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Los fusilamientos del 3 de mayo
Francisco de Goya
1814
José Luis Lasierra PérezColegio Santa Rosa-Altoaragón
En 1814 Goya pinta dos cuadros importantísimos; La carga de los mamelucos”, recordando el levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses y “Los fusilamiento del 3 de mayo”, en recuerdo la represión ejercida por los franceses sobre el pueblo de Madrid tras el levantamiento.
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La carga de los mamelucos. Goya 1814
Para Goya, el protagonista de la “Historia” es el pueblo. No le interesan los generales ni los héroes individuales.
La escena está dividida en dos grupos. Por un lado los patriotas madrileños que están siendo fusilados, por el otro los soldados franceses, de espaldas, procediendo a la ejecución. Entre los patriotas no hay héroes, en sus rostros se adivina el pánico y la desesperación.
Los soldados franceses están representados de espaldas, por lo que no son identificables. Su uniforme podría ser el de cualquier soldado de la época. Goya pretende criticar al soldado universal, a la sinrazón de la guerra en sí. Es un manera muy moderna de presentar los acontecimientos.
La matanza ocurre en la oscuridad de la noche. Sólo un farol alumbra la escena. Es la “luz de la historia”. Al fondo se adivina la ciudad de Madrid, que parece que descansa ajena a los acontecimientos.
La luz del farol alumbra directamente al personaje con camisa blanca que, con los brazos extendidas, mira directamente a los soldados que lo van a fusilar. A sus pies yacen los que ya han sido fusilados y tras él, desesperados, los que están esperando su turno. El momento es tremendamente dramático.
