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Lépore, Eduardo ; Salvia, Agustín

Trabajo decente, inclusión social y desarrollo humano de la Argentina: progresos recientes y desafíos pendientes

Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina

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Cómo citar el documento:

Lépore, E., Salvia, A. (2008). Trabajo decente, inclusión social y desarrollo humano de la Argentina : progresos recientes y desafíos pendientes [en línea]. Buenos Aires : Educa. Disponible en:http://bibliotecadigital.uca.edu.ar/repositorio/libros/trabajo-decente-inclusion-social-desarrollo.pdf [Fecha de consulta:...............](Se recomienda indicar al finalizar la cita la fecha de consulta. Ej: [Fecha de consulta: 19 de agosto de 2010]).

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL Y DESARROLLO HUMANO EN LA ARGENTINA

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL Y DESARROLLOHUMANO EN LA ARGENTINA

Progresos recientes y desafíos pendientes

Año 2008

Lepore, EduardoTrabajo decente, inclusión social y desarrollo humano de la Argentina / Eduardo Lepore

y Agustín Salvia. - 1a ed. - Buenos Aires: Educa, 2008.83p. + Laser Disc; 17x24 cm.

ISBN 978-987-620-078-3

1. Estadísticas Sociales. I. Agustín Salvia II. TítuloCDD312

EDITORIALDE LA UNIVERSIDADCATÓLICA ARGENTINA

Fundación Universidad Católica ArgentinaA. M. de Justo 1400 • P.B., Contrafrente • (C1107aaz)Tel./Fax 4349-0200 • [email protected] Aires, agosto de 2008

ISBN: 978-987-620-078-3

Queda hecho el depósito que previene la Ley 11.723Printed in Argentina - Impreso en la Argentina

El Departamento de Investigación Institucional agradece el apoyo brindado por elÁrea de Responsabilidad Social Corporativa del Banco Galicia.

Pontificia Universidad Católica Argentina

RectorMons. Dr. Alfredo Zecca

Vice RectorLic. Ernesto Parselis

Secretario AcadémicoDr. Nicolás Lafferriere

Instituto para la Integración del SaberDepartamento de Investigación Institucional

DirectorPbro. Dr. Fernando Ortega

CoordinadorLic. Juan Cruz Hermida

Programa del Observatorio de la Deuda Social Argentina

DirectorDr. Agustín Salvia

Los capítulos publicados son responsabilidad de sus autores y no comprometen la opinión de la

Universidad Católica Argentina.

AUTORIDADES

Este informe es producto del Proyecto Trabajo e Inclusión Social realizado en elmarco del Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina de laUniversidad Católica Argentina. La elaboración del documento estuvo a cargo deAgustín Salvia y Eduardo Lépore, quienes contaron con la colaboración de JésicaPla en el análisis de los datos. Los procesamientos estadísticos fueron efectuados porCarla Bonahora, en tanto que Alejandra Schwint se encargó de la elaboración delos tabulados y materiales gráficos.

CAPÍTULO 1

Introducción: Trabajo, Autonomía Económica y Desarrollo Humano y Social . . . . . . . . . . .15

CAPÍTULO 2

Inserciones socio-laborales: Competencias laborales, acceso a un empleo de calidad y autonomía económica . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .19

CAPÍTULO 3

Los trabajadores profesionales: Capital humano y social, buenos empleos y estándar de vida diferencial . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .31

CAPÍTULO 4

Los trabajadores en relación de dependencia no profesionales: capacitación, salarios y seguridad en el empleo . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .39

CAPÍTULO 5

Los trabajadores independientes no profesionales. Heterogeneidad en la pobreza: pequeños empleadores, trabajadores cuenta propia y del servicio doméstico . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .47

CAPÍTULO 6

Los trabajadores sin empleo en el mercado laboral: desempleados, desalentados, amas de casa e inactivos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .55

CAPÍTULO 7

Resumen de Hallazgos . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .61

BIBLIOGRAFÍA . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .67

GRÁFICOS . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . .69

ÍNDICE GENERAL

CAPÍTULO 1

El concepto de trabajo ha sido concebido, en el pensamiento filosófico contemporáneo, como unámbito privilegiado de integración a la vida social y de realización de la persona, debido a que pormedio de éste los sujetos reproducen su existencia material y existencial (Calvez, 1997)1. Dicho estode otra forma, el trabajo constituye una actividad específicamente humana, por medio de la cual elhombre crea un mundo de cosas no naturales. A través del trabajo el hombre persigue una finalidad quees esencialmente la de dominar y transformar la naturaleza para ponerla al servicio de las necesidadeshumanas (Arendt, 1996).

Junto con esto, la importancia de la sociabilidad en la perspectiva de análisis del desarrollo huma-no ha sido particularmente destacada por Nussbaum (2002) en sus exposiciones sobre las capacidadescentrales del funcionamiento de las personas. Allí señala que una vida “realmente humana” es una vidamodelada por las potencialidades de la razón práctica y de la sociabilidad. Afirma, de este modo, la con-cepción del ser humano como “ser libre dignificado que plasma su propia vida en cooperación y reci-procidad con otros”. La integración social constituye, en esta óptica, el proceso multifacético medianteel cual las personas desarrollan su capacidad de formar parte de la comunidad. Esto es, de convertirseen miembros de pleno derecho de la sociedad en que viven, sea en términos económicos, instituciona-les o culturales.

La privación de las capacidades relacionales constituye –en términos de Sen (2000)– una parte cons-titutiva de la pobreza, al tiempo que es también causa instrumental de otras privaciones, no necesaria-mente de relación. Al respecto, importa señalar que el fracaso de las capacidades relacionales de las per-sonas puede manifestarse en dos formas principales de desigualdad. Esto es, como exclusión o comoinclusión desfavorable en sistemas de relaciones sociales. Mientras que la primera modalidad refiere alos variados problemas relacionados con las privaciones que resultan de la ausencia completa de parti-cipación en la vida de la comunidad, la segunda modalidad hace referencia a los numerosos problemasvinculados a condiciones desfavorables de inclusión y condiciones adversas de participación.

Es en este sentido que se afirma que el trabajo no sólo reproduce la vida biológica y social en unsentido material y cultural, sino que además es potencialmente el medio por el cual actualizan y de-sarrollan capacidades humanas esenciales. En este marco, el trabajo es fuente de motivación hacia pro-

Introducción:Trabajo, Autonomía Económica

y Desarrollo Humano y Social

1 Según Calvez, desde un punto de vista filosófico y social el trabajo no es sólo un medio de producción material de satis-factores, es también –y fundamentalmente- un modo de acción social cuya naturaleza compromete tanto a la realización existen-cial de los individuos como a la construcción material y simbólica de la sociedad. Al respecto, el autor reconoce esta misma líneade pensamiento en los aportes de Hegel, Marx, el Concilio Vaticano II, las primitivas comunidades cristianas y en Arendt.

yectos, otorga valoración, permite a los sujetosparticipar en un espacio de construcción de rela-ciones sociales y crea una experiencia de identidady afiliación social. De esta manera, el trabajopuede ser comprendido como una “expresiónesencial de la persona”, en oposición de aquellosargumentos que buscan reducir al trabajador a uninstrumento de la producción, conduciendo a ladesnaturalización de la esencia misma de la acciónhumana.

En el presente sistema económico, el mercadolaboral constituye el principal ámbito de satisfac-ción de estas necesidades esenciales. Sin embargo,en el actual contexto económico global, las insti-tuciones que regulan este mercado enfrentanserias dificultades para convertir la necesidad detrabajo en opciones efectivas de transformación,movilidad e inclusión social para todos. De estamanera, el hecho de que el trabajo tenga un valorfundamental para el desarrollo humano se enfren-ta con el hecho de que bajo el actual sistema socialglobal no hay empleos para todos y que sus con-tenidos, la mayoría de las veces, operan en senti-do contrario a tales valores, es decir, dificultan laintegración y el desarrollo de la persona, tanto enlos niveles de subsistencia como de florecimientohumano. La falta involuntaria de un trabajodigno es entonces una vía de sufrimiento para elque lo padece, y un motivo de fracaso para el sis-tema social, debido a su incapacidad de dar traba-jo a quien lo requiere y ofrece. Esto ocurre almenos en tres sentidos:

- Los problemas de empleo degradan la capa-cidad de trabajo establecida, afectando habilida-des, destrezas y conocimientos previamenteadquiridos por las personas con experiencia deempleo;

- Los problemas de empleo devalúan el valoreconómico y simbólico del trabajo y afectan la legi-timidad de las normas del derecho laboral en per-sonas que recién ingresan al mundo del trabajo, y

- Los problemas de empleo debilitan la cultu-ra del trabajo al desmotivar, frustrar y atemorizara aquellos trabajadores y familias que experimen-tan una situación ocupacional desfavorable.

En este contexto, la falta de integración almercado de trabajo no debe ser comprendidacomo el producto de decisiones individuales sinocomo el resultado de barreras económicas, políti-cas o institucionales. De tal manera que el modoen que se estructuran las oportunidades deempleo no deviene solo de la demanda de losmercados, sino también del papel que juegan laspolíticas de desarrollo y en este contexto la moda-lidad estructural de desarrollo económico y socialde un país o región. Es por ello que las sociedadesmodernas han fijado como valor universal el dere-cho de las personas a sostener y desarrollar su vidaa través de un empleo estable y de calidad, con laprotección y regulación por parte de los Estados.Específicamente, la Organización Internacionaldel Trabajo ha planteado la existencia de umbra-les mínimos para alcanzar un “trabajo decente”para todos (OIT, 1999, 2006).

El concepto de “empleo decente” ha sidointroducido por la OIT (1999), denunciando queel actual déficit de trabajo decente se traduce enuna oferta de empleo insuficiente, una protecciónsocial inadecuada, la denegación de los derechos yla deficiencia en el diálogo social. Una interpreta-ción en este sentido del paradigma de “trabajodecente” obliga al menos a reconocer dos niveles:el primero concentra su interés en la evaluaciónde la existencia de suficientes oportunidades detrabajo provistas por el mercado laboral en rela-ción a las personas en condiciones de trabajar. Elsegundo, centra su atención, en la adecuación detales oportunidades a criterios normativos de esta-bilidad, protección, seguridad, descanso y tiempolibre. Se trata, tal como ha aplicado en esta inves-tigación, de un concepto multidimensional.

De esta manera, desde nuestra perspectiva, elempleo no se reduce a la mera ocupación de unpuesto de trabajo en el sistema económico y pro-ductivo. Estar empleado o tener un trabajo impli-ca el desarrollo de una actividad que proporcioneuna remuneración adecuada, una relativa seguri-dad y estabilidad, así como un aceptable grado desatisfacción personal y reconocimiento social. Lacalidad del empleo comprende por lo tanto unconjunto de aspectos asociados a la estabilidad, laextensión e intensidad de la jornada de trabajo, la

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protección social, el acceso a la recreación, las con-diciones de seguridad e higiene y el pleno ejerci-cio de derechos laborales fundamentales. En cual-quier caso, el déficit en materia de trabajo digno,autonomía económica y diálogo social, implicauna fuerte erosión de las capacidades de desarrollohumano y una limitación para la constitución deun sistema socioeconómico basado en el biencomún y con perspectivas de mayor bienestar paratodos.

En la Argentina, si bien la situación delempleo ha mejorado sustantivamente durante losúltimos años, debido fundamentalmente al ritmoy el tipo de crecimiento económico (MTEySS,2007), a nadie escapa que este resultados ha sidomás el producto de una caída en las tasas de des-empleo y subocupación horaria que a una supera-ción de las causas de precarización y exclusiónlaboral. Al respecto, sobran evidencias en los estu-dios del Barómetro de la Deuda Social Argentina(UCA/ODSA, 2008) y en otras importantesinvestigaciones (OIT-Argentina, 2005), sobre laimposibilidad de que el actual modelo económicopueda por sí sólo erradicar la desocupación estruc-tural, los trabajos de indigencia y la informalidadeconómica. La población adulta afectada por estasituación representa todavía más de la mitad de laspersonas en condiciones de trabajar con residenciaen los grandes centros urbanos del país.

Frente a esta problemática, las políticas públi-cas en el campo del empleo, más allá de sus inten-ciones, continúan todavía centrándose en la cos-tosa administración de programas asistenciales ode talleres de capacitación laboral de poca utili-dad, seguramente con la esperanza de que elsupuesto “derrame” que generen los sectores for-males de la economía resuelva la exclusión laboralde los sectores informales. Sin embargo, en loshechos, este derrame llega tan sólo como “goteo”,generando un mayor número de trabajos de malacalidad y reproduciendo las condiciones económi-cas, sociales y culturales de exclusión social.

Ante un país que demanda reducir las brechasde desigualdad y demanda metas integrales dedesarrollo, este tipo de diagnóstico no puede pasardesapercibido. Justamente, con este objetivo, esta

investigación, realizada en el marco del Programadel Observatorio de la Deuda Social Argentinatiene como finalidad dotar a dirigentes sociales,especialistas, responsables de políticas y a la opi-nión pública de particulares evidencias de la exis-tencia y reproducción de una sociedad dual, nocon un sentido de crítica sino como un aporteconstructivo en procura de la toma de concienciade los desafíos que implica la formación de unasociedad más justa en la distribución de las opor-tunidades de progreso. Para ello, nuestros estu-dios no pueden más que partir de un análisis mul-tidimensional y dinámico de las condiciones deprivación y déficit en materia de trabajo, integra-ción social y desarrollo humano, fundados en unaperspectiva de los derechos (Salvia y Lépore,2007).

En este marco, el Índice de Trabajo yAutonomía Económica (ITAE) –cuyos resultadospara el período 2004-2007 son parte de este infor-me– constituye un indicador sintético elaboradocon el propósito de medir el acceso seguro de lapoblación en condiciones de trabajar de grandescentros urbanos de la Argentina a niveles acepta-bles de inserción laboral y de ingresos conforme alo establecido por los valores y principios conteni-dos en el concepto de trabajo decente. Más espe-cíficamente, este índice evalúa el comportamientode tres dimensiones en materia de trabajo y auto-nomía económica (UCA/ODSA, 2008). Cadauna de ellas representa problemas prioritarios yaspectos cruciales que hacen al desarrollo de lascapacidades humanas y sociales materia de “traba-jo decente” en nuestro país. :

1) Oportunidades Laborales de Calidad: La pro-pensión a insertarse en el mercado de trabajono radica solamente en las expectativas de laspersonas en condiciones de trabajar, sino tam-bién en la existencia de condiciones económi-cas, sociales y culturales que hacen posible talparticipación. La falta de inserción en el mer-cado del trabajo se encuentra así muchas vecescondicionada por la presencia de barreras ins-titucionales que dificultan la participación delos grupos sociales más vulnerables.2) Competencias Básicas y Experiencia Laboral:Las posibilidades de obtener un empleo de

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calidad se asocian a un conjunto de factoreslocalizados en el nivel de las estructuras deoportunidades, así como en el de recursos ycapacidades individuales. En el nivel microsocial, los recursos y capacidades vinculados ala noción de capital humano y social ocupanun lugar central en la configuración de lasoportunidades laborales, ofreciendo un impor-tante papel en la definición de las posibilidadesde realización en el mundo del trabajo.

3) Autonomía Económica de los Ingresos: Elacceso a oportunidades de trabajo de calidaden condiciones de mínima autonomía econó-mica (entendida como el acceso a recursosmonetarios suficientes para afrontar gastoscorrientes), es un aspecto constitutivo del pro-ceso de desarrollo humano y social, queencuentra en el logro de una adecuada inser-ción en el mercado laboral, un potente factorde defensa frente a la pobreza y un factor deinclusión social a través del despliegue de pro-yectos de vida con autonomía de agencia.

En el marco de este informe, el análisis deestas dimensiones se aplican al conjunto de lapoblación urbana en condiciones de trabajar(población de 18 años y más) –relevada por laEncuesta de la Deuda Social (UCA/ODSA,2008)–, se encuentre o no ocupada o buscandotrabajo en la actualidad. Tal criterio permite abor-dar un análisis detallado de las dimensiones con-sideradas desde la perspectiva de que toda perso-na que habite en el país, transcurrido su ciclo de

formación educativa, tiene el derecho de accedera un trabajo decente y a condiciones de autono-mía económica que lo alejen de las privaciones yriesgos de la pobreza. En particular, en este infor-me se presenta un esquema operativo de clasifica-ción de la población en condiciones de trabajarsurgido de la combinación de criterios: tipo departicipación económica, relación con la unidadde trabajo y calificación laboral. Aplicado estoscriterios en un nivel de desagregación manejable,las categorías socio-ocupacionales objeto de análi-sis son: 1) los empresarios o trabajadores que rea-lizan tareas profesionales; 2) los asalariados noprofesionales; 3) los trabajadores independientestambién con tareas no profesionales; 4) los traba-jadores eventuales, desocupados o desalentados; y5) la población inactiva de trabajadoras “amas decasa” y jubilados o pensionados.

El examen detallado de cada una de estas cate-gorías ofrece un análisis exhaustivo de las condi-ciones de trabajo, integración social y desarrollohumano que caracterizan a cada segmento labo-ral, así como también de las crecientes brechas dederechos, oportunidades y capacidades frustradaso realizadas que confirman la existencia de unmercado de trabajo segmentado y de una sociedadtodavía sometida a grandes desigualdades y conprivaciones injustas para muchos. Frente a estasevidencias que consideramos amplían la “mirada”,corresponde profundizar el “diálogo” y aunaresfuerzos en una “acción” transformadora.

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CAPÍTULO 2

Algunas definiciones previas

Antes de comenzar el análisis de las inserciones socio-laborales de la población en condiciones detrabajar conviene hacer algunas precisiones metodológicas que nos permitirán una mejor discrimina-ción de nuestro universo de estudio de acuerdo a criterios usualmente utilizados por las normativas ylos estudios en materia de empleo y mercados de trabajo (OIT, 1988; 1999).

En primer lugar, corresponde destacar el significado de “población económicamente activa”, entanto universo de personas al cual se refieren casi todas las estadísticas del mundo del trabajo. En gene-ral, la población económicamente activa representa la oferta de recursos humanos en condiciones deproducir bienes y servicios de valor económico en una sociedad. Esta población –en nuestro caso, toma-da a partir de los 18 años- está constituida tanto por el grupo de personas que desarrollan una activi-dad laboral –de manera independiente de cuán productiva o no ella sea-, como también por aquellaspersonas que no teniendo trabajo buscan activamente uno –de manera independiente de los motivosde esa situación o de cuán importante o no sea obtenerlo-. De ese modo, la fuerza de trabajo se definecomo la suma de las personas ocupadas más las personas desocupadas. La tasa de participación econó-mica es el indicador con el cual se mide en un momento determinado el tamaño relativo de la fuerzade trabajo activa en una sociedad determinada.

Dentro de la población económicamente activa es posible recortar un subconjunto compuesto porlos ocupados. Si bien los criterios de identificación de la ocupación se han modificado en los últimosaños, las recomendaciones internacionales tienden a definir a esta población como la compuesta por laspersonas que por encima de una determinada edad trabajaron aunque sea una hora durante un breveperíodo de referencia percibiendo un pago en dinero o en especie por la tarea que realizaron. Tambiénse incluye en esta categoría a quienes realizan tareas regulares de ayuda en la actividad de un familiarreciban o no una remuneración por ello y a quienes se hallan en uso de licencia laboral por cualquiermotivo.

El subconjunto restante es el compuesto por los trabajadores desempleados, cesantes o recién ingre-sados al mercado laboral. Por lo tanto, los desempleados son aquellas personas que por encima de cier-ta edad no tienen trabajo de manera regular y que desean tenerlo, lo cual se pone de manifiesto a tra-vés de una búsqueda activa en un período de referencia. Si bien es este el criterio convencional de iden-tificación de la desocupación en las estadísticas ocupacionales, existen otros más amplios no restringi-dos a la modalidad abierta, como, por ejemplo, los que incorporan el desempleo “oculto” o la activi-

Inserciones socio-laborales: Competencias laborales, acceso a un

empleo de calidad y autonomía económica

dad “invisible”, personificado por los trabajadoresdesalentados o el subempleo abierto, caracteriza-do por ocupaciones de indigencia cuyos trabaja-dores muchas veces se declaran desocupados oinactivos. Justamente, esta última perspectiva es laque se aplica en este estudio.

A la población adulta de 18 años y más rema-nente se la considera en situación de inactividadlaboral. Los inactivos son aquellas personas queno desarrollan ninguna actividad laboral ni dese-an tenerla, es decir, que no forman parte de losrecursos activos del sistema económico. De esemodo, se entiende que tales personas están fuerade la oferta de trabajo, puesto que no están niempleadas ni desempleadas, si bien muchas vecesson ellas quienes hacen posible que otros puedanestar trabajando o buscando activamente unempleo. La tasa de inactividad es el indicadorocupacional que expresa la proporción de lapoblación que no forma parte de la fuerza de tra-bajo en una comunidad determinada.

Como se dijo anteriormente, un subgrupo dela población generalmente declarada inactiva porlas estadísticas está compuesto por trabajadores“invisibles”, definidos como las personas queestán disponibles para ocuparse de manera regularen un empleo pero que no logran conseguir uno,y que por lo tanto ni siquiera los buscan debido aque piensan que no lo van a lograr. En general, setrata de personas cuyas competencias y capacida-des humanas no son demandadas por el mercado.

Existen otros motivos por las cuales las perso-nas pueden no participan de la fuerza de trabajo,quizás están cuidando a un miembro de la fami-lia, quizás están jubiladas, están enfermas o disca-pacitadas o en etapa escolar, o quizás simplemen-te no desean trabajar. Si bien los estudios labora-les tienden a poner énfasis en las características delas personas económicamente activas, existe unrenovado interés en las personas que están fueradel mercado de trabajo, especialmente las perso-nas que desean trabajar pero no están actualmen-te buscando un empleo. En economías con esca-so desarrollo de los servicios sociales como lanuestra, también cabe advertir la presencia debarreras institucionales y culturales que impiden

la plena participación de los grupos poblacionalesrezagados, sobre todo de mujeres y de jóvenes conbajo nivel de educación o calificación laboral.

Una mayor discriminación de la poblaciónocupada surge al especificar la relación de los tra-bajadores con la unidad en la cual realizan el tra-bajo, sea esta una empresa, un organismo guber-namental o una institución sin fines de lucro. Loscriterios básicos utilizados para definir los gruposde la clasificación según la situación en el empleode las personas ocupadas son el tipo de riesgo eco-nómico y el tipo de regulación que el contrato detrabajo implícita o explícitamente confiere a lostitulares, o a los que somete, sobre los estableci-mientos y sobre otros trabajadores. Una distin-ción primordial radica en la diferenciación entreempleos asalariados y empleos independientes.

Los empleos asalariados son aquellos en losque los titulares tienen contrato de trabajo escritoo informal, por los que reciben una remuneraciónque no depende directamente de los ingresos de launidad para la que trabajan. Asimismo algunos otodos los instrumentos, bienes de capital, sistemasde información y/o locales utilizados son propie-dad de terceras personas, y los titulares puedentrabajar bajo la supervisión directa de, o de acuer-do con directrices estrictas establecidas por, elpropietario o las personas empleadas por el pro-pietario. Las personas con “empleos asalariados”se remuneran con sueldos y salarios, pero tambiénpueden remunerarse por medio de comisiones deventas, pagos a destajo, primas o pagos en especie(comida, habitación o formación).

Los empleos independientes son aquellos enlos que en cambio la remuneración sí dependedirectamente de los beneficios o del potencialpara realizar beneficios derivados de los bienes oservicios producidos – considerándose el consu-mo propio como parte de los beneficios deriva-dos. En este caso, los titulares toman las decisio-nes operacionales que afectan a la empresa, o dele-gan tales decisiones, pero mantienen la responsa-bilidad por el bienestar de la empresa. Debe acla-rarse que la “empresa” se define de manera sufi-cientemente amplia para incluir a las operacionesde una sola persona.

20 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Dentro de este grupo podemos diferenciar, asu vez, a los empleadores de los trabajadores porcuenta propia. Se considera empleadores a los tra-bajadores que, trabajando por su cuenta o conuno o más socios, tienen el tipo de empleo defini-do como “empleo independiente” y que, en virtudde su condición de tales, han contratado a una oa varias personas para que trabajen para elloscomo “dependiente” a lo largo de un período con-tinuo. Se define como trabajadores por cuentapropia, en cambio, a los que no han contratado aningún “empleado” de manera continua para quetrabaje para ellos durante el período de referencia.

Algunas clasificaciones internacionales seidentifican dentro de los empleos por cuenta pro-pia a los denominados trabajadores de subsisten-cia. En esta categoría se agrupa a los trabajadoresque tienen un “empleo independiente” pero cuyohogar consume la mayoría de los bienes o serviciosproducidos, los cuales constituyen una baseimportante para su subsistencia. Desde otro ángu-lo estos trabajadores pueden ser consideradoscomo trabajadores desempleados, lo mismo queaquellos beneficiarios de planes sociales de empleotransitorio cuya única ocupación consiste en larealización de una contraprestación laboral exigi-da por el programa en cuestión.

Un tercer criterio de utilidad para la discrimi-nación de la población en condiciones de traba-jar, aunque acotado también a la población ocu-pada, es el de calificación ocupacional. La califi-cación laboral hace posible caracterizar a la ocu-pación concreta que los trabajadores desempeñanexpresando la complejidad de las tareas, así comolas competencias requeridas por el puesto de tra-bajo. Una clasificación corriente distingue lasocupaciones en cuatro niveles de calificaciónlaboral:

(a) Científico-profesional: es la que requierefundamentalmente de conocimientos técnicosde orden general y específicos adquiridos porcapacitación formal y/o informal;

(b) Técnica: es la que requiere conocimientosteóricos de índole específica (acompañados enalgunos casos, de ciertas habilidades manua-

les) adquiridos por capacitación formal y/oinformal;

(c) Operativa: es la que requiere de habilidadesmanuales de atención y rapidez y/o de ciertosconocimientos específicos previos adquiridospor experiencia laboral y/o capacitación previaespecífica; y

(d) No calificada: es la que no requiere dehabilidades y conocimientos específicos pre-vios para ejecutar el proceso de trabajo, o sólolos provistos por una breve instrucción.

Identificación de categorías socio-laborales:Propuesta de clasificación

Teniendo en cuenta estas precisiones metodo-lógicas en este informe se presenta un esquemaoperativo de clasificación de la población en con-diciones de trabajar surgido de la combinación delos tres criterios detallados: participación econó-mica, relación con la unidad de trabajo, califica-ción ocupacional.

La decisión de alterar el orden o criterios declasificación, subordinando el criterio de categoríaocupacional al de calificación laboral, se basa en elsupuesto del mayor poder de discriminación enmercados de trabajos segmentados de los atributosasociados al puesto de trabajo, algo muy discutidoen la literatura contemporánea sobre estratifica-ción social, especialmente en los desarrollos rela-cionados a las nociones de clases de servicios o cla-ses profesionales

En el diagrama siguiente puede verse el esque-ma de clasificación propuesto según distintosniveles de agregación, siendo su versión más des-agregada la compuesta por 10 categorías de inser-ción socio-laboral

A partir de esta clasificación, cabe hacernosuna primera pregunta general: ¿Cuál es el tipo deinserción socio-laboral de la población de 18 añosy más en condiciones de trabajar en la Argentinapost-devaluación? Según la información recogidapor la Encuesta de la Deuda Social aplicada sobre

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 21

22 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

grandes centros urbanos del país por elDepartamento de Investigación Institucional dela Universidad Católica Argentina en los años2004 y 2007, puede verificarse –para el Nivel IIIde desagregación que:

i) Algo más de la mitad de las personas encondiciones de trabajar se encuentran ocupa-das, en su mayor parte a través de empleos noprofesionales bajo relación de dependencia ono profesionales de tipo autónomo.

ii) Por otra parte, si consideramos a la pobla-ción que no tiene empleo, la quinta parte delas personas se encuentran desempleadas y

entre un tercio y un cuarto se encuentra enestado de inactividad laboral.

Si bien la comparación con el año 2004 no arro-ja cambios relevantes en la estructura de clasificaciónsocio-ocupacional, dando cuenta de la relativa estabi-lidad en la actual coyuntura económica, debe recono-cerse la pérdida de peso de los trabajadores desemple-ados, y el correspondiente aumento tanto de losempleados no profesionales como de los inactivos.

Una mayor desagregación del esquema clasifi-catorio propuesto –Nivel IV- puede ser examina-da en el gráfico siguiente que presenta informa-ción comparada para el año 2004 y 2007.

Nivel I

1. Personas en condi-ciones de trabajarocupadas

2. Personas en condi-ciones de trabajar noocupadas

Nivel II

1.1 Trabajadores enempleos profesionales

1.2. Trabajadores enempleos no profesio-nales

2.1. Trabajadores des-ocupados

2.2. Trabajadores eninactividad

Nivel III

1.1.1. Trabajadores enempleos profesionales

1.2.1. Trabajadores enempleos asalariadosNP

1.2.2. Trabajadores enempleos independien-tes NP y de serviciospersonales

2.1.1. Trabajadoresdesocupados

2.2.2. Trabajadores eninactividad

Nivel IV

1.1.1.1.Trabajadoresen empleos profesio-nales

1.2.1.2. Trabajadoresen empleos asalaria-dos NP

1.2.2.1. Pequeñosempleadores

1.2.2.2. Trabajadorespor cuenta propia

1.2.2.3. Trabajadoresde servicio personales alos hogares

2.1.1.1. Trabajadoresde subsistencia (chan-gas y planes sociales)

2.1.1.2. Trabajadoresdesocupados y des-alentados

2.2.2.1. Trabajadoresretirados (jubilados ypensionados)

2.2.2.2. Trabajadoresdomésticos (amas decasa)

2.2.2.3. Otros inacti-vos

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 23

i) En términos generales, la misma nos mues-tra que la distribución de la población en con-diciones de trabajar no ha cambiado sustanti-vamente en los últimos cuatro años, mante-niéndose constante. Entre las categorías deempleo no hubo cambios significativos, por locual continúan siendo los trabajadores cuentapropia no profesionales los más numerososdentro del grupo de autónomos independien-tes, seguidos en menor medida por los traba-

jadores de servicio doméstico.

ii) A la vez que se advertirse una disminucióndel peso relativo de las dos categorías asocia-das a las situaciones de desempleo: trabajado-res de subsistencia y desocupados y desalenta-dos. Por el contrario, se observa un ligeroaumento de las categorías asociadas a las situa-ciones de inactividad laboral, en especial la detrabajadores retirados y domésticos.

Figura 2.1: Figura 2.2:

4 4

141112

10

11

7

1012

54

1615

2624

56

30

25

20

15

10

5

0

34

7

Peque

ños

emple

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Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Categoría de inserción social-laboral. Nivel IV (en porcentaje)Año 2004-2007

Profes

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méstico

Chang

as y e

mpleos

tempo

rarios

Desemple

ados

y pla

nes

Desalen

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sivos

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Amas de

casa

desal

entad

as

o ina

ctiva

s

Poblac

ión en

edad

pasiv

a

Otro

s ina

civos

n.c.p

.

2004 2007

Figura 2.3:

24 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Perfiles sociales diferenciados: Caracterizacióndemográfica y económica

Estas distinciones en cuanto a las modalida-des de inserción socio-laboral se encuentranademás relacionadas a distintos perfiles socio-demográficos y económicos, según se desprendedel análisis de los atributos individuales de lapoblación de 18 años y más, de grandes centrosurbanos, clasificadas en las categorías socio-laborales consignadas en el Nivel III de la clasifi-cación.

1) En primer lugar, se verifica una fuerte rela-ción entre algunas categorías de inserciónsocio-laboral y la posición de las personas enla estratificación socioeconómica. Entre losprofesionales ocho de cada diez pertenecen alestrato socioeconómico medio alto. Por elcontrario, dos terceras partes (65%) de losdesempleados forman parte de hogares que selocalizan en los estratos socioeconómicosbajos.

2) Las categorías de empleo muestran por otraparte perfiles educativos más aventajados. Sise considera el porcentaje de personas conestudios secundarios completos se advierteque entre los profesionales éste adquiere lamayor cifra, contando la casi totalidad de losmismos con estudios terciarios o universita-rios (98%). Sin embargo, debe indicarse quesólo un 36% de las personas en condicionesde trabajar que disponen de estudios superio-res lo hacen en un empleo de calificación pro-fesional.

3) Entre las personas en situación de desem-pleo, trabajadores indigentes e inactividadsólo una tercera parte completó la enseñanzasecundaria, contando la mayoría con enseñan-za primaria. En gran medida, los desemplea-dos son principalmente jóvenes menores de35 años de edad (54%). En cambio, entre losinactivos se observa una mayor presencia rela-tiva de adultos mayores, teniendo el 48% delos mismos 60 años o más. Asimismo, es entrelos inactivos que se advierte una mayor hete-rogeneidad social, distribuyéndose los mismos

sin diferencias relevantes en los cuatro estratossocioeconómicos considerados.

4) Entre los ocupados asalariados en relaciónde dependencia algo más de la mitad cuentacon estudios secundarios completos, en tantoque entre los empleados no profesionalesautónomos dicho porcentaje se reduce a 37%.El perfil educativo menos favorable de los tra-bajadores autónomos se comprueba además alcomputarse una décima parte que no alcanzóel nivel primario completo.

5) Por otra parte, resulta notoria la mayor pre-sencia relativa de mujeres en la categoría depersonas en condiciones de inactividad, con-formando el 71% de la misma. Por el contra-rio, la mayor presencia de varones se observaentre las personas desempleadas (58%) y entrelos empleados asalariados no profesionales(66%). Aunque menos marcada, la presenciafemenina en el grupo de profesionales es tam-bién preponderante, algo que se vincula, sinduda, a la mejora de los perfiles educativos delas mujeres.

6) La comparación por grupos de edades brin-da información complementaria. Así cabeindicar que en los grupos de empleo (profesio-nal, no profesional asalariado e independien-te) es mayoritaria la presencia de personasadultas de edades centrales (35 a 59 años). Esen la categoría de profesionales donde la par-ticipación de este segmento etario alcanzamayor valor, llegando al 63%.

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 25

Competencias laborales, empleos de calidad yautonomía económica

Con el propósito de acercar una primera apro-ximación al estado de realización de las capacida-des de desarrollo humano y social, tanto en elnivel general como en el nivel de las categoríassocio-ocupacionales, se presentan a continuaciónalgunos resultados del Índice de Capacidades deTrabajo y Autonomía Económica (ITAE) genera-do por el Observatorio de la Deuda Social de la

UCA (UCA/ODSA, 2008). Este índice buscaestablecer el grado en que las personas de 18 añosy más alcanzan un mínimo de realización enmateria de acceso a oportunidades de trabajo yautonomía económica en tres dimensiones vincu-ladas: 1) la ocupación en un empleo regular y pro-tegido, 2) la competencias básicas y la experiencialaboral, y 3) la disponibilidad de ingresos familia-res suficientes para solventar un estándar de míni-ma autonomía económica para todos los miem-bros del hogar.

SexoVarónMujer

Grupo de edad18 a 34 años35 a 59 años60 años y más

Nivel de educaciónMenos de primario completoPrimario completoSecundario completoSuperior completo (c)

Posición en el hogarJefeNo jefe

Estrato socioeconómicoMuy bajoBajoMedio bajoMedio alto

45.254.8

28.763.47.9

0.81.03.7

94.5

39.560.5

0.12.1

14.283.5

65.534.5

46.249.74.2

4.940.542.512.1

36.963.1

17.224.929.728.2

55.244.8

26.158.715.3

9.953.127.010.1

33.366.7

28.625.524.821.1

58.741.3

53.436.310.3

6.458.728.26.7

52.048.0

33.930.622.013.6

29.270.8

27.024.848.2

15.550.126.97.5

62.537.5

28.726.324.220.8

50.149.9

35.743.221.1

9.347.029.913.8

46.054.0

25.025.124.925.0

TOTAL 100

Trabajadores en empleos profesionales

Trabajadores enempleos asalariados

NP

Trabajadores enempleos

independientes NP

Trabajadores desempleados

Trabajadores en inactividad

Total

100 100 100 100 100

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Categoría de inserción socio-laboral según características seleccionadas (en porcentaje)Año 2007

Oportunidades Laborales de Calidad

Competencias Básicas y ExperienciaLaboral

Autonomía Económica (ingreso corriente)

Personas en condición de trabajar que se encuentran en alguna de lassiguientes situaciones: empleo precario; subempleo de indigencia;desempleo; desaliento; inactividad forzada.

Personas en condiciones de trabajar sin competencias ni credencialeseducativas suficientes ni experiencia laboral en un empleo estable.

Personas que viven en hogares cuyos ingresos familiares no son sufi-cientes para solventar un estándar de mínima autonomía económicapara todos sus miembros, encontrándose en situación de riesgo, dedéficit moderado o severo.

“Dimensiones del índice de Capacidad de Trabajo, Autonomía Económica”

Figura 2.4:

26 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Los valores del índice se expresan en una escalade calificación de 0 a 10 puntos. El valor máximode 10 puntos lo alcanzan las personas que exhibenuna situación óptima en los tres indicadores (esdecir acceso a un empleo regular y protegido, com-petencias básicas e ingresos suficientes para solven-tar un estándar de mínima autonomía económicapara todos los miembros del hogar). La calificación

mínima de 0 corresponde a las personas que presen-tan la situación de total incumplimiento de lanorma esperada en los tres indicadores considera-dos. Asimismo, la calificación final del índice paracada persona puede ser categorizada de modo cua-litativo en cuatro grados de acceso a recursos y capa-cidades mínimas de desarrollo humano y social enmateria de trabajo y autonomía económica.

Nivel de Cumplimiento del Mínimo Normativo

Nulo

0 2,5 5 7,5 10Privaciónabsoluta

Umbralnormativo

Malo Regular Aceptable

Calificación del Índice de Trabajo y Autonomía Económica (ITAE) 2004/2007Puntuación entre 0 y 10

2004

7,0

2005

7,1

2006

7,4

2007

7,6

Los datos expuestos en el gráfico anterior per-miten comprobar que durante el período de estu-dio, las condiciones y capacidades de trabajo yautonomía económica mejoraron, registrando lascalificaciones del índice un aumento de 7,0 a 7,6puntos (pasando de una situación regular a una

situación aceptable). De todos modos, correspon-de enfatizar que si bien este avance tuvo lugar entodos los años, su crecimiento más notorio se dioentre 2005-2006, a la vez que durante el tramo2006-2007 experimentó una retracción impor-tante.

63

100806040200

52

19

Oportunidadeslaborales decalidad

Indicadores de déficit en el índice de trabajo y autonomía económicaAños 2004-2007 (en porcentaje de la población de hogares particulares)

Competenciasy experiencialaboral

AutonomíaEconómica

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

20

52

33

2007 2004

Figura 2.5:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 27

El análisis por separado de los tres indicadoresque componen el ITAE (calidad de la inserciónlaboral, competencias básicas e ingresos suficien-tes) hace posible establecer las siguientes observa-ciones complementarias a la descripción estadísti-ca aquí efectuada, permitiendo una mejor com-prensión de la misma:

1) A nivel general se mantuvo sin cambios laexistencia de una quinta parte de la poblacióncon problemas de competencias laboralesbásicas asociadas a un bajo capital humano,medido esto de las credenciales educativasalcanzadas y la experiencia laboral formal.Esta situación se encuentra más extendidaentre las mujeres (24%) y entre los adultosjóvenes (27%), alcanzando a tres de cada 10personas del estrato bajo y a cuatro de cada 10del estrato muy bajo.

2) El porcentaje de personas con déficit deacceso a un buen empleo pasó de 63,2% en2004 a 51,6% en 2007. Debe indicarse que si

bien el comportamiento descendente se regis-tró en las tres variaciones interanuales, ésta fuecomparativamente mayor en el período2005/2006. Pese a esta evolución, 6 de cada10 jóvenes no cuenta con un empleo de cali-dad, siendo esa relación de 3 de cada 10 entrelos adultos mayores. Actualmente un 73% delas personas del estrato muy bajo presentadéficit de acceso a un empleo de calidad, entanto que en el estrato medio alto ese porcen-taje desciende a 34%.

3) Fue el indicador de personas con ingresoscorrientes insuficientes (para cubrir el costo deuna canasta básica de bienes alimentarios) elque mostró un decrecimiento más notorio,pasando de 52,3% en 2004 a 32,7% en 2007.Las caídas relativas se observaron en todos losgrupos socioeconómicos, pero se concentraronprincipalmente en los estratos bajos (27,4%) ymedios bajos (32,0%). Es de destacar que en elestrato muy bajo un 60% de las personas sehallan en situación de pobreza por ingresos.

Trabajadores

profesionales

Trabajadores asalaria-

dos NP

Trabajadores

independientes NP

Trabajadores desem-

pleados

Personas en situación

de inactividad laboral

ITAE

(0-10 puntos)

9,6

8,5

7,3

6,6

7,0

Empleo de

Calidad (%)

77,8

69,5

23,0

0,0

71,6

Competencias

Laborales (%)

98,9

90,4

74,5

74,2

75,5

Autonomía

Económica (%)

89,7

57,1

47,8

31,8

24,8

Figura 2.6:

Calificaciones e indicadores del Índice de Trabajo y Autonomía Económica (ITAE) según categoríade inserción socio-laboral (2007)

Examinados estos resultados en el Nivel III delas categorías socio-laborales identificadas ante-riormente, pueden hacerse las siguientes conside-raciones respecto de las condiciones de acceso acompetencias laborales básicas, oportunidades deempleo de calidad e ingresos suficientes por partede los trabajadores clasificados en las mismas:

1) Cuando se atiende la puntuación del ITAEse advierte claramente la mejor situación relativade los trabajadores profesionales, que presentan lacalificación más elevada: 9,6 puntos. Obviamente,en este grupo de ocupados no se registran gravesproblemas de formación y experiencia laboral, altiempo que los problemas de autonomía económi-ca se hallan acotados a una décima parte. Pese aestos datos favorables, una quinta parte de los tra-bajadores profesionales exhibe serias dificultadespara acceder a oportunidades de empleo de cali-dad, definidas éstas en base a criterios de estabili-dad laboral y protección social.

2) Le siguen los trabajadores no profesionalesen relación de dependencia con 8,5 puntos decalificación. En esta categoría es posible advertiruna discrepancia entre niveles de formación yexperiencia laboral adecuados, e importantes difi-cultades para asegurar funcionamientos apropia-dos de empleo y autonomía económica: mientrasque el 90% dispone de estudios secundarios yexperiencia laboral en empleos formales, una ter-cera parte tiene problemas de acceso a empleos decalidad, en tanto que 40% no cuenta con ingresossuficientes para mantener un estándar de mínimaautonomía económica.

3) Más alejados del mínimo normativo defini-do por el índice se encuentran los trabajadoresautónomos no profesionales –en su mayoríacuenta propia- (7,3 puntos). En esta categoría,los problemas de acceso a oportunidades deempleo de calidad alcanzan al 75% de los casos, ala vez que los problemas de ingresos se extiendena más del 50% de los trabajadores. En contraste,sólo un 25% de estas personas presentan déficitde formación laboral o competencias básicas.

4) Todavía algo más alejado del mínimo nor-mativo definido por el índice se encuentran las

personas en situación de inactividad (7 puntos).Pero en este caso no por los problemas de accesoa recursos de empleabilidad ni por la calidad delas actividades o empleos realizados, sino funda-mentalmente porque los problemas de ingresosmínimos de autonomía se encuentran amplia-mente generalizados, afectando a 3 de cada 4inactivos. Esto debido muy seguramente a lainexistencia de pensiones o jubilaciones, o, inclu-so, las bajas percepciones de tales beneficios socia-les por parte de las personas mayores.

5) Como es de esperar son los trabajadoresdesempleados los que presentan una menor pro-medio de calificación (6,5 puntos), hallándose amayor distancia del umbral establecido comomínimo óptimo. Si bien la totalidad de los mis-mos no accede a condiciones de trabajo de cali-dad, y sólo una tercera parte goza de una mínimaautonomía económica, el porcentaje con déficitde recursos de empleabilidad es en promediosimilar al de los trabajadores independientes noprofesionales

Cuando se confrontan estos resultados con losobtenidos cuatro años con anterioridad se detec-tan las siguientes situaciones: a) una mejoría delos trabajadores profesionales, cuya calificaciónpromedio se acercó aún más al mínimo de 10puntos de calificación; b) un progreso de los tra-bajadores independientes no profesionales, asícomo de los desempleados, que a pesar de eviden-ciar puntuaciones comparativamente bajas mos-traron un aumento de su calificación; y c) el man-tenimiento de la situación de los trabajadores asa-lariados no profesionales, que si bien presentanuna calificación relativamente elevada y elevaronsu calificación, su crecimiento relativo fue menoral resto de los ocupados.

Por último, cabe señalar que esta positiva evo-lución entre 2004 y 2007 del ITAE mostró uncomportamiento heterogéneo si consideramosuna serie de características de la población. En suconjunto, los datos muestran una mejora general,aunque más notoriamente concentrada entre lasmujeres, los adultos de edades centrales, los gru-pos educativos más rezagados y localizados cen-tralmente en estratos socioeconómicos bajos o

28 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 29

muy bajos. En casi todos los casos, las mejorastuvieron como principal factor el aumento de losingresos corrientes y, recién en segundo lugar, una

mejora en la calidad de los empleos; al mismotiempo que las capacidades laborales básicas noexperimentaron cambios significativos.

SexoVarónMujer

Grupo de edad18 a 34 años35 a 59 años60 años y más

Nivel de educaciónMenos de primario completoPrimario completoSecundario completoSuperior completo (c)

Posición en el hogarJefeNo jefe

Estrato socioeconómicoMuy bajoBajoMedio bajoMedio alto

7.76.3

6.96.77.8

4.15.98.59.5

7.76.1

4.86.47.69.2

TOTAL 7.0

Año 2004 Año 2005

Serie histórica Var. relativasinteranuales (en %)

Var. relativas respecto alaño base (en %)

Año 2006 Año 20072Var

04-05Var

05-06Var

06-07Var

04-06Var

04-07

7.46.7

6.67.27.9

4.36.08.69.3

7.86.2

4.76.47.89.3

7.1

7.96.8

6.97.38.0

5.06.38.99.2

7.96.6

5.17.08.29.2

7.4

8.17.1

7.17.68.4

5.16.69.09.5

8.26.9

5.56.98.59.4

7.6

-2.95.7*

-4.86.6*0.2

4.01.81.1-1.7

0.80.8

-2.11.03.30.7

1.0

6.0*2.3

5.4*2.42.5

16.1*5.2*3.2*-0.8

1.86.3*

7.8*9.0*4.8*-1.4

4.2

2.98.2*

0.39.1*2.8

20.7*7.1*4.3*-2.5*

2.67.1*

5.510.1*8.2*-0.7

5.3

2.93.7

2.63.63.8

3.34.21.43.2*

3.7*4.2

8.3*-1.13.9*2.6*

3.3

5.9*12.2*

3.013.0*6.6*

24.6*11.6*5.8*0.6

6.5*11.6*

14.3*8.9*

12.5*1.9

8.7

1 El puntaje del índice se obtuvo mediante el método de escalamiento óptimo por componentes principales categóricas (CATPCA).2 Los resultados no incluyen las ciudades de Paraná y Rosario.* La diferencia de medias y la variación relativa es estadísticamente significativa (p-value<=0,05).Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Índice de trabajo y autonomía económicaClasificaciones anuales 2004/20071-Puntuación entre 0 y 10 según características seleccionadas (valores promedio)

Figura 2.7:

CAPÍTULO 3

Los trabajadores profesionales componen el segmento ocupacional más aventajado en las socieda-des contemporáneas en lo que refiere a capacidades de desarrollo humano e integración social. En elcaso de de las grandes ciudades argentinas, esto se pone de manifiesto en la mayor dotación de recur-sos personales y sociales de empleabilidad que presenta este sector, así como en oportunidades de tra-bajo de calidad, posibilidades de autonomía económica y pautas de consumo y estándares de vida mástípicamente asociados a la noción de modernidad económica y cultural. Sin embargo, esta situación derelativo privilegio destaca de manera especial debido sobre todo al particular rezago que caracteriza alresto de los segmentos. Se presenta a continuación un panorama de estos aspectos.

Recursos de empleabilidad

Los trabajadores profesionales muestran marcadas diferencias con el resto de los grupos ocupacio-nales considerados, especialmente respecto de sus competencias y capacidades laborales, algo que puedeser contrastado al considerar un elenco de indicadores asociados a lo que habitualmente se conoce comocapital humano. Un indicador clásico es por ejemplo el que mide el porcentaje de personas con estu-dios secundarios completos. Los datos muestran que mientras el 44% de la población en edad de tra-bajar de los centros urbanos relevados cuenta con estudios secundarios, ese porcentaje asciende a 98%en el caso de los trabajadores profesionales. Las diferencias son más notorias cuando se compara con los

Los trabajadores profesionales: Capital humano y social, buenos empleos y

estándar de vida diferencial

Recursos de empleabilidad (en porcentaje)Año 2007

Estudios secundarioscompletos

100

80

60

40

20

0

98

4433

10

66

89

69

46

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Adecuada comprensiónverbal

Redes y contactoslaborales

Acceso a la capacitaciónlaboral

Profesionales Población en edad de trabajar

Figura 3.1:

32 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

trabajadores autónomos no profesionales, con losdesempleados y los inactivos, entre los cuales sólouno de cada tres completó la enseñanza media,cuya credencial sigue operando como un recursoclave de acceso al trabajo calificado y bien remu-nerado.

Otro indicador conocido es el de actualiza-ción profesional por medio de la capacitaciónno formal. Si bien sólo un 33% informa habertomado un curso de formación laboral, estevalor triplica el registrado por el promedio delas personas en edad de trabajar. Esto mismo seregistra al considerar la experiencia laboral for-mal en un puesto calificado. Aquí vemos quesiete de cada diez trabajadores profesionales de-sempeñaron en algún momento de su historialaboral un empleo registrado. De todos modos,cabe señalar que los valores más bajos en estosindicadores ocurren entre los jóvenes y adultosjóvenes, siendo que entre los adultos mayorescasi la totalidad registra haber tenido experien-cia laboral formal.

La información recogida por la Encuesta de laDeuda Social Argentina permite aproximar demodo más directo a ciertas capacidades y habilida-des necesarias para el buen desempeño en el mer-

cado laboral. Un indicador en ese sentido, es eldéficit de comprensión verbal, con el cual se buscamedir dificultades en la capacidad de las personaspara formar conceptos verbales, en tanto procesode pensamiento que define competencias laboralesy sociales básicas. Según los resultados obtenidos, el11% de los trabajadores profesionales registra pro-blemas de comprensión verbal, no mostrando dife-rencias según el sexo de los entrevistados, aunquedisminuyendo notoriamente entre los mayores deedad. Debe señalarse que los problemas de com-prensión verbal afectan a tres de cada diez trabaja-dores no profesionales y a cuatro de cada diez per-sonas en situación de desempleo o inactividad.

Como es de esperar estos trabajadores presen-tan en términos comparativos una mayor disposi-ción de redes de relaciones y contactos útiles parael mercado laboral. Mientras que el 46% de laspersonas en edad de trabajar dio o recibió ayudapara emplearse ese porcentaje asciende a 69%entre los trabajadores profesionales, que se alejadel 55% exhibido por los trabajadores ocupadosen empleos no profesionales. Asimismo, puedeverse que entre los mismos profesionales la exis-tencia de estos recursos de capital social para elempleo aumenta en los varones y disminuye enlos más jóvenes.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

81

60

71

87

53

80

45

73

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Redes y contactos laborales según características seleccionadas (en porcentaje)Profesionales. Año 2007

Figura 3.2:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 33

Calidad de la inserción laboral

También las condiciones de inserción en elmercado laboral de los trabajadores profesiona-les son comparativamente mejores a las obteni-das por el resto de los grupos ocupacionales,con independencia de las relaciones de empleo ypropiedad. En términos generales, se advierteque al menos ocho de cada diez profesionales sedesempeña en un puesto de trabajo estable,registrado ante la seguridad social y con ingresos

superiores al costo de una canasta básica debienes y servicios esenciales.

A pesar de esto, son también en este caso las muje-res y los jóvenes los más desfavorecidos en el acceso aempleos de mejor calidad, aunque en una medidanotoriamente inferior a la observada en otros grupos.De ahí que se confirme una vez más que la califica-ción ocupacional constituye una capa de protecciónfrente a la discriminación que experimentan ciertosgrupos de la población en el mercado de trabajo.

Miedo a perder el empleo

Satisfacción en elempleo

Remuneracióninsuficiente

Protección socialy laboral

82

67

93

61

15

47

87

74

12

23

100

80

60

40

20

0Estabilidadocupacional

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Calidad de la inserción laboral (en porcentaje)Año 2007

Profesionales Población en edad de trabajar

El correlato de estas condiciones de ocupa-ción se aprecia en el análisis de los indicadores desatisfacción laboral, que muestran que la de pro-fesionales es la categoría ocupacional con mayornivel de satisfacción. En efecto, el 87% de estostrabajadores no desea cambiar de empleo, y seencuentra conforme con la ocupación en la que sedesempeña. La insatisfacción laboral se duplicaentre los trabajadores no profesionales, depen-dientes o autónomos, llegando a un 24%.

Importa también resaltar que al interior delgrupo de trabajadores profesionales la insatisfac-ción ocupacional crece entre los más jóvenes y en

las personas de estratos socioeconómicos másbajos.

El miedo a perder el empleo es otro indicadorque evidencia el correlato entre las condicionesobjetivas y subjetivas de ocupación. Sólo un 12%de los mismos manifestó tener temor a perder suactual empleo, contra el doble registrado entre lostrabajadores no profesionales. Este miedo seencuentra más generalizado en los jóvenes,expuestos a condiciones más inestables de ocupa-ción, y en los trabajadores de espacios residencia-les con menor dotación de recursos económicos yculturales.

Figura 3.3:

34 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Posibilidades de autonomía económica

Los ingresos de los trabajadores profesio-nales son los más elevados de la estructuraocupacional, a la vez que son suficientes paraevitar las situaciones de pobreza. Menos de un

5% de los trabajadores profesionales residenen un hogar cuyos ingresos son menores paracubrir el costo de una canasta básica. Este por-centaje crece en la medida en que la inserciónsocio-ocupacional disminuye su nivel de cali-ficación.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

9691

8795

88

9791 94100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Protección social y laboral según características seleccionadas (en porcentaje)Profesionales. Año 2007

Posibilidad de autonomía económica (en porcentaje)Año 2007

Ingresos familiaresinsuficientes

100

80

60

40

20

03

32 29

15

60

44

2231

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Profesionales Población en edad de trabajar

Ingresos familiareslaborales únicamente

Ingresos familiaresno laborales

Capacidad de ahorrofamiliar

Sin embargo, destaca también el hecho de quesólo una tercera parte de los profesionales admiteobtener ingresos suficientes para ahorrar. Estaproporción es levemente mayor entre los varones,entre las personas de edades centrales y entre losjefes de hogar, en correspondencia con la infor-mación relativa a la calidad de la inserción labo-

ral. Las diferencias son algo más marcadas cuandose analiza el estrato social de pertenencia de lostrabajadores profesionales: los trabajadores profe-sionales que provienen de estratos más bajos exhi-ben una capacidad de ahorro notoriamente infe-rior a la registrada por sus pares de estratosmedios y medios altos.

Figura 3.4:

Figura 3.5:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 35

Si bien la posición económica que se advierteen este segmento es también resultante de unpatrimonio más consolidado, tanto en términosde acceso a la propiedad de bienes muebles comoinmuebles, es de destacar que el 60% de los pro-fesionales declara vivir en hogares cuya únicafuente de ingresos es la laboral, siendo esa propor-ción mayor a la registrada entre los asalariados noprofesionales, y comparativamente superior a ladel resto de los grupos socio-laborales. Esa mismarelación se advierte cuando se examina la inciden-cia de los hogares que sólo reciben ingresos labo-rales según el estrato socioecómico: se incrementaen los estratos sociales más acomodados.

Sólo uno de cada cinco profesionales cuentacon ingresos provenientes de fuentes no laborales,como los derivados de rentas inmobiliarias o de laparticipación no directa en actividades producti-vas. Los datos recogidos muestran que esa pro-pensión es ligeramente mayor a la exhibida entrelos trabajadores no profesionales, tanto depen-dientes como independientes, aunque menor a laregistrada entre aquellos que se hallan en situa-ción de inactividad laboral, mayormente relacio-nados a los mecanismos de la seguridad social.

Patrones de consumo y estándar de vida

El 73% de los profesionales habita una vivien-da que es de su propiedad, tratándose en la casi

totalidad de los casos de una vivienda adecuada yconfortable desde el punto de vista de las caracte-rísticas que definen las condiciones de habitabili-dad: protección funcional, espacio suficiente,salubridad e higiene, equipamiento doméstico. Laincidencia de ambos indicadores es superior a laque registran las otras categorías de inserción ocu-pacional.

Las disparidades se vuelven más notoriascuando se analiza la tenencia de automóvil en elhogar: el 65% de los profesionales vive en hogaresque disponen de al menos un automóvil contra el28% observado para el conjunto, tratándose enmás de la tercera parte de los casos de un modelocon menos de cinco años de antigüedad.

La bancarización de las transacciones comer-ciales y el acceso al crédito de consumo son otrosrasgos diferenciales de este segmento. Siete decada diez profesionales financia sus gastoscorrientes recurriendo a tarjetas de crédito y seisde cada diez posee caja de ahorro o cuenta de cré-dito en al menos un banco. En ambos casos esasproporciones duplican a las observadas para elconjunto, dando cuenta del diferencial acceso alos servicios bancarios y financieros.

La conectividad resultante de la disposición unpaquete tecnológico de comunicación e informaciónestablece claras diferencias con el resto de los grupos

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

3326 26

33

1519

86

29

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Capacidad de ahorro familiar según características seleccionadas (en porcentaje)Profesionales. Año 2007

Figura 3.6:

36 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

considerados. El 63% de los profesionales cuenta conteléfono celular, TV por cable e Internet en su hogar,mientras que en el promedio ese porcentaje descien-de a 26%. Estos valores crecen entre los más educa-dos y más aventajados socio-económicamente, asícomo entre los jóvenes y los adultos jóvenes.

Otros dos patrones de consumo definen muybien el estándar de vida de los trabajadores profe-

sionales: la medicina privada y los consumos cul-turales, que aunque no generalizados se encuen-tran mucho más presente que en las otras catego-rías socio-laborales. Uno de cada tres ocupados enempleos profesionales posee seguro pre-pago desalud y una proporción similar manifestó asistir aeventos culturales de modo frecuente en los últi-mos seis meses.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

7076

52

8784

67

100

72

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Propiedad de la vivienda según características seleccionadas (en porcentaje)Profesionales. Año 2007

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Propiedad de la vivienda70

7328

56

3072

2362

6326

831

1221

1123

0 4020 60 80 100

Tenencia de automóvil

Tarjeta de crédito

Cuenta bancaria

Conectividad

Medicina privada

Consumos culturales

Reclamos y quejas

Patrones de consumo y estandar de vida (en porcentaje)Año 2007

Profesionales Población en edad de trabajar

Figura 3.7:

Figura 3.8:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 37

Por último, son también los profesionaleslos que registran mayor participación social, nosólo bajo el formato de membrecía a alguna ins-titución cultural, social o política, sino sobretodo bajo formas más esporádicas como las rela-cionadas a la presentación de reclamos y deman-

das asociadas al ejercicio de la opinión pública ya la defensa de los derechos del consumidor. Un23% de los trabajadores profesionales realizóalgunas de esas actividades en los últimos seismeses, el doble de lo registrado por el resto de lapoblación.

CAPÍTULO 4

Los trabajadores en relación de dependencia no profesionales conforman la categoría laboral másnumerosa de la estructura socio-ocupacional argentina. Sin embrago, los cambios ocurridos en las últi-mas décadas en el mercado laboral no sólo han disminuido su participación en la composición delempleo, sino que también han modificado su morfología tradicionalmente homogénea. La crecienteprecariedad del mercado laboral ha debilitado el elemento de seguridad y protección que distinguía altrabajo asalariado aumentando, a su vez, la diferenciación interna, especialmente entre aquellos que seocupan en el segmento formal del mercado de trabajo y aquellos que lo hacen en la denominada eco-nomía informal. Como veremos, pesan sobre ambos importantes condicionamientos socio-económi-cos, muy asociados a los canales de reclutamiento de la mano de obra discutidos en la literatura.

Recursos de empleabilidad

Los trabajadores no profesionales asalariados presentan especificidades que los diferencian de otrosgrupos ocupacionales. En principio, sus recursos de empleabilidad se encuentran estrechamente conec-tados a los requisitos de ingreso a puestos de trabajo de calificación operativa en los cuales éstos traba-jadores suelen ocuparse. La dotación y calidad del capital humano y social de los trabajadores asalaria-dos no profesionales residentes en los grandes centros urbanos del país puede evaluarse a partir del exa-men de los siguientes indicadores: estudios secundarios, capacitación laboral, experiencia formal y redesde ayuda laboral.

Los trabajadores en relación de dependencia no profesional: capacitación, salarios

y seguridad en el empleo

Recursos de empleabilidad (en porcentaje)Año 2007

Estudios secundarioscompletos

100

80

60

40

20

0

55

44

1310

69

89

71

46

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Adecuada comprensiónverbal

Redes y contactoslaborales

Acceso a la capacitaciónlaboral

Trabajadores en empleos asalariados NP Población en edad de trabajar

Figura 4.1:

40 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Cuando examinamos las características educa-cionales de este grupo de trabajadores, se com-prueba que el 55% de los mismos completó losestudios secundarios, contra el 44% advertido enel conjunto de la población en edad de trabajar.Sin embargo, el origen social de estos trabajadoresintroduce diferencias muy relevantes en sus perfi-les educacionales: mientras nueve de cada dieztrabajadores asalariados en empleos no profesio-nales del estrato medio alto culminaron la ense-ñanza media, menos de uno de cada diez asalaria-

dos en empleos no profesionales del estrato muybajo finalizó sus estudios secundarios.

Al respecto, los indicadores son consistentesen mostrar que, en buena medida, es este disparacceso a credenciales de educación media –y suscorrespondientes competencias básicas- lo quedefine luego las dispares posibilidades de acceso apuestos calificados de trabajo, y, a partir de ello, amejores ingresos y condiciones de vida por partede los asalariados no profesionales.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

47

70

60

48

68

47

7

90100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Estudios secundario completos según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos asalariados NP. Año 2007

El acceso a la formación profesional no sehaya extendido entre estos trabajadores, cuyaamplia mayoría no ha efectuado cursos o talleresde capacitación laboral. Los datos nos muestranque sólo un 13% de los mismos accedió a la for-mación profesional, porcentaje ligeramente supe-rior al registrado entre sus pares autónomos. Es dedestacar que al interior de los asalariados seadvierte que son los más educados los que enmayor medida tienden a participar de los proce-sos de formación laboral, potenciando con ellosus mayores capacidades de empleabilidad.

Un dato distinto surge al analizar la posesiónde experiencia laboral formal. Se observa que el77% de los trabajadores no profesionales en rela-ción de dependencia desempeñaron en algún

momento de su historia laboral un empleo enblanco, siendo éste el mayor porcentaje registradoen las distintas categorías ocupacionales. La expe-riencia laboral en un empleo formal es un recursode empleabilidad que se cuenta principalmenteentre adultos, y no así en el caso de los jóvenesentre quienes el porcentaje es algo menor. Esteúltimo dato expresa las mayores dificultades quetienen los trabajadores jóvenes para ingresar aempleos formales en una etapa de entrada al mer-cado laboral por la marcada retracción de lasoportunidades laborales de calidad.

La información recogida por la Encuesta de laDeuda Social Argentina permite una aproxima-ción a ciertas capacidades y habilidades necesariaspara el buen desempeño en el mercado laboral.

Figura 4.2:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 41

Como se dijo en el capítulo anterior, un indicadornovedoso, en ese sentido, es el de déficit de com-prensión verbal, que mide dificultades en la capa-cidad de las personas para formar conceptos ver-bales. Según los resultados obtenidos, el 32% delos trabajadores no profesionales en relación dedependencia registra problemas de comprensiónverbal. Si se tiene en cuenta que los problemas decomprensión verbal afectan a cuatro de cada diezpersonas en situación de desempleo o inactividad,se pone de manifiesto que el grupo analizado pre-senta un porcentaje comparativamente elevado.

Los trabajadores de este grupo presentan unadisposición de redes de relaciones y contactos úti-les para el mercado laboral levemente mayor a ladel total de las personas en edad de trabajar. Deesta manera, mientras que el 46% de las personasen edad de trabajar dio o recibió ayuda paraemplearse ese porcentaje asciende a 58% en el

grupo que estamos analizando. Puede observarseque la existencia de estos recursos de capital socialpara el empleo aumenta en aquellas personas delestrato medio alto a 65% y disminuye a 48% enel estrato muy bajo.

Calidad de la inserción laboral

El concepto de empleo no puede ser reducidoa la inserción en un puesto de trabajo. Estarempleado implica, además, el desarrollo de unaactividad que proporcione una relativa seguridad,una remuneración adecuada, un aceptable gradode satisfacción y de reconocimiento social. Lacalidad del empleo comprende un conjunto deaspectos asociados a la estabilidad, la extensión eintensidad de la jornada de trabajo, la protecciónsocial, el acceso a la recreación, las condiciones deseguridad e higiene y el ejercicio de los derechoslaborales fundamentales.

Calidad de la inserción laboral (en porcentaje)Año 2007

Estabilidadocupacional

100

80

60

40

20

0

87

6761

74

46 47

7473

26 23

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Satisfacción conel empleo

Remuneracióninsuficiente

Miedo a perder el empleo

Protección socialy laboral

Trabajadores en empleos asalariados NP Población en edad de trabajar

En términos generales, se advierte que un87% de los trabajadores no profesionales en rela-ción de dependencia se desempeña en un puestode trabajo estable, teniendo en este aspecto lasituación más favorable en comparación con elresto de los grupos ocupacionales. Por otro lado,

se observa que alrededor 7 de cada 10 de estos tra-bajadores se encuentran inscriptos en los benefi-cios de la seguridad social, observándose una pro-porción menor en los jóvenes y en los trabajado-res pertenecientes al estrato social más bajo, enquienes el porcentaje desciende al 54%.

Figura 4.3:

42 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Sin embargo, uno de los datos más relevantessurge de los ingresos salariales y su comparacióncon el costo de la canasta básica de bienes y servi-cios. Se observa que poco más de la mitad de losasalariados no profesionales percibe remuneracio-nes superiores a la misma. En el estrato bajo sóloel 27% de los trabajadores asalariados logra supe-rar la línea de pobreza.

Para profundizar en el análisis de estos datoscabe relacionarlos con los indicadores de satisfac-ción laboral. En este sentido, 7 de cada 10 traba-jadores no profesionales en relación de dependen-cia declara que no desea cambiar de empleo; pro-porción similar a la observada en la población enedad de trabajar. El grupo que presenta mayoresdeseos de cambiar de empleo es el de aquellos queno han podido finalizar los estudios primarios.

El miedo a perder el empleo es otro indicadorque da cuenta de la relación entre las condicionesobjetivas y subjetivas de ocupación. Se observaque un 26% de los mismos manifestó tener temora perder su actual empleo, la mitad de los registra-dos entre los trabajadores profesionales. Estemiedo se encuentra más generalizado en los jóve-nes, y disminuye fuertemente en los trabajadoresque completaron un nivel superior.

Por último, el tiempo de viaje hasta el lugarde trabajo es otro indicador útil para describir

un aspecto poco considerado en los estudiossobre el mercado de trabajo. Los datos propor-cionados muestran que los trabajadores en rela-ción de dependencia no profesionales tardan, enpromedio, 82 minutos (algo menos de una horay media) en llegar a su lugar de trabajo. Por otrolado, es importante destacar que mientras en elGran Buenos Aires ese promedio se eleva a 93minutos, en las ciudades del interior disminuyea 60 minutos. Al mismo tiempo, la brecha entrelos pertenecientes al estrato más bajo y más altoes de más de 50 minutos, poniendo de manifies-to que son los trabajadores de sectores socio-eco-nómicos más carenciados quienes más tiempoinvierten para llegar a su lugar de trabajo y vol-ver a su hogar.

Posibilidades de autonomía económica

Los hogares compuestos por trabajadores enempleos asalariados no profesionales dependenexclusivamente de la fuente de ingresos laboral enun 59%. Tal cifra exhibe la elevada dependenciaeconómica de estos hogares respecto del mercadode trabajo y sus condiciones de inserción.

Al mismo tiempo, una quinta parte de esoshogares no disponen de ingresos familiares sufi-cientes para adquirir una canasta de bienes y ser-vicios esenciales, porcentaje levemente menor alcomprobado para el conjunto de la población en

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

7770

59

88

66

79

54

81

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Protección social y laboral según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos asalariados NP. Año 2007

Figura 4.4:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 43

edad de trabajar. Como cabria esperar, esa pro-porción varía según el estrato social de pertenen-cia, presentando entre el estrato muy bajo y elmedio alto una brecha de 38 puntos porcentuales.

Adicionalmente, sólo dos de cada diez traba-jadores no profesionales en relación de dependen-cia declaran haber tenido suficientes ingresoscomo para ahorrar una parte de estos, siendo

Posibilidades de autonomía económica (en porcentaje)Año 2007

Ingresos familiaresinsuficientes

100

80

60

40

20

0

20

32

1520

47

44

16

31

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Ingresos familiareslaborales únicamente

Ingresos familiaresno laborales

Capacidad de ahorrofamiliar

Trabajadores en empleos asalariados NP Población en edad de trabajar

Figura 4.5:

Figura 4.6:

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

20 19 20

40

31

1410

34

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Ingresos familiares insuficientes según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos asalariados NP. Año 2007

Muy Bajo9.5

Medio alto33.7

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes20.1

Mayores48.7

EdadSexo

Mujeres19.4

Varones20.1

No jefe30.5

Jefe13.7

44 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

notoria la diferencia entre estratos sociales: 10%para el muy bajo y 34% para el medio alto.

Patrones de consumo y estándar de vida

El 62% de los trabajadores no profesionalesen relación de dependencia habita una viviendaque es de su propiedad o de la familia a la quepertenece. Si bien es un porcentaje relativamen-te alto, este es menor al observado en otros seg-mentos ocupacionales. Las disparidades son

más marcadas cuando se analiza la tenencia deautomóvil: sólo el 6% de estos trabajadoresdeclara poseer al menos un automóvil modelo2000 en adelante, contra el 26% observado enlos profesionales, por ejemplo. Esa diferenciadisminuye cuando se trata de un atutomovil decualquier antigüedad, dado que allí los valoresson similares entre los trabajadores no profesio-nales en relación de dependencia y la totalidadde las personas en edad de trabajar (30% y 28%respectivamente).

Propiedad de vivienda

Tenencia de automóvil

Tarjeta de crédito

Cuenta bancaria

Conectividad

Medicina privada

Consumos culturales

Reclamos y quejas

Trabajadores en empleos asalariados NP Población en edad de trabajar

100806040200

1411

1612

862

3626

3523

42

28

6270

30

30

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Patrones de consumo y estandar de vida (en porcentaje)Año 2007

Figura 4.7:

La bancarización de las transacciones comercia-les y el acceso al crédito de consumo son rasgos quenos permiten profundizar en las disparidades deeste grupo ocupacional con respecto a otros. Sólocuatro de cada diez trabajadores no profesionalesasalariados tiene la posibilidad de financiar sus gas-tos corrientes recurriendo a tarjetas de crédito. Enlos trabajadores autónomos no profesionales estadesciende a un cuarto de la población, dato quepodría estar poniendo de manifiesto la importan-cia de la inserción en el mercado laboral formalcomo mecanismo de acceso al crédito. Son losadultos mayores y quienes pertenecen a los estratossociales más aventajados quienes acceden en mayormedida a los medios formales de financiamiento.

Lo mismo ocurre al considerar el acceso auna cuenta bancaria, lo cual se observa en un36% de los trabajadores en empleos no profe-sionales asalariados. Ese valor es inferior al deprofesionales pero superior a los de los trabaja-dores autónomos no profesionales, volviendo aponerse de manifiesto el diferencial acceso alos servicios bancarios.

Como se ha podido analizar anteriormente, laconectividad resultante de la disposición a unpaquete tecnológico de comunicación e informa-ción es un rasgo predominante de dicho gruposocial. Mientras el 62% de los profesionales cuen-ta con teléfono celular, TV por cable e Internet en

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 45

su hogar, en los trabajadores asalariados ese por-centaje disminuye a un 36%, siendo casi nulo

entre los trabajadores pertenecientes al estratomás desfavorecido.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

31

46

3136

50

28

4

65

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Conectividad según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos asalariados NP. Año 2007

En contraposición al dato presentado cabedestacar que los trabajadores asalariados no profe-sionales presentan un porcentaje de incidencia deproblemas de salud de un 12%, es decir, más deldoble que el que presentan los trabajadores profe-sionales. Este tipo de problemas se observa prin-cipalmente entre los trabajadores mayores de 60años, sin primaria completa y pertenecientes al

estrato muy bajo. Por otra parte sólo el 16% delos trabajadores de este segmento habitan hogaresque realizan consumos culturales y un porcentajesimilar (14%) declaran participar de la vida ciu-dadana, por medio de la presentación de reclamosy demandas asociadas al ejercicio de la opiniónpública y a la defensa de los derechos del consu-midor.

Figura 4.8:

CAPÍTULO 5

Los trabajadores en empleos independientes no profesionales componen el segmento ocupacionalsumamente heterogéneo, en donde coexisten situaciones ocupacionales muy dispares. En este grupo –elcual constituye alrededor del 25% de la población en condiciones de trabajar– encontramos pequeñosempleadores, trabajadores por cuenta propia o empleadas del servicio doméstico. Ahora bien, estosempleos distan de ser los trabajos que tradicionalmente eran ocupados por sectores medios urbanos enascenso, vinculados al comercio, el trabajo artesanal, los servicios personales o la pequeña industria debarrio. Asimismo, estas ocupaciones están lejos de constituir una situación de transición o una respues-ta de emergencia ante un evento de cesantía o desempleo. Como resultado de los cambios económicosocurridos en el país durante las últimas décadas, la mayor parte de estos trabajos han pasado a consti-tuir autoempleos informales propios de la necesidad y la marginalidad urbana.

Recursos de empleabilidad

Los trabajadores profesionales en empleos independientes no profesionales muestran un déficit edu-cativo más notorio que el exhibido a nivel general. Sólo el 37% de los mismos completó los estudiossecundarios, siendo esa proporción internamente heterogénea: mientras que entre los pequeños emple-adores y trabajadores cuenta propia ese valor oscila en el 43%, entre los trabajadores del servicio domés-tico disminuye al 20%, similar a los desempleados y trabajadores de subsistencia.

Entre los adultos de 18 a 34 años más de la mitad de los ocupados en empleos autónomos no pro-fesionales completó la enseñanza secundaria, mostrando el cambio en el perfil socioeducativo de estacategoría socio-laboral según la edad de los trabajadores. Por otra parte, el 87% de los ocupados enempleos independientes no profesionales del estrato social medio alto cuenta con nivel educativo medio.

Los trabajadores independientes no profesionales.Heterogeneidad en la pobreza: pequeños empleadores, tra-

bajadores cuenta propia y del servicio doméstico

Recursos de empleabilidad (en porcentaje)Año 2007

48 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

La capacitación no formal es un indicadorrelevante para este grupo cuyas ocupaciones seencuentran muchas veces asociadas a los oficios.Sin embargo, los valores obtenidos, aunque cerca-nos al promedio, se encuentran por debajo de losobservados para sus pares en relación de depen-dencia que muestran un mayor acceso a la capaci-tación laboral. No se advierten aquí diferenciassignificativas entre las distintas categorías quecomponen este grupo socio-ocupacional, ni deacuerdo a cortes de sexo y edad.

La experiencia laboral en un puesto de traba-jo formal se ubica también algo debajo del pro-medio, alcanzando el 44%. Entre los pequeñosempleadores ese porcentaje sube al 57%, en tantoque entre los trabajadores domésticos cae al 18%.Como en otros grupos, la experiencia en un pues-to de trabajo formal es mayor entre los varones y

entre los adultos mayores, pero en este caso demanera independiente de la educación de los tra-bajadores. Al interior de este segmento laboral,son los varones de edades centrales los que pare-cen compartir historias laborales desarrolladas enel marco de mercados menos restrictivos en cuan-to a ofertas de empleo de calidad.

Por otra parte, siete de cada diez de estos trabaja-dores muestran una adecuada comprensión verbalindicativa del desarrollo de capacidades necesariaspara el desempeño laboral. Cuando se analiza estosdatos con un mayor nivel de desagregación no seaprecian diferencias relevantes, pese al comparativa-mente mayor déficit educativo descrito para los tra-bajadores del servicio doméstico. De todos modos,los problemas de comprensión verbal se incrementanentre los menos educados, especialmente cuando setrata de adultos de edades centrales y avanzadas.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

41

32

56

32

4135

7

87

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Estudios secundarios completos según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos independientes. Año 2007

En contrario a lo que generalmente se afirma,el acceso a redes de relaciones útiles para el mer-cado laboral entre los trabajadores autónomosinformales es similar al observado para el prome-dio. Obviamente, menor al registrado entre losprofesionales. En este caso, sólo seis de cada diezautónomos no profesionales dieron o recibieronayuda para obtener un trabajo, no mostrandodiferencias según el sexo, la educación o la condi-ción social de los mismos. Sí se aprecia, en cam-bio, un mayor uso de estas redes de ayuda laboral

entre los más jóvenes, que exhiben en compara-ción con los adultos una mayor manifestación dereciprocidad.

Calidad de la inserción laboral

La calidad de la inserción ocupacional de lostrabajadores autónomos no profesionales es entérminos generales más desfavorable que las regis-tradas por sus pares en relación de dependencia,lo que pone en cuestión la tradicional figura del

Figura 5.1:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 49

trabajador cuenta propia como una opción alempleo asalariado. No obstante, la estabilidadlaboral es una característica en la que se eviden-cian entre ambas categorías importantes diferen-cias: mientras que el 86% de los asalariados noprofesionales señalan estar ocupados en unempleo estable, ese porcentaje se reduce a la mitadentre los autónomos, 42%. Debe decirse que enlos trabajadores independientes la estabilidad sig-nifica ante todo una clientela con demanda soste-nida de servicios o bienes producidos bajo condi-ciones de baja composición de capital.

En el caso de los pequeños empleadores seadvierte un porcentaje de empleo estable seme-jante al observado entre los trabajadores en rela-ción de dependencia. Por el contrario, entre lostrabajadores independientes del servicio domésti-co se aprecia que sólo un 24% dice exhibir una

situación estable, siendo este un segmento ocupa-cional signado por la inseguridad laboral.

La falta de protección social asociada al nopago de los aportes jubilatorios es otro rasgo en elque se pueden evaluar las condiciones de inser-ción desfavorables que experimentan la mayorparte de los trabajadores independientes no profe-sionales. Los datos muestran, que sólo el 38%efectúa regularmente aportes a la seguridad social,muy por debajo de lo registrado entre los trabaja-dores asalariados o profesionales. En particular,son las trabajadoras del servicio doméstico quie-nes evidencian una situación más deteriorada consólo una décima parte cubierta por este esquemade protección social.

La información sobre los ingresos laboralesmuestra claramente la precariedad de las condi-

Calidad de la inserción laboral (en porcentaje)Año 2007

ciones de trabajo de los ocupados en empleosautónomos no profesionales: la mitad de los mis-mos no obtiene ingresos suficientes para pagar elcosto de una canasta básica de bienes y serviciosesenciales, alcanzando esa proporción a nueve decada diez entre los trabajadores del serviciodoméstico. A la vez que sólo el 25% de los peque-ños empleadores declara obtener ingresos labora-les mensuales inferiores al costo de dicha canasta.

Es de destacar que en cada uno de estos tresindicadores de calidad de la inserción laboral, lacompetencia y la experiencia laboral de los traba-jadores autónomos tienden a operar atenuandolos problemas antes descriptos. A la inversa, entre

los trabajadores menos educados y con menosexperiencia la inestabilidad ocupacional, la ausen-cia de protección social y los bajos ingresos seacrecientan marcadamente, incluso con indepen-dencia de las demás características consideradas.

Cuando se estudia la valoración subjetiva quehacen los trabajadores respecto de sus condicionesde ocupación se advierte que contra lo esperado lainsatisfacción laboral asciende a un 28%, igualan-do la de los asalariados no profesionales, y dupli-cando la observada entre los profesionales.Corresponde indicar que el 45% de los trabajado-res independientes del servicio doméstico semuestra disconforme con las condiciones labora-

50 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

les en las que se desempeñan, deseando cambiarde trabajo.

Una cuarta parte de estos trabajadores sientetemor a perder su empleo. Sin embargo, esa cifra

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

18

28

1814

23 22

11

36

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Miedo a perder el empleo según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos independientes NP. Año 2007

oculta las disparidades halladas al interior de estacategoría que muestra que el temor entre peque-ños empleadores y cuentapropistas es inferior alpromedio, e incluso al de sus pares asalariados,pero que en el caso de los trabajadores domésticostrepa al 45%. En términos generales, la inseguri-dad subjetiva se encuentra algo más difundidaentre las mujeres y los jóvenes, aunque tiende adiferenciarse más notoriamente cuando se exami-na el estrato social de ubicación de los trabajado-res: en el estrato muy bajo el miedo a perder eltrabajo comprende a cuatro de cada diez ocupa-dos en empleos autónomos no profesionales.

Posibilidades de autonomía económica

Los ingresos familiares de los trabajadores inde-pendientes no profesionales los ubican a los mismosen una clara situación de vulnerabilidad económica:una tercera parte de los mismos conforma hogarescon ingresos insuficientes para escapar de situacio-nes de pobreza económica. Comparados con losasalariados no profesionales la situación de estos tra-bajadores es bastante más desfavorable, sobre todoen el caso de los trabajadores del servicio domésticocuyos índices de privación económica duplican elpromedio de la categoría.

Posibilidades de autonomía económica (en porcentaje)Año 2007

Figura 5.2:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 51

Los pequeños empleadores exhiben una situa-ción bien distinta, con sólo una décima parte delos mismos en condición de pobreza por ingresos,muy similar a la exhibida por los profesionales.En cambio, entre los cuenta propias una cuartaparte de los mismos vive en hogares con ingresosmenores al costo de la canasta básica de bienes yservicios que sirve para establecer la línea deingresos insuficientes.

En el otro extremo, la desigual capacidad deahorro marca más claramente la dispar posicióneconómica de pequeños empleadores y trabajado-res por cuenta propia no profesionales. Uno decada tres pequeños empleadores forma parte dehogares con ingresos familiares suficientes parapoder ahorrar regularmente, proporción que nosólo duplica al promedio de las personas en edad detrabajar, sino también a la de los cuenta propias,mucho más limitados en su capacidad de ahorro.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

1712

23

1018

13

32

3

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Capacidad de ahorro familiar según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos independientes NP. Año 2007

Demás está decir que el ahorro es nuloentre los trabajadores independientes del servi-cio doméstico, entre los cuales una décimaparte sólo recibe ingresos por changas.Retomando una observación anterior, la mayorproporción de hogares que obtienen ingresosde fuentes no laborales, y la menor incidenciade hogares cuya única fuente de obtención deingresos es el mercado de trabajo son indicioscomplementarios de la marginalidad económi-ca en que se halla un importante grupo de tra-bajadores comprendidos en esta categoríasocio-laboral.

Una nota de comparación adicional entre lospequeños empleadores y los trabajadores porcuenta propia es que los primeros tienden a viviren hogares más dependientes de las fuentes deingresos laborales, en tanto que entre los segundos

se observa una mayor proporción con ingresosfamiliares obtenidos de fuentes no laborales. Seaprecia entre los hogares de trabajadores porcuenta propia una mayor participación de ingre-sos provenientes de transferencias de la seguridadsocial.

Patrimonio, bancarización y conectividad

La propiedad de la vivienda en la habitan lostrabajadores independientes es un indicador rele-vante del patrimonio de sus familias. Puede verseque el 73% de los trabajadores por cuenta propiano profesionales es propietario de la vivienda en lacual reside, no mostrando diferencias respecto delpromedio de las personas en edad de trabajar, nirespecto de las posiciones ocupacionales com-prendidas en esta categoría de inserción laboral.Cabe asimismo agregar que la tenencia de la

Figura 5.3:

52 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

vivienda en condiciones de legalidad otorga aquién puede acreditarla una posibilidad de acceso

al crédito bancario difícilmente alcanzable paraaquellos que no la poseen.

Patrones de consumo y estandar de vida (en porcentaje)Año 2007

Como en otras categorías las disparidades eco-nómicas son más notorias cuando se analiza latenencia de automóvil en el hogar, que en estoscasos es también un recurso productivo relevante:el 63% de los pequeños empleadores cuenta conal menos un automóvil, mientras que ese porcen-taje se reduce a 36% entre los trabajadores porcuenta propia y a un 11% entre los trabajadoresdel servicio doméstico.

Estas disparidades al interior de la categoríasocio-laboral estudiada se amplifican notoriamen-te cuando se considera, en cambio, la tenencia de

la propiedad de la vivienda y de al menos un auto-móvil. El acceso a los servicios bancarios y de cré-dito muestra también la heterogeneidad quecaracteriza a este segmento ocupacional, cuyaprosperidad económica depende cada vez más desus posibilidades de formalización. Los datosrecogidos indican que cinco de cada diez peque-ños empleadores disponen de tarjeta de crédito, yque cuatro de cada diez operan con al menos unbanco, en tanto que entre los cuenta propias noprofesionales esas proporciones son sensiblemen-te inferiores, y prácticamente nulas entre los tra-bajadores del servicio doméstico.

Fuente: EDSA, Observatorio de la deuda Social, UCA.

7076

68

84 80

6964

77

100

80

60

40

20

0Muy Bajo Medio alto

EstratoJefatura de hogar

Jóvenes Mayores

EdadSexo

MujeresVarones No jefe Jefe

Propiedad de la vivienda según características seleccionadas (en porcentaje)Trabajadores en empleos independientes NP. Año 2007

Figura 5.4:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 53

El mismo patrón se advierte cuando se evalúala conectividad de los trabajadores autónomos noprofesionales de acuerdo a la disponibilidad en suhogar de acceso a las siguientes tecnologías deinformación y comunicación: teléfono celular,TV por cable e Internet. Los pequeños empleado-

res no sólo exhiben un mayor patrimonio econó-mico, por encima del promedio, sino que sehallan comparativamente más vinculados a losrecursos de la modernidad tecnológica que suspares en posiciones de trabajador cuenta propia odel servicio doméstico.

CAPÍTULO 6

Como se explicara en el segundo capítulo, los trabajadores desempleados son aquellas personas encondiciones de trabajar que no tienen una ocupación regular pero que desean estar ocupados, hagan ono actividades eventuales de subsistencia o incluso no busquen activamente empleo porque no creenpoder encontrarlo. Por otra parte, los inactivos son aquellas personas que no tienen trabajo y que nodesean tenerlo, no están disponibles, y menos aún lo buscan activamente. Se reconocen distintos moti-vos por las cuales las personas no participan de la fuerza de trabajo: quizás están cuidando a un miem-bro de la familia, quizás están jubiladas, están enfermas o discapacitadas o en etapa escolar, o quizássimplemente no desean trabajar. De todos modos, los estudios laborales tienden a poner énfasis en laspersonas que desean trabajar pero no están buscando un empleo por encontrarse desalentados. Tambiénpreocupa la presencia de barreras institucionales y culturales que impiden la plena participación de losgrupos poblacionales rezagados, sobre todo de mujeres con escasos nivel de educación.

Desempleados, desalentados y trabajadores indigentes

Haber completado el nivel secundario es un indicador que puede ser pensado como un recurso deempleabilidad. Si consideramos que sólo el 35% de los desocupados han finalizado dicho nivel de estu-dios, y que la brecha con el sector asalariado es de 20 puntos porcentuales, observamos que nos encon-tramos con el sector ocupacional más desfavorecido en cuanto al acceso a competencias laborales.Analizando al interior de los sectores sociales que componen la sociedad, observamos que dicha brechase profundiza, ya que sólo un 7% de las personas que se ubican en el 25% más pobre de la sociedad,mientras que en el 25% más rico es del 80,7%.

El análisis de dos indicadores como tener experiencia laboral formal y haber estado desempleadomás de una vez, nos permite un acercamiento a las trayectorias laborales de las personas desocupadas.Sólo 4 de cada 10 personas desocupadas declaran haber tenido algún tipo de experiencia laboral for-mal, proporción que se aleja de los valores presentados por los asalariados y los profesionales ocupados(entre el 70% y 77% respectivamente). Cabe destacar que entre los desocupados, quienes menos hantenido una experiencia laboral formal son los jóvenes de entre 18 y 34 años.

Por su parte, el 47% de la población desocupada declara haber estado más de una vez sin empleodurante el último año, en su mayoría las personas que no han podido terminar la primaria (66%) y quetienen más de 35 años. Este último dato nos podría estar indicando que cuanto mayor es la personadesocupada, mayor es la dificultad para insertarse en el mercado de trabajo.

Los trabajadores sin empleo en el mercado laboral: desempleados,

desalentados, amas de casa e inactividad

56 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

Como se dijo en los apartados anteriores, lainformación recogida por la Encuesta de la DeudaSocial Argentina permite una aproximación másprecisa en materia de capacidades necesarias parael buen desempeño en el mercado laboral. En elcaso de la población desocupada, el análisis deestos indicadores se torna indispensable. El dedéficit de comprensión verbal, mide dificultadesen la capacidad de las personas para formar con-ceptos verbales, en tanto proceso de pensamientoque define competencias laborales y sociales bási-cas. Según los resultados obtenidos, sólo el 59%de las personas desocupadas registra una adecua-da comprensión verbal, porcentaje que disminuyeconsiderablemente en las personas mayores de 60años (46%), y, como es de suponer, en quienes nohan finalizado el nivel primario de educación.

Si bien las personas de este grupo presentanuna disposición de redes de relaciones y contactosútiles para el mercado laboral del 54%, porcenta-je levemente mayor a la del total de las personasen edad de trabajar, 46%, puede observarse que laexistencia de estos recursos sociales para el empleodisminuye fuertemente en las personas jóvenes yde mediana edad, de bajos recursos educativos ypertenecientes a los sectores ubicados más abajoen la estructura social

Los ingresos de las personas desocupadas nosólo son los más bajos de la estructura ocupacio-nal, sino que además son de distintas fuentes ycon características específicas. Casi la mitad de las

personas desocupadas (46%) residen en un hogarcuyos ingresos son menores para cubrir el costo deuna canasta básica de bienes y servicios esenciales,siendo el porcentaje más alto de la estructurasocial.

Por otra parte, la fuente de los ingresos de estesector adquiere características propias que lo dife-rencian del resto de las categorías ocupacionales.Al respecto, cabe destacar que sólo el 28% de laspersonas desocupadas viven en hogares que reci-ben ingresos laborales de manera exclusiva, por-centaje del que se aleja considerablemente del44% que presenta el total de la población en edadde trabajar y de los porcentajes que presentan losocupados, que superan el 50% independiente-mente de la categoría ocupacional en la cual seinserten. La dependencia del mercado laboral,reflejada en la percepción de este tipo de ingresospor parte del hogar, es aún mayor cuando se ana-liza a los desocupados según el estrato social alcual pertenecen. Por otra parte, es en los hogaresde la población desocupada donde se registramayor participación de ingresos no laborales(24%).

La brecha que se observa entre los desocupa-dos que habitan en el estrato muy bajo y quieneslo hacen en el medio alto es de 28 puntos porcen-tuales; dicho dato está poniendo de manifiestoque sólo un escaso porcentaje (17%) de los des-ocupados del sector más bajo de la sociedad viveen hogares que perciben ingresos laborales única-

Recursos de empleabilidad (en porcentaje)Año 2007

Estudios secundarioscompletos

100

80

60

40

20

0

35

4438

53 47

21*

5963

5446

*Se considera a la población ocupadaFuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Haber estadodesempleado en másde una oportunidad

Adecuada comprensiónverbal

Redes y contactoslaborales

Experiencia laboralformal

Desocupados Población en edad de trabajar

Figura 6.1:

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 57

mente, mientras en el estrato más alto lo hace casila mitad (45%). Aunque menos pronunciada, lamisma tendencia por estrato social se observa alanalizar a las personas que viven en hogares quereciben ingresos no laborales complementarios(menor porcentaje en el estrato más bajo, y mayoren el más alto).

Más específicamente, cabe agregar que uno decada cuatro desocupados viven en hogares quereciben en forma exclusiva ingresos por changas,porcentaje muy superior al que se observa en eltotal de las personas en edad de trabajar (6%). Enparticular, los grupos más afectados son las perso-nas mayores de 60 años, quienes no completaronel nivel primario de instrucción y quienes perte-necen a la mitad más pobre de la población (estra-tos muy bajo y bajo). En forma paralela, el 33%de las personas desocupadas viven en hogares quereciben algún tipo de ayuda asistencial, ya seamonetaria o no, (presentando el porcentaje másalto de todos los grupos ocupacionales).Específicamente entre los desocupados, 2 de cada10 reciben planes de ayuda asistencial, con unatendencia a que quienes más lo reciban sean losdesocupados de menor nivel educativo y ubicadosen lo más bajo de la estructura social.

En cuanto a las posibilidades de autonomíaeconómica, como podría suponerse, sólo el 9%de los desocupados declara obtener ingresos sufi-

cientes para ahorrar, siendo en su mayoría los des-ocupados que pertenecen a los hogares ubicadosen el estrato más favorecido de la sociedad, y casiinexistente en los más bajos. Para medir el accesoa determinados recursos que implican ciertosestándares de vida, podemos observar que lapoblación desocupada es quien más perjudicadaresulta. Sólo un 17% de ésta habita en hogaresque tienen acceso a ciertas tecnologías de lacomunicación.

Por el contrario, el déficit de alimentación del14% es el más elevado al comparar los diferentesgrupos ocupacionales, alejándose del 6% que pre-senta el total de la población en edad de trabajar.En el mismo sentido un 35% de las personas des-ocupadas presentan problemas de salud, obser-vándose que las personas mayores y de los estratosmás bajos de la sociedad son las más afectadas.Nuevamente, en ambos indicadores los porcenta-jes observados son los más altos al comparar conel resto de las categorías ocupacionales.

Los trabajadores “inactivos”

En este apartado se aborda el análisis de lapoblación definida como inactiva a través de dosgrupos. Por una parte, las trabajadoras del hogaro amas de casa y, por otro, los trabajadores retira-dos o jubilados. En el caso de las primeras la aten-ción está puesta en el reconocimiento de barreras

Ingresos familiares laborales únicamente

Ingresos familiares no laborales

Asistencia social

Ingresos familiares insuficientes

Capacidad de ahorro familiar

Problemas alimentarios

Problemas de salud

Obra social prepaga

Consumos culturales

44%

31%

19%

32%

15%

6%

22%

8%

12%

47%

16%

36%

58%

12%

12%

24%

6%

3%

15%

98%

16%

28%

12%

3%

35%

3%

7%

32%

57%

23%

40%

13%

7%

28%

5%

6%

Fuente: EDSA, Observatorio de la Deuda Social, UCA.

Posibilidad de autonomía económica y condiciones de vida (en porcentaje)Año 2007 Población en edad

de trabajarInactivos Amas de casa Edad pasiva

58 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

institucionales y culturales que impiden el accesode las mujeres al mercado de trabajo. En el casode los segundos, la atención se pone por el contra-rio en los problemas de egreso, es decir, las conse-cuencias de la salida permanente del mercadolaboral sobre las condiciones de vida.

Trabajadoras “amas de casa”

Casi la mitad de las amas de casa (47%),viven en hogares que reciben ingresos laboralesen forma exclusiva, porcentaje similar al que pre-senta la totalidad de las personas en edad de tra-bajar y considerablemente superior al que presen-ta la totalidad de la población inactiva (32%).Mucho menor es el porcentaje de amas de casaque habita en hogares que reciben ingresos nolaborales complementarios, siendo del 16%. Porel contrario, de la totalidad de las personas inac-tivas un 57% vive en hogares que recibe este tipode ingresos observamos que las amas de casa sonun sector atípico dentro de este segmento.Alrededor de 4 de cada 10 amas de casa residenen hogares que reciben ayuda asistencial de algúntipo (monetaria o no), proporción superior a laque presenta la totalidad de las personas inactivas(2 de cada 10).

En ese marco, el 58% de las amas de casaviven en hogares que no alcanzan a cubrir unacanasta básica de alimentos, siendo mayor a la dela totalidad de la población inactiva (40%). Sóloel 12% de las amas de casa declara vivir en hoga-res que tienen capacidad de ahorro. En cuanto arecursos personales, las amas de casa presentan unalto déficit educativo, escasa o nula experiencialaboral y acceso casi nulo a paquetes tecnológicosy de información.

Según la evidencia, las amas de casa tienden avivir en hogares que dependen en gran parte delos ingresos laborales y de la ayuda asistencial, yen menor proporción de los ingresos no laborales.A su vez viven en su mayoría en hogares pobres ycon escasa capacidad de ahorro. En el mismo sen-tido sólo un escaso 6% declara vivir en hogaresque tienen acceso al pago de medicina prepaga. Esmuy escaso también el acceso a los consumos cul-turales, sólo del 3%, siendo el menor porcentaje

observado en todas las categorías ocupacionales(por debajo incluso de los desempleados).

Población en edad pasiva

Del total de la población inactiva en edad pasi-va, sólo el 43% recibe una jubilación o algún tipode pensión contributiva o no contributiva, en sumayoría mujeres mayores de 60 años y varonesmayores de 65 años. La distribución por estrato esrelativamente homogénea, observándose un por-centaje levemente mayor en el estrato medio alto.

En cuanto a los hogares donde viven estas per-sonas, sólo un 15% lo hace en hogares que reci-ben ingresos laborales en forma exclusiva, mien-tras que la gran mayoría, 98%, lo hace en hogaresque reciben ingresos no laborales. Cabe destacarque este último porcentaje es considerablementemayor al que presenta la totalidad de las personasinactivas, que es del 31%. El habitar un hogar quereciba ayuda asistencial de algún tipo no es unacaracterística propia de este sector, ya que el por-centaje solo asciende al 13%, porcentaje similar alde los trabajadores en relación de dependencia noprofesionales o trabajadores autónomos no profe-sionales.

Un dato relevante es que sólo un 28% de laspersonas en edad pasiva viven en hogares que noalcanzan a cubrir una canasta básica de alimentos,porcentaje muy inferior al de la totalidad de lapoblación inactiva (40%). Según lo observado, laspersonas en edad pasiva tienden a vivir en hogaresque dependen en gran parte de los ingresos nolaborales, como ser las jubilaciones y pensiones,pero no sería éste el único ingreso del hogar. Esesto último lo que permite explicar porqué el por-centaje de incidencia de la pobreza es levementemenor al de la del conjunto de la población inac-tiva.

Pero si bien el porcentaje de personas queviven en hogares pobres no es tan alto como elobservado en el grupo de las amas de casa, ambossegmentos comparten la característica de tenerescasa capacidad de ahorro: también aquí sólo el12% de las personas en edad pasiva declaran esta

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 59

capacidad. Es de destacar que el porcentaje deincidencia de los problemas de salud de las perso-nas en edad pasiva es del 35%, siendo el mayorporcentaje observado al comparar con el resto de

las categorías ocupacionales. Por su parte, sólo un3% de las personas en edad pasiva habitan enhogares que tienen acceso a un sistema de saludprivada (excluido PAMI).

CAPÍTULO 7

1. Teniendo en cuenta las precisiones teórico-metodológicas expuestas se presenta en este informeun esquema operativo de diferenciación de la población adulta de 18 años y más de las grandes ciu-dades del país, la cual fue clasificada en condiciones de trabajar surgido de la combinación de lostres criterios detallados: participación económica, relación con la unidad de trabajo, calificaciónocupacional.

2. Según datos de la encuesta del Observatorio de la Deuda Social Argentina, en nuestro país, algomás de la mitad de las personas en condiciones de trabajar se encuentran ocupadas, en su mayorparte a través de empleos no profesionales asalariados o de tipo autónomo. Por otra parte, una quin-ta parte de la población se encuentra desempleada y entre un tercio y un cuarto se encuentra ensituación de eventual inactividad laboral. En particular destaca el hecho de la elevada participaciónrelativa de trabajadores autónomos (empleadores, trabajadores cuenta propia, servicio doméstico,etc.), así como de personas todavía desocupadas o subocupadas.

3. Una desagregación adecuada sobre el esquema clasificatorio propuesto permite examinar lossiguientes resultados: entre las categorías de empleo no ha habido cambios significativos, por lo cuallos trabajadores asalariados y cuenta propia no profesionales continúan siendo los grupos másnumerosos dentro de la estructura ocupacional. Si bien al mismo tiempo se advertirse una dismi-nución del peso relativo de los trabajadores de subsistencia, así como de los desocupados y desalen-tados. Por el contrario, se observa un ligero aumento de las categorías asociadas a las situaciones detrabajo asalariado e inactividad laboral, en especial, trabajadores retirados y domésticos.

4. Entre los años 2004 y 2007, si bien la comparación no arroja cambios relevantes en la estructu-ra socio-ocupacional, cabe reconocer una mejora general en las capacidades económicas y oportu-nidades de trabajo. En este sentido, el Índice de Trabajo y Autonomía Económica (ITEA) permitecomprobar que durante el período 2004-2007 las condiciones generales de empleo e ingresos mejo-raron, registrando las calificaciones del mismo un aumento de 7,0 a 7,6 puntos (pasando de unasituación regular a una situación aceptable). De todos modos, corresponde enfatizar que si bien esteavance tuvo lugar en todos los años, su crecimiento más notorio se dio entre 2005-2006, a la vezque durante el tramo 2007-2008 experimentó una importante retracción.

5. En cuanto a la puntuación del Índice de Trabajo y Autonomía Económica (ITAE) para cada unade las categorías ocupacionales, se advierte claramente la mejor situación relativa de los trabajado-res profesionales, con 9,6 puntos en el año 2007. En segundo lugar se encuentran los trabajadores

Resumen de Hallazgos

62 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

no profesionales en relación de dependenciacon 8,5 puntos de calificación y un poco másalejados se encuentran las personas en situa-ción de inactividad (7 puntos) y los trabajado-res independientes no profesionales (7,3 pun-tos). Por otra parte, si bien las mejoras labora-les del período 2004-2007 favorecieron atodos los sectores, las diferencias o brechasentre ellos en materia de competencias bási-cas, calidad laboral e ingresos, no se alteraronde manera significativa.

6. Por último, cabe observar que la positivaevolución general del Índice de Trabajo yAutonomía Económica (ITAE) presentó uncomportamiento heterogéneo si consideramosotra serie de características de la población.Los datos muestran una mejora general, aun-que más notoriamente concentrada entre lasmujeres, los adultos de edades centrales, losgrupos educativos más rezagados, localizadoscentralmente en estratos socioeconómicosbajos o muy bajos. A la vez que, en casi todoslos casos, las mejoras tuvieron como principalmotivo el aumento de los ingresos corrientesy, recién en segundo lugar, una mejora en lacalidad de los empleos; al mismo tiempo quelas capacidades laborales básicas no experi-mentaron cambios significativos.

Los Trabajadores Profesionales7. Los trabajadores profesionales aparecencomo el segmento ocupacional más beneficia-do y aventajado en términos de desarrollolaboral y movilidad social, alcanzando compe-tencias básicas, recursos sociales de empleabi-lidad, acceso a oportunidades de trabajo decalidad, posibilidades de autonomía económi-ca y pautas de consumo y estándares de vidamás típicamente asociados a la noción demodernidad económica y cultural.

8. En particular, las condiciones de inserciónen el mercado laboral de los trabajadores pro-fesionales son comparativamente mejores a lasobtenidas por el resto de los grupos ocupacio-nales, con independencia de las relaciones deempleo y propiedad. En términos generales,se advierte que al menos ocho de cada diez

profesionales se desempeña en un puesto detrabajo estable, registrado ante la seguridadsocial y con ingresos superiores al costo de unacanasta básica de bienes y servicios esenciales.

9. Los trabajadores profesionales muestranmarcadas diferencias con el resto de los gruposocupacionales considerados, especialmenterespecto de sus competencias y capacidadeslaborales, algo que puede ser contrastado alconsiderar un elenco de indicadores asociadosa lo que habitualmente se conoce como capitalhumano. Asimismo, como era de esperar estostrabajadores presentan en términos comparati-vos una mayor disposición de redes de relacio-nes y contactos útiles para el mercado laboral.

10. Sin embargo, algunos indicadores tam-bién dan cuenta que en los últimos años estasituación de relativo privilegio ha tendido aexperimentar una paulatina diferenciación,presentándose un límite al avance de losempleos de calidad y registrándose inclusouna pérdida de empleos plenos debido a unaumento de la sobre-ocupación horaria y deformas de contratación que enmascaran rela-ciones laborales precarias. Esta situación afec-ta especialmente a las mujeres y los jóvenesprofesionales.

11. Por último, la alta conectividad resultantede disponer de un paquete tecnológico decomunicación e información (internet, celu-lar, TV cable, etc.) es un rasgo distintivo deeste grupo. Otro rasgo característico es su altonivel de bancarización (cuentas bancarias, tar-jetas de crédito, etc.). Por último, son tambiénlos trabajadores profesionales los que registranmayor participación, no sólo bajo el formatode membrecía a una institución cultural,social o política, sino sobre todo bajo formasmás esporádicas como son las relacionadas a lapresentación de reclamos y demandas asocia-das al ejercicio de la opinión pública y a ladefensa de los derechos del consumidor.

Los Trabajadores asalariados no profesionales12. Los trabajadores en relación de dependen-cia no profesionales conforman la categoría

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 63

laboral más numerosa de la estructura socio-ocupacional, siendo también la que más se haalterado durante las últimas décadas comoresultados de los cambios económicos y las cri-sis periódicas que ha experimentado nuestropaís. Más recientemente se ha registrado uncrecimiento importante de este segmento ocu-pacional en el marco de la recuperación eco-nómica, lo cual también se ha expresado enmejoras significativas en las oportunidades deempleo, condiciones de empleo e ingresos.

13. En términos generales, se advierte que ensu gran mayoría los trabajadores no profesio-nales asalariados se desempeñan en un puestode trabajo estable, ocupando en este indicadorespecífico la situación más favorable en com-paración con el resto de los grupos ocupacio-nales. Por otro lado, se observa que alrededor7 de cada 10 trabajadores del sector se encuen-tran inscriptos en los beneficios de la seguri-dad social, observándose una proporciónmenor en los jóvenes hasta 34 años y en lostrabajadores pertenecientes al estrato socialmás bajo, en quienes el porcentaje desciendeal 54%.

14. Sin embargo, una quinta parte de loshogares de estos trabajadores no disponen deingresos familiares suficientes para adquiriruna canasta de bienes y servicios esenciales.Como cabria esperar, esa proporción varíasegún el estrato social de pertenencia, presen-tando entre el estrato muy bajo y el medio altouna brecha de 38 puntos porcentuales. Almismo tiempo, alrededor de un 20% de lostrabajadores del segmento que estamos anali-zando y que tienen hasta 59 años viven enhogares pobres. Al mismo tiempo, sólo dos decada diez trabajadores no profesionales asala-riados declaran tener capacidad de ahorro,siendo notoria la diferencia entre estratossociales: 10% para el muy bajo y 34% para elmedio alto.

15. En relación con lo anterior, un hecho dis-tintivo de este segmento es que sus recursos deempleabilidad se encuentran estrechamenteconectados a los requisitos de ingreso a los

puestos de calificación operativa en los cualeséstos trabajadores suelen ocuparse. En estesentido, es posible advertir una discrepanciaentre los niveles de formación alcanzados y laposibilidad de mayores logros en materia deempleo y autonomía económica: mientras queun 90% de los trabajadores dispone de estu-dios secundarios y experiencia en empleos for-males, una tercera parte tiene problemas deacceso a empleos de calidad. Los grupos socia-les particularmente desaventajados son los asa-lariados de sectores pobres y los jóvenes de casitodos los estratos sociales.

16. Al respecto se observa que la formaciónprofesional no es un fenómeno extendidoentre estos trabajadores, cuya amplia mayoríano ha participado en cursos o talleres de capa-citación laboral. Los datos nos muestran quesólo el 13% de los mismos accedió a capacita-ción adicional a su propia experiencia. Es dedestacar que al interior de este segmento sonasimismo los que cuentan con mayores cre-denciales educativas los que en mayor medidatienden a participar de procesos de formaciónlaboral, potenciando con ello sus mayoresrecursos de empleabilidad.

17. Las diferencias observadas al interior deeste segmento en materia de recursos persona-les de empleabilidad, empleos de calidad eingresos familiares, se expresan también enotras facetas de su integración económica ysocial: el acceso a una vivienda propia y segu-ra, la disposición de recursos tecnológicos decomunicación e información, el acceso y usode cuentas bancarias, la participación social,etc. En este caso, sólo un 35% de los asalaria-dos dispone de cuenta bancaria y un 32% conteléfono celular, TV por cable e Internet en elhogar. Todavía el resto de estos trabajadores noparticipa de estas formas de ciudadanía econó-mica y cultural.

Los trabajadores en empleos independientes noprofesionales18. Los trabajadores en empleos independien-tes no profesionales componen por definiciónun segmento ocupacional sumamente hetero-

64 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

géneo, en el cual coexisten posiciones ocupa-cionales tan dispares como la de pequeñosempleadores, trabajadores por cuenta propiaclásicos y trabajadoras del servicio doméstico.Sin embargo, hay una situación relativamentecomún que los caracteriza: con excepción delos desocupados, desalentados y hacedores echangas y trabajos de indigencia, estos traba-jadores constituyen el segmento laboral eco-nómicamente más vulnerable y precarizado dela estructura ocupacional.

19. Como cabría esperar, una característicaespecífica de de los trabajadores autónomosno profesionales es que la calidad de la inser-ción ocupacional es, en términos generales,mucho más irregular que la registrada por suspares asalariados. En el mismo sentido, lamenor estabilidad laboral y la falta de protec-ción social asociada al no pago de los aportesjubilatorios pone de manifiesto las condicio-nes de inserción desfavorables en las que sedesempeñan la mayor parte de estos trabaja-dores; lo que pone en duda la tradicional ima-gen del trabajo independiente no profesionalcomo un mejor opción al empleo asalariado.

20. Los trabajadores en empleos independien-tes no profesionales muestran un déficit edu-cativo más notorio que el exhibido a nivelgeneral. Sólo el 37% de los mismos completólos estudios secundarios, siendo esa propor-ción internamente heterogénea: mientras queentre los pequeños empleadores y trabajadorescuenta propia ese valor oscila en el 43%, entrelos trabajadores del servicio doméstico dismi-nuye al 20%, similar a los desempleados y tra-bajadores de subsistencia.

21. En general, son los pequeños empleadoresquienes exhiben un mayor patrimonio, no sóloen términos económicos, sino también educati-vos y en términos del acceso a los recursos vin-culados a la noción de modernidad. Los cuenta-propistas clásicos se ubican en una especie de“segundo lugar”, en cuanto a las condiciones devida que pueden conseguir, mientras que lostrabajadores de servicio doméstico son quienesmás desaventajados se encuentran.

22. La experiencia laboral en un puesto de tra-bajo formal se ubica también algo debajo delpromedio, alcanzando el 44%. Entre lospequeños empleadores ese porcentaje sube al57%, en tanto que entre los trabajadoresdomésticos cae al 18%. Como en otros casos,la experiencia en un puesto de trabajo formales mayor entre los varones y entre los adultosmayores, pero en este caso de manera inde-pendiente de la educación de los trabajadores.Al interior de este segmento laboral, son losvarones de edades centrales los que parecencompartir historias laborales desarrolladas enel marco de mercados menos restrictivos encuanto a ofertas de empleo de calidad.

23. Los ingresos familiares de los trabajadoresindependientes no profesionales los ubican alos mismos en una clara situación de vulnera-bilidad económica: una tercera parte de losmismos conforma hogares con ingresos insu-ficientes para escapar de situaciones de pobre-za económica. Comparados con los asalaria-dos no profesionales la situación de estos tra-bajadores es bastante más desfavorable, sobretodo en el caso de los trabajadores del serviciodoméstico cuyos índices de privación econó-mica duplican el promedio de la categoría.

24. Estas disparidades al interior de la catego-ría socio-laboral estudiada se amplifican noto-riamente cuando se considera la propiedad dela vivienda y de al menos un automóvil. Elacceso a los servicios bancarios y de créditomuestra también la heterogeneidad que carac-teriza a este segmento ocupacional, cuya pros-peridad económica depende cada vez más desus posibilidades de formalización. Los datosrecogidos indican que sólo cinco de cada diezpequeños empleadores disponen de tarjeta decrédito, y que cuatro de cada diez operan conal menos un banco, en tanto que entre loscuenta propias esas proporciones son sensible-mente inferiores, y prácticamente nulas entrelos trabajadores del servicio doméstico.

Desocupados, indigentes y desalentados25. Los datos presentados en el presente infor-me nos permitieron establecer que las perso-

TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL... - 65

nas desocupadas, desalentadas o hacedores dechangas de distinto tipo, residentes en gran-des centros urbanos, carecen por lo general dealgún tipo de experiencia laboral formal yconviven en su mayoría en hogares de estratossocioeconómicos bajos o muy bajos, cuyosingresos surgen de trabajos eventuales o deayuda asistencial de tipo social. Los diferentesindicadores muestran una fuerte cristalizaciónde situaciones de exclusión, marginalidad ypobreza en las condiciones de vida de estostrabajadores.

26. Haber completado el nivel secundario esun indicador que puede ser pensado como unrecurso básico de empleabilidad. Si considera-mos que sólo el 35% de los desocupados hanfinalizado este nivel de estudios, y que la bre-cha con el sector asalariado es de 20 puntosporcentuales, resulta evidente que se trata delsector ocupacional más vulnerable en cuantoal acceso a competencias laborales.Asimismo, destaca el hecho de que el 47% dela población desocupada estuvo más de unavez sin empleo durante el último año, corro-borándose que la situación de inestabilidad(permanente entrada y salida al desempleo)constituye un modo particular de participa-ción laboral por parte de esta población.

27. El análisis de dos indicadores como tenerexperiencia laboral formal y haber estado des-empleado más de una vez, nos permite unacercamiento a las trayectorias laborales de laspersonas desocupadas. Sólo 4 de cada 10 per-sonas desocupadas declaran haber tenidoalgún tipo de experiencia laboral formal, pro-porción que se aleja de los valores presentadospor los asalariados y los profesionales ocupa-dos (entre el 70% y 77% respectivamente).Cabe destacar que entre los desocupados,quienes menos han tenido una experiencialaboral formal son los jóvenes de entre 18 y 34años.

28. Los ingresos de las personas desocupadasno sólo son los más bajos de la estructura ocu-pacional, sino que además son de distintasfuentes y con características específicas. Casi

la mitad de las personas desocupadas (46%)residen en un hogar cuyos ingresos son meno-res para cubrir el costo de una canasta básicade bienes y servicios esenciales, siendo el por-centaje más alto de la estructura social. Porotra parte, el 28% de las personas desocupa-das viven en hogares que reciben ingresoslaborales de manera exclusiva, porcentaje delque se aleja considerablemente del 44% quepresenta el total de la población en edad detrabajar y de los porcentajes que presentan losocupados, que superan el 50% independien-temente de la categoría ocupacional en la cualse inserten. Por otra parte, es en los hogares dela población desocupada donde se registramayor participación de ingresos no laborales(24%).

29. Al mismo tiempo, el déficit de alimenta-ción del 14% es el más elevado al compararlos diferentes grupos ocupacionales, alejándo-se del 6% que presenta el total de la poblaciónen edad de trabajar. En el mismo sentido un35% de las personas desocupadas presentanproblemas de salud, observándose que las per-sonas mayores y de los estratos más bajos de lasociedad son las más afectadas. Nuevamente,en ambos indicadores los porcentajes observa-dos son los más altos al comparar con el restode las categorías ocupacionales.

Inactivos30. En este apartado hemos abordado el aná-lisis de la población definida como inactiva através de dos grupos. Por una parte, las traba-jadoras del hogar o amas de casa y, por otro,los trabajadores retirados o jubilados. En elcaso de las primeras la atención estuvo puestaen el reconocimiento de barreras instituciona-les y culturales que impiden el acceso de lasmujeres al mercado de trabajo. En el caso delos segundos, la atención se puso por el con-trario en los problemas de egreso, es decir, lasconsecuencias de la salida permanente delmercado laboral sobre las condiciones de vida.

31. Según las evidencias presentadas la mayorproporción de amas de casas habitan todavíaen hogares cuyo nivel y fuente de ingresos está

66 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

determinada por otra persona y a través deuna fuente laboral (47%). Sin embargo, cabedestacar que el 58% de viven en hogares queno alcanzan a cubrir una canasta básica de ali-mentos. Asimismo, 4 de cada 10 amas de casaresiden en hogares que reciben ayuda asisten-cial de algún tipo (monetaria o no), propor-ción superior a la que presenta la totalidad delas personas inactivas (2 de cada 10).

32. Por otra parte, sólo el 12% de las amasde casa declara vivir en hogares que tienencapacidad de ahorro. En el mismo sentidosólo un escaso 6% declara vivir en hogaresque tienen acceso al pago de medicina pre-paga. En cuanto a recursos personales, lasamas de casa presentan un alto déficit edu-cativo, escasa o nula experiencia laboral yacceso casi nulo a paquetes tecnológicos y deinformación.

33. Del total de la población inactiva en edadpasiva, sólo el 43% recibe una jubilación oalgún tipo de pensión contributiva o no con-

tributiva, en su mayoría mujeres mayores de60 años y varones mayores de 65 años. La dis-tribución por estrato es relativamente homo-génea, observándose un porcentaje levementemayor en el estrato medio alto. Destaca elhecho de que sólo un 28% viven en hogaresque no alcanzan a cubrir una canasta básica dealimentos. Es decir, el porcentaje de personasque viven en hogares pobres no es tan altocomo el observado en el grupo de las amas decasa dado que sus ingresos constituyenmuchas veces a un presupuesto mayor.

34. Sin embargo, este segmento presenta detodas maneras una muy baja capacidad deahorro (12%), y es de destacar que el porcen-taje de incidencia de los problemas de saludde las personas en edad pasiva es del 35%,siendo este el mayor porcentaje observado alcomparar con el resto de las categorías ocupa-cionales. Por otra parte, sólo un 3% de las per-sonas en edad pasiva habitan en hogares quetienen acceso a un sistema de salud privada(excluido PAMI).

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82 - TRABAJO DECENTE, INCLUSIÓN SOCIAL...

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