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LA OMS, AGENCIA especiali-zada de las Naciones Uni-das para Salud estámuriendo lentamente, antelos ojos de la comunidad

internacional que se divide entre promo-tores, cómplices y observadores del de-sastre. En el manejo de la gripe aviarH5N1(2005), por lo menos dos fallos,entre muchos otros, pueden señalarse:en agosto de 2005, el jefe de gabinetede la Directora General de la OMSanuncia en un comunicado de prensaque 150 millones de personas podríanmorir de esa epidemia global. Cincoaños más tarde, la OMS informa de untotal de muertes debidas a la gripe aviarH5N1: 331, principalmente concentra-das en Indonesia y Vietnam (1). Entre150 millones y 331 muertes, lo mínimoque se podría señalar es la falta de rigoren los pronósticos epidemiológicos.

El segundo fallo en relación con lagripe aviar fue el enorme despilfarro enlos stocks de seguridad del medicamen-to Oseltamivir (conocido con el nombrede marca de “tamiflu”). Nunca en la his-toria de la medicina se habían constitui-do stocks de una droga de la cual no seconocía su eficacia, para una enferme-dad que todavía no había llegado y quenunca llegó. Unos años más tarde, la co-munidad científica comprobó que estadroga, además de crear resistencia porsu posible uso masivo, no tenía ningunaeficacia. Las cantidades almacenadasfueron enormes: para el 25% de la po-blación en Canadá, Estados Unidos yReino Unido; 50% en Francia y otrospaíses europeos; 23% en Japón (2).

En 2009-2011, con el brote de la gri-pe H1N1, la OMS lanza una nueva alar-ma, y contrariamente al parecer dereconocidos expertos internacionales, laOMS declara la fase más alta de pande-mia global. Esta enfermedad de trans-misión exageradamente rápida tuvo sinembargo una mortalidad bastante baja.Cuando la gripe estacional normal ma-ta a cerca de 500.000 personas cadaaño, la OMS informó sólo de 18.449muertes debidas al H1N1 en un perio-do de dos años. La fase más alta de lapandemia permitió a la gran mayoríade países industrializados, con la reco-mendación de la OMS, comprar variosmillones de vacunas que, en el 90% delos casos, hubo que incinerar porque nofueron utilizadas. Francia, por ejemplo,con una población de 66 millones de ha-bitantes, compró 94 millones de dosis,de las cuales sólo fueron utilizadas 6 mi-llones... El despilfarro de Francia tuvolas mismas proporciones en EstadosUnidos, Alemania, Bélgica, España, Ita-lia, Holanda y Suiza…

Parece que se ha aprendido poco delos errores cometidos en la gestión delébola (2014-2015). Médicos Sin Fron-teras (MSF) alertó del brote en marzodel 2014 y la OMS empieza a actuarcon un retraso de cuatro meses que tal

vez fue una de las causas de que el bro-te llegara a dimensiones de amenazamundial. El ébola es un tipo de fiebrehemorrágica que aparece por primeravez en el antiguo Zaire en 1976. En losbrotes periódicos anteriores se habíainformado de una media de 300 muer-tos por año.

Sin embargo, el 25 de enero de2015, la OMS había informado de20.689 casos y unos 8.626 muertos, prin-cipalmente en Sierra Leona, Liberia yGuinea. ¿Por qué este importante saltoen el número de casos? El atraso paraempezar a tratar este brote puede ser unade las causas, pero seguramente no es laúnica. En todos los documentos produ-cidos por la OMS en los últimos ochomeses, ninguno se pregunta por las cau-sas de la enfermedad, pero sobre todopor el drástico aumento del número decasos… Para la OMS, la prioridad esconseguir fondos y hacer los ensayosclínicos para la vacuna ya en manos delejército estadounidense y canadiensedesde hace 10 años.

Algunos estudios en curso (3) pare-cen sugerir que una de las causas prin-cipales podría ser la deforestaciónmasiva, realizada para las explotacionesagrícolas y mineras, que habría modifi-cado el equilibrio entre la selva, los ani-males y el hombre.

Este brote, que se encuentra ya envías de extinción, podrá resurgir con másfuerza, si no se estudian las posibles cau-sas y si los esfuerzos se limitan a con-seguir fondos para construirinfraestructuras sanitarias para almace-nar vacunas. El plan de la OMS prevétambién la formación de personal sani-tario. Sin embargo, la fuga de cerebros–que David Sanders (director de la Es-cuela de Salud Pública de la Universi-dad de Western Cape, en Sudáfrica)prefiere llamar el “robo de cerebros”–no se menciona, desafortunadamente,en el proyecto de resolución de la OMSque será presentado para su aprobaciónen la Asamblea Mundial de la Salud (ór-gano supremo de la OMS) que se reúneen Ginebra del 18 al 26 de este mes demayo. Hay más médicos de Sierra Le-ona trabajando en los países ricos de laOrganización para la Cooperación y elDesarrollo Económicos (OCDE) que ensu propio país (4). No es normal.

La OMS ha anunciado, en 2015,“reformas” para prepararse mejor fren-te a las futuras epidemias. Sin embargo,las causas y las raíces del problema nose han abordado. Causas que probable-mente están asociadas a los daños eco-lógicos debidos a la explotación masivade minerales por compañías extranjeras.

En el caso de Sierra Leona, la rápi-da expansión de la industria de extrac-ción de mineral de hierro llevó a uncrecimiento económico del 20% el añopasado, según datos del Fondo Moneta-rio Internacional (FMI). El interés porsus recursos minerales sin explotar hadesatado una avalancha de inversiones.Su tasa de crecimiento económico se en-cuentra entre las más altas del mundo.

Este excepcional crecimiento eco-nómico de Sierra Leona parece no estarbeneficiando a la economía nacional. Laevasión de impuestos es una de las prin-

cipales causas de las pérdidas de ingre-sos, sobre todo en el sector minero. En2010, la industria minera contribuyó ca-si al 60% de las exportaciones, pero só-lo al 8% de los ingresos estatales. De lascinco principales empresas de explota-ción de minas en Sierra Leona, sólo unaestá actualmente pagando impuestos (5).

Si el conjunto de la sociedad sierra-leonesa se hubiera beneficiado de este“boom éconómico”, por lo menos se hu-bieran podido construir algunas infraes-tructuras sanitarias para encarar estaepidemia. No son estos los determinan-tes sociales y económicos de la salud delos que habla la OMS… Es una lástimaque la resolución que se presentará a laAsamblea Mundial de la Salud del pró-ximo 18 de mayo, se haya “olvidado”de mencionar este aspecto.

En el manejo del ébola, además delretraso en reaccionar, hay dimensionesescandalosas desde el punto de vista éti-co. Es una epidemia que se conoce des-de hace cuarenta años... Y la OMS y losmedios de comunicación anuncian quelos ejércitos de Estados Unidos y Cana-dá poseen, desde hace diez años, una va-cuna para protegerse en caso de ataquebiológico… pero no para salvar las vi-das de las poblaciones pobres de Áfri-ca. Esto prueba, una vez más, el fracasodel actual modelo de Investigación yDesarrollo (I+D) de productos farma-céuticos donde la innovación está enfunción del poder de compra y no de lafrecuencia de la enfermedad.

Como en otras oportunidades, laOMS argumenta que es un problema defalta de fondos, lo que puede tener algode verdad, pero el problema de fondono es financiero sino estructural, lo queestá en juego es la capacidad de la OMSde responder a este tipo de problemas.Las respuestas son lentas, las recomen-daciones no siempre claras y los meca-nismos de aplicación de las estrategiasde acción casi inexistentes.

En los contextos sanitarios naciona-les, deficiencias en el manejo de este ti-po de problemas llevan con frecuenciaa la renuncia de los ministros de Sani-dad; en el caso de la OMS, ¿será que laDirectora General era la única persona“vacunada” contra el ébola ?

Paralelamente al repetido disfuncio-namiento en el manejo de problemas sa-nitarios de envergadura mundial, yliderado por algunos países industriali-zados con la complicidad del Secretaria-do de la OMS y el silencio o impotenciade los países en desarrollo se lleva a ca-bo una privatización progresiva de la

agencia, que en ocho años ha pasado detener un presupuesto de 50% de fondospúblicos constituidos por las contribu-ciones obligatorias de los países miem-bros, a sólo un 20%. La agencia está hoyen las manos (80% de su presupuesto)de fundaciones filantrópicas como Billy Melinda Gates, un pequeño númerode países industrializados que ofrecenalgunas contribuciones voluntarias y lagran industria farmacéutica…

La improvisación, el atraso, la faltade independencia y conflicto de intere-ses llevan, sin sorpresa, a la OMS a unapérdida de credibilidad. Los fondos pa-ra la salud disponibles en la comunidadinternacional empiezan a destinarse aotros organismos como el Fondo Glo-bal, UNITAID, UNAIDS, PNUD, Pep-far… Y actualmente, en el debate sobreel atraso de la OMS para intervenir, al-gunos sugieren la necesidad de crear unanueva agencia que pueda responder a lasurgencias sanitarias mundiales.

De repente, nos encontramos conque la agencia se convierte en una bu-rocracia pesada, con exceso de funcio-narios en Ginebra, cerca de 3.000,cuando la OMC tiene menos de 600, conproblemas financieros graves y una de-sarticulación total en la línea jerárquicaentre la sede en Ginebra y las seis ofici-nas regionales totalmente autónomas…Las relaciones de poder entre el brazooperacional que son más de 150 ofici-nas de país, que no reportan ni a la ofi-cina regional, ni a la sede sino, conalguna justificación, al Ministro de Sa-nidad de cada país, hacen de la Organi-zación un ejército sin mando central…Incapaz de responder con eficacia a pro-blemas como la gripe aviar, la pandemiade la H1N1 o el ébola.

Gro Harlem Brundtland, DirectoraGeneral de la OMS de 1998 a 2003, lan-zó la expresión, hoy a la moda, de “di-plomacia sanitaria”. Fue muy útil parabuscar soluciones en materia de conflic-tos o litigios para llegar a acuerdos ne-gociados. Actualmente, hay varios temasen manos de la diplomacia sanitaria, ne-gociados por los diplomáticos de las mi-siones en Ginebra como son: la calidadde los medicamentos, la forma de finan-ciar la investigación y desarrollo de pro-ductos farmacéuticos, la nutrición ocómo abordar el problema del ébola.

La forma de funcionamiento de losÓrganos de Gobierno de la OMS (Con-sejo Ejecutivo compuesto por represen-tantes de 34 países (ahora representantesde gobiernos y no técnicos independien-tes como en el pasado) y la Asamblea

Mundial de la Salud –AMS– (compues-ta por los Ministros de Salud y sus de-legaciones, de los 193 países miembros)es totalmente obsoleta. Los delegadospasan las tres reuniones anuales (dosConsejos ejecutivos y una AMS) discu-tiendo pormenores y que al final sonconsensuadas en complicados arreglosdiplomáticos… La OMS no tiene, o me-jor no usa (6), los mecanismos para laaplicación de las decisiones que pudie-ran tomarse sobre evidencias técnicas.El artículo 19 de la constitución que con-fiere a la OMS la facultad de negociartratados y medidas de carácter vinculan-te, ha sido utilizado solo una vez en 65años. Los Estados Unidos y la UE re-chazan la idea de cualquier tipo de de-cisión de carácter obligatorio. ¿Cómoevitar que el mundo se quede sin anti-bióticos a causa de la resistencia crecien-te en todas las partes del mundo?Resistencia originada en gran parte, porel uso masivo de antibióticos, en formaprofiláctica en animales que se transfor-man en alimentación humana aumen-tando cada vez la resistencia existente alos relativamente pocos antibióticos. Re-comendar, o legislar este es el dilema.

Hasta 1998, la OMS fue relativa-mente poco afectada por la influenciadel sector privado; el presupuesto públi-co de las contribuciones de los paísesmiembros, representaba más del 50%.En su primer discurso en la Asambleamundial de la salud, Gro Harlem Brund-tland (1998) dijo: “Tenemos que salir abuscar al sector privado (…) que tieneun papel importante que representar tan-to en el desarrollo de tecnologías comoen la provisión de servicios” (7).

Durante los cinco años de la admi-nistración de Brundtland, las Participa-ciones Público-Privado (PPPs) yposteriormente los Programas de Des-arrollo de Proveedores (PDPs), crecie-ron y se desarrollaron sin ningún controlni reglas claras, se trataba de una opera-ción “win-win” (situación en donde to-dos ganan) y, como no se considerabaque hubiera riesgos o posibles efectosnegativos, se controló poco y las reglasno siempre estuvieron claras. Hoy, la in-dustria farmacéutica y las fundacionesfilantrópicas, participan en reuniones deexpertos de distintos temas y son miem-bros del consejo de administración de lamayoría de los PPPs y PDPs.

Tanto se promovieron los PPPs, quela propia OMS es hoy un gran PPP. Ylos dueños del 80% del presupuesto re-claman más poder y participación en latoma de decisiones. Este debate que lle-va tres años, fue tratado por el ConsejoEjecutivo de enero del 2015 y lo seránuevamente en la Asamblea Mundialque empieza el 18 de mayo.

El punto de partida fundamental pa-ra cualquier reforma de la OMS debe-ría ser: ¿cómo recobrar el caráctermultilateral y público de la institución?

El dilema para los países miembrosde la OMS es claro, tendrán que esco-ger entre: una gran PPP para adminis-trar los proyectos financiados por elsector filantrópico y privado, o recons-truir una Agencia Internacional pública,independiente para la dirección del sec-tor de la salud. �

Si tuviéramos que hacer la caricatura de una agencia especiali-zada de la ONU como es la Organización Mundial de la Salud(OMS), esta se parecería a una anciana de solo 65 años pero en-vejecida prematuramente hasta el punto de aparentar más de 90años… De lentes oscuros por haber perdido casi por completola vista, y en una silla de ruedas empujada por Bill Gates de unlado y del gerente de alguna gran compañía farmacéutica delotro… La anciana de la silla de ruedas pronuncia un discurso aun gran ejército de jóvenes salubristas (especialistas en salud pú-blica) que trabajan en Ginebra, no en Guinea, ni en Sierra Leona,ni en Liberia, para combatir la epidemia de ébola…

UNA ORGANIZACIÓN A LA DERIVA

¿Sobrevivirá la OMS a la epidemia de ébola?

Por GERMÁN VELÁSQUEZ *

* Ex-Director del programa de medicamentos y propiedadintelectual de la OMS, actual Consejero especial para Salud yDesarrollo en el Centro Sur, Ginebra (Suiza).

ATASSI FARAH. – “Bathroom II” (Baño II), 2010

(1) G. Velasquez, “The management of A(H1N1) pan-demic: an alternative view”, Journal of Health Law, Vol.13 nº 2, 2012, Sao Paulo, pp. 108-122.

(2) Idem, p. 125.(3) David Sanders y Amit Sengupta, “Ebola Virus Di-

sease: What’s the primary pathology?”, presentaciónen la Prince Mahidol Award Conference, Bangkok, ene-ro del 2015.

(4) https://www.opendemocracy.net/openglobalrights-blog/alicia-ely-yamin/ebola-human-rights-and-poverty-%E2%80%93-making-links

(5) David Sanders y Amit Sengupta, “Ebola Virus Di-sease: What’s the primary pathology?”, op. cit.

(6) En 65 años, el artículo 19 de la Constitución dela OMS que le confiere el poder a la OMS de negociartratados o convenios de carácter vinculante ha sido uti-lizado sólo una vez, la convención contra el tabaco…con la eficacia que ya conocemos.

(7) Gro Harlem Brundtland speech to the Fifty-firstWorld Health Assembly, doc. A51/DIV/6, 13 de mayo de1998, pp. 4-5.