1

Click here to load reader

2010.04.15 necesitamos decrecer económicamente

  • Upload
    fcesc

  • View
    94

  • Download
    0

Embed Size (px)

Citation preview

Page 1: 2010.04.15 necesitamos decrecer económicamente

JUEVES, 15 ABRIL 2010

LA CONTRA

E speraba que Hugo Chávezesgrimiera su libro en lacumbre de Copenhague?Chávez se leyó Cómo los ri-cos destruyen el planeta en elavión porque se lo había re-

comendado mi amigo Ignacio Ramonet, di-rector de Le Monde Diplomatique a él y aEvoMorales. A Chávez le gustó y lo mostróal auditorio en Copenhague.

¿Orgulloso de impresionar a Chávez?AChávez le interesó cómo vincula mi ensa-yo la causa social y la ecológica. Y no es unaconclusión doctrinal, sino mi experiencia.

¿Ha sufrido usted explotación?Cuando veo un africano malviviendo en unsuburbio de París y le pregunto “¿por quéestás aquí?”, su respuesta siempre es una his-toria de explotación del hombre por el hom-bre y después de degradación del planeta.

Por ejemplo...Los suburbios de Europa están llenos de in-migrantes que tuvieron que abandonar elmedio ambiente donde nacieron, porque es-tá exhausto tras la explotación abusiva. Sonafricanos que inmigran porque no han podi-do seguir siendo pescadores o cazadores oagricultores en su tierra, porque los recur-sos de sus mares, campos y selvas han sidoesquilmados.

Ese camino deÁfrica a Europa antes lohicieron mercancías, valor y plusvalías.Vienen aquí porque no les hemos dejado na-da allí para que puedan sobrevivir. ¿Por quécree que actúan los piratas somalíes? ¿Por-que son malos y peligrosos “terroristas”?

Yo no justificaría la piratería.Pero expliquemos sus causas: eran pescado-res que hoy no pueden competir con lasmo-dernas flotas de pesca como la española,por cierto, o la japonesa. Ya no les quedanpeces, así que cogen las pistolas.

Podemos rectificar.Si no rectificamos, nuestros hijos heredaránun planeta degradado por la avaricia y la es-tupidez de unos pocos. Lo queme preocupaes que estamos ante una crisis ecológica quepone en peligro nuestra propia especie.

¿No es usted algo cataclísmico?En un siglo hemos llegado al límite de losrecursos que durante unmillón de años fue-ron ilimitados para nuestros antepasados: eloxígeno; el agua potable; los mares. En sólodos generaciones, hemos puesto al planetaal límite y ahora estamos empezando a supe-rar ese límite.

Aún queda planeta.Ya no para una sexta parte de las especiesterrestres hoy extinguidas por la acción hu-mana y que existían sólo hace un siglo.

Nuestros hijos sólo pueden ver en fotos ani-males que nuestros abuelos veían vivos.

“La Tierra da recursos para las necesi-dades de todos, pero jamás dará suficien-te para colmar la avaricia de unos pocos”.Gandhi no sólo lo dijo, sino que lo transfor-mó en ejemplo al vivir con lo esencial, peroyo me he inspirado en Thornstein Veblen yen sumordaz ironía al explicar cómo las cla-ses altas necesitan alardear de gasto suntua-rio para retarse entre individuos y demos-trar su éxito.

Es la teoría del hándicap, o del pavoreal, expuesta aquí por el etólogo evolu-cionista Amotz Zahavi.Siempre hemos consumido un exceso de re-cursos naturalesmás allá de nuestras necesi-dades materiales para competir con los de-más: las clases altas, para deslumbrar a losdemás individuos de clase alta, y las clasesbajas han imitado –o al menos lo han inten-tado– el lucimiento de gasto de las altas pa-ra sentirse ascendidas socialmente.

Todo muy humano.Y las tribus –hoy naciones y estados– handerrochado también recursos de su territo-rio sólo para exhibir su poder.

Está en nuestro instinto.Incluso le diría que hay una parte de esa éli-te económica que se siente fascinada por laidea de consumir el planeta hasta el final.

¿Quemar Roma como Nerón?Una pulsión suicida. Piense que consumires en realidad destruir. El lujo hoy es enemi-go de la especie. Y en ese sentido necesita-mos decrecer económicamente.

¿Quien más contamina que pague másimpuestos?No basta: hay que cambiar la cultura. Nece-sitamos una cruzada estética para afear lasobreexplotación del planeta pormera vani-dad. Hay que reivindicar la sobriedad.

Pues empiece por países petroleros.No sólo es la exhibición de riqueza. Tam-bién el despliegue armamentístico –otra for-ma de exhibición más perversa y nociva–en otros países de estilos más austeros.

¿Propone una revolución pedagógica?Propongo que cuando alguien quiera insta-lar una fábrica o una granja en un valle idíli-co con un río virginal, y ensucie y contami-ne ese río –o esa playa– de todos para podercomprarse con las ganancias una mansióngigantesca o... ¡un Rolex de oro...!

Hay otros lujos más inteligentes...... Y arruinan su río y contaminan susaguas... ¡para poder construirse una piscinaen su jardín...!, que todos le digamos que esaconducta es hortera, ignorante y nos perju-dica a todos.

La envidia es más poderosa que la res-ponsabilidad.Pero nos queda el raciocinio. Nos queda lareflexión: ¿para qué más coches de 100.000euros, y mansiones con catorce baños? ¿Nosería un lujo mayor poder caminar porun bosque frondoso y florido y bañarseen un río limpio?

LLUÍS AMIGUET

LLIBERT TEIXIDÓ

“Laavariciadeunospocosamenazaelplanetadetodos”

VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

Tengo 52 años, pero mis causas –y sus seguidores– son jóvenes. Tenemos cinco hijos: mi mu-jer y yo fuimos hijos de familia numerosa y creemos que es ecológico. Soy católico practican-te y hoy nada papista. He participado en la II Conferència del Decreixement, de Barcelona

Al fin y al cabo: ¿qué hahecho el capitalismo pornosotros? Pues, apartede doblar nuestra espe-ranza de vida; o reducirla mortalidad infantil; oacabar con el hambre enOccidente u otras frusle-rías por el estilo..., nada.Pero si ponemos esa for-midable fuerza del libremercado a cubrir no só-lo las necesidades denuestros cuerpos –limita-das–, sino las de nues-tros egos –nunca colma-das–, se convierte en ca-pitalismo derrochadorde recursos para el lujoy la exhibición hasta –ad-vierte Kempf– agotar elplaneta. “Puedo com-prarme veinte coches–me dijo aquí David Ro-ckefeller–, pero no pue-do comprarme veinteculos para sentarme enellos”. Quizás esa austeri-dad que ayer fue virtudsea hoy exigencia.

Veinte coches, un culo

BADALONAVENTA-ALQUILERNAVES93415 64 44

PARC EMPRESARIALGRANLANDBADALONASUD

www.granland.com

HOY VALE DESCUENTODE“la vuelta al mundo

en 80 ¡yuju!”

Jueves 15Vale descuento

RECORTA ESTE VALEDESCUENTO

HervéKempf, pionero del ‘decrecimiento económico’; autor de cabecera deHugoChávez

46159