Clase impartida el Domingo 10.10.10Clase de Matrimonios
Templo el Salvador/Módulo Escuela Dominical 2da plantaEmilio Carranza # 1404 Nte. Colonia Treviño
Monterrey N.L. México
En palabras del escritor, define a la lujuria en el sentido mas amplio como:
<<Una sed equivocada de satisfacción>>
El hombre y la mujer ajenos de Dios, son objeto de la lujuria, simplemente porque han crecido y han sido enseñados de acuerdo al sistema del mundo, el consumismo, las compras compulsivas, las deudas son sinónimo de lujuria, un deseo desordenado que resulta en insatisfacción continua.
La lujuria y la envidia son muy similares y solo las divide una línea muy delgada.
Mientras que la envidia apunta a desear lo que otro tiene, la lujuria es la insatisfacción continua, nunca se está contento con lo que se ha logrado. Siempre se desea mas y mas. (Anécdota)
El deseo de la carne y el deseo de los ojos ¿Son pecado?
Leamos 1era Juan 2.15-16Primero tenemos que observar estas declaraciones desde el contexto que
Juan le da. Juan esta hablando a creyentes que se han desviado de la fe y han apropiado doctrinas gnósticas donde se daba por sentado que el hombre no podía ser libre del pecado y ante ello podrían darle rienda suelta a sus deseos. Por ello su carta inicial es categórica
Capitulo 1.5 <<Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él>>
Los deseos de la carne y de los ojos, están implícitos en nuestra humanidad, son esencia de nuestro ser y en ningún momento Dios nos los dio para nuestra ruina.
Aquellas palabras que diera a Adán y Eva de: fructificad, multiplicaos , llenad la tierra… no fueran posibles si Dios no les capacitara de deseo carnal y visual.
Los deseos de la carne y de los ojos del cristiano son los que se deleitan en su cónyuge, Cantar de los cantares es el claro ejemplo de la expresión afectiva y física como resultado de los deseos que poseemos.
Proverbios 5. 15-19 Pablo a los Tesalonicenses les advierte contra el deseo de la
concupiscencia, que originalmente significa (Epithumia) un deseo que proviene de mal pensamiento.
1era Tesalonicenses 4.4-5
El origen de la Lujuria. Como lo comentamos al principio Dios creó un ser perfecto y sin
mancha, es el pecado el que trastorna el ser interno del hombre, y lo lleva a la perdición.
Comparemos
1era Juan 2.15.16, Génesis 3.6 y Lucas 4. 1-13
Cuando el corazón del hombre es conquistado, cualquier tentación le orillara a la consumación del pecado, cuando el corazón es ocupado por Dios la lujuria no tienen cabida.
Leamos Santiago 1.13-15
Ejemplo de un corazón dominado por la lujuria.
Hechos 5. 1-11
1. Su carne estaba atada a lo material
2. Sus ojos veían y buscaban aprobación
3. Sus mentiras buscaban reconocimiento
La reprensión esta en el verso 4
¿Por qué pusiste esto en tu corazón?
La solución a la Lujuria
No proveer (pronoia) a los deseos (Epithumia) de la carne. Romanos 13.13-14
1. Renovándose diariamente en Dios. Efesios 4.22-24
2. Cuidando nuestras relaciones. 1era Cor. 15.33
3. Huye de la tentación 2 Tim. 2.22
Oración.
Señor Jesús, enséñanos a vivir como un matrimonio que te agrade, guarda nuestros corazones de la lujuria y permítenos deleitarnos en el orden debido como matrimonio, renunciamos a todo aquello que no proviene de ti y declaramos que viviremos dentro de tu voluntad.