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La Retribución

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Un día un muchacho que vendía mercaderías de puerta en puerta

para pagar sus estudios universitarios, encontró que sólo le quedaba una simple moneda

de diez centavos, y tenía hambre. Decidió que pediría comida en la

próxima casa.

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Sin embargo sus nervios lo traicionaron cuando una

encantadora mujer joven le abrió la puerta. En lugar de comida pidió un vaso con agua. Ella pensó que el joven parecía

hambriento, así que el trajo un vaso con leche. Él lo bebió

despacio, y entonces preguntó :

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¿Cuánto le debo?-No me debes nada- contestó ella.

-Mi madre siempre nos ha enseñado a nunca aceptar pago

por brindar comida.

-Entonces, se lo agradezco de corazón.

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Años después esa mujer enfermó gravemente. Los doctores locales estaban confundidos, así que la

enviaron a la gran ciudad. Cuando uno de los mejores

doctores del lugar oyó el nombre del pueblo de donde venía la

paciente, una extraña luz llenó sus ojos. Inmediatamente el médico subió al cuarto de la

paciente.

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Al verla la reconoció enseguida, era aquella mujer que le tendió su mano cuando moría de hambre. Regresó al cuarto de observación determinado a hacer lo mejor posible para salvar su

vida, así lo hizo.

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Cuando le llegó a la mujer un sobre con la factura de los gastos, se preocupó pues no tenía cómo

pagarla. Al abrirlo vio unas palabras escritas en el borde que

decía:

“Pagado por completo hace muchos años con un vaso con leche”