...En todos los silencios,
hallaré las respuestas que busco...
TRECE POEMAS Y UN VERSO
Carlos Muñoz González
Martín de los Heros, 35; 5ºD.
28008 Madrid.
e-mail: [email protected]
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 1
ENERO
Cada mañana,
extiendo de jersey azul el cielo,
esperando que vuelvas,
que se abra de caja de regalo tu risa.
Y abriendo las ventanas,
esperando que vuelvas,
le pregunto al aire de tu boca por aquel beso
que llenó de rosas mi vida,
que cerró de puertas negras mi llanto,
abierto ahora de silencio,
de la amarga espina que se clava dentro
y que no se quita.
Desnudo de pies en un paseo,
agarrado de manos al consuelo,
esperando que vuelvas,
he vuelto a ser de nácar
en tu dedo,
y día de verano,
de tarde y diez minutos de demora,
y brillar de ojos que sin prisa te miran.
Esperando que vuelvas,
al mar he distraído su murmullo,
colgándolo en mi pecho,
de coral he llenado tu camisa
y de arena tu pelo.
Esperando que vuelvas,
la muerte se hace hierba
y yo, lamento.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 2
FEBRERO
A veces,
escondo de algazara
mis silencios
y a tu lado me asomo,
mirando desde abajo
al infinito.
Y en la lluvia me cuelgo,
dejándome llevar
por tu mirada,
reflejada de charcos
en mi pecho.
A veces,
las palabras se mueren
en mis labios,
y de mudas se quedan,
inventando tu nombre
en las esquinas,
en un vagón del metro,
o en la canción perdida
de Tom Waits,
una mañana de resaca.
A veces,
el mundo se hace mío,
y tú,
del viento.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 3
MARZO
Se desnudan,
y al mostrarse a la luz,
dos universos
en un giro de tres,
su lengua buscan.
Al blanco mar de seda
se han vencido,
olvidando que son,
del Ser el mismo,
la condena perfecta
de una espera,
que comienza al final
de su delirio.
Y su cuerpo se inventa
cada noche en las sombras,
en los lunes vacíos,
al final de las horas,
en los grises segundos
que entre Dios
y una rosa,
al reloj del olvido,
desterraron mi alcoba.
Y ya no me reflejo
en los cristales,
ni en el lienzo invisible
de la risa,
ni construyo de versos
las semanas,
que se mueren de pena,
bruma y lira.
Pues el mundo,
la muerte,
la esperanza,
al cajón del silencio,
se ha hecho mía.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 4
ABRIL
En el nombre infinito
de las cosas pequeñas,
la tarde se hace selva
y en la plana tierra de una mesa,
mi barco se hace tuyo,
cayendo en carabela
hasta tus brazos,
que llenos de leyendas,
se cierran entre líneas,
susurrando al viento mi nombre.
No sé si aún me recuerdas,
si has puesto un post-it de olvido
a mis ojos,
a mi cara,
al andar despistado de mi vida,
a los jueves de bolsillos vacíos,
al reflejo de los dos
en ese escaparate de luna llena
y sonrisas,
a la cara B de aquel disco
que siempre sonaba para nosotros.
Le he preguntado al tiempo
por las líneas torcidas
de mis versos,
y al punto ha respondido
silencioso,
con el lento llegar
que tiene un beso.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 5
MAYO
Hoy,
me he visto entrelazado
en tu ADN
y el río de mi lengua,
ha buscado sin duda tu vientre,
el pulso ilimitado y lento
de una mano de agujas
de reloj
que se hunde en el tiempo,
denso,
enamorado de tí,
lo mismo que yo,
hoy,
ahora,
en esta tarde plana
de piel suave
y palabras de una sola
sílaba.
Me he quedado dormido,
pero tú,
pequeña Diosa de los rincones,
como una madreselva,
trepas coqueta
hasta mi boca,
llenándola de hembra,
de universo perfecto
con sabor a vainilla.
Después,
por un ojal perdido de botones,
te has ido,
dejando mi carne escrita
con los nombres
de los días impares,
de las postales que nunca mandarás,
de aquellos lugares que, alguna vez,
se hicieron de cristal,
de rojo amanecer entre tus piernas.
He vuelto a abrir los ojos,
y el sueño,
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 6
se muestra real en un cine sin butacas;
sigues a mi lado,
desnuda de pelo y noche
y todas las ecuaciones,
se han igualado a cero
para siempre.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 7
JUNIO
Llévame de prestado al infinito,
dulce muerte que esperas,
pues hoy,
hoy la he perdido,
ya no encuentro a mi estrella.
Clava en mi corazón
tu lamento,
tarde muda que lloras,
pues hoy
ella se ha ido,
perdiéndose en las sombras.
Muere sol en mis ojos
de ciego,
astro amigo que callas,
pues hoy,
mi luz se vela,
enredada en su falda.
Siente amor,
el dolor de la ausencia,
arropado de luna,
pues hoy,
ella se fue de azules,
coronada de espuma.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 8
JULIO
En la distancia amiga,
profunda tempestad
de un mar en llamas,
tú apareces,
siempre,
perfumando a las flores,
distanciando a la pena
con la tímida brisa de tu cuerpo.
Y cuanto más te alejas,
más cerca están de mí
todos los Credos que te llaman.
Y contigo comulgo de tu aliento,
con la Fe del que quiere
ser salvado,
inventando oraciones,
rezos, cantos,
repitiendo tu nombre,
arrodillado.
No creo en el Infierno,
ni en los largos lamentos
del poeta,
pues ahora,
aún lejos de años luz
de aquella puerta,
de átomo me he visto
en tu belleza.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 9
AGOSTO
Ya no cubre el dolor
de la esperanza,
el discreto morir
que llevo dentro,
misteriosa caverna
donde escondo,
en papel de tormenta
mis secretos.
Ya no aplaca el cuchillo
mi agonía,
desprendido paisaje
de una foto,
consumida de ojos
y luz fría,
de mesa, silla y tú,
corazón roto.
Abanico de seda
que surcabas,
los volantes perpetuos
de lo etéreo,
desliza ya la soga
que sostiene,
de barro, lodo y cieno,
mi tormento.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 10
SEPTIEMBRE
El Himno del poeta
es el destierro.
¿Que camino si no,
lleva a la vida?
¿Que imán de polo
ciego y negativo,
confunde realidad,
mentira aleatoria
de un fracaso,
con el frágil rumor
que estalla de Big-Bang,
de crítico momento
en poesía?
Palabra,
pronunciada de tinta
en cualquiera parte,
dimensión maliciosa
de lo eterno,
apagada colilla de una acera,
habitada por Dios
y cuatro versos.
Oxidada cadena de ADN,
que formaste mi ser,
de dolor lleno,
completa la secuencia
que inventaste,
o rómpela sin más,
por que yo,
siento.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 11
OCTUBRE
Bodegón de una mesa,
bandeja y vino tinto,
cristal de gaseosa,
burbujas y destino,
mando a distancia,
video,
Baby Face y James Blunt,
en sesión de domingo.
Y mi amor es brillante,
hermoso, verdadero,
tan real como un día
de piano
en tus dedos.
Me miento cada día,
cuando de turba
y negro,
escondo de mortaja
lo que siento,
que pienso lo que sueñas,
y entre el sueño te veo,
que de ver me hago ciego,
deslumbrado y despierto,
que brotan de mis manos,
de diez en seis
los besos.
Que te quiero,
lo digo,
sin miedo de navajas,
que ya nada me importa,
si no tú,
la mi amada.
Bossanova de estrellas,
melodía de Venus,
de cuatro mi tortura
y de dos,
sólo el cielo.
Y en las cuatro inventadas,
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 12
veintidós de un camino,
las letras de tu nombre,
se encuentran con el mío,
imaginando notas,
partituras y ritmos,
violoncelo sin cuerdas,
que amó sin fin,
a un mirlo.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 13
NOVIEMBRE
Que te quiero
es algo inevitable,
no importa que lo sepas
o lo olvides,
que se mueran de pena
las canciones,
que no sueñes de mi,
si acaso un loco
sucesor de las causas
imposibles.
Que te quiero
es real,
como el silencio,
que de muro se crece
en la distancia;
que te quiero es vivir,
morir de lejos
afirmar que perder
es la ganancia.
Que te quiero
es así,
y a mi me basta,
pues al quererte,
amor,
te tengo cerca;
lejanía de dos
números primos,
condenados a ser
reloj de arena.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 14
DICIEMBRE
De los roncos boleros
del invierno
rompo en llanto,
y a la vista de todos
me hago niño,
promulgando decretos
que dicen que te quiero,
que por orden del sol
soy tu promesa,
el perfecto poeta de tu carne,
aventurado a un mar
de brillo inquieto.
Mi consuelo se graba
de cinta y saxofón
sobre tus pasos,
tocándote de lejos,
de futuro imperfecto,
de adjetivos bonitos,
de adverbios de lugar
y tiempo fresco,
de ternura robada
en tres llamadas;
desconsuelo robado
por el tiempo.
Y de nuevo ese frío
que dan los mundos rectos,
elevados de escenas
irreales,
álbum de cromos rotos,
despegados,
abono de diez viajes
para amarte.
He dado vacaciones
al impuesto,
que pago por vivir
sin tu mirada;
he vuelto sin volver
a ser la suave
“My Heart stood still”
que nunca falla.
Trece versos y un poema
Carlos Muñoz González 15
EPILOGO
No encuentro
aunque pregunte,
nadie busca respuestas
enyesadas,
¿Es tan obvio clamar
a lo divino,
que siquiera de afán
la luz se salva?.
Adoro los espacios,
la ciudad consagrada
a los seis necios,
me arrobo de arrobar
a todo aquello,
que nutre de candor,
de mentira sublime
a lo plebeyo.
Y recitando salmos,
rompo las cremalleras,
atacadas de líbido ingeniosa,
entrepierna de curvas,
que en perversos,
dedicas tu manjar
a un ser que implota.
No encuentro
aunque pregunte:
¿Qué soy yo sin amar?,
tan solo herrumbre.