VIERNES, 14 MAYO 2010

T uvo un bar, cría caballos,dirige teatro, cine, es pro-ductor y actor.También he bailado mucho.

¿Bailado?Mientras estudiaba, trabaja-

ba adiestrando caballos y bailando tangocon el ballet de Islandia.

¿?Luego me convertí en un actor de éxito enmi país, pero tuve la necesidad de ser máscreativo y empecé a dirigir teatro, creé mipropia compañía y compré un teatro.

¿De dónde sacaba el dinero?Mi ópera prima como director de teatro tu-vo muchísimo éxito.

¿Y para qué quería un bar?Bebía mucho, gastaba tanto dinero en esebar queme salía más económico comprarlo.

¿A qué edad triunfó?A los 28 años. Triunfar me destrozó la vida.Me convertí en un salvaje. No me conocía amímismo y la percepción que la gente teníade mí me confundía.

¿Cómo le veían?Como un sex symbol. Me ofrecían muchostrabajos como celebridad en televisión y enelmundodel espectáculo. Cada vez que apa-recía, ahí estaban las fans pegando chillidosy diciendo entre sollozos que me amaban.

Qué miedo.Sí, ¡tenían 14 años! Lo corté en una gala, co-gí el micrófono y les dije: “¿Por qué no mepresentáis a vuestras madres?”. Fue comopinchar un globo. Decidí dirigir y crear mispropios proyectos. Empecé a escribir.

Depaso,montó una productora de cine.Mi primera película, 101 Reykjavík (2000),funcionó en todo el mundo, no fue difícil.

¿Qué ha contado en sus películas?Aunque no son biográficas, todas tienenque ver con las cosas que me suceden. Meinteresa la complejidad humana, cómo po-demos ser buenos ymalos al mismo tiempo.

¿En usted hay esa dualidad?Sí, y aceptarlo es la únicamanera de contro-larlo. Yo he sido presa de los celos, la ira...Esos sentimientos son una buena base paraun actor. De hecho, me gusta más dirigir amujeres porque sonmás complejas emocio-nalmente.

¿Qué escena definemejor esa compleji-dad humana?Una comida familiar navideña: ahí emergentodas las complejidades que se dan entre pa-dre-hijo, hermanos, pareja. Las relacionesson lomás difícil, te crees que ya eres adultopero te reúnes con tus hermanos y vuelves asentir como un niño.

Sus Navidades con tantas ex y niños...

Sí, son complicadas, pero me gusta la com-plejidad, te ayuda a comprender las distin-tas necesidades de las personas.

... Y las mezquindades.Amenudo los detalles son más importantesque las cosas grandes: es la diferencia quehay entre la foto de un bosque y el primerplano de un árbol. Al final de 101 Reykjavíkun hombre dice: “Las cosas no son ni bue-nas ni malas, simplemente son”.

Una conclusión algo fría.En esa película traté mi época de vida disi-pada, de locura sexual. Era una forma de de-jar atrás esa etapa. Hacer esa película fuecomo acudir a un psicoanalista muy caro.Entendí que no tenemos por qué juzgar,me-jor aceptar lo que es.

También se puede intentar cambiar.Mi hija nació en las peores condiciones, enplena locura y de la mujer menos adecuadaparamí; de hecho, cuando nació, yo ya esta-ba con otra. Todo un desastre, esa niña eralo último que necesitaba. Pero, curiosamen-te, con el tiempo ha resultado ser lo mejorque me ha pasado en la vida.

¿Qué ha entendido?El hecho de aceptar quemehabía equivoca-do y hacer las paces conmigomismome diola posibilidad de tener una relaciónmagnífi-ca con ella. Es la niña demis ojos. Si te equi-vocas, puedes no aceptar las consecuencias,y eso te aboca al desastre. Pero tienes la op-ción de aceptar y asumir, y entonces la vidate sorprende. Ese tipo de perspectiva estápresente en mi filmografía.

Para usted, ¿qué ha sido lo más difícil?Aceptarme, conocer mis posibilidades rea-les sin ponerme limitaciones. Y valorar loque ya tengo en lugar de fantasear conlo que no tengo. Poco a poco voy aprendien-do a disfrutar del momento, antes de los 80espero poder hacerlo plenamente.

¿Qué es lo mejor que le ha pasado?Todos mis hijos. Cuando tenía 20 años nopodía ni imaginarme con cinco hijos. Elme-jor momento demi vida es cuando los siete,en un monovolumen y con un tráiler dondeviajan los caballos, atravesamos Islandia.Desde fuera puede parecer unpoco agobian-te, pero es una experiencia completa.

¿Lo de la novela negra en Islandia esuna moda?Sí, pero también es una temáticamuy cerca-na a nuestra tradición literaria vikinga ynuestra mentalidad oscura. Los primerospobladores tenían que poseer por fuerzagrandes dosis de humor negro: ¿quién iba aquerer vivir en un sitio tan inhóspito?

Usted no ha querido irse a Hollywood.Vivo conectado al mundo a través de la tec-nología, muy cerca del polo Norte –el añopasado visitaron nuestro jardín osos pola-res–. Ahora trabajaré en Hollywood, perosólo el tiempo imprescindible.

¿No quiere alejarse de su granja?Antes, para mí Islandia era una cárcel, co-mo lo es paramuchos jóvenes, pero una vezhas conocido mundo, no la cambias.

IMA SANCHÍS

LA CONTRA

ANA JIMÉNEZ

“Triunfarmedestrozó lavida,meconvertíenunsalvaje”

VÍCTOR-M. AMELA IMA SANCHÍS LLUÍS AMIGUET

44 años. Nací y vivo en Islandia. Casado y con 5 hijos (de 21 a 8 años): mi mujer aportó uno,yo dos de otras dos mujeres y tenemos dos en común. Todos debemos tener la oportunidadde prosperar con la red de seguridad de la sociedad. Creo que Dios está en la naturaleza

“Ahora en Islandia em-piezan las noches blan-cas. Desde el porche demi granja veo cómo elsol besa el mar y vuelvea subir”... El precio sonnueve meses de oscuri-dad, quizá por eso Kor-mákur tenga una vidaartística desbordada. Selanzó al cine con 101 Rey-kjavík: escribió el guión,la produjo y la dirigió; ytriunfó. Con la tercera,Jar City, ganó numero-sos premios internacio-nales, y con la quinta,White night wedding,representó a Islandia enlos Oscar del 2009. Hoyse estrena en EspañaReykjavík-Rotterdam,filme que protagoniza yque cuenta con el guiónde Arnaldur Indridason,maestro de la novela ne-gra nórdica, y que harepresentado a Islandiaen los Oscar y ya tieneremake americano.

Las noches blancas

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BaltasarKormákur,director, guionista, productor y actor islandés

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