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Es una satisfacción comparecer, que agradezco la iniciativa de la convo-catoria del gobierno de Venezuela y

la respuesta tan inmediata de la presiden-cia del Consejo para poder informarles y compartir con todos ustedes el llamado proceso de diálogo en Venezuela

Debo subrayar también que para un ex presidente del Gobierno de España intervenir en la OEA tiene un significado especial. Nuestro país es observador de esta importantísima organización, nuestro país tiene embajador permanente ante esta organización y por tanto resulta desde todo punto de vista de una gran trascen-dencia.

Debo decirles que -además como todos ustedes son conscientes-, España tiene unos grandes vínculos históricos, senti-mentales, políticos, culturales con la inmensa mayoría de los países que confor-man esta organización. España tiene también una historia de deuda con muchos países latinoamericanos, especial-mente latinoamericanos, por ahí desearía iniciar mi intervención

Como saben España sufrió en el siglo XX el drama de una guerra civil y del exilio y gran parte de los exiliados españoles fueron acogidos por países latinoamericanos: México, Venezuela, Argentina. Uruguay, Cuba, República Dominicana, muchos países latinoamericanos.

Deseo expresar hoy como perteneciente a una generación que contribuyó a que la democracia fuera la norma en España y dejar atrás las etapas duras del exilio, deseo rendir mi agradecimiento profundo a todos los países latinoamericanos que acogieron a españoles, que ayuda-ron a España y que han incorporado en su trayectoria de dignidad esa tarea. Es una tarea la de la solidaridad y la cooperación con otros países que hunde sus raíces en la voluntad de cooperación, en la voluntad de concordia, en la idea de la reconciliación que siempre es la fuente del diálogo, del respeto y de un afán permanente e infinito de paz.

Señoras y señores embajadores la paz es la tarea, solo en la paz el derecho se logra. Ese es el objetivo de la convivencia,

el derecho y con derechos. Porque no hay política en la violencia, no hay política en el fanatismo, no hay política en el rencor. Hay política en la generosidad, hay política en el reconocimiento, hay política en el respeto. Esas son esas son mis convicciones y

permítanme que haya iniciado este arranque de mi intervención con esta especie de declaración de principios. Una declaración de principios que explica la razón por la que he aceptado participar en esta tarea de diálogo, de búsqueda del diálogo amparada por Unasur y en la que comparezco hoy aquí en representación de los tres ex presidentes, junto con el ex presidente Leonel Fernández y el ex presidente Martín Torrijos a quienes se nos ha pedido esta tarea de facilitadores de mediadores. Por supuesto con el consenso y la iniciativa del gobierno de Venezuela.

Nuestra tarea está pues motivada única y exclusivamente para ayudar a Venezuela antes sus serios desafíos. Ayudar, cooperar desde el profundo respeto y absoluto respeto a la soberanía de Venezuela. Para un español, pueden enten-derlo bien en el continente en el que estamos, tiene una especial trascendencia subrayar que ese respeto a la soberanía supone el renunciar de antemano y como principio de actuación a cualquier intención de injerencia. Así entiendo las relaciones internacionales: cooperación, diálogo, ayuda, acercamiento.

Es más diré que las relaciones internacionales tienen su fundamento constitutivo en el principio de la cooperación. Así nació Naciones Unidas sin duda alguna, así nació la

«La paz es la tarea, solo en la paz el derecho se logra»

21 de junio de 2106Washington DC

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Intervención de José Luis Rodríguez Zapatero,Intervención de José Luis Rodríguez Zapatero,expresidente español, ante el Consejo Permanenteexpresidente español, ante el Consejo Permanentede la Organización de Estados Americanosde la Organización de Estados Americanos

Intervención de José Luis Rodríguez Zapatero,expresidente español, ante el Consejo Permanentede la Organización de Estados Americanos

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Unión Europea, esta organización (OEA) que ha cumplido tan importante tarea y que cumple en defensa de los Derechos Huma-nos, como todas las organizaciones tiene momentos buenos y momentos menos buenos. Pero quiero reconocer la tarea de la Organización de Estados Americanos especialmente en defensa de los Derechos Humanos.

Esa tarea de cooperación es una tarea que se realiza desde determinados valores y principios, los valores y principios que el proceso civilizatorio de la humanidad ha ido conformando como grandes valores universales sin duda.

De igual manera afirmo que la tarea de mediación en búsqueda del diálogo que estamos realizando se va a producir y se está produciendo con plena imparcialidad, con la búsqueda de la objetividad y del equilibrio, pero igualmente afirmo que ese equilibrio, esa objetividad y esa imparcialidad se afirman desde principios y convicciones muy firmes.

La defensa de la democracia, la defensa del Estado de Derecho, la defensa de la separación de poderes, la defensa de la vigencia efectiva de los derechos fundamentales, la vigencia y defensa del pluralismo, en definitiva desde el principio de la convivencia que sustenta todo tipo de sociedad que quiera realizar un orden de libertad y un orden de democracia.

Como saben el pasado 19 de mayo, después de una reunión con el Presidente Maduro, de Venezuela, y de una reunión en la Asamblea Nacional de Venezuela con los representantes de la llamada Mesa de la Unidad Democrá-tica, anuncié públicamente conjuntamente con el presi-dente Leonel Fernández, que íbamos a llevar adelante, a intentar, después de constatar voluntad por ambas partes, una tarea de búsqueda de un diálogo, subrayó 19 de mayo, ese es el tiempo en el que empieza a contar el reloj del intento de dialogo.

Desde el 19 de mayo hasta hoy hemos tenido en torno a 20 reuniones, con el gobierno, con los representantes de la oposición, reuniones en Caracas, reuniones en República Dominicana. Estamos pues en la fase de exploración para construir pilares de un diálogo sólido y consistente. No hemos perdido el tiempo, no hemos perdido el tiempo y hemos hecho un esfuerzo constante que espero pueda tener en fechas razonables una confirmación, una reválida en el inicio activo del diálogo.

Esta la primera ocasión, después de esa rueda de prensa de Caracas el 19 de mayo, que habló públicamente sobre el diálogo, la primera ocasión que lo hago y lo hago ante esta organización.

Desde ese 19 de mayo la comunidad internacional se ha manifestado de forma expresa y clara. El Secretario General de Naciones Unidas ha respaldado expresamente la iniciativa de diálogo que con Unasurrepresentamos tres expresidentes como mediadores. El Departamento de Estado de los Estados Unidos, después de una conversa-ción que tuve con el secretario Kerry también hizo un

respaldo expreso a esta iniciativa, debo decir que para mí este respaldo ha sido decisivo y fundamental.

De igual manera la Alta Representante de la Unión Europea en nombre de la Unión Europea, con la que pueden imaginar mantengo un diálogo fluido igual que con el secretario Kerry, hizo público su apoyo al proceso de diálogo en el que participamos y sobre el que hoy aquí les informo a ustedes.

Igualmente una buena parte de los países latinoamericanos, no citaré a todos, pero si deseo expresar, sus representantes lo

conocen, mi profundo agradecimiento por ese respaldo.

Y por último el 1 de junio esta organización en una declara-ción hizo público también un respaldo muy decisivo al proceso de diálogo en el que estamos comprometidos, de igual manera presidente mi profundo agradecimiento a la organización por ese respaldo tan claro. Quiero decirles que al ser la primera vez que públicamente hablo sobre el diálogo y expreso mis convicciones, mis expectativas y mis objetivos y los objetivos de los expresidentes de Unasur y del gobierno de Venezuela, voy a permitirme hacer a modo de enumeración los temas sobre los que ese diálogo puede y debe versar, después de la fase exploratoria, insisto que hemos realizado.

Los temas son los siguientes, los enumeraré. El primero de ellos es abordar los conflictos y controversias entre poderes e instituciones existentes en Venezuela de una manera muy clara desde las pasadas elecciones a la Asamblea Nacional. Ese es un capítulo amplio y no es casual que aparezca como primer punto en la agenda que tenemos por delante.

Señoras y señores, la institucionalidad democrática es la clave del orden, de la convivencia, de la seguridad jurídica y de la previsibilidad, por ello este es un tema fundamen-tal, prioritario. Ahí habrá que hablar, y no seré muy prolijo, de muchos tema, pero les aseguro que hablaremos y a fondo y buscaremos alternativas y soluciones desde el punto de vista del compromiso con el diálogo como herramienta y en el objetivo de que la institucionalidad y los poderes puedan colaborar conforme a las prescripcio-nes constitucionales y por supuesto teniendo como fondo que impulsa la idea de los cambios que hay que realizar, la idea de un pluralismo efectivo y del respeto al mismo.

En segundo lugar, creo que la reconciliación es una tarea imprescindible. Fíjense que para mí la reconciliación no es el final de un camino, es el principio de un camino, es el principio del camino. Tener una actitud de reconciliación es esencial y ahí se pueden ustedes imaginar que están implicados los temas de la amnistía, a los indultos, a la verdad, a la reparación de las víctimas y que para ello hay una Comisión de la Verdad puesta en marcha por el gobierno de Venezuela que puede ser un instrumento adecuado.

Junto a esa tarea de reconciliación me parece esencial abordar todo aquello que tiene que ver con la pacificación en sentido amplio, la pacificación del debate político, de la acción política en Venezuela. Como saben, y es la primera

«El respeto a la soberanía supone el renunciar de antemano y como principio de actuación a cualquier intención de injerencia.»

Intervención de José Luis Rodríguez Zapatero, expresidente español,ante el Consejo Permanente de la Organización de Estados Americanos

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vez que también me voy a referir a ello, quise realizar simbólicamente un gesto que para mí tiene valor, que fue después de una petición al Presidente Maduro, que accedió a ella y agradezco, poder visitar a Leopoldo López en la prisión. Esa visita tenía un objetivo que era transmitir un doble mensaje que he recibido desde que inicié esta tarea, un mensaje de la esposa de Leopoldo López, un mensaje de reconcilia-ción y un mensaje recibido con pleno apoyo por el Presidente Maduro en favor de la reconciliación. Ese fue el significado de mi visita a Leopoldo López, en el proceso de intentar un diálogo. Creo que tiene un alto valor, de todas formas corresponde a ustedes lógicamente juzgarlo.

Además creo que en esa agenda deben estar presente, en un diálogo que sería muy necesario y constructivo, algunos de los principales problemas serios sociales y económicos que tiene Venezuela, pero debo decir que el principio que inspirará también en este campo nuestra tarea, el que deseamos que inspire en este campo nuestra tarea, es el de la solidaridad, el de la cooperación. Así he concebido siempre las relaciones internacionales, así he actuado siempre en mi etapa como Presidente del gobierno de España, ante cualquier problema de cualquier país serio o grave económica y socialmente. Y de manera muy singular en Latinoamérica como algunos de sus señores embajado-res conocen.

Además de eso debemos incorporar en la agenda todo lo que ha de ser una periodificación de los cumplimientos electorales y constitucionales. Me parece esencial, para que nadie cuestione que los proceso electorales en ese país, que son el pasaporte de la democracia, se produzcan.

Permítanme que les diga una cosa que es importante, yo acudí como Observador electoral a las elecciones para la Asamblea Nacional el 6 de diciembre, invitado por el gobierno, es verdad que yo pedí que me invitaran, es verdad. Había muchas personas que habían llamado para decir: intenta ayudar a Venezuela.

Cuando me dispuse a viajar y a preparar mi presencia como Observador que compartí con Unasur en una relación y en un diálogo y una cooperación intensa que ha sido el fruto de lo que luego ha dado lugar a este diálogo, porque tanto Unasur como los expresidentes y el gobierno de Venezuela empezamos a pensar, a buscar un camino para el acuerdo, la reconciliación. Cuando acudí a Venezue-la a esas elecciones mucha gente me dijo: no va a haber elecciones, otros me decían ese día habrá acciones que impidan un resultado y por último también se me decía: seguro que no se va a aceptar el resultado.

No haré valoraciones pero trabajamos allí para que la voz del pueblo se expresara libremente, el resultado se produjera democráticamente y creo sinceramente que el diálogo, que la palabra contribuyó a ello. Y como siempre tenemos la tendencia a ver las cosas difíciles que son

muchas y graves, que son muchas, en Venezuela, también las hay en otros países, debo decir que mi constatación más relevante fue cuando acudí a los colegios electorales, de todo tipo -tuve una confusión eso sí- donde ganaba el gobierno, donde ganaba la oposición el clima que advertí fue un clima de convivencia, de paz, no de tensión. Eso fue para mí un gran estímulo, el pueblo venezolano quiere el diálogo, la convivencia y la paz y creo que la primera obligación de todo responsable político es apostar por esa voluntad profunda intensa que tiene un pueblo en este caso el pueblo venezolano de una manera muy abrumado-ra.

Si los derechos fundamentales también deben formar parte de esa agenda en todo orden. También aquellos que tienen problemas, o que pueden tener problemas o que manifiestan tener problemas de su identificación en la relación jurídica con Venezuela.

Además esta es casi una iniciativa que parte de los media-dores, de los expresidentes. Creo que este diálogo debería incorporar una nueva y decidida acción por el desarme en una sociedad en donde hay un número muy elevado de armas. Esto lo considero esencial e insisto este es casi una aportación más producto de nuestra reflexión que de esa fase exploratoria que hemos mantenido con ambas partes.

Vuelvo a subrayar que estos temas son un principio de conclusiones de lo que podría ser una agenda de diálogo y deseo subrayar que se ha hecho en esta fase exploratoria, en menos de un mes, pero nuestra voluntad y nuestra determinación es tan firme como la necesidad que Vene-zuela tiene de un dialogo y de un apoyo decidido a ese diálogo que solo se producirá por la vía del respeto con la meta que indiqué al principio: democracia, derechos fundamentales, separación de poderes, cumplimiento de todos los procesos electorales, pero ante todo reconcilia-ción, ante todo reconciliación.

Voy terminando. Les habla un defensor acérrimo, conven-cido de la idea de la concordia entre los seres humanos, que emana de una conciencia profunda, que es la sustancial afinidad de los seres humanos frente a una presunción opuesta, la del choque, la del enfrentamiento, la de la imposibilidad de encontrar un terreno común, aunque las diferencias ideológicas históricas de interpretación de un país sean tan distintas. Esto puede emanar de mi vivencia como español, de mi vivencia de pertenecer a la primera

«Me parece esencial abordar todo aquello que tiene que ver con la pacificación en sentido amplio, la pacificación del debate político, de la acción política en Venezuela»

Venezuela quiere diálogoVenezuela quiere paz

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generación de españoles que toda su mayoría de edad la ha vivido en democracia y en libertad. La primera vez que voté, voté con 18 años y desde ahí siempre y descubrimos después de una historia trágica, trágica, saliendo de una dictadura muy dura de 40 años que solo la concordia, el consenso, la palabra, el entendimiento, la reconciliación genera una convivencia pacífica y un futuro prometedor. Es por ello que defienda esa concordia.

Un profesor noruego, Johan Galtung, ha escrito que hay una antropología de la paz, que el hombre es un ser con capacidad de paz porque la paz supone el despliegue de la vida. A eso nos debemos aferrar con toda nuestra fuerza y nuestra intensidad. Los valores para la coexistencia pacífica son los que se demuestran con el ejemplo, se acreditan con la razón, no se imponen, se proponen. La fuerza radica en convencer, no en vencer.

Por ello les tengo que pedir, humildemente, que demos una oportunidad al diálogo nacional en Venezuela.

Por ello les tengo que decir de manera solemne que entiendo esta tarea como un proceso de paz preventivo, como un proceso de paz preventivo.

Señoras y señores la historia no nos da excesivos motivos para sentirnos orgullosos de nosotros mismos. Si miramos el siglo XX y buena parte del siglo XXI vemos millones de vidas humanas perdidas por las guerras, con dos guerras mundiales generadas en el continente al que pertenezco, no lo olvidemos, millones de vidas perdidas. Una Europa que como ustedes saben no ha conocido un período de paz más extenso desde la Segunda Guerra Mundial hasta hoy, en toda su historia, desde el Imperio Romano. El afán de la convivencia, de la paz. de la cooperación, es lo que hace a los pueblos avanzar.

Si miramos a Latinoamérica, ustedes lo saben mejor que yo, que buena parte del siglo XX incluso algunos momentos del siglo XXI, también dan motivos para una reflexión crítica, para preguntarse como generación si hay motivos para el orgullo: dictaduras, golpes de Estado, desaparicio-nes, intervenciones, conflictos, conflictos tan duros como el de Colombia y deseo desde aquí expresar mi apoyo, mi firme apoyo que es el de toda la comunidad internacional a que el proceso de paz de Colombia termine pronto y ese gran país hermano supere una de las páginas más difíciles como otros países de Latino América, como mi país lo supo superar.

Si cuesta afirmar que nos podemos sentir orgullosos del pasado, de las generaciones vivas, pero tenemos el deber que las nuevas generaciones puedan reconocer que al menos les dimos las señales, les pusimos las condiciones para que la paz, la democracia sigan ganando terreno como ganan en el siglo XXI y los Derechos Humanos extendién-dose.

Claro que hay muchos motivos para no sentirse orgullosos, las insoportables desigualdades que existen por ejemplo en este continente, aunque no solo en este continente. La necesaria erradicación de la pobreza, el reconocimiento de la igualdad suprema de todos los seres humanos, más allá de su condición ideológica, de su raza, de su sexo, de su orientación sexual, de su etnia, del color de su piel.

Esta es una tarea que apenas tiene pocas décadas, las décadas en las que se produjo la proclamación de la Declaración Univer-sal de los Derechos Humanos. Pocas

décadas y mucha tarea por delante. Es una tarea que sólo se consigue con el ejemplo, con el ejemplo. Y el ejemplo empieza por las palabras, la política empieza siempre en las palabras. Las palabras conforman nuestras ideas. Cada palabra supone un cauce de acercamiento o una vía para el rechazo. Por eso mis palabras siempre han tendido a utilizar ese vocabulario que le da grandeza a la política, que le da grandeza a las relaciones internacionales, que le dan grandeza a estas organizaciones. Esas palabras que tienen tan altísimo significado: paz, diálogo, respeto, concordia, justicia, derechos humanos, libertad y ante todo un firme,firme compromiso por la convivencia.

Señorías, como les dije al principio señoras y señores la tarea de los tres ex presidentes solo se mueve por el interés de ayudar a Venezuela. Agradezco su atención, el que me hayan podido aquí escuchar libremente. Espero que ninguna de mis palabras se pueda interpretar como intervencionista y mucho menos como injerencista y mucho menos que pueda significar algo en el debate que respeto profundamente de esta organización. Son palabras que salen de mis convicciones y unas convicciones que me han llevado desinteresadamente y casi en dedicación exclusiva a esta tarea de buscar el diálogo nacional en Venezuela. Pero fíjense sí todos los que estamos aquí, los países que ustedes representan, esos gobiernos, ponen toda su voluntad y nosotros acertamos, les puedo asegurar, es mi convicción y por supuesto mi deseo, que la historia de Venezuela acabará bien. Muchas gracias.

«Paz, diálogo, respeto, concordia, justicia, derechos humanos, libertad y ante todo un firme,firme compromiso por la convivencia.»

Vídeo de la intervención: https://www.youtube.com/watch?v=9tN-l6jLeEk


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