LA PRIMERA MITAD DEL
SEGUNDO MILENIO EN
ORIENTE PRÓXIMO Y EGIPTO En Mesopotamia, el paso al II milenio viene marcado por la crisis de Ur III y por el
descoloque de toda la zona fruto de la intrusión de los pueblos amorritas; y en Egipto, por el
comienzo del Reino Medio.
1. LOS ORÍGENES DE ASIRIA Y EL PRIMER ESTADO ASIRIO
1.1. LOS ORÍGENES DE ASIRIA
1.1.1. INTRODUCCIÓN
Cuando en Mesopotamia nos encontramos con la época de Ur III, sus territorios están
organizados en una serie de provincias. Parte de este reino es la Al-Yazira, y uno de los sitios
importantes es la ciudad de Assur, una capital provincial. Con los problemas ocasionados por
la llegada de los amorritas, se crea un muro de contención para evitar la entrada de estos
pueblos en Mesopotamia; pero esto supone dejar sin protección ni abastecimiento a las
ciudades del norte, como Assur. Estas zonas son las que mayor población amorrea reciben, ya
que se establecen en las ciudades.
Este comienzo de milenio se ha interpretado erróneamente como la lucha entre
poblaciones sedentarias y poblaciones nómadas. Los amorreos llevan ya mucho tiempo
desplazándose desde hace varios siglos antes de su llegada a Mesopotamia; no son unos
bárbaros salvajes, sino unos pastores que quieren contactar con las poblaciones
sedentarizadas para intercambiar sus productos. El por qué alrededor del 2.000 la presión es
mucho mayor es una incógnita. El caso es que estos pastores se van asentando cerca de las
poblaciones. Su lengua es semita, por lo que van a entenderse relativamente bien con los
acadios; por ello, cada vez hay más hablantes semitas y menos hablantes sumerios; lo que
supone también que el sumerio se va perdiendo.
1.1.2. LAS EXCAVACIONES DE ASSUR, LA SITUACIÓN ESTRATÉGICA DE LA
CIUDAD Y LOS DOCUMENTOS ESCRITOS
Assur es una ciudad pequeña, que ya existe en el período de Ur III, siendo una pequeña
capital de provincia. Por tanto, Assur ya tiene niveles del III milenio. Con la caída de Ur III, un
pequeño grupo de amorritas se establecen en la ciudad, haciéndose con su control. Es
excavada por Walter Andrae entre 1903 y 1914. Assur se encuentra sobre una meseta rocosa,
lo cual le confiere una altura considerable (altura natural más altura del tell). Assur está
habitada hasta el siglo VII a.C. como capital (posteriormente se habita hasta el siglo XII d.C.
Por tanto, su potencia estratigráfica enorme. Andrae excava el yacimiento con trincheras
paralelas distanciadas de 100 metros, sacando a la luz algunos edificios del III y el II milenio,
y sobre todo, del I milenio, época de mayor esplendor de la ciudad.
Assur se encuentra en Al-Yazira, zona cerealera que no requiere de regadío. Además, es
un lugar estratégico comercialmente, puesto que se encuentra muy al sur en esta región,
prácticamente en la frontera con Mesopotamia. La primera vez que aparece la ciudad lo hace
como Ciudad-Estado, siguiendo los parámetros mesopotámicos, volcada en el comercio.
Los principales documentos que nos hablan de la ciudad de Assur son las Inscripciones
Reales, la Lista Real Asiria y un archivo: las Tablillas Capadocias. La Lista Real es el primer
gran documento que nos ofrece Assur; se realiza a comienzos del II milenio, en un intento de
legitimación por parte de los amorritas. Se dice que los 17 primeros reyes viven en tiendas,
por lo que aún no están asentados, son nómadas. Hay un vacío de información entre el 18º y
el 26º monarcas; y a partir del 27º, la información es más concisa, y se corresponde con otros
documentos de otros lugares. A partir del monarca 39º, Samsi Adad, se testimonia un paso de
la Ciudad-Estado al Estado asirio. Destaca que nunca se interrumpe la rama dinástica en
Asiria hasta que cae en 612 a.C.
1.1.3. KANISH Y LAS TABLILLAS CAPADOCIAS
Por su parte, las Tablillas Capadocias aparecen en un yacimiento de Anatolia Central,
Kültepe, a 1.200 km. de Assur. Se excava a principios del siglo XX por una misión
arqueológica turca, y los hallazgos resultan ser la antigua Kanish, muy mencionada en los
textos mesopotámicos. Cuenta con una acrópolis, con un pequeño barrio o arrabal en las
proximidades, cuya excavación revela más de 15.000 textos escritos en acadio y que se
corresponden al comienzo del II milenio. Se trata del archivo de una colonia comercial de
Assur en Anatolia (asentamiento permitido por las autoridades de Kanish). Además, esta
colonia se establece como base de toda una red de colonias comerciales extendidas por toda
Anatolia y Siria. Cada establecimiento de comerciantes asirios es conocido como Karum.
Desde el punto de vista arqueológico, la excavación supone el hallazgo de dos niveles
claramente diferenciados. El nivel II corresponde al período 1920-1840 a.C., y los textos allí
hallados hablan de una enorme intensidad comercial de las colonias, y están escritos por
gente de Assur. Esta fase se cierra con una destrucción del Karum. Unos años después, en
1814 a.C., se vuelve a reconstruir el barrio, coincidiendo con el reinado de Samsi Adad (nivel
Ib, hasta 1792 a.C.).
1.2. LA ÉPOCA COLONIAL Y LA CIUDAD-ESTADO
1.2.1. LA CIUDAD Y LA SOCIEDAD
Assur es una ciudad que nace siguiendo los parámetros que ya se han dado en
Mesopotamia con las Ciudades-Estado, aunque la población es amorrita, no sumero-acadia,
lo cual le confiere un carácter propio. La ciudad está volcada a su dios, Assur (podría ser una
personificación de la ciudad); aunque sólo se le da culto aquí. Desde el 2.000 al 1.800, se
dedica exclusivamente al comercio.
La sociedad asiria es tripartita, y se basa en el Rey, la Asamblea y el Limumm.
El Rey ostenta el título Issiakum Assur, el “vicario de Assur” (y no lleva el Sharrum
acadio). Realmente, el Rey gobierna Assur por cuenta del dios. La realeza parece
hereditaria y de legitimación divina, aunque su poder no es ilimitado.
La Asamblea, o Alum (mismo término que para “ciudad”) comprende a los cabezas
de familia, ciudadanos libres, y funciona principalmente en temas comerciales, más
que políticos.
Por último, el Limumm es un funcionario que da nombre al año. Se elige al azar
entre candidatos de las diversas familias; y sus competencias no están muy claras.
Además, se procura que no se repita consecutivamente su candidatura.
1.2.2. EL COMERCIO A LARGA DISTANCIA: LA RUTA ASIRIA
La ruta comercial puede reconstruirse principalmente gracias a los textos. El comercio
asirio no sólo consiste en el ir y venir de caravanas desde Assur hasta sus colonias; sino que
además se destinan una serie de personas a las colonias. El comercio se realiza entre
mercaderes de Assur instalados en las grandes colonias (karum) y una serie de
representantes que ellos dejan en la ciudad. Así, los lazos comerciales son en cierto modo
privados. Al mismo tiempo, hay pequeñas colonias o filiales, los wabartum. En conjunto, se
crea una densa red de puestos comerciales. En conjunto, hay unos 20 karum cerca de sus
respectivas ciudades anatólicas; y en sus proximidades, un conjunto de wabartum en torno a
cada karum. Cuidado, no toda ciudad anatólica tiene su karum.
Karum significa al mismo tiempo el lugar físico donde tiene lugar la transacción
comercial como la red en general (es como “mercado”). Esta colonia de mercaderes se
organiza a imagen y semejanza de Assur: tiene su propia Asamblea y su propio Limmum; lo
único de lo que no dispone es de rey, evidentemente, aunque cuenta con una especie de
mercader principal, el Tamkarum, que está destinado en el karum por mucho tiempo.
Los archivos hallados en Kanish son de tres tipos:
Contratos de los mercaderes asirios en el karum con los porteadores para que lleve
su carga y se la entregue a su representante.
Cartas dentro de un sobre que el porteador tiene que entregar a los representantes
del mercader en Assur, en la que se especifica el contenido de la carga y el mejor
modo de inversión.
Cartas de los representantes en Assur al mercader, con lo que se repite el proceso al
contrario.
Estos archivos proporcionan información de todo tipo. Resumiendo, se comercia
principalmente con plata y estaño, además de con tejidos, y oro, en menor cantidad. Assur
produce tejidos (producidos por ella misma o importados desde Mesopotamia, ya que la red
comercial se extiende también hacia el sur). También da estaño, que trae desde Irán. Así,
Asiria gestiona un comercio para tener en Assur paños y estaño. Estos se envían a las
colonias de Anatolia, ya que allí no hay una industria textil; y porque el estaño, mezclado con
cobre, da bronce. Desde las colonias, se intercambian los tejidos y el estaño contra oro y
plata, que son enviados de vuelta a Assur. Con este panorama, Assur no es una ciudad
agrícola ni ganadera, sino industrial y comercial, lo que le permite generar unos enormes
beneficios.
Las caravanas son pequeñas, y los animales de carga son los onagros (pequeños
burros), resistentes, ya que hay que atravesar el Tauro. Además, no se busca el camino más
corto, sino el más rentable: hay que atravesar tierras que no pertenecen a Assur, y por tanto
hay que pagar tasas. Son más de 1.200 km que se recorren en unos 50 días, con burros
cargados con 3 fardos (2 a los lados y 1 encima). La ganancia es como mínimo del 100% (se
gana el doble); aunque también es cierto que hay muchos gastos derivados e imprevistos. Sin
embargo, el auge de este comercio testimonia de una situación de relativa tranquilidad en
Anatolia.
Los comerciantes asirios tienen que garantizar una serie de cosas:
El pago de todas las tasas que les imponga la autoridad real.
El derecho de precompra de las élites.
No pueden comerciar con hierro (meteórico en este momento).
No pueden casarse con una anatolia, ni tener propiedades fuera del karum.
Con esto, las autoridades se quedan con el 5% de los textiles y el 3% del estaño.
Además, tienen el monopolio del lapislázuli (vale el doble que la plata en este período).
Los derechos de los mercaderes asirios son:
Derecho a residencia en el karum. El karum es suelo asirio; todo asirio tiene derecho
a vivir allí y a no ser expulsado.
Los anatolios tienen que garantizar la protección de las caravanas.
1.3. EL ESTADO TERRITORIAL. SHAMSI ADAD (1814/3-1782/1 A.C.) Y SU ÉPOCA
1.3.1. SHAMSI ADAD
Este personaje, amorrita, no pertenece a la dinastía reinante; aunque no se sabe cómo
se hace con el poder. Parece que viene de la ciudad de Ekallatum, y que se instala en Assur y
acaba siendo rey. En su titulatura real, se ve que abandona la titulatura de “vicario de Assur”
por la de “rey fuerte, poderoso” y “rey de Asiria”. Así, comienzan a aparecer más inscripciones
que, por sus títulos e historias, parecen indicar a una imitación de Sargón. También destaca su
titulatura de “rey de Akkad”, aunque no controla todo el Imperio acadio. Sí es cierto que llega
a controlar gran parte de éste (la zona de Al-Yazira). Alrededor de 1.800 a.C., se asienta como
rey Shamsi-Adad; y apenas 20 años después, su Imperio es ya de gran envergadura. El rey se
sitúa en Assur, pero decide gobernar el reino desde una nueva capital, de nueva planta:
Shubat-Enlil (actual tell Leilan). Este cambio de capital puede responder a un incremento del
poder de la Babilonia de Hammurabi.
Bajo administración del monarca quedan Assur, su capital y Nínive, delegándose la del
resto de localidades en gobernadores locales. Además, hay otras dos que funcionan como
virreinatos (a cada uno de sus hijos): Mari y Ekallatum. Por tanto, el reino funciona con
gobernadores en las diferentes provincias, exceptuando unas pocas ciudades importantes que
dependen directamente de la casa real.
Gracias a sus dos hijos, Ishme-Dagan en Ekallatum, y Yashmah-Addu en Mari, se tiene
la mayor parte de la información del gobierno de Shamsi-Adad, ya que éste les tutela
mediante una intensa correspondencia. Lo curioso es que, mientras uno de ellos gobierna
bien, el otro no lo hace: por ello, en las cartas de este último, el padre le muestra al hijo cómo
debe de ser el buen gobernante; además de compararlo continuamente con su hermano.
1.3.2. ISHME-DAGAN
Shamsi-Adad levanta este reino en parte por la fuerza y en parte mediante alianzas
matrimoniales (boda de su hijo con la princesa de Qatna). Pero estas alianzas son frágiles, y
tras la muerte del monarca, el reino se derrumba.
A su muerte, le sucede Ishme-Dagan, quedando Yashmah-Addu como subordinado del
nuevo rey. Pero no tiene capacidad para gobernar el reino, por lo que el imperio se
fragmenta y al final sólo acaba gobernando Assur y las zonas circundantes. Es éste el
momento que Hammurabi elige para expandir su imperio hacia el norte. Assur queda
nuevamente como una ciudad comercial; y a los 30 años de la muerte de Shamsi-Adad, se
destruye nuevamente el kanum de Kanish, de manera definitiva. Esto se debe a la caída del
reino paleoasirio.
2. ANATOLIA Y EL PRIMER ESTADO HITITA
2.1. INTRODUCCIÓN
La imagen de Anatolia a comienzos del II milenio es la de pequeñas formaciones
políticas centradas en pequeñas ciudades, fortificadas y con acrópolis y con un palacio;
parecen funcionar como pequeños reinos. Los textos dicen que estos reinos están gobernados
por unos príncipes (el rey es el de Assur) que gobiernan desde un palacio. Además, en estas
ciudades hay una pequeña corte. La población es escasa, y las relaciones entre los distintos
reinos son buenas, para que la expansión comercial asiria sea posible. Sin embargo, en torno
al 1.830 a.C. algo ocurre para que el kanum de Kanish se destruya, aunque no se sabe el qué.
El problema es que no hay fuentes hititas de este periodo (2.000 a 1.800 a.C.); las primeras
corresponden a cuando el reino hitita ya está formado.
En 1.780 a.C. vuelve a ser destruida Kanish, ya de manera definitiva. A partir del 1650,
se vuelven a recuperar los textos, ya con el Reino Antiguo hitita, con capital en Hattusas.
2.2. HISTORIA POLÍTICA
2.2.1. HATTUSILI I
Las excavaciones alemanas dan con un enorme archivo de más de 25.000 documentos
en el gran palacio de Hattusas. Y estos documentos deparan una sorpresa: un rey, Hattusili,
crea una nueva capital, Hattusas, y estabiliza un reino (por tanto, previamente, este reino ha
tenido que ser creado antes, en el período indocumentado). Los anales de Hattusili hablan de
un antepasado suyo, Anitta de Kushara, quien establece un reino de Anatolia central, con
capital primero en Kushara y luego en Nesa (antigua Kanish). Posteriormente, las hazañas de
este individuo son muy copiadas, por lo que tuvieron que tener mucha importancia.
En torno a 1.650 a.C., un gobernante traslada la corte de Nesa a Hattusas, que a partir
de entonces casi siempre es la capital del reino hitita. Hattusili, este gobernador, consigue
hacerse con el poder, y crea en Reino Antiguo hitita Así, Hattusili I levanta un palacio en
Hattusas, reorganiza la ciudad, la fortifica y comienza la organización del reino. A partir de
aquí, el mundo hitita entra en la historia porque deja sus propios textos, los primeros.
Las ciudades más importantes del reino son la capital, Hattusas, Nesa y Kushara (la
cuna de la monarquía). El reino de hattusilis está centrado en la Anatolia central, llamado
posteriormente por los textos como el “país de Hatti”, centrado en torno a Hattusas y al río
Hayls. El reino se organiza en pequeñas provincias con gobernadores a su cabeza. Su política
consta de dos direcciones:
Colocar a sus hijos a la cabeza de las regiones más importantes.
Casarse él mismo con las princesas de los territorios que conquistaba.
Esto juega en su contra, ya que al final se multiplican los poderes que pretenden ser
independientes.
Los archivos de Hattusili contienen sus anales. Así, se identifica la reorganización del
reino y la realización de una serie de campañas militares hacia el norte, hacia el sur
(aperturas al mar) y hacia el Éufrates. Pero hay factores que suponen un freno a esta
expansión: el Reino de Yamhad (norte) y una confederación de pueblos al norte de Iraq y
Siria, con una lengua común, los hurritas. Estos hurritas cristalizarán posteriormente en el
Reino de Mitanni.
2.2.2. MURSILI
Hattusili decide pasar su reino no a su hijo, sino a su nieto, todavía un niño, en su
testamento, aunque no se sabe por qué. Al ser un niño, debe conseguir el juramento del
ejército y de la asamblea de notables; cosa que hace.
Mursili, su nieto, tiene una política aún más agresiva que la de su abuelo; se expande
mucho más hacia el Éufrates; destruye Yamhad y llega hasta Ebla, que es destruida. Baja
todo el Éufrates, llega hasta Babilonia y en 1595 la saquea y acaba con la dinastía amorrita
reinante. La estatua del dios Marduk es deportada, y acaba en un reino a medio camino, lo
que señala a posibles alianzas.
Pero a su vuelta, Mursili es asesinado, iniciándose así un período de crisis interna
producto de las alianzas matrimoniales de Hattusili.
2.2.3. TELEPINU
A partir de este momento, el reino se retrae; se suceden una serie de reyes, hasta llegar
a Telepinu (1525-1500). Este rey es conocido por un edicto con el que consigue cortar esta
escalada de muerte y asesinatos que afecta al Reino Antiguo hitita. En medio de este caos,
Telepinu llega al poder; con una imagen de clemencia tras de sí. Deja por escrito que el
sucesor del rey debe ser el primer hijo varón del rey, y que en caso de no haberlo, será el
esposo de la primera hija. La propia asamblea de notables se presenta delante del rey para
exigirle el final de la violencia.
A partir de este momento, el reino hitita queda como un reino muy pequeño, reducido
prácticamente a Hattusas, y sin mucha capacidad de maniobra.
2.3. SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA
2.3.1. SOCIEDAD
La sociedad está formada por pequeñas ciudades gobernadas por un alcalde o
gobernador. La capital, Hattusas, se centra en la colina de los palacios, Buyukale. Es una
ciudad pequeña, al estar en Anatolia, que no permite grandes asentamientos. Esta tierra
permite pequeños cultivos, la cría de ganado; además, es muy rico en materias primas
(madera, metales, oro, plata…); todo esto contrasta con los pocos recursos humanos. Por ello,
los reinos son pequeños. Las edificaciones se levantan en piedra. La principal diferencia con
respecto a Mesopotamia o Siria es que allí, el palacio engloba templos, archivos, almacenes…
sin embargo, en el mundo anatolico, estos edificios están separados.
2.3.2. LA REALEZA
La principal institución de este reino es la realeza, aunque no está bien definida
(problema del mecanismo de sucesión). La titulatura real incluye nombres como “gran rey”,
“rey del país de Hatti”, “mi sol”, e incorpora también “labarna” o “tabarna”, que podría ser el
nombre de uno de los antiguos reyes hititas que consiguió configurar el reino (como “césar”
en Roma).
La reina sigue ostentando el título después de enviudar, lo cual supone un gran
problema con la nueva reina. El rey hitita es dueño del Estado, tiene poderes
administrativos, diplomáticos y militares; es el responsable ante los dioses del bienestar de
los pueblos; es por tanto sacerdote principal de los cultos. No es un dios vivo, aunque es
divinizado tras la muerte. Existe además una asamblea de notables con cierto poder.
2.3.3. CULTURA
La cultura de este reino es original en ciertos aspectos, aunque también tiene
fundamentales aportaciones mesopotámicas. A pesar de que el hitita, lengua indoeuropea,
se escribe en jeroglíficos, la lengua de la administración y en la que están todos los archivos
es el acadio (o bien en bilingüe). La escritura usada es o bien el jeroglífico (para inscripciones
monumentales o sellos) o bien el cuneiforme (usado para ambas lenguas) en los textos
administrativos.
Los propios escribas hititas hacen una auténtica recopilación de textos
mesopotámicos. Se dedican a copiar también todo aquello que tiene que ver con Sargón de
Akkad, personaje sumamente admirado.
3. LA BABILONIA AMORRITA
3.1. INTRODUCCIÓN: LOS CAMBIOS INTRODUCIDOS POR LOS AMORRITAS
Cuando comienza el II milenio en Mesopotamia, con la caída de Ur III, la simbiosis
sumero-acadia pasa a ser amorrita-acadia. Estas poblaciones amorritas se infiltran y se sitúan
en las diferentes regiones de Al-Yazira y de Mesopotamia. La lengua es un elemento que
ayuda mucho; y los elementos sumerios se abandonan (la lengua sumeria queda como lengua
de culto y lengua culta).
Dos ciudades mesopotámicas tienen una mayor preminencia en este momento: Isin y
Larsha. La ideología de la realeza cambia, aunando elementos propios del mundo
mesopotámico y aportados por los amorritas. El rey sigue siendo un administrador de los
dioses, sigue estando muy vinculado al palacio; pero la tremenda crisis de la población
mesopotámica (con la crisis de Ur III, mucha gente se ve obligada a someterse a la servidumbre
por deudas) hace que la realeza empieza a mostrar otros rasgos más “humanos”: ayuda a los
necesitados, etc. Cuando suben al poder, estos reyes emiten un edicto de condonación de
deudas, y empiezan a mostrarse como los reyes que garantizan las construcciones, que
reparan las obras públicas, y que además cuidan de la gente (ideología del buen pastor que
cuida de su rebaño). Algunos reyes suelen emitir un código de leyes, como el de Lipit-Ishtar o
el de Eshnunna.
3.2. LA LLEGADA DE LOS AMORRITAS A BABILONIA
Un grupo de amorritas se sitúa en Babilonia en torno al 1900, una ciudad pequeña,
capital de provincia durante el período neosumerio. En un principio gobernada por un
gobernador, esta ciudad pasa a tener una dinastía, la I Dinastía de Babilonia o la Dinastía
amorrita de Babilonia, tras la caída de Ur III.
Babilonia se encuentra en el lugar en que los ríos Tigris y Éufrates se juntan más; y por
ello la ciudad cuenta con dos nichos ecológicos. De la primera Babilonia no se sabe
prácticamente nada; aunque se conservan unos pocos archivos. La mayor parte de la
información de este período viene de otras ciudades, como Sippar, o Kish.
3.3. HAMMURABI
3.3.1. LAS CONQUISTAS DE HAMMURABI
Cuando Hammurabi sube al poder (1792-1750) ya forma parte de una dinastía iniciada
por Sumu Abum (es el sexto rey) y se pone al frente de un pequeño reino que apenas
sobrepasa la ciudad, literalmente atenazado por los reinos de Larsha (con su monarca Rim Sin)
y de Asiria (con Samsi Adad).
Pero Hammurabi es un rey joven, mientras que sus dos “rivales” tienen ya una edad
avanzada. Hammurabi intenta mantener relaciones diplomáticas con Larsha y con Asiria; pero
acaban siendo militares. Aprovecha la muerte de Rim Sin para anexionar la zona al sur de
Babilonia y llegar hasta el Golfo pérsico, controlando casi toda Mesopotamia. Aprovechando
entonces la muerte de Samsi Adad y la ineficacia de su hijo en Mari, se dirige hacia allí,
incorporando a sus dominios todo el Éufrates hasta la ciudad, subiendo también el Tigris
hacia Assur, conquistando parte del curso del río. De resultas, el territorio controlado por
Hammurabi tiene el tamaño y la situación geográfica de Ur III.
A partir de Hammurabi, Babilonia queda configurada como un Estado, y nunca más
como un sistema de Ciudades-Estado. La I Dinastía Babilónica dura casi 400 años.
3.3.2. EL GOBIERNO DE HAMMURABI
El gobierno de Hammurabi supone una centralización del poder en todas las esferas,
incluso en el comercio, aunque no llega a monopolizarlo. Las tierras de las ciudades
conquistadas (Larsha, Asiria…) pasan a ser territorio de la realeza, y se aumenta mucho la
producción, tanto de cereales como de dátiles; así como se mejora la ganadería, con los
consiguientes aumentos de la producción de lana. Esto supone una notable recuperación del
comercio.
Con respecto al mundo religioso, Hammurabi nombra personalmente a los sacerdotes
de los templos de las ciudades conquistadas (así se evita cualquier tipo de disgregación
religiosa).
En política exterior, se consigue la alianza con reinos que puedan fortalecerle primero
contra Larsha y segundo contra Asiria. El problema es que todos los logros de Hammurabi se
basan en alianzas muy sutiles y frágiles; y a su muerte, sus sucesores, que no tienen su misma
capacidad, tienen que hacer frente a secesiones, Estados vasallos que ya no lo son, etc., con
lo que el reino paleobabilónico desaparece.
3.4. DESPUÉS DE HAMMURABI
Cuando Samsuiluna sucede a Hammurabi, empieza a haber problemas con numerosas
ciudades, que acaban en secesiones. La más importante ocurre en la desembocadura del
Tigris y del Éufrates, donde una buena parte del territorio se fragmenta, creándose el “País del
Mar”. Éste no llega a ser un auténtico reino, sino una confederación de tribus con centro en
Ur. No dispone de una gran fuerza militar ni expansionista, aunque sí le corta a Babilonia el
acceso al Golfo (con todo lo que esto supone para el comercio). Este País del Mar es muy poco
conocido.
Todo el reino paleobabilónico se viene abajo por esto; además, siguen existiendo otros
reinos al norte de Babilonia: Asiria, Khana, Yamhad, los hurritas; además, en las faldas del
Zagros aparecen los pueblos casitas. En el 1600, es ese el panorama: Babilonia está entre el
Tigris y el Éufrates, no tiene salida al mar ni puede subir hacia el norte. A esto se suma la
expedición militar hitita y los desplazamientos de los casitas hacia esta zona.
Finalmente, en 1595 a.C., el reino de Babilonia cae, tras el saqueo de Mursili; y
entonces se entrona un rey casita. Es evidente que hay una coalición entre hititas y los
khaneos. Con la caída de Babilonia hay dos beneficiados: Khana, donde acaba mucho botín y
los casitas, que se desplazan desde las montañas y se sitúan en Babilonia y apareciendo en
los documentos nombres de la dinastía casita.
3.5. SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA
Una de las principales fuentes de información es el archivo del palacio real de Mari.
Allí, el rey Zimrimlin es contemporáneo de Hammurabi. Aquí aparecen reflejadas las
relaciones diplomáticas de este reino, especialmente las que se mantienen con Hammurabi.
Todo esto ha proporcionado mucha información no sólo sobre las relaciones internacionales,
sino sobre el funcionamiento detallado de las alianzas, etc.
3.5.1. ECONOMÍA
Hammurabi construye una densa red de canales que permiten la pervivencia de
ciudades alejadas de los cauces de los ríos Tigris y Éufrates. La entrada de agua, sobre todo al
sur, permite evitar la excesiva salinización de las tierras. Además, organiza malecones en las
ciudades para evitar desbordamientos y salvaguardar las ciudades de las crecidas. Gracias a
todas estas labores hidráulicas, Babilonia aguanta las crisis.
Tras la muerte de Hammurabi, este sistema ya no se mantiene con tanta eficiencia, por
lo que cae la producción y con ella, el comercio. Se produce, con esta crisis, una
restructuración social. Las familias del alto rango tratan de escapar del poder de la realeza;
mientras que la gente más pobre acaban trabajando para el Estado (servidumbre por deudas
de soldados, agricultores, pastores…). A partir de Hammurabi, además, ya no hay
condonaciones de deudas, debido a la profunda crisis.
Hammurabi consigue monopolizar la producción y adquirir muchos bienes que
incorpora al Estado, de ahí su éxito con la construcción del reino. Pero la base de todo se
encuentra en la eficiente política relacionada con el agua. A su vez, el control del agua por
parte del Estado acelera la decadencia del templo, que le cede el protagonismo de manera
definitiva al palacio.
3.5.2. LA REALEZA EN LA PERSONA DE HAMMURABI
Con todo, Hammurabi nunca se asemeja a un dios ni se diviniza. Hammurabi utiliza la
titulatura real acadia, añadiendo la “rey del país de los martu” y “rey de Babilonia”. Además,
aparece como el buen pastor, el padre, el guía, y que es justo y bueno. Esto da fe de la mezcla
de tradiciones acadia y amorrita. Al subir al poder, Hammurabi promulga un edicto de
condonación de deudas.
3.5.3. EL CÓDIGO DE HAMMURABI
El Código de Hammurabi, una estela de piedra que mide 2’25 metros, esta situado
posiblemente en el templo del dios Samash (el dios sol) en Sippar o en Babilonia (aunque la
estela se encuentra Susa, en Irán, posiblemente fruto del saqueo de un grupo de elamitas en
el siglo XIII a.C.). En la parte superior, aparece el rey, de pie, ante el dios, sentado. El dios le
entrega al rey unos objetos para que aplique la justicia. El resto de la estela está
completamente escrito con un texto ten correcto que es considerado como el acadio más
clásico. Quizá por esto es el texto más copiado en las escuelas babilónicas. Cuenta con un
prólogo, un epílogo, y entre ambos, un total de 282 artículos que regulan todo tipo de
situaciones jurídicas. Se definen tres tipos de hombres: el hombre libre, el awilum; el hombre
semilibre, (que es siervo por un período) el mushkellum; y el esclavo (que proviene del botín
de guerra o que se compra en el extranjero), el wardum.
El Código es el más largo de todos los conocidos; además, introduce dos conceptos
nuevos inexistentes hasta el momento: el homicidio involuntario y la ley del talión, que
supone penas corporales como forma atenuada de venganza (“ojo por ojo, diente por
diente”). Aunque fuera de estos códigos, no existe ningún otro documento que diga que la
pena del talión se aplique sistemáticamente. Más de 30 delitos se penan con la muerte, e
incluso se regula el tipo de muerte según el delito. En el código queda también consignada la
ordalía (dejar el juicio en manos de un dios). En muchas ocasiones, este dios se identifica con
el río, y se arroja al culpable al agua: si se ahoga, es culpable, y si se salva, inocente. En este
tipo de juicios interviene un sacerdote augur. Destaca que las tres clases sociales no pagan
igual ante el mismo delito.
3.5.4. LA RELIGIÓN
En religión, la simbiosis sumero-acadia es completa. Ya no hay dioses “similares” de
nombres distintos; son el mismo dios, aunque tenga varios nombres. Pero los amorritas, un
pueblo de las estepas, van a tener un concepto de la creación astral, y menos unido al agua;
por ello, va a estar más unidos a los dioses “celestes”: Shamash (el sol), Ishtar…
El panteón se restructura, y, si bien es cierto que las ciudades tienen su dios tutelar,
destaca por encima de todos el dios Marduk, de Babilonia, debido a la supremacía de la
capital. Marduk llega incluso a suplantar al dios Enlil, dios de la realeza. Para darle un
parentesco con el panteón, se convierte a Marduk en hijo de Enki, dios de las aguas; un hijo,
dios de los escribas, la escritura y la sabiduría; una esposa, la diosa Zarpanitu…
Para explicarle esto a la gente, se elabora en este momento uno de los poemas más
importantes de la literatura babilónica: el Enuma Elis, o el Poema de la Creación o de la
Exaltación del dios Marduk. Este poema es el que se recita durante la Fiesta del Año Nuevo.
4. EGIPTO DURANTE EL REINO MEDIO
4.1. HISTORIA POLÍTICA
En Las lamentaciones de Ipower, se habla de un período de crisis, de caos, de hambruna,
de saqueos, durante el Primer Período Intermedio. Con este texto y con las Instrucciones
Reales (consejos que da el rey a su sucesor), se ve que la ideología egipcia faraónica se centra
en torno a la figura del buen pastor.
Es Mentuhotep II (2055-2004 a.C.), de la Dinastía XI, quien reunifica el reino; aunque el
cambio dinástico viene poco después. El Reino Medio es una época de unidad política, en la
que el país vuelve a funcionar como un todo. Comienza con la Dinastía XII, con capital en
Tebas, y sigue con la Dinastía XIII, que traslada la capital a la zona del lago de El Fayum.
El último rey de Heracleópolis Magna muere, y posiblemente Mentuhotep aprovecha
este acontecimiento para hacerse con el poder y unificar el poder. Es un faraón que deja huella
en Egipto, quizá gracias a la unificación; aunque es una figura confusa, cuya titulatura cambia a
lo largo de su reinado: se llama primero Horus (dominio de todo Egipto); después incorpora
“divino de la corona blanca” (control del Alto Egipto, intentos de autodivinización). Las
relaciones con el exterior, muy deterioradas durante el Período Intermedio, se retoman: hay
intercambios con Nubia, contactos con el Mar Rojo, se reabren las minas del Sinaí, se refuerzan
las fronteras (Construcción de fortalezas).
Desde el punto de vista funerario, aparecen unos nuevos tipos de enterramiento, como
el de Deir el-Bahari. Desde la Dinastía VI, no aparecen complejos de semejante envergadura, lo
que indica que se vuelve a disponer de recursos para levantar estas construcciones. Este
complejo es el más importante de las Dinastías XI y XII, y supone un importante culto al dios
Osiris. EL culto está articulado por una plataforma donde se da culto al faraón, además de a
otras divinidades, como Re o Montu. En este complejo se encuentran las tumbas de dos de las
reinas de Mentuhotep II, además de otras 6 esposas reales que, según Callender, también
tienen el título de “sacerdotisas de Ator”. Tienen un rango inferior al de las reinas.
Posiblemente su muerte está relacionada con algún rito concerniente a la diosa Ator.
Aparte de los hipogeos también se levantan pirámides, aunque con corazón de abobe, lo
que hace que muchas de ellas se hayan perdido. Sí que se conservan algunos sarcófagos,
El arte egipcio de este momento es el más clásico, el más perfecto. La escultura es
probablemente la mejor. El Reino Medio está por tanto considerado como el Egipto más
clásico. Mntuhotep III es el primero que realiza una expedición al País de Punt (Somalia-
Etiopía), en busca de incienso, expedición dirigida por Henenu.
4.1.1. LA DINASTÍA XII
El final de la Dinastía XI supone una pequeña crisis que se soluciona rápidamente, con la
subida al trono del visir Ahemenhet I, quien instaura la Dinastía XII. Posiblemente, este
individuo se hace con el poder con el apoyo de la aristocracia tebana. La Dinastía XII constituye
el núcleo central del Reino Medio.
EL nuevo faraón fija fronteras entre los distintos poderes, los domestica, y consigue un
reino centralizado. Su programa político es muy interesante:
La capital se desplaza de Tebas a Iti Tawi, al norte de la necrópolis de Lischt (zona de
El Fayum, aunque no se sabe exactamente dónde se encuentra la ciudad). Desde
esta zona se puede controlar mucho mejor el Egipto Medio y sobre todo el Delta, la
zona más dinámica y con mayores contactos (la mayor parte de los problemas
vienen de ahí). Y en este momento hay una entrada de beduinos asiáticos
provenientes de la zona de Siria y Palestina.
Se construyen además una serie de baluartes defensivos en los extremos del Delta,
para vigilar estos movimientos de tribus nómadas. Estas construcciones son
conocidas como los “Muros del Príncipe”. Arqueológicamente, no se han hallado
estos muros en el Delta occidental, aunque sí en el oriental. Su existencia se conoce
gracias a algunos textos como la Profecía de Neferti o la Historia de Sinue.
Se comienza una conquista de Nubia, en el año 29 de su reinado, en un intento de
rebajar la frontera hacia el sur, hasta la Segunda Catarata. No se pretende tanto un
control militar como de las materias primas (oro).
Se asocia a un heredero al trono que se encarga de las actividades militares y de la
organización del ejército. Así, Amenenhet II asocia al trono a su hijo, el futuro
Sesostris I.
Cuando este está ausente, el faraón es asesinado; su hijo regresa corriendo, vuelve a
toda prisa, acaba con la conspiración y sube al trono. Esto se sabe a través de las Instrucciones
Reales. Sesostris I aparece como un modelo de regencia y monarquía, puesto que consolida la
monarquía y ayuda a la divinización de los reyes. En arte, también es una época de esplendor
(Capilla Blanca de Sesostris I, pectorales…). Restaura ciertos monumentos. Además, refuerza la
administración del reino. Pero lo más importante de su reinado es su política exterior, que
supone cuatro cosas:
Una presencia continua de tropas y mercaderes en el Wadi Hammamat. En Koptos
hay astilleros para construir barcos que se trasladan a ensamblarse a orillas del Mar
Rojo. Hay información escrita acerca de todo este traslado. El Wadi Hmmamat se
consolida así como vía militar y comercial abierta.
La presencia en el Sinaí se retoma, y se vuelve a las minas.
El sur de Egipto (Nubia): la frontera egipcia se rebaja hasta la segunda catarata. Se
levantan además fortalezas inexpugnables, como la de Buhen. Se utilizan para
controlar, desde el punto de vista comercial, hasta la tercera catarata. Se
documentan además expediciones al Reino de Punt (zona de Somalia), y a Kush (Alta
Nubia).
A partir de este momento hay agentes del faraón establecidos en ciudades de la
costa levantina (Biblios, por ejemplo). Además, hay contactos con el Egeo
Los sucesores de Sesostris I siguen la política de éste, aunque es superado por Sesostris
III, tanto en centralización como en política exterior; además de llevar a cabo importantes
obras (canal en la primera catarata para facilitar la subida de los barcos). La zona de la segunda
catarata se refuerza con muchas más fortalezas (Semnah), que además de servir de bastiones
defensivos, tienen un papel de vigilancia aduanera. Estas fortalezas, 15 como mínimo, están
ocupadas por soldados, escribas, etc.
En este momento, Nubia es la cultura de Kerma, presente en la tercera catarata del Nilo.
Esta cultura no supone un gran peligro para los egipcios; se mantienen relaciones
principalmente comerciales.
Desde el punto de vista administrativo, se produce una gran centralización de la
administración. Se elimina el cargo de visir, y se divide el territorio en tres unidades
administrativas: Uaret (Alto Egipto, Bajo Egipto y Baja Nubia), al frente del que hay un
administrador con una corte de funcionarios (se elimina el problema de los nomarcas,
sustituidos por alcaldes muy ligados a la monarquía). Sesostris I estaba supuestamente en
Dashur (?), cerca de Memphis, pero las excavaciones (Arnuld) han demostrado que las
mastabas y las pirámides de allí son de adorno, estando los enterramientos debajo; y que
además posiblemente está enterrado en Abidos.
4.1.2. LA DINASTÍA XIII
La Dinastía XIII va de 1760 a.C. a 1630 a.C. Se establece tras la muerte del último faraón
sin descendencia masculina (una reina, Sobekneferu). Supone una continuidad: se mantiene la
capital, Iti Tawi, el reino mantiene su extensión… Pero los monumentos funerarios ya no son ni
tan grandes ni tan importantes, son de peor calidad; los reinados son más cortos (51 reyes
para 100 años), algunos son de origen plebeyo. Finalmente, el poder se desintegra y Egipto
pierde Nubia, y, con el reinado de Sobekhotep IV se desmorona el Estado. Se cortan los
contactos con el exterior, y los textos vuelven a hablar de una época problemática debido a
que el Nilo viene con demasiada agua (menos tiempo para la cosecha).
4.2. SOCIEDAD, ECONOMÍA Y CULTURA
EL Reino Medio es un periodo de bienestar, de buen gobierno, que permite un auge del
comercio y de la cultura, sobre todo con la Dinastía XII. El sistema fiscal se basa en cálculos
sobre la producción de la tierra. El comercio es monopolio real. No hay grandes monumentos
funerarios (a excepción de Deir el-Bahari). Esto se debe a que las pirámides de este momento
se hacen con corazón de adobe, por lo que si las hubo, están destruidas.
De esta época destaca una gran obra literaria y un arte equilibrado. El faraón lucha
nuevamente por ser el rey supremo, tratando de acercarse al rey del Reino Antiguo. Se
restaura el festival Set. El faraón aparece como el elegido por los dioses para gobernar
(similitudes con el mundo mesopotámico), y se rodea de una aura divina. La ideología del buen
pastor ha calado hondo en la sociedad. De resultas de esta divinización, la escultura del faraón
pasa a ser enorme, los rasgos son más serenos, solemnes.
En la familia real hay dos figuras importantes, además del rey: el príncipe (su sucesor) y
su esposa (consorte), muy relacionada con Atos y cuya importancia se ve en su lugar en las
tumbas faraónicas.
Para levantar de nuevo a Egipto tras el Primer Período Intermedio, se multiplican los
funcionarios y los escribas, lo que propicia la aparición de una clase media más extensa,
acomodada, algo curioso para la época. Las clases media y baja deben de realizar labores
públicas (construcciones o ejércitos), aunque es posible legalmente pagarle a otro por el
cumplimiento de estos servicios.
A su muerte, el faraón quiere que se siga trabajando para él en la otra vida: de ahí la
aparición de los ushebtis, estatuillas simbólicas, al principio sin inscripciones, luego con
fórmulas del Libro de los Muertos.
Los nomarcas de comienzos del Reino Medio son directamente nombrados por el rey,
para evitar que el cargo sea hereditario; además, Sesostris III se lleva a los hijos de los
nomarcas a la corte para educarlos allí y desarraigarlos de su familia. Después, les concede
cargos, pero en la otra punta del país.
Gracias a todo el funcionariado y a los escribas, la producción literaria crece y sobre todo
lo hace el uso del hierático. El Reino Medio es la Edad de Oro de la producción egipcia, con
datos literarios y científicos de todo tipo. En literatura, las obras son las más conocidas: Sinue
el Egipcio, de enorme éxito (muchísimas copias).
Por primera vez puede excavarse un asentamiento urbano (Petrie a finales del siglo XIX):
la ciudad de Lahún (el-Lahún), aunque está en muy mal estado de conservación. Su población
es de 5.000 personas, sigue un plano arquitectónico único, y presenta muchos objetos de la
vida cotidiana, que además testimonian de contactos con el Egeo (objetos cretenses).
En la religión, el dios más popular en Egipto es Osiris, debido a la difusión de un nuevo
texto, Los misterios de Osiris, que describe unos ritos a través de los cuales el faraón conoce
los viajes de ida y vuelta al mundo de los muertos. Este tipo de ritos se abren a las capas
superiores de la población y acaban difundiéndose por buena parte de la sociedad. También se
amplían los textos de las pirámides, y en los ataúdes aparecen escritos; aunque se
interrumpen a partir de finales de la dinastía XII, cuando pasan de ser cuadrados a tener forma
momiforme.
Comienza el fenómeno de la “piedad personal”, y la relación del hombre con dios de
manera personal.
5. EL SEGUNDO PERÍODO INTERMEDIO
Es uno de los períodos más difíciles de la historia egipcia. Se abandona la capital y se
traslada al delta, a Xois, por la Dinastía XIV. Posiblemente tiene muy poco poder, que se limita
a esta zona, y que son tributarios de la Dinastía XV, la Dinastía de los Hicsos. La documentación
de este momento es muy escasa, además de que refleja el caos que se vive. De hecho, mucha
de la documentación se destruyó después, como si se intentara borrar un mal recuerdo.
Hay documentos que mencionan a los Hicsos, un grupo no-egipcio, posiblemente
asiático, que gobiernan entre 1650 y 1530 a.C., hasta la llegada del primer faraón de la Dinastía
XVIII, Ahmose, quien los expulsa, dando comienzo al Reino Nuevo.
El problema es que la mayoría de las fuentes de esta época son tebanas, es decir, de
aquellos que expulsaron a los Hicsos, por tanto, no son objetivas. A pesar de la imagen de caos
que transmiten los textos, las excavaciones indican lo contrario. Los Hicsos entran sin luchar y
sin destrucciones. Un gran número de tribus entran por el delta, asimilándose con los egipcios;
posiblemente, con la Dinastía XIII los Hicsos ya están presentes en Egipto. Aprovechando el
contexto de descomposición estatal, crean sus propias dinastías. La capital se establece en
Avaris. Es uno de los yacimientos mejores excavados de esta época, y ha dado montañas de
información.
Desde luego, los Hicsos no dominan todo el territorio, sino la zona del delta y parte del
Egipto Medio. Su estructura de poder es típica de la zona sirio-palestina: reinos que obtienen
el vasallaje de otros reinos (el de la Dinastía XIV, en Xois, o el de la Dinastía XVI, en Tebas). El
poder está por tanto fragmentado. Pero también se asimilan al sistema faraónico: titulatura,
religión (con ciertas modificaciones, como la introducción del dios Adad); y también adoptan
las costumbres y los usos egipcios; aunque introduciendo elementos propios (metalurgia del
bronce, consiguiente mejora en la calidad de las armas, arco asiático, el telar, instrumentos
para elevar el agua (chaduf) y el carro de guerra, con el uso del caballo). De hecho, parece que
la introducción de los Hicsos en Egipto ayuda al país a establecer relaciones con Asia.
Avaris se situa en el acutal Tell el-Daba’a, y es la capital de los hicsos. Al ser desplazados
en época de la Dinastía XVIII, cambia de nombre a Peru-Nefer, y lo hace de nuevo con la
Dinastía XIX a Ramesse. Las excavaciones han sido principalmente dirigidas por M. Bietak
(actualmente lo son por I. Foster-Müller). El asentamiento ya es planificado por Amenenthep I,
de la Dinastía XI, y se levanta un pequeño asentamiento abandonado durante la Dinastía XIII.
Posiblemente es uno de los lugares a donde los beduinos llegan con más frecuencia. La mayor
parte de éstos acaban trabajando como soldados, marinos, constructores… para la corona
egipcia. La población asentada en Avaris crece, aunque está muy egiptizada. La presencia de
elementos asiáticos con los Hicsos es notable, muestra de un gran sincretismo. Las plantas de
los templos son sirias, aunque las capillas que se añaden son egipcias. Con los dioses ocurre
algo similar (Ashera es Ator).
A partir de 1650, la ciudad de Avaris crece mucho, hasta doblar su tamaño anterior, y es
mucho más grande que las ciudades del levante. El patrón de asentamiento es muy denso. Las
casas tienen una clara factura asiática; y la necrópolis se encuentra dentro de la población,
algo típico del Próximo Oriente. Se encuentra además mucha cerámica sirio-palestina y
minoica. Hay una gran mezcla de ambas culturas. Hacia 1530 se levanta una enorme fortaleza
que domina un brazo del Nilo.
En 1530, la ciudad es abandonada, aunque no destruida. Sólo una pequeña parte queda
habitada para el siguiente período.
Los últimos reyes de la Dinastía XVII, asentados en Tebas, especialmente Seqenenra Taa
y Kamose (1556-1550 a.C.), junto con Ahmose (1550-1525), primer faraón de la Dinastía XVIII,
son quienes acaban expulsando a los hicsos. La Dinastía XVII consigue unas buenas relaciones
con la cultura de Kerma, lo que supone un florecimiento económico del Alto Egipto. Pero se
sabe poco de cómo se expulsa a los hicsos de Egipto.
Seqenenra Taa intenta ya esta expulsión, y que es posible que muera en un
enfrentamiento bélico. Quien realmente da un golpe de fuerza es Kamose, de corto reinado
pero que pasa a la tradición egipcia como un guerrero bravo que comienza la unificación de
Egipto. Se enfrenta al rey hicso Apepi, de avanzada edad, aprovechándose de esta
circunstancia. La historia sesabe a través de dos estelas y de una tablilla encontrada en Avaris.
La unificación se organiza en tres fases: primero se destruyen los apoyos de Apepi en el Egipto
Medio; luego se lanza una ofensiva contra los kushitas, al sur, para rebajar nuevamente la
frontera. Lo que hacen los hicsos y los kushitas es intentar una alianza; pero Kamose está en
medio, por lo que es difícil la comunicación fluvial. Por ello, deciden intentar los contactos a
través de una ruta de oasis; pero el mensajero es interceptado. Kamosis avanza hacia el norte,
dejando a los hicsos recluidos en las proximidades de Avaris. Pero no llega a saquear la ciudad.
Poco tiempo después del retorno de la expedición egipcia, Apepi muere, pero también
lo hace Kamose. Le sucede Ahmose, quien tarda 11 años en reorganizarse y tomar Avaris, bajo
el gobierno de Jamudi. Su historia se conoce por una serie de estelas y relieves, además de
estar narrada por Flavio Josefo, tomada de Manetón. La ciudad es asediada, y finalmente se
pacta una salida de su pueblo a cambio de la rendición de la ciudad, en 1530. Sobre la
ciudadela más importante, la Dinastía XVIII levanta una serie de palacios, y en ellos han
aparecido unos frescos minoicos, más antiguos que los de Knosos. Aquí comienza el Reino
Nuevo en Egipto, con la Dinastía XVIII.