un fondo y
cubrir pagos de beneficios. El fondo puede ser financiado por otras fuentes. Este modelo
tiene ciertas similitudes al primer escenario descrito por la CCMSS donde el gobierno es el
administrador principal de los beneficios derivados de REDD+.
5.3 Modelo 3. (“Tango entre dos”: un modelo híbrido)
Este modelo es una juiciosa combinación de los Modelos 1 y 2 y se basa en la idea de “Divi-
dir la Diferencia” (Balderas Torres y Skutsch, 2012). Las reducciones de la deforestación y la
degradación forestal se miden y monitorean a nivel regional/nacional, y la línea base nacional
cubre únicamente deforestación y degradación, pero no el crecimiento forestal (es decir, en
un nivel de emisión de referencia, no un nivel de referencia). Como en el Modelo 2, un fondo
de los pagos relacionados al desempeño de la reducción de emisiones es creado para pa-
gar las sumas acordadas por las actividades determinadas a nivel local. Esto podría incluir
actividades fuera de los bosques (Tipo B y C en Sección 3.2). No obstante, el aumento de los
acervos de carbono, dentro del bosque, se puede medir dentro de la propiedad forestal (por
ejemplo, por medio del monitoreo comunitario) y cualquier aumento se puede convertir en
créditos y ser vendido directamente por los propietarios del bosque, ya sea a intermediarios
internacionales o locales en los mercados de carbono, si se desarrolla un mercado local. Por
lo tanto, los propietarios forestales y las comunidades podrían recibir los beneficios de dos
sistemas diferentes de atribución. También es una mezcla de los dos escenarios descritos
por la CCMSS, donde los beneficios de la remoción de carbono pueden ser atribuidos con
42 Modelos propuestos para la distribución de los beneficios de carbono
derechos más claros directamente a los propietarios de las tierras y los beneficios de la
reducción de emisiones (más difícil atribuir, Figura 1) se atribuirán inicialmente al gobierno y
luego se distribuirán a nivel local a través de una serie de iniciativas. La Tabla 3 presenta un
resumen de los puntos fuertes y débiles de los tres modelos, a través de los seis criterios de
evaluación.
Tabla 3. Evaluación de los tres modelos de esquemas de distribución de beneficios.
Modelo 1. “Cada quien para sí mismo” 2. “Todos a bordo” 3. “Tango entre dos”
Efectividad ambiental
El deseo de participar dependerá del precio en el mercado de carbono en relación con los costos de oportunidad. Sin embargo, los beneficios por hectárea forestal son más altos en este modelo que en los otros dos, sólo la adicionali-dad es premiada. Incluye sólo actividades Tipo A (en bosques).
A menos que el fondo de beneficios sea completado por otras fuentes, los pagos por hectárea serán mucho más bajos que en el Modelo 1 y podrían no competir con los costos de oportunidad, lo que significaría baja efectividad ambiental. Sin embargo, permite la inclusión de actividades Tipo B (fuera de los bosques).
La efectividad ambiental depende del balance entre los ahorros de carbono por la reducción de emisiones y el aumento de carbono por el incremento forestal.
Eficiencia económica
Todos los pagos van a los ahorros de carbono que sean adicionales. Participa-ción mínima de las autoridades estatales.
Baja eficiencia económica que sería pa-gada a los que no habrían deforestado en ausencia de REDD+. Sin embargo, los costos de los gastos generales serían más bajos por tonelada de carbono.
Moderada eficiencia económica: algunos pagos no serían por adicionalidad, pero otros sí; los costos de MRV serían mo-derados también.
Legitimidad política
Aquellos que no han deforestado en el pasado serían excluidos, mientras que aquellos que “quebrantaron la ley” antes, se les pagará para que dejen de hacerlo. Probablemente visto como altamente in-justo y políticamente inaceptable.
Mucho más aceptable políticamente que el Modelo 1, todo el que participe ten-drá su pago. Pero las comunidades que exitosamente reduzcan la deforestación podrían sentirse engañadas por no recibir el total de sus “beneficios por derecho”.
Un enfoque balanceado entre los otros dos modelos.
Equidad Responde al concepto basado en méritos y derechos.
Responde al concepto de igualdad social y de género y se puede arreglar para incluir grupos marginados.
Combina conceptos basados en méri-tos y derechos de equidad social y de género.
Potencial para orien-tación a favor de los pobres
No hay forma de dirigirlo hacia una dis-tribución a favor de la reducción de la pobreza por ser un sistema basado en el mercado.
Se podría extender y dirigirse a las comu-nidades pobres y (algunas) actividades incluyendo a los más pobres, por tener subsidios en lugar de pagos exclusivos por desempeño con base en carbono.
Provee diferentes canales de financia-miento, uno de los cuales puede ser usa-do para subsidio a favor de los pobres.
Viabilidad técnica/costos de transacción
Imposible evaluar el ahorro local de carbono sin una línea base para cada propiedad. Costos de MRV altos y ne-cesidad de verificación detallada a nivel de cada propiedad.
Requerimientos de MRV y costos de tran-sacción relativamente limitados (prueba del cumplimiento de las actividades y condiciones acordadas), no se requieren datos de carbono a nivel local.
Por lo que respecta a la reducción de la D&D: como en “todos a bordo”. Las comunidades que así lo decidan, pue-den medir sus aumentos en acervos de carbono y comerciar con los créditos asociados de forma independiente, los costos de transacción y monitoreo deben ser cubiertos en este caso.
43El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
6 El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México4
6.1 Organización del Diálogo y observaciones clave
El Diálogo Forestal (TFD) sobre la distribución de beneficios REDD+ en México tuvo lugar del
2 al 5 de junio de 2014 en Chetumal, Quintana Roo5. Reunió a 57 participantes de alrede-
dor de 40 organizaciones y organismos de 20 países (28 hombres, 29 mujeres). La agenda
incluyó observaciones del viaje de campo y diálogos con los diferentes actores locales que
ya están trabajando en proyectos REDD+ en la península de Yucatán (p.e. producción de
carbón vegetal, apicultura y plantaciones de pimienta en la Reserva de la Biosfera de Ca-
lakmul; la fábrica cooperativa de goma de mascar Chicza; el ejido Noh Bec, y el ejido Felipe
Carrillo Puerto). Después de las visitas de campo, dos días fueron dedicados a discutir los
pasos clave para seguir avanzando en la implementación de esquemas de distribución de
beneficios REDD+ en México. El trabajo incluyó sesiones plenarias y se organizaron cuatro
grupos de trabajo que abordaron las siguientes preguntas:
1) ¿Cómo pueden las consideraciones de género estar más integradas en la distribución de beneficios de REDD+?;
2) ¿cómo identificar a los beneficiarios dentro de REDD+?;
3) ¿cómo seleccionar las actividades elegibles para REDD+ cuando los recursos son limitados?;
4) ¿cuáles deben ser los principios/lineamientos para el diseño de planes de inversión?
Las preguntas seleccionadas reflejan la priorización de los temas que se debatirán en la
definición del sistema de distribución de beneficios para México; estos factores fueron
4 El contenido de esta sección es un resumen de los resultados del Diálogo Forestal (TFD, por su sigla en inglés) que tuvo lugar en México y el informe de los Copresidentes (Graf-Montero et al., 2014).
5 http://theforestsdialogue.org/dialogue/field-dialogue-redd-benefit-sharing-mexico
44 El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
seleccionados porque permitirán contribuir con el diseño del marco institucional necesario
hacia la implementación. Sin embargo, no se debe olvidar que hay muchos otros aspectos
todavía por considerar (Sección 3.8).
6.2 Reflexiones sobre la distribución de beneficios resultantes de las visitas de campo
Después de los dos días dedicados a visitas de campo, los participantes del TFD presentaron
cinco observaciones clave que resumen esta parte del taller (Cuadro 3). En México, la agenda
para el desarrollo rural local sustentable se está llevando a cabo a través de diversos enfoques
de las oficinas públicas (por ejemplo, la CONAFOR y la CONABIO a través de la planificación del
uso del suelo, el manejo forestal sustentable (MFS), la agroforestería y el manejo silvopastoril).
En referencia a las actividades que podrían ser elegibles para los beneficios REDD+, los par-
ticipantes expresaron que en una amplia gama de actividades, algunas fuera del bosque, se
deben incorporar, por ejemplo, actividades que buscan estabilizar la frontera agrícola y que
diversifican y apoyan formas más integrales de agricultura. Estas políticas apuntan a diversifi-
car los ingresos de las comunidades al tiempo que garantizan la conservación de bosques y
la provisión de otros beneficios ambientales mediante la promoción de un uso multifuncional
de los bosques (p.e. a través del ecoturismo, venta de productos certificados, entre otros). Sin
embargo, aún se necesitan incentivos para cambiar los usos del suelo hacia prácticas más
sustentables cuando no son económicamente competitivas (p.e. la producción de miel y de
cosméticos hechos por mujeres); también podría ser necesario un apoyo financiero para hacer
frente a los problemas de permanencia como un seguro contra disturbios (p.e. huracanes,
incendios, plagas). Hay diferentes estrategias que pueden ayudar a mejorar la rentabilidad de
las prácticas sustentables, que incluyen la concesión de préstamos, garantías y apoyos para
acceder a mercados; desarrollo de nuevos mercados y actividades de apoyo a las empresas
locales (por ejemplo para favorecer el emprendimiento, la competitividad y la rentabilidad a
largo plazo). Esto se puede complementar con campañas públicas y esfuerzos educativos
para comunicar los beneficios de MFS y ayudar a la creación de mercados internos de pro-
ductos certificados/sustentables. En este contexto, los pagos con base en carbono pueden
convertirse en un beneficio adicional para el manejo sustentable. Aunque es importante evitar
la creación de incentivos perversos para aquellos que tienen un buen manejo forestal previo.
Sobre el tema, de cómo recompensar el buen manejo previo de los bosques (p.e. esfuerzos
de conservación previamente en desarrollo, no adicionales), se reconoció que es muy im-
portante para la legitimidad de REDD+ y que deberán de encontrarse los medios para per-
mitirlo. Además del enfoque de “Acervos y flujo”, las inversiones REDD+ deberán centrarse
en el desarrollo/fortalecimiento de condiciones propicias para la gestión sustentable en estas
áreas. Por lo tanto, los programas públicos pueden ser reorientados para compensar el buen
manejo forestal.
45El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
- La claridad de derechos sobre la tierra y los recursos naturales permi-ten el flujo de beneficios a nivel local.
- Una visión integral de la conservación y del desarrollo a nivel de pai-saje asegura mejoras de los medios de vida para las comunidades locales al tiempo que ofrece beneficios ambientales, incluyendo be-neficios de carbono.
- La creación de capacidades en periodos de tiempo sostenidos per-mite a las comunidades locales el manejo de beneficios colectiva-mente y de manera sustentable.
- Se necesitan más acciones proactivas, equitativas y afirmativas para garantizar la distribución equitativa de los beneficios entre las mujeres y los hombres.
- Los programas existentes deben alinearse para compensar un buen manejo forestal previo sin producir incentivos perversos.
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Se pudo observar, durante las visitas de campo, que la seguridad de los derechos de pro-
piedad sobre la tierra y los bosques ha sido una condición importante para el desarrollo de
empresas locales/comunitarias sólidas enfocadas al manejo de recursos naturales. Estas
compañías locales ofrecen la oportunidad de participar y orientar a los diferentes actores,
incluidos los que no tienen derechos formales sobre la tierra como parte de los esquemas
de distribución de beneficios. No obstante, se reconoció que las mujeres a menudo tienen
derechos débiles o ausentes sobre la tierra y los recursos naturales, lo que dificulta su ac-
ceso a los beneficios.
También se reconoció que la formulación de políticas no es suficiente para hacer frente
a cuestiones de género y que es importante garantizar la participación de las mujeres en
los procesos de toma de decisiones, actividades económicas y distribución de beneficios.
REDD+ puede integrar la dimensión de género en la formulación y evaluación de los planes
de inversión local y los planes y presupuestos nacionales y subnacionales como medios
para abordar este aspecto. Es importante crear capacidades institucionales y supervisar el
desempeño de las instituciones en relación con los objetivos relacionados con género.
Las discusiones en el TFD también acordaron que las políticas de REDD+ deben adoptar un
enfoque a largo plazo para construir el capital social local y las capacidades necesarias para
formar empresas comunitarias exitosas (más de 20 años). Dada la dinámica de edades en
46 El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
las zonas rurales de México, estos programas deben involucrar a los miembros más jóvenes
de las comunidades.
Otras condiciones para propiciar la acción local exitosa en la gestión de los recursos natu-
rales son: la adopción de procesos participativos y transparentes de toma de decisiones;
diseño de mecanismos de resolución de conflictos; adopción de estrategias para crear valor
agregado en empresas comunitarias; educación; formación y capacitación para el desarro-
llo rural sustentable; intercambio de información; y fortalecimiento de la gobernanza. Estos
procesos requieren “know-how”, asistencia técnica e inversión continua de la sociedad civil,
el gobierno y las propias comunidades.
6.3 Caminos a seguir para la distribución de beneficios REDD+ en México
6.3.1 Ruta para temas de género
El tema que provocó mayor interés en los debates del TFD fue cómo garantizar que las con-
sideraciones de género se integren en la distribución de beneficios. Se señaló que México
ya cuenta con políticas progresistas de género, pero que, a menudo, no son aplicadas. Se
hizo un llamado para crear capacidades que lleven a las mujeres a participar más en REDD+.
Se sugirió que las mujeres deben ser seleccionadas y capacitadas como monitoras, y una
ruta de género fue desarrollada por uno de los grupos donde se trazaron los pasos que se
habría que seguir para el monitoreo e implementación a nivel nacional, subnacional y local
para garantizar una mejor participación de género.
Los debates sobre las cuestiones de género en los esquemas de distribución de beneficios
REDD+ derivaron en sugerencias relacionadas con los siguientes temas: tipo de investiga-
ción necesaria; creación de capacidades; políticas y regulaciones; comunicaciones; y cum-
plimiento y responsabilidades.
La investigación es necesaria para entender las contribuciones y los roles de género dentro
del MFS e identificar las mejores prácticas que abordan las cuestiones de género; una vez
identificadas estas actividades, pueden ser priorizadas para promover su implementación.
Se recomendó que los planes de inversión deben abordar la participación de las mujeres en
las diferentes etapas del proceso (es decir, preparación, implementación, seguimiento y par-
ticipación en los beneficios). Por lo tanto, los esfuerzos en la creación de capacidades deben
dirigirse a las mujeres jóvenes para motivar su participación en el manejo de los recursos na-
turales y hacer posible su colaboración con el liderazgo local. Además, es necesaria la cons-
trucción de capacidades de los tomadores de decisiones clave en el ámbito local, regional y
nacional sobre las opciones de transformación de género para la formulación de políticas y
47El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
planes apropiados (p.e. representantes parlamentarios, funcionarios públicos, sociedad civil,
organismos de gestión local). Estas políticas deben considerar la provisión de recursos para
temas de monitoreo y auditoría de género junto con la creación de una plataforma multisec-
torial independiente para evaluar y supervisar el cumplimiento de los indicadores de género.
Otras actividades que pueden contribuir a hacer frente a este tema será la elaboración de
lineamientos prácticos y planes para la inclusión de género en la distribución de beneficios
REDD+ y de estrategias de comunicación para la educación pública (p.e. herramientas, ma-
teriales, reconocimiento público de los campeones de género). La Figura 8 presenta la ruta
para la integración de los temas de género en los esquemas de distribución de beneficios
REDD+, con base en los resultados del TFD.
Figura 8. Ruta para la integración de las cuestiones de género en los esquemas de distribución de beneficios REDD+ en México. Fuente: Informe del TFD, Graf-Montero et al. (2014)
6.3.2 Identificación de los beneficiarios REDD+
La implementación inicial de REDD+ utilizará las finanzas públicas para orientar las actividades
a los causantes de las emisiones e invertir en el desarrollo de condiciones habilitadoras. Los
beneficiarios serán identificados de manera participativa a nivel subnacional en los planes locales
de inversión, sobre la base de la orientación proporcionada por el gobierno central (principios y
lineamientos). Fue claramente declarado por los participantes que el gobierno no debe ser un be-
neficiario en sí, y la opinión de la mayoría, con algunas voces que se alzaron en contra, de que los
beneficiarios no deberían limitarse a aquellos con los derechos existentes sobre los bosques. La
Nivel nacional Nivel subnacional Monitoreo/implementación
Defensa de las consideraciones de género en la reforma del marco legal.
Consideraciones de género en Sistemas de Salvaguardas Nacionales (INMUJERES).
Defensa de las consideraciones de género en la reforma del marco legal e incorporación de la perspectiva de género en la consulta pública nacional de REDD+.
Indicadores sensibles al género para la iniciativa REDD+SES (península de Yucatán).
Inclusión de consideraciones de género en las recomendaciones para los mecanismos de distribución de beneficios.
Participación de las mujeres en el comité de estándares REDD+SES.
Inclusión del enfoque de género en el programa de Reducción de Emisiones para el Fondo de Carbono.
Indicadores socioeconómicos sensibles al género para la medición de impactos políticos.
Apoyo a los CTC a nivel estatal para incluir al género en el desarrollo de estrategias de REDD+.
Creación de una plataforma subnacional de género y cambio climático construida sobre redes existentes.
Incorporación de la perspectiva de género en los lineamientos nacionales para estrategias REDD+ a nivel estatal.
48 El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
orientación sería necesaria para ayudar a las agencias locales a identificar a los beneficiarios de
manera transparente. Sin embargo, no se hicieron sugerencias específicas sobre cómo hacerlo.
La aplicación de las salvaguardas podría garantizar la distribución equitativa de los beneficios
entre las mujeres, los jóvenes y los pueblos indígenas. Las actividades promoverán la partici-
pación de las diversas partes interesadas, incluidos los sectores no forestales, por lo tanto, el
plan dará derecho a los actores que toman acción para hacer frente a las causas de la D&D
para acceder a beneficios sin tener necesariamente derecho a la tierra, por ejemplo a través de
contratos negociados. Con el fin de dar cuenta de las diferencias en los contextos locales, la
planificación de los planes de inversión local debe incluir los diferentes niveles de gobernanza
(es decir, las autoridades ejidales/comunales, locales, regionales y del gobierno nacional).
6.3.3 Priorización de actividades
Existe la preocupación de que las actividades a implementar deben ser rentables; se sugirió
que las actividades deben ser seleccionadas con base en la planificación regional y territo-
rial. Dadas las restricciones presupuestarias para el financiamiento inicial de los planes de
inversión, es importante definir criterios claros y transparentes para la asignación de recursos
para la implementación de las actividades REDD+. Inicialmente es necesario evaluar cómo
los procesos y proyectos actuales y anteriores están contribuyendo a la implementación de
REDD+ en línea con las especificaciones del Plan de desarrollo bajo en carbono de México.
Los planes de inversión deben incluir actividades destinadas a hacer frente a las causas de
las emisiones y promover el desarrollo sustentable en los bosques y otras tierras. Las pro-
puestas deben incluir indicadores para medir la participación y los beneficios para los grupos
vulnerables y estar orientados a las zonas donde las comunidades sean receptivas y estén
dispuestas a desarrollar las condiciones que permitan un manejo sustentable.
Los participantes del TFD propusieron el uso de un análisis multicriterio para clasificar las
propuestas específicas, con el fin de ayudar a la selección de las actividades que serán
financiadas. Los criterios fueron definidos para la evaluación de las actividades productivas
vinculadas a las causas de D&D (agricultura y pastoreo), la silvicultura y las actividades de
conservación, y otras actividades sociales y económicas. Entre otros criterios, fueron men-
cionados, el potencial para producir resultados con base en carbono, la buena disposición
de la gente a participar, la viabilidad financiera de las acciones específicas, la existencia de
mercados para la venta de productos y el nivel de amenaza de deforestación/degradación
en la zona. Se recomienda el uso de un sistema de focalización geográfica para identificar
actividades que podrían ayudar a aliviar la pobreza de mejor manera (por ejemplo un mapa
bosque-pobreza, vinculado a la Cruzada Nacional contra el Hambre), y para dar más peso a
las propuestas de las comunidades indígenas dentro de los paisajes forestales y una mayor
proporción de grupos vulnerables.
49El Diálogo Forestal (TFD) sobre distribución de beneficios en México
El TFD recomienda que las actividades productivas relacionadas con las causas de D&D de-
ben promover la adopción de las actividades sustentables y climáticamente efectivas y estabi-
lizar la frontera agrícola a través de la diversificación de las actividades productivas, incluyendo
la conservación de los recursos naturales. El apoyo a las prácticas de manejo forestal deberá
promover y fortalecer un mejor manejo local y regional del paisaje forestal. Los planes deben
promover acuerdos de colaboración para maximizar el rendimiento de las inversiones. Los cri-
terios para la evaluación del manejo forestal y las prácticas de conservación incluyen: focaliza-
ción de las áreas con un buen manejo previo y áreas certificadas, actividades relacionadas con
la generación de más cobeneficios (por ejemplo, agua y biodiversidad), prácticas de manejo
del fuego, prácticas para la restauración de las zonas afectadas por perturbaciones (incendios,
huracanes y plagas) y actividades para mantener o aumentar los acervos de carbono.
6.3.4 Lineamientos nacionales para los planes de inversión subnacionales
REDD+ se implementará en fases, y las funciones y lineamientos para los planes de inver-
sión y al mismo tiempo las agencias implementadoras locales evolucionarán para permitir
diferentes niveles de flexibilidad y participación. La fase temprana de REDD+ podría permitir
el aprendizaje acerca de la rentabilidad del uso de recursos naturales en términos de benefi-
cios obtenidos. En fases subsecuentes para pagos basados en resultados, los lineamientos
podrían establecer los principios para la asignación de las reducciones de emisiones a nivel
local. Las orientaciones nacionales deben fomentar la participación de los diferentes grupos
de interés para aumentar la transparencia del proceso, y así, involucrar a diferentes sectores,
en particular, los relacionados con las causas de la deforestación y la degradación forestal
(es decir, agencias públicas de planificación territorial y de desarrollo, sociedad civil, comuni-
dades, sector privado, e inversionistas, incluyendo filántropos). Es importante que los planes
de inversión estén basados en evidencias, entonces, será necesario examinar los cambios
históricos de uso del suelo y las causas de las emisiones. Los organismos de implemen-
tación deben probar que tienen las capacidades institucionales o planes de mejora para
desarrollar los planes de inversión. Los participantes del TFD acordaron que los lineamientos
para los planes de inversión deben incluir lo siguiente:
- Armonizar las políticas, subsidios e inversiones para el desarrollo bajo en carbono.
- Favorecer la viabilidad financiera de actividades basadas en el ingreso generado, fo-mento al acceso a mercados potenciales e inversiones privadas.
- Construir sobre estructuras y experiencias existentes mientras se garantiza un uso transparente de los recursos.
- Incluir procedimientos de resolución de conflictos y mecanismos para implementar sal-vaguardas ambientales y sociales (por ejemplo, FPIC).
- Definir los planes para distribuir pagos eventuales basados en resultados.
50 Conclusiones
7 Conclusiones
7.1 Posición actual de la CONAFOR en cuanto a distribución de beneficios
Aunque las discusiones sobre la distribución de beneficios en México parecen haber llegado a
un consenso en algunos puntos, como indican los resultados del TFD y el texto de la ER-PIN,
hay un gran número de puntos donde la política no es clara, o en los que no hay una resolución
todavía. La Tabla 2 resume algunos de estos puntos. La posición oficial más reciente de México
en la distribución de beneficios es la expresada en la ER-PIN, pero durante el TFD una serie de
puntos fueron expresados por la CONAFOR que clarifican su posición con respecto a aspectos
específicos. Estos puntos se presentan a continuación, pero se debe reconocer que la política
está todavía en desarrollo y lo que se menciona aquí no debe considerarse como definitivo.
1. CONAFOR está trabajando esencialmente hacia el tercer modelo aquí propuesto (“Tango entre dos”) donde los créditos por la reducción de la deforestación y la degradación se medirían con un REL nacional, intercambiados en el mercado internacional de fondos por parte del gobierno federal, y los fondos se utilizaran, entonces, para apoyar la mejora de los esfuerzos de manejo forestal a nivel local.
2. CONAFOR espera invertir al menos tres veces más dinero en este tipo de esfuerzos de lo que recibirían de los fondos internacionales de carbono. Este dinero podría ser de origen doméstico, una opción sería, a través de un mercado de carbono local.
3. Los créditos para la captura de carbono en bosques no se canalizarían a través del gobierno, pero estarían disponibles en un principio para cualquier comunidad o pro-pietario de la tierra capaz de medir y justificar dichos créditos, para vender de manera independiente, por ejemplo, bajo diferentes estándares en los mercados voluntarios de carbono, los cuales están en desarrollo en México. Los créditos relativos a la mejora de los bosques no están incluidos en la REL/ línea base presentada al FCPF en la ER-PIN.
4. El valor financiero de los beneficios, basados en el desempeño de los fondos internacio-nales, se distribuirán verticalmente a los países con base en su desempeño individual (utilizando niveles de referencia de emisiones, REL).
51Conclusiones
5. Falta claridad si los beneficios no basados en el desempeño, como la creación de capa-
cidades que serán proporcionados por el gobierno de otras fuentes, se distribuirán de la
misma manera. En la opinión de la CONAFOR, “distribución de beneficios” se relaciona
con los beneficios basados en el desempeño (es decir, los pagos por resultados basa-
dos en carbono).
6. Dentro de cada estado, los beneficios provenientes de la reducción eventual de emisio-
nes, serán distribuidos horizontalmente a los agentes locales que desarrollarán los pla-
nes de inversión para unidades territoriales definidas (por ejemplo, grupos de municipios
bajo una Junta). Inicialmente, esta distribución podría no estar en función del desem-
peño, sino que estaría justificada en referencia con los planes de inversión propuestos
y sus probables pagos en términos de carbono y en términos de desarrollo integral. Un
comité independiente (formado por la sociedad civil y la academia, así como agencias
gubernamentales) supervisaría este procedimiento de asignación.
7. No está del todo claro si las acciones que se consideran elegibles se limitarán a activi-
dades de manejo forestal o si las actividades que ocurren fuera de los bosques podrían
ser incluidas también (Tipo B o C). Esto será probablemente decidido por los mismos
Estados, aunque la mayoría de los textos de la CONAFOR se refieren específicamente
a las actividades basadas en el bosque expresadas en el contexto del desarrollo rural
sustentable; los resultados del diálogo están a favor de la inclusión de las actividades
fuera de los bosques.
8. Las inversiones, en acciones a nivel local, podrían incluir el pago de mano de obra para
la participación en actividades, y así, apoyar a la economía local y el desarrollo social.
9. CONAFOR está de acuerdo en que no sólo los titulares de derechos forestales, sino un
grupo más amplio de actores locales, deben tener derecho a recibir beneficios/incenti-
vos. Dada la opinión contraria de la Ley General de Desarrollo Forestal Sustentable en
este aspecto, se puede esperar que algunos problemas jurídicos surjan y tendrán que
ser resueltos.
7.2 Consideraciones finales
Durante el Diálogo, un número considerable de cuestiones fueron planteadas en relación con
la inclusión de asuntos de género, la identificación de beneficiarios, la definición de activida-
des elegibles para recibir beneficios REDD+, la definición de criterios para asignación/priori-
zación de los recursos y el diseño de estrategias locales para la implementación (es decir, los
planes de inversión local). Será importante que la CONAFOR coordine la incorporación de
estos aspectos en el diseño de los esquemas y continúe con la evaluación de las consecuen-
cias, sobre todo, para los esquemas a favor de la reducción de la pobreza. Los resultados
del Diálogo indican que, puesto que los actores fuera del bosque y los actores sin derecho a
la tierra de los bosques podrían potencialmente ser identificados como beneficiarios, podría
ser posible incluir disposiciones específicas para dirigirse a los miembros más pobres de
52 Conclusiones
las comunidades y diseñar esquemas ad hoc a favor de la reducción de la pobreza. Esto
se puede hacer, como se destaca en el Diálogo, por ejemplo, mediante la coordinación de
REDD+ con esfuerzos para aliviar la pobreza como la Cruzada contra el Hambre. En este
contexto, puede ser importante actualizar el marco legal para evitar conflictos potenciales
relativos a la propiedad de beneficios de carbono.
El diseño de la ER-PIN y la formulación y financiamiento de los planes de inversión local im-
plican que el financiamiento internacional del carbono se sumaría y se uniría a los recursos
dedicados por México a la reducción de las emisiones forestales y promovería el manejo
sustentable de los bosques. En este contexto, será necesario asegurar que los beneficios
y recursos asociados a REDD+, sean diferenciados de los de los programas en curso; esto
tendría como objetivo promover la transparencia en el uso de los recursos y la adicionalidad
de las actividades implementadas. Por otro lado, existe la necesidad de modificar las es-
tructuras existentes y reducir los costos de transacción y los burocráticos. Un primer paso
sería definir qué es lo que se entiende exactamente por “adicionalidad” y si el concepto de
adicionalidad financiera como se entiende en el MDL, será usado en este contexto.
Existen muchas dificultades intrínsecas en el diseño de esquemas de distribución de benefi-
cios en un momento en el que todavía hay algunas incertidumbres de lo que será REDD+. Tal
vez la principal incertidumbre es la relativa a la cuantificación de los beneficios potenciales de
carbono que un país puede obtener y los métodos específicos para anidar información de las
líneas base y MRV, desde el nivel local al nacional, y cómo atribuir el desempeño local. Es-
tos sistemas también son cruciales para monitorear la implementación y diseñar esquemas
transparentes de distribución de beneficios. Como se menciona en la Tabla 2, hay muchos
factores que determinan la escala de los beneficios de carbono (por ejemplo, la combinación
del desempeño de las diferentes áreas, la consideración de las reducciones de emisiones y
de captura de carbono, la adicionalidad). Teniendo en cuenta que en México REDD+ podría
considerar intervenciones fuera de las zonas forestales, entonces, las estimaciones de re-
ducción de emisiones y las remociones de carbono deben actualizarse para permitir que la
contabilidad sea hecha con un enfoque de paisaje; los inventarios Nacionales de Gases de
Efecto Invernadero cuentan con información que se puede utilizar para producir las estima-
ciones iniciales. El diseño de los planes de inversión local será un paso crítico para el plan-
teamiento de esquemas de distribución de beneficios equitativos y transparentes. Aunque
el gobierno federal podría proporcionar lineamientos generales para el diseño y evaluación
de dichos planes, serán los actores a nivel local (es decir, la agencia de implementación y el
comité directivo local) los que tendrán la responsabilidad final.
53Anexo
Anexo 1: Conceptos y principios importantes
¿Qué son “beneficios” en el contexto de los programas nacionales REDD+?
Como es bien sabido, al seguir la implementación de programas nacionales REDD+ en Fase
3, los países pueden acceder al financiamiento basado en resultados de carbono (a través de
“la venta” de créditos de carbono o lo que generalmente se considera como “financiamiento
de carbono”). Sin embargo, en las primeras fases de implementación, el financiamiento
puede no estar basado en resultados de carbono, y estas inversiones pueden ser conside-
radas beneficios por sí mismas. Además puede haber beneficios no asociados al carbono.
Más adelante, identificamos y caracterizamos estas tres posibles fuentes de beneficios, su
distribución podría implicar diferentes reglas o normas.
Tipo A. Capacidades creadas e inversiones para facilitar la participación
Existen beneficios relacionados con la creación de capacidades, en este sentido los partici-
pantes en REDD+ podrían recibir fondos, capacitación, asistencia técnica o fondos iniciales
para ayudarlos o motivarlos a participar en REDD+ (ex ante). La capacitación no se limita al
conocimiento técnico del manejo forestal sino que también se requieren capacidades para
facilitar que las comunidades participen, negocien, y tomen decisiones colectivas para el
diseño de los esquemas de distribución de beneficios (Buss et al., 2013b). La fuente de
este financiamiento y su distribución a los participantes no se relaciona con el desempeño,
aunque los fondos podrían ser dirigidos a ciertos grupos sociales o áreas en particular. El
gobierno mexicano ha indicado que está dispuesto a proveer esos beneficios en los primeros
años de REDD+, además de los fondos disponibles de un número de proyectos de capaci-
tación existentes bajo REDD+ y del Programa de Inversión Forestal (FIP).
54 Anexo
Tipo B. Compensaciones con base en el desempeño de carbono o por participación exitosa en las actividades REDD+ que podrían ser en efectivo o en especie (ex post)
Los beneficios de Tipo B pueden considerarse como incentivos, compensaciones o subsi-
dios, dependiendo del diseño del esquema de distribución de beneficios. En el sentido más
amplio, su objetivo es dar a las actividades un valor económico más alto del que ya tienen,
para que puedan competir en una posición más pareja con las actividades que actualmente
promueven la deforestación y la degradación. A menudo se asume que la fuente de finan-
ciamiento para estas compensaciones sea el valor monetario a nivel internacional de los
créditos de carbono generados (“financiamiento de carbono”); aunque sería posible para
los gobiernos suplementarlo usando otras fuentes (internas) de financiamiento. Por lo tanto,
al financiar a los participantes locales, podría tener lugar en forma de pagos por tonelada
de CO2e o pueden ser pagos en efectivo basados en el desempeño de carbono (como
subsidios). La distribución de beneficios entre los participantes, dentro del país, no nece-
sariamente tendría que basarse en el desempeño, aunque el fondo mismo podría, en gran
parte, ser generado al medir el desempeño a nivel nacional. La ER-PIN parece indicar que los
fondos generados por desempeño, en el primer año, serán usados para cubrir los costos de
implementación en una segunda etapa y no serían distribuidos en forma de compensaciones
como tal, sino como estímulos para futuras acciones; en cualquier caso, es seguro que la
intención no es compensar el desempeño de carbono.
Tipo C. Beneficios no asociados al carbono
Finalmente, hay beneficios no asociados al carbono que pueden fluir de estas actividades,
tales como servicios ambientales locales, la diversificación de las fuentes de ingreso, sumi-
nistro mejorado de agua que pueden resultar de la introducción del manejo forestal susten-
table, pero también madera y PFNM.
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Retos en la im
plementación de R
ED
D+
en México a través de esquem
as de distribución de beneficios
Retos en la implementación de REDD+ en México a través de esquemas de distribución de beneficios en favor de poblaciones en condición de pobreza
SERIE TÉCNICA: GOBERNANZA FORESTAL Y ECONOMÍA, NÚMERO 2
Arturo Balderas Torres y Margaret Skutsch
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