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UNIVERSIDAD FERMIN TORO VICE RECTORADO ACADEMICO FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS ESCUELA DE DERECHO Análisis del libro II Y III del Código Penal venezolano PARTICIPANTES López, Maribel CI:15004334 Matos, Anaymar CI:24162400 Sección: m-672 PROFESORA: Abg. Dulcemar Montero JUNIO DE 2015

ANALISIS DIFERENCIAL DEL LIBRO SEGUNDO Y TERCERO DEL CÓDIGO PENAL VENEZOLANO

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UNIVERSIDAD FERMIN TOROVICE RECTORADO ACADEMICO

FACULTAD DE CIENCIAS JURIDICAS Y POLITICAS ESCUELA DE DERECHO

Análisis del libro II Y III del Código Penal

venezolano

PARTICIPANTESLópez, Maribel CI:15004334

Matos, Anaymar CI:24162400Sección: m-672

PROFESORA: Abg. Dulcemar

Montero

JUNIO DE 2015

El delito es la figura principal en el Derecho Penal, ya que es el que le da contenido a éste, pues es el objeto principal de su materia de estudio, con todas las características que el mismo envuelve. En nuestro Código Penal encontramos delitos y faltas en los libros segundo y tercero respectivamente; en base a los cuales, han surgido grandes discusiones con respecto a establecer distinciones entre ambas, con criterios cualitativo y cuantitativo; los cuales no han prosperado debido a que en Venezuela las diferencias que existen son puramente de colocación estructural en el Código Penal, quedando previsto de la siguiente manera: los delitos están previstos en el Libro Segundo y las faltas en el Libro Tercero. Esto en virtud de una decisión libre del legislador. Este criterio de distinción es anticientífico, empírico, porque lo lógico, lo racional, es establecer la distinción cuantitativa.

Análisis diferencial del libro II y el III del Código Penal Venezolano:

Las faltas solo se castigan cuando se consuman realmente y, finalmente en cuanto al orden procesal, para enjuiciar al sujeto activo de la inmensa mayoría de los delitos, se debe seguir el procedimiento ordinario, para el que son competentes el Juez de Primera instancia en lo Penal; y, en alzada, el Juez Superior en lo Penal, de acuerdo al COPP. En cambio, para enjuiciar al autor de una falta, es preciso seguir un procedimiento especial establecido en el artículo 382 y siguientes, del Titulo V, del Libro Tercero del Código Orgánico Procesal Penal.

De esta distinción de tipo estructural se derivan importantes consecuencias jurídicas: La extradición se concede sólo por los delitos y nunca por las faltas. El delito se castiga, no solamente cuando se comete, sino también cuando queda en grado de tentativa o de frustración, siempre que admita, por su naturaleza misma, la tentativa y la frustración.

* Los delitos violan u ofenden derechos subjetivos.* Las faltas violan el derecho objetivo, sin ofender en concreto derecho subjetivo alguno.

* Los delitos causan un daño o lesionan bienes jurídicamente protegidos * Las faltas no causan un daño directamente, material sino que se limitan a crear una situación de peligro para esos bienes protegidos jurídicamente.

* Los delitos ofenden bienes jurídicos primarios, fundamentales. * Las faltas ofenden bienes jurídicos secundarios. Cabe destacar que los delitos son infracciones dolosas o culposas, mientras que las faltas basta la mera voluntad de la acción u omisión.

De acuerdo a las posturas de los doctrinarios:

Un autor alemán sostuvo que entre los delitos y las faltas existe una

distinción que radica en:

Otro criterio lo expone

Karl Binding y dice:

Por su parte Impallomeni sostuvo que:

Cabe destacar que el legislador ha clasificado los delitos atendiendo al bien jurídico tutelado y los ha consagrado en los diez Títulos que forman el Libro Segundo del Código Penal de la siguiente manera:1º. Delitos contra la independencia y la seguridad de la

Nación2º. Delitos contra la libertad3º. Delitos contra la cosa pública4º. Delitos contra la administración de justicia5º. Delitos contra el orden público6º. Delitos contra la fe pública7º. Delitos contra la conservación de los intereses públicos y privados.8º. Delitos contra las buenas costumbres y buen orden de las familias.9º. Delitos contra las personas10º. Delitos contra la propiedad.

Definiendo delito como toda acción u omisión punible, objetivizada en la manifestación de un hecho previsto en la ley penal, al cual   le recae una sanción, también prevista en la misma ley penal, a fin de que inhibir al individuo a la comisión de esas conductas consideradas como delitos. En cuanto a las formas de comisión de los delitos, ya se trate de acción o de omisión, éste siempre será una conducta, es decir un hacer o un no hacer, cuyos resultados prevé la ley penal, los que tienen trascendencia en el mundo físico y en el del derecho.

En el delito, para su existencia, deben incidir dos sujetos: el sujeto activo y el sujeto pasivo, en ocasiones intervienen otros en conjunción con el activo, ya sea antes o después de la comisión o realización del delito, que para los efectos de este estudio no revisten mayor relevancia, por el momento. El sujeto activo del delito será toda persona que, en términos generales, infrinja la ley penal, ya sea por su propia voluntad o sin ella; es decir, el delito puede ser cometido, por el sujeto activo, con pleno conocimiento de la acción que va a realizar, esperando el resultado de ése, o, en caso contrario, sin la voluntad de ese sujeto, cuando la acción, que da origen al delito, no es deseada y se comete por imprudencia o sucede por un accidente.

Sin embargo, este sujeto será el que realice la acción de la conducta o la omisión de la misma que están previstas y sancionadas por la ley penal. En el caso del sujeto pasivo del delito, éste será toda persona que resienta el daño que ocasiona la comisión del delito, la consecuencia de la conducta delictiva, ya se trate de su persona, en sus derechos o en sus bienes. En otras palabras, la persona a quien se le afecta en su esfera personal de derechos e intereses.

El delito formal se perfecciona con una simple acción u omisión, haciendo abstracción de la verificación del resultado. Los delitos de lesión o daño y de peligro. Según el objeto o fin que persiguen, la perturbación, daño, disminución o destrucción del bien jurídicamente protegido, son delitos contra la cosa pública o el Estado mismo o, sus Instituciones y delitos contra las personas privadas, delitos políticos y no políticos según los sujetos que los realizan, los delitos individuales y colectivos, comunes y especiales según la ley que los contenga; y ocasionales y habituales según la constancia con que delinque el sujeto que los realiza. Según los requisitos para la  procedibilidad o persecución de los delitos, conforme al bien jurídico protegido que afecta , los   delitos son de   acción pública (denuncia) o de acción privada (querella).

Es importante resaltar que la clasificación de los delitos no es únicamente para fines didácticos o teóricos, sino de índole práctica, ya que con éstas es posible ubicar a los delitos dentro los parámetros que ordenan la persecución de los mismos, la gravedad que les asigna la ley, en cuanto a las consecuencias que tienen dentro de la sociedad, por afectar determinado bien jurídico protegido por la ley penal; la tipificación de los delitos en cuanto   a su comisión, así como la punibilidad de los mismos tratándose de la tentativa, etc. Por otra parte, si bien es cierto que solamente las conductas que prevé la ley penal pueden ser consideradas delitos, la preparación de esas conductas, no obstante que no constituyan propiamente   un delito, sí son la tentativa del mismo, será penada cuando se pretenda afectar un bien jurídico que trascienda a la seguridad de la sociedad.

Además del individuo que sufre la lesión causada por el delito, dentro de los individuos que intervienen en la preparación del delito, la comisión del mismo y el encubrimiento después de su perpetración, no forman parte del tema del delito, aunque sí muy íntimamente relacionados, ya que el delito será tipificado conforme a las circunstancias en que sea cometido, las que influirán en el la sanción que le sea impuesta a los delincuentes.

Es de considerar que:

Es necesario tener en consideración que: • El Libro Tercero del Código Penal ampara todo lo

concerniente al régimen sustantivo de las   faltas; sin embargo, no contribuye con definición alguna sobre estas.

• De hecho, la intención de legislador de dividir los hechos punibles bajo una estructura bipartita no encuentra una justificación explícita. Con fines únicamente didácticos, interesante es discutir las características principales que diferencian las   faltas de los hechos que la ley incrimina como delitos.

• En cuanto a la sanción: los hechos que integran las faltas tienen asignados penas mucho más leves que las que se aplican a los delitos.

• En las faltas, basta la simple infracción legal – acción u omisión – para incurrir en responsabilidad, siendo indiferente el elemento subjetivo de la culpabilidad.

• La falta sólo es punible cuando se ha consumado y no en el grado de tentativa ni en la de frustración.

• De las faltas sólo son responsables los autores y los cómplices; mientras que, en caso de delito, la responsabilidad se extiende igualmente a los encubridores.

El criterio objetivo, según el cual los delitos y las faltas no se diferencian constitutivamente, sino según la gravedad del daño ocasionado por la infracción, es el que priva en la generalidad de las legislaciones positivas, en cuyos códigos figuran las faltas al lado de los delitos, como delitos de menor entidad, delitos veniales.

El grueso de la doctrina nacional, e incluso foránea, entiende que las   faltas únicamente encuentran distingo, respecto a los delitos, conforme el   quantum   de la pena atribuible. Así pues, el criterio de distinción cuantitativo es el argumento que prevalece en doctrina, dejando por sentado que, cualitativa, esencial y ontológicamente no existe distinción alguna. Sin embargo, en nuestro Código no prospera el criterio de distinción cuantitativa de delitos y faltas, por cuanto encontramos un caso en el que una falta acarrea pena más grave que un delito.

Podemos concluir señalando que las Faltas responden a la misma estructura y esencia de los delitos pues en realidad se trata de delitos veniales, delitos de menor gravedad, pero nunca de categorías distintas. Tal y como afirma el autor Víctor Álvarez: “En el supuesto de que se considere que alguna de esas infracciones   revista cierta gravedad, podría entonces asimilársele a los delitos de menor entidad y dársele colocación en el Libro Segundo, al lado de uno de esos delitos”.

 Las faltas

son delitos

leves, de

consecuencia

s dañosas

superficiales

para el

colectivo; en

consecuencia

, la

imposición

de sanciones

menos

rigurosas es

el único

criterio de

distinción

admisible.

Calificar la mendicidad como una falta sancionable con la privación de libertad, en condición de arresto de hasta seis meses, sin que existan ningún bien jurídico de importancia protegido, resulta contrario a los postulados del Estado Social de Derecho y de Justicia, pues la actuación punitiva del Estado sólo se justifica en la medida que está dirigida a garantizar la exclusiva protección de un bien jurídico

Razón por la cual, en este caso, se impone la suspensión de las normas 502, 503 y 538 del Código Penal, pues más que un beneficio particular, se pretende una protección de amplio espectro a todas las personas de la sociedad que pudieran ser catalogadas como mendigos. Cabe mencionar que el artículo 538 sólo se suspende respecto del tipo penal de mendicidad que el mismo regula y no respecto a los otros delitos que establece la norma

Es necesario acotar que el TSJ emite nulidad a lo REFERIDO con la mendicidad; para tales efectos:

En conclusión:

La mendicidad es una costumbre que hoy está más acentuada porque nos falta tomar conciencia; por naturaleza nos gusta vivir bien, pero cuando no somos honestos y vemos que podemos mendigar porque siempre recibimos, hacemos de esto un trabajo; también es necesario sensibilizarnos con toda la problemática que esto acarrea; sin embargo, simplemente declarar la nulidad de unos artículos no va a contribuir en grandes mejoras, puesto que de forma objetiva apreciamos que hay mendigos que ganan más que un profesional. Por tanto evitar que esto siga ocurriendo y suspender, estos artículos en nada ayuda a una Venezuela que está cayendo al vacío por escasez, de modo que esa decisión en nada contribuye a resolver el problema de la mendicidad, es más lo agrava, porque no se está atacando la raíz, sino facilitando la mendicidad como forma de vida.

Las FaltasEs

una

conducta antijurídica

 que pone en peligro

algún bien jurídico

protegible, pero que

es considerado de

menor gravedad y

que, por tanto, no es

tipificada como delito.

Genera algunas consecuencias:

En las Falta no Procede:

• La Extradición.

No tiene Forma inacabada del delito.

• Procedimiento Penal Ordinario.

Ubicadas en El libro tercero del Código Penal Venezolano

Se Clasifican en:

1) De la Desobediencia a la Autoridad:

Omisión de ayuda o servicio.Negativa a identificarse ante la autoridad.Ceremonias religiosas fuera del lugar apropiado.

7) De las Faltas Relativas a los Espectáculos Públicos, Establecimientos y Ejercicios  Públicos

Permiso para presentar espectáculos públicos.Dueño o director de empresa de espectáculos.

Omisión de permisos para negocios.

8) De las Faltas Relativas a los Signos y Aparatos que Interesan al Público:

Omisión de señalización de peligro.

Rotura del alumbrado público.

Bote de basura o escombros.

4) De las Faltas Relativas al Ejercicio del Arte Tipográfico, a la Difusión de impresos y a los Avisos:

Ejercicio ilegal de la tipografía.

Venta de impresos sin autorización. Destrucción de impresos

Perturbación pública, Fijación de impresos o dibujos.

2) Omisión de Información y Referencias

3) De las Faltas Concernientes a las Monedas:

Falsificación de monedas.

Negativa a recibir monedas de curso legal

5) Del Abuso de la Credulidad de Otro

6) la Mendicidad

9) De la Caída y de la Falta de Reparación de los Edificios.